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SUMARIO: Adviento: ¡Ven, Señor! Actitudes fundamentales del Adviento. Sagrada Familia, escuela de oración. Próximas Celebraciones. Noticias Parroquiales. A partir del 1 de diciembre comenzamos un nuevo año litúrgico con el tiempo de Adviento. La Iglesia nos invita a vivir este tiempo que comienza cuatro domingos antes de Navidad con gozosa esperanza y en actitud vigilante. Y es que en el Adviento nos preparamos para celebrar los misterios de la Navidad del Señor sin olvidarnos que esperamos su venida definitiva al final de los tiempos. El Adviento es fundamentalmente el tiempo de la venida del Señor. Y si algo debemos advertir es, que no es simplemente la espera de un acontecimiento, sino sobre todo la espera de una persona: Jesucristo. Su venida tiene una triple dimensión a la que el tiempo de Adviento nos adentra: En primer lugar, la histórica, cuando asumió nuestra carne y nació de la Virgen María. Nosotros ya hemos conocido su venida hace dos mil años en Belén. Pero la venida histórica del Señor Jesús en la humildad de nuestra carne deja en nosotros el anhelo de una venida más plena. En segundo lugar, la que se realiza hoy, en nuestra existencia personal, a través de los sacramen- tos, especialmente en la Eucaristía, con su presencia real y sustancial. También el Señor viene a nuestro encuentro en cada hombre y en cada acontecimiento, para que lo recibamos en la fe y por el amor demos testimonio de la espera dichosa de su Reino(Pref. Adv. III). Y en tercer lugar, la venida definitiva o escatológica, al final de los tiempos, cuando el Señor Je- sús instaure definitivamente el Reino de Dios. Esta triple dimensión del tiempo a la que nos adentra el Adviento engloba toda la historia como historia de salvación. Más aún, trasciende el tiempo concreto para insertarse en lo eterno, por eso clamamos desde el fondo del alma todos los días en la Eucaristía: Ven, Señor Jesús”. El Adviento es un tiempo atractivo, cargado de contenido, evocador Vivirlo es reavivar en no- sotros poco a poco aquella gran esperanza de los que esperaban al Niño-Dios: el profeta Isaías, Juan Bautista, José y, sobre todo, María. La vida entera siempre es Adviento, abierta al encuentro definitivo con el Señor que está vinien- do, vida abierta a la esperanza, a la ilusión, a lo sorprendente, en definitiva, a la eternidad.

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SUMARIO:

Adviento: ¡Ven, Señor!

Actitudes fundamentales del Adviento.

Sagrada Familia, escuela de oración.

Próximas Celebraciones.

Noticias Parroquiales.

A partir del 1 de diciembre comenzamos un nuevo año litúrgico con el tiempo de Adviento. La Iglesia nos invita a vivir este tiempo que comienza cuatro domingos antes de Navidad con gozosa esperanza y en actitud vigilante. Y es que en el Adviento nos preparamos para celebrar los misterios de la Navidad del Señor sin olvidarnos que esperamos su venida definitiva al final de los tiempos.

El Adviento es fundamentalmente el tiempo de la venida del Señor. Y si algo debemos advertir es, que no es simplemente la espera de un acontecimiento, sino sobre todo la espera de una persona: Jesucristo. Su venida tiene una triple dimensión a la que el tiempo de Adviento nos adentra:

En primer lugar, la histórica, cuando asumió nuestra carne y nació de la Virgen María. Nosotros ya hemos conocido su venida hace dos mil años en Belén. Pero la venida histórica del Señor Jesús en la humildad de nuestra carne deja en nosotros el anhelo de una venida más plena.

En segundo lugar, la que se realiza hoy, en nuestra existencia personal, a través de los sacramen-tos, especialmente en la Eucaristía, con su presencia real y sustancial. También “el Señor viene a nuestro encuentro en cada hombre y en cada acontecimiento, para que lo recibamos en la fe y por el amor demos testimonio de la espera dichosa de su Reino” (Pref. Adv. III).

Y en tercer lugar, la venida definitiva o escatológica, al final de los tiempos, cuando el Señor Je-sús instaure definitivamente el Reino de Dios.

Esta triple dimensión del tiempo a la que nos adentra el Adviento engloba toda la historia como historia de salvación. Más aún, trasciende el tiempo concreto para insertarse en lo eterno, por eso clamamos desde el fondo del alma todos los días en la Eucaristía: “Ven, Señor Jesús”.

El Adviento es un tiempo atractivo, cargado de contenido, evocador… Vivirlo es reavivar en no-sotros poco a poco aquella gran esperanza de los que esperaban al Niño-Dios: el profeta Isaías, Juan Bautista, José y, sobre todo, María.

La vida entera siempre es Adviento, abierta al encuentro definitivo con el Señor que está vinien-do, vida abierta a la esperanza, a la ilusión, a lo sorprendente, en definitiva, a la eternidad.

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El Adviento es un tiempo de prepara-ción, esperanza y arrepentimiento. Es un tiempo en el que podemos hacer una revisión más profunda de nuestra vida y salir con buenos propósitos para toda la vida. Es un tiempo para cuidar nuestra fe. En estas fechas es-taremos bombardeados por toda clase de publicidad para comprar, comprar y comprar. No hemos de olvidar que el verdadero sentido del Adviento no es ese. Vivamos el Adviento con sen-tido cristiano:

Vigilancia: El adviento es una intensa llamada a estar vigilantes. Es un tiem-po propicio para intensificar la ora-ción, para estar en vela. Haz el propó-sito de buscar un momento de oración cada día, recurre a la liturgia de las horas, visita al Santísimo con frecuen-cia, reza el rosario meditando sobre todo los misterios gozosos. Aprove-

cha el retiro de adviento, la exposi-ción del Santísimo los jueves… La oración, la vigilancia incrementa la fe y nos lleva al encuentro seguro con Cristo.

Conversión: En adviento se nos muestra la persona de Juan el Bautista llamándonos a la conversión. Es im-portante que quieras dar un cambio radical en tu vida. Para ello es funda-mental acudir al sacramento de la re-conciliación en estos días. Busca la reconciliación con Dios y con tu pró-jimo. Haz propósito de mejorar en algún aspecto o virtud de tu vida.

Esperanza: Ésta es la virtud propia del adviento. Fijándote en María in-tenta vivir desde la esperanza, desde el total y absoluto abandono en Dios. ¿Cuántas veces andas derrotado? ¿Cuántas veces te quejas por todo te-niendo constantemente una actitud

negativa? No andes quejándote por todo y déjate sorprender por Dios vi-viendo con ilusión, con entusiasmo. Dios viene a tu vida para bendecirte, para salvarte.

Alegría: La alegría es la actitud pro-pia del adviento. No te conformes con alegrías superficiales o pasajeras y busca la verdadera alegría que viene de la fe y del encuentro con Jesucris-to. Cuánto más estamos enraizados en Cristo tanto más reencontraremos la serenidad interior, incluso en medio de las contradicciones cotidianas. Per-manece siempre en la alegría, incluso cuando las cosas no vayan según tus deseos o cuando las angustias, las di-ficultades y los sufrimientos atravie-sen tu vida. Solo encontrarás la verda-dera alegría y felicidad en tu vida si te empleas en el servicio a los demás, en el compromiso y en el amor.

Dios quiso nacer dentro de una familia santificando así la fa-milia humana. Como Iglesia celebramos este misterio el último domingo del año con la fiesta de la Sagrada Familia en el marco de la Navidad. El hogar de Nazaret nos enseña a mirar a la Sagrada Familia como un ejemplo vivo a seguir; de modo que los padres puedan identifi-carse con el espíritu fiel de José, las madres con el abandono en la providencia de María y los hijos ver en el salvador la imagen de un niño puro y santo a quien amar e imitar. La contemplación de Cristo alcanza su modelo insuperable en María que vive con los ojos puestos en Él y atesora cada palabra suya. El corazón de María, su fe, su esperanza, su interioridad y oración nos la presenta como el modelo de los creyentes. La capacidad de María para vivir de la mirada de Dios es conta-giosa. Y el primero que lo experimenta es José. Efectivamente con María y sobre todo después, con Jesús, comienza una forma nueva de relacionarse con Dios, de acogerlo en su vida, de entrar en su proyecto de salvación, cumpliendo su voluntad. Él cumplió plena-mente su papel paterno en todos los aspectos y así, en el ritmo de las jornadas transcurridas en Nazaret, entre la casa y el taller, Je-sús aprendió a alternar oración y trabajo y a ofrecer también a Dios la fatiga para ganar el pan que necesitaba la familia. Además, la Sagrada Familia es un icono de la Iglesia doméstica, llamada a rezar unida. La familia es la primera escuela de ora-ción. En ella los niños, desde pequeños, aprenden a percibir el sentido de Dios, gracias a las enseñanzas y al ejemplo de los pa-dres. Una educación auténticamente cristiana no puede prescindir de la experiencia de la oración. Si no se aprende a rezar en la fa-milia, será difícil después colmar este vacío. La familia debe ser una escuela de virtudes. Es el lugar donde crecen los hijos, donde se forman los cimientos de su personalidad para el resto de su vida y donde se aprende a ser un buen cristiano. Esta es una labor hermosa y delicada. Enseñar a los niños el ca-mino hacia Dios se hace siempre con amor y cariño. La salvación del mundo, el porvenir de la humanidad de los pue-blos y sociedades pasa siempre por el corazón de toda familia. Que en estos días oremos por todas las familias del nuestro pue-blo, especialmente por las familias que sufren para que logren res-ponder a su vocación tal y como respondió la Sagrada Familia de Nazaret.

DICIEMBRE: ·días 29-7: Novena Inmaculada ·días 30-16: Rastrillo Solidario Manos Unidas. ·día 6: 1er viernes dedicado al Corazón de Jesús. ·día 7: 10’00h.: Retiro de Adviento. · 19’45h.: Vigilia de la Inmaculada. ·día 8: Solemnidad de la Inmaculada Concepción. · Reparto de huchas Manos Unidas ·día 18: 17’30h.: Festival Villancicos de Caritas. · 19’00h. Misa Mozárabe de Santa María. ·día 22: Campaña de alimentos de Caritas · 12’00h.: Bendición imágenes niño Jesús. · 20’00h. Concierto de Villancicos. ·día 25: Solemnidad de la Navidad. · Campaña Aguinaldo Parroquial. ·día 29: Sagrada familia: 12’00h.: Bendición de matrimonios y de novios que se casarán en 2020. ENERO

·día 1: Sta. María, Madre de Dios. Jornada de la paz ·día 6: Epifanía del Señor ·día 19: Fiesta de S. Antón y bendición animales · día 23: Misa Mozárabe S. Ildefonso. ·día 26: Fiesta de S. Sebastián· Días 24,25,31 y 1: Cursillos pre-matrimoniales.

OBRAS REALIZADAS: · ARREGLO GOTERAS TEJADO SACRISTÍA. · PINTURA DE LA SACRISTÍA, ESCALERA Y SALA. · ENMOQUETADO ALTAR MAYOR. OBRAS PENDIENTES: · PRESUPUESTO NUEVA CALEFACCIÓN EN EL TEMPLO. · PRESUSPUESTO DE ARREGLO DE LAS GOTERAS DEL SALÓN DE ACTOS DEL CENTRO PARROOUIAL. · PRESUPUESTO ARREGLO DE CAMPANAS.

FELIZ NAVIDAD y PRÓSPERO AÑO