Aprendiendo a Ser Ciudadanos. Cultura constitucional

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a ser ciudadanos Aprendiendo

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El libro pretende fomentar la cultura constitucional haciendo un recorrido por las distintas constituciones españolas a lo largo de la historia.Autoras: Marilde García y Pilar R. Hidalgo

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a ser ciudadanosAprendiendo

Page 2: Aprendiendo a Ser Ciudadanos. Cultura constitucional

a ser ciudadanosAprendiendo

dMateriales didácticos de aula

Secundaria

Cultura constitucional

Edita: Consejería de Educación y Ciencia.

Dirección General de Ordenación Académica e Innovación .

Servicio de Innovación y Apoyo a la Acción educativa

Diseño y maquetación: González imás

Impresión: Gráficas Eujoa

ISBN: 978-84-690-5585-4

Depósito Legal: AS- 02659-2007

© 2007 Consejería de Educación y Ciencia. Dirección General de Ordenación Académica e Innovación

Autoría:Ma Ildefonsa –Marilde– García Suárez

Pilar Rodríguez Hidalgo

Proyecto y coordinaciónMa Ildefonsa –Marilde– García Suárez

Coordinación:Servicio de Innovación y Apoyo a la Acción Educativa.

Área de Formación del Profesorado e Innovación

La reproducción de fragmentos de las obras escritas que se emplean en los diferentes documentos de esta publicación se acogen a lo establecido

en el artículo 32 (citas y reseñas) del Real Decreto Legislativo 1/1.996, de 12 de abril, modificado por la Ley 23/2006, de 7 de julio, «Cita e ilustración

de la enseñanza», puesto que «se trata de obras de naturaleza escrita, sonora o audiovisual que han sido extraídas de documentos ya divulgados

por vía comercial o por internet, se hace a título de cita, análisis o comentario crítico, y se utilizan solamente con fines docentes».

Esta publicación tiene fines exclusivamente educativos, se realiza sin ánimo de lucro, y se distribuye gratuitamente a todos los centros educativos

del Principado de Asturias.

Queda prohibida la venta de este material a terceros, así como la reproducción total o parcial de sus contenidos sin autorización expresa de los

autores y del Copyright.

Todos los derechos reservados.

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a ser ciudadanosAprendiendo

dMateriales didácticos de aula

Secundaria

Cultura constitucional

Edita: Consejería de Educación y Ciencia.

Dirección General de Ordenación Académica e Innovación .

Servicio de Innovación y Apoyo a la Acción educativa

Diseño y maquetación: González imás

Impresión: Gráficas Eujoa

ISBN: 978-84-690-5585-4

Depósito Legal: AS- 02659-2007

© 2007 Consejería de Educación y Ciencia. Dirección General de Ordenación Académica e Innovación

Autoría:Ma Ildefonsa –Marilde– García Suárez

Pilar Rodríguez Hidalgo

Proyecto y coordinaciónMa Ildefonsa –Marilde– García Suárez

Coordinación:Servicio de Innovación y Apoyo a la Acción Educativa.

Área de Formación del Profesorado e Innovación

La reproducción de fragmentos de las obras escritas que se emplean en los diferentes documentos de esta publicación se acogen a lo establecido

en el artículo 32 (citas y reseñas) del Real Decreto Legislativo 1/1.996, de 12 de abril, modificado por la Ley 23/2006, de 7 de julio, «Cita e ilustración

de la enseñanza», puesto que «se trata de obras de naturaleza escrita, sonora o audiovisual que han sido extraídas de documentos ya divulgados

por vía comercial o por internet, se hace a título de cita, análisis o comentario crítico, y se utilizan solamente con fines docentes».

Esta publicación tiene fines exclusivamente educativos, se realiza sin ánimo de lucro, y se distribuye gratuitamente a todos los centros educativos

del Principado de Asturias.

Queda prohibida la venta de este material a terceros, así como la reproducción total o parcial de sus contenidos sin autorización expresa de los

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Page 4: Aprendiendo a Ser Ciudadanos. Cultura constitucional

Fomentar la cultura constitucional.

Mª Ildefonsa –Marilde– García Suárez

a formación de ciudadanos responsables en La Ley Orgánica de Educación

Los orígenes del constitucionalismo moderno

Mª Ildefonsa –Marilde– García Suárez

Constituciones españolas anteriores a la de 1978:Circunstancias de su implantación y análisis de los principios más significativosPilar Rodríguez Hidalgo

L

INDICE INDICE

Una aproximación a la Constitución Española de 1978Mª Ildefonsa –Marilde– García Suárez

I Circunstancias de su implantación

II Estructura de la constitución

III Preámbulo IV Artículos a destacar

39

44

4647

Vocabulario Constitucional básico

Declaración de Gredos

Textos complementarios

Cuadro comparativo de las Constituciones españolas

57

57

59

61

7

1115

23

38

57 Anexos

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Fomentar la cultura constitucional.

Mª Ildefonsa –Marilde– García Suárez

a formación de ciudadanos responsables en La Ley Orgánica de Educación

Los orígenes del constitucionalismo moderno

Mª Ildefonsa –Marilde– García Suárez

Constituciones españolas anteriores a la de 1978:Circunstancias de su implantación y análisis de los principios más significativosPilar Rodríguez Hidalgo

L

INDICE INDICE

Una aproximación a la Constitución Española de 1978Mª Ildefonsa –Marilde– García Suárez

I Circunstancias de su implantación

II Estructura de la constitución

III Preámbulo IV Artículos a destacar

39

44

4647

Vocabulario Constitucional básico

Declaración de Gredos

Textos complementarios

Cuadro comparativo de las Constituciones españolas

57

57

59

61

7

1115

23

38

57 Anexos

Page 6: Aprendiendo a Ser Ciudadanos. Cultura constitucional

El proceso de transición política de la Dictadura Fran-

quista a la España Democrática vivido por nuestro

país fue un modelo de concordia, de afán por superar

los enfrentamientos y la falta de libertades e instaurar un

sistema de convivencia basado en las libertades públicas y

en el respeto mayoritario por las formas de la democracia

política. Sin duda, el elemento que mejor resume y refleja

dicho afán es la Constitución de 1978 que, por ello y no en

vano, fue llamada del consenso; una Constitución flexible y

plural, capaz de prestar servicios con gobiernos progresistas

y gobiernos conservadores.

Al día de hoy, a punto de cumplir los veintinueve años de

aquella efeméride, en amplios sectores de la sociedad espa-

ñola se está perdiendo la «conciencia constitucional» o, lo

que es mucho más grave, muchos ciudadanos desconocen

absolutamente la actual Constitución española, lo que signifi-

ca, lo que en ella se dice. No es exagerado decir que urge

fomentar la cultura constitucional, que es necesario educar a

la sociedad en la Constitución y qué mejor que empezar por

nuestros adolescentes, lo que, además, supondría dar cum-

plimiento a objetivos señalados en la propia normativa en

materia de educación.

La Ley Orgánica de Educación señala entre sus objetivos el

afianzar «...los derechos humanos como valores comunes de

una sociedad plural y prepararse para el ejercicio de la ciuda-

danía democrática».

Fomentarlla cultura constituciona

7

E

Aprendiendo a ser ciudadanos

Page 7: Aprendiendo a Ser Ciudadanos. Cultura constitucional

El proceso de transición política de la Dictadura Fran-

quista a la España Democrática vivido por nuestro

país fue un modelo de concordia, de afán por superar

los enfrentamientos y la falta de libertades e instaurar un

sistema de convivencia basado en las libertades públicas y

en el respeto mayoritario por las formas de la democracia

política. Sin duda, el elemento que mejor resume y refleja

dicho afán es la Constitución de 1978 que, por ello y no en

vano, fue llamada del consenso; una Constitución flexible y

plural, capaz de prestar servicios con gobiernos progresistas

y gobiernos conservadores.

Al día de hoy, a punto de cumplir los veintinueve años de

aquella efeméride, en amplios sectores de la sociedad espa-

ñola se está perdiendo la «conciencia constitucional» o, lo

que es mucho más grave, muchos ciudadanos desconocen

absolutamente la actual Constitución española, lo que signifi-

ca, lo que en ella se dice. No es exagerado decir que urge

fomentar la cultura constitucional, que es necesario educar a

la sociedad en la Constitución y qué mejor que empezar por

nuestros adolescentes, lo que, además, supondría dar cum-

plimiento a objetivos señalados en la propia normativa en

materia de educación.

La Ley Orgánica de Educación señala entre sus objetivos el

afianzar «...los derechos humanos como valores comunes de

una sociedad plural y prepararse para el ejercicio de la ciuda-

danía democrática».

Fomentarlla cultura constituciona

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Aprendiendo a ser ciudadanos

Page 8: Aprendiendo a Ser Ciudadanos. Cultura constitucional

Pero la democracia, la práctica de la ciudadanía democráti-

ca y todo lo que ello comporta, es más compleja de lo que

a simple vista puede parecer y merece ser aprendida. El

instrumento para llegar a tal conocimiento es la Constitu-

ción, tanto su parte dogmática como su parte organizativa.

La parte dogmática se corresponde con el TÍTULO PRELIMINAR,

que contiene los valores fundamentales que deben inspirar al

resto de la Constitución, y con el TITULO I, el de los Derechos

y Deberes.

El hecho de que los redactores de nuestra Ley fundamental

hayan colocado los Derechos y Deberes precisamente en el

TÍTULO I, ocupando por lo tanto un lugar de privilegio en el

texto, esto habla por sí sólo de la importancia que se les

otorga. Este título, directamente inspirado en la Declaración

Universal de Derechos Humanos, y las normas que en él se

contemplan rigen la convivencia democrática de todos los

españoles desde 1978. Esto puede y debe ser asimilado por

los niños y niñas ya desde edades muy tempranas.

Nuestra norma máxima, además de establecer los principios

fundamentales del sistema democrático español, a partir del

TITULO II fija su entramado organizativo: determina cuáles

son los poderes públicos y regula los mecanismos básicos

de su funcionamiento, prestando especial atención a las

relaciones entre éstos y los ciudadanos, y marca las líneas

básicas de la organización territorial de Estado. La Constitu-

ción se cuida también de velar por el cumplimiento de las

normas en ella establecidas y para ello establece la existencia

del Tribunal Constitucional, auténtico guardián de nuestra

Norma Máxima. Y también contempla la posibilidad de su

modificación en el TITULO X. Por todo ello, poner este cono-

cimiento al alcance de nuestros alumnos es imprescindible

para su formación como ciudadanos responsables. Es

necesario que el conocimiento de la Constitución de 1978

forme parte del bagaje de saberes de los chicos y chicas

que finalizan la enseñanza secundaria obligatoria.

En junio de 1977 la revista historia 16 sacó a la luz un número

extraordinario monográfico que con el título «Los 9 entierros

de la democracia. España (1814-1975)» iniciaba su introduc-

ción con las siguientes palabras: Nueve veces la enterraron y

otras tantas resucitó. Y líneas abajo aseveraba: En estos difíci-

les momentos de la historia nacional, cuando obstinadamente

nos encaminamos de nuevo hacia fórmulas de libertad y demo-

cracia, es interesante echar una mirada atrás y leer desapasio-

nadamente cómo nació y cómo fue enterrada nueve veces la

democracia española en el último siglo y medio.

Consolidado el proceso que se iniciaba en aquel 1977, consi-

deramos que sigue siendo importante conocer y tener pre-

sente las circunstancias de la implantación y los principios

más significativos de las anteriores Constituciones españolas,

de ahí que antepongamos a nuestra Aproximación a la Cons-

titución Española de 1978 un somero recorrido por la historia

constitucional de nuestro país.

Pero procede ir más atrás en el tiempo y encuadrar los inicios

del proceso constitucional y democrático español en el con-

texto de la civilización occidental al que España pertenece, de

ahí la exposición de los hitos más significativos de los oríge-

nes del constitucionalismo moderno que nos ayudan a com-

prender el origen y el significado del sistema democrático, en

el que la conquista de los derechos humanos constituye un

capítulo no sólo fundamental, sino imprescindible.

8

Fomentar l la cultura constituciona Aprendiendo a ser ciudadanos

9

Page 9: Aprendiendo a Ser Ciudadanos. Cultura constitucional

Pero la democracia, la práctica de la ciudadanía democráti-

ca y todo lo que ello comporta, es más compleja de lo que

a simple vista puede parecer y merece ser aprendida. El

instrumento para llegar a tal conocimiento es la Constitu-

ción, tanto su parte dogmática como su parte organizativa.

La parte dogmática se corresponde con el TÍTULO PRELIMINAR,

que contiene los valores fundamentales que deben inspirar al

resto de la Constitución, y con el TITULO I, el de los Derechos

y Deberes.

El hecho de que los redactores de nuestra Ley fundamental

hayan colocado los Derechos y Deberes precisamente en el

TÍTULO I, ocupando por lo tanto un lugar de privilegio en el

texto, esto habla por sí sólo de la importancia que se les

otorga. Este título, directamente inspirado en la Declaración

Universal de Derechos Humanos, y las normas que en él se

contemplan rigen la convivencia democrática de todos los

españoles desde 1978. Esto puede y debe ser asimilado por

los niños y niñas ya desde edades muy tempranas.

Nuestra norma máxima, además de establecer los principios

fundamentales del sistema democrático español, a partir del

TITULO II fija su entramado organizativo: determina cuáles

son los poderes públicos y regula los mecanismos básicos

de su funcionamiento, prestando especial atención a las

relaciones entre éstos y los ciudadanos, y marca las líneas

básicas de la organización territorial de Estado. La Constitu-

ción se cuida también de velar por el cumplimiento de las

normas en ella establecidas y para ello establece la existencia

del Tribunal Constitucional, auténtico guardián de nuestra

Norma Máxima. Y también contempla la posibilidad de su

modificación en el TITULO X. Por todo ello, poner este cono-

cimiento al alcance de nuestros alumnos es imprescindible

para su formación como ciudadanos responsables. Es

necesario que el conocimiento de la Constitución de 1978

forme parte del bagaje de saberes de los chicos y chicas

que finalizan la enseñanza secundaria obligatoria.

En junio de 1977 la revista historia 16 sacó a la luz un número

extraordinario monográfico que con el título «Los 9 entierros

de la democracia. España (1814-1975)» iniciaba su introduc-

ción con las siguientes palabras: Nueve veces la enterraron y

otras tantas resucitó. Y líneas abajo aseveraba: En estos difíci-

les momentos de la historia nacional, cuando obstinadamente

nos encaminamos de nuevo hacia fórmulas de libertad y demo-

cracia, es interesante echar una mirada atrás y leer desapasio-

nadamente cómo nació y cómo fue enterrada nueve veces la

democracia española en el último siglo y medio.

Consolidado el proceso que se iniciaba en aquel 1977, consi-

deramos que sigue siendo importante conocer y tener pre-

sente las circunstancias de la implantación y los principios

más significativos de las anteriores Constituciones españolas,

de ahí que antepongamos a nuestra Aproximación a la Cons-

titución Española de 1978 un somero recorrido por la historia

constitucional de nuestro país.

Pero procede ir más atrás en el tiempo y encuadrar los inicios

del proceso constitucional y democrático español en el con-

texto de la civilización occidental al que España pertenece, de

ahí la exposición de los hitos más significativos de los oríge-

nes del constitucionalismo moderno que nos ayudan a com-

prender el origen y el significado del sistema democrático, en

el que la conquista de los derechos humanos constituye un

capítulo no sólo fundamental, sino imprescindible.

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Fomentar l la cultura constituciona Aprendiendo a ser ciudadanos

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Page 10: Aprendiendo a Ser Ciudadanos. Cultura constitucional

La formación

n

de ciudadanos responsables en la

Ley Orgánica de Educació

La Ley Orgánica de Educación concede especial importancia a la formación de ciuda-

danos responsables y así lo expresa en su exposición de motivos cuando dice: «Fo-

mentar el aprendizaje a lo largo de toda la vida implica, ante todo, proporcionar a los

jóvenes una educación completa, que abarque los conocimientos y las competencias básicas

que resultan necesarias en la sociedad actual, que les permita desarrollar los valores que

sustentan la práctica de la ciudadanía democrática, la vida en común y la cohesión social, que

estimule en ellos y ellas el deseo de seguir aprendiendo y la capacidad de aprender por si

mismos...».

Y también en los siguientes artículos:

Capítulo I. Principios y fines de la educación

Artículo 1. Principios

El sistema educativo español, configurado de acuerdo con los valores de la Constitución y

asentado en el respeto a los derechos y libertades reconocidos en ella, se inspira en los

siguientes principios:

c) La transmisión y puesta en práctica de valores que favorezcan la libertad personal, la res-

ponsabilidad, la ciudadanía democrática, la solidaridad, la tolerancia, la igualdad, el respeto y

la justicia y que ayuden a superar cualquier tipo de discriminación.

Artículo 2. Fines

El sistema educativo español se orientará a la consecución de los siguientes fines:

b) La educación en el respeto de los derechos y libertades fundamentales, en la igualdad de

derechos y oportunidades entre hombres y mujeres y en la igualdad de trato y no discrimina-

ción de las personas con discapacidad.

c) La educación en el ejercicio de la tolerancia y de la libertad dentro de los principios demo-

cráticos de convivencia, así como en la prevención de conflictos y la resolución pacífica de los

mismos.

TÍTULO PRELIMINAR

L

Aprendiendo a ser ciudadanos

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Page 11: Aprendiendo a Ser Ciudadanos. Cultura constitucional

La formación

n

de ciudadanos responsables en la

Ley Orgánica de Educació

La Ley Orgánica de Educación concede especial importancia a la formación de ciuda-

danos responsables y así lo expresa en su exposición de motivos cuando dice: «Fo-

mentar el aprendizaje a lo largo de toda la vida implica, ante todo, proporcionar a los

jóvenes una educación completa, que abarque los conocimientos y las competencias básicas

que resultan necesarias en la sociedad actual, que les permita desarrollar los valores que

sustentan la práctica de la ciudadanía democrática, la vida en común y la cohesión social, que

estimule en ellos y ellas el deseo de seguir aprendiendo y la capacidad de aprender por si

mismos...».

Y también en los siguientes artículos:

Capítulo I. Principios y fines de la educación

Artículo 1. Principios

El sistema educativo español, configurado de acuerdo con los valores de la Constitución y

asentado en el respeto a los derechos y libertades reconocidos en ella, se inspira en los

siguientes principios:

c) La transmisión y puesta en práctica de valores que favorezcan la libertad personal, la res-

ponsabilidad, la ciudadanía democrática, la solidaridad, la tolerancia, la igualdad, el respeto y

la justicia y que ayuden a superar cualquier tipo de discriminación.

Artículo 2. Fines

El sistema educativo español se orientará a la consecución de los siguientes fines:

b) La educación en el respeto de los derechos y libertades fundamentales, en la igualdad de

derechos y oportunidades entre hombres y mujeres y en la igualdad de trato y no discrimina-

ción de las personas con discapacidad.

c) La educación en el ejercicio de la tolerancia y de la libertad dentro de los principios demo-

cráticos de convivencia, así como en la prevención de conflictos y la resolución pacífica de los

mismos.

TÍTULO PRELIMINAR

L

Aprendiendo a ser ciudadanos

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Page 12: Aprendiendo a Ser Ciudadanos. Cultura constitucional

e) La formación para la paz, el respeto a los derechos humanos, la vida en común, la cohesión

social, la cooperación y solidaridad entre los pueblos.

k) La preparación para el ejercicio de la ciudadanía y para la participación activa en la vida

económica, social y cultural, con actitud crítica y responsable y con capacidad de adaptación a

las situaciones cambiantes de la sociedad del conocimiento.

Capítulo III. Educación Secundaria Obligatoria

Artículo 22. Principios generales.

2. La finalidad de la educación secundaria obligatoria es transmitir a los alumnos los elementos

básicos de la cultura, especialmente en sus aspectos humanístico, artístico, científico y tecno-

lógico; desarrollar y consolidar en ellos hábitos de estudio y de trabajo; prepararles para su

incorporación a estudios posteriores y para su inserción laboral y formarlos para el ejercicio de

sus derechos y obligaciones en la vida como ciudadanos.

Artículo 23. Objetivos.

La educación secundaria obligatoria contribuirá a desarrollar en los alumnos y las alumnas las

capacidades que les permitan:

a) Asumir responsablemente sus deberes, conocer y ejercer sus derechos en el respeto a los

demás, practicar la tolerancia, la cooperación y la solidaridad entre las personas y grupos,

ejercitarse en el diálogo afianzando los derechos humanos como valores comunes de una

sociedad plural y prepararse para el ejercicio de la ciudadanía democrática.

c) Valorar y respetar la diferencia de sexos y la igualdad de derechos y oportunidades entre

ellos. Rechazar los estereotipos que supongan discriminación entre hombres y mujeres.

d) Fortalecer sus capacidades afectivas en todos los ámbitos de la personalidad y en sus

relaciones con los demás, así como rechazar la violencia, los prejuicios de cualquier tipo, los

comportamientos sexistas y resolver pacíficamente los conflictos.

i) Conocer, valorar y respetar los aspectos básicos de la cultura y la historia propias y de los

demás, así como el patrimonio artístico y cultural.

Artículo 24. Organización de los cursos primero, segundo y tercero

3. En uno de los tres primeros cursos los alumnos cursarán la materia de educación para la

ciudadanía y los derechos humanos en la que se prestará especial atención a la igualdad entre

hombres y mujeres.

7. Sin perjuicio de su tratamiento específico en algunas de las materias de la etapa... y la edu-

TÍTULO I

cación en valores se trabajarán en todas las áreas.

Artículo 25. Organización de cuarto curso

4. En la materia de educación ético-cívica se prestará especial atención a la igualdad entre

hombres y mujeres.

5. Sin perjuicio de su tratamiento específico en algunas de las materias de este curso... y la

educación en valores se trabajarán en todas las áreas.

Capítulo IV. Bachillerato

Artículo 32. Principios generales

1. El bachillerato tiene como finalidad proporcionar a los alumnos formación, madurez intelec-

tual y humana, conocimientos y habilidades que les permitan desarrollar funciones sociales e

incorporarse a la vida activa con responsabilidad y competencia...

Artículo 33. Objetivos

El bachillerato contribuirá a desarrollar en los alumnos y las alumnas las capacidades que les

permitan:

a) Ejercer la ciudadanía democrática, desde una perspectiva global, y adquirir una conciencia

cívica responsable, inspirada por los valores de la Constitución española así como por los

derechos humanos, que fomente la corresponsabilidad en la construcción de una sociedad

justa y equitativa.

b) Consolidar una madurez personal y social que les permita actuar de forma responsable y

autónoma y desarrollar su espíritu crítico. Prever y resolver pacíficamente los conflictos perso-

nales, familiares y sociales.

c) Fomentar la igualdad efectiva de derechos y oportunidades entre hombres y mujeres, anali-

zar y valorar críticamente las desigualdades existentes e impulsar la igualdad real y la no discri-

minación de las personas con discapacidad.

Artículo 34. Organización.

6. Las materias comunes del bachillerato serán las siguientes:

(entre otras) Filosofía y ciudadanía.

Aprendiendo a ser ciudadanosLa formación nde ciudadanos responsables en la Ley Orgánica de Educació

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Page 13: Aprendiendo a Ser Ciudadanos. Cultura constitucional

e) La formación para la paz, el respeto a los derechos humanos, la vida en común, la cohesión

social, la cooperación y solidaridad entre los pueblos.

k) La preparación para el ejercicio de la ciudadanía y para la participación activa en la vida

económica, social y cultural, con actitud crítica y responsable y con capacidad de adaptación a

las situaciones cambiantes de la sociedad del conocimiento.

Capítulo III. Educación Secundaria Obligatoria

Artículo 22. Principios generales.

2. La finalidad de la educación secundaria obligatoria es transmitir a los alumnos los elementos

básicos de la cultura, especialmente en sus aspectos humanístico, artístico, científico y tecno-

lógico; desarrollar y consolidar en ellos hábitos de estudio y de trabajo; prepararles para su

incorporación a estudios posteriores y para su inserción laboral y formarlos para el ejercicio de

sus derechos y obligaciones en la vida como ciudadanos.

Artículo 23. Objetivos.

La educación secundaria obligatoria contribuirá a desarrollar en los alumnos y las alumnas las

capacidades que les permitan:

a) Asumir responsablemente sus deberes, conocer y ejercer sus derechos en el respeto a los

demás, practicar la tolerancia, la cooperación y la solidaridad entre las personas y grupos,

ejercitarse en el diálogo afianzando los derechos humanos como valores comunes de una

sociedad plural y prepararse para el ejercicio de la ciudadanía democrática.

c) Valorar y respetar la diferencia de sexos y la igualdad de derechos y oportunidades entre

ellos. Rechazar los estereotipos que supongan discriminación entre hombres y mujeres.

d) Fortalecer sus capacidades afectivas en todos los ámbitos de la personalidad y en sus

relaciones con los demás, así como rechazar la violencia, los prejuicios de cualquier tipo, los

comportamientos sexistas y resolver pacíficamente los conflictos.

i) Conocer, valorar y respetar los aspectos básicos de la cultura y la historia propias y de los

demás, así como el patrimonio artístico y cultural.

Artículo 24. Organización de los cursos primero, segundo y tercero

3. En uno de los tres primeros cursos los alumnos cursarán la materia de educación para la

ciudadanía y los derechos humanos en la que se prestará especial atención a la igualdad entre

hombres y mujeres.

7. Sin perjuicio de su tratamiento específico en algunas de las materias de la etapa... y la edu-

TÍTULO I

cación en valores se trabajarán en todas las áreas.

Artículo 25. Organización de cuarto curso

4. En la materia de educación ético-cívica se prestará especial atención a la igualdad entre

hombres y mujeres.

5. Sin perjuicio de su tratamiento específico en algunas de las materias de este curso... y la

educación en valores se trabajarán en todas las áreas.

Capítulo IV. Bachillerato

Artículo 32. Principios generales

1. El bachillerato tiene como finalidad proporcionar a los alumnos formación, madurez intelec-

tual y humana, conocimientos y habilidades que les permitan desarrollar funciones sociales e

incorporarse a la vida activa con responsabilidad y competencia...

Artículo 33. Objetivos

El bachillerato contribuirá a desarrollar en los alumnos y las alumnas las capacidades que les

permitan:

a) Ejercer la ciudadanía democrática, desde una perspectiva global, y adquirir una conciencia

cívica responsable, inspirada por los valores de la Constitución española así como por los

derechos humanos, que fomente la corresponsabilidad en la construcción de una sociedad

justa y equitativa.

b) Consolidar una madurez personal y social que les permita actuar de forma responsable y

autónoma y desarrollar su espíritu crítico. Prever y resolver pacíficamente los conflictos perso-

nales, familiares y sociales.

c) Fomentar la igualdad efectiva de derechos y oportunidades entre hombres y mujeres, anali-

zar y valorar críticamente las desigualdades existentes e impulsar la igualdad real y la no discri-

minación de las personas con discapacidad.

Artículo 34. Organización.

6. Las materias comunes del bachillerato serán las siguientes:

(entre otras) Filosofía y ciudadanía.

Aprendiendo a ser ciudadanosLa formación nde ciudadanos responsables en la Ley Orgánica de Educació

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Page 14: Aprendiendo a Ser Ciudadanos. Cultura constitucional

E

SIGLO XVII EN INGLATERRA

Habeas Corpus Act

Declaración de Derechos

l concepto clásico de Constitución política como orden de una comunidad y norma

fundamental organizadora superior a las leyes ya apareció en Aristóteles. Por razones

políticas el concepto experimentó transformaciones a través de varias fases históricas.

La lucha por las libertades medievales (cartas, fueros), las teorías iusnaturalistas del «contrato

social» y los pactos coloniales preludian el movimiento constitucionalista liberal de los siglos

XVIII y XIX, para el cual la garantía de los derechos estriba en un documento escrito, con

carácter fundamental de “superley” y que tiene un contenido específico (equilibrio de poderes

y declaración de derechos y libertades fundamentales).

La historia del constitucionalismo está ligada a la del sistema parlamentario: sistema de orga-

nización política en el que el parlamento posee el ejercicio exclusivo del poder legislativo y la

fiscalización de la actuación del gobierno, cuyos miembros son solidariamente responsables

ante él o ante una de sus cámaras.

Este sistema, en el que se pueden distinguir diferentes etapas, tuvo su aparición en Inglaterra y

Países Bajos, al compás de las revoluciones liberal-burguesas. Las revoluciones americana y

francesa iniciaron su segunda etapa, en la cual el parlamentarismo encontró su base en la

existencia de una carta escrita.

El parlamentarismo inglés:

(1679)

de 1689

El rey está sometido a leyes y el sujeto de la soberanía es el pueblo: estos son los principios de la

Declaración de Derechos que Guillermo III fue obligado a firmar en 1689 para acceder al trono. Este

documento ha sido reconocido como la primera declaración del liberalismo moderno y culmina un

proceso iniciado en 1213, cuando Juan sin Tierra empezó a limitar algunos poderes como soberano.

Los orígenesodel constitucionalismo modern

E

Aprendiendo a ser ciudadanos

15

Page 15: Aprendiendo a Ser Ciudadanos. Cultura constitucional

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SIGLO XVII EN INGLATERRA

Habeas Corpus Act

Declaración de Derechos

l concepto clásico de Constitución política como orden de una comunidad y norma

fundamental organizadora superior a las leyes ya apareció en Aristóteles. Por razones

políticas el concepto experimentó transformaciones a través de varias fases históricas.

La lucha por las libertades medievales (cartas, fueros), las teorías iusnaturalistas del «contrato

social» y los pactos coloniales preludian el movimiento constitucionalista liberal de los siglos

XVIII y XIX, para el cual la garantía de los derechos estriba en un documento escrito, con

carácter fundamental de “superley” y que tiene un contenido específico (equilibrio de poderes

y declaración de derechos y libertades fundamentales).

La historia del constitucionalismo está ligada a la del sistema parlamentario: sistema de orga-

nización política en el que el parlamento posee el ejercicio exclusivo del poder legislativo y la

fiscalización de la actuación del gobierno, cuyos miembros son solidariamente responsables

ante él o ante una de sus cámaras.

Este sistema, en el que se pueden distinguir diferentes etapas, tuvo su aparición en Inglaterra y

Países Bajos, al compás de las revoluciones liberal-burguesas. Las revoluciones americana y

francesa iniciaron su segunda etapa, en la cual el parlamentarismo encontró su base en la

existencia de una carta escrita.

El parlamentarismo inglés:

(1679)

de 1689

El rey está sometido a leyes y el sujeto de la soberanía es el pueblo: estos son los principios de la

Declaración de Derechos que Guillermo III fue obligado a firmar en 1689 para acceder al trono. Este

documento ha sido reconocido como la primera declaración del liberalismo moderno y culmina un

proceso iniciado en 1213, cuando Juan sin Tierra empezó a limitar algunos poderes como soberano.

Los orígenesodel constitucionalismo modern

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Aprendiendo a ser ciudadanos

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Locke.- «Dos tratados del Gobierno Civil» (1690):

De Locke, que fue inspirador de la doctrina de la Declaración de Derechos de 1689 y está conside-

rado como padre del individualismo liberal, es esta afirmación: «Sería provocar una tentación

demasiado fuerte para la

Rousseau definió el contrato social como fruto de un pacto entre todos los ciudadanos y planteó el

principio de la soberanía nacional, según el cual el poder emana del libre consentimiento de todos

los ciudadanos, expresado mediante el voto.

La separación de los poderes legislativo y judicial

Identificación de libertad y propiedad

EL SIGLO XVIII

La división de poderes

Identificación de libertad e igualdad

Soberanía popular

fragilidad humana, sujeta a la ambición, confiar a aquellos mismos

que tienen ya el poder de hacer las leyes el de hacerlas ejecutar».

Y también de Locke es la teoría de que el hombre es un ser razonable y la libertad y la propiedad

son inseparables de la felicidad. No hay felicidad sin garantías políticas y no hay política cuyo fin

no sea entender una felicidad razonable.

Dice que la propiedad privada existe en el estado de naturaleza que es anterior a la sociedad civil y

que es para garantizar la propiedad por lo que los hombres salen del estado de naturaleza y cons-

tituyen una sociedad civil «cuyo fin principal es la conservación de la propiedad». «El gobierno

escribe así mismo Locke no tiene más fin que la conservación de la propiedad».

El siglo XVIII, el llamado “siglo de las luces”, el de la Ilustración y la Enciclopedia, fue un siglo

de cambios profundos en todos los aspectos de la vida del hombre –económico, social, políti-

co, cultural–, de tal modo que supuso el fin de una época y el principio de otra. En él germina-

ron los principios del liberalismo político que a partir del siglo XIX darían paso a las monarquías

parlamentarias constitucionales.

Montesquieu. «El espíritu de las leyes» (1748):

Rousseau.- «El contrato social»(1762):

La Ilustración fue un movimiento cosmopolita y antinacionalista con numerosos representantes

en otros países. Kant en Alemania, David Hume en Escocia, Cesare Beccaria en Italia y

Benjamín Franklin y Thomas Jefferson en las colonias británicas mantuvieron un estrecho con-

tacto con los ilustrados franceses y fueron importantes exponentes del movimiento. La

Ilustración penetró también en España y en los dominios españoles de América. Las ideas de

estos teóricos de los siglos XVII y XVIII serán el germen del pensamiento político liberal, inspira-

dor de procesos revolucionarios dentro y fuera de Europa. El liberalismo se acabará imponien-

do en la Europa del siglo XIX

En la «Historia de las ideas políticas» (1961) de Jean Touchard se lee: La revolución americana

es, en el siglo XVIII, el primer ejemplo de una revolución triunfante. Esto le confiere una gran impor-

tancia para la historia de las ideas políticas. Señala el paso de la especulación a la acción. Ofrece una

referencia y presenta un modelo.

La Independencia de los Estados Unidos de América del Norte, primera revolu-

ción liberal:

La independencia de las Trece Colonias que la corona británica poseía en la costa este de

América del Norte tuvo lugar entre 1776 y 1783. El proceso se inició con la proclamación de la

Declaración de Derechos de Virginia y la Declaración de Independencia, decisión tomada

en Filadelfia el 4 de julio de 1776. El nuevo sistema político liberal, cuyos principios básicos

están recogidos en ambos documentos, se fue creando al mismo tiempo que se desarrollaba

la guerra de Independencia. En su primera fase once de los trece Estados redactaron sus

propias Constituciones inspiradas en los principios de la Declaración de Virginia. El resultado

final, tras un largo debate sobre el modelo político, fue la aprobación de una Constitución en

1787, que suponía la primera plasmación práctica de los principios de liberalismo político

contemporáneo.

Declaración de Derechos de Virginia de 1776

Declaración de Independencia de 4 de julio de 1776

Constitución de 1787, primera Constitución escrita de la Historia

(su preámbulo fue escrito por

Thomas Jefferson)

a historia del actual rey de Gran Bretaña es una

historia de repetidas injurias y usurpaciones Lque tienen todas como directo objetivo el establecimien-

to de una tiranía absoluta sobre estos Estados [...]

Nosotros, por tanto, representantes de los Estados

Unidos de América reunidos en Congreso general ape-

lando al supremo Juez del mundo de la rectitud de

nuestras intenciones, en el nombre y por la autoridad

del pueblo de estas Colonias unidas son y de derecho

deben ser, Estados libres e Independientes que se

consideran libres de toda unión a la Corona británica, y

que toda conexión política entre ellas es y debe ser

totalmente disuelta; y que como Estados libres e

Independientes, tienen pleno derecho a declarar la

guerra, concertar la paz, contraer alianzas, establecer

comercio y hacer todos los otros actos que los Estados

independientes pueden hacer por derecho. Y, para

ayuda de esta declaración, con una firme confianza en la

protección de la divina Providencia, empeñamos mutua-

mente nuestras vidas, nuestras fortunas, nuestro honor.

Declaración de Independencia de los Estados Unidos de América (1776)

Documento de la Declaración de Independenciade los Estados Unidos.

Aprendiendo a ser ciudadanosLos orígenes odel constitucionalismo modern

1716

Page 17: Aprendiendo a Ser Ciudadanos. Cultura constitucional

Locke.- «Dos tratados del Gobierno Civil» (1690):

De Locke, que fue inspirador de la doctrina de la Declaración de Derechos de 1689 y está conside-

rado como padre del individualismo liberal, es esta afirmación: «Sería provocar una tentación

demasiado fuerte para la

Rousseau definió el contrato social como fruto de un pacto entre todos los ciudadanos y planteó el

principio de la soberanía nacional, según el cual el poder emana del libre consentimiento de todos

los ciudadanos, expresado mediante el voto.

La separación de los poderes legislativo y judicial

Identificación de libertad y propiedad

EL SIGLO XVIII

La división de poderes

Identificación de libertad e igualdad

Soberanía popular

fragilidad humana, sujeta a la ambición, confiar a aquellos mismos

que tienen ya el poder de hacer las leyes el de hacerlas ejecutar».

Y también de Locke es la teoría de que el hombre es un ser razonable y la libertad y la propiedad

son inseparables de la felicidad. No hay felicidad sin garantías políticas y no hay política cuyo fin

no sea entender una felicidad razonable.

Dice que la propiedad privada existe en el estado de naturaleza que es anterior a la sociedad civil y

que es para garantizar la propiedad por lo que los hombres salen del estado de naturaleza y cons-

tituyen una sociedad civil «cuyo fin principal es la conservación de la propiedad». «El gobierno

escribe así mismo Locke no tiene más fin que la conservación de la propiedad».

El siglo XVIII, el llamado “siglo de las luces”, el de la Ilustración y la Enciclopedia, fue un siglo

de cambios profundos en todos los aspectos de la vida del hombre –económico, social, políti-

co, cultural–, de tal modo que supuso el fin de una época y el principio de otra. En él germina-

ron los principios del liberalismo político que a partir del siglo XIX darían paso a las monarquías

parlamentarias constitucionales.

Montesquieu. «El espíritu de las leyes» (1748):

Rousseau.- «El contrato social»(1762):

La Ilustración fue un movimiento cosmopolita y antinacionalista con numerosos representantes

en otros países. Kant en Alemania, David Hume en Escocia, Cesare Beccaria en Italia y

Benjamín Franklin y Thomas Jefferson en las colonias británicas mantuvieron un estrecho con-

tacto con los ilustrados franceses y fueron importantes exponentes del movimiento. La

Ilustración penetró también en España y en los dominios españoles de América. Las ideas de

estos teóricos de los siglos XVII y XVIII serán el germen del pensamiento político liberal, inspira-

dor de procesos revolucionarios dentro y fuera de Europa. El liberalismo se acabará imponien-

do en la Europa del siglo XIX

En la «Historia de las ideas políticas» (1961) de Jean Touchard se lee: La revolución americana

es, en el siglo XVIII, el primer ejemplo de una revolución triunfante. Esto le confiere una gran impor-

tancia para la historia de las ideas políticas. Señala el paso de la especulación a la acción. Ofrece una

referencia y presenta un modelo.

La Independencia de los Estados Unidos de América del Norte, primera revolu-

ción liberal:

La independencia de las Trece Colonias que la corona británica poseía en la costa este de

América del Norte tuvo lugar entre 1776 y 1783. El proceso se inició con la proclamación de la

Declaración de Derechos de Virginia y la Declaración de Independencia, decisión tomada

en Filadelfia el 4 de julio de 1776. El nuevo sistema político liberal, cuyos principios básicos

están recogidos en ambos documentos, se fue creando al mismo tiempo que se desarrollaba

la guerra de Independencia. En su primera fase once de los trece Estados redactaron sus

propias Constituciones inspiradas en los principios de la Declaración de Virginia. El resultado

final, tras un largo debate sobre el modelo político, fue la aprobación de una Constitución en

1787, que suponía la primera plasmación práctica de los principios de liberalismo político

contemporáneo.

Declaración de Derechos de Virginia de 1776

Declaración de Independencia de 4 de julio de 1776

Constitución de 1787, primera Constitución escrita de la Historia

(su preámbulo fue escrito por

Thomas Jefferson)

a historia del actual rey de Gran Bretaña es una

historia de repetidas injurias y usurpaciones Lque tienen todas como directo objetivo el establecimien-

to de una tiranía absoluta sobre estos Estados [...]

Nosotros, por tanto, representantes de los Estados

Unidos de América reunidos en Congreso general ape-

lando al supremo Juez del mundo de la rectitud de

nuestras intenciones, en el nombre y por la autoridad

del pueblo de estas Colonias unidas son y de derecho

deben ser, Estados libres e Independientes que se

consideran libres de toda unión a la Corona británica, y

que toda conexión política entre ellas es y debe ser

totalmente disuelta; y que como Estados libres e

Independientes, tienen pleno derecho a declarar la

guerra, concertar la paz, contraer alianzas, establecer

comercio y hacer todos los otros actos que los Estados

independientes pueden hacer por derecho. Y, para

ayuda de esta declaración, con una firme confianza en la

protección de la divina Providencia, empeñamos mutua-

mente nuestras vidas, nuestras fortunas, nuestro honor.

Declaración de Independencia de los Estados Unidos de América (1776)

Documento de la Declaración de Independenciade los Estados Unidos.

Aprendiendo a ser ciudadanosLos orígenes odel constitucionalismo modern

1716

Page 18: Aprendiendo a Ser Ciudadanos. Cultura constitucional

1.- Todas las personas han nacido libres, iguales e independientes.

2.- Todo poder reside en el pueblo, y por consiguiente deriva de él; los magistrados son

sus delegados y sirvientes y en cualquier ocasión son responsables ante aquél. (Soberanía

popular).

3.- El gobierno está o debe estar instituido para el beneficio, protección y seguridad

común; de las distintas formas o modos de gobierno la mejor es la que sea capaz de

producir el mayor grado de felicidad y seguridad, y la más segura contra el peligro de la

mala administración: cuando cualquier gobierno sea inadecuado o contrario a estos

propósitos, la mayoría de la comunidad tiene un indudable, inalienable e inquebrantable

derecho a reformarlo, alterarlo o abolirlo en la forma que se juzgue mas conveniente para

la seguridad política.

5.- Los poderes legislativo y ejecutivo del estado deben separarse y distinguirse del

judicial. (División de poderes).

6.- Las elecciones de miembros que actúen como representantes del pueblo en la

Asamblea deben ser libres.

11.- En las controversias que se refieren a la propiedad y en los litigios entre los hombres,

es preferible a cualquier otro el antiguo juicio mediante jurado, que debe considerarse

sagrado.

12.- La libertad de imprenta es uno de los grandes baluartes de la libertad y no puede ser

restringido sino por gobiernos despóticos.

15.- Ningún gobierno libre, ni los beneficios de la libertad, pueden conservarse en

ningún pueblo sino por una firme adhesión a la justicia, moderación, templanza,

austeridad y virtud, y mediante el frecuente recurso a los principios fundamentales.

Declaración de Derechos de Virginia de(1776)

La burguesía tiene el poder económico, pero no el político, y luchará contra la nobleza y contra la

concentración de poder de la monarquía absoluta; defenderá por encima de todo la igualdad

frente a la ley y confía en la Constitución como paso para una sociedad más justa y más libre. Se

apoya en Montesquieu y en Rousseau. Como acabamos de ver, fueron los recién creados Estados

Unidos de América del Norte los primeros que, a propuesta de su burguesía, decidieron recoger

por escrito la Constitución. Todo lo anterior se expandirá por Europa.

La Revolución francesa:

Si la Constitución de 1791 ejemplificó los ideales del liberalismo político (separación de

poderes, soberanía nacional, igualdad legal, sufragio censitario, etc.), la Constitución de 1793

proclamaba el sufragio universal, aunque limitado a los hombres, y situaba el derecho a la

igualdad por encima del de la propiedad; fue esta Constitución jacobina la primera en incluir

derechos sociales como el trabajo, la instrucción o los medios de subsistencia para todos y

preveía un sistema de asistencia a la maternidad, la infancia, la vejez y la enfermedad.

primera Constitución europea,

Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789

Constitución de 1791;

Constitución de 1793

Representación de la Declaración de los Derechos del Hombre y

del Ciudadano de 1789

Sello de Virginia

1. Los hombres nacen y permanecen libres e iguales en

derechos. Las diferencias sociales no pueden tener otro

fundamento que la utilidad común.

2. El fin de toda asociación política es el mantenimiento

de los derechos naturales e imprescriptibles del

hombre. Estos derechos son la libertad, la propiedad, la

seguridad y la resistencia a la opresión.

3. El pricipio de toda soberanía reside esencialmente

en la nación. (...)

(...) 6. La ley es la expresión de la voluntad general.(...)

La ley debe ser igual para todos, tanto para proteger

como para castigar.

(...) 9. Todo hombre sera considerado inocente hasta

que haya sido declarado culpable. (...)

10. Nadie debe ser perseguido por sus opiniones,

incluso religiosas (...)

11. La libre comunicación de los pensamientos y de las

opiniones es uno de los más preciosos derechos del

hombre (...)

(...) 16. La sociedad en la que la garantía de los

derechos no está asegurada, ni la separación de los

poderes determinada, no tiene constitución.

La declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano

Aprendiendo a ser ciudadanosLos orígenes odel constitucionalismo modern

1918

Page 19: Aprendiendo a Ser Ciudadanos. Cultura constitucional

1.- Todas las personas han nacido libres, iguales e independientes.

2.- Todo poder reside en el pueblo, y por consiguiente deriva de él; los magistrados son

sus delegados y sirvientes y en cualquier ocasión son responsables ante aquél. (Soberanía

popular).

3.- El gobierno está o debe estar instituido para el beneficio, protección y seguridad

común; de las distintas formas o modos de gobierno la mejor es la que sea capaz de

producir el mayor grado de felicidad y seguridad, y la más segura contra el peligro de la

mala administración: cuando cualquier gobierno sea inadecuado o contrario a estos

propósitos, la mayoría de la comunidad tiene un indudable, inalienable e inquebrantable

derecho a reformarlo, alterarlo o abolirlo en la forma que se juzgue mas conveniente para

la seguridad política.

5.- Los poderes legislativo y ejecutivo del estado deben separarse y distinguirse del

judicial. (División de poderes).

6.- Las elecciones de miembros que actúen como representantes del pueblo en la

Asamblea deben ser libres.

11.- En las controversias que se refieren a la propiedad y en los litigios entre los hombres,

es preferible a cualquier otro el antiguo juicio mediante jurado, que debe considerarse

sagrado.

12.- La libertad de imprenta es uno de los grandes baluartes de la libertad y no puede ser

restringido sino por gobiernos despóticos.

15.- Ningún gobierno libre, ni los beneficios de la libertad, pueden conservarse en

ningún pueblo sino por una firme adhesión a la justicia, moderación, templanza,

austeridad y virtud, y mediante el frecuente recurso a los principios fundamentales.

Declaración de Derechos de Virginia de(1776)

La burguesía tiene el poder económico, pero no el político, y luchará contra la nobleza y contra la

concentración de poder de la monarquía absoluta; defenderá por encima de todo la igualdad

frente a la ley y confía en la Constitución como paso para una sociedad más justa y más libre. Se

apoya en Montesquieu y en Rousseau. Como acabamos de ver, fueron los recién creados Estados

Unidos de América del Norte los primeros que, a propuesta de su burguesía, decidieron recoger

por escrito la Constitución. Todo lo anterior se expandirá por Europa.

La Revolución francesa:

Si la Constitución de 1791 ejemplificó los ideales del liberalismo político (separación de

poderes, soberanía nacional, igualdad legal, sufragio censitario, etc.), la Constitución de 1793

proclamaba el sufragio universal, aunque limitado a los hombres, y situaba el derecho a la

igualdad por encima del de la propiedad; fue esta Constitución jacobina la primera en incluir

derechos sociales como el trabajo, la instrucción o los medios de subsistencia para todos y

preveía un sistema de asistencia a la maternidad, la infancia, la vejez y la enfermedad.

primera Constitución europea,

Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789

Constitución de 1791;

Constitución de 1793

Representación de la Declaración de los Derechos del Hombre y

del Ciudadano de 1789

Sello de Virginia

1. Los hombres nacen y permanecen libres e iguales en

derechos. Las diferencias sociales no pueden tener otro

fundamento que la utilidad común.

2. El fin de toda asociación política es el mantenimiento

de los derechos naturales e imprescriptibles del

hombre. Estos derechos son la libertad, la propiedad, la

seguridad y la resistencia a la opresión.

3. El pricipio de toda soberanía reside esencialmente

en la nación. (...)

(...) 6. La ley es la expresión de la voluntad general.(...)

La ley debe ser igual para todos, tanto para proteger

como para castigar.

(...) 9. Todo hombre sera considerado inocente hasta

que haya sido declarado culpable. (...)

10. Nadie debe ser perseguido por sus opiniones,

incluso religiosas (...)

11. La libre comunicación de los pensamientos y de las

opiniones es uno de los más preciosos derechos del

hombre (...)

(...) 16. La sociedad en la que la garantía de los

derechos no está asegurada, ni la separación de los

poderes determinada, no tiene constitución.

La declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano

Aprendiendo a ser ciudadanosLos orígenes odel constitucionalismo modern

1918

Page 20: Aprendiendo a Ser Ciudadanos. Cultura constitucional

» La mujer nace libre y tiene los mismos derechos que el

hombre. Las diferencias sociales sólo han de fomentarse en

una utilidad común.

» La tiranía perpetua que el hombre le impone constituye

la única limitación al ejercicio de los derechos naturales de

la mujer. Es preciso que esta limitación sea reformada de

acuerdo con las leyes de la Naturaleza y de la razón.

» La ley ha de ser la expresión de la voluntad general: todos

los ciudadanos han de expresarla a través de sus

representantes.

» Nadie puede ser molestado por sus opiniones: si la mujer

tiene derecho a subir al patíbulo, también tiene derecho a

subir a la tribuna.

» Las contribuciones del hombre y de la mujer para el

mantenimiento de la fuerza pública y de la Administración

son iguales: la mujer participa en todos los trabajos y

servicios penosos: por lo tanto, ha de tener la misma

participación que el hombre en la distribución de cargos,

cargas, dignidades e industrias

Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana de 1791, escrita por Olimpia de Gouges

Olimpia de Gouges

Elecciones por sufragio censitario

( sólo votan los ciudadanos que pagan contribución al censo, llamados “activos”)

Jueces de paz(municipios)

PODER EJECUTIVO PODER LEGISLATIVO PODER JUDICIAL

El Rey( hereditario, elige y

revoca a sus ministros

y tiene derecho de veto

durante dos

legislaturas de todas

las leyes)

Asamblea Primaria(elige un elector por cada cien

votantes)

Asamblea de Electores(tienen por misión elegir a los

diputados del poder legislativo)

Asamblea Nacional(345 diputados elegidos por 2

años: repartidos por

departamentos)

Tribunales(departamentos

y distrituos)

La Constitución de 1791

Aprendiendo a ser ciudadanosLos orígenes odel constitucionalismo modern

2120

Page 21: Aprendiendo a Ser Ciudadanos. Cultura constitucional

» La mujer nace libre y tiene los mismos derechos que el

hombre. Las diferencias sociales sólo han de fomentarse en

una utilidad común.

» La tiranía perpetua que el hombre le impone constituye

la única limitación al ejercicio de los derechos naturales de

la mujer. Es preciso que esta limitación sea reformada de

acuerdo con las leyes de la Naturaleza y de la razón.

» La ley ha de ser la expresión de la voluntad general: todos

los ciudadanos han de expresarla a través de sus

representantes.

» Nadie puede ser molestado por sus opiniones: si la mujer

tiene derecho a subir al patíbulo, también tiene derecho a

subir a la tribuna.

» Las contribuciones del hombre y de la mujer para el

mantenimiento de la fuerza pública y de la Administración

son iguales: la mujer participa en todos los trabajos y

servicios penosos: por lo tanto, ha de tener la misma

participación que el hombre en la distribución de cargos,

cargas, dignidades e industrias

Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana de 1791, escrita por Olimpia de Gouges

Olimpia de Gouges

Elecciones por sufragio censitario

( sólo votan los ciudadanos que pagan contribución al censo, llamados “activos”)

Jueces de paz(municipios)

PODER EJECUTIVO PODER LEGISLATIVO PODER JUDICIAL

El Rey( hereditario, elige y

revoca a sus ministros

y tiene derecho de veto

durante dos

legislaturas de todas

las leyes)

Asamblea Primaria(elige un elector por cada cien

votantes)

Asamblea de Electores(tienen por misión elegir a los

diputados del poder legislativo)

Asamblea Nacional(345 diputados elegidos por 2

años: repartidos por

departamentos)

Tribunales(departamentos

y distrituos)

La Constitución de 1791

Aprendiendo a ser ciudadanosLos orígenes odel constitucionalismo modern

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Page 22: Aprendiendo a Ser Ciudadanos. Cultura constitucional

L

Page 23: Aprendiendo a Ser Ciudadanos. Cultura constitucional

L

Page 24: Aprendiendo a Ser Ciudadanos. Cultura constitucional

CIRCUNSTANCIAS DE SU IMPLANTACIÓN

En Mayo de 1809, se inició el proceso que culminaría en

la reunión de Cortes, dejando la Junta Suprema de

Defensa a éstas la tarea de transformar el Estado y la

sociedad del Antiguo Régimen. En este periodo (1808-

1814), España mantenía una dualidad de poderes donde

convivieron traumáticamente los partidarios de la solu-

ción oficial encabezada por el rey José I, hermano de

Napoleón Bonaparte, y un pueblo alzado en armas con-

tra el invasor francés.

Antes de inaugurar las Cortes, en septiembre de 1810, ya

se habían clarificado dos posturas políticas: la primera

fue llamada la de los «jovellanistas», influidos por el cons-

titucionalismo británico, partidarios de la instauración de

dos cámaras; la segunda, esgrimida por los denomina-

dos «revolucionarios» (más tarde llamados también liberales), era partidaria de una cámara

única que se encargase de redactar una constitución al modo de la Asamblea Nacional

Constituyente francesa.

A pesar de los impedimentos del Consejo de Regencia, la Junta Central convoca en 1810

Cortes en Cádiz, libre de la ocupación francesa. En la primera sesión, el 24 de septiembre, se

reúnen de forma provisional en un teatro situado en la Isla de León (San Fernando, Cádiz) entre

el alboroto de los espectadores y el bombardeo de la artillería y Muñoz Torrero anunció el obje-

tivo general de la Cámara: construir un nuevo régimen político y poner los cimientos de un

nuevo Estado, el Estado Liberal. Meses más tarde se trasladarían a Cádiz (24 de febrero de

1811), a la iglesia de San Felipe Neri, donde proseguirían las sesiones.

Al estar Cádiz sitiada, no pudieron acudir numerosos representantes de las provincias, siendo

sustituidos por miembros de la burguesía gaditana. Reunidos en una única cámara, el día de

San José de 1812, los diputados de Cádiz aprobaron una Constitución, la primera de la historia

de España, que resumía su labor legisladora y aparecía como el máximo exponente de las

ideas y el lenguaje del liberalismo español.

Los legisladores gaditanos regularon hasta el detalle todas las cuestiones relacionadas con la

vida política y los derechos de los ciudadanos. En su elaboración se recogen ideas de variada

procedencia: de un lado, la ideología de la ilustración, el derecho natural del Siglo XVIII, el

constitucionalismo fundamentado en la tradición histórica; de otro, el reformismo radical de la

época. Los hombres de Cádiz crean la estructura jurídica correspondiente a una sociedad

burguesa.

Las Cortes permanecieron reunidas durante tres años, desde su apertura en septiembre de

1810 hasta su clausura el 14 de septiembre de 1813. A la Constitución de Cádiz ni la guerra ni

Fernando VII le dieron tiempo para implantar sus reformas. No obstante, años después, otros

textos, inspirados en ella, se encargarían de hacer avanzar la sociedad española en la conquis-

ta de sus derechos individuales y colectivos.

ANÁLISIS DE LOS PRINCIPIOS MÁS SIGNIFICATIVOS

Representación en Cortes. En las Cortes medievales había una representación de tipo

estamental; con la revolución francesa, este tipo de representación desaparece. En las Cortes

de Cádiz, se defendió por primera vez el carácter inorgánico proporcional a la población, que

identificaba a los diputados a Cortes con los intereses generales y no con los de un estamento

concreto. En España, al igual que en Francia, los Diputados serán representantes de la nación

y crearán con sus opiniones la voluntad nacional.

Art. 27 / 132: Las Cortes de Cádiz son unicamerales, se intenta mantener con ella la unidad de

la nación y de criterios a la hora de elaborar el texto constitucional, evitando así también la

segunda reflexión que se podría hacer en una segunda cámara que siempre sería más conser-

vadora.

Art. 91 / 92: El sufragio es sólo universal para los electores, son electores los mayores de vein-

ticinco años, pero sólo son elegibles aquellos que cubran unos determinados censos econó-

micos, con lo cual para estos últimos es censitario. El objetivo es garantizar cierto carácter

"burgués" de los Diputados. Aunque se reguló mediante un sistema indirecto cuatro grados

(electores de parroquia, de partido, de provincia y diputados) que desvirtuaba en parte la

generalidad del proceso, supuso un vuelco transcendental con el pasado.

Soberanía nacional: La soberanía reside en la Nación, Art. 3. Es una forma de legitimar todo

el proceso "revolucionario" que se ha desarrollado en el país con la aparición de las Juntas.

Este fue un punto polémico en las Cortes ya que había diferentes posturas:

1º Los que deseaban una soberanía nacional.

2º El grupo que deseaba una soberanía compartida por las Cortes y el Rey.

3º Los absolutistas que rechazaban por completo la idea y quieren que la soberanía resida

sólo en el Rey.

1812Constitución de

Juramento de los diputados de las Cortes de Cádiz

Aprendiendo a ser ciudadanosConstituciones españolas santeriores a la de 1978: Circunstancias de su implantación y análisis de los principios más significativo

2524

Page 25: Aprendiendo a Ser Ciudadanos. Cultura constitucional

CIRCUNSTANCIAS DE SU IMPLANTACIÓN

En Mayo de 1809, se inició el proceso que culminaría en

la reunión de Cortes, dejando la Junta Suprema de

Defensa a éstas la tarea de transformar el Estado y la

sociedad del Antiguo Régimen. En este periodo (1808-

1814), España mantenía una dualidad de poderes donde

convivieron traumáticamente los partidarios de la solu-

ción oficial encabezada por el rey José I, hermano de

Napoleón Bonaparte, y un pueblo alzado en armas con-

tra el invasor francés.

Antes de inaugurar las Cortes, en septiembre de 1810, ya

se habían clarificado dos posturas políticas: la primera

fue llamada la de los «jovellanistas», influidos por el cons-

titucionalismo británico, partidarios de la instauración de

dos cámaras; la segunda, esgrimida por los denomina-

dos «revolucionarios» (más tarde llamados también liberales), era partidaria de una cámara

única que se encargase de redactar una constitución al modo de la Asamblea Nacional

Constituyente francesa.

A pesar de los impedimentos del Consejo de Regencia, la Junta Central convoca en 1810

Cortes en Cádiz, libre de la ocupación francesa. En la primera sesión, el 24 de septiembre, se

reúnen de forma provisional en un teatro situado en la Isla de León (San Fernando, Cádiz) entre

el alboroto de los espectadores y el bombardeo de la artillería y Muñoz Torrero anunció el obje-

tivo general de la Cámara: construir un nuevo régimen político y poner los cimientos de un

nuevo Estado, el Estado Liberal. Meses más tarde se trasladarían a Cádiz (24 de febrero de

1811), a la iglesia de San Felipe Neri, donde proseguirían las sesiones.

Al estar Cádiz sitiada, no pudieron acudir numerosos representantes de las provincias, siendo

sustituidos por miembros de la burguesía gaditana. Reunidos en una única cámara, el día de

San José de 1812, los diputados de Cádiz aprobaron una Constitución, la primera de la historia

de España, que resumía su labor legisladora y aparecía como el máximo exponente de las

ideas y el lenguaje del liberalismo español.

Los legisladores gaditanos regularon hasta el detalle todas las cuestiones relacionadas con la

vida política y los derechos de los ciudadanos. En su elaboración se recogen ideas de variada

procedencia: de un lado, la ideología de la ilustración, el derecho natural del Siglo XVIII, el

constitucionalismo fundamentado en la tradición histórica; de otro, el reformismo radical de la

época. Los hombres de Cádiz crean la estructura jurídica correspondiente a una sociedad

burguesa.

Las Cortes permanecieron reunidas durante tres años, desde su apertura en septiembre de

1810 hasta su clausura el 14 de septiembre de 1813. A la Constitución de Cádiz ni la guerra ni

Fernando VII le dieron tiempo para implantar sus reformas. No obstante, años después, otros

textos, inspirados en ella, se encargarían de hacer avanzar la sociedad española en la conquis-

ta de sus derechos individuales y colectivos.

ANÁLISIS DE LOS PRINCIPIOS MÁS SIGNIFICATIVOS

Representación en Cortes. En las Cortes medievales había una representación de tipo

estamental; con la revolución francesa, este tipo de representación desaparece. En las Cortes

de Cádiz, se defendió por primera vez el carácter inorgánico proporcional a la población, que

identificaba a los diputados a Cortes con los intereses generales y no con los de un estamento

concreto. En España, al igual que en Francia, los Diputados serán representantes de la nación

y crearán con sus opiniones la voluntad nacional.

Art. 27 / 132: Las Cortes de Cádiz son unicamerales, se intenta mantener con ella la unidad de

la nación y de criterios a la hora de elaborar el texto constitucional, evitando así también la

segunda reflexión que se podría hacer en una segunda cámara que siempre sería más conser-

vadora.

Art. 91 / 92: El sufragio es sólo universal para los electores, son electores los mayores de vein-

ticinco años, pero sólo son elegibles aquellos que cubran unos determinados censos econó-

micos, con lo cual para estos últimos es censitario. El objetivo es garantizar cierto carácter

"burgués" de los Diputados. Aunque se reguló mediante un sistema indirecto cuatro grados

(electores de parroquia, de partido, de provincia y diputados) que desvirtuaba en parte la

generalidad del proceso, supuso un vuelco transcendental con el pasado.

Soberanía nacional: La soberanía reside en la Nación, Art. 3. Es una forma de legitimar todo

el proceso "revolucionario" que se ha desarrollado en el país con la aparición de las Juntas.

Este fue un punto polémico en las Cortes ya que había diferentes posturas:

1º Los que deseaban una soberanía nacional.

2º El grupo que deseaba una soberanía compartida por las Cortes y el Rey.

3º Los absolutistas que rechazaban por completo la idea y quieren que la soberanía resida

sólo en el Rey.

1812Constitución de

Juramento de los diputados de las Cortes de Cádiz

Aprendiendo a ser ciudadanosConstituciones españolas santeriores a la de 1978: Circunstancias de su implantación y análisis de los principios más significativo

2524

Page 26: Aprendiendo a Ser Ciudadanos. Cultura constitucional

División de poderes: Se justifica esta división ya que es una forma de garantizar la libertad,

la justicia, la prosperidad y que no se garantizan cuando los poderes residen en una sola

mano. Art. 15/16/17.

En la Constitución de 1812, al igual que en la francesa de 1791 y en la Constitución Americana,

se realiza una interpretación rigurosa de este principio. Los poderes no sólo están divididos,

sino que también aparecen separados, sin ningún tipo de interferencias (incompatibilidad entre

el cargo de diputado y el de secretario de Despacho, equivalente a ministro). El que el Rey

pueda elegir a sus ministros pero no entre los diputados, intenta evitar un conflicto de intereses.

Art. 170/222. Poderes del Rey: el Rey lo es por la gracia de Dios y por la Constitución con lo

cual se encuentra supeditado a la misma y debe jurar cumplirla. Tiene poderes ejecutivos, Art.

16 y ciertos legislativos, Art. 142, con la posibilidad de no sancionar una ley, Art. 147.

El Rey, además, puede conceder honores, mandar ejércitos, designar cargos civiles y militares

y dirigir las funciones diplomáticas.

Derechos individuales: Esta proclamación no se había realizado de forma individualizada

como en Francia o Estados Unidos y aunque no aparece como tal, la vemos a lo largo del

articulado: El Art. 4º garantiza los Derechos Humanos de forma global, los Art.247/258/302/303

garantizan la igualdad ante la ley y se preocupan de regular los derechos de los detenidos, el

Art. 339 habla de la igualdad contributiva, los Art. 366 y 368 garantizan el derecho a la educa-

ción, el art.371 garantiza la libertad de expresión y pensamiento.

CIRCUNSTANCIAS DE SU IMPLANTACIÓN

A la muerte de Fernando VII, y al ser la reina menor de edad, su esposa Mª Cristina ejerció la

regencia hasta su renuncia siete años más tarde. Esta regencia duró exactamente lo que la Pri-

mera Guerra Carlista, pero no fue una simple coincidencia. La regente intentó frenar el proceso

de implantación del liberalismo, ante el cual había cedido sólo por no disponer de otros

medios para defender los derechos de su hija. Efectivamente, sin el apoyo de la mayor parte

del ejército de tendencia liberal, tanto ella como su hija, habrían sido desposeídas del trono.

Se crean las bases del nuevo Estado liberal. Primero hay un periodo de transición al liberalis-

mo, posible por el pacto entre los antiguos grupos dominantes y las fuerzas sociales liberales.

Quedan consolidadas las dos corrientes del liberalismo: una conservadora y otra radical, que

desembocan en el partido moderado y en el partido progresista, respectivamente. A partir de

1836, triunfa la revolución liberal.

La Corona se convirtió en el factor decisivo del proceso político. La regente Mª Cristina creyó

contentar a los liberales con la promulgación de un Estatuto Real preparado en 1834 por Martí-

nez de la Rosa y con este nombramiento, se introdujo un «respetable sistema constitucional»,

apoyado tanto por liberales como por absolutistas. El nuevo ministro una vez que se dio cuenta

de que era imposible acuerdo alguno con los carlistas, intentó lograr un equilibrio entre las ten-

dencias de los pocos liberales que se habían ofrecido a ayudar a Mª Cristina para comenzar a

andar por la nueva senda liberal. Este Estatuto no era propiamente una Constitución, sino una

Carta otorgada a la vieja usanza mediante la cual la Corona se desprendía de algunas atribu-

ciones en un alarde altruista impulsado por la adversidad circundante.

El estatuto provocó la división de los liberales en dos grupos: los que aceptaban la situación

que acababa de producirse (moderados) y los que reivindicaban una constitución emanada

del pueblo, cuyo punto de referencia no era otro que la Constitución de 1812 (progresistas).

Representación en Cortes: su estructuración, en este caso y en nombre de la moderación

es bicameral, Art.2, quedando la Cámara Única doceañista olvidada hasta la Constitución de

1931. La Cámara Superior, la de los Próceres, de elección real, sería hereditaria y estaría com-

puesta por la alta jerarquía eclesiástica, alta nobleza, altos cargos militares, alta burguesía, un

número indeterminado de políticos y los intelectuales, siempre que tuviesen una renta anual de

sesenta mil reales. La otra Cámara, la de los Procuradores del Reino, sería elegida por un res-

tringido sufragio censitario que reduciría el nú-mero de votantes al 0,15% de la población espa-

ñola. Art. 3/6/ 7/12/13.

Soberanía real: Se niega el principio de soberanía nacional y establece una solución que

será recogida por la Constitución moderada del 45 y por la del 76: la Soberanía corresponde

por tradición histórica a las Cortes con el Rey. El Estatuto da amplias prerrogativas a la Corona

con lo cual la actividad legislativa de las cámaras queda prácticamente anulada.

Poderes: se hace una interpretación flexible de la separación de poderes, estableciendo pun-

tos de contacto de forma que se auxiliarán, pero no regulaba los poderes del Rey ni del

Gobierno.

El monarca, sin que las Cortes intervinieran, se limitaba a consentir a su lado a otros poderes

del Estado, La Corona es la principal institución del Estado, aún teniendo que compartir el

poder con el resto de las instituciones creadas. El Estatuto atribuye al Rey una serie de pode-

res que en realidad son ejercidos por los ministros, limitándose la Corona a prestar su asenta-

miento formal a las decisiones del ministerio. Al rey corresponde el nombramiento de próceres,

la iniciativa legal y la sanción de las leyes.

Reservada la iniciativa legislativa exclusivamente a la Corona, la única acción que las Cortes

podían ejercer por sí mismas

era el Derecho de petición, este

se convirtió en el principal ins-

trumento de la actividad política

de la cámara. Las Cortes

desempeñaban así mismo, fun-

ciones financieras con la apro-

bación de presupuestos, judi-

ciales al exigir responsabilida-

des a los ministros y políticas

con la jura del heredero o el

conocimiento de los asuntos

más importantes del Estado.

Derechos individuales: al

ser una «Constitución» incom-

pleta no recogía declaración

alguna sobre los derechos de

los individuos.

ANÁLISIS DE LOS PRINCIPIOS MÁS SIGNIFICATIVOS

1834Estatuto Real de

La Regente inaugura el estamento de Próceres el 24 de julio de 1834

Aprendiendo a ser ciudadanos

2726

Constituciones españolas santeriores a la de 1978: Circunstancias de su implantación y análisis de los principios más significativo

Page 27: Aprendiendo a Ser Ciudadanos. Cultura constitucional

División de poderes: Se justifica esta división ya que es una forma de garantizar la libertad,

la justicia, la prosperidad y que no se garantizan cuando los poderes residen en una sola

mano. Art. 15/16/17.

En la Constitución de 1812, al igual que en la francesa de 1791 y en la Constitución Americana,

se realiza una interpretación rigurosa de este principio. Los poderes no sólo están divididos,

sino que también aparecen separados, sin ningún tipo de interferencias (incompatibilidad entre

el cargo de diputado y el de secretario de Despacho, equivalente a ministro). El que el Rey

pueda elegir a sus ministros pero no entre los diputados, intenta evitar un conflicto de intereses.

Art. 170/222. Poderes del Rey: el Rey lo es por la gracia de Dios y por la Constitución con lo

cual se encuentra supeditado a la misma y debe jurar cumplirla. Tiene poderes ejecutivos, Art.

16 y ciertos legislativos, Art. 142, con la posibilidad de no sancionar una ley, Art. 147.

El Rey, además, puede conceder honores, mandar ejércitos, designar cargos civiles y militares

y dirigir las funciones diplomáticas.

Derechos individuales: Esta proclamación no se había realizado de forma individualizada

como en Francia o Estados Unidos y aunque no aparece como tal, la vemos a lo largo del

articulado: El Art. 4º garantiza los Derechos Humanos de forma global, los Art.247/258/302/303

garantizan la igualdad ante la ley y se preocupan de regular los derechos de los detenidos, el

Art. 339 habla de la igualdad contributiva, los Art. 366 y 368 garantizan el derecho a la educa-

ción, el art.371 garantiza la libertad de expresión y pensamiento.

CIRCUNSTANCIAS DE SU IMPLANTACIÓN

A la muerte de Fernando VII, y al ser la reina menor de edad, su esposa Mª Cristina ejerció la

regencia hasta su renuncia siete años más tarde. Esta regencia duró exactamente lo que la Pri-

mera Guerra Carlista, pero no fue una simple coincidencia. La regente intentó frenar el proceso

de implantación del liberalismo, ante el cual había cedido sólo por no disponer de otros

medios para defender los derechos de su hija. Efectivamente, sin el apoyo de la mayor parte

del ejército de tendencia liberal, tanto ella como su hija, habrían sido desposeídas del trono.

Se crean las bases del nuevo Estado liberal. Primero hay un periodo de transición al liberalis-

mo, posible por el pacto entre los antiguos grupos dominantes y las fuerzas sociales liberales.

Quedan consolidadas las dos corrientes del liberalismo: una conservadora y otra radical, que

desembocan en el partido moderado y en el partido progresista, respectivamente. A partir de

1836, triunfa la revolución liberal.

La Corona se convirtió en el factor decisivo del proceso político. La regente Mª Cristina creyó

contentar a los liberales con la promulgación de un Estatuto Real preparado en 1834 por Martí-

nez de la Rosa y con este nombramiento, se introdujo un «respetable sistema constitucional»,

apoyado tanto por liberales como por absolutistas. El nuevo ministro una vez que se dio cuenta

de que era imposible acuerdo alguno con los carlistas, intentó lograr un equilibrio entre las ten-

dencias de los pocos liberales que se habían ofrecido a ayudar a Mª Cristina para comenzar a

andar por la nueva senda liberal. Este Estatuto no era propiamente una Constitución, sino una

Carta otorgada a la vieja usanza mediante la cual la Corona se desprendía de algunas atribu-

ciones en un alarde altruista impulsado por la adversidad circundante.

El estatuto provocó la división de los liberales en dos grupos: los que aceptaban la situación

que acababa de producirse (moderados) y los que reivindicaban una constitución emanada

del pueblo, cuyo punto de referencia no era otro que la Constitución de 1812 (progresistas).

Representación en Cortes: su estructuración, en este caso y en nombre de la moderación

es bicameral, Art.2, quedando la Cámara Única doceañista olvidada hasta la Constitución de

1931. La Cámara Superior, la de los Próceres, de elección real, sería hereditaria y estaría com-

puesta por la alta jerarquía eclesiástica, alta nobleza, altos cargos militares, alta burguesía, un

número indeterminado de políticos y los intelectuales, siempre que tuviesen una renta anual de

sesenta mil reales. La otra Cámara, la de los Procuradores del Reino, sería elegida por un res-

tringido sufragio censitario que reduciría el nú-mero de votantes al 0,15% de la población espa-

ñola. Art. 3/6/ 7/12/13.

Soberanía real: Se niega el principio de soberanía nacional y establece una solución que

será recogida por la Constitución moderada del 45 y por la del 76: la Soberanía corresponde

por tradición histórica a las Cortes con el Rey. El Estatuto da amplias prerrogativas a la Corona

con lo cual la actividad legislativa de las cámaras queda prácticamente anulada.

Poderes: se hace una interpretación flexible de la separación de poderes, estableciendo pun-

tos de contacto de forma que se auxiliarán, pero no regulaba los poderes del Rey ni del

Gobierno.

El monarca, sin que las Cortes intervinieran, se limitaba a consentir a su lado a otros poderes

del Estado, La Corona es la principal institución del Estado, aún teniendo que compartir el

poder con el resto de las instituciones creadas. El Estatuto atribuye al Rey una serie de pode-

res que en realidad son ejercidos por los ministros, limitándose la Corona a prestar su asenta-

miento formal a las decisiones del ministerio. Al rey corresponde el nombramiento de próceres,

la iniciativa legal y la sanción de las leyes.

Reservada la iniciativa legislativa exclusivamente a la Corona, la única acción que las Cortes

podían ejercer por sí mismas

era el Derecho de petición, este

se convirtió en el principal ins-

trumento de la actividad política

de la cámara. Las Cortes

desempeñaban así mismo, fun-

ciones financieras con la apro-

bación de presupuestos, judi-

ciales al exigir responsabilida-

des a los ministros y políticas

con la jura del heredero o el

conocimiento de los asuntos

más importantes del Estado.

Derechos individuales: al

ser una «Constitución» incom-

pleta no recogía declaración

alguna sobre los derechos de

los individuos.

ANÁLISIS DE LOS PRINCIPIOS MÁS SIGNIFICATIVOS

1834Estatuto Real de

La Regente inaugura el estamento de Próceres el 24 de julio de 1834

Aprendiendo a ser ciudadanos

2726

Constituciones españolas santeriores a la de 1978: Circunstancias de su implantación y análisis de los principios más significativo

Page 28: Aprendiendo a Ser Ciudadanos. Cultura constitucional

CIRCUNSTANCIAS DE SU IMPLANTACIÓN

ANÁLISIS DE LOS PRINCIPIOS MÁS SIGNIFICATIVOS

Una buena parte de los liberales no estaba dispuesta a transigir

con un modelo tan restrictivo como el diseñado por el estatuto

en un momento de debilidad de la Corona. Los progresistas no

reconocen el sistema político del Estatuto y eligen la acción

revolucionaria para derribarlo. Las juntas que se forman, apo-

yadas por la milicia urbana, asumen el gobierno y presentan un

programa de reivindicaciones.

La posición de la regente dependía de un puñado de políticos y

de los apoyos que pudiese conseguir en el ejército, pero preci-

samente el ejército estaba descontento por el retraso de la

paga y los suministros de las tropas del Norte. A la Corona no le

quedaba otra alternativa que poner al frente del gobierno a un progresista: Juan Álvarez Mendizá-

bal. La oposición a su programa liberal es muy fuerte y dimite a los seis meses.

Los progresistas reanudan la vía conspirativa ante la imposibilidad de cambiar el gobierno por la

vía parlamentaria. En 1835 se radicalizó y aceleró el proceso y los manifestantes revelaban la

hostilidad hacia el Estatuto Real, exigiendo la reforma de la ley electoral y la convocatoria de

nuevas cortes. En 1836 permanecía el clima de crispación provocado por la incertidumbre de la

guerra civil y por la situación desastrosa de la Hacienda. En julio y agosto se producen levanta-

mientos en las ciudades más importantes que culminan con el pronunciamiento de los sargentos

de la Granja, lo que obliga a la Regente Mª Cristina a proclamar la Constitución de 1812.

Con estos hechos de la guarnición de la Granja, finaliza la etapa de transición y se inicia la

revolución liberal, que consiste en la promulgación de la Constitución de 1837, elaborada por unas

Cortes que revisan la de 1812, y de una serie de leyes dirigidas a poner fin a las estructuras

socioeconómicas del antiguo régimen.

Representación en Cortes. Los progresistas hicieron algunas concesiones al moderantismo

(mayoría en Cortes) como la estructura bicameral. El Senado lo elige el Rey de una triple lista

establecida por los electores. El Congreso de los Diputados es elegido por sufragio directo y

censitario. Se produjo una ampliación del derecho de voto al 2,2% de la población adulta.

Los progresistas tenían el apoyo de la Milicia Nacional y el de las clases medias de las principales

ciudades, pero esa clase media había sido excluida del voto a Cortes por el reducido sistema de

sufragio censitario. En las ciudades eran las autoridades municipales las que elaboraban los

censos y organizaban las elecciones para los ayuntamientos.

Los moderados anunciaron la aplicación de una Ley Municipal que iba a excluir a las clases

medias urbanas de derechos políticos por el simple artificio de elevar el nivel de renta necesario

para poder ejercitar el voto del sistema censitario. Además el Gobierno, a través de sus delega-

dos, los gobernadores provinciales, se atribuía el derecho a nombrar y destituir a los alcaldes. De

este modo, los progresistas quedaron imposibilitados para acceder al poder en los ayuntamien-

tos, en las Cortes y en el gobierno.

Soberanía Nacional. Es un

elemento progresista que se so-

breentiende en el preámbulo, pero

no hay ningún artículo que lo pro-

clame explícitamente; sin embar-

go también se afirma que la potes-

tad de hacer la ley reside en las

Cortes con el Rey (Art. 12).

División de poderes. Aunque

se recoge el principio progresista

de la división, se reconoce una

decisiva intervención de la Corona

en el sistema político, rasgo sus-

tancial del moderantismo político. Esta intencionada versatilidad de cara a las dos facciones libe-

rales, se unió a su flexibilidad en el procedimiento de reforma.

El Rey tiene la facultad de convocar, suspender y disolver el Congreso de los Diputados, nombrar

y separar libremente a sus ministros. Esta amplia participación se compensaba con la iniciativa

legislativa de las Cortes.

Derechos individuales: Los aspectos más progresistas de esta Constitución fueron los

referentes al establecimiento de una ley de imprenta que garantizaba la libertad de expresión, la

cual permite una mayor proliferación periodística que favorece a los progresistas; también se

introdujo una gran permisividad en el derecho de asociación. A esto se añade el poder otorgado a

los ayuntamientos y la institucionalización de la Milicia Nacional (creada por la Constitución de

Cádiz de 1812).

CIRCUNSTANCIAS DE SU IMPLANTACIÓN

Tras unos meses de inestabilidad política, durante los cuales fue entronizada como reina de

España Isabel II, una vez que las Cortes acordasen adelantar la mayoría de edad legal para

gobernar, suben al poder los moderados y su hombre fuerte, el general Narváez. Se inicia la

llamada década moderada y la construcción del Estado liberal.

Ya en los últimos meses de 1843, los moderados comenzaron a desplazar a los progresistas del

poder. Al mismo tiempo, creció la opinión de que era hora de asentar el Estado sobre unas bases

firmes, reformando, entre otras medidas, la Constitución de 1837, entonces en vigor. Cuando

Narváez llegó a la presidencia del gobierno, en mayo de 1844, inició una serie de reformas que

limitaban las libertades propuestas por los progresistas, robusteciendo el poder de la Corona y

organizando una administración centralista.

La subida de los moderados al poder, significó, a nivel internacional, una ruptura del aislamien-

to, en el cual se había mantenido España como consecuencia de las luchas civiles del reinado

anterior. En este sentido se desarrolló una gran ofensiva diplomática para que se reconociera

al nuevo gobierno, dirigida a dos cuestiones principales: Roma (firma del Concordato de 1851)

1837

1845

Constitución de

Constitución de

La Regente Maria Cristina

Mª Cristina firma el restablecimiento de la Constitución de 1812

Aprendiendo a ser ciudadanos

2928

Constituciones españolas santeriores a la de 1978: Circunstancias de su implantación y análisis de los principios más significativo

Page 29: Aprendiendo a Ser Ciudadanos. Cultura constitucional

CIRCUNSTANCIAS DE SU IMPLANTACIÓN

ANÁLISIS DE LOS PRINCIPIOS MÁS SIGNIFICATIVOS

Una buena parte de los liberales no estaba dispuesta a transigir

con un modelo tan restrictivo como el diseñado por el estatuto

en un momento de debilidad de la Corona. Los progresistas no

reconocen el sistema político del Estatuto y eligen la acción

revolucionaria para derribarlo. Las juntas que se forman, apo-

yadas por la milicia urbana, asumen el gobierno y presentan un

programa de reivindicaciones.

La posición de la regente dependía de un puñado de políticos y

de los apoyos que pudiese conseguir en el ejército, pero preci-

samente el ejército estaba descontento por el retraso de la

paga y los suministros de las tropas del Norte. A la Corona no le

quedaba otra alternativa que poner al frente del gobierno a un progresista: Juan Álvarez Mendizá-

bal. La oposición a su programa liberal es muy fuerte y dimite a los seis meses.

Los progresistas reanudan la vía conspirativa ante la imposibilidad de cambiar el gobierno por la

vía parlamentaria. En 1835 se radicalizó y aceleró el proceso y los manifestantes revelaban la

hostilidad hacia el Estatuto Real, exigiendo la reforma de la ley electoral y la convocatoria de

nuevas cortes. En 1836 permanecía el clima de crispación provocado por la incertidumbre de la

guerra civil y por la situación desastrosa de la Hacienda. En julio y agosto se producen levanta-

mientos en las ciudades más importantes que culminan con el pronunciamiento de los sargentos

de la Granja, lo que obliga a la Regente Mª Cristina a proclamar la Constitución de 1812.

Con estos hechos de la guarnición de la Granja, finaliza la etapa de transición y se inicia la

revolución liberal, que consiste en la promulgación de la Constitución de 1837, elaborada por unas

Cortes que revisan la de 1812, y de una serie de leyes dirigidas a poner fin a las estructuras

socioeconómicas del antiguo régimen.

Representación en Cortes. Los progresistas hicieron algunas concesiones al moderantismo

(mayoría en Cortes) como la estructura bicameral. El Senado lo elige el Rey de una triple lista

establecida por los electores. El Congreso de los Diputados es elegido por sufragio directo y

censitario. Se produjo una ampliación del derecho de voto al 2,2% de la población adulta.

Los progresistas tenían el apoyo de la Milicia Nacional y el de las clases medias de las principales

ciudades, pero esa clase media había sido excluida del voto a Cortes por el reducido sistema de

sufragio censitario. En las ciudades eran las autoridades municipales las que elaboraban los

censos y organizaban las elecciones para los ayuntamientos.

Los moderados anunciaron la aplicación de una Ley Municipal que iba a excluir a las clases

medias urbanas de derechos políticos por el simple artificio de elevar el nivel de renta necesario

para poder ejercitar el voto del sistema censitario. Además el Gobierno, a través de sus delega-

dos, los gobernadores provinciales, se atribuía el derecho a nombrar y destituir a los alcaldes. De

este modo, los progresistas quedaron imposibilitados para acceder al poder en los ayuntamien-

tos, en las Cortes y en el gobierno.

Soberanía Nacional. Es un

elemento progresista que se so-

breentiende en el preámbulo, pero

no hay ningún artículo que lo pro-

clame explícitamente; sin embar-

go también se afirma que la potes-

tad de hacer la ley reside en las

Cortes con el Rey (Art. 12).

División de poderes. Aunque

se recoge el principio progresista

de la división, se reconoce una

decisiva intervención de la Corona

en el sistema político, rasgo sus-

tancial del moderantismo político. Esta intencionada versatilidad de cara a las dos facciones libe-

rales, se unió a su flexibilidad en el procedimiento de reforma.

El Rey tiene la facultad de convocar, suspender y disolver el Congreso de los Diputados, nombrar

y separar libremente a sus ministros. Esta amplia participación se compensaba con la iniciativa

legislativa de las Cortes.

Derechos individuales: Los aspectos más progresistas de esta Constitución fueron los

referentes al establecimiento de una ley de imprenta que garantizaba la libertad de expresión, la

cual permite una mayor proliferación periodística que favorece a los progresistas; también se

introdujo una gran permisividad en el derecho de asociación. A esto se añade el poder otorgado a

los ayuntamientos y la institucionalización de la Milicia Nacional (creada por la Constitución de

Cádiz de 1812).

CIRCUNSTANCIAS DE SU IMPLANTACIÓN

Tras unos meses de inestabilidad política, durante los cuales fue entronizada como reina de

España Isabel II, una vez que las Cortes acordasen adelantar la mayoría de edad legal para

gobernar, suben al poder los moderados y su hombre fuerte, el general Narváez. Se inicia la

llamada década moderada y la construcción del Estado liberal.

Ya en los últimos meses de 1843, los moderados comenzaron a desplazar a los progresistas del

poder. Al mismo tiempo, creció la opinión de que era hora de asentar el Estado sobre unas bases

firmes, reformando, entre otras medidas, la Constitución de 1837, entonces en vigor. Cuando

Narváez llegó a la presidencia del gobierno, en mayo de 1844, inició una serie de reformas que

limitaban las libertades propuestas por los progresistas, robusteciendo el poder de la Corona y

organizando una administración centralista.

La subida de los moderados al poder, significó, a nivel internacional, una ruptura del aislamien-

to, en el cual se había mantenido España como consecuencia de las luchas civiles del reinado

anterior. En este sentido se desarrolló una gran ofensiva diplomática para que se reconociera

al nuevo gobierno, dirigida a dos cuestiones principales: Roma (firma del Concordato de 1851)

1837

1845

Constitución de

Constitución de

La Regente Maria Cristina

Mª Cristina firma el restablecimiento de la Constitución de 1812

Aprendiendo a ser ciudadanos

2928

Constituciones españolas santeriores a la de 1978: Circunstancias de su implantación y análisis de los principios más significativo

Page 30: Aprendiendo a Ser Ciudadanos. Cultura constitucional

y la Viena de la Restauración, que hasta la caída de Metternich no consumó la aceptación de la

monarquía isabelina.

Representación en Cortes. Redujo la participación electoral al 1% de la población española

del momento, restringiendo el sufragio para la elección de diputados y aumentando el nivel de

renta para los electores y elegibles. El mundo de la propiedad y la capacidad quedaba consa-

grado, fuera quedan la burguesía media y baja de las ciudades y la mayoría campesina.

Las Cortes las componen el Senado, de carácter conservador (ilimitado, vitalicio y designado

por el rey) y el Congreso de los Diputados, elegidos según la ley electoral de 1846, por sufragio

directo y censitario. Desapareció la preeminencia del Congreso sobre el Senado en legislación

financiera.

Soberanía compartida entre la Reina y las Cortes, Art. 12. Su preámbulo contenía dos

principios fundamentales: se negaba que la soberanía nacional residía en el pueblo y se afir-

maba que dicha soberanía era dual, compartida entre el Rey y las Cortes (en cuanto represen-

tantes del pueblo) tal como había sido a lo largo de la historia. El monarca amplía mucho su

poder respecto a la Constitución de 1837 reforzando su papel ejecutivo y añadiendo compe-

tencias legislativas de cariz decisorio. Se limitó la convocatoria de Cortes exclusivamente al

monarca y ahora eran el rey y las Cortes quienes decretaban la Constitución y no solamente

ANÁLISIS DE LOS PRINCIPIOS MÁS SIGNIFICATIVOS

las Cortes, como había sucedido en 1812 ó en 1837.

Poderes: el poder ejecutivo prima sobre el legislativo y posee iniciativa legal, convoca, sus-

pende y cierra las sesiones de las Cortes; aumentaban así los resortes del ejecutivo, más que

los del monarca, los de los ministros. Si en los primeros años del liberalismo español, en caso

de discrepancia entre Gobierno y Cortes, preponderaban éstas, ahora se invierten los térmi-

nos, pues el gabinete puede gobernar por «decretos» y tiene facultad, además, a través del

monarca, para disolver en cualquier momento la asamblea.

La reforma política más importante fue la supresión de las limitaciones del rey y el aumento de

sus prerrogativas (veto absoluto, nombramiento y separación de los ministros), con la consi-

guiente pérdida de autonomía de las Cortes.

La corrupción electoral permite gobernar con relativa comodidad, aparte de que bloquea el

poder en manos de un partido determinado y no deja a otros grupos, si quieren alcanzarlo,

otro recurso que la revolución.

Derechos individuales: La restricción de libertades ciudadanas es perceptible, entre otros

indicadores, en un mayor recorte del sufragio. Además, se impusieron fuertes recortes a las

libertades de expresión y reunión, la ley de prensa de 1845 preveía la posibilidad de suspender

los órganos de información. El régimen de libertades es muy parecido al de la Constitución de

1837, aunque la libertad de imprenta queda muy limitada en una ley posterior. Los poderes

locales, regulados también por una ley posterior, son elegidos por el Gobierno y los goberna-

dores. La milicia nacional no se contempla.

CIRCUNSTANCIAS DE SU IMPLANTACIÓN

Entre 1863 y septiembre de1868, caída la monarquía, la inestabilidad política es constante: se

suceden siete gobiernos. Varias crisis provocan la caída de la monarquía. Progresistas, demó-

cratas y republicanos planifican una estrategia común para acabar con el régimen y con la

monarquía isabelina: firman el pacto de Ostende, en agosto de 1866. Los unionistas, muerto

O'Donnell en noviembre de 1867, se suman al pacto. A la corona sólo le queda la camarilla,

sectores de la vieja nobleza y la iglesia en su totalidad.

El pronunciamiento tiene lugar en septiembre de 1868. Comienza en Cádiz con la sublevación

de la escuadra del almirante Topete, que hace un llamamiento de apoyo a la población civil;

detrás están los generales Prim y Serrano. Se formaron inmediatamente Juntas

Revolucionarias, locales y provinciales, por todo el país y el levantamiento se generaliza. La

revolución triunfó sin apenas derramamiento de sangre y la reina, al encontrarse sin apoyos, se

vio obligada a marchar a Francia. Es la revolución de 1868, denominada la Gloriosa o septem-

brina, que significó la afirmación de un nuevo sentido del liberalismo, contrapuesto al rígido

moderantismo, el fin del «régimen de los generales» de las décadas anteriores y el triunfo de la

sociedad civil.

Tras el triunfo de la revolución, se constituye un gobierno provisional, que aglutina a progresis-

tas y unionistas bajo la presidencia de Serrano y con Prim en el Ministerio de la Guerra como

hombre fuerte de la situación. El principal objetivo de los revolucionarios fue elaborar una

Constitución que trazara las líneas generales de un nuevo régimen.

1869Constitución de

Isabel II jura la Constitución de 1845 en el Senado (José Castelaro, museo municipal de madrid)

Aprendiendo a ser ciudadanos

3130

Constituciones españolas santeriores a la de 1978: Circunstancias de su implantación y análisis de los principios más significativo

Page 31: Aprendiendo a Ser Ciudadanos. Cultura constitucional

y la Viena de la Restauración, que hasta la caída de Metternich no consumó la aceptación de la

monarquía isabelina.

Representación en Cortes. Redujo la participación electoral al 1% de la población española

del momento, restringiendo el sufragio para la elección de diputados y aumentando el nivel de

renta para los electores y elegibles. El mundo de la propiedad y la capacidad quedaba consa-

grado, fuera quedan la burguesía media y baja de las ciudades y la mayoría campesina.

Las Cortes las componen el Senado, de carácter conservador (ilimitado, vitalicio y designado

por el rey) y el Congreso de los Diputados, elegidos según la ley electoral de 1846, por sufragio

directo y censitario. Desapareció la preeminencia del Congreso sobre el Senado en legislación

financiera.

Soberanía compartida entre la Reina y las Cortes, Art. 12. Su preámbulo contenía dos

principios fundamentales: se negaba que la soberanía nacional residía en el pueblo y se afir-

maba que dicha soberanía era dual, compartida entre el Rey y las Cortes (en cuanto represen-

tantes del pueblo) tal como había sido a lo largo de la historia. El monarca amplía mucho su

poder respecto a la Constitución de 1837 reforzando su papel ejecutivo y añadiendo compe-

tencias legislativas de cariz decisorio. Se limitó la convocatoria de Cortes exclusivamente al

monarca y ahora eran el rey y las Cortes quienes decretaban la Constitución y no solamente

ANÁLISIS DE LOS PRINCIPIOS MÁS SIGNIFICATIVOS

las Cortes, como había sucedido en 1812 ó en 1837.

Poderes: el poder ejecutivo prima sobre el legislativo y posee iniciativa legal, convoca, sus-

pende y cierra las sesiones de las Cortes; aumentaban así los resortes del ejecutivo, más que

los del monarca, los de los ministros. Si en los primeros años del liberalismo español, en caso

de discrepancia entre Gobierno y Cortes, preponderaban éstas, ahora se invierten los térmi-

nos, pues el gabinete puede gobernar por «decretos» y tiene facultad, además, a través del

monarca, para disolver en cualquier momento la asamblea.

La reforma política más importante fue la supresión de las limitaciones del rey y el aumento de

sus prerrogativas (veto absoluto, nombramiento y separación de los ministros), con la consi-

guiente pérdida de autonomía de las Cortes.

La corrupción electoral permite gobernar con relativa comodidad, aparte de que bloquea el

poder en manos de un partido determinado y no deja a otros grupos, si quieren alcanzarlo,

otro recurso que la revolución.

Derechos individuales: La restricción de libertades ciudadanas es perceptible, entre otros

indicadores, en un mayor recorte del sufragio. Además, se impusieron fuertes recortes a las

libertades de expresión y reunión, la ley de prensa de 1845 preveía la posibilidad de suspender

los órganos de información. El régimen de libertades es muy parecido al de la Constitución de

1837, aunque la libertad de imprenta queda muy limitada en una ley posterior. Los poderes

locales, regulados también por una ley posterior, son elegidos por el Gobierno y los goberna-

dores. La milicia nacional no se contempla.

CIRCUNSTANCIAS DE SU IMPLANTACIÓN

Entre 1863 y septiembre de1868, caída la monarquía, la inestabilidad política es constante: se

suceden siete gobiernos. Varias crisis provocan la caída de la monarquía. Progresistas, demó-

cratas y republicanos planifican una estrategia común para acabar con el régimen y con la

monarquía isabelina: firman el pacto de Ostende, en agosto de 1866. Los unionistas, muerto

O'Donnell en noviembre de 1867, se suman al pacto. A la corona sólo le queda la camarilla,

sectores de la vieja nobleza y la iglesia en su totalidad.

El pronunciamiento tiene lugar en septiembre de 1868. Comienza en Cádiz con la sublevación

de la escuadra del almirante Topete, que hace un llamamiento de apoyo a la población civil;

detrás están los generales Prim y Serrano. Se formaron inmediatamente Juntas

Revolucionarias, locales y provinciales, por todo el país y el levantamiento se generaliza. La

revolución triunfó sin apenas derramamiento de sangre y la reina, al encontrarse sin apoyos, se

vio obligada a marchar a Francia. Es la revolución de 1868, denominada la Gloriosa o septem-

brina, que significó la afirmación de un nuevo sentido del liberalismo, contrapuesto al rígido

moderantismo, el fin del «régimen de los generales» de las décadas anteriores y el triunfo de la

sociedad civil.

Tras el triunfo de la revolución, se constituye un gobierno provisional, que aglutina a progresis-

tas y unionistas bajo la presidencia de Serrano y con Prim en el Ministerio de la Guerra como

hombre fuerte de la situación. El principal objetivo de los revolucionarios fue elaborar una

Constitución que trazara las líneas generales de un nuevo régimen.

1869Constitución de

Isabel II jura la Constitución de 1845 en el Senado (José Castelaro, museo municipal de madrid)

Aprendiendo a ser ciudadanos

3130

Constituciones españolas santeriores a la de 1978: Circunstancias de su implantación y análisis de los principios más significativo

Page 32: Aprendiendo a Ser Ciudadanos. Cultura constitucional

Desde Octubre de 1868 hasta la celebración de Cortes Constituyentes el 15 de enero de 1869,

España se vio inmersa en un periodo de febril actividad política. Eran las primeras elecciones

que se celebraban bajo el principio del sufragio universal, aunque el voto sólo lo ejercían los

mayores de 25 años, excepto las mujeres.

La campaña electoral se desarrolló en un ambiente de gran libertad de expresión y el acto de

la elecciones fue llevado a cabo con gran claridad, aunque resultó inevitable la intromisión del

ministro de la Gobernación: Sagasta.

ANÁLISIS DE LOS PRINCIPIOS MÁS SIGNIFICATIVOS

Representación en Cortes. Las Cortes eran bicamerales, aunque el sindicalismo se mani-

festaba proclive a una sola cámara. No obstante, la cámara alta no era moderadora e interme-

diaria entre el monarca y el Congreso, sino que existía para dar cabida a una representación

inédita: las provincias. El reconocimiento expreso del sufragio universal para los mayores de

25 años, adaptado al uso europeo, y el carácter electivo de ambas Cámaras parlamentarias so

n principios que despertaban recelos entre los moderados porque abrían paso a la participa-

ción de los ciudadanos en la vida política, con independencia de su «propiedad o capacidad».

Soberanía Nacional de origen popular, recogida en el Art. 32, de la cual emanarían todos los

poderes. España se constituía en reino, con un monarca que se limitaba a acatar los designios

de la voluntad nacional.

Poderes: El gobierno de la monarquía parlamentaria se llevaría a cabo con división de pode-

res: el legislativo residiría en unas cortes bicamerales, con amplias atribuciones; el ejecutivo,

en un rey que seguía las pautas del derecho británico y el judicial, en tribunales independien-

tes, instituyendo la fórmula democrática del jurado. Se hace efectivo, de manera que la tradi-

CIRCUNSTANCIAS DE SU IMPLANTACIÓN

Tras fracasar el intento de construir un Estado democrático, España inició en 1874 una nueva

etapa histórica, en la que acabará por consolidarse el sistema político demoliberal.

El 29 de Diciembre, Martínez Campos y otros mandos del ejército se pronuncian a favor del

príncipe. Cánovas, el tenaz político que desde 1869 había trabajado a favor de Alfonso de

Borbón, forma un ministerio-regencia el 31 de diciembre de 1874, que será el primero de la

monarquía. La restauración borbónica estaba en marcha y con ella la consolidación definitiva

de la burguesía y el triunfo del liberalismo doctrinario, reconocido en la Constitución de 1876.

Con la restauración de la dinastía borbónica, en la persona de Alfonso XII, España parecía

volver a la situación anterior a 1868. Pero la Restauración no fue una simple vuelta al pasado:

el cuadro de fuerzas sociales y económicas se estaba haciendo más complejo y provocaba

nuevas tensiones y conflictos.

La instauración del nuevo régimen, a pesar de una indiferencia popular bastante generalizada,

se apoyó en unos deseos de orden, tranquilidad y de mayor estabilidad política tras las altera-

ciones revolucionarias de los años anteriores. Esa inclinación general encontró su cauce en las

ideas y acción política del principal estadista del régimen: Antonio Cánovas del Castillo. El

modelo político y social de la Restauración se caracterizó por un extremado conservadurismo.

Sin embargo, lentamente se fueron desarrollando una serie de elementos que acabarían por

romper el estrecho marco de la oligarquía, que controlaba todos los resortes del poder, y que

darían al traste con un sistema basado en la corrupción y el caciquismo.

La consolidación de la Restauración requería un nuevo orden constitucional que diera cabida

al mayor número de fuerzas políticas. Este principio pretendía convertir en imposible cualquier

intento revolucionario y contentar al mismo tiempo a los políticos y a los militares que podían

formar parte del régimen restaurado. Cánovas implantó un sistema de libre juego de partidos

cional y casi autoritaria hegemonía del ejecutivo, perdiera poder en pro de un fortalecimiento

de las Cortes, a la vez que se aseguraba la independencia del poder judicial.

El poder ejecutivo, el Rey, presenta un espíritu nuevo y democrático, pues «reina pero no «go-

bierna». Este poder lo ejerce a través de sus ministros y quedaría concentrado en una función

de equilibrio y moderación entre las fuerzas políticas.

El poder legislativo era elegido por sufragio universal, aunque para el Senado sólo eran elegi-

bles los mayores de cuarenta años que hubiesen ostentado cargos en la Administración; se

trataba de poner freno a un posible radicalismo de los diputados del Congreso.

El poder judicial sería desempeñado por jueces de carrera ingresados por el sistema de oposi-

ciones.

Derechos individuales. Quedaban proclamados enfáticamente y garantizados por los pode-

res públicos: libertad de reunión, con el único requisito de ceñirse a las normas policiales al

respecto; de asociación, siempre que no fuera contraria a la moral, y de expresión, situando a

España en el ámbito de las libertades. Las Cortes establecieron el derecho a la propiedad

privada. En el ámbito religioso se estableció la libertad de cultos, no sólo de conciencia, aun-

que el Estado debía mantener al clero católico.

1876Constitución de

Aprendiendo a ser ciudadanos

Isabel II parte hacia el exilio

3332

Constituciones españolas santeriores a la de 1978: Circunstancias de su implantación y análisis de los principios más significativo

Page 33: Aprendiendo a Ser Ciudadanos. Cultura constitucional

Desde Octubre de 1868 hasta la celebración de Cortes Constituyentes el 15 de enero de 1869,

España se vio inmersa en un periodo de febril actividad política. Eran las primeras elecciones

que se celebraban bajo el principio del sufragio universal, aunque el voto sólo lo ejercían los

mayores de 25 años, excepto las mujeres.

La campaña electoral se desarrolló en un ambiente de gran libertad de expresión y el acto de

la elecciones fue llevado a cabo con gran claridad, aunque resultó inevitable la intromisión del

ministro de la Gobernación: Sagasta.

ANÁLISIS DE LOS PRINCIPIOS MÁS SIGNIFICATIVOS

Representación en Cortes. Las Cortes eran bicamerales, aunque el sindicalismo se mani-

festaba proclive a una sola cámara. No obstante, la cámara alta no era moderadora e interme-

diaria entre el monarca y el Congreso, sino que existía para dar cabida a una representación

inédita: las provincias. El reconocimiento expreso del sufragio universal para los mayores de

25 años, adaptado al uso europeo, y el carácter electivo de ambas Cámaras parlamentarias so

n principios que despertaban recelos entre los moderados porque abrían paso a la participa-

ción de los ciudadanos en la vida política, con independencia de su «propiedad o capacidad».

Soberanía Nacional de origen popular, recogida en el Art. 32, de la cual emanarían todos los

poderes. España se constituía en reino, con un monarca que se limitaba a acatar los designios

de la voluntad nacional.

Poderes: El gobierno de la monarquía parlamentaria se llevaría a cabo con división de pode-

res: el legislativo residiría en unas cortes bicamerales, con amplias atribuciones; el ejecutivo,

en un rey que seguía las pautas del derecho británico y el judicial, en tribunales independien-

tes, instituyendo la fórmula democrática del jurado. Se hace efectivo, de manera que la tradi-

CIRCUNSTANCIAS DE SU IMPLANTACIÓN

Tras fracasar el intento de construir un Estado democrático, España inició en 1874 una nueva

etapa histórica, en la que acabará por consolidarse el sistema político demoliberal.

El 29 de Diciembre, Martínez Campos y otros mandos del ejército se pronuncian a favor del

príncipe. Cánovas, el tenaz político que desde 1869 había trabajado a favor de Alfonso de

Borbón, forma un ministerio-regencia el 31 de diciembre de 1874, que será el primero de la

monarquía. La restauración borbónica estaba en marcha y con ella la consolidación definitiva

de la burguesía y el triunfo del liberalismo doctrinario, reconocido en la Constitución de 1876.

Con la restauración de la dinastía borbónica, en la persona de Alfonso XII, España parecía

volver a la situación anterior a 1868. Pero la Restauración no fue una simple vuelta al pasado:

el cuadro de fuerzas sociales y económicas se estaba haciendo más complejo y provocaba

nuevas tensiones y conflictos.

La instauración del nuevo régimen, a pesar de una indiferencia popular bastante generalizada,

se apoyó en unos deseos de orden, tranquilidad y de mayor estabilidad política tras las altera-

ciones revolucionarias de los años anteriores. Esa inclinación general encontró su cauce en las

ideas y acción política del principal estadista del régimen: Antonio Cánovas del Castillo. El

modelo político y social de la Restauración se caracterizó por un extremado conservadurismo.

Sin embargo, lentamente se fueron desarrollando una serie de elementos que acabarían por

romper el estrecho marco de la oligarquía, que controlaba todos los resortes del poder, y que

darían al traste con un sistema basado en la corrupción y el caciquismo.

La consolidación de la Restauración requería un nuevo orden constitucional que diera cabida

al mayor número de fuerzas políticas. Este principio pretendía convertir en imposible cualquier

intento revolucionario y contentar al mismo tiempo a los políticos y a los militares que podían

formar parte del régimen restaurado. Cánovas implantó un sistema de libre juego de partidos

cional y casi autoritaria hegemonía del ejecutivo, perdiera poder en pro de un fortalecimiento

de las Cortes, a la vez que se aseguraba la independencia del poder judicial.

El poder ejecutivo, el Rey, presenta un espíritu nuevo y democrático, pues «reina pero no «go-

bierna». Este poder lo ejerce a través de sus ministros y quedaría concentrado en una función

de equilibrio y moderación entre las fuerzas políticas.

El poder legislativo era elegido por sufragio universal, aunque para el Senado sólo eran elegi-

bles los mayores de cuarenta años que hubiesen ostentado cargos en la Administración; se

trataba de poner freno a un posible radicalismo de los diputados del Congreso.

El poder judicial sería desempeñado por jueces de carrera ingresados por el sistema de oposi-

ciones.

Derechos individuales. Quedaban proclamados enfáticamente y garantizados por los pode-

res públicos: libertad de reunión, con el único requisito de ceñirse a las normas policiales al

respecto; de asociación, siempre que no fuera contraria a la moral, y de expresión, situando a

España en el ámbito de las libertades. Las Cortes establecieron el derecho a la propiedad

privada. En el ámbito religioso se estableció la libertad de cultos, no sólo de conciencia, aun-

que el Estado debía mantener al clero católico.

1876Constitución de

Aprendiendo a ser ciudadanos

Isabel II parte hacia el exilio

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Constituciones españolas santeriores a la de 1978: Circunstancias de su implantación y análisis de los principios más significativo

Page 34: Aprendiendo a Ser Ciudadanos. Cultura constitucional

con el objeto de normalizar la vida española bajo la tutela de un Estado eficiente. El juego

político se articuló en torno al eje dibujado por el bipartidismo de conservadores y liberales con

sus carismáticos líderes, Cánovas y Sagasta, el turnismo de ambas facciones en el poder, y el

caciquismo como elemento clientelar institucionalizado, clave para explicar la puntual alternan-

cia política conseguida en la Restauración. El problema radicará, en gran medida, en la insufi-

ciencia de los recursos disponibles para constituir ese régimen y una vez desaparecidos los

experimentados dirigentes y la progresiva incorporación de las masas a la vida pública, se

produce una atomización del mapa político, disensiones internas y la consecuente dificultad a

la hora de formar gobiernos estables.

Representación en Cortes. Las Cortes son convocadas de acuerdo con la ley de 1870,

que, aún vigente, establecerá el sufragio universal masculino para dar mayor credibilidad. Se

reúnen una vez al año y estaban compuestas por dos cuerpos colegisladores.

El Senado, cuyo número se limitaba a 360 miembros, es conflictivo por su composición.

Estaba compuesto por senadores por derecho propio (grandes de España, altos cargos del

ejército, de la Iglesia o Administración), senadores vitalicios nombrados por la Corona, otros

tantos elegidos por las corporaciones del Estado y los mayores contribuyentes. La parte electi-

va de esta cámara, formada por 180 miembros, renovaría la mitad de sus componentes cada

cinco años, coincidiendo con la expiración del mandato de los diputados.

El Congreso de los Diputados (uno por cada 50.000 habitantes) se renueva cada 5 años por

sufragio censitario, restablecido en 1878, dejando la participación ciudadana reducida a no

más de un 5 por 100 de la población con estas condiciones: español, mayor de 25 años, contri-

buyente con cuota mínima de 25 ptas. anuales de contribución territorial para el Tesoro o 50

ptas. por el subsidio industrial. A partir de 1890 el partido liberal restablece el sufragio universal.

La maquinaria electoral aseguraba la mayoría ministerial, con la que se pudo poner en práctica

uno de los elementos definidores del nuevo régimen: el encasillado, pactado entre gobierno y

oposición, con el que se decidiría la composición del Parlamento antes de celebrarse las elec-

ciones. La política del sistema adolece de grandes males: de un lado el cacique, personaje

ANÁLISIS DE LOS PRINCIPIOS MÁS SIGNIFICATIVOS

La reina Mª Cristina jura la Constitución y accede a la regencia

relevante en el ámbito rural, que controla las votaciones de su pueblo, de otro, la práctica del

pucherazo, verdadero fraude electoral que altera el resultado.

Soberanía Compartida, la del Rey (se potencia de forma explícita el papel de la Corona) y

las Cortes, como representante de los principios de autoridad y libertad. Dentro del sistema

canovista, la monarquía se configuraba como una de las dos grandes instituciones, junto con

las Cortes, resultado de la evolución histórica («Constitución interna»), y por tanto indiscutibles.

División de poderes imperfecta, al otorgar al monarca la facultad de nombrar al jefe de

gobierno, ejercitando la llamada «prerrogativa regia». En este sistema el Rey, cuya persona era

inviolable, se convertía en la fuerza fundamental del nacionalismo constitucional: tenía derecho

de veto, nombraba y revocaba a los ministros y decidía cuándo debía ser sustituido un gabine-

te. Rasgo distintivo de esta Constitución es la funcionalidad, basada en una total impunidad

del poder ejecutivo a la hora de decidir políticamente.

Las Cortes no deciden ni juzgan, sino que el resultado de los debates ya había sido pactado

por los partidos dirigentes. La nota predominante de la actividad legislativa fue el reforzamiento

de la coerción política y el centralismo político-administrativo.

Derechos individuales: Reconoce vagamente las libertades políticas básicas. Dentro de los

rasgos liberales de esta Constitución, destaca un limitado sumario de derechos y libertades

(reconocimiento de ciertos derechos individuales como el de reunión, expresión, inviolabilidad

del domicilio), mermado incluso años después (restablecimiento del sufragio censitario en

diciembre de 1878, en vigor hasta la Ley Sagasta de 1890 que asumía, con carácter irreversi-

ble, el sufragio universal masculino) Sin embargo, se vuelve a los viejos moldes al establecer

un Estado confesional que sólo reconoce la tolerancia religiosa frente a la libertad de cultos del

69, permitiendo el ejercicio privado de otras religiones.

CIRCUNSTANCIAS DE SU IMPLANTACIÓNEl cambio del sistema monárquico al republicano se produce

de forma totalmente pacífica el 14 de abril de 1931. Agotada

la monarquía por falta de apoyos sociales e institucionales, la

república se ve como única alternativa para dar respuesta a

los problemas políticos, económicos, sociales y culturales pen-

dientes desde el Siglo XIX. La victoria electoral de los republi-

canos en las ciudades trajo consigo la caída de la monarquía;

los propios monárquicos facilitaron el traspaso de poderes, el

más influyente, el conde de Romanones, ministro de Estado,

que ya había aceptado ante la prensa los resultados, reco-

mendó al rey abandonar España y negoció con el comité revo-

lucionario, salido del Pacto de San Sebastián, el cambio de

gobierno. El general Sanjurjo, director de la Guardia Civil,

manifiesta que no garantiza la continuidad de la monarquía y

el mismo 14 de abril declara su lealtad al Gobierno Provisional

1931Constitución de

Aprendiendo a ser ciudadanos

3534

Constituciones españolas santeriores a la de 1978: Circunstancias de su implantación y análisis de los principios más significativo

Page 35: Aprendiendo a Ser Ciudadanos. Cultura constitucional

con el objeto de normalizar la vida española bajo la tutela de un Estado eficiente. El juego

político se articuló en torno al eje dibujado por el bipartidismo de conservadores y liberales con

sus carismáticos líderes, Cánovas y Sagasta, el turnismo de ambas facciones en el poder, y el

caciquismo como elemento clientelar institucionalizado, clave para explicar la puntual alternan-

cia política conseguida en la Restauración. El problema radicará, en gran medida, en la insufi-

ciencia de los recursos disponibles para constituir ese régimen y una vez desaparecidos los

experimentados dirigentes y la progresiva incorporación de las masas a la vida pública, se

produce una atomización del mapa político, disensiones internas y la consecuente dificultad a

la hora de formar gobiernos estables.

Representación en Cortes. Las Cortes son convocadas de acuerdo con la ley de 1870,

que, aún vigente, establecerá el sufragio universal masculino para dar mayor credibilidad. Se

reúnen una vez al año y estaban compuestas por dos cuerpos colegisladores.

El Senado, cuyo número se limitaba a 360 miembros, es conflictivo por su composición.

Estaba compuesto por senadores por derecho propio (grandes de España, altos cargos del

ejército, de la Iglesia o Administración), senadores vitalicios nombrados por la Corona, otros

tantos elegidos por las corporaciones del Estado y los mayores contribuyentes. La parte electi-

va de esta cámara, formada por 180 miembros, renovaría la mitad de sus componentes cada

cinco años, coincidiendo con la expiración del mandato de los diputados.

El Congreso de los Diputados (uno por cada 50.000 habitantes) se renueva cada 5 años por

sufragio censitario, restablecido en 1878, dejando la participación ciudadana reducida a no

más de un 5 por 100 de la población con estas condiciones: español, mayor de 25 años, contri-

buyente con cuota mínima de 25 ptas. anuales de contribución territorial para el Tesoro o 50

ptas. por el subsidio industrial. A partir de 1890 el partido liberal restablece el sufragio universal.

La maquinaria electoral aseguraba la mayoría ministerial, con la que se pudo poner en práctica

uno de los elementos definidores del nuevo régimen: el encasillado, pactado entre gobierno y

oposición, con el que se decidiría la composición del Parlamento antes de celebrarse las elec-

ciones. La política del sistema adolece de grandes males: de un lado el cacique, personaje

ANÁLISIS DE LOS PRINCIPIOS MÁS SIGNIFICATIVOS

La reina Mª Cristina jura la Constitución y accede a la regencia

relevante en el ámbito rural, que controla las votaciones de su pueblo, de otro, la práctica del

pucherazo, verdadero fraude electoral que altera el resultado.

Soberanía Compartida, la del Rey (se potencia de forma explícita el papel de la Corona) y

las Cortes, como representante de los principios de autoridad y libertad. Dentro del sistema

canovista, la monarquía se configuraba como una de las dos grandes instituciones, junto con

las Cortes, resultado de la evolución histórica («Constitución interna»), y por tanto indiscutibles.

División de poderes imperfecta, al otorgar al monarca la facultad de nombrar al jefe de

gobierno, ejercitando la llamada «prerrogativa regia». En este sistema el Rey, cuya persona era

inviolable, se convertía en la fuerza fundamental del nacionalismo constitucional: tenía derecho

de veto, nombraba y revocaba a los ministros y decidía cuándo debía ser sustituido un gabine-

te. Rasgo distintivo de esta Constitución es la funcionalidad, basada en una total impunidad

del poder ejecutivo a la hora de decidir políticamente.

Las Cortes no deciden ni juzgan, sino que el resultado de los debates ya había sido pactado

por los partidos dirigentes. La nota predominante de la actividad legislativa fue el reforzamiento

de la coerción política y el centralismo político-administrativo.

Derechos individuales: Reconoce vagamente las libertades políticas básicas. Dentro de los

rasgos liberales de esta Constitución, destaca un limitado sumario de derechos y libertades

(reconocimiento de ciertos derechos individuales como el de reunión, expresión, inviolabilidad

del domicilio), mermado incluso años después (restablecimiento del sufragio censitario en

diciembre de 1878, en vigor hasta la Ley Sagasta de 1890 que asumía, con carácter irreversi-

ble, el sufragio universal masculino) Sin embargo, se vuelve a los viejos moldes al establecer

un Estado confesional que sólo reconoce la tolerancia religiosa frente a la libertad de cultos del

69, permitiendo el ejercicio privado de otras religiones.

CIRCUNSTANCIAS DE SU IMPLANTACIÓNEl cambio del sistema monárquico al republicano se produce

de forma totalmente pacífica el 14 de abril de 1931. Agotada

la monarquía por falta de apoyos sociales e institucionales, la

república se ve como única alternativa para dar respuesta a

los problemas políticos, económicos, sociales y culturales pen-

dientes desde el Siglo XIX. La victoria electoral de los republi-

canos en las ciudades trajo consigo la caída de la monarquía;

los propios monárquicos facilitaron el traspaso de poderes, el

más influyente, el conde de Romanones, ministro de Estado,

que ya había aceptado ante la prensa los resultados, reco-

mendó al rey abandonar España y negoció con el comité revo-

lucionario, salido del Pacto de San Sebastián, el cambio de

gobierno. El general Sanjurjo, director de la Guardia Civil,

manifiesta que no garantiza la continuidad de la monarquía y

el mismo 14 de abril declara su lealtad al Gobierno Provisional

1931Constitución de

Aprendiendo a ser ciudadanos

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Constituciones españolas santeriores a la de 1978: Circunstancias de su implantación y análisis de los principios más significativo

Page 36: Aprendiendo a Ser Ciudadanos. Cultura constitucional

presidido por el exmonárquico liberal Niceto

Alcalá Zamora que proclama la República desde

el ministerio de la Gobernación, en la Puerta del

Sol de Madrid; casi a la misma hora, el rey

Alfonso XIII deja el palacio camino del exilio.

En el nuevo gabinete estaban representadas

todas las fuerzas democráticas unidas en su opo-

sición a la monarquía. Fuera del poder quedan

los grupos dominantes hasta este momento y los

grupos revolucionarios con una ideología todavía

más de izquierdas que el Partido Socialista y la

UGT derechas desconcertadas y no adaptadas

al nuevo régimen, quedaban en pequeñas mino-

rías; en cuanto a los anarquistas, aún mantenien-

do su absentismo político, parecieron acoger en

un principio favorablemente al nuevo régimen

republicano.

El Gobierno Provisional se encargó de reiniciar

una tarea legislativa considerada urgente e

inaplazable y procuró que ésta fuera equilibrada,

si bien inició ya una legislación reformista:

decreto de «laboreo forzoso», medidas educati-

vas etc., pero tuvo que hacer frente a iniciativas extremistas que rebasaron la legalidad: la de

los catalanistas seguidores de Maciá, la de los incendiarios de conventos de Madrid y otras

ciudades y la de los anarquistas que promovieron importantes huelgas en Sevilla, País Vasco,

Asturias y Cataluña. También preparó la convocatoria de unas elecciones a Cortes Constituyen-

tes. Dichos comicios se celebraron el 28 de Junio de 1931 y dieron la mayoría a la coalición

republicano-socialista, que ya estaba representada ampliamente en el Gobierno Provisional, el

cual continuó en sus funciones mientras comenzaba a discutirse la Constitución en agosto.

La crisis originada por la discusión de los artículos religiosos provocó una pequeña remodela-

ción del gobierno, que se mantuvo en esta composición hasta la publicación de la Constitu-

ción, aprobada por las Cortes el 9 de diciembre de 1931, fecha también del nombramiento de

Niceto Alcalá Zamora, como presidente de la República, seis días después. Manuel Azaña, en

calidad de presidente del Gobierno, nombraría un nuevo gabinete.

Representación en Cortes. España se convirtió, al aprobar esta constitución, en un Estado

democrático con una sola cámara, el Congreso de Diputados, elegida por sufragio universal y

un gobierno responsable ante ella, con un presidente de la República que durante su mandato

de seis años gozaba de la facultad de disolver la Cámara dos veces. También definía un

Estado Central fuerte, capaz de aplicar las reformas democráticas necesarias, pero ofrece un

cauce para resolver los problemas regionales mediante la promulgación de estatutos de

Autonomía.

Soberanía Nacional. Se busca democratizar a fondo el sistema político, inspirándose en

otras constituciones típicas de la época, como la alemana de Weimar. Así, el Art. 1 recoge

«España es una república de trabajadores de toda clase. Los poderes de todos sus órganos

emanan del pueblo».

ANÁLISIS DE LOS PRINCIPIOS MÁS SIGNIFICATIVOS

División de poderes. Asegura la separación de poderes y establece un Tribunal de

Garantías encargado de resolver las infracciones contra la Constitución y de arbitrar los conflic-

tos entre la Administración central y las regiones autonómicas. Incorpora un parlamentarismo

puro: las competencias legislativas del Parlamento son muy amplias y ejerce gran control

sobre el gobierno y sobre el presidente de la república.

Derechos individuales. Proclamaba la igualdad de todos los españoles ante la ley y recogía

una amplia declaración de derechos individuales, si bien reconocía la propiedad privada, admi-

tía la posibilidad de expropiarla, previa indemnización, si lo exigía el interés nacional.

Los Art. 26 y 27 imponen a la Iglesia, que tiene gran apoyo social, severas restricciones pro-

ducto del anticlericalismo. El intento de regulación de las relaciones Iglesia-Estado, provocó la

primera crisis de gobierno. Inspirada en el modelo francés, la nueva legalidad impuso la diso-

lución de aquellas ordenes religiosas consideradas un peligro para la seguridad del Estado,

como la Compañía de Jesús, la secularización de la enseñanza y el fin del presupuesto del

clero, todo ello en el escenario de la separación entre el poder civil y el eclesiástico, marcando

una tendencia laicista.

Respecto a la autonomías se crea otro enfrentamiento con los problemas del nacionalismo

catalán y vasco que se oponían a un centralismo ejercido desde el siglo XVIII y el desarrollo de

una conciencia específica en las nacionalidades que exigían el reconocimiento de sus aspira-

ciones autonomistas.

Otros temas de tensión son: la posibilidad de alguna forma de socialización «la expropiación

de la propiedad privada por causa de la utilidad pública», así como el sufragio femenino que

reconocía por primera vez el derecho a voto a la mujer.

Cartel de la República para movilizar la población

Aprendiendo a ser ciudadanos

3736

Constituciones españolas santeriores a la de 1978: Circunstancias de su implantación y análisis de los principios más significativo

Page 37: Aprendiendo a Ser Ciudadanos. Cultura constitucional

presidido por el exmonárquico liberal Niceto

Alcalá Zamora que proclama la República desde

el ministerio de la Gobernación, en la Puerta del

Sol de Madrid; casi a la misma hora, el rey

Alfonso XIII deja el palacio camino del exilio.

En el nuevo gabinete estaban representadas

todas las fuerzas democráticas unidas en su opo-

sición a la monarquía. Fuera del poder quedan

los grupos dominantes hasta este momento y los

grupos revolucionarios con una ideología todavía

más de izquierdas que el Partido Socialista y la

UGT derechas desconcertadas y no adaptadas

al nuevo régimen, quedaban en pequeñas mino-

rías; en cuanto a los anarquistas, aún mantenien-

do su absentismo político, parecieron acoger en

un principio favorablemente al nuevo régimen

republicano.

El Gobierno Provisional se encargó de reiniciar

una tarea legislativa considerada urgente e

inaplazable y procuró que ésta fuera equilibrada,

si bien inició ya una legislación reformista:

decreto de «laboreo forzoso», medidas educati-

vas etc., pero tuvo que hacer frente a iniciativas extremistas que rebasaron la legalidad: la de

los catalanistas seguidores de Maciá, la de los incendiarios de conventos de Madrid y otras

ciudades y la de los anarquistas que promovieron importantes huelgas en Sevilla, País Vasco,

Asturias y Cataluña. También preparó la convocatoria de unas elecciones a Cortes Constituyen-

tes. Dichos comicios se celebraron el 28 de Junio de 1931 y dieron la mayoría a la coalición

republicano-socialista, que ya estaba representada ampliamente en el Gobierno Provisional, el

cual continuó en sus funciones mientras comenzaba a discutirse la Constitución en agosto.

La crisis originada por la discusión de los artículos religiosos provocó una pequeña remodela-

ción del gobierno, que se mantuvo en esta composición hasta la publicación de la Constitu-

ción, aprobada por las Cortes el 9 de diciembre de 1931, fecha también del nombramiento de

Niceto Alcalá Zamora, como presidente de la República, seis días después. Manuel Azaña, en

calidad de presidente del Gobierno, nombraría un nuevo gabinete.

Representación en Cortes. España se convirtió, al aprobar esta constitución, en un Estado

democrático con una sola cámara, el Congreso de Diputados, elegida por sufragio universal y

un gobierno responsable ante ella, con un presidente de la República que durante su mandato

de seis años gozaba de la facultad de disolver la Cámara dos veces. También definía un

Estado Central fuerte, capaz de aplicar las reformas democráticas necesarias, pero ofrece un

cauce para resolver los problemas regionales mediante la promulgación de estatutos de

Autonomía.

Soberanía Nacional. Se busca democratizar a fondo el sistema político, inspirándose en

otras constituciones típicas de la época, como la alemana de Weimar. Así, el Art. 1 recoge

«España es una república de trabajadores de toda clase. Los poderes de todos sus órganos

emanan del pueblo».

ANÁLISIS DE LOS PRINCIPIOS MÁS SIGNIFICATIVOS

División de poderes. Asegura la separación de poderes y establece un Tribunal de

Garantías encargado de resolver las infracciones contra la Constitución y de arbitrar los conflic-

tos entre la Administración central y las regiones autonómicas. Incorpora un parlamentarismo

puro: las competencias legislativas del Parlamento son muy amplias y ejerce gran control

sobre el gobierno y sobre el presidente de la república.

Derechos individuales. Proclamaba la igualdad de todos los españoles ante la ley y recogía

una amplia declaración de derechos individuales, si bien reconocía la propiedad privada, admi-

tía la posibilidad de expropiarla, previa indemnización, si lo exigía el interés nacional.

Los Art. 26 y 27 imponen a la Iglesia, que tiene gran apoyo social, severas restricciones pro-

ducto del anticlericalismo. El intento de regulación de las relaciones Iglesia-Estado, provocó la

primera crisis de gobierno. Inspirada en el modelo francés, la nueva legalidad impuso la diso-

lución de aquellas ordenes religiosas consideradas un peligro para la seguridad del Estado,

como la Compañía de Jesús, la secularización de la enseñanza y el fin del presupuesto del

clero, todo ello en el escenario de la separación entre el poder civil y el eclesiástico, marcando

una tendencia laicista.

Respecto a la autonomías se crea otro enfrentamiento con los problemas del nacionalismo

catalán y vasco que se oponían a un centralismo ejercido desde el siglo XVIII y el desarrollo de

una conciencia específica en las nacionalidades que exigían el reconocimiento de sus aspira-

ciones autonomistas.

Otros temas de tensión son: la posibilidad de alguna forma de socialización «la expropiación

de la propiedad privada por causa de la utilidad pública», así como el sufragio femenino que

reconocía por primera vez el derecho a voto a la mujer.

Cartel de la República para movilizar la población

Aprendiendo a ser ciudadanos

3736

Constituciones españolas santeriores a la de 1978: Circunstancias de su implantación y análisis de los principios más significativo

Page 38: Aprendiendo a Ser Ciudadanos. Cultura constitucional

Fín del franquismoCon la muerte del general Franco (noviembre, 1975) se inició un largo proceso de reforma

política. Un proceso que, aunque partía de la legalidad franquista vigente, iba a suponer, sin

embargo, una reforma total –por lo menos en lo que a la forma del Estado se refiere– al

posibilitar el tránsito del viejo Estado dictatorial a un nuevo Estado de corte democrático

liberal. Uno de los puntos culminantes de este proceso lo constituyó, sin duda, la promul-

gación de la actual Constitución.

El proceso de reforma política se inició, propiamente, con la Ley para la Reforma Política

aprobada por las Cortes Franquistas (noviembre 1976) y, luego, por referéndum popular (di-

ciembre 1976). De esta ley, texto corto que supuso el inicio del desmantelamiento del franquis-

mo, pueden destacarse tres aspectos: la proclamación de los principios de soberanía popular

y democracia como base del Estado, el establecimiento de los mecanismos para proceder a

una posible «reforma constitucional» y la regulación de unas Cortes democráticas.

Aprendiendo a ser ciudadanos

Tras la sesión de anoche, en que las a) Al Gobierno diputados que resuelva definitiva- será la provincia, fijándose un núme-Cortes aprobaron el hasta ahora b) Al Congreso de diputados. mente por mayoría absoluta de sus ro mínimo inicial de diputados para proyecto dee ley para la reforma 2) Cualquier reforma constitucio- miembros. cada uno de ellos, para formar parte política, la nueva ley, refrendada por nal requerirá la aprobación por la Artículo 5º del Congreso.el Pleno, tiene el siguiente texto mayoría absoluta de los miembros El Rey podrá someter directamen- Las elecciones al Senado se inspi-definitivo: del Congreso y del Senado. El te al pueblo una opción política de rarán en criterios de escrutinio mayo-Árticulo 1º Senado deliberará sobre el texto pre- interés nacional, sea o no de carácter ritario.

1) La democracia, en el Estado viamente aprobado por el Congreso constitucional, para que decida Segunda. Una vez constituidas las español, se basa en la supremacía de y, si éste no fuera aceptado en su tér- mediante referéndum, cuyos resulta- nuevas Cortes:la ley, expresión de la voluntad minos, las discrepancias se somete- dos se impondrán a todos los órganos 1) Una comisión compuesta por soberana del pueblo. rán a una comisión mixta, bajo la pre- del Estado. los presidentes de las Cortes, del Los derechos fundamentales de la sidencia de quien ostentara la de las Congreso de diputados y del Senado, Si el objeto de la consulta se refi-persona son inviolables y vinculan a Cortes, y de la que formarán parte los por cuatro diputados elegidos por el riera a materia de competencia de las todos los órganos del Estado. presidentes del Congreso y del Congreso y por cuatro senadores ele-Cortes y éstas no tomaran la decisión

2) La potestad de elaborar y apro- Senado, cuatro diputados y cuatro gidos por el Senado, asumirá las fun-correspondiente de acuerdo on el bar las leyes reside en las Cortes. El senadores, elegidos por las respecti- ciones que el artículo 13 de la Ley de resultado del referéndum, quedarán Rey sanciona y promulga las leyes. vas Cámaras. Si esta comisión no lle- Cortes encomienda a la comisión que disueltas, procediéndose a la convo-Artículo 2º gara a un acuerdo o los términos del en el se menciona.catoria de nuevas elecciones.

1) Las Cortes se componen del mismo no merecieran la aprobación 2) Cada Cámara constituirá una Congreso de Diputados y del Senado de una y otra Cámara, la decisión se comisión que asuma las demás Disposiciones transitorias

2) Los Diputados del Congreso adoptará por mayoría absoluta de los funciones encomendadas a la comi-Primera. El Gobierno regulará las serán elegidos por sufragio universal componentes de las Cortes, en reu- sión prevista en el artículo 12 de la primeras elecciones a Cortes para directo y secreto, de los españoles nión conjunta de ambas Cámaras. ley de Cortes.constituir un Congreso de 350 dipu-mayores de edad. 3) El Rey, antes de sancionar una 2) Cada Cámara elegirá entre sus tados y elegir 207 senadores, a razón

3) Los senadores serán elegidos en ley de reforma constitucional, deberá miembros cinco consejeros del de cuatro por provincia y uno más representación de las entidades someter el proyecto a referéndum de Reino para cubrir las vacantes produ-por cada provincia insular, dos por territoriales. El Rey podrá designar la nación. cidas por el cese de los actuales Ceuta y dos por Melilla. Los senado-para cada legislatura senadores en Artículo 4º consejeros electivos.res serán elegidos por sufragio uni-número no superior a la quinta parte En la tramitación de proyectos de Tercera. Desde la constitución de versal, directo y secreto de los espa-del de los elegidos. ley ordinarios, el Senado deliberará las nuevas Cortes y hasta que cada ñoles mayores de edad que residan

4) La duración del mandato de sobre el texto previamente aprobado Cámara establezca su propio regla-en le respectivo territorio.diputados y senadores será de cuatro por el Congreso. En caso de que éste mento, se regirán por el de las actua-Las elecciones al Congreso se ins-años. no fuera aceptado en sus términos, les Cortes en lo que no esté en contra-pirarán en criterio de representación

5) El Congreso y el Senado esta- las discrepancias se someterán a una dicción con la presente ley, sin per-proporcional, conforme a las blecerán sus propios reglamentos y comisión mixta, compuesta de la juicio de acordar, de un modo inme-siguientes bases:elegirán sus respectivos presidentes. misma forma que se establece en el diato, las modificaciones parciales 1º Se aplicarán dispositivos

6) El presidente de las Cortes y del articulo anterior. que resulten necesarias o se estimen correctores para evitar la excesiva Consejo del Reino será nombrado Si esta comisión no llegara a un convenientes.fragmentación de la Cámara, a cuyo por el Rey acuerdo o los términos del mismo no efecto se fijarán los porcentajes míni-artículo 3º merecieran la aprobación, por mayo- Disposición finalmos de sufragio para acceder al 1) La iniciativa de reforma constitu- ría simple, de una y otra Cámara, el La presente ley tendrá rango de Congreso.cional corresponderá: Gobierno podrá pedir al Congreso de Ley Fundamental.2º La circunscripción electoral

Texto definitivo del proyecto de ley para la reforma política

I Circunstancias de su implantaciónI Circunstancias de su implantaciónUna aproximación a la Constitución Española de

1978

39

Page 39: Aprendiendo a Ser Ciudadanos. Cultura constitucional

Fín del franquismoCon la muerte del general Franco (noviembre, 1975) se inició un largo proceso de reforma

política. Un proceso que, aunque partía de la legalidad franquista vigente, iba a suponer, sin

embargo, una reforma total –por lo menos en lo que a la forma del Estado se refiere– al

posibilitar el tránsito del viejo Estado dictatorial a un nuevo Estado de corte democrático

liberal. Uno de los puntos culminantes de este proceso lo constituyó, sin duda, la promul-

gación de la actual Constitución.

El proceso de reforma política se inició, propiamente, con la Ley para la Reforma Política

aprobada por las Cortes Franquistas (noviembre 1976) y, luego, por referéndum popular (di-

ciembre 1976). De esta ley, texto corto que supuso el inicio del desmantelamiento del franquis-

mo, pueden destacarse tres aspectos: la proclamación de los principios de soberanía popular

y democracia como base del Estado, el establecimiento de los mecanismos para proceder a

una posible «reforma constitucional» y la regulación de unas Cortes democráticas.

Aprendiendo a ser ciudadanos

Tras la sesión de anoche, en que las a) Al Gobierno diputados que resuelva definitiva- será la provincia, fijándose un núme-Cortes aprobaron el hasta ahora b) Al Congreso de diputados. mente por mayoría absoluta de sus ro mínimo inicial de diputados para proyecto dee ley para la reforma 2) Cualquier reforma constitucio- miembros. cada uno de ellos, para formar parte política, la nueva ley, refrendada por nal requerirá la aprobación por la Artículo 5º del Congreso.el Pleno, tiene el siguiente texto mayoría absoluta de los miembros El Rey podrá someter directamen- Las elecciones al Senado se inspi-definitivo: del Congreso y del Senado. El te al pueblo una opción política de rarán en criterios de escrutinio mayo-Árticulo 1º Senado deliberará sobre el texto pre- interés nacional, sea o no de carácter ritario.

1) La democracia, en el Estado viamente aprobado por el Congreso constitucional, para que decida Segunda. Una vez constituidas las español, se basa en la supremacía de y, si éste no fuera aceptado en su tér- mediante referéndum, cuyos resulta- nuevas Cortes:la ley, expresión de la voluntad minos, las discrepancias se somete- dos se impondrán a todos los órganos 1) Una comisión compuesta por soberana del pueblo. rán a una comisión mixta, bajo la pre- del Estado. los presidentes de las Cortes, del Los derechos fundamentales de la sidencia de quien ostentara la de las Congreso de diputados y del Senado, Si el objeto de la consulta se refi-persona son inviolables y vinculan a Cortes, y de la que formarán parte los por cuatro diputados elegidos por el riera a materia de competencia de las todos los órganos del Estado. presidentes del Congreso y del Congreso y por cuatro senadores ele-Cortes y éstas no tomaran la decisión

2) La potestad de elaborar y apro- Senado, cuatro diputados y cuatro gidos por el Senado, asumirá las fun-correspondiente de acuerdo on el bar las leyes reside en las Cortes. El senadores, elegidos por las respecti- ciones que el artículo 13 de la Ley de resultado del referéndum, quedarán Rey sanciona y promulga las leyes. vas Cámaras. Si esta comisión no lle- Cortes encomienda a la comisión que disueltas, procediéndose a la convo-Artículo 2º gara a un acuerdo o los términos del en el se menciona.catoria de nuevas elecciones.

1) Las Cortes se componen del mismo no merecieran la aprobación 2) Cada Cámara constituirá una Congreso de Diputados y del Senado de una y otra Cámara, la decisión se comisión que asuma las demás Disposiciones transitorias

2) Los Diputados del Congreso adoptará por mayoría absoluta de los funciones encomendadas a la comi-Primera. El Gobierno regulará las serán elegidos por sufragio universal componentes de las Cortes, en reu- sión prevista en el artículo 12 de la primeras elecciones a Cortes para directo y secreto, de los españoles nión conjunta de ambas Cámaras. ley de Cortes.constituir un Congreso de 350 dipu-mayores de edad. 3) El Rey, antes de sancionar una 2) Cada Cámara elegirá entre sus tados y elegir 207 senadores, a razón

3) Los senadores serán elegidos en ley de reforma constitucional, deberá miembros cinco consejeros del de cuatro por provincia y uno más representación de las entidades someter el proyecto a referéndum de Reino para cubrir las vacantes produ-por cada provincia insular, dos por territoriales. El Rey podrá designar la nación. cidas por el cese de los actuales Ceuta y dos por Melilla. Los senado-para cada legislatura senadores en Artículo 4º consejeros electivos.res serán elegidos por sufragio uni-número no superior a la quinta parte En la tramitación de proyectos de Tercera. Desde la constitución de versal, directo y secreto de los espa-del de los elegidos. ley ordinarios, el Senado deliberará las nuevas Cortes y hasta que cada ñoles mayores de edad que residan

4) La duración del mandato de sobre el texto previamente aprobado Cámara establezca su propio regla-en le respectivo territorio.diputados y senadores será de cuatro por el Congreso. En caso de que éste mento, se regirán por el de las actua-Las elecciones al Congreso se ins-años. no fuera aceptado en sus términos, les Cortes en lo que no esté en contra-pirarán en criterio de representación

5) El Congreso y el Senado esta- las discrepancias se someterán a una dicción con la presente ley, sin per-proporcional, conforme a las blecerán sus propios reglamentos y comisión mixta, compuesta de la juicio de acordar, de un modo inme-siguientes bases:elegirán sus respectivos presidentes. misma forma que se establece en el diato, las modificaciones parciales 1º Se aplicarán dispositivos

6) El presidente de las Cortes y del articulo anterior. que resulten necesarias o se estimen correctores para evitar la excesiva Consejo del Reino será nombrado Si esta comisión no llegara a un convenientes.fragmentación de la Cámara, a cuyo por el Rey acuerdo o los términos del mismo no efecto se fijarán los porcentajes míni-artículo 3º merecieran la aprobación, por mayo- Disposición finalmos de sufragio para acceder al 1) La iniciativa de reforma constitu- ría simple, de una y otra Cámara, el La presente ley tendrá rango de Congreso.cional corresponderá: Gobierno podrá pedir al Congreso de Ley Fundamental.2º La circunscripción electoral

Texto definitivo del proyecto de ley para la reforma política

I Circunstancias de su implantaciónI Circunstancias de su implantaciónUna aproximación a la Constitución Española de

1978

39

Page 40: Aprendiendo a Ser Ciudadanos. Cultura constitucional

Las elecciones de 1977Esas elecciones se celebraron el día 15 de junio de 1977. Los resultados configuraron un

parlamento en el que predominaban dos grandes partidos, UCD Y PSOE (PSOE-PSC), a los

que se añadían otras importantes formaciones como, por ejemplo, Alianza Popular (AP), el

Partido Comunista (PCE-PSUC) y las minorías Vasca (PNV) y Catalana (Pacte Democratic).

El proceso constituyenteAunque antes de las elecciones no se había proclamado explícitamente el carácter constitu-

yente de las futuras Cortes, estaba en el ánimo de todo el mundo que el futuro Parlamento

asumiría como tarea fundamental la elaboración de una Constitución. Por ello a nadie sor-

prendió que el día 25 de julio de 1977 el Pleno del Congreso ya aprobara la creación de una

Comisión Constitucional encargada de un proyecto de texto constitucional.

Comenzaba en este instante un proceso constituyente que iba a resultar muy largo (17 meses)

y que, como se recordará, se iba a caracterizar por la utilización de la formula del «consenso».

En noviembre de 2003, Javier Tusell decía en un artículo publicado en la revista MAGAZINE: «La

lección que se aprende al reconstruir el proceso de gestación de la Constitución Española es

que si bien su texto puede no ser muy original, en cambio el esfuerzo realizado por llegar a ella

merece ser puntuado con sobresaliente. En especial, teniendo en cuenta el punto de partida,

conflictivo hasta un extremo todavía hoy inimaginable»

Para entender el alcance de tal afirmación, y porque además, y sobre todo, ayuda a valorar aún

más nuestra Constitución, procede recordar algunos aspectos de la situación en España entre

las elecciones de junio de 1977 y la aprobación de la Constitución en diciembre de 1978:

En el verano de 1977 la inflación estaba en torno al 50% anual y existía un fuerte endeuda-

miento exterior; la tasa de paro (hasta entonces casi inexistente) era de un 6%; se realiza-

ban huelgas y manifestaciones. Tal situación y el momento de cambio político, que estimu-

laba las reivindicaciones, propiciaban una cierta inestabilidad social que no parecía el clima

más apropiado para la redacción de la Constitución.

Los Pactos de La Moncloa, firmados el 25 de octubre por los partidos parlamentarios y

centrales sindicales y ratificados por el Congreso dos días después, constituyen el primer

gran conjunto de medidas para afrontar en España la recesión que se había iniciado cuatro

años antes. Vinieron a ser en el terreno económico el equivalente al consenso logrado para

la ley electoral de 1977 y en la amnistía posterior. Partidos políticos, patronales y sindicatos

se comprometieron a una cierta austeridad salarial a cambio de una serie de contrapartidas:

puesta en marcha de la reforma fiscal, aumento de puestos escolares, extensión de las

prestaciones de la Seguridad Social, regulación de las libertades. Frecuentes alteraciones

del orden público, acompañadas en ocasiones de una sensación de peligro involucionista.

En los 11 meses posteriores a junio de 1977 hubo tres amnistías sucesivas que culminaron

en un perdón absoluto y total, el terrorismo etarra asesinó a 11 miembros de las fuerzas de

seguridad y los atentados aumentaron en los meses siguientes. Esto daría lugar a la unión de

las principales fuerzas políticas en una gran manifestación celebrada en noviembre de 1978.

Celebración de elecciones sindicales a comienzos de 1978, en las que CCOO fue la fuerza

más votada.

La oposición de izquierdas reivindicó la celebración de elecciones municipales, lo que en

opinión de UCD podría poner en peligro el consenso.

Dice también Javier Tusell en la referida publicación: ...En la España de entonces, a diferencia

de lo que había sucedido en los años treinta, hubo un consenso generalizado con el apoyo de

la inmensa mayoría de los grupos políticos. Pero conseguirlo fue muy complicado, incluso agó-

nico, y se consiguió tras dieciocho meses y a través de un texto de más de ciento sesenta

artículos. En más de una ocasión se pensó que el propósito iba a fracasar.

En la elaboración de la Constitución participaron todas las fuerzas políticas, aunque los dos

partidos con más representación en las Cortes desempeñaron el papel de mayor importancia.

La técnica del «consenso», criticada por algunos por su falta de «transparencia», fue defini-

da por otros como el único procedimiento capaz de conseguir una máxima unanimidad

entre las fuerzas políticas en orden a definir aquellas reglas del juego que, por su carácter

básico y general, no podrían ser impuestas por una mayoría, sino que debían ser fruto de

un amplio acuerdo entre las mismas.

La Comisión Constitucional la integraron diecisiete miembros de UCD, trece del PSOE-PSC,

dos del PSC-PSUC, dos de AP, uno de la Minoría Vasca y uno de la Minoría Catalana. El día

uno de Agosto de 1977, la Comisión eligió a la Ponencia que debía redactar el primer borra-

dor de la Constitución.

Esta Ponencia compuesta por tres miembros de UCD (Gabriel Cisneros, José Pedro Pérez

Llorca y Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón), uno del PSOE (Gregorio Peces Barba), uno

de AP (Manuel Fraga Iribarne), uno del PSUC (Jordi Solé Tura) y uno de la Minoría Catalana

(Miguel Roca Junyent) no concluyó la redacción del anteproyecto de Constitución hasta el

10 de Abril de 1978, fecha en la que transmitió a la Comisión que ultimaría sus trabajos el 20

de Junio.

9%: Porcentaje de votantes

20: número de escaños

(5%): porcentaje de escaños

AP 8%16 (4,6%)

US-PSP 4,4%

6 (1,7%)

PDC 2,8%

11 (3,1%)

PNV 1,7%

8 (2,3%)

UC-DCC 0,9%

2 (0,6%)

EC-ERC 0,8%

1 (0,3%)

EE 0,3%

1 (0,3%)

OTROS 0,4%

2 (0,6%)

PCE-PSUC 9,2%

PSOE-PSC 28,9%

UCD 34%165 (47,15%)

118 (33,7%)

20 (5,7%)

Gráfico de las elecciones de 1977

Fuente: Pérez Picazo, M.T. Historia de España del siglo xx, 1996

Aprendiendo a ser ciudadanos

4140

Una aproximación a la Constitución Española de 1978

Page 41: Aprendiendo a Ser Ciudadanos. Cultura constitucional

Las elecciones de 1977Esas elecciones se celebraron el día 15 de junio de 1977. Los resultados configuraron un

parlamento en el que predominaban dos grandes partidos, UCD Y PSOE (PSOE-PSC), a los

que se añadían otras importantes formaciones como, por ejemplo, Alianza Popular (AP), el

Partido Comunista (PCE-PSUC) y las minorías Vasca (PNV) y Catalana (Pacte Democratic).

El proceso constituyenteAunque antes de las elecciones no se había proclamado explícitamente el carácter constitu-

yente de las futuras Cortes, estaba en el ánimo de todo el mundo que el futuro Parlamento

asumiría como tarea fundamental la elaboración de una Constitución. Por ello a nadie sor-

prendió que el día 25 de julio de 1977 el Pleno del Congreso ya aprobara la creación de una

Comisión Constitucional encargada de un proyecto de texto constitucional.

Comenzaba en este instante un proceso constituyente que iba a resultar muy largo (17 meses)

y que, como se recordará, se iba a caracterizar por la utilización de la formula del «consenso».

En noviembre de 2003, Javier Tusell decía en un artículo publicado en la revista MAGAZINE: «La

lección que se aprende al reconstruir el proceso de gestación de la Constitución Española es

que si bien su texto puede no ser muy original, en cambio el esfuerzo realizado por llegar a ella

merece ser puntuado con sobresaliente. En especial, teniendo en cuenta el punto de partida,

conflictivo hasta un extremo todavía hoy inimaginable»

Para entender el alcance de tal afirmación, y porque además, y sobre todo, ayuda a valorar aún

más nuestra Constitución, procede recordar algunos aspectos de la situación en España entre

las elecciones de junio de 1977 y la aprobación de la Constitución en diciembre de 1978:

En el verano de 1977 la inflación estaba en torno al 50% anual y existía un fuerte endeuda-

miento exterior; la tasa de paro (hasta entonces casi inexistente) era de un 6%; se realiza-

ban huelgas y manifestaciones. Tal situación y el momento de cambio político, que estimu-

laba las reivindicaciones, propiciaban una cierta inestabilidad social que no parecía el clima

más apropiado para la redacción de la Constitución.

Los Pactos de La Moncloa, firmados el 25 de octubre por los partidos parlamentarios y

centrales sindicales y ratificados por el Congreso dos días después, constituyen el primer

gran conjunto de medidas para afrontar en España la recesión que se había iniciado cuatro

años antes. Vinieron a ser en el terreno económico el equivalente al consenso logrado para

la ley electoral de 1977 y en la amnistía posterior. Partidos políticos, patronales y sindicatos

se comprometieron a una cierta austeridad salarial a cambio de una serie de contrapartidas:

puesta en marcha de la reforma fiscal, aumento de puestos escolares, extensión de las

prestaciones de la Seguridad Social, regulación de las libertades. Frecuentes alteraciones

del orden público, acompañadas en ocasiones de una sensación de peligro involucionista.

En los 11 meses posteriores a junio de 1977 hubo tres amnistías sucesivas que culminaron

en un perdón absoluto y total, el terrorismo etarra asesinó a 11 miembros de las fuerzas de

seguridad y los atentados aumentaron en los meses siguientes. Esto daría lugar a la unión de

las principales fuerzas políticas en una gran manifestación celebrada en noviembre de 1978.

Celebración de elecciones sindicales a comienzos de 1978, en las que CCOO fue la fuerza

más votada.

La oposición de izquierdas reivindicó la celebración de elecciones municipales, lo que en

opinión de UCD podría poner en peligro el consenso.

Dice también Javier Tusell en la referida publicación: ...En la España de entonces, a diferencia

de lo que había sucedido en los años treinta, hubo un consenso generalizado con el apoyo de

la inmensa mayoría de los grupos políticos. Pero conseguirlo fue muy complicado, incluso agó-

nico, y se consiguió tras dieciocho meses y a través de un texto de más de ciento sesenta

artículos. En más de una ocasión se pensó que el propósito iba a fracasar.

En la elaboración de la Constitución participaron todas las fuerzas políticas, aunque los dos

partidos con más representación en las Cortes desempeñaron el papel de mayor importancia.

La técnica del «consenso», criticada por algunos por su falta de «transparencia», fue defini-

da por otros como el único procedimiento capaz de conseguir una máxima unanimidad

entre las fuerzas políticas en orden a definir aquellas reglas del juego que, por su carácter

básico y general, no podrían ser impuestas por una mayoría, sino que debían ser fruto de

un amplio acuerdo entre las mismas.

La Comisión Constitucional la integraron diecisiete miembros de UCD, trece del PSOE-PSC,

dos del PSC-PSUC, dos de AP, uno de la Minoría Vasca y uno de la Minoría Catalana. El día

uno de Agosto de 1977, la Comisión eligió a la Ponencia que debía redactar el primer borra-

dor de la Constitución.

Esta Ponencia compuesta por tres miembros de UCD (Gabriel Cisneros, José Pedro Pérez

Llorca y Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón), uno del PSOE (Gregorio Peces Barba), uno

de AP (Manuel Fraga Iribarne), uno del PSUC (Jordi Solé Tura) y uno de la Minoría Catalana

(Miguel Roca Junyent) no concluyó la redacción del anteproyecto de Constitución hasta el

10 de Abril de 1978, fecha en la que transmitió a la Comisión que ultimaría sus trabajos el 20

de Junio.

9%: Porcentaje de votantes

20: número de escaños

(5%): porcentaje de escaños

AP 8%16 (4,6%)

US-PSP 4,4%

6 (1,7%)

PDC 2,8%

11 (3,1%)

PNV 1,7%

8 (2,3%)

UC-DCC 0,9%

2 (0,6%)

EC-ERC 0,8%

1 (0,3%)

EE 0,3%

1 (0,3%)

OTROS 0,4%

2 (0,6%)

PCE-PSUC 9,2%

PSOE-PSC 28,9%

UCD 34%165 (47,15%)

118 (33,7%)

20 (5,7%)

Gráfico de las elecciones de 1977

Fuente: Pérez Picazo, M.T. Historia de España del siglo xx, 1996

Aprendiendo a ser ciudadanos

4140

Una aproximación a la Constitución Española de 1978

Page 42: Aprendiendo a Ser Ciudadanos. Cultura constitucional

Los comunistas y la derecha tuvieron menos protagonismo, pero su aportación fue fundamental

(los dos catedráticos de Derecho Político que participaron fueron un aliancista y un comunista),

y desde un principio quedó claro que no aceptarían que el texto fuera redactado sólo por UCD y

PSOE. Alianza Popular, cuya voluntad de no llegar a una fase constituyente había sido tajante en

el pasado, hubiera preferido varios textos constitucionales específicos. El PCE insistió en los

contenidos sociales de la Constitución, pero se mostró mucho más propicio que los socialistas

a aceptar la monarquía. Los catalanistas fueron relevantes, principalmente como mediadores

entre otras opciones y con sus reivindicaciones precisas en torno a la organización territorial del

Estado. En cambio, los nacionalistas vascos se limitaron a expresar unas reivindicaciones de

soberanía histórica propia que resultaron inaceptables para los demás. El PSP (Partido Socialista

Popular) de Tierno Galván fue marginado de la elaboración del texto, paro al final a su dirigente

le fue admitida una enmienda que constituye el preámbulo.

Después de ser discutidos en los Plenos del Congreso y del Senado y en la Comisión Mixta

Congreso-Senado, el 31 de Octubre de 1978 en una sesión conjunta de ambas cámaras

–de acuerdo con lo preceptuado en la Ley de Reforma Política (que también preveía el referén-

dum celebrado en diciembre)– se aprobó definitivamente el texto constitucional con los

siguientes resultados:

En el Congreso:

Votos a favor............ 325

Votos en contra............ 6

Abstenciones.............14

En el Senado:

Votos a favor..............226

Votos en contra............. 5

Abstenciones................8

De los diputados que aprobaron la Constitución, el 15% había participado en la guerra civil y

menos de una séptima parte había ocupado cargos en el franquismo. La media de edad era

de cuarenta y siete años.

La Constitución, por vez primera en la historia de España, fue de consenso y con un arco

constitucional mucho más amplio de lo que podía esperarse. Sólo sectores de extrema dere-

cha e izquierda se manifestaron contra la Carta Magna, pero el voto favorable de Manuel Fraga

(AP) y Santiago Carrillo (PCE) les privó de cualquier apoyo en sectores más amplios.

Una vez aprobado por las Cortes el proyecto de Constitución fue sometido a referéndum popu-

lar el 6 de diciembre de 1978.

El resultado, sobre un censo electoral de 26.632.180, fue:

17.783.301 votos emitidos

15.706.078 votos a favor

El 27 de Diciembre de 1978 el Rey Don Juan Carlos sancionó la Constitución ante el Senado y

el Congreso reunidos solemnemente en sesión conjunta; entró en vigor el 29 de diciembre al

publicarse en el Boletín Oficial del Estado.

Referéndum constitucional

Sanción real y entrada en vigor

padres de la Constitución

De izquierda a derecha. De pie, Gabriel Cisneros, José Pedro Pérez Llorca y Miguel Herrero. Sentados, Miguel Roca, Manuel

Fraga, Gregorio Peces Barba y Jordi Solé Tura

El rey Juan Carlos firma la Constitución, junto a doña Sofía y el príncipe Felipe

Aprendiendo a ser ciudadanos

4342

Una aproximación a la Constitución Española de 1978

Page 43: Aprendiendo a Ser Ciudadanos. Cultura constitucional

Los comunistas y la derecha tuvieron menos protagonismo, pero su aportación fue fundamental

(los dos catedráticos de Derecho Político que participaron fueron un aliancista y un comunista),

y desde un principio quedó claro que no aceptarían que el texto fuera redactado sólo por UCD y

PSOE. Alianza Popular, cuya voluntad de no llegar a una fase constituyente había sido tajante en

el pasado, hubiera preferido varios textos constitucionales específicos. El PCE insistió en los

contenidos sociales de la Constitución, pero se mostró mucho más propicio que los socialistas

a aceptar la monarquía. Los catalanistas fueron relevantes, principalmente como mediadores

entre otras opciones y con sus reivindicaciones precisas en torno a la organización territorial del

Estado. En cambio, los nacionalistas vascos se limitaron a expresar unas reivindicaciones de

soberanía histórica propia que resultaron inaceptables para los demás. El PSP (Partido Socialista

Popular) de Tierno Galván fue marginado de la elaboración del texto, paro al final a su dirigente

le fue admitida una enmienda que constituye el preámbulo.

Después de ser discutidos en los Plenos del Congreso y del Senado y en la Comisión Mixta

Congreso-Senado, el 31 de Octubre de 1978 en una sesión conjunta de ambas cámaras

–de acuerdo con lo preceptuado en la Ley de Reforma Política (que también preveía el referén-

dum celebrado en diciembre)– se aprobó definitivamente el texto constitucional con los

siguientes resultados:

En el Congreso:

Votos a favor............ 325

Votos en contra............ 6

Abstenciones.............14

En el Senado:

Votos a favor..............226

Votos en contra............. 5

Abstenciones................8

De los diputados que aprobaron la Constitución, el 15% había participado en la guerra civil y

menos de una séptima parte había ocupado cargos en el franquismo. La media de edad era

de cuarenta y siete años.

La Constitución, por vez primera en la historia de España, fue de consenso y con un arco

constitucional mucho más amplio de lo que podía esperarse. Sólo sectores de extrema dere-

cha e izquierda se manifestaron contra la Carta Magna, pero el voto favorable de Manuel Fraga

(AP) y Santiago Carrillo (PCE) les privó de cualquier apoyo en sectores más amplios.

Una vez aprobado por las Cortes el proyecto de Constitución fue sometido a referéndum popu-

lar el 6 de diciembre de 1978.

El resultado, sobre un censo electoral de 26.632.180, fue:

17.783.301 votos emitidos

15.706.078 votos a favor

El 27 de Diciembre de 1978 el Rey Don Juan Carlos sancionó la Constitución ante el Senado y

el Congreso reunidos solemnemente en sesión conjunta; entró en vigor el 29 de diciembre al

publicarse en el Boletín Oficial del Estado.

Referéndum constitucional

Sanción real y entrada en vigor

padres de la Constitución

De izquierda a derecha. De pie, Gabriel Cisneros, José Pedro Pérez Llorca y Miguel Herrero. Sentados, Miguel Roca, Manuel

Fraga, Gregorio Peces Barba y Jordi Solé Tura

El rey Juan Carlos firma la Constitución, junto a doña Sofía y el príncipe Felipe

Aprendiendo a ser ciudadanos

4342

Una aproximación a la Constitución Española de 1978

Page 44: Aprendiendo a Ser Ciudadanos. Cultura constitucional

2PREÁMBULO

TÍTULO PRELIMINAR............................................................................................artículo 1 al 9

TÍTULO I. De los Derechos y deberes fundamentales.............................................

Capítulo I. De los españoles y los extranjeros.................................................... artículos 11 al 13

Capítulo II. Derechos y libertades...................................................................... artículos 14 al 38

Capítulo III. De los principios rectores de la política social y económica............ artículos 39 al 52

Capítulo IV. De las garantías de las libertades y derechos fundamentales........... artículos 53 y 54

Capítulo V. De la suspensión de los derechos y libertades.......................................... artículo 55

TÍTULO II. De la Corona.........................................................................................artículos 56 al 65

TÍTULO III. Las Cortes Generales..........................................................................................artículos 66 al 96

Capítulo I. De las Cámaras................................................................................ artículos 66 al 80

Capítulo II. De la elaboración de las Leyes........................................................ artículos 81 al 92

Capítulo III. De los tratados internacionales.......................................................artículos 93 al 96

TÍTULO IV. Del Gobierno y La Administración...................................................... artículos 97 al 107

TÍTULO V. Las relaciones entre el Gobierno y Las Cortes Generales......................... artículos 108 al 116

TÍTULO VI. Del poder Judicial......................................................................................artículos 117 al 127

TÍTULO VII. Economía y Hacienda.................................................................... artículos 128 al 136

TÍTULO VIII. De la Organización Territorial del Estado....................................... artículos 137 al 158

Capítulo I. Principios Generales.................................................................... artículos 137 al 139

Capítulo II. De la Administración local.............................................................. artículos 140 al 142

Capítulo III. De las Comunidades Autónomas............................................... artículos 143 al 158

TITULO IX. Del Tribunal Constitucional.............................................................. artículos 159 al 165

TITULO X. De la Reforma Constitucional........................................................... artículos 166 al 169

DISPOSICIONES ADICIONALES

DISPOSICIONES TRANSITORIAS

DISPOSICIONES DEROGATORIAS

DISPOSICIÓN FINAL

artículo 10 al 55

II Estructura de la ConstituciónII Estructura de la Constitución

Aprendiendo a ser ciudadanos

4544

Una aproximación a la Constitución Española de 1978

Page 45: Aprendiendo a Ser Ciudadanos. Cultura constitucional

2PREÁMBULO

TÍTULO PRELIMINAR............................................................................................artículo 1 al 9

TÍTULO I. De los Derechos y deberes fundamentales.............................................

Capítulo I. De los españoles y los extranjeros.................................................... artículos 11 al 13

Capítulo II. Derechos y libertades...................................................................... artículos 14 al 38

Capítulo III. De los principios rectores de la política social y económica............ artículos 39 al 52

Capítulo IV. De las garantías de las libertades y derechos fundamentales........... artículos 53 y 54

Capítulo V. De la suspensión de los derechos y libertades.......................................... artículo 55

TÍTULO II. De la Corona.........................................................................................artículos 56 al 65

TÍTULO III. Las Cortes Generales..........................................................................................artículos 66 al 96

Capítulo I. De las Cámaras................................................................................ artículos 66 al 80

Capítulo II. De la elaboración de las Leyes........................................................ artículos 81 al 92

Capítulo III. De los tratados internacionales.......................................................artículos 93 al 96

TÍTULO IV. Del Gobierno y La Administración...................................................... artículos 97 al 107

TÍTULO V. Las relaciones entre el Gobierno y Las Cortes Generales......................... artículos 108 al 116

TÍTULO VI. Del poder Judicial......................................................................................artículos 117 al 127

TÍTULO VII. Economía y Hacienda.................................................................... artículos 128 al 136

TÍTULO VIII. De la Organización Territorial del Estado....................................... artículos 137 al 158

Capítulo I. Principios Generales.................................................................... artículos 137 al 139

Capítulo II. De la Administración local.............................................................. artículos 140 al 142

Capítulo III. De las Comunidades Autónomas............................................... artículos 143 al 158

TITULO IX. Del Tribunal Constitucional.............................................................. artículos 159 al 165

TITULO X. De la Reforma Constitucional........................................................... artículos 166 al 169

DISPOSICIONES ADICIONALES

DISPOSICIONES TRANSITORIAS

DISPOSICIONES DEROGATORIAS

DISPOSICIÓN FINAL

artículo 10 al 55

II Estructura de la ConstituciónII Estructura de la Constitución

Aprendiendo a ser ciudadanos

4544

Una aproximación a la Constitución Española de 1978

Page 46: Aprendiendo a Ser Ciudadanos. Cultura constitucional

TÍTULO PRELIMINAR

Artículo 1

1. España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho que propugna como valores

superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político.

2. La soberanía popular reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado.

3. La forma política del Estado español es la Monarquía parlamentaria.

Artículo 2

La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivi-

sible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades

y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas.

Artículo 3

1. El castellano es la lengua española oficial del Estado. Todos los españoles tienen el deber de cono-

cerla y el derecho a usarla.

2. Las demás lenguas españolas serán también oficiales en las respectivas Comunidades Autóno-

mas de acuerdo con sus Estatutos.

Artículo 4

1. La bandera de España está formada por tres franjas horizontales, roja, amarilla y roja, siendo la

amarilla de doble anchura que cada una de las rojas.

2. Los Estatutos podrán reconocer banderas y enseñas propias de las Comunidades Autónomas.

Éstas se utilizarán junto a la bandera de España en sus edificios públicos y en sus actos oficiales.

Artículo 5

La capital del Estado es la villa de Madrid

Artículo 6

Los partidos políticos expresan el pluralismo político..., y son instrumento fundamental para la partici-

pación política. Su creación y el ejercicio de su actividad son libres dentro del respeto a la Constitu-

ción y a la ley. Su estructura interna y funcionamiento deberán ser democráticos.

Este título que comprende los artículos del 1 al 9 contiene los valores fundamentales que deben ins-

pirar al resto de la Constitución.

El artículo 1 puede considerarse como una declaración de intenciones (estado de derecho social y

democrático; libertad, justicia, igualdad y pluralismo político son los valores superiores que rigen el

ordenamiento jurídico; soberanía popular y Monarquía parlamentaria) que marca la línea que seguirá

el resto de la Constitución

La nación española, que es una e indivisible, reconoce y garantiza el derecho a la autonomía, con lo

que se abre paso al posterior desarrollo del Estado Autonómico en el TÍTULO VIII.

La Constitución distingue entre nacionalidades y regiones. Las primeras serían Euskadi, Cataluña y

Galicia, donde existía demanda de autogobierno basada en un referente histórico.

Este preámbulo es fruto de una enmienda presentada por Enrique Tierno Galván, dirigente del Partido

Socialista Popular, partido que había sido marginado de la elaboración del texto constitucional.

Aprendiendo a ser ciudadanos

III PreámbuloIII Preámbulo IV Artículos a destacarIV Artículos a destacar

a Nación española, deseando establecer la justi-

cia, la libertad y la seguridad y promover el bien Lde cuantos la integran, en uso de su soberanía, pro-

clama su voluntad de:

Garantizar la convivencia democrática dentro de la

Constitución y de las leyes, conforme a un orden

económico y social justo.

Consolidar un Estado de Derecho que asegure el

imperio de la ley como expresión de voluntad

popular.

Proteger a todos los españoles y pueblos de

España en el ejercicio de los derechos humanos,

sus culturas y tradiciones, lenguas e instituciones.

Promover el progreso de la cultura y de la econo-

mía para asegurar a todos una digna calidad de vida.

Establecer una sociedad democrática avanzada, y

Colaborar en el fortalecimiento de unas relaciones

pacíficas y de eficaz cooperación entre todos los

pueblos de la Tierra.

4746

Una aproximación a la Constitución Española de 1978

Page 47: Aprendiendo a Ser Ciudadanos. Cultura constitucional

TÍTULO PRELIMINAR

Artículo 1

1. España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho que propugna como valores

superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político.

2. La soberanía popular reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado.

3. La forma política del Estado español es la Monarquía parlamentaria.

Artículo 2

La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivi-

sible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades

y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas.

Artículo 3

1. El castellano es la lengua española oficial del Estado. Todos los españoles tienen el deber de cono-

cerla y el derecho a usarla.

2. Las demás lenguas españolas serán también oficiales en las respectivas Comunidades Autóno-

mas de acuerdo con sus Estatutos.

Artículo 4

1. La bandera de España está formada por tres franjas horizontales, roja, amarilla y roja, siendo la

amarilla de doble anchura que cada una de las rojas.

2. Los Estatutos podrán reconocer banderas y enseñas propias de las Comunidades Autónomas.

Éstas se utilizarán junto a la bandera de España en sus edificios públicos y en sus actos oficiales.

Artículo 5

La capital del Estado es la villa de Madrid

Artículo 6

Los partidos políticos expresan el pluralismo político..., y son instrumento fundamental para la partici-

pación política. Su creación y el ejercicio de su actividad son libres dentro del respeto a la Constitu-

ción y a la ley. Su estructura interna y funcionamiento deberán ser democráticos.

Este título que comprende los artículos del 1 al 9 contiene los valores fundamentales que deben ins-

pirar al resto de la Constitución.

El artículo 1 puede considerarse como una declaración de intenciones (estado de derecho social y

democrático; libertad, justicia, igualdad y pluralismo político son los valores superiores que rigen el

ordenamiento jurídico; soberanía popular y Monarquía parlamentaria) que marca la línea que seguirá

el resto de la Constitución

La nación española, que es una e indivisible, reconoce y garantiza el derecho a la autonomía, con lo

que se abre paso al posterior desarrollo del Estado Autonómico en el TÍTULO VIII.

La Constitución distingue entre nacionalidades y regiones. Las primeras serían Euskadi, Cataluña y

Galicia, donde existía demanda de autogobierno basada en un referente histórico.

Este preámbulo es fruto de una enmienda presentada por Enrique Tierno Galván, dirigente del Partido

Socialista Popular, partido que había sido marginado de la elaboración del texto constitucional.

Aprendiendo a ser ciudadanos

III PreámbuloIII Preámbulo IV Artículos a destacarIV Artículos a destacar

a Nación española, deseando establecer la justi-

cia, la libertad y la seguridad y promover el bien Lde cuantos la integran, en uso de su soberanía, pro-

clama su voluntad de:

Garantizar la convivencia democrática dentro de la

Constitución y de las leyes, conforme a un orden

económico y social justo.

Consolidar un Estado de Derecho que asegure el

imperio de la ley como expresión de voluntad

popular.

Proteger a todos los españoles y pueblos de

España en el ejercicio de los derechos humanos,

sus culturas y tradiciones, lenguas e instituciones.

Promover el progreso de la cultura y de la econo-

mía para asegurar a todos una digna calidad de vida.

Establecer una sociedad democrática avanzada, y

Colaborar en el fortalecimiento de unas relaciones

pacíficas y de eficaz cooperación entre todos los

pueblos de la Tierra.

4746

Una aproximación a la Constitución Española de 1978

Page 48: Aprendiendo a Ser Ciudadanos. Cultura constitucional

Artículo 7

Los sindicatos de trabajadores y las asociaciones empresariales contribuyen a la defensa y promo-

ción de los intereses económicos y sociales que les son propios. Su creación y el ejercicio de su acti-

vidad son libres dentro del respeto a la Constitución y a la ley. Su estructura interna y funcionamiento

deberán ser democráticos.

Artículo 8

1. Las Fuerzas Armadas, constituidas por el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire, tienen

como misión garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y

el ordenamiento constitucional.

El lugar preferente que ocupan estos artículos 6 y 7 tiene una doble explicación: por una parte está la

situación de la España del momento, recién salida de una dictadura, en la que estaban prohibidos

los partidos políticos y los sindicatos libres; por otra parte se quiere dejar patente que los partidos

políticos, sólo ellos, son expresión del pluralismo político e instrumentos de participación. Con ello

España se alineaba con los países de su entorno.

La misión que la Constitución atribuye a las Fuerzas Armadas («garantizar la soberanía e independen-

cia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional») es similar a la que

contemplan otras constituciones europeas, empezando por la francesa, y coincidente con la que asu-

men en la práctica los ejércitos de los países democráticos como expresión de su supeditación al

poder civil. Es en los países no democráticos donde, en lugar de la defensa de esos principios, es

primordial la misión de control del orden público.

El hecho de que el TÍTULO I de nuestra Constitución (es decir, ocupando un lugar prioritario en su

redacción) sea el de los Derechos y Deberes es consecuencia de la importancia que les otorga nues-

tra Carta Magna. Este extenso catálogo de garantías y libertades es fruto de la insistencia de las for-

maciones constituyentes con más tradición democrática por incorporar a la Norma Fundamental, de

modo explícito y detallado, los derechos humanos de disfrute generalizado en la Europa Occidental y

de los que los españoles habían estado privados durante los 40 años de dictadura franquista.

Efectivamente, en 1978 la Constitución Española asumió la Declaración Universal de Derechos Huma-

nos como criterio prioritario de interpretación de las normas relativas a los derechos y las libertades

reconocidos en el propio texto constitucional. Estas normas habrían de regir nuestra convivencia y,

consecuentemente, lo harían en completa conformidad con la Declaración Universal.

Así lo recoge ya en su Preámbulo, en donde se contempla como uno de los principios fundamentales

de nuestra Constitución el «proteger a todos los españoles y pueblos de España en el ejercicio

de los derechos humanos...»

A continuación se establece la correspondencia, la identificación, entre los derechos recogidos

en el TÍTULO I de la Constitución Española de 1978 y los derechos de la Declaración Universal

de 1948.

TÍTULO I

DE LOS DERECHOS Y DEBERES FUNDAMENTALES

AndaluciaMurcia

Extremadura

Cantabria

Aragón

Baleares

MAR MEDITERRÁNEO

ANDORRA

Francia

Argelia

Marruecos

MAR CANTÁBRICO

ComunidadValenciana

Melilla

Madrid

Cataluña

Castilla la Mancha

Castilla León

Ceuta

Canarias

Principado deAsturias

GaliciaComunidadForal de Navarra

PaísVasco

La Rioja

Aprendiendo a ser ciudadanos

Artículo 10

1. La dignidad de la persona, los derechos inviola-

bles que le son inherentes, el libre desarrollo de la

personalidad, el respeto a la ley y a los derechos de

los demás son fundamento del orden político y de la

paz social.

2. Las normas relativas a los derechos fundamenta-

les y a las libertades que la Constitución reconoce

se interpretarán de conformidad con la Declaración

de Derechos Humanos...

Artículo 19

Los españoles tienen derecho a elegir libremente su

residencia y a circular por el territorio nacional.

Asimismo, tienen derecho a entrar y salir libremente

de España en los términos que la ley establezca.

Estos derechos no podrán limitados por motivos

políticos o ideológicos.

Artículo 14

Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda

prevalecer discriminación alguna por razón de naci-

miento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra

condición o circunstancia personal o social.

Constitución Española de 1978

Artículo 1

Todos los seres humanos nacen libres e iguales en

dignidad y derechos y, dotados como están de con-

ciencia, deben comportarse fraternalmente los unos

con los otros.

Artículo 13

Toda persona tiene derecho a circular libremente y a

elegir su residencia en el territorio de un estado.

Toda persona tiene derecho a salir de cualquier

país, incluso del propio, y a regresar a su país.

Artículo 7

Todos son iguales ante la ley y tienen, sin distinción,

derecho a igual protección de la ley.

Artículo 2

Toda persona tiene todos los derechos y libertades

proclamados en esta Declaración, sin distinción al-

guna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión

política, o de cualquier otra índole; origen nacional o

social, nacimiento o cualquier otra condición.

Declaración Universal de 1948

4948

Una aproximación a la Constitución Española de 1978

Page 49: Aprendiendo a Ser Ciudadanos. Cultura constitucional

Artículo 7

Los sindicatos de trabajadores y las asociaciones empresariales contribuyen a la defensa y promo-

ción de los intereses económicos y sociales que les son propios. Su creación y el ejercicio de su acti-

vidad son libres dentro del respeto a la Constitución y a la ley. Su estructura interna y funcionamiento

deberán ser democráticos.

Artículo 8

1. Las Fuerzas Armadas, constituidas por el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire, tienen

como misión garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y

el ordenamiento constitucional.

El lugar preferente que ocupan estos artículos 6 y 7 tiene una doble explicación: por una parte está la

situación de la España del momento, recién salida de una dictadura, en la que estaban prohibidos

los partidos políticos y los sindicatos libres; por otra parte se quiere dejar patente que los partidos

políticos, sólo ellos, son expresión del pluralismo político e instrumentos de participación. Con ello

España se alineaba con los países de su entorno.

La misión que la Constitución atribuye a las Fuerzas Armadas («garantizar la soberanía e independen-

cia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional») es similar a la que

contemplan otras constituciones europeas, empezando por la francesa, y coincidente con la que asu-

men en la práctica los ejércitos de los países democráticos como expresión de su supeditación al

poder civil. Es en los países no democráticos donde, en lugar de la defensa de esos principios, es

primordial la misión de control del orden público.

El hecho de que el TÍTULO I de nuestra Constitución (es decir, ocupando un lugar prioritario en su

redacción) sea el de los Derechos y Deberes es consecuencia de la importancia que les otorga nues-

tra Carta Magna. Este extenso catálogo de garantías y libertades es fruto de la insistencia de las for-

maciones constituyentes con más tradición democrática por incorporar a la Norma Fundamental, de

modo explícito y detallado, los derechos humanos de disfrute generalizado en la Europa Occidental y

de los que los españoles habían estado privados durante los 40 años de dictadura franquista.

Efectivamente, en 1978 la Constitución Española asumió la Declaración Universal de Derechos Huma-

nos como criterio prioritario de interpretación de las normas relativas a los derechos y las libertades

reconocidos en el propio texto constitucional. Estas normas habrían de regir nuestra convivencia y,

consecuentemente, lo harían en completa conformidad con la Declaración Universal.

Así lo recoge ya en su Preámbulo, en donde se contempla como uno de los principios fundamentales

de nuestra Constitución el «proteger a todos los españoles y pueblos de España en el ejercicio

de los derechos humanos...»

A continuación se establece la correspondencia, la identificación, entre los derechos recogidos

en el TÍTULO I de la Constitución Española de 1978 y los derechos de la Declaración Universal

de 1948.

TÍTULO I

DE LOS DERECHOS Y DEBERES FUNDAMENTALES

AndaluciaMurcia

Extremadura

Cantabria

Aragón

Baleares

MAR MEDITERRÁNEO

ANDORRA

Francia

Argelia

Marruecos

MAR CANTÁBRICO

ComunidadValenciana

Melilla

Madrid

Cataluña

Castilla la Mancha

Castilla León

Ceuta

Canarias

Principado deAsturias

GaliciaComunidadForal de Navarra

PaísVasco

La Rioja

Aprendiendo a ser ciudadanos

Artículo 10

1. La dignidad de la persona, los derechos inviola-

bles que le son inherentes, el libre desarrollo de la

personalidad, el respeto a la ley y a los derechos de

los demás son fundamento del orden político y de la

paz social.

2. Las normas relativas a los derechos fundamenta-

les y a las libertades que la Constitución reconoce

se interpretarán de conformidad con la Declaración

de Derechos Humanos...

Artículo 19

Los españoles tienen derecho a elegir libremente su

residencia y a circular por el territorio nacional.

Asimismo, tienen derecho a entrar y salir libremente

de España en los términos que la ley establezca.

Estos derechos no podrán limitados por motivos

políticos o ideológicos.

Artículo 14

Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda

prevalecer discriminación alguna por razón de naci-

miento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra

condición o circunstancia personal o social.

Constitución Española de 1978

Artículo 1

Todos los seres humanos nacen libres e iguales en

dignidad y derechos y, dotados como están de con-

ciencia, deben comportarse fraternalmente los unos

con los otros.

Artículo 13

Toda persona tiene derecho a circular libremente y a

elegir su residencia en el territorio de un estado.

Toda persona tiene derecho a salir de cualquier

país, incluso del propio, y a regresar a su país.

Artículo 7

Todos son iguales ante la ley y tienen, sin distinción,

derecho a igual protección de la ley.

Artículo 2

Toda persona tiene todos los derechos y libertades

proclamados en esta Declaración, sin distinción al-

guna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión

política, o de cualquier otra índole; origen nacional o

social, nacimiento o cualquier otra condición.

Declaración Universal de 1948

4948

Una aproximación a la Constitución Española de 1978

Page 50: Aprendiendo a Ser Ciudadanos. Cultura constitucional

Artículo 15

Todos tienen derecho a la vida y a la integridad físi-

ca y moral, sin que, en ningún caso, puedan ser

sometidos a tortura ni a penas o tratos inhumanos

o degradantes. Queda abolida la pena de muerte.

Artículo 16

Se garantiza la libertad ideológica, religiosa y de

culto de los individuos y las comunidades sin más

limitación, en sus manifestaciones, que la necesaria

para el mantenimiento del orden público protegido

por la ley.

Artículo 17

1. Toda persona tiene derecho a la libertad y a la se-

guridad. Nadie puede ser privado de su libertad...

3. Toda persona detenida debe ser informada de for-

ma inmediata, y de modo que le sea comprensible,

de sus derechos y de las razones de su detención...

4. La ley regulará un procedimiento de «habeas cor-

pus» para producir la inmediata puesta a disposición

judicial de toda persona detenida ilegalmente.

Artículo 18

2. El domicilio es inviolable.

3. Se garantiza el derecho al secreto de las comuni-

caciones y, en especial, de las postales, telegráficas

y telefónicas, salvo resolución judicial.

Artículo 22

1. Se reconoce el derecho de asociación

Artículo 24

1. Todas las personas tienen derecho a obtener la

tutela efectiva de los jueces y tribunales en el ejerci-

cio de sus derechos e intereses legítimos, sin que,

en ningún caso, pueda producirse indefensión.

2. (...) todos tienen derecho (...) a un proceso públi-

co sin dilaciones indebidas y con todas las garan-

tías, a utilizar los medios pertinentes para su defen-

sa, a no declarar contra sí mismos, a no confesarse

culpables y a la presentación de inocencia.

Artículo 27

1. Todos tienen el derecho a la educación...

4. La enseñanza básica es obligatoria y gratuita

5. Los poderes públicos garantizan el derecho de

todos a la educación...

Artículo 32

1. El hombre y la mujer tienen derecho a contraer

matrimonio con plena igualdad jurídica...

Artículo 39

1. Los poderes públicos aseguran la protección so-

cial, económica y jurídica de la familia.

Artículo 33

1. Se reconoce el derecho a la propiedad privada y

a la herencia.

3. Nadie podrá ser privado de sus bienes y dere-

chos sino por causa justificada de utilidad pública o

interés social, mediante la correspondiente indemni-

zación...

Artículo 35

1. Todos los españoles tienen el deber de trabajar y

el derecho al trabajo, a la libre elección de profesión

u oficio, a la promoción a través del trabajo y a una

remuneración suficiente para satisfacer sus necesi-

dades y las de su familia, sin que en ningún caso

pueda hacerse discriminación por razón de sexo.

Artículo 40

2. Asimismo, los poderes públicos garantizarán el

descanso necesario, mediante la limitación de la jor-

nada laboral, las vacaciones periódicas retribuidas...

Artículo 41

Los poderes públicos mantendrán un régimen público

de Seguridad Social para todos los ciudadanos, que

garantice la asistencia y prestaciones sociales sufi-

cientes ante situaciones de necesidad, especialmente

en caso de desempleo.

Artículo 44

1. Los poderes públicos promoverán y tutelarán el

acceso a la cultura, a la que todos tienen derecho.

2. Los poderes públicos promoverán la ciencia y la

investigación científica y técnica en beneficio del inte-

rés cultural.

Artículo 3

Todo individuo tiene derecho a la vida ya la seguri-

dad de su persona.

Artículo 5

Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos

crueles, inhumanos o degradantes.

Artículo 18

Toda persona tiene derecho a la libertad de pensa-

miento, de conciencia y de religión; este derecho

incluye la libertad de manifestar su religión o su

creencia, individual y colectivamente, tanto en públi-

co como en privado, por la enseñanza, la práctica,

el culto y la observancia.

Artículo 9

Nadie podrá ser arbitrariamente detenido, preso ni

desterrado.

Artículo 12

Nadie será objeto de ingerencias arbitrarias en su

vida privada, su familia, su dormitorio o su corres-

pondencia, ni de ataques contra su reputación. Toda

persona tiene derecho a la protección de la ley con-

tra tales ataques o indigencias.

Artículo 20

1. Toda persona tiene derecho a la libertad de reu-

nión y de asociación pacíficas.

2. Nadie podrá ser obligado a pertenecer a una aso-

ciación.

Artículo 10

Toda persona tiene derecho, en condiciones de ple-

na igualdad a ser oída públicamente y con justicia

por un tribunal independiente e imparcial, para la

determinación de sus derechos y obligaciones o

para el examen de cualquier acusación contra ella

en materia penal. a la seguridad de su persona.

Artículo 11

Toda persona acusada de delito tiene derecho a

que se presuma su Inocencia, mientras no se pueda

demostrar su culpabilidad.

Artículo 26

1. Toda persona tiene derecho a la educación. La

educación debe ser gratuita, al menos en lo concer-

niente a la instrucción elemental. La instrucción ele-

mental será obligatoria...

Artículo 16

1. Los hombres y las mujeres, a partir de la edad

núbil, tienen derecho, sin restricción alguna por moti-

vos de raza, religión o nacionalidad, a casarse y fun-

dar una familia, y disfrutarán de iguales derechos en

cuanto al matrimonio, durante el matrimonio y en

caso de disolución del matrimonio.

3. La familia es el elemento natural y fundamental de

la sociedad y tiene derecho a la protección de la

sociedad y del Estado.

Artículo 17

1. Toda persona tiene derecho a la propiedad, indivi-

dual y colectivamente

2. Nadie será privado arbitrariamente de su propiedad.

Artículo 23

1. Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre

elección de su trabajo, a condiciones equitativas y

satisfactorias de trabajo...

2. Toda persona tiene derecho, sin discriminación

alguna, a igual salario por trabajo igual.

Artículo 24

Toda persona tiene derecho al descanso, al disfrute

del tiempo libre, a una limitación razonable de la dura-

ción del trabajo y a vacaciones periódicas pagadas.

Artículo 22

Toda persona tiene derecho, como miembro de la

sociedad, a la seguridad social...

Artículo 23

Toda persona tiene derecho.. a la protección contra

el desempleo.

Artículo 27

1. Toda persona tiene derecho a tomar parte libre-

mente en la vida cultural de la comunidad, a gozar

de las artes y a participar en el progreso científico y

los beneficios que de él resulten.

Pero este TÍTULO I contempla también derechos de la tercera generación.

«Van apareciendo (por supuesto también en España) nuevos retos e intensos debates sobre la actitud

social ante fenómenos de grave actualidad, como pueden ser la emigración, la tolerancia, sea racial,

religiosa, política o de otro orden, o la convivencia pluriétnica, o sobre nuevas categorías de derechos,

como los derechos al desarrollo, al medio ambiente y a la solidaridad. Se trata de conceptos no con-

templados de forma específica en la Declaración (en la Universal de Derechos Humanos), que hoy

Aprendiendo a ser ciudadanos

5150

Una aproximación a la Constitución Española de 1978

Page 51: Aprendiendo a Ser Ciudadanos. Cultura constitucional

Artículo 15

Todos tienen derecho a la vida y a la integridad físi-

ca y moral, sin que, en ningún caso, puedan ser

sometidos a tortura ni a penas o tratos inhumanos

o degradantes. Queda abolida la pena de muerte.

Artículo 16

Se garantiza la libertad ideológica, religiosa y de

culto de los individuos y las comunidades sin más

limitación, en sus manifestaciones, que la necesaria

para el mantenimiento del orden público protegido

por la ley.

Artículo 17

1. Toda persona tiene derecho a la libertad y a la se-

guridad. Nadie puede ser privado de su libertad...

3. Toda persona detenida debe ser informada de for-

ma inmediata, y de modo que le sea comprensible,

de sus derechos y de las razones de su detención...

4. La ley regulará un procedimiento de «habeas cor-

pus» para producir la inmediata puesta a disposición

judicial de toda persona detenida ilegalmente.

Artículo 18

2. El domicilio es inviolable.

3. Se garantiza el derecho al secreto de las comuni-

caciones y, en especial, de las postales, telegráficas

y telefónicas, salvo resolución judicial.

Artículo 22

1. Se reconoce el derecho de asociación

Artículo 24

1. Todas las personas tienen derecho a obtener la

tutela efectiva de los jueces y tribunales en el ejerci-

cio de sus derechos e intereses legítimos, sin que,

en ningún caso, pueda producirse indefensión.

2. (...) todos tienen derecho (...) a un proceso públi-

co sin dilaciones indebidas y con todas las garan-

tías, a utilizar los medios pertinentes para su defen-

sa, a no declarar contra sí mismos, a no confesarse

culpables y a la presentación de inocencia.

Artículo 27

1. Todos tienen el derecho a la educación...

4. La enseñanza básica es obligatoria y gratuita

5. Los poderes públicos garantizan el derecho de

todos a la educación...

Artículo 32

1. El hombre y la mujer tienen derecho a contraer

matrimonio con plena igualdad jurídica...

Artículo 39

1. Los poderes públicos aseguran la protección so-

cial, económica y jurídica de la familia.

Artículo 33

1. Se reconoce el derecho a la propiedad privada y

a la herencia.

3. Nadie podrá ser privado de sus bienes y dere-

chos sino por causa justificada de utilidad pública o

interés social, mediante la correspondiente indemni-

zación...

Artículo 35

1. Todos los españoles tienen el deber de trabajar y

el derecho al trabajo, a la libre elección de profesión

u oficio, a la promoción a través del trabajo y a una

remuneración suficiente para satisfacer sus necesi-

dades y las de su familia, sin que en ningún caso

pueda hacerse discriminación por razón de sexo.

Artículo 40

2. Asimismo, los poderes públicos garantizarán el

descanso necesario, mediante la limitación de la jor-

nada laboral, las vacaciones periódicas retribuidas...

Artículo 41

Los poderes públicos mantendrán un régimen público

de Seguridad Social para todos los ciudadanos, que

garantice la asistencia y prestaciones sociales sufi-

cientes ante situaciones de necesidad, especialmente

en caso de desempleo.

Artículo 44

1. Los poderes públicos promoverán y tutelarán el

acceso a la cultura, a la que todos tienen derecho.

2. Los poderes públicos promoverán la ciencia y la

investigación científica y técnica en beneficio del inte-

rés cultural.

Artículo 3

Todo individuo tiene derecho a la vida ya la seguri-

dad de su persona.

Artículo 5

Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos

crueles, inhumanos o degradantes.

Artículo 18

Toda persona tiene derecho a la libertad de pensa-

miento, de conciencia y de religión; este derecho

incluye la libertad de manifestar su religión o su

creencia, individual y colectivamente, tanto en públi-

co como en privado, por la enseñanza, la práctica,

el culto y la observancia.

Artículo 9

Nadie podrá ser arbitrariamente detenido, preso ni

desterrado.

Artículo 12

Nadie será objeto de ingerencias arbitrarias en su

vida privada, su familia, su dormitorio o su corres-

pondencia, ni de ataques contra su reputación. Toda

persona tiene derecho a la protección de la ley con-

tra tales ataques o indigencias.

Artículo 20

1. Toda persona tiene derecho a la libertad de reu-

nión y de asociación pacíficas.

2. Nadie podrá ser obligado a pertenecer a una aso-

ciación.

Artículo 10

Toda persona tiene derecho, en condiciones de ple-

na igualdad a ser oída públicamente y con justicia

por un tribunal independiente e imparcial, para la

determinación de sus derechos y obligaciones o

para el examen de cualquier acusación contra ella

en materia penal. a la seguridad de su persona.

Artículo 11

Toda persona acusada de delito tiene derecho a

que se presuma su Inocencia, mientras no se pueda

demostrar su culpabilidad.

Artículo 26

1. Toda persona tiene derecho a la educación. La

educación debe ser gratuita, al menos en lo concer-

niente a la instrucción elemental. La instrucción ele-

mental será obligatoria...

Artículo 16

1. Los hombres y las mujeres, a partir de la edad

núbil, tienen derecho, sin restricción alguna por moti-

vos de raza, religión o nacionalidad, a casarse y fun-

dar una familia, y disfrutarán de iguales derechos en

cuanto al matrimonio, durante el matrimonio y en

caso de disolución del matrimonio.

3. La familia es el elemento natural y fundamental de

la sociedad y tiene derecho a la protección de la

sociedad y del Estado.

Artículo 17

1. Toda persona tiene derecho a la propiedad, indivi-

dual y colectivamente

2. Nadie será privado arbitrariamente de su propiedad.

Artículo 23

1. Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre

elección de su trabajo, a condiciones equitativas y

satisfactorias de trabajo...

2. Toda persona tiene derecho, sin discriminación

alguna, a igual salario por trabajo igual.

Artículo 24

Toda persona tiene derecho al descanso, al disfrute

del tiempo libre, a una limitación razonable de la dura-

ción del trabajo y a vacaciones periódicas pagadas.

Artículo 22

Toda persona tiene derecho, como miembro de la

sociedad, a la seguridad social...

Artículo 23

Toda persona tiene derecho.. a la protección contra

el desempleo.

Artículo 27

1. Toda persona tiene derecho a tomar parte libre-

mente en la vida cultural de la comunidad, a gozar

de las artes y a participar en el progreso científico y

los beneficios que de él resulten.

Pero este TÍTULO I contempla también derechos de la tercera generación.

«Van apareciendo (por supuesto también en España) nuevos retos e intensos debates sobre la actitud

social ante fenómenos de grave actualidad, como pueden ser la emigración, la tolerancia, sea racial,

religiosa, política o de otro orden, o la convivencia pluriétnica, o sobre nuevas categorías de derechos,

como los derechos al desarrollo, al medio ambiente y a la solidaridad. Se trata de conceptos no con-

templados de forma específica en la Declaración (en la Universal de Derechos Humanos), que hoy

Aprendiendo a ser ciudadanos

5150

Una aproximación a la Constitución Española de 1978

Page 52: Aprendiendo a Ser Ciudadanos. Cultura constitucional

conocemos como «derechos de la tercera generación» y que constituyen pasos adicionales en el proce-

so de construcción de la dignidad del ser humano. Son derechos nuevos que aparecen en el modelo de

convivencia y que tienen consecuencia en los esquemas nuevos de protección de estos derechos» (Ra-

món de Miguel. «Los derechos humanos a los 50 años de la Declaración Universal». El País, 9 de sep-

tiembre de 1998).

Artículo 45

1. Todos tienen el derecho a disfrutar de un medio ambiente adecuado para el desarrollo de la persona,

así como el deber de conservarlo.

2. Los poderes públicos velarán por la utilización racional de todos los recursos naturales, con el fin de

proteger y mejorar la calidad de la vida y defender y restaurar el medio ambiente, apoyándose en la

indispensable solidaridad colectiva.

Artículo 54

Una ley orgánica regulará la institución del Defensor del Pueblo, como alto comisionado de las Cortes

Generales, designado por éstas para la defensa de los derechos comprendidos en este Título, a cuyo

efecto podrá supervisar la actividad de la Administración, dando cuenta a las Cortes Generales.

TÍTULO II

DE LA CORONA

Artículo 56

1.El Rey es el Jefe del Estado, símbolo de su unidad y permanencia, arbitra y modera el funcionamien-

La Constitución establece los siguientes tipos de derechos:

Los derechos fundamentales, inseparables de la dignidad humana: el derecho a la vida y a la inte-

gridad física, a la libertad, a la inviolabilidad de domicilio, al honor y la intimidad, a la educación, a la

protección jurídica.

Las libertades públicas ligadas al ejercicio del pluralismo democrático: libertades ideológica y reli-

giosa, de pensamiento y expresión, de reunión y asociación, de sindicación y derecho a la huela,

de participación política...

Los derechos y deberes de los ciudadanos: derecho del hombre y de la mujer a contraer matri-

monio con plena igualdad jurídica, derecho a la propiedad privada y a la herencia, libertad de

empresa en el marco de la economía de mercado, derecho y deber de trabajar, deber de pagar

impuestos...

Los derechos económicos y sociales, derivados de la responsabilidad social del Estado. Tienden

a los siguientes objetivos: la protección de la familia, la infancia, la juventud y la tercera edad; el

acceso a la vivienda, a la seguridad social, la sanidad y la cultura; la conservación del medio

ambiente...

Establece también la figura del Defensor de Pueblo (Artículo 54) como encargada de velar por el cum-

plimiento de los derechos y libertades de los ciudadanos.

El rey carece de capacidad para gobernar. No obstante, el rey, en calidad de jefe de Estado, ejerce un

papel de gran importancia. En palabras de Gregorio Peces Barba, uno de los redactores de la Constitu-

ción de 1978, en ésta «la Monarquía se dibuja como el supremo órgano del Estado, que encarna su uni-

dad y permanencia, que no tiene prerrogativa, no es ni legislativo, ni ejecutivo ni judicial, porque repre-

senta el referente formal que transmite solemnemente las decisiones de los poderes públicos y de mane-

ra eminente la dignidad del Estado».

Aprendiendo a ser ciudadanos

to regular de las instituciones, asume la más alta representación del Estado español en las relaciones

internacionales, especialmente con las naciones de su comunidad histórica, y ejerce las funciones que

le atribuyen expresamente la Constitución y las leyes.

Artículo 62

Corresponde al Rey:

a) Sancionar y promulgar las leyes

h) El mando supremo de las Fuerzas Armadas

Artículo 63

Al Rey corresponde, previa autorización de las Cortes Generales, declarar la guerra y hacer la paz.

Artículo 66

2. Las Cortes Generales ejercen la potestad legislativa del Estado, aprueban sus presupuestos, contro-

lan la acción del Gobierno y tienen las demás competencias que les atribuye la Constitución.

Artículo 97

El Gobierno dirige la política interior y exterior, la

Administración civil y militar y la defensa del Estado.

Ejerce la función ejecutiva y la potestad reglamenta-

ria de acuerdo con la Constitución y las leyes.

Artículo 108

El Gobierno responde solidariamente en su gestión

política ante el Congreso de los Diputados.

Artículo 117

1. La justicia emana del pueblo y se administra en

nombre del Rey por Jueces y Magistrados integran-

tes del poder judicial, independientes, inamovibles,

responsables y sometidos únicamente al imperio de

la ley.

«Hoy me han legalizado», dijo don Juan Carlos cuando fue aprobada la Constitución.

(La división de poderes en nuestra Constitución está recogida en los TÍTULOS III, IV, V y VI, a los cua-

les pertenecen los artículos que siguen).

El poder legislativo corresponde a las Cortes Generales españolas que se componen de dos cámaras:

el Congreso de los Diputados (350 miembros) y el Senado (239 miembros). El primero es el único órga-

no del Estado con poder legislativo en sentido estricto, ya que posee la capacidad de aprobar las leyes.

El Senado posee un papel secundario porque se limita a introducir enmiendas a los proyectos o propo-

siciones de ley que el Congreso le remite una vez

elaborados y antes de ser aprobados.

El poder ejecutivo corresponde al gobierno de la

nación (presidente, vicepresidentes y ministros),

quien dirige la política general y tiene la prioridad en

la iniciativa legislativa. Es responsable de su gestión

ante el Parlamento.

REY (neutral)

arbitranombra

sancionarepresenta

PODERJUDICIAL

JUECES YMAGISTRADOS(independientes)

propone

eligenMinistros

Congreso delos Diputados

PODER LEGISLATIVO PODER EJECUTIVO

Elecciones generalescada cuatro años

GOBIERNO

PresidenteCORTES

GENERALES

Senado

5352

Una aproximación a la Constitución Española de 1978

Page 53: Aprendiendo a Ser Ciudadanos. Cultura constitucional

conocemos como «derechos de la tercera generación» y que constituyen pasos adicionales en el proce-

so de construcción de la dignidad del ser humano. Son derechos nuevos que aparecen en el modelo de

convivencia y que tienen consecuencia en los esquemas nuevos de protección de estos derechos» (Ra-

món de Miguel. «Los derechos humanos a los 50 años de la Declaración Universal». El País, 9 de sep-

tiembre de 1998).

Artículo 45

1. Todos tienen el derecho a disfrutar de un medio ambiente adecuado para el desarrollo de la persona,

así como el deber de conservarlo.

2. Los poderes públicos velarán por la utilización racional de todos los recursos naturales, con el fin de

proteger y mejorar la calidad de la vida y defender y restaurar el medio ambiente, apoyándose en la

indispensable solidaridad colectiva.

Artículo 54

Una ley orgánica regulará la institución del Defensor del Pueblo, como alto comisionado de las Cortes

Generales, designado por éstas para la defensa de los derechos comprendidos en este Título, a cuyo

efecto podrá supervisar la actividad de la Administración, dando cuenta a las Cortes Generales.

TÍTULO II

DE LA CORONA

Artículo 56

1.El Rey es el Jefe del Estado, símbolo de su unidad y permanencia, arbitra y modera el funcionamien-

La Constitución establece los siguientes tipos de derechos:

Los derechos fundamentales, inseparables de la dignidad humana: el derecho a la vida y a la inte-

gridad física, a la libertad, a la inviolabilidad de domicilio, al honor y la intimidad, a la educación, a la

protección jurídica.

Las libertades públicas ligadas al ejercicio del pluralismo democrático: libertades ideológica y reli-

giosa, de pensamiento y expresión, de reunión y asociación, de sindicación y derecho a la huela,

de participación política...

Los derechos y deberes de los ciudadanos: derecho del hombre y de la mujer a contraer matri-

monio con plena igualdad jurídica, derecho a la propiedad privada y a la herencia, libertad de

empresa en el marco de la economía de mercado, derecho y deber de trabajar, deber de pagar

impuestos...

Los derechos económicos y sociales, derivados de la responsabilidad social del Estado. Tienden

a los siguientes objetivos: la protección de la familia, la infancia, la juventud y la tercera edad; el

acceso a la vivienda, a la seguridad social, la sanidad y la cultura; la conservación del medio

ambiente...

Establece también la figura del Defensor de Pueblo (Artículo 54) como encargada de velar por el cum-

plimiento de los derechos y libertades de los ciudadanos.

El rey carece de capacidad para gobernar. No obstante, el rey, en calidad de jefe de Estado, ejerce un

papel de gran importancia. En palabras de Gregorio Peces Barba, uno de los redactores de la Constitu-

ción de 1978, en ésta «la Monarquía se dibuja como el supremo órgano del Estado, que encarna su uni-

dad y permanencia, que no tiene prerrogativa, no es ni legislativo, ni ejecutivo ni judicial, porque repre-

senta el referente formal que transmite solemnemente las decisiones de los poderes públicos y de mane-

ra eminente la dignidad del Estado».

Aprendiendo a ser ciudadanos

to regular de las instituciones, asume la más alta representación del Estado español en las relaciones

internacionales, especialmente con las naciones de su comunidad histórica, y ejerce las funciones que

le atribuyen expresamente la Constitución y las leyes.

Artículo 62

Corresponde al Rey:

a) Sancionar y promulgar las leyes

h) El mando supremo de las Fuerzas Armadas

Artículo 63

Al Rey corresponde, previa autorización de las Cortes Generales, declarar la guerra y hacer la paz.

Artículo 66

2. Las Cortes Generales ejercen la potestad legislativa del Estado, aprueban sus presupuestos, contro-

lan la acción del Gobierno y tienen las demás competencias que les atribuye la Constitución.

Artículo 97

El Gobierno dirige la política interior y exterior, la

Administración civil y militar y la defensa del Estado.

Ejerce la función ejecutiva y la potestad reglamenta-

ria de acuerdo con la Constitución y las leyes.

Artículo 108

El Gobierno responde solidariamente en su gestión

política ante el Congreso de los Diputados.

Artículo 117

1. La justicia emana del pueblo y se administra en

nombre del Rey por Jueces y Magistrados integran-

tes del poder judicial, independientes, inamovibles,

responsables y sometidos únicamente al imperio de

la ley.

«Hoy me han legalizado», dijo don Juan Carlos cuando fue aprobada la Constitución.

(La división de poderes en nuestra Constitución está recogida en los TÍTULOS III, IV, V y VI, a los cua-

les pertenecen los artículos que siguen).

El poder legislativo corresponde a las Cortes Generales españolas que se componen de dos cámaras:

el Congreso de los Diputados (350 miembros) y el Senado (239 miembros). El primero es el único órga-

no del Estado con poder legislativo en sentido estricto, ya que posee la capacidad de aprobar las leyes.

El Senado posee un papel secundario porque se limita a introducir enmiendas a los proyectos o propo-

siciones de ley que el Congreso le remite una vez

elaborados y antes de ser aprobados.

El poder ejecutivo corresponde al gobierno de la

nación (presidente, vicepresidentes y ministros),

quien dirige la política general y tiene la prioridad en

la iniciativa legislativa. Es responsable de su gestión

ante el Parlamento.

REY (neutral)

arbitranombra

sancionarepresenta

PODERJUDICIAL

JUECES YMAGISTRADOS(independientes)

propone

eligenMinistros

Congreso delos Diputados

PODER LEGISLATIVO PODER EJECUTIVO

Elecciones generalescada cuatro años

GOBIERNO

PresidenteCORTES

GENERALES

Senado

5352

Una aproximación a la Constitución Española de 1978

Page 54: Aprendiendo a Ser Ciudadanos. Cultura constitucional

TÍTULO VIII

DE LA ORGANIZACIÓ N TERRITORIAL DEL ESTADO

Artículo 137

El Estado se organiza territorialmente en municipios, en provincias y en las Comunidades Autónomas que

se constituyan. Todas estas entidades gozan de autonomía para la gestión de sus respectivos intereses.

Uno de los más importantes hechos políticos de la historia española desde 1975 es el de la construcción

de un nuevo modelo de estado no centralizado, a partir de las previsiones del TÍTULO VIII de la Constitu-

ción (aunque este proceso ya se había iniciado desde las elecciones de 1977).

España, organizada hasta la Constitución de 1978 en provincias y municipios, se ha estructurado, ade-

más, en 17 nuevas entidades, las 17 comunidades autónomas, cuyo poder administrado a través de 17

gobiernos y parlamentos está regulado en sus respectivos estatutos de autonomía.

EL TÍTULO VIII –uno de los más extensos y el que mayor desarrollo ha precisado para concretar sus pre-

visiones– no dice nada acerca de cuántas comunidades autónomas constituirán el Estado de las auto-

nomías; se limitaba, según palabras del ex ministro de Justicia Juan Fernando López Aguilar, –dichas

con motivo del 25 aniversario de nuestra Carta Magna–, «a hacer posible el Estado de las autonomías

con la capacidad de acceso al autogobierno de las comunidades autónomas». En la misma efeméride,

Gabriel Elorriaga, en ese momento Secretario de Estado de Organización Territorial, dirá que la aplica-

ción del TÍTULO VIII de la Constitución supuso la realización de una reforma que «se ha consolidado en

un modelo territorial que ha servido para articular la convivencia en un país plural acercando las decisio-

nes a los ciudadanos y mejorando la calidad de los servicios públicos».

La causa de la indefinición está ligada a la ausencia de referentes claros para el Estado de las Autono-

mías que apuntaba la Constitución. Lo que existía en 1978 en España era una clara demanda de autogo-

bierno en el País Vasco, Cataluña y, en menor medida, Galicia, comunidades autónomas que durante la

transición política contaban con partidos nacionalistas potentes y en las que existía el referente histórico

de la II República, con los estatutos catalán, vasco y, en proceso avanzado, el gallego.

Su indefinición obligó a los principales partidos nacionales a llegar, no sin dificultad, a un acuerdo: en el

desarrollo del Estado de las Autonomías era necesario compatibilizar el acceso al autogobierno, dentro

de la unidad de España, con la solidaridad.

De Javier Tusell son las siguientes palabras: «Sin duda ha sido el Título Octavo de la Constitución el más

discutido por los especialistas y el más endeble desde el punto de vista de la técnica jurídica. Tanto sus

redactores originarios como los dirigentes de los partidos políticos debieron hacer malabarismos para lle-

gar a un acuerdo que resultara aceptable para todos. La fórmula a la que se llegó puede ser desafortuna-

da, incompleta y ambigua, pero hay que tener en cuenta que se pretendía conseguir un marco en el que

fuera posible incluir la reivindicación de los derechos históricos por parte del nacionalismo vasco; las exi-

gencias del nacionalismo catalán, que quería un Estatuto, y una fórmula para dar respuesta al sentimiento

regionalista nacido en el resto de España como reacción al centralismo. En AP, frente a la postura más

abierta de Fraga Iribarne, hubo quienes se abstuvieron en el referéndum por el Título Octavo. Éste fue

obra de los diputados catalanes Miguel Roca y Jordi Solé Tura. Hubo un momento en que por las dificulta-

des para llegar al consenso, Roca estuvo dispuesto a que fuera abordado al margen».

Y así el Artículo 138 en su punto 2 dirá que los Estatutos de las distintas Comunidades no tienen por

qué ser iguales, pero que ello «no podrá implicar, en ningún caso, privilegios económicos o sociales».

El Artículo 148.1 señala una serie de competencias que pueden ser asumidas por las Autonomías, inclu-

yéndolas en sus Estatutos. El Artículo 152 contempla cuáles son sus órganos: una Asamblea legislativa

o parlamento autonómico (sus miembros son elegidos por sufragio universal); un Consejo de Gobier-

no con funciones ejecutivas y administrativas en materias autonómicas; un Presidente elegido por la

Asamblea entre sus miembros y nombrado por el rey; un Tribunal Superior de Justicia.

Entre los años 1979 y 1983 todas las Comunidades Autónomas se dotaron de Estatutos, completándose

el mapa en 1995 con la aprobación de los Estatutos Especiales de Ceuta y Melilla. La organización terri-

torial española, consagrada en el TÍTULO VIII de la Constitución, ha permitido que el Estado español sea

actualmente uno de los más descentralizados de toda Europa, gracias a la asunción global de compe-

tencias de las 17 Comunidades Autónomas que lo conforman.

Integrado por doce juristas, es el supremo intérprete de la Constitución; cumple la función de «guardián»

de nuestra Carta Magna. Se trata de un tribunal específico diferente del poder judicial, de un órgano jurí-

dico y político (su carácter de político procede de la forma en que es nombrado y de su contenido). El

Tribunal Constitucional (Artículos 159 - 165) garantiza que las leyes, todas las normas jurídicas, se formu-

len conforme a la Constitución; protege especialmente los Derechos; mantiene dentro de la Constitución

las relaciones entre los Órganos (división de poderes) y entre el Poder Central y las Comunidades.

Como ya se señaló en líneas anteriores, una característica fundamental de la Constitución es su elabora-

ción por consenso y su vocación de permanencia y estabilidad. Esto no significa que no pueda, en cir-

cunstancias especiales, reformarse; así lo contempla el TÍTULO X, que consta de cuatro artículos (166,

167, 168 y 169), y así ocurrió ya en 1992, año en que se modificó el artículo 13.2 para que todos los ciu-

dadanos de la Unión Europea pudieran ejercer el derecho de sufragio, tanto activo como pasivo, para

cumplir lo acordado en el Tratado de Mastricht, ratificado por España.

TÍTULO IX

DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

Artículo 159

1. El Tribunal Constitucional se compone de doce miembros nombrados por el Rey; de ellos, cuatro a pro-

puesta del Congreso por mayoría de tres quintos de sus miembros, cuatro a propuesta del Senado, con

idéntica mayoría, dos a propuesta del Gobierno y dos a propuesta del Consejo General del Poder Judicial.

Artículo 161

1.El Tribunal Constitucional tiene jurisdicción en todo el territorio español y es competente para conocer:

a) Del recurso de inconstitucionalidad contra leyes y disposiciones normativas con fuerza de ley.

b) Del recurso de amparo por violación de los derechos y libertades referidos en el artículo 53.2 de esta

Constitución...

c) De los conflictos de competencia entre el Estado y las Comunidades Autónomas o de los de éstas

entre sí.

d) De las demás materias que le atribuyan la Constitución o las leyes orgánicas.

TÍTULO X

DE LA REFORMA CONSTITUCIONAL

Artículo 167

1. Los proyectos de reforma constitucional deberán ser aprobados por una mayoría de tres quintos de

cada una de las Cámaras. Si no hubiera acuerdo entre ambas se intentará obtenerlo mediante la crea-

ción de una comisión de composición paritaria de diputados y senadores, que presentará un texto que

será votado por el Congreso y el Senado.

2. De no lograrse la aprobación mediante el procedimiento del apartado anterior, y siempre que el texto

hubiere obtenido el voto favorable de la mayoría absoluta del Senado, el Congreso por mayoría de dos

tercios podrá aprobar la reforma.

3.Aprobada la reforma por las Cortes Generales, será sometida a referéndum para su ratificación cuando

así lo soliciten, dentro de los quince días siguientes a su aprobación, una décima parte de los miembros

de cualquiera de las Cámaras.

Aprendiendo a ser ciudadanos

5554

Una aproximación a la Constitución Española de 1978

Page 55: Aprendiendo a Ser Ciudadanos. Cultura constitucional

TÍTULO VIII

DE LA ORGANIZACIÓ N TERRITORIAL DEL ESTADO

Artículo 137

El Estado se organiza territorialmente en municipios, en provincias y en las Comunidades Autónomas que

se constituyan. Todas estas entidades gozan de autonomía para la gestión de sus respectivos intereses.

Uno de los más importantes hechos políticos de la historia española desde 1975 es el de la construcción

de un nuevo modelo de estado no centralizado, a partir de las previsiones del TÍTULO VIII de la Constitu-

ción (aunque este proceso ya se había iniciado desde las elecciones de 1977).

España, organizada hasta la Constitución de 1978 en provincias y municipios, se ha estructurado, ade-

más, en 17 nuevas entidades, las 17 comunidades autónomas, cuyo poder administrado a través de 17

gobiernos y parlamentos está regulado en sus respectivos estatutos de autonomía.

EL TÍTULO VIII –uno de los más extensos y el que mayor desarrollo ha precisado para concretar sus pre-

visiones– no dice nada acerca de cuántas comunidades autónomas constituirán el Estado de las auto-

nomías; se limitaba, según palabras del ex ministro de Justicia Juan Fernando López Aguilar, –dichas

con motivo del 25 aniversario de nuestra Carta Magna–, «a hacer posible el Estado de las autonomías

con la capacidad de acceso al autogobierno de las comunidades autónomas». En la misma efeméride,

Gabriel Elorriaga, en ese momento Secretario de Estado de Organización Territorial, dirá que la aplica-

ción del TÍTULO VIII de la Constitución supuso la realización de una reforma que «se ha consolidado en

un modelo territorial que ha servido para articular la convivencia en un país plural acercando las decisio-

nes a los ciudadanos y mejorando la calidad de los servicios públicos».

La causa de la indefinición está ligada a la ausencia de referentes claros para el Estado de las Autono-

mías que apuntaba la Constitución. Lo que existía en 1978 en España era una clara demanda de autogo-

bierno en el País Vasco, Cataluña y, en menor medida, Galicia, comunidades autónomas que durante la

transición política contaban con partidos nacionalistas potentes y en las que existía el referente histórico

de la II República, con los estatutos catalán, vasco y, en proceso avanzado, el gallego.

Su indefinición obligó a los principales partidos nacionales a llegar, no sin dificultad, a un acuerdo: en el

desarrollo del Estado de las Autonomías era necesario compatibilizar el acceso al autogobierno, dentro

de la unidad de España, con la solidaridad.

De Javier Tusell son las siguientes palabras: «Sin duda ha sido el Título Octavo de la Constitución el más

discutido por los especialistas y el más endeble desde el punto de vista de la técnica jurídica. Tanto sus

redactores originarios como los dirigentes de los partidos políticos debieron hacer malabarismos para lle-

gar a un acuerdo que resultara aceptable para todos. La fórmula a la que se llegó puede ser desafortuna-

da, incompleta y ambigua, pero hay que tener en cuenta que se pretendía conseguir un marco en el que

fuera posible incluir la reivindicación de los derechos históricos por parte del nacionalismo vasco; las exi-

gencias del nacionalismo catalán, que quería un Estatuto, y una fórmula para dar respuesta al sentimiento

regionalista nacido en el resto de España como reacción al centralismo. En AP, frente a la postura más

abierta de Fraga Iribarne, hubo quienes se abstuvieron en el referéndum por el Título Octavo. Éste fue

obra de los diputados catalanes Miguel Roca y Jordi Solé Tura. Hubo un momento en que por las dificulta-

des para llegar al consenso, Roca estuvo dispuesto a que fuera abordado al margen».

Y así el Artículo 138 en su punto 2 dirá que los Estatutos de las distintas Comunidades no tienen por

qué ser iguales, pero que ello «no podrá implicar, en ningún caso, privilegios económicos o sociales».

El Artículo 148.1 señala una serie de competencias que pueden ser asumidas por las Autonomías, inclu-

yéndolas en sus Estatutos. El Artículo 152 contempla cuáles son sus órganos: una Asamblea legislativa

o parlamento autonómico (sus miembros son elegidos por sufragio universal); un Consejo de Gobier-

no con funciones ejecutivas y administrativas en materias autonómicas; un Presidente elegido por la

Asamblea entre sus miembros y nombrado por el rey; un Tribunal Superior de Justicia.

Entre los años 1979 y 1983 todas las Comunidades Autónomas se dotaron de Estatutos, completándose

el mapa en 1995 con la aprobación de los Estatutos Especiales de Ceuta y Melilla. La organización terri-

torial española, consagrada en el TÍTULO VIII de la Constitución, ha permitido que el Estado español sea

actualmente uno de los más descentralizados de toda Europa, gracias a la asunción global de compe-

tencias de las 17 Comunidades Autónomas que lo conforman.

Integrado por doce juristas, es el supremo intérprete de la Constitución; cumple la función de «guardián»

de nuestra Carta Magna. Se trata de un tribunal específico diferente del poder judicial, de un órgano jurí-

dico y político (su carácter de político procede de la forma en que es nombrado y de su contenido). El

Tribunal Constitucional (Artículos 159 - 165) garantiza que las leyes, todas las normas jurídicas, se formu-

len conforme a la Constitución; protege especialmente los Derechos; mantiene dentro de la Constitución

las relaciones entre los Órganos (división de poderes) y entre el Poder Central y las Comunidades.

Como ya se señaló en líneas anteriores, una característica fundamental de la Constitución es su elabora-

ción por consenso y su vocación de permanencia y estabilidad. Esto no significa que no pueda, en cir-

cunstancias especiales, reformarse; así lo contempla el TÍTULO X, que consta de cuatro artículos (166,

167, 168 y 169), y así ocurrió ya en 1992, año en que se modificó el artículo 13.2 para que todos los ciu-

dadanos de la Unión Europea pudieran ejercer el derecho de sufragio, tanto activo como pasivo, para

cumplir lo acordado en el Tratado de Mastricht, ratificado por España.

TÍTULO IX

DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

Artículo 159

1. El Tribunal Constitucional se compone de doce miembros nombrados por el Rey; de ellos, cuatro a pro-

puesta del Congreso por mayoría de tres quintos de sus miembros, cuatro a propuesta del Senado, con

idéntica mayoría, dos a propuesta del Gobierno y dos a propuesta del Consejo General del Poder Judicial.

Artículo 161

1.El Tribunal Constitucional tiene jurisdicción en todo el territorio español y es competente para conocer:

a) Del recurso de inconstitucionalidad contra leyes y disposiciones normativas con fuerza de ley.

b) Del recurso de amparo por violación de los derechos y libertades referidos en el artículo 53.2 de esta

Constitución...

c) De los conflictos de competencia entre el Estado y las Comunidades Autónomas o de los de éstas

entre sí.

d) De las demás materias que le atribuyan la Constitución o las leyes orgánicas.

TÍTULO X

DE LA REFORMA CONSTITUCIONAL

Artículo 167

1. Los proyectos de reforma constitucional deberán ser aprobados por una mayoría de tres quintos de

cada una de las Cámaras. Si no hubiera acuerdo entre ambas se intentará obtenerlo mediante la crea-

ción de una comisión de composición paritaria de diputados y senadores, que presentará un texto que

será votado por el Congreso y el Senado.

2. De no lograrse la aprobación mediante el procedimiento del apartado anterior, y siempre que el texto

hubiere obtenido el voto favorable de la mayoría absoluta del Senado, el Congreso por mayoría de dos

tercios podrá aprobar la reforma.

3.Aprobada la reforma por las Cortes Generales, será sometida a referéndum para su ratificación cuando

así lo soliciten, dentro de los quince días siguientes a su aprobación, una décima parte de los miembros

de cualquiera de las Cámaras.

Aprendiendo a ser ciudadanos

5554

Una aproximación a la Constitución Española de 1978

Page 56: Aprendiendo a Ser Ciudadanos. Cultura constitucional
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Page 58: Aprendiendo a Ser Ciudadanos. Cultura constitucional

anexos anexosAprendiendo a ser ciudadanosAnexos

Textos complementarios<Cuando en la Política Aristóteles analiza las causas de la inestabilidad de los regímenes políticos y aborda las

medidas para su permanencia, escribe: «Pero entre todas las medidas mencionadas para asegurar la permanencia

de los regímenes políticos es de la máxima importancia la educación de acuerdo con el régimen, que ahora todos

descuidan. Porque de nada sirven las leyes más útiles, aun ratificadas unánimemente por todo el cuerpo civil, si los

ciudadanos no son entrenados y educados en el régimen». Y, en pocas palabras, Platón había ya condensado el

tema: «Lo que quieras para la ciudad, ponlo en la escuela».

Había nacido así la importancia de la socialización o la educación en los valores de un régimen para lograr la per-

manencia del mismo. Si esta premisa no se da, esa subsistencia no se consigue nada más que mediante el per-

manente recurso a la fuerza.

... Ignoro el autor de la frase, pero me parece plena de acierto: sencillamente, porque nadie nace demócrata, sino

que nos hacemos demócratas. Es decir, vamos bebiendo, viviendo y practicando en valores propios de la convi-

vencia en democracia. Vamos asumiendo que la verdad política no puede ser nunca dogmática y quizá por ello

todos pueden tener su parte de verdad. Que, en la legítima competencia política, el contrincante es un adversario

y nunca un enemigo. Asumir los valores de la participación, la responsabilidad y, en su caso, el saber perdonar y

pedir perdón. Colocar el diálogo como único instrumento en la contienda. Asumir al distinto y a lo distinto. Valorar

la paz y saber que hay que construirla cada día: «Si quieres la paz, prepara la paz». Hacer compatible el amor a la

patria con el sentirse ciudadano del mundo y, por esto, no permanecer impasible ante sus abundantes desgra-

cias. Saber que vale más la autoridad que la potestad. Cumplir con los deberes que el Estado (que es el velador

de la ciudadanía) reclama y no caer en el engaño al mismo. Apreciar el pluralismo, en todas sus facetas. Y así

seguiríamos largos párrafos más. Quede dicho como ejemplos, por lo demás colocados en el pórtico y en el arti-

culado de nuestra actual Ley de Leyes>.

Manuel Ramírez

Catedrático de Derecho Político en la Universidad de

Zaragoza. “Educar para la libertad”.

(El País, 25-06-2006)

delegados para regular la convivencia y considerar la marcha del trabajo escolar, les estamos ofreciendo una opor-

tunidad de degustar valores cívicos. Cuando establecemos sistemas de aprendizaje cooperativo en los que el

trabajo y el éxito son colectivos, les estamos enseñando contenidos y a la vez preparando en valores que les

serán de utilidad en su vida profesional y ciudadana. Son algunas de las muchas modalidades de prácticas que

podrían completar la asignatura de educación para la ciudadanía>.

Josep Maria Puig Rovira,

Catedrático de Teoría de la Educación de la Universidad de Barcelona

“Prácticas de ciudadanía”.(El País, 25-06-2006)

<Conviene defender una asignatura porque proporciona la oportunidad de reflexionar sobre conocimientos que

pueden motivar la convivencia democrática. Pero también conviene defender la implicación de los jóvenes en acti-

vidades que repetidamente pongan en juego hábitos cívicos. Educar para la ciudadanía requiere reflexión y expe-

riencia. Visto, pues, que lo necesitamos todo, si no hubiese asignatura, se debería recomendar. Pero como la ten-

dremos, se debe recomendar vivamente la realización de actividades prácticas: algo así como unas prácticas de

ciudadanía.

¿Qué entendemos por prácticas de ciudadanía? Se trata de algo sencillo, las prácticas de ciudadanía son todas

las oportunidades que ofrecemos a nuestros jóvenes para que realicen actividades que les preparen para la ciu-

dadanía, actividades que les permitan cultivar virtudes cívicas. Cuando reducimos las clases magistrales para en

su lugar entablar debates sistemáticos y reposados con los alumnos, les estamos ofreciendo una oportunidad de

entrenar hábitos de ciudadanía. Cuando impulsamos la participación del alumnado en las reuniones de clase o de

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anexos anexosAprendiendo a ser ciudadanosAnexos

Textos complementarios<Cuando en la Política Aristóteles analiza las causas de la inestabilidad de los regímenes políticos y aborda las

medidas para su permanencia, escribe: «Pero entre todas las medidas mencionadas para asegurar la permanencia

de los regímenes políticos es de la máxima importancia la educación de acuerdo con el régimen, que ahora todos

descuidan. Porque de nada sirven las leyes más útiles, aun ratificadas unánimemente por todo el cuerpo civil, si los

ciudadanos no son entrenados y educados en el régimen». Y, en pocas palabras, Platón había ya condensado el

tema: «Lo que quieras para la ciudad, ponlo en la escuela».

Había nacido así la importancia de la socialización o la educación en los valores de un régimen para lograr la per-

manencia del mismo. Si esta premisa no se da, esa subsistencia no se consigue nada más que mediante el per-

manente recurso a la fuerza.

... Ignoro el autor de la frase, pero me parece plena de acierto: sencillamente, porque nadie nace demócrata, sino

que nos hacemos demócratas. Es decir, vamos bebiendo, viviendo y practicando en valores propios de la convi-

vencia en democracia. Vamos asumiendo que la verdad política no puede ser nunca dogmática y quizá por ello

todos pueden tener su parte de verdad. Que, en la legítima competencia política, el contrincante es un adversario

y nunca un enemigo. Asumir los valores de la participación, la responsabilidad y, en su caso, el saber perdonar y

pedir perdón. Colocar el diálogo como único instrumento en la contienda. Asumir al distinto y a lo distinto. Valorar

la paz y saber que hay que construirla cada día: «Si quieres la paz, prepara la paz». Hacer compatible el amor a la

patria con el sentirse ciudadano del mundo y, por esto, no permanecer impasible ante sus abundantes desgra-

cias. Saber que vale más la autoridad que la potestad. Cumplir con los deberes que el Estado (que es el velador

de la ciudadanía) reclama y no caer en el engaño al mismo. Apreciar el pluralismo, en todas sus facetas. Y así

seguiríamos largos párrafos más. Quede dicho como ejemplos, por lo demás colocados en el pórtico y en el arti-

culado de nuestra actual Ley de Leyes>.

Manuel Ramírez

Catedrático de Derecho Político en la Universidad de

Zaragoza. “Educar para la libertad”.

(El País, 25-06-2006)

delegados para regular la convivencia y considerar la marcha del trabajo escolar, les estamos ofreciendo una opor-

tunidad de degustar valores cívicos. Cuando establecemos sistemas de aprendizaje cooperativo en los que el

trabajo y el éxito son colectivos, les estamos enseñando contenidos y a la vez preparando en valores que les

serán de utilidad en su vida profesional y ciudadana. Son algunas de las muchas modalidades de prácticas que

podrían completar la asignatura de educación para la ciudadanía>.

Josep Maria Puig Rovira,

Catedrático de Teoría de la Educación de la Universidad de Barcelona

“Prácticas de ciudadanía”.(El País, 25-06-2006)

<Conviene defender una asignatura porque proporciona la oportunidad de reflexionar sobre conocimientos que

pueden motivar la convivencia democrática. Pero también conviene defender la implicación de los jóvenes en acti-

vidades que repetidamente pongan en juego hábitos cívicos. Educar para la ciudadanía requiere reflexión y expe-

riencia. Visto, pues, que lo necesitamos todo, si no hubiese asignatura, se debería recomendar. Pero como la ten-

dremos, se debe recomendar vivamente la realización de actividades prácticas: algo así como unas prácticas de

ciudadanía.

¿Qué entendemos por prácticas de ciudadanía? Se trata de algo sencillo, las prácticas de ciudadanía son todas

las oportunidades que ofrecemos a nuestros jóvenes para que realicen actividades que les preparen para la ciu-

dadanía, actividades que les permitan cultivar virtudes cívicas. Cuando reducimos las clases magistrales para en

su lugar entablar debates sistemáticos y reposados con los alumnos, les estamos ofreciendo una oportunidad de

entrenar hábitos de ciudadanía. Cuando impulsamos la participación del alumnado en las reuniones de clase o de

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anexosAnexos

<No me resulta fácil imaginar una formación educativa que no incluya una forma de ver la vida, ni una educación

de personas que omita mencionar la relación entre la conciencia de cada cual y las normas sociales que comparte

con su comunidad. Pero de lo que estoy convencido es de que la enseñanza institucional tiene no sólo el derecho

sino la clarísima obligación de instruir en valores morales compartidos, no para acogotar el pluralismo moral, sino

precisamente para permitir que éste exista en un marco de convivencia. Los testigos de Jehová tienen derecho a

explicar a sus hijos que las transfusiones de sangre son pecado; la escuela pública debe enseñar que son una prác-

tica médica para salvar vidas y que muchas personas escrupulosamente éticas no se sienten mancilladas por some-

terse a ellas. Los padres de cierta ortodoxia pueden enseñar a sus hijos que la homosexualidad es una perversión y

que no hay otra familia que la heterosexual; la escuela debe informar alternativamente de que tal "perversión" es per-

fectamente legal y una opción moral asumible por muchos, con la que deben acostumbrarse a convivir sin hostili-

dad incluso quienes peor la aceptan>

Fernando Savater

«En defensa propia» (El País, 12-08-2006)

<... La educación para la ciudadanía es... una materia que se ha impuesto en casi todos los países europeos. El

proceso en Inglaterra ha sido un modelo: acuerdo entre partidos, comité de especialistas presidido por Bernard

Crick y un informe soberbio que fue presentado al speaker de los Comunes en septiembre de 1998. Empieza

así:«Advertimos unánimemente a la Secretaría de Estado de que la enseñanza de la ciudadanía y la democracia,

construida en un sentido amplio que definiremos, es algo tan importante para las escuelas y la vida de la nación

que tiene que haber una exigencia legislativa a los colegios para que aseguren que forma parte de la capacitación

de todos los alumnos». Al mismo tiempo, la Unión Europea desarrolló el proyecto Educación para la ciudadanía

democrática, que acabó por expresarse en el llamado Informe Euridice. En él se dice: «En los últimos años, el

fomento de la cohesión social y de una mayor participación activa de los ciudadanos en la vida política y social se

ha convertido en un tema clave en todos los países europeos. Se ve a la educación para la ciudadanía como un

medio de hacer frente a los desafíos del siglo XXI»>.

Francisco J. Laporta

«La ironía de la educación ciudadana»(El País, 16-08-2006)

<En España, Carlos III asumirá las posiciones ilustradas y creará los Reales Estudios de San Isidro en Madrid,

proclamando a la enseñanza primaria y secundaria como servicio público. El Conde de Floridablanca creará el

Real Seminario patriótico vascongado, que Menéndez Pelayo considerará la primera escuela laica en España.

Otros autores, como Jovellanos, Cabarrús o Meléndez Valdés, defienden una enseñanza laica, común para todos

los ciudadanos y en diversas etapas desde la primaria a la superior. El Emilio español, el Eusebio, una novela

pedagógica del ex jesuita Pedro Montegón, difundirá la nueva pedagogía y sostendrá que la moral puede ense-

ñarse prescindiendo de la religión.

Esta corriente en España se consolidará en el siglo XIX con la obligación pública de una enseñanza única y gratui-

ta bajo la supervisión del Estado. La enseñanza laica, pública y gratuita se generalizará en Francia a partir de la

Tercera República, y en Italia a partir de 1870, después de la unidad. En Inglaterra empezó la intervención del

Estado con la Ley Gladstone de 1870, y la gratuidad se estableció en 1891. En todos los países en que avanza en

el siglo XIX y se completa en el siglo XX la educación nacional obligatoria, gratuita y laica, la escuela se reconvier-

te en un núcleo de igualdad social y de liberación intelectual, dos objetivos centrales del mundo moderno.

En esa línea, la Constitución de 1978 establece el derecho a la educación, pero permite la enseñanza privada e

incluso la puede subvencionar si cumple el objetivo general de la educación, señalado en el artículo 27.2: «La edu-

cación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana en el respeto a los principios democráti-

cos de convivencia y a los derechos y libertades fundamentales»>.

Gregorio Peces-Barba Martínez

catedrático de Filosofía del Derecho y rector de la

Universidad Carlos III de Madrid. «Las luces y las sombras».(El País, 22-08-2006)

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