Almacigos
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Transcript of Almacigos
Introducción
El semillero es un sitio donde se siembran los vegetales o un lugar donde se
guardan las semillas. Es una construcción preparada y acondicionada
especialmente para colocar las semillas con la finalidad de producir su
germinación con las mejores condiciones y cuidados, a objeto de que pueda
crecer sin dificultad hasta que la plántula esté lista para el trasplante.
Los semilleros o almácigos tienen como finalidad ser utilizados en cultivos
especialmente de hortalizas, su construcción es artesanal y sus elementos son
fáciles de adquirir.
El almacigo debe realizarse en un sitio que idealmente reúna condiciones
controladas de clima, con un sustrato limpio y bajo una serie de normas que
garanticen el mayor numero posible de plántulas de calidad de forma tal que la
plantación pueda establecer efectivamente.
La zona de los semilleros o almácigos debe ser iluminada y libre de sombras,
no debe estar cerca o debajo de árboles que impidan la entrada de la luz y
que ocasionen daños por descargas fuertes de agua.
A continuación se estará desarrollando el tema de una manera más amplia.
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Condiciones ambientales para los semilleros
El semillero se debe realizar en recipientes (vasos, bandejas) debidamente
adecuados para depositar las semillas y poder brindarles las condiciones óptimas
de luz, temperatura, fertilidad y humedad, a fin de obtener la mejor
emergencia durante sus primeros estados de desarrollo, hasta el trasplante
al campo.
Como en los semilleros viven plantas jóvenes, cuyos tejidos tiernos efectúan
una gran actividad fotosintética y son muy sensibles a los cambios bruscos
de temperatura y humedad, deben estar ubicados donde se les puedan brindar
los máximos cuidados, ya que las plántulas crecen con rapidez y cualquier
alteración de las condiciones ambientales puede incidir en su desarrollo.
Por lo tanto, lo más conveniente es ubicar el semillero bajo una cobertura
plástica o invernadero (figura 64), donde sea posible controlar los cambios de
temperatura, la humedad relativa, el agua lluvia, los insectos plagas, las
enfermedades y la entrada de animales; debe estar cerca a fuentes de
agua, debido a que las semillas y plántulas requieren riegos cortos, pero
frecuentes, realizados preferiblemente por aspersión.
La zona de los semilleros debe ser iluminada y libre de sombras, no debe estar
cerca o debajo de árboles que impidan la entrada de la luz y que
ocasionen daños por descargas fuertes de agua. Así mismo, hay que
protegerlos de vientos fuertes que puedan perjudicar las plántulas,
tumbándolas, torciéndolas o hiriéndolas con polvo o arenilla. El viento
(excesivamente seco) puede producir daños importantes por intensificar la
transpiración hasta el extremo de producir quemaduras o marchitamiento.
El manejo del clima vuelve a ser determinante para un óptimo desarrollo de los
cultivos.
Los principales aspectos a considerar son:
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1. La planta no debe permanecer mojada durante la noche. Para ello deberá
secarse, si es necesario, con la calefacción (dotación imprescindible para la
producción de planta de calidad en determinadas épocas) o mediante barridos de
humedad. Solamente aquellos invernaderos sin calefacción y en época de invierno
con riesgo de heladas potenciarán la condensación como medida preventiva para
aminorar las temperaturas.
Durante el día tampoco es conveniente que la planta esté mojada constantemente,
ni que soporte un gote o continuo de la condensación. Esto acarrea riesgos de
enfermedades.
2. El óptimo de temperaturas para la mayoría de plantas se sitúa en el intervalo
de 20- 25º C. Como norma general se ventilará a partir de los 25º C. De cualquier
modo, se deberán conocer los requerimientos de cada cultivo, en lo referente a las
temperaturas adecuadas para su desarrollo.
3. La humedad relativa ideal está entre el 50- 80% dependiendo de la especie,
época de cultivo y tipo de planta que se produzca. En las siembras a dos plantas
o altas densidades, el microclima que se forma a nivel de cuello puede ocasionar
proliferación de hongos de cuello. Este microclima sobrepasa estos porcentajes de
humedad señalados como óptimos, por lo que deberá primar aún más la
ventilación y aireación.
4. La iluminación también es muy importante. En el periodo de crecimiento
vegetativo, que es el periodo de semillero, la iluminación juega un papel muy
importante al influir sobre la fotosíntesis. Un exceso de iluminación (superior a 900
w/m2), además de ir acompañada por una alta temperatura, disminuye la
fotosíntesis, además de la transpiración, provocando plantas mal proporcionadas,
débiles. Por lo tanto un adecuado sombreo es fundamental en verano.
La falta de luz también juega un papel importante. En semilleros que cultivan
especies fuera de la época normal para esa especie, los valores oscilarán entre
200 y 700 w/m2. Una iluminación escasa produce plantas débiles, y ahiladas.
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Igualmente, las altas densidades de planta, bien por alvéolos pequeños o por
albergar 2 plantas por alvéolo, provocan ahilamiento al competir por la luz.
5.- El movimiento del aire dentro del semillero puede ser necesario en momentos
de bajadas de temperaturas o de uniformidad en la distribución del calor de la
calefacción. En l os invernaderos sin calefacción cuando existe riesgo de helada
es muy conveniente, además de otras medidas, mover el aire para reducir el
riesgo de helada.
Principales problemas en los Almácigos
Algunos de los problemas frecuentes en los almácigos son:
• El repique casi siempre da como resultado deformidades en las raíces
• Cuando se dejan las plantas en el almácigo durante demasiado tiempo (lo cual
sucede a menudo), producen raíces largas que son fácilmente dañadas o
retorcidas cuando se efectúa el repique.
• Muchas plántulas sufren un “choque” cuando son trasplantadas desde los
almácigos: su crecimiento se retrasa 1-4 semanas antes de que comiencen a
mostrar un nuevo desarrollo visible.
• Con frecuencia el repique es realizado por personal con poca experiencia en el
vivero, e incluso personas con experiencia lo hacen de manera incorrecta, y al
pagar a las personas por la cantidad de plantas repicadas en un día no hay ningún
incentivo para realizar la tarea correctamente.
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Condiciones para el adecuado trasplante
Los almácigos son lugares temporales donde se van a sembrar las semillas
hasta que las nuevas plantas se encuentren listas para el trasplante a una parcela
definitiva o a una maceta.
La ventaja de su uso radica en el ahorro de tiempo de crecimiento de las
plantas en la parcela definitiva, de modo que mientras está creciendo una hortaliza
se puede ir sembrando otra en almácigos para ser trasplantada apenas termina la
cosecha de la primera hortaliza, llegándose a ahorrar cerca de 1 mes de tiempo.
Se pueden preparar en las parcelas del biohuerto, en recipientes de plástico o
madera que contengan orificios en la parte de la base para eliminar el exceso de
agua y evitar que la planta se pudra.
Para que la extracción de plantas sea fácil y no se dañe a las raíces, el sustrato
utilizado debe de ser lo más suelto posible (fácil de desmenuzarse), por lo que se
puede utilizar musgo, aserrín lavado, arena de río, etc., mezclado con tierra en
menor proporción (2 kg de musgo por 1 kg de tierra).
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Trasplante
El trasplante viene a ser la extracción de una planta de corta edad y la
colocación en otro lugar diferente del que provino inicialmente para que pueda
seguir creciendo.
Las plantas se encuentran listas para el trasplante cuando poseen 4 hojas
verdaderas bien desarrolladas; esto se realiza entre los 20 - 30 días después de la
siembra, si se pasa el tiempo las raíces empezarán a entrelazarse y será difícil su
extracción, además, la planta no se desarrollará bien después del trasplante.
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Plántulas de apio, acelga y lechuga listos para el trasplante
Antes del trasplante se debe regar el lugar definitivo donde se va a colocar a
las plantas, después con ayuda de la mano se realiza un orificio de unos 5 – 7 cm
y se coloca la planta teniendo cuidado que las raíces no se enreden entre sí y que
además se encuentren lo más cerca posible a la línea por donde va a pasar el
agua; después se cierra el orificio de costado evitando dejar espacios vacíos entre
las raíces de la planta y el suelo; para finalizar se procede a regar de nuevo
para re-hidratar las raíces.
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Trasplante de plántula de ají.
De preferencia el trasplante se debe realizar en días nublados o con poco sol;
en caso de realizarse en verano se puede tomar las horas de la tarde (4 – 6 pm.)
para que la planta tenga toda la noche para adaptarse al nuevo lugar. Para evitar
encontrar al día siguiente comeduras de hojas se esparce ceniza de leña al
contorno del tallo y sobre las hojas.
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Conclusión
En los semilleros se dan los primeros pasos de los cultivos. Una vez alcanzado
el adecuado estado de desarrollo, se llevan a su punto de cultivo definitivo, bien
sea para su consumo en fresco, producción en invernadero, o para
transformación, y producción en exterior.
Son importantes porque permiten un mejor aprovechamiento y rendimiento por
metro cuadrado; garantizan una mejor selección de la semilla y con esto aumenta
considerablemente las posibilidades de tener una mejor productividad en las
cosechas; facilita la actividad agrícola familiar, ya que tanto la persona agricultora
como también los niños podrán participar en la siembra. Los semilleros son muy
importantes porque permiten que ciertas hortalizas de semillas muy pequeñas,
como la lechuga, la cebolla o el tomate, puedan lograr un buen desarrollo en su
primer periodo de vegetación.
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Bibliografía
Gregorio Aguado, Juan A. Del Castillo, Javier Sanz, Amaya Uribarri. Salomón
Sádaba. Manejo de semilleros (2005)
Disponible en:
ecosiembra.blogspot.com/2011/03/los- almacigos -trasplante.html
http://tecpdnagropecuariacampamento.blogspot.com/2012/06/construccion-de-
semilleros.html
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