ANA GONZÁLEZ NEIRA Università di Genova La memoria en ...vida que no es posible con otros tipos de...

14
ANA GONZÁLEZ NEIRA Università di Genova La memoria en Luna, la primera revista cultural del exilio La Guerra Civil española y el éxodo posterior provocaron una de las producciones culturales más importantes en la Historia de España del siglo XX. Además de en los campos de batalla, la con- tienda se hizo palpable en las diferentes publicaciones nacidas en este periodo. La necesidad de expresar y plasmar la dialéctica polí- tica impulsó la creación de medios de comunicación que recogieron todas esas inquietudes. Los españoles exiliados necesitaban dar a conocer todas sus propuestas, ideas, y también, sus frustraciones nacidas a partir de los acontecimientos vividos. Surgieron entonces cientos de publica- ciones periodísticas, la mayor parte de vida efímera 1 . Baste recor- dar que tan sólo la Fundación Pablo Iglesias tiene catalogadas 668 cabeceras en sus archivos, entre las que no se incluyen las revistas científicas ni las literarias. No es objeto de este trabajo el realizar un análisis de la heme- rografía del exilio 2 sino de una de la materias primas más impor- 1 Tan sólo en Francia «entre 20 y 25 publicaciones semanales o mensuales se sucedieron entre 1944 y 1974, eso olvidándonos de los boletines internos locales o departamentales muy numerosos, así como los periódicos murales que figuraban en todos los domicilios sociales» en El exilio español en Francia. Cincuenta años de prensa, Huesca, Diputación de Huesca, 1994, p. 26. 2 Para ello remitimos al lector a otras obras como J. L. Abellán, El exilio español de 1939. Revistas, pensamiento Educación, Madrid, Taurus,1976, T.3; X. Estévez, Antología de Galeuzca en el exilio, San Sebastián J. A. Ascunce; J. Riquelme: Luna: primera revista cultural del exilio en España (1939-1940), Madrid, Edaf, 2000; Valender, Rojo Leyva: Las Españas: historia de una revista del exilio 1943-1963, México D. F., El Colegio de México, 1999; F. Caudet, El exilio republicano en México: revistas literarias, Madrid, Fundación Banco Exterior, 1992; H. Aréchiga, Cincuenta años de exilio español en la UNAM, México, UNAM, 1991; Amo y Shelby, La obra impresa de los intelectuales españoles en América

Transcript of ANA GONZÁLEZ NEIRA Università di Genova La memoria en ...vida que no es posible con otros tipos de...

Page 1: ANA GONZÁLEZ NEIRA Università di Genova La memoria en ...vida que no es posible con otros tipos de fuentes» en A. Alted Vigil, «Memoria e La memoria en Luna, la primera revista

ANA GONZÁLEZ NEIRA

Università di Genova

La memoria en Luna, la primera revista cultural del exilio

La Guerra Civil española y el éxodo posterior provocaron unade las producciones culturales más importantes en la Historia deEspaña del siglo XX. Además de en los campos de batalla, la con-tienda se hizo palpable en las diferentes publicaciones nacidas eneste periodo. La necesidad de expresar y plasmar la dialéctica polí-tica impulsó la creación de medios de comunicación que recogierontodas esas inquietudes.

Los españoles exiliados necesitaban dar a conocer todas suspropuestas, ideas, y también, sus frustraciones nacidas a partir delos acontecimientos vividos. Surgieron entonces cientos de publica-ciones periodísticas, la mayor parte de vida efímera1. Baste recor-dar que tan sólo la Fundación Pablo Iglesias tiene catalogadas 668cabeceras en sus archivos, entre las que no se incluyen las revistascientíficas ni las literarias.

No es objeto de este trabajo el realizar un análisis de la heme-rografía del exilio2 sino de una de la materias primas más impor-

1 Tan sólo en Francia «entre 20 y 25 publicaciones semanales o mensualesse sucedieron entre 1944 y 1974, eso olvidándonos de los boletines internos localeso departamentales muy numerosos, así como los periódicos murales que figurabanen todos los domicilios sociales» en El exilio español en Francia. Cincuenta años deprensa, Huesca, Diputación de Huesca, 1994, p. 26.

2 Para ello remitimos al lector a otras obras como J. L. Abellán, El exilioespañol de 1939. Revistas, pensamiento Educación, Madrid, Taurus,1976, T.3; X.Estévez, Antología de Galeuzca en el exilio, San Sebastián J. A. Ascunce; J.Riquelme: Luna: primera revista cultural del exilio en España (1939-1940),Madrid, Edaf, 2000; Valender, Rojo Leyva: Las Españas: historia de una revistadel exilio 1943-1963, México D. F., El Colegio de México, 1999; F. Caudet, El exiliorepublicano en México: revistas literarias, Madrid, Fundación Banco Exterior,1992; H. Aréchiga, Cincuenta años de exilio español en la UNAM, México, UNAM,1991; Amo y Shelby, La obra impresa de los intelectuales españoles en América

Page 2: ANA GONZÁLEZ NEIRA Università di Genova La memoria en ...vida que no es posible con otros tipos de fuentes» en A. Alted Vigil, «Memoria e La memoria en Luna, la primera revista

310 Ana González Neira

tantes en estas publicaciones: la memoria3. Estos periódicos y re-vistas creadas por los exiliados tenían como objetivo denunciar alrégimen vencedor del general Franco y mantener el ánimo en losexiliados. Por ello, el contenido de la mayor parte de estas publica-ciones se refiere al pasado, a lo que han dejado en su país natal, ala añorada España republicana que esperan recuperar. Los recuer-dos de su vida en España son el eje de gran parte de estas revistasy periódicos. La memoria es el puente imaginario que les devuelveal país que han perdido. A través de estas publicaciones basadas enlos recuerdos de los protagonistas podemos conocer la memoria co-lectiva de esos momentos4. Se trata de una fuente histórica que nosacerca a los hechos desde otra perspectiva5.

1936-1945, Standford University Press, 1950; Cincuenta aniversario del exilioespañol, Madrid, Fundación Pablo Iglesias, 1989; El exilio español en Francia.Cincuenta años de prensa, Huesca, Diputación Provincial de Huesca, 1994;Molina, Medio siglo de prensa literaria española (1900-1950), Madrid: EdicionesEndymion, 1990; Museo San Carlos, Obra impresa de exilio español en México,México, Ateneo Español, 1979.

3 Así lo destaca Aznar Soler: «La narrativa testimonial ha conocido, porrazones obvias, un desarrollo espectacular en la literatura del exilio republicanoespañol de 1939. Autobiografías, libros de memorias, diarios y epistolarios cons-tituyen un material extraordinariamente valioso para reconstruir la historia delas relaciones entre literatura, historia y sociedad. Porque el "yo" narrador queprotagoniza esta literatura escribe con la voluntad de testimoniar una experienciaindividual en un contexto histórico, político y social, que a partir de 1939, es el desu exilio forzoso. Sean autobiografías o memorias, el autor quiere relatar conrealismo unos hechos vividos, narrarlos sin que la imaginación traicione laveracidad testimonial de la experiencia que quiere reflejar. Aunque esa voluntadde realismo testimonial deba matizarse por la erosión que provocan en el laberintode la memoria no sólo los estragos del paso del tiempo sino también la actitud, lasituación y las convicciones desde las que, desde el presente de la escritura, relatael narrador el pasado que ha conformado su experiencia». Aznar Soler, «DonQuijote y el quijotismo republicano en Entre alambradas, de Eulalio FerrerRodríguez», en AA. W. , Sesenta años después. El exilio republicano en Cantabria,Santander, Centro Asociado de la UNED en Cantabria, 2001, p. 261.

4 Para una mayor profundización del concepto de memoria colectiva remitoal lector a P. Aguilar Fernández, Memoria y olvido de la Guerra Civil española,Madrid: Alianza, 1996 y F. Cuesta: Historia del presente, Madrid, Eudema, 1993.

5 «Esas historias vivas que nos evocan quienes fueron protagonistas activosde los hechos, constituyen una fuente indispensable para el análisis histórico, enespecial porque permiten reconstruir el entramado de aquellos y darles una luz devida que no es posible con otros tipos de fuentes» en A. Alted Vigil, «Memoria e

Page 3: ANA GONZÁLEZ NEIRA Università di Genova La memoria en ...vida que no es posible con otros tipos de fuentes» en A. Alted Vigil, «Memoria e La memoria en Luna, la primera revista

La memoria en Luna, la primera revista cultural del exilio 311

De los cientos de publicaciones del exilio, nos centramos enLuna (1939-1940), la primera revista cultural del exilio español. Ellugar y la forma en que fue realizada la dotan de unos rasgos úni-cos en la Historia del Periodismo Español.

Luna salió a la luz en la Embajada de Chile en Madrid la no-che del 26 al 27 de noviembre de 1939. Es decir, Luna fue realizadapor un grupo de refugiados republicanos en un pequeño territoriobajo jurisdicción chilena, situado en el número 26 del madrileñoPaseo del Prado.

La representación chilena se había caracterizado durante todala contienda por su ayuda a todos aquellos que lo habían solicitado. Afinales de 1936 albergaba ya en sus dependencias a más de dos milrefugiados6, entre los que se contaban los escritores Sánchez Mazas,Víctor de la Serna, José María Alfaro y J. Calvo Sotelo7.

Cuando el 28 de marzo las tropas del general Franco entranen Madrid los asilados nacionales que todavía permanecían en larepresentación chilena abandonan exultantes su encierro. Pero laembajada chilena no se queda vacía. El lugar que durante casi tresaños habían ocupado los refugiados nacionales es habitado ahorapor un grupo de 17 republicanos temerosos de las acciones del ban-do por entonces casi vencedor. Estos 17 asilados son: Antonio Apa-ricio (escritor), Edmundo Barbero (artista), José Campos (estudian-te), Fernando Echevarría (arquitecto), Pablo de la Fuente (escritor),José García Rosado (médico), Luciano García Ruiz (abogado), An-tonio Hermosilla (periodista), Luis Hermosilla (estudiante), Anto-nio de Lezama (periodista), Santiago Ontañón (artista), EusebioRebollo Esquevillas (contable), Aurelio Romeo (abogado), Julio Ro-meo (estudiante), Esteban Rodríguez (médico), Arturo Soria (aboga-do) y Luis Vallejo (médico)8. A esta nómina a punto estuvo de unir-se el poeta alicantino Miguel Hernández9.

historia novelada en la obra de Virgilio Botella Pastor» en AA. W. , Os escritoresdo exilio republicano, Ed. do Castro, 1999, p. 259.

6 C. Moría Lynch, Memoria presentada al Gobierno de Chile, p. VIII.7 J. Riquelme, cit., p. 152.8 J. Rubio, Asilos y canjes durante la Guerra Civil española, Barcelona,

Planeta, 1979, p. 326.9 La polémica sobre su posible entrada en la Embajada chilena se puede

Page 4: ANA GONZÁLEZ NEIRA Università di Genova La memoria en ...vida que no es posible con otros tipos de fuentes» en A. Alted Vigil, «Memoria e La memoria en Luna, la primera revista

312 Ana González Neira

La gran diferencia cuantitativa entre el número de los exilia-dos procedentes del bando nacional y el de los republicanos sepuede explicar por razones políticas. Carlos Moría Lynch, encarga-do de Negocios de la Embajada chilena, y por aquel entonces, sumáximo responsable, había manifestado como únicos criterios deexclusión del derecho de asilo la deserción y condena por delitos co-munes. Sin embargo, junto a estos criterios objetivos, las autorida-des chilenas habían advertido del peligro que podrían correr losrefugiados en su Embajada. Así lo recuerda Moría Lynch: «Repitoque cuando se vislumbró el final de la guerra, a nadie que lo mere-ciera le fue negado el asilo, pero a todos se les advirtió que, dadaslas circunstancias del cambio político en Chile, no podíamos asegu-rar que, a la caída de Madrid, fuera reconocida inmediatamente laentidad triunfante. En ese caso el asilo en nuestra Embajada, másque un refugio, podía constituir, quizás, un mayor peligro»10.

De hecho, Chile tardó nueve días en reconocer al gobierno deBurgos, desde el 28 de marzo de 1939 hasta el 6 de abril del mismoaño. Por lo tanto, junto a los citados criterios objetivos de desercióny condena por delito común, en la formación de este pequeño grupola última palabra la tuvieron los posibles refugiados. Fueron ellosquienes renunciaron a esta protección, al creer que podrían estarmás seguros fuera de la Embajada.

Durante año y medio la diplomacia chilena hizo todo lo posi-ble para facilitar la salida segura de este grupo. Sin embargo, lastensas relaciones con el gobierno de Burgos retrasaron su partida.Finalmente el 12 de octubre de 1940, un año y medio después de suingreso, los últimos cinco asilados abandonaron su refugio11.

Si nos detenemos en los trabajos desempeñados por estos

seguir en Rubio, cit., p. 329; S. Ontañón, Unos pocos amigos verdaderos, Madrid,Fundación Banco Exterior de España, 1988, p. 202; C. Moría Lynch, cit., p. 106; J.Riquelme, cit., p. 18.

10 C. Moría Lynch, cit., p. 104.11 El resto de los refugiados habían salido en otros grupos. En octubre de

1939, Fernando Echeverría, Antonio Hermosilla, Arturo Soria y Luis Vallejo aban-donaron la Embajada. A mediados de septiembre de 1940 salió otro grupo com-puesto por Antonio Aparicio, José Campos, José García Rosado, Luciano GarcíaRuiz, Eusebio Rebollo, Esteban Rodríguez y los hermanos Romeo.

Page 5: ANA GONZÁLEZ NEIRA Università di Genova La memoria en ...vida que no es posible con otros tipos de fuentes» en A. Alted Vigil, «Memoria e La memoria en Luna, la primera revista

La memoria en Luna, la primera revista cultural del exilio 313

refugiados podemos comprobar que prácticamente todos ellos perte-necían a profesiones liberales como médicos, abogados, periodistas,arquitectos y artistas. Por ello no les va a ser difícil poner en mar-cha dos publicaciones. En ese Madrid destrozado, deciden agilizarel lento paso del tiempo redactando un periódico, llamado El Come-ta y una revista, Luna. Uno de sus creadores, Santiago Ontañón,recuerda así el nacimiento de El Cometa: «Un día decidimos hacerun periódico para no embrutecernos. Por aquellos días había atra-vesado el cielo de Madrid un aerolito al que comenzaron a llamarcometa y bautizamos nuestro diario «El "Cometa" [...] Era de unfuerte contenido político antifascista y junto con "Luna", revistaque luego comenzaríamos a hacer también, semanalmente, fueronlas dos primeras publicaciones antifranquistas que vieron la luz enMadrid recién terminada la guerra»12.

De este periódico no se conserva ningún ejemplar ya que fuedestruido por los propios redactores ante el temor de que cayese enmanos franquistas13. A este periódico le siguió la revista culturalLuna que cuyo primer número salió la noche del 26 al 27 de no-viembre de 1939. De carácter semanal, alcanzó los treinta númerosaunque sólo se imprimiera un ejemplar de cada uno. Detrás de estalimitada tirada están las especiales circunstancias políticas delmomento y la precariedad de medios para realizarla. Prácticamen-te la revista sólo fue conocida por los habitantes y trabajadores dela Embajada. Pero esta escasísima tirada no resta valor a esta pu-blicación considerada como la primera revista cultural del exilioespañol.

Asimismo cabe destacar que estas dos publicaciones no sonfruto del trabajo de todos los asilados acogidos en la Embajada. Suspadres fundadores fueron el grupo denominado la República de las

12 S. Ontañón, cit., p. 205.13 Así recuerda Ontañón este episodio en sus memorias «Los hermanos

Romeo, que habían aprendido encuademación en el Instituto Escuela, hicieron doshermosos tomos con aquellos casi trescientos números que una mañana ante lanueva amenaza de asalto que se cernía sobre la embajada, una vez que Chilehabía roto relaciones diplomáticas con Franco, se nos pidió que destruyésemos.Cuando los hermanos Romeo tuvieron que hacerlo lloraban de emoción. "Luna"pudimos conservarla». Ibidem, p. 206.

Page 6: ANA GONZÁLEZ NEIRA Università di Genova La memoria en ...vida que no es posible con otros tipos de fuentes» en A. Alted Vigil, «Memoria e La memoria en Luna, la primera revista

314 Ana González Neira

Letras, que más tarde pasó a llamarse Noctambulandia14.

La memoria como fuente de inspiración

Las páginas de Luna recogen cientos de colaboraciones detodos los géneros literarios. Desde cuentos, poemas, fragmentos deobras teatrales y novelas, ensayos, reseñas o artículos de opinión.Aunque Luna destaca por su espíritu cultural es indudable que hayun prisma político crítico con el gobierno del general Franco quedomina las páginas de la revista. En todas las colaboraciones seaprecia un resquemor hacia la Guerra Civil y hacia el gobierno deBurgos. Los artículos rezuman tristeza, angustia, soledad y miedo.Como hemos dicho, las circunstancias en las que fue publicada larevista determinan claramente su contenido. Apenas han pasadounos meses desde el final del combate y en el refugio chileno to-davía se oyen los disparos. En este contexto casi no contaban confuentes de inspiración. Por ello se van a servir de una materiaprima fundamental: la memoria. Prácticamente no existe artículoque no refleje algún recuerdo del pasado. Desde las críticas teatra-les de Barbero hasta las reseñas de libros. En todos se aprecia lahuella de la memoria de un pasado más o menos lejano que noquieren olvidar. Como indica Alted Vigil, aquí la memoria «es elmecanismo a través del cual se bucea en el desván del olvido parasacar a la luz el recuerdo de un pasado que toma forma, se actua-liza, en un momento presente. La memoria constituye el primer es-tadio en la conversión de un hecho pasado en hecho histórico»15.

Son artículos en los que este grupo de refugiados traen al pre-sente todas sus vivencias y frustraciones del pasado. Además deinmortalizar esos episodios, la memoria les permite dar sentido asu difícil existencia. La guerra y el exilio han roto sus vidas y se

14 Este grupo estaba formado por Antonio Aparicio, Edmundo Barbero, JoséCampos, Pablo de la Fuente, Antonio de Lezama, Santiago Ontañón, Aurelio Ro-meo y su hermano Julio. Escogieron el nombre de Noctambulandia porque era denoche cuando se reunían para realizar esta revista.

15 A. Alted Vigil, c¿í.,p. 251.

Page 7: ANA GONZÁLEZ NEIRA Università di Genova La memoria en ...vida que no es posible con otros tipos de fuentes» en A. Alted Vigil, «Memoria e La memoria en Luna, la primera revista

La memoria en Luna, la primera revista cultural del exilio 315

encuentran perdidos. El remontarse al pasado les otorga una ma-yor tranquilidad y serenidad. Se sumergen en un pasado firme queles ofrece mayor seguridad. Como destaca Esteve Ramírez «Lunano es un medio de trabajo o un medio de comunicación, sino que esun medio de supervivencia e, incluso, de terapia para poder sobre-llevar la tragedia personal que están viviendo los que la realizan»16.

El recordar acontecimientos les permite tener un punto deapoyo al que agarrarse y aligerar así la dura existencia en la Em-bajada. «Es una manera de establecer la continuación con la vidaanterior, llenando de sentido (aunque el único sentido fuera eltener que apuntarlo) los días de lo que para todos los exiliados noes en su principio más que una existencia pasajera. [...] En lostextos ubicados en España, es decir, centrados en el recuerdo delpasado, el recurrir a la memoria indica un momento de urgencia araíz de la pérdida de referencias estables cuyos signos se intentanencontrar y reconstruir a fin de reafirmar la identidad indivi-dual»11.

Estos recuerdos suponen una afirmación de su identidad tan-to individual como del Grupo. Su memoria trae al presente a susfamilias, amigos y su ambiente de trabajo. Es decir, recuerdan to-dos los círculos o instituciones sociales a los que pertenecían antesde su encierro. Al recordar estos vínculos sociales se diluye parcial-mente el sentimiento de soledad y abandono que viven desde elinicio de su asilo. Junto a esta identidad individual, la memoriatambién recupera la identidad colectiva del grupo. Emplean susrecuerdos para reivindicar y admirar este pasado, esos episodiosgloriosos en los que participaron. El único rasgo que les une es sudefensa de la República así como su antifascismo y antifranquismo.Por ello, en sus artículos la reivindicación de los valores republi-canos es una constante. En este caso se cumple lo que explicaba la

16 F. Esteve Ramírez, «Luna (1939-1940). Análisis de una revista singularen las publicaciones culturales del exilio español de posguerra», en Historia y Co-municación Social, 6, 2001, p. 290.

17 A. Hadzelek, Por qué la autobiografía? El exilio en la autobiografía o labúsqueda de la identidad perdida" en AA. W. , El exilio literario español de 1939,Barcelona, Gexel, 1998.

Page 8: ANA GONZÁLEZ NEIRA Università di Genova La memoria en ...vida que no es posible con otros tipos de fuentes» en A. Alted Vigil, «Memoria e La memoria en Luna, la primera revista

316 Ana González Neira

profesora Josefina Cuesta: «La experiencia de la memoria colectivareconstruye el pasado, asegura una unificación de él y de las memo-rias anteriores del grupo. Es concreta y afectiva - «es preciso sen-tirse en relación con una sociedad de hombres", afirma Halbwachs- y proporciona la experiencia de la cohesión de tiempos y espaciosy de su sometimiento a un orden. Aporta una especie de marco detotalidad con sentido, que completa el de la memoria individual»18.

Esta función de la memoria como instrumento de ayudaexistencial está íntimamente ligada al concepto de nostalgia delpasado19. En este sentido recojo la idea de Aleksandra Hadzelekcuando dice «La nostalgia parte del sentimiento de la ausencia dealgo y lleva a la creación de imágenes o sensaciones, no para quepersistan sino para que, en el momento de su aparición y existenciafugaz, sustituyan esa ausencia original»20. Esta nostalgia de un pa-sado como fuente de inspiración se aprecia en varios artículos deLuna, pero destacamos el canto a la memoria que realiza Julio Ro-meo en su artículo «El almendro de los recuerdos» (12): «Si triste esla vida del hombre que todo lo cifra en las ilusiones, fallidas unastras otras por la realidad de un destino poco piadoso, mayor es, sicabe, y más profundamente arraigada, la tristeza nostálgica delque sólo a costa de recuerdos de un pasado feliz consigue trocar enllevaderas las horas crudas del hoy. [...] Vivimos al calor de los re-cuerdos del pasado. Ellos son el cotidiano y más sustancioso ali-mento espiritual. [...]Mientras tanto, pasan los días como nubes deverano, y se suceden las lluvias primaverales, los calores veranie-gos, los torrenciales chubascos helados, las nevadas, y las hilas derecuerdos se apoderan cada vez más de nosotros. Cualquier fraseactual es inmediatamente trasplantada al pretérito. Salen a relucirenseguida los: yo tenía..., cuando estábamos en X..., ¿recuerdasaquella noche...?, os voy a contar..., etc. Una palabra lanzada al

18 J. Cuesta, cit., p. 50.19 También Josefina Cuesta destaca la importancia de este concepto «No

sólo es afectiva ante y para el grupo, la memoria colectiva desarrolla, en relación ala sociedad, la función de la nostalgia. Permite una huida hacia atrás en el tiempopara, desvinculándose del presente, presentar la sociedad pasada como atrayente»,cit., p. 56.

20 A. Hadzelek, cit, p. 316.

Page 9: ANA GONZÁLEZ NEIRA Università di Genova La memoria en ...vida que no es posible con otros tipos de fuentes» en A. Alted Vigil, «Memoria e La memoria en Luna, la primera revista

La memoria en Luna, la primera revista cultural del exilio 317

azar resucita todo el sabor de otras que acariciaron nuestros oídosalgún día. Y todas estas sensaciones, mimadas cual flores de inver-nadero, embriagan con el aroma intenso, por el tiempo, las almas,navegantes hoy en un mar encrespado de esperanzas y desesperan-zas».

Como se ha indicado, la memoria es la materia prima de granparte de estos artículos, sin embargo, nos gustaría destacar sóloaquellas colaboraciones en las que la memoria o el recuerdo son eleje fundamental.

Tras un análisis de la revista Luna hemos comprobado que lamemoria de este grupo se expresa en tres dimensiones diferentes.En los primeros números destacan los artículos basados en la Gue-rra Civil y en los levantamientos republicanos. Estos temas dejanpaso a los recuerdos de la infancia y juventud en números poste-riores. Un tercer aspecto de la memoria apunta a los recuerdos desu propia vida en la Embajada. Estas tres direcciones se corres-ponden con la afirmación de su identidad republicana, personal yde refugiado respectivamente.

Como hemos apuntado anteriormente en los primeros 18 nú-meros los recuerdos de levantamientos republicanos y de episodiosde la guerra están constantemente presentes. Apenas han pasadosiete meses del final del conflicto fratricida y las imágenes del ho-rror de la contienda todavía vagan en sus mentes, máxime cuandodesde la Embajada son testigos de la difícil situación posbélica quepadece el pueblo madrileño. En el tercer número de Luna unartículo anónimo titulado «12 de diciembre de 1930» rememora elnoveno aniversario del levantamiento de la guarnición de Jaca. Aeste mismo hecho, dedica Luciano García «Y el delirio fue hecho»(4). En este caso el artículo está escrito en primera persona de plu-ral, por lo que es muy probable que el autor hubiese sido testigo delpronunciamiento del capitán Fermín Galán.

Muy semejante a los anteriores es el artículo «Diciembre 1937Teruel» que recuerda con un tono amargo esta batalla. «Al recordarhechos como este, cabe preguntarse, bajo el peso de todas las pesa-dumbres, cómo un ejército capaz de tales victorias pudo ser arro-

Page 10: ANA GONZÁLEZ NEIRA Università di Genova La memoria en ...vida que no es posible con otros tipos de fuentes» en A. Alted Vigil, «Memoria e La memoria en Luna, la primera revista

318 Ana González Neira

liado y destruido en el ligero espacio de unas horas»21.Como hemos señalado la memoria no sólo les lleva a la Gue-

rra Civil que ha concluido, sino que también les traslada a otroslevantamientos e insurrecciones republicanas de las que fueronprotagonistas. A modo de ejemplo citamos los dos artículos queAntonio de Lezama publica a partir de sus recuerdos. El primero deellos aparece en el séptimo número y bajo el título de «Conspiracio-nes románticas» rememora la preparación de un alzamiento. Muysimilar a este artículo es otro del mismo autor publicado en el nú-mero 13 y titulado «Conspiraciones de antaño».

Es obvio que a menos de un año de su ingreso en la Embaja-da, este grupo mantiene vivos los recuerdos sobre sus experienciasbélicas y revolucionarias. No quieren ni pueden olvidar los durosepisodios vividos. No en vano, su defensa de los ideales republica-nos es la causa de su persecución. En artículos como «Los primerosdías» (2) intentan reflejar el valor, valentía y coraje de sus accionesen defensa de la república. En estos pasajes enfatizan sus logros ovictorias. No hay lugar para la crítica, tan sólo alabanza y defensade la causa republicana22. Al igual que otros exiliados este grupoutiliza la memoria para remontarse a un «paraíso perdido» en elque reinaban los valores republicanos. El lector puede captar fácil-mente el orgullo que sienten por haber participado en dichas ges-tas. A través de estos valores republicanos afirman su identidadcolectiva, su pertenecía al Grupo23.

De entre todos los miembros de Noctambulandia, Pablo de laFuente es quien más ha escrito sobre sus experiencias bélicas yparticipación en levantamientos. Suyos son los siguientes artículosen los que recuerda algunos episodios revolucionarios: el citado

21 «Diciembre 1937 Teruel», en Luna, n. 4.22 «Cada grupo reconstruye un mismo acontecimiento según la opción, la

deformación y los olvidos del propio grupo. Acción que se proyecta en un relativis-mo, en la reconstrucción del pasado», J. Cuesta, Ibidem, p. 45.

23 «Las definiciones de la memoria y su trabajo han puesto de manifiestoque la memoria colectiva realiza, en cuanto a los grupos, una función delegitimación, de puesta en valor, y continuadora, en este caso, de una identidad yde una coherencia del propio grupo, además de la función afectiva que sedesprende de estos mecanismos», J. Cuesta, Ibidem, p. 45.

Page 11: ANA GONZÁLEZ NEIRA Università di Genova La memoria en ...vida que no es posible con otros tipos de fuentes» en A. Alted Vigil, «Memoria e La memoria en Luna, la primera revista

La memoria en Luna, la primera revista cultural del exilio 319

«Los primeros días» (2), «Nochevieja en el batallón» (6), «Recuerdosde guerra. Visita de los poetas» (8) o «Sverdlovsk. Promesa en elaire» (14).

Junto a todos estos artículos aparecidos en los primeros ejem-plares de la revista, es necesario destacar el número 18 de Luna,íntegramente dedicado al aniversario de la toma de Madrid24. Eneste especial todos los miembros de Noctambulandia colaboran conartículos en los que se recuerdan diferentes episodios de la GuerraCivil. Es un homenaje a la causa republicana que tanto aman. Dehecho, en la nota editorial que abre este número explican: «En esafecha de cruel memoria la República española, nacida entre ale-grías abrileñas, sucumbió en una primavera trágica. Ese día, ome-ga y alfa para nosotros, nos mataron una ilusión y nació una espe-ranza. Ni lloramos cobardes ni nos alborozamos inconscientes, por-que al ampararnos bajo los tres colores del pabellón chileno conser-vamos en el fondo de nuestra alma los tres colores de nuestraabatida bandera para hacerlos flamear, otra vez triunfantes, aun acosta de nuestra propia vida».

En este número especial José Campos recuerda los inicios dela guerra en su artículo «Julio 1936 Julio 1937». Edmundo Barberodeja sus habituales crónicas de teatro para evocar otros episodiosde la guerra: «En estos días viene a mi memoria los primeros delmovimiento en Andalucía. Aquella falsa alegría nerviosa de reque-tés, falangistas y demás grupos reaccionarios». De este númeroespecial también destacamos «Bombardeos» de Julio Romeo en elque describe la situación de Barcelona durante la contienda. Aligual que sus compañeros, utiliza su memoria para traer al presen-te a las víctimas de la Guerra Civil. «Sobre los escombros de la Re-pública Española apuñalada y ultrajada, las raíces firmes de nues-tra fe harán nacer de nuevo el fruto que perdimos ahora hace unaño, con un mayor vigor y lozanía. Tengamos un recuerdo solemnepara todos nuestros caídos».

Como habíamos apuntado previamente, la segunda dimensiónde la memoria en los artículos de Luna se refiere a anécdotas de

24 Este número sale la noche del 24 al 25 de marzo de 1940.

Page 12: ANA GONZÁLEZ NEIRA Università di Genova La memoria en ...vida que no es posible con otros tipos de fuentes» en A. Alted Vigil, «Memoria e La memoria en Luna, la primera revista

320 Ana González Neira

sus vidas antes del conflicto. Este tipo de colaboraciones son máshabituales en los últimos números de la revista. Quizás las impre-siones de la guerra han quedado superadas por el tiempo o el tediode contarlas una y otra vez. Así lo reconoce Julio Romeo en elcitado artículo «El almendro de los recuerdos» (12): «Con frecuenciarepetida añoramos hechos en los que fuimos activos protagonistas,o víctimas pasivas por el desconocimiento de todos los resortes dela vida. Reviven con ardor los rescoldos de la pasión, y cristalizanlos sentimientos más puros. [...] Dentro de poco tendremos queremontarnos a los primeros años de la infancia para no caer en lamonotonía de la repetición constante. De nada nos sirven laslecturas de toda clase de obras, los estudios, los juegos, lasdistracciones. En los ratos de ocio los ojos y el corazón tornaninflexiblemente hacia las imágenes que los sentidos añoraron en lacaja de las ideas. [...] Utilizando "Mala hierba" como minarete, helanzado una nueva mirada retrospectiva - una más - sobre elcampo azul de los recuerdos florecidos. Por encima flotan lostañidos melancólicos de la campana de la libertad perdida».

Por ello se remontan a episodios anecdóticos de sus vidas queindirectamente transmiten la frustración y soledad del momento.En «Yo quería ser marino» (7) Aurelio Romeo explica estos recuer-dos: «Cuando por las noches, después de cenar, nos agrupamos losnueve en torno de la mesa que ocupa gran parte de la habitación,fumando unos, charlando otros, bajo la luz no demasiado blanca deuna bombilla, reflejada por una tulipa metálica blanca y verde,mientras suena la radio trayéndonos el eco de una vida más feliz,viene a mí el recuerdo de aquellas aspiraciones que llenaban missueños de niño más bien que muchacho, y entre ellas, una, la másfuerte: yo quería ser marino».

Este encierro les trae a la memoria imágenes de su vida an-terior que les unen a sus familias, amigos y puestos de trabajo. Através de todas estas imágenes salen del microcosmos de la Em-bajada. Antonio de Lezama, por ejemplo, evoca su vida como perio-dista en «Crisol de literatos» (25).

Pablo de la Fuente a su vez publica dos descripciones fruto desu memoria. En la primera «Calle de Segovia» (23) detalla minu-

Page 13: ANA GONZÁLEZ NEIRA Università di Genova La memoria en ...vida que no es posible con otros tipos de fuentes» en A. Alted Vigil, «Memoria e La memoria en Luna, la primera revista

La memoria en Luna, la primera revista cultural del exilio 321

ciosamente esta céntrica vía madrileña: «En la misma esquina, allápor donde de vez en cuando se ve el humo de un tren salir de tapiasde traviesas, hay el puesto fijo de los desperdicios fritos en sebo. Yfronterizas dos tabernas. Ahora volviéndonos antes de entrar en laparte llana que nos acercará al puente, vemos tierra seca y agrie-tada formando una base árida a la cúpula de San Francisco y eledificio rojo del Seminario».

Pero esta descripción basada en las imágenes que permane-cen en su cabeza encierra la amargura y el dolor por un paisaje queya no existe. «Entonces me di cuenta de que aquella luz, aquellashoras, aquellos árboles rotos, aquel silencio, habían roto la fuerzacreciente de la vida y vi como muere todo un paisaje que dio lamedida de la eternidad a mi adolescencia».

Este artículo es una clara metáfora de cómo la Guerra Civilha destruido la perfección que para ellos existía previamente. No esla única ocasión en la que artículos con una temática aparente-mente neutra encierran un significado mucho más profundo25. Elmismo Pablo de la Fuente parte de la descripción de Bruselas parareflexionar sobre los efectos de la II Guerra Mundial en la capitalbelga en un artículo publicado en el número 25.

De todo el grupo es el santanderino Santiago Ontañón quienmás emplea sus recuerdos familiares como fuente de inspiración.Utiliza su memoria como trampolín para recuperar episodios de suinfancia y adolescencia. Inicia sus colaboraciones en Luna con unrecuerdo curioso de García Lorca26 ("Anfístora", 1) y continúa conanécdotas de su infancia y juventud en artículos como «Ellas» (12),«Admiraciones de segunda clase» (14), «Conocimiento y despedidade Alfonso XIII» y «Recuerdos estúpidos» (24).

El tercer espacio al que se dirige la memoria de estos refugia-dos es la propia Embajada. Su larga permanencia en la represen-tación chilena les va permitir evocar sucesos y recuerdos de susdías pasados en la legación. Fruto del prolongado asilo de estos re-

25 V é a s e como ejemplo «Lluvia» (n° 6) o «Las flores» (n° 22).26 Con quien había trabajado en varias ocasiones.

Page 14: ANA GONZÁLEZ NEIRA Università di Genova La memoria en ...vida que no es posible con otros tipos de fuentes» en A. Alted Vigil, «Memoria e La memoria en Luna, la primera revista

322 Ana González Neira

fugiados son tres artículos sobre los propios recuerdos de su rutina-ria vida en la Embajada. En el número 16 de Luna, que salió lanoche del 10 al 11 de marzo de 1940, Aurelio Romeo publica «Unaaño de experiencia» en el que explica todo lo aprendido durante losúltimos doce meses de encierro.

Los otros dos artículos en los que se recogen episodios de lavida en la Embajada están publicados en el último ejemplar deLuna. A modo de editoriales, el grupo de refugiados hace un balan-ce de todo lo realizado durante su encierro. Bajo los títulos de «Últi-mo número» y «Noctambulandia» recuerdan sus primeros días en laEmbajada chilena: «Procedentes de muy diferentes medios sociales,si bien todos animados de una misma idea eje, nuestro amor a lalibertad, nuestro antifascismo arraigado muy en lo profundo, fue-ron el primer motor que nos impulsó a reunimos»21'.

Con este recuerdo a sus vida y producción artística en la re-presentación chilena cierran la primera revista cultural del exilio.

Por lo tanto, y a modo de conclusión, digamos que el grupo denueve refugiados que durante treinta semanas publicaron la re-vista Luna se valió de la memoria colectiva como fuente de inspira-ción de sus artículos. Al encontrarse recluidos en un microcosmoscomo era la Embajada de Chile en Madrid y al carecer de lazossociales, necesitaban tener una referencia y apoyo en sus vidas. Es-ta ayuda la encuentran en su propio interior, en la memoria. Losrecuerdos de la guerra, de sus familias y de la vida en la Embajadales sirven para afirmar su identidad colectiva e individual.

He intentado demostrar en este trabajo que la memoria enLuna cumple una triple función: ayuda a la afirmación de la iden-tidad individual y colectiva de estos refugiados, reivindica un pa-sado republicano añorado y deja constancia de los hechos históricosimpidiendo que el tiempo borre ciertos episodios. De este modo,estos artículos basados en los recuerdos nos permiten conocer lapsicología de uno de los grupos de refugiados más productivos cul-turalmente.

27 «Noctambulandia», en Luna, n° 30.