AMPARO EN REVISIÓN 36/2017 QUEJOSA Y RECURRENTE: … · bancarios cuando no sea dable a la...

26
AMPARO EN REVISIÓN 36/2017 QUEJOSA Y RECURRENTE: IMPULSORA DE SERVICIOS ADMINISTRATIVOS DEL SUR ISASUR, SOCIEDAD ANÓNIMA DE CAPITAL VARIABLE PONENTE: MINISTRO JOSÉ FERNANDO FRAN CO GONZÁLEZ SALAS SECRETARIA: MAURA ANGÉLICA SANABRIA MARTÍNEZ Vo.Bo. MINISTRO: […] QUINTO. Estudio. Para mejor comprensión del asunto, es conveniente destacar sus antecedentes más relevantes en las líneas subsecuentes. 1. El veintiséis de octubre de dos mil quince, la Subtesorera de Fiscalización de la Secretaría de Finanzas de la Ciudad de México ordenó que se realizara una visita domiciliaria a Impulsora de Servicios Administrativos del Sur ISASUR, Sociedad Anónima de Capital Variable para comprobar que hubiera cumplido con sus obligaciones fiscales respecto del Impuesto Sobre la Renta, el Impuesto Empresarial a Tasa Única y el Impuesto al Valor Agregado. Posteriormente, el cuatro de diciembre de dos mil quince, la autoridad mencionada requirió a Impulsora de Servicios Administrativos del Sur ISASUR, Sociedad Anónima de Capital Variable cierta información y documentación a efecto de verificar el cumplimiento de tales obligaciones. 2. El tres de febrero de dos mil dieciséis, el Director de Auditorías Directas de la Subtesorería de Fiscalización de la Secretaría de Finanzas de la Ciudad de México, por conducto del Director General de Atención a Autoridades “A” de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, ordenó el aseguramiento

Transcript of AMPARO EN REVISIÓN 36/2017 QUEJOSA Y RECURRENTE: … · bancarios cuando no sea dable a la...

AMPARO EN REVISIÓN 36/2017 QUEJOSA Y RECURRENTE: IMPULSORA DE SERVICIOS ADMINISTRATIVOS DEL SUR ISASUR, SOCIEDAD ANÓNIMA DE CAPITAL VARIABLE

PONENTE: MINISTRO JOSÉ FERNANDO FRAN CO GONZÁLEZ SALAS SECRETARIA: MAURA ANGÉLICA SANABRIA MARTÍNEZ

Vo.Bo. MINISTRO:

[…]

QUINTO. Estudio. Para mejor comprensión del asunto, es

conveniente destacar sus antecedentes más relevantes en las

líneas subsecuentes.

1. El veintiséis de octubre de dos mil quince, la Subtesorera de

Fiscalización de la Secretaría de Finanzas de la Ciudad de México

ordenó que se realizara una visita domiciliaria a Impulsora de

Servicios Administrativos del Sur ISASUR, Sociedad Anónima de

Capital Variable para comprobar que hubiera cumplido con sus

obligaciones fiscales respecto del Impuesto Sobre la Renta, el

Impuesto Empresarial a Tasa Única y el Impuesto al Valor

Agregado.

Posteriormente, el cuatro de diciembre de dos mil quince, la

autoridad mencionada requirió a Impulsora de Servicios

Administrativos del Sur ISASUR, Sociedad Anónima de Capital

Variable cierta información y documentación a efecto de verificar el

cumplimiento de tales obligaciones.

2. El tres de febrero de dos mil dieciséis, el Director de

Auditorías Directas de la Subtesorería de Fiscalización de la

Secretaría de Finanzas de la Ciudad de México, por conducto del

Director General de Atención a Autoridades “A” de la Comisión

Nacional Bancaria y de Valores, ordenó el aseguramiento

AMPARO EN REVISIÓN 36/2017

2

precautorio de todas las cuentas bancarias de Impulsora de

Servicios Administrativos del Sur ISASUR, Sociedad Anónima de

Capital Variable debido a que no proporcionó lo requerido.

3. Inconforme con lo anterior, Impulsora de Servicios

Administrativos del Sur ISASUR, Sociedad Anónima de Capital

Variable promovió juicio de amparo; y, al ampliar su demanda,

impugnó la inconstitucionalidad del artículo 40, fracción III, del

Código Fiscal de la Federación.

4. El once de julio de dos mil dieciséis, el Juez Quinto de

Distrito en Materia Administrativa en la Ciudad de México -al que

correspondió conocer del asunto bajo el número de expediente

529/2016- celebró la audiencia constitucional y dictó sentencia en la

que resolvió:

I. Con fundamento en el artículo 63, fracción IV, de la Ley de

Amparo, sobreseer en el juicio por lo que hace María de Lourdes

Rojas Rojas, en su carácter de visitadora adscrita a la Subtesorería

de Fiscalización, al Secretario de Finanzas y al Tesorero, todos de la

Ciudad de México, así como al Presidente de la República, a la

Directora General de Atención a Autoridades y a los Directores

Generales Adjuntos de Atención a Autoridades “B” y “C”, estos

últimos de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, respecto de

los actos precisados más adelante:

o El citatorio U.D.R.1.B/2015-1563 (de doce de noviembre

de dos mil quince);

o El oficio DAD/S1/1D/048/2016, folio SIARA

SFINDFDAD/2016/000081 (de tres de febrero de dos mil

dieciséis); y

o El oficio SFCDMX/TCDMX/SF/DRF/SR1/0872/2016 (de

veintitrés de febrero de dos mil dieciséis).

II. Con fundamento en el artículo 61, fracción XXIII, en relación

con el 107, fracción III, inciso b), ambos de la Ley de Amparo,

sobreseer en el juicio respecto de los actos mencionados

enseguida:

AMPARO EN REVISIÓN 36/2017

3

o El citatorio U.D.R.1.B/2015-1563 (de doce de noviembre

de dos mil quince); y

o El acta parcial de recepción de documentación e

información, con folios A145419 a A145423 (de trece de

noviembre de dos mil quince).

III. Desestimar el resto de las causales de improcedencia

formuladas por las autoridades responsables.

IV. Negar el amparo solicitado respecto del artículo 40,

fracción III, del Código Fiscal de la Federación, vigente a partir del

uno de enero de dos mil catorce, con base en lo siguiente:

El numeral impugnado -que remite a lo dispuesto en el artículo

40-A del Código Fiscal de la Federación, que, a su vez,

establece que el aseguramiento precautorio procederá una

vez agotadas otras medidas de apremio (auxilio de la fuerza

pública e imposición de sanciones pecuniarias)- tiene por

objeto vencer la resistencia del contribuyente para que la

autoridad fiscal pueda ejercer sus facultades de

comprobación; no determinar ni garantizar un crédito fiscal o

alguna otra obligación.

De modo que, contrario a lo sostenido por la quejosa,

previamente al embargo precautorio no debía existir una

obligación patrimonial para que la autoridad pudiera ejercer

esa facultad.

Por otra parte, el numeral referido establece que el

aseguramiento procede únicamente respecto de depósitos

bancarios cuando no sea dable a la autoridad fiscal iniciar con

sus facultades de comprobación porque el contribuyente no

pueda ser localizado.

De ahí que, en contraposición a lo planteado por la quejosa, esa

disposición normativa sí contempla los límites materiales para el

ejercicio de la atribución en cuestión.

En adición, dado que la medida prevista por el artículo

impugnado dispone que en ningún caso procede el

AMPARO EN REVISIÓN 36/2017

4

aseguramiento precautorio por un monto mayor al de la

determinación provisional de adeudos fiscales presuntos, así

como prevé los procedimientos y el orden estricto que debe

seguirse en la implementación de las medidas de apremio que

anteceden al aseguramiento respectivo, es dable concluir que

es proporcional.

Finalmente, no es aplicable la jurisprudencia invocada por la

quejosa -P./J. 3/2013 (10a)-, pues versa sobre el artículo 40,

fracción III, del Código Fiscal de la Federación, vigente hasta el

treinta y uno de diciembre de dos mil trece, cuyo contenido

normativo difiere del numeral vigente a partir del uno de enero

de dos mil catorce.

V. Negar el amparo solicitado respecto del citatorio UDA

1D/0902/2015, de nueve de diciembre de dos mil quince, el acta de

notificación de diez de ese mes y año, y la solicitud de datos y

documentos contenida en el oficio GAD0900259/15, de cuatro de

diciembre de dos mil quince.

VI. Conceder el amparo solicitado respecto de los oficios

DAD/S1/1D/048/2016, folio SIARA SFINDFDAD/2016/000081 y

SFINDFDRF/2016/000113, de tres y veintitrés de febrero de dos mil

dieciséis, por medio de los cuales se ordenó el aseguramiento

precautorio de los depósitos existentes en las cuentas bancarias de

la quejosa, así como respecto de los actos de ejecución atribuidos a

la directora General Adjunta de Atención a Autoridades “A” de la

Comisión Nacional Bancaria y de Valores, con base en las razones

expuestas a continuación:

a).Los artículos 40, fracciones III, y 40-A, fracciones II y III, inciso

f), y párrafo penúltimo, ambos del Código Fiscal de la Federación,

establecen que, cuando la autoridad fiscal practique el aseguramiento

precautorio, sólo podrá hacerlo hasta por el monto de la determinación

provisional de adeudos fiscales presuntos y siempre que levante acta

circunstanciada en la que precise las razones por las cuales se realiza

dicho aseguramiento y la notifique al contribuyente.

b). Sin embargo, de las constancias de autos no se advierte

que en el caso se hubiera levantado un acta circunstanciada con

AMPARO EN REVISIÓN 36/2017

5

esas características respecto de cada orden de aseguramiento,

como tampoco que se hubiera acreditado la existencia del riesgo de

que la contribuyente enajenara, dilapidara u ocultara su bienes para

incumplir con sus obligaciones fiscales. Máxime que el hecho de

que las autoridades fiscales manifestaran que la quejosa no había

proporcionado la información y documentación requerida era

insuficiente para motivar tal orden.

Por tanto, la autoridad fiscal vulneró a la quejosa sus derechos

de legalidad y seguridad jurídica.

5. Inconformes con la sentencia de amparo, Impulsora de

Servicios Administrativos del Sur ISASUR, Sociedad Anónima de

Capital Variable y las autoridades responsables Directora de

Revisiones Fiscales y Director de Auditorías Directas, ambas de la

Secretaría de Finanzas de la Ciudad de México, interpusieron

recursos de revisión, a su vez, la autoridad responsable Presidente

de la República interpuso recurso de revisión adhesiva.

6. En sesión de ocho de diciembre de dos mil dieciséis, el

Tercer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer

Circuito -al que correspondió conocer del asunto bajo el número de

expediente 289/2016- dictó sentencia en la que por una parte,

desestimó la causal de improcedencia que reiteró el Presidente de

la República en calidad de autoridad responsable porque no

controvertía las consideraciones con base en las cuales el Juez de

Distrito declaró infundada esa causal; y, por otra, consideró que se

actualizaba la competencia originaria de la Suprema Corte de

Justicia de la Nación para conocer del presente asunto porque

subsistía el tema de la constitucionalidad del artículo 40, fracción III,

del Código Fiscal de la Federación, vigente a partir de dos mil

catorce, y no se actualizaba alguna de las hipótesis de competencia

delegada previstas en el Acuerdo General 5/20131.

1 En relación con ello, destacó que si bien había identificado tres precedentes sobre el tema, emitidos por

la Primera Sala en un mismo sentido -los amparos en revisión 1459/2015 (resuelto por unanimidad de

cinco votos), 293/25016 (resuelto por unanimidad de cinco votos) y 296/2016 (resuelto por mayoría de

cuatro votos)-, lo cierto era que habían sido resueltos con votación idónea para integrar jurisprudencia.

De igual forma, enfatizó que a pesar de que también existían dos precedentes sobre el tema, emitidos por

la Segunda Sala en un mismo sentido -los amparos en revisión 481/2016 (resuelto por unanimidad de

cinco votos) y 581/2016 (resuelto por unanimidad de cinco votos)-, los cuales, además, habían integrado la

tesis aislada 2a. CXXV/2016 (10a) , tampoco se cumplían las hipótesis mencionadas.

AMPARO EN REVISIÓN 36/2017

6

Ahora bien, para dar respuesta a los agravios en los que se

insiste en la inconstitucionalidad del artículo 40, fracción III del

Código Fiscal de la Federación, vigente a partir de dos mil catorce,

es necesario puntualizar el contenido, en la parte conducente, del

artículo 16 constitucional:

“Artículo 16. Nadie puede ser molestado en su persona, familia, domicilio, papeles o posesiones, sino en virtud de mandamiento escrito de la autoridad competente, que funde y motive la causa legal del procedimiento. (…)”

Del precepto referido se desprende la garantía de legalidad,

en específico la debida fundamentación y motivación. Al respecto la

Suprema Corte de Justicia de la Nación estableció que se cumple

con la misma: a) Con la existencia de una norma legal que atribuya

a favor de la autoridad, de manera nítida, la facultad para actuar en

determinado sentido, asimismo, mediante el despliegue de la

actuación de esa misma autoridad en la forma precisa y exacta en

que lo disponga la ley, es decir, ajustándose escrupulosa y

cuidadosamente a la norma legal en la cual encuentra su

fundamento la conducta desarrollada; y b) Con la existencia

constatada de los antecedentes fácticos o circunstancias de hecho

que permitan colegir con claridad que sí procedía aplicar la norma

correspondiente y, consecuentemente, que justifique con plenitud el

que la autoridad haya actuado en determinado sentido y no en otro.

A través de la primera premisa, se dará cumplimiento a la

garantía de debida fundamentación y, mediante la observancia de la

segunda, a la de debida motivación.

Por su parte, este Alto Tribunal también se ha pronunciado en

En ese sentido, afirmó que era necesario que la Suprema Corte de Justicia de la Nación resolviera lo que

en derecho correspondiera sobre dicha competencia e integrara un criterio jurídico obligatorio acerca de la

constitucionalidad del artículo en cuestión, pues no existía uno al respecto, como tampoco existían tres

precedentes emitidos en un mismo sentido con votación no idónea para integrar jurisprudencia.

Finalmente señaló que sobre ese tema se encuentran registrados, sin listar, en esta Segunda Sala, los

amparos en revisión 1038/2016, bajo la ponencia del Ministro Eduardo Medina Mora I., 1002/2016 y

1036/2016, bajo la ponencia del Ministro Alberto Pérez Dayán; y, en la Primera Sala, los amparos en

revisión 1035/2016, bajo la ponencia del Ministro Jorge Mario Pardo Rebolledo, y 851/2016, bajo la

ponencia del Ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena.

AMPARO EN REVISIÓN 36/2017

7

el sentido de que el derecho de seguridad jurídica, que en su

expresión genérica, prevén los artículos 14 y 16 constitucionales, se

respeta por las autoridades legislativas cuando las disposiciones de

observancia general que crean, por un lado, generan suficiente

certidumbre a los gobernados sobre las consecuencias jurídicas de

su conducta y, por otro, tratándose de normas que confieren

facultades a una autoridad, las acotan en la medida necesaria y

razonable, en forma tal que se les impida actuar de manera

arbitraria o caprichosa. Lo anterior tal como se desprende de la

siguiente jurisprudencia 2a./J. 144/2006, de rubro: “GARANTÍA DE

SEGURIDAD JURÍDICA. SUS ALCANCES”.

Así, el principio de seguridad jurídica consagrado en la

Constitución, es la base sobre la cual descansa el sistema jurídico

mexicano, de manera tal que lo que tutela es que el gobernado

jamás se encuentre en una situación de incertidumbre jurídica y, por

tanto, en estado de indefensión.

En ese sentido, el contenido esencial de tal principio radica en

‘saber a qué atenerse’, respecto de la regulación normativa prevista

en la ley y a la actuación de la autoridad.

En materia tributaria, debe destacarse el relevante papel que

se concede a la ley (tanto en su concepción de voluntad general

como de razón ordenadora) como instrumento garantizador de un

trato igual (objetivo) de todos ante la ley, frente a las arbitrariedades

y abusos de la autoridad, lo que equivale a afirmar, desde un punto

de vista positivo, la importancia de la ley como vehículo generador

de certeza, y desde un punto de vista negativo, el papel de la ley

como mecanismo de defensa frente a las posibles ilegalidades de

los órganos del Estado.

De forma tal que en materia fiscal, las manifestaciones

concretas del principio de seguridad jurídica se observan en la

certeza de las porciones normativas y en la interdicción de la

arbitrariedad o prohibición del exceso; la primera, a su vez, en la

estabilidad del ordenamiento normativo, en su suficiente desarrollo

y en la certidumbre sobre los remedios jurídicos a disposición del

contribuyente, en caso de no cumplirse con las previsiones del

AMPARO EN REVISIÓN 36/2017

8

ordenamiento y, la segunda, principal, más no exclusivamente, a

través de los principios de proporcionalidad y jerarquía normativa,

por lo que la existencia de un ordenamiento tributario que partícipe

de las características de todo ordenamiento jurídico, es producto de

la juridificación del fenómeno tributario, y su conversión en una

realidad normada, y tal ordenamiento público constituirá un sistema

de seguridad jurídica formal o de “seguridad a través del derecho”.

Atendiendo a estos lineamientos se advierte que el artículo

40, fracción III que se combate, no vulnera el principio de seguridad

jurídica. El tenor de dicho numeral, es el siguiente:

Artículo 40. Las autoridades fiscales podrán emplear las medidas de apremio que se indican a continuación, cuando los contribuyentes, los responsables solidarios o terceros relacionados con ellos, impidan de cualquier forma o por cualquier medio el inicio o desarrollo de sus facultades, observando estrictamente el siguiente orden: I. Solicitar el auxilio de la fuerza pública. Para los efectos de esta fracción, los cuerpos de seguridad o policiales deberán prestar en forma expedita el apoyo que solicite la autoridad fiscal. El apoyo a que se refiere el párrafo anterior consistirá en efectuar las acciones necesarias para que las autoridades fiscales ingresen al domicilio fiscal, establecimientos, sucursales, oficinas, locales, puestos fijos o semifijos, lugares en donde se almacenen mercancías y en general cualquier local o establecimiento que utilicen para el desempeño de sus actividades los contribuyentes, así como para brindar la seguridad necesaria al personal actuante, y se solicitará en términos de los ordenamientos que regulan la seguridad pública de la Federación, de las entidades federativas o de los municipios o, en su caso, de conformidad con los acuerdos de colaboración administrativa que tengan celebrados con la Federación. II. Imponer la multa que corresponda en los términos de este Código. III. Practicar el aseguramiento precautorio de los bienes o de la negociación del contribuyente o responsable solidario, respecto de los actos, solicitudes de información o requerimientos de documentación dirigidos a éstos, conforme a lo establecido en el artículo 40-A de este Código. IV. Solicitar a la autoridad competente se proceda por desobediencia o resistencia, por parte del contribuyente,

AMPARO EN REVISIÓN 36/2017

9

responsable solidario o tercero relacionado con ellos, a un mandato legítimo de autoridad competente. Las autoridades fiscales no aplicarán la medida de apremio prevista en la fracción 1, cuando los contribuyentes, responsables solidarios o terceros relacionados con ellos, no atiendan las solicitudes de información o los requerimientos de documentación que les realicen las autoridades fiscales, o al tenderlos no proporcionen lo solicitado; cuando se nieguen a proporcionar la contabilidad con la cual acrediten el cumplimiento de las disposiciones fiscales a que estén obligados, o cuando destruyan o alteren la misma. No se aplicarán medidas de apremio cuando los contribuyentes, responsables solidarios o terceros relacionados con ellos, manifiesten por escrito a la autoridad, que se encuentran impedidos de atender completa o parcialmente la solicitud realizada por causa de fuerza mayor o caso fortuito, y lo acrediten exhibiendo las pruebas correspondientes

Como deriva del contenido del precepto recién reproducido,

en él se establecen las medidas, que en estricto orden, puede

imponer la autoridad fiscal, cuando los contribuyentes, responsables

solidarios o terceros con ellos relacionados, que impidan de

cualquier forma o por cualquier medio, el desarrollo de sus

facultades, previendo en su fracción III, el aseguramiento de los

bienes o de la negociación, habiendo agotado previamente el uso

de la fuerza pública y la imposición de una multa, tendentes a

acabar con la conducta contumaz del contribuyente.

Así mismo se observa que la hipótesis de la fracción III, esto

es, el aseguramiento de los bienes o de la negociación, debe

realizarse en observancia de lo dispuesto en el diverso artículo 40-A

del propio código tributario cuyo texto se reproduce a continuación:

Artículo 40-A. El aseguramiento precautorio de los bienes o de la negociación de los contribuyentes o los responsables solidarios, a que se refiere la fracción III del artículo 40 de este Código, así como el levantamiento del mismo, en su caso, se realizará conforme a lo siguiente: I. Se practicará una vez agotadas las medidas de apremio a que se refieren las fracciones I y II del artículo 40 de este ordenamiento, salvo en los casos siguientes: a) Cuando no puedan iniciarse o desarrollarse las facultadas de las autoridades fiscales derivado de que los contribuyentes, los responsables solidarios, no sean localizables en su domicilio

AMPARO EN REVISIÓN 36/2017

10

fiscal; desocupen o abandonen el mismo sin presentar el aviso correspondiente; hayan desaparecido, o se ignore su domicilio. b) Cuando las autoridades fiscales practiquen visitas a contribuyentes con locales, puestos fijos o semifijos en la vía pública y éstos no puedan demostrar que se encuentran inscritos en el registro federal de contribuyentes o, en su caso, no exhiban los comprobantes que amparen la legal posesión o propiedad de las mercancías que enajenen en dichos lugares. c) Cuando una vez iniciadas las facultades de comprobación, exista riesgo inminente de que los contribuyentes o los responsables solidarios oculten, enajenen o dilapiden sus bienes. II. La autoridad practicará el aseguramiento precautorio hasta por el monto de la determinación provisional de adeudos fiscales presuntos que ella misma realice, únicamente para estos efectos. Para lo anterior, se podrá utilizar cualquiera de los procedimientos establecidos en los artículos 56 y 57 de este Código. La autoridad fiscal que practique el aseguramiento precautorio levantará acta circunstanciada en la que precise las razones por las cuales realiza dicho aseguramiento, misma que se notificará al contribuyente en ese acto. III. El aseguramiento precautorio se sujetará al orden siguiente: a) Bienes inmuebles, en este caso, el contribuyente o su representante legal deberá manifestar, bajo protesta de decir verdad, si dichos bienes reportan cualquier gravamen real, aseguramiento o embargo anterior; se encuentran en copropiedad, o pertenecen a sociedad conyugal alguna. Cuando la diligencia se entienda con un tercero, se deberá requerir a éste para que, bajo protesta de decir verdad, manifieste si tiene conocimiento de que el bien que pretende asegurarse es propiedad del contribuyente y, en su caso, proporcione la documentación con la que cuente para acreditar su dicho. b) Cuentas por cobrar, acciones, bonos, cupones vencidos, valores mobiliarios y, en general, créditos de inmediato y fácil cobro a cargo de entidades o dependencias de la Federación, estados y municipios y de instituciones o empresas de reconocida solvencia.

AMPARO EN REVISIÓN 36/2017

11

c) Derechos de autor sobre obras literarias, artísticas o científicas; patentes de invención y registros de modelos de utilidad, diseños industriales, marcas y avisos comerciales. d) Obras artísticas, colecciones científicas, joyas, medallas, armas, antigüedades, así como instrumentos de artes y oficios, indistintamente. e) Dinero y metales preciosos. f) Depósitos bancarios, componentes de ahorro o inversión asociados a seguros de vida que no formen parte de la prima que haya de erogarse para el pago de dicho seguro, o cualquier otro depósito, componente, producto o instrumento de ahorro o inversión en moneda nacional o extranjera que se realicen en cualquier tipo de cuenta o contrato que tenga a su nombre el contribuyente en alguna de las entidades financieras o sociedades cooperativas de ahorro y préstamo, salvo los depósitos que una persona tenga en su cuenta individual de ahorro para el retiro hasta por el monto de las aportaciones que se hayan realizado de manera obligatoria conforme a la Ley de la materia y las aportaciones voluntarias y complementarias hasta por un monto de 20 salarios mínimos elevados al año, tal como establece la Ley de los Sistemas de Ahorro para el Retiro. g) Los bienes muebles no comprendidos en las fracciones anteriores. h) La negociación del contribuyente. Los contribuyentes, responsables solidarios o terceros relacionados con ellos, deberán acreditar la propiedad de los bienes sobre los que se practique el aseguramiento precautorio. Cuando los contribuyentes, responsables solidarios o terceros relacionados con ellos no cuenten o, bajo protesta de decir verdad, manifiesten no contar con alguno de los bienes a asegurar conforme al orden establecido, se asentará en el acta circunstanciada referida en el segundo párrafo de la fracción II de este artículo. En el supuesto de que el valor del bien a asegurar conforme al orden establecido exceda del monto de la determinación provisional de adeudos fiscales presuntos efectuada por la autoridad, se podrá practicar el aseguramiento sobre el siguiente bien en el orden de prelación. Cuando no puedan iniciarse o desarrollarse las facultades de las autoridades fiscales derivado de que los contribuyentes, los responsables solidarios o terceros relacionados con ellos no

AMPARO EN REVISIÓN 36/2017

12

sean localizables en su domicilio fiscal, desocupen o abandonen el mismo sin presentar el aviso correspondiente, hayan desaparecido o se ignore su domicilio, el aseguramiento se practicará sobre los bienes a que se refiere el inciso f) de esta fracción. Tratándose de las visitas a contribuyentes con locales, puestos fijos o semifijos en la vía pública a que se refiere el inciso b) de la fracción I de este artículo, el aseguramiento se practicará sobre las mercancías que se enajenen en dichos lugares, sin que sea necesario establecer un monto de la determinación provisional de adeudos fiscales presuntos. IV. El aseguramiento de los bienes a que se refiere el inciso f) de la fracción III de este artículo, se realizará conforme a lo siguiente: La solicitud de aseguramiento precautorio se formulará mediante oficio dirigido a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, a la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas o a la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro, según proceda, o bien, a la entidad financiera o sociedad cooperativa de ahorro y préstamo que corresponda. Cuando la solicitud de aseguramiento se realice a través de las comisiones señaladas en el párrafo anterior, éstas contarán con un plazo de tres días para ordenar a la entidad financiera o sociedad cooperativa de ahorro y préstamo que corresponda, que practique el aseguramiento precautorio. La entidad financiera o sociedad cooperativa de ahorro y préstamo que corresponda, contará con un plazo de tres días contado a partir de la recepción de la solicitud respectiva, ya sea a través de la comisión de que se trate, o bien, de la autoridad fiscal, según sea el caso, para practicar el aseguramiento precautorio. Una vez practicado el aseguramiento precautorio, la entidad financiera o sociedad cooperativa de ahorro y préstamo de que se trate, deberá informar a la autoridad fiscal que ordenó la medida a más tardar al tercer día siguiente a aquél en que lo haya realizado, las cantidades aseguradas en una o más cuentas o contratos del contribuyente, responsable solidario o tercero relacionado con ellos. En ningún caso procederá el aseguramiento precautorio de los depósitos bancarios, otros depósitos o seguros del contribuyente por un monto mayor al de la determinación provisional de adeudos fiscales presuntos que la autoridad fiscal realice para efectos del aseguramiento, ya sea que se

AMPARO EN REVISIÓN 36/2017

13

practique sobre una sola cuenta o contrato o más de uno. Lo anterior, siempre y cuando previo al aseguramiento, la autoridad fiscal cuente con información de las cuentas o contratos y los saldos que existan en los mismos. V. La autoridad fiscal notificará al contribuyente, responsable solidario o tercero relacionado con ellos, a más tardar el tercer día siguiente a aquél en que se haya practicado el aseguramiento, señalando la conducta que lo originó y, en su caso, el monto sobre el cual procedió el mismo. La notificación se hará personalmente o a través del buzón tributario al contribuyente, responsable solidario o tercero relacionado. VI. Los bienes asegurados precautoriamente podrán, desde el momento en que se notifique el aseguramiento precautorio y hasta que el mismo se levante, dejarse en posesión del contribuyente, responsable solidario o tercero relacionado con ellos, siempre que para estos efectos actúe como depositario en los términos establecidos en el artículo 153 de este Código, salvo lo indicado en su segundo párrafo. El contribuyente, responsable solidario o tercero relacionado con ellos que actúe como depositario, deberá rendir cuentas mensuales a la autoridad fiscal competente respecto de los bienes que se encuentren bajo su custodia. Lo establecido en esta fracción no será aplicable tratándose del aseguramiento que se practique sobre los bienes a que se refieren los incisos e) y f) de la fracción III de este artículo, así como sobre las mercancías que se enajenen en los locales, puestos fijos o semifijos en la vía pública, cuando el contribuyente visitado no demuestre estar inscrito en el registro federal de contribuyentes, o bien, no exhiba los comprobantes que amparen la legal posesión o propiedad de dichas mercancías. VII. Cuando el ejercicio de facultades de comprobación no se concluya dentro de los plazos que establece este Código; se acredite fehacientemente que ha cesado la conducta que dio origen al aseguramiento precautorio, o bien exista orden de suspensión emitida por autoridad competente que el contribuyente haya obtenido, la autoridad deberá ordenar que se levante la medida a más tardar el tercer día siguiente a que ello suceda. En el caso de que se hayan asegurado los bienes a que se refiere el inciso f) de la fracción III de este artículo, el levantamiento del aseguramiento se realizará conforme a lo siguiente:

AMPARO EN REVISIÓN 36/2017

14

La solicitud para el levantamiento del aseguramiento precautorio se formulará mediante oficio dirigido a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, a la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas o a la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro, según proceda, o bien, a la entidad financiera o sociedad cooperativa de ahorro y préstamo que corresponda, dentro del plazo de tres días siguientes a aquél en que se actualice alguno de los supuestos a que se refiere el primer párrafo de esta fracción. Cuando la solicitud de levantamiento del aseguramiento se realice a través de las comisiones señaladas en el párrafo anterior, estas contarán con un plazo de tres días a partir de que surta efectos la notificación a las mismas, para ordenar a la entidad financiera o sociedad cooperativa de ahorro y préstamo que corresponda, que levante el aseguramiento precautorio. La entidad financiera o sociedad cooperativa de ahorro y préstamo de que se trate, contará con un plazo de tres días a partir de la recepción de la solicitud respectiva, ya sea a través de la comisión que corresponda, o bien de la autoridad fiscal, según sea el caso, para levantar el aseguramiento precautorio. Una vez levantado el aseguramiento precautorio, la entidad financiera o sociedad cooperativa de ahorro y préstamo de que se trate deberá informar del cumplimiento de dicha medida a la autoridad fiscal que ordenó el levantamiento, a más tardar al tercer día siguiente a aquél en que lo haya realizado.

Cuando la autoridad constate que el aseguramiento precautorio se practicó por una cantidad mayor a la debida, únicamente ordenará su levantamiento hasta por el monto excedente, observando para ello lo dispuesto en los párrafos que anteceden.

Tratándose de los supuestos establecidos en el inciso b) de la fracción I de este artículo, el aseguramiento precautorio quedará sin efectos cuando se acredite la inscripción al registro federal de contribuyentes o se acredite la legal posesión o propiedad de la mercancía, según sea el caso.

Para la práctica del aseguramiento precautorio se observarán las disposiciones contenidas en la Sección II del Capítulo III del Título V de este Código, en aquello que no se oponga a lo previsto en este artículo.

De lo dispuesto en el artículo 40, fracción III, en relación con

el 40-A del código tributario se observa que la medida precautoria

AMPARO EN REVISIÓN 36/2017

15

consistente en el aseguramiento de bienes del contribuyente o de la

negociación no vulnera la garantía de seguridad jurídica contenida

en el artículo 16 de la Carta Magna, ya que autoriza esa medida,

sólo una vez agotadas las diversas de uso de la fuerza pública e

imposición de multa, tomando como parámetro la determinación

presuntiva del crédito fiscal a cargo del contribuyente y, por tanto,

existiendo un límite material sobre el que debe imponerse mientras

dure la conducta contumaz del contribuyente.

Este aseguramiento entonces, tiene por objeto directo velar

por el interés público del cumplimiento de obligaciones fiscales y, a

la postre, asegurar el cobro de la deuda tributaria determinada. Es

de carácter instrumental porque tiene conexión con un

procedimiento típico fiscalizador, por lo que coadyuva a la

satisfacción de un interés público y sólo se impone para eliminar

cualquier hecho que pueda hacer imposible el resultado pretendido

por una norma legal o asegurar su eficacia.

Lo anterior pone de manifiesto que en su texto vigente, el

numeral impugnado no quebranta el principio de seguridad jurídica

porque se imponen límites a la autoridad que impiden su actuación

arbitraria.

En diverso aspecto, debe precisarse que la norma analizada

no es una medida que resulte desproporcionada o que no sea

idónea respecto del fin que persigue.

Para dar claridad a lo anterior, es importante considerar que

las medidas de apremio son como aquellos instrumentos jurídicos

mediante los cuales la autoridad (jurisdiccional o administrativa)

hace cumplir sus determinaciones de carácter procedimental o

ejercer sus facultades, normalmente se identifican como tales el

auxilio de la fuerza pública y multas, entre otras.

En este sentido, las fracciones I y II del artículo 40 del Código

Fiscal de la Federación contemplan tales medidas de apremio, las

cuales son progresivas pues mientras más gravosa es la medida es

necesario el agotamiento previo de más medidas de menor

afectación.

AMPARO EN REVISIÓN 36/2017

16

Es decir, el artículo 40 del Código Fiscal de la Federación

contiene diversas medidas de apremio que van desde el uso o

auxilio de la fuerza pública, hasta el aseguramiento de diversos

bienes propiedad del contribuyente y para cuya ejecución se

establece un orden, pues las medidas que causan una mayor

afectación en la esfera jurídica del particular sólo podrán imponerse,

una vez agotadas las medidas previas. Para asegurar las cuentas

bancarias del contribuyente, es necesario que previamente se haya

intentado asegurar otro tipo de bienes y se hayan impuesto las

multas correspondientes.

Por lo que respecta al aseguramiento de bienes, es claro que se

trata de una medida de apremio más gravosa que la multa y el auxilio

de la fuerza pública, dado que se traduce en impedir a quien tiene

derechos respecto de un bien, el disfrutar y disponer libremente de

éste; por ende, es claro que se trata de una modalidad de restricción a

los derechos reales (como el de propiedad).

Sin embargo, en razón de que no existen derechos absolutos,

es posible considerar la existencia de ciertas restricciones en los

derechos de los gobernados, para lo cual debe analizarse: a) si la

restricción resulta constitucionalmente válida, b) si se trata de una

medida idónea y, c) si resulta proporcional, es decir, si existe o no

relación entre el fin buscado y los efectos perjudiciales causados.

De conformidad con lo previsto en los artículos 16,

antepenúltimo párrafo , y 31, fracción IV , de la Constitución Política

de los Estados Unidos Mexicanos, los gobernados están obligados a

contribuir con el gasto público de la Federación, Estados, Municipios

y de la Ciudad de México, así como a permitir a las autoridades

administrativas verificar el cumplimiento de las obligaciones a cargo

de los particulares y, en materia fiscal, a proporcionar la

documentación e información necesaria para ese efecto.

Esto es, constitucionalmente existen obligaciones (de dar,

hacer y permitir) a cargo de los particulares, por lo cual resulta

viable la imposición de ciertas medidas que restrinjan los derechos

de los gobernados en aras de salvaguardar lo previsto en las

disposiciones constitucionales; por ende, debe concluirse que es

AMPARO EN REVISIÓN 36/2017

17

constitucionalmente válido el establecimiento de las medidas de

apremio previstas en el artículo 40 del Código Fiscal de la

Federación, particularmente la prevista en su fracción III

(aseguramiento de bienes); máxime que ese precepto establece un

orden para su aplicación, el cual es progresivo al ir de la medida de

menor afectación a aquélla de mayor alcance o que causa mayor

restricción.

En cuanto a la idoneidad de las medidas de apremio que se

analizan, conviene tener en consideración lo siguiente:

Como se ha indicado, los hechos que motivan la imposición

de esas medidas consisten, fundamentalmente, en relación a que

los contribuyentes, los responsables solidarios o terceros

relacionados impidan el inicio o desarrollo de las facultades de la

autoridad fiscal (artículo 40, primer párrafo del Código Fiscal de la

Federación).

La fracción I del citado precepto legal dispone que el auxilio

de la fuerza pública consiste en “…efectuar las acciones necesarias

para que las autoridades fiscales ingresen al domicilio fiscal,

establecimientos, sucursales, oficinas, locales, puestos fijos o

semifijos, lugares en donde se almacenen mercancías y en general

cualquier local o establecimiento que utilicen para el desempeño de

sus actividades los contribuyentes, así como para brindar la

seguridad necesaria al personal actuante…”, lo cual denota que esa

medida de apremio sólo es posible aplicarla cuando exista

resistencia por parte del particular para permitir a la autoridad fiscal

el acceso al inmueble donde se ejecutará la facultad de

comprobación, o bien, donde se estaba realizando ésta.

En otras palabras, esta medida de apremio no resulta viable

cuando el particular se niega a atender los requerimientos de

información o documentación hechos por la autoridad.

Lo anterior, tomando en consideración que el penúltimo

párrafo del artículo 40 del Código Fiscal de la Federación establece

que “…Las autoridades fiscales no aplicarán la medida de apremio

prevista en la fracción I, cuando los contribuyentes, responsables

AMPARO EN REVISIÓN 36/2017

18

solidarios o terceros relacionados con ellos, no atiendan las

solicitudes de información o los requerimientos de documentación

que les realicen las autoridades fiscales, o al tenerlos no

proporcionen lo solicitado; cuando se nieguen a proporcionar la

contabilidad con la cual acrediten el cumplimiento de las

disposiciones fiscales a que estén obligados, o cuando destruyan o

alteren la misma…”.

Sobre el particular, resulta razonable que cuando el

contribuyente impide a la autoridad el acceso al lugar en el cual

habrá de realizarse la verificación, ante la negativa del gobernado,

la autoridad fiscalizadora acuda al uso y auxilio de la fuerza pública

solamente para permitir el acceso al lugar correspondiente y, de esa

manera, iniciar o continuar con el ejercicio de la facultad de

comprobación desplegada; ello, en virtud de que la imposición de

una multa no garantiza la finalización de la contumacia desplegada

por el contribuyente para permitir el acceso al inmueble, lo que sí

acontece cuando se acude a la fuerza pública.

Ahora, cuando la conducta que motiva la imposición de una

medida de apremio consiste en no permitir el debido desarrollo de

las facultades de comprobación de la autoridad fiscal por existir

negativa del particular para proporcionar la información y

documentación solicitada, entonces procede, en primer lugar, la

imposición de una multa, en términos de lo previsto en los artículos

40, fracción II, 85 y 86, todos del Código Fiscal de la Federación y,

agotada dicha medida, sin que desaparezca la conducta, entonces

la autoridad estará en posibilidad de imponer una medida de

apremio de mayor entidad o grado de afectación, como lo es el

aseguramiento de bienes.

Este tipo de medida busca asegurar la consecución del fin

constitucionalmente establecido pues a través de ella, el fisco está

en posibilidad de lograr vencer o desaparecer la resistencia o

negativa del particular para proporcionar la información o

documentación fiscal solicitada; además, si la imposición de una

sanción económica no logró desaparecer la conducta del particular,

entonces es clara la necesidad de medidas más efectivas que

permitan lograr el debido ejercicio y desarrollo de las facultades de

AMPARO EN REVISIÓN 36/2017

19

comprobación para constatar el cumplimiento de las obligaciones a

cargo de los gobernados.

Incluso, cabe resaltar que en términos de lo previsto en el

artículo 40, fracción VII, del Código Fiscal de la Federación, el

aseguramiento de bienes como medida de apremio deja de existir

cuando desaparece la conducta que motivó su imposición; es decir,

esta medida no tiene por efecto sustraer un bien del patrimonio de

su titular, sino que se trata de una medida mediante la cual se

restringen —provisionalmente— los derechos sobre el bien

asegurado, pero sin que en ningún momento se pierdan de manera

definitiva los derechos sobre el bien asegurado.

Se afirma que la medida es provisional en razón de que sólo se

prolongará el mismo tiempo en que haya durado la conducta

(resistencia o contumacia) que la motivó; asimismo, no se pierden los

derechos sobre el bien asegurado, pues es posible que en ciertos

casos el particular quede como depositario de ellos y, en los casos

en los cuales no es posible constituir ese depósito (artículo 40-A,

fracción VI, tercer párrafo, del Código Fiscal de la Federación), los

bienes asegurados no pasan a propiedad o disposición del ente fiscal

pues no se dispone normativamente ese efecto.

Además, previo a imponer la medida cuestionada, la autoridad

debe emitir una determinación provisional de adeudos fiscales

presuntos (en términos de lo previsto en los artículos 56 y 57 del

referido código tributario), la cual se dará a conocer al interesado,

junto con los hechos que motivaron su imposición; por lo que la

autoridad no impone la medida sin tener algún parámetro del importe

de las contribuciones que, en su caso, pudieran llegar a

determinarse; por ende, no puede estimarse que la imposición de

esta medida de apremio genera inseguridad jurídica, dado que el

particular afectado conoce con precisión la cantidad del monto a

asegurar en caso de que el particular desatienda los requerimientos

hechos por el ente fiscal.

Bajo ese contexto, la medida de apremio consistente en el

aseguramiento precautorio de bienes del particular es un

instrumento jurídico idóneo para vincular al particular –quien se

AMPARO EN REVISIÓN 36/2017

20

niega a permitir el debido desarrollo de las facultades de

comprobación de la autoridad fiscal– a cumplir con las obligaciones

que constitucionalmente debe acatar, derivadas de lo previsto en

los artículos 16, antepenúltimo párrafo y 31, fracción IV; esto es, tal

medida sólo es temporal y sólo restringe de modo provisional los

derechos sobre el bien asegurado, pero sin extinguirlos o

desaparecerlos definitivamente; entonces resulta evidente que el

aseguramiento de bienes del particular coadyuva a desincentivar e,

incluso, superar la resistencia del sujeto que obstaculiza el ejercicio

de las facultades de fiscalización de la autoridad hacendaria, a fin

de cumplir con dicha actividad del Estado.

Es cierto que, respecto a la idoneidad de la restricción, esta

Suprema Corte de Justicia de la Nación ha señalado que debe

verificarse la existencia de otros medios o medidas menos gravosas

y, en el caso de las medidas de apremio en materia fiscal, al

analizar el contenido del artículo 40 del Código Fiscal de la

Federación vigente hasta dos mil trece, se dijo que eran de menor

afectación tanto el auxilio de la fuerza pública como la imposición de

multas y, en su caso, el aseguramiento de la contabilidad del

contribuyente.

Así, el artículo en comento en su texto vigente a partir de dos

mil catorce reconoce como medidas de apremio, el auxilio de la

fuerza pública, la imposición de multas y el aseguramiento de

bienes del particular, las cuales deben imponerse en esa secuencia,

salvo los casos en que no resulte viable hacerlo; es decir, al

establecer el texto del precepto en análisis que el aseguramiento de

bienes procede después de agotada la imposición de las otras

medidas de apremio, es claro que el legislador reconoció la

existencia de otros medios de coacción tendentes a cumplir el fin

buscado y, sólo en caso de que dichos medios no permitan la

consecución de ese fin, la autoridad podrá acudir a medidas que

causen mayor afectación.

El aseguramiento de bienes del particular también resulta

idóneo dado que no procede en forma automática y subsecuente a

la presentación del hecho que motiva su imposición, sino que

requiere el agotamiento previo de otras medidas de apremio

AMPARO EN REVISIÓN 36/2017

21

tendentes al mismo fin, pero de menor afectación y, de tal suerte

que en caso de que esas medidas no resulten aptas para lograr

vencer la contumacia del particular, la autoridad fiscal podrá

asegurar provisionalmente los bienes del gobernado.

Incluso, el aseguramiento de las cuentas bancarias y

depósitos no procede de manera inmediata al agotamiento de las

restantes medidas de apremio, sino que, adicionalmente, es

necesario que la autoridad haya intentado asegurar otro tipo de

bienes y que éstos resulten insuficientes o inexistentes, para que se

aseguren provisionalmente las cuentas y depósitos del particular;

por ende, es claro que la medida es progresiva y se configura como

la última medida al alcance de la autoridad para lograr el fin

constitucionalmente establecido.

Ahora bien, el aseguramiento de la contabilidad no está

reconocido en el texto actual del artículo 40 del Código Fiscal de la

Federación; sin embargo, ello no se traduce en la

inconstitucionalidad de esa norma, debido a que la misma no

resulta idónea cuando la conducta que la motiva es la negativa del

particular para proporcionar a la autoridad fiscal la documentación e

información necesaria para el ejercicio de las facultades de

comprobación, pues precisamente, la negativa o resistencia del

particular recae en la contabilidad e información y documentación

relacionada con ésta.

En efecto, cuando el particular no entrega a la autoridad fiscal

la información o documentación solicitada por ésta, o bien, cuando

no le permite el acceso al domicilio fiscal en el cual debe estar

localizada la documentación fiscal, existe una resistencia del

contribuyente frente a la potestad de la autoridad tributaria y al

deber de permitir la verificación de sus obligaciones fiscales.

Mediante esa resistencia o negativa, a entregar la información

o documentación solicitada, o bien, de no permitirle a la autoridad el

acceso al lugar en el cual se ubica ésta, resulta necesario, para

lograr la finalidad constitucionalmente válida, que la autoridad

AMPARO EN REVISIÓN 36/2017

22

cuente con ciertas medidas a través de las cuales logre erradicar la

conducta que obstaculiza la ejecución de las facultades de

comprobación.

El auxilio de la fuerza pública es una medida apropiada para

ese efecto cuando se impide el acceso al lugar en el cual se debe

resguardar la contabilidad y la documentación relacionada con ésta;

sin embargo, no lo es cuando la actitud que impide el ejercicio de

las facultades de comprobación es la negativa a exhibir la

documentación e información solicitada por la autoridad; esto

porque existe riesgo de que, derivado del ejercicio de la fuerza

física por parte de los cuerpos se seguridad y la resistencia del

particular, la documentación contable solicitada sea dañada o

destruida; por ello, resulta correcto que el artículo 40-A del Código

Fiscal de la Federación no prevea esta medida de apremio para ese

tipo de conducta.

Ahora, cuando la conducta que motiva la imposición de una

medida de apremio es la negativa para exhibir la documentación e

información solicitada por la autoridad, resulta más adecuada la

imposición de una multa económica, pues se busca desalentar e

inhibir dichas conductas a través de una sanción pecuniaria; no

obstante, cuando a pesar de haberse impuesto la multa subsiste la

conducta del particular, es claro que esa medida de apremio no

resulta efectiva para conseguir el fin pretendido; por tanto, es

necesaria la imposición de una medida de apremio más gravosa.

Así, la autoridad puede imponer el aseguramiento precautorio

sobre diversos tipos de bienes (desde inmuebles hasta derechos a

favor del particular). En cuanto a este tipo de medidas, en la

contradicción de tesis 291/2012, el Tribunal Pleno de esta Suprema

Corte de Justicia de la Nación consideró que al aseguramiento de la

contabilidad del contribuyente como una medida idónea para

conseguir la finalidad constitucionalmente válida; empero, en ese

fallo no se analizó pormenorizadamente la idoneidad de la medida

cuando el particular no exhibe la documentación o información

solicitada por la autoridad fiscal.

AMPARO EN REVISIÓN 36/2017

23

Al respecto, esta Segunda Sala considera que el

aseguramiento de la contabilidad no resulta una medida adecuada

cuando la conducta que justifica la imposición de la medida de

apremio es la negativa para exhibir la documentación e información

solicitada por la autoridad; lo anterior, porque la conducta del

particular impide a la autoridad tener acceso, conocer y disponer de

la contabilidad y la información relacionada con ésta; ante lo cual,

no resulta factible ni materialmente posible asegurar la contabilidad,

dado que la autoridad no tiene acceso a ésta.

En ese orden, existen otras medidas, como el aseguramiento

de bienes, el cual permite que la autoridad supere o venza la

resistencia del gobernado, mediante un condicionamiento temporal

que no daña los derechos que puede tener el particular sobre los

bienes asegurados.

Así es, el aseguramiento de bienes (en general), resulta una

medida apta e idónea para conseguir que la autoridad pueda

superar la resistencia del particular para entregar la información y

documentación solicitada, pues la temporalidad de esta medida se

encuentra sujeta al tiempo en el cual subsista la negativa del

gobernado, con lo cual se busca persuadirlo para que cumpla con lo

solicitado y así la autoridad esté en posibilidad de continuar el

procedimiento de fiscalización para constatar el cumplimiento de las

obligaciones a cargo del particular.

De ese modo, el aseguramiento de bienes -dentro de los

cuales se encuentran las cuentas bancarias del contribuyente-, en

el caso de que éste no permita, obstaculice o se oponga

materialmente al inicio o desarrollo de las facultades de la autoridad

fiscal, es una medida de apremio establecida a favor de la autoridad

fiscal, cuya finalidad es lograr superar la contumacia del particular

para permitir el acceso a la documentación e información fiscal, la

cual no es violatoria del principio de seguridad jurídica, toda vez que

tiene por objeto dotar a la autoridad fiscal de una facultad, cuyo

ejercicio debe acotarse estrictamente a los supuestos de

procedencia que el mencionado artículo prevé, para satisfacer el fin

constitucionalmente establecido.

AMPARO EN REVISIÓN 36/2017

24

Además, la medida en cita resulta proporcional porque, al

igual que la conducta que la motiva, es temporal; la negativa del

particular para entregar la documentación o información es una

conducta con una vigencia temporal e incierta, pues queda

condicionada a la decisión del gobernado que se niega a exhibir lo

requerido por la autoridad; por su parte, el aseguramiento de bienes

también tiene el carácter de temporal ya que subsiste mientras

persista la negativa a atender el requerimiento de la autoridad.

Dentro del procedimiento de fiscalización, la autoridad

hacendaria realiza diversas actuaciones, las cuales concluyen, en

su caso, con la determinación de un crédito fiscal a cargo del

contribuyente, y es con esa resolución con la que se concluye el

procedimiento de fiscalización y la que causa un perjuicio de la

esfera del particular; por consiguiente, los actos realizados dentro

del procedimiento de fiscalización como lo son las actas levantadas,

requerimientos y demás, son por regla general actos de molestia

que afectan temporalmente (y no en forma definitiva) los derechos

del gobernado.

En este sentido, los requerimientos de información y

documentación hechos por la autoridad fiscal con motivo del

ejercicio de sus facultades de comprobación, constituyen actos de

molestia a través de los cuales la autoridad busca allegarse del

material necesario para constatar el cumplimiento de las

obligaciones fiscales a cargo de los particulares. Luego, al tratarse

de actos de molestia, sus efectos son provisionales o preventivos.

Esta misma característica tiene el aseguramiento de bienes,

ya que no puede afirmarse estar en presencia de actos privativos,

dado que si bien producen una afectación en los derechos del

gobernado, lo cierto es que no es definitiva, sino temporal, cuya

temporalidad es la misma que el tiempo en el cual el particular se

negó a facilitar a la autoridad lo solicitado.

Dicho de otro modo, el aseguramiento de bienes (incluidas las

cuentas y depósitos bancarios) previsto en el artículo 40, fracción

AMPARO EN REVISIÓN 36/2017

25

III, en relación con el diverso 40-A, fracción II, todos del Código

Fiscal de la Federación (vigente a partir de dos mil catorce) es una

medida proporcional ya que el fin buscado con la misma es dotar a

la autoridad de una herramienta enérgica y efectiva (de carácter

temporal) que resulte adecuada para vencer o superar la actitud o

conducta del particular que impide el inicio o correcto ejercicio de

las facultades de comprobación de la autoridad, a efecto de

constatar el debido cumplimiento de las obligaciones fiscales a su

cargo.

De ahí que el objeto del aseguramiento previsto en el

precepto impugnado sea acorde y proporcional con la seguridad

jurídica, puesto que se trata de un medio que guarda relación entre

el fin buscado y los efectos perjudiciales causados, ya que tal

medida de apremio se constituye como la última posible

(particularmente tratándose del aseguramiento provisional de

cuentas bancarias) para obligar al particular a atender a lo solicitado

por la autoridad fiscal.

En el mismo sentido se resolvieron por esta Segunda

Sala, los amparos en revisión 481/2016 y 581/2016, los cuales

dieron origen a la tesis aislada 2a. CXXV/2016 (10a),cuyo tenor

es el siguiente:

ASEGURAMIENTO PRECAUTORIO DE LOS BIENES O DE LA NEGOCIACIÓN DEL CONTRIBUYENTE. LOS ARTÍCULOS 40, PRIMER PÁRRAFO, FRACCIÓN III Y 40-A DEL CÓDIGO FISCAL DE LA FEDERACIÓN, EN SU TEXTO VIGENTE A PARTIR DEL 1 DE ENERO DE 2014, NO VIOLAN EL DERECHO A LA SEGURIDAD JURÍDICA. Los preceptos citados, al establecer que la autoridad fiscal podrá emplear, como medida de apremio, el aseguramiento precautorio de los bienes o de la negociación del contribuyente cuando éste, los responsables solidarios o los terceros con ellos relacionados se opongan, impidan u obstaculicen físicamente el inicio o desarrollo del ejercicio de sus facultades de comprobación, no violan el derecho a la seguridad jurídica reconocido en el artículo 16 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, pues la imposición de esa medida se justifica, ya que es: a) Una acción constitucionalmente válida, porque ante la negativa del particular de permitir el ejercicio de las facultades de comprobación de la autoridad fiscal, resulta viable la imposición de

AMPARO EN REVISIÓN 36/2017

26

ciertas medidas que restrinjan sus derechos en aras de salvaguardar lo previsto en las disposiciones constitucionales, como es su obligación de cumplir con el deber de contribuir con el gasto público; además, se establece un orden para su aplicación, el cual es progresivo al ir de la medida de menor afectación a la de mayor alcance o que causa mayor restricción; b) Idónea, en virtud de que resulta razonable que cuando el particular impide a la autoridad el acceso al lugar en el cual habrá de realizarse la verificación, ante su negativa el ente estatal acuda al uso y auxilio de la fuerza pública únicamente para permitir el acceso al lugar correspondiente y, de esa manera, iniciar o continuar con el ejercicio de la facultad de comprobación desplegada; y c) Proporcional, pues el aseguramiento de bienes no procede de forma automática y subsecuente a que se presenta el hecho que motiva su imposición, sino que requiere agotar previamente otras medidas de apremio tendentes al mismo fin, pero de menor afectación; de suerte que sólo en caso de que esas medidas no resulten aptas para lograr vencer la conducta del particular, la autoridad fiscal podrá asegurar provisionalmente sus bienes.

Atendiendo a lo anterior, procede declarar infundados los

agravios y consecuentemente, confirmar la sentencia recurrida.

Por lo expuesto y fundado, se resuelve:

PRIMERO. Se confirma la sentencia recurrida.

SEGUNDO. La Justicia de la Unión no ampara ni protege a

IMPULSORA DE SERVICIOS ADMINISTRATIVOS DEL SUR

ISASUR, sociedad anónima de capital variable, en contra del

artículo 40, fracción III del Código Fiscal de la Federación.

Notifíquese; con testimonio de esta resolución, vuelvan los

autos al Tribunal Colegiado de origen y, en su oportunidad,

archívese el expediente como asunto concluido.

En términos de lo dispuesto en los artículos 3, fracción XXI, 73, fracción II, 111, 113, 116,

Octavo y Duodécimo Transitorios de la Ley General de Transparencia y Acceso a la Información

Pública, así como en el segundo párrafo de artículo 9º del Reglamento de la Suprema Corte de

Justicia de la Nación y del Consejo de la Judicatura Federal para la aplicación de la Ley Federal

de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental, en esta versión pública se

testa la información considerada legalmente como reservada o confidencial que encuadra en

esos supuestos normativos.