Agenda Ambiental Guayaquil Daniel Ortega

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Acciones para enmendar deuda ambiental en Guayaquil Daniel Ortega Pacheco, asesor ambiental de Cancillería, plantea un plan legislativo y acciones concretas para hacer de Guayaquil, una ciudad ecoamigable Tener más áreas verdes, mejorar la recolección y disposición final de la basura, impulsar la recuperación del Estero Salado y del Río Guayas y mejorar la transportación masiva, son algunas de las tareas pendientes que las administraciones locales de los últimos 20 años le deben a Guayaquil. Reconocida como la capital económica del Ecuador, la ciudad enfrenta la oportunidad de mejorar las condiciones de vida de sus habitantes, forjando un ambiente saludable, con suficientes áreas verdes y movilización de vanguardia. El reto que nos enfrenta tiene doble cara: reparar los daños a las áreas naturales ocasionados por un crecimiento desordenado que privilegió la obra de cemento; al tiempo que recuperamos la integridad de los bosques y el estero y garantizamos la inclusión social de los sectores que han sido históricamente marginados. Se plantea así un nuevo urbanismo que respete e integre al paisaje natural, trayendo así múltiples beneficios para los guayaquileños. No por nada en lugar de encontrarnos con los frondosos árboles, manglares y esteros que destacaban en un paisaje tropical inherente a estas tierras, hoy es fácil sentirse ajeno en un Guayaquil donde la regeneración significa desapropiación de lo nuestro, lo público y el cemento prima sobre lo verde. Existe un alto déficit de áreas verdes en Guayaquil i . El diagnóstico del INEC reflejado en el Índice Verde Urbano es desalentador. Así, en el Ecuador, hay 4,69 metros cuadrados de áreas verdes por habitante, mientras que según la Organización Panamericana de la Salud el mínimo recomendable es de 9 metros cuadrados. La situación de Guayaquil es más dramática aún: al 2012 existen 1,12 metros cuadrados de área verde por habitante. ¿Cuál es la importancia de los espacios verdes para los guayaquileños? Algunos de los beneficios que podemos citar son los siguientes: Las superficies de concreto absorben el calor de los rayos del sol, por eso las ciudades son más calientes que los campos abiertos, un fenómeno conocido como “isla urbana”. Por el contrario, los parches de áreas verdes, reflejan o repelen los rayos del sol, refrescando el ambiente ii Al tener un ambiente más fresco, los ciudadanos gastamos menos en electricidad. Haga la prueba, ponga más plantas en su casa y se dará cuenta que utiliza menos el ventilador o aire acondicionado . iii Los suelos de las áreas verdes absorben las aguas lluvias, lo que genera un ahorro a la ciudad en el desagüe de alcantarillas tapadas, sobre todo en época lluviosa. De igual manera, al retener el agua, ésta se evapora menos, reduciendo así la molesta sensación de humedad que vivimos los guayaquileños en cierta época del año. .

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Agenda Ambiental propuesta por Daniel Ortega haciendo énfasis en puntos fundamentales para recuperar símbolos ecológicos guayaquileñps, principalmente el Estero Salado.

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Acciones para enmendar deuda ambiental en Guayaquil

Daniel Ortega Pacheco, asesor ambiental de Cancillería, plantea un plan legislativo y acciones concretas para hacer de Guayaquil, una ciudad ecoamigable

Tener más áreas verdes, mejorar la recolección y disposición final de la basura, impulsar la recuperación del Estero Salado y del Río Guayas y mejorar la transportación masiva, son algunas de las tareas pendientes que las administraciones locales de los últimos 20 años le deben a Guayaquil. Reconocida como la capital económica del Ecuador, la ciudad enfrenta la oportunidad de mejorar las condiciones de vida de sus habitantes, forjando un ambiente saludable, con suficientes áreas verdes y movilización de vanguardia. El reto que nos enfrenta tiene doble cara: reparar los daños a las áreas naturales ocasionados por un crecimiento desordenado que privilegió la obra de cemento; al tiempo que recuperamos la integridad de los bosques y el estero y garantizamos la inclusión social de los sectores que han sido históricamente marginados. Se plantea así un nuevo urbanismo que respete e integre al paisaje natural, trayendo así múltiples beneficios para los guayaquileños. No por nada en lugar de encontrarnos con los frondosos árboles, manglares y esteros que destacaban en un paisaje tropical inherente a estas tierras, hoy es fácil sentirse ajeno en un Guayaquil donde la regeneración significa desapropiación de lo nuestro, lo público y el cemento prima sobre lo verde. Existe un alto déficit de áreas verdes en Guayaquili

. El diagnóstico del INEC reflejado en el Índice Verde Urbano es desalentador. Así, en el Ecuador, hay 4,69 metros cuadrados de áreas verdes por habitante, mientras que según la Organización Panamericana de la Salud el mínimo recomendable es de 9 metros cuadrados. La situación de Guayaquil es más dramática aún: al 2012 existen 1,12 metros cuadrados de área verde por habitante.

¿Cuál es la importancia de los espacios verdes para los guayaquileños? Algunos de los beneficios que podemos citar son los siguientes:

• Las superficies de concreto absorben el calor de los rayos del sol, por eso las ciudades son más calientes que los campos abiertos, un fenómeno conocido como “isla urbana”. Por el contrario, los parches de áreas verdes, reflejan o repelen los rayos del sol, refrescando el ambienteii

• Al tener un ambiente más fresco, los ciudadanos gastamos menos en electricidad. Haga la prueba, ponga más plantas en su casa y se dará cuenta que utiliza menos el ventilador o aire acondicionado

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iii

• Los suelos de las áreas verdes absorben las aguas lluvias, lo que genera un ahorro a la ciudad en el desagüe de alcantarillas tapadas, sobre todo en época lluviosa. De igual manera, al retener el agua, ésta se evapora menos, reduciendo así la molesta sensación de humedad que vivimos los guayaquileños en cierta época del año.

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• Los árboles (incluyendo manglares) “respiran” dióxido de carbono (un contaminante que abunda en las ciudades por la combustión de nuestros vehículos y emisiones de las fábricas) y a cambio emiten oxígeno, componente vital para la vida. Otros contaminantes que son absorbidos por los árboles son el material particulado (polvo), óxido nitroso y dióxido de sulfuroiv

• Las áreas verdes son espacios vitales para la recreación y tienen inclusive efectos terapéuticos. Por años los guayaquileños hemos sido privados del gusto de tener un picnic en familia, de leer un libro bajo un árbol, de caminar descalzos en el césped. Estos son algunos de los beneficios a los cuales tenemos derecho, tal y como lo expresa nuestra Constitución (Artículo 14: Derecho a un ambiente sano y ecológicamente equilibrado, que garantice la sostenibilidad y el Buen Vivir).

. De esta manera, las áreas verdes mejoran la calidad del aire urbano, lo cual es principalmente importante para grupos vulnerables a enfermedades respiratorias, como niños y personas de la tercera edad.

Pero además de la falta de espacios verdes, Guayaquil tiene otro gran problema: los que hay están mal distribuidos. Las zonas de la ciudad con mayor densidad de población son las que menos espacios recreativos tienen. Coincidentemente, allí también vive la población con menos recursos. Esto es agrava la crisis social que vive Guayaquil y que contribuye a la violencia y delincuencia, ya que la relación con la naturaleza es una necesidad tan básica como las relaciones interpersonales para la salud mental y bienestar de los seres humanosv

. No hay buen vivir donde el guayaquileño de a pie no se encuentra a sí mismo, o en su comunidad o entorno natural.

A esto se le suma los problemas de congestión de tráfico. En 10 años el parque automotor creció un 113% y caotizó la ciudad porteña. A inicios del año 2000 la cifra de automotores registrados era de 290.752. En el 2011 el total sobrepasó los 600 mil vehículos, según cálculos de la CTE. Esto significa que de 10 guayaquileños 3 tiene auto. Todas y todos los guayaquileños tenemos derecho a trasportarnos de manera segura, eficiente y confiable; sin embargo, somos una población de crecimiento ilimitado, en una ciudad con espacios físicos limitados. Ante esto, la necesidad de transportación pública de vanguardia es urgente. Entre los inconvenientes derivados de la proliferación de vehículos se encuentran el ruido ambiental, la contaminación y el tráfico que bloquea la circulación dentro de la ciudadvi

. La pérdida de tiempo en desplazamientos, movilización/distribución de productos afecta la estructura de costos de una empresa restándole competitividad. Al mirarlo de forma integrada se resta competitividad a los diferentes sectores de la industria de bienes y servicios, reduciendo la competitividad de la ciudad en su conjunto y el producto social agregado.

El caos vial actual puede ser transformado en orden y comodidad para todos; ya lo han hecho otras ciudades de la región, con adecuada planificación y compromiso político podemos hacerlo también nosotros. Hablemos por ejemplo del caso de la ciudad de Curitiba en Brasil. Esta ciudad dio prioridad al transporte masivo sobre el individual, por lo que

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cuenta con una red de transporte conformada por 22 terminales de integración con los barrios de la zona, omnibuses y colectivos expresos que transitan con una frecuencia de 3 minutos, por lo que los ciudadanos tienen la ventaja de la puntualidad y viajar cómodamente sentados. El transporte masivo se complementa con una red de ciclovías de aproximadamente 150 km de extensión para transporte individual y esparcimientovii

. Una necesidad urgente ante la creciente demanda de usuarios que prefieren usar la bicicleta como medio de transporte.

Con estos antecedentes, se hace necesario pensar en una agenda ambiental y de planificación para la ciudad de Guayaquil, la cual debe contemplar las siguientes aristas: RECUPERACIÓN DEL ESTERO SALADO Con seguridad, los guayaquileños hemos escuchado a nuestros abuelos hablar con nostalgia sobre el Estero Salado de antaño. En nuestro ideario, tratamos de imaginar cómo era este estero antes de su degradación. Basta con tomar una embarcación aguas abajo, o viajar por la vía a la costa hasta sitios como Puerto El Morro, para poder conocer el ecosistema de manglar en su estado natural: abundantes árboles de mangle de diversas tallas, aguas sin olores desagradables y alta presencia de fauna como garzas, iguanas, cangrejos y peces. Este es el estero que los guayaquileños queremos y podemos reclamar a nuestras autoridades. Alcanzar un ecosistema más sano y limpio sí es posible. El Estero Salado, es el ícono natural de la ciudad. Con su vegetación, regula el clima de Guayaquil, provee de alimento y materiales para la construcción a sus habitantes, entre otros beneficios. Se estima que los beneficios económicos generados por el ecosistema manglar en el Ecuador son de aproximadamente $89,000 dólares por hectáreaviii

La situación del Estero Salado es alarmante, y para el ciudadano común no deja de representar serias amenazas, más allá de la molestia por los malos olores a los que casi estamos acostumbrados. Por ejemplo, estudios de la Escuela de Ciencias Ambientales de la Universidad Espíritu Santo y la Municipalidad de Guayaquil en 2010 indican que el 60% del cuerpo hídrico está repleto de lodo sin oxígeno y residuos domésticos e industriales

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ix. Los lodos del estero están contaminados con enfermedades como cólera y hepatitis, representando una amenaza latente para epidemias como la del cólera en 1991.

Guayaquil Ecoamigable, sostenible y

vanguardista

Mejorar anejo de desechos sólidos y

agua potable

Modernizar transporte público y

hacer ciclovías

Contar con estrategia para enfrentar el cambio

climático

Recuperar el Estero Salado

Dar manejo integral que descontamine el

río Guayas

Implementar tecnología y

distritalizar la ciudad

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Por otra parte, las invasiones cercanas a la avenida Perimetral, han deforestado el mangle desde hace 30 años, rellenando el estero con escombros, botando un promedio de 196 kilogramos de basura diaria y construyendo viviendas en sus orillas. En total, el estero salado recibe 3,5 toneladas de desperdicios, de las embarcaciones del Golfo y desechos que navegan desde otros puntos de la ciudadx. Esto representa costos para la ciudad: recientemente, el Municipio otorgó un nuevo contrato a la empresa Visolit por $ 11'900.736 para un servicio de 7 años, dinero que aportamos todos los contribuyentes. Sin embargo, las acciones de recolección no se traducen en una reducción de la basura en el estero. En 2010 se recogió un promedio de 258 toneladas de basura por mes, mientras que el año pasado el promedio fue de 325, por lo que el patrón se seguirá perpetuando de no cambiar el actual modelo de gestión de desechos sólidos en el cantónxi

Al recuperar el estero, el Municipio de Guayaquil en vez de gastar en contratar una empresa que se encargue de su limpieza, va a tener ganancias gracias a la plusvalía que adquirirán las edificaciones asentadas en las orillas del estero. Esto significa que el valor a recaudar por concepto de impuestos prediales podría aumentar entre un 10% a un 20%. Estamos hablando de 300 metros cuadrados entre Urdesa y Kennedy (10 mil viviendas), lo que significaría que el Municipio podría recibir 2.5 a 5.5 millones más solo en impuestos prediales de esa zona. O sea, 10 a 20 millones de dólares solo en 4 años ¿Por qué no invertir este ingreso en recuperar el estero y otros ecosistemas? Las herramientas de recaudación no sólo se vinculan con impuestos prediales sino también a través de tarifarios servicios públicos (agua o electricidad). El manejo adecuado de estos ingresos podría evitar endeudamiento del Municipio y así liberar los fondos del presupuesto local necesarios.

La propuesta para abordar los problemas de ecosistema manglar en Guayaquil y lograr la recuperación progresiva del mismo requiere de un acertado diagnóstico desde lo técnico, mismo que sirve para tomar decisiones informadas a nivel político. Sin planificación ni compromiso político, las aspiraciones de recuperar el estero salado son vanas, pero principalmente, la sociedad civil debe reivindicar su derecho a un ambiente sano y exigir acciones concretas ante las autoridades locales y nacionales para el ejercicio de los derechos de la naturaleza.

- Frenar las descargas de aguas residuales El primer paso para recuperar el Estero Salado es controlar las descargas domésticas e industriales de manera efectiva. Esta acción constituye el puntal de cualquier intervención en el estero salado; no aplicarla de manera eficiente y enérgica, limita cualquier posibilidad de restaurar el cuerpo de agua, similar a la forma en la que una herida no sanará mientras esté expuesta a bacterias. Esta actividad recae directamente sobre el Municipio de Guayaquil, designado por el Ministerio del Ambiente como Autoridad Ambiental de Aplicación Responsable en lo referente a la prevención (licenciamientos ambientales) y control de la contaminaciónxii

Es momento de que el Municipio se replantee su accionar como autoridad ambiental local e impida que 190 industrias que contaminan el estero, lo sigan haciendo, por encima de los intereses colectivos de la población y los Derechos de la Naturaleza

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De acuerdo al Informe General de la Contraloría General del Estado, el proyecto PIRES (Plan Integral de Recuperación del Estero Salado), ejecutado por el Municipio de

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Guayaquil, es considerado como un fracaso, ya que el objetivo y alcance de la consultoría no se cumplieron, el monitoreo de la calidad del agua para el diagnóstico de aguas residuales industriales y domésticas del estero y otros cuerpos hídricos no se realizó y las obras previstas simplemente no cumplieron con el objetivo de mitigación y recuperación ambientalxiv

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En cuanto a las descargas domésticas, la reubicación de 5000 familias asentadas en las orillas del estero y la política de cero tolerancia a invasiones sin duda frenará las descargas de aguas negras y grises; sin embargo, en tanto no se extienda la cobertura de servicios básicos (agua potable, recolección de desechos sólidos y alcantarillado) a las áreas marginales de Guayaquil, la contaminación seguirá presentexv

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- Modificar contratos de recolección de basura en el estero El actual sistema establecido por el Municipio para recolección de desechos sólidos consiste en pagar por tonelada de basura recolectada, lo cual constituye un incentivo perverso, ya que mientras más basura se recoja, más dinero recibe la empresa encargada. Esta lógica no evita la contaminación del estero, más bien la promueve. En su lugar, se debe contar con un Plan de Manejo Integrado de Desechos Sólidos, que abarque todos los aspectos en la cadena, desde la generación del desecho hasta su disposición final. Guayaquil requiere de campañas concretas de educación e incentivos para reducir la generación de desechos en parroquias urbanas y rurales del cantón. Es crítico un plan de ampliación y mejora en las redes de recolección de desechos, principalmente en áreas marginales. Finalmente, Guayaquil puede hacer uso de sistemas de incentivos concretos para el reciclaje y demás alternativas para el manejo de los desechos y generación de cadenas de valor y encadenamientos inclusivos. Por ejemplo, América Latinaxvi y otras ciudades del Ecuadorxvii

han emprendido exitosamente modelos de pequeñas empresas del reciclaje, donde los recolectores o comúnmente denominados chamberos son beneficiarios y beneficiarias de fondos semilla para recolectar desechos en sus barrios y participar en programas de reciclaje. Esta es una forma de promover la inclusión social y económica así como la economía popular y solidaria, principios establecidos en nuestra Constitución.

- Impulsar programas que fomenten el compromiso ciudadano y acción voluntaria. Como se mencionó anteriormente, de la mano del compromiso político debe ir la acción ciudadana, porque todos somos responsables en la recuperación del estero. Aunque una revolución de la conciencia social puede requerir años e inclusive un cambio generacional, la emisión de un mensaje comprensible y constante puede cambiar al colectivo social hacia mejores prácticas cívicas y ambientales. La educación y concienciación ambiental pueden y deben ir de la mano con incentivos. Por ejemplo, en algunas ciudades de Latinoamérica los niños reciben pagos por limpiar sus barrios mediante la entrega de útiles escolares y centros de formación. Así, ellos transmiten a sus padres y madres la necesidad de una acción familiar por no ensuciar y evitar contaminación.

- Uso de tecnologías para descontaminación del Estero Salado El Gobierno Central, a través del Ministerio del Ambiente y su Programa Guayaquil Ecológico han invertido una suma considerable en la super oxigenación del Estero Salado, a través de estaciones de bombeo ubicadas a lo largo del Estero Salado. Aunque el Ministerio no ha dado a conocer los resultados preliminares luego de 3 años de

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duración del proyecto, es fácil advertir a simple vista que este esfuerzo ha sido insuficiente, debido en parte, a la falta de acciones concretas para frenar las descargas de contaminantes. Por otra parte, es necesario combinar la oxigenación con otras tecnologías ya aplicadas en numerosos casos exitosos en la región y el mundo. Así, la inversión en oxigenación del Estero, del Ministerio de Ambiente, puede ser potenciada con un sistema de oxigenación profunda y bio-remedación con bacterias benéficasxviii

para recuperar el sistema de lodos y degradar la carga de materiales que absorben en primera instancia el oxígeno que permite la vida al Estero.

- Establecer un plan concreto de uso y aprovechamiento de áreas desalojadas para recuperación de áreas verdes y/o de esparcimiento de sectores periurbanos

Una vez recuperados los espacios del Estero Salado, nos queda la tarea de definir, tanto ciudadanos como autoridades, qué uso queremos darle a esos espacios. Recordemos que los asentamientos actuales fueron realizados sobre rellenos de escombros y basura que fueron derramados sobre el estero. Por esta razón, es difícil pensar en un ecosistema de manglar recuperado sin que estos escombros sean removidos o modificados para permitir que la marea del estero alimente las plantas de manglar. Por otra parte, los ciudadanos podemos ser propositivos y definir qué actividades nos gustaría realizar en estos espacios, por ejemplo, practicar deportes acuáticos, pesca, tours recreativos, áreas de senderos, ciclovías entre otras. De ahí que el plan de recuperación del espacio público puede y debe ser participativo, para que los guayaquileños nos adueñemos y responsabilicemos por el manejo adecuado del Estero.

MANEJO INTEGRAL DE LA CUENCA DEL RÍO GUAYAS

El estero no es el único ecosistema enfermo. El río Guayas atraviesa su etapa crítica debido a los más de 500 millones de metros cúbicos en descargas tóxicas diarias de industrias y alcantarillado sanitario. Esto debido a que la empresa Interagua (concesionaria del servicio) sólo realiza un tratamiento primario donde separa los objetos y basura de gran tamaño de los desechos residuales, es decir, el agua en sí no es tratada, simplemente se eleva a través de bombas para que siga su curso al río Guayasxix. Esta situación es alarmante, sobre todo si consideramos que son muy pocas las industrias que cuentan con plantas de tratamiento de agua, un requisito que debería ser indispensable para su funcionamiento. Los focos de contaminación por aguas negras afectan la salud de los ciudadanos, particularmente la de los niños aquejados por infecciones gastrointestinales, hepatitis, dengue, entre otros males. Los gastos en prevención y control del dengue para este año ascendieron a $7 millones de dólares, un gasto que podría reducirse si las condiciones de salubridad en el país fuesen mejoradas. La contaminación por descargas agrícolas e industriales, por su parte, genera riesgos aún más importantes, como la bioacumulación de metales tóxicos en los peces del ríoxx, los cuales son capturados por los pescadores locales y vendidos en los mercados de la ciudad. Es por esto, que en otras ciudades de Latinoamérica se ha analizado la posibilidad de que los ciudadanos contribuyan a la recuperación de ríos y otros ecosistemas. Por ejemplo, en Costa Rica se determinó que los habitantes de la ciudad de San José estarían dispuestos a pagar alrededor de $81 anuales por el servicio de saneamiento del río Grande de Tárcolesxxi, valor similar al que pagarían los ciudadanos de Santiago del Estero (Argentina)xxii. Estudios similares podrían realizarse en nuestra ciudad para poder determinar la voluntad de pago de los guayaquileños para obtener los servicios ambientales de un río Guayas recuperado.

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Como caso exitoso en nuestro país, podemos mencionar el proceso de descontaminación que se dio en Punta Carnero por las descargas de aguas residuales de la Empresa de Servicios Públicos AGUAPEN. Para revertir la contaminación, los Municipios de Santa Elena, Salinas y La Libertad notificaron a las empresas informándoles la exigencia de la implementación de trampas de grasa y/o plantas de tratamiento como requisito previo para emitir el permiso de funcionamiento. Por su parte, AGUAPEN realizó mejoras en las lagunas de oxidación y contrató la construcción de una laguna de maduración adicional. Este esfuerzo resultó en la mejoría de la calidad del agua luego de un año de intervención. Aunque este es un ejemplo a una escala mucho menor que el río Guayas en la ciudad de Guayaquil, sirve para demostrar que se requiere de compromiso político y acción ciudadana para posicionar los temas ambientales en las agendas de nuestras autoridades y sector privado.

TECNOLOGÍA, DISTRITALIZACIÓN Y AUDITORÍAS DE GESTIONES ANTERIORES La creación de un distrito metropolitano, el avance tecnológico, la reorganización de la urbe y la participación ciudadana también son otras tareas pendientes en Guayaquil. Se debe impulsar una red de Gobierno virtual (en la red e interactivo) y crear oficinas con servicios municipales por distrito cercanas al ciudadano y sus necesidades. Por otra parte, es necesario realizar una auditoría de cumplimiento al uso de fondos públicos en proyectos de inversión como la Readecuación del Puerto Santa Ana. Como guayaquileños, aceptamos con beneplácito el anuncio del compromiso asumido por el actual alcalde, Jaime Nebot: “A fines del 2012 todo Guayaquil tendrá agua potable y a fines del 2013 todo Guayaquil tendrá alcantarilladoxxiii.”

En el sector energético, es recomendable mejorar la generación eléctrica, reduciendo la dependencia de termoeléctricas y adoptando tecnologías más eficientes en generación (por ejemplo, con plantas adaptadas a ciclo combinado), adoptar medidas tendientes a reducir las pérdidas de energía por redes eléctricas obsoletas, y reducir pérdidas en el sistema de distribución (por ejemplo, usando transformadores de uso amorfo).

, el cual traería enormes beneficios a la población de llegar a cumplirse. Sin embargo, esperamos que esta promesa llegue a abarcar a todos los ciudadanos, llegando así a las zonas marginales del cantón.

TRANSPORTE En el eje de transporte, como se mencionó al inicio se pueden realizar mejoras importantes en el servicio público, mejorando la red de distribución, frecuencia y comodidad para los pasajeros. La apertura de ciclovías también representa una gran oportunidad para descongestionar las vías de tránsito y disfrutar del aumento en áreas verdes para la recreación. MANEJO DE DESECHOS SÓLIDOS Y AGUA POTABLE En el área de manejo de desechos y agua potable, se debe repensar la forma en la que se administran estos servicios básicos. Por ejemplo, la ciudad debe contar con un modelo de gestión integral de residuos sólidos en el cual se amplíen las áreas de recolección, y se incentiven actividades de reciclaje. El modelo actual contiene ciertos vicios que deben ser corregidos. Por ejemplo, el actual contrato de recolección de desechos consiste en pagar al concesionario por tonelada de desecho que es depositada en el relleno, lo cual desincentiva acciones de reciclaje, reducción y reutilización de desechos. La disposición final de los desechos hospitalarios es también un aspecto que debe ser revisado.

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Es necesario también revisar y auditar los contratos de concesión de las empresas de agua potable y alcantarillado para explorar la continuación de dichos contratos contra lo planificado/cumplido con visión de buen uso de fondos públicos. Finalmente, es urgente emprender una revisión de las tasas de recolección y disposición de desechos sólidos y líquidos, para incluir incentivos para los ciudadanos que realicen acciones de reciclaje, así como el pago por servicios ambientales por la protección de las fuentes de agua que benefician a la ciudad de Guayaquil. CAMBIO CLIMÁTICO La ciudad de Guayaquil, al encontrarse en la zona costera del Ecuador, es una de las ciudades más vulnerables al cambio climático. Los impactos más probables en nuestra ciudad serían: 1) la intensificación de acontecimientos climáticos extremos como el evento El Niño / Oscilación Sur (ENSO por sus siglas en inglés); 2) el incremento del nivel del mar (lo que generaría pérdida de terreno y afectaciones a casas aledañas a ríos y esteros);.3) el retroceso de glaciares y la disminución de la escorrentía anual en las cuencas hidrográficas (lo que significaría una pérdida en la cantidad de agua que abastece la ciudad); 4) el incremento de la incidencia de dengue y otras enfermedades tropicales; 5) proliferación de incendios forestales; entre otros. Para enfrentar estos posibles impactos, la ciudad de Guayaquil debe contar con un Plan de Adaptación al Cambio Climático, enmarcado en la Estrategia Nacional para el Cambio Climático. Dicho Plan debe considerar a las poblaciones más vulnerables (áreas marginales de Guayaquil, aledañas al Estero Salado y río Guayas), pero también, a la ciudad en su conjunto, así como los ecosistemas circundantes. Dichas medidas deben estar acompañadas, como es obvio, con un presupuesto y cronograma de ejecución. A nivel mundial, son pocas las ciudades que han generado un Plan de esta naturaleza, por lo que el riesgo de ser afectados por los impactos del cambio climático sin la debida preparación es muy alto. Algunas de las actividades que deben ser previstas para Guayaquil incluyen:

- Incrementar la cobertura de vegetación, reforestando áreas urbanas y recuperando espacios de manglar (elevar índice verde urbano), a través de un Plan 20-20-20: 20 % más de áreas verdes, 20% más de zonas protegidas, 20% más de terrazas o jardines verdes. Estas acciones ayudarán a contrarrestar el aumento en la temperatura, reduciendo el gasto de energía en enfriamiento artificial

- Transición de paisaje actual de palmeras a plantas y árboles nativos. Las palmeras y

césped, símbolos de la actual regeneración urbana, no son características del ecosistema que antaño ocupó esta ciudad (bosque seco). Es recomendable optar por especies nativas, que requieren menos agua y nutrientes (porque ya están adaptadas) y que además, nos permiten revivir el paisaje natural de Guayaquil así como atraer y fortalecer los medios para flora y fauna nativas.

- Reducir la huella ecológica de la ciudad asegurando un incremento en el uso de

fuentes renovables de energía para la población periurbana y la industria, a través de incentivos municipales. Es necesario además incrementar la eficiencia en el consumo de semáforos, sistemas de bombeo de agua, entre otros sistemas asociados a la provisión de servicios públicos.

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- Implementar estándares de construcción para edificios y planes habitacionales controlados en los procesos de permiso / licencias ambientales. Con esto, no solo tendremos edificios verdes con reguladores de temperatura y ahorro de agua y electricidad, sino que también se podrán implementar conjuntos habitacionales adaptables a las subidas del nivel del agua, aumento de temperatura, entre otros.

- Generar ordenanzas que introduzcan incentivos para uso baños y urinarios eficientes (preferible que no demanden mayor sistema de alcantarillado y aguas servidas como los baños secos).

- Generar incentivos para ahorro del consumo del agua, como expansión con tuberías ahorradoras de agua (menos pérdida en transmisión) y reutilización de aguas servidas tratadas para irrigación de áreas verdes.

- Finalmente, como ciudad debemos pensar en la realización de estudios sobre la vulnerabilidad ante escenarios probables como aumento en el nivel del mar, aumento en la incidencia de incendios forestales, entre otros. Los costos de adaptación al cambio climático deben estar definidos y deberán ser incorporados en la planificación territorial de la ciudad hasta el año 2030.

i Proporción de áreas verdes de Guayaquil en comparación con otras ciudades del país y de Latinoamérica según Índice Verde Urbano del INEC 2012. ii Carter, T y A. Keeler. 2008. Life-cycle cost–benefit analysis of extensive vegetated roof systems. Journal of Environmental Management 87,350–363 iii Report on the Environmental Benefits and Costs of Green Roof Technology for the City of Toronto. 2005. Universidad de Ryerson, Toronto. iv Yok, T.P., Sia, A., (2005). A Pilot Green Roof Research Project in Singapore. Proceedings from Green Roofs for Healthy Sustainable Cities Conference, Washington D.C., May 2005// Acks, K. 2003. A framework for cost-benefit analysis of green roofs: initial estimates. v Kaplan, R. (1993) The role of nature in the context of the workplace. Landscape and Urban Planning, 26, 193-201. vi El panorama se empeora con el excedente de 2.000 buses urbanos (aparte de los 4.000 con permisos de circulación) y la sobreoferta de taxis amarillos, ejecutivos y los ‘piratas’ vii Vallicelli, L. 2002. Un modelo de desarrollo sostenible: Curitiba (Brasil). En: CEPAL. Las nuevas funciones urbanas: gestión para la ciudad sostenible. Serie Medio Ambiente y Desarrollo No. 48 (página 71 – 76). viii Según estudio del Ministerio del Ambiente, del cual se generó el Acuerdo Ministerio No. 056 del 28 de enero de 2011 que establece una multa por $89,273/ha como costo total por pérdida de bienes y servicios ambientales y costo de restauración por tala, aprovechamiento o destrucción de bosque de manglar ix Revista Vistazo. Guayaquil, sin poder respirar. x Ídem xi Diario El Expreso. Nuevo contrato de Visolit inicia en mes y medio. Martes 15 de Mayo de 2012. http://expreso.ec/expreso/plantillas/nota_print.aspx?idArt=3315992&tipo=2 xii Mediante Convenio de Transferencia suscrito en el 2002, entre el Ministerio del Ambiente y la M. I. Municipalidad de Guayaquil, el Municipio asumió competencias en materia ambiental en el Cantón.Sin embargo, la renovación de dichas competencias se realiza por un período de 3 a 6 años, previa auditoría realizada por el Ministerio del Ambiente. De las auditorías realizadas hasta el momento, el Ministerio del Ambiente no ha tomado acciones contundentes ante la falta de control del municipio a las descargas industriales en el Estero Salado, muchas de las cuales son clandestinas, pero definitivamente en su mayoría ya han sido plenamente identificadas hasta el sitio/industria de descarga. Como medida alternativa, el Ministerio del Ambiente ha decidido actuar sobre la potestad que le otorga como Autoridad Ambiental sobre un área protegida (Reserva de Producción Faunística Manglares Salado); sin embargo, el proceso es lento y aún no se obtienen resultados significativos. xiii Para muestra de ello refiérase a la resolución del Procurador Síndico del Municipio de Guayaquil mediante oficio No. DAJ-2010-08577, del julio 14 del 2010.que establece la no obligatoriedad de obtener licencia ambiental a aquellas industrias asentadas en el Distrito previo a 1999, argumentando que la Ley de Gestión Ambiental fue generada en ese año y no tiene carácter retroactivo.

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xiv Contraloría General del Estado. 2010. Informe General DIAPA -007-2010. Municipio de Guayaquil: CAF 1903 Proyecto Recuperación del Estero Salado. xv En Guayaquil, la red de alcantarillado llega al 85% de la población, según la concesionaria Interagua, y el 85,43% de los ciudadanos tiene cobertura de agua potable, según el último Censo de Población y Vivienda (2010) por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), xvi Solo por citar algunos ejemplos se mencionan los proyectos Integración Socioeconómica de Recicladores Informales, Brasil; Desarrollo del Mercado del Manejo Integral de Residuos Sólidos Reciclables, Perú; y Integración Económica de los Catadores de Lixo y sus Familias, Brasil, proyectos financiados por el Banco Interamericano de Desarrollo. Proyectos similares pueden ser establecidos en los barrios aledaños al Estero Salado, sin necesidad de recurrir a préstamos de organismos financieros, ya que tanto el MIES como el MAE cuentan con fondos destinados para la inclusión económica y la recuperación del Estero Salado (Programa Guayaquil Ecológico). xvii Se destaca el caso de la ciudad de Machachi, Cantón Mejía, así como la ciudad de Loja. xviii Existe una vasta bibliografía sobre el efecto de microorganismos eficientes para la recuperación de fuentes de agua en países tropicales, por ejemplo: Higa, T.; Chinen, N. 1998. EM treatments of odor, waste waster and environmental problems. College of Agriculture, University of the Ryukyus, Okinawa, JP.// Cortón, E. y Viale, A. 2006. Solucionando grandes problemas ambientales con la ayuda de pequeños amigos: las técnicas de biorremediación. Ecosistemas 15 (3). xix Revista Vistazo. Guayaquil, sin poder respirar. xx Gaybor, A. 2006. Los temas recurrentes del agua . Foro de los recursos hídricos, cuarto encuentro nacional xxi Valera, V. 1998. Valoración económica de los recursos hídricos del Río Grande de Tárcoles. Tesis de Maestria. CATIE. Costa Rica xxii Sarmiento, M. y Carignano, G. 2011. Rol del recurso agua en un sistema de pago por servicios ambientales en Santiago del Estero, Argentina. Congreso Internacional PES. México. xxiii Revista Clave. Entrevista al Sr. Alcalde de Guayaquil. Agosto – Septiembre 2012.