Análisis Morfosintáctico de Código Civil
-
Upload
nestor-toro-hinostroza -
Category
Documents
-
view
224 -
download
7
description
Transcript of Análisis Morfosintáctico de Código Civil
15
Art. 947.- La acción reivindicatoria se extiende al embargo, en manos de tercero, de lo que por
éste se deba como precio o permuta al poseedor que enajenó la cosa.
Art. 948.- Si es vencido el poseedor, restituirá la cosa en el plazo que el juez señalare; y si la
cosa hubiere sido secuestrada, pagará el actor al secuestre los gastos de custodia y conservación,
y tendrá derecho para que el poseedor de mala fe se los reembolse.
Art. 949.- En la restitución de una heredad se comprenden las cosas que forman parte de ella, o
que se reputan como inmuebles por su conexión con ellas, según lo dicho en el título de las
varias clases de bienes. Las otras no serán comprendidas en la restitución, si no lo hubieren sido
en la demanda y sentencia; pero podrán reivindicarse separadamente.
En la restitución de un edificio se comprende la de sus llaves.
En la restitución de toda cosa se comprende la de los títulos que conciernen a ella, si se hallan en
manos del poseedor.
Art. 950.- El poseedor de mala fe es responsable de los deterioros que por su hecho o culpa ha
sufrido la cosa.
16
El poseedor de buena fe, mientras permanece en ella, no es responsable de estos deterioros, sino
en cuanto se hubiere aprovechado de ello; por ejemplo, destruyendo un bosque o arbolado, y
vendiendo la madera o la leña, o empleándola en beneficio suyo.
Art. 951.- El poseedor de mala fe está obligado a restituir los frutos naturales y civiles de la
cosa, y no solamente los percibidos, sino los que el dueño hubiera podido percibir con mediana
inteligencia y actividad, teniendo la cosa en su poder.
Si no existen los frutos, deberá el valor que tenían o hubieren tenido al tiempo de la percepción.
Se considerarán como no existentes los que se hayan deteriorado en su poder.
El poseedor de buena fe no está obligado a la restitución de los frutos percibidos antes de la
citación con la demanda. En cuanto a los percibidos después, estará sujeto a las reglas de los dos
incisos anteriores.
En toda restitución de frutos se abonarán al que la hace los gastos ordinarios que ha invertido en
producirlos.
Art. 952.- El poseedor vencido tiene derecho a que se le abonen las expensas necesarias
invertidas en la conservación de la cosa, según las reglas siguientes:
17
Si estas expensas se invirtieron en obras permanentes, como una cerca para impedir las
depredaciones, o un dique para atajar las avenidas, o las reparaciones de un edificio arruinado
por un terremoto, se abonarán al poseedor dichas expensas, en cuanto hubieren sido realmente
necesarias; pero reducidas a lo que valgan las obras al tiempo de la restitución.
Y si las expensas se invirtieron en cosas que por su naturaleza no dejan un resultado material
permanente, como la defensa judicial de la finca, serán abonadas al poseedor en cuanto
aprovecharen al reivindicador, y se hubieren hecho con mediana inteligencia y economía.
Art. 953.- El poseedor de buena fe, vencido, tiene asimismo derecho a que se le abonen las
mejoras útiles, hechas antes de citársele con la demanda.
Sólo se entenderá por mejoras útiles, las que hayan aumentado el valor venal de la cosa.
El reivindicador elegirá entre el pago de lo que valgan al tiempo de la restitución las obras en
que consisten las mejoras, o el pago de lo que, en virtud de dichas mejoras, valiere más la cosa
en dicho tiempo.
En cuanto a las obras hechas después de citada la demanda, el poseedor de buena fe tendrá
solamente los derechos que, por el artículo siguiente, se conceden al poseedor de mala fe.
18
Art. 954.- El poseedor de mala fe no tendrá derecho a que se le abonen las mejoras útiles de que
habla el artículo precedente.
Pero podrá llevarse los materiales de dichas mejoras, siempre que pueda separarlos sin
detrimento de la cosa reivindicada, y que el propietario rehúse pagarle el precio que tendrían
dichos materiales después de separados.
Art. 955.- En cuanto a las mejoras voluptuarias, el propietario no estará obligado a pagarlas al
poseedor de mala ni de buena fe, que sólo tendrá, con respecto a ellas, el derecho que por el
artículo precedente se concede al poseedor de mala fe, respecto de las mejoras útiles.
Se entiende por mejoras voluptuarias las que sólo consisten en objetos de lujo y recreo, como
jardines, miradores, fuentes, cascadas artificiales, y generalmente las que no aumentan el valor
venal de la cosa en el mercado común, o sólo lo aumentan en una proporción insignificante.
Art. 956.- Se entenderá que la separación de los materiales, permitida por los artículos
precedentes, es en detrimento de la cosa reivindicada, cuando hubiere de dejarla en peor estado
que antes de hacerse las mejoras; salvo en cuanto el poseedor vencido pudiere reponerla
inmediatamente a su estado anterior, y se allanare a ello.