Anónimos: SUFRIR CON PACIENCIA ORACIÓN LOS … · los vacíos de amor, que causan sufrimiento a...

2
«Si alguien se descompone contigo o te falta, no por eso te descompongas tú, o le faltes, y lo que es más, ni aun te manifiestes incomodada» (Ven. P. Usera). 2 2016 153 VENERABLE JERÓNIMO M. USERA Y ALARCÓN Fundador de la Congregación de Hermanas del Amor de Dios (1810-1891) DONATIVOS PARA LA CAUSA DEL PADRE USERA SUFRIR CON PACIENCIA LOS DEFECTOS DEL PRÓJIMO maestro y testigo de santidad Para sugerencias, comunicación de gracias, consultas y envío de donativos para la Causa, pueden dirigirse a: DEPARTAMENTO DE CAUSAS Causa de Canonización del Padre Usera Calle Asura, 90 - 28043 MADRID Teléfono: 913 001 746 E-mail: [email protected] www.amordedios.net Rogamos a las personas que alcanzan algún favor por intercesión del Venerable P. Usera, y nos lo comu- nican, tengan la bondad de firmar la relación de lo ocurrido para que la gracia pueda ser publicada. «Aprendamos, hermanos, a tolerar con santa paciencia los trabajos y persecuciones de esta vida, pues al fin se han de acabar; y Dios ha de juzgar la intención de nuestros persegui- dores, al mismo tiempo que ha de premiar eternamente la paciencia y el ejercicio de las virtudes cristianas a que durante nuestra vida nos consagremos». (Venerable Padre Usera) ORACIÓN Para rezarla en privado - Con licencia eclesiástica Señor, tú que has derramado en Jerónimo Usera un don especial de amor gratuito, danos también a nosotros un celo infatigable y un amor ardiente que nos impulse a entregarnos al bien de los hermanos. Y concédenos, por su intercesión, la gracia que hoy te pedimos... Gloria al Padre... España: C.S. Portugal: Irmã P. T. Alonso; A. Herrera; Guadalupe; Guillermina; P. Piñeiro; María. Anónimos: 20 €; 10 €; 50 €; 50 €; 50 €; 20 €. Entre las obras de misericordia espirituales, la sexta –sufrir con paciencia los defectos del próji- mo– tiene un valor muy especial: la paciencia ante los defectos ajenos es una obra de misericordia, y es también una virtud. El Padre Jerónimo Usera tiene, como todos los llamados por Jesucristo a una vida de especial seguimiento, una sensibilidad, también especial, ante los sufrimientos y debilidades del prójimo, que se manifiesta en la comprensión de la Ley de Dios como ley del amor, para guardar no solo las prescripciones negativas que afectan a los actos cometidos contra esta ley, sino que percibe los vacíos de amor, que causan sufrimiento a los hermanos, cuando omiti- mos el bien que podemos hacer y no lo hacemos. Y al contrario, no apro- vechamos el sufrimiento que causan los roces y las heridas diarias de la con- vivencia, la crítica, la ojeriza, el insulto, la calumnia o las amenazas. No es recomendable «tragar saliva», sino tratar de integrar y salir de nosotros mis- mos para ir más allá de los mínimos y devolver bien por mal, según nos enseña el Evangelio: «Al que quiera ponerte un pleito y quitarte la camisa, dale también capa» (cf. Mt 5,38-42). «¿Por qué ves la paja en el ojo ajeno y no ves la viga que hay en el tuyo?» (Mt 7,3). Esta es la demanda que llena las obras de misericordia y que nos exigen como un derecho de justicia y caridad, muchas veces omitido, para con nuestros hermanos. Y en el caso de que consideremos que nuestros derechos son pisados, tengamos la capacidad de poner la vela encendida sobre el candelero y de ofrecer la limosna que per- manece en lo secreto de nuestro corazón. No se trata de esconder los cuernos como el caracol, sino de impulsar la resistencia evangélica. La percepción global que tiene Jerónimo Usera de las personas y de su comportamiento nos previene y nos enseña cómo podemos actuar hoy ante

Transcript of Anónimos: SUFRIR CON PACIENCIA ORACIÓN LOS … · los vacíos de amor, que causan sufrimiento a...

«Si alguien se descompone contigo o te falta, no por eso te descompongastú, o le faltes, y lo que es más, ni aun te manifiestes incomodada» (Ven. P.Usera).

22016153

VENERABLE JERÓNIMO M. USERA Y ALARCÓNFundador de la Congregación de Hermanas del Amor de Dios

(1810-1891)

DONATIVOS PARA LA CAUSA DEL PADRE USERA

SUFRIR CON PACIENCIALOS DEFECTOS DEL PRÓJIMO

maest

ro y te

stigo d

e sant

idad

Para sugerencias, comunicación de gracias, consultas y envío de donativos para laCausa, pueden dirigirse a:

DEPARTAMENTO DE CAUSASCausa de Canonización del Padre UseraCalle Asura, 90 - 28043 MADRIDTeléfono: 913 001 746 E-mail: [email protected]

Rogamos a las personas que alcanzan algún favor por intercesión del Venerable P. Usera, y nos lo comu-nican, tengan la bondad de firmar la relación de lo ocurrido para que la gracia pueda ser publicada.

«Aprendamos, hermanos, a tolerar con santa paciencia lostrabajos y persecuciones de esta vida, pues al fin se han deacabar; y Dios ha de juzgar la intención de nuestros persegui-dores, al mismo tiempo que ha de premiar eternamente lapaciencia y el ejercicio de las virtudes cristianas a que durantenuestra vida nos consagremos».

(Venerable Padre Usera)

ORACIÓNPara rezarla en privado - Con licencia eclesiástica

Señor, tú que has derramado en Jerónimo Useraun don especial de amor gratuito, danos también anosotros un celo infatigable y un amor ardiente quenos impulse a entregarnos al bien de los hermanos. Y concédenos, por su intercesión, la gracia que hoyte pedimos...

Gloria al Padre...

España: C.S.Portugal: Irmã P. T. Alonso; A. Herrera; Guadalupe;Guillermina; P. Piñeiro; María.Anónimos: 20 €; 10 €; 50 €; 50 €; 50 €; 20 €.

Entre las obras de misericordia espirituales, lasexta –sufrir con paciencia los defectos del próji-mo– tiene un valor muy especial: la paciencia antelos defectos ajenos es una obra de misericordia, y es

también una virtud.El Padre Jerónimo Usera tiene, como todos los llamados por Jesucristo a

una vida de especial seguimiento, una sensibilidad, también especial, ante lossufrimientos y debilidades del prójimo, que se manifiesta en la comprensiónde la Ley de Dios como ley del amor, para guardar no solo las prescripcionesnegativas que afectan a los actos cometidos contra esta ley, sino que percibelos vacíos de amor, que causan sufrimiento a los hermanos, cuando omiti-mos el bien que podemos hacer y no lo hacemos. Y al contrario, no apro-vechamos el sufrimiento que causan los roces y las heridas diarias de la con-vivencia, la crítica, la ojeriza, el insulto, la calumnia o las amenazas. No esrecomendable «tragar saliva», sino tratar de integrar y salir de nosotros mis-mos para ir más allá de los mínimos y devolver bien por mal, según nosenseña el Evangelio: «Al que quiera ponerte un pleito y quitarte la camisa,dale también capa» (cf. Mt 5,38-42). «¿Por qué ves la paja en el ojo ajeno yno ves la viga que hay en el tuyo?» (Mt 7,3). Esta es la demanda que llenalas obras de misericordia y que nos exigen como un derecho de justicia ycaridad, muchas veces omitido, para con nuestros hermanos. Y en el caso deque consideremos que nuestros derechos son pisados, tengamos la capacidadde poner la vela encendida sobre el candelero y de ofrecer la limosna que per-manece en lo secreto de nuestro corazón. No se trata de esconder los cuernoscomo el caracol, sino de impulsar la resistencia evangélica.

La percepción global que tiene Jerónimo Usera de las personas y de sucomportamiento nos previene y nos enseña cómo podemos actuar hoy ante

Jerónimo Usera, Fundador de la Congregación de Hermanas del Amor de Dios Jerónimo Usera, Fundador de la Congregación de Hermanas del Amor de Dios

las limitaciones de las personas con las que convivimos (fraternidad, familia, vecinos, gru-pos…), limitaciones que muchas veces son espejo de las nuestras. La revisión que se noshará en el juicio final será, según el evangelio, la de las bienaventuranzas.

No podemos llamar cobarde a quien nos está invitando a corregir la agresividad con sucomportamiento pacífico. Sin embargo, hay un consejo muy útil: cuando el soportar esosdefectos causa más daño que bien, con mucha caridad y suavidad, debe hacerse la adver-tencia.

El Espíritu del Señor viene en nuestra ayuda, regalándonos el don de la paciencia, quees sufrimiento en paz, como contraoferta ante la ira. El Venerable Usera fue un depósitode paciencia frente a este tipo de situaciones de amargura. No aparece como abatido o des-engañado, dando marcha atrás, sino que acude a la paciencia y a la rectitud de intencionesy lo manifiesta como expansión de su mente y de su espíritu en momentos de perplejidad:«Trabajemos, pues, únicamente por Dios y por la patria. ¿Y cómo llenaremos uno y otrodeber? Diciendo siempre la verdad y haciendo siempre el bien». (OOG, Introducción).Podríamos decir que Usera llevaba en una mano la palabra y en la otra la obra, como tes-timonio. La dignidad de la persona no puede quedarse suspendida en el aire solo con boni-tas palabras sin que la acompañen soluciones reales.

El Padre Usera dejó a las Hermanas del Amor de Dios unas recomendaciones espiritua-les, fruto de su vivencia personal, que las impulsó hacia una espiritualidad cristológicafirme, pudiendo repetir las palabras de Pablo a los Corintios: «Según la gracia que Diosme ha dado, yo puse los cimientos como lo hace un buen arquitecto, y otro edifica encima.Que cada cual se fije bien de qué manera construye. El fundamento ya está puesto y nadiepuede poner otro, porque el fundamento es Jesucristo. Sobre Él se puede edificar con oro,plata, piedras preciosas, madera, caña o paja: la obra de cada uno aparecerá tal como es,porque el día del Juicio, que se revelará por medio del fuego, la pondrá de manifiesto; y elfuego probará la calidad de la obra de cada uno» (1 Cor 3,10-13).

Usera, experimentado en la convivencia y en el trato con diferentes grupos humanos –familia, comunidad monástica, pequeñas comunidades cristianas, claustros universitarios,tribus, cabildos catedralicios, grupos de intelectuales y políticos, etc.–, tuvo mil oportuni-dades de experimentar qué actitudes de paciencia y de misericordia tienen más fuerza quelos gestos violentos y dominadores.

En cuanto a su relación responsable con los pobres y marginados de la sociedad, esclavos,abandonados y explotados, fue un sufrido vicario que cargó sobre sí afrentas y vituperios, yfue palabra de los sin voz, denunciando tales situaciones en favor de los mismos, ofreciendopropuestas sociales y educativas que pudieran paliar en lo posible sus necesidades. Ante lostratos indignos, dijo la verdad con dignidad, y su indignación consistió en colocar el bálsamoen las heridas y la razón en la irracionalidad de los negreros y explotadores.

El Padre Usera guardó para sí y para la obra que «le pesaba en el corazón y la cabeza»:las Hermanas del Amor de Dios, las primicias de la doctrina de Jesús a los discípulos deprimera hora: «guarda tu espada», «no juzguéis y no seréis juzgados», «felices los pacien-tes», «felices los que son perseguidos por causa de la justicia», «dichosos cuando os insul-ten y calumnien», «amad a vuestros enemigos y rezad por los que os persiguen»...

La doctrina sobre las formas de enfrentarnos con el mal real o imaginario en la vida dia-ria, la encontramos en los encuentros con las hermanas, en las cartas y en los documentosnormativos: «Jesús no experimenta en su patria sino desprecios y contradicciones; entre

sus parientes, envidias secretas; y en sus discípulos, inconstancia y declarada veleidad.Empero vuestro divino Maestro, siempre sosegado y sin turbación, jamás interrumpe losbuenos oficios que le inspiran su caridad y celo a favor de los hombres». «Cuando tengasnecesidad de reprender, antes de reprender piénsalo mucho. Más vale que dejes algunacosa por corregir, que exponerte a cometer alguna injusticia, causando disgustos a algúninocente, sea o no de casa». «Si alguien, Hermana u otra persona, se descompone contigoo te falta, no por eso te descompongas tú, o le faltes, y lo que es más, ni aun te manifiestesincomodada».

El Padre Usera no tuvo inconveniente en pedirle perdón de rodillas a una novicia aquien había reprendido con cierta severidad por fallos al hacer la limpieza (Testimonio,Positio). Es tan grande la distancia entre la maldición de la tierra y la bendición del cielo,que no podemos ni imaginar la gloria que Dios tiene reservada para cuantos hayan sufridola maledicencia y la calumnia por causa del Evangelio.

El Padre Usera también encontró el elixir para sentirse libre ante las dificultades: acep-tarlas y aceptarse a sí mismo por amor de Dios como «ser-en-la-dificultad», y en cada pasoaprendió a ser facilitador de su propio camino, bordeando los obstáculos cuando no eracapaz de transformarlos.

Como recurso espiritual siempre tuvo presentes a Jesús Sacramentado y a la VirgenMaría como madre de misericordia. Así lo transmitió con paternal amor a las Hermanasdel Amor de Dios y a cuantos tuvieron la oportunidad de recibir sus recomendaciones,fruto de sus propias vivencias: «Que vienen tiempos borrascosos, que vienen persecucio-nes, que vienen hasta hambres y otras necesidades… ¿Qué importa? La persona religiosaque no abandona su bandera, la persona religiosa que no reniega de su profesión y estado,sino que en todos tiempos, sean buenos o malos, sigue abrazada con la cruz de Cristo, entodos tiempos Cristo la salva y la honra y la favorece temporal y espiritualmente».«Aprendamos, hermanos, a tolerar con santa paciencia los trabajos y persecuciones deesta vida, pues al fin se han de acabar; y Dios ha de juzgar la intención de nuestros per-seguidores, al mismo tiempo que ha de premiar eternamente la paciencia y el ejercicio delas virtudes cristianas a que durante nuestra vida nos consagremos».

Seguro que el día del juicio final, aparecieron ante el tribunal del amor y la justicia algu-nas perlas fabricadas con la paciencia de la ostra, que tenazmente va recubriendo con finascapas de nácar los parásitos que poco a poco la perforan. El Padre Usera soportó durantetoda su vida achaques físicos que debilitaron su salud –secuela de las dolencias tropicalescontraídas en Fernando Poo–, y que no siempre fueron comprendidas por los que con élconvivían.

A lo largo de este año, el testimonio y la palabra de Jerónimo Usera vienen a unirse alos constantes gestos de misericordia del papa Francisco, que avalan su palabra de luz.«Queremos vivir este Año Jubilar a la luz de la palabra del Señor: Misericordiosos comoel Padre. El Evangelista recoge la enseñanza de Jesús: ‘Sed misericordiosos, como elPadre vuestro es misericordioso’ (Lc 6,36). Es un programa de vida tan comprometedorcomo rico de alegría y de paz. El imperativo de Jesús se dirige a cuantos escuchan su voz(cf. Lc 6,27). Para ser capaces de misericordia, entonces, debemos, en primer lugar, colo-carnos a la escucha de la Palabra de Dios. Esto significa recuperar el valor del silencio parameditar la Palabra que se nos dirige. De este modo es posible contemplar la misericordiade Dios y asumirla como propio estilo de vida» (Bula Misericordiae Vultus, 13).