Álvaro Mutis

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Álvaro Mutis Álvaro Mutis Jaramillo (Bogotá , 25 de agosto de 1923 Ciudad de México , 22 de septiembre de 2013 ) fue un novelista y poeta colombiano . Es Considerado uno de los escritores hispanoamericanos contemporáneos más importantes. A lo largo de su carrera literaria recibió, entre otros, el Premio Xavier Villaurrutia en 1988 , el Premio Príncipe de Asturias de las Letras en 1997 , el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana en 1997 , el Premio Cervantes en 2001 y el Premio Internacional Neustadt de Literatura en 2002 . Biografía nació en Bogotá (Colombia ), el 25 de agosto de 1923 , día de San Luis IX de Francia , de quien el autor dice: "No descarto la influencia de mi santo patrono en mi devoción por la monarquía". En 1925 , a causa de la profesión de su padre, viaja a Bélgica , donde llega a los dos años de edad. Hizo sus primeros estudios en Bruselas . Regresaba a Colombia , primero, durante las vacaciones y después por temporadas más extensas. Vivió en una finca cafetalera y cañera que había fundado su abuelo materno, en el corregimiento de Coello -Cocora , cerca a Ibagué (Tolima ), en las estribaciones de la Cordillera Central , de la cual el autor dice: "Todo lo que he escrito está destinado a celebrar, a perpetuar ese rincón de la tierra caliente del que emana la substancia misma de mis sueños, mis nostalgias, mis terrores y mis dichas. No hay una sola línea de mi obra que no esté referida, en forma secreta o explícita, al mundo sin límites que es para mí ese rincón de la región de Tolima, en Colombia ". En Bélgica vivió hasta los nueve, cuando muere su padre repentinamente, a los 33 años. En Bruselas están sus mejores recuerdos de él: "de él heredé, entre otras cosas, el gusto por los buenos vinos y la buena cocina, por la tertulia y los buenos libros, y también su admiración por Napoleón ", afirma el narrador colombiano. A la muerte de su padre, su madre decide regresar a Colombia para dedicarse a la hacienda de Coello. Dejar Europa fue para Mutis una gran pérdida: era en aquellos años su mundo, mientras que Colombia era sólo un lugar donde pasar vacaciones y del cual siempre se regresaba. Su fascinación por el mar, los barcos y el viaje tiene origen en esos desplazamientos de Europa a Colombia en pequeños barcos mitad de carga y mitad de pasajeros. Tras abandonar sus estudios en Bruselas en el colegio jesuita de Saint- Michel, hizo su último intento para lograr el diploma de bachiller y se

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Álvaro Mutis

Álvaro Mutis Jaramillo (Bogotá, 25 de agosto de 1923 – Ciudad de México, 22 de septiembre de 2013)

fue un novelista y poeta colombiano. Es Considerado uno de los escritores hispanoamericanos

contemporáneos más importantes. A lo largo de su carrera literaria recibió, entre otros, el Premio Xavier

Villaurrutia en 1988, el Premio Príncipe de Asturias de las Letras en 1997, el Premio Reina Sofía de

Poesía Iberoamericana en 1997, el Premio Cervantes en 2001 y el Premio Internacional Neustadt de

Literatura en 2002.

Biografía

nació en Bogotá (Colombia), el 25 de agosto de 1923, día de San Luis IX de Francia, de quien el autor

dice: "No descarto la influencia de mi santo patrono en mi devoción por la monarquía". En 1925, a causa

de la profesión de su padre, viaja a Bélgica, donde llega a los dos años de edad. Hizo sus primeros

estudios en Bruselas. Regresaba a Colombia, primero, durante las vacaciones y después por

temporadas más extensas. Vivió en una finca cafetalera y cañera que había fundado su abuelo materno,

en el corregimiento de Coello-Cocora, cerca a Ibagué (Tolima), en las estribaciones de la Cordillera

Central, de la cual el autor dice: "Todo lo que he escrito está destinado a celebrar, a perpetuar ese

rincón de la tierra caliente del que emana la substancia misma de mis sueños, mis nostalgias, mis

terrores y mis dichas. No hay una sola línea de mi obra que no esté referida, en forma secreta o

explícita, al mundo sin límites que es para mí ese rincón de la región de Tolima, en Colombia".

En Bélgica vivió hasta los nueve, cuando muere su padre repentinamente, a los 33 años.

En Bruselas están sus mejores recuerdos de él: "de él heredé, entre otras cosas, el gusto por los

buenos vinos y la buena cocina, por la tertulia y los buenos libros, y también su admiración por

Napoleón", afirma el narrador colombiano. A la muerte de su padre, su madre decide regresar a

Colombia para dedicarse a la hacienda de Coello. Dejar Europa fue para Mutis una gran pérdida: era en

aquellos años su mundo, mientras que Colombia era sólo un lugar donde pasar vacaciones y del cual

siempre se regresaba. Su fascinación por el mar, los barcos y el viaje tiene origen en esos

desplazamientos de Europa a Colombia en pequeños barcos mitad de carga y mitad de pasajeros.

Tras abandonar sus estudios en Bruselas en el colegio jesuita de Saint-Michel, hizo su último intento

para lograr el diploma de bachiller y se matriculó en la Universidad del Rosario, en Bogotá. Su profesor

de literatura española fue el notable poeta colombiano Eduardo Carranza. Las clases de Carranza, dice

el poeta, "son para mí una inolvidable y fervorosa iniciación a la poesía". El billar y la poesía pudieron

más y nunca alcanzó el título.

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En 1941 contrajo matrimonio con Mireya Durán Solano, con quien tendrá tres hijos: María Cristina,

Santiago y Jorge Manuel. En 1942comenzó a trabajar de periodista en la emisora de radio Nuevo

Mundo, donde reemplaza a Eduardo Zalamea Borda.

Después de ser relacionista público de Esso, Standard Oil, Pan American y Columbia Pictures, entre

otras compañías, publica su primer volumen de poesía en 1948. Antes había publicado sus poemas en

el periódico El Espectador. En 1953 publica Los elementos del desastre, un poemario donde aparece

por primera vez su emblemático personaje Maqroll el Gaviero, uno de los grandes hitos de la literatura

en lengua española de este siglo.

Una pieza de hotel ocupada por distracción o prisa, cuán pronto nos revela sus proféticos tesoros. El

arrogante granadero, “bersagliere” funambulesco, el rey muerto por los terroristas, cuyo cadáver des-

pernancado en el coche, se mancha precipitadamente de sangre, el desnudo tentador de senos argivos y

caderas 1900, la libreta de apuntes y los dibujos obscenos que olvidara un agente viajero. Una pieza de hotel

en tierras de calor y vegetales de tierno tronco y hojas de plateada pelusa, esconde su cosecha siempre

renovada tras el pálido orín de las ventanas.

(Fragmento de Los elementos del desastre)

En 1954 se casa con María Luz Montané. De esta unión nacerá su hija María Teresa.

Debido al manejo caprichoso de unos dineros de la multinacional Esso, en la que era jefe de relaciones

públicas, dinero que asignaban a obras de caridad y que Mutis usó como si fuera suyo en quijotadas

culturales, no siempre con base en una necesidad real, fue demandado por la compañía. Ante esta

situación, su hermano Leopoldo, Casimiro Eiger y Álvaro Castaño Castillo le arreglan un viaje de

emergencia a México, que desde entonces es su lugar de residencia.

En 1956 se estableció en la ciudad de México, donde llegó con dos cartas de recomendación, una

dirigida a Luis Buñuel y otra a Luis de Llano; gracias a éstas consiguió trabajo como ejecutivo de una

empresa de publicidad, y luego fue promotor de producción y vendedor de publicidad para televisión y

conoció en el medio intelectual mexicano a los que han sido sus amigos en ese país: Octavio Paz,

Carlos Fuentes Emilio García Riera y Luis Buñuel, entre otros.

A los tres años de su llegada a México, Mutis fue detenido por la Interpol e internado durante 15 meses

en la cárcel preventiva de Lecumberri, más conocida como "El palacio negro". Su experiencia en la

cárcel cambió del todo su visión del dolor y del sufrimiento humano.

Por 1960 inicia un viraje hacia la prosa con su Diario de Lecumberri, escrito en la cárcel.

En 1966 contrae matrimonio con Carmen Miracle Feliú.

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El primer reconocimiento importante a la obra de Álvaro Mutis fue en 1974 con el Premio Nacional de

Letras de Colombia.

Se inició en la novela en 1978, pero sólo sería reconocido popularmente en 1986, con la publicación de

la primera novela de Maqroll el Gaviero, La nieve del Almirante. A partir de entonces comenzó a recibir

premios importantes. Uno de sus contemporáneos escribió: "La saga novelesca de Maqroll el Gaviero

es, sin duda, por su emocionante despliegue narrativo, su profundidad terrible, su construcción de gran

artesanado, su poesía constante y su delicadeza, una obra mayor de la escritura en nuestra lengua".

En 1988 cumple el tiempo para el retiro y se dedica completamente a leer y a escribir. Aparece en

España su novela Ilona llega con la lluvia, publicada por Mondadori.

En 1989 en México recibe el Premio Xavier Villaurrutia y es condecorado con el Orden del Águila

Azteca. Mondadori publica su novela Un bel morir y Arango Editores publica La última escala del Tramp

Steamer. Francia le otorga el premio Médicis Étranger por sus novelas La nieve del Almirante e Ilona

llega con la lluvia. El Gobierno francés le concede la Orden de las Artes y las Letras en el grado de

Caballero.

En 1990 Amirbar es editada en España y Colombia simultáneamente. Italia le otorga el premio Nonino al

mejor libro extranjero publicado en ese país. Termina la novela Abdul Bashur, soñador de navíos, que

se publicará el año siguiente.

En 1993 la editorial Siruela publica en dos volúmenes y bajo el título Empresas y tribulaciones de

Maqroll el Gaviero las novelas de Maqroll el Gaviero, incluyendo el hasta entonces inédito Tríptico de

mar y tierra.

En 1996 la editorial Alfaguara decide reeditar Empresas y tribulaciones de Maqroll el Gaviero en un

único volumen.

En 2001 recibe el Premio Cervantes, el galardón más importante de las letras hispanas.

El 22 de septiembre del año 2013 murió en Ciudad de México a sus 90 años de edad a causa de una

enfermedad respiratoria.

La desesperanza y la historia

"A mayor lucidez mayor desesperanza y a mayor desesperanza mayor posibilidad de ser lúcido" A.

Mutis

Uno de los legados más importantes en la obra de Alvaro Mutis a la literatura universal y particularmente

a la latinoamericana tiene que ver con su visión de la historia y del devenir humano. Sin este elemento el

autor pasaría por ser un escritor de maravillosas aventuras exóticas. En 1965 Álvaro Mutis dio una

conferencia en México, "La desesperanza", que resume magistralmente su pensamiento sobre este

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tema. En ella se sobreentiende que el verdadero poeta vive en el exilio; su soledad, su desarraigo son

consecuencias de una forma de entender la historia y el efímero paso del hombre sobre la tierra. El

trópico, su naturaleza indómita, la descomposición vegetal y animal que le caracteriza, la corrosión a la

que son sometidos los elementos que lo habitan son una metáfora del deterioro con el que el tiempo

somete al hombre. El único sentido de la poesía y del arte, en su expresión más pura, es el de

permitirnos un goce sagrado, por lo efímero, de algunos instantes de plenitud pasada. Es por ello que

Mutis es el poeta del deterioro, no para admirar o consolarse ante el espectáculo de lo que fue la

grandeza humana sino para poner en evidencia el sin sentido de sus acciones.

Obras

Poesía

La Balanza, Talleres Prag, Bogotá, 1948 (en colaboración con Carlos Patiño Roselli)

Los elementos del desastre, Losada, Buenos Aires, 1953

Reseñas de los hospitales de Ultramar, Separata revista "Mito", Bogotá, 1955

Los trabajos perdidos, Era, Ciudad de México, 1965

Summa de Maqroll el Gaviero, Barral Editores, Barcelona, 1973

Caravansary, FCE, Ciudad de México, 1981

Los emisarios, FCE, Ciudad de México, 1984

Crónica regia y alabanza del reino, Cátedra, Madrid, 1985

Un homenaje y siete nocturnos, El Equilibrista, Ciudad de México, 1986

Narrativa

Diario de Lecumberri, Universidad Veracruzana, 1960

La mansión de Araucaíma , Sudamericana, 1973

La verdadera historia del flautista de Hammelin, Ediciones Penélope, 1982

La nieve del Almirante, 1986

Ilona llega con la lluvia, Oveja Negra, 1988

Un bel morir, Oveja Negra; Mondadori, 1989

La última escala del Tramp Steamer, El Equilibrista, Ciudad de México, 1989

La muerte del estratega, FCE, Ciudad de México, 1990

Amirbar, Norma; Siruela, 1990

Abdul Bashur, soñador de navíos, Norma; Siruela, 1991

Tríptico de mar y tierra, Norma, 1993

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Ensayo

Contextos para Maqroll, Igitur-Cilcultura, 1997

De lecturas y algo del mundo, Seix Barral, 1999

Caminos y encuentros de Maqroll el Gaviero, Editorial Áltera, 2001

Antología

Poesía y prosa, Instituto colombiano de Cultura, 1982

Antología poética, selección y notas de José Balza, Monte Avíla

Summa de Maqroll el Gaviero. Poesía 1948-1988, Visor, 1992

Poesía completa, Editorial Arango, 1993

Summa de Maqroll el Gaviero. Poesía 1948-1997, Ediciones Universidad de Salamanca-Patrimonio

Nacional, 1997

Antología, selección de Enrique Turpin, Plaza y Janés, 2000

Empresas y tribulaciones de Maqroll el Gaviero , Siruela, 1993 (2 volúmenes);

Alfaguera, 1996 y 2001 (1 volumen). Incluye las siete novelas: La nieve del almirante (1986); Ilona

llega con la lluvia (1988); Un bel morir (1989); La última escala del Tramp Steamer (1989); Amirbar

(1990); Abdul Bashur, soñador de navíos (1991); Tríptico de mar y tierra (1993).

La voz de Álvaro Mutis, edición de Diego Valverde Villena, Poesía en la Residencia, Residencia de

Estudiantes, Madrid, 2001

Reconocimientos

Premio Nacional de Letras de Colombia, 1974

Premio Nacional de Poesía de Colombia, 1983

Premio de la Crítica Los Abriles, 1985

Comendador de la Orden del Águila Azteca México, 1988

Premio Xavier Villaurrutia  México, 1988 por Ilona llega con la lluvia.6

Doctor Honoris Causa  por la Universidad del Valle en Colombia, 1988

Premio Juchimán de Plata  en México, 1988

Orden de las Artes y las Letras , del Gobierno de Francia, en el grado de Caballero, 1989

Premio Médicis Étranger de Francia, 1989

Premio Nonino de Italia, 1990

X Premio del Instituto Italo-Latinoamericano de Roma, 1992

Orden al Mérito de Francia, 1993

Premio Roger Caillois de Francia, 1993

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Gran Cruz de la Orden de Boyacá de Colombia, 1993

Gran Cruz de la Orden de Alfonso X el Sabio de España, 1996

Premio Grinzane-Cavour de Italia, 1997

Premio Príncipe de Asturias de las Letras  de España, 1997.7

Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana  de España, 1997

Premio Rossone d'Oro de Italia, 1997

Premio Ciudad de Trieste de Poesía de Italia, 2000

Premio Cervantes  de España, 2001.8

desde 2005 la biblioteca del Instituto Cervantes de Estambul lleva su nombre.9

Hechos y curiosidades

Influencias y amistades

Recibió la influencia de Octavio Paz, Pablo Neruda, Saint-John Perse . Es gran amigo de Octavio Paz y

de Gabriel García Márquez; de este último es el primer lector de sus borradores. Además publicó su

primer libro de poemas con Jorge Gaitan Durán.

El cine

Muy ligado a la industria del cine, Mutis ha sido agente en Latinoamérica de varias productoras. Es poco

conocida su participación en la industria de doblaje en México pero en el libro sobre la historia del

doblaje ¿De Quién es la Voz que Escuchas? del escritor y director Rubén Arvizu, el primer actor Ignacio

López Tarso nos cuenta en el prólogo que él escribe, que Mutis prestó su voz como el narrador de la

famosa serie Los Intocables e hizo muchísimas traducciones-adaptaciones de libretos para doblaje. Dos

novelas suyas fueron adaptadas como películas por directores de cine colombianos: La mansión de

Araucaima   (1986)  de Carlos Mayolo, e Ilona llega con la lluvia   (1996)  de Sergio Cabrera.

La política

Nunca ha participado en política, no ha votado jamás y el último hecho que en verdad le preocupa en el

campo de la política y que le concierne y atañe en forma plena y sincera, es la caída de Constantinopla

en manos de los turcos el 29 de mayo de 1453. Sin dejar de reconocer que no se repone todavía del

viaje a Canossa del emperador sálico Enrique IV, en enero del año 1077, para rendir pleitesía al

soberbio pontífice Gregorio VII. Viaje de tan funestas consecuencias para el Occidente Cristiano. Por

ende dice ser "gibelino, monárquico y legitimista".

Un antepasado ilustre

Álvaro Mutis desciende de una familia gaditana, y uno de sus antepasados, José Celestino Mutis, fue un

famoso botánico que en1783 encabezó una expedición botánica al Virreinato de Nueva Granada y

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consiguió clasificar, con la ayuda de los indígenas, miles de plantas de la zona ecuatorial. Su hermano

Manuel es el padre del tatarabuelo del escritor, que curiosamente ha dejado para la literatura

latinoamericana algunas de las mejores páginas sobre la selva.

La publicidad

Entre los múltiples oficios con los que Mutis se ganó la vida (locutor de radio, jefe de relaciones públicas

y distribuidor de películas de la 20th Century Fox en América Latina, empleado de una compañía de

seguros, de Columbia Pictures y de Esso) el más curioso es sin duda su colaboración para una agencia

de publicidad. Nadie sabe muy bien cuál fue la impronta que dejó Mutis en el mundo de los anuncios

publicitarios. Algunos dicen que Coca-Cola le debe uno de sus mejores slogans; otros juran que dedicó

un bello poema al vino, recitado con atuendo de Baco desde un paisaje de vides.

El regalo para "Gabo"

En la dedicatoria de su novela El general en su laberinto, Gabriel García Márquez desliza una frase que

ha dado lugar a numerosas especulaciones: "Para Álvaro Mutis, que me regaló la idea de escribir este

libro". Luego, en sus "gratitudes", el Nobel colombiano llama la atención sobre un relato de su amigo, "El

último rostro", que cuenta un episodio de los últimos meses de la vida de Simón Bolívar, a partir del

hallazgo de unos manuscritos perdidos, escritos por un coronel polaco de apellido Napierski, quien, en

Cartagena, conoce a Simón Bolívar y pasa algunos días a su lado. La figura de Napierski, puro invento

de Mutis, la objetiva García Márquez al utilizarla -irónicamente y muy a su manera- como fuente

histórica en su novela.

Mutis mismo ha declarado que "El último rostro" es lo que quedó de una obra mucho mayor, quemada

porque le pareció demasiado "de tesis". Al contárselo a su amigo, éste le sugirió intentar escribirla. "Y yo

le contesté, me parece muy bien, nadie lo hará mejor. Aquí está toda la documentación, y le di los libros

que yo había leído, la correspondencia de Simón Bolívar, en fin, una serie de documentos históricos

esenciales, y se lo llevó todo, y se marchó de mi casa diciendo "Ya sabrás de mí". Cuando terminó la

novela me la dio, porque siempre me muestra sus originales antes que a nadie y me dijo, "A ver, ¿va a

quemar esta también? Y allí estaba el Simón Bolívar que debía haber escrito yo. Pero lo escribió él.

Perfecto."

La visita a Hernán Cortés

No es un secreto la devoción de Mutis por la Monarquía Española. Por ejemplo, piensa que la

humanidad sufrió un tremendo retroceso cuando terminó la autoridad de los reyes para ser reemplazada

por la voluntad popular. Pero tal vez sea menos conocido el hecho de que durante la visita del Príncipe

de Asturias a México, el escritor colombiano tuvo la oportunidad de servirle de guía en una visita a la

tumba de Hernán Cortés, que está escondida detrás del altar mayor de la pequeña Iglesia que el

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conquistador fundó junto con el Hospital de Jesús. Aunque el equipo de seguridad y algunos

funcionarios se opusieron, el Príncipe insistió en ir a pie desde el Zócalo de la Catedral mexicana, que

está a dos o tres calles. Cuentan que al llegar un despistado sacerdote de cierta edad les dijo: "Aquí no

pueden entrar turistas". Con la mayor de sus sonrisas, Mutis soltó una frase que todavía lo divierte: "Es

que no se trata de turistas, dijo. Es S.A.R. el Príncipe de Asturias".

Predecesor:Francisco Umbral Premio Miguel de

Cervantes2001

Sucesor:José Jiménez Lozano

204

                                                Para Fernando López

I

    Escucha Escucha Escucha

la voz de los hoteles,de los cuartos aún sin arreglar,los diálogos en los oscuros pasillos que adorna una raída alfombra escarlata,por donde se apresuran los sirvientes que salen al amanecer como espantados murciélagos

     Escucha Escucha Escuchalos murmullos en la escalera; las voces que vienen de la cocina,     donde se fragua un agrio olor a comida, que muy pronto estará en todas partes,      el ronroneo de los ascensores

Escucha Escucha Escucha

a la hermosa inquilina del "204" que despereza sus miembros     y se queja y extiende su viuda desnudez sobre la cama. De su cuerpo      sale un vaho tibio de campo recién llovido.

     ¡Ay qué tránsito el de sus noches trem0lantes como las banderas en los estadios! 

     Escucha Escucha Escucha

el agua que gotea en los lavatorios, en las gradas que invade un resbaloso y maloliente verdín.     Nada hay sino una sombra, una tibia y espesa sombra que todo lo cubre.

Sobre esas losas -cuando el mediodía siembre de monedas el mugriento piso-      su cuerpo inmenso y blanco sabrá moverse dócil para las lides del tálamo y

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conocedor      de los más variados caminos. El agua lavará la impureza y renovará las fuentes del deseo.

     Escucha Escucha Escucha

la incansable viajera, ella abre las ventanas y aspira el aire queviene de la calle. Un desocupado      la silba desde la acera del frente y ella estremece sus flancos en respuesta al incógnito llamado.

II

De la ortiga al granizodel granizo al terciopelodel terciopelo a los orinalesde los orinales al ríodel río a las amargas algasde las algas amargas a la ortigade la ortiga al granizo,del granizo al terciopelodel terciopelo al hotel

     Escucha Escucha Escucha

la oración matinal de la inquilinasu grito que recorre los pasillosy despierta despavoridos a los durmientes, el grito del "204"¡Señor, Señor, por qué me has abandonado!

De "Los elementos del desastre"

 

 

Ciudad

Un llantoun llanto de mujer interminable,sosegado,casi tranquilo.En la noche, un llanto de mujer me ha despertado.Primero un ruido de cerradura,después unos pies que vacilany luego, de pronto, el llanto.Suspiros intermitentescomo caídos de un agua interior,

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densa,imperiosa,inagotable,como esclusa que acumula y libera sus aguaso como hélice secretaque detiene y reanuda su trabajotrasegando el blanco tiempo de la noche.Toda la ciudad se ha ido llenando de este llanto,hasta los solares donde se amontonan las basuras,bajo las cúpulas de los hospitales,sobre las terrazas del verano,en las discretas celdas de la prostitución,en los papeles que se deslizan por solitarias avenidas,con el tibio vaho de ciertas cocinas militares,en las medallas que reposan en joyeros de teca,un llanto de mujer que ha llorado largamenteen el cuarto vecino,por todos los que cavan su tumba en el sueño,por los que vigilan la mina del tiempo,por mí que lo escuchosin conocer otra cosaque su frágil rodar por la intemperiepersiguiendo las calladas arenas del alba.

De "Los trabajos perdidos"

 

 

Diez Lieder

V. Desciendes por el río...

Desciendes por el río.La barca se abre pasoentre los juncos.El golpe en la orillaanuncia el término del viaje.Bien es que recuerdesque allí esperé,vanamente,sin pausa ni sueño.Allí esperé,tiempo suspendidogastando su abolida materia.Inútil la espera,inútiles el viajey el navío.Sólo existieronel áspero vacío,

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en la improbable vidaque se nutrede la estéril materiade otros años.

* * * * *

VI. En alguna corte perdida...

En alguna corte perdida,tu nombre,tu cuerpo vasto y blancoentre dormidos guerreros.En alguna corte perdida,la red de tus sueñosmeciendo palmeras,barriendo terrazas,limpiando el cielo.En alguna corte perdida,el silenciode tu rostro antiguo.¡Ay, dónde la corte!En cuál de las esquinas del tiempo,del precario tiempoque se me va dandoinútil y ajeno.En alguna corte perdidatus palabrasdecidiendo,asombrando,cerniendoel destino de los mejores.En la noche de los bosqueslos zorros buscantu rostro. En el cristalde las ventanasel vaho de su anhelo.Así mis sueñoscontra un presentemás que imposibleinnecesario.

* * * * *

VII. Giran, giran...

Giran, giran,los halconesy en el vasto cieloal aire de sus alas dan altura.Alzas el rostro,sigues su vueloy en tu cuellonace un azul delta sin salida.

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¡Ay, lejana!Ausente siempre.Gira, halcón, gira;lo que dure tu vuelodurará este sueño en otra vida.

* * * * *

VIII. Lied de la noche

                                     La nuit vient sur un char conduit par le silence.                                                                                                              La Fontaine

Y, de repente,llega la nochecomo un aceitede silencio y pena.A su corriente me rindoarmado apenascon la precaria redde truncados recuerdos y nostalgiasque siguen insistiendoen recobrar el perdidoterritorio de su reino.Como ebrios anzuelosgiran en la nochenombres, quintas,ciertas esquinas y plazas,alcobas de la infancia,rostros del colegio,potreros, ríosy muchachasgiran en vanoen el fresco silencio de la nochey nadie acude a su reclamo.Quebrantado y vencidome rescatan los primerosruidos del alba,cotidianos e insípidoscomo la rutina de los díasque no serán yala febril primaveraque un día nos prometimos.

* * * * *

IX. Lied marino

Vine a llamartea los acantilados.Lancé tu nombrey sólo el mar me respondiódesde la leche instantáneay voraz de sus espumas.

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Por el desorden recurrentede las aguas cruza tu nombrecomo un pez que se debate y huyehacia la vasta lejanía.Hacia un horizontede menta y sombra,viaja tu nombrerodando por el mar del verano.Con la noche que llegaregresan la soledad y su cortejode sueños funerales.

 

 

El deseo

     Hay que inventar una nueva soledad para el deseo. Una vasta  soledad de delgadas orillas en donde se extienda a sus anchas  el ronco sonido del deseo. Abramos de nuevo todas lasvenas del placer. Que salten los altos surtidores no importa hacia dónde.Nada se ha hecho aún. Cuando teníamos algo andado, alguien se detuvo en el camino para ordenar sus vestiduras y todos se detuvieron tras él. Sigamos la marcha. Hay cauces secosen donde pueden viajar aún aguas magníficas.     Recordad las bestias de que hablábamos. Ellas pueden ayudarnos antes de que sea tarde y torne la charanga a enturbiar el cielo con su música estridente.

De "Primeros poemas" 1948-1952

 

 

La orquesta1     La primera luz se enciende en el segundo piso de un café. Unsirviente sube a cambiarse de ropas. Su voz gasta los tejados y en su grasiento delantal trae la noche fría y estrellada.

2     Aparte en un tarro de especias vacío, guarda un mechón de pelo. Un espeso y oscuro cadejo de color indefinido como el humo de los trenes cuando se pierde entre los eucaliptos.

Page 14: Álvaro Mutis

3     Vestido de amianto y terciopelo, recorrió la ciudad. Era el pavor disfrazado de tendero suburbano. Cuántas historias se tejieron alrededor de sus palabras con un sabor de antaño como las nieves del poeta.

4     Así a primera vista, no ofrecía belleza alguna. Pero detrás de un cuerpo temblaba una llama azul que arrastraba el deseo, como arrastran ciertos ríos metales imaginarios.

5     Otra luz vino a sumarse a la primera. Una voz agria la apagó como se mata un insecto. A dos pasos de allí, el viento golpeaba ciegas hojas contra ciegas estatuas. Paz del estanque. ..luz opalina de los gimnasios. 

6     Sordo peso del corazón. Tenue gemido de un árbol. Ojos llorosos limpiados furtivamente en el lavaplatos, mientras el patrón atiende a los clientes con la sonrisa sucia de todos los días.     Penas de mujer. 

7     En las aceras, el musgo dócil y las piernas con manchas aceitosas de barro milenario. En las aceras, la fe perdida como una moneda o como una colilla. Mercancías. Cáscara débil del hollín.

8     Polvo suave en la oreja donde brilla una argolla de pirata. Sed y miel de las telas. Los maniquíes calculan la edad de los viandantes y un hondo, innominado deseo surge de sus pechos de cartón. Mugido clangoroso de una calle vacía. Rocío.

9     Como un loco planeta de liquen, anhela la firme baranda del colegio con su campana y el fresco olor de los laboratorios. Ruido de las duchas contra las espaldas dormidas.     Una mujer pasa y deja su perfume de cebra y poleo. Los jefes de la tribu se congregaron después de la última clase y celebran el sacrificio.

10     Una vida perdida en vanos intentos por hallar un olor o una casa. Un vendedor ambulante que insiste hasta cuando oye el último tranvía. Un cuerpo ofrecido en gesto furtivo y ansioso.Y el fin, después, cuando comienza a edificarse la morada o se entibia el lecho de ásperas cobijas.

De "Los elementos del desastre"

 

Page 15: Álvaro Mutis

 

Letanía

Esta era la letanía recitada por el gaviero mientras se bañabalas torrenteras del delta: 

     Agonía de los oscuros     recoge tus frutos.     Miedo de los mayores     disuelve la esperanza.     Ansia de los débiles     mitiga tus ramas.     Agua de los muertos     mide tu cauce.     Campana de las minas      modera tus voces.     Orgullo del deseo     olvida tus dones.     Herencia de los fuertes     rinde tus armas.     Llanto de las olvidadas     rescata tus frutos.     Y así seguía indefinidamente mientras el ruido de las aguasahogaba su voz y la tarde refrescaba sus carnes laceradas porlos oficios más variados y oscuros.

Extraído de ciertas visiones memorables de Maqroll El Gavierode la Obra poética.

 

 

Nocturno

La fiebre atrae el canto de un pájaro andróginoy abre caminos a un placer insaciableque se ramifica y cruza el cuerpo de la tierra.¡Oh el infructuoso navegar alrededor de las islasf donde las mujeres ofrecen al viajerola fresca balanza de sus senosy una extensión de terror en las caderas!La piel pálida y tersa del díacae como la cáscara de un fruto infame.La fiebre atrae el canto de los resumiderosdonde el agua atropella los desperdicios.

De "Los elementos del desastre"

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Nocturno 2

Respira la noche,bate sus claros espacios,sus criaturas en menudos ruidos, en el crujido leve de las maderas,se traicionan.Renueva la nochecierta semilla ocultaen la mina feroz que nos sostiene.Con su leche letalnos alimentauna vida que se prolongamás allá de todo matinal despertaren las orillas del mundo.La noche que respiranuestro pausado aliento de vencidosnos preserva  y protege"para más altos destinos".  

De "Los trabajos perdidos"

 

 

Nocturno 3

Esta noche ha vuelto la lluvia sobre los cafetales.Sobre las hojas de plátano,sobre las altas ramas de los cámbulos,ha vuelto a llover esta noche un agua persistente y vastísimaque crece las acequias y comienza a henchir los ríosque gimen con su nocturna carga de lodos vegetales.La lluvia sobre el zinc de los tejadoscanta su presencia y me aleja del sueñohasta dejarme en un crecer de las aguas sin sosiego,en la noche fresquísima que chorreapor entre la bóveda de los cafetosy escurre por el enfermo tronco de los balsos gigantes.Ahora, de repente, en mitad de la nocheha regresado la lluvia sobre los cafetalesy entre el vocerío vegetal de las aguas

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me llega la intacta materia de otros díassalvada del ajeno trabajo de los años.

De "Los trabajos perdidos"

 

 

Dos poemas

1. Si oyes correr el agua

Si oyes correr el agua en las acequias,su manso sueño pasar entre penumbras y musgos,con el apagado sonido de algoque tiende a demorarse en la sombra vegetal.Si tienes suerte y preservas ese instantecon el temblor de los helechos que no cesa,con el atónito limo que se debateen el cauce inmutable y siempre en viaje.Si tienes la paciencia del guijarro,su voz callada, su gris acento sin aristas,y aguardas hasta que la luz haga su entrada,es bueno que sepas que allí van a llamartecon un nombre nunca antes pronunciado. Toda la ardua armonía del mundoes probable que entonces te sea revelada,pero sólo por esta vez.¿Sabrás, acaso, descifrarla en el rumor del aguaque se evade sin remedio y para siempre?

2. Como espadas en desorden

                                                              Mínimo Homenaje a Stéphane Mallarmé

Como espadas en desordenla luz recorre los campos.Islas de sombra se desvanecene intentan, en vano, sobrevivir más lejos.Allí, de nuevo, las alcanza el fulgordel mediodía que ordena sus huestesy establece sus dominios.El hombre nada sabe de estos callados combates.Su vocación de penumbra, su costumbre de olvido,sus hábitos, en fin, y sus lacerías,le niegan el goce de esa fiesta imprevistaque sucede por caprichoso designiode quienes, en lo alto, lanzan los mudos dadoscuya cifra jamás conoceremos.Los sabios, entretanto, predican la conformidad.

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Sólo los dioses saben que esta virtud inciertaes otro vano intento de abolir el azar.

De "Poemas dispersos"

 

 

Sonata

Otra vez el tiempo te ha traídoal cerco de mis sueños funerales.Tu piel, cierta humedad salina,tus ojos asombrados de otros días,con tu voz han venido, con tu pelo.El tiempo, muchacha, que trabajacomo loba que entierra a sus cachorroscomo óxido en las armas de caza,como alga en la quilla del navío,como lengua que lame la sal de los dormidos,como el aire que sube de las minas,cono tren en la noche de las páramos.De su opaco trabajo nos nutrimoscomo pan de cristiano o rancia carneque enjuta la fiebre de los ghettosa la sombra del tiempo, amiga mía,un agua mansa de acequia me devuelvelo que guardo de ti para ayudarmea llegar hasta el fin de cada día.

De "Los trabajos perdidos"

 

 

Sonata 2

Por los árboles quemados después de la tormenta.Por las lodosas aguas del delta.Por lo que hay de persistente en cada día.Por el alba de las oraciones.Por lo que tienen ciertas hojasen sus venas color de aguaprofunda y en sombra.

Page 19: Álvaro Mutis

Por el recuerdo de esa breve felicidadya olvidaday que fuera alimento de tantos años sin nombre.Por tu voz de ronca madreperla.Por tus noches por las que pasa la vidaen un galope de sangre y sueñoPor lo que eres ahora para mí.Por lo que serás en el desorden de la muerte.Por eso te guardo a mi ladocomo la sombra de una ilusoria esperanza.

De "Los trabajos perdidos"