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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1091/2014 QUEJOSA: ********** PONENTE: MINISTRA MARGARITA BEATRIZ LUNA RAMOS. SECRETARIA: TERESA SÁNCHEZ MEDELLÍN. México, Distrito Federal. Acuerdo de la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, correspondiente al V I S T O S; Y R E S U L T A N D O PRIMERO. Trámite y resolución del juicio de amparo. Mediante escrito presentado el diez de junio de dos mil trece, ante la Oficialía de Partes de las Salas Regionales Metropolitanas del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa, **********, por su propio derecho demandó el amparo y protección de la justicia federal contra la sentencia de once de marzo de dos mil trece emitida por la Tercera Sala Regional Metropolitana del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa, en el expediente **********, seguido por la quejosa en contra del Director General del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores al Servicio del Estado y del Subdirector General de Prestaciones Económicas y Sociales del propio Instituto. La quejosa estimó violados en su perjuicio los artículos 5o., 14, 16 y 123 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, formuló los conceptos de violación que estimó pertinentes.

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1091/2014 QUEJOSA: **********

PONENTE: MINISTRA MARGARITA BEATRIZ LUNA RAMOS. SECRETARIA: TERESA SÁNCHEZ MEDELLÍN.

México, Distrito Federal. Acuerdo de la Segunda Sala de

la Suprema Corte de Justicia de la Nación, correspondiente al

V I S T O S; Y

R E S U L T A N D O

PRIMERO. Trámite y resolución del juicio de amparo.

Mediante escrito presentado el diez de junio de dos mil trece,

ante la Oficialía de Partes de las Salas Regionales

Metropolitanas del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y

Administrativa, **********, por su propio derecho demandó el

amparo y protección de la justicia federal contra la sentencia de

once de marzo de dos mil trece emitida por la Tercera Sala

Regional Metropolitana del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y

Administrativa, en el expediente **********, seguido por la

quejosa en contra del Director General del Instituto de

Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores al Servicio

del Estado y del Subdirector General de Prestaciones

Económicas y Sociales del propio Instituto.

La quejosa estimó violados en su perjuicio los artículos

5o., 14, 16 y 123 de la Constitución Política de los Estados

Unidos Mexicanos, formuló los conceptos de violación que

estimó pertinentes.

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Por acuerdo de veinte de agosto de dos mil trece, el

Presidente del Décimo Octavo Tribunal Colegiado en Materia

Administrativa del Primer Circuito, admitió a trámite la demanda

de amparo y ordenó su registro con el número **********.

Seguidos los trámites legales correspondientes, el

Tribunal Colegiado del conocimiento, en sesión de treinta de

enero de dos mil catorce, dictó sentencia en la que resolvió

negar el amparo solicitado.

SEGUNDO. Interposición del recurso de revisión.

Inconforme con tal determinación, **********, interpuso recurso

de revisión mediante escrito presentado el diez de marzo dos

mil catorce, por lo que el tribunal colegiado del conocimiento

ordenó su remisión a esta Suprema Corte de Justicia de la

Nación.

TERCERO. Mediante acuerdo de veinticinco de marzo de

dos mil catorce, el Presidente de la Suprema Corte de Justicia

de la Nación, admitió a trámite el presente recurso de revisión

(con reserva del estudio de importancia y trascendencia) al que

le correspondió el número 1091/2014. En virtud de que la

materia del asunto corresponde a la especialidad de esta

Segunda Sala, turnó el expediente para su estudio a la señora

Ministra Margarita Beatriz Luna Ramos, ordenó radicarla en

ésta y que se hiciera del conocimiento de la autoridad

responsable y de la Procuraduría General de la República.

Por auto de uno de abril de dos mil catorce, el Presidente

de esta Segunda Sala ordenó que ésta se avocara al

conocimiento del asunto y se remitieran los autos a la Ministra

Ponente para su estudio.

C O N S I D E R A N D O:

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PRIMERO. Esta Segunda Sala de la Suprema Corte de

Justicia de la Nación resulta legalmente competente para

conocer y resolver el presente recurso de revisión, de

conformidad con los artículos 107, fracción IX, de la

Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; 83,

fracción V y 84, fracción II, de la Ley de Amparo, vigente hasta

el dos de abril de dos mil trece, en relación con el artículo

tercero transitorio de la nueva Ley de Amparo; y 21, fracción III,

inciso a), de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la

Federación; y conforme a lo previsto en el punto Primero,

fracción I, del Acuerdo 5/1999, así como en los puntos Primero,

Tercero y Quinto del diverso 5/2013, emitidos por el Pleno de

este Alto Tribunal; puesto que no se ubica en los supuestos

señalados para el conocimiento del Tribunal Pleno y se

interpone en contra de una sentencia dictada por un tribunal

colegiado de circuito en materia de trabajo, cuya materia

corresponde a la especialidad de esta Sala.

SEGUNDO. Oportunidad y legitimación. El recurso de

revisión se presentó oportunamente por así manifestarlo el

Tribunal Colegiado del conocimiento al darle entrada al recurso

de revisión (foja 27 vuelta).

La promovente del recurso de revisión es **********, quien

instó el juicio de origen y cuya sentencia definitiva, aduce,

afecta su esfera de derechos; por tanto, está legitimada para

interponerlo.

TERCERO. Antecedentes. Resulta conveniente narrar

los antecedentes del caso.

1. El dos de junio de dos mil tres, el Instituto de Seguridad

y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado

otorgó a ********** pensión por jubilación –de por vida– a

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partir del uno de mayo de dos mil tres, en cantidad de

$426.50, por haber cotizado treinta años, tres meses y

dieciocho días, precisando que sería revocada o

suspendida dicha pensión, de actualizarse los supuestos

establecidos en los artículos 51, fracción III, párrafos

tercero y quinto, 72, 79, 80 y demás relativos de la Ley del

Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los

Trabajadores del Estado, así como 46, fracción I, del

Estatuto Orgánico de ese Instituto.

2. El doce de octubre de dos mil seis, ********** presentó

ante la Subdirección de Pensiones del Instituto de

Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del

Estado, un escrito a través del cual solicitó “permiso a la

pensión por jubilación” a partir del mes de noviembre de

dos mil seis, en virtud de que la Universidad Autónoma de

Chiapas le ofreció una plaza de tiempo completo,

manifestando su deseo de reingresar al Sistema.

3. El ocho de noviembre de dos mil siete, **********

presentó ante la Subdirección General de Prestaciones

Económicas, Sociales y Culturales del Instituto de

Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del

Estado, un escrito a través del cual solicitó que:

a) Se reactivara la pensión que le correspondía.

b) Se ordenara la devolución de todas las pensiones que

fueron suspendidas, con las actualizaciones anuales

correspondientes, desde noviembre de dos mil seis, pues

a pesar de la solicitud que presentó, el derecho a percibir

una pensión es irrenunciable.

c) La pensión que se reactive se incremente con los

porcentajes del salario mínimo durante el tiempo

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transcurrido desde la fecha en que se suspendió hasta su

reactivación y devolución.

4. El seis de febrero de dos mil ocho, ********** presentó

un segundo escrito dirigido al Subdirector de Pensiones

del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los

Trabajadores del Estado, a través del cual solicitó la

reactivación de su pensión por jubilación, a partir de

febrero de dos mil ocho, toda vez que afirmó haber

renunciado a la plaza que tenía en la Universidad

Autónoma de Chiapas el veintiocho de enero de dos mil

ocho.

5. Mediante oficio ********** de veintiséis de febrero de dos

mil ocho, el Jefe de Servicios de Operación de Pagos y

Presupuesto del Instituto de Seguridad y Servicios

Sociales de los Trabajadores del Estado respondió el

escrito de seis de febrero de dos mil ocho, y comunicó

a ********** que, para la nómina de marzo, se reanudaría

el pago de su pensión y que se efectuarían trece

descuentos por la cantidad de $4,310.28 para cubrir el

adeudo que tenía con el Instituto; además, precisó que al

adeudo le fue bonificado el pago por concepto de

devolución de aportaciones.

6. El diez de abril de dos mil doce, ********** demandó la

nulidad de la negativa ficta recaída a la petición que

presentó ante el Instituto el ocho de noviembre de dos

mil siete y solicitó que se condenara al Instituto a

devolver las pensiones retenidas indebidamente; juicio

que se radicó bajo el expediente ********** del índice de la

Tercera Sala Regional Metropolitana del Tribunal Federal

de Justicia Fiscal y Administrativa.

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7. Mediante proveído de nueve de julio de dos mil doce, la

Magistrada instructora tuvo por contestada la demanda y,

por tratarse de la hipótesis prevista en el artículo 17,

fracción I, de la Ley Federal de Procedimiento

Contencioso Administrativo, corrió traslado a la actora

para que en el plazo de veinte días hábiles ampliara el

escrito inicial de demanda.

8. El dos de octubre de dos mil doce, ********** amplió la

demanda de nulidad, mientras que por oficio **********, la

autoridad dio contestación a esa ampliación.

9. Seguido el juicio por sus etapas procesales, la Sala del

conocimiento dictó sentencia el once de marzo de dos mil

trece, en el sentido de tener por acreditada la existencia

de la negativa ficta y reconocer la validez de la resolución

impugnada.

Las consideraciones que sustentan el fallo reclamado son

las siguientes:

En el considerando segundo se tuvo por demostrada la

existencia de la resolución impugnada, toda vez que la

actora exhibió la instancia no resuelta con sello original

presentada el ocho de noviembre de dos mil siete, ante el

Subdirector General de Prestaciones Económicas del

Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los

Trabajadores del Estado, sin que a la fecha de la

presentación de la demanda, la autoridad hubiera

acreditado la existencia de una resolución expresa,

habiendo transcurrido en exceso el plazo de tres meses a

que se refiere el artículo 37 del Código Fiscal de la

Federación.

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En los considerandos terceros y cuarto de la sentencia se

desestimaron las causales de improcedencia y

sobreseimiento que la autoridad hizo valer.

En el considerando quinto se determinó que, al haberse

configurado la negativa ficta, resultaba procedente

resolver el fondo del asunto; en consecuencia, en el

considerando sexto se analizaron los argumentos que la

actora hizo valer, en donde esencialmente demandó el

pago de la pensión jubilatoria que le fue otorgada y las

actualizaciones correspondientes, durante el período en el

cual realizó trabajo remunerado en la Universidad

Autónoma de Chiapas.

En el fallo se determinó que el planteamiento de la

demandante era infundado, porque el Instituto de

Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del

Estado no estaba obligado a cubrir la pensión jubilatoria

durante el tiempo en que la actora tenía un trabajo

remunerado, conclusión a la que se arribó, se dijo,

después de valorar, en términos del artículo 46 de la Ley

Federal de Procedimiento Contencioso Administrativo, las

pruebas ofrecidas por las partes (documentales e

instrumental), a las cuales se concedió pleno valor

probatorio en términos de los numerales 93, fracciones I,

II y VIII, 129 y 202, del Código Federal de Procedimientos

Civiles, así como la confesión expresa de la demandante,

conforme a los artículos 199 y 200, del mencionado

código adjetivo.

Se explicó que constituía una confesión expresa, en

términos del artículo 200 del Código Federal de

Procedimientos Civiles, lo manifestado por la actora en el

sentido de que, durante el período por el cual solicita el

pago de la pensión jubilatoria (octubre de dos mil seis a

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febrero de dos mil ocho), realizó trabajo remunerado en la

Universidad Autónoma de Chiapas.

En consecuencia, se dijo, se actualizó la hipótesis prevista

en el artículo 51 de la Ley del Instituto de Seguridad y

Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado,

vigente hasta el treinta y uno de marzo de dos mil siete,

en cuanto a la incompatibilidad de la pensión.

En esa línea argumentativa, si el trabajo desempeñado

por la actora implicó la incorporación al régimen de la Ley

del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los

Trabajadores del Estado (por tratarse de una Institución

perteneciente al Estado), el patrón debía enterar al

Instituto demandado las cuotas y aportaciones

correspondientes.

Por tanto, la demandante se ubicó dentro de las hipótesis

de incompatibilidad previstas en el artículo 51 de la Ley

del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los

Trabajadores del Estado y, por ende, es legal la

determinación de la autoridad demandada.

En la sentencia reclamada se indicó que no constituían un

obstáculo a esa conclusión, los argumentos de la actora

en el sentido de que se debe cubrir el pago de la pensión

que dejó de percibir porque reunió en su oportunidad los

requisitos establecidos en el artículo 60 de la Ley del

Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los

Trabajadores del Estado, pues no era materia de

controversia el otorgamiento de la pensión por jubilación.

Lo anterior porque la pensión se otorgó oportunamente,

como se desprendía de la copia simple del oficio emitido

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por la Delegación Norte del Distrito Federal del Instituto de

Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del

Estado, a través del cual se concedió a la actora la

pensión por jubilación a partir del uno de mayo de dos mil

tres, por haber cotizado treinta años, tres meses y

dieciocho días, de conformidad con el artículo 60 de la

Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los

Trabajadores del Estado.

Por otra parte, se dijo, tampoco asiste razón a la actora al

sostener que las pensiones son irrenunciables, ya que no

se está en presencia de esa hipótesis, toda vez que de

las constancias de autos se desprende que la litis consiste

en determinar la procedencia de obtener pensión por

jubilación y percibir un sueldo por el trabajo realizado en

la Universidad Autónoma de Chiapas.

Por tanto, la pensión jubilatoria otorgada a la actora queda

intocada, pues simplemente, como la propia demandante

lo solicitó, se suspendió durante el período en que realizó

trabajo remunerado en la Universidad Autónoma de

Chiapas, el cual estuvo sujeto a cotizaciones al Instituto

de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del

Estado.

En esas circunstancias, no se infringieron en su perjuicio

los artículos 5 y 123 de la Constitución Federal, máxime

que el otorgamiento de la pensión por jubilación y la

suspensión, se encuentran regulados por la Ley del

Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los

Trabajadores del Estado y, por ende, es legal la

resolución de la autoridad.

Se precisó que tampoco se actualizaba algún daño, ya

que a través del oficio SP-02/2378/08 de veintiséis de

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febrero de dos mil ocho, expedido por el Jefe de Servicios

de Operación de Pagos y Presupuesto, dirigido a Ana

Elizabeth García Hernández (en contestación a su

petición de reactivar la pensión por haber dejado de

laborar), le informó la bonificación por el pago por

concepto de devolución de aportaciones al adeudo con el

Instituto.

Por las razones precedentes, en el fallo reclamado se

determinó que lo procedente era confirmar la legalidad de

la resolución impugnada, en términos de la fracción I del

artículo 52 de la Ley Federal de Procedimiento

Contencioso Administrativo; determinación que constituye

el acto reclamado en este juicio de amparo.

10. Inconforme con tal determinación, la quejosa

promovió demanda de amparo directo.

En sus conceptos de violación la quejosa adujo, en

esencia, lo siguiente:

En el primer concepto de violación la quejosa

argumenta que la sentencia de once de marzo de dos mil

trece, infringe los artículos 14 y 16 de la Constitución

porque en ella únicamente se opinó que, la reclamación

formulada al Instituto –consistente en la devolución y

pago de la pensión que le fue suspendida durante el lapso

comprendido de noviembre de dos mil seis a febrero de

dos mil ocho, por el tiempo durante el cual realizó trabajo

remunerado para la Universidad Autónoma de Chiapas–,

no resultaba posible si al mismo tiempo realizaba un

trabajo remunerado en la Federación.

Refiere que en el fallo reclamado mecánicamente se tomó

en consideración lo aducido por el Instituto, en el sentido

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de que, conforme al artículo 51 de la Ley del Instituto de

Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del

Estado, existe una incompatibilidad; sin analizarse los

argumentos que formuló respecto a que cumplió los

requisitos contenidos en el artículo 60 de esa

normatividad y, por ende, no existía razón para suspender

la pensión.

La quejosa refiere que en términos del artículo 79,

fracción V, de la Ley de Amparo es procedente suplir la

deficiencia de la queja, por tratarse de la afectación de los

derechos de una trabajadora que compareció ante una

autoridad administrativa en su calidad de pensionada.

En el segundo concepto de violación, la quejosa aduce

que es inconstitucional el artículo 51 de la Ley del Instituto

de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del

Estado, abrogada el treinta y uno de marzo de dos mil

siete porque es violatorio de lo preceptuado por el artículo

5 Constitucional y las normas de seguridad social.

Que es incorrecto que en el fallo reclamado se haya

determinado que no se infringen las garantías contenidas

en los artículos 5 y 123 de la Constitución Federal, porque

el otorgamiento de la pensión y su suspensión se

encuentran regulados por la Ley del Instituto de

Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del

Estado; que, con la retención de la pensión se le causa un

perjuicio, porque no existe una real incompatibilidad, sino

que el artículo 51, párrafo tercero, de la mencionada Ley

del ISSSTE, viola las garantías constitucionales,

especialmente lo dispuesto en el artículo 5 de la Carta

Fundamental del País.

Aduce, que el artículo 5 constitucional reconoce que toda

persona goza, dentro del territorio nacional, de la libertad

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de trabajo; por ende, afirma tener derecho a dedicarse a

la actividad que le acomode, siempre que sea lícita.

Refiere que la actividad de maestra que desempeñó

durante treinta años, tres meses y dieciocho días en la

Secretaría de Educación Pública y de noviembre de dos

mil seis a febrero de dos mil ocho en la Universidad

Autónoma de Chiapas, es una actividad lícita; sin

embargo, el inciso c) de la fracción II y el párrafo tercero

del artículo 51 de la Ley del ISSSTE, la limitan como

pensionada en el espacio material de trabajo.

Afirma que frente a esa limitación legal sólo podría ejercer

su profesión en instituciones privadas o estatales que no

se encuentren incorporadas al régimen de la Ley del

Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los

Trabajadores del Estado, es decir, se le condena a

trabajar, si necesita complementar sus ingresos,

únicamente donde esa legislación lo permite.

Expone que la libertad de trabajo es un derecho humano

reconocido no sólo por la Constitución, sino por el

Derecho Internacional, para que la persona luche dentro

de un mundo normativo justo, para alcanzar con su

trabajo una subsistencia decorosa y una vida digna.

Considera que la existencia de una supuesta

incompatibilidad para recibir por un pensionado

percepciones económicas correspondientes a una

pensión y a un trabajo remunerado cuando la institución a

la que se preste el servicio se encuentre incorporada a la

Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los

Trabajadores del Estado, constituye una limitación a la

libertad de trabajo que no es permisible

constitucionalmente.

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Argumenta, que la incompatibilidad prevista en el artículo

51 de la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios

Sociales de los Trabajadores del Estado, no se da por las

siguientes razones: en primer lugar, el Instituto es un

organismo que, de conformidad con el artículo 4 de la Ley

del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los

Trabajadores del Estado, tiene personalidad jurídica y

patrimonio propios; por tanto, su patrimonio no se ve

afectado con su doble calidad de pensionada y

trabajadora, pues una Institución diferente al ISSSTE es la

que pagó por el trabajo y la otra cubre la pensión, es

decir, se trata de patrimonios distintos; en segundo lugar,

aun cuando se afectara el mismo patrimonio con el pago

de la pensión por jubilación y el pago de un salario,

tampoco habría incompatibilidad, porque tienen causas o

razones de ser diferentes. La pensión se entregaría

porque se cumplieron los requisitos para generar el

derecho a recibirla, mientras que el sueldo o salario

entregado al pensionado en su calidad de trabajador es a

cambio del trabajo realizado.

Agrega que el inciso c) de la fracción II y párrafo tercero

del artículo 51 de la Ley del Instituto de Seguridad y

Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado resulta

igualmente inconstitucional porque, conforme al artículo

5o. de la Constitución Federal, nadie puede ser privado

del producto de su trabajo, sino por resolución judicial.

Considera que se actualiza la privación del producto de su

trabajo porque las aportaciones que le fueron

descontadas de su sueldo durante treinta años, tres

meses y dieciocho días, constituyen producto de su

trabajo, con el propósito de gozar de una pensión vitalicia,

por lo que no puede privársele de ese derecho.

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El Tribunal Colegiado del conocimiento, para negar el

amparo a la quejosa consideró:

“… Que en el caso se dio la aplicación del

artículo 51 de la Ley del Instituto de Seguridad y

Servicios Sociales de los Trabajadores del

Estado, vigente hasta el treinta y uno de marzo

de dos mil siete, pues en el considerando sexto

de la sentencia reclamada se examinó ese

numeral y la Sala concluyó que desde el

momento en que la demandante realizó un

trabajo remunerado en la Universidad Autónoma

de Chiapas (institución perteneciente al Estado),

se ubicó dentro de las hipótesis de

incompatibilidad que prevé ese precepto. En

consecuencia, se encuentra justificado el

estudio de los argumentos de constitucionalidad

formulados por la quejosa.”

Al resolver lo relativo al primer concepto de violación

determinó:

Los argumentos sintetizados son infundados, porque, por

una parte, la Sala responsable no se limitó a opinar que la

reclamación formulada por la actora era infundada debido

a que realizaba un trabajado remunerado, sino que

justificó tal determinación a través de diversas

consideraciones y, por otra, sí analizó los argumentos que

la demandante formuló respecto al cumplimiento de los

requisitos establecidos en el artículo 60 de la Ley del

Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los

Trabajadores del Estado para poder disfrutar de una

pensión.

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En efecto, como se relató en el considerando séptimo de

esta ejecutoria, en la sentencia reclamada se arribó a la

conclusión de que no resultaba posible que el Instituto de

Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del

Estado cubriera a la actora la pensión jubilatoria si, al

mismo tiempo, realizaba un trabajo remunerado en la

Federación, después de valorar, en términos del artículo

46 de la Ley Federal de Procedimiento Contencioso

Administrativo, las pruebas ofrecidas por las partes

(documentales e instrumental), a las cuales se concedió

pleno valor probatorio en términos de los numerales 93,

fracciones I, II y VIII, 129 y 202, del Código Federal de

Procedimientos Civiles, así como la confesión expresa de

la demandante, conforme a los artículos 199 y 200, del

mencionado código adjetivo.

Se explicó que con la confesión expresa de la

demandante se acredita que durante el período por el cual

requiere el pago de la pensión jubilatoria (octubre de dos

mil seis a febrero de dos mil ocho) realizó trabajo

remunerado en la Universidad Autónoma de Chiapas y,

por consiguiente, se actualizó la hipótesis normativa

prevista en el artículo 51 de la Ley del Instituto de

Seguridad y Servicios de los Trabajadores del Estado,

vigente hasta el treinta y uno de marzo de dos mil siete, el

cual prevé la compatibilidad y la incompatibilidad de las

pensiones.

Confesión que se encuentra contenida en los escritos de

ampliación de demanda y de alegatos, así como en las

pruebas consistentes en los escritos de doce de octubre

de dos mil seis y seis de febrero de dos mil ocho, ambos

dirigidos al Subdirector de Pensiones del Instituto de

Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del

Estado; en el primero, solicitó permiso a la pensión por

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jubilación a partir de noviembre de dos mil seis y, en el

segundo, solicitó la reactivación de esa pensión, toda vez

que afirmó haber renunciado a la plaza que tenía en la

Universidad Autónoma de Chiapas.

En el fallo reclamado se argumentó que si el mencionado

trabajo desempeñado por la actora implicó la

incorporación al régimen de la Ley del Instituto de

Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del

Estado, por tratarse de una institución que pertenece al

Estado, entonces, existía la obligación a cargo del patrón

de enterar las cuotas y aportaciones correspondientes y,

por tanto, resultaba claro que la pensión por jubilación de

la actora se ubicaba dentro de las hipótesis de

incompatibilidad previstas por el artículo 51 de la

legislación en cita.

Además, se indicó que no constituían un obstáculo a esa

conclusión, los argumentos de la actora tendentes a

demostrar que se le debe cubrir la pensión que dejó de

percibir porque reunió en su oportunidad los requisitos

establecidos en el artículo 60 de la Ley del Instituto de

Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del

Estado; puesto que no era materia de controversia el

otorgamiento de la pensión por jubilación, en virtud de que

fue otorgada oportunamente, como se desprende de la

copia del oficio de concesión de pensión, por haber

cotizado treinta años, tres meses y dieciocho días.

Por tanto, si en la sentencia reclamada la autoridad

responsable no se limitó a opinar que la reclamación

formulada por la actora es infundada, ni tampoco se

omitió tomar en cuenta los argumentos que la

demandante hizo valer en relación con el cumplimiento de

los requisitos previstos en el artículo 60 de la Ley del

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Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los

Trabajadores del Estado, entonces el concepto de

violación es infundado.

Finalmente, la quejosa refiere que en términos del artículo

79, fracción V, de la Ley de Amparo es procedente suplir

la deficiencia de la queja, por tratarse de la afectación de

los derechos de una trabajadora que compareció ante una

autoridad administrativa en su calidad de pensionada.

Sin embargo, aun cuando la quejosa tuvo el carácter de

trabajadora, el asunto en estudio no tiene naturaleza

laboral; por tanto, no opera la suplencia solicitada, ya que

el vínculo que guarda con la autoridad demandada en el

juicio contencioso no es de naturaleza laboral, sino

administrativa; además, no se está ante la aplicación de

una ley declarada inconstitucional por la jurisprudencia de

la Suprema Corte de Justicia de la Nación, ni existe una

violación manifiesta a un derecho fundamental, ni a las

formalidades del procedimiento, tampoco se advierte que

se encuentre en una clara desventaja para su defensa en

el juicio por su condición de pobreza o marginación.

En relación al segundo concepto de violación

determinó:

En primer término, cabe precisar que se otorgó a la

quejosa una pensión por jubilación, por haber cotizado

treinta años, tres meses y dieciocho días, según se

advierte de la copia simple del oficio respectivo (foja 8 del

juicio de nulidad), documento en el cual se indicó que la

pensión sería revocada o suspendida, en caso de

actualizarse, entre otros supuestos, los previstos en el

artículo 51, fracción III, párrafos tercero y quinto, de la Ley

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del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los

Trabajadores del Estado.

De ahí que resultan jurídicamente ineficaces los

planteamientos de inconstitucionalidad que la quejosa

formula respecto del inciso c) de la fracción II del artículo

51 de la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios

Sociales de los Trabajadores del Estado, toda vez que

ese supuesto se refiere a la percepción de una pensión de

viudez o concubinato, con el desempeño de un trabajo

remunerado que no implique la incorporación al régimen

de esa Ley.

En consecuencia, los argumentos de constitucionalidad se

analizarán únicamente en relación con el artículo 51,

fracción I y en el párrafo tercero, de la Ley del Instituto de

Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del

Estado.

(…)

En ese contexto, es claro que lo dispuesto por el artículos

51, en la fracción I y en el párrafo tercero, de la Ley del

Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los

Trabajadores del Estado, no limita a la quejosa en el

espacio material de trabajo para desempeñar la actividad

lícita que mejor responda sus expectativas,

particularmente seguir su vocación como maestra,

profesión que desempeñó durante treinta años, tres

meses y dieciocho días en la Secretaría de Educación y

del mes de noviembre de dos mil seis a febrero de dos mil

ocho, en la Universidad Autónoma de Chiapas.

En efecto, lo que dispone únicamente esa disposición

normativa es que cuando algún pensionista desempeñe

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un cargo, empleo o comisión remunerados en cualquier

dependencia o entidad que impliquen la incorporación al

régimen de la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios

Sociales de los Trabajadores del Estado, deberán dar

aviso inmediatamente al Instituto, pues el incumplimiento

de lo anterior dará causa fundada al Instituto para

suspender la pensión.

Sin que lo anterior implique de alguna forma que la

quejosa solamente pueda ejercer su profesión en

instituciones privadas o estatales que no se encuentren

incorporadas al régimen de la Ley del Instituto de

Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del

Estado, es decir, contra lo aducido por la peticionaria de

amparo, no se le condena a trabajar únicamente en

instituciones privadas.

En esa línea argumentativa, la existencia de una

incompatibilidad para recibir por un pensionado

percepciones económicas correspondientes a una

pensión y a un trabajo remunerado cuando la institución a

la que se preste el servicio se encuentre incorporada a la

Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los

Trabajadores del Estado, no constituye una limitación a la

libertad de trabajo.

Cabe mencionar que la incompatibilidad encuentra

justificación en el hecho de que el pago de una pensión a

una persona que cumplió los requisitos de ley por haber

laborado los años establecidos en el ordenamiento

jurídico para tener derecho a ella, es con la finalidad de

garantizar al pensionado el pago de una cantidad líquida

con el propósito de tener un medio de subsistencia

después de su retiro como trabajador en activo.

AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1091/2014

20

Luego, si el pago de una pensión es para garantizar la

subsistencia económica de un trabajador que ha dejado

de estar en activo por haber cumplido los requisitos de

ley, entonces si un pensionista regresa a ser trabajador en

activo, la pensión debe suspenderse durante el lapso en

que ocurra ese evento, ya que su finalidad no se estaría

cumpliendo, pues se insiste en que constituye un medio

de subsistencia para el trabajador cuando ha dejado de

laborar.

En efecto, el pago de la pensión por jubilación surgió

como un derecho de los trabajadores consistente en que,

al causar baja del servicio en activo, después de haber

laborado y cotizado al ISSSTE por los años que prevé la

ley, recibirán el pago de una cuota diaria que les permita

garantizar su subsistencia, pues se presupone que no

cuentan con otros medios de ingreso para llevar una vida

digna y decorosa.

Aún más, el derecho a la pensión por jubilación no se ve

restringido por la condicionante establecida en el numeral

tildado de inconstitucional, porque la finalidad de tal

restricción no es coartar el derecho adquirido

previamente, ni por ese motivo privarlo del “fruto de su

trabajo”, ya que esa pensión sólo será suspendida

mientras tanto el trabajador vuelva a colocarse en la

situación de jubilado o pensionado, pero no constituye

una privación a sus derechos.

En el caso, debe quedar claro que no se hizo nugatorio el

derecho de la quejosa a obtener la pensión por jubilación,

tampoco desaparecen los montos por los que cotizó, ni se

disminuyó la cuota diaria pensionaria que recibía antes de

reingresar al servicio en activo, pues tan pronto como la

peticionaria de amparo informó que había causado baja

AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1091/2014

21

nuevamente, se ordenó la reanudación del pago de su

pensión.

Por esas mismas razones no se priva a la quejosa del

fruto de su trabajo, pues se insiste en que tan pronto

como causó baja nuevamente del servicio en activo, es

decir al desaparecer la incompatibilidad, se ordenó la

reanudación del pago de la pensión y, por ende, tampoco

puede decirse que se contraviene el artículo 123 de la

Constitución Federal.

(…)

En esas circunstancias, si la percepción de la pensión por

jubilación –como la concedida a la quejosa– inicia a partir

de que el trabajador ha causado baja en el servicio en

activo, entonces, si reingresa a ser trabajador en activo, la

pensión debe suspenderse durante el lapso en que ello

ocurra, tal como sucedió en la especie.

CUARTO. En virtud de que la procedencia del recurso de

revisión en el juicio de amparo directo es un presupuesto

procesal que debe examinarse de oficio, en primer término, se

estudiará esta cuestión.

Debe analizarse si el presente asunto reviste los

requisitos de importancia y trascendencia a que hace alusión el

artículo 107, fracción IX, de la Constitución Federal, así como el

punto primero del Acuerdo General Plenario 5/1999, publicado

el veintidós de junio del mismo año, para estar en aptitud de

decidir sobre la procedencia del recurso de revisión a que este

toca se refiere.

Con tal objetivo, debe tenerse presente que este Alto

Tribunal, al analizar los artículos 107, fracción IX, de la

Constitución Federal; 83, fracción V, 86 y 93, de la Ley de

AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1091/2014

22

Amparo; y 10, fracción III, y 21, fracción III, incisos a) y b), de la

Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, ha precisado

cuáles son los requisitos básicos que condicionan la

procedencia del recurso de revisión contra las sentencias

dictadas en amparo directo, en la jurisprudencia siguiente:

“REVISIÓN EN AMPARO DIRECTO. REQUISITOS

PARA SU PROCEDENCIA. Los artículos 107,

fracción IX, de la Constitución Política de los

Estados Unidos Mexicanos, 83, fracción V, 86 y 93

de la Ley de Amparo, 10, fracción III, de la Ley

Orgánica del Poder Judicial de la Federación y el

Acuerdo 5/1999, del 21 de junio de 1999, del Pleno

de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que

establece las bases generales para la procedencia

y tramitación de los recursos de revisión en

amparo directo, permiten inferir que un recurso de

esa naturaleza sólo será procedente si reúne los

siguientes requisitos: I. Que se presente

oportunamente; II. Que en la demanda se haya

planteado la inconstitucionalidad de una ley o la

interpretación directa de un precepto de la

Constitución Federal y en la sentencia se hubiera

omitido su estudio o en ella se contenga alguno de

esos pronunciamientos; y III. Que el problema de

constitucionalidad referido entrañe la fijación de

un criterio de importancia y trascendencia a juicio

de la Sala respectiva de la Suprema Corte; en el

entendido de que un asunto será importante

cuando de los conceptos de violación (o del

planteamiento jurídico, si opera la suplencia de la

queja deficiente) se advierta que los argumentos o

derivaciones son excepcionales o extraordinarios,

esto es, de especial interés; y será trascendente

cuando se aprecie la probabilidad de que la

resolución que se pronuncie establezca un criterio

AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1091/2014

23

que tenga efectos sobresalientes en materia de

constitucionalidad; por el contrario, deberá

considerarse que no se surten los requisitos de

importancia y trascendencia cuando exista

jurisprudencia sobre el tema de constitucionalidad

planteado, cuando no se hayan expresado

agravios o cuando, habiéndose expresado, sean

ineficaces, inoperantes, inatendibles o

insuficientes, siempre que no se advierta queja

deficiente que suplir y en los demás casos

análogos a juicio de la referida Sala, lo que,

conforme a la lógica del sistema, tendrá que

justificarse debidamente.”

(Novena Época, Registro IUS: 188101, Instancia: Segunda

Sala, Jurisprudencia, Fuente: Semanario Judicial de la

Federación y su Gaceta, Tomo XIV, diciembre de 2001,

Materia(s): Constitucional, Común, Tesis: 2a./J. 64/2001,

página: 315).

Del análisis de la jurisprudencia citada se evidencia que

es indispensable que concurran requisitos mínimos para que

sea procedente el recurso de revisión contra sentencias

pronunciadas en amparo directo, a saber:

1. La presentación oportuna del recurso.

2. La exposición de argumentos en la demanda de

amparo directo sobre la inconstitucionalidad de una

norma general (aún en la hipótesis de que se omita

su estudio en la sentencia), o que se haya realizado

una interpretación directa de un precepto de la

Constitución Federal en la sentencia pronunciada

por el Tribunal Colegiado de Circuito, o exista

decisión sobre dicho argumento de

inconstitucionalidad.

3. El problema de constitucionalidad debe entrañar la

fijación de un criterio jurídico de importancia y

AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1091/2014

24

trascendencia, de acuerdo con bases previstas en

acuerdos generales emitidos por este Alto Tribunal.

Ahora bien, ya quedó definido que la presentación del

recurso fue oportuna. En relación con el requisito relativo a que

en la sentencia recurrida exista un pronunciamiento sobre la

constitucionalidad de leyes o la interpretación directa de un

precepto de la Constitución Federal, o bien, que en dicha

sentencia se haya omitido el estudio de tales cuestiones,

cuando se hubieran planteado en la demanda de amparo, es

necesario precisar lo siguiente.

En la sentencia del Tribunal Colegiado del conocimiento

aparece que declaró infundados diversos conceptos de

violación en los que la quejosa hizo valer que era ilegal la

resolución de la Tercera Sala Regional Metropolitana

responsable porque el artículo 51, Párrafo Tercero de la Ley del

Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores

del Estado abrogada el treinta y uno de marzo de dos mil siete,

viola las garantías constitucionales especialmente del artículo

5o. y las normas de seguridad social de la Carta Magna; de la

misma manera, la quejosa argumentó que el inciso c), de la

fracción II y párrafo tercero del artículo 51, también es

inconstitucional porque viola el artículo 5o. de la Carta Magna.

Tal criterio, lo derivó dicho órgano jurisdiccional de la

interpretación constitucional que hizo del artículo 51, fracción I,

párrafo tercero de la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios

Sociales de los Trabajadores del Estado en relación con los

artículos 5o. y 123 de la Carta Magna.

Aspecto que al estar combatido en los agravios por la

inconforme -pues sostiene que en la sentencia recurrida existió

una errónea interpretación directa del citado precepto en

relación con el artículo 5o. constitucional y las normas de

AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1091/2014

25

seguridad social, hace procedente el presente recurso de

revisión.

QUINTO. En el recurso de revisión se hicieron valer los

agravios que enseguida se sintetizan:

El artículo 51, inciso c) de la fracción II y tercer párrafo

de la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios

Sociales de los Trabajadores del Estado, abrogada el

treinta y uno de marzo de dos mil siete, aplicable al

caso concreto, atendiendo a lo dispuesto por el artículo

décimo transitorio de la Ley vigente del Instituto de

Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del

Estado, es inconstitucional por ser contrario a los

principios generales de derecho, a la seguridad social y

contraviene lo dispuesto en el artículo 5o. de la

Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

Argumenta la recurrente, que el precepto anterior limita

la libertad de trabajo que no es permisible

constitucionalmente, ya que sólo puede ejercer su

profesión en instituciones privadas, lo que es violatorio

de los derechos humanos. Agrega, que al declararse

inconstitucional el ya citado numeral, procede la

devolución y pago de las pensiones retenidas y

demandadas comprendidas del periodo noviembre de

dos mil seis al mes de febrero de dos mil ocho.

Aduce que la existencia en esta ley combatida, de una

supuesta incompatibilidad para que un pensionado

reciba percepciones económicas correspondientes a

una pensión y a un trabajo remunerado cuando a la

institución a la que se preste el servicio se encuentre

incorporada a la Ley del Instituto de Seguridad y

Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado es

incongruente con la norma jurídica fundamental del

país, porque no se afecta el patrimonio del Instituto con

AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1091/2014

26

el nuevo salario devengado, porque este solo lo paga

la entidad para la cual se trabajó; y si bien, se trata de

percepciones que recibe una misma persona, estas

tienen causas o razones diferentes.

Sostiene, que el tratamiento incorrecto que el Tribunal

Colegiado dio al concepto de violación donde se

argumenta que con la aplicación del artículo 51, tercer

párrafo de la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios

Sociales de los Trabajadores del Estado lo priva del

producto de su trabajo, debido a que no existe

pronunciamiento sobre la pérdida de la pensión o

disminución de la cuota diaria pensionaria por todo el

tiempo que le fue suspendida, es violatorio del artículo

5 constitucional, pues se omite tener en cuenta que la

pensión que reciben los trabajadores al servicio del

Estado que se jubilan, no surge o aparece, sino que es

resultado del cumplimiento de una obligación, que

hubo de satisfacer para que naciera el derecho a su

disfrute.

SEXTO. De manera previa a dar respuesta a los

conceptos de agravio propuestos, resulta conveniente hacer las

siguientes dos precisiones:

1. El recurso de revisión en amparo directo limita su

materia al tema de constitucionalidad de leyes o de

interpretación directa de la Constitución, sin poder ocuparse de

cuestiones ajenas a esas, de conformidad con lo dispuesto por

la fracción IX del artículo 107 constitucional que claramente

establece que: “La materia del recurso se limitará a la

decisión de las cuestiones propiamente constitucionales,

sin poder comprender otras”. De ahí que los agravios

encaminados a controvertir los temas de legalidad resulten

ineficaces en esta instancia.

AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1091/2014

27

2. Se precisa que se otorgó a la quejosa una pensión por

jubilación, por haber cotizado treinta años, tres meses y

dieciocho días, según se advierte de la copia simple del oficio

respectivo (foja 8 del juicio de nulidad), documento en el cual se

indicó que la pensión sería revocada o suspendida, en caso de

actualizarse, entre otros supuestos, los previstos en el artículo

51, fracción I, párrafos tercero (antepenúltimo) y quinto

(último), de la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios

Sociales de los Trabajadores del Estado vigente hasta el treinta

y uno de marzo de dos mil siete. De ahí que resultan

jurídicamente ineficaces los planteamientos de

inconstitucionalidad que la quejosa formula respecto del inciso

c) de la fracción II del artículo 51 de la Ley del Instituto de

Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado

vigente hasta el treinta y uno de marzo de dos mil siete, toda

vez que ese supuesto se refiere a la percepción de una pensión

de viudez o concubinato, con el desempeño de un trabajo

remunerado que no implique la incorporación al régimen de esa

Ley, debiendo subsistir el reclamo exclusivamente por el párrafo

tercero de esa ley.

De la misma manera, de la lectura de la inserción del

oficio **********, se advierte que a la quejosa se le aplicó la

fracción I y párrafos antepenúltimo y último del precepto 51

de la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de

los Trabajadores del Estado, porque es en esas partes de

donde se deriva la incompatibilidad de un trabajo remunerado

de cualquier dependencia o entidad del Gobierno Federal (que

implique la incorporación al régimen obligatorio de dicho

Instituto), con la percepción de una pensión de jubilación;

Además, se impone al interesado la obligación de dar aviso al

Instituto citado en el sentido de que desempeña un cargo

remunerado que implica su incorporación al régimen indicado y

se sanciona el incumplimiento de esa obligación con la

AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1091/2014

28

suspensión de la pensión respectiva, e incluso se faculta al

Instituto indicado para efectuar tal suspensión.

En el mismo tópico, en la tesis aislada 2a. CI/2007, de

rubro: “JUBILACIÓN OTORGADA POR EL INSTITUTO DE

SEGURIDAD Y SERVICIOS SOCIALES DE LOS

TRABAJADORES DEL ESTADO. NO ES COMPATIBLE CON

EL DESEMPEÑO DE UN TRABAJO REMUNERADO QUE

IMPLIQUE LA CONTINUACIÓN O INCORPORACIÓN DEL

TRABAJADOR AL RÉGIMEN OBLIGATORIO DE LA LEY

QUE RIGE A ESE INSTITUTO”1, esta Segunda Sala de la

Suprema Corte de Justicia de la Nación interpretó

sistemáticamente el contenido del artículo 51 párrafo

antepenúltimo (tercero) de la Ley del Instituto de Seguridad y

Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado abrogada

para concluir que la pensión de jubilación es incompatible con el

desempeño de un trabajo remunerado que implique la

continuación o incorporación al régimen obligatorio de esa

legislación.

De esa tesis aislada, cuyo contenido no integra

jurisprudencia y de la disposición literal del precepto se colige

que puede suspenderse la pensión cuando el pensionado

desempeñe (por continuación o incorporación) un trabajo

remunerado sujeto al régimen de la Ley del citado Instituto.

En conclusión, los argumentos de constitucionalidad

se analizarán únicamente en relación con el artículo 51,

fracción I y en los párrafos antepenúltimo y último, de la

abrogada Ley del Instituto de Seguridad y Servicios

Sociales de los Trabajadores del Estado, en donde la

recurrente en sus agravios sostiene que es violatorio del

artículo 5o. constitucional y de la seguridad social que se

1 Novena Época. Instancia: Segunda Sala. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, tomo XXVI, agosto de 2007, página 639.

AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1091/2014

29

encuentra establecida en el artículo 123, apartado “B”, fracción

XI, inciso a).

SÉPTIMO. Ahora bien, precisadas esas dos cuestiones, y

habiéndose determinado que el recurso de revisión resultó

procedente, toda vez que en la sentencia hubo interpretación

directa del numeral 51, fracción I y en el párrafo tercero

(antepenúltimo) y quinto (último), de la Ley del Instituto de

Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado

vigente hasta el treinta y uno de marzo de dos mil siete con el

artículo 5 y 123, apartado “B”, fracción XI, inciso a) de la Ley

Suprema, esta Segunda Sala se avoca al estudio

correspondiente.

La consideración del Tribunal Colegiado de Circuito, que

contiene tal interpretación, es la que enseguida se reproduce:

“(…).lo dispuesto por el artículo 51, en la fracción I

y en el párrafo tercero, de la Ley del Instituto de

Seguridad y Servicios Sociales de los

Trabajadores del Estado, no limita a la quejosa en

el espacio material de trabajo para desempeñar la

actividad lícita que mejor responda sus

expectativas, particularmente seguir su vocación

como maestra (…) lo que dispone únicamente esa

disposición normativa es que cuando algún

pensionista desempeñe un cargo, empleo o

comisión remunerados en cualquier dependencia

o entidad que impliquen la incorporación al

régimen de la Ley del Instituto de Seguridad y

Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado,

deberán dar aviso inmediatamente al Instituto,

pues el incumplimiento de lo anterior dará causa

fundada al Instituto para suspender la pensión. Sin

que lo anterior implique de alguna forma que la

AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1091/2014

30

quejosa solamente pueda ejercer su profesión en

instituciones privadas o estatales que no se

encuentren incorporadas al régimen de la Ley del

Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los

Trabajadores del Estado (…) la existencia de una

incompatibilidad para recibir por un pensionado

percepciones económicas correspondientes a una

pensión y a un trabajo remunerado cuando la

institución a la que se preste el servicio se

encuentre incorporada a la Ley del Instituto de

Seguridad y Servicios Sociales de los

Trabajadores del Estado, no constituye una

limitación a la libertad de trabajo (...) la

incompatibilidad encuentra justificación en el

hecho de que el pago de una pensión a una

persona que cumplió los requisitos de ley por

haber laborado los años establecidos en el

ordenamiento jurídico para tener derecho a ella, es

con la finalidad de garantizar al pensionado el

pago de una cantidad líquida con el propósito de

tener un medio de subsistencia después de su

retiro como trabajador en activo. Luego, si el pago

de una pensión es para garantizar la subsistencia

económica de un trabajador que ha dejado de

estar en activo por haber cumplido los requisitos

de ley, entonces si un pensionista regresa a ser

trabajador en activo, la pensión debe suspenderse

durante el lapso en que ocurra ese evento, ya que

su finalidad no se estaría cumpliendo, pues se

insiste en que constituye un medio de

subsistencia para el trabajador cuando ha dejado

de laborar. En efecto, el pago de la pensión por

jubilación surgió como un derecho de los

trabajadores consistente en que, al causar baja del

servicio en activo, después de haber laborado y

cotizado al ISSSTE por los años que prevé la ley,

AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1091/2014

31

recibirán el pago de una cuota diaria que les

permita garantizar su subsistencia (...) el derecho

a la pensión por jubilación no se ve restringido por

la condicionante establecida en el numeral tildado

de inconstitucional, porque la finalidad de tal

restricción no es coartar el derecho adquirido

previamente, ni por ese motivo privarlo del “fruto

de su trabajo”, ya que esa pensión sólo será

suspendida mientras tanto el trabajador vuelva a

colocarse en la situación de jubilado o

pensionado, pero no constituye una privación a

sus derechos (...) al desaparecer la

incompatibilidad, se ordenó la reanudación del

pago de la pensión (...) tampoco puede decirse

que se contraviene el artículo 123 de la

Constitución Federal. En efecto, el artículo 60 de la

Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales

de los Trabajadores del Estado, dispone lo

siguiente: “Artículo 60. Tienen derecho a la pensión

por jubilación los trabajadores con 30 años o más de

servicios y las trabajadoras con 28 años o más de

servicios e igual tiempo de cotización al Instituto, en

los términos de esta Ley, cualquiera que sea su edad,

no siendo aplicables a éstas los dos últimos

porcentajes de la tabla del artículo 63. La pensión por

jubilación dará derecho al pago de una cantidad

equivalente al 100% del sueldo que se define en el

artículo 64 y su percepción comenzará a partir del día

siguiente a aquél en que el trabajador hubiese

disfrutado el último sueldo antes de causar baja.” De

este precepto legal se obtiene, en lo conducente,

que tendrán derecho a la pensión por jubilación

los trabajadores que cumplan los requisitos que

en él se enuncian, cuya percepción comenzará a

partir del día siguiente a aquel en que el trabajador

hubiese disfrutado el último sueldo antes de

AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1091/2014

32

causar baja. En esas circunstancias, si la

percepción de la pensión por jubilación –como la

concedida a la quejosa– inicia a partir de que el

trabajador ha causado baja en el servicio en

activo, entonces, si reingresa a ser trabajador en

activo, la pensión debe suspenderse durante el

lapso en que ello ocurra, tal como sucedió en la

especie. (...)”

En contra de esta determinación ─a la que se limita el

recurso de revisión en análisis─ la parte inconforme plantea,

sustancialmente, que el tribunal a quo hizo una interpretación

indebida del texto constitucional, ya que el artículo 51, fracción

I, y en el párrafo tercero (antepenúltimo), de la Ley del Instituto

de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del

Estado vigente hasta el treinta y uno de marzo de dos mil siete

contraviene el artículo 5o. y la seguridad social (artículo 123,

apartado “B”, fracción XI, inciso a) de la Constitución Política de

los Estados Unidos Mexicanos.

En sus agravios reitera que la interpretación de la norma

constitucional necesariamente conlleva a determinar que limita

a la quejosa en el espacio material de trabajo para desempeñar

la actividad lícita que mejor responda sus expectativas,

particularmente seguir su vocación como maestra, profesión

que desempeñó durante treinta años, tres meses y dieciocho

días en la Secretaría de Educación y del mes de noviembre de

dos mil seis a febrero de dos mil ocho, en la Universidad

Autónoma de Chiapas.

Pues bien, contrariamente a lo que se afirma en el recurso

en revisión, esta Segunda Sala considera que la interpretación

constitucional realizada por el Tribunal Colegiado de Circuito es

correcta, por cuanto a que el artículo 51, fracción I y el párrafo

tercero (antepenúltimo), de la Ley del Instituto de Seguridad y

AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1091/2014

33

Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado vigente hasta

el treinta y uno de marzo de dos mil siete no contraviene los

artículos 5o. y 123, apartado “B” constitucionales.

Con el propósito de motivar adecuadamente esta

conclusión, como punto de partida, conviene tener en cuenta

que el artículo 51, fracción I, en los párrafos antepenúltimo y

último de la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales

de los Trabajadores del Estado, precepto que se tilda de

inconstitucional, dice lo siguiente:

"Artículo 51. Las pensiones a que se refiere este

capítulo son compatibles con el disfrute de otras

pensiones, o con el desempeño de trabajos

remunerados, de acuerdo a lo siguiente:

I. La percepción de una pensión por jubilación, de

retiro por edad y tiempo de servicios o por

cesantía en edad avanzada, con:

En el caso de las fracciones anteriores, la suma de

las cuotas no podrá exceder de la cantidad fijada

como cuota máxima, en los términos del artículo

57.

Cuando algún pensionista desempeñe un cargo,

empleo o comisión remunerados en cualquier

dependencia o entidad que impliquen la

incorporación al régimen de la ley, salvo los casos

de excepción ya contemplados en este artículo,

deberá dar aviso inmediato al instituto, igual

obligación tendrá cuando se le otorgue otra

pensión. El incumplimiento de lo anterior dará

causa fundada al instituto para suspender la

pensión.

AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1091/2014

34

Fuera de los supuestos legales enunciados no se

puede ser beneficiario de más de una pensión.

Si el instituto advierte la incompatibilidad de la

pensión o pensiones que esté recibiendo un

trabajador o pensionista, éstas serán suspendidas

de inmediato, pero se puede gozar nuevamente de

las mismas cuando desaparezca la

incompatibilidad y se reintegren las sumas

recibidas, lo que deberá hacerse en el plazo y con

los intereses que le fije el instituto, que no será

mayor del 9% anual y en un término que nunca

será inferior al tiempo durante el cual las estuvo

recibiendo. Si no se hiciese el reintegro en la

forma señalada, se perderá todo el derecho a la

pensión."

Como se puede apreciar, el precepto impugnado hace

referencia a la compatibilidad de las pensiones señaladas

expresamente en ese capítulo, con el disfrute de otras o con el

desempeño de trabajos remunerados, asimismo, en la fracción I

y en la parte que le causa agravio a la quejosa (párrafos

antepenúltimo y último) establece que cuando algún pensionista

desempeñe un cargo, empleo o comisión remunerados en

cualquier dependencia o entidad que impliquen la incorporación

al régimen de la ley, salvo los casos de excepción ya

contemplados en dicho artículo, deberá dar aviso inmediato al

Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores

del Estado, igual obligación tendrá cuando se le otorgue otra

pensión, pues el incumplimiento de lo anterior dará causa

fundada al Instituto para suspender ésta y fuera de los

supuestos legales enunciados no se puede ser beneficiario de

más de una pensión; que si el Instituto advierte la

incompatibilidad de la pensión o pensiones que esté recibiendo

un trabajador o pensionista, serán suspendidas de inmediato,

AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1091/2014

35

de las que se puede gozar nuevamente de las mismas cuando

desaparezca la incompatibilidad y se reintegren las sumas

recibidas en los términos señalados.

Por su parte el artículo 5o. de la Constitución Política de

los Estados Unidos Mexicanos señala:

“5o. A ninguna persona podrá impedirse que se

dedique a la profesión, industria, comercio o

trabajo que le acomode, siendo lícitos. El ejercicio

de esta libertad sólo podrá vedarse por

determinación judicial, cuando se ataquen los

derechos de tercero, o por resolución gubernativa,

dictada en los términos que marque la ley, cuando

se ofendan los derechos de la sociedad. Nadie

puede ser privado del producto de su trabajo, sino

por resolución judicial.

La Ley determinará en cada Estado, cuáles son las

profesiones que necesitan título para su ejercicio,

las condiciones que deban llenarse para obtenerlo

y las autoridades que han de expedirlo.

Nadie podrá ser obligado a prestar trabajos

personales sin la justa retribución y sin su pleno

consentimiento, salvo el trabajo impuesto como

pena por la autoridad judicial, el cual se ajustará a

lo dispuesto en las fracciones I y II del artículo

123.

En cuanto a los servicios públicos, sólo podrán

ser obligatorios, en los términos que establezcan

las leyes respectivas, el de las armas y los

jurados, así como el desempeño de los cargos

concejiles y los de elección popular, directa o

indirecta.

AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1091/2014

36

Las funciones electorales y censales tendrán

carácter obligatorio y gratuito, pero serán

retribuidas aquéllas que se realicen

profesionalmente en los términos de esta

Constitución y las leyes correspondientes. Los

servicios profesionales de índole social serán

obligatorios y retribuidos en los términos de la ley

con las excepciones que ésta señale.

El Estado no puede permitir que se lleve a efecto

ningún contrato, pacto o convenio que tenga por

objeto el menoscabo, la pérdida o el irrevocable

sacrificio de la libertad de la persona por cualquier

causa.

Tampoco puede admitirse convenio en que la

persona pacte su proscripción o destierro, o en

que renuncie temporal o permanentemente a

ejercer determinada profesión, industria o

comercio.

El contrato de trabajo sólo obligará a prestar el

servicio convenido por el tiempo que fije la ley, sin

poder exceder de un año en perjuicio del

trabajador, y no podrá extenderse, en ningún caso,

a la renuncia, pérdida o menoscabo de cualquiera

de los derechos políticos o civiles.

La falta de cumplimiento de dicho contrato, por lo

que respecta al trabajador, sólo obligará a éste a la

correspondiente responsabilidad civil, sin que en

ningún caso pueda hacerse coacción sobre su

persona.”

El citado precepto contiene una garantía de libertad, a

saber, la libertad de trabajo u ocupacional y, en el tercer párrafo

AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1091/2014

37

que interesa en este asunto, establece que el trabajo debe ser

voluntario y remunerado; sin embargo, del texto constitucional

únicamente se desprende que esa remuneración debe

corresponder al trabajo personal prestado por una persona, sin

que se toque el tema de las pensiones y de manera concreta, el

derecho de un pensionado a seguir recibiendo la pensión

correspondiente después de que reingrese al servicio activo en

una dependencia del gobierno que implique su incorporación a

la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los

Trabajadores del Estado; en consecuencia, el artículo

controvertido no transgrede el artículo 5o. constitucional, toda

vez que no se aprecia que de alguna manera limite o coarte la

libertad de trabajo, por el contrario, establece algunos

lineamientos específicos que deben observarse en el

desempeño de los trabajos remunerados, cuando de antemano

exista el carácter de pensionista en la figura del trabajador que

se reincorpora al servicio activo.

Los debates que se verificaron en el Congreso

Constituyente de mil novecientos dieciséis y mil novecientos

diecisiete, no revela intención alguna del Constituyente de

consignar en favor de los trabajadores una prestación en dos

etapas, una presente y otra futura (jubilación), sino únicamente

aquella que corresponde al trabajo actual.

Los debates más ilustrativos sobre el tema en cuestión

son los siguientes:

“Sabemos que se han instituido, que se han

formado en la mayor parte del mundo, como en

México, organizaciones obreras que persiguen un

ideal, el mismo que señaló en 57 la Carta Magna:

la justa retribución y el pleno consentimiento. Los

sindicatos de oficios, las uniones obreras de todas

aquellas corporaciones de trabajadores que hacen

AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1091/2014

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resistencia al capital, van tras de un objetivo:

alcanzar el máximo de remuneración contra la

ambición del capitalista, que es alcanzar el mínimo

del salario; obtener la máxima jornada entre ellos

y las ocho horas de trabajo, contra la ambición del

capitalista; el trabajo de sol a sol. El sindicalismo,

como otras corporaciones obreras, tiene para

obtener el concurso de todos los trabajadores,

una tendencia, quitar toda clase de prejuicios

religiosos a sus adherentes para que se entreguen

en cuerpo completo o en alma, si existe,

completamente a un solo fin: a evitarse de la

explotación. Así se habían organizado en México,

en Veracruz, particularmente, las organizaciones

obreras, cuando desde Coahuila el ciudadano

Venustiano Carranza proclamaba la revolución

social, y recuerdo, entre otras cosas, que como

aquello era sorprendente, mi patrón, no diré mi

explotador, porque nunca he permitido que me

exploten los dueños de las casas en que trabajo,

se preguntaba a sí mismo e interrogaba a algunos

compañeros que estaban allí: ‘¿y qué es la

revolución social?’. Una de las personas que allí

asistían contestó: ‘que tú hagas partícipe de tus

utilidades a tus trabajadores, para que estos

obtengan un mejoramiento efectivo; que no los

exprimas, que no los ultrajes. Esto en lo que a ti se

refiere, una de las partes de la revolución social

que encabeza Venustiano Carranza’. Mi patrón

contestó: ‘Si el procedimiento es exagerado yo no

entregaré el taller de imprenta que exploto, a mis

obreros, para que ellos se satisfagan de si lo que

les pago es justo o injusto’. Así las cosas, señores

diputados, llegó la revolución a Veracruz. Las

organizaciones obreras, casi muertas, casi

asfixiadas por tiranías anteriores, empezaron a

AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1091/2014

39

florecer. El general Aguilar uno de los primero

gobernantes, o el primer gobernador de Veracruz

del constitucionalismo, comenzó a proteger a los

trabajadores y a fomentar la organización

sindicalista. Entendimos cuál era entonces la

revolución social: que los obreros se agruparan

para defenderse de la explotación. Hicimos

propaganda y nos agrupamos al

constitucionalismo, y vimos en su bandera la

verdadera, la efectiva insignia de las libertades del

pueblo trabajador. ---. Nos consagramos

enteramente a todo lo que fuera

constitucionalismo, y desde entonces juramos ser

amigos de los amigos del constitucionalismo, de

sus hombres y declararnos enemigos, a pesar de

toda persecución y de toda amenaza, de los

enemigos del constitucionalismo: creo que todo el

pueblo trabajador de Veracruz ha cumplido. ---.

Coincidiendo con esa fecha, otra organización

importante, otra organización profunda en sus

pensamientos, alta en sus aspiraciones y

enérgicas en sus procedimientos, florecía también

en México, es decir, en la capital: la Casa del

Obrero Mundial. La Casa del Obrero Mundial,

posteriormente tan perseguida, pero en su origen

tan fabulosamente encaminada por quienes

querían que la revolución constitucionalista fuera

radical en sus procedimientos y alcanzara

efectivamente el mejoramiento de México. Y

partieron de México los batallones rojos, dieron su

contingente de sangre y fueron repartiendo balas

para los traidores, enseñanzas para el pueblo

oprimido y se repartieron por todo el haz de la

República en comisiones de propaganda,

buscando adherentes a la bandera del ciudadano

Carranza y buscando sangre que verter al lado de

AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1091/2014

40

la causa constitucionalista y contra Huerta. Ésa es

la labor de la Casa del Obrero Mundial, pese a sus

enemigos y pese a sus detractores. Los

trabajadores de Veracruz, como los trabajadores

de la República, aceptaron los procedimientos de

la Casa del Obrero Mundial, siguieron sus pasos

para aplastar al enemigo común, al militarismo de

profesión, al capitalista y al clericalismo que

oprime, eternamente maldecido. Enemigos todos

los trabajadores de esta trilogía maldita, fueron

alcanzando en favor del constitucionalismo todas

las victorias que se conocen. El Ébano, Tonilipa y

Celaya están regados con sangre de obreros

organizados. Con sangre de los obreros no sólo

del campo, que siempre han estado dispuestos a

arrancar de su pecho la pesada loza de opresión

del capitalista, no solamente el que está dispuesto

a escuchar siempre la voz de rebeldía de un buen

general, de un buen orador o de un buen

libertador, el trabajador organizado escuchó la

palabra, y no un carpintero, no un albañil, sino

todos los albañiles en sindicato, todos los

carpinteros y electricistas en sindicato, siguieron

a la revolución constitucionalista, lo que quiere

decir que se hacía labor y obra esencialmente

revolucionaria y algunos de aquellos hombres

ofrendaron su sangre junto a Pablo González al

lado de Álvaro Obregón. Estas organizaciones

obreras perseguían la justa retribución y el no

trabajar sin su pleno consentimiento. Los

trabajadores organizados, como los que se

mantienen alejados de toda organización, los que

pudiéramos llamara aislados, siempre iban tras

esa finalidad. Esa es su única objeción, la que

señala el artículo 5º de nuestra Constitución, tal

como lo pusieron los constituyentes de 57; pero el

AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1091/2014

41

artículo 5º, señores diputados, es perfectamente

vago. No ha asentado el criterio acerca de lo que

es justa retribución, no ha definido cuál es el

pleno consentimiento. ---. Los compañeros

obreros y los diputados que traen comisiones o

promesas o compromisos respecto de obreros, si

han estudiado el asunto a fondo, saben

perfectamente que el pleno consentimiento no

estriba en aceptar determinada cantidad en

metálico, en numerario, yendo a cualquier oficio.

Todos ellos saben también que la justa retribución

no está en que el hombre la acepte para justificar

que el patrón la considera justa. Quienes conocen

las fábricas textiles de Orizaba; quienes conocen

los ingenios de la costa, como toda clase de

industrias en donde hay gran número de

trabajadores, como en la pequeña donde hay tres

o cuatro, saben perfectamente por qué el

trabajador se conforma a veces con determinada

cantidad de salario. No es la justa retribución

aquella que se acepta en virtud de que hay libre

concurrencia; no es aquella que se acepta como

justa la que está originada en al competencia de

otros compañeros de trabajo; no es justa

retribución aquella que se obtiene porque no hay

otro medio más que soportar, en virtud de

infinidad de circunstancias, aquel mismo salario.

En Orizaba los trabajadores, y esto lo sabe

perfectamente el compañero señor general Jara,

hay millares de hilanderos en los tróciles y en

todos los departamentos, que obtienen

progresivamente de quince hasta menos de un

peso diariamente y que están trabajando allí hace

muchos años. La sola circunstancia, es decir, el

solo hecho de que hayan permanecido durante

todo ese tiempo, ¿significa que están conformes

AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1091/2014

42

con ese salario para estimarlo justo? ¿Quiere

decir que, porque no ha habido otro propietario de

esas fábricas que haya sido más desprendido, que

haya tenido mayor de liberalidad para

corresponder los esfuerzos del trabajador, no

haya otorgado un aumento, ha sido obstáculo para

que no haya podido aumentarse ese salario, y el

peón o el hombre que trabaja allí considere

exactamente justo ese salario? ¿Es pleno

consentimiento aceptar diez centavos como

remuneración porque haya el peligro de que otro

venga a pedir ocho? ¿Es justa la remuneración en

el punto de Veracruz, por ejemplo, donde acuden

diversos compañeros de la República, porque

saben que el pueblo que ha padecido menos con

la Revolución, en busca de trabajo? ¿Es justa esa

retribución, repito, porque haya quien pida menos

y haya que conformarse con lo menos posible?

Alguna vez escuché allí mismo, en el puerto de

Veracruz, esto que parecía razón a quien la emitía:

‘ustedes no pueden evitar, nos decía a los

sindicalistas, que un carretillero, que un cargador,

que un albañil ofrezcan sus servicios por menos

precio que otro de ustedes, porque considera

justa la retribución de diez centavos, y nosotros, al

pagar los diez centavos, entendemos que tiene

pleno consentimiento de aceptarlos’. Es decir, su

criterio era que el pleno consentimiento y la justa

retribución tiene su origen en las circunstancias

de competencia entre los trabajadores. Los

trabajadores, para no cansar más sobre este tema,

creemos que es muy diferente la acepción o la

definición de lo que es pleno consentimiento y

justa retribución. Si alguna vez, compañeros,

ciudadanos diputados, tuvierais la paciencia de

escuchar el compañero Góngora, él os ilustraría

AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1091/2014

43

acerca del proceso del trabajo desde que el oficio

se inició; se inició desde que la industria particular

o de familia, se convirtió en industria centralizada;

cómo ha ido progresando sucesivamente en su

mejoramiento el trabajador, desde que se le

consideraba indigno de pertenecer a la clase igual

a los demás hombres adinerados, a la clase igual a

los demás hombres adinerados, hasta que se le

fue concediendo progresivamente ese derecho. De

esclavo a siervo, de siervo a plebeyo, ha venido

siendo nuestro compañero en el campo y en la

ciudad, el eternamente explotado, y los diferentes

compañeros trabajadores que han venido a hacer

uso de la palabra, se acercan por momentos al

origen de la cuestión, se acercan a la llaga, en

donde deben poner los dedos para curarla, a los

que quieren tratar la cuestión desde su origen,

porque todo lo que se refiere a las ocho horas de

trabajo, el descanso hebdomadario y que se

prohiba el trabajo de la mujer y los niños durante

las noches, me parece muy secundario, mientras

que no se fije en la Constitución cuál es el pleno

consentimiento y la justa retribución. Yo quisiera

que en esta cámara, ya que hay hombres

suficientemente ilustrados, definieran este punto

para que se ilustrara la asamblea ahora que la

comisión va a dictaminar, cuál es ese pleno

consentimiento originado por una circunstancia de

igualdad, no por una circunstancia o por un

estado, por un medio ambiente que obliga al

trabajador a aceptar cualquier cantidad por la

competencia misma. En síntesis, estimamos que

la justa retribución sea aquella que se base en los

beneficios que obtenga el capitalista. Soy

partidario de que al trabajador, por precepto

constitucional, sele otorgue el derecho de obtener

AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1091/2014

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un participación en los beneficio del que lo

explota. La participación en los beneficio quiere

convenio libre, expreso o tácito, en virtud del cual,

el patrono da a su obrero o dependiente, además

del salario, una parte de los beneficios, sin darle

participación en las pérdidas. Si esto no es la justa

retribución, yo quiero que alguien la venga a

definir aquí, para que el artículo 5º no esté lleno de

reglamentaciones, sino que en las cuatro líneas

que deben expresarlo, como precepto

constitucional, debe quedar sentado lo que es

justo, a fin de que no quede tan bao (sic) como

aparece en la constitución de 57, y aún haya más;

que no quede como desde que se comenzó a

explotar a los trabajadores, desde que el mundo

existe. ---. De esta manera, podríamos discutir si la

participación de los beneficios es viable y es justa.

---. (…) ---. El Licenciado Zubarán reglamenta el

trabajo; pero no establece cuál es el salario justo,

cual es el pleno consentimiento, y el artículo 5º de

la Constitución, señores diputados, si prestáis

atención a las palabras de un trabajador, merece

suficientemente la atención de vosotros para que

deje sentado un criterio en esta asamblea, que no

le deje vago. Decir: ‘nadie trabajará sin la justa

retribución y sin su pleno consentimiento’, es

dejar el mismo campo amplio que se dejó desde

1857. Hasta la fecha, nadie ha recibido la justa

retribución, hasta la fecha, nadie ha trabajado con

su pleno consentimiento, y eso es causa de

disgusto. (Demostraciones de impaciencia de la

asamblea). Cuando se trata, señores diputados, de

cuestiones de trabajo, de los que están

únicamente encargados de la defensa de los

trabajadores, no es posible que haya completa

amenidad en el lenguaje, no es posible que haya la

AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1091/2014

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expresión elegante en el lenguaje de quienes son

trabajadores, de quienes sufren únicamente y no

están dedicados al estudio de la retórica y

únicamente expresan sus ideas por lo que han

sufrido. (Aplausos). El general Alvarado, en

Yucatán, dijo lo siguiente: (Leyó). ---. Esta es una

expresión más feliz que todo lo que de una manera

tan mala he dicho. Está comprendido en el espíritu

de esas frases que debe haber una justa

retribución que no sea el salario mínimo, ni ningún

salario; que varios sociólogos estiman normal lo

que salva a un pueblo del problema económico.

En Orizaba ustedes saben que es la cuna, que es

una de las partes de la nación donde el trabajador

ha realizado o de donde arrancan todas las

reivindicaciones del trabajador, que ha derramado

su sangre en huelgas sangrientas; que se ha

lanzado sobre toda consideración de familia y toda

consideración personal para lanzar su grito y

arrojarse sobre las bayonetas para recibir las

balas de los dictadores, clamando esa justa

retribución, y la justa retribución no la ha

alcanzado hasta nuestros días el obrero de

Orizaba, ni ningún obrero de la República, ni

ningún obrero de todo el universo. Los sindicatos

en toda su historia sangrienta, no han obtenido de

ninguna legislación, de ningún congreso, de

ningún gobierno, la definición de qué cosa es

justa, de qué cosa es justa, de qué cosa será

suficiente para subsistir, y si como dije al

principio, el ingeniero Góngora ha de ser oído

aquí… (Voces: ¡No!, ¡No!) Y si tenéis paciencia

para oírlo, ha de relatar todo el proceso de lo que

el trabajador ha sufrido. Esto es importante que lo

conozca la asamblea constituyente. (Sigue

leyendo). ---. Esto dice cómo se resolverán las

AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1091/2014

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dificultades obreras, después de haber atravesado

el trabajador por esa etapa de anarquía y de

situación caótica; cuando los trabajadores han

destruido tales, cuando han incendiado fábricas,

cuando se han entregado a toda clase de excesos,

entonces los señores capitalistas aceptan toda

clase de excesos, entonces los señores

capitalistas aceptan toda clase de

representaciones y van hacia el camino de la justa

retribución. No he vertido nada que signifique

novedoso, que signifique palabrería que

entretenga a los espectadores; no he producido

más que una idea entre la mayoría de los

trabajadores, y si a esta idea, por mala expuesta

que esté, por muy inútil que se considere su

desarrollo, se le sesea, queda impresa en el alma,

que viene a representar a millares de almas, esta

otra idea, muy desgraciada por cierto: de que si se

tratara por medio de mis labios de asuntos

políticos, atacando a la izquierda o a la derecha,

habría aplausos y seseos. Acerca del malestar de

nuestros trabajadores en la República Mexicana,

ha habido algo muy triste: que empleados

contratados desde México en París, vengan a

externar sus iras, que pintan muy de relieve, es

decir, que ponen muy de relieve cuál es la

desgracia de la inmensa mayoría de los

trabajadores del campo y de la ciudad. Por

cuestión de la guerra europea, por odios de raza,

en las fábricas de Orizaba se ha expulsado a un

trabajador extranjero en momentos en que, por el

hecho de tomar un buque, ha peligrado su

existencia, pues la nación enemiga de ese obrero

expulsado procuraría dinamitar el buque,

torpedarlo, para que fuera un enemigo menos. Ese

trabajador extranjero, de apellido, Delfus,

AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1091/2014

47

encargado de lo que en las fábricas de hilados y

tejidos se llama, como ustedes quieran, porque no

me acuerdo, ha sido expulsado de esa fábrica,

pero antes de retirarse, para que lo supiera el

gobernador del Estado de Veracruz, ha hecho una

declaración que contiene más de cien palabras

que os voy a decir… (Voces ¡No! ¡No!) ¿Cien

palabras os asustan, cuando una sola palabra

necesita el trabajador de ustedes para que se

salve?… (Leyó). ---. Las firmas son auténticas y

aquí está la expresión de un obrero extranjero que,

compadecido de los nuestros, lanzaba, es decir,

externaba su opinión antes de retirarse a su país.

Esto es cuanto puede decirse en materia de

insuficiencia de salario por parte de nosotros

trabajadores, y dice: Vosotros aumentaréis diez

centavos a esos trabajadores, dice, aumentaréis

un peso, así, arbitrariamente, sin estudiar los

beneficios de esa compañía, y entonces

provocaréis que la misma compañía obtenga del

gobierno o lo imponga por su sola voluntad, un

aumento en la manta, que habrá de pagar más

tarde ese mismo operario a los más altos preciso,

por haber pedido un solo aumento. Por tanto, no

es así como se busca la justa retribución; por

tanto, señores, en recompensa del sufrimiento que

me causa provocar a mi vez otro sufrimiento con

ustedes por escucharme, reflexionad que el

artículo 5º no admite reglamentaciones, no admite

que se impongan ocho horas de trabajo como

jornada máxima ni determinada cantidad como

salario mínimo, ni que no trabajen las mujeres y

los niños por las noches, ni que haya comités de

conciliación y arbitraje; lo que debe señalar como

principio de constitucionalidad, después de

discutido o si alguien dé felizmente la idea o

AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1091/2014

48

define cuál es esa justa retribución, que nadie ha

definido hasta el presente, pero que ha provocado

algo muy triste, ha provocado, señores, que en

determinados momentos, yendo los trabajadores

tras esa justa retribución, no queriendo trabajar

con el pleno consentimiento que aparece de

someterse a una ampliación de la ley de 1862 o de

una necesidad del estómago, haga huelga. Las

huelgas se sucederán, y esto lo creo sinceramente

con todos mis compañeros, mientras no se

determine la justa retribución. Esa justa

retribución que los mismos obreros recibirán por

medio de la participación de beneficios a su

patrón, ya no explotador, les dará y para no

provocar su ruina, no se excederán en sus

peticiones, a más de aquello que justamente les

corresponde sobre las utilidades del patrón. Si

ésta no es la justa retribución, si hay algo

verdaderamente original, si la asamblea presente

no la encuentra porque no quiere o porque no

desee entretenerse en buscarla, no habrá

obtenido, señores, la revolución

constitucionalista, el triunfo que espera por parte

del pueblo. Si reclaman únicamente las

condiciones del trabajo; la situación económica

del pueblo mexicana fue mala hace cinco años,

todos sabemos que hoy es peor, todos sabemos

que como resultado de la guerra europea, que

como resultado de la ambición del comercio y

como resultado de otras muchas cosas, la

situación del trabajador es ahora más difícil que

entonces lo fue y en un momento dado, pasando

del sistema del papel moneda a la plata, el

trabajador se ha desengañado de que gana menos

que en 1912, de que está cuadruplicando sus

esfuerzos para poder llevar a su familia la misma

AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1091/2014

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dosis de alimentación, la misma cantidad de ropa

y el mismo divertimiento espiritual que en 1912, al

cuadruplicar sus esfuerzos, sólo viene a obtener la

cuarta parte de lo que entonces ganaba, con lo

que se está originando la degeneración de la raza.

¿Qué se quiere buscar por medio de las ocho

horas de trabajo? Habrá quien quiera trabajar

dieciséis horas, con tal de ganar lo mismo que en

1912, para dar pan a su familia. Y que el padre por

obligaciones paternales, por conservar a sus hijos

y a sus esposas como en 1912, o mejor, porque

estamos en la era en que el constitucionalismo ha

triunfado, pero que al pedir un salario justo no lo

halla, al pedir un salario más elevado se le

conteste que qué más quiere, que el negocio no

da, que el negocio como resultado de la oferta y la

demanda atraviesa por una crisis que obliga a

pagar mucho menos, y entonces el proletariado se

preguntará ¿cuál es el fruto de la revolución

constitucionalista?". (Debates del Congreso

Constituyente de 1916 en Derechos del Pueblo

Mexicano, tomo II, México 1994, páginas 71 a

117).”

Como se desprende de la transcripción anterior, los

debates que se realizaron en el Congreso Constituyente de mil

novecientos dieciséis y mil novecientos diecisiete demuestran

que la preocupación de los diputados constituyentes consistió

en establecer la prohibición de que una persona prestara sus

servicios sin la justa remuneración, dadas las difíciles

condiciones económicas del país y, además, en precisar qué

debía entenderse por una remuneración, esbozando incluso la

necesidad de la participación de los trabajadores en las

utilidades de las empresas y el derecho de huelga, pero sin

hacer referencia a algún tipo de pensiones. Después de

AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1091/2014

50

varias sesiones de debate, la Comisión encargada de formular

el dictamen correspondiente determinó que todas las

observaciones hechas por los diputados en torno al tema del

trabajo personal subordinado se comprendieran en un solo

apartado, denominado “Del trabajo y la previsión social”, según

se desprende del siguiente dictamen:

“Ciudadanos diputados: En su primer dictamen

sobre el artículo 5º del proyecto de Constitución,

la comisión creyó oportuno proponer se

incluyeran en dicho precepto algunas

restricciones a la libertad absoluta del trabajo, por

ser ellas de tal manera necesarias para la

conservación del individuo y de la raza, que

pueden fundarse en el mismo principio que sirve

de base a las garantías individuales: el derecho de

la vida completa. La comisión se proponía, como

lo hizo constar en su dictamen, estudiar los demás

puntos relativos al contrato de trabajo en el lugar

en que tuviera amplia cabida. En el curso de los

debates, y después de que la asamblea conoció en

términos generales, el proyecto de legislación

obrera elaborado minuciosamente por el

ciudadano primer jefe, proyecto que comprende

las diversas ideas que fueron emitidas por los

diversos oradores en beneficio de la clase

trabajadora, se resolvió reunir en una sección

constitucional las bases generales sobre el

contrato de trabajo en la República, dando a los

estados la libertad de desarrollarlas según lo

exijan las condiciones de cada localidad. Un grupo

de diputados, trabajando independientemente de

la comisión, tenía a su cargo el estudio de esa

materia y formuló el proyecto que impreso ha

circulado entre los representantes del pueblo, y

que fue aprobado por un gran número de ellos. ---.

AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1091/2014

51

En vista de tales antecedentes la comisión podrá

haberse limitado a adoptar el susodicho proyecto

y presentarlo a la consideración de la cámara;

pero hemos creído que nuestro deber exigía que

sometiéramos aquél a un análisis riguroso, para

agotar el estudio de la materia tan ardua y delicada

sobre la cual la comisión ha recibido numerosas

iniciativas de diputados, corporaciones y

particulares. ---. Examinado y discutido

ampliamente el proyecto en el seno de la

comisión, nos parece que aquél reúne en síntesis

las ideas capitales desarrolladas en el curso de los

debates, así como las que son aceptables, de las

que contienen las iniciativas antes mencionadas,

haciendo solamente a las modificaciones y

adiciones siguientes: Proponemos que la sección

respectiva lleve por título ‘Del trabajo y de la

previsión social’, ya que a uno y a otra se refieren

las disposiciones que comprende…".

El texto que finalmente aprobó el Congreso Constituyente,

en la parte que interesa del artículo 5o. constitucional fue

prácticamente el mismo que tiene actualmente y quedó

redactado en los siguientes términos:

"Nadie podrá ser obligado a prestar trabajos

personales sin la justa retribución y sin su pleno

consentimiento, salvo el trabajo impuesto como

pena por la autoridad judicial, el cual se ajustará a

lo dispuesto en las fracciones I y II del artículo

123".

Como se ve, el artículo 5o. constitucional no menciona

nada respecto de las pensiones, es decir, si los trabajadores

tienen o no derecho y en caso afirmativo, como y cuando se

AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1091/2014

52

otorgan, sino únicamente el derecho a recibir el pago

correspondiente a los servicios prestados por una persona.

En el mismo tópico, el primer párrafo del artículo 5

Constitucional, prevé el derecho a la libertad de trabajo, cuyos

elementos son:

a) Sujetos: todos los individuos de la especie humana

sobre los que el Estado Mexicano ejerza jurisdicción.

b) Objeto: permisión a dedicarse a la profesión, industria,

comercio o trabajo que le acomode al individuo, siempre que

sea lícito.

Por lo tanto, es claro que lo dispuesto por el artículos 51,

en la fracción I y en los párrafos tercero y quinto (antepenúltimo

y último), de la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios

Sociales de los Trabajadores del Estado, no limita a la quejosa

en el espacio material de trabajo para desempeñar la actividad

lícita que mejor responda sus expectativas, particularmente

seguir su vocación como maestra, profesión que desempeñó

durante treinta años, tres meses y dieciocho días en la

Secretaría de Educación y del mes de noviembre de dos mil

seis a febrero de dos mil ocho, en la Universidad Autónoma de

Chiapas.

En efecto, lo que dispone únicamente esa disposición

normativa es que cuando algún pensionista desempeñe un

cargo, empleo o comisión remunerados en cualquier

dependencia o entidad que impliquen la incorporación al

régimen de la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios

Sociales de los Trabajadores del Estado, deberán dar aviso

inmediatamente al Instituto, pues el incumplimiento de lo

anterior dará causa fundada al Instituto para suspender la

pensión.

AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1091/2014

53

Sin que lo anterior implique de alguna forma que la

quejosa solamente pueda ejercer su profesión en instituciones

privadas o estatales que no se encuentren incorporadas al

régimen de la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios

Sociales de los Trabajadores del Estado, es decir, contra lo

aducido por la peticionaria de amparo, no se le condena a

trabajar únicamente en instituciones privadas.

En esa línea argumentativa, la existencia de una

incompatibilidad para recibir por un pensionado percepciones

económicas correspondientes a una pensión y a un trabajo

remunerado cuando la institución a la que se preste el servicio

se encuentre incorporada a la Ley del Instituto de Seguridad y

Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, no

constituye una limitación a la libertad de trabajo.

Cabe mencionar que la incompatibilidad encuentra

justificación en el hecho de que el pago de una pensión a una

persona que cumplió los requisitos de ley por haber laborado

los años establecidos en el ordenamiento jurídico para tener

derecho a ella, es con la finalidad de garantizar al pensionado el

pago de una cantidad líquida con el propósito de tener un medio

de subsistencia después de su retiro como trabajador en activo.

Luego, si el pago de una pensión es para garantizar la

subsistencia económica de un trabajador que ha dejado de

estar en activo por haber cumplido los requisitos de ley,

entonces si un pensionista regresa a ser trabajador en activo, la

pensión debe suspenderse durante el lapso en que ocurra ese

evento, ya que su finalidad no se estaría cumpliendo, pues se

insiste en que constituye un medio de subsistencia para el

trabajador cuando ha dejado de laborar.

AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1091/2014

54

En efecto, el pago de la pensión por jubilación surgió

como un derecho de los trabajadores consistente en que, al

causar baja del servicio en activo, después de haber laborado y

cotizado al Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los

Trabajadores del Estado por los años que prevé la ley, recibirán

el pago de una cuota diaria que les permita garantizar su

subsistencia, pues se presupone que no cuentan con otros

medios de ingreso para llevar una vida digna y decorosa.

Aún más, el derecho a la pensión por jubilación no se ve

restringido por la condicionante establecida en el numeral

tildado de inconstitucional, porque la finalidad de tal restricción

no es coartar el derecho adquirido previamente, ni por ese

motivo privarlo del “fruto de su trabajo”, ya que esa pensión sólo

será suspendida mientras tanto el trabajador vuelva a colocarse

en la situación de jubilado o pensionado, pero no constituye una

privación a sus derechos.

En el caso, debe quedar claro que no se hizo nugatorio el

derecho de la quejosa a obtener la pensión por jubilación,

tampoco desaparecen los montos por los que cotizó, ni se

disminuyó la cuota diaria pensionaria que recibía antes de

reingresar al servicio en activo, pues tan pronto como la

peticionaria de amparo informó que había causado baja

nuevamente, se ordenó la reanudación del pago de su pensión.

Asimismo, el precepto impugnado no es violatorio del

artículo 123 de la Constitución Política de los Estados Unidos

Mexicanos, haciendo hincapié, que la relación jurídica laboral

de la quejosa, se rige por el apartado B.

Al respecto, resulta conveniente precisar que las ideas

plasmadas por el constituyente de mil novecientos diecisiete en

el artículo 123 constitucional, definieron las bases jurídico-

sociales constitutivas de un nuevo Derecho Social del Trabajo

AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1091/2014

55

que preveía, si bien precariamente, el antecedente de la

seguridad social en el país.

El artículo 123 en su texto original disponía:

“El Congreso de la Unión y las legislaturas de los

Estados deberán expedir leyes sobre el trabajo,

fundadas en la necesidades de cada región, sin

contravenir a las bases siguientes, las cuales

regirán el trabajo de los obreros, jornaleros,

empleados, domésticos y artesanos y, de manera

general, todo contrato de trabajo;

XXIX. Se consideran de utilidad social el

establecimiento de cajas de seguros populares, de

invalidez, de vida, de cesación involuntaria del

trabajo, de accidentes y otros con fines análogos,

por lo cual, tanto el gobierno federal como el de

cada estado, deberán fomentar la organización de

instituciones de esta índole, para infundir e

inculcar la previsión popular.”

Esta disposición, aunque encomiable, nunca alcanzó la

efectividad deseada, pues, aunada al hecho de dejar a las

entidades federativas la expedición de leyes sobre la materia,

atomizando con ello la unidad de acción de la clase trabajadora,

el entorno económico post revolucionario hacía impracticable

cualquier iniciativa estatal al respecto. De ahí se explica que,

mientras las normas de derecho laboral se hicieron patentes

casi de inmediato a la expedición de la norma constitucional,

las de seguridad social tardaran décadas en formularse y

aplicarse, pues fue preciso esperar nuevas condiciones

económicas y que se efectuaran las reformas tendientes a su

viabilidad.

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Posteriormente, surgió un nuevo e importante avance en

materia de seguridad social en México, el cual sin embargo, no

se hizo extensivo a los servidores públicos. Es la creación del

Instituto Mexicano del Seguro Social.

En mil novecientos veintinueve a iniciativa del presidente

Emilio Portes Gil, el Congreso de la Unión aprobó la reforma de

la fracción XXIX del artículo 123, cuyo texto nuevo fue

publicado en el Diario Oficial de la Federación de seis de

septiembre de ese año estableciendo:

“Se considera de utilidad pública la expedición de

"la Ley del Seguro Social, y ella comprenderá

"seguros de invalidez, de vida, cesación

"involuntaria del trabajo, de enfermedades y

"accidentes y otros con fines análogos.”

Esta reforma, además de cancelar viejas ideas

mutualistas que habían probado su ineficacia, federalizó la

legislación sobre el seguro social, instrumento principal de la

seguridad social en el mundo, permitiendo con ello que la

Federación tomara en definitiva la iniciativa e impulso necesario

que se requería. Sin embargo, circunstancias técnicas y

financieras de diversa índole impidieron su realización durante

el gobierno de aquel mandatario y de su sucesor, Lázaro

Cárdenas. Correspondió entonces al presidente Manuel Avila

Camacho la expedición de la Ley del Seguro Social, la cual fue

publicada en el Diario Oficial de la Federación con fecha

diecinueve de enero de mil novecientos cuarenta y tres,

iniciando sus servicios el recién formado Instituto Mexicano del

Seguro Social el día primero de enero de mil novecientos

cuarenta y cuatro.

De esta forma, por primera vez en México se fundó un

instrumento de seguridad social integral para los trabajadores y

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sus familias. Los beneficios del seguro social, se extendieron

paulatina y progresivamente a todos los confines de la

república, entendiéndose ya no solo como una institución

estatal, sino también como un derecho de los trabajadores no

burocráticos.

En mil novecientos cincuenta y nueve, con el objeto de

enmendar la situación irregular en que se hallaban los

trabajadores al servicio del Estado, quienes por diversas

circunstancias no habían disfrutado de todas las garantías

sociales que tal artículo consagraba para los demás

trabajadores, se promovió la adición al artículo 123

constitucional de un apartado nuevo, el “B”. La iniciativa

presidencial presentada ante la Cámara de Senadores

señalaba al respecto:

“...Es cierto que la relación jurídica que une a los

trabajadores en general con sus respectivos

patrones, es de distinta naturaleza de la que liga a

los servidores públicos con el estado, puesto que

aquéllos laboran para empresas con fines de lucro

o de satisfacción personal, mientras que éstos

trabajan para instituciones de interés general,

constituyéndose en íntimos colaboradores en el

ejercicio de la función publica. Pero también es

cierto que el trabajo no es una simple mercancía,

sino que forma parte esencial de la dignidad del

hombre: de allí que deba ser siempre legalmente

tutelado.

De lo anterior se desprende la necesidad de

comprender la labor de los servidores públicos

dentro de las garantías al trabajo que consigna el

antes citado artículo 123, con las diferencias que

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naturalmente se derivan de la diversidad de

situaciones jurídicas.

La adición que se propone al texto constitucional,

comprende la enumeración de los derechos de los

trabajadores y consagra las bases mínimas de

previsión social que aseguran, en lo posible, tanto

su tranquilidad y bienestar personal, como los de

sus familiares; jornada máxima, tanto diurna como

nocturna, descansos semanales, vacaciones,

salarios, permanencia en el trabajo, escalafón para

los ascensos, derecho para asociarse, uso del

derecho de huelga, protección en caso de

accidentes y enfermedades, así las profesionales

como no profesionales, jubilación, protección en

caso de invalidez, vejez y muerte, centros

vacacionales y de recuperación, habitaciones

baratas, en arrendamiento o venta, así como las

medidas protectoras indispensables para las

mujeres durante el periodo de gestación, en el

alumbramiento y durante la lactancia…”

En la iniciativa de reforma constitucional, a la cual se le

dio lectura en la Cámara de Senadores del Congreso de la

Unión, el siete de diciembre de mil novecientos cincuenta y

nueve, en la parte que interesa para resolver este asunto es del

tenor siguiente:

“La adición que se propone al texto

constitucional comprende la enumeración de los

derechos de los trabajadores y consagra las bases

mínimas de previsión social que aseguren, en lo

posible, tanto su tranquilidad y bienestar personal,

como los de sus familiares; jornada máxima, tanto

diurna como nocturna, descansos semanales,

vacaciones, salarios, permanencia en el trabajo,

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escalafón para los ascensos, derecho para

asociarse, uso del derecho de huelga, protección

en caso de accidentes y enfermedades, así

profesionales como no profesionales, jubilación,

protección en caso de invalidez, vejez y muerte,

centros vacacionales y de recuperación,

habitaciones baratas, en arrendamiento o venta,

así como las medidas protectoras indispensables

para las mujeres durante el período de la

gestación, en el alumbramiento y durante la

lactancia.”

En el dictamen elaborado por las Comisiones Unidas de

Puntos Constitucionales y de Trabajo de esa Cámara, al cual se

le dio lectura el diez de diciembre siguiente, en lo interesante a

la letra dice:

“2. Las comisiones dictaminadoras consideran

absolutamente justificadas las adiciones al

artículo 123, materia de la iniciativa. Siguiendo la

tradición establecida por el Constituyente de 1917

y a fin de enriquecer las garantías sociales que

nuestra Constitución consagra, se elevan a la

categoría de norma constitucional disposiciones

que tienden a garantizar el respeto de los

derechos inherentes a los servidores del Estado,

limitando el poder público en sus relaciones con

ellos a procurar el mejoramiento del nivel de vida

de los trabajadores y sus familiares y adoptar

bases mínimas de seguridad social con el mismo

propósito.”

La nueva redacción adicionada del artículo 123, plasmó

en su apartado B, no sólo los derechos laborales de los

trabajadores al servicio de los Poderes de la Unión, sino que en

su fracción XI sentó las bases mínimas de seguridad social para

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aquellos, contenidas hasta entonces, en forma por demás

precaria, en el Estatuto de los Trabajadores al Servicio de los

Poderes de la Unión. Dicha fracción señala:

“XI.-La seguridad social se organizará conforme a

las siguientes bases mínimas:

a) Cubrirá los accidentes y enfermedades

profesionales; las enfermedades no profesionales

y maternidad; y jubilación, la invalidez, vejez y

muerte.

b) En caso de accidente o enfermedad, se

conservará el derecho al empleo por el tiempo que

determine la ley.

c) Las mujeres disfrutarán de un mes de descanso

antes de la fecha que aproximadamente se fije

para el parto y de otros dos después del mismo.

Durante el periodo de lactancia, tendrán dos

descansos extraordinarios por día, de media hora

cada uno, para amamantar a sus hijos. Además

disfrutarán de asistencia médica y obstétrica, de

medicinas, de ayudas para la lactancia y del

servicio de guarderías infantiles.

d) Las familias de los empleados públicos tendrán

derecho a la asistencia médica y medicinas, en los

casos y en la proporción que determine la ley

e) Para beneficio de los empleados y sus familias,

se establecerán centros para vacaciones y para

recuperación, así como tiendas económicas

f) Conforme a los programas previamente

aprobados, se proporcionarán a los empleados

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públicos, habitaciones baratas en arrendamiento o

venta.”

Así las cosas y con el fin de organizar la administración y

prestación de estos beneficios mínimos de seguridad social en

favor de los burócratas, se hizo necesaria la creación una

entidad pública encargada de ello, surgió así el Instituto de

Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado

(ISSSTE), como sucesor de la antigua Dirección de Pensiones

Civiles y de Retiro, organismo descentralizado con personalidad

jurídica y patrimonio propio creado en virtud de la Ley del

Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores

del Estado, publicada el treinta y uno de diciembre de mil

novecientos cincuenta y nueve. Con la creación de este Instituto

se incorporaron finalmente prestaciones y ámbitos de seguridad

social que el resto de los trabajadores habían conquistado

desde mil novecientos cuarenta y tres con la creación del

Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

Los artículos 1o., fracción I, 3o., fracción VIII, 16, párrafos

primero y segundo, fracciones III y IV, 21 fracciones III y V, , 48,

50, 60,63, 64 de la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios

Sociales de los Trabajadores del Estado, vigente hasta el treinta

y uno de marzo de dos mil siete, son del tenor siguiente:

“Artículo 1o.- La presente Ley es de orden público,

de interés social y de observancia en toda la

República; y se aplicará:

I. A los trabajadores al servicio civil de las

dependencias y de las entidades de la

Administración Pública Federal que por ley o por

acuerdo del Ejecutivo Federal se incorporen a su

régimen, así como a los pensionistas y a los

familiares derechohabientes de unos y otros;

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Artículo 3o.- Se establecen con carácter

obligatorio los siguientes seguros, prestaciones y

servicios:

III. Seguro por causa de muerte.

Artículo 16.- Todo trabajador incorporado al

régimen de este ordenamiento, deberá cubrir al

Instituto una cuota fija del ocho por ciento del

sueldo básico de cotización que disfrute, definido

en el artículo anterior.

Dicha cuota se aplicará en la siguiente forma:

III. 0.50% para cubrir los servicios de atención para

el bienestar y desarrollo infantil; integrales de

retiro a jubilados y pensionistas; servicios

turísticos; promociones culturales, de preparación

técnica, fomento deportivo y de recreación y

servicios funerarios;

IV. 3.50% para la prima que se establezca

anualmente, conforme a las valuaciones

actuariales, para el pago de jubilaciones,

pensiones e indemnizaciones globales, así como

para integrar las reservas correspondientes

conforme a lo dispuesto en el artículo 182 de esta

Ley;

Artículo 21.- Las dependencias y entidades

públicas sujetas al régimen de esta Ley cubrirán al

Instituto, como aportaciones el equivalente al

17.75% del sueldo básico de cotización de los

trabajadores.

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III. 0.50% para cubrir los servicios de atención para

el bienestar y desarrollo infantil; integrales de

retiro a jubilados y pensionistas; servicios

turísticos; promociones culturales, de preparación

técnica, fomento deportivo y de recreación y

servicios funerarios;

V. 3.50% para la prima que se establezca

anualmente, conforme a las valuaciones

actuariales, para el pago de jubilaciones,

pensiones e indemnizaciones globales, así como

para integrar las reservas correspondientes

conforme a lo dispuesto en el artículo 182 de esta

Ley;

Artículo 48.- El derecho a las pensiones de

cualquier naturaleza nace cuando el trabajador o

sus familiares derechohabientes se encuentren en

los supuestos consignados en esta Ley y

satisfagan los requisitos que la misma señala.

Artículo 50.- Cuando a un pensionista se le haya

otorgado una pensión, sin que la disfrute, podrá

renunciar a ella y obtener otra, de acuerdo con las

cuotas aportadas y el tiempo de servicio prestado

con posterioridad.

Cuando un pensionista reingresara al servicio

activo, no podrá renunciar a la pensión que le

hubiera sido concedida para solicitar y obtener

otra nueva, salvo el caso de inhabilitados que

quedaren aptos para el servicio.

Artículo 60. Tienen derecho a la pensión por

jubilación los trabajadores con 30 años o más de

servicios y las trabajadoras con 28 años o más de

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servicios e igual tiempo de cotización al Instituto,

en los términos de esta Ley, cualquiera que sea su

edad, no siendo aplicables a éstas los dos últimos

porcentajes de la tabla del artículo 63.

La pensión por jubilación dará derecho al pago de

una cantidad equivalente al 100% del sueldo que

se define en el artículo 64 y su percepción

comenzará a partir del día siguiente a aquél en que

el trabajador hubiese disfrutado el último sueldo

antes de causar baja.”

De la lectura de los preceptos preinsertos se advierte lo

siguiente:

a) Los derechos derivados de la Ley en comento

corresponden a los trabajadores en activo y los pensionados al

servicio del Estado y a los familiares derechohabientes de unos

y de otros.

b) El trabajador incorporado al régimen obligatorio del

Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores

del Estado cubrirá a éste una cuota fija del 8% del sueldo

básico respectivo, la cual se aplicará, entre otras cosas, para

cubrir, el pago de las pensiones.

c) Las dependencias y entidades públicas sujetas al

régimen de la ley de la materia aportarán el 17.75% del sueldo

básico de cotización de los trabajadores, parte del cual se

aplicará para cubrir los servicios de atención para el bienestar

de los pensionistas e incluso se destinará para pagar a éstos la

pensión relativa.

d) Tienen derecho a la pensión por jubilación los

trabajadores con 30 años o más de servicios y las trabajadoras

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con 28 años o más de servicios e igual tiempo de cotización al

Instituto, en los términos de esta Ley.

e) La pensión por jubilación dará derecho al pago de una

cantidad equivalente al 100% del sueldo que se define en el

artículo 64 y su percepción comenzará a partir del día siguiente

a aquél en que el trabajador hubiese disfrutado el último sueldo

antes de causar baja.

f) Cuando a un pensionista se le haya otorgado una

pensión, sin que la disfrute, podrá renunciar a ella y obtener

otra, de acuerdo con las cuotas aportadas y el tiempo de

servicio prestado con posterioridad.

g) Cuando un pensionista reingresara al servicio activo,

no podrá renunciar a la pensión que le hubiera sido concedida

para solicitar y obtener otra nueva, salvo el caso de

inhabilitados que quedaren aptos para el servicio.

En esa tesitura, son infundados los argumentos que

aduce la recurrente, en el sentido de que el artículo 51, fracción

I, párrafos antepenúltimo y último de la Ley del Instituto de

Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado,

transgrede lo dispuesto por el artículo 123 de la Constitución

Mexicana de los Estados Unidos Mexicanos.

Lo anterior es así, tomando en consideración que el

precepto impugnado (51, fracción I, párrafos último y

antepenúltimo) sólo impone la obligación a los pensionistas que

desempeñen un cargo, empleo o comisión remunerados en

cualquier dependencia o entidad que impliquen la incorporación

al régimen de la Ley -salvo los casos de excepción

contemplados en dicho artículo- que den aviso inmediato al

Instituto, así como cuando sea otorgada otra pensión, porque

ante el incumplimiento de tales obligaciones dará causa

AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1091/2014

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fundada para que se suspenda la pensión recibida; de la que se

puede seguir gozando cuando desaparezca la incompatibilidad

y se reintegre las sumas cobradas por tal concepto.

En el caso concreto, la quejosa es persona jubilada con

derecho a recibir una pensión por tal concepto, la que fue

suspendida por las autoridades responsables con motivo de la

propia solicitud efectuada por la quejosa por encontrarse

prestando sus servicios a la Universidad Autónoma de Chiapas,

lo que implicaba su incorporación al régimen de la Ley del

Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores

del Estado.

Al respecto, el artículo 60 de la Ley de referencia,

dispone:

"Artículo 60. Tienen derecho a la pensión por

jubilación los trabajadores con 30 años o más de

servicios y las trabajadoras con 28 años o más de

servicios e igual tiempo de cotización al instituto,

en los términos de esta ley, cualquiera que sea su

edad, no siendo aplicables a éstas los dos últimos

porcentajes de la tabla del artículo 63.

La pensión por jubilación dará derecho al pago de

una cantidad equivalente al 100% del sueldo que

se define en el artículo 64 y su percepción

comenzará a partir del día siguiente a aquel en que

el trabajador hubiese disfrutado el último sueldo

antes de causar baja."

En las relatadas condiciones, el derecho a la jubilación

nace dentro de la seguridad social establecida para los

trabajadores del Estado, consagrándose finalmente en mil

novecientos sesenta, tras la adición del apartado B al artículo

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123 constitucional, como una garantía social de los trabajadores

al servicio de éste.

En consecuencia, por mandato constitucional toda

persona tiene derecho al trabajo digno y socialmente útil, y por

lo que hace a las leyes laborales, el Congreso de la Unión

cuenta con facultades para expedir leyes sobre materia del

trabajo, sin contravenir las bases que el propio artículo 123 de

la Constitución Federal de la República establece, de entre las

cuales se encuentra la obligación de garantizar el derecho a la

jubilación.

Deriva de lo anterior que tratándose de las relaciones de

trabajo que se rigen por el artículo 123, apartado B, de la

Constitución General de la República, a saber, las que surgen

entre los Poderes de la Unión, el Gobierno del Distrito Federal,

los Estados y sus trabajadores, la jubilación constituye una

prestación de seguridad social consagrada constitucionalmente

a favor de los trabajadores; sin embargo, ese derecho

solamente se refiere a la percepción de una pensión por

jubilación, es decir, al derecho que tiene el trabajador para

obtener el pago de una pensión, por antigüedad, a partir de que

concluye la relación de trabajo, pero no garantiza que dicha

prestación se pueda seguir percibiendo cuando el pensionado

desempeñe un cargo, empleo o comisión remunerados en

cualquier dependencia o entidad que implique su incorporación

al régimen de la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios

Sociales de los Trabajadores del Estado.

En esas condiciones, si el artículo 51 de la Ley del

Instituto de Seguridad y Servicio Social de los Trabajadores del

Estado, transcrito con anterioridad, no suprime el derecho de

esa trabajadora a recibir una pensión por jubilación, sino que

únicamente, establece los supuestos de compatibilidad de las

pensiones a que se refiere el capítulo V de esa ley, con el

disfrute de otras o con el desempeño de trabajos remunerados,

AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1091/2014

68

ello no resulta violatorio del artículo 123 constitucional, por el

hecho de que dicha pensión se vea suspendida, esto es, ya no

se puede reintegrar, cuando la trabajadora ingrese a cualquier

dependencia o entidad que implique su incorporación al

régimen de esa ley.

En efecto, la jubilación es el derecho que tiene la

trabajadora al retiro remunerado; ese derecho, en el caso de los

trabajadores al servicio del Estado, proviene de la Constitución

y de la ley, según se advierte respectivamente de los artículos

123, apartado B (constitucional) y 60 (de la Ley del Instituto de

Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado),

el primer ordenamiento regula las relaciones de trabajo entre

los Poderes de la Unión, el Gobierno del Distrito Federal y sus

trabajadores; apartado que en su fracción XI determina que la

seguridad social se organizará conforme a las bases mínimas

que señala, la que en el inciso a), se dice: "a) Cubrirá los

accidentes y enfermedades profesionales; las enfermedades no

profesionales y maternidad; y la jubilación, la invalidez, vejez y

muerte"; y el segundo de los numerales en cita, fija el momento

de cuándo nace ese derecho a la jubilación y los términos en

los que será otorgada.

Esta Segunda Sala, al efectuar el análisis de la naturaleza

jurídica de la jubilación sostuvo:

“Todo lo anterior permite sostener válidamente la

naturaleza jurídica de la jubilación, como una

forma de terminación de la relación de trabajo y en

ella encuentra su origen; de este modo, las

contraprestaciones que se otorgan las partes no

son ya el intercambio de fuerza de trabajo por

salarios, sino que se sustituyen por la pensión que

paga el patrón en reconocimiento del desgaste

orgánico que incuestionablemente sufre todo

AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1091/2014

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trabajador, en cuanto ser humano, por razones de

orden fisiológico, a lo largo de un tiempo mínimo

de servicios acumulado durante su vida

económicamente productiva, conocido en

términos jurídicos como antigüedad y en algunos

casos, condicionado a la realización de un hecho

generador (vejez, incapacidad).”

De todo lo anterior, si bien es cierto que el derecho a la

jubilación y a percibir la pensión respectiva, nace al realizarse la

condición de tiempo trabajado o edad del trabajador que el

contrato o en este caso específico la ley señale, también lo es

que tal derecho se encuentra sujeto a la circunstancia

simultánea de que se efectúe el retiro del servicio activo, pues

si por cualquier causa reingresa a una dependencia u

organismo público, ello origina que siga percibiendo un salario e

implica la incorporación al régimen de la ley del Instituto; causas

suficientes que reflejan que el trabajador no se encuentra en

ese retiro total de toda actividad laboral, siendo que el pago de

la pensión por jubilación nace hasta que se verifica el requisito

esencial de la separación.

En efecto, como antes se dijo, la jubilación constituye una

prestación de seguridad social consagrada constitucionalmente

a favor de los trabajadores. De ello se sigue que si el artículo

51, fracción I, párrafos antepenúltimo y último del Instituto de

Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado,

impone la obligación al pensionado que cuando desempeñe un

cargo, empleo o comisión remunerados en cualquier

dependencia o entidad que impliquen la incorporación al

régimen de la Ley, deberá de dar aviso al Instituto, porque ante

su incumplimiento será causa fundada para suspender la

pensión que se reciba y de igual manera, dispone que si este

Organismo advierte la incompatibilidad de la pensión o

pensiones que esté recibiendo un trabajador o pensionista

AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1091/2014

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serán suspendidas de inmediato, de las que se puede gozar

nuevamente cuando desaparezca esa incompatibilidad y se

reintegren las sumas recibidas en los términos que señala.

Disposición que de ninguna manera contraviene lo dispuesto

por el artículo 123, Apartado B, fracción XI, inciso a), de la

Constitución Federal, el cual sólo consagran los derechos

mínimos que deben disfrutar los trabajadores con motivo de la

relación de trabajo; de entre los cuales se encuentra el derecho

a la jubilación, del que se vuelve a beneficiar el trabajador una

vez que vuelva a su estado de retiro, pues el precepto cuya

inconstitucionalidad se reclama, no impone como sanción la

pérdida definitiva de ese beneficio, del que se puede gozar

nuevamente cuando desaparezca la incompatibilidad y se

reintegren las sumas recibidas en este período.

Por todo lo considerado, lo procedente es, en la materia

competencia de esta Segunda Sala de la Suprema Corte de

Justicia de la Nación confirmar la sentencia recurrida y negar a

la quejosa el amparo y protección de la Justicia Federal

solicitado, por lo que ve al artículo 51, fracción I, y en los

párrafos antepenúltimo y último de la Ley del Instituto de

Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado.

Igual criterio sostuvo esta Segunda Sala al resolver el

amparo en revisión 203/2002, el ocho de noviembre de dos mil

dos, que originó la tesis aislada 2a.CCIV/2002, cuyos rubros,

texto y datos de identificación son:

“PENSIÓN JUBILATORIA. EL ARTÍCULO 51,

FRACCIÓN III, DE LA LEY DEL INSTITUTO DE

SEGURIDAD Y SERVICIOS SOCIALES DE LOS

TRABAJADORES DEL ESTADO, QUE IMPONE A

LOS PENSIONISTAS LA OBLIGACIÓN DE DAR

AVISO AL INSTITUTO DE SU REINCORPORACIÓN

AL RÉGIMEN DE DICHA LEY O CUANDO LES SEA

AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1091/2014

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OTORGADA OTRA PENSIÓN, Y QUE SEÑALA QUE

ANTE SU INCUMPLIMIENTO PODRÁ

SUSPENDERSE AQUÉLLA, NO ES VIOLATORIO

DE LOS ARTÍCULOS 5o. Y 123 DE LA

CONSTITUCIÓN FEDERAL. El precepto legal de

referencia establece que cuando algún pensionista

desempeñe un cargo, empleo o comisión

remunerados en cualquier dependencia o entidad

que impliquen la incorporación al régimen de la

ley, salvo los casos de excepción contemplados

en dicho precepto, deberá dar aviso inmediato al

Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los

Trabajadores del Estado de esa situación y que

igual obligación tendrá cuando se le otorgue otra

pensión, pues el incumplimiento de lo anterior

será causa fundada para suspender la pensión

recibida; además, el citado numeral señala que si

el Instituto advierte la incompatibilidad de la

pensión o pensiones que esté recibiendo un

trabajador o pensionista, éstas serán suspendidas

de inmediato, pero que podrá gozar de ellas

nuevamente cuando desaparezca la mencionada

incompatibilidad y se reintegren las sumas

recibidas en el plazo y con los intereses fijados

por el Instituto. De ahí que lo dispuesto en el

artículo de referencia no vulnera los artículos 5o. y

123 de la Constitución Política de los Estados

Unidos Mexicanos, en atención a que el primero

de ellos no incluye el derecho a la percepción de

ningún tipo de pensiones, es decir, si los

trabajadores tienen o no esa prerrogativa y en

caso afirmativo, cómo y cuándo se otorgaría, sino

únicamente el de recibir el pago correspondiente a

los servicios prestados por una persona y, el

segundo numeral, en su apartado B, fracción XI,

inciso a), contempla los derechos mínimos de los

AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1091/2014

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trabajadores al servicio del Estado, dentro de los

cuales se encuentra el relativo a la jubilación, por

lo que, cuando se ve suspendida la pensión que

se recibe por tal concepto, en virtud de que el

pensionado reingresa al servicio activo, pero de la

que puede seguir gozando cuando deja de existir

esa incompatibilidad, no se transgrede ese

derecho constitucional, que nace hasta que se

verifica la separación en definitiva del trabajador.

(Novena Época. Registro: 185119. Instancia: Segunda Sala.

Tipo de Tesis: Aislada. Fuente: Semanario Judicial de la

Federación y su Gaceta. Tomo XVII, Enero de 2003.

Materia(s): Constitucional, Administrativa. Tesis: 2a.

CCIV/2002. Página: 731)

Por lo expuesto y fundado, se resuelve:

PRIMERO. En la materia de la revisión, se confirma la

sentencia recurrida.

SEGUNDO. La Justicia de la Unión no ampara ni protege

a **********, en contra del artículo 51, fracción I, párrafos

antepenúltimo y último, de la Ley del Instituto de Seguridad y

Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado vigente hasta

el treinta y uno de marzo de dos mil siete.

Notifíquese; con testimonio de esta resolución, vuelvan

los autos a su lugar de origen y, en su oportunidad archívese el

toca como asunto concluido.

EN TÉRMINOS DE LO DISPUESTO POR EL PLENO DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN EN SU SESIÓN DEL VEINTICUATRO DE ABRIL DE DOS MIL SIETE, Y CONFORME A LO PREVISTO EN LOS ARTÍCULOS 3°, FRACCIÓN II, 13, 14 Y 18 DE LA LEY FEDERAL DE TRANSPARENCIA Y ACCESO A LA INFORMACIÓN PÚBLICA GUBERNAMENTAL, ASÍ COMO EN EL SEGUNDO PÁRRAFO DEL ARTÍCULO 9° DEL REGLAMENTO DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN Y DEL CONSEJO DE LA JUDICATURA FEDERAL, EN ESTA VERSIÓN PÚBLICA SE SUPRIME LA INFORMACIÓN CONSIDERADA LEGALMENTE COMO RESERVADA O CONFIDENCIAL QUE ENCUADRA EN ESOS SUPUESTOS NORMATIVOS.