ALBARIZAconjunto de pinturas de grandes maes-tros, de una colección en la que nos en-contramos,...

24
ALBARIZA Asociación Cultural Memoria de actividades Año 2017

Transcript of ALBARIZAconjunto de pinturas de grandes maes-tros, de una colección en la que nos en-contramos,...

Page 1: ALBARIZAconjunto de pinturas de grandes maes-tros, de una colección en la que nos en-contramos, entre otras, con, nada menos, que siete óleos de Murillo, cuatro obras cumbres de

ALBARIZAAsociación Cultural

Memoria de actividades

Año 2017

Page 2: ALBARIZAconjunto de pinturas de grandes maes-tros, de una colección en la que nos en-contramos, entre otras, con, nada menos, que siete óleos de Murillo, cuatro obras cumbres de

Edita: Asociación Albariza, Cultura y Naturaleza

Textos: José Molina Pérez (excepto “Rehabilitación del antiguo Convento de Santa María de los Reyes” que es de Cayetano Benavent)

Fotografías: Cayetano Benavent, Florencio Costán, José del Valle, Juan Illanes Peña y José Molina Pérez

Diseña y produce: ADE Consultores en Comunicación, S.L.L.

Page 3: ALBARIZAconjunto de pinturas de grandes maes-tros, de una colección en la que nos en-contramos, entre otras, con, nada menos, que siete óleos de Murillo, cuatro obras cumbres de

ALBARIZAAsociación Cultural

Memoria de actividades

Año 2017

Page 4: ALBARIZAconjunto de pinturas de grandes maes-tros, de una colección en la que nos en-contramos, entre otras, con, nada menos, que siete óleos de Murillo, cuatro obras cumbres de

ALBARIZAAsociación Cultural

Pág 4

Los objetos hablan. Colección del Museo del Prado

Gracias a un acuerdo de colaboración público-privada (Museo del Prado-La Caixa), desde el año 2011 se vienen realizando exposiciones itinerantes por España con obras del Museo Nacio-nal del Prado, una forma de acercar la colección de un museo nacional a todos los ciudadanos. Ya tuvimos la oportunidad de ver en Sevilla hace unos años, gracias a dicha colaboración, la exposición “Rubens, Brueghel, Lorena. El paisaje nórdico en el Prado” y ahora hemos podido disfrutar de “Los objetos hablan”.

Se trata de una exposición de cincuenta y ocho obras realizadas entre los siglos XVI y XX por pintores como Ribera, Goya, Madra-zo, Sorolla, Velázquez, Esquivel, Murillo, o Theodoor Rombouts, con su interesante obra sobre el “charlatán sacamuelas”. El hilo conductor de la exposición son los objetos que se muestran en cada cuadro, joyas, adornos, utensilios, que nos ayudan a iden-tificar una época, sus costumbres o creencias, o un personaje, su condición social, dignidad, profesión o aficiones.

Una interesante exposición que ayuda, a sacar, aunque sea mo-mentáneamente, de su atonía característica al Museo de Bellas Artes de Sevilla. Esperemos que con el “Año de Murillo” se consi-ga dar a este gran museo el protagonismo que se merece por su colección, por el magnífico edificio que la acoge y por su historia.

Isabel de Francia, reina de España.1615 (detalle). Frans Pourbus el Joven. © Museo Nacional del Prado.

Page 5: ALBARIZAconjunto de pinturas de grandes maes-tros, de una colección en la que nos en-contramos, entre otras, con, nada menos, que siete óleos de Murillo, cuatro obras cumbres de

Memoria de actividades

Pág 5

Confiemos que dicho protagonismo no se acabe con la efemé-rides del gran pintor del barroco. Pero eso nos tememos que va a ser más difícil, porque necesitará de una voluntad política, que hoy por hoy no se vislumbra, por lo que seguiremos viendo como se va quedando rezagado en relación a otros grandes museos de Bellas Artes españoles, como el de Bilbao, por ejemplo.

Enero 2017.

La Vista y el Olfato. 1620 (detalle). Brueghel el Viejo, Jan; Balen, Hendrich van; Francken II; Frans y otros. © Museo Nacional del Prado.

El charlatán sacamuelas. 1627. Theodor Rombouts. © Museo Nacional del Prado.

Page 6: ALBARIZAconjunto de pinturas de grandes maes-tros, de una colección en la que nos en-contramos, entre otras, con, nada menos, que siete óleos de Murillo, cuatro obras cumbres de

ALBARIZAAsociación Cultural

Pág 6

Sorprende comprobar que un lugar que ofrece la posibilidad de disfrutar de un conjunto de pinturas de grandes maes-tros, de una colección en la que nos en-contramos, entre otras, con, nada menos, que siete óleos de Murillo, cuatro obras cumbres de Valdés Leal, una de Herrera el Viejo y un Zurbarán; donde podemos ad-mirar un espléndido conjunto escultórico de Pedro Roldán, como es el maravilloso retablo del altar mayor, representando el Santo Entierro de Cristo y una impactante escultura del mismo artista representando al Cristo de la Caridad. Que un lugar donde podemos contemplar elegantes patios con fuentes italianas y cerámica holandesa, donde podemos descubrir partes de las arcadas medievales de las Reales Atarazanas de Sevilla integradas en salas y patios y todo ello conservado durante trescientos cincuenta años por una entidad benéfica como es la Her-mandad de la Santa Caridad que tuvo como fin fundacional realizar la obra de misericordia de enterrar a los muertos, en-terrar cadáveres que aparecían en el río o de ajusticiados cuyos cuerpos no recla-maban ningún familiar, una entidad que lleva acogiendo en este hospital, durante tres siglos y medio, a personas que se en-cuentran durante su vejez en situación de pobreza y soledad.

Pues bien, digo que sorprende que un lugar con estos contenidos y con esta his-toria, no esté suficientemente identificado por los más de dos millones de turistas que visitan Sevilla cada año, incluso diría que es un lugar desconocido para mu-chos sevillanos. Resulta lamentable que ni siquiera se cite en algunas guías turísticas de gran difusión, como por ejemplo la Guía Repsol 2017. No parece existir o no tiene interés para el autor de la guía. Es un demérito para el editor de dichas guías que resta credibilidad a las mismas,

porque cuando omiten algo de este nivel que conoces bien, resulta inevitable pre-guntarte si las recomendaciones que te hacen para otras ciudades que no cono-ces o conoces peor, están seleccionadas con el mismo escaso criterio.

Pero esta falta de visibilidad también es algo que deberían analizar, tanto la institu-ción propietaria de dicho patrimonio artísti-co, como las autoridades responsables del turismo en Sevilla y Andalucía.

Aunque estos hechos se podrían justificar por la amplitud y la variedad de edificios de gran valor histórico-artístico que hay en Sevilla, de ninguna manera parece justificable la ausencia de uno de este calibre.

Algo que no me sorprende, aunque si me genera desazón, es ver que en platafor-mas online, cada vez más utilizadas, so-bre todo por los más jóvenes, a la hora de planificar un viaje, ir a un restaurante o realizar una visita turística, como es por ejemplo Tripadvisor, donde cualquiera puede escribir y dejar grabado para la posteridad cualquier disparate y que di-cho disparate computa para la valoración final del mayor o menor interés turístico de un lugar o de la calidad de un restauran-te, te encuentres con alguna valoración del Hospital e Iglesia de La Caridad de 1 sobre 5, que equivale a un pésimo (2 malo, 3 normal, 4 bueno, 5 excelente) y el comentario que hace el usuario que ha otorgado la pésima calificación es que no hay nada que ver, que solo es una iglesia sin ningún interés. Es verdad que esta valoración resta nota, pero afortuna-damente queda diluida por una mayoría que valora con más criterio y justicia. De todas formas te puedes esperar cualquier cosa cuando ves una valoración con simi-lar puntuación de un visitante del Alcázar, declarado por la UNESCO Patrimonio de

Visitando la iglesia y hospital de la Santa Caridad

Page 7: ALBARIZAconjunto de pinturas de grandes maes-tros, de una colección en la que nos en-contramos, entre otras, con, nada menos, que siete óleos de Murillo, cuatro obras cumbres de

Memoria de actividades

Pág 7

la Humanidad, que ponía como todo co-mentario de su pésima calificación, que le pareció un lugar aburridísimo.

Creo que poner en valor, como se dice hoy, conjuntos como el del Hospital e Igle-sia de la Caridad, es responsabilidad, en primer lugar, de la entidad titular de dicho conjunto, en segundo lugar, de las auto-ridades turísticas locales y autonómicas, qué dentro de sus labores de promoción turística, deberían dar mucha más visibi-lidad a lugares de la calidad histórica y artística, de la altura, del Hospital e Igle-sia de la Caridad, si es que pretendemos atraer un turismo cultural de alto nivel. Pero también es responsabilidad de la llamada sociedad civil, contrarrestando comenta-rios disparatados en las plataformas on-line o en las redes sociales y difundiendo y animando a quien no lo conozca a co-nocerlo, y eso, modestamente, es lo que pretendemos con las reseñas y fotos que publicamos en nuestra web y en nuestra página de Facebook.

En la medida de lo posible, recomenda-mos realizar la visita al Hospital de la Caridad, de manera guiada y completa, para poder conocer las galerías altas, la sala de cabildo y la espectacular vis-ta de la iglesia desde el coro. Resultará más cara, pero también hay que recor-dar que, como decía el guía citando a alguien cuyo nombre no recuerdo, la Her-mandad de la Santa Caridad lleva 350 años en pérdidas, y que con el importe de las entradas colaboramos con el man-tenimiento del patrimonio artístico de este conjunto y con la obra benéfico-asisten-cial que realiza esta admirable institución.

Confiamos que, al menos, durante el “Año de Murillo” que arrancará a finales de 2017, el Hospital e Iglesia de la Cari-dad ocupen el sitio que se merecen, habi-da cuenta de la vinculación del pintor con esta institución y por las siete obras de Murillo que lucen las paredes del templo.

Febrero 2017.

Patio del Hospital de la Caridad de Sevilla. Fotografía de Florencio Costán.

Page 8: ALBARIZAconjunto de pinturas de grandes maes-tros, de una colección en la que nos en-contramos, entre otras, con, nada menos, que siete óleos de Murillo, cuatro obras cumbres de

ALBARIZAAsociación Cultural

Pág 8

Nos decía Fernando Sánchez Navarrete, arquitecto municipal del Ayuntamiento de Sevilla y coautor con José García Tapial, del proyecto de rehabilitación del Monasterio de San Jerónimo, que la inversión en este bien de interés cultural, fue posible por la pre-sión de los vecinos del barrio de San Jerónimo, unos vecinos que protagonizaron momentos emocionantes cuando concluyó la pri-mera fase de la rehabilitación y asistieron a la inauguración del centro cívico que allí se ubicó. Una ejemplar historia en la que el interés, la preocupación vecinal, por recuperar un importante e histórico edificio, hizo que la administración pública destinara dotaciones presupuestarias para ello.

Por la finalización del proyecto de San Jerónimo

El gran claustro renacentista del Monasterio de San Jerónimo de Sevilla. Fotografía de Juan Illanes Peña.

Page 9: ALBARIZAconjunto de pinturas de grandes maes-tros, de una colección en la que nos en-contramos, entre otras, con, nada menos, que siete óleos de Murillo, cuatro obras cumbres de

Memoria de actividades

Pág 9

Todavía queda la restauración de partes importantes del monas-terio y el acondicionamiento del entorno. Ojalá volviera el in-terés vecinal, que no nos conformáramos con esa primera fase realizada, y que el interés no fuera solo de los vecinos de San Jerónimo sino de toda Sevilla. Pero para luchar por algo hay que conocerlo, por lo que animo a todo el que no lo conozca, que vaya a San Jerónimo y que se sorprenda con la majestuosidad que se ve y que se adivina que tuvo este edificio. Un Bien de Interés Cultural de este nivel se merece la conclusión del proyecto de rehabilitación en su integridad para que todos pudiéramos disfrutar de los espléndidos elementos que aún se conservan en el edificio completamente restaurados, para adecentar el entorno y los accesos y para que podamos tener un centro de interpre-tación en el que conocer la importancia histórica que tuvo este enclave que alojó al emperador Carlos, a los Reyes Católicos y a Felipe II, entre otros.

Muchas gracias a Fernando Sánchez Navarrete por el tiempo que nos dedicó y enhorabuena por su proyecto y por sus expli-caciones.

Marzo 2017.

Claustro Mayor del Monasterio de San Jerónimo de Sevilla. Fotografía de Juan Illanes Peña.

Page 10: ALBARIZAconjunto de pinturas de grandes maes-tros, de una colección en la que nos en-contramos, entre otras, con, nada menos, que siete óleos de Murillo, cuatro obras cumbres de

ALBARIZAAsociación Cultural

Pág 10

Hace ya sesenta y tres años que un niño de diez se subió a una silla en la actual avenida de la Constitución de Sevilla y le cantó una saeta a la Macarena. Ese fue el comienzo de una vida dedicada a este cante, la vida como saetero de José Pérez Leal, a quien posteriormente se le llamaría “El Sacri” tras desempeñar la función de sacristán en su querida parroquia del Cerro del Águila.

“El Sacri” es un ejemplo de devoción y profesionalidad. Impeca-ble en sus formas y en su cante. Solo agua del tiempo y ayuno durante horas antes de cantar sus saetas. Recogimiento absoluto en los minutos previos.

El Sacri. Una vida dedicada a la saeta

José Pérez Leal, “El Sacri”. Fotografía de José Molina Pérez.

Page 11: ALBARIZAconjunto de pinturas de grandes maes-tros, de una colección en la que nos en-contramos, entre otras, con, nada menos, que siete óleos de Murillo, cuatro obras cumbres de

Memoria de actividades

Pág 11

Este año José Pérez Leal, El Sacri, nos ha hecho el honor de co-menzar con nosotros su intensa Semana Santa y vísperas. Viernes de Dolores. Coloquio previo, en el que repasamos su vida, el presente y el futuro de la saeta. Compartió con nosotros algunos de los momentos más emotivos vividos durante todos estos años cantando/rezando a los pasos de numerosas cofradías, continuó la noche con una saeta cantada desde un balcón, al paso del Cristo de la Misión que se asomaba entre naranjos y como colo-fón privado, un emocionante Padrenuestro, un anticipo del que le canta cada Sábado de Pasión, en su templo de San Juan de la Palma, a “El Silencio Blanco”.

Tiene más de mil letras de saetas escritas en cartoncitos, acumula-dos durante todos estos años en los que ha cantado a la práctica totalidad de las cofradías de la Semana Santa de Sevilla. El Consejo General de Hermandades y Cofradías creo que debería hablar con “El Sacri” para que ese patrimonio, esa historia de la saeta a través de sus letras no se pierda el día de mañana.

Fue invitado a cantar en la catedral italiana de Caltanisseta. Cuenta con más de doscientos reconocimientos públicos a su arte y a su persona. Ha recibido los principales premios a los que puede aspirar un saetero: El Llamador y La Saeta de Oro y ahí continúa “El Sacri” de siempre, la persona sencilla, amable y educada que siempre ha sido y que seguirá siendo mientras viva.

Le deseamos, a quien está considerado como el saetero más puro y auténtico de la actualidad, que tenga muchas más víspe-ras y Semanas Santas, le deseamos que siga coronando muchas Semanas de Pasión en la Plaza de San Lorenzo cantándole en su recogida a la Soledad:

“Ay Soledad de San LorenzoDel cielo rico tesoro

Tú eres la Paloma BlancaDivino broche de oro

Que cierra la Semana Santa”.

Abril 2017.

Page 12: ALBARIZAconjunto de pinturas de grandes maes-tros, de una colección en la que nos en-contramos, entre otras, con, nada menos, que siete óleos de Murillo, cuatro obras cumbres de

ALBARIZAAsociación Cultural

Pág 12

Antequera: cultura, historia y naturaleza

Si tuviéramos que elegir un símbolo de la ciudad de Antequera tendríamos mucho donde escoger. Algunos elegirían los dólme-nes, por su reciente declaración como Patrimonio Mundial. Otros se inclinarían por elementos naturales, también declarados Patri-monio Mundial, como La Peña de los Enamorados o El Torcal. También serían candidatos su colegiata, sus iglesias, el conjunto de la ciudad o incluso algún elemento gastronómico como la porra o el mollete. Combinando todos estos elementos de lo que no cabe ninguna duda es de que estamos ante una ciudad y un entorno histórico y natural de gran riqueza y personalidad.

Para esta breve reseña he elegido como cabecera una foto de Florencio Costán en la que se combinan historia, cultura y na-turaleza. La historia y la cultura representadas por la escultura del poeta antequerano Pedro de Espinosa y el precioso entorno natural a sus pies, La Peña de los Enamorados, omnipresente en todas las vistas panorámicas desde los miradores de la ciudad,

Escultura del poeta antequerano Pedro de Espinosa. Fotografía de Florencio Costán.

Page 13: ALBARIZAconjunto de pinturas de grandes maes-tros, de una colección en la que nos en-contramos, entre otras, con, nada menos, que siete óleos de Murillo, cuatro obras cumbres de

Memoria de actividades

Pág 13

una peña que es algo más que una singular formación natural, es nuevamente la historia, la literatura y la naturaleza que se funden en la leyenda de amor medieval de cristiano y musulmana, que deciden morir antes que renunciar a una vida en común: “De la tajada peña se arrojaron y en el aire sus almas dejaron”.

Y, en el entorno de la ciudad, los misteriosos dólmenes, los oríge-nes de la civilización y el no menos misterioso Torcal, con esas originales formaciones kársticas modeladas a lo largo de cientos de millones de años, un paraje en el que te sientes un poco sobre-cogido cuando paseas por él, sobrecogido y con una sensación de incredulidad, pensando que seguro que es así, pero que no acabas de asumir eso que lees o te explican, que pasear por el Torcal es pasear por un fondo marino de la época del Jurásico, es pasear rodeado de millones de conchas, esqueletos y capara-zones de animales marinos, depositados en el fondo del antiguo Mar de Tetis, que han sido erosionados a lo largo de los siglos.

Definitivamente es una ciudad y un entorno que merece la pena conocerse y más aún de la manera que lo organizaron Juan Zafra y su mujer María del Carmen Toledano.

Mayo 2017.

Paraje Natural de El Torcal de Antequera. Fotografía de Florencio Costán.

Page 14: ALBARIZAconjunto de pinturas de grandes maes-tros, de una colección en la que nos en-contramos, entre otras, con, nada menos, que siete óleos de Murillo, cuatro obras cumbres de

ALBARIZAAsociación Cultural

Pág 14

Antiguo Convento de Santa María de los Reyes

Como actividad de cierre del semestre, hemos asistido a una visi-ta guiada por el antiguo Convento de Santa María de los Reyes, sito en el nº 33 de la calle Santiago, de Sevilla, el cual, tras una serie de cambios de propiedad es actualmente patrimonio de la Junta de Andalucía, gestionado por la Consejería de Fomento y Vivienda.

Nuevamente hemos de “quejarnos” de la imposibilidad de visitar determinados lugares histórico-artísticos de la ciudad en horarios vespertinos o de fin de semana, más acordes con aquellos ciuda-danos que trabajan en los horarios laborales habituales, lo que ha hecho que más de la mitad de nuestros asociados no haya `podido asistir; más aún tras las declaraciones del Sr. Consejero «estamos estudiando incorporarlas para uso público a la vida so-cial y económica de la ciudad para fines culturales y turísticos».

No obstante lo anterior, es de agradecer que, al menos, se faci-lite la visita guiada con carácter gratuito para grupos concerta-dos como el nuestro. Y, en este caso, decir con rotundidad que nuestro guía es un auténtico conocedor y amante de la historia y vericuetos de este inmueble que, con muchos siglos a cues-tas, tiene mucho que ofrecer a la historia de Sevilla, aunque se encuentre actualmente desnudo de los contenidos conventuales prácticamente en su integridad. Añadir que D. Nicolás Ramírez, nuestro guía, nos hizo muy amena la visita. Gracias.

Claustro del Convento de Santa María de los Reyes (Sevilla). Fotografía de José del Valle.

Page 15: ALBARIZAconjunto de pinturas de grandes maes-tros, de una colección en la que nos en-contramos, entre otras, con, nada menos, que siete óleos de Murillo, cuatro obras cumbres de

Memoria de actividades

Pág 15

Para finalizar esta breve reseña, indicar que aunque se le conoce como Convento, que lo fue de la Dominicas Descalzas durante varios siglos, se concibió a finales del siglo XV como un conjunto de Casas Principales, convirtiéndose en pocos años en el Palacio de los Duques de Veragua; tras un breve uso como cárcel y otra breve estancia del Tribunal de la Inquisición, tras una riada que les dejó casi inservible su sede del Castillo de San Jorge, pasó a manos de las Dominicas (1635), por venta de los citados Duques a la Orden, hasta su traslado a otra sede en 1970; finalmente, tras años de abandono, en 1986 fue adquirido por la Junta de Andalucía.

Junio 2017.

Patio del Convento de Santa María de los Reyes (Sevilla). Fotografía de José del Valle.

Detalle del Convento de Santa María de los Re-yes (Sevilla). Fotografía de José del Valle.

Detalle del Convento de Santa María de los Re-yes (Sevilla). Fotografía de José del Valle.

Page 16: ALBARIZAconjunto de pinturas de grandes maes-tros, de una colección en la que nos en-contramos, entre otras, con, nada menos, que siete óleos de Murillo, cuatro obras cumbres de

ALBARIZAAsociación Cultural

Pág 16

En uno de los textos de la exposición que podemos disfrutar en Caixaforum Sevilla, “Sorolla. Un jardín para pintar” dice que Sorolla no fue el único pintor de la época interesado en la jardine-ría, que también lo estuvieron Monet o Caillebotte, que todos ellos “pasaron de pintar el paisaje a crearlo para ellos mismos”.

Me parece muy interesante la frase que remarco porque ese es el leitmotiv de la exposición, el proceso de creación del propio jardín de Sorolla a través de su experiencia personal en jardines andaluces que fue visitando y pintando para tomar ideas para el suyo propio, para crear su propio paisaje. Ideas que fue to-mando tras visitar, admirar y pintar los jardines del Alcázar y del Parque de María Luisa de Sevilla y los patios de la Alhambra de Granada.

Nos acercamos a través de esta exposición a un Sorolla distinto, menos conocido, con una pintura más relajada, más suelta, que la de sus maravillosas y luminosas escenas de playa. Es un So-rolla más íntimo, que pinta obras para sí mismo o para regalar a su esposa, Clotilde o a sus familiares, obras, bocetos algunos de ellos, que les sirvieron de inspiración a ambos para crear sus anhelados jardines personales. Unos jardines que deseaban que tuvieran espacios que sirvieran como refugio personal, otros para pintar y otros para la vida social.

Sorolla: pintar y crear un paisaje

Joaquín Sorolla. Fuente y rosal de la casa Sorolla. Museo Sorolla. Madrid.

Page 17: ALBARIZAconjunto de pinturas de grandes maes-tros, de una colección en la que nos en-contramos, entre otras, con, nada menos, que siete óleos de Murillo, cuatro obras cumbres de

Memoria de actividades

Pág 17

Joaquín Sorolla. Clotilde en el jardín. Joaquín Sorolla. La alberca. Museo Sorolla. Madrid.

En palabras de la directora del Museo Casa de Sorolla, Catalina Luca de Tena, la creación de su propio paisaje en los jardines de su casa llegó a ser una pasión y casi una obsesión para el pintor.

Algunas de las obras expuestas ya tuvi-mos la oportunidad de contemplarlas en 2007 en el Museo de Bellas Artes de Sevilla y en el Palacio Episcopal de Málaga, en la exposición “El agua en la pintura andaluza”, cuyo comisario fue Juan Lacomba.

La exposición de Caixaforum incluye en-trañables cartas entre Sorolla y su mujer en las que el pintor explica a Clotilde detalles ornamentales o botánicos de rin-cones de los jardines que va visitando y que podrían servir para el que estaban proyectando en su casa de Madrid. Son cartas con textos, dibujos y aromas, aro-mas que regalaba a su mujer a través de flores que a veces depositaba entre las

hojas de la carta, flores del jardín visi-tado. También podemos ver dibujos, es-culturas originales que decoran distintos rincones de alguno de los tres jardines de la casa del pintor, así como elementos cerámicos, también muy presentes en los jardines andaluces visitados por Sorolla y que él incluyó en los suyos, porque a través de la cerámica conseguía tener en su jardín, hasta en los días más crudos del invierno madrileño, una amplia paleta de color.

Cipreses, limoneros, mirtos y naranjos; ro-sas, jazmines, lirios y adelfas. Cerámica y color en los jardines andaluces visita-dos por Sorolla, en los jardines soñados y finalmente en los jardines ejecutados en su casa. El color, la luz, el paisaje, ele-mentos básicos de la pintura y vida de Sorolla, el pintor referente del luminismo en España.

Septiembre 2017.

Page 18: ALBARIZAconjunto de pinturas de grandes maes-tros, de una colección en la que nos en-contramos, entre otras, con, nada menos, que siete óleos de Murillo, cuatro obras cumbres de

ALBARIZAAsociación Cultural

Pág 18

Si hay una palabra para definir el conjunto de la Real Escuela Andaluza de Arte Ecuestre esa es “elegancia”. Según la Real Academia Española una cosa elegante es aquella que revela distinción, refinamiento y buen gusto, y eso es lo que rezuma en el palacio del Recreo de las Cadenas y en los demás edificios que forman parte de esta Fundación.

Elegante es el palacio y los jardines del Recreo de las Cadenas, también conocido por el nombre de uno de sus propietarios el du-que de Abrantes, que es donde se encuentra la sede de la Funda-ción y en cuya planta sótano alberga al Museo del Arte Ecuestre. Este palacete de mediados del siglo XIX, fue encargado por la familia Pemartín a uno de los arquitectos más de moda en Europa en aquellos momentos, Charles Garnier, autor, entre otros, de los edificios de la Ópera de París y del Casino de Montecarlo.

También se respira distinción y buen gusto en la propuesta del Museo del Enganche ubicado en una de las antiguas bodegas Pemartín, y en las cuadras y en el guadarnés y en el espectáculo “Como bailan los caballos andaluces” e incluso en el vídeo que proyectan al inicio de la visita a esta elegante Real Escuela An-daluza de Arte Ecuestre.

Octubre 2017.

Real Escuela Andaluza de Arte Ecuestre. El recreo de las cadenas

El Recreo de las Cadenas o Palacio de Abrantes, sede actual de la Real Escuela Andaluza del Arte Ecuestre. Jerez de la Frontera (Cádiz). Fotografía de Florencio Costán.

Page 19: ALBARIZAconjunto de pinturas de grandes maes-tros, de una colección en la que nos en-contramos, entre otras, con, nada menos, que siete óleos de Murillo, cuatro obras cumbres de

Memoria de actividades

Pág 19

Creo que ya es el quinto año en el que la empresa Engrana-jes Culturales, con la colaboración del Ayuntamiento de Sevilla, viene ofreciendo durante el mes de noviembre, mes por antono-masia de los difuntos y de Don Juan Tenorio, un recorrido por el cementerio de San Fernando de Sevilla. Es un itinerario con el que, bajo el lema de “Amor y muerte”, pretenden dar a conocer algunos de los interesantes monumentos funerarios que alberga el recinto, auténticas obras de arte, como la que Benlliure dedicó a Joselito el Gallo, el magnífico Cristo de las Mieles de Susillo o la “Dogaresa” de Amaya, que preside la sepultura del pintor José Villegas. También durante el recorrido, interrumpido por la representación de distintos momentos del tercer acto de la obra de Zorrilla, se aportan detalles de la historia del propio cemente-rio y de algunos de los personajes más singulares allí enterrados.

La propuesta resulta interesante, los actores que representan los pasajes del Tenorio lo hacen más que dignamente y también hay que reseñar que la actividad es respetuosa con el lugar en el que se desarrolla. Por señalar algún aspecto a cuidar, indicar que habría que mejorar la guía y el guion, al menos el del día de nuestra visita, ambos resultaron pobres o escasos, tanto la propia explicación como la profundidad de los detalles artísticos o his-tóricos de las obras que se presentan o de los personajes a los que se hace referencia. Al menos, en mi caso y en este sentido, no se cumplieron las expectativas que tenía. Detecto, como digo, evidentes posibilidades de mejorar en estos aspectos.

En cualquier caso, es justo felicitar a esta sociedad que lleva años realizando propuestas culturales en Sevilla en las que siem-pre tratan de aportar una perspectiva nueva, original, que anima a volver a visitar lugares bien conocidos.

Noviembre 2017.

Amor y muerte. Don Juan Tenorio en el cementerio de San Fernando de Sevilla

Representación teatral itinerante del tercer acto de la obra de Don Juan Tenorio a cargo de Engranajes Culturales en el cementerio de San Fernando de Sevilla.

Page 20: ALBARIZAconjunto de pinturas de grandes maes-tros, de una colección en la que nos en-contramos, entre otras, con, nada menos, que siete óleos de Murillo, cuatro obras cumbres de

ALBARIZAAsociación Cultural

Pág 20

Para terminar la programación del año, tuvimos la suerte de visitar la exposición “Murillo y su estela en Sevilla” junto al pintor Javier Buzón, que hacía pocos días que había clausurado una magnífica ex-posición individual en la Caja China que llevaba por título “La piel del bosque”. Como él mismo nos anunció al principio de la visita, y era justo lo que pretendía-mos, nos iba a ofrecer su visión como pintor y cómo profesor de dibujo de las principales obras de la exposición, iba a ser un recorrido distinto al que haríamos con un historiador del arte, en los que la “historia del cuadro” y de sus propieta-rios, su contexto social, etc. tienen más protagonismo que la técnica, que el aná-lisis de la composición de la obra, que las vías por las que se puede lograr, en las obras que íbamos a contemplar, el equili-brio, la coherencia. Y eso fue lo que hizo con la pedagogía propia de un experto y buen profesor. Así profundizamos en la admiración de las principales obras ex-puestas: “La Virgen de la faja”, la “Virgen y el niño” de los Uffizi, “Los niños de la

concha” del Prado, la Inmaculada Con-cepción. Con Javier Buzón conseguimos entender mejor como esos lienzos logra-ban la armonía, por qué Murillo distribuía las masas como lo hacía, el uso de la luz, el color, las proporciones, las simetrías… interesantísimo.

Como anécdota, señalar que, contem-plando una de las admirables Inmacula-das de Murillo, Javier nos contó, según sus palabras, su osadía juvenil, cuando, aún en la facultad de Bellas Artes, en 1982, con motivo de la visita del Papa a Sevilla por la beatificación de la hoy santa Ánge-la de la Cruz, asumió el encargo, el reto, de pintar una enorme obra en acrílico, a modo de tapiz, ampliando la escala de una de las Inmaculadas de Murillo. Dicha pintura formaría parte del engalanamien-to de la Giralda por la visita papal. Nos contó Javier Buzón la enorme dificultad del trabajo, el enorme esfuerzo que ello le supuso, y que con motivo de aquel en-cargo valoró y admiró más la pintura de Murillo al comprobar, personalmente, la

Murillo y una estela en Sevilla que llega a Javier Buzón

Javier Buzón recibiendo tombstone con la imagen de Asociación Albariza. Fotografía de Cayetano Benavent.

Page 21: ALBARIZAconjunto de pinturas de grandes maes-tros, de una colección en la que nos en-contramos, entre otras, con, nada menos, que siete óleos de Murillo, cuatro obras cumbres de

Memoria de actividades

Pág 21

dificultad de su ejecución. Hay que decir que aquel encargo fue un éxito y la Giralda lució una espléndida Inmaculada pintada por Javier Buzón. ABC recogió el hecho como puede verse en las fotos de pie de página.

Hoy su pintura es, lógicamente, muy distinta, pero en él prevale-ce, y así nos transmitió a todos, su admiración por este magnífico pintor del barroco que no siempre fue suficientemente valorado, como nos recordó nuestro guía, al considerársele en ocasiones, un pintor menor, víctima de muchas comparaciones con otro ge-nio de la pintura nacido en Sevilla: Diego de Velázquez.

Diciembre 2017.

Página del periódico ABC de Sevilla, 9 de octubre de 1982.

Page 22: ALBARIZAconjunto de pinturas de grandes maes-tros, de una colección en la que nos en-contramos, entre otras, con, nada menos, que siete óleos de Murillo, cuatro obras cumbres de
Page 23: ALBARIZAconjunto de pinturas de grandes maes-tros, de una colección en la que nos en-contramos, entre otras, con, nada menos, que siete óleos de Murillo, cuatro obras cumbres de

ALBARIZAAsociación Cultural

Page 24: ALBARIZAconjunto de pinturas de grandes maes-tros, de una colección en la que nos en-contramos, entre otras, con, nada menos, que siete óleos de Murillo, cuatro obras cumbres de

ALBARIZAAsociación Cultural

www.adeconsultores.com

Colabora en la edición:

adeconsultores en comunicación