Agustin Modifi CA Do

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Agustín de Hipona Ibai Pérez Ubieta Agustín de Hipona Vida y obras Agustín de Hipona nació en el año 354 en Tagaste, cerca de Cartago, en la franja norteafricana más romanizada y cristianizada. La persona que más influencia tuvo en su vida fue su madre Mónica, dado que gracias a la hondura de su fe y a la coherencia de su vida, puso los cimientos para la futura conversión de su hijo. Estudió letras y retórica en Cartago, donde se enamoró de una mujer con la que convivió más de 10 años y con la que concibió a su hijo Adeodato. Otra gran influencia que sufrió Agustín de Hipona vino dada por la lectura de un diálogo que actualmente se encuentra perdido: Hortensio. Cuando contaba 19 años, Agustín buscó una doctrina de salvación en el maniqueísmo, religión que se caracterizaba por constar con muchos rasgos cristianos y un dualismo radical en torno al tema del bien y el mal, los cuales eran entendidos como principios divinos. Se trataba de una religión que renuncia a la fe e intenta explicarlo todo mediante la razón; sin embargo, los argumentos dados no sirven para conocer a Agustín. En medio de una crisis de llanto y ansiedad, de pesimismo y arrepentimiento, Agustín de Hipona oyó una voz que le insto a leer, de manera que abrió al azar el Nuevo Testamento, y dio con una página de San Pablo que aludía a la vida de Cristo frente a los desordenes de la carne. A partir de ese momento, el filósofo dedicó su vida al estudio y la práctica de la religión cristiana. En los numerosos escritos de Agustín de Hipona aparecen distintos tipos de planteamientos basados en su propia experiencia: 1

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apuntes de agustín

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Agustn de HiponaIbai Prez UbietaAgustn de Hipona

Vida y obras

Agustn de Hipona naci en el ao 354 en Tagaste, cerca de Cartago, en la franja norteafricana ms romanizada y cristianizada. La persona que ms influencia tuvo en su vida fue su madre Mnica, dado que gracias a la hondura de su fe y a la coherencia de su vida, puso los cimientos para la futura conversin de su hijo. Estudi letras y retrica en Cartago, donde se enamor de una mujer con la que convivi ms de 10 aos y con la que concibi a su hijo Adeodato. Otra gran influencia que sufri Agustn de Hipona vino dada por la lectura de un dilogo que actualmente se encuentra perdido: Hortensio.Cuando contaba 19 aos, Agustn busc una doctrina de salvacin en el maniquesmo, religin que se caracterizaba por constar con muchos rasgos cristianos y un dualismo radical en torno al tema del bien y el mal, los cuales eran entendidos como principios divinos. Se trataba de una religin que renuncia a la fe e intenta explicarlo todo mediante la razn; sin embargo, los argumentos dados no sirven para conocer a Agustn.En medio de una crisis de llanto y ansiedad, de pesimismo y arrepentimiento, Agustn de Hipona oy una voz que le insto a leer, de manera que abri al azar el Nuevo Testamento, y dio con una pgina de San Pablo que aluda a la vida de Cristo frente a los desordenes de la carne. A partir de ese momento, el filsofo dedic su vida al estudio y la prctica de la religin cristiana. En los numerosos escritos de Agustn de Hipona aparecen distintos tipos de planteamientos basados en su propia experiencia:-Contra Acadmicos: para alcanzar la felicidad es necesaria la sabidura y esta no se obtiene si no es a travs del conocimiento de la verdad.-De Gnesis ad litteram: que es un comentario del Gnesis.-Las Confesiones: relata la historia de sus ideas y sentimientos, sus pecados-La Ciudad de Dios: es el primer intento de hacer una filosofa de la historia desde un marco teolgico.

Los primeros siglos de esta etapa estn marcados por el predominio mundial del Imperio Romano; se trataba de una poca fastuosa para el cristianismo dado que supona un peligro, era perseguida y arrasada mediante persecuciones. Durante estos primeros siglos, entre el I y el III, se da un renacer de las filosofas morales y del pensamiento platnico. La extensin del Imperio Romano facilit a su vez la relacin entre los diferentes ambientes culturales. Simultneamente, la poblacin est harta del dominio romano y anhela una liberacin; sin embargo, mediante el cristianismo, en lugar de buscar una liberacin ante el poder impuesto, se busca una liberacin de la vida mortal, la cual se sita en una trascendencia.Durante el siglo III, comenzaron a aumentar las escisiones internas que comienzan a preparar el desmoronamiento del Imperio. El siglo IV est marcado por la subida al poder de Constantino quien hizo que el cristianismo pasara de ser perseguido a ser la religin oficial del Imperio. Sin embargo, a final del siglo se daban cada vez ms invasiones brbaras.En el aspecto filosfico, las escuelas filosficas decaen tras Aristteles y Platn, y quedan reducidas a:-Aristotelismo: la sntesis filosfica de Aristteles permanece como un trasfondo cultural.-Epicuresmo: fue fundada por Epicreo. Esta corriente considera que el hombre sabio no interviene en poltica, se desentiende refugindose en su vida privada en compaa de sus amigos. Se valora la amistad y la libertad individual ajena a todo compromiso poltico; su moral consiste en la felicidad por lo que la vida humana ha de ser orientada hacia la misma. Para Epicreo, la felicidad consiste en el placer sabiamente administrado.-Estoicismo: fue fundada por Zenn de Kition que defenda que hay que buscar la autntica libertad personal pero participando en la poltica de manera que los hombres han de ser polticos teniendo como virtud la austeridad; adems, la moral debe estar fundamentada en el autodominio, es decir, hay que aceptar el destino siendo impasible, de esta manera la felicidad viene dada por la actitud imperturbable ante el destino.-Neoplatonismo: sus principales representantes fueron Filin y Plotino. El primero opina que Dios es el Bien platnico, y este no proviene del mundo sensible sino del logos que es lo que hace el mundo (parecido al Demiurgo). El segundo de estos representantes defiende una concepcin emanatista del mundo, es decir, que todas las cosas proceden por emanacin a partir del Uno.Adems, con el alzamiento del cristianismo, se pasa de una visin cclica del tiempo y la historia a una visin lineal.

Cundo muri?

Fe y razn: creer para entender

Agustn busca una verdad capaz de saciar su corazn puesto que considera que nicamente as se logra la felicidad; es por tanto un eudemonista, cuyo eudemonismo se basa en una verdad que trasciende todas las verdades particulares puesto que en caso contrario no sera una verdad propiamente dicha. Agustn buscaba una verdad absoluta que nicamente puede ser Dios.Se trata por tanto de una bsqueda de la verdad completamente activa dado que supone tanto conocimiento, como fe y amor. Esto se debe a que esta teora est orientada hacia la nocin de seguridad, y dado que la seguridad ha de ser absoluta no puede basarse solamente en los sentidos, sin que tambin ha de hacerlo en la fe; por lo tanto, la razn y la fe han de ir unidas.sta relacin entre la fe y la razn ha conocido distintos planteamientos a lo largo de la historia. En primer lugar, existe el fidesmo, cuyo lema es: creo en el sinsentido, porque es un sinsentido, es decir, creo en algo incomprensible y el resto carece de importancia. Por otro lado, encontramos el agnosticismo, el cual, afirma que la existencia de Dios no es demostrable mediante el uso de la razn, as como tampoco lo es la explicacin de su esencia y de sus caractersticas. Por ltimo, encontramos el planteamiento que recibe el nombre de desmo, segn este planteamiento, s que es posible conocer a Dios a travs de la razn, pero, dicho Dios no se tratar de un dios religioso sino de una entidad requerida por la razn para explicar el funcionamiento del mundo.ste filsofo, puso de manifiesto que el cristiano debe comprender aquello en que cree, por lo que la fe y la razn no deben rechazarse mutuamente, dado que el cristiano debe ser capaz de preguntar y responder razonadamente acerca de Dios. Por lo tanto, no se debe establecer una distincin entre fe y razn, siendo la frmula adecuada para la relacin de las mismas la siguiente: creo, tambin entiendo; entiendo, pero tambin creo; es ms: creo para entender y entiendo para creer.El objetivo de Agustn es iluminar la verdad cristiana, y para ello la fe y la razn deben colaborar de manera conjunta. En primer lugar, la razn ayuda al ser humano a lograr la fe; tras ello, la fe gua e ilumina la razn; y, por ltimo, la razn ayuda a clarificar los contenidos de la fe.Para los individuos que como nosotros vivimos en la etapa postmodernista, sin embargo, esta relacin entre la fe y la razn resulta incmoda debido a que estamos acostumbrados a la idea de una razn autnoma, que aceptamos las limitaciones del conocimiento racional y que la autonoma de la razn exige la no aceptacin de otros principios superiores a ella.Para Agustn, la bsqueda del ser humano de esta verdad es algo necesario para alcanzar la felicidad, y dado que nos hayamos condenados debido al pecado original, necesitamos de la ayuda de dios para conseguir dar con dicha verdad. Los escpticos griegos, decan que la verdad es inconcebible, y que si en algn caso fuese hallada, no podra darse a conocer. Sin embargo, Agustn desaprueba esta conducta y dice que estos carecan de razn dado que caen en una contradiccin derivada de su escepticismo pues s que estn seguros de algunas verdades, por ejemplo de sus duda (estn seguros de que no se puede conocer la verdad luego ya tienen una verdad). Aquel que duda, por lo menos, es consciente y est seguro de ello. Adems, sin duda alguna, aquel que duda, est seguro de su existencia, y por lo tanto no tiene ninguna duda sobre ello. De esta manera, Agustn de Hipona prueba la imposibilidad del escepticismo absoluto (Cgito, ergo sum [pienso, luego existo] Si fallor, sum [si me equivoco, soy]).

Felicidad y posesin de Dios

Agustn busca una verdad capaz de saciar su corazn puesto que considera que nicamente as se logra la felicidad; es por tanto un eudemonista, cuyo eudemonismo se basa en una verdad que trasciende todas las verdades particulares puesto que en caso contrario no sera una verdad propiamente dicha. Agustn buscaba una verdad absoluta que nicamente puede ser Dios.Los escpticos griegos, decan que la verdad es inconcebible (INCOGNOSCIBLE. Las tres tesis de GORGIAS), y que si en algn caso fuese hallada, no podra darse a conocer. Sin embargo, Agustn desaprueba esta conducta y dice que estos carecan de razn dado que caen en una contradiccin derivada de su escepticismo pues s que estn seguros de algunas verdades, por ejemplo de sus duda (estn seguros de que no se puede conocer la verdad luego ya tienen una verdad). Aquel que duda, por lo menos, es consciente y est seguro de ello. Adems, sin duda alguna, aquel que duda, est seguro de su existencia, y por lo tanto no tiene ninguna duda sobre ello. De esta manera, Agustn de Hipona prueba la imposibilidad del escepticismo absoluto (Cgito, ergo sum [pienso, luego existo] Si fallor, sum [si me equivoco, soy]).San Agustn fue un converso. Cuando contaba 19 aos de edad se acogi a la doctrina de los manqueos, secta dualista que admita dos grandes principios: un dios bueno y otro procedente de las tinieblas y malo. El hombre no poda, para ellos, ser considerado responsable de actuar mal, dado que no tena una voluntad libre, sino que cuando lo haca era porque estaba dominada por el principio malo. Luego, con 30 aos, posiblemente leyendo las Enadas de Plotino, se adhiri al neoplatonismo para, dos aos ms tarde, hacerse cristiano. Con 37 aos fue ordenado sacerdote y con 42 lo nombraron obispo.Esta trayectoria vital hizo que San Agustn intentara liberarse intelectualmente de todo el bagaje ideolgico anterior y procurara encontrar soluciones distintas a los problemas que se haba planteado con anterioridad. Uno de ellos, el que posiblemente lata con ms fuerza en el maniquesmo, era el problema del mal. El mal tiene dos vertientes: la que se refiere al mal fsico (una enfermedad) y la que podemos denominar como mal moral (una mala accin o, en trminos religiosos, un pecado).Para resolver el problema de la existencia del mal fsico ech mano del platonismo, que le hizo ver que el mal no es una entidad real, sino que ms bien es carencia de bien. No es, as, algo positivo, sino negativo, una privacin, un no-ser. Con ello, el planteamiento maniqueo de los dos principios se vena abajo. Lo relacionado con el mal moral es lo que se trata en el texto. Con el fin de poder entenderlo con ms facilidad, vamos a exponer brevemente lo que piensa San Agustn al respecto. Piensa el autor que la voluntad del hombre es libre y, como tal, puede decidir acercarse al Bien eterno e inmutable que es Dios o puede alejarse de l, poniendo sus miras bien en los bienes del alma ajenos a Dios o bien en los bienes corporales.La voluntad busca la felicidad y lo hace de una manera necesaria. La satisfaccin de esa necesidad slo la puede encontrar en Dios. Pero en esta vida el hombre no slo no tiene esa visin de Dios que colmara sus deseos de felicidad, sino que adems puede volverse hacia los bienes materiales. Y esto lo puede hacer de manera voluntaria, sin que se vea forzado a ello. Por tanto, la voluntad es libre de ir hacia Dios o de no hacerlo.Segn San Agustn, en este asunto el hombre debe reconocer que a) la felicidad que busca slo se encuentra en la posesin de Dios, y b) la orientacin de la voluntad hacia ese Dios est puesta por Dios mismo y es eso lo que El quiere que haga el hombre y lo que se encuentra en la ley divina. Cuando la voluntad se aleja de Dios, est yendo en contra de la ley divina. Esta ley divina es la que el hombre puede captar mediante la iluminacin. En ella ve no slo verdades tericas eternas, sino tambin principios prcticos que deben regir su voluntad libre. El hombre debe cumplir estas reglas prcticas que estn insertas en su propia naturaleza, que son reflejos de la ley divina y que le hacen ver que est orientado hacia Dios. Dios, segn esto, cre al hombre para que fuese lo que El quera que fuese. Por eso, aunque la voluntad es libre, est sujeta a obligaciones morales, entre las que est la de amar a Dios.Hay, sin embargo, un abismo profundo entre el hombre y Dios. El hombre es una criatura finita y Dios es el ser infinito. Poner en relacin estas dos realidades tan diversas es imposible, a menos que sea Dios el que lo posibilite con la ayuda de la gracia. Cuando el hombre intenta vivir sin esta ayuda divina, cae en el pecado porque se queda slo con sus fuerzas. Pero en su propia voluntad libre tiene la capacidad de decidir recibir esa ayuda.En la vida del hombre hay, pues, una referencia necesaria a Dios como el fin al que debe tender. Su voluntad es libre para que acepte su propio fin y para que lo haga recibiendo la necesaria ayuda de la gracia. Es importante la idea de que esto, a juicio de San Agustn, est en la esencia de la realidad, por lo que el filsofo debe aceptar previamente esa realidad as creada y orientada, si quiere comprenderla. Esto nos muestra la postura del autor en relacin con la fe y con la razn, tema que aparece en varias ocasiones en el texto.La obligacin moral del hombre es, entonces, la de amar a Dios y la de orientar su voluntad hacia El, y con ella todas sus capacidades. El mal consistir en alejar la voluntad de ese fin que es Dios. Dios le dio la libertad al hombre para que pudiera elegir lo que deba hacer. Si elige lo contrario es por un acto deliberado suyo del que es responsable. Poda haber elegido lo bueno, pero, en cambio, elige lo no bueno, aquello que no se ajusta al plan divino.

Existencia de Dios e ideas ejemplares

El tema que ms ocupa a San Agustn es el tema de Dios. Su filosofa es predominantemente una teologa, siendo Dios no slo la verdad a la que aspira el conocimiento sino el fin al que tiende la vida del hombre, que encuentra su razn de ser en la beatitud, en la visin beatfica de Dios que alcanzarn los bienaventurados en la otra vida, para cuya obtencin ser necesario el concurso de la gracia divina.San Agustn no se preocupa, sin embargo, de elaborar pruebas sistemticas de la existencia de Dios, aunque propone diversos argumentos que ponen de manifiesto su existencia, hacindolo con esa estricta intencin

La teora agustiniana distingue dos tipos de seres: el Ser Absoluto o Dios y los seres contingentes creados por l. As, Dios es el ser Absoluto, Perfecto, Bueno, Justo e Inmutable y aunque la razn no puede probar su existencia, tampoco se trata de una mera cuestin de fe. Dios queda probado en el alma creyente que es capaz de conocer al Dios Verdadero, de manera que dicho conocimiento no sera posible sin la propia existencia de Dios. La prueba demostrativa de la existencia de dios es una consecuencia directa de la teora del conocimiento. Existen diversos tipos de argumentos para probar la existencia de Dios:

-Prueba por el orden y la perfeccin del mundoobservamos que el mundo es perfecto.

El mismo orden, disposicin, belleza, cambio y movimiento del mundo y de todas las cosas visibles, proclaman silenciosamente que slo pueden haber sido hechas por Dios

-Prueba por el Consenso universal todo el mundo y todo pueblo ha tenido siempre alguna idea de Dios como creador del mundo. La mayora de los seres humanos coincide en que existe un Ser superior al mundo (Dios) al que ste debe su existencia.

-Argumento gnoseolgico: puesto que la verdad existe y Dios es su fundamento, Dios existe. -Argumento cosmolgico: la creacin no proporciona al ser humano la felicidad que busca y seala hacia una verdad que le trasciende, es decir, hacia Dios; adems, existe un consenso entre los seres humanos por e cual se reconoce a Dios como creador del mundo. -Ideas ejemplares: el ser humano percibe las verdades ejemplares, es decir, verdades que no son tuyas, ni mas, ni de nadie, sino que se hallan presentes en todos nosotros y se ofrecen a todos de la misma manera. ste tipo de ideas supera nuestra capacidad intelectual, as, Dios dispone las ideas ejemplares en el interior del ser humano de manera que el entendimiento es incapaz de modificarlas puesto que son superiores a l; debido a esto, stas ideas podrn ser captadas con mayor o menos claridad, pero siempre permanecern invariables.De la misma manera que el conocimiento sensible muestra las cosas variables, las ideas eternas y ejemplares manifiestan tambin su fundamento: la verdad inmutable, Dios. No existe cosa alguna sin fundamento, y el fundamento de lo inalterable tiene que ser a su vez inalterable.

Libertad y problema del malEs importante destacar que el concepto de libertad que posee Agustn es acorde al que se posea en la Edad Media, y, por lo tanto, no tiene nada que ver con el nuestro actual. As, mientras que para nosotros la libertad y el libre albedro son sinnimos, para ste filsofo no lo son.El pensamiento agustiniano en este mbito es fruto de la reaccin contra el maniquesmo y el pelagianismo. En contra de los maniqueos, el filsofo seala que el origen del mal no se halla en un dios, sino en la libertad del ser humano. Contra los pelagianos, en cambio, Agustn defiende que el origen del bien tampoco se halla en la libertad del ser humano.Para Agustn, el ser humano es libre, pero no es libre por ser un Ser Humano, sino que al ser libre, se convierte en Ser Humano; debido a esto, sin libertad no seramos Seres Humanos.El ser humano fue creado por Dios, por lo que de una manera consciente o inconsciente debe guiarse a l; en consecuencia a esto, no existe libertad sin derecho, al igual que tampoco la existe sin obligaciones. As, el ser humano est obligado a mostrar una tendencia hacia el Bien, y como el Bien es Dios, el ser humano est obligado a amar a Dios. Los seres humanos solo somos capaces de ser felices cuando servimos a Dios, si no lo hacemos caeremos en desdicha y nos convertiremos en esclavos.En un principio el ser humano fue concebido en libertad y dotado de la capacidad de amar a su creador, pero, debido al pecado original, ha perdido esa capacidad y ansia recuperarla; sin embargo, no es capaz de redimirse por s mismo por lo que necesita de la ayuda de Dios dado que sin ella los humanos no seramos capaces de hacer el Bien y siempre haramos el Mal.Los pelagianos sostienen que el pecado original afecta exclusivamente a su autor y que por lo tanto, no puede transmitirse a la humanidad. En consecuencia, el ser humano tiene la capacidad de hacer tanto el Bien como el Mal. Contra esto, Agustn alega que si fuera cierto, Dios no sera libre puesto que para los pelagianos la libertad es la facultad para pecar. As, Agustn deduce que el ser humano nicamente puede hacer el mal y el pecado sin la ayuda de Dios; por lo tanto, nicamente mediante la Gracia de Dios el ser humano puede encaminarse hacia Dios y recuperar la libertad perdida. El error de los pelagianos es que segn ellos el ser humano no necesita de la ayuda de Dios para nada.La moral cristiana se caracteriza por la capacidad de elegir entre el Bien y el Mal tras el pecado original, sin embargo, el libre albedro del ser humano muestra una mayor propensin hacia el Mal, lo que convierte en necesaria a la Gracia. El Mal tiene por lo tanto su origen en el uso inadecuado del libre albedro de manera que es el ser humano y no Dios quien es responsable de ello. De esta manera, el libre albedro no es un bien absoluto dado que conlleva un riesgo para hacer el mal a pesar de constituir una condicin necesaria para la felicidad. Dicha gracia, hace posible la capacidad de hacer el Bien dado que sin ella casi no es posible llevarlo a cabo. Es la Gracia de Dios la que faculta la verdadera libertad, y gracias a ella, el ser humano casi no tiene capacidad para hacer el Mal.El problema del mal:Segn los maniqueos, el Bien proviene del Principio del Bien, y el Mal proviene del Principio del Mal.Agustn, en cambio, lleva a cabo su reflexin teniendo en cuenta los seres corruptibles que somos y deduce que la corruptibilidad no es en s misma un mal dado que todo lo que es bueno ha sido creado por Dios y por lo tanto es corruptible, puesto que en el caso contrario, dichas cosas seran Dios, y de no ser buenas, tampoco existiran puesto que Dios no las habra creado.

Filosofa de la historia: ciudad terrenal/ciudad de Dios

La entrada de Alarico y sus huestes en Roma en el ao 410 que produjo la destruccin de la ciudad caus una gran crisis en el mundo de Occidente. Tras este hecho, se llev a cabo una reflexin acerca de lo ocurrido que termin por culpar a los cristianos dado que sus proclamas a la no-violencia provocaron el debilitamiento del ejrcito y en consecuencia, la derrota ante el enemigo. Ante estas acusaciones, Agustn de Hipona escribi La Ciudad de Dios realizando en dicho libro un anlisis sistemtico del sentido de la Historia Universal, tratando de hallar y comprender el sentido de los acontecimientos y evitando caer en la simple cronologa de los hechos. En este libro, Agustn establece por primera vez en la historia de la humanidad una filosofa de la historia universal. La tesis del libro es que la historia de la humanidad se basa en una lucha constante entre dos ciudades: la Ciudad de Dios (la del Bien) y la Ciudad del Mundo (la del Mal). De esta manera, Agustn distingue dos grupos entre los seres humanos: aquellos que desprecian a Dios y cultivan el amor egosta (ciudadanos de la Ciudad del Mundo), y aquellos que aman a Dios por encima de todo (ciudadanos de la Ciudad de Dios). Dicha disputa, perdurar, segn Agustn hasta que se produzca la definitiva victoria de la ciudad de Dios al final de los tiempos; pero, hasta ese da, ambas ciudades permanecern mezcladas e inseparables.Sin embargo, esta diferenciacin entre las dos ciudades, no hace referencia a la separacin entre cristianos y ateos, puesto que puede darse que algunos que se presentan como enemigos de la Iglesia, sean aceptados algn da como hijos e hijas de Dios; mientras que muchos de los que aparecen como buenos, no podrn alcanzar la salvacin. As, no es posible establecer el paralelismo del Estado con la Ciudad del Mundo y la Iglesia con la Ciudad de Dios; pese a ello, a lo largo de la historia, dicho paralelismo s que se ha llevad a cabo en numerosas ocasiones. En realidad, segn Agustn, alguien que residiese en la Ciudad de Dios podra regirse por los principios del Estado y viceversa.

Influencia platnica

La influencia de Platn sobre Agustn se aprecia en tres aspectos diferentes: la metafsica u ontologa, el conocimiento y la dialctica.Metafsica u ontologa:Ambos filsofos admiten la existencia de dos mundos a nivel ontolgico. Platn nos habla del Mundo de las Ideas y del Mundo Sensible; y Agustn, en cambio, nos habla del Reino de Dios, que es el verdadero, y el Mundo Fsico, que se encuentra en constante evolucin. Conocimiento:De igual manera, ambos autores defienden un dualismo epistemolgico; al igual que existen dos mundos, tambin existen dos tipos de conocimiento: por un lado el conocimiento sensible sobre la realidad en constante cambio y que es valorado como incapaz de lograr el conocimiento verdadero; y el conocimiento racional que se ocupa de la realidad verdadera, del conocimiento de las ideas. Adems, para Platn, el Bien es el principio de visibilidad, el conocimiento verdadero; en el caso de Agustn de Hipona, sin embargo, es Dios quien ocupa dicho puesto.Dialctica:La dialctica es el mtodo o camino para lograr el conocimiento por medio de preguntas y respuestas. ste mtodo, es para Platn la actitud propia del filsofo verdadero, el mtodo filosfico supremo. Para Agustn, en cambio, supone una bsqueda interior en la cual el ser humano busca la verdad en su interior en lugar de en el exterior pero necesita de la iluminacin divina.Para ambos pensadores el alma es principio de conocimiento y en ella se sita la razn, el entendimiento y la capacidad humana para conocer la verdad. Platn considera que el alma ya exista en el mundo de las ideas antes de unirse al cuerpo. Agustn, en cambio no cree que el alma haya existido anteriormente y el conocimiento consiste en percibir las ideas eternas puestas por Dios en su interior. 10