Antecedentes del Derecho Penal
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CENTRO UNIVERSITARIO DEL NORTE
UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA
HISTORIA DEL DERECHO PENAL
DERECHO PENAL I – TEORÍA GENERAL DEL DERECHO PENAL
PRESENTA:
EDGAR FABIÁN RUBIO MAYORGA
ASESOR:
LIC. JESÚS MARÍA GARCÍA CARRILLO
Tlaltenango, Zacatecas. A 18 de abril de 2023
HISTORIA DEL DERECHO PENAL
La venganza privada.
En los tiempos más remotos, la pena surgió como una venganza del grupo, la
expulsión que en un principio se practicó para evitar la venganza del grupo al que
pertenecía el ofendido, evitando así la guerra entre las tribus. Se extendió para
sancionar hechos violatorios y de sangre cometidos por un miembro del
conglomerado contra otro perteneciente al mismo.
El autor Ignacio Villalobos, subraya que el periodo de la venganza privada no
constituye propiamente un estudio de evolución del Derecho Penal, tratándose de
un antecedente en cuya realidad hunden sus raíces las instituciones jurídicas que
vinieron a sustituirlas.
Castellanos Tena, al observar que no toda la venganza puede considerarse
antecedente de la represión penal, si no solo la actividad vengadora apoyada por
la colectividad misma, al reconocer el derecho de lo ofendido al ejercitarla
proporcionándole la ayuda material o el respaldo moral necesario.
El Talión representa, un considerable adelanto en los pueblos antiguos al limitar
los excesos de la venganza ya personal o del grupo, señalando objetivamente la
medida de la reacción punitiva, en función al daño causado por el delito.
La venganza divina.
Los conceptos Derecho y Religión se fundan en uno solo y así el delito, más que
ofensa a la persona o al grupo, lo es a la divinidad, los libros sagrados de Egipto
son prueba de la fusión entre los conceptos de delito y represión.
La pena, en consecuencia, está encaminada a borrar el ultraje a la divinidad, a
aplacar su ira, identificándose para el delincuente con el miedo de expiar con su
culpa.
El derecho griego.
En los estados griegos conocieron los periodos de la venganza privada o de
sangre y de la venganza divina cuando se consolidan políticamente, separan el
principio religioso y fundan el derecho a castigar en la soberanía del Estado
determinándose en cuanto al jus puniendi.
La venganza pública.
La evolución de las ideas penales transforman los conceptos de pena y función
represiva, dándoseles un carácter eminentemente público.
Cuello Calon, dice “Este es el ciclo en que aparecen las leyes más severas, en
que se castigan con más dureza no solo los crímenes más graves, sino hasta
hechos hoy indiferentes reinaba en la administración de justicia la más irritante
desigualdad, pues mientras a los nobles y a los poderosos se les imponían las
penas más suaves y eran objeto de una protección penal más eficaz, para los
plebeyos y siervos se reservaban los castigos más duros y su protección era en
muchos casos tan solo una caricatura de la justicia, los jueces y tribunales tenían
la facultad de imponer penas no previstas en la ley, incluso podían incriminar
hechos no penados como delitos, y de estos poderes abusaron con exceso, pues
no los pusieron al servicio de la justicia sino al de los déspotas y tiranos
depositarios de la autoridad y el mando.
Derecho Romano.
El delito (delictum) era considerado principalmente como una forma de surgimiento
de obligaciones, de las cuales sólo podían sustraerse los locos durante el ataque
de locura, los infantes, y los infantiae proximi. En las XII Tablas (s. V a. de J. C.)
se consideraba la venganza privada, el talión y la compensación. Se distinguió
entre delitos públicos (cimina), como los que atentaban contra el orden público, la
organización político administrativa o la seguridad del Estado, estos se perseguían
en tribunales especiales u otros órganos como el Senado, y la pena era
generalmente la muerte (supplitium) y la multa (damnum); y los delitos privados
(delicta o maleficia), que consistían en una ofensa al particular lesionado y se
perseguía como un derecho de éste y no del Estado, aunque a este le
correspondió después fijar el monto de las compensaciones y las funciones de
perseguir y castigar el delito. Los contenidos penales se hallaban en los terribile
libri del Digesto (530 a. de J. C.) que contenían legislación penal sustaniva y
adjetiva. Es en el Derecho Romano que se desarrollan muchos principios del
Derecho Penal, como lo relativo a la tentativa, legítima defensa, locos e incapaces.
También durante este período surgieron conceptos de uso universal actual:
delictum, poena, carcer, crimen, supplitium, injuria, damnum.
Periodo Humanitario.
Nació como reacción a la excesiva crueldad imperante en la aplicación de penas.
Dentro de esta corriente, se pugna por la exclusión de suplicios y crueldades
innecesarios, se propone la certeza contra las atrocidades de las penas, se
preconiza la peligrosidad del delincuente como punto de mira para la
determinación de las sanciones aplicables y se urge por una legalidad de los
delitos y de las penas.
Periodo Científico.
En esta etapa, el delincuente es el objeto de la máxima preocupación científica de
la justicia. El delito es una manifestación de la personalidad del delincuente y hay
que readaptar a éste a la sociedad corrigiendo sus inclinaciones viciosas. Tal
corrección es el pivote sobre el cual gira este nuevo período. La pena como
sufrimiento carece de sentido; lo que importa es su eficacia, dado aquel fin. Las
ciencias criminológicas vinieron a iluminar el problema hasta su fondo y a
caracterizar el nuevo período en el que la personalidad compleja del sujeto es lo
que se destaca en el primer término del panorama penal.
COMENTARIO PERSONAL.
Como es sabido, la sociedad es una forma de vida natural y necesaria del
hombre, en la cual se requiere un ajuste a ciertas funciones y actividades de cada
individuo, para con ello hacer posible la convivencia evitando choques, resolviendo
conflictos y fomentando la cooperación. Así, si el hombre ha de vivir en sociedad
para su subsistencia y progreso, es claro que en esa sociedad, instaurada con
tales fines, ha de tener posibilidad de hacer todo aquello que sea medio
conveniente para llenar sus propias penurias, hallándose obligado a respetar el
ejercicio de iguales potestades en los demás y aun a contribuir con su esfuerzo
para la satisfacción de las exigencias colectivas, constituyéndose así el orden
jurídico por el conjunto de normas que regulan y hacen posible y benéfica la vida
en común.
REFERENCIAS
Camacho, G. M. (1998). Derecho Penal Mexicano. México: Porrúa.
Requena, G. A. (s.f.). Derecho Penal (Segunda ed.). México: Oxford University
Press. Recuperado el 27 de Agosto de 2015, de
file:///C:/Users/EdgarFabian/Downloads/d-penal-amuchategui-
130109160534-phpapp01.pdf
Zaffaroni, E. R. (s.f.). Derecho Penal (Segunda ed.). Buenos Aires, Argentina.