andrea muniáin 2b 4cap VACACIONES EN RABAT

25

Click here to load reader

Transcript of andrea muniáin 2b 4cap VACACIONES EN RABAT

Page 1: andrea muniáin 2b 4cap VACACIONES EN RABAT

EXPRESION ESCRITA

2º.- PRODUCCIÓN DE IDEAS

Lugar: En pleno desierto Tiempo: P/ Buscamos el porque del Personajes: Marcos, Miguel, Maria y los demásmisterioso ruido Piensan el por qué del extraño ruido.

Miguel descubre que hay sobrecarga de peso Necesitan que alguno de ellos abandone el globo N/ Hay sobrecarga y Lo echan a los chinosnecesitan perderlo… La batalla se vuelve muy intensa está entre Marcos y Miguel

S/ Miguel y Maria están Marcos pierde el juego.compinchados. Abandona el globo muy decepcionado.

Andrea Muniáin Perales

Page 2: andrea muniáin 2b 4cap VACACIONES EN RABAT

VACACIONES EN RABAT

PRIMER SUSTO.

1. Cuando nos adentramos en el local, Lucía y yo teníamos una idea clara.

Viajar a Marruecos. Ella y yo éramos las mejores amigas que te puedas imaginar. Desde pequeñas, siempre íbamos juntas a todas partes, por mucho que nuestros padres no quisieran.

Ella es alta, delgada, de pelo oscuro y muy espabilada. Yo soy un poco más baja que ella, un poquito más regordeta, con el pelo claro y los ojos azules. Como decía, no íbamos a salir de la agencia de viajes sin nuestro deseo, una visita a Rabat. Por fin tocó nuestro turno. Le explicamos al encargado todo lo que queríamos. Por supuesto, le dijimos que el dinero no importaba ya que esto era un sueño. Queríamos llegar hasta Marruecos. Allí coger un helicóptero, sobrevolar una parte del gran desierto del Sahara, hacer escala en un pueblo nómada durante dos o tres días, ir en camello hasta Rabat. Y pasar por lo menos dos semanas.

El dependiente nos repitió y repitió que el viaje no nos saldría por menos de 2.055 € los días en el desierto y por último la estancia en Rabat no bajaría de 300 € la noche, aunque también dependía de la calidad del hotel, pero si preferíamos apartamento el precio bajaría un poco, a unos 100 € por cabeza. Preferíamos el apartamento que, aparte de que era más barato, teníamos más libertad para las comidas ya que íbamos a estar haciendo mil viajes a todas horas. Al final salimos del local con la alegría pintada en la cara y con la ilusión de que en una semana íbamos a cumplir el sueño de nuestras vidas.

A los 7 días ya teníamos todo preparado. Las casas estaban protegidas, todos los días pasaría un familiar a cada casa y subiría las persianas, regaría las plantas… Nosotras nos habíamos vacunado contra todo y al no haber ningún peligro partimos hacia el aeropuerto con muchas horas de antelación, ni por todo el oro del mundo queríamos perder ese viaje.

A las doce horas llegamos a Marruecos, el viaje fue un poco movidito. Más o menos a mitad del trayecto hubo unas ligeras turbulencias, pero nada grave.

Page 3: andrea muniáin 2b 4cap VACACIONES EN RABAT

El vuelo llegó con retraso, pero el helicóptero nos seguía esperando. El piloto nos dirigió una leve sonrisa y se subió al aparato. Nos costó subir las maletas, pero entre las dos lo conseguimos. El piloto nos explicaba un poco todo lo que íbamos viendo. Era precioso, de verdad, nunca había visto nada tan bello. Pasamos por numerosos pueblos indígenas pero ninguno era el elegido por la compañía.

El conductor había sobrevolado Dios sabe cuántas veces este gigantesco arenal y nunca se había perdido, pero por suerte o desgracia con nosotras no fue así. Mi compañera y yo lo notamos un poco distraído desde el principio pero creímos que serían imaginaciones nuestras.

A la media hora estábamos preocupadas, Lucia en un amargado intento de recuperar la calma pregunto al piloto:

— ¿Nos hemos perdido señor?- con un ligero toque de preocupación.

— Estad tranquilas he sobrevolado mil y una veces estos paisajes, no tenéis de qué preocuparos- nos contestó intentando calmarnos lo más rápido posible.

Esta respuesta no nos dejó satisfechas para nada, visto que seguía echando miradas de vez en cuando a la superficie.

— ¿Pero de verdad no nos hemos perdido?- pregunté temblorosa esperando una respuesta negativa.

—Lo siento, pero ya no os lo puedo ocultar, llevo una hora buscando el pueblo que nos dijisteis pero… desde hace media hora no veo ningún oasis ni ningún poblado-.nos explicó el comandante sabiendo las consecuencias que ello supondría.

Nosotras, sabiendo que echando la bronca al piloto no íbamos a conseguir nada buscamos alguna solución. Miramos la cobertura de nuestros móviles, pero, como podéis imaginar, no había ni una señal ni media y por lo tanto la llamada estaba descartada. Llevábamos una brújula pero las aspas del helicóptero por desgracia estaban imantadas. Ninguno, ni el conductor sabía porqué pero bueno… no había tiempo para encontrar una respuesta.

El combustible se estaba acabando por lo que buscamos un sitio para aterrizar. Os parecerá increíble pero en ese momento no había espacio para pisar suelo.

— ¡Espera!- gritó exaltado el comandante.- ¿¿Qué es eso??— ¡Parece una persona tirada en el suelo!- comentamos a coro.

Page 4: andrea muniáin 2b 4cap VACACIONES EN RABAT

— ¡Tenemos que bajar, sea lo que sea!- expuso el piloto a la misma vez que hacía maniobra para aterrizar donde pudiera.

Mientras aterrizó nos explicó que era normal la reacción que había tenido ya que en el desierto nos protegemos todos mutuamente porque es cuestión de tiempo que un día en vez de morir tú amigo por una tormenta de arena seas tú.

Ya en el suelo, dispuestas a bajar nos recordó que no bajáramos sin las gafas de sol. Y si no habíamos traído él nos dejaría unas, pero sería mejor que cuando llegáramos a Rabat nos compráramos unas inmediatamente.

Vimos que se trataba de una persona inconsciente, no muerta. No debía tener mucha experiencia porque no llevaba gafas de sol, ni mochila con crema protectora, ni nada para beber… Parecía que había ido al desierto a suicidarse…

Estaba de espaldas, llevaba ropa cómoda pero no demasiado. Iba con unos vaqueros oscuros, un poco desgastados y una camiseta de tirantes. Nos pareció que era extranjero porque no tenía los rasgos típicos del país: tez muy oscura, cabello moreno tirando a negro, ojos marrones… Él era todo lo contrario tenía la piel blanca como la leche, pelirrojo pero los ojos no se los habíamos visto. No le dimos la vuelta porque le medimos el pulso y respiraba.

— Bueno, ¿qué vamos a hacer ahora?- cuestionó Lucía que era la única que se acordaba de que estábamos perdidos en el desierto, sin cobertura, casi sin combustible y con una persona inconsciente de la cual no sabíamos nada.

— Buena pregunta… Yo voy a buscar el carné del inconsciente y ya de paso le daré la vuelta, no creo que pase nada.- nos expuso el dueño del helicóptero sin recordar que nosotras, mucha experiencia en estos casos no teníamos, por no decir ninguna y que no estábamos para tocar castañuelas.

— ¿Y nosotras?, no tenemos ninguna experiencia en esto ¿recuerdas?-le mencioné.

— ¡Ah, es verdad! Si queréis busco una alternativa para poder salir de aquí y encontrar algo para comer. De todas maneras el pueblo estaba avisado de nuestra llegada o sea que si tardamos bastante más de lo previsto saldrían a buscarnos. Vosotras averiguad la identidad del hombre.

Dicho y hecho. Estaba todo realizado excepto la alternativa para buscar el camino de vuelta al pueblo nómada. Al dar la vuelta al señor, llevaba una cerilla en la mano. Nos chocó mucho pero no le dimos mucha importancia. Al fin y al cabo cuando se despertara lo sabríamos.

Page 5: andrea muniáin 2b 4cap VACACIONES EN RABAT

DESCUBRIMOS SU HISTORIA

2. Al ver su carné de identidad descubrimos que era inglés concretamente de

un pueblo a veinte kilómetros de Londres. No es que lo supiéramos porque éramos buenas en geografía. Todo lo contrario. Simplemente dio la casualidad que Lucía había estado allí hace sólo dos años.

— Un pueblo muy interesante, la verdad —. Mencionó ella para aliviar un poco la tensión que había en el ambiente.

— En fin… ¿Él todavía respira no? —. Le pregunté, cambiando de tema.

— Sí, está claro que de un momento a otro despertará, sólo está inconsciente.

Al poco rato vino el piloto del helicóptero. Por su expresión dedujimos que su búsqueda no había tenido éxito.

— Lo siento chicas… No he encontrado ayuda… Sólo podemos esperar a que vengan a buscarnos y es mejor permanecer en el mismo sitio porque además de cansarnos y necesitar agua y comida podemos acabar peor —. A él siempre le gustaba hacer de nuestro profesor aunque algunas veces sus consejos eran muy evidentes pero sabíamos que lo hacía por nuestra seguridad ya que estábamos en cierto modo bajo su responsabilidad.

Todos sabíamos que nuestras posibilidades de salir de esta eran prácticamente nulas, pero lo único que no íbamos a perder iba a ser la esperanza era lo único que teníamos… Bueno lo único no… También teníamos que cargar con un señor totalmente desconocido e inconsciente, según Lucía.

— No es por perder la esperanza, pero ¡No tenemos agua, no tenemos comida y seguramente los del pueblo nómada ni nos estarán buscando! ¿¿Qué vamos a hacer?? — Grité histérica después de unas horas sin abrir la boca.

—¡¡No puedo más!!

— ¡Achiuu! — Se oyó a nuestras espaldas haciendo que todos nos volviéramos dando un pequeño salto.

Page 6: andrea muniáin 2b 4cap VACACIONES EN RABAT

Cuando mirábamos al extranjero vimos que levantaba la cabeza.

— ¿Dónde estoy? ¿Qué ago aquí?

— Tranquilo, somos Lucía, Fernando y Silvia, estábamos atravesando este desierto con ese helicóptero, —expliqué señalando al mismo— nos perdimos y te encontramos inconsciente.

— Pero, ¿yo, qué hago aquí?

— Lo siento pero no sabemos nada de ti. Tu nombre y dónde naciste, nada más; te hemos mirado el carné, espero que no te haya molestado.

— No, tranquila, eso no es un problema comparado al que tengo. Estoy en medio del desierto con tres personas amables pero que no conozco y no tengo ni idea de por qué he llegado aquí.

Después de esta pequeña intervención se acomodó en la arena e intentó dormir un rato, no le venía nada mal.

Llegó la noche, las madrugadas en el desierto eran muy frías por lo que tuvimos que buscar las chaquetas y una manta para él, que llevaba ya un buen rato dormido. Cuando se la pusimos hizo un gesto inconsciente de agradecimiento y siguió durmiendo. En cuanto a nosotros tres preparamos una fogata con lo que pudimos y hablamos de lo que había ocurrido durante la jornada.

— Yo creo que Marcos— Así se llamaba el extranjero— ha perdido la memoria. Ya que sólo podemos esperar, esperemos que vaya recuperándose poco a poco porque de todos modos le ha tenido que pasar algo bastante duro. — informó Lucía.

— Buenas noches. Estoy bastante cansado, la caminata que me he pegado me ha debilitado, necesitaré fuerzas para mañana, no os quedéis mucho más.

— Sí padre jeje—. Dijeron las dos al mismo tiempo soltando seguidamente una pequeña carcajada.

Page 7: andrea muniáin 2b 4cap VACACIONES EN RABAT

A la mañana siguiente Fernando nos despertó temprano, Marcos había desaparecido. Se había llevado la manta. Rápidamente y sin perder la calma nos pusimos a buscarle.

Peinamos alguna zona cercana para no perder de vista el helicóptero que gracias su gran tamaño nos permitió relajarnos y no estar pendientes de no perdernos. Cansados de tanto caminar volvimos a nuestro pequeño campamento para comer y reponer fuerzas. Cuando ya estábamos listos para volver a empezar la actividad Fernando se quedó parado pensando. Nosotras tardamos en darnos cuenta.

— ¿En qué piensas? Pareces preocupado— Indicó Lucía.

— No se si es muy adecuado volver a salir a buscarle. Hemos agotado bastantes provisiones debido al cansancio y además él puede decidir lo que hacer y por mucho que tengamos que protegernos los unos a los otros en estos lugares debería haber sido más inteligente o por lo menos pedirnos consejo para partir. Aunque mocho no le hubiéramos ayudado…

— Entonces nos quedaremos en el campamento no tenemos otra opción. Además, tendrá que volver cuando se dé cuenta de que no tiene ninguna salida.

A los tres días sobre las tres de la tarde cuando todos estábamos echando una pequeña siesta apareció. Nos despertó y antes de que dijéramos palabras empezó a contarnos su historia. Estos días había estado intentando acordarse de todo.

— Antes de que me preguntéis nada os voy a decir que como ya sabéis me llamo Marcos Parker, y vengo de Londres. Mi historia comienza aquí:

Al igual que vosotras, a mí me encanta viajar. Llevaba mucho tiempo queriendo dar la vuelta al mundo, tal era mi obsesión que incluso iba por clubs de hacer amistades para conocer gente a la que le interesara tanto el viaje como a mí. Tardé mucho tiempo en encontrar unas cuatro personas a las que les hiciera un poco de ilusión. Tal como me habéis explicado, vosotras fuisteis a una agencia a contratar el viaje… Pero nosotros no y ése fue nuestro primer error y simplemente por ahorrarnos la comisión…

Page 8: andrea muniáin 2b 4cap VACACIONES EN RABAT

Primero no coincidíamos con los lugares que más o menos queríamos recorrer. Había muchos para elegir en África; teníamos nuestras principales discusiones, unos querían ir a Marruecos y otros, a Kenia y como veis, al final tuvimos que venir a Marruecos. No es que no me gusta el lugar, que me encanta, pero yo hubiera preferido Kenia.

Cuando ya estaba todo preparado, al llegar a Marruecos compramos un globo que no nos costó muy caro, y empezamos a dar clases en árabe de cómo manejarlo. Perdimos casi dos años; uno y pico para aprender el idioma, por cierto, muy pero que muy difícil, lo pasamos muy mal para aprenderlo. Y luego otro tanto para aprender a manejarlo. Yo aprendí muy pocas cosas pero el que iba a pilotar no iba a ser yo, así que no había mucho problema. Yo ayudaría en las pocas cosas que se me habían quedado.

La cosa no iba mal hasta que vimos que el señor que nos había vendido el globo nos había timado y a lo grande. Al ir a probar el globo no iba entonces estuvimos otro año mas para reforzar lo que habíamos aprendido, el idioma y el reparar globos porque todos intuíamos que este globo no nos iba a durar mucho tiempo…

Page 9: andrea muniáin 2b 4cap VACACIONES EN RABAT

PRIMERAS COMPLICACIONES

4. Ese año retrasado nos sirvió para mejorar el idioma, al fin y al cabo no nos

vino nada mal. Las clases de aeronáutica no nos resultaron tan pesadas como creíamos que iban a ser. Las llevamos bien. Lo peor fue la convivencia… aquellas pesadas tardes sin saber qué hacer, tumbados frente al televisor… Eran muy agobiantes y esa carga que teníamos la descargábamos con nuestros compañeros. Al principio nos costó permanecer un solo día sin una discusión en casa. Poco a poco nos fuimos controlando. Cuando nos vimos listos para afrontar cualquier problema salimos a la aventura.

Cogimos algo de comida por si nos entraba el gusanillo en el volador y despegamos.

— ¡Esto funciona chicos! — grité con gran fascinación agotando cualquier duda sobre el buen funcionamiento del aparato.

— No cantes victoria Marcos, todavía no hemos empezado a movernos solo hemos despegado — dijo un compañero.

A los pocos metros el aparato hizo un ruido muy extraño, pero éste no se repitió por lo que hicimos oídos sordos.

La emoción era sin ninguna duda la dueña de todos nosotros. Cuando cogimos altura a medida que íbamos avanzando las nubes eran de un tipo diferente. Esponjosas, transparentes, alargadas, con colores intensos, con colores más claros siempre con un azul de base. Una suave brisa acariciaba nuestras caras que de vez en cuando se volvía muy intensa. Cuando nos acostumbramos a aquella hermosa sensación pasamos horas y horas observando el paisaje y cada vez que alguien veía algo interesante lo comentaba en alto.

— ¡Mirad ese puerto de allí! Es enorme y sin embargo no tiene ningún solo barco.

— Si es extraño, estará sin terminar.

— Seguramente, tiene pinta de llegar a ser un puerto importante en esta región.

Page 10: andrea muniáin 2b 4cap VACACIONES EN RABAT

Al rato...

— ¡Ese pueblo de allí parece muy interesante!

— Podríamos bajar y echar un vistazo de todas maneras nosotros controlamos nuestro viaje y supongo que no importará retrasarnos un poco.

Después de un acuerdo mutuo decidimos bajar pero sin emplear mucho tiempo porque ya iba siendo hora de almorzar y aun nos quedaban unos cuantos kilómetros para llegar al lugar establecido.

Desde el aire, aquel pueblecito parecía muy poca cosa pero sin lugar a dudas tenía algo que lo hacía interesante. Era el típico pueblo islámico con calles irregulares, muchas de ellas sin salida, casas con patios en el interior, una mezquita para cada barrio... A todos nos atraían este tipo de cosas y nos apetecía perdernos por ellas.

Al entrar nos pareció un poco mas aburrido de lo que creíamos. El zoco o mercado estaba cerrado; nos pareció extraño, pero no le dimos importancia. La pequeña excursión fue eso, pequeña. Apenas estuvimos diez minutos y caímos en la cuenta de que ahí no había nada interesante, nada de lo que poder explorar y como por supuesto no había ningún bar en el que poder descansar un rato salimos a los bosques de alrededor.

— Esta hierba tan fresca parece confortable; es más, lo es. — indicó Fernando mientras se sentaba dejando oír un suspiro de comodidad.

Nos sentamos todos alrededor del mapa. Habíamos recorrido unos veinte kilómetros y nos quedaban cinco. Más o menos media hora de viaje. Nos dimos cuenta de que sólo quedaban veinte minutos para la hora de comer y que si llegábamos muy tarde no nos darían de comer en ningún restaurante. Así que corrimos porque no teníamos suficiente comida como para alimentarnos de ella.

Despegamos sin ningún problema y seguimos adelante mirando el paisaje y a la vez controlando un poco por si hubiera algún problema.

Page 11: andrea muniáin 2b 4cap VACACIONES EN RABAT

Como ya llevábamos más de diez minutos sin ningún problema todos descuidamos el globo y nos quedamos tan embobados con el paisaje que tardamos en darnos cuenta de que una bandada de pájaros volaba al mismo tiempo que el globo

Fue un espectáculo increíble, extraordinario nos quedamos todos boquiabiertos aunque al mismo tiempo teníamos miedo de que a una de las aves le diera por picar la tela y nos viniéramos abajo. Cosa que no sucedió.

— Bueno pues ya estamos aquí, ayudadme a bajar el globo y a atarlo a algún árbol, que antes he tenido problemas para realizarlo. Espero que no haya pasado la hora de comer.

Sin ningún problema encontramos un restaurante barato, que cocinara bien y claro, que nos diera de comer.

Nos atrevimos a comer lo que nos recomendó el chef. No nos enteramos del nombre pero era muy picante y a mí en concreto me encanta el picante o sea que para mí fue una comida exquisita.

Como habíamos parado en un pueblo costero bastante pequeño no tardamos en ir cada uno al lugar que queríamos. Unos se fueron a la playa, otros al puerto, otros a dar un paseo…

Los que fueron a la playa no hicieron gran cosa. Tomar el sol, algún baño que otro y más sol.

Los del puerto vieron barcos, barcos y más barcos; algunos más interesantes que otros, pero, al fin y al cabo, son todos barcos. Y si hay un puerto generalmente también hay una lonja y este pueblito no iba a ser menos, con lo que se fueron a verla aunque fue una pena porque la subasta de pescados había terminado hace poco más de una hora. Así que se fueron a un bar del paseo marítimo y se tomaron unas copas.

Yo elegí el paseo y fue muy entretenido la verdad. No paramos de ver maravillosas casas árabes y llegamos a entrar a una mezquita no muy bonita pero bueno…

Page 12: andrea muniáin 2b 4cap VACACIONES EN RABAT

Quedamos a las cinco de la tarde en el restaurante donde habíamos comido. Todo fue a pedir de boca hasta que llegamos al lugar donde habíamos dejado el globo. Unos gamberros nos habían robado.

— ¡Eh, nos han robado!

— ¡No debimos dejar esto al descubierto!

— Bueno ya no podemos hacer nada más que denunciarlo en la comisaría lo peor será que nos tendremos que quedar unos cuantos días más para recuperar las cosas.

— Esto no estaba planeado…

Dicho y hecho. En cuanto pudimos fuimos a la comisaría para denunciar ese robo.

— Perdón, oficial. Queremos poner una denuncia por robo.

—Les escucho…

— Este mediodía hemos dejado “aparcado” nuestro globo en el bosque cercano porque verá agente estamos haciendo un viaje en globo. Hemos ido a comer y nos hemos entretenido un poco en la playa y dando un paseo por el pueblo. Nos habíamos decidido a emprender otra vez el viaje y nos hemos encontrado con que nos faltaba alguna cosa.

— Primero decirles que paséis con mi compañero, os pondrá la denuncia y después, si tenéis algo importante en el globo llevároslo con vosotros porque va a ser imposible encontrar al culpable.

Al terminar ese pequeño discurso pasamos a la sala donde estaba su compañero. Le redactamos todo lo que había pasado y los objetos robados. Él también nos aseguró que sería imposible capturarlo y que tendríamos que seguir el viaje sin algún componente del volador pero si eran imprescindibles tendríamos que ponernos en contacto con alguna tienda especializada.

Page 13: andrea muniáin 2b 4cap VACACIONES EN RABAT

Le pedimos la guía de locales para encontrar lo que necesitábamos. Sin duda iban a tardar por lo menos tres o cuatro días en traerlo así que alquilamos dos habitaciones para tres noches y nos instalamos.

Los días pasaron rápido y la mercancía no tardo tanto como pensábamos.

— ¡Sólo esta pieza aquí y… ya está! Listo para volar.

— ¿Estás seguro?

— No del todo pero no tenemos otra alternativa así que… venga ¡arriba!

No tuvimos mayor complicación en el despegue pero pasados unos minutos se empezó a oír un ruido que poco a poco aumentaba de volumen y no cesaba. Hubo un acribillo de preguntas hacia Miguel, él que había puesto las piezas, pero el no supo responder.

Page 14: andrea muniáin 2b 4cap VACACIONES EN RABAT

LA PARTIDA DE CHINOS

5. — ¡Sigue contado! — Gritamos a coro.

— Perdón pero ya no aguanto más, necesito agua y algún profesional que me cure estas heridas. Son bastante dolorosas — Enseñando las heridas — Ahora que me acuerdo… ¡Tengo un mapa en la mochila y creo que se donde estamos!

— ¿Que? ¿Sabes donde estamos?

— Si pero no estoy muy seguro, todavía no recuerdo todo con gran exactitud.

— ¡Cada vez veo más posibilidades de salir de aquí!

— Fernando, ¿cuanto combustible tenemos?

— Mira, me da igual. Sea cual sea la cantidad que tenemos no hay otra opción. Vamos a arriesgarnos. No aguanto mas, casi no tenemos provisiones y creo que nadie se ha dado cuenta de que nos hemos perdido.

— Estoy de acuerdo — afirmó Lucia — Pero Marcos, durante el viaje nos terminas de contar la historia.

Ya estaba todo cargado en el helicóptero, con lo cual solo faltaba inspeccionar un poco el mapa.

— Haber allí hay una roca muy grande con forma muy extraña. ¿Creéis que podría estar señalada en el mapa?

— Búscala.

— ¡Sii! Mmm… Estamos a menos de 15km. del campamento más próximo. ¡Me parece que estamos salvados!

Todos gritamos eufóricamente, olvidando lo prometido por Marcos.

Page 15: andrea muniáin 2b 4cap VACACIONES EN RABAT

— Bueno, lo prometido es deuda ¿no? Pues así es como acabé en medio del desierto con varias magulladuras…

Como os decía, el globo empezó a emitir sonidos muy, muy extraños. Veíamos como el globo poco a poco descendía sin poder remediarlo. Pensando y pensando Miguel sólo pudo decir una cosa…

— El globo está llevando más peso del que puede transportar… así que alguno de nosotros tiene que irse…

— ¿Cómo vas a hacer eso? ¿Te has vuelto loco? ¿Sabes que puedes matar a alguno d nosotros o incluso a ti mismo?

— Os pongáis como os pongáis tenemos que hacerlo. Hay que echarlo a suertes pero rápido, no hay tiempo.

Todos sin rechistar nos pusimos a pensar en algún juego y como no Miguel dijo que a los chinos.

Los chinos es el típico juego que se hace para elegir al que va a pagar la siguiente ronda en un bar o algo por el estilo. Consistía en poner 0, 1, 2 ó 3 monedas en la mano y que cada jugador diga la cantidad de monedas. Jugamos al que acertara se eliminaba y el que perdía se tiraba.

Como manda el juego en la primera ronda no pusimos ninguna moneda en la palma de la mano.

La primera tanda la ganó por supuesto Miguel… La segunda la ganó Maria.

Una muchacha muy joven y segura pero se notaba el miedo en su cara como es normal. Alta , morena y con ojos azules siempre estaba con uno o con otro.

Ella se salvó la primera y sinceramente a mí ella me había conquistado así que por dentro me alegré de que siguiera en el globo al rato me dí cuenta de que tenía que ponerme las pilas porque no había acertado ninguna. ¡Estaba el último!

Page 16: andrea muniáin 2b 4cap VACACIONES EN RABAT

— Dos.

— Tres.

— Ninguna.

— ¡Yo digo que una!

— Marcos, has acertado. Sólo tengo una moneda.

— ¡Bien! — dejé escapar un grito de alegría.

Poco a poco fuimos quedando menos. Al final quedamos Miguel y yo por mucho que os extrañe.

Le tocaba a María elegir las monedas. Fue un momento extremadamente tenso. Yo le tiraba miradas tristes de vez en cuando esperando un chivatazo pero esa respuesta nunca llegó.

Noté una cierta complicidad entre Miguel y María y me sentó fatal pero no podía hacer nada. Me resigné a intentar acertar el número pero dio la casualidad de que Miguel acertó las dos veces que necesitaba y yo sin más remedio me tiré del globo tan enfadado que ni me despedí de cada ello.

Luego me arrepentí pero se lo merecían, yo organizo el viaje y luego me tiran como un trapo viejo, no era justo.

— Que manera más despreocupada de quitarse a alguien de encima…

— Sentimos haberte hecho revivir lo que pasó pero nos moríamos de saberlo… lo siento…

Page 17: andrea muniáin 2b 4cap VACACIONES EN RABAT

— No pasa nada pero… ¡vamos a ayudar a Fernando que lo tenemos abandonado!

— ¿Que tal vamos? ¿Queda mucho? — preguntó Lucia.

— No, según el mapa quedan unos cinco minutos.

— ¿Sabes si hay algún “hospital” en ese campamento?

— Lo veo difícil pero igual sí.

Por fin llegamos al campamento sin ningún tipo de problema. Por suerte había un hospital para Marcos le atendieron rápidamente y dijeron que no era muy grave.

En cuanto a nosotros les explicamos lo que nos pasó y nos dieron ropa, comida y cobijo.