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MARIO SANTIAGO PAPASQUIARO Consejos de un discípulo de Marx a un fanático de Heidegger "También es hora de recordar que nada es bello, ni siquiera en Poesía, que no es el caso". W. H. Auden A Roberto Bolaño & Kyra Galván camaradas & poetas El mundo se te da en fragmentos / en astillas: de un rostro melancólico vislumbras una pincelada del Durero de alguien feliz su mueca de payaso aficionado de un árbol: el tembladero de pájaros sorbiéndole la nuca de un verano en llamas atrapas pedazos de universo lamiéndose la cara el momento en que una muchacha inenarrable se rasga su camisola oaxaqueña exactamente junto a la medialuna de sudor de las axilas & más allá de la cáscara está la pulpa / debajo del ojo la pestaña Quizás ni el Carbono 14 será capaz de reconstruir los hechos verdaderos Ya no son los tiempos en que un pintor naturalista rumiaba los excesos del almuerzo entre movimientos de gimnasia sueca & sin perder de vista los tonos rosazules / de flores que no habría adivinado ni en sus más dulces pesadillas -Somos actores de actos infinitos & no precisamente bajo la lengua azul de los reflectores cinematográficos- por ejemplo hoy / que ves cómo Antonioni se pasea con su camarita de rutina observado por aquellos que prefieren enterrar la cabeza entre la yerba a emborracharse de smog o qué sé yo/ para que no aumenten los escándalos que ya hacen intransitable la vía pública por los que han nacido para ser besados largamente por el sol & sus embajadores cotidianos por los que hablan de coitos fabulosos/ de hembras que no crees en esta edad geológica de vibraciones que te harían tenaz propagandista del Budismo Zen por los que se han salvado alguna vez de los accidentes que la nota roja llama substanciosos & que de paso -por ahora- no se cuentan entre las flores del Absurdo Así en el trapecio en el alambre de equilibrio de este circo de mil pistas

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MARIO SANTIAGO PAPASQUIARO Consejos de un discípulo de Marx a un fanático de Heidegger "También es hora de recordar que nada es bello, ni siquiera en Poesía, que no es el caso". W. H. Auden A Roberto Bolaño & Kyra Galván camaradas & poetas El mundo se te da en fragmentos / en astillas: de un rostro melancólico vislumbras una pincelada del Durero de alguien feliz su mueca de payaso aficionado de un árbol: el tembladero de pájaros sorbiéndole la nuca de un verano en llamas atrapas pedazos de universo lamiéndose la cara el momento en que una muchacha inenarrable se rasga su camisola oaxaqueña exactamente junto a la medialuna de sudor de las axilas & más allá de la cáscara está la pulpa / debajo del ojo la pestaña Quizás ni el Carbono 14 será capaz de reconstruir los hechos verdaderos Ya no son los tiempos en que un pintor naturalista rumiaba los excesos del almuerzo entre movimientos de gimnasia sueca & sin perder de vista los tonos rosazules / de flores que no habría adivinado ni en sus más dulces pesadillas -Somos actores de actos infinitos & no precisamente bajo la lengua azul de los reflectores cinematográficos- por ejemplo hoy / que ves cómo Antonioni se pasea con su camarita de rutina observado por aquellos que prefieren enterrar la cabeza entre la yerba a emborracharse de smog o qué sé yo/ para que no aumenten los escándalos que ya hacen intransitable la vía pública por los que han nacido para ser besados largamente por el sol & sus embajadores cotidianos por los que hablan de coitos fabulosos/ de hembras que no crees en esta edad geológica de vibraciones que te harían tenaz propagandista del Budismo Zen por los que se han salvado alguna vez de los accidentes que la nota roja llama substanciosos & que de paso -por ahora- no se cuentan entre las flores del Absurdo Así en el trapecio en el alambre de equilibrio de este circo de mil pistas

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un abuelo platica la emoción que sintió al ver a Gagarin revoloteando como una mosca en el espacio & lástima que la nave no se llamara Icaro I que Rusia sea tan ferozmente antitroskista & su voz entonces se disuelve da de tumbos entre aplausos & abucheos la Realidad & el Deseo se revuelcan/ se destazan/ se desparraman una sobre otra como nunca lo harían en un poema de Cernuda corre espuma por la boca de aquel que dice maravillas & pareciera que vive en el interior de las nubes & no en los baldíos de este barrio El aire húmedo de abril el viento lascivo del otoño el granizo de julio & agosto todos presentes aquí con sus huellas digitales Alcohol orines/ qué no habrá servido de abono a esta yerba cuántos jardineros sin el sueldo mínimo dejarían en esta trampa sus escasas proteínas Por ahora tú te tiendes bocabajo a la sombra de las piernas largas & velludas de los parques donde se reúnen el que sueña con revoluciones que se estacionan demasiado tiempo en el Caribe el que quisiera arrancarles los ojos a los héroes de los pósters para mostrar al desnudo lo hueco de la farsa la muchacha de ojos verdes gatunos & fílmicos aunque a lo mejor acercándose resultan azules o quién sabe el estudiante todo adrenalina & poros revoltosos el que no cree en nadie/ ni en la belleza kantiana de algunas admiradoras de Marcused & estalla gritando que estamos podridos por la furia deshidratados con tanto tomo de teoría la putilla de ocasión que comparte el torrente de su soledad con los desconocidos dejando que la balanza de la oferta & la demanda la inclinen la gracia la simpatía las vibraciones repentinas -el Azar: ese otro antipoeta & vago insobornable- los que vienen aquí a llorar/ hasta tallarse -como en madera- un rostro de mártir paranoico después de destrozar -& no precisamente de entusiasmo- las butacas de los cines

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el que escribe su testamento o su epitafio en una servilleta arrugada & luego lanza besos al aire -& todo mundo supone que celebra su cumpleaños/ o el divino himeneo de antenoche- & todas las hipótesis resultan frágiles para explicar por qué utilizó una pistola & no un bote de pintura si parecía capaz de seducir hasta la calentura/ el pulso & la pupila del Giotto el que siempre saluda con Yo estoy desesperado/ ¿y usted? los que se aman rabiosamente como perros callejeros -en las verdes & en las maduras- & uno los llama enamorados floridos & son un afrodisíaco no solo para la sensibilidad de Marc Chagall los que conocen en persona a la muerte a la hora en que el suicidio se vuelve una obsesión unas ganas despeinadas de morder & ser mordido de poner un hasta aquí a tanto castillo de arena que parece inderrumbable de inventarse por segundos un poder que las revolvedoras de cemento cotidianas te desbaratan como si fueras un papel de estraza Y entonces comprendes al que quisiera sepultar bajo toneladas de plantas edificios / tierra negra el menor latido / la taquicardia de su historia íntima te contagia el nerviosismo la intranquilidad de los que hacen como que respiran / como que poseen un cierto dejo de plantas carnívoras & se pasan horas esperando a la compañera Ternura esa call-girl que raras veces llega los que vienen escapando de los gases lacrimógenos & las macanas de las grandes avenidas de las grandes & las pequeñas manchas que ya no tienen remedio con aroma de pino o la caricia de un kleenex los que ignoran quiénes son ni lo quieren saber/ cuando el clima tiene pero fama cada día los eternos enfermos de amnesia que se chupan el dedo de alegría porque aquí & no en Miami está el Paraíso Terrenal los que juran declarar esto territorio libre isla independiente que no degenere en chatarra ruina supermarket En el instante en que una canción de moda enreda su ritmo

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a la peculiar batucada de la lluvia & se instaura un orden fatalmente momentáneo para que sigan dominando la escena el cabello en desorden los enormes ojos húmedos & como surgida del claroscuro mismo de la noche aparece una niña con los puños embarrados contra los muslos repitiendo 1, 2, 3 veces: Yo no soy un objeto sexual, no lo soy robots, estoy viva / como un bosque de eucaliptos Aquí donde la norma es ser implacablemente amables los unos con los otros & este es el mal menor El parque tiembla / mis pasos interiores me llevan por las calles de un puerto de mar verde que los nativos llaman Mezcalina Una sensación hasta ahora desconocida como saber a ciencia cierta a qué sabe el A.D.N. después de hacer el Amor Si esto no es Arte me corto las cuerdas vocales mi testículo más tierno dejo de decir tonterías Si esto no es Arte la rama de un árbol se dobla bajo el peso de un gorrión o mejor dicho un gorrión termina por hacer trizas una rama ya quebrada Aún estamos con vida de alguna manera hay que llamar a las islas de cristales que con lujo de violencia patean las zonas más blandas de tus ojos La realidad parece de mica de miniatura a escala pero también tus párpados tu percepción & su camisa de fuerza la materia & la Energía & el ánimo para meter tu lengua entre su lengua este es un día insólito vibrante cotidiano anónimo terrícola a más no poder como solemos decir los días de fiesta o durante los cateos cada vez más frecuentes de las casas el miedo te ilumina el estómago & te lo quema NO HAY ANGUSTIA AHISTÓRICA AQUÍ VIVIR ES CONTENER EL ALIENTO & DESNUDARSE

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/consejos de un discípulo de Marx a un fanático de Heidegger/ Poesía: aún estamos con vida & tú me prendes con tus fósforos mi cigarro barato & me miras como a un simple cabello despeinado temblando de frío en el peine de la noche Aún estamos con vida una mariposa de ojoverde & alasamarillas se ha prendido en la solapa azul de mi chamarra -mi cuerpo de mezclilla se siente seductor radar humano imán de polen adquiere por momentos la convicción de una galaxia en pequeñito cantando puras locuritas entre Ohs de asombro- ¡Pucha qué luna! exclama el millonario en soledad & mísero en empleo al que apenas ayer lo despidieron porque no le emocionaban los cortocircuitos de la cafetera burocrática ¡Qué luna! como uña cortada -como un gajo de esperma suspendido sobre el lomo negro de la noche cuando se escucha un crujir de nueces aplastadas -crac- el zumbido el lloriqueo de una ambulancia que otra vez no llega a tiempo el rumor de las lagartijas con manchas de leopardo trepando traviesísimas por la enredadera en busca de alimento los últimos ruidos de un picnic donde la Desolación ha hecho de las suyas & ha acabado voceando la proximidad del viento

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que todo mancha & roe Sin embargo uno aún camina por aquí como gorrión feliz como Chaplin el día en que besó por primera vez a Mary Pickford alguien pasea con un radio de transistores que parece su segunda oreja Galileo descubre la ley del péndulo observando el columpiar dulzón de estos amantes violentamente unidos & medioconsumidos por la niebla creyendo los muy necios que el Amor a dentelladas terminará por brillar en Technicolor Y esto en el mismo M2 a la misma hora en que el Polo Norte & el Polo Sur la Tesis & la Antítesis del mundo se conocen como un aerolito incandescente & un ovni en problemas e inexplicablemente se saludan: Yo soy el que se ha grabado en la espalda de la chamarra de mezclilla la frase: El núcleo de mi sistema solar es la Aventura Me llamo así pero me gusta que me digan: Protoplasma Kid Tú eres el que se muerde las uñas mientras hojeas la sección de crímenes con los dedos confundidos en lo tieso de la hoja del periódico pero ¿son las noticias los que las reportan los que las leen como una droga necesaria? ¿Quiénes Sherlock Holmes son los asesinos? Dadas las circunstancias desconfías hasta de tus propios ojos forcejeos corretizas pleitos de qué calibres se esconden bajo las ropas más rasposas los miedosos se trepan a los árboles los más ágiles prefieren andar señalando con el dedo el momento exacto en que la atmósfera se enrarece hasta decir basta & comienzan a derrumbarse los aviones como en una secuencia de cine mudo en la que los brazos de los moribundos se mueven como aspas sin explicarse el porqué de ese horizonte ensalivado por el fuego Aunque el cielo -aparentemente- se vea sobrio & despejado como enemigo irreconciliable de las Artes Plásticas & casi nadie repare en el loquito que besa lame muerde su reloj

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sin manecillas mientras pregunta se estará enfriando la tierra no nos estaremos saliendo de la órbita??? seguro de que en un caso así hasta Jerry Lewis lloraría sinceramente. DEVOCIÓN CHEROKEE Poesía atroz / te amo de siempre Gatees silbes muerdas o vueles Hembrita mía coño encharcado pétalo santo Sin otra opción hurgo en tus astros Mi yo eres tú / vamos al rastro : sangre de pálpitos Belleza alada rompes mis ancas Me traes de 1 alba De 1 sol obtuso / vidrio de barda No me regreses / plasma gandalla / En ti soy otro / pulso mis ganas Escribo : meo : cojo : rezumo : bailo con ratas No hay muerte No hay calma Contigo oleajes lunas / Saharas El riel de 1 hueco ¿Qué hay increado? No muevo el rostro No escupo nada Nomás te miro Soy tu destello Eres mi hacha.

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RAMÓN MÉNDEZ ESTRADA

Los motivos del grifo

* Yo no nací para perder o para ganar sólo he nacido, simplemente... Mi vida es ésta –las cartas en la mesa: la segunda mitad del Siglo Veinte, un poco en la nostalgia que ha pasado de moda, otro en los cines y la escuela, los Testigos de Jehová predican que está llegando el fin del mundo y los marxistas que sólo es el comienzo, está cabrón –dijo un amigo que lo agarró la policía–, patadas en el culo, madrazos en el tórax y en la espalda, y qué hacerle, valemadrear el mundo mariguanear las tardes...

* * Lo de menos sería culpar a la escasez de energéticos a la velocidad del tiempo

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a la ojetividad del mundo pero sé bien que es la negligencia que abre y cierra las puertas hasta entregarme cada tarde hueca.

* * * Me cansó la estulticia de ser hombre Yo sé: cualquier lobo puede también contarme magníficas historias de corderos perversos, las lagartijas no saben que viven en el Tercer Mundo ni los cerdos pueden inventar bomba alguna.

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I kuik ome kuetzpalli (Fragmentos del Canto de Dos Lagartija) A José Pedro, no'kni Nehuatl nonawal nik notza azteka tlahtokopa: nik ilwi ma walaz. Nehual tonawal aztekah nik notza: Ma tech palewiz yowaltzinko. Tonawalye: xi witz, xi tlahto to panpa, xi tech maka aztekak kuiniantli. Aztekah tonochtin zepan teotekitl tik chiwaz, nochtin Metziko tlakameh kaa nikan ti kateh tik chiwaz kakitzia totozka: Zepan ti walah. Tik chiwaz kaki totozka yowaltzinko. Ome Kuetzpalli Yaotekatl Por este camino voy perdido, por este silencio, transcurso de lengua atada, de manos atadas, de brazos impotentes. La ciudad, mis miserias, nuestras inconsecuencias. Esta inercia mental, esta pereza. Mañana moztla, moztla mañana será... y hoy me como mi hambre, me devoro lentamente a mí mismo. Hace falta una ligereza, un polvo de luz una larga avenida en el lago las estrellas estremecidas por el viento sueñan dispersas. La que se creyó todo, todo; la que nada más la mitad, la que sólo un cuento y las que cuentan de lo que hablan las piedras. No hay lago. Las estrellas, todas, en el lodazal, hirviendo miserias, supurando llagas, plásticos para que no coma la tierra... Había un lago, sí, como una purulencia. Y el Gran Canal, lento río café negro, con sus puentes de madera desvencijados,

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sus gatos despanzurrados, sus perros pudriéndose y sus aventuras de piedras, cuerdas, nudos, horquetas y un sentimiento en el volcán, una furia presta a estallar. Tú y yo lo conocimos. Sólo conocimos aquella parte... Una nube de mosquitos nos perseguía y la viruela mató a nuestro primo. Una de las primeras víctimas de la epidemia. No ha parado. Entubaron el Gran Canal. Escondieron la mierda. Se la sacan a la ciudad por el Drenaje Profundo pero no pueden contenerla: cáncer, sarampión, salmonelosis, gripe, gastritis hacen olas en la ciudad como antes el lago rizado por el viento... El lago... caminamos horas cazando lagartijas de panza azulverde y allí estaba el lago imponente no como lo habíamos soñado, sino como una llaga en la tierra. ¿Dónde buscar la transparencia? ¿A qué estrella acogernos? Si cuando niño miré nuestro hermoso lago lleno de mierda y supe que el primer día que cayó mierda humana al primoroso lago era mierda de mi español. No era ya, el lago, lo que nos contaban que fue. No he vuelto a verlo. No volveré a verlo aquel prodigio de armonía. La ciudad se lo comió todo, se lo come todo. Las estrellas hace mucho que se escondieron en el fango del cielo. A no ser por grandota, la luna misma no estaría tirada de cabeza en los charcos ahora con un fondo de asfalto, cielo petrificado

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y la ignorancia. La ciudad se lo come todo. Tiene hambre la ciudad, mala madre, madrastra que disputa la lonja a sus hijastros, que nos deja los platos rotos y agujerados los cacles. Ahora todos tenemos hambre, todos somos mayas ahora. Todos. Hasta el Presidente (Del verbo mayana, tener hambre). Ti to mayani nochtin: todos tenemos hambre. Tiene hambre mi mamá. Está vieja. No puede trabajar. No como antes Tonantzinteotl Tonantzintlali Tonantzinkoatlikue Tonantzin, nuestra madrecita... Pedro, Perico, Cotorra Vieja: ve a verla a veces, llévale un cereal cuando puedas, llévale una esperanza. Dile que estoy de vuelta casi, cerquita, ok tepitzinika, que se me atravesaron unos pendientes... Dile que es una estrella, un sol, una sonrisa. Que esa lágrima tiene razón de ser. Que anda volando un colibrí en su huerto. Siendo mucha su hambre, poco basta a nuestra mamá para saciarla. Al Señor Presidente (al que se fue y al que está presente) no le basta nada para saciarla. Tiene hambre siempre. La crisis le hizo un hoyo en la panza. El que se fue soñó ser Presidente, y su sueño se hizo realidad como la realidad del technicólor: y se robó todo lo que pudo, y se gastó lo que no tuvo, y se endeudó pasándonos la cuenta, bufoneó sin gracia, haraganeó sin creación asesinó sin miramientos, pidió perdón, ladró o tlawawalo (lo digo ante su cara de los perritos chichitoton chichitotzin los honorables perros) chichizul o tlawawalo lo digo: ladró el perrucho, el perrete ladró, el ojete, a la rodilla la cintura de los pantalones, con la crisis

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que no le dejaba voltear la cabeza, postura incómoda, y se fue a cagar lejos, estreñido con un guardia armado en la puerta del retrete, del bar, de la alcoba, de la relación íntima, de la masturbación. Con un guarura armado se fue, el puñetero, el ojo, creyendo que se podía llevar la tierra en la maleta. El que está presente consulta el oráculo con frecuencia y nos pasa el recado: Se necesita un sacrificio. La crisis está enojada. La Diosa es irascible. La Devoradora de Inmundicias se enoja fácil, y pide a cada rato un sacrificio. Pronto pasará la crisis es pasajera, viajera en el tiempo de la eternidad... Ahora el tiempo del hombre en que nos piden un sacrificio más el Presidente, sus secretarios, sus achichincles los senadores, diputados, líderes otro sacrificio para que vuelva el sol que se fue al otro hemisferio a llevar la prosperidad. Otro recorte al plato y otro niño para sacrificarle a la crisis. Está furiosa. Aplaquemos su ira sacrificándonos una vez más. Otra vez el insomnio arrastra sus pasos por mi cabeza. Ruido bronco en el tímpano, la ciudad y mi máquina que no para. Mi corazón es una garra y yo soy una estrella en el pozo, un águila con las alas quebradas, las plumas enlodadas, trizada voluntad para hacerme asido de la nada. No hay nada. Mi español sólo me regaló ideas vanas, cobardías, hipocresías, chapucerías, trampas, terrores, andrajos, enfermedades, avaricias, envidias, presunciones, violaciones, sacrificios, profanaciones, llagas, muertes,

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más muertes, muertes sobre muertes y chaquetas mentales: el todo putrefacto de uno, como un intestino grueso solo el Señor Presidente lleno de caca que no sabe por dónde sacar, sin ano, atorado en la crisis. Eso es seguro. Mañana el Señor Presidente se para una vez más ante el Pleno de la Nación levantado sólo para escuchar que pide un sacrificio más a este sacrificado pueblo ausente del Pleno

no ya tan pleno: falta consenso, ausencia que pesa más de la mitad, que pesa seris, que pesa mijes, coras, tepehuanes, huicholes, desempleados, limosneras, prostitutas, ladrones, todos mayas ahora, todos. Volverá. Tal vez volverá. Tal vez convenga hacer realmente un sacrificio. Uno solo no más. Por mi palabra. Un sacrificio ardiente, de panza de farol, de inaniciones, de niños vendechicles, de niños tragafuegos, de raza cagamonedas. Uno solo no más. Uno sangriento. Me mataré. Mataré a mi español. Sacrificaré mi nueva cara yanqui. Sacrificaré mis ganfritos, mis drogacolas, mis pincheroy. Me sacrificaré una vez más. Estoy en guerra. Los calendarios andan sueltos. La hora del sacrificio se acerca. ¿Quiénes van en primer lugar? ¿Quiénes irán a la cabeza? Los toltekas. Asesinaron a los toltekas. Asesinaron a los olmekas, a los tapatíos, a los tepanekas, a los tlaxkaltekas. Sólo mayas quedan, gente que tiene hambre. ¡Aguas, eh, aguas!, que por allí andan los hambrientos,

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los mayas andan por allí. Por allí andan los olmekas, por allí andan los toltekas, por allí andan los tepanekas, los tlaxkaltekas, los xochimilkas, los tenochkas, por allí andan todos los aztekas mayas todos buscando niñitos para comérselos, preparando el gran sacrificio. De pie los calendarios. De pie las piedras. De pie el sol. De pie el guerrero de la piel reluciente. De pie la doncella preciosa. De pie el viento huracanado. De pie la nube encapotada. De pie el rayo candente. De pie la lluvia vengadora. De pie la tierra, las plantas, los insectos. De pie el rugido siniestro de la muerte. De pie el grito nuestro. El ocelote, el lobo, el colibrí, que vengan. Que vengan los negros. Que los sembradores vengan. Que se alisten los constructores. Que las muchachas tengan sus insignias dispuestas. Tierra: abre tus agujeros. Fuego: saca la lengua. Infla el cachete y sopla tu huracán, viento. Hazme transparente, agua. En medio yo, maíz, hombre de maíz, tortilla. Amarillo día del incendio. Los zapatistas ganaron las elecciones el 7 de julio de 1985. La mayor abstención, en Morelos. Tierra de aztekas. Iré otra vez allá. A sacrificar niños. A buscar niñitos para comérmelos. Los encontraré en las cañadas, en los derrumbes, en las campiñas húmedas. Plegaré mis alas una vez más y saldré a la calle como si nada, como pasándola la rolaré prendida, diré Que te prenda, este residuo, un anhelo que no he saciado, el quiero no les daremos más

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nik neki amo ti kin makazkeh achi porque su voraz apetito nada sacia siendo nada como es. Los calendarios andan sueltos. Es la hora ye iman ya es la hora. Ten todo preparado. Avísales a los hermanos. Dile a mi mamá que no tardo. Estaré a tiempo en tu casa para la velada. La revelación de las piedras. La pintura que habla. Garras de águila. Hocicos de lobo. Dientes de ocelote. Serpientes. Cuates de los antecesores, hijos de los progenitores, dos generadores siempre muchipa siempre dos, bocano, elella. Mi corazón late de prisa. Llevo en mi sangre un vértigo. Soy mi vértigo. Guerrero lobo soy, un guerrero con las manos vacías. Mi arma soy: garra, diente, serpiente. Nuestro nawal habla por mí: en mi boca tengo una brasa encendida. Retumbará mi voz. Alumbrará mi estrella. Caerá el rayo. El Guardián de las Puertas del Inframundo cantó al amanecer de un día Dos Lagartija. Tibio amanecer de mi anhelo, este pequeño. Tibia estrella que me ata con un beso a la vida, que cintila en mi corazón... Mi madre, mi vieja madrecita... Acuérdate de decirle, te decía, que es una estrella, un sol, un parpadeo... Los astros siguen su curso por el cielo. Vendrá el cometa... su cauda como un halo... Y yo tal vez lo veré, pero no al lago, sino en visión,

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ese mundo de mi interior, esa palabra azteka que me subyuga, las flores transparentes de mi amor.

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ROBERTO BOLAÑO Atole Vi a Mario Santiago y Orlando Guillén los poetas perdidos de México tomando atole con el dedo En los murales de una nueva universidad llamada infierno o algo que podía ser una especie de infierno pedagógico Pero os aseguro que la música de fondo era una huasteca veracruzana o tamaulipeca no soy capaz de precisarlo Amigos míos era el día en que se estrenaba <<Los Poetas Perdidos de México>> así que ya se lo pueden imaginar Y Mario y Orlando reían pero como en cámara lenta como si en el mural en el que vivían no existiera la prisa o la velocidad No sé si me explico como si sus risas se desplegaran minuciosamente sobre un horizonte infinito Esos cielos pintados por el Dr. Atl, ¿los recuerdas? sí, los recuerdo, y también recuerdo las risas de mis amigos Cuando aún no vivían dentro del mural laberíntico apareciendo y desapareciendo como la poesía verdadera esa que ahora visitan los turistas Borrachos y drogados como escritos con sangre ahora desaparecen por el esplendor geométrico que es el México que les pertenece El México de las soledades y los recuerdos el del metro nocturno y los cafés chinos el del amanecer el del atole

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El burro A veces sueño que Mario Santiago Viene a buscarme con su moto negra. Y dejamos atrás la ciudad y a medida Que las luces van desapareciendo Mario Santiago me dice que se trata De una moto robada, la última moto Robada para viajar por las pobres tierras Del norte, en dirección a Texas, Persiguiendo un sueño innombrable, Inclasificable, el sueño de nuestra juventud, Es decir el sueño más valiente de todos Nuestros sueños. Y de tal manera Cómo negarme a montar la veloz moto negra Del norte y salir rajados por aquéllos caminos Que antaño recorrieran los santos de México, Los poetas mendicantes de México, Las sanguijuelas taciturnas de Tepito O la colonia Guerrero, todos en la misma senda, Donde se confunden y mezclan los tiempos: Verbales y físicos, el ayer y la afasia. Y a veces sueño que Mario Santiago Viene a buscarme, o es un poeta sin rostro, Una cabeza sin ojos, ni boca, ni nariz, Sólo piel y voluntad, y yo sin preguntar nada Me subo a la moto y partimos Por los caminos del norte, la cabeza y yo, Extraños tripulantes embarcados en una ruta Miserable, caminos borrados por el polvo y la lluvia, Tierra de moscas y lagartijas, matorrales resecos Y ventiscas de arena, el único teatro concebible Para nuestra poesía Y a veces sueño que el camino Que nuestra moto o nuestro anhelo recorre No empieza en mi sueño sino en el sueño De otros: los inocentes, los bienaventurados, Los mansos, los que para nuestra desgracia Ya no están aquí. Y así Mario Santiago y yo Salimos de la ciudad de México que es la prolongación De tantos sueños, la materialización de tantas Pesadillas, y remontamos los estados Siempre hacia el norte, siempre por el camino

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De los coyotes, y nuestra moto entonces Es del color de la noche. Nuestra moto Es un burro negro que viaja sin prisa Por las tierras de la Curiosidad. Un burro negro Que se desplaza por la humanidad y la geometría De estos pobres paisajes desolados. Y la risa de Mario o de la cabeza Saluda a los fantasmas de nuestra juventud, El sueño innombrable e inútil De la valentía. Y a veces creo ver una moto negra Como un burro alejándose por los caminos De tierra de Zacatecas y Coahuila, en los límites Del sueño, y sin alcanzar a comprender Su sentido, su significado último, Comprendo no obstante su música: Una alegre canción de despedida. Y acaso son los gestos de valor los que Nos dicen adiós, sin resentimiento ni amargura, En paz con su gratuidad absoluta y con nosotros mismos. Son los pequeños desafíos inútiles -o que Los años y la costumbre consintieron Que creyéramos inútiles- los que nos saludan, Los que nos hacen señales enigmáticas con las manos, En medio de la noche, a un lado de la carretera, Como nuestros hijos queridos y abandonados, Criados solos en estos desiertos calcáreos, Como el resplandor que un día nos atravesó Y que habíamos olvidado. Y a veces sueño que Mario llega Con su moto negra en medio de la pesadilla Y partimos rumbo al norte, Rumbo a los pueblos fantasmas donde moran Las lagartijas y las moscas. Y mientras el sueño me transporta De un continente a otro A través de una ducha de estrellas frías e indoloras, Veo la moto negra, como un burro de otro planeta, Partir en dos las tierras de Coahuila. Un burro de otro planeta Que es el anhelo desbocado de nuestra ignorancia, Pero que también es nuestra esperanza Y nuestro valor.

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Un valor innombrable e inútil, bien cierto, Pero reencontrado en los márgenes Del sueño más remoto, En las particiones del sueño final, En la senda confusa y magnética De los burros y de los poetas.

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RUBÉN MEDINA Cómo desnudar a una mujer con un saxofón No es fácil. El aire que sale del estómago debe traer la sal del mar. Las yemas de los dedos deben hablar de palmeras de membrana a surco o de soles que trabajan de noche. Los sonidos, agua y metal, casi vena, deben confundir oído y hombro, y descender las rodillas con la misma suavidad de quien maneja un chevrolet 53 a 30 millas por hora, en un freeway de Los Angeles. Los ojos deben permanecer cerrados hasta que la noche tenga 24 horas, la semana más de siete días y no existe la palabra desempleo. Y entonces, abres los ojos, y quizá encuentres la sonrisa de ella. Pero esto no significa más que un categórico saludo de hola, quihúbole, what´s going on, ese, porque también en la plusvalía hay pasión.

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Los poetas ya no van a París para José Peguero ¿Qué hace, París, con los poetas salidos de las colonias proletarias? ¿Acaso convierte el odio en el vino viejo de la aristocracia o crece el dolor en los zapatos, en los bolsillos del pantalón? ¿Aprenden, los poetas, el mercibocu o trabajan de extras en películas de ciencia ficción? ¿Una hembra les toma fotos en las afueras de un mercado? ¿Miran a Vallejo caminando por el boulevard Raspail y sus ojos tristes de burro? Y aquí, mano, es la casa donde Rimbaud y Verlaine eran dos sillones fosforescentes. Los poetas ya no van a París. Andan de hospital en cantina, de calle en fábrica, de dancing en oficina, de amigo a hembra buscando el Lunes Padre. Reanudan el día de conejo, la noche de elefante en descanso. Abordan autobuses de todavía anoche y no hay tiempo para maldecir el hueso, el hijo, la hija -¿quién necesita zapatos, azteca boy? No hay tiempo para los juegos florales y aquellos sueños de rimbausitos a los veinte años y mujeres que han dicho hasta el nombre. Los poetas ya no van a París. Andan en el sur donde la guerra continúa. Andan en el norte donde ha empezado la peste.

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POST CARD Este fin de semana ha dejado esparcidas sus heridas y desperdicios sobre nuestras ansias de vivir y entendernos desde adentro donde un mar intenso nos florece - te hablo en el idioma de la verguenza > en el mes más cruel del año crece musgo en el olvido cuando todavía te recuerdo -como oliéndote- hablándome de árboles que pudieron ser increibles bailarines gente que escogió otra forma de amar e hincharse el sentimiento- ahora mientras camino a lo largo de Broadway que se pierde hasta la Bahía donde las gaviotas sobreviven en su indescifrable lenguaje de lamentos y vienen deambulando los Militares jóvenes en grupo de tres o cuatro y alguien mas sosteniendo un ruidoso radio en las manos más tristes y desgraciados que Chaplin descifrando la luz de neón y las fotos del cine pornográfico descifrando el humor y la lumbre cotidiana en bares de tercera categoría -Vietnam dejó una bomba de tiempo- mientras a mi lado alguien me dice: when it is rainy all cities seem alike y nos vamos caminando bajo este cielo aún más azul que la locura de Van Gogh en el sístole y diástole de nuestros pasos mientras norteamérica revienta como si nada.