35779200 Aime Cesaire Sus Discursos Sobre Colonialismo y Negritud
Aime Cesaire Desde America Latina Libro-libre
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Elena Oliva, Luca Stecher y Claudia Zapata (Editoras)
Aim Csaire desde Amrica Latina
Dilogos con el poeta de la negritud
Santiago de Chile, 2010
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NDICE
Pgina
Prlogo Luca Stecher, Elena Oliva y Claudia Zapata 4 La figura de Aim Csaire Trayectoria y pensamiento anticolonial en el poeta de la negritud Elena Oliva 10 Desde la historia y la poltica A cincuenta aos de la renuncia de Aim Csaire al Partido Comunista Francs Grnor Rojo 22 Pensamiento histrico en Discurso sobre el colonialismo: la historicidad como condicin de posibilidad de una crtica anticolonial Matas Marambio de la Fuente 34 En torno al Cuaderno de un retorno al pas natal: identidad, pensamiento poltico y escritura potica Mara Jos Yaksic 49 Desde los intercambios intelectuales Tensiones y continuidades en la historicidad de la negritud: Aim Csaire ante Frantz Fanon Ricardo Lpez 69 La(s) identidad(es) de Aim Csaire segn Stuart Hall Elsa Maxwell 87 Negritud y cosmovisionismo mapuche frente al poder (neo) colonial. Apuntes (muy) preliminares para una reflexin (auto) crtica Jos Ancn Jara 101 Desde la literatura La humanidad reducida al monlogo: notas sobre Una tempestad desde el pensamiento crtico de Aim Csaire en tres actos y dos intermedios Gustavo Ramrez 126 Historia y poesa en el teatro de Aim Csaire
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Irmtrud Knig 146 Y la vida brotando impetuosa de este estiercolero. Aim Csaire: resistencia y descolonizacin Alejandra Bottinelli Wolleter 160 Sobre la poesa de Aim Csaire: entre una poltica de la significacin y una meta-potica de la connotacin Christian Anwandter 174 Sobre los autores 195
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DESDE LOS INTERCAMBIOS INTELECTUALES
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Tensiones y continuidades en la historicidad de la negritud:
Aim Csaire ante Frantz Fanon
Ricardo Lpez Muoz
Introduccin
La negritud no es un concepto nico, si lo entendemos como la vindicacin de la
condicin humana del negro desde s mismo, enfrentado a la discriminacin y explotacin
blanca en un contexto colonial. En esos trminos, la negritud tiene en el Caribe ms de un
autor. En la regin encontramos a figuras como el jamaicano Marcus Garvey (18771944),
que reivindica a travs de la Asociacin Universal para el Mejoramiento de los Negros
en 1914 la grandeza de la historia de la civilizacin negra frente al mundo occidental y
blanco-, y apuesta a que la identidad negra y sus valores culturales sean una fuente de
orgullo para los negros de las Antillas y de Amrica. Garvey impulsa un movimiento
poltico y social que auspicia el retorno a frica de la poblacin negra americana, lo que
para l involucra un regreso a la tierra ancestral, en donde puede y debe reinar la justicia
perdida con la esclavitud. En Hait, el mdico, escritor y etngrafo Jean PriceMars (1876
1979) seala al negro como un individuo portador de una historia y una cultura propia,
contrapuesta a la cultura blanca. En el contexto de la ocupacin norteamericana de Hait
(19151934) escribe Ainsi parla l'oncle (As habl el to, 1928), ensayo en el que estudia
los fundamentos histricos y etnogrficos de la cultura haitiana. PriceMars afirma sobre
todo que los haitianos no son franceses de color, sino una comunidad portadora de una
doble herencia: francesa y africana. El haitiano es un intelectual, ms que un agitador
poltico. Sin embargo, desde esa condicin sistemticamente demand a sus compatriotas
que asumiesen su herencia africana, de la que la oligarqua local siempre reneg (Lpez 65-
73). Sus postulados fueron respaldados por escritores y poetas agrupados en La Revue
Indigne [La revista indgena], entre ellos el poeta Jacques Roumain (fundador del Partido
Comunista Haitiano), quien canalizar en un sentido ms poltico la defensa cultural del
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negro, asocindola con la confrontacin radical de toda comunidad oprimida por el
capitalismo.
La negritud de Garvey, PriceMars y Roumain es parte constitutiva de una reflexin
ms o menos colectiva de una comunidad de individuos del Caribe que a inicios del siglo
XX viven las circunstancias de una ya larga discriminacin social, poltica y cultural a
partir del color de su piel. Esta reflexin propone enfrentar la discriminacin racial desde el
reconocimiento de una identidad negra, descontaminada de la cultura occidentalblanca.
Para ello postula la apropiacin de las races africanas de los negros del Caribe como un
componente determinante en la recreacin de su identidad y su confrontacin con el blanco.
Tiene tambin una intencionalidad poltica, porque la discriminacin forma parte de las
estructuras de dominacin, colonial o postcolonial. En ese sentido, la negritud busca ser un
discurso anti-colonial. Las colonias francesas de Martinica y Guadalupe tambin se ubican
en el perodo en el centro de esta reflexin. Son colonias, su poblacin es
predominantemente negra, la discriminacin racial es parte de los instrumentos de
dominacin de la metrpoli y, tal como acontece en Jamaica y Hait, cuentan con una
comunidad de individuos que reflexionan acerca de su realidad. La figura ms descollante
de esta comunidad es el martiniqueo Aim Csaire. l ser quien finalmente acue el
concepto de negritud tal como hasta hoy es comprendido. Sin embargo, la prctica del
concepto de Csaire no estar exenta de crtica, la que provendr de otro martiniqueo,
Frantz Fanon. En algn momento Fanon, como discpulo de Csaire, suscribi la negritud,
sin embargo los caminos y las experiencias de cada uno sern distintos. Cada cual debi
reescribir con sus prcticas un discurso que requiri adaptarse a realidades nuevas, distintas
a las que le dieron origen en la primera mitad del siglo XX, cuando posiblemente ambos
martiniqueos estaban de acuerdo.
Circunstancias coloniales de una negritud singular
Las islas de Martinica y Guadalupe son colonias francesas desde el siglo XVII.
Ambas son tempranamente espacios destinados al cultivo de caa de azcar, lo que
conlleva la importacin forzada de grandes contingentes de africanos para laborar, bajo
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rgimen de esclavitud, en las plantaciones caeras. A consecuencia de ello, en las dos islas
la poblacin ser predominantemente negra y esclava. En el contexto de la Revolucin de
1848, Francia aboli la esclavitud en sus colonias antillanas. A partir de ese momento sus
habitantes tambin recibieron la nacionalidad francesa y el derecho de cada colonia a tener
una representacin en la Asamblea Nacional de Francia. Seguramente fueron las
circunstancias radicales del movimiento revolucionario que entonces aconteca en la
metrpoli lo que determin tal generosidad. A partir de entonces, los nuevos ciudadanos
iniciaron un proceso en el que poco a poco fueron ocupando ciertos espacios (limitados, por
cierto) en la administracin de sus territorios, as como distintos puestos en la
administracin de las colonias francesas en frica. Gradualmente se constituy as un
sector social mesocrtico negro en ambos territorios.
No obstante, este proceso no signific para sus habitantes el fin de la discriminacin
racial sobre la que se haba construido el rgimen esclavista abolido. Al contrario, dicha
discriminacin se sostuvo, se reelabor y devino ms compleja, conforme la expansin
colonial francesa se incrementaba en frica a lo largo del siglo XIX, y tambin a medida
que en Europa se extenda un potente debate acerca de la nacin, en donde lo racial
constitua uno de sus componentes relevantes. A modo de ejemplo, casi coincidiendo con la
abolicin de la esclavitud en las Antillas, se difundieron en Francia las tesis de Joseph
Arthur de Gobineau, enunciadas en su Essai sur l'ingalit des races humaines [Ensayo
sobre la desigualdad de las razas humanas] publicado entre 1853 y 1855. Dichas tesis se
orientaban a fundamentar la superioridad de la civilizacin y la raza blanca europea
(pura, pero susceptible de ser mezclada), frente al carcter inferior de las razas negra y
amarilla. En trminos similares se expresaba hacia 1871 Ernest Renan, quien proclamaba
como raza de amos, guerreros y conquistadores a los blancos europeos, mientras que a la
raza china le adjudicaba una vocacin de obreros manufactureros, y a la raza negra, la
de labradores de la tierra. Ambas requeran de la gua y administracin de la raza blanca,
en beneficio de ellas. Estas ideas eran parte de una discusin de escala europea acerca de la
manera cmo se conformaban las naciones en el viejo continente, pero tambin eran
funcionales a los procesos de expansin colonial francesa sobre frica y Asia.
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Durante la segunda mitad del siglo XIX, los efectos de estos discursos los sufrieron
sobre todo los pueblos de frica y Asia, en el contexto de la expansin del colonialismo
francs y europeo. Sin embargo, los nuevos ciudadanos franceses de las Antillas tambin
estuvieron sujetos a una discriminacin asociada a estos discursos. No solo vieron limitado
el acceso a la gestin local de sus territorios conforme lo establecan normativas especficas
francesas, que reservaban a los metropolitanos los puestos claves de la gestin de las
colonias. La discriminacin involucr tambin grados relevantes de paternalismo de parte
de los blancos, que se expresaron en la incorporacin de percepciones entre la poblacin
negra de que su movilidad y ascensin social y cultural se vinculaba con el grado en que
integraban a su conducta maneras y educacin francesa (y obviamente blanca). En otras
palabras, se instal entre la mayora de la poblacin negra la idea de que para ser
efectivamente un francs civilizado, era necesario blanquearse culturalmente para
legitimarse ante una Francia generosa y civilizada.
No obstante, el hecho de que los antillanos fueran ciudadanos franceses introdujo un
ingrediente especial en la evolucin de esta cultura de blanqueamiento. Estos ciudadanos
con derechos limitados transformaron en una reivindicacin el ejercicio pleno de esos
derechos, tal como corresponda a cualquier ciudadano de la metrpoli. A ello contribuy el
ir y venir de antillanos a Francia, en funcin de educarse, para cumplir el servicio militar,
para ser parte de la administracin colonial francesa en frica, o por simple emigracin en
funcin de mejores expectativas de vida. Este flujo llev tambin a que los antillanos, al
regresar a sus territorios, importaran formas de organizacin social, sindical y poltica
propias de Francia. Dentro de estas organizaciones muchas veces filiales de
organizaciones metropolitanas- la exigencia de una ciudadana efectiva y plena fue casi
siempre un componente ineludible de sus demandas.
De esta forma, a inicios del siglo XX, tanto en Martinica como en Guadalupe, un
conjunto de organizaciones polticas y sociales reclamaron la departamentalizacin de sus
territorios. La departamentalizacin significara la plena vigencia de las leyes y normas
propias de un Departamento francs, conforme a la estructura poltico-administrativa de
Francia, el fin del estatus colonial de las islas y el pleno ejercicio de la ciudadana para sus
habitantes. Era la manera de acceder a la igualdad de derechos, el consecuente fin de la
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discriminacin y el efectivo y total acceso a la administracin de las islas. Esta
reivindicacin, que rpidamente fue adoptada por la mayora de la poblacin de las islas, se
enfrent, a lo largo de la primera mitad del siglo, a la oposicin sistemtica de la metrpoli,
que en ocasiones lleg a reprimir por la fuerza a los manifestantes por la
departamentalizacin.
Sin embargo, paralelamente al desarrollo de esta demanda, aconteca un nuevo
fenmeno en el mbito cultural. El flujo migracional de estudiantes antillanos a Francia
llev al encuentro de algunos entre ellos el martiniqueo Aim Csaire con estudiantes
africanos. De dicho encuentro surgi un debate acerca de la discriminacin, la desigualdad
y el colonialismo. Estos debates, ms que ser un intercambio de criterios abiertamente
polticos, se desplegaron dentro del mbito de la historia, la literatura y el vnculo comn
que compartan los distintos interlocutores: todos eran negros.
La negritud al fin
Aim Csaire es un joven martiniqueo que desembarca en Pars en 1931 para
completar sus estudios secundarios y a partir de 1934 ser alumno de la Escuela Normal
Superior. Ese ao tambin entra en contacto con un grupo de estudiantes antillanos y
africanos; entre ellos, los poetas Lon Gontran Damas, de Guyana; Guy Tirolien, de
Guadalupe; y el poeta senegals Lopold Sdar Senghor. Comparten la percepcin de ser
discriminados, y sobre todo la de ser parte de una vasta comunidad negra, an alienada por
la cultura blanca, y que sin embargo es portadora de una identidad que se asocia a su
historia y a valores culturales propios. Esta sensibilidad los moviliza, los lleva a debatir
desde sus distintas experiencias la condicin humana del negro. Juntos tambin fundan en
1934 la revista Ltudiant noir. En ella Aim Csaire enuncia el concepto de negritud.
Tambin le corresponde a Csaire profundizar dicho concepto al escribir en 1939 Cuaderno
de un retorno al pas natal, poema en donde presenta a la negritud como la idea que debe
estructurar y canalizar la ruptura del negro con la discriminacin y el encuentro con su
cultura, distinta a la occidental:
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oh amistosa luz oh fresca fuente de la luz los que no han inventado ni la plvora ni la brjula los que nunca han sabido domar ni el vapor
ni la electricidad los que no han explorado ni los mares ni el cielo pero sin los cuales la tierra no sera la tierra corcova tanto ms bienhechora cuanto que la tierra
abandona ms a la tierra silo donde se preserva y madura lo que la tierra tiene de
ms tierra mi negritud no es una piedra cuya sordera arremete
contra el clamor del da mi negritud no es una mancha de agua muerta en el ojo muerto de la tierra mi negritud no es una torre ni una catedral se zambulle en la carne roja del suelo se zambulle en la carne ardiente del cielo agujerea el agobio opaco de su erguida paciencia. Ei para el Kailcedrato real! Ei para los que nunca han inventado nada para los que nunca han explorado nada para los que nunca han domado nada (94, 96).
Es cierto que la negritud que Csaire enuncia en Cuaderno de un retorno al pas
natal no es una formulacin necesariamente precisa o evidente. Sus versos apelan a la
diferencia, a la no pertenencia a un Occidente blanco, creador no lo desconoce, pero
tambin dominador. Al mismo tiempo se identifica con una visin casi inocente de un
mundo que quiere ser el propio, asociado a la tierra, a la naturaleza, y en el que el autor se
sumerge como un elemento ms, para finalmente rendir homenaje a quienes son parte de
esa tierra y sobre todo de un futuro pendiente de construir, pero que no tiene que ver con
aquel Occidente creador y opresor. Su negritud interpreta de forma lrica la identidad de
esa vasta comunidad de personas definidas por los blancos como negros, y que se localizan
en Pars, pero tambin en frica, en el Caribe, en Norteamrica y en Latinoamrica. Ella
quiere ser la intrprete de una nueva visin de esta comunidad, que debe ser construida por
ella misma. Su negritud denuncia y rechaza la asimilacin cultural, el blanqueamiento, la
imagen del negro pasivo, incapaz de poseer y crear una civilizacin. Convoca a conocer y
difundir entre los negros la grandeza de la historia de su civilizacin frente al mundo
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occidental, y sobre todo apuesta a que la identidad negra y el conjunto de valores culturales
del mundo negro, sea una fuente de orgullo para sus portadores. La negritud del
martiniqueo no es as un programa poltico. Es sobre todo una apelacin a descubrir una
identidad que contiene valores hasta entonces negados u ocultos, que pueden y deben
oponerse a la cultura blanca occidental, pero que tienen un valor en s mismos. En el
mbito de las manifestaciones culturales de raz negra de entonces, especialmente entre
poetas, escritores y artistas, el concepto enunciado por Aim Csaire se constituye en un
referente determinante.
Por otra parte, la negritud de Csaire est antecedida por los planteamientos que han
hecho Marcus Garvey y Jean PriceMars, entre otros. Pero ambos lo han hecho en
circunstancias distintas, y con un eco a veces restringido. Csaire, a diferencia de ellos, se
encuentra en el lugar y en el momento preciso para que su concepto tenga una vasta
difusin y aceptacin. Pero adems, la propagacin de la negritud de Csaire se explica
porque es un concepto plstico. Da cuenta de un diagnstico y hace una propuesta en
general aceptada por la intelectualidad negra de entonces: la existencia de una antigua pero
vigente asimilacin cultural, a la que se debe oponer el reconocimiento de una an ms
antigua cultura negra. El diagnstico y la propuesta del concepto adquieren una validez que
no se ubica en un polo especfico, que no sea la comunidad negra y su cultura, donde sea
que se encuentre. Poda no ser seductora una propuesta de vindicacin de la cultura del
negro que no involucraba ms que reconocerse?
A punto de iniciarse la Segunda Guerra Mundial, Csaire retorna a Martinica. Sin
embargo, la guerra llega tambin a las Antillas con el rgimen de Vichy. Bajo el nuevo
gobierno toda forma de participacin dentro de los gobiernos locales de Martinica y
Guadalupe desaparece. Clandestinos, los partidos polticos antillanos adhieren al gobierno
en el exilio del General De Gaulle, exigiendo, eso s, con el retorno de la Repblica, la
definitiva departamentalizacin de las colonias. De Gaulle lo acepta. Csaire, producto de
la represin del rgimen, opta en 1944 por residir en Hait.
Finalmente, en 1945 Csaire es elegido Alcalde de Fort de France (capital de
Martinica) y diputado ante la Asamblea Nacional por el Partido Comunista Francs. Es l
quien presenta la ley para la departamentalizacin de Martinica, Guadalupe, Guyana y la
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isla de la Reunin en 1946. La ley es aprobada ese ao. Parece que al fin los ciudadanos de
las Antillas podrn serlo a cabalidad.
Las mscaras de la negritud
Al poco tiempo de su implantacin, para buena parte de los antillanos es evidente
que la departamentalizacin no haba llegado tal y como haba sido su aspiracin. La ley
que la estableci exiga un reglamento de aplicacin. Dicho reglamento en la prctica
defini que la departamentalizacin de las Antillas se efectuara de manera gradual. Caso a
caso, las nuevas y viejas leyes y reglamentaciones, de ejecucin inmediata en la Francia
metropolitana, necesitaran normativas especiales para su aplicacin en los nuevos
Departamentos Franceses de Ultramar. Por otra parte, tambin resulta evidente que el
paternalismo francs y la discriminacin subyacente en l siguen siendo la base subjetiva (y
colonial) del relacionamiento entre blancos y negros.
Desde lejos, acompaan la decepcin que embarga a los antillanos, la represin que
sufren por parte de Francia los nacientes movimientos de liberacin nacional en frica
negra, adems de los que se desarrollan en Argelia y Viet-Nam. Sin embargo, esta lejana
es slo geogrfica. Parte de la comunidad intelectual de las Antillas que ha abrazado la
negritud se siente convocada no slo a solidarizar con estos movimientos. Tambin vincula
su sentimiento de decepcin ante la nueva realidad de las Antillas con las luchas anti
coloniales que se desarrollan del otro lado de Atlntico. El ejemplo ms evidente de esta
convergencia la encontramos en el martiniqueo Frantz Fanon.
Fanon, siendo nio, ha sido alumno de Aim Csaire. En Francia participa en la
resistencia contra la ocupacin alemana. A partir de 1945 estudia medicina en Lyon.
Aunque la mayor parte de su vida no reside en Martinica, su primer ensayo Piel negra,
mscaras blancas, publicado en 1952, refiere a ella y a sus circunstancias coloniales, no
obstante la departamentalizacin. Al inicio de su ensayo se interroga acerca del objetivo de
su raza, y se responde: No buscamos otra cosa, nada menos, que liberar al hombre de color
de s mismo, para luego agregar, El blanco est encerrado en su blancura () El negro en
su negrura () hay negros que quieren demostrar a los blancos, cueste lo que cueste, la
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riqueza de su pensamiento, la igual potencia de su espritu () Cmo salir de este
crculo? (8-10). Este dilema atraviesa su ensayo, y para intentar resolverlo diseccionar
parte de la sociedad martiniquea, en gran medida desde sus propias vivencias y
percepciones.
Fanon escoge en primer lugar el dilema del lenguaje en Martinica. Un dilema acerca
del cual Csaire hasta entonces no ha hecho sino referencias indirectas. Para Fanon, si algo
pone en evidencia la existencia del creole (el idioma que hablan los negros de las Antillas)
es la presencia entre los habitantes de las Antillas de un doble discurso respecto a su
bsqueda de un espacio social que los reconozca: se expresa en francs ante el blanco y an
ante ciertos antillanos, como una manera de buscar una paridad cultural a travs de un
idioma que le ha sido inducido como expresin de civilizacin. Sin embargo, en su vida
ms cotidiana se expresa en creole, y por su intermedio pone de manifiesto su diferencia
con el otro occidental, as como la fuerza de su cultura, capaz de generar un idioma
distinto al del colonizador. Pero en 1952 no es evidente que esto ltimo sea percibido as.
Al contrario, prima entre los habitantes de las Antillas la bsqueda de una legitimizacin
social donde el blanco y su idioma es la medida de lo civilizado. Sin embargo, para Fanon
no es ste el dilema mayor. Ms grave le parece que an desde el idioma del colonizador, el
negro es tratado despectivamente. El idioma francs es un componente ms de la
discriminacin principalmente por el tono y la forma que debe asumir el negro cuando se
expresa en francs ante un blanco. Si -seala-, al negro se le pide que sea un buen negro;
establecido esto, todo lo dems viene solo. Hacerle hablar negrito supone adherirlo a la
imagen que de l se tiene, untarlo de negro charol, aprisionarlo, hacer de l la vctima
eterna de una esencia, de un aparecer del cual l no es responsable (29, nfasis en el
original). Este dilema no est resuelto para Fanon. Ms que la valorizacin de la existencia
de un idioma propio, el creole, el martiniqueo denuncia y ataca el uso diferenciado que
hacen el blanco y el negro del francs, que no obstante ser el puente comn de
comunicacin, est impregnado del desprecio del blanco hacia el negro, desprecio que
finalmente termina impregnando al negro.
A lo largo de su ensayo Fanon trasunta rabia, y hasta impotencia, ante la
discriminacin que sufre su pueblo y l mismo: Cochino negro! o, simplemente,
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Mira, un negro! () Yo llagaba al mundo ansioso de encontrar un sentido a las cosas,
mi alma henchida del deseo de estar en el origen del mundo, y hete aqu que yo me
descubra objeto en medio de otros objetos (90). Fanon siente angustia y quiere salir de
ella, quiere encontrar una alternativa que le devuelva su dignidad. Pero su experiencia solo
le reafirma que es un individuo que por su color de piel est cosificado ante el blanco. Por
ello, casi hablndose a s mismo, dice: decid afirmarme en tanto que NEGRO. En vista
de que el otro dudaba en reconocerme slo me quedaba una solucin: hacerme conocer
(95).
La conciencia de su condicin de negro necesariamente discriminado no lo lleva, sin
embargo, a situarse al lado de los dems discriminados (que no sean los de su raza).
Polemizando con Jean Paul Sartre, piensa en las circunstancias extremas de discriminacin
y sufrimiento vividos por los judos en el curso de la Segunda Guerra Mundial. Pero afirma,
el judo no es integralmente lo que es. l s lo es: Estoy sobre-determinado desde el
exterior. No soy el esclavo de la idea que los otros tienen de m, sino de mi parecer
(Ibd.). Pero, cmo entonces reafirmarse en tanto que negro? Fanon evoca entonces los
poemas de Csaire en Cuaderno de un retorno al pas natal, y con ellos siente enrojecer
de sangre (103). Se siente interpretado por la negritud, que lo invita libremente a escarbar
en sus orgenes africanos.
No obstante, al final de su ensayo, vuelve a s mismo. No reniega de la negritud,
pero termina por situarse entre y desde los negros explotados, ms all del color del que los
explota. Desde ellos y con ellos convoca al combate en nombre de los sufrimientos ms
elementales y dramticos: la explotacin, la miseria, el hambre. Su condicin humana,
aquella que ha descubierto a travs de su experiencia y desde la negritud, es la que mueve
su convocatoria. Su postura final trasunta sobre todo humanismo. Termina entonces
haciendo una pregunta que es la respuesta a su angustia inicial: Acaso no me ha sido dada
mi libertad para edificar el mundo del Tu? (192, nfasis en el original).
Csaire revolucionario
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Dos aos antes de la publicacin de Fanon, Csaire ha publicado un ensayo de tono
similar: Discurso sobre el colonialismo. Csaire est conmocionado ante la fuerza que
alcanzan entonces los movimientos de liberacin nacional de frica, as como los de
Argelia y Viet-Nam. Tambin lo indignan las acciones represivas de Francia a estos
movimientos. Pero, cmo expresar esta conmocin y esta indignacin: como negro, como
antillano o como francs?
En su ensayo Csaire ataca el cinismo, el doble estndar de la civilizacin
occidental, que ubica muy especialmente en Europa. No cuestiona, aparentemente, su
civilizacin, en trminos de su aporte cultural. Europa es, a su entender un cruce de
caminos;el lugar geomtrico de todas las ideas, el receptculo de todas las filosofas, el
lugar de acogida de todos los sentimientos,el mejor distribuidor de energa (Discours
sur le colonialisme17 10). Sin embargo, le critica no haber resuelto los problemas del
proletariado y los del colonialismo. Esto ltimo parece ser clave en su texto. Csaire habla
aparentemente como colonizado, como vctima, como un antillano que sita su espacio de
vida y su condicin de dependencia a la misma altura de Indochina, Madagascar y frica
continental. Desde esa posicin percibe a la colonizacin en funcin de la descivilizacin
del colonizado. Funcin que tiene como efecto su degradacin. Hasta cierto punto ello es
coherente con su concepto de negritud. sta quiere vindicar la historia y la cultura del
negro, y su capacidad de construir o recrear un futuro que sea expresin de su
civilizacin. Sin embargo, Csaire, casi con vergenza de francs, desglosa las
construcciones discriminadoras y racistas que sostienen al colonialismo, el mismo que hasta
1946 ha oprimido a Martinica. A partir de Renan, describe cmo desde la propia Europa se
elaboran los discursos que la sitan como una comunidad racialmente superior, llamada a
someter a pueblos necesariamente inferiores de Asia y frica. Y se pregunta: Quin
protesta ante estas ideas? ningn escritor autorizado, ningn acadmico, ningn
predicador, ningn poltico, ningn cruzado del derecho y la religin, ningn defensor del
ser humano (Discours sur le colonialisme 17). Su pregunta -es inevitable pensar de otra
manera- es un llamado a la intelectualidad francesa, de la que al parecer se siente parte. No
encuentra entonces respuesta. De all que su conclusin sea que una nacin que coloniza,
17Todas las citas del Discours sur le colonialisme y del Discours sur la ngritude, son traducciones mas.
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que justifica la colonizacin, es una civilizacin enferma, que puede terminar negndose a
s misma. Hitler ya ha sido entonces un ejemplo de ello (Discours sur le colonialisme 18).
Csaire en su ensayo abunda en ejemplos, preferentemente franceses, de violencia y
devastacin en la conquista colonial. Por ello reitera que la colonizacin deshumaniza al
hombre ms civilizado, que la conquista colonial basada en el desprecio del nativo,
tiende a modificar invariablemente al conquistador, quien para darse buena conciencia se
acostumbra a ver en el otro a la bestia, y tiende a transformarse l mismo en bestia
(Discours sur le colonialisme 21). Por otra parte, Csaire tambin desarma los paradigmas
de otra vertiente de los discursos colonialistas, que denomina la buena conciencia del
conquistador. Dicha vertiente pretende valorar el aporte de la colonizacin entre los
pueblos sometidos: progreso material, mejora en la calidad de vida, desarrollo de
infraestructura. Aunque crtica respecto a los mtodos represivos para instaurar el
colonialismo y someter a sus comunidades, la buena conciencia del conquistador apuesta
al trato paternal del colonizado. En definitiva, apuesta a convencerlo de los beneficios
civilizadores de los recin llegados. Sin embargo, al momento de refutar esta visin,
Csaire recurre a una personal interpretacin de la historia de las sociedades sometidas.
Idealizndolas, plantea que Eran sociedades comunitarias, nunca de todos para algunos
pocos. () Eran sociedades no slo antecapitalistas, sino tambin anti-capitalistas. ()
Eran sociedades democrticas, siempre. () Eran sociedades cooperativas, sociedades
fraternales (Discours sur le colonialisme 25, nfasis en el original). En rigor, Csaire sabe
que ello no era as. Sabe que el mundo colonial es sumamente complejo, y que encierra
desigualdades. Acaso ya no lo ha dicho Fanon? Al mismo tiempo, casi en contradiccin
con lo anteriormente dicho, Csaire apela a la bsqueda del progreso entre los pueblos
sometidos por el colonialismo, progreso que sita dentro de parmetros europeos, a lo
menos en lo que refiere a la materialidad de esta bsqueda: escuelas, caminos, puertos. Ms
an, plantea que esas son las demandas de los colonizados, y que por tanto estos van hacia
delante, en busca de esa civilizacin que Europa les niega (Discours sur le colonialsime
28).
En su Discurso sobre el colonialismo Csaire critica una amplia gama de discursos
europeos, y muy especialmente franceses, que buscan legitimar el colonialismo desde su
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perspectiva ms devastadora; aquella que basa la conquista colonial en la superioridad del
blanco europeo sobre el resto del mundo. Incluso critica sus variables ms benignas, o
aquellas que desde una perspectiva antropolgica, justifican el colonialismo apelando al
buen trato y la igualdad jurdica entre conquistador y conquistado. Sin embargo, se tiene la
impresin de que siempre, o casi siempre, Csaire lo hace sumido en una contradiccin en
donde se cruzan su condicin de francs, antillano y negro. Ello parece colocarlo a mitad de
camino entre lo racialmente superior y lo inferior, en trminos de sentirse tributario de
la cultura francesa, y de cierta mirada ubicada en la ciudad letrada francesa. Parece
querer proteger a Francia y a sus referentes ms sagrados (o que l entiende como
sagrados): la libertad, la igualdad, la fraternidad, referentes que deberan proyectarse sobre
los espacios conquistados; que deberan ser defendidos por la comunidad intelectual
francesa, por eso pregunta quin protesta ante estas ideas? Sin embargo, Csaire no quiere
ser un servidor de significaciones que no comparte. Es por ello que es su condicin de
negro identificado con la negritud, la que lo lleva a identificarse con sus iguales raciales de
frica. Por ello su Discurso sobre el colonialismo es casi a pesar de l un vehemente
ataque al colonialismo, en donde intenta ubicarse como un negro ms, como una vctima
ms, no obstante que las Antillas, el lugar donde se encuentran sus races, no forma parte de
su crtica. De hecho, las Antillas solo aparecen mencionadas dos veces en su ensayo.
Quizs lo que an no puede percibir Csaire en 1955 es que la convergencia
suscitada de su encuentro parisino de 1931 con frica que se traducir finalmente en su
concepto de negritud est tomando nuevas formas. El orgullo de ser negro, la apropiacin
identitaria de su historia, de su civilizacin y su capacidad de recrearla, sigue en 1955
cumpliendo una funcin liberadora, pero ajustada a un contexto nuevo, que ha visto
aparecer los movimientos de liberacin nacional en el imperio colonial francs. La negritud
es complementaria a estos movimientos, los alimenta, pero ellos no se agotan en ella.
Cuando nace la negritud como discurso especfico, reconocido y legitimado, an no
existen los movimientos de liberacin nacional africanos. Las Antillas son an colonias en
su sentido ms puro. Sin embargo, cuando Csaire publica su Discurso sobre el
colonialismo, la rebelin del frica negra est en marcha, y sin embargo, Martinica y
Guadalupe son al fin (y a pesar de sus restricciones) Departamentos de Ultramar. Quizs
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por ello, ms que la negritud, es Csaire quien se ve entrampado en una contradiccin
aparentemente insalvable. Posiblemente en 1934 la negritud se localiza, como propuesta
cultural e identitaria que va a expresarse sobre todo a travs de la poesa, en la periferia de
la ciudad letrada francesa y en los bordes de la modernidad. Sin embargo, veinte aos
despus, la departamentalizacin ha acercado al centro de la ciudad letrada a la negritud, de
la mano de Csaire. Ello, empero, no quiere decir que la negritud pierda su autonoma.
Csaire es quien la enuncia, y en el instante despus de enunciarla, adquiere alas propias, y
se va con quien quiera apropiarse de ella. As lo hace Senghor en el Senegal, y as tambin
lo hace Fanon, en su Piel negra, mscaras blancas. De esta forma, la fuerza liberadora de
la negritud se encuentra en quienes hacen uso liberador de ella, en quienes la adaptan e
integran a los nuevos movimientos anticoloniales que aparecen a partir de 1945. Csaire
intenta hacerlo. Su ensayo es un vehemente llamado a detener la brutalidad del
colonialismo francs, pero tambin es una evidente declaracin de que la realidad de
Csaire ha cambiado, y que la adaptacin que hace de su negritud proviene de esa
convergencia tan contradictoria como real de ser negro, ser antillano y ser francs. No por
gusto ser diputado en la Asamblea Nacional durante cuarenta y ocho aos, y alcalde de
Fort de France durante cincuenta y seis aos.
Frantz Fanon ante la negritud
La crtica de Fanon a la negritud no es la crtica a Aim Csaire. Este ltimo es el
autor del concepto, pero como hemos dicho, el mismo se reproduce y adapta a la evolucin
de las circunstancias de las Antillas y de frica. Por otra parte, el Fanon de 1952 no es el
mismo de 1961, cuando escribe un nuevo ensayo: Los condenados de la tierra. En 1956,
dos aos despus del inicio de la guerra de liberacin nacional de Argelia, ha adherido a esa
causa. Pasa a ser miembro de la redaccin de El Moudjahid, rgano del Front de Libration
Nationale (Frente de Liberacin Nacional, FLN) de Argelia. Es perseguido por las
autoridades francesas. Hasta su muerte es un militante anticolonialista que encuentra su
espacio de accin en la lucha de Argelia por su independencia.
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En Los condenados de la tierra, Fanon centra su atencin en el colonizado africano.
A ste lo presenta como un individuo con una historia y una cultura propia y en ello sigue
a Csaire- que debe oponerse al y a lo occidental. Desde esta oposicin concibe la
liberacin de frica del colonialismo. Pero adems plantea la necesidad de un hombre
nuevo, que debe nacer del propio proceso de liberacin, emancipado de la alienacin
blanca. Su rechazo a lo occidental supone un rechazo a sus formulas de sociabilidad y de
hacer poltica, en tanto stas apelan ms a la razn del colonizador y a la supremaca
blanca, que a la opcin de franca y radical ruptura que a su entender permea a los
movimientos de liberacin nacional africanos (Los condenados de la tierra 31, 38).
Aunque en la primera parte de Los condenados de la tierra Fanon reclama como
legtimo derecho que los pueblos colonizados sobre todo africanos- ejerzan la violencia
para liberarse de sus metrpolis, de sus reflexiones y propuestas interesa sobre todo la
diseccin que efecta de los distintos procesos por los cuales el sometido se ve sujeto a la
colonizacin de su cultura, de sus modos de vida, e incluso de su perspectiva liberadora. Si
para Fanon es necesaria una ruptura poltica radical de las colonias con sus metrpolis, ella
debe involucrar tambin una ruptura con la alienacin cultural a la que est sujeto el
colonizado. Es por eso que siempre desde frica ataca no solo la explotacin que ha
sufrido ese continente. Ataca tambin la opcin de simple relevo de parte de las lites
negras que se constituyen en reemplazo del poder colonial, y que sin embargo sostienen y
prolongan las desigualdades heredadas del colonialismo. La ruptura con el colonialismo
tiene as para Fanon un carcter de liberacin nacional, donde la nacin una cuestin que
para 1961 est pendiente o en sus primeros asomos en el continente africano debe
asociarse a la creacin de una conciencia ligada a la bsqueda de una opcin igualitaria.
Esta perspectiva, que para llevarse a efecto apela adems a formas de organizacin y de
perspectiva poltica propias de los aos sesenta (crear conciencia, romper con la cultura
colonial, combatir por la causa emancipadora, romper con los moldes burgueses) introduce
un componente que en las Antillas nunca llega a estar presente, ni an en la negritud: la
construccin de la nacin.
Desde esta perspectiva, Fanon interpreta a la negritud como un componente del
camino hacia la liberacin nacional, pero que no lo agota:
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los cantores de la negritud opusieron la vieja Europa a la Joven frica, la razn fatigosa a la poesa, la lgica opresiva a la naturaleza piafante; por un lado rigidez, ceremonia, protocolo, escepticismo, por el otro ingenuidad, petulancia, libertad, hasta exuberancia. Pero tambin irresponsabilidad (Los condenados de la tierra 194).
Para Fanon dicha irresponsabilidad radica en no vincular la cultura africana a la
construccin de una cultura nacional. La negritud convierte a la comunidad africana en el
referente cultural del mundo negro, y la lleva a incluir en ella a la dispora negra. Ello
degrada la historicidad de las comunidades negras, que tienen diferencias que no son
circunstanciales, sino que forman parte de su evolucin histrica, no obstante que se
encuentren enlazadas y hagan causa comn ante el colonialismo y la cultura blanca. De esta
manera, la negritud, que una vez fuera un referente esencial para las comunidades negras en
su bsqueda de identidad, es susceptible en el entender de Fanon- de transformar en un
callejn sin salida una identidad que no llega a cuajarse en un espacio geogrfico y
comunitario, en la medida que no da cuenta de las diferencias que existen entre cada
comunidad, an desde la perspectiva de su alienacin colonial, y que puede incluso
posponer el desarrollo de una cultura nacional al interior de cada una de esas comunidades,
especialmente si estn en lucha con el colonialismo (Los condenados de la tierra 196-197).
No obstante, la crtica de Fanon a la negritud, aunque relevante, no es agresiva con
Csaire. Los dilemas que el rebelde martiniqueo est enfrentando se enmarcan dentro de
los movimientos de liberacin nacional africanos, en donde la cultura a su entender- es un
componente esencial a la hora de configurar naciones. Es la alienacin cultural en frica la
que le interesa. Quizs en ese sentido, est polemizando con formas de negritud propias de
ese continente, tributarias del concepto enunciado por Csaire, pero que estn desarrollando
un camino propio en las circunstancias de frica de los aos sesenta. De hecho, Fanon
sobre todo arremete con agresividad en contra del intelectual colonizado africano; es
decir, aquel individuo que asume una lectura occidental de la independencia de los
pueblos de frica, y que ms que ir al encuentro de un hombre nuevo instala un discurso
de liberacin en la lgica del colonizador. El mundo en que se mueve Fanon en 1961 es
muy distinto al de Csaire. Y Fanon parece estar consciente de ello.
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Conclusin
En febrero de 1987, Aim Csaire imparti una conferencia en la Florida
International University, Miami. All seal:
La Negritud, ante mis ojos, no es una filosofa. () La Negritud no es una metafsica. () La Negritud no es una pretenciosa concepcin del universo. () Es una manera de vivir la historia en la historia: la historia de una comunidad donde la experiencia aparece, a decir verdad, singular con sus deportaciones de poblacin, sus transferencias de hombres de un continente al otro (Discours sur la ngritude 82).
De esta manera Csaire repeta una vez ms una definicin de la negritud amplia,
flexible, tal y como (aunque no textualmente) la haba enunciado en la dcada del treinta.
Difcil pensar no suscribirla, an hoy, por parte de cualquier negro que se sienta
discriminado, y alienado por la cultura blanca.
Sin embargo, Csaire agreg tambin que la negritud era expresin de una
revuelta contra el reduccionismo europeo En ese punto, quizs su negritud quedaba
en entre dicho. Si la negritud se expresa a travs de los hombres que la enarbolan y hacen
uso de ella para fines liberadores de ese reduccionismo, Csaire haba hecho de su
negritud una contradiccin insalvable al denunciar ms como europeo reducido que como
negro sublevado, el colonialismo en frica a travs de su Discurso sobre el colonialismo.
Pero, no era lgico que as le sucediera al Alcalde de Fort de France y diputado a la
Asamblea Nacional de Francia? Era posible otra posicin desde el Departamento Francs
de Ultramar de Martinica? Se tiene la impresin de que el dilema de Csaire ante la
denuncia del colonialismo en frica era entonces reflejo del dilema de la
departamentalizacin. Ella era el instrumento para el fin del colonialismo en las Antillas. Y
aunque en 1955 sta an no lo demostraba, la aspiracin de los antillanos de alcanzar una
efectiva igualdad se focalizaba exclusivamente en sta. Poda el alcalde de Fort de France
pensar algo distinto?
Tambin en su conferencia Csaire record el rol de fermento de la negritud en el
contexto de las independencias africanas de los aos sesenta. Y ciertamente, tena razn. La
negritud fue un canal para la toma de conciencia de parte de los africanos sobre su
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condicin colonial. Que en algn momento se agotara como catalizador de esa toma de
conciencia no es responsabilidad de ella ni de su autor. Simplemente frica evolucion
hacia formas distintas de enfrentamiento al colonialismo, y desde el momento en que
apareci la nacin como camino y objetivo de la liberacin, como referente cultural la
negritud result insuficiente para enmarcar las naciones que deban nacer en frica. Por eso
Fanon haba sido crtico con la negritud, aquella negritud asentada en frica, pero no con
Csaire. l no era responsable de que su hija volara con alas propias.
Bibliografa Csaire, Aim. Cuaderno de un retorno al pas natal. Trad. Agust Bartra. Edicin bilinge. Mxico D. F.: Ediciones ERA, 1969. __________. Discours sur le colonialisme; suivi de Discours sur la ngritude. Paris : ditions Prsence Africaine, 1955 et 2004. Fanon, Frantz. Los condenados de la tierra. Mxico D. F.: Fondo de Cultura Econmica, 1972. __________. Piel negra, mscaras blancas. Trad. ngel Abad. Buenos Aires: Editorial Abraxas, 1973. Lpez Muoz, Ricardo. La lite decimonnica haitiana: su afrancesamiento". Anales del Caribe 11 (1991): 65-73.
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Sobre los autores
Jos Ancn Jara es licenciado en Artes con mencin en Teora e Historia del Arte,
Universidad de Chile y Master en Antropologa, Universitat Autnoma de Barcelona,
Catalunya, Espaa. Es miembro del Centro de Estudios y Documentacin Mapuche Liwen
de Temuko, institucin que ha desarrollado una labor de documentacin, investigacin y
difusin de la cultura y sociedad mapuche en distintos mbitos de la sociedad regional y
nacional. Ha realizado investigacin y docencia en temas relacionados con la historia
mapuche del siglo XIX y contempornea, y relaciones intertnicas. Actualmente es docente
de la Escuela de Antropologa de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano e
investigador independiente.
Christian Anwandter curs estudios de Letras en la Universidad Catlica de Chile entre el
ao 2000 y el 2002. Obtuvo su licenciatura de pregrado en Letras Modernas con mencin
en Literatura general y comparada en la Universidad Paul Valry Montpellier III.
Posteriormente se gradu como master en Historia y Semiologa del texto y de la imagen en
la Universidad Denis-Dideron Paris VII el ao 2006. A partir del ao 2008, cursa el
doctorado de la misma escuela doctoral, dirigida por Julia Kristeva. Sus reas de trabajo
son la poesa chilena, poesa francesa, teora literaria as como las relaciones de esta con las
ciencias sociales.
Alejandra Bottinelli Wolleter posee ttulos de Magster en Estudios Latinoamericanos y
Licenciada en Literatura de la Universidad de Chile y cursa el doctorado en Estudios
Latinoamericanos en esa misma universidad. Actualmente dedica sus estudios a identidades
culturales y nacionales en Chile y Amrica Latina. Tiene publicaciones sobre colonialismo,
racismo, intelectuales, proyecto nacional y poder. Su tesis doctoral en desarrollo construye
una perspectiva sobre el discurso intelectual latinoamericano en el proceso de formacin de
los Estados-nacionales (1850-1910) a travs del anlisis de la obra de Ricardo Palma,
Francisco Bilbao, Benjamn Vicua Mackenna, Carlos Octavio Bunge, Euclides da Cunha,
Jos Mart y Manuel Gonzlez Prada.
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Irmtrud Knig es profesora de Estado (Universidad de Chile), Magster en Germanstica
(Universidad Tcnica de Berln) y Doctora en Literatura (Universidad de Bonn). Como
profesora asociada del Departamento de Literatura de la Facultad de Filosofa y
Humanidades de la Universidad de Chile, realiza docencia de pre- y postgrado. Es autora de
dos libros, Bertolt Brecht y John Gay: Dos visiones de mundo y La formacin de la
narrativa fantstica hispanoamericana en la poca moderna. Ha publicado artculos y
notas en revistas nacionales y extranjeras. Sus actuales investigaciones se orientan hacia los
estudios de literatura comparada con nfasis en literatura latinoamericana y literatura
europea. Entre los aos 2003 y 2008 fue directora del Departamento de Literatura de la
Facultad de Filosofa y Humanidades, Universidad de Chile. Actualmente es directora de la
Escuela de Postgrado de dicha Facultad.
Ricardo Lpez Muoz es licenciado en Historia en la Universidad de La Habana y
candidato a doctor en Estudios Latinoamericanos en la Universidad de Chile (becario
MECESUP UCH0710). Se ha especializado en historia de Amrica Latina y del Caribe.
Tambin se ha dedicado a la gestin del patrimonio cultural. Actualmente se desempea
como profesor en la Universidad Alberto Hurtado. Entre sus publicaciones se cuenta La
salvacin de la Amrica; Francisco Bilbao y la Intervencin Francesa en Mxico (1995) y
Gestin Participativa en Bibliotecas Pblicas. Los desafos de trabajar con la Comunidad
(1999).
Matas Marambio de la Fuente es estudiante de Licenciatura en Historia de la
Universidad de Chile, actualmente se encuentra realizando su tesis sobre museos y
exposiciones en Chile y Argentina durante el perodo nacional-popular. Es becario de
colaboracin acadmica en el rea de teora y metodologa del Departamento de Ciencias
Histricas de la Universidad de Chile. Miembro de EXPASIVA: Red de pensamiento
desviado, colectivo de jvenes interesados en arte, filosofa, post-feminismo y crtica
cultural. Sus intereses estn en el campo de los estudios visuales, la historia cultural
latinoamericana, y la teora de la historia.
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Elsa Maxwell estudi espaol y relaciones internacionales en Augsburg College
(Minneapolis, Estados Unidos), y est finalizando el magster en Estudios
Latinoamericanos en la Universidad de Chile, en donde se ha especializado en las
literaturas caribeas contemporneas. En los ltimos aos, sus principales lneas de
investigacin han abordado las propuestas identitarias de intelectuales jamaiquinos en la
dispora, as como la produccin literaria de mujeres caribeas. Asimismo, est preparando
una investigacin sobre las primeras generaciones de escritoras del Caribe hispnico y
anglfono y su aproximacin hacia la experiencia colonial. Actualmente se desempea
como directora asistente del Centro de Estudios de CIEE en Santiago de Chile.
Elena Oliva es sociloga de la Universidad de Chile y actualmente se encuentra
terminando el magster en Estudios Latinoamericanos en el Centro de Estudios Culturales
Latinoamericanos de la misma universidad. En su tesis de magster trabaj el movimiento
de la negritud de Aim Csaire, especializndose en el rea Caribe, sobre todo en temas
raciales, identitarios y culturales. Sus lneas de investigacin se complementan con los
estudios postcoloniales y el pensamiento anticolonial en Amrica Latina.
Gustavo Ramrez es licenciado en Lengua y Literatura de la Universidad Alberto Hurtado.
Dedic su trabajo de tesis al anlisis y comentario de las propuestas poltico-sociales de los
autores de la dispora caribea en los Estados Unidos, insertas en sus obras ficcionales.
Actualmente se encuentra en la etapa de correccin de su primer poemario y espera
continuar su carrera acadmica cursando el magster en Estudios Latinoamericanos en la
Universidad de Chile.
Grnor Rojo de la Rosa es profesor de castellano, Doctor en Filosofa y profesor de
literatura espaola e hispanoamericana. Actualmente se desempea como acadmico de la
Facultad de Filosofa y Humanidades de la Universidad de Chile, y como director del
Centro de Estudios Culturales Latinoamericanos de la misma universidad. Es especialista
en literatura y cultura latinoamericana, en teora crtica y en teatro latinoamericano. Ha
recibido varios premios y distinciones, entre ellos el Premio Ezequiel Martnez Estrada, de
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Casa de Las Amricas, Cuba, al mejor libro de ensayo publicado entre 2006 y 2007 en
Amrica Latina, por su libro Globalizacin e identidades nacionales y
postnacionales,de qu estamos hablando?, otorgado el 2009, y el Premio del Consejo
Nacional del Libro y la Lectura al mejor libro de ensayo publicado en Chile en 2008, por
Las armas de las letras. Ensayos neorialistas.
Luca Stecher Guzmn es Doctora en Literatura Chilena e Hispanoamericana por la
Universidad de Chile y Magster en Filologa General e Hispnica por la Universidad Libre
de Berln. Es acadmica del Departamento de Lengua y Literatura de la Universidad
Alberto Hurtado, donde actualmente dirige la carrera de Licenciatura en Lengua y
Literatura. Sus reas de investigacin abarcan la literatura caribea contempornea, la
escritura de mujeres y las relaciones entre literatura y movimientos migratorios. Es
investigadora responsable de un Proyecto Fondecyt dedicado al estudio de la obra narrativa
y ensaystica de las escritoras Michelle Cliff, Jamaica Kincaid y EdwidgeDanticat.
Mara Jos Yaksic es Licenciada en Lengua y Literatura de la Universidad Alberto
Hurtado. Ha sido ayudante de cursos sobre literatura latinoamericana y teora literaria en la
misma universidad. Durante el 2007 estudi en la Facultad de Filosofa y Letras de la
Universidad de Buenos Aires. Realiz su tesis de pregrado en torno a las relaciones entre
literatura e historia en la obra de Carlos Droguett a partir de un enfoque sociocrtico.
Actualmente trabaja y gestiona Librera Proyeccin ubicada en el centro de Santiago y se
encuentra aceptada para cursar el magster en Estudios Latinoamericanos de la Universidad
de Chile.
Claudia Zapata Silva es licenciada en Historia, profesora de Historia y Geografa,
Magster en Estudios Latinoamericanos y Doctora (c) en Historia; ttulos y grados
otorgados por la Universidad de Chile. Se ha especializado en historia contempornea de
Amrica Latina y en movimientos indgenas (siglo XX), dedicndose al estudio de la
emergencia y el pensamiento de los intelectuales indgenas en Amrica del Sur. Entre sus
publicaciones destacan su compilacin Intelectuales indgenas piensan Amrica Latina,
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Universidad Andina Simn Bolvar / Abya Yala / CECLA-UCH, Quito, 2007 y la co-
autora del libro Postcolonialidad y nacin, realizado junto a Grnor Rojo y Alicia
Salomone, LOM, Chile, 2003. Actualmente es acadmica del Centro de Estudios Culturales
Latinoamericanos de la Universidad de Chile, donde desempea el cargo de Coordinadora
del Magster en Estudios Latinoamericanos.