ANÁLISIS DE LA INDUSTRIA DEL CINE EN VENEZUELA

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ANÁLISIS DE LA INDUSTRIA DEL CINE EN VENEZUELA Sin duda alguna, el desarrollo de la industria del cine en Venezuela tiene vieja data, en décadas anteriores se hablaba solo de una sala de cine ubicada en diferentes zonas de una ciudad y del país en general. Con el transcurrir del tiempo, la industria cinematográfica se vio en la necesidad de abrir una sala más al lado de aquellas que eran muy frecuentadas por el público, para ofrecer otra alternativa y/o oportunidad de escogencia. Con algunos años de retraso, en relación a otros países de América, la aparición del cine en Venezuela ha pasado por diversas etapas que lo han llevado hasta un punto en el que se vislumbra un panorama bastante prometedor, no solo por el vertiginoso crecimiento de esta industria durante los últimos tres años, sino por los planes de expansión proyectados hacia finales de este siglo y del próximo milenio. Fortalezas del cine en Venezuela * La industria del cine cuenta con una gran asistencia del público, que superó el porcentaje de años anteriores, si tomamos en cuenta que las ventas subieron un 33% en 1998, el presidente de la Asociación Venezolana de Exhibidores, Lorenzo González, calculó que las ventas llegarán a 16 millardos, ya que en 1997 pasaron el límite de los 13 mil millones de bolívares. * El cine ofrece comodidad y confort en cuanto a butacas,

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ANÁLISIS DE LA INDUSTRIA DEL CINE EN VENEZUELA

Sin duda alguna, el desarrollo de la industria del cine en Venezuela tiene vieja

data, en décadas anteriores se hablaba solo de una sala de cine ubicada en

diferentes zonas de una ciudad y del país en general. Con el transcurrir del

tiempo, la industria cinematográfica se vio en la necesidad de abrir una sala más

al lado de aquellas que eran muy frecuentadas por el público, para ofrecer otra

alternativa y/o oportunidad de escogencia.

Con algunos años de retraso, en relación a otros países de América, la aparición

del cine en Venezuela ha pasado por diversas etapas que lo han llevado hasta un

punto en el que se vislumbra un panorama bastante prometedor, no solo por el

vertiginoso crecimiento de esta industria durante los últimos tres años, sino por los

planes de expansión proyectados hacia finales de este siglo y del próximo milenio.

Fortalezas del cine en Venezuela

  * La industria del cine cuenta con una gran asistencia del público, que superó el

porcentaje de años anteriores, si tomamos en cuenta que las ventas subieron un

33% en 1998, el presidente de la Asociación Venezolana de Exhibidores, Lorenzo

González, calculó que las ventas llegarán a 16 millardos, ya que en 1997 pasaron

el límite de los 13 mil millones de bolívares.

  * El cine ofrece comodidad y confort en cuanto a butacas, además de ofrecer la

no interrupción de comerciales publicitarios, disfrutando así de la película

de forma continua.

  * Brinda calidad de imagen y sonido para apreciar bien los efectos especiales.

  * Poseen una amplia y costosa infraestructura tecnológica que les permite prestar

un servicio óptimo, y con un gran potencial de aprovechamiento en otras áreas de

negocios.

  * Ahora, los cines brindan la facilidad de reservar vía telefónica para evitarse las

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colas y asegurar la entrada.

  * Un gran avance tecnológico en sus instalaciones, emisiones y servicios.

  * Y por último, el gran capital del que dispone esta industria para invertir en la

multiplicación y la expansión de salas es de cuatro millones de bolívares.

Oportunidades:

  * Los pronósticos apuntan hacia el aumento de la teleaudiencia para el cine,

debido a sus ventajas tecnológicas. Sobre todo si se han dedicado no solo a la

mejora en la calidad de las películas, sino también a la comodidad física como

servicio.

  * La penetración del mercado que ha tenido esta empresa se encuentra entre el

35 y el 65%, y se estima según cifras oficiales que para cerrar el 2000, la

penetración sea hacia dos millones de personas.

  * Posibilidad de incursión en nuevas áreas de negocios, gracias a la diversidad

del público que asiste a las salas. Tienen la capacidad para mejorar los servicios

de líneas telefónicas de reserva, cajeros dispensadores de tickets, sistemas

computarizados, variedad de dulces o pasapalos salados, ahora se permite beber

refrescos dentro de la sala con portavasos incluidos

en las butacas, y hasta se permitirá el consumo de bebidas alcohólicas para

atender a todos los gustos.

  * Impulso de entrada capital que invertirá para montar 40 nuevas salas solo en el

interior del país, mientras que en Caracas se abrirán 17 salas. Pero no conforme,

se reestructurarán las que en alguna oportunidad se cerraron, estableciendo

mayores niveles de competencia y mejor calidad de tecnología, gracias a la

entrada de nuevos recursos, dinamizándose así el mercado nacional.

  * Aumento de sus ingresos a través de la variedad entre películas, confort,

caramelería y bebidas.

  * Los factores claves de éxito se aprecian en los avances tecnológicos que

acompañan a las películas actuales que los directores de cine han aprovechado

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para atraer al público (joven) que representa la mayoría de la población

venezolana. Acompañados a su vez de tramas que aluden a las emociones (como

Titanic, Impacto Profundo, Armagedón, Pach Adam, La Vida es Bella, Rescatando

al Soldado Ryan, etc).

  * Otro factor de éxito lo representa no solo la tecnología en la producción de las

películas, sino también en el espacio físico que ahora ofrece colorido, butacas

ergonómicas, amplitud, facilidad de compra de boletos sin cola.

Amenazas:

  * La numerosa cantidad de salas que abarcarán las diferentes zonas de la

ciudad, puede llegar a ser excesiva y no cubrir en corto tiempo la inversión.

  * Otra amenaza la representa el Gobierno con la declaración de los diferentes

tipos de

impuestos, que los exhibidores de una u otra forma deben cobrar en la venta del

ticket para cumplir con el Estado y que promueve a un costo alto de la entrada. El

hecho de que los concejos municipales vieran en el cine una alternativa para

cobrarles la tasa por Patente de Industria y Comercio, hizo que el monto bruto de

taquilla se colocara entre el 10 y el 15%. Por supuesto, que aquí está la

explicación de la duplicación en los precios de la boletería, lo que compensó de

alguna manera la caída de la asistencia.

  * La competencia que representan los videoclub, que aunque posean gran

cantidad de copias ilegales, muchas personas esperan que la película llegue al

local para alquilarla a un precio más módico y verla en la comodidad de su casa

sin gastar mucho dinero.

  * El precio, siempre será considerado una amenaza, aunque los precios no son

invenciones odiosas del sistema capitalista, no es más que la valoración socio-

económica de los bienes. Son un indicador de la relación existente, en un

momento dado, entre la cantidad de bienes disponibles - la oferta - y la urgencia o

necesidad que de esos bienes tienen los consumidores - la demanda.

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  * Los controles de precio sobre las salas reaparecieron durante el período de

junio de 1994 a abril de 1996, por lo que le quitaron a la mayoría de los

venezolanos la posibilidad de acceder al espectáculo más barato de todos.

Además de estos controles de precio máximos de los tickets ordinarios de

entradas, los empresarios

de este ramo han tenido que soportar otros controles, como por ejemplo el decreto

de Carlos Andrés Pérez en 1974 según el cual todos los lunes las entradas se

venderían con un descuento del 50% de descuento. Esta arbitrariedad continua

vigente. Como resultado, los propietarios de las salas vieron disminuir sus

ingresos y aumentar los costos, pues en esos días “populares”, suelen haber

mayores problemas de vandalismo. CAP también dispuso y continua vigente, que

los sábados, domingos y días feriados entre dos y cinco de la tarde deben exhibir

películas propias para niños , pero hay una gran diferencia entre descuentos

voluntarios y descuentos forzados, y más aun si se trata de descuentos sobre

precios normales congelados. El que existan descuentos forzados, es un enorme

desincentivo para los empresarios del sector.

Debilidades:

  * Una debilidad se puede reflejar en la compra de películas que no logren captar

el interés del público y conlleve a la industria a una pérdida económica.

  * De nuevo la Ley venezolana en base a la cual se estableció esta compañía, y a

través de la cual es regulada, coarta su libertad de acción en cuanto a tarifas.

Entorno

Para la década de los setenta, en todo el país se llegaron a abrir 760 salas de

cines que al ir pasando los años fue decreciendo el número de espectadores en

un 72% aproximadamente, debido a medidas tomadas por el Estado, quien hizo

reducir el número de salas en casi una tercera parte, a saber, de 760 en 1974

a 200 en 1996. A partir de esta fecha, los exhibidores de esta industria no

temieron invertir miles de dólares e iniciaron planes a favor de ellos. Aun así, para

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1997 sus inversiones fueron defraudadas por el público, quienes dejaron de asistir

al cine gracias a la crisis económica que protagonizó Venezuela.

Pero sin rendir sus atributos y probabilidades, el cine toma auge en 1998,

volviéndose rentable para los exhibidores con el boom del multicine, es decir, la

multiplicación de pantallas en un mismo espacio físico con variadas comodidades

e innovaciones tecnológicas en cuanto a sonido, nitidez, efectos especiales,

formas de pago, etc.

Gracias a que la industria cinematográfica vuelve a cobrar vida, Lorenzo

González, presidente de la Asociación Venezolana de Exhibidores, pronostica un

repunte en las ganancias venideras, por lo que no teme hacer grandes inversiones

y multiplicar las salas de cine, además de expandirse a nivel local, regional y

nacional.

Ciclo de vida

Cuando el cine llega a Venezuela, obviamente tiene una entrada triunfal como

todos los medios; tiene una presencia activa que persiste por varios años en la

medida que va adquiriendo avances tecnológicos. Las personas lo tomaron más

como una forma de divertirse que de distraerse. Pero sobrevino una recesión

económica que duró 20 años, ala que la industria del cine estuvo sometida. Es

decir, tuvo su etapa de iniciación, desarrollo (en la que se dio a conocer y a

expandirse) y su etapa de declinación.

Sin embargo, no se extinguió en el tiempo, su presencia permaneció latente, con

baja demanda y hasta con pérdidas, pero el cine no se dio por vencido.

Esperó su tiempo para abrirse brecha junto a los a los avances de la tecnología,

esperó a que los mejores directores de películas aparecieran y apurando el paso

dio o dará el boom para cerrar con broche de oro este siglo. Con esto se quiere

decir, que la industria cinematográfica volvió a nacer y se encuentra en su etapa

de desarrollo.

Monopolio- oligopolio vs. Competencia perfecta:

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El oligopolio perfecto se da cuando a la existencia de pocas industrias dedicadas

al cine, en este caso la Asociación Venezolana de Exhibidores dividida en el

cicuito Radonski, el de Espectadores, Cines Unidos y Venefilms, hay muchas

unidades de consumidores de películas, a esto se le suma el fenómeno de la poca

o nula diferenciación de las películas y servicios que ofrecen. Estos productos

ofrecido por estas empresas oligopólicas es tan parecido, que al público les resulta

difícil establecer una diferencia.

En tal caso, suele surgir una empresa líder, que podría ser el circuito Radonski

quien pretende abrir siete multicines en ciudades grandes, además de invertir más

de 4 millones de dólares en la recuperación de otros. Esta capacidad productiva le

permite ocupar un lugar preponderante en el mercado. Por lo que se daría el lujo

de aumentar el precio de sus entradas. Este liderazgo de precios suele producirse

cuando el mercado

está siendo atendido por un reducido número de empresas, una de las cuales es

mayor que las demás. En tales casos y con el objeto de evitar una guerra de

precios en la cual llevarían todas las de perder, las empresas de menor capacidad

se dejan guiar por aquella que ha sido capaz de imponer sus condiciones al

mercado. Otra razón por la cual la empresa líder logra dominar las condiciones del

mercado es porque, por lo general, cuenta con menores costos, ya que está en

mejores condiciones para aprovechar las ventajas de las economías de escala.

Muchas de las críticas que pudieran hacérsele al monopolio en cuanto a su

incapacidad para lograr un eficaz aprovechamiento de los recursos productivos,

son también aplicables a los oligopolios. No cabe duda de que en las economías

modernas tanto los gastos de investigación como las innovaciones a que aquellos

conducen, constituyen un factor importante de progreso. En relación con el punto

anterior, cabe señalar que son precisamente las empresas de mayor tamaño las

que pueden disponer de presupuestos importantes para destinarlos a los fines

mencionados. El resultado de tales investigaciones, por lo general, se traduce en

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aumentos de productividad que usualmente terminan por beneficiar al público. Al

menos en este sentido, la estructura de las empresas oligopólicas pareciera ser la

más adecuada para rendir los mejores frutos.

Ahora bien, cuando el grado de diferenciación del producto es lo suficientemente

bien marcado, las

empresas que lo ofrecen estarán en condiciones de modificar los precios de tal

bien (películas vs. costo de entradas), dentro de ciertos límites, sin experimentar

una alteración en la demanda del mismo. Por tal razón, estas empresas

cinematográficas realizan grandes esfuerzos para intentar convencer al público

consumidor de sus productos son distintos a los de la competencia, aunque en

realidad tales diferencias son por lo general subjetivas, se refieren más a la

estructura e infraestructura que a las películas en sí.

Bajo condiciones de competencia monopolista, debemos suponer que existe

absoluta libertad para que estas empresas entren o salgan del mercado,

impulsadas por el incentivo de obtener una ganancia o desestimuladas por la

perspectiva de una pérdida. Debemos recordar que hablamos de producto cuya

diferenciación es puramente subjetiva, o bien creada por hábiles comodidades en

las salas. Así, en un mercado de estas características los bienes que participan en

el mismo son de naturaleza perfectamente sustitutiva. Nos encontramos frente a

un tipo de mercado que comparte muchas de las características tanto del

monopolio como de la competencia perfecta.

AT&T

Esta empresa es considerada como el eje central alrededor del cual giran las

telecomunicaciones en Estados Unidos, ya que se ha dedicado a trabajar sobre

una serie de estrategias que la han posicionado como líder en esta área. Sin

temor a fracasar, AT&T ha invertido miles de millones de dólares

en la adquisición de otras empresas que han ido nutriendo el gran repertorio de

ésta.

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AT&T está realizando un cambio planeado que busca alcance y magnitud y que al

mismo tiempo debe encontrar la manera de acondicionar a la organización entera

para que se vaya adaptando a las metas nuevas.

Esta empresa, como todas las grandes organizaciones, con el tiempo requirió de

un cambio en su infraestructura para ganar el mercado y tener en su poder la

preferencia. Además, la autopista de la información cada día es más veloz y cada

vez va aumentando su nivel tecnológico, por lo que requiere de un líder que tenga

mucha habilidad, y tenga a una empresa de telecomunicaciones con todas las

ventajas posibles.

AT&T tuvo los cambios más importantes cuando ya se encontraba en conflictos de

burocracia, aburrimiento y hasta en cuestión de inversiones y demanda bajas.

Necesitaba un cambio más efectivo. Tenía que hacerlo antes de que entrara en

crisis.

Esta empresa quizás sintió miedo cuando estuvo en manos de Allen, éste, a pesar

de haber invertido en NCR, McCaw y EOS, quiso mantener la cultura que había

dejado establecida Olson, pero no cabe duda de que Armstrong tuvo una

estrategia más arriesgada y agresiva , porque concluyó que AT&T se salvaba de

dos maneras: vendía o invertía. Consideró que debía vender ciertas unidades que

no eran tan importantes, para adquirir otras que tuviesen que ver realmente con

telecomunicaciones.

Después de que esto sucedió o se decidió,

Armstrong trataba de hacer entender a sus compañeros, que sí resultaría, que

arriesgarse tanto le traería buenos resultados. Asunto que se confirmó cuando

Wall Street publicó que las acciones de AT&T habían superado el 33 por ciento.

Mientras que Allen intentaba ser un buen líder, y que lo logró hasta cierto punto,

Armstrong fue quien marcó la pauta y quien ha mantenido la efervescencia de la

organización que dirige. Y el éxito se le atribuye justamente a mantenerse en una

continua transformación.

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Olson y Allen quisieron dar un cambio de abajo hacia arriba (botton up), pensando

que tenían suficiente tiempo para que el cambio se hiciera sentir en toda la

empresa. Allen figuró bien ante AT&T, pero no tenía un diagnóstico muy claro o

certero, de lo que la organización necesitaba para salir a flote.

Perspectivas que superó Armstrong cuando quiso dar un cambio de arriba hacia

abajo ( top down) de una forma quizás autoritaria, pero es que estaba consciente

de que había poco tiempo, y de que si él era un buen gerente, debía dar un

cambio radical.

AT&T no tenía tiempo para una reingeniería (lo que amerita cambiar cada

estructura y operación de la misma). Había que hacer algo pronto, porque existían

otras empresas competentes que estaban dando grandes zancadas dentro del

mercado estadounidense, como son las Baby Bells y Sprint.

En fin, AT&T lucha muy arriesgadamente por ser “el monstruo que controle las

líneas claves de comunicación del futuro”.

EL

UNIVERSAL

A decir verdad, este periódico junto con El Nacional, han sido los medios impresos

que desde hace años compiten en el mercado por ser líderes en su campo.

Obviamente ambos tienen diferencias tanto en diagramación como en contenido y

en estilo de redacción.

¿Por qué se adelantaron las transformaciones?, sencillamente porque a medida

que pasaban los años, la información no solo requería ser buena y veraz, sino

también atractiva a la vista del lector, que se encuentra constantemente

nutriéndose de los adelantos tecnológicos que han embargado a Venezuela.

No es cuestión de imitar a algún diario estadounidense, es solo que quien no

marche al paso de la tecnología, no es que pierda legitimidad, pero sí va

perdiendo valor, interés, incluso hasta puede llegar a perder demanda.

Las estrategias desarrolladas, a saber: la integración del color, cambio del

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formato, inclusión de un cuerpo extra los domingos, los lunes, Radar los miércoles.

Además de reforzar la información y continuar reforzando la preferencia de los

anunciantes para las publicidades de sus productos.

Todo este plan estratégico es debido a que su medio contrincante ha desplegado

una serie de tácticas y estrategias que provocaron un repunte en sus ventas, en

cuanto a la calidad de la información y otros aspectos como encartes, etc.

Mientras que El Universal se estaba viendo desplazado en cuanto a búsqueda de

noticias, y más bien era demandado por la cantidad y la variedad de anuncios

publicitar

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ENSAYO HISTORIA DEL CINE VENEZOLANO

Haciendo una retrospectiva, no hay duda que "si algo distingue al cine nacional, es

su vocación social u orientación sociologista (sic)", tal y como lo afirma el cineasta

venezolano Oscar Lucien.

A lo largo de la historia de la cinematografía nacional podemos observar cómo

abundan personajes emblemáticos de nuestra sociedad: el malandro, el sifrino, la

secretaria, el policía, etc. Todos ellos reflejan una realidad socio-política que se ha

convertido en el núcleo argumental del cine local. Sin embargo, durante los últimos

años los cineastas han tratado de deslastrarse de este eje argumental, abriéndose

a otros temas que muestran el inicio una evolución que apenas comienza.

Recorrido por la historia del cine venezolano

El 23 de enero de 1897 se mostró en el Teatro Baralt de Maracaibo dos filmes que

marcaron el inicio del cine venezolano: "Muchachos bañándose en la Laguna de

Maracaibo" y "Un célebre especialista sacando muelas en el Gran Hotel Europa".

Aunque últimamente ha habido dudas acerca de la autoría de estas películas,

originalmente se les atribuyen a Manuel y Guillermo Trujillo Durán.

Después de estos intentos, no es sino hasta los años 20 cuando ocurren avances

realmente significativos dentro del séptimo arte venezolano. En 1921, se hace el

primer documental científico titulado: "El tripanosoma venezolano" realizado por

Edgar J. Anzola, Jacobo Carriles y Juan Iturbe. Tres años más tarde, este mismo

equipo de cineastas produjeron lo que sería el primer largometraje de ficción

filmado en el país: "La Trepadora"

basada en la novela homónima del escritor venezolano Rómulo Gallegos.

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En 1927, por idea de un sobrino del Dictador Juan Vicente Gómez, se crea en

Maracay el Laboratorio Cinematográfico de la Nación, adscrito al entonces

Ministerio de Obras Públicas, con el fin de controlar las obras que se divulgaran

durante su mandato.

Con la caída de la dictadura, el cine habló

Aunque en 1934 se hicieron algunos intentos de hacer sonido, incluyéndole

algunos con efectos parlantes a la película "Venus de Nácar", no es sino hasta

1938 cuando el cine comenzó a hablar con propiedad en el cortometraje "Taboga"

de Rafael Rivero. Sin embargo, entre 1935-1941 el cine venezolano no tuvo

mayormente adelantos significativos desde el punto de vista económico y técnico.

En 1942, surge el primer intento de hacer cine industrial con la creación de la

empresa Bolívar Films, fundada por Guillermo Villegas Blanco. En esa época,

todos los esfuerzos de Villegas Blanco se orientaron a reactivar la producción

nacional "en términos participativos y de co-producción con países como Argentina

y México" que para la época demostraban un gran progreso industrial

cinematográfico. Años más tarde, el esfuerzo de Bolívar Films es recompensado

en Cannes con "La Balandra Isabel llegó esta tarde".

Esta película, dirigida por Carlos Hugo Christensen y estrenada el 03 de agosto de

1950, fue premiada en el festival de Cannes a la mejor fotografía. "La Balandra

Isabel llegó esta tarde" fue filmada entre paisajes exteriores y recreados en

estudio, dejando evidencia

de cómo era la vida en torno al puerto de La Guaira y sus poblaciones

circunvecinas.

A finales de los años cincuenta, el cine venezolano recibe otro reconocimiento, de

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la mano de "Araya", película de la joven cineasta Margot Benacerraf. Este filme

recibió el Premio Internacional de la Crítica (Premio Compartido ex-aequo con

"Hiroshima, mon amour" de Alain Resnais) en el Festival de Cannes de 1959.

"Araya" es considerada un verdadero patrimonio de la cultura venezolana y un

clásico en la historia del cine mundial. De hecho, en 1990 fue seleccionada como

una de las cinco mejores películas en la historia del cine latinoamericano, dentro

de la retrospectiva de Latin American Visions, organizada por el Neighborhood

Film/video Project de Philadelphia.

El auge del cine venezolano

Definitivamente, los años 70 fueron los años de mayor apogeo de la gran pantalla

nacional. En 1975, el Gobierno venezolano aprobó una política crediticia para

estimular la producción cinematográfica y publicó las normas para la

comercialización de películas venezolanas. En esos años se produjeron

importantes películas tales como: "Cuando quiero llorar no lloro" (1976) de

Mauricio Wallerstein, "El Pez que Fuma" (1977) de Román Chalbaud, "País

Portátil" (1979) de Iván Feo y Antonio Llerandi, "Bolívar sinfonía tropical" (1980) de

Diego Rísquez entre otras.

Según Oscar Lucien, el cine de los 70 es un cine político. "Esencialmente de

naturaleza documental. (…) Más que producir obras estéticas se trata de

denuncias o llamados de conciencia sobre las

paupérrimas condiciones de vida de los pobres en relación a la forma de vida de la

clase media alta y alta". Lucien acota que a pesar de esto, el cine venezolano de

los setenta intentó alcanzar audiencias masivas y buscó que la gente se

identificara más con sus personajes que con el drama social en sí. Con esto, el

cine venezolano estaba girando de un eje meramente sociológico al psicológico.

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En estas últimas décadas…

En 1973 coinciden dos hechos importantes que son consecuencia del otro: el

aumento del precio del petróleo y el fomento de la cinematografía con sello

nacional, basándose en políticas crediticias para estimular la producción nacional.

Sin embargo, luego de la llegada al país de la televisión a color en 1980 y junto a

la severa crisis financiera del llamado "Viernes Negro" de 1983, la producción

audiovisual decayó en un amplio margen, en comparación con el auge

experimentado en los setenta.

A pesar del panorama, algunas películas logran ser galardonadas en festivales

internacionales, tales como "Orinoko Nuevo Mundo" de Diego Rísquez, "Desnudo

con Naranjas" de Luis Alberto Lamata y "Oriana" de Fina Torres. El estilo que

dominaba en la pantalla de cine de los años ochenta tenía una marcada tendencia

a mostrar la delincuencia, la marginalidad y la violencia, a través de imágenes con

fuertes elementos populares y urbanísticos que dejaban entrever la realidad social

y la pintoresca personalidad del venezolano.

Ya en la década de los noventa, los realizadores de los setenta se mezclan con

los nuevos talentos

y se crea una apertura artística con un abanico de temas más variado, en los que

es posible ver cine de corte social, ficción, suspenso, animación, humor negro y

drama. Los conflictos personales del ser humano quedan expuestos con más

relevancia en las nuevas producciones. Las temáticas de corte histórico, las

historias juveniles e infantiles, han tomado más presencia dentro del medio.

En 1992 se frustran dos golpes de estado, por lo que el clima de tensión se

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apodera del sector productivo del país. Basándose en estos hechos, Carlos

Azpúrua realiza el filme "Amaneció de Golpe", que tuvo una considerable

asistencia de público a las salas de cine. En 1997 se realiza el Festival del Cine

Venezolano, en donde se estrenan los filmes "Salserín, La Primera Vez" de Luis

Alberto Lamata, y "Pandemónium" de Román Chalbaud, bajo un clima de tensión

económica, pobreza extrema y un cercano cambio de Gobierno.

El cineasta Diego Rísquez se anota, en el año 2000, un gran éxito profesional y de

taquilla con la creación de "Manuela Sáenz, la Libertadora del Libertador" que

recibió muy buenas críticas de instancias nacionales e internacionales, al ser

poseedora según palabras del mismo Rísquez de "un guión donde los actores

lloran, se ríen, se aman, donde pasan muchas cosas y, al mismo tiempo, se

mantiene un cuidado estético y un preciosismo a nivel de la imagen" (sic). Con

éste filme, se inició el cambio de siglo en el séptimo arte nacional, y al mismo

tiempo, se sembró la semilla que alumbrará el camino de las próximas creaciones

en

las que predominarán nuevas fórmulas narrativas y visuales, y que sin duda

alguna, constituirán el reflejo de una sociedad marcada por importantes cambios

sociales, políticos y culturales.

||[ ENLACES]||

Cinemateca Nacional

Consejo Nacional de la Cultura

Bolívar Films

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Cine Archivo Bolívar Films

 

Foto tomada de:

http://www.innovarium.com

Tan sólo dos años después que los hermanos Lumiére inventaron el

cinematógrafo, en Venezuela Manuel Trujillo Durán proyectó en 1897: “Muchachos

bañándose en la laguna de Maracaibo” y “Un célebre especialista sacando muelas

en el Gran Motel Europa”. Previo a esto, y en clara discordancias, algunos

historiadores destacan un año antes la presencia de un vitascopio en Caracas,

Valencia y Barquisimeto.

[pic]

Lo que uno piense que representa Manuel Trujillo Durán en la butaca del séptimo

arte nacional siempre será una lectura, una apreciación. Algunos dirán que es el

primer cineasta, el primer cortometrajista y/o documentalista. Otros creerán que

fue un espíritu arriesgado con las tecnologías del momento, y hay quienes lo

describirán como un comerciante, un hombre de negocios. El Profesor Ricardo

Tirado (q.e.p.d.) señaló que para el tomo I de “Memoria y notas del cine

venezolano (1896–1959)” entrevistó a familiares de Manuel Trujillo Durán, y éstos

le manifestaron que en ningún momento se consideraba un cineasta. Simplemente

era un empresario de espectáculos que quería hacer dinero.

Las circunstancias que promueven la gestación de un cine venezolano están

marcadas por un

interés comercial, combinado con la posibilidad de entretenimiento. Además de

ese signo característico de documentalizar. Posteriormente se va añadiendo el

interés artístico. En 1907 comienzan a aparecer pequeños reportajes

cinematográficos, que se sucederán ininterrumpidamente hasta la regularización

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de los noticieros nacionales a comienzos de la década de 1930. El primer

cortometraje con sonido sincrónico (con diálogos y musicalización) corresponde al

año 1938: Taboga de Rafael Rivero.

Las etapas

Las etapas

Periodizar el cine venezolano siempre es un trabajo complicado. Ha habido varios

intentos. Uno de ellos: los dos tomos rojos de Ricardo Tirado que siempre serán

un buen legado a pesar de las fallas encontradas en los métodos de investigación

histórica.

Partiremos de la clasificación de Ambreta Marrosu, reseñada en su trabajo

“Periodización para una historia del cine venezolano”. Esta periodización se realizó

en torno a la estructura de producción principalmente. Añadiremos algunos

elementos a los períodos y completaremos las etapas, ya que únicamente abarcan

hasta 1980. Mencionaremos películas en cada uno de los períodos sin ser

rigurosamente exhaustivos.

Períodos:

1.- Cineastas Incidentales (1897- 1924). Son cineastas que se mantienen

económicamente de profesiones diferentes. Se trata de un grupo de empresarios

de espectáculo, exhibidores y fotógrafos que luego hicieron cine. Desde esta

primera etapa estaba presente la dificultad de recuperar costos. Corresponden a

esta etapa: “Muchachos bañándose en la laguna

de Maracaibo”, “Un célebre especialista sacando muelas en el Gran Motel

Europa”, “El Relicario de la Abuelita”, “Don Leandro, el inefable”, “La Dama de las

Cayenas”.

2.- Cineastas Integrales (1924-1940). Arranca en 1924 con la fundación de la

productora Triunfo Films. En esta etapa aún cuando tienen otras profesiones, los

cineastas se asumen como profesionales del cine. Tienen dos líneas

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fundamentales de producción: la propaganda o el cine- espectáculo. Corresponde

a esta etapa las primeras películas sonoras y los reportajes cinematográficos o

noticieros producidos por los gobiernos de Juan Vicente Gómez y Eleazar López

Contreras. Obras: “La Trepadora”, “Taboga”, “El rompimiento”, “La venus de

nácar”.

3.- Cineastas Pseudostandard (1940-1950). Se gestan dos grandes intentos de

erigir una industria cinematográfica nacional con “Estudios Ávila” y “Bolívar Films”.

Ya se consideraba la actividad cinematográfica como rentable y se instala el

modelo internacional de cine de ficción. La iniciativa de producción venía cada vez

más del productor. Obras: “Juan de la calle”, “Alma llanera”, “Las aventuras de

Frijolito y Robustiana”, “Dos hombres en la tormenta”.

4.- Cineastas Autores (1950- 1966). Nace un cineasta con una necesidad

personal, que avanzaba a la par del Neorrealismo Italiano y La Nueva Ola

Francesa. Es el cineasta convencido de su primacía. Se encuentran aquí Margot

Benacerraf y Román Chalbaud, por ejemplo. Obras: “La Escalinata”, “La balandra

Isabel llego está tarde”, “Territorio verde”, “Caín Adolescente”, “Araya”, “Isla

de Sal”.

5.- Cineastas Independientes (1966-1973). Aquellos cineastas que aún trabajando

por encargo para instituciones gubernamentales, su principal fuente de ingreso

provenía de su trabajo independiente. Son diversas las modalidades de

producción: encargos institucionales cumplidos, encargos institucionales

aprovechados para el mensaje independiente, producción independiente y

producción institucional gerenciada

libremente. En este período destaca el documentalista Jesús Enrique Guédez.

Obras: “La ciudad que nos ve”, “Pozo muerto”, “Estallido”, “Pueblo de lata”.

6.- Cineastas Integracionistas (1973- 1980). Un grupo de cineastas integrantes o

fuertemente conectados con la élite intelectual y el empresariado cinematográfico

Page 19: ANÁLISIS DE LA INDUSTRIA DEL CINE EN VENEZUELA

industrial y comercial se lanza al largometraje con una lectura del momento

histórico a manera de crítica social. Algunos autores denominan este hecho como

“el nuevo cine venezolano”. Los cineastas empiezan a demostrar que pueden

hacer cine y llenar las salas, de modo que el gobierno otorga créditos

cinematográficos. Fundan empresas y se convierten en “autores- productores”.

Esas empresas de producción cinematográfica se caracteriza por un capital

constituido ad hoc para un producto determinado. Obras más destacadas:

“Cuando quiero llorar no lloro”, “La quema de Judas”, “Soy un delincuente”, “El pez

que fuma”, “La empresa perdona un momento de locura”, “Simplicio”. Esta última

película representa una temática atípica para el momento.

7.- Cineastas integracionistas y comienzo de la crisis (1980-1990).

El inicio de la década de los ochenta continúa con el esquema de producción y la

temática de los años 1973-1980 (“Macu, la mujer del policía”, “Homicido Culposo”,

“La graduación de un delincuente”, “El atentado”). A la par, se producen otros tipos

de películas que abordan el entorno de los niños en determinadas comunidades y

sus dificultades (“Yakoo”, “Pequeña Revancha”) o la mirada a la mujer (“Macho y

Hembra”, “Oriana”). Se imponen los records de taquillas más altos en la historia

del cine venezolano. En esta década el país cae en una crisis financiera y hay una

notable disminución de la producción cinematográfica.

8.- Cineastas de la crisis del cine nacional (1990-2000). En el año 1990 las tres

más taquilleras fueron “Un sueño en el abismo”, “Disparen a matar” y “Jericó”.

Esta última con buena crítica y premios internacionales. En 1994 se decreta la Ley

de Cinematografía Nacional, pero casi toda la década se caracteriza por una

escasa producción cinematográfica, en comparación con los 80.

Las películas más taquilleras de esta década son: Salserín, Sicario y Huelepega.

Éstas dos últimas producciones son el resultado de la díada Schenider- Novoa.

9.- Cineastas de la era digital y apoyo a las óperas prima (2000…). Los ingresos

petroleros vuelven a incrementarse y el CNAC dispone de dinero para apoyar a

Page 20: ANÁLISIS DE LA INDUSTRIA DEL CINE EN VENEZUELA

varias óperas primas. La primera película realizada en digital y estrenada en salas

comerciales fue “Yotama se va volando” (2003). Con la creación de Fundación

Villa del Cine se apoya a los veteranos y jóvenes. Lamentablemente,

la taquilla no ha favorecido a las películas realizadas por la productora del Estado.

“Secuestro Express”, en 2005, se convierte en la tercera película más taquillera de

la historia del cine venezolano con 932.438 espectadores (si sólo tomamos en

cuenta las estadísticas disponibles del número de espectadores del CNAC). Esta

película abandona la preocupación de realismo social, mostrando en cambio, un

poco de, hiperrealismo. A “Postales de Leningrado, 2007” le ha ido bastante bien

en festivales internacionales. Hay un auge de cortometrajistas independientes y

otros apoyados por el CNAC. Otras obras: “Manuela Sáenz”, “Una casa con vista

al mar”, “El Caracazo”, “Punto y Raya”, “1888. El extraordinario viaje de Santa

Isabel (Orinoco)”, “Puras Joyitas”, “La Clase”, “Señor Presidente”…

Lo característico

Hablar de un ADN característico de la gran pantalla venezolana es arriesgado.

Frente a la diversidad temática, no existe un hilo conductor en toda la filmografía

durante 112 años. Quizá hay rasgos comunes en las décadas de los setenta y

ochenta, sin que esto signifique un patrón inquebrantable. Así, frente a “Cuando

quiero llorar no lloro”, “Soy un delincuente”, “El Reincidente” y “Macu”, están

Simplicio, Oriana o Yakoo.

Actualmente los cortometrajistas y largometrajistas son de una diversidad de

pr[pic]ofesiones y experiencias. Con inquietudes e intereses bastantes diferentes.

Si de manera obligada tuviéramos que hablar de un ADN, éste estaría conformado

por los ensayos-errores en los guiones, el intento esmerado en

comunicar algo, la imagen estereotipada de los personajes y la obsesión por

registrar o retratar la realidad, aunque ésta nunca sea lo captado por la cámara.

No podemos hablar de figuras o sucesos referenciales del ADN en el cine criollo.

Es necesario hacer una investigación seria en la filmografía venezolana, que

Page 21: ANÁLISIS DE LA INDUSTRIA DEL CINE EN VENEZUELA

cumpla con los requisitos de cronología y, sobre todo, exhaustividad.

Preferencias en géneros y temáticas por parte de los cineastas

Optamos por no hablar del “gusto de los cineastas criollos”. Si nos remitimos a

Gadamer, nos recuerda que el gusto fue un criterio estético desarrollado por Kant,

vinculado con la moral. Ya se han desarrollado otros criterios estéticos y el gusto

no es tan determinante. En consecuencia, pensamos en el acto de creación del

cineasta, del cual deriva la preocupación secundaria por géneros y temáticas.

El mayor grueso en cuanto a géneros se concentra en la ficción. En segundo lugar

está el documental. Asumimos como género una clasificación general basada

primordialmente en los modos de hacer, es decir los modos de recreación del

universo humano y de creación del mundo de imágenes: ficción, documental,

animado. El drama, la comedia serían subgéneros de la ficción.[pic]

En cuanto a temáticas: desigualdad, pobreza, injusticia, vivencias urbanas,

vivencias rurales, miradas feministas… y últimamente “el pueblo” y su papel

protagónico, tanto en ficción como en documentales.

Cine venezolano: ¿palestra narcisista?

Antonio Weinritcher, en su libro El nuevo cine americano, señala que “el género

es un consenso social que depende y refleja muchas de las expectativas de la

audiencia en un momento concreto”.

En esta cita se pone en cuestionamiento al artista más que la audiencia. Se

supone que el artista es libre en su acto de creación y sólo él, es responsable de

escoger las vías que considere más apropiadas para realizar su obra. En el caso

que sea por encargo pues tiene la habilidad de estampar su propio sello.

Determinados momentos históricos (políticos, económicos y sociales) han dado

lugar a diversas lecturas por parte de los cineastas venezolanos. No se trata que

la audiencia haya definido las problemáticas mostradas en el cine criollo. Una cosa

es lo que se observa para posteriormente ficcionar, animar y/o documentalizar.

Otra cosa, muy diferente, es reflejar las expectativas del público.

Page 22: ANÁLISIS DE LA INDUSTRIA DEL CINE EN VENEZUELA

El cine venezolano no ha sido, ni es, una palestra narcisista. El narcisismo es una

excesiva complacencia en nosotros mismos, en nuestras facultades y grandezas.

Las películas venezolanas, más taquilleras, han sido más bien de denuncia, de

crítica social.

Cine venezolano e imaginario social

El imaginario social o colectivo consiste primordialmente en la creación de

significaciones, de imágenes o figuras que constituyen el soporte de lo que

pudiéramos llamar la institución social-histórica de cada país. Pero no debe

entenderse el imaginario como reflejo o “espejo de”. No es como afirma Andreina

Gutiérrez “que el país nunca ha querido reconocerse en el espejo que le muestran

las películas”.

El cine se ha convertido en

un instrumento eficaz para la institución del imaginario social. El cine participa en

la construcción de este imaginario cuando en sus discursos da lugar a la aparición

y perpetuación de estereotipos sociales, los cuales pueden permear, o no, los

comportamientos de los individuos.

Los estereotipos más perpetuados en Venezuela no han sido, únicamente, el de

malandros, prostitutas y drogadictos sino, también, los típicos estereotipos del cine

clásico norteamericano y del mundo de las telenovelas: “el chico millonario”, “la

mujer pobre enamorada”, “la madre sufrida”. Los estereotipos acerca de nuestro

cuerpo policial: “el incompetente” y “el corrupto”. Y más recientemente los

estereotipos de: “el pueblo protagonista”, en constraste con el “pueblo pobre” de

los filmes de los 70 y 80.

Para Carlos Oteyza “durante los últimos años el cine venezolano no tiene

presencia en el imaginario cultural del país. Para él muy rara vez, una película

venezolana se traduce en el comentario de la opinión pública”. Consideramos que

esta afirmación muestra una reducción de lo que ya definimos como imaginario

social a una simple matriz de opinión.

Page 23: ANÁLISIS DE LA INDUSTRIA DEL CINE EN VENEZUELA

Cuando una parte del público venezolano dice no gustarle el cine venezolano

porque siempre es de prostitutas y malandros, no creemos que estén buscando

más elementos creativos de parte de los cineastas. Simplemente es falta de

información, porque irónicamente ese mismo público llena las salas comerciales

con películas norteamericanas de acción, violencia y melodramas.

Aciertos y dolencias del cine venezolano

Si

hablamos de aciertos de taquilla del cine venezolano no podemos dejar de

mencionar a aquellas películas, que según cifras del CNAC (*), lograron reunir a

más espectadores: Homicidio Culposo en 1984 (1.335.085), Macu, La Mujer del

Policía, en 1987 (1.174.226), Secuestro Express en 2005 (932.438), Manón en

1986 (908.208), Con el Corazón en la Mano en

1988 (885.833), La Generación Halley en 1986 (758.091), De Mujer a Mujer en

1986 (743.153), Colt Comando en 1987 (550.233), Salserín en 1997 (546.265),

“13 segundos” en 2007 (383.808), “Una Abuela Virgen” en 2007 (346.231),

Huelepega en 1988 (301.55).

En el caso de Macu, de Solveig Hoogesteijn, se logra derrotar en las taquillas de

las salas a todas las películas estadounidenses exhibidas ese año en el país,

incluyendo Superman, que resultó la más taquillera a escala mundial.

Si hablamos de aciertos en cantidad de premios en festivales internacionales

podemos mencionar en los 80 a “Pequeña Revancha” de Olegario Barrera. Punto

y Raya (2005) logró conquistar 30 premios internacionales. Más recientemente a

“Postales de Leningrado” de Mariana Rondón le ha ido bastante bien.

Si hablamos de aciertos por la calidad del premio, estaría el Prix de la

photographie (Cannes 1951) otorgado a la “Balandra Isabel llegó esta tarde” de

Carlos Christensen y la Cámara de Oro para “Oriana” de Fina Torres en el,

también, Festival de Cannes, en 1985. El Cannes tiene la particularidad de ser un

Page 24: ANÁLISIS DE LA INDUSTRIA DEL CINE EN VENEZUELA

festival, donde por tradición, se premia la fotografía, la música, la edición o

cualquier otro

elemento, considerando siempre la integración de los demás.

La mayor dolencia en nuestro cine venezolano ha sido el “no educar al público”. El

esp[pic]ectador se educa mostrándole películas de todas las latitudes. De Usa,

Francia, Italia, Japón, China, Rusia, Irak, Irán, Brasil, Colombia, Argentina,

Venezuela…

¿Qué ha aportado el cine venezolano a la gran pantalla latinoamericana?

Indudablemente el mayor aporte a la pantalla latinoamericana es de países como

México, Cuba y Argentina. La primera encuesta mundial sobre los 100 mejores

títulos del cine iberoamericano, convocada por el portal NOTICINE.com y

respondida por profesionales del cine, críticos, periodistas, organizadores de

festivales y aficionados en general, eligieron a la cubana “Memorias del

subdesarrollo”, dirigida por Tomás Gutiérrez Alea, como la cinta latina más

destacada de la historia, seguida por la hispano- mexicana “El laberinto del fauno”,

de Guillermo del Toro, y la mexicana “Los olvidados”, de Luis Buñuel.

Como un ejercicio curioso contamos la cantidad de películas de esta lista y

encontramos que México tiene un total de 16, Cuba 12, Argentina 13, Brasil 11,

Colombia 8, Perú 2, Ecuador, Puerto Rico y Uruguay: 1 cada uno, Bolivia 2, Chile

y Venezuela: 3 cada uno. En el caso venezolano los filmes son: Jericó (posición

número 63), El Pez que fuma (posición 84) y Amaneció de Golpe (posición número

99). Dos de estos filmes van en la tónica de la crítica social y justamente, creemos

que, el mayor aporte del cine venezolano a la gran pantalla latinoamericana

es la manera como en la década de los 70 y 80 se hicieron denuncias sociales, de

manera tan abierta. A pesar que en 1981 fue suspendida la filmación de

“Ledezma, el caso Mamera”, y en 1982 su realizador (Luis Correa) cumplió arresto

bajo la acusación de apología del delito por su filme. Esto no fue motivo para que

los cineastas dejaran de abordar la temática que venían trabajando.[pic]

Page 25: ANÁLISIS DE LA INDUSTRIA DEL CINE EN VENEZUELA

El caso Jericó es bien particular porque se trata de un fraile que termina

adoptando todas las costumbres de una etnia. Es un proceso de cambio radical.

Una temática innovadora para el momento.

El actual cine venezolano, ¿qué dice la gente y algunos profesionales del área?

“Pienso que estamos en un buen momento en cuanto a la producción del cine

nacional, con un personal técnico muy calificado producto de las coproducciones

extranjeras que en años anteriores vinieron a Venezuela y la cantidad de personas

que a su vez lo hicieron fuera y que regresaron para contar nuestras historias. Las

nuevas tecnologías y las nuevas generaciones estan contribuyendo, asi lo ponen

de manifiesto. Sólo basta con ver la cantidad de premios que nuestro país recoge

en los festivales. Ley de cine, instituciones y cineastas en genera,l tenemos que

continuar contribuyendo con una industria que cada día sea más independiente y

rentable” (Pedro Bereciartu Parra. Documentalista. Caracas)

“Yo creo que el cine venezolano (y la cultura en general) es epiléptico. Es lo

primero que apoyan cuando sobra dinero y lo primero que quitan cuando hay

crisis. También es inconstante

en cuanto a la formación de sus componentes técnicos y artísticos. Se hacen

esfuerzos aislados por preparar cierto personal, pero no hay una política de

formación coherente, que aprenda de otras experiencias educativas. Entonces el

cine aquí se sigue haciendo a lo pionero, románticamente, con un montón de

gente que fue preparada por otra que a su vez entendió el hecho cinematográfico,

como algo que debía resolverse sobre la marcha. N[pic]o es malo en sí. Pero ha

sido superado, no solo en Australia, en Polonia o en Francia. Ha sido superado ya

aquí en este continente, en Chile Argentina o Brasil. Tienen, por supuesto otros

problemas. También nuestro cine tiene el vicio del “autor”. Entiendo que pueda ser

un problema económico, o político. Pero el hecho cierto es que abundan “autores”

sin obra, “directores” sin películas, productores que resuelven a “realazo limpio”.

Así vemos a un Director que produce, actúa, hace la cámara, corrige al sonidista,

Page 26: ANÁLISIS DE LA INDUSTRIA DEL CINE EN VENEZUELA

busca dinero, se encarga de la distribución… Finalmente a nuestro cine, pienso

yo, le hace falta Gerencia. Gerencia en el amplio sentido de la palabra. Gerencia

que pueda entender las necesidades de un rodaje y de un montaje o la necesidad

de aplicar leyes para financiamiento. Quizás sea un “estadista” de cine lo que

haga falta. Sin embargo el cine venezolano necesita sobre todo respeto. Respeto

de los que lo hacen, de los que lo producen, de los distribuidores y respeto del

público. Tuvimos una muy buena época de conexión entre el público y los

realizadores entre los 70 y los

80. Eran otros tiempos, dirán algunos. Pero había más de 180 salas de cine.

Muchas de ellas en barrios clase media-baja de Caracas. Y la gente le gustaba

más ir a ver “Homicidio Culposo” que “Tiburón”. Quizás el respeto hacia nuestro

cine tenga ver más con el respeto hacia nuestro país y a nosotros mismos. Que

mas sea importante ver la “Era del hielo” en 91 salas que “Libertador Morales” o

“Swing con son “en 14, refleja sobre todo una baja autoestima de país… Y de

gente. Mi profesor Manuel de Pe[pic]dro dice: ´Ustedes tienen una posibilidad

inimaginada que nuestra generación no tuvo. Hacer cine con las nuevas

tecnologías. Olviden la pretensión de trabajar en 35 milimetros. Planteen historias

que puedan ser contadas con una camarita, usen la Internet para distribuirlas´. Es

posible que yo lo haya interpretado mal, pero en esa frase también hablaba de la

pretensión, de la vanidad infinita de los hacedores de cine del país. Aquí hay un

montón de gente que no sabe construir un plano decentemente y quiere usar una

grúa multimillonaria. Y el espectador, acostumbrado a las maravillas técnicas y

narrativas del cine estadounidense, resiente esa vanidad. Creo que la mejor frase

sobre este tema se la oí a Alfredo Anzola ´…Conozco un montón de muchachos

recién llegados de EEUU o de Republica Checa, con un titulote debajo del brazo,

diciendo – ahora si van a saber en este país, como es que se hace buen cine-

Consiguen el dinero, filman, montan la película, y ¿Qué es lo que obtienen al final?

Page 27: ANÁLISIS DE LA INDUSTRIA DEL CINE EN VENEZUELA

Una película Venezolana…´

Habría que investigar

las razones de tal misterio.

(Eleazar Moreno Ortiz. Sonidista. San Antonio de los Altos)

“El cine venezolano atraviesa un momento de dualidad. Por el lado positivo: la

reforma de la Ley de Cine, el surgimiento de la Villa del Cine, el aumento de la

cantidad de producción, el masivo surgimiento de nuevos realizadores y

guionistas, el impresionante desarrollo del género documental, y la evidente

elevación de la calidad profesional y técnica de sus productos. En el aspecto

negativo, es de lamentar la poca ambición estética y conceptual de la mayoría de

las historias, particularmente entre los jóvenes realizadores, así como la evidente

autocensura al que se someten los cineastas -jóvenes y veteranos- con el objeto

de no incomodar a quienes tienen en sus manos decidir cuáles películas se

producen”[pic]

(Thaelman Urgelles. Cineasta. Caracas)

“Pienso que el cine veenzolano ha evolucionado muchisimo, en todos los sentido,

sobretodo en las temáticas de las películas y por supuesto en la tecnología. Sin

embargo aún nos falta desarrollarnos más…. sigan adelante porque talento nos

sobra”.

(Orlando Figueroa. Asesor de Viajes Senior. Caracas)

“Tengo ya dos años fuera de Venezuela, no he visto las últimas pelis y bueno, lo

que sé de la situación actual del cine, es básicamente lo que leo en la prensa y los

blogs. De modo que me sería un poco arriesgado opinar. En todo caso,

superficialmente, puedo decirte que yo veo la situación bien pero mal….je, je, je…

es decir, veo más producción y más actividad de cine clubes, así como de

Educación y festivales. El ejemplo del CIECA, de blogs como el de ustedes o de

Carlanga, es muy loable. Sin embargo, un cine que dependa de la renta petrolera

para mí es un cine destinado al subdesarrollo siempre. Mientras el cine no se tome

Page 28: ANÁLISIS DE LA INDUSTRIA DEL CINE EN VENEZUELA

como un medio que ayude a diversificar nuestra economía no creo que nuestra

industria pueda crecer. Sinceramente, no creo en un cine rentista y tampoco en

una filmografía heroica, como la de La Villa. Las vanguardias latinoamericanas

apuestan a otros temas con producciones de bajos recursos. Ejemplos sobran: el

cine de Gaviria, de Trapero, etc. La educación cinematográfica en Vzla también

deja mucho que desear. Es muy, pero muy precaria e incipiente. No sé, esta es mi

impresión desde afuera”[pic]

(Andrea López. Videasta. Documentalista. México)

“Considero que el CINE VENEZOLANO está llegando a su madurez en muchos

aspectos, porque:

1) los cineastas que comenzaron en los 6O y 70 están consolidados y reconocidos

a nivel nacional e internacional. 2) Se está conformando desde los 80 una nueva

generación de cineastas y videoastas con bastante nivel técnico y teórico. 3) Han

surgido escuelas y centros de investigación en el área de los estudios fílmicos en

varias universidades del país. 4) existe una bibliografía consistente sobre el cine

venezolano, en el contexto del cine latinoamericano e internacional. 5) Se están

realizando talleres, seminarios, congresos o simposios donde se presenta

muestras y retrospectivas del cine venezolano. 6) los festivales nacionales de cine

–como el Manuel Trujillo

Duran en Maracaibo y el de FUNDEARC en Mérida–continúan siendo atractivos

para estudiantes, profesores, investigadores y público en general. 7) Los cineastas

venezolanos–formados en el país o en el exterior—se han dado a conocer por su

producción, seriedad y profesionalismo donde quiera que trabajan: Canadá, USA,

Europa u otros países de Latinoamérica, e incluso Asia y África. [pic]se han creado

y mantenido con éxito salas de cine alternativas en diferentes ciudades del país,

como el CINE CLUB -LUZ, la Sala Audiovisua[pic]l del CENTRO DE ARTE DE

MARACAIBO, el Centro de Bellas Artes y el histórico TEATRO BARALT. Como

investigadora del cine nacional, particularmente del cine zuliano y presidenta del

Page 29: ANÁLISIS DE LA INDUSTRIA DEL CINE EN VENEZUELA

Festival Manuel Trujillo Duran, es un privilegio ser testigo de primera fila de este

proceso. Larga y fructifera vida para el Cine Venezolano” (Emperatriz ARREAZA-

CAMERO. Presidenta del FESTIVAL MANUEL TRUJILLO DURAN. CINE CLUB

UNIVERSITARIO DE MARACAIBO. UNIVERSIDAD DEL ZULIA. Maracaibo)

“Yo veía antes mucho cine venezolano, del actual veo poco. Lo que se del actual

cine es por la entrevista que le hicieron a ustedes en la Revista CG Latin

Magazine” (Emma Rodil. Maestra jubilada. Los Teques)

“De las actuales películas veo las que me llama la atención. Vi Venezzia, Día

Naranja, Libertador Morales, Un Lugar Lejano. Algunas mejores que otras. Lo que

si evito son aquellas películas con tilde político pues yo no voy al cine a ver

política. Voy a entretenerme o aprender, no a amargarme la vida” (Kevin Lazo.

Gerente de Ventas. L