Al Fin en Libertad

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AL FIN EN LIBERTAD Al cabo de cuatro meses y medio, los compañeros Diomedes Mercedes y Cheche Luna (y con ellos el sociólogo Melvin Mañón, a quien ni Diomedes ni Cheche había conocido antes de encontrarse en la cárcel) quedaron en libertad, pero no por decisión de los jueces sino porque así lo dispuso el doctor Balaguer, que no es juez ni tiene derecho alguno a intervenir en las actividades de la justicia dominicana; y no quedaron en libertad porque se les haya retirado la acusación que pesaba sobre ellos sino por un truco legal que se llama “suspensión de prisión” en virtud del cual están fuera de la cárcel pero no libres de la acusación que los mantuvo cuatro meses y medio tras las rejas. El fiscal del Distrito Nacional y los jueces de la Séptima Cámara Penal y de la Corte de Apelación de la Capital que mantuvieron presos a los compañeros Diomedes Mercedes y Cheche Luna, los acusaron de un asesinato infame asegurando día tras día que había indicios de culpabilidad de que ellos eran quienes habían dado muerte (junto con Melvin Mañón) al periodista Orlando Martínez, pero tan pronto el doctor Balaguer dijo que no había tales indicios de culpabilidad, el señor fiscal y los señores jueces corearon, como hacen los pavos que repitan el quío— quío del que encabeza la manada, que efectivamente no había indicios de culpabilidad que justificaran la prisión de nuestros compañeros y del señor Mañón, y en l o que pestañea un pollo, como dice el pueblo, antes aun de terminar de leer la carta del doctor Balaguer, esos señores pusieron en libertad a los tres acusados, pero, como acabamos de decir, mediante una orden de “suspensión de prisión”, no porque los hayan declarado inocentes de la acusación que les hicieron de la manera más gratuita y perversa, lo mismo la Comisión Policial que “investigó” el asesinato de Orlando Martínez que esos “venerables” funcionarios judiciales. De otros modos, hubo algo que llenó de alegría a los peledeístas de toso el país, y ese algo fue que el Partido, por boca del compañero Bosch había dicho cientos de veces que el doctor Balaguer y todos los que habían intervenido en el caso, como miembros de la Comisión Policial investigadora del asesinato de Orlando Martínez y como fiscal, ayudante y jueces; todos sin una sola excepción sabían que los compañeros Diomedes y Cheche eran inocente, pero completa, totalmente inocente de

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Vanguardia del Pueblo1 al 15 de Abril de 1975

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  • AL FIN EN LIBERTAD

    Al cabo de cuatro meses y medio, los compaeros Diomedes Mercedes y Cheche Luna (y con ellos el socilogo Melvin Man, a quien ni Diomedes ni Cheche haba conocido antes de encontrarse en la crcel) quedaron en libertad, pero no por decisin de los jueces sino porque as lo dispuso el doctor Balaguer, que no es juez ni tiene derecho alguno a intervenir en las actividades de la justicia dominicana; y no quedaron en libertad porque se les haya retirado la acusacin que pesaba sobre ellos sino por un truco legal que se llama suspensin de prisin en virtud del cual estn fuera de la crcel pero no libres de la acusacin que los mantuvo cuatro meses y medio tras las rejas.

    El fiscal del Distrito Nacional y los jueces de la Sptima Cmara Penal y de la Corte de Apelacin de la Capital que mantuvieron presos a los compaeros Diomedes Mercedes y Cheche Luna, los acusaron de un asesinato infame asegurando da tras da que haba indicios de culpabilidad de que ellos eran quienes haban dado muerte (junto con Melvin Man) al periodista Orlando Martnez, pero tan pronto el doctor Balaguer dijo que no haba tales indicios de culpabilidad, el seor fiscal y los seores jueces corearon, como hacen los pavos que repitan el quoquo del que encabeza la manada, que efectivamente no haba indicios de culpabilidad que justificaran la prisin de nuestros compaeros y del seor Man, y en l o que pestaea un pollo, como dice el pueblo, antes aun de terminar de leer la carta del doctor Balaguer, esos seores pusieron en libertad a los tres acusados, pero, como acabamos de decir, mediante una orden de suspensin de prisin, no porque los hayan declarado inocentes de la acusacin que les hicieron de la manera ms gratuita y perversa, lo mismo la Comisin Policial que investig el asesinato de Orlando Martnez que esos venerables funcionarios judiciales.

    De otros modos, hubo algo que llen de alegra a los peledestas de toso el pas, y ese algo fue que el Partido, por boca del compaero Bosch haba dicho cientos de veces que el doctor Balaguer y todos los que haban intervenido en el caso, como miembros de la Comisin Policial investigadora del asesinato de Orlando Martnez y como fiscal, ayudante y jueces; todos sin una sola excepcin saban que los compaeros Diomedes y Cheche eran inocente, pero completa, totalmente inocente de

  • ese crimen repugnante; y al cabo de cuatro meses y medio el propio doctor Balaguer vino a darles la razn a los dirigentes del Partido y sobre todo al compaero Bosch al decir en su carta al procurado general de la Repblica que los indicios que existen..no parecen tener la solidez necesaria para justificar el mantenimiento de la medida adoptada contra ellos, es decir, su prisin, y agregaba: se est cometiendo una grave injusticia en perjuicio depersonas contra las cuales no existen pruebas de culpabilidad suficientes.

    En entusiasmo de los peledestas que fueron a la Casa Nacional a recibir a Diomedes y a Cheche hacia temblar el viejo casern del Partido, y en medio de las consignas coreadas entre aplausos resonaba sta: Concordia nacional, tctica genial, inventada en ese momento por la multitud que llenaba la Casa Nacional