AMARUKANCHA: CAMBIOS Y MODIFICACIONES DE UNA …

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41 Resumen A partir de datos de archivo este articulo pretende informar y conocer el proceso evolutivo de uno de los espacios más emblemáticos de la ciudad actualmente codificado como la manzana n° 4, este espacio presenta edificaciones pre hispánicas, coloniales y contemporáneas, que no pasan desapercibidas reflejando la superposición de diversas épocas en sus muros. A lo largo del trabajo evidenciaremos qué cambios sufrió, e identificaremos quiénes fueron los protagonistas de estos cambios. Hablaremos de la Compañía de Jesús, cabe precisar que el trabajo no se centrará en su sistema institucional o su labor evangelizadora, gracias al registro documental podemos sostener que los Jesuitas, fueron los promotores de los cambios más sustanciales, nos enfocaremos en develar los motivos y las acciones que esta orden adoptó. Tras su expulsión no fue un limitante para los cambios; puesto que posteriormente los terrenos fueron administrados por la junta de temporalidades y el gobierno local, instituciones que destinaron el área de estudio para diferentes actividades y usos como el establecimiento del cuartel de gendarmes, coliseo de gallos, cárcel pública; entre otras. La finalidad de este artículo no es solo dar a conocer los cambios, sino pretendemos inferir que los nuevos modelos de ocupación del espacio estuvieron relacionados con las nuevas necesidades e interés de los vecinos y el gobierno local. AMARUKANCHA: CAMBIOS Y MODIFICACIONES DE UNA KANCHA INKA AMARUKANCHA: CHANGES AND MODIFICATIONS OF AN INKA KANCHA MILENA MANOTUPA GOMEZ* Fecha de recepción: 22 de abril de 2020 / Fecha de aprobación: 14 de agosto de 2020 * Licenciada en Historia. Desde hace 9 años se dedica a la investigación histórica profundizando los temas relacionados con la evolución y cambios que ha sufrido el Centro histórico del Cusco a través del tiempo. Riqch’ariy N° 1, 2020. pp. 41-66 ISSN-L 2709-8680

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Resumen

A partir de datos de archivo este articulo pretende informar y conocer el proceso evolutivo de uno de los espacios más emblemáticos de la ciudad actualmente codificado como la manzana n° 4, este espacio presenta edificaciones pre hispánicas, coloniales y contemporáneas, que no pasan desapercibidas reflejando la superposición de diversas épocas en sus muros. A lo largo del trabajo evidenciaremos qué cambios sufrió, e identificaremos quiénes fueron los protagonistas de estos cambios.

Hablaremos de la Compañía de Jesús, cabe precisar que el trabajo no se centrará en su sistema institucional o su labor evangelizadora, gracias al registro documental podemos sostener que los Jesuitas, fueron los promotores de los cambios más sustanciales, nos enfocaremos en develar los motivos y las acciones que esta orden adoptó. Tras su expulsión no fue un limitante para los cambios; puesto que posteriormente los terrenos fueron administrados por la junta de temporalidades y el gobierno local, instituciones que destinaron el área de estudio para diferentes actividades y usos como el establecimiento del cuartel de gendarmes, coliseo de gallos, cárcel pública; entre otras.

La finalidad de este artículo no es solo dar a conocer los cambios, sino pretendemos inferir que los nuevos modelos de ocupación del espacio estuvieron relacionados con las nuevas necesidades e interés de los vecinos y el gobierno local.

AMARUKANCHA: CAMBIOS Y MODIFICACIONES DE UNA KANCHA INKA

AMARUKANCHA: CHANGES AND MODIFICATIONS OF AN INKA KANCHA

MILENA MANOTUPA GOMEZ* Fecha de recepción: 22 de abril de 2020 / Fecha de aprobación: 14 de agosto de 2020

* Licenciada en Historia. Desde hace 9 años se dedica a la investigación histórica profundizando los temas relacionados con la

evolución y cambios que ha sufrido el Centro histórico del Cusco a través del tiempo.

Riqch’ariy N° 1, 2020. pp. 41-66ISSN-L 2709-8680

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Milena Manotupa Gomez

Palabras clave: Amaru kancha, Jesuitas, junta de temporalidades, uso del espacio, modificaciones.

Abstract

Using archival documentation, this article seeks to inform and explore the historical changes of one of the most emblematic areas in the city, currently coded as Apple n° 4. This area has pre-Hispanic, colonial and contemporary buildings, which reflect the overlapping of various epochs in their walls. Throughout the article, we will show what changes the area has undergone, and we will identify who were the leading protagonists of these changes.

We will discuss the Company of Jesus, though it should be noted that the work will not focus on the Company’s institutional system or its evangelising work. Thanks to the documentary record we can argue that the Jesuits, were the ones who initiated the most substantial changes, and we will focus on revealing the Order’s motives and actions. After the expulsion of the Jesuits there was no limit to the changes; because these lands were at this point administered by the temporary council and the local government, institutions which assigned different activities and uses to the area such as the establishment of police headquarters, the cockerel ring, and the town prison among other places.

The purpose of this article is not only to make the changes well-known, but we intend to suggest that the new models which took up the space were related to the new needs and interests of the residents and the local government.

Keywords: Amaru kancha, Jesuits, temporary committee, use of the space, modifications.

Aspectos generales

Esta manzana actualmente está conformada por cuatro ambientes urbanos como son la plaza de Armas, Avenida el Sol, calle Afligidos y calle Loreto; presenta una forma rectangular bastante peculiar. Al realizar un recorrido por la Avenida el Sol (primera cuadra), parte de la plaza de Armas destacan una serie de edificios contemporáneos como el poder Judicial pero si seguimos el recorrido de la manzana evidenciaremos edificios religiosos como el templo de la Compañía de Jesús y la iglesia de Loreto, siguiendo la actual calle Loreto observaremos muros prehispánicos de piedra andesita, esta variedad de construcciones son huellas de múltiples cambios, para conocerlos los describiremos e iniciaremos por las evidencias más antiguas.

Contenido

Se le conoce a este sector como Amarukancha, gracias a la crónica de Diego Esquivel y Navia, podemos conocer la percepción del padre Francisco Sacchino quién, al escribir la historia Jesuita, acota lo siguiente:

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Amarukancha: cambios y modificaciones de una kancha inka

[…] Los peruanos llamaban aquel lugar Amarucancha, esto es casa de las serpientes, por las serpientes y dragones esculpidos y por la culebra gigante, que había sido trasportada (según se cuenta) desde la provincia vencida de los Antis como objeto sagrado de los incas y allí se guarda […] (Esquivel y Navia, 1980, pp. 224-225)

Resulta bastante interesante esta descripción pues revela esculturas y trabajos en piedra poco documentados, aunque no podemos aseverar lo descrito por el padre Sacchino, puesto que no se tiene mayores evidencias respecto a serpientes talladas en piedra en este sector, solo se ha podido identificar un elemento tallado pero cabe precisar que esta no corresponde a la época pre hispánica; se trata de un dintel de dos metros aproximadamente, ubicado hacia la

calle Loreto que tiene grabado dos serpientes que al parecer es de factura contemporánea.1

Si bien es cierto que los incas realizaron tallados de serpientes, sin embargo en los diferentes registros arqueológicos en el Amarukancha no se ha hallado evidencia de ello, aunque es probable que las piedras hayan sido llevadas para otras construcciones, es notorio que los Jesuitas percibieron que esta Kancha era bastante simbólica, por eso no es casual que ensalzaran la adoración a las serpientes que tenían los antiguos peruanos, para con ello indicar sutilmente el paganismo; esto significaría que su presencia y ocupación sacralizaría el entorno y legitimaría su labor evangelizadora.

Otra descripción interesante a analizar, es extraída de los Comentarios Reales (1609) del inca Garcilaso de la Vega, quién menciona que Amaru Kancha fue una casa real en la cual hallaron objetos de oro y plata:

[…] era casa real, que llaman Amarucancha, que fue de Antonio Altamirano, acaeció que trayendo un caballero en el patio unos galopes se le hundió al caballo un pie en un hoyo que antes de los golpes no lo había. Cuando fueron a ver de qué era el hoyo […] hallaron que era la boca de un cántaro de oro de ocho o nueve arrobas […] y con el cántaro hallaron muchas otras vasijas de oro y plata […] (Bauer, 2008, p. 245)

Al citar ambos datos, destacamos que el Amarukancha se caracterizó por albergar elementos sagrados o de culto relacionados a una práctica ritual ancestral, si bien Garcilaso comenta que objetos de oro y plata se hallaron por una cuestión azarosa o casual, posteriores excavaciones fueron premeditadas, como las de 1806 donde Pedro Sánchez, solicita notarialmente

un permiso para excavar y hallar tesoros2, lo cual corrobora que la población a pesar del tiempo identificaba al Amarukancha como un sitio venerado, sea por información textual o verbal, se tenía conocimiento de su valor religioso el cual debió ser significativo, por ello los Jesuitas no dudaron desde que llegaron a la ciudad en edificar su colegio y residencia en esta área; pero vayamos paso por paso antes que los Jesuitas arribaran a la ciudad, tras la invasión española hacia 1534 los diversos espacios prehispánicos empezaron a ser repartidos entre los soldados que llegaron a la ciudad, en este primer momento fueron siete los españoles que accedieron a los terrenos en el Amarukancha entre ellos tenemos a Diego de Rodriguez, Balboa, Alonso

1 Al parecer se trata de un tallado contemporáneo elaborado sobre una piedra de factura prehispánica.

2 A.R.C. Sección Notarios: Agustín Chacón Becerra. Años 1806 – 1815, folio 31.

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Altamirano, Juan Ruiz Lobillo, Gomez Manzuela, Pedro Ulloa y a Hernando de Soto a quien a excepción de los demás, le adjudicaron dos terrenos en el frontis de la actual plaza de Armas. Entre 1558 a 1569 se evidenciaron tres documentos de arrendamiento, los cuales indican a Hernando Pizarro como propietario de un inmueble hacia la plaza de Armas, curiosamente poseyendo el predio que en el reparto de solares le tocó a Hernando de Soto. Uno de los

documentos especifica que las casas fueron de dos niveles y contaban con cinco puertas3, posiblemente eran tiendas, gracias a esta descripción aunque escueta tenemos una ligera idea de las primeras edificaciones coloniales superpuestas a las edificaciones prehispánicas, este fue el predio que en 1571 adquirieron los Jesuitas.

A pesar de haber realizado un seguimiento exhaustivo no obtuvimos más pistas hasta 1576, fecha en que Teresa de Ordoñez viuda de Diego de Silva, hace un valioso donativo a la Compañía de Jesús, orden religiosa que llega a la ciudad aproximadamente en 1571 liderados por el padre Gerónimo Luis de Portillo (Guibovich, 2006). El documento nos indica lo siguiente:

[…] La presente carta […] de una escritura de donación dotación del Collegio y fundación del collegio de la misma companía en la Ciudad del Cuzco […] otorgada por […] Doña Teresa Orgoñez viuda vezina […] mujer que fue del capitán Diego de Silva […] y para la fundación de dicho Colesio y patronazgo […] veynte mil pesos plata ensayada […] y e ayudado la dha (dicha) casa con ornamentos y les e dado unos órganos y e adornado la

iglesia de un dosel para el altar mayor y doseles para el ornato de ella […]4

El dato que más nos llamó la atención fue el mobiliario que Teresa adquirió para adornar el templo el altar y otros, datos que nos sugieren que los Jesuitas ya estaban instalados en este predio, pero ¿cómo lograron adquirir esta propiedad?, Covarrubias (1958), indica que en julio de 1571 fundan la iglesia de la Compañía y el colegio de la Trasfiguración con fachada hacia la plaza principal, adquiriendo el predio que inicialmente le toco a Hernando de Soto que luego Francisco Pizarro cedió a su hermano Hernando Pizarro, esta trasferencia de terrenos resulta bastante controversial puesto que no se ha encontrado documentación de primera fuente, respecto a ello Covarrubias indica que antes de la venta se elaboró una tasación donde valorizaron el predio a 12, 500 pesos en ella se describen casas altas y bajas, tiendas, bohíos, portadas, solares y rancherías, es probable que tanto los buhíos y rancherías fueron edificaciones pre hispánicas que al parecer aún no habían sido desmontadas.

Es importante mencionar que este nuevo uso, evidencia la destrucción del Amarukancha y en cada intervención que tuvo desde la colonia nos permite evidenciar el nivel de destrucción y cambio que este espacio sufrió. Por su ubicación desde inicios de la colonia este espacio no solo fue de uso residencial también fue comercial, algunas viviendas cuyas fachadas daban

hacia la plaza o hacia la rivera del río Huatanay comenzaron a presentar tiendas5.

3 A.R.C. Sección Notarios: Pedro Cervantes, Año 1558. Prot. 20, folio 725.

4 A.R.C. Sección Notarios: Antonio Sánchez. Años 1581 – 1582. Prot. 28. Folio 1076.

5 A.R.C. Sección Notarios: Joseph de Solórzano. Año 1618. Prot. 318. Folio 46v.

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Sin embargo, los cambios más notorios se registraron desde que los Jesuitas empezaron con la edificación de su residencia, en 1583 los padres de esta orden realizaron un contrato entre el procurador Pedro Rojas con Juan de Céspedes maestro batidor de oro, para proveer láminas

de pan de oro y con ello dorar los altares de la Compañía de Jesús6. Es decir, que a fines del siglo XVI, su obra estaba por concluir. Para 1601 encontramos un documento de arrendamiento que

evidencia que ellos ya contaban con cinco tiendas para alquilar en los portales7, claramente esto nos indica que los Jesuitas ya estaban ocupando su predio donde también habían construido sus viviendas con portales hacia la plaza de Armas, “al parecer se trataba de construcciones de adobe de dos niveles y cubierta de teja, cabe resaltar que estos diseños correspondían a reglas de edificación que eran regidas por el Cabildo de la ciudad” (Amado, 1998, p. 76).

En corto tiempo esta orden consiguió muchísimos adeptos y benefactores que apoyaban su obra, seleccionamos en particular las primeras donaciones que esta institución recibió pues esto le ayudó a cumplir sus fines y sobre todo permitió la adquisición y edificación de su residencia y colegio, notaremos que la mayoría de benefactores apoyan la labor educativa, que esta orden fomentó desde su llegada.

Nombre del Donante Donativo Fin de la Donación Año

Teresa Orgoñez 20, 000 pesos Edificación del colegio 1576

Juan Pancorbo 200 pesos Colegio y convento 1575

Teresa Vargas Hacienda Piccho Colegio de la trasfiguración 1576

Don Antonio Torres de Mendoza y su esposa

Haciendas - Huarypata

Para la obra educadora 1577

Manuel de Herrera y su esposa

Pesos de plataPara la edificación del

templo y convento1581

Gerónimo Costilla Pesos de plata Para la Orden Jesuita 1583

Andrés Martín Pesos de plata Edificación del colegio 1583

Francisco Moreno 250 pesosEdificación de iglesia y

colegio1584

Gerónimo Zapata 10 000 pesos Para construir los retablos 1588

Prelados Diocesanos del Cuzco

Casas y dineroPara ampliar la extensión

del predio del colegio1589 -1606

Toribio Fernández de Bustamante

100 pesos Para la obra educadora 1590

Leonor Vargas Plata corriente Construcción del colegio 1595

Leonor de Terrazas Paño de plataDecoración de la iglesia

mayor1595

Bartolomé Jimenez Bienes, tierras y

haciendasFomento de la educación 1595

Fuente: Jesús M. Covarrubias Pozo. Cuzco colonial y su arte apuntes para la historia de los monumentos coloniales del Cuzco.

Cusco: Rozas, 1958, pp. 193 – 201.

6 A.R.C. Sección Notarios: Juan de Quiroz. Año 1583. Prot. 17. Folio 178.

7 A.R.C Sección Notarios: Antonio Salas. Años 1600 – 1601. Prot. 303. Folio 307.

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Gracias a los diferentes donativos los Jesuitas adquirieron predios, como también realizaron constantes remodelaciones en sus viviendas, un ejemplo de ello es la solicitud que presentan al cabildo para edificar arcos, como lo veremos a continuación:

[…] Dicho collegio questa fundada en la plaza pública de ella y por el un lado tiene sus portales desde el guatanay hasta el lado de la iglesia e por el otro solo tiendas y le faltan portales en la qual parte quieren hazer los correspondientes en derecho a los que tiene a la otra banda […] hasta donde esta balcón grande casa que fue del señor

obispo pasado […]8

Al juzgar por los datos, la Compañía de Jesús tenía planeado edificar viviendas con arcos en el terreno donde actualmente se encuentra la capilla de Loreto pues está recién se construyó en 1651, antes de la capilla de Loreto los Jesuitas tenían allí viviendas de dos niveles con tiendas hacia la calle pero estos no presentaban portales, solicitaron al cabildo de la ciudad se les cediera un pedazo de terreno de la calle, equivalente a 3 metros y medio para poder edificarlos; a pesar que ellos alegaron que esta obra beneficiaria a los transeúntes y mejoraría la imagen de la plaza, no obtuvieron el permiso. En el popular cuadro denominado panorama de Monrroy que ilustra la ciudad antes de 1650, nos permite conocer algunos detalles tanto del colegio como del templo Jesuita, en este podemos notar que eran estructuras imponentes en el paisaje (ver imagen n°1 en anexos).

Si bien es cierto los Jesuitas fueron los vecinos más representativos de la manzana quisimos saber qué otros personajes habitaron en esta zona , tras nuestra investigación hemos podido identificar que durante el siglo XVII, la manzana contaba con siete predios , aunque cabe resaltar que entre 1625 dos de ellos ya estaban incluidos entre los dominios de los Jesuitas, los otros propietarios fueron Gregorio Gamarra, Antonio de la Raya, Sebastiana Siancas, Pedro Riquelme y el convento de la Merced que poseía un predio, para mayores detalles se elaboró un cuadro Excel que contienen datos sobre el valor de la propiedad, linderos y otros, los mismos que fueron graficados en láminas ilustrativas que nos permitirán conocer como estaba parcelada la manzana. (Ver relación de vecinos n°1 y lámina n° 1, en anexos).

Gracias a las sistematización documental, podemos indicar que desde muy temprano las viviendas de la zona en estudio albergaron tiendas, colegio, templo, tambo, como es el caso del Tambo de Potosí, que era un espacio para albergar temporalmente a los diferentes comerciantes que llegaban a la ciudad, similar a lo que hoy llamamos hospedajes, toda esta variedad muestra que fue un sector bastante dinámico, pero también podemos notar que estos nuevos usos, concadenaron trasformaciones y adaptaciones al diseño prehispánico que esta Kancha guardaba, en la documentación de archivo no se halla referencia respecto a elementos prehispánicos, solo en el ya citado panorama de Monrroy se evidencia dos estructuras que simulan recintos sin techo, ubicados hacia la actual calle Loreto, al juzgar por sus características estas posiblemente pertenecen a un periodo anterior (ver imagen n° 1 en anexos), tal parece que con el paso del tiempo las nuevas construcciones coloniales empezaban a resaltar en el paisaje.

8 A.R.C. Libro de Actas de Cabildo N° 9. Año 1610 – 1612. Folio 41.

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Otro evento significativo que promovió cambios fue el terremoto de 1650, según la evidencia documental el predio que más trasformaciones ha sufrido fue la Compañía de Jesús tal como lo describe el padre Diego Francisco: “[…] quedando pues nuestro primer templo casi arruinado y el resto nada seguro para su consistencia según el juicio de los alarifes, maestros en su arte, fue necesario derribar todo […]” (Samanez, 1998, p. 104).

Como ya lo indicamos los Jesuitas decidieron edificar estructuras que destaquen en el paisaje por ello incrementaron a su diseño anterior la Capilla de Nuestra Señora de Loreto, “obra que se inició el 28 de agosto de 1651, el proyecto estuvo a cargo de Juan Bautista Gillis” (Covarrubias, 1958, p. 204).

Esta capilla fue designada exclusivamente para adoctrinar en la fe cristiana a los naturales, es importante mencionar que los Jesuitas para conseguir más adeptos y benefactores, navegaron en todos los estratos sociales.

Desde inicios la Compañía de Jesús tenía un objetivo claro y era adquirir los inmuebles aledaños para ampliar su predio primigenio. Tras el terremoto los Jesuitas no pararon, siguieron expandiendo su territorio, entre 1673 encontramos un documento que nos deja saber detalles muy interesantes , pues los padres Jesuitas adquieren el predio del Tambo de Potosí, para esta adquisición en particular, los Jesuitas concertaron con los padres Mercedarios y realizaron un cambio de propiedades que beneficiaría a ambas instituciones, los Mercedarios cedieron el tambo de Potosí a la Compañía de Jesús a cambio de una casa con tiendas en la calle Santa Catalina, con esta propiedad los Jesuitas iban sumando sus extensiones y estas acciones no cesaron, durante la primera mitad del siglo XVIII, los Jesuitas seguían adquiriendo más predios, elaboramos un plano donde nos ilustra, que los dominios de la Compañía de Jesús habían crecido considerablemente y solo existían tres vecinos que aún conservaban sus propiedades. (Ver relación de datos numero n° 2 y lamina n° 2 en anexos).

A continuación, seleccionamos un documento que nos describirá el panorama:

[…] estando presentes […] Padre Joseph de la Barreda Rector […] y de la otra parte Don Andrés Navarro Cochaguallpa […] dijo que por quanto tiene […] unas casas de vivienda y morada en esta ciudad a las espaldas de este dicho colegio que lindan por tres partes con calles reales la una que es el callejón que baja a la plasa maior que divide el dicho colegio y monasterio de Santa Catalina de Cena y la otra que es el guatanai y la otra que sube del referido Guatanay para la puerta falsa del dicho

Monasterio de Santa Catalina para donde tiene su puerta principal […]9

Este en particular se trataba de un predio de dimensiones significativas, para adquirir este predio los Jesuitas cambiaron tres casas que tenían en la calle San Juan de Dios y

unos terrenos en el paraje de Piccho10. Cambiar varios inmuebles tan solo por una casa, nos permite evidenciar el sumo interés de la Compañía de Jesús por el predio de Andrés Navarro Cochaguallpa, hacia 1749 los Jesuitas compran otro inmueble de los herederos de

9 A.R.C. Junta de Temporalidades. Legajo 89. Año 1770 – 1815. Folio 1.

10 A.R.C. Junta de Temporalidades. Legajo 89. Año 1770 – 1815. Folio 11.

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Melchor Bravo a 1 500 pesos, con estos dos últimos predios logran su cometido, poseer toda la manzana.

Desde que los Jesuitas ocuparon el primer predio, trascurrieron aproximadamente 175 años y por fin logran ser propietarios de toda la manzana, ¿cómo lo lograron? Mediante donaciones, trueques y compras de los terrenos aledaños. Elaboramos un plano donde ilustra este proceso de adquisición (ver lamina n° 3 en anexos).

¿Qué motivó a la Compañía de Jesús para adquirir todos los predios de la manzana?El anhelo de las diferentes órdenes religiosas era contar con amplios ambientes, patios, huertas, al respecto Burns aporta lo siguiente: “[...] Eran verdaderas ciudades dentro de la ciudad, cerradas detrás elevados muros de piedra y macizas portadas de madera […]” (Burns, 2008, p. 138).

Los Jesuitas habían adquirido la propiedad de Andrés Navarro, no solo con la idea de agrandar su predio, ellos tenían planeado construir el noviciado de la Compañía, un documento de 1748 nos informa escuetamente, que ya se venía construyendo, incluso los Jesuitas idearon abastecerse de agua desde un manantial ubicado al pie de la Cuesta del Almirante mediante

un canal subterráneo11, lo cual nos sugiere que las viviendas que Andrés Navarro vendió fueron demolidas, para edificar sobre el terreno un nuevo edificio para uso institucional, con esto evidenciamos una vez más otra intervención que sufrió está manzana.

Los Jesuitas venían cumpliendo sus aspiraciones institucionales satisfactoriamente hasta 1767 fecha en que los expulsaron y todos sus proyectos quedaron truncos, y sus propiedades pasaron al real Fisco, la investigadora Carmen Ruiz de Pardo (2005) indica que en el actual local de la Universidad se instaló el cuartel militar en donde padeció prisión Túpac Amaru II. Tras el seguimiento documental se ha encontrado también que en otro de sus predios se instaló un coliseo de gallos, entre 1791 fue administrado por Antonio Seffdar Urriarte a continuación describiremos parte del dato:

[…] que por quanto en el dia quanto […] los señores de la junta de Almonedas de la Real hazienda de estas Reales caxas […] se remató […] como yo en mayor postor en arrendamiento la casa del coliseo de gallos que antes fue Noviciado de los Jesuitas

expatriados en el varrio del Rio Guatanay […]12

Datos similares son recurrentes en la documentación de fines del siglo XVIII, como la venta de casa que hace Don Nicolás José Loaiza a Ángela Gonzales su tía el documento de

“[…] unas casas en la esquina del portal de la compañía de los regulares expatriados […]”13, esto nos muestra que a pesar que trascurrieron 20 años la gente aún los tenía en su memoria, los Jesuitas fueron mencionados con frecuencia en los comentarios cotidianos, otro detalle que podemos extraer de la información es que los nuevos propietarios empiezan a utilizar estos predios, como espacios de ocio, viviendas, cuartel, etc.

11 A.R.C. Fondo del Colegio Ciencias. Legajo 22. Año 1627 – 1771. Cuaderno 01. Folio 35 y 36V.

12 A.R.C. Sección Notarios: Agustin Chacon Bezerra. Año 1790 – 1791. Prot. 78. Folió 273.

13 A.R.C. Sección Notarios: Bernardo Joseph Gamarra. Año 1796. Prot. 121. Folio 154.

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Para concluir el periodo colonial es importante indicar que los Jesuitas tenían en mente un proyecto ambicioso, pues ellos también fueron dueños de otro terreno ubicado entre la actual calle Afligidos y Pampa del Castillo, justo al frente del ex noviciado entre 1781 era un terreno baldío como se indica en la venta de un predio que “[…] linda con el solar que se decía perteneciente a los fundos de esta dicha compañía que se ha hecho muladar y monton de

Bazura […]”14. El predio que hace referencia este dato hoy en día pertenece a la Municipalidad donde alberga las oficinas de renta y el comedor municipal. Gracias a la documentación recabada podemos resaltar, que los Jesuitas habían invertido tanto en infraestructura como adquisición de predios, puesto que su objetivo era demostrar un empoderamiento institucional y mediante sus edificaciones deseaban preponderar su trabajo y su labor ante la sociedad colonial cusqueña.

Si bien los Jesuitas ocuparon el Amarukancha, este no dejo de ser un espacio representativo de significativo valor para el mundo andino, por ello no es casual que despertara el interés de algunos caza tesoros de la época, como ya lo indicamos en la parte superior se ha evidenciado dos documentos de inicios del siglo XX, donde indican abiertamente la solicitud

para excavar en el Amarukancha con el objetivo de encontrar tesoros prehispánicos15, se desconoce los resultados de la excavación, pero el dato nos permite identificar las alteraciones drásticas que sin duda atentaron con la originalidad de esta Kancha inca, sin embargo los impactos negativos no solo se dieron durante la colonia, a continuación veremos que este proceso se registró con más fuerza, en las épocas posteriores.

Época republicana

En el padrón de censo de 1862 se registró el Cuartel de Gendarmes de la Caballería, el presidio general del sur, hacia la actual Av. el Sol se registraron cuatro viviendas y hacia la plaza de

Armas se registraron dos viviendas, en cada una de ellas habitaban entre 8 inquilinos16.

Un documento de compra venta que data de 1863, nos menciona que las tiendas de los Jesuitas en el portal de la Compañía, seguían funcionando con total normalidad algunas de estas tenían propietarios privados, tal como indica el siguiente dato:

[…] parecieron presentes Don Manuel Pablo Naola y su legitima consorte Doña Pascuala Montesinos […]mayores de edad propietarios de bienes y raíces […] dijeron que por quanto son dueños y poseedores legitimos con dominio absoluto de propiedad de una tienda de comercio con su cuarto interior ubicada en el portal denominado Compañía que es la segunda la entrar a lado del puente y penúltima bajando del lado del cuartel bajo la casa del finado Don Matias Castillo, plaza Mayor, parroquia de la matriz de esta ciudad la que les toca y pertenece por haberla otorgado por escritura otorgada ante mi el treinta de octubre último […] que venden y dan en

14 A.R.C. Sección Notarios: Miguel de Acuña. Año 1780 – 1781. Prot. 15. Folio 107.

15 A.R.C. Sección Notarios: Agustín Chacón Becerra. Año 1806 - 1815. Prot. 64. Folio 30 y 103.

16 A.R.C. Padrón de censo 1862.

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venta real […] la expresada tienda con su cuarto interior […] en precio y cuantia de

mil trecientos pesos […]17

La precisión de este dato nos permite manifestar que al parecer las tiendas en particular no sufrieron cambios tanto en el aspecto estructural y de uso, al juzgar por las fuentes tanto escritas como visuales, evidencian que aún se conservaron las estructuras coloniales que construyeron los Jesuitas después de 1650, una fotografía de 1927 nos permite ilustrar la imagen que tuvieron estas, las cuales exhibían elementos particulares de la arquitectura colonial, donde destacan los arcos de medio punto en el primer nivel. (Ver imagen n° 2 en anexos).

Durante 1890, el ejército Peruano aún ocupaba otro inmueble aledaño a los portales de la Compañía, cuya fachada daba a la plaza de Armas, esta propiedad fue adjudicada al consejo provincial para destinarlas al uso de escuelas estatales con la Ley N° 9215, sin embargo, esto no se concretó, el local continuó siendo arrendado por el ejército Peruano hasta

1938.18 Cabe precisar que los soldados no hicieron un buen uso del inmueble, en julio de 1927 el inspector de obras públicas, Manuel Pancorbo denuncia al coronel Mariano Gutiérrez por extraer piedras labradas de los cimientos y del primer anden que da a la plaza de Armas y

desmontar muros de factura prehispánica para reutilizarlos en otras construcciones19.

Estas fueron practicas muy usuales por parte de los vecinos, quienes con frecuencia adaptaban y modificaban la estructura primigenia para satisfacer sus necesidades, no solo atentando contra el patrimonio material sino que estas prácticas a menudo desestabilizaban físicamente las estructuras, otro ejemplo similar es la apertura de una puerta que realizó

la sociedad de artesanos en noviembre de 193520, donde se desmontaron piezas del muro perimétrico del Amarukancha, hacia el callejón de Loreto, hecho que fue denunciado por el Instituto Arqueológico, estas malas prácticas evidencian la trasformación del diseño original de la Kancha inca para la adaptación de nuevos espacios destinados al uso intensivo comercial e institucional; sin embargo, estos no fueron los únicos cambios, poco a poco las edificaciones de tipología colonial que se encontraban en la manzana, empezaban a ser remplazadas, por nuevos edificios como fue el Teatro Municipal, obra edificada en 1930, este edificio de concreto armado, fue diseñado por el arquitecto Fernando Shimanetz, presentaba una fachada imponente, caracterizada por la altura (Paliza, 1995). Consideramos que la presencia de este nuevo edificio descontextualizo la apariencia de la ciudad tradicional. Queda demostrado que, desde el periodo anterior algunas viviendas de uso residencial fueron adaptadas para instalar instituciones públicas en este periodo tampoco fue la excepción. La vivienda de Don Daniel

Cisneros fue modificada y adaptada para instalar la Corte Superior de Justicia del Cusco21 (creada el 01 de febrero de 1825 por Simón Bolívar sustituyendo a la Real Audiencia del Cusco) (Corte Superior de Justicia, 2007), esto nos indica que el gobierno local no consideró

17 A.R.C. Sección Notarios: Juan Clemente Jordán. Año 1863 – 1865. Prot. 144. Folio 336 y 336v.

18 Archivo de la Municipalidad del Cusco. Año 1938. Legajo 106.

19 Archivo de la Municipalidad del Cusco. Año 1927. Legajo 87.

20 Archivo de la Municipalidad del Cusco. Año 1936. Legajo 99.

21 Archivo de la Municipalidad del Cusco. Año 1952. Legajo 156.

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Amarukancha: cambios y modificaciones de una kancha inka

el equipamiento urbano tampoco promovió políticas para el cuidado del patrimonio lo cual ha generado impactos negativos en las edificaciones tradicionales.

En el Archivo de la Municipalidad del Cusco se halló un plano de planta que data de 1916, el cual fue parte de un proyecto elaborado para remodelar la cárcel pública ubicado entre la actual Av. El Sol y callejón de Loreto, este documento ilustra algunos predios que lindaban con la cárcel, como es el caso de una escuela pública, el terreno de la sociedad de Artesanos y

la propiedad del señor Valdez22, (ver imagen n° 3, en anexos). Con ello se constata, un paulatino proceso de cambio en relación al uso de suelo donde se priorizo el uso institucional.

Para 1931 la municipalidad tenía planificado construir baños públicos, en un terreno que poseía en la calle Muttuchaca hoy Av. El Sol N° 189, con acceso al callejón de Loreto, para esto se había destinado 908 m2 de terreno, realizamos un seguimiento para saber si este proyecto se concretó, pero al juzgar por los documentos revisados al parecer nunca

se ejecutó23. En este periodo existieron algunas instituciones que velaban por el cuidado del patrimonio material como es el caso del patronato de Arqueología quien en 1933, mediante un documento emitido al gobierno local, prohibía el paso vehicular en la calle Loreto y Hatun Rumiyoc, pese a ello tanto la población y el gobierno local no tomaron en cuenta la necesidad

protección a los muros prehispánicos y esta vía seguía siendo de tránsito vehicular24. Durante la revisión documental en el archivo de la Municipalidad se ha podido constatar que el propio gobierno local impulsaba proyectos e intervenciones que alteraban en cierta medida el valor histórico y monumental de este espacio, tal como lo indica un expediente de la intervención del inmueble N° 189 situado en la actual Av. el Sol, el mismo predio donde tres antes años se había planificado edificar baños públicos, este nuevo plan fue aún más ambicioso, buscaba preponderar y satisfacer las necesidades viales y comerciales, para ello la municipalidad tenía propuesto ensanchar la calle Loreto, abrir una calle alineada a la actual calle Almagro que desembocaría también en Loreto, asimismo dispuso lotizar el terreno en diez fracciones que median entre 220 a 170 m2, para edificar tiendas y ser rematados al público interesado, los precios de cada predio fluctuaban entre mil cuatrocientos a mil novecientos soles de oro, este

proyecto contaba con un plano que ilustra la intervención que se pretendía ejecutar25 (ver imagen n° 4, en anexos).

Del expediente revisado nos llama la atención que dentro del proyecto estaba estipulado demoler muros incas, menos mal el proyecto fue evaluado adecuadamente y denegado, tal como muestra el siguiente dato:

Esta considerado el ensanche de la calle de Loreto hasta la pampa del Castillo, con un ancho uniforme de 6m., tomando los terrenos de Muttuchaca, Antigua cárcel de Mujeres y la Pampa del Castillo. Este ensanche tiene entre muchos, dos objetos principalísimos,

22 Archivo de la Municipalidad del Cusco. Año 1916. Legajo 68.

23 Archivo de la Municipalidad del Cusco. Año 1931. Legajo 92.

24 Archivo de la Municipalidad del Cusco. Año 1933. Legajo 95.

25 Archivo de la Municipalidad del Cusco. Año 1934. Legajo 97.

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uno el de dar salida a la nueva calle, continuación de la puerta Falsa de la Merced, porque aquella quedaría sin salida, dado caso que quedan sobre el callejón de Loreto, por que como estos tienen en la parte delantera muros incaicos, y estos no pueden ser

tocados, la urbanización en esta parte sería imposible.26

Gracias a una evaluación adecuada por el profesional técnico, este proyecto no fue ejecutado, sin embargo, el gobierno local siempre estuvo interesado en destinar este predio para otros usos, se trataba de una casa de tipología colonial en estado ruinoso, en 1938 los miembros del consejo provincial presentaron diferentes propuestas para intervenir el inmueble, por ejemplo Miguel Rozas propuso edificar un hotel Municipal de tres niveles con tiendas en el primer piso, propuesta que fue rechazada, también se sugirió la edificación de un palacete Municipal, así mismo el gobierno Nacional bajo la Ley N° 2205, ordenó que el local fuese destinado para instalar escuelas públicas, sin embargo este edicto no fue acatado, más bien para 1939 el gobierno local optó por vender el predio a Carlos D. Gibson y Moller, gerente del banco Gibson S.A. Para 1940 la firma Gibson ya era propietaria del predio popularmente

conocido como las casas de “Muttuchaca o del Castillo.”27

Para la década de 1950 los cambios continuaron con más expectativas, tanto el gobierno local y nacional se juntan para dotar a la población de infraestructura más imponente, donde se elabora un proyecto para la edificación del palacio Judicial. Esta obra estuvo avalada bajo la aprobación del consejo de ministros, con ley N° 9125, el primer reto era conseguir el terreno para ello fue necesario expropiar los predios de la firma de Enrique Gibson S.A, junto a tres viviendas de las familias Delgado Valencia, Vizcarra y Cisneros, también se utilizaron los predios de la cárcel.

La Construcción del palacio de Justicia Cusco estuvo a cargo del consorcio Monge y Cia, constructores S.A. ingenieros. Entre ellos Abelardo Ugarte, ingeniero Ricardo Monteagudo y empresa Samanez Ritches S.A. La obra se inició en 1952 y fue inaugurada el 4 de julio de 1957 en presencia de funcionarios y autoridades nacionales y locales (Corte Superior de Justicia, 2007).

El palacio de Justicia es una obra de gran envergadura y de singular calidad en su diseño y construcción, para su tiempo fue uno de los mejores edificios públicos en el Cusco, evidencia de las obras realizadas por el gobierno nacional que marco su sello protagónico en la construcción de la ciudad. (Álvarez, 2000)

En el archivo de la Municipalidad del Cusco hallamos otro plan vial realizado en 1950

que pretendía conectar la calle Almagro con la actual calle Loreto28. Al igual que el plan vial ya propuesto en 1934 se pretendía dar prioridad al tráfico vehicular.

Tras el terremoto de 1950 se incrementaron las expectativas de cambio, promovida muchas veces por el propio gobierno local, institución que preponderaba otras necesidades

26 Archivo de la Municipalidad del Cusco. Año 1934. Legajo 97.

27 Archivo de la Municipalidad del Cusco. Año 1938. Legajo 106.

28 Archivo de la Municipalidad del Cusco. Año 1950. Legajo 144.

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más que la protección al patrimonio, menos mal este proyecto tampoco fue ejecutado porque el patronato de Arqueología lo impidió, sino hubiera significado un grave daño al patrimonio material puesto que en este sector aún conserva muros de factura prehispánica como se ha evidenciado tanto en la documentación recabada y perceptible en la actualidad.

Otro predio que fue demolido en su totalidad, fueron las tiendas que se ubicaron en el popular portal de la Compañía, tras el terremoto de 1950 se edificaron nuevas estructuras de concreto armado que albergan un teatrín y aulas destinadas a la Universidad Nacional San Antonio.

Otra intervención importante se dio en agosto de 1961, donde el gobierno local vio la necesidad de edificar un cine teatro , convocando a un concurso público para su edificación, entre

las bases del concurso estaba estipulado tener capacidad mínima para 1,400 espectadores29.

A pesar que realizamos la búsqueda de más pistas sobre este proyecto, al parecer no fue ejecutado, ya que en su lugar edificaron lo que hoy conocemos como las galerías turísticas, este nuevo bloque presentaba numerosos espacios comerciales, el arquitecto a cargo fue Domingo Cabrera, aunque el edificio fue criticado por la opinión pública, estuvo concluso para 1967; el objetivo de la edificación fue obtener ingresos económicos

de las rentas30.

Época contemporánea

Actualmente este espacio concentra los principales servicios administrativos y financieros (municipalidad, poder judicial, ministerio público, banco, etc.), ocasionando problemas de saturación, durante el 2005 se ha registrado el uso intensivo de suelo para establecer nuevos espacios comerciales, por otro lado se han incrementado los problemas de congestión

vehicular ya que para el año 2000 se registraron 24 075 unidades vehiculares transitan31 por la actual Av. Sol y la calle Maruri, causando un deterioro ambiental y urbano.

Conclusiones

A lo largo del trabajo se ha querido resaltar y dar a conocer los diferentes cambios que ha sufrido el Amarukancha, teniendo en cuenta que es un espacio prehispánico que guardaba un valor simbólico muy arraigado, nuestro objetivo era reconstruir a partir de datos de archivo, los cambios que ocurrieron desde la llegada de los españoles, donde se ha podido identificar cambios morfológicos, estructurales y físicos como también conocer ¿qué o quiénes han sido los agentes y promotores de estos cambios?, conocerlos fue importante para con ello dilucidar los motivos, tal como ha quedado en evidencia, estas trasformaciones fueron regidas por conveniencias y necesidades de los diferentes propietarios, inicialmente los Jesuitas propiciaron los cambios más significativos y en la época republicana fue la municipalidad del Cusco, quien autorizo las demoliciones del muros prehispánicos y casonas coloniales.

29 Archivo de la Municipalidad del Cusco. Año 1961 - 1962. Legajo 172.

30 Archivo de la Municipalidad del Cusco. Año 1966 – 1970. Legajo 174.

31 Plan Maestro del Centro Histórico del Cusco 2005.

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Percibir de manera cronológica la serie de transformaciones y adaptaciones que ha sufrido el Amarukancha, tiene como objetivo reflexionar sobre las practicas inadecuadas que atentaron contra el patrimonio material, conocerlas nos sirven de testimonio, pues es nuestro deber preservar las evidencias culturales para las generaciones futuras, si bien en el pasado los cambios han generado impactos negativos, es de suma importancia preservar la poca evidencia material que aún se conserva del Amarukancha.

Consideramos que un diagnostico detallado permitirá a futuro construir cambios consensuados que aporten al desarrollo cultural, donde se mantenga un equilibrio entre lo social urbano y arquitectónico.

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Referencias bibliográficas

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Archivo de la Municipalidad del Cusco

Archivo de la Municipalidad del Cusco. Año 1916. Legajo. 68. Archivo de la Municipalidad del Cusco. Año 1917. Legajo. 71 - A. Archivo de la Municipalidad del Cusco. Año 1927. Legajo. 87. Archivo de la Municipalidad del Cusco. Año 1931. Legajo 92.Archivo de la Municipalidad del Cusco. Año 1933. Legajo 95.Archivo de la Municipalidad del Cusco. Año 1934. Legajo 97Archivo de la Municipalidad del Cusco. Año 1936. Legajo 99.Archivo de la Municipalidad del Cusco. Año 1938. Legajo 106.Archivo de la Municipalidad del Cusco. Año 1950. Legajo 143.Archivo de la Municipalidad del Cusco. Año 1950. Legajo 144.Archivo de la Municipalidad del Cusco. Año 1952. Legajo 154.Archivo de la Municipalidad del Cusco. Año 1952. Legajo 156.Archivo de la Municipalidad del Cusco Año 1953, Legajo 159 (al interior paquete 1930).Archivo de la Municipalidad del Cusco. Año 1961 - 1962. Legajo 172.Archivo de la Municipalidad del Cusco. Año 1966 – 1970. Legajo.174.

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Anexos

Relación de datos:

Relación N° 1: Propietarios y predios de la actual manzana N° 4, durante el siglo XVII

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Relación N° 2: Propietarios y predios de la actual manzana N°4, durante el siglo XVIII

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Láminas

Lámina N° 1: Distribución de los predios y propietarios que albergo el Amarukancha, durante el siglo XVII

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Lámina N° 2: Distribución de los predios y propietarios que albergo el Amarukancha, durante el siglo XVIII

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Amarukancha: cambios y modificaciones de una kancha inka

Lámina N° 3: Proceso de adquisición de predios que obtuvieron los Jesuitas para extender su propiedad, en la actual manzana N° 4

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Imágenes

Imagen N° 1: Cuadro de Monrroy, escenifica el terremoto de 1650 que asolo la ciudad, en este se evidencia la distribución del predio primigenio del templo y noviciado de Compañía de Jesús, así mismo se puede identificar otros predios de la manzana en

estudio donde resalta unas estructuras sin techo que simulan recintos que difieren de las estructuras coloniales tradicionales

Fuente:www.google.com

Imagen N° 2: Fotografía que ilustra el portal de la Compañía, que presenta tiendas en el primer nivel

Fuente: Martin Chambi 1927.

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Amarukancha: cambios y modificaciones de una kancha inka

Imagen N° 3: Plano y distribución de lotes aledaños a la cárcel pública que estuvo ubicado entre la actual Av. El sol y la calle Loreto

Fuente: Archivo de la Municipalidad Provincial 1916 – legajo N° 68.

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Imagen N° 4: Plano y distribución de diez lotes correspondientes al expediente técnico del proyecto de tiendas y ensanche del callejón de Loreto propuesto por la

Municipalidad en 1934

Fuente: Archivo de la Municipalidad Provincial 1934 – legajo N° 97.