Análisis del libro de texto en el siglo XXI.

Violeta Sánchez López

Asignatura: Historia del mundo contemporáneo.

Curso: 1º de Bachillerato.

Autores: Roberto Blanco Andrés y Mariano González Clavero.

Editorial: Editex S.A.

Año: 2015.

Lugar de edición: Pozuelo de Alarcón (Madrid).

Legislación: LOMCE.

En el libro de texto a analizar, los contenidos incluidos están rigurosamente

adaptados con la nueva ley española (…) y colocados cronológicamente, desglosando el

temario desde el Antiguo Régimen hasta el siglo XXI. En ellos se incluyen

generalmente y de forma sistemática política, economía y sociedad; tratados de forma

neutral y técnica a modo de informativo. Se recurre a un lenguaje objetivo y correcto

siendo a la vez sencillo, ya que debe adaptarse a los conocimientos lingüísticos y

técnicos del alumnado, sin dejar de ser evolutivo para la introducción de nuevos

conceptos en el vocabulario de estos. Sabemos que el trato de las ideologías es un

aspecto de controversia, sobre todo en la asignatura de Historia del mundo

contemporáneo, así pues los autores del libro procurar tratar de manera “real”, objetiva

y neutral los diferentes sucesos históricos del mundo. Sin embargo se aprecia un claro

énfasis en los acontecimientos europeos y dentro de estos en los países con mayor carga

política en la histórica tales como Alemania, Italia o Reino Unido, olvida la situación de

los países subdesarrollado y limitándose a desarrollarlos en media unidad. Con respecto

al trato de género en este libro de texto, como en la mayoría de ellos, los roles de

género no están equilibrados. De esta forma, y remitiéndome al libro con el que he

tratado, los porcentajes de 70% hombres y 30% mujeres a los que se refiere Adriana

Fernández Reis son inalcanzables. Con respecto a la imágenes de apoyo, he encontrado

tres de personajes femeninos y bastantes más de figuras masculinas; en el texto apenas

se las nombra y si se hace es para hablar de su trabajo como ama de casa o en el campo

y no como partícipe de la política o la investigación científica, y por último, ninguna de

las actividades de investigación induce a tratar el tema de la mujer en la historia.

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El esquema estructural que presenta el libro es muy secuencial y organizado.

Se compone de 15 unidades y cada una de ellas repite la estructura:

- Páginas de inicio (presentación del tema) donde se introducen brevemente

los contenidos, se incluye una imagen y texto alusivo al tema, un mapa

conceptual con las ideas básicas y un eje cronológico.

- Texto enfocado a la lectura, el estudio y la memorización.

- Imágenes, biografía y conceptos de apoyo.

- Ejercicios por cada uno de los epígrafes.

- Refuerzo de actividades en las páginas finales (iniciación a la investigación,

aprendizaje de técnicas, test de evaluación individual…)

Las actividades que aporta el libro están muy organizadas y son sencillas de

encontrar en los contenidos, impidiendo que en el alumno se cree un conflicto

cognitivo, limitándose a buscar lo que le piden y descendiendo su grado de iniciativa.

Esta estructura proporciona un aprendizaje cerrado, monótono y poco interactivo.

Entre los roles, el que adoptará el profesor se verá muy limitado en el libro de

texto ya que todo el contenido viene explícito, detallado y secuenciado. No existen

señales de implicación al docente por parte del libro. En el caso del alumno existe poca

interacción social con los otros alumnos y entre él y el docente. Se preocupa por

preparar al alumno pero no lo introduce en la participación, la relación entre individuos

o la investigación sino que preocupa más la memorización de los contenidos. Los

alumnos no tienen la necesidad de plantearse cuestiones sino que se limitan a contestar

las actividades y aprobar el examen con los contenidos del libro.

La interrelación con el medio, al igual que en la mayoría de los libros de texto,

es ausente. Ninguna o muy pocas actividades fomentan la relación del alumno con el

docente, los demás alumnos, el centro escolar…pero sobre todo con la comunidad

(familia, vecinos…).

Muy vinculado a lo referido en los puntos anteriores, y a modo de conclusión, es

el modelo pedagógico en el que podemos apreciar lo cerrado que es. Se consigue una

relación de rigidez entre el libro de texto, el alumno y el docente; estos últimos apenas

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tienen libertad y autonomía con respecto a medios de innovación, los cuales son muy

poco apreciables, pero tampoco consiguen alcanzar el grado de alumno crítico con el

mundo que le rodea. Está todo tan mecanizado que la iniciativa y la autonomía quedan

en un segundo plano.

Así pues, es obvio que, tanto los docentes como los alumnos deben hacer uso del

libro de texto. Sin embargo, debe utilizarse como un recurso de apoyo técnico con

respecto a los contenidos que abordar en clase para conseguir los objetivos que, por ley,

el alumno/a debe conseguir. Personalmente creo que la mejor opción no es ceñirnos

cerradamente al libro ya que no lograremos sino mecanizar las clases e incluso hacerlas

aburridas, pero sí recurrir a este como guía en nuestras aulas.

Si me refiero a las que considero las ventajas del libro que estoy analizando,

destacaría las últimas páginas que se incluyen en cada unidad; en ellas se realizan

actividades de todo tipo, se enseñan técnicas para realizar mapas conceptuales, ejes

cronológicos, biografías…y un test de evaluación individual. Por otro lado, me parece

de gran utilidad que aparezcan mapas conceptuales al inicio de cada tema aunque veo de

gran utilidad que el alumno aprenda a realizar y después lo compare con el que incluye

el libro de texto.

Con respecto a los inconvenientes de este libro, destacaría el casi inexistente

reflejo de la mujer en la historia, arrastrando el mismo “problema” que libros anteriores

a pesar de ser más nuevo y enfocado a la última ley. Sobre las actividades que se

incluyen, según mi opinión, estas no fomentan la interacción del alumno; todo lo que se

le pide es demasiado sencillo para un alumno/a que está a punto de finalizar sus estudios

(no obligatorios) y que ya tiene una capacidad de análisis y crítica. El libro no induce lo

suficiente al trabajo en equipo o la investigación, y no fomenta la interrelación y sí la

autonomía. Y por último, me parecía conveniente que en algunos de los temas, y de

forma trasversal, se introdujeran hitos de la historia del arte relacionados con los

sucesos históricos.

Sobre el uso que mis profesores han dado al libro de texto, he tenido de todo. En

mis primeros años de la ESO mi profesora utilizaba el libro como apoyo, ya que los

temas los desarrollaba a través de mapas conceptuales que íbamos desarrollando y

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realizábamos la mayoría de las actividades en el aula. El resultado era generalmente

positivo. Otros profesores si se ceñían radicalmente al libro de texto y no fomentaban la

participación en clase, resultando clases monótonas y alumnos/as desmotivados/as.

Sobre la etapa de Bachillerato, realice la rama de Arte por lo que en primero no di la

opción de Historia del mundo contemporáneo pero si Historia de España en el segundo

año. Con esta profesora no utilizamos ningún libro, todo era por apuntes, esquemas,

investigaciones en grupo y salidas de campo. Personalmente, y sin menospreciar la

figura del libro de texto, el alumnado se esforzó, aprendió y obtuvo muy buenos

resultados.

Debido a que este libro es muy joven (2015) y que incluye la nueva propuesta

legislativa (LOMCE), no encontré comentarios de otros autores, docentes o alumnos

sobre el mismo ya que los resultados a partir de su uso se sabrán en los próximos años y

si la ley finalmente entra en vigor.