Antologia Antigua Reale

257

Click here to load reader

Transcript of Antologia Antigua Reale

  • PENSAMIENTO FILOSFICO ANTIGUO

    ANTOLOGIA

    Tales de Mileto

    Herclito

    Parmnides

    Zenn

    Pitgoras

    Scrates

    Platn

    Aristteles

    Historia del Pensamiento Filosfico y Cientfico

    Giovanni Reale y Dario Antisieri

    INDICE

    1. GNESIS, NATURALEZA Y DESARROLLO DE LA FILOSOFA ANTIGUA .....p. 2

    2. LOS NATURALISTAS O FILSOFOS DE LA PHYSIS////............p. 15

    3. LA SOFSTICA: EL DESPLAZAMIENTO DEL EJE DE LA BSQUEDA FILOSFICA DESDE EL COSMOS HASTA EL HOMBRE ..p. 46

    4. SCRATES Y LOS SOCRTICOS MENORES /////// ..p. 55

    5. EL NACIMIENTO DE LA MEDICINA COMO SABER CIENTFICO AUTNOMO ..p. 75

    6. PLATN Y LA ACADEMIA ANTIGUA ... p. 83

    7. ARISTTELES Y EL PERIPATO ..p. 118

    8. EL PENSAMIENTO FILOSFICO EN LA POCA HELENSTICA .....p. 157

    9. EL DESARROLLO DE LA CIENCIA EN LA POCA HELENSTICA ..p. 198

    10. LAS ESCUELAS FILOSFICAS PAGANAS DURANTE LOS PRIMEROS SIGLOS DE LA ERA CRISTIANA. ........p. 211

    11. PLOTINO Y EL NEOPLATONISMO. ......p. 237

    12. LA CIENCIA ANTIGUA EN LA POCA IMPERIAL. ..p. 249

  • 2

    CAPITULO I

    GNESIS, NATURALEZA Y DESARROLLO DE LA

    FILOSOFA ANTIGUA

    1. LA GNESIS DE LA FILOSOFA EN LOS GRIEGOS

    1.1. La filosofa como creacin del genio helnico

    La casi totalidad de los estudiosos consideran que la filosofa,

    como trmino o como concepto, es una creacin propia del genio de los

    griegos. En efecto, para todos los dems componentes de la civilizacin

    griega se halla un elemento correlativo en los pueblos de Oriente que

    alcanzaron un elevado nivel de civilizacin antes que los griegos

    (creencias y cultos religiosos, manifestaciones artsticas de naturaleza

    diversa, conocimientos y habilidades tcnicas de distintas clases,

    instituciones polticas, organizaciones militares, etc.). En cambio, en lo

    que concierne a la filosofa, nos hallamos ante un fenmeno tan nuevo

    que no slo no posee ningn factor correlativo en dichos pueblos, sino

    que ni siquiera existe algo estricta y especficamente anlogo. Debido a

    ello, la superioridad de los griegos con respecto a los dems pueblos en

    este aspecto especfico no es de carcter puramente cuantitativo sino

    cualitativo, en la medida en que lo que aqullos crearon, al instituir la

    filosofa, constituye en cierto sentido una novedad absoluta.

    Quien no tenga presente este hecho no podr comprender por

    qu la civilizacin occidental, bajo el impulso de los griegos, asumi una

    direccin completamente distinta de la oriental. En particular, no se

    podra comprender por qu razn los orientales, cuando quisieron

    aprovechar la ciencia occidental y sus resultados, tuvieron que apelar a

    determinadas categoras de la lgica occidental. De hecho, no en todas

    las culturas se hace posible la ciencia. Hay ideas que convierten en

    estructuralmente imposible el nacimiento y el desarrollo de

    determinadas concepciones, y existen incluso ideas que impiden la

    ciencia en conjunto, por lo menos la ciencia tal como ahora la

    conocemos.

    Ahora bien, la filosofa gracias a sus categoras racionales

    ha permitido el nacimiento de la ciencia, y en cierto sentido, la ha

    engendrado. Admitir esto significa reconocer a los griegos el mrito de

    haber aportado una contribucin realmente excepcional a la historia de

    la civilizacin.

    1.2 La imposibilidad de una procedencia oriental de la

    filosofa.

    Como es natural. Y sobre todo entre los orientalistas, ha habido

    intentos de atribuir a la filosofa un origen oriental, basndose en la

    observacin de analogas genricas, que se constatan entre las

    concepciones de los principios filsofos griegos y ciertas ideas propias

    de la sabidura oriental. No obstante, nadie ha triunfado en su intento, y

    la crtica ms rigurosa, a partir va de finales del siglo pasado, ha reunido

    una serie de pruebas autnticamente irrefutables en contra de la tesis

    de la procedencia oriental de la filosofa griega.

    a) en la poca clsica, ninguno de los filsofos o de los

    historiadores Griegos hace la ms mnima mencin de un presunto

    origen oriental de la filosofa. (Los primeros en sostener la tesis de la

    procedencia oriental de la filosofa fueron algunos orientales, por

    razones de orgullo nacionalista, para atribuir a la propia cultura este

    particular ttulo de gloria. As por ejemplo en la poca de los Ptolomeos

    los sacerdotes egipcios al entrar en conocimiento de la filosofa griega

  • 3

    pretendieron defender que sta provena de la sabidura egipcia. Y en

    Alejandra, a finales de la era pagana y a comienzos de la cristiana, los

    judos que haban asimilado la cultura helnica pretendieron afirmar que

    la filosofa griega proceda de las doctrinas de Moiss. Si bien los

    filsofos griegos, ya en la poca cristiana, sostuvieron la tesis segn la

    cual la filosofa provena de los sacerdotes de Oriente animados por

    inspiracin divina, esto no prueba nada, porque en aquel momento tales

    filsofos haban perdido la confianza en la filosofa entendida

    clsicamente y aspiraban a una especie de autolegitimacin en

    oposicin a los cristianos, que presentaban la inspiracin divina de sus

    textos.)

    b) Se ha demostrado histricamente que los pueblos orientales

    con los que entraron en contacto los griegos posean una forma de

    sabidura constituida por convicciones religiosas, mitos teolgicos

    cosmognicos, pero no una ciencia filosfica basada slo en la razn

    (en el logos, como dicen los griegos). Posean, pues un tipo de

    sabidura anloga a la que los propios griegos posean antes de crear la

    filosofa.

    c) En cualquier caso, no ha llegado a nuestro conocimiento

    ninguna utilizacin por parte de los griegos de escritos orientales o de

    traducciones de estos. Es impensable que antes de Alejandro hayan

    podido llegar a Grecia doctrinas provenientes de los indios o de otros

    pueblos de Asia, o que en la poca en la que surgi en Grecia la

    filosofa haya habido griegos capaces de entender el razonamiento de

    un sacerdote egipcio o de traducir libros egipcios.

    d) en la hiptesis (que habra que demostrar) de que alguna

    idea de los filsofos griegos tenga antecedentes especficos en la

    sabidura oriental v que haya podido derivarse de sta, no cambiara la

    esencia del problema que estamos discutiendo. A partir del momento en

    que naci en Grecia, la filosofa represent una nueva forma de

    expresin espiritual, la cual en el preciso instante en que acoga

    contenidos provenientes de otras formas de vida espiritual los

    transformaba estructuralmente, otorgndoles una forma rigurosamente

    lgica.

    1.3 Los conocimientos cientficos egipcios y caldeos, y el

    modo en que fueron transformados por los griegos.

    En cambio los griegos obtuvieron de los orientales algunos

    conocimientos cientficos. Tomaron de los egipcios ciertos

    conocimientos matemticos geomtricos, y de los babilonios

    aprovecharon sus conocimientos astronmicos. Sin embargo tambin

    en este caso es preciso efectuar algunas advertencias importantes, que

    son indispensables para comprender la mentalidad griega y la

    mentalidad occidental que se basa en aqulla.

    Por lo que sabemos, la matemtica egipcia consista

    primordialmente en el conocimiento de operaciones de clculo

    aritmtico con finalidades prcticas, por ejemplo, medir determinadas

    cantidades de vveres o dividir cierto nmero de cosas entre una

    cantidad dada de personas. De forma anloga, la geometra tena un

    carcter esencialmente prctico y responda a la necesidad, por

    ejemplo, de volver a medir los campos despus de peridicas

    inundaciones del Nilo o de proyectar y construir las pirmides.

    Ahora bien, es evidente que los egipcios, al obtener estos

    conocimientos matemtico-geomtricos, llevaron a cabo una actividad

    racional y bastante notable por cierto. Sin embargo, en la reelaboracin

  • 4

    efectuada por los griegos tales conocimientos se convirtieron en algo

    mucho ms consistente, realizando un salto cualitativo propiamente

    dicho. En especial, a travs de Pitgoras y los pitagricos,

    transformaron aquellas nociones en una teora general y sistemtica de

    los nmeros y de las figuras geomtricas. Crearon en definitiva una

    construccin racional orgnica, yendo mucho ms all de los objetivos

    bsicamente prcticos, a los que parecen haberse limitado los egipcios.

    Lo mismo cabe decir de las nociones astronmicas. Los

    babilonios las elaboraron con un propsito esencialmente prctico:

    efectuar horscopos y predicciones. Los griegos en cambio las

    purificaron y las cultivaron con fines primordialmente cognoscitivos en

    virtud de aquel afn terico que aspira al amor de puro conocimiento y

    que es el mismo afn que, como veremos, cre y nutri la filosofa. No

    obstante, antes de definir en qu consiste exactamente la filosofa y la

    disposicin filosfica de los griegos, debemos exponer algunas

    observaciones preliminares, que poseen un carcter esencial.

    2. LAS FORMAS VITALES GRIEGAS QUE PREPARARON EL

    NACIMIENTO DE LA FILOSOFA

    2.1. Los poemas homricos y los poetas gnmicos

    Los expertos estn de acuerdo en considerar que, para

    entender la filosofa de un pueblo y de una civilizacin, es

    imprescindible referirse 1) al arte, 2) a la religin y 3) a las condiciones

    sociopolticas de dicho pueblo. 1) De hecho el arte ms elevado tiende

    a alcanzar de manera mtica y fantstica, es decir, mediante la intuicin

    y la imaginacin, objetivos que tambin son propios de la filosofa. 2) De

    forma anloga la religin aspira a alcanzar, a travs de

    representaciones no conceptuales y de la fe, determinados objetivos

    que la filosofa busca alcanzar mediante los conceptos y la razn (Hegel

    considerar que el arte, la religin y la filosofa son las tres categoras

    del Espritu absoluto). 3) No menos importantes (y hoy se insiste mucho

    en este punto) son las condiciones socioeconmicas y polticas que a

    menudo condicionan el surgimiento de determinadas ideas, y que en el

    mundo griego en particular, al crear las primeras formas de libertad

    institucionalizada y de la democracia, han permitido el nacimiento de la

    filosofa, que se alimenta de modo esencial de la libertad.

    Comencemos por el primer aspecto.

    Antes de que naciese la filosofa los poetas tuvieron una

    enorme importancia para la educacin y la formacin espiritual del

    hombre entre los griegos, mucho mayor que en el caso de otros

    pueblos. Los primeros griegos buscaron alimento espiritual sobre todo

    en los poemas homricos, es decir, en la Ilada y en la Odisea (que,

    como se sabe, ejercieron un influjo anlogo al que la Biblia ejerci entre

    los judos, al no haber en Grecia textos sagrados), en Hesodo y en los

    poetas gnmicos de los siglos VII y VI a.C.

    Ahora bien, los poemas homricos contienen algunas

    particularidades que los diferencian de otros poemas que se hallan en el

    origen de otros pueblos y de su civilizacin, y ya poseen algunos de

    aquellos rasgos del carcter griego que resultarn esenciales para la

    creacin de la filosofa.

    a) Los especialistas han hecho notar que los poemas

    homricos, aunque estn repletos de imaginacin, de situaciones y de

    acontecimientos fantsticos, casi nunca entran en la descripcin de lo

    monstruoso y de lo deforme (cosa que en cambio sucede a menudo en

  • 5

    las manifestaciones artsticas de los pueblos primitivos). Esto significa

    que la imaginacin homrica ya est estructurada segn un sentido de

    la armona, de la proporcin, del lmite y de la medida; como tendremos

    ocasin de ver, la filosofa elevar todos estos factores al rango de

    principios ontolgicos.

    b) Adems, se ha advertido que el arte de la motivacin

    constituye en Homero una autntica constante. El poeta no se limita a

    narrar una serie de hechos, sino que investiga tambin sus causas y

    sus razones (aunque sea a nivel mtico-fantstico). En Homero la accin

    no se extiende como una desmadejada sucesin temporal: a ella se

    aplica, en todo momento, el principio de razn suficiente, cada

    acontecimiento recibe una rigurosa motivacin psicolgica (W.

    Jaeger). Y este modo potico de contemplar las razones de las cosas

    prepara aquella mentalidad que en filosofa llevar a la bsqueda de la

    causa y del principio, del porqu ltimo de las cosas.

    c) otro rasgo de la epopeya homrica consiste en tratar de

    presentar la realidad en su integridad, aunque sea de forma mtica:

    dioses y hombres, cielo v tierra, guerra y paz, bien y mal, alegra y

    dolor, la totalidad de los valores que rigen la vida de los hombres

    (pinsese por ejemplo en el escudo de Aquiles, que emblemticamente

    representaba todas las cosas). Escribe W. Jaeger: la realidad

    presentada en su totalidad: el pensamiento filosfico la presenta de

    forma racional, mientras que la pica la presenta de forma mtica. Cul

    habra de ser el puesto del hombre en el universo, que es el tema

    clsico de la filosofa griega, tambin est presente en Homero en todo

    momento.

    Para los griegos fue importante la Teogona de Hesodo, que

    esbozaba una sntesis de toda una serie de materiales preexistentes,

    relativos a dicho tema. La teogona cuento el nacimientoDe todos los

    dioses. Y puesto que muchos dioses coinciden con partes del universo

    y con fenmenos csmicos, la teogona se convierte asimismo en

    cosmogona, es decir, en una explicacin mtico-potica y fantstica de

    la gnesis del universo y de los fenmenos csmicos, a partir del Caos

    originario, que fue el primero en aparecer. Este poema allan el camino

    a la cosmologa filosfica posterior, que abandonando la fantasa

    buscar mediante la razn el primer principio de origen a todo.

    El propio Hesodo, con su otro poema Los trabajos y los das,

    pero sobre todo los poetas posteriores, imprimieron en la mentalidad

    griega algunos principios que sern de gran importancia para la

    constitucin de la tica filosfica y, ms en general, del pensamiento

    filosfico antiguo. Se exalta la justicia como valor supremo. Presta

    odos a justicia y olvida del todo la superchera, afirma Hesodo. En la

    justicia ya estn incluidas todas las virtudes, dice Foclides. Ir, sin

    desviarme por aqu o por all, por el camino recto: porque slo debo

    pensar cosas justas, escribe Tegnides y agrega: ...s justo, nada

    hay mejor. Para Soln el pensamiento de la justicia es un factor

    central. Y la justicia se convertir en concepto ontolgico, adems de

    tico y poltico, en muchos filsofos y especialmente en Platn.

    Los poetas lricos tambin fijaron de modo estable otra nocin:

    el concepto de lmite, es decir, del ni demasiado ni demasiado poco,

    el concepto de la justa medida, que constituye el rasgo ms peculiar de

    la mentalidad griega. Y goza de las alegras, y dulete de los males,

    pero no demasiado, dice Arquloco. No demasiado celo: lo mejor est

    en el medio; y permaneciendo en el medio, alcanzars la virtud, dice

    Tegnides. Nada en exceso, dice Soln. La mesura es lo mejor,

    afirma una de las sentencias de los Siete Sabios, que recapitularon toda

  • 6

    la sabidura griega, cantada sobre todo por los poetas gnmicos. El

    concepto de mesura constituir el centro del pensamiento filosfico

    clsico.

    Recordemos una ltima mxima, atribuida a uno de los sabios

    antiguos y grabada en el templo de Delfos dedicado a Apolo: Concete

    a ti mismo. Esta mxima, que fue clebre entre los egipcios, no slo se

    transformar en el lema del pensamiento socrtico, sino tambin en el

    principio bsico del saber filosfico griego hasta los ltimos

    neoplatnicos.

    2.2. La religin pblica y los misterios rficos

    El segundo elemento al que hay que referirse para entender la

    gnesis de la filosofa griega, como hemos dicho antes, es la religin.

    Sin embargo, cuando se habla de religin griega es preciso distinguir

    entre la religin pblica, cuyo modelo es la representacin de los dioses

    y del culto que nos brinda Homero, y la religin de los misterios. Entre

    ambas formas de religiosidad existen numerosos elementos comunes

    (como, por ejemplo, una concepcin politesta de base), pero tambin

    hay diferencias importantes que en algunos puntos relevantes (por

    ejemplo, la concepcin del hombre, el sentido de su vida y de su destino

    ltimo) constituyen anttesis en sentido estricto. Ambas formas de

    religin son muy importantes para explicar el nacimiento de la filosofa,

    pero, al menos desde ciertos puntos de vista, la segunda forma posee

    una especial importancia.

    Empecemos por mencionar algunos rasgos esenciales de la

    primera forma de religin. Para Homero y para Hesodo, que

    constituyen el punto de referencia para las creencias propias de la

    religin pblica, puede decirse que todo es divino, porque todo lo que

    sucede se explica en funcin de las intervenciones de los dioses. Los

    fenmenos naturales son provocados nmenes: Zeus lanza rayos y

    truenos desde las alturas del Olimpo, el tridente de Poseidn provoca

    las tempestades marinas, el sol es transportado por el clorado carro de

    Apolo y as sucesivamente. Adems, la vida colectiva de los hombres,

    la suerte de las ciudades, las guerras y las paces son imaginadas como

    vinculadas a los dioses de un modo no accidental y, en ocasiones,

    realmente esencial.

    Quines son, empero, estos dioses? Como han puesto de

    manifiesto desde hace tiempo los expertos, estas deidades son fuerzas

    naturales personificadas a travs de formas humanas idealizadas, o

    bien son fuerzas y aspectos de hombre que han sido sublimados,

    hipostasiados y han descendido con esplendidas semblanzas

    antropomrficas. (Adems de los ejemplos antes mencionados,

    recordemos que Zeus es la personificacin de la justicia, palas Atenea

    de la inteligencia, Afrodita del amor y as sucesivamente.) Estos dioses,

    por tanto, son hombres amplificados e idealizados y, en consecuencia,

    slo difieren de nosotros en cantidad y no en cualidad. Ddebido a ello

    los especialistas consideran que la religin pblica de los griegos

    constituye una forma de naturalismo. Consiguientemente, lo que esta le

    exige al hombre no es y no puede ser un radical cambio interior, un

    elevarse por encima de s mismo, sino, por lo contrario, seguir a su

    propia naturaleza. Todo lo que se pide al hombre es que haga en honor

    de los dioses aquello que es conforme a la propia naturaleza. La

    primera filosofa griega fue tan naturalista como la religin pblica

    griega, y la referencia a la naturaleza se convirti en una constante del

    pensamiento griego a lo largo de todo su desarrollo histrico.

  • 7

    Sin embargo, la religin pblica no fue sentida por todos los

    griegos como plenamente satisfactoria y esto hizo que se desarrollaran

    en crculos restringidos los misterios, que posean creencias especficas

    (aunque encuadradas en el politesmo general) y prcticas que les eran

    propias. Los misterios que influyeron sobre la filosofa griega fueron los

    misterios rficos, sobre los cuales hablaremos brevemente. El orfismo y

    los rficos hacen derivar su denominacin del poeta Orfeo, su presunto

    fundador, cuyos rasgos histricos se hallan completamente ocultos por

    la niebla del mito. El orfismo posee una importancia particular porque,

    como han reconocido los estudiosos modernos, introduce en la

    civilizacin griega un nuevo esquema de creencias y una nueva

    interpretacin de la existencia humana Mientras que la concepcin

    griega tradicional, a partir de Homero, afirmaba que el hombre era un

    ser mortal y consideraba que la muerte significaba el final definitivo de

    su existencia, el orfismo proclama la inmortalidad del alma y concibe al

    hombre segn el esquema dualista que contrapone cuerpo v alma.

    El ncleo de las creencias rficas puede resumirse del modo

    siguiente:

    a) En el hombre se alberga un principio divino, un demonio

    (alma), que cae en un cuerpo debido a una culpa originaria.

    b) este demonio no slo preexiste al cuerpo, sino que no

    muere junto con el cuerpo y est destinado a reencarnarse en cuerpos

    sucesivos, a travs de una serie de renacimientos, para expiar aquella

    culpa originaria.

    c) La vida rfica, con sus ritos y sus prcticas, es la nica que

    est en condiciones de poner fin al ciclo de las reencarnaciones,

    liberando as el alma de su cuerpo.

    d) Para quien se haya purificado (para los iniciados en los

    misterios rficos) hay un premio en el ms all (para los no iniciados,

    existen castigos).

    En algunas inscripciones rficas halladas en los sepulcros de

    seguidores de esta secta pueden leerse, entre otras cosas, estas

    palabras que resumen el ncleo central de su doctrina: Algrate, t

    que has soportado la pasin: esto, antes, no lo habas padecido an. De

    hombre has nacido Dios; feliz y dichossimo, sers Dios y no mortal;

    de hombre nacers Dios, porque procedes de lo divino. Esto significa

    que el destino ltimo del hombre consiste en volver a estar cerca de

    los dioses.

    La idea de los premios y de los castigos de ultratumba surgi,

    como es evidente, para eliminar lo absurdo que a menudo se constata

    sobre la tierra y que hace que los virtuosos sufran y los viciosos gocen.

    Como seala E. Dodds, quizs surge la idea de la reencarnacin

    (metempsicosis) el traslado del alma de cuerpo en cuerpo como

    una explicacin de por qu sufren aquellos que parecen inocentes. En

    realidad, si cada alma tiene una vida previa y si existe una culpa

    original, nadie es inocente y todos expan culpas de diversa gravedad,

    cometidas durante las vidas anteriores, adems de la culpa originaria:

    Y toda esta suma de padecimientos, en este mundo y en el otro, slo

    es una parte de la larga educacin del alma, que hallar su final

    definitivo en la liberacin del ciclo de nacimientos y en el retorno del

    alma a sus orgenes. Slo de este modo, y en relacin con el tiempo

    csmico, puede realizarse del todo para cada alma la justicia

    entendida en sentido arcaico, es decir, de acuerdo con la ley quien

    haya pecado, lo pagar (E. Dodds).

    Gracias a este nuevo esquema de creencias, el hombre vea

  • 8

    por primera vez que en s mismo se contraponan dos principios, que se

    hallaban en contraste y en lucha entre s: el alma (demonio) y el cuerpo

    (como tumba o lugar de expiacin del alma). Se resquebraja, por lo

    tanto, la visin naturalista; el hombre comprende que hay que reprimir

    algunas tendencias ligadas al cuerpo y se convierte en objetivo vital

    purificar de lo corpreo el elemento divino.

    No obstante, hay que tener en cuenta lo siguiente. Sin el

    orfismo es imposible explicar a Pitgoras, a Herclito o a Empdocles.

    Y, sobre todo, no se explicara una parte esencial del pensamiento de

    Platn y, luego, de toda la tradicin que se deriva de Platn, lo cual

    significa que no se explicara una parte notable de la filosofa antigua,

    como tendremos ocasin de ver ms adelante con mayor detenimiento.

    Es necesario formular una ltima advertencia. Los griegos no

    tuvieron libros sagrados, considerados como resultado de una

    revelacin divina. Por consiguiente, no poseyeron una dogmtica fija e

    inmodificable. Los poetas, como hemos visto, actuaron en calidad de

    vehculo difusor de sus creencias religiosas. Ademsy esto constituye

    una consecuencia adicional de la ausencia de libros sagrados y de una

    dogmtica fija en Grecia no pudo ni siquiera subsistir una casta

    sacerdotal que custodiase el dogma (los sacerdotes griegos tuvieron

    una escasa relevancia y un poder reducidsimo porque, adems de no

    poseer la prerrogativa de conservar dogmas, tampoco se les atribuy la

    exclusividad en las ofrendas religiosas y en la realizacin de sacrificios).

    La carencia de dogmas y de personas encargadas de

    custodiarlos otorg una amplia libertad al pensamiento filosfico, que no

    hall obstculos como los que habra encontrado en comunidades

    orientales, donde la existencia de dogmas y de custodios de los dogmas

    habra provocado restricciones difcilmente superables. Por tal motivo,

    los estudiosos subrayan con toda justicia esta circunstancia favorable al

    nacimiento de la filosofa que se dio entre los griegos y que no tiene

    ningn paralelo en la antigedad.

    2.3. Las condiciones socio-poltico-econmicas que

    favorecieron el surgimiento de la filosofa

    Ya desde el pasado siglo, y sobre todo en el siglo actual, los

    historiadores tambin han puesto de relieve con justicia el hecho de la

    libertad poltica de la que se beneficiaron los griegos, en comparacin

    con los pueblos orientales. El hombre oriental se vea obligado a una

    obediencia ciega al poder religioso y poltico. Ya hemos mencionado la

    gran libertad que posean los griegos en lo que respecta a la religin.

    Por lo que se refiere a la situacin poltica, la cuestin es ms compleja;

    sin embargo, cabe afirmar que tambin en este mbito los griegos

    gozaban de una situacin privilegiada, ya que por primera vez en la

    historia lograron crear instituciones polticas libres.

    Durante los siglos VII y VI a.C. Grecia sufri una transformacin

    considerable, desde el punto de vista socioeconmico. Antes era un

    pas primordialmente agrcola, pero a partir de entonces comenz a

    desarrollarse cada vez ms la industria artesana y el comercio. Se hizo

    necesario por lo tanto fundar centros de representacin comercial, que

    surgieron primero en las colonias jnicas, sobre todo en Mileto, y ms

    tarde en otras partes. Las ciudades se convirtieron en centros

    comerciales florecientes, lo cual provoc un notable aumento de la

    poblacin. La nueva clase de comerciantes y de artesanos logr

    paulatinamente una considerable fuerza econmica y se opuso a la

    concentracin del poder poltico que se hallaba en manos de la nobleza

  • 9

    terrateniente. En las luchas. Que emprendieron los griegos para

    transformar las viejas formas aristocrticas de gobierno en las nuevas

    formas republicanas, seala E. Zeller, haba que reavivar y aplicar

    todas las fuerzas; la vida pblica abra el camino a la ciencia y el

    sentimiento de la joven libertad deba otorgar al carcter del pueblo grie-

    go un impulso del que la actividad cientfica no poda verse exenta. S,

    junto con la transformacin de las condiciones polticas y en una activa

    emulacin, se establecieron las bases de florecimiento artstico y

    cientfico de Grecia, no puede negarse la vinculacin existente entre

    ambos fenmenos; cabalmente, en los griegos por completo y de la

    manera ms caracterstica la cultura es aquello que siempre ser en

    la vida saludable de un pueblo, es decir, ser al misino tiempo fruto v

    condicin de la libertad.

    Empero hay que sealar un hecho muy importante, que

    confirma a la perfeccin lo que acabamos de decir: la filosofa nacin

    en las colonias antes que en la metrpoli y, ms exactamente, primero

    en las colonias de Oriente, en el Asia Menor (en Mileto), e

    inmediatamente despus en las colonias de Occidente, en Italia

    meridional. A continuacin, se traslad a la metrpoli. Esto sucedi as

    porque las colonias, gracias a su laboriosidad y a su actividad

    comercial, alcanzaron primero un bienestar y, debido a la lejana de la

    metrpoli, pudieron establecer instituciones libres antes que sta. Las

    ms favorables condiciones socio-poltico-econmicas de las colonias,

    junto con los factores sealados en los pargrafos precedentes, fueron

    los que permitieron que la filosofa surgiese y floreciese en ellas. Luego,

    una vez que hubo pasado a la metrpoli, alcanz sus cimas ms altas

    en Atenas, esto es, en la ciudad en que floreci la mayor libertad de que

    hayan disfrutado los griegos. Por lo tanto la capital de la filosofa griega

    fue la capital de la libertad griega.

    Queda por mencionar un ltimo elemento. Al constituirse y

    consolidarse la polis, es decir, la ciudad-estado, el griego no consider

    que este fenmeno comportase una anttesis o una traba a su propia

    libertad; por lo contrario se vio llevado a tomarse esencialmente a s

    mismo como ciudadano. Para los griegos el hombre lleg a coincidir con

    el ciudadano mismo. As, el Estado se convirti en el horizonte tico del

    hombre griego y sigui sindolo hasta la poca helenstica. Los

    ciudadanos sintieron los fines del Estado como sus propios fines, el bien

    del Estado como su propio bien, la grandeza del Estado como la propia

    grandeza y la libertad del Estado como la propia libertad.

    Si no se tiene presente esto, no se puede entender gran parte

    de la filosofa griega, en particular la tica y toda la poltica en la poca

    clsica, y ms tarde la compleja evolucin de la poca helenstica.

    Despus de estas indicaciones preliminares, estamos en

    condiciones de hacer frente a la definicin de concepto griego de

    filosofa.

    3. EL CONCEPTO Y LA FINALIDAD DE LA FILOSOFA

    ANTIGUA

    3.1. Los rasgos esenciales de la filosofa antigua

    La tradicin afirma que fue Pitgoras el creador del trmino

    filo-so-fa, lo cual resulta verosmil, si bien no es algo comprobado

    desde el punto de vista histrico. Sin duda el trmino fue acuado por

    un espritu religioso, que presupona que slo a los dioses les era

    posible una Sofa (una sabidura), es decir, una posesin cierta y total

  • 10

    de la verdad, mientras que consideraba que al hombre slo le era

    posible una tendencia a la Sofa, una continuada aproximacin a la

    verdad, un amor al saber jams del todo satisfecho, de donde surge

    precisamente el nombre de filo-Sofa, amor a la sabidura

    Oue entendieron los griegos, en esencia, al hablar de esta

    amada sabidura?

    Desde el momento en que naci, la filosofa asumi de un

    modo terminante las tres caractersticas siguientes, que hacen

    referencia a a) su contenido, b) su mtodo, y c) su objetivo.

    a) en lo que concierne al contenido, la filosofa se propone

    explicar la totalidad de las cosas, es decir toda la realidad sin exclusin

    de partes o de momentos.

    Por lo tanto, la filosofa se distingue de las ciencias particulares,

    que precisamente se llaman as porque se limitan a explicar partes o

    sectores de la realidad, grupos de cosas o de fenmenos. La pregunta

    de aquel que fue y que es considerado como el primero de los filsofos,

    cul es el principio de todas las cosas? ya nos muestra la plena

    adquisicin de este aspecto. En consecuencia la filosofa se propone

    como objeto la realidad y el ser en su conjunto. Y veremos que a la

    realidad y al ser en su conjunto se llega mediante el descubrimiento del

    primer principio, esto es, el primer porqu de las cosas.

    b) En lo que concierne al mtodo, la filosofa aspira a ser una

    explicacin puramente racional de aquella totalidad que se plantea

    como objeto, en filosofa resulta vlido el argumento de razn, la

    motivacin lgica, el logos. A la filosofa no le basta con constatar o

    comprobar datos de hecho, reunir experiencias: la filosofa debe ir ms

    all del hecho, ms all de las experiencias, para hallar la causa o las

    causas, precisamente a travs de la razn.

    Este es el carcter que confiere cientificidad a la filosofa. Se

    dir que este rango tambin es comn a las dems ciencias, que en

    cuanto tales minea son una mera comprobacin emprica, sino en todos

    los casos una bsqueda de causas y de razones. La diferencia reside

    en el hecho de que, mientras que las ciencias particulares son

    investigaciones racionales de realidades particulares o de sectores

    particulares, la filosofa, como ya se ha dicho, es investigacin racional

    de toda la realidad (del principio o de los principios de toda la realidad).

    Con esto queda aclarada la diferencia entre filosofa, arte y religin.

    Tambin el arte y las grandes religiones aspiran a captar el sentido de

    la totalidad de lo real, pero aqul lo hace mediante el mito y la fantasa,

    y stas, a travs de la creencia y de la fe (como hemos dicho

    anteriormente). En cambio la filosofa busca la explicacin de la

    totalidad de lo real precisamente con el logos.

    c) El objetivo o la finalidad de la filosofa, por ltimo, reside en el

    puro deseo de conocer y de contemplar la verdad/ En definitiva la

    filosofa griega constituye un amor desinteresado a la verdad. Segn

    Aristteles, los hombres al filosofar buscaban el conocer con la

    finalidad de saber y no para conseguir una utilidad prctica. De hecho

    la filosofa nace nicamente despus que los hombres han solucionado

    los problemas fundamentales de la subsistencia y se han liberado de las

    necesidades materiales ms urgentes. Es evidente, puesconcluye

    Aristteles, que no buscamos la filosofa por algn provecho que le

    sea ajeno a sta y ms bien es evidente que, al igual que llamamos

    hombre libre a aquel que es un fin en s mismo y que no est sojuzgado

    por otros, asimismo slo sta, entre todas las dems ciencias, recibe el

    nombre de libre: slo ella es fin en s misma. Es fin en s misma

  • 11

    porque tiene como punto de mira la verdad buscada, contemplada y

    disfrutada como tal. Se entiende, por lo tanto, la afirmacin de

    Aristteles: Todas las dems ciencias sern ms necesarias que esta,

    poro ninguna ser superior. Tal afirmacin fue compartida por toda la

    filosofa griega.

    Se impone, empero, una reflexin. La contemplacin que es

    peculiar de la filosofa griega no equivale a un otium vaco. Es verdad

    que no se halla sometida a fines utilitarios, pero posee una relevancia

    moral e incluso poltica de primer orden. Resulta evidente que al

    contemplar el todo cambian necesariamente todas las perspectivas

    acostumbradas, se transforma la visin del significado de la vida

    humana y aparece una nueva jerarqua de valores. La verdad

    contemplada revela una enorme energa moral y, como veremos,

    precisamente sobre la base de esta energa moral, Platn construir su

    Estado ideal. Ms adelante estaremos en condiciones de desarrollar y

    aclarar estos conceptos.

    Mientras tanto se hace manifiesta la absoluta originalidad de

    esta creacin griega. Tambin los pueblos orientales poseyeron una

    sabidura que trataba de interpretar el sentido de todas las cosas (el

    sentido del todo) y que careca de finalidades pragmticas. No obstante,

    dicha sabidura estaba caracterizada por representaciones fantsticas y

    mticas, lo cual la asimilaba a la esfera del arte, de la poesa o de la

    religin. En conclusin, el gran descubrimiento de la filo-Sofa griega

    reside en haber intentado esta aproximacin al todo apelando

    nicamente a la razn (al logos) y al mtodo racional. Tal

    descubrimiento ha condicionado estructuralmente, y de modo

    irreversible, a todo el Occidente.

    3.2. La filosofa como necesidad primaria de la mente

    humana

    Sin embargo, cabe preguntar: por qu ha sentido el hombre la

    necesidad de filosofar? Los antiguos respondan que dicha necesidad

    pertenece, de manera estructural, a la naturaleza misma del hombre:

    Todos los hombresescribe Aristtelespor naturaleza aspiran al

    saber. Ms an: El ejercitar la sabidura y el conocer son deseables

    en s mismos para los hombres: no es posible vivir como hombres sin

    tales cosas. Y los hombres tienden al saber porque se sienten llenos

    de asombro o de admiracin, afirman Platn y Aristteles: Los

    hombres han comenzado a filosofar, tanto ahora como en los orgenes,

    debido a la admiracin: al principio quedaban admirados ante las

    dificultades ms sencillas, pero despus, avanzando poco a poco,

    llegaron a plantear problemas cada vez mayores, como los problemas

    referentes a los fenmenos de la luna, del sol y de los astros, y luego,

    los problemas referentes al origen de todo el universo.

    En consecuencia la raz de la filosofa consiste en esta

    admiracin, que surge en el hombre que se enfrenta con el Todo y se

    pregunta cul es el origen y el fundamento de ste, y qu lugar ocupa l

    mismo en este universo. As, la filosofa es algo inevitable e

    irrenunciable, precisamente porque es inevitable la admiracin ante el

    ser, al igual que es irrenunciable la necesidad de satisfacerla.

    Por qu existe este todo? De dnde ha surgido? Cul es su

    razn de ser? Se trata de problemas que equivalen al siguiente

    interrogante: por qu existe el ser y no la nada? Un caso particular de

    este problema general es la pregunta: por que existe el hombre? Por

    qu existo yo?

  • 12

    Como es evidente, se trata de problemas que el hombre no

    puede dejar de plantearse, problemas que, en la medida en que sean

    rechazados, desacreditan a quien los rechaza. Y son problemas que

    conservan su propio sentido especfico, aun despus del triunfo de las

    ciencias particulares modernas, porque ninguna de estas ha sido

    creada para resolverlos. Las ciencias solo responden a preguntas sobre

    una parte pero no a preguntas sobre el sentido del todo.

    Por estas razones podremos repetir junto con Aristteles que,

    no slo en los orgenes, sino ahora y siempre, tiene sentido la vieja

    pregunta acerca del todo y tendr sentido mientras el hombre

    experimente admiracin ante el ser de las cosas y ante su propio ser.

    3.3. Los problemas fundamentales de la filosofa antigua

    En un principio la totalidad de lo real fue vista como physis

    (naturaleza) y como cosmos, lo cual hizo que el problema filosfico por

    excelencia fuese el cosmolgico. Los primeros filsofos, que recibieron

    precisamente el nombre de fsicos, naturalistas o cosmlogos, se

    plantearon los siguientes problemas: cmo surge el cosmos? Cules

    son las fases y los momentos de su gnesis? Cules son las fuerzas

    originarias que intervienen?

    Sin embargo, con los sofistas se modifica la situacin. Entra en

    crisis la problemtica del cosmos y la atencin se centra en el hombre y

    en su virtud especfica. Nacer as la problemtica moral.

    Gracias a las grandes construcciones sistemticas del siglo IV

    a.C. la temtica filosfica se enriquecer an ms, diferencindose

    determinados mbitos de problemas (vinculados con la problemtica del

    todo) que ms tarde, a lo largo de toda la historia de la filosofa,

    continuarn siendo puntos de referencia paradigmticos.

    Platn descubrir y tratar de demostrar que la realidad o el ser

    no son de un nico gnero y que adems del cosmos sensible existe

    tambin una realidad inteligible y que trasciende a lo sensible. Por lo

    tanto, descubrir lo que ms tarde se denominar metafsica (el

    estudio de aquellas realidades que trascienden a las realidades fsicas).

    Este descubrimiento llevar a Aristteles a distinguir entre una

    fsica propiamente dicha, como doctrina de la realidad fsica, y una

    metafsica, como doctrina de la realidad suprafsica, y as la fsica

    llegar a significar, de un modo estable, ciencia de la realidad natural y

    sensible.

    Tambin los problemas morales adquirirn un carcter

    especfico, distinguindose entre los dos momentos de la vida: la del

    individuo y la del hombre en colectividad. Nace as la distincin entre los

    problemas ticos en sentido estricto y los problemas ms estrictamente

    polticos (problemas que para los griegos seguirn estando vinculados

    entre s de un modo mucho ms estrecho que para nosotros, los

    hombres modernos).

    Con Platn y con Aristteles se plantearn de un modo estable

    los problemas (que ya haban sido discutidos por los filsofos

    precedentes) de la gnesis y de la naturaleza del conocimiento, y los

    problemas lgicos y metodolgicos. En realidad dichos problemas

    constituyen una aplicacin ce aquel segundo rasgo que habamos

    considerado como propio de la filosofa, el mtodo de la investigacin

    racional. Cul es el camino que debe seguir el hombre para llegar a la

    verdad? Cul es la aportacin veritativa de los sentidos y cul la de la

    razn? Cul es la caracterstica de lo verdadero y de lo falso? Cules

  • 13

    son las formas lgicas mediante las cuales el hombre piensa, juzga v

    razona? Cules son las reglas del pensar correctamente? Cuales son

    las condiciones para que un tipo de razonamiento pueda calificarse de

    cientfico?

    En conexin con el problema lgico-gnoseolgico nace tambin

    el problema de la determinacin de la naturaleza del arte y de lo bello,

    en la expresin y en el lenguaje artstico y, por lo tanto, aparecen lo que

    hoy llamamos problemas estticos. Relacionados con stos, surgen los

    problemas de la determinacin de la naturaleza de la retrica y del

    discurso retrico, es decir del discurso que se propone convencer,

    utilizando la capacidad de persuadir, que tanta importancia manifest en

    la antigedad.

    La filosofa protoaristotlica tratar estos problemas como algo

    definitivamente adquirido, dividindolos en tres grupos: 1) problemas

    fsicos (ontolgico-teolgico-fsico-cosmolgicos), 2) lgicos (y

    gnoseolgicos) y 3) morales.

    La ltima filosofa griega, que se desarrolla ya durante la era

    cristiana, acabar por responder a instancias mstico-religiosas, en

    consonancia con la mentalidad de la nueva poca.

    3.4. Las etapas y los perodos de la historia de la filosofa

    antigua

    La filosofa antigua griega y grecorromana posee una historia

    ms que milenaria. Se inicia en el siglo vi a.C. y llega hasta el 529 d.C.,

    ao en que el emperador Justiniano clausur las escuelas paganas y

    orden la dispersin de sus seguidores.

    A lo largo de este lapso pueden distinguirse los siguientes

    perodos:

    1. El perodo naturalista, caracterizado como ya se ha dicho

    por el problema de la physis y del cosmos, y que entre los siglos VI y V

    vio sucederse a los jnicos, los pitagricos, los eleticos, los pluralistas

    y los fsicos eclcticos.

    2. El perodo llamado humanista, que en parte coincide con la

    ltima etapa de la filosofa naturalista y con su disolucin, y que tiene

    como protagonistas a los sofistas y sobre todo a Scrates, quien por

    primera vez intenta definir la esencia del hombre.

    3. El momento de las grandes sntesis de Platn y de

    Aristteles, que coincide con el siglo iv a.C., caracterizado en especial

    por el descubrimiento de lo suprasensible y por la explicitacin y

    formulacin orgnica de diversos problemas filosficos.

    4. A continuacin viene el perodo de las escuelas helensticas,

    que abarca desde la gran conquista de Alejandro Magno hasta el final

    de la era pagana y que, adems del florecimiento del cinismo,

    contempla la aparicin de los grandes movimientos de epicuresmo, el

    estoicismo, el escepticismo y la posterior difusin del eclecticismo.

    5. El perodo religioso del pensamiento antiguo pagano, como

    ya se ha sealado, se desarrolla casi por completo durante la poca

    cristiana y se caracteriza sobre todo por un grandioso renacimiento del

    platonismo, que culminar con el movimiento neoplatnico. El nuevo

    florecimiento de las dems escuelas estar condicionado de diversas

    formas por el mismo platonismo.

    6. Durante este perodo nace y se desarrolla el pensamiento

    cristiano, que se propone formular racionalmente el dogma de la nueva

  • 14

    religin y Definirlo a la luz de la razn con categoras procedentes de

    los filsofos griegos.

    Filn de Alejandra llevar a cabo un primer intento de sntesis

    entre el Antiguo Testamento y el pensamiento griego, pero no tenda

    continuadores. La victoria de los cristianos implicar bsicamente una

    reflexin sobre el mensaje evanglico, a la luz de las categoras de la

    razn. Sin embargo, esta coyuntura del pensamiento griego no

    constituye una coronacin del pensamiento griego, sino que indica ms

    bien la entrada en crisis y la superacin de la forma de pensar de los

    griegos, preparando as la civilizacin medieval y las bases de lo que

    ser el pensamiento cristiano europeo. En consecuencia, este momento

    del pensamiento, aunque se (cngan muy en cuenta los vnculos que

    posee con la ltima fase del pensamiento pagano que se desarrolla de

    modo simultneo, debe estudiarse en si mismo, en cuanto pensamiento

    antiguo cristiano, y hay que considerarlo atentamente, en los nuevos

    mbitos que ocupa, como premisa y fundamento del pensamiento y la

    filosofa medievales.

  • 15

    CAPTULO II

    LOS NATURALISTAS O FILSOFOS DE LA PHYSIS

    1. LOS PRIMEROS JNICOS Y EL PROBLEMA DEL

    PRINCIPIO DE TODAS LAS COSAS

    1.1. Tales de Mileto

    El pensador que segn la tradicin da comienzo a la filosofa

    griega es Tales, que vivi en Mileto de Jonia, probablemente durante

    las ltimas dcadas del siglo VII y la primera mitad del VI a.C. Adems

    de filsofo fue cientfico y prudente poltico. No se sabe que haya escrito

    ningn libro. Conocemos su pensamiento nicamente a travs de la

    tradicin oral indirecta.

    Tales fue el iniciador de la filosofa de la physis, al afirmar por

    vez primera que existe un nico principio originario, causa de todas las

    cosas que son, y sostuvo que dicho principio es el agua. Tal proposicin

    es importantsima, como veremos de inmediato, y con todo derecho

    podra calificarse como la primera proposicin filosfica de la que

    acostumbra a llamarse civilizacin occidental (A. Maddalena). La

    exacta comprensin de esta proposicin permitir entender la gran

    revolucin efectuada por Tales, que llev a la creacin de la filosofa.

    Principio (arkhe) no es un trmino utilizado por Tales (quizs

    lo introdujo su discpulo Anaximandro, pero algunos piensan que tiene

    su origen an ms tardo), si bien es el que sin duda expresa mejor que

    ningn otro el concepto de aquel quid del cual proceden todas las

    cosas, el principio, indica Aristteles en su exposicin acerca del

    pensamiento de Tales y de los primeros fsicos, es aquello de lo cual

    proceden originariamente y en lo cual acaban por resolverse todos los

    seres, es una realidad que permanece idntica durante la

    transmutacin de sus afecciones es decir una realidad que contina

    existiendo inmutada, a travs del proceso generador de todas las

    cosas.

    Por tanto el principio es: a) la fuente y el origen de todas las

    cosas, b) la desembocadura o el trmino ltimo de todas las cosas y c)

    el respaldo permanente que rige todas las cosas (la substancia, diremos

    ms adelante, apelando a una denominacin posterior). En pocas

    palabras el principio puede definirse como aquello de lo cual provienen,

    aquello en lo que araban v aquello por lo cual son y subsisten todas las

    cosas.

    Estos primeros filsofos si no el propio Tales denominaron

    este principio con el trmino physis, que significa naturaleza, no en el

    sentido moderno de trmino, sino en el sentido originario de realidad

    primera y fundamental, es decir aquello que resulta primario,

    fundamental y persistente, en oposicin a lo que es secundario,

    derivado y transitorio (I. Burnet).

    Por tanto, han sido llamados fsicos o naturalistas aquellos

    filsofos que, a partir de Tales y hasta el siglo V a.C., indagaron acerca

    de la physis. En consecuencia slo es posible comprender el horizonte

    mental do estos primeros filsofos si recobramos la acepcin arcaica

    del trmino y captamos adecuadamente la peculiaridad que la distingue

    de la acepcin moderna.

    Hay que aclarar ahora el sentido de la identificacin del principio

    con el agua y sus consiguientes implicaciones.

    La tradicin indirecta afirma que Tales dedujo tal conviccin de

    la constatacin de que el sustento de todas las cosas es hmedo, las

    simientes y los grmenes de todas las cosas poseen una naturaleza

  • 16

    hmeda y por consiguiente la desecacin total provoca la muerte.

    Puesto que la vida est ligada a la humedad y la humedad presupone el

    agua, sta ser el manantial ltimo de la vida y de todas las cosas.

    Todo proviene del agua, todo sustenta la propia vida mediante el agua y

    todo finaliza, a su vez, en el agua.

    Ya en la antigedad hubo quienes trataron de reducir el alcance

    de estas afirmaciones de Tales, considerando como antecedentes

    suyos las afirmaciones de quienes por ejemplo Homero y otros

    consideraron al Ocano y a Tetis como padre y madre respectivamente

    de las cosas. Asimismo algunos. Recordaron la creencia segn la cual

    los dioses juraban sobre la Estigia (laguna de los infiernos y, por lo

    tanto, agua), sealando que aquello sobre lo cual se jura constituye

    precisamente lo primero y lo supremo (el principio). Sin embargo es

    muy clara la diferencia entre la postura de Tales y estas otras que

    acabamos de mencionar. Tales basa sus afirmaciones en el puro

    razonamiento, en el logos, y los otros en cambio se basaban en la

    imaginacin y en el mito. Aqul presenta una forma de conocimiento

    que procede de argumentaciones racionales, mientras que estos slo

    aducen creencias fantstico-poticas. Por lo dems, el nivel de

    racionalidad al que ya se haba elevado Tales, tanto en general como

    en particular, lo demuestra el hecho de haber investigado los

    fenmenos celestes hasta el punto de predecir (ante el estupor de sus

    conciudadanos) un eclipse, quizs el del 585 a.C. Tambin se halla

    ligado con su nombre un teorema clebre de la geometra.

    No se debe creer, empero, que el agua de Tales consiste en el

    elemento fsico-qumico que bebemos. El agua de Tales hay que

    considerarla de una manera totalizante, como aquella physis lquida

    originaria, de la que todo se deriva y de la que el agua que bebemos no

    es ms que una de sus mltiples manifestaciones. Tales es un

    naturalista en el sentido antiguo del trmino y no un materialista en el

    sentido moderno y contemporneo. En la prctica su agua llegaba a

    coincidir con lo divino. Dios, deca es la cosa ms antigua, porque no

    es generado, es decir, porque es principio. Se introduce as una

    nueva concepcin de Dios: se trata de una concepcin en la que

    predomina la razn y que se halla destinada como tal a eliminar muy

    pronto todos los dioses del politesmo fantstico-potico de los griegos.

    Y cuando Tales afirmaba adems que todo est lleno de

    dioses, quera decir que todo est penetrado por el principio originario.

    Puesto que el principio originario es vida, todo est vivo y todo tiene un

    alma (panpsiquismo). Adujo el ejemplo del imn que atrae el hierro

    como prueba de la universal animacin de las cosas (la fuerza del imn

    es una manifestacin de su alma, de su vida).

    Con Tales el logos humano se introduce con seguridad en la

    senda de la conquista de la realidad en su integridad (el problema del

    principio de todas las cosas) y en algunas de sus partes (aquellas que

    constituyen el objeto de las ciencias particulares, que es la

    denominacin que hoy les damos).

    1.2. Anaximandro de Mileto

    Anaximandro, nacido hacia el final del siglo vn a.C. y muerto a

    principios de la segunda mitad del siglo vi, fue probablemente discpulo

    de Tales. Compuso un tratado Sobre la naturaleza, del cual nos ha

    llegado un fragmento. Constituye el primer tratado filosfico de

    Occidente y el primer escrito en prosa de los griegos. Se haba vuelto

    necesaria una nueva forma de composicin literaria ya que el logos

  • 17

    deba quedar libre de las cadenas de la mtrica y del verso, para

    responder con plenitud a sus propias exigencias. Anaximandro intervino

    ms activamente an que Tales en la vida poltica. Se nos narra,

    adems, que comand la colonia que emigr desde Mileto a

    Apolonia.

    Con Anaximandro se profundiza en la problemtica del

    principio. Considera que el agua ya es algo derivado y que el principio

    (arkhe) consiste en cambio en lo infinito, es decir en una naturaleza

    (physis) in-finita e in-definida, de la cual provienen absolutamente todas

    las cosas que son.

    El trmino utilizado por Anaximandro es a-peirn, que significa

    aquello que carece de lmites tanto externos (lo que es espacialmente y,

    por tanto, cuantitativamente infinito) como internos (lo que es

    cualitativamente indeterminado). Precisamente porque no est limitado

    cuantitativa y cualitativamente, el principio apeiron puede dar origen a

    todas las cosas, de limitndose en diversas formas. Este principio

    abraza y circunda, gobierna y rige todo, porque en tanto que de-

    limitacin y de-terminacin suya, todas las cosas se generan de l, con-

    sisten y son en l.

    Esto infinito aparece como lo divino, porque es inmortal e

    indestructible Anaximandro no slo atribuye aqu a su principio las

    prerrogativas que Homero y la tradicin antigua atribuan a los dioses,

    esto es, la inmortalidad v el rigor v gobernarlo todo, sino que va ms

    all, especificando que la inmortalidad del principio debe ser tal que no

    admita un fin, pero tampoco un inicio. Las antiguas deidades no moran,

    pero nacan. En cambio lo divino de Anaximandro no nace, al igual que

    no mucre. De este modo, como se ha sealado a propsito de Tales,

    queda socavada la base en que se apoyan las teogonas, es decir, las

    genealogas de los dioses en el sentido utilizado por la mitologa

    tradicional griega.

    As se comprende an mejor lo que antes hemos afirmado.

    Estos primeros filsofos presocrticos son naturalistas en el sentido de

    que no contemplan lo divino (el principio) como algo distinto del mundo,

    sino como la esencia del mundo. Sin embargo no tienen ninguna

    relacin con concepciones de tipo materialista ateo.

    En Anaximandro, pues, Dios se convierte en el principio,

    mientras que los dioses se convierten en los mundos, los universos que

    como veremos son muy numerosos; stos, en cambio, nacen y

    perecen de forma cclica.

    Tales no se haba planteado la pregunta acerca de cmo y por

    qu tocias las cosas proceden del principio. Anaximandro s se la

    plantea y el fragmento de su tratado que ha llegado hasta nosotros

    contiene la respuesta a este problema: All donde las cosas

    encuentran su nacimiento, tambin se lleva a cabo su disolucin, de

    acuerdo con la necesidad; recprocamente se sufre la pena y se paga la

    culpa de la injusticia, segn el orden del tiempo.

    Anaximandro probablemente pensaba que el mundo est

    constituido por una serie de contrarios, y que stos tienden a

    atropellarse el uno al otro (calor y fro, sequedad y humedad, etc.). La

    injusticia consistira precisamente en este atropello. El tiempo es visto

    como un juez, en cuanto asigna un lmite a cada uno de los contrarios,

    acabando con el predominio de uno sobre otro, y viceversa. Como es

    obvio, no slo es injusticia la alternancia de los contrarios, sino tambin

    el ejercicio mismo de los contrarios, puesto que para cada uno de ellos

    nacer implica de inmediato contraponerse al otro contrario. Y dado que

  • 18

    el mundo nace de la escisin de los contrarios, en esto reside la primera

    injusticia, que habr que expiar mediante la muerte (el fin) del mundo

    mismo, que ms tarde volver a nacer de acuerdo con determinados

    ciclos temporales, indefinidamente.

    Existe por lo tanto, tal como algn especialista ha sealado con

    precisin, una doble injusticia y por consiguiente una doble necesidad

    de expiacin: a) por una parte, que el mundo haya nacido a travs de la

    escisin en opuestos de la unidad del principio, y b) por otra, el intento

    que despus de la escisin lleva a cabo cada uno de los opuestos

    de usurpar, lleno de odio hacia el otro, la condicin de nico

    superviviente y dominador, que sera al mismo tiempo una usurpacin

    del lugar y de los derechos de lo divino, inmortal e indestructible (R.

    Mondolfo). Parece innegable que en esta concepcin (como han

    sealado muchos autores) se han filtrado nociones religiosas de talante

    rfico. Ya hemos indicado que para el orfismo resulta central la idea de

    una culpa originaria y de la expiacin de sta y, por lo tanto, el concepto

    de una justicia equilibradora. Con relacin a este punto el logos de

    Anaximandro toma en prstamo su idea central de las representaciones

    religiosas. Su discpulo Anaxmenes, como veremos, intentar ofrecer

    una respuesta puramente racional a este problema.

    Al igual que el principio es infinito, tambin son infinitos los

    mundos, como va se ha sealado, en el sentido de que este mundo

    nuestro es uno ms en la serie de mundos que lo han precedido y que

    lo seguirn (dado que cada mundo nace, vive v mucre), v en el sentido

    de que nuestro mundo coexiste al mismo tiempo con una serie infinita

    de otros mundos (y todos ellos nacen y mueren de forma anloga).

    A continuacin expondremos cmo explica Anaximandro la

    gnesis del cosmos. Los dos primeros contrarios fundamentales el

    calor y el fro se generaron mediante un movimiento, que es eterno.

    El fro, elemento de origen lquido, habra sido en parte transformado en

    aire, por el fuego-calor que formaba la esfera circundante. La esfera del

    fuego se habra dividido en tres partes, dando origen a la esfera del sol,

    la de la luna y la de los astros. El elemento lquido se habra

    congregado en las cavidades de la tierra, constituyendo los mares.

    La tierra, a la que se atribuye una forma cilndrica, permanece

    suspendida sin que nada la sostenga, pero se mantiene en su lugar

    debido a la igual distancia entre todas sus partes, es decir, por una

    especie de equilibrio de fuerzas. Del elemento lquido, y por la accin

    del sol, nacieron los primeros animales de estructura elemental, de los

    que fueron poco a poco desarrollndose los animales ms complejos.

    El lector superficial se equivocara si juzgase estas opiniones

    como algo excesivamente pueril, ya que como hace tiempo han

    puesto en claro los expertos se trata de una visin notablemente

    anticipadora. Pinsese, por ejemplo, en la osada de representar la

    tierra sin necesidad de un sostn material (en Tales la tierra flotaba, es

    decir, se apoyaba sobre el agua) y regida por un equilibrio de fuerzas.

    Tngase en cuenta, adems, la modernidad de la idea de que la vida se

    haya originado mediante animales acuticos y el consiguiente

    traslucirse (aunque de forma extremo primitiva) de la nocin de

    evolucin de las especies vivientes. Esto es suficiente para dar a

    entender cunto haba avanzado el logos, ms all del mito.

    1.3. Anaxmenes de Mileto

    Tambin en Mileto vivi Anaxmenes, discpulo de

    Anaximandro, en el siglo vi a.C., de cuyo escrito Sobre la naturaleza

  • 19

    en sobria prosa jnica nos han llegado tres fragmentos, adems de

    testimonios indirectos.

    Anaxmenes piensa que, en efecto, el principio debe ser infinito,

    pero que hay que pensarlo como aire infinito, substancia area ilimitada.

    Escribe: Al igual que nuestra alma (es decir, el principio que da la

    vida), que es aire, nos sostiene y nos gobierna, as el soplo y el aire

    abrazan todo el cosmos. Ms an: El aire est cerca de lo incorpreo

    (en el sentido de que no tiene forma ni lmites como los cuerpos y es

    invisible), y puesto que nosotros nacemos gracias a su flujo, es preciso

    que sea infinito y rico, para que jams desaparezca. El motivo por el

    cual Anaxmenes conceba el .me como lo divino es algo evidente,

    basndonos en lo que hemos dicho antes a propsito de los dos

    milesios anteriores.

    En cambio queda por aclarar la razn por la que Anaxmenes

    eligi como principio el aire. Obviamente experimentaba la necesidad

    de introducir una physis que permitiese deducir de ella todas las cosas

    de un modo ms lgico y ms racional que el empleado por

    Anaximandro. En efecto, por su naturaleza extremadamente mvil, el

    aire se presta muy bien (bastante ms que lo infinito de Anaximandro)

    a ser concebido como en movimiento perenne. Adems el aire se

    presta mejor que cualquier otro elemento a las variaciones y las

    transformaciones necesarias para dar origen a las diversas cosas. Al

    condensarse se enfra y se convierte en agua y luego en tierra, y al

    lentificarse, se calienta y se convierte en fuego. Un terminante

    testimonio antiguo nos relata: Anaxmenes dice que el fro es la

    materia que se contrae y se condensa, mientras que el calor es la

    materia dilatada y lentificada (precisamente sta es la expresin que

    utiliza). Por eso, no sin razn segn Anaxmenes se dice que el

    hombre deja salir de su boca el calor y el fro: la respiracin se enfra si

    los labios apretados la comprimen, pero en cambio si sale de la boca

    abierta se calienta por la dilatacin.

    Por consiguiente la variacin cuantitativa de tensin de la

    realidad originaria da origen a todas las cosas. En cierto sentido

    Anaxmenes representa la manifestacin ms rigurosa y ms lgica del

    pensamiento de la Escuela de Mileto, porque con el proceso de

    condensacin y enrarecimiento se introduce la causa dinmica de la

    que Tales an no haba hablado y que Anaximandro haba determinado

    apelando exclusivamente a concepciones rficas. Anaxmenes

    suministra as una causa en perfecta armona con el principio y, en

    consecuencia, en pleno acuerdo con el significado de la physis. Se

    entiende por lo tanto que los pensadores siguientes se refieran a

    Anaxmenes como a la expresin paradigmtica y al modelo del

    pensamiento jnico. Cuando en el siglo v a.C. reviva este pensamiento

    como veremos ms adelante ser la physis del principio-aire de

    Anaxmenes la que inspire tal recuperacin.

    1.4. Herclito de feso

    Herclito vivi entre los siglos VI y V a.C., en feso. Tena un

    carcter hurao y un temperamento esquivo y desdeoso. No quiso

    participar de ninguna forma en la vida pblica: Habindole rogado sus

    conciudadanos que promulgase leyes para la ciudad, escribe una

    fuente antigua, se rehus, porque aqulla ya haba cado bajo el poder

    de la mala constitucin. Escribi un libro titulado Sobre la naturaleza,

    del cual nos han llegado numerosos fragmentos, constituido quizs por

    una serie de aforismos, y voluntariamente redactado de manera

  • 20

    obscura, con un estilo que recuerda las sentencias de los orculos,

    para que se acercasen all slo aquellos que podan y el vulgo

    permaneciese alejado. Hizo esto con el propsito de evitar el

    menosprecio y las burlas de aquellos que, al, leer cosas aparentemente

    fciles, creen entender lo que en realidad no entienden. Debido a esto

    fue llamado Herclito el obscuro.

    Los milesios haban advertido el dinamismo universal de las

    cosas que nacen, crecen y mueren y del mundo, (o ms bien de los

    mundos que se hallan sometidos al mismo proceso.) Adems, haban

    considerado que el dinamismo era un rasgo esencial del principio que

    genera, rige y reabsorbe todas las cosas. Sin embargo, no haban

    elevado a nivel temtico. De un modo adecuado, este aspecto de la

    realidad. Y esto fue lo que hizo Herclito. Todo se mueve, todo

    fluye (panta rhei), nada permanece inmvil y fijo, todo cambia y se

    modifica sin excepcin. Podemos leer en dos de sus fragmentos ms

    famosos:.No podemos baarnos dos veces en el mismo ro y no se

    puede tocar dos veces una substancia mortal en el misino estado, sino

    que a causa de la impetuosidad y la velocidad de la mutacin, se

    dispersa y se recoge, viene y va; Bajamos y no bajamos al mismo rio,

    nosotros mismos somos y no somos.

    El sentido de estos fragmentos es claro: el ro es

    aparentemente siempre el mismo, mientras que en realidad est

    constituido por aguas siempre nuevas y distintas que llegan y se

    escabullen. Por eso, no se puede baar dos veces a la misma agua del

    ro, porque cuando se baja por segunda vez es otra agua la que est

    llegando; y tambin, porque nosotros mismos cambiamos y en el

    momento en que hemos acabado de sumergirnos en el no nos hemos

    convertido en alguien distinto al que ramos en el momento de

    comenzar a sumergirnos. De modo que Herclito puede afirmar con

    razn que entramos y no entramos en el mismo ro. Y tambin puede

    decir que somos y no somos, porque, para ser lo que somos en un

    momento determinado, debemos no-ser-ya aquello que ramos en el

    instante precedente. Igualmente, para continuar siendo, debemos de

    modo constante no-ser-ya aquello que somos en cada momento. Segn

    Herclito, esto se aplica a toda la realidad, sin excepcin alguna.

    Indudablemente, ste es el aspecto ms conocido de la doctrina

    de Herclito, que algunos de sus discpulos llevaron a lmites extremos,

    como en el caso de Cratilo, que reproch a Herclito el no haber sido lo

    bastante riguroso. De hecho, no slo no podemos baarnos dos veces

    en el mismo ro, sino que no podemos baarnos ni siquiera una vez,

    debido a la velocidad de la corriente (en el momento en que

    comenzamos a sumergirnos en el ro aparece ya otra agua y nosotros

    mismos antes de que se haya acabado la inmersin, por rpida que

    sta haya sido ya somos otros, en el sentido antes explicado).

    Para Herclito, sin embargo, esto no es ms que una

    constatacin bsica, que sirve como punto de partida para posteriores

    inferencias aun ms profundas y audaces. El devenir, al que todo se ve

    obligado, se caracteriza por un continuo pasar desde un contrario al

    otro: las cosas fras se calientan, las calientes se enfran, las hmedas

    se secan, las secas se humedecen, el joven envejece, lo vivo muere,

    pero de lo que ha muerto renace otra vida joven, y as sucesivamente,

    Existe pues una guerra perpetua entre los contrarios que se van

    alternando. No obstante, puesto que las cosas slo adquieren su propia

    realidad en el devenir, la guerra (entre los opuestos) es algo esencial:

    La guerra es madre de todas las cosas y de todas las cosas es reina.

    Se trata, empero, de una guerra advirtase con cuidado, que, al

  • 21

    mismo tiempo, es paz, y de un contraste que es, simultneamente,

    armona. El perenne fluir de las cosas y el devenir universal se revelan

    como una armona de contrarios, es decir, como una constante

    pacificacin entre beligerantes, un conciliarse entre contendientes (y

    viceversa): Aquello que es oposicin se concilia y de las cosas

    diferentes nace la ms bella armona, y todo se engendra por medio de

    contrastes; Ellos (los ignorantes) no entienden que lo que es diferente

    concuerda consigo mismo; armona de contrarios, como la armona del

    arco v de la lira. Solo enfrentan alternativamente los contrarios se

    otorgan de forma mutua un sentido especifico: La enfermedad

    convierte en dulce la salud, el hambre convierte en dulce la saciedad, y

    la fatiga convierte en dulce el descanso, ni siquiera se conocera el

    nombre de la justicia, si no existiese la ofensa.

    Y en la armona, coinciden los opuestos: el camino que sube y

    el camino que baja son un nico y mismo camino; en el circulo son

    comunes el fin y el principio; la misma cosa son el viviente y el

    muerto, el despierto y el durmiente, el joven y el viejo, porque estas

    cosas, al cambiarse, son aqullas, y a su vez aqullas, al cambiarse,

    son stas. As, todo es uno y del uno procede todo.

    Esta armona y unidad de los opuestos es el principio y, por lo

    tanto, Dios y lo divino: El Dios es da-noche, es invierno-verano, es

    guerra y paz, es saciedad y hambre.

    Hegel apreci a Herclito hasta el punto de incluir todas sus

    proposiciones en la Lgica. Sin embargo, como es evidente, la armona

    de los opuestos de Herclito se halla an muy lejos de la dialctica

    hegeliana y radica en la filosofa de la physis. En consecuencia, la

    identidad y la diversidad como han sealado con acierto los

    especialistas es la de la sustancia primordial, en todas sus

    manifestaciones (J. Burnet). En efecto, tanto los fragmentos que se

    conservan en su obra como la tradicin indirecta indican con claridad

    que Herclito ha elegido el fuego como principio fundamental y ha

    considerado que todas las cosas son transformaciones del fuego: Del

    fuego proceden todas las cosas, y el fuego, de todas, al igual que del

    oro las mercancas, y de las mercancas el oro; este orden, que es

    idntico para todas las cosas, no lo cre ninguno de los dioses ni de los

    hombres, sino que siempre ha sido y es y ser fuego eternamente vivo,

    que se enciende segn medida y segn medida se apaga. El motivo

    por el cual Herclito adjudic al fuego la naturaleza de todas las cosas

    es algo obvio: el fuego expresa de modo ejemplar las caractersticas de

    la mutacin continua, del contraste y de la armona. El fuego se halla en

    constante movimiento, es vida que vive de la muerte del combustible, es

    una continuada transformacin de ste en cenizas, en humo y en

    vapores, es como afirma Herclito de su Dios perenne necesidad

    y saciedad.

    Este fuego es como un rayo que gobierna todas las cosas; y

    lo que gobierna todas las cosas es inteligencia, es razn, es lagos, ley

    racional. As, al principio de Herclito se vincula expresamente la idea

    de inteligencia, que en los milesios slo quedaba implcita. Un

    fragmento particularmente significativo confirma la nueva posicin de

    Herclito: El Uno, el nico sabio, no quiere y quiere ser llamado Zeus.

    No quiere ser llamado Zeus, si por Zeus se entiende al dios con forma

    humana caracterstico de los griegos; quiere ser llamado Zeus, si por

    este nombre se entiende el Dios y el ser supremo.

    En Herclito emerge ya una serie de elementos concernientes a

    la verdad y al conocimiento. Es preciso estar en guardia con respecto a

    los sentidos, porque stos se detienen en la simple apariencia de las

  • 22

    cosas. Y tambin es necesario guardarse de las opiniones de los

    hombres, que estn basadas sobre las apariencias. La Verdad consiste

    en captar ms all de los sentidos aquella inteligencia que gobierna

    todas las cosas. Herclito se sinti una especie de profeta de dicha

    inteligencia, lo cual explica que sus sentencias se asemejen a orculos

    y que sus palabras tengan un carcter hiertico.

    Hay que sealar una ltima idea. A pesar del planteamiento

    general de su pensamiento que lo llevaba a interpretar el alma como

    un fuego y, por lo tanto, a interpretar el alma sabia como la ms cerca y

    a identificar la necedad con humedad Herclito escribi una

    sentencia acerca del alma que se cuenta entre las ms bellas que han

    llegado hasta nosotros: Jams podrs hallar las fronteras del alma,

    por ms que recorras sus sendas tan profundo es su logos. Aunque

    se site en el mbito de un horizonte fsico, Herclito mediante la idea

    de la dimensin infinita del alma abre aqu u resquicio en direccin a

    algo que se encuentra ms all, algo no fsico. Se trata slo de un

    resquicio, sin embargo, aunque realmente genial.

    Herclito parece haber adoptado algunas ideas de los rficos,

    afirmando de los hombres lo que sigue: Inmortales mortales, mortales

    inmortales, viviendo la muerte de aqullos, muriendo la vida de

    aquellos. Esto parece expresar con lenguaje heraclitiano la idea rfica

    de que la vida del cuerpo es una mortificacin del alma y la muerte del

    cuerpo es vida para el alma. Al igual que los rficos, Herclito crea en

    castigos y premios despus de la muerte: Despus de la muerte

    aguardan a los hombres cosas que no esperan y que ni siquiera se

    imaginan. Sin embargo, no podemos determinar en qu forma

    Herclito pona en relacin estas creencias rficas con su filosofa de la

    physis.

    2. LOS PITAGRICOS Y EL NMERO COMO PRINCIPIO

    2.1. Pitgoras y los llamados pitagricos

    Pitgoras naci en Samos. El punto culminante de su vida hay

    que situarlo alrededor del 530 a.C. y su muerte, a principios del siglo v

    a.C. Digenes Laercio, el ms famoso entre los antiguos autores de

    biografas de filsofos, resume as las etapas de su vida: Joven y vido

    en ciencia, abandon su patria y fue iniciado en todos los ritos

    mistricos, tanto en los griegos como en los brbaros. Luego fue a

    Egipto...; de all paso a conocer a los caldeos y a los magos. A

    continuacin en Creta con Epimnides entro en la caverna de Ida, pero

    tambin en Egipto haba entrado en los santuarios y haba aprendido

    los arcanos de la teologa egipcia. Desde all regres a Samos y, al

    hallar a su patria bajo la tirana de Policiales, se embarc hacia Crotona

    de Italia. All otorg leyes a los italiotas y logr una gran fama junto con

    sus seguidores, que en nmero de unos trescientos los administraban

    de manera ptima la cosa pblica, de modo que su gobierno fue casi

    una aristocracia. Los viajes a Oriente quizs fueron invenciones

    posteriores. En cambio es cierto que Crotona fue la ciudad donde actu

    primordialmente Pitgoras. Pero las doctrinas pitagricas tuvieron gran

    difusin en muchas otras ciudades de la Italia meridional v de Sicilia:

    desde Sbaris hasta Reggio, desde Locri hasta Metaponto, desde

    Agrigento hasta Catania. Adems de filosfico y religioso, como se ha

    visto, el influjo de los pitagricos tambin fue notable en el mbito

    poltico el ideal poltico consista en una forma de aristocracia basada

    en nuevos estamentos dedicados especialmente al comercio, que como

    hemos dicho antes, haban logrado en las colonias un nivel elevado,

    incluso antes que en la metrpoli. Se cuenta que los habitantes de

  • 23

    Crotona, temiendo que Pitgoras quisiese convertirse en tirano de la

    ciudad.

    Incendiaron el edificio en el cual estaba reunido junto con sus

    discpulos. Segn algunas fuentes, Pitgoras habra muerto en tal

    circunstancia; segn otras, en cambio, habra logrado huir y habra

    muerto en Metaponto. A Pitgoras se le atribuyen muchos escritos, pero

    los que han llegado hasta nosotros como supuesta obra suya son

    falsificaciones de una poca posterior, es muy posible que su

    enseanza haya sido slo o primordialmente oral.

    Acerca del pensamiento originario de este filsofo, al igual que

    sobre los datos reales de su vida, poco podemos decir o casi nada en

    realidad. las numerosas Vidas de Pitgoras escritas con posterioridad

    no son histricamente vlidas, porque nuestro filsofo al poco tiempo

    de su muerte y quizs ya durante los ltimos aos de su vida a ojos

    de sus seguidores haba perdido sus rasgos humanos; se le veneraba

    casi como un numen, y su palabra posea el valor de un orculo. Se

    hizo muy famosa la expresin con la que se aluda a su doctrina: lo

    dijo l (autos epha, ipse dixit). El propio Aristteles careca de

    elementos que le permitiesen distinguir a Pitgoras de sus discpulos y

    hablaba de los llamados pitagricos, es decir de aquellos filsofos

    que eran llamados o que se llamaban pitagricos, filsofos que

    buscaban juntos la verdad y que, por lo tanto, no se diferenciaban con

    rasgos individuales.

    Sin embargo, este hecho, por extrao que pueda parecer, no es

    algo anmalo, si se tienen en cuenta algunas caractersticas peculiares

    de esta escuela. 1) La escuela haba nacido como una especie de

    confraternidad o de orden religiosa y estaba organizada mediante reglas

    especficas de convivencia y de conducta. Su finalidad consista en la

    realizacin de determinado tipo de vida y, con respecto a dicha meta, la

    ciencia y la doctrina actuaban como medio: un medio que era un bien

    comn, que todos compartan y al cual todos procuraban incrementar.

    2) Se consideraba que las doctrinas eran un secreto del cual slo los

    adeptos podan entrar en conocimiento y cuya difusin se hallaba

    severamente prohibida. 3) Filolao, contemporneo de Scrates, fue el

    primer pitagrico que public obras por escrito. Una fuente antigua nos

    narra lo siguiente: Causa asombro el rigor del secreto de los

    pitagricos; a lo largo de muchos aos nadie parece haberse

    encontrado con escritos de pitagricos antes de la poca de Filolao;

    este, hallndose en una pobreza grande y amarga, divulg tres libros

    celebres, de los cuales se afirma que fueron comprados por Din de

    Siracusa, por encargo de Platn. 4) Por consiguiente, entre el final del

    siglo VI a.C. y el final del V y principios del siglo IV a.C., el pitagorismo

    pudo enriquecer notablemente su propio patrimonio doctrinal, sin que

    poseamos elementos que nos permitan distinguir con precisin entre las

    doctrinas originarias y las aparecidas con posterioridad. 5) Sin embargo,

    puesto que las bases sobre las que trabaj fueron substancialmente

    homogneas, es lcito considerar esta escuela en bloque, al igual que

    hicieron los antiguos, comenzando por Aristteles.

    2.2. Los nmeros como principio

    la bsqueda filosfica al pasar desde las colonias jnicas de

    oriente a las de Occidente, adonde haban emigrado las antiguas tribus

    jnicas y donde se haba creado un clima cultural distinto se

    perfecciona de modo apreciable.

    Con una perspectiva claramente modificada, los pitagricos

  • 24

    consideraron que el principio es el nmero (y sus elementos

    constituyentes), ms bien que el agua, el aire o el fuego.

    El testimonio ms claro y ms conocido que resume el

    pensamiento pitagrico es el siguiente texto de Aristteles, que se

    ocup mucho y con profundidad de estos filsofos: Los pitagricos

    fueron los primeros que se dedicaron a las matemticas y que las

    hicieron avanzar, y nutridos por ellas, creyeron que los principios de

    stas seran los principios de todas las cosas que son. Y puesto que en

    las matemticas los nmeros son por propia naturaleza los principios

    primeros, precisamente en los nmeros ellos pensaban ver ms que

    en el fuego, en la tierra y en el agua muchas semejanzas con las

    cosas que son y que se generan...; y adems, porque vean que las

    notas y los acordes musicales consistan en nmeros; y finalmente

    porque todas las dems cosas, en toda la realidad, les parecan estar

    hechas a imagen de los nmeros y que los nmeros fuesen lo primero

    en toda la realidad, pensaron que los elementos del nmero fuesen los

    elementos de todas las cosas y que todo el universo fuese armona y

    numero.

    A primera vista esta teora puede sorprender. En realidad el

    descubrimiento de que en todas las cosas existe una regularidad

    matemtica, es decir numrica, debi producir una impresin tan

    extraordinaria como para conducir a aquel cambio de perspectiva que

    antes mencionbamos y que ha marcado una etapa fundamental en el

    desarrollo espiritual de Occidente. Al mismo tiempo, fue decisivo el

    descubrimiento de que los (sonidos y la msica a la que los

    pitagricos dedicaban una gran atencin como medio de purificacin y

    catarsis puede traducirse en magnitudes numricas, esto es, en

    nmeros: la diversidad de sonidos que producen los martillos que

    golpean sobre el yunque depende de la diversidad de peso (que se

    determina mediante un nmero), la diversidad de los sonidos de las

    cuerdas de un instrumento musical depende de la diversidad de la

    longitud de las cuerdas (que asimismo se puede determinar mediante

    nmeros). Adems, los pitagricos descubrieron las relaciones

    armnicas del diapasn, la quinta y la cuarta, as como las leyes

    numricas que las gobiernan (1:2, 2:3, 3:4).

    No menos importante debi ser el descubrimiento de la

    incidencia determinante del nmero en los fenmenos del universo: el

    ao, las estaciones, los meses, los das, etc. estn regulados por leyes

    numricas. Asimismo son tambin leyes numricas las que regulan el

    tiempo de la gestacin en los animales, los ciclos del desarrollo

    biolgico y los distintos fenmenos de la vida.

    Es comprensible que, estimulados por la euforia de estos

    descubrimientos, los pitagricos hayan llegado a descubrir tambin

    correspondencias inexistentes entre fenmenos de diversos gneros y

    el nmero. Por ejemplo, para algunos pitagricos, la justiciaen la

    medida en que es una especie de reciprocidad o de igualdad haba

    de coincidir con el nmero 4 o con el 9 (esto es, 2 x 2 3 x 3, el

    cuadrado del primer nmero par o del primer nmero impar); a la

    inteligencia y a la ciencia, en la medida en que poseen el carcter de

    persistencia e inmovilidad, se las hacia coincidir con el 1, mientras que

    la opinin mudable, que oscila en direcciones opuestas, haba de

    coincidir con el 2, y as sucesivamente.

    Esta muy claro, sin embargo, el proceso a travs del cual los

    pitagricos llegaron a plantear el nmero como principio de todas las

    cosas. No obstante, al hombre de hoy quizs le resulte bastante difcil

    comprender el sentido profundo de esta doctrina, si no recupera el

  • 25

    sentido arcaico del nmero.Para nosotros el nmero es una abstraccin

    mental y por lo tanto un ente de razn; en cambio, para la forma antigua

    de pensar (hasta Aristteles), el nmero es una cosa real. No slo eso:

    es la ms real de las cosas, y precisamente en cuanto tal se la

    considera el principio constitutivo de las cosas. Por lo tanto el nmero

    no es un aspecto que nosotros abstraemos mentalmente de las cosas,

    sino la realidad, la physis de las cosas mismas.

    Adems, los pitagricos consideraban que los nmeros impares

    eran masculinos y los pares femeninos.

    Por ltimo, los pitagricos consideraban que los nmeros pares

    eran rectangulares, mientras que los nmeros impares eran cuadrados.

    En efecto, si se colocan alrededor del nmero uno las unidades que

    constituyen los nmeros impares, se obtendrn cuadrados, mientras

    que si se colocan de modo anlogo las unidades que forman los

    nmeros pares, se obtendrn rectngulos, como se pone de manifiesto

    en las figuras siguientes, que ejemplifican en el primer caso los

    nmeros 3, 5 y 7 y en el segundo, los nmeros 2, 4, 6 y 8.

    2.3. Los elementos de los cuales derivan los nmeros

    Todas las cosas proceden de los nmeros; sin embargo, los

    nmeros no son el primum absoluto, sino que ellos mismos se derivan

    de elementos precedentes. En efecto, los nmeros consisten en una

    cantidad (indeterminada) que poco a poco se determina o de-limita: 2,

    3, 4, 5, 6... Hasta el infinito. Por lo tanto, el nmero se halla constituido

    por dos elementos: uno indeterminado o ilimitado, y uno determinante o

    limitador. El nmero nace as por el acuerdo de elementos limitadores

    y elementos ilimitados y a su vez genera todas las dems cosas.

    Sin embargo, precisamente en cuanto son engendrados por un

    elemento indeterminado y por otro determinante, los nmeros

    manifiestan una cierta predominancia de uno o de otro de estos dos

    elementos: en los nmeros pares predomina lo indeterminado (y as,

    para los pitagricos los pares resultan nmeros menos perfectos),

    mientras que en los impares predomina el elemento limitador (y por esto

    son ms perfectos) Si representamos un nmero mediante puntos

    geomtricamente dispuestos (pinsese en el hbito arcaico de utilizar

    piedrecillas para indicar cifras y para efectuar operaciones, hbito del

    cual se deriva la expresin realizar clculos, as como el trmino

    calcular, procedente del latn calculus, que significa piedrecilla),

    advertiremos que el nmero par deja un espacio vaco a la flecha que lo

    divide en dos partes y que no halla ningn lmite, con lo que se

    manifiesta su carcter defectuoso (carencia de limitacin), mientras que

    al representar un nmero impar siempre queda una unidad adicional,

    que de-limita y de-termina:

    El Uno de los pitagricos no es par ni impar: es un parimpar,

    puesto que de l proceden todos los nmeros, tanto los pares como los

    impares; sumado a un par, engendra un impar, y sumado a un impar,

    engendra un par. En cambio, los pitagricos y la matemtica antigua no

    conocieron el cero.

    El 10 (la tetraktys) fue considerado como nmero perfecto y

    visualmente se simbolizaba mediante un tringulo equiltero, formado

    por los cuatro primeros nmeros y cuyos lados consistan en el nmero

    4:

    La representacin nos muestra que el 10 es igual al + 2 + 3 + 4.

    Pero hay ms an: en la dcada se hallan igualmente contenidos lo

    par (cuatro nmeros pares: 2, 4, 6, 8) y lo impar (cuatro impares: 3, 5, 7,

  • 26

    9), sin que predomine ninguna de las dos partes. Adems existe en la

    dcada igual cantidad de nmeros primos y no divisibles (2, 3, 5, 7) que

    de nmeros planos y divisibles (4, 6, 8, 9). Asimismo posee igual

    cantidad de mltiplos y submltiplos: tiene tres submltiplos hasta el

    cinco (2, 3, 5) y des mltiplos de stos, entre seis y diez (6, 8, 9).

    Adems existen en el diez. Todas las relaciones numricas: la

    igualdad, el ms-menos, as como todos los tipos de nmeros, los

    nmeros lineales, los cuadrados, los cbicos uno equivale al punto, el

    dos a la lnea, el tres al tringulo, el cu