Alteraciones fonológicas en afásicos de wernicke hablantes de español rioplatense

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ORIGINALES Rev. Logop., Fon., Audiol., vol. X, n.º 4 (168-183), 1990 ALTERACIONES FONOLÓGICAS EN AFÁSICOS DE WERNICKE HABLANTES DE ESPAÑOL RIOPLATENSE Por AIdo Rodolfo Ferreres APINEP - CONICET Cátedra de Neurolingüística. Facultad de Psicología. UBA Servicio de Neurología. Hospital Mariano Castex. INTRODUCCIÓN D ISTINTOS autores han estudiado las altera- ciones fonológicas que aparecen en las afa- sias de Wernicke y conducción. Las inves- tigaciones estuvieron dirigidas a: 1. Describir el patrón de alteración fonológica de estos cuadros (englobados genéricamente bajo el título de «afasias posteriores») para diferenciarlo del patrón de alteración fonológica de la anartria y la afasia de Broca (englobados genéricamente bajo el rótulo de «afasias anteriores»). 2. Diferenciar las alteraciones fonológicas que se presentan en las afasias de conducción y de Wer- nicke. 3. Reunir información proveniente de la pato- logía para diseñar un modelo de codificación de los sonidos del lenguaje. Como parte de la investigación de las alteraciones fonológicas en afásicos hispanoparlantes, nuestro grupo ha descrito ya las características de la desorga- nización fonológica que aparecen en la anartria y en la afasia de Broca (Ferreres, 1987; Maldonado, 1987; Rossi, 1987). En el presente trabajo nos proponemos presentar las alteraciones fonológicas que aparecen en la afasia de Wemicke con vistas a un estudio comparativo que permita discutir las características que, desde el punto de vista neurolingüístico, debe satisfacer un modelo de codificación fonológica de la elocución del lenguaje. De acuerdo en nuestro modelo teórico (Azcoaga, 1985), no establecemos diferencias entre la afasia de Wernicke y la de conducción en cuanto a la natura- leza del trastorno que las origina. Creemos que am- bos cuadros no son sino tipos clínicos de una misma entidad en los que predomina alguno de los sínto- mas, sin llegar a configurar una alteración sustancial- mente distinta. De ahí que este estudio se base en pa- cientes diagnosticados como afásicos de Wemicke y no se incluya un grupo clínico considerado como afá- sicos de conducción. MATERIAL Y MÉTODO Selección de pacientes Se incorporaron a esta investigación 18 pacientes diagnosticados como afásicos de Wernicke. El exa- Correspondencia: A. Ferreres. APINEP, Córdoba 4123, CP 1188 Capital Federal, República Argentina. 168

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ORIGINALES Rev. Logop., Fon., Audiol., vol. X, n.º 4 (168-183), 1990,’

ALTERACIONES FONOLÓGICASEN AFÁSICOS DE WERNICKEHABLANTES DE ESPAÑOL RIOPLATENSE

Por AIdo Rodolfo FerreresAPINEP - CONICETCátedra de Neurolingüística. Facultad de Psicología. UBAServicio de Neurología. Hospital Mariano Castex.

INTRODUCCIÓN En el presente trabajo nos proponemos presentarlas alteraciones fonológicas que aparecen en la afasiade Wemicke con vistas a un estudio comparativo que

a

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D ISTINTOS autores han estudiado las altera-ciones fonológicas que aparecen en las afa-sias de Wernicke y conducción. Las inves-

tigaciones estuvieron dirigidas a:

1. Describir el patrón de alteración fonológicade estos cuadros (englobados genéricamente bajo eltítulo de «afasias posteriores») para diferenciarlo delpatrón de alteración fonológica de la anartria y laafasia de Broca (englobados genéricamente bajo elrótulo de «afasias anteriores»).

2. Diferenciar las alteraciones fonológicas quese presentan en las afasias de conducción y de Wer-nicke.

3. Reunir información proveniente de la pato-logía para diseñar un modelo de codificación de lossonidos del lenguaje.

Como parte de la investigación de las alteracionesfonológicas en afásicos hispanoparlantes, nuestrogrupo ha descrito ya las características de la desorga-nización fonológica que aparecen en la anartria y enla afasia de Broca (Ferreres, 1987; Maldonado,1987; Rossi, 1987).

Correspondencia: A. Ferreres. APINEP, Córdoba 4123, CP 1188 C

permita discutir las características que, desde elpunto de vista neurolingüístico, debe satisfacer unmodelo de codificación fonológica de la elocucióndel lenguaje.

De acuerdo en nuestro modelo teórico (Azcoaga,1985), no establecemos diferencias entre la afasia deWernicke y la de conducción en cuanto a la natura-leza del trastorno que las origina. Creemos que am-bos cuadros no son sino tipos clínicos de una mismaentidad en los que predomina alguno de los sínto-mas, sin llegar a configurar una alteración sustancial-mente distinta. De ahí que este estudio se base en pa-cientes diagnosticados como afásicos de Wemicke yno se incluya un grupo clínico considerado como afá-sicos de conducción.

MATERIAL Y MÉTODO

Selección de pacientes

Se incorporaron a esta investigación 18 pacientesdiagnosticados como afásicos de Wernicke. El exa-

pital Federal, República Argentina.

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men del lenguaje se realizó mediante el protocolo deAzcoaga (1974) que incluye los ítems siguientes:lenguaje espontáneo, denominación, comprensión,

fonema aislado, como /p/, por ejemplo, implica unaactividad de analisis y selección ajenas a la actividadnormal del lenguaje.

comprensión de texto complejo, series automáticas yrepetición de palabras y frases. De estos pacientes,15 eran hombres y 3 mujeres; el promedio de edadfue de 58,16 años y la escolaridad promedio de 6,05años. La etiología de la afasia fue ACV isquémico en7 casos, ACV hemorrágico en 9, traumatismo debala en 1 y tumor cerebral en 1. Hubo 17 pacientesque presentaron hemiplejía, hemiparesia o paresiabraquial derechas; 7 presentaron hemihipoestesia y 9hemianopsia derecha. En todos se localizó la lesiónpor tomografía computarizada. El tamaño de la le-sión era pequeño en 5 casos, mediano en 9 y grandeen 4. La localización de la lesión era temporal en 5casos, temporoparietal en 3, temporofrontal en 1,temporocipital en 1 y capsular, paracapsular o lenti-culocapsular en 8. La gravedad de la afasia era leveen 3 casos, moderada en 6 y severa en 9. El tiempotranscurrido desde el comienzo de la enfermedad y eldiagnóstico de la alteración del lenguaje se evaluó enmeses: de un mes en 12 casos, de dos meses en 4 casos,de cuatro meses en 1 caso y de nueve meses en 1 caso.

Prueba de repetición

Se empleó una prueba de repetición de palabraspreviamente ensayada con pacientes anártricos y afá-sicos de Broca (Ferreres, 1988; Maldonado, 1987).La misma consta de 62 palabras bisílabas y trisílabasque contienen todos los fonemas del español riopla-tense en las distintas posiciones silábicas en las quepueden presentarse. La prueba se tomó pidiéndole alpaciente que repitiera las palabras una a una. La elo-cución así obtenida fue grabada para su analisis pos-terior con un grabador Sony modelo WMF17.

Se utilizó una prueba de repetición de palabrasporque este trabajo está centrado en el estudio de laetapa fonológica de la codificación del lenguaje.Este método permite contrastar inequívocamente elblanco fonológico solicitado con el producto erróneoemitido por el paciente.

No se usó la repetición de fonemas aislados por-que la codificación fonológica habitual se produce enel marco del contexto silábico y la producción de un

Por otra parte, se empleó la repetición de palabrasaisladas para disminuir la complicación que intro-duce la fonética combinatoria. Y se desechó la repe-tición de frases debido a dos razones: la primera,porque implicaba una exigencia excesiva de la me-moria audioverbal, que generalmente está compro-metida en estos pacientes; la segunda debido a las di-ficultades de interpretación que llevan aparejadas lasalteraciones relacionadas con la sintaxis (agrama-tismo y disintaxis), que también están presentes enlos pacientes con alteraciones del lenguaje.

ControlesSe utilizó como control el material proporcionado

por investigaciones previas de nuestro grupo (Ferre-res, 1987; Rossi, 1986), obtenidas de un grupo de 19personas adultas, sanas, sin antecedentes de enfer-medad neurológica ni de patología del habla. Los su-jetos fueron seleccionados entre los familiares de lospacientes a los efectos de asegurar el mismo nivel so-ciocultural. Al grupo así constituido se le hicierondos pruebas:

a) El protocolo de repetición de palabras.b) Una muestra de lenguaje espontáneo incitado

por 8 preguntas de interés general.

Ambas tomas fueron grabadas para su analisis ycuantificación.

Clasificaciones utilizadas

Se empleó la clasificación de fonemas consonánti-cos del español rioplatense que figura en el anexo 1(tomado de Klett Fernández, 198 1, ligeramente mo-dificado).

En el protocolo de repetición de palabras, los ti-pos de sílabas utilizados fueron los siguientes:

CV: /adkirir/, /klase/, /pronto/.VC: /adkirir/, /eskoba/.CVC : /adkirir/, /kompra/.CCV: /klase/, /kompra/.CCVC: /pronto/.

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ORIGINALES

De ahí que las posiciones silábicas de las conso-nantes fueran clasificadas en: 1) posición directa (D),

Cuando la alteración comprometía a silabas o pa-labras, se procedía como si las mismas no hubieran

o sea antes de la vocal; 2) inversa (IV), después de lavocal; 3) inicial de complejo consonántico (ICC), y4) media de complejo consonántico (MCC).

La posición silábica de las vocales se clasificó de lasiguiente manera: 1) posición final (sílabas CV oCCV); 2) posición inicial (silabas VC), y 3) posiciónmedia (silabas CVC y CCVC).

Clasificación de los rasgos

Para la clasificación de los rasgos se utilizó el crite-rio propuesto por Azcoaga (1984) que coincide conla propuesta de Halle (1961) y de Jakobson (1963).Se trata de una clasificación de rasgos basada en elanálisis acústico (espectrográfico) de los mismos. Ja-kobson consideraba que el conjunto de los rasgosdistintivos inherentes descritos en el análisis de lasdistintas lenguas del mundo podían reducirse y agru-parse en 12 oposiciones de las cuales cada lengua es-coge las suyas. En el caso del español rioplatense,Azcoaga considera que cada fonema está constituidopor 8 rasgos: uno seleccionado por cada uno de los 8pares de rasgos opuestos característicos de nuestralengua. Esos 8 pares de rasgos son: vocálico/no vo-cálico, consonántico/no consonántico, compacto/di-fuso, sonoro/sordo, oral/nasal, continuo/no conti-nuo, estridente/mate y grave/agudo (anexo 2).

Método de análisis

Se separaron las alteraciones fonológicas en cua-tro niveles: fonético, fonemático, silábico (inclu-yendo alteraciones suprafonemáticas que no seansilabas ni lleguen a palabras), y palabras.

Las alteraciones fonéticas fueron aisladas parauna investigación posterior.

Las alteraciones fonemáticas constituyeron elprincipal foco de nuestro interés. Para estudiarlas seprocedió, en primer lugar, a excluir las alteracio-nes que comprometían segmentos lingüísticos mayo-res que el fonema (silabas, monemas, palabras) y casitodas las parafasias fonéticas. De estas últimas sólose incluyeron aquellas que contenían además uncambio fonemático (ejemplo: /s/ —>/d/).

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sido solicitadas para su repetición. Es decir, que alcontabilizar los fonemas no se tema en cuenta ni elblanco ni el producto erróneo. Esto requirió que lacifra final de fonemas «solicitados» se reajustara a finde calcular con mayor precisión la incidencia de cadatipo de error. Las sílabas y palabras excluidas, medi-das en número de fonemas, alcanzaron la cifra de885 fonemas. Con ello, el número de fonemas solici-tados fue de 5.523 (3.101 consonánticos y 2.422 vo-cálicos). Después de esta depuración, las alteracionesfonemáticas se analizaron de la siguiente manera:

1. Se estudió la incidencia de errores entre con-sonantes y vocales.

2. En gran parte, de acuerdo con Lecours yLhermitte (1979) se clasificaron los errores fone-máticos en adición, sustitución, omisión, desplaza-miento y metátesis, estudiándose la incidencia decada tipo de error.

3. Para el caso de las omisiones y sustituciones,se analizó la posición silábica en la que recaía elerror.

4. Para el caso de sustituciones y adiciones, seestudió la existencia de una influencia contextual enla aparición de un producto erróneo (influencia ante-rógrada o retrógrada).

5. En el caso de las sustituciones se examinaronlos cambios de modo y de punto de articulación.

6. Asimismo, las sustituciones se analizaron te-niendo en cuenta los cambios de rasgos implicadosen las mismas.

Todos estos resultados fueron comparados con lasmuestras de lenguaje espontáneo normal y con el ren-dimiento de los normales en la prueba de repetición.

Por otro lado, se investigó en qué posición dentrode la palabra recaían los errores (en la primera, se-gunda o última sílaba).

Las alteraciones silábicas fueron estudiadas en tér-minos de: adición, sustitución, desplazamiento y me-tátesis, y también se tuvo en cuenta la influencia con-textual en la aparición de las alteraciones.

Las alteraciones a nivel de la palabra se estudiaronen términos de adición, sustitución y omisión de pa-labras.

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A su vez, las sustituciones fueron clasificadas to-mando en cuenta el producto en sustituciones por:

b) Los 19 controles normales emplearon un to-tal de 9.657 fonemas para responder a las 8 pregun-tas utilizadas para incentivar su lenguaje espontáneo.

1. Perseveración de otra palabra anterior.2. Neologismo.3. Otra palabra no relacionada ni semántica ni

fonológicamente con la solicitada.4. Parafasia verbal morfológica (palabra del dic-

cionario, semejante fonológicamente con la solici-tada y sin relación fonológica con la misma).

5. Parafasia verbal (relacionada semánticamentecon la solicitada).

6. Parafasia mixta (relacionada semántica y fo-nológicamente con la solicitada).

7. Distinto tipo de mezclas.

Análisis estadístico

De acuerdo con cada uno de los ítems investiga-dos, se emplearon los siguientes análisis estadísticos:1) análisis gráfico; 2) pruebas de homogeneidad e in-dependencia; 3) coeficientes de correlación por ran-gos de Spearman y de Kendal; 4) comparacionesmúltiples (pruebas pot hoc), y 5) comparación deproporciones basadas en la transformación Arco-seno.

RESULTADOS

Controles

Los resultados de los controles normales fueronincluidos en trabajos anteriores (Ferreres, 1987;Rossi, 1987) y pueden resumirse de la siguiente ma-nera:

a) La capacidad de repetición de palabras en lossujetos normales mostró una gran eficiencia; las pro-ducciones que se alejaban del modelo solicitado ape-nas alcanzaron una incidencia de 0,02. Además,entre estas producciones alejadas del modelo se en-contraban omisiones y sustituciones habituales enel habla corriente (/adkirir/—> /akirir/; /nafta/ —> /nasta/). Si se excluye este último grupo, la inciden-cia de las alteraciones fonemáticas propiamente di-chas se reducen a una cifra aún menor: i = 0,01.

El rango de ocurrencia para cada fonema fue muyamplio, destacando un grupo de alta frecuencia cons-tituido por los fonemas /s/, /n/; un grupo de frecuen-cia media: /r/, /1/, /t/, /d/, /k/, /m/, /b/, y /p/, y untercer grupo de baja ocurrencia: /s/, /g/, /x/, /f/, /r/,/c/ y /ñ/ (fig. 3).

c) Los fonemas consonánticos fueron utilizadosprincipalmente en posición directa (i = 0,71), en me-nor medida en posición inversa (i = 0,22), y en muybaja proporción en posición inicial o final de loscomplejos consonánticos (i = 0,03 y 0,03 respectiva-mente).

Errores fonemáticos

Distribución de errores tipo

La incidencia de errores fonemáticos fue de 0,07,cifra bastante menor que la esperada, pero que de to-dos modos casi cuatriplica la cantidad de erroresproducidos por los controles en la prueba de repeti-ción (tabla 1).

Vocales y consonantes

Los errores fonemáticos afectaron a las consonan-tes cinco veces más que a las vocales y el límite vo-cal/consonántico prácticamente no fue transgredido(tabla I y fig. 1). La diferencia de alteración para vo-cales y consonantes fue significativa (Chi-cua-drado = 130,32; p < 0,000...).

TABLA I. Errores consonánticos y vocálicos

Consonantes Vocales Trans. V/C* Totales

Solicitados 3101 2422 3101 5523Errores 326 62 2 390Incidencia 0,l0 0,02 0,00 0,07

* Trans. V/C, transgresión del límite vocal-consonántico.

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Distribución de errores tipo

La distribución de los errores tipo fue distinta para

ORIGINALES

FIG. 1. Distribución de errores fonemáticos entre consonan-tes y vocales.

consonantes y vocales. Mientras que para las conso-

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TABLA II. — Distribución de errores ti

Sustituc.* Omisiones Adicione

n i n i n

Conson. 130 0,40 147 0,45 42 0Vocales 34 0,55 9 0,14 19 0Totales 164 0,42 156 0,40 61 0

Nota: n, número; i, incidencia.*Incluye las transgresiones del límite vocal-consonante.

FIG. 2. Distribución de errores tipo entre consonantes y vo-

nantes el orden de afectación fue omisión > sustitu-ción > adición, en las vocales el orden fue sustitu-ción > adición > omisión. La adición resultó propor-cionalmente más importante entre las vocales queentre las consonantes. De todos modos, la omisión yla sustitución ocuparon la mayor cantidad de altera-ciones fonemáticas (tabla II y fig. 2). Existe una aso-ciación significativa entre el tipo de error y la perte-nencia al grupo vocálico o consonántico (Chi-cua-drado = 21,46 p < 0,00002).

Errores según la posición silábica

Omisiones y sustituciones consonánticas mostra-ron un diferente comportamiento respecto a la posi-ción silábica del error (Chi-cuadrado = 69,69;p < 0,000…).

cales.

po entre consonantes y vocales

s Desplaz. Metátesis Totales

i n i n i n i

,13 6 0,02 3 0,01 328 1,00,31 0 0,00 0 0,00 62 1,00,16 6 0,01 3 0,01 390 1,00

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st

I

3

d

Omisiones consonánticas

Se observaron diferencias significativas al comparla la proporción de las omisiones observadas conrespecto a la posición silábica de las mismas. Se de-tectó una mayor proporción de omisiones en la posi-ción silábica inversa (Iv) que en la directa (D). Ade-más, en la posición Iv se detectaron mayores por-centajes que en la posición inicial de complejoconsonántico (ICC), por lo que la posición IV supe-ra a las otras tres posiciones (D, ICC, MCC) encuanto a incidencia de omisiones; mientras que laposición media de complejo consonántico (MCC)sólo supera a la D (el estadístico U para la compara-ción de proporciones con la transformación Arcose-no resultó = 114,36; tabla III).

Sustituciones consonánticas

Las sustituciones consonánticas también mostra-ron diferencias según la posición silábica, detectán-dose menor proporción de sustituciones en MCC quene D e Iv (el estadístico U para la comparación de

TABLA III. — Incidencia de omisiones y su

Posición D

Solicitadas 1863 2Omisiones n 32

i 0,02Sustituciones n 93

i 0,05

Nota: D, directa; ICC, inicial de complejo consonántico; MCC, media

proporciones por la transformación Arcoseno resul-tó = 17,72; tabla III).

La sustitución afectó con distinta intensidad acada fonema consonántico, con un rango de inciden-cias que se extendió desde 0,17 para el fonema másafectado (/s/) hasta 0,01 para el menos afectado (/n/)tal como puede verse en la tabla IV. La mayor afec-tación tiende a registrarse en los fonemas que tienenmenor ocurrencia en el lenguaje espontáneo de losnormales. Sin embargo, se constataron importantesexcepciones, tales como el grado de afectación de /r/

y /ñ/, que fue menor que lo esperado dada su bajaocurrencia en el control normal (fig. 3). El coefi-ciente de correlación por rangos de Kendal es nega-tivo (lo que indica el carácter inverso de la relación),pero no llega a ser importante (z = 0,70; p < 0,48).

Y las pruebas estadísticas no fueron significativascomo para establecer una correlación inversa.

Cambio de modo en las sustituciones consonánticas

Más de la mitad de las sustituciones (i = 0,54) im-plicaron un cambio en el modo de articulación mien-

ituciones según la posición silábica del error

CC MCC IV TOTAL

7 237 764 31017 14 94 1470,03 0,06 0,12 0,055 2 30 1300,02 0,01 0,04 0,04

e complejo consonántico; IV, inversa.

TABLA IV. — Incidencia de la sustitución para cada fonemaconsonántico*

Fonemas Sustituidos Solicitados Incidencia

/1/ 11 64 0,17/x/ 9 89 0,10/g/ 11 115 0,10/f/ 10 123 0,09/j/ 6 80 0,07

173

/b/ 11 164 0,07/t/ 15 267 0,06/p/ 8 161 0,05/m/ 7 179 0,04/d/ 7 183 0,04/k/ 8 279 0,03/l/ 10 364 0,03/s/ 7 265 0,03/ñ/ 1 45 0,02/r/ 6 376 0,02/r–/ 1 90 0,01/n/ 2 257 0,01

* Ordenados de acuerdo con su grado de afectación.

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ORIGINALES

nemstitu

FIG. 9. Ocurrencia de cada foComparación con la incidencia de la su

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tras que en el resto de los casos (i = 0,46) el produc-to tenía el mismo modo de articulación que el fone-ma blanco. Existe una asociación significativa entreblanco y producto respecto al cambio de modo (Chi-cuadrado = 19,57; p < 0,0006).

Se detectó asimismo una mayor proporción decambios en africadas y nasales que en oclusivas y lí-quidas (comparación de proporciones por transfor-mación Arcoseno) (tabla V).

Los fonemas oclusivos, nasales y líquidos mostra-ron tendencia a ser sustituidos por productos del

a en los controles normales.ción para cada fonema consonántico.

modo oclusivo con incidencias de 0,63, 0,60 y 0,41respectivamente.

Cambio de punto de articulaciónen las sustituciones consonánticas

Un poco más de la mitad de las sustituciones(i = 0,51) produjeron un cambio en el punto de arti-culación. Existe una asociación importante entreblanco y producto respecto al cambio de punto (Chi-cuadrado = 26,84; p < 0,00002).

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TABLA V. Cambio de modo en las sustituciones consonánticas

Producto Producto

Modo Ocl. Fric. Afr. Nas. Líq. V/C* = ≠

60 Oclusivas n 38 9 2 4 6 1 38 22i 0,63 0,15 0,03 0,06 0,10 0,02 0,63 0,37

dad a estos hallazgos y para alcanzar valores signifi-

37 Fricativas n 12 16 4 2 3 – 16 2

Se verificó mayor proporción de cambios en la-biodentales (LD) y palatales (P) que en bilabiales(BL); en LD que en dentoalveolares (DA) y velares(V); y en V que en DA (comparación de proporcio-nes por transformación Arcoseno).

Para los blancos bilabiales y dentoalveolares, losproductos tuvieron en su mayoría el mismo punto dearticulación y, cuando implicaron una modificacióndel mismo, no mostraron tendencia a ser sustituidospor los más anteriores. En cambio, en las sustitucio-nes con blancos palatales y velares el modo predo-minante entre los productos fue distinto al del solici-tado (i = 0,66 y 0,71 respectivamente) con una ten-dencia, no muy pronunciada, a que el sustituyentemostrara un punto de articulación más anterior que

i 0,32 0,43 0,116 Africadas n 1 5 –

i 0,17 0,83 –10 Nasales n 6 1 –

i 0,60 0,10 –17 Líquidas n 7 – –

i 0,41 – –130 Total n 64 31 6

i 0,49 0,24 0,05

* Transgresión del límite vocal consonántico.= ≠ Igual modo y distinto modo, respectivamente.

el sustituido (tabla VI).

Rasgos comprometidos en las sustituciones con-sonánticas

La distancia paradigmática entre blanco y produc-to fue de dos rasgos para más de la tercera parte(36 %) de las sustituciones. Si a eso se le suma un34 %, que correspondió a las que comprometieronun solo rasgo, puede observarse que la gran mayoría

de las sustituciones presentaron una corta distanciaparadigmática entre fonema blanco y producto (ta-bla VII).

Las oposiciones más comprometidas fueron conti-nuo/no continuo, estridente/mate, grave/agudo, com-pacto/difuso y sonoro/sonoro, con incidencias de0,017; 0,017; 0,015; 0,013 y 0,013 respectivamente(tabla VIII).

Dentro de cada oposición, el sentido de las trans-formaciones fue desde el de menor ocurrencia en elcontrol normal hacia el de mayor ocurrencia (tablaVIII y figs. 6 y 7).

De todos modos, el número de sustituciones fuedemasiado escaso como para poder otorgar fiabili-

0,05 0,08 – 0,43 0,57– – – 6– – – – 1,001 2 – 1 90,10 0,20 – 0,10 0,904 5 1 5 120,23 0,29 0,06 0,29 0,71

11 16 2 60 700,08 0,12 0,01 0,46 0,54

cativos en las pruebas estadísticas.

Adiciones

Las adiciones consonánticas alcanzaron la cifra de42. Más de la mitad de las mismas (24) se produje-ron en posición directa. Los fonemas consonánticosque aparecieron con más frecuencia en las adicionesfueron los fonemas /s/ (14 veces), /n/ (5), /d/ (5) y /p/(4) (tabla IX).

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ORIGINALES

TABLA VI. Cambios de punto de articulación en las sustituciones consonánticas

Producto Producto

Modo Blab. Lden. Dlav. Pal. Vel. x* = ≠

26 Bilabiales n 16 1 8 – 1 – 16 10i 0,61 0,04 0,31 – 0,04 – 0,61 0,38

10 Labiodentales n 1 – 8 – 1 – – 10i 0,10 – 0,80 – 0,10 – – 1,00

48 Dentoalveolares n 3 – 34 4 6 1 34 14i 0,06 – 0,71 0,08 0,12 0,02 0,71 0,29

18 Palatales n 1 1 9 6 1 – 6 12i 0,05 0,05 0,50 0,33 – 0,33 0,66

28 Velares n 3 – 15 1 8 1 8 20i 0,11 – 0,54 0,04 0,29 0,04 0,28 0,71

130 Totales n 24 2 74 11 17 2 64 86i 0,18 0,01 0,57 0,08 0,13 0,01 0,49 0,51

* Punto de articulación no caracterizable.= ≠ Igual punto y distinto punto, respectivamente.

TABLA VII. Distancia paradigmática en las sustituciones consonánticas

Núm. de rasgos 1 2 3 4 5 6 x

n 44 47 20 8 7 1 3i 0,34 0,36 0,15 0,06 0,05 0,01 0,02

TABLA VIII. Incidencia de las transformaciones de rasgos para cada par de rasgos opuestos y para cada término de la oposición en las su-tituciones consonánticas

Voc Con Cmp Son Nas Ctn Est Gra

176

Solicitadas 0 2271 – 2429 1328 2620 2196 1501 1901Trans. 0 > 1 n 9 – 13 27 10 25 32 14

1 0,004 0,000 0,005 0,020 0,004 0,011 0,021 0,007Solicitadas 1 830 3101 672 1773 481 905 1600 1200Trans. 1 > 0 n 10 1 29 13 8 27 20 33

i 0,012 0,000 0,043 0,0007 0,017 0,030 0,012 0,027Solicitadas 0 + 1 3101 3101 3101 3101 3101 3101 3101 31010 > 1 + 1 > 0 n 19 1 42 40 18 52 52 47

i 0,006 0,000 0,013 0,013 0,006 0,017 0,017 0,015

Nota: Voc, Con, Cmp, Son, Nas, Est y Gra significan, cuando el término de la oposición es «1»: vocálico, consonántico, compacto,sonoro, nasal, continuo, estridente y grave, respectivamente. Cuando el término de la oposición es «0», significan el término opuesto:no vocálico, no consonántico, difuso, sordo, oral, discontinuo, mate y agudo, respectivamente.

Page 10: Alteraciones fonológicas en afásicos de wernicke hablantes de español rioplatense

Consonantes simples versus grupos consonánticos

La suma de los tres tipos de errores más frecuen-tes (omisión, sustitución y adición) tuvo una mayorincidencia para consonantes simples (son las conso-nantes en posición directa e inversa de nuestra clasi-ficación) que para los grupos consonánticos (posi-ciones inicial y media de los complejos consonánti-cos de nuestra clasificación). Las incidencias fueronde 0,11 y 0,06 respectivamente (tabla X).

Metátesis y desplazamientos

La presencia de metátesis y desplazamientos fuemuy baja, lo que impide extraer conclusiones acerca

TABLA IX. Adiciones consonánticas según posición silábicadel error

Posición D ICC MCC IV Total

Adiciones n 24 – 2 16 42i 0,57 – 0,05 0,38 1,00

TABLA XI. Influencia contextual en las a

A = p

Adiciones n 5 5i 0,12 0,12

Sustituciones n 2 2i 0,01 0,01

Nota: A, anterógrada; = p, en la misma palabra; pa, en la palabra

adiciones consonánticas, en 28 se pudo verificar lapresencia del fonema en el contexto inmediato mien-tras que en 14 casos no. La mayoría de las influen-cias contextuales fueron retrógradas, y el fonemaque se agregaba se encontraba en una posición silá-bica previa en la misma palabra, en la palabra ante-rior, o en la palabra previa a la anterior. De las in-fluencias retrógradas, la más frecuente se ubicó en lapalabra anterior (i = 0,31). La infuencia anterógradafue menor (i = 0,12) (tabla XI).

Para el caso de las influencias retrógradas, la dis-tancia a la que se encontraba el fonema que influía

TABLA X. Errores en consonantes simples y en complejos con-sonánticos

Consonantes Complejossimples simples

Solicit. 2627 474Errores* 289 27Incid. 0,11 0,06

* Errores incluye omisiones, adiciones y sustituciones.

de los mecanismos que estos tipos de trastornos po-nen de manifiesto.

Contextualidad de adiciones y sustituciones

Se observó una asociación significativa entre eltipo de error (sustitución/adición) y la condición decontextual/no contextual del mismo (Chi-cuadra-do = 9,63; p < 0,0019).

La influencia del contexto en la aparición de unaadición consonántica fue alta. Para un total de 42

contextualmente, medida en número de fonemas, fuede 5,04 fonemas; y medida en número de sílabas al-canzó la cifra de 2,76.

La distancia a la que se encontraba el fonema queinfluía de manera anterógrada fue menor: 1,4, si semedía en número de fonemas, y 1, si se medía en nú-mero de sílabas.

En las sustituciones consonánticas la influencia dela contextualidad fue interior. En la mayoría de ellasno fue posible encontrar el sustituyente dentro delcontexto inmediato (i = 0,62). Cuando se verificaron

177

diciones y sustituciones consonánticas

Retrógrada

pa 2pa No c Total

13 5 14 420,31 0,12 0,33 1,00

26 19 81 1300,20 0,15 0,62 1,00

anterior; 2pa, en la penúltima palabra.

Page 11: Alteraciones fonológicas en afásicos de wernicke hablantes de español rioplatense

influencias contextuales, las retrógradas se mostra-ron como las más frecuentes (i = 0,36, si se las con-sidera en conjunto; e i = 0,01; 0,21 y 0,15, si se lasdescompone entre influencia contextual retrógradaubicada en la misma palabra, en la palabra anterior yen la previa a la anterior respectivamente). La in-fluencia anterógrada fue muy baja: i = 0,01 (tablaXI). La distancia a la que se encontraba el fonemaque influía contextualmente, medida en número defonemas, fue de 6,66 como promedio. En número desílabas esa distancia fue de 2,76 como promedio.

La distancia en el caso de las influencias anteró-gradas resultó menor: 2, si se medía en número defonemas, y 1, si se hacía en número de sílabas.

Ubicación de los errores dentro de la palabra

Se estudió en qué sílaba recaía el error fonemáti-co para cada uno de los tres tipos de errores más fre-cuentes. Se calculó luego la incidencia de cada errortipo en el total de sílabas iniciales, intermedias o fi-nales solicitadas.

Considerando el conjunto de errores, las sílabasmás afectadas fueron las iniciales (i = 0,15), segui-das por las sílabas intermedias y finales (i = 0,09 y0,08 respectivamente).

De todos modos, estas diferencias no fueron im-portantes estadísticamente (Chi-cuadrado = 1,997;p < 0,73; tabla XII).

ORIGINALES

TABLA XII. Posición de los errores fonemáticos en la palabra

Inicial Media Final Total

178

Solicitadas 1296 252 1242 2790Omisiones n 86 14 47 147

i 0,07 0,05 0,04 0,05Sustituciones n 79 8 43 130

i 0,06 0,03 0,03 0,06Adiciones n 24 2 16 42

i 0,02 0,01 0,01 0,01Totales n 189 24 106 319

i 0,15 0,09 0,08 0,11

Nota: Inicial, media y final significan que los errores se pro-dujeron en las sílabas inicial, media o final, respectivamente, dela palabra.

Errores silábicos

El número de errores silábicos fue bajo: n = 34.Más de la mitad de los mismos correspondió a omi-siones. El error menos frecuente fue la sustitución si-lábica. Las adiciones se produjeron en su mayoría enposición inicial de palabra. En cambio, de las 20 sí-labas omitidas, 15 recayeron en sílabas finales (tablaXIII y fig. 4).

Errores a nivel de la palabra

Se verificaron 115 alteraciones a nivel de pala-bras: 74 sustituciones, 36 omisiones y sólo 5 adicio-nes (tabla XIV y fig. 5).

Las sustituciones constituyen el fenómeno más inte-resante. En tan sólo 7 de las sustituciones de palabrasse pudo reconocer una relación semántica, fonológicao mixta entre susituyente y sustituido: 3 fueron parafa-sias verbales (por ej., /balde/ → /baso/; /kampo/ → /ka-nado/); 3 fueron parafasias verbales morfológicas (ej.:/relox/ → /belos/) y 1 mixta (por ej., /klase/ → /klan/).

TABLA XIII. Errores silábicos

Omis. Adic. Sust. Total

Errores n 20 12 2 34i 0,59 0,35 0,06 1,00

FIG. 4. Errores silábicos.

Page 12: Alteraciones fonológicas en afásicos de wernicke hablantes de español rioplatense

En cambio, en 59 casos no se pudo establecer re-lación semántica o fonológica alguna, ya que en 30casos el producto era un neologismo, en 21 una per-severación de una palabra anterior y en 8 una pala-bra totalmente ajena a la solicitada.

En otros 8 casos se verificó una mezcla de meca-nismos, generalmente con la participación de la per-severación (por ej., /relox/ → /mediko/; palabra ante-rior: /doktor/ (tabla XV).

TABLA XIV. Errores a nivel de la palabra

Sust. Omis. Adic. Total

Errores n 74 36 5 115i 0,64 0,31 0,05 1,00

TABLA XV. Sustituciones de palabras

Perseveraciones 21Neologismos 30Otra palabra 8 59

Parafasias:Verbal morfológica 3Verbal 3Mixta 1 7

Mezclas 8 8

Total 74 74

FIG. 5. Errores a nivel de la palabra.

DISCUSIÓN

1. El bajo número total de alteraciones fonemá-ticas que encontramos en nuestros pacientes coinci-de con lo referido por otros autores (Blumstein,1973; Ardila, 1987). Este dato es un indicador gene-ral de que en la afasia de Wernicke la codificaciónfonológica está mejor conservada que en otros tiposclínicos de alteración del lenguaje. Queremos desta-car el valor global de este dato, ya que es el conjun-to de los procesos elocutorios implicados en la repe-tición el que muestra un rendimiento menos alteradoque otros tipos clínicos, y no sólo en alguna de susetapas como puede ser la de «codificación motora»(Canter y col., 1985), también llamada por otros au-tores programación motora (Kohon, 1984).

2. La mayor afectación de las consonantes res-pecto de las vocales es una característica ya señala-da en afásicos angloparlantes y francoparlantes(Blumstein, 1973; Burns y Canter, 1977; Canter ycol., 1985; Lecours y Lhermitte, 1979).

La patología pone de manifiesto en este caso laexistencia de una organización jerárquica dentro delsistema fonemático en la que destaca la mayor forta-leza o estabilidad relativa de las vocales. Esta orga-nización interna del sistema fonemático fue aborda-da desde la lingüística estructuralista al señalarse laexistencia de «grupos naturales» constituidos por fo-nemas que comparten uno o más rasgos distintivos(Halle, 1961). Por nuestra parte, en otro lugar hemosexpuesto (Ferreres, 1987) que a esas diferencias je-rárquicas dentro del sistema fonemático hay que su-mar el hecho de que las vocales ocupan, en nuestralengua, el núcleo silábico, que es la posición dentrode la sílaba menos afectada por la omisión. De talmanera que a las razones relacionadas con la estabi-

lidad relativa y la posición que ocupan ciertos fone-mas y grupos naturales dentro del sistema fonemáti-co, hay que agregar los factores contextuales vincu-lados a la posición silábica. Como expresión de lafortaleza de los grupos naturales, cabe mencionar labaja incidencia de la transgresión del límitevocal/consonante.

3. En la distribución de los tipos de errores des-taca, en nuestros resultados, la elevada proporciónde las omisiones consonánticas que llegaron a supe-

179

Page 13: Alteraciones fonológicas en afásicos de wernicke hablantes de español rioplatense

ORIGINALES

180

FIG. 7. Dirección de las transformaciones de r

rar levemente a las sustituciones. En todos los traba-jos mencionados que tratan sobre las alteraciones fo-nológicas en las afasias de Wernicke y de conduc-ción, se señala que la sustitución es el tipo de errorfonemático más frecuente, tanto para consonantescomo para vocales. Burns y Canter (1977) también

comunican lo mismo, pero agregan que en la afasiade conducción la omisión es más frecuente que en laafasia de Wernicke.

Creemos que nuestros resultados pueden estar in-fluidos, en parte, por la metodología empleada(prueba de repetición y eliminación de las alteracio-

FIG. 6. Ocurrencia de cada uno de los términos de las oposiciones de rasgos en una muestra de lenguaje espontáneo de los controlesnormales.

asgos en las sustituciones consonánticas.

Page 14: Alteraciones fonológicas en afásicos de wernicke hablantes de español rioplatense

nes que abarcan toda la palabra para la cuantifica-ción de los errores fonemáticos). De todos modos,pensamos que son útiles para contrastar el grado decompromiso de la actividad de selección con el de

las alteraciones que dependen principalmente de fac-

n

n

Subtotal 525 1249 76 2401

Total 1774 76 64

Nota: Sr, Sn, significan respectivamente sordo y sonoro.* Tomada de Klett Fernández (1981) y ligeramente modificada.** Los números debajo de cada fonema corresponden a la ocurrenc

guaje espontáneo.

del fonema afectado. Las posiciones Iv y MCC sonlas más afectadas. En otro trabajo hemos señaladonuestra opinión de que esto revela diferencias de es-tabilidad relativa dentro de la sílaba.

En otras lenguas no se ha estudiado cuantitativa-

tores contextuales. En efecto, así como la sustituciónes un error de selección, la omisión es un tipo deerror esencialmente contextual. Creemos, por tanto,que en la afasia de Wernicke está menos afectada laselección fonológica que en otros tipos de afasia, entanto que también disminuye la omisión, aunque enmenor grado.

4. La omisión muestra en la afasia de Wernickeuna preferencia relacionada con la posición silábica

mente esta relación, aunque Hecaen y Angelergues(1965) han mencionado que en el francés las omi-siones afectan a los complejos consonánticos y a lasconsonantes finales de sílaba (una parte de las quenosotros consideramos inversas). También Blums-tein (1973) refiere una preferencia de la omisión porlos grupos consonánticos.

5. Varios autores (Blumstein, 1973; Burns yCanter, 1977; Hecaen y Angelergues, 1965) encon-

ANEXO I. Clasificacion de los fonemas consonánticos del español rioplatense*. Ocurrencia de los mismos en una muestra delenguaje dialogado normal**

Bilabiales Labiodent. Dentoalveol. Palatales Velares TotalSr Sn Sr Sn Sr Sn Sr Sn Sr Sn

Oclusivas /p/ /b/ /t/ /d/ /k/ /g/n 525 587 885 817 790 147 371

Fricativas /f/ /s/ /1/ /x/n 76 1516 178 101 1871

Africada /j/n 51 51

Nasales /m/ /n/ /n8

/n 662 1345 45 2052

Líquidas /l/n 924

/r/

181

942

/ r8

/66 1932

4094 229 45 891 147

95 274 1038 9657

ia de los mismos en nuestros controles normales durante el len-

Page 15: Alteraciones fonológicas en afásicos de wernicke hablantes de español rioplatense

traron que las alteraciones que recaen en los gruposconsonánticos son más frecuentes que las que afec-tan a consonantes aisladas. No es así en nuestrosresultados; nosotros encontramos que sólo en elcaso de la omisión consonántica la preferencia delerror es significativamente mayor en los gruposconsonánticos que en la consonante aislada. Es pro-bable que la diferencia se deba a la distinta fre-cuencia con que los grupos consonánticos son utili-zados en cada lengua. Por lo pronto, en nuestra len-gua los complejos consonánticos tienen unaincidencia muy escasa en el lenguaje corriente(Rossi, 1987).

ORIGINALES

ANEXO 2. Clasificación binaria de los rasgos de los fonemasdel Río de la Plata*

V C Cm S N Ct E E

/p/ 0 1 0 0 0 0 0 1/b/ 0 1 0 1 0 0 0 1/t/ 0 1 0 0 0 0 0 0/d/ 0 1 0 1 0 0 0 0/k/ 0 1 1 0 0 0 0 1/g/ 0 1 1 1 0 0 0 1/f/ 0 1 0 0 0 1 1 1/s/ 0 1 0 0 0 1 1 0/s/ 0 1 1 0 0 1 0 0/x/ 0 1 1 0 0 1 0 1/c/ 0 1 1 0 0 0 1 0/m/ 0 1 0 1 1 0 0 1/n/ 0 1 0 1 1 0 1 0/ñ/ 0 1 1 1 1 0 1 0/l/ 1 1 0 1 0 1 1 0/r/ 1 1 0 1 0 0 1 0/r/ 1 1 0 1 0 0 1 1

6. La sustitución afecta a consonantes ubicadastanto en posición inicial como final de sílaba, es de-cir no está influida por el contexto silábico. Los fo-nemas más tardíos son los más afectados, pero estono llega a configurar una relación estadísticamente

182

Nota: V, C, Cm, S, N, Ct, E, G significan respectivamente vo-cálico, consonántico, compacto, sonoro, nasal, continuo, estri-dente y grave.

* Tomada de Azcoaga.

significativa. Pensamos que éste es un dato más enfavor de una disminución de los errores de selecciónen la afasia de Wernicke.

7. Nuestros resultados difieren de los referidosen la bibliografía en cuanto a la distancia que se-para el blanco del producto erróneo. Estas diferen-cias se deben a la gran diversidad de metodologíascon que se clasifican los rasgos, hecho que tam-bién incide en la imposibilidad de comparar quérasgos están más afectados y cuáles más conserva-dos. De todos modos, el hecho de que, pese a tra-bajar con una matriz de rasgos redundante, nues-tros resultados muestren una alta incidencia desustituciones que comprometen uno y dos rasgoshabla en favor de distancias cortas entre blanco yproducto, que es lo que subrayan la mayoría de losautores.

8. Nuestros resultados respecto a la influenciacontextual en las sustituciones y, sobre todo, en lasadiciones consonánticas muestran que en los afási-cos de Wernicke hay una tendencia a la persevera-ción mayor que en otros cuadros de patología dellenguaje. Pero estos datos no son comparables cuan-titativamente con los de otros autores debido a quenuestro estudio se basa en la repetición de palabras,cosa que limita, por ejemplo, la probabilidad de quese produzcan perseveraciones anticipatorias que sípodrían producirse en el lenguaje espontáneo e in-cluso en la denominación.

RESUMEN

Podemos afirmar que en la afasia de Wernicke se

pone de manifiesto un menor compromiso de la co-dificación fonológica respecto al que presentan otrasformas clínicas de alteración del lenguaje. En parti-cular, son bajas las alteraciones debidas a errores deselección mientras que las alteraciones que obedecena factores contextuales muestran un incremento de laperseveración y una disminución de la omisión. Laperseveración, por su parte, se pone de manifiesto enotras unidades tales como palabras e incluso sílabas,mostrando su pertenencia a una neurodinámica alte-rada más general.
Page 16: Alteraciones fonológicas en afásicos de wernicke hablantes de español rioplatense

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183