ANTROPOLOGIA DEL TURISMO. La Industria Sin Chimeneas - 2013-Libre

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  • Compiladores Vicente Torres Lezama

    Edward Pierre Araujo Bocangel

    TINKUY QOSQO

  • ANTROPOLOGA DEL TURISMO La industria sin chimeneas

    Compiladores: Edward Pierre Araujo Bocangel Vicente Torres Lezama

    Editor:

    Vicente Torres Lezama APV. Buena Vista F-12 Cuzco Telfono mvil 958339231 E-mail: [email protected]

    Hecho el Depsito Legal en la Biblioteca Nacional del Per Registro N 2013-11007 ISBN: 978-612-46504-0-6

    Impresiones Grficas Meta Color S.R.L. Manco inca 224, Wanchaq Cuzco Agosto, 2013

    Dibujo de portada: Revista Tinkuy 1977 Diseo de Cubierta: Vicente Torres Lezama Diagramacin: Marcos F. Torres Lezama

    Impreso en Qosqo Per

  • Dedicado a JORGE A. FLORES OCHOA,

    un gran maestro que ensea amar la Antropologa.

  • CONTENIDO

    Nota editorial 1

    Antropologa del Turismo 3 Jorge A. Flores Ochoa

    1. Antropologa y Turismo 7 Valene L. Smith

    2. Cmo vemos a los turistas 21 Oriel Pi-Sunyer

    3. El turismo como una forma de imperialismo 41 Dennison Nash

    4. Impactos negativos del turismo 63 Monique Gruter

    5. Los mitos del turismo 71 Francisco Jurdao Arrones

    6. Una perspectiva antropolgica acerca del turismo: Cambios sociales y culturales en fuenterrabia 87 David J. Greenwood

    7. Es el turismo un encuentro intercultural? 121 Norma Fuller

  • 8. Turismo y representacin de la cultura: Identidad cultural y resistencia en comunidades andinas del Cusco 129 Beatriz Prez

    9. Racionalidad e Irracionalidad: Turismo en el Cuzco 155 Jorge A. Flores Ochoa

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    NOTA EDITORIAL

    Despus de cinco aos de haber re-editado la primera Revista TINKUY sobre Campesinos, nos propusimos continuar con este trabajo, aunque nos vuelvan a decir: qu ganan recalentando agua hervida. El propsito de editar estos artculos, publicados ya hace como treintaiseis aos, y otros, es motivar a los estudiantes de pre grado a estudiar el turismo desde un enfoque antropolgico.

    Cuzco, una ciudad milenaria que en breve contar con un aeropuerto internacional, que, por cierto, fue tan proclamado desde hace dcadas atrs, recibe una gran cantidad de visitantes nacionales e internacionales anualmente. As, quienes estn inmersos en la industria sin chimenea, dicen muy a menudo: El turismo trae desarrollo, estosdan mal aspecto a los turistas, y en fin, pareciera que l turismo fuera la gran

    salvacin de estos pueblos. En consecuencia, discrepar con estos puntos de vista conlleva al calificativo de enemigos del desarrollo. En ese sentido, consideramos que es necesario realizar trabajos de investigacin que pongan a flote lo que ocurre con el turismo.

    Ahora bien, los nueve artculos aqu reunidos son slo un punto de apoyo para quienes se interesan en trabajar el tema. En ese sentido, consideramos que estas lecturas servirn al interesado a comprender el fenmeno del turismo. Pues, desafortunadamente, la Carrera Profesional de Antropologa de la UNSAAC no cuenta con asignaturas especializadas

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    sobre Antropologa del Turismo, y ojala esta edicin aumentada de la Revista TINKUY no slo motive a los estudiantes a trabajar estos temas, sino tambin a los profesores a implementar alguna asignatura.

    Editores

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    ANTROPOLOGA DEL TURISMO

    El ao de 1976, un grupo de estudiantes de Antropologa de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cuzco, manifestaban la ausencia de bibliografa actualizada, de nuevas asignaturas como campesinos, parentesco, antropologa econmica,

    ecologa cultural, etnohistoria y temas similares. Como la mayor parte de la bibliografa estaba en ingls, con la colaboracin del profesor Luis Barreda Murillo, Abraham Valencia Espinoza, Marco Villasante, Jorge Snchez y la Dra. Martina Gaudaire. Los estudiantes que colaboraron fueron Flix Palacios Ros, hoy da PhD por la Universidad de Cornell, Ramiro Samaniego Daz, Gloria Garay y la ayuda de Yemira Njar Vizcarra.

    TINKUY en el idioma quechua significa encuentro. Puede ser la confluencia de dos ros, caminos, amigos y amantes. Son tambin encuentros violentos, como los combates rituales del Chiaraqe o la cita de amantes. El TINKUY No. 1, se hizo por un tinkuy de profesores y estudiantes, deseosos de tener acceso a lecturas de especialistas. As naci TINKUY.

    El Nmero 1 de TINKUY fue de CAMPESINOS. Tema debatido en el momento. Los artculos fueron de Sidney W. Mintz, Eric Hobsbawn, Alexander V. Chayanov y Basile Kerblay. Se trat de diferentes enfoques

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    tericos, que es la poltica de Tinkuy. La demanda que tuvo motiv su reedicin, con tapa diferente.

    TINKUY No. 1, de campesinos, tuvo segunda edicin en el ao 2008. Esta vez fue de mejor presentacin y tamao, gracias a las posibilidades que permiten las modernas computadoras y los sistemas de impresin. Se aadi un artculo de Enrique Mayer. La iniciativa fue de los estudiantes Vicente Torres, H. Benny Elguera y Samuel Pati, integrantes del GRUPO QOLLANA. Qollana en quechua es el primero en tareas comunales, el que dirige los trabajos colectivos de bien comn. El No. 2 de TINKUY, est dedicado a FAMILIA Y PARENTESCO, el No. 3 a la ANTROPOLOGA Y ECOLOGA; el No. 4 es ANTROPOLOGA ECONMICA, el No. 5 de ANTROPOLOGIA DEL TURISMO; el No. 6 es MERCADOS Y CAMPESINOS y el 7mo. es MARX Y LA

    ANTROPOLOGA, que sali en 1978, La serie se interrumpi por razones que no es del caso tratar en esta oportunidad. Lo importante es que TINKUY reapareci en formato de libro, titulado ANTROPOLOGA DEL TURISMO, con los mismos trabajos de 1977 y otros aadidos por Vicente Torres y Pierre Araujo.

    El turismo desde la perspectiva antropolgica, es asignatura que se ofrece en muchas universidades. Con la designacin de Anthropology 191 fue desarrollaba por el Dr. Nelson Graburn en la Universidad de California en Berkeley, USA. El principal material de lectura titulaba HOSTS AND GUESTS, formado por 16 investigaciones antropolgicas. Fue una pre-publicacin del libro de Valene L. Smith, que sali con este mismo ttulo.

    En el 54 Congreso Internacional de Americanistas, realizado en julio del 2012, en Viena, se organiz como Simposio Cultura, Turismo y

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    Desarrollo. Conflictos, prcticas y representaciones tursticas desde y sobre las culturas indgenas en Amrica Latina. Muestra el nivel del estudio del turismo, como proceso social, econmico y cultural en el mundo, que son objeto de diversas disciplinas, resaltando la antropolgica, que estudia la cultura del pasado arqueologa, del presente y sus perspectivas en el futuro etnografa, folklore, etnologa,

    antropologa social. Figur en el Plan de Estudios de la Carrera Profesional de Antropologa. Lamentablemente por razones no conocidas fue suprimida.

    En el Cuzco, que recibe el mayor nmero de visitantes, por la cultura, convertida en atractivo turstico mercadera, es inadmisible que no se estudie la mercaderizacin de la cultura al haberla convertido en simple mercadera, importante por los ingresos econmicos que genera. Es otra razn por ofrecer esta publicacin de Antropologa del Turismo.

    Jorge A. Flores Ochoa.

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    ANTROPOLOGIA Y TURISMO

    Valene L. Smith

    El turismo surgido despus de la segunda guerra mundial, ha eclipsado a industrias ms tradicionales, para convertirse en el ms grande del mundo, ya que en 1973 gener mil millones de dlares en ganancia, provenientes solamente del transporte.

    Las reparticiones gubernamentales de todo nivel, desde el banco mundial a las cmaras de comercio, siempre alertas a ingresos potenciales, han analizado sus caractersticas y el flujo de visitantes, por lo que el turismo puede ser el tpico mejor investigado en la historia. Pero la naturaleza del turismo y sus efectos en la gente que interviene los de las reas tursticas que se convierten en anfitriones y los turistas que se convierten en sus huspedes temporales todava permanecen sin ser estudiadas.

    Los antroplogos observaron por todo el mundo el creciente impacto del turismo, pero enterraron sus datos y notas de campo y slo ocasionalmente publicaron artculos perifricos, como si el turismo no fuera materia cientfica o de investigacin. Este volumen1 es el resultado de un Symposium efectuado en Mxico en 1974, coincidente con la reunin de la American Anthropological Association que buscaba legitimar el estudio del turismo como una subdisciplina acadmica. En un trabajo pionero no es posible delinear una metodologa sistemtica de la investigacin del turismo, ni presentar una visin de todos los tipos de 1 Se refiere a un volumen que estaba en prensa.

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    relaciones entre anfitriones y huspedes. Proporcionamos al lector una perspectiva de la variedad de investigaciones del turismo y sugerimos lneas de pesquisas, que en futuro pueden conducir a investigaciones todava ms fructferas. Es difcil definir al turista, porque los viajeros pueden combinar diferentes tipos de intereses, los negociantes y concurrentes a congresos pueden tambin ser cierto tipo de turistas, pero en general el turista es una persona en descanso temporal, que voluntariamente visita un lugar fuera de su hogar con el propsito de experimentar un cambio. El turismo es una de las formas de ocio que estructura el ciclo personal de vida, para proporcionar periodos alternativos de trabajo y descanso (Graburn, Cap.1). Como trabajo de va a la movilidad del ocio y los individuos encuentran identidad personal en una variedad de nuevos contextos. Las diferentes formas de turismo, por tanto pueden ser definidas en trminos de las clases de ocio movible que desarrollan los turistas y se pueden identificar cinco tipos:

    1) El Turismo tnico Es mercadeo al pblico bajo los rubros de las costumbres pintorescas de los indgenas y con frecuencia de gente extica. Est ejemplificado en los casos estudiados entre los esquimales, los indios cuna de San Blas de Panam y Toraja en Indonesia. Las actividades que desarrollan los turistas incluyen visitas a las casas y aldeas de los nativos, observando danzas y ceremonias y compra de wares primitivos o curiosas, algunas de las cuales pueden tener considerable valor intrnseco para la historia del arte. Con frecuencia estos objetivos tursticos estn alejados de los caminos trillados y atraen solamente a un nmero limitado de visitantes motivados por la curiosidad y el consentimiento de las nobles lites. En la medida que el flujo de turistas es espordico y pequeo el impacto entre anfitriones y huspedes ser mnimo.

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    2) El Turismo Cultural Incluye lo pintoresco como vestigio de los estilos de vida que desaparecen, que permanecen dentro de la memoria humana en sus casas de viejo estilo, las telas de fabricacin casera, los carros arados jalados por caballos o bueyes y artesanas hechas a mano y sin usar maquinas. Las actividades incluyen comidas en ambientes rsticos para darles color local, demostraciones de folklore, festivales para catar vino o rodeos que recuerdan a los del salvaje oeste, o sea cultura campesina, como en el caso de Bali, donde las reas rurales son fcilmente accesibles a los turistas. El nfasis entre anfitrin y husped puede ser mayor porque gran nmero de visitantes viene con el nico propsito de observar fotografiar la vida de los campesinos que se convierten en objetos de sus inters per se.

    3) El Turismo Histrico Es el circuito museo-catedral que realza las glorias del pasado romano, egipcio e Inca. Las actividades preferidas en el destino incluyen visitas guiadas a los monumentos y ruinas, especialmente demostraciones de luz y sonido que encapsulan dentro de un breve drama el estilo de vida y los eventos del tipo que registran los textos histricos. El turismo histrico atrae visitantes con intereses educativos, porque los objetivos tienen acceso fcil o estn dentro de las grandes ciudades. Por lo general existe una verdadera industria turstica que provee una corriente de visitantes y con frecuencia los contactos entre anfitriones y huspedes estn separados y principalmente son ms econmicos que sociales, como se muestra en el caso de los mercaderes judos de Irn.

    4) El Turismo Medioambiental Con frecuencia est ligado al turismo tnico, atrayendo lites tursticas a lugares remotos como la Antrtida para experimentar la emocin de estar en un escenario totalmente extrao. Como este turismo es principalmente

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    geogrfico, muchos viajeros con motivaciones educativas gozan manejando por las montaas y los medios rurales, para observar las relaciones entre el hombre y la tierra. Las actividades populares en el lugar de destino incluyen visitas a industrias locales, como los cultivos de t y sus plantas de procesamiento en el Japn o las enlatadoras de salmn en Alaska. Una de las causas reconocidas para la popularizacin del Polynesian Cultural Center es la posibilidad del turista para visitar el pacifico para ver cmo la cultura material se adapta al medio ambiente, as como para probar comidas nativas y ver la variedad de danzas a solo una hora de viaje de Waikiki. En esta categora los contactos entre huspedes y anfitriones varan ampliamente y pueden ser impuestos localmente.

    5) El Turismo Recreativo Es promovido por las hermosas fotos a colores, que hacen que uno desee estar all en las laderas de esquiar, las playas con palmeras, los campos donde se desarrollan los campeonatos de golf o solendose en un silln y atrae a turistas que desean descansar en comunidad con la naturaleza. Las actividades en los lugares de destino se centran en la participacin activa en deportes, as como entretenimientos en comunidad. Las relaciones de anfitriones huspedes se hallan influenciadas por la estacionalidad de algunos tipos de turismo recreativo, que pueden requerir mano de obra importada para manipular el flujo masivo de visitantes o por medio de cambios radicales en el valor de la tierra, cuando los sitios favorecidos adquieren uso monetario ms beneficioso, como en el caso de los tres pueblos costeros de Carolina del Norte y tambin en el de la comuna francesa alpina.

    El turismo es un poderoso medio que afecta el cambio cultural y el estudio antropolgico centra su inters en el impacto entre anfitriones y huspedes. Para haberse convertido en la mayor industria del mundo financiado por gobiernos, regulada por organismo internacional y respaldado por empresas multinacionales, as como por negociantes locales presupone que el turismo es una fuerza positiva y beneficiosa.

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    Pero a quines beneficia? Depende del tipo de turismo, de las expectativas del turista y la habilidad de los anfitriones para proporcionar facilidades apropiadas y actividades en lugar de destino, para que los efectos del turismo puedan ser desplegados a lo largo de un continuum, desde una interaccin altamente disruptiva, negativa que linda con el conflicto. Las dos principales fuente para el conflicto y la tensin parece que son econmicas y sociales y las consideraremos por separado.

    Para muchas naciones (y dependencias como Hawi) el turismo masivo es la principal y mayor fuente econmica generadora de trabajo al aumentar sus presupuestos, valiosos intercambios en moneda extranjera y soporta las redes de transporte necesarias. El anlisis de todo el proceso econmico sale del campo de este trabajo, pero hay investigaciones personales que proveen conocimiento de aspectos del impacto econmico. Varios casos estudiados como el de Bali, la comuna francesa alpina, el Polynesian Cultural Center y los cuna de San Blas, muestran las ganancias econmicas positivas del comercio turstico. Los datos sugieren que el turismo puede beneficiar econmicamente a una comunidad si se difunde la participacin individual. Los conflictos interpersonales entre anfitrioneshuspedes son mnimos donde los respectivos niveles de vida son similares, como en los centros europeos de Suiza o en Australia y Nueva Zelandia. Aqu los anfitriones tienen la misma capacidad econmica y los incentivos sociales para viajar, para convertirse en huspedes en algn otro sitio. Donde existen grandes desigualdades econmicas y los turistas son vistos como ricos solamente porque estn descansando, con frecuencia aparecen tensiones fuertes. Las poblaciones locales son atradas a trabajar en turismo por el beneficio de lograr movilidad social y mayor participacin en la economa monetaria occidentalizada. Los casos estudiados de Bali, la comuna alpina francesa y los esquimales, muestran que muchos empleados descubren que solamente un limitado segmento de su poblacin los ya bien establecidos lderes, hombres marginales bilinges, biculturales puede verdaderamente beneficiarse de sus nuevos roles. Los contratos y las polticas con frecuencia son discriminatorias,

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    favoreciendo a los que tienen habilidad lingstica para cuidar de los turistas y las posiciones de administracin con frecuencia estn reservadas a hoteleros y chefs con entrenamiento occidental. Adems los contrastes entre hoteles bien provistos de los sitios de verano, solamente sirven para resaltar la conciencia de su pobreza de parte de los que esperan algo del turismo, pero mientras deben vivir todava en barracas de una habitacin. Las limitaciones con frecuencia son manifestadas por parte de los que no tienen, que buscar hacer blanco en los turistas por medio de los persistentes gritos de baksheesh en la India, los carteristas que con frecuencia abundan en los sitios de turismo y el doble precio de los bienes y servicios. Las culturas en las que el regateo es una etiqueta no aprendida o desaprobada (como en los Estados Unidos), o las barreras del idioma dejan al turista sin defensa y con frecuencia atrapado para pagar lo que se le pide, aunque despus se lleve el amargo gusto de que se la han hecho.

    La industria del turismo puede tener efectos negativos en una comunidad por medio de la disrupcin del sistema econmicos local. Los problemas citados en Tonga se pueden repetir en muchos lugares, donde la poblacin nativa abandona la agricultura de subsistencia para ingresar como mano de obra del turismo y lograr ingresos en efectivo, con el resultado, de que declina la produccin local de alimentos. Se necesitan importantes productos para alimentar tanto a los anfitriones como a los huspedes, todos los otros servicios aumentan su costo y la inflacin comienza su espiral ascendente. Adems, la industria en si misma contribuye a incrementar los salarios, porque para asegurrselos procura conseguir el mejor personal posible, que responda a las demandas de los visitantes por un servicio superior los guas y administradores de viajes con frecuencia pagan mejores salarios de los que se podran ganar en la economa local por el mismo servicio. El turismo con frecuencia tambin es estacional, dejando vacos los hoteles, con las ruedas ociosas a los transportistas y operadores de viajes y sin empleo a los trabajadores. A menos que exista una fuerte base econmica, las personas que estn ligadas al turismo pueden enfrentar la opulencia o la pobreza, como se sugiere en parte con el ejemplo de Bali. El turismo tambin puede ser muy

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    sensible a variables externas sobre las cuales la industria local tiene muy poco control, como los valores de cambio monetario y el clima poltico. Los turistas fluyen a los sitios donde su poder de compra obtiene buenas compras y evitan las reas de tensin donde terroristas y activistas polticos pueden amenazar sus vidas.

    Con frecuencia, la llegada del turismo en gran escala necesita que se transfiera el control local al gobierno central que tiene el poder para competir internacionalmente por el comercio turstico, confiriendo concesiones en la forma de impuestos favorables o negociando valores de tierra para inducir a grandes cadenas hoteleras para que construyan sus instalaciones. La industria turstica bien desarrollada es un poderoso lobby internacional, que comprende intermediarios en la estructuracin de tarifas y distribucin de rutas, y un lobby domstico poderoso con control efectivo del planeamiento y los presupuestos regionales. Cuando la administracin as como el control de ganancias es conferida a entidades externas y no a las internas, el turismo se convierte en una forma de imperialismo (Nash, cap. 2) y con frecuencia puede desarrollar hacia un neocolonialismo. EL caso estudiado de los cuna de San Blas muestra que hasta la fecha han retenido el control local sobre su economa, pero la construccin del proyecto Los Gruyos; puede colocarlos al final en una posicin semejante a la de los esquimales, donde el turismo es controlado por las empresas de aviacin. El gobierno tambin en todos los niveles, tiene la posibilidad de realizar un desarrollo selectivo del turismo y beneficiar un rea vis-a-vis a otra, en cuanto se reconoce una atraccin turstica potencial. En el ejemplo de Indonesia, el gobierno central gasta grandes sumas para la construccin de caminos y hoteles para proporcionar al turista acceso a las aldeas del interior donde pueden ver los elaborados ritos funerarios. Como indica Crystal, desde la perspectiva local el dinero poda haber sido mejor gastado en ayuda agrcola y los problemas endmicos de salud, puesto que el turismo beneficiaria solamente a muy pocas personas de la localidad. En un filn similar en la comuna alpina francesa, la manipulacin del poder local para favorecer al turismo recreacional por encina de las industrias bsicas de subsistencia,

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    trae la divisin y separa en facciones polticas a la que una vez fue comunidad cohesionada.

    Merecen ser mencionados los efectos econmicos sobre las artes y artesanas locales. Aunque McKean sugiere que el turismo en Bali anima una regeneracin de sus industrias tradicionales, se debe indicar que Bali por su ubicacin aislada es visitada, comparativamente, por pocos pero muy pudientes turistas, que tienen tanto el inters como los medios para comprar artesanas de calidad. De manera similar Deich (Cap. 14) muestra que el turismo ha sido importante para el renacimiento de las artes indias en el suroeste de los Estados Unidos, pero ninguno de estos autores estudia la bagatelizacion esttica, creada por el mercadeo en tiendas de curiosidades o de artculos baratos de manufactura no-nativa. Otra vez la ganancia econmica beneficia principalmente a fuentes extraas.

    Los anlisis estadsticos, que son la puerta de entrada para el economista y el planificador, con frecuencia citan los altos rendimientos derivados del turismo, pero cohonestan los reales costos humanos del turismo en la disrupcin de sistemas econmicos que funcionan a nivel local, sin proporcionar alternativas sustanciosas ni comprobadas.

    Los impactos sociales del turismo son fundamentales y de inters particular para los antroplogos, porque el conocimiento cientfico establecido, enfatiza la validez de mantener la cohesin del grupo como un baluarte contra la disrupcin con que est acompaado el conflicto y la tensin. En contraste con los saltantes cuadros de crecimiento econmico, los efectos del turismo sobre las vidas y la visin del mundo de una poblacin nativa son sutiles y por lo general solamente percibidos por la misma gente y los antroplogos que han estado all antes y despus del turismo. El comercio turstico no debe ser culturalmente daino. Muchos turistas ingenuamente desean conocer y juntarse con la gente, y dadas las circunstancias y de las de ser visitantes poco frecuentes que participan de intereses comunes y un idioma comn, el turismo puede ser un puente para apreciar la relatividad cultural y la comprensin internacional. Sin embargo, atender huspedes es un negocio rutinario, montono y aunque las preguntas de cada visitante son nuevas para l, el anfitrin siente que

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    se ha vuelto solamente una grabadora, especialmente al terminar una temporada se hace cada vez ms difcil de proporcionar la bienvenida espontnea y entusiasta, que esperan los huspedes. Si se han logrado las metas econmicas del turismo de masa y el visitante ocasional es reemplazado por un flujo estable, las identidades individuales desaparecen en la frase los turistas, los que a su vez pueden ser estereotipos dentro de imgenes de caracteres nacionales (Pi- Sunyer, Cap. 5). Los huspedes se convierten en objetos deshumanizados, tolerados por las ganancias econmicas que proporcionan y se los deja con muy pocas alternativas, que no sean las de parecer a sus anfitriones como curiosidades, como objetos. Para llenar las necesidades sociales, en especial, los visitantes de ultramar encuentran identidad reunindose con sus compatriotas en los bares y vestbulos donde crean su propia realidad de estar fsicamente en un lugar extranjero, pero solamente fuera de su cultura.

    El turismo tnico y cultural promete a los visitantes por lo menos la oportunidad de ver alguna porcin de la cultura indgena, y aparentemente algunos rasgos culturales pueden ser compartidos con extraos sin causar disrupcin. En algunos de los casos proporcionados por los estudios, incluyendo los rituales balineses, los funerales en Toraja y las danzas de los esquimales en la isla King, la presencia de los turistas como huspedes paganos realza el gozo local y la mayor participacin. Sin embargo, estos en esencia ya eran rituales pblicos. La tensin social se manifiesta cuando los turistas invaden la privacidad de la vida diaria, como sucede con los esquimales kotzebue, o cuando un ritual sustantivamente sagrado en este caso el Alarde de Fuenterrabia en Espaa es hecho en pblico por mandato gubernamental. La gente cuyas culturas son objeto del turismo, para proteger la integridad de sus sistemas de valores, como bases de la solidaridad del grupo, pueden intentar transferir lo que Nez llama (Cap. 16) el escenario de fachada de sus vidas a sectores privados, fuera del alcance de la vista del turista. Si esto no se logra, su cultura se comercializa y se vende a tanto por kilo (Greewood, Cap. 4) haciendo de los individuos y sus tradiciones algo ms que costumbres raras e ideas extraas de gente llamada tambin primitiva. Los una vez orgullosos e

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    independientes masai de Ngoronogoro Crater, que ahora llevan turistas a car para que visiten sus chozas de barro y les tomen fotografas, son, algunos de los muchos que estn en esta sombra condicin.

    Las relaciones entre anfitrinhusped adems tienen la presin del mutuo error para comprender sus roles sociales dentro de sus respectivas culturas. Como el turista est descansando, los visitantes a las reas que fueron colonias, con frecuencia son percibidos como de la elite o polticamente poderosos y pueden ser llamados jefe o patrn, como Pi- Sunyer informa sucede con los britnicos que son llamados lor (por mi lord) en los pueblos catalanes. A bordo de los lujosos barcos de crucero, los boys de los camarotes y los mozos de servicio de origen tnico no blanco, con frecuencia son considerados como aldeanos empobrecidos que han encontrado un modo de vida en esta vida de aislamiento. Sin embargo, nosotros encontramos una vez en un navo, que los modestos y apropiadamente silenciosos sirvientes eran estudiantes universitarios javaneses, provenientes de familias locales prominentes, que competan por estas ocupaciones temporales para adquirir dominio de idiomas y por el aliento educacional de los viajes del extranjero. Uniformes, personalidad y fluidez en marcas falsas de estatus y se puede asumir por variedad de metas personales.

    El turismo puede ser disruptivo por la introduccin de aspiraciones socio-econmicas, locamente inaccesibles. Hoteles de lujo los santuarios de los nacirema2 con grandes baos, sabanas limpias cada da y suntuosas comidas con frecuencia contrastan fuertemente delineados sobre los niveles locales de vida. Huspedes incautos e irreflexivos que sacan de la cartera fotos para mostrar sus grandes casas, piscinas privadas o botes de lujo solamente refuerzan el cisma personal. Los caros arrestos que la mayor parte de los turistas llevan, crean nuevas demandas por alojamiento, y provocan nuevos comportamientos, que van desde el aniado give money a los deseos por lograr los inalcanzables smbolos de estatus occidental, como el de los jvenes de naciones del Tercer Mundo que piden anillos de graduacin en sus universidades. 2 Nacirema es american escrito al revs.

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    Los efectos del turismo sobre los sistemas sociales son todava ms sutiles. La gente joven de sociedades tradicionalmente cerradas, observa la libertad de movimiento de los turistas, especialmente de las mujeres occidentales que viajan solas. McKean sugiere que en Bali los beneficios econmicos del turismo simultneamente refuerzan las estructuras familiares, pero el tpico necesita investigacin ms extensiva. De igual modo, los llamados estilo de vida simples de los viajeros jvenes, descritos por Teas (Cap. 15) presenta mltiples problemas. Los aldeanos ubicados a lo largo de la ruta que va del Medio Oriente a Nepal, se quejan repetidamente de que los empobrecidos hippies se instalan con las familias locales y les succionan sus limitados recursos, incrementando las tasas de prostitucin y creando entre los jvenes de la localidad normas de comportamiento nuevos y desviados, entre los que se incluyen el uso de narcticos. Sin poder poltico como para poder liberarse por s mismos de estos parsitos humanos, los aldeanos se forman imgenes negativas de la cultura occidental, que ninguna cantidad de propaganda gubernamental puede amortiguar. Otros conflictos y tensiones surgen por la diferencia de sistemas de valores. La tica misionera puritana de los tonga prohbe el trabajo y la bebida los domingos, pero se deben satisfacer las necesidades y deseos de los turistas siempre presentes. En todas partes los propietarios de tiendas de souvenirs son ambivalentes para atender das domingos y festivos. El turismo no es nuevo. Desde una breve perspectiva histrica ya Herodoto recogi etnografa acerca de extranjeros y Agustn enfatiz la importancia educativa de los viajes en su dictum El mundo es un libro, el que se queda en su casa lee solamente una pgina. Durante el Medioevo la gente viaj a las ferias, realiz peregrinajes a santuarios famosos y los estudiantes caminaban a lo largo de Europa para estudiar con un profesor famoso. Esto ltimo es la analoga histrica de los jvenes de hoy en da que efectan sus viajes para estar en los sitios, en bsqueda de la verdad.

    El arribo del ferrocarril y de los vapores en el siglo diecinueve, facilit el concepto de Grand Tour o alternativamente de la migracin

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    estacional de familias completas a alojamientos apropiados en la Rivera, el Lago Como o los Catskills, la construccin de autopistas pavimentadas, junto con la evolucin de automviles confortables y propios, as como de las vacaciones pagadas, y los fines de semana de tres das, expandieron el placer de viajar durante la primera mitad de este siglo.

    El turismo en masa es producto de la edad area posterior a la Segunda Guerra Mundial, que figuradamente ha acortado las distancias del mundo, para sealarlas en horas de viaje en vez de kilmetros. El desarrollo paralelo de la tecnologa industrial ha alterado radicalmente el estilo de vida humana de Europa, Amrica y Japn concediendo a obreros y empleados vacaciones ms largas, jubilaciones a edad menos avanzadas y mayores excedentes de sus ingresos que pueden ser gastados fuera de casa. Los intermediarios del turismo gobiernos, transportistas y organizadores de tours con habilidad han traducido la economa creciente en paquetes tursticos fcilmente vendibles, se crean charters baratos y tarifas de fuera de estacin para animar a mantener el flujo de viajeros extranjeros. La maestra de la propaganda ha psyched millones de personas a un turismo masivo basado en la premisa de que tomar una vacacin significa ir a algn lugar, y que estar en casa sin hacer nada es casi inmoral y/o el reconocimiento de tener un estatus econmico bajo (Graburn, Cap. 1).

    El turismo no es nuevo ni lo fue en el pasado. Los que duraron de la cordura de los hermanos Wright difcilmente podan haberse imaginado los jets supersnicos y ahora hay escpticos que relegan a Back Rogers y Startrek a la ciencia ficcin. Las motivaciones humanas para viajar son universales y en la medida en que mayores naciones logren la industrializacin, se puede esperar que haya incrementado en el turismo, especialmente desde que Kruschke (1974) indic que el trnsito masivo y los Jumbo Jets minimizan el consumo de energa al mismo tiempo que maximizan el flujo econmico. Mayor nmero de asiticos y africanos se harn turistas en las prximas dcadas, de la misma manera en que el turismo masivo de los japoneses es un fenmeno de la dcada de 1960

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    1970 y ya es evidente una gran movilidad turstica dentro de Europa Oriental3.

    El estudio del turismo casi es etnografa de salvamento. El Alarde no pude ser restaurado a su significado original y no se puede borrar muchos estereotipos. En este primer survey parece que las formas existentes de turismo en conjunto se inclinan a tener impacto ms negativo que positivo, pero esto es irremediable. El concepto de progreso es irreversible, que mueve incluso a la llamada gente de la edad de piedra a la gran corriente de la economa monetaria y la presencia visible de extraos que traen y gastan dinero contribuye significativamente al proceso del cambio cultural. Los antroplogos pueden recoger informacin, crear tipologas y buscar soluciones a los esquimales, proponer la construccin de modelos culturales, como los del Polynesian Cultural Center, que preserva la herencia tradicional e impide que el turismo interfiera en las vidas de la gente de la localidad. Como antroplogos aplicados, se puede examinar y planear, por medio del gobierno y de los negociantes, una industria turstica que beneficie tanto a los anfitriones como a sus huspedes.

    3 Ya comenz el turismo a China, con barcos de crucero desde enero de 1977 y a todos los

    pases de Europa Orientan e incluso a Cuba desde abril d 1977.

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    CMO VEMOS A LOS TURISTAS

    Oriel Pi-Sunyer

    Introduccin

    La mayor parte de los estudios antropolgicos del turismo examinan el impacto sociocultural o econmico que la industria turstica o los turistas tienen sobre las comunidades y/o regiones anfitrionas. Este enfoque tiene sus races en la tradicin y en la orientacin a problemas de la disciplina y puede ser parafraseada como la reaccin comunitaria (o cultural) a las influencias externas.

    Los modelos tericos que se han usado en el estudio del turismo deben gran parte al desarrollo mental y a la teora de la modernizacin en la forma como es aplicada a la transformacin rural. La industrializacin del campo con frecuencia no toma en cuenta los deseos y las opiniones locales el moderno turismo masivo es tambin una influencia que va ms all del control local. Las actitudes o sentimientos locales tienen importancia secundaria en la evolucin de la industria del turismo desde el momento en que el capital y su administracin pocas veces es local y los clientes son forneos. Si el requisito de los recursos fsicos est presente se proporcionaran los turistas sin tener en cuenta la inclinacin que puedan tener los nativos para sumir los roles de servicio.

    Estas presunciones y observaciones puede que no encajen en todo los casos de turismo masivo, pero parece que tienen bastante aplicabilidad. Sin embargo, el impacto econmico de la industria y el grado como los intereses externos dominan la vida y las instituciones locales no agotan las

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    implicancias y consecuencias de un movimiento que por naturaleza yuxtapone componentes tnicos, culturales y sociales en un contexto que es tanto asimtrico como ausente de significacin en la comprensin de los grupos.

    El turismo puede influenciar fuerte y negativamente en la manera como la gente local percibe a los forneos y por extensin, la forma en la cual las categoras tnicas son conceptualizadas. Una creciente intolerancia a los forneos, en particular falta de inters y de empata, ha acompaado al turismo masivo en la regin costera de Catalua, al norte de Espaa. Esta respuesta no est especificada culturalmente. El turismo masivo propicia aparentemente una doble distorsin que toca tanto las imgenes que los turistas tienen de los nativos como la que los visitantes aplican a los residentes (Pi-Sunyer, 1973:13) con muchas implicancias para las relaciones intergrupales e interpersonales. Son algunos de los costos sobresalientes del tributo del moderno turismo masivo, acoplado a un examen, en base de la observacin hecha en la comunidad de Cap Lloc (que es un seudnimo) de la estructura y el contenido de los modelos tnicos que la gente de la localidad utiliza con los extranjeros.

    Estos modelos son categoras de tipologas tnicas derivadas de la taxonoma folk tradicional, que ahora ya no tiene la flexibilidad y la cualidad de acomodar que era evidente en el pasado. En su composicin predominan los aspectos negativos y se deja poco campo para el juego de las personalidades individuales. Se puede aducir que esto es ms una funcin del etnocentrismo cataln que del turismo masivo, pero no crea que pueda ser cierto. Los catalanes de todas las clases muestran gran orgullo de su idioma, y cultura y herencia tradicional, pero en comn con muchos otros pueblos mediterrneos, su cultura tradicional pone nfasis sustancial en el concepto de que cada individuo debe ser visto como una entidad discreta para ser evaluada con referencia a sus mritos personales. La bohemia no es un elemento dominante en el carcter nacional cataln, de hecho muchos observadores consideran a los catalanes algo duros y pragmticos, Sin embargo hay la sensibilidad catalana a las buenas maneras y una conciencia de las obligaciones inherentes al rol de anfitrin

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    y, por consiguiente, expectacin de que el husped conozca sus obligaciones.

    El turismo no conduce al invariablemente control econmico externo, de la decadencia de las instituciones locales y las actitudes negativas hacia los forneos. Aparentemente algunas sociedades florecen en un medio ambiente turstico. Los suizos y los austriacos se han adaptado al turismo de una manera que es provechosa y sin descontento y dislocaciones internas. Sin embargo los suizos se han especializado por tradicin en el turismo de elites, y tal vez, incluso de manera ms importante, no solamente controlan su propia industria sino son empresarios en el negocio de los alojamientos y acomodaciones en todo el mundo. Philip Mckean, en un medio ambiente diferente, ha interpretado al turismo de Bali como una fuerza al servicio de la reafirmacin cultural (1973,1974). La situacin de Bali nos parece anloga a la retribalizacion, donde los idiomas tnicos tradicionales son usados para articular roles nuevos o cambiantes dentro de los lmites de un contexto socio-econmico alterado (Cohen, 1969:190-194). Sin embargo uno puede preguntarse razonablemente si las instituciones balinesas podrn sobrevivir cuando la isla sea visitada por tres turistas por cada cuatro residentes, que es la proporcin que tuvo Espaa en 1972.

    Por supuesto que los 26 millones de turistas que visitaron Espaa en 1972 no llegaron al mismo tiempo, ni estuvieron igualmente distribuidos por el campo. Los alrededores de Cap Lloc y su ambiente, que tienen una poblacin permanente de casi 6,000 habitantes (ms los trabajadores estacinales) alberg aproximadamente 70,000 turistas durante un exceso de peso de forneos, y aunque la mayor parte de los aldeanos obtuvieron beneficios econmicos de este flujo, la gente local sinti que tena muy poco control sobre los acontecimientos. Aunque pocas veces verbalizado el turismo fue conceptualizado como un tipo de visita casi relacionado con un fenmeno natural, en el que se mezcla lo bueno con lo malo. De acuerdo a mis lecturas de la literatura sobre el tema estas actitudes no son peculiares de Cap Lloc.

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    1. El Fenmeno del Turismo Masivo

    El turismo masivo es esencialmente un desarrollo que sigui a la Segunda Guerra Mundial, aunque sus antecedentes pueden ser considerablemente anteriores. La presente escala (por lo menos en 1973) del turismo refleja la casi continua explosin econmica experimentada por las sociedades ms desarrolladas de Occidente desde 1950; en pocas palabras es una manifestacin del consumo en masa del neocapitalismo. En Europa, la expansin del mercado turstico ha transformado a los pases y regiones menos desarrolladas en los patios veraniegos de las clases obreras y medias de las naciones altamente industrializadas.

    Naturalmente que no todo el turismo de este tipo. La industria del turismo contina abasteciendo a una clientela pequea, elitista y afluente que por depender de su tendencia frecuenta lugares a los que gusta concurrir la alta sociedad (highsociety), los nuevos clientes del jetset y de las expediciones personalmente arregladas. El turismo tambin comprende a individuos que evaden cualquier forma de paquetes tursticos e insisten en efectuar sus propios arreglos. Sin embargo la mayor parte de los turistas son individuos con tiempo y dinero limitados, que desean ser alimentados, alojados y entretenidos con una mnima cantidad de esfuerzo de su parte. Estos individuos con frecuencia representan el nuevo estrato de viajeros que todava no se sienten confortables en tierras extraas y prefieren los ambientes que contienen algunos elementos familiares: empleados que hablan su idioma y comidas que no sean demasiado exticas. Estas limitaciones, combinadas con el volumen de visitantes, necesitan fuertes inversiones de capital y trabajo para proporcionar los servicios exigidos.

    El empresario del turismo masivo vende un producto (vacaciones, experiencia, etc.) confeccionado y promocionado de manera comparable a la de otros bienes y servicios del mercado comercial. Las atracciones naturales y culturales que guan a los clientes son parte importante del producto, mercadera. Los folletos de propaganda y otros materiales de promocin dirigidos a los potenciales clientes enfatizan de manera tpica la singularidad, incluyendo la singularidad cultural, pero

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    desde el momento en que el turismo en gran escala tiende a destruir la verdadera singularidad que el turista busca y expecta, con frecuencia es necesario fabricar disneylandias culturales y por lo general versiones muy distorsionadas de las culturas locales.

    Los promotores del turismo estn muy conscientes del valor de mercado que tienen las antigedades primorosas del estilo de vida y de las costumbres de la gente local. Los residentes deben aprender a actuar en roles apropiados a los seorial o incluso convertirse en consumados e impresionistas, administradores, aunque esto no es indispensable. Si es requisito la necesidad del tableu vivant para la escena turstica, se la puede proporcionar con facsmiles piezas animadas de museo, sin diferencia a las satanizadas rplicas del siglo dieciocho que se encuentran en Old Sturbridge Village en Massachusetss o en otros sitios semejantes. Sin embargo, con frecuencia es visto como rebajarse, sin gusto y grato para la sensibilidad local el comprometerse en exhibiciones cmicas para los forneos. Incluso entre los gitanos, que tradicionalmente han trabajado por paga para entretener el flujo turstico ha estado acompaado por una declinacin en la calidad artstica (Quintana y Floyd 1972:116-119; Quintana y Floyd, 1973).

    A disposicin de la gente local se halla dos opciones: volverse participantes en la mutua explotacin que es el turismo (el turista es tanto explorador como animal de caza) o retirarse conscientemente y retraerse detrs de murallas culturales virtualmente impenetrables. Son posibles y comunes las combinaciones de ambos, pero se necesita una aguda compartamentalizacin de la vida en esferas pblicas y privadas (la privada comprende y dirige todas las cosas, sean comunes o individuales que estn ms all del alcance del turista).

    El turismo moderno es algo ms que un salto cuantitativo en la incidencia entre el viajero y el residente. La escala numrica es importante porque tiene relacin directa en la carga que se impone a los sistemas socio-culturales locales, aunque el turismo contemporneo est intrnsecamente ligado a la estructura y actitudes que son caractersticas de la moderna sociedad de consumo en masa. EL turismo en su forma

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    actual es distinto del viaje y de los viajeros de las generaciones anteriores y parece que es discutible el comparar aspectos centrales del turismo moderno con el movimiento peridico o espordico de las poblaciones de los tiempos pre-industriales. Para muchas generaciones el viaje tuvo el aliciente de su propio derecho para muchas sociedades, incluyendo las occidentales, como los testifican las ferias y los peregrinajes.

    El viaje organizado es una forma persistente de recreacin, aunque las motivaciones no siempre han sido las mismas. Las guerras fueron responsables del movimiento de considerable cantidad de gente y con frecuencia fue seguido por prolongados periodos de ocupacin. Sin embargo la movilizacin de masas, en comn con el viaje masivo es solamente posible en sociedades que estn en condiciones de generar excedentes sustanciales. Antes de los tiempos napolenicos, la guerra fue dominio de relativamente pequea cantidad de especialistas, mientras que la mayor parte de los que viajaban era gente de recursos.

    Es tambin evidente una discontinuidad en las actitudes generales y en los medios ambientes en los que se mueven los viajeros. Ricos o pobres, excntricos o conservadores, los viajeros intergeneracionales hasta hace incluso muy pocas generaciones, asuman en gran medida que deberan tratar de ajustarse a los medios socioculturales especficos, la gente local apenas esperaba muy dbilmente de que tena que satisfacer los niveles de los visitantes.

    El visitante tpico de lugares distantes, se mova tanto en la rbita cosmopolita de los grandes hoteles, los trenes expresos rpidos, los barcos de lujo, (una subcultura internacional de la high-society con sus propias y distintivas reglas y reglamentos), como ingresaba al sistema de alojamientos y transporte nativo, que requieren cierto grado de buena voluntad para vivir como un nativo marginal ms.

    En adicin a estas dos categoras, hay una tercera el turismo domstico, las migraciones veraniegas de familias de la elite a las residencias de las montaas (y en tiempos ms recientes a las playas). Estos pequeos grupos no alteran radicalmente los cimientos de las comunidades que visitan porque mientras que hay evidentes diferencias de

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    clases entre la gente local y los visitantes, las claras discontinuidades culturales estuvieron ausentes.

    El turismo como fenmeno social importante comenz a emerger durante el siglo diecinueve con la aparicin de dos desarrollos relacionados: la introduccin de formas relativamente baratas y confortables de transporte (en particular ferrocarriles) y el crecimiento de una burguesa con suficiente tiempo y dinero para comprometerse en los viajes por placer. Desde 1850 para adelante aproximadamente el trmino tour cambi de uso general, de una salida corta o viaje de la elite por placer y cultura (el grand tour) a algo ms cercano al turismo como lo conocemos hoy en da. Durante este primer periodo aproximadamente entre 1850 y 1950 el turismo todava abarc cantidades relativamente pequeas de viajeros, aunque introdujo una corriente continua de forneos a las reas rurales desde los pases desarrollados hasta las tierras menos desarrolladas.

    Entre las dos guerras mundiales, las supercarreteras mejoraron y los automviles particulares se sumaron al trfico turstico y abrieron reas que anteriormente haban estado inaccesibles a todos, excepto a los viajeros muy vigorosos, aunque el impacto no fue todava regionalmente uniforme. Escribiendo 25 aos despus acerca del rea donde hice un trabajo de campo, Rose Macaulay (1949:36) not que en el verano de 1947 la Costa Brava era una cadena de aldeas de pescadores no contaminadas y preservadas de la vivacidad cosmopolita que vulgariz la costa francesa. Manejando desde la frontera francesa hasta Barcelona, encontr solamente tres carros con placas GB (Gran Bretaa), debi regresar en 1972 para encontrar decenas de millares de carros con placas extranjeras y pronto perdera la cuenta de los automviles con placas de Gran Bretaa.

    A comienzos de la dcada de los cincuenta, los relativamente baratos y rpidos viajes areos, incluyendo los charter, aadieron millones de viajeros al trfico turstico europeo y en escala menos abrumadora al movimiento turstico a otras partes del mundo. El moderno turismo masivo es hijo de la edad del jet y est funcionalmente ligado a la nueva

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    prosperidad de la post guerra, que solamente ahora est comenzando a perder su lustre en la medida que los costos de los combustibles asciendan vertiginosamente y el estancamientoinflacin hiere a las desarrolladas economas del oeste. En resumen, las tres principales categoras secuenciales del turismo, parecen describir el del mundo occidental y pueden servir como una tipologa de su historia y corrientes:

    1.- Los patrones pre-industriales de viaje: viajes ligados en gran medida al comercio, incluyendo las ferias y oros eventos mercantiles peridicos y a actividades religiosas como peregrinajes a santuarios y visitas a la Tierra Santa. Por el siglo dieciocho, el viaje como una experiencia cultural, estuvo bastante bien establecida entre las lites europeas y americanas.

    2.- Los visitantes de la burguesa: el turismo como fenmeno de las clases medias afluentes, asociado con la industrializacin de las sociedades occidentales. Los primeros servicios especializados que buscaron esta clientela se desarrollaron por primera vez en este periodo. Aproximadamente entre 1850 1950.

    3.- El moderno turismo masivo, es un fenmeno de la segunda post guerra mundial, caracterizado por la industrializacin difundida. Con la expansin de las redes de transporte y desarrollo de las extensas reas de alojamiento, se crearon nuevas clases junto al viaje internacional y al concepto de ocio. En la tipologa, 1950, es una divisin conveniente, aunque en muchas partes del mundo, incluyendo la Costa Brava catalana, el impacto completo del turismo fue sentido hasta la dcada de 1960. Es difcil predecir el futuro, porque el turismo masivo es claramente un reflejo de altos niveles de consumo en los pases de los turistas y por tanto es un sector econmico muy elstico. El turismo puede sufrir con la actual declinacin econmica y el incremento de los costos de los combustibles. El turismo como todos los bienes es muy sensible al desasosiego social y en general al clima poltico.

    Aunque existen considerables diferencias entre el turismo de las lites y el masivo, sus motivaciones son similares: ambos usan los mismos

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    canales de comunicacin e incluso se los puede encontrar en los mismos sitios de alojamiento. Esto simplemente atrae la atencin a una caracterstica importante de los modernos complejos sociales como similitudes en los gustos de moda y valores que cruzan transversalmente las demarcaciones de clases. Es un truismo que el turismo masivo desplace al turismo de la lite; sin embargo el turismo de elite contina siendo un componente importante y con frecuencia juega el rol pionero que encuentra nuevos caminos. Las localidades descubiertas por el turismo de las clases altas son abandonadas, cuando ellas entran en contacto con los visitantes provenientes de las clases de trabajadores. Es el ltimo el que est especialmente vulnerable a los requerimientos de las industrias altamente organizadas, como las de propaganda, relaciones pblicas y, por supuesto, toda la industria del ocio, que configura los gustos y valores. Son estos modernos fabricadores de gustos los que definen el medio ambiente del turismo, incluyendo el lugar que ocupa la sociedad nativa dentro de ella.

    2. Nativos y Turismo: Contacto e Interaccin

    Aunque el turismo puede ser considerado otra industria difiere de las otras transformaciones del campo en un aspecto muy importante: el turismo es una operacin de orientacin servicio que comprende un gran trato de contacto cara a cara entre los miembros de la comunidad y los visitantes. El turismo masivo afecta a todos los de la localidad, incluyendo a otros turistas que tratan de huir del camino trillado. Mientras algunos residentes locales pueden encontrar provechoso sacar ventajas de la compartamentalizacin de sus vidas para evitar la intrusin, es difcil huir de los turistas. Estn presentes en nmero, da, y noche, caminando por las calles ingresando a las tiendas, haciendo cola en los correos, bebiendo en los bares, tendidos en las playas o caminando por los bosques. Todo turista parece que tuviera gran visibilidad y proclama su foraneidad por medio del vestido, el idioma y sus maneras.

    Los turistas si no estn fsicamente presentes en un momento dado, permanecen como temas siempre listos para la conversacin. A los ojos de

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    la gente del lugar los turistas aparecen como acomodados, privilegiados, excepto tal vez los llamados hippies que siempre encuentran problemas para ser categorizados. La mayor parte de los residentes estn conscientes de que el promedio del turista moderno es una persona de gran riqueza, pero es difcil traducir conceptos socioeconmicos (medios modestos, promedio de nivel de vida y ricos) a travs de lmites culturales, especialmente en el caso de visitantes veraniegos. Lo que el nativo reconoce es que el turista est descansando en el mismo momento en que l debe trabajar muy duramente. Adems como en el caso de los europeos nrdicos que visitan la regin del Mediterrneo, las diferencias somticas son muy saltantes; por lo que el mito muere con dificultad, aunque en alguna forma sutil el cabello rubio, los ojos azules y la complexin esbelta no gastan dinero. Por ltimo la mayor parte de los turistas son gente de la ciudad que trae a juego algunas brechas muy antiguas. Estas observaciones que se han hecho en la Costa Brava catalana en Espaa, no estn limitadas a esta regin.

    El contexto de la interaccin del turismo difiere en los medios ambientes rurales y urbanos. Las ciudades por lo general abarcan minoras tnicas extranjeras. Extranjeros y extraos se mezclan en un anonimato completo y al margen de variaciones sociales y culturales tiende a ser considerablemente mayor en las ciudades que en las comunidades rurales. Tambin existe la materia de escala. En la ciudad la presencia de extraos, incluyendo a los turistas sencillamente no tiene la misma clase de impacto visual y social que en las localidades recientemente desarrolladas y abiertas al turismo. Finalmente y de gran importancia, las instituciones de la ciudad tienden a ser lo suficientemente fuertes como para regular las condiciones bajo las cuales opera el turismo. Por comparacin en comunidades receptoras una masa de visitantes extranjeros es algo ms que la adicin de un factor. Puede que los extranjeros no hayan sido desconocidos en el pasado, pero los mecanismos y engranajes sociales y culturales para manejar gran nmero de los residentes es algo que estuvo ausente. Las comunidades tradicionales de la Costa Brava vieron a los extranjeros como individuos, con una verdadera relacin entre huspedes

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    y anfitriones en una forma que ahora est recluida por el turismo de gran escala. Las instituciones en las reas rurales, incluyendo a los gobiernos de las aldeas, rara vez tienen los recursos, la capacidad cope con una cuasi urbanizacin sbita o peridica o para enfrentarse en trminos de igualdad al poder econmico y poltico de los propietarios de alojamientos y a los administradores de cualquier cosa semejante. Aqu el turista individual aparece ms extranjero y tambin puede ser ms vulnerable. Los poderosos intereses de los negocios del comercio de turistas no sustituyen automticamente la falta de normas institucionalizadas que sean aplicables al turismo de la actualidad.

    3. Nativos y Turistas: En la perspectiva Histrica

    Todas las culturas estn comprometidas en ejercicios taxonmicos. El universo de las experiencias est categorizado, organizado y luego relacionado con las medidas culturalmente definidas de equivalencias y diferencias. No hay dos modelos de la realidad que sean idnticos, incluso entre subculturas. Tales construcciones establecen una base para la accin y un arreglo ordenado de las actitudes, y permite a los individuos interactuar en trminos de la distancia social y cultural percibida. Ayudan a definir, en cualquier situacin, quien pertenece y quien no, la diferencia entre extrao y amigo, nativo y extranjero. Incluso al especificar cmo debe tratar uno con quin y cundo, ofrecen una gua sutil para las relaciones interpersonales.

    El individuo comienza a aprender este mapa cognitivo muy pronto en su vida como una parte integrante del proceso de socializacin. Al principio le permite diferenciar entre s mismo y los otros miembros de su propio grupo: familia, comunidad y aquellos con quienes comparte la misa tradicin socio cultural. Cuando estos campos sociales y culturales estn definidos, los grupos y los individuos que caen fuera del grupo es expresada por medio de declaraciones simblicas, que al nivel cultural tpico toman formas como el lenguaje, la coparticipacin de creencias religiosas comunes y una experiencia histrica comn.

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    El proceso de categorizacin cultural, ya sea para propsitos de definir la membreca tnica o de unidades externas identificadas del mismo orden, comprende un grado de seleccin, simplificacin y nfasis sobre un limitado rango de atributos epitomizando diferentes variedades de la humanidad. Los antroplogos han enfocado tpicamente este mosaico de variacin cultural en trminos de los lmites de los sistemas el locus donde los grupos tnicos se encuentran y los atributos que dan cohesin y distincin a las diferentes unidades tnicas. Desde aqu sigue la definicin tradicional de grupos tnicos que se hallan en la literatura: una poblacin que comparte una cultura en comn y comprende a individuos que se identifican a s mismo, y son identificados por otros, como miembros de una categora socio cultural distinguible de las otras categoras de la misma clase. Tales definiciones de tipos ideales, tan tiles como pueden ser en una primera etapa, son inadecuados en que ellos suponen muchas preguntas o de acuerdo a las palabras de Barth, nos permiten suponer que el mantenimiento de los lmites no es problemtico y sigue desde el aislamiento que implica la itemizacin de las caractersticas (Barth, 1969:11). Esta definicin tambin tiene una cualidad esttica y asume una situacin equilibrada. Una de las caractersticas de la vida contempornea es la persistencia de las identidades tnicas en la edad de la comunicacin de masas, donde los valores compartidos y las expectaciones entrecruzan diferentes clases y grupos tnicos. Sin embargo es invlido para suponer que la identidad tnica o la manera como los otros grupos tnicos son percibidos, permanecen inmutables.

    Antes de la llegada del turismo masivo, las comunidades de aldea de esta aparte de Espaa alojaron un nmero limitado de extraos, incluyendo extranjeros, en el sentido de ser nacionales de pases diferentes a Espaa; espaoles no catalanes, en especial castellanos y catalanes de procedencia urbana, la mayor parte miembros de la burguesa alta y media de la regin. Esta seccin de Catalua es parte de las marchas espaolas, una regin que por siglos ha sentido las consecuencias de las guerras y los conflictos polticos entre estados francs y espaol, la frontera francesa

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    est cerca y varias veces, la ms reciente durante las guerras napolenicas, Cap Lloc y otras localidades estuvieron bajo el control administrativo de militares franceses. Tambin hasta comienzos del siglo XIX, Cap Lloc fue el sitio de la gran base naval y militar espaola que guardaba la costa y protega el interior de las incursiones francesas. Aunque no est en la arteria principal que cruza los Pirineos orientales, el camino a Francia estuvo lo suficientemente cerca como para traer a Cap Lloc una cuota de forneos, mucho antes del boom del turismo internacional.

    El turismo local, mayormente de Barcelona, data de fines del siglo XIX, y las instituciones nacionales espaolas, incluyendo a los individuos que actan como agentes del Estado, han sido parte integrante de su vida, desde la incorporacin de Catalua dentro de la estructura poltica unitaria a comienzos del siglo XVIII. La gente de Cap Lloc por mucho tiempo ha vivido en un mundo plural.

    Los turistas en Europa tienden a gravitar a regiones con una historia sustancial de contacto cultural anterior que a zonas de gran asilamiento y esto parece que es verdad en todas las reas costeras, muchas de las montaas de la regin que con frecuencia demarcan limites culturales y nacionales y las principales vas acuticas (ros) y caminos (paralelos a los ferrocarriles en el siglo XIX transformadas en supercarreteras en el siglo XX). Estos patrones de contacto e interaccin estn por lo menos en parte, ligados a la integracin de pequeas comunidades dentro de la fbrica sociopoltica de los modernos estados naciones y otros sistemas administrativos centralizados. Este proceso ha extendido el margen de experiencia de los habitantes rurales trayndolos a un contacto ms cercano con las clases dirigentes de orientacin urbana, y en el caso de minoras nacionales a sociedades multitnicas (como la catalana), con representantes de la cultura nacional dominante.

    En resumen, la exposicin de los aldeanos del noreste de Espaa a los extraos probablemente no es nica, La discontinuidad creada por el turismo masivo es menos materia del aislamiento cultural que de las corrientes recientes que han transformado una interaccin constante de gran duracin con los extraos dentro de un flujo masivo de turistas

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    visitantes, la mayor parte de los cuales residen en la aldea por un tiempo muy corto. Muy pronto los aldeanos dan declaraciones perfectas y concretas de los perfiles de la personalidad distintiva de una gran variedad de nacionalidades y grupos tnicos, Cundo los sujetos son de los principales pases de Europa o de pases geogrficamente cercanos a Espaa, prevalece bastante uniformidad en las respuestas. Sin considerar a los principales grupos tnicos espaoles, la determinacin ms aguda descubre a un grupo de tipos nacionales que incluyen a ingleses, franceses, alemanes, italianos y portugueses. La mayor parte de los aldeanos tambin expresan opiniones concretas acerca de americanos y rusos, aunque sospecho que la imagen de los americanos debe mucho a Hollywood y a la televisin, mientras que la imagen de los rusos es una consecuencia de la injerencia de la Unin Sovitica como potencia mundial y de algn recuerdo del rol ruso en la guerra civil espaola.

    Estas imgenes para la mayor parte, combinan rasgos y patrones de comportamiento que la cultura local evala como positivas y otras que son consideradas como negativas. Los aldeanos tienen pocas dudas de cosas, y por encima de todo, consideran que el carcter cataln es superior a todos los dems, no porque a la otra gente le falten elementos admirables, sino porque la personalidad catalana muestra mejor equilibrio.

    No obstante, algunos estereotipos nacionales son sustancialmente positivos para nuestro objetivo es ms valioso examinar uno de ellos y ver que un grupo tnico del que se tiene baja estima. A los ingleses, por ejemplo, se les percibe como poseedores de buenas cualidades y maneras, honestidad, y en general integridad. No se puede escapar a la impresin de que el grado de retraso cultural est presente en algunas declaraciones evaluativas comunes, como los ingleses siempre pagan, sus hijos son muy obedientes y tu puedes confiar en la palabra de un ingls. Esto parece retroceder a una era en que libra esterlina era considerada ms valiosa que hoy en da y las clases inglesas dirigentes (las nicas que viajaban) se comportaban en el exterior de una manera que los dignificara y no fuera llamativa. Los elementos negativos de esta caracterizacin

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    tambin tienen cierto pasadsmo de fuera de poca. Los ingleses son descritos como fros y que se mantienen a distancia, soberbios y muy exigentes. Quejndose de un cliente ingls que hizo un alboroto por la calidad del t que le sirvieron en un restaurante, una camarera de mediana edad bromeo en cataln con los clientes locales ellos nunca estn satisfechos, tal vez piensan que estn en la India. No deja de tener relaciones con este complejo de actitudes el uso todava comn de termino lor o milor (por lord o my lord) cuando se refieren a un ingls de la clase alta, aunque para mi conocimiento el contexto indicara que en la mayor parte de los casos, implica una actitud peyorativa al individuo as asignado.

    El carcter ingls combina puntos buenos (juicio, integridad, etc.) con elementos que son vistos como menos favorables (distancia, rigidez). Sin embargo cuando un contacto se desarrolla entre un extranjero y la gente del lugar por tiempo suficientemente prolongado, los estereotipos se ven obligados a reajustarse. El estereotipo es una evaluacin contrastada que es hecha por una persona en particular que tiene caractersticas de personalidad distintivas. Entonces, en el caso de un ingls que vive por varios meses en la aldea un oficial jubilado del ejercito que se vesta en forma que la gente de la localidad considera muy inglesa y que lo llevaba con dignidad, el consenso general fue de que la personalidad de aquel individuo, reforzaba el carcter nacional, resultaba una combinacin extremadamente agradable. De acuerdo a las palabras de un tendero local:

    El Sr. es un real caballero ingls. Tiene la personalidad inglesa, muy correcto. Ud. puede decir que tiene un sentido de disciplina y orden. Sin duda que este es el resultado de muchos aos en el ejrcito britnico y porque haba atendido una de aquellas costosas escuelas con internado que tienen en Inglaterra. Pero no es altanero y siempre parar para decir una palabra o dos. Intenta con mucho empeo hablar espaol e incluso sabe algunas palabras en cataln. Si, Ud. nunca podr confundirlo con alguien sino con un ingls, pero l no se comporta como un lor. La mayor parte de los ingleses que en el pasado visitaban la aldea vinieron de la misma clase educada, aunque no todos eran tan comprensibles. Hoy en da, nosotros tenemos un grupo mucho ms corriente, que bebe a todas horas, que despierta con gente con sus ruidosas canciones.

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    Este hombre nunca dej de quitarse el sombrero antes las mujeres del vecindario, sonrer a los nios y saludar a los hombres con un carioso good day. El comentario del tendero refleja cierta presuncin de los actuales turistas como menos educados, de menos buenas maneras, que los que venan en la generacin anterior. He escuchado repetir esto mismo muchas veces y al escuchar a los aldeanos, uno est casi por creer que los visitantes del pasado, sin considerar su nacionalidad, todos fueron gente de las clases altas, Es difcil que este pudiera ser el caso, pero es otro ejemplo de categoras de elaboracin cultural, por medio del proceso de seleccin de algunos elementos e ignorar otros, que hacen ms fcil de ver ahora en una forma esencialmente negativa a la mayor parte de los turistas que en la actualidad visitan la aldea.

    4. Nativos y Turistas: La Prdida de la Individualidad

    El ingls descrito anteriormente no encaja en la categora de un turista tpico y es justamente por esta razn con el propsito de contraste que se ha examinado el caso con algn detalle. Vivi en la aldea el tiempo suficiente como para que sus cualidades como individuo emergieran por encima del flujo de miles de otros extraos, que no estn sino durante uno o dos semanas. Se pueden citar muchos otros ejemplos comparables con otros extranjeros de diferentes nacionalidades que de manera similar han establecido su derecho a ser considerados como individuos y no solamente como estereotipos. En una cultura donde las cualidades individuales son juzgadas de tanta importancia que la perdida de la individualidad es algo semejante a la prdida de un atributo humano importante. Por propsitos prcticos, la mayor parte de los turistas son tratados como algo ms o menos, o por lo menos algo diferente, que la gente corriente. Esta separacin de los turistas de la humanidad normal, abarca dos variables: la cultura de la residencia y el asunto de su nmero. Cuando un extranjero vive ms tiempo en la aldea, es factible que l o ella sern tratados como individuos, con una personalidad distinta, un conjunto de hbitos ms o menos predecibles e intereses reconocibles. Adems, a medida que se incrementa el nmero de extraos que pasan por la aldea,

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    se vuelve difcil para los residentes hacer diferencias entre ellos de acuerdo a los criterios personales.

    Con frecuencia aumenta, los estereotipos tradicionales estn siendo aplicados sin sus factores correctivos, como est ilustrado en el caso del visitante ingls, cuando los extraos que haba en la aldea eran relativamente pocos y son aplicados normalmente a todos los extranjeros. Estos patrones cambiantes de percepcin e interaccin significan que los extranjeros son vistos con una luz cada vez ms negativa. Los estereotipos tradicionales son ahora aplicados virtualmente de manera automtica y con nfasis creciente sobre los atributos tnicos de identificacin de un grupo, que son juzgados ms negativos por los aldeanos. Muestras de las conversaciones locales sugieren que todos los franceses son impulsivos y de malas maneras; todos los alemanes son mezquinos, tacaos y todos los italianos no son de fiar. Estos estereotipos sugieren la generalizacin de los turistas como un grupo en el que estn ausentes las consideraciones de amistad.

    Si la anterior interpretacin es correcta, facilita, incluso legitima, modos de interaccin designados para sacar ventaja de la ignorancia del turista promedio. Las reglas que los aldeanos aplican al intercurso social entre ellos mismos, estn simplemente abandonadas o dobladas cuando la otra parte es un turista. En la comunidad todos conocen que para bienes y servicios hay dos estructuras de precios: una para los residentes y otra para los visitantes temporales. Este doble estndar es expresado en declaraciones como cualquier cosa es buena para los turistas (malos alojamientos, mala comida, etc.) incluso una aplicacin diferencial de las sanciones legales, por ejemplo, la polica local es corriente que de papeletas de trnsito a los motoristas de fuera de la comunidad, especialmente a los que manejan carros con placas extranjeras.

    En resumen el turista es un extrao o un extranjero que ahora es percibido como vaco de sus cualidades individuales y humanas esenciales. l o ella no tienen rostro y es intercambiable con cualquier otro turista. Las imgenes del carcter nacional son reforzadas y es acentuado el vaci entre los nativos y los forneos.

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    Es difcil escapar de la conclusin de que los turistas ahora sostn de la economa local, no sean antipticos. Dada la realidad del turismo masivo los residentes no pueden por ms tiempo ver como positivo el influjo de huspedes temporales. A riesgo de sobre simplificar, la actitud dominante es de indiferencia y de antipata. Es rara la mala voluntad declarada contra los turistas. Los turistas, como el clima, se ha convertido en un hecho de la vida y el promedio de los aldeanos siente que hay poco que puedan hacer para cambiar este asunto.

    La situacin es paradjica. Los contactos entre los aldeanos y los forneos nunca han sido mayores, pero las barreras para la comprensin probablemente nunca han sido ms altas. Sin embargo con un examen de ms cerca, la paradoja es resuelta porque el universo de los turistas y el universo de los aldeanos son dos realidades separadas que coexisten en el mismo espacio fsico. La gente de Cap Lloc simplemente se ha adaptado a la presencia de los turistas retirando de los turistas muchas de las cualidades que la cultura tradicional insiste en que son parte del patrimonio general de la humanidad. Este proceso de deshumanizacin comprende un embotamiento de la sensitividad y se produce donde quiera que la gente rechace verse comprometida, cuando parece que el mundo es demasiado grande o demasiado complejo para asegurar consideraciones con otros. La experiencia de los obreros espaoles que son llevados a trabajar en pases de Europa Occidental ms desarrollados es comparable, por qu estos migrantes estn poco integrados en las sociedades locales. En parte, encuentran prejuicios afuera, pero ellos tambin estn poco inclinados a participar o verse comprometidos con el nuevo estilo de vida. Un obrero coment de sus dos aos en Alemania nunca pens que mi estada en Alemania formara parte de mi vida real. T sabes eso fue como hacer servicio militar. Psicolgicamente este obrero nunca dejo Espaa, de la misma manera como el turista alemn nunca deja verdaderamente Alemania. Los aldeanos de Cap Lloc permanecen en el sitio y responden a los turistas levantando barreras realmente infranqueables para las relaciones humanas genuinas.

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    La cultura anfitriona ha aprendido bien la leccin. Si los turistas convierten las culturas en mercaderas, los nativos categorizan a los forneos como un recurso a una incomodidad y fastidio antes que como a gente. La rueda ha dado una vuelta completa en el crculo, por lo menos a manera conceptual.

    REFERENCES CITED4

    Barth, Fredrik. 1969. Introduction, in Ethnic groups and boundaries. Fredrik Barth. Ed. Boston: Little Brown - Company.

    Cohen, Abner. 1969. Custom and Politics in Urban Africa. Berkeley and Los Angeles: University of California Press.

    Macaulay, Rose. 1949. Fabled shore. London: Hamish Hamilton. McKean, Philip F. 1973. Tourism, Culture change, and cultural

    conservatism in Bali, Paper presented at 9th International Congress of Anthropological and Ethnological Sciences, Chicago.

    McKean, Philip F. 1974. Towards Theoretical analyses of tourism: Economic dualism and cultural Involution in Bali. Paper presented at the symposium, tourism and culture change, 73rd Annual Meeting of the American Anthropological Association, Mexico City.

    Pi-Sunyer, Oriol. 1973. Tourism and its discontents: the impact of a new industry on a Catalan Community. Studies in European Society 1: 1-20.

    Quintana, Bertha B. and Lois G. Floyd. 1972. !Que Gitano! Gypsies of southern Spain. New York: Holt, Rinehart and Winston, Inc.

    Quintana, Bertha B. and Lois G. Floyd. 1973. Que Gitano? Paper presented at 72nd Annual Meeting of the American Anthropological Association, New Orleans.

    4 Advertimos que las referencias citadas son iguales al original.

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    EL TURISMO COMO UNA FORMA DE IMPERIALISMO

    Dennison Nash

    El inters en el turismo de parte de los antroplogos parecera estar relacionado con su inters general por el contacto cultural y el cambio sociocultural, que ha incentivado mucho de su investigacin sociocultural de recientes aos. El turista, como el comerciante, el empleador, el conquistador, el gobernador, el educador o el misionero, es visto como agente de contacto entre culturas y directa o indirectamente la causa de cambio, particularmente en las regiones menos desarrolladas del mundo. Una ojeada a los artculos de este Symposium, probarn esta preocupacin5.

    Anlisis recientes del contacto cultural han sugerido que una compresin de la situacin anterior e inmediata al contacto puede que sea suficiente para lograrlo. Pueden necesitarse algunas referencias a contextos mayores. Adams (1974:240) por ejemplo indica tanto el cambio social como la continuidad social requieren procesos interactivos con interacciones significativas confinadas en algunos casos solamente a ciertas comunidades, en otros a grupos mltiples en lugares determinados, y en otras a regiones completas, todava en otras a contactos interregionales cuyo rol histrico estaba alejado de su proporcin en relacin a su limitada escala y frecuencia. Y Magubane (1973) ha mostrado el campo restringido de muchos estudios de contacto cultural de frica, y pide tomar en cuenta el contexto mayor del colonialismo en el 5 Se refiere al simposium efectuado en Mxico en 1974, coincidente con la reunin de la

    American Anthropological Association (nota de traductor).

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    que se presenta este contacto. Es uno de los investigadores que usa las teoras del imperialismo para tratar de las situaciones de contacto que han atrado el inters de los antroplogos. A pesar de que su trabajo como muchos otros antropolgicos sobre el imperialismo, tienen simpata marxista y por los oprimidos del Tercer Mundo y otros lugares, no se necesita ser marxista o revolucionario para ver la facilidad con que se aplican a dichas situaciones los conceptos del imperialismo.

    1. Imperialismo

    A nivel general las teoras del imperialismo se refieren a la expansin externa de los intereses de una sociedad. Estos intereses, sean econmicos, polticos, militares, religiosos o de algn otro tipo, son impuestos o adaptados por una sociedad externa y se establece un flujo de poder. Estas transacciones pueden tener varias consecuencias para las sociedades comprometidas. Como he indicado en otro lugar (Nash 1970) una formulacin del proceso imperialista en la presente situacin de nuestros conocimientos no requiere la aceptacin de que un inters particular (e.g. econmico) sea crucial, ni requiere la nocin de una imposicin no deseada de algn inters sobre la sociedad externa. La posibilidad de aceptacin voluntaria por gente nativa y su participacin voluntaria en las transacciones de estos intereses forneos son en esencia parte de esta concepcin del imperialismo.

    Los cambios relativos en el poder de las parejas que intervienen en una relacin imperialista pueden transformar e incluso romper sus relaciones. Lo que suceda entre las parejas puede tener mayores o menores consecuencias para sus sociedades. Esbozar las consecuencias en la pareja con menos poder, como muestra este symposium, es grano para el molino de los antroplogos. La naturaleza del proceso socio-histrico que conduce a estas consecuencias es la que menos se comprende.

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    2. El Turismo Como una Forma de Imperialismo

    Si la investigacin del turismo es verdaderamente antropolgica, no deber estar confinada al limitado margen de las sociedades o de las situaciones de contacto, sino que deber esforzarse por comprender el fenmeno de viajar por placer donde sea que se presente. Tal vez no sea posible considerar todo el turismo en un solo esquema terico, pero las formulaciones teorticas del turismo debern ser lo ms aplicables posible. Como quiera que parece que no hubiera una razn a priori de porqu deben ser diferentes las razones que gobiernan el turismo interno y el turismo externo dentro de una sociedad, el campo de investigacin deber considerar al final o al principio ambas. Una teora utilizable antropolgicamente deber tener la posibilidad de abarcar eventos variados como el del esquiaje en St. Moritz, las actividades vacacionales en el Mar Negro, las relaciones especiales de Nueva York con las montaas Catskill, o las idas y venidas del set internacional a Puerto Vallarta y otros lugares. En todos estos casos el foco de la investigacin deber ser la relacin de huspedes con anfitriones, que comprometen las transacciones entre diferentes grupos o sociedades.

    La relacin del turismo con la sociedad industrial ha sido mostrada por numerosos autores (ver e.g. Enzerberger, 1962; Greenwood, 1972, Nuez, 1963). Si bien es cierto de que el turismo masivo no existi hasta que la industrializacin estuvo bastante desarrollada, es importante indicar que algn tipo de turismo fue practicado en la sociedad pre-industrial (en la forma de la vacaciones de las clases altas). Ver e.g. Sgaux, 1966:9-10. La razn parece que es que se requiere de suficiente productividad para sostener una clase ociosa. Por tanto, las principales fuerza que generan el turismo se hallan en las sociedades ms productivas especialmente industriales y cualquier anlisis de un desarrollo ser incompleto, si no se hace referencia a uno o ms de los centros productivos que generan las necesidades tursticas y los turistas. Estos centros metropolitanos tienen varios grados de control sobre la naturaleza del turismo y su desarrollo, pero lo ejercen en regiones extranjeras, por lo menos al comienzo de sus relaciones con las reas de turismo. Este poder sobre el turismo y su

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    consiguiente desarrollo en el exterior son los que hacen imperialista a un centro metropolitano y al turismo una forma de imperialismo.

    Ser til tener un extremo, casi un ejemplo ideal tpico, en mente al comenzar la exploracin del proceso turstico. Es una imagen familiar la de los norteamericanos de vacaciones que insisten en hamburguesas McDonald, Coca Cola, agua caliente en su dormitorio y hablar en ingls. Es una persona de un pas altamente industrializado que espera e incluso exige que durante su vida de vacaciones en el exterior encuentre todas las expectativas que ha dado por sentadas en casa. Con frecuencia detrs de esta persona en vacaciones se halla una infraestructura turstica dominada por la metrpoli, que en efecto busca que sus expectativas sean satisfechas. El turismo y la infraestructura metropolitana que lo respaldan, estn comprometidos en transacciones con la gente del lugar, marcadas por la desigualdad de poder. Tales transacciones pueden comprender no solamente a individuos, sino tambin a grupos e incluso a toda la sociedad. La comprensin de la amplitud de la investigacin de un fenmeno turstico dado depender de la relativa importancia de las diferentes estructuras sociales.

    El proceso turstico comprende la generacin del impulso turstico en los centros productores, la seleccin o creacin de reas tursticas para servir sus necesidades y el desarrollo de las relaciones entre los centros productivos y las reas tursticas. Estas transacciones, que se centran en las relaciones anfitrinhusped, tienen varias consecuencias para las partes que interviene y se desarrollan de acuerdo a leyes que todava debemos descubrir. Me gustara hacer observaciones preliminares de diferentes aspectos de este proceso turstico y sugerir algunas interrogantes para ser investigadas, que proporcionaran informacin significativa de l.

    3. La Generacin del turismo

    Como se indic, los orgenes del turismo se deben encontrar en condiciones de alta productividad, especialmente en la avanzada sociedad industrial. No hay turismo entre cazadores y recolectores y solamente en

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    limitada cantidad en algunas sociedades pre-industriales (practicada por pocos aristcratas). La alta productividad, asociada con ciertos avances tecnolgicos, hace posible el desarrollo del ocio de algunos tipos de clases, as como del aparato material para viajar. El turismo surge cuando la gente comienza a usar los recursos disponibles para viajar con el propsito de descansar. En el momento en que el turismo comienza a aparecer en el ciclo industrial, la gente est comenzando a vivir en una sociedad en la que la productividad es suficientemente grande, los horizontes hacia fuera amplios y la movilidad social importante como para nutrir el impulso turstico. Aunque la gente puede desarrollar una distraccin o arreglar su casa en su tiempo libre, ya no tienen el deseo de hacerlo, sino de incrementar su oportunidad de viajar. Por supuesto que depender de la distribucin del ocio y de los recursos en la sociedad y quien es el que tiene la oportunidad, pero tambin se espera que el turismo masivo se presente en sociedades industrialmente avanzadas. En estas sociedades gran cantidad de personas han comenzado a tener la expectativa de un viaje o de unas vacaciones fuera de su casa en algn momento del ao. Estas expectativas pueden ser frustradas por condiciones econmicas, eventos polticos o militares, pero se han vuelto normales y parece que no desaparecern en tanto continu la base industrial.

    Cules son los factores especficos que generan el impulso turstico? Parece aconsejable dividir la pregunta en dos partes: 1) Cules son los factores que tienden a producir ocio?, 2) Cules son los factores que propician viajar al exterior durante el tiempo de ocio? Sin lugar a dudas la productividad est asociada con el ocio, y la atencin de los factores econmicos es etnocntrica en alguna forma como ha mostrado Veblen (1899), es importante para explicarla. Los ciudadanos de la antigua Atenas estuvieron en condiciones de buscar metas superiores porque la productividad y la agradable vida en aristocrticas plantaciones descansaban en el trabajo forzado de los esclavos. Pero el turismo apenas existe, si es que lo hay, en este tipo de sociedades. Es solamente de acuerdo a la oportunidad y el deseo de visitar otros lugares que parece que

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    puede haber turismo en forma significativa. Aqu se recuerdan las caractersticas y correlatos de la llamada mentalidad moderna, que muchos autores han intentado describir (ver e.g. Inkeles, 1919; Lerner, 1958). Una persona moderna es psicolgicamente mvil y lista a viajar. Si se desplaza o no fuera de su hogar ya depende del transporte de otras facilidades. En la sociedad de avanzado industrialismo, hay en oferta considerables recursos de esta clase. Por tanto para dicha sociedad el turismo se vuelve un factor social importante.

    4. La Creacin de las reas Tursticas La expresin del turismo se desarrolla de acuerdo a las necesidades y recursos de los centros de produccin y de su gente. Lo que el reino del turismo tiende a seleccionar o crear y los propsitos para los que servirn, varan de acuerdo con su accesibilidad, as como tambin con el carcter de los centros que intervienen. Por ejemplo muchas regiones meridionales se han convertido en mecas vacacionales para gente de las naciones industriales del norte; y la clase de servicio que se espera que cumplan o los deseos que deben de llenar con frecuencia estn dados en la literatura de viajes.

    El joven Goethe (1962) pensaba que Italia ofreca una clase particular de satisfaccin para las almas de los romnticos nrdicos y Thomas Mann (1930) vio a Venecia como un lugar donde los oprimidos nrdicos se abran y expresaban. No se puede comenzar a relatar el carcter de la Costa del Sol sin hacer referencia al noroeste de Europa; la emergencia de Niza en este siglo sin hacer referencia a Inglaterra y a la Rusia Zarista o a Miami Beach y los Catskills sin referirse a New York City. Cmo se puede tratar de San Miguel de Allende sin pensar en los Estados Unidos, en los alojamientos del Mar Negro sin Mosc o Leningrado de Disneyworld sin Amrica Central. Por supuesto que las reas tursticas no son solamente creacin de los centros metropolitanos productivos. Algunas veces la gente del lugar toma la iniciativa y con frecuencia colabora activamente en su instalacin. Sin embargo, de igual manera toman como un importante punto de referencia la disponibilidad y

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    las necesidades de ciertos centros metropolitanos. En la medida en que toman en cuenta esta consideracin, colaboraran con la expansin del turismo a esos lugares (y por tanto del imperialismo).

    Cules son los factores que actan para que ciertas regiones se vuelvan tursticamente ligadas con determinados centros metropolitanos? Sin lugar a dudas que se debe de considerar el costo. Forster (1964:219) indica que se debe tener transporte adecuado y barato disponible y que el rea turstica debe tener un nivel de vida ligeramente inferior al de la regin de la cual se atraen turistas. Aunque esta generalizacin parecera no funcionar en los varios casos de turistas que migran a reas urbanas o ms industrializadas, indica la importancia del costo en la consideracin de la seleccin o creacin de reas tursticas. Forster (1964:209) tambin sugiere que estos lugares deben ser suficientemente diferentes para satisfacer el impulso turstico. Sin embargo las diferencias deben ser indicadas en trminos de las expectativas o necesidades metropolitanas. No hace muchos aos que Puerto Vallarta era una somnolienta aldea de pescadores relativamente asilada, pero fue la respuesta a algunos sueos tursticos metropolitanos que comprendan sol, mar y un escenario pintoresco y no malogrado, habitado por gente amigable y risuea. El rea que ahora es Vail en Colorado al terminar la Segunda Guerra Mundial era una montaa salvaje, que se distingua, entre otras cosas, por su amplia y duradera cubierta de ni