Aleluya del libro: que cuenta los avatares de este invento

Ana Cabanes Martín

Desde los tiempos remotos el hombre quisocontar a los otros.Todas sus aventuras dibujó con pinturas.En la pared de las cuevasrayas, signos y otros bichos,pero la verdad, no entendemoslo que han dejado dicho.

También hace muchos años seis mil o más, tu verás, otros pueblos muy lejanos, los mesopotámicos, aprendieron a escribir con palitos deformes.Era, por eso, la escritura cuneiforme.

Para no escribir en la vajilla, contaban y escribían en tabletas de arcilla.

Pero no lo hacía cualquiera y si el gobernador lo necesitabaal escriba llamaba.

¿Fue Ramses? ¿fue Nefertiti? Fueron todos, grandes y chicos los que inventaron los jeroglíficos.No eran letras, no eran sílabas eran dibujos lo que encontrabas.

Cuentos, leyes e historias escritas hallarás, en una planta que nace junto al río,como no, hablamos del Papiro.

Con tinta y con dibujos plasmaban todo el meollo y para guardarlo le daban forma de rollo.

Si llegas al Monasterio y ves a un monje encorvadoNo pienses que está enfadado, probablemente esté ocupadoen letras y miniaturas.Haciendo un trabajo fino, y por amor a lo divino con pluma y tinta escribiendo sobre un fino pergamino.Pasa el día Ora et Laboray la letra capital decora.Escrito a mano, manuscrito,lo han dejado todo escrito.Si quieres saber que dice deberás leer en el códice.Y no te olvides Cornelia, que estamos en la Edad Media.

En la China más remota surgió un invento de nota.No lo anunciaron con cascabel pero inventaron el papel.Se guardaron en secreto,el papel y todo su apresto Hasta que un día el secreto se reveló por completo.Desde Samarkanda hasta Argandaa todo el que le convinose le montó un molino.Primero con los trapos y después con la maderadesde entonces tenemos un papel de primera

Esto si que es digno de ver, que aquí llega Gutembérg.

Con su esfuerzo y su trabajo no le cabe bajo el brazo lo que acaba de inventar.

Una máquina de letras que en un tris-tras saca libros sin parar.

Estos primeros libros son un poco innombrables pues se llaman Incunables.

Después de siglos y siglos aparecieron los más listosno tienen atributos mágicos solo son informáticos.Con cables, bits y unos discos todos de plastiquilloguardan en centímetroslo que ocupaba kilómetros.Ya no escribes con el lápiz afiladoahora tienes las letras en el tecladoy para leer, todo ordenadoen la pantalla te quedas colgado.Y lo mejor es Internet, con un golpe de ratón te presentas en Hong Kong.