Antartida Diario Hugo Rocha 1958

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  • 7/24/2019 Antartida Diario Hugo Rocha 1958

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    Por Hugo Rocha

    Diario del Viaje a la Antrtida

    1958 2008

    50 aos despus

    Homenaje del Instituto Antrtico Uruguayoal cumplirse 50 aos

    del Ao Geofsico Internacional 1957 1958

    A quienes hicieron posible la presencia de Uruguay en la Antrtida

    Diario del viaje a la

    Antrtida, realizado porHugo Rocha y

    Antonio Caruso

    en 1958.

    Enviados especiales de

    EL DIA con motivo del

    Ao Geofsico Internacional

    1957 1958

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    Diario de Viaje de Hugo Rocha Antrtida, 1958 2

    PERIODISTAS URUGUAYOS EN LA ANTARTIDA

    1958 2008

    50 aos despus

    Los textos fueron escritos por Hugo Rocha Email: [email protected]

    Las fotografas son de Antonio Caruso y fueron publicadas en diversosmedios de prensa de la poca.

    Las fotografas originales estn en el Archivo Caruso del diario El Pas, deMontevideo.

    Antonio Caruso realiz un film documental en 16mm. , titulado Banderas sobre el silencio.

    La fotografa de la tapa muestra a Antonio Caruso sealando la Antrtida y fue tomada por HugoRocha.

    La compilacin del material y el diseo grfico fue realizada por el Tte.Cnel. Waldemar Fontes delInstituto Antrtico Uruguayo

    Email: [email protected]

    Web: www.iau.gub.uy

    Marzo de 2008

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    PERIODISTAS URUGUAYOS EN LA ANTARTIDA

    1958 2008

    50 aos despus

    En Marzo de 2008 se cumplieron cincuenta aos de laprimera visita a Antrtida realizada por periodistasuruguayos, el fotgrafo Antonio Caruso y quien estoescribe. Lo hicieron en oportunidad del Ao GeofsicoInternacional 1957/58 y el resultado fue una serie denotas aparecidas en la edicin diaria de El Day en unnmero especial del Suplemento Familiar de ese diario.

    Con motivo de la celebracin del Ao PolarInternacional 2007/09, nos ha parecido oportuno reeditardichos artculos, que significaron toda una novedad enaquel entonces, dado que la existencia del sextocontinente era aun prcticamente desconocida para elgran pblico.

    Tuvimos el honor de ser invitados por la Marina de Guerra Argentina para integrar el GrupoNaval Antrtico, con la misin de asegurar la cobertura periodstica de las actividadescientficas que se cumpliran durante la campaa de verano de 1958. Tan singular

    experiencia fue posible gracias al embajador de la Repblica Argentina en el Uruguay, Dr.Adolfo Lans, el Agregado Cultural, Sr. Samuel Eichelbaum, y el Agregado Naval, capitn defragata Carlos Alberto Musis Blanc, quien lleg en sus gestiones hasta el Jefe deOperaciones Navales, contralmirante Isaac Rojas.

    El privilegio que se nos concedi al permitirnos participar en una campaa operativa antesque en una excursin turstica, nos puso en contacto con una obra silenciosa y sacrificada,iniciada largo tiempo atrs, en la que colaboran militares y civiles, y que ha merecido elreconocimiento de los crculos cientficos internacionales. Nuestra tarea se tornespecialmente fcil y placentera en virtud del apoyo y la comprensin del comandante del

    Baha Aguirre, capitn de fragata Luis C. Fernndez, el segundo comandante, capitn decorbeta Alfredo E. Iglesias, y dems oficiales y miembros de la tripulacin. Estas pginasreiteran el testimonio de nuestra admiracin por un trabajo bien hecho.

    Hugo Rocha

    Email: [email protected]

    Marzo de 2008

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    VINCULOS HISTORICOS DE URUGUAY CON ANTARTIDA

    La presencia efectiva del Uruguay en Antrtida y las actividades operacionales que all cumple el

    Instituto Antrtico Uruguayo son consecuencia lgica y feliz culminacin de una larga historia

    Montevideo, por su condicin de puerto de aguas profundas, al abrigo de las tempestades del Rio de la

    Plata, su clima templado que permite operar durante todo el ao, la alta capacidad de sus servicios de

    logstica y comunicaciones, y su posicin geogrfica de avanzada sobre el Atlntico Sur, constituye el

    lugar ideal para el contacto de la regin antrtica con el resto del mundo. La historia se remonta a los

    primeros tiempos de la colonia. Reproducimos a continuacin algunos datos, extrados de la

    cronologa establecida por el Instituto Antrtico Uruguayo.

    1776. Con la creacin del Virreinato del Ro de la Plata, el Apostadero Naval de Montevideo, que

    hasta entonces era la mxima autoridad martima espaola en la regin, se transform en unDepartamento Naval de Ultramar, con jurisdiccin sobre el Rio de la Plata, Aguas Atlnticas, Islas

    Malvinas, Tierra del Fuego, Estrecho de Magallanes, la ruta al Cabo de Hornos y tierras e islas por

    descubrir. Esta situacin se mantuvo hasta 1814.

    1789. El Apostadero Naval de Montevideo despacha la Expedicin Malaspina, integrada por dos

    corbetas, con la misin de efectuar estudios hidrogrficos de las costas atlnticas desde el Rio de la

    Plata hasta el estrecho de Magallanes.

    1821. En pleno auge de la explotacin foquera y ballenera, el puerto de Montevideo sirve como basede operaciones de flotas procedentes de muchos pases que operan en el Atlntico Sur y en aguas

    antrticas. Una empresa ballenera nacional, propiedad de los hermanos Alejandro y Samuel Lafone,

    oper a mediados del siglo XIX desde el puerto de Montevideo.

    1916. En respuesta a un pedido de socorro de la expedicin de Shackleton aprisionado por el hielo en

    el Mar de Weddell, parte desde Montevideo el buque Instituto de Pesca No. 1. Fue el primer barco

    con casco metlico que naveg en aguas antrticas

    Durante todo el siglo XX el puerto de Montevideo fue escala obligada para los barcos y aeronaves de

    un gran nmero de expediciones inglesas y norteamericanas que se dirigan a Antrtida. Numerosos

    militares y cientficos uruguayos fueron invitados a participar en las campaas antrticas de pases

    amigos.

    1958. Primera visita a Antrtida de periodistas uruguayos.

    1968. Se crea el Instituto Antrtico Uruguayo.

    1980. Uruguay adhiere al Tratado Antrtico

    1984. Uruguay establece la Base Cientfica Antrtica Artigas en la isla Rey Jorge.

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    EL AO GEOFISICO INTERNACIONAL Y EL TRATADOANTARTICO

    El Ao Geofsico Internacional fue propuesto en 1952 por el Consejo de Uniones Cientficas

    sobre el modelo de los Aos Polares Internacionales de 1882-83 y 1932-33. Se deseabautilizar, con fines pacficos, muchas de las tecnologas desarrolladas durante la segundaguerra mundial y se decidi concentrar la atencin en la regin antrtica, escasamenteconocida hasta entonces. Se eligi el perodo comprendido entre Julio de 1957 y Diciembre de1958 porque corresponda a un ciclo de intensa actividad solar, indicada por la gran profusinde manchas y la emisin acrecentada de radiaciones.

    Cientficos de 67 pases participaron en los trabajos sin verse afectados por las tensionespolticas de la Guerra Fra. Al contrario, la ayuda mutua y la cooperacin fueron la norma; laciencia cont con el apoyo de los gobiernos, que proporcionaron los medios materiales parael transporte y la instalacin de los cientficos en las bases militares y civiles mantenidas por

    una docena de pases en el continente e islas adyacentes. Ms aun; algunas de estas basesfueron establecidas expresamente con la finalidad de facilitar los trabajos del AGI.

    Uno de los resultados ms sorprendentes del AGI fueron las mediciones de la profundidad delhielo antrtico, que rindieron estimaciones radicalmente nuevas sobre la cantidad de aguadulce en la tierra; se estima que Antrtida contiene un tercio del total. Los estudios sobrefrentes fros y corrientes marinas permitieron mejorar las predicciones meteorolgicas para elhemisferio sur; tambin se actualizaron los conocimientos sobre vida marina y terrestre, flujode glaciares, sismografa, geologa, hidrologa, geomagnetismo, luminiscencia atmosfrica,etc. Los estudios psicolgicos sobre pequeos grupos humanos obligados a convivir durantelargos perodos en espacios reducidos y en condiciones extrema fueron de gran utilidad para

    la planificacin de viajes al espacio ultraterrestre.El xito del Ao Geofsico Internacional abri el camino para la firma del Tratado Antrticoen 1959. En virtud del mismo, los Estados parte acordaron un status especial para el sextocontinente, que fue declarado una zona de paz y cooperacin cientfica, sin reconocimiento, nirechazo, de ninguna reclamacin de soberana nacional. Once naciones firmaron el Tratado:siete que reclamaban soberana sobre partes del territorio (Argentina, Australia, Chile,Francia, Nueva Zelanda, Noruega y Reino Unido) y cinco que no presentaron ningunareclamacin (Blgica, Estados Unidos, Japn, Sudfrica y Unin Sovitica). Uruguay adhirial Tratado en 1980 y pas a ser miembro consultivo completo en 1985.

    Al Tratado se han agregado a lo largo de los aos varias convenciones encaminadas a

    asegurar la proteccin del ambiente, de los recursos marinos y de la flora y fauna autctonas.Para continuar y dar permanencia a la fecunda labor iniciada durante el AGI, se fund elComit Cientfico Internacional de Investigaciones Antrticas, organizacin nogubernamental responsable de coordinar todos los trabajos de estudio que siguen realizndoseen la regin.

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    TERRA AUSTRALIS INCOGNITA

    Amrica fue encontrada. Antrtida fue adivinada. Tras el descubrimiento del Pasaje Drake,donde el Atlntico y el Pacfico se unen al sur del Cabo de Hornos, los navegantes

    presintieron la existencia de nuevas tierras alrededor del Polo Sur. Durante los siglos XVI yXVII las supuestas tierras antrticas ejercieron una extraa fascinacin; en los mapas sedejaba un espacio en blanco marcado Terra Australis Incognita. Entre tanto, numerosasislas australes eran descubiertas en forma fortuita por los cazadores de ballenas. Recin en elsiglo XVIII comenzaron los viajes de exploracin, que continuaron durante el siglo XIX. Laconquista del Polo Sur pertenece al siglo XX y la primera travesa terrestre del continenteantrtico acaba de realizarse en estos das. Puede decirse que Antrtida apenas empieza a serconocida de modo completo y sistemtico.

    Espaoles, ingleses, franceses

    Las expediciones ms famosas del siglo XVIII fueron las de la fragata espaola Len, quedescubri las islas Georgia del Sur; las de los franceses Bouvet, Dufresne y Kerguelen, y la

    del ingls Cook. Este redescubri las Georgia del Sur en 1775 y recorri los mares australesentre los 60 y 70 de latitud, sin tocar el continente.

    Nadie ir ms lejos que yo, escribi el capitn Cook en su diario. Es una tierra condenadapor la naturaleza a quedar siempre sepultada bajo las nieves y los hielos eternos. El dictamende Cook, avalado por su prestigio de navegante, desalent las exploraciones antrticas durantecerca de medio siglo. Sus viajes, sin embargo, fomentaron la cacera de focas en las islas delSur, con el resultado de que la valiosa especie peletera fue prcticamente exterminada.

    Rusos, americanos, ms ingleses

    En 1819 el capitn ingls William Smith se apart mucho de su ruta despus de doblar elCabo de Hornos con rumbo al Este y descubri las islas Shetland del Sur, a los 69 grados de

    latitud. El almirante ruso Bellinghausen, en 1829, descubri la isla Pedro I y la Tierra deAlejandro I, al sur de las Shetland. El mismo ao fue descubierta la Pennsula Antrtica, no sesabe si por el ingls Edward Branfield o el americano Nathaniel Palmer.

    Los balleneros siguen descubriendo territorios: en 1831, Biscoe toca la Tierra Victoria,ingresa en el mar de Ross y navega hasta los 7810 de latitud. En su derrotero hacia el Sur esdetenido por la inmensa barrera de hielo, cuyo trayecto sigue a lo largo de centenares demillas, sin hallar un pasaje. Los resultados de estas exploraciones dan los primeros visos derealidad de la existencia de un continente austral. En 1898, Fricke propone el nombre deAntarctica, (Antrtida en espaol) que es aceptado universalmente. El nombre, que significaopuesto al Artico, indica su posicin geogrfica, pero tambin alude al contraste entre las

    dos regiones circumpolares: el Polo Norte es un punto rodeado de agua; el Polo Sur, encambio, ocupa el centro de una enorme masa de tierra, un continente casi tan extenso como lavecina Sudamrica y bastante ms grande que Europa.

    Primeros pasos en el continente

    Las exploraciones se interrumpen durante varias dcadas, a medida que el inters mundial sevuelve hacia la regin rtica, donde se efectan grandes descubrimientos, para reanudarse afines del siglo XIX. En 1897, la expedicin belga al mando del conde de Gerlache explora elarchipilago Palmer y la Pennsula Antrtica. Uno de los miembros de esta expedicin es el

    joven noruego Roald Amundsen.

    Gerlache es el primer navegante que inverna en Antrtida, al quedar atrapado en el hielomarino en el invierno de 1898, debiendo esperar hasta el verano del ao siguiente para serrescatado. Ese mismo ao el noruego Borchgrevink inverna deliberadamente frente al cabo

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    Adar. El verano siguiente sigue navegando por el mar de Ross y llega hasta los 7850 delatitud.

    Grandes hazaas del siglo XX

    El siglo XX estaba destinado a presenciar las mayores hazaas de exploracin antrtica. En

    1903, una expedicin inglesa comandada por William Bruce pasa el invierno en las Orcadas,donde construye una pequea estacin meteorolgica. Como no la pueden seguir ocupando, laofrecen al gobierno argentino, el cual la acepta y se hace cargo de ella en 1904. Bruce avanzhasta los 74 de latitud.

    En 1903 arrib tambin a la regin antrtica la expedicin sueca dirigida por el Dr. OttoNordenskld; su barco, el Antartic, qued aprisionado en el pack, al norte del CrculoPolar Antrtico, y termin por hundirse. Los nufragos debieron pasar el invierno endursimas condiciones, hasta ser rescatados en noviembre de 1904 por la fragata Uruguay,de la Armada Argentina. El acontecimiento tuvo repercusin mundial.

    Casi todas las expediciones del siglo XIX respondan a fines comerciales, relacionados con la

    cacera de focas y ballenas, tras el agotamiento de esos recursos en las regiones rticas. Hastael da de hoy, los mares antrticos siguen siendo el mayor centro mundial de explotacinballenera, actividad que est regulada por acuerdos internacionales para impedir el exterminiode los cetceos.

    Las expediciones de Nordenskjld y Bruce fueron las primeras de ndole puramente cientficaque llegaron al sexto continente. Desde entonces, el inters cientfico ha predominado sobrecualquier otro.

    Acercamientos al Polo

    En 1902-04 el comandante Robert Falcon Scott descubre la Tierra Eduardo VII sobre el marde Ross, se interna en la altiplanicie helada y alcanza los 8217, mxima latitud sur jamsalcanzada. La expedicin alemana de Drygalski llega hasta las islas Kerguelen en esa mismapoca, realiza valiosos trabajos oceanogrficos y descubre la Tierra de Guillermo II.

    En 1904, el francs Jean Charcot, en la primera de sus tres expediciones, penetra en elestrecho de Gerlache e inverna en las islas Palmer. En diciembre reanuda su viaje y a

    principios de 1905 visita la Tierra Alejandro I, para luego regresar a Francia. Vuelve en 1908-09, explora la zona meridional de la Pennsula Antrtica, e inverna en la isla Petersen.Finalmente, en 1910, bordea el pack hasta el Ocano Indico y descubre nuevas tierras, entreellas un islote al sur de Peterman que bautiza con el nombre de Bazzano, en homenaje almeteorlogo uruguayo que le brind datos sobre el clima antrtico.

    En 1908 Shackleton se interna en el continente y llega hasta los 8823, casi tocando el pologeogrfico. Determina la posicin del polo magntico, que se halla sobre una meseta helada ytiene forma de valo de unas 100 millas de ancho y 2.700 metros de altura media.

    El triunfo de Amundsen

    En 1911, Douglas Mawson inicia una intensa labor cientfica en el continente, que dura tresaos. El alemn Filchner intenta atravesar el continente desde el mar de Ross pero se veobligado a desistir de la empresa por falta de equipo adecuado. Descubre la Tierra de Luitpoldy la baha de Vahsel. Tambin en 1911 arrib una expedicin japonesa, que no obtuvoresultados apreciables.

    Mientras esto ocurra en el sur, en 1910 Peary haba llegado al Polo Norte.

    Amundsen, que estaba organizando una expedicin con el mismo objeto, decidi cambiar derumbo e intentar la conquista del Polo Sur. La operacin fue admirablemente planeada y

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    ejecutada. En enero de 1911 al mando de su nave, el Fram (Adelante), lleg a la GranBarrera del Mar de Ross y estableci sobre ella su base de operaciones. Hasta abrilAmundsen y sus hombres trabajaron acarreando provisiones a una cadena de bases hasta los80. Luego se quedaron a invernar en su primera base y en setiembre iniciaron la marchahacia el Polo, a donde llegaron el 14 de diciembre de 1911. Fue una de las mayores hazaas

    del siglo.Gloriosos fracasos de Shackleton y Scott

    En febrero de 1911 la expedicin comandada por Scott llega a otro punto de la Gran Barrera,90 kms ms lejos del polo que el elegido por Amundsen. Trae ponies de Shettland y tractores,elementos de transporte que considera ms idneos que los tradicionales perros y trineos. Ennoviembre de 1911 Scott y cuatro de sus hombres parten a pie hacia el sur. La expedicin esatrozmente castigada por el mal tiempo y la mala suerte. Los tractores se hunden en las grietasy a los pocos das quedan inutilizados; los ponies sucumben un o a uno. El 18 de enero de1912, despus de terribles penurias, Scott llega al Polo y encuentra las huellas de los perros deAmundsen y la bandera noruega. Scott y sus compaeros, obligados a tirar ellos mismos de

    su trineo, extenuados por la fatiga y la falta de alimentacin, mueren en el camino de regreso.La adversidad se ensa asimismo con Shackleton, aunque no logr doblegarlo. Esteexplorador ingls volvi al Antrtico en 1914, resuelto a atravesar el continente desde el marde Weddell hasta el mar de Ross para vengar al desdichado Scott. Uno de sus barcos nolleg nunca a destino: arrastrado por una tormenta, estuvo un ao a la deriva hasta que pudoregresar a Nueva Zelanda.

    El Endurance, a cuyo bordo viajaba Shackleton, se hundi en octubre de 1915, frente aTierra de Graham. Todos los tripulantes se salvaron entres botes y pasaron cuatro mesesterribles en el mar, antes de llegar a la isla Pailet. En abril de 1916, pasaron a la extremidadnorte de la isla Elefante.

    Barco uruguayo al rescate

    Escasos de provisiones, sin medios para protegerse del fro, los veintids hombres no podanpasar el invierno en aquel lugar. Shackleton y cinco hombres se embarcaron en el nico boteen condiciones que les restaba y en diecisis das de azarosa navegacin arribaron a lasGeorgia. All Shackleton embarc en un pequeo ballenero, pero no pudo llegar hasta suscamaradas.

    Su pedido de socorro fue atendido por el gobierno del Uruguay: el aviso Instituto de PescaNo. 1 lleg a Port Stanley el 10 de junio y parti en seguida hacia el sur. Lleg a avistar laisla Elefante, pero el pack infranqueable lo oblig a retroceder. Averiado en su obra muerta

    y con un mnimo de combustible, tuvo que regresar.Shackleton se traslad a Punta Arenas y contrat la goleta lobera Emma, pero volvi afracasar. Finalmente, un remolcador chileno, el Yelcho, atraves el pack , lleg a la isla ysalv a los nufragos de la muerte el 30 de agosto de 1916. Estaban exhaustos y solo tenanraciones para cuatro das. Todos los miembros de las expediciones de Shackletonsobrellevaron las ms duras pruebas, pero ninguno perdi la vida en la demanda.

    La poca del avin y de la radio

    En 1921, Shackleton organiz su cuarta expedicin. Lleg a Grytviken en enero de 1922; allenferm y muri. Su cuerpo fue trasladado a Montevideo, pero cuando se le iba a embarcar

    para Inglaterra, su esposa pidi que fuera sepultado en el sur. El ltimo de los grandes

    exploradores de la poca heroica reposa en el pequeo cementerio de Grytviken.

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    A partir de Shackleton, la radio, el avin y los perfeccionamientos tcnicos de la navegacin,abolieron las terribles penalidades antrticas. Las expediciones pudieron realizarse sin grandesriesgos y se obtuvieron notables resultados.

    Los primeros en explorar el continente desde el aire fueron los noruegos Christensen yLarsen, en 1927-28. En 1929, el australiano Hubert Wilkins sobrevol la Pennsula Antrticay el norteamericano Richard Byrd fue el primer hombre que sobrevol el Polo Sur. En 1934,Byrd organiz una gran expedicin que realiz extensas exploraciones. En 1935, LincolnEllsworth logr finalmente sobrevolar todo el con- tinente en 24 horas.

    En 1934-37 la expedicin de John Rymill traza la configuracin exacta de la Tierra deGraham (nombre que los ingleses dan a la Pennsula Antrtica) y en 1938-39 la expedicinalemana de Alfred Richster efecta vastos reconocimientos areos. Tambin en 1939, unanueva y bien equipada expedicin del almirante Byrd lleva a cabo un amplio plan de vuelosexploratorios y estudios geolgicos.

    El Ao Geofsico Internacional

    Durante la Segunda Guerra Mundial (1939-45) las naciones beligerantes suspendieron lasoperaciones antrticas, pero a partir de 1946 no solo las reanudaron sino que comenzaron aestablecer bases permanentes. El almirante Byrd volvi ese ao con 4.000 hombres, 12grandes buques, 5 aviones, tractores, radar, aparatos perfeccionados de fotografa area y lamayor novedad de todas: buques rompehielos. Organiz la base Little America sobre la GranBarrera del Mar de Ross y recogi datos para el relevamiento definitivo de la costa occidentaldel continente. A partir de 1947, Argentina y Chile empezaron a instalar bases en el sector dela Pennsula Antrtica que reclaman.

    En la actualidad Antrtida es objeto de una intensa campaa de estudio y exploracin, conmotivo del Ao Geofsico Internacional. Es de esperar que, para 1959, cuando se empiecen aconocer los resultados de estos trabajos cientficos, sean develadas algunas de las incgnitasdel continente blanco.

    La riqueza de Antrtida

    Antrtida se halla casi totalmente comprendida dentro del Crculo Polar Antrtico; tiene unasuperficie de 14 millones de kilmetros cuadrados y 3,400 metros de altura media. Est separa

    por agua de los dems continentes; el Cabo de Hornos se encuentra a 1,170 kilmetros delCrculo Polar; frica, a 3.500 kilmetros; Australia, a 3.000 kilmetros.

    El continente influye sobre el clima mundial por su aporte de hielo a los mares y por sufuncin como centro de bajas presiones, del cual se desprenden continuamente vientoshuracanados. Las corrientes fras que nacen en Antrtida y avanzan hacia el norte tambin

    afectan el clima y la vida marina en el hemisferio sur.Es posible que existan minerales bajo la capa de hielos eternos que cubren el continente, pero,

    por ahora, parece locura el querer explotarlos. El juicio de Cook sigue en pie, hasta ciertopunto.

    Antrtida empieza a ser conocida. Falta mucho para que pueda ser explotada. Entre tanto, esel nico lugar del planeta consagrado a la paz, la cooperacin y la ciencia. Esa es la verdaderariqueza del continente blanco.

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    Diario del viaje que realizaran los periodistasuruguayos Antonio Caruso y Hugo Rocha a bordodel buque de la Armada Argentina, ARA BahaAguirre en 1958 enviados por el diario EL DIA.

    50 aos del Ao Geofsico Internacional 1957 - 1958

    Textos y fotografas, aportadas por Hugo Rocha (email [email protected] )

    Compilacin y edicin de Tte. Cnel. Waldemar Fontes (email: [email protected] )

    Instituto Antrtico Uruguayo Archivo y Biblioteca

    www.iau.gub.uy

    Marzo 2008

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    El Baha Aguirre listo para reanudar la campaa antrtica

    Buenos Aires, Sbado 18 de Enero de 1958. Esta maana Caruso y yo visitamos el barco quenos ha de llevar a la Antrtida. Es el Baha Aguirre, transporte de la Marina argentina,veterano de cinco campaas australes. En el viaje de este verano llevacarga y personal derelevo para los destacamentos de la Marina y el Ejrcito en las bases antrticas argentinas,cientficos asignados a los trabajos del Ao Geofsico Internacional, invitados y periodistas.Su comandante es el capitn de fragata Luis Fernndez. El Baha Aguire es parte del Grupo

    Naval Antrtico, formado adems por el rompehielos San Martn y el remolcadorChiriguano. El comandante del GNAes el contralmirante Alberto PatrnLaplacette, quien viaja a bordo del SanMartin.

    Acompaados por el suboficial UrbanoHidalgo quien por cierto nos trata conuna cortesa que hace justicia su nombre

    recorremos el barco en su apostaderode la Drsena A, en Puerto Nuevo. Biense ve que no est para recibir visitas aesta hora de la maana. Todos sustripulantes, en ropa de fagina, se afanancargando en las bodegas los mil y unimplementos necesarios para elconsumo del barco durante la campaa y

    para el reabastecimiento de las basesterrestres: combustibles, alimentos, repuestos para toda clase de mquinas, vehculos, balsasde goma. Muchachos jvenes en su casi totalidad, silenciosos y eficientes, llevan a cabo sus

    tareas con la conciencia y el sentido de responsabilidad que cabe esperar de quienes sirven enestas campaas exclusivamente a ttulo voluntario. La Marina efecta todos los aos losllamados correspondientes para llenar las plazas en los barcos expedicionarios y hasta la fechala oferta de voluntarios ha superado siempre las necesidades del servicio.

    El teniente Natalio Abelleira distrae unos minutos de sus ocupaciones para darnos a Caruso ya m la bienvenida a bordo y asistirnos en la toma de las fotografas que acompaan a esta

    primera correspondencia del diario de viaje de los primeros periodistas uruguayos queviajarn al continente antrtico.

    Zarparemos el Mircoles 23 con destino a Ushuaia, capital de Tierra del Fuego, a dondeesperamos llegar tres das despus. De all seguiremos a travs del Pasaje Drake milkilmetros de ocano glacial donde rara vez hay buen tiempo suficiente para toda una travesa

    hasta la primera base argentina, en Decepcin, isla perteneciente al grupo de las Shetlanddel Sur, a 63 grados de latitud, al borde del Crculo Polar Antrtico.

    Barcos de ayer y de hoy

    Martes 21. Al embarcar se nos informa que la partida se ha postergado hasta el Jueves 23.Conocemos al Segundo Comandante, capitn de corbeta Alfredo E, Iglesias, que ya hizo la

    primera parte de la campaa, como casi todos los miembros de la tripulacin. Tiene una largaexperiencia antrtica, iniciada en 1947 a bordo del rastreador Seaver. No guarda un buenrecuerdo de aquella pequea nave:

    --Se movi mucho dice Eran otros tiempos. Ahora la Marina dispone de buques msmodernos y de mejor organizacin para estas misiones.

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    El Baha Aguirre integra esta nueva generacin de unidades navales. Es un carguero de 102metros de eslora y 5.000 toneladas de desplazamiento con carga completa. Tiene unatripulacin de 121 hombres y camarotes para 40 pasajeros. A popa dispone de una plataforma

    para helicpteros, pero no lleva ninguno de estos aparatos, que operan desde el San Martn.

    Arte en la bodega

    El acondicionamiento de la carga en las bodegas es todo un arte, pues hay que clasificar por

    separado la parte consignada a cada uno de los destacamentos, distribuir el peso de modo queest bien equilibrado, y amarrar firmemente cada bulto para asegurar que nada se mueva alnavegar en mar grueso. Se requiere adems un gigantesco esfuerzo planificacin, pues las

    provisiones vveres, combustibles, materiales de construccin, equipos de radio, piezas derepuesto para vehculos, mquinas e instrumentos de la ms variada ndole deben ir cantidadsuficiente para atender las necesidades de un ao entero. Los errores y omisiones se pagancaro.

    El grupo cientfico, designado por el Instituto Antrtico Argentino, est encabezado por el Dr.Pablo Di Lena, gelogo, 32 aos, que pas el invierno en el continente y ahora regresa luegode un mes de vacaciones. Le acompaan el agrimensor Guillermo Molisse, el topgrafo

    Alfredo Palacios, y dos ayudantes.A ttulo de invitados especiales de laMarina viajan los representantes delEjrcito, la Aeronutica, la Prefectura

    Nacional y el Ministerio de RelacionesExteriores, dos oficiales navalesuruguayos y cuatro periodistas: un italiano,un brasileo y dos uruguayos, a los que sesuman dos conocidos artistas argentinos,los dibujantes Lino Palacio y Juan C.Cotta.

    Personal joven y experimentado cumple la campaa antrtica de la Marina Argentina

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    Buenos Aires, Jueves 23 de Enero. Una realidad salta a la vista: Antrtida est siendoconquistada por gente joven, como estos marinos del Baha Aguirre. El comandante,capitn de fragata Luis C. Fernndez, cuenta 38 aos de edad; el segundo comandante, capitnde corbeta, Alfredo E. Iglesias, 35 y entre los oficiales, es raro el que llega a los 30. Lo mismocabe decir del cuerpo de suboficiales y tripulantes, as como de los miembros del grupo

    cientfico. Todos ellos, sin embargo, poseen amplia experiencia, ya sea en anteriorescampaas antrticas o en la navegacin a lo largo de las dilatadas costas australes de laArgentina. Tal es el caso, por ejemplo, del capitn Fernndez, que realiza su primera campaaantrtica; pero conoce la zona, pues ha navegado mucho por aguas fueguinas, en transportesy rastreadores.

    La primera parte de la campaa antrtica del verano de 1957-58 ha sido ampliamentesatisfactoria declara el capitn Fernndez. Los viajes a la Antrtida se ven facilitados en laactualidad por la nueva cartografa editada por el Servicio de Hidrografa Naval del Ministeriode Marina. Estas cartas se confeccionan con datos obtenidos en las diversas campaas por

    barcos y aviones de la Marina. Los relevamientos aerofotogramtricos realizados por los

    aviones son particularmente tiles. El tiempo fue favorable y podemos decir que en ningunode los cruces del famoso Pasaje Drake encontramos los temporales tan frecuentes en esa zona.En general, hallamos las aguas antrticas casi totalmente desprovistas de hielo marino (packice) aunque, desde luego, siempre hay tmpanos, que se deben ir sorteando. El equipo deradar del Baha Aguirre detecta an los tmpanos ms pequeos, de da o de noche.

    El plan de viaje.

    Segn nos informa el capitnFernndez, haremos escala en Ushuaia

    para tomar combustible destinado areaprovisionar al rompehielos San

    Martn; tambin se dejar carga parael Vema, buque oceanogrficonorteamericano, en misin de laUniversidad de Columbia durante elAo Geofsico Internacional. Luegonos dirigiremos a Baha Esperanza, enla Pennsula Antrtica, para entregarcarga suplementaria de la que setransport durante la primera parte dela campaa. Desembarcaremostambin a dos mdicos civiles que van

    a incorporarse al personal de las basesnavales de Melchior y Decepcin. Enla isla o algn otro lugar adecuado,esperaremos al rompehielos SanMartn para entregarle combustible,carga y el personal de relevo ycientfico destinado a la base SanMartn, perteneciente al Ejrcito.

    Estaremos de vuelta en Ushuaia el 10de febrero, para desembarcar a los invitados especiales y periodistas, quienes regresarn a

    Buenos Aires en avin naval. Luego, el Baha Aguirre volver a la Antrtida a completarsus tareas, entre ellas, el relevo del personal del destacamento que el ejrcito mantiene enBaha Margarita. El regreso a Buenos Aires, est previsto para mediados de marzo, con lo que

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    terminar su campaa. Hasta el prximo verano, no ha de retornar a la Antrtida. Allquedarn encerrados por los hielos, varias decenas de marinos y hombres de cienciaargentinos, para pasar otro invierno aislados del resto del mundo.

    De todos los pasajeros del Baha Aguirre los que irn ms lejos son los 18 hombresdestinados a la base San Martn, Perteneciente al Ejrcito, ubicada en el continente, al sur delCrculo Polar Antrtico. Encabeza este grupo el Tte. Gustavo A. Gir, 26, cordobs, oficial deInfantera. Fue seleccionado para esta misin por el capitn Walter Muriel, jefe de la base,que pasar all otro ao,

    Las bases del Ejrcito son las ms grandes y las que cuentan con mayores dotaciones; realizanreconocimientos y levantamientos topogrficos, y observaciones meteorolgicas. Losmiembros de su personal son seleccionados entre aquellos que completan un curso decapacitacin organizado por el Ejrcito cada ao en el hielo continental patagnico. Los jefesde base tienen libertad para elegir su gente; las misiones significan mritos para la foja deservicio.

    No siempre puede preverse cuanto tiempo ha de durar una misin. En San Martn se tiene elcaso de dos cabos que han estado de servicio dos aos seguidos y ahora inician el tercero.Debieron quedarse el segundo ao al no poder ser relevados por la Marina luego del primerao. El efectivo completo de la base es de 24 hombres. Los 18 que viajan ahora van operadosdel apndice; es obligatorio en el Ejrcito. La decisin fue tomada en 1952, cuando unhombre debi ser operado de emergencia, en condiciones de gran riesgo, pues se habaincendiado la casa de la base. (Todas las bases cuentan con una segunda casa, construida a

    poca distancia, en previsin de estos accidentes.)

    Uno de los miembros del grupo, el Tte. Amilcar Montero, porteo, 26, nos cuenta suexperiencia en los Andes, que incluye dos ascensiones al Aconcagua. Se puede subir a lomode mula hasta 300 metros de la cumbre; el trayecto final es una canaleta de piedra con paredes

    altsimas en forma de L; la ida y vuelta es un penoso ejercicio que insume el da entero.Tres mdicos y un diplomtico

    Los doctores Luis Resio y Manuel Snchez son civiles contratados por el Departamento deSanidad de la Marina para trabajar durante este ao en los destacamentos navales antrticos.

    Resio, 24 aos, destinado a Decepcin, tiene una conexin uruguaya: su padre es primo del

    general Edgardo Ubaldo Genta. Snchez, 27, va a Melchior.

    Esperan encontrar pocos problemas profesionales: sus eventuales pacientes son hombresjvenes y sanos que han recibido su certificado de salud antes salir de Buenos Aires. Debidoal aire seco y fro, que constituye en efecto un medio estril, no hay bacterias y por lo tanto no

    es posible contraer enfermedades infecciosas; anticipan, eso s, traumas y fracturas; tal vezalgn caso de apendicitis.

    Por qu van? Dice Resio: Es una aventura nica en la vida, y este es el momento paraemprenderla. La experiencia de un ao en Antrtida, afrontando a diario desafos graves yurgentes, es una buena prueba para la formacin del carcter y preparacin para el futuro.

    El Dr. Elmo Cacciavillani ya ha superado estas pruebas y con 35 aos, casado, dos hijos,quiere seguir adelante. Retorna por otro ao a Esperanza despus de un mes de vacaciones enBuenos Aires. Se ha hecho extraer el apndice, para sentirse ms tranquilo. La Marinarecomienda esta operacin a todo el personal que vaya por un ao a las bases antrticas,aunque no con carcter obligatorio. El Dr. Snchez, por ejemplo, opt por no operarse.

    El Dr. Mario Izaguirre, Jefe de la Divisin Antrtida y Malvinas del Ministerio de RelacioesExteriores, ha lidiado durante 9 aos con los problemas diplomticos atingentes a estos

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    territorios. A su amplio conocimiento terico del tema agregar ahora la experiencia sobre elterreno.

    --El reclamo de soberana argentina nos dice se basa en la doctrina, aceptadainternacionalmente, segn la cual el descubrimiento y la exploracin de territorios, por ssolos, no confieren derechos. Sino que se requiere, adems, ocupacin continuada y efectiva.Argentina cumple esta condicin con el mantenimiento de ocho bases permanentes, tres de laMarina y cinco del Ejrcito, a partir de las cuales cientficos argentinos realizan trabajos decartografa, geologa, biologa y oceanografa. Argentina mantiene un observatoriometeorolgico en las Orcadas del Sur, desde 1904. Todas las bases disponen de oficinas decorreo. Los servicios nacionales de administracin y justicia cubren estos territorios. Losresidentes en las bases antrticas votan en las elecciones presidenciales.

    Gelogos a la conquista de Antrtida

    El Dr. Pablo Di Lena, gelogo de 32 aos de edad, contratado por el Instituto AntrticoArgentino, trabaj durante todo el ao pasado en Esperanza y zonas adyacentes: Baha Duse,Golfo Erebus y Terror, Canal Prncipe Gustavo. Anteriormente haba hecho tres campaasestivales. Con dos ayudantes, desplazndose en trineos tirados por perros, recorri 4.000kilmetros cuadrados de mar congelado e hizo 70 perforaciones para obtener datosglaciolgicos tales como temperatura, salinidad, estratigrafa y espesor del pack. Susayudantes, que lo acompaan este ao, son Carlos J. Brtola, 20, y Hendrik Smit, 22.

    El pack se perfora con taladros operados a mano, lubricados con kerosene; cada perforacin,que debe ser efectuada por un hombre solo, insume por lo menos media hora de duro trabajo.Durante el ao pasado Di Lena y sus ayudantes hicieron estudios geolgicos en lugares dondela roca aflora sobre el hielo, especialmente aquellos donde existe la formacin denominada

    permafrost. El permafrost es roca en `proceso de disgregacin que eventualmente ha deconvertirse en tierra. Est congelado, aunque no cubierto de nieve; su dureza lo hace casi

    impenetrable. Al retirarse los glaciares, se tiene en estos sitios un suelo apto para lavegetacin. Tal lo ocurrido en la Era Jursica, hace 150 millones de aos, cuando Antrtidatuvo clima templado y suelo frtil, como lo prueban los fsiles de plantas que se hanencontrado.

    Di Lena estudi tambin el Glaciar Pot, trabajo que continuar este invierno. Se harnobservaciones tendientes a determinar el avance o retroceso, segn las pocas, del frente deese glaciar, o sea el aumento o la reduccin de su caudal de agua helada. Otro tema de estudioser la barrera de hielo (shelf ice) que rodea al continente. Todas las excursiones seefectan en ski o trineo. El ao pasado su grupo descubri el islote Melon, as bautizado enhomenaje al perro gua de su jaura.

    Di Lena es casado y tiene tres hijos. Orgulloso de su profesin, proclama: Los verdaderosconquistadores de Antrtida son los gelogos: Amundsen, Nordenskjold, Fuchs.

    Los tres primeros das de navegacin; baistas, ballenas y noctilucas

    Domingo 26 de Enero. Hoy a las 10 de la maana larg amarras finalmente el BahaAguirre, desde la drsena A del puerto de Buenos Aires. La partida que haba sido previstainicialmente para el da 20, debi ser postergada a causa de los trabajos que es necesarioefectuar en un barco destinado a la campaa antrtica, que ha de operar durante dos meses enuna zona desprovista de toda clase de facilidades. El barco debe llevar a bordo todos loselementos necesarios para la campaa y debe bastarse a si mismo hasta su retorno a BuenosAires; cualquier imprevisto puede tener consecuencias desastrosas. Por lo tanto, los controles

    previos a la zarpada son necesariamente estrictos y minuciosos.

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    El Baha Aguirre es un transporte construido en Canad en 1948-49, puesto en servicio en1950 y que, desde 1951, ha intervenido en seis campaas antrticas. Ha efectuado relevos delos personales de las bases, reabastecimiento, trabajos hidrogrficos y oceanogrficos; tuvoimportante actuacin en la instalacin del Destacamento Naval Esperanza, en el verano de1951-52. Durante la primera parte de su campaa, cumplida entre el 11 de noviembre y el 23

    de diciembre de 1957, acudi en socorro del buque ingls Shackleton, aunque, felizmente,su intervencin no fue necesaria.

    Es una de las unidades de transporte ms atareadas de la Armada Argentina; cuando no estparticipando en campaas australes, hace viajes a Europa y Estados Unidos. Es tambin,seguramente, uno de los barcos ms confortables de la Armada. Posee cmodos camarotes

    para los oficiales y pasajeros; la comida es excelente, hay biblioteca, saln de fumar, bar,cantina, peluquera, lavadero, baos con agua caliente. Lleva a bordo mdico, dentista y

    bioqumico y posee los correspondientes equipos para la atencin de salud del personal.

    Pan fresco y guantes blancos

    El primer indicio del nivel de vida que se observa a bordo del Baha Aguirre lo tenemos elmismo domingo al medioda. Bajamos al comedor para almorzar y nos encontramos con queson de rigor el saco y la corbata. Nuestros lugares en torno a las distintas mesas estnsealados con pequeas tarjetas; la comida es servida por jvenes marineros de guantes

    blancos, que cambian nuestros platos con rapidez y eficiencia que ya quisieran losrestaurantes de primera clase de cualquier gran ciudad. El men, impreso en un formulariodecorado con un pingino, incluye, por ejemplo, vol au vents de langostinos, empanadasriojanas, nios envueltos, sopa de crema de tomate, frutas frescas, ensalada de lechuga ytomate. El pan se amasa a bordo, todos los das, el caf es muy bueno y no falta el vino. Sesirven cuatro comidas al da, desayuno, almuerzo, t y cena y cada una de ellas hace honor ala buena tradicin culinaria argentina.

    El trato que los jvenes oficiales del Baha Aguirre dispensan a sus invitados est a la alturade la caballerosidad y el seoro propios de la Armada. El domingo por la tarde, el capitnFernndez ofrece un cocktail a los invitados especiales que lo acompaan en este viaje.Previamente, el segundo comandante, capitn Iglesias, nos ha reunido para darnosinformaciones tiles acerca del barco y el viaje y contestar a nuestras preguntas. Nos entregaun folleto preparado para el caso por el Ministerio de Marina, en el que se dice: Los oficialesy tripulantes desean hacer todo lo posible para ayudarlos en su tarea. Debemos convivir ytrabajar juntos, a veces en condiciones difciles, en el estrecho espacio limitado por el cascode este buque. Este folleto ha sido planeado para conseguir que nuestra vida en comn sedesarrolle basada en la comprensin y tolerancia mutuas. Su cooperacin, as como lanuestra, ser muy apreciada. Trabajando en equipo, superaremos todas las dificultades quesurjan. No parece nada difcil cooperar con estos marinos y bien puede asegurarse que elloscumplen ampliamente con la parte que les corresponde.

    El primer da de navegacin transcurre sobre las aguas leonadas del Ro de la Plata,ligeramente rizadas por una brisa del sudoeste. A medida que adelantamos hacia el ocano,las suaves ondas se transforman en olas cortas, que hacen cabecear al barco y ocasionan elmareo de algn navegante bisoo. Divisamos la costa uruguaya y por la noche, los faros noshacen seales amistosas. Un gran resplandor que asciende al cielo nos indica la presencia deMontevideo; despus, la noche se sierra sobre la nave y solamente nos acompaan lasestrellas. La Cruz del Sur nos indica nuestro derrotero.

    Lunes 27. Al despertarnos por la maana, luego de un sueo apacible, nos encontramos ya enel Atlntico, cuyas aguas verdes y lmpidas se muestran ms tranquilas que las del estuario.Hacia medioda estamos frente a Mar del Plata; la gran ciudad balnearia se extiende

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    lujosamente, mostrando orgullosa sus hoteles, edificios de apartamentos muchos de ellos enconstruccin -, chalets, playas. En el centro del vasto abanico se ven los bloques gemelos delcasino y el hotel, ms al sur aparece la base naval. Un gran nmero de lanchas pesqueras

    pintadas de vivos colores pasan cerca del Baha Aguirre, en demanda del puerto, ellas nosrecuerdan que Mar del Plata es, adems, el centro de la industria de la pesca en la Argentina.

    Pero no son los edificios ni la base ni siquiera las lanchas lo que ms interesa a los grupos demuchachos reunidos sobre la cubierta y el puente del Baha Aguirre. Todos los que poseen

    binoculares los enfocan sobre las playas, y sealan gozosos las siluetas lejanas de las baistas.Los anteojos pasan de mano una y otra vez, hasta que la distancia hace intiles los esfuerzosde tantos ojos ansiosos. Ser esta la ltima imagen que han de guardar de la Argentinaveraniega, alegre y despreocupada, que dejan atrs; ahora no volvern a ver tierra hastaUshuaia.

    Uruguayos en la plana mayor

    Dos veces por da, a las 7:30 y a las 13:30, los oficiales distribuyen las tareas de la jornada ala tripulacin que se rene a tal efecto; esto es lo que se llama la formacin de armar trabajo.En la ceremonia de esta tarde, son presentados al personal, por el segundo comandante, losoficiales uruguayos, teniente Carlos Rico y alfrez Germn Lariau, quienes han sidoincorporados a la plana mayor del barco para la presente campaa. Rico trabajar en eldepartamento de material y armamento; Lariau en el de navegacin. Ambos, as como losrepresentantes de Prefectura, harn los turnos de guardia de cuatro horas cada da, al igual quelos oficiales del Baha Aguirre.

    Esta noche, despus de la cena, el teniente de corbeta, Eleodoro Doldn, ayudante deldepartamento de ingeniera, invita a todos con una copa de champagne. Motivo; su alegra alhaber sido autorizado para permanecer durante el resto del ao en la tripulacin del BahaAguirre. S, se pasa bien a bordo de este barco.

    A propsito de bebidas, ha de sealarse que en Antrtida no se consume ninguna bebida dealto contenido alcohlico. La sequedad de la atmsfera hace que el cuerpo pida refrescos y

    jugos de frutos. Con gran moderacin y solo en ocasiones especiales se bebe champagne, un

    refresco de lujo, como quien dice.

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    Martes 28. Otra maana de sol radiante y mar en calma, lo que, segn informa uno de losoficiales, son condiciones excepcionales en esta zona, que desde hace siglos los marinosconocen como los cuarenta bramadores. Por lo comn, ms de la mitad de los das denavegacin hacia Antrtida son de tormenta. Bien... veremos que nos reserva el Pasaje Drake.

    Uno de los acontecimientos de todo viaje por aguas antrticas, es la observacin in vivo deballenas, los nicos animales que no pueden verse en ningn zoolgico. Parecera que lasgigantescas criaturas hayan adivinado nuestros deseos y he aqu que tres a cuatro de ellasvienen a exhibirse a pocos metros de la banda de babor. Son unos grandes y lustrososarmatostes negros, que nadan perezosamente, se sumergen y vuelven a aparecer, comoretozando al sol. Uno de los monstruos resopla y expulsa una delgada columna de agua y aire,mucho menos alta que lo anticipado por nuestra fantasa alimentada de cine y grabadosantiguos. El Dr. Di Lena las identifica como individuos de la variedad humpback(jorobadas), probablemente en perodo de celo. No pertenecen a la familia de cetceos demayor tamao, que es la de las ballenas azules. Esperamos ver a stas en aguas antrticas,

    pero no podemos sentirnos decepcionados ante el anticipo que se nos ha brindado.

    Ahora el agua es azul y muy lmpida. Estamos a 270 millas de la costa y sin embargo, se vennumerosas gaviotas y posndose sobre ellas, de vez en cuando. Es evidente que deben pasaralgunas noches en el agua.

    Medidas de seguridad

    A las 16 horas, todo el mundo participa en un simulacro de abandono. Suena la alarma, nosponemos los chalecos salvavidas, de color azul y anaranjado y subimos a nuestro puesto,junto al bote salvavidas que nos correspondiera en caso de naufragio. Estn previstas trescircunstancias de abandono del barco, hundimiento lento, lejos de la costa, hundimiento conotros barcos en las cercanas y hundimiento rpido. Para cada una de ellas se imparteninstrucciones precisas y se distribuyen responsabilidades, este es tan solo el primero de estos

    zafarranchos; se repite hasta que cada hombre a bordo reacciona automticamente. Es, sinduda, una prudentsima medida de seguridad, que debera ser tenida en cuenta en toda clase de

    buque.

    A medida que nos internamos en aguas australes, los das se van alargando, hoy el sol se pusoa las 20:50, y el crepsculo vespertino dur hasta las 21 horas, en un prolongado, sereno,

    bellsimo atardecer. Por la noche, el barco abre una estela levemente fosforescente, las crestasde las olas relucen con un fulgor azulado en la negrura de la noche, pequeas chispasindividuales que indican la presencia de noctilucas brillan un instante sobre la espuma ydesaparecen.

    Otras tres jornadas hasta Ushuaia, la ciudad ms austral del mundo

    Mircoles 29 de Enero. Tercer da consecutivo de buen tiempo y mar en calma. El Tte. denavo Federico Zanetti, Jefe del Departamento de Ingeniera, nos invita a visitar la sala demquinas. Con anterioridad, nos ilustra, en breve y amena disertacin acerca del equipo de

    propulsin del Baha Aguirre: dos motores diesel de cinco cilindros, con una potencia totalde 2750 HP, que permiten desarrollar una velocidad de 12 a 14 nudos (alrededor de 24kilmetros por hora). Nos comunica algunos de los problemas derivados del trabajo en sudepartamento, en especial los que se relacionan con el contraste entre la temperatura que allreina alrededor de 35 grados- y el intenso fro exterior.

    Los hombres que pasan sbitamente del interior de la sala de mquinas a la intemperie, suelensufrir molestias diversas que es necesario prevenir y atenuar en lo posible. Se vigila tambin

    el rgimen alimenticio de esos hombres, arreglando los horarios de comida a fin de que notengan que hacer la digestin en el ambiente caldeado de la sala de mquinas. El orden y la

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    limpieza que all encontramos dan fe de la eficiencia con que se atiende esta partefundamental del trabajo a bordo del Baha Aguirre.

    Bridge, sirenas y vestuario antrtico

    Al cuarto da de viaje, la vida de a bordo, que el primero se nos apareca como rutinaria y tal

    vez vaca, se ha henchido de quehaceres, todos ellos placenteros. Estn, en primer trmino, lascomidas, con su correspondiente acompaamiento de conversacin. Luego, las numerosasoportunidades de dedicar algunas horas a esos juegos de azar e inteligencia que la vidaciudadana rara vez nos proporciona. El saln de fumar se puebla todas las tardes y noches degrupos, ora silenciosos y concentrados son los de bridge, canasta, scrabel o ajedrez- oraalegres y dicharacheros, que son, naturalmente, los del truco. El comandante es granaficionado al bridge y ya sabe con cuales de sus pasajeros puede contar para armar una partidaen su cabina, despus de la cena. Muchos aprovechan el tiempo para leer, estudiar, escribir, odibujar.

    Palacio y Cotta decoran el bar con una pintura mural de bailarinas de can can, una bahiana, yuna strip-teaser, a las que agregan dos personajes populares de las historietas de Lino: DonFulgencio invita con gin a un pingino y Avivato se lleva una sirena a su casa. Losmuchachos, encantados; solo les preocupa qu dir el capelln del GNA.

    El mayordomo de a bordo, suboficial Juan Pisani, nos hace

    entrega del equipo antrtico.Consta de las siguientes prendas: campera impermeable forradade lana; pantaln impermeable, sweater grueso de lana; camisay camiseta de lana; calzoncillos largos de lana; medias largasde lana; bufanda y pasamontaa de lana; guantes de napaforrados de corderito; botas de cuero impermeable forradas delana y plantillas de fieltro. Pero todo esto no es ms que elatuendo veraniego para la Antrtida. Para invierno, hay quereforzarlo con ropa interior de lana de angora, anchas fajas delana que protegen el vientre y los riones y otras prendas,

    segn el tipo de trabajo que ha de efectuarse. Para salir enpatrulla, por ejemplo, se necesita un equipo exterior

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    impermeable al viento y a la nieve (en Antrtida no llueve) llamado anorak, que consta dedos piezas, pantaln y blusa, de tela avin, nylon o seda de malla tupida. Por debajo, se llevan

    prendas de lana angora; adems, botas de goma y lona con cierre relmpago, hasta debajo dela rodilla. Las manos se protegen con mitones de tela avin forrados de piel de gatos. Paramanejar instrumentos, hacer anotaciones y cualquier otra labor manual, que requiera el uso de

    todos los dedos, se usan guantes de seda dobles, que se llevan debajo de los mitones. Lacabeza es un problema aparte: se llevan orejeras de esqu, de lana angora doble y en caso detormenta, un gorro de tela impermeable, forrado de piel, con capucha protectora de boca ynariz.

    Los glacilogos que toman muestras de hielo y efectan otros trabajos observaciones al airelibre en invierno, usan botas, pantaln, sacn y guantes de duvet: estos ltimos permiten lasensibilidad manual necesaria para la precisin de las operaciones que realizan. El equipo quese nos ha entregado, pues, solamente es apto para los das de verano, en los que la temperaturasuele subir varios grados sobre cero y para vivir dentro de los edificios de las bases antrticas.Est bien, adems, para fugaces visitantes como nosotros.

    En los canales fueguinosJueves 30. Sigue el mar en calma, lo que asegura una navegacin serena. El cielo estnublado y cae una fina llovizna durante la maana; la temperatura es fresca, pero agradable. Amedioda, entramos en un banco de niebla, pero el barco sigue adelante sin disminuir lavelocidad, navegando con radar y lanzando toques de sirena a intervalos regulares. Asseguimos toda la tarde, mientras surcamos las aguas que separan al continente de las IslasMalvinas. A las 16, nuevo zafarrancho de abandono. Esta vez, no perdemos ni un instante en

    ponernos el chaleco salvavidas y marchamos sin vacilar hasta nuestro bote.

    A medianoche, el Tte. Julin Montoya, jefe de Operaciones y Comunicaciones, nos informaque hemos atravesado el paralelo 52 y nos encontramos frente al Canal de Magallanes.

    Viernes 31. Amanecemos en el Canal Lemaire, que separa a Tierra del Fuego de la isla de losEstados, ya en el confin austral del continente sudamericano. Sobre ambas bandas, se divisaun paisaje desolado de montaas que caen a pico sobre el mar. El mar est en calma y el cielonublado, con un denso plafond que cubre las cimas de las montaas, impidiendo apreciar suselevaciones mayores. Estas son tierras inhspitas y vacas; vindolas, an en condiciones

    benignas, es fcil hacerse una idea de las penurias que afrontaron los atrevidos marinosespaoles, portugueses, ingleses, holandeses y noruegos que fueron sus descubridores, endbiles veleros. La vida aparece de repente, en una forma caracterstica de estos maresaustrales: unos pequeos pinginos patagnicos surgen como boyas en el agua y se zambullennuevamente, quiz jugando, quiz pescando. Qu gauchitos!, exclama a nuestro lado un

    joven oficial cuyo acento delata su origen entrerriano.La isla de los Estados est deshabitada; slo quedan en ella las ruinas de una prisin que fuela antecesora de la de Ushuaia, hoy tambin desaparecida. Navegamos ahora con rumbo aUshuaia, la capital de Tierra del Fuego. Penetramos en el canal Moat y poco despus, en elBeagle, dejando al sur, la isla Navarino y al norte, Tierra del Fuego. A babor, la isla Picton,cubierta de bosques y en una parte de verdes pasturas, pobladas de ovejas. La isla est enlitigio entre Chile y Argentina: de quin sern las ovejas?

    Vuelan sobre el barco las infaltables gaviotas y dos tipos de aves antrticas: las skuas, msgrandes que las gaviotas, que planean como cndores y los cormoranes, que vuelan a bajaaltura, casi siempre en bandadas. Se ven tambin algunos gaviotines y algn raro petrel. Con

    la ayuda de prismticos se divisan pinginos y lobos marinos en las islas. Sorprende la vista

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    de una columna de humo que surge de la isla Snipe: pocos minutos despus divisamos lassiluetas de dos hombres con perros, posiblemente cazadores.

    Cualquier indicio de vida humana llama la atencin. Empequeecidos por las montaasavistamos minsculos grupos de edificios que llevan los nombres de Puerto Harberton yAlmansa, sobre el lado argentino, Eugenia y Williams, sobre el lado chileno. Viven de la crade nutrias y la industria maderera y alojan, ocasionalmente alguna fbrica de conservas decholga, marisco caracterstico de estas aguas. No faltan algunas casas, aisladas en medio deeste paisaje sobrehumano. Una de ellas, sede de un pabelln de la Prefectura Martima, queiza la bandera argentina en seal de saludo a nuestro paso.

    Todos estos canales estn perfectamente balizados, de modo que la navegacin puederealizarse en condiciones de seguridad. Sobre una playa vemos un monolito blanco,monumento funerario erigido en memoria del Tte. MacKinlay, marino que muri mientrasdesempeaba tareas de balizamiento en ese lugar. Tambin se ha dado su nombre a un pasodel canal Beagle.

    El cielo se encapota y comienza a lloviznar, con lo que se interrumpe la contemplacin delpaisaje, sin alterar nuestro derrotero. Llegamos a Ushuaia exactamente a las 20 horas, como lohaba previsto el comandante Fernndez. Baja primero una lancha a motor para asistir en ladifcil maniobra de atraque al muelle de la planta de combustibles, que debe cumplirse de

    popa y sin remolcador. La maniobra se realiza bien pero accidentalmente un cable se enredaen una de las hlices. Un buzo bajar esta noche a desenredarlo.

    A las 10 de la noche todava est claro el cielo. Bajamos a tierra, para echar un primer vistazoa la ciudad ms austral del mundo.

    Ushuaia, avanzada subantrtica

    Ushuaia, Sbado, 1 de Febrero. El "Baha Aguirre" est amarrado al muelle de la

    Gobernacin, en este puerto de Tierra del Fuego, el ms austral del mundo y avanzadaargentina hacia el Antrtico. Esta es la base de operaciones de las unidades navales quecumplen campaas antrticas y especialmente, dadas sus funciones, de un barco como el"Baha Aguirre", que viene a abastecerse de combustible para su propio consumo y para el delrompehielos "San Martn". Ushuaia participa, al igual que Tierra del Fuego y las islas ad-yacentes, de ciertas caractersticas geogrficas y climticas de la Antrtida; la cordillera de losAndes, que levanta aqu sus ltimos picos nevados, se hunde bajo las profundidades delPasaje Drake y reaparece, con las mismas formaciones geolgicas, en las islas y el continenteAntrtico. Esta es, precisamente, una de las bases ms firmes para establecer la tesis de lacontinuidad territorial de la Argentina en la Antrtida. El clima, desde luego, es menos rigu-roso aqu que del otro lado del Drake, pero las bajas temperaturas durante todo el ano,

    acompaadas por vientos huracanados y sbitos temporales, dan a la zona indudables perfilessubantrticos. A ellosseagrega la presencia de especies animales muy similares, tales como

    pinginos, gaviotas, skas, petreles, cormoranes y focas.

    Un buen puerto natural

    Ushuaia es mucho ms, sin embargo, que el umbral de la Antrtida. Es, sin duda alguna, unade las ciudades ms pintorescas de la Argentina, cosa que empieza a descubrir el turismonacional e internacional. Es una base naval, un centro industrial y comercial y un lugar, en fin,donde an se respira el aire de la aventura, de la lucha del hombre contra la naturaleza. En lalengua de los indios Onas, aborgenes fueguinos, Ushuaia significa Baha Interior, alusin alexcelente puerto natural, sobre el estrecho de Beagle, que posibilit el establecimiento de la

    ciudad. La primera colonizacin en este punto data de 1864 y fue iniciada por el pastorprotestante ingls Lucas Bridges, cuya familia an perdura en el Chubut. En 1884 la Armada

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    envi al Comodoro Laserre para tomar posesin del lugar en nombre de la RepblicaArgentina. La ciudad fue tristemente famosa durante varias dcadas por el penal construido enlas cercanas, para recluir a los delincuentes considerados ms peligrosos. Hoy en da el penalno existe y Ushuaia ya no es el paraje inhspito e inaccesible cuyo slo nombre bastaba paraacrecentar el temor al confinamiento.

    La ciudad llama la atencin por suvivo colorido: casas verdes, amarillas, azules, con techosrojos, como si quisieran destacarse de alguna manera contra el fondo monumental de losmontes Olivia, Susana y los Cuatro Hermanos, moles ptreas, parcialmente cubiertas denieve, que se yerguen a unos 1.500 metros de altura. Todas las casas tienen techos a dosaguas; muchas estn construidas con chapas de zinc y otras son de piedra o de madera; hay

    pocas de ladrillo. Las calles paralelas a los muelles son aproximadamente llanas pero las otrastienen pendientes empinadas; en algunas casas el fondo est ms alto que el techo. En lascalles abundan los perros de gran talla, emparentados, seguramente, con los quese usan paratirar de los trineos en Antrtida. El vehculo ms comn es el Jeep; los coches de pasajerosson todos de ltimo modelo, porque ste es un puerto franco, donde se pueden comprar a bajo

    precio, siempre que circulen dentro de la zona, exclusivamente. Se ven tambin caballos y nofaltan algunos esforzados ciclistas.

    Robles y amapolas

    La ciudad vive de la base naval y de los aserraderos y progresa lentamente, aunque supoblacin se ha estancado en 1.800 habitantes. Hace unos aos, despus de la guerra, sefund una colonia italiana que no prosper; los inmigrantes viven hoy mezclados con el restode la poblacin, lo que seguramente ha de ser mejor, al final de cuentas. Hay un tipo racialcaracterstico: el chilota, de la isla de Chilo, de baja estatura y cabeza grande.

    En las numerosas tiendas se venden, a precios relativamente bajos, mercaderas importadas:prendas de nylon, perfumes franceses, cmaras alemanas y hasta trajes de bao

    norteamericanos. En cambio, escasean las verduras y frutas, que deben ser tradas de BuenosAires. Por esa razn, sin duda, casi todas las casas tienen pequeas huertas donde se cultivan

    papas, repollos, lechugas y cebollas. Escasean las flores pero en un jardn vimos grandes yhermosas amapolas rojas.

    Espesos bosques cubren las laderas de los montes circundantes; un vasto incendio hizoestragos en ellos, hace cuarenta aos, y todava quedan los muones ahumados de los ires ynotofagos. Los que permanecen en pie, sobre las tierras altas, estn doblados por el viento, endireccin del mar. Los nicos rboles aprovechables industrialmente son el roble fueguino,que alimenta a los aserraderos locales, y, en mucha menor escala, el canelo. La madera seexporta a Buenos Aires en transportes de la Marina.

    Por la tarde empieza a soplar el Susana, como se llama a un viento fro que procede del montedel mismo nombre. El comandante Fernndez recibe un pronstico relativamente favorable

    para el cruce del Drake y dispone la zarpada para las 18.30. Seguimos el mismo derrotero dela entrada, por los canales Beagle, Moat y Lemaire. Sobre el puente, admiramos la belleza delos cerros nevados. Un oficial del "Baha Aguirre" sonre y nos dice: Miren ms bien lavegetacin. Es la ltima que vern. La nieve es slo la primera.

    Travesa del Pasaje Drake y arribo a la isla Decepcin

    Sbado 1 de Febrero. Cuatro horas despus de salir de Ushuaia dejamos atrs el canal deBeagle y penetramnos en el Pasaje Drake, el temido brazo de mar interocenico, de milkilmetros de ancho, que separa a Sudamrica de Antrtida y une el Atlntico con el Pacfico.

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    Domingo 2. Sopla un viento de 60 kph. Oleaje largo, el barco rola moderadamente. Las aguasdel Drake son de un profundo azul de Prusia, casi ail. Vienen siguiendo la estela sietegrandes petreles, llamados quebrantahuesos, y un albatros. Esta es un ave majestuosa, delargas alas siempre extendidas, planeando sin cesar; los petreles, en cambio, aletean de vezen cuando. Todos vuelan en zig-zag, contra el viento; a veces se pierden de vista pero siempre

    reaparecen para recoger las sobras de comidas que arroja el barco. A las 24 horas denavegacin slo queda el albatros, barloventeando bravamente.

    Cena con violines

    El cruce del Drake se viene realizando con toda felicidad, a pesar de que hay mar de fondo ylos rolidos se acentan progresivamente. Se sirve el primer men antrtico; trae unadedicatoria en verso, escrita por el Tte. Abelleira, gamelero de turno (encargado de la cocina).Se colocan sobre la mesa unas armazones de madera que sujetan los platos, vasos y botellas;se llaman violines.

    Guillermo Molise baja al saln comedor luciendo pullover de lana angora celeste y pantuflasamarillas forradas de piel de conejo. Inmediatamente el segundo comandante organiza unconcurso de disfraces antrticos. Ganador: Molise. Premio: pagar el copetn para todos.

    Otra muestra de humor antrtico: se sabe que hay un enfermo en el Destacamento NavalDecepcin; es el representante de la Prefectura. El Tte. Montoya exhibe un telegrama delPrefecto Nacional ordenando al subprefecto Alberto Mancuso que lo releve por dos aos. Elhombre se indigna, protesta; cuando se un alma piadosa le revela la broma le hacen pagar una

    botella de champagne. Ya la tenan puesta en el hielo. Todo pretexto es bueno: el primero queaviste un tmpano est obligado a pagar el copetn.

    Lunes 3. Amanece con niebla, viento y oleaje moderados; por otra parte, la carga est biendistribuida y eso contribuye a atenuar los rolidos. Empezamos a salir del Drake para ingresaren el Mar de la Flota, que baa las costas noroccidentales de la Pennsula Antrtica y separasta de las Shetland del Sur.

    Lino Palacio dibuja un pergamino de homenaje al comandante, con excelente caricatura; lofirman el pasaje civil y los invitados militares y se le entrega en el bar. El capitn Fernndezdevuelve la atencin en gran estilo, ordenado una rueda de champagne.

    Ms aves marinas; primer tmpano

    Mientras nos mantenemos a la expectativa ante la inminente aparicin de los primerostmpanos, observamos tres nuevas especies de aves marinas: petreles grises y dameros, y

    petreles de Wilson, o de las tormentas, mal llamados golondrinas antrticas. Siempre vanjuntos con los dameros; son pequeos, de color azul oscuro, vuelan bajo, rasando las olas,

    aleteando casi constantemente, con breves intervalos de planeo, saltando a veces sobre elagua, sin posarse jams. Los contemplamos durante horas, admirados y conmovidos ante elcontraste entre esos seres tan pequeos y la inmensidad del ocano que sobrevuelanincansablemente.

    Los dameros, de caractersticas alas en blanco y negro, son ms chicos que las gaviotas: suvuelo es gil y elegante; revolotean en bandadas, planeando y aleteando alternativamente.Una especie distinta son las skuas, aves de presa negras que ahora recogen sobras del mar

    pero cuando vuelan sobre tierra se ciernen por a mnima altura encima de las pingineras y depronto se zambullen como bombarderos en picada para robar huevos y pichones

    A las 19:00 el bioqumico de a bordo, Dr. Figueroa, divisa el primer tmpano, muy lejos, a

    proa. Tiene dos cuerpos, uno rectangular y otro anguloso; esto indica que es viejo,desprendido hace mucho tiempo de la Gran Barrera. Es una gigantesca escultura, de un

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    luminoso color azul, con vetas de mayor o menor intensidad que delatan las variaciones de surelieve. Parece inmvil, pero se desplaza muy lentamente, a impulso de las corrientesmarinas; parece inmutable pero cambia de forma sin pausa, por la accin del mar, el sol y elviento; parece eterno, pero un da ms o menos lejano se disolver en el agua primigenia.

    Luego aparece un tmpano tabular, blanco y plano, una enorme plancha de hielo flotante,forma que proclama su origen reciente. Ya cambiar su perfecta geometra a medida que sevaya derritiendo, ejecute una media vuelta y aflore la parte mayor de su masa, ahora invisible

    bajo el agua. Los tmpanos son los heraldos de la primera tierra que tocaremos, la islaDecepcin.

    Una entrada a tiempo

    Decepcin es un anillo de roca volcnica, absolutamente yermo, de color marrn oscuro,cubierto por desparejos lamparones de nieve. El anillo ptreo, que es en realidad el crter deun gigantesco volcn submarino, encierra una esplndida baha, un pequeo mar interno conuna superficie de 30 kilmetros cuadrados, espacio suficiente para albergar una flota entera.

    La primera visin que tenemos de la isla son sus cumbresnevadas, que surgen en el horizonte, a travs de laniebla. La rodeamos por el lado Oeste y a las 21:30, conviento y lluvia, penetramos por la abertura denominadaFuelles de Neptuno, que tiene un ancho navegable desolo 180 metros.

    Menos, en realidad, porque sabemos que a babor hay unaroca sumergida que acecha a los barcos; nos lo recuerdael casco de un ballenero ingls que la roz naufrag elao pasado.

    A estribor, la amenaza es visible: el Monolito, unpromontorio que surge del agua, El comandante dirige la maniobra desde el puente denavegacin: al pasar por los Fuelles el viento crece en intensidad y la lluvia nos golpea losrostros con puntas heladas. Entramos en minutos que parecen una eternidad. Vemos primero,a estribor, las luces del grupo ingls de la Royal Society; luego, sobre la misma banda, lasluces del destacamento chileno y, del otro lado, las del argentino.

    Una vez dentro de la baha, el capitn Fernndez nos dice que entramos justo a tiempo paraeludir una tormenta que se estaba incubando afuera, como lo indica el descenso de la columna

    baromtrica. Agrega que la maniobra de entrada, con buen tiempo, no presenta problemas;elogia la labor del timonel, cabo Beltrn. La temperatura del aire es 2osobre cero; la del agua,

    1

    o

    .El barco fondea frente al destacamento y enva a tierra una lancha. En ella va el Dr. AbrahamSchwartz, para examinar al enfermo; tambin van paquetes chicos de correspondencia. A lasonce de la noche todava est claro; empieza a oscurecer a medianoche. En Diciembre nohaba noche.

    Un nombre equvoco: solfataras y hombres rana

    Martes 4 de Febrero. La isla Decepcin es el punto central de las Shetland del Sur, estsituada a los 62ode latitud Sur y 6ode longitud Oeste. Es inaccesible por todos lados excepto

    por la estrecha abertura de los Fuelles de Neptuno. Su nombre espaol es un malentendido,una mala traduccin. El nombre ingls de la isla, Deception, significa engao, ilusin,

    simulacin, y probablemente alude a la ubicacin de los Fuelles, casi oculta a la vista de losnavegantes que se aproximan en un da de tormenta, que son los ms comunes. A sus

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    descubridores la isla debi parecerles inabordable hasta que, luego de contornearla en casitodo su permetro, se toparon con la maravillosa sorpresa de un tajo en el muro que dabaentrada a una de las bahas ms espaciosas y seguras del mundo. Nada decepcionante hay porcierto en esta isla; por el contrario, toda ella constituye una recompensa al coraje y la periciade los marinos que al penetrar en este refugio se sienten guiados por la mano de la

    providencia.Importancia de la segunda casa

    Existen en Decepcin tres establecimientos: el ingls, en Baha Foster Bay; el chileno, enCaleta Pndulo, y el argentino, en Baha Primero de Mayo. Hay tambin dos refugiosargentinos no habitados La elevacin mayor es el Monte Campbell, de 602 metros. Eldestacamento naval Decepcin es uno de los ms antiguos instalados por la Marina enAntrtida: el 24 de enero celebr su dcimo aniversario. Descendemos a tierra a bordo de unalancha EDPV (Embarcacin Desembarco Personal Vehculos) para visitarlo, mientras secumple la tarea de descarga. Nos recibe el comandante, capitn de corbeta Oscar Montes. Esta

    base tiene una dotacin de veinte hombres entre personal naval y civil. Hay ahora, adems,

    otros veinticinco, pertenecientes al Departamento de Construcciones Navales. Estnconstruyendo una nueva casa de emergencia, ms grande y cmoda que la anterior, que fuedemolida.

    Las casas de emergencia, nos explica el capitn Montes, son de vital importancia. El mayorpeligro en las bases antrticas es el fuego, debido a la gran cantidad de combustibles que sealmacenan para atender las necesidades de calefaccin, iluminacin, consumo de vehculos einstrumentos de trabajo durante ms de un ao. Un incendio puede destruir en cualquiermomento la casa del personal, exponiendo a los hombres a quedar a la intemperie sinvivienda, vveres, ropa, radio y dems elementos esenciales para la supervivencia. Seconstruyen a cierta distancia de la casa principal, fuera del alcance de las llamas pero

    rpidamente accesibles en caso de urgencia.Rocas multicolores

    El Tte. Ricardo Locarnini nos acompaa en una excursin a las fumarolas, emanaciones degases sulfurosos que surgen junto al mar y calientan el agua, haciendo posible, e incluso un

    placer, baarse en ellas. En el camino pasamos junto a una laguna de agua dulce, azul, y otraverde, que comunica con el mar. Sobre la roca volcnica suelen verse manchas verdes deliquen; hay huesos de ballena dispersos por todos lados. Las rocas tienen distintos colores:negras, marrones, amarilla, rojizas; algunas caprichosas formaciones sedimentarias afloransobre la masa amorfa; una de ellas parece uno de los monolitos en forma de cabezas humanasde la isla de Pascua. No hay tierra ni cosa que se le parezca. Vuelan sobre nuestras cabezas

    algunas skuas de gran tamao. Sobre la playa, restos de algas, gruesas cintas marronesarrojadas por el mar; tambin valvas de lapas.

    La casa del destacamento es de madera asentada sobre concreto. Tiene estacin de radio,calefaccin y toda clase de comodidades. Los hombres viven en camarotes con dos cuchetascomo las de a bordo. Disponen de una amplia cocina, despensa, enfermera equipada conmesa operatoria, autoclave y rayos X, biblioteca y sala de descanso con radio-tocadiscos.

    El Dr. Resio est instalado desde anoche. Hizo inventario de medicamentos y pidi por radiouna nueva partida de antibiticos. El Tte. Oscar Ivanissevich, meteorlogo de la base,confecciona cartas diarias sobre las observaciones que aqu se realizan y transmite los

    pronsticos para las travesas del Drake.

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    Mario Errecart, encargado del sismgrafo, nos muestra este aparato construido en Argentinaque registra sismos tan lejanos como los ocurridos en Mjico y Per. Constantemente estregistrando microsismos en esta zona.

    Los actuales ocupantes de la base estn desde Noviembre y se sienten a gusto, aunque an lesfalta la parte ms difcil, el invierno. Un oficial del GNA que est como husped, el Tte.

    Ricardo Mndez Casariego, tiene novia en Montevideo.

    El fantasma de una ciudad

    En Baha Foster existi el mayor ejemplo, hasta ahora,de prolongada residencia de humana en estassoledades. Durante los primeros aos del siglo XX,una empresa ballenera noruega estableci en estelugar una factora para la industrializacin de loscetceos que se cazaban por millares en los maresaustrales. Fund una pequea ciudad, con diqueflotante, hospital, galpones, talleres, oficinas yviviendas. En ellas vivieron alrededor de 400

    personas, incluyendo esposas e hijos de los marinos yobreros. Con el surgimiento de los buques-fbrica, queindependizaban a los balleneros de las instalacionesterrestres, (y de los conflictos polticos consiguientes), la factora perdi su razn de ser y fuedesocupada.

    Al inicio de la segunda guerra mundial, la Marina britnica, resuelta a impedir que losalemanes aprovechasen esta magnfica baha como base de operaciones de submarinos, ocupla factora. Con el consentimiento de las autoridades noruegas, bombarde las instalaciones.

    La antigua poblacin es hoy un fantasma. La destruccin no fue total; se ven altos edificiostodava en pie, pero los seis miembros de la base cientfica inglesa ocupan solo una pequeacasa. Las dems estn vacas, con los techos hundidos, las puertas y ventanas rotas. Queda elcementerio, con 36 tumbas sin flores y lpidas con los nombres casi borrados. Quedanalgunos muebles en las casas, algunas flores de papel, algunos juguetes que no toca la manode ningn nio.

    Hombres ranas en Media Luna

    Zarpamos a las 18 horas rumbo a isla Media Luna, donde se halla el destacamento NavalTeniente Cmara (nombrado en memoria de un oficial muerto por las paletas de unhelicptero), sobre la baha Luna. Mar calmo, cielo nublado. Antes de la cena, el Dr. Caccia

    ofrece el copetn de despedida pues maana ha de desembarcar en Esperanza.A las 21 horas avistamos la isla Media Luna: cumbres nevadas con altos frentes azules.Desembarcan aqu los civiles Carlos Castroveja, jefe de la radio-estacin, y Angel Abreg,meteorlogo. Ambos estuvieron el ao pasado y regresan despus de un mes de licencia.Embarcan el Tte. de corbeta Juan Carlos Carosella, un hombre rana de la Marina y dosnorteamericanos, el Tte. de corbeta Roger Saines y el bilogo Mike Neushul. Los tres hanestado haciendo estudios de biologa marina y experiencias de buceo en isla Media Luna.

    Carosella, 25, soltero, comprometido para casarse en abril, aprendi el oficio en la Escuela deBuceo de Mar del Plata, con el creador de la tcnica de los hombres rana, el italiano EugenioWolk. Utiliza el equipo igual al del capitn Cousteau (traje de goma, ropa interior de lana,

    tanques de oxgeno). En Antrtida ha probado el traje de neopreno que usan losnorteamericanos. Dice que es muy fro en manos y pies y solo permite inmersiones muy

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    breves. Fue el primer buzo que trabaj en Antrtida. Se sumerge durante perodos de hastados horas. El agua est a temperaturas que oscilan alrededor de 1 centgrado, Es un agua muydifana.

    Carrosella penetra habitualmente hasta 20 metros de profundidad. Asegura que el trabajo esfcil y sin peligro. Antes de sumergirse arrojanexplosivos al agua para ahuyentar leopardos marinos yorcas, que son los nicos enemigos temibles. Auncuando en Argentina hay pocos hombres rana, afirmaque cualquiera puede aprender, incluso sin saber nadar.Carrosella, es un muchacho alto, fuerte, de grancapacidad pulmonar.

    Mike Neushul, 24, bilogo de la ScrippsOceanographic Institutios de la Jolla, California, fueinvitado por la Marina argentina para estudiar fauna yflora marinas en Antrtida. Ha estado un mes en el

    destacamento naval Teniente Cmara buceando junto aCarrosella y su acompaante el teniente Saines. Diceque hay unas doce variedades de algas en esta agua yha encontrado especimenes de dos metros de altocreciendo sobre el fondo del mar. En cuanto a la fauna,incluye krill, lapas (moluscos), estrellas de mar, erizosde mar y dos especies de peces de fondo.

    El Tte. Roger Saines,frogmande la Marina de EstadosUnidos, vino a Antrtida para acompaar a Mike yestudiar el rendimiento del traje de neopreno en aguas

    muy fras. La particularidad de este traje consiste enque est hecho de goma porosa, que se ajusta al cuerpoy deja entrar una pequea cantidad de agua la cual escalentada por el cuerpo y protege mejor al buzo. Encaso de ruptura del traje, el agua penetra por el agujeroy permanece ah. El traje de goma comn, en cambio,se inunda y el accidente es fatal para el buzo. Roger tiene 24 aos, como Mike, y es tambinsoltero. Se lastim un pie y es atendido por el Dr. Schwartz.

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    Mircoles 5. Arribamos a Baha Esperanza, en el extremo meridional de la PennsulaAntrtica, entre tmpanos, niebla, vientos de 60 kph y fro de 1 grado bajo cero. Fondeamosen 50 brazas cerca del rompehielos San Martn, frente a la base del Ejrcito; se baja lalancha en la que desembarcan el comandante, el Dr. Caccia, el Dr. Di Lena y ayudantes, elcocinero de la base y un tcnico de SIAM que viene a reparar los equipos de refrigeracin.Aunque parezca extrao, las heladeras son necesarias en Antrtida para conservaradecuadamente los alimentos, medicinas y otros tems perecibles que de otro modo secongelaran. Esta es la primera base del continente, situada en el extremo meridional de laPennsula Antrtica.

    La vista del mar que se ofrece a nuestros ojos es realmente polar, con tmpanos de todasformas y dimensiones: tabulares, blancos, de formacin reciente: azules, con picos yoquedades; piramidales, de color azul ms intenso, yertas esculturas talladas por el sol, elviento y el mar que semejan torres, veleros, aves, carrozas, dragones. Grandes bandadas de

    pinginos nadan cerca del barco, emergiendo y zambullendo rtmicamente, a increblevelocidad. Sobre las rocas de la pennsula se divisan extensas colonias, o pingineras,rodeadas de manchones rojizos formados por sus deyecciones; el hedor llega hasta el barco.

    Ocasionalmente aparece una orca, o ballena asesina, en busca de presas.

    Primera escala en el Continente. Pasado y presente en Baha Esperanza.

    Perros y pinginos. Visita a una base inglesa.

    Mircoles 5 de Febrero. Despus de nuestra estada en la isla Decepcin, zarpamos hacia elOeste, para tocar en baha Esperanza, situada al norte de la Pennsula Antrtica, sobre elcontinente. En el camino, nos detuvimos brevemente frente a la isla Media Luna, que comoDecepcin, forma parte del archipilago de las Shetland, para dejar correspondencia yembarcar personal cientfico en el destacamento naval Teniente Cmara. La visita a este

    destacamento qued para una etapa posterior de la actual campaa antrtica del transporteBaha Aguirre, en el que viajan los enviados de EL DIA.

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    Llegamos a Baha Esperanza navegando entre tmpanos y niebla, con un viento de 60 km. porhora y una temperatura de 1 grado bajo cero. El Baha Aguirre fondea en 50 brazas frente alMonte Flora, de 528 metros de altura, que guarda el acceso a la Base Esperanza, pertenecienteal Ejrcito argentino. El Ejrcito mantiene tres bases, todas ellas sobre el continente; ademsde sta, cuenta con las de Belgrano, en el mar de Weddell y San Martn, en la baha

    Margarita, debajo del crculo polar antrtico, sobre las costas de la pennsula. La Marina, encambio, tiene solamente una base sobre el continente; las otras cuatro se hallan en islas. Deesta manera, las fuerzas armadas se reparten el trabajo y complementan sus funciones deexploracin y estudio de los territorios antrticos.

    El rompehielos San Martn est tambin fondeado frente a la base; viene del mar deWeddell, donde relev a la dotacin de Belgrano. A bordo del San Martn viaja el jefe delGrupo Naval Antrtico, contraalmirante Alberto Patrn Laplacette, a quien acompaa suestado mayor. Desembarcan en la base Esperanza el mdico, Dr. Elmo Cacciavillant, queregresa a pasar otro ao, luego de un mes de licencia y el gelogo Dr. Juan Pablo Di Lena,que viene tambin a pasar otro ao, como jefe de un grupo de estudios glaciolgicos del

    Instituto Antrtico Argentino.Esculturas de hielo

    El paisaje aqu es verdaderamenteantrtico y difiere considerablementedel de la isla Decepcin. Lasmontaas son ms altas y estn casitotalmente cubiertas de nieve; losglaciares exhiben sus agrietadosfrentes de hielo azul, que se elevan ams de 30 metros sobre el mar.

    Grandes bloques de hielo parecenestar a punto de desprenderse paradar origen a un tmpano, pero losmovimientos de estas masas slidasson lentsimos y se quedan ah,suspendidos en ngulos absurdos. De tarde en tarde hay algn desprendimiento, que turbaestruendosamente el vasto silencio y siembra escombros de hielo en la baha.

    A nuestro alrededor, hay tmpanos de todas formas y tamaos: tabulares, de formacinreciente, blancos y lisos; icebergs azules, con grandes picos y oquedades, que tal vez tienenvarios veranos de existencia, labrados por el viento, el sol y el agua; yertas esculturas quesemejan catedrales, veleros, carrozas, focas, aves, dragones. Flotan lentamente, a la deriva;cualquiera de ellos podra tumbar al Baha Aguirre con slo tocarlo. Son peligrosos enextremo, pero es fcil evitarlos, para eso los oficiales de guardia en el puente estn siemprealerta.

    Contina el tiempo desapacible. En un da como hoy, en diciembre, durante la primera partede la campaa del Baha Aguirre, se perdi un hombre de la base, que haba salido en un

    bote a remo. Al no funcionar el motor fuera de borda, el bote fue arrastrado por el viento y lascorrientes; se perdi de vista antes de que pudiera ser socorrido. La niebla termin de aislarlo.Un helicptero del San Martn encontr al hombre 20 horas despus; haba tenido la

    presencia de nimo de abandonar el bote y subir a un promontorio rocoso, casi sin mojarse.Eso y la gran fortaleza fsica y juventud del nufrago, fueron su salvacin. Se recuper pronto

    y fue a despedir a los camaradas del Baha Aguirre el da de nuestra partida de BuenosAires.

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    Trabajo largo penoso

    En estas condiciones, se complican las operaciones de descarga y recepcin en playa, las queson de s difciles, dada la ausencia de puertos, muelles y auxiliares mecnicos. Lasdificultades empiezan con el descenso de las lanchas sobre el mar agitado y continan con lacarga de las mismas y su traslado a la costa. All se repiten los problemas; hay que descargarsin ayuda de gras y transportar todos los bultos hasta un lugar seguro, para llevarlos luego ala base. A pesar de todo, el trabajo contina de da y de noche: los oficiales y tripulantes sedistribuyen en agotadoras guardias de puente, bodega, lanchas y playa; los hombres de la basecumplen con su parte en tierra; los civiles e invitados dan una mano. No se puede perder niuna hora. Las lingadas de tambores y cajones se suceden sin cesar, levantadas por las plumasdesde la cubierta o la bodega y transportadas cuidadosamente hasta las lanchas. Los hombresolvidan el fro, el cansancio y el sueo, hasta que se termina la tarea.

    Adems de las tareas de rutina, suelen presentarse otras, no previstas: efectuar una reparacinde emergencia, remolcar una lancha que queda al garete, atender a un accidentado. Esfrecuente que los marinos del Baha Aguirre pasen noches enteras sin dormir o que los

    arranquen de la cama poco despus de acostarse. Todos participan de estos trabajos:solamente el mdico permanece a bordo en todo momento.

    Una base militar

    Jueves 6. La base Esperanza es la ms grande de todas las que mantiene la Argentina en laAntrtida. Es una base de operaciones paraexploraciones y reconocimientos del interior,tarea tpica de los establecimientos del Ejrcito.Desde luego, es tambin un centro derelevamientos topogrficos y observacionesmeteorolgicas. Por la calidad y cantidad de las

    observaciones que aqu se realizan, tiene lajerarqua de estacin meteorolgica de primergrado. Existen tambin instalaciones

    pertenecientes a la Marina, que se hallan acargo de los cientficos del Instituto AntrticoArgentino, destacados aqu en misin de

    estudios glaciolgicos.

    Esta base fue instalada en 1952: la actual casa para el personal data de 1954. Es la nica baseque dispone de un muelle flotante para atraque de lanchas y de una va para vagonetas, todo locual facilita la operacin de descarga. Junto al muelle hay una casilla que aloja a un

    maregrafo, aparato medidor del flujo de las mareas.El personal tiene muchas comodidades. Las habitaciones poseen camas y son algo msamplias que las del destacamento naval de Decepcin.El comedor e