AMPARO DIRECTO PENAL 26/2012. QUEJOSOS: *** y ***. … · 2013-11-26 · A.D.P.26/2012 3...

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AMPARO DIRECTO PENAL 26/2012. QUEJOSOS: *** y ***. MAGISTRADO RELATOR: LIC. JOSÉ HERIBERTO PÉREZ GARCÍA. SECRETARIO: LIC. VÍCTOR HUGO HERRERA CAÑIZALES. Monterrey, Nuevo León, acuerdo del Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Cuarto Circuito, correspondiente al diecinueve de abril de dos mil doce. VISTO, para resolver el juicio de amparo directo número 26/2012; y, RESULTANDO PRIMERO. Por escrito presentado el veinticinco de enero de dos mil doce ante la Décimo Cuarta Sala Penal y de Justicia para Adolescentes del Tribunal Superior de Justicia del Estado, *** y *** por sus propios derechos promovieron juicio de amparo directo en contra de la mencionada autoridad, de quien reclamó: "Lo constituye la sentencia pronunciada por el C. Magistrado de la Décima Cuarta Sala Penal del H. Tribunal Superior de Justicia del Estado, en fecha 16-dieciséis de diciembre del 2011-dos mil once, dentro del toca penal de apelación en definitiva número ***, sentencia definitiva dictada con motivo del recurso interpuesto en contra de la ejecutoria de fecha 29- veintinueve de septiembre de 2011-dos mil once, por el delito de Corrupción de Menores, instruido ante el Juez Primero de lo Penal del Primer Distrito Judicial del Estado, en la que se conformó la pena impuesta de por el (sic)

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AMPARO DIRECTO PENAL 26/2012. QUEJOSOS: *** y ***. MAGISTRADO RELATOR: LIC. JOSÉ HERIBERTO PÉREZ GARCÍA. SECRETARIO: LIC. VÍCTOR HUGO HERRERA CAÑIZALES.

Monterrey, Nuevo León, acuerdo del Primer

Tribunal Colegiado en Materia Penal del Cuarto

Circuito, correspondiente al diecinueve de abril de dos

mil doce.

VISTO, para resolver el juicio de amparo directo

número 26/2012; y,

RESULTANDO

PRIMERO. Por escrito presentado el veinticinco de

enero de dos mil doce ante la Décimo Cuarta Sala Penal y

de Justicia para Adolescentes del Tribunal Superior de

Justicia del Estado, *** y *** por sus propios derechos

promovieron juicio de amparo directo en contra de la

mencionada autoridad, de quien reclamó: "Lo constituye la

sentencia pronunciada por el C. Magistrado de la Décima

Cuarta Sala Penal del H. Tribunal Superior de Justicia del

Estado, en fecha 16-dieciséis de diciembre del 2011-dos

mil once, dentro del toca penal de apelación en definitiva

número ***, sentencia definitiva dictada con motivo del

recurso interpuesto en contra de la ejecutoria de fecha 29-

veintinueve de septiembre de 2011-dos mil once, por el

delito de Corrupción de Menores, instruido ante el Juez

Primero de lo Penal del Primer Distrito Judicial del Estado,

en la que se conformó la pena impuesta de por el (sic)

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primer grado de 8-ocho años de prisión"; acto que

estimaron violatorio de los artículos 14 y 16

constitucionales.

SEGUNDO. El Magistrado responsable remitió a la

Oficina de Correspondencia Común de los Tribunales

Colegiados en Materia Penal del Cuarto Circuito el oficio

*** por el cual envió el toca penal ***, proceso penal ***,

proceso penal **, sobre amarillo con ocho discos

versátiles digitales, escrito de presentación, original y

copia de demanda de amparo, oficios *** y ***, así como

constancias de notificación; correspondiéndole por turno a

este Órgano Colegiado, en donde la demanda de amparo

se recibió el treinta de enero de dos mil doce, y se admitió

a trámite al día siguiente; se notificó al agente del

Ministerio Público de la Federación adscrito para su

conocimiento y efectos legales consiguientes, quien

formuló pedimento número ***, solicitando: "PRIMERO. Se

NIEGUE a *** y ***, el amparo y protección de la Justicia

Federal que solicitan.-- SEGUNDO. Una vez dictada la

resolución respectiva, con fundamento en los artículos 278

del Código Federal de Procedimientos Civiles (de

aplicación supletoria); y 2º de la Ley de Amparo, se expida

al suscrito copia certificada de la misma."

Finalmente, por proveído de dieciséis de febrero de

dos mil doce, se ordenó turnar los autos al Magistrado

José Heriberto Pérez García, para los efectos a que se

refiere el artículo 184 de la Ley de Amparo; y,

CONSIDERANDO

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PRIMERO. Este Primer Tribunal Colegiado en

Materia Penal del Cuarto Circuito, es competente para

conocer y resolver el presente juicio de amparo directo, de

conformidad con los artículos 103, fracción I y 107,

fracciones V y VI de la Constitución Federal, 21, 44, 46,

158, 163 y 179 de la Ley de Amparo y, 37, fracción I,

inciso a) de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la

Federación, así como en el Acuerdo 88/2001 del Pleno del

Consejo de la Judicatura Federal, ya que el acto

reclamado lo constituye una sentencia definitiva del orden

penal pronunciada por la Décimo Cuarta Sala Penal y de

Justicia para Adolescentes del Tribunal Superior de

Justicia del Estado, quien tiene su sede dentro del

territorio donde este Tribunal ejerce jurisdicción.

SEGUNDO. La existencia del acto reclamado quedó

acreditada con el informe rendido por la autoridad

responsable y las constancias originales y en copia

certificada que acompañó para justificar su legalidad, las

cuales se valoran en términos del artículo 202 del Código

Federal de Procedimientos Civiles aplicado

supletoriamente, y se les concede pleno valor probatorio.

Existe legitimación ya que *** y ***, ejercitan la

acción constitucional por su propio derecho, y la sentencia

condenatoria reclamada fue pronunciada en su contra.

El juicio de garantías está promovido con

oportunidad, ya que el acto reclamado es atentatorio de la

libertad personal y conforme al artículo 22 de la Ley de

Amparo, puede impugnarse en la vía constitucional en

cualquier tiempo.

TERCERO. La sentencia que se combate culminó

con los siguientes puntos resolutivos:

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"PRIMERO. Son improcedentes los agravios

formulados por el Fiscal Mayor, y parcialmente

procedente el de la Defensa Pública de los

acusados *** y ***, sin que exista suplencia de

queja, respecto de la sentencia definitiva dictada

en fecha 23-veintitrés de septiembre de 2011-dos

mil once, por la C. Juez Primero de Juicio Oral

Penal del Estado, dentro de la causa penal

número ***, instruida en contra de los

nombrados, por el delito de CORRUPCIÓN DE

MENORES, del que se dedujo el toca de

apelación en definitiva número ***, en

consecuencia: SEGUNDO. Se CONFIRMA la

resolución motivo del grado.-- TERCERO.

Comuníquese la presente determinación a los

CC. Juez Primero de Juicio Oral Penal del

Estado, Alcaide del Centro Preventivo de

Reinserción Social "Topo Chico", Comisario

General de la Agencia de Administración

Penitenciaria del Estado y Comisionado del

Órgano Desconcentrado de Prevención y

Readaptación Social de la Secretaría de

Seguridad Pública Federal, en México, Distrito

Federal, para su conocimiento y efectos legales

consiguientes.-- CUARTO. NOTIFÍQUESE..."

CUARTO. La parte considerativa de la sentencia que

se reclama en lo conducente dice:

"...CUARTO: Establecida la litis trabada con

relación a la decisión de primera instancia, y

habiendo analizado los registros relativos a la

audiencia de juicio oral, que contiene las

circunstancias de modo, tiempo y lugar, los

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alegatos de apertura por parte del Agente del

Ministerio Público y de la Defensa Pública, así

como el desahogo de las declaraciones ofrecidas

y admitidas en su momento por el Juez Segundo

de Preparación Penal del Primer Distrito Judicial,

las conclusiones del Representante Social y de la

Defensa, así como la relativa a la lectura de la

sentencia definitiva; registros que fueron

remitidos a esta Sala y se componen de cinco

discos versátiles digitales, medios de

videograbación que permiten garantizar la

fidelidad e integridad de la información así como

la conservación y reproducción de su contenido;

respecto de los mismos se asentaron las

certificaciones a que se refiere el numeral 554

del Código Adjetivo Penal vigente en el Estado,

por lo que las videograbaciones que contienen

los registros para la audiencia de juicio y las

restantes, tienen valor probatorio para los efectos

del proceso.-- Pues bien, de dichos registros, se

advierte que las partes presentaron sus alegatos

de apertura, el Ministerio Público Especializado

en Juicios Orales, precisó: “El día de hoy su

señoría, veremos un asunto muy peculiar pero a

la vez que nos alarma, los padres protegemos a

los menores, de todo aquél mal que nosotros

tengamos idea que pueden pasarles fuera del

hogar, pero en este caso en particular no fue así,

ya que los hoy acusados ***, y la señora *** no

protegieron a sus menores, asevero esa

circunstancia su señoría, ya que el día 25 de abril

del año en curso, siendo aproximadamente entre

las 6:30 de la tarde y 07:00 del día ya mención,

los ahora acusados *** y *** se encontraban en el

interior del domicilio el cual habitan, ubicado éste

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en la calle *** número ***en la *** en esta ciudad,

dicho domicilio es de dos plantas y ellos se

encontraban en la planta de arriba, no se

encontraban solos sino en compañía de tres

menores de edad, me refiero directamente a ***

quien el día de los hechos contaba con *** años

de edad***, quien contaba en ese entonces con

*** años de edad, así mismo y por último, en

compañía del menor ***, quien contaba con sólo

*** años de edad, al momento de ocurrir los

hechos. Los ahora acusados, ***y *** se

encontraban inhalando resistol 5000, mas sin

embargo, no lo hacían solos, sino en presencia

de los menores ya referidos, con esta conducta

su señoría, propiciaron que los menores ***, y

***, inhalaran, y a su vez, se intoxicaran con la

mencionada sustancia, es decir, con el resistol

5000, esta sustancia su señoría es un

pegamento industrial tipo cola, cuyo componente

volátil, principalmente lo es el tolueno, dicha

sustancia volátil que es el tolueno es considerada

por la Ley General de Salud como un

psicotrópico, así mismo, fueron realizados

dictámenes toxicológicos que determinaron que

en la orina de los menores *** de *** años, así

como de *** con tan sólo *** años de edad

presentaban metabolitos procedentes del

consumo del tolueno, así mismo su señoría, no

obstante a las circunstancias que ya le fueron

referidas, el ahora acusado *** incitó a ***y a ***

al uso de esa sustancia psicotrópica, ya que le

ofreció directamente a ***, ya que textualmente le

dijo quieres anda, agárralo, y así mismo, por lo

que se refiere al menor *** le dio una bolsa con

resistol diciéndole o indicándole que era un

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tapabocas. Con esta su señoría, ambos

acusados, primeramente lo que es ***, esta

conducta desplegada la realizó sin importarle que

*** y *** de tan sólo *** y *** años

respectivamente, son sus hijos; y así mismo por

lo que se refiere a ***, no le importó bajo ninguna

circunstancia que los menores que se

encontraban en el interior de la vivienda y a

quienes les ofreció la referida sustancia son hijos

de la señora ***, con quien actualmente se

encontraba el día de los hechos viviendo en

unión libre”.-- Mientras la defensa señaló:-- “La

institución del Ministerio Público le atribuye a los

representados *** ***, que en fecha 28 de abril

del año que corre, siendo aproximadamente las

18:30 horas, se encontraban éstos inhalando

resistol 5000 en el domicilio situado en la ***

número *** de la Colonia *** en esta Ciudad y

que esto lo hacían en compañía de 3 menores de

nombres *** e ***, aunado a que aparentemente

en dicha acción el referido *** incitó a los

menores *** y *** para que usaran las referidas

sustancias, sin que esto le importara a la

defendida ***, no obstante que estos menores

son los hijos de esa y sin que le interesara

también al referido *** que éstos fueran parientes

de la persona con la que se encuentra o se

encontraba unida fuera del matrimonio, razón por

la anterior su señoría que la representante social

considera acreditado el delito de Corrupción de

Menores y justificada la responsabilidad de los

señores *** y *** en la comisión de éste, sin

embargo, no podemos olvidar que estos

extremos no están probados hasta este momento

y que se presume la inocencia de los

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representados acorde a lo que establece el

artículo 26 del Código Penal Estatal, por lo que si

la Ministerio Público no logra demostrar el delito

y la plena responsabilidad de los defendidos no

dudaré en solicitar sentencia absolutoria a favor

de éstos en su momento oportuno”.--

Presentados los alegatos de apertura tanto del

Ministerio Público como de la defensa de los

acusados *** y ***, desahogadas las pruebas

ofrecidas por las partes, y expuestas las

conclusiones, el resolutor de origen procedió al

dictado de la sentencia correspondiente, en la

cual concluye que: “el día 25 de abril del 2011

por la tarde, entre las 13:00 y 19:00 horas, al

encontrarse los acusados *** y *** en compañía

de los menores *** de *** años de edad, *** de ***

años e ***, (hijos de la acusada ***) en uno de los

cuartos de la planta alta del domicilio ubicado en

calle Privada *** número ***, en la Colonia *** del

Municipio de ***, ***, estaban inhalando resistol

5000 en presencia de los citados menores,

propiciando en *** y *** el uso de esa sustancia,

la cual es un pegamento industrial tipo cola, cuyo

componente volátil principal es el Tolueno, y éste

a su vez es considerado como psicotrópico por la

Ley General de Salud, asimismo, el inculpado ***

incitó a los menores *** y *** el uso de la referida

sustancia que contiene psicotrópicos, ya que a la

primera de los menores le ofreció en tres

ocasiones esa sustancia, al grado de que la

menor *** al sentir curiosidad por experimentar,

olió el bote que el acusado *** inhalaba, y al

menor *** le dio directamente una bolsa con el

pegamento industrial en mención la cual recibió y

olió, aunque no pudieron inhalarlo, permitiendo lo

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anterior la acusada ***”.-- Bajo ese orden de

ideas, tenemos que en base a lo anterior, el Juez

de origen, acertadamente declara dentro de la

resolución recurrida, que el delito de

CORRUPCIÓN DE MENORES, establecido en el

artículo 196 fracción III inciso a) del Código Penal

en vigor, del Estado de Nuevo León, así como la

plena responsabilidad penal de los acusados ***

y *** al haber cometido el mismo.-- Dentro de la

causa, fueron desahogadas las pruebas

ofrecidas por las partes, a saber: Declaración del

menor ***.-- Declaración de la menor ***.--

Declaración de la menor ***.-- Declaración del C.

***.-- Declaración del C. ***.-- Declaración de la

C. ***.-- Declaración del C. ***-- Declaración del

C. ***.-- Declaración del C. ***.-- Declaración de

la perito ***.-- Declaración de ***-- Declaración de

la perito ***.-- Declaración de la perito **.--

Declaración de la perito ***.-- Declaración del

Perito ***.-- Declaración del C. ***.-- Declaración

del C. ***.-- Declaración del C. ***.--Declaración

de la perito ***.-- Declaración del perito ***.--

Declaración de la perito ***.-- Declaración de la

perito ***.-- Declaración de la perito ***.--

Declaración de la perito ***.-- Además fueron

exhibidos dentro de la audiencia, el bote de

aluminio de la marca devcon adhesivo resistol mil

cinco, así como diversas impresiones

fotográficas alusivas al mismo.-- Documental

consistente en la lectura del acta de nacimiento

de los menores *** y ***.-- Cabe destacar que

también acudieron a la audiencia de juicio las

C.C. *** y ***, quienes, dado su parentesco con la

hoy inculpada ***, se abstuvieron de rendir

declaración en torno a los hechos, en términos

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del artículo 276 del Código de Procedimientos

Penales vigente en el Estado.-- Es oportuno

mencionar, que dentro de la causa no hubo

acuerdos probatorios entre las partes.--

Establecida la litis trabada con relación a la

decisión de primera instancia, y habiendo

analizado los registros relativos a las audiencias

desahogadas, las partes presentaron sus

conclusiones, advirtiéndose que el fiscal adscrito

solicitó, que por el delito de Corrupción de

Menores la sanción es la señalada en el arábigo

196 fracción I del Código Penal vigente en el

Estado, solicitando el aumento de la misma en

términos del artículo 199 del mismo

ordenamiento legal al advertirse que la inculpada

*** es la madre de las víctimas, y que si bien el

acusado no es el padre de éstas, sí ejecutó esa

conducta en perjuicio de los hijos de su pareja,

con quien meses atrás se había unido fuera del

matrimonio; pidiendo por tanto, se aplique una

culpabilidad media. Así mismo, solicita se

condene al sentenciado al pago de la reparación

del daño, tomando en cuenta lo señalado por las

peritos *** y ***, quienes practicaron el examen

mental del menor ***, determinando que

presentaba daño psicológico y que por tal motivo

requiere un tratamiento por el término de 1 año,

una sesión por semana con un costo de $400.00-

cuatrocientos pesos 00/100 m.n. por lo que

deberán cubrir los acusados el pago de $19,200-

diecinueve mil doscientos pesos 00/100 m.n. a

favor de *** por ser quien tiene la guarda y

custodia del menor pasivo.-- Además, también

solicita que se tome en cuenta lo señalado por

las peritos *** y ***, psicólogas adscritas a la

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misma institución, quienes practicaron el examen

mental a la menor ***, y determinaron que

presentaba daño psicológico derivado de los

hechos denunciados, y sugirieron un tratamiento

psicológico por un término de 6 meses, una

sesión por semana, con un costo de $**** pesos

por sesión, por lo que deberán cubrir los

acusados la cantidad de $**** pesos a favor de

***, quien tiene la guarda y custodia de la menor

afectada.-- Mientras el defensor público, solicitó

que se reste valor a las deposiciones de los

elementos policiacos *** y ***, así como a la

testigo ***, esto, porque no les constan

personalmente lo hechos. Así mismo, alega que

la cadena de custodia para la muestra

recolectada al menor *** no fue adecuada,

porque no fue debidamente recolectada. De igual

forma, impugna las manifestaciones vertidas por

la menor víctima *** y a la deposición vertida por

el médico ***, solicitando se tome en cuenta que

a la menor *** le dieron una hoja para que se

aprendiera lo que relató y que esa hoja le fue

entregada por su padre.-- Finalmente, se dictó la

sentencia definitiva de condena a los acusados

*** y ***, en la que declara acreditada la

existencia del cuerpo del delito de Corrupción de

Menores, en la cual, concluye: “el día 25 de abril

del 2011 por la tarde, entre las 13:00 y 19:00

horas, al encontrarse los referidos acusados en

compañía de los menores *** de *** años de

edad, *** de *** años e ***, (hijos de la acusada

***) en uno de los cuartos de la planta alta del

domicilio ubicado en calle Privada ***número ***

en la Colonia *** del Municipio de ***, ***,

estaban inhalando resistol 5000 en presencia de

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los citados menores, propiciando en *** y *** el

uso de esa sustancia, la cual es un pegamento

industrial tipo cola, cuyo componente volátil

principal es el tolueno, y éste a su vez es

considerado como psicotrópico por la Ley

General de Salud, asimismo, el inculpado ***

incitó a los menores *** y *** el uso de la referida

sustancia que contiene psicotrópicos, ya que a la

primera de los menores le ofreció en tres

ocasiones esa sustancia, al grado de que la

menor *** al sentir curiosidad por experimentar,

olió el bote que el acusado *** inhalaba, y al

menor *** le dio directamente una bolsa con el

pegamento industrial en mención la cual recibió y

olió, aunque no pudieron inhalarlo, permitiendo lo

anterior la acusada ***”.-- Así, el Juez de origen,

señala dentro de la resolución recurrida, que el

delito de CORRUPCIÓN DE MENORES,

establecido en el artículo 196 del Código Penal

en vigor del Estado de Nuevo León, así como la

responsabilidad penal que en la comisión del

mismo se imputa a los acusados *** y ***, fue

debidamente comprobado.-- Al efecto, conviene

analizar la declaratoria del de origen al respecto.-

En primer término, es preciso destacar el

numeral que contempla el ilícito en comento.--

Artículo 196. “Comete el delito de corrupción de

menores o de personas privadas de la voluntad,

quien realice con menor de edad o con persona

privada de la voluntad, respectivamente,

cualquiera de las siguientes conductas:-- I…--

II…-- III… Induzca, incite, suministre o propicie:

a) El uso de sustancias psicoactivas, tóxicas o

que contengan estupefacientes o psicotrópicos”.-

Siendo los elementos del delito de

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CORRUPCIÓN DE MENORES: a) Que el pasivo

sea menor de edad o que siendo mayor de edad

se encuentre privado de la voluntad. b) Que el

agente del delito induzca, incite, suministre o

propicie en el pasivo, el uso de sustancias

psicoactivas, tóxicas o que contengan

estupefacientes o psicotrópicos.-- Ahora bien,

para justificar el primer elemento del delito en

estudio, que el pasivo sea menor de edad, el

juzgador adecuadamente tomó en consideración

que los pasivos *** y **, son menores de ***

años, pues así lo demostró con el acta de

nacimiento de la menor ***, misma que se

registró bajo el número ***, *** **** y fue

levantada por el Oficial Número *** del Registro

Civil, con residencia Monterrey, Nuevo León, en

la que se registró como fecha de nacimiento de

la referida ***el *** ***, por ende, al día de los

hechos contaba con *** años de edad, y los

padres de ésta son *** y **.-- De igual forma,

quedó demostrado que la víctima *** es también

menor de edad, con el acta de nacimiento

número ***, levantada por el Oficial Número **

del Registro Civil, con residencia en Monterrey,

Nuevo León, en la que se registró como fecha de

nacimiento del referido *** el ***, es decir, al día

de los hechos contaba con *** años de edad, y

sus padres son *** y ***.-- Esto se corroboró con

los dictámenes médicos de edad probable

emitidos por las peritos *** y ***, médicos

adscritas a la Dirección de CriminaIística y

Servicios Periciales de la Procuraduría General

de Justicia del Estado, quienes establecieron que

una vez que examinaron a los menores *** y ***

el día 26 de abril de este año, determinaron que

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de acuerdo a su fórmula dentaria, órganos de la

voz, folículos piloso, caracteres sexuales

secundarios, la primera tiene una edad probable

mayor de *** y menor de *** años, y el segundo

tiene una edad probable mayor de *** y menor de

*** años.-- Al igual que con el testimonio de la

propia víctima *** quien señaló que actualmente

cuenta con ** años de edad y que su hermano ***

tiene *** años; así como con lo declarado por ***,

padre de la menor, quien al efecto refirió que la

mencionada ** es su hija y que su edad es de **

años; de igual manera, con el testimonio de ***,

quien al efecto refirió que el menor *** es su hijo

y tiene tres años de edad.-- Probanzas las

anteriores, que adecuadamente fueron

apreciadas bajo el principio de libre valoración de

la prueba que se prevé en el artículo 592 Bis del

Código Procesal Penal, obteniendo valor

probatorio pleno, las documentales por tratarse

de documentos públicos expedidos por una

autoridad en ejercicio de sus funciones; y la

testimonial, de *** adquiere credibilidad y eficacia

plena porque tiene la capacidad suficiente para

comprender los hechos sobre los cuales versa su

declaración, mismos que fueron susceptibles de

ser apreciados por sus sentidos, y los relató de

manera clara y precisa, sin dudas.-- Así mismo,

lo declarado por *** y ***, adquiere valor

probatorio pleno en este apartado, toda vez que

como padres de las víctimas les consta la edad

que cada uno de ellos tiene.-- Sin olvidar por

supuesto, las opiniones médicas de las peritos

*** y ***, las cuales tienen valor probatorio pleno

porque cuentan con los conocimientos

necesarios en la materia sobre la cual

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dictaminaron, expresando el método y técnica

que utilizaron para realizar la experticia.--

Probanzas bastantes y suficientes para acreditar

la minoría de edad de los ofendidos *** y *** al

quedar demostrado que la primera el día de los

hechos tenía *** años de edad y el segundo ***

años.-- Por lo que hace al segundo de los

elementos del delito en cuestión, tenemos que el

agente del delito induzca, incite, suministre o

propicie en el pasivo, el uso de sustancias

psicoactivas, tóxicas o que contengan

estupefacientes o psicotrópicos. Al efecto,

conviene destacar la labor analítica del juzgador,

pues a fin de plasmar un mayor entendimiento

del acontecimiento criminal al que nos hemos

enfocado, ilustra en su resolución sobre los

conceptos que, examinados detalladamente han

logrado demostrar la existencia del ilícito en

cuestión. Se reitera el razonamiento otorgado por

el Juez de origen al respecto.-- Incitar significa

mover o estimular a alguien para que ejecute una

cosa.-- Propiciar es favorecer o facilitar la

ejecución de algo, ayudar, auxiliar, contribuir,

poner los medios para que algo sea posible en

este caso, para la precipitación en vicios que

degeneran al individuo.-- Psicotrópico es una

sustancia capaz de modificar y/o alterar el

comportamiento psíquico de una persona.-- El

resistol 5000, es un pegamento industrial tipo

cola, cuyo componente volátil principal es el

tolueno. Esto quedó justificado con los

dictámenes químicos practicados por los peritos

*** y ***, adscritas a la Dirección de Criminalística

y Servicios Periciales de la Procuraduría General

de Justicia del Estado, quienes al analizar la

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evidencia recolectada determinaron tal

circunstancia.-- Siendo destacable de ello, que el

tolueno es un hidrocarburo aromático, capaz de

producir la reacción psicotrópica de esta

sustancia industrial, y los productos en los que se

encuentra son el thiner, los adelgazadores de

pintura, resistol 5000, desengrasantes, etc., pues

así lo establecieron los peritos químicos *** y ***,

adscritos a la Dirección de Criminalística y

Servicios Periciales de la Procuraduría General

Justicia del Estado.-- Experticias que fueron

dotadas de forma acertada, de valor probatorio

pleno al haber sido emitidas por personas que

tienen los conocimientos necesarios en la

materia para dictaminar al respecto, y explicaron

el método y técnica que utilizaron para realizar la

prueba.-- Continuando con el análisis anterior, es

preciso señalar que la sustancia conocida como

tolueno que se encuentra en el resistol 5000,

está comprendida en la Ley General de Salud en

su capítulo correspondiente denominado

sustancias psicotrópicas, artículo 245 fracción V

en relación al 253.-- Por lo que, el tolueno es una

sustancia lícita, no destinada a ese fin

(inhalación), y que produce efectos

psicotrópicos.-- De esta forma, se dio por

demostrado que los acusados propiciaron e

incitaron en los pasivos *** y ***, al uso de

sustancias psicotrópicas, como es el tolueno.--

Esto se dio comprobado principalmente con el

testimonio que rinden las menores *** e ***, pues

la primera dijo que el 25 de abril, se encontraba

en la segunda planta de la casa de **

(inculpado), en compañía de éste, de su mamá

*** y sus hermanos *** de ** años y *** de ***

A.D.P. 26/2012 17

años, que ese día su mamá y ** se estaban

drogando, ya que *** se salió de la casa y

regresó con una bolsa gris, la cual tenía una lata

grande, y con esa lata se andaba drogando, se la

ponía en la boca y respiraba, que eso lo hizo en

el cuarto donde se dormían la declarante y su

hermano *** y que lo hizo por mucho tiempo y

cerca de ellos, que su mamá también se estaba

drogando, que ponían en una bolsa el contenido

de la lata, que era color amarillo, su mamá se

ponía la bolsa en la boca y respiraba, le hacía así

(se lleva la mano a la boca, respira y sopla), que

*** le dijo que a esa bolsa se le llama tapabocas,

y *** le dio de ese tapabocas a sus hermanos ** y

***, ya que les ofreció diciéndoles ¿quieres?,

pero ellos dijeron que no, que a su hermano ***

le ofreció y éste lo agarró pero no lo pudo inflar, y

lo tiró, no lo alcanzó a oler porque no pudo y lo

tiró, manchándose el cachete, la espalda y el pie,

que esto fue en el cuarto donde dormían ** y su

mamá; que su mamá siempre huele la lata y a ***

ya lo había visto otros días con el tapabocas; que

debido a esos hechos, su mamá y *** ese día

fueron detenidos por la policía.-- Por su parte, la

menor ***, declaró que el 25 de abril por la tarde,

se encontraba en la parte de arriba de la casa de

**, ubicada en la colonia ***, en compañía de sus

hermanos *** de *** años, *** de *** años, su

mamá y ***, que ese día se encontraba ahí de

visita ya que la declarante vivía con su abuelita,

que vio que su mamá se estaba drogando con

una bolsa de resistol de color amarillo, mismo

que inhalaba por la boca, que luego llegó *** con

un bote en el cual traía un líquido y lo inhalaba,

que éste le dijo a la declarante “¿quieres?” a lo

A.D.P. 26/2012 18

que ella le contestó que no, que le volvió a decir

¿quieres? y ella nuevamente le dijo que no, y por

tercera vez le dijo “ándale agarra” pero ella ya no

le hizo caso, que *** le dijo que en esa botella

traía tolueno, que éste dejó la botella y cuando

nadie veía a la declarante aprovechó para olerla,

pero nada más la olió y como le caló en la nariz

la aventó por la ventana, que luego *** también

se drogó con el líquido amarillo que traía su

mamá, haciéndole igual, es decir, inhalándolo,

que cuando éstos se estaban drogando, lo

hacían cerca de la declarante y sus hermanos,

que sus hermanitos estaban ahí en el mismo

cuarto donde estaban todos, y olía feo, por lo que

la declarante se sintió mal, le quiso doler la

cabeza; que ese día por la noche su mamá y ***

fueron detenidos por la policía.-- De modo que

las menores testigos, al serles mostrada la

evidencia consistente en un bote de lámina sin

tapa, con la leyenda al frente Devcon adhesivo

resistol mil cinco, lo reconocieron

indudablemente como el mismo con el que se

estaban drogando su madre y *** ese día de los

hechos.-- Corroborándose dicha información con

lo expuesto por *** quién al respecto refirió que

su hijo *** tenía viviendo con ***

aproximadamente 7 meses, que residían en la

segunda planta del domicilio de la declarante

ubicado en calle Privada *** número ***, de la

colonia ***, en ***, ***, junto con los hijos de ***

de nombres *** y ***, de ** y *** años de edad

respectivamente, y que el 25 de abril de este

año, se encontraba la declarante en la planta

baja del citado domicilio cuando bajó *** y le dijo

que subiera con ella, por lo que al subir olía

A.D.P. 26/2012 19

mucho a thiner y se encontraban *** y *** en el

primer cuarto, junto con el menor ***, y que ***

estaba dormida en un sillón del segundo cuarto,

pero la vio drogada, ya que al hablarle le

contestó mocho y traía los ojos muy tristes, y olía

mucho a thiner, refiere que pudo ser por el olor

que había en el lugar, por lo que la declarante les

profirió a los inculpados palabras altisonantes,

refiere que porque no se detenían en drogarse

delante de los niños, y se fue a avisarle a la

madre de *** para que viera cómo estaban, pero

como no se encontraba le dejó dicho con una tía

de *** que fueran por ella, y que

aproximadamente a las 3:30 o 4:00 llegó a su

casa la señora ***, madre de ***, muy enojada, y

luego se salió diciendo que iba a llamar a una

patrulla, y la policía llegó hasta las 10:00 ó 10:30

de la noche al domicilio, y realizaron la detención

de los inculpados, que la menor *** sólo iba de

visita con ellos, ya que vivía con su abuelita ***.--

Robusteciéndose la anterior manifestación, con

lo declarado por los elementos aprehensores ***

y ***, quienes señalaron que el 25 de abril de

este año, al encontrarse de rutina, por medio de

la frecuencia les indicaron que pasaran a un

domicilio de la calle *** para atender un auxilio, al

llegar se entrevistaron con la señora ***quien les

dijo que una de sus hijas en compañía de su

pareja se estaban drogando y en compañía de

sus hijos, por lo que los acompañó hasta el

domicilio ubicado en calle ***, y al permitirles el

acceso ubicaron en la segunda planta a las dos

personas con síntomas de intoxicación a la vista

y un fuerte olor a pegamento 5000, asimismo, en

otro de los cuartitos se encontraban tres

A.D.P. 26/2012 20

menores, una de **, otra de *** y un menor de ***

años, en quienes se percibía un fuerte olor a

5000, y que además el menor de *** años

presentaba manchas del mismo pegamento en

su cara y pierna, que el referido *** practicó la

detención de los inculpados mientras que ***

ubicó la evidencia, encontrando un recipiente de

resistol sobre un mueble de madera; que la

detención de los inculpados la realizaron a las

22:43 horas aproximadamente.-- Es importante

que al serle mostrada la evidencia al elemento

***, lo reconoció como el bote de resistoI que

encontró en el interior del domicilio el día de los

hechos.-- Además, se corroboró la existencia de

la evidencia, así como de las características del

lugar de los hechos, con lo declarado por ***,

escribiente de la Agencia número 2 de Justicia

Familiar, quien expuso que el 26 de abril del

2011, participó como testigo de asistencia en una

diligencia de inspección ocular y fe ministerial

practicada por la agente del Ministerio Público

número 2 de Justicia Familiar, en la que tuvieron

a la vista un bote de lámina sin tapa, con la

leyenda al frente Devcon adhesivo resistol mil

cinco, y que además en esa diligencia participó

también como testigo de asistencia su

compañera ****, y al serle mostrado el bote que

fue remitido como evidencia lo reconoció como el

mismo que tuvo a la vista ese día en mención y

del cual dio fe el titular de la Agencia ya

señalada.-- En los mismos términos, tenemos lo

expuesto por ***, delegado del Ministerio Público,

quien señaló que el 12 de mayo del 2011, acudió

al domicilio ubicado en la calle *** número *** en

la colonia *** en ***, ***, a fin de dar fe de las

A.D.P. 26/2012 21

características del mismo, con motivo de la

detención de los acusados a quienes se les

imputaba el delito de corrupción de menores, y

estando en el exterior del mismo, acompañado

de los testigos de asistencia *** y ***, dio fe que

es un domicilio de dos plantas, la planta baja se

encuentra pintada en color café claro, delimitada

por un barandal en color gris, de frente mide

aproximadamente 8 metros, hacia el fondo hay

unas escaleras de material de concreto que

conducen a la segunda planta, al subir en la

segunda planta apreció un cuarto que medía

aproximadamente dos metros de fondo por tres

metros de frente, en dicho cuarto existía una

cama matrimonial con un sofá para una persona,

un sofá para tres personas, y un mueble en color

negro tipo esquinero, asimismo, al estar

presentes ***, ***, además de los menores

afectados, éstos le indicaron los lugares donde

se encontraban ese día y donde sucedieron los

hechos, además de que la menor *** en cuanto a

los hechos le señaló que ella estaba acostada en

la cama, y el indiciado le ofrecía tolueno, se lo

ofreció en una ocasión y ella mencionó que no,

se la volvió a ofrecer y mencionó otra vez que no,

que el denunciado dejó el bote en el mueble tipo

esquinero que se apreciaba en la fotografía, y

ella lo tomó, lo olió y lo aventó por la ventana, y

que al menor *** le realizó preguntas, y debido a

su corta edad, sólo hizo un señalamiento

llevándose la mano a la boca, cubriéndosela,

mencionaba que era un tapabocas, y por su

parte, la otra menor ***, refirió que cuando los

indiciados se drogaban decían maldiciones, y

que vio cuando el indiciado le ofreció tolueno a

A.D.P. 26/2012 22

su hermana, y ésta lo aventó por la ventana. Al

mostrársele impresiones fotográficas a través de

la pantalla de plasma, las reconoció como las

mismas que él recabó, y expresó que aparecía

en ellas el domicilio desde el exterior y la planta

alta en la cual se constituyó, el interior del cuarto,

la cama, el mueble o esquinero y el sofá que

existían en el cuarto, aparece el menor donde

está indicando el lugar donde sucedieron los

hechos y otro de los menores, quien está

indicando también el lugar donde sucedieron los

hechos.-- En este punto, conviene señalar que

también fueron apreciados por el juzgador de

grado las experticias realizadas por los C.C. *** y

***, peritos en área de química Forense de la

Dirección de Criminalística y Servios Periciales

de la Procuraduría General de Justicia del

Estado, quienes expusieron que al practicar

dictámenes de toxicología, analizando las

muestras de orina, que se obtuvieron de cada

uno de los inculpados *** y ***, así como de los

menores *** y *** respectivamente, determinaron

un resultado positivo en todas ellas, ya que

presentaron ácido hipúrico, el cual es un

metabolito procedente del consumo por

inhalación de solventes aromáticos (tolueno);

estableciendo el segundo de los peritos que la

prueba aplicada es sumamente confiable, con

grado de confiabilidad del 99.9%. Y además

precisaron que las tomas de las muestras de

orina fueron debidamente recabadas por la perito

química fármaco bióloga ***, y que ellos

personalmente recibieron de esta perito las

muestras en mención, con todo el procedimiento

correcto relativo a la cadena de custodia.-- Sin

A.D.P. 26/2012 23

embargo, esa consideración dio origen al único

motivo de agravio que ante esta alzada sostiene

la Defensa Pública, pues alega que la muestra

tomada a sus defensos por lo que hace al

estudio de toxicología fue recabada de manera

ilícita, pues aunque sus defendidos hayan

otorgado el consentimiento para que les

recabaran la muestra de sangre y de orina,

según lo que exponen los peritos en química, los

acusados no tuvieron una adecuada defensa

para asesorarlos sobre si les beneficiaba o

perjudicaba el sometimiento a este examen, pues

resultó ser en su perjuicio, así mismo, que pasó

inadvertida la forma en que les fueron recabadas

las muestras sin la presencia de su defensa, y

por ende, considera que el juzgador sostuvo un

criterio equívoco al considerar el dictamen como

prueba desfavorable para ellos, sosteniendo al

efecto, diversos criterios jurisprudenciales que

versan sobre los requisitos del dictamen pericial,

así como cuando éste, carece de valor.-- Al

respecto, es dable la razón a la defensa pública

en cuanto a su inconformidad, pues como bien lo

argumenta, la prueba pericial practicada a los

acusados, fue realizada de forma ilícita al

haberse tomado la muestra para la realización de

las mismas, con el solo consentimiento de los

inculpados, es decir, sin haber sido asesorados

por su defensa, por lo que indudablemente la

prueba pericial en toxicología practicada por las

expertas, resulta ilícita, esto porque aún y

cuando no fue impugnada en su momento por la

defensa pública en la audiencia de juicio oral, se

trata de un medio de prueba realiza sin las

formalidades requeridas para que pueda ser

A.D.P. 26/2012 24

apreciado como prueba plena.-- No pasa

desapercibido para este Tribunal, el hecho de

que la defensa también alega que los dictámenes

psicológicos que les fueron elaborados a sus

defensos también fueron ilegalmente adquiridos,

sin embargo, cabe mencionar que los mismos no

fueron materia de consideración en perjuicio de

sus representados por parte de la causa en el

fallo impugnado, motivo por el cual, no es dable

arribar a su análisis.-- De modo que este Tribunal

considera que debe restarse el valor probatorio

otorgado por el instructor a los medios de prueba

antes descritos, pues con la práctica ilegal de

dicho dictamen, se contraviene la garantía de

adecuada defensa perjudicando así a los

acusados.-- Empero, aún y cuando se ha restado

valor a las probanzas antes mencionadas,

conviene decir que esto no trasciende al

resultado del fallo, pues en sí lo que sanciona el

flagelo de corrupción de menores, es que el

agente del delito incite a un menor, en este caso

dos, al uso de sustancias tóxicas, provocando

con dicha acción, que se corrompa a dichos

menores.-- Pues así lo determinó el dictamen

toxicológico practicado a los menores *** y ***, y

al cual, conviene decir, se le reitera el valor

otorgado por el Juez Oral, pues es preciso

aclarar que estas experticias se realizan como

parte de la Investigación del Órgano Técnico con

motivo de la comisión de un ilícito en donde

resultaron afectados dos menores de edad, por

tanto, como representante social de una

institución encargada de la integración de la

causa, tiene la facultad de ordenar la práctica de

tales dictámenes a las víctima del delito, sin que

A.D.P. 26/2012 25

para ello se requiera que esté presente la

defensa de los imputados, pues tratándose de la

víctima y de la comisión de un delito que

perjudica adecuado desarrollo emocional, no es

necesaria la intervención de la defensa pública

de los acusados.-- De modo que, se reitera el

valor probatorio que el Juez le dio a los

dictámenes en toxicología practicados a los

menores *** y ***, pues de éstos se derivan

resultados positivos a la presencia de ácido

hipúrico proveniente de la inhalación de un

solvente aromático como lo es el tolueno, esto

con las experticias practicadas por los químicos

*** y ***, peritos en área de química forense de la

Dirección de Criminalística y Servicios Periciales

de la Procuraduría General de Justicia del

Estado, quienes expusieron que al practicar

dictámenes de toxicología, analizando las

muestras de orina, que se obtuvieron de cada

uno de los menores *** y *** respectivamente,

determinaron un resultado positivo en ellos, ya

que presentaron ácido hipúrico el cual es un

metabolito procedente del consumo por

inhalación de solventes aromáticos (tolueno);

estableciendo el segundo de los peritos que la

prueba aplicada es sumamente confiable, con

grado de confiabilidad del 99.9%. Y además

precisaron que las tomas de las muestras de

orina fueron debidamente recabadas por la perito

química fármaco ***, y que ellos personalmente

recibieron de esta perito las muestras en

mención, con todo el procedimiento correcto

relativo a la cadena de custodia.-- Aseveración

que se enlazó a lo señalado por los propios

inculpados *** y ***, pues en el desahogo de la

A.D.P. 26/2012 26

audiencia de juicio reconocieron que el día de los

hechos se drogaron con resistol 5000, y aunque

negaron haberlo hecho en presencia de los

menores ofendidos y que les hayan ofrecido o

dado de la sustancia, lo cierto es que dentro de

la causa pudo comprobarse que los menores se

encontraban intoxicados, y a decir de ellos

mismos, que los activos les ofrecieron este

solvente aromático.-- De igual forma, esto se

justifica con lo señalado por el Doctor ***, médico

de la Secretaría de Seguridad Pública del

Estado, quien examinó a los ofendidos *** y ***, y

determinó que éstos presentaban aliento a

resistol 5000, y que esto lo detectó al pedirles

que soplaran sobre el dictamen, dándose cuenta

que presentaban ese aliento a resistol. Dictamen

al que se le otorgó valor probatorio indiciario

debido a que el médico no precisó la fecha en

que lo practicó, de las características y detalles

que proporcionó, se evidencia que se refirió al

dictamen que practicó a las víctimas e inculpados

con motivo de este juicio, y enlazada esta

probanza con las ya descritas, es posible arribar

a la conclusión que emite el Juez de la causa; es

decir, que los menores de referencia se

encontraban intoxicados el día de los hechos con

el solvente aromático (tolueno que se encuentra

en el resistol 5000).-- Por otro lado, y

corroborando lo anterior, ha de verse que la

sustancia descrita fue asegurada por el elemento

de policía *** en el lugar de los hechos, y la

muestra recolectada de la pantorrilla del menor

*** consistente en una mancha de color amarillo,

siendo que ambas resultaron ser un pegamento

industrial tipo cola, cuyo componente volátil

A.D.P. 26/2012 27

principal es el tolueno; pues así lo determinaron

los peritos *** y ***, químicos de la Dirección de

Criminalística y Servicios Periciales de la

Procuraduría General de Justicia del Estado, al

analizar esos dos indicios recolectados.--

Además, quedó demostrado que el bote de

lámina ya anteriormente descrito, fue asegurado

precisamente en el interior del domicilio en el que

se suscitaron los hechos, que la mancha en color

amarillo fue obtenida de la pantorrilla del menor

ofendido ***, y que la relación de esas evidencias

fue debidamente realizada, esto con la

declaración de los peritos *** y ***, peritos en el

área de criminalística de campo de la Dirección

de Servicios la Procuraduría General de Justicia

del Estado, quienes precisaron y explicaron la

manera en que específicamente el perito

***realizó esa recolección de la mancha de la

pantorrilla de ***; y con la declaración del

elemento de policía ***, quien aseguró que

recogió la evidencia consistente en un bote de

resistol 5000 de un mueble de madera que se

encontraba en el lugar de los hechos. Y ese bote

de lámina además, al ser mostrado en la

audiencia de juicio a las menores *** e *** lo

identificaron como el mismo con el que se

estaban drogando los inculpados ese día de los

hechos; y el elemento aprehensor *** lo

reconoció como el mismo que encontró en el

lugar de los hechos.-- Igualmente, fueron

enlazadas las impresiones fotográficas exhibidas

en juicio, en las que se apreció un menor de

edad con manchas en su mejilla y su pantorrilla,

los citados peritos *** y ***, las reconocieron

como las mismas manchas que observaron ese

A.D.P. 26/2012 28

día en el menor de edad, y de cuya pierna

recolectaron una parte de ese residuo amarillo.--

Probanzas que dejaron en evidencia que los

acusados *** y ***, inhalaron el resistol 5000 (que

contiene tolueno, sustancia psicotrópica), en

presencia de los menores ofendidos, propiciando

con ello, es decir, favoreciendo o facilitando que

los menores imiten la misma actividad, y además

el inculpado *** los incitó al uso de la citada

sustancia al ofrecerla en tres ocasiones a ***, y al

darle la bolsa que contenía resistol a ***, lo cual

fue permitido por ***.-- Todos los elementos de

convicción que se logró concatenar, al ser

valorados conforme a lo establecido por las

reglas de la sana crítica, las reglas de la lógica,

los conocimientos científicos y las máximas de la

experiencia conforme lo que dispone el numeral

592 Bis del Código Procesal Penal en vigor; son

aptos y suficientes para comprobar que el día 25-

veinticinco de abril del 2011-dos mil once por la

tarde, entre las 13:00- trece y 19:00-diecinueve

horas, al encontrarse los referidos acusados en

compañía de los menores *** de *** años de

edad, ** de ** años de edad ***, (hijos de la

acusada ***) en uno de los cuartos de la planta

alta del domicilio ubicado en calle ***número ***,

en la Colonia *** del Municipio de **, ***, estaban

inhalando resistol 5000, en presencia de los

citados menores, propiciando en *** y *** el uso

de esa sustancia, la cual es un pegamento

industrial tipo cola, cuyo componente principal es

el tolueno, y éste a su vez es considerado como

psicotrópico por la Ley General de Salud,

asimismo, el inculpado *** incitó a los menores

*** y *** el uso de la referida sustancia que

A.D.P. 26/2012 29

contiene psicotrópicos, ya que a la primera de los

menores le ofreció en tres ocasiones esa

sustancia, al grado de que la menor *** al sentir

curiosidad por experimentar, olió el bote que el

acusado *** inhalaba, y al menor *** le dio

directamente una bolsa con el pegamento

industrial en mención la cual recibió y olió,

aunque no pudieron inhalarlo, permitiendo lo

anterior la acusada ***.-- En consecuencia, al

hacer un enlace lógico jurídico de estas

probanzas con valor jurídico pleno al ser

analizadas de acuerdo a lo que dispone el

artículo 579 del Código Procesal Penal, queda

acreditada en forma plena la responsabilidad de

*** y ***, en términos del artículo 39 fracción I del

Código Penal, en la comisión del delito de

CORRUPCIÓN DE MENORES cometido en

perjuicio de los menores *** y ***, pues no cabe

duda que los acusados se encontraban

inhalando resistol 5000 en presencia de los

citados menores, propiciando en *** y ***el uso

de esa sustancia, la cual es un pegamento

industrial tipo cola, cuyo componente volátil

principal es el tolueno, y éste a su vez es

considerado como psicotrópico por la Ley

General de Salud, igualmente, el inculpado ***

incitó a los menores *** y *** el uso de la referida

sustancia que contiene psicotrópicos, ya que a la

primera de los menores le ofreció en tres

ocasiones esa sustancia, al grado de que la

menor *** al sentir curiosidad por experimentar,

olió el bote que el acusado *** inhalaba, y al

menor *** le dio directamente una bolsa con el

pegamento industrial en mención la cual recibió y

olió, aunque no pudieron inhalarlo, permitiendo lo

A.D.P. 26/2012 30

anterior la acusada ***.-- Para ello, basta traer a

la vista la imputación que en su contra realizan la

menor ***, al señalar que *** es su madre, y

quien el día de los hechos se estuvo drogando

con resistol frente a ella y sus hermanos *** e ***,

asimismo, aseguró que el acusado *** es la

persona con quien vivía su mamá ** y quien ese

día de los hechos junto con su madre, se estuvo

drogando con resistol frente a ella y sus

hermanos ya mencionados y además le ofreció a

la declarante en tres ocasiones tolueno para que

inhalara, el cual olió la declarante y lo arrojó por

la venta.-- Corroborándose dicha versión con el

señalamiento de *** quien refirió que su mamá

*** junto con la pareja de ésta de nombre ***, ese

día de los hechos se estuvieron drogando frente

a ella y sus hermanos ***y ***, y que incluso le

ofrecieron a éstos para que inhalaran, que a ***

le entregó una bolsa de resistol pero como no la

pudo inflar la tiró, y que ya en ocasiones

anteriores ha visto cuando los citados inculpados

se drogan.-- Al igual, se cuenta con la

identificación que de los acusados realizaron los

elementos aprehensores *** y ***, quienes los

reconocieron como las personas que detuvieron

ese día de los hechos 25 de abril de este año, en

la planta alta del domicilio ubicado en calle ***

número ***, ya que presentaban síntomas de

intoxicación a la vista y fuerte olor a pegamento

5000, y que además en el lugar se encontraban

también 3 menores, y ubicaron ahí mismo un

bote de resistol 5000.-- También, se tiene la

imputación que realizó ***, quien reconoció al

acusado ***como su hijo, y *** como la pareja de

aquél, y quienes ese día de los hechos se

A.D.P. 26/2012 31

encontraban en la planta alta del domicilio de la

declarante, en compañía de los menores ***, ***

E ***, y que al subir la declarante a donde se

encontraban percibió un fuerte olor a thiner, y a

la menor ***la notó mal, ya que hablaba mocho, y

con ojos tristes, por lo que se molestó y profirió

palabras altisonantes a los acusados con motivo

de que se drogaban delante de los menores.--

Igualmente, se tienen las experticias emitidas por

los peritos químicos *** y ***, quienes

determinaron que al analizar las muestras de

orina recabadas en los menores *** y ***,

determinando un resultado positivo, ya que

presentaron ácido hipúrico, el cual es un

metabolito procedente del consumo por

inhalación de solventes aromáticos (tolueno).--

Corroborándose lo anterior con las experticias

emitidas por las peritos psicólogas *** y ***,

quienes practicaron dictamen psicológico a la

menor ***y las psicólogas *** y ***, quienes

realizaron dictamen psicológico al menor ***, y

establecieron que éstos presentaron daño

psicológico derivado de los hechos que les

relataron, consistentes precisamente en que su

mamá *** y *** se drogaron frente a ellos y les

ofrecieron de la sustancia, asimismo,

establecieron que los menores de referencia son

susceptibles de corromperse, imitando las

conductas de sus padres, en el presente caso de

su madre y de la persona que funge como figura

paterna de ellos.--Sin que resulte impedimento

para lo anterior, que los acusados señalen que el

día de los hechos se drogaron, pero que no lo

hicieron delante de los niños, y que tampoco

ofrecieron esa sustancia a los menores

A.D.P. 26/2012 32

ofendidos; pues como bien lo afirma el juzgador,

esa versión resulta inverosímil dado que si los

menores se encontraban en el mismo lugar que

los inculpados, lógicamente observaron la

conducta que realizaban éstos, además, esa

versión de los acusados no se vio apoyada con

ningún elemento de prueba que se conoció en la

audiencia de juicio, por el contrario, la víctima ***

y la testigo presencial *** aseguraron que ese día

de los hechos observaron cuando los acusados

se estaban intoxicando con resistol, ya que todos

estaban en la misma habitación y cerca de ellos,

además informaron que el acusado ***, ofreció la

sustancia psicotrópica a los ofendidos ***y ***, y

a esa versión de las citadas ** y *** se le otorgó

valor probatorio pleno porque su atesto fue

espontáneo, claro y preciso, consistente y sin

contradicciones evidenciándose que sólo

relataron aquello que vivieron al presenciar los

hechos, y esos atestos enlazados con el resto de

los elementos de prueba que ya quedaron

precisados y analizados en párrafos anteriores

llevan a concluir que efectivamente los acusados

cometieron el injusto que se les atribuye.-- En

esa tesitura, tomando en cuenta las pruebas

valoradas libremente por el que ahora resuelve,

según la sana crítica, de conformidad con lo

dispuesto por el artículo 592 Bis del Código de

Procedimientos Penales vigente en el Estado, se

declara parcialmente fundado el agravio de la

defensa pública, pues aunque se determinó que

el Juez Oral debió restar valor al dictamen

toxicológico practicado a los acusados por no

haber sido una prueba lícita, lo cierto es que ello

trasciende como para revocar el fallo dictado por

A.D.P. 26/2012 33

el de origen, por tanto, no es dable revocar la

sentencia de condena impuesta por el Juez; por

ende, se CONFIRMA este rubro de la sentencia.-

QUINTO. Pasando a la CLASIFICACIÓN del

injusto que se atribuye a los acusados ***y ***,

por haberse demostrado su responsabilidad

penal en la comisión del mismo, cabe hacer

mención que la autoridad de primer grado estimó

procedente imponer a los nombrados, la sanción

señalada por el artículo 196, en cuanto a la

Corrupción de Menores, así como la establecida

en el numeral 199 del Código Penal vigente en el

Estado; lo que se estima correcto, en virtud de

que, con el actuar de ***y *** se justificó que

éstos ejecutaron una acción que corrompe a los

menores pasivos ***y *** esto al inhalar

sustancias tóxicas frente a ellos e incitarlos en el

caso de ***a que probaran hacer lo que él, acción

que la acusada permitió aún y cuando se estaba

dañando la integridad de sus propios hijos, los

cuales si bien no son hijos del activo ***, se

insiste, son hijos de su pareja ***, con quien tenía

aproximadamente seis meses de vivir fuera del

matrimonio.-- Conductas que ocasionaron un

trastorno psicológico en el desarrollo de los

menores de referencia, y que sin duda,

actualizan la figura jurídica en mención.-- Por lo

que, al no existir motivos de inconformidad por

parte de los recurrentes, ni existir suplencia de la

queja que hacer valer a favor de los

sentenciados, se CONFIRMA este apartado del

fallo en estudio.-- SEXTO. Tocante al punto de la

individualización de la pena, es de relieve

apuntalar: El Juez de grado, determinó sancionar

la conducta desplegada por el sentenciado, con

A.D.P. 26/2012 34

un grado de culpabilidad MÍNIMO, imponiendo

por ello, una pena de OCHO AÑOS DE

PRISIÓN, así como una multa de 1,200 cuotas,

equivalentes a $68,040.00 (sesenta y ocho mil

cuarenta pesos 00/100 m.n.).-- Determinación

que motivó la inconformidad del Fiscal Mayor,

pues argumenta que el juzgador no debió

considerar un grado de culpabilidad mínimo, sino

MEDIO, ya que estima, fueron consideradas

circunstancias atenuantes que no lo eran, y esto

les favoreció, mientras que por otro lado, dejó de

apreciar cuestiones agravantes a la conducta

desplegada por los activos; inconformidades que

serán atendidas más adelante.-- Enseguida, en

uso de las facultades contenidas por el

dispositivo legal 396 del Código Procesal de la

materia, se procede de oficio, al análisis del

dispositivo de mérito en todos y cada uno de los

aspectos contenidos por el numeral 47, el cual,

en su fracción I, establece como lineamiento del

arbitrio judicial, el tomar en cuenta las

circunstancias relativas a los aspectos objetivos y

subjetivos del delito, es decir, aquellas

circunstancias externas que influyen en la

comisión delictiva, así como las que determinan

en su interior al activo a desplegar la conducta

ilícita; y, en la especie, tenemos que el injusto

que se persigue es de acción, circunstancia que

forma parte integral del evento delictual.-- En

cuanto a la fracción II la gravedad de la infracción

o la importancia del peligro corrido, debemos

decir que para la perpetuación del delito,

tenemos que el bien jurídico tutelado es la moral

pública, el cual, se vio afectado al trastocarse la

esfera jurídica de los menores víctimas al

A.D.P. 26/2012 35

incitarlos al uso de sustancias tóxicas como en el

caso particular es el tolueno.-- Por lo que hace a

la fracción III (circunstancias de modo, tiempo y

lugar de ejecución), encontramos que las mismas

ya quedaron asentadas en el apartado

correspondiente, sin que se estime necesaria su

repetición a efecto de evitar repeticiones

superfluas.-- Respecto a la fracción IV (calidad

de la forma y el grado en que intervino el activo

en la comisión del delito) del numeral en estudio,

debe señalarse que ***y ***, actuaron con el

carácter de autores intelectuales y materiales del

hecho, pues desplegaron la conducta con

premeditación al planear la comisión del evento,

aunado al hecho de que ellos mismos lo

ejecutaron.-- En lo atinente a la fracción V

(condiciones personales de los acusados),

tenemos que ***cuenta con ** años de edad, es

originario de esta ciudad de ***, ***, con fecha de

nacimiento *** de *** de ***, de oficio ***, con un

haber de $*** pesos 00/100 m.n. diarios, sabe

leer y escribir, con último grado de estudios de

***, profesa la religión ***, es la primera vez que

se le procesa; mientras que la acusada ***, tiene

una edad de *** años de edad, es originaria de

esta ciudad de ***, ***, con fecha de nacimiento

*** de *** de ***, dedicada al hogar, sabe leer y

escribir, con último grado de estudios de ***,

profesa la religión ***, es la primera vez que se le

procesa.-- Y por lo que hace a la fracción VI, ha

de verse que la conducta desplegada con

posterioridad al delito ha sido buena, pues no

existe prueba en contrario.-- Es en este punto

donde sobresalen las inconformidades del Fiscal

Mayor, pues dentro del segundo de sus agravios,

A.D.P. 26/2012 36

el cual ahora se analiza por razón de

metodología, expone que el juzgador omitió

razonar como agravante lo siguiente: "a) En lo

que respecta a la fracción I, relativa a los

aspectos objetivos y subjetivos del delito;

entendidos los primeros como aquéllos que

pueden ser advertidos por la simple apreciación

de los sentidos, tenemos que en el caso a

estudio los sentenciados *** y ***, ejecutaron el

delito de CORRUPCIÓN DE MENORES, de

manera deliberada comenzaron a drogarse con

resistol 5000 en presencia de los menores ***y

***, permitiendo con ello ser vistos por los

pasivos del delito y con ello facilitando que los

menores imiten tal actividad, haciéndoles creer

además que se trata sólo de un simple

tapabocas, aunado a que les fue ofrecida a los

menores la droga que estaban inhalando,

además de considerar que la sentenciada se

trata de la madre de los menores mientras que el

sentenciado era pareja sentimental de la misma,

creando una figura paternal y de autoridad, lo

cual tampoco les importó, ya que el ejemplo

dado, al realizar dicha acción, pudo o puede

poderles propiciar una adicción, en el caso que

no se hubiese en este caso su detención.

Situación que, al no formar parte de los

elementos del delito y la cual no implica un doble

reproche o valoración de los factores de la

determinación de la valoración de la pena, habrá

de considerarse como aspecto objetivo

agravante de la conducta durante el proceso de

individualización de la pena.-- b) Respecto a la

fracción II, relativa a la gravedad de la infracción

o la importancia del peligro a que hubiere sido

A.D.P. 26/2012 37

expuesto un bien jurídico protegido, debe decirse

que la gravedad de la infracción es determinada

de manera legislativa y en el presente caso la

conducta que se imputa a los acusados se

encuentra señalada en el contenido del artículo

16 Bis fracción I del Código Penal vigente en el

Estado. Además se reviste una gravedad

particular. En primer lugar, dado que se trata de

un delito perseguible de oficio, calificación dada

por el legislador por considerarse que su

comisión afecta de manera grave a la sociedad,

al atentar contra la moral pública y las buenas

costumbres. Así mismo, al encontrarse drogados

los acusados con resistol 5000 que entre sus

sustancias se encuentra el tolueno, la cual es

considerada como psicotrópico en presencia de

los menos *** y ***, los incitó a imitar tal conducta

al ofrecerles la sustancia que estaban inhalando,

al grado de resultar intoxicados los menores de

referencia. De ahí que tal aspecto que agrava la

conducta habrá de considerarse al momento de

individualizar la pena que corresponde aplicar a

los acusados *** Y ***.-- c) En lo que concierne a

las circunstancias de modo, tiempo y lugar de

ejecución del ilícito, citadas en la fracción III del

artículo 47 invocado; tenemos que el día 25-

veinticinco de abril del 2011-dos mil once por la

tarde, entre las 13:00-trece y 19:00-diecinueve

horas, al encontrarse los referidos acusados en

compañía de los menores ***de ***-** años de

edad, *** de ***-*** años de edad e *** (hijos de la

acusada ***) en uno de los cuartos de la planta

alta del domicilio ubicado en Privada *** número

*** en la colonia *** del municipio de ***, ***,

estaban inhalando resistol 5000 en presencia de

A.D.P. 26/2012 38

los menores, propiciando en ***y ***, el uso de

esa sustancia, la cual es un pegamento industrial

tipo cola, cuyo componente volátil principal es el

tolueno, y éste a su vez es considerado como

psicotrópico por la Ley General de Salud, así

mismo el acusado ***incitó a los menores *** y **

el uso de la referida sustancia, ya que a la

primera de los menores le ofreció en 03-tres

ocasiones esa sustancia, al grado de que la

menor *** al sentir curiosidad por experimentar,

olió el bote que el sentenciado inhalaba y al

menor *** le dio directamente una bolsa con el

pegamento industrial en mención, aunque no

pudo inhalarlo, permitiendo lo anterior la acusada

***. De lo que se advierte como agravante que a

la sentenciada no le importó primeramente

drogarse en presencia de sus hijos y en segundo

que su pareja les ofreciera el pegamento

industrial que inhalaban a los menores pasivos,

por lo que denota un mayor grado de

peligrosidad al estimado por el Juez de Primera

Instancia.-- d) Con respecto a la fracción IV,

relativa a la calidad de la forma y grado de

intervención del sujeto activo en la comisión del

delito y a la de la víctima, en su caso, en la

medida que hayan influido en la realización del

delito, en el presente sumario surgen como

sujetos activos del delito los acusados ****y ***,

quienes de forma personal y directa ejecutaron el

delito de CORRUPCIÓN DE MENORES,

actuando como autores materiales, en primer

lugar intoxicándose con resistol 5000 que entre

sus sustancias se encuentra el tolueno que es

considerado como psicotrópico según la Ley

Federal del Trabajo y en segundo el acusado ***

A.D.P. 26/2012 39

les ofreció inhalar dicha sustancia a los menores

*** y *** con la permisión de la madre de los

menores quien resulta ser la acusada de

referencia, circunstancias que reflejan en los

acusados un mayor grado de peligrosidad social,

dada la forma en la que actuaron al momento de

los hechos.-- Por su parte, en calidad de víctima,

se tiene a los menores de edad ***y ***, personas

físicas quienes de manera directa sufrieron el

peligro al que fueron expuestos al propiciarles

una futura dependencia o habito y que va en

detrimento de su salud. De ahí que al haber unas

víctimas con influencia singular, resulta mayor el

grado de reprochabilidad que debe refutarse a

los acusados *** Y ***.-- e) De acuerdo a lo

precisado en la fracción V del artículo 47

invocado, y tratándose de los aspecto del sujeto

activo del delito, referentes a la edad, la

instrucción, las costumbres, los motivos que lo

impulsaron o determinaron a delinquir, las

condiciones sociales, las condiciones

económicas, y antecedentes personales, en la

medida que hayan influido en la realización del

delito, el Juez de origen de manera

evidentemente parcial y sin dar razonamiento

alguno, en relación a, en qué medida influyeron

en la realización del delito, de lo anterior tenemos

que la A-quo realizó un estudio parcial e

incorrecto de las circunstancias mencionadas por

dicho numeral, dando por consecuencia un

razonamiento equívoco e ilegal, por su falta de

fundamentación y motivación. Ello debido a que

es notable y evidente que se limitó a señalar

datos de los acusados, correspondientes a su

edad, su oficio e instrucción; empero, no en

A.D.P. 26/2012 40

medida que hayan influenciado en la realización

del delito, como lo establece la fracción V del

artículo 47 del Código Penal vigente del Estado;

artículo que señala las circunstancias que

tomaran en cuenta los Jueces para fijar la

sanción dentro de los mínimos y máximos,

debiéndose hacer notar que dicho artículo

señala: "..., teniendo en cuenta las siguientes

circunstancias, ...", y no sólo alguna de las

siguientes circunstancias, o las circunstancias

más obvias. Por lo que al determinar la

individualización de la pena sin considerar todas

las circunstancias establecidas en el dispositivo

legal en cita, se violenta al principio de legalidad

establecido en el artículo 16 de la Constitución

Política de los Estados Unidos Mexicanos.--

Continuando con el estudio de la fracción V del

artículo en mención, tenemos que, en relación a

la edad de los sujetos activos es de decirse que

el acusado ***, a la comisión del delito de

CORRUPCIÓN DE MENORES contaba al

momento de los hechos con ***-*** años de

edad, mientras que *** tenía ** años de edad,

tiempo de vida que los ubica en un periodo de

adultez, el cual corresponde al de mayor plenitud

física y mental, lo que denota que durante la

comisión del ilícito se encontraba consciente de

sus actos, siendo conocedores de la

trascendencia jurídica del delito, desplazándose

hacia el injusto que se le reprime. Ahora bien la

edad de los acusados, aunada a su grado de

instrucción, experiencia de vida y estado de

salud, los hacían, como prevalece al momento de

contar con suficientes inhibidores criminógenos,

y aun así concertaron cometer el delito que le

A.D.P. 26/2012 41

está siendo reprochado social y jurídicamente;

por lo cual tal circunstancia, sin duda influyó de

manera negativa en el delito y por ende habrá de

considerarse una agravante de la conducta

reprochada.-- En cuanto a la instrucción, como

factor que influyó en el delito, tenemos que el

acusado ***y ***, al haber expresado contar con

estudios de secundaría, tal nivel de instrucción,

según el sentido común y los planes educativos

vigentes, aunado a su edad, experiencia de vida,

los hacen sabedores y practicante de valores y

principios sociales tales como el de la educación,

el cual fue precisamente el que violentaron al

propiciarles a los menores el inicio de uso de

sustancias nocivas para la salud; motivo por el

que el grado de instrucción con el que contaban

los acusados *** y ***, resulta ser una agravante

del delito cometido, ya que a pesar de conocer

los valores sociales mencionados y practicarlos

no les importó contravenirlos y se inclinaron por

la conducta delictiva.-- Al respecto de las

costumbres, en la medida que hayan influido en

la realización del delito, entendida la costumbre

como lo usual, que se practica de manera

querida y consciente, y toda vez que es del

dominio público que el consumo de drogas

constituye un factor criminógeno preparante de

importancia, entendiéndose como tal, aquello

que favorece a la comisión de conductas

antisociales y tiene la doble función de acentuar

los activantes y aniquilar los inhibidores, y que el

consumo de sustancias psicotrópicas constituye

un factor criminógeno como lo es una alteración

de psique del sujeto, y en el caso que nos ocupa,

al encontrarse probado en autos que los

A.D.P. 26/2012 42

acusados se encontraban drogándose con

resistol 5000 y que la sustancia principal lo es el

tolueno misma que es considerada como

psicotrópico, es indudable que dicha costumbre e

inhalación influyó en la comisión de los hechos

delictivos, bien sea porque acentuó las

activantes, incrementando los motivos para

cometerlos, o porque aniquiló sus inhibidores, lo

que explica el que hayan tomado la decisión de

inducir a los menores a la inhalación de

sustancias toxicas y hacerles creer que se

trataba de un tapabocas, lo que les permitiría

estar en la creencia de ser algo natural y que

podían hacerlo. Hecho que habría de ser

considerado para la graduación de la pena.--

Ahora bien, al respecto de las condiciones

sociales, económicas y antecedentes personales

de la sujeto activo en la medida que hayan

influido en la realización del delito, tenemos que

en primer lugar que el ***, dijo ser de

nacionalidad ***; originario de **, ***, con fecha

de nacimiento (sic), con *** años de edad,

viviendo en ***, que sí sabe leer y escribir puesto

que concluyó sus estudios de **, de religión **,

de oficio ** y que es la primera vez que se le

procesa; mientras que ***, dijo ser **, de ** años

de edad, originaria de **, **, viviendo en ***, que

sabe leer y escribir ya que estudio hasta el ***,

que profesa la religión **, que se dedica a las ***

y que es la primera vez que se le procesa, tales

aspectos poco le importaron a los acusados para

cometer la conducta delictiva, y por ello tales

aspectos habrán de ser considerados al proceder

a la individualización de la pena.-- f). Por último,

otro factor agravante que no consideró el A-quo

A.D.P. 26/2012 43

en cuanto a la conducta posterior establecida en

la fracción VI del artículo 47 del Código Penal

vigente en el Estado, es que los sentenciados

****y *** no manifiestan el menor remordimiento,

ni sentimiento de culpa alguno por las acciones

cometidas, deviniéndose sin duda alguna que la

baja sanción a la que fueron condenados en la

resolución que se combate, no cumpliría la

finalidad de readaptarla, por ello la necesidad de

que la pena sea acorde a su grado de

peligrosidad, que como ya quedó demostrado en

líneas anteriores, se estima que se encuentra en

la MEDIA".-- Al efecto, conviene precisar que los

argumentos planteados por el combatiente son

improcedentes, luego de que analizados

minuciosamente por esta Alza, se arriba a la

conclusión de que ninguno de ellos logra la

convicción del Ad Quem para ser incluido como

agravante. Esto se afirma atendiendo al siguiente

razonamiento.-- En primer lugar, ha de verse que

lo solicitado respecto a la fracción I del numeral

47 del Código Penal, no puede ser incluido en

perjuicio de los sentenciados, porque dentro de

la causa, y como parte integral de la misma, ya

fue analizado el hecho de que se drogaron frente

a los menores hijos de la acusada ***, pues

incluso al apreciar esta circunstancia, el juzgador

impone una doble sanción atendiendo

precisamente a que la conducta que desplegaron

los activos fue la de drogarse frente a los

menores, quienes son hijos de la propia acusada

de referencia, por ende, no es correcto apreciar

doblemente en perjuicio de los reos tal

circunstancia.-- Por lo que hace a la fracción II,

relativa a la gravedad e importancia del peligro

A.D.P. 26/2012 44

corrido, es dable la razón al combatiente en el

sentido de que se trata de un ilícito contemplado

por el numeral 16 Bis del Código Penal como

grave, pues afecta gravemente a la sociedad

este tipo de conductas en particular, sin

embargo, el apelante insiste en que se considere

como una agravante más, el hecho de que los

activos se drogaron frente a los menores

afectando así sus buenas costumbres; no

obstante lo anterior es cierto, mas no puede

sancionarse doblemente esta acción, pues es

precisamente la conducta que constituye el ilícito

de Corrupción de Menores; por ende, no es

correcto adicionarla en perjuicios de los activos

del delito.-- Por otra parte, en cuanto a la fracción

III, se comparte la opinión del recurrente, pues

las circunstancias de modo, tiempo y lugar que

dieron origen al evento delictual, fue que: el día

25-veinticinco de abril del 2011-dos mil once por

la tarde, entre las 13:00-trece y 19:00-diecinueve

horas, al encontrarse los referidos acusados en

compañía de los menores ***de **-** años de

edad, *** de **-** años de edad e **** (hijos de la

acusada ***) en uno de los cuartos de la planta

alta del domicilio ubicado en Privada ** número **

en la colonia ** del municipio de ***, ***, estaban

inhalando resistol 5000 en presencia de los

menores, propiciando en ***y ***, el uso de esa

sustancia, la cual es un pegamento industrial tipo

cola, cuyo componente volátil principal es el

tolueno, y éste a su vez es considerado como

psicotrópico por la Ley General de Salud, así

mismo el acusado ****incitó a los menores *** el

uso de la referida sustancia, ya que a la primera

de los menores le ofreció en 03-tres ocasiones

A.D.P. 26/2012 45

esa sustancia, al grado de que la menor *** al

sentir curiosidad por experimentar, olió el bote

que el sentenciado inhalaba y al menor *** le dio

directamente una bolsa con el pegamento

industrial en mención, permitiendo lo anterior la

acusada ***.-- No obstante, puede verse que se

trata de las mismas circunstancias que fueron

establecidas en la causa por el resolutor, por

tanto, ya fueron apreciadas, siendo ilógica la

pretensión del combatiente para que se tomen

como agravante dentro del presente caso.-- En

relación a la fracción IV, relativa a la calidad de la

forma y grado de intervención del sujeto activo se

comparte la opinión del Fiscal Mayor en cuanto a

que fueron los propios encausados quienes

planearon el evento delictual y lo ejecutaron,

pues por ello merecen la sanción que les impone

el de grado, amén de que también fueron

considerados una influencia negativa para el

sano desarrollo de las víctimas; entonces, no

puede decirse que también deba perjudicarlos

esa misma circunstancia pero ahora como

agravante de la conducta desplegada, en

consecuencia, se niega su petición al respecto.--

Por lo que haca a la fracción V del invocado

artículo 47, el combatiente sostiene que el

juzgador realizó un estudio incorrecto de las

condiciones personales, sociales, económicas y

antecedentes personales de los sujetos activos,

sin establecer en qué medida influyeron en la

realización del delito, y que sólo se limitó a

enunciar los datos personales de los acusados,

empero no en la medida en que hayan influido.--

En cuanto a ello, conviene decir que el contenido

de la fracción descrita, se refiere precisamente a

A.D.P. 26/2012 46

ello, es decir, al análisis de las condiciones y

antecedentes personales de los sentenciados,

entonces la postura del Juzgador al haber

establecido la forma en que cada una de ellas

influyó en la comisión del delito resulta correcta,

pues en la fracción que se analiza sólo se pide

ello, pues hay que tener en cuenta que tales

circunstancias fueron estudiadas dentro de dicho

apartado y no como agravantes, por ende, es

acertada la postura del Juez.-- Por último, y

contrario a lo que alega el apelante, la conducta

desplegada posterior al delito fue considerada

como buena, pues al no haber prueba que

indique lo contrario así debe prevalecer, siendo

improcedente la solicitud del representante de la

sociedad al respecto.-- Se concluye: Las

circunstancias aludidas por al Fiscal Mayor para

ser consideradas como agravante de la conducta

desplegada, no logran la convicción de quien hoy

resuelve, por lo tanto, se declara improcedente el

segundo agravio que emite dentro de sus

inconformidades.-- En este capítulo, el C. Juez

Oral determinó que los sentenciados ***y ***,

obraron dolosamente, y para arribar a tal

conclusión, se apoyó en las siguientes

consideraciones tomando como base el

contenido del artículo 47 del Código Penal:

"Atenuantes": Que antes de ser detenida se

dedicaba al hogar, lo que la mantenía como

persona útil a la sociedad; no cuenta con

antecedentes penales, lo que facilita su

readaptación a la sociedad a la que pertenece; y

ha tenido un buen comportamiento después de

los hechos.-- "Agravantes": No se encontró

alguna.-- Cabe mencionar que el combatiente

A.D.P. 26/2012 47

dentro del primero de sus agravios sostiene que

las circunstancias atenuantes apreciadas por el

juzgador no lo son, y para ello, emite un

razonamiento que este Tribunal considera por

demás improcedente, a saber: Para el suscrito

Magistrado se considera una atenuante el hecho

de que los sentenciados no cuenten con

antecedentes criminales, pues esto es un

indicador de que los acusados son personas que

no han delinquido anteriormente, y que si en este

caso lo hicieron, es más factible lograr su

readaptación a la sociedad, a comparación de

una persona que sí ha sido sentenciada.-- En

relación a que han tenido un comportamiento

bueno con posterioridad a los hechos, también

debe considerarse a su favor, pues no existe

prueba en contrario y por ser favorable a éstos,

debe subsistir como atenuante.-- De igual suerte

corre lo expuesto por la Juez en cuanto a que ***

se dedicaba al hogar, lo que la mantenía como

una persona útil a la sociedad, pues

indudablemente se trata de una labor que

merece el respeto de la sociedad, ya que implica

la educación y atención de los miembros de la

familia, y aún más, cuando éstos son pequeños

como en el caso son sus menores hijos. De

modo que, aún y cuando el apelante exponga

estar en desacuerdo con la postura de la Juez,

este Tribunal tiene a bien declarar correcta la

misma al advertirla como una atenuante de la

conducta desplegada por la activo ***.--

Consecuentemente, no procede eliminar los

factores atenuantes que advierte el instructor al

resolver el fallo que se impugna, por ende,

resulta improcedente la solicitud que realiza en

A.D.P. 26/2012 48

ese sentido.-- Al efecto, este Tribunal comparte

el criterio del instructor al considerar, como

atenuantes las antes esbozadas dentro del

primero de los apartados, sin encontrar

agravante alguna en cuanto al actuar ilícito de los

sentenciados, de ahí que se apoya esa

determinación, por lo que deben subsistir como

tales.-- De esta forma se concluye que son

improcedentes los agravios expuestos por el

Fiscal Mayor; por lo que consecuentemente, se

arriba a la conclusión de que es correcta la

determinación de la Juez, al ubicar al acusado

con un grado de culpabilidad MÍNIMO, imponer al

acusado una pena de 04-cuatro años de prisión y

multa de $34,020.00 (treinta y cuatro mil veinte

pesos 00/100 m.n.) y duplicar esta misma en

base al contenido del artículo 199 del Código

Penal vigente en el Estado, a 08-OCHO AÑOS

DE PRISIÓN y multa de $68,040.00 (sesenta y

ocho mil cuarenta pesos 00/100 m.n.); que es el

importe de 1,200 cuotas a razón de cincuenta y

seis pesos con setenta centavos. La pena

privativa de libertad, deberá ser cumplida en el

lugar que para tal efecto designe el Ejecutivo del

Estado, a partir de que se encuentran detenidos

en el Centro Preventivo de Reinserción Social

"Topo Chico" con motivo de la presente causa;

esto, sin perjuicio del cómputo que realice la

autoridad ejecutora; de conformidad con lo

dispuesto por los artículos 7 y 43 de la Ley que

regula la ejecución de las sanciones penales, 48

y 49 del Código Penal y 20 fracción X de la

Constitución Política de los Estados Unidos

Mexicanos.-- Por lo anterior, se CONFIRMA el

presente apartado del fallo combatido.--

A.D.P. 26/2012 49

SÉPTIMO. Entrando al estudio del capítulo

correspondiente al PAGO DE LA REPARACIÓN

DEL DAÑO a que se refieren los artículos 141,

142, 143, 144, 145, 146 y 147 del Código Penal

vigente en el Estado, cabe hacer la siguiente

aclaración: Del fallo impugnado, se advierte que

el Juez Oral, absolvió a los sentenciados del

pago de la reparación del daño por lo que hace a

la atención psicológica que debe recibir el menor

***, atendiendo principalmente a que por parte

del padre de éste, el C. ***, fue expuesto que el

menor de referencia ya se encontraba siendo

atendido psicológicamente en la Institución

COPAVIDE, y dicha atención la recibe de forma

gratuita, por lo cual, no ha erogado gasto alguno

al respecto. En atención a esta declaratoria del

Juez, el Fiscal Mayor se inconformó

argumentando que la de grado no debió absolver

del concepto del pago de la reparación del daño

a los activos del delito, por lo que respecta al

pago de la atención psicológica que debe darse

al menor ***, contraviniendo de esa forma el

contenido del numeral 20 apartado c, inciso VI de

la Carta Magna, sosteniendo además, que este

precepto constitucional debe prevalecer sobre

cualquier otra Ley u ordenamiento legal, ello,

atendiendo al principio de supremacía

constitucional que contempla el artículo 133 de la

Constitución Política de los Estados Unidos

Mexicanos.-- Igualmente, sostiene que es

obligación del juzgador condenar al pago del

tratamiento psicológico a favor del menor *** y

considerar el costo particular del tratamiento

psicológico para la menor ***, señalando también

que este concepto constituye una pena pública y

A.D.P. 26/2012 50

basta que el Ministerio Público solicite la

reparación de daño para que se analice su

procedencia.-- Finalmente, el apelante precisa

que el hecho de que el menor sea atendido

psicológicamente en una institución pública como

lo es COPAVIDE, no exime al juzgador de

condenar a los increpados al pago de la

reparación del daño, pues alude que con ello se

les está dando un trato preferencial, cuando la

realidad es que deben imperar los derechos

preferenciales de los niños en el ejercicio pleno

de sus derechos, según lo dispone la Carta

Magna en su artículo 4°.-- Al efecto, este Tribunal

tiene a bien declarar improcedente el agravio

formulado por el recurrente, pues es notable que

en la causa no se está haciendo ningún

favoritismo hacia la parte reo, sino que

acertadamente la autoridad original toma en

cuenta que el tratamiento psicológico que

requiere el menor para su sano desarrollo

emocional, puede brindarse precisamente en una

institución pública o privada, y si el padre de la

menor víctima se encuentra conforme con que el

menor de referencia reciba esa atención que se

le brinda por parte de la institución pública de

referencia, no debe demeritarse la ardua labor

que realiza la institución pública COPAVIDE pues

como Centro de Orientación, Protección y Apoyo

a Víctimas de Delito tiene funciones enfocadas

hacia la atención a la víctima de un delito. Esto

se puede apreciar del contenido del Manual de

Organización y de Servicios de las Dependencias

Centrales de la Procuraduría General de Justicia,

donde se establece que dicha institución, se

encarga de dar asistencia y acompañamiento a

A.D.P. 26/2012 51

la víctima, cuando el caso así lo requiera,

durante el procedimiento penal; y tratándose de

un menor de edad cuando no tengan familiares o

tutores que los asistan; así como de proporcionar

apoyo psicológico de emergencia a víctimas del

delito que a consecuencia del hecho presenten

crisis emocional.-- Por ende, se insiste, no debe

demeritarse las funciones que realiza la

mencionada institución pública, pues al igual o

aún mejor que otros organismos privados dentro

del rubro, ofrece un servicio de calidad que

cumple con las finalidades antes descritas.-- Por

lo anterior, es claro que si la finalidad se cumple,

es decir, si ya se está otorgando la atención

emocional que requiere el menor víctima, no se

vulneran los derechos del pasivo ***, de modo

que resulta acertada la postura del juzgador al

absolver a los sentenciados del pago de dicho

concepto. Consecuentemente resulta

improcedente el agravio del recurrente en este

sentido.-- Ahora bien, en lo que concierne a la

atención psicológica que debe brindase a la

menor ***, tenemos que la autoridad original

impone a los sentenciados ***y ***, el pago de la

cantidad de $*****, como concepto del pago de la

reparación del daño, a pagar, a favor del C. ***,

en representación de su menor hija ***. Postura

que deviene acertada, pues dentro de la causa

se demostró que la menor de referencia requiere

un tratamiento psicológico con motivo de los

hechos denunciados, por tal motivo, si el padre

de la víctima, el C. ***, refirió que la misma

estuvo bajo tratamiento psicológico en el ámbito

privado, y ahora con motivo de estos hechos se

le recomienda que acuda un lapso de seis

A.D.P. 26/2012 52

meses, con una sesión semanal, y el costo de

cada una de ellas asciende a $**** luego de

hacer una operación matemática, resulta que el

pago que debe hacerse por dicho concepto

asciende a los $**** que señala el de origen.-- En

este punto se genera inconformidad por parte del

Fiscal mayor, pues arguye que el juzgador

deberá condenar a los sentenciados al pago de

la cantidad de $***** debido a que el costo de la

atención psicológica que recomiendan las peritos

de la Procuraduría General de Justicia del

Estado, asciende a un costo por sesión de $****

de ahí que haciendo la operación matemática de

las sesiones que requiere, arroja la cantidad

arriba señalada.-- Razonamiento que resulta

incierto, pues aún y cuando las peritos expertas

en la materia hayan señalado el costo de las

sesiones que en el ámbito privado requiere la

menor ***, debe decirse que como en el caso

anterior, el órgano acusador no puede

sobrepasar su función para rebasar la petición de

la víctima, por lo que si el A quo decretó que ese

era el costo de la atención que debe ser brindada

a la menor, es porque tomó en consideración que

la misma, anteriormente había acudido a una

institución denominada Centro de Integración

Juvenil, el cual, una vez que este Tribunal ha

hecho una búsqueda electrónica para ver las

funciones del mismo, encontramos que a través

de la página http://www.cij.gob.mx/ puede

apreciarse que estos Centros (sic) Asociaciones

Civiles apoyadas por el Gobierno Federal, cuyos

especialistas se encuentran enfocados a

posponer o prevenir el abuso de las drogas en

los individuos, a partir de la presentación de

A.D.P. 26/2012 53

información específica y actualizada; además,

promover el desarrollo de las habilidades

necesarias que contrarresten el problema de las

adicciones, entre otras.-- De lo expuesto, ha de

verse que la institución de referencia también

cumple con la expectativa de rehabilitar a la

menor a evitar las adicciones, esto, debido a que

fue víctima de su propia madre y la pareja de

ésta, para explorar ese inadecuado sendero.--

Deviene importante mencionar que en el

presente caso No se impide el ejercicio de los

derechos que como víctimas les asiste a los

menores afectados, pues incluso cada uno de

ellos está ejerciendo el mismo por su parte, pues

n (sic) es necesario obligar a los pasivos a que

acudan a instituciones del ámbito privado para

ello, más aún si la decisión a cargo de los padres

de los mismos es precisamente llevarlos a la

institución que cada uno de ellos considera la

adecuada, siempre y cuando cumpla con el

objetivo de brindar apoyo emocional a los

menores para lograr su sano desarrollo, como en

el presente caso se establece.-- Bajo ese orden

de ideas, se estiman improcedentes las

inconformidades planteadas por el Procurador

General de Justicia del Estado, respecto al

presente rubro. En consecuencia, se CONFIRMA

este apartado del fallo.-- OCTAVO. Por ser

consecuencia necesaria de toda sentencia de

condena, queda intocado lo referente a la

AMONESTACIÓN de los sentenciados para que

no reincidan y la SUSPENSIÓN de sus derechos

civiles y políticos por el tiempo que dure la pena

impuesta, lo anterior, en términos del artículo 52,

53 y 55 del Código Penal vigente en el Estado.--

A.D.P. 26/2012 54

NOVENO. Comuníquese la presente

determinación a los CC. Juez Primero de Juicio

Oral Penal del Estado, Alcaide del Centro

Preventivo de Reinserción Social "Topo Chico",

Comisario General de la Agencia de

Administración Penitenciaria del Estado, y

Comisionado del Órgano Desconcentrado de

Prevención y Readaptación Social de la

Secretaría de Seguridad Pública Federal, en

México, Distrito Federal, para su conocimiento y

efectos legales consiguientes".

QUINTO. Resulta innecesario transcribir y analizar

los conceptos de violación expuestos por los quejosos,

toda vez que este Órgano Colegiado en suplencia de la

queja deficiente a que obliga la fracción II del artículo 76

bis de la Ley de Amparo, advierte que la resolución

reclamada adolece de diversas violaciones formales que

ameritan estudio preferente y hacen necesaria la

concesión del amparo y protección de la Justicia Federal

solicitado, sin abordar el estudio de fondo de la cuestión.

En efecto, *** y ***reclamaron de la Décimo Cuarta

Sala Penal y de Justicia para Adolescentes del Tribunal

Superior de Justicia del Estado, la sentencia de dieciséis

de diciembre de dos mil once, en la que se les consideró

responsable en la comisión del delito de corrupción de

menores.

Ahora bien, el primer párrafo del artículo 16 de la

Constitución Federal, establece:

“Artículo 16. Nadie puede ser molestado en su persona, familia, domicilio, papeles o posesiones, sino en virtud de mandamiento

A.D.P. 26/2012 55

escrito de la autoridad competente, que funde y motive la causa legal del procedimiento…”.

De la interpretación literal del precepto constitucional

trascrito, se infiere que todo acto de autoridad debe estar

debidamente fundado y motivado.

En concordancia con lo anterior, el artículo 103 del

Código de Procedimientos Penales para el Estado de

Nuevo León, establece:

“Artículo 103. Las resoluciones judiciales deben estar fundadas y motivadas”.

Al respecto, nuestro más alto Tribunal del país en

diversos criterios, ha sostenido que por fundamentación

debe entenderse la obligación que tiene la autoridad de

expresar los preceptos legales que regulen el hecho y, las

consecuencias jurídicas que pretende imponer con ese

acto autoritario.

En tanto que, por motivación ha establecido que

constituye la obligación de la autoridad de exponer las

razones por las cuales considera que el hecho se

encuentra probado y, es precisamente el previsto en la

disposición legal que invoca como fundamento de ese

acto.

Por ello, es evidente que la fundamentación y

motivación de los actos de autoridad, es una exigencia

tendiente a justificar sobre bases objetivas, la racionalidad

y legalidad de aquéllos, a efecto de procurar eliminar, en

la medida de lo posible, la subjetividad y arbitrariedad de

las decisiones de autoridad.

Máxime, que ello es lo que informa a los gobernados

A.D.P. 26/2012 56

para estar en aptitud de combatir los fundamentos del

acto, así como las consideraciones que lo rigen.

Sirve de apoyo a lo anterior, la Jurisprudencia

emitida por la Segunda Sala de la Suprema Corte de

Justicia de la Nación, consultable a página ciento cuarenta

y tres, Tomo: 97-102, Tercera Parte, Séptima Época del

Semanario Judicial de la Federación, de rubro y texto:

“FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN. De acuerdo con el artículo 16 de la Constitución Federal, todo acto de autoridad debe estar adecuada y suficientemente fundado y motivado, entendiéndose por lo primero que ha de expresarse con precisión el precepto legal aplicable al caso y, por lo segundo, que también deben señalarse, con precisión, las circunstancias especiales, razones particulares o causas inmediatas que se hayan tenido en consideración para la emisión del acto; siendo necesario, además, que exista adecuación entre los motivos aducidos y las normas aplicables, es decir, que en el caso concreto se configuren las hipótesis normativas”.

Asimismo, nuestro máximo Tribunal del país,

también ha sostenido que entre los principios que deben

imperar en la sentencia, se encuentra el de congruencia,

el cual en esencia, está referido a que tal resolución debe

ser armónica consigo misma y con la litis.

De ahí que se hable, por un lado de congruencia

interna, entendida como aquella característica de que la

sentencia no contenga determinaciones o afirmaciones

que se contradigan entre sí; y, por otro, de congruencia

externa, que atañe a la concordancia que debe haber

entre lo resuelto respecto de lo pedido o alegado, sin

distorsionar o alterar la litis, en armonía con el resto de las

constancias.

A.D.P. 26/2012 57

En este sentido, cobra aplicación la tesis de la otrora

Tercera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la

Nación, consultable a página ciento noventa y tres,

Volumen XI, Cuarta Parte, Sexta Época del Semanario

Judicial de la Federación, de rubro y texto:

"SENTENCIAS, CONGRUENCIA DE LAS. El principio de congruencia de las sentencias estriba en que éstas deben dictarse en concordancia con la demanda y con la contestación formuladas por las partes, y en que no contengan resoluciones ni afirmaciones que se contradigan entre sí. El primer aspecto constituye la congruencia externa, y el segundo la interna. Ahora bien, una incongruencia reclamada corresponde a la llamada interna si se señalan concretamente las partes de la sentencia de primera instancia que se estiman contradictorias entre sí, afirmando que mientras en un considerando el Juez hizo suyas las apreciaciones y conclusiones a que llegó un perito para condenar al demandado a hacer determinadas reparaciones, en el punto resolutivo únicamente condenó a efectuar tales reparaciones, o en su defecto, a pagar una suma de dinero; pero no existe tal incongruencia si del peritaje se desprende que debe condenarse a hacer las reparaciones, pero que en el caso que no se cumpla deberá condenarse a pagar la cantidad a que se condenó."

De igual modo, se comparte el criterio que en

materia común sustentó el Primer Tribunal Colegiado en

Materia Administrativa del Primer Circuito, en la

Jurisprudencia I.1o.A. J/9, consultable a página

setecientos sesenta y cuatro, Tomo: VIII, Agosto de 1998,

Novena Época del Semanario Judicial de la Federación y

su Gaceta, de rubro y texto:

“PRINCIPIO DE CONGRUENCIA. QUE DEBE PREVALECER EN TODA RESOLUCIÓN JUDICIAL. En todo procedimiento judicial debe cuidarse que se cumpla con el principio de congruencia al resolver la controversia planteada, que en esencia está referido a que la

A.D.P. 26/2012 58

sentencia sea congruente no sólo consigo misma sino también con la litis, lo cual estriba en que al resolverse dicha controversia se haga atendiendo a lo planteado por las partes, sin omitir nada ni añadir cuestiones no hechas valer, ni contener consideraciones contrarias entre sí o con los puntos resolutivos.”

Sentado lo anterior, es conveniente puntualizar que

en la sentencia reclamada, el Ad quem estableció en

primer término, que del artículo 196 del Código de

Procedimientos Penales para el Estado de Nuevo León,

se advierten los siguientes elementos del delito de

corrupción de menores: a) Un sujeto pasivo con la

calidad específica de ser menor de edad o estar privado

de su voluntad; y b) Que el sujeto activo induzca, incite,

suministre o propicie en el pasivo, el uso de sustancias

que contengan estupefacientes o psicotrópicos.

Posteriormente, la autoridad precisó que las

probanzas desahogadas en la audiencia de juicio oral, al

ser valoradas conforme a la sana crítica, las reglas de la

lógica, los conocimientos científicos y las máximas de la

experiencia, eran suficientes para acreditar el aludido

ilícito de corrupción de menores.

Cierto, estimó que el primer elemento consistente en

la minoría de edad de los pasivos, se justificó con las

actas de nacimiento de los menores ***y ***, de las que se

desprenden que cuentan con doce y tres años de edad

respectivamente, además que ello lo concatenó con lo

expuesto por los padres de éstos *** y ***, y con los

dictámenes médicos que ** y *** les practicaron a los

pasivos.

Medios de convicción a los que la responsable

confirió valor probatorio pleno, pues señaló que las

A.D.P. 26/2012 59

documentales fueron expedidas por funcionarios públicos

en ejercicio de sus funciones, los dictámenes fueron

emitidos por expertos en la materia de la medicina y

expusieron los métodos que utilizaron y, **y *** al ser los

padre de los ofendidos, tienen conocimiento la edad de

éstos.

Enseguida, el Ad quem enunció las declaraciones de

las menores ***e **, de **, de los policías ** y **, así como

de *** y **, servidores públicos adscritos a la Agencia del

Ministerio Público Número Dos en Justicia Familiar.

También, citó los dictámenes que en química

forense practicaron ***, ***, *** y ***, así como las

experticias en psicología emitidas por ***, ***, *** y ***, y

con base en ello, concluyó:

“…Todos los elementos de convicción que se logró concatenar, al ser valorados conforme a lo establecido por las reglas de la sana crítica, las reglas de la lógica, los conocimientos científicos y las máximas de la experiencia conforme lo que dispone el numeral 592 Bis del Código Procesal Penal en vigor; son aptos y suficientes para comprobar que el día 25-veinticinco de abril del 2011-dos mil once por la tarde, entre las 13:00- trece y 19:00-diecinueve horas, al encontrarse los referidos acusados en compañía de los menores *** de ** años de edad, ** de *** años de edad ***, (hijos de la acusada ***) en uno de los cuartos de la planta alta del domicilio ubicado en calle ** número **, en la Colonia ** del Municipio de **, **, estaban inhalando resistol 5000, en presencia de los citados menores, propiciando en ***y ** *** el uso de esa sustancia, la cual es un pegamento industrial tipo cola, cuyo componente principal es el tolueno, y éste a su vez es considerado como psicotrópico por la Ley General de Salud, asimismo, el inculpado ***incitó a los menores *** y *** el uso de la referida sustancia que contiene psicotrópicos, ya que a la primera de los menores le ofreció en tres ocasiones esa sustancia, al grado de que la menor *** al sentir curiosidad por experimentar,

A.D.P. 26/2012 60

olió el bote que el acusado *** inhalaba, y al menor *** le dio directamente una bolsa con el pegamento industrial en mención la cual recibió y olió, aunque no pudieron inhalarlo, permitiendo lo anterior la acusada ***…”.

Ahora bien, este Tribunal oficiosamente advierte en

primer lugar, que la responsable omitió justipreciar las

pruebas desahogadas en la audiencia de juicio oral, tal y

como lo establece el artículo 592 Bis del Código de

Procedimientos Penales para el Estado de Nuevo León,

que dispone:

“Artículo 592 Bis. En el Juicio Oral Penal, las pruebas serán valoradas libremente por el juez según la sana crítica, pero no podrá contradecir reglas de la lógica, los conocimientos científicos y las máximas de la experiencia.

El juez deberá hacerse cargo en la sentencia de toda la prueba producida, incluso de aquélla que hubiere desestimado, indicando en tal caso las razones que hubiere tenido en cuenta para hacerlo.

La valoración de la prueba en la sentencia requerida el señalamiento del o de los medios de prueba mediante los cuales se dieren por acreditados cada uno de los hechos y circunstancias que se dieren por probados. Esta motivación deberá permitir la reproducción del razonamiento utilizado para alcanzar las conclusiones a que llegare la sentencia.

Para efectos del Juicio Oral Penal, tratándose de lesiones, cuando no sea posible que se rinda dictamen definitivo en la audiencia de Juicio Oral, la secuela de la lesión y la incapacidad podrán tenerse por demostradas con cualquier medio de prueba, para justificar la indemnización en la reparación del daño, así como la pena a imponer.”

Como se ve, dicho precepto legal establece que los

medios de prueba deberán ser valorados conforme a la

sana crítica, pero sin contradecir las reglas de la lógica,

los conocimientos científicos y las máximas de la

experiencia.

A.D.P. 26/2012 61

Asimismo, dispone que la motivación de esa

justipreciación deberá permitir las reproducción del

razonamiento utilizado para alcanzar las conclusiones a

que se arribe en la sentencia.

Cabe puntualizar que la sana crítica implica un

sistema de valoración libre de la prueba, pues el Juez no

está constreñido por reglas rígidas que le dicen cuál es el

valor que debe conferir a ésta.

Por ende, la sana crítica es el conjunto de reglas

establecidas para regular la actividad intelectual del Juez

en la apreciación de la prueba, y como fórmula de

valoración de las pruebas, entremezcla las reglas de la

lógica con las normas de su experiencia.

Ambas reglas influyen de igual manera en el Juez en

su tarea de analizar la prueba, con fundamento en la

razón y en un conocimiento experimental de las cosas.

En esta noción dialéctica de la valoración de la

prueba, se comprenden los dos polos sobre los cuales

gira esa actividad del Juez: el razonamiento y la

experiencia.

Por tanto, es dable concluir que la sana crítica es el

acto de juzgar atendiendo a la bondad y verdad de los

hechos, sin vicios, ni error, mediante la lógica, la

dialéctica, la experiencia, la equidad, las ciencias y la

moral; a fin de alcanzar y establecer con expresión

motivada, la convicción que generó en el juzgador un

medio de prueba.

A.D.P. 26/2012 62

Empero, ese juicio crítico interno que realiza el Juez,

de modo alguno lo exime de plasmarlo en la resolución

judicial, ya que precisamente ello es lo que justifica sobre

bases objetivas la conclusión a la que arribó, y de esa

forma se elimina en la medida de lo posible, la

subjetividad y la arbitrariedad en las decisiones de la

autoridad.

En tanto que, las máximas de la experiencia implican

el saber privado del Juez, de aquello que él conoce por

ciencia propia y que utiliza a lo largo de todo el proceso,

pero principalmente al sentenciar.

Sin embargo, esas normas no son exclusivas del

saber del juzgador, sino que son de conocimiento general,

independientes del caso específico, pero que, extraídos

de cuanto ocurre generalmente en múltiples casos,

pueden aplicarse en todos los otros casos de la misma

especie.

Así, fundado en aquel saber del común de la gente,

dado por las vivencias y experiencia social en un tiempo y

lugar determinado, se asume un juicio sobre un hecho

específico a base de la crítica sana, de forma que como

sucede en la especie precisaba determinar si es del

conocimiento general, que el consumir sustancias

psicotrópicas frente a sus hijos, una madre y la persona

que funge como figura paterna, propician en éstos el

consumo de éstas o solo una intoxicación indirecta, o

ambas consecuencias.

También, precisaba establecer si es de conocimiento

general que una conducta asumida por los padres con

cierta regularidad, provoque que los menores la imiten,

A.D.P. 26/2012 63

que les parezca adecuada y normal, o hasta impuesta y

obligada.

De igual forma, resultaba imperativo determinar si es

de sentido común o no, que invitar a un menor a inhalar

psicotrópicos, pueda constituir una incitación a ello.

Ahora bien, basta imponerse de la sentencia aquí

combatida, para advertir que incorrectamente la autoridad

apreció de forma conjunta los elementos de prueba

recabados en la audiencia de juicio oral, y

dogmáticamente concluyó, que merecían valor convictivo

según su sana crítica.

Efectivamente, al tratarse de probanzas de distinta

naturaleza, ello por sí solo, ameritaba que se valoraran de

forma individual, ya que consisten en pruebas periciales,

documentales, inspecciones y testimoniales relativas a

distintos hechos.

Por ende, es claro que la responsable debió

examinar esos elementos de prueba individualmente.

Asimismo, deviene inexacto que dogmáticamente

haya concluido que esas pruebas conforme a su sana

crítica eran susceptibles de alcanzar eficacia

demostrativa.

En efecto, la responsable en ningún apartado de la

sentencia reclamada, expuso precisamente en qué

consistió esa crítica sana.

Realmente, omitió plasmar el juicio analítico que

realizó apoyado en la lógica, las máximas de la

experiencia y los conocimientos científicos, a fin de

A.D.P. 26/2012 64

concluir que esos medios demostrativos creaban ánimo en

su convicción.

Es decir, la autoridad no expuso el juicio valorativo

que realizó de esas pruebas, y que precisamente es lo

que permite advertir que éste sea acorde a las reglas la

lógica, a la experiencia personal y a los conocimientos

científicos; tal y como lo dispone el artículo 592 Bis del

Código de Procedimientos Penales para el Estado de

Nuevo León.

Deficiencia que de modo alguno puede ser colmada

por el solo hecho de que la autoridad establezca que las

pruebas las valoró según su sana crítica, pues ello no la

exime de plasmar en qué consistió ese juicio crítico que

realizó, ya que es lo que da certeza y seguridad jurídica a

los inculpados, en tanto que éstos pueden conocer las

máximas de la experiencia invocada como premisa mayor

y poder, en su caso, contrarrestarlas.

Por tanto, esa irregularidad en que incurrió la

responsable impide a los justiciables conocer con certeza

cuáles fueron las circunstancias especiales, razones

particulares o causas inmediatas, que tomó en

consideración la autoridad para determinar que las

pruebas desahogadas en la audiencia de juicio, son aptas

y suficientes para justificar el delito de corrupción de

menores, la responsabilidad penal que en su comisión les

resulta.

Incluso, las dogmáticas consideraciones expuestas

por la responsable también son incongruentes, pues

inicialmente señaló que en el procedimiento de

enjuiciamiento penal de corte acusatorio como el que nos

ocupa, el sistema de valoración de pruebas es libre.

A.D.P. 26/2012 65

Empero, algunas de las probanzas desahogadas

prácticamente las tasó como si se tratara de un sistema

de enjuiciamiento mixto, ya que señaló que tanto las actas

de nacimiento de los menores ofendidos, como las

pruebas testimoniales de los padres de éstos, alcanzaban

valor demostrativos con base en los parámetros previstos

en los artículos 313 y 323 del Código de Procedimientos

Penales para el Estado.

A más, que los razonamientos dogmáticos que la

autoridad responsable plasmó en la sentencia reclamada,

constituyen prácticamente las mismas consideraciones

que sustentan la resolución de primer instancia, en cuanto

a la acreditación de cada uno de los elementos que

conforman el delito de corrupción de menores.

Cierto, basta la simple lectura y comparación de la

sentencia aquí reclamada con la emitida por en primera

instancia, para advertir que sus partes considerativas son

idénticas en la valoración de los medios de convicción, ya

que prácticamente constituyen los mismos párrafos, las

mismas frases y palabras destacadas, con mínimos

cambios en algunas líneas de su parte inicial.

Por ende, es claro que la responsable también

incumplió con su obligación de tribunal de alzada, pues al

resolver un recurso de apelación interpuesto por el

acusado o su defensor, reasume jurisdicción, y por ende,

debe examinar sin limitación alguna, si el o los hechos que

constituyen la causa son penalmente relevantes, también

debe reexaminar si no se alteraron los hechos; si en la

resolución recurrida no se aplicó la ley correspondiente o

se aplicó ésta inexactamente; si se violaron los principios

reguladores de la valoración de las pruebas; o no se fundó

A.D.P. 26/2012 66

o motivó correctamente el acto combatido, con

independencia de si se expusieron o no agravios, y al no

haberlo hecho así la responsable, su determinación

carece de una debida fundamentación y motivación.

En este sentido, se comparte el criterio sustentado

por el Décimo Tribunal Colegiado en Materia Penal del

Primer Circuito, en la tesis de Jurisprudencia I.10o.P. J/4,

visible a página un mil quinientos setenta y siete, Tomo:

XX, Septiembre de 2004, Novena Época del Semanario

Judicial de la Federación y su Gaceta, de rubro y texto:

“APELACIÓN EN MATERIA PENAL. AL REASUMIR JURISDICCIÓN EL TRIBUNAL DE ALZADA DEBE ESTUDIAR TODOS LOS ASPECTOS DE LA SENTENCIA IMPUGNADA, SI QUIEN APELA ES EL SENTENCIADO O EL DEFENSOR. La disposición contenida en el artículo 366 del Código Federal de Procedimientos Penales, relativa al doble efecto, entre ellos, el devolutivo, en que debe admitirse la apelación de una sentencia definitiva en la cual se imponga alguna sanción, implica que el a quo devuelve la jurisdicción al juzgador de segundo grado, quien tiene la obligación de examinar, sin ninguna limitación, si el o los hechos que constituyen la causa son penalmente relevantes, no solamente a la luz de los agravios expresados, sino también para reexaminar si no se alteraron los hechos; si en la resolución recurrida no se aplicó la ley correspondiente o se aplicó ésta inexactamente; si se violaron los principios reguladores de la valoración de las pruebas; o no se fundó o motivó correctamente el acto apelado, por tratarse de la materia penal en que los apelantes son el defensor o el sentenciado, pues en estos casos, con o sin expresión de agravios deben analizarse estas hipótesis previstas en el numeral 363 del citado ordenamiento procesal federal, pues de lo contrario la alzada responsable incurre en una ausencia de fundamentación y motivación en la resolución reclamada. Situación distinta acontece cuando quien impugna la sentencia condenatoria es únicamente el Ministerio Público, pues en este caso el ad quem debe tomar en cuenta que la

A.D.P. 26/2012 67

formación de la litis en segunda instancia se limita a confrontar la resolución apelada frente a los agravios emitidos por esta parte en favor de quien no existe suplencia alguna de queja”. (Lo subrayado es nuestro).

Por tal razón, es evidente que la sentencia

reclamada es violatoria de las garantías de seguridad

jurídica de los quejosos, consagradas en el artículo 16

constitucional, toda vez que carece de una debida

fundamentación y motivación, pues se insiste, el Ad quem

omitió exponer las consideraciones por las que según su

sana crítica, adquieren eficacia convictiva los medios de

prueba que ponderó.

En esa tesitura, lo que procede es conceder el

amparo y protección de la Justicia Federal a *** y ***, para

el efecto de que la Sala responsable deje insubsistente la

sentencia reclamada y dicte otra, en la que a fin de

subsanar las violaciones formales en que incurrió, con

plenitud de jurisdicción y de manera fundada y motivada,

analice individualmente los elementos de prueba

desahogados en la audiencia de juicio oral, plasmando los

razonamientos por los que según su sana crítica y, sin

contrariar las reglas de la lógica, las máximas de la

experiencia y los conocimientos científicos, son o no aptos

de adquirir eficacia demostrativa, y con base en ello,

determine a su vez, si son suficientes para acreditar el

delito de corrupción de menores y la responsabilidad

penal de los quejosos en su comisión.

Por lo expuesto, fundado, y con apoyo en los

artículos 158 y 190 de la Ley de Amparo, se resuelve:

ÚNICO. Para los efectos precisados en la parte final

de esta ejecutoria, la Justicia de la Unión ampara y

protege a *** y a ***, en contra del acto que reclamó de la

A.D.P. 26/2012 68

Décimo Cuarta Sala Penal y de Justicia para

Adolescentes del Tribunal Superior de Justicia del Estado,

consistente en la sentencia de dieciséis de diciembre de

dos mil once.

Notifíquese, con testimonio de esta resolución,

vuelvan los autos al Tribunal de su origen, y en su

oportunidad, archívese el expediente como asunto

concluido.

Así, por unanimidad de votos, lo resolvieron los

Magistrados que integran el Primer Tribunal Colegiado en

Materia Penal del Cuarto Circuito, licenciados Ramón

Ojeda Haro, José Heriberto Pérez García y Juan Manuel

Rodríguez Gámez, siendo ponente el segundo de los

nombrados, quien firma para todos los efectos legales con

el Magistrado Presidente y el Secretario de Acuerdos que

autoriza y da fe.

MAGISTRADO PRESIDENTE:

LIC. RAMÓN OJEDA HARO

MAGISTRADO PONENTE:

A.D.P. 26/2012 69

LIC. JOSÉ HERIBERTO PÉREZ GARCÍA

SECRETARIO DE ACUERDOS

LIC. FRANCISCO ÁNGEL RANGEL MENDOZA

VHHC/jatl.

LA PRESENTE FOJA CORRESPONDE A LA PARTE FINAL DE LA SENTENCIA DICTADA EL DIECINUEVE DE ABRIL DE DOS MIL DOCE, DENTRO DEL AMPARO DIRECTO NÚMERO 26/2012, PROMOVIDO POR ***y ***, EN EL FALLO SE AMPARA PARA EFECTOS. CONSTE.

En cumplimiento al Acuerdo General 84/2008 del Pleno del Consejo de la Judicatura Federal y, en términos de lo previsto en los artículos 3, 13 y 14 de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública y Gubernamental, en esta versión pública se suprime la información considerada legalmente como reservada o confidencial que encuadra en esos supuestos normativos.

A.D.P. 26/2012 70