ANLISIS DE LA OBRA "LOS CUADERNOS DE DON RIGOBERTO"1. INFORMACIN EXTERNA. 1.1. TTULO DE LA OBRA: LOS CUADERNOS DE DON RIGOBERTO por, Mario Vargas Llosa (escrita en 1997) 1.1.1. DENOTATIVAMENTE. Conjunto de agregados de algunos pliegos de papel, doblado y cosidos en forma de libro pequeo o conjunto de papeles en la que se lleva la cuenta y razn en que se escriben algunas noticias.

1.1.2. CONNOTATIVAMENTE. Se trata de los cuadernos de un hombre que lo utiliza prcticamente como un diario all escribe sus ms ntimos secretos lo que a nadie cuenta lo mantiene como en secreto en sus cuadernos. 2. POCA Y MOVIMIENTO LITERARIO AL QUE PERTENECE EL AUTOR El movimiento literario o corriente literaria que el autor utiliza en su obra Los cuadernos de Don Rigoberto es la vanguardista ya que bsicamente este se inspira en obras de arte a partir de las cuales da pie a su imaginacin.

3. ARGUMENTO.

Los cuadernos de Don Rigoberto un veterano hombre, empleado de una compaa de seguros, llena con anotaciones e historias su cuaderno las que terminan por formar un refinado compendio de la imaginacin ertica de este. Los cuadernos son como un bal del que se van extrayendo inesperados relatos, atesorados por el personaje con mayor celo que si fueran reales. "Don Rigoberto es un cincuentn que tiene un oficio muy anodino", explica el autor. "Esta existencia tan banal contrasta con una vida mental muy rica con la que se defiende de la banalidad. En su mundo secreto l es todo lo contrario al personaje real, en l vive audacias y aventuras. Estructura sus fantasas con tanta intensidad que desaparecen las fronteras entre la verdad y la ficcin". La vida ideal de este personaje no se detiene ante nada ni nadie. Es una bsqueda cada vez ms desprejuiciada del placer. "Una vida mental rica y propia exige curiosidad, malicia, fantasa y deseos insatisfechos, es decir, una mente sucia, malos pensamientos, floracin de imgenes prohibidas, apetitos que induzcan a explorar lo desconocido, desacatos sistemticos a las ideas heredadas, los conocimientos manoseados y los valores en boga", escribe don Rigoberto. La particularidad de estas fantasas es que parten de pinturas, obras literarias y piezas musicales. "La ficcin es un mundo mucho ms vasto, del que la literatura es slo una rama. Todos nosotros creamos mundos ficticios a partir de deseos y los introducimos en la vida real. Incorporamos a nuestros sueos la pintura, las artes, el cine, la televisin... se es el tema de Los cuadernos de don Rigoberto", explica Vargas Llosa. Segn l, se trata de una ficcin que se alimenta de ficciones. No slo asimila y "metaboliza" obras plsticas, sino tambin literarias. La lista de obras citadas es larga y sugerente. Es un verdadero y exquisito ndice de la pintura y la literatura erticas. Esta novela se desenvuelve en un universo semejante al recreado en Elogio de la madrastra. Parte de los mismos personajes y la contina en el lugar y en el tiempo. Ambientada en la ciudad de Lima, esta nueva novela va mucho ms all que la primera. "Don Rigoberto tena el alto mrito de exaltar hasta extremos deicidas el derecho del ser humano de insurgir contra lo establecido en razn de sus deseos, de cambiar el mundo valindose de la fantasa, aunque fuera por el efmero perodo de una lectura o un sueo", escribe el autor en la novela. Dueo de una moral forjada en las cmaras ms recnditas del deseo, el protagonista hace amplias exposiciones de sus ideas. Defiende, por ejemplo, que "en el dominio privado", que es el de estos fantasmas, todo debe estar permitido entre adultos que consientan en el juego y en las reglas del juego para su mutua diversin. Y sin embargo, como manifest ya, tras la publicacin de Elogio de la madrastra, no es partidario de que se "municipalice" el erotismo. "La permisividad, la liberacin de las costumbres, la desaparicin de los tabes, son buenas cosas para la sociedad, pero malas para el erotismo", afirm en 1988 y lo sigue manteniendo hoy en esta novela. "La legalizacin y reconocimiento pblico del erotismo lo municipaliza, cancela y encanalla, volvindolo pornografa, triste quehacer al que defino como erotismo para pobres de bolsillo y de espritu. La pornografa es pasiva y colectivista, el erotismo creador e individual, aun cuando se ejercite de a dos o de a tres". Como contrapunto al florido universo de don Rigoberto, est el inquietante y perturbador ambiente que se forja alrededor de su pequeo hijo, Fonchito. Obsesionado con la vida y la obra del pintor austraco Egon Schiele, el muchacho se suea como la encarnacin del pintor maldito y su misterioso mundo de nias perversas y autorretratos angustiosos. Entre ellos, la madrastra. Una mujer que es para ambos la figura principal de ese doble mundo de deseos y realidades. Una mujer a la medida de sus ms exigentes fantasas. La nueva novela de Vargas Llosa es quiz su obra definitiva sobre el erotismo. En ella se despliegan ante el lector las claves que la cultura de todos los tiempos ha dado, a travs del arte, sobre los misterios del placer sensual. El arte en Los cuadernos de don Rigoberto Pocas veces, si alguna, se ha dedicado la literatura a reunir en una sola obra un museo imaginario tan completo y sugerente como el que Mario Vargas Llosa ha conseguido en Los cuadernos de don Rigoberto. "Es una novela que tiene que ver con la pintura y con el erotismo", ha afirmado el autor de Pantalen y las visitadoras, otra de sus incursiones literarias en el universo de la sensualidad y el humor. Hace mucho que me tentaba la idea de un relato utilizando como punto de partida algunos cuadros que por una razn que para m no estaba del todo clara -esas cosas no estn nunca del todo claras, y en realidad eso es lo hechicero que tienen- llevaba siempre presentes en la memoria", dijo en ese momento el escritor. "Un da un pintor peruano, Fernando, me propuso un experimento, una historia que haramos a cuatro manos, yo escribindola y el pintndola, una historia en la que las palabras y las imgenes se iran inseminando recprocamente. El experimento no result, pero fue el impulso que puso en movimiento el proceso del que result este relato", afirm Vargas Llosa tras la publicacin de Elogio de la madrastra. Al hablar de la nueva obra, Vargas Llosa ha aludido a esta idea germinal y a la necesidad que sinti de completar mucho ms las perspectivas de la primera. La novela desarrolla principalmente dos mundos imaginarios, el de don Rigoberto y el de su hijo, Fonchito. Ambos, y cada uno con criterios dispares, pueblan sus irreprimibles fantasas erticas con las imgenes de cuadros de todas las pocas. La novela puede leerse como un paseo excitante por la gran pinacoteca del universo sensual. Entra en esta coleccin, con lugar preferente, la obra del austraco Egon Schiele. Sus desnudos de nias y sus retorcidos autorretratos se convierten en escenarios de accin amatoria. Imgenes como las de Desnudo reclinado con medias verdes, Dos jovencitas yaciendo entreveradas, Muchacha desnuda de cabellos negros, Schiele pintando una modelo desnuda delante del espejo o Madre e hijo crean en el artista adolescente el deseo de emular a su admirado pintor. Cmo apropiarse de ese universo deseado, cmo recrearlo sin limitarse a copiar? Slo la frtil imaginacin infantil es capaz de encontrar la manera de convertirlo en vivencias propias. Mientras tanto, don Rigoberto visita otras salas de este ideal museo. En ellas aparecen obras como Desnudo con gato, de Balthus; El origen del mundo y Pereza y lujuria, de Courbet; Diana y sus compaeras, de Johannes Vermeer; La Prire y La espalda de Kiki de Montparnasse, de Man Ray; las criaturas de Jonas Drentwett, en el saln de los grotescos del Museo de Arte Barroco Austraco; los grabados erticos de Utamaro o El bao turco, de Ingres. Para don Rigoberto, su ansiada mujer, Lucrecia, se convierte en Mesalina y en Leda; fantasea a su antojo con Magdalena y Salom; pueblan sus sueos Diana con su arco y sus fechas, la Maja desnuda, la casta Susana, la Odalisca de Ingres, una marquesita de Watteau, una ninfa de Tiziano, una Virgen de Murillo, una Madonna de Piero della Francesca, una geisha de Fujita, una prostituta de Tolouse-Lautrec y una burguesa de Vermeer. Con todas ellas juega a su antojo, extrayndolas de su marco para hacer de esas ficciones de otros artistas las suyas propias. Los cuadernos de don Rigoberto proponen un exquisito recorrido por la historia de la pintura en sus facetas ms incitantes. Una novela para amantes del arte. O, simplemente, una novela para los que saben reconocer en el amor la ms perfecta de las bellas artes.4. AMBIENTE

4.1. MACROCOSMOS. Lima Per. 4.2. MICROCOSMOS. San Isidro - El Olivar - La Compaa. 5. ATMSFERA El ambiente que se percibe a travs de la lectura es de erotismo

6. PUNTO DE VISTA

7. PERSONAJES

7.1. PERSONAJES PRINCIPALES. Don Rigoberto. (Trabajador de una compaa de seguros) Doa Lucrecia. (Madrastra de Fonchito) Fonchito. (Estudiante de una academia de pintura) 7.2. PERSONAJES SECUNDARIOS. Justiniana. Narciso Use Fito Cebolla Tet Barriga Napomuceno Egon Shiele Modesto7.3. PERSONAJES REFERENCIALES Padres de Egon Shiele El Padre Dorante Otilia Peter Simplon.

8. TEMA. 8.1. TEMA PRINCIPAL. En esta obra se puede ver claramente el apego, la libertad, nacido desde lo ms profundo del ser humano, que es su conducta ertica, su relacin con el cuerpo en la intimidad, su actitud hacia la piel propia y ajena. 8.2. TEMAS SECUNDARIOS. Placer, seduccin, sensualidad, amistad, amor, cario.9. ESTILO 9.1. VOCABULARIO

9.1.1. LENGUAJE DEL AUTOR. Utiliza un lenguaje culto. 9.1.2. LENGUAJE DE LOS PERSONAJES. El lenguaje de los protagonistas es netamente estndar, con algunas variaciones de ciertos personajes que llegan al lenguaje sub estndar. 9.2. TCNICAS O RECURSOS DEL AUTOR10. PROPSITO Y/O MENSAJE DEL AUTOR

11. EFECTO

Los cuadernos de don Rigoberto confirman la presencia del autor como uno de los escritores ms importantes de lengua espaola, y marcan su regreso a la gran literatura, aquella de aliento totalizante que ejemplificara con La casa verde, Conversacin en La Catedral o La guerra del fin del mundo. Los cuadernos de don Rigoberto es, sin lugar a dudas, la obra definitiva de Mario Vargas Llosa sobre el erotismo. En ella se despliegan ante el lector las claves que nuestra memoria cultural ha dado, a travs del arte, sobre los misterios del placer sensual.