ALMA TANGO

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Cecilia Carabelli

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CAPÍTULO I

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CASA DE FACUNDO

ESCENA 1: De cómo el tango revolucionó el baile popular. De cómo un hombre lo bailó.

El tango revolucionó el baile popular introduciendo una danza sensual, con pareja

abrazada, que propone una profunda relación emocional de cada persona con su propio

cuerpo y el cuerpo del otro. Las letras y melodías suelen expresar las emociones y

tristezas que sienten hombres y mujeres, especialmente, en temas relacionados con el

amor.

Facundo es porteño y bailarín. Recorrió el mundo triunfante bailando junto a mujeres

corazón a corazón. En el 2000 llegó a la final del mundial de tango, algo que “jamás”

olvidará. Su casa parece un museo viviente. Las paredes sostienen cuadros que lo

retratan junto a los más grandes. Los trofeos y videos, conservados en estantes.

Pero con el tiempo, las bailarinas se hacen mayores y las que son atractivas y bailan con

alma, como a él le gustan, optan por otros caminos… o se convierten en madres…y no

soportan las giras o la estricta disciplina. Y las que siguen, no lo hacen con él. Facundo se

enamoró muchas veces, pero sólo con una tuvo un hijo, Facundito, de 4 años, vive con su

madre, una bailarina retirada ahora dueña de una peluquería en el barrio de José C. Paz,

provincia de Buenos Aires, de donde él es también oriundo.

Facundo y Susana se conocieron en una milonga hace 14 años. Se casaron y gracias a

sus contratos en el exterior pudieron ahorrar y comprar la casa. Pero las cosas, no

funcionaron y apenas nació el niño se divorciaron. Después del Corralito, que desguazó la

economía de Facundo, la separación fue el segundo golpe. Tuvo que mudarse a lo de su

madre, volver a una pequeña habitación con entrada y baño independientes, porque su

carrera se vino abajo. Como él.

A punto de cumplir 40 años, está cansado de pensar en lo que un día fue. Cansado de

estar triste, desolado y de tantos recuerdos. Quiere la ilusión de una musa. La vida y el

paso del tiempo son una obsesión para él. Y no todos lo entienden. Cuando piensa en sus

pasos, se pregunta qué historias de ellos mismos tienen otros para recordar en el ocaso

de sus días. Y no se arrepiente, pero hoy sufre su inefable y discreta vida. ¡Amargos de

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alma! – masculla Facundo cuando sale el tema en su más íntima soledad. Los anhelos no

cumplidos. O los sueños que “si fueron” y se fueron,…ya no están.

ESCENA 2: De cómo el amor incondicional de una madre puede decir las verdades más

crudas y no entender al mismo tiempo a su hijo. De cómo nace el juramento de un artista.

Madre: Facuuuu, Facu abri que tengo la comida!

Facundo: (Recostado en la cama, baja la música). Pero...estoy en el baño, esperá,

esperá que saco el agua que está hirviendo. (Mientras quita las botellas y ordena un

poco).

Madre: Llamaron de la milonga, dicen que si vas a festejar el sábado tu cumpleaños, que

te tienen una sorpresa, y…te van a hacer una torta, brindis, o algo así…Y…¡andá….!

¿Qué vas a hacer sino?...Bue, ¿te falta mucho para apagar la hornalla?...Mirá que se te

enfría…(sigue en la puerta esperando a que le abran).

Facundo: Ya está. ¿Cómo es eso que te llamaron? ¿de Marión? Quién era ¿Juanca?

Madre: No Cristina. Si, eh que les digas si vas o no. (Mientras la madre apoya los tapers

con del almuerzo en la mesada de la cocina) ¿Y? ¿Te llamaron?

Facundo: No. Pero estas cosas tardan vieja. Acordate de Viena, tres meses esperando.

¿Y? ¿y? …..salió ¿no?

Madre: Bueno, vos sabrás. Pero por qué no apagás un poco de luces, viste como

aumentó?. ¿Ya está el agua? ¿Eso no estaba ya? Dale…, dame un mate por favor

Facundo: ¡Si claro! Pero estaba muy caliente y me pasé con el frío, ya va estar. ¿Qué

preparaste?

Madre: Guiso de lentejas. ¿Querés comer ahora hijo?

Facundo: No no, acabo de desayunar. Gracias.

Madre: (Suspira) Bueno. Susana anda diciendo que le debés dos meses. Hijo, ¿estás

bien?

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Facundo: Mamá, los anhelos olvidados torturan las mentes. Otros en las ganas se

quedan. Yo, no. Y esa determinación me hace pagar las consecuencias temporales.

Madre: o no pagar, mejor dicho.

Facundo: Tenés un hijo artista, no lo olvides.

Madre: Aaay Artista, artista, pero hay que pagar querido mío. Con esa mujer tenés un hijo

y no come de arte eh!. Come gracias a los cortes de pelo, a las tinturas, a las

planchitas………permanentes. “Entre artista y vago hay un paso” Eso van a pensar. Yo

no sé…ay Dios mío…

Facundo: Daños colaterales se llama, pero no entienden, no!…, yo tengo un compromiso

con el tango. Y bueno… es el precio que tendré que pagar… O te pensás que a mí me

gusta todo esto. Mi situación, esta miseria de vida…

Madre: Bueno, yo pude darte lo que pude Facundo. Si esperabas un palacio mijo vas por

mal camino. Humildad ante todo No sos más ni menos que nadie y los hombres dignos

trabajan y “de lo que sea´ por sus hijos”. Ya hablamos de eso. No tengo más para

ofrecerte, disculpame si te parece una “miseria”, pero esta es la casa que construimos con

tu padre, (comienza a angustiarse) y desde que no está se me hace muy difícil todo esto.

Muy difícil. (se quiebra) No sé que voy a hacer…. (comienza a llorar)

Facundo: Ya lo sé…, perdón, perdoname vieja, no quise decir que la casa era una

miseria, te agradezco por tu ayuda, la valoro y sin vos no sé que hubiese hecho. A esta

altura se suponía que yo te iba a sostener a vos. A ver si me entendés, lo que te quiero

decir es que yo pretendo “todo” así obtengo “algo”, porque si pretendo “algo” obtengo

nada. ¿Me entendés?

Madre: Creo que sí (dudando)

Facundo: Mi ambición no es soberbia, o falta de humildad, es empecinamiento, me

mantengo firme a mi idea, mi pasión es mi convicción. No, no no no llores por favor.

Madre: Es que…si pudiera…si tuviera más te lo daría todo, hasta mis entrañas, mi vida!

pero es lo que tengo hijo, lo que tengo, lo que me queda!

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Facundo: Vení, vení a acá dame un abrazo che. Mamá, mirame, pero mirame por favor!

(la agarra de la cara) Tengo un objetivo, si!...tu hijo no es un loquito…pero es que no

encuentro la dueña de ese zapato…mamá, ese zapato que saca viruta al suelo y llamas

en mi pecho. No la encuentro, pero ya nació. Anda por ahí. Y lo vas a ver, ya llamarán. Ya

llamarán. (Secándole las lágrimas a su madre).

Madre: Dios mediante. Ya está, ya está, ya pasó, no me hagas caso. Espero verlo

nomás! (se ríe) pero apurate que no me queda mucho… ¡je!. (silencio) Bueno……Y

decime una cosa, si aparece la dueña de ese zapato ¿pero no baila? ¿Vos hablas de una

mujer que merezca tu amor o una pareja de baile?

Facundo: De baile…

Madre: Dame un mate querés. (No haciéndole caso)

Facundo: Va amargo eh.

Madre: Vos no te enojes pero la verdad es que yo no te entiendo! No entiendo como

esperás tanto algo que hace rato que no sale, eso para mí fue Facundo…lo conseguiste

una vez, ¿pero dos? ¿No es pedir demasiado hijo? Hay que ser un poco realista de vez

en cuando. Bajar a la tierra. …Muy rico el mate, bueno me voy.

Facundo: Dos, tres, cuatro, las veces que sean. No me muevo de ahí. Y si tengo que vivir

en la calle, o quedarme solo y bueno, será lo que elegí yo …y va a estar bien. Tengo una

vida para intentarlo. Una. (Señala con su dedo índice) Eso es mucho, no? (la madre lo

mira emocionada). De de eso se trata…Si a veces esto yo debería repetírmelo más

veces… Preferías un tipo normal, lo sé, pero es lo que tocó, lo que pariste y te jodiste

conmigo porque no hay vuelta atrás.

Madre: ¡Pero qué estás diciendo! si yo estoy muy orgullosa de vos. Cuando conocí Japón

y te vi brillar, yo decía por dentro “es mi hijo, Facundito”…sangre de mi sangre!

(Agarrándose el pecho). Que lindos tiempos eh! Ay…lo que me has hecho disfrutar!

Facundo: Si…

Madre: (Mira a Facundo)

Facundo: Y ahora qué?

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Madre: Que cada día te parecés más a tu padre. Cuando se le ponía una idea en la

cabeza no había quien lo parara, y si no lo conseguía, ahí estaba Mechi para compartir

unos mates! Bueno, me voy, a… escuchame, Miguel necesita un ayudante de cocina y le

hablé de vos. Al menos digo, es una entradita..y así te distraés un poco.

Facundo: ¡No!

Madre: Perdoname pero vos no estás en situación de negar un trabajo digno. La

humildad Facun..…

Facundo: No. Es que ¿no escuchás lo que te digo? Tomá, cuidado que está caliente. (Le

alcanza mate) No quiero distraerme, con las clases particulares, voy bien.

Madre: ¿Y con Sandra qué pasó?

Facundo: Que quiere exclusividad.

Madre: ¿Cómo es eso?

Facundo: Que no puedo bailar con otra que no sea ella. Una especie de matrimonio

profesional. Y yo no me caso vieja.

Madre: ¿Y Verónica?

Facundo: Engordó. Ya no hace escenario.

Madre: y…

Facundo: ¿Laura?

Madre: Si

Facundo: Consiguió a otro que dice “le hace sentir diferente” “O más” yo que sé…

Madre: A la pucha, ¿pero no estaban de novios ustedes dos?

Facundo: No, si…bueno no…no, no era algo serio, bueno por qué te estoy contando

esto. Susana tiene mi teléfono no tiene por qué decirte eso a vos. Hoy la llamo y hablo

con ella.

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Madre: Dice que te llamó como tres veces, si….pero que atendía el contestador. También

los de la milonga quisieron hablar con vos pero como te desconectas del mundo… así no

esperes recibir grandes llamados de “giras” y esas cosas. Mira Facundo, yo no me quiero

meter, pero debés pagarle…Te repito, tenés un hijo con esa mujer. De mi jubilación algo

te puedo dar, por lo menos para esos dos meses, si llegan a decir que sos un mal tipo, yo

no me lo voy a perdonar. Y si no se hubiera ido tu padre con tus ideas volvería pa´

dentro... (pensativa) Aunque él era igual… Así que… resolvé eso nene eh!, sino te las vas

a tener que ver conmigo. Y no quieras verme enojada…

Facundo: Si, ya lo sé. A Susana le pido que tenga un poco más de paciencia, además,

vos sabés quien le puso la peluquería...

Madre: Si como no lo voy a saber si entre la casa y el negocio te quedaste en cero. Y el

corralito… Y te separaste, y todo se vino abajo. Y yo pienso, ¿alguna vez veré a mi único

hijo feliz de nuevo? Triunfador como en esas fotos. Pero mirate. Estás dejado, triste,

empecinado en eso del tango, y las botellas parecen ser tus únicas amigas…

Facundo: Está bien. Está bien mamá. Tranquilizate. A tu nieto no le va a faltar nada, pero

necesito tiempo, solo eso. Te lo prometo. Y lo vas a ver. Bueno, yo como después,

gracias por el almuerzo, igual no es necesario que me prepares todos los días la comida,

con el techo ya es suficiente.

Madre: Donde come una, comen dos. Fíjate si le falta sal. Dale, el último mate y me voy.

Facundo: Tomá.

Madre: MMM Muy rico. Ahora si me voy.

Facundo: Y yo me voy a bañar. Cerrá la puerta cuando te vayas por favor.

Madre: Bue, ya me voy. Llamala. Chau mi amor. (Le da un beso en el cachete)

Facundo: Si. Chau viejita. Cuidate. (Ve que vuelve la madre)

Madre: ¡Ah! Acordate lo de la invitación de la milonga para tu cumpleaños. Mirá que me

hablaron tan bien de vos... No me hagas quedar mal, vos y tu genio… ¡nunca se sabe!

Facundo: Si. Si. (Cuando se va la madre Facundo habla solo como recitando algo

importante) “Menudo veneno que a la adultez ataca, bloqueando sentidos y deseos

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enteros. Daños de amnesia, ideas quemadas…suplentes en vida, cobardes de alma…”

pero yo no. Yo no estoy ahí. Voy a volver al ruedo.

**APAGON**

EN LA MILONGA I Cumpleaños de Facundo

ESCENA 3: De cómo en una fiesta nacen el amor y la decepción al mismo tiempo.

Los milongueros están sentados en sus mesas, charlando. Y algunos salieron a fumar.

Nadie baila. Esperan los tangos.

Facundo decide festejar su cumpleaños en Marión, un club del conurbano que los

sábados se transforma en una milonga de barrio. Desde hace tres años celebran su gran

día con globos, tortas, vinos y mucha guirnalda. La milonga está llena porque los

cumpleaños tienen buena convocatoria. “Hoy celebramos el cumpleaños de Facundo

Barriales” dicen y se corre la voz.

(Se oye el murmullo que viene de las mesas)

Voces: “Hoy celebramos el cumpleaños de Barriales”; Facu festeja su cumple hoy en

Marión; Hoy cumple años Facundo; Se dice que hay festejo hoy…

Están los de siempre, los de cerca y aledaños. Los nuevos y los de antaño. La orgullosa

que estrena zapatos y los limpia al sentir un pequeño roce con el caño de la mesa. Los

que bailan para afuera y miran si los miran. La celosa que codea si descubre a su pareja

una mirada de soslayo sobre nalgas ajenas. El sentado que observa, la noviera que pelea

y cambia cada sábado de pareja. El que toma whisky buscando valor para salir con aire

triunfador. La incómoda que no se relaja por tener un vestido corto y apretado. El tímido

hijo del señor habitué, que copiando a su padre, toma fuerzas y se acerca a las mesas

recibiendo el más frío chapuzón del rechazo. La parejita de ancianos elegantes y

educados que no conocen otros abrazos porque, para ellos, eso es pecado. El que

combina su pilcha y mastica pastillas, que huele a perfume de pino y es muy prolijo. El

que transpira exagerado pero baila y se justifica. El fumador en la puerta que se entera de

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las nuevas. Y la que estira la frente, ganando centímetros, moviendo su cuello esperando

un cabeceo.

Facundo hace rato que cuando baila no cierra los ojos ni tampoco entrega el alma. Pero

esa noche conoce a una apuesta e intrépida mujer que lo enciende de nuevo. La pasión

renace con el abrazo intenso, contenido romance de las tandas breves.

ESCENA 4: De cómo comienza todo de algo, el principio de algo.

(Facundo está sentado en la mesa junto a Nicolás, su amigo. Comparten bebida y

comida. Facundo no invitó a nadie, sus mejores amigos no bailan tango y además para

muchos él vive lejos. Los que lo conocen saben que él este año no desea festejarlo a lo

grande, según Facundo, todavía “no hay nada porque celebrar”. Y lo respetan).

Juan Carlos saluda de mesa en mesa.

Juan Carlos es el organizador de la milonga. Fumador. Un hombre noble de risa en los

ojos. Tiene un micrófono para animar la pista. Pasa la música, presenta bailarines

invitados, hace sorteos y de vez en cuando, muy de vez en cuando, saca a bailar a su

señora. Baila bien al suelo, tanto que una noche se va a ir de trompa. Algunas veces le

falta aire o pierde el eje y se pone pesado y empuja hacia abajo.

Juanca: Y se viene en un rato el sorteo! (Luce se aproxima a él para saludarlo y fumar un

cigarrillo)

Luce: Hola Juanca ¿Cómo estás?

Juanca: Bien Luce querida. ¿Y vos?

Luce: Bien Juanca gracias. Quiero dejar de fumar (mientras mira a los que bailan en la

pista)

Juanca: ¿Sabés cuándo yo me alejé del cigarrillo? Cuando le puse boquilla!!! Jajaja

Luce: Jajajaj

***

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(Mientras del otro lado de la pista)

Nicolás: Mirá, mirá que morocha.

Facundo: ¿Cual?

Nicolás: Aquella que está hablando con Juan Carlos.

Facundo: ¿Y baila?

Nicolás: ¡Y cómo! Si le decís lo lindo que baila, se pone nerviosa. Te dice “No sé si bailo

bien o mal, o…cómo me dijo? No sé si es lindo o es feo, lo importante es que para mí es

una forma de expresión.

Facundo: ¿Eso te dijo ella?

Nicolás: Eso te dice ella, me lo dijo la primera vez que la saqué a bailar.

Facundo: ¿Cómo se llama?

Nicolás: Luce. De ahí directo al facebook. Son de esas minas que tocás solo para bailar

porque como que te dan miedo viste, paralizan... que se yo…

Facundo: Interesante.

Nicolás: Insoporportablemente interesante.

***

(Retoma charla de Luce y Juan Carlos del otro lado de la pista)

Juanca: Si…, si es una porquería. Yo fumo muuucho. ¡Escuchá! ¡Escuchá quéee lindo!!!

Luce: La milonga, ¡cómo me gusta la milonga! ¡Es tan alegre!

Juanca: Después la saco a bailar a usted maestra.

Luce: Un gustazo bailar con usted profesor. Bueno me voy a bailar. Y maestro vos.

Juanca: Vaya no más. ¡Escucha! Desde el alma, Pugliese…¡Escuchá que vals!.

Luce: ¡Me voy a la pista!.

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Juanca: Si! Andá andá no te lo pierdas.

***

Nicolás: La voy a sacar. O me paro o…le tengo que mandar un whatsapp para que me

mire.

Facundo: Que lo disfrutes. (Nicolás le guiña el ojo)

(Luce va en dirección a su mesa, cercana a la de Nicolás y Facundo). En el camino la

intercepta Nicolás)

Nicolás: ¿Bailamos?

Luce: ¡Si claro!

Nicolás: ¿Cómo estás?

Luce: Muy bien y ¿vos?

Nicolás: Bien.

Se va aumentando el volumen y la iluminación crece, creando un ambiente cálido y

alegre. La escena se centra en el baile de Nicolás y Luce. De fondo se ven los cuerpos de

los que observan la pista. Algunos siguen hablando, otros bebiendo, otros salen y entran.

Todos siguen accionando sin quitar la atención al baile.

Facundo está sentado y observa a Luce. Cuando termina el tango, Nicolás y Luce vuelven

a sus mesas. Facundo agradece a las personas que se le acercan para saludarlo por su

cumpleaños, y por eso no cruza mirada con Luce cuando ella vuelve a su mesa. Nicolás

se sienta de nuevo con Facundo.

Nicolás: ¿Y?

Facundo: Que lindo baila, si.

Nicolás: ¡Sacála, es simpática!

Facundo: El que está al lado ¿es su novio o marido?

Nicolás: No, es un amigo creo.

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Facundo: Disimulá un poco che, que recién miró.

Nicolás: Es tu cumpleaños, todos te miran hermano.

Facundo: Dale, dale ¡mirá! mirame.

Nicolás: Ah no no, ¡olvidate! Ella nunca mira, los tipos se le acercan porque no mira viste.

Pero baila con todos y nadie rebota.

Facundo: ¿Adónde va? ¿Se va?

Nicolás: Va a fumar. Se nota que no venís tan seguido.,.. ¡Te perdés los detalles papá!

Flavia: (Irrumpe) Hola Facundo disculpá que te moleste, feliz cumpleaños. Soy Flavia.

Facundo: Hola Flavia, gracias. (Incómodo al ver que no se va)

Nico: Con permiso…¡Hola Flavia! (se va)

Flavia: Hola Nico. (Se queda parada y callada. Usa zapatillas)

Facundo: ¿Venís seguido a Marión?

Flavia Eh…sí, bueno no seguido, de vez en cuando porque vivo lejos.

Facundo: ¿Adonde vivís?

Flavia: En Polvorines, vengo en auto por eso no puedo tomar. (Rechazando la copa de

vino que le convida Facundo)

Facundo: A no, está muy bien. (Facundo está desorientado, nervioso por la situación,

Flavia no se va).

Flavia: eee este….¿Querés bailar? ¿Puedo bailar con vos?

Facundo: Eh…¿ahora? bueno. Dale. Vamos. (Sorprendido)

Facundo y Flavia bailan. Facundo mira a otras parejas de reojo. A Flavia le cuesta

seguirlo y se tropiezan. Flavia hace solo tres meses que baila y nunca con zapatos.

Flavia: Perdón

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Facundo: No… discúlpame vos. ¿Te pisé?

Flavia. Un poco pero yo también te pisé a vos así que estamos iguales.

Facundo se ríe, intenta separarla más de él, tenerla más lejos así puede controlar mejor

los movimientos y sacársela de encima. Pero Flavia se resiste y empuja disimuladamente

hacia él. La danza se transforma en una sutil lucha. A Facundo mientras baila lo saludan

con la cabeza mujeres y hombres en la pista, y él devuelve el saludo con un gesto.

Flavia: Perdoná, estoy aprendiendo. Se nota ¿no?

Facundo: Hacés bien en bailar, pero hay que seguir aprendiendo. Esto nunca se acaba,

viste como son las cosas…

Flavia: Si…A ver si aprendo alguna vez…me enteré que estás dando clases en el centro.

Facundo: Si, mirá depende de vos. Si lo sentís o no, si practicás o no. Espero que no te

lo tomes a mal, ya que estamos hablando de esto del tango, te digo que es el hombre

quien saca a bailar. Vos te tenés que dejar llevar.

Flavia: (Lo va soltando, su cara se transforma de una felicidad plena a una tremenda

decepción casi enojo). ¡Pero eso es de machista, pensar así es del pasado!. Nosotras

también tenemos derecho a sacar a los hombres. Porque ¿por qué no? Tanto

sometimiento…

Facundo: Bueno como vos quieras. Mejor no hablemos. Yo te cuento los códigos, vos

hacé con eso lo que quieras. (termina el tango) Gracias

Flavia: Pero no te enojes eh, es mi opinión…

Facundo: No si no me enojo, quedate tranquila, escucho tu opinión pero no la comparto.

Pero tampoco me enojo. Bueno, gracias Flavia.

Flavia: Gracias a vos Facu. Estoy allá con unas amigas cualquier cosa…

Facundo: De acuerdo.

Facundo acompaña a Flavia hasta el final de la pista, la deja ir, no ve la hora de sentarse

de nuevo porque la tanda se le hizo muy pesada. Se sienta en la mesa. Se encuentra con

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Nicolás que está entusiasmado después de haber bailado con Vanesa. Luce vuelve a

entrar a la milonga y se sienta en la mesa con sus amigos. Se cruza una mirada sostenida

con Facundo. Ambos siguen bebiendo y hablando con gentes, pero sus miradas se

cruzan y coinciden tres veces. Cuando termina la tanda, Facundo la mira y con gestos la

invita a bailar. Ella sonríe discreta y acepta.

Facundo: ¿Bailas? (Casi sin mover los labios)

Luce: ¡Si claro! (Se pone de pie y se dirige a la pista)

ESCENA 5: De cómo el tiempo se detiene en el momento del abrazo y nace la conexión.

De cómo un eje está en el medio de dos cuerpos que se abrazan en un mismo latido.

Luce: Feliz cumpleaños.

Facundo Gracias. ¿Cuál es tu nombre?

Luce: Luce.

Facundo: Qué lindo nombre. No es muy común.

Luce: Eso dicen. No lo aceptaban porque no estaba en el registro de nombres, pero a

fuerza de tesón y un poquito de suerte, todo se consigue.

Facundo: ja, la pura verdad.

Su abrazo envuelve la cintura de Luce. Se toman delicadamente las manos, se miran

tímidamente, con una sonrisa entreabierta y con brillo especial en sus ojos).

La atmósfera es íntima y sensual. La escena se centra en el apasionado baile de

Facundo y Luce, mientras bailan, algunos los observan desde la pista. Juan Carlos se

emociona al mirarlos desde la cabina. Cuando termina la danza, Facundo y Luce tardan

unos 4 segundos en despegarse uno del otro. Respiran y se miran. Suspiran sin disimular.

Se ríen. Y laten a tiempo, aunque sus cuerpos estén ya lejos. Acaban de compartir una

comunión en el baile, un hermoso encuentro.

Facundo: Gracias

Luce: Un orgullo, no un orgullo no, un placer bailar con vos.

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Facundo: Gracias, el placer es mío. El que se sienta al lado tuyo ¿es tu marido? ¿O

novio? Porque no sabía si sacarte o no…

Luce: ¡No! A por quién por ¿Pedro? Jajaja ¡No! es un amigo, marido de una amiga.

Facundo: A, mirá, yo pensé que estaban juntos. Qué lindo bailás, hasta me mareé.

Luce: Gracias, vos bailás con… como con alma.

Facundo: ¡ja! ¿Se nota?

Luce: Se siente.

Facundo: Volvió si…

Luce: Que así sea.

Facundo se dirige a su mesa acompañándola a Luce. En la mesa está Nicolás que poco

disimula y pregunta ansioso a su amigo).

Nicolás: ¿Y? A que baila lindo….Un regalo de cumpleaños eh!

Facundo: ¿Tenés su teléfono?

Nicolás: Si.

Facundo: Bien.

Facundo: Uy escuchá (A Nicolás)…Marta es que me mira que me come. La voy a sacar

porque sino sabés la que se me arma no?

Facundo saca a bailar a Marta y desde la otra punta Juan Carlos a Luce. Otra vez

mientras bailan con sus parejas, los ojos de Facundo y Luce coinciden. Es una situación

obvia, verdadera para cualquiera que mira de afuera. Pero ellos disimulan, en el fondo

juegan al deseo de lejos. Bailan juntos, sin estarlo. Ella recuerda cuando bailó con él. Y él

se imagina lo mismo. Se hace una especie de “rueda de casino” donde todas las parejas

se van intercambiando. En momentos coinciden y no inhiben sus miradas. Bailan todos.

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ESCENA 7: Sorteo y brindis: De cómo el azar o el destino concede sueños y deseos.

Juanca: Buenas noches a todos. Gracias por acompañarnos una vez más en esta

milonga de gente tan linda. Vayan preparando sus numeritos. Hoy nos visitan de muchos

lados, de Pilar, la querida Andrea y Fito Astrada, un aplauso para ellos. También de

Morón vinieron Carlitos y Teresita. Otro aplauso para ellos. De Merlo y de Luján. Los

Rodríguez y Marta con José Almirón. Gracias, de verdad a todos por venir y estar hoy acá

compartiendo con nosotros la magia del tango. …Bueno ahora sí, vamos con el sorteo.

Preparen sus números que ahí sale el 678!!. 678 a la una, 678 a las dos…apareció.

Oscarcito Rivero, te ganaste una entrada con un acompañante para la milonga de

Escobar. Un aplauso para Oscar. 550 lindo número che. Allá está Cristina, un aplauso

para Cristina, te ganaste una entrada con un acompañante para venir el próximo sábado a

Marión. Y el último numerito, por una botella de champagne, a ver…237. Quién a ver, allá,

Carmen Finochi, se ganó el champagne. Bueno, gracias unas vez más a todos los

presentes. Y esta noche quiero dedicarle la milonga a un grande que fue finalista del

mundial de tango en el 2000, que recorrió el mundo representando nuestro tango bailado,

todos saben de quién estoy hablando, démosle un fuerte ese aplauso a ¡¡¡Facundo

Barriales.!!!

Cristina, pareja de Juanca, sale con una torta y velas encendidas. De repente las luces

se bajan hasta quedar sólo las velas encendidas de la torta. Todos se anidan a la mesa

de Facundo y le cantan el feliz cumpleaños. Todos se acercan para saludar a Facundo y

sacarse fotos con él. Las velas siguen encendidas. Los flashes de las cámaras dan efecto

psicodélico. Luce se acerca a saludarlo también. Justo al momento en que Facundo pide

un deseo).

Todos: Pedí un deseo ¡Facu! ¡Dale!

Luce: ¡Felicidades!

Facundo: ¡Gracias! (cierra los ojos) Ya está. (Sopla las velas)

**APAGON **

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CAPÍTULO II

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EN CASA DE LUCE Y MARTIN

ESCENA 8: De cómo un sueño despierta deseos dormidos.

Luce llega a su departamento, se quita los zapatos y camina descalza. Viene de la

milonga cansada y un poco mareada. Abre la heladera y toma un vaso de agua. Se dirige

al baño, se desviste y entra a la ducha. Cuando termina, cubre su cuerpo con un albornoz

de toalla blanca. Se quita el maquillaje y se lava los dientes. Luego se viste con un

camisón liviano de buen tacto. Entonces, da vueltas inquieta en su cama, hasta que se

relaja y comienza soñar.

El sueño: Facundo y Martin entran por la misma puerta. Se oyen los pasos. Corren la

mesa y las sillas en silencio. Caminan en paralelo, casi juntos, como queriendo llegar al

mismo destino, la cama de Luce. Quitan la sábana y se acuestan uno en cada extremo,

separados por el cuerpo ella. La acarician, y se alternan los besos. Luce se deja llevar.

Sueña el ritmo, una cadencia que está despierta aunque ella duerma. Bailan los tres, pero

en el fondo, la disputa está presente. Dos hombres quieren ganar. El sueño de Luce es

una expresión espontánea de atracción subyacente y poligamia de ficción.

**APAGON**

ESCENA 9: De cómo en el amor de una pareja conviven el cariño, el respeto, la

admiración y la confianza.

(Luce está durmiendo. Se oye la cerradura de la puerta. Entra Martin).

Martin: Hola, Luuu ….uyy estás muy dormida…

Luce: (Se levanta sobresaltada, confundida tras el sueño) ¡Holaaaa! ¡Buen día! No..no

estoy dormida, hago fiaca de domingo…¡beso! ¿Cómo estás? ¿Qué hora es?

Martin: (Apoya el pan en la mesa y se recuesta en la cama de Luce abrazándola) Mmmm

fiaca de domingo, me encanta.

Luce: ¿Cómo está el día?

Martin: Está nublado pero no creo que llueva. ¿Nos acostamos tarde ayer?

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Luce: Si… Bailé mucho. ¿Vos? ¿Cantaste? ¿Qué tal el show?

Martin: Bien, la verdad es que estoy contento, en la milonga mucha gente. Repetimos el

sábado que viene, ¿vas a venir? Preguntaron por vos...

Luce: Si…¡claro que quiero ir! Por vos también preguntaron ayer.

Martin: Ayer fuiste a… ¿dónde era? ¿Era lejos no?

Luce: A Marión, no, no la conocés. Linda.

Martin: Y ¿bien?

Luce: Si, bien. Estuvo bueno. Permiso, ¡soltame! Ajajaja me voy a lavar los dientes.

Martiiiin, paráaa ajajaj me hacés cosquillas. ¡No! Nooo ¡eh! ¡Cosquillas no!

Martin: Ayer fue raro, pensé en vos.

Luce: ¿Si? ¿Y por qué raro?

Martin: No sé, me gusta cantar, pero cantar y verte bailar más…es como otra cosa… lo

que me pasa con vos es fuerte, ayer pensaba en eso.

Luce: ¿Y qué pensabas?

Martin: Nada, eso, que cuando canto y vos estás ahí bailando, miro tu cuerpo, como te

miran… como te movés, y no sé, tu espalda, tus piernas, como sos, ¡toda!. Me gusta

mirarte de vez en cuando y pensar que no te conozco, te miro hasta desearte y ahí

recuerdo que estamos juntos. Y no sos mía, pero me elegiste. Y te elijo ¿entendés?

(Mientras habla acaricia la espalda de Luce). Si, es cursi…ya sé…

Luce: Mi amor, ¡qué lindo lo que decís! A mí también me gusta escucharte cantar. Te

admiro ¿sabés?. Lo que hacés. Todo lo que hacés. Y cuando te ponés serio y vas a los

juicios o a esas charlas y explicas todo con esas palabras tan raras de abogado me

encanta, artista y letrado resultaste. Wao. Y encima, compartirmos el amor por el…

Martin: ¡Tango…!

Luce: ¡Tango!

Martin: Hablando de letrado, mañana me toca todo el día en Tribunales.

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Luce: Uf…Voy al baño. ¿Qué trajiste? Facturassss. ¡Mmm qué rico!.

Martin: Y es domingo…, los domingos no me saquen las facturas. (Martin se levanta de la

cama y comienza a preparar el desayuno).

Luce: (Va al baño. Cuando sale le da un beso y lo ayuda a preparar la mesa) Hoy,

podríamos aprovechar y terminar de hacer la mudanza ¿no?

Martin: ¿Te queda mucho?

Luce: Tres cajas grandes, ¿a vos? ¿Trajiste cosas de tu casa hoy?

Martin: Si, algunos libros, cajas y ropa.

Luce: Bueno bien, allá falta un cuadro ¿no te parece?

Martin: ¿Adónde?

Luce: Allá.

Martin: Si. Puede ser. Si, es verdad, falta algo.

Luce: Bueno, me cambio y ¿vamos?

Martin: ¿Adónde? …Está para quedarse en casa Luce…con este día ¿enserio querés

salir?

Luce: Si daaale, ¡terminemos la mudanza!. Mirá, vamos a tu depto., juntamos lo que te

falta después pasamos por lo de mi mamá, buscamos algunas cajas mías y ya está.

¡Tenés que entregarlo en dos semanas Martin Fuchs!

Martin: No tengo ganas…hoy… Luce. Anda vos si querés, yo quiero descansar. No es

urgente, ¡dale! lo podemos hacer cualquier otro día. ¡Veni acá querés!

Luce: Bue, lo dejamos. Pero en la semana vamos así ya está. Entonces hoy decís ¿hacer

nada?

Martin: Siiiii

Luce: Que raro vos eligiendo plan B…por eso te amo.

Martin: Es un plan A la nada con vos. (Se abrazan).

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**APAGON**

EN EL ESTUDIO DE FACUNDO

ESCENA 10: De cómo una persona descubre el abrazo y la otra, una oportunidad

Facundo toma el tren hasta Chacharita. De ahí camina unas 15 cuadras hacia el estudio

que alquila para dar clases particulares. Llega 15 minutos tarde y está algo agitado. No le

gusta hacer esperar y envía un mensaje para disculparse. Miyabi Tanaka lo espera

sentada en el estudio. Cuenta que viajó desde Japón con la ilusión de empezar sus clases

de tango en Buenos Aires. Hoy es su primer día.

Facundo: Lo siento, no suelo llegar tarde. Buenas tardes Miyabi.

Miyabi: Hola, tú debes ser Facundo. Leí el mensaje, tranquilo. (Habla muy pausado).

Hace nueve meses llegué por primera vez a Buenos Aires y vi una escena fascinante

delante de mis ojos. Realmente es la Paris de América. Hay muchos edificios

tradicionales…y las personas están bien vestidas. Y me sorprendió mucho eso. ¿Sabe?

Ahora me adapté totalmente a vuestra cultura. Al principio no podía, como le explico… yo

nunca hice “besito”. En Japón para saludarnos nos inclinamos hacia adelante. Usted lo

sabe, es la manera tradicional de saludar. Normalmente no abrazamos. Y por eso estoy

aquí…para aprender el arte del “abrazo”. Lo han recomendado y lo quiero a usted de

maestro. Yo estudio el tango, quiero saberlo todo señor Barriales.

Facundo: Usted puede estudiar el tango pero mi consejo, si me lo permite, es que lo

experimente. Usted misma, involúcrese en el objeto de su estudio. No se aleje para tratar

de entenderlo. Porque aquí hablamos de “sentimiento” de algo que aparece y puede ser

fugaz como una partícula. Cuando se piensa mucho, desaparece la magia señora, no

trate de pensar en el paso, deje siempre al cuerpo que sienta y siga la marca.

Miyabi: No me equivoqué con elegirlo a usted. Estoy muy contenta.

Facundo: Yo no le puedo asegurar a usted, que va a sentir el tango. Porque no se ve, no

es tangible, no es sólo “técnica”, pero… puede que sea más real de lo que se supone es

real, déjeme explicarle, el tango es, fluye por las venas, está pasando y no se ve pero

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late. Y en el tango bailado late de a dos y si usted puede sentirlo, y yo transmitirlo,

habremos hecho un buen trato. Bienvenida.

Miyabi: Gracias.

Facundo: ¿Comenzamos? (Pone música)

Miyabi: Por favor. Sabe…en Japón tenemos el wadaiko, el karate, aikido, kendo pero no

el tango. Hoy quiero que sepa que será la primera vez que abrazo.

Facundo: ¿?

Miyabi: Yo nunca abracé ni me abrazaron. Los japoneses no se abrazan. ¿No lo sabía?

Puede que sea un reduccionismo de mi parte, pero déjeme decirle que en mi cultura el

cariño no se demuestra, y menos en público, no nos besamos ni nos abrazamos, pero

nos agarramos de las manos, eso sí.

(Facundo comienza a agarrar la mano derecha de Miyabi lentamente y con la otra le

envuelve la cintura).

Miyabi: ¿No me explica nada? ¿Así de repente comenzamos?.

Facundo: Deje que su cuerpo baile. Nunca sale dos veces el mismo pié. Por ahora, hay

veces que sí porque no hay nada escrito, en el tango funciona la improvisación. Es muy

importante que haga una leve presión hacia mí, eso…así con su mano. Y a modo de

bautismo, permítame taparle los ojos, es algo que no olvidará. Trate de sentir. “Mire para

adentro”.

Miyabi: Emocionante su propuesta.

Facundo: ¡Ah! y respire (le va tapando los ojos con una cinta negra)

Miyabi: Me advirtieron que sus clases eran peculiares…

Facundo: Yo trato de acercar “una experiencia”, no explico solo pasos. Bailemos. Déjese

llevar, confíe en mi señora Miyabi.

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(Facundo y Miyabi comienzan a bailar. Facundo marca muy lento para que Miyabi pueda

seguirlo. Al terminar la música Miyabi se sienta rápidamente en una silla. Se siente

mareada)

Miyabi: Necesito agua por favor.

Facundo: ¿Está bien?

Miyabi: Mi presión debe estar por el suelo.

Facundo: Discúlpeme no fue mi intención. Llamo a un médico espéreme aquí.

Miyabi: No, no por favor, agua y se me pasa. Deme algo con azúcar si tiene. ¡Ah! hágame

el favor de alcanzarme mi cartera, tengo unos caramelos.

Facundo: Si claro. Se llega así a la esencia…pero tal vez fue muy fuerte, a usted nunca

la abrazaron y yo vengo a taparle los ojos…intenso, discúlpeme. Tome.

Miyabi: No, no cambie su método. Estoy aquí por eso. No se disculpe. Bueno por hoy

está bien. Tome. Muchas gracias. Me voy sintiendo mejor. Bueno, nos veremos el

próximo lunes…

Facundo: Si, gracias. ¿No quiere que le llame un taxi?

Miyabi: Me esperan en la puerta. Gracias. Estoy bien, no se preocupe.

Facundo: Entonces hasta el próximo lunes. Ah, por cierto ¿me puede decir quien la

recomendó?

Miyabi: Mire usted, justo me iba a presentar. Soy Carolina. Es mi nombre “argentino”

digamos para evitar repetir o deletrearlo constantemente. Hablamos por teléfono,

¿recuerda? También intercambiamos mails…. Represento al director, quiere conocerle,

usted Facundo pasó la primera prueba. Queremos conocer a fondo a los candidatos, y

usted es el primero de la lista, por cierto, son unos cuantos. Argentina produce

estupendos bailarines de tango, pero…, como le digo…el director busca algo especial.

Muchos tienen técnica, talento, porte, “facha” jaja como dicen ustedes, pero encontrar al

indicado no es tarea fácil. Y esa es mi labor. En una palabra, buscamos “alma”. Y como

encontrarlo… si como usted bien ha dicho, es intangible. Supongo que de eso se trata. La

película se llamará Alma Tango.

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Facundo: Esperaba un llamado. Ahora soy yo el que va a necesitar caramelos. Miyabi o

Carolina…¿como la llamo?

Miyabi: Miyabi. Tome. (Le alcanza agua y caramelos. Facundo se sienta y toma agua). El

lunes próximo en el Hilton a las 10hs. haremos la primera audición. Lleve ropa de ensayo

y una pareja de baile. Deberá presentar tango salón, una milonga y un vals. Si pasa esa

ronda, la semana siguiente deberá presentar tango escenario. Tiene en su correo la oferta

que le hacemos y todos los detalles de la audición. Cualquier duda, aquí le entrego mi

tarjeta (se inclina un poco hacia delante y le entrega su tarjeta de visita con las dos

manos).

Facundo: Pero entonces no seguirá tomando clases supongo…, el lunes en el Hilton la

prueba, de acuerdo. Con una pareja. Pero improvisado. Ok.

Miyabi: Pondremos nosotros la música. Usted procure elegir buena compañera.

Queremos sentimiento. No se olvide de eso. ¡Ah! Hay una escena de la película que usted

debe enseñar el arte del tango a una japonesa y por eso hice esta prueba ¡ je! Pero yo no

actúo… Espero verlo el lunes. Adiós. “Besito”. (Se ríe para adentro y sale del estudio)

Facundo: Adiós. Eh….Miyabi, disculpe, ¿es cierto lo del primer abrazo?

Miyabi: Si. El libreto se lo haré llegar si pasa las dos rondas y acepta el contrato. Con

permiso.

Facundo: Adiós. No lo puedo creer. Jajajaj ¡esto está pasando!. ¡Está pasando! ¿Está

pasando?

Facundo se queda perplejo. La idea de que una persona jamás sintió un abrazo lo afecta.

Como si ser el primer abrazo de alguien significara mucho más para él que para el resto.

Además está emocionado y nervioso por lo que acaba de vivir. El lunes próximo tiene una

audición, una gran oportunidad. Inmediatamente recuerda a Luce, llama a Nicolás para

que le pase el teléfono.

Facundo: Hola Nico, ¿Cómo estás?... Mirá después te explico bien, pero necesito que

ahora me pases el teléfono de Luce. Si, lo necesito ya por favor, es importante. Luce, Ja

no, no es eso, es trabajo Nico. Posible trabajo…después te cuento bien. Dale espera que

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lo anoto, a ver, decime, si, si, de acuerdo perfecto ¡sos un genio Nico! que sigás bien. Nos

vemos dale, dale, chau gracias. Vos también.

(Facundo llama inmediatamente a Luce)

Facundo: Hola Luce. Soy Facundo Barriales, de tango, ¿te puedo hablar? ¿Qué tal

estás? Perdoná el atrevimiento, me pasó tu teléfono Nicolás, porque te acordás que

bailamos, si…muy lindo si….me gustaría comentarte algunos proyectos que tengo, que

quizás te interesen. Pero no hay mucho tiempo. Perfecto. ¿Qué disponibilidad tenés? Mira

hoy yo estoy ahora en Lacroze, más bien en Colegiales… ¿vendrías al estudio? ¿Si? Qué

bueno, si si tranquila…te espero. Te paso por mensaje la dirección. Trae ropa de ensayo,

por las dudas y zapatos. ….Si, ese exacto…. el que te deja en Céspedes y Freire.

¿Dónde estás vos? A bueno, ¡claro! te deja justo en la esquina de Freire. De ahí son cinco

cuadras. Dale, en una hora perfecto. Nos vemos, un beso.

(Cuando corta con Luce, Facundo respira hondo. Le envía en un mensaje de texto

dirección exacta a Luce. Se mira de cerca en el espejo y repasa las coreografías. Toma

agua de la botella y mira el reloj, está nervioso y contento a la vez).

ESCENA 11: De cómo nace una conexión silenciosa y paulatina.

Luce: Hola, permiso.

Facundo: Hola Luce, pasá.

Luce: Hola Facundo ¿Cómo estás? Qué lindo estudio.

Facundo: Gracias. Hace dos años que estoy acá. La verdad que sí. Tiene encanto. ¿Qué

tomás? ¿Café? ¿Un poco de agua? ¿Té?

Luce: Agua. Gracias.

Facundo: Luce, sentate por favor.

Luce: Bueno ¡Facundo! te escucho, ¡tus proyectos me intrigan!

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Facundo: Hoy, hace una hora antes de que llegaras, vino una señora muy refinada a su

primera clase. Bueno, “supuesta primer clase de tango”. Una japonesa que me dijo que

nunca había abrazado. Miyabi se llama.

Luce: ¿De verdad nunca dio un abrazo?

Facundo: De verdad. Nunca, así como lo oís. Ni la abrazaron. Le tapé los ojos con esta

cinta, ella me siguió muy bien. Cuando se acabó el tango se va directo a la silla porque se

le baja la presión. Casi se desmaya.

Luce: Uh!

Facundo: Pero no es eso lo que quiero contarte, el punto, y escuchá bien Luce, es que

esta señora me había dicho que venía por recomendación. Cuando se está yendo, le

pregunto ¿“de parte de quien viene?” y me confiesa que en realidad no es una alumna

sino que representa al director de la película, Alma Tango, según dicen el nuevo Akira

Kurosawa del cine japonés.…Que pasé la primer prueba. Que me hizo una audición

sorpresa. ¿Me seguís?

Luce: Wao.

Facundo: El próximo lunes a las 10hs. hay una audición de improvisación de tango salón,

vals y milonga.

Luce: ¡¡Qué bueno!!

Facundo: Y tengo que llevar una compañera… ahí entrás vos.

Luce: ¡Ay! ¿¿¿De verdad??? A ver si entendí bien. Esperá, vos me llamás para participar

en un casting para una película de un director Japonés que el próximo lunes a las 10hs

hace una audición y tenemos que improvisar tango salón, vals y milonga.

Facundo: Exacto.

Luce: Wao. Qué lindo. Ok. Ok Facundo, desde luego contá conmigo, y gracias por

pensar en mi. No deja de ponerme un poco nerviosa todo esto. Es loco.

Facundo: A ver Luce…¡quieren alma! ¿Podremos llegar?

Luce: Probemos… Ahora de enserio Facundo, lo que te ocurrió es fantástico, increíble…

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Facundo: La verdad que si…esperaba un llamado pero no que vengan así de sorpresa.

Es raro, aún no caigo del todo. Pero ¡está pasando! ¡Ah! y si pasamos la prueba del lunes,

debemos presentar en la próxima una coreografía de tango escenario. ¿Te animás?

Luce: Necesitamos ensayo, pero sí, me animo a todo. ¿Ya tenés las coreografías?

Facundo: Si, muchas, pero ¿sabes qué?…buscan algo especial. Creo que debemos

hacerla de cero.

Luce: Está bien, entiendo por dónde vas.

Facundo: Como verás no hay tiempo, hay que ensayar mucho. ¿Estás dispuesta?

Luce: Si. Lo demás lo acomodo.

Facundo: Bien. Bueno empecemos. Si necesitás cambiarte allá está el vestuario.

Luce: Si, gracias. (Va a cambiarse)

Facundo pone música, respira absorbiendo cada nota que oye, mueve el cuello de lado a

lado y toma agua. Luce sale con un vestido de algodón negro hasta las rodillas, deja ver

parte de sus piernas, brazos y hombros. Sus zapatos son los gastados, de ensayos. Se

toman de las manos y comienzan a bailar.

Facundo: Bien, jajaja. Bien muy bien. Me parece que para entrar en calor debemos

empezar con algunos tangos más tradicionales, milongas, vals y el resto del tiempo

ponernos con la coreo. ¿Te gustó éste de forever?

Luce: ¡Sí!

Facundo: De horarios ¿Cómo venís? ¿Podrías ensayar esta semana de 4 a 9?

Luce: Si, si.

Facundo: Tenemos 7 días, tiene que salir algo lindo…

Luce: Que así sea.

Facundo: Bueno ahí pongo algo de milongas.

Luce: Dale.

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Bailan milongas, tango y vals. Cuando terminan las tandas, comienzan a diseñar la

coreografía, las poses son muy sensuales, ellos transpiran, se va haciendo tarde y la luz

que entraba por la ventana ya no está. Se nota entre ellos una tensión silenciosa y

paulatina.

Facundo: Bueno, podemos comenzar así. No nos tomamos de las manos, primero me

abrazas, vos estás atrás, acá, tu mano en mi pecho, te agarro la mano así, te das vuelta,

giramos separados, y ahí te agarro de la cintura y cuando comienza con fuerza, recién ahí

nos damos la mano. A ver…vení.

Luce: ¿Así?

Facundo: Si, intención Luce. Eso, que tus manos proyecten… (De a poco van

construyendo una coreografía que surge de la improvisación. Repasan poses, giros y

saltos. Están exhaustos. Comienzan a sentir cansancio y apetito. Sus caras están muy

cerca).

Facundo: Bien. Llevamos 4 horas…no doy más.

Luce: Uy como pasó tan rápido.

Facundo: Vamos que te invito algo de comer, así recuperamos.

Luce: Que buena idea, dale me cambio y vamos.

** APAGON **

EN CASA DE LUCE Y MARTIN

ESCENA 12: De cómo se explica lo difícil de explicar

Martin está esperando a Luce. Preparó la cena, y su plato aún está intacto. Mira el reloj y

llama nuevamente por teléfono. Deja un mensaje.

Martin: Hola Luce, soy yo. ¿Dónde andás? Es el segundo mensaje, llamame porfa dale,

no me quiero preocupar. Hice la cena, beso.

(Se escucha la cerradura. Luce entra en la casa)

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Luce: Perdón, perdón…

Martin: ¿Dónde estabas? Te llamé...

Luce: Hola perdón, me quedé sin batería. Esperá, esperá que me pongo cómoda y te

cuento todo. No lo vas a creer.

Martin: Está frio ya, pero hice pollo al horno…si querés…

Luce: Ay Martin gracias, pero ya cené.

Martin: Bueno, contáme…¿qué pasó?

Luce: Hoy me llamaron. Ay ¿no viste mi camiseta? La dejé acá debajo del almohadón

esta mañana…

Martin: No ¡ni idea! ¿Quién te llamó?

Luce: Acá está. Me llamó un bailarín hoy. Facundo Barriales, lo conocés seguro.

Martin: Si… me suena, ¿el que llegó a la final del mundial con Susana? El que bailaba

con Laura, Sandra…?

Luce: Si. Ese.

Martin: ¿Y se conocían ustedes?

Luce: Personalmente no. Bueno…en realidad él a mi no, pero yo a él si. El sábado

pasado en Marión festejaron su cumpleaños y bailamos.

Martin: Aja…

Luce: Bailamos y entonces hoy me llamó.

Martin: Pero tenía tu teléfono, o como hizo.

Luce: Se lo dio Nicolás, un amigo de él que sí tenía mi número.

Martin: A ok.

Luce: Me llama y me cita como con urgencia a un estudio en Colegiales para contarme

sobre unos proyectos.

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Martin: ¿El proyecto era real o cualquiera?

Luce: Es real Martin. Escuchá, fue una japonesa a tomar supuestamente clases con él.

“supuestamente” porque en realidad resultó ser la representante de un director japonés,

que próximo el lunes hace una audición para elegir protagonista de Alma tango, su

próxima película. ¿Vos sabías que los japoneses no se abrazan?

Martin: Esperá, esperá no entiendo nada, ¿él va a ir a esa audición?

Luce: Si, la japonesa hoy le hizo una prueba sorpresa en el estudio, se hizo pasar por

alumna para conocer más a fondo a Facundo. ¿Entendés?

Martin: Si,…igual es raro…

Luce: Si…increíble, pero escuchá, ella le dijo que necesitaba ir a la audición con una

compañera y por eso ahí me llamó.

Martin: ¿Y vos también audicionás para estar en la peli o sólo para acompañarlo a él?

Luce: Ni idea, yo voy a ver qué pasa. ¡No le pregunté eso Martin!

Martin: Deberías preguntárselo…

Luce: Hoy estuvimos ensayando hasta tarde...

Martin: Si, bueno…bien, jajaja no sé qué decir, no firmes nada y cualquier cosa me

llamás.

Luce: Si obvio, ¿Qué… que pasa? Esa cara….

Martin: ¿Le dijiste que estabas en pareja? (sonriendo)

Luce: ¿Y eso? Si todos lo saben…

Martin: Porque está todo bien, pero Facundo tiene una fama...

Luce: Quedáte tranquilo, no hay nada más allá.

Martin: Hay tango Luce, hay sentimiento, contacto y espero que ese tipo sepa bien lo que

hay…

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Luce: Ay qué exagerado, ¡yo estoy contenta! ¿Tenés celos?, Martin Fuchs ¿tiene celos?

¡No me lo creo! jajaja

Martin: No. Precaución. Facundo es seductor. Y donde pone el ojo… se dice que no le va

mal.

Luce: Por favor. Me da risa de verdad. ¿Querés que hablemos de las mujeres que te

miran cuando cantás? O de las doctoras abogadas que te llaman para mediar? Si vamos

a empezar con esa paranoia no podríamos estar juntos. De hecho por eso estamos

juntos, porque hay confianza y mucho amor, amor, amor (lo abraza)

Martin: Bueno, si si tenés razón, no me hagas caso. Me dejé llevar… Pero es que no

avisás, no venís a cenar, de repente me entero de todo esto, que me encanta, es una

gran oportunidad, pero me agarrás así de sorpresa. Me preocupe un poco, llevá cargador

¡Luce!

Luce: Todo fue muy rápido. Esta semana ensayo de 4 a 9 de la tarde. El lunes es la

audición. Veremos qué pasa…aaaaaa que emoción. Me lo olvidé, mirá que siempre ando

con cargador…pero me olvidé.

Martin: Mañana voy a andar cerca, te alcanzo si querés, ¿A las 4 tenés que estar?

Luce: ¿Si? dale, buenísimo. Vení, a ver.

Martin: ¿Qué?

Luce: Ponete así.

Martin: Sabes que no bailo Lu…

Luce: Pero ¡ponete así dale!

Martin: ¿Asi?

Luce: Si. (Luce comienza a abrazar con sus piernas a Martin).

Martin: ¿Así les hacés? (Sonriendo)

Luce: No, así te hago a vos.

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Luce toma la mano de Martín y comienza a envolverse dentro de él. Martin se va

aflojando y se anima a pequeños movimientos. Trasladan de peso lentamente haciendo

un vaivén. Martín toma de las caderas a Luce, huele su piel, besa su hombro, ella se

planta y lo abraza. Deja caer su torso en forma de tabla, y él de espaladas va a la cama.

Ella avanza porque él la arrastra dejando dos rayas en el suelo de madera. Caen en la

cama, primero él, y luego ella.

** APAGON **

CASA DE FACUNDO

ESCENA 13: Acerca del espíritu del tango.

Facundo:….Entonces ahí me dice, “el director quiere conocerlo, pasaste la primer

prueba”… Increíble vieja.

Madre: La verdad que si...hasta a mi me pone nerviosa…¡Ay Diosito! …que te de una

mano…

Facundo: Ya me dio dos…¡no lo molestes! solo depende de algo …

Madre: ¿De qué?

Facundo: Buscan sentimiento. El baile es una experiencia subjetiva que concierne

solamente a la percepción de dos individuos que lo bailan.

Madre: ¿Eh?

Facundo: Quieren alma.

Madre: Digo ¿y eso es muy difícil? Bailá con alma entonces.

Facundo: Pero mamá no es tan fácil, vos no decís ¿bailamos? ¿“con alma o sin alma”?

como diciendo “con hielo o sin hielo?” ¿Entendés?, es bailar con sentimiento…

Madre: Yo no sé, pero cuando bailaba con tu padre, era especial.

Facundo: Qué lo hacía especial?

Madre: Nos entendíamos. Mientras bailábamos nos queríamos tanto o más. Él escuchaba

la música y yo lo seguía.

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Facundo: Eso…

Madre: Una vez tu padre me susurró… “Estoy flotando Mechi”. “Flotando al ras de la

tierra”. Me dijo. Y yo lo entendí. Está frío esto che. (Le alcanza el mate).

Facundo: Flotando…flo tan do. “alma tango”... alma no puede ser cuerpo, no es

materia…. bailar… y sin cuerpo…sin cuerpo como marionetas…. impulsados por eso que

hace escribir al poeta su prosa más bella. Eso es…¡qué grande el viejo!

Madre: Me perdí un poco. Pero bueno, si te sirve…esto está frio. Facu, poné el agua

¡dale!...Y entonces vas a ir a la prueba con esa chica, como se llama…¿Luci?

Facundo: Luce, con e.

Madre: A mirá que nombre raro.

Facundo: Si, en el registro civil no se lo querían aceptar pero a fuerza de… (se queda

sorprendido porque le sale el discurso auténtico de Luce cuando recién se conocieron en

Marión) y bueno al final si, se lo aceptaron.

Madre: ¿Y ya ensayaron?

Facundo: Si, ayer

Madre: ¿Y baila lindo?

Facundo: Si

Madre: ¿Y está casada? ¿Tiene hijos?

Facundo: No sé, pero ¿qué tiene que ver eso? hijos no creo. Tomá, va amargo.

Madre: No… digo, pregunto, por los horarios.

Facundo: Si puede.

Madre: Uy uy uy está demasiado amargo esto, ¿Por qué no le ponés un poquito de miel?

Facundo: Que bailemos no significa que haya algo más. Vos sabés que siempre me

preguntan lo mismo, “Che Facu, en confianza, vos con tus parejas de baile no…” ¡No

viejo! ¡No!

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Madre: Pero para bailar con alma mijo, necesitas enamorarte de nuevo…

Facundo: …Alcanzáme el mate, ¿así está bien de miel?

(Susana desde la puerta)

Susana: ¡Facundo!

Madre: Me voy, yo le abro, vos tranquilo, tomá acá tenés los dos meses que le debés,

Pero tranquilo Facundo.

Susana: Mechiiii

Facundo: Pero yo tengo, no es necesario, ni bien cobre se los doy.

Madre: Vos le pagas ahora y después me lo devolvés.

Susana: ¡¡Facundo!!

Facundo: Está bien. (Grita) Un momento, ¡ahí va!

Madre: La comida la tenés acá en la mesada. Pollito con arroz.

Facundo: Gracias. Andá tranquila. Y nada, no cuentes nada de todo esto.

Madre: ¡Como una tumba! ¡Ahí voy Susana! (en la puerta) Hola querida, ¿Cómo estás?

pasá entrá entrá que está adentro…

ESCENA 14: De cómo es tan fino el hilo de una relación. Del amor y el rencor.

Susana: Hola…¿cómo estás? ¿Qué tal vos?

Facundo: Hola Susana, bien, la verdad es que mejor. ¿Vos?

Susana: Bue, bien, a veces mal…que se yo. Un poco preocupada por…

Facundo: Mira Su, te estaba por llamar pero después se me pasó… entre una cosa y la

otra… perdóname es que ando con….

Susana: Si, si veo que te olvidaste. Hace tres días que necesito hablar con vos. Eh…mira

Facundo…

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Facundo: Pará, pará, sentáte por favor. Disculpame, disculpame, de verdad. Tendría que

haberte llamado. Es que me ocurrieron muchas cosas esta semana…y…

Susana. Si si…a mí también me ocurrieron muuuuuchas cosas esta semana. Es que

¿vas a seguir pensando siempre en vos? ¿Y los demás qué? ¿No te importa? ¿No te

importa tu hijo? ¿Si come, si va al cole…si…te extraña…?

Facundo: Si que me importa. No digas eso. ¡Claro que me importa! Si todo lo que hago

es para él…

Susana: Si, si si haces muuucho. (Irónica)

Facundo: No empecemos…por favor te lo pido. ¡Ah! Y tratemos de que nuestros asuntos

sean nuestros. Ni de mi mamá, ni del vecino. Tuyo y mío… Sé por qué venís. Y acá está.

(Le entrega el dinero)

Susana: Si pero…pero ¿sabés qué? hay veces, bah casi siempre, el asunto “nuestro” se

hace solo “mío”, …no sé si me entendés…(Irónica) ¿están los dos meses..? Gracias. La

próxima vez no tendría que venir yo. Ni siquiera tendría que llamarte. ¿Es que no te nace?

¿No te preguntas si necesito algo? ¿Si estamos bien, o si está bien?, en fin, con vos no

hay caso.

Facundo: Susana, yo te entiendo… Y si me lo pregunto, pero tampoco estás en la calle,

lo conseguimos “juntos” ¿te acordás?

Susana: Pero que es vos siempre…

Facundo: Esperá, esperá ¡dejame hablar!

Susana: ¡Es que te las arreglás para dar vuelta todo! ¡Un poco más y te tengo que pedir

perdón yo a vos!

Facundo: La próxima te lo alcanzo yo, no te preocupes. ¡Si nunca me atrase! ¡Lo

sabés…!, si a Facundito lo veo y comparto con él más que este mate. Pero necesito

concentrarme. Es un sacrificio… pero es para el bien de todos Susana, de verdad, estoy

cerca de conseguirlo. Lo intuyo. Llegó el momento. Como cuando te dije que íbamos a

recorrer el mundo si ensayábamos duro, ¿te acordás?

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Susana: Si, claro que me acuerdo. (Afloja tensión por un instante, y luego vuelve a la ira)

Bueno, me alegro Facundo. Mira, este fin de semana me voy a Necochea. “Me voy”

Facundo: ¿A Necochea?

Susana: Si a Necochea.

Facundo: ¿A vivir?

Susana: Si…puse una peluquería frente al mar…

Facundo: ¿Eh?

Susana: Ay no Facundo, necesito descansar y me tomo solo unos días. De verdad, no

doy más, así que Facundito se tendría que venir con vos.

Facundo: Pero…

Susana: ¿“Pero”? ¿“Pero”? Hace dos semanas que estás ausente..y ¿encima ponés

“peros”?.

Facundo: Es que…no, no, no esperá ¿este fin de semana tiene que ser? ¿No podés irte

el próximo?

Susana: No. Ya saqué el pasaje para el fin de semana largo. El viernes no se trabaja, ¿en

qué mundo vivis? Ah claro no sabés cuando hay feriado porque vos no estás encerrado

de 9 a 9 en un cuadradito de dos por dos…diciendo “hola que tal que hermoso te queda”

todo el dia y escuchando tooooodas las novedades del barrio. ….”holaaaa”, ¡necesito

vacaciones!

Facundo: Es que tengo una audición justo el lunes, necesito ensayo. Pero… bueno, la

vieja puede darme una mano.

Susana: Perdoname pero arreglate como sea. Mi mamá no puede cuidarlo porque se va

a las termas, y además Facundo tiene un padre,… y otra abuela.

Facundo: No, por ahí no vayas…

Susana: Bueno eso. Me tengo que ir que se me hace tarde…

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Facundo: Pero Susana esperá, no le puedo dejar todo el fin de semana el nene a su

abuela, es grande y seguirle el ritmo a Facu no es fácil…

Susana: Ay Facundo no sé, arregláte, de verdad, siempre me postergo, siempre estoy en

madre, y yo quiero vivir también, como vos, que vivis muuucho.

Facundo: ¿Que yo vivo mucho? ¿Me estás llamando viejo? ¿O por qué lo decís?

Susana: No no por nada, vos si vas a milongas, bailáaaas, conocés gente….vas y venís

de toooodos laaados. ¿Y si fuera al revés? Si yo no tendría la peluquería ¿te aguantarías

ser padre y peluquero todo el tiempo?

Facundo: Peluquero no. Padre sí. De hecho lo soy todo el tiempo.

Susana: “Todo el tiempo” dice, ja. De verdad es que yo no sé si te burlás o hablas en

serio.

Facundo: Te hablo muy enserio. Pero el necesita más a su mamá, es ley natural. Yo

siempre seré su papá. Solo que ahora papá está trabajando y buscando la manera de

asegurarle una vida mejor. A mamá y a él. Porque él es chiquito y vive con mamá.

Susana: Y qué, si él fuera grande, ¿vos no me ayudarías?

Facundo: La verdad es que no tendría ese deber, pero si, lo haría. Por lo que significaste

en mi vida. Decile eso también cuando le hables de mi…

Susana: No sé qué signifiqué en tu vida. ¿Le digo también que en navidad papá no vino

porque se quedó dormido vaya a saber porqué y que al otro día tuvo resaca y no se

sentía bien?

Facundo: Susana…Yo te extrañaba... Estaba confuso, deprimido, y me emborraché. Si.

Y estuvo mal, lo sé, pero no lo pude controlar y qué le voy a hacer, la verdad que saques

de nuevo ese tema me hace sentir mal, me pone mal, basta, parece que disfrutás…

Susana: Yo no decidí dedicarle mi vida al tango. Vos sí. (Dolida)

Facundo: Pero ¡es el colmo elegir! Es absurdo…vos elegiste separarnos yo no. Yo

pensaba intentarlo con vos. De nuevo, comernos el mundo. Y en lugar de eso, reproches,

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reproches, reproches, gritos…y discusión. Celos. Desconfianza. Falta de respeto. Qué

asco.

Susana: Uno debe elegir. ¡Pero es verdad! hay veces que…tenés razón, no elegís y de

repente estás adentro de sonajeros importados…de carritos y bolsas del mercado. En fin.

¿Te das cuenta que siempre volvemos a lo mismo? Tu ego. Siempre vos. Primero vos.

Solo vos, vos, vos, vos…

Facundo: Basta, es suficiente de verdad, no me vas a sacar de quicio, pero andas cerca.

Esto nunca termina bien, es mejor que te vayas. Si ni siquiera te intriga qué es lo que

tengo hacer de importante para que no pueda estar con Facu como quisiera, y la audición

de la que te hablé ¿te importó? ¿Me preguntaste algo, de qué se trataba? El problema no

es solo mío, vos vas a lo tuyo…también.

Susana: ¿Para qué es la audición?

Facundo: Ahora no importa.

Susana: Uf…

Facundo: ¿Susana para esto venís? ¿Para seguir peleando? ¿No te alcanza con estar

separados? ¿No podemos entendernos algún día carajo!? Hay que estar muy

predispuesto para atenderte a vos. Te di el dinero hace rato ya, por favor si vas a seguir

así andáte. Que no voy a abandonarlo. Ni a mi hijo ni al tango. Asi que ya, ya entendí.

Que tengas buen viaje. Pasala lindo.

Susana: ¿Me quedo tranquila entonces? Luego te llamo y coordinamos. Prometeme

que…

Facundo: No no, quedemos ahora. ¿Cuándo voy a buscarlo? ¿El jueves al colegio?

Susana: Sale a las cinco.

Facundo: Ok. Allí estaré.

Susana: Le va a encantar. Tomá, me dejó esto para vos. (Le entrega un papel con un

dibujito). ¿Me abrís? Me importa sabés… no soy tan bruja che!

Facundo: Te acompaño. Dale.

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Susana: Chau. Cuidate.

Facundo: Mandale un beso y decile que lo amo. Que es mi tesoro.

Susana: Mejor el jueves se lo decís. Necesita que vos estés, no tus palabras. Chau.

Susana: ¡Es que no parás, eh! chau Susana. Descansá. Descansa mucho, te va a ser

bien. (Cuando se va Susana Facundo mira el dibujito de su hijo que dice, “papá te amo”).

**APAGÓN **

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CAPITULO III

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ESTUDIO DE FACUNDO

ESCENA 15: De cómo se inicia alguien en la danza.

Son las diez de la mañana. Facundo está en el estudio terminando una clase particular

con Flavia, la que no bailaba con zapatos y le disgustaba el papel que ocupaba la mujer

en el tango. La última vez que se vieron fue en Marión, tuvieron un intercambio de

opiniones tan contrarias y bailaron tan forzado, que Facundo, en principio, no quiso saber

nada con tangueras “renegadas”, así las llamaba él. Pero cambió de opinión, cuando ella

le confesó que necesitaba un cambio en su vida, que se sentía odiosa y un tanto vacía.

Dispuesta a aprender, le dijo que encargó su primer par de zapatos y lo convenció cuando

le prometió dejarse llevar y respetar la comunión del baile. Entonces sí, le respondió él. Y

acordaron el día.

Facundo: Bueno ya casi es la hora, ahora te propongo bailar con los ojos cerrados. Si me

permitís, te voy a tapar con esta cinta.

Flavia: Me da miedito, ¿es necesario eso?

Facundo: Depende de vos. Si querés llegar a lugares donde no estuviste, si.

Flavia: A mí me ataron una vez, digo, no me taparon los ojos, pero tampoco estaba

bailando…asi que…

Facundo: Bueno, entonces es algo nuevo.

Flavia: Si…

Facundo: Permiso…tomá, (Le da un caramelo)

Flavia: Ja, ¿huelo mal o qué?

Facundo: No Flavia no… por favor, un caramelo es un caramelo, ayer por intentar esto

mismo, casi se desmaya una mujer…

Flavia: Ayyyy ¡¡¡se te desmayan las mujeres!!!

Facundo:…Jajaj no…se le bajó la presión porque esa mujer nunca abrazó ni la

abrazaron.

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Flavia: De verdad o ¿me estás queriendo explicar con un ejemplo algo trascendente que

no logro captar?

Facundo: Una persona nunca abrazó ni la abrazaron. Digo, eso.

Flavia: No me lo imagino.

Facundo: ¿Abrazaste y te abrazaron?

Flavia: ¡Sí! ¡Claro!

Facundo: Abrazame a ver.

Flavia: ¿Ahora?

Facundo: Si, abrazame, dale.

Flavia: Eh bueno, esperá que…

Facundo: No, no Flavia, abrazame ahora. (Flavia lo abraza con timidez)

Facundo: Ahora te voy a abrazar yo. (La abraza con actitud, Flavia se queda inmóvil)

Cuando te abrazo, te abrazo, soy consciente de mis brazos, mis dedos, mis manos que

contactan con vos, y se apoyan en vos, conteniéndote, uniéndome, es como fundirse.

Imaginate eso, que de repente, cuando oís la música, te fundís en el abrazo de quien te

invita a bailar….Eso quiero, que me abraces de nuevo, envolviéndome con la presión

justa, ni más porque me ahogo, ni menos, porque no te siento. (Facundo comienza a

taparle los ojos con la cinta negra, Flavia lentamente lo abraza de nuevo) Y respirá…no te

olvides de respirar…

Flavia: No… si me olvido me muero ¡Facu!

Facundo: Una forma de decir, vos me entendiste.

Flavia está nerviosa, acalorada, tímida. Pero poco a poco comienza a relajarse. A oscuras

mira hacia dentro y se va sintiendo dueña del momento, ni más, ni menos, ni antes ni

después. Eso es lo que siente, es el día que disfruta por primera vez eso que llaman

“tango”. En altura le lleva casi una cabeza a Facundo, que la abraza con respeto y con

ganas de iniciarla en la danza. Comienzan a caminar muy despacio.

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Facundo: Es como hacer de cuenta que tu cuerpo tiene botones…

Flavia: ¿Botones?

Facundo: Bueno… llamémosle sensores. Cuando en cualquier parte de tu cuerpo, en el

torso, en la espalda, en la mano, aprieto sutilmente para vos es una marca, no lo pienses

y hacé lo primero que te dice el cuerpo que hagas, por inercia. Dejalo ir. Creeme de

verdad, casi nunca se equivoca si está encendido y tu mente desconectada, obvio.

Acordate de sentir los sentidos.

Flavia: Sos mi “tangurú”.

Facundo:Jaja…no…”ni tanto, ni tan grave” como dice el tango de un amigo mío, Luciano.

Flavia: No, grave no es, pero para mí es mucho. Significa ¡tanto!… Hoy es “tanto” para

mi…

Facundo: Me alegro. De verdad me alegra que comencemos a conectar. “Hoy es tanto”,

jaja me gusta eh, no termina de definir, “tanto”…hoy es “tanto”, te felicito.

Flavia: Jaja pero mirá que yo no me dedico ni a la publicidad ni a la filosofía. Soy

traductora de inglés.

Facundo: ¿Y trabajás por tu cuenta, o para algo o alguien?

Flavia: Desde hace muy poco comencé por mi cuenta.

Facundo: Que bien…¿Y? ¿Cómo lo llevás?

Flavia: Ahora va, pero me costó. Al principio no sabía muy bien lo que estaba haciendo,

pero sentía que iba por buen camino, en mi casa imaginate no entendían nada. Por

ejemplo, yo renunciaba seguido, no te duraba más de dos años en cada trabajo, ganaba

bien, si, pero si otros podían ser como dueños de su tiempo, yo también quería eso, no

me preguntes por qué. Y comencé a quererlo cada vez más. A desearlo mucho. “Vivir a

mi tiempo” ¿me entendés? y me fui conectando de casualidad con gente, empresas,

profesionales, artistas que necesitaban un intérprete, y bueno, así empecé y ahora tengo

una clientela. Cuando los acompaño a giras, por ejemplo me dicen muchos: “Argentina” y

tú ¿no bailás tango, oh…qué pena!? No lo entienden…bueno, tanto me preguntaban,

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tanto lo lamentaban, que les hice caso y comencé hace tres meses las clases grupales

pero me entere que dabas clases particulares acá y quiero aprender con vos.

Flavia respira y escucha atenta cada palabra de su ahora maestro. Su pecho se infla

cuando respira profundo. Siente que se le sale el corazón, es alegría y nervio, pero

cuando respira, siente que se adapta cada vez más a la situación.

Facundo: Qué bueno, espero en alguna gira contar con vos.

Flavia: ¡Claro! Ojalá. Me contagiás ¿sabés? Ese entusiasmo...es muy inspirador. Hoy

estaba triste y el tango me curó. Lo que decís es a veces exageradamente poético. ¿Sos

real?

Facundo: Bueno, gracias. Ahora, hagamos silencio de a poco. Escuchá la música, voy a

intentar comunicarme con vos y me gustaría que te comunicaras conmigo. Una charla de

cuerpos...No pienses en mis pasos, sentí la señal, la marca y no dudes nunca Flavia, si te

sale, entonces hacé. Si pisás, pisá.

Facundo y Flavia bailan un tango suave. Llega Luce y se arrima en silencio. Facundo la

saluda y con un gesto la invita a pasar. Él sigue bailando con Flavia hasta que termina la

música. Se van soltando de a poco. Flavia se saca la venda de los ojos, está callada y a

la vez fascinada.

Facundo: Muy bien Flavia. ¡Eso es! Por ahí va.

Flavia: Gracias. Me encantó.

Facundo: Disculpá. Hola Luce, pasá, pasá, te presento a Flavia.

Flavia: Hola Flavia, que lindo… te felicito.

Flavia: Hola, gracias. La verdad que si, fue raro, pero lindo.

Facundo: ¿Venís a buscar el video, me dijiste no? Pero ¿a las cuatro volvés al ensayo?

Luce: Si, estaba por acá, pensaba venir directo al ensayo y grabarlo, pero así aprovecho

la mañana y me estudio la coreo. ¿Me lo podrías grabar? Yo no ando con mucho tiempo,

perdón, perdón, me están esperando, es un segundo Facu disculpa las prisas.

Facundo: Ah, bien. Bueno espera que te lo paso, dame el …

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Luce: Si el…tomá.

Facundo: Bueno, gracias Flavia.

Flavia: A vos.

Luce: Acá está el cable, esperá que lo conecto. Acá, ¿no?

Facundo: Si

Luce: Ahí va.

Facundo: A ver, ahí casi está. Va rápido. Ya está, entonces ¿la estudiás?

Luce: Si si dale, perfecto. Bueno nos vemos después, gracias. Disculpá Flavia eh.

Flavia: Está bien, no te preocupes si ya terminamos.

Facundo: Ah esperá Luce no te vayas, arriba tenés dos trajes ¡andá a verlos!

Luce: ¡Ay siii a ver! Ah…eh..ah esperá que aviso.

Facundo: Si claro, es un segundo no más…

Luce: Uf no tengo señal…

Facundo: No…acá estamos en una cueva. A ver el mío. Mmm no tampoco. Bueno sino a

la tarde, dejá, dejá andá.

Luce: Bueno es un segundo, voy a verlos, ¿están allá?

Facundo: Si, nosotros mientras bailamos, dale el último Flavia.

Flavia: “Mirate hacia adentro” me dijiste al oído ¿no? Me encantó.

Facundo: Estuviste tranquila, serena. Aunque el corazón comience a llorar de risa o de

pena, tranquila porque da igual. Sentir es lo que importa y si tenés registro de eso que te

está pasando, es porque estás comenzando a escuchar hacia adentro, tus latidos, la

melodía, el tiempo, lo que te pasa…y siempre en tu eje, sentí además, como se arrastra y

se ancla el dedo gordo del pie.

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Flavia: ¡Cuantas cosas! Me encantaría grabarte porque después me olvido de todo. Voy a

escribir y traducir tus frases, jajaja

Facundo: Jeje ¡con todo gusto!

Facundo: Pero igual tranquila, no le hablo a tu memoria. Vamos, bailemos.

Facundo y Flavia bailan el último tango mientras Luce entra al vestuario y ve dos trajes

bien colgados y enfundados en bolsas de plástico transparentes. No están arrugados pero

tampoco bien planchados. Luce se acerca a las perchas. Para la milonga es una pollera

negra al cuerpo, con volados por debajo de las rodillas y una chaqueta fucsia con bordes

negros. Para el vals, un vestido blanco de ensueño, al cuerpo, con plisados y tul blanco.

Luce se va desvistiendo con ganas de estar ya adentro de esas telas.

Lo primero que se prueba es la pollera negra, pero antes la mira bien y calcula a ojo su

tamaño. Con la chaqueta sabe que no habrá problema. Pero son sus caderas las que

muchas veces no entran en los trapos. Se la coloca por los pies y luego prueba por

arriba. Se desliza la falda por su cabeza, hombros, pechos, hasta llegar. Las medidas son

exactas. Ahora se prueba la chaqueta, abrocha sus botones. Cuando termina se mira al

espejo, por adelante, por detrás y sale del vestuario.

Facundo termina el baile con Flavia, que al soltarse va directo a las zapatillas para volver

a su casa. Luce aparece vestida de milonguera. Radiante entra al estudio como entrando

a un escenario y comienza a sobreactuar aires de Eva Perón.

Luce: ¡Es precioso!... “Querida Argentina…”

Facundo: Viste qué lindo. Te queda pintado.

Flavia: Te estaba esperando…hecho a medida parece.

Luce: Que lindo de verdad, “Queridos compañeros…”

Flavia: Jajajaja es Evita!

Facundo: Jajaja qué loca, está genial. Estuve buscando el tocado pero no lo encontré.

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Luce: “Estamos aquí reunidos para proponer un cambio. Queremos que toda persona sea

libre y tenga educación. Queremos que el pueblo sea el soberano” Decime...Facu ¿Cual

es la historia de este traje?

Facundo: jajaj ¡igualita! Lo hicimos para la final. En realidad no es del todo un traje,

¿ves? le pusimos los apliques negros dibujando una solapa, pero en realidad es como

una camiseta dibujada. No había mucho presupuesto. Hasta que después cayeron los

contratos y renovamos trajes, zapatos, todo…pero lo mejor lo tiene Susana, mi ex no los

presta, la entiendo que se yo, los vestuarios traen recuerdos viste….

Luce: Recuerdos si…pero bueno, están vivos si se los usa. Me encanta de verdad

gracias. Este traje tiene algo lindo, vivió lindo. Y vuelve a bailar. ¡Un honor para mí llevarlo

Facuuu!

Facundo: Bueno me alegro. Yo estoy contento de que lo lleves. Lleva un tocado pero no

lo encontré, no sé dónde puede estar. Voy a ver…

Flavia: Bueno, me voy, hermoso el traje y ustedes dos, ¡chau Evita!

Luce: Chau “compañera” Jajaa

Flavia: Ja, chau Facu, hasta la próxima.

Facundo: Chau Flavia, buena semana. Linda charla. Que sigas bien.

ESCENA 16: De como los recuerdos traen una confusión en el medio de dos tiempos.

Facundo: Bueno probate el otro.

Luce: ¡Sí! Ahí vengo.

Facundo: Dale.

Facundo busca “Temblado” el vals que va a bailar ni bien regrese Luce con el vestido

blanco. Cuando la ve entrar no logra disimular su emoción. El vestido lo transporta a

aquella noche en el Luna Park junto a Susana, la madre de su hijo, la que bailaba con él.

La que lo enamoró. Y aunque no la quiera recordar, la recuerda. Tienen el mismo corte de

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pelo, melena casi a la altura de las orejas. Escucha los aplausos y oye las voces que

vienen del público.

(INICIO FLASHBACK) – Retroceso en el tiempo – “El recuerdo”. Estadio Luna Park

Voces: Grande Facuuuu Vamos Susi!

(FIN FLASHBACK) – De vuelta a la realidad, tiempo presente. Estudio de Facundo.

Luce: ¿Te gusta?

Facundo: ¿Eh? ah sí claro

Luce: ¿Dónde estabas? si te hace mal de verdad me cambio me pongo otra cosa no

quiero que…

Facundo: No, no pasa nada, de verdad, me encanta. A ese lo traje de Miami. Traje uno

rojo y uno blanco.

Luce: Es divino. Uy esperá que me suena el celular. ¿Hola? Hola Martin estoy acá salgo

ya mismo, hola, hola, Martín, ¿me escuchas? no, no me escucha, no tengo señal, ¡hola!

hola, ¡ya salgo!

Facundo: ¿Te vas?

Luce: Si, me matan. Me olvido de todo lo ajeno, ¿es egoísmo eso? Es que todo esto me

emociona y me olvido del tiempo y de los demás y solo quiero bailar…dicen que estoy

demasiado en mi mundo.

Facundo: Si te entiendo! Pero hay que aflojar, hay que dejar lugar para el otro. Te lo digo

por experiencia, el tango me dio y me quito lo que más quiero. Bueno, solo un segundo,

dale, probemos los giros, quiero ver el vuelo de esa tela…

Luce: Dale

Comienzan a bailar. Luce mira el vuelo del vestido en el espejo. Facundo cierra los ojos y

comienza a recordar la noche que casi fue campeón mundial.

(CONTINÚA FLASHBACK) – Retroceso en el tiempo – “El recuerdo”. Estadio Luna Park

Facundo y Susana están en la final del mundial, detrás de bambalinas.

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Facundo: Tranquila Su, tranquila.

Susana: Ay tengo un nudo en la panza que me muero ¿entendés?. Estos son los

momentos previos que me digo ¿Qué hago acá? ¿¡Para qué te hice caso Facundo

Barriales!?

Facundo: Este es un momento para disfrutar, nos puede cambiar la vida amor. Tranquila.

Como en los ensayos y más.

Animador: Vamos a recibir con un fuerte aplauso a la pareja 118 Facundo Barriales y

Susana Mendoza, ellos representan a José C. Paz Provincia de Buenos Aires y van a

bailar Temblando.

Público: Vamos Facuuuu. ¡Fuerza Su!

Facundo y Susana comienzan a bailar, lo hacen muy bien, son grandes en el escenario.

Derrochan presencia y pasión. El auditorio aplaude. Sus caras quedan pegadas y al final

de la coreografía juntan sus labios y se abrazan.

(FIN FLASHBACK) – De vuelta a la realidad, tiempo presente. Estudio de Facundo.

Facundo envuelto en el recuerdo se deja llevar por los impulsos del pasado, y besa de

improvisto a Luce, con quien está bailando.

Luce: No…(Ve entrar a Martín)

ESCENA 17 De como la tensión de un momento es cada vez más evidente. De como se

dice lo que no se dice.

Martin: Hola…permiso, ¿qué tal? Martín, el novio de Luce.

Facundo: Hola Martín. Pasá, pasá…

Martin: Hola Facundo. Perdoname, Luce te estaba esperando como quedamos...o

¿necesitás quedarte?

Luce: No, no vamos, me estaba probando los trajes, ya salía…bueno me voy a cambiar.

Ahí vengo. Me cambio y vamos. ¿Si?

Martin: Dale,

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(Silencio incómodo)

Martin: Qué lindo vestido...

Facundo: Si, hermoso la verdad, lo traje de Miami, uno rojo y otro blanco. Este... y

decime, ¿vos no bailás Martin?

Martin: No, no bailo. A mí se me da bien resolver los casos de engaños, calumnias…

injurias, todos esos problemas o asuntos cotidianos que existen desde los tiempos de los

tiempos, soy Abogado pero también canto tangos, bailo muy poquito.

Facundo: Abogado…no parecés.

Martin: ¡Los trajes solo cuando hay que usarlos!

Facundo: Así que artista y abogado.

Martin: Yo no me considero artista…ni siquiera abogado…definirme “artista” ¿qué sos?

“Artista” “Abogado” ¿qué hacés? “arte” “justicia”, no sé…soy lo que hago pero lo hago y

no lo defino, tengo un tema con eso de las “definiciones” …O es más bien respeto por los

que hicieron realmente verdadero arte, o justicia, va por ahí la mano…

Facundo: “Un abogado bohemio”. Tengo dos alumnas abogadas que para ellas el tango

es terapia.

Martin: No sé, bueno…”ya tengo tema para llevar a terapia la próxima semana”. Me contó

Lu lo de la audición. Qué bueno che, ojalá se dé.

Facundo: Si…ojalá, gracias.

Martin: ¿Ella también hace la audición o es solo para acompañarte a vos? no lo tengo

claro.

Facundo: Mirá te soy sincero, no lo sé, me dijeron que lleve una compañera. Y la llamé a

Luce.

Martin: Bueno ojalá.

Facundo: Si ojalá la verdad.

(Silencio incomodo).

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Martin y Facundo: Eh...yo (al mismo tiempo)

Martin: Te voy a decir algo y no quiero que te lo tomes a mal, es un consejo Facundo

(Interrumpe Luce)

Luce: Ya estoy, ¿vamos?

Martin: Eh dale, si, vamos.

Luce: Chau Facundo.

Facundo: Chau Luce discúlpame hoy, la verdad es que yo…

Luce: ¡Está bien!

Facundo: Estaba con Flavia y no pude, bueno no me di cuenta que…

Luce: ¡Está bien Facu!

Martin: Un gusto Facundo, y que sea lo mejor. Pedile si querés mi teléfono a Luce y

cualquier cosa hablamos. Temas de contratos contá comigo. Ya sabés que los abogados

“defendemos los intereses ajenos"…aunque también cuidamos lo nuestro. ¡Je!

Facundo: ¡jaja claro! gracias Martin, si se lo voy a pedir, es bueno tener el teléfono de un

abogado amigo a mano.

Martin: ¡Bien! Bueno la seguimos en otro momento. ¡Ah! Y no firmes nada.

Facundo: Si, dale, no, no firmo nada. Dale gracias.

**APAGON**

ESCENA 18: De cómo la verdad es tan clara como el agua y limpia las charlas.

Martin: ¡Que tengas registro del otro!, eso es lo único que te pido. La otra vez la batería,

esta vez la señal, nada…salí a la calle y avísame que te quedás media hora más, no soy

adivino. Estoy esperándote en doble fila como un tarado, no venis, no atendés el

teléfono…

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Luce: Si, tenés razón. Perdón. No fue media hora, igual fueron 20 minutos.

Martin: “Si tenés razón” “Si tenés razón” “Perdón” “Perdón” pero siempre lo mismo…

Luce: Siempre no. Esta última semana se me juntaron dos desconsideraciones hacia vos.

No…, de verdad… te lo digo enserio, voy a intentar ser más respetuosa con eso.

Martin: Si eso, más respeto Luce, un poco de consideración por el otro, nada más ni nada

menos. ¿A vos te gustaría que yo no te llame, que no venga a cenar y ni te avise? A que

no…¿no?

Luce: No

Martin: A mí no me gusta discutir pero bueno…tampoco todo es un cuento de hadas, hay

que hablar de lo que nos pasa. Porque pasan cosas…¿no?

Luce: Si

Martin: ¿Qué cosas pasan?

Luce: Qué se yo. Cosas, vos dijiste eso…

Martin: Por ejemplo Facundo, ¿qué pasó? Hoy cuando entré estaba todo muy tenso. Lo

notaste…¿no?

Luce: Si. ¡Cómo no va a estar tenso si nos pescaste dándonos un beso!.

Martin: Hablá.

Luce: Te explico, te juro que no me río de maldad, es que me pongo nerviosa. Me siento

en un juicio, me observas como queriendo detectar si te miento, y te voy a decir la

verdad…te lo prometo, pero como me río te parece que te miento. Bueno, ahí va.

Facundo cerró los ojos…

Martin: No te disperses por favor. Si…¿y?

Luce: Y eh bueno cuando terminó la música, me besó. Bueno un pico en realidad. De

verdad me sorprendió mucho Martin, estaba yo… como no sé….me incomodó y justo

entraste vos y me puse nerviosa, me sentí culpable de algo que en realidad no fue mi

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culpa, ¿entendés? ni creo que fue culpa de él, porque él no estaba ahí, no era yo. No es

cuestión de culpas ¿entendés…?

Martin: Eras vos y él era él, o ¿qué me estás diciendo?

Luce: Era yo y era él pero para mí él pensaba que era ella,

Martin: ¿Quien?

Luce: ¡Estaba ido!. No sé, que se yo, se imaginó que era su ex, Susana, la última vez que

vio ese vestido lo usaba ella.

Martin: No no no no cualquiera eso, si vos no le diste pie, entonces por qué tiene que…

¿porqué bailás con ese vestido?

Luce: Claro que no le di pie, bueno esperá, ¿Qué es darle pie Martin? ¿Abrazarlo?,

¿estar cerca? ¿Insinuar? Es tango y por suerte cantás y lo entendés. Uso ese vestido

porque no hay presupuesto y es hermoso, divino, traído, como te dijo, de Miami. Dale

Martin, no quiero discutir con vos por algo que no tiene sentido ni vale la pena. Te

entiendo pero dejame que yo lo arreglo. Voy a hablar con él.

Martin: Bueno bien. Esas cosas se resuelven rápido, siendo clara desde el principio.

Luce: Qué hago? Decís que vaya al ensayo o lo llamo?

Martin: Al ensayo tenés que ir. Hablalo personalmente. Esas cosas se hablan Luce, se

hablan, ¿sabés por qué yo tengo tanto trabajo, tanto pleito? Porque la gente no habla

claro y despues vienen los juicios...

Luce: Ok. Clarísimo.

Martin: Bueno me voy. ¿Cenamos hoy?

Luce: Si, pero yo cocino, llego a las diez.

Martin: Te paso a buscar. ¿A las nueve terminás?

Luce: Si, dale buenísimo.

Martin: Chau

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Luce: Chau, lindo.

Martin: Chau linda. ¡Hablá eh!

**APAGON**

ESTUDIO DE FACUNDO

ESCENA 19: De una pareja de bailarines que solo bailan. La charla. El pacto.

Luce: ¡Hola!

Facundo: ¡Luce! hola, que temprano llegaste.

Luce: Si Facu es que quería hablar con vos, eh…no… que no, que no me pareció bien,

me incomodó el beso de hoy a la mañana…justo entró Martin…

Facundo: Si, lo entiendo, discúlpame me dejé llevar y…

Luce: Sabés que pasa, una no sabe, o por lo menos yo no sé hasta dónde es insinuación

y hasta donde no. Cuando bailo me transformo, pero no quisiera que entendieras mal mis

intenciones. Esto es pasión pero también es oficio para mi Facundo. El hombre que yo

quiero está en otro lado y lo que siento por él no lo siento ni bailando con el mejor bailarín

del mundo. Lo que digo es que bailemos y solo bailemos. No quiero líos y confusiones…y

esas cosas…

Facundo: De acuerdo. Disculpame de nuevo. El tango para mi es una constante

insinuación sensual y me confundió. No va a volver a pasar. Ese vestido me trajo

recuerdos de la noche en el Luna Park.

Luce: Me imagino, si querés puedo buscar otro vestido…

Facundo: No, no, es ese.

Luce: Bueno, perfecto. Aclarado el tema, seguimos con el ensayo, cada día que pasa se

va acercando la fecha y la verdad es que tengo un poquito de nervio.

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Facundo: ¿Vos sola? Vos no sabés como estoy yo.

Luce: ¿Y habrá mucha gente?

Facundo: Dijo que unos cuantos. Ayer leí el contrato que me enviaron por email. Me

mandaron un montón de documentos y uno decía “Partner”.

Luce: ¿Y eso?

Facundo: Partenaire…Es esta ficha, la tenés que leer y firmar. No aseguran que ya

estamos en la película, la consigna es bailar con alma, a los hombres les dejan libre la

elección de compañera y por eso me mandan esta ficha para que se la entregue a la

compañera que elijo. Luce, si les gustamos juntos, este sería tu contrato.

Luce: A ver, dejame leer. Eh!??? Co-protagonista, ¿Si? No…¿de verdad? ¿Este el

caché? ¡Es muchísimo dinero!

Facundo: Si, eso. Jajaja

Luce: Aaaaa no lo puedo creer, ¡ojalá!. Jajaja guau…

Facundo: Tomá, dale mi contrato a Martin, que también lo lea, decile que se lo agradezco

mucho y que disculpe por,…¿él vió el beso?

Luce: Si

Facundo: ¿Y qué te dijo?

Luce: Que sea clara.

Facundo: Ah. Clarísimo.

Luce: Si. Es verdad, las cosas se hablan, y se aclaran. Y si no se aclaran al menos se

hablan.

Facundo: Algunas cosas si, otras, no quedan palabras, o simplemente no hay palabras.

Luce: Si, pero igual ya fue Facu, todo bien, Martín no es el típico hombre celoso, pero

cuando tiene que hablar, habla claro, se dedica a eso, va derecho como una flecha y es

noble.

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Facundo: ¿Hace cuanto que están juntos?

Luce: Tres años.

Facundo: ¿Son felices?

Luce: Si

Facundo: ¿Y sufriste por amor?

Luce: Si. Sufrí mucho.

Facundo: ¿Y rompiste corazones?

Luce: Creo que sí. Si.

Facundo: ¿Te deprimiste?

Luce: Si.

Facundo: ¿Y se sale?

Luce: Si.

Facundo: Una vida de tango la tuya…

Luce: Una vida intensa, con altibajos, hoy más cómoda conmigo, debe ser la edad.

Facundo: ¿Cuantos años tenés?

Luce: 30

Facundo: Claro, tenés mucho que hacer…

Luce: Hace poco alguien me dijo, “hacer para sentir o sentir para hacer” vos decidís.

Facundo: “Pienso luego existo” a ver…bailemos así, con existencialismo.

Luce: ¿Con existencialismo?

Facundo: Si, es la consigna de hoy, estamos acá, y es la primera y última vez que

bailamos este tango.

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Facundo y Luce bailan y repasan la coreografía y las improvisaciones. Después de

ensayar 4 horas con pocos intervalos, están en una pose de extrema cercanía casi al

final, entonces Facundo desarma rápidamente la figura.

Luce: Bueno, no es para tanto, ahora que hablamos no te sientas inhibido.

Facundo: Jajaja de acuerdo. Bueno ¿paramos ya? No doy más.

Luce: Dale, ¿qué hora es?

Facundo: Las ocho y media.

Luce: Martin pasa a las nueve.

Facundo: Bueno, como quieras.

Luce: ¿Te puedo hacer una pregunta?

Facundo: Si, claro.

Luce: ¿Cuándo o cómo llegaste al tango?

Facundo: Mi papá lo bailaba y mi abuelo cantaba. Viene de familia. Vos, ¿cómo

empezaste?

Luce: Estudié ballet, pero no daba en la talla. Abandoné el tutú, me puse los zapatos y

probé con el tango. Pueyrredón y Callao. Tenía 17 años. La primera vez fui con zapatillas,

la segunda clase con tacos y cuando estuve segura de saber si me gustaba, me compré

el primer par de zapatos de baile. Un profesor me hizo bailar sin yo saber absolutamente

nada.

Facundo: Y después no pudiste dejarlo nunca más…¡ah! mirá mañana a las cinco tengo

que pasar a buscar a mi hijo al jardín. A ver si podés mmm podríamos quedar para las

siete, ¿de siete a once? No me gusta cambiar los horarios pero entenderás que es por

fuerza mayor.

Luce: Claro. ¿Qué edad tiene?

Facundo: Cuatro, mirá, mirá lo que me dibujó (Le enseña el dibujo que le hizo su hijo)

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Luce: Ay qué lindo. Te emocionas…me vas hacer llorar Facu. Porteñito fuerza vamos que

falta un poquito!.

Facundo: Si! Jaja gracias. Bueno voy a ir cerrando todo. Gracias por tu ánimo.

Luce: Esto es un equipo. A partir de mañana faltan tres días. Martin debe estar cerca, me

voy, así aprovecho y fumo un cigarrillo. Chau Facu.

Facundo: Nos fumes, ¡tenés los pulmones abiertos! Cuidate. Hasta mañana Luce. Se

nota que te estudiaste la coreo, estuviste muy bien.

Luce: Gracias chau Facu (Preparando un cigarrillo sale del estudio).

** APAGÓN**

DOMINGO: ÚLTIMO DÍA DE ENSAYO EN EL ESTUDIO DE FACUNDO

ESCENA 20: El domingo de ensayo general

Facundo: Bueno la verdad es que tanto Luce como yo queremos intentar dar lo mejor

mañana en la audición y este es el último ensayo, y nos viene muy bien que estén acá.

Cualquier aporte o crítica constructiva es bienvenida, es más, queremos devoluciones

sinceras.

Luce y Facundo comienzan a bailar. Visten los trajes que lucirán el día de la audición.

Pero Luce mira seguido a Martin, parece estar desconcentrada y un poco incómoda. La

madre de Facundo nota el motivo de esta dispersión y decide interrumpir el ensayo.

Madre: Disculpen, discúlpenme, esperá Facundo, a ver Facundito dejá pasar a la abuela.

Esa niña está nerviosa. ¿Aquél muchacho es su novio?

Luce: Si.

Madre: ¿Y cómo se llama?

Facundo: Mamá…

Luce: Martín…

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Madre: Martin, discúlpeme, qué buen mozo es usted. ¿Me haría el favor de retirarse del

ensayo?

Facundo: Pero…

Luce: No señora él es…

Madre: Usted debe entender que hay cierto “respeto” que las mujeres de bien tienen con

sus novios o maridos…ese respeto no deja que se exprese como podría hacerlo sin su

presencia. El amor de Luce en este ensayo debe ser Facundo. Entienda por favor que hay

mucho en juego querido, una película…la felicidad de mi hijo.

Martin: La vi un montón de veces y jamás se incomodó. Al contrario, más me gusta

cuando baila. Pero de acuerdo señora, no quise incomodar…

Luce: Yo te invité, y a mí no me molesta, quedate por favor.

Martin: La señora, ¿Cuál es su nombre?

Madre: Mechi

Martin: Mechi tiene razón, de verdad que lo entiendo. Aunque, nunca me echaron así tan

amorosamente. Nos vemos en casa chau Lu.

Luce: Martin no me molestas, al contrario.

Martin: Lu, mañana yo no voy a estar en esa prueba y es verdad que es distinto. (Al oído

Quiero que te lo comas con la mirada, alma y pasión, dalo todo.

Luce: ¡Martin!

Martin: Yo te espero en casa linda.

Luce: Bueno dale, gracias. Pero ¿no te enojás no?

Martin: Todo bien de verdad. Chau a todos, la entrego. Jajá

Facundo: Martin no lo tomes a mal, mi mamá exageró, de verdad que no molestas.

Martin: Gracias Facundo, pero tu mamá tiene razón, yo prefiero verlos en la peli.

Facundo: jajá bueno dale. Gracias

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Martin: Te dejo acá tu contrato, está todo bien salvo dos puntos que si querés podés

negociarlo mejor, porque lógicamente está todo a favor de ellos. Es mucha plata para vos,

pero tenés que pensar en los beneficios que puede generar y lo tuyo en comparación es

poco. Para que lo sepas, te anoté en una hoja, todo lo que podrías charlar con ellos, fijate.

Facundo: Lo veo, muchas gracias Martin de verdad, te agradezco mucho. Nunca el novio

de una compañera de baile fue tan atento y sobre todo comprensivo.

Martin: Podría ser de los otros, pero soy de los que se tienen confianza y también

confían.

Facundo: Qué grande viejo! Quedate tranquilo, después me gustaría aclarar otro tema

con vos, que necesito hablar…

Martin: Todo aclarado ya Facundo, de verdad, tranquilo, que está todo bien. Quiero que

triunfen. Chau, me voy, no pierdan tiempo que es el último ensayo.

Todos: Chau.

Luce y Facundo retoman el ensayo. Luce está más relajada y con otra entrega. Es el

último ensayo y es un éxito.

ALMA TANGO

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