El Espiritu Santo

Por el P. Cornelio Fouchier, MSF

Sacerdote-legionario de Maria, Chile

1.

“JESUS BAUTIZA CON ESPIRITU SANTO

Y FUEGO”, dice Juan el Bautista (Juan 1, 33 / Mat. 3, 11 / Hechos 1, 5) ¿Quién es el Espíritu Santo? La tercera Persona de la Santísima Trinidad, igual al Padre y al Hijo: DIOS. El Padre ama al Hijo: se expresa todo entero en El y le entrega todo (Jn. 3, 35) Por eso el Hijo es igual al Pa-dre, con el mismo poder etc. (Mt. 28, 18). También el Hijo responde al Padre en la misma forma, entregándo-se a El sin reserva alguna, todo entero (Juan 17, 7). Este vínculo de amor, de unión y comunicación entre el Padre y el Hijo es tan total y consistente, que constituye la Persona del Espíritu Santo.

D. L. nº 5-3-67-06 ORURO - BOLIVIA

JUNIO 2007 Director: Germán Mazuelo-Leytón

Consecuencia: nadie puede acercarse a / o relacionarse con el Padre ni a / o con el Hijo –conociéndolos, amándolos, orándoles, etc.- sin que el Espíritu Santo lo admita o permita o dé acceso…

Desde toda la eternidad el Espíritu Santo impregnaba el ser del Hijo, y también después cuando se hace hombre por obra del Espíritu Santo sucederá lo mismo, y Jesús estará siempre en todo sostenido por El, en toda su relación de oración con el Padre, en su búsqueda de cumplir siempre con su Voluntad y Plan de salvación.

Cuando Jesús se hace bautizar queda esto bien en claro. El Espíritu Santo aparece sobre El en forma de paloma –símbolo de la intimidad entre dos que se aman. Lucas menciona expresamente que Jesús permaneció en ora-ción al salir del agua, o sea el Padre y el Hijo están ahí en confiada comunicación.

No es así que Jesús ahí recibiera al Espíritu, no, se ma-nifestaba, y esta presencia del Espíritu sobre Jesús de-lante la comunidad creyente que esperaba al Salvador y aspiraba a la perfección, llegó a ser la señal para Juan, que Jesús era el Cordero Pascual que salvaría al pueblo de Dios de pecados y condenación. El bautismo de Juan sirvió al Padre para “testificar” sobre su Hijo y presen-tarlo ante la Comunidad de Israel, representada en esta inmensa multitud de gente piadosa y religiosa. A Jesús le sirvió para manifestar su total entrega a Dios, dando

ejemplo de concentración en Dios y de deseo de purifi-cación y renovación y conversión.

Jesús cumplió su palabra de enviarnos de parte del Pa-dre al PARÁCLITO a cabalidad el día de Pentecostés (Hechos cap. 2). Pentecostés fue la Fiesta judía de los primeros frutos de salvación – y a la vez fiesta de con-memoración de la renovación de la Alianza en el Sinaí, pero ahora la teofanía es más templada, no tan espan-tosa, cambiando sí los corazones de piedra en corazo-nes de carne (Ezequiel 36, 26). El Espíritu de Dios nos llega ahora a través de la humanidad de Cristo: como transformador bajando a 220 voltios la alta tensión di-vina.

“EL ESPIRITU DEL SEÑOR ESTA SOBRE MI, ME HA UNGIDO, IMPREGNÁNDOME, ME EMPUJA E IMPE-LE PARA SUBSANAR LOS MALES DE LA POBRE HUMANIDAD” (Lc 4). Jesús en la sinagoga de Nazaret ya predica y hace milagros y echa a los demonios. Para Jesús mismo la aparición del Espíritu sobre El junto el río Jordán, (de tanto significado para los israelitas res-pecto a entrada en la tierra prometida) que acompaña-ba a la Voz del Padre que lo declara: el humilde “Siervo de Dios” de Isaías, fue señal que debía empezar su mi-sión pública, la que desde luego debía comenzar reto-mando el momento donde la historia de salvación fue cortada por la caída en el pecado de Adán. Debía vencer al tentador, y es el mismo Espíritu Santo quien lleva a Jesús al combate de las tentaciones. (Claro, el Edén está convertido en un desierto y las bestias son ahora fieras Mc. 1) Jesús es el Nuevo Adán y también el nuevo Josué.

Juan dice en cap. 7, 39, que el Espíritu no se podía dar antes de la glorificación de Jesús. Recién cuando Jesús, ahora siendo hombre, vuelve junto a su Padre en la Resurrección, ahí sí, porque donde el Padre y el Hijo están unidos o re-unidos ahí está el Espíritu. Y efecti-vamente ya el mismo día de la Resurrección Jesús co-mienza a comunicar su Espíritu (Juan 20, 22). Y por medio de su Espíritu les hacía entender las Escrituras (Luc. 24, 27 / 24, 45 / Hechos 1, 8).

En el evangelio de San Juan Jesús empieza a hablar una y otra vez del Espíritu Santo cuando se acerca su Tránsi-to al Padre (Juan Cap. 14 - 15 -16 ) y lo llama el “PA-RÁCLITO”. Palabra difícil de traducir: es una persona a quien uno llama a que le ayude: Ayudador, Asistente, Consejero, Asesor, Abogado, Animador, Explicador o Intérprete, Intercesor. Jesús dice que nos dejará a su amparo todo el tiempo (Jn. 14, 16). Será hasta el fin del mundo, o hasta el fin de nuestros días personales. Sí, vivimos ahora la época del Espíritu Santo (la de la Igle-sia ); la del Padre fue hasta la venida del Hijo en el año 0 , y el tiempo del Hijo fue del año 1 a 33. El Espíritu Santo nos acompañará, ayudará, asistirá, animará, sos-tendrá, vigorizará hasta el fin del mundo, para poder vivir la fe en el mundo pecador no-creyente (Juan 14, 16 / 14, 25 / 15, 26 / 16, 7 y 16, 13 ).

Legión de maría

20 sugerencias para la organización de un nuevo praesidium

(segunda parte)

6. Si la parroquia cuenta con boletín, podría solicitarse poner el día y la hora de la primera reunión en el mis-mo, junto con una breve descripción de la Legión, y una invitación a los parroquianos para asistir, o, distri-buir invitaciones bien impresas.

7. Sería bueno que los fieles que vienen a la primera reunión reciban una asignación. Éste será un buen in-centivo para que ellos regresen la próxima semana a informar. Visitar una clínica o enfermos en sus casas es una salida buena, pero pueden ofrecerse las asignacio-nes más desafiantes para aquellos que las desearan.

8. Si es posible, los cultivadores experimentados deben acompañar a los nuevos reclutas en su primera asigna-ción, para mostrarles cómo la Legión hace su trabajo. Si no fuere posible, debemos asegurarnos de que los nue-vos miembros sean asignados en parejas, ya que todo trabajo de la Legión normalmente se hace en parejas. Para mantener el orden de la reunión, deben decidirse detalles acerca del día y tiempo de su asignación des-pués de la reunión.

9. El diácono, seminarista, o hermana religiosa podrí-an trabajar con los nuevos legionarios las primeras se-manas para entrenarlos. Por ejemplo, podrían tomar a un legionario con ellos para visitar enfermos en sus casas; trabajar con otro en visita a clínicas; o acompa-ñar a otro en visitas puerta a puerta. Y presentan tam-bién un informe de este trabajo si fue hecho con un legionario y asignado por el praesidium.

10. La visita puerta a puerta es el trabajo más impor-tante de la Legión, cada praesidium debe intentar em-pezar las visitas puerta a puerta con por lo menos un par de socios (presuponiendo el permiso del párroco) así como haciendo los otros trabajos. Algunos laicos son temerosos de abordar este trabajo, así que nosotros pudiéramos iniciarlos con trabajos más fáciles, como

formación religiosa, visitar clínicas, etc. La experiencia nos enseña que gradualmente ellos conseguirán el valor para ir a visitar puerta a puerta, hacer contactos calleje-ros, visitar la cárcel, o atender una librería ambulante.

11. Después de la tercera o cuarta reunión, o después de que un núcleo de personas ha tenido una regular asistencia, los praesidia deben escoger un título de Nuestra Señora para su praesidium, como ser Inmacu-lado Corazón de María, Esposa del Espíritu Santo, Nues-tra Señora de Fátima, etc., o algún título de las Letanías. Asegurándose de que no hay ningún otro praesidium en su consejo que tenga el mismo nombre.

12. Tener los ojos abiertos en las personas que pare-cen serían buenos oficiales. Ellos deben, si es posible, estar deseosos de dar un poco de tiempo extra a la Le-gión, consagrarse a Nuestra Señora, ser de fácil relacio-namiento, y sobre todo tener sentido común.

13. Los oficiales del nuevo praesidium, normalmente son escogidos por los organizadores del praesidium, después de consultarlo con el Director Espiritual. Ellos no son elegidos en el praesidium, pero son escogidos por el Director Espiritual y los organizadores (o por los oficiales del Consejo), y entonces preguntarles si gusta-rían asumir el cargo en una “base temporal” hasta que hagan la Promesa Legionaria. Hay que explicarles sus deberes detalladamente y decirles que lean la sección en el manual sobre su oficio particular. El Consejo Su-perior nombra oficiales después de haber sido analiza-do por la Directiva.

14. Es necesario lograr que el praesidium sea oficial-mente afiliado al Consejo gobernante de la legión local. Esto se efectúa cuando los oficiales nombrados asisten a las reuniones del consejo gobernante, normalmente su Curia local o Comitium. Las mismas razones para las excusas de las reuniones del praesidium se aplican al oficial que asiste a la reunión del Consejo.