Alfonsina Storni Bis

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 Alfonsina Storni (Sala Capriasca, Suiza, 1892 - Mar del Plata, Argentina, 1 938) Poetisa argentina de origen suizo. A los cuatro años se trasladó con sus padres a Argentina, y residió en Santa Fe, Rosario y Buenos Aires. Se graduó como maestra, ejerció en la ciudad de Rosario y allí publicó poemas en Mundo Rosarino y Monos y Monadas. Se trasladó luego a Buenos Aires y fue docente en el Teatro Infantil Lavardén, en la Escuela Normal de Lenguas Vivas y en 1917 se la nombró maestra directora del internado de Marcos Paz.  Alfonsina Storni comenzó a frecuentar los círculos literarios y dictó conferencias en Buenos Aires y Montevideo; colaboró en las revistas Caras y Caretas, Nosotros, Atlántida, La Nota y en el periódico La Nación. Compartió además la vida artística y cultural del grupo Anaconda con Horacio Quiroga y Enrique  Amorín y obtuvo varios premios literarios. En la década de 1930 viajó a Europa y participó de las reuniones del grupo Signos, donde asistían figuras importantes de las letras como Federico García Lorca y Ramón Gómez de la Serna.  En 1938 participó en el homenaje que la Universidad de Montevideo brindó a las tres grandes poetas de América:  Gabriela Mistral,  Juana de Ibarbourou y ella misma. Ese año, el 25 de octubre, víctima de una enfermedad terminal, decidió suicidarse en Mar del Plata. Madre soltera, hecho que no era aceptable en su época, fue sin embargo la primera mujer reconocida entre los mayores escritores de aquel tiempo. Su trayectoria literaria evolucionó desde el Romanticismo hacia la vanguardia y el intimismo sintomático del Modernismo crepuscular. El rasgo más característico de su producción fue un feminismo combativo en la línea que se observa en el poema Tú me quieres blanca, el cual se halla motivado por las relaciones problemáticas con el hombre, decisivas en la vida de la poetisa. La obra poética de Alfonsina Storni se divide en dos etapas: a la primera, caracterizada por la influencia de los románticos y modernistas, corresponden La inquietud del rosal  (1916), El dulce daño (1918), Irremediablemente (1919), Languidez  (1920) y Ocre (1920). La segunda etapa, caracterizada por una visión oscura, irónica y angustiosa, se manifiesta en Mundo de siete  pozos (1934) y Mascarilla y trébol  (1938). Hizo también incursiones en la dramaturgia: en 1927 estrenó en el Teatro Cervantes El amo del mundo y en 1931 aparecieron Dos farsas pirotécnicas, que incluían Cimbellina en 1900 y pico y Polixena y la cocinerita. En 1950 se editó Teatro infantil , pero varias de sus obras para niños permanecen inéditas. En 1936 colaboró en el IV centenario de la fundación de Buenos Aires con el ensayo Desovillando la raíz porteña.

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Alfonsina Storni (Sala Capriasca, Suiza, 1892 - Mar del Plata, Argentina, 1938) Poetisa argentina de origen suizo. A los cuatro aos se traslad con sus padres a Argentina, y residi en Santa Fe, Rosario y Buenos Aires. Se gradu como maestra, ejerci en la ciudad de Rosario y all public poemas en Mundo Rosarino y Monos y Monadas. Se traslad luego a Buenos Aires y fue docente en el Teatro Infantil Lavardn, en la Escuela Normal de Lenguas Vivas y en 1917 se la nombr maestra directora del internado de Marcos Paz. Alfonsina Storni comenz a frecuentar los crculos literarios y dict conferencias en Buenos Aires y Montevideo; colabor en las revistas Caras y Caretas, Nosotros, Atlntida, La Nota y en el peridico La Nacin. Comparti adems la vida artstica y cultural del grupo Anaconda con Horacio Quiroga y Enrique Amorn y obtuvo varios premios literarios. En la dcada de 1930 viaj a Europa y particip de las reuniones del grupo Signos, donde asistan figuras importantes de las letras como Federico Garca Lorca y Ramn Gmez de la Serna. En 1938 particip en el homenaje que la Universidad de Montevideo brind a las tres grandes poetas de Amrica: Gabriela Mistral, Juana de Ibarbourou y ella misma. Ese ao, el 25 de octubre, vctima de una enfermedad terminal, decidi suicidarse en Mar del Plata.

Madre soltera, hecho que no era aceptable en su poca, fue sin embargo la primera mujer reconocida entre los mayores escritores de aquel tiempo. Su trayectoria literaria evolucion desde el Romanticismo hacia la vanguardia y el intimismo sintomtico del Modernismo crepuscular. El rasgo ms caracterstico de su produccin fue un feminismo combativo en la lnea que se observa en el poema T me quieres blanca, el cual se halla motivado por las relaciones problemticas con el hombre, decisivas en la vida de la poetisa.La obra potica de Alfonsina Storni se divide en dos etapas: a la primera, caracterizada por la influencia de los romnticos y modernistas, corresponden La inquietud del rosal (1916), El dulce dao (1918), Irremediablemente (1919), Languidez (1920) y Ocre (1920).La segunda etapa, caracterizada por una visin oscura, irnica y angustiosa, se manifiesta en Mundo de siete pozos (1934) y Mascarilla y trbol (1938). Hizo tambin incursiones en la dramaturgia: en 1927 estren en el Teatro Cervantes El amo del mundo y en 1931 aparecieron Dos farsas pirotcnicas, que incluan Cimbellina en 1900 y pico y Polixena y la cocinerita. En 1950 se edit Teatro infantil, pero varias de sus obras para nios permanecen inditas. En 1936 colabor en el IV centenario de la fundacin de Buenos Aires con el ensayo Desovillando la raz portea.

Alfonsina StorniAngustia, rebelda, soledad, orgullo, incomprensin, amor, dan vida a la obra de Alfonsina Storni. La poesa, abierta confesin de su alma, surge como un continuo estremecimiento de dolor.

Primera etapa: La inquietud del rosal' aparece en 1916 Como toda obra de los comienzos, tiene el valor de una autntica entrega, en la que la poetisa desnuda el lenguaje de su corazn. Es un ejercicio potico en el que se repiten algunos temas: la vida, el amor, el dolor, la naturaleza. La vena romntica se enlaza con un descarnado realismo.TU ME QUIERES BLANCA

T me quieres alba,Me quieres de espumas,Me quieres de ncar.Que sea azucenaSobre todas, casta.De perfume tenue.Corola cerrada

Ni un rayo de lunaFiltrado me haya.Ni una margaritaSe diga mi hermana.T me quieres nvea,T me quieres blanca,T me quieres alba.

T que hubiste todasLas copas a mano,De frutos y mielesLos labios morados.T que en el banqueteCubierto de pmpanosDejaste las carnesFestejando a Baco.T que en los jardinesNegros del EngaoVestido de rojoCorriste al Estrago.

T que el esqueletoConservas intactoNo s todavaPor cules milagros,Me pretendes blanca(Dios te lo perdone),Me pretendes casta(Dios te lo perdone),Me pretendes alba!

Huye hacia los bosques,Vete a la montaa;Lmpiate la boca;Vive en las cabaas;Toca con las manosLa tierra mojada;Alimenta el cuerpoCon raz amarga;Bebe de las rocas;Duerme sobre escarcha;Renueva tejidosCon salitre y agua;Habla con los pjarosY lvate al alba.Y cuando las carnesTe sean tornadas,Y cuando hayas puestoEn ellas el almaQue por las alcobasSe qued enredada,Entonces, buen hombre,Pretndeme blanca,Pretndeme nvea,Pretndeme casta.

Alfonsina Storni La inquietud del rosal (1916)

La problemtica de la opresin de los hombres hacia las mujeres es un tema recurrente en la poesa de Alfonsina Storni, as lo podemos observar en T me quieres blanca, poema escrito durante la primera etapa de la escritora argentina caracterizada por tener aspectos romnticos modernistas.T me quieres blanca es un poema de cinco estrofas, constituidas por siete versos la primera y segunda estrofa, doce versos la tercera, nueve versos la cuarta y veinticuatro versos la quinta y ltima estrofa. Dichos versos son hexaslabos, poseen rima asonante y una variacin en el ritmo, que cae siempre en la quinta slaba y se alternan adems en las slabas uno, dos o tres. La poesa trata sobre una mujer, que habla en primera persona singular y se dirige a un hombre en particular, en segunda persona singular; que realiza un reproche a su amante porque ste exige de ella cualidades que l no posee. De una forma general, podemos diferenciar el poema en tres partes distintas que lo estructuran. En la primera, que abarca las dos primeras estrofas, la mujer realiza una descripcin de cmo la quiere el hombre:

T me quieres alba,Me quieres de espumas,Me quieres de ncar.Que sea azucenaSobre todas, casta.De perfume tenue.Corola cerrada.

Alfonsina utiliza a lo largo de todo el poema, anforas que le dan nfasis a la exigencia del hombre: T me quieres, Me quieres se repiten una y otra vez en toda su extensin, sobre todo utilizando el vocativo T, lo que realza la peticin casi ridcula e irrealista del hombre hacia la mujer. Maneja adems imgenes visuales que dan la idea de blancura, castidad y pureza, empleando elementos a los que asociamos dichas caractersticas como son la espuma, el ncar, la azucena que adems vale la pena mencionar, son elementos de una gran fragilidad, tal como el hombre pretende a la mujer: una persona frgil que no posea fuerza de espritu y se deje llevar por las exigencias de su amante. Adems, mediante una cosificacin la mujer se ve representada por una flor: de perfume tenue, o sea que no llame la atencin a otros hombres; corola cerrada, como una alusin a la castidad.Toda esta primera parte se ve caracterizada por la imagen de la blancura, como antes mencionamos, se utilizan imgenes visuales para dar esta idea y adems se expresan las cualidades que la mujer debe poseer segn el hombre: T me quieres nvea, / T me quieres blanca, / T me quieres alba. La segunda parte del poema abarca la tercera y cuarta estrofa. Si en la primera parte prevaleca la imagen de blancura, en esta segunda parte prevalece la oscuridad, las imgenes visuales connotan colores morados, negros y rojos. En esta seccin, se realiza una descripcin de la naturaleza del hombre y sus acciones:

T que hubiste todasLas copas a mano,De frutos y mielesLos labios morados.T que en el banqueteCubierto de pmpanosDejaste las carnesFestejando a Baco.T que en los jardines Negros del EngaoVestidos de rojoCorriste al Estrago.

Podemos descifrar de esta estrofa que el hombre es adepto a los placeres terrenales como lo son los banquetes, la bebida y el sexo. dejaste las carnes / festejando a Baco hace alusin a los excesos sexuales que tenan lugar durante las fiestas bacanales. Es importante prestar particular atencin a la frase dejaste las carnes ya que en la quinta estrofa se volver a hacer alusin a las carnes, al cuerpo del hombre. Como antes se dijo, se utilizan imgenes que impregnan de un intenso color a esta estrofa: frutos y mieles, pmpanos, carnes rojas, etc. Es una clara contraposicin a la pureza de la mujer expresada en la primera parte. Aqu, la autora expresa la problemtica de que el hombre pretende que la mujer sea algo que l no es, sino todo lo contrario.En la siguiente estrofa, la nmero cuatro, Alfonsina expresa su indignacin respecto a este hecho y hace alusin a Dios. Finalmente, el ltimo verso de esta estrofa es una exclamacin: Me pretendes alba! como mxima expresin de dicha indignacin.Por ltimo, la tercera parte contiene la quinta estrofa. Aqu, Alfonsina procede a enumerar una serie de acciones que involucran a la naturaleza y que el hombre debe realizar para obtener la purificacin:

Huye hacia los bosquesVete a la montaa;Lmpiate la boca;Vive en las cabaas:Toca con las manosLa tierra mojada;()

Uno de los rasgos principales del romanticismo, al cual pertenece esta poesa, fue su preocupacin por la naturaleza. Los lugares intactos y la (presumible) inocencia de los habitantes del mundo rural proporcionan placer. El gusto por la vida rural se funde generalmente con la caracterstica melancola romntica, un sentimiento que responde a la intuicin de cambio inminente o la amenaza que se cierne sobre un estilo de vida.

()Y cuando las carnesTe sean tornadas,Y cuando hayas puestoEn ellas el almaQue por las alcobasSe qued enredada,()

As, la voz potica ofrece a su amante la posibilidad de realizar dicho cambio de vida y como contraposicin a su vida llena de excesos se encuentra la vida en la naturaleza, la nica posibilidad del hombre de purificarse y de que su alma y su cuerpo le sean devueltos, en una clara metfora; ese alma que haba perdido en la tercera estrofa en las alcobas alguna noche.Y al fin, como conclusin de todo el poema, en los tres ltimos versos el Yo lrico cambia el verbo querer por pretender:

()Pretndeme blanca,Pretndeme nvea,Pretndeme casta.

Como la idea de que una vez que el hombre sea purificado va a tener el derecho a reclamar a su mujer que sea blanca, nvea y casta, ya que ahora se encuentran en igualdad de condiciones pero de todas formas, el hombre slo se puede limitar a pretender y no a exigir nada, como Alfonsina Storni expresa con maestra a lo largo de toda su poesa.

En 1917, Alfonsina recibe el Premio Anual del Consejo Nacional de Mujeres, por el Canto a los nios. Al ao siguiente, publica El dulce dao, obra hecha con lgrimas y sueos, en la que domina el amor con su poder irrefrenable. Nuestra escritora no puede vivir sin ese amor "dulce dao" que la asedia, la esclaviza, la engaa y, al mismo tiempo, le da nombre a todas sus ilusiones". Este segundo poemario revela una maduracin: la palabra posee el latido de la vida y se yergue como coraza ante los embates de una realidad estereotipada. Ya se insina aqu el pesimismo que ser rasgo sobresaliente en su obra.Este grave dao que me da la vida, es un dulce dao, porque la partida que debe alejarme de la misma vida ms cerca tendr.Yo llevo las manos brotadas de rosas, pero estn libando tantas mariposas que cuando por secas se acaben mis rosas, ay, me secar."Este grave dao"En 1919 da a conocer Irremediablemente, con el que completa la triloga de esta etapa. Optimismo, desasosiego, esperanza y desengao labran un verso valiente y combativo, con las races a ras de alma. Si bien el tema del amor perdura, surge, con serenidad, el de la muerte, que luego abrazar buena parte de su poesa. Alfonsina reconoce que este libro "es hijo de un momento de suma desazn".

Segunda etapa: En 1920, Alfonsina publica Languidez, libro en el que deja a un lado el xtasis romntico para escudriar, con el dolor y la experiencia realismo nuevo, el conflicto del hombre y su propio mundo interior. Es sumamente sugestiva la dedicatoria de la obra: "A los que como yo nunca realizaron uno solo de sus sueos". La poetisa transmite su desilusin, su desaliento ante la vida.Languidez

Est naciendo OctubreCon sus maanas claras.

He dejado mi alcobaEnvuelta en telas claras,Anudado el cabelloAl descuido, mis plantasLibres, desnudas , juegan.

Me he tendido en la hamaca,Muy cerca de la puertaUn poco amodorrada.El sol que est subiendoHa encontrado mis plantas.Y las tie de oro...

Perezosa mi almaHa sentido que, lento,El sol subiendo estabaPor mis pies y tobillosAs, como buscndola.

Yo sonro, este buenoDe sol, no ha de encontrarlaPues yo que soy su duea,No s por donde anda:Cazadora ella parteY trae , azul, la caza...

Un nio viene ahora,La cabeza dorada.

Se ha sentado a mi ladoSin pronunciar palabra,Como yo el cielo mira,Como yo sin ver nada.Me acaricia los dedosDe los pies, con la blancaMano; por los tobillos

Las yemas delicadasDe sus dedos desliza...Por fin, sobre mis plantasHa puesto su mejilla,Yen la fra pizarraDel piso el cuerpo tiendeCon infinita gracia.

Cae el sol dulcemente,Oigo voces lejanas,Est el cielo muy lejos...

Yo sigo amodorradaCon la rubia cabezaMuerta sobre mis plantas.

...Un pjaro la arteriaQue por su cuello pasa...

Alfonsina Storni Languidez (1920)

La crtica suele dividir la poesa de Storni en dos perodos: el primero ligado a la retrica post romntica y al modernismo tardo (La inquietud del rosal, El dulce dao, Irremediablemente), y la segunda que, luego de la transicin de Languidez, la acerca a las vanguardias tanto por la apertura de los temas como por la sintaxis, el abandono de la rima clsica y uso del verso libre (Ocre, Mundo de siete pozos, Mascarilla y trbol). Y si bien esta divisin tiene su asidero, hay en toda la obra una mixtura de tendencias. Ya a partir de Languidez (1920) y profundizndose en Ocre (1925) se radicaliza un cambio que reside en la toma de conciencia, el uso de la autorreferencialidad pardica, y una liberacin en trminos temticos y de lugar del sujeto enunciador. Los poemas de Languidez dejan de ser subjetivos e ntimos como antes y busquen ms bien la esencia de las cosas. De hecho tras su publicacin la autora anuncio que con ese poemario se cercaba una modalidad potica en su obra.

Tercera etapa: En 1925 aparece Ocre ", su libro fundamental, en el que plasma su nuevo modo de decir, carente de esperanzas y de ilusiones. Decrece la exaltacin de su yo perennemente enamorado en pos de la serena reflexin que engendran el cansancio, la rebelda y la soledad. "El tema del amor se repite, pero es otro el clima espiritual de la autora. Ya no se entrega a l, confiada, ciega,.Con esta obra, Alfonsina alcanza madurez intelectual. Surgen vivencias infantiles, el paisaje, el mar, la ciudad, la piedra, la actitud de la mujer frente al hombre, la fruicin en el arte. La crtica considera que Ocre representa el autntico equilibrio entre subjetividad, simbolismo y temtica.Con este ttulo Alfonsina abandona la retrica rubendariana y en l hay verdaderos hallazgos. Como otras veces, vuelve a identificarse con la muerte: Yo soy la mujer triste /a quien Caronte ya mostr su remo, y no puede evitar la voluptuosa soberbia de afirmar, en el mismo poema, Me sal de mi carne, goc el goce ms alto /oponer una frase de basalto /al genio oscuro que nos desintegra (La palabra). En relacin con su tema de siempre, la lucha con el sexo masculino, hay algo nuevo: el reconocimiento de que contra el hombre no vale la pena luchar, porque la naturaleza ha repartido arbitrariamente los emblemas, la cota y el sexo, la guerra y la maternidad. No est aqu, sin embargo, el reconocimiento de que cota y guerra, y aun el emblema del sexo, son productos culturales. Con mayscula escribo tu nombre y te saludo, Hombre. Pero esta aceptacin tiene su contradiccin en los poemas Epitafio para mi tumba y Dolor. En ellos desea ver que se adelanta, la garganta al aire /el hombre ms bello; no desear amar, pero tambin advierte que la mujer, que en el suelo dormida, /y en su epitafio re de la vida /como es mujer, grab en su sepultura /una mentira an: la de su hartura.

"Versos a la tristeza de Buenos Aires"Tristes calles derechas, agrisadas e igualespor donde asoma, a veces, un pedazo de cielo,sus fachadas oscuras y el asfalto del suelome apagaron los tibios sueos primaverales.Cunto vagu por ellas, distrada, empapadaen el vaho ggrisseo, lento, que las decora.De su monotona mi alma padece ahora.--Alfonsina! -- No llames, ya no respondo a nada.Si en una de tus casas, Buenos Aires, me mueroviendo en das de otoo tu cielo prisionero,no me ser sorpresa la lpida pesada.Que entre tus calles rectas, untadas de su riapagado, brumoso, desolante y sombro,cuando vagu por ellas, y estaba yo enterrada.

El poema Versos a la tristeza de Buenos Aires nos da una visin quiz ajena a la que se suele tener de esta ciudad alegre y colorido. Para Storni, el metrpoli se vuelve montono, grisceo, y deprimente. Para una lectura que va ms all que lo superficial se puede pensar en su descripcin del medioambiente de Buenos Aires como si fuera una descripcin del medioambiente de su alma, de su propio ser. Desde el principio (el mero ttulo) comprendemos que no es un poema alegre. Tristes calles derechas, agrisadas e iguales / Por donde asoma, a veces, un pedazo de cielo, / sus fachadas oscuras y el asfalto del suelo / Me apagaron los tibios sueos primaverales (Storni 119). Es una ciudad oscura, vaca, sin salida, y estando all, ella se siente enterrada vivo. Cuando ella nos describe el medioambiente de la ciudad como un espacio grisceo, lento, montono, desolante, apagado, y oscuro, nos est hablando de su propia alma, de su mundo interior que ha apagado sus tibio sueos, y con este cielo prisionero no se ve salida, es decir siente como si lo triste fuera un estado permanente. Siguiendo esta lgica, la soledad o falta de amor y la tristeza puede ser revelador tambin Storni ha encarnado la tristeza de este periodo de su vida con estas representaciones de Buenos Aires. En esencia ha logrado consagrar este instante o poca de su vida.

Cuarta etapa: En 1934, Alfonsina publica Mundo de siete pozos. En esta obra, se vale de la metfora y del smbolo para dar a luz, sin apasionamiento, una realidad que nunca dejar de inquietarla y que la ahoga en su solitaria amargura."Ya no hay transportes, ni arrebatos en este libro de la madurez: slo una contemplacin descarnada de las cosas, transfiguradas en su espritu en smbolos de belleza y de fuerza." Se advierte un predominio del intelecto sobre las emociones, un pesimismo absoluto. Todo parece gris y esa atmsfera que oprime es prtico de la muerte. Por eso el mar tema recurrente en su poesa se convierte en smbolo de la libertad y, al mismo tiempo, en refugio seguro, transparente y definitivo contra los enemigos de su alma.Mascarilla y trbol, de 1938, cierra su crculo potico. En este libro triunfa el smbolo. La lectura se torna hermtica. Alfonsina presiente que su contenido es oscuro, pero "todo tiene aqu un sentido, una lgica, aunque por momentos se apoye en conocimientos, ideas, smbolos, que, se supone, estn en la alacena mental del lector'. La poetisa ya no quiere que ste lea pasivamente, sino que colabore con su escritura, como lo piden los movimientos de vanguardia.Ella no siente los temas de antes; la emociona, en cambio, "lo que puede significar en sugestiones y en smbolos escalonados, una oreja, una naranja, un objeto considerado vulgar". Hay en Mascarilla y trbol una atmsfera de despedida de la vida, una tristeza que asciende, una soledad yerma.

El estiloAunque Alfonsina lee a Bcquer, a Rubn Daro y a Lugones, dos grandes influencias enriquecen su obra: la poetisa uruguaya Delmira Agustini y, sobre todo, el poeta mejicano Amado ervo. En su ltima poca, da valor a un expresionismo barroco cultivado por los jvenes poetas admiradores de Gngora y a una bsqueda prolija de la palabra exacta para traducir con verdad su pensamiento.Su obra no refleja preocupacin por la forma. Los versos tienen el ritmo y la estructura de su mundo; de ah que tambin su vocabulario se reduzca a la lengua hablada.El adjetivo refleja su visin decadente de la vida. Las imgenes y las metforas recrean una realidad que encubre las angustiosas dimensiones de su experiencia.Todos los recursos empleados por Alfonsina responden a su necesidad primera y ltima de dar voz a su ser ntegro, agostado lentamente por la implacable lucha de querer realizar uno solo de sus sueos.