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Planteo una distinción conceptual en la raza cósmica

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  • ALTERIDAD Y MESTIZAJE EN EL PENSAMIENTO DE JOS

    VASCONCELOS

    Diego Snchez Aguilar

    [email protected]

    Como toda msica, toda raza es mestiza: sermn abierto que reclama los labios del

    profeta. La era intelectual, occidentalizada, puede brindarnos testimonios respecto del

    principio ya lejano, ya olvidado, de la raza: elucubraciones geolgicas, como la de

    Ameghino, que sita el origen del hombre en una Patagonia que retoa a pies del

    hombre. Sin embargo, hay una tradicin que, modernamente, como subidos en hombros

    de gigantes, adivina, presagia, aventura: aquella fbula wegeriana en que los continentes

    formaron inicialmente un solo conglomerado, el continente inicial; en las paredes

    mticas, cientficas? de su rostro, asoma una tradicin tan rica de sentido como oscura:

    la Atlntida, Lemuria, como acuarelas musicales y tempranas de las razas: roja, negra,

    amarilla, blanca. En el centro de la hoguera del color refulge como piedra caliza y cuyo

    origen sempiterno se pierde en el fuego la luz misma: la fusin de esas razas color, en

    una raza final.

    Jos Vasconcelos es autor de ese himno a las culturas intitulado Raza Csmica. La Raza

    Csmica es para Vasconcelos lo que la luz es a los colores: sntesis. Es decir, aquella

    raza en que las distintas razas del mundo tienden a mezclarse cada vez ms, hasta

    formar un nuevo tipo humano, compuesto con la seleccin de cada uno de los pueblos

    existentes, dice Vasconcelos. Lo que nos llama la atencin en el siguiente estudio es el

    carcter de mestizaje que asume la raza csmica, bajo las lneas-notas / terico-

    musicales: Qu entiende Jos Vasconcelos por mestizaje? Puede hablarse de

    alteridad, en el sentido de lo alterno, de lo otro, en el pensamiento de Vasconcelos? De

    haber alguna relacin entre los elementos, alteridad y mestizaje, cul es?

    Para Vasconcelos, las razas tipo, las que leemos en los libros de historia como

    principales y cuya voz, aun debilitada, nos llega a travs del tiempo, son mestizas: las

    mejores etapas de periodos histricas son de un tipo racial homogneo. As nos lo

    muestran la raza mestiza egipcia, cuya ciencia del sol eriga pirmides, producto de la

    unin blanca y negra; la mezcla de linajes y corrientes helnica, la roma cosmopolita, el

  • nuevo mundo, ese crisol de razas europeas, los Estados Unidos y la repblica argentina;

    todos ellos productos de una unin racial.

    Mestizaje significa entonces, en primer lugar: Mezcla y, juntando con la primera tesis:

    mezcla de la seleccin de los pueblos existentes. Pero, seleccin de qu?

    Vasconcelos observa que el globo ha estado en una tensin constante entre dos tipos: el

    sajn y el latino. Esto nos da oportunidad de arrojar un tipo alterno de mestizaje: el

    atraso de los pueblos hispanoamericanos, donde predomina el elemento indgena, es

    difcil de explicar sucede que el mestizaje de factores muy dismiles tarda mucho

    tiempo en plasmar; de aqu que podamos hablar de un segundo mestizaje que slo

    diferira con el primero temporalmente ya que segn Vasconcelos aun los mestizajes

    ms contradictorios pueden resolverse benficamente siempre que el factor espiritual

    contribuya a levantarlos; podramos preguntar, tiene la Independencia, en el sentido

    de irrupcin, pausa de mestizaje, un carcter negativo en la obra del maestro

    Vasconcelos?, as como podemos preguntar, hacer odos sordos, escondernos,

    afrontarlo, ignorarlo; podemos tan slo mirar esta pregunta.

    El mestizaje, esta mezcla selectiva, tiende, aun en su faceta de tiempo detenido, es decir,

    en tanto factor de elementos dismiles, a una meta: as lo seala, pensamos, que haya

    una resolucin benfica de esos mestizajes contradictorios. Entonces, si hablamos

    de un carcter espiritual y de un realce en este jarrn de diferencias: supone el

    mestizaje una meta trascendental, en el sentido, de algo que est afuera de la raza y a

    lo que ella aspira?

    La tensin no se abandona, es como el arquero, que, una vez probado e intentado el tiro

    al arco, reposa, relaja, respira e intenta nuevamente su meta. La tensin sajn-latina, es

    decir, entre castellanos y britnicos se remonta a los inicios de la conquista, cuando se

    pobl y conquist el Nuevo Hemisferio. El mestizaje tiene otro rasgo y es que l mismo

    entraa la Revolucin: la conquista del nuevo hemisferio no la lee Vasconcelos como el

    trasplante de una cultura por otra, sino que al conquistar establecan las bases de una

    general y definitiva etapa de transformacin; para Vasconcelos, el hecho

    revolucionario sera aquel que derrumba y slo para edificar algo nuevo, y, una vez, en

    este claro de bosque, en este pjaro que creo slo estoy oyendo y que canta la letra,

    podramos hablar de un carcter espiritual del mestizaje y que viene no slo dado en la

  • Raza Csmica, si no, en aqul pequeo texto en que Vasconcelos escribe sobre la

    Revolucin, ya que, si la revolucin en su estadio, por llamarle de alguna manera,

    social, remite a una mejora econmico moral, este estadio est flechado por la idea de

    una revolucin humana, es decir, artificio del hombre; parece que el mestizaje remite a

    la idea de una consumacin en una totalidad que nos embarga, nos trasciende y nos

    rebasa ya que, la civilizacin conquistada por el blanco, en este carcter revolucionario,

    ha puesto las bases materiales y morales para la unin de todos los hombres en una

    quinta raza universal, fruto de todas las anteriores y superacin de todo lo pasado.

    El mestizaje resulta necesario para la preservacin de la civilizacin ya que de acuerdo

    con Vasconcelos, la civilizacin se deriva siempre de una larga, de una secular

    preparacin y depuracin de elementos que se transmiten y se combinan desde los

    comienzos de la Historia. Es decir, de ah que resulte en cierta miopa histrica querer

    rastrear los inicios de la civilizacin en el grito de Independencia del padre Hidalgo o en

    la conspiracin de Quito; habra que remontarnos a Cuauhtemoc o a Atahualpa.

    El presente texto peca de volverse y dime y diretes de lo que digo de lo que dijo el

    maestro Vasconcelos, as que algo presionado, caprichoso supongo pero confesional,

    por ponerme romntico y, suprimiendo todo rastro de emocin, pero no de asombro:

    revelo los caracteres del mestizaje: se ha dicho que el mestizaje es mezcla

    revolucionaria, espiritual, de una seleccin de factores que seran fruto de todas las

    civilizaciones anteriores, las que presentamos como una acuarela y superacin de toda

    la historia anterior. Pues bien, la fuente del mestizo es el amor: el amor consuma,

    redime, ya que en Amrica, sitio geogrfico, espiritual, sanguneo, tierra maya-inca-

    azteca-guaran, portentoso sol en el centro del cielo imparcial y benfico, de paz, se

    devela: el amor es la sangre que circula en las paredes del mestizo. Por eso su piel, su

    antepasado atlante es rojo; tierra maya. El amor es en donde ocurre la funcin-fusin

    sintetizadora ya que en el continente hallar triunfo la dispersin, all se consumar la

    unidad por triunfo del amor fecundo, y la superacin de todas las estirpes.

    Raza sntesis, Raza integral, Raza totalizadora, raza universal, raza csmica, cmo

    asumes en los ojos de tus habitantes la estrella negra, roja, blanca, amarilla? Es decir,

    cmo se derrama la alteridad en tu suelo mestizo?

  • La quinta raza acapara la vida, la alteridad, en su seno: ya que la norma de su

    formacin es el aprovechamiento de todas las capacidades para mayor integracin del

    poder. Alteridad es entonces elemento espejo del mestizaje: el mestizo mira su rostro

    difuso, entre el agua, y desde el fondo, surge como un doble largamente esperado, acaso

    primero maniatado desde la ribera verde, silencioso, esculpido como un fuego que no

    quema, su alter ego: es el espejo que no refleja, el pilago de luz remontndose a s

    mismo. Fuego sobre fuego. Luz que mana Luz.

    Y es que ario o indio, el mismo individuo necesita renovarse en sus semejantes, como

    dice Vasconcelos.

    Leer a Vasconcelos es leer de una manera distinta: me refiero a que, no reparando en las

    historias de bronce, ni en hroes, no en patriotismos crudos y huecos, exentos del acento

    que amerita el verdadero grito que revoluciona y que estalla en colores, se sumerge en

    los lindes de la historia para reconocerse, conocerse y perderse. La prdida final no es

    tal, es en realidad, el elemento vivificante que subyace al sistema vasconceliano, la

    belleza. Belleza como msica, como un todo totalitario en el que la nica manera del

    conocimiento es la imagen: torbellinos y relmpagos de letra. Al respecto, creo que

    Pellicer lo dijo con total atino en su poema el segador, dedicado a Vasconcelos, en el

    lenguaje que, fluctuante, tembloroso, capta al sentimiento; la hoz afilaba tan fino segaba

    lo mismo la espiga que el ultimo sol de la tarde.