Apitec71 Edición especial Meliponicultura

40

description

 

Transcript of Apitec71 Edición especial Meliponicultura

Page 1: Apitec71 Edición especial Meliponicultura
Page 2: Apitec71 Edición especial Meliponicultura
Page 3: Apitec71 Edición especial Meliponicultura

www.apitec.net [email protected]

APITEC felicita al Dr. González Aceretopor su nuevo libro

CRÍA Y MANEJO DE ABEJAS NATIVAS SIN AGUIJÓN EN MEXICO

presentado en el V CongresoMesoamericano Sobre Abejassin Aguijón, llevado a caboen Mérida, Yucatán en el mesde octubre del presente.

Mayores informes:

[email protected]

Page 4: Apitec71 Edición especial Meliponicultura

2Apitec 01 (726) 103 2097

Page 5: Apitec71 Edición especial Meliponicultura

3

AprovechamientoAprovechamientoancestral y ancestral y

sustentable de lassustentable de lasabejas sin aguijónabejas sin aguijón

(Apidae: Meliponini)(Apidae: Meliponini)por campesinospor campesinos

mayas de Yucatán.mayas de Yucatán.

Jorge A. González AJorge A. González Acereto, Chavier Araujo Freitas, cereto, Chavier Araujo Freitas, Luis Medina MedinaLuis Medina Medina

Apitec Tel .01 (726) 1032097

Page 6: Apitec71 Edición especial Meliponicultura

Introducción

Asu llegada a Yucatán, el obispoFray Diego de Landa encontróque los mayas aprovechaban dos

clases de abejas: una que era domesti-cada y se explotaba en troncos ahueca-dos, en donde esta cultura tenía gran-des explotaciones (colmenares), loscuales contaban con mil y hasta dosmil colmenas (hobón en maya yucate-co; Quezada, 1997), y otras que eranbuscadas en los montes a las que se lesextraía su miel y cera, en el mismo sitiodonde se hallaban sus nidos (de Landa,1959). Es probable que en esa época,los mayas evitaran la pérdida de los ni-dos que estaban en cavidades en laroca calcárea tan abundante en el suelode Yucatán. Conservar estos nidos ensu estado natural, les permitía garanti-zar su abastecimiento periódico de lacera de abeja que los conquistadores(estancieros y frailes), les imponíancomo tributo u obvención (Fernández-Souza et al., 2007).

Esta actividad extractiva de cera era de grandes dimensio-nes, ya que los requerimientos de los españoles, tanto paraconsumo interno, elaboración de velas que usaban en susofrendas religiosas eran necesarias (Martínez, 1938), así comopara la comercialización y exportación del producto(Quezada, 2001; Fernández-Souza et al., 2007).

El uso de la cera y de las mieles silvestres obtenidas deesta manera por los mayas, cubría necesidades específicas anivel intracomunitario. La cera se utilizaba para pulir artefac-tos de casa, pesca y domésticos, y probablemente para orna-mentar ollas y jarrones de barro. Posey (1978), hablando delos indios Cayapa de América del Sur, señala algo similar so-bre este grupo que utiliza la cera de abejas sin aguijón paraimpermeabilizar sus canoas, mezclarla con pigmentos paraornamentar su alfarería y como pegamento de las plumas desus flechas.

La miel silvestre de las llamadasabejas del monte por el fraile Diego deLanda (1959), probablemente se leaplica un uso similar al que en la actua-lidad los descendientes de los mayasde la colonia le dan en sus comunida-des: un uso de tipo ceremonial para lapreparación de un brebaje ritual deno-minado Balché, que es usado en cere-monias como las ofrendas del “U-hanli-cab” (Figura 1) y “U-hedz-luumil-cab”,que significan “comida de las abejas” y“manejo de las abejas”, respectivamen-te. También como un producto quepromueve la salud y resuelve dolenciasasociado a la herbolaria y farmacopeaindígena.

En las últimas décadas el aprove-chamiento de este recurso estaba enmanos de los campesinos dedicados ala milpa, quienes hasta la fecha conser-van una nomenclatura muy amplia ensu lengua del número de especies de

abejas sin aguijón (Apidae: Meliponini), que pueden ser encon-tradas en los montes y aprovechadas para la obtención desus recursos.

El deterioro cultural en las comunidades mayas ocasiona-do por la falta de expectativas de trabajo en el campo y la mi-gración de su gente joven hacia las ciudades del país y del ex-tranjero, han propiciado el abandono de las tradiciones, einclusive su rechazo. Esto ha resultado en una pérdida de lavisión conservacionista de un recurso biológico aprovechableque hoy en día aumenta su riesgo de desaparecer completa-mente de este ámbito.

La relevancia de los productos de las especies económi-camente aprovechables, sugiere conocerlas y determinarcuánto de ese conocimiento se conserva en las comunidadescampesinas mayas, y qué parte de la población aun esta inte-resada en su aprovechamiento y conservación. Por tal motivoeste trabajo busca hacer un análisis sobre aquellos aspectos

4www.apitec.net [email protected]

ESCRÍBANOSTenemos un espacio abierto para sus comentarios y [email protected] Fax/Tel: 01 726 103 2097

Figura 1. Chaman en Ceremonia Mayadel U-hanli-cab.

Page 7: Apitec71 Edición especial Meliponicultura

www.apitec.net [email protected]

de la cultura maya que se han conservado en torno al aprove-chamiento de las abejas sin aguijón que no son explotadasdomésticamente como la Xuna´an cab (Melipona beecheii)(Figura 2), pero que sin embargo, han sido importantes dentrode un marco de salud farmacológico, cultural en su relacióncon las prácticas mágicas en la milpa y la cacería y de conser-vación de las especies.

Materiales y Métodos.

Para conocer cuánta información se tiene en la actualidadsobre las abejas nativas sin aguijón no encolmenadas, se rea-lizaron una serie de entrevistas a campesinos mayas de la re-gión centro, sur, oriente y poniente del estado de Yucatán. Seprocuró que entre los entrevistados hubieran personas mayo-res y en la misma proporción personas jóvenes con el propó-sito de hacer una comparación intergeneracional de la culturay el conocimiento en relación a las abejas nativas y los usosde sus productos.

Entre los puntos que se tocaron en las entrevistas estuvie-ron los que a continuación se mencionan:

Primero: se les preguntó cuántas especies de abe-jas nativas sin aguijón presentes en los montes y susmilpas conocían que no fueran xuna´an cab.

Segundo: con qué nombre las identificaban enlengua maya o en español.

Tercero: si los productos de esas abejas tenían al-guna importancia para ellos y si alguna vez aprove-chaban los recursos de las abejas.

Cuarto: qué usos le daban a la miel, polen y ceru-men de estas abejas.

Quinto: si tenían conocimiento de alguna prácticao ritual-mágico relacionado con el manejo de los pro-ductos de cierta especie de abeja.

Sexto: si los nidos de estas abejas luego de abier-tos y cosechados eran protegidos de alguna forma

para garantizar su recuperación.

Resultados.

Entre la población de personas de mayor edad la mayoríamencionó que conocía ocho especies de abejas nativas sinaguijón bien identificadas por ellos. Las especies de este gru-po las conocían por su nombre en maya y fueron: Sak-xic(Trigona (Frieseomelitta) nigra) (Figura 3), Kansak (Scaptotrigona pec-toralis), Bool o Mejenbol (Nannotrigona perilampoides), Us cab oYaax ich (Plebeia spp.) (Figura 4), Limón cab o Niit kib(Lestrimelitta niiikib), Tacab o Ejool (Cephalotrigona sexmeniae)(Figura 5), Cho´och´ (Partamona lineata), Ts´ets´ (Melipona yu-catanica) y el Mu´ul (Trigona fulviventris). De estas abejas, tam-bién reportaron haberles tomado sus recursos, cera y miel, alTacab o Ejool, Sak-xic, Kansak, Us cab o Yaax ich y Bool oMejenbol. En algunos casos, se utilizaron las mieles para en-dulzar una bebida refrescante conocida como pozole (k´eyemen maya yucateco), usada como refrigerio después de las la-bores en la milpa. También fueron usadas estas mieles pararesolver problemas de salud como resfriados en familiares deestos campesinos.

Algunos campesinos reportaron el uso en particular de lamiel del Sak-xic y del Kansak para resolver infecciones de losojos, y combatir el pterigeón o carnosidad de los ojos (buyich, en maya yucateco). Una persona mencionó que la mieldel Sak-xic mezclada con resinas acopiadas por la misma abe-

Figura 2. Abeja domesticada Xuna´an cab: Melipona bee-cheii.

Figura 3. Sak-xic (Trigona (Frieseomelitta) nigra)

Page 8: Apitec71 Edición especial Meliponicultura

ja reduce las úlceras de piel en personas que no habían res-pondido al uso de antibióticos. Otro indicó que la miel deCho´och´ mezclada con la sangre de un pájaro llamadochicbul en maya o garrapatero (Crotophaga sulcirostris), curabala tosferina de los niños cuando esta mezcla era administra-da vía oral.

Respecto al polen (iis, en maya yucateco), solo dos per-sonas señalaron que el polen de estas abejas se mezclabacon la miel y se consumía como una golosina. Los demásentrevistados indicaron que lo eliminaban después de abrirlos nidos por miedo a que las colonias de las abejas fuerandestruidas por las larvas de una mosquita parásita denomi-nada en maya nenem (Pseudohypocera kertezi) (Figura 6).Algunos campesinos relacionaron el polen con el excremen-to de las abejas y por esa razón justificaron no consumirlo.

Con respecto al cerumen (kiib en maya yucateco) de lasabejas sin aguijón, el uso más común reportado fue del bar-nizado del pie de las hachas y coas utilizadas por ellos, asícomo de las horquetas de los t i rahules de sus hijos.También algunos campesinos reportaron el uso del cerumenpara desprender garrapatas que en ocasiones se les peganen el cuerpo durante su trabajo en el campo. El uso del ce-rumen para la elaboración de velas utilizadas en los ritos ca-tólicos, lo mencionaron señalando que lo realizaban cuandolograban reunir una buena cantidad de este material, gene-ralmente proveniente de varios nidos de abejas. Todos es-tos usos del cerumen correspondieron al aprovechamientode este material de la mayoría de las especies de abejas queya se señalaron, inclusive juntando el material de diversasespecies y mezclándolo, exceptuando el cerumen del Tacabo Ejool.

En lo que se refiere al Tacab o Ejool, varios campesinoscomentaron que localizar los nidos de esta abeja es muy di-fícil, y generalmente se les ubica cuando las personas andande cacería por la noche, ya que esta abeja emite un fuertezumbido que es percibido cuando el cazador pasa al junto ala entrada del nido. Por eso es conocida esta forma de en-contrar los nidos durante la cacería como ximbal tson, quesignifica “paseo del cazador”. El cerumen de esta abeja esmuy especial, y es utilizado cuando se cosecha en el campo,para llevar a cabo ritos mágicos que les garantizan al cam-pesino el cuidado de las milpas y el control de algún montedonde acostumbran a ir de cacería.

Para el cuidado de las milpas le pagan a un chaman o h-men (brujo maya), que elabora un pequeño altar en el lugary construye con el cerumen un muñeco, y lleva a cabo unrezo en maya en la milpa dirigido a los cuatro puntos cardi-

6Apitec 01 (726) 103 2097

Figura 4. Us cab o Yaax ich (Plebeia spp.)

Figura 5. Tacab o Ejool (Cephalotrigona sexmeniae)

Figura 6. Larvas de mosquita parásita denominada en mayanenem (Pseudohypocera kertezi)

Foto de Miguel Guzmán

Page 9: Apitec71 Edición especial Meliponicultura

nales que acompaña con una ofren-da de sakah (brebaje hecho demaíz), y que una vez finalizado elrezo el muñeco es enterrado de laentrada de la milpa. A partir de esemomento, la milpa no podrá ser sa-queada porque seres sobrenaturalesvigilan el lugar, sobre todo por lasnoches, asustando a quien se atrevaa acercarse con intenciones de lle-varse el maíz. El altar es alimentadopor el dueño de la milpa con regula-ridad con una jícara de sakah, ciga-rrillos y aguardiente, todo esto paramantener contentos a los puses oaluxes (criaturas similares a duendesdel mundo maya) que cuidan la mil-pa.

En el caso de los montes dondese realiza la cacería del venado yotras presas, el h-men realiza un rezo similar con la diferen-cia que moldea con el cerumen del Tacab o Ejool, un vena-do que es enterrado a la entrada del monte y le garantiza alcazador cacería segura cada vez que salga a realizarla en eselugar. A estas dos formas de tener un control tanto de lamilpa como del sitio de cacería se le conoce por los mayascomo “amarrar la milpa” o “amarrar el monte”. Otra formade amarrar el monte fue descrita por un campesino, el cualseñaló que también esta figurilla de venado de cerumen(Figura 7), la debe de portar el cazador cuando sale de cace-ría, pero que nunca y por ningún motivo debe de decir quela posee y nadie la debe de ver en su poder, porque de lo

contrario nunca cazará presa algu-na. Según Villa (1945), es la creenciaentre los mayas que cualquiera quecoma viva una de las abejas llamadaTacab tendrá la facultad de encon-trar fácilmente colmenas silvestresde Tacab.

Las personas más jóvenes quefueron entrevistadas, reportaron ensu mayoría conocer a estas abejaspor el término maya de xnuk (quesignifica en español vieja), sea la es-pecie de la que se trate, es decirusan este nombre común a todas lasespecies de abejas nativas sin agui-jón. En el peor de los casos, hubie-ron algunas personas que denomi-naron a todas estas abejas comoviejas o viejitas. La mayoría de estegrupo comentó que normalmente

no les interesa tomar los recursos de estas abejas, descono-cen su utilidad y solamente algunas veces cosechan la mielsin aprovechar el cerumen o el polen. Ocasionalmente,cuando encuentran un nido de abejas nativas que no sea dedifícil apertura, extraen la miel exclusivamente y la consu-men en ese momento dejando la cavidad donde está el nidosin protección alguna.

Algunos jóvenes señalaron que sus abuelos les comen-taron de algunas prácticas relacionadas con la milpa, peroen general ellos piensan que son costumbres viejas y queno creen en ellas, ni les interesa.

7Apitec 01 (726) 103 2097

Figura 7. Figurilla de venado de cerumen.

Page 10: Apitec71 Edición especial Meliponicultura

Las personas mayores mencionaron que después de co-sechar la miel y extraer el cerumen procuraban sellar la cavi-dad ocupada por el nido para protegerlo de depredadores; ycomentaron que los nidos de las abejas cosechados gene-ralmente ocupaban cavidades en el suelo, llamadas actunesen maya. En el caso del Kansak, por ser una abeja defensiva(brava) y habitar principalmente cavidades en troncos de ár-boles, reportaron que extraían la miel abandonando los ni-dos. Solamente una persona manifestó que la cavidad en elárbol fue sellada con un trozo de madera para proteger elnido luego de haber extraído los reservorios de miel y polen.

Para el caso de los campesinos más jóvenes, la respues-ta al posible cuidado de los nidos abiertos por ellos para to-mar la miel fue de un total desinterés a las consecuenciasque ocasionó posteriormente la apertura de la cavidad al noser esta protegida. La destrucción de nidos en cavidades deárboles que fueron saqueados correspondió a declaracionesde personas muy jóvenes para los cuales esto no representómás que una distracción para obtener miel rápidamenteabandonando el lugar y el nido a su suerte.

De las entrevistas realizadas a los campesinos mayasadultos y jóvenes, se observó una marcada diferencia encuanto a sus opiniones relacionadas con las abejas nativassin aguijón y el uso de sus productos. Los adultos (mayoresde 40 años), manifestaron un interés marcado y un respetoimportante por estas especies de abejas, y se evidenció supreocupación por la conservación de las mismas en la medi-da que procurando aprovecharlas en sus recursos tomanmedidas apropiadas para evitar su destrucción, y poder asítenerlas disponibles para otro momento.

Conclusiones.

1) Los campesinos mayas de mayor edad mantienenuna visión ancestral en el uso de la miel, polen y cerumen delas abejas sin aguijón del monte que aun existen en Yucatán,siendo esto una condición sustentable que favorece la per-manencia de las especies.

2) Las prácticas mágico-religiosas relacionadas conproductos como el cerumen de las abejas, fortalecen laidentidad cultural de los campesinos, mantienen sus tradi-ciones y le da permanencia a una historia que está siendoamenazada por los cambios de la modernidad.

3) Los campesinos mayas más jóvenes se están alejan-do de las prácticas tradicionales que se realizan con las abe-jas sin aguijón que viven en los montes, y los ritos mayasque dan coherencia e identidad al grupo han perdido signifi-cado para ellos.

4) La pérdida de los nombres mayas de las especies de

abejas sin aguijón y la sustitución por un nombre generaliza-do, como xnuk o viejitas, en vocabulario de los jóvenes, de-muestra desconocimiento y desinterés por conservar la no-menclatura.

5) La destrucción de los nidos de las abejas del monteen contraste con el conservacionismo que propician los adul-tos, dejan como evidencia un cambio en los intereses de estenuevo grupo generacional que se va alejando de la cultura ylas tradiciones.

Agradecimientos.

A los campesinos mayas de las comunidades de Yucatánque dieron amablemente de su tiempo para las entrevistas re-alizadas.

Bibliografía.Fernández Souza Lilia, Negroe Sierra Genny, Lacadena García-Gallo

Yam Sosa Martha, Fernández López Silvino, López Rodríguez Armando(2007) Historia Prehispánica y Colonial de Yucatán. Maquilado por McGraw-Hill Companies, Inc. Cedro Num. 512, Col. Atlampa, DelegaciònCuauhtemoc C.P. 06450, México, D.F.

Landa, Diego de (1959). La Relación de las cosas de Yucatán. EditorialPorrúa. Garibay, A. M. K. 252 pp.

Martínez, C. G. E. (1938). Ah Muzencab, el Dios Maya de las abejas.Apicultores de Yucatán. 10:4-6.

Posey, D. A. (1978). Ethnoentomological Survey of Amerind Groups inLowland Latin America. The Florida Entomologist. 61(4): 225-229.

Quezada, S. (1997). Los pies de la República: Los Mayas Peninsulares,1550-1750. Historia de los pueblos indígenas de México. Centro deInvestigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social. pp 56.

Quezada; S. (2001) Breve Historia de Yucatán. Fideicomiso Historiade las Américas. Serie, Breves Historias de los Estados de la RepúblicaMexicana. EFE .Colegio de México, México 2001. 288 pp.

Villa, R. A. (1945). The Maya of East Central Quintana Roo. CarnegieInstitution of Washington, Pub. 559, Washington, D C.

8www.apitec.net [email protected]

DE LOS AUTORES:González Acereto, Jorge A. M.V.Z. 1; De Araujo Freitas,

Chavier M. en C. 1; Medina Medina, Luis A. Dr. 1.

1 Departamento de Apicultura, Campus de Ciencias Biológicas yAgropecuarias, Universidad Autónoma de Yucatán. ApartadoPostal Correo electrónico:[email protected]; [email protected]; [email protected].

Page 11: Apitec71 Edición especial Meliponicultura

9

INCURSIONES DEINCURSIONES DE

Lestrimelitta niitkib Lestrimelitta niitkib

A NIDOS DE ABEJAS SINA NIDOS DE ABEJAS SIN

AGUIJÓN (Apidae: Meliponini)AGUIJÓN (Apidae: Meliponini)

DE YUCATÁN:Una estrategiaDE YUCATÁN:Una estrategia

para la división natural en para la división natural en

abejas Cleptobióticas.abejas Cleptobióticas.

Jorge A. González AJorge A. González Acereto, Luis A. Medina Medinacereto, Luis A. Medina Medina

Page 12: Apitec71 Edición especial Meliponicultura

Introducción

Las abejas sin aguijón(Apidae: Meliponini) delgénero Lestrimelitta, son

un grupo de abejas que se ca-racterizan por obtener su ali-mento a través del robo deeste recurso durante las in-cursiones que realizan en ni-dos de otras especies de me-liponinos. Este género(abejas de 4 a 7 mm de largo),presenta una amplia distribu-ción en la región neotropicalabarcando desde Nayarit ySan Luis Potosí en México,hasta Rio Grande do Sul enBrasil y Misiones en Argentina (Michener, 2000), compren-diendo cerca de 10 especies, siendo Lestrimelitta chamelensis yLestrimelitta niitkib las únicas reportadas para México (Ayala,1999).

En los meliponinos, la reproducción de la colonia o divi-sión natural presenta características similares a las abejas A.mellifera cuando el propósito es la propagación de la especie,ya que factores como el hacinamiento poblacional ocasiona-do por condiciones favorables durante la secreción nectarpo-linífera de la zona, cambios en la dispersión de las feromonas,aumento de la temperatura intra-nidal, etc., son factores quepueden desencadenar este proceso (Kerr et al., 1996). Sin em-bargo, existen también marcadas diferencias en la forma en laque se realiza físicamente dicha conducta entre ambos gru-pos de abejas.

En las abejas A. mellífera, la salida de un enjambre conte-niendo parte de la población de la colonia, sale con la reinavieja (o alguna reina virgen recién emergida en los enjambressecundarios) para establecerse en un nuevo nido con la com-pleta separación entre la colonia madre y la colonia hija.

En los meliponinos, la división de la colonia es un procesogradual que inicia con el transporte de recursos (miel, polen,cerumen) de la colonia madre hacia una nueva cavidad dondese establecerá la colonia hija, y la reina que sale con las obre-ras para establecer el nuevo nido, es la reina virgen, la cual esfecundada luego de estar instalada en el nuevo lugar elegido(Sakagami, 1982). Esto se observa en la mayoría de los meli-poninos, sin embargo, en las abejas sin aguijón que viven deasaltar y robar los recursos acopiados por otros meliponinos(abejas cleptobióticas) como en las abejas del géneroLestrimelitta, no existe suficiente información para comparar el

proceso de reproducción delas colonias de este género.Por este motivo, se presentanla observaciones realizadasdurante este proceso, en laabeja nativa sin aguijón clep-tobiótica de Yucatán, corres-pondiente a la especieLestrimelitta niitkib (Ayala,1999) conocida con los nom-bres de “limón cab”, o “niit-kib” (Figura 1).

Materiales y Métodos

Durante más de 20 años,se ha registrado en diferentessitios de Yucatán, el ataque

detallado que abejas cleptobióticas de la especie Lestrimelittaniitkib, realizaban a nidos de otras abejas sin aguijón, princi-palmente en las especies Melipona beecheii (Xuna’an Kab; KolelKab), Trigona (Frieseomelitta) nigra nigra (Xik’; Sak-Xik’), Plebeiafrontalis (Us-Kab, Yaax’ ich) y Nannotrigona perilampoides (Bo’ol;Mejen Bo’ol).

Se registraba la duración del ataque de las abejas L. niitkiba los nidos de las otras especies y si los nidos eran extermina-dos durante estos ataques así como el comportamiento depillaje de los recursos durante estas incursiones. Durante es-tas incursiones, se observó que durante el robo de recursos,las abejas de L. niitkib no exterminaban a las colonias queeran pilladas. Sin embargo, en incursiones donde no existía elrobo de recursos, las abejas L. niitkib presentaban otro com-portamiento al exterminar a las colonias atacadas y el cual fuedefinido como una estrategia para obtener un sitio para su ni-dificación el cual se presenta a continuación.

Resultados y Discusión.

Para entender la forma de división natural de L. niitkib sedescribe un caso de este evento que se observó en Marzo de1992 en la ciudad de Mérida Yucatán.

Día 0.- Una colonia de Nannotrigona perilampoides(Mejenbol) (Figura 2), alojada en una colmena moderna tipoINPA1, fue atacada por obreras de L. niitkib (Niitkib o Limónkab). Abejas de ambas especies luchan en el suelo al pie de laestructura de ingreso al nido de N. perilampoides. Obreras de L.niitkib revolotean en la entrada tubular de N. perilampoides tra-tando de ingresar al nido y otras abejas permanecen en las pa-redes de la colmena con el abdomen levantado. Según

10Apitec 01 (726) 103 2097

Figura 1. Entrada de nido de Lestrimelitta niitkib.

Page 13: Apitec71 Edición especial Meliponicultura

Santana et al. (2004) el revoloteo de las obreras de L. niitkib enla entrada del nido atacado permite a las abejas cleptobióticasla liberación de terpenoides volátiles de sus glándulas mandi-bulares con intenso olor a sumo de limón, lo cual marca la co-lonia hospedera que esta siendo atacada y desactiva su siste-ma de defensa.

Día 2.- La estructura original de ingreso al nido de N. peri-lampoides fue removida por las abejas L. niitkib, observándoseuna estructura más ancha en lugar de la estructura tubular, yse observan abejas guardianas de L. niitkib en esta estructura,indicando el control total del nido y el establecimiento de lasabejas cleptobióticas en la colmena. En Brasil, Santana et al.,(2004) observaron que abejas L. limao construyen láminas de

cerumen en la estructura de ingreso del nido que esta siendoatacado, y que este cerumen es transportado desde el nido delas abejas L. limao adheridas a sus tibias. Estos fragmentos decerumen según Santana et al., (2004), llegan al nido de las abe-jas asaltadas, impregnados de feromonas de las glándulas ce-fálicas de L. limao lo cual es importante para marcar su territo-ralidad. Este aspecto fue similar a lo registrado en L. niitkib yaque se pudo ver todo el frente de la colmena INPAI cubiertocon una capa amplia de bolitas de cerumen.

Día 3. Las obreras de L. niitkib continúan desalojando a losindividuos inmaduros de N. perilampoides, principalmente pu-pas.

Día 4. Al remover la tapa de la colmena INPA1, se observóun espacio vacío debajo del batumen grueso y compacto de N.perilampoides, sitio donde deberían estar los panales de cría, in-dicando que las abejas de L. niitkib han desmantelado todaslas estructuras del nido de cría de N. perilampoides (panales yceldas), pero los reservorios con miel y polen continúan intac-tos. Desde el tubo de ingreso, las obreras L. niitkib continúanarrojando pedazos de panal, pupas e imagos.

Día 5.- La estructura tubular improvisada por L. niitkib hasido ampliada y presenta las características normales de la es-tructura de ingreso típica de esta especie. En el interior de lacolmena, se pudo observar la presencia de una reina de L. niit-kib con un abdomen en proceso de desarrollo, y un panal nue-vo con algunas celdas operculadas y otras aprovisionadas encollar listas para ser ovopositadas.

Día 8. Se observa un panal totalmente desarrollado aun-que con algunas fallas (celdas aparentemente abortadas), y

11Apitec 01 (726) 103 2097

Figura 2. Nido de Nannotrigona perilampoides en una cajamoderna.

Page 14: Apitec71 Edición especial Meliponicultura

celdas en su periferia para ser ovopositadas. En el área de re-servas, se observa la construcción de ánforas de mayor tama-ño, con las dimensiones que caracterizan a las de L. niitkib, yla reina de L. niitkib presenta el abdomen totalmente desarro-llado.

Día 12. El nido de L. niitkib ha progresado y cuenta condos panales; uno muy desarrollado y otro más pequeño, y apartir de estas observaciones la colonia de L. niitkib tuvo unconstante desarrollo y permaneció por más de un año en lacolmena INPA1.

Conclusiones:

Similar a lo reportado por Santana et al., (2004), abejas delgénero Lestrimelitta en sus incursiones normales para obtenerrecursos (alimentos) en los nidos de sus hospederos, no oca-siona el exterminio de las colonias hospederas. Sin embargo,los resultados de las observaciones realizadas en Yucatán, su-gieren que cuando una colonia de L. niitkib trata de dividirsenaturalmente, las abejas cleptobióticas detectan nidos deotras abejas sin aguijón bien aprovisionados, eliminan a lapoblación y se establecen aprovechando la presencia deabundancia de alimento en el nido hospedero.

En hipótesis, las colonias de L. niitkib, no ocupan cavida-des vacías como ocurre con otros meliponinos productivos einclusive A. mellifera, sino que requiere de colonias estableci-das para despojarlas de su espacio a través del exterminio yestablecerse en ellas como parte del proceso de división na-tural.

Es interesante señalar la rapidez en la que la reina de L.niitkib se hace presente en el nido de N. perilampoides y logra sudesarrollo abdominal e inicio de postura en un tiempo no ma-yor a 10 días.

Otro aspecto interesante es que durante la época en quese observó este ataque para el establecimiento de una colo-nia de L. niitkib, corresponde al periodo de abundante flujo denéctar y polen en Yucatán, momento que resulta óptimo parala división de las colonias de L. niitkib ya que los hospederospotenciales cuentan en ese momento con las mejores condi-ciones en cuanto al volúmen de reservas de alimento.

Con base en estos resultados fue posible interpretar lapresencia de un nido de L. niitkib en un jobón (colmena tron-co tradicional maya) habitado originalmente por Melipona bee-cheii (Colel-Cab), donde se observó un nido de cría de L. niit-kib, rodeado de ánforas construidas por M. beecheii, indicandoque habían sido exterminadas tiempo atrás por L. niitkib.

Bibliografía

Ayala, R. (1999) Revisión de las abejas sin aguijón de México(Hymenóptera: Apidae: Meliponini). Folia Entom. Mex. 106: 1-123.

Kerr, W.E.; Carvalho, G.A.; Nascimento, V.A. (1996) Abelha Uruçu:Biologia, Manejo e Conservação. Fundação Acangaú, 144 p.

Nogueira-Neto, P. (1997) Vida e Criação de Abelhas Indígenassem Ferrão. Editorial Nogueirapis, São Paulo, Brasil.

Sakagami, S.F. (1982) Stingless bees . In: Herman, H.R.(ed.):Social Insects. Academic Press, London, UK. pp. 361- 423.

Santana, W.C.; Freitas, G.S.; Akatsu, I.P.; Soares, A.E. E. (2004)Abelha Iratim (Lestrimelitta limao Smith: Apidae, Meliponinae) real-mente é danosa às populações de abelhas? Necessita ser eliminada?.Mensagem Doce 78: 02-12.

12www.apitec.net [email protected]

ESCRÍBANOSTenemos un espacio abierto para sus comentarios y [email protected] Fax/Tel: 01 726 103 2097

DE LOS AUTORES:González Acereto, Jorge A. MVZ 1;

Medina Medina, Luis A. Dr. 11 Departamento de Apicultura, Campus de Ciencias

Biológicas y Agropecuarias, Universidad Autónoma deYucatán, Km. 15.5 Carr. Mérida – Xmatkuil, Tel: (999) 9423200(ext: 27), Fax (999) 9423205.

Correo electrónico:[email protected]; [email protected].

Page 15: Apitec71 Edición especial Meliponicultura

13

Multiplicando Multiplicando colonias de colonias de

Abeja “Real”Abeja “Real”(Melipona Becheeii)(Melipona Becheeii)

Amalia Arzaluz Gutiérrez, José Ignacio Chiu FAmalia Arzaluz Gutiérrez, José Ignacio Chiu Fong, ong, Francisco Obregón HernándezFrancisco Obregón Hernández

www.apitec.net [email protected]

Page 16: Apitec71 Edición especial Meliponicultura

La meliponicultura, definida como la explotación co-mercial de las abejas Meliponas, se ha ejercitado enChiapas durante la última década a escala familiar

muy reducida. Su práctica en el Soconusco, como en losestados de la península yucateca y las regiones de climacálido del Centro y Sur del país, ha venido decayendo pordiversos causas: producción preferente de miel de A. melli-fera, consumo ascendente de edulcorantes derivados delmaíz, desastres naturales, deforestación (Fig. 1), y pobla-miento irrefrenable de áreas anteriormente cubiertas devegetación (Fig. 2).

Pero hay un elemento característico que ha detenidotodo posible progreso de la Meliponicultura local: las difi-cultades que enfrenta el productor rural para multiplicarlas colonias disponibles.

Sólo está en sus manos la posibilidad de salir a buscar,en los árboles que aún quedan en pie, una colonia silves-tre (Fig. 3) que haya escapado de la depredación humana.Pero suele regresar con las manos vacías.

Los productos del colmenar –miel, polen, cerumen-tienen amplia demanda en farmacias y tiendas naturistasdel país, y la actividad polinizadora puede aplicarse co-mercialmente para incrementar la fertilización de huertasy cultivos en recintos cerrados o bajo sombras de mallaplástica.

Consecuentemente, la reproducción eficaz y expeditade colonias de Melpona beecheii -la especie de Meliponasubsistente aún en el Soconusco, Chiapas-, resulta funda-mental para incrementar los meliponarios (Fig. 4) y hacer

14Apitec 01 (726) 103 2097

Fig. 1. El avance urbano está arrasando la zona arbolada deTapachula favorable para la meliponicultura.

Fig. 2. Algunas áreas de Soconusco conservan parcialmentesu vegetación.

Fig. 3. Piquera de colonia silvestre. Guardiana y obreradejando el nido.

Page 17: Apitec71 Edición especial Meliponicultura

de su explotación comercial una fuente de ingresos adi-cional para el productor rural.

Estos conocimientos, debidamente actualizadas, se han ve-nido divulgando desde el inicio del Proyecto que dio origen a lapresente información, y se han formado, además, nuevos meli-ponicultores.

Aquí, se presentan los resultados de un esfuerzo conjunto–de CONABIO, Comisión Nacional para la Conocimiento y Usode la Biodiversidad y la Universidad Autónoma de Chiapas-para desarrollar y poner al alcance del productor común un mé-todo confiable y sencillo de reproducir colonias de Melipona bee-cheii. El resto de destrezas requeridas para hacer de la meliponi-cultura una actividad económicamente rentable, las poseen enmagnitud suficiente los productores regionales.

Cómo Reconocer a la Abeja “Real” y susColonias

En El Soconusco, Chiapas, la gente llama “abejas deCastilla” a las A. mellifera, y simplemente abejas, a las nativasde tamaño pequeño. Pero reservan el nombre de abeja “Real”para la Melipona beecheii, reafirmando así el aprecio mayor quele dispensan por la calidad de su miel y comportamiento ino-fensivo hacia el hombre –no pican. Las obreras de M. beecheiison 20% menores que las de la abeja común, y pesan de 68 a72 miligramos. A simple vista no son diferentes de los zánga-nos.

En cambio, se distinguen fácilmente por sus bandas ama-rillas (Fig. 5) transversales en el abdomen, de la otra meliponaregional, M. fasciata –de color café continuo-, casi extinta ac-tualmente.

Sus colonias raramente llegan a contener más de 1000adultos. Su población oscilacomunmente entre 400 y 700adultos; poseen una reina fisiogástrica que puede coexistircon varias reinas vírgenes (hijas suyas, generalmente) mante-nidas en confinamiento por las obreras.

La piquera –entrada a la colonia- es frecuentemente ador-nada con cintillas de barro y resina; es reducida, permite laentrada de un adulto a la vez y es resguardada por una obreraguardiana, la cual se adentra momentáneamente para dejarpaso a los miembros de la colonia que salen o entran a la col-mena (Fig. 3.) La reina es notable por su enorme abdomen yse localiza fácilmente cerca de las celdas de cría en construc-ción.

15Apitec 01 (726) 103 2097

Fig. 4. Tuzantán, Chis. Meliponario de Abeja "Real" yTrigonas.

Page 18: Apitec71 Edición especial Meliponicultura

Sorprenden algunas particularida-des de las labores distribuidas a lasdiferentes castas integrantes de lacolonia: la reina pone en la celdaque acaban de llenar de alimen-to larval las obreras; éstasconstruyen los “tarros” de ce-rumen que almacenan miel opolen, las láminas protectorasdel nido, las celdas de postu-ra, ponen los huevos nutriciosque consume la reina, y fabri-can también de cerumen losbastoncillos que sujetan todaslas estructuras del nido al piso yparedes de la colmena; los zánganostienen como función aparearse –gene-ralmente sólo uno de ellos lo consigue-con la reina, pero recolectantambién polen y néctar.

Nidos de Abeja “Real”

Los meliponarios rústicos de los productores delSoconusco, están constituidos por nidos alojados en los tro-zos de tronco hueco en que fueron capturados. Diversos par-ches de madera, lodo o lámina cierran, frecuentemente, lacolmena o cubren las grietas causadas por plagas o pudricio-nes de la madera original (Fig. 6.)

Pocos productores utilizan cajas demadera de partes desarmables comose recomienda en la meliponiculturamoderna (Fig. 7.) Al interior deesas colmenas –sean rústicas ofabricadas con especificacionestecnológicas recientes- se en-cuentran los nidos constituidosgeneralmente por 3 a 7 panalesdispuestos horizontalmente -unos sobre otros- y protegidos,casi siempre con una lámina oinvolucro de cerumen. Alrededorde ellos se localizan los tarros de

miel y polen; el volumen de los ta-rros es generalmente de 6 a 8 ml. y

son de forma ovoide.

Multiplicación de Colonias de Abeja “Real”

En su medioambiente natural, una colonia de M. beecheeiipróxima a enjambrar, empieza por elegir una oquedad en algúnárbol próximo. A él se encaminan –durante varios días- obrerastransportando materiales de construcción y luego néctar y po-len. Posteriormente, llegan del nido original una reina virgenacompañada de numerosas obreras, que en buen número per-manecen con la reina, en el nuevo sitio, para comenzar a inte-grar la población de la nueva colonia. Al cabo de 7 u 8 semanasla colonia está plenamente constituida. Sus adultos son hijosde la reina nueva, la cuál se apareó en los primeros días de suarribo a la colmena (Fig. 8).

16www.apitec.net [email protected]

Fig. 5. Obrera de M. Beecheeii pecoreando en Lyppia sp.

Fig. 6.Colonia rústica acabada de cosechar. Su dueño sellala tapa (lata) con lodo.

Fig. 7. Colonia en colmena de tipo “Nogueira Neto”

Page 19: Apitec71 Edición especial Meliponicultura
Page 20: Apitec71 Edición especial Meliponicultura
Page 21: Apitec71 Edición especial Meliponicultura
Page 22: Apitec71 Edición especial Meliponicultura
Page 23: Apitec71 Edición especial Meliponicultura
Page 24: Apitec71 Edición especial Meliponicultura

Recientes resultados experimentales hacen posible unamultiplicación intensa, simple y segura. Sólo requiere un míni-mo de dos colonias bien pobladas de adultos y con buenasreservas de néctar y polen.

De una de ellas (Fig. 9,) se extraen uno o dos panales decría a punto de emerger, tratando de obtener entre 100 y 200celdas de cría (crisálidas, etapa final del desarrollo). Se lleva lacría a una colmena de partes móviles, preferentemente de al-gún tipo recomendado –Nogueira Neto, Portugal Araujo uotros- donde se agregan unos 20 ml de miel de A. mellifera enun vasito de plástico (Fig. 13), y algo de cerumen como mate-rial de construcción. En seguida, se puebla la colmena con

adultos de otra colonia, ésta también con muchas abejas yabundantes reservas de alimentos (Fig. 10.)

Un procedimiento simple para lograrlo es desplazar estacolonia a un lugar alejado para colocar en su sitio la coloniaen formación: los adultos que llegan del campo buscando en-trar a su colonia y aquéllos expulsados previamente de ella -mediante pequeños golpes en las paredes entrarán a poblarla nueva colmena. Debe además, estimularse la entrada de lasabejas, colocando un fragmento de involucro del nido de lacolonia desplazada, en el borde de la piquera de la nueva col-mena. Al segundo o tercer día, se introduce una trampa de vi-nagre (Fig. 11) contra mosquitas (fórido Pseudohyposera kertezsi)

18Apitec 01 (726) 103 2097

Fig 8. Colonia joven, tiene todo para tornarse vigorasa y pro-ductiva.

Fig 9. Cría en estado de crisálida, para formar un par de nue-vas colonias.

Fig10. Las colonias en tronco son buenas donadoras deadultos.

Fig11. Trampas contra fóridos.

Page 25: Apitec71 Edición especial Meliponicultura

que suelen entrar a las colonias en formación o débiles, paraponer sus huevos de los que nacen larvas que devoran, al na-cer, el alimento larval, la cría de las abejas, y el polen almace-nado (Fig. 12.) Durante estos primeros días, las obreras em-piezan a construir tarros de cerumen para almacenaralimentos (Fig.13.) Como se señaló anteriormente, a las sie-te u ocho semanas, la colonia estará plenamente formadade todas sus castas y partes funcionales: nido, reina pone-dora, involucro y potes de almacenamiento –algunos llenosde miel o polen, otros vacíos o en proceso de construcción(Fig 8 y 13.)

Por su parte las colonias donadoras de cría o adultos,deberán recibir una dotación semejante de miel. Éstas, paralas citadas ocho semanas, habrán recuperado la cría o adul-

tos que le fueron extraídos para la formación de la nuevacolonia de abeja “Real.” Una colonia bien desarrollada, pue-de donar anualmente dos o tres veces cría o adultos paraformar colonias nuevas a cambio de no generar cosecha demiel, pero requerirá ser reforzada con 20 ml de miel cada 10a 15 días mientras se recupera de cada contribución.

Múltiples veces se ha practicado el citado método, sinpérdida de las colonias en desarrollo o de las colonias “paren-tales,” aportadoras de cría o adultos. Cuando el período demultiplicación coincide, desafortunadamente, con escasezocasional de recursos florales o intoxicaciones por aspersio-nes aéreas de pesticidas, llega a ser necesario reforzar concría algunas colonias en formación, pero la proporción de lasmismas es generalmente de una en 20, o una en 15 cuando

19Apitec 01 (726) 103 2097

Fig 12. Colonia destruida por P.kertezsi que devoró cría, ali-mento larvario y polen.

Fig 13. Primera semana, hay ya tarros con miel y polen.

Page 26: Apitec71 Edición especial Meliponicultura

mucho. Esta cría extra asegura o acelera su restau-ración (Fig. 15). Resultado inmediato de la eficaciadel procedimiento descrito, son las dos posibilida-des al alcance, ahora, de los meliponicultores delSoconusco: el incremento seguro y masivo de suscolonias y la recurrencia sin límite a los melipona-rios regionales –aumentados mediante este méto-do- para proveerse de nuevas colonias meliponarioso conservar la diversidad hereditaria de sus abejas,la cual prevé toda depresión de la viabilidad y rendi-miento de futuras colonias.

Medioambiente Hostil para lasMeliponas

Muy peligroso se ha tornado el medioambienteen que se desenvuelve actualmente la meliponicul-tura del Soconusco. En la mayor parte de los luga-res donde se practica, se sufre deforestación, y elfórido P. kertezsi es una amenaza permanente paralas colonias débiles. Falta de néctar y dificultadespara la propagación de colonias, es la forma en que se ex-presan estas dos limitantes. Pero ambas son reversibles.Bastaría para contrarrestar su efecto, con preservar e in-crementar la vegetación existente y, adicionalmente, divi-dir colonias mediante manipulaciones diestras que eviteno remedien los derrames de alimento larval y la ruptura detarros de polen, además de resguardar las nuevas coloniasdel ataque de fóridos mediante trampas de vinagre.

Sin embargo, los meliponarios no escapan de la ame-naza letal que constituyen las aplicaciones -demasiadofrecuentes- de insecticidas con las que se intenta preser-var la sanidad de cultivos y la salud de pobladores urba-nos y rurales. Sus daños son detectables en la reduccióndrástica del número de adultos de la colonia y en la con-secuente escasez de construcción y aprovisionamiento deceldas de cría. Estos efectos fatales, se pueden monitore-

ar fácilmente colocando cerca del meliponarioun par de colonias de A. mellifera, cuyas abejas,aún intoxicadas, alcanzan a llegar en gran nú-mero a la colonia, de donde las obreras sanasexpulsan sus cadáveres los cuáles caen frenteal piquera de la colmena. Ojalá que se encuen-tre, pronto, una manera inocua de conservarintegralmente la salud y productividad de abe-jas, humanos y cultivos.

Agradecimientos

Apoyos económicos generosos de CONA-BIO, Comisión Nacional para el Conocimiento yUso de la Biodiversidad, hicieron posible aco-piar las numerosas colonias de M. beecheii utili-zadas para el estudio que generó las informa-ción aquí expuesta, construir los meliponariospara alojarlas, comprar equipos de laboratorioy campo, y cubrir los gastos operativos. Vayapara la institución nuestro más cumplido agra-decimiento. Por su parte, la Facultad deCiencias Químicas de la Universidad Autónoma

20www.apitec.net [email protected]

Fig14. Colonia completa viable; a siete semanas de iniciada.

Fig14. Colonia completa viable; a siete semanas de iniciada.

Page 27: Apitec71 Edición especial Meliponicultura

de Chiapas, suministró espacios de laboratorio y acordó ladescarga de tiempo que permitió atender las labores deinvestigación. Nuestra gratitud también está en deuda conlos productores Everardo Bernstor f f Pérez, EdgardMagdaleno Luna y Florentino Aguilar Ramírez, quienes vo-luntariamente colaboraron suministrando materiales deconstrucción, abejas, o colaborando en la vigilancia de losmeliponarios y guiando muchas veces nuestras explora-ciones de campo.

Referencias

Inoue, T.; Sakagami, S.F.; Salmah, S. and Yamane, S. 1984.The process of colony multiplication in the Sumatran stin-gless bee Trigona (Tetragonula) laeviceps. Biotropica 16 (2):100-111.

Michner, C.D. 1974. The social behavior of the bees: Acomparative study. Belknap Press of Harvard University Press,Cambridge, Mass. 404 pp.

Kerr, W. E.; Zuchi, R.; Nakadaira, J.T. and Butolo, J.E. 1962.Reproduction in the social bees. Journal of New YorkEntomology Society 70: 265-276.

Nogueira Neto P. 1997. Vida e criaçao des hábelas indíge-nas sem ferrao. Editorial Nogueirapis. 445 pp.

Obregón Hernández F.; Arzaluz Gutiérrez. 2001. AvoidingPseudohypocera Attacks (Diptera: Phoridae) During theArtificial Propagation of Melipona Beecheii Colonies(Hymenoptera: Apidae: Meliponini). Folia Entomol. Mex. Vol.40(3): 373-379.

Veen, J.W.; Arce, H.G.1999.Nest and colony characteristics

of log-hived Melipona beecheii (Apidae:Meliponinae) JournalApicultural Research, 38:43-48

www.apitec.net [email protected]

DE LOS AUTORES:1 Amalia Arzaluz Gutiérrez

José Ignacio Chiu FongFrancisco Obregón Hernández

1 Facultad de Ciencias Químicas, UNACH Campus IV,Unidad Tapachula. Apartado Postal 115 Tapachula 30700Chiapas, México

Correo electrónico:[email protected]; [email protected]: 01 962 626-9586

Page 28: Apitec71 Edición especial Meliponicultura

Las abejas y suLas abejas y suguardián en la guardián en la antigüedad maya.antigüedad maya.

Carlos Echazarreta y Alejandra García QuintanillaCarlos Echazarreta y Alejandra García Quintanilla

22 Apitec 01 (726) 103 2097

Page 29: Apitec71 Edición especial Meliponicultura

OBJETIVO:

Presentar los avances recientes en los estudios del artemaya que permiten entender la historia del pensamientomaya en relación a las abejas y a un ser sobrenatural que

parece ser su guardián. Este análisis está centrado en los es-tudios realizados por historiadores del arte y epigrafistas decuatro vasos de cerámica policromada y un objeto de concha,procedentes del período Clásico Tardío (600-900 dc). De ma-nera especial, destacan las propuestas de Justin Kerr, conteni-das en “The Transformation of Xbalanqué or the Many Facesof God A” (2008). En nuestras reflexiones también hemos in-corporado elementos de la tradición oral maya contemporá-nea, recogida en textos etnográficos o en nuestras observa-ciones de campo.

I. A través del arte Maya de la antigüedad es posibledocumentar la larga historia del manejo de las abejas por los

mayas. Son muyabundantes lostestimonios de

esta relación y proceden de diversas épocas. En esta ponen-cia solamente vamos a presentar algunas vasijas cuya anti-güedad es de 1,400 a 1,100 años en las que se puede apreciarque para esas fechas, ya los mayas habían construido una so-fisticada relación con las abejas. Más allá de una relación quepodríamos llamar utilitaria, lo que en ellas puede apreciarsees una relación religiosa, mística, simbólica. De hecho, en nin-guna de las piezas que les presentaremos parecen aparecerhumanos, más bien han sido identificados como personajessobrenaturales con aspecto humano. Por tanto, pensamosque las abejas tampoco son las meliponas pues éstas corres-ponden a los humanos y basándonos en la iconografía hare-mos algunas consideraciones sobre las posibles abejas conlas que un dios, con varios avatares, pudo haberse relaciona-do.

Para empezar queremos subrayar la soltura con que enuna vasija de pequeñas dimensiones (15cm de altura,17cm dediámetro y 59cm de circunferencia) y además sobre una su-perficie curva que hace más aún más difícil su manejo, los ar-tistas de la antigüedad presentaron una complicada escenaen la que encontramos diversos animales asociados a la miel(Figura 1).

23Apitec 01 (726) 103 2097

Abejas o avispas con panal Abeja, mariposa

Figura 1. Fauna asociada a la miel y mujer con olla de miel. Vaso K1254 (Cortesía de Justin Kerr 2008a)

Figuras 2A Y 2B. Vaso K3924 (Cortesía de Justin Kerr 2008a)2A

2B

Page 30: Apitec71 Edición especial Meliponicultura

Una elegante mujer carga una olla, probable-mente conteniendo miel, mientras con otra manoparece alimentar a un armadillo de nueve bandas(Dasipodidae). Estos animales se alimentan de in-sectos y sus larvas (Aranda y March, 1987) y confrecuencia apicultores en el sur de la península deYucatán reportan que atacan los nidos de abejas.Sobre él, se encuentran una mariposa nocturna yuna abeja vista de perfil. En el trazo de esta abejase puede observar en el tercer par de patas unasección mucho más amplia que las delanteras,esta es una clara representación de la tibia de lasabejas en la que ellas acarrean el polen y algunasresinas a sus colonias (Dade, 1977). Es interesan-te que tanto el armadillo como la mariposa pose-an hábitos nocturnos, lo cual podría indicar quela abeja aquí representada, podría ser tambiénuna abeja nocturna o crepuscular. Junto a esta es-cena, hay otra donde aparece un nido de avispaso xux, con avispas sobrevolando y otro armadillo.Aquí el artista nos está presentando el ambientede las abejas y de otros animales asociados a la

miel. En el extremo izquierdode la imagen, reaparecen losmotivos nocturnos: un mur-ciélago y un insecto, tal vez unmosquito. Al centro hay dospersonajes identificados porKerr (2008) como los gemelosdel Popol Vuh. Uno conversacon un sapo mientras fuma yel otro parece jalar la cabezade un venado (Cervidae) quecon su pata golpea el xux.

II. Centrándonos en lasabejas y su guardián, presen-tamos otra vasija de similarantigüedad en la que apare-cen las abejas y los que yaKerr (2008) ha identificadocomo su o sus posibles guar-dianes (Figura 2a y b). En laparte superior de lo que pare-ce ser una reunión de seressobrenaturales y nobles, apa-rece un personaje cargandouna olla, rodeado de abejas ysosteniendo una en la mano;junto a él: un jaguar en llamas

con un pañuelo anudado alcuello. El nombre de este per-

24www.apitec.net [email protected]

Figura 3A y B. Fragmento de vaso K3924: Jaguar, abejasy guardián Mok Chi’ (Lectura de Stuart y Grube, 1987)

Figura 4. Vaso K2284: Jaguar, abejas y Mok Chi’ como un aspecto del dios de la muerte (diosA’) Foto: Cortesía de Justin Kerr (2008a)

3A

Figuras 5. Fragmento de Vaso K2284

Page 31: Apitec71 Edición especial Meliponicultura

sonaje aparece frente a él, se trata deMok Chi’ (Stuart y Grube, 1987) quienno solamente parece estar a cargo delas abejas, sino que, vamos a ver quetambién es un aspecto del dios de lamuerte o Dios A’ (ver Figura 3a y b).

Mok Chi’ reaparece con nombre yapellido, con abejas y jaguar en otravasija (K2284), pero aquí hay algo más:su atuendo es claramente el del diosde la muerte (Figura 4). Trae un fémuren la cabeza, como parte de un som-brero cuyas puntas están “adornadas”,con ojos de muerto, extraídos de su ca-vidad. Todo ello, es parte del atuendodel o de los Señores de la muerte en lasrepresentaciones mayas de la antigüe-dad. Sostiene una olla marcada con el signo del nombre del díaAk’bal, un signo relacionado con el secreto, con lo oculto (bal).Tal vez oculte una miel especial producida por las abejas quesobrevuelan la escena, cuyas cabezas se parecen a los ojos delsombrero de Mok Chi’. Además, sobre el cuerpo de Mok Chi’,aparecen unos signos parecidos al signo de porcentaje (%),mismos que forman parte del nombre del día Cimi (muerte) (VerKerr, 2008). Un día, cuyo nombre se escribía de dos formas:una, con el signo de porcentaje; y otra, con una calavera con elojo negro, como el de nuestro personaje.

Estos personajes reaparecen en otra vasija (K2942, Figura6), pero ahora, lo más interesante es que de acuerdo a la pro-puesta de Kerr, no se trata de varios, sino de uno que se

transforma. Mok Chi’, en una danza ritual, hace un sacrificio,una ofrenda de sangre haciéndose un corte en el cuello y setransforma: primero, en el guardián de las abejas y luego enun jaguar en llamas (Kerr, 2008). Mok Chi’ lleva, otra vez, la ollacon el signo de Ak’bal, lo oculto.

Finalmente, queremos mostrar una secuencia, elaborada-por nosotros, tomando tres representaciones de Mok chi’, endonde puede verse su transformación gradual de hombre aabeja (Figura 7). Es por esta capacidad de transformarse enabeja, que Kerr (2008) ha sugerido que su nombre tal vez no

www.apitec.net [email protected]

Figuras 6. Transformación de Mok’ Chi, el guardián de laabejas. Foto cortesía de Justin Kerr (2008a)

Page 32: Apitec71 Edición especial Meliponicultura

deba leerse como Mok Chi’, (nudo-boca) o “El del nudo en laboca”, según lo han propuesto los epigrafistas Stuart y Grube,sino como Mol Ko Chi’, “El que junta lo dulce”. Un nombre sinduda apropiado a lo que parecen ser sus funciones.

III. Para concluir queremos proponer algunas ideas sobreestas abejas de “lo sagrado”. Siguiendo un razonamiento para-lelo al de las personas mayas de hoy, cuando explican que elmonte es la milpa de Yum K’ax, mientras que la milpa es el cul-tivo de los hombres, pensamos que las abejas representadasen estos vasos no son las abejas de los humanos. Son algunao algunas de las muchas variedades de abejas silvestres o k’aa-xil kab (abeja del monte) como las llaman de manera genérica -pero muchas variedades silvestres tienen nombre propio, enmaya (Suárez,1977: 234-237; Terán y Rasmussen, 1994: 266-274; Ayala, Griswold y Bullock, 1993:179-228). Posiblemente eljaguar que siempre aparece junto a las abejas y su guardián, yque a veces es una de las formas de las mismas abejas, nosautoricen a pensar que se trata de Balam Kab (Xylocopa), unavariedad que aparece nombrada desde el siglo XVI, en el pri-mer diccionario que hicieron los frailes: “Ah balamcab: avejabrava silvestre, cria debaxo de tierra” (Arzápalo, 1995:1442).Una abeja que además es de hábitos crepusculares. Es decir,es cercana a la noche, un tiempo que en la antigüedad se aso-ciaba con el inframundo (“debajo de la tierra”), hábitat del diosde la muerte. Además de que el jaguar -en maya, balam- tam-bién estaba asociado al sol nocturno, en su paso por el infra-mundo.

Por otro lado, hoy los guardianes de las abejas permaneceny no es difícil entender que a lo largo de 1,400 años de historiahayan cambiado de nombre. Hoy, las abejas tienen sus protec-tores en el mundo sobrenatural. El de la Xunaan Cab es maya, sellama Yum Cab o, Señor de las Abejas. También está el muy anti-guo Ah Mucen Cab y la Virgen de Maben. Incluso las abejas euro-peas (Apis mellifera) introducidas muy recientemente -en térmi-nos de la muy antigua historia de los mayas- también sonprotegidas directamente por Dios y San Miguel Arcángel. Ellos

son sus guardianes. Hoy dicen en elpueblo de Xocén que son ellos -Diosy San Miguel- quienes ordenan el rie-go en la tierra para que haya flores(Terán y Rasmussen, 1994: 265-272).Posiblemente, Mok chi’, sea el antece-sor de él o de los guardianes de lask’aaxil kab de hoy.

Referencias Citadas:

Aranda M, March I, Guis de los ma-míferos silvestres de Chiapas. InstitutoNacional de Investigaciones sobreRecursos Bioticos, Xalapa, Ver, 1987.

Arzápalo Marín, Ramón (ed.),Calepino de Motul, vol.3, Instituto de Investigaciones Antropológicas,Universidad Nacional Autónoma de México: México, 1995.

Ayala Ricardo, Terry L. Griswold, Stephen H. Bullock, “The nativebees of Mexico”, en T. P. Ramamoorthy, Robert Bye, Antonio Lot, JohnFa (eds), Biological Diversity of Mexico: Origin and Distribution, OxfordUniversity Press: México, 1993, pp. 179-227.

Ayala R, revisión de las abejas sin aguijon de Mexico (hymenopte-ra: Apidae: Meliponini), Folia Entomologica Mexicana, 1999.

Ciaramella, Mary A., “The Bee-Keepers in the Madrid Codex (Losapicultores en el Códice Madrid)”, Research Reports on Ancient MayaWriting, 52(dic. 2002).

Dade H, Anatomy and dissection of the honeybee. InternationalBee Research Association, Londres, 1977.

Kerr, Justin, “The Transformation of Xbalanqué or the Many Facesof God A”, en http://www.mayavase.com/tran/trans.html Consultado30/07/2008.

The Maya Vase Data Base (2008a)http://researchmayavase.com/kerrmaya.htmlConsultado 19/08/08.

Stuart David, Nikolai Grube, “Observations on T110 as theSyllable ko”, Research Reports on Ancient Maya Writing, 8 (Nov. 1987).

Suárez Molina, Victor M. (1977), La evolución económica de Yucatán. Através del siglo XIX, tomo I, Ediciones de la Universidad de Yucatán,México.

Terán Silvia, Christian Rasmussen, La milpa de los mayas, Gobiernodel Estado de Yucatán: Mérida, 1994.

26Apitec 01 (726) 103 2097

DE LOS AUTORES:Echazarreta Carlos¹ y García Quintanilla

Alejandra ²

¹Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia UADY,Km 12 Carretera Xmatkuil. [email protected]

²Unidad de Ciencias Sociales, CIR-UADYCalle 61 No.525 (66y68) Centro Histórico, Mérida

97000. [email protected]

Page 33: Apitec71 Edición especial Meliponicultura

27

AAdalberto Aguilar y Coronadodalberto Aguilar y Coronado

División TecnificadaDivisión Tecnificadade Colonias de de Colonias de

“KO’OLEL KAAB”“KO’OLEL KAAB”((MELIPONA beecheeiiMELIPONA beecheeii))

en el oriente deen el oriente deYucatánYucatán

Apitec 01 (726) 103 2097

Page 34: Apitec71 Edición especial Meliponicultura

28www.apitec.net [email protected]

La división de colonias de abejasMeliponas es de suma impor-tancia en la actualidad ante la

escases de este recurso natural,prácticamente inexistente en el me-dio silvestre, pues sólo se le encuentraen Meliponarios tradicionales, en muy po-cas comunidades y con un número de colo-nias cada vez más reducido por el abando-no de su cultivo por las nuevasgeneraciones, que no la ven como una alternativa económicapara mejorar su calidad de vida.

ESTRUCTURA DE UN NIDO DE MELIPONAbeecheii

Es necesario familiarizarnos con las partes que forman laestructura de un nido de abejas Meliponas pues esto nos per-mitirá conocer el avance en el desarrollo de la nueva colonia,a saber: entrada, túnel de acceso, involucro, clases de pana-les, pilares y conectivos, basurero, etc.

IMPORTANCIA DE CONOCER A LOS INDIVIDUOSDE LA COLONIA

Conocer a los individuos que forman la colonia es impor-tante pues nos permitirá evaluar el avance del trabajo realiza-do, más que nada, en lo referente a las reinas vírgenes, comopor ejemplo: cuántas deambulan por la colonia, el número deeliminadas, si las abejas obreras continúan eliminándolas, lapresencia de machos en la colonia, el cambio en la anatomíade alguna reina virgen, el trabajo de las obreras en la cons-trucción de estructuras como potes para almacenar miel opolen, involucro, panales, el tubo de entrada, el pecoreo néc-tar polinífero, cantidad de abejas obreras muertas, etc.

PROCESO DE LA DIVISION

Para iniciar el proceso de divi-sión de colonias y que éste tengaéxito, los pasos a seguir son: que

exista néctar y polen en el campo, tenercolonias madres con poblaciones fuertes y

panales de capullo con abejas brotando.

La técnica que más utilizo es la de reu-nión, pues es la que nos permite tener a las colonias donado-ras en buen estado para que a más tardar en un mes ya con-temos con nuevos panales que nos servirán para realizarnuevas divisiones o reforzar a las ya realizadas.

Aquí en Valladolid, la época más adecuada para realizar di-visiones es en los meses de Marzo y Abril, si acaso hasta princi-pios de Mayo, que es cuando la producción de néctar es másexpresiva, según mi experiencia. Las divisiones hechas despuésno se desarrollan igual aunque se les atienda como es debidocon alimentación artificial, cuidados, etc. Su desarrollo es máslento. Si hablamos de los meses de Junio y julio que es cuandoempiezan las lluvias, la escases de néctar y polen, aunado a lapresencia de la mosquita parásita “xnenel” (Pseudoyphocera) ha-cen prácticamente imposible realizar este manejo.

El equipo que utilizó fue la colmena PNN93 creada por elDr. Paulo Nogueira Neto. A la colmena la calafateo con ceraderretida de Apis, esto me dado resultado, pues ayuda a con-trolar mejor la temperatura interna del nido y evitar la entradade enemigos a la futura colonia; también previamente prepa-ro una mezcla de cera de Apis con cerumen de melipona queme sirve para preparar los potecitos artificiales con los queles proporciono miel como alimento artificial aunque haya

Abejas obreras de melipona

Reina virgen de Melipona beecheeii eliminando a otra reinavirgen.

Panal de capullo con abejas jóvenes

Page 35: Apitec71 Edición especial Meliponicultura

néctar en el campo y como ayuda paraque las abejas obreras construyan lasestructuras propias del nido. El combatea la plaga de la mosca parásita lo realizocon vinagre blanco de caña en unos re-cipientes ya sean protectores de rollosfotográficos o de medicamentos, a losque les hago un orificio para la entradade la mosca, mismos que coloco en unrincón de la colmena. Esto ha dado unbuen resultado en el control de este pa-rásito. Cuando la infestación de la mos-ca es muy fuerte, coloco en el exterior,entre colmena y colmena, recipientescon vinagre. También ayuda mucho.

Procuro siempre utilizar panales de capullo con abejasbrotando y que tengan una población de abejas jóvenes enci-ma. He comprobado que sin éstas, aunque la población deabejas adultas que dona otra colonia sea muy fuerte, el resul-tado en el desarrollo de la misma no es igual al de otras que situvieron una cantidad considerable de abejas jóvenes.

Trato siempre de realizar divisiones fuertes pues es la me-jor manera de aprovechar el trabajo y la experiencia de lasabejas obreras adultas donadas para la construcción de lasestructuras propias del nido. Además sirven como una espe-cie de “maestras” para las abejas jóvenes, así como para rea-lizar las diversas actividades de la colonia como higiene de lamisma, defensa, pecoreo de alimento, etc.

El proceso es: poner los panales sobre bolitas de ceru-men, colocarles el pote con miel como alimento artificial, pro-porcionarles cerumen para la construcción de las estructuras,el recipiente con vinagre, tapar la colmena y sellarla con plas-

tilina exteriormente, ponerle la fechade la división y colocarla en el lugar deotra colonia muy fuerte, que es la quedona a sus obreras pecoreadoras yponer en un lugar alejado a la coloniadonadora. Es sumamente gratificantever a los pocos días de finalizado elproceso, una abeja montar guardia enla entrada, señal de que la división re-alizada va por buen camino.

En la mayoría de las divisionessiempre coloco un panal de cría de

cuando menos treinta días de edad, paraque sirva como futuro refuerzo a la colo-nia que se desarrolla. Este manejo ayudamucho al posterior desarrollo de la divi-sión, pues cuando las obreras empiezana disminuir, el brote “atrasado” de lasabejas de este panal ayudará mientraslas abejas jóvenes crecen.

MANEJO POSTERIOR AL PRO-CESO DE DIVISION

Después de realizada la división alas primeras cuarenta y ocho o setenta ydos horas reviso el desarrollo de la mis-ma y le proporciono, en caso necesario,miel o cerumen, limpio la suciedad, ob-servo si la trampa para moscas esta fun-cionando, la existencia de reinas vírge-

www.apitec.net [email protected]

Mosquita parásita nenel

División de Melipona beecheeii en pleno desarrollo.

Alimentador artificial de cera.

Page 36: Apitec71 Edición especial Meliponicultura

nes, cuantas han sido eliminadas por las obrera, (este es unfenómeno que he podido observar y fotografiar en innumera-bles ocasiones); si ya se inició la construcción de las estructu-ras, etc.

Si las cosas marchan bien, en aproximadamente 10 o 12días, ya hay una reina fecundada cuyo abdomen esta en pro-

ceso de crecimiento. Cabe mencionar que este in-secto es muy ágil en su desplazamiento por la col-mena. La construcción del tubo de entrada y deceldas de cría, es señal de que ya existe una reinafecundada aunque no se le vea por la colonia.Cabe mencionar que si la mosquita parásita estápresente, cuando la división ya tiene reina fecun-dada las abejas obreras proceden a expulsarlasdel nuevo nido.

En este año 2008 por la sequía, las plantas tu-vieron retraso de un mes en su floración, no obs-tante realice divisiones y las reinas no se aparea-ron hasta que hubo néctar en el campo, Algunasreinas tardaron en aparearse hasta 22 días des-pués de realizada la división.

RESULTADOS

Vigilando siempre todo este proceso para poder actuar in-mediatamente ante cada contingencia que se presente, comosaqueo de miel y polen de las divisiones realizadas por abejasde otras colonias ya establecidas, lo cual debilita a la coloniaen formación mientras se organiza; fortalecimiento con panalescon cría brotando o abejas jóvenes en caso de descenso pormuerte en la población de las abejas donadas; retraso en la fe-

30Apitec 01 (726) 103 2097

División completamente desarrollada

Page 37: Apitec71 Edición especial Meliponicultura

cundación de la reina virgen, situación que se ha presentado entres ocasiones en épocas de mucho calor, etc., ha dado un re-sultado exitoso pues en el año 2007 de 50 divisiones realizadasse lograron 49 y este año 2008 de 40 realizadas 37.

Cabe mencionar aquí un problema que se observó en lasdivisiones que no se lograron al que no le he encontrado so-lución: En estos dos últimos años las divisiones se realizarony manejaron en igualdad de circunstancias: calafateo, pana-les, cerumen, miel como alimento artificial, vinagre, donaciónde abejas obreras, etc., Las abejas jamás salieron a pecorear ysi acaso construyeron uno o dos potes para almacenar miel opolen. Su comportamiento fue como indolente, dedicándosea eliminar a cuanta reina virgen encontraban a su paso hastaacabar con todas, no obstante que en dos ocasiones se lesreforzó con panales con cría brotando y donación de abejaspecoreadoras y no obstante haber miel y un pote de polenpor división empezaron a morirse hasta que se extinguieronlas colonias. La presencia de los cadáveres de las reinas fe-cundadas en diferentes estados de avance en el desarrollo desu abdomen fue notable. Las colmenas donde estuvieron alo-jadas estas divisiones las lavé con agua corriente, sequé al soly les derretí nuevamente cera de Apis y volvieron a ser utiliza-das en otras divisiones sin problema alguno.

Las divisiones realizadas son vigiladas y atendidas hastasu total organización y desarrollo, espaciándose las observa-ciones de sus poblaciones conforme van progresando de 8,15, 30 días, etc., hasta que se observa que ya tienen panalescon cría brotando, en desarrollo y recién ovipositadas. Alcabo de unos 6 meses ya podemos decir que están listas parasu venta o para ampliar la población del meliponario.

La miel que se cosecha se envasa y se vende ya sea sola omezclada con polen en mi domicilio. Hay ocasiones que secomercializa en goteros de cristal color ámbar para tratar lacarnosidad de los ojos, especialmente a personas que traba-jan en los destinos turísticos del Caribe.

CONCLUSION

Con la división de colonias en forma tecnificada podemosaumentar rápidamente las poblaciones de Melipona beecheiiante la lenta desaparición de la actividad tradicional. Por lotanto, es sumamente necesario e importante que se practi-quen y dominen las modernas técnicas de reproducción y ma-nejo de este insecto, para así poder lograr nuevas y fuertespoblaciones de esta abeja con tanta tradición en nuestro me-dio.

AGRADECIMIENTO

Al Dr. Jorge Ángel González Acereto quién sin egoísmo,me ha permitido acompañarlo en estos últimos dieciséis

años, en el estudio de las abejas nativas sin aguijón de estenuestro querido Yucatán.

31Apitec 01 (726) 103 2097

DEL AUTOR:Aguilar y Coronado Adalberto

Meliponario “Noj Yuum Kaab”. Calle 35 No. 208 X 46y 48. Valladolid, Yucatán, México. C.P. 97780 Tel (01985) 85 6 26 72. [email protected]

Page 38: Apitec71 Edición especial Meliponicultura

32www.apitec.net [email protected]

No. 70 • Septiembre/Octubre del 2008DIRECTOR MVZ José Ramón Pedrón González,CONSEJO EDITORIAL: Dr. Carlos Echazarreta González, Dra. CelinaGarza Quintana, Biól. Francisco Reyes Ordaz, Dr. Gabriel Otero, M enC. Rafael A. Casillas Peñuelas, MVZ Victor H. Franco Olivares, Dr. EnriqueMartínez, Dr. Wilberto Colli-Ucan, Dr. José Waizel Bucay, M.C. InocenteMata Beltrán, MVZ Felipe Carrillo, Dr. Víctor R. Castrejón Gómez, Dr. LuisMedina Medina, Dr. Francisco Obregón, Sr. Enrique Estrada de la Mora,M. en C. José Luis Reyes Carrillo, Dr. Rogel Villanueva Gutierrez, M. enC. Luis Roberto Martínez Pérez de Ayala, TRADUCCIÓN yCOORDINACIÓN EDITORIAL, I.T. Victoria Alaniz, ASESOR ADMINISTRATIVO,Ing. Carlos González, DISEÑO y FORMACIÓN Victoria Alaniz

Apitec es una publicación bimestral, editada por MVZ José Pedrón, impresa en Corporación Industrial Gráfica S.A. de C.V, Francisco Landino #44, Col. SantiagoZapotitlán, Tláhuac, D.F. Tel. 01-726-1032097. Número de Certificado de Licitud de Título 9750, número de Certificado de Licitud de Contenido 6890, número deReserva al título de derechos de autor 002683/96, distribuido por SEPOMEX.Los artículos son responsabilidad de los autores y no necesariamente reflejan el pen-samiento de la Dirección. Derechos reservados. Prohibida cualquier reproducción parcial o total sin consentimiento del editor.

Page 39: Apitec71 Edición especial Meliponicultura
Page 40: Apitec71 Edición especial Meliponicultura