ANALISIS DEL SUELO PARA DETERMINAR SU CONTENIDO

EN SEMILLAS DE MALAS HIERBAS

La utilización de los herbicidas de preemer-gencia ha dado un nuevo impulso al análisisde semillas de malas hierbas existentes en elsuelo. En efecto, cuando se usan herbicidasde postemergencia se conocen, generalmente,las malas hierbas que hay que combatir. Si lasmalas hierbas están ya desarrolladas, son fá-cilmente identificables. Si se encuentran en es-tado de plántula, la identificación es más di-fícil, pero actualmente existen excelentes li-bros con ilustraciones de todo tipo (dibujos yfotogra fías en blanco y negro o color) que per-miten la identificación de las plántulas de ma-las hierbas al estado de dos hojas verdaderas,e incluso antes.

Esto no sucede cuando se utilizan herbici-das de preemergencia, pues si no se trata deparcelas muy conocidas, no se sabe con cer-teza qué malas hierbas van a nacer y cuálesson, por tanto, los herbicidas más adecuados.

METODOS INDIRECTOS

Existe, en general, una correlación entre laplanta que cultivamos y las malas hierbas quese presentan acompañándolas. Estas «asociado-nes de malas hierbas>, están bastante estudia-das y se puede predecir, con relativa seguri-dad, cuáles son las malas hierbas que hay queccmbatir cuando se cultiva una determinadaplanta en una cierta región, con un tipo de

suelo determinado y sobre tierras en que sepractica una determinada rotación y un siste-ma de cultivo conocido.

Por ejemplo, si se cultiva maíz en los rega-díos del valle del Duero y en suelos francosde vega podemos tener bastante seguridad enla aparición de cinielgo (Chenopolium album),hierbamora (Solanum nigrus) y setarias (Se-¡aria sp.). Pero si cultivamos por primera vezeste maíz en la misma localidad en terrenosde laderas, habitualmente cerealistas, en vezde hacerlo en los de vega, regándolos por as-persión, no sabremos de antemano qué malashierbas son las que van a perturbar el culti-vo ni en qué época.

Por otra parte, aunque se conozca de modocualitativo la «asociación de malas hierbas»con la que habremos de enfrentarnos, será muydifícil que conozcamos la composición cuanti-tativa de esa población de malas hierbas. Esdecir, sabremos de antemano, aproximadamen-te, qué malas hierbas aparecerán, pero, de noser que conozcamos perfectamente lo que hasucedido en años anteriores con este mismocultivo que ahora vamos a implantar, no sa-bremos cuáles de estas especies serán más abun-dantes y más perjudiciales.

Aunque se empleen herbicidas de amplioespectro, siempre quedará la duda de si elelegido será el más adecuado.

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Cultivo de remolacha invadido por malas hierbas

Semillas de malas hierbas.A, Rasposa (Galium tricor-ne) x 4; B, Pata de cabra (Li-thospermum arvense) x 4; y C,

Rapistrum rugosum x 3.

ANALISIS DEL SUELO

Gran parte de estas dificultades pueden re-solverse mediante la determinación de semi-llas viables de malas hierbas existentes en elsuelo. Corno es lógico, este procedimiento esútil, fundamentalmente, para malas hierbasanuales o bisanuales, cuya persistencia depen-de de la reserva de semillas existentes en elsuelo. El caso de las malas hierbas perennesque se multiplican vegetativamente es distinto.

La determinación de este contenido de se-millas de malas hierbas en el suelo ha reci-bido escasa atención hasta hace poco tiempo,pues no se veían sus aplicaciones prácticas.Tales determinaciones se han utilizado, sobretodo, para trabajos de ecología. Por esta razónno existe un método oficial reconocido pararealizar tales determinaciones, o, al menos, nofigura en la edición de 1969 de «Methods ofSoil Analysis», que es el manual de referen-cia más utilizado.

En las siguientes líneas describiremos lospasos a seguir y algunos de los métodos queactualmente se utilizan.

TOMA DE MUESTRAS

La toma de muestras debe realizarse comoen un análisis de suelos normal, es decir, to-mando submuestras en varios puntos de laparcela, bien sea al azar, bien sea sistemática-mente cuando la parcela ofrezca variacionesclaramente apreciables. Puesto que sólo ger-minarán semillas situadas a escasas profundi-dades, sólo es preciso muestrear el horizontesuperior cuando la toma de muestras se rea-liza después de la última labor (profundidadmáxima, 15 cm.). Si no es así, la muestra de-be tomarse hasta la profundidad normal delas labores. Las muestras deben ser de 1 kg.de peso, pero en general la muestra de análi-sis es de 500 a 100 gramos. Esto depende delnúmero total de semillas que existan en elsuelo.

SEPARAC1ON DE LAS SEMILLAS

Existen dos métodos fundamentales para se-parar las semillas de la muestra de análisis.

El primero consiste en someter la muestraa lavado continuo con agua corriente, bien seaun aparato especial, como el utilizado para elconteo de nematodos del suelo, bien sea en-cerrándola simplemente en una bolsa hechade malla de nylon del tipo usado para cribas.En ambos casos la abertura de la malla seráde un milímetro. Esto dejará escapar algunassemillas de muy pequeño tamaño, pero, salvocasos especiales, será suficiente. Lavada lamuestra, el remanente consiste fundamental-mente en arena, semillas de malas hierbas yotros restos vegetales y animales. A continua-ción se separan las semillas a mano mediantepinzas.

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El segundo procedimiento consiste en sumer-gir la muestra de tierra en una solución quedispersa el suelo y que, por su densidad, ha-ce que las semillas floten, evitándose así el tra-bajo de separarlas una a una de la masa degranos de arena de diámetro superior al dela criba empleada en el procedimiento ante-rior. La solución a utilizar se hace con 10 gra-mos de hexametafosfato sódico, 5 gr. de bi-carbonato sódico y 25 gr. de sulfato magné-sico disueltos en 200 c.c. de agua corriente(es decir, no destilada) por cada muestra de100 gr. de tierra. La temperatura del agua de-be ser inferior a 20" C. Vertida dicha soluciónen un vaso de tamaño apropiado, se introducela muestra de tierra y se agita durante dos mi-nutos. Las semillas y otros restos flotan y sedecanta el contenido del vaso sobre una cribade 0,14 mm. de luz entre mallas, lavándoseluego con agua corriente para eliminar la es-puma. Este paso se repite tres veces con lamisma muestra, para asegurarse que se hanrecogido todas las semillas.

IDENTIFICACION

Las semillas separadas por cualquiera de es-tos procedimientos deben identificarse a con-tinuación, contándose las que corresponden acada especie o género identificado. Esta es laparte más difícil del trabajo, pues requiere con-tar con unos buenos manuales de identifica-ción de semillas, que no abundan, o haber for-mado previamente una colección propia.

VIABILIDAD

No todas las semillas separadas de la mues-tra del suelo son viables. En algunos casos seobserva claramente que sólo existen las cu-

Semilla de neguillón (Agrostema githago) x 4.

A, semilla de corregüela (Convulvulus arvensi) x 3; B, se-millas de cardo cundidor (Cirsium arvense) x 4.

biertas vacías, por lo que estas semillas pue-den descartarse inmediatamente.

La viabilidad puede determinarse por ger-minación directa en arena previamente este-rilizada, asegurándose así de que no se intro..(lucen otras semillas. Sin embargo, como lassemillas de malas hierbas que se encuentranen el suelo están generalmente en fase de le-targo, es muy difícil establecer unas condicio-nes de germinación (temperatura, luz, hume-dad de la arena, etc.) que aseguren que todaslas semillas viables de la muestra van a ger-minar.

Por ello es preferible determinar la viabili-dad por el método de tetrazolio. En este mé-todo las semillas se dividen longitudinalmen-te y se colocan en una solución de cloruro detetrazolio durante veinticuatro horas. Al cabode este tiempo, el embrión de las semillas via-bles aparece teñido de rojo, mientras que elde las semillas muestras permanece incoloro ocon manchas coloreadas dispersas.

RESUMEN

Mediante técnicas adecuadas se pueden se-parar las semillas de malas hierbas contenidasen una muestra de suelo, identificarlas en gé-neros y especies y determinar su viabilidad.De esta manera se pueden conocer las semi-llas de malas hierbas que probablemente ger-minarán en una parcela determinada y apli-car los herbicidas de preemergencia adecuadospara controlarlas.

FERNANDO BESNIER ROMERO

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