Apreciaciones Sobre La Riqueza

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Apreciaciones sobre la Riqueza "El dinero no brinda la felicidad, pero procura una sensación tan parecida que es necesario alguien muy experto y con estudios avanzados para lograr identificar la diferencia." Woody Allen Cuando murió el legendario financiero JP Morgan, John D. Rockefeller leyó en el periódico su obituario. Allí se mencionaba que el fallecido banquero había dejado un patrimonio de cien millones de dólares de aquella época. Rockefeller bajó el periódico y exclamó "¡Qué equivocado estuve, siempre creí que Morgan era rico!". ¿Cuándo puede uno llegar a ser considerado realmente adinerado? Esa es una pregunta que se han formulado desde hace siglos muchas personas. Hay gente para la cual el ser acaudalado sólo se acepta cuando posee un mínimo de cien millones de dólares. Hay otro argumento que dice que si uno sabe exactamente el monto al cual asciende su haber, entonces realmente no puede tenerse mucho dinero. Desde luego también influye, como en tantas otras cosas, el medio ambiente. Por ejemplo, para conceptos europeos alguien con cien millones de dólares es considerado de las clases privilegiadas y más pudientes. En cambio, si esa persona viviera en Nueva York o Palm Beach, la suma debería ser al menos diez veces más elevada para causar admiración. Probablemente, Dominick Dunne se ha convertido en el mejor novelista en describir el ambiente y las luchas por pertenecer a los exclusivos círculos del Upper East Side de Manhattan, es decir la zona que abarca la Quinta Avenida y Park Avenue, entre otras, y donde hay departamentos de millones de dólares. Tal vez su libro más divertido, sin desmerecer los otros, es Gente como nosotros (People Like Us), que narra con lujo de detalle las lujosas y aburridas fiestas que se celebran para impresionar a los otros multimillonarios. También La Hoguera de las Vanidades, de Tom Wolfe nos da cuenta de las penurias

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Apreciaciones sobre la Riqueza

Apreciaciones sobre la Riqueza

"El dinero no brinda la felicidad, pero procura una sensacin tan parecida que es necesario alguien muy experto y con estudios avanzados para lograr identificar la diferencia."

Woody Allen

Cuando muri el legendario financiero JP Morgan, John D. Rockefeller ley en el peridico su obituario. All se mencionaba que el fallecido banquero haba dejado un patrimonio de cien millones de dlares de aquella poca. Rockefeller baj el peridico y exclam "Qu equivocado estuve, siempre cre que Morgan era rico!".

Cundo puede uno llegar a ser considerado realmente adinerado? Esa es una pregunta que se han formulado desde hace siglos muchas personas.

Hay gente para la cual el ser acaudalado slo se acepta cuando posee un mnimo de cien millones de dlares. Hay otro argumento que dice que si uno sabe exactamente el monto al cual asciende su haber, entonces realmente no puede tenerse mucho dinero.

Desde luego tambin influye, como en tantas otras cosas, el medio ambiente. Por ejemplo, para conceptos europeos alguien con cien millones de dlares es considerado de las clases privilegiadas y ms pudientes. En cambio, si esa persona viviera en Nueva York o Palm Beach, la suma debera ser al menos diez veces ms elevada para causar admiracin.

Probablemente, Dominick Dunne se ha convertido en el mejor novelista en describir el ambiente y las luchas por pertenecer a los exclusivos crculos del Upper East Side de Manhattan, es decir la zona que abarca la Quinta Avenida y Park Avenue, entre otras, y donde hay departamentos de millones de dlares.

Tal vez su libro ms divertido, sin desmerecer los otros, es Gente como nosotros (People Like Us), que narra con lujo de detalle las lujosas y aburridas fiestas que se celebran para impresionar a los otros multimillonarios. Tambin La Hoguera de las Vanidades, de Tom Wolfe nos da cuenta de las penurias financieras que pasa el personaje central que solamente gana un par de millones de dlares al ao como operador de bonos en una casa de bolsa de Nueva York.

Los ricos son extremadamente competitivos entre ellos y por supuesto buscan alguna forma para demostrar al mundo y a sus congneres su nivel de riqueza. Alguien que elabor durante muchos aos la lista Forbes de las personas ms ricas del mundo comentaba que algunos millonarios movan cielo, mar y tierra para ser incluidos en ella.

Era de vital importancia para su ego aparecer unos lugares debajo de Bill Gates o Warren Buffet. Sus agentes de relaciones pblicas hacan una campaa para que sus clientes fueran considerados, cortejaban a los reporteros y trataban de presionar para no ser excluidos. En cambio, algunos otros, los menos, que saban que apareceran se rehusaban a cooperar con la investigacin y hasta amenazaban con demandas si se haca referencia a ellos. Estos ltimos son los que normalmente son los que mayores riquezas poseen.

Dentro de la ltima categora podra mencionarse a la recientemente fallecida Lady Frances Shand Kydd, madre de Lady Di y suegra del prncipe Carlos de Inglaterra. Cuando muri dej un portafolio de inversiones valuado en 2 mil 850 millones de euros. Sin embargo, vivaen una casa cuyo contenido se valu en 13 mil 500 euros y manejaba ella misma un Audi que costaba 18 mil euros.

Thomas J. Stanley elabor un magnfico estudio (El millonario de al lado, The millionaire next door) donde analiza la forma en que la gente millonaria vive y cmo lleg a amasar su fortuna. En su conclusin comenta que normalmente aquellos que hacen un gran despliegue de signos exteriores de bienestar como coches lujosos o relojes muy carros, por lo general estn con muchas deudas y realmente no tienen cuentas bancarias de importancia.

En cambio, aquellos que son modestos y sencillos pero frugales pueden escribir cheques personales por muchos ceros. Stanley dice que el secreto para llegar a tener un gran tesoro no es un elevado ingreso, sino vivir modestamente y ahorrar con constancia a travs del tiempo. Es decir, vivir abajo del nivel de vida que se puede sufragar.

Lo que s es cierto es que cuando falla la mencin en la lista de Forbes se necesitan buscar otros medios para que el mundo se entere que son muy acaudalados.

En Mxico, por los problemas de seguridad que se viven, la cantidad de guardaespaldas que se poseen se convirti para algunos en smbolo de opulencia. Y entonces a veces vemos algn personaje del mundo de los negocios y se menciona su sencillez por no tener gran aparato deseguridad a pesar de aparecer en la lista de Forbes.

En cambio, otros de los que es bastante sabido de sus dificultades para pagar su tarjeta de crdito, aparecen con un gran equipo de seguridad. Tal vez sea porque saben que si los secuestran no podra reunir el monto del rescate y por eso necesitan ms proteccin quequienes verdaderamente tienen grandes cantidades a nivel internacional.

El querer presumir la bonanza no es algo nuevo. Por ejemplo, Creso, la opulencia del rey de Lidia una antigua regin de Asia menor, de donde se obtuvieron las aleaciones para las primeras monedas griegas se hizo legendaria por sus donaciones para santuarios.

En otro caso de la antigedad lo tenemos cuando Herodes El Grande asombr a la poblacin por los enormes programas de obra pblica que financi de su peculio.

En poca del Renacimiento, los banqueros florentinos trataban de superar el despliegue de jauja de sus rivales con la elaboracin de altares, uno ms exquisito que el otro, para sus capillas privadas.

Por ejemplo, Angelo Tani comision a Hans Memling para pintar El ltimo Juicio, que es ahora el orgullo del Museo Nacional de Gdansk, en Polonia. El rival de Tani, Tommaso Portinari, pidi a Hugo van der Goes pintar La Adoracin de los Pastores, un trptico que, totalmente abierto, tiene una longitud de casi diez metros. Se necesitaron 16 personas para transportarlo por toda Florencia mientras sus ciudadanos vean tal despliegue de riqueza.

En otros lugares, la necesidad de presumir la economa personal ha tenido consecuencias nefastas. Como en los primeros aos del siglo XVII en Holanda. En esa poca recientemente se haba dejado la cruenta lucha religiosa y se abraz la austeridad calvinista.

Los protestantes no permitan usar ropas vistosas y elegantes. Se poda comer y beber un poco mejor que los otros, pero eran pocos los que llegaban a enterarse que se poda pagar algo as.Se fomentaron las artes, especialmente la pintura con Rembrandt o Frans Hals. Pero no bastaba. Algunos buscaban un smbolo externo de potestad. Se necesitaba el BMW pero al no haberlo entonces lleg la noticia de Pars.

En la corte de Luis XIII, por un breve periodo, se puso de moda como flor, el tulipn. De pronto estuvo la respuesta que se busc. Se empez a cultivar el hermoso tulipn y se crearon nuevos y exticos ejemplares. Usar o tener un tulipn era un smbolo de prosperidad. La flor ms cara lleg a ser la especie llamada Semper Augustus, de color rojo y blanco. Rembrandt habra tenido que entregar tres pinturas por ese tulipn tan extico. La locura que se desat en aquellos aos por los tulipanes qued registrada en la historia como tulipomana. El vasto bienestar que se tuvo en Holanda en aquella poca se perdi con dicho desquiciamiento colectivo.

En poca de Jane Austen, un signo externo de alguien acaudalado era cuando se poda tener un propio carruaje. Esto implicaba un establo, caballos, un conductor, sirvientes y por supuesto el carruaje mismo.Lograr eso era la seal que "ya la haba hecho". Una parte importante de la trama de la novela Emma describe con lujo de detalle cmo el seor Perry, un exitoso hombre de negocios, toma la decisin de tener su propia carroza con todas las implicaciones sociales que esto traa.

Otra de las cosas extraas que se hicieron para desplegar las grandes posesiones de un individuo fue cuando en 1968 Aristteles Onassis, el naviero griego, se cas con la viuda oficial de Estados Unidos, Jacqueline Kennedy. Ella era un cono de la sociedad en esa poca. Al casarse con ella, Onassis alcanz enseguida fama mundial y de inmediato se le catalog como alguien muy poderoso y con una gran chequera. El golpe publicitario fue perfecto y as venci de una vez por todas a su eterno rival de negocios, Niarchos. Logr un sello de aprobacin difcil de igualar. Todas las revistas de sociedad del mundo reportaban con lujo de detalle los costosos regalos que l le haca a bordo de su yate.

Bastan unos cuantos aos para que cuantiosas fortunas de antao pasen a ser meros recuerdos. Cuando Forbes public en 1982, por primera vez, la lista de los 400 ms ricos bastaron 20 aos para que los nombres se transformaran totalmente y hoy en da slo quedan 50 familias de las incluidas en el listado original.

Cuando repasa uno estos ejemplos de la historia y ve lo que ha hecho la gente por presumir su riqueza hay que asombrarse de la extraordinaria vanidad de algunos y la gran importancia que le dan a la opinin de los dems. Desde luego esto sera tal vez tema interesante para una tesis de psicologa.

Volviendo a la pregunta del inicio de cundo se es rico. Probablemente el filsofo Arthur Schopenhauer nos de la respuesta. "Cubiertas las necesidades individuales, se es rico."