Alcaraz y La Cantiga CLXXVIII. Alcanate, Revista de Estudios Alfonsíes n 3 2002-2003. Juan Torres...

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 255  Alcaraz y la cantiga CLXXVIII  Juan Torres Fontes Universidad de Murcia De las Cantigas que he estudiado, tanto en el orden histórico como por su relación con tierras murcianas y siempre sin ánimo en adentrarme en su clasificación, valoració n literaria, alcance y otras muestras propias de filólogos y especialistas, despertó mi atención la diferencia grande que existe en tres de ellas, de las cuales por su diversa graduación histórica anoto dos y vuelvo a tratar con mayor extensión la tercera. En primer lugar destaco la Cantiga CLXIX, dedicada a la Virgen de la  Arrixaca. Su argumento tiene como base y relata tres intentos de l os moros que vivían en el arrabal murad o de la Arrixaca para derribar la ermita o capilla que en ella tenían los cristian os, para lo que obtuvieron sucesiva mente autori- zación del infante don Alfonso, después del rey don Jaime I y por último del propio Alfonso X, ya rey. En las tres ocasiones, obligados don Alfonso y don  Jaime a su concesión a tenor de las capitul aciones otorga das a los musulmanes, la primera en 1243 y las otras dos en 1266.

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Historia

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    Alcaraz y la cantiga CLXXVIII

    Juan Torres FontesUniversidad de Murcia

    De las Cantigas que he estudiado, tanto en el orden histrico como porsu relacin con tierras murcianas y siempre sin nimo en adentrarme en suclasificacin, valoracin literaria, alcance y otras muestras propias de fillogosy especialistas, despert mi atencin la diferencia grande que existe en tresde ellas, de las cuales por su diversa graduacin histrica anoto dos y vuelvoa tratar con mayor extensin la tercera.

    En primer lugar destaco la Cantiga CLXIX, dedicada a la Virgen de laArrixaca. Su argumento tiene como base y relata tres intentos de los morosque vivan en el arrabal murado de la Arrixaca para derribar la ermita o capillaque en ella tenan los cristianos, para lo que obtuvieron sucesivamente autori-zacin del infante don Alfonso, despus del rey don Jaime I y por ltimo delpropio Alfonso X, ya rey. En las tres ocasiones, obligados don Alfonso y donJaime a su concesin a tenor de las capitulaciones otorgadas a los musulmanes,la primera en 1243 y las otras dos en 1266.

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    Esta Cantiga ofrece tres fases o tiempos histricos totalmente diferen-ciados tanto en su exposicin potica como en su acompaamiento grfico.En la primera de ellas es el infante don Alfonso, heredero de Castilla, su prota-gonista. Por el tratado de Alcaraz, firmado en 1243 estableca el protectoradocastellano en el reino musulmn de Murcia con una serie de concesiones alos moros que se deban respetar; en su imagen, don Alfonso no lleva coronaalguna. En su segunda fase: depois a gran tempo / aueo outra vez / quand' elrei d' Aragon / Don James de gran prez, en 1266, recupera la capital murcianamediante la firma de un tratado de capitulacin, con divisin de la ciudadentre unos y otros, y por ello hubo de acceder a la peticin que se le haca dedestruir la capilla que se hallaba en la parte que se haba adjudicado a los moros.En el mismo ao modificara Alfonso X esta vez aparece su figura con coronareal algunos de los trminos del tratado firmado por su suegro, e, igualmente,quedaba obligado a respetar las condiciones de vida, costumbres, religin yleyes de los mudjares, a quienes ubicaba precisamente en el barrio de laArrixaca. Por ello hubo de dar su conformidad a la desaparicin de la ermitade la Virgen, lo que por tercera vez Mara lo impedira.

    Aparte del hecho hagiogrfico, la Cantiga refleja con entera fidelidad estastres fases de la historia murciana. y es de destacar, para dar mayor verosimilituda estos hechos, la intervencin personal del monarca castellano, llevado desu fe mariana, al agregar dos afirmaciones: una, la de ser testigo presencial:miragle diri grande que vi, y otra, en que manifiesta haberlo odo dizera muitos mouros que moravan ant'y.

    Si la Cantiga rebosa autenticidad en estas fases histricas de su relato,hay tambin que agregar el fiel reflejo que de ellas ofrecen sus ilustraciones:Ciudad, murallas, ro, alczar, secular palmera, imagen de la Virgen, reyes yotros aspectos externos que responden a una realidad conocida, sin duda laque vio personalmente su autor Pedro Lorenzo, quien fue heredado en la huertade Murcia, con la designacin de Pero, pintor de imagenes, con seis tahllasjunto a la acequia de Casillas, cuatro en Tiosa, una y media en Algualeja yun huerto en Alharilla. Se trataba de reconocer su labor, pues, al estar incluidoen la cuadrilla de los armeros y pintores, todos heredados como peones menores,por disposicin de don Gil Garca de Azagra, partidor mayor, su condicin

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    ALCARAZ Y LA CANTIGA CLXXVIII

    1 TORRES FONTES, J., La cultura murciana en el reinado de Alfonso X, Murcia, 1960.2 TORRES FONTES, J., Historicidad de la Cantiga CCCLXXXII, Literatura y

    Cristiandad. Homenaje al prof. Jess Montoya Martnez, Granada, 2001.3 TORRES FONTES, J., Una Cantiga de Alfonso X. El nio de Alcaraz, Al-Basit, 6,

    Albacete, 1979.

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    social fue elevada a la de pen mediano, por lo que obtuvo mayores beneficiosque sus compaeros. 1

    Con carcter mixto, sin tanto rigor histrico como la anterior, contamoscon la Cantiga CCCLXXXII. Dedicada a Santa Mara del Puerto, en ella serelatan las andanzas, desventuras y satisfaccin final de Ramn de Rocafull.Los datos de carcter histrico son ciertos, pero la desquiciada cronologa nosolo resulta artificiosa y confusa, sino que a ello aade un error decisivo en ladenominacin del topnimo clave, ncleo bsico de toda ella. Adems, narradaen tercera persona, es perceptible la falta de intervencin directa o correctoradel monarca en su revisin, porque tales errores habran sido salvados. Porotra parte, frente a un tiempo largo del relato, la realidad de los hechos quenarra se suceden en algo ms de un mes, esto es, del 27 de marzo a 31 de abrilde 1281. En cambio la investigacin, al deshacer errores, desaciertos y confusio-nes, proporciona pginas histricas un tanto novedosas. 2

    En tercer lugar la Cantiga CLXXVIII, que aqu volvemos a tratar. 3 En ellano hay dato histrico alguno. Un bonito cuento con la simple mencin dedos topnimos. Uno bien conocido: Santuario de Santa Mara de Salas; otrodiscutido: Alcaraz, de libre interpretacin la identificacin. Su argumentono guarda relacin alguna con cualquier hecho histrico, sin protagonistareconocible, y solo su fin, al igual que en todas ellas, es hacer patente la media-cin de Mara al interceder y corresponder a la fe de uno de sus devotos. Aquel protagonista es un nio al que se le muere su muleta y la Virgen vuelve a lavida, lo que est lejos de todo acontecimiento real o semejante, ya que todoes puramente creativo e idealizador.

    En esta Cantiga solo estos dos topnimos tienen base real; todo lo demses pura ficcin y su contenido podra adaptarse a otros dos topnimos de cual-quier parte. Incluso en esa diversidad de santuarios extranjeros citados en lasCantigas en que se relacionan acciones milagrosas de distintas imgenes de

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    Juan Torres Fontes

    4 Publicado en el Boletn de la R. Academia Espaola, 1927, 327-355.5 METTMANN, W., Cantigas de Santa Mara, Colec. Odres Nuevos, vol. II, Madrid,

    Ed. Clsicos Castalia, 1985, p. 189. Conoce las identificaciones de la albacetense Alcaraz(TORRES FONTES) y la de Alquzar (MONTOYA).

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    Santa Mara. Uno de ellos es Santa Mara de Salas, extramuros de Huesca, yotro Alcaraz. En el santuario de Salas se veneraba una imagen de la Virgen ala que se le tena gran devocin en todo el territorio peninsular, lo que explicaque Alfonso el Sabio centrara en este santuario ms de una quincena de susCantigas con diversidad de argumentos que siempre tendran feliz conclusinpor la intercesin de Santa Mara. Lo cual no significa en ningn caso quefuera factor decisivo la proximidad de la localidad donde se produjo el hechoimaginado, ni que, en sentido contrario, la lejana impidiera solicitar la accinmilagrosa de la Virgen.

    El otro topnimo es Alcaraz. Frente a la natural identificacin con la pobla-cin albacetea, de mayor importancia en los siglos medievales que en el actual,encontramos diversas opiniones en contrario, todas sujetas a un determi-nismo geogrfico un tanto simplista, el acercar el topnimo al santuario. Deellas recojo cuatro, las que estn ahora a mi alcance. Una, la primera, fue deAgapito Rey en su ndice de nombres propios y de asuntos importantes delas Cantigas de Santa Mara, 4 eficaz aportacin que llenaba el hueco dejadopor el marqus de Valmar en su edicin de las Cantigas. Ofreca por vez pri-mera un ndice amplio y comentado, identificando nombres y topnimos.Una labor novedosa, de mucho trabajo y de gran utilidad para su mejor cono-cimiento, y si hoy se pueden apreciar algunos errores, el nmero de datosque proporcion en 1927 permite apreciar su extraordinario valor.

    Agapito Rey, en su ndice, rechazaba que Alcaraz pudiera ser la pobla-cin de la provincia de Albacete, porque est muy lejos del santuario de Salasy, dudoso, ya que en principio entenda que parece referirse a Campos deAlcaraz en la provincia de Huesca, ms adelante cambiaba de opinin paraconcluir afirmando: Debe ser Alcarraz de Lrida.

    Mettmann en su estudio sobre las Cantigas, 5 en lo que se refiere a laCLXXVIII, acepta la opinin de Agapito Rey en su identificacin de Alcarazpor Alcarraz, aunque conoce otras atribuciones.

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    ALCARAZ Y LA CANTIGA CLXXVIII

    6 FILGUEIRA VALVERDE, J., El cdice rico de las Cantigas, Madrid, 1979, 244. En suestudio de las Cantigas nos dice que son colecciones de milagros que sufren acomodacioneshagiogrficas aplicndose a personajes y localizaciones concretas, generalmente de tipofolklrico al adscribirse a determinados monasterios o santuarios, acomodaciones querepresentan elementales cambios de matizacin.

    7 MONTOYA MARTNEZ, J., Composicin, estructura y contenido del Cancionero Marialde Alfonso X, Murcia, 1999, 291.

    8 TORRES FONTES, J., Una Cantiga..., cit.

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    Tiempo despus, ms precavido, Filgueira Valverde al estudiar esta Cantigadeja campo abierto a su posible identificacin: debe ser Campos de Alcarazen Huesca, o Alcarrs, en Lrida, si no el lugar homnimo de Albacete 6.

    En cuarto lugar Jess Montoya, 7 tras exponer las opiniones anteriores,as como su conformidad en rechazar que el topnimo de esta Cantiga fuerael Alcaraz albaceteo, encuentra un nuevo lugar: Alquzar (adulteracin deAlczar), una villa oscense en el partido judicial de Barbastro y a treintakilmetros de Huesca. Esto es, otra vez determinante la situacin geogrficade Salas.

    Para m, y vuelvo a ratificar lo expuesto hace mucho tiempo, 8 la identifica-cin del Alcaraz de la Cantiga hay que buscarla en su realidad histrica.Contamos para ello con dos fundamentos bsicos. Uno es que ni en el Itinera-rio alfons, ni en la amplitud de estudios dedicados a su persona y reinado,ni en los centenares de documentos alfonsinos que he conocido se mencionauna posible estancia de don Alfonso en tierras cercanas a Santa Mara de Salasque, al igual que otros muchos santuarios incluidos en las Cantigas, no fueronconocidos personalmente por el rey Sabio.

    No fue as, lo que nos conduce a territorio albacetense, a Alcaraz, ciudadque contaba en vida de Alfonso X con reciente y brillante historia desde suconquista por Alfonso VIII. Lo importante para nosotros es que conocemosla estancia en ella de don Alfonso en los aos 1243, 1244, 1265 y 1272.Los dos primeros cuando todava era infante heredero del trono castellanoy en ambas, en nombre de su padre, con decisivas misiones; las otras dos, siendoya rey y fundamentalmente la de 1265, no solo por los muchos das que enella permaneci, sino por la conjuncin familiar Castilla-Aragn que se man-tuvo, por cuanto signific tiempo propicio para toda clase de narraciones y

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    Juan Torres Fontes

    9 TORRES FONTES, J., El monasterio cisterciense de Santa Mara la Real de Murcia,Medievo Hispano. Estudios in memoriam del prof. Dereck W. Lomax, Madrid, 1998, endonde expresa las grandes mercedes que Dios nos fizo... que quiso que ganasemos de los enemigosde la fe a servicio del et a grand danno dellos, entre todos dionos el regno de Murcia en nostramancebia et encabeamiento de nostros fechos, et por el grand bien et la merced et onra quenos El y fizo amamos et deuemos querer este reino entre todos los otros.

    10 Da en que el infante conceda a la Orden de Santiago las villas de Galera, Orce, Castallay otras cercanas por los servicios prestados en la conquista de Chinchilla. TORRESFONTES, J., CODOM III, doc. 2.

    11 La crnica alfons nos dice que le daran la ibdat de Muria e todos los castillos que sondende Alicante fasta Lorca e fasta Chinchilla. Crnica de Alfonso X. Ed. de M. GonzlezJimnez, Murcia, Real Academia Alfonso X el Sabio, 1999, p. 29..

    12 Da en que se concertaba el matrimonio de el mayordomo D. Rodrigo Gonzlez Girncon doa Teresa Snchez, hija del rey de Portugal y viuda de Alfonso Tllez de Meneses.BAQUERO, A., Rebuscos y documentos sobre la historia de Cartagena, Cehegn, Mula yMurcia, Murcia, 2 edic., 1982, p. 99.

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    recuerdos. Digamos algo sobre las circunstancias cada una de las estanciasde Alfonso X en Alcaraz.

    Alcaraz 1243. Ao en que comienza su actividad poltica y blica, tan decisivapara la historia del reino de Murcia. Se firma el tratado de Alcaraz, hechoque tendra siempre presente en toda su vida, con el sabor agradable del aciertoy de lo que entonces todo sera entusiasmo juvenil 9.

    El 15 de febrero de 1243 se hallaba el Infante en Toledo preparando unaexpedicin a tierras andaluzas para continuar la empresa paterna, enfermoste en Burgos, y con Jan en atractivo horizonte. 10 All lleg una embajadade plenipotenciarios murcianos para tratar de concretar lo que emisarioscastellanos haban propuesto para que reconocieran la soberana de Castilla. 11

    Odas sus pretensiones y necesitado de la resolucin paterna, hubo acuerdopara reunirse en Alcaraz en el mes de abril con la decisin de firmar un tratadoen el que se recogieran las condiciones que se pudieran concertar.

    En Montiel, con poderosa hueste, se hallaba el Infante don Alfonso elltimo da del mes de marzo 12 y se aposentaba en Alcaraz al da siguiente. Allllegaron das despus los representantes de diversos seoros murcianosencabezados por Ahmed, hijo del rey moro de Murcia. Se firmara un tratado

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    ALCARAZ Y LA CANTIGA CLXXVIII

    13 AL BAYAN AL MUGRIB, Crnicas rabes de la Reconquista. Ed. de A. Huici Miranda,Valencia, 1953.

    14 Primera Crnica Genera de Espaa. Ed. de R. Menndez Pidal, Madrid, vol. II, Madrid,Gredos, 1955, .

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    en el que aceptaban el protectorado castellano y cuyo contenido no conocemos.La versin musulmana se concreta, en palabras de Ibn Idari al-Marrakusi:La gente de Levante del Andalus pact con los cristianos por una cantidadfija que les pagasen cada ao y los murcianos dieron su alcazaba a los cristianosque fue su alczar 13. La versin castellana es la Crnica General que nos diceque los moros entregaron el alcaar de Murcia al infante don Alfonso, et apodera-ronle en todo el sennorio, et que leuase las rentas del sennorio todas, saluo cosasiertas con que auien a recorrir a Abenhudiel et a los otros sennores de Creuillen etdAlicante et dElche et de Orihuela et dAlhama et dAlaedo et de Ricot et de Cieaet de todos los otros logares del reyno de Muria que eran sennoreados sobre si. 14

    Larga estancia en Alcaraz, necesaria para ultimar acuerdos, obtener infor-macin precisa de la situacin del reino y cunto podan suponer los seorosno representados, puesto que algunos de mayor podero como Cartagena, Lorcay Mula no se hallaban presentes, as como la duda de otros cuando llegara lahora de hacer efectiva la ocupacin de fortalezas, pues la garanta que ofrecanera personal y un tanto insegura; lo que obligaba igualmente disponer de huestepoderosa para hacer frente a cualquier contingencia o cambio de la situaciny a la vez para ir dejando guarniciones suficientes en los principales castillosque se fueran ocupando.

    En cuanto a las condiciones fundamentales del pacto, por lo que despusconocemos, podran concretarse en el absoluto respeto por parte castellanaen mantener la situacin poltica existente, toda vez que la multiplicacinde seoros y sus contrapuestos intereses favorecan la ocupacin y su pacficacontinuacin, a la vez que proporcionaban libertad y tiempo para continuarla empresa andaluza; de igual manera todo cuanto afectaba a su religin, formasde vida, leyes, propiedades urbanas y territoriales etc., puesto que la polticacastellana era la de establecer un pacfico protectorado, pendiente de futurasrepoblaciones. Y, en tercer lugar, el programa econmico. Si Ibn Idari nos diceque sera una cantidad fija que les pagasen cada ao, la Crnica General

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    Juan Torres Fontes

    15 Libro de privilegios de la Orden de San Juan de Jerusaln en Castilla y Len (ss. XII-XIII),coord. Carlos de Ayala, Madrid, 1995, doc. 289.

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    puntualiza que todas las rentas del reino seran recaudadas por Castilla, exceptolo que haban de recibir Ibn Hud y los seores en sus respectivos dominios.Lo que est ms acorde con lo que los documentos nos permiten deducir.Tres cuartas partes para el rey de Castilla y una para los gobernantes musul-manes. Casi un mes de negociaciones en Alcaraz, pues el da uno de mayollegaban el infante don Alfonso y su hueste a la capital murciana.

    Alcaraz 1244. Segunda estancia en Alcaraz del infante don Alfonso, si bien,y al contrario que el ao anterior, los documentos slo nos permiten localizarloall un nico da, 15 todo como consecuencia del pacto firmado un ao antes.Tambin trascedente, pues se trataba de fijar la lnea divisoria entre Aragny Castilla para precisar la frontera murciana con el reino valenciano. Perentoria,porque la ocupacin de fortalezas por una y otra parte prevista como lneaideal por Alfonso II y Alfonso VIII en Cazola en el lejano ao de 1178, estabaun tanto a resultas de las circunstancias, ms an por cuanto Jaime I se hallabavigilante en sus cercanas al continuar su labor reconquistadora y en cambioFernando III se encontraba lejos porque su inters y esfuerzo se encaminabahacia Andaluca, si bien haba puesto al lado de su hijo personas competentes,de alta calidad poltica y blica.

    Una frontera indivisa y cuestionada, porque a la ocupacin de fortalezas,concentracin de fuerzas y algunas muertes significativas, se una la trascen-dencia poltica de cuanto se haba de convenir, pues de ratificarse lo pactadoen Cazola se producira una divergencia que afectaba de forma desigual a ambascoronas, ya que Aragn perdera definitivamente su frontera con Granada,siempre peligrosa pero tambin beneficiosa, y en cambio Castilla quedaba comonica vecina del reino granadino y a la vez obtena salida al Mediterrneo,un mar con amplitud de perspectivas de todas clases. Factor influyente en estaencrucijada sera la consolidacin del compromiso matrimonial del infantecastellano con doa Violante de Aragn.

    Apud Alcaraz infante exprimente, dos die marcii era M CC LXXX II.Un da en Alcaraz, pero sin duda su llegada debi producirse tiempo antes,

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    ALCARAZ Y LA CANTIGA CLXXVIII

    16 PRETEL MARN, A., Alcaraz, un enclave castellano en la frontera del siglo XIII, Albacete,1973, doc. 2.

    17 TORRES FONTES, J., Del tratado de Alcaraz al de Almizra. De la tenencia al seoro(1243-1244), Miscelnea Medieval Murciana, XIX-XX(1996).

    18 PRETEL MARN, A., Alcaraz..., doc. 9.19 En noviembre se encontraba ya en el reino de Murcia. Quiz su llegada se produjo el

    da 9. TORRES FONTES, J., La reconquista del reino de Murcia en 1266 por Jaime Ide Aragn, Murcia, 1987, 2 ed., p. 118.

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    porque su Itinerario, por ahora, solo nos dice que el 15 de septiembre de 1243se encontraba en Burgos. Largo trecho cronolgico y de camino, pero la equ-voca situacin en que se hallaba todo el territorio cuestionado obligara alInfante a estar en lugar propicio, como sera Alcaraz, atento a las circunstancias.Sabemos que el 10 de marzo se encontraba en Chinchilla, y privilegiaba aAlcaraz con la concesin del castillo y villa de Tobarra, 16 indicativo de sumedido desplazamiento hacia Almizra, donde el 26 de marzo firmara el tratadode este nombre. El acuerdo, oficialmente, dejara satisfechos a todos, especial-mente a don Alfonso, quien, alegre, volvera a Murcia, donde se encontrabaya el 15 de abril y reanudaba con nuevas disposiciones la mejor marcha delprotectorado murciano, ya asegurada la soberana castellana y atento a lasciudades que todava se mantenan rebeldes a lo convenido en Alcaraz. 17

    Alcaraz 1265. Sera la tercera y ms prolongada permanencia de don Alfonsoen esta ciudad. En un privilegio de delimitacin de trminos alcaraceos senos dice el motivo de su estancia en ella: quando fueimos en Alcaraz a las juntasque ouiemos con el Rey de Aragon. 18 La fecha de diciembre de 1265 tambinincide en la misma causa, pues responda a la sublevacin que los musulmanesandaluces y murcianos promovieron entre 19 de mayo y 5 de junio de 1264. 19

    Si en la zona sevillana pudo Alfonso X con cierta rapidez solucionar tan graveproblema, en el reino de Murcia, el desarrollo de la rebelin fue ms amplioy de mayor trascendencia, tanto por la escasez de fuerzas castellanas comopor la prdida de ciudades y fortalezas, especialmente la capital y Cartagena.La eficaz actividad del maestre de Santiago socorriendo a Lorca y otras fortalezassantiaguistas impedira que los perjuicios fueran mayores. A ello se una la

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    20 TORRES FONTES, J., La reconquista..., pp. 101-104.21 GONZLEZ JIMNEZ, M., Diplomatario andaluz de Alfonso X, Sevilla, 1991. En Sevilla,

    18-XI-1265.

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    imposibilidad del monarca castellano para atender a esta situacin por hallarseobligado a permanecer en Andaluca.

    La reaccin del monarca castellano se realiz con el envo de fuerzas deAlcaraz, Cuenca y Albacete a las ordenes de don Gil Garca de Azagra, msayuda naval que permitiran ganar Cartagena en 1265, pero hueste insuficientepara recuperar por la fuerza la totalidad del reino. De aqu la solicitud de ayudaa Jaime I, su aceptacin, pero tambin tiempo, pues hubo de superar las difi-cultades que surgieron para reunir su ejrcito y obtener medios econmicossuficientes para su movilizacin y abastecimiento, que retrasaran considerable-mente su expedicin. Pero su decisin era firme y por ello dos cabalgadas delinfante don Pedro, con graves daos a los musulmanes y gran nmero de cau-tivos fueron eficaz aviso de la llegada de la hueste del rey don Jaime. 20

    En diciembre de 1265 la situacin del reino de Murcia estaba muy ade-lantada, toda vez que de forma efectiva slo quedaban en poder de los suble-vados la capital y algunos castillos cercanos, como el de Alhama, en la lneade enlace con territorio granadino. Las perspectivas eran seguras, pero estabansin decidir las medidas a adoptar como solucin final del conflicto, la firmade la paz y concesiones que podran hacerse a los musulmanes para adelantarla capitulacin y formas de asegurar el reino a cualquier otra contingencia.Todo ello hizo necesario la reunin de ambos monarcas y la adopcin conjuntade los acuerdos mas convenientes. De aqu la fijacin de lugar y fecha concretapara la entrevista. Sera Alcaraz el punto elegido y, posiblemente, el cuatrode diciembre el da sealado.

    El itinerario alfons nos permite seguir su marcha en los dos ltimos mesesde 1265. Los documentos sealan con cierta exactitud su caminar desde Sevillaa Alcaraz; no as su Crnica por su deficiente cronologa, si bien su actual editoranota errores y los corrige en notas a pie de pgina. 21 Desde Sevilla como puntode partida el 18 de noviembre hacia Villa Real, donde ya dos das despus

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    ALCARAZ Y LA CANTIGA CLXXVIII

    22 BALLESTEROS BERETA, A., Alfonso X, Barcelona, 1984, p. 387.23 BALLESTEROS, ob. cit., p. 395.24 Resulta problemtica y camino de la interpretacin esta amplitud de silencios documentales

    por ambos lados. Es as, en principio, la fecha de la estancia de Jaime I en Alcaraz, puesslo sabemos que fueron ocho das. Por su Crnica y documentos conocemos que desdePinar de Villena, donde se encontraba el 19 de diciembre (HUICI, Documentos de Jaime I,doc. CMXVIII) y en Orihuela el da 21, cuatro antes de Navidad. A 21 de diciembre hayque restarle estos tres desde Villena, y los seis de Alcaraz a Villena, ya que teniendo en cuentalas dificultades de camino que ofreca este trecho, era por lo menos el doble; si a estosdescuentos se aaden los ocho das de permanencia en Alcaraz, cabe deducir que el reyde Aragn lleg a esta ciudad el da 4 de diciembre.

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    confirmaba en ella privilegios al concejo y catedral de Len 22. Seguidamentecomienzan las dudas, porque hasta el 8 de diciembre no se confirma documen-talmente su estancia en Alcaraz 23, si bien cabe deducir que debi ser bastanteantes 24, en torno al da cuatro de diciembre, atento a la disciplinada exactituddel rey aragons, quien precisa su llegada a Alcaraz, donde estuvimos el mismoda que haba convenido con el rey de Castilla.

    No deja de ser curioso que don Jaime, en el relato de la entrevista consu yerno, indique por dos veces que le acompaaban trescientos caballerosy que pudo llevar otros tantos que dej en Orihuela; aparte de los doscientosalmogvares que le aseguraban el camino. Nmero que resalta para contrastarcon los sesenta caballeros que acompaaban a don Alfonso cuando sali arecibirle a una legua de Alcaraz.

    Reunin familiar y poltica, pues en Alcaraz se hallaba su hija Violantey sus nietos, y con l sus hijos Pedro y Jaime y a los que se agregara doaBerenguela Alfonso. En su Crnica don Jaime solo indica que hablamos delasunto de los sarracenos; aunque sin duda se hablara de todo, fundamen-talmente de las posibilidades de trato con los que defendan Murcia; posiblescondiciones para su capitulacin y de la seguridad del reino una vez efectuadasu entrega. No seran muy precisas, toda vez que no mucho despus donAlfonso dejara sin efecto el pacto otorgado por su suegro. Nada ms nos dicenlos Feyts de don Jaime, salvo la alegra y satisfaccin que tuvo durante los ochodas que, como matemticamente afirma, que permaneci en Alcaraz.

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    Juan Torres Fontes

    25 TORRES FONTES, J., CODOM III, doc. XCIC. Al concejo de Alicante. Vecindadobligada.

    26 TORRES FONTES, J., CODOM I, doc. LVII. Obligacin de los mercaderes de aceptarel maraved de oro fino que se haba acuado, con valor de diez maravedes de la guerra.

    27 Crnica de Alfonso X, ed. cit., 70.28 TORRES FONTES, J., CODOM I, docs. LVIII-LIX. Concesin de heredamientos en

    la huerta de Murcia a tres moros orfebres y a Caim Anacax.29 TORRES FONTES, J., CODOM III. A Cieza. Exencin de tributos menos moneda.30 Crnica de Alfonso X, 70. Haban sido pedidos por el rey de Granada; muchos hombres

    muertos y cautivados y combatan el castillo de Vejer de la Frontera.31 TORRES FONTES, J., CODOM III, doc. CXXVII. Privilegio rodado a Cartagena.

    Delimitacin de su trmino y franquicias a los mercaderes.

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    Alcaraz 1272. El 15 de junio de este ao se hallaba Alfonso X en Murciaatento a los repartimientos que entonces se realizaban con intensidad, tantoen la revisin de las donaciones y la gradual desaparicin de los donadosconcedidos con anterioridad, como a la ampliacin de estas concesiones enla mitad de la huerta que desde 1266 se haba reservado a los mudjares. El16 de junio acaba un periodo inslito en el itinerario alfons, como era suestancia en el reino de Murcia que haba comenzado el 15 de febrero de 1271 25

    e ininterrumpidamente mantuvo hasta el 15 de junio de 1272. 26 Salida deMurcia obligada por dos problemas inmediatos, como eran el obsesivo resurgirdel fecho del Imperio cuando se supo la muerte de Ricardo de Cornuallesen abril de este mismo ao, su competidor en las aspiraciones imperiales y,a la vez ms inmediato, la actitud del infante don Felipe y con l de gran partede la nobleza. De aqu que previo a todo ello, tal como dice la Crnica alfonsquisiera aver vistas con el rey de Granada por le dexar sosegado en quanto elyua a Castilla a sosegar a aquellos ricos ornnes e guisar la yda al Imperio. 27

    Iniciara su viaje el 16 de junio, permaneciendo en Cieza los das 17 y 18 28

    para llegar a Alcaraz en fecha anterior a 23 de junio. 29 Segn la Crnica allseyendo en Alcaraz llegaron y cartas del infante don Ferrando e del infante donManuel que eran en Sevilla, en que embiauan dezir que eran pasados grantconpannas de moros de allende mar. 30 En ella permanecera algn tiempo pueslos documentos datan su estancia los das 25 y 27 31 y en donde se mantuvo

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    ALCARAZ Y LA CANTIGA CLXXVIII

    32 ALAMO, J. Del, Coleccin diplomtica de San Salvador de Oa (822-1284, II), Madrid,1950, docs. 302-3.

    33 HUICI, A., Coleccin diplomtica de Jaime I el Conquitador, Valencia, 1922, II, doc.CMXVIII.

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    algn tiempo ms, toda vez que su siguiente etapa sera en Huete, donde sehallaba ya el 8 de julio. 32

    Alcaraz y su cronologa. De las cuatro estancias de Alfonso X en Alcaraz (1243,1244, 1265, 1272) destaca por muchas razones la tercera. Aparte de cuantopudo suponer la entrevista familiar y a la vez poltica, fundamentalmente nosinteresa conocer el tiempo que Alfonso X permaneci en ella. Como quedaindicado, su llegada debi producirse entre 20 de noviembre, en que se hallabaen Villa Real, y 8 de diciembre en que fecha su carta de la concesin de Tobarraal concejo de Alcaraz. Por los documentos recopilados por Gonzlez Jimnezsabemos que el 29 de enero de 1266 se hallaba en Sevilla. Por tanto, en prin-cipio, queda un lapso de tiempo superior a ms de cincuenta das; tiempoque ni la Crnica ni los documentos nos dicen dnde se hallaba el monarcacastellano, as como tampoco la duracin de su estancia en Alcaraz.

    Tenemos que recurrir a otras fuentes en su pesquisa. Jaime I en sus Feytsnos dice que estuvo en ella ocho das. No sabemos cundo sali de Orihuelani el da de su llegada. Documentos aragoneses sealan que a su regreso, el19 de diciembre se hallaba en Pinar de Villena 33, y que pasando por Monfortey Elche, cuya calahorra entreg a su yerno el infante don Manuel, llegabaa Orihuela el 21 de diciembre, cuatro das antes de Navidad, tal como nos diceen su Crnica. Un total de dieciocho das, ida y vuelta, que sumados a los ochode permanencia en Alcaraz nos dicen que su llegada a esta poblacin debiser el 4 de diciembre, donde se hallaba su yerno el rey de Castilla, quien afec-tuoso sali a su encuentro.

    Conforme avanzamos en el conocimiento de los itinerarios de ambosmonarcas, el lapso de tiempo de Alfonso X: Villa Real-Alcaraz-Sevilla, (20noviembre de 1265 a 29 enero de 1266) se acorta en cuatro das, pero quedanpor ahora casi setenta sin dilucidar.

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    Juan Torres Fontes

    34 MONTOYA MARTNEZ, J., Composicin, estructura y contenido del Cancionero Marialde Alfonso X, Murcia, 1999, p. 291.

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    La incgnita de este largo silencio documental en la cronologa del reySabio, tan prolongada en trascendente perodo histrico por cuanto habasucedido en Sevilla, as como lo an pendiente en Murcia, no tiene por ahoraprudente respuesta. Hubiera sido atractivo poder aceptar, porque en granparte explicara esta nebulosa de setenta das en espacio y tiempo, si restndolesu sentido negativo y no fuera producto de persona y destino distinto, el poderacoger cuanto inici Agapito Rey y mantuvieron Mettmann y Montoyaaduciendo a Zurita, Mrmol y Dozy. Recojo en su integridad esta cita porcuanto me supuso difcil tarea desentraarla. Dice as: Dozy, Recherches surlhistoire et le litterature de lEspagne pendant le Moyen Age, I,355: Mrmolnomme cet endroit parmi ceux du Sened de Guadix; voyez plus haut, p. 346.Dapres la chronique de Zurita, Alphonse clbra la fte de la nativit deNostre-Seigneur a Alcaraz, au pied dune montagne, mas nostre texte demontrequau lieu dAlcaraz, il faut lire Alcazar. 34

    Un claro error. Zurita, al utilizar un texto perdido de Orderico Vital,nos dice que Alfonso el Batallador acamp en el Alcaraz alpujarreo, prximoa Guadix; lo que corrobora Mrmol en l600. A su vez Dozy, basndose enIbn al-Jatib y otros dos historiadores rabes, es quien decide que el lugar sellam Alczar. Se trata de Alfonso el Batallador y no de Alfonso el Sabio. Ycomo me dijo el Prof. Fradejas Lebrero al comentar accidentalmente estainterpretacin de Agapito Rey y sus seguidores : Qu... tiene que ver untexto perdido (Orderico Vital) y tres textos rabes sobre una expedicin enel siglo XII con la Cantiga CLXXVIII?.

    Pero siempre hay un pero en todas estas interpretaciones que aququisiera darle un significado esperanzador, esto es, la permanencia de Alfonsoel Sabio en la albacetea ciudad de Alcaraz mayor tiempo del que por ahoranos dicen los documentos. Y que all, en estrecha conjuncin familiar condoa Violante y sus hijos, tuviera tiempo que nos hubiera apetecido prolongarhasta Navidad para descansar, ensear, narrar y crear una nueva Cantigaen honor de la Virgen. A un hecho totalmente imaginado como es el caso

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    ALCARAZ Y LA CANTIGA CLXXVIII

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    de la muerte de una muleta, desconsuelo de un nio y el milagroso renacerdel animal, el supuesto milagro forzosamente exiga su adscripcin a unsantuario, porque cuanto ms conocido fuera, mayor consistencia podraadquirir con asomos de verdad en la credulidad de sus oyentes o lectores, ynada mejor que el de Salas, tantas veces utilizado y enaltecido en las Cantigas.

    Y mi conclusin: en Alcaraz se escribe ESTA DUN MEN:YO DE ALCARAZA QUE SEU PADRE DERA HA MULETA, E MORREU-LLE, E ENCOMENDOU-AA SANTA MARIA DE SALAS, E LAVANTOU-SSE SA.