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Adriana Sandoval Universidad Nacional Autónoma de México JOSÉ JUAN TABLADA Y EL ARTE José Juan Tablada es una figura a caballo entre los siglos XIX y XX. Conocido fundamentalmente como poeta, han quedado en el olvido otras facetas no menos importantes de su producción artística y de su vida. Empieza ya a difundirse la imagen del Tablada periodista, en sus modalidades de cronista y crítico literario. El propósito de esta ponencia es ofrecer un panorama del Tablada crítico de arte que publicó en revistas y periódicos mexicanos como El Universal, Excélsior, El Diario, El Mundo Ilustrado, El Imparcial, la Revista Moderna, así como un pequeño grupo de artículos que apareció en los Estados Unidos, en las revistas International Studio, Survey Graphic, Shadowland, The Arts, Parnassus, Theatre Arts Monthly. Asimismo, se incluyen menciones al prólogo que escribió, en 1923, al libro Método de dibujo de Alfredo Best Maugard, publicado por la Secretaría de Educación Pública, y a su Historia del arte en México, de 1927. Si bien por su condición de poeta se tiende naturalmente a asociar a Tablada con la poesía, acertadamente, importa hacer notar el valioso papel que como difusor del arte desempeñó, no sólo en México, sino en el exterior, específicamente en los Estados Unidos, donde vivió por primera vez entre 1914 y 1918, luego en 1924 y 1933, y finalmente a partir de 1944 hasta su muerte en Nueva York en agosto de 1945. La tarea de difusión operaba en dos direcciones: el poeta daba a conocer en México las tendencias artísticas del exterior y también se ocupaba de propagar el arte mexicano en el extranjero. Tablada se ufanaba de su papel de difusor cultural. En varios de sus artículos repite orgullosamente haber sido el primero en descubrir o apreciar a calidad artística de pintores como José Clemente Orozco y Miguel Covarrubias. La campaña de difusión del arte mexicano que emprendió Tablada abarcó múltiples facetas: artículos en revistas y periódicos, conferencias con proyecciones, presentaciones en radio. Asimismo, organizó exposiciones para dar a conocer a algunos pintores mexicanos. El prestigio de Tablada como conocedor de arte se hizo patente en los Estados Unidos y en México, y en aquel país, escribe su viuda, "se dio

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Adriana SandovalUniversidad Nacional Autónoma de México

JOSÉ JUAN TABLADA Y EL ARTE

José Juan Tablada es una figura a caballo entre los siglos XIX y XX.Conocido fundamentalmente como poeta, han quedado en el olvido otrasfacetas no menos importantes de su producción artística y de su vida.Empieza ya a difundirse la imagen del Tablada periodista, en susmodalidades de cronista y crítico literario. El propósito de esta ponenciaes ofrecer un panorama del Tablada crítico de arte que publicó enrevistas y periódicos mexicanos como El Universal, Excélsior, El Diario, ElMundo Ilustrado, El Imparcial, la Revista Moderna, así como un pequeñogrupo de artículos que apareció en los Estados Unidos, en las revistasInternational Studio, Survey Graphic, Shadowland, The Arts, Parnassus,Theatre Arts Monthly. Asimismo, se incluyen menciones al prólogo queescribió, en 1923, al libro Método de dibujo de Alfredo Best Maugard,publicado por la Secretaría de Educación Pública, y a su Historia del arteen México, de 1927.

Si bien por su condición de poeta se tiende naturalmente a asociar aTablada con la poesía, acertadamente, importa hacer notar el valiosopapel que como difusor del arte desempeñó, no sólo en México, sino enel exterior, específicamente en los Estados Unidos, donde vivió porprimera vez entre 1914 y 1918, luego en 1924 y 1933, y finalmente apartir de 1944 hasta su muerte en Nueva York en agosto de 1945.

La tarea de difusión operaba en dos direcciones: el poeta daba aconocer en México las tendencias artísticas del exterior y también seocupaba de propagar el arte mexicano en el extranjero. Tablada seufanaba de su papel de difusor cultural. En varios de sus artículos repiteorgullosamente haber sido el primero en descubrir o apreciar a calidadartística de pintores como José Clemente Orozco y Miguel Covarrubias.

La campaña de difusión del arte mexicano que emprendió Tabladaabarcó múltiples facetas: artículos en revistas y periódicos, conferenciascon proyecciones, presentaciones en radio. Asimismo, organizóexposiciones para dar a conocer a algunos pintores mexicanos. Elprestigio de Tablada como conocedor de arte se hizo patente en losEstados Unidos y en México, y en aquel país, escribe su viuda, "se dio

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el caso de que en Nueva York lo llamasen a un jurado, pagándole comohonorarios una cantidad bien satisfactoria, para que él diese su opiniónsobre un cuadro cuya autenticidad se discutía" (Cabrera 65).

La importancia de Tablada en el ámbito de la crítica de arte no selimita al periodismo. En 1923 empezó a escribir su Historia del arte enMéxico, que se publicó en 1927. Al respecto, Justino Fernández dice:

en México el primer monumento de la crítica de arte es el Diálogosobre [la historia de la) pintura en México de (José Bernardo) Couto(1860) ... La visión de Couto no era, como propenderíamos a verhoy, buscar nuestros orígenes en el antiguo mundo indígena, sinoen los albores de Nueva España.... El segundo paso fue el Arte enMéxico de (Manuel G.) Revilla y sus Biografías de artistas (1901-1904). Reuniendo las dos obras, se tiene la primera historia críticade nuestros distintos períodos, desde el indígena hasta finales delXIX. Si dejamos aparte las historias parciales y los ensayos críticossobre determinados temas, fue José Juan Tablada quien intentó laprimera Historia del arte en México, abarcando desde el precorte-siano hasta el colonial y las épocas moderna y contemporánea. Noobstante su esquematismo y deficiencias, tiene aquel mérito(Fernández 479-480).

Llama la atención el gran peso que Tablada otorga en su Historia alperíodo precortesiano. De las 252 páginas —con abundantes ilustraciones:fotografías y dibujos— poco menos de la mitad se ocupa del arteprehispánico en México; el resto se divide entre la colonia y el siglo XX,de nuevo, con mayor énfasis en aquel periodo; la época contemporáneasólo abarca diez páginas. Es significativa la mención a las artes popularesy artesanías como cerámica, mosaicos, joyería, tejidos y herrería. Laarquitectura ocupa también un lugar destacado, en una exposición queen ocasiones linda con la antropología.

La selección de temas e ilustraciones en la Historia del arte de Tablada,la inclusión de tal o cual artista obedece, más que a un modelosistemático, histórico, analítico, al gusto y a la intuición del autor —bastante atinados, por cierto. El poeta escribió su Historia en Nueva York,y es muy posible que haya pesado sobre él un fuerte deseo dedivulgación, más que de análisis. En ese sentido, su libro satisfizoplenamente sus expectativas y sirvió para dar a conocer, tanto en México

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como en los Estados Unidos, un amplio panorama del arte mexicano.Tanto La historia del arte en México como el prólogo de Tablada al

Manual de dibujo de Best Maugard forman parte de la corriente delnacionalismo cultural en boga en la época, impulsada sobre todo porJosé Vasconcelos. Entre los puntos del programa vasconcelista, escribeMonsiváis, estaba "la incorporación de la minoría indígena a lo nacionala través de un sistema escolar nacional" y "el redescubrimiento, ladifusión y el patrocinio de las artesanías populares" (Monsiváis 347). Enpoesía, continúa Monsiváis,

López Velarde en 'La Suave Patria' procuró para la poesía un tononacional, esto es, reconoció o creyó reconocer la índole de unacolectividad y asumió el tratamiento poético de una tradiciónpopular.... Lo mismo ocurre con el descubrimiento del pasadoindígena y la decisión de entroncarse, de enraizarse allí (348).

"Lo indígena," concluye Monsiváis, "es lo nacional" (349). En estecontexto puede entenderse la inclusión del arte indígena y de las artespopulares en su Historia.

El tono del prólogo al Manual de Best Maugard es igualmentenacionalista y encendido. Si bien tanto la Historia como el prólogocoinciden con el movimiento vasconcelista, vale recordar, a un nivelindividual, que Tablada solía moverse con la corriente en boga que leproporcionaría el pan diario de cada día. Durante su juventud fueporfirista (La epopeya nacional; Porfirio Díaz de 1909 fue escrita porencargo), en los albores de la Revolución fue antimaderista (Maderochantecler: véase el prólogo de Jorge Ruedas de la Serna a la Sátira políticade Tablada). Durante el huertismo aceptó la dirección de El Diario, lo cualhabría de ocasionarle sin duda la causa el ostracismo político al que apartir de entonces fue condenado, y del que le fue prácticamenteimposible recuperarse. En 1919, siendo presidente Carranza, Tabladaescribe en Venezuela algunos artículos periodísticos laudatorios a lacabeza del ejecutivo. Se sigue, con naturalidad, que durante elvasconcelismo haya sido vasconcelista, particularmente dado que elentonces ministro de educación pública lo protegió y proporcionótrabajo.

El contacto de Tablada con el arte se inició muy pronto. Además dela poesía, también se dedicó desde muy joven al dibujo y a la pintura,

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como consta, por ejemplo, en en el primer volumen de sus memorias, Laferia de la vida:

atribuyo ... al tío Pancho el principio del amor a la pintura y a lasartes plásticas en general que ha dominado en mi vida. Por el tíosupe de las principales escuelas del mundo y de tanto mirar en elespectoscopio las fotografías que mi mentor había traído de Romay París, me fue dado desde muy niño, conocer las obras maestraspictóricas y escultóricas conservadas en templos y pinacotecas(Tablada 1937, 73).

El propio Tablada ilustró su libro dedicado a los hongos comestiblesde México, y se conserva una colección de dibujos en el Archivo Tablada(CEL, IIF, UNAM). También diseñó, por ejemplo, la carátula del libro depoesías de José Valenzuela, Almas y cármenes (Diario 11 nov. 1904).

Tablada afirma en La feria que ya estaba familiarizado desde niño conla técnica pictórica, de nuevo, gracias a la relación con su tío Pancho(1937, 73). Cuenta la viuda de Tablada, Nina, que ya desde su infanciaJuan José había mostrado talento para el dibujo "y por eso su padrehabía apartado dinero suficiente para que fuese a estudiar a Europa y sehiciera pintor" (Cabrera 39). Sin embargo, el padre murió y Tablada sevio obligado a ocuparse de su madre y sus siete hermanas, a las que porcierto nunca descuidó, y a quienes mandaba dinero puntualmente desdeNueva York.

Una de las primeras preocupaciones de Tablada en sus artículosperiodísticos sobre arte fue la enseñanza del arte en México. Una y otravez, ataca a la Academia. Tablada critica la mediocre producción de lospintores formados en la Academia, y propone becarios --"pensionarlos"dice él— en Europa, a fin de que se actualicen, tanto "en cuanto al artecomo concepción," como en "lo que hace al arte como ejecución," donde"el atraso es aún mayor" (El Universal 20 dic. 1891).

La decadencia y estancamiento en que estaba hundida la Academiase transformó para bien, según Tablada, después de la llegada delmaestro pintor español Antonio Fabrés, quien llegó a México a hacersecargo del Departamento de Pintura de la Academia de Bellas Artes,siendo don Justo Sierra —a la sazón tío político de Tablada— ministro deEducación Pública. Fabrés fue maestro de Diego Rivera, José ClementeOrozco, Roberto Montenegro, de Saturnino Herrán. El propio Tablada

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tomó clases de pintura con él en 1905. Antes de Fabrés, en pasados yabominables días, el resultado infalible, matemático, de los odiososmétodos seguidos por el viejo profesorado de la Academia, fue ladesorganización de todo talento, el fracaso de toda vocación (RevistaModerna dic. 1904).

Justino Fernández coincide: "La Academia tuvo un último brillante yfugaz momento con Fabrés y su naturalismo miserable, momento dealgún valor gracias a la disciplina rigurosa introducida en el estudio, queayudó a la formación de los jóvenes" (Fernández 288).

Al igual que en su crítica literaria, la de arte Tablada incluye por logeneral a artistas con los que tenía una relación personal, según constaen sus memorias o en su diario. Entre sus amigos, destaca tal vez JulioRuelas, a quien Tablada conoció desde niños, en un "plantel que lucía elpomposo título de 'Instituto Científico e Industrial Mexicano' deTacubaya" (1937, 214). Volvería a encontrarlo en el Colegio Militar ytrabajarían juntos en la Revista Moderna.

Teresa del Conde, en su libro sobre Julio Ruelas del mismo nombre,menciona frecuentemente a Tablada. Le concede el papel de uno de losprimeros en apreciar el talento de Ruelas y lo reconoce como "el másperspicaz comentarista y crítico de la obra de Ruelas" (1976, 61) en laRevista Moderna, el lugar donde prácticamente se dio a conocer el pintoren calidad de idem, de grabador e ilustrador. "A Tablada se le debe,"nada menos, "el primer artículo que fue publicado sobre Julio Ruelas"(1976, 79), es decir, merece, como él mismo alardea, el crédito de difusory promotor que tanta satisfacción le ocasionaba. Según del Conde, hayuna peculiar correspondencia entre Ruelas y Tablada, pues "así comoRuelas fue un artista literario en muchos aspectos, Tabalda fue unescritor plástico" (1976, 64). En la misma línea, el poeta coincide en Lassombra largas: "Porque Ruelas pensaba ... en muchos casos, no sólo hacíailustraciones para los poemas, sino que al lado de una poesía nuestracolocaba una expresión gráfica suya que valía tanto o más que laliteraria.... Ruelas era un poeta.... Ruelas creaba imágenes poéticas" (cap.

2).Por haber sido el primero en ocuparse de Ruelas, y por haber sido su

amigo desde la infancia, es natural que los artículos de Tablada sobre elpintor revistan una particular importancia. Si bien, como apunta delConde, existe una "tendencia a sobrevalorar determinados aspectos dela obra de Ruelas" y "la consiguiente tolerancia para las fallas que en ella

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existen" (1976, 79), Tablada tiene la visión de un crítico de arte, intuitivae informada, de quien sabe ver y valorar.

Otra faceta importante de la relación entre Tablada y el arte se dio ensu modalidad de coleccionista, tanto de grabados como de libros yobjetos artísticos. Tenía un número significativo de grabados japoneses,cuyo origen se remonta a su viaje al país oriental en 1900. A partir deentonces, su japonismo —que sin duda le llegó a Tablada a través de lospoetas franceses, en especial vía los hermanos Goncourt— siempre habríade conservarse dentro de un entusiasmo especial hacia esa nación.

El destino de su colección variaba según la siempre frágil estabilidadeconómica de Tablada, pues la falta de liquidez lo obligó en ocasionesa deshacerse de algunos objetos, como consta en el Diario, o de algunacolección de libros sobre México publicados en el exterior, que intentóvender a la Secretaría de Relaciones Exteriores, al parecer sin éxito(AREM LE 1154, 257). En una entrevista publicada en Guatemala, elpoeta se jacta de tener "la mejor colección mexicana del mundo (delitografías y grabados antiguos de México). La más importante ynumerosa" (1954, 71). También coleccionaba mapas antiguos de México.

Tablada poseía, además, una buena colección de pinturas de losartistas a quienes promovía. Frecuentemente registra, ya sea en el diario,ya en las memorias, que tal o cual pintor a grabador le obsequiaronalguna obra. Murillo y Ruelas le pintaron incluso sendos retratos; Orozcolo dibujó varias veces (Reed 73). Aun cuando la pintura no fue de suagrado, según consta en una carta de Tablada a Genaro Estrada del 27de septiembre de 1927, vale anotar también que Rivera lo retrató en losmurales de la Secretaría de Educación Pública. En abril de 1923, en unaentrada de su diario donde describe su nuevo hogar, escribe: "En losmuros, cuadros de Cano, Rodríguez Lozano, Orozco, Charlot, Ruelas,Hoyos...." (Diario 18 abril 1923).

Dentro de la amplísima producción periodística de Tablada —practicóel periodismo durante más de cincuenta años, entre 1890 y 1945--sobresalen los artículos dedicados al arte. Sin restar importancia a los decrítica literaria, en aquella colección la calidad de la producción del autores más irregular, y en ocasiones tiende a salir del paso con una cadenade citas enlazadas por brevísimos comentarios. Algunos artículos deíndole predominantemente informativa ciertamente enumeran ydescriben muy suscintamente, por ejemplo, los cuadros de unaexposición. En este ámbito, sin embargo, le es más difícil utilizar este

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recurso, y se ve obligado a profundizar más en el tema. En el ampliocampo del arte escribe sobre pintura -sin duda los artículos másnumerosos—, escultura, arquitectura y artes populares.

Como en su crítica literaria, en la crítica de arte, especialmente en suprimera parte, es patente una visión estética donde predomina la teoríadel arte por el arte, que más tarde se matizaría y menguaría sin dudadebido a la influencia de los estudios esotéricos que el poeta realizaracon mayor sistematicidad y convencimiento en el último tercio de suvida. Al hablar de Ruelas y del grupo de amigos que se reunían en elestudio del pintor, con un tono de autocrítica, escribe Tablada,

sufriendo nosotros el extravío de creer en el 'arte por el arte',todos los medios parecían buenos para conseguir el fin estético, yla indispensable 'torre de marfil' se convirtió en caja de sutilesreactivos químicos y en gabinete de magia negra. El radicalismode la religión del arte exigía el sincero desprecio hacia el burgués,y burgués era todo el que no pensaba como nosotros en asuntosestéticos, pues los sociales y económicos nos parrecían muysecundarios. Era toda una dislocación de categorías que llegaba ensu grotesca ingenuidad hasta a hacernos creer que la sociedadideal sería integrada y regida por poetas más o menos baudele-rianos, o en salmuera de ajenjo como Verlaine, o doctorados en elclaroscuro satánico del aguafortista Rops, o escenógrafos de MisasNegras como Huysmans (1937, 244).

Consciente de los excesos juveniles, continúa:

Concedimos al ejercicio literario excesiva importancia, que estámuy lejos de tener en las sociedades en formación como lanuestra, y nos exasperaba la simple enunciación de aquella verdadspenceriana que restablecía las inviolables jerarquías: 'el arte es laflor de las sociedades' (1937, 244-45).

Pero termina justificando y viendo el lado positivo de esta actitud:

Porque a pesar de sus defectos, todos explicables y disculpables porun exceso de cualidades positivas: un formidable ímpetu vital y unamor frenético por el arte, aquella juventud era sabia, entusiasta y

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cultísima. (1937, 245)

En cuanto al estilo de la crítica de arte tabladista, no asombra quesiga las mismas líneas que su crítica literaria. Así, en su primera épocaes de fuerte tinte modernista. En ocasiones el cuadro o grabado aparecencomo un pretexto para una breve narración literaria que adereza con lacita pertinente de algún poeta. A manera de ejemplo, y como conclusión,baste la siguiente muestra, tomada del número de la segunda quincenade enero de 1902 de la Revista Moderna, sobre Steinlen:

Una selva virgen sin fin y sin misericordia, un bosque hirsuto ytrágico, una gran arboleda de pesadilla y de maldad ... Losgruesos troncos espinosos, las ramas en zig-zag, tienden y erizansus obstáculos; tras de los primeros términos las multitudes seprecipitan y aullan; van pisando abrojos, regando sangre y sinembargo sus bocas suspiran y cantan ... Pulula aquel hormiguerode hombres y mujeres y todos van hacia delante con los labiossecos y las miradas ardientes ¡Ahí viene la monja más blanca queun lirio, con su traje más negro que el dolor...! Ahí viene laemperatriz que abandona su palacio, como la monja deserta suclaustro ... Todos corren hacia adelante, hacia adelante, pisandolas rosas de la selva y los montones de oro; corren hollando losdecálogos mundanos y sobre las prohibiciones celestes, corren lasprincesas y los pajes, corren todos los humanos y símbolo de esosdeseos son esos príncipes que en primer término fulguran.

Bibliografía

Archivo Tablada: Centro de Estudios Literarios, Instituto de InvestigacionesFilológicas, Universidad Nacional Autónoma de México.

AREM (Archivo Diplomático Genaro Estrada de la Secretaría de RelacionesExteriores de México), L-E-1154.d

Cabrera de Tablada, Nina. José Juan Tablada en la intimidad. México: UNAM,1954.

Del Conde, Teresa. Julio Ruelas. México: UNAM, 1976.Fernández, Justino. Arte moderno y contemporáneo de México. México: UNAM,

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Monsiváis, Carlos. "Notas sobre la cultura mexicana en el siglo XX." 2a. ed. Vol.4. Historia general de México. México: El Colegio de México, 1977. 303-476.

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Mundo Ilustrado, 1909.—. "Prólogo." Método de dibujo de Adolfo Best Maugard. México: SEP, 1923.—. Historia del arte en México. México: Compañía Nacional Editora "Águilas,"

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—. Obras III. Los días y las noches de París. Crónicas parisienses. Nueva Biblioteca

Mexicana 99. Ed. y pról. Esperanza Lara Velázquez. México: UNAM, 1988Diario. Ed. Guillermo Sheridan. México: UNAM, en prensa.