Alberdi nota revista matices.pdf

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 Alberdi Hay algo en el barrio...  A tono con la organización civil que viene defendiendo aquello que es propio de una sociedad y su historia, en Alberdi están de  pie en defensa del patrimonio que les queda. Tras sufrir más de una expoliación, ahora los vecinos lo dicen muy claro: Alberdi no se toca.  Por Juan Cruz Taborda Varela Fotos: Gabri ela Tretel La infancia / la patria de la infancia / la vieja / y el amor en bicicleta La calle / su cordón / la novia en la vereda / y el zaguán del olvido Los colores / mi cielo celeste / la dicha de un cantor / aquel tiempo mejor Tras las rejas / las guitarras arpegiadas / una peña cautiva / una luna en su calvario El camposanto / sus próceres en gloria / un hospital, una reforma / una bandera. La historia La bandera del motor /del motor de la alegría / en ese territorio / de América Latina Territorio libre / el primero de la patria / una trinchera en flor / de obreros y cerveceros De una chimenea / devenida a la desgracia / algún ladrillo caerá Mas la belleza / la belleza intacta Allí donde reposa la fe / la fe de los descreídos / allí donde el barrio Alberdi no se toca / rezan los descreidos / A y si lo tocan / rezan  Pablo Charras es verdu lero. Dante Martínez, ex cervece ro. Liliana Salguero de Fray re es docente. Los tres son vecinos de Alberdi. Los dos primeros integran el colectivo Defendamos Alberdi; Salguero, el Centro Vecinal del barrio. Son una parte del gran movimiento ciudadano organizado de cara al Suquía, con la espalda apoyada en la cervecería, con la mano diestra sobre el Gigante y con la cabeza ll ena de hi sto ri as de indi os, negros, obreros, estudi antes, pe ruanos, boli via nos y cordobeses. Son integrantes de lo que comenzó a movilizarse cuando les tiraron la chimenea y advirtieron: si se quedaron con la cervecería, si nos tiraron el símbolo de barrio industrial, vienen  por mucho más. La organización d e los vecinos no tardó en llegar . Hoy hay un objetivo claro: La Piojera. El viejo Teatro Colón pareciera tener destino de religión incierta. Una iglesia en donde todos cantan y bailan lo compró con la idea de convertirlo en santo templo de alguna creencia. “Los vecinos están concien tizado s. La gente quiere que esto se proteja  para el pueblo de Alberdi”, dice Liliana, que habla del pueblo de Alberdi con total naturalidad:

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  • Alberdi

    Hay algo en el barrio...

    A tono con la organizacin civil que viene defendiendo aquello que es propio de una sociedad y su historia, en Alberdi estn de pie en defensa del patrimonio que les queda. Tras sufrir ms de una expoliacin, ahora los vecinos lo dicen muy claro: Alberdi no se toca.

    Por Juan Cruz Taborda VarelaFotos: Gabriela Tretel

    La infancia / la patria de la infancia / la vieja / y el amor en bicicleta

    La calle / su cordn / la novia en la vereda / y el zagun del olvido

    Los colores / mi cielo celeste / la dicha de un cantor / aquel tiempo mejor

    Tras las rejas / las guitarras arpegiadas / una pea cautiva / una luna en su calvario

    El camposanto / sus prceres en gloria / un hospital, una reforma / una bandera. La historia

    La bandera del motor /del motor de la alegra / en ese territorio / de Amrica Latina

    Territorio libre / el primero de la patria / una trinchera en flor / de obreros y cerveceros

    De una chimenea / devenida a la desgracia / algn ladrillo caer

    Mas la belleza / la belleza intacta

    All donde reposa la fe / la fe de los descredos / all donde el barrio

    Alberdi no se toca / rezan los descreidos /

    Ay si lo tocan / rezan

    Pablo Charras es verdulero. Dante Martnez, ex cervecero. Liliana Salguero de Frayre es docente. Los tres son vecinos de Alberdi. Los dos primeros integran el colectivo Defendamos Alberdi; Salguero, el Centro Vecinal del barrio. Son una parte del gran movimiento ciudadano organizado de cara al Suqua, con la espalda apoyada en la cervecera, con la mano diestra sobre el Gigante y con la cabeza llena de historias de indios, negros, obreros, estudiantes, peruanos, bolivianos y cordobeses. Son integrantes de lo que comenz a movilizarse cuando les tiraron la chimenea y advirtieron: si se quedaron con la cervecera, si nos tiraron el smbolo de barrio industrial, vienen por mucho ms. La organizacin de los vecinos no tard en llegar.

    Hoy hay un objetivo claro: La Piojera. El viejo Teatro Coln pareciera tener destino de religin incierta. Una iglesia en donde todos cantan y bailan lo compr con la idea de convertirlo en santo templo de alguna creencia. Los vecinos estn concientizados. La gente quiere que esto se proteja para el pueblo de Alberdi, dice Liliana, que habla del pueblo de Alberdi con total naturalidad:

  • Alberdi es pueblo. Todos quieren que el teatro sea un bien pblico y no una iglesia evanglica, o la iglesia de lo que fuera, marca. Hay proyectos en danza y conversaciones con la Nacin: hacer un espacio de todos: El centro cultural es una necesidad. Antao, todos los barrios tenan su cine, su teatro, sigue la docente. Por ahora no hay respuestas de nadie.

    La recuperacin de la vieja sala, cuya historia ya hemos contado en estas pginas, viene de la mano de un asunto de mayor gravidez: Ac hay una ausencia del Estado. Hemos invitado concejales y funcionarios. Y recin ahora se vienen interesando. La Municipalidad lo declar sujeto a expropiacin al teatro, pero nunca llegaron a poner la plata. Y cuando reclamamos, nos dicen que llegamos tarde. Y la ausencia no slo es por la Piojera dice Pablo, significando todo aquello que ya se perdi y va en camino de. Tens el tema del pasaje Berna, sobre el cual vamos conociendo, hacemos jornadas con arquitectos y gente que sabe para que nos explique y as tener fundamentos, razones tcnicas. Nosotros hablamos desde el sentimiento, y est bueno, pero hay que aportar ms.

    Desde el sentimiento. Por qu hablan estos hombres y mujeres desde ah. Esta docente, este verdulero, este ex cervecero que ac representan a los cientos que vienen aportando lo suyo para defender la historia. Mi mam naci en la misma cervecera, adentro. Mi abuelo trabajaba en el taller y viva en la parte de adelante. Uno en Alberdi pone su sentimiento, pone su memoria, pone su identidad, dice Pablo. Pero tambin vamos aprendiendo cuestiones de patrimonio, las normativas que no se cumplen. En el pasaje Berna se volte la casa de la Reforma, lo que es una vergenza. Ah se escribi el Manifiesto Liminar. El Pasaje Berna est dentro del catlogo que impide que se pueda demoler, la casa estaba protegida. Por lo que, como dice Dante, hay demoliciones clandestinas. Tens que tener autorizacin, y nosotros nos enteramos accidentalmente que se estaba demoliendo.

    Los desarrollistas tenan un plan: all donde el eterno Deodoro dijo/escribi/rez/mand a la posteridad que las resonancias del corazn nos lo advierten/estamos pisando sobre una revolucin/estamos viviendo una hora americana. En la cuna de esas palabras haba multaron a la empresa. Y parte de esa multa es que no van a poder construir ms de los metros cubiertos que tena la casa, dice Dante. Pero todos sabemos que no es suficiente. Y que no todo tiene que depender de que los vecinos estn alertas de los piratas de departamentos.

    Si pudieran los vecinos/reunirse para crear

    Si pudieran/solo festejar

    Si pudieran lo vecinos / ya no tener que defenderse

    Siempre defenderse

    HOY

    El eje que atraviesa todo se llama planificacin urbana: qu ciudad, para quines, cmo.

    Desde hace casi 100 das, Crdoba est paralizada. Mejor: No se puede tocar ningn inmueble que est catalogado y protegido por la Ordenanza 11190. En el catlogo, de Alberdi hay 20 casas. Y nosotros hemos contabilizado que ac hay 400 casas y lugares con valor, dicen, pero desde el Municipio lo ven de otra manera ver entrevista al concejal Javier Bee Sellares: El Municipio tiene que ser rbitro-. En el Concejo, a instancias de esta norma, se cre una comisin que est revisando el catlogo para saber qu hay, cmo y qu falta. Y los han invitado: Es una instancia institucional que nosotros valoramos y estamos trabajando para que no sean slo protegidas casas

  • histricas del barrio y de Crdoba, sino tambin proteger reas del barrio. No queremos que nos quiten la calle. Alberdi es la calle, explica el ex cervecero. Y Pablo: Si bien valoramos el aporte tcnico, los que tenemos que decidir son los vecinos.

    _ Por qu los vecinos?

    _ PC: Porque el patrimonio no es slo la casa inmueble: es tambin lo que no se ve. Lo intangible, las historias, los chicos jugando a la pelota en la calle. Cuando juega Belgrano de local, el movimiento social y econmico que genera. Todo lo que mueve el movimiento estudiantil, el Carb, el Casaffousth, el Manuel Belgrano. Hay algo en el barrio

    Es por eso que, como seala Liliana, hay otra punta de trabajo que llevan adelante:Difundimos el valor histrico de este barrio. Desde el Centro Vecinal invitamos a Roberto Ferrero y nos cont la historia del pueblo Alberdi. En la medida que uno genera, en la conciencia de los vecinos, el valor histrico de nuestras races, que son las que sostienen el rbol, las que nos sostienen a nosotros como pueblo, es ms fcil la defensa. En la medida que hay conocimiento, habr ms valoracin. Tenemos uno de los centros vecinales ms grandes de Crdoba. Tambin trabajamos mucho con el Instituto de Culturas Aborgenes. Y desde ah propiciamos la defensa y la lucha por estos espacios.

    _ PC: El tema es el gran poder econmico que manejan estos tipos. Si vos tens comunicadores que ponen la cara por estos tipos

    _ DM: En la que te dan dos mensajes: dicen que estn protegiendo el patrimonio, mientras que son los responsables de haber tirado la chimenea. Y en otra parte, dicen: estamos transformando el lugar, qu significa eso?

    Hablan del actual emprendimiento inmobiliario que se lleva adelante en lo que fue la cervecera. Pero hablan, tambin, de lo que no se ve.

    _ Venimos hablando de lo intangible. Cul es la esencia de esta barriada?

    _ DM: Alberdi y Villa Pez son uno de los primeros barrios obreros de Crdoba. El impulso de la cervecera, de varios talleres metalrgicos y del calzado lo hicieron un barrio obrero. Y el otro punto es el Hospital de Clnicas, por el que venan muchos estudiantes. Todo eso ha ido formando la raz del barrio. A partir de esto se fueron armando redes sociales, deportivas, culturales. Haba un club cada dos cuadras. Se dio un proceso particular por las movidas estudiantiles y obreras. Eso se not en la lucha de la cervecera Crdoba, por la solidaridad del barrio. Y eso se sigui repitiendo con el tiempo, porque apareci de vuelta en estos das, con la defensa por el patrimonio.

    LS: Alberdi es su gente, gente que ha contribuido profundamente en la historia de la provincia de Crdoba. Es el trabajo, es la formacin profesional, es el Chango Rodrguez y su bohemia, es la escuela Casaffousth y la Crdoba industrial. Alberdi resume dentro de s parte de la historia de Crdoba. Por cada calle que vas, encontrs comunidades migrantes, serbios, griegos, peruanos, bolivianos. Alberdi es el Suqua, es Belgrano.

    PC: Alberdi es identidad y lucha.

    Identidad y lucha, dice Pablo.

    Hay algo en el barrio

  • All donde reposa la fe de los descredos

    Hay algo en el barrio

    Ay si lo tocan

    OPINIONESEl desarrollo inmobiliario atropell a Crdoba

    La problemtica del desarrollo urbano es un proceso complejo que requiere de miradas concurrentes. No podemos resolver el patrimonio aislados de una poltica de desarrollo urbano integral. Valorar la memoria de una sociedad es un derecho que est consagrado en la Constitucin: defender el patrimonio arquitectnico como parte de la cultura de Alberdi es fundamental y requiere acciones concretas. Ahora, esto hay que mirarlo en el proceso de constante cambio de la ciudad y, por ejemplo, la herramienta que dispone la Municipalidad para proteger reas implica que se puedan tomar acciones sin impedir el necesario desarrollo urbano y la densificacin. El Corredor Coln es uno de los que tiene casi todos los servicios y por ello hay una necesidad de densificarlo. No son contradictorios los objetivos. La otra opcin es la ciudad extendida a baja densidad.

    El actual es un problema complejo que tiene aristas culturales y econmicas y la llave la tiene el Municipio, porque es el que debe coordinar todos estos intereses. Con Rosa Harari publicamos artculos sobre cmo veamos el proceso de desarrollo urbano de Crdoba despus del ao 2000, antes de asumir responsabilidades en el Estado, y nos pareca entonces que Crdoba, como otras ciudades de Latinoamrica, ha sufrido un atropello. As como hay agronegocios, hay un capital financiero que sigue invirtiendo en las ciudades, porque el crecimiento en Crdoba no se entiende solamente por el aumento poblacional ni por la mayor demanda de lugares para vivir, sino por el flujo de capitales financieros que estn invirtiendo para maximizar su ganancia. Eso en el marco de las reglas de juego de la economa general. Pero ese proceso atropell a Crdoba con un Estado municipal muy dbil, debilitado adrede despus de la dcada del 90, con pocos equipos tcnicos, donde la iniciativa la tienen los grupos inversores que tienen marcada absolutamente toda la ciudad. Como ilustracin, en el ao 2004, la foto area que tenan los grupos inversores no la tena el Municipio y ellos gentilmente nos la cedan para que nosotros pudiramos trabajar sobre el planeamiento urbano. Han pasado muchas cosas, se han mejorado muchas cosas, pero la iniciativa la siguen teniendo los grupos inversores. Y la solucin no es abroquelarnos en contra de, sino en saber cmo dirigir las decisiones polticas desde el Estado.

    Adriana Menndez, arquitecta, docente de la UNC y especialista en polticas de suelo en Amrica Latina. Ex Directora de Planeamiento Urbano de la Municipalidad.

    El Estado tiene que ser promotor, no rbitro

    La ltima salvaguarda que tiene la ciudad es la sociedad, el valor cultural que la gente le da a su entorno habitado. Parece una obviedad, pero reducir las cuestiones de patrimonio a cuestiones tcnicas o solo reglamentarias ignora los problemas de fondo. Parte de la movilizacin y la sensibilizacin de los vecinos de Alberdi es un poco tarda, en el sentido de que hay cosas que son crnicas de una muerte anunciada. La movida para salvar y refuncionalizar la Piojera, por caso,

  • tiene que exceder a los vecinos de Alberdi.

    El Estado tiene instrumentos muy potentes de intervencin, directos e indirectos. A travs de las normas, debe restringir la intensidad de uso, la altura, la ocupacin, gracias a esa intervencin existe, por ejemplo, el centro histrico, donde hubo una regulacin normativa. Pero eso no es suficiente, porque el propietario, con eso, deja que el inmueble se venga abajo, espera que se caiga. O me pagan la expropiacin o lo dejo abandonado y, si puedo, le riego los cimientos. Esto ya ha sucedi en la ciudad, con la primera sinagoga que tuvo Crdoba, por ejemplo. A veces las ideas del progreso de una poca llevan a que se piense que eso viejo hay que tirarlo abajo y hacerlo de nuevo. Con los aos se tom conciencia de que lo viejo encierra un valor simblico, cultural y referencial.

    Pero no todas las polticas de lo pblico estn reidas con lo privado, como pas en 27 de abril y San Jernimo: ese es un ejemplo de poltica de lo pblico en donde los privados pusieron dinero. El Estado tiene que ser promotor liderando proyectos, si se pone solamente en mediador y en rbitro, la capacidad de lobby de las corporaciones inmobiliarias pasa por encima a cualquier grupo de vecinos nostlgicos de lo que fue.

    El problema est en no tener proyectos: eso es renunciar a la soberana en este territorio. Como deca el alcalde de Curitiba, si la ciudad tiene proyecto, si direcciona la inversin privada y la condiciona a travs de lo pblico, los desarrolladores van a jugar bien. Si la ciudad no lo tiene, van a jugar mal. La ciudad tuvo un proyecto en Gemes con el Paseo de las Artes. Existe Gemes porque hubo poltica pblica. La pregunta es: hay una poltica pblica en Alberdi? Obviamente que no.

    Alejandro Cohen, arquitecto, docente de la UNC e investigador en urbanismo de la SECyT

    BARRIO CON MUNDOHay un color que Alberdi ya no puede negar: el de Latinoamrica. Construido con los comechingones y sanavirones que el poder acumul a modo de destierro en aquel pueblito de la Toma, hoy la comunidad peruana ha venido a enriquecer nuestros paisajes, nuestras costumbres. Ya forman parte del paisaje, hace ms de 20 aos, dice Pablo. A tal punto que, cada domingo, como ya lo ha mostrado esta revista, en la Isla de los Patos, se recrea la nueva Lima, como ellos mismos dicen. Es transculturacin dice Liliana-. Hay gente que lo va a aceptar y gente que no. Pero las procesiones de la Virgen junto con los caporales da cuenta cmo se preservan y se integran las identidades.

    Alberdi es un barrio con mundo. Basta ver noms la capilla del cementerio San Jernimo: una virgencita ancestral ocultada al conservadurismo del Siglo XX convive con la imagen de los originarios en procesin y fiesta ms la cervecera, el estadio y el cine Moderno. Alberdi es un barrio con mundo.

    Nota revista MATICES http://www.revistamatices.com.ar/index.php/component/content/article/67-informe-central/305-alberdi.html