AGLAURO

Mercurio llevado por sus

alas volaba por los alrededores de Atenas , la tierra preferida de Minerva. Era el día en el que los jóvenes llevaban cestas de flores y ofrendas a la diosa Atenea.

Mercurio queda prendado de la belleza de Herse, vuelve rápido hacia la Tierra y se dirige a casa de Cécrope que es padre de Herse y otras dos hijas, Aglauro y Pandroso. Aglauro fue la primera en ver al dios y éste le dice que es el mensajero hijo de Júpiter y que se ha enamorado de Herse, su hermana.

Mercurio le pide que le ayude a hacer realidad su amor. Pero Aglauro también se ha enamorado de él y le pide a cambio una gran cantidad de oro.

Desde el cielo, la diosa Minerva la mira con ojos amenazadores pues Aglauro había profanado el cesto que le había confiado y no iba a permitir que se enriqueciera con el trato que había hecho con Mercurio.

Minerva se dirige a la casa de la Envidia y le pide que infecte con su veneno a Aglauro. La Envidia llega a casa de Cécrope, entra en la habitación de Aglauro y la envenena sintiendo cómo la envidia le corroe, sobre todo cuando ve la felicidad de Mercurio con su hermana Herse.

Aglauro acusa a Herse y se lo dice a su severo padre, Cécrope, para que la castigue.

Luego, decide impedir la entrada de Mercurio bloqueando la puerta de su casa y dice que no se moverá hasta que el dios se vaya.

Mercurio convierte a Aglauro en piedra, pero no era una piedra blanca porque sus malos sentimientos la ennegrecieron.

Trabajo realizado por:*Francisco José Mera Martínez * Miguel Ángel Domene Quiles* Miguel Ángel Mañas