Alquimista
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El protagonista principal de la obra es Santiago. Llego a una iglesia cansado, y se hecho a dormir, junto con su rebaño, uso como almohada su libro. Despertó y se puso a pensar
en el extraño sueño que tuvo, el mismo de la semana pasada y otra vez se despertó antes del final.
El creía que sus ovejas le entendían, es por eso que le contaba sobre sus libros preferidos. Últimamente no
paraba de pensar en la hija del comerciante, que vería en tan solo cuatro días mas.
El comerciante era dueño de una tienda de tejidos y le gustaba ver siempre a las ovejas esquiladas en su presencia, para evitar
falsificaciones. Un amigo le había indicado la tienda, y el pastor había llevado sus ovejas allí.
El comerciante le dijo que le esperase, Santiago se sentó al frente de la tiendo, saco su libro y empezó a leer. Escucha una voz
femenina ‘no sabia que los pastores sabían leer’ miro a la joven con sus cabellos negros lisos y ojos que recordaban vagamente a los
antiguos conquistadores moros. Se quedaron conversando durante más de dos horas. Ella le contó que era hija del
comerciante
La muchacha le pregunto como aprendió a leer. El respondió que
aprendió en la escuela, ella pregunto que porque era un pastor entonces,
pero Santiago se negó a contestar esa pregunta.
Cuando ya trasquilaron sus ovejas, el comerciante le dijo que venga al
próximo año. A un faltaban cuatro días para volverla a ver, y quizás esta vez le explique porque era un simple pastor. ‘sus padres querían que el sea cura, había estado hasta los dieciséis años en un seminario, estudió latín,
español y teología. Una tarde se armo de valor y le dijo a sus padres que el no
quería ser cura, el quería viajar, sus padres le cuestionaros y le
respondieron que solamente los pastores, viajan; Santiago respondió
que el quería ser un pastor.
Es justamente la posibilidad de realizar un sueño lo que torna la
vida interesante, reflexionó, mientras miraba al cielo. Acababa de acordarse de que en Tarifa vivía una vieja capaz de interpretar los
sueños. Y él había tenido el mismo sueño aquella noche.
La vieja lo llevo hasta un cuarto, dentro de él había una mesa, una imagen del Sagrado Corazón de
Jesús y dos sillas.
Le cogió las manos y empezó a rezar en voz baja.
Qué interesante le dijo la vieja, Santiago se arrepintió, pues le dijo
que no vino a que le leyera la mano, las vieja respondió que vino a que le interpretara un sueño, también le dijo que los sueños son el lenguaje
de Dios. Cuando Él habla el lenguaje del mundo, ella puede interpretarlo. Pero si habla el lenguaje de su alma,
solo el mismo podrás entenderlo.
Santiago pensó que era un truco, pero decidió arriesgarse. ’Tuve el mismo sueño dos veces seguidas ‘
dijo
‘Soñé que estaba en un prado con mis ovejas cuando aparecía un niño
y empezaba a jugar con los animales. No me gusta que se metan con mis
ovejas, porque se asustan de los extraños. Pero los niños siempre
consiguen tocar a los animales sin que ellos se asusten. No sé por qué.
No sé cómo los animales pueden saber la edad de los seres humanos.’
El niño seguía jugando con las ovejas durante algún tiempo y de repente me cogía de la mano y me llevaba hasta las Pirámides de Egipto. el
niño me decía : Si vienes hasta aquí encontrarás un tesoro escondido. Y
cuando iba a mostrarme el lugar exacto, me desperté. Las dos veces.
La vieja le dijo que no iba a cobrar ahora, pero quería la decima parte del tesoro, si
es que lo encontraba, Santiago le dijo que le interprete el sueño para poder hallar el tesoro, la vieja le hizo jurar,
después le dijo que su tesoro estaba en las pirámides Egipto.
Santiago desconcertado , no paraba de pensar en lo que le dijo la vieja, pero
¿Cómo llegar hasta Egipto? Se sentó en un parque y empezó a leer una nueva obra, se intento concentrar pero la nombres de los personajes eran complicados, cuando se pudo concentrar un anciano se sentó a lado suyo, el anciano intento hacer una conversación pero Santiago no tenia
intenciones de conversar con el.
El viejo insistió. dijo que estaba cansado, con sed,
Santiago le ofreció su botella; para que se calle.
Pero el viejo quería conversar. Le preguntó qué
libro estaba leyendo. Le ofreció el
libro al viejo por dos razones: la primera es que
no sabía pronunciar el título; y la segunda que, si el viejo
nosupiera leer, sería él quien se cambiaría de banco para
no sentirse humillado. El viejo dijo que era un libro importante pero aburrido.
El viejo le dice que el libro habla sobre la capacidad que tiene cada apersona para elegir su destino y terminan haciendo que todo el mundo crea la mayor mentira del mundo. Santiago quiso saber cual era la mayor mentira del mundo, el viejo le dijo que es un determinado momento de nuestra vida, perdemos el control de nuestras vidas y ellas pasan a ser gobernadas por el destino
El nombre es Melquisedec, el rey de Salem , dijo el viejo. Santiago no le creyó, pero el viejo insistió. El viejo estaba queriendo saber demasiado sobre su
vida. El viejo quien le había pedido vino, conversación y el libro. Santiago le pidió su libro,
pero el viejo le dijo que le de la decima aparte de las ovejas y el le enseñaría como llegar a su tesoro
escondido, Santiago pensó que lo iba a estafar, que debe ser algo de la vieja a la que le conto su sueño.
Antes que Santiago haga algo, el viejo cogió una rama y se puso a escribir en la arena: él leyó el nombre de su padre y de su madre. Leyó la historia de su vida hasta aquel momento, los juegos de u infancia, las
noches frías del seminario. Leyó el
nombre de la hija del comerciante, que ignoraba. Leyó cosas que jamás había contado a nadie, como el
día en que robó el arma de su padre para matar venados Soy el rey de Salem, había dicho el viejo.
¿Por qué un viejo rey conversa con un pastor? preguntó el muchacho. Existen
varias razones. Pero la más importante es que tú has sido capaz de cumplir tu
Leyenda Personal. Santiago no sabia que era leyenda personal.
‘Es aquello que siempre deseaste hacer. Todas las personas, al comienzo de su
juventud, saben cuál es su Leyenda Personal. En ese momento de la juventud todo es claro, todo es posible, y ellas no
tienen miedo desoñar y desear todo aquello que les
gustaría hacer en sus vidas. No obstante, a medida que el tiempo va pasando, una
misteriosa fuerza trata de convencerlas de que es imposible realizar la Leyenda
Personal’ dijo el viejo, también el dijo que Mañana, a esa misma hora, le traiga la
decima parte de sus ovejas y el le enseñara como conseguir el tesoro.
Santiago se pone a pensar que seria mejor, si darle la decima parte de sus ovejas o seguir con su vida normal, pero su corazón quiere ir en busca del tesoro, así que decide arriesgarse.
Santiago le da un décimo de sus ovejas al rey y vende a las demás. El rey, le dice que su tesoro esta en Egipcio. Él le da a Santiago dos piedras, Urimy Thummim, las cuales le ayudaran a tomar decisiones cuándo esté confundido.
Cuando Santiago llega a África se sorprende de haber olvidado que tan solo árabe se habla allí. Conoce a un
hombre en un bar que habla su mismo idioma, y el hombre le ayudaría a ir a las pirámides. El hombre le dice que tienen que comprar dos camellos y le quita
todo su dinero a Santiago, van caminando y Santiago lo seguía muy de cerca, hasta que se distrae con un
espada, y el hombre le dice que pregunte cuanto esta, al cabo de segundos, el hombre desaparece con el
dinero de Santiago, se sentía triste, pero recordó que debía seguir su leyenda personal.
Santiago, hizo un trato con un comerciante de cristales, el limpiaba los cristales y el le daba un
plato de comida, mientras Santiago limpiaba, entraron des clientes y compraron, el dueño le dio su plato de comida a Santiago, el le conto acerca de su sueño, que tenia que ir a las pirámides para
buscar su tesoro, el dueño le dijo que se demoraría mucho en ir a caminar por el desierto y que mejor se quedase a comprar un rebaño, y que
trabajase para el.
Santiago acepto.
Había pasado cerca de dos meses trabajando para el dueño de la tienda de cristales, pensaba en volver a su tierra, si se quedaba
trabajando seis semanas mas podría duplicar el numero de ovejas que tenia.
Santiago se había olvidado de su sueño, y recordado las palabras del viejo rey ‘Acuérdate de saber siempre lo que quiere’
El muchacho se despertó antes de que saliera el sol. Habían pasado once meses y nueve días desde que él pisara por primera vez el continente africano. Se vistió con su ropa árabe, de lino blanco,
comprada especialmente para aquel día. Se colocó el pañuelo en la cabeza, fijado por un anillo hecho de piel de camello. Se calzó las
sandalias nuevas y bajó sin hacer ruido.
Tenia dinero suficiente para comprar ciento veinte ovejas, un pasaje de regreso y una licencia de comercio entre su país y el país donde estaba.
Esperó pacientemente a que el viejo se levantara y abriera la tienda.
Los dos fueron juntos a tomar más té. Santiago le dijo que tenia el dinero suficiente para comprar
ovejas y regresar a su país, también le dijo que el debe irse a Meca, pues es su Leyenda Personal. El
dueño no dijo nada. Santiago pidió su bendición, pues el le ayudo
bastante, El dueño dijo que estaba orgulloso de el, pero que Santiago sabia que el no iba a Meca, pues
Santiago no iba a ir a comprar ovejas. Santiago descubierto, pregunto como sabia eso, el
comerciante le dijo que estaba escrito, y le dio su bendición.
Mientras Santiago camina por el desierto, ve dos halcones en el cielo. Algo acerca de su movimiento lo intriga, y
mientras observa uno de los halcones es atacado por el otro. Tan pronto como esto pasa, Santiago ve a un ejército
cabalgando hacia dentro del oasis. Él trata de olvidar su visión después de que se va pero su corazón no lo deja. Él va
a ver a los jefes de la tribu. Santiago tiene que esperar horas para ver a los jefes.
Después de mucha discusión, ellos le dicen que le van a hacer caso a su advertencia acerca del ataque, pero que si no pasa
el muchacho será asesinado al alba al día siguiente. Mientras va caminando de regreso hacia su casa de campaña
él es por poco atacado por un hombre de negro en un gigante caballo blanco. El hombre exige saber como es que él lee vuelo de los halcones. Santiago le dice que la misma mano
que hizo al ejercito también a hizo a los halcones, y que tan solo estaba viendo lo que Alá quería que él supiera. Mientras él se va, Santiago se da cuenta de que acaba de conocer al
alquimista.
Va en busca de su tesoro, se encuentra con un ingles, pero no cruzaron palabra alguna, Santiago saca sus dos piedras, Urim y Thummim, el ingles se da cuenta y el
también saca unas iguales, el viejo rey también lo había visitado a el.
Los dos emprenden un largo viaje hacia el desierto, llegan al oasis, pues hay peleas entre los pueblos del
desierto, El ingles quiere hablar con el alquimista, pero el no domina el árabe, así que le pide a Santiago que le ayude, empezó a preguntar, pero nadie le contestaba;
Se acerco a una muchacha que se encontraba en el poso, quedo completamente enamorado desde que la
vio, su nombre era Fátima, ella le dijo que el vivía a unos kilómetros mas lejos de ahí, el ingles fue en
busca del alquimista, mientras que Santiago y Fátima conversaban todos los días.
Al día siguiente todos los hombres del oasis están armados para la batalla. Antes del medio día el
ejército de 500 había tratado de atacar el oasis, y todos excepto uno fueron acecinados por los
hombres de allí. El jefe del oasis se siente muy contento de que tantas vidas hayan sido salvadas,
y le pide al muchacho que se convierta en el consejero del oasis.
El alquimista y Santiago van en busca de las pirámides, a Santiago le cuesta mucho dejar a Fátima, pero el alquimista le dice que si ella
entenderá. El alquimista le acompaña hasta una parte , pues es
la decisión de Santiago.
El se emociona cuando ve a las pirámides, se le aparece un escarabajo, se considera que es una gran señal, entonces Santiago empieza a cavar.
Cavo gran parte de la mañana pero no encontró nada, a poco rato unos ladrones lo asaltan y lo
obligan a seguir cavando, los ladrones se retiran pero el jefe le dice que el no va a
morir porque no es su destino, Santiago le dijo que se soñó que aquí encontraría su tesoro, y
el le dice que el también soñó que si escarbaba bajo una iglesia de España encontraría su
tesoro, pero el no era tan tonto para seguir un tonto sueño.