Adiós a un referente Alejandro Casona, en su obra dramática LOS ÁRBOLES MUEREN DE PIE, nos ponía sobre aviso ante el carácter de algunos seres vivos que comparaba con personas de fuerte temperamento, fieles a su ser, pensar y estar. Mi pino, nuestro pino, pues la referencia era de todos y para todos, no ha podido resistir los embates huracanados de un Eolo furioso. No ha muerto de pie pero, si así hubiera sido, qué gran tristeza dejar de verlo pujante con su brío natural, sobre puesto a rayos, y hachas o sierras... Su belleza llamó la atención a la editorial Mundi-Prensa, que en su libro Los árboles singulares, patrimonio de nuestros pueblos, lo retrata con todo su esplendor en la página 259, y que el director del Jardí Botànic de la Universidad de València, Antoni Aguilella, en su carta de presentación dice: Los árboles mantienen un cierto paralelismo con las montañas. La Tierra está cubierta de montes y los árboles se pueden contar por millones, pero entre todos ellos, solamente algunos se hacen acreedores para figurar en un bello libro que recoge expresivas fotografías dejando constancia de su relevancia. Descubrir los árboles singulares es sumergirnos en una historia jamás contada, patrimonio de pequeñas comunidades, un valor activo producto de un largo y lento sobrevivir a oscilaciones climáticas, a generaciones de humanos

con distintas culturas y formas de hacer." Todo lo reseñado es válido para aplicarlo a nuestros árboles locales y por ello su protección clama ahora, tras la tormenta, más que nunca. La Junta Local de Árboles Monumentales de Enguera necesita la ayuda de todos los estamentos locales, la reseña gráfica de Santiago Sánchez o José María Simón, la visita de nuestros paisanos para conocerlos, cuidarlos y

quererlos. Es un patrimonio bello y bueno para potenciarlo y así poder vivir mejor en un mundo arrasado y contaminado. El citado libro en la referencia alusiva al Pino Arcona pone una extraordinaria fotografía sobresaliendo su gran copa por encima de los olivos del campo. Dicha foto se tomó en el año 2004. Este es un Pinus halepensis, cuyo nombre común es el de Pino Carrasco o Pino Alepo, conocido en nuestro pueblo como PINO ARCONA, y los datos que adjunta en sus características morfológicas son: Altura 2.608 cm., perímetro del tronco en la base, 400 cm. y la edad estimada de 130 años. Como datos preliminares deja constancia de que el pino se ubica en el término municipal de Enguera, localidad valenciana enclavada en las estribaciones de la sierra a la que da nombre, en la comarca de la Canal de Navarrés. Presenta una altura muy considerable, más de 26 metros, siendo por tanto el árbol más alto de Enguera lo que le hace destacar poderosamente y constituir una referencia infalible a la hora de orientarse. Su poderoso tronco acapara prácticamente toda la altura del árbol, ya que de él no nacen ramas maestras.

La copa que conforma es irregular y no muy poblada, con lo que la silueta del árbol es bastante espigada. Hace unos años sufrió un ataque en su base y se le practicaron una serie de incisiones con la intención de secarlo, aunque el pino ha

conseguido recuperarse poco a poco. Se trata de

un pino carrasco, especie mayoritaria en la zona. No sé qué será del directorio que, junto al camino del Charral que nos lleva hasta él, puso Adene, ahora, sin el motivo vivo, parecerá un triste recordatorio. Para terminar este adiós a un referente de hace 150 años, le dedico este poema que escribí hace años, exactamente hace 45 años cuando, cuatro o cinco años antes, llegué a Enguera para desarrollar mi trabajo como maestro. Por aquellos años maestros y alumnos solíamos celebrar el DÍA DEL ÁRBOL con charlas en clase y actividad social haciendo plantaciones de pimpollos, que el plantel ubicado en la Mota nos proporcionaba, pues los incendios del monte merodeaban y de vez en cuando surgía la alarma..., todo ello me llevó a escribir en aquel entonces, el poema que, igual que en estos momentos, refleja mis sentimientos:

Con verde tinta de pino mis quejas escribo al viento; con grito gris mortecino

susurro negros lamentos;

Con lenguas de sangre roja, pasiones me queman alma; con piropos que son calma mi resina llora y moja;

Con sonrisas infantiles de piropos -plantaciones-, renacen nuevos abriles soñando buenas acciones.

Con hombres, mañana riqueza, caricias de hoy, gentileza, valor de naturaleza son: paz, frescura y belleza.

José Antonio Palop Ibáñez

Marzo, 2020