Año I Baena 31 de Julio de 1930 Núm. 1 5

LA D E F E N S S E M A N A R I O P O P U L A R

BAENA, un mes, 0 '75 ptas.—FUERA, t r imes t re , 3 00 REDACCIÓN Y ADMINISTRACIÓN: San Bar to lomé, 3

Se publica los jueves Director-propietario:

Antonio de los Ríos Urbano N o se devuelven los originales

De las responsabilidades Así lo entendemos nosotros

Al nacer este semanario, fué su primer grito impulsar al jamo so Bloque para que cumpliese con el más importante de los enunciados del Manifiesto que hubo de dirigirle a Baena: esto es, con el epígrafe referente a la investigación de responsabili-dades, sin que ello quisiera de-cir por nuestra parte que nos guiaba el espíritu de represalias. Antes al contrario, al publicar esos alientos, era el sentimiento de la justicia el que brotaba de nuestra pluma.

Desde la caída de la Dicta-dura, se viene propalando que en Baena había cometido gran-des errores el anterior Ayunta-miento por sus excesos, y con-vendría que el pueblo aprendie-se lo que haya de veidad en ta-les aseveraciones, en la inteligen cia de que la nobleza ex-g hacer constar públicamente si hubo o nó desaciertos o triunofs, para censurar esos y aplaudir éstos. A l menos, así entendemos noso-tros la rectitud de sanos princi-pios. Caminar de otro modo, pedir sanciones en el casode que existan responsabilidades y ca-llarse los aplausos si sobresalie-sen los triunfos, repugna nues-tro natural siempre justo y siem-pre libre de velados prejuicios.

A España le interesa que la in-

vestigación de responsabilidades sea un hecho, lo mismo en la etapa anterior que en las sucesi-vas. Seiia la única manera de que los usufructuarios del go-bierno de los pueblos, no se des lizaran por los Ayuntamientos con idéntica potestad a la desa-rrollada en sus propios hogares, como tstábamos acostumbradcs a oDseivar en tiempos pasados. Los Municipios no son inmue-bles de la exclusiva pertenencia de sus indistintos regidores; los constituyen el pueblo, correspon den al pueblo, y ante él debe dar

2 LA DEFENSA

íAdriano basado 'JJIartinez •

PERITO AGRICOLA

Ramón y Cajal. 4 BAENA (Córdoba)

y provocativo en el palenque de la lu-cha, donde esperaba vencer y exter-minar a los campeones de la causa popular, • los generosos defensores de la l ibertad, del derecho y de la justicia.

¿Representa una realidad en estos solemnes momentos en que provoca la lucha a las huestes del trabajo y de la libertad? ¿Tiene efectivamente con fianza en la potencialidad de sus fuer-zas?

Al contestar estas preguntas, no quisiéramos ser ilusos; pero no t i tu-bearemos ni un segundo en afirmar que, en los actuales momentos de la vida política de España, el caciquis-mo agoniza y su muerte está muy próxima.

Mor i rá porque e lpueb lo de hoy no es el pueblo manso de ayer. L i vieja política, primero, y después la política usada, los seis luengos «ños de mutilación del derecho, prodiga-ron grandes enseñanzas que el pue-blo ha captado con afán. Por e^to van desapareciendo rápidamente los vasallos mcdernos. Ya era hora de que los «señores de horca y cu hi lio» pasaran a la Histor ia.

Los caciq es dejarán de ser por-que el pueblo sabe que constituyen un castigo, un azote, porque ha lle-gado a comprender claramente que solo laboran por el propio tr iunfo, por el goce presupuestario y por la satisfacción de la sed de mando. He aquí compendí ida su moral, su pa-tr iot ismo y su ley.

¿Qué importa que la Patria se hun-diera en el abismo de la nada si es-tos caducos del ejército caciqui l sa-tisfacían su sed, convirt iéndose en uti l i tarios de la cosa pública?

El caciquismo nonoce y sabe que su fin está cercano. Si hoy se muestra arrogante y amenazador, si hoy ruge con cólera soberana, es porque des-pide los ú't imos destellos de su so-berbio espíritu; es más bien la última fanfarronada del gladiador que aspira a morir en posición relativamente dig na, que la confianza en sus fuerzes para vencer en la lucha a muerte que tiene entablada con la democracia; pero su brazo levantado para herir al derecho caerá inerte como la ma-teria que lo mueve.

El día de la justicia está muy pró-ximo: la muerte del c icíquismo será la señal de su tr iunfo.

El pueblo español está de enhora-buena, porque va a escupir de su se-no al monstruo que se alimenta de su moral y su tesoro. Hordas inmensas brotan de la« entrañas de nuestra so-sociedad armadas con la antorcha del derecho y con el hacha de la justi-cia, santamente indignadas contra las pandillas políticas que con su gan-grenoso aliento lo alimentan y lo ani-man a la pelee, y aquellas hordas rea-I zarán la amenaza exterminadora que el pueblo español ha fulminado sobre su cabeza. ¡Feliz d u !

La renovación moral y política será un hecho una vez dado ese paio, y el pueblo hispano cumplirá su bel lo destino, con la dulce tranqui l idad y majestuoso curso que le impr ime la ley del progreso; porque, entonces nuestro edif icio social se elevará so-bre las inmutables bases de justicia prometidas por las ideas de l ibertad, igualdad y fraternidad.

¡Prepárate a morir , monstruo pol í-t ico!

¡Pronto no hollará tu inmunda plan ta el solar patr io, ni lo mancharás coa la corrosiva baba que escupes!

¡Vlorirás para no resucitar jamás!

Andrés Pascua'. Alájar y jul io 1930.

Antonio González- Meneses DENTISTA

Consultas diarias

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Curiosidades históricas

Los pajes de Alfonso de Aragón

Píoverbiales fueron los pajes que sirvieron al rey piadoso don Alfonso de Aragón. Sus maneras, sus finuras, la d is t inc ión que les caracterizó en todo momento, consti luia el encan-to de toda la Corte. H u b o magnate que señaló más ,de una vez a su pri-mogéni to las bellas cualidades de tan famosos pajes, como dechado que de-biera imi iarse. Tanto se alababan ya a tan afortunados servidores de su Majestad católica, que se creyó don A l fonso en el caso de comprobar de-tenidamente, por sí mismo, tan de-cantadas virtudes. A su efecto, reco-nociendo quizás que la mesa es la piedra de toque de la señora Educa-ción, i d f ó convidar en la suya a sus mimados p->jes. Penetraron, pues, és-tos en el regio comedor, y tras de saludos respetuosos para el monarca comenzaron a gustar los más ricos manjares, no sin antes haber ob-seivado en el rostro del Rey algu-nas arrug-s indicadoras de gestos despectivos. Incl inóse don Al fonso al o ido de un mozo de comedor, a quien le dió extrañas instrucciones, y al mo-mento, en medio del estupor de los comensales, apareció un sucio men-d igo que, tomando asiento, empezó a devcrar con atrasados apetitos. Co-mió a más y mejor sin reparar en na-da n i en nadie.

Sube de punto la ind ignac ión de l »s pf jes, que toman a ofensa tan ha-rapienta y descortés compañía. Don Al fonso callaba. Sentía eierto regoci-j o r te la viva estupefacción de sus

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pajes, y anle los apetitos del men-digo, quien, al fin, ahi to ya, abando-nó el comedor con e1 mi

4 LA DEFENSA

visiones y apreciaciones. Ayer, fué la plaia de médico tocólogo; hoy, el Dispensario Antituberculoso; jvere-mo i mañana! Hay que vivir en la rea-l idad del momento. Treinta años airas, resulta ya una desdentada mue-ca. Si acaso, un quinquenio adelante.

O a l e r i a de escritores castellanos

Juan del Enzína Juan del Erz ina, el «patriarca del

tealro español» nació en Encina de San Silvestre, cerca de Ledesma, en «•1 i ño 14b9, y mu i ió en L ón en 1529.

Fué discípulo de Nebrija en Sala-manca. Muy joven aún, entró al ser-vic io del duque de Alba, D. Fadi ique A l v a u z de Toledo, en cuyo palacio *e celebraban representacionesdramá ticas, a las que Ei zina añadía la mú-sica. En su segunda época de te; i -dencia en Roma e cribió su ég'oga Plácida y Victoriano, representada en casa del cardenal Arbórea en 1513.

A los cincuerta años de edad, de-cidió oidenarse sacerdote, saliendo en peregrinación a Jeiusalén, cele-brando su primera misa en el monte Sinaí; este viaje lo cuenta en su p ie -rna t i tulado Trivagia.

Figura como músico en el Cancio-nero editado por Barbieri con 68 composiciones, destinadas en su ma-yor parte a los vil lancicos con que ter minan sus obras dramáticas. Su cua-l idad de poeta y músico y su educa-c ión literaria hacen que Enzína se caracterice por la subordinación de la letra a la música.

La mayoría de sus obras literarias se encuentran recopiladas en su Can•

•cionero, el cual empieza con un Arte de la poesía castellana, muestra prin cipal de la preceptiva en el siglo X V . Como lír ico dió a luz, entre otras, el Triunfo de la Fama y Glorias de Castilla, en la cual, siguiendo la ale-goría del Dante, celebra a los Reyes don Fernando y doña Isabel por sus empresas, especialmente por la toma de G'anad®. Prueban la inc l inación de E r z ina al clasicismo sus adapta-ciones de las Eglogas de V i rg i l i o en

Coplillas de ciego El pavimento a esta villa

un técnico debe hacerlo, pues no es cosa tan sencilla, y no vayan a ponerlo otra vez de carbonilla...

i

Yo no creo, cuando cobra, que un técnico sufra error-, si resulta mal la obra... \serd por fuerza mayor\...

\Calleja del Albaicin, al fin ha llegado el di a que pongan lo de comer donde antes se descomia\

El sistema de puestos del Albaicin

son modelos tomados en Albendin. ,

Al aceite le ha pasado lo que a nuestro Redentor-, a los tres días de estar muerto a las nubes se elevó.

Ya está el aceite caro podéis venderlo,

que si baja clamáis hasta al Gobierno.

Hace poco, clamores, quejas y apuros;

\hoy no se vende aceite ni a cuatro durosl. .

Si valiera un pan siquiera cinco o seis reales,

y el aceite un durito el "panillón'

y bajaran un poco más los jornales...

¡qué bien que se arreglaba la situación!..

1 Ya pasan recuas, carros, camiones llenos

para colmar de granos amplios graneros]

¿Los germinó la tierra, los regó el cielo,

los labran y los siegan estos labriegos!

\Alli estarán guardados el largo invierno,

aunque estén de pan faltos estos labriegos\...

Juan Pagano.

verso castellano, aplicándolas a per-sonajes contemporáneos; es el prime-ro que intentó esta clase de versiones, muci io mejores que las rudísimas del siglo X V , como las de Vi l lena, y que indudablemente inf luyeron en el diá-logo y acción de sus propias églogas.

Juan del Enzina, tal vez debido a que v iv ió en una época de transición no alcanzó las alturas de la gran poe-sía, por lo que se considera agregado a la pléyade de poetas de la Edad Media, a pesar de sus aspiraciones clásicas. Su impor 'anc ia verdadera está en el campo dramático.

Exceptuadas las Representaciones de Gómez Manr ique, las primeras obras dramáticas que se conservan son las églogas de Erz ina . Este secu-larizó el drama rel igioso medioeval, los misterios. los ju e g o s de escarnios y las moralidades, de las que solo se conserva el recuerdo en nuestra l i teratura.

Sus églogas, nombre con el cual Fnzina bautizó sus doce representa-ciones, por rendir de este modo tribu-to de admiración al inmor ta l Virgi l io, pueden div id i rse en dos grupos: reli-giosas y profanas. A éstas pertenecen el Auto del Repelón, la de Fileno, Zambardo y Cardanio, la de Plácida y Victoriano, El Antruejo y la del Escudero que se tornó pastor y Los pastores que se tornaron palaciegos, conocida también con el nombre de Egloga de Pa:c ¡ala y Muigo.

En ellas se encuentran trozos mu-sicales y bailables hasta llegar al vi-l lancico con que terminan todas.

Las églogas de Enzina están fácil-mente dialogadas y son de sencillo aparato escénico; emplea en ellas un vocabular io especial que algunos crí-ticos han l lamado dialecto sayagués, pero que según Menéndez y Pelayo no es otra cosa sino «una jeringoza l iteraria convencional» puesta por los poetas cultos en boca de pastores y gente de baja cond ic ión.

Biblis.

La TIN TA S A M A S i e m p r e vence De venta en la Imprenta El PHRIl

5 LA DEFENSA

Entre broma y serio

Correspondencia parti-cular

Un deber de amistad y compañe-rismo roe obliga hoy a cumplimentar en esta sección un encargo especial del amigo Juan Pagano.

A este veterano coplero, le pasa lo que al músico sordo de la murga de «La Alegría de la HuertB», que ' tocaba de o ído" . Esto es: no sabe ni puede leer ni escribir y se limita a «sacarse» y cantarse sus copli l las, sol i tario, como los «virtuosos» en su género, sin ofender a Dios ni al pró-j imo, enyas coplas me encargo de es-cribirle yo, que aunque no soy escri-tor ni presumo de serlo, creo que sé lo bastante para «el avío», y, desde luego, algo más que oíros muchos que han dedicado luergos días y ollas para serlo, y no saben escribir ni a la familia.

Es c. caso, que mi modesto amigo y Sánchez Guerra —sin ponerse de acuerdo—cada cual en su esfera, el uno con sus coplíl les originales y el otro recitando apropósitos de poetas clásicos, han despertado la afi ión a los versos cómíco-sa'ir icos espe-cialmente—¡os hay para todos los gustos—y por lo que se refiere a nuestro cantcr rural, lo traen verda-deramente " f r i to " los poetas y Insta poetisas expóntaneas de esta pobla-ción y su comarca, por correo inte-rior y exterior,en cartas, ya anónimas, ya firmadas, con coplas, versos y has-ta «verzas», para que, bien como de su cosecha, o como del prédio ajeno, se publiquen en L A DEFENSA,

Esta afición despertada, aparte de lo más bien o mal que les soplen las musas a los "amarteurs" correspon-dientes, es, desde luego, plausible y mil veces preferible a la de dedicarse a oír o imitar los " j ipíos" de los can-taores flamencos, que tantos estra-gos están ocasionando en la locali-dad, o la de dcdicar todo el año la atención y el cuidado a la prepara-ción del casco, la cola y el tambor, para los sendos orfeones de la colas uegra y blanca, en su edificante y loable competencia, que tan maravi

liosamente cumple la misión de ador-mecerlos...

Asi , pues, Juan Pagano, me en-carga h iga presente a sus amables comunicantes, que lee, o, mejor di-cho, oye leer cor. gusto las coplas y demás versos que le envían, entre los cuales encuentra algunas con su po-quita sal, e ¡deas regeneradoras más o menos disolvente;; pero que es im-posible poder complacerles, de una parte porque él se limita a los frutos de su opima cosecha, y de otra, por-que para ello necesitarían una espe-cie de A B C con todas sus páginas.

A las adorables poetisas, que tam-bién hay alguna anónima, a juzgar por el papel y la letra femeninos, que ten-gan a bien acompañar la fotografía, y a su vista, aunque él ve poco, verá la manera de darles gusto, siempre galante y deferente con el género de nu'stra perdición.

A los q >e le dicen ¡cuidado! con buena intención, les da las gracias, advirt iéndoles para su tranqui l idad que lleva un b j e n lazarillo y tantea bien este sinuoso piso antes de sentar el pie...

Y para el baenen^e anónimo y pre-cavido que se lo indica en otro senti-do, propio dé los tiempos pretéritos, me encarga que le dedique esta co-pli l la suya:

"Oye este cantar «encillo: yo no muevo el incensario porque no soy monaguil lo de tos que están a salario

Juan Castañeda.

El «arribismo* llega a veces a esca-lar los más elevados puestos-, pero como en su triunfo no entra para na-da el mérito su caída suele ser apa-ratosa. E¡emplo: J. C. C , «santón»

cordobés de la Dictadura.

D E INTERÉS

«La Razón», de Osuna Para demostrar que no estamos

solos, sino que hoy los periódicos de pueblo viven en productivo contac-to, reproducimos la siguiente noticia de ruestro bri l lante colega "La Ra-zón", de O una:

«Leemos en LA D E F E N S A , de Baena, que el Sab-delegado de Vete-rinaria don Anton io Cuenca afea la conducta del vecino don Agustín Val verde al dir igir una carta a dicho pe-riódico, en queja de habérsele despa-chado medio k i lo de almejas en ma-las condiciones para el consumo. No-sotros, que encontramos natural que los vecinos se quejen a la Prensa, protestamos de que afirme el señor Cuenca, que ello no es camino direc-to ni legal; sí reconocemos que debió el reclamante di i ig i ise a las autorida-des al mismo t iempo; pero de ahí a considera! que las quejas sólo tienen el objeto de «armar escándalo», hay un abismo. No y no: el dirigirse a la Prensa es legal, tan legal como la función del veterinario, tan respeta-ble y d igno como su propio titulo.

Dispense el colega la intromisión que hacemos en sus asuntos, pero no queremjs dejar pasar esta afirmación sin nuestra másené.gica protesta.

L A DEFENSA no tiene por qué dispensar al estimado colega de O ÍU-na. Antes al contrario, le estamos agradecidos. Sus palabras han venido a enseñar lo que nuestra modestia n o s i n d u j j a silenciar. Si nosotros hubiésemos abogado por sus f jeros y respetos, seguramente que un b-ien sectoi de esta opin ión ( j u e solo atieu de al descrédito de los perióJico»

Francisco de Prado Santaella Perito Agrícola

Levantamiento de planos. = Mediciones = Parcelamientos = Particiones — D e s l i n d e s . — N i velaciones. = Proyectos de riego. ==Cubicacíones de Produc-

tos agrícolas = M e d í c í ó n y valoración de alambradas, = Aforos, etc. Tasaciones de Fincas rústicas, Edif icios Rurales, Cosechas, Labores, D.ños

y perjuicios, Arrendamientos y Testamentarias

B A E N A a Teléf. 2 2 a (Córdobe)

6 LA DEFENSA

S a s t r e r í a s José Jares Alonso * g p f t i í i i Madrid

( 0 . / c . con los bancos de España, Central y Español de Crédi to)

Tanto la toma de medidas como la verificación de las pruebas, se IU van a cabo, fuera de Madrid, en el domicilio de los Sres. clientes

Esta Casa viste a las personas más distinguidas de Baena

lar 7 indo blasfemias arr paiados en el impunbmo que presta el rum r) hu-biera creído que al enzalsar a la Pren-sil, nos er zaleábamos nosotros, e, L A D E F E N S A que dispensar m d a a "La Razón", de Osuna, a quien enviamos, con nues-tros saludos, la expresión de nuestra gratitud, a la par que nos c I fin que consig-nan sus titulares; pero no té si este derecho será exclusivo de los gran-des periódicos, y ciudades y no po-drá hacerse extensivo a los pueblos y vi l lorr ios.. . Y en la duda, me abs-tengo de prejuzgar.

Gracias, señor Director, por la in-serción de esta inofensiva carta, en LA DEFENSA, que como viene pro-clamando es la tr ibuna popular de Baena, y queda de usted su afectí-simo s. s. q. e. s. m.

Juan de/ Pueb/o. P . / D . Que conste, que estos desahogos,

¡O fTiismo se toleraban en t iempos de la Dictadura que el presente, no me vay?n a t i ldar de defensor de la "si-tuación del sable" (en toda la acep-ción de la palabra), y crean que tra-to de retirarlos de aquélla y arrimar-los a ésta. Ecuanimidad ante todo.

De colaboración

Juicios de un obrero En este mundo de miserias en que

vivimos, todo está tan arbitrariamente «amañado», que paso a paso nos en-caminamos hacia un tenebroso abis-mo.

La tierra, nuestro g lobo, despues de su maravillosa creación, viene pre-sentando su superficie cada día más fecunda, dejando al l ibre albedrio la continua explotación de sus esencias. Esta tierra, que fué creada pera to-dos, q'-e debiera recibir en su seno el sudor de t o d j s los rostros, con arreglo al mandato divino, resulta hoy acaparada, monopolizada, pudie-ra decirse, por castas que en el trans-curso de los años, consiguieron con-vert i r la en propio dominio por la fuerza de la espada y bajo la santa enseñe; alejándose así de los princi-pios que encerraban esa enseña cris-tiana.

Nada rr.ás hermoso que aquellas palabras que mandaban dar de co-mer al hambriento, y nada tan con-trario como despojar a otro de lo que es suyo, con pretextos que ro admite la época. Si la tierra toé creada para todos, como nos demuestra el siste-ma comunista de las sociedades pri-mitivas, jamás debió emplearse la in-teligencia ni la fuérza en acaparar la parte del débi l . El mismo sentido cristiano abogaba por que esa inteli-gencia, y esa fuerza, tuviese por mi-sión evitar precisamente los desmanes del más fuerte, en mantener la justi-cia, la fraternidad hurr.ana. De donde se deduce el abuso, cuyas tristes con-secuencias ha de conducirnos más tarde o más temprano a ese abismo a que aludo en un pr inc ip io .

Siglos enteros ha precisado el ca-pital ismo para afianzar su poderío con leyes interesadas. Casi un mo-mento bastó a Rusia para dar al traste con lo conquistado en toda la histo-ria de la humanidad, con el cúmulo de pr iv i legios de clases; que tan rá-pida es la justicia cuando la e?g'¡n>e la mano de la sociedad. Solo en un momento de conmociór., murieron, es cierto, miles de criaturas en Rusi» ¡Pero cuántas, y cuántas vidas pere-

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cieron también en el trascurso de los siglos, segadas por la espada que conquistaba privi legios, nó que defen día la fraternidadl

Esto no quiere decir que yo crea que el modas vivendi de Rusia sea perfecto hoy por hoy. Pero es indis-cutible que conseguirá esa perfección, como es indudable que las esencias de su sistema ha repercutido en el mundo entero de tal modo, que el t iempo nos mostrará un día este di le-ma: evolución natural de la sociedad, o el abismo. He aquí lo que conse-guirá ¡a clase privi legiada si persiste en sus egoísmos de hoy. A l menos, tal es el eco que viene rodando de montaña, en montaña, cada vez más sonoro y más ampl io.

I/ícente Lopera. Secretario del Centro Obrero

Cabra Jul io 1930.

'Efe orí de las Casas

Abogado

Torredonjimeno- Jaén-Madrid

Propuesta justa Nuestro excelente amigo — de

quien esperamos continua colabora-ción—don José Ayala, se ocupaba en esas columnas, en el pasado nú-mero, de que el Concejo de nnestra ciudad impusiera el nombre de don Juan Ocaña a la actual c-ille de Fran-cisco Lóptz, como premio a los ser-vicios que pregara a Baena en el tiem po que desempeñó la Secretaría mu-nicipal.

Por estimarlo de justicia, por creer que el Sr. Ocaña, el ilustre autor de «Mosquetazos» tuvo para Baena aten ciones y desveios dignas de gratitud, LA D E F E N S A enarbola como pro-pia la propuesta del Sr. Ayala, y une s>u voz a la de tan culto paisano, con la esperanza de que nuestro Ayunta-miento sabria acoger, cual merece, este deseo que ha tenido unár ¡me re-sonancia entre nosotros.

De colaboración espontánea

COSAS DEL DIA A N É C D O T A

L-J calle de A fonso dcce de nuestia noble ciudad, está loca de contento porque la '.tan regado ya. El día en que vió a! manguero se le ocurr ió preguntar: «¿Cómo es que me estás regando y has dt j^do la Calza?* A lo que aquél le contesta con muchd étnabil idad: «Te han levantado e! boicot, que r*zón tenías y.'; desde hoy en adelante se te tiene que regar, barrerte y pavimenta' tp, para que no terg^s más ese barro que tenias que no se podía ni anda ; que aquello fué consecuencia de lo que voy a contar: El que nos mandaba antes, que vivía en la Calza, se creyó que tus vecinos no llegarían a mandar, a ordenarme que le rieguen y a otras cosas que te harán, que para eso hoy vive en tí la primere autoridad... (de los ediles, se entiende)... cuestión de cambio, ¡ná má>l»

EUo le d i jo el manguero a la calle A fonso doce, y esto pongo en L A D E F E N S A sin intenciones n i ofensa.

A R A P L ' N .

COBROS Per la Alcaldía se han publicado

edictos anunciando la cobranza en periodo voluntario del tercer trimes-tre del ejercicio en curso del padrón de Inquil inato y Guardería rural y 1.°, 2.°, y 3 er trimestre de la ex1C-ción del arbitr io sobre solares sin edificar y las de todo el año de la matricula de motores, transformado-res, calderas y detiás aparatos aná-logos del ejercicio en curso.

Dichas cobranzas tendrán lugar durante todo el mes de Agosto pró-ximo, desde las nueve a las quince, en la oficina de recaudación de este Ayuntamiento.

Pasado dicho plazo, incurrirán los morosos en apremio.

AGRADECIDOS Lo estamos muy sinceramente a la

Empresa del Teatro Nuevo Liceo, que ha tenido la distinción de eoviar-nos una tarjeta de Prensa para nues-tra l ibre oMstencia a los espectáculos que en dicho coliseo puedan cele-brarse.

Llegue a tan genti l Empresa el tes-t imonio de nuestro reconocimiento.

T R A N S P O R T E S Eulogio Aguilera fílame

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E^tas consignaciones que admite el B meo por el in porte de la canlMód que entrega el cliente, devengan un in'erésde t'e» y meJ o por 100 anual

a tres meses y de 4 por 100 a 6 meses y 4 y medio por 100 a un añu.

CAJA DE A H O R R O S

En l i b ' f t r s , hasta diez mi l pesetas. —Interés de cuat o por 100 anual.

Cuentas corrientes con interés en pesetas y en monedas e x i r ^ r j c a s . Cuen-tns de crédito. Compra y venta de valores. Cob'O v descuento de leiras y cupones. Compra y venta de monedas extranjeras. Giros y cartas d » crédi-to. Seguros de c mbio. Depósito de valores y, en general, toda case de

operaciones de Ranea.

Sucursal en b a e n a . Plaza Clemente Valverde, 6 Horas de Caja: de 10 a 2.

Nombramientos

Nuestro querido amigo don Fran-cisco Valenzuela Jiménez, ha sido nombrado Secretario suplente de este Juzgado Municipal .

—En la sesión celebrada por la Comisión permanente el pasado sá-do fueron nombrados, con carácter de interinos, médico tocólogo y mé-dico t i tular, don Germán Baena Ro-jano y don Manuel Bujalance Roda-j->, respectivamente.

Felicitamos efusivamente a men-cionados señares.

MEJORÍAS

Ha experimentado ona ligera me-joría en la enfermedad que desde hace días le tiene postrado en cama, nuestro antiguo amigo el acreditado comerciante don Eduardo Monroy Priego

—También se encuentran mejora d j s de las I esiones sufridas en el accidente automovil ista ocurr ido el día 28 nuestros estimados amigo*, el joven peri to agrícola don Francisco de Prado Santaella y don José San-taella Ariza.

En la parroquia de San Bartolomé y por el presbítero don Manuel Val-buena recibió días pasados las aguas bautismales una precigsa niña, h i j a de nuestro estimado am'go don Fran-cisco Priego Arrebola y de su d i g n a espora doña Consuelo González.

A la nueva cristiana, que fué ap«. drinada por sus tíos don Manuel Prie-go y la simpática señorita Carmen González, se le impuso el nombre de Consuelo.

Felicita mos al joven matrimonio por este grato suceso familiar.

[rniia u HUI Campillo, n.° 5 (Junto al Llano)

Esta popular Cervecería, que puso al aicancí* ríe todos el con-sumo de la mi jor cervezi, sigue venciendo Mn variación alguna de clase y precio, a

h chito, 15 as.; doble, 30: larra.l pía. Estupendas tapas de cocina y fiambres ¡Gaseosas y n frescos, a DIEZ CTS.I

VIAJEROS Se encuentra en ésta, nuestro esti-

mado amigo y culto colaborador don José Avala Ortega.

— Hemos tenido el gusto de salu-dar a nuestro buen amigo don Fer-nando Rivas Cubi l lo , guardia civil del puesto de Paradas (Sevilla) quien l legó con mot ivo de una desgracia fa mil iar.

EL BUEN GUSTO

Kiosco establecido en el Parque P A B L O A L B A Ñ I R

En este acreditado kiosco se hallan los mejores refrescos.

Licores: «Beso de novia» y «Licor de dama».

Aper i t i vos y cerveza al gri fo de las mejores marcas.

Gran variedad en helados de toda» clases.

No se confundan: "K iosco de P A B L O A L B A Ñ I R