Desde muy pequeño, Cristóbal Colón se interesó por la navegación. Trabajó como grumete en muchos barcos.

Las creencias y supersticiones populares del siglo XV pensaban que más allá de España, en los mares, había multitud de

monstruos que atacaban a los navegantes.

Después de pedir ayuda para realizar los viajes, solamente la reina de España le dio a Colón el dinero que necesitaba.

El día 3 de agosto de 1492 salieron de Huelva tres carabelas: La Pinta, La Niña y Santa María, que iban a dar la vuelta al Mundo.

Navegaron varias semanas sin encontrar tierra firme y la tripulación intento regresar a España .

El 12 de octubre de 1492, el marinero Rodrigo de Triana avistó tierra: ¡Habían llegado a América!

Se encontraron con otros hombres que tenían costumbres diferentes e hicieron un intercambio de productos.

Con este viaje aprendimos mucho unos de otros, ya que desde entonces nos relacionamos e intercambiamos culturas.