Apunte Completo Derecho Civil I (2)

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Derecho Civil 1 BOLILLA I Derecho en General ETIMOLOGÍA: la voz del dcho proviene del latín Directum cuya traducción es “sin inclinarse” o de Directus q significa “enderezar o alinear”, término q insita la nota d coacción. Los jurisconsultos Romanos designaban al dcho con la palabra IUS (voz latina) q deriva de IU (ligar o constreñir). CONCEPTO: CELSUS: es el arte de lo bueno y lo equitativo. Incorpora la idea de equidad y justicia dando un sentido idealista. DERECHO como sistema normativo de conducta. DERECHO es un conjunto de normas dictadas por la autoridad competente con arreglo de formalidades prescriptas. La ausencia del ordenamiento no significaría la inexistencia del dcho. Su mayor representante fue Kelsen quien definía la dcho como “el conjunto de normas reguladoras de la actividad social impuesta por los hombres investidos de la fuerza. COSSIO: representante de la corriente q sostiene al dcho como efectivamente realizado lo define como “Conducta humana en interferencia intersubjetiva” BORDA: lo define como el conjunto de normas de conducta humana obligatorias y conforme a la justicia. ABELENDA: adopta la teoría tridimensional del dcho y dice; “son las conductas o actividades sociales de los hombres en cuanto son o deben ser objeto de regulación de jurídica normativa en función de la justicia y desde luego la regulación de esa conducta en normas regulatorias, heterónomas, coercitivas, imperativas, atributivas y fundamentalmente justas.” De este concepto se desprende: a- “conducta o actividad social de los hombres”: forma parte del contenido del dcho la conducta de los hombres en su vida en relación; se ocupa del hombre en el ejercicio d su libertad frente a sus semejantes. Todo esto constituye en contenido del dcho en su aspecto objetivo q no es más q la regulación normativa de ellas para distribuir posibilidades e imposibilidades y crear una sociedad ordenada con criterio de justicia. b- “derecho como objeto de regulación jurídica en función de la justicia”: el dcho está inserto en el campo de la moral y la justicia es ingrediente necesario de sus manos x lo tanto, quien suma la tarea de regular jurídicamente los comportamientos humanos deben enunciar los juicios de valor para atribuir a cada tipo de conducta un contenido valioso/disvalioso. c- “la regulación de la conducta en normas obligatorias, heterónomas, coercitivas, imperativas, atributiva y fundamentalmente justas”: las normas q no perciben el ideal de justicia no merecen el calificativo de jurídicas. FUENTES del Derecho BORDA: el propio, fundamento y origen de algo ETIMOLOGÍA: la palabra fuentes proviene del latín FONS y q significa manantial de agua q brota de la tierra, se usa tbn en sentido figurado para designar:. La expresión fuente del dcho se aplica a las normas o preceptos del dcho positivo del cual nacen derechos y obligaciones para las personas. En el ámbito jurídico, la expresión fuentes del derecho, con distintos sentidos metafóricos, se emplea para aludir: a- A la esencia misma de la idea de derecho o al origen del ppio de el. b- Al origen de las normas jurídicas que integran el dcho positivo. c- Al fundamento o sustento de los dchos subjetivos, esto es para indicar aquello de donde surgen las facultades, poderes o prerrogativas en q se traducen los dchos. 1

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Derecho Civil 1BOLILLA I Derecho en General

ETIMOLOGÍA: la voz del dcho proviene del latín Directum cuya traducción es “sin inclinarse” o de Directus q significa “enderezar o alinear”, término q insita la nota d coacción. Los jurisconsultos Romanos designaban al dcho con la palabra IUS (voz latina) q deriva de IU (ligar o constreñir).

CONCEPTO:CELSUS: es el arte de lo bueno y lo equitativo. Incorpora la idea de equidad y justicia dando un sentido idealista.DERECHO como sistema normativo de conducta. DERECHO es un conjunto de normas dictadas por la autoridad competente con arreglo de formalidades prescriptas. La ausencia del ordenamiento no significaría la inexistencia del dcho. Su mayor representante fue Kelsen quien definía la dcho como “el conjunto de normas reguladoras de la actividad social impuesta por los hombres investidos de la fuerza.COSSIO: representante de la corriente q sostiene al dcho como efectivamente realizado lo define como “Conducta humana en interferencia intersubjetiva”BORDA: lo define como el conjunto de normas de conducta humana obligatorias y conforme a la justicia.ABELENDA: adopta la teoría tridimensional del dcho y dice; “son las conductas o actividades sociales de los hombres en cuanto son o deben ser objeto de regulación de jurídica normativa en función de la justicia y desde luego la regulación de esa conducta en normas regulatorias, heterónomas, coercitivas, imperativas, atributivas y fundamentalmente justas.”

De este concepto se desprende:a- “conducta o actividad social de los hombres”: forma parte del contenido del dcho la conducta de los hombres en su vida en relación; se ocupa del hombre en el ejercicio d su libertad frente a sus semejantes. Todo esto constituye en contenido del dcho en su aspecto objetivo q no es más q la regulación normativa de ellas para distribuir posibilidades e imposibilidades y crear una sociedad ordenada con criterio de justicia.b- “derecho como objeto de regulación jurídica en función de la justicia”: el dcho está inserto en el campo de la moral y la justicia es ingrediente necesario de sus manos x lo tanto, quien suma la tarea de regular jurídicamente los comportamientos humanos deben enunciar los juicios de valor para atribuir a cada tipo de conducta un contenido valioso/disvalioso.c- “la regulación de la conducta en normas obligatorias, heterónomas, coercitivas, imperativas, atributiva y fundamentalmente justas”: las normas q no perciben el ideal de justicia no merecen el calificativo de jurídicas.

FUENTES del Derecho BORDA: el propio, fundamento y origen de algoETIMOLOGÍA: la palabra fuentes proviene del latín FONS y q significa manantial de agua q brota de la tierra, se usa tbn en sentido figurado para designar:.La expresión fuente del dcho se aplica a las normas o preceptos del dcho positivo del cual nacen derechos y obligaciones para las personas.En el ámbito jurídico, la expresión fuentes del derecho, con distintos sentidos metafóricos, se emplea para aludir:a- A la esencia misma de la idea de derecho o al origen del ppio de el.b- Al origen de las normas jurídicas que integran el dcho positivo.c- Al fundamento o sustento de los dchos subjetivos, esto es para indicar aquello de donde surgen las facultades, poderes o prerrogativas en q se traducen los dchos.

CLASIFICACIÓN:1- Formales: son los hechos sociales imperativos emanados de autoridades externas al intérprete. Tales son la CN, la ley, la costumbre, la tradición (jurisprudencia y doctrinas antiguas) y la autoridad (jurisprudencia y doctrina modernas)2- Científicas: son las q provee la propia materia u objeto material del dcho q es la conducta del hombre, leyes análogas, principios morales cristianos, derecho público y materia positiva de las cosas.

FUENTES:1- CONSTITUCIÓN: es la primera fuente de dcho objetivo vigente en la sociedad jurídicamente organizada. Es la norma jurídica superior, fuente de todas las inferiores, en ella se encuentra su fundamento o la razón de última validez. Es el resultado del acto constituyente y esta colocada en la cúspide de la pirámide jurídica de normas y contiene los principales rectores de la organización política y jurídica del país.2- LEY: es toda norma jurídica, imperativa de carácter gral. Establecida por la autoridad investida de la necesaria potestad para imponerla como regla de conducta.3- COSTUMBRE: - LLAMBÍAS consiste en la observancia constante y uniforme de un cierto comportamiento x los miembros de una comunidad social, con la convicción de q responde a una necesidad jurídica.

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Derecho Civil 1- Es la larga, constante y uniforme, aunque no metódica repetición de actos de convivencia social, q x virtud d su tan repetida práctica, adquieren el carácter de regla obligatoria con el consenso gral. De los individuos q la practican convencidos q su observancia responde a una necesidad e dcho.

Elementos: La costumbre exige la presencia de dos elementos1- un elemento objetivo q esta dado por una serie de actos semejantes uniforme y constantemente repetidos:

- uniformidad en el modo de realización- repetición constante de los actos q constituyen la práctica y no interrumpida por periodos en los q

se realicen actos o conductas distintos.- Generalidad de la práctica, quiere decir q el uso debe estar extendido en la comunidad.- Duración de la práctica por un cierto tiempo.

2- y un elemento subjetivo o psicológico consistente en la convicción o creencia q tiene la comunidad de q tal el uso resulta jurídicamente obligatorio/necesario.Reforma art. 17 CC.: Nuestro CC en su art. 17 constituye el punto de referencia al tratar el tema del valor de la costumbre, ya q dicha disposición trató de excluir originariamente ese valor.En su anterior redacción decía: “las leyes no pueden ser derogadas en todo o en parte, sino por otras leyes. El uso de la costumbre, o práctica no pueden crear dchos., sino cuando las leyes se refieren a ellos”Con la sanción de la ley 17.711, las normas consetudinarias adquieren mayor importancia como fuentes de dcho, en su texto actual el art. 17 dice: “los usos y costumbres no pueden crear dchos sino cuando las leyes se refieren a ellos o en situaciones no regladas legalmente”

4- Jurisprudencia: es la fuente del dcho q resulta de la fuerza de combinación q emana de las decisiones judiciales concordantes sobre un mismo punto, emana de la actividad de los jueces, es decir, ella se forma solamente en caso de conflicto q deba dirimirse por la intervención estatal.5- Doctrina: es el conjunto de teorías y estudios científicos referentes a la interpretación del dcho positivo para su justa aplicación. Su influencia como fuente es grande debido a q es invocada efectivamente por los jueces para fundar en ella la fuerza de convicción objetiva de sus fallos, pero tbn en cuanto a los legisladores, los cuales seinspiran en obras o proyectos de juristas. La doctrina es una imporante fuente mediata del dcho, su valor depende del prestigio y autoridad científica del jurista.6- Otras fuentes:- Dcho natural: ante un vacío del dcho positivo el juez puede encontrar la solución del caso en los grandes ppios del dcho natural.- Ppios generales del dcho: son aquellos ppios superiores de justicia radicados fuera del dcho positivo q han recibido sanción humana universal, relacionados con el dcho natural.- La Equidad: (Rivera) puede tener dos sentidos a) mitigación del rigor de la ley; b) adaptación de la ley a la circunstancia del caso concreto, d tal forma q esta resulte más justa de lo q resultaría. Según Savalier es el dcho natural interpretado objetivamente por el juez.- Espíritu d la ley: en ausencia de un texto expreso q resuelva un caso concreto con claridad es posible solucionarlo de conformidad con el espíritu d la ley; por medio d este ha d entenderse el pensamiento intimo q la norma legal encierra y se identifica con la finalidad perseguida al ser sancionada.

DERECHO OBJETIVO: Concepto:Es el conjunto de normas o reglas de conducta q prevee o describe comportamientos humanos imponiendo deberes o reconociendo facultades q solamente cuando se positivizan adquieren el carácter de heterónomas y coercibles si tienden a ser justas.OSORIO Es el conjunto de normas jurídicas que forman el ordenamiento vigente.

CLASIFICACIÓN: DCHO POSITIVO: se constituye por el conjunto de normas q integran los ordenamientos jurídicos de los estados; son siempre normas obligatorias y heterónomas q contienen preceptos imperativo-atributivos establecidos por la autoridad social en cada estado en los distintos momentos de la historia para satisfacer las necesidades de vida social dentro de un régimen de libertades ordenadas con criterio de justicia. Derivan d la voluntad d c/ pueblo y su obligatoriedad tiene 2 características: la vigencia y la eficacia. Ossorio: sistema de normas jurídicas q informa y regula efectivamente la vida de un pueblo en un determinado momento histórico. DCHO NATURAL: OSSORIO: sistema de normas reguladoras de conducta humana justas eternas e inalienables. Existen 3 posiciones sobre lo q se entiende por dcho natural:

1- tradicional: el dcho natural es el conjunto de normas ininmputables hacia el cual deben orientarse las conciencias jurídicas.2- Ideal contingente: lo concibe como ideal enteramente variable se transforma con las civilizaciones y necesidades.

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Derecho Civil 13- Postura ecléctica: es una síntesis de las anteriores, el dcho natural evoca en el espíritu, no una realidad de los tiempos muy remotos o muy actuales, sino más bien un ideal a seguir, aparece como base y punto de dirección a los ojos del dcho positivo. Tiene elementos fijos y variables, estos últimos son la tendencia común de los países para las reformas de acuerdo a la época.

Posición de la cátedra: es el conjunto d normas no escrita absoluta y esencialmente justas, se identifica con lo q Sto. Tomás llama ley natural y q constituye en su concepción cabalmente una participación de la criatura racional en la ley eterna e inmutable establecida x Dios, solamente por el enteramente conocida y q se encuentra integrado x elementos eternos e inmutables q son aquellos aspectos de la ley eterna claramente reveladora q c/ hombre o los diferentes pueblos en la búsqueda del orden social justo creen haber descubierto.

Ramas:Entendido el dcho más como el conjunto d normas aplicadas coercitivamente x la autoridad pública es necesario agruparlas científicamente para realizar el estudio de las mismas, de allí surge la clasificación del dcho positivo.La más amplia clasificación opone al dcho público del dcho privado (remonta del dcho romano), la distinción se va a basaba en el interés protegido por el dcho: el público se refería al estado y la cosa pública mientras q el privado tomaba en cuenta lo pertinente a la utilidad de los particulares.

Otros criterios:a) teoría de la naturaleza de la relación jurídica regulada: según esta postura el dcho público sería un

dcho de subordinación, caracterizado por la desigualdad de los 2 términos de la relación jurídica: el Estado x un lado y los individuos particulares x otro, la justicia toma la forma distributiva. El dcho privado sería un dcho de coordinación, en el cual los sujetos están ubicado en un plano de igualdad, la justicia toma forma de conmutativa. Borda y LLambías han considerado esta tesis como insuficiente x cuanto en las relaciones q se establecen en el ámbito del dcho público existen supuestos de coordinación e igualdad: relación entre Estado-provincias-municipios.

b) Teorías de los intereses en juego: esta tesis romanista manifiesta q la distinción se halla en el interés: si lo q predomina en la Norma jurídica es el interés gral. es dcho público, y si lo q prima es el interés de los particulares es dcho privado.Este criterio debe rechazarse por impreciso y estéril. Es poco menos q imposible delimitar la línea q separa al interés público del privado. La mayoría de las leyes del dcho privado, como las de la propiedad, flia o comercio se dictan teniendo en cuenta intereses grales.; a la inversa, numerosas normas de dcho público, como la protección de la CN a la libertad, honor, y vida, tienden primordialmente al amparo de interese individuales.

c) Teoría de los sujetos: debe buscarse la distinción en el sujeto de la relación: si interviene el estado como poder público estamos en presencia de una norma de dcho publico. Si intervienen solo los particulares o el estado en su carácter de simple persona jurídica se tarta de dcho privado.

d) Teoría negatoria: finalmente hay autores q niegan el carácter científico de la distinción. P/ llambías el punto de vista verdadero recoge las dos tendencias últimamente expuestas. La oposición entres dcho público y privado no responde a una diversidad esencial pues el concepto de dcho es uno solo. Pero la diferencia sobre la base de la calidad de los sujetos es útil p/ un ordenado conocimiento de las inst. jurídicas. La división solo tiene un sentido pragmático y didáctica.

e) Abelenda: considera como más acertada la teoría de los sujetos ya q la práctica demuestra las dificultades de las anteriores. Aún así la cátedra se adhiere a considerar la división por cuestiones didácticas.

Ppales divisiones del derecho público:a) Dcho Constitucional: organiza los poderes, atribuciones y deberes del estado, en si mismo y en su

relación con los gobernadosb) Derecho Administrativo: organiza el funcionamiento de la administración pública.c) Derecho penal. Determina la represión de lo hechos q ponen en peligro la digna subsistencia de la

sociedad.d) Derecho internacional público: rige las relaciones d lo estados extranjeros entre sie) Derecho eclesiástico: es el conjunto de normas q regula la relación de la iglesia católica con el estado.

Divisiones del derecho privado:a- derecho civil: es tronco común, es el fondo residual subsistente después de los diversos desmembramientos ocurridos en el curso de la historia.b- Derecho comercial: rige las relaciones de los comerciantes y determina las consecuencias de los actos de comercioc- Derecho del trabajo: rige las relaciones entre patrón y obrerod- Legislación rural: rige las relaciones de vecindad rural y resuelve dificultades provenientes de la explotación agrícola-ganadera.e- Derecho de navegación: rige las relaciones jurídicas derivadas de la navegación.

Ramas que no tiene ubicación precisa:

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Derecho Civil 1a- procesal: según borda es público el procedimiento penal y administrativo (puesto q su objeto es el funcionamiento de servicios públicos) y es privado el procedimiento civil, comercial y laboral xq su objeto es hacer efectivo los dchos q las leyes conceden a los particulares y q regulan las controversias de los particulares entre sí.b- También podemos encontrar dentro de esta categoría al dcho de minería y al dcho internacional privado ya q no han sido no han sido ubicados con precisión puesto q en la doctrina no existen criterios uniformes.

Derecho CivilEtimología: la palabra civil proviene del latín civile. En roma se distinguía el “jus naturale” q era común a todos los hombres sin distinción de nacionalidad y el “jus civile” q era el dcho propio de los ciudadanos romanos. El dcho civil se refería al dcho vigente en roma y comprendía normas de dcho público y privado.Concepto: es el dcho q rige al hombre como tal sin consideraciones de sus actividades o profesiones particulares q reglan las relaciones con sus semejantes y con el estado, cuando este actúa en su carecer de simple persona jurídica y en tanto esas relaciones tengan por objeto satisfacer necesidades de carácter genéricamente humano.Materias que reglamentan su forma o contenido: el dominio de aplicación del dcho civil se ejerce a través de 4 inst. fundamentales (complejo orgánico de disposiciones de dcho)

a- personalidad: el dcho de la personalidad considera a la persona en si misma y organiza su desenvolvimiento en la sociedad, estableciendo las condiciones bajo las cuales el ser humano o los nucleamientos de los hombres son considerados sujetos de dcho:

1- existencia e individualización de las personas físicas2- capacidad de las personas físicas y sus variaciones3- existencia, individualización y capacidad de las personas morales.

b- Familia: rige la organización de la sociedad primaria en q el hombre nace, se desenvuelve y define dentro de la comunidad fliar el estado de cada uno de sus miembros.c- Patrimonio: rige las relaciones derivadas de la apropiación de la riqueza y del aprovechamiento de los servicios, se dividen en:

1- dchos reales2- dchos de las obligaciones o personales3- dchos intelectuales.

d- herencia: rige las trasmisiones de bienes “mortis causa”: sucesión ab-intestato, testamentaria, legados, legítima.

Dcho subjetivoConcepto: designa una facultad, poder o prerrogativa, atribuida al sujeto aludido en la norma jurídica, quien en virtud de ello puede orientar su conducta en determinado sentido, a saber, el señalado por ella. Es la facultad de proceder ante los semejantes de la manera permitida o indicada en la norma y de exigir de otros u de otros sujetos una conducta correlativa adecuada a ella.

Diferentes doctrinas:a- doctrina de la voluntad (Savigny): sostiene q el dcho subjetivo es un poder atribuido x el ordenamiento jurídico a una voluntad- esto tendría dos significaos:

1- representa tener dcho a un cierto comportamiento, acto u omisión x parte de todas las personas o d una persona frente al titular. La ley dicta una norma de conducta q pone a disposición de aquel en cuyo favor se ha dictado dejando al beneficiario la facultad de hacer uso o no d la norma.

2- La voluntad juega el rol de decisiva p/ la creación de ciertos dchos o p/ su suspensión o modificación, así el propietario tiene dcho d vender o alquilar, y el acreedor tiene dcho d sacar su crédito. D este modo la voluntad es la q produce los efectos previstos en las normas jurídicas.b- Doctrina del interés: (Ihering) critica la anterior y desarrolla la idea de q el dcho subjetivo es un interés jurídicamente protegido. Los elementos q constituyen los ppios son:

1- Sustancial: en el q reside el fin práctico de dcho y q es la utilidad, la ventaja, la ganancia asegurada por el dcho.

2- Formal: es el fin únicamente como medio, a saber la protección del dcho, la acción judicial. El interés es lo q constituye el ppio de dcho al q se une la acción judicial.c- Doctrinas mixtas: manifiesta q los elementos de la voluntad y el interés no se contraponen, sino complementan. Se sostiene q generalmente el dcho subjetivo es el poder atribuido a la voluntad p/ la satisfacción de intereses jurídicamente protegidos. La doctrina nacional toma como aceptado este criterio.d- Abelenda: El dcho subjetivo es la facultad, poder o prerrogativa p/ satisfacer intereses humanos q el dcho objetivo reconoce y protege, a quien realmente posee una voluntad, o a quien una abstracción, intelectivamente, atribuye una voluntad ajena, esto es, al sujeto jurídico o persona, q en virtud de tal prerrogativa puede, x si o x otro, hacer u omitir legalmente algo y exigir de otro u otros sujetos jurídicos un determinado comportamiento, siempre de acuerdo con las prescripciones de las normas jurídicas y respecto d la regla moral, y de los pilares en los q se asienta el orden jurídico.

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Derecho Civil 1Clasificación

1. Absoluto: es aquel que a favor de su titular impone a los demás una sujeción genérica de no perturbar ni violar ese dcho. Alude a los sujetos frente a los cuales pueden hacerse valer (personalidad, familia, reales).

Relativos: pueden hacerse valer frente a un sujeto determinado2. Patrimoniales: tutela directamente intereses económicos valorables en dinero.

No patrimoniales: actúan preferentemente en relación a intereses del orden moral (dcho. De flia y de personalidad) 3. Transmisibles: dchos patrimoniales son por regla gral transmisibles.

Intransmisibles: son aquellos inalienables, no pueden ser sujeto de actos de disposición, y por lo tanto no pueden ser trasmitidos a 3eros (personales)4. Accesorios: son aquellos que tienen su vida vinculada a otros (principales) y que se transmite conjuntamente con ellos.

Principales: hipoteca, prenda, fianza, etc.5. Subdivisión de los patrimoniales:

- Reales: son aquellas situaciones jurídicas que reflejan el modo de estar de las personas con relación a las cosas (art. 2503)- Créditos u obligaciones (personales): son los que imponen al sujeto pasivo (deudor) dar, hacer, no hacer algo a favor del sujeto activo (acreedor).- Intelectuales: se ejercen sobre las obras de la inteligencia y el espíritu.

6. Subdivisiones de los extrapatrimoniales: a) De la personalidad: se refieren al reconocimiento y respeto de la personalidad humana y su dignidad propia en el doble aspecto: corporal e individual (dignidad, honor, intimidad, etc.), son absolutos, no disponibles y no transmisibles. b) Personales familiares: son aquellos que tiene el sujeto en virtud de la posición que ocupa en la flia. Carecen de contenido patrimonial, son intransmisibles (dcho y obligaciones que emanan de la patria potestad, tutela, curatela, obligaciones esposa/esposo)c) de cooperación: autoriza formar la voluntad y tomar parte en la actividad de sociedades, asociaciones, corporaciones, derivado de la posición de socio o miembro.

Código Civil ArgentinoCodificación: Concepto: Es el último escaño en la evolucion de la presentación d las leyes civiles. Es q en realidad el código es una única ley q se caracteriza por la unidad de sanción y publicación, la homogeneidad de contenido, la exclusividad y la sistematización.

Caracteres:a) Unicidad: Trata de un cuerpo único, sancionado, publicado y declarado obligatorio por el Estado en un solo momento donde están todas las normas concernientes a la rama del derecho a la cual el se destina.b) Homogeneidad: Esta se desprende de q se tarta de una ley sobre una sola materia c) Exclusividad: deviene d q en principio no hay normas d esa materia fuera del código. Esto esta manifestado por ej. en el art 22 de C.C. “lo q no esta dicho explicita o implícitamente en ningún art. de este código, no puede tener fuerza de ley en dcho civil aunq anteriormente una disposición semejante hubiera estado en vigor, sea por una ley gral, sea por una ley especial.d) Sistematización: es su ppal característica, ya q las materias tienen una exposición ordenada y coherente, conforme a un método q por ello reviste especial importancia en la tarea codificadora.e) Ventajas de la Codificación: esta se presenta como un avance en la exposición de las normas, puesto q facilita enormemente su conocimiento, interpretación, aplicación enseñanza. Normalmente evita dudas acerca de la vigencia de algunos textos en determinadas materias, contribuyendo a la seguridad jurídica.Aun asi hoy asistimos a una decadencia de la codificación, como consecuencia de la inflación legislativa vinculada a la creciente complejidad de las relaciones sociales.

Reseña Histórica La legislación civil a partir de 1810:a) Vigencia del dcho Hispánico: al producirse la rev. De mayo se encuentran vigentes las leyes q la metrópoli había sancionado para las indias, y otros textos q no tenían sanción oficial pero se aplicaban efectivamente (7 partidas). Las inst. judiciales eran impuestas por España. Esto generaba grandes problemas, nunca se sabía cuales eran aplicables y en ocasiones se exigía la prueba efectiva del uso. Las partidas eran de aplicación posterior a otros 8 textos, pero lo cierto es q nuestro virreinato tenía gran influencia en la resolución de pleitos.b) Emancipación Nacional. Derecho patrio: Esa legislación devino incompatible con la emancipación. A partir de 1810 los sucesivos gobiernos van dictando leyes aisladas, algunas de ellas son verdaderamente revolucionarias pero todas incoherentes. Por ej. la Asamblea del año XIII suprimió el mayorazgo, la esclavitud a futuro, las encomiendas, etc. Ello importó un paso fundamental dentro de la igualdad conformando un verdadero estatuto republicano de la flia, de la sucesión y de los dchos reales. Una ley del 20 de marzo de 1833 autoriza al gob. A dar dispensas para

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Derecho Civil 1contraer matrimonio entre distintos cultos. Las cuestiones relativas al matrimonio, divorcio y nulidad fueron excluidas de la jurisdicción eclesiástica y se creo el ministerio de menores.Leyes especiales dictadas por las prov. Admitieron la emancipación. Se mejoró el status sucesorio del conyugue y se dictaron leyes relativas al estado civil.Por lo tanto en la época de la sanción del código estaban en vigor textos hispánicos y la dispersa legislación provincial.c) Organización nacional: Urquiza como director provisorio dictó en el 1852 un decreto mediante el cual se organizaba una comisión dividida en 4 secciones, para dictar los código civ, comercial, penal y de proced. Esta tarea no tuvo siquiera ppio de ejecución.La Const. De 1853 establecía en su art. 67 (atribuciones del Congreso) el dictado de los cod. civ, comercial, penal y d minería. El cod. se proced. Se reserva a las prov. respetando la tradic. patria en la materia.La ley nº 12 del 30 de nov. de 1854 encarga al PE el nombramiento de una comisión codificadora, pero esta fue postergada sine die.d) El cód. de comercio del estado de Bs.As: Estando Bs. As. Sesecionada se le encargo a Eduardo Acevedo la redacción de un código de comercio con la ayuda de D. Vélez Sarfield (ministro de Gob.) En menos de un año prepararon el trabajo q fue presentado en Abril de 1857; este fue sancionado como cod. De comercio del estado de Bs .As. en el 59.Unificado el estado nacional y bajo el imperio del art. 67 de la C.N de 1860 el congreso sancionó los cod. d fondo. Lo cierto es q el cod. De comercio ya estaba hecho y por ley de agosto de 1862 se lo convierte en cod. de la nación.e) La ley 36 y el decreto del 20 de octubre de 1864: A pedido del Dip. José María Cabral se sancionó en junio de 1863 la ley 36 por la q se autorizaba al Pe nombrar a las comisiones q redactarían los proyectos de los cod. civil, penal de minería y ordenanzas militares. Mitre por Decreto 20/10/64 designó a Vélez Sárfield para q presida la comisión encargada de la redacción del cod. civ.

El Codificador: Veléz SarfieldNació en Amboy Córdoba 18/02/1800. Cursó sus estudios en el colegio Monserrat de Córdoba. A los 18 se recibió en bachiller en arte y a los 20 de bachiller en leyes. Para poder ejercer como abogado debió realizar dos años de práctica forense. En dic 1822 tomo posesión de estrados. Siempre ambiciono actuar en Bs. As. y su parentesco con el gob. d San Luis (stos Ortiz) le facilitó el camino. Representó a San Luis en Congreso Gral Constituyente de 1824 se destacó su capacidad y espíritu de trabajo. Su versación en economía política le valió ser designado prof. de esa mat. en la UBA. Voto a favor de la CN de 1826 (unitaria) y fue el encargado de llevar el texto a las prov. D CUYO y presentarlo a Facundo Quiroga quien lo rechazó. La caída de Rivadavia y la Federación lo relegaron a un 2do plano, del q pudo emerger x su amistad con Quiroga de quien fue abogado y consejero, en aquella época empezó su renombre como abogado y jurista, gracias a su prestigioso estudio en Bs. As. La muerte de sus protectores y su simpatía por los unitarios lo hicieron sospechoso. En 1842 se embarcó hacia Montevideo. La pobreza, la amargura y el destierro lo mueven a gestionar el perdón de Rosas q consiguió en 1846.Reinstalado en Bs. As. obtiene la devolución de sus bienes y logra la estimación de Rosas y Manuelita quienes le encargan algunos dictámenes de suma importancia. Años estuvo Vélez alejado de la política por sus vinculaciones con el bando vencido, se dedicó al estudio del dcho. Se convirtió en un erudito y en un sabio jurisconsulto.Dps de Caseros ya no dejó de ocupar un lugar de primerísima fila en la conducción politica del país. Miembro de la legislatura porteña, erigida luego de aquella batalla, impugno el acuerdo de San Nicolás. Producida la segregación de Bs. As. Vélez se desempeño como hombre de Consejo: Fue ministro de gob y RREE de Obligado y Alsina, asesor de gob reorganizó y dirigió el bco prov de bs as, negoció los tratados de convivencia con la Confederación, Fundo y dirigió “el Nacional”. Dps de la batalla de Cepeda fue miembro de la convención prov, q observo y modificó la CN de 1853. En 1862 fue elegido Senador Nac. luego es ministro de Hacienda de Mitre y del Interior de Sarmiento. Entre tanto en 1864 había recibido el encargo del Cod. Civ. Murió el 30/03/1875.

FUENTESa)Dcho Romano: Fuente indirecta ya q nada esta extraído exactamente de ningún jurisconsulto romano.

Copia sus estructuras básicas y reflejan el espíritu romano con más fidelidad q los cod. europeos. Concretamente se advierte a través de los romanistas a quienes admiraba Veléz: Vinnio, Heignesio, Cujas; y a los estudiosos Maynz, Mackledey, Monitor, Ortolo y sobretodo Savigny, este ultimo es el más citado en especial con respecto a las pers. Jurídicas, las obligaciones en gral., dominio y posesión y adopción del ppio de domicilio aplicado al estado y la capacidad. Por otro lado Vélez fue un eximio conocedor de las partidas.

b)Dcho Vigente: Comprende Legislación Española, Dcho Hispánico, Indiano y Patrio.

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Derecho Civil 1Hace referencia frecuentemente en sus notas. Siendo el dcho patrio vigente y conocido, mayores referencias parecían superfluas e innecesarias, el cod. continuó la tradic. Jurídica del país, en lo único q innovo es en la técnica legislativa. El codificador tuvo en cuenta el dcho vigente, y el foráneo le sirvió para perfeccionar nuestras inst. pero no p/ sustituirlas por otras extrañas a nuestra sociedad, cuyas costumbres Vélez conocía y respetó.

c) El Cod. de Napoleón y sus comentaristas: Según Segovia la mitad de los art. del cod. Francés han sido reproducido por Vélez, si bien solo 145 han sido copiados. Sin embargo según Borda se exagera la influencia del cod. francés pues este a su vez posee influencia romanista. La influencia mayor del cod. francés se produjo en la técnica jurídica. Los comentaristas más destacados de este cod. son: Aubry y Rau, Troplong (sucesión testamentaria y dcho reales) Demolombe, Chabot, y Zachariae.

d)La obra de Freitas: Freitas era un eminente jurista brasileño a quien se le encargó la org. De la legislación portuguesa. Este clasifico y sistematizó este material conforme al método q expone en su introducción, q es una disquisición jurídica pura, es sumamente original, cuenta con notas referentes a como debe interpretarse las dif disposiciones, pero quedo inconcluso al llegar a las sucesiones debido a la renuncia de Freitas. el esbozo era un anteproyecto. Poseía un gran rigor lógico lo q llevó al autor a crear divisiones de cada tema, tbn poseía gran precisión conceptual.

e)Otras fuentes: Borda cita como otras fuentes a: Cod. Civ de Chile elaborado por Bello q Vélez juzga muy superior; Al del estado de Louisiana, al de los estados Sardos, el italiano, el prusiano, el sajón, el austriaco y el ruso, entre los autores destaca a Goyena (proyecto CC para España), a Story y Foelix (problemas de dcho inter priv) a Serrigny (sobre dcho adm) y a muchos más.

f) Dcho canónico: tuvo influencia particularmente en materia de dcho de flia y matrimonio. Vélez adoptó el matrimonio canónico como el único válido. Imposibilita la celebración del matrimonio a los no católicos, ello motivo q años dps se sancionaría la ley de matrimonio civ. (ley nº 2393).

MétodoI Título preliminar: De las leyesII Título Preliminar: de los modos de contar los intervalos del dchoLibro I: de las personas

I sección: de las personas en gral. II sección: de los dchos personales en las relac de flia

Libro II: de los dchos personales en las relac. Civiles I sección: Obligaciones II sección: Hechos y actos jurídicos III: sección: contratos

Libro III: de los dchos realesLibro IV: de los dchos reales y personales. Disposiciones comunes

I sección: sujeciones II sección: privilegios

III Sección: prescripciónLeyes Modificatorias y Complementarias del Código Civil

a) Ley de Matrimonio Civil nº 2393 - 12/11/1888: sustituyó el régimen matrimonial del código civil por medio del cual se permitía a los no católicos celebrar matrimonio. Esta ley a su vez fue modificada en 1968 x ley 17711 y sustituida x ley 23515 de 1987.

b) Ley de Derechos civiles d la mujer nº 11357 – 14/09/1926: amplió considerablemente la capacidad civil d la mujer casada.

c) Ley de Adopción nº 13252: la adopción no había sido incluida en nuestro código hasta la sanción d esta ley, q fue sustituida x ley 19134.

d) Ley de Propiedad Horizontal nº 13512 – 30/09/1948: el codificador había prohibido la división horizontal d la propiedad (art 2617), esto fue derogado por esta ley, hasta hoy vigente.

e) Ley de venta d inmuebles fraccionados y a plazo nº 14005 – 30/09/1950: reguló la venta d plazos d lotes d terrenos. Sigue hoy vigente con modificaciones q introdujo la ley nº 23266.

f) Ley sobre hijos nacidos dentro y fuera del matrimonio nº 14367 – 11/10/1954: introdujo sustanciales reformas al régimen del derecho d familia, suprimía parcialmente las distinciones entre los hijos nacidos dentro y fuera del matrimonio, actualmente todos los hijos son iguales ante la ley (ley nº 23264).

g) Ley sobre Catastro y Prescripción de Inmuebles nº 14159 – 03/10/1952: normas sobre catastro y reglamentó como juicios contenciosos el procedimiento d adquisición d inmuebles x prescripción. Se encuentra vigente en lo sustancial.

h) Ley de Régimen d Menores y d la Familia nº 14394 – 30/12/1954: Reforma en cuanto a capacidad para celebrar matrimonio, simple ausencia y presunción d fallecimiento. Incorporó el bien d familia inejecutable x deudas posteriores a la constitución como tal. Introdujo el divorcio vincular, luego suspendido por decreto-ley 4070/56 y luego sustituido x ley nº 23515,q nuevamente reglamentó esa forma d disolución d matrimonio.

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Derecho Civil 1i) Ley de Nombre nº 18248.j) Ley d Registro d la Propiedad del Automotor (decreto ley nº 6582/58): crea registro nacional d la propiedad

del automotor y modifica sustancialmente el régimen dominial d esas cosas al obligar el registro d los negocios jurídicos d la propiedad y declarar q el propietario es quien tiene inscripto a su nombre el vehículo.

Proyectos d Reforma Integral Anteproyecto d Bibilioni: se hizo sobre un método moderno, pues siguiendo los códigos alemán y brasileño,

incluye un Libro Primero que contiene una parte general, que comprende normas aplicables a toda relación jurídica, donde trata de las personas, los hechos jurídicos y el ejercicio los derechos. Luego, en el Libro Segundo (parte especial) trata del derecho d familia. El Libro Tercero d las obligaciones y sus fuentes, en particular los contratos. El Libro Cuarto d los derechos reales y el Libro Quinto d sucesiones, prescripción y registros. Esta obra tuvo gran mérito.

Proyecto d 1936: Bibiloni falleció poco después de entregar su trabajo a la Comisión Reformadora que lo había nombrado, ésta juzgó que era necesaria una revisión general del mismo, y encargó a Lafaille y Tobal la redacción definitiva. El 01/10/1936 el proyecto fue elevado al Poder Ejecutivo y este lo envió al Congreso, donde nunca fue considerado.

Anteproyecto d 1954: Es obra del Instituto d Derecho Civil d la Dirección d Institutos Jurídicos dependiente del Ministerio d Justicia. Llambías fue el verdadero impulsor d este anteproyectos. Es una obra moderna ajustada a un excelente método: título preliminar con 3 capítulos con disposiciones generales, normas d derecho internacional privado y cómputo d plazos. Libro I, parte gral: persona, bienes, hechos y actos jurídicos y tutela d los derechos. Libro II, familia. Libro II, sucesiones: trata d la herencia, con lo q modifica sustancialmente la ubicación d esta materia. Libro IV, obligaciones. Libro V, derechos reales e intelectuales.

Ley N 17711 – Reforma de 1968Sancionada el 22/04/1968. Rige a partir del 01/07/1968.-Antecedentes: poco después d producida la revolución de 1966,la Secretaría d Estado d justicia designó una comisión q debía estudiar la reforma del Código Civil.Se reformaron cerca d 200 artículos, pero su importancia no radica en la cantidad sino en el cambio d orientación q se refleja en algunas d las instituciones incorporadas. Hubo un cambio d filosofía liberal individualista y positivista por otra d contenido más social, mas humano, preocupado d una justicia más auténtica.

Se destacaron:a) admisión d la teoría del abuso del derecho (art. 1071), el vicio d lesión (art. 954), la teoría d la imprevisión y el principio d la buena fe como regla d interpretación d los contratos (art. 1198).b) La muy importante reforma del artículo 2513, q siguiendo las ideas del liberalismo manchesteriano, atribuía al dueño poderes omnímodos, inclusive los d degradar y destruir la propiedad. El nuevo texto suprime esas potestades inicuas y prescribe q debe hacerse un ejercicio regular d la propiedad (limitación del carácter absoluto del dominio, arts. 2512-2513c) La Modernización ha resultado no solo del cambio filosófico sino tbn d haberle impreso la dinámica apropiada a nuestro tiempo.d) Mayoría d edad los 21 años art 126e) Ampliación d la capacidad d los menores d 18 art 128f) Admisión d la emancipación dativa al lado d la derivada del matrimonio y se aumenta el ámbito d su capacidad (art 131)g) Introducción d la teoría del riesgo creado en materia d ilícitos (art 1113).h) Admisión d la mora automática d las obligaciones a plazo (art 509)i) Introducción del pacto comisorio tácito en los contratos (art 1204)j) Admisión del divorcio x mutuo consentimiento (art 67 bis, ley d matrimonio civil).k) Abreviación d los plazos excesivamente prolongados d prescripción.l) se mejora la situación d la mujer casada, poniéndola en pie d completa igualdad con el marido, y se ha hecho más estrecha y vital la sociedad conyugal, al exigir el consentimiento del cónyuge para disponer d los más importantes bienes del matrimonio (art. 1276 y 1277),con lo q se protege a los cónyuges d las enajenaciones inconsultas, inconvenientes o fraudulentas del cónyuge administrador.m) Acentuación d la seguridad jurídica protegiendo a los terceros adquirientes d buena fe y a título oneroso (art 1051) y a quienes han adquirido un inmueble x boleto d compraventa (art. 1085).n) Modifica el sistema d los efectos d la ley con relación al tiempo (art 3)o) Reconocimiento d la costumbre como fuente del derecho (art 17)p) Nueva regulación d la persona jurídica (art 33, 45, 46, 48)q) Introducción en nuestro derecho positivo d la institución d la inhabilitación.r) Reforma d algunas disposiciones sobre tutela y curatela y admisión d la astreintes Art 66b bis

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Derecho Civil 1s) La reparación amplia del daño moral y la responsabilidad civil contractual Art 522 y extracontractual 1078t) Inscripción registral como forma d publicidad para la transmisión d derechos reales sobre inmuebles Art 2505u) Se presume la aceptación d la herencia bajo beneficio d inventario Art 3.363

v) Nuevas reglas d colación (art 3477) y sobre orden hereditario (art 3569 bis, 3571, 3573, 3576, 3576 bis, 3581,3585 y 3586).w) Derogación d la prohibición del casamiento entre leprosos.

BOLILLA 2 Teoría general de la LeyConcepto Suárez: “Es el precepto común, justo, estable, suficientemente promulgado”. Justo se refiere a la igualdad d tratamiento d situaciones iguales. Común significa q es una norma formulada en términos generales x haberse establecido para un número indeterminado d actos. Suficientemente Promulgada hace referencia a que ha d haber sido establecida x el legislador conforme al mecanismo constitucional.

Ley y Norma JurídicaLa ley para la Ciencia del Derecho, es la norma en sentido general, que tiene un elemento material que se traduce en la norma general, y un elemento formal que es la legislación. La norma jurídica es el contenido de la ley, el tema sobre el que lo que versa, la ley es también una norma jurídica cuando tiene un contenido jurídico y es sancionado por el Estado. Las normas jurídicas pueden ser distintas disposiciones, que no específicamente pueden ser establecidas por el Estado, por ejemplo: un contrato que produce efectos inmediatos. La ley es una especie de norma jurídica. En sentido amplio, ley es toda norma jurídica imperativa de carácter general, establecida por la autoridad social investida de la necesaria potestad para imponerla como regla de conducta obligatoria. Pero si esto es así, en el lenguaje jurídico con la expresión ley se alude a la que emana del proceso legislativo cumplido de acuerdo con los preceptos de la Constitución Nacional relativos a la "Formación y sanción de las leyes". De ahí que sea necesario distinguir el sentido amplio y el restringido, o como se dice en doctrina, ley en sentido material y ley en sentido formal.

Ley en sentido material: Es la norma escrita sancionada por la autoridad pública competente. Responden a este concepto: la CN y las Constituciones provinciales; las leyes dictadas x el Congreso Nacional y x las Legislaturas Provinciales, si estatuyen normas generales; los decretos reglamentarios del PE; las ordenanzas municipales de carácter general; los edictos d la policía; los reglamentos d la corte suprema; y acordadas d las cámaras d apelaciones cuando establecen normas generales.

Ley en Sentido Formal: Es el acto emanado del PL que en el orden nacional se elabora a traves d lo dispuesto en los artículos 68 a 73 d la CN, bajo el título “d la formación y la sanción d las leyes”. En el orden provincial son dictadas por las legislaturas d cada provincia. Estas leyes reciben un nro q las identifica y según su contenido serán al mismo tiempo o no leyes materiales. Revisten este doble carácter las expresiones del PL nacional o provincial, que sean d carácter general, pero son únicamente formales las que se refieren a asuntos concretos del gob, administración pública, las individuales, etc.

Naturaleza: Origen Público, la ley emana d autoridad pública y x ello actúa en la soberanía política diferenciándose d las reglas impuestas x poderes privados, tales como la patria potestad o los poderes convencionales.

Caracteres Obligatoriedad: es la esencia d la ley para asegurar su cumplimiento y real vigencia. Contiene siempre una sanción para el q la viole, sanción q en el orden civil puede ser la nulidad del acto, la indemnización d los daños y perjuicios ocasionados a 3ros, etc. Es el carácter imperativo d la ley, obliga a todos, es lo q dispone el artículo 1º del CC, cuando señala q las leyes son obligatorias para todos los q habiten el territorio d la república, sean ciudadanos o extranjeros, domiciliados o transeúntes. Generalidad: se trata d una norma dictada con carácter general y no con relación a cierta persona en particular. Por eso no son leyes en sentido material las q conceden una pensión a determinada persona, x ej. Hace referencia a q se establece para un nro indeterminado d personas o d hechos, no siendo imprescindible q se aplique a todos los habitantes, pero si q su aplicabilidad a los sujetos contemplados sea indefinida, general y abstracta, q no se agote en un caso. Autenticidad: la ley debe emanar del poder con funicón legislativa, ejercido en forma legítima, en consecuencia el tema se relaciona con la sanción y la promulgación d la ley. Justicia: el concepto d justicia se vincula a la igualdad, la ley debe tener un tratamiento igualitario para situaciones semejantes. Desde otro punto d vista, la justicia d la ley está también vinculada a su adecuación a la CN, es decir la supremacía constitucional.

Efectos d la Ley con Relación al TiempoFecha d Entrada en Vigencia

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Derecho Civil 1Art 2 CC reformado x ley 16504 dice: “las leyes no son obligatorias sino dps d su publicación, y desde el día en q ellas determinen. Si no designan tiempo, serán obligatorias dps d los 8 días siguientes a los d su publicación oficial”. Cuando la ley señala la fecha d su entrada en vigor: La ley es obligatoria desde el momento señalado en ella. Puede ocurrir q la trascendencia d la reforma legislativa imponga un plazo mayor q el fijado en el artículo 2. Otras veces, la urgencia d la media puede mover al legislador a prescindir del plazo d8 dias para los departamentos d campaña, inclusive en algunos casos puede establecerse q la ley se aplique con retroactividad. Caso en q la ley no establece la fecha d comienzo d su vigencia: las leyes entran en vigencia a los 8 días d su publicación oficial

Principios q surgen del art. 3 del CC Aplicación o efecto inmediato d las nuevas leyes a las situaciones jurídicas en curso. Principio d irretroactividad salvo disposición legal en contrario Límite d la retroactividad dada x los derechos amparados x la constitución. Subsistencia d las leyes supletorias vigentes al tiempo d la conclusión d los contratos.

Efectos Inmediatos y DiferidosNuestro código adopta d manera expresa la regla del efecto inmediato d la nueva ley, la q se aplicará a las situaciones y relaciones jurídicas q nazcan con posterioridad a ella y a las consecuencias d las situaciones y relaciones jurídicas existentes al tiempo d entrada en vigor del nuevo texto legal. Consecuencias alas q se aplican las nuevas leyes: consecuencias son todos los efectos d hecho o d derecho q reconocen como causa a una relación jurídica existente. Las nuevas leyes se aplican a las consecuencias q se producen después d la sanción d una nueva ley. Situaciones jurídicas ya constituidas o ya extinguidas: se rigen x la ley bajo la cual se constituyeron o extinguieron, d otro modo habría retroactividad. Si un matrimonio se concluyó d acuerdo a la forma exigida x la ley, la reforma q d este se haga no lo afecta aun cuando agregue nuevos requisitos. Situaciones jurídicas en curso d constitución: algunas situaciones jurídicas tienen un iter constitutivo. La constitución d sociedades típicas, si durante ese proceso d constitución se modifica la ley, la nueva normativa es aplicable a ese proceso d constitución. Excepciones: la noción d efecto inmediato tiene dos excepciones:o 1º, la ley nueva puede tener efecto retroactivo si ella misma lo estableceo 2º, puede darse un fenómeno d supervivencia d la ley antigua cuando la nueva ley contiene disposiciones supletorias q no se aplican a los contratos en curso d ejecución. Efectos Diferidos. Cuando las leyes en conflicto son supletorias, dado que atienden solo intereses particulares, pueden ser dejadas de lado en los convenios, pero se aplican si ellos nada disponen. Se considera que al ser leyes que reemplazan la voluntad expresada por los contratantes, pasan a integrar el contrato, pues se incorporan por voluntad implícita de las partes.En este caso sigue vigente la ley supletoria derogada, proyectándose hacia el futuro en lo que a ese contrato concierne. La ley vieja tiene, por tanto, un efecto llamado ultra activo o de supervivencia como si fuera una cláusula que asumieron en el contrato las partes y que no es necesario alterar por no estar afectado ningún interés público o general. Al sobrevivir la ley modificada, se produce el fenómeno de dos leyes vigentes al mismo tiempo, el de los contratos anteriores la nueva, que se rigen por la anterior, y de los contratos posteriores, que desde luego, se regulan por la nueva.En curso de ejecución están los contratos ya celebrados cuando se sancionó la nueva ley, pero no extinguidos al entrar en vigencia.

RetroactividadLa retroactividad se da cuando la nueva ley se aplica a los actos jurídicos realizados bajo el imperio d la ley antigua, y a las situaciones jurídicas nacidas o hechos acaecidos bajo la vigencia d aquella.Para q una ley sea retroactiva, debe cumplir 2 requisitos conforme lo dispone el art. 3: q la ley así lo debe declarar expresamente y q no afecte los derechos q estuvieran amparados por garantías constitucionales.El 1º requisito es inherente a ella su declaración, x lo q la misma obedecerá a la necesidad d su aplicación retroactiva. El 2º requisito es una limitación del 1º, ya q la ley no debe afectar las mencionadas garantías constitucionales, y si lo hiciere será declarada inconstitucional.

UltractividadArt 3 trae una regla q consagra la subsistencia d la ley antigua. En efecto, las nuevas leyes supletorias no se aplican a los contratos en curso d ejecución, por lo q estos se siguen rigiendo x la ley antigua. Normalmente se entendió q de esta manera se respetaba la voluntad d las partes expresada en el contrato. Esta solución era grata a los ojos d los juristas q hicieron un dogma d respeto a la autonomía d la voluntad. Borda sostuvo q la legislación supletoria debía presumirse incorporada al contrato, aún cuando las partes no lo hubieran dicho expresamente. De allí q aplicar una nueva legislación supletoria

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Derecho Civil 1a un contrato en curso podía significar una mutación importante d las obligaciones y derechos q las partes se habían atribuido en el contrato. En cambio, Llambías ha criticado la solución del art 3, propiciando la aplicación inmediata d la nueva ley a los contratos en curso. Ha sostenido como fundamento que d este modo subsistirían dos ordenamientos distintos en materia contractual, y q es manifiesto q las nuevas leyes deben ser preferentemente d aplicación inmediata x considerarse mejores q las sustituidas.

Seguridad jurídica y el principio de irrectroacividadSegún borda, al introducir el ppio de irretroactividad en la CN se le otorga una rigidez q no concuerda con las necesidades jurídicas políticas y economía. d una sociedad solo algunos países latinoamericanos y noruega lo han establecido en su CN. Pero esto trae tan graves inconvenientes q el legislador no a podido menos q desconocerla y admitir excepciones.También ha ocurrido con la jurisprudencia de nuestra cortes suprema de justicia según la cual el ppio de q las leyes no pueden tener efectos retroactivos si afectan dchos adquiridos patrimoniales es de orden constitucional, no obstante a ello ha debido reconocer la constitucionalidad de numerosas leyes q los afectan.El ppio de irretroactividad no afecta al legislador q pueda dictar leyes de ese carácter; sólo obliga al juez en el caso en q la ley nueva nada disponga.La inseguridad en el goce de los bienes, el desconocimiento de los dchos nunca han provenido de los jueces. Es al legislador al q hay q temerle pues si estos dictan leyes injustamente retroactivas se pueden producir perjuicios irreparables.La solución Del problema de la seguridad individual no esta pues, en la protección const. de todos los dchos adquiridos pues esto resulta jurídicamente imposible, sino en el amparo const. d aquellos dchos q se estiman fundamentales para el individuo y la soc. De esta manera la protección de los dchos no solo esta por sobre encima de la ley, sino q es completa. No los ampara tan solo porq la ley los afecta con carácter retroactivo, sino q los ampara en todo caso, para el pasado y para el futuro.No se resguardan así todos los dchos actuales, como lo haría la protección indiscriminada e imposible de los dchos adquiridos, peor existe la conciencia clara de q no deseamos q estos se mantengan inmutables para el porvenir. La corte suprema cuando ha árido proteger un dcho no ha acudido al CC sino a la a la protección de la CN dado q el primero es insuficiente para dar seguridad y continuidad a los dchos. Por lo tanto al darles jerarquías const. se los protege frente a toda ley q los afecte sustancialmente.

Efectos de la ley con relación al territorioAnálisis del primer titulo preliminar del CC

La aplicación territorial surge del artículo 1º del CC: “las leyes son obligatorias para todos los q habitan el territorio d la república, sean ciudadanos o extranjeros, domiciliado o transeúntes”

ContenidoSITUACION LEY QUE RIGE

EstadoDomicilio

Capacidad/ incapacidad de hechoInstrumentos públicos

Lugar de celebraciónContratos (tbn reformas y solemnidades)

Bienes muebles

En situación permanente Lugar en el que están situadosLos que el propietario lleva consigo

Domicilio (del propietario)Uso personalPara venta o transporte

Inmuebles (situados en Arg) Leyes ArgentinasSucesiones Domicilio (del causante)

Aplicación del Derecho ExtranjeroComo regla general aparece la aplicación territorial d la ley. Hay ciertos casos d aplicación extraterritorial cuando la misma ley lo dispone. Cuando estén en juego los principios d orden público, aun cuando x el primer envio correspondiere la aplicación extraterritorial d la ley extranjera, se la dejará d lado volviéndose a la aplicación territorial d nuestras leyes, tal como lo dispone el artículo 14 del CC: “las leyes extranjeras no serán aplicables: 1º cuando su aplicación se oponga al derecho público criminal d la república, a la religión el Estado, a la tolerancia d cultos, o a la moral y a las buenas costumbres, 2º cuando su aplicación fuere incompatible con el espíritu d la legislación d este CC,3º fueren d mero privilegio, 4º cuando las leyes d este CC, en colisión con las leyes extranjeras, fueren más favorables a la validez d estos actos”.De aquí surge toda vez q corresponda aplicar la ley extranjera, el juez deberá abstenerse d hacerlo cuando tal ley esté en pugna con el derecho d nuestro país (CN al, administrativo, penal, fiscal) e

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Derecho Civil 1igualmente inaplicable la ley extranjera cuando se opone a la religión, si aquella ley ha sido dictada en odio al culto católico.Los casos mencionados x ese precepto no son sino meras aplicaciones del principio d orden público x lo q toda ley q resultare lesiva a las instituciones fundamentales del país serán obviadas x el juez.

Técnicas Jurídica d AplicaciónInterpretación y Aplicación d las Leyes. Concepto.

Aplicación: cuando se trata d someter las relaciones nacidas entre las personas a las normas jurídicas (leyes, costumbres o principios generales), se está aplicando el derecho. Normalmente esta aplicación va a tener como resultado final una sentencia, un mandato particular y concreto derivado d la aplicación d las normas jurídicas con efecto en el caso particular. Esta tarea de aplicar el derecho impone: a) elegir la norma aplicable, y b) atribuir sentido a las normas, tanto aquella d la cual se extrae el mandato particular como d aquellas cuya aplicación se excluye en el caso completo (*Galgano) Vinculación con la Interpretación: aplicación e interpretación son actividades íntimamente ligadas, ya que sólo puede ser debidamente aplicado lo q es comprendido en su propia razón d ser. Sin embargo, debe señalarse q la interpretación es una actividad d conocimiento, referida a la norma aplicable al caso concreto; la aplicación en cambio es una actividad dirigida a determinar los efectos y consecuencias jurídicas q produce la norma q corresponde; d allí q la aplicación es un acto d autoridad, un acto d imperio x el cual el juez decide el litigio. Interpretación: esta precede a la aplicación, es buscar el sentido y valor d la norma para medir su extensión precisa, y apreciar su eficacia en cuanto al gobierno d las relaciones jurídicas, aparentemente comprendidas en el ámbito d su vigencia (LLambías).

Tipos d Interpretación Interpretación Auténtica o Legislativa: Según Borda, es impropio hablar d interpretación legislativa, pues el Poder Legislativo es el q dicta la ley, pero no la interpreta, ya que le basta con el poder d dictar la norma, modificarla, substituirla x otra. Las llamadas leyes interpretativas significan en realidad una nueva norma jurídica. Interpretación Judicial: es la más común, la única q interesa desde el punto d vista del derecho positivo, puesto q los jueces integran el ordenamiento jurídico y sus fallos tienen carácter obligatorio para las partes. La ley es lo q los jueces dicen q es. Es concreta, busca el sentido d la ley q más convenga al caso que debe decidir: es una interpretación influida x los hechos del caso, x los intereses en juego y la moral. Interpretación doctrinaria: es la que hacen d la ley los autores y tratadistas. Es un importante aporte al esclarecimiento del sentido d los textos legales, q los jueces utilizan con frecuencia. Es abstracta y casi siempre puramente lógica.

El problema del Derecho InjustoLa postura tradicional en esta materia es la de q el intérprete no puede juzgar acerca d la justicia d la ley. El derecho, aun injusto, debe aplicarseNo se concibe la existencia d un derecho injusto, el concepto d derecho implica la idea d justicia. Las normas jurídicas dictadas x el poder público, para merecer el nombre d jurídicas, deben ser justas. X consiguiente, si el juez estima q una norma es injusta, debe negarse a aplicarla, xq no es una ley, no es derecho. Para decidirse a negar validez a una ley, el juez no puede determinarse x apreciaciones d carácter estrictamente subjetivo; no basta q estime q la solución legal puede ser sustituida x otra mejor, o q es inconveniente. Para q sea legítima la negativa del juez a aplicar la ley, debe haber una colisión radical entre ella y los principios del derecho natural.En nuestro derecho positivo, la negativa d aplicar una ley injusta no ofrece ningún conflicto d orden legal. La Constitución Nacional incluye entre sus preceptos todos los principios fundamentales del derecho natural, y el preámbulo establece afianzar la justicia, lo q significa q toda ley injusta es anticonstitucional, x lo tanto el juez argentino puede negarse a aplicar una ley injusta.

Reglas de interpretación de la ley1. Texto de la ley: El juez debe atenerse al texto de la ley considerando el lenguaje técnico-jurídico. Por texto debe entenderse no solo la letra sino tbn su espíritu. El texto debe tenerse siempre presente como manifestación autentica y solemne del espíritu, pues su finalidad es precisamente revelarlo.2. relación de la disposición interpretada con otras de la misma ley o de otras leyes : las normas legales no deben interpretarse aisladamente sino armonizándolas con otras disposiciones de la misma ley. Tbn debe coordinárselas con las de las otras leyes, particularmente con las posteriores. Se debe concordar la vieja ley con el espíritu de la legislación contemporánea e interpretarla de acuerdo con necesidades y tendencias actuales3. Condiciones economía, sociales y políticas: El juez debe apreciar las circunstancias del momento. El CC debe ser interpretado en concordancia con las nuevas ideas jurídicas, q son resultado de las convulsiones sociales.

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Derecho Civil 14. Fin d la ley: toda norma jurídica se dicta con un propósito determinado, el intérprete debe contribuir a q ese fin se cumpla. La expresión “voluntad del legislador o de la ley” se emplea aludiendo al propósito q ha inspirado a la norma jurídica ( y no a la intención psicológica del legislador).5. Fuentes, discusión parlamentaria y otros trabajos preparatorios: para establecer la intención del legislador, la consideración de estos factores permite seguir el pensamiento de los autores de la ley y precisar su alcance. Hoy tal procedimiento a caído en desprestigio pues lo q interesa al intérprete es cual es al interpretación más justa, la q mejor se adapta a las actuales circunstancias, la q satisface con más acierto el espíritu de la ley, el bien común. Además los trabajos preparatorios suelen ser confusos, contradictorios. La suprema corte ha reconocido el valor de interpretación auténtica a las manifestaciones del miembro informante de las comisiones parlamentarias, o a los fundamentos del mensaje del PE en q eleva al Congreso un proyecto de ley q dp resulta sancionado. Aún así, esta jurisprudencia ha dado lugar a fallos contradictorios. En la práctica de lo tribunales estos trabajos se invocan solamente si favorecen a la interpretación q se cree preferible. Pero si se les reconoce valor como antecedente histórico y doctrinario. Además las discusiones parlamentarias ayudan a poner de manifiesto el fin de la ley y las circunstancias de la época.6. Notas del CC: estas no forman parte de la ley ni tienen fuerza obligatoria, pero tiene valor en al interpretación de ley a los antecedentes de su sanción suelen desarrollar y completar el pensamiento contenido en el art. Pero el juez puede desdeñar la solución de la nota, si considera q el art. puede ser interpretado d una manera más justa, tanto más en cuanto Vélez no revisó todas las notas.7. Resultado d la interpretación: si de un texto legal pueden resultar dos o mas interpretaciones de be preferirse la más justa y q resuelva con mayor acierto y equidad los intereses en juego.8. consecuencias no previstas: La aplicación de normas legales q en abstracto son justas, suele acarrear consecuencias q no se han previsto y q son injustas el juez puede apartarse del texto y aplicar otros ppios legales.9. Analogía: autorizada en el art. 16, su fundamento reside en q si el motivo d la ley es el mismo del caso no previsto, debe darse a este la mismo solución.10. Adagios: son preceptos lógicos y ppios de dialéctica jurídica q facilitaban al razonamiento y prestaban apoyo a la argumentación, o tenían por objeto mantener firme el espíritu del legislador. No obstante la interpretación no es un mero ejercicio lógico, sino q importa la valoración de diversos factores. Además estos adagios suelen ser contradictorios entre si y la doctrina moderna se ha manifestado contra ellos. Los tribunales suelen invocarlos pero con moderación, para apoyar una solución q se ha decidido de antemano.

Consiguientemente, el Código Civil establece la siguiente progresión para interpretar la ley:

a) las palabras de la ley, esto es, una interpretación gramatical.

b) Su espíritu, con lo cual se excede lo limitado de la letra de la ley, en caso de que la interpretación gramatical falle;

c) La analogía: mediante iguales razones, la solución debe ser igual. Téngase bien presente que la aplicación analógica, que es jurídicamente posible en materia civil, no lo es en ámbito penal por principio de reserva que fluye del art. 18 de la Constitución Nacional, en cuanto exige ley incrimitario “anterior al hecho del proceso”.

d) Frustrada la búsqueda de solución por esas vías corresponde acudir a los principios generales del derecho.

e) Actualmente, habida cuenta de la virtualidad de la costumbre como fuente del Derecho, la norma consuetudinaria puede, en su caso, constituir también un cartabón interpretativo, paralelo o aun antepuesto a la misma ley.

Solución de Las Cuestiones Civiles.

Obligación De Juzgar.

Art. 15 del Código establece: “Los jueces no pueden dejar de juzgar bajo el pretexto de silencio u oscuridad, insuficiencia de las leyes”.

Precepto tomado del art. 4 del Código Civil francés, impone a los jueces la necesidad de encontrar siempre una solución a todos los casos que se les plantean, para lo cual ha de recurrir a los medios establecidos por el art. 16 del C.C., es decir que si la cuestión no puede resolverse por la palabra ni por el espíritu de la ley, atenderá a los principios de leyes análogas y a la costumbre (art. 17) y si aun fuere dudosa, resolverá por los principios generales del derecho.

Estos textos nos enfrentan al problema de la plenitud del ordenamiento jurídico y la existencia de lagunas, así como, naturalmente, ante la necesidad de colmarlas para la resolución de los casos particulares que se presentan a los jueces.

Lagunas Legislativas

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Derecho Civil 1El positivismo jurídico, entre otros, ha sostenido la inexistencia d lagunas, pero ella ha sido casi

abandonada en la doctrina civilística contemporánea. Se ha observado q la lógica es impotente para llenar todos los vacíos resultantes d la insuficiencia d los textos. Una norma negativa (todo lo q no está prohibido está permitido) q complementara el sistema jurídico resuelve muy poco en la esfera d la aplicación práctica, pues el principio general d libertad sólo podría suplir la ley en las materias q dependen d la autonomía privada; pero carecería d toda eficacia obviamente en el ámbito d los derechos reales o d familia.

Por lo tanto, la existencia d lagunas es admitida, pues aún la más perfecta d las legislaciones no puede comprender la totalidad d los casos. Ello equivale a rechazar el dogma positivista.

Obviamente no hay vacíos en el ordenamiento jurídico en sí, pues a través d los medios d integración el juez debe encontrar siempre una solución. Dentro d estas soluciones, como lo señala el art. 16, está la recurrencia a la analogía o a la interpretación integradora.

Casos en q existen lagunas:a) ausencia d regulación: la ley calla en absoluto porq remite la solución a la costumbre o porq considera q la

cuestión todavía no está madura para ser regulada.

b) Por imperfección técnica: porq alguna materia ha sido regulada sin tener en cuenta alguna d las posibilidades.

c) Lagunas d regulación: las enumeraciones limitativas o enumerativas pueden ser incompletas o puede darse x verbi gracia, como x ej en el art 114 q enuncia limitativamente a las personas q pueden denunciar la demencia, y q sin embargo es ampliado x la doctrina q legitima al enfermo y al tutor.

Los Principios Generales Del Derecho Como Fuente Del Derecho.No hay uniformidad de criterios en cuanto a qué debe entenderse por principios generales del derecho.En la corriente Iusnaturalista, los principios son los del derecho natural (Llambías, Borda). Otra corriente doctrinaria, la positivista histórica, sostiene que los principios generales del derecho son las normas del derecho romano o el derecho común (Bianchi). La corriente denominada positivista científica, por su parte entiende que los principios generales del derecho "son sencillamente los acuñados por la ciencia del derecho". Se alude a las normas propuestas por los juristas en sus obras jurídicas (Pacchioni). Para otra corriente, que dominó en Italia, la denominada legalista o estatista, dichos principios generales del derecho son los fundamentos de la legislación positiva de cada Estado. Estos principios para esta corriente no se encuentran escritas en ninguna ley, pero que son los presupuestos lógicos necesarios de la distintas normas legislativas. Pueden ser de hecho principios racionales superiores de ética social, y también principios de derecho romano y universalmente admitidos por la doctrina, pero tienen valor no porque sean puramente racionales éticos o de derecho científico, sino porque han informado efectivamente el sistema positivo de nuestro derecho (alude al italiano) y llegado a ser de ese modo principios de derecho positivo vigente.Cabe destacar que existe corriente doctrinarias positivistas eclécticas que "procuran combinar algunas posiciones precedentes". Abelenda define "como aquellas normas de conducta que han recibido sanción humana universal, ya por medio de la opinión de los jurisconsultos, ya por medio de la conciencia colectiva fundada en los sentimientos íntimos de justicia y equidad que Dios ha inspirado en el corazón de los hombres, y que casi siempre se abren paso aun en medio de la lucha de los intereses y pasiones". Sin embargo, los principios generales del derecho deben adecuarse, en la solución de las cuestiones civiles, a las circunstancias del caso y en consecuencia, los principios generales del derecho, debe ser considerado como un conjunto de normas integradas con elementos fijos e inmutables y otros en cierto modo variable de resolver de acuerdo con las circunstancias del caso no previsto en normas legales expresas, en tiempo y en todo lugar, con un sentido de justicia y equidad.

Modo De Contar Los Intervalos De Derecho.Los últimos 7 artículos del 2º Título preliminar del Código, del 23 al 29, contienen reglas destinadas a establecer cómo deben resolverse los problemas temporales de las situaciones y relaciones jurídicas. Estas normas son supletorias, y es por ello que las partes en las convenciones particulares, en las que no están interesado el orden público, pueden modificarla o sustituirlas. Otras leyes, además pueden estatuir reglas distintas y propias. Si nada disponen se ajustan a tales reglas, que son relativas al calendario, a qué se entiende por plazos, su nacimiento y terminación, cómo deben calcularse y cual es su efecto y valor.

Dias, Meses Y Años.En la regla general la primera parte dice que los días, meses y años se contará por el calendario Gregoriano.Art. 24 establece: "el día es el intervalo entero que corre de medianoche a medianoche; los plazos del día no se contará de momento a momento, ni por horas, sino desde la medianoche en que termina el día de su fecha

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Derecho Civil 1Sin embargo, la ley o las mismas partes pueden resolver que el plazo se computa por horas, en cuyo caso se contará hora por hora.

Plazos De Semanas.Código Civil no prevee el plazo por semanas, pero deben regir por analogía los principios expuestos LlambíasSignifica 7 días completos contándose, estos de acuerdo con las reglas sentadas en el párrafo anterior y a partir del día que se celebró el acto.

Plazos d Meses y Años.Los arts. 25 y 26 disponen la manera de contar los períodos de meses y años.Art. 25 establece: "Los plazos de mes a mes, de año a año, terminarán el día que los respectivos meses tengan el mismo número de días de su fecha. Así, un plazo que principie el 15 de un mes, terminará el 15 del mes correspondiente, cualquiera que sea el número de días que tengan los meses o el año".Art. 26 prescribe lo siguiente: "Si el mes que ha de principiar un plazo de meses o años, constaré de más días que el mes en que ha de terminar el plazo, y si el plazo, corriese desde algunos de los días en que el primero de dichos meses excede al segundo, el último día del plazo será el último día de este segundo mes". Ej: si se estipula un plazo de un mes a partir del 31 de enero, aquel vence el 28 de febrero o el 29 si el año fuere bisiesto.

Formas De Computar Los Plazos:Art. 27 establece: "Todos los plazos serán continuos y completos, debiendo siempre terminar en la medianoche del último día; y así, los actos que deben ejecutarse en o dentro de cierto plazos, valen si se ejecutan antes de la medianoche, en que termina el último día del plazo."Art. 28 determina que: "en los plazos que señalasen las leyes o tribunales, o los decretos de gobierno, se comprenderán los días feriados, a menos que el plazo señalado sea de días útiles, expresandose así."Una excepción muy importante al principio general sentado en estos artículos es la contenida en el Código de Procedimiento Civil y Comercial de la Nación, según el cuál los plazos procesales no corren en días inhábiles.

Caracter De Las Normas Del Segundo Titulo Preliminar Del C.C.Las normas sobre la manera de computar los períodos del tiempo, son de carácter meramente supletorio (art. 29).En consecuencia las partes, pueden convenir en sus contratos, que el plazo se computará de una manera distinta. Del mismo modo, las leyes provinciales, pueden apartarse de estas normas, que sólo se aplican en caso de silencio de las leyes especiales y locales, y de las partes en los contratos.

BOLILLA 3Concepto de Persona en el Código Civil y

En La Declaracion Universal de Los Derechos Del Hombre: Trascendencia.Art 30 Cdgo C expresa “son personas todos los entes susceptibles de adquirir derecho o contraer

obligaciones

Esta norma provoca criticas a la técnica legislativa de Velez Sarfield puesto que la tarea de definir corresponde a la ciencia del derecho y no a las leyes. Sin embargo, el artículo es de gran utilidad para establecer las características relevantes del concepto de nuestro ordenamiento jurídico. Su fuente se encuentra en el art. 16 del Esbozo de Freitas.La definición expresada separa en 2 partes: 1º consideremos el significado de la expresión ente y 2º explicitaremios lo relativo a la aptitud para adquirir derechosa) La palabra ente traduce el substratum, el contenido ontologico del concepto. Se trata al decir de Spota, del elemento material. El propio Freitas explica, que sin remontar a la idea de ente, nadie podrá traducir la sintesis de la existencia de la personas, ya que hay dos mundos: el visible y el ideal. Para abarcar a ambos es que se recurre a esta categoría abstracta que permite considerar soporte de la personalidad al ser concebido (cigoto, embrión, feto) (art. 63) al hombre (art. 51 del C.C.) y al grupo u organización humana (art. 32 y ss. del C.C.).

b) La expresión susceptibles de adquirir derechos o contraer obligaciones se vincula con la capacidad generica de adquirir derechos. Velez Sarfield, apartandose de Freitas, agrega contraer obligaciones siguiendo las enseñanzas de Aubry Rau.El vocablo “susceptible” utilizado por el codificador se refiere a la aptitud o posibilidad de ser titular de relaciones jurídicas. Tal aptitud se llama capacidad de derecho y configura lo que Spota denomina el elemento formal. Es lo caracterisitico del concepto de modo tal que podría decirse capacidad de derecho y personalidad jurídica tienen igual significado.

Recordar que Persona en sentido jurídico según Ferrara, un producto del derecho.

Trata de una categoría jurídica que pertenece al mundo de los objetos culturales y no una realidad de hecho.

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Derecho Civil 1Este concepto contiene un elemento material (ente) que es el soporte del elemento formal, tal es la aptitud que el derecho reconoce o atribuye para adquirir derechos y contraer obligaciones.

La condición de persona descansa en la comprensión que la Declaración Universal de Derechos Humanos que se concretó en el año 1948 en esta expresión: “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos y los otros”.

Por lo tanto no son únicamente entes, sino que son seres con dignidad dotados de razón y conciencia, y por lo tanto titulares de derechos y deberes. En cumplimiento del deber de cada uno es exigencia del derecho de todos, reza la declaración Americana de los Derechos del Hombre, Derechos y deberes se integran correlativamente en toda actividad social y politica del hombre, aclara la misma declaración.

Código Civil Argentino. Derecho Comparado.Velez Sarfield, siguiendo a Freitas, clasifica a las personas según el modo de su existencia.Art. 31 del Código expresa: “Las personas son de una existencia ideal o de una existencia visible”.

Tal invocación terminologica no prosperó ni en doctrina ni los cuerpos legales posteriores, y es el C.C. argentino el único que mantiene tales denominaciones.

Otras formas de designación son utilizadas con mayor frecuencia.Las personas de existencia visible son denominadas generalmente personas naturales, fisicas, individuales o humanas.

El codificador utiliza dos expresiones, personas de existencia ideal o personas jurídicas, para designar a aquellas que la doctrina y otras legislaciones llaman también personas colectivas, morales civiles, o ficticias. Es dable mencionar, sin embargo, que Velez utiliza en el resto del artículado del Código con gran frecuencia, y en la Leyenda del Título I de la Sección I del Libro I la expresión personas jurídicas. Esta denominación es la que se ha impuesto.

El art. 32 del C.C. expresa que todos los entes susceptibles de adquirir derechos o contraer obligaciones que no son personas de existencia visible, son personas de existencia ideal o personas jurídicas. Este precepto no proporciona definición alguna de esta clase de persona por lo que aquella dependerá de la posición que se adopte respecto de la naturaleza jurídica. Existe en consecuencia, la posibilidad de ajustar su concepto a los nuevos criterios doctrinarios.

Comienzo d la Existencia d las Personas FísicasEl CC, con una visión profunda y humanista, siguiendo el criterio d Freitas, establece en su artículo 70: "Desde la concepción en el seno materno comienza la existencia de las personas, y antes de su nacimiento pueden adquirir algunos derechos como si ya hubiesen nacido".En nuestro país la doctrina mayoritaria considera correcta el criterio de Freitas seguido por Vélez, aunque fuera criticado por Orgaz quien sostiene en su obra "Personas individuales", que parten de un equívoco: "el de asimilar vida humana con persona humana, la ley protege la vida y los intereses del concebido sin que esto signifique que el feto es ya una persona. Protege por respeto a la vida humana, que ya existe, y por consideración a la eventual personalidad futura del concebido".Abelenda y Rivera se adhieren al criterio de los juristas que aprueben el criterio de Vélez, ya que entiende, el primero de estos autores que no es posible "la discriminación entre vida humana y persona humana”. Sigue sosteniendo, este autor que “si el derecho, de acuerdo con una exigencia ética, toman al ser humano como sujeto potencial de derechos y deberes, debe hacerlo desde su concepción en el seno materno, que es el comienzo de existencia natural, y no desde el nacimiento”.Cifuentes, afirma que aquel ya es criatura: tiene características biologicas propias, conformación somatica que le pertenece, un destino moral y espritual propio, diferente del de sus progenitores. El ser concebido por otra parte no se identifica con el hombre, ya que estas dos realidades naturales son diferenciables entre sí en virtud de la trascendnecia que tiene el hecho del nacimiento. Desde el punto de vista jurídico, en nuestro ordenamiento jurídico se es persona antes de ser hombre en sentido estricto. Nos dice Spota que el nacido vivo ya existió en esa condición de persona al ser concebido y que el hecho de la concepción y la vida intrauterina implica, por sí, el elemento material soporte de la personalidad jurídica de la persona por nacer. El hombre, en cambio, constituye el elemento material de la que llamamos persona física. Las personas por nacer y las personas físicas son, por lo tanto, dos etapas de la existencia de las personas naturales.

Pacto d San José d Costa RicaEsta convención, ratificada x nuestro país, determina también q la existencia d las personas comienza desde la concepción (art 4), y los países signatarios deben adecuar su derecho interno a lo previsto en la Convención.

Personas por NacerTal como lo declara el artículo 63 del CC son personas por nacer las q, no habiendo nacido, están concebidas en el seno materno.

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Derecho Civil 1Concepción.Es el hecho biológico d la formación d un nuevo ser en el seno materno. Marca el momento inicial d la vida humana y así mismo el reconocimiento d la personalidad jurídica del nuevo ser.Concepción: es el hecho biológico consistente en que el óvulo materno, elemento femenino de la generación, recibe el impulso fecundante del esperma, que es el elemento masculino de ella.Período: La ley aplica nociones empíricas sobre la duración máxima y mínima d la duración del embarazo d la mujer, las q indican q no hay embarazo q dure más d 10 meses o d 300 días, y meno d 6 meses o 180 días. X tanto, superponiendo ambos cómputos, queda libre un período d 120 días, durante el cual ha debido tener lugar la concepción d la persona. Esto está manifestado en el artículo 76 “la época d la concepción d los q naciesen vivos, queda fijada en todo el espacio del tiempo comprendido entre el máximum y en mínimum d la duración del embarazo” y el artículo 77 “el máximum del tiempo d embarazo se presume q es d 300 días, y el mínimum d 180 días, excluyendo el día d nacimiento. Esta presunción admite prueba en contrario”.

Derechos y Deberes que pueden AdquirirEn nuestro derecho se atribuye capacidad jurídica, a título de persona de existencia visible, al ser humano desde la concepción en el seno materno.A este nuevo ser (mientras dura su vida intrauterina, "feto") el derecho civil argentino le asigna la denominación de persona por nacer y con carácter condicional la personalidad jurídica.Según el art. 70 los concebidos que son ya personas pueden adquirir algunos derechos, pudiendo hacerlo por donación, herencia u otro medio equivalente. Estos derechos son actuales, no en potencia o reservados, aun cuando la consolidación de ellos quede sometida al hecho del nacimiento en tiempo hábil, con vida y forma humana resolutoria que de que el concebido no muera antes de nacer o no nazca en tiempo hábil. En efecto el art. 70 dice: "Esos derechos quedan irrevocablemente adquiridos si los concebidos en el seno materno nacieren con vida, aunque fuera por instantes después de estar separados de su madre" y el art. 74 agrega: "Si muriesen antes de estar completamente separados del seno materno, serán considerados como si no hubieran existido". El hecho de la muerte antes de nacer opera como una condición resolutoria (extinción) de la personalidad jurídica de los concebidos no nacidos y de los derechos ya adquiridos. El art. 64 dice: "Tiene lugar la representación de las personas por nacer, siempre que éstas hubieren de adquirir bienes por donación o herencias".

La doctrina moderna sostiene que pueden adquirir derechos por una serie de hechos jurídicos, además de los títulos de donación y/o herencia.

a) Derechos: Adquisición por donación, herencia y legado hecho en testamento:Esta fuente de derechos aparece admitida expresamente en el artículo 64. Al referirse a la herencia comprende a todo título de transmisión mortis causa, por lo que el sujeto por nacer puede ser heredero legitimo, testamentario o legatario.

Del mismo modo pueden considerarse comprendidos los derechos que le sean atribuidos en virtud de cargos impuestos a otros herederos o legatarios. La hipótesis se subsume también en el art. 64 que interpretado a amplitud abarca a todos los casos de adquisición a título gratuito (Borda, Llambías). Adquisición como consecuencia de una estipulación en su favor: Según el art. 504 pueden hacerse estipulaciones en favor de terceros en los contratos y como en la ley no hay ninguna prohibición respecto de que se haga en favor de la persona por nacer, puede adquirir por ese título. Este principio se aplica frecuentemente en materia de contratos de seguros y donaciones cuando se imponen cargos en favor de ellas. Adquisición de derechos por medio del ejercicio de acciones de estado (reconocimiento de filiación):Conforme al art. 254, reformado por ley 23.264, los hijos pueden reclamar judicialmente la filiación extramatrimonial contra aquel que consideren su padre o su madre. Durante el régimen anterior a la reforma se entendía que la ley autorizaba al concebido a ejercer la acción contra su padre extrapatrimonial, representado por su madre. No existen razones para apartarse de ese criterio.Asimismo el padre podrá reconocer al hijo durante la concepción (arg. Art. 248, reformado por la ley 23.264). Acciones de daños y perjuicios:La persona por nacer es titular d una acción x daños y perjuicios si se comete un hecho ilícito del q resulta víctima una d las personas obligadas a prestarle alimentos, siempre q pueda invocar un daño personal. Naturalmente también puede reclamar daños y perjuicios si ha sufrido un daño como consecuencia d un ilícito cometido contra su madre durante la gestación. Adquisición de derechos creditorios como consecuencia de actos ilícitos:Cuando alguna persona cometa algún ilícito en perjuicio de los parientes de quienes son sucesores las personas por nacer; y en perjuicio de ellas mismas, si es indemnizables, tienen derecho a la indemnización correspondiente, que deberán reclamar en su nombre sus representantes. Adquisición de derechos a título de alimentos y litis expensas:

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Derecho Civil 1El nacisturus puede reclamar alimentos de sus padres, lo que hará por vía de la representación prevista en el art. 57, conferida en principio a los padres, o del Ministerio de Menores (art. 59). Adquisición de derechos por realización de supuestos previstos en leyes sociales:En los casos en que las leyes laborales prevén indemnizaciones a favor de los derechos habientes de u trabajador, como sucede en la Ley de Accidente y Contrato de Trabajo, deben ser considerados como tales las personas concebidas al tiempo de fallecimiento. Adquisición de derechos a consecuencia de los actos de administración de sus bienes realizados por sus representantes legales. Adquisición de derechos a consecuencia de su condición de titular de otros bienes adquiridos por donación o herencia: Por ejemplo: las personas por nacer recibe por donación/herencia una casa alquilada. Al constituirse en propietario de ellas, tiene derecho a percibir los alquileres. Adquisición de derechos por Seguros:Las personas por nacer pueden ser beneficiarias d un contrato d seguro d vida, así como d cualquier otro derecho q emane d estipulaciones hechas x terceros. Acciones Judiciales:

A todos los hombres les corresponden acciones para hacerlos valer en justicia. El concebido tiene derecho a demandar judicialmente para hacer efectivos los derechos de q resulte titular. Es así q en nuestros tribunales la persona x nacer puede promover el juicio sucesorio d su padre extramatrimonial.

b) Obligaciones en el sentido de deberes jurídicos.Llambías adopta una posición en base a lo dispuesto en el art 53, “Les son permitidos [a las

personas d existencia visible] todos los actos y todos los derechos que no les fueren expresamente prohibidos, independientemente de su calidad de ciudadanos y de su capacidad política”. Siendo la persona x nacer incapaz absoluto d hecho (art 54 inc 1º), la cuestión se resuelve a través d las facultades d q disponen sus representantes para suplir tal incapacidad.

Actuando el representante dentro d las facultades q le son propias en el marco d la ley, las obligaciones q en tal virtud haya contraído, comprometen la responsabilidad del incapaz.

Las personas por nacer pueden, dada su personalidad, contraer obligaciones y deberes jurídicos derivados de actos de administración de sus bienes.

Por ejemplo, si el representante legal alquila una finca de propiedad de la persona por nacer, esta asume la calidad de locadora y con ella contraer los deberes jurídicos por su condición de tal.

Obligaciones “propter rem”. Esto es, las que derivan de una relación de señorío sobre una cosa adquirida por un medio legalmente idóneo. Obligaciones derivadas de algún empleo útil o gestión de negocio en su favor. Por ejemplo: si alguien hace reparaciones urgentes en una finca de propiedad de la persona por nacer, tiene derecho a que se le reintegre lo gastado, lo cual constituye una deuda para la persona por nacer en cuyo favor se hizo la reparación que significó un enriquecimiento. Deberes jurídicos como consecuencia de ser titular de derechos adquiridos por medios legalmente idóneos. Por ejemplo: si recibe en donación una cosa con un gravamen hipotecario o simplemente alquilada contrae los deberes como propietario o locador, respectivamente.

CapacidadLa persona por nacer, en el sistema de nuestro C.C. tiene aptitud para adquirir derechos desde la concepción. Desde ese momento comienza su existencia jurídica y su capacidad de derecho (arts. 63 y 70 del C.C.) pero es, en virtud de su situación física, incapaz absoluto de hecho (art. 54 inc. 1 del C.C.) y está sometida por lo tanto, a la representación necesaria (art. 54 inc. 1 del C.C.) y promiscua del Ministeria de Menores (art. 59 del C.C.).La aparente limitación de la representación de estas personas a los supuestos en los que hubiesen de adquirir bienes por donación o herencia (art. 64 del C.C.).No pueden ejercer por si mismos ninguno d los derechos d los cuales son titulares, es decir, tienen una imposibilidad material d obrar.

Representación

El artículo 57 en su inc 1º establece quienes son los representantes d las personas x nacer. Para estos han d ser sus representantes los padres, en forma conjunta, d la manera y en las especificaciones q determina el art 264 (modificado x ley 23264 – patria potestad). Para el supuesto d falta o incapacidad d los padres, el art 57 inc 1 atribuye la representación d las personas x nacer, a los curadores q se les nombre. Algunos autores interpretan q esta última parte del precepto estaría modificada x el art 264 bis, en cuanto dispone ahora q en el supuesto d q ambos padres sean incapaces o estén privados d la patria potestad, o suspendidos d su ejercicio, los hijos menores quedarían sujetos a tutela.

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Derecho Civil 1La representación cesa en los casos previstos en art. 69. En primer lugar cuando se produce el parto, haya nacimiento con vida. Cuando éste ha ocurrido con vida comienza la representación de los menores impúberes (art. 57 inc. 2 del C. C.). No se modifican sustancialmente las facultades que ya correspondían a los padres, quienes continuarán en ejercicio de la patria potestad.El hecho del nacimiento, sin embargo, tiene por principal efecto tomar irrevocables los derechos adquiridos con anterioridad al parto.Cesa también la representación por muerte del feto intrauterinamente o por haber nacido muerto. En estos casos se carece de sujeto a quien representar y se opera la condición resolutoria que provoca la pérdida de los derechos que pudieran haberse adquirido durante la gestación.

Nuevas Técnicas Científicas d Procreación Humanas y sus implicancias Jurídicas.Las técnicas d reproducción humana asistida son aquellos medios x los cuales el hombre interviene artificialmente en el acto d procreación. Dentro d ella encontramos:a) Inseminación artificial: x esta se entiende la intervención médica mediante la cual se introduce el semen en el organismo femenino, no a través del acto sexual normal sino d manera artificial, a fin d producir la fecundación.a. Inseminación artificial homóloga: es la q se practica con semen del marido y q se reconoce con la sigla IAH.b. Inseminación artificial heterogénea: se practica con semen d un dador no vinculado a la mujer receptora x el vínculo matrimonial.b) Fecundación extracorpórea o in Vitro: es el conjunto d intervenciones médicas q van desde la obtención del óvulo y el esperma, hasta la implantación del óvulo fecundado en el útero propio o adoptivo para el ulterior desarrollo del mismo, pasando x la fecundación y 1º desarrollo d la célula germinal fuera del seno materno. Se conocen distintos métodos:a. FIV: en este caso el semen, q se obtiene x la masturbación manual o mecánica, o mediante un preservativo adaptado, se coloca con los óvulos obtenidos mediante aspiración, en una plaqueta especial q permanece en una incubadora durante 48 hs hasta lograr la fertilización. Producida esta, se transfieren algunos embriones a la madre, pudiendo congelarse los restante.b. GIFT (transferencia d los gametos a las trompas d Falopio): consiste en colocar en cada una d las trompas 2 óvulos, también extraídos mediante la laparoscopía y espermatozoides para q fecunden aquellos en las propias trompas, es decir en el ámbito en q normalmente se produce la fecundación.En estos casos la fecundación puede tbn lograrse con el semen del marido, concubino o dador voluntario y la implementación puede hacerse en el vientre d la persona cuyo óvulo se fecunda, o en el d otra mujer (madre portadora).

Implicancias JurídicaLa redacción o interpretación literal del art 70 resulta insuficiente frente a los procesos d fecundación extracorpórea q se ha transformado en una realidad incuestionable. La concepción no acaece necesariamente en el seno materno. Ello plantea la cuestión del estatus jurídico del embrión hasta el momento d su implantación en el seno materno. La respuesta a esta cuestión adquiere enorme trascendencia, x cuanto ella dependerá d q lo consideremos una cosa o una persona física.Toda esta materia genera una serie d cuestiones: naturaleza d los óvulos y espermatozoides, dación d los gametos, donde se debate la necesidad o no del anonimato del dador; naturaleza jurídica del embrión; congelación; manipulación y destrucción d embriones supernumerarios; legitimidad o no d la maternidad x sustitución.-Derecho a la Procreación: la postura negatoria d la existencia d este derecho se sustenta en q la fecundación es un hecho d la naturaleza y x lo tanto excluido d la libertad del hombre, q no existe un derecho al niño, y q entre los derechos/deberes del matrimonio, no existe el d procreación. Por otro lado la tesis positiva reconoce la existencia d este derecho, es el correlato d la libertad d procrear cuando quiero, como quiero y con quien quiero. Desde este punto d vista, la tesis positiva es sustancialmente falsa, y parte d la confusión entre una libertad y un derecho subjetivo.El hombre y la mujer tienen la libertad d procrear o d no hacerlo, derecho a la privacidad sin la injerencia del Estado (métodos naturales). Pero cuando hablamos d métodos q requieren la intervención d terceros, ya no implica el ejercicio d una libertad individual y está comprometida la intervención d terceros y la responsabilidad del estado.A utilización d estas técnicas d reproducción habrá d ser convalidada x el derecho cuando la decisión d quienes pretendan utilizarla esté justificada y no causen un agravio a los derechos del niño.Naturaleza d los gametosUn sector d la doctrina considera q se trata d cosas, ya q cuando se los ha separado del cuerpo, dejan d formar parte d él y son susceptibles d constituir el objeto d relaciones jurídicas (Zannoni). Por otro lado, Vidal Martínez sostiene q las células germinales son elementos regenerables q como cualesquiera componentes del cuerpo humano, aún separados del mismo, son en principio cosas fuera del comercio. Aunq cabría admitir q para fines tales como investigación o dación, fueran objeto d tráfico. Pero en cuanto a los gametos humanos considerados en su funcionalidad, ya no es posible este tratamiento, ya q pertenecen al ámbito d los derechos d la personalidad, pues d

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Derecho Civil 1alguna manera, rasgos físicos y psíquicos se transmiten mediante los genes, d padres a hijos. Su uso está, por ende, limitado a la moral y a las buenas costumbres.Dación y comercialización d gametosEn estricto derecho no corresponde hablar d donación sino d dación ya q no podría ser un contrato porq el objeto (semen u óvulo) se encuentra fuera del comercio (art 953 CC). Se trata d elementos inalienables q nopueden ser objeto d tráfico jurídico.-Prohibición d la Comercialización:a) en el plano internacional, los documentos, informes y legislación q se conocen, se orientan hacia la prohibición d la comercialización.b) en nuestro sistema legislativo, la dación d órganos se encuentra reglada xla ley 24193. esta ley no es aplicable a la dación d gametos, x ser estos elementos regenerables (Art 1º d la ley). El principio d prohibición d la onerosidad d las daciones constituye una regla general q emana d la ley 24.193 y la ley d hemodonación (22.290).-RevocabilidadRivera plantea q la dación es revocable hasta tanto no se haya unido el óvulo con el esperma. Es q si bien el acto d disposición relativo constituye una limitación voluntaria al ejercicio d los derechos d la personalidad, ellos permanecen siempre dentro d la esfera d disposición del sujeto, quien puede retrotraer las circunstancias d estado inicial.-CapacidadLos actos d disposición d los gametos solo pueden ser consentidos x personas plenamente capaces, y el consentimiento no puede ser suplido por autorización judicial.-AnonimatoDebatido es si debe o no mantenerse. La necesidad d anonimato se fundamenta en:1) facilita la dación q sería prácticamente inexistente si el dador supiera q por ese hecho pudiera contraer relaciones jurídicas.2) Procura el mayor bienestar del niño, el cual podría tener problemas psicológicos x descubrir su verdadero origen.Por otro lado se encuentra el interés d todo ser humano d conocer su realidad biológica, x lo tanto creemos q el derecho a la intimidad d la intimidad d los dadores debe ceder ante el derecho del hijo sobre todo si con el anonimato se pretende evitar las posibles responsabilidades procreacionales. Así mismo resulta interesante analizar la propuesta de Velazco…“Una alternativa sería la d clasificar en dos niveles dicha información: 1)historia médica y genética pero no identificación del donante; 2) identidad del donante. Al primero habrá libre acceso mientras q al segundo si se demuestra la necesidad de conocer los datos.-Prohibicion de la dación de gametos de quienes tienen enfermedades hereditarias: en la doctrina se ha sostenido q han de reputarse incapaces de realizar dación de sus gametos a los sujetos q tengan enfermedades genéticas trasmisibles hereditariamente.-Los destinatarios de estas técnicas: la utilización de las técnicas de reproducción asistida habrá de ser convalidada por el dcho cuando al decisión de quienes pretendan utilizarlas este justificada y no cause ningún daño a los dchos del niño.No parece dudoso q una pareja de diverso sexo unida ne matrimonio, en al cual alguno de los cónyuges sufre una esterilidad no superable por otros medios, está legitimada para usar las técnicas de fecundación asistida, pues asegura q el niño q ha de nacer en el seno de una flia completa, con padre y madre. Menos estable puede resultar la pareja concubinaria, pero de todos modos, dado el matrimonio no asegura de manera definitiva el matrimonio tampoco asegura de manera definitiva la estabilidad de la pareja. Entonces no parecería a prima facie contradictorio con los intereses de los niños la utilización de estas técnicas en estas parejas. Por el contrario resultaría a nuestro juicio francamente contradictorio con el dcho del niño a nacer en una flia completa y a una vida fliar normal, q las técnicas de fecundación asistida sean usadas en mujeres solas y en parejas del mismo sexo.Naturaleza jurídica del embrión en el Ordenamiento Jurídico Arg: -Para la ley civ Arg. se es persona desde la concepción (art. 70) pero en la fecundación asistida no hay concepción, pero lo cierto es q el CC fue redactado cuando era imposible este tipo de fecundación. Sin embargo, el hecho de q no haya concepción en el seno materno no es óbice para aplicar el art. 17 por analogía en mérito a lo dispuesto en el Art. 16. Por otra parte el art. 51 preceptúa q son personas de existencia visible todos los entes q presenten signos característicos de humanidad, sin distinción de cualidades y accidentes. El mismo criterio mantiene la ley 23.264 (filiación y patria potestad) ya q en su art. 264 establece q la patria potestad existe de la concepción sin requerir q ella acaezca en el seno materno.Embriones supernumerados: La técnica de FIV ante el peligro q una primera fecundación no triunfe y evitar el riego q implica extraer los óvulos mediante la lamparoscopía con anestesia gral. Se extraen numerosos óvulos q se fecunda, dando así lugar al problema de los embriones súper numerarios.En gral. No se implanta un solo embrión, sino un numero q varía entre 3 y 5. Con este tipo de práctica se intenta evitar q la FIvb fracase por un aborto natural.- Destino de los embriones supernumerados: la congelación de los embriones super numerados da lugar al espinoso lugar de q hacer con ellos. En ppio el destino del embrión implantado es dependerá fundamentalmente de

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Derecho Civil 1sus padres, pues si estos deciden posteriormente implantarlos no existe problema. La dificulta se presenta cuando los padres se niegan o no pueden implantar embriones congelados, las rtas posibles son 3:1) Destrucción: nosotros al considerar q se trata de una persona no cabe sino repudiar la posibilidad de la destrucción aun admitiendo q no hay individualidad, por vía de hipótesis hay vida humana y debe ser respetada2) Experimentación: para los científicos ofrece una riquísima posibilidad en torno a la investigación. En ppio por respeto a la dignidad humana se deberían evitar las experimentaciones con embriones humanos. Sin embargo preguntarse si ello no sería retardatorio para el progreso científico, y si la posibilidad de la curación de los males q aquejan a la humanidad no e justificativo suficiente para permitir el mal menor, q es la experimentación con el embrión.3) Dación: partiendo d la premisa d q el embrión es una persona humana, no puede admitirse q el sea donado pro sus padres genéticos, y por ello no puede ser objeto d ningun tipo d contrato.

Embarazo. ConceptoSegún Llambías: Es el estado biológico d la mujer q ha concebido mientras dura el período d la gestación.

ImportanciaRadica en:a) es el momento d la concepción el q permite establecer si un hijo es o no matrimonial (art 246)b) en caso d q la viuda se case antes d los 10 meses del fallecimiento del marido anterior, tiene importancia para saber si los hijos pertenecen al 1º o 2º marido (arts 241-242)c) depende del momento d la concepción la validez del reconocimiento d un hijo extramatrimonial hecho antes del nacimiento.d) Depende d el la adquisición d derechos x donación o herencia.D ahí q el código fije la época d concepción, aunq admite prueba en contrario según la reforma d la ley 23264.Así el art. 243, reformado por la ley 23.264 dispone: “Se presumen hijos del marido los nacidos después de la celebración del matrimonio y hasta los trescientos días posteriores a su disolución, anulación o a la separación de hecho de los esposos. No se presume la paternidad del marido con respecto a los hijos que naciere después de los trescientos días de la interposición de la demanda de divorcio o de nulidad del matrimonio, salvo prueba en contrario”.Por su lado, el art. 244, también reformado por la ley 23.264 establece: “Si mediaren matrimonios sucesivos de la madre se presume que el hijo nacido dentro de los trescientos días de la disolución o anulación del primero y dentro de los ciento ochenta días de la celebración del segundo, tiene por padre al primer marido; y que el nacido dentro de los trescientos días de la disolución o anulación del primero y después de los ciento ochenta días de la celebración del segundo tiene por padre al segundo marido. Las presunciones establecidas en este artículo admiten prueba en contrario”.

DenunciaLa prueba del embarazo se establece x la simple denuncia d este Estado x la parte interesada para q se tenga x comprobada, provisionalmente, la existencia del embarazo. Tal vez la denuncia resulte falsa, pero la ley prefiere correr estos riesgos antes q tolerar discusiones q darían lugar a la adopción d medidas lesivas para la dignidad d la mujer.Arts 65 y 66:3) la madre d la posible criatura concebida (art 65) es quien esta en mejores condiciones d conocer el hecho.4) El marido d la madre embarazada. Se comprende q se admite su denuncia xq a el respecta la representación del por nacer. (art 65)5) Los parientes en gral del no nacido. (art 66 inc 1) la ley no distingue clases d parentesco ni grados, comprende tanto a los parientes legítimos cuanto a los ilegítimos d la madre o del padre q haya reconocido como hijo al nasciturus.6) “… y todos aquellos a quienes los bienes hubieren d pertenecer si no sucediera el parto, o si el hijo no naciera vivo, o si antes del nacimiento se verificare q el hijo no hubiera sido concebido en tiempo propio”. Estos son los herederos o legatarios del marido, q aún teniendo un interés contrapuesto al d la persona x nacer pueden formular la denuncia del embarazo.7) Los acreedores d la herencia (art 66 inc 2). Estos no tienen un derecho subordinado al nacimiento del concebido pero se les permite la denuncia para q pueda instituirse la representación d este y ventilarse con el representante del cobro del crédito q tuvieran los acreedores sin necesidad a esperar a q ocurra el nacimiento.8) El ministerio d menores (art 66 inc 3). Es el organismo al q se ha confiado la representación promiscua d todos los incapaces d hecho x lo q ha d velar para q se provea al concebido del representante necesario para q se ocupe d sus intereses.Como consecuencia del sistema adoptado x el codificador para la prueba del embarazo, x la sola denuncia se ha previsto la postergación d toda discusión sobre la existencia del embarazo, como lo establece el art 67 y el 68.

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Reconocimiento: medidas tendientes a verificar la efectividad del embarazoEl art 78 dice “No tendrá jamás lugar el reconocimiento judicial del embarazo, ni otras diligencias como depósito y guarda de la mujer embarazada, ni el reconocimiento del parto en el acto o después de tener lugar, ni a requerimiento de la propia mujer antes o después de la muerte del marido, ni a requerimiento de éste o de partes interesadas”.Esto significa q tratándose del reconocimiento del embarazo no se puede adoptar medida alguna, ni aún con aceptación d la mujer; esta es la consecuencia d lo dispuesto en el art 65, pues si el embarazo se tiene x acreditado x la declaración d cualquier interesado, queda x ello eliminada toda posibilidad d reconocimiento en el cuerpo d la mujer. La única manera por la cual puede queda desvirtuada la denuncia del embarazo es por el transcurso del lapso máximo del embarazo, por lo q quedaría demostrada la falsedad de la denuncia por el transcurso de aquel lapso sin q se produjera el nacimiento de la criatura.

NacimientoNacer es aparecer y entrar en la vida visible. Es brotar hacia el exterior. No implica solo salir del vientre materno, sino también comenzar a vivir por cuenta propia. Es por ello que se requiere un nacimiento completo, entero, no siendo tal la simple aparición de una parte (un brazo, cabeza o miembro).Se discute el momento en que puede considerarse consumado el nacimiento. Para muchos juristas no es necesario el corte del cordón umbilical, bastando que el nacido hubiera vivido fuera de la matriz un tiempo, aun cuando la criatura continúe adherida al conjunto de vasos sanguineos de la placenta (Borda, Busso, Orgaz). Es dable recordar que, acorde con los arts. 70 y 74 del Código Civil, el por nacer no alcanza a confirmarse como persona si muere antes de estar, aunque por instantes, completamente separado del seno materno. Por eso otros autores, sostienen que si al cortarse el cordón umbilical el niño no da señales de vida, no se produce la oxigenación propia a través de los pulmones y se da el caso del nacimiento muerto (Arauz Castez). Cifuentes comparte esta opinión. Sostiene, este autor, que no debe confundirse el parto, que es parir o dar a luz, con el nacimiento, que es empezar a vivir por sí. Para que esto último se produzca y pueda comprobarse, es condición física que la respiración sea un fenomeno producido con los propios organos. Mientras el cordón umbilical esté intacto hay prolongación de un estado intrauterino, pues se recibe la oxigenación de la madre con verdadero impulso vital.La ley exige que el hijo sea: a) separado de la madre, b) que la separación sea completa, c) que viva después de la separación aunque sea por instantes, y d) que sea una criatura humana.Es por eso que con respecto a los acardianos o acefalos, que al estar separados conservan aun algunos movimientos, debe considerarse que tiene meros reflejos y no signos de vida. (Cifuentes)Son indiferentes los medios de que se vale la ciencia para obtener la separación, sea a través de una cirugía (césarea) o espontáneamente (art. 71)

ImportanciaLa importancia radica en la influencia q tiene en las relaciones jurídicas pendientes susceptibles d ser modificadas x la frustración d la persona x nacer; Ejerce la mayor influencia sobre las relaciones jurídicas pendientes, cuando tiene lugar sin vida, este hecho aniquila retroactivamente la personalidad del nasciturus, y x consecuencia desvanece los derechos constituidos en cabeza suya. Cuando nace con vida tbn tiene interés jurídico, porq los derechos d esta persona resultan definitivamente consolidados x este nacimiento.

Distintos SupuestosNacimiento con vida:Se entiende el nacimiento con vida, cuando el niño, completamente separado del seno materno, tiene vida propia, independiente de la que le proporcionaba la madre. La criatura está completamente separada cuando se ha cortado el cordón umbilical. Si nace con vida, no hay distinción entre nacimiento espontáneo y el que se obtiene por cesaria (art. 71). Nacimiento sin vida o muerte antes de nacer: La circunstancia de que muera antes de nacer (antes de estar completamente separado de la madre) determina la resolución de la personalidad jurídica, es decir el "aniquilamiento de ella" con efecto retroactivo.Presunción de que el nacimiento se produjo con vida. Inversión de la carga de la prueba: El art. 75 dice: "En caso de duda de si hubiera nacido o no con vida, se presume que nacieron vivos, incumbiendo la prueba a quien alegare lo contrario...”. Reafirmando el principio establecido en el art. 75, el art. 73 dice: "Reputándose como cierto el nacimiento con vida, cuando las personas que asistieren el parto hubiesen oído la respiración o la voz de los nacidos, o hubiesen observado otros signos de vida".Prueba d la muerte:En la actualidad hay medios para establecer este hecho: si el tejido pulmonar no flota en el agua, es porq nunca respiró, y con ello se prueba q no nació vivo; si el tejido pulmonar sobrenada, es porq la criatura ha respirado, con lo q confirma la presunción d vida. Esta comprobación se realiza con autorización del juez. Los adelantos científicos han restado todo interés a la prohibición contenida en el art 73.

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Derecho Civil 1Viabilidad. CriteriosEn algunas legislaciones se exige, además del nacimieto con vida la llamada viabilidad, que es más bien “vitalidad” y que los romanos llamaban vitae habilis. La criatura, una vez nacida, debe tener, para esas legislaciones, aptitud orgánica que le permita seguir viviendo por sus propios medios. Dicha aptitud, impuesta para el reconocimiento de la persona como sujeto y que nuestro Código no exige (art. 72), significa que ya no importa que haya vivdo por horas, días o momentos. El problema se vuelve dificil cuando hay que investigar si la criatura murió por su condición de no viable o por causas accidentalViabilidad significa nacimiento con vida y con los elementos de conformación y desarrollo necesarios para seguir gozando de ella.Numerosas legislaciones contemporáneas a nuestro Código, exigen la viabilidad como una condición para que el nacido adquiera sus derechos en forma irrevocable.Por ello, si el infante fallece por defectos orgánicos que hicieron imposible la continuidad de la vida o nace antes del periodo mínimo de gestación, se considera al sujeto como nacido muerto o abortivo.Nuestro Código no exige la viabilidad. El art. 72 dispone que no “...importará que los nacidos con vida tengan imposibilidad de prolongarla, o que mueran después de nacer, por un vicio orgánico interno o por nacer antes de tiempo”.En la nota al art. 72 Vélez Sarfield explica las razones de tal solución:1) fundar la capacidad d derecho en la viabilidad y no enla vida es contradictorio a los principios grales según los cuales es inherente a los seres humanos su capacidad d derecho, si siguiéramos el criterio d la viabilidad, habría q retirar la capacidad a los enfermos desahuciados x haber perdido la aptitud d prolongar la vida.2) La aptitud para prolongar la vida es asunto dudoso q da origen a enojosas discusiones d hecho q no es dable sujetar a criterios seguros y exentos d críticas, creando incertidumbre en los juicios individuales y a las opiniones d los facultativos.3) Basta q la criatura haya tenido, aunq por instantes, el soplo d la vida, para q el derecho no pueda tenerla como inexistente.

Acreditacion Y Prueba Del Nacimiento.Código Civil Y Decreto 8204/63 Y Sus Modificatorias. Ley 17.671 Y Sus Modificatorias.El nacimiento determina el comienzo de la existencia de las personas físicas. Acreditar este hecho que desencadena múltiples consecuencias jurídicas, resulta de capital importancia. Las disposiciones legales que rigen este punto ofrecen particularidades según se trate de hechos producidos dentro o fuera del terrritorio de la República.Cuando el nacimiento ocurre en el territorio de la Nación se prueba por la inscripción realizada en el llamado Libro de Nacimientos que lleva el Registro Civil (arts, 79 y 80 del C.C. y el art. 27 del Decreto 8204/63).El hecho del nacimiento se acredita ante el oficial público con el certificado del médico u obstetra y a falta de certificado, con la declaración de dos testigos que hubieran visto al nacido y que firmarán la inscripción (art. 31 del Decreto 8204/63).La vigencia plena de la última parte de este precepto, que autoriza la inscripción del nacimiento con la declaración de dos testigos resulta dudosa, en cuanto el art. 242 del Código Civil, texto según ley 23.264, dispone que: “la inscripción deberá realizarse a pedido de quien presente un certificado del mádico u obstretica que haya atendido el parto de la mujer a quien se atribuye la maternidad del hijo”. Inclusive en el debate parlamentario se cuestionó esta solución de la ley 23.264, particularmente en cuanto a que en zonas marginales puede no hallarse presente ningún médico o directamente no haberlo en kilometros a la redonda. Más aun, en la Cámara de Diputados se había adicionado un texto según el cual: “En caso de manifiesta pobreza o marginalidad el oficial público podrá aceptar la prueba testimonial de dos vecinos que hayan tenido conocimiento del embarazo y del parto”, pero ese agergado fue desestimando por el SenadoObviamente la intención del legislador de la ley 23.264 ha sido evitar las anotaciones fraudulentas de nacimientos, que sustituyen la adopción y facilitan el comercio de niños.El decreto ley 8204/63 dispone que la inscripción deberá formularse en un plazo menor de cuarenta días contados a partir del nacimiento y establece en un máximo de seis meses de plazopara realizar la inscripción tardia, Sobrepasando este término solo es admisible la inscripción por orden judicial (art. 29 del decreto up supra), previo procedimiento sumario de informe.Las personas obligadas a denunciar el nacimiento son las que dispone el art. 30 del dectreto ley 8204/63:- El padre o la madre y, falta de estos, el pariente más cercano que exista en el lugar o la persona a cuyo cuidado hubiera sido entregado el recién nacido.- Los administradores de los hospitales, hospicios, carceles, casas de huerfanos u otros establecimientos analogos, publicos o privados, respectos de los nacimientos ocurridos en ellos, en el caso de que las personas mencionadas anteriormente no lo hicieren.- Toda persona que hallare al recien nacido o en cuya casa se expusiere. En estos casos las personas indicadas tendrán la obligación de presentar ropas y demás objetos hallados.- La autoridad encargada de llevar el registro de los hechos acaecidos a bordo (art. 27, inc. 3, decreto ley 8204/63), mediante la copia de la inscripción que deberá hacerse llegar al registro dentro de los cinco posteriores al arribo.

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Derecho Civil 1Debe quedar bien en claro que no es imprescindible que sean los padres quienes hagan la declaración, puede válidamente hacerka un tercero, sin necesidad de exhibir poder alguno, salvo claro está, que las manifestaciones del denunciante sean destruidas mediante prueba en contrario.Si del certificado médico partero surge que la persona ha nacido sin vida, se registrará el asiento en el libro de defunciones. Si de ese certificado surge que ha nacido con vida pero que falleció inmediantamente, se asentará ambos hechos en los correspondientes libros de nacimientos y defunciones. Debe destacarse que el nacimiento con vida es de trascendental importancia pues su acaecimiento están sujetos como a una condición resolutoria, todos los derechos nacidos en cabeza del mismo.En los asientos de los nacimientos debe constar: nombre, apellido y sexo del nacido, lugar, hora, día, mes y año del nacimiento, nombre y apellido del padre y de la madre y sus números de documentos de identidad, nombre y apellido del médico o partera que extiende el certificado, por último nombre y apellido del declarante y número de su documento (art. 32 ley 14.486 y decreto ley 8204/63)Si nace más de un hijo vivo en un mismo parto, los nacimientos se asentarán en registros separados y seguidos, haciéndose constar en cada uno de ellos que, en estos partos, nacieron otras criaturas.Tratándose de hijos extramatrimoniales, no se hará mención de padre o de madre, salvo que los hubieran reconocido. En el libro de nacimientos se inscriben también aquellos cuyo registro sea ordenado por el juez competente y los que ocurran en buques o aeronaves de bandera argentina o lugares bajo jurisdicción nacional (art. 27 del Decreto 8204/63)Si el nacimiento tiene lugar fuera del territorio de la República, el nacimiento de argentinos se acredita por los certificados de los registros de los lugares consulares o instrumentos redactados en el lugar.La forma de tales instrumentos se rige por la ley del lugar donde se extiende, de acuerdo al principio general contenido en los arts. 12 y 950 del Código Civil.Estos documentos deben ser legalizados por los agentes consulares y diplomaticos argentinos y pueden registrarse como documentos de extraña jurisdicción en el Registro Civil de nuestro país (art. 63 del Decreto 8204/63)Los extranjeros cuyo nacimiento se haya producido fuera de nuestro país, probaran tal hecho de acuerdo con las exigencias de la ley del lugar donde hayan nacido (art. 83 del C.C.).Es decir que para probar el nacimiento de un extranjero en el pais de su nacionalidad (francés en Francia) o en otro extraño (francés en Alemania) será necesario presentar los instrumentos que se otorgan en el lugar de nacimiento, legalizados por los agentes consulares o por los diplomaticos de nuestro país en aquel lugar.El art. 84 del Código Civil se refiere a la prueba de los nacimientos de los hijos de militares en campaña. Esta norma ha perdido operatividad, al decir de Salvat, porque es hoy improbable que las mujeres acompañen a sus maridos o concubinos en campañas bélicas fuera del territorio y porque los reglamentos militares tampoco regulan la cuestión.

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Derecho Civil 1BOLILLA IV

Los Derechos Civiles Constitucionalizados.Consideraciones Generales.

Los derechos d la personalidad son aquellos que son innatos a al hombre como tal y d los cuales no pueden ser privados (vida, honor, libertad, etc).

Algunos autores sostienen que:

a) para q exista un derecho subjetivo es indispensable la existencia d un deber correlativo. En cambio, frente a los dchos. D la personalidad no existe sujeto pasivo.

b) Todo derecho requiere un objeto sobre el cual recaer, pero el objeto del derecho vendría a ser el propio sujeto, ya q no pueden separarse d la persona humana, puesto q la integran, la personalidad es el presupuesto d todo derecho y x consiguiente no puede ser un derecho en si mismo.

c) Estos pretendidos derechos no tienen modo d adquisición, transferencia o extinción

d) En conclusión, son bienes jurídicamente protegidos.

Estas objeciones no son decisivas.

a) en lo q atañe al deber correlativo, consiste en la obligación q pesa sobre todos los integrantes d la sociedad d respetar ese derecho. el sujeto pasivo no está determinado, pero no por eso deja d existir.

b) Tampoco falta el objeto, si bien el honor, la integridad, etc deben integrar la personalidad humana, en la práctica puede darse q una persona sea privada d ellos. Son, por consiguiente, separables del sujeto, y este es el objeto sobre el q recaen estos derechos.

c) La legislación no dispone los modos d adquisición, transferencia y extinción porq se trata d derechos sui géneris: nacen y se extinguen con la persona, tbn hay numerosos derechos patrimoniales q no se pueden transferir ni ceder, y no x ello dejan d ser derechos.

d) No son bienes jurídicamente protegidos porq al admitir la existencia d un bien, se admite q es algo distinto del sujeto.

Al incorporar la reciente reforma constitucional dada el 22 de agosto de 1994, en el inciso 22 del art. 75 a los Tratados Internacionales, dandole rango Constitucional, se ha completado el proceso de constitucionalización de los derechos civiles, y por ende de los derechos personalisimos.Ello es así por cuanto la Convención Americana sobre Derechos Humanos, llamada “Pacto de San José de Costa Rica”, firmada en dicha ciudad el 22/11/1969, y que fuera ratificada por nuestro país por la ley 23.054 del 1 de marzo de 1984, el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Politicos y el Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Politicos, ratificada por nuestro país por la ley 23.313 del 17 de abril de 1986, donde se incluyen tales derechos, han sido incorporados a la Cosntitución con identico rango.No obstante esta incorporación, la que por otra parte, garantiza su prelación con respecto a cualquier ley interna, desde que tiene rango Constitucional, se entendió que los Tratados Internacionales obligan al país que lo suscribe, y éste no puede eludir su observación y cumplimiento arguyendo que una ley interna se opone al mismo. Se estaría violando la Convención de Viena, anteponiendo una legislación interna a un Tratado y simultáneamente dejando de ser aplicación y cumplimiento a éste por y para priorizar a la ley.

Las Generaciones De Los Derechos Civiles.

La clasificación se basa en un criterio temporal que identifica a los derechos, conforme a la época de su aparición en tres momentos.Los derechos de la primera generación guardan correspondencia con los albores del constitucionalismo y el dictado de las primeras constituciones. Fieles a la ideología liberal en boga aquellas priorizaron una actitud pasiva del estado, comportamiento que era indispensable para que la sociedad pudiera gozar de la propiedad, comercio, navegación, transito, libertad física.Cronologicamente la segunda generación adviene con el constitucionalismo social. Para el goce de los derechos no basta que el estado se abstenga, es indispensable que tome parte, asuma un papel activo para tutelar a algunos sectores que requieren su apoyo. Desfilan así las ideas de leyes protectoras del trabajo, retribución justa, salario mínimo vital y móvil, protección de la familia, jubilaciones, huelga, etc.La tercera generación de derechos, que irrumpe tras la Segunda Guerra Mundial, es fruto de la evolución de la humanidad y del permamente reclamo de realización del hombre. De la mano de esta nominación emergen derechos que en unos casos se titularizan en el hombre (derecho de réplica, la propia imagen, del consumidor) o en la sociedad toda (derecho del ecosistema, a la paz, a la autoderteminación, al desarrollo, calidad de vida).Muchos de estos derechos lucen todavía como expresiones líricas sin otro sustento que el empuje humano para que mañana sean realidad.La Cuarta generación son los derechos del porvenir; son los derechos que se les dejan a las generaciones futuras.

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Derechos d la PersonalidadEn el orden interno se receptan dentro del derecho público o en el derecho privado. La necesidad de reafirmar el carácter irreductible de estos derechos, tanto frente al Estado como frente a otros centros del poder (gurpos o individuos), ha determinado su incorporación en numerosas constituciones nacionales y la propuesta de su enunciación expresa en los proyectos de reformas constitucionales (nacionales o provinciales) y en muchas de ellas.

Dentro del ámbito del Derecho Privado, la necesidad de proteger y garantizar su vigencia explica la incorporación sistematica de los llamados derechos de la personalidad o personalisimos en los Códigos Civiles Modernos o su tratamiento por medio de leyes especiales.

Los derechos personalisimos aluden, por lo tanto, a los derechos del hombre o derechos de la persona humana o derechos humanos, desde la órbita del derecho privado, particularmente dentro del Derecho Civil. Estos derechos solo pueden predicarse, en consecuencia, con relación a la persona natural.

Los Códigos Civiles del siglo pasado no contienen, en general, principios sistematizados destinados a proteger aquellos derechos que aseguren al hombre el goce de todos sus bienes físicos o espirituales. El Derecho Civil pronto advierte, sin embargo, la necesidad de contra con preceptos concretos que garanticen al hombre el pleno desarrollo de sus facultades. El reconocimiento, protección y delimitación privada de estos derechos personalísimos se presentan entonces como un imperativo cada vez más acuciante en nuestros tiempos, dada su permanente e incesante evolución.Caracteres (según Cifuentes)a) innatos, corresponden a la persona desde el origen d estab) vitalicios, rigen durante toda la vida d la persona, por regla general se considera q se agotan con la muerte; no obstante, existe una tendencia a ampliar su marco d acción en cuanto a ciertos aspectos se trasladan a los herederos del titular, pudiendo ejercer estos algún tipo d acción (derecho a la intimidad y al honor).c) Necesarios, no pueden faltar durante la vida del ser humano ni pueden perderse d modo definitivo. Este carácter es consecuencia d los dos anteriores.d) Esenciales, porq representan un mínimo imprescindible para el contenido d la personalidad humana y porq tienen x objeto los bienes más elevados frente a otros materialmente importantes.e) D objeto interior, las manifestaciones d la persona q corresponden a los derechos personalísimos son interiores, inseparables d ella. Son modos peculiares d su ser.f) Inherentes, unión inseparable del objeto respecto al sujeto.g) Extramatrimoniales, en primer lugar, los derechos personalísimos son d contenido extramatrimonial, en caso d ser lesionados generan a favor d su titular una acción d resarcimiento económico.h) Relativamente indisponibles, no pueden ser enajenados ni transferidos mientras viva la persona, esto deriva d ser ellos vitalicios, inherentes y necesarios.i) Absolutos, son oponibles erga omnes. en todas las demás personas recae una obligación pasivamente universal, en el sentido d q es deber d ellas respetar las facultades del sujeto. Este carácter no atribuye al ejercicio d un derecho d alcance ilimitado, sino q encuentra su límite dond aparece el contacto con los derechos d las demás personas.j) Privados, este carácter no se altera x el hecho d q para la lesión d un derecho privado esté previsto una sanción penal d carácter público. Esta no borra el derecho privado correlativo, sino q al protegerlo, lo sustenta.k) Autónomos, son derechos q bien se diferencian d todos los demás, inconfundibles, y x ello tienen carácter autónomo.

Derechos Patrimoniales Y Los Derechos De Las Relaciones De Familia: Caracterizacion Y Diferencias.

Los derechos no patrimoniales actúan preferentemente en relación a intereses de orden moral. Pertenecen a esta categoría los derechos de la personalidad y las familias por regla general.Los derechos patrimoniales son aquellos que tutelan directamente intereses económicos valorables en dinero.El conjunto de los derechos patrimoniales del sujeto constituye su patrimonio.Esta clasificación se reciente de ser adecuada por el hecho que los derechos no se encuentran ajustadamente encasillados dentro de estas categorías.Hay derechos que la doctrina clásica los ha ubicado como patrimoniales, pero que sin embargo no lo son en principio; tal el caso de los derechos derivados de la fama y la clientela; que son tenidos en cuenta en la transmisión de fondos de comercio, pero que en esencia no tienen contenido económico, aunque luego lo podrán adquirir cuando se concrete la transmisión. En sentido inverso en el régimen de la sociedad conyugal los derechos que regula la ley por consecuencia del estado de matrimonio, tienen en cuenta todo lo concerniente a los bienes adquiridos durante el matrimonio.Es decir que dentro de los derechos extrapatrimoniales, como son para la doctrina clásica los derechos de familia, las relaciones que se crean por la circunstancia señalada tienen verdadero contenido económico.Los derechos subjetivos han desbordado la clásica división bipartita, en derechos patrimoniales y

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Derecho Civil 1extrapatrimoniales, y se reciente de precisión, porque tampoco acierta con identificar correctamente a los derechos. En definitiva, el criterio de lo económico, o de valor económico no se adecua para la catalogación de los derechos subjetivos.Los derechos subjetivos quedan correctamente encasillados si son agrupados en atención a su objeto; esto no impide sin embargo que luego de tal encasillamiento, devenga un ajuste teniendo en cuenta consecuencias o revalorizaciones económicas. Tal seria el daño moral que afecta los sentimientos o emociones de la persona; que originariamente no son patrimoniales.Así tenemos los derechos cuyo objeto recae sobre la propia persona, que son los llamados personalísimos, que originariamente no tienen contenido económico, pero lo adquieren cuando son lesionados o atacados. Los derechos cuyo objeto recae sobre otras personas, o sea que el objeto si bien es la persona, a diferencia de los personalísimos, no es la propia persona, sino otra persona. Nos referimos a los derechos de familia, alguno de los cuales tiene contenido patrimonial como la sociedad conyugal y otros no lo tienen como el deber de fidelidad, cohabitación y procreación, nacidos también del matrimonio. Por ultimo los derechos cuyo objeto recae sobre los bienes o cosas, los cuales por lo general tienen contenido económico, pero pueden carecer de ello como seria la fama, la clientela, etc.Si decimos que los derechos patrimoniales son los que pertenecen al titular del patrimonio y son susceptibles de apreciación pecuniaria, no son ajustados a la verdad y tampoco estamos caracterizándolos, porque existen otros derechos que también pertenecen a la persona por ser su titular, que sin embargo no son originariamente susceptibles de apreciación pecuniaria, pero lo pueden ser en determinadas circunstancias cuando son desconocidos o afectados, como seria la lesión moral o daño moral por la perdida de un afecto o de un sentimiento. Además tales derechos son también subjetivos, y no están desvinculados de la persona.Así el patrimonio en su mas amplia acepción seria el complejo de relaciones jurídicas de una persona, comprensivo del patrimonio propiamente dicho y del patrimonio moral. Este como el primero que comprende dos especies de bienes, las cosas y los derechos de crédito, también encerraría dos especies de derecho: los iura in persona ipsa o derecho de la personalidad; y los iura in persona aliena derivados del estado de la persona (padres, hermanos, etc). De tal manera entonces que la distinción entre patrimoniales carece de significación científica, y mas esta impuesta por el peso de la tradición que por lo técnico.Algunos autores sostienen la siguiente clasificación, de acuerdo con el Código Civil, teniendo en cuenta el objeto de tales derechos: LOS INHERENTES A LAS PERSONAS , o sea cuyo objeto recae sobre la propia persona; LOS DERECHOS SOBRE LOS BIENES o sea cuyo objeto constituye el bien que ha tenido en mira sobre el cual se concreta.A su vez, los derechos inherentes a las personas se subdividían en dos grupos, que serán aquellos que la propia persona constituye el objeto del derecho y que solamente se manifiesta cuando el derecho es desconocido o agraviado que son los llamados derechos personalísimos; y aquellos otros que si bien el objeto constituye la persona, no es únicamente la propia persona, sino que puede recaer también en otras personas. Son los derechos derivados de las relaciones de familia o del estado de las personas (tales como la patria potestad, los derechos de los cónyuges, etc.).

Derechos De La Personalidad.Análisis Y Acciones Protectoras De Los Derechos Personalísimos.

Derecho A La Vida.

El derecho a la vida es el presupuesto y soporte necesario de la existencia de los restantes derechos humanos. Por ello es un propio derecho a la vida y no sobre la vida. Esta distinción no es puramente terminológica sino que alude a la esencia y alcance del derecho. La vida como tal es una potencia poderosa que está por encima de la persona envolviéndola.Se ha dicho que la persona tiene vida pero que también la vida la tiene a ella. La vida es entonces, una potencia que quiere conservarse y ha de ser conservada. Por ella estimamos que de este derecho innato no puede derivarse un poder omnímodo y soberano, sino que, por el contrario, su reconocimiento exige la fijación de límites.Como todo derecho supone el ejercicio de una actividad lícita que no contraríe el fin supremo del hombre y los deberes que éste tiene para consigo mismo y para con la sociedad. El individuo debe cuidar su vida, los terceros, respetarla y el Estado protegerla y preservarla.Como consecuencia de todo lo dicho; en nuestra CN, la vida humana esta protegida por disposiciones de dcho constitucional, penal y civil. Nuestra CN, inspirada en pcipios cristianos (invocando a dios, preámbulo y art 2), tutela la vida y la integridad física de las personas q habitan el suelo argentino (corroborante del art 18, q prohíbe pena de muerte por razones políticas, tormentos y azotes) así mismo la CN comprende en su protección a las libertades y a las igualdades civiles, las q contienen los dchos de la personalidad en sus mismas entrañas. El valor de la vida humana: de acuerdo con una corriente j8risprudencial basta con q se haya privado de la vida a alguien para q exista daño resarcible, pues la vida humana constituye por si un valor susceptible de apreciación pecuniaria. Las facultades de disposición del sujeto sobre su propia vida quedan muy restringidas. Fundamentales razones de orden superior se oponen a la legitimación del suicidio, por ello el C. Penal castiga a quien ayuda o

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Derecho Civil 1instiga al suicidio (art. 83, C.P.). En el mismo sentido, se prohíbe a los profesionales de la medicina, practicar, colaborar o propiciar la eutanasia aun con el consentimiento del paciente o de sus familiares. Esto supone, que ni siquiera frente al pedido de la propia víctima y para abreviar sufrimientos previos a una muerte inevitable, es lícito quitar la vida. Se pena el homicidio en los arts 79 y 84; las lesiones causadas a otros en el cuerpo o la salud (89 a 94), otras hipótesis de homicidio o lesiones del 85 a 95, el aborto de 85 a 88, y el abandono de personas cuando se pusiere en peligro su persona o salud. En los códigos civiles, por regla general no existe un reconocimiento expreso del dcho a la vida y sus consecuencias. De allí q normalmente la protección de la vida humana se manifieste a través del dcho al resarcimiento a favor de los parientes de la persona q ha sido privada de aquella. Desde el punto de vista del derecho civil se lo resguarda cuando se impone la obligación de prestar alimentos a las personas vinculadas por parentesco de consanguinidad y afinidad de primer grado (arts. 367 y 368 del C.C.). También cuando se concede la indemnización a los deudos de quien ha sido privado de la vida (arts. 1079 y 1084 y concordantes del C.C.). Aplicable a los casos de obligaciones q nacen de hechos ilícitos q no son delitos (1109). La vida también se tutela en la legislación sobre trasplante de órganos. El concepto de muerte encefálica y los recaudos que deben tomarse para su diagnostico procuran garantizar la certeza de la muerte, y por lo tanto custodiar la vida del posible dador cadavérico.

Derecho A La Intimidad.

Definición: el ámbito comúnmente reservado de la vida, de las acciones, de los asuntos, de los sentimientos, etc. Es lo mas personal, interior o privado, lo q nos desea dar a conocer ni dejarse ver, n sentir. Este dcho es el q garantiza a su titular el desenvolvimiento de su vida y su conducta dentro de aquel ámbito privado, sin injerencias ni intromisiones q pueden provenir de la autoridad o de terceros, y en tanto dicha conducta no ofenda al orden publico y a la moral publica, ni perjudiq a otras personas. La protección de este derecho tiene raigambre constitucional (art. 19 de la C.N.) y por objetivo proteger la reserva espiritual de la vida privada resguardándola de toda ingerencia, fiscalización e intromisión que no se funde en necesidades sociales o en el interés público.El Código Civil argentino, al incorporar el art. 1071 bis, ha dado recepción legislativa a este particular derecho personalísimo que resulta así el único que integra las normas del citado cuerpo legal.De la lectura del art. 1071 bis surgen las siguientes condiciones que deben acreditarse para que proceda la protección a la intimidad:1- Perturbación a la intimidad por cualquier medio. En tal sentido, el art. 1071 bis, a título ejemplificativo enuncia conducta tales como: publicación de retratos y difusión de correspondencia (se correlaciona con el art. 32 de la Ley 11.723 que prohíbe la publicación de cartas sin autorización del autor). La intromisión también puede producirse, expresa la norma legal ...”mortificando a otro en sus costumbres o sentimiento”, la terminología empleada no es muy feliz pero resulta práctica para señalar el efecto de la intromisión que es afligir, causar pesadumbre o molestia por las costumbres o sentimientos del agraviado.Estas enunciaciones no agotan las formas de perturbar la vida privada, son simples indicadores de las múltiples maneras en que la coyuntura social actual puede afectar la reserva espiritual del hombre. Se señalan, por ejemplo, como conductas violatorias de la intimidad, el registro no consentido de la voz, (intervenciones de teléfonos, micrófonos de largo alcance), las preguntas en las encuestas forzosas e informes preocupacionales, el narcoanalisis, etc.La sola notoriedad no priva a la persona de intimidad, nos dice Zavala de Gonzalez. Por ello, la intimidad de quienes han alcanzado notoriedad en la vida social, “los famosos” (al decir Castro y Bravo) puede también ser perturbada.Por otra parte, como los derechos personalísimos nacen con el hombre y terminan con su muerte, no corresponde hacer referencia a la intimidad de personas fallecidas. La fotografías de quienes lo estén solo pueden ser utilizadas o publicadas o incluidas en el comercio con el consentimiento de los familiares cercanos (conyugue, hijos o familiares directos). La autorización es revocable por voluntad d quien la haya autorizado previamente, resarciendo daños y perjuicios. Si algún agravio podrá inferirse, será a los sobrevivientes en su propia reserva espiritual.

2- Una intromisión arbitraria. Esta condición se vincula con la ilegitimidad o ilicitud de la perturbación. Será legitima la intromisión que responda a un interés prevaleciente, como suele suceder en los supuestos en los que se investigan las conductas de los funcionarios públicos, las circunstancias de un acto ilícito, etc. Si la ingerencia esta legitimada por alguna causa de justificación, la misma no es antijurídica.

3- Una intromisión que no configure un tipo penal abstracto. Esta condición ha sido criticada superflua por la comisión respectiva de las Segundas Jornadas del Derecho Civil de Mercedes, que recomendó su supresión. Si el hecho lesivo a la intimidad constituye un delito del derecho penal, jugarán de todo modo los principios que rigen la responsabilidad civil.

Para la tutela efectiva de la privacidad del sujeto la norma prevé:

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Derecho Civil 1- El cese de la actividad lesiva, por ello bastará acreditar la arbitrariedad de la intromisión, con lo que se evita que el daño se consume, en algunos casos, o que continue produciendose.- La publicación de la sentencia condenatoria: el juez ordenará cuando lo solicite el agraviado. La jurisprudencia registrada en el país, demuestra al decir de Zannoni , la inocuidad de esta publicación, porque salvo algunas excepciones no neutraliza el agravio sufrido.La indemnización procederá cuando se hayan acreditado los extremos legales que comprometen a la responsabilidad del agente.El art. 1071 bis suprimió toda referencia al dolo y la culpa que contenía el art. 32 bis derogado. Esta supresión ha dividido a la doctrina entre quienes sostienen que el factor de atribución de responsabilidad es objetivo y aquellos estiman, como Zannoni, que en la ley vigente la afrenta a la intimidad puede regirse, según las circunstancias, tanto por la responsabilidad subjetiva (acreditando dolo o culpa) como por la responsabilidad objetiva derivada del ejercicio abusivo del derecho.Debemos recordar que en cuanto a la extensión del resarcimiento, el legislador ha considerado que es el juez quien debe establecer el monto de la indemnización equitativamente. La referencia a la equidad, en una indemnización que es de derecho, ha sido criticada por la doctrina que sugirió su supresión.Se estimó que no existe fundamento alguno para sustraer a los daños causados por el menoscabo de la privacidad de las normas ordinarias que rigen la responsabilidad civil.

Derecho A La Identidad.

En los últimos tiempos, con fundados elementos racionales y de la vida, se ha abierto camino un nuevo derecho personalísimo que cubre toda la faz espiritual de la persona, no obstante que a la vez atiende a su composición somática. El derecho a la identidad personal se asienta en la condición única, individual e irrepetible del hombre. Cada persona es una, separada, distinta y singular. De ahí nace la idea de que los aspectos que la componen como su carácter, perfil físico, reacciones emocionales, trayectoria científica o deportiva, etc., conforman en conjunto un aspecto dinámico de la personalidad existencial, que es exclusiva, y tiene un valor y un interés protegibles. Esta peculiar identidad es un derecho personalisimo que sustenta la existencia de respeto por parte de todos los demás.La teoría la esbozo De Cupis, y la desarrolló la jurisprudencia italiana en los últimos tiempos, habiendo recalado en ella, con especial profundidad, Carlos Fernandez Sessarrego. Sostiene, este jurista que también los datos formales de identificación (el nombre, la identidad, la filiación y el estado), forman parte de la identidad, pero son aspectos estáticos de ella, formales y relaciones con dicha identificación. Quedan los elementos dinamicos, propios de la existencia, que son los que mejor denotan el derecho a la identidad y que dependen de las actividades, aspiraciones, idioma e instalación existencial de cada uno, los que no pueden ser menoscabados sin ofender ese derecho, y deben ser defendidos para resguardar a la persona misma. La rectificación o respuesta, derecho de réplica, es uno de los medios de defensa de la identidad.

Derecho Al Nombre.

La Convención Americana de Derechos Humanos declara que toda persona tiene derecho a un nombre propio y a los apellidos de sus padres o de uno de ellos. A continuación agrega que la ley asegurará este derecho para todos, mediante nombres supuestos, si fuere necesario.La protección al nombre es bien amplia, porque no solamente está reconociendo el derecho al nombre de pila, sino que corresponde por su filiación familiar, que es también el reconocimiento del “status” familiar, que los Pactos también lo reconocen específicamente.Por otra parte la amplitud del reconocimiento de este derecho es lo suficientemente como para dar cabida y proteger a aquellas personas sin familia, a la niñez abandonada, cuando expresamente indica que la ley reglamentará la forma de asegurar un nombre supuesto, si fuere necesario.Por último, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos establece el derecho de todo niño a ser inscripto inmediatamente después de su nacimiento, con un nombre, por lo que asegura la plenitud del derecho, para todas las situaciones, y sobre todo para la niñez abandonada, la que por supuesto se halla en completa indefesión.

Derecho A La Nacionalidad.

No obstante ser la nacionalidad un derecho político, la visión que se le ha dado constituye sin lugar a dudas un derecho personalísimo, porque se refiere al derecho a tener una nacionalidad como expresión del derecho a la identidad personal.Se destierra la condición de apartida, porque todo Estado debe reconocerle la nacionalidad si nació en ese Estado, así como también los demás Estados deben reconocerle la nacionalidad del Estado donde nació, aun cuando no haya nacido en esos Estados.Si bien aparentemente parecería existir una diferente consagración de este derecho, por cuanto el Pacto Internacional de Derechos Civiles se reconoce a todo niño el derecho a adquirir una nacionalidad, la interpretación que corresponde es considerar al derecho tan impostergable que toda persona debe desde su infancia o primera edad, quedar investida de una nacionalidad.

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Derecho Civil 1

Los Derechos Culturales.

Entre los Pactos incorporados por la reforma Constitucional está el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, que comprometen a los Estados partes a asegurar a los hombres y a las mujeres igual título a gozar de todos los derechos económicos sociales y culturales enunciados en el pacto. Entre esos derechos se mencionan:a) Participar en la vida cultural.b) Gozar de los beneficios del progreso científico.c) Beneficiarse en la protección de los intereses morales y materiales que le correspondan por razón de las producciones científicas, literarias y artísticas de que sea autora.La lista indicativa de derechos culturales podría concretarse en la siguiente:1. A la identidad cultural. A libre elección cultural, en particular de idiomas y convicciones propias, a la herencia cultural, el derecho a participar en la vida cultural, a ejercer la libertad esencial para la investigación y la creatividad, a la comunicación, a la propiedad intelectual, ect.2. El derecho a la educación. A la educación básica y general, a la educación practica y a la orientación y formación vocacional.

Derecho De AsociacionEl carácter gregario del hombre es una constante histórica que se manifiesta a través de agrupamientos. Naturalmente pertenece a la sociedad, por encima de esa inclusión de modo regular crea o se incorpora a organizaciones colectivas.Nace de ese modo el derecho de asociación que para el constituyente debe concretarse con fines útiles (art. 14, C.N.).El derecho de asociación es la facultad para congregarse en un organismo, sea creándolo, incorporándose a un ente ya existente o dejando de pertenecer a él. La calificación de “utilidad” exigida por la ley fundamental se interpreta como sinónimo de licitud, ya que la expresión tomada en sentido lato haría depender la suerte de la asociación de criterios subjetivos con los que el poder publico manejaría a su antojo el reconocimiento de tales organizaciones.Tipos.Una asociación es ante todo un ente susceptibles de adquirir derechos y contraer obliagciones. En relación con ella el Estado, en ejercicio del poder de policía, se reserva el derecho de acordarle personería jurídica. La ausencia de esa especial calidad, sea porque los interesados no la solicitan o porque el estado le deneiega, no inhibe a que el agurpamiento funcione como simple asociación.El Código Civil distingue entre personas jurídicas de carácter público (el estado nacional, las provincias, municipios, entidades autarquicas y la Iglesia Catolica) y privado (las simples asociaciones y funcdaciones que obtengan autorización para funcionar, sociedades civiles y comerciales, sin autorización para su funcionamiento) (art. 33, C.C.).Amém del derecho de asociarse expresado de modo generico en el art. 14, nuestra Cosntitución Nacional reconoce dos tipos especiales de asociación, ellas son: la organización sindical libre y democratica (art. 14 bis, C,N.) y la de los partidos políticos (art. 38 C.N.)

Derecho A Un Ambiente Sano.

Convengamos ante todo que el medio ambiente trasciende a la ecología. El primero es un término propio del mundo de la cultura, el segundo en cambio del de la naturaleza.Esta distinción formulada por Felipe Seisdedos prosigue con la aclaración de que el medio ambiente o entorno involucra al ambiente natural y al inducido. Este último conlleva la injerencia humana en el primero.La Constitución reconoce ahora, a todo habitante, “el derecho a un ambiente sano, equilibrado apto para el desarrollo humano y para que las actividades productivas satisfagan las necesidades presentes sin comprometer las de las generaciones futuras y tienen el derecho de preservarlas” (art. 41, C.N.).Puede parecer excesiva la ejemplificación, pero la primera noción de sanidad halla su antónimo en lo enfermo, de lo que se infiere que el derecho subjetivo constitucionalizado comporta la atribución de vivir en un ambiente saludable.Pero el derecho establecido no se realiza con salubridad, exige para su plenitud que el ambiente sea equilibrado, imposición que se traduce en explicitar la ecuanimidad, razonabilidad y proporcionabilidad como puntos de referencia de la simbiosis que genera la relación “hombre-ambiente”.Todavía hay más, ese medio debe ser apto para que los seres racionales realicemos nuestro desarrollo y que para que las actividades productivas satisfagan las necesidades presentes sin comprometer las de las generaciones futuras.A juicio de Colautti la primera tensión que se encuentra es que la protección del ambiente es de difícil conciliación con otro derecho que estaba implícito y aparece enumerado tras la reforma, como lo es el derecho al desarrollo (art. 75, inc. 19).

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Derecho Civil 1También la Constitución establece la obligación de proveer a la información y educación ambientales en el segundo párrafo del art. 41.Principio elemental de derecho es que el daño debe ser reparado. El daño ambiental no escapa a esa regla y la Constitución reafirma que generará prioritariamente la obligación de recomponer, según lo establezca la ley.Ello significa que el autor de la ilicitud debe volver las cosas al estado que se encontraban antes de producirse la acción lesiva, sin perjuicio de indemnizar por los efectos nocivos que generó su comportamiento. Esta claro que no se trata de sustituir el imperativo ambiental con una mera formula compensadora que aliente la destrucción para suponer que pagando se puede contaminar.

Rol Del Estado.Si este que tratamos es derecho para los habitantes del hoy y aquí, también es obvio que comporta un deber presente dirigido a preservar el medio en proyección a las futuras generaciones.Y ese derecho-deber se conjuga en relación con el rol del Estado el que a través de sus autoridades proveer a su protección, a la utilización racional de los recursos naturales, a la preservación del patrimonio natural y cultural y de la diversidad biológica, y a la informática y educación ambientales.Derecho-deber para los hombres, deber para el poder quien al trazar sus rumbos de acción no podrá desentenderse de una política tuitiva que programe, planifique y ejecute estas directivas del constituyente.Si grande es la responsabilidad del administrador y del legislador, no le va en zaga la que se ha institucionalizado como cometido de la justicia.El mandato del art. 41 esta emparentado a la previsión que habilita interponer acción expedita y rápida de amparo en lo relativo a los derechos que protegen el ambiente, así como los derechos de incidencia colectiva en general (art. 43, C.N.)Amparados en el tema de la legitimación procesal de quien acciona, generalmente nuestros tribunales fueron remisos a este tipo de tutela. Levantada la restricción que algunos tribunales creyeron existía es de esperar que muchos fallos hagan mérito del que la jurisprudencia supo ganarse en Kattan. En el caso que data de 1983, el juzgado federal en lo Contencioso Adminsitrativo nº 2 de la Capital Federal negó la captura de catorce delfines realizada en el mar Argentino ante el requerimiento de un acuario japonés.Para fundar esa dedición el juez interpretó que se ignoraba, según la constancia de la causa, el verdadero impacto que la captura de esos animales podía tener sobre la especie. Consideró además, que existía un interes colectivo e individual coincidente en proteger el equilibrio ecologico, lo cual legitimaba a los habitantes defender a las generaciones futuras de las depredaciones actuales.Otro caso relevante, porque llegó hasta la Corte, es el registrado en Christou. Un gurpo de vecinos de Tres de Febrero dedujo amparo contra la municipalidad de ese partido solicitando se anulara la ordenanza que autorizaba la creación de un area industrial en la zona. Alegaban los actores que la instalación de la pretendía area industrial provocaría contaminación con los consiguientes riesgos para la salud. El alto tribunal acogió el amparo juzgando que en el caso se encontarban restringidos derechos esenciales de las personas.

Derechos Del Consumidor.

En el trasncurso de este siglo, reflejando los comportamientos humanos que en punto a consumo se dieron, gano la calle una expresión que identifica a la de nuestros días como “sociedad de consumo”.Aquel rotulo tiene que ver con la estandarización de productos, la masividad de alternativas que el mercado ofrece, la existencia de economías de escala, el avance de la técnica y el acceso a nuevas y mejores condiciones de vida.Lo cierto es que los negocios jurídicos que siempre fueron patrimonio primario de toda vida comunitaria se han extendido y multiplicado hasta el infinito. Un rasgo usual de todo contrato es el de reconocer al menos dos sujetos: uno suminsitrando bienes, servicios, capital, etc, y otro recepcionandolo.Ampliada la oferta, tambien se ha ampliado la demanda. La experiencia ha demostrado que esa extensión contribuyó a fortalecer la parte mas poderosa del convenio y disminuyó las potencialidades del más debil.Urgía que el estado concurriera en defensa de este último. Así lo han hecho la mayoría de las naciones donde el fenómeno se acentuó dando respuesta política a tan subido requerimiento social con normas que contemplaban aquella situación de desequilibrio.El cómputo de esa realidad y en lo que al ordenamiento argentino concierne ha ido limitando, de modo gradual, el principio de las libres convenciones que en nuestro derecho aparece consagrado en el art. 1197 del Código Civil, En prueba elocuente de ello, la reforma de 1968 introdujo ciertas variantes a la autonomía de la voluntad con la admisión de la figura de la lesión (art. 954), el ejercicio abusivo de los derechos (art. 1071) y el principio de la buena fe (art. 1198)No ha sido ajeno a este proceso la aparición de los llamados derechos de la tercera generación, que por sus características no se titularizan en un individuo en particular, sino que protegen a un grupo indeterminado de personas.En este contexto nace el concepto de consumidor que en noción ampliada involucra a toda persona que adquiere o utiliza un bien o servicio para satisfacción de sus necesidades.Con ese norte, la reforma constitucional de 1994 cristalizó disposiciones que tutelan los derechos del consumidor.

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Derecho Civil 1En rigor de verdad, antes de la innovación constitucional, el tema había sido resuelto por la llamada ley de defensa del consumidor Nº 24.240, la que junto con las leyes de defensa de la competencia Nº 22.262, de abastecimiento, Nº 20.680 y de lealtad comercial, Nº 22.802, conformaban un vasto cuerpo instrumental para la tutela de las relaciones que se daban en el ambito del mercado.El art. 42 de la Const. Nacional, comienza diciendo: “Los consumidores y usuarios de bienes y servicios tiene derecho, en relación de consumo, a la protección de su salud, seguridad e intereses económicos, a una información adecuada y veraz, a la libertad de elección y a condiciones de trato equitativo”.El constituyente distinguió entre consumidor y usuario. El primero adquiere bienes, el segundo servicio. En toda relación de consumo la Constitución depara:A) Derecho a la protección de su salud, seguridad e intereses económicos. La noción de salud debe ser aprehendida con el sentido que le atribuye O.M.S.: completo bienestar físico, mental y social. Y no meramente ausencia de enfermedades.El concepto de seguridad quiere evitar que el consumidor sea aprovechado en su vulnerabilidad con bienes y servicios de mala calidad, defectuosos, mal diseñados, nocivos, o bien victimas de contrataciones sobre la base de cláusulas predispuestas inequitativas, desequilibaradas, hija del poder de dominación o de la fuerza de una de las partes.Finalmente la idea de intereses económicos entronca con la protección que desde la perspectiva patrimonial merece todo consumidor o usuario.B) Derecho a una información adecuada y veraz. El presupuesto liminar de cualquier tipo de contratación es la información. Solamente el conocimeinto y particularmente el conocimiento veraz de la calidad y cantidad de bienes y servicios que se ofertan en el mercado debe ser el determinante de la opción o preferencia asumida por el consumidor.Para el ejercicio de este derecho es indispensable que el oferente no apele a publicidad engañosa, ni disfrace el producto de modo que su apariencia surgiera virtudes de las que carece.C) Derecho a la libertad de elección. Consecuencia de la información es la ulterior elección que realiza el consumidor. La finalidad de esta clausula pasa por prohibir cualquier regulación que impida esa libertad de elección y desde ya los monopolios que liquidan la libre competencia.D) Derecho a un trato equitativo y digno. Equitativo, en cuanto a derecho a recibir igual bien o servicio por igual pago o contraprestación. Digno, en tanto el trato dispensado a los consumidores o usuarios guarde conformidad a los usos sociales, costumbres del decoro comercial, dignidad personal, reglas de la ética, etc.

Deberes Del Estado.

Todo ese haz de derechos no sería factible de realización si el estado no tuviera los compromisos que el reformador ha marcado.“Las autoridades proveerán a la protección de esos derechos, a la educación para el consumo, a la defensa de la competencia contra toda forma de distorsión de los mercados, al control de los monopolios naturales y legales, al de la calidad y eficiencia de los serviciso públicos y a la constitución de asociaciones de consumidores y de usuarios”.Se reafirma con el precepto el sentido intervencionista que en punto a las relaciones de consumo se asigna al poder, habida cuenta de que su protagonismo es vital para la suerte de los derechos que se reconocen en el primero de los párrafos del art. 42De esa suma de potestades cobran especial relevancia las referidas al control de calidad y eficiencia de los servicios públicos. A nadie escapará que tratándose de servicios esenciales, imprescindibles para los tiempos actuales como el agua, la luz, teléfonos, etc., el usuario concurre a recibirlos en muchos casos sin contar con la alternativa de un servicio paralelo que le permita optar por otra prestación.La responsabilidad es mayor porque tales servicios han sido privatizados y toda las cuestiones que tienen que ver con el modo en que se brindan y especialmente con las tarifas es materia de permanente actualidadAunque el rol del Estado no se manifiesta por el cauce protagónico que le trazara el constituyente, y exhibe la contracara de un mercado de déficit en la asunción de deberes que se han puesto a la cabeza del poder.Desde luego que las atribuciones emergentes del art. 42 deben conectarse a la habilitación del art. 43, en cuanto autoriza interponer acción de amparo en lo relativo a los derechos de usuarios y consumidores.Para el Congreso el imperativo constitucional marca que la Legislación establecerá procedimientos eficaces para la prevención y solución de conflictos y los marcos regulatorios de los servicios públicos de competencia nacional, previendo la necesaria participación de las asociaciones de consumidores y usuarios, y de las provincias interesadas en los organismos de control (art. 42, in fine).

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Derecho Civil 1BOLILLA V

Atributos de la persona físicaConceptoLas personas están dotadas d cualidades intrínsinsecas q concurren a constituir la esencia d la personalidad y a determinar al ente personal en su individualidad. Se llaman atributos inherentes a la personalidad xq son calidades dependientes e inseparables. D manera q no pueden existir sin él y esto no puede ser sin revestirlos.

Ubicación dentro d los derechos subjetivosDesde otro ángulo, la función constitutiva de los atributos los ha colocado preferentemente dentro de

la órbita del derecho público, no obstante que la persona tiene a su respecto destacados intereses en ellos y está primordialmente facultada, en el orden privado, para defenderlos. A diferencia de los derechos personalísimos subjetivos, han sido impuestos por la norma jurídica, construcción jurídica, la que no confiere un señorío, potestad o posibilidad de obrar libremente con ellos, sino tan sólo la posibilidad de reaccionar en su defensa, para tutelar la propia condición de persona compuesta de los atributos. Es la persona misma la que está en juego cuando se niega o viola un atributo, pero no una de sus prerrogativas de goce personal, las cuales pueden destacarse del sujeto como sus manifestaciones más entrañables e íntimas. Por ejemplo, si se trata de amparar el nombre propio se esta defendiendo a la persona que lo porta, lo que es distinto a defender la honra o fama que, como derecho personalísimo, ese nombre puede representar para dicha persona. La reafirmación del domicilio importa preservar la identificación espacial de la persona, pero no significa tutelar la privacidad como derecho que se desenvuelve en ese lugar.

Enumeración y CaracteresSon comunes a todas las personas y son: 1) nombre, 2) capacidad, 3) domicilio, 4) patrimonio. Pero hay ciertos atributos q son propios d las personas visibles: estado civil.Poseen los siguientes caracteres:a) Necesidad. No puede haber persona sin nombre, o ser absolutamente incapaz de derecho, o carecer de domicilio general, o concebirse una persona física sin estado; no se puede carecer d ellos. Cuando en los hechos se da un caso en que la persona aparece en algunas de estas situaciones, las normas jurídicas prevén el modo de regularizarlas.b) Unidad. Cada atributo tiene el carácter de único, en el sentido que no pueden tenerse legítimamente más de uno del mismo orden. Por ejemplo: no pueden tenerse válidamente dos nombres civiles ni ostentar simultáneamente dos estados bajo la misma formalidad (ser hijo simultáneamente de dos padres). Cuando aparentemente ocurrieran tales duplicaciones, el propio ordenamiento jurídico determina el modo de establecer cuál es el verdadero atributo.c) Indisponibilidad . Son inenajenables e imprescriptibles. Las leyes que lo regulan son imperativas por lo que las personas no pueden, arbitrariamente, modificar sus atributos, ni pueden ser perdidos x el transcurso del tiempo. Ello solo podrá hacerse cuando se produzcan los hechos jurídicos que son antecedentes normativos del cambio.d) Vitalicios : lo son x cuanto se extinguen con la vida d la persona q los detenta.

Nombre. Concepto.El nombre, que es la parte esencial de la oración gramatical que expresa los objetos del pensamiento que la integran como elementos principales y directos, y desde el punto de vista jurídico, es el vocativo con que se designa a las personas y se obtiene la necesaria individualización de ellas como sujetos potenciales de derechos y deberes. Cada persona representa, como miembro de una sociedad jurídicamente organizada, un centro de imputaciones de derechos y deberes, y como es necesario que ese centro aparezca con toda nitidez, se le asigna un nombre o vocativo personal, con cuya sola expresión aparece. De ahí que el nombre, desde el punto de vista jurídico, constituya un atributo de la personalidad o cualidad necesaria atribuida por el derecho a cada persona para individualizarla y diferenciarla netamente de todas las demás.Según Perreau es “el término q sirve para designar a las personas d una manera habitual”.

ElementosEn los ordenamientos jurídicos contemporáneos, al igual que en el nuestro, el nombre, como atributo jurídico de identificación o individualización de la persona, está constituido por dos elementos: a) el prenombre, que es el vocativo individual que identifica a cada persona dentro del grupo familiar, llamado también en los pueblos de religión cristiana nombre de pila o bautismal; es la forma d designación d cada individuo y se adquiere x inscripción en el registro civil; yb) el apellido o nombre de familia, "nombre patronímico" o simplemente "patronímico", que indica la familia a la cual pertenece la persona que la ostenta y es vocativo a todos los miembros del mismo grupo familiar que cumple la función de completar la identificación del sujeto jurídico, indicando su filiación.

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Derecho Civil 1

Naturaleza JurídicaSegún Borda, la naturaleza está dada x la confluencia d dos puntos d vista: el nombre es a la vez un derecho d la personalidad, pues el nombre forma parte d la personalidad del hombre, está vinculado a él; y una institución d policía civil, ya q sirve para la identificación d las personas y es inmutable. Si únicamente se tomara en cuenta la primera posición, se desconocería el interés social d la cuestión, no tendría explicación q se niegue el derecho d cambiar el nombre (salvo en casos muy particulares). Si sólo se tuviera en cuenta la segunda, se desconocería uno d los derechos más íntimamente vinculados a la personalidad humana.

Caracteresa) Obligatoriedad, según el art 1º d la ley 18.248, toda persona debe llevar un nombreb) Unidad: el nombre es único porq las personas no pueden tener + d 1 nombre.c) Indivisibilidad: nadie puede tener un nombre frente a unos y frente a otros uno distinto.d) Oponibilidad erga omnes: posibilidad d usar el nombre frente a todos y es común a todos los derechos absolutos. El nombre es oponible por la persona a quien corresponda contra todos, sea mediante el ejercicio d facultades, sea mediante acciones frente a quienes pretendan desconocerlo o vulnerarlo.e) Valor moral o extramatrimonial: el nombre es inestimable en dinero, no obstante (la doctrina española) generalmente las acciones relacionadas con el nombre tienen un claro trasfondo económico, así las acciones d reclamación o impugnación del nombre, van unidas a las reclamaciones hereditarias. X otra parte, las manifestaciones a lesiones del nombre, generalmente se producen en reclamos pecuniarios.f) Inalienabilidad: es un carácter fundamental el q sea inalienable e intransmisible entre vivos, deriva d su carácter extramatrimonial, d su condición d atributo a la personalidad, y d regulación x normas d orden público. No puede ser enajenado o transmitido mediante acto jurídico alguno.g) Alienabilidad d derechos patrimoniales derivados del nombre: en principio, no habría inconveniente en enajenar los derechos patrimoniales q surjan del nombre (ej: el jugador d fútbol q cobra una suma d dinero porq con su nombre y apellido se identifica una marca d indumentaria).h) Vinculación a una relación familiar: en lo q hace el apellido es innegable su vinculación con la familia d origen, esto no se aplica a las personas d filiación desconocida. i) Imprescriptibilidad: el nombre no se puede adquirir ni perder x el transcurso del tiempo.

Limitaciones (Ley 18248)

La elección es discrecional xq el artíclo 3º d la ley dice: “el derecho d elegir el nombre d pila se ejerecerá libremente con la salvedad d q no podrán inscribirse:1º los nombres extravagantes, ridículos, contrarios a nuestras costumbres, q expresen tendencias políticas o ideológicas o q susciten equívocos con respecto del sexo d la persona.2º nombres extranjeros, salvo los castellanizados x el uso o cuando se tratare d nombres d los padres del inscripto, si fueren d fácil pronunciación y no tuvieran traducción al idioma nacional. Queda exceptuado el nombre q se quisiera imponer a los hijos d funcionarios o empleados extranjeros d las representaciones diplomáticas, y d los miembros d misiones públicas o privadas q tengan residencia transitoria en el país.3º apellidos como nombres.4º primeros nombres idénticos entre hermanos vivos.5º más d tres nombres.Inconstitucionalidad d la limitación del nombre?

La Corte Suprema Nacional ha establecido de manera expresa la constucionalidad de las limitaciones impuestas por el Artículo 3º de la Ley Nº 18.248.

Lo ha hecho en particular con relación a la prohibición de imponer nombres extranjeros que no tienen traducción al castellano.

Para sotener la constitucionalidad del precepto se ha dicho que si bien los padres tienen derecho a la elección del nombre, ese derecho como los demás reconocidos por la Constitución, se ejercen conforme a las Leyes que reglamentan su ejercicio (Art.14 C.N.), y que no apacere irrazonable la limitación impuesta por el artículo 3º toda vez que el nombre constituye el elemento primario a través del cual el individuo se relaciona e integra con la sociedad en la cual le ha tocado vivir, y la razonabilidad de la norma pasa por el derecho de la persona que va a ser identificada a serlo, de modo que facilite aquella integración y lo ponga a resguardo de situaciones que la tornen más dificultosa.

Reforma De La Ley 23.552 (Nombres Indigenas)

Aunque no estaba previsto en la Ley 18.248, la jurispruedencia había aceptado los nombres de origen indioamericano, fundada en que pertenecen a los aborigenes de nuestra tierra que hablan dalectos que integran el acervo cultural argentino. Así se permitió la colocación de nombres tales como Lihuen, Ixel, Usel, Hincel y Kanki entre otros.

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Derecho Civil 1El 20 de Septiembre de 1984 se sancionó la Ley Nº 23.252 que introduce el Artículo 3º bis a la Ley

del nombre, disponiendo: “Podrán inscribirse nombres aborigenen o derivados de voces aborígenes autóctonas y latinoamericanas, que no contraríen lo dispuesto al Artículo 3º, Inciso 5º, parte final”.

En base a esta regla, se autorizó el nombre de “Gori Wamancha”.

Nombre d Pila

El derecho de imponer el nombre a sus hijos surje de la patria potestad. En el régimen originario del Código Civil, la titularidad de la patria potestad correspondía a ambos padres, pero su ejercicio atribuía al padre de la criatura. Ello implicaba que ambos padres tenían el derecho de imponer el nombre a sus hijos, pero en caso de desacuerdo era el padre quien, por tener el ejercicio de la patia potestad, podía imponer su criterio.En lo que hace a los padres matrimoniales, el régimen no había generado ningún inconveniente jurisprudencial que demuestre la inconveniencia del sistema. LEY 23.264:En el año 1985, la Ley 23.264, modificó el régimen de la Patria Potestad, estableciendo el ejercicio conjunto de la misma, para el suspuesto de padres matrimoniales y de padres extramatrimoniales que conviven juntos. La Ley presume que uno de los padres cuenta con el consentimiento del otro que no requieran el consentimiento de ambos, salvo cuando mediara expresa oposicón.El régimen difiere en el caso de los padres divorciados y extramatrimoniales menores y mayores de edad. En estos supuestos resulta importante determinar quien tiene el ejercicio de la patria potestad, debido a quien la ejerza tendrá el derecho de imponer el nombre a su hijo. Cabe analizar cada uno de los supuestos por separados.Hijos Matromoniales : Acuerdos De Padres: Ambos conyuges tienen el derecho de elegir el nombre de sus hijos. Si uno de ellos inscribiesen en el Registro Civil, se presume que cuenta con el consentmiento del otro para hacerlo (Art.264, Inc. 1º). Desacuerdo De Los Padres: En el supuesto en que los padres no se pusiran de acuerdo sobre la denominación a dar a su descendiente, el conflicto deberá ser derimido judicialmente, de conformidad a lo dipuesto por el art .264 ter.Valoracion: La doctrina ha señalado lo disvalioso de este sistema, por la gran ingerencia estatal en algo que hace a la esfera íntima de la familia, además porque dá lugar a situaciones injusta. Por ejemplo en el suspuesto de que el padre le quisiera poner MIGUEL como su padre, y la madre JUAN como el suyo, llevado el conflicto a decisión Judicial, nos encontraríamos con que el niño podría estar largo tiempo sin nombre “tanto como dure la contienda”.Por otra parte, el Juez, carece de elementos como para inclinarse por uno u otro nombre, a más de ello el mgistrado de Primera Instancia podrá elegir un nombre y tal Resolución podría ser modificado por la Cámara, que quizás se inclinara por otro, a más que la Corte podría tambien variar el Resolutivo. Rivera sostiene que el sistema debería ser, decisión conjunta y elección por algunos de los conyuges, en caso de desacuerdo, es decir que hubiera derecho de decisión dentro de la familia y no fuera de ella.Supuesto De Muerte De Uno De Los Padres:En caso de muerte de uno de los padres, ausencia con presuncón de fallecimiento, privación de la patria potestad, o suspensión de su ejercicio a uno de ellos, la decisión corresponde al otro padre (Aer. 264 Inc. 3).Hijos Extramatrimoniales:En este supuesto la elección se armará aquel que lo ejerciera (Art. 264 Inc. 4). En el caso especial de la madre extramatrrimonial, la incripción podrá realizarla quien presente un Certíficado Médico y Obstétrico que determine la prueba del nacimiento y la identidad del nacido (Art. 242).

Ello implica que en los hechos, cualquier persona que realice la inscripción, le puede poner el nombre al menor.

Reconocido Por Ambos Padres: Si ambos padres conviven se aplica el mismo régimen que para los padres matrimoniales, es decir que la elección será conjunta con decisión judicial en caso de desacuerdo.

Padres Menores De Edad:

En este supuesto la elección debe ser realizada por el tutor que se designa al niño (Art. 264 bis).

Esto responde al derecho subjetivo d identidad.

Nombre ExtranjeroLa limitación con respecto al nombre extranjero es la q más conflictos crea; las autoridades del registro civil suelen tener analista o catálogo cerrado, del cual no se apartan, recortando inconvenientemente el derecho d libertad e impidiendo la natural creación idiomática d nombres.

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Derecho Civil 1Pero la ley deja a salvo a casos d nombres extranjeros castellanizados x el uso, esto es, asumidos x el idioma español como propios. También los nombres d los padres del inscripto, si fuesen d fácil pronunciación y no tuvieran traducción en el idioma nacional. Se trata en verdad del castellano q no es idioma argentino, sino d toda Latinoamérica y d España. Se exceptúa d la prohibición a los hijos d funcionarios o empleados extranjeros d las representaciones diplomáticas o consulares acreditadas en el país y d los miembros d misiones públicas o privadas q tengan aquí residencia transitoria.

El Apellido O Nombre Patronimico. Concepto.

El apellido es la designación común a todos los miembros de una familia.

Corresponde distinguir entre doble apellido y apellido compuesto.

Apellido Compuesto. Doble Apellido.

El doble apellido, resulta de la agregación del apellido materno al paterno. Este apellido va variando de generación en generación, por las agregaciones.

El apellido compuesto es aquel que se presenta integrado por dos apellidos inseparables, de modo tal que si se suprime uno de ellos, la denominación queda incompleta. El apellido compuesto es inalterable. (Ej.: Martinez de Hoz; Alvarez de Toledo; Verón de Astrada).

Adquisición Del Apellido. Diversos Supuestos.

El apellido se adquiere en principio por filiación y no por voluntad paterna .

En el caso de la mujer casada, por el matrimonio se adquiere al uso del apellido del marido.

También puede adquirirse por un acto administrativo como ocurre en los menores no reconocidos.

Apellido Del Hijo Matrimonial

Regla General:

En principio el apellido del hijo matrimonial es el de su padre.

Transmision Del Apellido Compuesto Y Del Doble Apellido.

El apellido compuesto se transmite de generación en generación y en forma idéntica.

En el caso del doble apellido se transmite a la descendencia solamente el primero de sus elementos. Ejemplo: El hijo de Silvia López y Juan Pérez, tienen derecho a usar el apellido Pérez López, pero solo va a transmitir a su prole el apellido Pérez. Pero, a su vez, este hijo podrá adicionar el apellido de su madre o el doble apellido de su padre. Así si Pérez López, se casó con una señora de apellido Flores, su hijo tendrá que usar obligatoriamente el apellido Pérez, pero podrá ser también: Pérez López; Pérez Flores ó Pérez López Flores, lo que revela que no se ha previsto una norma limitativa del número de apellidos. De todos modos en nuestro país no es frecuente el uso de numerosos apellidos.

Prohibicion De Supresion Del Apellido

En esta materia rige el principio de inmutabilidad, por lo que una vez que el apellido materno se adicionó al paterno no se o puede suprimir.

Opcion A Favor De Los Padres

Los padres tienen el derecho a inscribir al hijo con el apellido doble del padre o adicionar el materno al paterno, de conformidad a lo dispuesto por el artículo 4 de la Ley Nº 18.248.

Si bien en doctrina, se ha interpretado que se requiere la conformidad de ambos padres para la imposición o la agregación del apellido materno, después de la reforma de la Ley Nº 23.264 ha de entenderse que cualquiera de los padres puede inscribir al niño con el apellido materno, ya que cuenta con el consentimiento presunto del artículo 264, Inc. 1º.

En la práctica cualquiera de los padres puede realizar tal solicitud ante el registro, antes de que el menor cumpla los 18 años de edad.

Opción A Favor De Los Hijos

A partir de los 18 años los hijos pueden optar por agregar el apellido materno al paterno.

La Ley no puede imponerse un límite de tiempo para hacer uso de esta opción, la que, por otra parte, se ejerce mediante un simple trámite administrativo. Pliner indica que no aparece como razonable que pueda ejercerse después que el individuo ha sido reconocido en su vida de relación con un apellido determinado.El Apellido De Los Hijos Extramatrimoniales

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Derecho Civil 1Es necesario distinguir varios supuestos:a) Reconocimiento Unilateral Del Padre. En el supuesto en que el padre reconozca al menor, éste tiene derecho a usar el apellido paterno; pero si el reconocimiento es posterior al nacimiento podrá, con autoización judicial, mantenerse el apellido materno cuando el hijo fuera públicamente conocido por éste (art. 5)La ley no hace alusión expresa al reconocimiento obtenido por sentencia judicial contra el padre.Pliner sostiene que lo dispuesto en el art. 5 no puede extenderse al reconocimiento forzoso, pues sería muy discutible tener que aceptar que el padre impusiera su apellido al hijo que se negó admitirlo como propio.Rivera sostiene que la solución legal es identica en los supuestos de reconocimiento voluntario o sentencia judicial, por cuanto la ley no establece diferencias. Y cuando, el legislador ha querido que los efectos del reconocimiento voluntario fueran distintos que los forzosos, lo ha establecido expresamente. Así cabe señalar, que el reconocimiento del hijo durante la minoridad comporta dos consecuencias que no se extienden a la sentencia que declara la filiación: el usufructo sobre los bienes del reconocido (art. 287) y la vocación hereditaria con respecto al mismo (art. 3296). En todos los demás, las consecuencias son identicas, por ende en materia de nombre rigen iguales principios para el reconocimiento voluntario y el obtenido por sentencia judicial.b) Reconocimiento Unilateral De La Madre. La ley 18.248 establece que el hijo extramatrimonial reconocido por uno solo de los progenitores adquiere su apellido.Esta ley era congruente con la forma de adquirir la filiación extramatrimonial en el régimen del Código Civil en el cual ello acaecía solamente por el reconocimiento o por sentencia judicial.Desde el año 1985 en nuestro país se puede determinar la filiación materna sin necesidad de reconocimiento, de conformidad a lo dispuesto por el art. 242, que prevé la posibilidad de su determinación con un certificado médico que acredite la identidad del nacido y el hecho del parto.Con estos dos elementos se puede lograr la inscripción del recién nacido y también en este supuesto adquiere el apellido materno.Rivera afirma que en el caso de determinación legal de la maternidad (art. 242) y de reconocimiento unilateral de la madre el menor adquiere el apellido materno.c) Reconocimiento Simultaneo De Ambos Padres. En el supuesto de reconocimiento simultaneo de ambos padres, el hijo adquiere el apellido del padre pudiendo adicionarsele el apellido de la madre en iguales circunstancias que para el supuesto del apellido de los hijos matrimoniales.La misma regla se aplica a la hipotesis de reconocimiento voluntario del padre y determinación legal de la maternidad.d) Opcion A Favor Del Hijo. Procedimiento. Si el reconocimiento del padre fuere posterior al de la madre, el hijo tiene por dos años contados a paritr de los 18 años o de su emancipación por matrimonio, o desde el reconocimiento si fuese posterior a estos hechos, la opción para continuar usando el apellido materno o cambiarlo por el paterno o anteponer al de la madre.Para esta opción se requiere autorización judicial. Ello se ha criticado en doctrina, porque en el supuesto de los hijos matrimoniales, no se requiere intervención judicial, bastando la petición del interesado frente al registro. Pero este caso es diferente ya que no importa una simple adición de apellidos sino una modificación trascendente, por la cual parece prudente la intervención del juez.Si bien la ley no ha establecido procedimiento debe aplicarsele analogicamente lo dispuesto por el art. 17 de la ley 18.248.e) Hijo De Mujer Viuda. En el supuesto de hijo de mujer viuda hay que distinguir el momento del nacimiento. Si el niño nace dentro de los trescientos días de muerto el marido de la madre, se lo considera hijo del matrimonio y por ende lleva el apellido del padre.Si el hijo nace después de los trescientos días de disuelto el matrimonio de la madre, lleva el apellido de soltera de la madre y se rige por las demás disposiciones de la ley en materia de filiación extramatrimonial.El Apellido De Los Hijos Adoptados. Adopcion Plena La adopción plena confiere al adoptado el carácter de hijo legitimo y borra todos los lazos con la familia de sangre, excepto en lo que hace a impedimentos para contraer matrimonio.Con relación al apellido de quien resultare adoptado por este sistema, corresponden las siguientes consideraciones:a) Adoptante individual mujer o varón solteros:El niño lleva el primer apellido del adoptante, pudiendo agregar el doble apellido de este si el adoptante lo solicitare (art. 326)b) Adoptantes cónyuges.Adquiere el apellido del marido como en el supuesto de hijos matrimoniales, pudiendo adicionar el doble apellido del padre o el apellido de la madre adoptiva.c) Adoptante viuda.En este supuesto el niño lleva el apellido de soltera de la madre, salvo que existan circunstancias justificadas que autoricen atribuirle el apellido del marido de la adoptante. En algún caso se consideró que existían tales circunstancias, probando que el marido premuerto había manifestado la intención de adoptar a la criatura.d) Adoptante divorciada, separada de hecho o separada legalmente.En este supuesto el menor llevará el apellido de soltera de la madre, aun cuando ésta casada.

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Derecho Civil 1e) Opción a favor del hijo adoptivo.Al igual que en el caso de hijos matrimoniales, a partir de los 18 años el adoptado puede peticionar la adición del doble apellido de su padre adoptivo o la agregación del apellido de su madre adoptiva; ello por aplicación de la ley 18.248Como consecuencia de que desaparecen completamente los vinculos con su familia de origen, no pueden peticionar la agregación del apellido de su familia de sangre. Adopcion Simple.

En la adopción simple se mantiene algunos vinculos jurídicos con la familia de sangre, ya que si bien confiere al adoptado la posición de hijo legitimo, no crea vinculo de parentesco entre aquél y la familia de sangre del adoptante, sino a los efectos expresamente determinados por la ley.

La ley 18.248 no reglaba sobre el apellido en el caso de la adopción simple ya que este instituto recién aparece con la consagración de la ley 19.134: en el régimen de adopción en vigor, el art. 332 dispone: “La adopción simple impone al adoptado el apellido del adoptante, pero aquel podrá agregar el suyo propio a partir de los 18 años. La viuda adoptante podrá solicitar que se imponga al adoptado el apellido de su esposo premuerto si existen causas justificadas”.

Corresponde distinguir los distintos supuestos que se pueden plantear, a saber:a) Adoptante varón o mujer soltera:El adoptado adquiere el apellido del adoptante, sin perjuicio de que el hijo adoptivo tiene el derecho de agregar el suyo propio o desde los 18 años puede adicionar el doble apellido del adoptante (art. 4 ley 18.248). Sobre este punto un tribunal ha dicho, durante la vigencia del anterior régimen de adopción (ley 19.134), que el adoptado puede anteponer el apellido de sangre al del adoptante, pues autoriza a agregar ese apellido sin indicar orden; la solución judicial anotada es muy discutible.b) Adoptantes cónyuges.Lleva el apellido del marido, pudiendo adicionarse su doble apellido o el de la esposa; facultad que también tiene el hijo a partir de los 18 años. Asimismo a partir de esa edad puede adicionar su apellido de sangre.c) Adoptante viuda.En principio, el adoptado lleva el apellido de soltera de la adoptante viuda; el art. 332 deja a salvo la posibilidad de que, a pedido de la adoptante se imponga al adoptado el apellido del marido premuerto cuando concurran causas justificadas.La única causa justificada es que el marido premuerto haya manifestado claramente su voluntad de adoptar al menor o que le haya dado trato de hijo.d) Opción a favor del adoptado.El hijo adoptado por adopción simple puede agregar su apellido al de sangre. La Ley de Adopción no ha previsto desde que momento puede ejercerse este derecho, pero por aplicación analogica de los arts. 4, 5, 6 y 12 de la ley 18.248 puede concluirse que el menor está legitimado para hacer uso de esa facultad a partir de los 18 años, sin límite de tiempo posterior (art. 4, ley 18.248). Esta opción puede ejercerse directamente en sede administrativa (art. 4)El Apellido De Los Hijos Reconocidos.Si hubiere reconocimiento del padre llevará su apellido. Pero si el reconocimiento fuere posterior al de la madre podrá con autorización judicial, mantenerse el apellido de la madre, cuando el hijo fuere públicamente conocido por este.La intervención judicial no parece necesaria, por que en las situaciones descriptas, no está en juego o en riesgo ningún derecho, y por último, el menor esta suficientemente protegido en cuanto su interés, porque dentro de los dos años de haber cumplido los dieciocho años puede hacer la opción.Mujer Casada.La ley 23.515 (art. 4), con un criterio moderno y mucho mas razonable, ha dispuesto que el uso del apellido del marido precedido de la preposición "de" (fulana de tal), ya no es obligatorio, sino una opción de la mujer casada. La omisión de su uso era considerado doctrinariamente y jurisprudencialmente como causal de divorcio, por injurias graves.El Apellido De La Mujer Divorciada.La ley 23.515 ha introducido en nuestro derecho el divorcio vincular y ha reglado especificamente sobre el apellido de la mujer divorciada vincularmente.El art. 9 de la ley de nombre dispone a partir de la ley 23.515 que “... acerditado el divorcio vincular la mujer perderá el derecho de usar el apellido marital, salvo acuerdo en contrario o que por el ejericio de su industria, comercio o profesión fuese conocida por aquél y solicitare conservarlo para sus actividades”.El principio general es que la mujer divorciada carece de derecho para seguir utilizando el apellido de su esposo; ello parece congruente con la desaparición del vínculo. Excepciones.

Existen dos supuestos de excepción contemplados especificamente en la norma, que son la existencia de acuerdo sobre el uso del apellido y que la mujer sea conocida con el mismo en su actividad profesional.

La posibilidad del acuerdo sobre el nombre constituye una excepción a la regla de que se trata, una materia indisponible para los particulares.

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Derecho Civil 1En cuanto al derecho de la mujer conocida en algún ámbito profesional con el apellido de casada, para

continaur con el mismo se ha estinado que resulta de una previsión injusta para aquellas mujeres que pueden desear conservar su apellido marital aun cuando tenga una actividad reducida al ambito hogareño o familiar, pero no han dado causa al divorcio.Apellido De La Mujer Separada.

Decretada la separación personal será optativo para la mujer seguir usando el apellido del marido (art. 9 de la ley 18.248)

El Apellido De La Mujer En Los Supuestos De Nulidad Del Matrimonio.El art. 11 de la ley 18.248 establece que “decretada la nulidad del matrimonio la mujer perderá el apellido marital. Sin embargo, si lo pidiera será autorizado a usarlo, cuando tuviera hijos y fuese conyuge de buena fe”.Si ambos conyuges fueran de mala fe, el matrimonio anulado se reputa como si nunca hubiera existido y produce iguales efectos jurídicos que el concubinato. Por ende la mujer no tiene derecho a seguir usando el apellido marital, por cuanto nunca tuvo ese derecho.Si ambos cónyuges fueran de buena fe, el matrimonio producirá efectos jurídicos hasta el día de la sentencia que declare la nulidad. Ello implica que la mujer tenía derecho a usar el apellido marital, y por ende es correcto hablar de la continuidad en el uso del mismo; la ley concede el derecho de continuar en el uso del apellido marital, solo si lo pidiera el conyuge de buena fe y en el caso de tener hijos.Apellido De La Viuda.

La ley de nombre otorga a la viuda un derecho potestativo de seguir usando el apellido del marido o suprimirlo mediante la anotación correspondiente (art. 10, ley 18.248)

Ello implica que la mujer viuda que durante la vigencia de su matrimonio hubiere optado por el uso del apellido marital tiene el derecho de seguir usandolo sin más, y tiene la opción de requerir la supresión marital al Registro Civil.

Toda la doctrina ha criticado el procedimiento por cuanto en el Registro Civil no se realiza ninguna inscripción de la adición del apellido marital; en consecuencia, el Registro en principio no tiene donde anotar la supresión; por ello el Registro del Estado Civil y Capacidad de las Personas de la Capital dictó la resolución del 8 de agosto de 1969, mediante la cual se dispone que efectuada la petición interesada, correponde tomar nota marginal en la partida de matrimonio.

A partir de la ley 23.515 la mujer viuda que en vida de su marido no hubiese usado el apellido marital no tendrá que solicitar inscripción de supresión alguna.

En el caso de que la mujer viuda celebre nuevas nupcias, pierde el derecho a seguir usando el apellido del marido premuerto.

Mujer Del Ausente Con Presunción De Fallecimiento.En el supuesto del ausente con presunción de fallecimiento no se disuelve le matrimonio hasta que el

cónyuge no contrae nuevas nupcias; por ende la jurisprudencia ha entendido que la mujer conserva la obligación de usar el apellido marital.

En contra de este criterio se ha manifestado Moisset de Espanés, para quien corresponde otorgar al cónyuge del presuntamente fallecido el derecho de opción que tiene la divorciada y la viuda, ya que tanto la viuda como la cónyuge del presunto muerto tiene habilidad nupcial.

Cabe señalar que la ley 23.515 mantiene el mismo criterio que la ley 2393 en el sentido de que el vinculo no se disuelve con la declaración de presunción de fallecimiento, sino que se disuelve por el matrimonio que contrajere el cónyuge del declarado tal (art. 213, C.C.). Pero esta ley ha variado en otros criterios: llevar el apellido marital no es un deber sino una facultad (art. 8 de la ley 18.248) y en el supuesto de divorcio vincular, el principio general es el de que la mujer pierde el derecho de usar el apellido marital.

Por lo que después de la 23.515 resulta todavía más evidente que la mujer del presuntamente fallecido puede optar por continuar o no usando el apellido de su esposo.El Apellido De Los Extranjeros De Difícil Pronunciación.

El art. 7 de la ley 18.248 autoriza al extranjero que se nacionaliza a adaptar gráfica y fonéticamente al castellano su apellido de difícil pronunciación.

Cambio O Adicion De Nombre. El Principio De La Inmutabilidad.La inmutabilidad implica que el nombre no se puede cambiar salvo excepciones restringidas: tiende a proteger los derechos individuales y a la sociedad, ya que se trata de dar seguridad en la identificación de las personas.El principio de la inmutabilidad del nombre era desconocido en el Derecho Romano Justinianeo, que acordaba libertad para cambiar de nombre siempre que el cambio fuera “inocente”, es decir sin propósitos fraudulentos.La estabilidad del nombre fue receptada por la ley del nombre francesa de 1794 y es hoy regla generalizada.El fundamento deviene de razones de seguridad, porque admitir el cambio arbitrario del nombre implica desorden, inseguridades e incumplimientos de deberes y obligaciones.

La inmutabilidad del nombre fue un tema discutido en la doctrina patria, hasta la sanción de la ley 18.248 que lo acoge en su art. 15. Ha sido caracterizado en doctrina por Pliner como un “severo

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Derecho Civil 1principio relativo” por ser una regla que admite excepciones, aceptables en forma restringida por estar involucrado el orden público.

El nombre puede variarse ya sea por la alteración o modificación parcial (por ejemplos nombres extranjeros que se castellanizan) o por adición de un nombre (ejemplo supuesto de la mujer casada). Cambio de nombre: El cambio de nombre solamente se admite cuando se dan determinados hechos normativamente previstos como antecedente de dicho cambio.1) Por vía principal: Este cambio tiene lugar a instancias del interesado, cuando existe una causa grave que lo asiste. Los motivos deben ser justos, y serán apreciados por el juez. Se ha considerado tales, aquellos que versen sobre motivos religiosos; cuando fueren de difícil pronunciación; cuando hayan sido deshonrado; como traducción al castellano de nombres extranjeros; cuando provoque confusión de sexo; cuando sean ridículos, cuando tuvieren implicancias políticas.2) Por vía de consecuencias: puede ser frente a la adopción; a la homonimia; a la castellanización de extranjeros que se nacionalizan; a la nulidad del matrimonio; de la mujer viuda; a la mujer por separación matrimonial; etc.3) Por vía de sanción: sería el caso de la mujer divorciada, cuando no se muestre digna de seguir llevando el apellido del esposo. El cambio de nombre es procedente en los siguientes casos:1- Nombres indecorosos, afrentosos, ridículos o agraviantes para la persona;2- Nombres extranjeros, cuando su significación es inconveniente o cause desmedro de la personalidad, o por ser de difícil pronunciación, o cuando se solicita el cambio por su traducción castellana (art. 7)3- Nombres contrarias a las ideas o sentimientos religiosos de quien lo lleva;4- Cuando el nombre hubiera sido deshonrado, sea por los padres, parientes o por homónimos. Sin embargo, no es suficiente para solicitar el cambio que aquellos hubiesen cometido un delito cualquiera, debe tratarse de un hecho grave que tuviera pública notoriedad.5- Existencia de varios homónimos: ha sido considerada causa justificada el cambio para eludir la confusión de las personas.Al contrario no se consideran justos motivos para el cambio los de puramente sentimental o familiar. Tampoco la costumbre de usar un nombre sin derecho a llevarlo, autoriza a solicitar el cambio.Podemos concluir que si bien es cierto que para la modificación del nombre se requiere un elemento subjetivo, éste por si solo es insuficiente y se debe aportar además elementos objetivos.

Adición autorizada x la ley

a) hijos adoptivos: los adoptantes pueden solicitar la adición d un nombre en el adoptado, si este fuera menor d 6 años; el nombre adicionado puede anteponerse al q ya tuviera el menor, y si tiene mas d esa edad debe agregarse a continuación d los q ya tuviere, respetándose siempre el límite d los 6 años (ley 18248)

b) homonimia: se admite q se puede adicionar un nombre para evitar los efectos d la homonimia, x ej en el caso d primos q ejercen la misma profesión, e inclusive en el supuesto d padres e hijos

c) extranjeros nacionalizados: el art 7 d la ley 18248 autoriza al extranjero q se nacionaliza a adaptar gráfica y fonéticamente al castellano su apellido d difícil pronunciación.

Cambio o Adición Impuestos x la Leya) divorcio vincular y nulidad d matrimonio: según el art 9 d la ley 18248, modificada x ley 23515, la mujer casada q hubiera optado x usar el apellido marital, perderá el derecho d usarlo dps del divorcio vincular, salvo acuerdo contrario oq x el ejercicio d su industria, comercio o profesión, fuese reconocida x aquel y solicitase conservarlo para sus actividades. El art 11 d la ley 18248 establece q decretada la nulidad del matrimonio o del divorcio vincular q autorizaba la ley 14394 la mujer pierde el apellido marital.b) Viuda q contrae nuevo matrimonio: en virtud d la aplicación del artículo 10 d la ley del nombre, la viuda q se vuelve a casar pierde el derecho a seguir usando el apellido del marido.c) Hijos adoptivos: el apellido del adoptante es adquirido x los hijos adoptivos, pudiendo adicionar el d sangre cuando se trate d adopción simple (art 12 ley 18248 y arts 326 y 332

Cambios autorizados x la leya) prenombre del adoptado: los padres del adoptante pueden solicitar el cambio d nombre d su hijo adoptivo cuando tuviera menos d 6 años. En caso d tener más, pueden adicionar un nombre debiendo respetar el máximo d 3 (art 13 ley 18248)b) mujer viuda: la viuda q no contrae nuevo matrimonio y q usaba el apellido marital tiene derecho tras la muerte d su marido a solicitar ante el registro la supresión del apellido marital.

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Derecho Civil 1c) Mujer separada: tras la separación personal, la mujer separada tiene el derecho o no a optar x continuar usando el apellido marital. Cuando existan graves motivos, los jueces, a pedido del marido, podrán prohibir a la mujer separada el uso del apellido marital (art 9 modificado ley 23515)d) El artículo 15 autoriza el cambio d nombre cuando existiesen justos motivos, estos deben ser siempre d interpretación restrictiva, y el cambio solo debe autorizarse cuando existen causas muy serias.a. Se aceptará el cambio x: motivos religiosos, apellido d difícil pronunciación, nombre públicamente deshonrado x los padres, traducción al castellano d nombre extranjero, x confusión d sexo, nombre q en nuestro idioma tiene un significada ridículo o q se presta a giros injuriosos o agravantes, q tenga implicancia política y x cambio d sexo.b. No se aceptará el cambio x: el mero uso o costumbre d otro, motivos sentimentales.

Procedimiento Para El Cambio De Nombre.Las legislaciones se encuentran divididas en dos grandes grupos- aquellas que los cambios de nombres son autorizados por la Administración (Italia, Suiza)- aquellas donde los cambios de nombre sólo son autorizados por el Poder Judicial, como la mayor parte de los países de América Latina y Gran Bretaña.En nuestro sistema los errores materiales pueden ser rectificados administrativamente; los cambios de nombre deben someterse a decisión judicial. Juez Competente. Lo es el del lugar en que se encuentra la partida original o el domicilio del interesado. Tipo De Proceso. El art. 16 de la ley 18.248 establece que la modificación, cambio o adición del nombre se tramitará por el procedimiento sumarísimo. En aquellas provincias, como Mendoza, donde tal procedimiento no existe, tramitará por el más breve que autorizan las leyes locales.La ley de nombre establece así una excepción al principio general sentado en el art. 71 del decreto ley 8204/63 que impone el juicio sumario para la rectificación de los asientos en los registros. Ministerio Publico. En la modificación del nombre se encuentra comprometido el orden público, es por ello que el legislador ha establecido la necesaria participación del minsiterio público en el proceso a dirigir a obtener ese resultado.Si se tratará de la persona de un menor también deberá intervenir el mnisterio pupilar (art. 59) so pena de nulidad relativa al procedimiento realizado sin su participación.Cabe señalar que la participación del ministerio público no suple la del asesor de menores. Publicidad. El pedido debe publicarse en un diario oficial una vez por mes en el lapso de dos meses.Entiende la generalidad de la doctrina que debió preverse una publicidad más idonea. Es necesario señalar que los diarios oficiales son provinciales; ello acarrea mayor inseguridad al sistema por cuanto en las restantes provincias no se hará ningun tipo de publicidad.Si bien la ley no lo dice, nada obsta a que ante un pedido del interesado y a su costa se realice mayor publicidad en cualquier otro medio de difusión. Oposiciones Dentro de los quince días de publicado el ultimo edicto se podrán formular oposiciones, fundadas en motivos graves, como podrían ser la homonimia o una usurpación de nombre.El plazo resulta verdaderamente exiguo y la falta de oposición no impide el ejercicio de las acciones tutelares del nombre. Informes. La ley exige que se requieran informes para determinar la existencia de medidas precautorias, a nombre del actor.No se señala a quien se le deben solicitar los informes pertinentes, ni se establece cuál es el efecto de la existencia de medidas.Entendemos que los informes deberán ser solicitados a los registros, como por ejemplo al Registro de Propiedad Inmueble y Registro Público de Comercio, etc.La existencia de medidas precautorias no impiden el cambio de nombres; simplemente deberán hacerse constar el cambio en el registro donde se halle asentado esa medida. Sentencia. La sentencia tiene efectos erga ommes y debe ser comunicada al Registro Civil. El pronunciamiento judicial recién va generar efectos cuando quede firme. Juicio Sucesorio. Las partidas que acreditan vocación hereditaria pueden modificarse ante el juez de la sucesión.Esta posibilidad debe considerarse limitada a la mera rectificación de erratas u omisiones materiales, pese a hallarse situada en el art. 16 de la ley 18.248, pues no se concibe que dentro del juicio sucesorio se realice un cambio de nombre.

El Seudonimo.41

Derecho Civil 11. Concepto. Etimologicamente la palabra seudonimo significa nombre falso.Rivera lo define como “la designación que una persona voluntariamente se da a sí misma, sea con el objeto de ocultar su verdadera identidad o de darle realce, en el ejercicio de una actividad, y que puede formarse con un nombre y apellido, con un prenombre o con una designación de fantasía”. 2. Diferencias Con El Nombre. El nombre es obligatorio; el seudonimo es voluntario y absolutamente discresional de la persona que lo usa. El nombre se adquiere y transmite por filiación; el seudonimo requiere de un acto volitivo y no se transmite por filiación El nombre es inmutable, salvo justos motivos atendibles; el seudonimo se lo puede abandonar, cambiar, modificar. El ámbito de aplicación del nombre es generalizado, es decir que debe usarlo en cualquier actividad que realice el sujeto, con prescindencia de su voluntad; el seudonimo, en principio solo tiene eficacia en el ambito de las actividades para la cual ha sido elegido. El nombre es inalienable e imprescriptible; el seudonimo puede ser cedido a otros sujetos, o adquirido mediante su uso. El nombre es un atributo de la personalidad, carente de sentido patrimonial; el seudonimo, en cambio puede ser objeto de relaciones jurídicas patrimoniales. Spota considera que el seudonomino es un derecho extrapatrimonial, no apreciable pecuniariamente, mientrás que Llambías piensa que tiene naturaleza jurídica de un derecho intelectual, y Rivera que es un derecho patrimonial.Protección Juridica Del Seudonimo.El art. 23 de la ley 18.248 establece que “cuando el seudonimo hubiere adquirido notoriedad, goza de la tutela del nombre”. Esto significa que se halla protegido por las acciones tutelares del nombre, frente a la impugnación, usurpación o uso impropio que de él hagan los terceros. Pero la ley exige q este hubiera adquirido notoriedad (alcanzar cierta fama, aunq sea modesta).Por su parte, la ley 11.723, de propiedad literaria y artística, en su art. 3 dispone: “Al editor de una obra anonima o seudonima corresponderán con relación a ella los derechos y obligaciones del autor, quien podrá recabarlos para sí justificando su personalidad. Los autores que empleen seudónimos podrán registrarlos adquiriendo la propiedad de los mismos”.El seudónimo ha d protegerse en todo supuesto en q el titular se vea vulnerado x una confusión perjudicial entre su actividad y la q cualquier otra persona despliegue.

Proteccion Juridica Del Nombre. Diversas Acciones.La ley ha organizado tres acciones para proteger el nombre de una persona: acción de reclamación

o reconocimiento de nombre, acción de impugnación, contestación o usurpación de nombre y acción de supresión de nombre.

1. Accion De Reclamacion O Reconocimiento De Nombre.a) Concepto.Es la acción que se confiere a quien se le ha negado, afectado o desconocido el derecho de usar su nombre, a fin de obligar a quien incurra en esas actitudes a cesar en ellas, y si correspondiere, a publicar la sentencia que lo decida.b) Legitimación activa.La acción se concede al titular del nombre, y su cónyuge, ascendientes, descendientes o hermanos.c) Desconocimiento del derecho de usar el nombre.El demandado debe haber ejercido alguna oposición al uso del nombre por parte del sujeto afectado.d) Efectos de la sentencia.Dos posiciones se han sostenido en doctrina: Spota y Rivera sostienen que la sentencia es erga omnes, solución que se funda en la indivisibilidad del nombre.

Pliner considera en cambio, que la sentencia solo produce efectos entre las partes del juicio, pues según su juicio la “indivisibilidad del nombre” no es suficiente para darle efectos erga ommes a la sentencia, por cuanto la indivisibilidad se da en todos los hechos y en todas las calidades posibles. De allí concluye que, cada vez que incurra en una negativa del uso del nombre habrá que iniciar un nuevo proceso, sin que sea posible oponerle la sentencia anterior a quien desconociere el derecho de usar el nombre.

e) Condena accesoria.El juez puede ordenar la publicación de la sentencia teniendo en cuenta la circunstancias del caso y mediando pedido de parte. Para ello tomará en consideración la mayor o menor difusión del hecho y el grado de fama de la persona.También puede demandarse la indemnización de daños y perjuicios, que será otorgada si se dan los presupuestos generales de la responsabilidad civil.2. Accion De Impugnacion, Contestacion O Usurpacion De Nombre.

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Derecho Civil 1a) Concepto.

Es la acción que se otorga al titular del nombre o a su conyuge, ascendiente, descendiente y hermanos, contra aquel que lo usa sin perjuicio para que cese en su uso indebido y resarza daños y perjuicios.

b) Requisitos. Legitimación activa . Son titulares de la acción tanto el titular del nombre como las personas individualizadas por el art. 22 de la ley del nombre, es decir, conyuge, ascendientes, descendientes y hermanos. Uso indebido del nombre . Para que la acción prospere es necesario que se use indebidamente el nombre. No procede la acción si el demandado lo usa correctamente, como ocurriría en el caso de la homonimia.c) Acción preventiva de cese de usurpación.

Nuestra legislación no prevé la acción de interdicción, por la cual se prohibe el acto que todavía no se ha comenzado a realizar bajo la amenaza de una pena. Por ejemplo si antes de la publicación de una obra, se toma conocimiento de que se va utilizar indebidamente el nombre de otro autor.

Sin embargo, la prevención se podría cumplir mediante la utilización de medidas precautorias, cuando se reuniesen los recaudos señalados por las leyes procesales. En definitiva el tema se vincula con la tutela de los derechos personalisimos, en los que las medidas preventivas deben ser admitidas con amplitud.d) Cese o supresión de la perturbación.El efecto propio de la sentencia es el cese del uso indebido del nombre, El cumplimiento efectivo de este cese podrá lograrse mediante la fijación de astreintes (art. 666 bis, C.C.).3. Accion De Supresion Del Nombre (o defensa del buen nombre)a) Concepto y fundamento.Doctrinariamente esta acción ha sido denominada como acción de defensa del buen nombre o acción de supresión.Es la acción que se confiere al titular del nombre y en su caso a los herederos cuando su nombre ha sido usado maliciosamente para designar una cosa o producto industrial, comercial, fabril, etc., con tal que ese uso acarree al actor un perjuicio material o moral y que tiene como objeto suprimir ese medio de individualización de la cosa o personaje, y obtener la correspondiente indemnización de daños y perjuicios.El fundamento de la acción radica en que el uso indebido del nombre para individualizar un personaje de fantasía o una marca, puede lesionar la personalidad o la intimidad de un sujeto.b) Distinción con la acción de contestación o usurpación del nombre.

Mientrás que en la usurpación una persona se atribuye un nombre que no le es propio y se hace conocer o firma con él, en la acción de supresión el nombre no es usado por una persona determinada sino que es empleado para designar una persona de fantasía o una cosa.

c) Requisitos. Legitimación activa . Se aplica el art. 22 de la ley 18.248. Utilizacion maliciosa del nombre del actor para la designación de un personaje o de una cosa . Nuestra jurisprudencia registra un famoso caso al respecto. Tratase del caso Senillosa, en una obra cinematografica denominada “Carnaval” apraece un personaje con el nombre Ricardo Senillosa, personificando a un personaje de vida desordenada y de malos hábitos. Un señor Ricardo Senillosa demandó a la empresa productora del film por considerarse retratado en ése, poniendo de relieve que el apellido era el mismo que el del personaje, que se trataba de un apellido que proviene de un procer, y que las iniciales del nombre coincidían. Además, destacó que en una época el también observó una vida desordenada, pero luego la cambió. Asimismo consideró algunos aspectos de la trama lo aludían directamente. Tanto en primera y en segunda instancia, prosperó la demanda en lo principal, pero no se hizo lugar a la reclamación de daños y perjuicios.Es de destacar que este fallo que se hizo lugar a la acción sin haberse probado malicia, aunque esta resulta hoy con la nueva ley uno de los requisitos de la acción.La doctrina en general critica este requisito, por ser de dificil o de imposible prueba, y resta eficacia a la tutela del nombre por cuanto en una aplicación estricta de la ley, la acción debería ser denegada en los casos de actitudes culposas meramente negligentes. La solución dada por Borda es presuponer malicia en todos los casos haciendo caer en la otra parte la carga de la prueba de lo contrario. No obstante reconocer la inteligencia de la solución, Pliner propugna la supresión de este requisito.Es preciso destacar que en un fallo posterior a la vigencia de la ley de nombre, se entendió que si bien el art. 21 de la ley 18.248 exige la malicia no se refiere con ello al dolo, conceptos que si bien juridicamente pueden considerarse sinominos, en la realidad de las cosas admiten diferenciaciones. Por ello condenó al creador de un personaje de fantasía, un “dragoncito Chipy” en la demanda entablada por una persona que llevaba ese apellido. Perjuicio material o moral. Para hacer viable la acción la ley exige la existencia de un personaje material o moral.La jurisprudencia francesa registra un caso en el que se denegó la acción por falta de perjuicio. En las obras de Henry Montherlant figura un personaje de vida silenciosa, de nombre Pedro Costa, un señor de igual nombre se presentó a reclamar, pero el tribunal le denegó acción por entender que en París había más de dieciocho personas

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Derecho Civil 1con ese nombre, que no se había demostrado interes y que por lo tanto no estaban acreditados los daños. No basta que exista identidad de prenombres sino que debe existir un riesgo, riesgo de confusión perjudicial que permita entender como verosimil el daño.d) Efectos de la sentencia.Tiene efectos erga ommes lo que deriva del principio de indivisibilidad del nombre.

Paralelo Entre El Nombre Civil Y Comercial. Trámite d Inscripción: leyes 18.248 y 22.362Aun cuando nada obsta a que el comerciante individual ejerza su actividad utilizando su nombre civil, caso en el cual esté coincide con su nombre comercial, ambos deben ser distinguidos, en tanto el primero designa a la persona civil del comerciante, mientras que el segundo hace lo propio con su personalidad en el mundo comercial o de los negocios.El nombre comercial es aquél con el cual el comerciante se identifica y actúa en el nombre de los negocios, y tiene un significado amplio, comprensivo tanto del patronímico con el que la persona física puede desarrollar su actividad comercial, conforme lo dicho precedentemente, como la designación o denominación de fantasía que utilice el establecimiento y de la enseña de este último.Se entiende por insignia el nombre de fantasía aplicado al establecimiento del comerciante, por emblema una grafía que sirve para individualizar a la empresa, que puede ser una sigla, una letra o monograma, y por enseña una figura representativa.No contiene nuestra legislación una regulación general al respecto, sino referencias aisladas sobre el punto, tanto en la ley 11.867 (ley de transferencia de Fondos de comercio) que declara elemento constitutivos del establecimiento comercial al nombre y enseña, como en la ley 22.362 que a partir de 1980 reemplazo a la antigua ley 3975 y que regula las marcas y designaciones. Asimismo la ley 19.550 regula la denominación de la razón social de las sociedades comerciales.El art. 1 de la ley 22.362 declara objeto de registro como marcas distintivas de productos o servicios a palabras con o sin contenido conceptual, dibujos emblemas, imágenes, bandas, combinaciones de colores, etc., en suma a todo signo con capacidad distintiva. La propiedad de la marca y la exclusividad de su uso se adquiere por el registro en la Dirección Nacional de Propiedad Industrial.Designación, en cambio, es el nombre o signo con el que se anuncia una actividad con o sin fines de lucro. La propiedad de la designación se adquiere por el uso, y solo con relación al ramo en que la utiliza.Toda persona con interés legítimo puede oponerse al registro de marca o al uso de una designación.

DomicilioRelaciones De La Persona Con El Lugar. Concepto.El derecho positivo atribuye a las personas de existencia visibles ciertas cualidades o propiedades que se consideran inherentes a ella y que se denominan atributos, entre los cuales se encuentra el domicilio, que representa el indispensable asiento, sede legal centro espacial o lugar de la generalidad de sus relaciones jurídicas.El domicilio completa la necesaria individualización de la persona como sujeto potencial de derechos y deberes. Como asiento legal de la persona el domicilio general, es el lugar en el cual la ley considera que ella, como sujeto jurídico, está siempre presente, aunque de hecho, es decir en la realidad, se encuentra momentáneamente alejada de el.De lo dicho resulta que el domicilio es un concepto jurídico de orden intelectivo y que su naturaleza es, por lo tanto abstracta ficticia, ya que no influye en la real presencia del sujeto jurídico titular ni sus alejamientos, siempre, claro está, que no importen supuesto de cambio previsto en la ley. El domicilio tiene, al decir de Josserand, los caracteres de fijeza, permanencia y por consiguiente ficción.Cabe destacar que además del domicilio general así aprehendido como atributo de la persona de existencia visible, en el ámbito jurídico existen también domicilios especiales de alcance limitado a una o más relaciones jurídicas determinadas de la persona.Artículo 89. El domicilio real de las personas, es el lugar donde tienen establecido el asiento principal de su residencia y de sus negocios. El domicilio de origen, es el lugar del domicilio del padre, en el día del nacimiento de los hijos.

Caracteres:Legal: en cuanto la ley lo instituye, computando uno u otro elemento material o intencional, según los casos.Necesario: en cuanto no puede faltar en ninguna persona pues si alguien careciera jurídicamente de domicilio quedaría sin soporte territorial sus dchos y deberes.Único: en cuanto queda eliminada la posibilidad de dos domicilios simultáneos, pues la constitución d un nuevo domicilio extingue los efectos de precedente. Siempre la persona tiene un domicilio gral. Y sólo uno.

Importancia: La importancia práctica y el interés que presenta el domicilio general se relaciona con ideas de diversos orden. Así desde el punto de vista del derecho procesal, es un punto de referencia para indicar el lugar en que la persona titular debe ser emplazada o citada a comparecer a juicio. También en el domicilio general deben hacersele las notificaciones de los actos extrajudiciales que legalmente lo requieran, por ejemplo la notificación al

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Derecho Civil 1deudor cedido (art. 1459 CC). El domicilio general del demandado determina la competencia del juez en las acciones personales, cuando el acuerdo contractual de las partes o de la ley no resulte otra competencia. El último domicilio general del difunto determina la competencia del juez para entender en el juicio sucesorio de él (art. 328 CC). En la quiebra o en el concurso civil el domicilio del fallido o concursado determina la competencia del juez para entender en el juicio respectivo. También en los juicios de interdicción por demencia o sordomudez, el domicilio del denunciado determina la competencia del juez para entender en el juicio pertinente. La tutela y la curatela son proveídas por el juez del domicilio del respectivo incapaz. El juicio tendiente a la declaración del fallecimiento presunto de una persona debe tramitarse ante el juez del domicilio del ausente. En el derecho internacional privado, el domicilio se considera punto de conexión: así, nuestro Código Civil señala la ley del domicilio para regir la capacidad e incapacidad de hecho de las personas (arts. 6 y 7). Las cosas muebles de situación no permanente de una persona se rigen por la ley del lugar de su domicilio (art. 11 CC), etc.

Clases: El domicilio general u ordinario, es decir el que la ley atribuye a la persona para la generalidad de sus relaciones jurídicas, según los preceptos del Cód. Civil argentino, puede ser de tres clases:A) El domicilio de origen ; B) el domicilio legal; y C) el domicilio real o voluntario.Domicilio Real o voluntario: En el CC el concepto de domicilio real o voluntario está fijado en el art. 89, que preceptúa "El domicilio real de las personas, es el lugar donde tienen establecido el asiento principal de su residencia y de sus negocios".Se trata del asiento jurídico de la persona considerando el lugar de la residencia efectiva.La idea de permanencia, según hemos visto tipifica al domicilio real y lo diferencia de la residencia y d la simple habitación.A esos conceptos, la doctrina adiciona un elemento intencional: debe tratarse de la residencia permanente con el ánimo de establecer allí el asiento de sus actividades.

Elementos constituvos:a- Corpus: es el elemento materia u objetivo constituído por al residencia efectiva del individuo en lugar determinado.En la práctica el lugar de residencia y el de asiento ppal de los negocios pueden ser diversos.En este supuesto, para determinar cual es la residencia q causa domicilio, la ley se atiene al asiento de la flia según el art. 94, “si una persona tiene establecida su flia en un lugar y sus negocios en otro, el primero es el lugar de su domicilio”.b- Animus: consiste en la intención de permanecer en determinado lugar, constituyendo en él el centro de los afectos intereses, x tiempo indefinido.Actualmente algunos autores no consideran la intención como elemento del domicilio, pues la intención q se toma en cuenta es la q se manifiesta en hechos exteriores. Según Borda y Orgaz uno no puede guiarse por las intenciones internas a menos q se traduzcan en hechos o circunstancias visibles o interpretables.

Cambio y conservacióna- Libertad en el cambio de domicilio: la libre mutabilidad constituye una característica del domicilio real q susbsiste más haya d algunas limitaciones circunstanciales. Art. 97: “El domicilio puede cambiarse de un lugar a otro. Esta facultad no puede ser coartada ni por contrato, ni por disposición de última voluntad.El cambio de domicilio se verifica instantáneamente por el hecho de la traslación de la residencia de un lugar a otro, con ánimo de permanecer en él y tener allí su principal establecimiento”b- Cuando se produce: el cambio se produce instantáneamente por la concurrencia de la habitación efectiva con la intención de permanecer en la nueva residencia.Así lo dice el art. 97: “El cambio de domicilio se verifica instantáneamente por el hecho de la traslación de la residencia de un lugar a otro, con ánimo de permanecer en él y tener allí su principal establecimiento”Como dijimos antes deben concurrir los dos elementos: de modo q el emro abandono material de la residencia no constituye cambio de domicilio si no va a acompañado de la intención de establecerse en el nuevo lugar, y la sola intención, si no va acompañado del hecho del traslado tampoco constituye cambio de domicilio.c- prueba: como la voluntad de domicilio puede ser tácita, la acreditación de esa intención dependerá de las circunstancias, y son admisibles todos los medios de prueba.d- Cambio fraudulento: la jurisprudencia no admite la eficacia de cambio de domicilio q encubren meros movimientos aparentes para violar las leyes y evadir los efectos d las sentencias judiciales. e- Conservación solo ánimo: el art. 99 dispone: “El domicilio se conserva por la sola intención de no cambiarlo, o de no adoptar otro”; es decir q el domicilio se puede conservar a sólo ánimo.La ley se refiere al caso d aquel cuya conducta exterior demuestra q no tiene la intención d cambiar d domicilio. Pero si una persona se traslada realmente a otro lugar con la intención d permanecer en él un tiempo indefinido, ese lugar debe considerarse como su domicilio aunq tenga el propósito d volver al anterior eventualmente.f- Subsistencia del último domicilio conocido: El art 98 dispone q: “El último domicilio conocido de una persona es el que prevalece, cuando no es conocido el nuevo”. Es una derivación del ppio de necesidad del domicilio; pero p/ q esto se apliq es necesario: q se haya abandonado el domicilio; q la persona haya estado en el

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Derecho Civil 1país, pues de haber estado en el extranjero se aplicará el art. 99, q no se trate de persona transeúnte o trashumante, pues tendría el domicilio en su lugar de residencia; q se desconozca su actual residencia.

Domicilio legalConcepto: el art. 90 lo define “El domicilio legal es el lugar donde la ley presume, sin admitir prueba en contra, que una persona reside de una manera permanente para el ejercicio de sus derechos y cumplimiento de sus obligaciones, aunque de hecho no esté allí presente…” . esto significa q independientemente de la residencia efectiva, la ley asume q la persona se encuentra allí presente d una manera permanente, adquiriendo preeminencia sobre el domicilio real.Caracteres: a- forzoso: esta imperativamente determinado por al ley; es inútil la prueba q demuestre q la persona habite en otra parte.b- Excepcional y de interpretación restringida: funciona en la hipótesis prevista por la ley q no puede extenderse por analogía a otros supuestos.c- Único: al ser una especie de domicilio gral. Participa de los caracteres del mismo, siendo en consecuencia único. Ante la consecuencia de varios hechos constituvos de domicilio legal uno prevalecerá sobre los otros. Sin embargo en algunos casos es posible reconocer dos domicilios a personas q ejercen funciones públicas en distintas provincias.d- Ficticio: algunos autores dicen q lo es en cuanto no corresponde a la residencia efectiva. Nosotros no compartimos esta opinión ya q el domicilio es un concepto jurídico en todos los casos y para su determinación se puede tomar la residencia.

Clases:-Los funcionarios públicos, eclesiásticos o seculares, tienen su domicilio en el lugar en que deben llenar sus funciones, no siendo éstas temporarias, periódicas, o de simple comisión; Se entiende por funcionario público a todo empleado ya sea de alta jerarquía o no. Las variaciones provisorias en la duración de la función no hacen variara el domicilio legal. Los efectos comienzan a producirse a partir del momento en q el funcionariio toma posesión del cargo.- Los militares en servicio activo tienen su domicilio en el lugar en que se hallen prestando aquél, si no manifestasen intención en contrario (manifestándolo voluntariamente, esto esta permitido ya q la función militar activa supone cambios de destino periódicamente), por algún establecimiento permanente, o asiento principal de sus negocios en otro lugar; -El domicilio de las corporaciones, establecimientos y asociaciones autorizadas por las leyes o por el Gobierno, es el lugar donde está situada su dirección o administración, si en sus estatutos o en la autorización que se les dio, no tuviesen un domicilio señalado;- Las compañías que tengan muchos establecimientos o sucursales, tienen su domicilio especial en el lugar de dichos establecimientos, para sólo la ejecución de las obligaciones allí contraídas por los agentes locales de la sociedad, es decir todas las obligaciones nacidas de la actividad de esa sucursal, inclusive la q surjan de delitos o cuasi delitos cometidos x los representantes, agentes y dependientes.-Los transeúntes o las personas de ejercicio ambulante, como los que no tuviesen domicilio conocido, lo tienen en el lugar de su residencia actual, esto esta estipulado debido a la condición de necesario del domicilio. Se refiere a sujetos q carecen de asiento fijo, x lo q la ley toma un elemento por lo gral. irrelevante como es la mera habitación o residencia actual.- Los incapaces tienen el domicilio de sus representantes. Los hijos matrimoniales tendrán el domicilio de su padre y madre, o del q tenga la tenencia; los hijos extramatrimoniales tendrán el domicilio del padre q lo haya reconocido o el d convivencia d sus padres o del padre q tenga su guarda; si no han sido reconocidos tienen el domicilio del tutor, o del guardador o del q lo ha recogido; los emancipados eligen sui domicilio. Los dementes y sordomudos tiene el domicilio del curador. Los penados, salvo las excepciones del art. 12 del CP, conservan el domicilio precedente xq la residencia en prisión es involuntaria.- El domicilio que tenía el difunto determina el lugar en que se abre su sucesión- Los mayores de edad que sirven, o trabajan, o que están agregados en casa de otros, tienen el domicilio de la persona a quien sirven, o para quien trabajan, siempre que residan en la misma casa, o en habitaciones accesorias, con excepción de la mujer casada, que, como obrera doméstica, habita otra casa que la de su marido (dependientes)- La mujer casada era incapaz de hecho relativo por lo cual se le imponía el domicilio de su marido Derogado por la ley 23.515. Actualmente se fija d mutuo acuerdo.

Domicilio de origen:Concepto: “El domicilio de origen, es el lugar del domicilio del padre, en el día del nacimiento de los hijos” (art. 89 CC). Los hijos de filiación desconocida carecen de domicilio de origen por lo q se estima q su domicilio de origen será el del lugar de nacimiento o del establecimiento q los hubiera recogido.

Caracteres:46

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Aplicación Práctica Del Domicilio De Origen.Los supuestos normativos en los cuales el domicilio de origen tiene aplicación práctica en nuestro CC son los siguientes:a- El domicilio de origen y el abandono del domicilio en país extranjero.Los supuestos de personas con domicilio en el extranjero que lo abandonan sin el propósito de regresar a él. En este sentido el art. 96 del CC establece: "En el momento en que el domicilio en país extranjero es abandonado, sin ánimo de volver a él, la persona tiene el domicilio de su nacimiento".Este precepto, indudablemente, se refiere al domicilio de origen, según opinión unánime aceptada en nuestra doctrina civilista.Como el domicilio real o voluntario se cambia por el abandono sin ánimo de volver a él o con el manifiesto propósito de no regresar, y sin necesidad de constituir otro nuevo, según resulta de los arts. 97, 92, 90, inc. 5º y concs., CC, la ley, a falta de otro domicilio conocido, le asigna el de origen, ya que la persona no puede dejar de tener domicilio general.b- El domicilio de origen en el caso de legitimación de hijos extramatrimoniales.Los casos de legitimación de hijos extramatrimoniales en los cuales el domicilio de origen determina la ley aplicable. Así, el art. 312 derogado por la ley 23.264, CC, preceptuaba: "En cuanto a los hijos que tuviese su domicilio de origen en la República, este Código no admite otros modos de legitimación", y el siguiente art. 313 derogado por la misma ley establecía: "En cuanto a los hijos que tuviesen su domicilio de origen fuera de la República, se admiten los modos de legitimación que dispusieren las leyes del país de este domicilio"

Domicilio EspecialConcepto: es el lugar establecido por la ley o designado por los particulares en sus actos jurídicos, donde deben producirse algunos o todos los efectos exclusivamente concernientes a una o varias relaciones jurídicas.

Caracteres Diferenciales: Del concepto mismo del denominado domicilio especial y de sus caracteres específicos resulta que más que un domicilio atributo de la persona es, como dice Orgaz, una derogación parcial de los efectos normales del domicilio general u ordinario. Los caracteres diferenciales son los siguientes:a. No es necesario . Ello en el sentido de que puede haber personas que no tengan domicilio especial. Esto lo diferencia del domicilio general u ordinario, que no puede faltar en una persona, como que es un atributo de la personalidad, según vimos.b. Puede ser múltiple . No hay inconveniente legal alguno para que una persona constituya uno o varios domicilios especiales como asientos legales exclusivamente concernientes a las obligaciones emergentes del contrato o de los contratos en que se los establezca. Esto lo diferencia del domicilio general, que, como vimos, es único.c. Es transmisible . Se transmite tanto a herederos y sucesores universales cuando se lo hubiese establecido en un contrato (art. 1195, Cód. Civil) como a los acreedores, ya que éstos pueden ejercer las acciones del deudor en el domicilio constituido (art. 1196), salvo en los juicios universales (arts. 3284, Cód. Civil y ley de concursos).

EstadoConcepto romano En Roma la voz “status” aludía a los diversos elementos constitutivos de la personalidad o “caput”, q consistía en la reunión en un mismo sujeto de los tres estados integrantes de aquella: el “status libertatis (ser hombre libre), el satus familiae (ser patter familias), el status civitatis (ser ciudadano romano)”. Únicamente quien poseyera estas tres atribuciones podía ser considerado con plenitud de dchos y por tanto con capacidad jurídica. Concepto actualEn decho moderno estas características y discriminaciones han perdido significación. El status libertatis no existe en tanto ha dejado de ser un factor de diferenciación entre las personas, ya q esta consagrado en el art. 15 de nuestra CN; en cuanto al status civitatis, ha dejado de ser un elemento computable desde q la ley argentina protege y obliga paritariamente a los seres humanos, independientemente de su calidad de nacionales o extranjeros. Solo resta el status familiae, q tiene ahora un sentido diferente del romano.Según Savatier es “el estado de una persona es el conjunto de calidades extramatrimoniales determinantes de su situación individual y familiar”. Este conjunto de calidades se traduce en un modo de ser de la persona en la sociedad.Si queremos definir cuales son los elementos del mismo, podremos apreciar q en la doctrina moderna no existe paridad de criterios, variando según los autores y dependiendo de q tengan un criterio más o menos amplio: Primera concepción: corresponde a la persona en relación al grupo social y al grupo familiar a los cuales pertenece (Aubry y Rau, Colin) Segunda concepción: (Planiol, Josserand) es un concepto mas amplio, pues no solo incluye los factores q fijan la posición de la persona frente a la sociedad y la familial sino tb las cualidades inherentes a la persona, como ser el sexo, la edad o la salud mental. Según ellos el estado es “ el conjunto de las cualidades legales q resultando, a

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Derecho Civil 1veces, de actos puros y simples, como la edad, a veces de actos jurídicos como la naturalización y el matrimonio, confieren a la persona el modo de ser y determinan su individualidad”Tercera concepción: el estado esta integrado por toda cualidad de la persona con influencia sobre un conjunto mas o menos extenso de relaciones jurídicas: así la calidad del ausente, heredero, empleado, militar, etc. puede ser apreciado: 1) con relación a las personas consideradas en sí mismas; 2) con relación a la familia y 3) con relación a la sociedad. (Borda, Ferrara) Observa acertadamente Orgaz, q las posiciones anteriormente expuestas son “literarias”, en cuanto no corresponden a la acepción legal de la palabra estado. En razón de los dispuesto e los art: 14 a 20 de la CN, y el art 1º del CC, carece de toda relevancia la distinción entre ciudadanos y extranjeros, en el orden civil, quedando claramente expuesto q no alude a situación jurídica ni cualidad alguna d las personas. Concluye diciendo q para referirse al estado, se habla de la posición del individuo en la sociedad, y no puede tener otro sentido q con referencia a la familia.

Noción del estado de las personas en el código civilConcepto legal de estadoSegún Orgaz, la palabra estado es usada en dos sentidos; en el sentido vulgar, en q alude a situaciones de hacho en q pueden encontrarse las personas o a las cosas q les correspondan, es decir q no precisa una manera de ser de las personas, sino de “estar” tb aplicable a las cosas; y en sentido técnico, q es el utilizado por el codificador, y q se refiere inequívocamente al “estado de familia”.

E resumen, en la terminología de nuestro dcho positivo, el estado o o estado civil de la personas físicas se refiere exclusivamente al modo de ser de la persona dentro de la familia: bajo este Angulo, se puede tener el estado de “padre” o “hijo”, “hermano” o “pariente”, en general, q varia según sea hijo legitimo o extramatrimonial. A todas esas situaciones de las personas en general, corresponde un cúmulo de dchos y deberes q especialmente se estudian en el dcho de familia.

Caracteres y efectos del estado civilCaracteres del estado1. esta fuera del ambito de la autonomia de la voluntad, y esta sujeto a una regulación de orden publico2. es intransmisible e inalienable3. es irrenuciable (ats. 845 y 872 CC)4. es inprescriptible (arts.262 y 4019 inc.2º)5. es indivisible, carácter q engendra la autoridad absoluta, “erga omnes”, de la cosa juzgada q recae en las acciones del Estado.6. es reciproco porq a cada uno corresponde otro igual o desigual correlativo, por ejemplo al de esposo le corresponde el de esposa (estado igual), al de padre le corresponde el de hijo (estado desigual)

Efectos del estado civilProduce los siguientes efectos jurídicos:(a) Influye sobre los otros atributos de la Persona: Ejerce influencia sobre los otros atributos de la persona: capacidad, domicilio, nombre y sobre el patrimonio.(b) Implica un derecho subjetivo: Todo estado civil implica un derecho subjetivo para la persona. Este derecho subjetivo es sobre el mismo estado y se traduce en una prerrogativa jurídica del sujeto de poseer el estado que por la ley le corresponde, y la de exigir de todos los demás el debido respeto a su situación jurídica en la familia.(c) Establece consecuencias en el derecho sucesorio y de familia: El estado preside el derecho de familia, en cuyas normas se establecen los efectos jurídicos de cada estado y en el orden sucesorio el estado es supuesto normativo para los derechos hereditarios.(d) Origina deberes jurídicos: El estado genera deberes jurídicos de suministrar alimentos a los parientes necesitados, o de denunciar su demencia.(e) Concede el beneficio de competencia. El estado de pariente impone también al acreedor el deber jurídico de conceder al ascendiente o descendiente que no le haya inferido alguna ofensa que constituya causa de desheredación, el beneficio de competencia para el pago de sus deudas (art. 800, inc. 1).(f) Es causal de excusación o de recusación: En el ámbito del derecho procesal el estado de pariente en los grados previstos en las leyes rituales es causal de excusación o de recusación de los jueces y funcionarios, de tacha de los testigos, etc.(g) Es agravante o eximente de pena de figuras delictivas : En el orden penal el estado civil puede constituir una agravante calificativa (art. 80, Cód. Civ), o una eximente de pena de ciertos supuestos de delitos de hurto (art. 185, Cód. Penal), o de encubrimiento, etc.

ProtecciónConcepto de acción del estado: Son acciones de estado los derechos públicos subjetivos a través de los cuales se requiere la intervención del órgano jurisdiccional para la protección de una pretensión jurídica que se declare,

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Derecho Civil 1constituya, modifique o extinga un estado de familia.Las acciones de estado son imprescriptibles y su ejercicio puede efectivizarse en cualquier tiempo; son inherentes a la persona; no se transmiten por causa de muerte, y aun cuando parezca que así acontece en ciertos supuestos, lo que ocurre es que la ley legitima a determinados sucesores para que ejerzan una acción a titulo propio y originario; son irrenunciables, sin embargo el estado no se opone a q no se ejerzan dado su carácter de dcho subjetivo; son inalienables porq no pueden ser objeto de sesión. Estas características dependen de alas corrientes doctrinarias q las expongan , pero no constituye nuestro objeto de estudio, por lo q nos limitamos a enumerar las fundamentales y mas generales de ellas. La protección dispensada por el estado se concreta por medio de las siguientes acciones:

Las acciones del estado pueden ser clasificadas en dos categorías teniendo en cuenta su objeto, según lo cual pueden ser:

De conflicto conyugal Matrimoniales

De validez

Por su Legitimareferencia De filiaciónal vinculo Extramatrimonial

Adoptiva Cuasi familiares Tutela

Constitutivas (dan origen o crean el respectivo estado de familia)Por sus efectos

De reclamación Declarativas (reconocen o desconocen un estado preexistente) De impugnaciónAcciones propiamente dichas. Procesos la acción de reclamación de estado: es la que tiene por finalidad el reconocimiento del estado del accionante que es desconocido por el demandado. Pertenecen a esta categoría la acción que puede ejercer el hijo legitimo para que se le reconozca en ese carácter (art. 254, texto según ley 23264); o especialmente la que le compete al hijo extramatrimonial para ese mismo objetivo (art. 254, C.C.); o finalmente la que intenta alguien para ser reconocido como cónyuge de una persona, si carece de título conyugal por nulidad del acta de matrimonio u omisión del asiento. la acción de impugnación de estado: es la que tiene por objeto el reconocimiento de la inexistencia o falsedad, del estado que se atribuye el demandante. Pertenecen a esta categoría: la acción de impugnación de paternidad, sea por desconocimiento simple de ella en razón de haber sido concebido el hijo antes de la celebración del matrimonio (hipótesis del art. 260, reformado por ley 23.264); sea por desconocimiento riguroso de la paternidad de los hijos nacidos durante el matrimonio o dentro de los trescientos días siguientes a su disolución o anulación, alegando el marido que no puede ser padre o que la paternidad presumida por la ley (arts. 243 y 244) no debe ser razonablemente mantenida en razón de prueba que contradicen (supuesto del art. 258, texto según ley 23.264); la acción por impugnación de maternidad, en razón de no ser la mujer la madre del hijo que pasa por suyo (supuesto del art. 261, texto según ley 23264); la acción por impugnación de filiación que ejerciera el hijo extra-matrimonial tendiente a demostrar la falsedad del reconocimiento hecho por quien se dice el padre o madre (hipótesis del art. 263, Código Civil texto según ley 23.264); la acción distinta de la anterior, por nulidad del reconocimiento efectuado; en fin, la acción por nulidad de matrimonio.

Posesión de estadoNoción según LlambíasHay posesión del Estado cuando alguien disfruta de un determinado estado de familia con independencia del titulo sobre el mismo estado, es decir cuando alguien ocupa una determinada posición, y goza de las ventajas anexas a la misma soportando igualmente los deberes inherentes a esa situación. Clásicamente se distinguieron como elementos de la posesión de estado: el nombre, el trato y la fama, haciendo referencia al uso del apellido, el tratamiento recibido y a la consideración social respectivamente.Esto tiene particular trascendencia en dos situaciones, en la q la posesión de estado aparece como requisito previo del acceso al titulo del respectivo estado, es decir q quien pretende poseer un titulo en referencia a un determinado

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Derecho Civil 1estado, no puede hacerlo si no acredita haber estado o estar en posesión del mismo.El reconocimiento es irrevocable en cualquier forma q se hiciere y consiguientemente el instrumento en el q conste la posesión del titulo e idóneo para probar la posesión del estado q se desea.Los dos casos son los siguientes: reclamación del estado por hijo extra-matrimonial luego del fallecimiento del padre; en el q la posesión del estado previo es requisito fundamental para obtener el acceso al titulo; para el desconocimiento de la paternidad matrimonial (art. 243, párrafo 2, Código Civil); para la reclamación de la filiación (art. 254, Código Civil); para equiparación del reconocimiento, salvo prueba en contrario sobre el nexo biológico (art. 256); para la impugnación de la paternidad y la maternidad matrimoniales (arts. 258, 260 y 261 del Código Civil); para la tutela de hecho, en los supuestos donde se tipificaría, para la doctrina que la acepta (Borda) y, en general en toda cuestión donde el derecho de la persona se encuentre subordinado a la demostración de la situación que ocupa en la familia. reclamación del estado de esposo/a; en el cual la posesion de este estado sin titulo no da dcho al goce de las prerrogativas correspondientes al mismo, ni sirve para acreditar la existencia de matrimonio. Pero cuando el matrimonio es nulo por vicio de forma, la posesión del estado es suficiente para suplir tales vicios y por tanto para convalidar el matrimonio (art. 197, Código Civil)

Diferencia entre posesión de estado y título de estadoEl título de estado: es la prueba legal del estado. En consecuencia, es el medio contemplado en la ley con idoneidad para acreditar determinada situación familiar.En atención a la trascendencia de este atributo de la persona natural, el estado de familia sólo puede probarse a través de los instrumentos públicos. Debe en consecuencia efectuarse una primera distinción entre el título de estado y otros elementos tales como documentos que sólo revisten importancia como prueba para poder reclamar o impugnar ciertos estados de familia.La concordancia plena entre título y posesión de estado conforma la situación regular de la persona en relación a su estado de familia. De no darse esa correlación tiene privilegio el título de estado, el cual proyecta todos sus efectos jurídicos en tanto no medie resolución judicial que lo modifique o enerve.El título de estado habilita por sí solo a ejercer todos los derechos que resulten de él, sin otra obligación que la de exhibirlo.A cada estado de familia le corresponde, en consecuencia su respectivo título. Así, es título del estado de cónyuge la partida de matrimonio o la declaración judicial supletoria; de hijo legitimo la partida de nacimiento y la de matrimonio de los padres; el hijo extramatrimonial la partida de nacimiento con la constancia de reconocimiento o la declaración judicial de filiaciónEs preciso puntualizar algunos aspectos que guardan interés en el tema que nos ocupa.1) Debe señalarse que existen estados de familia cuya acreditación resulta de la prueba negativa de otro. Así ocurre con el estado de soltería, que deviene del no emplazamiento en el estado conyugal y con el hijo extramatrimonial sin filiación establecida, que subsistirá hasta tanto se concrete uno o ambos reconocimientos o se efectúe declaración judicial de filiación.2) El estado de separado de hecho reviste peculiaridades, pues si bien su acreditación deberá resultar de un instrumento público, importantes consecuencias se producen en relación a los derechos de los cónyuges aun cuando no provenga de otro tipo de prueba.3) Igualmente, debe tenerse presente la distinta extensión que doctrinariamente se efectúa respecto de lo que constituye título de estado, ya que existe una posición restringida que lo limita a las partidas del Registro del Estado Civil y Capacidad de las Personas.

Efectos de la sentencia. Jurisprudencia

La tendencia q prevalece es la adaptada al concepto de “erga omnes” en los pronunciamientos dictados sobre el estado de las personas. Las primeras sentencias siguieron la orientación de los autores franceses mas afamados y asignaron a la cosa juzgada en estos casos un alcance relativo a las partes en litigio. Pero luego varios fallos han afirmado la autoridad “erga omnes” de las sentencias dictadas en los juicios de estado, bajo la condición de q estos hayan terminado con el legitimo contradictor.

A quienes alcanzan los efectos de la sentencia. Teorías.

Cabe señalar que determinar cuándo hay "cosa juzgada" en razón de los sujetos que sostienen los litigios, es establecer a quién o quiénes se extiende "su autoridad". En principio, los efectos de la sentencia alcanzan a las partes, es decir al actor y al demandado, y no puede el fallo ser opuesto a terceros ni ser el fallo invocado por ellos, todo lo cual se enuncia con el aforismo “res inter alios iudicata”. Pero esta regla del efecto relativo tiene muchas excepciones. Y es precisamente, con relación a las decisiones judiciales que reconocen o niegan un estado civil a una persona como se suscita el problema de fijar hasta dónde o hasta quiénes se entienden los efectos jurídicos de

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Derecho Civil 1las sentencias firmes que pasaron en autoridad de cosa juzgada. Con respecto a este problema varias han sido las teorías que se han expuesto para resolverlo.1) Teoría del valor absoluto ("erga omnes") de la sentencia sobre estado cuando hay legitimo contradictor. D'Argentré, sobre las bases de antiguas elaboraciones doctrinales de Cujas y Duaren, concretó la teoría y decía que: "la común y decidida opinión es la que un juicio sobre el estado civil de las personas hace derecho y produce consecuencias contra todos, siempre que se lo haya seguido con un opositor legítimo", que es "el que tiene el primero y principal interés, como puede ser el padre, tratándose de una acción de reclamación de estado ejercida por el hijo, como la prevista por el art. 325 del Código Civil.2) Teoría de los efectos relativos de las sentencias que deciden cuestiones de estado. Los grandes juristas que como Aubry Rau, Demolombe, entre otros, hicieron la crítica de la tesis anterior, negaron el valor absoluto de la cosa juzgada en materia de estado, esto es negaron el efecto "erga omnes" que la anterior doctrina le atribuia y afirmaban que en principio tales sentencias producen efectos que sólo alcanzan a las partes que intervinieron en el juicio que recayó, y, en consecuencia, los terceros extraños pueden plantear nuevamente la cuestión en otro juicio. Pero señalan los citados partidarios que esta doctrina, que se trata solo de un principio que admite muchas excepciones, como: La sentencia produce efectos que se extienden a los sucesores universales de las partes. La sentencia produce efecto de cosa juzgada con valor absoluto en un juicio en el que intervinieron todos los parientes vivos, y en consecuencia, no puede ser atacada por todos los que nazcan posteriormente. La sentencia no puede revisarse si decide una cuestión de estado que otorga acción a una sola persona, como en el supuesto del desconocimiento de la paternidad en vida del que se indica como padre o las referentes a la nulidad del matrimonio. Las sentencias constitutivas fijan, para todas las personas, el estado civil que surge de ella; así ocurre con las de divorcio o extinción de la patria potestad.3)Teoría de los efectos reflejos.Para esta teoría sostenida por el jurista italiano Antonio Cicu, la sentencia es declarativa de estado, pero constitutiva de título. En consecuencia, dicha sentencia, como cualquier otra, en cuanto declarativa, tiene efectos relativas como todas las demás, y lo que produce efecto "erga omnes" es el título al estado creado por ella.4)Solución al problema propuesto por Alsina. Hugo Alsina ha propuesto la mejor solución para el arduo problema del alcance de los efectos de las sentencias recaídas en los juicios sobre cuestiones de estado civil de las personas. Las sentencias sobre cuestiones de estado tienen efecto erga omnes, son aquellas que hacen lugar a la demandas dictadas en juicios en los que hay contradictor legítimo

CapacidadNoción. Clases.En sentido amplio, la capacidad es la aptitud de las personas para adquirir derechos y contraer obligaciones. En sentido estricto o técnico, para poder definir a la capacidad de debe distinguir entre las dos categorías o clases de capacidad existente en derecho: la capacidad de derecho y la capacidad de hecho. Son diferentes, sus conceptos, sus alcances y sus fundamentos.La capacidad de derecho es la aptitud de las personas para ser titular de derechos y obligaciones.La capacidad de hecho, por su parte es la aptitud de las personas d eexistencia visible para otorgar por sí mismas actos jurídicos válidos.En estricta lógica, solamente la capacidad de derecho es un atributo de las personas, puesto que la capacidad de hecho puede faltar sin desmedro de la personalidad.La capacidad de derecho y la capacidad de hecho a pesar de ser diferentes poseen, sin embargo, ciertos caracteres comunes. Ellos son: 1) Principio general: la capacidad; 2) Excepción: la incapacidad; 3) Normas de orden público.

Capacidad De Hecho.La Capacidad de hecho es la aptitud de las personas de existencia visible para realizar actos jurídicos válidos. De ahí que suele designarsela como capacidad de ejercicio o de obrar.Freitas –fuente de Velez Sarfield en esta materia- define a la capacidad de hecho como la “aptitud o grado de aptitud de las personas de existencia visible para ejercer por sí actos de la vida civil”. Analizaremos esta definción.A diferencia de la capacidad de derecho, la capacidad de hecho es la aptitud para ejercer actos civiles, o el grado de aptitud para ello. Esto significa que la capacidad de hecho puede presentarse de modo absoluto o pleno, o también de manera limitada o restringida.Por otra parte, la capacidad de hecho solamente se predica de las personas de existencia visible, esto es la de las personas individuales, del hombre o ser humano, quedando fuera o exlcuidas de su concepto las personas de existencia ideal o personas jurídicas.La razón radica en que la capacidad de hecho se funda en la existencia de una voluntad que pueda otorgar el acto jurídico, en la presencia de lo que Orgaz llama “aptitud de querer y de obrar”. Y es claro que el único poseedor de voluntad es el hombre, la persona de existencia visible como lo denominan Freitas y Velez Sarfield.

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Derecho Civil 1En este sentido afirma Buteler que “el sentido común nos impide concebir la capacidad de obrar respecto de las personas de existencia ideal”. Estas personas, que carecen de voluntad, actúan en el mundo jurídico a través de sus organos, que son personas de existencia visible, y cuyos actos se reputan actos de la persona de existencia ideal o persona jurídica.Freitas termina su definición de capacidad de hecho señalando que ella permite “ejercer por sí actos de la vida civil”.La capacidad de hecho posee, como la de derecho, un carácter potencial ya que su reconocimiento importa la posibilidad de otorgar validamente los actos jurídicos, aunque en la realidad no se realicen. A través de la capacidad de hecho el sujeto queda habilitado para celebrarlos válidamente.Salvat afirma que ejercer un derecho “quiere decir ponerlo en ejecución”, lo que equivale a disponer libremente de ellos, esto es enajenarlos, gravarlos, cederlos, etc.Es necesario recalcar que en esta materia la capacidad es la regla y la incapacidad la excepción, lo que significa que en principio todas las personas individuales o de existencia visible son capaces de hecho, con excepción de aquellas a quienes la ley consagre como incapaces. Es lo que ordena el art. 53 del C.C.

Capacidad De Derecho.Es la aptitud reconocida, otorgada por la ley a una persona (ente con capacidad jurídica) para ser titular de un determinado derecho o deber, para realizar, por sí o por otro, los actos que no estén prohibidos. La capacidad de derecho debe entenderse referida siempre a un derecho, deber o acto determinado.

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Derecho Civil 1BOLILLA VI

Capacidad.Ubicación del concepto con relación a la persona: los enfoques d la capacidad jurídica y capacidad d obrar:La palabra “Capacidad” es sinónimo de aptitud jurídica. Desde el punto de vista genérico es calificada por la doctrina como uno de los atributos de la personalidad, juntamente con el nombre, el estado y el domicilio.La capacidad civil debe distinguirse de otros institutos semejantes: Se diferencia de la capacidad política en cuanto ésta actúa en la orbita del derecho público, mientras que la capacidad civil lo hace en la esfera del derecho privado. El Código Civil, en su art. 53, establece la independencia entre ambas incapacidades al disponer: “Le son permitidos todos los actos y todos los derechos que no les fueren expresamente prohibidos independientemente de su calidad de ciudadanos y de su capacidad política”. Este artículo se relaciona con el principio establecido en el art. 52, según la cual la capacidad es la regla y la incapacidad es la excepción. Cuando el codificador reconoce la igualdad de derechos entre ciudadanos y extranjeros no hace otra cosa que aplicar los principios emanados de la Constitución Nacional. También existen diferencias entre “capacidad” y “poder”. Mientras que la capacidad es la aptitud para celebrar actos jurídicos por cuenta propia, el poder es la aptitud para celebrarlos por cuenta ajena. La primera tiene como única fuente la ley, mientras que el segundo puede ser legal, judicial o convencional, es decir, tiene su origen en la ley, en la decisión judicial o en la voluntad particular. Otro instituto que se debe separar de la capacidad es el de la legitimación, que consiste en la aptitud del sujeto para actuar concretamente sobre cierto objeto y pertenece por igual al sujeto y al objeto, mientras que la capacidad es una cualidad exclusiva del sujeto. La legitimación es una institución de uso frecuente en el derecho cambiario o mercantil y en el derecho procesal. El estado y la capacidad, que son atributos de la personalidad, presentan entre ambos diferencias: el estado es la posición en la sociedad o en la familia; la capacidad es una aptitud jurídica, y ésta entraña la existencia de la primera. Así el estado civil de padre supone la capacidad para celebrar determinados actos jurídicos. Spota sostiene que “diferenciar el estado de la capacidad es correcto, y en este separa, distinguiéndolos expresamente. Pero sería erróneo creer que el estado (aun solo limitado al de la familia, como con criterio demasiado restrictivo se ha sustentado) no es un presupuesto de capacidad jurídica y de capacidad de obrar”.El estado incide sobre la capacidad en los siguientes supuestos: el estado matrimonial, que aumenta la capacidad del menor; el parentesco en línea recta por consaguinidad, que determina impedimentos para contraer matrimonio; el estado sacerdotal, que establece ciertas incapacidades para contratar, los cónyuges, que no pueden celebrar contratos entre sí, los padres, que no pueden hacerlo con sus hijos bajo patria potestad. Todo ello demuestra que el estado influye sobre la capacidad, pero no a la inversa, ésta no incide sobre el estado de las personas. Capacidad y discernimiento son conceptos diversos en cuanto a fundamento y consecuencias. La capacidad está referida a la aptitud d las personas para adquirir derechos y contraer obligaciones, y se sustenta en su madurez, q les permite distinguir lo conveniente d lo inconveniente a sus intereses, teniendo x contrapartida la incapacidad. En cambio, el discernimiento es la aptitud d las personas para distinguir lo bueno d lo malo, también sustentada en su madurez o salud mental, pero cuya contrapartida es la falta d razón (Llambías).

La Capacidad De Los Menores En El Código Civil Y En La Convención De Los Derechos Del Niño.Evidentemente, la capacidad de hecho del menor ha sufrido un giro de 180º. No podemos silenciar este cambio, porque se produce en toda normativa privada, ya que su inserción en el art. 75 inciso 22 de la Constitución Nacional sancionada en 1994 y con la Convención sobre los Derechos del Niño, obliga a considerar que las reglas del Código, en tal aspecto, resultan modificadas.La Convención sobre los Derechos del Niño, en su art. 1 establece que “se considera niño a todo ser humano menor de 18 años, salvo que en virtud de la ley que le sea aplicable haya alcanzado antes la mayoría de edad”. Esta norma general esta modificando sustancialmente las distintas categorías que el Código Civil determina en lo referente a la incapacidad de hecho de tales menores, por cuanto está borrando la incapacidad de hecho absoluta de los menores impúberes, la incapacidad relativa de los menores púberes, y las limitaciones de la capacidad en los menores púberes con referencia a los supuestos de la ley 17.711. En esta norma de la Convención se pretende igualar a todos los menores con relación a los derechos que ella consagra. Sin embargo, a pesar de esta igualación, el ejercicio de los mismos estaría en relación directa con la relativa madurez de su discernimiento.Lo asegura el art. 5 de la misma Convención, al expresar que respertará la responsabilidad, derechos y deberes de los padres o tutores al impartirle la dirección y orientación apropiada en consonancia con la evaluación de sus facultades, para que el niño ejerza los derechos reconocidos en la misma.De manera entonces, que se modifica el sistema rígido de la incapacidad de los menores establecido por el Código Civil, por el de apreciar, en cada caso la evolución de las facultades del niño en relación con el ejercicio de los derechos. Esto supondrá, por supuesto, la comprensión del menor en cuanto a la naturaleza de los derechos que pretenda ejercer, y en la medida en que puede hacerlo con o sin el apoyo de sus padres o representantes. Estamos entonces ante un sistema elástico.a) Derecho a la vida y a su desarrollo. La Convención reconoce que todo niño tiene el derecho intrínseco a la vida y asegura la permanencia de la propia existencia y su desarrollo. Esta expresión utilizada en el art. 6 está

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Derecho Civil 1significando que la propia persona es la que posee este derecho, por lo que no puede estar limitado su ejercicio, en razón a la representación, sino que en los casos de peligro de su persona, será el propio menor quien lo ejercerá, en la medida que lo pueda discernir acerca del peligro que lo amenace, o de la urgencia que lo requiera.b) Derecho a la libertad de expresión. Evidentemente que de consagrarse este derecho como inherente al menor, solo el podrá ejercerlo. En consecuencia, el menor dentro de su ámbito y nivel, tiene capacidad de hecho suficiente de poder expresar sus ideas por los medios que tuviese su alcance, sin otras limitaciones que se establecen para las otras personas, en las leyes.Esto es lo que consagra el art. 12, apartado 1 de la Convención con respecto a la posibilidad de expresar su libre opinión en todos los asuntos que lo afecten, siempre que este en condiciones de formarse un juicio propio.El mismo art. 12, en su apartado 2 agrega que se dará oportunidad al niño a ser escuchado en todo procedimiento judicial o administrativo que lo afecte, ya sea directamente o por medio de representante, lo que esta confirmando el reconocimiento de su capacidad.Adviértase que no se hace distinción con respecto a la edad, sino únicamente con respecto a la madurez del niño.c) Derecho a la Intimidad: El art. 16 de la Convención del niño, expresa al respecto que ningún niño será objeto de injerencias arbitrarias o ilegales en su vida privada, su familia, su domicilio y su correspondencia, ni de ataques ilegales a su honra y a su reputación.De esta manera amplía el campo de reconocimiento, ya que involucra varios derechos personalísimos, está admitiendo por la naturaleza de los derechos, inherentes a la persona, que exclusivamente el menor será el que deba ejercitarlo, salvo que por la edad no tuviere comprensión de su afectación o ataque, en cuyo caso corresponderá hacerlo a los que ejercen la patria potestad o la tutela, pero así como se reconoce este derecho, el menor también tendrá la obligación de respetar tales derechos en los demás; y en este sentido podrá ser escuchado en todo procedimiento judicial.d) Derecho a la libertad de Conciencia, pensamiento y religión. El art. 14, párrafo 1 de la Convención consagra el derecho de libertad de pensamiento, conciencia o religión. También aquí debemos reconocer la capacidad de hecho del niño, en la medida de la comprensión de estos derechos, que también significaran la obligación de respetar el mismo derecho en otros niños.e) Derecho a informarse. Se asegura igualmente en dicha Convención que los niños tengan acceso a la información y al material procedente de diversas fuentes nacionales e internacionales, sobre todo con relación al material que tenga por finalidad promover su bienestar social, espiritual y moral y su salud física o mental.f) Derecho al desarrollo adecuado y a la educación.: comprende un amplio abanico de derechos, que van desde el nivel de vida adecuado, hasta el de la educación y formación de la personalidad integral. Si bien estas son responsabilidades compartidas con los padres y con el propio Estado, los menores, en la medida de la insatisfacción podrán exigir el cumplimiento de tales propósitos al Estado, los padres o instituciones que han tomado a su cargo tales tareas. La educación (como proceso) necesita tbn del apoyo del nivel de vida adecuado para el desarrollo físico, mental, espiritual o moral y social del niño.La educación del niño, expresa el art. 29 de la Convención, deberá estar encaminada a:

1- Desarrollar la personalidad, las aptitudes y la capacidad mental y física del niño hasta el máximo de sus posibilidades.2- Inculcar al niño el respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales y de los principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas.3- Inculcar al niño al respeto de sus padres, de su propia identidad cultural, de su idioma y sus valores, nacionales y de las civilizaciones distintas de las suyas.4- Preparar al niño para asumir una vida responsable en una sociedad libre, con espíritu de comprensión, paz, tolerancia, igualdad de los sexos, amistad entre los pueblos, grupos etnicos, nacionales, religiosos y personas de origen indigena.5- Inculcar al niño al respeto del medio ambiente natural.La preocupación de la Convención de desarrollar y educar convenientemente al niño sobre las bases descripta, impone, sin lugar a dudas, el reconocimiento de su capacidad de hecho, para exigir o pedir, en la medida de su comprensión y madurez, con o sin la participación de aquellos a quienes atañe también tales obligaciones, el cumplimiento de las mismas. En cuanto a observar una conducta encaminada a recibirla y aprovecharla, estimaos que ella supone lo establecido en la norma auto descripta, cuando en el inc. d, menciona lo de preparar al niño para asumir una vida responsable en una sociedad libre.Entonces lo que en realidad ocurre es, que se ha implementado un doble régimen de menores púberes. Este doble régimen lo constituyen los incapaces de hecho relativos y los capaces de hecho relativos.Condiciones Del Sujeto Para Ubicarlo Dentro De Uno U Otro Supuesto: El segmento está comprendido dentro de los 14 a los 21 años y en este segmento está el doble régimen. Un menor de 19 años que no trabaja es un incapaz relativo, porque cae dentro de la norma residual, pero si siendo menor de 19 años trabajara, se convierte en capaz relativo, porque la ley 17.711 dice que los menores que trabajan tienen capacidad para administrar y disponer de los bienes que adquieran o ingresen con el producto de su trabajo

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Derecho Civil 1Entonces tenemos que apreciar este segmento de la minoridad en ese doble régimen para poder comprender todas las situaciones.Por la ley 17.711, hay cuatro supuestos de capacidad relativa que son: 1. los menores emancipados por matrimonio,2. los menores emancipados por habilitación de edad, 3. los menores que trabajan 4. y los menores que han adquirido titulo profesional;Son cuatro categorías, de los cuales los menores q trabajan y los menores habilitados por edad tienen que tener por lo menos 18 años, los menores emancipados por matrimonio tienen que tener el varón por lo menos 18 años y la mujer 16 años, por lo menos, y los menores que han adquirido un titulo profesional en cualquier edad a partir de los 18 años.Por ejemplo un menor incapaz relativo puede ser socio de una cooperativa, puede testar, y realizar dos o tres actos nada más, porque es incapaz relativo, y está autorizado a realizar muy pocas actividades.Los menores capaces relativos, en cambio pueden administrar sus bienes, pero no pueden disponer a titulo gratuito de los bienes inmuebles que hayan recibido a titulo gratuito, ni pueden aprobar las cuentas de los tutores y no pueden afianzar obligaciones, etc. Las prohibiciones también están dirigidas a proteger de alguna manera a esos capaces relativos. La ley busca, protegerlos. Pero hoy día tenemos que pensar también en el ejercicio de los derechos personalísimos y en el ejercicio del derecho de familia, estas son adaptaciones que debemos hacer a nuestra ley, porque no las tiene y porque nuestro Código lo encara desde el puento de vista patrimonial y no desde el punto de vista que ahora se encara al derecho civil, que es desde el punto de vista de la persona y de la familia. Así que la capacidad e incapacidad ahora también se extiende a estos campos.

La Inadecuación De La Incapacidad Absoluta.La Incapacidad En El Código Civil.La incapacidad, por su parte, alude a la ausencia de capacidad, exige asimismo una nueva división correlativa:

De DerechoLa incapacidad

De Hecho

La incapacidad de derecho existe cuando falta a la persona la aptitud para ser titular de un derecho o de una obligación (cuando se prohibe a los padres adquirir los bienes de los hijos que se encuentran bajo su potestad: art. 1361, inc. 1 del CC se les está imponiendo una incapacidad de derecho, en atención a la correcta administración de los bienes que se les ha encomendado.La incapacidad de hecho se presenta cuando la persona de existencia visible carece de aptitud para ejercer por sí misma los derechos que posee, y otorgar por sí actos jurídicos válidos. Por ejemplo, cuando se prohíbe la administración de sus bienes a un menor de 15 años, encargándosela a sus padres (arts. 55, 293 y correlativos del Código Civil), se le está imponiendo una incapacidad de hecho, en atención a su propia persona que carece de un voluntad madura para administrar correctamente los bienes que posee.Las principales diferencias son:

ASPECTO INCAPACIDAD DE DERECHO INCAPACIDAD DE HECHOESENCIA Falta de aptitud de ser titular de

derechos (se le prohíbe celebrar un acto singular).

Falta de aptitud para celebrar los actos jurídicos. (un conjunto de actos)

FUNDAMENTO Necesidad de proteger ciertos intereses valiosos.

Imposibilidad física o moral de obrar por ausencia de una voluntad jurídica.

PERSONAS Personas físicas o jurídicas Personas físicasALCANCE Siempre relativa Absoluta o privada.INTERES PROTEGIDO Público o privado Siempre privadoDIRECCION Contra incapaz A favor del IncapazREMEDIO No posee Representante necesario o asistenteCLASES No posee Absoluta y relativaSANCION Acto Nulo Acto NuloVIOLACION Nulidad Absoluta y relativa Siempre nulidad relativaSISTEMATIZACION No poseen Sí poseen (arts. 54 y 55)LEY APLICABLE Territorial De domicilio

A pesar de la dicotonomía, ambos tipos de incapacidad, poseen caracteres comunes. Ellos son:

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Derecho Civil 11) régimen de excepción: ambos tipos de incapacidad constituyen un régimen de excepción al principio general de la incapacidad de las personas ordenado por los arts. 52 y 53 del C.C. argentino. Este principio significa que todas las personas son capaces de derecho y capaces de hecho en tanto la ley no establezca su incapacidad.2) necesidad de texto legal expreso: Se exige que la misma ley establezca expresamente la incapacidad de derecho o de hecho. No existen otras incapacidades que aquellas establecidas en las normas.3) normas de interpretación restrictiva: Las normas que crean una incapacidad, sea de derecho como de hecho, debe interpretarse restrictivamente, por lo que en ningún supuesto se admitirán incapacidades por analogía. Además esta interpretación trae como consecuencia que, en caso de duda, se estará siempre a favor de la capacidad de la persona.Por otra parte, debe tenerse presente que las incapacidades establecidas por la ley, en tanto resulten irrazonables a arbitrarias, no violan la igualdad de las personas ante la ley consagrada en el art. 16 de la Constitución Nacional.

Incapacidades De Derecho

Las personas son incapaces por su incapacidad de derecho cuando no obstante su capacidad jurídica y su capacidad de hecho, la ley les prohíbe la adquisición o la titularidad en un determinado derecho o el ejercicio, tanto por si como por otro, de ciertos actos.Incapacidad de derecho: “la prohibición de la adquisición de cierto derecho o del ejercicio de cierto acto, por sí o por otra persona” (Buteler)Normalmente las incapacidades de derecho se presentan como una prohibición legal para realizar un acto jurídico o para adquirir un derecho en particular, fuera de los cuales se mantiene el principio general de la capacidad (art. 1361 del C.C.)El concepto de incapacidad de derecho como su correlativo de capacidad es esencialmente relativo. No existen en nuestro sistema jurídico personas con incapacidad de derecho absoluta, puesto que la ausencia total de capacidad de derecho acarrearía como resultado la negativa de la personalidad jurídica. La incapacidad es siempre relativa.Los juristas entienden que es más exacto designarlas con una expresión plural (incapacidades de derecho) para aludir a las prohibiciones o limitaciones existentes a la capacidad de derecho.El fundamento de la incapacidad de derecho radica en la protección de un interés ajeno a la persona del incapaz, interés que generalmente afecta a la sociedad misma, llamado de orden público, pero que en algunos supuestos puede ser particular. Veamos un ejemplo del art. 1361. Cuando en el inciso 6 se declara incapaz de derecho al juez con relación a los bienes en el litigio en su propio juzgado, se está protegiendo un propio interés superior que afecta a la misma sociedad: la recta administración de justicia, por lo que está en juego el orden público. Cuando en el inc. 2 del mismo artículo se declara incapaz de hecho a los tutores y curadores en relación a los bienes de su pupilo, se está protegiendo el interés del pupilo en la recta administración de sus bienes, por lo que esta en juego un interés particular.Al mismo tiempo la incapacidad de derecho, a diferencia de la incapacidad de hecho, no posee remedio legal. No podría pensarse que la ley prohibiera adquirir derechos o celebrar un acto jurídico, para que luego concediera los medios de violar los intereses que tienden a proteger a través de la declaración de incapacidad. Los actos prohibidos no pueden celebrarse válidamente ni por el incapaz ni por otra persona en su nombre.La celebración de un acto jurídico en violación de la incapacidad de derecho torna al acto nulo (arts. 1038 y ss. del C.C.) o anulable (art. 1045, segundo párrafo del C.C.) según como se presente el acto, será de nulidad absoluta o relativa, según el interés protegido sea público o privado (arts. 1047 y 1048 del C.C.). En el Código Civil no hay una enumeración legal de los incapaces de derecho, solo se establecen, en normas dispersas, los distintos supuestos de incapacidades de derecho que resultan de la prohibición legal a cada clase de personas para la adquisición de un determinado derecho o para la realización de su acto tanto por si como por otro.Las prohibiciones legales, o incapacidades de derecho, se establecen en abstracto en relación de ciertas categorías de personas, en razón de su investidura (juez), su función (padres), su situación (confesor del causante) o su estado (esposo), del objeto de su creación (personas jurídicas) y siempre con prescindencia de las persona concreta en si misma.Esa incapacidad para ciertos actos deviene, de determinadas condiciones que habremos de sistematizar con relación a las personas que intervienen como parte del acto y finalmente, con relación al propio acto, pasando previamente por las cosas involucradas en él.1) Con relación a las personas. El art. 1160 prohíbe contratar a quienes están excluidos de hacerlo con personas determinadas. Ello así en razón de la contraposición de intereses que puede darse entre ambas partes del acto.Así, por ejemplo, el art. 1358 veda el contrato de compraventa entre marido y mujer, aunque hubiese separación judicial de bienes, lo que resulta lógico habida cuenta de la comunidad de intereses materiales o inmateriales que implica el matrimonio, lo que torna desaconsejable, para su propia preservación, la pugna de intereses económicos que supone la compraventa. Razones igual índole, son las que sustentan las prohibiciones fijadas en los arts. 279 y 450 del Código Civil, en cuanto hace a la contratación entre padres e hijos, o entre tutotes y pupilos.2) Con relación a los cosas. se trata una prohibición en razón de a quién pertenece la cosa objeto del acto. Así surge con claridad del texto del art. 1361 en materia de compraventa, y del art. 1807 incisos 2 y 6 en materia de donaciones. De ello se desprende que la incapacidad se decreta en razón de pertenecer los bienes a los hijos pupilos, mandantes, etc., lo que obstaculiza la libre disposición de los mismos por sus padres, tutores o curadores.

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Derecho Civil 13) Con relación a ciertos actos. En estos supuestos, se prohíbe a un sujeto la realización de determinado acto o el ejercicio de una función, de tal forma que salvo que resulta vedado, puede libremente realizar otros. Tal el caso del art. 398, que en sus incisos 2, 4, 5 y 6 establece que no pueden ser tutores los mudos, los que no tienen domicilio en la república, los fallidos y el que hubiera sido privado de la patria potestad, sujetos que pueden realizar validamente otros actos.4) Otros supuestos de incapacidades de derecho: Los incapaces de hecho respecto de todos los actos personalísimos, que no pueden realizar por si ni por medio de sus representantes, ej., testamento, matrimonio. Las personas enumeradas en el art. 398 por la prohibición que pesa sobre ellas para ser tutores y también curadores según el art. 475, así como los menores de edad, mudos, los privados de razón, los que no tienen domicilio en el país, etc. También ciertos impedimentos físicos o defectos corporales que determinan incapacidades de derecho respecto de los actos de ejercicio exclusivamente personal, por ejemplo el ciego para hacer testigo en instrumentos públicos. Los menores emancipados respecto a los actos que les están prohibidos por el art. 134. Son también incapaces de derecho para ser testigos en instrumentos públicos las personas enumeradas en el art. 990, salvo las mujeres. Los oficiales públicos respeto de las autorizaciones de inscripciones en que intervengan sus parientes dentro del cuarto grado de consanguinidad o segundo grado de afinidad.Supuestos Aparentes De Incapaces De Derecho.La afirmación de que no existen incapaces de derecho, sino incapacidades de derecho, aparece aparentemente contradicha por el art. 1160. Religiosos Profesos. Son religiosos los miembros de la Iglesia Cristiana, clérigos o laicos que viven en un estado religioso, entendido éste como un modo permanente de vivir "en común" dentro de una orden en la cual los fieles que profesan se obligan a aspirar a la perfección mediante la observancia de los mandatos comunes y de los consejos evangélicos, emitiendo al ingresar a la orden los votos de obediencia, pobreza y castidad.Interesa determinar si estos votos son simples o solemnes, ya que los religiosos de votos simples conservan la propiedad de sus bienes y la capacidad para adquirir otros, en cambio los de votos solemnes no pueden ser propietarios y tienen que disponer de sus bienes; y todos los bienes de que de cualquier modo le vengan al religioso, pertenecen a la orden en que ingresó (si es ella capaz de poseer) o directamente a la Santa Sede en propiedad, si la orden fuere incapaz de poseer.El art. 103 al establecer que: "La muerte civil no tendrá lugar en ningún caso, ni por pena, ni por profesión en las comunidades religiosas", consagra el principio de la capacidad jurídica de los religiosos. Vélez suprimió el régimen de incapacidad de hecho de los clérigos y religiosos, estableciendo solamente algunas prohibiciones a título de incapacidades de derecho. El art. 3739, al establecer que: "Son incapaces de suceder y de recibir legados, los confesores del testador en su última enfermedad", consagra una prohibición que se fundamenta en el propósito de prevenir los posibles abusos de quienes pueden ejercer violencia moral sobre la conciencia del testador para obtener beneficios en su favor o en el de los suyos.Una parte de la doctrina nacional señala como supuestos de incapacidades de derecho también, la prohibición para ser tutores o curadores que los art. 398 inc. 16 y 475 establecen respecto de los que hubiesen hecho profesión religiosa. Abelenda cree que no se trata de una incapacidad de derecho que aluda a "la realización de actos jurídicos", sino de supuestos de falta de idoneidad por ser tutor o curador.El art. 306, inc. 2 no constituye un supuesto que genere una incapacidad de hecho de los religiosos que profesan en instituto monásticos. La profesión religiosa de los padres genera como consecuencia jurídica la "terminación de la patria potestad" que es el conjunto de derechos y obligaciones que corresponden a los padres sobre las personas y bienes de sus hijos, desde la concepción de estos y en tanto sean menores de edad y no se hayan emancipado.El art. 2011 inc. 6, establece una incapacidad de derecho para todo clérigo, en cuanto prohíbe que sean fiadores a no ser por la Iglesia, por otros clérigos o por ser personas desvalidas. Es una prohibición que no puede subsanarse ni por representantes ni por autorización judicial ni por asistenciaRespecto del art. 1160 alude únicamente a los religiosos de votos solemnes y que no pueden estos celebrar contratos a nombre propio ni de terceros que no sean sus conventos, salvo las compras de cosas muebles, excepcionada, sin que ello signifique establecer prohibiciones a título de incapacidades de derecho o una forma de incapacidad. Según el Código Civil no pesa sobre las personas de la Iglesia Católica, por razones de profesión ninguna forma de incapacidad de hecho, razón por la cual el art. 1160 señala que pueden contratar por sus conventos, pero deben tener correspondiente representación legal o convencional. Comerciantes Fallidos . El art. 1160 concluye su nómina sobre los que no pueden contratar diciendo: "Ni los comerciantes fallidos sobre bienes que correspondan a la masa del concurso, si no estipularen en concordato con sus acreedores".Fallido es el sujeto declarado en quiebra, situación jurídica en que puede hallarse no solo el comerciante, sino también cualquier persona física o jurídica comerciante o no, conforme al régimen de la ley 24.522 Naturaleza de la incapacidad . Segovia participaba del criterio de que se trata aquí de una incapacidad de hecho, mientras que aisladamente Salvat sostuvo que es una incapacidad de derecho.

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Derecho Civil 1Sin embargo, la totalidad de la doctrina actual considera que el sujeto declarado en quiebra no es un incapaz. La prohibición de contratar sobre los bienes que constituyen su patrimonio es una consecuencia del principal efecto de la quiebra, esto es el desapoderamiento, que impide al fallido ejercitar derechos de disposición y administración sobre los bienes comprendidos en él (art. 109, ley 24.522). Sanción de los actos realizados por el fallido. De acuerdo con el criterio expuesto, los actos realizados por el fallido no son nulos, sino ineficaces, y con mayor precisión, inoponibles a sus acreedores, como lo expresan los arts. 109, 118, 119 concordantes de la ley 24.522. Otras incapacidades del fallido en el Código Civil . El quebrado no puede ser tutor (art. 398, inc.5), ni curador (art. 475), ni albacea (art. 3864), no puede ser administrador de los bienes de los hijos (art. 301), ni formar parte de sociedad civil (arts. 1735, inc. 4, 1736). Tampoco puede ser testigo en instrumento público. Otras incapacidades del fallido. El art. 238 de la ley 24.522 dispone que : “Además de los efectos previstos en esta ley o en leyes especiales, el inhabilitado no puede ejercer el comercio por sí o por interposita persona, ser administrador o gerente, sindico o liquidador o fundador de sociedades, asociaciones, mutuales o fundaciones. Tampoco podrá integrar sociedades o ser factor o apoderado con facultades generales de ella”.Las leyes especiales a las que alude el texto legal son las que, a título de ejemplo, prohiben al fallido ejercer como despachante de aduana, corredor de bolsa, escribano o martillero. Carácter de estas limitaciones . Dieuzide afirma que estas limitaciones, a que nos hemos referido en los dos apartados anteriores no son propiamente incapacidades de derecho, sino mera inhabilidades. Para ello distingue entre incapacidad e inhabilidad. Afirma que la capacidad se vincula a la validez de los negocios jurídicos; mientras que la inhabilidad se conecta con otras consecuencias (sanciones disciplinarias, por ejemplo).Para Rivera, la capacidad no tiene porque ser atada a un determinado tipo de consecuencias; ello importaría restarle su condición universalmente reconocida de concepto general aplicable a todas las personas sin distinción alguna. Además, sigue afirmando este autor, que no agrega nada tratar de distinguir si el fallido es incapaz para ser tutor o inhabil para lo mismo.La idea de que la inhabilitación dispuesta como consecuencia de la quiebra, afecta la capacidad del fallido ha sido recogida por la jurisprudencia mercantil.

Incapacidad De Hecho.

El Cód. Civil en el art. 52 establece como principio fundamental común a los incapaces de derecho y los incapaces de hecho, que la capacidad es la regla y la incapacidad es la excepción.La incapacidad de hecho coloca a los sujetos afectados por ella en una situación jurídica estable, fácilmente reconocible, ya que resultando de un precepto legal que señala quienes son los incapaces, es posible determinar mediante elementos objetivos (partida de nacimiento en el caso de menores o sentencia judicial, en el caso de dementes, sordomudos, presos y reclusos por más de tres años).La incapacidad de hecho es la falta de aptitud del sujeto para realizar actos jurídicos válidos, por lo tanto si una persona está en una de las situaciones que la ley prevé como de incapacidad de hecho, no podrá otorgar válidamente un acto jurídico mientras no salga de esa situación del modo que la ley señala específicamente para cada caso. Por ejemplo si un acto es otorgado por un menor impúber o por un demente declarado tal en juicio, quienes son incapaces absolutos, de nada valdría la prueba que al otorgarlo tenía plena conciencia, razón y voluntad, porque tales actos seguirán siendo ineficaces como negocios jurídicos, pues sus agentes están señalados por el Código Civil como personas incapaces para alterar el estado de su derecho (art. 1040). Para salir de esa situación de incapacidad de hecho y poder otorgar actos jurídicos válidos por sí mismo, el menor debe alcanzar la edad correspondiente y el demente declarado obtener la rehabilitación por sentencia judicial.

La Incapacidad De Hecho Absoluta Y Relativa.La incapacidad de hecho de las personas es susceptible de grados:(a) Absoluta: “Tienen incapacidad absoluta: 1ro. Las personas por nacer; 2do. Los menores impúberes; 3ro. Los dementes; 4to. Los sordomudos que no saben darse a entender por escrito; 5to.los ausentes declarados tales en juicio Derogado por la ley 17.711”Es la ineptitud legal que priva al sujeto, en forma total, de la posibilidad de realizar u otorgar por si mismo actos o negocios jurídicos. La incapacidad de hecho es una ineptitud legal, que puede no ser real, por ende los incapaces de hecho absolutos jamás podrían realizar con su propias conductas un acto jurídico válido. Sus acciones, que aparentan ser actos jurídicos, no serán mas que meras apariencias, ya que no pueden integrarse por faltarles el requisito esencial, estructural del cual es "un minimun de capacidad de hecho negocial en el gestor".Los incapaces de hecho absolutos pueden adquirir derechos y contraer obligaciones por medio de sus representantes necesarios que les da ley (art. 56) y siempre que no se trate de actos exceptuados.(b) Relativa: Es también una ineptitud legal para realizar por si mismo actos o negocios jurídicos, pero que no es total ni absoluta, ya que la ley reconoce a los incapaces de hecho relativos una parcial aptitud negocial, ya que pueden realizar por si mismos válidamente los actos que las leyes les autoricen a otorgar (art. 55).Los incapaces de hecho relativo, dada su capacidad jurídica por su condición de persona, pueden adquirir los

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Derecho Civil 1derechos o contraer las obligaciones por medio de los representantes necesarios que les da la ley.

Importancia De La Clasificacion De La Incapacidad De Hecho Absoluta Y Relativa.En efecto, interesa por su vinculación con la ineficacia de los negocios jurídicos y con el modo de suplirla o corregirla, distinguir la incapacidad de hecho absoluta de la relativa.Así, los actos de los incapaces de hecho absolutos no podrán ser actos jurídicos por faltarles siempre el elemento estructural; la voluntad legalmente apta del gestor del acto, que para ser jurídico, debe ser voluntario lícito (art. 944). Además, como la incapacidad de hecho absoluta se funda en una presunción iuris et de jure de falta de discernimiento por actos lícitos (art. 921) o en la imposibilidad de exteriorizar adecuadamente la voluntad, las acciones de los incapaces de hecho absolutos serán actos involuntarios y no podrán considerarse actos jurídicos. Sus actos son inexistentes como negocios jurídicos.Por el contrario los actos de los incapaces de hecho relativos que pueden tener ya discernimiento para actos lícitos pueden ser actos voluntarios y por ende actos jurídicos. De ahí que la ley además de autorizarlos expresamente a otorgar válidamente algunos actos jurídicos, conceda cierta validez como negocio jurídico a los actos no comprendidos en las autorizaciones a condición de que no sean actos expresamente prohibidos bajo pena de nulidad. Esos actos para los cuales no tienen autorización legal para otorgarlos válidamente serán solo anulables de nulidad relativa.

Diferencias Entre La Incapacidad De Hecho Absoluta Y La Relativa.

Las diferencias que se señalan entre ambos grados de incapacidad de hecho son: La absoluta inhabilita totalmente al sujeto para realizar por sí mismo actos o negocios jurídicos. La absoluta determinará que las acciones de los incapaces sean inexistentes como actos jurídicos, lo cual significa que, como tales, carecen totalmente de eficacia jurídica. En cambio, en la relativa cuando se trata de un acto para el cual no está expresamente autorizado a otorgar válidamente el incapaz, y no se trata de alguno de los cuales tenga incapacidad de derecho, serán solamente anulables. La absoluta se suple únicamente por la representación, en cambio en la relativa se suple con representación y también se corrige con asistencia o autorización judicial.

La Incapacidad De Hecho Y El Dualismo. Incapacidad Absoluta Y Relativa En La Doctrina Nacional.

La cuestión relativa a la incapacidad de hecho (falta de aptitud para realizar por si mismo negocios jurídicos) que llamamos incapacidad de hecho y el dualismo: absoluta y relativa ha dado lugar a discrepancias en la doctrina nacional.Críticas a la distinción dualista: Esta distinción q fue tomada de Freitas es falaz y carece de todo significado en nuestro dcho. Es falsa porq no es exacto q los incapaces absolutos enumerados en el art 54 lo sean para todos los actos de la vida civil. Todos esos incapaces realizan a diario pequeños contratos de la vida cotidiana dado q cada uno d estos contratos es poco valioso desde el punto de viste económico, pero en su conjunto son importantes. Ninguna ley autoriza a los incapaces absolutos a realizarlos, pero así lo acepta una costumbre jurídica y lo imponen las necesidades de la vida por lo q son perfectamente validos. Solo las personas por naces son incapaces de hecho absoluto. Tampoco los incapaces relativos lo son respecto de ciertos actos, pues solo pueden realizar aquellos actos para los q están expresamente autorizados. El modo de ejercer tampoco establece ninguna diferencia, ya q en ambos casos consiste en ejercerlos por medio de los representantes legales. (Borda)Spota señala que la calificación adecuada hubiera sido la de incapacidad total e incapacidad parcial, ya que lo absoluto y lo relativo hace mas bien referencias a los efectos de la incapacidad. Luego dice que la expresión "incapacidad absoluta" no siempre es adecuada y da el ejemplo de la menor que no cumplió 14 años y que puede contraer matrimonio.Julio C. Rivera afirma: “... que la clasificación que antecede ha perdido importancia a luz de las sucesivas reformas legislativas. La ley 11.357 borró la incapacidad de la mujer en general y especialmente de la casada, mencionada en el inc. 2 del antiguo art. 55. Por su parte la ley 17.711 aclaró aun más la situación al modificar la redacción del art. 55, sentando como regla básica la de la incapacidad de los menores adultos, los que sólo tienen aptitud para los actos que las leyes les autorizan. Por otra parte, habrá de apreciarse que, inclusive algunos de los sujetos incapaces absolutos, tales como los menores, adquieren capacidad para ciertos actos antes de llegar a la mayoría de edad. De tal forma, entonces, se aprecia que la clasificación sub examen ha perdido toda relevancia dentro de la sistemática de nuestro Código”.Defensa del dualismo. Abelenda sostiene que la clasificación de los incapaces en absolutos y relativos es exacta y que no existen contradicciones o excepciones del principio establecido de que el incapaz de hecho absoluto tiene una total inhabilidad para realizar por sí actos o negocios jurídicos. Entendemos, sostiene este autor, que los preceptos que señala la doctrina como excepciones al principio, no aluden a la capacidad de hecho, -que esta ultima es de dos tipos, para él: la negocial (para la realización de actos o negocios jurídicos) y la no negocial (para la realización de simples actos lícitos)- sino a la no negocial, para los actos lícitos que no son actos jurídicos o actos ilícitos, con proyecciones en el campo de la responsabilidad extracontractual.

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Derecho Civil 1El principio general que no se contradice, es éste: "Que solamente las personas de existencia visible con discernimiento y posibilidad física de actuar por si y de exteriorizar adecuadamente su voluntad, pueden integrar un negocio jurídico y a condición de que, aun pudiendo tener discernimiento, la ley no lo declare totalmente inepto para ello como el demente declarado tal en juicio. Son estos los que poseen el minimum de capacidad negocial", elemento indispensable de existencia de todo acto o negocio jurídico.Conclusión: No hay contradicción entre los principios generales en materia de capacidad e incapacidad de hecho, las presunciones legales sobre falta de discernimiento y las especiales en las cuales se fundan las críticas formuladas al dualismo consagrado por el Cód. Civil: incapaces absolutos y relativos.Incapaces Absolutos De Hecho. Enumeracion Legal.El art. 54 establece quiénes son incapaces absolutos de hecho. Ellos son los siguientes; 1) Las personas por nacer., 2) Los menores impúberes, 3) los dementes, 4) los sordomudos que no saben darse a entender por escrito.La ley 17.711, suprimió el inciso 5 del mencionado artículo que declaraba también incapaces a los ausentes declarados tales en juicio.Incapaces Relativos De Hecho. Enumeracion Legal.El art. 55 del Código Civil solamente declara hoy incapaz de hecho al menor adulto.Al supuesto previsto por el artículo mencionado debe agregarse el contemplado por el art. 12 del Código Penal.

Protección Legal de los IncapacesLa incapacidad de hecho es instituida por la ley para proteger a las personas que se encuentran imposibilitadas física o moralmente para actuar en la vida civil.

Con esta finalidad el Código Civil argentino instrumenta una serie de institutos que permite efectivizar la protección de los incapaces de hecho, igualándolos con las personas capaces. Ellos son:1) La designación de un representante necesario para actúe en nombre y por cuenta del incapaz (arts. 56 a 62 del C.C.) aunque en ciertos casos se limita a designarle un asistente (art. 152 bis).2) La intervención de un organismo especial destinado a salvaguardar los intereses de los incapaces: el Ministerio de Menores e Incapaces (art. 59)3) La declaración de nulidad de los actos celebrados por el menor en violación de las normas de su incapacidad (arts. 1041 y 1042)4) La intervención del Patronato de Menores que tiene el Estado Nacional o Provincia y que ejerce a través de los jueces y organismos especiales (Ley 10.903)5) Por ultimo, la concesión del llamado beneficio del incapaz por el que limita la obligación de restitución mutua que pesa sobre el menor en caso de celebración de un acto nulo o anulado (art. 1165) y que constituye una excepción al principio general del art. 1052 del mismo Código.Velez Sarfield expresamente manifiesta que el C.C. tiende a proteger a los incapaces “pero solo al efecto de suprimir los impedimentos de su incapacidad”, por lo que dejó de lado otras formas de protección de los incapaces, como los beneficio de restitución y las hipotecas legales sobre los bienes de los representantes.Debemos agregar que la suspensión del curso de la prescripción a favor de los incapaces que figuraba en el Código Civil, (art. 2296) fue dejada sin efecto por la ley 17.711 de 1968.

Representación necesariaEl incapaz de hecho, absoluto o relativo, no puede por si mismo dirigir su persona ni administrar sus bienes. La ley civil frente a esta situación de inferioridad le concede un representante legal, quien realizará aquellas funciones y actuará en la vida civil en su nombre y por su cuenta (arts. 56 ss). De esta manera, el incapaz queda en igualdad de condiciones a las personas capaces en la vida negocial al permitir su actuación por medio de su representante legal.

La representación necesaria la podemos definir como “la institución por la cual una persona autorizada por la ley otorga un acto, o series de actos, en nombre y cuenta de otra, recayendo sobre estas los efectos normales consiguientes del acto realizado”.

En la representación necesaria la voluntad del incapaz es sustituido por completo por la sola voluntad del representante, padre, tutor o curador, quien actua a su vez asistido por el Ministerio de Menores (art. 59).

En nuestro sistema la representación necesaria posee tres caracteres esenciales: es legal, necesaria y universal.

Es legal porque nace directamente de la ley, la que establece asimismo su duración y las facultades de los representantes del incapaz (art. 56)

Es necesaria en cuanto es la única forma de actuación de los incapaces en la vida civil, con excepción de aquellos actos en que la ley autoriza expresamente al incapaz para actuar por si mismo (arts. 56, 58 y 62 del C.C.).

La representación de los incapaces es universal porque comprende todas las relaciones jurídicas atinentes al incapaz, también con las excepciones previstas por la ley (art. 62).

La doctrina nacional es unánime en entender que la representación legal de los incapaces puede realizarse tanto en el ámbito judicial como en el ámbito extrajudicial, como expresamente lo establece en relación a la patria potestad el art. 274 del C.C.

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Derecho Civil 1El Código Civil reglamenta la representación necesaria en los arts. 56 a 62, ordenándola como principio

general para todos los incapaces de hecho.El art. 57 establece en tres incisos, quienes son los representantes de las personas por nacer, de los menores

no emancipados y de los dementes y sordomudos.a) Persona por nacer.Para las personas por nacer, han de ser sus representantes los padres, en forma conjunta, de la manera y en las especificaciones que determina el art. 264, modificado por la ley 23.264.Para el supuesto de falta o incapacidad de los padres, el art. 57 inc. 1, atribuye la representación de las personas por nacer, a los curadores que se le nombre.Algunos autores interpretan que esta última parte del precepto estaría modificado por el art. 264 bis (Ley 23.264), en cuanto dispone ahora este artículo que en el supuesto de que ambos padres sean incapaces o estén privados de la patria potestad, o suspendidos en su ejercicio, los hijos menores quedarán sujetos a tutela. La cuestión no parece sustancial. Una vez producido el nacimiento, el hijo de padres incapaces queda sometido a tutela (art. 264 bis).b) Menores.De acuerdo con el art. 57 inc. 2, “son representantes de los menores no emancipados, sus padres, y en caso de falta, incapacidad, privación o suspensión de la patria potestad, lo serán los tutores que judicialmente se designen”.La tutela se discernirá conforme a lo dispuesto por los arts. 399 y siguientes, teniendo en cuenta que el art. 398 una larga enumeración de las personas que no pueden ejercer la tutela.Con relación a este último precepto, debe tenerse en cuenta que la ley 23.264 ha eliminado a los ciegos de la enumeración de personas que no pueden ser tutores.c) Dementes y sordomudos.En el supuesto de los dementes y sordomudos incluidos en el inciso 3 del citado art. 57 de nuestro Código, sus representantes serán los curadores que el juez designe, conforme lo dispuesto concordantemente por los arts. 468 y 469.Para la designación de los mismos en los diferentes casos, habrá de estarse a las prescripciones de los arts. 476. 477 y 478, este último con la modificación que le introdujera la ley 23.264 en cuanto al carácter alternativo de la curatela por el padre o la madre del incapaz.

Actos d Administración y disposición: ¿?

Representación Promiscua del Ministerio PupilarMarco Legal: el art 59 dispone q: A más de los representantes necesarios, los incapaces son promiscuamente representados por el Ministerio de Menores, que será parte legítima y esencial en todo asunto judicial o extrajudicial, de jurisdicción voluntaria o contenciosa, en que los incapaces demanden o sean demandados, o en que se trate de las personas o bienes de ellos, so pena de nulidad de todo acto y de todo juicio que hubiere lugar sin su participación”Concepto: es la intervención q con carácter complementario y necesario incumbe al órgano q asiste y controla la actuación judicial o extrajudicial d los representantes necesarios del incapaz (Borda).El término “promiscua” pretende evidenciar la actuación conjunta del ministerio d menores con la d los representantes necesarios.El titular d la representación promiscua es ejercida x el ministerio d menores o pupilar. Se aplica según lo previsto en el art 58 a todos incapaces, incluidos los menores sujetos a la patria potestad (Borda, Llambías & etc)Funciones: están expuestas en los artículos 491 a 494, y en las leyes especiales q preveen su intervención. El defensor oficial de menores debe pedir el nombramiento de tutores o curadores de los menores o incapaces que no los tengan; y aun antes de ser éstos nombrados, puede pedir también, si fuese necesario, que se aseguren los bienes, y se pongan los menores o incapaces en una casa decente. Tal nombramiento, como el discernimiento de la tutela y curatela, debe hacerse con conocimiento del defensor de menores, quien podrá deducir la oposición que encuentre justa, por no convenir los tutores o curadores al gobierno de la persona y bienes de los menores o incapaces El Ministerio de Menores debe intervenir en todo acto o pleito sobre la tutela o curatela, o sobre el cumplimiento de las obligaciones de los tutores o curadores. Debe también intervenir en los inventarios de los bienes de los menores e incapaces, y en las enajenaciones o contratos que conviniese hacer. Puede deducir las acciones que correspondan a los tutores o curadores, cuando éstos no lo hiciesen. Puede pedir la remoción de los tutores o curadores por su mala administración, y ejecutar todos los actos que correspondan al cuidado que le encarga la ley, de velar en el gobierno que los tutores y curadores ejerzan sobre la persona y bienes de los menores e incapaces. Son nulos todos los actos y contratos en que se interesen las personas o bienes de los menores e incapaces, si en ellos no hubiese intervenido el Ministerio de Menores.

La Autorizacion Judicial.El Estado reconoce al padre y a la madre el ejercicio de la patria potestad, pero teniendo en vista la efectiva tutela de la persona e intereses del menor asume función de vigilancia y contralor de esa autoridad.

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Derecho Civil 1En consecuencia, y sobre todo en materia de administración de los bienes del menor, el C.C. exige al representante del incapaz, padre, tutor o curador, que solicite autorización del juez para celebrar ciertos actos importantes de su gestión debiendo la autoridad judicial efectivizar la función de vigilancia y contralor de la actuación de los representantes necesarios, por ejemplo, lo dispuesto por los arts. 297, segundo párrafo, 443 y 475.

Patria Potestad. Régimen Legal.Esta materia está regida por las normas del Código Civil que han sido reformadas por la ley 23.264 vigente desde el 1 de noviembre de 1985.La patria potestad recibe una nueva definición legal: consiste en un “deber-derecho que corresponde a los padres sobre las personas y bienes de los hijos, para su protección y formación integral, desde la concepción de estos y mientras sean menores de edad y no se hayan emancipados” (art.264 quater, primer párrafo).Por imposición de la ley debemos distinguir entre titularidad y el ejercicio de la patria potestad.Ser titular de un derecho es ser sujeto activo o pasivo de una relación jurídica determinada, de tal modo que la titularidad es la unión de un derecho o de una facultad con el sujeto concreto a quien se atribuye ese derecho o facultad.En ese orden, la titularidad de la patria potestad es siempre conjunta, y el padre y la madre son los titulares de la patria potestad sobre sus hijos, matrimoniales o extramatrimoniales, convivan o no con los menores, y mientras no se hallen privados de la autoridad (arts. 264 y 306 y concordantes del C.C.).El ejercicio de la patria potestad, por su parte, consiste en la actualización de los deberes-derechos de los padres, por lo que ejercer la patria potestad importa el cumplimiento de los deberes y la practica de facultades paternas referidas a las personas y a los bienes del hijo.

Así presentada la distinción se advierte que no es tajante ni clara entre ser titular de la patria potestad y ejercer los deberes y derechos de la autoridad de los padres.

Conforme a las normas del Código Civil, modificadas por las leyes 23.264 y 23.515, el ejercicio de la patria potestad puede ser compartido o unilateral, y en el segundo caso el ejercicio puede ser unilateral exclusivo o unilateral preferente. Ilustramos esta afirmación con el cuadro siguiente:Veamos de la óptica del menor sujeto a patria potestad, y según la ley 23.264, nos podemos encontrar en dos situaciones respecto a quiénes van dirigir la persona del menor y a quienes van administrar sus bienes; ellas son:1) El ejercicio compartido de la patria potestad del menor está dirigido y representado por los padres, esto es por el padre y la madre; ambos ejercen la patria potestad cuando conviven, se trate de hijos matrimoniales o extramatrimoniales reconocidos por ambos (art. 264, inc. 1y 5 del C.C.)2) En el ejercicio unilateral de la patria potestad, el menor está dirigido y representado por uno solo de los padres, esto es por el padre o la madre, la patria potestad la ejerce el progenitor a quien el juez concedió la tenencia del menor en caso de separación de hecho, separación personal, divorcio vincular o nulidad del matrimonio; el padre que sobrevive a la muerte o ausencia con presunción de fallecimiento del otro; el que no es privado de la patria potestad o suspendido del ejercicio, o en el caso de los hijos extramatrimoniales, el padre que lo hubiera reconocido unilateralmente (art. 264 Incs. 2,3,4, y 6 del C.C.).Veamos como funciona este nuevo régimen con relación al menor, a cuyo fin debemos distinguir entre el gobierno de la persona del menor, de lo relativo a la administración de bienes.Gobernar la persona del menor significa dirgirlo, poseer la faultad de tomar las desiciones relativas a su persona, tales como horarios de vida, vestimenta adecuada, colegio al que asiste, salidas, posibles amistades de frecuentar, etc.De las normas de la ley 23.264 surge una clara distinción según se trate de desiciones que hacen a los actos de la vida cotidiana del menor, o de actos que tengan o puedan tener gran trascendencia para su personaEn relación a los actos de la vida cotidiana, la dirección o el gobierno de las persona del menor la tiene los padres que poseen el ejercicio de la patria potestad: ambos padres cuando conviven con el menor, ya se trate de hijos matrimoniales o de hijos extramatrimoniales reconocidos por ambos (art. 264 incs. 1 y 5 del C.C.), o uno solo de ellos, el padre o la madre, en los demás casos: divorcio, separación de hecho, reconocimiento unilateral, etc. (art. 264 inc. 2,3,4,y 6 del C.C.). Así, el menor que desee inscribirse en una academia para aprender inglés, deberá solicitar el correspondiente permiso a ambos padres si conviven, y si lo han reconocido en caso de hijo extramatrimonial, o a uno solo de ellos, el padre o la madre, cuando el ejercicio de la patria potestad sea unilateral.Más debemos hacer una salvedad: cuando el ejercicio de la patria potestad es compartida, el consentimiento de unos de los padres respecto a los actos de la vida cotidiana del menor hace presumir la voluntad coincidente del otro progenitor, salvo que este manifieste su oposición expresa al acto (art. 264, inc. 1 y 264 ter del C.-C.), o que se trate de actos para los cuales la ley exige el consentimiento conjunto y expreso de los dos padres (art. 264 quater del C.C.)Por otra parte, si el ejercicio de la patria potestad es unilateral, supuesto de divorcio, separación, etc., el padre no ejerciente de la patria potestad no tiene el derecho de autorizar a sus hijos en los actos de la vida cotidiana el derecho lo posee el padre que la ejerce. Más el padre no ejerciente posee el derecho de una “adecuada comunicación con el hijo y de supervisar su educación” (art. 264 inc. 2. del C.C.), este padre podrá mantener, entonces una vigilancia activa sobre las desiciones del padre ejerciente y, en caso de considerarlas perjudiciales

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Derecho Civil 1para el menor, podrá ejercer su derecho de oponerse al acto, concurriendo a tal efecto ante el juez, quien decidirá de acuerdo a los bienes del menor (art. 264 ter del C.C.).Aunque las normas del Código Civil no lo prevean expresamente, el menor adulto tendrá siempre la posibilidad de oponerse a una orden o desición de sus padres que le fuera perjudicial cuando resulte del ejercicio de la patria potestad en sentido contrario, al señalado para la institución: su protección y formación integral, se trataría de un supuesto de ejercicio abusivo del derecho (art. 1071 y art. 264, primer párrafo).La ley 23.264 luego de establecer claramente la distinción entre el ejercicio compartido y el ejercicio unilateral de la patria potestad, introduce en el art. 264 quater una nueva categoría de actos que llamaremos de ejercicio conjunto obliagorio de la patria potestad. Esta clase de actos no se corresponden exclusivamente con algunos de los sistemas de ejercicio de la autoridad paterna ya descriptos.Los actos de ejercicio conjunto obligatorio de la patria potestad se refieren a actos considerados trascendentes para el menor por parte del legislador, y que deben ser otorgados en el sistema del ejercicio compartido de la patria potestad (arts. 264, incs. 1 y 5 primera parte) cuanto en el ejercicio unilateral preferente de la patria potestad (arts. 264 incs. 2 y 5, segunda parte). Obviamente estos actos de ejercicio conjunto obligatorio de la autoridad paterna no tiene cabida en el sistema de ejercicio unilateral exclusivo de la patria potestad (art. 264 quater, incs. 3, 4, y 6).

Tutela.En el caso de que el menor no se encuentre sujeto a la patria potestad, la ley civil le proporciona otro representante necesario: el tutor.La tutela es una institución del derecho de familia por la cual una persona gobierna la persona y los bienes de un menor de edad que no se encuentre sujeto a patria potestad y que los representa en todos los actos de la vida civil (conforme a lo dispuesto por el art. 377).La tutela es una institución protectora de la minoridad, y se encuentra regulada en la norma del Código Civil a partir del art. 377, en la Sección Segunda del Libro Primero.En nuestro sistema legal la tutela es unipersonal (art. 386) y su desempeño es personalisimo e intransferible, no pudiendo ser excusado el tutor sin causa suficiente (art. 379). Para ser tutor es preciso ser persona capaz, y el mismo Código ordena algunas incapacidades especiales para serlo en el art. 398, que constituyen verdaderas incapacidaes de derecho.

Curatela.La curatela es una institución por la cual una persona gobierna la persona y los bienes de una persona mayor de edad incapaz y lo representa en todos los actos de la vida civil.La curatela es entonces, una de las formas civiles de la representación necesaria de los incapaces, y como tal posee un sentido tutelar.La curatela se encuentra regulada en el C.C. en la Sección Segunda del Libro Primero, a partir del art. 468, y por una disposición expresa del art. 475 se aplican a la curatela las normas establecidas para la tutela de los menores.

La Asistencia.La asistencia es una institución por la cual una persona concurre con su voluntad a la celebración válida de un acto jurídico otorgado por otra persona incapaz para otorgarlo con su sola voluntad.La asistencia es una institución de antigua data en nuestro derecho, pero que ha tenido poca atención por parte de la doctrina nacional.El asistente no sustituye la voluntad del incapaz, no actúa en su representación, esto es en su nombre y por su cuenta. El asistente coopera, contribuye, colabora con su voluntad de celebrar válidamente el acto cuando la ley así lo exige.En el caso de la asistencia el que ha realizado el acto es el incapaz, pero su consentimiento queda perfeccionado por la autorización prestada por quien lo asiste.Normalmente la asistencia es un régimen de transicción entre la representación necesaria y la capacidad civil plena, entre la incapacidad y la capacidad, ya que el régimen de la asistencia se da no solo en relación a los incapaces, sino a también a ciertas personas que poseen la capacidad de hecho limitada. Tal es el supuesto de hecho contemplada en el art. 135 del C.C..Normalmente en los casos de actuación de un asistente, la ley civil permite que ante la ausencia o negativa de su consentimiento, éste sea sustituida por la autorización judicial.Por último, debe señalarse que la falta de voluntad del asistente torna el acto en nulo y de nulidad relativa.

El Patronato De Menores.La ley 10.903 en el año 1919 crea el Patronato de Menores, institución por la cual el Estado Nacional o Provincial ejerce la dirección y protección de los menores, cuyos padres ha perdido la patria potestad o han sido suspendidos en su ejercicio, y también de aquellos que carecen de tutor (art. 310, del C.C.).El Estado interviene frente a una niñez desvalida, ya porque los menores no se encuentran sujetos a la autoridad, ya porque estándolo aquella no se ejerce en forma debida

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Derecho Civil 1El art. 4 de la ley dispone que “El Patronato del Estado Nacional o Provincial se ejercerá por medio de los jueces nacionales o provinciales con la concurrencia del Consejo Nacional del Menor y del Ministerio Público de Menores en jurisdicción nacional y de este último en jurisdicción provincial o de ambos, en las provincias que se acojan a los beneficios del decreto ley”.Y agrega la ley: “Este patronato se ejercerá atendiendo a la salud, seguridad, educación moral e intelectual del menor proveyendo a su tutela sin perjuicio de los arts. 390 y 391 del Código Civil”, artículos que se refieren a la tutela legal.Para el cumplimiento de lo dispuesto por la ley se crearon tanto en jurisdicción nacional como provincial organismos estatales que se encuentran dedicados a la niñez: la Dirección de la Minoridad y Familia, en la jurisdicción nacional.

La Internación De Las Personas.La internación en instituciones médicas y asistenciales es una medida extrema, pero que puede ser necesaria para lograr objetivos concretos. Dentro de esos objetivos se encuentran evitar el peligro por la acción descontroladas de ciertos dementes furiosos, obtener su curación o el tratamiento compulsivo, que atenué sus reacciones peligrosas, bien para la curación de ciertos vicios o anomalías que, libres de toda vigilancia o descuidados, conducen muchas veces a deterioros orgánicos y mentales irremediables.Sin embargo, la internación produce el principal y directo efecto de una pérdida grave de la libertad personal, por lo cual debe ser dispuesta con suma prudencia, no solo porque puede prestarse a ser utilizada como un medio de persecución, sino porque acorde con los últimos avances e investigaciones de la psiquiatría, la psicología, se ha demostrado que puede agravar ciertos estados histéricos neuróticos o depresivos, y producir efectos deteriorantes para la personalidad q, con otros medios, es factible que sea mejorada.El Código contiene una norma relacionada con los dementes, que muestra la cautela con que hay que encarar la cuestión, y que se ha entendido que es aplicable a toda clase de dementes.

Los Menores.Concepto.Nuestro Código Civil, en el art. 126, con nuevo texto introducido por la ley 17.711, establece que: "Son menores las personas que no hubieran cumplido la edad de veintiún años". El texto legal alude a las personas de existencia visible y vino a sustituir al Código de Velez, que señalaba como limite de la minoridad la edad de veintidós años y aclaraba que menores eran las personas de uno u otro sexo que no tuviesen esa edad. El propósito de la reforma fue adaptar nuestro Código Civil al criterio universalmente admitido en la legislación comparada de tomar como límite de la minoridad la edad de 21 años.

ClasificaciónVelez Sarfield siguió el sistema romanista de la clasificación de los menores de edad.Así fijo en el art. 127 del C.C. dos categorías: la de menores impúberes que se extiende hasta los 14 años; y las de menores adultos, que comprendía a los menores de 14 a 22 años, hasta que en 1968 se redujo ese límite a 21 años de edad.Esta distinción pareciera dar lugar a una diversa capacidad.Sin embargo no es tan así, por cuanto el propio Código Civil se encarga de desvirtuar aquella clasificación admitiendo, por ejemplo, que a partir de los 10 años el menor puede tomar por sí la posesión (art. 2392) y realizar otros actos trascendentes, verbigracia, la mujer de 12 años podía contraer matrimonio, y el varón a los 14 (art. 9 inc. 4, ley 2393), claro que autorización paterna.Por otra parte, la reforma de 1968 introdujo claridad en el art. 55, por cuanto no resultaba aceptable la idea de los menores adultos fueran básicamente capaces.En efecto, la totalidad de la doctrina sostenía que el menor adulto es básicamente incapaz y solo puede realizar los actos que la ley le autoriza expresamente.En consecuencia, a opinión de Rivera, resulta irrelevante la distinción que aun mantiene el art. 127 del Código Civil.

Actos q pueden realizar los menoresLos menores adultos tienen incapacidad de hecho relativa.La confusa redacción del art. 55 del C.C., cuando establecía que dichos menores eran incapaces respecto de ciertos actos o del modo de ejercerlos, fue mejorada por la ley 17.711. En efecto, determinado el status de incapacidad de hecho, es la regla que solo se levanta cuando por excepción, la norma confiere aptitud para actos determinados. Por eso la nueva redacción estatuye; “los menores adultos solo tienen capacidad para los actos que las leyes les autorizan a otorgar”.1) Otorgar testamento desde los 18 años. Según el art. 3614 “... no pueden testar los menores de dieciocho años de uno u otro sexo”.La cuestión de la capacidad de los emancipados por matrimonio para testar antes de esa edad ha sido debatida en doctrina después de la reforma de 1968.

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Derecho Civil 1Ahora debe añadirse que el art. 286 dispone que el menor adulto no necesitará autorización de sus padres para testar. Lo que obliga a la armonización de los textos vigentes, toda vez que este último precepto parecería autorizar a testar a los que tienen 14 años.La doctrina ha entendido que la modificación del art. 286 no amplia el marco de capacidad para testar previsto por el art. 3614; con lo que su alcance es solo el de aclarar que el menor que ha cumplido 18 años puede testar sin necesidad de autorización de sus padres.2) Reconocer hijos extramatrimoniales. Conforme al art. 286 (texto según ley 23.264), el menor adulto puede reconocer hijos sin necesidad de autorización paternal.3) Estar en juicio criminal si fueran demandados. El mismo precepto del art. 286, dispone que el menor adulto no necesita autorización paterna para estar en juicio cuando fuera demandado criminalmente.4) Posesión de las cosas. Los menores pueden a partir de los 10 años de edad adquirir posesión de las cosas (art. 2392), tratese de una originaria, derivada o traslaticia; de donde se ha derivado que también puede usucapir.5) Celebración de Matrimonio. En el régimen vigente a partir de la sanción de la ley 23.515 pueden celebrar matrimonio las mujeres que hayan cumplido 16 años y los varones de 18 años (art. 166, inc. 5), para lo cual requieren el asentimiento de los padres, aunque estuvieren emancipados por habilitación de edad (art. 168).El art. 167 autoriza a dispensar el requisito de la edad , lo que se otorgará con carácter excepcional y sólo si el interés de los menores lo exigiere previa audiencia personal del juez con quienes pretendan casarse y los padres o representantes legales del que fuera menor. De este modo se ha eliminado la enumeración de casos de dispensa, sustituyéndola por la fórmula genérica que acabamos de transcribir.6) Contratación de suministros indispensables. El art. 269 reformado por la ley 23.264 dispone: “... si el menor de edad se hallare en urgente necesidad, que no pudiere ser atendido por sus padres, los suministros indispensables que se efectuaren se juzgarán hechos con autorización de ellos”.Esta disposición comprende a los menores adultos e impuberes, dado su fundamento de protección del menor en situación de abandono.7) Hacer donación de los bienes que adquieran con su profesión o industria.El art. 1807, inciso 7 dispone que “ los hijos de familia” no pueden hacer donación sin licencia de sus padres; “... pueden sin embargo, hacer donaciones de lo que adquieren por el ejercicio de alguna profesión o industria”.La cuestión se vincula a la capacidad del menor adulto que trabaja.8) Adición de apellido. Recuérdese finalmente que la ley 18.248 faculta a los menores que han cumplido los 18 años a pedir al Registro del Estado de la Capacidad de las Personas, que se consigne en su partida de nacimiento el apellido compuesto de su padre, o que se agregue el de su madre y si son hijos extramatrimoniales hacer uso de la opción entre conservar el apellido de la madre si ésta lo reconoció en primer término, o cambiarlo por lo del padre que lo hubiera reconocido con posterioridad al reconocimiento materno (art. 3), y si son hijos adoptivos también después de cumplir los 18 años podrán pedir la adición al apellido del padre adoptivo, el apellido de sangre o de origen.

Situación jurídica del menor adultoEl antiguo texto del CC establecía q los menores adultos eran incapaces por regla general y solo capaces por excepción respecto de ciertos actos. Allí dond la ley callaba funcionaba su incapacidad. Luego d la ley 17.711 se ha rectificado la elaboración docrtinaria estableciendo en el nuevo art 55: “Los menores adultos sólo tienen capacidad para los actos que las leyes les autorizan otorgar”. Con esta redacción queda en claro el principio d incapacidad q gobierna a esos menores.

Actos q pueden realizar libremente1) Otorgar testamento desde los 18 años.Según el art. 3614 “... no pueden testar los menores de dieciocho años de uno u otro sexo”.

La cuestión de la capacidad de los emancipados por matrimonio para testar antes de esa edad ha sido debatida en doctrina después de la reforma de 1968.

Ahora debe añadirse que el art. 286 dispone que el menor adulto no necesitará autorización de sus padres para testar. Lo que obliga a la armonización de los textos vigentes, toda vez que este último precepto parecería autorizar a testar a los que tienen 14 años.

La doctrina ha entendido que la modificación del art. 286 no amplia el marco de capacidad para testar previsto por el art. 3614; con lo que su alcance es solo el de aclarar que el menor que ha cumplido 18 años puede testar sin necesidad de autorización de sus padres.2) Reconocer hijos extramatrimoniales.

Conforme al art. 286 (texto según ley 23.264), el menor adulto puede reconocer hijos sin necesidad de autorización paternal.3) Estar en juicio criminal si fueran demandados.

El mismo precepto del art. 286, dispone que el menor adulto no necesita autorización paterna para estar en juicio cuando fuera demandado criminalmente.4) Posesión de las cosas.

Los menores pueden a partir de los 10 años de edad adquirir posesión de las cosas (art. 2392), tratese de una 65

Derecho Civil 1originaria, derivada o traslaticia; de donde se ha derivado que también puede usucapir.5) Celebración de Matrimonio.

En el régimen vigente a partir de la sanción de la ley 23.515 pueden celebrar matrimonio las mujeres que hayan cumplido 16 años y los varones de 18 años (art. 166, inc. 5), para lo cual requieren el asentimiento de los padres, aunque estuvieren emancipados por habilitación de edad (art. 168).

El art. 167 autoriza a dispensar el requisito de la edad , lo que se otorgará con carácter excepcional y sólo si el interés de los menores lo exigiere previa audiencia personal del juez con quienes pretendan casarse y los padres o representantes legales del que fuera menor. De este modo se ha eliminado la enumeración de casos de dispensa, sustituyéndola por la fórmula genérica que acabamos de transcribir.6) Contratación de suministros indispensables.

El art. 269 reformado por la ley 23.264 dispone: “... si el menor de edad se hallare en urgente necesidad, que no pudiere ser atendido por sus padres, los suministros indispensables que se efectuaren se juzgarán hechos con autorización de ellos”.

Esta disposición comprende a los menores adultos e impuberes, dado su fundamento de protección del menor en situación de abandono.7) Hacer donación de los bienes que adquieran con su profesión o industria.

El art. 1807, inciso 7 dispone que “ los hijos de familia” no pueden hacer donación sin licencia de sus padres; “... pueden sin embargo, hacer donaciones de lo que adquieren por el ejercicio de alguna profesión o industria”.

La cuestión se vincula a la capacidad del menor adulto que trabaja.8) Adición de apellido.

Recuérdese finalmente que la ley 18.248 faculta a los menores que han cumplido los 18 años a pedir al Registro del Estado de la Capacidad de las Personas, que se consigne en su partida de nacimiento el apellido compuesto de su padre, o que se agregue el de su madre y si son hijos extramatrimoniales hacer uso de la opción entre conservar el apellido de la madre si ésta lo reconoció en primer término, o cambiarlo por lo del padre que lo hubiera reconocido con posterioridad al reconocimiento materno (art. 3), y si son hijos adoptivos también después de cumplir los 18 años podrán pedir la adición al apellido del padre adoptivo, el apellido de sangre o de origen.

Facultad Para Celebrar Contrato De Trabajo Y Para Ejercer Profesion Con Titulo Habilitante.A partir de los 14 años, el menor puede celebrar contrato de trabajo con autorización paterna, que se presume si no hay oposición de los representantes (art. 283, Cód. Civ. y art. 204, ley 20.744). Los menores adultos que han celebrado en esas condiciones contrato de trabajo, pueden estar en juicios por cuestiones derivadas de ese contrato, agremiarse y ser parte en asociaciones profesionales. Pueden donar los bienes obtenidos con su trabajo, y por tanto administrar y disponer de esos bienes.

Sin autorización de los representantes, a partir de los 18 años pueden celebrar contrato laboral, en actividad honesta y aun ejercer la profesión con titulo habilitante. Tanto en su caso como otro, el menor administra los bienes obtenidos con su trabajo, dispone de ellos y puede estar en juicio civil o criminal por acciones judiciales relacionadas con el trabajo (art. 128, C.C.). Después de la reforma de la ley 23.264, ya no cabe duda de que solo desde los 18 años pueden ejercer oficio, profesión o industria sin autorización (art. 275, C.C.). Antes de esa edad, el menor adulto requiere autorización de ambos padres, ésta se presume por el hecho de desempeñar un empleo, profesión o industria (art. 283).

Cesación d IncapacidadSegún el nuevo art 128, primer párrafo: “Cesa la incapacidad de los menores por la mayor edad, el día en que cumplieren veintiún años, y por su emancipación antes que fuesen mayores. Desde los dieciocho años el menor puede celebrar contrato de trabajo en actividad honesta sin consentimiento ni autorización de su representante, quedando a salvo al respecto las normas del derecho laboral. El menor que hubiere obtenido título habilitante para el ejercicio de una profesión podrá ejercerla por cuenta propia sin necesidad de previa autorización. En los dos supuestos precedentes el menor puede administrar y disponer libremente los bienes que adquiere con el producto de su trabajo y estar en juicio civil o penal por acciones vinculadas a ellos”. X consiguiente, son 2 los supuestos d cesación d incapacidad:a) mayoría d edad;b) emancipación.En el primer caso, el cumplimiento de la edad de la mayoría determina que la persona adquiere capacidad de hecho legalmente plena, si no existe, claro esta, otra causal de incapacidad de otra índole. En el segundo caso cesa la incapacidad de hecho como situación jurídica estable del sujeto, que pasa de ser capaz, pero con muchas limitaciones que hacen que su capacidad sea relativa.

Mayoria De Edad. Momento En Que Se Cumple. Concepto.Efectos.Es la edad de mayoría civil en las personas humanas, es decir una edad a partir de la cual y no antes dichas personas adquieren el pleno ejercicio de sus derechos civiles, es decir la capacidad de hecho legalmente plena.Esta trae como consecuencia la capacidad de hecho legalmente plena de la persona de existencia visible que llega a cumplir la edad señalada en la ley y si es incapaz de hecho por razones de deficiencias mentales, etc., la mayoría de

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Derecho Civil 1la edad civil general, que según el nuevo art. 128 introducido por la ley de reformas 17.711 se alcanza al cumplir los 21 años.La cesación de la incapacidad de hecho y la adquisición de la capacidad plena para realizar por sí actos jurídicos se produce de pleno derecho, es decir que la persona desde el día en que se cumple 21 años, queda legalmente habilitada "para el ejercicio de todos los actos de la vida civil, sin depender de formalidad alguna o autorización de los padres o tutor o jueces". Así lo establece el art. 129 del Cód. Civil.La posesión y administración de los bienes corresponde desde ese mismo día del cumpleaños, pero como puede ocurrir que la entrega de tales bienes dependa de la orden de los jueces, el art. 130, de acuerdo con los preceptos anteriores, establece que en tal caso, "bastará que simplemente presenten la prueba legal de su edad", es decir la partida de nacimiento (art. 79 y 80, Cód. Civil).La capacidad de hecho plena la adquiere la persona de existencia visible que llega la mayoría de edad, pero a condición de que no haya sido declarada incapaz por otras razones, como la demencia o sordomudez, etc., ni tampoco inhabilitada judicialmente, ya que si algo de esto ocurriera, seguirían en la situación de incapacidad de hecho absoluta de los dementes y sordomudos que no supieran darse a entender por escrito o declararlos tales en juicio; así como los capaces relativos los inhabilitados judicialmente.

EmancipaciónConcepto: Es la institución por la cual los menores de edad quedan liberados de la incapacidad que pesa sobre ellos, con anticipación a la mayoría de edad. Es decir, que tiene por objeto sustraer del menor de la Patria Potestad, Tutela, etc., otorgándole capacidad civil.

Caracteres según los distintos regímenes jurídicos.La cesación anticipada de la incapacidad de hecho por razones de minoridad y la liberación de los menores de la potestad paterna o de la tutela en su caso, aparecen establecidas en los ordenamientos jurídicos contemporáneos, aunque de diferente manera y con distintos alcance, sobre la base de dos instituciones romanas:a) La emancipatio: Por virtud de la emancipatio, el emancipado podía tener patrimonio propio distinto e independiente del de su padre; pero ella, la emancipación, no determinaba un aumento de capacidad negocial, sino que continuaba siendo la misma según la edad del emancipado. b) La venia aetatis: Se da este nombre a un beneficio particular que los emperadores concedieron a los menores de veinticinco años en curatela por su incapacidad legal. Este beneficio o favor tenía como consecuencia jurídicas: (1) el cese de la curatela permanente, (2) quitar al menor el derecho a la restitución por infinitas aetatis. La dispensa o habilitación de edad y por ende el menor beneficiado con la venia aetatis adquiría capacidad plena, con la limitación de que para hipotecar o enajenar bienes inmuebles necesitaba decreto imperial. c) Código Civil Francés: En el derecho Civil Francés aparecen fusionadas estas dos instituciones romanas, y así en el Cód. Civil de Napoleón, bajo la denominación de emancipación, se institucionaliza la ruptura, así por completo, de la autoridad a la cual el menor está sometido al propio tiempo a la atenuación de la incapacidad de hecho que pesa sobre el, en los supuestos de matrimonio en que estos efectos se produce de pleno derecho sin necesidad de declaración de voluntad de los representantes del menor, y en los de una manifestación expresa de voluntad de la autoridad a la cual el menor está sometido (padre o tutor) en el sentido de emanciparlo.La emancipación regulada en el Cód. Civil Francés otorga al menor emancipado por causa del matrimonio o por declaración expresa de su representante legal una capacidad negocial relativa, abriendo un periodo intermedio entre el de la capacidad negocialmente plena, y permite al decir de Josserand, una especie de Noviciado, es decir iniciarse gradualmente en la práctica de la vida jurídica y de los negocios jurídicos.

FormasHay dos clases de emancipación civil: la que se produce automáticamente con el matrimonio y la emancipación dativa o habilitación de edad, incorporada al Cód. Civil por la ley 17711. Emancipación Por Matrimonio : El art. 131 del Cód. Civil prescribe: "Los menores que contrajeren matrimonio se emancipan y adquieren capacidad civil con las limitaciones previstas en el art. 134. Si se hubieran casado sin autorización, no tendrán hasta los 21 años la administración y disposición de bienes recibidos o que recibieren a título gratuito, continuando respecto a ellos el régimen legal vigente de los menores, salvo ulterior habilitación”. Emancipación Dativa O Habilitación De Edad : Es la institución en virtud de la cual se libera al menor de la patria potestad, confiriéndole el gobierno de su persona y una capacidad limitada en el orden patrimonial.>> Otros Tipos De Emancipación Emancipación Optativa : Es la que rige en España y Uruguay; institución que autoriza a los menores, casi siempre entre huérfanos, al cumplir los 18 años, ha emanciparse. Emancipación Comercial : Es el que se otorga al menor de edad a fin de habilitarlo para el ejercicio del comercio. Todo lo relativo a esta emancipación se abandonó al Cód. de Comercio, el cual establece "toda persona mayor de 18 años puede ejercer el comercio, con tal que acredite estar emancipado o autorizada legalmente”.

Emancipación por Matrimonio

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Derecho Civil 1El fundamento d esta emancipación radica en la incompatibilidad del estado d esposo con la sujeción del mismo a la patria potestad o tutela, que quedan extinguidas con la celebración del mismo.Los requisitos para adquirirla son:a) Tener edad para contraer nupcias (16 para el hombre, 14 para la mujer): Cualquiera fuere la edad d los menores, se seguirá siempre la emancipación provocada x la celebración del matrimonio. Según Machado, ello pasará siempre q los menores fueran hábiles para contraer las nupcias, y agrega Orgaz q, pese a la falta d edad, no es factible invalidar un matrimonio x haber concebido la mujer, q una vez q suceda, quedará consumada la emancipación, y x consecuencia extinguida la tutela o patria potestad.b) Haber celebrado matrimonio: la emancipación demanda este requisito. X tanto, si los 3ros en poder d quienes se encontrasen los bienes del menor emancipados se resistieren a entregarlo a su dueño, este deberá ser puesto en posesión d ellos sin forma d juicio y con la sola justificación d haber celebrado matrimonio.

CaracteresEs legal en cuanto se produce ex lege, por el ministerio de la ley, y con la sola celebración del matrimonio válido, sin que sea necesaria una declaración de voluntad especial o requisito alguno adicional.Es irrevocable, porque una vez producida, ella perdura a pesar de la disolución del matrimonio de la cual deriva, es decir que la emancipación no se ve alcanzada por las vicisitudes que pueda sufrir el vínculo matrimonial una vez establecido válidamente. Así por ejemplo, la emancipación subsiste a la disolución del matrimonio por muerte de uno de los esposos, según lo establece el art 133 del C.C.En fin la emancipación por matrimonio es definitiva.Es de orden público, y como tal se encuentra fuera del principio de libertad y autonomía de la voluntad.

Efectos.Al contraer matrimonio los menores quedan emancipados, o sea que cesa la incapacidad de hecho, adquieren capacidad, pero subsisten algunas restricciones. La emancipación transforma la condición básica de incapacidad, pero ésta no es completa, pues subsisten excepciones legales al pleno ejercicio de esa capacidad. Las excepciones a esa capacidad están enunciadas en los arts. 134 y 135. Hay dos categorías de actos:

1) Actos Absolutamente Prohibidos:

Son aquellos que no pueden realizarse por sí mismo ni aun con autorización judicial:a) aprobar las cuentas de sus tutores y darlas por terminadas, pues aquellas, al finalizar su mandato legal, debe rendir cuentas de la administración que llevaron a cabo en el plazo de que el juez ordene (art. 460, Cód. Civil); b) Hacer donación de los bienes recibidos a título gratuito, o sea, entrado en su patrimonio por donación, legado o herencia; c) Dar fianza de obligaciones en favor de terceros, acto que también compromete gratuitamente al fiador.2) Actos Que Solo Pueden Realizar Previa Autorización Judicial: O, en su caso el cónyuge mayor:a) La disposición onerosa de los bienes recibidos antes o después de la emancipación a título gratuito (por herencia, legado o donaciones). La autorización puede darla el juez, o el otro cónyuge, si es mayor de edad.b) Hacer partición extrajudicial de los bienes de la herencia, pues sólo es posible dividir esos bienes entre mayores, aunque siempre deban adjudicarse con intervención del juez (art. 3465, inc. 1)El art. 136 establece la directiva a la que corresponda sujetarse para conceder la autorización judicial en los casos del párrafo precedente. Sólo podrán otorgársela en casos de absoluta necesidad o de ventaja evidente para el emancipado y, además, las ventas que se proyecten deben efectuarse por subasta pública.

A) Matrimonio Contraído Por El Menor Sin Autorización Paterna O Venia Judicial. El menor que ha alcanzado la edad nupcial (art.166, inc.5) necesita para contraer matrimonio la autorización del padre y de la madre, del tutor en su caso y supletoriamente la autorización del juez (art. 168 y 264 quater, inc. 1)Borda sostiene que es poco probable el caso, salvo adulteración de los documentos por los menores o connivencia con el jefe del Registro Civil.En el supuesto de que el menor contraiga matrimonio sin la debida autorización, el matrimonio es válido y la emancipación del menor se produce por ministerio de la ley. En consecuencia, el menor casado pasa a ser una persona capaz de hecho, esto es, con aptitud para dirigir su persona y administrar sus bienes, con las limitaciones que le impone la ley civil (arts. 134 y 135).La falta de autorización para contraer matrimonio trae aparejada una sanción para el menor que ha violado la ley, que consiste en la privación de la administración y disposición de los bienes que adquiera por título gratuito, esto es por donación, herencia o legado. Estos bienes continuarán bajo la administración de sus padres, o tutores en su caso, quienes además gozarán del usufructo de ellos o de la décima parte respectivamente, tal como lo establece el actual art. 131, “si se hubieran casado sin autorización, no tendrán hasta los veintiún años la administración y disposición de sus bienes recibidos o que recibieren a titulo gratuito, continuando respecto de ellos el régimen legal vigente de los menores, salvo ulterior habilitación”.

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Derecho Civil 1Otra es la situación en relación a los bienes de los menores que obtengan como resultado de su trabajo, profesión, industria, respecto de los cuales los menores emancipados poseen la libre administración y disposición. Estos bienes continúan bajo la gestión del menor emancipado, aún cuando el matrimonio se hubiere concretado sin la autorización paterna, sin que los alcance cambio alguno, ya q estos bienes están destinados a mantener a la nueva familia.Finalmente si antes de los 21 años, los menores emancipados por el matrimonio contraído sin la debida autorización, fueran emancipados a través de la emancipación dativa de sus padres, o por el juez en su caso, podrán adquirir la libre administración y disposición de los bienes que recibieron o que adquieran a título gratuito, según lo dispone el citado art. 131, in fine.B) Matrimonio Declarado Nulo O Anulado Por Sentencia.La celebración de un matrimonio válido es el requisito de la emancipación por matrimonio. En consecuencia, si el matrimonio es nulo o anulable, por la presencia de un vicio que lo invalida (arts. 219 ss del C.C.) y así lo establece una sentencia, la emancipación no puede subsistir.Debemos tener presente que el matrimonio se supone válido hasta el momento de la sentencia de nulidad. Desaparecida la validez del matrimonio mediante sentencia del juez, la emancipación también desaparece, puesto que el matrimonio se tiene como no celebrado.Los efectos de la sentencia de nulidad del matrimonio no alcanzan a la emancipación para el pasado de la sentencia firme de nulidad, como lo sería conforme al principio general en materia de efectos de nulidad de los actos jurídicos que ordena volver retroactivamente las cosas al día de la celebración del acto anulado por sentencia (art. 1050 y ss. C.C.).Dictada la sentencia, la emancipación solo desaparece para el futuro, quedando firme los efectos que se hubieran producido entre el matrimonio y la sentencia. Es lo que ordena expresamente el art. 132, primer párrafo: “Si el matrimonio fuese anulado, la emancipación será de ningún efecto desde el día en que la sentencia de nulidad pase en autoridad de cosa juzgada”.El fundamento de esta excepción radica en la protección a los terceros de buena fe que pudieran haber celebrado actos jurídicos con los menores emancipados, y que podrían no haber conocido los vicios que anulaban el matrimonio.Por otra parte, existe otra excepción en cuanto al alcance de los efectos de la sentencia de nulidad del matrimonio que sirvió de base a la emancipación del menor, y es el supuesto del matrimonio putativo.El art. 132, en su segunda parte, reza “en el caso del matrimonio putativo, subsitirá la emancipación respecto del cónyuge de buena fe”.El matrimonio putativo es el matrimonio inválido contraído de buena fe por uno o ambos contrayentes. La buena fe consiste en la ignorancia, por error de hecho excusable, del impedimento que viciaba la validez del matrimonio.El texto del art. 132 trascripto es un agregado de la ley 17.711, que así dio fuerza normativa a una interpretación de la doctrina mayoritaria en nuestro país que sostenía que anulado el matrimonio por sentencia, en la normativa civil subsistía la emancipación del cónyuge de buena fe.La revocación de la emancipación acarrea graves consecuencias, por lo que no es justo que las sufra el contrayente de buena fe. Respecto de él la emancipación subsiste no obstante la nulidad del matrimonio, haya o no hijos de la unión anulada.En conclusión, ahora es necesario distinguir frente a la sentencia de nulidad de un matrimonio celebrado por menores, entre el cónyuge de buena fe y el de mala fe. Paro el primero subsiste la emancipación, desapareciendo ésta para el segundo.C) Divorcio.La ley anterior de Matrimonio Civil, 2393, solamente admitía la separación personal de los esposos. En 1987 la ley 23.515 de Matrimonio Civil introdujo el divorcio vncular como causal de disolución del matrimonio en el art. 213, que ordena: “ El vinculo matrimonial se disuelve... 3) Por sentencia de divorcio vincular”.En la actualidad, entonces, puede ocurrir que un matrimonio celebrado por menores de edad se disuelva antes de la llegada a la mayoría de edad por mediar sentencia de divorcio vincular. En este supuesto recordemos el carácter irrevocable de la emancipación por matrimonio, ya que ésta subsiste a pesar de las vicisitudes que pueda sufrir el vinculo matrimonial, y aunque desaparezca por las causales establecidas por la ley.Este carácter irrevocable de la emancipación está consagrado en el art. 133 del Código Civil al decir: “La emancipación por matrimonio es irrevocable... aunque el matrimonio se disuelva en su menor edad, tengan o no hijos”. Vale decir que a pesar del divorcio vincular los menores siguen emancipados.Es necesario recordar que el legislador de 1987 introdujo una limitación a la aptitud nupcial de los menores emancipados que encontraren disuelto su vinculo matrimonial, y lo hace en el último párrafo del citado art. 133: “No obstante ello, la nueva aptitud nupcial se adquirirá una vez alcanzada la mayoría de edad”.*Muerte De Uno De Los Esposos.El art. 213 del C.C. ordena que “el vínculo matrimonial se disuelve... 1) Por la muerte de uno de los esposos”.Si a la disolución del matrimonio por muerte de uno de los esposos el otro es aun menor de edad, su emancipación subsiste, queden o no hijos de la unión. (Art. 133)

Emancipación Por Habilitación De Edad. Concepto. Requisitos.69

Derecho Civil 1La emancipación por habilitación de edad, o dativa o simplemente habilitación de edad, es la institución por la cual los padres, o el juez en su caso, conceden la capacidad civil o capacidad de hecho a un menor de 18 años cumplidos. Este adquiere capacidad de hecho aunque limitada.La emancipación por habilitación de edad se produce por decisión de quien tiene potestad sobre la persona del menor, sus padres, a la que debe unirse el propio consentimiento del menor desde la reforma del art. 131 por la ley 23.264 en 1985.En el año 1968, la ley 17.711 de Reformas al Código Civil incorporó la emancipación dativa a este cuerpo legal. Así el art. 131 del C.C., hoy vigente, ordena que "Los menores que hubieren cumplido dieciocho años podrán emanciparse por habilitación de edad con su consentimiento y mediante decisión de quienes ejerzan sobre ellos la autoridad de los padres. Si se encontraran bajo tutela, podrá el juez habitarlos a pedido del tutor o del menor, previa información sumaria sobre la aptitud de éste. La habilitación por los padres se otorgará por instrumento público que deberá inscribirse en el Registro del Estado Civil y Capacidad de las Personas. Tratándose de la habilitación judicial bastará la inscripción de la sentencia en el citado registro. La habilitación podrá revocarse judicialmente cuando los actos del menor demuestren su inconveniencia, a pedido de los padres, de quien ejercía la tutela al tiempo de acordarla o del Ministerio Pupilar".Entendemos que en la emancipación por habilitación de edad es necesario distinguir entre el menor sujeto a patria potestad y el menor sujeto a tutela, puesto que en el primer caso son los padres quienes concederán la emancipación al menor, mientras que en el otro es el juez quien otorgará.Esta distinción recepta el art. 131 del C.C. que establece requisitos distintos para ambos casos y un procedimiento diferente. En todos los supuestos, sin embargo, existe un requisito común: que el menor haya alcanzado los 18 años de edad. La razón de la ley radica en considerar que recién a esa edad el menor haya alcanzado la madurez en su discernimiento para poder dirigir su persona y administrar sus bienes.Supuestosa) supuesto del menor sometido a patria potestad: en 1º término, quien ejerce sobre ellos la patria potestad (padre

o madre) conforme al juego armónico d los artículos 131 y 264, reformado este último x ley 23.264, ya q son ellos quienes tienen un exacto conocimiento del grado d madurez q haya adquirido el menor. En nuestro sistema jurídico este menor no puede reclamar la emancipación contra la voluntad d sus padres. En caso d desacuerdo entre los padres o cuando uno d ellos no pudiere prestar su consentimiento, el juez resolverá lo q fuere más conveniente al interés familiar.

b) Menor sometido a tutela: en 2º lugar el artículo se refiere al tutor a cuyo cargo se encuentra el menor, como la persona q puede requerir al juez q conceda la emancipación. El menor sujeto a tutela puede x si mismo solicitar al juez su emancipación. En estos dos últimos casos siempre es necesaria la intervención judicial, q será en definitiva la q resuelva la concesión o no d la emancipación.

Consentimiento del MenorAunq en la redacción original impuesta x ley 17.711 no era exigido expresamente, era evidente q resultaba necesario ya q no es posible asignar al menor todas las responsabilidades d la mayoría si el no está dispuesto a asumirlas o se siente incapaz para ello. D este modo se evitan las emancipaciones con finalidad d desembarazarse d obligaciones nacidas d la patria potestad.

CaracteresLa emancipación por habilitación de edad posee los siguientes caracteres, según Santos Cifuentes:a. Voluntaria: La emancipación por habilitación de edad es voluntaria en cuanto es una consencuencia de un acto de voluntad de los padres, o de una sentencia del juez. b. Formal: Es un acto jurídico formal en cuanto la ley ordena las formalidades que deben llenarse para que se produzca la emancipación válida.c. Revocable: A diferencia de la emancipación por matrimonio, la cual, atendiendo a la necesidad de proteger la independencia de los cónyuges y el desempeño paternal libre, cuando tienen hijos es irrevocable, la habilitación dativa puede ser dejada sin efecto cuando lo aconsejen circunstancias.La revocación sólo puede pronunciarse judicialmente, ya que los padres o tutores, por su sola voluntad, no estarían legitimados para dejarla sin efecto.El procedimiento judicial deberá iniciarlo quien tenía al menor bajo su potestad: padres, padre, tutor, o en su caso el Ministerio de Menores.Para lograr la revocación, es necesario demostrar que el menor habilitado no esta en condiciones de continuar bajo el régimen de capacidad, pues realiza actos que son inconvenientes y que lo perjudican. La prueba, entonces, versará sobre la inconvencia del menor, que podrá referirse a su persona, por ejemplo si se dedica a ser drogadicto, o a sus bienes, por ejemplo, si se consagra a los juegos de azar en los que pierde su patrimonio.Hay que oir al interesado para que se defienda, dándole la oportunidad de probar que es idóneo su desempeño en la vida civil, y, naturalmente, al ministerio pupilar como parte necesaria. La sentencia que admita la demanda de revocación debe ser inscripta en el Registro del Estado Civil y Capacidad de las Personas, para comunicar la nueva situación de incapacidad del menor.

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Derecho Civil 1d. De orden público: La emancipación por habilitación de edad es de orden público, por lo que su regulación no puede ser modificada por la voluntad de los particulares. Así el padre que concede la emancipación no podría restringir algunos de sus efectos limitando arbitrariamente la capacidad del emancipado, o reservándose algún derecho sobre su persona o sus bienes.A lo expuesto puede agregarse que la emancipación por habilitación de edad es bilateral en el supuesto de menores bajo la patria potestad, puesto que se exige la concurrencia de dos voluntades: la de los padres o del juez en su caso y la del menor que se emancipa.

InstrumentaciónEn su redacción original, el código exigía la escritura pública para la emancipación dativa otorgada x los padres. La ley 23.264 ha sustituido tal expresión x instrumento público. D este modo se permitió acceder a esta institución a aquellos que no tienen medios para pagar un escribano. El texto vigente autoriza a formalizar la emancipación dativa extendida directamente en el registro civil.

Revocacióna) quienes pueden solicitarla: es revocable x decisión judicial, a pedido d los padres, d quien ejercía la tutela

al tiempo d acordarla o del ministerio pupilar. Según algunos, el mismo menor podría solicitarla.b) Disenso d los padres: el art 264 quater inc 4º alude solo al otorgamiento d la habilitación d edad. Sin

prejuicio d ello, resulta razonable entender q el consentimiento expreso d ambos padres es requerido tbn para la revocación, x lo q si no mediare acuerdo entre ellos, deberá previamente el juez dirimir la cuestión conforme los criterios d ponderación ya señalados.

c) Juicio crítico: la revocabilidad d la emancipación x habilitación d edad ha sido calificada d odiosa pues el afectado sufre una suerte d capitis diminutio, una amputación d su personalidad. X lo demás, se presta a fraudes respecto de terceros.

EfectosSituación Jurídica del EmancipadoLa emancipación hace cesar la incapacidad del menor conforme lo preceptúa el art 128.Concordante con ello, el art 131 q como ppio gral es aplicable tanto al emancipado por matrimonio como al emancipado dativamente, lo habilita para todos los actos d la vida civil, con excepción d lo dispuesto en los arts 134 y 135.De tal forma podemos decir q el emancipado es capaz, estando sometido solo a incapacidades relativas estipuladas x los arts citados.Actos absolutamente prohibidos.

a) Enumeración: el art 134 dispone: “Los emancipados no pueden ni con autorización judicial: 1ro. Aprobar cuentas de sus tutores y darles finiquito; 2do. Hacer donación de bienes que hubiesen recibido a título gratuito; 3ro. Afianzar obligaciones”

b) Sujetos a los q alcanza: existe consenso en la doctrina en el sentido q las limitaciones del art 134 como las del 135 se aplican tanto a los emancipados x matrimonio como a los emancipados dativamente.

c) Aprobación y finiquito d las cuentas d los tutores: según lo dispuesto x los arts 458 y 460, el tutor debe llevar cuenta fiel y documentada d su administración, así como efectuar debida rendición d cuentas al término d la misma. El emancipado no puede aprobar esa cuenta ni darle finiquito, q resulta ser el acto x el q se satisface el saldo d aquella.

d) Donación de bienes recibidos a título gratuito: esta prohibición tiene x objeto tutelar el patrimonio recibido a título gratuito y comprende todo tipo d bienes d cualquier especie y valor. X excepción debe admitirse q el emancipado realice dádivas remuneratorias y presentes d uso; puede otorgar las convenciones prematrimoniales, entre ellas las donaciones q el esposo hiciera a la esposa, pero para ello requiere el consentimiento paterno.

e) Afianzar obligaciones: la prohibición se justifica pues mediante la fianza el emancipado podría llegar a asumir responsabilidades más extensas q las previsibles al momento d la contratación y tbn a incurrir en liberalidades q no le estén permitidas. Como consecuencia d esta limitación, el emancipado no puede formar parte d sociedades q impongan a los socios responsabilidad solidaria e ilimitada x las deudas sociales, ni realizar otros actos d comercio q imponen la misma responsabilidad.

f) Naturaleza d estas incapacidades: algunos autores sostienen q son incapacidades d derecho, x ser actos q no pueden realizarse ni aún con autorización judicial y ser incapaces legales. Rivera, como LLambías, coincide en q son incapaces d hecho, ello se advierte q, salvo en el caso del inc 1º, las incapacidades tienen x evidente finalidad la protección del patrimonio del emancipado.

g) Sanción: en los tres casos, la sanción es la nulidad relativa, pues siempre se persigue proteger el interés del menor.

Habilitación/emancipación comercial

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Derecho Civil 1Esta materia está reglada x los arts 10 a 12 del Código d comercio, q prevén la posibilidad d q toda persona mayor d 18 ejerza el comercio con tal d q acredite estar emancipada o autorizada.Conforme al art 11 del Cod d Com, la emancipación debe contener la autorización del padre y d la madre, en su caso, la q debe ser inscripta y hecha pública en el registro público d comercio (texto según ley 23.264).Tbn puede el padre o la madre habilitar tácitamente a su hijo menor d 18 asociándolo a su comercio conforme lo dispone el art 12 (tbn según la misma ley). Ambas formas d habilitación para ejercer el comercio, pueden ser revocadas x decisión judicial a instancias d los progenitores o del tutor, y aún del Ministerio Pupilar, revocación q tbn debe ser inscripta y publicada en el ya mencionado registro.Efectos De La Emancipacion Civil Sobre La Capacidad Para Ejercer El Comercio.

El tema que ha dividido a la doctrina es, si el emancipado por matrimonio o por habilitación de edad puede, por esa sola circunstancia, ejercer el comercio o requiere ser habilitado expresamente para actuar como mercader.

Rivera, sostiene que el emancipado por matrimonio o por habilitación de edad, requieren autorización judicial para ejercer el comercio. No solo el art. 131, cuarto párrafo, parece indicar que la emancipación civil es cuestión distinta de la mercantil, sino particularmente porque la capacidad limitada del emancipado es incompatible con la plena capacidad que exige el ejercicio del comercio.

Es que la prohibición de afianzar obligaciones impediría al emancipado participar de sociedades en las cuales los socios tiene responsabilidad solidaria e ilimitada, avalar letras o pagarés, transmitir acciones de sociedades anónimas no integradas totalmente, y realizar en la practica un cúmulo de operaciones que requieren el otorgamiento de fianzas y avales, como lo son los contratos bancarios.

Finalmente, es preciso puntualizar que los emancipados por matrimonio solo pueden obtener esta autorización al llegar a los 18 años, nunca antes.

Mejora d la capacidad según el art 128 del CCCesa la incapacidad de los menores por la mayor edad, el día en que cumplieren veintiún años, y por su emancipación antes que fuesen mayores. Desde los dieciocho años el menor puede celebrar contrato de trabajo en actividad honesta sin consentimiento ni autorización de su representante, quedando a salvo al respecto las normas del derecho laboral. El menor que hubiere obtenido título habilitante para el ejercicio de una profesión podrá ejercerla por cuenta propia sin necesidad de previa autorización. En los dos supuestos precedentes el menor puede administrar y disponer libremente los bienes que adquiere con el producto de su trabajo y estar en juicio civil o penal por acciones vinculadas a ellos.

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Derecho Civil 1BOLILLA VII

Los dementesConceptoLa expresión demencia en sentido jurídico, designa la situación que se encuentra una persona por alteración de sus facultades mentales y que carece de aptitud para administrar sus bienes y dirigir su persona.Cuestión terminológicaVélez Sarfieild, ha empleado un termino demente para predicar, la incapacidad de obrar q le asigna alas personas incapacitada por enfermedades mentales ha sido criticada con acierto en razón de la inexactitud de dicho termino para ser utilizado, como denominación común para todos los enfermos mentales, desde q la ciencia medica tiene tipificada la demencia como una categoría mas de las enfermedades mentales resultando por ello impropio el uso de tal terminologíaProyecto d ReformaBibiloni en su anteproyecto, sugiere el término “insanos”; el proyecto d 1936 prescinde d toda nominación para quienes padeces enfermedades mentales o debilidad d espíritu, limitándose a utilizar el término “interdicción” para denominar a la institución q trata d la materia. El proyecto d 1954 opta x “insanos” para referir a todos los enfermos mentales, sin distinción d clases o etiologías, e “interdictos” para denominar a los insanos declarados incapaces.Nuestra TerminologíaMás allá d la terminología legal, estimamos q las diferentes situaciones en las q dentro del propio marco del CC se pueda encontrar el enfermo mental, sugiere la conveniencia d utilizar el término “insano” para aquél al q no se le ha sido declarada su incapacidad mediante la respectiva sentencia d interdicción, reservando la expresión “demente” para quien ha sido judicialmente declarado como tal. Con el término insano se satisface la pretensión d utilizar una expresión q evite el riesgo d calificaciones específicas q pueden ser insuficientes a la luz d la ciencia médica y permite aludir a quienes al margen d todo pronunciamiento judicial d interdicción, requieren la atención d la ley.Con el término demente, pese a la crítica q se le ha apuntado, se respeta una expresión q además d ganada raigambre, cuenta con un preciso significado, cual es el d referir el caso del insano al q le ha sido reconocida su enfermedad y consecuente incapacidad mediante la sentencia interdictoria.El terminó insana referirá al estado d enfermedad mental y el d demencia el d la enfermedad judicialmente declarada.

Presupuestos.Además de los requisitos o condiciones substanciales, “enfermedad mental”, “ineptitud para administrar su persona o sus bienes por causa de alienación” y condición de “menor adulto”, en el sujeto, el Código Civil exige la concurrencia de otros que pueden calificarse de “formales” que se refieren a los modos o procedimientos para la comprobación de los requisitos de fondo o presupuestos para la declaración de incapacidad por demencia.Así el art. 140 estatuye: “Ninguna persona será habida por demente, para los efectos que en este Código se determinan, sin que la demencia sea previamente verificada y declarada por el juez competente”. Agregando el art. 142: “La declaración judicial de demencia no podrá hacerse sino a solicitud de parte, y después de un examen de facultativos”.Resulta de estos preceptos legales que los aludidos requisitos formales son los siguientes:- Declaración Judicial que debe hacerla un juez competente, a petición de parte legitima (no de oficio) y previa verificación de la existencia de los presupuestos de fondo.- Examen de facultativos, es decir, examen e informe médico pericial, que deberá determinar cuál es el carácter de la enajenación mental en caso de que exista (artes. 142 y 143 del C.C.).

Requisitos substanciales o de fondo:Enfermedad Mental. La declaración de demencia exige, como presupuesto, el padecimiento por el denunciado de una enfermedad mental cuya virtualidad para tal efecto debe ser juzgada, tanto desde el punto de vista médico como jurídico, aun cuando el primero sea subordinado al segundo.El art. 141 transcripto traduce la relación de causalidad que exige el criterio mixto que ha adoptado nuestra legislación.No basta entonces la enfermedad, sino que la misma debe ser determinante de la ineptitud del enfermo para dirigir su persona o administrar sus bienes. La relación de causalidad que exige el criterio mixto, le atribuye entidad jurídica al concepto de demencia y explica la acepción genérica con que el legislador ha empleado la expresión “enfermedades mentales”, desde que no interesa la tipicidad médica de la enfermedad sino la virtualidad de ella para provocar la ineptitud referida por la norma.La enfermedad mental debe reunir ciertos requisitos para ser causa válida de la interdicción. Tales requisitos son los de la gravedad, la actualidad y la habitualidad.- La gravedad. Constituye el requisito dominante toda vez que a él se encuentra supeditados los demás.

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Derecho Civil 1La gravedad debe ser estimada en función de la incidencia que la enfermedad puede o no tener en el gobierno por el enfermo de sus propias conductas. Así podría ocurrir que siendo la enfermedad médicamente grave, resulte jurídicamente irrelevante a los efectos de declarar la demencia de quien la padece, aun cuando concurrieren los restantes requisitos. Es en razón de este concepto que el estado de una presunta insana configurativo de delirio, psicosis parafrenetica, alienación o síndrome delirante crónico, no impone su interdicción si razona perfectamente en cuanto a la administración de bienes y los medios de vida que son necesarios para un desenvolvimiento normal.- La actualidad. Exige que la enfermedad exista al momento de la declaración de la demencia. Un estado de insania anterior y superado carece de toda virtualidad para lograr la interdicción. En suma, la actualidad hace el requisito mismo de la enfermedad, pero una mera remisión transitoria no obsta a la interdicción, pues la enfermedad mental subsiste como tal.- La habitualidad. Es el tercer requisito y respecto de él dos son las cuestiones a considerar en particular: su entidad temporal y el intervalo lúcido, tema este último que trataremos separadamente.La habitualidad exige que la insanidad mental constituya el estado ordinario de salud del enfermo y no un estado accidental. Ese estado no significa identificarlo con la idea de continuidad, atento que mientras la habitualidad está referida a la existencia y, principalmente subsistencia intrínseca de la enfermedad mental, la continuidad está relacionada con las manifestaciones de la misma. Podría aquella experimentar atenuaciones o aun remisiones que, por ser intermitentes, importarían discontinuidad y, sin embargo la enfermedad seguir subsistiendo como tal.La habitualidad tampoco supone un estado prolongado o irreversible de la enfermedad, sino simple que ella exista con gravedad suficiente y perspectivas ciertas de una razonable entidad temporal que permite descartar la posibilidad de un episodio patológico o accidental.Esta circunstancia indica la habitualidad debe juzgarse no necesariamente en función del tiempo en que la enfermedad pueda haber preexistido a la fecha de la denuncia o de la sentencia, sino principalmente, en razón de la posible proyección temporal que la misma pueda tener en el futuro.En efecto, podría ocurrir que una persona padezca de ataque de una enfermedad mental que exija, sin solución de continuidad, peticionar su interdicción habida cuenta que así lo requieran las circunstancias patrimoniales del caso, en atención del diagnostico y pronósticos médicos. En estos supuesto, advierte Molinas, es indudable que la enfermedad no sería habitual ya que revestiría este carácter solo en el futuro, pese a lo cual resulta procedente dicha petición por así imponerlo tanto una razón de lógica como también los propios intereses de la persona.- La Ineptitud. Otro aspecto de fundamental importancia constituye la evaluación de la conducta del presunto insano que vendría a ser el efecto o la consecuencia de la alteración mental. Esto va unido a la causa, de manera que si la causa no produce las consecuencias determinadas en la norma, no puede haber declaración de incapacidad.El aspecto reseñado puede surgir de los dictámenes médicos, pero puede también ser abonado por otras pruebas. Tan en así que en el juicio de insania es admitida toda clase de prueba.La sentencia hará o no lugar al pedido de incapacidad. El pronunciamiento solo versara sobre esta cuestión, pero no podrá extenderse acerca de la capacidad, porque en principio por regla general la tienen todas las personas. En el sentido apuntado, si la prueba rendida se desprende que existe la enfermedad mental, pero que no incide en la conducta de la persona, se deberá rechazar el pedido de incapacidad. Probándose que la enfermedad mental provoca la ineptitud en los actos de la persona, impidiéndole dirigir su persona o administrar sus bienes, deberá declararse la incapacidad.Acerca de los grados de esa ineptitud, el juez tiene discrecionalidad suficiente para valorarla, aun cuando la norma legal señala que debe ser calificada en su respectivo carácter y si es total o parcial. En lo demás el juez tendrá que valorar la incidencia, que esa alteración mental, total o parcial puede tener en la existencia física o espiritual de la persona, o en su vida de relación, o en el manejo de sus bienes.Menor adulto. La declaración por demencia solo puede socilitarse con relación a las personas mayores de catorce años. El fundamento de este requisito contenida en el art. 145 del C.C. se encuentra en el hecho de que un menor de catorce años, sano o enfermo, en razón de su edad es un menor impúber, incapaz absoluto de hecho sometido a representación necesaria. La declaración de demencia nada agregaría a la protección que ya le dispensa la ley y no tendría justificación la superposición de dos incapacidades absolutas. La interdicción sería procedente en menores de catorce años si estos hubieran cesado en su estado de incapacidad absoluta por haberse emancipado por matrimonio en las condiciones del art. 131, 167 y concordantes del Código Civil, texto según ley 23.515.

Requisitos Formales:a. Inexistencia de declaración de oficio. Conforme a lo prescrito por el art. 142, en cuanto dispone que: “la declaración judicial de demencia no podrá hacerse sino a solicitud de parte...”, que expresa y categóricamente establecido el principio general en virtud del cual el juicio de insania solo puede ser instado a petición de parte legitimada pero nunca de oficio.Se ha querido con ello cuidar el carácter de tercero imparcial que le asiste al juez y evitar así la riesgosa incompatibilidad que significaría reconocerla la facultad y declarar de oficio, nada menos que incapacidades en razón de enfermedades mentales.Ahora bien, si el juez toma conocimiento de la presunta insania a propósito de la actuación de una persona en una causa sometida a su jurisdicción, aquél, antes de declarar de oficio la insania, lo que debe hacer es dar intervención

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Derecho Civil 1al Ministerio de Menores para que éste asumiendo la condición de parte, ejerza la facultad que le atribuye el art. 144 inciso 3.Pero distinto es el caso cuando una solicitud de inhabilitación (art. 152 bis) es desestimada por el juez quien, en razón de la entidad de la prueba producida, decide, en cambio, declarar la demencia de la persona denunciada. En efecto, dicha declaración no importa una declaración de oficio, sino por el contrario, la consecuencia del debido ejercicio de la facultad de valorar que al juez le reconoce el criterio mixto adoptado por el Código Civil en el art. 141, permitiéndole un adecuado encuadramiento jurídico del caso.Ello por otra parte, tanto más se explica si se advierte que aquella solicitud no configura propiamente una demanda, sino simplemente una denuncia que opera como presupuesto para que la jurisdicción se ejerza y determine el verdadero estado de salud mental del denunciado, a fin de resolver lo que mejor le correspondiere a sus intereses, pudiendo ser ello la declaración de demencia habida cuenta de que ésta tiene por finalidad la protección del insano y no el reconocimiento de derechos del denunciante.

Situación Jurídica del Insano no interdictoLa situación jurídica puede ser vista desde tres puntos d vista:

1) Capacidad del insano: el principio general q rige establece q es innegable: mientras no se dicte la declaración judicial d interdicción, el insano es una persona capaz d gestionar sus derechos y proveer al cuidado o descuido d su persona. Limitaciones: Tratándose d una persona enferma, se comprenderá q la regla general d capacidad no goza la intangibilidad o estabilidad q ella tiene cuando se trata d una persona mentalmente sana. Se presentan así situaciones particulares q demandan soluciones q se imponen al margen del principio legal y q se justifican porq la capacidad y la incapacidad d hecho coinciden en cuanto la 1º es reconocida y la 2º es impuesta en beneficio d la propia persona. En caso de insano al q se le designa curador d bienes, desde la designación del mismo cesa la capacidad del denunciado para actuar (art 148), el nombramiento d este curador sería ineficiente para modificar la capacidad del denunciado; exponiendo así una laguna el en CC, pues debió establecer la interdicción provisional del denunciado a quien se aparta d la administración d sus bienes x el nombramiento d un curador d bienes. Esto importa una suspensión parcial d la capacidad del denunciado como insano. Es inconcebible que el lelgislador pueda atribuir la valida realización de un acto a dos personas al mismo tiempo, por lo q se induce q el representado queda impedido en las facultades q le competen al curador de bienes. El insano conserva su capacidad gral aun dp del nombramiento del curador de bienes pero este hecho introduce una restricción importante en la capacidad con respecto a su patrimonio. La internación de q puede ser objeto el insano (art. 482, 2º y 3º párrafo, y ley 22.914), es una expresión más de la limitación a la cual puede ser sometido. En el orden procesal, se suspenderían los juicios los términos de demanda, apercibimientos por reconocida rebeldía. En cuanto a la patria potestad no estamos d acuerdo con q la insana sea causa de suspensión de la misma (Rivera), si el insano tuviera comportamientos dañinos en contra de sus hijos, sería este el motivo.

2) Responsabilidad : esta materia depende del discernimiento en el momento de obrar los insanos. Pues donde hay discernimiento hay tbn responsabilidad, y a la inversa si no hay discernimiento queda excluida las responsabilidad. Son actos involuntarios tanto los lícitos como los ilícitos obrados x un demente, y tal como lo establece el art. 900 estos actos no producen por si obligación alguna. Excepcionalmente puede haber responsabilidad del insano cuando este haya obrado en un intervalo lúcido; la cuestión de la prueba varía según se ha declarado demente o no, en el primer caso se debe acreditar la existencia de un intervalo lúcido para probar responsabilidad, mientras q en el 2do se deberá acreditar la existencia de demencia no declarada previamente y al momento de la ejecución del ilícito.

3) Validez de actos jurídicos otorgados por insanos: los actos otorgados por el insano son válidos pero anulables y de nulidad relativa. Para q tal nulidad pueda ser declarada, estando vivo el insano, es necesario q se conjuguen dos recaudos: 1ro q la demencia existiera en el momento de la celebración y 2do q fuera notoria si se trata de hacerla valer frente a terceros de buena fe y el acto fuera a título oneroso. La sanción d la nulidad recae sobre los actos obrados x insanos x cuanto la finalidad de ella es la protección de la persona.

El juicio de insanía. Procedimiento mixto.a- Generalidades: en esta materia encontramos q el CC contiene ciertas disposiciones de índole procesal, lo q no significa un atentado contra las autonomías prov. Además de las normas de fondo referentes al juicio de insanía, el Congreso Nac. para la Cap. Fed. y algunas legislaturas prov. en sus respectivas prov., han dictado normas procesales q siguiendo la base contenida en el CC regulan el procedimiento de juicio de insanía.A los fines del cumplimiento de las exigencias del art. 140 y 142, nuestro Código Civil, establece la necesidad de un juicio de insania según resulta de los preceptos del citado Título X, Sección 1, del Libro I, que deberá tramitarse ante juez competente, es decir del domicilio del denunciado como presunto insano (argumento de los arts. 400 y 475 del Código Civil).A propósito del requisito legal de la declaración judicial de la demencia como presupuesto para la interdicción del enfermo mental, el Código Civil contiene algunas disposiciones de carácter procesal que no por ello resultan

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Derecho Civil 1lesivas del principio constitucional por el que las provincias conservan para sí la atribución de dictar los Códigos y leyes de procedimientos.En efecto analizadas en su espíritu, tales disposiciones no obedecen propiamente al propósito de operar con el carácter típicamente instrumental con que se comportan las normas procesales, sino la de preservar la intangibilidad de los principios que el Código Civil ha adoptado en una materia de tanta trascendencia como es la relativa a la Capacidad. En suma, se ha querido con ello asegurar, mediante el respeto de garantías fundamentales, tanto la genuina necesidad de la interdicción a declarar, como la tutela que merecen los diversos intereses de la persona afectada durante la tramitación del juicio de insania.Trátase de normas que se encuentran consustanciadas en grado tal con las disposiciones sustantivas que pasan a sí a cointegrar el sistema de estas últimas. Al respecto, la Corte Suprema de la Nación tiene por doctrina sentada que, si bien es facultad constitucional de las provincias legislar en materia de procedimientos, ello no le impide al Congreso sancionar normas de carácter procesal cuando las mismas están destinadas a permitir o a asegurar el ejercicio de determinados derechos establecidos en los códigos fundamentales que le incumbe dictar.Por otra parte, cabe advertir que tales normas del Código Civil, lejos de colisionar con la expresión procesal de los códigos locales, han servido para señalar éstos ciertos principios rectores cuya observancia permite que la regulación formal de la materia por parte de aquellos, se efectúe en un marco de mínima pero necesaria armonía que se corresponda con la uniformidad que se ha querido guardar al someter la regulación de las instituciones del derecho común a la exclusiva potestad legislativa del Congreso.Ahora bien, el tratamiento que del proceso para la declaración de demencia hacen los códigos de procedimientos, impone, en el Derecho Civil limitar el estudio de tal juicio a las cuestiones que demandan la doctrina y la legislación civil, dejando al derecho procesal las que por su naturaleza le pertenecen, sin perjuicio de la referencia general de que puedan ser objeto algunas de las mismas.

Criterio para establecer la interdiccióna- criterio mixto: determina q la incapacidad del sujeto solo debe examinarse si existe alguna dolencia

mental típica, sin considerar si esta enfermedad tiene o no incidencia en la vida social. Se apoya en los art. 54; 141 y 469 del CC.

b- Criterio biológico-jurídico: es auspiciado por Salvat, Borda y Orgaz, exige para poder dictar la sentencia de incapacidad, el factor psiquiatrico para darle sustento y seguridad al pronunciamiento y el factor social q indica la finalidad de ese pronunciamiento. Ya q una enfermedad carente de incidencia social no le interesa al dcho.

c- Sistema económico social: es auspiciado por Spota y se soporta en el art. 468 del CC. La incapacidad debe decretarse respecto d quien sean ineptos para administrar sus bienes, independientemente de su estado mental.

Fundamento en el CCa- criterio en el CC: los art. 141, 468 y 469 han llevado a diversas interpretaciones por parte d la doctrina.

Molinas afirmaba q el codificador opto por un criterio biológico; Salvat concluyó q el CC requería q para la declaración de la demencia, q la enfermedad d la persona la hiciera incapaz p/ administrar sus bienes; Orgaz la ineptitud del sujeto a causa de sus insana era p/ dirigir su conducta en gral.

b- Criterio de la ley 17.711: esta acepta el sist. Biológico jurídico mixto tal como lo establece en el art 141: “Se declaran incapaces por demencia las personas que por causa de enfermedades mentales no tengan aptitud para dirigir su persona o administrar sus bienes.” De lo q observamos q requiere un elemnto psiquiatrico y un elemnto jurídico q explica el sentido de la incapacidad.

Enumeración del artículo 144.El requisito de la solicitud de parte referido por el art. 142, se encuentra reglado por la enumeración que el art. 144 hace de las personas que pueden peticionar la declaración de demencia. Al respecto, la enumeración del mencionado artículo es taxativa toda vez que el texto legal no permite interpretar que la misma tenga un propósito meramente enunciativo; pero no es excluyente en tanto deben admitirse otros casos en los que la legitimación resulte de algún otro precepto legal. Así pues, el carácter taxativo, impide admitir el caso de los amigos, los socios o los acreedores entre otros, pero el hecho de no ser excluyente permite aceptar la legitimación del tutor en virtud de lo dispuesto en el art. 413 del C.C.La enumeración, además no importa un orden de prelación entre los legitimados. Por el contrario, a cada uno de ellos le asiste un derecho distinto que, por tal es independiente, en la medida en que su ejercicio es conferido en grado principal y no subsidiario respecto de quienes le preceden en la enumeración.Este derecho es también excluyente desde que es ejercido por un legitimado quedan impedidos los otros de hacer lo propio.a- Inc. 1: Esposo o esposa no separados personalmente o divorciados vincularmente.

El texto obedece en su versión actual a la modificación introducida por la ley 23.515 (art.2), la que contempla tanto el caso de la separación personal de los cónyuges como el divorcio vincular.

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Derecho Civil 1La privación de la legitimación del divorcio o separado, se sostiene en el decaimiento de los afectos, la alteración de los sentimientos y la exacerbación de las pasiones que pueden haber provocado el deterioro de la relación matrimonial, y podrían dar lugar a una petición de demencia que no tuviera otra finalidad que la de satisfacer bajos designios del cónyuge peticionante.Además el texto legal requiere la existencia de sentencia judicial de separación o divorcio. Sin embargo, no es obstáculo para la promoción de la acción que esté pendiente el juicio de divorcio o separación personal. El art. 203 del C.C. (texto según ley 23.515) incluye entre las causales admitidas para solicitar la separación personal “... alteraciones mentales graves, de carácter permanente, alcoholismo o adicción a la droga del otro cónyuge, si tales afecciones provocan trastornos de conducta que impidan la vida en común o la del cónyuge enfermo con los hijos”.Por lo tanto el cónyuge que haya iniciado juicio de separación, por tal motivo, podrá denunciar también la existencia de tales enfermedades en proceso especial. Este sería un medio de atender al enfermo y sus intereses.Es dable advertir que la invocación de esta causal de separación no exige la previa declaración de demencia.

b- Inc. 2: Los parientes del demente.La ley no establece prioridad ni limites en el grado de parentesco. Se estima que este derecho corresponde a los ascendiente, descendientes y a los parientes colaterales por consanguinidad hasta el cuarto grado ya que gozan de vocación hereditaria (art. 3565 a 3569, 3585 y concordantes del C.C.). En cuanto a los parientes por afinidad existen diversos criterios. Algunos autores propician extender la legitimación hasta el segundo grado, con lo que quedan comprendidos los cuñados (Llambías, Abelenda). Otros consideran legitimados solos a los afines en primer grado debido a la obligación alimentaria (art. 368 del C.C.).En cuanto al parentesco adoptivo, cabe distinguir según se trate de adopción plena o simple.

- En la adopción plena, el adoptado adquiere emplazamiento de hijo legitimo (art. 322), por lo que adquiere vinculo de parentesco no solo con sus padres adoptivos sino también con todos los parientes de estos. En consecuencia, debe recibir el tratamiento respecto de la familia adoptiva, y como tal es legitimado en los términos del art. 142, inc. 2.

En cambio el adoptado plenamente carecerá de legitimación respecto de los parientes de su familia de sangre, puesto que la adopción plena extingue él vinculo con ésta.

- En la adopción simple caben algunas situaciones: El adoptado conserva él vinculo parental con su familia de sangre; Por lo tanto, podrá denunciar la insania de cualquiera de sus parientes de sangre dentro los limites establecidos. Respecto de su familia adoptiva, es considerado hijos de sus padres adoptivos y hermanos de otros adoptados por sus padres (art. 329); Por lo tanto podrá denunciar la insania de estos sujetos. Pero el adoptado no adquiere parentesco con el resto de la familia de sus padres adoptivos (art. 329), por lo que no tendrá legitimación en los términos del art. 144 inc. 2.Finalmente, cabe señalar que entre los parientes legitimados no existe un orden de prelación para ejercer el derecho que se les reconoce y el ejercicio por uno de ellos impide a los parientes restantes hacer lo mismo.

c- Inc. 3: Ministerio de Menores.La facultad de denunciar la incapacidad es propia de este Ministerio, dado que a él le corresponde pedir el nombramiento de curador de incapaces que no lo tengan (art. 491). Por otra parte, no debemos olvidar que de acuerdo a lo dispuesto por el art. 59 del Código Civil también tiene a su cargo la representación promiscua de todos los incapaces. El art. 470, por su parte expresa que la declaración de incapacidad y el nombramiento de curador pueden pedirla el Ministerio de Menores y los parientes del incapaz.Este inciso también permite que quienes han sido excluidos de la enumeración taxativa del artículo, pero tienen interés en la protección del enfermo puedan hacer llegar a la denuncia al Ministerio de Menores para que, por su intermedio, se solicite la declaración de demencia. De esta manera, los amigos, socios, mandatarios y hasta los acreedores pueden poner en conocimiento de autoridad la existencia de la enfermedad. El ministerio no está obligado a solicitar la declaración; según las circunstancias del caso, podrá o no denunciar la demencia.

d- Inc. 4: El respectivo cónsul, si el demente fuere extranjero.La posibilidad de que el cónsul del país al que pertenece un extranjero pueda denunciar su insania ha sido sostenida en diversas razones:

- Expresión de los privilegios antiguamente reconocidos a los ciudadanos de otros países.- El cuidado de los intereses de los connacionales como función consular.- La promoción de la inmigración mediante el otorgamiento de garantías.

La mayor parte de la doctrina nacional ha afirmado que esta prerrogativa del cónsul del país al que pertenece un extranjero carece actualmente de justificación.Los proyectos de reforma al Código Civil la han suprimido, y en el mismo sentido se pronunció el I Congreso de Protección al Enfermo Mental.Sin embargo estas críticas fueron refutadas. No obstante ello, recientemente se ha argumentado por Cifuentes, Rivas Molinas, Tiscornia, a favor de esa legitimación en función de lo dispuesto por el art. 7, en cuanto establece que la capacidad e incapacidad de las personas domiciliadas fuera del territorio de la República será juzgadas por las leyes de sus respectivos domicilios. Leyes estas, a su vez, cuya aplicación según el art. 13,

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Derecho Civil 1solo tendrán lugar a solicitud de parte interesada, a cuyo cargo será de la existencia de las mismas, destacándose de la necesidad y utilidad de que a todo estos efectos puede tener la intervención consular.Por otra parte, la legitimación que deviene del art. 144 para solicitar la intervención prevista por el art. 482 y el art. 1 inc. d de la ley 22.914, constituyen otros argumentos expuestos en su favor.Finalmente, cabe advertir que los reparos a la legitimación que se le reconoce al cónsul con relación al insano extranjero pierden entidad en la medida en que se advierta que ella no es excluyente de la que con carácter general tiene el Ministerio de Menores, el que puede así solicitar la demencia de aquel en grado principal y no subsidiario respecto del Cónsul.

e- Inc. 5: Cualquier vecino del pueblo cuando el demente sea furioso o incomode a sus vecinos.La aparente amplitud literal de este apartado ha sido limitada por la interpretación de los autores, sin discrepancias, sostienen que solo pueden poner en conocimiento del juez la existencia de un enfermo mental y las incomodidades que el mismo ocasiona. El magistrado actuante comunicará al ministerio de menores la situación para que este resuelva si hace o no suya la denuncia formulada.La facultad de pedir la declaración de demencia acordada por el art. 144, es consecuencia de la antigua concepción de que la función y fines de la institución se enderezan más específicamente a la protección de los bienes que de las personas.La solicitud de declaración de la incapacidad tradicionalmente se realizaba ante la necesidad de que el insano dispusiera de sus bienes y pudiera solicitarlos o recibirlos, por ejemplo vender inmuebles, etc.La denuncia de esta patología no es obligatoria en el Código Civil y solo existen sanciones cuando se tratan de casos extremos de abandono. En tales supuestos se pierde el derecho a la curatela (art. 378, 398, inc. 14 por remisión del art. 475 del C.C.) y aun a la herencia (art. 3295 del C.C.).La naturaleza opcional de la potestad de las personas enumeradas por el art. 144 y la falta de conciencia respecto de la finalidad tuitiva de la institución han llevado a ocultar socialmente la existencia de enfermedades mentales y a dejar desprotegido a numerosas personas.

Supuestos No Completados.a. El propio insano : Pese a que el art. 144 guarda silencio, no parece dudosa la legitimación que le asiste al propio

insano para solicitar la declaración de su demencia.En efecto, si ésta es dictada para beneficio del enfermo, nadie más autorizado que él para pretenderlo. Ello con razón si se tiene en cuenta que esa declaración también compromete derechos y atributos de su personalidad.Rivera comparte el criterio según la cual tal petición podría formularla tanto el propio denunciado por sí como por medio del Ministerio de Menores. Incluso la particular situación que tiene como insano, aconsejaría que fuese este ultimo el único medio idóneo para tal petición.

b. Representantes legales : Respecto de ellos, cabe considerar los siguientes supuestos:- Tutor no pariente: Con fundamento en el art. 413 que le impone al tutor de administrar los intereses al menor como un buen padre de familia, parte de la doctrina le atribuye al tutor no pariente del menor insano, legitimación suficiente para solicitar la declaración de su demencia.Rivera se adhiere a este criterio en virtud de que el ejercicio de sus funciones coloca al tutor en una situación análoga a la del padre, razón por la que en este caso la denuncia obedece al ejercicio de un derecho propio igual al de aquél. Además esta legitimación guarda correspondencia, en el plano de la capacidad, con la solución dada en otros casos similares, como ocurre con la que le es reconocida al tutor para pedir la revocación de la emancipación del menor, tanto civil (art. 131 del C.C.) como comercial (art. 12, 2 parte, C. Com.).- Tutor y curador del sordomudo: Tratándose del tutor del menor sordomudo, volviendose este insano, tiene aquél igual legitimación y con el mismo carácter que la que le asiste al tutor de todo menor. Si en cambio, se tratare de curador de un sordomudo interdicto, podrá también pedir la declaración de demencia de éste, pero, en ese caso, no ya ejerciendo un derecho propio como en el caso del tutor, sino en representación del sordomudo.

Juez Competente.Según el artículo 140, la declaración de demencia debe obedecer a pronunciamiento de un juez competente, resulta ser tal el del domicilio del presunto incapaz, o el de su residencia.Al respecto, el domicilio que debe tenerse en cuenta es el que tiene establecido el presunto insano al tiempo de efectuarse la denuncia, aun cuando otro hubiera sido el que tenía al iniciarse el proceso de la enfermedad, salvo que se probare que dicho proceso le ha impedido manifestar la intención de efectuar ese cambio.

Las Partes.a) Curador ad litem y Ministerio Pupilar. Conforme al art. 147 son partes del proceso de insania. El primero ejerce la función de representar al presunto insano durante el juicio hasta su terminaciónb) Denunciado. El fundamento de su participación se encuentra en que la denuncia de insania no produce por sí sola la incapacidad del denunciado y éste podrá actuar en el pleito por sí o por medio de representante.c) Denunciante. La doctrina nacional ha discutido si el denunciante es o no parte en el proceso. En la doctrina procesalista, cuando a un sujeto se le reconocen las facultades de probar, alegar, recurrir y fiscalizar la actividad de

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Derecho Civil 1otras personas que son indiscutiblemente tenidas como parte, no parece exagerado permitirle que conceptualmente comparta ese carácter.d) Acción popular: el denunciante de los términos del inc 5º del art 144 no es parte del juicio, pues se limita a efectuar la denuncia.e) Curador a los bienes: la designación de un curador a los bienes es una facultad del juez para el caso de q la demencia aparezca notoria e indudable (art. 148), por lo cual no puede ser considerado parte esencial. Pero un designado tampoco tiene participación en el juicio, ya q su función se remite a la administración de los bienes del insano.f) Curador definitivo. Se lo designa una vez dictada la sentencia de interdicción, razón por la cual solo se constituye en parte a los fines de la rehabilitación.

Intervención del ministerio pupilarAdemás de la representación promiscua q le corresponde desempeñar de acuerdo a lo dispuesto en el art. 59 del CC, le compete tb el patronato destinado al cuidado de la persona y sus bienes cuando ciertas circunstancias lo exigen, como la exigir la declaración de demencia. Esta ultima función es reconocida por el art. 144 inc 3º .Constituye la vía idónea por la cual terceros no autorizados para solicitar la declaración, pueden intentarlo a través del ministerio.La legitimación del ministerio es principal y no subsidiaria de los otros legitimados q le preceden en la numeración legal de manera q pueden ejercerla cuando estaos últimos no lo hubieran hecho, o bien se opusieran a ese ejercicio.El ministerio no se encuentra obligado por el solo conocimiento de los hachos, a instar la declaración formulando la denuncia. Es presupuesto de razonabilidad q la interdicción es para beneficio del insano y su declaración solo se justifica cuando sea la única forma de contemplar los intereses de aquel, de manera d q si las circunstancias del caso demuestren q los mismos se encuentran ya debidamente protegidos y atendidos, la pretensión de tal declaración carecerá de virtualidad y el ministerio podrá abstenerse de pedirla

Curador ad litemPresentada la solicitud de declaración ante el juez competente por parte legitima y acreditada su seriedad mediante certificado médico acompañado, el magistrado en atención a lo dispuesto por el art. 147 del Código Civil designa un curador provisorio para que represente y defienda en el pleito al demandado como demente, hasta que se pronuncie la sentencia definitiva.Se le denomina Curador Ad Litem ya que su función se cumple exclusivamente en litigio (litis) y consiste en averiguar fundamentalmente cuál es el estado de salud mental del denunciado. La gestión finaliza cuando se designa al curador definitivo o se desestima la denuncia. Su intervención es obligatoria en todas las actuaciones judiciales y su ausencia determina la nulidad del proceso.El Código Civil no explica a quien se le debe nombrar curador ad litem, por lo cual la elección es privativa del juez. No obstante en la praxis judiciales, se prefieren extraños al presunto insano para asegurar su imparcialidad.-Naturaleza: es una representación legal y necesaria, ya q la voluntad del denunciado es sustituida x la del representante. Esto explica q el curador obedezca a su propio criterio a diferencia d los representantes convencionales, q lo hacen conforme a instrucciones recibidas. El carácter necesario se debe a q la validez del proceso depende d la participación del curador en él, so pena d nulidad.-Funciones: el art 147 dispone defender al denunciado como insano, siendo necesario determinar el sentido y alcance d la defensa. El curador debe actuar teniendo como fin la protección del insano, d lo q deriva q es totalmente posible su adhesión a la declaración d incapacidad. El curador debe procurar conocer las actividades del presunto demente y hacer presente al juzgado cualquier circunstancia q pueda poner en peligro la persona o bienes d aquél a fin d q se dispongan las medidas conservatorias correspondientes. Dicha incursión extra-procesal se justifica cuando ella evita la desnaturalización q d lo contrario sufriría la función defensiva q le compete.-Designación y Duración: las cualidades del curador constituyen el fundamento d la potestad judicial y exigen un conocimiento del juez. Este funcionario es remunerado y su situación esta prevista en el art 628 del C. Procesal Nac, q afirma q el presunto insano q careciere d bienes o estos solo alcanzaren para su subsistencia, el nombramiento del curador provisional recaerá en el curador oficial d alienados.El art 147 establece q subsisten hasta q se dicte la sentencia definitiva, en cambio el art 626 del CPN dispone q el curador ad-litem continua en sus funciones hasta q se designe la curatela definitiva o se desestime la demanda.

Curador Ad Bona O Provisorio De Bienes. Cuando la demencia aparezca notoria e indudable, el juez mandará inmediatamente a recaudar los bienes del demente y lo entregará a un curador que los administrará hasta la designación del definitivo (art. 148). Este curador es distinto al designado a los fines del proceso. Cuando la demencia no es notoria, la designación de un curador de bienes es facultativa para el juez según se desprende del art. 471 del C.C.. La doctrina ha entendido mayoritariamente que las facultades y funciones de estos curadores se limitan a las prescritas por el art. 488 del C.C.. Por lo tanto los curadores de los bienes solo podrán ejercer actos de administración, de mera custodia y conservación, como los necesarios al cobro de los créditos y el pago de las deudas. Este curador intervendrá en los juicios en que el presunto demente fuera demandado o deban promoverse para la defensa de sus intereses. Si el

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Derecho Civil 1denunciado como demente, fuere menor adulto, corresponde a sus padres o tutores la función de curadores provisorios (art. 149 del C.C. según ley 23.264).Se advierte en este punto, como la legislación civil vuelve a poner su acento en la faz patrimonial. Todas las normas citadas apuntan a la custodia de los bienes del denunciado pero no hay mención de la protección y cuidado de naturaleza personal que una enfermedad mental requiere. Pese al silencio de la ley esta labor también correspondería al curador provisorio, sin perjuicio del deber de asistencia que pesa sobre los cónyuges, ascendientes o descendientes (art. 198, 264, 266, 267, 367, 368, 372, 376 bis del C. C. según leyes 23.515, 23264).

Curador Definitivo.Concluido el proceso el juez dictará sentencia. En ella podrá rechazar la solicitud de declaración de demencia, por no haber sido llevada a su animo la convicción de la existencia de la enfermedad mental ni de sus consecuencias patrimoniales o personales, o resolver hacer lugar a tal pedido declarando la incapacidad por demencia de la persona denunciada nombrándole un curador definitivo para que administre sus bienes y cuide su persona.La designación del curador definitivo ha de hacerse respetando lo dispuesto en el Código Civil que establece a quien corresponde la curatela legitima. El orden establecido por la ley para la designación del curador es el siguiente:1. El marido es el curador legitimo y necesario de su mujer declarada incapaz y ésta es curadora de su marido (art. 476)2. Los hijos mayores de edad son curadores de su padre o madre viudo declarado incapaz. Si hubiere dos o más hijos, el juez elegirá quien debe ejercer la curatela (art. 477).El padre o la madre son curadores de sus hijos solteros o divorciados que no tengan hijos mayores de edad que no puedan desempeñar la curaduría (art. 478 del C.C., reformado por ley 23.515). Es importante señalar que si durante el proceso no se verifican las exigencias legales propias de la declaración de demencia, pero de la prueba rendida resulta inequívocamente que la persona puede dañarse a si misma o sus bienes, por disminución de sus facultades, el juez podrá declarar su inhabilitación en los términos del art. 152 del C.C.

Comprobación d la DemenciaLa prueba en juicio d insanía requiere tratar la clase d pruebas a producir y la valoración d q ella puede ser objeto para la decisión d la causa.D la conjunción d los arts 140 a 142 resulta q este juicio exige la producción d una pericia médica que es indispensable y común a todo proceso d insanía. Esta pericia no tiene por sí carácter excluyente d otros medios probatorios q puedan resultar necesarios para demostrar el grado d determinación q la enfermedad tiene en la conducta gral del enfermo, x constituir esta relación d causalidad el presupuesto jurídico para la declaración d la demencia.

Prueba pericial médicaa) Necesidad, carácter e importancia: la necesidad d producir esta prueba resulta del propio texto legal cuando

impone la verificación previa d la demencia (art 140) a través del examen d facultativos (art 142), del q no se puede prescindir, inclusive en el caso en q la enfermedad fuera notoria, al extremo de encontrarse el insano aislado desde largo tiempo en el manicomio, en razón d constituir ese examen una prueba esencial; le asiste este carácter xq técnicamente la pericia médica representa en los supuestos d insanía una prueba rigurosamente científica, cuya importancia radica en operar como garantía d la justicia y acierto d un pronunciamiento q proyectará sus efectos sobre la capacidad d las personas.

b) Los peritos: conforme al inc 3 del art 626 del CPN, corresponde designar d oficio en el nro d 3 médicos psiquiatras o legistas, para q informen sobre el estado actual d las facultades mentales d un presunto insano. El nombramiento d los mismos es d competencia exclusiva del juez, pudiendo las partes designar un consultor técnico, el q conjuntamente con ellas y sus letrados podrán presenciar las operaciones técnicas q se realicen y formular observaciones q consideren pertinentes (art 458 y 471 del CPN).

c) Contenido: el art 143 del CC prescribe: “Si del examen de facultativos resultare ser efectiva la demencia, deberá ser calificada en su respectivo carácter, y si fuese manía, deberá decirse si es parcial o total”. Los códigos d procedimiento requieren q el informe se pronuncie sobre otras cuestiones además d las previstas x la norma d fondo, para contar así con un cuadro suficientemente ilustrativo q contribuya a una mejor valoración d la pericia (resolución d la causa). El artículo 631 del CPN dispone q el dictamen deberá expedirse con la mayor precisión posible sobre los siguientes puntos: diagnóstico, fecha aproximada en q la enfermedad se manifestó, pronóstico, régimen aconsejable para la protección y asistencia del presunto insano, necesidad d su internación.

d) Sustanciación: del informe d los facultativos deberá dársele traslado al denunciante, al presunto insano y al curador provisional (art 632 CPN), los q podrán alegar sobre las conclusiones q extraen del informe producido, impugnarlo, requerir d los peritos explicaciones en razón d las omisiones o imprecisiones en q incurriere. Iguales facultades tiene el asesor d menores.

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Derecho Civil 1e) Negativa a someterse al examen: la regla gral en materia d pruebas periciales a realizarse sobre el cuerpo d

las personas es q ellas no pueden efectuarse en contra d la voluntad del sujeto sin prejuicio d las presunciones q d su negativa pueden extraerse. Pero en ciertas circunstancias excepcionales, puede incluso actuarse compulsivamente como sucede con la internación a q es sometido el denunciado x insanía cuando no es posible acompañar los certificados (art 625 CPN)

Valoración y Eficacia d la PericiaEn cuanto cosntotuye el aspecto capital de la pericia, la doctrina ha puesto de manifiesto su preocupación al respecto a través d ña exposición de diferentes criterios interpretativos del valor de q aquella tine y la actitud del juzgador ante el dictamen respectivo:

a- Criterio q niega efectos vinculantes para el juez: Un primer criterio (Salvat, Borda Aráuz Castex) afirma q en razón d no tener recepción en nuestro Dcho el sistema de las pruebas legales, el dictamen pericial carece de valor vinculante para el juez, a cuya apreciación crítica se halla sometido tal como ocurre con cualquier otra prueba. Pese a ello se reconoce q se rtrata de una prueba de relevante importancia, que salvo casos excepcionales, constituye siempre la base de la sentencia en esta clase de juicios, d manera q la sana crítica aconseja admitir sus conclusiones cuando se tarta de pericias imparciales apoyada sobre sólidos ppios y no se puede oponer fundadas razones de orden científico o legal; más aun si los dictamines de los peritos fueran concordantes y categóricos.

b- Criterio de Orgaz: distingue el valor del dictamen según sea la consideración médica po jurídica q d el se haga. Desde el punto d vista psiquiátrico, reuniendo el informe las condiciones necesarias y no presentando divergencias, el mismo resulta obligatorio para el juez, ya q su producción obedece al mandato d la ley q lo impone como requisito esencial d la declaración, con el objeto no solo d ilustrar el criterio del juez sino tbn construir una prueba para el ppio denunciado. Por ser el único medio d prueba dispuesto pro la ley p/ la comprobación del presupuesto patológico d la interdicción, el juez no podría invocar otra prueba p/ desvirtuar el informe médico ni desecharlo mediante una consideración crítica por carecer de los conocimientos indispensables. En cambio desde el punto d vista jurídico el dictamen d los médicos no es obligatorio para el juez, aun cuando ellos se hubieren pronunciado sobre la posibilidad del denunciado p/ dirigir su persona y administrar su asuntos.

c- Llambías pensando q la fusión de la pericia medica es servir como garantía de justicia y acierto de una decisión q proyectara sus efectos sobre la capacidad de la persona, sostiene el examen medica es algo q asevera q el denunciado está sano, no puede el juez en ese caso apartarse del mismo porq ello significaría desconocer aquella función. si el dictamen resulta por la enfermedad de aquél, el juez tendrá q persuadirse por otras pruebas persuadirse de la opinión contraria para decidir la causa en ese sentido. en base a este criterio se han dictaminado varias sentencias. otros boga por la libre apreciación de la prueba, aduciendo q su valor de garantía se cumple por su producción y no porq sus conclusiones guarden un dterminad sentido, o sean recogidas absolutamente por el juez. A ello se agrega q las funciones judiciales son transferidas a los peritos, y q la distancia del juez podía estar fundada en razones muy serias y fundamentadas. La posibilidad de abuso del juez es inexistente en el orden nacional, pues aun cuando la sentencia no fuera apelada, debe elevar el proceso a la cámara de apelaciones (art. 633 del CPN).

Nulidad de los actos.Los actos posteriores a la interdicción son nulos en razón de que el vicio que los afecta aparece manifiesto.En orden al carácter de la nulidad, la misma es relativa en tanto ella está dispuesta en beneficio del propio incapaz y es susceptible, por tanto de confirmación.La prescripción, conforme ya se ha anticipado, opera al cabo de los dos años corridos desde la fecha de la celebración del acto, atento a los términos del art. 4031 del Código Civil, aplicable al caso.

La Declaración JudicialLa sentencia dictada en juicio x declaración d demencia, exige considerarla, x una parte, como acto procesal, y por otra en cuanto a las consecuencias del derecho sustancial y formal q ella produce.

1.la sentencia como acto procesal: 1. carácter: la doctrina disiente acerca d si se trata d una sentencia declarativa o constitutiva,

habiéndose desarrollado distintos criterios. Algunos autores consideran q se trata d una sentencia constitutiva en tanto no declara una situación preexistente, sino q modifica la capacidad del denunciado como demente (Busso) Buteler sostiene q la sentencia cumple solo una función declarativa, desde q establece la incapacidad del denunciado dps d haber probado en el proceso el hecho q x imperio d la ley genera esa incapacidad. Couture y Podetti han calificado la sentencia como heterogénea y participando d los 2 caracteres d la sentencia, declarativas y constitutivas. 1º en cuanto constata en el caso

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Derecho Civil 1concreto la presencia d presupuestos configurativos d la demencia; lo 2º, en cuanto luego d la constatación d los hechos, declara la interdicción del sujeto.

2. efecto d la sentencia civil en juicio penal: a raíz d la distinción entre capacidad y discernimiento, el art 151 dispone q: La sentencia sobre demencia y su cesación, sólo hacen cosa juzgada en el juicio civil, para los efectos declarados en este Código, mas no en juicio criminal, para excluir una imputación de delitos o dar lugar a condenaciones. Es decir, q declarada una persona como demente, esta podría tener responsabilidad penal si se probare q el delito cometido ha obedecido a un obrar inteligente como consecuencia d hallarse en un intervalo lúcido. O bien, podría haber actuado la persona ilícitamente en virtud d una pérdida ocasional del discernimiento, en cuyo caso podría ser penalmente irresponsable.

3. efecto d una sentencia penal en un juicio civil: la independencia q en la materia existe entre uno y otro fuero, explica tbn lo establecido x el art 152: Tampoco constituye cosa juzgada en el juicio civil, para los efectos de que se trata en los Artículo s precedentes, cualquiera sentencia en un juicio criminal que no hubiese hecho lugar a la acusación por motivo de la demencia del acusado, o que lo hubiese condenado como si no fuese demente el procesado.

b- El juicio d insanía y la sentencia d inhabilitación: el juicio d insanía puede concluir x sentencia q declare no ya la demencia sino la inhabilitación del denunciado con arreglo del art 152 bis: Podrá inhabilitarse judicialmente: 1ro. A quienes por embriaguez habitual o uso de estupefacientes estén expuestos a otorgar actos jurídicos perjudiciales a su persona o patrimonio; 2do. A los disminuidos en sus facultades cuando sin llegar al supuesto previsto en el Artículo  141 de este Código, el juez estime que del ejercicio de su plena capacidad pueda resultar presumiblemente daño a su persona o patrimonio; 3ro. A quienes por la prodigalidad en los actos de administración y disposición de sus bienes expusiesen a su familia a la pérdida del patrimonio. Sólo procederá en este caso la inhabilitación si la persona imputada tuviere cónyuge, ascendientes o descendientes y hubiere dilapidado una parte importante de su patrimonio. La acción para obtener esta inhabilitación sólo corresponderá al cónyuge, ascendientes y descendientes. Se nombrará un curador al inhabilitado y se aplicarán en lo pertinente las normas relativas a la declaración de incapacidad por demencia y rehabilitación. Sin la conformidad del curador los inhabilitados no podrán disponer de sus bienes por actos entre vivos. Los inhabilitados podrán otorgar por sí solos actos de administración, salvo los que limite la sentencia de inhabilitación teniendo en cuenta las circunstancias del caso. En efecto el art 633 del CPN dispone: “si no se verificase la incapacidad, pero d la prueba resultare inequívocamente q d el ejercicio d la plena capacidad pudiere resultar daño a la persona o al patrimonio d quien sin haber sido hallado demente presenta disminución d sus facultades, el juez podrá declarado inhabilitado en la forma y con el alcance previsto en el art 152 bis del CC”.

c- Sentencia q declara la insanía: la sentencia q declare insano al denunciado produce efectos sustanciales y formales.

1. d derecho sustancial, en tanto determina la condición jurídica d incapaz absoluto de hecho del demente, resultando nulo, d ahí en más, los actos q el mismo otorgue, y anulables los actos anteriores a tal declaración, si la causa d ésta existía públicamente en la época en q ellos fueron celebrados, d manera q la sentencia d interdicción viene a incidir retroactivamente.

2. d derecho formal, en cuanto una vez firme la sentencia, desaparece la legitimación del denunciante y cesan en sus funciones los curadores ad litem y a los bienes, y a partir d entonces sólo se revisten la calidad d partes el curador definitivo, el ministerio pupilar y el demente, aunq este al sólo efecto d promover su rehabilitación (art 635 CPN)

La Situación Jurídica Del Demente En Cuanto A La Capacidad: Antes, Durante Y Después Del Proceso / Efectos Jurídicos d la Declaración d Demencia.Es necesario analizar la situación jurídica del demente no declarado judicialmente en el plano de la capacidad, la responsabilidad y el valor d sus actos.La Capacidad. El principio general que rige a este respecto es innegable: mientras no se dicte la declaración judicial de interdicción el insano es una persona capaz de gestionar sus derechos y proveer al cuidado o descuido de su persona. Lo cual se comprende porque la capacidad es un asunto que maneja la ley y que en este caso lo hace a través de un procedimiento de incapacitación que no ha sido cumplido. La Responsabilidad: la falta d discernimiento constituye el fundamento d la imputabilidad y esta determina la responsabilidad del sujeto agente del acto. La falta d esa aptitud como consecuencia d la enfermedad mental constituye el presupuesto d la incapacidad, cuyo grado d incidencia en la responsabilidad del interdicto varía según q sus actos fueren lícitos o ilícitos.

a) lícitos: cabe distinguir entre los actos anteriores y posteriores a la interdicción, debiendo destacarse en cuanto a los posteriores q inclusive cuando mediare el discernimiento x haber sido obrados durante el intervalo lúcido, no generan responsabilidad d su autor, pues la ley los tiene x inválidos. Tratándose d los actos anteriores a la declaración, q no sean anulados, a los efectos d determinar la responsabilidad q ellos pueden causar al enfermo, es necesario distinguir los distintos tipos d obligaciones resultantes: los q pueden ser satisfechos a través del representante legal del demente, general la responsabilidad d este

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Derecho Civil 1último. Cuando se trata d obligaciones intuito personae, dado q el carácter personalísimo d ellas exige la intervención misma del obligado, cuya posterior demencia le exime d responsabilidad.

b) Actos lícitos: cabe recordar q la responsabilidad depende exclusivamente del discernimiento, d manera q aquella tendrá o no lugar en la medida en q el acto haya sido ejecutado con o sin discernimiento, resultando pues d aplicación al caso cuanto, en materia d responsabilidad x esta clase d actos, ya se ha dicho para el supuesto del simple insano.

Valor d los actos del demente: 1. Actos Anteriores Al Juicio.

a- Planteamiento del caso . El caso esta referido a los actos de quien con posterioridad a su celebración, es declarado demente y el juzgamiento del valor de esos actos acontece luego de dicha interdicción. Adviértase entonces que la sentencia viene por esta razón a proyectar su influencia recíprocamente.

b- Texto implicado . El supuesto tiene consideración legal en el art. 473, cuando prescribe que: “Los (actos) anteriores a la declaración de incapacidad podrán ser anulados, si la causa de la interdicción declarada por el juez, existía públicamente en la época en que los actos fueron ejecutados”.

c- Aplicación . La declaración de demencia .posterior a la celebración del acto justifica que, para restarle validez, baste solo probar que la enfermedad existía públicamente en la época en que el acto se celebró. Ello por cuanto la comprobación que se ha hecho de la enfermedad al declarar la demencia, confirma la sospecha de la invalidez del acto celebrado en la época en que la enfermedad era pública. De ahí que se justifique, en este caso un menor rigor probatorio en cuanto se trata de actos otorgados por un simple insano, en cuyo caso, se recordará, debe probarse la falta de discernimiento al momento mismo de la realización del acto que se cuestiona.

d- Prueba . La prueba de la existencia de la enfermedad mental a la época del otorgamiento del acto, así como su notoriedad, debe suministrarla el representante legal del demente que pretende la anulación del negocio jurídico otorgado antes de la sentencia de interdicción.Ello no queda satisfecho con la declaración que el juez declaró la demencia, haya hecho acerca de la época en que pudo haber aparecido la enfermedad mental, pues tal manifestación tiene efecto de cosa juzgada en los procesos de nulidad de los actos obrados por el demente antes de la interdicción, a lo sumo, puede decirse que crea una suerte de periodo de sospecha, pero en el que no varía la regla de que los actos anteriores a la interdicción son en principio válidos y la carga de la prueba de los recaudos nulificantes recaen sobre el curador del demente.

e- Supuestos de la demencia no notoria . La ley 17.711 agregó al texto antes trascripto, la prevención por la que no siendo notoria la demencia, “la nulidad no puede hacerse valer, haya habido o no sentencia de incapacidad, contra contratantes de buena fe y a título oneroso”.En el caso de que no se pruebe la notoriedad de la demencia, para anular el acto es preciso acreditar que el cocontratante no era de buena fe por ser conocedor de la enfermedad del otro, o que se trate de un acto a título gratuito.Las dudas que pudiere arrojar la producción de la prueba, deben resolverse a favor de la validez del acto, pues prevalece la presunción de capacidad de la que el sujeto gozaba de otorgar el negocio cuestionado.

2. Actos Contemporáneos Al Juicio. A propósito de la sustanciación del juicio de insania y conforme al art. 148, puede ocurrir que haya lugar o no a la designación de un curador de bienes.De no haber curador ad bona, el denunciado conserva toda su capacidad jurídico, y en consecuencia, los actos por el realizados durante la tramitación del juicio, gozan de la validez que quedará corroborada por la sentencia en caso de que esta rechace la petición de interdicción, o expuestos a impugnación con arreglo a lo prescripto por el art. 473, si la demencia es declarada.En el supuesto de que hubiere mediado la designación del curador, la capacidad del denunciado sufre una suspensión parcial y condicional en orden a los actos jurídicos patrimoniales. Por ello esta clase de actos solo pueden ser practicados por ese representante legal, y en consecuencia, estarán viciados de nulidad los que el presunto insano otorgare por sí salvo que la sentencia desestimare la denuncia, en cuyo caso, aquella suspensión queda levantada retroactivamente y resultan válidos dichos actos.3.Actos Posteriores Al Juicio.

a- Textos implicados. El supuesto tiene expresa regulación a través del art. 472, en cuanto dispone: “Si la sentencia que concluya el juicio, declarase incapaz al demandado, serán de ningún valor los actos posteriores de administración que el incapaz celebrare”. La solución legal guarda relación con el principio establecido por el art. 1040 que establece: “El acto jurídico para ser válido, debe ser otorgado por persona capaz de cambiar el estado de derecho”, de manera que “Son nulos los actos jurídicos otorgados por personas absolutamente incapaces por su dependencia de una representación necesaria” (art. 1041), como precisamente es el caso de los dementes.

b- Actos a los que los comprende. El art. 472 hace referencia solo a los actos de administración porque es esta la clase de actos que incumbe a la curatela, dentro de cuya regulación legal se encuentra incluido el art. referido, pero ello no obsta para considerar comprendidos por él a cualquier clase de actos jurídicos.

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Derecho Civil 1c- Terceros de buena fe y a título oneroso. Cuestión discutida es la relativa a si la excepción dispuesta por la

segunda parte del art. 473, validez de los actos otorgados con cocontratantes de buena fe y a título oneroso no siendo notoria la demencia, es aplicable o no a los actos del demente interdicto.- Al respecto, una corriente de opinión (Borda, Llambías, Rivera) entiende que dicha excepción alcanza también a los actos posteriores a la interdicción. Así Borda sostiene, la interpretación del texto legal en cuanto prescribe que, en el caso referido, la nulidad no puede hacerse valer haya habido o no sentencia de incapacidad, destacando las diferencias con que la inoponibilidad de la acción de nulidad opera en uno u otro caso. Así sostiene que, no mediando sentencia de interdicción del acto del insano se reputa válido y, en consecuencia, el legitimado para entablar la acción es quien deberá probar la notoriedad de la enfermedad o el conocimiento de ésta por el tercero o el carácter gratuito del acto. Si en cambio, hubiere declaración de la demencia, es el cocontratante quien deberá probar la falta de notoriedad de la enfermedad y el carácter oneroso del acto, no ocurriendo lo propio con su buena fe porque esta se presume, aun cuando ello puede ser desvirtuado por los interesados en la nulidad.- Otra corriente sostiene que la excepción del art. 473 no es aplicable a los actos del interdicto, de lo contrario se estaría desvirtuando el propósito de protección jurídica que la ley persigue a favor del demente mediante la declaración de su interdicción civil. Por otra parte, se agrega, la inscripción de la sentencia en el Registro de Estado Civil y Capacidad de las Personas, a raíz de la publicidad que ella genera, crea una presunción de conocimiento por parte de terceros del estado de demencia, que les impide invocar la buena fe necesaria para que tenga lugar el amparo de la mentada excepción que consagra la segunda parte del art. 473.

PublicidadEn la Capital Federal, la sentencia d inhabilitación se inscribe en el registro d incapaces creado x una acordada d la cámara civil, peor el recobro d la capacidad del inhabilitado no depende d la inscripción d la sentencia, formalidad no prevista en el CC, q solo persigue la finalidad d publicidad para terceros.

Cosa juzgadaComo una mera aplicación del principio de ausencia de valor de la sentencia civil sobre la criminal, dispone el art. 151 del Código Civil: “las sentencia sobre demencia y su cesación, solo hacen cosa juzgada en el juicio civil, para los efectos declarados en este Código; más no en juicio criminal, para excluir una imputación de delitos o dar lugar a condenaciones”.

De modo que la sentencia civil que declara interdicto al demente, no impide la condena penal, si el sujeto tenía discernimiento, por ejemplo, por transitar un intervalo lúcido, al momento de ejecutar el delito. Y a la inversa, el sujeto respecto de la cual se rechazó la interdicción por demencia en lo civil, podrá ser igualmente absuelto, si al realizar el acto carecía de discernimiento (art. 34, inc. 1 del C. Penal).En síntesis, la condena o absolución dependen del estado mental al tiempo de la acción y no de la declaración de demencia en lo civil, siendo igualmente indiferente a los efectos del sentido la sentencia penal, la situación del interdicto y del no interdicto,También carece de relevancia sobre lo civil, toda constatación del juez penal sobre la demencia o no del acusado. Esto es, si lo absuelve por causa de demencia, ello no impide que se rechace el pedido de interdicción en sede civil: “Tampoco constituye una cosa juzgada en el juicio civil, para los efectos que se trata en los artículos precedentes, cualquier sentencia en juicio criminal que no hubiese hecho lugar a la acusación por motivo de la demencia del acusado” (art. 152, 1 parte del Código Civil). Tampoco la absolución por causa de demencia impide la condena de reparación civil aunque unicamente procedería, por razones de equidad o enriquecimiento sin causa (art. 907, Código Civil).En el caso inverso tampoco existe influencia: si el juez penal declara condenando que no existe inimputabilidad por demencia el juez civil puede igualmente declarar al sujeto demente interdicto. Dispone el art. 152 del Código, en su segunda parte, que la sentencia penal que “hubiese condenado al acusado como si no fuese demente” tampoco constituye una cosa juzgada en el juicio civil (de declaración de demencia). En cambio dicha constatación sobre la falta de demencia efectuada por el juez penal, sí hace cosa juzgada, en opinión de Mosset Iturraspe, sobre la sentencia civil resarcitoria (pues atañe a las circunstancias del “hecho principal”, impidiendo que se rechace la demanda con fundamento en una falta de discernimiento en los términos del art. 900 del Código Civil).

Situación Jurídica Del Demente No Sujeto A Curatela.Mientras el demente no haya sido declarado tal en juicio conserva, en principio, su plena capacidad civil (art. 140). Ello no significa, sin embargo que sus actos sean válidos, pues comprobada la demencia a pedido de parte interesada, aquellos no pueden reputarse voluntarios, y por lo tanto están sujetos a impugnación.Como prima facie una persona no declarada demente debe reputarse sana, el Código ha fijado con precisión las condiciones que deben llenarse para poder impugnar sus actos.a) Actos entre vivos atacados de nulidad en vida del demente.

El art. 473 dispone que los actos anteriores a la declaración de demencia podrán ser anulados si la causa de interdicción declarada por el juez existía públicamente en la época en que ellos fueron efectuados. La palabra

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Derecho Civil 1públicamente contenida en el texto legal no significa que sea indispensable el público conocimiento, basta que sea notoria para la persona que pretende hacer valer el acto.

b) Actos entre vivos atacados de nulidad después de la muerte del demente.Pero si la acción de nulidad se inicia después de la muerte del presunto demente solo puede prosperar en

caso de que ocurra una de estas circunstancias:1. Que la demencia resulte del acto mismo, por ejemplo, la permuta de una valiosa colección de cuadros por

una bicicleta.2. Que el acto impugnado se haya celebrado después de iniciado el juicio de insanía (art. 474).

O quien contrató con el enfermo conocía la existencia de la causa de incapacidad. No existen razones para mantener la validez del acto a favor de quien procedió de mala fe (art. 474, última párrafo, C.C.).

No importa que la enfermedad haya sido pública o notoria: aun en este caso no podrá intentarse la acción de nulidad por los herederos, salvo las dos hipótesis mencionadas.

Esta severidad de la ley, que en algunos casos puede parecer excesiva, tiene razón de ser en la necesidad de evitar pleitos promovidos por los herederos para impugnar los contratos celebrados entre el causante y terceros, que muchas veces son de prueba dificil, tanto más si el acto en si parece razonable. Pero si el acto mismo está revelando la perturbación mental, como por ejemplo, si contuviera cláusulas absurdas, redacción incoherente, ventajas injustificadas y excesivas para la otra parte, corresponde la anulación. También procede cuando la demanda de insania ya se haya intentado, porque ella crea una nueva presunción que autoriza a considerar con mayor latitud la prueba. Es claro, en este último caso, no basta con probar la iniciación de la insania para que proceda la acción de nulidad, es preciso, además que demuestre que el fallecido estaba demente cuando celebró el acto.

c) Nulidad de las disposiciones de última voluntad.Respecto de los actos de última voluntad, la ley es menos severa. Basta probar que el testador no se hallaba

en completa razón al tiempo de hacer disposiciones, para que la nulidad prospere (art. 3616). No es necesario, por consiguiente, que la demencia surja del mismo testamento o que se hubiera iniciado el correspondiente juicio de insania, como en el caso de que se impugnen actos entre vivos. Ahora bien, la prueba debe ser concluyente y no dejar duda alguna en el ánimo del juez, pues en caso de duda la ley presume que toda persona está en su sano juicio (art. 3616, ap. 1)

El agregado del art. 482 del CC Interacción Del Demente Interdicto.Consideraciones Generales.Las personas pueden padecer perturbaciones mentales de diversos orígenes que requieran su internación en establecimientos especiales.El primer derecho del enfermo que debe internarse, se ha dicho, es poder hacerlo. En consecuencia la salud, como derecho primordial del hombre, reclama que se garantice tal procedimiento terapéutico, que se realice en condiciones dignas y que cese cuando su necesidad haya sido superada.La internación de estos enfermos sin embargo, afecta la libertad personal por lo que la protección de este derecho personalismo exige que se tomen especiales recaudos para su custodia.La tendencia normativas actuales apuntan a reglamentar estas situaciones, a fin de evitar excesos y asegurar la eficacia de las medidas adoptadas.El ingreso y egreso de establecimientos de salud mental se encuentra reglamentado por la ley 22.914, que es una ley sancionada por el Congreso Nacional actuando como legislatura local para la Capital Federal, la que regula la internación en establecimientos de salud mental.La internación por insanidad mental, compromete gravemente a la persona tanto en su propia individualidad como en el orden familiar.Sus derechos e intereses de toda índole, se encuentran expuestos al riesgo de ser menoscabado o desconocidos como consecuencias de las concepciones médico-sociales y administrativo- sanitarias, que gobiernan su internación, cuando no por obra de los mezquinos intereses y sentimientos de terceros actúan merced a ella.Es así como, más allá de las preocupaciones de la ciencia médica o de las regulaciones legales, la realidad de los hechos demuestra desde antiguo, cómo, por su condición de enfermo y de incapaz el demente es considerado y tratado como un marginado social, las más de las veces con desprecio por su condición y despreocupación por su realidad.Es entonces función del Derecho tomar a su cargo esta ultima para superarla en el presente y evitarla en el futuro, a través de un adecuado tratamiento legal de la internación enderezada a considerar principalmente al propio enfermo, siendo punto de partida para ello la determinación de cuáles son los derechos fundamentales que como internado le asisten y deben serle respetados.Cárdenas se ha encargado de sistematizar los “derechos del internado”, refiriendo como tales:- El derecho a la internación, de manera que el enfermo que la necesita pueda tenerla en condiciones de tales que propicien su recuperación, o al menos eviten el agravamiento de su estado, siendo función principal del Estado garantizar este derecho como expresión del deber que tiene de promover el bienestar general.

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Derecho Civil 1- El derecho a una alternativa favorecedora de su libertad, atento a los nuevos sistemas y medios terapéuticos permiten sustituir, con creces, en sus resultados a la clásica internación, la que ha de ser el último recursos a aplicar desde que la experiencia ha demostrado los efectos contraproducentes que ella puede tener cuando es aplicada innecesariamente o por más que el debido. Así de la razonabilidad de la internación depende su legitimidad.- El derecho al egreso, que ha de operar tan pronto como hayan cesado las causas que determinaron la internación, o bien cuando han sido logrados los objetivos perseguidos con ella o estos pueden ser alcanzados por otros medios terapéuticos. Al respecto se ha afirmado con acierto que la internación debe ser el inicio de un proceso destinado al egreso, y no su punto final.- El derecho a la protección del Estado, brindada por el poder judicial a través de sus magistrados y funcionarios competentes, que sustituya la falta de poder económico y social de los enfermos y les garantizan el respeto de los derechos antes referidos.- El derecho al tratamiento, como medio para lograr en la medida de lo posible la recuperación de la salud mental, de manera que las omisiones, negligencias o retrasos en la prestación del mismo, conforme a las particularidades del caso concreto, pueden restarle justificación a la internación tornándola ilegitima.- El derecho a conocer el programa terapéutico que, complementado al anterior, permitirá al enfermo conocer el tratamiento al que ha de ser sometido; sin perjuicio de igual conocimiento que debe tener el juez que dispuso la internación, el ministerio público y el curador.- El derecho a la comunicación, en cuanto constituye una atenuación a la restricción de la libertad personal del enfermo internado, a las circunstancias de su internación mediante la información que con relación a ellas puede transmitir a los terceros. Para Rivera el impedir o entorpecer esta comunicación afectaría la legitimidad de la internación.- El derecho a la protección del patrimonio a través de la acción del Poder Judicial en subsidio de la imposibilidad que el enfermo tiene de poder hacerlo por sí, principalmente cuando él carece de representación por no haberse declarado su interdicción- El derecho al trabajo, a la rehabilitación y a la resocialización.

Texto Legal.El art. 482 dispone que: “El demente no será privado de su libertad personal sino en los casos en que sea de temer, usando de ella, se dañe a sí mismo, a otros. No podrá tampoco ser trasladado a una casa de dementes sin autorización judicial”.El texto transcripto exige considerar los caracteres que en nuestro derecho tiene esta internación como así también los casos en que ella procede y los requisitos que la condicionen.

Caracteres.La internación es:- Excepcional: dado que compromete el derecho personalisimo a la libertad ambulatoria, dado que se debe recurrir en aquellos casos en que lo que se exija es una necesidad de defensa social o individual.- Subsidiario: respecto de otros medios para cuya elección deberán ser valorados, optativamente con la internación, con relación a la celeridad y eficacia con que puedan lograrse a los fines preventivos o terapéuticos perseguidos. Es por eso que la internación es él ultimo recurso para el problema médico, social y familiar que crea la demencia; - Transitoria. Puesto que debe cesar tan pronto desaparezcan las causas que la justifican, o bien, cuando sea posible y eficaz sustituir por otro sistema terapéutico.

Interacción Preventiva Y Terapéutica.El primer párrafo del art. 484 dio lugar a interpretaciones diversas acerca de su alcance. En efecto un importante sector de la doctrina nacional consideró que solo se refería a las internaciones preventivas, esto es, a la relativa a los dementes peligrosos que pudieran dañarse a sí mismo o a terceros.Contra esta tesis reaccionó Molinas, para quien también comprendía las internaciones terapéuticas afirmando que no efectuar esta internación constituiría un daño para el insano, y el curador que las omitiera incurriría en el incumplimiento de sus funciones.La ley 17.711 agregó dos párrafos al art. 482, pero en alguna medida dejó subsistente la cuestión planteada con el viejo texto, pues no modificó el primer párrafo.Rivera considera que es admisible la orden judicial de internación del insano no peligroso cuando lo exija su tratamiento. Ello no quiere decir, afirma éste, que se lesione su derecho a la libertad, pues lo que se persigue con el tratamiento y la internación es el mejoramiento de su salud, y por ende, un mejor goce futuro de esa misma libertad. Esta tesis encuentra adecuado sustentado en la ultima parte del art. 482, agregada por la ley 17.711 en cuanto dispone que: “a pedido de las personas enumeradas en el art. 144, el juez podrá previa información sumaria, disponer la internación de quien se encuentra afectada de enfermedades mentales aunque no justifique la declaración de demencia..., que requiera asistencia en establecimiento adecuado”.

Otras Internaciones.86

Derecho Civil 1Cabe considerar la cuestión relativa a la simple internación, entendiéndose por tal aquella que es pretendida por razones distintas a las estrictamente preventivas o terapéuticas, como lo son entre otras de procurarle una mejor atención al enfermo, ocultar socialmente su existencia, o gozar los integrantes mayor comodidad, a cuyo efecto se deriva la atención del enfermo a instituciones destinadas a ese fin. En alguna medida puede privar en esta internación la idea de prestar al enfermo un servicio de hospedaje que venga a sustituir la habitación del mismo con su grupo familiar. Al respecto, como regla general, Rivera considera improcedente esta clase de internación en virtud de carecer, tanto las razones, como los propósitos de esta, de la entidad necesaria como para justificar la desatención de los derechos a la libertad y al arraigo familiar que le asisten al enfermo.El principio de solidaridad que le impone a los familiares él deber de prestarle habitación y debida atención al enfermo. Así el art. 482, 3 parte in fine prescribe que la internación del enfermo deberá evitarse “si pueden prestarle debida asistencia las personas obligadas a la prestación de alimentos”.A impedir este tipo de internaciones concurre el argumento de que Velez desecho la “notable incomodidad” a terceros, que como causal de internación contemplaba el art. 466 del C. C. Chileno, fuente del art. 482 del C.C..En cambio, la internación resultaría procedente si la presencia del demente fuera paulatinamente provocando una alteración tal en la armonía familiar, para evitar el riesgo del desquicio, se impusiera la necesidad de excluirlo del seno familiar para hospededarlo en un establecimiento adecuado. En el punto puede tenerse en cuenta el argumento que emana del art. 203, en tanto dispone que es causa de separación personal (e indirectamente de divorcio vincular, art. 238) las alteraciones mentales graves de carácter permanente que provocan trastornos de conducta que impiden la vida en común, no solo entre los esposos, sino, aun más del cónyuge enfermo con los hijos.

Requisitos.Para que proceda la internación preventiva, la peligrosidad debe ser concreta y real, pudiendo, ser potencial la posibilidad del daño así lo sugiere el presupuesto legal hipotético de temer que el demente, usando su libertad, se dañe así mismo o dañe a otros.Por su parte la internación terapéutica deberá acreditar la necesidad del tratamiento que será prestado y finalmente demostrar que es el único y adecuado.’Si hubiere, esta a de ser de carácter muy excepcional y solo en caso de acreditarse suficientemente el hecho de convivencia del demente con el grupo de familia fuera la causa de una seria, grave e incorregible perturbación del orden familiar.Por ultimo, constituye requisito indispensable la autorización judicial, desde que la internación compromete uno de los derechos fundamentales de la persona amparado por garantías constitucionales y ella será concedida cuando concurran los recaudos antes expresados.Naturalmente atendiendo a la legitimidad de ciertas internaciones terapéuticas y simples internaciones, no es recaudo exigible que medie sentencia declarativa de demencia.

La Internacion Por Autoridad Policial.La ley 17.711 agregó al art. 482 un segundo párrafo en virtud de la cual: “las autoridades policiales podrán disponer la internación, dando inmediata cuenta al juez de las personas que por padecer enfermedades mentales, por ser alcohólicas crónicas o toxicómanos pudieren dañar su salud o la de terceros o afectaren la tranquilidad pública. Dicha internación solo podrá ordenarse previo dictamen del médico oficial”.Este tipo de internación procede tanto respecto de insanos declarados como los que no han sido, aun cuando en diferente grado.En efecto, con relación a los primeros, pudiendo el juez de la causa ordenar la internación, Rivera interpreta que la dispuesta policialmente solo procederá con carácter subsidiario en caso de tal urgencia que, por le eminencia del riesgo es imposible por una parte de contar la previa intervención de aquel y por otra se impone la inmediatez de la intervención no dándose tales presupuestos, la internación policial resultaría improcedente y por lo tanto, ilegitima, respecto de los insanos no declarados la posibilidad de daños a si mismo, como a terceros o la afectación de la tranquilidad pública por parte del enfermo autoriza la actuación en grado originario y principal de la autoridad policial, la que deberá dar intervención al juez.En ambos casos la internación exige un dictamen previo del médico oficial, entendiéndose por tal (como refiere Cárdenas) el que goza de autoridad emanada del Estado, por lo que tendrá ese carácter cualquier médico de un establecimiento público sea nacional, provincial o municipal.

Ley 22.914.a. Distintos casos previstos . La ley prevé los distintos casos de internación (art. 1): Por orden Judicial; a instancia del propio interesado o de su representante legal; por disposición policial; de urgencia y establece los requisitos exigidos por cada uno de ellos, destacándose como regla común el examen médico inmediato a la internación y la pronta comunicación de esta al Ministerio Público y a los parientes del internado u otras personas que este indique (art. 6).Tratándose de internación por orden judicial no se dispone requisitos específicos, habida cuenta que ella se justifica por si misma, en razón del control natural del juez que la dispone.

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Derecho Civil 1b. Internación requerida por el enfermo. Si la internación obedeciere a la iniciativa del propio interesado o su representante legal, art. 2, el pedido formulado a la autoridad del establecimiento deberá estar acompañado de un dictamen médico que identificando el posible internado, indique él diagnostico o opinión fundada, sobre la necesidad de la internación. Admitida esta la autoridad practicara dentro de las 48 horas su propio dictamen médico y dentro de las 72 hs deberá comunicar la internación al Ministerio Público cuando el caso pudiere encuadrar en lo dispuesto por el art. 141, 152 bis inc. 1 y 2 o 483, párrafo 2 y 3 del Código Civil, o el interesado haya registrado una internación anterior. Igual comunicación debe formularse, en cualquier otro caso, sí la internación supera el lapso de 20 días.Dicha comunicación es impuesta a fin de que el asesor de menores e incapaces, tomando conocimiento el hecho ejercite la legitimación que le compete para iniciar el juicio de insania o inhabilitación y/o, a propósito de ello si fuera pertinente, convertirse la internación voluntaria en judicial. En los casos del art. 482 2 y 3 párrafo esa comunicación, explica Cárdenas, persigue que el juez evite la intervención intempestiva de una internación voluntaria, cuando la continuidad de ella es necesaria en razón de la protección o asistencia de la salud del internado, o bien por que así lo demanda el resguardo de la salud de terceros o de la tranquilidad pública. Si la internación se prolongare por mas de 20 días, la comunicación tiene por fin avisar para que este, atento al ya prudencial lapso transcurrido, se interese por el caso y adopte por las medidas que pudieran ser necesarias. Al mismo propósito obedece la comunicación en el caso de reiterarse las internaciones por el menor tiempo al señalado. (Lo cual es posible determinar por medio de la historia clínica que se debe confeccionar a cada internado, art. 7 ley citada). Para evitar mediante ella que se encubra una internación prolongada, y de ese modo soslayar la prevención legal.c. Intervención policial. En caso de que la intervención hubiese procedido por disposición de autoridad policial (art. 3), la dirección del establecimiento donde se ha practicado la internación debe comunicarla dentro de las 24 hs. al ministerio público, acompañando copias tanto del dictamen médico oficial dispuesto previamente por la autoridad policial, como del que se debe practicar una vez producida la internación. Además, si en el sexto día de su transcurso no media notificación judicial ordenando mantener la internación, la dirección debe notificar tal situación a aquel ministerio, encontrándose habilitada para disponer por su sola autoridad la externación, si dentro del noveno día de ocurrida la internación no recibiere orden judicial que disponga mantenerla.d. Internación de urgencia. Si la internación fuere de urgencia (art. 4) el director del establecimiento procederá de igual manera que en el caso de internación por autoridad judicial, con la salvedad de que aquel podrá disponer el cese de la misma tan pronto desaparezcan las causas que la motivaron.e. Deberes Judiciales. Complementando las garantías que para el internado significan los requisitos antes expuestos, el sistema de la ley permite la intervención judicial constante y que para ella sea efectiva dispone el impulso procesal de oficio (art. 9). Además, impone verificar las condiciones de alojamiento, cuidado personal y atención médica de los internados (art. 10), quienes, a su vez no podrán ser privados de las visitas de su representación legal o del defensor oficial previsto por el art. 482 (art. 8).La ley procura resguardar la libertad del internado no solo asegurando la justificación de la internación, sino que además propicia el egreso al prescribir que los jueces dispondrán de oficio de todas las medidas apropiadas para que las internaciones se limiten al tiempo indispensable requerido por las necesidades terapéuticas y la seguridad del internado o de los terceros, a cuyo efecto el director del establecimiento brindará la información pertinente (art. 11)Finalmente la norma determina también cuales son los deberes de los asesores de menores e incapaces respecto de los internados objeto de su intervención (art. 12) y establece además, las responsabilidades que les incumben a los directores de los establecimientos asistenciales.

El problema de los intervalos lúcidosConsiste en lapso de remisión de la enfermedad mediante la cual el paciente recobra el completo dominio de sus facultades mentales. El intervalo lucido carece de significación jurídica en cuanto:

a- A la posibilidad de declarar la interdicción del sujeto enfermo, pues como se ha visto por el art. 141: Se declaran incapaces por demencia las personas que por causa de enfermedades mentales no tengan aptitud para dirigir su persona o administrar sus bienes. No obstante tratarse de una enfermedad con ciclos periódicos de completa remisión, esto no impide tal declaración si verosímilmente el sujeto ha de recaer en la enfermedad

b- A la aptitud del sujeto ara tratar actos jurídicos luego de la interdicción, ya q los intervalos lucidos no le restituyen la capacidad q le ha sido retirada luego de la interdicción, se trate de actos entre vivos o de ultima voluntad.

Pero el intervalo lucido tiene importancia: a- en cuanto a la responsabilidad del enfermeo mental interdicto o no interdicto (conforme al art., 1070 CC:

“No se reputa involuntario el acto ilícito practicado por dementes en lúcidos intervalos, aunque ellos hubiesen sido declarados tales en juicio; ni los practicados en estado de embriaguez, si no se probare que ésta fue involuntaria”

b- en cuanto a la validez de los actos de enfermos no interdictos, pues cunato hicieren durante esos intervalos será plenamente eficaz por la sencilla razon de q la cuasa de invalidez de tales actos solo reside en la

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Derecho Civil 1ausencia de discernimiento de la gente y por definición si el cato ha sido obrado durante un intervalo lucido, aquel a sido obrado con discernimiento

Cesación de incapacidada- la rehabilitación y sus presupuestos

1- textos comprometidos: el art. 150 sienta el ppio por el cual:” La cesación de la incapacidad por el completo restablecimiento de los dementes, sólo tendrá lugar después de un nuevo examen de sanidad hecho por facultativos, y después de la declaración judicial, con audiencia del Ministerio de Menores” Por su parte el art. 484 prescribe q: “Cesando las causas que hicieron necesaria la curatela, cesa también ésta por la declaración judicial que levante la interdicción.”

2- Recaudos: de los texto resulta q dos son los presupuestos q han de concurrir a los efectos de ala rehabilitación: - la recuperación de la salud: un sector doctrinario interpreta q el restablecimiento de la salud mental ha de

ser tan pleno q la menor dudosa justifica el mantenimiento de la interdicción. Este criterio se compadece con el biológico, de manera q siendo para el fundamento bastante de la interdicción la sola comprobación de la enfermedad mental. Otros, con fundamento en el atr. 484, sostiene q la recuperación basta q lo sea en la medida necesaria para q la persona readquiera l Gob. de sus conductas. Rivera esta de acuerdo con esta posición y lo q se corresponde con el criterio mixto q el legislador opto por la reforma del art. 141 por la ley 17.711

- la declaración judicial: se llega a ella a través de la sustanciación de un juicio especial q se tramita con arreglo a los juicios y normas q gobiernan el proceso para la declaración de la demencia (art.635 del CPN). Se deben considerar las sig. Cuestiones:

la legitimación activa: ante el silencio de la ley, la doctrina reconocía legitimación quienes según el art. 144 la tienen para denunciar la insanía. Además se agrega al propio interdicto por expresa disposición legal (art. 635 del CPN) y al curador definitivo en cuanto es su obligación principal cuidar q el incapaz recobre su capacidad (art. 481 del CC). Sin embrago hoy con acierto la legitimación de los sujetos enumerados en el art. 144 se limita a la denuncia de insania, teniendo en consideración q con ello se persigue proteger a quien puede estar o quedar en desamparo.

Las partes: en el juicio de rehabilitación revisten el carácter de partes; el interdicto, l curador y el ministerio de menores, discutiendo si corresponde designar a u curador ad litem, en cuyo caso tendría tb ese carácter. Rivera entiende como ppio general q no cabe dicha designación, ya q en este proceso la representaron y defensa del incapaz le corresponde el curador definitivo como defensa y representante de aquel, ya q a cuyo efecto intervendrá mediante letrado. Pero si este se opusiera q a la rehabilitación, convendría la designación de ad litem.

Juez competente: conforme a lo dispuesto en el art. 5 inc 8 del CPN, se lo tiene por tal al q declaro la interdicción.

Procedimiento: la demanda de rehabilitación debe ser acompañada de certificados médicos q acrediten el restablecimiento del interdicto. Previa vista al ministerio público (si no este quien ha pedido la rehabilitación) se fija un plazo para la producción de la prueba. Se designan tres peritos médicos, legistas o psiquiatras para q informen sobre el estado de salud del insano. Una vez entablada la restitución de capacidad del sujeto, no es susceptible de desistimiento ni perención de la instancia.

Sentencia: acreditado el restablecimiento de la salud el juez, resolverá la rehabilitación, con lo q cesara la incapacidad. La sentencia debe inscribirse en el registro civil.

Los SordomudosConceptoEl CC regula a los sordomudos a quienes según el art 153 incapacita para los actos d la vida civil en la medida q fuesen tales q no puedan darse a entender x escrito.NociónEntiéndese x sordomudo a la persona q por carecer del sentido auditivo no ha podido adquirir aptitud para hablar.Fundamento d la InterdicciónEl estado d incomunicación producido x la sordomudez provoca el atrofiamiento del sistema intelectivo d quien la padece, desde q este no tiene estímulo externo q le permite generar ideas para transmitirlas y así cultivar la inteligencia. La concausalidad q todo ello tiene con la debilidad mental y la falta d discernimiento, lo q explica la tendencia doctrinaria y legislativa d vincular el tratamiento d la sordomudez con el d la demencia. Esta última circunstancia se impone distinguir el caso en q la sordomudez es consecuencia d enfermedades mentales q afectan el discernimiento, d aquél otro en el q sólo afecta el sistema comunicativo d una voluntad inteligente. En el 1º caso, el tratamiento legal al q debe someterse el sujeto, es el propio d los dementes, ya q la incapacidad regulada para los sordomudos tiene su fundamento en la situación d inferioridad y consecuente desigualdad en q ellos se encuentren en relación a terceros en la vida d relación, a raíz d la imposibilidad d expresar y comunicar su voluntad.Exigencia d q no sepa darse a entender x escritoEl CC prescribe la interdicción cuando se trata d un sordomudo iletrado.

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Presupuestos Para La Declaracion Judicial De Incapacidad..Para la interdicción de los sordomudos que le coloca en la categoría de incapaces de hecho absolutos, nuestro código exige la concurrencia de los siguientes requisitos: Que se trate realmente de sordomudo. Es decir, personas de existencia visible propiamente dichas, que no puedan oír ni hablar como normalmente pueden hacerlo los seres humanos a determinada edad, y cualquiera que sea la etiología de la deficiencia, ya sea física, síquica o mental.A propósito de esta última circunstancia, se impone distinguir el caso en que la sordomudez es consecuencia de lesiones o enfermedades mentales que afectan el discernimiento, de aquel otro en que solo afecta el sistema comunicativo de una voluntad inteligente.En el primer caso el tratamiento legal al que debe someterse el sujeto es el propio de los dementes, ya que la incapacidad regulada para los sordomudos tiene su fundamento en la situación de inferioridad y consecuente desigualdad en que ellos se encuentren con relación a los terceros para desempeñarse en la vida de relación, a raíz de la imposibilidad que tienen de expresarse y comunicar su voluntad. Que no sepa o no pueda darse a entender por escrito . Aunque los textos del art. 54 inc. 4, 153, 469 y 3617 de nuestro Código Civil parecen indicar que se han tomado como expresiones sinónimas la de “darse a entender por escrito” y la de “saber leer y escribir”, como lo entendieron algunos tribunales de justicia del país, la moderna doctrina civilista, deben tomarse en el sentido de que carecen de la aptitud intelectiva de expresar su intimo querer, es decir su voluntad. En consecuencia de acuerdo con este criterio, no obstaría para la interdicción de un sordomudo que tuviera aptitud para dibujar letras y hasta palabras, es decir escribir como simple acto material, no intelectivo, pues ello no significaría que pudiera comprender el significado de lo que escribía y expresar con ello su pensamiento. Para que la aptitud de escribir sea un obstáculo para la declaración de incapacidad de hecho de los sordomudos, debe ser la posibilidad de una idónea expresión de voluntad por escrito. Todo ello porque el mero hecho de que una persona humana escriba, en modo alguno significa que sepa o pueda darse a entender por escrito. Que haya cumplido 14 años de edad . En este sentido el art. 157 del Código Civil preceptua: “La declaración judicial no tendrá lugar sino cuando se trate de sordomudos que hayan cumplidos 14 años”. El fundamento de esta disposición legal, que es similar al art. 145 relativa a los dementes, se halla en la circunstancia de que no existe razón útil ni practica alguna para una interdicción, habida cuenta que los menores de edad, por ser impúberes (art. 127), tiene incapacidad de hecho absoluta, art. 54, inc.2 Código Civil. Que no se haya rechazado una demanda anterior de interdicción fundada en los mismos hechos . Es esta una exigencia del art. 146 del Código Civil, aplicable a los sordomudos, según resulta del art. 154 que precepetua: “Para que tenga lugar la representación de los sordomudos, debe procederse como respecto a los dementes; y después de la declaración oficial, debe observarse lo que queda dispuesto respecto de los dementes”. La prohibición legal del art. 146 se apoya en el principio de la “autoridad de cosa juzgada” y tiende a evitar las molestias que significarían para una persona que se les sometiera continuamente a juicio de interdicción sin mediar nuevos hechos posteriores a la sentencia de rechazo del pedido en el juicio anterior. Aunque es obvio, cabe destacar que, al igual que en los casos de los dementes, según resulta del citado art. 164, únicamente podrá iniciarse un nuevo juicio tendiente a la interdicción, sí sé expusien hechos ocurridos con posterioridad a la anterior sentencia de rechazo. Que se declare judicialmente la incapacidad por juez competente . Dicha declaración judicial de incapacidad debe ser declarada por el juez competente, a petición de parte legitima y previa verificación en juicio de la sordomudez, y de que el sordomudo no pueda darse a entender por escrito.Según resulta del transcripto art. 154 del Código Civil, los sordomudos que no saben darse a entender por escrito, están sometidos al mismo régimen jurídico que los dementes. Siendo así, para que se los tenga por incapaces de hecho absolutos, y se los someta a curatela, es indispensable según los art. 140, 154 y concordantes, Código Civil, la sentencia de interdicción del juez competente, que debe ser del domicilio del denunciado, y que podrá emitirla únicamente a petición de parte, no de oficio y previa verificación en juicio de que el sordomudo no sabe o no puede darse a entender por escrito.

Procedimiento Judicial, La Curatela. Régimen Legal. Remision.Conforme al art. 154: “Para que tenga lugar la representación de los sordomudos, debe procederse como con respecto a los dementes”, es decir que debe tener el mismo tramite que el de insania.El art. 156 advierte que: “Las personas que pueden solicitar la declaración judicial de la incapacidad de los dementes pueden pedir la de la declaración de los sordomudos”, pese a lo cual no procede la acción popular prevista en el inc. 5 del art. 144, desde que no concurre en este caso el presupuesto de hecho que la fundamenta.- Prueba. El art. 155 luego de la reforma introducida por la ley 17.711, establece: “el examen de facultativos verificara si pueden darse a entender por escrito. Si no pudieren expresar su voluntad de ese modo, los médicos examinarán también si padecen enfermedades mentales que les impida dirigir su persona o administrar sus bienes, y en tal caso se seguirá él tramite de incapacidad por demencia”.Del análisis del texto resulta que la pericia deberá determinar, en primer lugar, la existencia misma de la sordomudez y, constatado ello, si el afectado puede o no darse a entender por escrito, es decir a través de ese medio puede expresar su voluntad, comprendiendo el significado de lo que ha manifestado. Si tal expresión no fuere

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Derecho Civil 1posible, la pericia deberá indagar si el denunciado como sordomudo padece alguna enfermedad mental que le reste la aptitud de gobernar su conducta, en cuyo caso se seguirá él trámite del juicio por demencia.Si de la pericia practicada podrá resultar que aun cuando el sordomudo pudiera expresar su voluntad por escrito, acusara limitaciones que permitieran encuadrar su situación en el supuesto previsto por el inc. 2 del art. 152 bis, en cuyo caso el juez debería resolver la inhabilitación del sordomudo.- La sentencia judicial. Al igual que en el juicio de insania, en el que promueve para la declaración de incapacidad de un sordomudo, el juez, previo examen y valoración de todos los elementos de convicción, debe pronunciar sentencia y puede hacerlo en dos sentidos:

Desestimando el pedido de interdicción. Una vez que el fallo pasa en autoridad de cosa juzgada, desaparece toda posibilidad de discusión sobre el asunto, a menos que se invoquen nuevos hechos, posteriores a la sentencia, que demuestren la concurrencia de los presupuestos legales para la interdicción. Declararlo incapaz de hecho absoluto por sordomudez. Declarada la interdicción y designado curador definitivo, el sordomudo es un incapaz de hecho absoluto.

CuratelaEl curador es nombrado en el momento en q la sentencia verifica la ineptitud del sujeto. El curador del sordomudo extiende su representación a todos los actos d la vida civil, con exclusión d los personalísimos.

Situación Jurídica Del Sordomudo Interdictoa) Principio General.

Con la sentencia el sordomudo deviene incapaz en los términos del art. 54 inc. 4, debiendo observarse en consecuencia, lo que se tiene dispuesto respecto de los dementes (art. 154).a) Actos Juridicos. A raíz de la incapacidad absoluta que lo afecta, los actos celebrados con posterioridad a la declaración son nulos, aun cuando de nulidad relativa, atento a lo prescripto por el art. 472.Respecto de los anteriores a la sentencia son de aplicación la solución prevista por el art. 473 en su primera parte, no siendolo el agregado que le hiciera la ley 17.711, por no ser practicamente posible la falta de notoriedad de la afección.b) Testamento. El art. 3617 dispone: “No pueden testar los sordomudos que no sepan leer ni escribir”.Alguna parte de la doctrina nacional considera que el sordomudo no puede gozar de intervalo lúcido, por lo que la incapacidad para testar quedaría superada mientras el sujeto no fuera rehabilitado, de donde, todo testamento de sordomudo interdicto sería nulo (Orgaz)Por su lado Borda considera que pueda mediar intervalo lúcido en dos situaciones: cuando ha recuperado la salud y luego vuelve a perderla por la misma u otra razón; y cuando habiendo recuperado el goce de sus facultades aun no ha sido rehabilitado. En esta hipotesis sostiene el autor citado sería válido el testamento del sordomudo interdicto.c) Matrimonio El art. 166 del Código Civil, según texto reformado por la ley 23.515 se refiere a los llamados impedimentos dirimentes y expresa: “Son impedimentos para contraer matrimonio... 9. La sordomudez cuando el contrayente afectado no sabe manifestar su voluntad en forma inequivoca por escrito o de otra manera”.Esta norma ha sido criticada y con razón, si la persona no sabe o no puede manifestar su voluntad, el acto no tendrá eficacia por faltar el consentimiento pleno y libre de los contrayentes, que es presupuesto para el matrimonio (art. 172, párrafo segundo, del C.C.). Por el contrario, si el sordomudo interdicto o no, sabe dar a conocer su voluntad por cualquier medio aquel es válido.En estos supuestos el matrimonio siempre es anulable pero este se reputa válido mientrás no sea anulado (art. 239 CC, reformado por ley 23515). La nulidad es relativa y podrá ser demandada en los terminos del art. 220 inc. 2 del C.C.d) Actos ilicitos El sordomudo judicialmente interdicto es incapaz, pero no carece de discernimiento, por lo que es responsable por los actos ilicitos que lo tenga como agente.

Situación jurídica del Sordomudo No Interdictoa) principios generales: la incapacidad q con carácter eventual prevé la norma (art 54 inc 4) recién se concreta

para el caso particular d q se trate, con el dictado d la sentencia q lo declara. D donde con anterioridad a ese pronunciamiento el sordomudo es un sujeto capaz y sus actos son en principio válidos.

b) Responsabilidad x actos ilícitos: el discernimiento constituye el fundamento d la imputabilidad y esta la causa d la responsabilidad del sujeto agente del acto, razón x la q conservando el sordomudo el atributo d la voluntad, el mismo resulta entonces ser responsable x sus actos ilícitos.

c) Acto jurídico: en principio son válidos sin perjuicio d ser susceptibles d anulación si se probare q al tiempo del otorgamiento, el sordomudo no sabía darse a entender x escrito. Conforme al art 473, aquella sanción

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Derecho Civil 1procederá en la medida en q al momento d la celebración del acto exista la causa d interdicción x sordomudez (no saber darse a entender x escrito)

d) Carácter d la nulidad: cabe consignar q los actos celebrados x el sordomudo no interdicto, x aplicación de los principios grales q gobiernan la materia d las nulidades, son actos anulables d nulidad relativa.

Cesación d IncapacidadPara la rehabilitación de un sordomudo declarado incapaz absoluto en juicio debe procederse como en el caso análogo de los dementes declarados tales en juicio, según lo establece expresamente el art. 158 del Código Civil.Cabe destacar que el juicio de rehabilitación ha de practicarse un examen medico pericial a fin de determinar si la educación o curación del sordomudo le permite o no darse a entender por escrito.

Los Inhabilitados. La Inhabilitación Judicial.Concepto. Supuestos Legales.La inhabilitación judicial es una institución que tiene por objeto la protección de personas que padecen determinadas deficiencias psíquicas, físicas o de conducta en tanto éstas puedan llevar a otorgar al sujeto actos perjudiciales para su patrimonio o su persona; y que se extiende al caso de los pródigos, supuesto en el que el fin del instituto radica en el amparo del grupo familiar de aquellos. En el Código de Vélez no existía la inhabilitación judicial, ya que el codificador efectuó una categórica distinción entre personas capaces e incapaces, postura que recién se modifica por la ley 17.711 que al incorporar el régimen de la inhabilitación pone fin a la situación quien padecía una disminución en sus facultades, que por no llegar a encuadrar en el supuesto de demencia legislado en el Código carecía de un auxilio legal que era toda luces indispensables.

Estados Intermedios o FronterizosEl CC, respecto al régimen d incapacidades, está basado sobre la existencia exclusiva d individuos capaces e incapaces d hecho. En efecto, en los arts 54 y 55 se enumeran los incapaces d hecho, sin incluir a aquéllas personas q, debido a trastornos q las aquejan, se encuentran en estados fronterizos q no ameritan la interdicción absoluta del enfermo mental, pero q d manera indudable, requieren d la protección d la ley para evitar q los perjudique su situación d inferioridad. Esta protección legal llegó con la reforma 17.711 En este sentido quedan comprendidas, en la noción de semialineación o disminución de sus facultades, todas aquellas situaciones psíquicas que, sin privar plenamente del raciocinio, imposibilitan para actuar normalmente en la vida de relación.Por ello, la hipótesis abarca a los ancianos seniles y a los débiles o atrasados mentales, siempre que la afección no sea de tal entidad que constituya lisa y llanamente locura.Al igual que en los casos de ebriedad y toxicomanía, se requiere el padecimiento tenga carácter permanente y que además, sea una entidad tal que haga presumible que el ejercicio de plena capacidad cause al individuo un daño en su persona o en su patrimonio.

Análisis del art. 152 bisSujetos q pueden ser inhabilitados. Enumeración del art. 152 bis: “Podrá inhabilitarse judicialmente: 1ro. A quienes por embriaguez habitual o uso de estupefacientes estén expuestos a otorgar actos jurídicos perjudiciales a su persona o patrimonio; 2do. A los disminuidos en sus facultades cuando sin llegar al supuesto previsto en el Artículo  141 de este Código, el juez estime que del ejercicio de su plena capacidad pueda resultar presumiblemente daño a su persona o patrimonio; 3ro. A quienes por la prodigalidad en los actos de administración y disposición de sus bienes expusiesen a su familia a la pérdida del patrimonio…”.1- Análisis de los dos primeros supuestos:

a- Ebriedad y Toxicomanía: en estos casos la inhabilitación de las personas se halla supeditada a q el alcoholismo habitual o el uso de estupefacientes, produzcan en el individuo una situación d anormalidad; y por tanto el mero abuso de bebidas alcohólicas o d drogas no es suficiente para q pueda ser declarada la inhabilitación . En consecuencia el art. q estamos analizando requiere la prueba de habitualidad de consumo de alcohol o en el uso de estupefacientes, así como q estos vicios tiene incidencia en la vida de relación del individuo, exponiéndolo al otorgamiento de actos perjudiciales a su persona o a su patrimonio .

b- Los Disminuidos En Sus Facultades. La doctrina nacional al efectuar el examen del segundo inciso del art. 152 bis, se encuentra dividida entre los que consideran que el supuesto legal hace referencia solo a los sujetos que sufren una disminución de sus facultades psíquicas, y quienes estiman que la norma debe interpretarse en un sentido menos estricto, permitiendo la inhabilitación de individuos que, debido a disminuciones físicas, se hallaren en una situación de notoria inferioridad frente a los semejantes.

1. Sentido Estricto: Bustamente Alsina, Ghirardi señalan que, debido a la alusión concreta al concepto de demencia que efectúa el inciso en examen, se debe situar la cuestión al campo de las enfermedades o

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Derecho Civil 1disminuciones psíquicas; y que el legislador, hubiera querido darle a la cuestión un sentido menos restrictivo, no hubiera conferido tratamiento especial a los casos de ebriedad y toxicomanía, los que son supuestos de disminución de sus facultades en sentido amplio.2. Sentido Amplio: Borda y Rivera en cambio sostienen la interpretación amplia. Consideran estos autores que el fin de la ley radica en la protección a todo sujeto disminuido, sea en sus facultades síquicas como físicas, que pueda, debido a su padecimiento, otorgar actos jurídicos perjudiciales. De este modo, podrían ser declarados inhabilitados quienes padecieran de ceguera, sordera total, parálisis total, o los que tienen una edad muy avanzada aun cuando no padecieran propiamente de senilidad.

c- Pródigos .El prodigo conforme al concepto clásico expuesto por Planiol, es aquel individuo que “por desorden del espíritu o de las costumbre disipa su fortuna en gastos sin sentido”. Es muy antigua la preocupación por poner freno al despilfarro incontrolado de bienes. En Roma y Francia antigua, se consideraba a los dilapidadores incapaces, asimiladados al loco furioso, y se los sometía a su interdicción.En la actualidad encontramos tres sistemas en las legislaciones:

Las que establecen una capacidad no restringida (Freitas, Uruguay, Bolivia, México, etc.) Las que disponen la inhabilitación (Francia, Brasil, nuestro régimen actual). Las que someten a interdicción (Suiza, Chile, Colombia, Ecuador, Holanda).

Vélez Sarfield no admitió la prodigabilidad, a fin de evitar avances sobre la libre negociación de las personas. Consideró que no había alteración mental en las facultades intelectuales; que es muy difícil destacar al pródigo del que no lo es, y solo realiza malos negocios o tiene voluntad muy liberal. La ley 17711 se apartó de la solución del Código Civil, adoptando una posición intermedia, merced a la cual si bien los pródigos no son incapaces, se los somete a inhabilitación judicial y a la asistencia de un curador, a fin de evitar que se otorguen por si solo actos que puedan perjudicar a su familia. La inhabilitación del prodigo no persigue la protección del sujeto como individuo, sino en cuanto integrante de una familia; por ello la ley restringe la legitimación para pedir la inhabilitación del prodigo al cónyuge, ascendiente o descendiente. De donde una persona mayor de edad, soltera, sin padres ni hijos, puede hacer de su patrimonio lo que se le ocurra, y nadie podrá pretender su inhabilitación por esta causal.El tratamiento que de la prodigabilidad ha hecho la ley 17.711, siguió el criterio sentado por la mayoría de la doctrina nacional, dándole a esta causal de inhabilitación carácter autónomo y requiriendo para que se configure, que el individuo haya dilapidado una parte importante de su patrimonio.La concepción objetiva sostenida por la doctrina argentina, basada en que se trata de un problema patrimonial que exige un examen estrictamente objetivo de la conducta del presunto prodigo, se contrapone a la idea francesa, que hacía hincapié en la circunstancia de que, para configurar la prodigabilidad debía estar presente un elemento subjetivo consistente en la irracionalidad de los gastos, y sobre esta base encuadra a la prodigabilidad como una suerte de disminución de facultades.Nuestra doctrina para exigir la irracionalidad del manejo del patrimonio. pero lo hace como demostración de incapacidad o disminución mental del sujeto, sino solo como evidencia de que los gastos excesivos no son justificados. En suma, más que ser irracionales los gastos excesivos deben ser injustificados.Sin perjuicio de ello es preciso señalar que en la mayoría de los casos, la dilapidación de un patrimonio obedece a una deficiencia en el individuo, que si bien no llega al extremo de la demencia, revela por lo menos la ineptitud para el manejo de sus bienes. Ello tiene importancia cuando se trata de la prueba de la prodigabilidad, pues, si bien no es absolutamente indispensable la prueba pericial medica, el juez podría disponerla para ponderar debidamente la personalidad del sujeto cuya inhabilitación se solicita.Para que puede decretarse la inhabilitación del pródigo, la ley exige los siguientes requisitos:

La prodigabilidad en los actos de administración y disposición. La norma exige que existan negocios jurídicos de administración y disposición que constituyan dilapidaciones o despilfarros innecesarios o injustificados.A primera vista, podría pensarse que la dilapidación solo puede estar vinculada a los actos de disposición; pero en este aspecto, la doctrina ha hecho hincapié en que la administración tiene importancia en tanto da cuenta de una tendencia a la dilapidación.Cabe señalar que Rivera comparte el criterio según el cual la prodigabilidad no puede apreciarse exclusivamente a través de actos de administración o meramente de conservación. La dilapidación, que ya se ha exteriorizado en parte importante del patrimonio .Se exige que el individuo haya dilapidado una parte importante de su patrimonio. Como se advierte, la exigencia legal es flexible permitiendo la apreciación judicial en cada caso: solución que se compadece con la idea de que los gastos deben ser desproporcionados con la situación fortuna del sujeto. La dilapidación en si debe provenir de gastos injustificados, lo que comprende a los ruinosos, irracionales, vanos, insensatos, etc., todos aquellos que no tengan una finalidad justificada o sensata. El hábito. La pérdida accidental de una parte del patrimonio, aunque fuera importante no autoriza a la inhabilitación.

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Derecho Civil 1 La existencia de ciertos parientes: cónyuge, ascendientes o descendientes . Nuestra legislación erige a la familia como destinataria de su protección. De ello deriva que no es posible inhabilitar al sujeto si faltan las personas que la ley expresamente menciona. Por otra parte, debe existir el riesgo de que la familia quede en el desamparo

ProcedimientoTratándose de una materia procesal, el procedimiento de inhabilitación queda sometido a las reglas que dicten las provincias. Varios códigos procesales han establecidos normas especificas. En aquellas que no las tienen, son aplicables, en la medida que resulten compatibles, las disposiciones relativas al juicio de insania.El art. 152 bis establece que “... se aplicarán, en lo pertinente, las normas relativas a la declaración de incapacidad por demencia y rehabilitación”. La remisión en términos generales, se efectúa a lo prescripto por los arts. 142, 143, 144 y 150 del C.C.. Las directivas del Código de fondo se aplicarán, con ligeras variantes, a saber:Solicitud de Parte: Las personas que pueden pedir la inhabilitación serán las enumeradas en el art. 144 del C.C. El inc. 1 de este precepto permite solamente a los cónyuges no separados o divorciados vincularmente, efectuar la denuncia pertinente. Por consiguiente idéntica preceptiva se aplicará para el pedido de inhabilitación en los casos previstos por los incisos 1 y 2 del art. 152 bis.El pedido de inhabilitación por prodigabilidad podrá, sin embargo ser realizado aun por el conyuge separado o divorciado vincularmente, mientras conserve su vocación alimentaría (arts. 207, 208 y 209 C.C. según ley 23.515) o hereditaria (arts. 3574 y 3575 C.C. según ley 23.515). El reconocimiento de esta potestad según Borda corresponde si existe en el conyuge aun separado o divorciado, un interes legitimo en la conservación del patrimonio.Dificilmente puede aplicarse el último inciso del art. 144 a los supuestos de prodigabilidad. El sentido común nos impide imaginar a un prodigo furioso que generosamente, dilapidando sus bienes, incomode a sus vecinos.Las partes en el juicio de inhabilitación serán el denunciante, el curador ad littem, el asesor de menores y el posible inhabilitado.Finalmente recordemos que puede llegarse a la declaración de inhabilitación en los procesos de insania en los cuales la demencia no llegue a configurarse.Certificado Médico. Su presentación será necesaria en los supuestos de alcoholismo y drogadicción, y en el caso de inhabilitación por disminución de sus facultades. Se acredita así, prima facie, la verosimilitud del pedido. En materia de prodigabilidad alguna parte de la doctrina estima conveniente que se acredite la seriedad de la denuncia con la documentación adecuada.Dictamen Pericial. La preceptiva legal relativa a la prueba de los peritos y al valor del dictamen médico (art. 142 del C.C.) se aplica igualmente a los incs. 1 y 2 del art. 152 bis.La naturaleza objetiva de los presupuestos de la inhabilitación por prodigabilidad, exigen que las pruebas acrediten la seriedad de la denuncia y la existencia de los aspectos objetivos reclamados por la ley. Ello se logrará, básicamente, por medio de instrumentos y documentos que demuestren los actos de prodigabilidad y la disminución patrimonial sufrida. Por ejemplo, por medio de estados patrimoniales, de los contratos realizados, de pericias contables, etc.Designación del Curador. La designación del curador ad litten (art. 147 del C.C.) y del curador a los bienes o ad bona (art. 148 C.C.) se realizará en los mismos términos y circunstancias previstas para los casos de incapacidad por demencia. La doctrina no es pacifica respecto de la necesidad de designar un curador ad littem en los supuestos de prodigabilidad, en atención a que tienen capacidad para actuar en juicio.Concluido el proceso, el juez dictará sentencia, haciendo o no lugar al pedido de inhabilitación: la sentencia se inscribirá en el Registro Público del Estado Civil y Capacidad de las Personas.

El asistente. ConceptoLa tutela de los inhabilitados se lleva a acabo por via de asistencia, la q es efectuada por el curador. En la asistencia el inhabilitado ejerce personalmente sus dchos, pero la voluntad jurídica relevante para el otorgamiento d un acto jurídico, se integra con el curador, quien expresa su asentimiento para al realización de c/ acto.El curador q se designe no representa al inhabilitado, no actúa en su nombre sino q lo asiste integrándose con el asentimiento o conformidad del curador la manifestación d voluntad del propio inhabilitado.

La Situacion Jurídica Del Inhabilitado.Principio General. Actos Patrimoniales.Los inhabilitados son personas capaces de hecho, que tienen limitada facultad de disponer.La capacidad de disponer es una subespecie de la capacidad de hecho, porque entra en la noción general de aptitud para enajenar, como consecuencia de la posibilidad de discernir la conveniencia económica o no del acto que realiza.En este sentido se define la incapacidad de disponer como el estado psíquico de aquel que, por razones de menor edad o por su estado de enfermedad mental, el ordenamiento jurídico considera inepto para dar vida a negocios de tanta gravedad como son los actos de enajenación o sea de disminución del propio patrimonio.Situación jurídica del inhabilitado.

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Derecho Civil 1Si bien goza de capacidad civil, circunstancias que influye sobre su discernimiento, hacen que el sujeto quede sometido a un régimen de asistencia para los actos de disposición de los bienes por actos entre vivos, los que por lo tanto no podrán ser validamente otorgados sin la conformidad del curador que cumple las funciones de asistente.Esa limitación a la capacidad de disponer se extiende, por previsión expresa del art. 152 bis, a los actos de administración que el juez identifique en la sentencia. Es que a veces la administración de ciertos bienes es muy compleja y por la magnitud puede poner en peligro la estabilidad del patrimonio del inhabilitado.De todos modos, el inhabilitado conserva siempre la capacidad residual en el ámbito patrimonial y nada es afectada su capacidad en el ámbito extrapatrimonial.- Actos Permitidos. Puede celebrar válidamente los actos del derecho de familia testar; aceptar herencias con beneficio de inventario y legados. Puede realizar todos los actos patrimoniales de administración que no le hayan sido vedados en la sentencia; trabajar, etc.El inhabilitado puede estar en juicio. Así lo ha resuelto la jurisprudencia al disponer que el eventual inhabilitado puede estar en juicio, pues no es incapaz; conserva su capacidad para todos los actos de la vida civil que no sean exceptuados, y, por tanto esta ubicado en una condición básica de capacidad como todas las personas. La novedad consiste en que para proteger al propio sujeto y aun su familia de la falta de control de la actividad, se le veda disponer de sus bienes por actos entre vivos (art. 152 bis, Código Civil), sin la conformidad del curador, mientras que por sí solo puede otorgar actos de administración, salvo los que límite la sentencia.- Actos Prohibidos. El inhabilitado queda impedido de realizar válidamente por si los siguientes actos: Disponer de bienes por actos entre vivos; Realizar actos de administración, que en particular pueden serle vedados en la sentencia de inhabilitación. El juez al dictar sentencia y teniendo en cuenta las circunstancias particulares del caso, puede imponer al inhabilitado la prohibición de realizar ciertos actos. A diferencia de lo que ocurre en materia de incapaces, el curador del inhabilitado no lo reemplaza en la realización de los actos que lo "asiste". El curador se limita a prestar su conformidad respecto de aquellos actos que el inhabilitado no puede realizar por sí solo; pero aun respecto de estos actos, quien, los realiza es el propio inhabilitado aunque necesita la conformidad del curador. Así, se ha dicho que dada la flexibilidad y fin tuitivo que caracterizan al instituto respecto de los actos que pueden realizar los inhabilitados, ellos pueden ser modificados por el juez conforme a las circunstancias de hecho. El presupuesto que se exige para la procedencia de la nueva determinación dependerá de la aptitud del sujeto y el grado de complejidad de la administración que deba efectuar. Los actos realizados por el inhabilitado con posterioridad a la sentencia, ya se trate de actos prohibidos o realizados sin la asistencia del curador, son nulos de nulidad relativa.

Actos Del Derecho De Familia.Los inhabilitados conservan plena capacidad para ejercer por si mismos todos los derechos nacidos de las

relaciones de familia, aun cuando los actos de que se trate produzcan consecuencias patrimoniales.Es así que podrán por si solos contraer matrimonio, reconocer hijos, ejercer la patria potestad, adoptar hijos

(adopción plena o simple).Pero si la inhabilitación se decreta por causales del inc. 1y 2 del art. 152 bis, el inhabilitado queda

suspendido en el ejercicio de la patria potestad hasta su rehabilitación (art. 309, reformado por ley 23.264).Parte de la doctrina considera en cambio, que no podrán sin asistencia del curador efectuar la partición

privada de la sociedad conyugal, pues dicho acto, al alterar la estructura del patrimonio implica disposición. Claro es que aquí no se trata del ejercicio de derechos extrapatrimoniales nacidos del estado de familia, sino de contenido puramente patrimonial.

Disposiciones De Ultima Voluntad.La cuestión vinculada a si el inhabilitado posee aptitud para testar, nos remite al examen de dos opiniones

sobre la cuestión.a) La calificada como la estricta, parte de la base de que las expresiones “perfecta razón” y “completa

razón”, utilizada en los arts. 3615 y 3616, indican que para poder realizar un testamento válido es menester gozar de un estado completamente normal y sano y una “inteligencia más clara y una voluntad más firme que para vincularse en un contrato, de donde esta tesis concluye que un enfermo mental o un disminuido en sus facultades mentales carece de aptitud para testar.

b) La teoría amplia expresa en cambio, que de una critica interpretación del Código, se advierte que la unica exigencia requerida para efectuar testamentos válidos es el “sano juicio” necesario para cualquier tipo de acto o negocio jurídico.(Rivera)

El Curador.No se halla expresamente previsto en el Código Civil quienes pueden ser designados curadores del

inhabilitado, razón por la cual y conforme a la remisión a las reglas de la declaración de demencia prevista en el art. 152 bis, resultan de aplicación en lo pertinente las normas de los artículos 476 a 480.

La doctrina en cambio no es pacifica en cuanto a la aplicación de dichas disposiciones para el supuesto de los pródigos, estimándose que el curador debe ser un tercero en atención a las tensiones familiares que la situación puede originar (Borda)

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Derecho Civil 1Facultades Del Curador.

Las funciones del curador son de asistencia pero no de representación, toda vez que el inhabilitado siempre interviene personalmente en el acto.

Pese a lo cual el asistente tiene amplias facultades como las de vigilar los negocios realizados por el inhabilitado autorizándolos, en los casos en que fuere necesario o solicitando la anulación de los celebrados sin su conformidad.Nulidad De Los Actos Sin Intervención Del Curador.

Si el inhabilitado realizara alguno de los actos jurídicos prohibidos sin la venia de su asistente, este acto será nulo de nulidad relativa, y por ende confirmable.

Cabe señalar por último que antes de la inhabilitación no existe restricción legal al derecho de disponer, de tal modo que los actos de esa naturaleza efectuados antes de la declaración de inhabilitación, no podrán ser impugnados.

Sin perjuicio de ello cabe acotar que parte importante de la doctrina nacional sostiene que los actos patrimoniales llevados a cabo por una persona que pudiera quedar comprendida en los supuestos de inhabilitación, antes de ser declarada tal, podrían ser impugnadas por vía de lesión (art. 954).Negativa Del Curador.

En caso de que el curador negara arbitrariamente su conformidad con un determinado acto, el inhabilitado tiene una acción judicial para suplir su asentimiento, la que debe tramitar por vía expeditiva y con intervención del ministerio pupilar.La Responsabilidad Civil

Los inhabilitados se rigen por el principio de la capacidad y de que poseen discernimiento. Por ello para eximir de responsabilidad a un toxicomano o un alcoholico por la comisón de un acto ilicito, deberá acreditarse la involuntariedad del acto, es decir que la persona obró privada de su razón (art. 921)

En cuanto a la responsabilidad indirecta, debemos afirmar, el curador asistente, se limita su responsabilidad solo al ambito donde este ejerce sus facultades.La Cesacion De La Inhabilitacion.

La rehabilitación de los inhabilitados conforme, a lo establecido en el art. 152 bis, se encuentra subordinada a las disposiciones del Código referentes a la cesación de la incapacidad por demencia.

Por ello, en los casos de ebriedad, toxicomanía y semialienados resulta estrictamente aplicable el art. 150 del C.C.. En cambio respecto de los prodigos, la doctrina considera que para poder evaluar su conducta a fin de proceder a su rehabilitación el juez deberá basarse en un examen psicologico del individuo, como asi tambien investigando la conducta del prodigo al llevar a cabo actos de administración.

Procederá asimismo el levantamiento de la inhabilitación por prodigabilidad, cuando hayan desaparecido todos los herederos forzosos del prodigo, exclusivos beneficiarios de la protección legal.

El pedido de rehabilitación se sustanciará con arreglo a las mismas formas seguidas para declarar la inhabilitación. La rehabilitación podrá ser solicitada por el propio inhabilitado, el curador y el Ministerio Pupilar.

Solo cesará la inhabilitación cuando, de las pruebas obrantes en el proceso, surja el restablecimiento del individuo de modo que puede dirigir su persona y administrar y disponer de sus bienes.

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BOLILLA VIII

fin de la existencia de las personas naturalesen las legislaciones antiguas eran varias las causas de la extinción jurídica de las personas visibles, algunas de ellas como la muerte, la esclavitud o muerte civil por ingreso a comunidades religiosas o condena perpetua. Pero actualmente solo subsiste la muerte q pone termino a la vida del hombre, alterando definitivamente las relaciones constituidas en la cabeza del difunto: algunas d estas relaciones se extinguen con al persona q le servia de soporte, son los derechos u obligaciones inherentes a la persona; otras en cambio, a los herederos del fallecido q resultan, por sucesión investidos del carácter de propietario. Acreedor o deudor q correspondía al causante.

La muerte como hecho biológico y como hecho jurídicoComo todo ser biológico, el hombre transcurre en una existencia que comienza con el nacimiento (en nuestro derecho con la concepción) y termina con la muerte. Esto constituye el hecho también biológico, del fin de la existencia de la persona física.La muerte del ser humano es un concepto jurídico de gran trascendencia por las consecuencias de ese orden a que da lugar. El Código Civil en su art. 103, cuando se refiere a la muerte, la califica de natural. Para Llambías lo de natural no se opone a la muerte violenta, en que ese hecho queda equiparado a la circunstancia de poner fin a la existencia de las persona y afecta consiguientemente las relaciones jurídicas q ella tenía constituidas; según este autor el calificativo “natural” se opone aquí a la llamada “muerte civil”. Pero en el pensamiento del codificador (apoyándonos en la nota al mencionado artículo), la muerte natural estaría connotando la muerte física y confrontando la circunstancia de la vida monástica, que en aquellos tiempos se asimilaba a la muerte, porque causaba la muerte civil, y por lo tanto la desaparición de los derechos de las personas en las relaciones civiles. Esto en la actualidad está superado, porque por más votos religiosos que se presten, la persona no pierde su calidad de tal. Posiblemente se ha asimilado, que en el voto de pobreza, se produce la desaparición o pérdida del patrimonio de la persona, y por lo tanto la imposibilidad de intervenir en los actos jurídicos, relativos a los bienes. Pero esta circunstancia no puede significar el fin de la existencia de la persona para el derecho, por cuanto éste acompaña a la persona en todas sus actividades, por más intrascendente que sean, y en última instancia, es la propia persona física la que perdura mientras tenga vida y por lo tanto existencia, independiente de cualquier accidente o situación.Con la consagración de los derechos personalísimos, no se puede sostener bajo ningún concepto que existan situaciones por las que atraviesa el individuo, que pueden equiparase a los efectos de la muerte. Desde ya, la muerte civil producida por la esclavitud, o por condena perpetua, igual que la producida por la profesión religiosa, son vestigio de una concepción deshumanizada, y constituye en la actualidad rarezas históricas que ni siquiera pueden ser mencionadas como antecedentes, sino queremos degradar la significación del hombre en el derecho.

Una situación que quedaba equiparada a una suerte de muerte civil fue la de la apátrida, que sin embargo ahora está totalmente superada con la Convención Americana de los Derechos del Hombre, y del Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos, incorporados a nuestra Constitución Nacional en el inciso 22 del art. 75, por lo que toda persona tiene derecho a una nacionalidad, que es la del Estado en donde nació, si no tiene derecho a otra.

La muertePrueba de la muerte de las personas Caso general: tal como lo establece el CC en el art. 104: “la muerte de las personas, ocurrida dentro de la Republica, en alta mar o en país extranjero, se prueba como el nacimiento en iguales casos”. Por lo tanto se usan los mismos medios q para la prueba del nacimiento, q son: *certificados auténticos extraídos de los asientos de los registros públicos; *prueba de la muerte ocurrida en alta mar: por copias autenticas de los actos q deben hacer los escribanos de los buques de guerra, el capitán o maestro de mercantes, en las formas q prescriban tales legislaciones; *prueba d la muerte ocurrida en un país extranjero: en principio debe recurrirse a los elementos establecidos por el país en q se produzca, pero en caso de q sea un ciudadano argentino, puede hacerse por certificados de los registros consulares. Prueba de defunción en combate de los militares: se rige por el art. 105 del CC:”la de los militares muertos en combate, respecto de los cuales no hubiese sido posible hacer asientos, por lo q conste en el Ministerio de Guerra” se trata de una prueba de emergencia condicionada a la demostración de la peculiaridad de la situación q ha impedido hacer denuncia de fallecimiento por vías ordinarias. Pero para q el fallecimiento quede acreditado debe ser indudable la identificación del cuerpo, pues toda duda se resuelve con la eliminación de este régimen y hace lugar a la presunción de fallecimiento una ves transcurridos los plazos legales. Prueba d defunción en conventos, cuarteles, prisiones, fortalezas, hospitales o lazaretos: según al art. 106 del CC: “de los fallecidos en conventos, cuarteles, prisiones, fortalezas, hospitales o lazaretos, por lo q

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conste de los respectivos asientos, sin perjuicio de las pruebas generales”. Es difícil q en estos casos no se haga la denuncia de fallecimiento ante el Registro civil, por lo demás pasa por la autoridades de los establecimientos públicos o privados donde ocurriere el fallecimiento, la obligación legal de hacer la respectiva denuncia. Si tales autoridades omiten esta obligación, pude acudirse a prueba supletoria, sin necesidad de hacer de los asientos q puedan llevarse en aquellos establecimientos, la prueba legal de fallecimiento en paridad con la prueba de partidas del registro civil. Prueba de defunción de militares dentro de la republica: según el art. 107 del CC: “de los militares dentro de la republica o en campaña, y la de los empleados en servicio del ejercito, por certificados de los respectivos registros de los hospitales o ambulancias”. No se aplica al tiempo de paz, durante el cual la muerte d los militares queda sujeta al régimen general. Es de observar q la prueba supletoria de muerte reglada en el art. 107 es principal y no supletoria, además es evidente su estrecha vinculación con el art. 105.

Muerte naturalLa muerte natural o biológica, comprobada o declarada en virtud de una presunción legal de fallecimiento, constituye en nuestro régimen civil el único supuesto, que al realizarse, produce el efecto de extinguir la personalidad jurídica de los seres humanos, es decir, de las denominadas personas de existencia visible. En este sentido el art. 103 del Cód. Civil preceptúa: "Termina la existencia de las personas [alude a las de existencia visible] por la muerte natural de ellas".

La expresión muerte natural, que hace referencia a la cesación definitiva de la vida biológica del ser humano, fue empleada por nuestro codificador como lo hicieron los redactores del Cód. Civil francés en el art. 23, para contraponerla a la muerte civil y no para excluir las muertes provocadas o las que se producen por medios violentos (suicidios, homicidios, en accidentes etc.), que, por consiguiente, deben considerarse también encuadradas en la categoría de "naturales" según la expresión del artículo.

En principio y en situaciones normales, para que la muerte natural de la persona humana produzca los efectos jurídicos de la extinción de la personalidad de ella y otros que señalaremos más adelante, debe ser ella probada por quien la invoca. No son suficientes ni la verosimilitud ni la probabilidad de la muerte, sino la prueba efectiva de ella que antes de la sanción de la ley 14.394 requería la presencia del cadáver o que los testigos lo hubieran visto e identificado.

Cuando no fuere posible hallar el cadáver, o encontrándose éste, no fuere posible identificarlo, no puede hacerse la inscripción. Al no poder obtenerse la partida de defunción se carece del instrumento público que pruebe la muerte de la persona, lo cual obliga a iniciar el juicio de ausencia con presunción de fallecimiento, el cual es engorroso y largo. De ahí que, para acreditar ese hecho y que los herederos obtengan la herencia, la prueba de la muerte se presenta como un escollo, que impone gastos y esperas hasta obtener la declaración judicial de muerte presunta.

En algunos casos esa complicación no se justifica, por lo cual la ley 14.394, en su art. 33 agregó el siguiente texto al artículo 108 del Código Civil: "En los casos en que el cadáver de una persona no fuese hallado, el juez podrá tener por comprobada la muerte y disponer la pertinente inscripción en el registro, siempre que la desaparición se hubiera producido en circunstancias tales que la muerte deba ser tenida como cierta. Igual regla se aplicará en los casos en que no fuese posible la identificación cadáver"Se trata de casos en que es imposible que la persona pueda sobrevivir al acontecimiento en donde desapareció. El ejemplo que dió lugar a la reforma, fue el conocido caso del "rastreador Fournier" resuelto por el tribunal de La Plata (año 1952). Este barco se hundió en pleno invierno en aguas del sur, canales fueguinos, zona en la cual la sumersión importa la muerte cierta por la baja temperatura del agua. En cambio, no serían supuestos de aplicación de la dispensa, la mera desaparición en circunstancias en las que caben dudas de la supervivencia, por ejemplo, el hundimiento de un barco en el océano o la caída de un avión en alguna zona despoblada. Sí lo son, el incendio que ha carbonizado completamente los cadáveres; haber quedado sepultados en una mina imposible de remover, o la caída desde un barco en lugar infestado de tiburones.

Muerte civilLa antigua legislación española q estaba en vigor al tiempo de sancionarse el CC, admitía como causa de extinción de la personalidad jurídica de los seres humanos, además de la muerte efectiva, la llamada “muerte civil”, q alcanzaba a titulo de pena a los condenados a deportación o a cadena perpetua, y tbn a los religiosos profesos por la incidencia del voto religioso en la vida civil. El muerto civilmente era reputado fallecido para todos los efectos civiles: de ahí q se abriera la sucesión de sus bienes y se los adjudicara a herederos legítimos o testamentarios; d ahí tbn q se tuviera disuelto el matrimonio civil y se autorice al otro conyugue a realizar una nueva unión. Esta institución fue duramente criticada. Con relación a los condenados era sumamente cruel por agravar aun más la rigurosa condición aneja a la pena corporal. Con relación a los religiosos profesos, si bien importaba una suerte de estimulo para el mantenimiento de los votos, daba lugar

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a graves inconvenientes cuando se admitía la dispensa de los mismos, y era menester proceder a la anulación de las transmisiones de los bienes efectuadas a favor de los parientes del antiguo profeso. Actualmente, según el art. 103, parte 2ª, del Cód. Civil, “La muerte civil no tendrá en ningún caso, ni por pena, ni por profesión en las comunidades religiosas" . Por consiguiente, la muerte civil queda totalmente proscripta de nuestro régimen jurídico, al igual que fueron ya definitivamente abolidas anteriormente otras causas, como la esclavitud, que en el derecho antiguo era también considerada un supuesto de extinción de la personalidad jurídica.La muerte civil era una institución que consistía en considerar muertos, y por consiguiente carentes de personalidad jurídica, a seres humanos aunque naturalmente existieran, es decir, aunque estuvieran vivos.

Vélez Sársfield, en la nota al art. 103, da los fundamentos de la supresión de la muerte civil con relación a los religiosos profesos, destacando la falta de efectividad del instituto en la práctica y los inconvenientes y trastornos que producía en las familias la vuelta a la vida civil de los religiosos que habían sido declarados muertos, cuando por elevación al episcopado, dispensa de votos u otras causas recuperan la capacidad jurídica que le permitía requerir el registro de los bienes heredados por sus parientes o que éstos, teniéndolos por muertos, se creían con derecho a heredar.En cuanto a la supresión de la muerte civil como condena adicional el codificador la estableció sin señalar en la referida nota los fundamentos, pero es evidente que son de orden constitucional, pues tal instituto, como pena, resulta incompatible con algunas declaraciones de derechos y garantías de nuestra Ley Fundamental (arts. 14, 16), y especialmente con la del art. 18, referente a las cárceles y de la cual resulta que las penas no deban aplicarse para castigo, como sería la accesoria de muerte civil. Además, la institución de la muerte civil atenta contra la dignidad humana y es contraria al derecho natural.

Ausencia con presunción de fallecimientoFuera de los casos de muerte real comprobada, el derecho tiene en cuenta y resuelve las situaciones que se presentan cuando una persona de existencia visible se halla por largo tiempo ausente de su domicilio o residencia sin que de ella se tengan noticias, o cuando la persona ausente hubiese estado o podido estar en lugares donde se produjeron sucesos que, a falta de noticias sobre su existencia y paradero, hagan presumir su muerte. En tales supuestos de ausencia y falta de noticias sobre la existencia y paradero, la ley argentina establece una presunción de muerte y señala un procedimiento tendiente a la declaración judicial del fallecimiento presunto del ausente o desaparecido.El instituto de la muerte presunta o de la declaración judicial del fallecimiento presunto del ausente o desaparecido, es un expediente técnico jurídico de suma importancia práctica porque salva los inconvenientes que se siguen de la prolongada incertidumbre sobre la existencia o muerte de una persona, evita el estancamiento e improductividad de los bienes, y resuelve situaciones familiares.

Concepto de muerte según la ley del transplante de órganos Antecedentes legislativos

Los trasplantes de órganos fueron regulados en nuestro país por la ley 21.541, de 1977, reglamentado por el decreto 3011/77 y modificada por la ley 23.464 del año 1987. La resolución 662/88 del Ministerio de Salud Pública contiene normas para la ablación e implante.

Los primeros antecedentes al respecto en la legislación nacional son: el Banco Nacional de Córneas, del 13/2/51, el Banco de Vasos Anexo a la Sección Téjidos de la Central de investigaciones, dependiente del Ministerio de Salud, del 5/10/51, Banco de Tejidos creados sobre la base del Banco Nacional de Córneas, del 27/12/57, que establecía en el art. 2: “Toda persona legalmente capacitada podrá disponer para una vez que haya fallecido, que su cuerpo pueda ser utilizado por el Banco de Tejidos”.Por último, debemos mencionar un anteproyecto de ley del Ministerio de Justicia (1975), y dos proyectos del Ministerio de Bienestar Social (1975 y 1976 respectivamente). Ley 21.541, con las reformas de la ley 23.464La ley 21.541, es la norma reguladora de la ablación e implantación de órganos materiales anatómico entre seres humanos, y entre cadáveres humanos y seres humanos, y reglamenta la realización de prácticas médico quirúrgicas que deben ser empleadas para el cumplimiento de esos fines.Las principales disposiciones de las leyes mencionadas se refieren a:1- Comprobación de la existencia de la muerte. El art. 2 establece: “la ablación e implantación de órganos materiales anatómicos podrán ser realizadas cuando todos los otros medios y recursos disponibles no artificiales se hayan agotado o no sean suficiente como alternativa terapéutica para la recuperación de la salud del paciente. Esta practica se consideraran de técnica corriente y no experimental. La reglamentación podrá incorporar otras que considere necesarias de acuerdo con el avance científico”.Por su parte el art. 21 reformado por la ley 23.464, equipara la muerte real con la muerte cerebral cuando dispone: “El fallecimiento de una persona por la cesación total e irreversible de las funciones encefálicas, cuando hubiese asistencia mecánica, será verificado por un equipo médico”.

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2- Consentimiento del dador, de los familiares o de la autoridad.Según el art. 17, “toda persona mayor de 18 años, en pleno uso de sus facultades mentales, podrá disponer para después de su muerte la ablación de órganos o materiales anatómicos de su propio cuerpo para ser implantados en otros seres humanos o con fines de estudio o investigación”.El art. 18 establece el orden de los familiares legitimados para la disposición, que estén el lugar del deceso, en pleno uso de sus facultades mentales y en ausencia de voluntad expresa del causante. Ellos son: a) el cónyuge sobreviviente, b) los hijos mayores de edad, c) los padres, d) los hermanos mayores de edad, e) los abuelos y nietos mayores de edad, f) los parientes consanguíneos en línea colateral hasta el cuarto grado inclusive, g) los parientes por afinidad hasta el segundo grado.El mismo art. dispone que en el supuesto de parientes del mismo grado, es suficiente con la autorización de uno de ellos, sin embargo, basta la oposición de alguno para que el trasplante no pueda ser realizado.Ante la falta de las personas mencionadas o cuando el causante hubiera hecho manifestación escrita de no tener familiares, el director del establecimiento o quien lo reemplace al efecto, deberá disponer según lo determine la reglamentación (art. 19).3- Carácter revocable y gratuito de la disposición. Conforme a los arts. 15 y 20 de la ley, los actos de disposición de órganos son esencialmente revocables y además gratuitos. El beneficio de la gratuidad es aplicable también a los derechohabientes del dador cadavérico.4- Realización por profesionales.Los actos de ablación e implante deberán ser efectuados por profesionales o equipos de profesionales médicos especializados y de acreditada experiencia recocidos por la autoridad correspondiente. Estarán a cargo de un jefe, a quien eventualmente reemplazará un subjefe, siendo sus integrantes solidariamente responsables del cumplimiento de sus normas.Los jefes y subjefes constituirán sus equipos con expresa autorización de la autoridad sanitaria nacional y dependerán administrativamente de los directores de las instituciones. Las autorizaciones serán reconocidas exclusivamente por la autoridad sanitaria nacional a propuesta de la respectiva autorización sanitaria (arts. 3, 4, 5, y 6).5- Establecimientos autorizados. La actividad de los equipos solo podrá ser desarrollada en servicios o establecimientos oficiales o privados que dispongan de adecuada estructura física instrumental y cuenten con el personal calificado necesario y autorizado por la autoridad sanitaria nacional. La habilitación de establecimientos dependientes de jurisdicción provincial o municipal será considerada por la autoridad sanitaria nacional a propuesta de la respectiva autoridad sanitaria.Los establecimientos o servicios habilitados no podrán efectuar modificaciones sin previo consentimiento de la autoridad sanitaria nacional (arts. 7, 8 y 9)6- Prohibiciones. El art. 27 establece prohibiciones respecto del trasplante de órganos:a) La realización de todo tipo de ablación por el profesional que haya atendido y tratado al fallecido durante su ultima enfermedad, y por los profesionales médicos que establecieron su muerte.b) Toda contraprestación u otro beneficio por la dación de órganos materiales anatómicos, en vida o para después de la muerte, y la intermediación con fines de lucro.c) La inducción o coacción del dador de dar una respuesta afirmativa respecto de la cesión de órganos. El consejo médico acerca de la utilidad de la donación de un órgano o tejido no será considerado como una forma de coacción o inducción.d) Los anuncios o publicidad en relación con las actividades mencionadas en esta ley sin previa autorización de la autoridad nacional, conforme lo establezca la reglamentación.

La inscripción del fallecimientoDebemos antes que nada distinguir dos supuestos que son fácilmente confundibles, y que se refieren a la prueba de los mismos. Ellos son: la prueba del hecho físico de la muerte y la prueba del hecho jurídico, o sea del hecho que acarrea consecuencias jurídicas.Para referirnos al primero de ellos, conforme lo dispone el art. 55 del decreto 8204/63, el hecho de la defunción se probará con el certificado médico de defunción expedido por el médico que hubiera asistido a aquel en su última enfermedad, y a falta de él, por cualquier otro médico requerido al efecto.En el caso que no hubiera médico en el lugar donde ella ocurrió, por certificado de defunción otorgado por autoridad policial o civil y la declaración de dos testigos que hayan visto el cadáver. La firma de dichos testigos se requerirá para la inscripción respectiva en el Registro del Estado Civil y Capacidad de las Personas. El hecho de la muerte y su correspondiente prueba son suficientes para generar efectos civiles, en razón de que tales hechos están sometidos al sistema registral, en todo el país. El caudal de población y sus modificaciones interesan al Estado, conforme lo cual se ha organizado un sistema de registros de inscripción de tales hechos, por lo que la prueba del hecho de la defunción, será el acto inicial de los correspondientes registros.

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RequisitosLa acreditación de la muerte para producir efectos jurídicos se lleva a cabo mediante la inscripción en los Registros del Estado Civil y Capacidad de las Personas.Para poder inscribir la defunción se debe probar el hecho de la muerte, es decir, que se deberá proceder en la forma detallada precedentemente.Expresa el art. 53 del Decreto ley 8204/63 que dentro de las 48 horas siguientes a la comprobación del fallecimiento, yace del otorgamiento del certificado de defunción por el médico de cabecera u otro requerido, o de los otros supuestos de comprobación, que deberá hacerse la inscripción ante el oficial público que corresponda al lugar en que ocurrió la defunción. Cuando la muerte ocurriera en lugares apartados dicho plazo podrá ampliarse atendiendo a las circunstancias del caso. Se inscribirán en el libro de las defunciones, especifica el art. 52 del mencionado Decreto ley: todas las que ocurran en el territorio de la nación; aquellos cuyos registros sean ordenados por Juez competente; las sentencias sobre ausencias con presunción de fallecimiento; las que ocurran en buques, aeronaves de bandera argentina o en lugares bajo jurisdicción nacional.Están obligados a solicitar la inscripción de la defunción; a) el cónyuge, descendiente, pariente o en su defecto toda persona capaz que haya visto el cadáver o en cuyo domicilio haya ocurrido la defunción, b) los administradores de hospitales, hospicios o cualquier establecimiento público o privado respecto de las defunciones allí ocurridas, c) las autoridades encargadas de llevar los registros acaecidos a bordo de buques o aeronaves.Tanto el asiento original del Registro, como las copias de esos asientos tendrán el carácter de instrumento público. Igual carácter se les otorga a las fotocopias de las partidas de los asientos de los originales, los que deberán ser validados por autoridad competente.De aquí se desprende entonces la acreditación de la muerte para producir los efectos jurídicos correspondientes, deberá ser a través del instrumento público, partida de defunción, que se obtiene en la forma descripta.

Prueba supletoriaCuando el art. 108 del C.C. menciona que a falta de los referidos instrumentos, la prueba del fallecimiento de las personas podrán ser suplidas por otros en los cuales conste el fallecimiento de las personas, o por declaraciones de testigos que sobre el depongan, se está refiriendo a la prueba supletoria de la muerte, no al hecho jurídico, el que solamente adquiere fuerza de tal, cuando se convierte en acto jurídico por virtud de la inscripción registral. Si no fuera así sería muy fácil incumplir con la obligación de la inscripción, la que deberá realizar dentro de las 48 horas de producido el hecho de la muerte, como reza el art. 53 del decreto.De manera tal que el fallecimiento que no hubiera sido inscripto dentro del plazo legal, o que directamente aparezca como no inscripto, deberá probarse el hecho de la muerte, ante el Juez competente, con la prueba supletoria documental o de testigos, para que este, si considera probado el hecho ordene la correspondiente inscripción, conforme lo dispone el art. 68 del decreto.A su vez si la falta de inscripción fuere detectada por el Oficial Público, lo hará saber a la Dirección General para que ésta promueva a través de la instancia judicial competente, la correspondiente inscripción, o subsane las omisiones que se hubieren detectado.Otro supuesto de prueba supletoria del hecho de la muerte lo consigna el agregado al art. 108 del C.C., introducido por la ley 14.394, por el cual se habilita la instancia judicial para tener por comprobada la muerte cuando el cadáver de una persona no fuere hallado, o cuando no fuese posible la identificación del mismo. Al respecto consigna la norma legal, que el juez podrá disponer de la pertinente inscripción o dificultad de identificación, si se hubiere producido en circunstancias tales que la muerte deba ser tenida por cierta o la identificación por suplida.En definitiva, la partida de defunción es el documento hábil para acreditar el hecho jurídico de la muerte y no puede ser reemplazada directamente por otra prueba. Solamente puede ser suplida la falta de partida, con el pronunciamiento judicial. Y este simplemente se conseguirá con la previa comprobación por los medios supletorios señalados. Es decir, que en el caso de la prueba supletoria, ésta recién tiene andamiento cuando el juez se pronuncia sobre ella.

Falta de inscripción de fallecimiento

Hipótesis de los conmorientesPuede ocurrir q se produzca el fallecimiento de dos personas de las cuales una sea heredera de la otra en circunstancias tales q impidan reconocer cual murió primero y, por tanto, si medio transmisión de dchos sobre ellas. Así en el caso de que el marido y la mujer perezcan en un accidente, si no dejaren hijos tendría la mayor importancia saber cuál de los conyugues falleció primero, pues el otro en calidad de heredero suyo transmitiría, a su vez, a sus propios parientes. Por el contrario, de no poderse acreditar esa transmisión de dchos entre los conyugues, los bienes d cada uno de ellos serian transmitidos a sus respectivos herederos.

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Tenemos al respecto varias soluciones: Dcho romano y antigua legislación española: se presumía q el fallecimiento había sido simultaneo, por lo q no había mediado transmisión de dchos entre los fallecidos, a menos q se tratara de padres e hijos, pues en tal hipótesis se sostenía q el hijo púber había sobrevivido al padre, y así mismo q el padre había sobrevivido al hijo impúber. Sistema francés: teoría de los pre-morientes. Sobre la base de la teoría romana los autores del código de napoleón imaginaron un sistema complicado de presunción, teniendo en cuenta la edad y el sexo. Estas disposiciones dividían la vida en tres etapas: 1)hasta los 15 años se presume el fallecimiento anterior del menor de los implicados; 2) de los 15 a los 60 años, se presume primero el fallecimiento del mayor alegando q el mas joven pudo resistir a la muerte por un lapso mayor, pero si la diferencia de edad no alcanza el año, se presume q el varón ha resistido mas q la mujer; 3) después de los 60 se supone q el mas joven ha sobrevivido al otro, sin distinción de sexos. Si se trata de un individuo de la etapa primera y uno de la tercera, se presume q ha fallecido primero el anciano. Pero no fue contemplado el caso de la existencia de un individuo de la etapa intermedia con otro de etapa diferente. Para este sistema es necesario q ambos muertos sean herederos recíprocos, q la herencia sea intestada y q los fallecidos hayan muerto en un mismo accidente. Solución de nuestro código : Vélez Sárfield dejo de lado la teoría del código francés y se atuvo al criterio de Freitas. Así dispuso el art. 109, concebido en estos términos: “si dos o mas personas hubiesen fallecido en un desastre común o cualquier otra circunstancia, de modo q no se pueda saber cual de ellas falleció primero, se presume q fallecieron todas al mismo tiempo, sin q se pueda alegar transmisión alguna de dchos entre ellas”. Por consiguiente, en nuestro régimen no juegan presunciones legales de ninguna clase, y quien pretenda la transmisión de dchos entre los fallecidos tendrá q probar efectivamente q uno d falleció antes q el otro, pues a falta de esa prueba se considerará q fallecieron al mismo tiempo.

Efectos de la muerte con relación a los dchos1. efectos en cuanto a los atributos de la personalidad del difunto: la muerte incide en la eficacia jurídica de tales atributos, de tal manera q la extinción de la persona importa tbn la de estos atributos, tal como sucedería con el nombre, con la capacidad y el domicilio. A este ultimo se le admite una excepción en cuanto al domicilio “convencional”, q no siendo un atributo de la persona, sino la condición de un contrato proyecta su eficacia mas allá de la muerte de quien lo instituyo, afectando a los herederos de este como otra consecuencia mas del contrato. En cuanto al estado, la muerte no produce un efecto tan radical, porq si bien importa la extinción de este, fundado en q no puede concebirse un estado independiente del individuo, indistintos supuestos los herederos pueden promover acciones de estado correspondientes a su autor de derivación patrimonial; ej: acción de reclamación de filiación, impugnación de paternidad, etc. Finalmente en cuanto al patrimonio, si bien como proyección de la personalidad en el ámbito de los bienes, se extingue con la muerte de las personas, como universalidad o conjunto de los bienes del difunto se transmite a los sucesores q los reciben e incorporan a su propio patrimonio. No hay allí transmisión de un atributo de la persona ( lo q seria inconcebible) sino q los bienes q quedaban abrazados a la personalidad del difunto, y por desaparición de este quedan adjudicados a favor de sus sucesores. 2. efectos en cuanto a los derechos extrapatrimoniales del difunto: en principio la muerte provoca la desaparición de los dchos extramatrimoniales de la persona fallecida. Es lo q ocurre con los dchos de familia: la muerte disuelve el matrimonio y con ello extingue los dchos y deberes conyugales, otro tanto pasa con al patria potestad, la tutela y la cuartela. Cesan los dchos de la personalidad, tales como el dcho a la vida, a la salud, a la libertad, al honor, etc., los cuales quedan sin titular. Tbn se extinguen las acciones personales contra el difunto, así como las acciones penales privadas o de instancia privadas, naturalmente son contempladas algunas excepciones, como la acción de calumnia q puede ser continuada por el conyugue.3. efectos en cuanto a los dchos patrimoniales del difunto: los dchos patrimoniales no se extinguen con al muerte del titular, sino q se transmiten a los sucesores, dando lugar al fenómeno jurídico de sucesión llamado “mortis causa”.

Sucesión por causa de muerteConcepto: la sucesión respecto de un dcho tiene lugar cuando el titular es reemplazado en ese carácter por otra persona. Igualmente se opera la sucesión cuando una persona sometida a prerrogativa jurídica de otra traspasa a un tercero el deber q le incumbe. A la primera se la denomina transmisión activa y a la segunda transmisión pasiva.La sucesión puede ser por actos entre vivos o mortis causa, es decir por la razón de la muerte del titular de la relación jurídica o del sujeto pasivo de la misma. Refiriéndose a esta misma el art. 3279: “la sucesión es la transmisión de los dchos activos y pasivos q componen la herencia de una persona muerta, a la persona q sobrevive, a la cual la ley o el testador llama para recibirla. El llamado a recibir la sucesión se llama heredero en este Codigo”.En los dchos comprendidos en la sucesión mortis causa, quedan en principio contemplados todos los dchos patrimoniales pertenecientes al autor de la sucesión. A este respecto dice el art. 3417: “El heredero que ha

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entrado en la posesión de la herencia, o que ha sido puesto en ella por juez competente, continúa la persona del difunto, y es propietario, acreedor o deudor de todo lo que el difunto era propietario, acreedor o deudor, con excepción de aquellos derechos que no son transmisibles por sucesión. Los frutos y productos de la herencia le corresponden. Se transmiten también al heredero los derechos eventuales que puedan corresponder al difunto.”

Muerte PresuntaNoción:Es la situación q se presenta cuando una persona se ausenta del lugar d u domicilio d residencia y transcurre un lapso más o menos prolongado sin dar noticia alguna d su existencia. En tales casos, es dable presumir el fallecimiento del ausente, pues este es helecho q aparece revestido con gran probabilidad, y deriva justamente d la ausencia prolongada y falta d noticias sobre el paradero.Régimen LegalLas normas del Cód. Civil referentes a la "ausencia con presunción de fallecimiento" contenidas en el Tít. VIII, Secc. 1ª, Lib. 1ª (arts. 110 a 125) han sido sustituidas por las de la ley 14.394 (arts. 22 a 32).El nuevo régimen legal, cuyo preceptos, salvo el del art. 31 fueron tomados, en lo sustancial, del Anteproyecto de Cód. Civil del año 1954, aproximándose al sistema germánico de la declaración judicial de muerte, al que nos referimos en el punto anterior, ya no habla simplemente de "ausentes con presunción de fallecimiento", sino que establece una presución de fallecimiento por ausencia o desaparición en los casos que prevé, y que despúes del trámite judicial que reglamenta, se llega a la declaración de la muerte presunta del ausente o desaparecido, que produce efectos casi iguales a los de la muerte natural comprobada, no sólo en el ámbito de las relaciones jurídicas patrimoniales, sino tamién en las familiares, en las que se disuelve el vínculo matrimonial que tuviere el sujeto cuya muerte presunta se declara y en consecuencia el cónyuge supérstite puede contraer según esta ley, nuevas nupcias.Cabe señalar que por el art. 33 se instituye la declaración de muerte como si fuera comprobada en los casos de que el cadáver no fuera hallado en ciertas circunstancias o no fuere posible su identificación.Casos y TérminosLa ley 14.394 prevé tres supuestos que, una vez realizados, crean la presunción legal de fallecimiento:

a) El denominado"supuesto ordinario": ausencia sin noticia por el lapso de tres años. b) El denominado por la doctrina "caso extraordinario genérico": desaparición de una persona que haya estado en un lugar donde ha ocurrido un suceso susceptible de ocacionar la muerte, y no se tuvieran noticias durante dos años. c) Casos denominado por la doctrina "extraordinario específico": que se da cuando una persona se hubiere encontrado en una nave o aeronave naufragada o perdida y no se tuvieren noticias de su existencia por el lapso de seis meses.

(1) Casos ordinarios.

El primer supuesto está previsto en el art. 22 de la ley 14.394 que preceptúa: "La ausencia de una persona del lugar de su domicilio o residencia en la República, haya o no dejado apoderado, sin que de ella se tenga noticia por el término de tres años, causa la presunción de su fallecimiento. Este plazo será contado desde la fecha de la última noticia que se tuvo de la existencia del ausente".Se trata aquí de una presunción legal de fallecimiento en virtud de una simple ausencia prolongada, sin que haya ocurrido algunos de los sucesos que están previstos como casos extraordinarios. Cabe destacar que la presunción es juris tantum, ya que si reaparece el ausente o se tienen noticias fehacientes de su existencia, ella se desvanece. La ley prevé la solución adecuada.El plazo de tres años, que es la mitad que establecía el Cód. Civil, se adapta a las condiciones de la vida moderna y resulta suficiente y prudente, pues dados los adelantos técnicos en materia de comunicaciones, es muy improbable que una persona normal pueda permanecer sin comunicación con su familia, sus amigos o sus intereses patrimoniales por tanto tiempo si está vivo.(2) Caso extraordinario genérico. Este supuesto, denominado por Llambías extraordinario genérico comprende toda suerte de catástrofes, como incendios, terremotos, acciones de guerra, etc., y está previsto en el art. 23, inc. 1º, ley 14.394, que establece: "Se presume también el fallecimiento de un ausente... 1) Cuando se hubiese encontrado en el lugar de un incendio, acción de guerra, terremoto u otro suceso semejante, susceptible de ocasionar la muerte, o hubiere participado en una empresa que implique el mismo riesgo y no se tuvieren noticias por el término de dos años, contados desde el día en que ocurrió, o pudo haber ocurrido el suceso"En estos supuestos, no se trata ya de simple ausencia y falta de noticias de una persona, sino de la circunstancia de haber estado en lugares que hacen más probable su muerte; de ahí la reducción del plazo a dos años.La norma q estamos tratando utiliza la expresión “u otros sucesos semejantes susceptibles d ocasionar la muerte”, ello comprende cualquier accidente aislado individual q x sus circunstancias de lugar a las mismas presunciones q un combate, terremoto, etc.

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(3) Casos extraordinarios específicos. Con esta denominación nos referimos a los supuestos contemplados en el inc. 2º del art. 23 de la ley 14.394, que establece: "Se presume también el fallecimiento de un ausente... Si encontrándose en una nave o aeronave naufragada o perdida, no se tuviere noticias de su existencia por el término de seis meses desde el día en que el suceso ocurrió o pudo haber ocurrido"La reducción del término se justifica en estos casos, dada la mayor probabilidad de muerte que sugiere la falta de noticias en nuestra época, en que los medios de búsqueda y de comunicación se han perfeccionado.

En este caso, como el anterior, denominado extraordinario genérico, no es indispensable que en el suceso hayan desaparecido o perdido varias personas.

Procedimiento.1. Personas Que Pueden Pedir La Declaracion Del Fallecimiento Presunto.

El art. 24 de la ley 14.394 preceptúa: "En los casos de los arts. precedentes, podrán pedir la declaración del día presuntivo del fallecimiento justificado los extremos legales y la realización de diligencias tendientes a la averiguación de la existencia del ausente, todos los que tuvieren algún derecho subordinado a la muerte de la persona de que se trate"La expresión "todos los que tuvieren algún derecho subordinado a la muerte de la persona de que se trate", por ser una fórmula genérica, cubre todas las posibilidades de interes y viene a ser más adecuada que la enunciación causística del derogado artículo 113 del Cód. Civil.

Entre los que por tener derechos subordinados a la muerte del ausente, pueden, según el precepto del art. 24, promover el juicio y pedir la declaración de la muerte presunta y del día presuntivo del fallecimiento, podemos mencionar a los siguientes, simple título ejemplificativo:- El cónyuge del ausente, aun cuando se encuentre separado legalmente y no tenga vocación hereditaria, dado que si bien no tiene interes patrimonial, si puede tener interes en contraer nuevo matrimonio, el cual podrá celebrarse una vez obtenida la declaración de fallecimiento presunto (Borda). Este interes no lo tendría en cambio el cónyuge divorciado vincularmente.- Presuntos herederos legitimos o instituidos en testamento:- Cualquier socio cuando en el contrato se hubiese contenido que la muerte de uno de ellos extingue la sociedad:- El nudo propietario cuando el desaparecido fuese titular del derecho de usufructo, uso o habitación por su interes en la consolidación del dominio:- El beneficiario de un seguro de vida;

Con respecto a los que no tienen acción podemos citar entre otros:- Los acreedores del ausente, pues su derecho no están subordinados a la muerte y lo mismo pueden accionar.- Los parientes en grado no sucesible;- El Ministerio Público cuando no actúa en representación de un incapaz, etc.

2. Tramite Judicial Para La Declaracion De La Muerte Presunta.

Para establecer el fallecimiento presunto de una persona desaparecida, es menester seguir un juicio a ese efecto. La ley prevé ante quien ha de promoverse la respectiva acción y bajo cuales requisitos, así como también cuál ha de ser el procedimiento que debe seguirse para obtener la declaración judicial pertinente.

3. Juez Competente.

Al respecto el art. 24 de la ley 14394, parte final dice: “La competencia del juez se regirá por las normas del art. 16”. Por tanto es juez competente el del domicilio o, en su defecto, el de la última residencia del desaparecido.

No hay dificultad para que este juicio tramite en el mismo expediente donde se hubiese declarado la ausencia del desaparecido, con arreglo a lo dispuesto en el art. 19 de la ley 14.394. Pero no es obligatorio que así sea, pues en el juicio de ausencia no es un presupuesto indispensable del juicio de presunción de fallecimiento, ni la declaración de la ausencia permite prescindir de la justificación de la diligencia realizadas para conocer el paradero del desaparecido (art. 26, ley 14.394). Todo lo cual muestra la indenpedencia de ambos procesos.

4. Requisitos.

Al respecto deben distinguirse los requisitos de procedencia de la acción y los requisitos de admisibilidad de la misma.I. Requisitos De Procedencia De La Accion. Se refieren a los extremos exigibles para que sea viable la tramitación intentada. Son requisitos puramente formales o procesales que hacen a la regularidad del juicio, como una garantía de seriedad y justicia del pronunciamiento a dictarse en materia tan importante como esta, que incide en la existencia jurídica de la persona, y consiguientemente en las relaciones jurídicas pendientes.

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Los requisitos de esta clase que hacen a la procedencia o viabilidad de la acción por presunción de fallecimiento son:1) Que la desaparición de la persona que se denuncia, esté abonada por una comprobación que prima facie demuestre la verosimilitud del hecho, lo cual se considera como un elemento justificativo de la seriedad de la denuncia. Es claro que esta comprobación de la seriedad resulta innecesaria si previamente se ha declarado la ausencia del desaparecido (art. 24 y 16, ley 14.394).2) Que se justifique la competencia del juez, o sea la existencia del domicilio del desaparecido, dentro de su jurisdicción. Si se desconociere el domicilio o estuviere constituido fuera del país, bastará la comprobación de la última residencia del desaparecido dentro del distinto magistrado, para que quede llenado este recaudo.3) Que el denunciante acredite la titularidad de la acción intentada, o sea que es dueño de un derecho subordinado a la muerte del desaparecido, pues en caso contrario carecería de interés para solicitar la declaración del fallecimiento presunto del desaparecido.Llenados estos recaudos el juez debe abrir el juicio de presunción de fallecimiento y ordenar el trámite correspondiente. Ii. Requisitos De Admisibilidad De La Accion.Son los extremos legales que han de acreditarse en el curso del procedimiento para que el juez deba dictar la declaración de fallecimiento presumido por la ley. Tales son:1) La falta de noticias sobre el desaparecido . No se trata de la comprobación de un hecho puramente negativo, sino de la realización de averiguaciones infructuosas sobre la existencia de la persona, efectuadas en aquellos lugares en que era dable esperar que estuviese o se supiese de él. Es lo que resulta del art. 24 de la ley 14.394 que exige no solo la justificación de los extremos legales, sino también de la “realización de las diligencias tendientes a la averiguación de la existencia del ausente”. Tales diligencias pueden ser acreditadas por cualquier medio de prueba, incluso por testigos, por referirse a la comprobación de simples hechos y no haber al respeto limitación legal alguna.2) La subsistencia de la situación de la carencia de noticias , durante los plazos determinados por la ley que son variables, como ya se ha visto: 3 años en el caso ordinario (art. 21); 2 años en el caso extraordinario generico (art. 22, inc. 1); y 6 meses en el caso especifico generico (art. 22, inc. 2).3) Si fuere el caso, la prueba del hecho extraordinario, tal como el incendio, el terremoto, la acción de guerra, el accidente o el naufragio o pérdida de la nave o aeronave donde hubiere estado el desaparecido, y de la presencia del mismo en el lugar del hecho. Pero es claro que si el peticionante no se acoge a los términos breves de 2 años y 6 años es dable eximirlo de la prueba de las circunstancias aquí previstas.4) El cumplimiento del procedimiento legal adecuado y especialmente el llamado por edictos durante 6 meses sin resultado favorable.5. Procedimiento.Como la mejor garantía de la justicia de la decisión a adoptarse, la ley fija un procedimiento preciso que es menester cumplir para llegar, eventualmente, a la declaración del fallecimiento presunto del desaparecido. Este procedimiento legal está integrado por las siguientes etapas: (1) Demanda. El procedimiento comienza con la demanda en la cual se denuncia el fallecimiento presunto por alguna de las personas que según la regla del art. 24 están facultadas para promoverlo, a la que deberá, desde luego acompañarse toda la documentación que acredite el derecho invocado u ofrecer la prueba tendiente a demostrar su habilidad legal para formular la denuncia y solicitar la declaración de muerte presunta. En la demanda se expondrá, además, los hechos que se tienen que probar: la ausencia, el transcurso del tiempo fijado por la ley, la falta de noticias, y en su caso el acontecimiento que configure el caso extraordinario, genérico o específico. Deberán proponerse además las diligencias probatorias con las cuales se desmostrará la realización de los supuestos legales para la declaración de fallecimiento presunto y día de fallecimiento.(2) Defensor del ausente. Si el juez competente considera justificados los requisitos para la procedencia del trámite solicitado, debe, como primera medida, nombrar defensor del ausente o dar "intervención al defensor oficial cuando lo hubiere dentro de la jurisdicción" (art. 25 de la ley).

El defensor del ausente (sea oficial o abogado de la matricula) tiene funciones similares a los del curador ad litem en el juicio de insanía. En consecuencia representa y defiende al ausente durante todo el juicio.

Debido a las funciones que desempeña, su designación es indispensable: por lo tanto la no intervención del mismo traería como consecuencia la nulidad de lo actuado; pero se trataría de una nulidad relativa y por lo tanto susceptible de confirmación.(3) Publicación de edictos. El mismo art. 25 señala también que el juez “...citar a aquél [alude al ausente] por edictos, una vez por mes, durante seis meses". La ley no señala en que lugar debe hacerse la publicación de los edictos, pero alguna parte de la doctrina y jurisprudencia entiende que deba hacérsela en el lugar correspondiente al de la última noticia, en vez de hacerla en el del juicio. Otros juristas y tribunales entienden que debe hacérsela en el Boletín Oficial y en los diarios o periódicos que el juez designe. Abelenda considera como más acertado el último criterio, pues un juez prudente puede ordenar que la publicación se haga en los órganos de difusión del lugar de su competencia territorial y también en uno del lugar en que se

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tuvieron noticias de que el ausente se encontraba por última vez.(4) Recepción de pruebas. Durante el proceso, el solicitante, así como el defensor del ausente, si quisiera hacerlo, deberán rendir la prueba que acredite los requisitos de admisibilidad, y por tanto persuada de la efectividad de los hechos presuntivos del fallecimiento. Aun cuando la ley pareciera insinuar que la recepción de la prueba debe hacerse con posterioridad al llamado de edictos, no hay motivos razonable para postergar la prueba de los hechos hasta el vencimiento del término de los edictos pudiendose recibir las medidas pertinentes son independiente dicho término.

En cuanto a los medios de prueba a que se puede recurrir no hay limitación alguna y todos son admisibles, y resulta suficiente la testimonial para acreditar la realización de las diligencias tendientes a ubicar al desaparecido, pero el pedido de declaración de ausencia con muerte presunta debe incluir una exhaustiva investigación sobre el posible paradero del ausente, incluyendo, por ejemplo, informaciones sobre los registros electorales y sobre eventual expedicción de documentación personal.(5) Mandatario con poder suficiente o curador de los bienes. El art. 25 también establece "... designará, además, un curador a sus bienes siempre que no hubiere mandatario con poderes suficientes, incluso el que prevé el art. 19, o cuando por cualquier causa aquél no desempeñase convenientemente el mandato". Las funciones de este curador se limitan a la conservación y administración de los bienes.

Son partes en el juicio de declaración de ausencia con presunción de fallecimiento, el denunciante que haya acreditado su legitimación, el defensor que nombre el juez al ausente y el Ministerio Público.6. Declaracion Judicial Del Fallecimiento Presunto.Una vez cumplidos los trámites que la ley señala y oído el defensor, la causa queda en estado de pronunciarse sentencia. Así lo establece el art. 26 de la ley 14.394, que preceptúa: "Pasados los seis meses, recibida la prueba y oído el defensor, el juez, si hubiere lugar a ello, declarará el fallecimiento presunto del ausente, fijará el día presuntivo de su muerte y dispondrá la inscripción de la sentencia en el Registro del estado civil de las personas. La declaración de ausencia que prevé el art. 19, no constituye presupuesto necesario de la declaración de fallecimiento, ni suple la comprobación de las diligencias realizadas, para conocer el paradero del ausente".

La expresión "pasados los seis meses" alude, según Llambías y Arauz Castex, al término de publicación de edictos, y siendo así, aunque transcurriesen más de seis meses de la iniciación del juicio, no podrá emitirse la declaración judicial de muerte presunta si no se hubiese cumplido con la exigencia de la publicación de edictos citatorios durante seis meses una vez por mes.

El juez deberá valorar los elementos de convicción y si de ellos resulta que el promovió el trámite judicial procuró sin éxito tener noticias del ausente y que tenía derecho subordinado a la muerte de él, y que se realizaron los supuestos que hacen presumir la muerte según el art. 22 o el 23, una vez oído el defensor, declarará el fallecimiento y fijará el día presuntivo de la muerte ajustándose a las reglas del art. 27.En la última parte del art. 26 establece limitación, ya que las diligencias tendientes a averiguar la existencia y paradero del ausente no puden suplirse, según lo prescibe, con la declaración de ausencia simple que pudo haberse hecho en un trámite anterior tendiente a dar protección a bienes abandonados por una persona que se ausente de su domicilio o residencia, pero sin que aún exista duda sobre su existencia.La ley prevé la inscripción de la sentencia del fallecimiento presunto en el Registro Civil. En virtud de ello el art. 51, inc. 3 de la ley 14.586 dispone: “deberán asentarse en el libro de defunciones... 3) las sentencias sobre presunción de fallecimiento...” Y para todo el país, así lo establece el art. 52 inc. 3 del decreto ley 8204/63.7. La Declaracion Judicial De Muerte Presunta No Hace Cosa Juzgada.

La sentencia en la cual se declara el fallecimiento presunto de una persona no hace cosa juzgada, ya que, siendo el resultado de una comprobación de la realización de los supuestos de hecho consignados en la norma como base de una presunción iuris tantum, es posible volver sobre el asunto o materia del juicio y dejarla sin efecto sobre la base de la demostración de hechos que acrediten que el ausente o desaparecido está con vida o que vivió hasta la fecha posterior al día señalado en la declaración judicial como el del fallecimiento presunto, lo cual puede significar que la presunción de muerte quede sin efectos o que se introduzcan cambios fundamentales en el orden de la sucesión del presunto fallecido.8. Determinacion Del Dia Presuntivo Del Fallecimiento.La fijación del día presuntivo del fallecimiento que según el art. 26 de la ley 14.394 debe hacerlo el juez al pronunciar la declaración del fallecimiento presunto, debe ajustarse a las reglas para que su determinación establece el art. 27 de la misma ley, cuyos términos son los siguientes: "Se fijará como el día presuntivo del fallecimiento:1) En el caso del art. 22, el último día del primer año y medio;2) En el que prevé el art. 23, inc. 1º, el día del suceso en que se encontró el ausente, y si no estuviese determinado, el día del término medio de la época en que ocurrió o pudo haber ocurrido; 3) En los supuestos del art. 23, inc. 2º, el último día en que se tuvo noticia del buque o aeronave perdido. Cuando fuere posible, la sentencia determinará también la hora presunta del fallecimiento. En caso contrario, se tendrá por sucedido a la expiración del día declarado como presuntivo del fallecimiento".

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Como los plazos según el art. 22 de la ley 14.394 deben contarse desde la fecha de la última noticia que se tuvo de la existencia del ausente debe entenderse el suceso que colocado en el postrer lugar de una serie de actos de la vida de relación de una persona, constituye un hecho que hace presumir fundadamente que vivía en aquel momento. Así, por ejemplo, conocida la fecha de desembarco de un tripulante de un barco sin que con posterioridad se haya tenido noticia de él, ese hecho (el desembarco) constituye la "última noticia".Precisar el día presuntivo de fallecimiento es trascendental, por cuanto ese día se abre la sucesión del presunto difunto, y en consecuencia se determina quienes tienen derecho a los bienes de aquel.

EfectosApertura De La Sucesión. Garantías A Favor Del Ausente.

La apertura de la sucesión y la transmisión de los derechos en el supuesto de declaración de fallecimiento se operan en la fecha presuntiva de muerte (art. 3282 del Cód. Civ.). Dictada la declaración de herederos, quedan diferidos a favor de aquellos los derechos del ausente, con retroactividad al momento de la apertura de la sucesión, es decir, al día presuntivo del deceso. Según la doctrina mayoritaria, es necesario tramitar el juicio sucesorio correspondiente y la inscripción de la declaratoria de herederos en el Registro de la Propiedad Inmueble.

Si el ausente dejó testamento, tal vez esté abierto y conste en el proceso de declaración, por haber invocado el denunciante el fundamento de su habilitación para pedir la declaración de ausencia. Si está cerrado, el juez dispondrá que se lo abra (arts. 28, ley 14.394 y 952 del C.C.).

La transmisión sucesoria en los casos de ausencia con presunción de fallecimiento tiene características particulares: Obligación de efectuar inventario judicial de los bienes del ausente . Constituye una garantía a favor del desaparecido para el supuesto de reaparición, y una cautela para los herederos concurrentes o preferentes, que se presentasen con posterioridad. El inventario es formal, mediante escribano designado de oficio por el juez, y se realiza en presencia de los interesados. Periodo Prenotación . además del inventario judicial, la inscripción de los bienes en el registro correspondiente debe hacérsela mediante una prenotación, es decir una constancia junto a la inscripción que exprese que ese bien proviene de una persona presuntamente fallecida con constancia al día presuntivo de la muerte o del nacimiento del causante, a los efectos de la caducidad automática de la prenotación (art. 30, ley 14.394)Durante el periodo de prenotación, los derechos sucesorios de los herederos se hallan limitados, pues carecen de facultades para enajenar o gravar los bienes sin autorización judicial (art. 28 in fine). Además el dominio de los sucesores del presumiblemente fallecido se halla subordinado a la no reaparición del ausente. Se trata de un derecho resoluble, la reaparición del ausente o la noticia inequívoca que se llegara a tener de su existencia, constituye condición resolutoria cuyo cumplimiento lo dejaría sin efecto con alcance retroactivo.El periodo de prenotación, de dominio imperfecto o de indisponibilidad relativa, termina alternativamente de dos maneras: 1) transcurridos cinco años constados desde el día presuntivo de fallecimiento, 2) transcurridos ochenta años desde el día del nacimiento de la persona presuntamente fallecida (srt. 30).Desde este momento quedará sin efecto la prenotación, pudiendo disponerse libremente de los bienes.La existencia del periodo de prenotación depende de diferentes circunstancias: que hayan transcurrido o no cinco alos desde el día presuntivo de fallecimiento hasta la fecha de la inscripción y entrega de los bienes, o que el desaparecido hubiera cumplido ochenta años.En esta etapa los herederos reciben el dominio de los bienes previo inventario. Si son bienes registrables se inscriben con la prenotación del caso (art. 28); ello significa que se deja constancia en el registro, que se trata de una declaratoria de herederos derivada de un fallecimiento presunto. El dominio está sujeto a resolución por la reaparición del ausente o por noticias ciertas de su existencia (art. 29, primer parrafo).En este periodo los herederos o legatarios podrán hacer partición de los bienes, pero para enajenarlos o gravarlos necesitan autorización judicial. Como vemos, hay una indisponibilidad relativa pues se tiene el derecho de usar y gozar de los bienes, pero no se puede disponer de ellos sin cumplir con el tramite de la autorización judicial.Puede prescindirse de este periodo cuando, al fijarse el día presuntivo del fallecimiento, hubiesen pasado cinco años desde aquél o hubiese ya cumplido 80 años el desaparecido (art. 30). Período d Dominio Pleno: a partir d la conclusión del período d predotación, el heredero tiene plena disposición d los bienes recibidos. Este período, tbn llamado d entrega definitiva o dominio consolidado, tiene lugar una vez q finaliza el periodo d predotación, es decir, transcurridos 5 años desde el día presuntivo d fallecimiento u ochenta años del nacimiento del presunto muerto (art 30 ley 14.394). Efectos con Relación a la Sociedad ConyugalEn la declaración d fallecimiento presunto, la sociedad conyugal no se extingue d pleno derecho, x la sola declaración. En la declaración d fallecimiento presunto la sociedad conyugal se puede disolver en 3 momentos distintos:

a) en 1º término se faculta al cónyuge presente a optar entre la disolución o el mantenimiento d la

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sociedad conyugal, hasta finalizado el período d prenotación. En este caso la presunta viuda puede pedir la disolución inmediatamente después o posteriormente.

b) Si el cónyuge supérstite contrae nuevo matrimonio, en ese momento se disuelve la sociedad conyugal.

c) Conforme al art 30, la sociedad se disuelve una vez transcurrido el período d prenotacion. Efectos exptrapatrimoniales. La declaración de fallecimiento presunto además de incidir en la relación matrimonial, produce otros efectos de caracter extrapatrimonial; así por ejemplo, si el presunto fallecido ejercía sobre sus hijos la patria potestad, está se extinguirá a raíz de la declaración, ya que faltaría uno de los sujetos de esa situación jurídica. Si el presunto fallecido reaparecía, renace la patria potestad.Lo mismo ocurre si media tutela o curatela, sea que el presunto fallecido fuese tutor o curador, o bien pupilo, dado que si el presunto fallecido era incapaz, la tutela o curatela no tiene razón de ser, por cuanto faltaría el sujeto sobre el cual se ejercía; y sí bien el presunto fallecido tenía funciones de tutor o curador también se extingue la relación entre éste y su representado (sin perjuicio que al incapaz se lo nombrara otro tutor o curador), por motivos analogos a los ya expresados.La tutela o curatela no resurgen en caso de reaparición del ausente pues si el presuntamente fallecido es el representante, debió haberse designado a otro; y si era el incapaz, no se justifica que nuevamente se otorgue ipso iure la representación a la misma persona.

Reaparición del AusenteEl reaparecido tiene derecho a reclamar sus bienes, pero la medida d esa restitución por parte d los herederos varía según el momento en q aparezca el ausente:

a) período d predotación: si se presentara durante este período, esto hace q quede sin efecto la transmisión del dominio hecha a favor d los herederos, en virtud d la condición resolutoria a la cual ese dominio estaba sujeto; x lo q deben restituir la posesión d los bienes al reaparecido (art29 ley 14.394).Con respecto a los frutos y productos, el mismo art 29 d la ley 14.395 establece q se aplicarán reglas relativas a los poseedores d buena o mala fe. Al disponer nuestro CC q el poseedor d buena rehace suyos los frutos percibidos (art 2423 CC) entendiendo x tales los efectos naturales o industriales desde q se alzan o se paran y los frutos civiles desde q recobran o reciben (2425). El dominio d los frutos al poseedor se transmite x la mera percepción, es indiferente q no hayan sido consumidos, x lo q el fruto percibido y no consumido se mantiene en el dominio del poseedor d buena fe.Los productos siempre deben ser restituidos al titular del dominio d la cosa productora (2444) no importando q el poseedor fuera d buena fe. si el heredero es d mala fe, lo q sucede cuando oculta su conocimiento de la existencia del ausente, o q sabe d su existencia o q conoce circunstancias q harían variarla fecha presuntiva d fallecimiento con la consiguiente incorporación d otros herederos, debe restituir los frutos y productos percibidos y los q x su culpa hubiera dejado d percibir, asi como los frutos civiles q hubiera podido rendir una cosa no fructífera si el propietario hubiera podido sacar beneficio d ella.

b) Presentación en el período d dominio pleno: aún cuando los herederos han podido disponer d los bienes q integran el patrimonio, el dominio d los q todavía tengan se revoca o resuelve en favor del ausente reaparecido. X ello la ley dispone q si el ausente reapareciese, podrá reclamar la entrega d los bienes q existiesen y en el estado en q se hallasen, los adquiridos con el valor d los q faltaren, el precio q se adeudase d los q se hubiesen enajenado, y los frutos no consumidos (art 32 1º párrafo ley 14.394).

a. Régimen d frutos y productos: si bien el art 32 dispone la vigencia d las reglas relativas a las obligaciones y derechos del poseedor d buena o mala fe, los cierto es q el1º párrafo impone la obligación d restituir los frutos no consumidos, con lo q se excepciona la regla gral conforme a la cual el fruto percibido no se restituye cuando el poseedor es d buena fe. Borda dice q se trata d un mero error material d la ley y q debe entenderse q dice “no percibido”. La cuestión no parece poder solucionarse x esta via, x lo q si bien la inversión d la regla es injustificada, corresponde atenerse a ella (conforme Arauz Castex)

b. Heredero preferente o concurrente: si concurrido el período d predotación se presentasen herederos preferentes o concurrentes, deben ejercer la acción d petición d herencia (art 32, 2º párrafo).El art 4024 dispone q: Después de haber quedado sin efecto la prenotación prevista en el artículo 30 de la ley 14.394, la acción del cónyuge y descendientes del presunto fallecido para hacer valer sus derechos, prescribe a los diez años. Esta prescripción rige también para los herederos instituidos en testamento del cual no se tenía conocimiento. Esta prescripción se aplica a los demás herederos legítimos no anunciados en el precepto.

Supuesto del art 33 d la ley 14.395

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(remisión artículo 108 CC)A falta de los referidos documentos, las pruebas del fallecimiento de las personas podrán ser suplidas por otros en los cuales conste el fallecimiento, o por declaraciones de testigos que sobre él depongan. (Párrafo agregado por la Ley 14.394). En los casos en que el cadáver de una persona no fuese hallado, el juez podrá tener por comprobada la muerte y disponer la pertinente inscripción en el registro, siempre que la desaparición se hubiera producido en circunstancias tales que la muerte deba ser tenida como cierta. Igual regla se aplicará en los casos en que no fuese posible la identificación del cadáver.

Simple Ausencia y Muerte PresuntaRégimen Legal De Ambos Institutos.Distintos Significados De La Palabra Ausencia.

El vocablo "ausencia" designa el hecho o la circunstancia de que alguien no está presente, en un momento dado, en un determinado lugar, donde debiera estar o donde su presencia es requerida. En el sentido técnico que se le da en las ciencias jurídicas designa, en cambio, no ya situaciones de simple no presencia, sino de ausencia calificadas por ciertas circunstancias especiales que configuran supuestos normativos a los cuales la ley atribuye, en cada caso, ciertas consecuencias jurídicas aunque difieran entre sí. Podemos señalar los siguientes supuestos, de ausencia calificadas por la ley en el derecho argentino: Ausencia de una persona cuyo domicilio del lugar de un juicio, se ignora. Aquí se trata indudablemente

de la vinculación de una persona humana con un lugar que, desde luego, no es el de su domicilio, porque éste es ignorado, sino el de un juicio. Este supuesto está previsto en los Cód. de Procedimientos en lo Civil y Comercial que para asegurar el principio de contradicción y la defensa en juicio de las personas cuyo domicilio se ignora, arbitran como recurso técnico la citación por edictos y la designación de un curador ad litem que ha de representar al citado en caso de incompetencia. La ausencia en que estos supuestos de las leyes rituales se toma en cuenta, es la referente al lugar en que se tramita el juicio, en el cual está o pueda estar interesada la persona ausente cuyo domicilio o residencia se ignora. En estos casos de duda existe, al menos antes las leyes procesales, de que la persona citada por los edictos está viva y la solución legal es suficiente para asegurar la integridad patrimonial de las personas y la defensa de sus derechos, pues a falta de comparecencia, después de publicados los edictos citatorios, el ausente debe ser representado en el juicio de que se trata, y exclusivamente en él, por el defensor oficial, que actúa como curador ad litem hasta que el ausente comparezca por sí o por representante o, en su caso, se acredite su fallecimiento. No se advierte, pues, la necesidad de declarar incapaz a este ausente y someterlo a curatela.

Ausencia con relación a un juicio determinado . Se origina cuando una persona de existencia visible citada con arreglo a derecho para que comparezca a un juicio en el cual está interesada, o en el cual deba deponer como testigo o dar una declaración como perito, no comparece. Las leyes de procedimientos en lo civil y comercial contemplan la situación de la persona que es demandada y que debidamente notificada por cédula en su domicilio no comparece a prestar la correspondiente intervención en el juicio. La solución que se arbitra en tales casos es declararlo rebelde y seguir el juicio sin su intervención porque el principio de la inviolabilidad de la defensa quedó a salvo con la notificación, que da la posibilidad de defenderse. Las mismas leyes rituales en lo civil y comercial, como también los Cód. de Procedimientos en lo Criminal y Correccional prevén y reglamentan la situación de las personas que debidamente citadas a comparecer a prestar declaración como testigos o a dar un informe como peritos no comparecieren. Son situaciones de ausencia con relación a un juicio que no hacen necesaria una declaración de incapacidad negocial. Su estudio corresponde al derecho procesal.

Ausencia con relación a su domicilio o su residencia y sus bienes en estado de abandono. Se configura este supuesto cuando una persona se halla ausente de su domicilio o de su residencia, y a esta circunstancia se suma esta otra, que ha dejado bienes que exigen cuidado y no tiene apoderado o si lo tuviere lo sea con poderes estuvieren caducos. Este supuesto está contemplado en la ley 14.394 sancionada el 22 de diciembre de 1954, cuyos arts. 15 a 21 contienen una reglamentación orgánica que en su momento colmaron los vacíos o lagunas del Cód. de Vélez, que en el art. 54 incluía entre los incapaces los ausentes declarados tales en juicio sin aclarar a quiénes aludía; ni en este art. ni en el 57, en el que se indicaba que su representante necesario era un curador (inc. º).

El Juicio Para La Declaracion De Ausencia Simple.La ley se refiere a los casos de ausencia simple o ausencia con bienes en estado de abandono.

1. Quiénes son los ausentes simples en la ley 14.394 . De los términos de los arts. 15 a 21 de la ley 14.394 resulta que, cuando una persona desaparece del lugar de su domicilio o residencia sin que se tenga noticias de ella y existiendo bienes que le pertenezcan y exige cuidado, no habiendo representante del desaparecido o si existiese no tuviere facultades suficientes o desempeñase inconvenientemente el mandato o estuviere éste caduco, se produce la situación de simple ausencia, que puede dar lugar a que el ausente sea declarado tal en juicio, se lo someta a curatela. Abelenda con Moisset de Espanés sostienen que la ley, al limitar la posibilidad de la declaración de ausencia simple a los supuestos en que

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no se tuviesen noticias del desaparecido, es criticable, pues aun en caso contrario puede haber necesidad de cuidar de sus bienes. Conforme al art. 15, para que proceda la declaración de ausencia simple deben cumplirse los siguientes requisitos:

- Que la persona desaparezca de su domicilio o residencia sin que se tenga noticias de ella;- Que haya dejado bienes que exijan ser cuidados;- Que no haya dejado apoderado para que cuide dichos bienes, o que habiendolo dejado, éste no tuviere poderes suficientes para actuar, o que desempañare incorrectamente la función o que hubiese caducado su mandato.- Que la declaración fuera pedida por parte interesada y ante juez competente.

2. Curador de bienes . Según el art. 15, "Cuando una persona hubiere desaparecido del lugar de su domicilio o residencia, sin que de ella se tenga noticias y sin haber dejado apoderado, podrá el juez, a instancia de parte interesada, designar un curador a sus bienes, siempre que el cuidado de éstos lo exigiere. La misma regla se observará si, existiendo apoderado, sus poderes fueren insuficientes, no desempeñase convenientemente el mandato, o éste hubiese caducado". Del art. transcrito y de los siguientes 16 a 21 de la ley 14.394, resultará que en los que prevé, es posible promover un juicio tendiente a la declaración de ausencia simple en el momento que fuere necesario, ya que la ley no fija ningún plazo. En este juicio, como primera medida, el juez competente, a instancia de parte interesada, puede designar un curador de bienes del ausente, cuando el cuidado de ello así lo exigiese. De los claros términos del art. 15 surge que el que se designa será un curador de bienes, y en consecuencia, no podrá considerárselo representante del ausente, y que debe ejercer solamente los actos administrativos de mera custodia y conservación dentro de los límites señalados en el Cap. II. Tít. XIII, Secc. II, Libro I, Cód. Civil, rubrado "curadores de bienes" (arts. 485, 488 a 490).

Las funciones de este curador de los bienes del ausente será transitorias, según de los arts. 18 a 21 de la ley. Durarán hasta que se presente el ausente por sí o por otro, o se designe, llegado el caso, el administrador provisional que prevé el art. 18, o el curador definitivo previsto en el art. 19, que tendrá el carácter de representante legal del ausente y no de mero curador de bienes según los claros términos del art. 20.

3. Juez competente. El art. 16, ley 14.394, a propósito del juicio para la declaración de ausencia simple, dispone: "Será competente el juez del domicilio, o en su defecto, el de la última residencia del ausente. Si éste no lo hubiere tenido en el país, o no fuesen conocidos, lo será el del lugar en que existiesen bienes abandonados, o el que hubiese prevenido cuando dichos bienes se encontrasen en diversas jurisdicciones". El precepto es claro, menos en la frase final: "O el que hubiese prevenido cuando dicho bienes se encontrasen en diversas jurisdicciones", que sin embargo se ha interpretado en el sentido de que alude al juez del lugar donde existiendo bienes abandonados del ausente, se hubiese hecho la primera presentación.

4. Quiénes pueden promover el juicio y pedir nombramiento de curador de bienes del ausente . Según el art. 17 de la ley 14.394, "Podrán pedir la declaración de ausencia y el nombramiento del curador del Ministerio Público y toda persona que tuviere interés legítimo respecto de los bienes del ausente”. El precepto legal transcrito señala en primer término al Ministerio Público, sin aclarar si se refiere al fiscal o al pupilar. Esto dió origen a una interesante discusión doctrinaria, sosteniendo algunos, como Orgaz, que siendo el interés en juego puramente patrimonial y no moral o afectivo, quien debía promover el juicio y solicitar medidas protectoras era el Ministerio fiscal. Otros juristas, en cambio, entendían quien debía intervenir en el juicio, y era aludido en el art. 17, es el Ministerio de menores (pupilar), por tratarse de interes de personas que al ser declarados ausentes quedaban en la categoría de incapaces absolutos mientras no se presentaran. Abelenda opina que durante la vigencia del inc. 5º del art. 54, debía interpretarse que el Mnisterio público aludido en el art. 17 era el pupilar, por cuanto entendemos que la ley 14.394 constituía la reglamentación de esa categoría de incapaces negociales absolutos denominados en el hoy derogado inciso "ausentes declarados tales en juicio", como dijimos precedentemente. Pero ahora la cuestión ha variado fundamentalmente con la derogación del inc. 5º del art. 54 que hizo la ley 17.711, pues los ausentes previstos en los arts. 15 a 21 de la citada ley 14.394, aún después de la declaración de ausencia y designación del curador definitivo como representante del declarado, no pueden considerase incapaces negociales dado por el supuesto ya citado art. 52 del Cód. Civil. Siendo así, aunque el propósito de los legisladores al sancionar la ley 14.394 reflejado en su letra haya reglamentar en el inc. 5º del art. 54 del Cód. Civil, y el juicio tendiente a la declaración de la ausencia y designación de un curador como representante del ausente que se colocaba en la categoría de incapaz negocial absoluto, no puede afirmarse hoy que el Ministerio aludido en el art. 17 sea pupilar, porque éste tiene limitada su actuación a la defensa de los intereses de las personas y bienes de los incapaces negociales. En segundo lugar la ley, en una fórmula amplia, señala en el art. 17 que puede pedir la declaración de ausencia y el nombramiento del curador "toda persona que tuviere interés

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legítimo respecto a los bienes del ausente". La fórmula legal fue objeto de críticas y de elogios. Se la criticó porque siendo demasiado amplia abría la posibilidad de promover el juicio a demasiadas personas. Se la elogió porque suprimía el casuismo y no mezclaba en su enumeración menciones concretas de ciertas personas con una mención genérica que cubriera las posibles omisiones de la primera, que resultaría innecesaria. La catedra afirma que la fórmula amplia consagrada en legislaciones vigentes en países extranjeros es buena y funciona bastante bien, pues dentro del Código, en la actualidad existen normas que evitan ciertos abusos de los acreedores que en vez de pedir un embargo o ejecutar los bienes del deudor ausente, promovieran todo un trámite, que antes de la ley 17.711 evidentemente tendía a la interdicción del desaparecido que dejaba bienes abandonados. El instituto del abuso del derecho evita los inconvenientes de la amplitud de la fórmula del art. 17. Así por ejemplo pueden resultar legitimados los presuntos herederos del ausente dado que llegado el caso los mismos serán transmitidos a ellos, los acreedores del ausente ya que ese patrimonio es la garantía de su crédito; los socios; los condominos, y el mismo mandatario cuando sus poderes no fueren suficientes o debiese renunciar (Borda). También tendría legitimación activa el Ministerio Público Pupilar, pero éste solo podría actuar en representación de un incapaz, verbigracia los hijos menores del ausente, y no por derecho propio dado que el ausente no es incapaz.

5. Procedimiento señalado en la ley para el juicio de ausencia simple. La ley 14.394 en el art. 18 establece: "El presunto ausente será citado por edictos durante cinco días, y si vencido el término no compareciese, se dará intervención al defensor oficial, o en su defecto se nombrará defensor del ausente. El Ministerio Público será parte necesaria en el juicio". En la parte transcrita en el art. 18 la ley señala normas de procedimientos de carácter general que, desde luego, deben ser contempladas con las leyes rituales de las provincias. Tales reglas tienden a asegurar la inviolabilidad de la defensa en juicio y a que la legislación procesal de las provincias se adecue a las exigencias de la ley de fondo. En cuanto a la falta de especificación sobre qué rama del Ministerio Público será parte en el juicio que se advierte en el texto legal transcrito, cabe las mismas consideraciones que hicimos al comentar el art. 17.

Administrador Provisional. El mismo art. 18 señala también como regla de procedimientos que: "En caso de urgencia el juez

podrá designar un administrador provisional o adoptar las medidas que las circunstancias aconsejen". Este administrador provisional, suple al curador provisional de bienes que puede designarse conforme al art. 15. Se trata, de un administrador con mayores representativas que el curador de bienes, pues de lo contrario su designación carecería de sentido. Es en cierto modo una designación anticipada, provisional, de un representante del ausente cuando las circunstacias del caso exijan actuaciones representativas que no las tiene el mero curador de bienes, que cumple solamente funciones de custodio y conservador. Así resulta del art. 20, que dice: "Si antes de la designación del curador se dedujeran acciones contra el ausente, le representará el defensor cuyo nombramiento prevé el art. 18". En cuanto a las otras medidas que puede adoptar el juez, entendemos que no pueden ser otras que las que se refieran al cuidado y conservación de los bienes del ausente”.Declaracion De Ausencia Simple Y Designacion De Curador Definitivo. El art. 19 de la ley 14.394 preceptúa: "Oído el defensor del ausente, y concurriendo los extremos legales ya señalados, oído el defensor del ausente en el juicio, es decir quien en el juicio actuó como curador ad litem, corresponde que el juez declare la ausencia y designe un curador”. Antes de la desición judicial colocaba al ausente declarado tal en el juicio en la categoría de incapaz negocial absoluto, y de ahí que se le designara simultáneamente un curador como representante necesario cuya actuación representativa debía cumplir a tenor del art. 20, es decir como todos los curadores de persona y con el contralor judicial y la actuación promiscua del Ministerio Pupilar. Actualmente, como los ausentes declarados tales en juicio dejaron de ser considerados incapaces negociales con la derogación del inc. 5º del art. 54, el curador definitivo designado de conformidad con el precepto del art. 19 de la ley 14.394, no puede ya ser considerado representante necesario de un incapaz, Abelenda sostiene, sin embargo, que es un representante de persona y no de bienes ante los claros términos de la ley (art. 20), que no fue objeto de modificación por parte de los reformadores de 1968. Se da, por lo tanto, una muy particular situación que en cierto modo contrario a los principios clásicos del derecho civil, cual es que una persona con capacidad negocial tenga un representante legal.Mientras la ley no se modifique, al curador definitivo del ausente le incumbe funciones que a los curadores de incapaces negociales, pero sin el contralor que significa la actuación promiscua del Ministerio Pupilar, que establece el art. 59 en el caso de incapaces. El art. 20 de la ley que venimos analizando, establece: "Las calidades personales, facultades y obligaciones del curador del ausente se rige por lo dispuesto en el Cód. Civil respectos de los tutores y curadores", lo cual significa que ha sido instituido como representante de persona. En cuanto a las personas en las que puede recaer la designación del curador definitivo del ausente declarado en juicio, el art. 19 de la ley 14.394 preceptúa: "Para esta designación será preferidos los parientes idóneos del ausente, en el siguiente orden: 1) El cónyuge, cuando conservase la vocación hereditaria, o subsistiese la sociedad conyugal. 2) Los hijos. 3) El padre, o la madre. 4) Los hermanos y los tíos. 5) Los demás parientes en grado sucesible". Desde luego tal declaración no obsta a que

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el ausente obre en el lugar donde se encuentre con la capacidad que le correspondía sin considerar a la declaración de ausencia. Pero este pronunciamiento sirve para fijar el estado de relaciones jurídicas pendientes o que se formalicen después, con respecto a terceros, para quienes el ausente está habilmente sustituido en la administración de los bienes por el curador que se le ha nombrado. Es desde este punto de vista que la ley instituye la representación del ausente, quien por razón de esa ausencia está, en la especie, impedido para realizar cualquier acto jurídico.Cesacion De La Curatela Del Ausente Declarado Tal En Juicio. El art. 21 de la ley 14.394 preceptúa a este respecto: "Termina la curatela de los ausentes declarados:1)"Por la presentación del ausente, sea en persona o por apoderado". El precepto se justifica plenamente porque la razón de la declaración era la ausencia y el estado de abandono en que se encontraba sus bienes, así también como la necesidad de una actuación del sujeto jurídico o de su representante, y ella desaparece con la presentación del desaparecido declarado ausente, pues él por sí o por apoderado puede proveer lo necesario para la defensa de sus derechos.2) "Por la muerte del mismo". Este inciso alude a la muerte real comprobada y es solución lógica, pues con ella termina la existencia de la persona, se abre la sucesión y se atribuyen los bienes a los herederos.3) "Por su fallecimiento presunto, judicialmente declarado". Se trata de un supuesto de muerte real aunque no comprobada, pero sí declarada sobre la base de una presunción legal iuris tantum. Siendo así, la solución es lógica, pues tal declaración de la muerte presunta tiene los mismos efectos que la muerte real comprobada. Una cuestión que divide a los autores es que sucede si se tienen noticias de la existencia del ausente, o reaparece en un lugar distinto al de situación de los bienes. Para Llambías la curatela debe cesar. En cambio Fassi y Rivera sostienen que la ley exige la presentación del ausente, y que la finalidad de la ley es la protección de los bienes del ausente, por lo que no se produce la extinción de la curatela sino cuando el ausente reasume el gobierno de su patrimonio, o al menos está en condiciones de hacerlo, lo que no sucede por el simple hecho de que se lo haya visto en cualquier lugar.

Los Diversos Casos De Muerte Presunta.

Para Alterini, se trata de una etapa distinta, generalmente confundida con la ausencia con presunción de fallecimiento, hasta lo que llevamos visto, el desaparecido, es, sólo “ausente con presunción de fallecimiento” o, en otros término, un ausente que se estima verosímil haya muerto. Hay un momento en el cual la ley lo reputa sin más muerto que, es el de la “muerte presunta”.

¿Cuándo?: “transcurirdos cinco años desde el día presuntivo del fallecimiento, u ochenta años desde el nacimiento de la persona” (art. 30 de la ley 14.394), lo que sea anterior: por ejemplo si la fecha de fallecimiento presunto se fija en un día en que la persona tendría 40 años de edad, hay que esperar los 5 de plazo, pero si se establece en un día en que tendría 77 años de edad, al cumplirse 80 de su nacimiento, esto es antes de aquél término de 5 años, se lo tiene por muerto presunto. Podría inclusive, ocurrir que , por haber ya pasado 80 años desde el nacimiento a la fecha del fallecimiento presunto fijada por el juez, se omita la etapa de declaración de “ausencia con presunción de fallecimiento” y se pase sin más a la de “muerte presunta”.

Efectos. Importancia Y Trascendencia En Los Derechos Patrimoniales Y De Los Derechos De Familia.

La muerte presunta produce efectos patrimoniales:

- “Queda sin efecto la prenotación prescripta, pudiendo desde ese momento disponerse libremente de los bienes” (art. 30)

- “Queda concluida y podrá liquidarse la sociedad conyugal” (art. 30), téngase presente que esta disolución se produce ipso iure, y no es por tal, facultativa del cónyuge, como en el caso del ausente con presunción de fallecimiento, todavía no “muerto presunto”.

Reaparición del ausente. EfectosSi llegase a aparecer el presunto fallecido pueden ocurrir dos cosas:- q su cónyuge no se haya vuelto a casar, en cuyo caso sigue en pie el matrimonio, dado q el vínculo

permanece inalterado.- Q el cónyuge supérstite haya contraído nuevo matrimonio, en este caso es válido el nuevo matrimonio,

dado q al contraerse este, se disuelve el anterior (art 31 ley 14.394).

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Derecho Civil 1

BOLILLA IX

Persona JurídicaDistintos Tipos. Asistematicidad del CC en la Materia. Importancia d su Correción.

Nuestro CC emplea en los art 31 y 32 las expresiones “persona d existencia ideal” y “persona jurídica”.

Artículo 31.Las personas son de una existencia ideal o de una existencia visible. Pueden adquirir los derechos, o contraer las obligaciones que este Código regla en los casos, por el modo y en la forma que él determina. Su capacidad o incapacidad nace de esa facultad que en los casos dados, les conceden o niegan las leyes. Artículo 32.

Todos los entes susceptibles de adquirir derechos, o contraer obligaciones, que no son personas de existencia visible, son personas de existencia ideal, o personas jurídicas.

Para Freitas, q ha sido la fuente d esta materia, estos 2 conceptos no eran sinónimos. “personas d existencia ideal” designa a todos los entes q no sean d existencia visible o natural. A su vez, se clasifican en públicas y privadas. Las primeras son las personas jurídicas propiamente dichas, q requieren autorización del Estado, y se dividen a su vez d existencia necesaria y posible. En cambio, “personas privadas” son las q funcionan como tales sin autorización del Estado. La terminología d Freitas resulta inactual. hoy se denomina privados a lo q el llama d existencia posible, a las q encima ubica dentro d las publicas.Nuestro codificador siguió este sistema, y x lo tanto “personas d existencia ideal” y “persona jurídica” no son sinónimos. La primera sería una expresión genérica q comprendería a la segunda y a las personas d existencia ideal propiamente dichas, q serían las simples sociedades. En la doctrina más corriente y en la jurisprudencia, ambas expresiones se utilizan indistintamente y designan un mismo concepto.Con la redacción original del art 32 la cuestión tenía enorme importancia práctica, xq si ambas designaciones se juzgaban equivalentes, era imposible sostener la personalidad d las sociedades civiles y d las sociedades comerciales q no fueran anónimas q no estaban incluidas como personas jurídicas en el art 33. Con la sanción d la ley 17.711, q incluyó a las sociedades civiles y comerciales como personas jurídicas en el texto reformado del art 33, la importancia práctica d la cuestión suscitada x la redacción del art 32 decreció considerablemente. No obstante ello, la diferencia entre las personas jurídicas y las personas d existencia ideal propiamente dichas, como son en el sistema actual las asociaciones no reconocidas, tiene importancia en relación con la capacidad (art 46). Artículo 33.

Las personas jurídicas pueden ser de carácter público o privado. Tienen carácter público: 1ro. El Estado Nacional, las Provincias y los Municipios; 2do. Las entidades autárquicas; 3ro. La Iglesia Católica; Tienen carácter privado: 1ro. Las asociaciones y las fundaciones que tengan por principal objeto el bien común, posean patrimonio propio, sean capaces por sus estatutos de adquirir bienes, no subsistan exclusivamente de asignaciones del Estado, y obtengan autorización para funcionar; 2do. Las sociedades civiles y comerciales o entidades que conforme a la ley tengan capacidad para adquirir derechos y contraer obligaciones, aunque no requieran autorización expresa del Estado para funcionar.

Clasificación personas jurídicas nacionales: el art 33 establece q las personas jurídicas nacionales se distinguen en

aquellas d carácter público y privado. Respecto a las personas jurídicas públicas, la clasificación no tiene carácter normativo, sino más bien descriptivo (deriva d las disposiciones d derecho público).

Personas jurídicas públicas estatales:a) enumeración legal: según dispone el art 33.b) Distinción previa: la1er distinción corresponde a si pertenecen o no al Estado (en nuestro derecho, no todo lo público es del Estado). Además d los Estados mismos, son entes estatales aquellos q:

1.Q son creación directa del Estado,2.Q ejercen potestad e imperio en su actividad,3.Patrimonio totalmente estatal,4.desempeñan un servicio público.

c) personalidad jurídica del Estado nacional y las provincias: surge d los arts 1, 9, 10, 14 a 18, 20, 21 y 23, 31, 36, 74, 86, 94 y 110 d la CN, q suponen la capacidad para las relaciones jurídicas. Tbn infiere la CN la personalidad jurídica d las provincias (art 6, 31,104 a 109)d) municipalidades y entidades autárquicas: las entidades autárquicas son desmembramientos d la personalidad del Estado. Pueden ser d base territorial o funcional. Las primeras son las municipalidades (art 5 CN), q impone a las pcias un régimen municipal sin regular la organización ni facultades d las comunas. Los d base funcional son las ramas d la administración pública q tienen x objetivo lograr el mejor cumplimiento d la finalidad estatal. Pueden ser creadas x todo estado. Esto está reglado en el art 67 d la CN.

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Personas jurídicas públicas no estatales:a) concepto: explica la naturaleza d instituciones en cuya creación puede haber intervenido el Estado, pero q son integradas x particulares o q aún sin injerencia del Estado en su constitución, ejercen algún tipo d función pública. Ej: colegios profesionales, sindicatos, entidades empresarias, obras sociales.b) La iglesia católica: en nuestro derecho, es un ente público no estatal d jerarquía constitucional, en base a q es uno d los pilares fundamentales d nuestra organización. El art 2 d la CN, junto con el art 76 d la misma, aseguran su defensa. La fórmula constitucional señala el carácter preeminente d la iglesia, lo q no significa q el catolicismo constituya la religión del Estado, como erróneamente lo menciona el inc. 1º del art 14 del CC. Las relaciones entre estay el Estado se rigen x el concordato celebrado en 1966, y su organización surge del código d derecho canónico, en la q se declara persona jurídica; esta personalidad se extiende a cada una d sus extensiones territoriales. Las corporaciones religiosas tienen carácter privado.

Personas jurídicas privadas:a) concepto: aquella cuya existencia y fundamento se regulador el dcho privado, requieran o

no autorización estatal para funcionar.b) Texto legal:” Tienen carácter privado: 1ro. Las asociaciones y las fundaciones que tengan

por principal objeto el bien común, posean patrimonio propio, sean capaces por sus estatutos de adquirir bienes, no subsistan exclusivamente de asignaciones del Estado, y obtengan autorización para funcionar; 2do. Las sociedades civiles y comerciales o entidades que conforme a la ley tengan capacidad para adquirir derechos y contraer obligaciones, aunque no requieran autorización expresa del Estado para funcionar”.

c) Distinción fundamental: separando las personas privadas sin fines de lucro (asociaciones y fundaciones), de aquellas destinadas a la obtención de utilidades a repartir entre los miembros. La redacción de la ultima parte del art.33 es confusa, en tanto q la mención de sociedades q según el mismo tengan aptitud para adquirir dchos y contraer obligaciones sin autorización del estado para funcionar, rompe el criterio de la clasificación (algunos autores atribuyen esto a los consorcios de propiedad horizontal q tienen fines económicos pero no lucrativos); esta redacción crea tbn una incógnita respecto de la cuestión referida a las personas de existencia ideal propiamente dichas, puesto q con una formula tan amplia, no podrían quedar entidades q no fueran jurídicas. Sin embargo al haberse mantenido al parte inicial del art. 46, q menciona las asociaciones q no tiene existencia legal como personas jurídicas es claro q al menos para estas se aceptado la antigua clasificación y la consiguiente restricción de capacidad.

d) Personas jurídicas privadas sin fines de lucro: son las asociaciones reconocidas y fundaciones. Se llama asociación a toda unión de personas q se agrupan p/ conseguir un fin común. En sentido estricto se reserva esta acepción para las personas sin fines d lucro. Su ppal característica es la presencia d los miembros q la constituyen, q aportan los medios para lograr su objetivo. Las asociaciones q se encuentran en esta categoría son las q han recibido la autorización legal, la autorización para funcionar, las asociaciones “simples”, no son personas jurídicas pero si sujetos d dcho (personas de existencia ideal).La fundación es la personificación d un patrimonio con fines altruistas. Su ppal característica es le patrimonio q es aportado por los fundadores, administrado por los órganos, y gozado por los beneficiarios. En sentido lato se denomina así a toda afectación de fondos a fin de interés soc.; en sentido estricto hay fundación cuando parea obtener una finalidad se crea una persona jurídica a la cual se aportan bienes. Las personas jurídicas establecidas por el art. 333 son sin fines de lucro.

e) Sociedades: Es la unión de personas q se organizan para la obtención de utilidades y su reparto entre ellas.

f) Carácter civil o comercial de las sociedades: el art. 1 de la ley de sociedades (19.550) establece: “habrá sociedad comercial cunado dos o más personas en forma organizada, conforme a uno d los tipo previstos en esta ley, se obliguen a realizar aportes para aplicarlos a la producción o intercambio de bienes o servicios, participando de los beneficios y soportando las pérdidas”. El carácter comercial d estas sociedades esta dado por los fines lucrativos, d modo q la sociedad es tal por el tipo adoptado y no x el objeto. Las sociedades civiles son aquellas en las q dos o más personas se obligan con una prestación, para obtener alguna utilidad (dinero) q dividirán entre si. Excepcionalmente algunas sociedades no lucrativas pueden organizarse bajo esta fórmula.

g) Otras entidades: se convierten en sujeto d dcho todas las entidades q conforme a la ley tengan capacidad para adquirir dcho y contraer obligaciones. Aún dp de las reformas siguen existiendo en nuestra legislación sujetos d dcho q no son personas jurídicas, x lo q el texto final del art. 33 debe interpretarse sistemáticamente, tomando en consideración todas las disposiciones legales q inciden en la cuestión. Las personas jurídicas son al especie normal o gral., a las q el estado no les negó expresamente este carácter; y las de existencia ideal son

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las excepciones, no tiene capacidad para recibir x donación, herencia o legado.h) Quid de la propiedad de consorcio d propietarios: a partir de 1968 la tesis d la personalidad del

consorcio encontrón u sólido apoyo doctrinario (Borda, Vidal, Alterini, etc) y casi unanimidad jurisprudencial. Pero esta se vio interrumpida pro un pronunciamiento q estableció q los propietarios lo son sobre las partes propia d manera exclusiva y d las comunes respecto d las cuales se establece un condominio forzoso. D modo q en opinión de Laquis el consorcio carece d patrimonio lo q significa al imposibilidad de constituirlo d sujeto d dcho. En el mismo caso s encuentran ala comunidad hereditaria la soc. conyugal, etc en al q hay dchos q pertenecen a varios sujetos sin q lleguen a constituir una persona.

Casos dudosos: existe una serie de situaciones jurídicas en las q se discute si presentan personalidad.

a) Sociedades comerciales de hecho irregularesb) Sociedades comerciales nulasc) Sociedades civiles de hechod) La indivisión hereditariae) La sociedad conyugalf) Las asociaciones no reconocidas, regulares e irregularesg) La masa de la quiebra

EL ESTADO NACIONAL DE 1 - CADA PROVINCIA CARÁCTER CADA MUNICIPIO PUBLICO 2- CADA ENTIDAD AUTARQUICA

3- LA IGLESIA CATOLICA

ASOCIACIONES DE 1 – CON AUTORIZACION CARACTER

- FUNDACIONES

PRIVADO - SOCIEDADES CIVILES 2- SIN AUTORIZACION

- SOCIEDADES COMERCIALES - OTRAS ENTIDADES

Elementos de existencia de las persona jurídicasPara que las personas jurídicas es indispensables que ellas reúnan ciertos requisitos de fondo y de forma.

Los requisitos de fondo son:1- Finalidad de bien común;2- Patrimonio propio;3- Dispositivo de actuación.Los requisitos de forma son:1- Un acto constitutivo emanado de los particulares;2- Un acto de reconocimiento estatal.

Requisitos De Fondo.1- Finalidad De Bien Común: Es un rasgo característico exclusivo de las fundaciones. Ferrara ha

CRITERIO PERSONA JURÍDICA PUBLICA

PERSONA JURÍDICA PRIVADA

CREACION

Son creaciones del Estado. Son el resultado de un acto constituyente.

Es el resultado de un acto voluntario de una o varias personas

FINALIDADEl fin que persigue es de interés público.

Satisfacen intereses de los particulares.

POTESTAD DE IMPERIO

Posee la potestad de Imperio, entendido como un poder ordenador.

No poseen dicha potestad.

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discutido que este elemento sea indispensable y se pronuncia negativamente, pues según él hasta hay fundaciones carentes de esa finalidad como las fundaciones de familia reconocidas como sujeto de derechos. De ahí que propugne que solo ha de exigirse que la finalidad de la persona jurídica sea como la de cualquier otra actividad, lícita y posible.En cambio Borda sostiene que el fin de bien común es lo que justifica la existencia jurídica de estas entidades y obliga a reconocerles el carácter de sujetos de derecho. La palabra licitud, en este caso, es un término neutro, inexpresivo, que no penetra en la esencia del concepto de persona jurídica.Llambías coincide con Borda, pues si el bien común esta ausente del objetivo perseguido por la entidad no se justifica que se le reconozca la plenitud de la capacidad jurídica.

2- Patrimonio Propio: La existencia del patrimonio es un presupuesto indispensable para que la entidad pueda acceder a la personalidad jurídica, desde que el patrimonio es un elemento inseparable de la personalidad como atributo de ella.A esta exigencia se refiere el art. 33, donde exige como requisito de la persona jurídica la posesión de un patrimonio propio. El Código agrega que la entidad ha de tener capacidad, por sus estatutos, de adquirir bienes, pues mal podría la entidad ser titular de un patrimonio si careciera de esta capacidad. Finalmente, el Código exige que la entidad no subsista de asignaciones del Estado, pues si así ocurriera no se trataría de una persona jurídica privada, sino de un desprendimiento estatal personalizado.

3- Dispositivo De Actuación: Los cuerpos morales no existen sino tienen constituidos por un dispositivo referente a su gobierno, pues no es concebible que se pueda seleccionar los medios apropiados para el logro del fin de la entidad si esta no cuenta con una cabeza o administración que provea a ello. Llambías sostiene que se trata de un dispositivo de gobierno de la entidad, por entero indispensable en las previsiones estatutarias para que aquella pueda ser reconocida en el carácter de personas jurídicas.

Requisitos De Forma.1- Acto Jurídico Constitutivo: Para que la entidad pueda recibir el reconocimiento de su personalidad por

un acto estatal, es indispensable ante la Inspección General de Personas Jurídicas, dependiente del Ministerio de Justicia. Este trámite administrativo se inicia con un pedido de los particulares interesados en la gestión de la personería. Y aun antes por medio de un acto jurídico que vincula a esos interesados en el propósito de constituir la persona jurídica: es el acto jurídico constitutivo de la entidad que si se trata de una asociación se llama acto conjunto, o acto fundacional si se refiere a una fundación.Tal acto constitutivo es de la mayor importancia, no solo en cuanto rige desde ya de los interesados con relación a las obligaciones que ellos hubiesen, sino también porque el ulterior reconocimiento estatal de la persona jurídica se hará con efecto retroactivo a la fecha de ese acto constitutivo, que se identifica así con el nacimiento efectivo del nuevo sujeto de derecho.

2- Estatutos.

Son el conjunto de disposiciones referentes a cada uno de las personas jurídicas. En ella se determina el nombre, domicilio, el fin de la institución, los órganos de gobierno, los derechos y deberes de sus miembros, la constitución e inversión de su patrimonio, las causas de su extinción y el destino de sus bienes.Son las reglas fundamentales y básicas que organizan y rigen la vida de cada persona jurídica. Toda modificación o aprobación requiere la autorización del Estado. Los estatutos obligan a los miembros como la ley misma, importan el ordenamiento de la entidad y fijan su posición jurídica y la de su miembros.En cuanto a su naturaleza jurídica podemos decir, que para la doctrina clásica los estatutos configuraban una especie del género contrato, que se celebraba por los miembros originarios y se renovaba en la forma de contrato de adhesión, con motivo de la incorporación de nuevos miembros que daban su conformidad al contrato social mediante su ingreso.Esta postura fue cuestionada por la doctrina moderna, que encuentra diferencias fundamentales del contrato con los estatutos. Donde más se aprecian esas diferencias es en las fundaciones, en que no existe acuerdo de partes, sino una sola voluntad, que no tiene con quien convenir los estatutos de la futura fundación. También se han detectado otras diferencias con las demás personas jurídicas, de manera tal que no resulta satisfactorio el criterio contractualita.La doctrina aceptable es la de encontrar en los estatutos una norma privada, una ley en sentido material, porque son la verdadera fuente de derecho, con eficacia que se extiende, por lo menos al ámbito de la vida interna de la persona jurídica y que no tienen valor de pacto convencional.

3- Reconocimiento Estatal: El proceso de constitución, de la persona jurídica que se inicia con el acto jurídico constitutivo, culmina con el acto administrativo del reconocimiento de la personalidad.

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Representación de las personas jurídicas. Su verdadero carácterEl mecanismo por el cual expresan su voluntad las personas jurídicas no puede ser concebido como una cuestión de capacidad de hecho, q ellas carecen de los atributos psquicos de las personas físicas, y no tiene sentido discutir si pueden o no ejercitar por si mismos sus dchos.Es evidente q las personas jurídicas tienen la voluntad de sus integrantes, la cual se expresa de diversos modos (asambleas, consejos d administración, representantes legales). Frente a los terceros la voluntad de las personas jurídicas es la de sus representantes. La voluntad q el representante manifieste en un acto de la persona jurídica, será atribuida como voluntad de ella. De esa forma el dcho ha creado un concepto d voluntad jurídica. Las polémicas de la naturaleza de las personas jurídicas han tenido inciodencia en las concepciones sobre su representación:- Teoría d la representación: (savigny) concibió a la persona jurídica como “incapaz absoluta d hecho”

carente d voluntad ppia (en el sentido psicológico), y por ello sometida a una representación necesaria. Las personas jurídicas tienen la voluntad de sus representantes. La actuación de esos representantes se rige x las reglas del mandato, y si excedieron los límites de sus poderes, no obligaran a la entidad siendo responsables exclusivos d sus actos. La existencia de un mandato crea un vínculo externo entre el representante y al persona jurídica, en el caso q algunas atribuciones no estén expresamente dispuestas en los estatutos, hay q concluir q el representante no las tiene.

- Teoría del órgano: las doctrinas de la realidad concibieron a las personas jurídicas como “organismos”, dotados de miembros q actuaban “dentro” d ellos, y por ello les atribuyeron capacidad de hecho. Órganos d la persona jurídica son las personas, o grupos de personas físicas, q por disposición d los estatutos están autorizados a manifestar la voluntad del ente y desarrollar la actividad jurídica necesaria para conseguir sus fines. Se establece un vínculo d carácter interno entre la persona jurídica y el miembro al cual le toca cumplir una determinada función, este víncuilo se rige por los estatutos q establecen las atribuciones correspondientes a las funciones a desempeñar. El representante declara su propia voluntad, pero lo hace en el interés de su representado, mientras q el organo declara directamente la voluntad d la persona jurídica.

- Posición actual: Las dos doctrinas desarrolladas anteriormente describen correctamente un aspecto del problema, y lo desfiguran acudiendo a metáforas q se tratan como si constituyeran situaciones reales.Hablar d una capacidad de hecho d entes q carecen d cuerpo y alma no tiene sentido. La doctrina contemporánea observa q no pueden ser confundidos el “órgano” y el “representante”, desde q no todos los órganos d la persona jurídica tienen poderes para representarla. La asamblea, órgano soberano de las asociaciones y sociedades no la representa, tampoco lo hacen: las sindicaturas, consejos d vigilancia, etc.Por ellos cabe concluir q las personas jurídicas sólo pueden ser representadas x aquellos órganos a los cuales al estructura interna del ente les atribuye expresamente facultades al efecto. El vínculo es interno y por dicha razón cuando una persona jurídica actúa por medio del órgano correspondiente, la figura del órgano absorbe a la del representante.

Régimen legalEn nuestro sistema legal la persona jurídica actúa por el ministerio de los representantes que sus leyes o estatutos les hubiesen constituido según lo establce el art. 35 : “Las personas jurídicas pueden, para los fines de su institución, adquirir los derechos que este Código establece, y ejercer los actos que no les sean prohibidos, por el ministerio de los representantes que sus leyes o estatutos les hubiesen constituido”.Art. 36: “se reputan actos de las personas jurídicas los de sus representantes legales, siempre que excedan los límites de su ministerio. En lo que excedieren, solo producirán efecto respecto de los mandatarios”. El artículo 37 por su parte establece que “si los poderes de los mandatarios no hubiesen sido expresamente designados en los respectivos estatutos, o en los instrumentos que los autoricen, la validez de los actos será regida por las reglas del mandato”.Es clara la orientación ficcionista del Código argentino, en la nota al art. 35 in fine, Velez escribió: “la persona jurídica pues solo por medio de sus representantes, puede adquirir derechos y ejercer actos, y no por medio de los individuos que forman la corporación, aunque fuese la totalidad”.La solución no ofrece grave problema en torno de la responsabilidad de la persona jurídica por actos lícitos. Más delicado es el problema en cuanto a la responsabilidad por hechos ilícitos.

La capacidad de las personas jurídicasCapacidad de dchoPara la realización de los fines q la persona jurídica se propone, ella goza d una capacidad q puede referirse tanto a los dchos patrimoniales como a los extramatrimoniales; si bien respecto de algunos de ellos carece capacidad de contraerlos por ser inseparables de la condición humana (matrimonio, filiación, patria potestad, etc). Cuando se habla de capacidad refiriéndose a las personas jurídicas, se habla de capacidad de derecho, pues no es posible concebir con respecto a ellas un desdoblamiento en cuanto a la titularidad de un dcho y su ejercicio, porq desde su inicio cuenta con un dispositivo de actuación q le permite alternar en el mundo

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jurídico. Por lo tanto la persona jurídica conforme a su naturaleza cuenta con dispositivos de actuación, q son incompatibles con toda imperfección para el manejo de sus dchos.El principio q rige la capacidadLas personas jurídicas están regidas en cuanto a su capacidad por un principio de libertad y amplitud. Así resulta el juego de los art. 31(segunda parte) y 35 del CC, en cuanto el primero de los declara q pueden adquirir los dchos o contraer las obligaciones q el CC regla en los casos y por los modos y formas q el mismo determina; y el segundo agrega q pueden adquirir los dchos q el CC establece, y ejercer los actos q le sean prohibidos. Por tanto el problema de capacidad debe ser resuelto en forma similar al de las personas de existencia visible, en el sentido d q ellas pueden adquirir todos los dchos y ejercer los actos q no les sean prohibidos; pero este principio resulte morigerado por la incidencia del principio de especialidad, y por las restricciones impuestas por la ley o por la naturaleza de las cosas.Limitaciones

Impuestas por el principio de la especialidad: este indica q la capacidad d la persona jurídica solo puede ejercerse en orden a los fines de su institución, q son aquellos q el estado en su momento computo como conducentes al bien común, y en base a los cuales reconoció al ente como sujeto de dcho.. se comprende q a los márgenes de los fines de su institución, carezca la persona jurídica de toda capacidad, porq en verdad carece tb de personalidad (Llambías)Al principio de la especialidad se refiere el art. 35 del CC: “las personas jurídicas pueden para los fines de su institución, adquirir los dchos q este código establece, y ejercer los actos q no les sean prohibidos, por el ministerio de los representantes q sus leyes o estatutos les hubiesen constituido” pero cabe recordar q establecido el marco de la capacidad de la persona jurídica dentro del principio de la especialidad, ella se ejerce con amplitud respecto de toda clase de dchos, aun de aquellos q no hubieren sido establecidos por el CC, con tal q no les sean prohibidos. En este punto nada dice el CC de ni a favor ni en contra d otros dchos q pudiera adquirir la persona j., los cuales deben ser conceptuados admisibles si caen dentro del régimen especial. Porq para los fines de la institución la entidad benéfica de la autonomía d su libertad para adquirir toda clase de dchos no prohibidos. En cuanto a la interpretación, la doctrina y la jurisprudencia concuerdan en el mantenimiento de un criterio amplio para observar los fines de la entidad, en el sentido q además de los actos jurídicos correspondientes a su objeto, tbn esta capacitada para los q por implicancia sean requeridos para la mejor consecución de los fines, es decir q esta habilitada para encara toda actividad mas o menos relacionada con el mismo; pro en cambio el principio de especialidad impide q se desvirtúe el objeto para el cual fue constituida la persona.

Limitaciones impuestas por la ley: dentro del marco de la anterior característica, las personas jurídicas se ven restringidas en su capacidad por imperio de ley. En nuestra legislación con respecto al usufructo, el uso, la habitación y las servidumbres personales q se constituyeren a favor de personas jurídicas, dchos q no pueden perdurar mas de 20 años ( arts. 2828, 2920, 2969, 2972, 3004, CC), en tanto q tratándose de las personas visibles pueden prolongarse por un tiempo mucho mayor, hasta el termino de la vida del titular.

Restricciones provenientes de la naturaleza de las cosas: imposibilita q estas instituciones puedan ser titulares d dchos inseparables de la condición humana, tales como los de orden fliar. Los principales dchos patrimoniales con los q cuentan las personas j. Son: *posesión de cosas y cuasi posesión de bienes; *dchos reales con limitación expresada en cuanto al tiempo de usufructo, uso, habitación, etc.; * dchos intelectuales en su significación patrimonial; *dchos creditorios q manen de actos lícitos y fuentes legitimas de obligaciones; * pueden prescribir y son pasibles de prescripción; * pueden recibir herencias y legados. Los dchos extramatrimoniales de los q pueden ser titulares son: * atributos inherentes a la personalidad con excepción del estado y ejercer los dchos subjetivos q manan de los mismos; *pueden ser comerciantes por la forma de su constitución; *poseen dcho al honor; * pueden tener la tutela de incapaces a nivel nacional; * gozan de dchos constitucionales (libertad en sus distintos niveles); * pueden crear una fundación; * asociaciones y fundaciones gozan de dchos disciplinarios respecto de terceros en conformidad con sus estatutos.

Modos de actuación de la persona jurídicaPartiendo de esta posición y cualquiera sea la doctrina que se adopte en relación a la

naturaleza jurídica de la persona jurídica, no puede desconocerse un dato de la realidad: la actuación de las personas jurídicas solamente se realiza por medio de las personas físicas.

Esta realidad plantea el problema de establecer cuál es la relación jurídica de la persona jurídicas con las personas individuales que actúan en su nombre y por su cuenta, como asimismo determinar cuáles son los actos de las personas físicas que pueden imputarse a la persona jurídica, y por consiguiente comprometen la responsabilidad de ella. Así por ejemplo, si el gerente de una fábrica compra con su nombre una máquina de escribir, ¿quién es el deudor por el saldo del precio de la máquina, el mismo gerente o la fábrica?, ¿qué reglas y principios se aplican para llegar a esta conclusión?.

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Derecho Civil 1Las respuestas varían según sea la teoría que se adopte y fundamentalmente podemos citar

dos en relación a este tema: la teoría de la representación y la teoría del órgano.

a. Teoría de la Representación.

Para esta doctrina la persona jurídica actúa por medio de sus representantes legales, y entre la persona jurídica y estos existe una relación de representante y representado, aplicándose a esa relación las normas del mandato.

Esta teoría es sostenida por los partidarios de la ficción, que afirman que siendo la persona jurídica un ente ficticio creado por la ley, carente de voluntad, no pueden actuar por sí en la vida civil: es un incapaz absoluto de hecho. En consecuencia, solo puede actuar por medio de las personas físicas que son las representantes legales que le acuerda la ley, así como el tutor actúa como representante del pupilo.

En esta teoría los actos jurídicos que realicen u otorguen los representantes de la persona jurídica en los límites de su representación o poder obligan y comprometen a la persona jurídica representada tal como sucede en los supuestos ordinarios de mandato.

Esta teoría conduce a la responsabilidad de la persona jurídica por los actos ilícitos de sus representantes, puesto que el mandato se otorga solamente para los actos lícitos. Si el representante realiza un acto ilícito, y causa daños y perjuicios a un tercero, no pueden afirmarse que lo realiza en ejercicio de su mandato, y el acto es solamente atribuible a su persona, Por su lado, la persona jurídica no responde por esos daños y perjuicios que no le son imputables.

b. Teoría del Órgano.

Para esta doctrina la persona jurídica actúa por medio de sus órganos, las personas físicas, que son parte integrante de la entidad, existiendo entre la persona jurídica y sus órganos una relación institucional, rigiéndose esta relación por las normas de la constitución y organización de las persona jurídica.

La teoría de la representación mantiene una posición dualista: ella supone dos sujetos de derecho (el representante y el representado) y un vinculo externo. El problema de la imputación del obrar de las personas físicas y las personas jurídicas permanece, entretanto, sin respuesta.

La teoría del órgano, en cambio, adopta una posición monista: el organo en su carácter de tal forma parte integrante de la persona jurídica, estando vinculado a ella por una relación interna. Constituye entre ambos un solo sujeto de derecho.

La calidad de representante emana de la ley o de un acto jurídico, en tanto que la calidad de órgano proviene de la constitución de la persona jurídica. Finalmente se argumenta que el órgano en contraposición al representante, encarna toda la voluntad de la persona jurídica.

Se descarta, entonces la aplicación de las normas de mandato que supone que la persona que actúa en nombre de la persona jurídica lo hace con su propia voluntad, y en virtud de un vinculo contractual.

La voluntad que expresa la persona física en nombre de la persona jurídica es la voluntad del ente colectivo que es un ente real que exprese su voluntad jurídico por medio de sus agentes u órganos, no existiendo dualismo entre éstos y la persona jurídica como existe en la relación de mandato.

La teoría del órgano es sostenida por los partidarios de la teoría de la realidad de la naturaleza jurídica de las personas jurídicas, como así también por algunos partidarios de la teoría de la institución y en la actualidad es la aceptada por el derecho societario, administrativo, etc.

c. Nuestro régimen legal.

El Código Civil adopta como principio el sistema de la representación legal (arts. 35 y su nota, 36, 37 y 1870 incs. 2 y 3).

En este orden, el art. 36 expresa: “que se reputan actos de las personas jurídicas los de sus representantes legales, siempre que no excedan los límites de su ministerio. En lo que excedieren, solo producirán efecto respecto a los mandatarios”.

Llambías sostiene que esta norma contiene un principio justo, ya que solo deben imputársele a la persona jurídica los actos señalados en la órbita del funcionamiento del órgano, puesto que los no se encuentran comprendidos constituyen una desorbitación de las funciones y no puede imputarse el efecto del acto de la persona jurídica.

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Derecho Civil 1Como resultado de la adopción del sistema de la representación legal, el Código Civil reputa a

los actos de la persona jurídica a los celebrados por sus representantes legales que no excedan los límites de su mandato (art. 36)

En consecuencia los actos que impliquen una extralimitación de los poderes del representante no serán atribuibles a las personas jurídica.

En suma, un acto obrado en nombre de la persona jurídica con exceso de las atribuciones no se imputa a la entidad, sino al mismo representante como persona individual o física, quien queda obligado a resarcir los daños y perjuicios ocasionados a la otra parte que no conocía los poderes del mandante (arts. 1161 y 1833 C.C.).

Declarada la nulidad del acto celebrado por el representante de la persona jurídica en exceso de sus poderes, además de los efectos normales de la nulidad pronunciada (art. 1050 y ss. C.C.), las personas jurídicas, de carácter público o privado, quedan obligados por el enriquecimiento sin causa que le acto les hubiese reportado (arts. 2306 y 2310).

La órbita de las facultades de los representantes de las personas jurídicas en nuestro sistema jurídico debe encontrarse en el acto constitutivo de la persona jurídica o en el estatuto, si el acto constitutivo o de los estatutos no se pueden apreciar cuáles son los podepersona jurídica, para establecer si actuó o ni dentro de ellos, habrá que acudir a las normas del mandato (art. 37). En consecuencia, estos representantes estarán autorizados en principio para otorgar actos de administración (art. 1880 del C.C.)

Por aplicación de los principios generales, la ratificación posterior del acto por la persona jurídica, por intermedio de sus órganos competentes, borra el exceso de poder y obliga por los efectos del acto obrado.

La prueba de los atributos de la persona jurídicaAcabamos de ocuparnos de la capacidad. Les corresponde también nombre y domicilio, no así el estado, si se lo entiende en función exclusiva de la situación familiar de la persona.

El Nombre.El atributo de la individualización es necesario en toda persona, sea física o jurídica. Estas últimas deben, pues, contar con una designacion que permita distinguirlas.En nuestro país la materia del nombre de las personas se rigió durante mucho tiempo por el derecho consuetudinario. Recién con la sanción de la ley 18.248 se legisló sobre el nombre de las personas físicas, no existiendo hasta la fecha reglas generales aplicables a la denominación de las personas jurídicas.Por esta razón adquieren particular relevancia de las normas de la ley de sociedades mercantiles sobre nombre de las sociedades, a las que haremos una breve referencia.Antes de ello, conviene recordar que las "Normas de la Inspección General de Justicia" (Resol. Gral Nº 6 del 24 de diciembre de 1980) establecen en el orden local disposiciones reglamentarias en materia de nombre de las entidades.El art. 8 de la Resolución estatuye que "No se conformarán actos constitutivos de entidades con denominación igual o similar a otras ya existentes o que puedan confundirse con instituciones o dependencias o empresas del Estado o inducir a error sobre la naturaleza y características de la entidad. La prioridad en la denominación se juzgará teniendo en cuenta el ente que primero se haya presentado ante la I.G.J.".El art. 9 de la mencionada reglamentación admite "la adopción de denominación que, respetando el principio de la inconfundibilidad de la persona jurídica, contenga elementos comunes con otras ya registradas, mediando conformidad de estas últimas para la utilización de tales elementos, la que se acreditará fehacientemente previo a la conformidad".Nombre Social Y Nombre Comercial.Por nombre comercial, en sentido propio, puede entenderse la designación o denominación con se distingue el establecimiento comercial o industrial, o como también se ha dicho, el nombre individual o colectivo, simple o compuesto, bajo el cual los comerciantes, industriales, o productores ejercen los actos de comercio, industria o explotación.Nombre social.La generalidad de la doctrina no distingue entre nombre social y nombre comercial, aplicando ambas alocuciones de manera indistinta, al medio de identificación de las sociedades mercantiles.Sin embargo, existen diferencias que permiten distinguir adecuadamente ambos conceptos.El nombre comercial tiene por finalidad la identificación del comerciante o industrial, o la empresa en el ramo de que se ocupa, y es un medio de atracción de la clientela.Por su lado el nombre social, además de esas funciones revela la incorporación de la sociedad al ámbito de la tipología societaria y a la consecuente regulación positiva.Denominación Social y razón social.

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La razón social es una designación que se integra con el nombre de uno o más socios con el aditamento y "Cía" u otro equivalente que exteriorice la existencia de otros socios o con los nombres de los todos los componentes: sólo puede integrarse con los nombres de los socios de responsabilidad ilimitada y solidaria, y si tal norma se viola, quien aparece en ella responde ilimitadamente frente a los terceros (args. arts. 126, 134, 142, 137, ley 19.550).La denominación, en cambio, puede ser una designación de cualquier especie, incluso de fantasía, pero debe siempre adicionarse a una mención, aunque sea abreviada, que distingo con claridad el tipo de sociedad de que se trata.En el actual régimen de sociedades, pueden girar con razón social las sociedades colectivas (art. 126, LS), las comanditas simples (art. 134, LS) y las sociedades en comandita por acciones (art. 317, LS). Las sociedades de responsabilidad limitada, las anónimas y anónimas con participación mayoritariamente estatal solo pueden actuar bajo una denominación que incluya expresiones completas, abreviadas o siglas que identifiquen el carácter social, bajo apercibimiento de responsabilidad ilimitada y solidaria para los representantes de la sociedad, juntamente con ella, por los actos celebrados con omisión de esas menciones (arts. 147, 164 y arg. art. 312, LS). Por su parte, cuando las sociedades autorizadas a girar bajo razon social lo hagan bajo una denominación, también deben incluir la mención completa, abreviada o por siglas, que permite identificar el tipo social de que se trate (arts. 126, 134, 142, 317, LS).Regulación Legal.El nombre comercial se rige por las disposiciones de la ley de marcas, 22.362, que contiene disposiciones especificas sobre esa materia en el Capitulo II.En cuanto a la denominación de las sociedades, además de las referidas disposiciones de la Inspección General de Justicia, debe tenerse en cuenta que en ciertas situaciones el nombre social, como especie del genero nombre comercial, aparece sujeto a las disposiciones de la ley de marcas.

Caracteres.

a) De libre elección. En principio el nombre de las personas jurídicas es de libre elección. La única limitación radica en que no debe resultar confundible con denominaciones de otras personas jurídicas públicas o privadas.b) Mutable. Siendo de libre elección, el nombre de las personas jurídicas es, también, mutable. Pero deben adoptarse para su cambio las precauciones debidas en orden a la tutela de terceros.c) Transmisibles. Ciertas designaciones son en principio intransmisibles, como las denominaciones de las asociaciones civiles y de las fundaciones. En cambio la denominación social puede ser transmitida, siempre que no sea una razón social, pues ella debe responder a la realidad de la integración de la sociedad.d) Adquisición por la inscripción. Tratándose de personas jurídicas regularmente constituidas, el derecho al nombre se adquiere por la inscripción en los registros respectivos.e) Es protegido por la ley. La persona jurídica que utiliza una denominación puede oponerse válidamente a que otro utilice la misma designación para una persona jurídica o como nombre comercial (en este últim caso, art. 29 ley 23.262).

Naturaleza.

Llambías entiende que el nombre de las personas jurídicas participa de la misma naturaleza que aquel que corresponde a las personas físicas, o que se trataría de un derecho-deber de identidad.Sin embargo, la tesis de Llambías reduce el nombre de la persona a un plano extramatrimonial, cuando resulta evidente que el nombre de una sociedad comercial o el denominado nombre comercial tiene valoración económica y pueden ser objeto de negocios jurídicos. Por ello es más apropiado sostener que el nombre de la persona jurídica participa de la naturaleza de los derechos que conforman la denominada propiedad industrial, y goza de la protección legal correspondiente.

El Domicilio.En nuestro sistema legal, y sin perjuicio del problema relacionado con la nacionalidad de las personas jurídicas, el domicilio es un elemento inescindible de la persona, por así requerido por las normas sobre ley aplicable y jurisdicción.Siendo sujetos enteramente distintos de quienes las componen, dirigen o administran, las personas jurídicas deben ser vinculadas a una sede especifica, con independencia de los domicilios de aquellos.En principio las personas jurídicas tienen el domicilio indicado en sus estatutos o contratos sociales; si el mismo no tuviera indicado en ellos, puede surgir también del acto de autorización estatal (art. 90, inc. 3).En caso de no existir un domicilio designado en cualquiera de las formas apuntadas, este se ubica en el lugar donde funcione la dirección o administración principal de la persona jurídica.Cuando una persona jurídica tiene sucursales se crea un domicilio especial en el lugar en que estas se encuentran, pero solamente para la ejecución de las obligaciones contraídas en dicho lugar, por los agentes locales del ente (art. 90, inc. 4).Según un antiguo fallo de la Cámara Civil I de la Capital, los estados extranjeros tienen su domicilio en la ciudad capital en que residen las autoridades que ejercen el poder político; y la sede de la representación

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diplomática acreditada en el país no importa domicilio especial en el territorio argentino.Domicilio y Sede de las sociedades comerciales.El art. 11, inciso 2 LS, dispone que el instrumento constitutivo de la sociedad comercial debe indicar el domicilio de la sociedad, con lo cual se viene a requerir que se determine la ciudad provincia en que se domicilia la sociedad. Así, por ejemplo, es hábil la constancia de que la sociedad se domicilia en Buenos Aires o en La Plata. Pero en el párrafo siguiente agrega: "Si el contrato constare solamente el domicilio (la ciudad) la dirección de su sede deberá inscribirse mediante petición por separado suscripta por el órgano de administración".De este modo se distingue entre domicilio, equivalente a la ciudad en la cual asienta jurídicamente la sociedad y produce los efectos de tal (y que determina la competencia judicial en las acciones personales) y la sede social, que es el lugar exacto en que se encuentra la administración social.Por lo demás, con este dispositivo se evita tener que reformar el estatuto cada vez que se cambia la sede de la administración de la sociedad, siempre naturalmente que ese cambio se realice dentro de la misma ciudad en que se asienta el domicilio social.Ahora bien, el último párrafo del mismo inciso 2 del art. 11 LS, establece que "se tendrán por válidas y vinculantes para la sociedad todas las notificaciones efectuadas en la sede inscripta", por lo que son vinculantes para la sociedad las notificaciones cursadas a la sede inscripta, aun cuando tal registro no se ajuste a la realidad y la sede de la administración esté instalada en otro sitio.Domicilio Ficticio (O en fraude de la ley).Puede acontecer que una sociedad tenga su domicilio inscripto en una ciudad o provincia y ejerza sus actividades en otra.Al respecto, la doctrina y la jurisprudencia han establecido que en principio es el domicilio inscripto el que determina la competencia judicial, salvo que sea ficticio, o haya sido constituido al solo efecto de dificultar la acción de los acreedores o para eludir la competencia de determinados tribunales. Esa intención se presume cuando el domicilio se halla situado, sin razón que lo justifique en un lugar distinto al de la actividad desarrollada por la sociedad.Domicilio aparente.La doctrina y jurisprudencia han construido la doctrina de la eficacia del domicilio aparente, es decir, aquel que cualquier tercero de buena fe puede reputar como tal en virtud de la existencia de extremos que lo induzcan a confundir una situación material con el verdadero domicilio de la persona.Esta doctrina se aplica también en el caso de las personas jurídicas.a) Nombre. Nos remitimos al nombre Comercial.b) Domicilio. Corresponde a las personas jurídica domicilio general-legal (art. 90, inc. 3) y domicilio especial-legal, en algunos casos.

Contrato social constitutivo. Objeto. LicitudEl acto constitutivo es amplio, pues contiene previsiones como la eleccion de autoridades o compromisos de suscripción del capital de la entidad u otras resoluciones igualmente circunstanciales.

La responsabilidad de las personas jurídicas:El Problema Del Fundamento De La Responsabilidad Civil- la solución jurídico practica

Es en el campo de la responsabilidad donde aparecen restricciones fundamentales en las diferentes naturalezas entre las personas jurídicas y físicas

Se vincula con la cuestión de la responsabilidad contractual, la de saber cuales son los actos de los dirigentes de la persona jurídica q comprometen la responsabilidad contractual de esta. En esta materia se enfrentan las posturas de la teoría de la ficción y la del órgano.

La actividad de la persona jurídica se desarrolla mediante la actuación de seres humanos q obran por ella, de tal q la gestión realizada por cuenta de ka entidad de la imputada a la entidad misma. El criterio q permite discriminar los actos de los dirigentes de la persona jurídica para saber cuales son los q se imputan a ala entidad y consiguientemente comprometen su responsabilidad contractual, y cuales otros no se imputan a la entidad y comprometen la sola responsabilidad del los actuantes, este problema depende del punto de vista q se adopte acerca del fundamento en q se sustenta dicha imputación, hay una larga polémica entre la teoría de la representación y quienes propician la teoría del órgano.

Según Llambías, la teoría del órgano responde a la naturaleza institucional de la persona jurídica. Siendo esta entidad un núcleo humano otorgamiento de tal modo q cuenta con un dispositivo de poder y actuación q expresa y realiza la finalidad del núcleo, no encuentra objeción para q los seres humanos q sirven a la entidad y manejan ese dispositivo sean considerados parte integrante de aquel núcleo. Esta comprensión, en orden practico se Nuestra útil para explicar porq razón responde la entidad por la actuación de sus dirigentes y órganos sea en el orden contractual o extracontractual.

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Las personas jurídicas son plenamente responsables de las obligaciones que surjan de los contratos celebrados por sus administradores o representantes, en tanto actúen dentro de los límites de su ministerio, puesto que los contratos se reputan actos de la propia persona jurídica (art. 36)La representación de las personas jurídicas privadas está reglada por las normas de los estatutos en donde se fija quienes, la representarán, con qué facultades, etc. Dentro de estos poderes, las designación concreta de una persona como representante de la persona jurídica podrá encontrarse, conforme a su estatuto en una resolución de la asamblea, directorio u otra autoridad que la norma establezca.Estas normas internas o en su defecto las normas del mandatario (art. 37) determinan quienes van a otorgar los actos previstos en nombre de las persona jurídica, actos que le serán imputados a esta última.Responsabilidad contractual:Si la persona jurídica no cumple con sus obligaciones contractuales, pueden ser demandadas judicialmente como si se tratara de una persona natural. Así lo establece el art. 42 del C.C., al decir que las “personas jurídicas pueden ser demandadas por acciones civiles y pueden hacerse ejecución de sus bienes”.Hemos establecido que las persona jurídica es responsable de los contratos celebrados por sus representantes en los límites de sus atribuciones.Si el contrato es realizado fuera de las facultades que el estatuto les reconoce a los representantes no se tratará de actos de la persona jurídica y no es responsable, sino que estos contratos serán imputables personalmente a quienes lo celebraron (art. 36).La responsabilidad personal del representante de la persona jurídico, que actúa fuera de los límites del mandato, frente a los terceros con quienes contrató se explica porque se trata de proteger a los terceros de buena fe y obligar a los administradores a ejercer con prudencia sus funciones.Esta responsabilidad del representante cesa en consecuencia, si bien el tercero conocía que él carecía de poderes suficientes para celebrar el contrato (art. 1931 del C.C.), salvo que el representante se hubiera comprometido a obtener la ratificación de la persona jurídica y no la hubiera conseguido (art. 1932, C.C.).Lógicamente si la persona jurídica ratifica posteriormente este acto celebrado fuera de los limites del mandato social, la persona jurídica va a ser la única responsable (art. 1936 del C.C.)Por aplicación de la teoría del enriquecimiento sin causa es responsable la persona jurídica por el acto celebrado por su representante sin poder suficiente cuando el acto la hubiera enriquecido como consecuencia de él, y está obligada a responder hasta el límite.Piénsese, por ejemplo, en el supuesto de que la persona jurídica hubiera recibido un inmueble proveniente de una escritura de compra del mismo celebrado por el representado sin poder. En ese caso, la persona jurídica deberá devolver el inmueble porque si no había enriquecimiento sin causa.

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Responsabilidad Extracontractual.

La idea de que entre la persona jurídica y sus administradores media una relación de representación, conduce lógicamente a esta conclusión: solo los actos ejercidos dentro de los limites del mandato obligan a la persona jurídica; por consiguiente, como no se puede otorgar mandato legalmente valido para cometer actos o hecho ilícitos, las personas jurídicas están exentas de toda responsabilidad por lo que hayan cometido sus administradores.Como la solución del articulo 43 resultaba anacrónica e inadmisible, se inicio en la jurisprudencia de nuestros tribunales, no obstante los términos expreso del texto legal citado, una evolución hacia el reconocimiento de la responsabilidad civil por los hechos ilícitos.

El Art. 43.

Hemos dicho que no obstante los artículos 43 y 1720 los jueces habían concluido por admitir una amplia responsabilidad civil de las personas jurídicas por hechos ilícitos. La modificación del art. 43, la admite, pero también elimina la grave anomalía que resulta de que la ley disponga una cosa y los jueces resuelvan otra. El nuevo texto legal dispone: "las personas jurídicas responden por todos los daños que causen quienes las dirijan o administren, en ejercicio o con ocasión de sus funciones. Responden también por los daños que causen sus dependientes o las cosas en las condiciones establecidas en el titulo: "de las obligaciones que nacen de los hechos ilícitos que no son delitos".En síntesis, este artículo reconoce la responsabilidad civil de la persona jurídica por los daños y perjuicios que ocasione en tres supuestos: 1) quienes la dirijan o administren, 2) sus dependientes, 3) las cosas de que se sirva o tenga a su cuidado.

1.Daños Causados Por Quienes La Dirijan O Administren. La persona jurídica es responsable por los daños y perjuicios que ocasionen quienes lo dirijan o administren en el ejercicio o con ocasión de sus funciones. Como la ley no distingue la responsabilidad del ente colectivo existirá se trate de delitos o de cuasidelitos, de personas publicas o de personas privadas. Llambías ha criticado durante la formula “en ejercicio o con ocasión de sus funciones”

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puesto según el, el órgano de la persona jurídica solamente actúa para el ente colectivo cuando lo hace en el ejercicio del respectivo cometido, y no con ocasión del mismo.La ley es clara, sin embargo, por lo que la persona jurídica será responsable por los daños y perjuicios causados por sus dirigentes o administradores en ocasión de sus funciones, como es el supuesto del accidente in itinere.

2.Daños Causados Por Sus Dependientes. La persona jurídica responde también por los daños y perjuicios causados por sus dependientes en el ejercicio de sus funciones. Esta responsabilidad está reglada por el primer párrafo del art. 1113.La responsabilidad de la persona jurídica no excluye la responsabilidad del agente directo del daño, esto es la irresponsabilidad personal del dependiente conforme al art. 1109 y concordantes.La víctima del daño, pues podrá demandar a la persona jurídica y al dependiente simultáneamente o por separado, a su elección, porque ambos responden de manera concurrente por el daño causado.

3.Daños Causados Por Las Cosas. La persona jurídica responde por los daños causados por las cosas de que se sirve o tiene a su cuidado. Esta responsabilidad esta reglada por el art. 1113 del Código Civil.Como ejemplo de esta responsabilidad recordemos el caso tristemente frecuente del derrumbe de una pared en un estadio de fútbol perteneciente a un club deportivo, las muertes causadas, como las lesiones y los demás daños ocasionados por ese derrumbe, deberán ser cubiertas por el club, persona jurídica, quien será responsable de la indemnización de los daños y perjuicios.

Responsabilidad Penal.Uno de los grandes debates suscitados en torno de las persons jurídicas, es el que se refiere a su responsabilidad penal.Los argumentos fundamentales sostenidos para negar la responsabilidad criminal de los entes de existencia ideal, son los siguientes:

a) El delito implica la idea de culpabilidad, por consiguiente los entes ideales, que carecen de voluntad humana, no pueden cometerlo.

b) Los administradores o agentes son personas individualmente diversas de la persona jurídica y ligados a ellos por un mandato; de donde resulta que los delitos cometidos por aquellos no se pueden atribuir a la entidad sin violar el principio elemental del derecho penal que exige la identidad del delincuente y del condenado.

No es verdad que las personas jurídicas no pueden cometer delitos. Por ejemplo, una sociedad anónima desea obtener la concesión de un servicio publico y con ese objeto decide corromper a los legisladores y funcionarios que deben otorgarlo. Para hacer efectivo el cohecho se vale, naturalmente, de algunos de sus empleados; atribuir a estos la responsabilidad exclusiva del delito es pueril. El hecho es cometido en beneficio de la entidad; las instrucciones han partido de los accionistas, anónimos e indeterminables, pero que tienen el gobierno efectivo de la entidad. Si el empleado elegido para concretar la operación se negara, siempre se encontrara uno que lo haga. Descubierto el delito, no bastara condenar al instrumento ejecutor para que los intereses tutelados por el derecho penal se den por satisfechos; será necesario castigar al verdadero delincuente, que es la entidad, imponerle una multa, quitarle la personería

Fin de la existencia de las personas jurídicas Así como el nacimiento de la persona jurídica, se marca con la decisión de la autoridad administrativa, igualmente la vida de lae entidad termina poe el cato contrario del mismo poder, q en el orden nacional compete al ministro de justicia. pero esta acto no puede ser arbitrario o absolutamente discrecional, sino q debe fundarse en la concurrencia de alguna causa legitima q justifiq la adopción de tan grave medidaCausales De ExtinciónEn los arts. 48 y 49, el Cód. Civil establece las causales de extinción de las personas jurídicas. Estas normas rigen para las que necesitan autorización estatal para funcionar; las que no necesitan se rigen por las leyes especiales, aunque estos artículos son aplicables subsidiariamente si las leyes especiales no prevén el caso.Las causales enumeradas en los arts. Mencionados son las siguientes:a) Por desición de sus miembros, aprobados por la autoridad competente (art. 48, inc. 1). El texto anterior decía "aprobado por el Gobierno". La ley 17.711 con más propiedad habla de autoridad competente, que puede ser el Poder Ejecutivo u otra autoridad en que la ley delegue esta atribución. El inciso se refiere a las asociaciones y no a las fundaciones, ya que estas no tienen miembros, sino simples administradores. Esta disposición ha sido criticada, en cuanto exige la aprobación de la resolución de los miembros; se sostiene que debería bastar una determinación legítimamente tomada de acuerdo con los estatutos y comunicada a la autoridad competente, para que la disolución tuviera plena validez, pues no es posible que la entidad subsista en contra de la voluntad de quienes la integran. En la práctica, la intervención del gobierno en este caso es puramente formal y no se podría desconocer la resolución de los miembros, a menos que fuera ilegal o contraria a los estatutos. Sin embargo, la ley 17.711 mantuvo este requisito, juzgando que es conveniente el control de la decisión societaria de disolverse, para comprobar si se ha tomado respetando la ley y los

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estatutos.b) Por haberse abusado o incurrido en trasgresiones de las condiciones o cláusulas de la autorización legal (art. 48, inc. 2). Desde luego que, la trasgresión o abuso debe tener una gravedad suficiente como para justificar una medida de tal trascendencia.c) Por ser imposible el cumplimiento de los estatutos (art. 48, inc 2, C.C. y art. 370, inc. 4 del C. Com.)d) Porque la disolución es necesaria o conveniente a los intereses públicos (art. 48, inc. 2). Se trata de una causal importantísima de disolución de las personas jurídicas. Se ha visto ya que una de las exigencias legales para la concesión de la personería jurídica es que tengan un fin de bien público (art. 33, C.C.); por consiguiente, si sus actividades resultan contrarias al bien o a los intereses públicos, el Estado debe intervenir para retirar la personería.e) Por la conclusión de los bienes destinados a sostenerlas (art. 48, inc. 3). Puesto que uno de los requisitos de la personería jurídica es la existencia de un patrimonio (art. 33, C.C.), la conclusión de los bienes debe tener como consecuencia necesaria el retiro de la personería. No es menester que se hayan concluido absolutamente todos los bienes; basta con que no sean suficientes para mantenerla. Por ello, se ha resuelto, con razón, que corresponde el retiro de la personería jurídica si se ha dictado la apertura del concurso civil.f) Muerte de sus miembros. La muerte de los miembros de una persona jurídica no es, en principio, causal suficiente para su disolución, aunque sea en número tal que quedaran reducidos a no poder cumplir con el fin de su institución (art. 49, C.C.). Si ello ocurriere, pueden presentarse dos hipótesis: que los estatutos hubieren previsto esta posibilidad, en cuyo caso debe cumplirse lo dispuesto en ellos; que nada hubieran previsto, entonces, el Poder Ejecutivo puede seguir dos caminos: o bien disolver la entidad, o bien determinar el modo como debe hacerse la renovación de los socios (art. 49)g) Como puede advertirse, aunque la muerte de los socios no es una causal de disolución ipso iure de la persona jurídica, puede llegar a serlo si así lo dispusieran los estatutos o, en su caso, el Poder Ejecutivo.Aunque el Código Civil no lo haya dispuesto deben considerarse asimismo causales suficientes de disolución las circunstancias de que se haya dado cumplimiento total al objeto para lo cual fue creada la institución, o que haya expirado el término de su duración, si en los estatutos se estableció un plazo fijo. En realidad, la disolución en estos casos sería una consecuencia de lo establecido en los propios estatutos. En materia de sociedades, estas causales de disolución han sido expresamente establecidos en el art. 94, ley 19.550.Poder Que Interviene En El Retiro De La Persona Jurídica.El retiro de la personería jurídica es una facultad propia del Poder Ejecutivo, de acuerdo con lo dispuesto por los arts. 48 y 49 del Código Civil y 318 y 370 del Código de Comercio.Sin duda, la extinción de estas entidades podría ser dispuesta también por ley del Congreso, pero tal hipótesis es excepcional. La normal es que esta potestad sea ejercida por el Ejecutivo.

Recurso Ante El Poder Judicial De La Decisión Administrativa.El Código Civil no había previsto recurso alguno contra la decisión administrativa, y la Corte Suprema de Justicia resolvió, con todo acierto que cuando el Ejecutivo obra en uso de sus facultades que son discrecionales y que la ley ha dejado libradas a su prudente arbitrio, sus decisiones no son revisables judicialmente. Tal ocurriría si el Poder Ejecutivo considera que la disolución de la entidad es "necesaria o conveniente a los intereses públicos" (art. 48, inc. 2, C.C.). En tales casos dijo el alto tribunal, el juicio del Ejecutivo es de prudencia política y administrativa, eminentemente circunstancial y no podría substituirse la discrecionalidad del Poder Ejecutivo por la de los jueces, desnaturalizando la función de éstos. Sólo debe exceptuarse el caso manifiesta arbitrariedad, pues de lo contrario el Poder Ejecutivo podría invocar los intereses públicos cuando fuera evidente que ellos no están en juego.En cambio, es necesario admitir una solución distinta si se tratara de una causal de disolución respecto de la cual no cabe una apreciación discrecional, sino que basta el análisis de la prueba para determinar si se ha producido o no el supuesto legal. Así por ejemplo, si el Poder Ejecutivo retira la personería jurídica de una asociación fundándose en que se han concluido los bienes destinados a sostenerla. En ese caso la entidad tiene derecho a demostrar que no es así. La procedencia de un recurso ante el Poder Judicial, en tales casos, surge el mismo fallo ya citado de la Corte Suprema, en que dijo que las facultades del Ejecutivo no son arbitrarias y que cuando producen "una lesión a derechos individuales o atentan contra las garantías acordadas por la Constitución y las leyes a las personas o entidades jurídicas, el caso cae bajo la jurisdicción de los jueces, para restablecer el orden legal y reparar el derecho lesionado".La ley 17.711 ha consagrado este sistema, precisándolo. El nuevo art. 48, in fine, reconoce contra la decisión del Poder Ejecutivo los recursos de legitimidad y arbitrariedad. El primero se refiere al control de la legitimidad propiamente dicho, como ocurriría si la decisión administrativa se funda en la perdida del capital y se demuestra que éste se conserva intacto, el recurso de arbitrariedad alude al área en la cual la autoridad administrativa actúa discrecionalmente, como ocurre si la resolución se funda en que las actividades de la entidad son contrarias a los intereses públicos.Hay que agregar que el juez ante el cual se plantea la cuestión, tiene la facultad de disponer la suspensión provisoria de la medida recurrida. El juez hará uso de esa facultad cuando la ilegitimidad o la arbitrariedad aparezca prima facie como notoria o cuando el retiro de la personería jurídica pueda producir daños

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irreparables.

Disolución De La Entidad.El retiro de la personería jurídica produce la disolución de la entidad.Destino De Los Bienes.Extinguida una persona jurídica, se presenta el problema del destino de los bienes que constituían su patrimonio. Es necesario distinguir dos hipótesis: a) Si los estatutos hubieran previsto la eventualidad, los bienes tendrán el destino dispuesto en ellos (art. 50, C. C.)b) Si los estatutos nada hubieran previsto, el art. 50 dispone que: "Los bienes y acciones serán considerados como vacantes y aplicados a los objetos que dispongan el Cuerpo Legislativo, salvo todo perjuicio a tercero y a los miembros existentes de la corporación". Esta disposición debe entenderse de la siguiente manera: si las asociaciones no persiguieran fines lucrativos, sus bienes deben considerarse vacantes; si, por el contrario, tuvieran fines de lucro, deben distribuirse entre los socios, en proporción a sus respectivas participaciones. Este es el sentido que cabe atribuir a la expresión "salvo el derecho de los miembros, a que alude el art. 50, in fine.Es obvio que antes de distribuir los bienes entre los socios o darles el destino que corresponde a los bienes vacantes, es preciso pagar las deudas que la entidad tuviera con terceros (art. 50, in fine).

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BOLILLA X

Personas Jurídicas D Carácter PúblicoClasesLa primera distinción a realizar en la clasificación de los entes públicos es la determinación de si pertenecen o no al estado, porq nuestro dcho no todo lo q es publico es necesariamente estatal.

Concepto de personas jurídicas publicas estatales. Enumeración legal.El nuevo art. 33, primera parte, del Código Civil establece: "Las personas jurídicas pueden ser de carácter público o privado. Tienen carácter público: 1) El Estado Nacional, las provincias y los municipios; 2) Las entidades autárquicas, 3) La Iglesia Católica".Además de los estados mismos (nación y pcias), son entes estatales aquellos q: son creación directa dl estado; ejercen la potestad del imperio en todo el ámbito de su actividad; su patrimonio es totalmente estatal y desemplean un servicio publico. en cuanto a las municipalidades y entidades autárquicas son desmembramientos de la personalidad del estado - personalidad jurídica del Estado nacional y las provincias: surge d los arts 1, 9, 10, 14 a 18, 20, 21 y 23,

31, 36, 74, 86, 94 y 110 d la CN, q suponen la capacidad para las relaciones jurídicas. Tbn infiere la CN la personalidad jurídica d las provincias (art 6, 31,104 a 109). municipalidades y entidades autárquicas: las entidades autárquicas son desmembramientos d la personalidad del Estado. Pueden ser d base territorial o funcional. Las primeras son las municipalidades (art 5 CN), q impone a las pcias un régimen municipal sin regular la organización ni facultades d las comunas. Los d base funcional son las ramas d la administración pública q tienen x objetivo lograr el mejor cumplimiento d la finalidad estatal. Pueden ser creadas x todo estado. Esto está reglado en el art 67 d la CN.

Personas jurídicas públicas no estatales:Concepto: explica la naturaleza d instituciones en cuya creación puede haber intervenido el Estado, pero q son integradas x particulares o q aún sin injerencia del Estado en su constitución, ejercen algún tipo d función pública. Ejemplificación: - Colegios profesionales: tienen potestades de gobierno de las respectivas matrículas q no pueden ser asimiladas a las facultades de las asociaciones- Sindicatos: tienen facultades para establecer convenciones colectivas de trabajo y aportes obligatorios, aun para loas trabajadores no afiliados a ellos.- Entidades empresarias: tiene facultades para celebrar tales convenciones colectivas de trabajo.- Obras sociales del estado; empresa y sociedades del estado q funcionaran como entidades de dcho publico no estatal, con individualidad jurídica, financiera y administrativa.

Situación de La iglesia católica: en nuestro derecho, es un ente público no estatal d jerarquía constitucional, en base a q es uno d los pilares fundamentales d nuestra organización. El art. 2 d la CN, junto con el art 76 d la misma, aseguran su defensa. La fórmula constitucional señala el carácter preeminente d la iglesia, lo q no significa q el catolicismo constituya la religión del Estado, como erróneamente lo menciona el inc. 1º del art. 14 del CC. Las relaciones entre estay el Estado se rigen x el concordato celebrado en 1966, y su organización surge del código d derecho canónico, en la q se declara persona jurídica; esta personalidad se extiende a cada una d sus extensiones territoriales. En cuanto a su situación frente a las iglesias disidentes, el estado no les otorga los mismos beneficios q a esta, sino q las corporaciones religiosas tienen carácter privado, pudiendo realizarse como personas jurídicas (art.33 segunda parte).

Provincias: Conforme al sistema federal de nuestra organización política, el Código Civil reconoce la personalidad jurídica tanto el Estado Nacional, como a los Estados provinciales.La personalidad jurídica del Estado es una adquisición de la Ciencia del Derecho. En las sociedades poco evolucionadas, no se distinguía la personalidad colectiva de la persona humana que investía la autoridad pública y como consecuencia de ello, no reconocía a aquella. Pero aun mediando esa compenetración de la autoridad pública con el ser humano que la ejercía paulatinamente se advirtió que en el terreno del derecho era muy diversa la persona del soberano, de ahí nació el reconocimiento de la personalidad jurídica de la autoridad pública o fisco.

En la actualidad la opinión de los autores se inclina a ver en el Estado una única persona o sujeto de derecho, que resulta ser titular de derechos subjetivos en el orden del derecho público, todo lo cual puede ser imputado a un solo ente jurídico.

Municipalidades. Concepto:

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Es un organismo político edilicio, d raíz constitucional q esta subordinado a la nación o la pcia, (según correspondiere a una u otra jurisdicción). La corte Suprema los define como “delegaciones de los poderes provinciales, circunscriptos a fines y limites administrativos q la CN ha previsto como entidades de régimen provincial y sujetas a su propia legislación. Formas de creación:Organizadas en el momento en q se sancionó la CN se consideran como subsistentes sin necesidad de ley especial. Compete a ellas delimitar las funciones de las municipalidades q se les subordinan

Entidades autárquicas:El Estado, en ciertas ocasiones, desprende de su propia organización administrativa ciertos núcleos a los que encomienda funciones públicas específicas, para servir las cuales dota de un patrimonio propio y de las atribuciones correspondientes para su administración. Cuando eso ocurre han surgido verdaderas entidades jurídicas autárquicas en la que aparecen las mismas características que distinguen a las instituciones y corporaciones de creación privada, a saber:A) Una finalidad de bien común;B) Una organización humana destinada a servir y alcanzar tal finalidad;C) Un patrimonio separado del Estado afectado al logro de aquella finalidad, que se forma con los recursos o fondos dejados al manejo de aquella organización. Ejemplo de entidades autárquicas serían el Banco de la Nación, Consejo General de Educación, etc.

Disolución Ejemplos en el orden nacional y provincial- orden nacional:

a) estatales: (autárquicas) universidades, registros nacionales; etc.b) No estatales: obras sociales del estado nacional, lotería correntina, consejo de profesionales, colegio

de abogados.

Los estados extranjeros: El artículo 34 establece como principio general a este respecto que: "Son también personas jurídicas los Estados Extranjeros, cada una de sus provincias o municipios, los establecimientos, corporaciones, o asociaciones existentes en países extranjeros, y que existieren en ellos con iguales condiciones que los del artículo anterior".Este precepto contempla dos categorías de personas jurídicas extranjeras que se reconocen como sujetos de derecho en nuestro país: las de carácter público y las de carácter privado.

Laspersonas juridicas de carácter privado. Concepto:

Son aquellas cuya existencia y funcionamiento se regulan por el dcho privado, requieran o no autorización estatal para funcionar. Las personas jurídicas que en el régimen del Código Civil argentino, antes de la reforma de la ley 17.711 se denominaban de existencia posible porque ellas no estaban impuesta por la Constitución Nacional, ni eran indispensable o necesarias de acuerdo con las leyes que rigen la organización social y política del país como las que consideran de existencia necesaria, hoy llamadas de carácter público, se enuncian con la denominación de personas jurídicas de carácter privado en el art. 33 del Código Civil con su nuevo texto, introducido por la ley antes mencionada.

Texto legal“…Tienen carácter privado: 1ro. Las asociaciones y las fundaciones que tengan por principal objeto el bien común, posean patrimonio propio, sean capaces por sus estatutos de adquirir bienes, no subsistan exclusivamente de asignaciones del Estado, y obtengan autorización para funcionar; 2do. Las sociedades civiles y comerciales o entidades que conforme a la ley tengan capacidad para adquirir derechos y contraer obligaciones, aunque no requieran autorización expresa del Estado para funcionar”.

CRITERIO PERSONA JURÍDICA PUBLICA

PERSONA JURÍDICA PRIVADA

CREACION

Son creaciones del Estado. Son el resultado de un acto constituyente.

Es el resultado de un acto voluntario de una o varias personas

FINALIDADEl fin que persigue es de interes público.

Satisfacen intereses de los particulares.

POTESTAD DE IMPERIO

Posee la potestad de Imperio, entendido como un poder ordenador.

No poseen dicha potestad.

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Distinción fundamental; Clases.Este articulo establece un criterio básico separando las personas privadas q no tienen fines de lucro (asociaciones y fundaciones) de aquellas destinadas a la obtención de utilidades a repartir entre los miembros, es decir las sociedades. Pero la redacción de la parte final del art. Es confusa, en cuanto incluye entidades con fines no lucrativos. La mención de entidades no societarias, rompe el criterio de la clasificación. Por lo demás la redacción de la parte final del Art. Q convierte en personas jurídicas a todos los sujetos d dcho q conforme a la ley existan, crea una incógnita respecto de la cuestión referida a las personas de existencia ideal propiamente dichas, ya q con una formula tan amplia, no podrían quedar entidades q no fueran personas jurídicas. Pero al haberse mantenido la parte inicial del art. 146 q menciona las sucesiones q no tienen existencia legal como p0resonas jurídicas, al menos para estas se ha aceptado la antigua clasificación. Llambías menciona q la doctrina ha realizado la clasificación en dos categorías:

1. las corporaciones o asociaciones y de las q es posible desglosar las sociedades anónimas sobre las cuales legisla el C de comercio

2. fundaciones.

Enunciación. RemisiónSon sujetos del derecho, provistos por el concurso de los miembros que los constituyen, carentes de finalidad lucrativa.Presenta los siguientes elementos esenciales:1) Tienen pluralidad de miembros que con su actividad colectiva brinda soporte a su personalidad;2) Son de duración indefinida;3) disponen de un fondo social;4) persiguen un fin altruista o desinteresado.A ellas se refiere el nuevo art. 46 que dice: "Las asociaciones que no tienen existencia legal como personas jurídicas, serán consideradas como simples asociaciones civiles o religiosas, según el fin de su instituto. Son sujetos de derecho, siempre que la constitución y designación de autoridades se acredite por escritura pública o instrumento privados de autenticidad certificada por escribano público. De lo contrario, todos los miembros fundadores de la asociación y sus administradores asumen responsabilidad solidaria por los actos de esta. Supletoriamente regirán a las asociaciones a que este artículo se refiere las normas de la sociedad civil."

RequisitosPara q las corporaciones y fundaciones puedan actuar en el carácter de personas jurídicas es indispensable q ellas reúnan ciertos requisitos de fondo y de forma:- de fondo: a) finalidad de bien común; b) patrimonio propio; c) dispositivo de actuación- de forma: a) acto constitutivo manado de los particulares; b) acto de reconocimiento estatal.

Sistemas aplicadosLa legislación nacional en concordancia con los desarrollos precedentes, adopta los diversos sistemas (de autorización, las disposiciones normativas de libre constitución), según el tipo de persona jurídica.- sistema de autorización estatal: esta previsto en le CC para las Asociaciones Del articulo 33 y las

fundaciones, el art. 45: “Comienza la existencia de las corporaciones, asociaciones, establecimientos, etc., con el carácter de personas jurídicas, desde el día en que fuesen autorizadas por la ley o por el gobierno, con aprobación de sus estatutos, y confirmación de los prelados en la parte religiosa (…)”. Las asociaciones q se mencionan e4n el art. trascripto son únicamente aquellas incluidas en el art. 33 del CC, pues las del art. 46 son de libre constitución. Se le reconoce al congreso Nacional la potestad de admitir nuevas órdenes religiosas, no siendo ese el caso la autorización estatal de las personas jurídicas, es materia inminente y facultad no delegada por las pcia. En consecuencia el poder de policía de las personas jurídicas se ejercita en cada pcia y por el estado nacional en la Capital Federal, tanto por el poder legislativo como por el poder ejecutivo (art. 67 inc 20).

- Sistema de disposiciones normativas: la base de este sistema es la publicidad de los actos constitutivos y su registro. Sin prejuicio de las demás disposiciones de fondo y de forma establecidas en la ley

- Sistema de constitución libre: nuestro sistema legal son de libre constitución, sin prejuicio del cumplimiento de los requisitos de forma prescriptos en la ley, las sociedades civiles y las simples asociaciones. De conformidad con lo establecido en el art. 1184 inc. 3, deben ser celebrados por escritura publica los contratos de sociedad civil, sus prorrogas, y sus modificaciones. En caso contrario se tratara de sociedades irregulares por defecto de forma. las asociaciones simples legisladas en el art. 46 del CC en la cual aclara expresamente q son sujetos de dcho, deben constituirse “por escritura pública o instrumentos privados de autenticidad certificada por escribano público. De lo contrario, todos los

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miembros fundadores de la asociación y sus administradores asumen responsabilidad solidaria por los actos de ésta”.

AsociacionesLas asociaciones civiles son personas de existencia ideal nacen de la unión estable de un grupo de personas físicas q persiguen la realización de un fin de bien común no lucrativoEl elemnto característico d la asociación es la presencia de los miembros q la constituyen, q con su actuación y los medios materiales persiguen una finalidad común. Estas finalidades son todas aquellas q siendo lícitas, posibles, determinadas y tendientes al bien común general de la soc., tiene objetos no lucrativos.

Clases- Asociaciones de segundo grado: es cuando se realiza entre personas jurídicas tb con un finalidad de bien

común no lucrativo, nos hallamos ante las denominadas asociaciones de 2º grado. Es el caso de las federaciones q nuclean a las asociaciones civiles de 1º; por ej. la AFA, q se forma con asociaciones civiles (clubes) q practican ese deporte.

- De 3º: las q se componen con asociaciones d segundo grado. Ej: la FIFA, se constituye con las asociaciones de football de cada país. Y tb puede haberla puramente nacionales (cámaras empresariales, confederaciones gremiales)

La ley 19.550 de sociedades comerciales dispone en su art. 3º q: “las asociaciones, cualquiera sea su objeto, q adopten la forma d sociedad bajo algunos de los tipos previstos, q dan sujetas a sus disposiciones”. Es así como nuestra legislación acepta q entidades sin fines d lucro se constituya bajo algunos d los tipos societarios d acuerdo a ellos encontramos 3 tipos de asoc. Civiles:

1. las q cuentan con autorización estatal, y son por ende contempladas por el art.332. las q no cuentan con autorización estatal, y son por ello simples asociaciones del art. 463. las asociaciones constituidas bajo la forma de sociedad (art.,3 de la ley 19.550)

Régimen legalEn nuestro CC no existe una regulación específica de las asociaciones. El art. 33 las enuncia como personas jurídicas de carácter privado, estableciendo sus requisitos; los art. 39 y 45 las equiparan a las corporaciones; el art. 46 regula lo relativo a aquellas q no han requerido al autorización el estado para funcionar, y por ultimo, los art. 38, 40, 50 vuelven a mencionar las asociaciones reglamentando el ingreso de nuevos miembros, la fuente de sus dchos y el destino de los bienes una vez disuelta la entidad. Todo el régimen legal de las asociaciones civiles ha sido estructurado en nuestro país a través de la costumbre, la jurisprudencia, y las normas reglamentarias q dictan los PE locales por intermedio de los organismos de contralor.

Acto constitutivo d la asociación: Según Rivera es el acto jurídico por el cual los fundadores expresan su voluntad de crear el ente, establece los fines de este, comprometen los medios patrimoniales a aportar y sancionan los estatutos q regirán sus actividades.Los actos constitutivos d las asociaciones y sociedades son actos jurídicos de naturaleza contractual: son contratos plurilaterales den organización.Mucho se ha discutido sobre la naturaleza d este tipo d actos, en los cuales al doctrina ha visto actos complejos q no pueden ser asimilados a los contartos. Para esta corriente doctrinaria, el contrato implica necesariamente partes con intereses contrapuestos, situación q no se presenta en los actos constitutivos, en q todos los participes tienen el mismo interés d crear la entidad.Sin embargo un examen más profundo de la cuestión ha llevado a descubrir la categoría d los contratos plurilaterales, en los cuales se encuentran más d dos partes; y en materia d creación d entidades, a distinguir dos aspectos o dos momentos diferentes: el de creación, en q todos los contratantes tiene el mismo propósito, y el d la integración del patrimonio, en el cual aparecen intereses contrapuestos d los constituyentes. Obviando la discusión sobre su naturaleza es importante señalar al acto constitutivo el carácter de elemento formal por excelencia.

Requisitos: - creación q resulta de la voluntad de los interesados (acto constitutivo)- fin de bien común- posesión de patrimonio propio, sin subsistir del estado- autorización del estado para funcionar

Los estatutos:

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Rivera: Toda asociación necesita poseer una ley interna q rija los deberes y dchos d los asociados. Los estatutos son el conjunto d estipulaciones destinadas a regular la organización y funcionamiento d la asociación.Apunte: conjunto d disposiciones referentes a cada persona jurídica q consignan su nombre, domicilio y capacidad, fin de sus institución, derechos y deberes d sus miembros y organismos directivos, formación e inversión d su patrimonio y destino d los bienes en caso de extinción d la entidad. Los estatutos constituyen la carta fundamental de la institución, suministran las normas q rigen la vida de la entidad particular d q se tratan, en conexión con el dcho objetivo general aplicable a todas las personas jurídicas d la misma categoría.Naturaleza jurídica: los estatutos constituyen una ley en sentido material q tiene la particularidad de originarse en al voluntad de los particulares siendo finalmente sancionada por la autoridad estatal. Es una ley d raíz privadaRequisitos para su aprobación:

- fin u objetivo d la entidad- nombre y domicilio- sus órganos d gobierno- dchos y deberes d los mismos- formación e inversión dl patrimonio- disolución y destino d los bienes.

La autorización del estadoLa existencia de asociaciones como personas jurídicas, queda sujeta a la autorizacióne statal: art. 45 “Comienza la existencia de las corporaciones, asociaciones, establecimientos, etc., con el carácter de personas jurídicas, desde el día en que fuesen autorizadas por la ley o por el gobierno, con aprobación de sus estatutos, y confirmación de los prelados en la parte religiosa (…)”. En el ámbito nacional, el organismo q interviene en el otorgamiento d la personería jurídica es la Inspección Gral. de Justicia, cuyas funciones han sido reglamentadas pro al ley 22.315.

Normación internaLos órganos de gobierno de las asociaciones son creados por sus estatutos; normalmente toda asociación tiene un órgano deliberativo, la asamblea; uno ejecutivo, la dirección; y uno de control, el síndico o comisión revisora de cuenta. Además, y respondiendo a distintas necesidades propias de cada institución, los estatutos suelen crear otros órganos de menor importancia, tales como el tribunal de honor, el tribunal de penas, etc.

1. La Asamblea: es la reunión d los miembros d la asociación q, convocados conforme al procedimiento establecido , se convierte en la autoridad suprema de la institución siendo soberana en sus decisiones; no necesariamente es la reunión d todos los miembros, ya q el mismo estatuto debe establecer el quórum necesarios para als deliberaciones. Algunas de sus funciones son: nombra y remueve la comisión directiva, controla y aprueba, o desaprueba su gestión, establece la orientación que debe tener las actividades de la asociación, imparte directivas a los directores, puede modificar los estatutos, quedando sujeta la reforma a la ulterior aprobación del poder ejecutivo. Esta formada por todos los socios con derecho a voto.Si bien la asamblea tiene el gobierno supremo de la entidad, no puede ejercer sus poderes ilimitadamente. Por el contrario sus decisiones deben ajustarse a los estatutos; a pesar de que tiene facultades para reformarlas, no puede apartarse de ellos, dado que la modificación no tiene vigencia hasta tanto no haya sido aprobada por el Poder Ejecutivo.Generalmente suele distinguirse entre las asambleas ordinarias, que se reúnen periódicamente para tratar asuntos de rutina (por ejemplo: aprobación de cuentas); y las extraordinarias, que se reúnen especialmente convocadas para tratar asuntos graves o urgentes, v. gr., modificación de los estatutos. Pero el poder de ambas es igual.

2. La Dirección: Es el órgano ejecutivo de la asociación. La diferencia entre esta y la asamblea, es que esta última funciona periódicamente y solo en caso de ser convocada, en cambio la dirección actúa en forma permanente; tiene a su cargo la administración de la entidad. Sus integrantes son nombrados y removidos por la asamblea y responden ante ellas de su actuación.Por lo general, la dirección esta constituida por varias personas que integran una comisión directiva, pero también puede ser desempeñada por una sola persona, esta modalidad es frecuente en asociaciones gremiales y el administrador suele llamarse Secretario General.Del mismo modo que lo que ocurre con las decisiones de la asamblea, la dirección están sujetas a control judicial; toda persona afectada por una medida ilegal puede recurrir a los jueces para reclamar su anulación.En principio, la función de los directores es gratuita pero los estatutos pueden establecer una remuneración.

3. Órganos De Control: Dado q la asamblea como cuerpo colegiado no puede vigilar y fiscalizar el buen funcionamiento de los órganos inferiores de la asociación esta misión es por lo gral. confiada a un

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órgano contralor q pueden ser unipersonales (sindico) o pluripersonales (comisión revisora de cuentas).Sus funciones consisten en vigilar las observancias de las leyes y de los estatutos. En particular, tiene el deber de revisar periódicamente los libros de contabilidad de la entidad y todos los documentos que se refieren a los movimientos de fondo.El síndico y la comisión revisora de cuentas son nombrados y removidos por la asamblea, del mismo modo que la dirección. Para desempeñar estos cargos no es necesario ser miembro de la entidad.

3.Poder Disciplinario. Contralor Judicial.En algunas asociaciones civiles el estatuto organiza un órgano destinado a mantener la disciplina interna y vigilar el cumplimiento d los estatutos tanto por quienes forman partae de los órganos d gobierno, cuanto por los dmás asociados.El tribunal d disciplina o tribunal d honor, gralmente integrado en forma colectiva por miembros de la asociación elegidos x asamblea, le compete el ejerció del poder disciplinario de la entidad.Se trata de una facultad que compete a la asociación para sancionar las transgresiones que incurran los socios respectos de las disposiciones estatutarias.Las medidas que pueden adoptase son variables. En general consisten en amonestaciones, apercibimiento, multa, suspensión temporaria, expulsión, etc. Esta es la más grave de las sanciones adoptables, que implica la separación del socio de la corporación.

Contralor judicial. Su alcanceReconocer a la asociación la facultad de administrar su propia justicia interna cuando las decisiones de la entidad fueran manifiestamente ilegítimas o arbitrarias, sus miembros puedan recurrir de ellas ante la justicia.Las facultades disciplinarias del Tribunal d disciplina, no son absolutas ni incontrolables. Para ser jurídicamente válidas deben adaptarse al debido procedimiento requisito formal, y fundarse en causa suficiente para darle lugar, requisito de fondo. Su contralor corresponde a la justicia, que esta habilitada para juzgar la validez de las decisiones, previo agotamiento de los recursos previstos en los estatutos. Ahora bien: la facultad de revisión de las medidas disciplinarias de las asociaciones respecto de sus miembros no implica su plena jurisdicción pues se limita al análisis de la regularidad del procedimiento seguido (esto es lo formal) y entiende, la jurisprudencia dominante, solo puede entrar en las cuestiones de fondo en caso de notoria injusticia”. Es decir, que no se autoriza la arbitrariedad manifiesta de la resolución social, pero no cabe la revisión de sus presupuestos en tanto no surja tal arbitrariedad.

Miembros d la asociación.Se entiende por miembros de una asociación, a quienes participaron del acto constitutivo, o se incorporaron a posteriori. Las condiciones de ingreso surgen de los estatutos de la entidad.Derechos y deberesTexto legal: art. 40 CC. “los derechos respectivos de los miembros de una asociación con el carácter de persona jurídica, son reglados por el contrato, por el objeto de la asociación, o por las disposiciones de los estatutos”. El codificador menciona en este art. tres fuentes de las q surgen los dchos y deberes de los miembros d una asociación.- acto constitutivo: será la fuente de las ppales obligaciones contraídas por los miembros fundadores)- El objeto: (estatuto) constituye el ppal elemento interpretativo acerca del alcance de los dchos y

obligaciones de los miembros d la asociación civ.- El estatuto y reglamentos internos: es la ppal fuente de los dchos y obligaciones de los miembros d una

asociación. Cuando una persona ingresa a una asociación debe aceptar las cláusulas de los estatutos tal cual están redactados, habida cuenta de su carácter de imperatividad.

Enumeración:a) Derechos de los miembros frente a la asociación.

La regla es que deba estarse a lo previsto en los estatutos. Sin embargo, éstos no podrían pasar por alto ciertos derechos emergentes de preceptos superiores del ordenamiento jurídico (Constitución Nacional, leyes de orden público). Como enumeración ejemplificativa, señalaremos los siguientes:- intervenir en el gobierno de la asociación mediante participación y voto de la asamblea,- impugnar sus decisiones- retirarse de la asociación- no ser expulsado arbitrariamente- inspeccionar la contabilidad, etc.b) Deberes de los miembros.

También surgen, por regla, de los estatutos. Ejemplificando:- pagar los cuotas sociales de ingreso o periódicas,- atenerse a las resoluciones estatutarias y asamblearias

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- no causar perjuicio a la asociación.c) Como se pierde la calidad de socio

Es indudable el derecho de receso que incumbe al asociado, es decir su facultad de renunciar. También por muerte, por lo menos en principio, por cesión de la cuota social en ciertas sociedades de capital, por expulsión.

Comunidad Homosexual Argentina.En este caso la Inspección General denegó a la Asociación Homosexual Argentina el derecho de registrarse como persona jurídica. El ente administrativo fundó su determinación en el hecho que bregar para q la condición de homosexual no sea materia de discriminación en lo familiar, social, moral, religioso, laboral, era contrario a la exigencia de bien común exigida por el art. 33 del Código Civil, para acceder a la personalidad jurídica.El alto tribunal por mayoría confirmó la denegatoria aduciendo que la decisión de la Inspección General de Justicia, en el sentido de que la entidad recurrente no tiene por objeto principal el bien común, contiene argumentos de suficiente entidad que descartan la tacha con que se le pretende descalificar. También porque el estatuto social de la recurrente incluye no solamente la protección de las personas homosexuales frente a discriminaciones arbitrarias, sino también la pública defensa de la homosexualidad en si misma, considerada con vistas a su aceptación social y en definitiva porque toda la defensa social de la homosexualidad ofende a la moral y al bien común, cuya tutela la Constitución impone a los poderes constituidos... para garantizar la dignidad de la persona humana creada a imagen y semejanza de Dios.La crítica a este fallo se colige del voto de la minoría representada por los Dres. Petracchi y Fayt.El primero de los nombrados objetó el triste hábito de recurrir con frecuencia a concepto tales como el del bien común, buenas costumbres, orden público, para justificar decisiones de gobierno de turno, restrictivas de la libertad. Esas nociones solo tienen valor cuando se comprenden a la luz de principios que animan a la Constitución nacional.

Las fundaciones ConceptoEs una organización para realizar un fin altruista, reconocida como sujeto de dcho y no consiste en una unión de personas. Según el art. 1º de la ley 19836, “las fundaciones (...) son personas jurídicas q se constituyen con el objeto del bien común, sin propósito de lucro, mediante el aporte de una o mas personas, destinadas a hacer posibles sus fines”.

Importancia. característicasLas fundaciones cuentan con las siguientes características:

Persigue un fin altruista: a diferencia de la corporación q puede proponerse fines interesados o fines egoístas, aunq concurrentes al bien común, la fundación solo persigue finalidades de interés social.

Carece de miembros: a diferencia de las corporaciones q cuentan con un cuerpo social provisto por los miembros, la fundación carece de estos y solo tiene destinatarios t beneficiarios de ella q permanecen fuera de su estructura.

Esta sustentada en la voluntad del fundador: mientras la corporación actúa movida por la voluntad discrecional de sus propios miembros, la fundación esta sujeta a la directiva de una voluntad ajena al ente, la voluntad del fundador. Con este rasgo se relaciona el control mas estricto q la autoridad ejerce sobre las mismas.

RequisitosLa Fundación debe constituirse por instrumento público o privado, el que deberá ser presentado a la autoridad administrativa a fin de requerir la autorización para funcionar.La autorización no se otorgara sino se demuestra que la entidad tiene un patrimonio adecuado para la realización de sus fines. Sin embargo, aunque el capital inicial no sea de por si suficiente para lograr dichos fines, podrá concederse la autorización si de los antecedentes de los fundadores, de las personas contratadas por la entidad, o las características del programa a desarrollar, resultará una capacidad potencial para cumplir los fines.Las promesas de donación hecha por el fundador a la entidad que esta en vía de constitución, deviene irrevocables a partir de la resolución administrativa que concede autorización para funcionar como fundación; y la entidad tiene acción para reclamar el cumplimiento de dicha promesa.También puede constituirse por testamento, en cuyo caso si los herederos no se ponen de acuerdo entre si o con el albacea en la redacción del estatuto y acta constitutiva, las diferencias serán resueltas por el juez, previa vista del Ministerio Público y la autoridad de Control.Los fundadores y administradores son solidariamente responsable de las obligaciones contraídas hasta el otorgamiento de la autorización para funcionar, salvo el recurso que puede tener contra la entidad.

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FuncionamientoRégimen legal o jurídicoSe rige en primer termino por lo prescripto en los estatutos q constituyen la carta magna de la institución. En lo concerniente a los bienes entregados para conformar el patrimonio se aplican las reglas de las donaciones o la sucesión testamentaria según q su origen fuere un acto entre vivos o una disposición de ultima voluntad, por consiguiente, esta sujeta a reducción la donación de bienes para constituir una fundación si la cuantía afectare la porción legitima de los herederos forzosos del donante (art. 1830 y 1831), e igualmente si se tratare de un legado o institución de heredero, efectuado en esas condiciones (art. 3601, 3602, y 3605). Desde luego los acreedores podrían usar de la acción revocatoria cuando la donación constitutiva de la fundación se hiciere en perjuicio de sus dchos, por aplicación de principios generales. En nuestro país las fundaciones están reglamentadas por la ley 19.836, del 15/9/1972.

Acto constitucional o fundacionalLa fundación se origina en un acto jurídico emanado de la voluntad particular, q en el caso se denomina “acto fundacional” . este es un acto jurídico unilateral q proviene de la voluntad de un sujeto de dcho (visible o de existencia ideal) q determina el fin de la institución y escoge los medios apropiados (patrimonio y dispositivo de gobierno) para alcanzarlo. Es unilateral a diferencia del acto creativo de la corporación, acto q es necesariamente plurilateral aunq mana de voluntades múltiples no divergentes paralelas. Accidentalmente la fundación puede resultar de la voluntad coincidente de dos o mas personas, cunado estas donan bienes para erigirla. Pero aun en ese caso el acto fundacional se distingue del corporativo, pues mientras esta suscita relaciones jurídicas entre los miembros entre si, en orden a la consumación de la proyectada persona jurídica corporativa, con obligaciones exigibles en cuanto a los aportes prometidos, etc, este acto fundacional, no crea por sí, asociación de intereses entre los fundadores. La personalidad jurídica de la fundación depende de la autorización del estado para funcionar. Por tanto hasta ese momento el fundador es libre de desistir del proyecto y revocar el acto fundacional.

Estatuto La autorización estatalLos órganos de administración de la fundaciónLos órganos administrativos de las fundaciones son los siguientes:a). El consejo de administración: Tienen todas las facultades necesarias para el cumplimiento del objeto de la fundación, dentro de las condiciones fijadas en los estatutos.Los estatutos deben contener necesariamente la forma como se designaran los miembros del Consejo y los fundadores pueden reservarse para si la calidad de miembros de él o la facultad de designar los miembros del Consejo.Los miembros del Consejo no pueden ser menos de tres y pueden serlo personas físicas o entidades públicas o privadas sin fines de lucro. Pueden ser permanentes o temporarios. Los miembros de un Consejo no podrán recibir retribución alguna por el ejercicio de sus cargos.b) comité ejecutivo: No es indispensable su existencia. Pero los estatutos pueden organizarlos para facilitar la administración de las fundaciones.Organizado este, la administración inmediata queda en sus manos y el consejo de administración pasa a ejercer funciones de control y vigilancia.Los estatutos deben prever el régimen de reuniones del consejo y el comité. El quórum será de la mitad más uno de sus integrantes y las decisiones se tomaran por mayoría absoluta de los votos presentes, salvo que el estatuto establezca mayoría especiales; en caso de empate el Presidente del Consejo o del Comité tiene doble voto.c). Autoridades de control: Tienen las siguientes atribuciones:1. Aprueba los estatutos y sus reformas;2. Fiscaliza el funcionamiento de la entidad y controla el cumplimiento de los estatutos;3. Puede solicitar judicialmente la designación de administradores interinos cuando no se llenase las vacantes en sus órganos administrativos;4. Puede solicitar judicialmente la suspensión o remoción de los administradores que hubieren violado los deberes de su cargo y pedir la nulidad de las resoluciones contrarias a las leyes o los estatutos; incluso pueden antes de dar intervención a la justicia, suspender el cumplimiento de dichas resoluciones, si hubiere urgencia de hacerlo;5. Aprobar el cambio de objeto de la entidad, cuando el fijado por el fundador se hubiere hecho de incumplimiento imposible; en cuyo caso deberá procurarse respetar en la mayor medida posible la voluntad de aquel;6. Disponer la fusión de dos o más fundaciones cuando se hubiere hecho de cumplimiento imposible el objeto de una de ella, o cuando la multiplicidad de fundaciones con objeto análogo hiciere aconsejable esta medida para su mejor desenvolvimiento, siempre que fuere manifiesto el mayor beneficio público;7. Retirar la personería jurídica cuando se diesen algunos de los supuestos establecidos en el art. 48.

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Fines. BeneficiariosComo se ha referido con anterioridad, la fundación no tienen miembros, sino mas bien beneficiarios de ella q quedan al margen de su estructura jurídica: son las personas destinadas a gozar de los servicios q la fundación presta con arreglo a la finalidad del instituto y al modo como ese disfrute ha sido organizado en los respectivos estatutos.Es esta una regla lógica, pues si no esta determinado quienes el beneficiario de esa prestación, corresponde a la administración de la entidad realizar tal determinación, pues es de suponer q los administradores de la fundación q son principalmente interesados en la efectiva consecución de los fines q explican la existencia de la misma entidad.La arbitrariedad de los administradores en la elección de los beneficiarios no genera a favor de estos recurso judicial alguno a fin de obtener la rectificación de ese comportamiento. Pero la denuncia del caso puede dar lugar a actividades de contralor por parte de las autoridades administrativas competentes y hasta dar motivo al retiro de la personería jurídica si el hecho importare una grave trasgresión de las condiciones o cláusulas de la autorización legal. Todo ello compete a la esfera de las autoridades administrativas con la posibilidad de recurso judicial si la decisión si estas no se fundaren en el ejercicio de sus facultades discrecionales.

Muerte de los fundadoresFin de la existencia de las fundaciones

Simples asociaciones del art. 46 CC.ConceptoExisten a menudo muchas entidades q x al escasa importancia d sus actividades o d su patrimonio, no gestionan la autorización estatal, no reconociéndoles así el carácter de personas jurídicas, pero si el carácter de sujeto d dcho; ellas son las denominadas simples asociaciones. El funcionamiento de las simples asociaciones es una consecuencia del derecho de asociarse con fines útiles reconocido por el art. 14 de la Constitución Nacional.Régimen Legal. Distinción (2do párrafo art.46)El Código Civil es su redacción originaria, disponía “las asociaciones que no tienen existencia legal como personas jurídicas, serán consideradas como simples asociaciones civiles, comerciales o religiosas, según el fin de su instituto” (art. 46)El texto modificado por la ley 17.711 dispone: “las asociaciones que no tienen existencia legal como personas jurídicas, serán consideradas como simples asociaciones civiles o religiosas, según el fin del instituto. Son sujetos de derecho, siempre que la constitución y designación de autoridades se acredite por escritura pública o instrumento privado de autenticidad certificada por escribano público. De lo contrario todos los miembros fundadores de la asociación y sus administradores asumen responsabilidad solidaria por los actos de ésta. Supletoriamente regirán a las asociaciones a que este artículo se refiere las normas de la sociedad civil”.La ley 17.711 mantuvo al primera parte del art. 46, suprimiendo toda referencia a las asociaciones comerciales” y agregó un 2do párrafo en donde distingue entre entidades cuya constitución y designación de autoridades es hecha x escritura pública o x instrumento privado de autenticidad certificada x escribano público, y las simples asociaciones q ni siquiera cumplen con el requisito.

Requisitos.Las simples asociaciones deben reunir los siguientes requisitos:a) acto constitutivo que le dé origen, con designación de autoridadesb) constitución por escritura pública o por instrumento privado con certificación de escribano público en cuanto a su autenticidadc) licitud de objeto, aportes de capital y no incurrir en las causales de nulidad de la sociedad civild) comunicar su existencia al Ministerio del Interior en la Capital y a las jefaturas de policía en las provincias e informar: 1) la denominación y el domicilio, 2) la finalidad que persiguen, 3) estatutos y nominas de socios, 4) libro de actas a disposición de las autoridades para su control.El incumplimiento de estos requisitos se sanciona con la disolución.

Objeto. El objeto de la asociación puede ser civil, por ejemplo en el caso de los clubes sociales y deportivas) comercial (como en el supuesto de una asociación para realizar actos de comercio) religiosos (como en el caso de las asociaciones piadosas), etc.Efectos. Las simples asociasiones que reúnen los requisitos establecidos por la ley son sujetos de derecho, tienen responsabilidad contractual y extracontractual, la responsabilidad de la asociación no excluye la de los socios, carecen de capacidad para adquirir por donación (art. 1806) o por sucesión testamentaria (art. 3735), gozan de libertad en cuanto al numero de socios, condición de ellos, formas de administración, capital que reciba por medio de aportes, etc.

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Las simples asociaciones que no reunen los requisitos exigidos por el art. 46 del C.C. no son sujeto de derecho y la responsabilidad por los actos realizados en nombre de ellas recaerá sobre sis administradores o fundadores, quienes responden solidariamente.Las asociaciones de hecho tienen capacidad jurídica estrictamente condicionada a los fines de su creación. La falta de personalidad no obsta al control judicial y la asociación puede ser intervenida.La caracterización jurídica de la simple asociación en nuestro ordenamieto positivo lo constituye el fin de bien común que debe proponerse, su subsistencia por sobre la desaparición temporal de sus miembros y el hecho de que sean los estatutos los que indiquen la actividad que ha de desarrollar, que en principio no debe estar regulada por ley alguna. Esta ultima característica es la que permite diferenciarla de otros tipos de asociaciones cuya actividad esta puntualmente regulada por la ley, como las asociaciones profesionales, sindicales, etc.

DistinciónSimples asociaciones constituidas por acto fehaciente.Formalidad: el art. establece como requisito formal q la constitución del ente y al designación de autoridades esté volcada en una escritura pública o en un instrumento privado certificado x escribano público.A estas asociaciones se els reconoce el carácter de sujeto d dcho, de la lectura del art. parecería surgir: no son personas jurídicas, pero si son sujetos d dcho si cumplen con los recaudos d la ley. Personería: Siguiendo a Llambías, las personas de existencia ideal en sentido estricto como los son las simples asociaciones del art. 46, tendrían una capacidad más restringida q las personas jurídicas en tanto carecen de capacidad para recibir bienes de donación, herencia o legado.Régimen legal: se aplican a estas entidades, supletoriamente las normas de la soc. civ (arts. 1684 a 1788)Responsabilidad de los asociados: Borda, Lavalle, Cobo, afirman q los asociados son responsables x las deudas de la asoc. Civ., con carácter subsidiario y accesorio; responsabilidad además q es mancomunada y no solidaria salvo pacto expreso en contrario. Cada asociado respondería por cabeza, dividiendo las deudas sociales en partes iguales, aunq sean desiguales los aportes efectuados y los beneficios q goza cada socio.Rivero opina q tal doctrina es cuestionables, ya q si se trata de sujetos dchos como lo dice expresamente el art. 46, o personas de existencia ideal en sentido estricto la cuestión d la responsabilidad se le debe atribuir a la entidad y no a sus miembros. (arts. 39 in fine y 42). Advirtiéndose tbn q tratándose de asociaciones irregulares, la responsabilidad se atribuye a los fundadores y a losa administradores, y no a los miembros o asociados.Ejemplos: centros de estudiantes secundarios o universitarios, cooperadoras escolares, etc.

Simples asociaciones no constituidas por acto fehaciente.Cuando las simples asociaciones no cumplen con los requisitos formales establecidos en el art.46, el mismo precepto legal establece q: “todos los miembros fundadores de la asociación y sus administradores asumen responsabilidad solidaria por los actos de ésta (…).”Personalidad: del texto legal parecería resultar q a este tipo de asociaciones no se les reconoce el carácter de “sujetos d dcho” debido a la utilización de la expresión “siempre q”.Rivera menciona q es contradictorio admitir q estas entidades tiene miembros, fundadores y administradores, q aquellos son responsables por los actos de esta para luego sostener q no son sujetos d dcho.Sin embargo a pesar d la declaración d la ley, entiende q estas asociaciones simples e irregulares tiene rasgos tales q permiten encuadrarlas dentro d las personas de existencia ideal en sentido estricto.En efecto: se advierte q la propia ley admite q tiene administradores, con loq esta aceptando q hay un órgano de gobierno de la entidad, y q los fundadores y administradores son responsables por los actos d esta.Responsabilidad de administradores y fundadores: la norma establece q los fundadores y administradores asumen al responsabilidad solidaria por los actos d la asociación, no estableciendo a q administradores alcanza esta responsabilidad, tampoco aclara si los fundadores conservan esta responsabilidad por el resto d su vida, o si alude a los actos u obligaciones contraídas durante el desempeño de su función. Rivera entiende en este aspecto, q hay q distinguir entre los miembros administradores y fundadores,. Los primeros serán siempre responsables ya q el ejercicio del cargo les permitió subsanar el defecto de forma y asentar el estatuto por acto fehaciente y eludir la responsabilidad. En cambio con relación a los fundadores coincide con lavalle y Cobo en q parece demasiado rigurosa la tesis de Borda q les asigna responsabilidad de porvida, manifestando q es lógico hacer cargara a los fundadores con al responsabilidad d los hechos ocurridos durante su gestión pero no con respecto a aquellos acaecidos muchos años dp de su separación d la entidadResponsabilidad de los asociados: pese a q el art. 46 solo responsabiliza a los administradores y fundadores, la doctrina nac., ha extendido esta responsabilidad a los integrantes de la asociación, con fundamento en las disposiciones d soc. civ. (Llambías, Borda). Rivera disiente d esta postura , ya q en esta hipótesis existe una regla específica de responsabilidad q se atribuye exclusivamente a fundadores ya administradores, por lo q no hay lugar para la aplicación supletoria de las reglas provistas para al soc. civ.

Las sociedades civiles y comerciales

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Concepto de sociedadesEs un contrato mediante el cual dos o mas personas aportan bienes para lucrar con el conjunto y dividir las utilidades obtenidas (art. 1648). Pero es un contrato peculiar q da origen a un nuevo sujeto de dcho q no se confunde con cada uno de los socios, y q es titular del patrimonio constituido con los bienes aportados por estos.

La personalidad de la sociedad esta comprobada por los siguientes efectos jurídicos, los cuales serian incomprensibles sin la correspondiente personalidad:1) la sociedad tiene el domicilio de los bienes entregados por los socios en propiedad; 2) relación jurídica entre la sociedad y cada uno de los socios; 3) los deudores de la sociedad no son deudores de los socios; 4) la sociedad tiene un nombre q es un atributo típico de las personas. Es por estas características q la doctrina no le niega su carácter de persona jurídica. Este enfoque no ha variado desde la sanción de la ley 17.711, desde luego el codificador ha ratificado la personalidad de las sociedades al mencionarlas en la segunda parte del art. 33 inc.2.

Sociedades civiles y comercialesLas sociedades se distinguen en civiles o comerciales, de acuerdo a la índole del objeto para el cual han sido constituidas. Si la sociedad se propones como finalidad la realización de actos de comercio, es comercial, y civil en caso contrario.De la personalidad de las asociaciones civiles las hemos tratado en el punto anterior; en cuanto a las sociedades comerciales la doctrina se pronuncia en el sentido q tienen personalidad jurídica, no obstante no identificarse con las llamadas personas jurídicas. Para un sector de la doctrina nacional, tienen calidad de sujetos de dcho, la q emana de disposiciones del contrato social. Mientras q para otros son personas de dcho porq tienen un patrimonio propio.la personalidad de estas sociedades se desinteresa de la calificación correspondiente. La jurisprudencia ha procedido de manera semejante, atendiendo en los hechos la personalidad de las sociedades comerciales, pero sin preocuparse de su ubicación en el cuadro general de las personas de dcho.1-sociedades civilesSegún el art. 1648 del Código Civil, “habrá sociedad cuando o más personas se hubiesen mutuamente obligado, cada una con una contraprestación, con el fin de obtener alguna utilidad apreciable en dinero, que dividirán entre sí, el empleo que hicieran de lo que cada uno hubiera aportado”.Las sociedades civiles nacen con el acto constitutivo. El contrato de constitución, sus modificaciones y prorrogas deben ser hechos por escritura pública (art. 1184, C.Civil). La calidad de persona jurídica de la sociedad civil surge del art. 33, 2 parte.El fin de la sociedad es la obtención de un beneficio o un resultado apreciable en dinero, que se dividirá entre los socios. Vélez Sárfield define al lucro como el reparto de las utilidades en dinero, desechando las de carácter moral o las que surjan de una explotación apreciable en dinero, pero no divididas como tal.Para que se configure la existencia de la sociedad civil son necesarios los siguientes requisitos: Pluralidad de personas Aportes sociales Participación en las ganancias y contribución en las perdidasTienen los siguientes caracteres:- la personalidad de la sociedad es distinta de la persona de los socios (art. 1711)- los bienes de la sociedad no se confunden con los bienes de los socios- los deudores de la sociedad no son deudores de los socios2- sociedades ComercialesSegún el art. 1 de la ley 19.550, “habrá sociedad comercial cuando dos o más personas en forma organizada, conforme a uno de los tipos previstos en esta ley, se obliguen a realizar aportes para aplicarlos a la producción o intercambio de bienes o servicios participando de los beneficios y soportando las pérdidas”.La sociedad comercial es una realidad jurídica que queda tipificada por el encuadramiento en una de las formas previstas en la ley 19.550, la formación de un fondo común para ser aplicado a la producción de bienes y servicios, la participación de los socios en los beneficios, la contribución en las pérdidas y la inscripción en el Registro público de Comercio.El contrato de constitución se otorgará por instrumento público o privado (en el supuesto de las sociedades anónimas y en comandita por acciones se debe efectuar por instrumento público) y se inscribirá en el Registro Público de Comercio de la jurisdicción correspondiente al domicilio social, previa comprobación por el juez registro del control de legalidad y fiscal. Cumplidos estos requisitos y la publicación de edictos por un día en el caso de las sociedades por acciones y de responsabilidad limitada, el juez dispondrá la registración. Cuando se trata de sociedades por acciones, el Registro Público de Comercio remitirá testimonio de la toma de razón al Registro Nacional de Sociedades por Acciones.

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La inscripción regsitral tiene por finalidad la comprobación del estado de regularidad de la relación societaria, mientras que la personalidad del ente nace con el acto constitutivo, con independencia de la inscripción, la que incidirá en el alcance y régimen de la persona jurídica, pero no su existencia.La intervención judicial de la sociedad tiene carácter excepcional.

Régimen jurídicoEn nuestra legislación el esquema de las sociedades civiles y comerciales se configura así:

1) Sociedades Civiles: regulares e irregulares cuyo objeto no es comercial.2) Sociedades comerciales regularmente constituidas (arts. 1 y 7, ley 19.550)3) Sociedades de hecho e irregulares con objeto comercial (arts. 7 y 21, ley 19.550)Esta ultima ley establece q la sociedad es un sujeto de dcho y establece en la misma cual es su alcance. Ahora bien como esos sujetos no advienen a la existencia jurídica por un acto de reconocimiento expreso por el estado, como en los supuestos del art. 45 del CC, queda claro q no integran la categoría de las llamadas personas jurídicas, sino mas bien la de personas de existencia ideal propiamente dichas. (art. 1089 y 1089 bis)La ley de sociedades reglamenta distintas especies de esta clase, a saber: la sociedad colectiva (art. 125 a133), la sociedad enco0mandita simple (art. 134 a 140), la sociedad de capital e industria (art. 141 a 145), la sociedad de responsabilidad limitada (art. 146 a 162), la sociedad anónima (art. 163 a 307), la sociedad anónima con participación estatal mayoritaria (art. 308 a 314), y la sociedad encomandita por acciones (art. 315 a 342).

RemisiónEjemplos

Paralelo entre las simples asociaciones y la categoría de personas jurídicas1. difieren por el modo de su constitución. Si bien ambas son sujetos de dcho, difieren en cuanto a la

ubicación de su personalidad en el cuadro general de las personas; se trata de especies diversas dentro de un mismo genero, las “personas jurídicas” q requieren el reconocimiento del estado para funcionar, y las “personas de existencia ideal propiamente dichas” q no requieren para existir de la autorización estatal. Las simples asociaciones son una especie de esta ultima categoría.

2. difieren en cuanto a la capacidad; las “personas jurídicas” gozan de entera capacidad correspondiente a las personas ideales, en tanto las “simples asociaciones”, si bien tienen capacidad para contratar, no pueden adquirir bienes por vía de donación o sucesión testamentaria.

3. difieren en cuanto a la responsabilidad de los miembros en deudas sociales. Los miembros de las “personas jurídicas” no responden por las deudas de la entidad, en tanto q los asociados de una simple asociación responden de dichas deudas hasta el importe de la cuota parte correspondiente.

4. difieren en cuanto a la incidencia de la muerte de sus miembros. Es irrelevante tratándose de “personas jurídicas”, en tanto q la “simple asociación” se disuelve.

Responsabilidad por los hechos ilícitos de las simples asociacionesEn el régimen anterior a la ley 17.711 correspondía distinguir la responsabilidad de la simple asociación según q el hecho ilícito proviniera de un administrador o un dependiente suyo. Si se trataba del ultimo supuesto no había problema para hacer valer la responsabilidad de la asociación- y subsidiariamente e los asociados por su posición viril- pues no existía restricción alguna y funcionaba directamente el art. 1113, solución q se extendía tbn al resarcimiento de los daños provocados en razón de las cosas de la entidad. Pero era diferente si el ilícito había sido realizado por un administrador- o comisión directiva- de la entidad, pues en tal caso esta podía invocar la extensión del art. 1720, q no admitía por su redacción, la distinción entre delitos y cuasi delitos q existe en el caso de las personas jurídicas. Por tanto ya s tratara de delitos o cuasi delitos de los administradores, la simple asociación no respondía civilmente por esos hechos, a menos q se hubiese obtenido algún provecho. luego de la sanción de la ley 17.711, no se suscita esa variante y siempre es responsable la simple asociación, así como subsidiariamente los asociados según una porción viril, pr las consecuencias dañosas de los hechos ilícitos obrados por sus dirigentes, administradores o dependientes.

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BOLILLA XI

Cosas y BienesEl Objeto de los Derechos. ConceptoEn toda relación jurídica aparecen tres elementos constitutivos:a) el sujetob) el objetoc) la acción, coerción y coacción.Al hablar de objeto de la relación jurídica, nos referimos a la materia, contenido o sustancia. Está constituido por los derechos y los deberes que, por ser imperativa y respectivamente atribuidos e impuestos por la norma objetiva a los sujetos (tanto al activo o titular de los derechos subjetivos, como al pasivo, soporte de los deberes correlativos), suponen acción, coerción y coacción que vienen a integrar también el contenido u objeto de ella.Se ha definido al derecho subjetivo como "el poder, facultad o prerrogativa para satisfacer intereses humanos, el derecho objetivo reconoce y protege a quien realmente posee una voluntad o a quien, por una abstracción, intelectivamente atribuye a una voluntad ajena, esto es al sujeto jurídico o persona, que en virtud de una atribución, puede por si o por otro, hacer u omitir lícitamente algo y exigir de otro u otros sujetos jurídicos, un determinado comportamiento, siempre de acuerdo con las prescripciones de las normas jurídicas, con respecto a la regla moral y a los pilares en que se asienta el orden jurídico”.De esta definición resulta que el derecho subjetivo es siempre una facultad o prerrogativa del titular y, siendo así, resulta evidente que el objeto, como sustancia o contenido de él, está representado por esa misma facultad, poder o prerrogativa del titular del derecho.Pero no queda claro en qué consiste la sustancia del derecho subjetivo, porque un poder, facultad o prerrogativa, como algo abstracto, es inexistente en la realidad. Por tanto, es necesario referir el poder o facultad a algo concreto sobre lo cual se pueda ejercer. Y precisamente ese algo sobre lo cual se proyectan los poderes o facultades del sujeto titular del derecho, esto es, aquello sobre lo cual se ejerce o se puede ejercer la prerrogativa que da la norma jurídica al derecho habiente, es lo que, en definitiva, completa al concepto del objeto del derecho subjetivo.El objeto del derecho subjetivo es la sustancia o contenido de él y consiste en la prerrogativa jurídica del titular, proyectada sobre algo concreto sobre lo cual pueda ejercerla.

Diversas Clases de Objetos.Clasificación De Los Derechos Subjetivos En Función De Su Respectivo Objeto.>Las cosasSe entiende por cosa "todo aquello que, sin constituir un ser humano, es natural". Resulta necesario no confundir la cosa con el derecho subjetivo que recae sobre ella, ni con el objeto de tal derecho, pues son conceptos diferentes: la cosa no es el derecho real que se ejerce sobre ella, ni el derecho subjetivo ni el objeto de tal derecho. La cosa es solamente la referencia material de la prerrogativa jurídica del titular, esto es, aquello sobre lo cual se proyecta dicha prerrogativa jurídica, aquello sobre lo cual se puede ejercer tal poder o facultad.

Las cosas tienen una existencia física, material, de la que carecen los derechos, y por lo tanto, no pueden confundirse, como sucede en la doctrina francesa. En ella, se habla de que “el patrimonio de una persona comprende cosas y derechos, cuyo conjunto se designa con la expresión de bienes". Abelenda sostiene que es un error, y lo que se quiere expresar es que el conjunto de los derechos y de los deberes (económicamente valiosos) de una persona se integran en el patrimonio de estas y forman una universalidad jurídica.

Nuestro Código Civil, en su art. 2311, define a las cosas de la siguiente manera: "son los objetos materiales susceptibles de tener un valor", y el artículo 2312 declara: "los objetos inmateriales susceptibles de valor, e igualmente las cosas, se llaman bienes", y que el "conjunto de bienes de una persona constituye su patrimonio". Esto lleva a una cierta confusión entre cosas y derechos. Abelenda afirma que con la expresión objetos inmateriales susceptibles de valor Velez Sarfield quiso designar los derechos subjetivos económicamente valiosos que no dan titulares una prerrogativa jurídica directamente ejercible sobre una cosa, diferenciándolo así de los derechos reales. Cabe destacar que Velez Sarfield, trató de aclarar el concepto de patrimonio en la citada nota al artículo 2312, diciendo que "es la universalidad jurídica de sus derechos reales y de sus derechos personales bajo la relación de un valor pecuniario, es decir (aprehendidos) como bienes", pero con ello no desaparece por completo la posibilidad de confundir las cosas con los derechos, ya que el art 2312 incluye a las cosas en la denominación genérica de bienes. Aún así, es necesario insistir en que el derecho subjetivo, aun tratándose de uno "real", que se ejerce directamente sobre una cosa, no puede confundirse con la misma, que no es siquiera el objeto de él, sino solamente el centro concreto sobre el cual se proyecta la prerrogativa jurídica del titular del derecho.

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Derecho Civil 1El derecho subjetivo es una facultad y como tal "algo inmaterial", incorporal, imperceptible. El

derecho subjetivo es simplemente un concepto. La cosa es, únicamente en los derechos subjetivos denominados, aquella referencia que da sentido a las facultades o prerrogativas jurídicas del titular, es decir, ese algo indispensable sobre lo cual se puede ejercer la correspondiente facultad o prerrogativa.

>Hechos y AccionesLas prerrogativas jurídicas del titular de un derecho subjetivo pueden tener también como punto de referencia o centro de proyección, o de ejercicio, una persona para exigirle un determinado comportamiento, esto es, un hecho o acción. En el derecho creditorio, el acreedor tiene la facultad, poder o prerrogativa de exigir al deudor el cumplimiento de una prestación, de dar, hacer o no hacer algo, he aquí un ejemplo de un determinado comportamiento exigido, es decir, acciones. También se observa esto en el derecho de familia (facultad del padre de exigir ciertos comportamientos del hijo, por ejemplo).>Otras Referencias Inmateriales

Los derechos subjetivos también puede tener como referencia o punto de proyección para su ejercicio, en cuanto es solo una prerrogativa, poder o facultad que necesita de ello, algo inmaterial, simplemente conceptual, como ocurre, por ejemplo, en los derechos personalísimos a la vida, al honor, a la honra, etc.

Requisitos de Validez: ¿?

Paralelo: ¿?

Bienes y Cosas

Concepto. Reforma Al Art. 2311 Por La Ley 17.711. Su Finalidad. Código Civil Argentino.

El CC legisla sobre las cosas en el Título I del Libro III, precediendo así su tratamiento al de la posesión de los derechos reales, que se hace en los siguientes títulos del mismo libro.Nuestro codificador en la nota del Libro III, explica que, al tratar de las cosas y de la posesión antes de los derechos reales, siguió la opinión y el método de Mackeldey, porque las cosas y la posesión son elementos de los derechos reales.No obstante el método seguido por nuestro Código Civil, Abelenda sostiene, el tratamiento de las "cosas" en esta Parte General del Derecho Civil, porque si bien ellas son los puntos de referencia de las prerrogativas jurídicas de los titulares de los derechos reales, también aparecen, aunque no punto directo de proyección de las prerrogativas o poderes de los titulares en otros derechos, como ocurre, por ejemplo, en los del acreedor en las obligaciones de dar cosas.Este es, por otra parte, el método tradicionalmente seguido en la enseñanza del derecho civil en nuestro país y de los Códigos modernos, como el alemán y el brasileño por ejemplo.Dentro de la terminología de nuestro Código Civil se llaman cosas “a los objetos materiales susceptibles de tener un valor” (art. 2311, Cód. Civ.).Debe anotarse que en su redacción originaria, el art. 2311 hablaba de objetos corporales. La ley 17.711 cambió la palabra corporales por materiales, con lo que la idea se clarifica, No se trata ya de saber si las cosas son corporeas, si tienen un cuerpo, sino si son o no materiales, si entra una materia física en su composición. Resulta así muy claro que son cosas todas las que ocupan un lugar en el tiempo y en el espacio, sean sólidas, líquidas o gaseosas.Se vincula estrechamente con esto, la cuestión de sí las energías son o no cosas. La ley 17.711 agregó al art. 2311 un apartado que resuelve expresamente la cuestión: “las disposiciones referentes a las cosas son aplicables a la energía y a las fuerzas naturales susceptibles de apropiación”.Aunque la ley no diga que las energías (electricidad, atómica, etc) son cosas al atribuirle la misma condición jurídica, les reconoce la calidad de tales. En derecho lo que cuenta son los efectos, si las energías apropiables igual condición jurídica que los cosas, son cosas.Ahora bien: para que pueda tener valor económico, la cosa debe ser susceptibles de aprehensión por los individuos. Por ello, el aire, el mar, que no pueden ser poseídos exclusivamente por nadie y que están al servicio de todos los hombres, no son jurídicamente hablando, cosas.La palabra bienes es usada en nuestra legislación con dos significados distintos. En su acepción genérica, designa a todos los objetos materiales e inmateriales susceptibles de valor económico (art. 2312, CC), las cosas quedan, pues, incluidas dentro de este concepto general. En su significado restringido bienes, por oposición a cosas, designa los objetos inmateriales económicamente valiosos, es decir, los derechos patrimoniales. Es aquí donde se encuentra la contradicción entre los mencionados arts 2311 y 2312 del CC y

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las notas correspondientes redactadas (pero evidentemente no revisadas) por Vélez.

Clasificación de las Cosas Consideradas en Sí Mismas y sus Consecuencias

Nuestro CC, en los arts 2313 y siguientes, clasifica a las cosas en:

muebles e inmuebles

fungibles y no fungibles

consumibles y no consumibles

divisibles e indivisibles

principales y accesorias

en el comercio o enajenables, y fuera de él o inenajenables

Cosas Muebles e Inmuebles

Son inmuebles aquellas cosas que están inmovilizadas o fijas en un lugar determinado y con carácter permanente. Cuando pierden ese carácter deja de ser inmuebles. Son muebles aquellas que pueden ser trasladadas de un lugar a otro, ya sea por si mismas (semovientes) o por una fuerza exterior.

El art. 2313 del Código Civil dice: "Las cosas son muebles e inmuebles por su naturaleza, o por su accesión o por su carácter representativo"

Vemos entonces que esta división se establece según la posibilidad de moverse de las cosas. Los inmuebles se encuentran fijos en un lugar; los muebles pueden trasladarse. No obstante, esta regla no es absoluta: la ley puede dar carácter de inmuebles a cosas transportables o, excepcionalmente, considerar muebles a cosas fijas.

Importancia

En la antigüedad, la tierra tenía una importancia fundamental en relación a los valores mobiliarios, era la base d la riqueza individual y d la cohesión d la familia. En la sociedad feudal no solo confería fortuna y nobleza, sino que implicaba poder político. En cambio, los bienes muebles tenían un valor prácticamente despreciable. De ahí surgió la necesidad d establecer un régimen distinto para unas y otras.

Pero el desarrollo del comercio y la industria dieron lugar a la creación d inmensas riquezas mobiliarias, cuyo monto y valor superan hoy en día a las inmobiliarias. Inclusive ha llegado a decirse que la distinción clásica entre muebles e inmuebles responde a exigencias económicas totalmente superadas. No obstante, borda sostiene q la tierra no ha perdido su preponderancia, pues todo lo q es esencial a la vida humana depende d ella. X ello el régimen d la tierra se vincula con los fundamentos mismos d la organización política y social d los pueblos, ello explica tbn la solidez d los valores inmobiliarios. No obstante, reconoce cierta estrechez en la legislación d las cosas muebles en un régimen único, al no se considerarlas en su muy variada naturaleza y valor.

Consecuencias Jurídicas De La Distinción.

La distinción entre muebles e inmuebles produce las siguientes consecuencias jurídicas:1) En cuanto a la ley aplicable, los inmuebles se rigen por la ley del lugar de su situación (art. 10, C.C.); y los muebles ciertos y determinados, por la ley del lugar donde se hallan; otro tipo de muebles no permanentes se rigen por la ley del domicilio del dueño (art. 11).2) En lo que se refiere a la forma de enajenación, los inmuebles requieren escritura pública, tradición e inscripción en el Registro de la Propiedad Inmueble; para los muebles en general, basta la mera tradición, salvo aquellos que están sometidos a régimenes especiales ya enunciados.3) Con respecto a la prescripción, las cosas inmuebles se adquieren por la posesión ininterrumpida durante diez años si el poseedor tiene justo título y buena fe (art. 3999), y por veinte años si carece de esos requisitos (art. 4015); con relación a las cosas muebles, estas se adquieren por la simple posesión, salvo que se tratare de cosas robadas o perdidas (arts. 2412 y 4046).4) En lo relativo a derechos reales de garantía, los inmuebles solo pueden ser gravados con hipoteca y anticresis (arts. 3108 y 3239), los muebles con prenda (art. 3204), salvo los supuestos de buques o aeronaves.5) En cuanto a la competencia de los tribunales, las acciones reales, sobre bienes inmuebles se tramitan ante el juez del lugar donde esta situada la cosa litigiosa. Si la acción versare sobre bienes muebles, el del lugar en que estén o el del domicilio del demandado, a elección del actor. Si la acción versare sobre bienes muebles e

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inmuebles conjuntamente, el del lugar donde estuvieren situados estos últimos (art. 5, inc. 1 y 2, C.P.C.C.).

Cosas inmuebles

a) inmuebles x naturaleza: “Son inmuebles por su naturaleza las cosas que se encuentran por sí mismas inmovilizadas, como el suelo y todas las partes sólidas o fluidas que forman su superficie y profundidad: todo lo que está incorporado al suelo de una manera orgánica, y todo lo que se encuentra bajo el suelo sin el hecho del hombre.” (art 2314 CC)Es decir, todo aquello que posea inmovilidad natural (tierra, superficies sólidas, ríos), lo que está incorporado al suelo d una manera orgánica (vegetales), siempre que la incorporación tenga carácter permanente. También todo aquello que se encuentre bajo el suelo sin el hecho del hombre (minerales, metales preciosos).La inmovilización cesa apenas las cosas dejan de estar incorporadas al suelo o de formar parte de él.

b) Inmbuebles x accesión física: “Son inmuebles por accesión las cosas muebles que se encuentran realmente inmovilizadas por su adhesión física al suelo, con tal que esta adhesión tenga el carácter de perpetuidad.” (ar 2315 CC)La razón es q dichas cosas forman un todo inseparable con el suelo, sin el cual no se concibe su existencia (edificios, pozos petroleros). La adhesión física al suelo debe además tener carácter de perpetuidad, es decir, que tendrá que haberse realizado con el propósito de hacerla durar en ese estado tanto tiempo como su conservación lo permita.

c) Inmuebles x destino: “Son también inmuebles las cosas muebles que se encuentran puestas intencionalmente, como accesorias de un inmueble, por el propietario de éste, sin estarlo físicamente.” (art 2316 CC)Para que estas cosas sean reputadas inmuebles, es necesario: 1º, que hayan sido puestas al servicio de un inmueble; 2º, que esto sea con carácter permanente; 3º, que las haya colocado el propietario o similar (si fuera puesta por los usufructuarios, será considerada inmueble mientras dure el usufructo).(ej: arados y útiles de labranza d un fundo, mesas y sillas de una casa).La inmovilización x destino cesa cuando las cosas son retiradas del fundo por quien tenga derecho a hacerlo.

d) Inmuebles x carácter representativo: “Son inmuebles por su carácter representativo los instrumentos públicos de donde constare la adquisición de derechos reales sobre bienes inmuebles, con exclusión de los derechos reales de hipoteca y anticresis.” (art 2317 CC)La ley habla solamente de instrumentos públicos, porq se requiere escritura pública para constituir o transmitir derechos reales sobre inmuebles (art 1184 inc 1º CC)deben constar en ellos la adquisición de derechos reales, pues los instrumentos q comprueban derechos personales son muebles (art 2319 CC) y deben recaer sobre bienes inmuebles.la exclusión d la hipoteca y la anticresis obedece a q son accesorios d un derecho personal, al cual sirven d garantía, y x lo tanto deben seguir la suerte d éste, q se reputa mueble (art 2319 CC).

Cosas Muebles

a) muebles x su naturaleza: “Son cosas muebles las que pueden transportarse de un lugar a otro, sea moviéndose por sí mismas, sea que sólo se muevan por una fuerza externa, con excepción de las que sean accesorias a los inmuebles.” (art 2318 CC)“Son también muebles todas las partes sólidas o fluidas del suelo, separadas de él, como las piedras, tierra, metales, etc. (entran aquí los árboles, las plantas y sus frutos, una vez separados del suelo); las construcciones asentadas en la superficie del suelo con un carácter provisorio (tales como los pabellones d una exposición, tiendas d circo, etc); los tesoros, monedas, y otros objetos puestos bajo del suelo; los materiales reunidos para la construcción de edificios mientras no estén empleados; los que provengan de una destrucción de los edificios, aunque los propietarios hubieran de construirlos inmediatamente con los mismos materiales (Borda opina q esta disposición es aplicable al caso d separación d edificios, xq la ley no establece ninguna distinción entre destrucción total o parcial, ni intencional del hombre o causada x un fenómeno)…” (art 2319 CC)

b) muebles x su carácter representativo: “…todos los instrumentos públicos o privados de donde constare la adquisición de derechos personales” (art 2319 CC in fine); asimismo los instrumentos públicos dond constaren los derechos reales d hipoteca y anticresis y los públicos o privados q comprueben la existencia d derechos reales sobre cosas muebles.

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Otras Clasificaciones.Cosas Fungibles Y No Fungibles.Según el art. 2324 del Código Civil, son "cosas fungibles aquellas en que todo individuo de la especie equivale a otro individuo de la misma especie, y que puede sustituirse las unas de las otras de la misma calidad y en igual cantidad".Las cosas fungibles tienen los siguientes caracteres: son homogéneas entre sí, es decir, cada individuo puede ser reemplazado por otro de la misma especie y calidad y se cuentan por el número, peso y medida (por ejemplo, el trigo, el vino, etc.). El dinero es fungible por excelencia, dado que un billete puede ser reemplazado por otro de igual valor o por varios que sumados resulten del mismo importe. Solamente los bienes muebles pueden ser fungibles.Las cosas no fungibles son aquellas que no pueden reemplazarse entre sí, es decir, cuya individualidad es tenida en cuenta como objeto de derecho.La distinción entre cosas fungibles y no fungibles generalmente se funda en la naturaleza misma de las cosas, pero a veces hay factores subjetivos, propios del dueño, que determinan el carácter de la cosa. (ej, un libro autografiado o con carácter sentimental no puede ser reemplazado por otro, aún si es d la misma edición)

Cosas Consumibles Y No Consumibles.El art. 2325 del Código Civil establece: "Son cosas consumibles aquellas cuya existencia termina con el primer uso y las que terminan para quien deja de poseerlas por no distinguirse en su individualidad. Son cosas no consumibles las que no dejan de existir por el primer uso que de ellas se hace, aunque sean susceptibles de consumirse o deteriorarse después de algún tiempo”.Hay que distinguir las cosas jurídicamente consumibles, como el dinero que desaparece para quien deja de poseerlo y las físicamente consumibles que no pueden ser usadas sin ser consumidas, como los comestibles, los materiales de construcción, etc.Las cosas no consumibles son aquellas que si bien pueden deteriorarse con el transcurso del tiempo, no se extinguen con el primer uso, como las vestimentas, los automóviles, los combustibles, etc.Si bien en general las cosas fungibles son también consumibles (como el vino, el trigo, los alimentos), hay cosas fungibles que no lo son (tales como los libros, los automóviles, los productos industriales, etc.); sin embargo, existe una tendencia doctrinal y legislativa a asimilarlas recíprocamente (Código holandés y español).Además, la consumibilidad depende también del destino que le de su propietario (un libro no es consumible, aunq para el librero si lo es porq lo adquiere para venderlo)

Cosas Divisibles E Indivisibles.El art. 2326 del CC, en su redacción originaria, disponía: "Son cosas divisibles aquellas que sin ser destruidas enteramente pueden ser divididas en porciones reales, cada una de las cuales forman un todo homogéneo y análogo, tanto a las otras partes como a la cosa misma".La ley 17.711 añadió el siguiente párrafo: "No podrán dividirse las cosas cuando se convierta en antieconómico su uso y aprovechamiento. Las autoridades locales podrán reglamentar, en materia de inmuebles, la superficie mínima de la unidad económica".El codificador, siguiendo a Mainz, usó en su definición el concepto de "homogeneidad"; sin embargo, en los arts. 667 y siguientes, al referirse a la divisibilidad de las obligaciones, se inspiró en el derecho romano, por medio de Savigny y Freitas y adoptó la teoría de la divisibilidad intelectual y natural. El agregado de la ley 17711 sigue el criterio económico de la divisibilidad; una cosa puede ser susceptible de ser dividida material o físicamente, pero debe ser considerada indivisible si la partición material convirtiese en antieconómico el uso o aprovechamiento de ella. Así, una piedra preciosa, si bien puede ser dividida materialmente, tal división produciría una disminución notable del valor económico.En materia de división de inmuebles, la última parte del art. tiende a evitar el minifundio, o sea, inmuebles que no alcance la extensión mínima indispensable para un adecuado aprovechamiento.

Cosas Principales Y Accesorias.Para que esta división sea posible es necesario, en primer lugar, q nos encontremos ante dos o más cosas unidas con el mismo fin, y que exista una relación de dependencia o subordinación entre una y otra.Las cosas principales son aquellas que, para existir no requieren de otras, es decir, que tienen existencia propia, independientemente de cualquier otra.El CC, en el art. 2327, establece: "Son cosas principales las que pueden existir para sí mismas y por si mismas". Y el art. 2328 dispone que "son cosas accesorias aquellas cuya existencia y naturaleza son determinadas por otra cosa, de la cual dependen o a la cual están adheridas".Con respecto a la condición y naturaleza jurídica de las cosas accesorias se aplica el principio de que lo accesorio sigue la suerte de lo principal. (ej: los botones de un traje son los accesorios y el traje es la cosa principal).

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Derecho Civil 1

Nuestro CC resuelve diversas situaciones dudosas en materia de accesoriedad:1- Cosas adheridas al suelo: Al respecto el art. 2331 dispone: "Las cosas que natural o artificialmente están adheridas al suelo, son cosas accesorias del suelo", y el art. 2332 establece que "las cosas que están adheridas a las cosas adheridas al suelo, como los predios rústicos o urbanos, son accesorios de los predios".2- Cosas muebles adheridas a otras muebles:El art. 2333 dice: "Cuando las cosas muebles se adhieran a otras cosas muebles sin que se altere su sustancia, serán cosas principales aquellas a que las otras no se hubiesen unido sino con el fin de uso, ornato, complemento o conservación". El codificador, en la nota al mencionado artículo aclara: "Un diamante de metal precioso, engarzado en oro para formar un anillo, constituye la cosa principal y el oro el accesorio. Un marco para contener un cuadro, aunque valga más que éste, es accesorio del cuadro, porque ha sido hecho para contener y conservar el cuadro.Cuando dos cosas muebles se hallan unidas sin que se pudiera distinguir cuál es la accesoria y cual es la principal, el art. 2334 establece el criterio a seguir teniendo en cuenta los siguientes principios:

(a) Se tendrá por principal la de mayor valor;(b) Si los valores fuesen iguales, será principal la de mayor volumen;(c) Si los valores y volúmenes fuesen iguales no habrá cosa principal ni otra accesoria.

Por último el art. 2335 completa las normas anteriores y dispone que "las pinturas, esculturas, escritos e impresos, serán siempre reputados como principales, cuando el arte tenga mayor valor e importancia que la materia en que se ha ejecutado, y como accesorio la tabla, el lienzo, papel, pergamino o piedra a que se hallasen adheridos"3- Frutos:Son las producciones orgánicas y periódicas de las cosas que pueden ser extraídas sin alterar ni disminuir la sustancia (ej.: las cosechas, las frutas de los árboles y las crías de los animales).Los frutos pueden ser naturales, industriales y civiles. Son frutos naturales los que la cosa produce naturalmente sin la intervención del hombre, como las frutas de los árboles. Son frutos industriales las producciones de la cosa en las cuales interviene el hombre (por ejemplo, el vino extraído de la vid, el queso obtenido de la leche, etc.). Son frutos civiles las rentas provenientes del uso o goce de la cosa que se ha concedido a otro, o de la privación del uso de una cosa, los salarios u honorarios provenientes del trabajo material o intelectual, etc.Los frutos naturales forman un todo orgánico con la cosa hasta el momento de su separación. Al respecto, el art. 2329 del CC establece: "Los frutos naturales y las producciones orgánicas de una cosa forman parte un todo con ellas"Los frutos civiles son accesorios (art. 2330) y respecto de los industriales el Código nada dice. Llambías sostiene que no son accesorios de la cosa que los produce, sino que forman un todo con ellas, y en consecuencia, los considera comprendidos dentro de la norma del art. 2329. No obstante, nuestro CC los considera accesorios.4- Productos.Son las cosas que se extraen de otra, pero una vez extraídos, no se renuevan en ella, y la dejan así disminuida en su sustancia (ej.: el petróleo de un yacimiento, los minerales o metales de una mina, la cal o el mármol extraídos de la cantera)

Los productos forman parte de la cosa mientras no sean separados de ella (art. 2329 del C.C.)

Cosas Dentro Y Fuera Del Comercio.1) Cosas dentro del comercio: El art. 2336 del CC establece: "Están en el comercio todas las cosas cuya enajenación no fuese expresamente prohibida o dependiente de una autorización pública".El concepto dado en el artículo mencionado relaciona la comercialidad de la cosa con su anielabilidad, es decir con la posibilidad de enajenarlas o disponer d ellas. 2) Cosas fuera del comercio: El art. 2337 dispone: "Las cosas están fuera del comercio o por su inenajenabilidad absoluta o por su inenajenabilidad relativa”.

a) Cosas absolutamente inalienables: Son aquellas cuya venta o enajenación fuere expresamente prohibida por la ley (art. 2337, inc. 1) como los bienes públicos del Estado, y las cosas cuya enajenación se hubiere prohibido por actos entre vivos o disposiciones de última voluntad en cuanto el Código permita tales prohibiciones (art. 2337, inc. 2). La prohibición obedece siempre a razones d orden público, o bien a la protección d los incapaces o débiles.

b) Cosas relativamente inalienables: Conforme al art. 2338, "son relativamente inenajenables las que necesitan una autorización previa para su enajenación”. Son relativamente inalienables los bienes privados del Estado, el bien de familia, mientras no sea desafectado, los bienes de los incapaces, inmuebles pertenecientes a los emancipados, etc.

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Derecho Civil 1c) Derechos inenajenables: la ley prohibe la enajenación, renuncia o embargo d ciertos

derechos fundada en razones d protección d los débiles (ej.: el derecho d reclamar alimentos, los beneficios d las leyes laborales y d previsión social)

Semovientes; Locomóviles; Automotores; Buques; Aeronaves.A) Semovientes:

Son cosas muebles cuya característica radica en que se pueden trasladar de un lugar a otro por sí mismo (movilidad de vida a fuerza propia), como, por ejemplo, los animales. El ganado o hacienda tiene características propias, debido a su importancia económica; su adquisición se rige por normas especiales, ya que no es suficiente la mera tradición para adquirir el dominio. El ganado vacuno y caballar está sujeto al sistema de las marcas, y el ganado menor (mular, ovino y porcino) al sistema de señales. Tanto las marcas como las señales deben estar previamente registradas por el propietario, a cuyo fin las autoridades locales ejercen el respectivo control. Los animales de "pedrigee" también se inscriben en registros especiales que son llevados por los respectivos criadores.

B) Locomoviles:Constituyen una categoría especial dentro de los muebles; esta distinción no fue efectuada por el codificador y, por lo tanto, quedaban sometidas al régimen establecido para las cosas muebles en general. Respecto de ellos no basta la simple tradición para adquirir la propiedad, ya que es necesaria además la inscripción en los registros especiales. Con relación a los automotores el sistema de la constitución y transferencia del dominio se rige por instrumento público o privado y solo producirá efectos para las partes y terceros a partir d su inscripción en el Registro d Propiedad del Automotor (decreto-ley 6582/58, ratificado por la ley 14.467, reformado por la ley 22.967 y el decreto-ley 5120/63)C) Buques Y Embarcaciones De Cierto Tonelaje:Se rigen por la ley 20.094, que en su art. 155 establece: "Los buques son bienes registrables y se encuentran sometidos al régimen jurídico que esta ley consagra". Por su parte, el art. 156 dispone: "Todos los actos constitutivos de la propiedad u otros derechos reales de un buque de diez toneladas...deben hacerse por escritura pública o por documento privado autenticado, bajo pena de nulidad", y el art. 158 que "los actos...sólo producen efectos con relación a terceros desde la fecha de su inscripción en el Registro Nacional de Buques"Los actos referidos a buques de menos de diez toneladas deben hacerse por instrumento privado con las firmas de los otorgantes certificadas debidamente e inscribirse en el Registro Nacional de Buques (art 159). Sobre los buques de mas de diez toneladas los propietarios pueden constituir hipotecas; sobre los de menos de diez toneladas pueden constituir prendas conforme a las normas del régimen legal respectivo (art. 499, ley 20.094).D) Aeronaves.El Código Aeronáutico, en su art. 49 dispone que las aeronaves son cosas muebles registrables y que solo se podrá inscribir en el Registro Nacional de Aeronaves los actos jurídicos realizados por medio de instrumento público o privado debidamente autenticado, y solo a partir d allí producirá efectos respecto d terceros. El art. 52 establece que las aeronaves pueden ser hipotecadas en todo o en sus partes indivisas y aun cuando estén en construcción.

Las Cosas Consideradas Con Relacion A Las Personas

Clasificación.La clasificación de las cosas con relación a las personas tienen en cuenta el carácter que

invisten aquellas a quienes pertenecen. El Código trata el tema en el Libro 3º, Título I, Capítulo Único, y distingue las siguientes clases de bienes:

Públicos (art. 2340)

a) bienes del Estado Privados (art. 2342)

b) bienes municipales (art. 2344)c) bienes de la Iglesia (arts. 2345 y 2346)d) bienes de los particulares (arts. 2347) e) bienes susceptibles de apropiación privada (art. 2343).

A) Bienes Del Estado.Los bienes del Estado nacional o provincial pueden ser públicos o privados.1) Bienes públicos del Estado. Caracteres y enumeración.Los bienes públicos del Estado nacional o provincial tienen los siguientes caracteres:

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1) Son inalienables: no pueden ser enajenados; la prohibición de enajenar es absoluta;2) Son inembargables;3) Son imprescriptibles;4) Su uso y goce corresponde en forma gratuita a los particulares conforme al art. 2341, que dice: "Las personas particulares tienen el uso y goce de los bienes públicos del Estado o de los Estados, pero estarán sujetas a las disposiciones de este código o a las ordenanzas generales o locales".

El art. 2340 enumera en nueve incisos los bienes públicos del Estado: Inciso 1: "Los mares territoriales hasta la distancia que determine la legislación especial independientemente del poder jurisdiccional sobre la zona contigua".La ley 12.094, en su art. 1, establece: "La soberanía de la Nación Argentina se extiende al mar adyacente a su territorio hasta una distancia de doscientas millas marinas, medidas desde la linea de las más bajas mareas, salvo en los casos de los golfos de San Matías, Nuevo, San Jorge, en que se medirán desde la línea que une los cabos que forman su boca". Por su parte el art. 2 dispone: "La soberanía de la Nación Argentina se extiende asimismo al lecho del mar y al subsuelo de las zonas submarinas adyacentes al territorio, hasta una profundidad de doscientos metros o más allá de este límite hasta donde la profundidad de las aguas suprayacentes permita la explotación de los recursos naturales de dichas zonas"Inciso 2: "Los mares interiores, bahías ensenadas, puertos y anclaredos". En los que se refiere a los puertos, el Estado esta autorizado a percibir cánones por su uso aunque las construcciones en ellos efectuadas hayan sido realizadas por los particulares.Inciso 3: "Los ríos, sus cauces, las demás aguas que corren por sus cauces naturales y toda otra agua que tenga o adquiera la aptitud de satisfacer usos de interés general, comprendiéndose las aguas subterráneas, sin perjuicio del ejercicio regular del derecho del propietario del fundo de extraer las aguas subterráneas en la medida de su interés y con sujeción a la reglamentación".En la nueva redacción se adoptó un criterio económico-social, al dejar a salvo el derecho del propietario del fundo de extraer el agua subterránea.El codificador no tuvo en cuenta el carácter de la navegabilidad, apartándose en este punto del derecho romano y de la mayoría de las legislaciones que solo consideran públicos los ríos navegables y flotables. Quedan excluidos de este inciso las vertientes que nacen y mueren dentro de una misma heredad (art. 2350).Inciso 4: "Las playas del mar y las riberas internas de los ríos, entendiéndose por tales la extensión de tierras que las aguas bañan o desocupan durante las altas mareas normales o las crecidas medias ordinarias".La reforma suprimió de este inciso el calificativo "navegables" e incorporo al dominio público bienes que antes pertenecían al dominio de los particulares. También sustituyó la expresión en "ocasiones extraordinarias de tempestades" por las de "crecidas medias ordinarias".Las mareas pueden ser normales o anormales, y las normales, a su vez, pueden ser bajas o altas; por su parte, las crecidas pueden ser ordinarias o extraordinarias, y las primeras pueden ser mínimas, medias o máximas.Inciso 5: "Los lagos navegables y sus lechos". La reforma suprimió el requisito de la navegabilidad por buques de más de cien toneladas. La nueva redacción concuerda con el art. 2349, que establece que el "uso y goce de los lagos que no son navegables, pertenece a los propietarios de los ribereños"Inciso 6: "Las islas formadas o que se forman en el mar territorial o en toda clase de ríos, o en los lagos navegables, cuando ellas no pertenezcan a particulares". La reforma agrega al texto originario en la parte final: "cuando ellas no pertenezcan a los particulares". Con ello se solucionó el problema de los particulares que habían adquirido islas, sobre todo en la zona del Delta del Paraná y que tenían una situación incierta frente a la primitiva redacción del Código.Inciso 7: "Las calles, plazas, caminos, canales, puentes y cualquier otra obra pública construida para utilidad o comunidad común".Inciso 8: "Los documentos oficiales de los poderes del Estado".Inciso 9: "Las ruinas y yacimientos arqueológicos y paleontológicos de interés científico".Los incisos 8 y 9 fueron incorporados por la reforma. Con estos dos incisos se incluyen en el texto legal cosas muebles, ya que la redacción anterior solamente se refería a cosas inmuebles.La enumeración del art. 2340 no es taxativa, de tal forma que cabe considerar otros supuestos no incluidos en ella. Alterini menciona entre ellos los recursos naturales.El decreto ley 17.319/67 reglamento el régimen de los hidrocarburos líquidos y gaseosos, y estableció que los yacimientos situados en el territorio de la República Argentina y en su plataforma continental pertenecen al patrimonio inalienable e imprescriptible del Estado nacional. Estos yacimientos pertenecen al dominio público del Estado.

Desafectacion De Los Bienes Del Dominio Publico.El carácter de "bien público del Estado" cesa por dos motivos: por la extinción de la cosa o por la desafectación.Desafectar es sustraer una cosa del dominio público del Estado. Debe ser efectuada por ley y tiene como consecuencia el cese del uso común de ella; también puede ser desafectada por un acto del poder administrador, cuando declara que la cosa ha dejado de servir al uso y goce público al cual se hallaba

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destinado.

Bienes Municipales.El art. 2344 del Código Civil establece: "Son bienes municipales los que el Estado o los Estados han puesto bajo el dominio de las municipalidades. Son enajenables en el modo y forma que las leyes especiales lo prescriban".Según el art. 33 del C. Civil las municipalidades son personas jurídicas de carácter público (inc. 1) con jerarquía constitucional (art. 5, Const. Nac.).Estas personas jurídicas tienen bienes públicos y privados al igual que las provincias y el Estado nacional. Son públicos los que pertenecen a los municipios y están afectados "para utilidad o comodidad común" (art. 2340, inc. 7), como, por ejemplo, las calles, las plazas, cementerios, etc.; son privados los enumerados en el art. 2342, por ejemplo, las tierras que están situadas dentro de los límites territoriales carecen de otro dueño, y los del art. 2355, es decir, las cosas perdidas no reclamadas por sus dueños.

Bienes De Dominio Privado.I) Son relativamente inalienables, ya que su enajenación esta sujeta al cumplimiento de los requisitos exigidos por las leyes o reglamentos. Su regulación corresponde al derecho administrativo.II) Son inembargables mientras estén afectados al servicio público.III) Son prescriptibles. El art. 2342 enumera en cinco incisos los bienes privados del Estado nacional o provincial:

Inciso 1: "Todas las tierras que estando situadas dentro de los límites territoriales de la República carecen de dueño". Este derecho tiene como antecedente histórico la bula de Alejandro VI por la cual concedió a los reyes de España y Portugal el dominio de las tierras que se descubrieran en América. Producida la emancipación política de España, las tierras que pertenecían al patrimonio de la corona pasaron al dominio del Estado nacional o de los Estados provinciales.Inciso 2: "Las minas de oro, plata, cobre, piedras preciosas y sustancias fósiles, no obstante el dominio de las corporaciones o particulares sobre la superficie de la tierra". Las disposiciones de este inciso se hallan modificadas por el Código de Minería, que distingue en su art. 2 , tres categorías de minas.

1) Minas de las cuales el suelo es un accesorio, que pertenecen exclusivamente al Estado, y que solo pueden ser explotadas en virtud de la concesión legal otorgada por autoridad competente, o mediante contratación afectada con sujeción a las disposiciones de este Código en los casos que él establece;2) Minas que por razón de su importancia son concedidas preferentemente al dueño del suelo; y minas que por las condiciones de su yacimiento son destinadas al aprovechamiento común.3) Minas que pertenecen únicamente al propietario y que nadie puede explotar sin su consentimiento, salvo por motivos de utilidad pública.Según el art. 7, "las minas son bienes privados de la Nación o de las provincias según el territorio en que se encuentren"

Inciso 3: "Los bienes vacantes o mostrencos, y los de las personas que mueren sin tener herederos, según las disposiciones de este Código".Bienes vacantes son los inmuebles sin dueño conocido, y bienes mostrencos los bienes muebles que también carecen de dueño. Respecto de los bienes de las personas que mueren sin dejar herederos, el art. 3539 CC dispone "Cuando después de citados por edictos durante treinta días a los que se crean con derecho a la sucesión, o después de pasado el término para hacer inventario, ningún pretendiente se hubiese presentado la sucesión se reputará vacante".La ley 17.944/68, en su art. 1 establecía: "Cuando una sucesión sea reputada vacante en los términos del art. 3539 del Código Civil, en jurisdicción nacional, se designará curador de la herencia al Consejo Nacional de Educación". Actualmente desempeña esta función el Ministerio de Educación”.Inciso 4: “Los muros, plazas de guerra, puentes, ferrocarriles y toda construcción hecha por el Estado o por los Estados, y todos los bienes adquiridos por el Estado o por los Estados por cualquier título"El Estado, como persona jurídica, tiene capacidad para adquirir bienes; en el supuesto de hacerlo, ellos se incorporan a su dominio privado, sin perjuicio del derecho de afectarlos a su dominio público.Inciso 5: "Las embarcaciones que diesen en las costas de los mares o ríos de la República, sus fragmentos y los objetos de su cargamento, siendo de enemigos o de corsarios". El inciso se refiere a las embarcaciones de enemigos o corsarios.Respecto de las embarcaciones del país o pertenecientes a otros países, que no sean enemigos, el art. 391 de la ley 20.094 dispone: "Dentro de los diez días de la llegada a puerto de un buque o artefacto naval o aeronave, reflotados, extraídos o removidos, deben ser entregados a su propietario. El reflotador puede exigir, como condición previa a la entrega, el pago de los gastos y de la remuneración que le corresponda, o el otorgamiento de fuerza pertinente o, en su defecto, solicitar el embargo del buque, artefacto naval o aeronave".Por su parte, el art. 396 establece: "Deducidas las sumas que correspondan a derechos fiscales y al reflotador o recuperador en concepto de gastos y remuneración, el remanente del precio de venta debe quedar depositado durante dos años a disposición del propietario del buque, artefacto naval o aeronave reflotados o

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de los restos recuperados. Trascurridos dicho plazo pasara a poder del fisco nacional o provincial según corresponda. El fisco nacional debe destinarlo a las instituciones de previsión de la Marina Mercante".

Bienes De La Iglesia Católica.La Iglesia Católica, como personas jurídicas de carácter publico (art. 33, inc. 3), tiene bienes de dominio público eclesiástico. La norma especifica aplicable es el art. 2345 del Código Civil, que dispone: "Los templos y las cosas sagradas y religiosas corresponden a las respectivas iglesias o parroquias, y están sujetas a las disposiciones de los arts. 33 y 41. Esos bienes pueden ser enajenados en conformidad a las disposiciones de la Iglesia Católica respecto de ellos y a las leyes que rigen el patronato nacional"La ley optó por la pluralidad de patrimonio eclesiásticos correlativa al reconocimiento de personalidad jurídica autónoma de los distintos entes que conformen la Iglesia Católica. Como consecuencia de la separación de patrimonios de los distintos sujetos de derecho que integra la Iglesia Católica, estos tienen responsabilidad patrimonial independiente.El mencionado art. 2345, contiene una norma de remisión o reenvío que ha perdido relevancia a partir del acuerdo celebrado con la Santa Sede en 1966, ley 17.012. La remisión al derecho canónico debe considerársela hecha al Código de 1983, actualmente vigente para la ley argentina conforme al mencionado acuerdo que suprimió la exigencia del pase o "exequátur".Bienes De Las Iglesias Disidentes.

Con respecto a las iglesias no católicas, el art. 2346 dice: "Los templos y las cosas religiosas de las Iglesias disidentes corresponden a las respectivas corporaciones y puede ser enajenadas en conformidad con sus estatutos"

Existen diferencias entre el régimen aplicable a la Iglesia Católica y a las iglesias disidente, ya que la primera es considerada por el art. 33 como persona jurídica de carácter público, en tanto que las segundas son personas jurídicas de carácter privado. Las iglesias disidentes deben sujetarse con respecto a los bienes al régimen de las personas jurídicas privadas.

Bienes De Los Particulares.Los bienes de los particulares están regidos por el derecho común. Al respecto, el art. 2347, establece: "Las cosas que no fuesen bienes del Estado o de los Estados, de las municipalidades o de las iglesias, son bienes particulares sin distinción de las personas que sobre ella tengan dominio, aunque sean personas jurídicas"Los artículos siguiente enuncian en forma ejemplificativa algunas restricciones principales: los puentes y caminos y otras construcciones efectuadas por los particulares y cuyos dueños permiten el uso y goce de ellos a la comunidad (art. 2348); los lagos que no son navegables y cuyo uso y goce pertenece a los propietarios ribereños (art. 2349), y las vertientes que nacen y mueren dentro de una misma heredad, que pertenecen a los dueños de ella (art. 2350).

Bienes Susceptibles De Apropiación Privada.El art. 2343 del Código Civil enumera a las cosas susceptibles de apropiación por cualquiera que se apodere de ellas con la intención de ser dueño. En lo que se refiere a los muebles debemos distinguir: a) los que han tenido dueño, pero que han quedado vacantes (bienes mostrencos), que pertenecen al dominio privado del Estado; b) los que nunca han tenido dueño (res nullius), que son susceptibles de apropiación por cualquier particular. Esta forma de adquirir el dominio se llama apropiación (arts. 2525, ss.).Son susceptibles de apropiación privada:

1) Los peces de los mares interiores, mares territoriales, ríos y lagos navegables, guardándose los reglamentos sobre la pesca marítima o fluvial;2) Los enjambres de abejas, si el propietario de ellos no los reclamare inmediatamente.3) Las piedras, conchas y otras sustancias que el mar arroja, siempre que no presenten signos de un dominio anterior;4) Las plantas y yerbas que vegetan en las costas del mar, y también las que cubren las aguas del

mar, o de los ríos o lagos, guardándose los reglamentos policiales.5) Los tesoros abandonados, monedas, joyas y objetos preciosos sepultados o escondidos, sin que haya indicios o memoria de quien sea su dueño, observándose las restricciones de la parte especial de este Código, relativas a esos objetos.

No son susceptibles de apropiación, según el art. 2528:a) Las cosas inmuebles;b) Los animales domésticos o domesticados, aunque huyan y se acojan en predios ajenos;c) Las cosas perdidas;d) Las cosas que sin la voluntad de los dueños caen al mar o a los ríos;e) Las cosas que se arrojan para salvar las embarcaciones;f) Los despojos de los naufragios.

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BOLILLA XII PATRIMONIOUbicación en el Cod. Civ Libro 3º De los derechos reales

Artículo 2312 Título I Cosas consideradas en sí mismas o en relación a los derechos

ConceptoArt. 2312 Cod. Civ define patrimonio como el conjunto de los bienes de una persona y el codificador, en la nota inserta al pie del mismo dice:

"El patrimonio de una persona es la universalidad jurídica de sus derechos reales y de sus derechos personales, bajo la relación de un valor pecuniario, es decir aprehendidos como bienes.

Es la personalidad misma del hombre, puesta en relación con los diferentes objetos de sus derechos" y precedentemente, en la misma nota aclara que "Bien es lo que puede entrar en su patrimonio (de una persona) para aumentarlo o enriquecerlo". (Toma la expresión "Bien" en el sentido de derecho).

Podemos afirmar que el patrimonio de una persona, en nuestro derecho positivo constituye una universalidad jurídica o de derecho, porque el tratamiento unitario de los elementos singulares que integran ese conjunto, depende exclusivamente de la ley, según resulta del precepto transcrito y de las explicaciones del codificador dadas en la nota al Art 2312 del Código Civil.

Los elementos del patrimonio que son derechos y deberes económicamente valiosos, y no cosas, reciben de la ley civil un tratamiento unitario, como un todo, en razón de que se los considera unidos a la persona titular de ellos por una fuerza jurídica de atracción, o incorporados a un receptáculo ideal, o mejor aún, intelectivo, consubstanciado con ella, de tal modo que puede considerarse uno de sus atributos; que constituye una suerte de continente que los contiene.

Cabe señalar que las definiciones el Art 2311 de las cosas como objetos materiales susceptibles de tener un valor, y el Art 2312 del patrimonio como un conjunto de los bienes de una persona, hacen posible la confusión en que se incurre hasta en el ámbito de la doctrina jurídica, entre el concepto de cosas y de derechos, a causa de que el mismo Art 2312, que define el patrimonio, define antes los bienes como los objetos inmateriales susceptibles de valor e igualmente las cosas.

Es necesario insistir en que la verdadera noción del patrimonio como institución de nuestro ordenamiento jurídico positivo, es, la de una universalidad jurídica cuyos elementos individuales tratados unitariamente por la ley, son derechos subjetivos y deberes jurídicos económicamente valiosos, de los cuales es titular una misma persona, reunidos en un continente ideal o intelecto consubstanciado con ella, o dicho de otro modo, el conjunto de derechos y de deberes de valor pecuniario unido a la persona de su titular que tiene sobre ellos una fuerza de atracción que le da la norma jurídica.

Caracteres del patrimonio en GeneralComo los demás atirbutos, debe predicarse que el patrimonio es necesario, vitalicio, único, inalienable, absoluto. Pero, además, como se expuso, compone una universalidad iuris.

a) NECESARIO Y VITALICIO. Porque la persona es titular y no se puede haber persona sin patrimonio, el cual se le une hasta la muerte.

b) ÚNICO. Porque no hay más que un patrimonio general personal que conforma el modo de ser persona, sin que sean posibles las duplicaciones, lo que no impide la existencia de patrimonios especiales separados, que no tienen la naturaleza jurídica de aquel.

c) INALIENABLE Y ABSOLUTO. Pues está fuera del comercio como unidad sustancial e ideal y debe ser, en tal carácter, respetado por todas las personas. Es claro que componen el patrimonio general, y aun los patrimonios especiales o separados y especiales, por ejemplo, por renuncia de herencia, por venta total de la masa de bienes desapoderados al fallido. Pero el patrimonio personal, como un todo ideal que comprende lo indispensable y la capacidad patrimonial, no puede transmitirse sino por muerte o sucesión universal.

d) UNIVERSUM IUS. Porque compuesto por una pluralidad de bienes, es una unidad conceptual del conjunto, sin que se entienda esto como la suma de sus componentes, sino como parte misma de la personalidad en relación con los objetos de sus derechos. En el concepto no entran elementos particulares determinados, ni su suma o resta, sino la unidad ideal de todo.Se da vida a un nuevo objeto jurídico, entendido como centro unitario de atracción de una peculiar disciplina jurídica. En cambio la universalidad de hecho, no de iure, es un conjunto de cosas que depende de una sumatoria no ideal, como un rebaño de animales o una biblioteca compuesta por muchos libros heterogoneos. La universalidad facti importa una reunión de elementos por agrupación física, la universitas iuris es un conjunto de elementos que forman una agrupación ideal con un común tratamiento jurídico.

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Naturaleza Juridica del Patrimonio. Fundamentos. Desnaturalización del Patrimonio como Atributo de la Persona.

En la doctrina hay uniformidad de opiniones en cuanto al carácter de universalidad jurídica que se atribuye al patrimonio, se discute en cambio sobre su naturaleza, sus caracteres, su composición y especialmente sobre el fundamento legal del tratamiento unitario de los derechos o cosas que lo componen. En los párrafos siguientes expondremos las 2 grandes concepciones que con la relación al patrimonio aparecen en el pensamiento jurídico:

A) Concepción Clásica. Teoría De Aubry Et RauPara Aubry et Rau ( Tratado de Derecho Civil Francés ):

"El patrimonio no es más que una consecuencia de la personalidad"; es: "El conjunto de los bienes de una persona que forman una universalidad de derecho". "La idea del patrimonio se deduce directamente de la personalidad". Es una emanación de ella. En su concepción Aubry et Rau, inspirado en Zachariae, los diferentes derechos (subjetivos) de valor económico constituyen un todo jurídico porque están sometidos al libre de una sola y misma voluntad.De las formulaciones antes mencionadas surge cuál es la idea central que inspira la teoría de Aubry et Rau: "La voluntad de una persona es lo suficientemente poderosa (por la fuerza que le da el derecho objetivo) para reunir en un todo los derechos de que es titular (que en definitiva son poderes atribuidos a su voluntad) y formar con ellos una masa abstracta, autónoma sometida a un régimen jurídico propio". Nada distinto de la voluntad de una persona puede crear relaciones jurídicas entre derechos y por lo tanto se concluye: "no hay otra universalidad jurídica que el patrimonio. Pero esa voluntad que Aubry et Rau aprehenden como fundamento de la conexión ideal que la ley atribuye a los elementos que integran el patrimonio, y del tratamiento unitario como universalidad jurídica, es solamente la que el derecho objetivo da a toda persona como titular posible de derechos subjetivos que se identifican, según la concepción voluntarista, con "poderes atribuidos a una voluntad" o "señoríos del querer" y no la voluntad que el titular pueda manifestar para formar una universalidad de hecho. Esa voluntad, que puede ser real o atribuida, pero que necesariamente debe poseer toda persona para ser tal la tesis voluntarista, es considerada por Aubry et Rau, como una fuerza jurídica que se proyecta sobre todos sus derechos y deberes, y que los económicamente valiosos los atrae para incluirlos en algo así como un receptáculo o intelectivo, que les sirve de continente y donde, según una abstracción legal, se conectan y forman una universalidad de derecho o universalistas iuris.

Caracteres Esenciales de esta teoría:Según la teoría de Aubry et Rau, el patrimonio presenta tres caracteres esenciales, que destacan sus expositores.

1) El patrimonio es una universalidad jurídica. Según la concepción de Aubry et Rau, todos los derechos subjetivos y los deberes jurídicos ( obligaciones ) susceptibles de apreciación pecuniaria que pertenecen a una misma persona, titular de ellos, se encuentran reunidos y contenidos en el patrimonio de esa persona, y se los considera, emanación de su personalidad jurídica. Esos derechos y obligaciones forman allí, un bloque o conjunto abstracto unidos o soldados entre sí.

De este 1º carácter resultan 2 principios fundamentales.a) VÍNCULO JURÍDICO entre el ACTIVO y el PASIVO: los derechos de valor económico ( reales y

creditorios ) pertenecientes a una persona y que constituyen los elementos activos de su patrimonio, se hallan jurídicamente unidos a las deudas de ella, y constituyen los elementos pasivos del mismo patrimonio. En consecuencia, el activo ( derechos reales o creditorios ) responde del pasivo ( deudas ) y por tanto, los acreedores ( comunes ) encuentran en el activo la garantía de sus créditos y pueden obtener satisfacción o pago en ellos. Para que se dé esa circunstancia de que el activo ( derechos ) responda por el pasivo ( deudas ) es necesario que ambos elementos se encuentren vinculados en una universalidad jurídica, ya que una simple universalidad de hecho, se dice, no implicaría esa consecuencia.

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Ejemplo: una biblioteca o un rebaño, como universalidad de hecho enajena solamente los elementos activos, pero, en principio, no transmite ninguna deuda. En cambio, si se transmite un patrimonio ( en nuestro derecho sólo puede hacérselo por causa de muerte ), el activo responde por el pasivo, porque con los derechos se transmiten también las deudas que lo gravan.

b) SUBROGACIÓN REAL entre los ELEMENTOS que integran el PATRIMONIO: Deriva del carácter de UNIVERSALIDAD JURÍDICA. Se denomina SUBROGACIÓN a la acción y efecto de reemplazar o reemplazarse una persona, cosa o derecho, por otra persona, cosa o derecho.

Cuando la sustitución es de una persona por otra, se está en presencia de una subrogación personal. Pero cuando se trata del reemplazo de una cosa o de un derecho de otra cosa o por otro derecho, la subrogación se denomina real.Según AUBRY et RAU, los derechos apreciables en dinero que ellos denominan BIENES y que componen el patrimonio de una persona, debe ser considerados solamente en su aspecto económico, como simples valores, fungibles, es decir, cambiables, aunque no se de en ellos, considerados fuera del patrimonio y en su aspecto singular las condiciones de fungibilidad de las cosas. En consecuencia los derechos económicamente valiosos que ellos denominan BIENES, al entrar en el patrimonio de una persona, se convierten en simples valores económicos y reemplazan a los valores representados por los derechos que egresan y se produce, podríamos decir, ipso iure, una subrogación que se califica de real.Los derechos que ingresan, ocupan en el patrimonio el lugar de los que salen y asumen la misma naturaleza de ellos, es decir, de valores positivos, que como elemento activos responden de los pasivos representados por las deudas a las cuales están unidos, según vimos, formando una masa abstracta.La idea de SUBROGACIÓN REAL es la que sirvió de fundamento al principio ( en nuestro Códig Civil ) de que el patrimonio es la garantía general, o también la prenda común de los acreedores quirografarios. Estos acreedores, que no tienen derecho alguno sobre las cosas o derechos pecuniarios en particular de su deudor, solamente en el patrimonio, que es una universalidad jurídica donde los derechos económicamente valiosos y los deberes jurídicos de igual valor se hallan unidos formando una masa abstracta de valores positivos y negativos, encuentran la posibilidad del cobro de sus créditos, que son deudas en el patrimonio de su deudor, en virtud del otro principio antes enunciado de que "en el patrimonio, el activo responde del pasivo".

2-)El patrimonio está unido a la persona como atributo de su personalidad jurídica. ConsecuenciasTesis de Aubry et Rau, dice el patrimonio no es más que una consecuencia de la personalidad jurídica, y está, por tanto, necesariamente unido a la persona. Es, dicen: "la emanación de la personalidad y la expresión de la potestad de que una persona se encuentra investida como tal". Por lo tanto, sólo una persona, por ser un sujeto a quien el derecho atribuye una voluntad impredecible para ser titular de derechos, en la tesis voluntarista, pueden unir derechos para formar una universalidad jurídica, como es el patrimonio. De este segundo carácter atribuido al patrimonio se deducen tres consecuencias:a) Sólo las personas pueden tener patrimonio: no puede haber un patrimonio sin una persona física o

moral que lo posea. Ello se explica porque, siendo el patrimonio una universalidad de bienes de derechos y deberes económicamente valiosos, necesariamente y fatalmente debe encontrarse, ya que no se concibe derecho ni deber alguno jurídico sin un sujeto titular del derecho o soporte del deber, que siempre, es o debe ser, una persona, esto es, un ente que según la tesis voluntarista sobre los derechos subjetivos, tiene que estar naturalmente dotado de voluntad o poseer una que el derecho intelectivamente le atribuya y tal cual se le reconoce capacidad jurídica. Este principio de que solamente las personas pueden tener patrimonio, suscitó graves dificultades en Francia con relación a las fundaciones que aparecen como masas de bienes (cosas o derechos) afectados a un fin benéfico, que sólo adquieren el carácter de personas cuando se les otorga por la autoridad competente del estado la correspondiente autorización que implica el otorgamiento de capacidad jurídica y la atribución intelectiva como voluntad jurídica, la de sus fundadores, que obra por medio de sus dispositivos humanos de administración previstos en los estatutos. En efecto, siguiendo la tesis clásica de Aubry et Rau, se ha sostenido que los legados hechos con fines de fundación o las donaciones con igual fin, eran nulas (o inexistentes), porque no existía aún la persona del legatario en los unos o del donatario en las otras. Las dificultades fueron salvadas por los tribunales administrativos franceses, quienes, ante legados con fines de fundación o de donaciones, otorgaron

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personería jurídica, que por una abstracción tiene efecto retroactivo al día de la muerte del testador autor del legado o del acto de donación, que son los momentos en que los derechos deben pasar al patrimonio del legatario o donatario en su caso. En nuestro derecho, el Código Civil de Vélez, en el art. 1806 resuelve expresamente el caso de donaciones con fines de fundación.

b) Toda persona necesariamente tiene patrimonio. El patrimonio según Aubry et Rau, es un atributo necesario de la persona y se identifica con la aptitud de ella para adquirir derechos y contraer deberes económicamente valiosos. El patrimonio viene a ser,un fragmento de la capacidad jurídica referido precisamente a la aptitud para adquirir esos derechos y deberes susceptibles de apreciación pecuniaria. Viene a ser el continente indispensable de tales derechos y deberes que al ingresar forman una masa abstracta de valores positivos o negativos.De aquí que, de acuerdo con la teoría clásica de Aubry et Rau, toda persona, como sujeto jurídico con aptitud para adquirir derechos y deberes y por tanto también los de valor económico, tenga siempre continente con un contenido valioso o disvalido, pero siempre con algún valor, aunque éste resulte cero, por la ausencia momentánea de derechos de valor positivo y de deudas de valor negativo.Como consecuencias lógica de este principio de las consubstanciación del patrimonio con la persona, el mismo no puede ser cedido, pero esto causa de muerte, en razón de que para obviar inconvenientes se recurrió a la ficción de que el heredero, sucesor universal, continúa la persona de su causante, y de que se confunden los patrimonios de ambos y forman uno solo.

c) Cada persona sólo puede tener un patrimonio. el patrimonio es una universalidad jurídica de todos los derechos y deberes económicamente valiosos de una persona contenidos en un continente intelectivo que se identifica con ella. Por tanto, es consecuencia lógica de esta teoría que una persona sólo puede tener un patrimonio.

2) El patrimonio está formado por derechos subjetivos y deberes jurídicos económicamente valiosos únicamente

La teoría que venimos estudiando, el patrimonio no encierra más que derechos susceptibles de apreciación pecuniaria, como los reales y creditorios, ya que son los que permiten al hombre alcanzar sus fines humanos; derechos éstos que responden por las deudas, con las cuales forman una masa abstracta de valores positivos y negativos que se traducen siempre en lo que se denominan líquido patrimonial.

Sinopsis De La Teoria De Aubry Et RauCaracteres del Patrimonio - Vinculo entre activo y Pasivo1) Es una universalidad Jurídica - Subrogación real.

- Sólo las personas tienen patrimonio 2) Es un atributo de la personalidad. - Toda persona tiene pstrimonio necesariamente

- Cada Persona solo puede tener un patrimonio. - Derechos reales.3) Solo encierran derechos deberes de valor pecuniario - Derechos creditorios

B) Críticas a la teoría de Aubry et Rau respecto del patrimonio.- La teoría de Aubry et Rau sobre el patrimonio que alcanzó gran prestigio, hasta el punto de considerase la doctrina clásica en esta materia, fue sin embargo objeto de duras críticas.1) No sólo las personas tiene patrimonio. Algunos autores modernos, indudablemente influidos por la doctrina alemana de concepción materialista y base económico, la contradicen y afirman que "el patrimonio" no es más que una masa de bienes, es decir de derechos económicamente valiosos, "que no está necesaria e indisolublemente unida a la persona" y que, por lo tanto, cabe concebirlo sin un titular que sea persona, pues basta, la afectación de tal masa de bienes a un fin, que sería su sustento y el fundamento del tratamiento unitario, como universalidad, a sus elementos.2) No es una unidad abstracta. Otros autores sostienen además que la noción de Aubry et Rau, que concibe el patrimonio como una universalidad de derecho, es decir como una unidad abstracta con existencia propia e independiente de cada uno de los objetos que lo componen, es falsa, pues, afirman, "un patrimonio sin contenido, concebido a través de la unidad del sujeto, es una idea sin sentido ni realidad". Si no hay activo, si no hay derechos no hay patrimonio y agrega Borda, como crítica a la concepción clásica, que ni siquiera es totalmente verdadero que el patrimonio sea único, indivisible e inalienable.

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3) Otras consideraciones.Cabe señalar finalmente que hay juristas que sólo critican algunos aspectos de la teoría de Aubry et Rau, o mejor, las consecuencias que erróneamente se atribuyen a los principios referentes al patrimonio que ella enuncia y que se acepta como verdaderos.4) Opinión de Abelenda sobre la teoría de Aubry et Rau.Abelenda manifiesta q todas las críticas que se han formulado contra la teoría de Aubry et Rau son válidas. Y en definitiva dice:

a) Es exacto que el patrimonio es un atributo de la persona.El principio de que el patrimonio es un atributo de la persona que emana de su propia personalidad jurídica es exacto y verdadero. Ello porque pensamos que son lógicos los argumentos que para fundar el principio exponen Aubry et Rau, dando una explicación de ellos y entendemos que no fueron destruidos por los autores que lo criticaron en una reacción materialista que nos parece excesiva. Por otra parte, para demostrar la verdad del principio de que el patrimonio es un atributo de la persona y de la consecuencia necesaria, de que sin ella no se concibe, cabe recordar que el patrimonio según lo reconocen los mismos autores que critican el principio, se forman con derechos económicamente valiosos (que denominan bienes), y si es así, no se conciben cómo pueda existir un conjunto de ellos que no tengan una persona como titular. Los derechos subjetivos se han instituidos en atención a las personas, únicos sujetos potenciales de ellos y de los deberes jurídicos correlativos, que siempre son entes con un substratum, según creemos.Por lo tanto, la persona, como sujeto titular, viene a ser un requisito esencial indispensable de la idea misma de derecho subjetivo, como lo ha dicho Ihering, afirmación que se funda en la necesidad de que algún ser, llámese como se quiera, sea el que tenga interés en "la consecución del fin" que para ellos es lo esencial en el derecho subjetivo o simplemente que tenga voluntad propia o ajena atribuida por las normas jurídicas, que lo es indispensable en la configuración de los derechos subjetivos, según la tesis voluntarista.Siendo así, creemos que no es posible admitir la existencia de un patrimonio, entendido éste como un conjunto de derechos subjetivos, sin titular que sea persona, porque ella, que es el único sujeto previsto en las normas jurídicas como sustento de los derechos, es indispensable para que éstos se configuren.Los supuestos que se dicen de derechos afectados a un fin, no son ejemplos validos de patrimonios sin sujetos. Abelenda sostiene que se trata, más bien de cosas afectadas a un fin por alguna persona que tenga derechos subjetivos sobre ellas; pero de esta circunstancia no se puede extraer como corolario lógico que ese conjunto de cosas, o universalidad de bienes (esto es derechos subjetivos de valor pecuniario) sea un patrimonio sin sujeto titular y sólo afectado a un fin que lo sustituye.Las cosas, aun agrupadas, como dice Josserand, no podrían tener prerrogativas jurídicas; es el hombre en estado aislado (como persona individual), (o un grupo de hombres) bajo la forma sintética de la personalidad moral o jurídica, quien constituye la razón de ser de todas las reglas del derecho. Las cosas no tienen voluntad propia, ni podrían, por consiguiente, desempeñar un papel subordinante de una organización esencialmente humana.

b) Es exacto que toda persona tiene necesariamente un patrimonio.No concebimos que haya alguna que carezca de él. Es muy difícil, si no imposible, hallar un sujeto "tan indigente, que carezca totalmente de derechos subjetivos económicamente valiosos", como observa Llambías, pues aun aquellas que solamente llevan sobre sí unos los de uso o algún otro que se derivara de la posesión o tenencia de las cosas, como persona; o lo que es lo mismo, como sujeto potencial de derechos y deberes jurídicos, tendrán capacidad jurídica, y por lo tanto aptitud para adquirir derechos, entre ellos los de valor pecuniario. De ahí que intelectivamente se puede considerar que toda persona tiene un continente para contener los derechos que adquiera. Ese continente puede ser de contenido valioso o disvalioso, pero siempre tendrá algún valor, aunque resulte cero por la ausencia momentánea de derechos de valor positivo o e deudas de valor negativo.

c) Puede haber universalidades jurídicas distintas del patrimonio.En cuanto al carácter de único indivisible, Abelenda cree que es propio del patrimonio, como lo sostiene la doctrina clásica, que este carácter no impide la posibilidad de aprehender algunos derechos y deberes que integran el patrimonio de una persona para formar con ellos una universalidad, también jurídica, distinta del patrimonio, afectada a un fin determinado. Estas universalidades jurídicas se cree que pueden formarse tanto por la determinación de la ley como acto voluntario del titular de los derechos y deberes, ya que su carácter de jurídica seguirá solamente de la circunstancia de que el tratamiento unitario como un todo esté dispuesto por la ley.Abelenda sostiene que con estas universalidades jurídicas distintas del patrimonio no se destruye el carácter de unidad y de atributo de la persona y se satisface la necesidad de que las cosas creadas por Dios y puestas al servicio del hombre para el cumplimiento de sus fines, sirvan mejor a éste.En el derecho legislado encontramos ejemplos de estas universalidades jurídicas distintas del patrimonio en el denominado fondo de comercio, la masa de la quiebra, o la herencia aceptada con beneficio de inventario, etc.

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C) Doctrina Alemana Sobre El Patrimonio. De acuerdo con la doctrina denominada alemana por la nacionalidad de los juristas que la desarrollaron y de la recepción de sus conclusiones en la legislación de Alemania, el patrimonio es considerado como una realidad objetiva y autónoma de la persona, constituido por un conjunto de derechos económicamente valiosos que se denominan bienes, tratados unitariamente en razón del fin al que se hallan afectados.Cuando los bienes afectados a los fines generales de una persona se trata según esta concepción alemana del patrimonio general, pero cuando se afectan los bienes a fines específicos determinados, se está en presencia de patrimonios especiales, que perteneciendo a una misma persona, coexisten con el patrimonio general.La idea central de la teoría cuyo máximo exponente es von Tuhr, consiste en mitigar el principio clásico de la unión del patrimonio a la persona, pues se afirma que no se confunde necesariamente con ella, dado que además de la posibilidad de la coexistencia de un patrimonio general y de otros pertenecientes a una misma persona, es también posible la existencia de un patrimonio con sujeto constituido por un conjunto de bienes afectados o unidos a un fin que sustituye a la persona.

D) La Cuestion De Nuestro Derecho.- Aunque las explicaciones dadas por Vélez en su nota al art. 2312 permiten considerarlo enrolado en la concepción clásica de Aubry et Rau, que considera el patrimonio un atributo de la persona y emanación de la personalidad jurídica de ella, es evidente, como lo señala Llambías, que en el articulado del Código "no hay nada que obligue a adoptar en nuestro derecho la teoría de aquellos" y en consecuencia el intérprete queda libre para escoger la concepción que le parezca que mejor satisface los intereses del hombre.Abelenda escoge la concepción clásica tal como la hemos explicado, con la única salvedad que ya hemos formulado en cuanto al carácter de único e indivisible, que debe ser morigerado.

El Concepto Del Patrimonio en la Doctrina Contemporánea: No hay uniformidad de opiniones en el derecho doctrinal moderno sobre el verdadero concepto del patrimonio, y por consiguiente tampoco acerca de cuáles son los elementos que lo componen.- Josserand. Luego de definir el patrimonio "aproximadamente" como "el conjunto de valores

pecuniarios, positivos o negativos, pertenecientes a una misma persona y que figuran unos en el activo, los otros en el pasivo", y señalar sus caracteres, entre ellos el de universalidad jurídica, afirma que se trata de una noción abstracta, de orden intelectual metafísico. Es, si se quiere "la aptitud para convertirse en el centro de relaciones jurídicas pecuniarias, o también, en receptáculo ideal dispuesto a recibir los valores positivos o negativos". De acuerdo con la opinión de Josserand, en la noción de patrimonio hay que distinguir el continente, q se identifica con un fragmento de la capacidad jurídica (receptáculo ideal o intelectivo dispuesto a recibir los valores positivos o negativos), y el contenido, que para los primeros son todos los derechos y para Josserand solamente los de valor pecuniario que se aprehenden como valores positivos o negativos.

- Salvat. En el derecho doctrinal argentino al referirse al patrimonio y dar nociones generales acerca de él, sin hacer distinción alguna entre continente y contenido se concreta a decir que el art. 2312, al definirlo como el conjunto de los bienes de una persona, da una noción incompleta. El patrimonio, en efecto se compone de un activo y un pasivo; el activo está formado por los bienes que posee la persona; el pasivo lo forman las cargas que lo gravan, es decir las obligaciones o deudas que gravitan sobre ella, y propone como definición la siguiente: "El patrimonio es el conjunto de bienes de una persona y las cargas que lo gravan". Opina que el CC al referirse en su definición únicamente a los bienes, no lo ha hecho para excluir de él las cargas que lo gravan; semejante idea hubiera sido absurda. Afirma que la palabra bienes tiene aquí (en el art. 2312) un alcance restringido, refiriéndose de acuerdo a un viejo adagio, a los bienes que quedan una vez deducidas las cargas que pesan sobre el patrimonio

- Borda. Tampoco hace consideraciones sobre continente y contenido del patrimonio, e influenciado evidentemente por la doctrina alemana, Borda formula agudas críticas a la teoría de Aubry et Rau, y refutando a Salvat, trata de demostrar que el concepto de patrimonio no admite que en el entren cargas, obligaciones o deudas, y debe entenderse que está representado por el conjunto de bienes, aclarando el verdadero sentido de tal expresión diciendo: en rigor de verdad, el patrimonio no está formado por las cosas económicamente valiosas, sino por los derechos que se tienen sobre ellas.

- Llambías. concibe el patrimonio como el conjunto de derechos y obligaciones susceptibles de apreciación económica, sin hacer consideración alguna sobre los elementos conceptuales continente y contenido.

- Abelenda. manifiesta que el patrimonio es la expresión jurídica de la persona. Que se trata de una noción intelectiva y abstracta, cuyos elementos conceptuales son: un continente o de ficción, que se identifica con un fragmento de la capacidad jurídica, y un contenido inmaterial de valores positivos y negativos representados por derechos y deberes económicamente valiosos y disvaliosos, respectivamente. Sostiene, asimismo que, siempre en el campo de las abstracciones, que el continente intelectivo se identifica con la aptitud que tiene toda persona para convertirse en el centro de relaciones jurídicas pecuniarias, como

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dice Josserand, y puede ser aprehendido como un receptáculo, no real, sino de fantasía o de ficción, siempre dispuesto a recibir los valores positivos o negativos representados por los derechos susceptibles de valoración pecuniaria (reales, creditorios e intelectuales) y las cargas que lo gravan.En consecuencia, los elementos conceptuales del patrimonio vienen a ser:

1) El continente. Es ese fragmento de la capacidad jurídica de toda persona, que a manera de receptáculo intelectivo, no real, sino de ficción o fantasía, está siempre dispuesto a la recepción de derechos subjetivos y deberes económicamente valiosos que, al incorporarse, se convierten en valores positivos y negativos respectivamente.

2) El contenido inmaterial de valores positivos y negativos. Es el que está constituido por los derechos y deberes de valor pecuniario que por imperio de la ley forman una masa abstracta que recibe un tratamiento unitario.Abelenda sostiene que el contenido inmaterial está constituido por derechos subjetivos y deberes jurídicos o cargas que se aprehenden como valores económicamente positivos y negativos. Opina también que la regla Nemo plus iuris ad alium transferre potest quam ipse habet, acogida en el art. 3270 del CC da razón a nuestro aserto. En efecto, si algún citado precepto legal "nadie puede transmitir a otro sobre un objeto un derecho mejor o más extenso que el que gozaba; y recíprocamente, nadie puede adquirir sobre un objeto un derecho mejor y más extenso que el que tenía aquel de quien lo adquiere", puede afirmarse sin temor a errar que según el régimen jurídico de nuestro CC, todo derecho subjetivo económicamente valioso puede tener restricciones, limitaciones o cargas, que disminuyan su valor pecuniario y, por tanto el del contenido patrimonial que integra como elemento positivo.Vélez Sárfield, al reglamentar las sucesiones mortis causa, hizo aplicación de este principio. Así el art. 3279 CC preceptúa: "Las sucesión es la transmisión de los derechos activos y pasivos que componen la herencia de una persona muerta, a la persona que sobrevive, a la cual la ley o el testador llama para recibirla. El llamado a recibir la sucesión se llama heredero en este Código".Por otra parte, en principio o regla de que el patrimonio del deudor es la garantía de los acreedores quirografarios, o como dice, la prenda común de ellos, fue acogida por nuestro codificador, quien hace aplicación particular de ella en los arts. 505, inc. 3º, 931; 3474 y 3922. Este principio permite asegurar que las cargas o deudas forman parte del contenido del patrimonio. En efecto, en los juicios universales de concurso civil o quiebra comercial, los acreedores quirografarios o comunes quedan, frente al patrimonio del deudor, a lo que resulte el juego de los valores positivos (derechos económicamente valiosos) y negativos (cargas que lo gravan). Tales acreedores, que no tienen derechos reales de garantía sobre cosas, no privilegios generales o especiales, sólo encuentran en esa masa abstracta de valores positivos y negativos que constituyen el contenido (inmaterial) del patrimonio la posibilidad del cobro de sus créditos. El deudor quebrado o concursado responde con su activo patrimonial, pero opone también su pasivo y el derecho a excluir algunos bienes, verbigracia el referido al lote del hogar o el dominio sobre ciertas cosas indispensables para la subsistencia personal y familiar.

Distintas clases d patrimonio.Patrimonio General Y Patrimonio Especial.Aunque nuestro Código se enrola en la idea de un patrimonio único e indivisible, apoyado en la concepción de una universalidad jurídica, estos principios se desprenden de la nota al art. 2312, en cambio la norma jurídica, el propio artículo 2312, es lo suficientemente amplio como para darle al mismo el contenido de la moderna doctrina amplia, con los caracteres de dinámico, divisible, mutable y de garantía.Siendo así nada más lógico que describir los distintos patrimonios que puede crear una persona, motivado por las necesidades de su actividad o por las situaciones de acuerdo a la ley se ve sometido. Se ha dado en llamar a estos patrimonios: de afectación o patrimonios especiales separados, regidos estos últimos por el principio de limitación de responsabilidad.Sobre estos conviene aclarar que los mismos están afectados a una finalidad determinada por la ley o a la voluntad del titular, pero siempre reconocida y admitida por la ley. En definitiva el patrimonio ostenta el carácter de unidad, sobre un titular, pero no de una unicidad, es decir de ser único, por cuanto siempre que la ley lo autoriza puede esta unidad convertirse en más de un patrimonio o desdoblarse. Por supuesto que los distintos patrimonios a que hicimos referencia tienen connotaciones particulares, así como finalidades determinadas, pero lo fundamental de todo esto es la apertura a la comprensión que el patrimonio sirve al titular para la realización de sus proyectos y necesidad de existencia, y que esas necesidades son ahora dinámicas y no estáticas como ocurría otrora.

Patrimonio Particulares O Especiales Separados.El patrimonio es prenda común de los acreedores. Ello significa que los derechos que lo componen

responden por las deudas de su titular, de modo que el derecho positivo acuerda a esos acreedores tendientes a hacer efectivos sus créditos sobre todos los bienes (acciones ejecutivas, preventivas, integrativas del patrimonio, ejecución colectiva)

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Pero los autores subrayan la importancia que adquieren en el tráfico moderno los denominados patrimonios separados, esto es aquellos que por una autorización legal en virtud de determinada finalidad a la que se destinan los bienes que lo componen, están excluidos de la regla general de responsabilidad por todas las deudas del titular, para responder solo a determinadas obligaciones.Por ejemplo, los bienes con los que se forma el patrimonio de una sociedad unipersonal, en los países que lo admiten, responden solo a las deudas en que se contraen en el ejercicio de la actividad social. De modo que los acreedores cuyos títulos hayan nacido de esa actividad podrán cobrarse solo de los bienes que forman el patrimonio de esa sociedad, no pudiendo agredir sobre el patrimonio general u otros bienes especiales del deudor. A la vez los acreedores cuyos créditos se hayan originado en causas ajenas a la gestión social, podrán agredir los bienes del patrimonio general, pero no los del patrimonio “social”.Caracteres.

De lo expuesto surge cuáles son las características de estos patrimonios especiales:- Para su existencia es necesaria una autorización legal, pues se trata de una excepción al principio

general, ello no descarta que la autorización legal sea ejercida en razón de un acto de voluntad privada, ejemplo, mediante la constitución de una empresa individual de responsabilidad limitada en los países en que ella está admitida.

- Son independientes del patrimonio general- Responden solo por determinadas deudas y no por otras.Tanto el patrimonio general como los patrimonios especiales, provienen de la ley que trata unitariamente a un conjunto de bienes individuales. Por esto es que uno y otros patrimonios son universalidades de derechoEn cuanto a la suerte de los nuevos bienes que adquiera el titular, ellos ingresan al patrimonio general y no a los patrimonios especiales, a no ser que: 1) la ley establezca esta últims imputación, 2) o que provengan de inversiones de bienes de los patrimonios especiales (supuesto de subrogación real por el cual el nuevo bien sigue la condición jurídica del bien reemplazado), 3) o que se trate de furtos o productos de bienes del patrimonio especial.El patrimonio especial solo tiene de común con el patrimonio general los caracteres de ser una universalidad jurídica y de identico. Por consiguiente el patrimonio especial no es forzoso, no es unico, pudiendo haber simultáneamente y es enajenable, como ocurre con la venta de fondos de comercio.Pero no obstante estas diferencias conceptuales, existen ciertas vinculacion entre ambas clases de patrimonios. En efecto, los patrimonios especiales tienen de ordinario una existencia transitoria, por lo que el saldo resultante de su extinción esta llamado a engorsar el patrimonio general de la persona, como ocurre con la liquidación de la masa de la quiebra, de la herencia, y eventualmente el fondo de comercio.Casos o supuestos de patrimonios especiales en el derecho vigente.

En el derecho argentino se considera que son patrimonios especiales:- el patrimonio del causante mientras se mantenga separado del de los herederos, sea por la aceptación con

beneficio de inventario, sea por separación de patrimonios.- El patrimonio del declarado presuntamente fallecido durante el denominado periodo de prenotación.- El patrimonio del emancipado constituido con los bienes recibidos a título gratuito.

Derechos Patrimoniales.Concepto.Los derechos subjetivos pueden ser clasificados en patrimoniales (los que tienen un contenido economuco) y extrapatrimoniales (los que no son susceptibles de apreciación pecuniaria). A su vez, los primeros se subdividen en: personales o creditorios (tratados en el Libro II del Código), reales (tratados en el Libro III del Código Civil) e intelectuales (Constitución Nacional, ley de propiedad intelectual 11.723 y 17. 648, de invención, ley 111 y decreto ley 12.025/57, marcas de fábricas, ley 22. 362 y decreto 558/81 y fondos de comercio, ley 11.867)Los extrapatrimoniales comprenden los derechos de familia (potestades) y los derechos personalisimos o individuales.1. Derechos Reales : Son los que conceden al titular un poder sobre la cosa, estableciéndose una relación directa e inmediata que le permite su aprovechamiento o disposición. Sin embargo esta noción ha sido contradicha, por la sencilla razón que no puede haber en una relación entre el sujeto y la cosa.Por ello quienes mantienen esta posición afirman que la relación se establece entre el titular del derecho y la comunidad, o sea que existe un sujeto determinado activo que es el titular; y un sujeto pasivo indeterminado que es la comunidad, quien debe respetar ese derecho por tener el mismo efecto erga ommes. (Lambías)Para la teoría de la institución, la relación surge de la regulación que el propio estado establece; por lo que los particulares deben sujetarse al mismo a los efectos de acogerse al régimen pertinente.Uno de los aspectos que caracterizan al derecho real es el de ppio d número cerrados, q esta consagrado en el art. 2502 “Los derechos reales sólo pueden ser creados por la ley. Todo contrato o disposición de última voluntad que constituyese otros derechos reales, o modificase los que por este Código se reconocen, valdrá sólo como constitución de derechos personales, si como tal pudiese valer”.Una sociedad determinada organiza su esquema jurídico, conductas queridas, y sobre ellas establece ciertos derechos (que los

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particulares para ejercerlos deben observar ciertas reglas). A este esquema pertenece los derechos reales, en los que se asientan los siguientes: Derechos y no otros (los particulares no pueden crearlos).

Partiendo de los Derechos Reales tenemos: a- Cosas Propias

Los derechos sobre cosa propia: son el dominio y condominio, según que el titular pueda gozar, usar o disponer de la cosa en forma exclusiva o comparten con otros.A esta categoría se debe agregar la propiedad horizontal, que es una combinación del dominio y del condominio, porque ese es propietario del departamento o piso en que se subdivide el inmueble y el condominio de las partes comunes (pasillos, entradas, muros estructurales, etc.) Dominio: “El dominio es el derecho real en virtud del cual una cosa se encuentra sometida a la

voluntad y a la acción de una persona” (art. 2506) Condominio:”El condominio es el derecho real de propiedad que pertenece a varias personas, por

una parte indivisa sobre una cosa mueble o inmueble” (art. 2673)

b- Sobre La Cosa Ajena Los derechos reales sobre la cosa ajena, implica para su titular la facultad de uso o goce de la cosa ajena: el de servirse de la cosa ajena; o de servirse o morar en una casa de propiedad de otro. Uso y Habitación: “El derecho de uso es un derecho real que consiste en la facultad de servirse de la

cosa de otro, independiente de la posesión de heredad alguna, con el cargo de conservar la substancia de ella; o de tomar sobre los frutos de un fundo ajeno, lo que sea preciso para las necesidades del usuario y de su familia. Si se refiere a una casa, y a la utilidad de morar en ella, se llama en este Código, derecho de habitación” (art. 2948)

Usufructo: “El usufructo es el derecho real de usar y gozar de una cosa, cuya propiedad pertenece a otro, con tal que no se altere su substancia” (art. 2807).

Srvidumbre: “Servidumbre es el derecho real, perpetuo o temporario sobre un inmueble ajeno, en virtud del cual se puede usar de él, o ejercer ciertos derechos de disposición, o bien impedir que el propietario ejerza algunos de sus derechos de propiedad” (art. 2970)

c- Derechos Reales De Garantía: Prenda: Habrá constitución de prenda cuando el deudor, por una obligación cierta o condicional,

presente o futura, entregue al acreedor una cosa mueble o un crédito en seguridad de la deuda. (art. 3204)

Hipoteca: “La hipoteca es el derecho real constituido en seguridad de un crédito en dinero, sobre los bienes inmuebles, que continúan en poder del deudor”. (art. 3108)

Anticresis: “El anticresis es el derecho real concedido al acreedor por el deudor, o un tercero por él, poniéndole en posesión de un inmueble, y autorizándolo a percibir los frutos para imputarlos anualmente sobre los intereses del crédito, si son debidos; y en caso de exceder, sobre el capital, o sobre el capital solamente si no se deben intereses”. (art. 3239)Los derechos reales de garantía, son derechos que sirven para garantizar el cumplimiento de una obligación. La hipoteca recae sobre una cosa inmueble al igual que anticresis; y la prenda recae sobre una cosa mueble. La propiedad de estas también pueden ser del deudor o de un tercero.

La clasificación antedicha, o sea los derechos reales sobre cosa propia o ajena, parten de la idea que tales derechos se ejercen sobre cosas que le pertenecen al titular del derecho, o que no le pertenecen.A estos derechos Reales hay que agregar: La propiedad horizontal que esta creada y regulada por la ley 13.512: y otros derechos reales de carácter comercial, como los Warrants, Hipoteca Naval, Hipoteca Aeronautica, Debentures, y Prenda con Registro.En cuanto a los Warrants y Prenda con Registro, son dos variantes del derecho real de Prenda: la del Warrants es una prenda sobre las mercaderías depositadas en aduanas; la Prenda con Registro es una prenda sin desplazamiento: la cosa prendada continua en poder del deudor; los Debentures son títulos de créditos (títulos y valores), que responden a un préstamo concertado por una sociedad anónima.

2. Derechos Personales: Son aquellos que establecen relaciones entre personas determinadas en razón de las cuales el respectivo titular puede exigir de alguien la prestación debida. En ellos se distinguen tres elementos: El titular o sujeto activo, llamado acreedor que es quien goza de la prerrogativa de exigir de otro el cumplimiento de la prestación debida; El sujeto pasivo de la relación que el deudor debe satisfacer a favor del acreedor. Puede consistir en la entrega de una cosa (obligación de dar); en la realización de un hecho (obligación de hacer); o en la abstención de un hecho (obligación de no hacer).Naturaleza Jurídica:Consiste en la realización entre dos personas determinadas; por lo tanto la prerrogativa del titular la ejerce directamente sobre otra persona a fin de obtener a través de ella, el goce de la cosa.Sostiene Von Thur que los derechos personales se fundan en una disposición de orden jurídico en virtud de la cual el deudor queda obligado a efectuar una prestación en favor del acreedor. El poder del acreedor consiste en primer término, en poder exigir al deudor una actividad o una abstención que en principio puede

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hacer valer mediante acción. La persona del deudor puede considerarse objeto del crédito, bajo el aspecto de la pretensión. Detrás del deudor esta la responsabilidad general de su patrimonio y eventualmente, una responsabilidad especial de cosas determinadas, sin consideración a sí pertenecen al deudor. Con la palabra Crédito designa al mismo tiempo el deber y la responsabilidad, debe decirse que el crédito tiene dos objetos: la persona del deudor y su patrimonio. Normalmente subsisten juntos con los elementos principales del crédito, el deber del deudor y la responsabilidad de todo su patrimonio.Distincion Entre Los Derechos Reales Y Personales.Mientras que los derechos reales son absolutos en cuanto se ejercen erga ommes, contra quien perturbe al titular en el goce de la cosa, los derechos personales son relativos en cuanto se ejercen con relación al deudor para obtener la prestación debida. Las acciones o medios de hacer valer en justicia los derechos, que corresponden a los derechos personales y reales participan de su carácter; así las acciones reales se dirigen contra quien sea poseedor actual de la cosa o ejerza sobre ella un derecho de goce que compita al titular, en tanto que las acciones personales solo pueden promoverse contra el deudor.Relacionado con el carácter anterior, el titular del derecho real goza del Ius Persequendi, mientras que el titular de un derecho personal no tiene esa ventaja. Esto significa que si el dueño una cosa es despojado de ella puede recuperarla de manos de quien la tenga no obstante las sucesivas transmisiones que se hubiese hecho de la cosa. En cambio el comprador que es titular, de un derecho personal, carece de acción contra el adquirente: la cosa quedará perdida para el y solo dispondrá de una acción personal de daños y perjuicios contra el vendedor. Los derechos reales son de creación exclusivamente legal, en lo que se reconoce su caracter institucional. Su número limitado, señalado por el artículo 2503 sería: "el dominio y el condominio; el usufructo, el uso y la habitación; las servidumbres activas; el derecho de hipotecas; la prenda, el anticresis."A ellos habría que agregar la propiedad horizontal introducida por la ley 13.512; la posesión, a cuyo respecto una doctrina muy difundida considera que es un derecho real; los derechos reales mercantiles como la hipoteca naval, la prenda con registro, el warrants y el debentures.Los derechos personales no son de caracter legal, sino particular. Su número no es limitado, pudiendo ser creados por las partes a su iniciativa.El derecho real se constituye y transmite de acuerdo a los requisitos establecidos en la ley. Su constitución y transmisión está sometido a formalidades que deben cumplir, su no cumplimiento trae en algunas ocasiones la nulidad del acto constitutivo (tal lo que ocurre por ejemplo con el derecho de dominio sobre inmuebles cuando se transmite por donación); en otros supuestos era una simple formalidad (la tradición en el dominio de las cosas muebles). En cambio en los derechos personales la constitución y trasmisión de los mismos quedan librados a la voluntad de las partes.Los derechos reales de goce no se extinguen por el transcurso del tiempo, pues son de duración ilimitada. Tampoco se pierden por el no uso. Tratándose de derechos personales, la inacción del titular por un lapso de tiempo establecidos según los distintos derechos por la ley produce el decaimiento del mismo por prescripción.En el derecho real existe en algunos casos el derecho de preferencia, que no se encuentra en el derecho personal, esto consiste en ser preferido a otros derechos.En cuanto al objeto, los derechos personales pueden tener por objeto, una prestación de dar una cosa, la realización de un hecho, o de una abstención, los derechos reales solo pueden tener por objeto una cosa.

3. Derechos Intelectuales: En la doctrina moderna aparece una tercera clase de derechos, que la doctrina tradicional no distinguía. Uno de los primeros problemas que tuvo que resolver fue el de su denominación, por cuanto es dado en llamarse también propiedad intelectual, y así lo denomina la ley 11.723, que se refiere a ella.Santos Cifuentes los denomina de autor y de patente de invención, aunque no aclara de donde proviene esa denominación. Sin embargo cabe por completar la información que la denominación precedente se explicita en el sentido que se refiere al sujeto titular del derecho; en lo que la denominación es positiva, porque incluye a aquellos inventores, que en la legislación vigente no están incluidos en la ley 11.723, sino en la ley de marca de fábrica y patente de invención número 111. Por ello la inteligencia de la denominación de derechos intelectuales, que es la más aceptada, debe comprender no solamente todas aquellas obras o creaciones comprendidas por la ley 11.723, sino también en la ley 111.Naturaleza Jurídica: Los derechos intelectuales, si bien participan de algunos caracteres de los derechos personales y reales, tiene diferencia con ambos, constituyendo sin lugar a dudas una tercera categoría distinta.En primer lugar el objeto sobre el cual recae el derecho es totalmente diferente a los reales y personales, porque mientras en los derechos intelectuales el objeto es inmaterial; en los reales es la cosa, en los personales una prestación pero además no es cualquier bien, sino un bien creado por su titular o sea que a la vez que es titular del derecho es autor de la creación: por eso se afirma que entre los derechos intelectuales figura el derecho moral del autor, que es según opinión de Llambías un derecho personalísimo a la paternidad de la obra, que faculta al autor para velar por la integridad de la creación obtenida, y por impedir

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su deformación o mutilación o reservarla para sí u oponerse a su publicación o modificarla ad libitum, no obstante los compromisos adquiridos frente a terceros, sin perjuicio de derechos de estos para obtener la indemnización correspondiente. En fin el autor es el padre de la obra y puede disponer de ella en todo sentido.En cuanto a sus semejanzas con el derecho real de dominio, es más aparente que verdadera, porque no debe confundirse dominio con propiedad, si bien al derecho intelectual, no se está refiriéndose al derecho de dominio, porque la propiedad es el género y el dominio la especie. Propiedad es todo derecho subjetivo de contenido patrimonial; de ahí que el codificador puede hablar en el art. 732 de propiedad de la deuda. En cambio el dominio es el derecho real en virtud de la cual una cosa se encuentra sometida a la voluntad y acción de una persona.Con respecto al carácter absoluto, si bien comparte esta cualidad con los derechos reales, porque es oponible a todos (erga ommes); lo que es en la medida que el derecho intelectual esta inscripto en el registro de propiedad intelectual. En este aspecto también existen derechos intelectuales que no pueden oponerse a todos, cuando los mismos sin estar registrados son desconocidos por quien de alguna manera (mediando una relación jurídica) debía respetarlo.En cuanto al caracter perpetuo que tiene el derecho real difiere del derecho intelectual que es temporario porque caduca a los cincuenta años de la muerte del autor.

Comparación De Los Derechos Reales Y Creditorios. Principales Doctrinas Sobre Distinción o Equiparación.La noción y el concepto de los derechos reales y de los derechos creditorios y personales ha suscitado controversia en el campo de la doctrina jurídica, ya que frente a la concepción tradicional y realista de la escuela de la exégesis, que halla profundas diferencias entre ambas categorías, se encuentran, entre otras, la teoría monista de la equiparación del derecho real a un derecho personal correlativo de una obligación pasivamente universal.

(a) Teoría Clásica o dualista de la escuela de la exégesis:Según la exposición de Baudy-Lacantinerie, "derecho real es que ejercitamos en forma inmediata sobre una cosa. Es una facultad en virtud de la cual aquella nos pertenece, ya en su totalidad, ya en ciertos aspectos, según que tengamos sobre la misma un derecho de propiedad o algunos de sus desmembramientos, como las servidumbres o el usufructo".Según esta tesis, la relación que da origen el derecho real describe solo dos elementos: 1) el titular del derecho,2) la cosa que es objeto del derecho y sobre la cual ejerce el titular su prerrogativa jurídica.El derecho real, según esta escuela, pertenece a la especie de los derechos absolutos, porque la ley impone a todos el deber de respetar su ejercicio. Pero esa obligación negativa, es decir, ese deber general de respeto, no merece ser tomada en cuenta, se dice porque es posible estimarla pecuniariamente. Por ello, dice Braudy-Lacaninerie, "es que la noción del derecho real se hace abstracción de los obligados".Contrariamente, para esa concepción clásica de la escuela de la exégesis según la exposición de Braudy-Lanctinerie, los derechos personales (o creditorios) se manifiestan en una relación jurídica más compleja, ya que en ella se dice, hay tres elementos: a) el derecho-habiente (acreedor) o sujeto activo; (b) el obligado (deudor) o sujeto pasivo, y (c) el objeto de la obligación que consiste en una prestación de dar, hacer o no hacer.De acuerdo con esta concepción de la escuela de la exégesis las diferencias entre derechos reales y los creditorios son los siguientes:1. Los derechos personales (creditorios) son de número ilimitado, porque están regidos por el principio de la autonomía de la voluntad, según el cual los particulares pueden crear cualquier clase de relaciones jurídicas de carácter personal o creditorio en sus acuerdos contractuales. En cambio los derechos reales son de número limitado, porque solo puede crearlos la ley.2. El derecho real, según la concepción de la teoría clásica de la escuela exégesis, es oponible a todos, pero sólo negativamente, esto es, en el sentido de que todos están obligados a respetar su ejercicio sin que el titular les pueda exigir nada más que eso.Contrariamente, según esta misma concepción clásica, el derecho personal no es oponible más que el deudor.Cabe destacar, sin embargo, que como lo señalan los Mazeud, la Escuela de la Exégesis, utiliza el vocablo oponible en dos sentidos diferentes. Así cuando dicen que el derecho real es oponible a todos, significa ello que el derecho no puede ser desconocido por nadie y debe ser respetado por todos. En cambio, cuando dicen que el derecho personal no es oponible más que al deudor, que solamente él está obligado a una prestación que constituye un valor negativo en su patrimonio y no que el derecho sea inoponible a los terceros, ya que estos sería absolutamente inexacto, pues el creditorio, como cualquier otro derecho subjetivo, impone un deber general de respeto, lo cual desde luego, no quiere decir que tal deber sea una obligación patrimonial que constituya un débito en el patrimonio de cada uno.

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(b) Teoría monista de la equiparación del derecho real a un derecho personal correlativo de una obligación pasiva universal.El jurista francés Marcel Planiol, sobre la base de una tesis sostenida por Ortolán, niega categóricamente la posibilidad de una relación jurídica entre una persona y una cosa. Afirma que solamente una persona es susceptible de ser sujeto de derechos; no puedo serlo una cosa; no se concibe una cosa deudora dice, y agrega que toda relación jurídica deben figurar sujetos activos y pasivos, y por consiguiente un derecho (alude al subjetivo) no puede ser más que una relación entre personas. Los derechos reales, según Planiol, no quedan fuera de esta regla. De todo ello concluye que el "derecho real se descompone en una relación entre titular del derecho y todas las demás personas obligadas a respetar ese derecho". El derecho real, según esta concepción de Planiol, es un elemento activo en el patrimonio del titular (acreedor de la obligación universal) y un elemento pasivo en el de cualquier otra persona.Admite Planiol, sin embargo, que no obstante su análisis, subsisten importantes diferencias entre derecho real y el derecho personal, aunque en verdad, afirma, el primero es también un derecho personal y no existe, por tanto, entre ambos derechos (real y personal) ninguna diferencia de naturaleza. Esas diferencias subsistentes solo derivan del número ilimitado de deudores en el derecho real opuesto al número restringido de deudores en una relación de derecho personal (segunda tesis de Planiol).

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BOLILLA XIII

El Hecho Y El Derecho. Consideraciones Generales.Toda relación jurídica está sujeta al principio d razón suficiente q conduce a la investigación d la causa d dicha relación. Si analizamos al vínculo entre el acreedor y el deudor para determinar exactamente la medida d deberes y derechos d cada uno, es menester acudir al estudio d la causa d esa vinculación. Según ella, un delito, como un cuasi delito, un contrato, etc. será el contenido y alcance d la relación jurídica d q se trate.Es dable concluir q toda relación jurídica reconoce su origen (causa eficiente) en un hecho q le antecede. En segundo término, la índole y calidad d la relación dependen del hecho q constituye su causa.Esto nos muestra la importante función q desempeñan los hechos en el campo del derecho, tal como dijera Ortolán: “la función d los hechos en la jurisprudencia es una función eficiente. Si los derechos nacen, se modifican, se transfieren d una persona a otra, si se extinguen, es siempre consecuencia o x medio d un hecho. No hay derecho q no provenga d un hecho y precisamente d la variedad d hechos proviene la variedad d derechos”. Esto se verifica en el análisis d la norma jurídica, q muestra en ella 2 partes definidas: la 1º está compuesta x los hechos previstos x la ley, cuya ocurrencia dará lugar a la consecuencia q la norma impone; toda norma tiene una parte fáctica, q es la previsión hipotética, serán hechos capaces d influir sobre el hombre, ya sean humanos o ajenos a él. La segunda parte d la norma (dispositiva) se debe al deber ser, supuesto q los hechos mentados x la ley ocurran en la forma prevista x ella. Existe una indestructible lógica entre la parte fáctica y la dispositiva d la norma, d manera q se seguirá inexorablemente el efecto impuesto x la regla. A su vez, los efectos q esta produzca permanecerán inalterados en el tiempo hasta q no aparezca otro hecho q los modifique o extinga. Este principio se denomina inercia jurídica.

Concepto Del Hecho.Identificándose los hechos jurídicos con la realización de los supuestos (de hecho) contenidos en la norma de derecho, es necesario fijar previamente un concepto de los hechos en general, en sentido amplio, para llegar a los jurídicos, que vienen a ser una especie de ellos.

Los hechos, en su acepción o sentido más amplio, como fenómenos perceptibles, llevan incita la idea de que son sucesos temporales y especialmente localizados que provocan, al ocurrir, un cambio o conservación perceptible en lo existente, los que serán jurídicos cuando la norma de derecho, o más concretamente, la ley, enlace a ese acontecimiento consecuencias jurídicas. Orgaz, dice: "La palabra acontecimiento que se usa para definir el hecho jurídico en el art. 896, no significa únicamente el hecho material, de la naturaleza humana. Su sentido es amplio y comprende toda circunstancia de hecho o de derecho que tiene interés jurídico".Abelenda sostiene que cuando no se trata de un hecho material, suceso o fenómeno perceptible, no puede hablarse de hecho jurídico. Estaremos, en tal caso, ante un supuesto jurídico, esto es ante una hipótesis normativa constituida por realidades de otra índole distinta a fenómenos perceptibles, de cuya realización dependen las consecuencias establecidas en la norma, como dice García Maynez. Existen numerosos supuestos jurídicos que no aluden a hechos reales, es decir a modificaciones del mundo externo insertas en el espacio. Ciertos supuestos jurídicos están constituidos por realidades de otra índole, a las que impropiamente podemos dar el nombre de hechos. Puede tratarse, por ejemplo, de un derecho subjetivo que desempeñe el doble papel de consecuencia y supuestos, en diferentes relaciones. Es imprescindible que el fenómeno, el suceso, el acontecer, sea externo, perceptible por el ser humano, ya sea inmediatamente al producirse, o después, por sus consecuencias en el mundo de la realidad física. De ahí que los "fenómenos sicológicos, internos, que no se revelan por signos sensibles, escapan al concepto de hecho.Según Rivera, “son los acontecimientos o sucesos q provienen d la naturaleza del hombre”.

Ley de Causalidad JurídicaEn la ley de la causalidad física o natural, se establecen enlaces necesarios entre las causas y los efectos; en la causalidad jurídica, análogamente, se postula también una conexión entre el supuesto jurídico o hipótesis normativa, que al realizarse actúa como causa, y la consecuencia jurídica, nacimiento, conservación, modificación o extinción de un derecho y de su correlativo deber, que constituye el efecto. Schreirer, también habla de la ley de causalidad jurídica que puede expresarse así: "no hay consecuencia jurídica sin supuesto de derecho", o dicho de otra forma: "toda consecuencia jurídica se halla condicionada por determinados supuestos"Pero cabe destacar que esa ley de causalidad jurídica que nos explica y hace comprender la realidad del derecho, sólo establece relaciones de deber ser, entre los supuestos normativos y las consecuencias jurídicas. No establece cuáles son, sino cuáles deben ser los efectos jurídicos de las hipótesis normativas realizadas. La ley del mundo físico, en cambio, al explicar la realidad natural, nos dice cómo se producen invariablemente, los fenómenos, consecuencias de tal o tales causas.De acuerdo con esa ley de causalidad jurídica, la norma de derecho enuncia un enlace necesario, lógico, entre el supuesto de hecho y la consecuencia, y asume, siempre, la forma de un juicio hipotético. Por eso se ha dicho que las "reglas que integran el orden jurídico positivo son imperativos hipotéticos", entendiendo

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que tales juicios que postulan un derecho y su correlativo deber condicionados. Es que toda norma jurídica que asume el carácter de juicio hipotético, contiene una o varias hipótesis, cuya realización da nacimiento a los derechos y deberes que la misma norma, respectivamente otorga o impone.

Clasificación d los HechosA) Positivos Y Negativos.Esta clasificación está basada según que la causa productora haya determinado un cambio o simplemente una conservación en lo existente dentro del campo fenoménico. Es que, tanto el cambio como la conservación perceptible de lo existente constituyen sucesos localizados temporal y espacialmente, y responde a la definición de hecho, sólo que el primero es una manifestación positiva, en tanto que la segunda es manifestación negativa, de alguna energía, de alguna fuerza que haya determinado.Dicho en otros términos, los hechos pueden consistir en una acción o en una omisión humana o en un cambio o en un estatismo, en los fenómenos ambientales, del mundo físico o natural.B) Hechos Externos O Hechos Humanos.Teniendo en cuenta que todo cambio o conservación perceptible del mundo de la realidad física, en que se traduce un hecho, responde siempre, según dijimos a una actividad o fuerza, que es la causa productora del fenómeno o suceso, se han clasificado los hechos en: hechos del hombre o humanos y hechos de naturaleza o externos.Serán de una u otra especie según respondan a la actividad del hombre o a una fuerza natural, extraña a aquella actividad humana.Destacamos una vez más que ambas fuerzas deben traducirse en un acontecimiento o suceso transcendente en el mundo exterior, que lo modifique o lo conserve en su estado, acontecer éste, que para que se lo conceptúe hecho, debe ser perceptible, es decir, susceptible de ser percibido inmediatamente por el hombre, al producirse o después, por sus efectos. Así, un disparo de arma de fuego que hiere a alguien, se puede percibir inmediatamente, en cambio, las radiaciones que puede producir un reactor atómico pueden no percibirse enseguida, sino después de un tiempo en las afecciones a seres humanos.C) Hechos Necesarios Y Hechos Fortuitos.Todos los hechos, tanto los derivados de fuerza naturales, como los provenientes de la actividad del hombre, pueden ser: necesarios o fortuitos.Serán lo uno o lo otro según deban producirse fatalmente, o sólo pueda producirse. Entre los naturales se cita como ejemplo de hecho necesario la muerte, porque fatalmente debe ocurrir en algún momento. El nacimiento, en cambio, es fortuito, porque no es fatal, ya que puede o no producirse. Y entre los hechos humanos, se citan como necesarios los voluntarios resultantes de la actividad instintiva u orgánica, y como fortuitos los voluntarios y también los involuntarios que no provengan de las actividades instintivas u orgánicas.D) Hechos Simples Y Hechos Juridicos.Los hechos son los acontecimientos o sucesos q provienen d la naturaleza o del hombre (simples). Algunos d ellos son irrelevantes para el mundo jurídico; otros, x el contrario, son tomados en cuenta x el Derecho xq el ordenamiento prevee la producción d ciertos efectos jurídicos para cuando ellos acontecen. Estos son los hechos jurídicos, q están definidos en el art 896 del CC.Un hecho "de suceso temporal y espacialmente localizado, que causa al ocurrir, un cambio o una conservación perceptible en el mundo exterior", o no coincidir con el supuesto de hecho contenido en la norma, a cuya realización liga o atribuye ella consecuencias jurídicas". Es evidente, como apunta Orgaz, que desde este punto de vista normativo sólo caben dos posibilidades.

a) El hecho coincide con el supuesto al cual la ley liga una consecuencia jurídica, y entonces debe producir ese efecto previsto.

b) No coincide, y por lo tanto no debe producir la consecuencia jurídica que en la primera situación atribuyó la ley al hecho previsto

En el primer supuesto nos encontramos ante un hecho jurídico porque será la realización del supuesto normativo al cual están ligadas las consecuencias jurídicas (nacimiento, conservación, modificación, transferencia o extinción de derechos subjetivos y deberes correlativos). Por el contrario, en la segunda posibilidad estaríamos ante un simple hecho humano o natural, que aunque pueda producir o produzca mutaciones importantes en el campo fenoménico de la realidad física, quedará extraño al derecho.

Hechos Y Actos Jurídicos. Diferencias. Ejemplos.Entre hecho y acto jurídico existe la diferencia que hay entre el género y la especie. Todo acto jurídico (especie) es también hecho jurídico (género), pero a la inversa no todo hecho jurídico es acto jurídico, por ejemplo, la edificación que se haga en suelo ajeno, es un hecho jurídico contemplado en los arts. 2587 a 2591 del Código Civil y no es un acto jurídico porque no reúne los caracteres del art. 944 del mismo Código. En efecto, o el edificante sabe que el suelo es ajeno y entonces falla el carácter lícito del acto, o no lo sabe y

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entonces carece de la intención de provocar una creación, modificación o extinción de derechos.Independientemente d esta correlación, se suele usar el concepto d hecho jurídico en oposición al d acto jurídico, para aludir a un acontecimiento puramente material, tal como el nacimiento o filiación, o acciones mas o menos voluntarias q, fundadas en una regla, generan situaciones o efectos jurídicos, aún cuando el sujeto d ese acontecimiento no haya tenido ni podido tener el deseo d colocarse bajo el imperio del derecho. Desde este punto d vista, el hecho jurídico se caracteriza x la ausencia del propósito d causar el efecto q produce.

Hechos Jurídicos.Concepto d causa eficiente d los derechos.Toda relación jurídica reconoce su origen –causa eficiente- en un hecho q antecede q puede hacer q nazcan derechos o sean entendidos como la causa productora d derecho. Se captan, no solo los q pueden ser percibidos materialmente sino también los aspectos psicológicos d las fuerzas d las cosas, los procesos inferiores del hombre y también los hechos negativos.

Los Hechos Juridicos. Definicion Y Caracterizacion.El codificador argentino se refiere a los hechos jurídicos en el art. 896, diciendo: "Los hechos de que se trata en esa parte del Código son todos los acontecimientos susceptibles de producir alguna adquisición, modificación, transferencia o extinción de los derechos u obligaciones".Este precepto legal recibió la censura de algunos distinguidos juristas, por ejemplo del Doctor Orgaz, quien la formula del siguiente modo: "prescindiendo de la impropiedad teórica, que por lo mismo debe quedar reservada a la doctrina, el empleo de la palabra susceptible, en la acepción de capaces, denuncia la filiación empirista de la definición", y agrega que: "sin el carácter meramente imputativo de las reglas jurídicas, aplica al derecho la relación causal que es propia del reino de la naturaleza". Abelenda siguiendo a Spota, sostiene que el precepto del art. es claro, aunque pueda no quedar libre de objeciones, ya que "desde el punto de vista de la lógica jurídica, o sea, atendiendo a que las reglas legales se agotan en un hecho condicionante", sólo quiere significar que ese hecho, opera como una especie de causa productora de consecuencias jurídicas, "no en el ámbito de la ley de causalidad física", sino "en la esfera de los conceptos", esto es, en el campo juridico. En esta situación estamos ante un caso de "auténtica imputación normativa".

Cabe destacar que el art. 896 en cierto modo más para definir los hechos jurídicos, señala que los hechos tratados en esa parte del Cód. (alude a los de la Secc.II del Libro II) son los acontecimientos susceptibles de producir las consecuencias que señala y que el precepto del art. 896 del Cód. Civil argentino debe entenderse que indica un elemento material, el acontecimiento (resultado de una actividad humana o de una fuerza natural) y además, un elemento de calificación, la consecuencia jurídica (adquisición, modificación, transferencia o extinción de los derechos u obligaciones). "Aquel es el factum; este otro, el elemento formal, que brinda el derecho objetivo". Prescindiendo de la definición legal, Abelenda lo conceptualiza de la siguiente manera "el hecho jurídico es aquel acontecimiento al cual la ley liga o enlaza consecuencias, porque constituye la realización del supuesto fáctico o de la hipótesis de hecho contenida en dicha norma jurídica, a la cual subordina ella el nacimiento, trasformación, conservación o pérdida de los derechos y sus correlativos deberes jurídicos"

Método del CCLa materia d los hechos y actos jurídicos es tratada x el CC en la Sección II del Libro II bajo la denominación “d los hechos y actos jurídicos q producen la adquisición, modificación, transferencia o extinción d los derechos y obligaciones”.En dicha sección se sistematiza la materia y se establecen ppios grales. Hasta la época d la sanción del CC la generalización d los hechos jurídicos tenía cabida sólo en el Código d Austria y en el d Freitas, y a pesar d la desubicación con q se ha achacado esta sección, nuestro Código se adelantó a obras d gran significación.

Efectos. Adquisicion, Transmision Y Extincion.En el art. 896 del Código Civil cabe distinguir tres momentos con respecto a los efectos jurídicos.a) Adquisición de derechos. Es la propiedad de producir el nacimiento de un derecho o de una obligación.

Puede ser originaria o derivada. Es originaria cuando el derecho nace en forma independiente de otra relación jurídica, como por ejemplo, cuando se adquiere la propiedad de las cosas sin dueño (una piedra, un ave). Es derivada cuando el derecho deriva de una relación jurídica anterior, como en el supuesto de la compraventa, cuando la propiedad de la cosa la transmite el vendedor.LLambías: la adquisición tiene lugar cuando se une un dcho al sujeto q resulta así su titular, entendiéndose x título la adquisición el hecho al cual la ley asigna bastante para causar la adquisición. Hay dos clases la adquisición: originaria cuando el dcho según el sujeto surge d el directamente y d modo autónomo; y derivada cuando el dcho procede d una relac. Jurídica preexistente, d la cual proviene la prerrogativa del nuevo titular, ya sea q se trasmita d uno a otro sujeto (adquisición derivada traslativa),

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ya q sobre el dcho preexistente se constituye a favor del adquiriente alguna parte d las prerrogativas q antes permanecían incluidas en el conjunto d atribuciones dl primitivo titular (adquisición derivada constitutiva)

b) Modificación o transferencia de derechos. Es la aptitud de producir un cambio o una alteración en una relación jurídica. Puede ser objetiva y subjetiva. Es objetiva cuando hay un cambio en el objeto de la relación jurídica, y subjetiva cuando cambian los sujetos o el titular de aquélla.Llambías: entre ambos extremos se desenvuelve su existencia con toda suerte de vicisitudes: son los cambios, alteraciones, incrementos q inciden sobre el dcho, todo ,o cual entra en el concepto de modificación. Esto sumamente variable en sus multiples especies, q es imposible pretender hacer una adecuada clasificación de ellas. La modificación del dcho configura una noción, q llega hatas abrazar lso conceptos de adquisición y perdida cuando ambos fenómenos se corresponden por haber adquirido alguien el dcho q ha perdido otra persona. Las modificaciones pueden feferirse al sujeto o al objeto. Modificación subjetiva es t6odo cambio q el dcho experimenta en la persona d su titular q puede consistir en al sustitución d una persona por otra, o en la agregación d nuevas personas q entran a participar en el goce del dcho, con el titular primitivo. Modificaciones objetivas son las q se refieren al contenido del dcho y pueden asi dividirse en cuantitativas y cualitativas. Las primeras ocurren cuando el objeto se incrementa (edificación en terreno ajeno) o disminuye (remisión parcial d la deuda). En las segundas no es la extensión del objeto lo q cambia sino su naturaleza o identidad (subrogación real en virtud una cosa qda sustituida pro otra, dcho del ausente reaparecido)

c) Extinción de derechos. Es la facultad de poner fin a un derecho a una obligación, como por ejemplo, cuando el propietario pierde su derecho por prescripción adquisitiva del poseedor o cuando el deudor de una obligación queda liberado por la pérdida del objeto del caso fortuito.LLambías: es la destrucción o consumición d un dcho q deja d existir para el titular sin q comience a existir para otra persona. Perdido es la separación del dcho d su actual titular q no impide una ulterior adquisición a favor d otra persona, sea por un modo originario (cosa abandonada) o por un modo derivado.

Análisis y clasificación d los actos voluntarios.

Concepto e importancia:Dentro de la categoría de actos voluntarios lícitos existe una especie, los actos jurídicos q tiene enorme importancia en el campo del dcho. Es le medio con q cuentan los hombres para establecer entre ellos el tejido infinito y complejísimos de sus relaciones jurídicas. La inmensa masa d actos jurídicos comprende hechos de gran diversa importancia y naturaleza. No resulta extraño, q los juristas se hayan encontrado en grandes dificultades para formular un concepto q abarque actos tan diversos. En nuestro dcho a merced de una disposición contenida en el art. 994 q define con precisión el acto jurídico: “ son actos jurídicos los actos

Hecho jurídicos

Hechos externos (no humanos)

Hechso humanos o actos

voluntarios

involuntarios

lícitos

Actos jurícos

Actos lícitos(propiamente dichos

ílicitos

Delitos

Cuasidelitos

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voluntarios lícitos, q tengan por fin inmediato establecer entre las personas relaciones jurídicas, crear, modificar, transferir, conservar o aniquilar dchos”.Los elementos del acto jurídico son: el sujeto, el objeto, la causa y la manifestación d la voluntad hecha en forma legal. El sujeto es la persona (humana-jurídica) q hace la declaración d voluntad; debe ser capaz, si no cual el acto no sería eficaz. (Borda)Los actos lícitos, son desde el punto de vista de nuestro Código Civil, lo que estan previstos en abstracto como de posible realización y por lo tanto no se hallan previstos ni como delitos ni cuasidelitos ni como delitos dolosos ni culposos en la ley penal, aunque su realización puede estar prohibida a algunas personas en ciertas situaciones especiales y concretas en la ley. Abelenda afirma que en el régimen del Código de Velez no es suficiente que un hecho este prohibido para que sea ilícito. Y afirma que sostener lo contrario sería afirmar que los actos jurídicos son ilícitos y por tanto que no son actos jurídicos, lo que viene a ser absurdo. A su vez pueden clasificarse en:

(a) Simples actos voluntarios lícitos: son estos los hechos jurídicos voluntarios realizados sin la intención de producir consecuencias jurídicas es decir, ejecutados por un agente sin el ánimo de crear, conservar, modificar o extinguir derechos y deberes, que es precisamente lo que los diferencia de los actos o negocios jurídicos, como lo señala Vélez en la nota al art. 899 y resulta del texto mismo, que es el siguiente: "Cuando los actos lícitos no tuvieren por fin inmediato alguna adquisición, modificación o extinción de los derechos, sólo producirán ese efecto en los casos que fueren expresamente declarados".Dice Velez en la nota al mecionado articulo: "Los actos lícitos de este artículo no son actos jurídicos. Los hechos puros y simples, que por su naturaleza no se refieren a ciertas relaciones jurídicas, y en razón solo de esta relación. El que hace reparaciones urgentes en la propiedad de un amigo ausente, tiene solo en mira prevenir el perjuicio, más no piensa en cuasicontrato negotiorum gestio. El cultivo de un campo y otros hechos analogos son los hechos puros y simples, que no producen por si más que resultados materiales. Sin embargo, estos actos pueden, en razón de las circunstancias en que han tenido lugar, traer consecuencias jurídicas. Así, cuando se han ejercido por el que no es propietario, pueden dar lugar a la adquisición de los frutos, o a la restitución de los gastos hechos en el campo ajeno.De acuerdo con el precepto legal, que solo caracteriza a los simples actos lícitos en la forma negativa quedan fuera de tal categoría todos los hechos humanos voluntarios lícitos que se realicen sin el proposito especifico de crear, conservar, modificar o extinguir relaciones jurídicas pero que realicen el supuesto normativo al cual la ley subordina alguna de esas consecuencias jurídicas independientemente de la intención del agente.

(b) Actos o negocios jurídicos. La segunda categoría de actos voluntarios lícitos son los denominados actos jurídicos, cuyo elemento de tipificación o punto especial de referencia para trazar sus perfiles como figura especial diferente del simple acto voluntario lícito se halla en la causa final, esto es, en el fin inmediato o proposito de crear relaciones jurídicas.El acto jurídico definido en el art. 944 como acto voluntario lícito, que tiene por fin inmediato crear entre las personas relaciones jurídicas, dentro del esquema normativo del Cód. Civil, como una especie dentro del género actos voluntarios lícitos, cuyos elementos constitutivos son una o más conductas humanas que se mueven en el ámbito de lo lícito y que deben ser fruto de la volición, es decir de procesos anímicos realizados por personas dotadas de discernimiento, con intención y libertad, en las cuales la intención está especialmente orientada a producir, conservar, modificar o extinguir relaciones jurídicas, que es el fin inmediato del acto.

Hecho jurídico voluntario.Sus presupuestosEl acto voluntario el que responde a una actividad del hombre debidamente exteriorizada y realizada con discernimiento, intención y libertad, si se lo analiza, permite descubrir que a su esencia concurren dos clases de factores o elementos: los elementos internos (discernimiento, intención y libertad) y el elemento externo (manifestación de voluntad)

DiscernimientoCaracterización:

a) Concepto: la doctrina lo define como al facultad del sujeto por la cual conoce o distingue lo bueno d lo malo, lo injusto de lo injusto lo inconveniente de lo conveniente (Llambías y Araux Castex) Cifuenets lo define con precisión: “la madurez intelectual para razonar, comprender y valorar el acto y sus consecuencias”

b) Sistema del código: nuestro código ha seguido un sistema rígido, en el caula la ley asigna o niega discernimiento a ciertos sujetos en virtud d la edad y d la salud mental, si perjuicio d privaciones temporales del discernimientos p otras causas.Análisis del art. 921; de acuerdo a este todas las personas gozan o no d discernimiento según se encuentre en una u otra de las categorías legales. La presunción legal positiva o negativa es absoluta

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puesto q no admite prueba en contrario. Por lo q no podría entender la demostración d q iun menor d 15 años carecía d discernimiento, salvo q se invocase su demencia, supuesto a q puede estar sometido a prueba d quien lo invoca.El mencionada artículo establece: “los actos serán reputados hechos sin discernimiento, si fueran actos lícitos practicados pro menosres impúberes, o actos ilícitos por menores d diez años; como tbn los actos d los dementes q no fuesen practicados en intervalos lúcidos, y los practicados por los q, por cualquier accidente están sin uso d razón”

Causas obstativasLas causas q obstan el discernimiento son:

a) la inmadurez reflejada en la minoridad¸ a partir de los 10 años los menores tienen discernimiento para actos lícitos, por lo q si obrado con intención y libertad serian actos voluntarios generadores de responsabilidad. A partir de los 14 los menores tienen discernimiento para los actos lícitos.

b) Otra es la insanidad mental, reflejada en términos jurídicos en la demencia. Los sujetos comprendidos son los dementes declarados en juicio y los no declarados. La diferencia radica en el régimen probatorio: tratándose de un demente declarado tal en juicio, se presume q sus actos no contaron con discernimiento; si se invoca q el cato del mismo ha sido realizado en un intervalo lucido se debe justificar su existencia. Si es un demente no declarado, se deberá acreditar la existencia de la demencia al tiempo de la realización del acto para justificar q ha sido obrado sin discernimiento. La doctrina predominante considera q el art. 991 no hace distinciones y se aplica a actos tanto lícitos como ilícitos. En cuanto a los intervalos lucidos, si se trata de un demente declarado la circunstancia de q haya otorgado un acto lícito en un momento de lucidez no hace valido al acto, este sigue siendo nulo. Excepcionalmente será valido el testamento otorgado por el demente declarado en un intervalo lucido prolongado, q hace suponer q la enfermedad misma había cesado. En cambio, si se tarta de un demente no interdicto el acto licito otorgado por el, será valido y por ende encuadrara en loa categoría de los actos anulables, y para anularlo se requerirá prueba de q estaba en estado de demencia en ese momento.

c) Y las q exteriorizan un oscurecimiento temporal o accidental de la facultad de comprender. Ello comprende a los actos humanos ejecutados sin conciencia, por obra de embriaguez, utilización de drogas, narcóticos o alucinógenos. Cualquier acto lícito obrado en esta circunstancia debe ser considerado involuntario. Al tratarse de actos ilícitos se exige la involuntariedad de la embriaguez para q el acto sea considerado como obrado sin discernimiento. El acto será involuntario cuando la embriaguez o pérdida de conciencia se produce por una cualidad desconocida del licor o porq ha sido introducida en la sustancia por un tercero. No será involuntario cuando la inconciencia proviene de la negligencia del sujeto.

La intención.ConceptoRivera: Algunos autores consideran a la intención como el propósito de llevar a cabo un acto. Pero, como elemento interno del acto voluntario, parece más acertado decir q se trata del discernimiento aplicado a un acto en concreto.Habrá intención en el acto cuando exista adecuada correspondencia entre lo entendido y lo actuado, cuando se ha realizado el acto tal como se pensó llevarlo a cabo.Apunte: Es el segundo elemento interno del acto voluntario."Consiste en el conocimiento estimulado por el deseo de la realización del acto, que determina en el sujeto actuante el propósito de realizarlo". "Es, como explica Freitas, el discernimiento aplicado a un acto que se ha deliberado practicar". "Es la tendencia directa de la voluntad esclarecida por el discernimiento en el acto realizado". Es, en definitiva, la adhesión interior del sujeto a la idea de realizar un acto.La intención se configura cuando una persona, con facultad psíquica de determinarse por motivos convenientes, es decir, dotada de discernimiento, toma conciencia de algo y delibera interiormente pensando ventajas e inconvenientes de su realización, llega a la adhesión interna, a ese deseo, que le orienta a la ejecución y que se traduce lo que se denomina resolución.La intención no se concibe sin que exista discernimiento en el sujeto, pues no puede haber en éste el propósito de realizar un acto, si no posee la facultad psíquica de conocer, deliberar y determinarse por motivos convenientes.El discernimiento es una "facultad genérica" del espíritu, en tanto que "la intención se vincula a cada acto".La falta de discernimiento, como facultad genérica del sujeto, determina en él la incapacidad de hecho para ejecutar por sí actos voluntarios, en tanto que la falta de intención para la realización del acto al cual se la vincula, sólo determinará una voluntad viciada.De ahí que la ausencia del discernimiento afecta la existencia del acto como voluntario, en tanto que la intención viciada sólo atraiga aparejada una justificación de la conducta del agente, no así la involuntariedad

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del acto que se reputará voluntario. Finalmente, como apunta Llambías, siendo el discernimiento una aptitud genérica de conocer, no es susceptible de calificación moral; en cambio, sí lo es la intención. "La buena intención o recta intención -dice- configura, en todas sus matices, la noción jurídica, tan importante, de la buena fe".

Vicios:La intención es afectada por los vicios de error y dolo, en tanto y en cuanto importan q la facultad d entender ha sido incorrectamente aplicada en el acto en concreto, uya sea por una causa propia (falta d conocimiento o conocimiento insuficiente: error) o por causa ajena (error provocado: dolo)El art. 922dispone q: “los actos serán reputados practicados sin intención cuando fueren hechos por ignorancia o error, y aquellos q se ejecutaren por fuerza o intimidación”El texto menciona como causa que impide la intención a la fuerza o intimidación, en realidad ambas afectan a la libertad. La incongruencia proviene de que el codificador reunió en esta norma dos artículos del Esboço de Freitas, que contenía tres disposiciones relativas a la enunciación de las causas que vician la voluntad. D este modo se puede reformular el concepto, estableciendo que las causas obstativas de la intención son la ignorancia o error y el dolo. La fuerza y la intimidación afectan a la libertad.

Prueba.La intención se presume cuando el acto ha sido obrado por una persona con discernimiento.Por ello, la prueba de error o del dolo q la vician, corresponde a quien los invoque.

La libertadConcepto. Es el tercer elemento interno del acto voluntario y consiste en la determinación propia del sujeto dotado de discenimiento y con intención de obrar, de actuar en un determinado sentido, sin presión de orden externo. Rivera lo define como la posibilidad de elegir entre ejecutar o no el acto sin coación exterior.Savigny dice que la libertad es "la facultad de elección entre muchas determinaciones". Para Aguiar consiste en "la determinación propia", o la facultad natural del sujeto de obrar o de no obrar o de obrar de una manera u otra sin presiones, salvo las que provengan de sus impulsos naturales normales, de su moral o de la ley".Pero debemos advertir que, "el hombre sólo en cierta medida es dueño de su libertad moral o física". "La libertad absoluta no existe, ya que la conducta humana responde, no sólo al impulso personal, sino también a factores externos que muchas veces le restan esa posibilidad de opción, tales como restricciones legales o convencionales y fuerzas naturales que rigen el movimiento del organismo humano.De ahí que no sea suficiente la presencia de cualquier factor externo que puede contrariar el íntimo querer del agente, como advierte Llambías, para restar el carácter de libre al acto ejecutado. Sólo en el supuesto de que esos factores obren de tal manera, que constituyan "causa principal de la acción consecuente del agente y sustituyendo su impulso personal, eliminen la espontaneidad de la decisión de éste, es cuando puede admitirse la falta de libertad en el acto realizado".Es, pues, en la medida en que el hombre es dueño de su libertad moral o física, como debe apreciarse este factor anímico, para reputar integrado el acto voluntario.

ViciosLas causas que afectan la existencia de la libertad son la fuerza física (art. 936), la intimidación o violencia moral (art. 937) y el estado de necesidad. Sin embargo se debe distinguir los actos realizados por el sujeto en los supuestos en que existe licita restricción de la libertad ajena contemplados en los arts. 910, 911 y 912 del Código Civil y que se refieren respectivamente a la constitución de un derecho especial al efecto (art. 910), al deber prescrito por las leyes (art. 911) y a quien por la ley o comisión del Estado puede impedirle a otro que se dañe a si mismo (art. 912).

Prueba

La manifestación d la voluntad.Concepto.Es una conducta mediante la cual se exterioriza la voluntad del agente. Esta conducta puede consistir en dichos o hechos. Los primeros pueden ser dichos hablados o escritos. Los segundos, son acciones del sujeto traducida oralmente en gestos. Excepcionalmente la declaración d la voluntad puede hacerse por vía omisiva, esto es, el silencio. Para q ello acontezca es necesario q la ley o la convención d las partes hayan provisto asignar este valor declarativo al silencio.La condición externa de los hechos voluntarios es la manifestación de la voluntad. La mera voluntad de ejecutar un hecho es una vivencia sicologica, que en tanto no trascienda la conciencia carce de verdadera

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existencia exterior. Solo cuando se pone de manifiesto mediante un hecho exterior, la voluntad adquiere relevancia jurídica.Al respecto, el art. 913 dispone: “Ningún hecho tendrá el carácter de voluntario, si un hecho exterior por el cual la voluntad se manifieste”.

Diversas categoríasa)criterios ordinarios: los autores suelen distinguir diversas categorías d manifestaciones d la voluntad:- formal y no formal: según estén o no sujetas, en orden a su eficacia, a la observancia de las formalidades

exclusivamente admitidas como declaración d la voluntad. Art. 16 “Las declaraciones formales son aquellas cuya eficacia depende de la observancia de las formalidades exclusivamente admitidas como expresión de la voluntad”.

- Expresa y tácita.- Presumida por la ley, q comprende los comportamientos del hecho denominados actuaciones d voluntad.- Recepticia y no recepticia, según este dirigida o no hacia otra persona.b) el CC afirma q los hechos exteriores de manifestación d voluntad pueden consistir en la ejecución d un hecho material consumado o comenzado, o simplemente en la expresión positiva o tacita d de la voluntad (art.14), distinguiendo después la declaración de voluntad formal y no formal, positiva o tacita, o inducida por un presunción de la ley (art. 915)

Declaración expresa.a) texto legal. “La expresión positiva de la voluntadserá considerada como tal, cuando se manifieste verbalmente, o por escrito, o por otros signos inequívocos con referencia a determinados objetos.”(art. 917)Esta es al declaración d voluntad en sentido pleno, por loq debe ser emitida, percibida o perceptible, y dirigida a comunicar a terceros esa voluntad.

b) Medios- expresión oral- expresión escrita- la expresión por signo inequívocos: hay ciertos casos en q la actitud del sujeto no deja lugar a dudas

sobre su voluntad interna.

Declaración Tácitaa) texto legal: La expresión tácita de la voluntadresulta de aquellos actos, por los cuales se puede

conocer con certidumbre la existencia de la voluntad, en los casos en que no se exija una expresión positiva, o cuando no haya una protesta o declaración expresa contraria. (art. 918)

b) ámbito d las declaraciones tácitas: estas son als denominadas actuaciones d la voluntad, se trata de supuestos en la q la ley infiere cual es la voluntad del sujeto, de un hecho exterior suyo q no está dirigido a expresar su voluntada hacia personas.

c) Criticas: según borda el art. 918 no ha dado una expresión lograda d ñla declaración tácita, xq si d ella se puede conocer con certidumbre la voluntad, se esta ante una expresión inequívoca y por ende expresa. Para etse autor la única manifestación tácita es x el silencio.Brebbia y Cifuentes opinan q en la declaración expresa el sujeto la dirige a otros con la intención de q estos conozcan su voluntad; ne la expresión tácita es la ley la q extrae una presunción de declaración d voluntad d un hecho q no esta destinado por el sujeto a exteriorizar esa voluntad. Conocer con certidumbre no es equivalente a signos inequívocos, esta expresión se refiere al medio empleado para expresar la voluntad, mientras q la anterior se refiere a la conclusión, al juicio q se extrae d la conducta del sujeto.

d) condiciones negativas: la eficacia d la declaración tácita está sujeta a dos recaudos:- q la ley no exija una declaración expresa (como sucede en los actos formales)- q no exista una protesta o declaración expresa contraria.

El silencio.Regla general.

a) texto legal: el art. 919 dice: “El silencio opuesto a actos, o a una interrogación, no es considerado como una manifestación de voluntad, conforme al acto o a la interrogación, sino en los casos en que haya una obligación de explicarse por la ley o por las relaciones de familia, o a causa de una relación entre el silencio actual y las declaraciones precedentes.”

b) Regla gral. del texto se desprende q el silencio no es una forma de expresión d la voluntad, aún cuando siga a un acto o a una interrogación proveniente de terceros.

c) Concepto d silencio: silencio no es solo no hablar o callar, sino tbn no actuar ante una interrogación o acto. Es abstención de expresión d voluntad.

d) Casos particulares: el silencio solo puede adquirir valor en conexión con otros hechos o actos, es decir, formando parte d una conducta expresiva compleja.

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- la primera excepción es cuando la ley impone una manifestación.- Cuando existe obligación d explicarse en virtud d las relac. d flia.- Cuando existe obligación d explicarse en virtud de relac. precedentes.- Cuando ha sido estipulado en un contrato.

El Verdadero Carácter De La Manifestacion Inducida De Una Presunción De Ley. Régimen Legal De Cada Uno.El art. 920 de nuestro Código establece que la “expresión de la voluntad puede resultar igualmente de la presunción de la ley en los casos que expresamente lo disponga”.Estos son supuestos de manifestación ficticia en los cuales no hay en realidad signo alguno de manifestación de voluntad, la cual es sustituida por la ley. No hay por parte del agente ninguna manifestación, sino que es la ley quien la atribuye, imputandole a su conducta un determinado efecto jurídico. Así, se presume voluntariamente devuelto por el acreedor del documento original del crédito que se halla en poder del deudor, salvo el derecho de aquel de probar lo contrario.No se debe confundir la expresión tácita de la voluntad con la presunción de la ley. En este último supuesto no hay signo alguno de voluntad, lo cual es sustituida por voluntad de la ley.Estas presunciones pueden ser iure et de iure o iuris tantum, en el primer supuesto, el derecho establece la presunción de que debe ser aceptada sin que que se pueda alegar pormenores de cada hecho, en el segundo supuesto, es suficiente demostrar que el hecho tiene una causa distinta de la que la presunción legal le atribuye.Si la ley no establece expresamente que la presunción es iure et iure cabe entender que se admitir la prueba en contrario.

Divergencia entre el elemento interno y el externo de la voluntad jurídicaEl análisis del acto voluntario permite descubrir los elementos internos y externos q lo integran. Sin duda todos estos elementos deben concurrir para q el acto voluntario sea considerado en ese carácter. Pero puede suscitarse alguna diferencia entre la voluntad interna del sujeto y la exteriorización de la misma, planteándose entonces la cuestión referente al predominio ya del querer intimo del agente, ya de su manifestación externa, para fijar el alcance y contenido del acto realizado.

Este conflicto planteado entre la voluntad real del sujeto y su declaración ha sido resuelto por la doctrina, a través de dos teorías antagónicas: la teoría clásica de la intención o de la voluntad real, y la teoría de la declaración o voluntad declarada. A su vez el codificador ha optado por una posición transaccional, a la q en cada país se ha llegado partiendo de los puntos extremos y haciendo concesiones a la postura contraria, de manera q existe una gran similitud en las posiciones q finalmente se han adoptado.

Teoría de la voluntad real o intención: (Savigny) se consagro en el CC francés donde ha recibido las mejores contribuciones doctrinarias. Fue especialmente desenvuelta con motivo de la elaboración del concepto de error sobre la substancia del objeto de los contratos.El elemento esencial y definidor del acto voluntario, al q hay q acudir para fijar el alcance de este, es la intención efectiva del agente, siendo la declaración de este un simple medio de prueba de su voluntad interna. Para determinar el alcance de los dchos reglados hay atenerse a la efectiva y real voluntad de las partes mas q a su infiel exteriorización. Pues si se discute a la voluntad real el dcho d asignar a un acto su verdadero contenido y se fijase este arbitrariamente d acuerdo a la expresión incorrecta de aquella voluntad, resultaría vulnerado el principio de la autonomía de la voluntad, q con las justas limitaciones hechas pro la ley constituye sin duda el aspecto saliente de la teoría del acto jurídico. Dentro de esta concepción la noción del acto jurídico queda inexorablemente ligada a la efectiva voluntad del hombre, considerándose una regresión jurídica, q nos remontaría al mas crudo formalismo, la determinación del contenido de icho acto en función de la declaración de una voluntad ficticia.

Teoría de la declaración o de la voluntad declarada: ha hecho sentir su influencia en el cc alemán, nació como expresión del intenso movimiento científico del siglo XIX.El acto voluntario debe ser entendido conforme a la voluntad q surge de la declaración, independientemente de q corresponda o no a la voluntad interna de las personas; solo conoce las manifestaciones exteriores de esa voluntad. Lo q tiene valor de la voluntad humana y lo q merece respeto es la declaración de ella, y no lo q pueda ser en si misma, porq esto constituye un factor ignorado por el dcho y consiguientemente carente de relevancia jurídica.

De ahí q aquel q emite una declaración jurídica deba aceptar q su vinculación con la otra parte sea considerada conforme al sentido normal de las expresiones empleadas, pues en caso contrario no habría seguridad en las relaciones privadas. Con esta concepción el acto voluntario

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y sus efectos aparecen netamente objetivados. desprendiendo el acto de su autor, lleva una vida autónoma e independiente del agente.Esta teoría ha sino puramente criticada en sentido q solo reconoce eficacia a una voluntad no real sino meramente aparente. Desde q es posible establecer una divergencia entre la voluntad y su declaración, ni siquiera resulta correcto hablar de voluntad declarada, porq esa manifestación no constituiría sino una apariencia de la voluntad. Se podría decir más q voluntad declarada, voluntad “falseada por la declaración”. En Francia se la rechaza por cuanto ella rompe todo lazo entre el acto voluntario y la persona q le da vida, no pudiéndose resignar a q la voluntad efectiva del hombre, cuando puede ser comprobada debidamente carezca de importancia jurídica, y en cambio si tenga gesto maquinal la emisión de un sonido o el trazado de unas líneas, q desfiguran la verdadera voluntad del agente.

Posición ecléctica o teorías intermedias: la solución de esta divergencia, como lo afirma De Ruggiero, no puede pagar tributo a una concepción absoluta, debiéndose armonizar las exigencias de la seguridad en contratación con el principio según el cual no hay acto sin voluntad. Es indispensable tener en cuanta la conciencia q el declarante o destinatario de la declaración tuvieron en discordancia, la buena o mala fe respectiva, la imputabilidad de la divergencia, según q fuere motivada por culpa o dolo del declarante, o bien por alguna causa involuntaria. A esta vía transaccional es a la q han elegido numerosas codificaciones.

Régimen del CC: adopta la concepción clásica q hace predominar la voluntad real del agente sobre la declaración desfigurada. Casi resulta: 1) del requisito de la intención como elemento indispensable del acto voluntario (art. 897 y 900) con posibilidad consiguiente q la declaración carente de la intención real del agente sea considerada como manifestación involuntaria; 2) de la aceptación de la teoría general de los vicios de la voluntad, q muestra como la divergencia entre la voluntad interna y su declaración suscitada por error o ignorancia, dolo o violencia, hay q atenerse a la real intención del agente; 3) especialmente de lo dispuesto en el art. 926 según el cual el error sobre la substancia de la cosa q anula el acto jurídico es el q recae sobre la cualidad de ella “q se ha tenido en mira”. Este concepto subjetivo acerca de la substancia del objeto del acto, q esta provisto por la intención o propósito de la victima del error, demuestra acabadamente la prevalencia q corresponde acordar a la voluntad real del agente sobre su incorrecta declaración; 4) finalmente, d la correspondencia existente entre aquel predominio de la voluntad real sobre la declaración q la desfigura y el fundamental espeto a la autonomía de la voluntad (art. 1197 y 1198 CC), q debe ser amparada en tanto se ejerza dentro de la orbita no vedada por la ley. Si se confiere a los particulares la facultad de reglar sus relaciones, conforme a su legitimo arbitrio, no ha de ser para sustituir sus efectivos designios por los q pudiera resultar azarosamente de una desacertada exteriorización del propósito concebido

Hechos humanos involuntariosConceptoDebe entenderse que son involuntarios los realizados sin el concurso de tales elementos internos del acto voluntario, pero que en rigor de verdad, y a estar a las soluciones legales en materia de vicios de la voluntad, solamente puede reputarse auténticamente involuntarios aquellos hechos ejecutados por personas carentes de discernimiento, así como también aquellos que por presencia de una fuerza física irresistible (vis absoluta) no se puede imputar al agente, que actúa pasivamente, con ausencia completa de voluntad, y de donde solo existe un fenómeno aparente, no declaración de voluntad, porque no hay vinculo de causalidad alguna, ni siquiera indirecto, con la voluntad de aquel que aparece como autor del acto.

Hechos jurídicos carentes en absoluto de voluntadSon los realizados por sujetos carentes de discernimiento, o sin la aptitud intelectiva de exteriorizar adecuadamente, como exige la ley, su voluntad, y también aquellos en los cuales el sujeto aparece como autor del hecho, tuvo solamente la función pasiva de instrumento, bajo la presión de una fuerza física irresistible (vis absoluta).La ausencia del discernimiento que se puede precisar en nuestro ordenamiento jurídico a la luz de las reglas del art. 921, del Código Civil o la falta de aptitud intelectiva para exteriorizar la voluntad que se advierte en los sordomudos que no saben darse a entender por escrito, son causales de incapacidad negocial absoluta, y determinará que los hechos ellos cumplidos se conceptúen jurídicamente inexistente como actos voluntarios, aunque la ley los declare nulo en el art. 1041 del C.C.. Lo mismo ocurre con el supuesto de sólo una aparente declaración de voluntad de un sujeto que actúa como simple instrumento bajo la acción de una fuerza física irresistible, en cuyo caso estaríamos ante un "mero fenómeno aparente que no tiene vinculo de causalidad alguno con la voluntad de aquel que aparece como autor del acto", ante un hecho jurídicamente inexistente como acto voluntario del sujeto que actuó bajo tal presión.

Hechos con voluntad viciada o carentes de voluntad jurídica sana

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Son aquellos actos realizados con discernimiento, pero donde falta o esta afectada la intención o la libertad (que son los otros dos elementos) encontramos la presencia de los vicios siguientes: ignorancia, error, dolo o violencia. Aunque la voluntad esta viciada, existe y por lo tanto son también actos voluntarios y solo podría decirse de ellos que son relativamente involuntario. La distinción, según Abelenda, es importante, pues mientras a los absolutamente involuntarios, se los puede conceptuar jurídicamente inexistentes como actos voluntarios, los realizados con voluntad viciada siguen siendo voluntarios, ya que el vicio no hace desaparecer la voluntad, sino que solo actúa como casual de anulación. Ello significa que los que tengan un contenido de voluntad viciada se integran como actos jurídicos si se trata de ellos, y aunque su eficacia sea precaria, expuesta a desaparecer con la sentencia que lo anulase, producen consecuencias o efectos propios de éstos (art. 2498)

Bases de reparación El principio general q rige la materia de los actos involuntarios esta consignado en el art. 900 del CC, según el cual los hechos q fueren ejecutados sin discernimiento, intención y libertad, no producen por si obligación alguna. Lo q significa q el autor de un hecho involuntario carece de responsabilidad, no siendo entonces viable imputarle ninguna de las consecuencias derivadas de su actividad. Es q como recuerda Vélez Sárfield en su nota del art. 900, repitiendo a Maynz, “el elemento fundamental de todo acto, es la voluntad del q lo ejecuta. Es por esto q el hecho de un insensato o una persona q no tiene discernimiento y libertad en sus actos no es considerado en el dcho como un acto, sino como un acontecimiento fortuito”. Lo único q excluye el texto legal es la responsabilidad del agente, es decir, la imputabilidad pasiva de las consecuencias del hecho, pues en tal sentido debe entenderse la frase final del articulo: “no producen por si obligación alguna” a cargo del agente.En cambio lo q no impide el art. Es la imputación activa de consecuencias a favor de dicho agente. En otros términos, si el art. 900 del CC, sobre todo desprendido de su nota q no integra el texto legal, elimina la posibilidad de q se imponga al agente involuntario alguna obligación, no obsta para q se le atribuyan dchos fundados en el mismo acto. Por esto quien obra por error o movido por el dolo ajeno puede aprovechar de los beneficios del acto si decide no impugnarlo, y hasta puede confirmarlo. En igual situación se encuentra el q otorga un acto mediando violencia, y según nuestro punto de vista, corroborado por la jurisprudencia, el insano sea o no interdicto. Adelantada esta opinión corresponde delimitar dos situaciones:

a) la primera supuesta excepción estaría dada por el art. 907, primera parte: “cuando por los hechos involuntarios se causare a otro algún daño en su persona y bienes, solo se responderá con la indemnización correspondiente, si con el daño se enriqueció el autor del hecho, y en tanto y en cuanto se hubiera enriquecido”. Esta hipótesis no prevé relajamiento del principio de irresponsabilidad: se trata de la aplicación de otra fuente obligatoria, el enriquecimiento sin causa,q explica suficientemente la restitución a cargo del agente involuntario, cuya obligación no deriva de una responsabilidad q funcione en ese supuesto.

b) La segunda excepción es la q resulta del art. 908 del CC: “quedan, sin embargo a salvo los dchos de los perjudicados, a la responsabilidad de los q tiene a su cargo personas q obren sin el discernimiento correspondiente”. Todavía es aquí mas claro q no hay excepción alguna a la responsabilidad del agente involuntario, puesto q aun el la situación descripta esa irresponsabilidad subsiste. Lo q ocurre es q como pasa en otros supuestos de responsabilidad indirecta o refleja, el acto de una persona puede comprometer la responsabilidad de otra (caso de los guardadores o curadores). Por tanto , aunq involuntario desde el punto de vista de su autor, el acto muestra la culpa de otra persona, y es en razón de esa culpa q queda establecida la responsabilidad del culpable.

Actos Ilicitos.

Concepto.

Los hechos ilicitos son las acciones u omisiones voluntarias prohibidas por las leyes, que causen daño a terceros, el cual es imputable al autor, en razón de su dolo o culpa.

Elementos.

Los elementos son los siguientes:

1. Voluntariedad.

El hecho ilicito es una especie de hecho voluntario, es decir, debe ser ejecutado con discernimiento, intención o libertad, no hay hecho ilicito si falta alguno de los tres elementos mencionados.

2. Prohibicion De La Ley.

Al respecto, el art. 1066 dispone: “Ningún acto voluntario tendrá el carácter de ilicito si no fuera expresamente prohibido por las leyes ordinarias, municipales o reglamentos de policía, y a

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Derecho Civil 1ninugún acto ilcito se le podrá aplicar pena o sanción en este Código si no hubiere una disposición de la ley que la hubiese impuesto”.

Esta disposición deriva del principio constitucional que establece que nadie puede ser obligado a hacer lo que la ley no manda ni privado de lo que ella no prohibe (art. 19, 2 parte de la C.N.).

3. Existencia De Daño Por Acto Positivo O Negativo.

El hecho violatorio de la ley puede ser postivo o negativo (art. 1073)

Con relación al daño, el art. 1067 dispone: “No habrá acto ilicito punible para los efectos de este Código, si no hubiere daño causado, u otro acto exterior que lo pueda causar, y sin que, a sus agentes se les puede imputar dolo, culpa o negligencia”.

Etimologicamente la palabra daño proviene del latín “dammum”, que significa daño, perjuicio, pérdida, gasto.

El concepto de daño puede ser considerado en sentido amplio o restringido. En el primero se entiende por daño toda lesión o menoscabo causado a una persona en su integridad, en el segundo el desmedro patrimonial que alguien sufre. En la teoría de la responsabilidad civil el daño se lo entiende por la acpeción restringida (art. 1068), excepcionalmente se considera el sentido amplio cuando se contempla la reparación del daño moral (arts. 519 y 522).

El daño tiene dos componentes: a) el perjuicio sufrido (daño emergente), b) la ganancia de la cual fue privado el damnificado por el acto ilicito (lucro cesante). Al respecto el art. 1069 establece. “ El daño comprende no solo el perjuicio efectivamente sufrido, sino tambien la ganancia de que fue privado el damnificado, por el acto ilícito y que en este Código se deigna por las palabras pérdidas e intereses”.

4. Dolo O Culpa Del Autor.

Este elemento consiste en la intención dolosa o culposa del autor del hecho. Esta nota distintiva ha empalecido después de la reforma de 1968, que preve suspuestos en los cuales el sujeto esta obligado a la reparación del daño al margen de su obrar doloso o culposo.

5. Relacion De Causalidad Entre El Hecho Y El Daño.

Es necesario que exista entre el hecho y el daño un vinculo jurídicamente relevante, es decir que el daño debe ser una consecuencia del hecho ilicito, y por lo tanto imputable al agente.

Clasificacion De Los Hechos Ilicitos.

A los hechos ilicitos se los clasifica en delitos y cuasidelitos.

Delitos

Son los hechos ejecutados con intención de causar daño. Según Coutore, es la calificación jurídica de una conducta de acción u omisión ilicitas que, con dolo causa un daño a cuya reparación está obligado”.

El art. 1072 del Código Civil lo define: “El acto ilicito ejecutado a sabiendas y con intención de dañar la persona o los derechos de otros, se llama en este Código delito”. La fuente de este artículo fueron Aubry Rau.

El elemento especifico del delito civil es el dolo delictual o intención maligna del agente, que se integra con la realización del acto a sabiendas (conocimiento y deliberación) y la intención del deber de dañar (propósito malicioso del agente).

El deilito puede consistir en un hecho positivo o negativo.

Cuasidelitos.

Son los hechos ilicitos realizados con culpa, que según Couture “Es la acción u omisión ilicita, que sin dolo causan un daño a cuya reparación se esta obligado”.

En los cuasidelitos el elemento específico es la culpa, es decir la conducta incorrecta, descuidada, el autor del hecho que ocasiona un daño a otro

Imputacion Normativa De Los Hechos Y Sus ConsecuenciasConsideraciones Generales.En el proceso de técnica jurídica de aplicación de la ley a los casos concretos se advierten tres momentos o aspectos:(1) La comprobación de que el hecho coincide con el supuesto o hipótesis normativa y lo realiza.

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(2) La imputación del hecho humano y la determinación e imputación de sus consecuencias posibles (inmediatas, mediatas o causales) al sujeto que lo ejecutó, como la causa física o psíquica.(3) La imputación a determinadas personas de las consecuencias jurídicas, derechos y deberes normativamente ligados al hecho humano.En nuestro ordenamiento jurídico civil hay que distinguir los hechos jurídicos voluntarios y los hechos jurídicos involuntarios, pues la regla de imputabilidad de las consecuencias normativas (deberes y correlativos derechos) son distintos para unos y para otros.

Imputacion De Los Hechos Voluntarios Y Sus Consecuencias.Respecto a los voluntarios, el Código Civil da las bases para considerarlos tales y atribuirles física y moralmente al sujeto que los ejecutó; y para la imputación de sus consecuencias posibles, aparecen como hechos-consecuencias generadores por el hecho voluntario, que viene a ser el hecho generador, o hecho-causa, de acuerdo con la ley de causalidad que rige a todos los sucesos tanto del mundo físico como del mundo jurídico; y establece también en normas genéricas y en normas especiales cuáles son las consecuencias normativas o jurídicas (derechos y deberes) a qué personas se los debe atribuir.a) Regla legal para considerar voluntario a un hecho humano:El art 897 del Código Civil establece que: "Los hechos se juzgan voluntarios, si son ejecutados con discernimiento, intención y libertad". En consecuencia, toda vez que se este en presencia de un acontecimiento o fenómeno perceptible que responda a la actividad del hombre que obró con discernimiento, intención y libertad, y no haya vicios de ignorancia, error, dolo o violencia, habremos de considerarlo voluntario, realizado con una voluntad sanamente manifestada.Ahora bien, para reputarlo realizado con discernimiento, habrá que acudir al precepto del art. 921 del mismo Cód. Civil, que respecto a las situaciones en que él falta establece presunciones iuris et de iure, y para determinar la presencia de los otros dos elementos anímicos internos basta en principio la presencia del discernimiento, pues la intención y libertad se presumen, iuris tantum, esto es, mientras no se pruebe la presencia de vicios.b) Base legal para la imputación de los hechos voluntarios:De acuerdo con la ley civil argentina, basta para imputar un hecho a su ejecutor, que sea fruto de su voluntad sanamente manifestada (arts. 987 y 900). Tan pronto que el acto sea efecto directo e inmediato de la volición del agente, el derecho se le atribuye como a su causa productora, y lo hace a los fines de su posterior imputación de las consecuencias jurídicas (derechos o deberes).c) Bases para la imputación de las consecuencias posibles de los hechos voluntarios:El Código Civil argentino, después de clasificar las consecuencias de los hechos jurídicos humanos voluntarios, en inmediatas, mediatas, causales la ley 17.711 incluyó las consecuencias remotas que no habían sido previstas por el codificador en el art. 906.(1) Consecuencias inmediatas: Son las que derivan del hecho siguiendo el curso natural y ordinario de las cosas. Ello no significa que necesariamente deban ocurrir, ya que puede producirse un hecho extraño que las impida. Por ejemplo: si disparo un arma de fuego sobre el cuerpo de una persona, la consecuencia inmediata es la producción de una herida; sin embargo puede ocurrir que el proyectil se detuviera al rozar con un cuerpo extraño.El agente responde en todos los casos por las consecuencias inmediatas conformes al art. 903, que establece: "Las consecuencias inmediatas de los hechos libres son imputables al autor de ellos."Llambías considera que la expresión "hechos libres" se refiere a hechos voluntarios, es decir, ejecutados con discernimiento, intención, libertad. Podría darse el supuesto de que las consecuencias inmediatas de un hecho no fueran imputables al autor de este por haber faltado uno de los elementos internos de la voluntad.(2) Consecuencias mediatas: Son aquellas que se producen a causa de la conexion de un hecho originario con otro acontecimiento distinto que no esta asociado al primero, y que puede ser previstas por el sujeto, por ejemplo, si un vehículo embiste a otro en su parte trasera y este como consecuencia del impacto choca con otro y le produce deterioros. Las consecuencias mediatas son los deterioros producidos en el segundo vehículo.Conforme al art. 904, "las consecuencias mediatas son también imputables al autor del hecho cuando las hubiere previsto, y cuando empleando la debida atención y conocimiento de la cosa, haya podido preverlas". En este artículo se adopta el criterio de la previsibilidad, y cabe distinguir tres situaciones(a) Cuando el agente previó las consecuencias dañosas (dolo), y no obstante realizó el hecho, por ejemplo, si administra a un niño una medicación no recetada y en cuyo envase se advierte la prohibición de no hacerlo; en este supuesto existe responsabilidad del sujeto y se le imputan las consecuencias mediatas del hecho.(b) Cuando el agente no previo las consecuencias pero pudo preverlas. Por ejemplo: si vendo mercaderías alimenticias con fecha vencida sin prever que al ingerirlas pudiera enfermarse una persona. Quien las adquiere sufre una intoxicación y muere. En este caso se le imputan las consecuencias mediatas y el autor tiene la responsabilidad por el hecho.(c) El agente no previo las consecuencias ni pudo preverla (caso fortuito). No hay responsabilidad ni imputación de las consecuencias mediatas. Por ejemplo: si se suministra a un niño un medicamento recetado,

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ignorando que es alérgico, y el menor sufre un espasmo de glotis y muere como consecuencia de él.(3) Consecuencias casuales: Son tambien resultantes de la conexion del hecho originario con otro distinto, pero que son imprevisibles para el sujeto. No derivan de la falta de previsión del agente, sino de su imprevisibilidad, es decir de imposibilidad de preverlas; por ejemplo: si una persona arrolla a otra con un vehículo, la lleva a una clínica en la cual es internada y contrae una infección hospitalaria: esta ultima consecuencia es totalmente ajena de las lesiones que le produjo el impacto, y no pudo ser prevista por el autor del hecho.El art. 905 establece: "Las consecuencias puramente casuales no son imputables al autor del hecho, sino cuando debieron resultar, según las miras que tuvo al ejecutar el hecho".El principio general contenido en el artículo es que las consecuencias casuales no son imputables al agente. Sin embargo, en forma excepcional se imputan cuando, el autor del hecho las tuvo en mira al realizarlo; por ejemplo, si amenazas con un arma de fuego descargada a una persona cardíaca, sabiendo que lo es y ella muere de un infarto.(4) Consecuencias remotas: Son aquellas que no tienen ninguna relación de causalidad con el hecho originario, por ejemplo: si dejo un perro en el balcón, el animal se arroja y al caer produce la muerte de un traseunte, y otro que presencia el hecho, que es cardíaco, muere de un infarto; esta muerte es una consecuencia remota del hecho originario de la caída del animal.La redacción originaria del art. 906 disponía: "Son imputables las consecuencias casuales de los hechos reprobados por las leyes, cuando la casualidad de ellas ha sido perjudicial por causa del hecho."La ley 17711 sustituyo el artículo y creó una cuarta categoría de consecuencias al disponer: "En ningún caso son imputables las consecuencias remotas, que no tienen con el hecho ilícito nexo adecuado de causalidad".

Imputabilidad d los actos voluntariosEn nuestro Código, la responsabilidad civil x los hechos voluntarios está basada en la idea d culpa. Este sistema tiene su fundamento en el orden moral, pues hace parecer q solamente aquellos daños provocados intencionalmente o por negligencia del autor deben ser indemnizados x el. Pero en el derecho moderno, el fundamento del resarcimiento no puede ser exclusivamente la culpa, si bien nunca se prescindirá d ella. El riesgo creado son una actividad o los elementos utilizados en ella, los beneficios q tales actividades o medios d trabajo significan para quien los explota, hacen también justo q se repare a quien ha sufrido un daño x aquel riesgo creado x el beneficiario.El artículo 900 del CC establece q los hechos q fueren ejecutados sin discernimiento, intención y libertad, no producen x si obligación alguna. En otras palabras, únicamente los actos voluntarios pueden dar origen a esa responsabilidad. No obstante, no se requiere la intención d hacer un daño; la responsabilidad puede tener origen en el dolo o la culpa, pero el acto doloso o culposo debe ser siempre voluntario.En nuestro CC, el tema d la responsabilidad ha sido enfocado desde el punto d vista del autor del hecho; pero la tendencia del derecho moderno es considerar el problema desde el punto d vista del damnificado, pues lo justo parece ser q quien ha sufrido un daño imputable a otra persona debe ser reparado x ella. Esta tendencia ha sido acogida x la ley 17.711, al reformar el artículo 1113, admitiendo la teoría del riesgo creado; quien con sus actividades, aunq sean lícitas e incluso benéficas para la sociedad, crea un riesgo, debe indemnizar sus consecuencias con entera independencia d q haya o no culpa.

Clasificación d las ConsecuenciasPara establecer al responsable, nuestra ley distingue entre:

a) consecuencias inmediatas, aquellas q ocurren según el curso ordinario y normal d las cosas (art 901 CC); el autor deshecho es el responsable x estas consecuencias (art 903 CC) [ej, un hombre dispara un arma contra otra persona, la consecuencia inmediata será la herida o muerte].

b) Consecuencias mediatas, aquellas en las q la relación d causalidad es más remota y q no surgen necesariamente del hecho q les dio origen. D estas consecuencias se responde solamente cuando el autor del hecho las hubiera previsto o cuando, empleando la debida atención y conocimiento d las cosas, haya debido preverlas (art 904 CC) [ej si un hombe vende un lote d vacas con aftosa, será responsable d los daños derivados tanto d la muerte d los animales vendidos –consecuencias inmediatas- como d la propagación d la enfermedad al resto d la hacienda –consecuencias mediatas]

c) Consecuencias casuales, aquellas en las q la relación d causalidad es tan remota q en verdad no podían ser previstas ni aún usando toda la diligencia q el caso requería. Estas no son imputables al autor del hecho sino cuando fueron tenidas en mira al ejecutarlo (art 905 CC)

Complementa este sistema una regla contenida en el art 902 del CC, q dice “Cuanto mayor sea el deber de obrar con prudencia y pleno conocimiento de las cosas, mayor será la obligación que resulte de las consecuencias posibles de los hechos”. En la práctica, nuestra jurisprudencia está prescindiendo cada vez más d esta norma. Establecida la responsabilidad legal d una persona, ella debe responder íntegramente x el daño causado, así sea su culpa grave o leve. En otras palabras, no es la gravedad d la culpa la q determina el monto d la indemnización, sino

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el perjuicio real sufrido x la víctima. Se acentúa la tendencia a examinar el problema de la reparación d daños desde el punto d vista del damnificado.

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BOLILLA XV

Actos jurídicosConceptoLos actos jurídicos son los actos lícitos realizados con el fin inmediato de producir alguna adquisición, modificación, transferencia o extinción de dcho.

la teoría del acto jurídico reviste en el dcho la mayor importancia, por cuanto dicho acto es el medio por el cual el hombre impone un orden de relaciones jurídicas adecuado a las diversas finalidades q se propone alcanzar.Las relaciones jurídicas d índole patrimonial quedan sometidas en su regulación al principio de autonomía de la voluntad. En la parte restante del dcho privado, lo q podría llamarse sector autoritario, el régimen proviene exclusivamente de la autoridad publica q lo determina (dcho de familia, dcho hereditario, etc)Se advierte la importancia de la voluntad del sujeto q puede decidir sobre la aplicabilidad concreta de tal o cual estatuto en lo q a el respecta., aun en un plano subordinado a la ley la voluntad humana individual constituye un medio de expresión del dcho, siendo el acto jurídico el conducto por el q esa voluntad se exterioriza e impone.

Definición legal de acto jurídicoEl art. 944 del CC dice: “son actos jurídicos los actos voluntario lícitos q tengan por fin inmediato establecer entre las personas relaciones jurídicas, crear , modificar, transferir, conservar o aniquilar dchos”.

Distinción Entre Hecho Simple, Jurídico Y Actos JurídicosLa noción d acto voluntario es tratada x el art 899 del CC, q dispone: “Cuando los actos lícitos no tuvieren por fin inmediato alguna adquisición, modificación o extinción de derechos sólo producirán este efecto, en los casos en que fueren expresamente declarados”.La finalidad con criterio distintivo: la diferencia entre el simple acto voluntario y el acto jurídico radica en la finalidad del agente y su incidencia sobre el efecto jurídico.En el simple acto lícito, la producción del efecto jurídico nace d la ley con total prescindencia d la voluntad d quien actúa [ej.: quien caza o pesca puede hacerlo x mero placer, pero la ley le atribuye el dominio si el sujeto conserva el pez o la presa].En cambio, en el negocio jurídico, el efecto jurídico se produce porq el sujeto lo quiere.Los actos semejantes a negocios jurídicos: algunos autores distinguen entre los simples actos materiales, d los actos semejantes a negocios jurídicos. Esta clasificación no ha tenido fortuna en nuestra doctrina, la q en gral considera q los actos semejantes a negocios jurídicos son en realidad verdaderos negocios jurídicos (Cifuentes).Importancia d la distinción: la trascendencia d la cuestión radica en q ciertas disposiciones legales han sido pensadas exclusivamente para posnegocios jurídicos, y x ello no resultan aplicables a los actos lícitos.

ClasificaciónSon tres las clasificaciones de los actos indicadas por el codificador:

Actos positivos o negativos: para el art. 945, “ los actos jurídicos son positivos o negativos según q sea necesaria la realización u omisión un acto, para q un dcho comience o acabe”.

Un contrato de compraventa es un acto positivo porq requiere la entrega de la cosa para q comience el dominio sobre ella, a favor del comprador. En cambio, el pacto celebrado para q no se eleve una pared a mas de cierta altura (servidumbre) es desde este punto de vista un acto jurídico negativo, porq el dcho del beneficiario requiere para su existencia la subsistencia de la continua abstención del obligado. Actos unilaterales o bilaterales: dice el art. 496 del CC:””. Esta clasificación no debe confundirse con la similar de los contratos q aun cunado utiliza la misma nomenclatura tiene un fundamento enteramente diferente. La clasificación de los actos jurídicos se basa en el numero de voluntades q entran en la formación del acto; en cambio la fijación de los contratos toma en cuanta el numero de partes obligadas. El contrato unilateral obliga a solo una de las partes intervinientes (donación, comodato, deposito); en cambio el contrato bilateral crea obligaciones para ambas partes (compraventa, locación, sociedad). Actos entre vivos o de ultima voluntad: dice el art. 947: “”. La diferencia entre unos y otros radica en el comienzo de su existencia. Los actos entre vivos comienzan a existir desde su celebración desde su celebración, aun de las obligaciones q de ellos derivan pueden exigirse ulteriormente; por ej. El seguro de vida. En cambio las disposiciones de última voluntad no existen sino a partir de la muerte del disponente. Durante el intervalo, llevan una vida solo potencial: no son, pero pueden llegar a ser por esto dice el art. 952

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Otras clasificacionesSon las no enunciadas por el codificador

Actos onerosos y gratuitos: onerosos son aquellos q otorgan alguna ventaja a alguna de las partes q su vez queda obligada a satisfacer determinada contraprestación; por ej. La compraventa, locución, préstamo oneroso, etc. actos gratuitos son los q benefician exclusivamente a una sola de las partes intervinientes, sin q ella quede obligada a contraprestación alguna; ejemplo: donación, legado, institución de heredero. esta clasificación, a decir de Segovia, es importante porq según q sea de índole onerosa o gratuita el acto, difiere la capacidad de las partes para otorgarlo, ella es mas restringida para realizar actos gratuitos q para celebrar actos onerosos (menor emancipado no puede efectuar actos gratuitos entre vivos referentes a bienes obtenidos a titulo gratuito); la posición de los acreedores frente a los actos de enajenación del deudor insolvente, esta es mas cómoda si la índole de tales actos es gratuita, pues entonces no necesitan acreditar la mala fe del donatario de los bienes, extremo q si es indispensable establecer con respecto a terceros adquirientes a titulo oneroso; y finalmente el funcionamiento de la garantía de evicción, en los actos onerosos concurre este supuesto, q no es posible en los actos gratuitos salvo consentimiento expreso. Esta ultima garantía implica la seguridad de q el dcho q se transmite es legitimo, y obliga al transmitente a indemnizar al adquiriente en caso de perdida del dcho.

Actos formales y no formales: actos formales son aquellos cuya validez depende de la celebración bajo la forma exclusivamente especificada por la ley. Actos no formales son aquellos cuya validez es independiente de la forma de celebración.

Actos principales y accesorios: actos principales son aquellos cuya existencia no depende de otro acto (matrimonio, contrato de compra venta); accesorios son aquellos cuya existencia depende de la existencia de otros a los cuales acceden. Esta clasificación tiene interés por cuanto los actos comprendidos en ella se rigen porq lo accesorio sigue la suerte de lo principal.

Actos puros y simples, y modales: actos puros y simples son los q presentan solo los elementos esenciales del acto, (sujeto, objeto y forma). Actos modales son los q presentan además ciertos accidentes q postergan la ejecución del acto (plazo), o inciden en la existencia de los dchos a los q el se refiere (condición), o imponen obligaciones anexas a la adquisición d algún dcho (cargo).

Actos patrimoniales y extra patrimoniales: actos aptroimoniales son aquellos q tienen un contenido económico (el contrato de edición, sociedad, etc.). actos extramatrimoniales son lso q se refieren a dchos y obligacioanes y susceptibles de aprecfiación pecuniaria (filiación, adopción, matrimonio, etc).

Actos de administración y disposición: a su vez los actos d contenido patrimonial se distinguen en catos de administración y disposición. Actos d adm. es el q tiende por procedimientos normales a la conservación y explotación dl patrimonio, así como el empleo d las rentas (explotación d un establecimiento legal, reparación d un edificio para mantenerlo en buen estado, recepción d alquileres, etc.). acto de disposición es el q introduce una modificación substancial en el patrimonio, ya xq causa el desplazamiento d un valor integrante d la masa (venta d un establecimiento rural), ya xq realiza la gestión patrimonial x procedimientos anormales, q reportan algún riesgo para el mantenimiento del capital (arrendamiento x un lapsus prolongado q puede redundar en desvalorización d la cosa. Excepcionalmente no se considera cato d disposición, pese a importar un desplazamiento d bienes, la enajenación d frutos

ElementosConcepto Y Consideraciones Generales Sobre Los Elementos De Los Actos Juridicos.Se utiliza la expresión "elementos de los actos jurídicos" para designar todos los factores que contribuyen a la existencia, eficacia o validez de ellos, o determinan una modificación de los efectos propios del tipo legal general y abstracto. El análisis de la estructura de los actos o negocios jurídicos, así también de los factores que concurren o pueden concurrir a su formación y las circunstancias que los rodean, mereció siempre la mejor atención de los juristas. Ya los jurisconsultos romanos, al analizar los diferentes negocios previstos y regulados en la legislación de Roma, señalaron en cada caso los factores o requisitos de ellos, pero no tuvieron una visión unitaria y general de la institución que aún estaba en la categoría de tipos legales aislados. De ahí que no encontremos en sus obras referencias a los elementos de los actos jurídicos como figura genérica, es decir de los factores o requisitos comunes a todos ellos, que luego aparece en el pensamiento jurídico con los glosadores pero solamente con relación a los actos jurídicos contractuales, esto es a los contratos.

Clasificaciones De Los Elementos De Los Actos Juridicos En El Derecho Doctrinal.La clasificación de los elementos de los actos o negocios jurídicos aprehendidos como figuras genéricas, es de factura reciente, aunque cabe destacar que ya desde la glosa se clasificaron los correspondientes a los negocios de índole contractual, distinguiéndose los esenciales de los naturales y de los accidentales,

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distinción esta que, siempre con relación a los elementos de los contratos, se mantiene en el derecho doctrinal hasta nuestros días con pequeñas diferencias de detalle.

A) Elementos Esenciales:Son aquellos factores de cuya concurrencia resulta la misma existencia del acto. Dichos elementos son: SUJETO, OBJETO, CAUSA, FORMA. La ausencia de cualquiera de estos elementos esenciales importa la desintegración de la misma noción de acto jurídico. Por tanto si ocurre en la realidad algún hecho que aparentemente sea un acto jurídico careciendo de sujeto o de objeto o de forma no será acto jurídico.

B) Elementos Naturales: Son aquellos que siempre acompañaban al acto, que estaban incito en el acto, aunque las partes no los mencionaran.

C) Elementos Accidentales: Son aquellos que son introducidos expresamente, y que solo producían efecto en medida que las partes los hubieran estipulado, tales eran: la condición, plazo y el cargo.

Elementos Esenciales O Presupuestos. Analisis De Los Mismos.I) Sujeto.

Acerca del sujeto debemos decir en primer lugar que tanto pueden ser persona físicas como jurídicas, y en segundo lugar que el sujeto puede ser unipersonal o plurimo, o sea estar constituido por una sola persona como por dos o más.

En cuanto a la posición que ocupan en el acto jurídico, lo son el carácter de partes o sea otorgantes del acto jurídico.

La situación de las partes de los sujetos debe quedar bien clarificada porque aquellos que no son otorgantes del acto, pero que de alguna manera se encuentran relacionados con el acto no son tales, sino terceros. Aún aquellos que reciban beneficios directos mantienen el carácter de terceros porque no tienen la cualidad de intervenir como productores o creadores del acto. En ese sentido también los acreedores de las partes son terceros. Aquellos son terceros beneficiarios y estos terceros interesados. Los sucesores universales de las partes (aquellos herederos que tiene vocación al todo de la sucesión por causa de muerte) son considerados también partes y ocupan el lugar de aquellos, cuando se produce el deceso. Los sucesores particulares asumen distinto carácter según el bien o cuota que reciban o no de la masa hereditaria. Son partes cuando reciben, por fallecimiento de los otorgantes del acto el bien o bienes objeto del acto jurídico, y son terceros, cuando su cuota parte o bien no pertenece al aludido objeto.

Capacidad.La capacidad es un atributo de la persona por lo que ésta debe acompañar al sujeto del acto. Sin

embargo, circunscribiendonos al acto jurídico, la exigencia acorde con la naturaleza del acto es que debe poseer capacidad de derecho, o sea titular de los derechos que van a ser objeto del negocio, ya sea en su faz creativa, transformadora o extintiva. En tal sentido no debe pesar sobre la persona ninguna incapacidad de derecho, ya sea con respecto a los bienes, o a las personas con quienes intervengan o respecto al acto que va realizar.

En cuanto a la capacidad de hecho no es indispensable que la posea, por cuanto siendo incapaz de hecho, puede igualmente ejercitar su derecho por medio de otras personas, que los harán por su cuenta y a su nombre, por medio de la representación necesaria o representación legal.

Objeto.El objeto, aprehendido como el contenido concreto e integral del acto jurídico, es un elemento estructural o de existencia del mismo. La expresión objeto tiene según el diccionario de la lengua castellana varias acepciones. Abelenda la toma en el sentido de materia, o de "asunto" que en el acto jurídico esta representada por la voluntad o voluntades referidas a una operación jurídica determinada por la cual se crean, modifican, conservan o extinguen derechos o deberes.Todo acto o negocio jurídico tiene un contenido inmaterial constituido por la voluntad o las voluntades de sus celebrantes referidas a una operación jurídica determinada, que se materializa o se hace sensible mediante la forma, que es su continente y las hace perceptible, y siendo así, el objeto o contenido del acto debe calificarse de jurídico.Se incurre en un error cuando se afirma que el objeto del acto jurídico esta representado por los derechos y deberes que de el emanan, porque ello significa confundirlos con los efectos. De igual modo, sostiene Abelenda, también hay equívocos al sostener que el objeto del acto jurídico esta constituido por la cosa o por el hecho contemplado en el acto, porque siendo el instituto examinado "una manifestación de voluntad jurígena", según resulta del art. 944, no puede tener un contenido o sustancia material.

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La cosa o el hecho solo son referencias o punto de proyección que dan sentido a una prerrogativa en que se traduce un derecho subjetivo que no es el contenido u objeto del mismo, ni puede confundirse, aun menos con el contenido del acto que esta constituido por las voluntades, aunque ella se refieran a una operación jurídica que se traduzca en derechos y deberes que tengan como referencia o punto de apoyo, cosas o hechos.Ahora bien, nuestro Código Civil en el art. 953, con relación al objeto de los actos jurídicos, establece: "El objeto de los actos jurídicos deben ser cosas que estén en el comercio, o que por un motivo especial no se hubiese prohibido que sean objeto de algún acto jurídico, o hechos que no sean imposibles, ilícitos, contrarios a las buenas costumbres o prohibidos por las leyes o que se opongan a la libertad de las acciones o de la conciencia, o que perjudiquen los derechos de un tercero. Los actos jurídicos que no sean conformes a esta disposición, son nulos, como si no tuvieran objeto".Este precepto incurre en la impropiedad de denominar objeto del acto jurídico a "las cosas" y a los "hechos", pero entendemos, sostiene Abelenda, “que nuestro codificador solo usó un lenguaje elíptico, ya que lo que constituye el objeto inmediato, esto es, el contenido del acto, es la voluntad o voluntades jurígenas del celebrante o de los celebrantes referidas a una relación jurídica en la que la cosa o los hechos solo constituyen los puntos de proyección de las prerrogativas de las titulares de los derechos subjetivos que derivan de las mismas”. Ahora bien el precepto del art. 953, constituye una norma que permite determinar cuáles son las condiciones que deben reunir las cosas y los hechos relacionadas con la operación jurídica sobre la cual versa la voluntad o voluntades de los celebrantes que constituyen el contenido del acto, y además señala la necesidad de que en la celebración del acto, los particulares respeten los principios de moral que enuncia y que constituyen los pilares en que se asiente nuestro orden jurídico.Las condiciones del objeto son las siguientes:(1) Posibilidad: Esta condición se da en el objeto cuando la relación jurídica se refiere a cosas o hechos que sean natural y jurídicamente posibles. Así serán naturalmente posibles las cosas que existen o pueden existir, los hechos que pueden realizarse, física o jurídicamente posibles, cuando no existe una prohibición legal de que el hecho o la cosa físicamente posible sea materia de negociación.(2) Determinacion: Aunque el precepto del art. 953 no señala expresamente, Abelenda sostiene que el objeto del acto jurídico tiene que ser determinado, basandose para ello, que ésta es una condición que expresamente establece el Código para el objeto de los contratos en general, arts. 1170 y 1171, y del legado, art. 3756.(3) Idoneidad: Ello en cuanto a propiedad, litigio, libertad en los actos jurídicos que versen sobre relaciones jurídicas relacionadas con cosas. Estas condiciones establece el Código con relación al objeto de los contratos.(4) Licitos: Que sea congruentes con el ordenamiento jurídico, es decir, que no este prohibido por el ordenamiento jurídico.(5) Que No Sea Contrario A La Moral Y A Las Buenas Costumbres: Con respecto a la mención del art. 953 referente a las buenas costumbres que se considera por la doctrina jurídica argentina como una de las más importantes del precepto, que "representa el instrumento normativo que permite la penetración directa de la moral en el derecho por vía de sentencia", ha dado lugar a distintas opiniones sobre su significado y verdadero alcance. Así, una gran parte de los tratadistas identifican las buenas costumbres con la "moral media de un pueblo en un momento dado", o como dice Salvat, que "con todo aquello que está de acuerdo con las ideas morales predominantes en la conciencia social".Este criterio sociológico fue objeto de agudas críticas. Así la moral, dice Borda, no es una cuestión que pueda resolverse "por criterios mayoritarios o de masa", y Esmein, en el mismo sentido señala que aceptar el criterio sociológico "sería la consagración de practicas inmorales toleradas e inclusive favorecidas por la mayoría", por lo cual el juez, añade, no debe seguir a la masa cuando ella se extravía, sino, por el contrario, dirigirla, no haciendo prevalecer concepciones personales aisladas, sino apoyándose en los elementos sanos de la población, guardianes en una tradición ya probada.Entre nosotros LLambías sostiene un criterio semejante al de Eismein.Ripert señala que "el criterio sociológico es impreciso y no conduce a ningún resultado positivo". Para el, la medida de la moralidad de un acto esta dada por la moral cristiana, criterio este que creemos, afirma Abelenda, es el más acertado.

Iii) La Causa.La palabra causa ha sido utilizada en el derecho en tres distintos sentidos:- Causa Fuente: Es la causa antecedente, el origen, la geratríz de la obligación. Es la causa eficiente de Aristóteles. En éste sentido las causas fuentes de las obligaciones son los contratos, los actos ilícitos, la ley etc. este sentido, se dice, es el que alberga el art. 499 del Código Civil.- Causa Fin: Aquí la palabra causa está tomada en una aceptación teolológica. Significa la finalidad inmediata, el objetivo próximo perseguido por las partes al contratar. La palabra fin en esta acepción no significa todos los objetivos que las partes han tenido en mira, al celebrar el negocio jurídico, sino los mas inmediatos, los que se refieren al momento de concluir el acuerdo, los que forman parte de la estructura del mismo y son por lo tanto conocidos de antemano por los contrayentes. En una compra-venta por ejemplo, la

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causa fin será lo que mas inmediatamente persiguen las partes al consentir obligarse; el comprador, que el vendedor se comprometa a entregarle la cosa vendida; y el vendedor que el comprador se obligue a pagarle el precio. La causa así concebida, está intimamente ligada a la estructura de cada contrato, es siempre la misma para cada tipo de ellos y no varía aunque cambien las personas que intervengan en el acto. Es, por tanto objetiva, abstracta, intrínseca, impersonal e inmutable- Causa Motivo: Llamadas también ocacional o impulsiva. En este sentido se va mucho mas lejos en cuanto a los propósitos perseguidos por las partes al consentir obligarse. El significado de la causa motivo no se detiene en el momento de la contratación, ni se limita a la estructura del contrato, sino que avanza mucho mas allá y comprende todo lo que los que las partes han tenido en miras al realizar el negocio jurídico, o sea a sus fines mediatos. Por ejemplo: Hemos comprado una casa para instalar en ella un hotel o un depósito de mercaderías o un local para juegos prohibidos. La causa así entendida, ya no está ligada a la estructura del contrato, sino que es externa al mismo no es un concepto abstracto, sino que es algo concreto y personal, no es objetiva sino subjetiva, no es inmutable para cada clase de contrato sino que cambia según las personas de los contratantes.

Para que se comprenda mejor estos tres significados, Cazeux-Trigo Represas, lo ilustra con un ejemplo: Cayo ha vendido cien toneladas de trigo a Ticio, en cien mil pesos, para ser revendidas en Oriente. La causa fuente es el contrato de compraventa, la causa fin, consiste, en la obligación del comprador de pagar el precio y para el comprador, en la obligación del vendedor de entregarle el trigo vendido; la causa motivo es la circunstancia de estar el trigo destinado a ser vendido en Oriente.La Causa En Nuestro Codigo.Si bien existen buen número de tratadista que se oponen al concepto de causa como finalidad, algunos entienden que se encuentra integrando el objeto; otros comenzando por Lafaille, distinguen el objeto de la causa, atribuyendo a esta última el proposito que se tuvo en mira para realizar el acto.Entre nosotros Busso, López Olacieregui, Borda, Videla Escalada, Muñoz y Fontanarrosa, entre otros, se orientan en la afirmación de la causa como fin o finalidad del negocio jurídico, siempre dentro de la orientación neocausalisPor último el análisis de la noción de causa y la afirmación de la tendencia causalista de nuestro Código, por los propugnadores de tal criterio surge de los arts. 500 a 502 del Cód. Civ.

Presunción de la existencia de causa: Entendida la causa como el motivo determinante no puede concebirse un contrato que carezca de ella, aun el celebrado por un demente responde a una finalidad. Sin embargo, puede ocurrir que la causa no esté mencionada en el contrato, no obstante se presume su existencia, así como su licitud mientras no se pruebe lo contrario (art. 500 del Código Civil).

Falsa Causa: La cuestión que plantea una causa verdadera que resulta de otra existente real y lícita se vincula con el tema de la simulación. En la simulación relativa se oculta el acto verdadero, trascendiendo unicamente el acto simulado o aparente. Por tal razón está es la causa real, y será la que definitiva subsista, dejandose sin efecto el acto aparente (art. 501 del Código Civil).

Causa Ilícita: Este aspecto de la causa permite en el negocio jurídico una penetración de la investigación de la moralidad del acto; de tal forma, que aún cuando el objeto lícito; puede obedecer el acto a una motivación o propósito inmoral o contrario a las buenas costumbres.

Entonces habrá que verificar los motivos del acto y si estos resultan ilícitos, se podrá anular el mismo. Es decir la finalidad del acto, se desprende la mayor utilidad de la existencia de la causa, porque ello permite, por sobre la materialidad del mismo, alcanzar sus motivaciones y si no estan conformes a la ley provocara su invalidez (art. 502).

IV) La FormaSegún el art. 913, ningún hecho tendrá el carácter voluntario, sin un hecho exterior por el cual este se manifieste,El medio por el cual la persona manifiesta su voluntad se denomina forma.En determinados actos jurídicos la ley exige una forma especial, en otros, si bien no se exige una forma determinada, la declaración de voluntad se debe manifestar por algún medio, ya que de lo contrario quedaría en el ámbito de la conciencia y no podría ser verificado. La diferencia radica en que en los actos formales rige el principio de libertad de forma.Es el elemento estructural exterior y sensible del acto jurídico que constituye el recipiente del contenido inmaterial, que es la voluntad o voluntades orientadas a producir consecuencia de derecho, y por lo tanto indispensable, ya que sin ella el negocio sería irreconocible. Velez Sarfield con evidente impropiedad, define a la forma en el art. 973 del Código Civil, diciendo: "La forma es el conjunto de las prescripciones de la ley, respecto de las solemnidades que deben observarse al tiempo de formación del acto jurídico; tales son: la escritura del acto, la presencia de testigos, que el acto sea hecho por escribano público, o por un oficial público o con el concurso del juez del lugar".

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No tomó, la expresión en el sentido que corresponde de exteriorización de la voluntad o voluntades que constituyen el contenido del acto, sino más bien de prescripciones o exigencias legales sobre ciertos requisitos que a manera de solemnidades deben observarse al constituirse el acto jurídico. Llambías siguiendo a De Gásperi señala que el precepto del art. 973 confunde el concepto de forma con los eventuales requisitos de solemnidades que la ley exige para ciertos actos. Pero si esto es así, es también evidente que el codificador argentino exige la forma entendida como exteriorización de la voluntad, para reputar voluntario un hecho, como debe ser el acto jurídico, al preceptuar en el art. 913 del Código: "Ningún hecho tendrá el carácter de voluntario, sin un hecho exterior por lo cual la voluntad se manifieste".Abelenda define a la forma, teniendo en cuenta lo dicho y los preceptos de los artículos 913, 951, 974, 1186 y concordantes “como la expresión de la voluntad o voluntades que constituyen el contenido del acto por el modo que prescribe la ley que eligen o imponen las partes”. Es necesario aclarar que cuando se trata de actos jurídicos bilaterales como los contratos por ejemplo, la forma no debe confundirse con la manifestación de la voluntad negocial de cada una de las partes, sino de las voluntades orientadas a producir efectos jurídicos se manifiesten, no se configurará un hecho voluntario como debe ser el acto o negocio jurídico, según la definición legal.Tal criterio resulta del cotejo de la definición del acto jurídico contenida en el art. 944 con el precepto del art. 913 ya citado, y de la relación del artículo 951 (que subordina la existencia de los actos entre vivos cuya validez depende de la forma instrumental u otra exclusivamente decretada, al día de la fecha de los respectivos instrumentos), con otros referidos a los contratos, como por ejemplo el art. 1145, que exige una exteriorización adecuada del cumplimiento contractual de acuerdo a cualquiera de las circunstancia que enumera, para reputarlo perfeccionada.

Elementos Accidentales Del Acto Juridico.Concepto. Modalidades.Los elementos accidentales del acto jurídico son las determinaciones accesorias de los celebrantes consistentes en introducir al acto jurídico ciertas modalidades que modifican los efectos normales del tipo legal, ya sea subordinando a un acontecimiento futuro, la adquisición, la exigibilidad o la perdida de un derecho o deber, o imponiéndose un deber excepcional y accesorio, a una de las partes adquirente de un derecho. Ellos son: la condición, el plazo y el cargo o modo.

I) La condición.

La palabra "condición" tiene distintas acepciones: designa la cláusulas que forman el contenido del acto (así, por ejemplo, se habla de las condiciones de venta de un inmueble); señala los requisitos legales de un determinado acto jurídico (así, por ejemplo, se dice que el precio es condición esencial del contrato de compraventa), se la utiliza para referirse a la situación jurídica de una persona. En sentido técnico-jurídico, la condición es la cláusula por el cual se subordina la adquisición o extinción de un derecho a la realización de un hecho futuro e incierto.El art. 528 del C.C. dispone: "La obligación es condicional cuando en ella se subordinare a un acontecimiento incierto y futuro que puede o no llegar, la adquisición de un derecho, o la resolución de un derecho ya adquirido”.Los caracteres de la condición son:(1) Hecho incierto: Debe tratarse de un hecho que pueda ocurrir o no, es decir, que sea contingente. Esta característica distingue la condición del plazo, ya que este es un acontecimiento futuro pero cierto. Al respecto dispone el art. 529: "La condición que se refiere a un acontecimiento que sucederá ciertamente, no importa una verdadera condición, ni suspende la obligación, y solo difiere la exigibilidad de ella." (2) Hecho futuro: Solamente los hechos futuros pueden constituir una condición. El codificador, en la nota del art. 528, transcribiendo a Zacharie, dice: "Un acontecimiento pasado aunque incierto para las partes, o futuro, pero que indudablemente ha de llegar, no es una condición. En el primer caso, la obligación debe considerarse pura y sin condición. En el segundo, la obligación es solo a término, pero no condicional."Clasificación De Las Condiciones.Se puede efectuar la siguiente clasificación de las condiciones:A) Suspensivas Y Resolutorias. La condición es suspensiva cuando de la producción del acontecimiento depende la adquisición de un derecho. Por ejemplo: "te pagaré un viaje a Europa si finalizas tus estudios universitarios". Si se cumple la condición (es decir, si termina los estudios) adquiere el derecho. La condición es resolutoria cuando la producción del acontecimiento depende la extinción de un derecho ya adquirido. Por ejemplo, si se vende una casa con pacto de mejor comprador; si aparece una persona que pague un precio superior, la primera venta queda extinguida, perdiendo así el comprador el derecho adquirido.B) Positivas Y Negativas Son positivas cuando el acontecimiento futuro e incierto consiste en una acción, por ejemplo: te prestaré mi automóvil si mañana llueve. La condición es negativa cuando el acontecimiento consiste en una omisión, por ejemplo te prestare mi libro de texto si no lo encuentras en la editorial".

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C) Causales, Potestativas Y Mixtas. Son causales aquellas en los cuales la realización del hecho no depende de la voluntad de las partes, por ejemplo: te prestare mi casa de campo si no encuentro comprador antes del verano.Son potestativas cuando la producción del acontecimiento depende de la voluntad de una u otra de las partes, por ejemplo te daré un millón de pesos si escalas una montaña. Son mixtas cuando la producción del hecho depende en parte de la voluntad del obligado y en parte de los factores ajenos de éste, por ejemplo: te daré cien mil pesos si llegas antes de la nueve de la mañana; depende de la voluntad de las parte en cuanto esta puede tener intención de llegar antes de las nueve, y de factores ajenos en cuanto puede existir un inconveniente en el transporte, un accidente de tránsito o cualquier otra circunstancia que demora el viaje y le impide llegar en hora.Las condiciones casuales y mixtas son válidas, y las puramente potestativas no lo son, conforme al art. 542, que dispone: "La obligación contraída bajo una condición que haga depender absolutamente la fuerza de ella de la voluntad del deudor, es de ningún efecto; pero si la condición hiciese depender la obligación de un hecho que puede o no puede ejecutar la persona obligada, la obligación es válida"D) Condiciones Prohibidas Y Permitidas. Son condiciones permitidas aquellas sobre las cuales no pesa una prohibición legal, y son prohibidas las imposibles, las contrarias a las buenas costumbres y las ilícitas.Al respecto dispone el art. 530 dispone: "La condición de una cosa imposible, contraria a las buenas costumbres, o prohibidas por las leyes, deja sin efecto la obligación".Las condiciones prohibidas pueden ser imposibles, contrarias a las buenas costumbres e ilícitas.Condiciones Imposibles: Son aquellos en los cuales el acontecimiento futuro e incierto es física o jurídicamente imposible. Las primeras son las que no pueden ser realizadas por ninguna persona (por ejemplo, atravesar el océano a nado). Las segundas son aquellas en las cuales la imposibilidad proviene de la ley (como prendar un inmueble). No se debe confundir las condiciones jurídicamente imposibles con las ilícitas, ya que en el primer caso existe un obstáculo legal, y en el segundo media una prohibición de la ley.Si la condición imposible es negativa, la obligación es válida conforme al art. 532, que preceptúa: "La condición de no hacer una cosa imposible no perjudica la validez de la obligación”.Condiciones Contrarias A Las Buenas Costumbres: Son aquellas en las cuales el hecho a realizarse es contrario a la moral y a las buenas costumbres. En este supuesto la obligación es nula.Si bien el art. 532 se refiere exclusivamente a las buenas costumbres, Llambías incluye además a los hechos contrarios a la moral. Considera que el "único supuesto en que la comisión de un hecho inmoral puede configurar una condición legitima, se refiere a la condición resolutoria". Sostiene que es legitimo subordinar el cobro de una renta mensual a la vida honesta del beneficiario, de tal forma que la comisión de un hecho inmoral determine la pérdida del derecho.Condiciones Ilícitas: Son ilícitas las condiciones prohibidas por las leyes.El art. 531 establece en forma enunciativa las condiciones prohibidas al decir: "Son especialmente prohibidas las condiciones siguientes:1) Habitar siempre un lugar determinado, o sujetar la elección de domicilio a la voluntad de un tercero;2) mudar o no mudar de religión;3) casarse con determinada persona, o con aprobación de un tercero, o en cierto lugar o en cierto tiempo, o no casarse;4) Vivir célibe perpetua o temporalmente, o no casarse con persona determinada o separarse personalmente o divorciarse vincularmente"Diferencias Entre La Condición Y Otras Figuras Jurídicas.La condición difiere del plazo en cuanto este es un acontecimiento futuro pero cierto, es decir, que el plazo siempre vence. En la condición, al contrario, el evento condicional puede suceder o no, es decir, es contingente.Además el plazo afecta temporalmente la exigibilidad de la obligación, pero no tiene efectos sobre su existencia; la condición, en cambio, afecta la eficacia de la obligación.La condición se diferencia del cargo, en cuanto este es una obligación excepcional que se impone al adquirente de un derecho. La parte beneficiada puede exigir el cumplimiento, la condición en cambio, no es obligatoria.

II) El PlazoConcepto.El plazo también denominado término, es otro de los elementos accidentales del acto jurídico, y consiste en la cláusula que las partes establecen en un acto jurídico por la cual uno o más de los derechos nacidos de él quedan suspendidos en su exigibilidad durante un lapso o extinguida su existencia al cabo de un tiempo.Para algunos autores, "plazo" y "término" son conceptos sinónimos, mientras que para otros "término" designa el día en el cual se inician o concluyen los efectos de un acto jurídico, y plazo el lapso comprendido entre el otorgamiento del acto y el término de él.El Código en su art. 566, dispone: "La obligación es a plazo cuando el ejercicio del derecho que a ella corresponde estuviere subordinado a un plazo suspensivo o resolutorio".

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Clasificaciones Del PlazoA) Suspensivo Y Resolutorio.El plazo es suspensivo o inicial cuando difiere la exigibilidad del derecho hasta el acaecimiento del hecho futuro y cierto. El plazo es resolutorio, extintivo o final cuando da por terminada la existencia del derecho a partir del acontecimiento futuro pero cierto. Son ejemplos de plazo suspensivo los plazos fijos bancarios, y de plazos resolutorios los fijados en los contratos de locación.B) Cierto E Incierto.Tanto el plazo suspensivo como el resolutorio pueden ser, a su vez, ser cierto e incierto. El art. 567 dispone: "El plazo suspensivo o resolutorio puede ser cierto o incierto. Es cierto cuando fuese fijado para terminar en designado año, mes o día, o cuando fuese comenzado desde la fecha de la obligación, o de otra fecha cierta"El plazo es cierto cuando las partes establecen un día determinado con precisión o un lapso a partir de la fecha de otorgamiento de un acto. El carácter distintivo del plazo cierto es la precisión anticipada del momento en que se producirá el vencimiento por ejemplo, el otorgamiento de una escritura traslativa de dominio a los treinta días de la firma del boleto.El plazo es incierto, conforme al art. 568, "cuando fuese fijado con relación a un hecho futuro y necesario, para terminar el día en que ese hecho necesario se realice". Mientras que en la condición, la incertidumbre se relaciona con el acontecimiento que puede ocurrir o no, en el plazo la incertidumbre depende de un acontecimiento que necesariamente se producirá, pero sin que se pueda determinar con anticipación el momento en que ello ocurrirá. Vélez, en la nota al art. 3771, refiriendose a los legados, dice que "indicación de la muerte de una persona constituye un término incierto"C) Expreso Y Tacito.El plazo es expreso o explicito cuando las partes lo establecen verbalmente o por escrito en forma inequívoca, y el plazo es tácito cuando resulta de la naturaleza de la obligación, por ejemplo, cuando las partes convienen que el pago se efectuará "como de costumbre" o de "dentro de un plazo razonable.D) Voluntario, Legal Y Judicial.El plazo es voluntario o convencional cuando está fijado de común acuerdo por las partes; es legal cuando surge de una disposición de la ley, por ejemplo, el preaviso de despido; y es judicial cuando lo establece el magistrado en un juicio determinado, por ejemplo, cuando la sentencia de desalojo fija el plazo de diez días para desocupar el inmueble.E) Determinado E Indeterminado.El plazo es determinado cuando esta fijado o existe un elemento que permite hacerlo.El plazo es indeterminado cuando no esta fijado por las partes, ni sujeto a la existencia de un hecho forzoso que permita establecerlo, por ejemplo: la construcción de un edificio, cuya fecha de terminación está sujeta a diversas contingencias: el estado del tiempo, la entrega de materiales, los problemas gremiales, etc.Caducidad Del Plazo. Distintas Causales.Por diversos motivos, la ley suele disponer la caducidad del plazo establecido en los actos jurídicos, reconociendo al acreedor el derecho a ejecutar su crédito, no obstante que el término no este vencido. Las hipótesis más importantes son: (a) si el deudor ha caído en insolvencia, el acreedor puede exigir inmediatamente su crédito, sin necesidad de esperar el vencimiento del plazo (art. 572, Cód. Civ.); (b) cuando los bienes hipotecados o dados en prenda fueren judicialmente subastados para satisfacer otro crédito análogo que pesare sobre la misma cosa (art. 754, Cód. Civil); (c) caduca también el plazo cuando el deudor hipotecario deteriora el inmueble o enajena los muebles accesorios de él (art. 3161, Cód. Civil); (d) Cuando el acreedor ha recibido en prenda una cosa ajena que creía del deudor y la restituye al dueño que la reclamare, podrá exigir que se le entregue otra prenda de igual valor; y si el deudor no lo hiciere, podrá pedir el cumplimiento de la obligación principal, aunque haya plazo pendiente para el pago (art. 3215, Código Civil); (e) el acreedor anticresis que abusare de sus facultades en detrimento del inmueble, puede ser condenado a restituirlo, aun antes de ser pagado de su crédito (art. 3258, Cód. Civil).La disminución notable de la solvencia del deudor, posterior al acto y anterior al vencimiento del término, no justifica la caducidad del plazo, pero sí el embargo preventivo (art. 209, inc.5, Cód. Proc.).

III) El cargo.El modo o cargo es una obligación accesoria que se impone al que recibe una liberalidad. Tal es, por ejemplo: la que se impone al legatario de hacer decir misas por el alma del causante.En nuestra doctrina se ha sostenido que, si bien lo normal y corriente es que los cargos solo se impongan en los actos que importan una liberalidad, esto no hace a la esencia del modo, que bien podría imponerse en un contrato oneroso (Busso, Salvat, Machado). En apoyo de esta teoría se cita la opinión de Mackeldey, recordada por Vélez en la nota al art. 558. Borda sostiene que este argumento es muy débil para apoyar un punto de vista tan evidentemente erróneo. No solo que las notas de Velez no son obligatorias para el interprete, sino que, en este caso, el codificador se ha limitado a recordar la opinión de un autor, la que resulta contradictoria con su propia definición de modo, transcripta también en la citada nota. Según ésta, el modo supone un "acto por el cual una persona quiere beneficiar a otra". Y en los contratos onerosos no se da este supuesto; cada una de las personas procura, no beneficiar a la otra, sino por el contrario, cuidar de su

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propio interés y sacar del acto la mayor ventaja posible. Las obligaciones impuestas en tal caso a la otra parte, no son un cargo, sino simplemente la contraprestación.El cargo es siempre una obligación accesoria; no afecta la eficacia, ni la exigibilidad del derecho (art. 558, Cód. Civil), puesto que su incumplimiento no ocasiona la pérdida del beneficio, salvo las hipótesis excepcionales previstas en la ley.A veces, un mismo acto puede tener el carácter de condición o de cargo. Así por ejemplo, un legado puede hacerse con la condición de que el beneficiario haga una donación a una institución filantrópica. La diferencia es muy importante por los efectos a una y otra modalidad:(I) El incumplimiento de la condición trae aparejada la extinción del beneficio; el incumplimiento del cargo, no;(II) Los interesados pueden exigir judicialmente el cumplimiento del cargo, cosa que no podrían hacer si fuera condición.Ahora bien, es posible que de la cláusula en que se establece el beneficio, no resulte claro si la obligación impuesta al beneficiario es cargo o condición; en caso de duda, se juzgará que importa un simple cargo (art. 558, in fine, Código Civil). La ley se inclina, con acierto, por la solución menos severa.Critica Del CodigoLa redacción de los artículos 558 y siguientes del Código Civil, relativa a los cargos, ha sido, sin duda, poco feliz. Se entremezclan y confunden conceptos tan fáciles diferenciables como el cargo y la condición. Así por ejemplo, se alude a los efectos de los cargos que no fueran impuestos como condición suspensiva o resolutoria (arts. 558 a 650), lo cual es evidentemente inútil, porque si es condición no es cargo y viceversa; en el art. 559 se establece una disposición propia de la condición resolutoria y no del cargo.Clases De CargoEl cargo puede ser simple, condicional suspensivo y condicional resolutorio.El cargo simple no tiene efectos suspensivos ni resolutorios; su incumplimiento no impide la adquisición del derecho, ni la invalidez del acto, ni la pérdida de los derechos adquiridos.El cargo condicional suspensivo es aquel que ha sido instituido con el carácter de una condición suspensiva, es decir, cuando la adquisición del derecho queda sujeta al cumplimiento de aquél.El cargo condicional resolutorio es aquel que consiste en la inclusión de una condición potestativa, a cuyo cumplimiento se subordina la irrevocabilidad del derecho (Salvat-Galli).Cargos ProhibidosSon prohibidos los cargos imposibles, ilícitos e inmorales.El art. 564 del Código Civil dispone: "Si el hecho que constituye el cargo fuere imposible, ilícito o inmoral, no valdrá el acto en que el cargo fuese impuesto".Hay que distinguir el régimen de la ilicitud y el de la imposibilidad.Cargo Ilicito:Hay discrepancia entre los autores con relación al momento en que se debe apreciar la ilicitud que vicia el acto. Galli sostiene que la ilicitud del cargo debe ser anterior o contemporanea a la fecha de celebración del acto y que la ilicitud sobreviniente no afecta al derecho.Cazeaux-Trigo Represas consideran que si el cargo es simple, la ilicitud sobreviniente no invalida la relación jurídica principal, que deberá ser considerada como exenta de modalidad. Si el cargo es condicional, en cambio se debe reputar frustrado su cumplimiento, con la consiguiente sanción legal, consistente en que no se adquirirá el derecho (si la modalidad es suspensiva) o se perderá el derecho (si es resolutorio).Cargo Imposible: La imposibilidad invalida el acto cuando es anterior o contemporanea a su otorgamiento. Si es sobreviniente, el art. 565 dispone: "Si el hecho no fuere absolutamente imposible, pero llegase a serlo después sin culpa del adquirente, la adquisición subsistirá, y los bienes quedarán adquirido sin cargo alguno". Este artículo implica la aplicación de las reglas del caso fortuito y la fuerza mayor y una variante de la solución dada en el artículo anterior.En lo que se refiere a la forma para instituir el cargo, aquella debe reunir los mismos requisitos que el acto jurídico u obligación principal a la cual accede (art. 1184, inc. 10).En cuanto a los efectos normales del cargo, consisten en otorgar al beneficiario de él la correspondiente acción para exigir el cumplimiento en el plazo previsto: y si no lo hubiere, en el señalado por el juez (art. 561, Cód. Civil). Incumplimiento Del Cargo: Efectos.El incumplimiento del cargo no trae aparejada la pérdida de los derechos adquiridos, pero el beneficiario de la liberalidad puede ser compulsado judicialmente a cumplirlo (art. 560, C.C.).

Casos En Que El Incumplimiento Del Cargo Provoca La Perdida Del Derecho.

La regla de que el incumplimiento del cargo no afecta el derecho en sí, sufre algunas excepciones expresamente establecidas en la ley.(a) En caso de donación, el donante puede pedir la revocación por inejecución de los cargos (art. 1851), salvo que la ejecución se haya hecho imposible sin culpa del donatario y antes de encontrarse en mora (art. 1852).

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(b) El incumplimiento del cargo autoriza también la revocación del legado, cuando aquel ha sido causa final de la liberalidad (art. 3841, Código Civil). Es decir, que la revocación únicamente procederá en el caso de que el juez tenga el convencimiento de que el legado solo se otorgó en vista del cumplimiento del cargo. Esta hipótesis es excepcional, porque, por regla general, los legados tienen por causa final el beneficio del legatario y el cargo es solo una obligación accesoria. Y en cualquier caso, la inejecución del cargo que se ha hecho imposible antes de la constitución en mora, sin culpa del legatario, no da lugar a la revocación (arts. 3842 y 1853, Cód. Civ.).(c) Si se tratase de cargos que importan obligaciones inherentes a la persona del beneficiario, y este falleciese sin haberlos cumplido, el derecho queda revocado, volviendo los bienes al autor de la liberalidad o a sus sucesores universales (art. 562, Código Civil).Limites De La Responsabilidad Del Beneficiario.

El beneficiario con cargo, puede ser obligado al cumplimiento de él; pero puede ocurrir que la cosa recibida en herencia, legado o donación, no baste para cumplir con el cargo. En este caso, el beneficiario carece de toda responsabilidad personal por el exceso; sus obligaciones se limitan al monto de los bienes recibidos. La ley autoriza además a substraerse al monto de los bienes recibidos, además a substraerse de la ejecución de los cargos, abandonando la cosa donada o legada y, si esta perece por caso fortuito queda libre de toda obligación (arts. 1854 y 3842, Cód. Civil).Termino Para Cumplir El CargoSi el término para cumplir el cargo no estuviere expresado en el acto, el juez debe fijarlo (art. 561, Cód. Civil).

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BOLILLA XV

Efectos de los actos jurídicosLos distintos efectosLos efectos de los negocios jurídicos instituidos como medios idóneos para que los particulares manifiesten e impongan su voluntad jurígena y con ella un orden de relaciones de derechos que se consideran queridas, "nacen a la vida de relación jurídica para vivir y desplegar itida la fuerza expansiva de la eficacia que les da la ley".

Ese despliegue de fuerza expansiva de la eficacia que la ley atribuye al factum negocial descrito en el art. 944 del Cód. Civil realizado con respecto al orden normativo civil y a la regla moral del art. 953, para producir las consecuencias jurídicas que se consideran queridas por los celebrantes, es lo que constituye lo que denominados efectos propios del acto jurídico.

Dada la multiplicidad de tipos o categorías de actos jurídicos previstos y regulados en nuestro derecho positivo y la circunstancia de que a "cada tipo legal" la ley, ya sea imperativa y rígidamente, o de modo supletorio, atribuye efectos o consecuencias jurídicas, que si bien siempre serán las que se consideran queridas por los celebrantes, las consecuencias o efectos propios de los actos jurídicos puede ser de los más diversos. Por ejemplo en el sector autoritario del derecho las normas atribuyen imperativamente a los diferentes actos (matrimonios, adopción, reconocimiento de hijos extramatrimoniales, institución de herederos por testamento, etc.), efectos jurídicos propios, particulares o especiales en forma rígida, que si bien se consideran de queridos por los celebrantes, difieren unos de otros. Del mismo modo, en el sector no autoritario, especialmente en el campo contractual, cada uno de los tipos legales de actos jurídicos tienen establecidos, en normas meramente supletorias de la voluntad de los contratantes, sus efectos propios, que los particulares pueden alternar en sus estipulaciones de conformidad con el principio de la autonomía de la voluntad acogido por nuestro C.C. en el art. 1197; y si a todo ello se agrega que en el campo de los negocios jurídicos contractuales los particulares pueden celebrar contratos que no se ajusten a los tipos legales especiales y que puede ser de lo más diversos, ya que sólo deberán ajustarse a las previsiones respecto de la figura general que antes hemos enunciado, de que los efectos propios de los actos jurídicos se presentan en múltiples y diferentes grados, se manifiesta con nueva claridad.

Distinción entre efectos objetivos y subjetivos

La consideración de los efectos de los actos jurídicos, puede hacerse en un doble ámbito: el de los efectos objetivos (efectos producidos x el acto) y de su alcance subjetivo (personas a las q alcanzan esos efectos).

Efectos ObjetivosSon las relaciones jurídicas creadas x el negocio jurídico, o su modificación, conservación, transmisión o extinción (art. 944).-Causa: radica exclusivamente en la voluntad, en la ley o en ambas.

Efectos SubjetivosAtañe a la determinación d quiénes son los sujetos q se benefician o soportan los efectos del objetivo del negocio jurídico.-Reglas Generales q Dominan esta Materia:a) Principio General:1- con relación a los terceros: el CC no sienta una regla en materia d efectos subjetivos d los actos jurídicos, pero ella aparece en materia d contratos y como tal se la considera aplicable a todos los negocios jurídicos. Nos referimos al ppio del art. 1195 conforme al cual los contratos no pueden perjudicar a terceros, norma q aparece ratificada en el art 1199 q dispone q los contratos no pueden oponerse a 3ros ni invocarse x ellos.

terceros interesados y no interesados: en materia d terceros, esto es, sujetos q no han intervenido en la celebración del negocio jurídico, corresponde partir d una distinción básica entre interesados y no interesados. Son terceros interesados aquellos q pueden ostentar un derecho subjetivo o un interés legítimo afectado x la relación jurídica (Ej.: sucesores particulares, titulares d derechos reales sobre las cosas q son objeto d relación jurídica, acreedores privilegiados o quirografarios, los q ejercen derecho d retención sobre las cosas objeto del negocio y la masa pasiva del concurso). Los terceros interesados son los acreedores d las partes del negocio y los titulares de derechos reales sobre las cosas objeto del negocio. Terceros no interesados son aquellos totalmente ajenos al negocio y a sus efectos, pues no tienen derechos subjetivos o intereses legítimos afectados x el acto jurídico.

La regla general es q los efectos del negocio jurídico no pueden extenderse a esos terceros, interesados o no (art 1195 y 1199). Existen excepciones a esta regla: el art 504 dispone q si en la obligación se hubiera estipulado alguna ventaja a favor de un tercero, este podrá exigir el

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cumplimiento d la obligación, si la hubiese aceptado y hécholo saber al obligado antes d ser revocada.

Repercusiones respecto d los terceros interesados: algunas doctrinas sostienen q los negocios jurídicos producen efectos respecto d los terceros interesados, en cuanto afectan el patrimonio d las partes del negocio jurídico q constituye la prenda común d los acreedores. Sin embargo la disminución o acrecentamiento del patrimonio del deudor no es propiamente un efecto del negocio jurídico respecto de los acreedores, sino una repercusión del hecho. X ellos los acreedores d las partes son propiamente terceros con relación al negocio jurídico. Pero aún cuando los negocios celebrados x un deudor no los afectan, han d respetar los derechos y obligaciones causados x el negocio jurídico.

2- con relación a los sucesores d las partes: es distinta la situación d los sucesores universales y particulares d las partes del negocio jurídico. El mismo art 1195 determina q los efectos d los contratos se extienden activa y pasivamente a herederos y sucesores universales, salvo las excepciones q allí mismo se determinen. Y en cuanto a los sucesores singulares, su situación aparece reglada en los arts 3266 a 3268. Extensión d cada uno d los ppios q emanan d los arts mencionados

-Distintos tipos d sucesores: Existe sucesión x causa d muerte cuando x la muerte d una persona otra viene a sucederlo en sus

relaciones y situaciones jurídicas. La sucesión es x actos entre vivos cuando un sujeto titular d una relación o situación jurídica

transmite a otro, a través d otro negocio jurídico, la situación q en ella tenía. La sucesión es a título universal cuando el sucesor tiene vocación al todo o a una parte alícuota

del patrimonio d otra persona (art 3263). La sucesión es a título particular o singular cuando al sucesor se le transmite la situación q el

transmitiente tenía en una relación o situación determinada. En nuestro sistema jurídico el único supuesto d sucesión universal es el heredero. Los demás

sucesores mortis causa y todos los sucesores x actos entre vivos, sucesores particulares o a título singular. No existe sucesión universal x actos entre vivos.

-Principio Nemo Plus IurisAl examinar la situación d los distintos tipos d sucesores, la mayoría q rige un ppio fundamental, según el cual “nadie puede transmitir a otro sobre un objeto, un derecho mejor o más extenso que el q gozaba, y recíprocamente, nadie puede adquirir sobre un objeto un derecho mejor y más extenso q el q tenía aquél d quien lo adquiere” (art 3270)

>Aplicaciones: el CC contiene varias disposiciones aplicables al ppio nemo plus iuris, entre los arts 3275 y 3278. el acto jurídico x el cual una persona transmite a otra el derecho d servirse d una cosa después d haber transmitido este derecho a un tercero es d ningún valor. Las disposiciones tomadas x el propietario d una cosa relativamente a los derechos d la propiedad, son obligatorios para el sucesor. La violencia el error, el dolo y las irregularidades de que adolezca el título del que transmite un derecho, pueden igualmente ser invocados contra el sucesor. Un derecho revocable desde que se constituyó permanece revocable en poder del sucesor.Sin embargo, la regla del artículo 3270 no es absoluta. No se aplica al poseedor d cosas muebles (art 3271). Los subadquirientes d buena fe y a título oneroso d las cosas oi bienes objeto d negocios viciados o fraude o simulación, no se ven alcanzados x las acciones revocatorias o d nulidad. Son inatacables las enajenaciones hechas x el heredero aparente (art 3430).

-Efectos del Negocio respecto d los Sucesores Universales:De los arts 3417, 1195 y 3266 surgen las siguientes consecuencias:

el heredero continúa la persona del difunto y es propietario, acreedor o deudor d todo lo q el difunto era propietario, incluidos los derechos eventuales (art 3417).

De donde, se extienden al sucesor universal, los efectos activos y pasivos d los negocios jurídicos en q era parte el causante (1195)

Y pasan al sucesor universal las obligaciones q recaen sobre cada una d las cosas q se le transmiten (3266), puesto q el sucesor universal es a la vez sucesor particular en cada una d las cosas q forman parte d la herencia (3264)

Derechos intransmisibles: se excepcionan d las reglas antecedentes ciertos derechos intransmisibles: los declarados tales x disposición d la ley, como el pacto d preferencia establecido a favor del

vendedor d una cosa, mueble o inmueble (art 1396), el mandato (art 1963), la renta vitalicia (2083), el usufructo (2825), el uso y la habitación (2969), las servidumbres personales (3004), y en general las obligaciones destinadas a ser cumplidas x una persona q ha sido elegida x su industria, arte o cualidades personales llamadas obligaciones intuitu personae (art 626).

Los declarados tales x una disposición del mismo negocio jurídico, pues las partes pueden estipular q los efectos d los negocios se extingan x la muerte d cualquiera d ellos.

Los derechos d la personalidad. Los derechos nacidos d las relaciones d familia.

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-Efectos del negocio respecto d los sucesores particulares. sucesión en las relaciones jurídicas x actos entre vivos: es admisible q las partes d un negocio

jurídico transmitan a terceros el lugar q ocupa en la relación jurídica. El CC lo regula bajo la denominación de “cesión d créditos” (cesión d derechos) (art 1434). La regla en la materia es q “todo objeto incorporal, todo derecho y toda acción sobre una cosa q se encuentra en el comercio pueden ser cedidos, a menos q la causa no sea contraria a alguna prohibición expresa o implícita d la ley, o al título mismo del crédito” (art 1444).

Sucesión en las situaciones jurídicas: obligaciones y cargas reales. Cuando lo q se transmite es la propiedad d una cosa u otro derecho real sobre ella, sea x actos entre vivos o mortis causa a título singular, las obligaciones del transmitente respecto a la misma cosa, pasan al sucesor particular, pero este no está obligado con su persona o bienes, sino q responde sólo con la cosa transmitida (art 3266). Estas son las denominadas obligaciones reales, esto es, aquellas q soporta el titular d la propiedad d una cosa x razón exclusiva d esta propiedad. También el adquiriente a título singular debe soportar el efecto d las cargas reales.

Sucesión es las situaciones jurídicas: derechos personales. Nuestro CC contiene dos preceptos, cuyos contenidos aparecen casi como contradictorios. Art 3267: el sucesor particular puede prevalerse d los contratos hechos con su autor. Art 3268: el sucesor particular no puede pretender aquellos derechos d su autor q, aún cuando se refieran al objeto transmitido, no se fundan en obligaciones q pasen del autor al sucesor, a menos q en virtud d la ley o d un contrato esos derechos deban ser considerados como un accesorio del objeto adquirido. En la doctrina nacional prevalece el criterio según el cual la regla gral es el art 3268. d allí se deriva q la norma del art 3267 se refiere solo a los negocios jurídicos en los cuales se hubieren adquirido derechos en beneficio directo d la cosa, como derechos d medianería o construcción d servidumbres.

Interpretación de los actos jurídicosNoción: Interpretar un acto jurídico es establecer el verdadero sentido y alcance. Es una expresión confusa d la voluntad q ha intentado por medio del acto obtener un efecto determinado, en una indagación de la voluntad efectiva d la gente en el cato unilateral, o d la voluntad común d las partes si se trata de actos bilaterales para asegurar el respeto q merece el querer individual. Pana nuestro sist. Legal este ppio tiene autoridad dentro del ámbito mercantil, puesto q el C. De Comercio en su art. 218 establece: “siendo necesario interpretar las cláusulas de un contrato, servirán para la interpretación las bases siguientes: 1) habiendo ambigüedad en las palabras, debe buscarse más bien la intención común d las partes q en el sentido liberal de los términos (...)” El CC no contiene una norma general aplicable a los actos jurídicos, pero el art. 1198 se refiere específicamente a los contratos que son una especie de acto jurídico. Así en su primera parte dispone: “Los contratos deben celebrarse, interpretarse y ejecutarse de buena fe y de acuerdo con lo que verosímilmente las partes entendieron o pudieron entender, obrando con cuidado y previsión”.¿es una cuestión de hecho o dcho?Esto se vincula con el fundamento d los actos jurídicos. Si se admite q esto se basan en la intención íntima d los contratantes, será necesario aceptar q es una cuestión d hecho, pues todo lo q deben hacer los litigantes ante el juez es probar cual ha sido su intención, esto constituye el punto d vista clásico defendido por los jurisconsultos franceses. Si se considera q la base es la declaración d la voluntad, lo q importa es interpretar el recto sentido d ella, sin q interese lo q los declarantes puedan haber pensado en su fuero intimo y no han exteriorizado (Danz). A nuestro juicio es una cuestión d dcho, ya q la intención es inaccesible a los terceros por lo q no constituye una fuente segura d la voluntad; el juez debe ocuparse d investigar no lo q el declarante ha querido en su interior, sino lo q su declaración autoriza a creer q ha querido. Esta declaración d la voluntad comprende además d la expresión verbal o escrita el proceder, los actos o signos, y en algunos casos el silencio q permite inferir la voluntad d obligarse.

Reglas legalesLas ppales reglas interpretativas son:1) La buena fe :. Significa q el hombre cree y confía q una declaración d la voluntada surtirá sus efectos en

un casos concretos sus efectos usuales, los mismos efectos q origina y normalmente ha producido en casos iguales. El juez debe preguntarse q significado hubiera atribuido a la declaración d una persona honorable y correcta. Este principio reconocido en el art. 1198, 1 parte, es fundamental en la interpretación de los actos jurídicos, es el comportamiento leal y honesto de quienes intervienen en la celebración. Aplicación: si ambas partes ha atribuido a la declaración un significado distinto d aquel q comúnmente tiene y se ha probado q ambas han querido obligarse a una cosa distinta, el juez debe interpretar el acto conforme a lo q fue la voluntad primitiva d las partes. Este ppio es necesario para defender al contratante q interpreta d buena fe una declaración d la voluntad atribuyéndole su sentido propio. De esto se desprende q el juez no debe ceñirse estrictamente al significado técnico jurídico d las palabras usadas, no obstante si al voluntada d las partes resulta clara debe hacérsela prevalecer; se debe

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utilizar un criterio profano es decir, interpretar como lo haría una persona razonable q no entiende d leyes, los términos son un instrumento q deben ser entendidos en su sentido popular.

2) Usos y costumbres. Según Borda y Llambías, los usos y practicas y costumbres del lugar de celebración del acto tienen importancia para su interpretación. El Código de Comercio en el art. 218, inc. 4, se refiere: “el uso y la práctica generalmente observados en el comercio en casos d igual naturaleza, y especialmente la costumbre del lugar donde puede ejecuta el contrato prevalecerá sobre cualquier inteligencia en contrario q se pretenda dar a las palabras”. A borda le parece objetable en cuanto hace prevalecer la interpretación d las palabras la costumbre del lugar de ejecución del contrato. Es más lógico atribuirles el significado q tiene en el lugar donde la voluntad fue declarada, porq este es el ambiente donde las partes viven y conocen

3) Significación de las palabras . Existiendo ambigüedad en las palabras, se debe buscar el propósito que tuvieron las partes al realizar el acto. Debe prevalecer el sentido común y no interpretar las palabras en forma aislada o contraria al significado corriente y usual, sino en función del contexto (art. 218 inc. 2, CCom.). nadie puede prevalerse d una palabra aislada de una acto jurídico para atribuirle efectos q evidentemente no coinciden con el tenor gral. D la declaración, ni con la voluntad inequívocamente manifestada en ella.

4) Validez del acto . En la interpretación se debe estar a favor de la validez del acto, ya que si bien puede existir una cláusula que lleve a la invalidez y otra a la validez, se debe estar a favor de esta última. (art 218. inc 3 del CCom). Aunq legislados en el CCom, estos ppios tiene plena validez en el CC

5) La conducta de las partes. Otro de los principios aplicables a la interpretación es la conducta de las partes, anterior y posterior al tiempo de celebrar el acto. Es un elemento interpretativo de fundamental importancia. El art. 218 inc. 4 del CCom, lo regla. Cuando las mismas partes en su conducta posterior han revelad inequívocamente cual es el resultado y el alcance del contrato no podrán amparase en una cláusula de interpretación dudosa para desviarse en lo q ellas mismas han demostrado querer

6) Los fines y naturaleza del acto . Las partes al realizar un acto jurídico, tienen en mira alcanzar resultados económicos o no, lo mismo ocurre con la naturaleza del acto, respecto de la cual la interpretación debe tener un sentido congruente. El juez debe tenerlo siempre por esnete en la manera q mejor permita el cumplimiento del fin.

7) El principio del “favor debitoris ”. Todas las cláusulas ambiguas deben ser interpretadas siempre a favor del deudor, o sea en el sentido de la liberación de éste (art. 218, inc. 7 del CCom.). sólo resulta justo y posible en los contratos gratuitos pero no en lo onerosos. En estos la obligación q resulta de una cláusula es siempre la consecuencia d una contraprestación. Lo q debe presidir la decisión del juez es la equidad y la equivalencia d las obligaciones recíprocas. La regla de este art. Debe complementarse con otra contenida en el inc. 5to d la misma disposición, según el cual los actos d los comerciantes nunca se presumen gratuitos.

8) Testamento: los anteriores ppios son aplicables a todos los actos jurídicos, pero en el caso d testamente tienen particularidades. La buena fe tiene un sentido distinto ya q la declaración d la voluntad del causante no esta destinada ala comercio jurídico, no existe conflicto d intereses. Toda la preocupación del juez debe ser desentrañar la voluntad del testador, cuando se dice q un testamento se interpreta de buena fe significa q el interprete debe extraer honestamente la verdadera voluntad del causante sin valerse de una palabra o expresión equivoca o de una palabra.

La forma de los actos jurídicos.ConceptoEl acto jurídico tiene dos aspectos: a) el fondo, que es el conjunto de elementos sin los cuales el acto no existiría, y b) la forma, que no constituye el acto pero se agrega para revelarlo y comprende todas las circunstancias que lo revisten de exterioridad, que lo hacen tangible o visible.La forma es un elemento esencial del acto jurídico, En sentido amplio se dice que toda manifestación de voluntad tiene necesariamente una forma, es decir que ésta es la modalidad exterior de la manifestación. En sentido estricto, la forma son los requisitos exigidos por la ley para la eficacia de ciertos actos jurídicos.El art. 973 del Código Civil define a la forma como “el conjunto de las prescripciones de la ley, respecto de las solemnidades que deben observarse al tiempo de formación del acto jurídico, tales son: las escritura del acto, la presencia de testigos, que el acto sea hecho por escribano público o un oficial público, o con el concurso del juez del lugar”.

La Forma Como Elemento Del Acto Jurídico Y Como Medio De Prueba. En orden a lo establecido por el art. 913 del Código Civil se entiende por forma todo del acto la exteriorización de la voluntad que está en su trasfondo. “ningún hecho tendrá carácter voluntario, sin un hecho exterior por la cual la voluntad se manifiesteAhora bien. Todos los actos jurídicos tienen “forma” como requisito esencial, de otro modo la voluntad quedaría in mente detenta, y siendo el derecho regulador de conductas de pluralidad de sujetos, no sería

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posible que los demás miembros de la comunidad tuvieran conocimiento de la voluntad ajena si ésta, de un modo o de otro, no se exterioriza.Es necesario puntualizar que hay diferencias entre forma y prueba.La prueba esta prevista para demostrar la existencia de un acto. La forma para exteriorizar la voluntad del sujeto del acto. Si bien en algunos casos la forma sirve de medio probatorios, no se afecta la regla desde que, en estos supuestos, el cumplimiento de las formalidades (exteriorización de la voluntad de determinada manera) sirve también como medio de prueba, pero hace antes que todo a la existencia del acto por ser la forma, un elemento esencial en él. No se pierda de vista que la forma (formal o no) es coexistente con el nacimiento del acto, pues se trata de la exteriorización de la voluntad del sujeto, en tanto la prueba puede ser posterior a aquel momento.

ClasificaciónEn primer termino puede establecerse la distinción entre forma impuesta o prescripta frente al acto de forma libre. Dentro de la forma impuesta puede distinguirse aquella cuya imposición proviene de la ley, de la forma impuesta de las partes.Sin embargo la calcificación mas difundida es la de formales y no formales, y de solemnes y no solemnes dentro de los formales.

Formales: son aquello q tiene una forma especifica requerida por la ley, sea para su validez o para su prueba. Son actos con forma estructural. Para ellos no rige el principio de libertad de formas, o mejor dicho, constituyen un excepción al mismo, están regulados por los art. 973 y 975, q establece q cuando la expresión por escrito de la voluntad fuera exclusivamente ordenada o convenida, no puede suplirse por otra prueba, aunq las partes se hayan obligado a hacerlo por escrito en un tiempo determinado. En tal caso el acto carece de valor, así como la pena q las partes pudiesen haber acordado para el caso de incumplimiento de la obligación d efectuarlo por escrito. Lo mismo establece el art. 976 para el supuesto de requerirse, por la ley o la convención, la realización del cato por instrumento publico. El art. 977 establece q si se exigiese legal o convencionalmente un determinado tipo d instrumento publico, no se juzgara satisfecho el recaudo si se lo intentara reemplazar por otro tipo de instrumento publico. Ej.: son actos formales aquellos a los q la ley o la misma previsor de las partes otorgan validez solo si están efectuados en la forma prevista, como en el caso del testamento, el matrimonio, etc.1. solemnes: son aquellos en los q exigiéndose una forma determinada, su omisión provoca la

nulidad del acto privándole no solo del efecto jurídico buscado por las partes si no tb de cualquier otro efecto jurídico, aunq se prueba por otro medio en forma inequívoca la expresión de voluntad. Ello sin perjuicio de q el art. 515 inc. 3º establece q son obligaciones naturales tb las q proceden de actos jurídicos, a los cuales faltan las formalidades q la ley exige para q produzcan efectos civiles...

2. no solemnes: son aquellos en los q, exigiéndose una forma determinada por la ley, su ausencia acarrea la nulidad del acto en cuanto impide la obtención d los efectos jurídicos buscados por le otorgante, pero no de todo efecto jurídico quedando las partes obligadas a cumplirlas con la forma exigida.

La razón d el exigencia de ciertas solemnidad. Varia según se trate de negocio patrimonial o de acto extrapatrimonial. En el primer caso la razón de ser de ala forma solemne es la p0riteccion del sujeto frente a su propia negligencia, q puede llevarlo a otorgar actos perjudiciales para su patrimonio, verbigracia, donando un inmueble o prestaciones periódicas.Cuan do se requiere la forma solemne en un acto extrapatrimonial, la finalidad es tutelar el interés general dando certeza a los actos constitutivos de estado, lo q hace al orden publico (Brebia).Es frecuente el dudar sobre si determinada forma es exigida con carácter solemne o no solemne, en tal supuesto puede arribarse a una distinción sobre si es posible arribar al negocio por confesión de su autor, ya q los de forma solemne no admiten al medio d prueba, mientras q si esta autorizada en el supuesto de negocio jurídico no solemne.

No formales: no requieren ninguna solemnidad; baste q se pruebe el consentimiento para q tengan plena validez. Son no formales los q pueden efectuarse bajo cualquier solemnidad y para los q, al no establecer la ley una forma particular, las partes pueden requerirla como elementos de prueba o validez.

La conversión del negocio jurídico. Art. 1.185Cuando se trata de un negocio jurídico formal no solemne o de solemnidad relativa, y las partes omiten darle la forma que se requiere por el ordenamiento jurídico, no por ello sea acarrea la nulidad del acto sino que el ordenamiento le reconoce la eficacia de otro negocio jurídico con requisitos formales menores.Al respecto el art. 1185 expresa: “Los contratos que debiendo ser hechos en escritura pública, fuesen hechos por instrumento particular, firmado por las partes o que fuesen hechos por instrumento particular en que las

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partes se obligasen a reducirlos a escritura publica, no quedan concluidos como tales, mientras la escritura no se halle firmada, pero quedarán concluidos como contratos en que las partes se han obligado a hacer escritura”.Esta conversión solo es posible en aquellos supuestos de negocios jurídicos formales no solemnes y en los que la forma es exigida ad probationem. Por ende está excluida en las hipótesis la forma constitutiva, legal o convencional, así lo estipula el art. 1186 “El artículo anterior no tendrá efecto cuando las partes hubiesen declarado en el instrumento particular que el contrato no valdría sin la escritura pública”.Este fenómeno, la conversión del acto jurídico opera no solo cuando el acto que debe ser efectuado en escritura pública es realizado en forma privada, sino también cuando debiendo celebrarse por escrito se otorga verbalmente, así lo dispone el art. 1.188.El negocio celebrado con una forma insuficiente valdrá como causa fuente de la obligación de elevarlo a la forma legal. Esta obligación constituye una prestación de hacer q, en caso de no cumplirse voluntariamente puede ser demandada judicialmente. esa es la interpretación actual del art. 1.187 q expresa. “la obligación de q habla el art. 1185 será juzgada como una obligación de hacer, y a la parte q resistiera hacerlo, podrá ser demandada por la otra para q otorgue escritura publica bajo pena de resolverse la obligación en el pago d perdidas e intereses”

La prueba de los hechos y actos jurídicosConcepto. Aspectos.Probar es justificar o hacer patente la verdad de lo que se afirma o niega, y la prueba es el medio de que se vale la inteligencia para demostrar la verdad de la afirmación o negación, esto es, para acreditar que la proposición tal o cual es verdadera.En el ámbito jurídico, la expresión prueba tiene distintas acepciones que configuran los diferentes aspectos de la teoría que se ha elaborado sobre ella. Las principales acepciones son las siguientes:(a) Aprehendida como la demostración plena e indubitable de un hecho o circunstancia que constituye el sustento de una pretensión jurídica accionada o excepcionada.(b) Entendida como cualquiera de los medios probatorios, como instrumentos, documentos, peritajes, indicios, etc., que se pueden emplear para demostrar la verdad de lo afirmado o negado.(c) Aprehendida como actividad procesal para hacer valer en juicio los medios probatorios.(d) En el sentido de carga procesal, impuestas a las partes, de demostrar la verdad de sus afirmaciones o negaciones (carga de la prueba).(e) Aprehendida como el valor o fuerza de convicción de los distintos medios probatorios.Por otra parte, la prueba, desde el punto de vista jurídico, suscita múltiples problemas, pero se estudiará sólo los que se plantean y resuelven en el ámbito del derecho civil y que se refieren a los hechos y actos jurídicos en general.

Importancia De La Prueba En El Ámbito Jurídico.Todo deber jurídico y relación jurídica, en su nacimiento conservación, modificación o extinción, tiene como antecedente necesario un hecho. Es evidente la necesidad de demostrar la existencia del hecho que constituye la causa generadora o sustento es un derecho o de un deber que se invoca, así como también, en su caso, la demostración de su existencia, cuando se nieguen el derecho o el deber que serían consecuencia normativa del hecho.Salta a la vista la enorme importancia de la prueba en el ámbito jurídico, ya que sin ella, los derechos subjetivos de una persona podrían ser o no reconocidos por los demás miembros de la sociedad, pero el Estado no podría dar el amparo necesario en caso de que fueran negados ni tampoco tenerlo por titular al que invoca y no demuestra una prerrogativa jurídica, cuando la ley lo exige.

De La Prueba De Los Hechos Y De La Denominada Prueba Del Derecho.De lo dicho se infiere que todos los derechos y deberes jurídicos, en su nacimiento, conservación, transformación, transferencia o extinción, son siempre consecuencia normativa de hechos realizados, previstos en la ley como supuestos de tales efectos. Por tanto, la misión primordial del juez en el proceso del conocimiento, donde se discute la existencia de un derecho o deber, debe ser la investigación y valoración de los medios de convicción empleados por las partes para demostrar la existencia de los hechos que se invocan o de los que se niegan en las respectivas proposiciones, para decidir oportunamente en la sentencia, mediante una deducción lógica, cuáles son los derechos que surgen de ellos.La prueba en el ámbito jurídico aprehendida como actividad tendiente a la verificación o demostración de una proposición, en definitiva siempre se refiere a hechos, y así podemos afirmar que aun en el caso de la denominada prueba del derecho, que excepcionalmente se exige en materia de derecho internacional privado (supuesto del art. 13, C.C.) y que consiste en demostrar la existencia judicial jusprivatista con elementos extranjeros, es también la prueba de un hecho, ya que sólo se trata de demostrar la vigencia fáctica de una determinada norma jurídica.

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Definicion De La Prueba Desde El Punto De Vista Jurídico.Podemos definir diciendo que es: "la demostración, por algunos en los medios que la ley establece o autoriza, de la existencia o inexistencia, verdad o falsedad, de un hecho del cual depende el nacimiento, la conservación, la transformación o la extinción de un derecho o de un deber a los fines de su reconocimiento y amparo".

Diferencias Entre La Forma Y La Prueba De Los Actos Jurídicos.La forma es el revestimiento exterior del acto, el molde en el que las voluntades que constituyen su contenido se vuelcan para hacerse perceptibles. Y la definimos como "el modo de exteriorizar la voluntad o las voluntades que constituyen el contenido inmaterial del acto".La forma es siempre un elemento indispensable de la existencia estructural del acto jurídico. En cambio, la prueba no es el elemento del acto jurídico que pertenezca a su existencia, eficacia o validez, sino la demostración de él, ya formado.Quede en claro que la forma pertenece a la estructuración del acto jurídico; en cambio la prueba presupone un ya formado y estructurado, cuya existencia o realización, eficacia jurídica y validez, se trata de demostrar con ella.Claro está que la forma, en cuanto es el modo de hacer conocible el contenido inmaterial del acto jurídico, resulta útil y a veces indispensable, para la prueba. Pero ello no autoriza a confundir la una con la otra, ya que son conceptos o categorías jurídicas diferentes.

Carga De La Prueba.En los procesos civiles, donde se ventilan cuestiones referentes a hechos jurídicos y sus efectos, la formación del material de conocimiento constituye una carga para las partes y condiciona la actuación del órgano jurisdiccional, ya que este no puede, en su sentencia, hacer referencia para fundar sus conclusiones a otros hechos que los invocados y demostrados por el actor y el demandado. Siendo así, las partes en el litigio, además del deber de señalar con precisión los hechos en que sustentan sus pretendidos derechos subjetivos, cuyo reconocimiento persiguen, tienen a su cargo la prueba de ellos cuando tales hechos no fueren reconocidos por la contraria ni fueran notorios.En el supuesto de que ambas partes ofrezcan y produzcan sus respectivas pruebas y sobre la base de ellas el juez puede formar su convicción sin dudas, no existe interés de determinar a cuál de ellas correspondía la carga probatoria; en cambio, cuando han quedado en el proceso hechos invocados por las partes o negados por ellas, que no han sido debidamente acreditados, surge el problema de determinar a quién correspondía probarlos, pues, de ello dependerá el éxito o el fracaso de las respectivas pretensiones.En virtud de un viejo criterio que nos viene desde Roma, llegó a ser principio general, o lugar común, en el derecho, que la carga de la prueba incumbe al actor (onus probandi incumbit actori), salvo excepciones expresas de la ley.Por eso la doctrina procesal ha buscado otros caminos para determinar a quién incumbe la carga de la prueba y como señala Alsina el más conveniente ha sido el de clasificar los hechos jurídicos en:a) Constitutivos: Que el actor le incumbe la prueba del hecho constitutivo del derecho cuyo reconocimiento pretende, por ejemplo: al actor que demanda el reconocimiento de un derecho creditorio fundado en un contrato, le corresponde probar la existencia del contrato.

b) Impeditivos: Que en algunos casos el actor debe probar, no solamente el hecho constitutivo del derecho, sino también el hecho violatorio del derecho. Así, por ejemplo, el acreedor que demanda al deudor una obligación contractual que cumplió mal o de modo diferente de lo pactado, tiene que demostrarlo.

c) Modificativos: Que los hechos impeditivos, modificativos o extintivos que se invocan por el actor al interponer una demanda que constituya una acción declarativa, deben ser probados por él. Es decir que en tales casos la carga de la prueba incumbe al actor que alega la existencia de un hecho que impidió la constitución de una relación jurídica, la modificó o la extinguió. Así, por ejemplo: "El que pide la nulidad de un acto jurídico fundado en un vicio de la voluntad, como error, dolo o violencia" debe probarlo.

d) Extintivos: Que respecto del demandado, es necesario tener en cuenta las distintas disposiciones o actitudes que puede adoptar al contestar la demanda. 1) Así, el allanamiento de éste exime de prueba al actor. 2) Que el reconocimiento expreso o tácito de la existencia de ciertos hechos por parte del demandado al actor libera a éste de la carga de la prueba, pero únicamente con respeto de ellos. 3) Cuando el demandado reconoce que existió la relación jurídica invocada por el actor, pero opone una excepción sustancial fundada en un hecho impeditivo, modificativo o extintivo, será a él, como excepcionante, a quien le corresponderá la carga de la prueba.Resumiendo los principios establecidos por los procesalistas, Alsina propone la siguiente regla general: "Es a cargo de quien lo alegue la prueba de la existencia del hecho en que se funde el derecho cuyo reconocimiento se pretende o que impide su constitución o modifique o extinga un derecho existente".

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Cabe destacar que hay casos en que la ley, regulando la carga de la prueba, la atribuye, no a quien la afirma el hecho constitutivo del derecho, o el impeditivo, modificativo o extintivo de él, sino a quien niega su existencia. Así ocurre cuando establece una presunción, por ejemplo los supuestos previstos en los arts. 969, 1571, 1817, etc., Cód. Civil.

Doble Legislación Sobre Pruebas (La Forma Y El Fondo En Materia De Pruebas).Debemos recordar que las leyes, de acuerdo con una clasificación de Jeremías Bentham, pueden ser sustantivas o adjetivas. "Las sustantivas son las que establecen los principios cardinales que son objeto del derecho" ejemplo, las reglas sobre propiedad, condominio, usufructo, familia, etc. Las adjetivas son las que establecen los medios que deben emplearse para aplicar las leyes sustantivas: tales son las reglas de procedimientos. Ejemplo, la forma de producir las pruebas en juicio.Son leyes sustantivas las contenidas en los Cód. llamados de fondo: Civil, Comercial Penal y de Minería, y adjetivas, las de los Cód. de Procedimientos, Leyes Procesales y Orgánicas de Tribunales.Establecida esta división, debemos determinar dentro de cuál de estas categorías de leyes debe legislarse sobre pruebas. En nuestro derecho la prueba está regida por una doble legislación: desde luego y en primer lugar, por los Cód. y leyes Procesales de la Capital Federal y las provincias, y en segundo lugar por el Cód. Civil, el Cód. Comercial y leyes de fondo en materia de trabajo, etc.Esta dualidad legislativa, que no es original en nuestro derecho, ya que una semejante se encuentra en el francés, donde el Cód. Civil establece algunas reglas generales sobre prueba y la carga de ella, y donde existe además los Código de Procedimientos; crea en nuestra organización federativa una complicación frente a lo dispuesto en el art. 75 de la Constitución Nacional, que al enumerar las facultades del Congreso, establece en el inc. 12: "Dictar los Cód. Civil, Penal Comercial y de Minería, sin que tales Cód. alteren las jurisdicciones locales, correspondiendo su aplicación a los tribunales federales o provinciales", y la disposición del art. 1190 del Cód. Civil, que preceptúa: "Los contratos se prueban por el modo que dispongan los Cód. de Procedimientos de las provincias federadas...".Esta doble legislación se justifica plenamente como señala Salvat, la teoría general de la prueba tiene por objeto fijar las reglas que rigen su producción en juicio, y bajo este aspecto, es innegable que se relaciona con el procedimiento; pero la teoría de la prueba se relaciona íntimamente con la existencia misma del derecho, y resulta imposible a veces fijar una clara separación entre las reglas que se refieren al derecho considerado en sí mismo y las que se refieren a la prueba. Tal ocurre por ejemplo, con las reglas que rigen las prueba de la filiación post morten, la prueba de los contratos, de la prescripción veinteñal, etc. Dice Salvat: "El derecho es inseparable de su prueba".

Facultades Legislativas De La Nación Y De Las Provincias En Materia De Prueba. Jurisprudencia De La Corte Suprema De Justicia De La Nación.Ahora bien, para resolver las cuestiones que pudieran suscitarse a raíz de esta doble legislación sobre pruebas, plenamente justificada y poder determinar si una cuestión sobre pruebas corresponde a la legislación de fondo que es nacional o a la forma que es local, como lo ha entendido la Corte Suprema de Justicia de la Nación, es necesario hacer una interpretación de los preceptos constitucionales referente a las facultades de la Nación y de las Provincias, estableciendo qué debe entenderse por jurisdicciones locales de acuerdo con los textos de nuestra Ley Fundamental; con ello se podría determinar hasta dónde puede el Congreso legislar con carácter general en materia de pruebas.La Corte Suprema de Justicia de la Nación, fiel intérprete de la Constitución, ha declarado que: "es la aplicación de los códigos dictados por el Congreso lo que se deja a los tribunales de provincia cuando las personas o las cosas cayeran bajo su jurisdicción..." "...Que si bien las provincias tienen la facultad de legislar sobre procedimiento, ello es sin perjuicio de las disposiciones reglamentarias que dicte el Congreso para el ejercicio de determinados derechos establecidos en los Cód. fundamentales que le incumben dictar".Ha declarado la Corte Suprema de Justicia de la Nación: "Que si bien es cierto que las provincias conservan todo el poder no delegado al Gobierno federal y se dan sus propias instituciones, entre las cuales se encuentra la organización de la justicia, y entre las facultades está la de dictar sus Cód. de Procedimientos, y que las atribuciones locales, no es menos cierto, que el Congreso tiene la facultad de dictar el Código de Comercio, de aplicación en todo territorio de la República, y que a la vez ley de fondo y de forma, ley sustantiva y adjetiva o de procedimiento, como lo evidencia la parte relativa a las quiebras". Y en otro pronunciamiento ha declarado: "Que las atribuciones conferidas al Congreso para dictar el Cód. Civil comprendían asimismo la facultad de fijar lo que debía ser su materia". Y finalmente, en otros, fallos, ha declarado que: "Las normas procesales incluidas en la legislación de fondo con el fin de asegurar el inmediato ejercicio de los derechos consagrados en ésta, no vulneran la referida atribución constitucional de las provincias".En consecuencia, podemos concluir que la jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, reflejada en los fallos citados, se ha pronunciado en el sentido de admitir como constitucional la doble

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legislación (de fondo y de forma) sobre la pruebas; o más concretamente, que tanto la Nación como las provincias puede legislar sobre pruebas, circunscribiéndose cada una a sus facultades legislativas que surgen de la Constitución Nacional, arts. 75, inc. 12 y 121 y 122, de conformidad de los principios o reglas citados por la Corte Suprema de Justicia de la Nación al interpretar estas disposiciones constitucionales en los fallos precedentemente citados.Alsina, admitiendo como constitucional la doble legislación, sobre pruebas, dice en su Tratado Teórico de Derecho Procesal Civil y Comercial: "El régimen de la prueba puede ser considerado en tres momentos: 1) admisibilidad; 2) formas de producción; 3) eficacia de los medios probatorios. El primero y el último están vinculados a la existencia de las relaciones sustanciales, mientras que el segundo entra en la organización judicial de las provincias". De acuerdo con este criterio de Alsina, corresponde incluir en el Cód. Civil promulgado por el Congreso para toda la Nación a tenor del precepto del art. 75, inc. 12, de la Ley Fundamental, todo lo relativo a los medios probatorios (admisibilidad de la prueba, dice Alsina) y a la eficacia, valor o fuerza de convicción de ellos, y en los Cód. de Procedimientos y otras leyes rituales de las provincias o de la Capital Federal todo lo referente a la forma o modos de producción de la prueba, esto es, las reglas reguladoras del modo de hacer valer en juicio los medios probatorios señalados en el Cód. Civil, y también deben incluirse en las normas de los Código de Procedimientos toda la reglamentación de la carga de la prueba porque, como señala Devis Echandí, "las normas que se refieren a la carga de la prueba son un sustitutivo de la prueba que no se llevó al proceso y le indican al Juez cómo debe fallar en tal situación teniendo en cuenta a quién le correspondía presentarla".

Interpretacion Del Art. 1190 Del Cod. Civil.Establece: "Los contratos se prueban por el modo que dispongan los Cód. de Procedimientos de las provincias federadas": y luego de los dos puntos agrega: "por instrumentos públicos; por instrumentos particulares firmados o no firmados; por confesión de partes, judicial o extrajudicial, por juramento judicial; por presunciones legales o judiciales; por testigos"; debe dársele la siguiente interpretación: Que el codificador argentino al establecer que los contratos se prueban por el modo que dispongan los Cód. de Procedimientos de las provincias federadas, sólo quiso expresar que los medios probatorios, esto es, las cosas, documentos, hechos o circunstancias que mencionan en la enumeración como prueba admisibles o que necesariamente deben presentarse a veces para acreditar el hecho jurídico contractual como causa generadora de derechos y de deberes, debe hacerse valer en la forma o como dice, por el modo que dispongan las reglas procesales de las provincias federadas. Estos es, de acuerdo con la exigencia constitucional del respeto a las jurisdicciones locales (art. 75, inc. 12, Constitución Nacional), Vélez pensó que ellas quedaban a salvo con el precepto indicado, según el cual queda reservada a la legislación provincial el modo de producción de los medios de prueba enumerados en el art. 1190.

Breve Nocion De Cada Una: Confesional De Partes Judicial O Extrajudicial.La confesión de las partes, judicial o extrajudicial, ocupa el tercer lugar en la enumeración que de los medios de prueba de los contratos hace el art. 1090 del Cód. Civ. Ello al igual que los otros medios probatorios enumerados en el referido art. se aplican también a la prueba de los otros hechos jurídicos.La confesión desde el punto de vista civil y como prueba de los hechos y actos jurídicos, es la declaración judicial o extrajudicial, espontaneo provocada por interrogatorio de la parte contraria o por el juez directamente en un juicio, mediante la cual una persona capaz negocial (y de obligarse), reconoce total o parcialmente un hecho o circunstancia que puede producir consecuencias jurídicas a su cargo.De la confesión y su valor de plena prueba en materia civil se ha dado un triple fundamento:(a) Legal o Jurídico: ya que la ley impone al juez el deber de tener por cierto el hecho confesado;(b) Lógico: ya que hay que admitir como verdadero el hecho confesado;(c) Psicológico: ya que lo normal es que nadie reconozca un hecho que producirá una consecuencia jurídica desfavorable a quien lo confiesa, sino cuando tal reconocimiento sea expresión de la verdad. La confesión puede ser judicial, cuando se la presta en juicio, o extrajudicial, cuando se la hace fuera de él. Espontanea, cuando, en el juicio o fuera de él, una parte, sin interrogatorio o a requerimiento de la otra parte o del juez, reconoce como verdadero un hecho o circunstancia capaz de producir consecuencias jurídicas su cargo. Provocada, cuando se la presta a consecuencia de un interrogatorio de la parte contraria o del juez en un juicio mediante el procedimiento regulado en las leyes rituales. Expresa, cuando en forma categórica se manifiesta por palabras, por escrito o por signos inequívocos y sin dar lugar a dudas se reconoce como verdaderos los hechos invocados por la contraria y, en los casos en que una actitud del sujeto autoriza a tenerlo por confeso cuando según un precepto legal así lo establece. La confesión tácita, la doctrina procesal la identifica con la ficta confesio y sé de por ejemplo en los supuestos en que una persona, debidamente citada a una audiencia para absolver posiciones no comparece a ella, también cuando contesta con evasivas a una pregunta del pliego de posiciones, etc.

El Juramento Judicial.

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El artículo 1190 del Código Civil enumera entre los medios de prueba de los hechos jurídicos en general el juramento judicial. Tradicionalmente se considera que el juramento judicial es la "invocación a Dios, a su conocimiento infalible y a su veracidad y suprema autoridad, como prueba de algún hecho o circunstancia cuya verdad no se puede acreditar de otra manera". Sin embargo, con la declinación de los sentimientos religiosos en algunos pueblos disminuyo la fe en el juramento como medio de prueba y cabe destacar que en la antigüedad y aun hoy en muchos pueblos el juramento no se dirige a la divinidad.Ahora bien, desde el punto de vista jurídico el juramento como medio de prueba puede ser: (a) decisorio o (b) supletorio.Se denomina juramento decisorio cuando una de las partes en litigio se somete a lo que la otra manifiesta como juramento; y el juramento será supletorio cuando el propósito de llenar algún vacío por deficiencias de las otras pruebas, el juez impone a una de las partes la obligación de llenarlo bajo juramento. Por ejemplo cuando una persona demanda reparación de daños y perjuicios, especialmente el correspondiente al agravio moral y habiendo probado el monto indemnizatorio o indemnizable, la ley admite el juramento judicial como prueba de él, en tal caso el juramento es estimatorio.

Presunciones Legales Y Judiciales.El art. 1190 enumera también a las presunciones legales y judiciales.Presunción es la acción y efecto de presumir, esto es de sospechar, juzgar o barruntar un hecho o circunstancia por existir indicios para ello. La presunción es un medio de prueba indirecto o circunstancial, pues mediante la comprobación de uno o más hechos que no tienen relación directa con el hecho que se quiere probar, se llega por medio del razonamiento a la demostración de él y se lo tiene por verdadero. Desde el punto de vista legal la presunción es el hecho o circunstancia que por disposición legal se debe tener como verdaderas.Las presunciones pueden ser: a) Legales, establecidas por la ley que pueden ser:1) Iuris et de iure, que no se admite prueba en contrario;2) Iuris tatum, mientrás no se pruebe lo contrario.B) Simples o del hombre. Nuestra doctrina y jurisprudencia han sentado como regla: las presunciones que no son establecidas por la ley quedan libradas a las luces y prudencia de los magistrados, que no deben admitir más que presunciones graves, precisas y concordantes, a menos que el acto sea atacado por dolo o fraude.La jurisprudencia ha aceptado siempre la prueba de presunciones en los casos de simulación, en donde también se ha admitido la prueba testimonial, aun contra los instrumentos.

La Prueba Testimonial.El parte 1190 enumera en último lugar como medio de prueba de los contratos a los testigos. Se refiere a la prueba testimonial, esto es, a la declaración de los testigos que es apta para probar no solo los contratos sino otros hechos jurídicos.Testigos son las personas que acreditan un hecho que han percibido, es decir, que ha caído bajo la acción de sus sentidos y han tomado conocimiento de él.El art. 1193 de nuestro Cód. Civ. colocado en el Cap. V del Tit. I de la Sección III, del Libro Segundo, rubrado como "de las prueba en los contratos", y preceptúa: "Los contratos que tengan por objeto una cantidad de más de diez mil pesos, deben hacerse por escrito y no pueden ser probados por testigos."Este artículo suscita muchas dudas y cuestiones, que es necesario resolver. En primer lugar, se observa en una misma disposición que por su localización debiera referirse exclusivamente a los contratos, va implícita una exigencia de forma escrita para los contratos que tengan por objeto obligaciones de dar sumas de dinero mayores de diez mil pesos. Y esta circunstancia, que también se señala en la disposición del art. 1341 del Código Civil francés, suscita dudas acerca de sí la exigencia de la forma y en su caso si ella constituye un elemento indispensable o requisito de existencia o simplemente necesario o requisito de validez plena de tales contratos especiales, o si la existencia y/o validez plena de tales acuerdos contractuales es independiente de la forma escrita, que exigiría únicamente a los fines de la prueba.Es doctrina corriente entre nuestro autores que el art. 1193 solamente exige la escritura a los fines de la prueba y no como un requisito de existencia y/o validez plena de los actos con monto o valor superior a diez mil pesos, pero algunos llegan a esta conclusión, no si antes señalar las dudas que sugiere la no muy buena redacción del precepto.Segovia después de referir que la doctrina francesa sobre el similar del Código Civil Francés se inclina en el sentido de considerar la escritura como una exigencia al solo efecto de la prueba y como una facilitación de ella (ad probationem).En cuanto a los contratos de un monto inferior a cien pesos de la ley 18.188, Abelenda sostiene que el legislador, al no exigir escritura y permitir prueba testimonial, ha tenido en cuenta que imponer una prueba escrita era muy grave para mucha gente que, no sabiendo leer ni escribir, tenía que recurrir, aun en contratos de poco monto, a escribientes, lo cual demandaba gastos, y si no era escritura pública, siempre presentaban las dificultades o peligros de su relativo valor como prueba.

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Otros Medios Probatorios.Además de los enumerados en el art. 1190 del Cód. Civil, se reglamentan otros medios probatorios en las leyes procesales, tales son:a) La inspección ocular: Consiste en una observación visu que de los objetos y/o acontecimientos hace el juez de la causa.b) La prueba pericial: Como observa Alsina, no siempre el juez se halla en condiciones de conocer o apreciar un hecho por propios medios, sea porque no esta al alcance de sus sentidos, sea porque su examen requiere conocimientos técnicos que el no posee. Ello lo obliga a recurrir en tales casos al auxilio de personas especiales que recibe el nombre de peritos, y la diligencia que con el concurso de ellos se practica, constituye una prueba pericial.c) Compulsa de libros de Comercio: Este medio probatorio es en definitiva una combinación de la prueba documental y la pericial y constituye materia del derecho comercial y procesal.

Instrumentos públicosConceptoNuestro Código Civil no contiene una definición de los instrumentos públicos, pero de la reglamentación general de ellos en el citado Tít.III y de la particular de la especie más significativa de ellos: las escrituras públicas, y de otros preceptos del Título de las nulidades (III de la Secc.II del Libro Segundo), se puede extraer un concepto y hasta dar una definición, por que más de que sea ella siempre peligrosa en derecho (omnis definitio in iure periculosa est), como decían los romanos, pero al mismo tiempo útil para encarar después del estudio más profundo de lo que se quiere definir. La definición de instrumento público es la siguiente: "La representación objetiva de un pensamiento, voluntad o voluntades, realizada en papeles o elementos similares, mediante escritura manual o mecánica, redactadas por o en presencia de una persona a quien la ley asigna el carácter de oficial público, fedatario que la autoriza y con los requisitos y las formalidades legales, con la finalidad de acreditar, en caso necesario, un acto jurídico del cual es elemento estructural indispensable para su existencia o un hecho jurídico trascendente y los derechos y deberes que emergen de ellos o se conservan, modifican o extinguen con ellos, a los cuales el Código atribuye carácter de auténticos, les otorga plena fuerza de convicción o valor probatorio entre las partes y terceros, sólo destruible por acción civil o comercial de falsedad o prueba en contrario respecto de algunas de sus menciones. Según esto podemos señalar como características comunes a los instrumentos públicos, las siguientes:(1) Son documentos escritos, redactados con las formalidades y requisitos ineludibles, exigidos por la ley.(2) Son documentos que reflejan un pensamiento, una voluntad o un acuerdo de voluntades.(3) Son documentos auténticos y con pleno valor probatorio de sus menciones, sólo destruible por acción

civil o criminal de falsedad o prueba en contrario, según se trate de las enunciadas por el oficial públicos como cumplidas por él mismo o acaecidas en su presencia o manifestaciones de los otorgantes del acto.

(4) Son documentos otorgados con la intervención indispensable de un oficial público a quien la ley le confiere la facultad de autorizarlos y le atribuye la calidad de fedatario de su autenticidad y de la verdad de sus menciones.

Metodología del codificadorEl art. 1190 del Cód. Civil en su enumeración de los medios probatorios que se harán valer por el modo que dispongan los Códigos de Procedimientos de las provincias federadas menciona en primer lugar los instrumentos públicos.Los instrumentos públicos son prueba que la doctrina procesalmente denominada preconstituidas, queriendo significar con ello que se preparan con anterioridad al proceso en el que se han de emplear, para demostrar la causa generadora del derecho o del deber, que se invoca o niega. Pero cabe destacar que los instrumentos públicos se confeccionan por imposición de la ley o de acuerdo con la voluntad de las partes, con abstracción e independencia de todo proceso judicial, simplemente, para reflejar en un documento auténtico, el acto jurídico que produce como efectos propios los derechos y deberes que responden al fin querido por los celebrantes y que nada obsta a que el documento escrito se confeccione después de tratada la litis en un juicio para poner fin a él, como ocurre en los supuestos de transacciones reflejadas en instrumentos públicos y con relación a derechos ya litigiosos.En el Código Civil argentino se halla en un Título aparte, que es el III de la Secc. II del Libro Segundo, rubrado "De los instrumentos públicos", la reglamentación general de ellos. Las normas de dicho título señalan los requisitos que deben reunir para su eficacia y validez los instrumentos públicos que se enumeran en el art. 979, el valor probatorio de todos ellos considerados en sí mismo y en cuanto a su contenido, así como también el modo de destruir tal fuerza probatoria.Cabe destacar que de acuerdo con la reglamentación de nuestro Código Civil los instrumentos públicos se vinculan, por lo común, a los actos jurídicos que ellos reflejan, de manera que su existencia comienza el día de la fecha del otorgamiento del documento escrito consignada de él. Así ocurre en todos los supuestos de actos jurídicos de forma prescripta por la ley, cuya validez se halla condicionada a esa forma instrumental, exclusivamente decretada (argumento del art. 951, C.C.).

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Nuestro Código Civil no contiene una definición de los instrumentos públicos, pero de la reglamentación general de ellos en el citado Tít.III y de la particular de la especie más significativa de ellos: las escrituras públicas, y de otros preceptos del Título de las nulidades (III de la Secc.II del Libro Segundo), se puede extraer un concepto y hasta dar una definición, por que más de que sea ella siempre peligrosa en derecho (omnis definitio in iure periculosa est), como decían los romanos, pero al mismo tiempo útil para encarar después del estudio más profundo de lo que se quiere definir. La definición de instrumento público es la siguiente: "La representación objetiva de un pensamiento, voluntad o voluntades, realizada en papeles o elementos similares, mediante escritura manual o mecánica, redactadas por o en presencia de una persona a quien la ley asigna el carácter de oficial público, fedatario que la autoriza y con los requisitos y las formalidades legales, con la finalidad de acreditar, en caso necesario, un acto jurídico del cual es elemento estructural indispensable para su existencia o un hecho jurídico trascendente y los derechos y deberes que emergen de ellos o se conservan, modifican o extinguen con ellos, a los cuales el Código atribuye carácter de auténticos, les otorga plena fuerza de convicción o valor probatorio entre las partes y terceros, sólo destruible por acción civil o comercial de falsedad o prueba en contrario respecto de algunas de sus menciones. Según esto podemos señalar como características comunes a los instrumentos públicos, las siguientes:(5) Son documentos escritos, redactados con las formalidades y requisitos ineludibles, exigidos por la ley.(6) Son documentos que reflejan un pensamiento, una voluntad o un acuerdo de voluntades.(7) Son documentos auténticos y con pleno valor probatorio de sus menciones, sólo destruible por acción

civil o criminal de falsedad o prueba en contrario, según se trate de las enunciadas por el oficial públicos como cumplidas por él mismo o acaecidas en su presencia o manifestaciones de los otorgantes del acto.

(8) Son documentos otorgados con la intervención indispensable de un oficial público a quien la ley le confiere la facultad de autorizarlos y le atribuye la calidad de fedatario de su autenticidad y de la verdad de sus menciones.

Enumeración Legal.El art. 979 de nuestro C.C. contiene una enumeración de las distintas clases de instrumentos públicos. Esta enumeración se considera meramente enunciativa o ejemplificativa, pero algunos juristas y tribunales del país han entendido que tiene carácter taxativo.La enumeración es la siguiente (inc….)(1) "Las escrituras públicas hechas por escribanos públicos en sus libros de protocolo, o por otros funcionarios con las mismas atribuciones, y las copias de esos libros sacadas en la forma que prescribe la ley". Las escrituras públicas constituyen uno d los más trascendentes en la práctica jurídica. Los otros funcionarios a los q se refiere el inc. Son los cónsules argentinos en el extranjero, y los ministros diplomáticos en el exterior. Para ls prov. Q lo cuentan en su org. Judicial también lo son los jueces d paz.(2) "Cualquier otro instrumento que extendieren los escribanos o funcionarios públicos en la forma que las leyes hubieren determinado".Dada la amplitud de la indicación general de este inciso, son innumerables los documentos que deben considerarse instrumentos públicos. A título simplemente ejemplificativo podemos mencionar los siguientes "los documentos en que consten inventarios judiciales realizados con las formalidades de ley. Las actas de sesiones de las cámaras legislativas. Los informes de los funcionarios del Registro de la Propiedad. Las partidas de nacimientos, casamiento o defunciones, expedidas por los encargados de los registros parroquiales, las actas de los funcionarios notificadores de los juzgadores, etc"3) "Los asientos de los libros de los corredores, en los casos y en la forma que determine el Código de Comercio". Como nuestro CC. se remite al Cód. de Comercio y éste sólo atribuye carácter de instrumento público a tales asientos en el supuesto de su art. 1201, esto es, en el de la póliza de fletamiento hecho con intervención del corredor marítimo, debemos concluir que sólo en estos casos tales asientos tienen carácter de instrumentos públicos.4) "Las actas judiciales hechas en los expedientes por los respectivos escribanos, y firmadas por las partes, en los casos y en las formas que determinen las leyes de procedimientos; y las copias que de esas actas se sacasen por orden del juez ante quien pasaron". Este inciso no se refiere a los actos procesales, sino a las actas. Los actos están comprendidos en el inc. 2º. 5) "Las letras aceptadas por el gobierno o sus delegados, los billetes o cualquier título de crédito emitido por el tesoro público, las cuentas sacadas de los libros fiscales, autorizadas por el encargado de llevarlas".6) "Las letras de particulares, dadas en pagos de derechos aduana con expresión o con la anotación correspondiente de que pertenecen al tesoro público". Como el estado solo acepta pago al contado este in. Ha quedado en desuso7) "Las inscripciones de la deuda pública, tanto nacionales como provinciales". Es decir, los títulos d la deuda pública. Incluso los emitidos por las municipalidades.8) "Las acciones de la compañías autorizadas especialmente, emitidas de conformidad con sus estatutos". Se refiere a las acciones de las sociedades anónimas, en comandita por acciones y de economía mixta. En este caso no hay actividad de funcionario público.9) "Los billetes, libretas, y toda cédula emitida por los bancos autorizados para tales emisiones". Quedan

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comprendidos los billetes emitidos por la casa d la moneda bajo supervisión del banco central, las monedas acuñadas pro la misma, las lbretas de caja d ahorro d los bancos.10) "Los asientos de los matrimonios en los libros parroquiales, o en los registros municipales, y las copias sacadas de esos libros o registros".si bien los curas párrocos no eran funcionarios públicos, en la época d la sanción del cc todas las constancias de matrimoniuo eran llevadas por las parroquias. Por extensión debe considerarse incluidas tbn las demás certificaciones expedidas x las parroquias d esa épocaLa enumeración del artículo puede ser ampliada, pero únicamente por la ley.

Condiciones d validez.Para q el instruento público sea válido y produzca el efecto d eplena prueba respecto a su contenido, son necesarios cuatro reqisitos. Que haya sido extendido por un oficila público (art. 979), capaz d otorgarlo (arts. 982,983 y 985), q sea competente en razón d la materia y territorio (arts. 980 y 981 del CC) y q satisfaga las formalidades q la ley establece (art. 986) (Rivera)(1) Facultad legal del oficial público para autorizarlo. Para la validez del instrumento público se requiere en primer lugar que el oficial público tengan facultades para autorizarlo, lo cual resultará, en cada caso, en la investidura correspondiente al cargo que ejerza. Por ello debe tenerse, para decidir si el oficial público obra con facultades necesarias para la validez del instrumento, en cada caso, cuáles son las atribuciones que corresponden al cargo que debe desempeñar en virtud de un nombramiento o autorización de autoridad competente y sólo después de que se lo haya puesto en posesión del mismo en legal forma.La habilidad del oficial para autorizar instrumentos públicos deriva del nombramiento y de la toma de posesión del cargo en forma legal, siendo irrelevante para invalidar un instrumento de quien lo hubiese autorizado no tuviere las cualidades o condiciones necesarias para el cargo para el que haya sido asignado y puesto en posesión. Esto es lo que resulta del art. 982 del Código Civil, que preceptúa: "La falta en la persona del oficial público, de las cualidades o condiciones necesarias para el nombramiento a las funciones de que se encuentre revestido, no quita a sus actos el carácter de instrumentos públicos".De acuerdo con el precepto legal, la circunstancia de que el nombramiento del oficial público haya recaído en un incapaz de hecho, por ejemplo, en un menor de edad o en un demente declarado, si bien puede determinar la separación de tales personas del cargo, no es por sí sola causa de nulidad de los actos jurídicos reflejados en instrumentos públicos autorizados por ellos. Lo mismo ocurriría si por error se designara oficial, por ejemplo jefe del registro Civil, a una persona que carece del Título habilitante, pues para tener "la habilidad o capacidad para autorizar instrumentos públicos propios de sus funciones, es necesario que haya sido autorizado para desempeñar el cargo y puesto en posesión de él". Esta solución legal se justifica y responde a las necesidades de seguridad jurídica y protección a la buena fe y creencia.Ahora bien, la capacidad o aptitud legal del oficial público para autorizar los instrumentos públicos de acuerdo con las atribuciones propias al cargo que desempeña, cesa en dos supuestos previstos en el Cód. Civil: El primero, con la notificación de su suspensión, destitución o reemplazo; así lo establece el art. 938 en los siguientes términos: "Los actos que autorizase un oficial público suspendido, destituido o reemplazado después que se le haya hecho saber la suspensión, destitución o reemplazo, serán de ningún valor, pero son válidos los actos anteriores a la noticia de la cesación de sus funciones".El interés de los particulares queda a resguardo, porque es norma general que las suspensiones, sustituciones o destituciones se publiquen en el Boletín Oficial, como lo recuerda Llambías.El segundo supuesto con que cesa la habilidad del oficial público está previsto en el art. 985 del C.C. y es el que se realiza cuando se trata de instrumentar un acto en el que esté interesados él o sus parientes dentro del cuarto grado. Este art. 985 establece: "Son de ningún valor los actos autorizados por un funcionario público en asunto en el que él o sus parientes dentro del cuarto grado fuesen personalmente interesados; pero si los interesados lo fueren sólo por tener parte en sociedades anónimas, o ser gerentes o directores de ellas, el acto será válido".

(2) Competencia oficial público.De acuerdo con el precepto del art. 980 de nuestro C.C. “Para la validez del acto como instrumento público, es necesario que el oficial público obre en los límites de sus atribuciones, respecto de la naturaleza del acto, y que éste se extienda dentro del territorio que se ha asignado para el ejercicio de sus funciones".En suma la ley exige que el oficial público autorizante sea competente por razón de la materia y por razón del lugar. Sin embargo, con respecto a la competencia ratione loci, esto es, territorial, el mismo C.C. establece como excepción, en el art. 981, la siguiente: "Son sin embargo válidos, los instrumentos hechos por funcionarios fuera del distrito señalado para sus funciones, si el lugar fuese generalmente tenido como comprendido en el distrito". Se trata de una aplicación del principio error communis facit ius.

(3) Formalidades legales:Finalmente, "para la validez del acto es preciso que se hayan llenado las formas prescriptas por las leyes,

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bajo pena de nulidad". Cuando se trate de actos jurídicos cuya forma prescripta por la ley sea instrumento público, en él deben cumplirse las exigencias del art. 988, que es común a todos los enumerados en el art. 979 y que consiste en la firma de todos los interesados que aparezcan como partes, que lo harán directamente o por medio de otra persona a ruego conforme lo autoriza el art. 1001 del mismo Código Civil. Las escrituras públicas debían contar con la presencia de dos testigos instrumentales según el art. 1001 del Cód. Civil, cuya omisión tenía prevista como sanción la nulidad en el art. 1004 del mismo Cód., pero tal exigencia fue suprimida por la ley 15.875 y sólo es necesaria en el supuesto de que el escribano público autorizante o cualquiera de las partes los juzgue pertinentes. Sin embargo, para todos los supuestos en que en un instrumento público, sea éste escritura pública, u otro de los enumerados en el art. 979, deban intervenir testigos, rige el precepto del art. 990, que establece: "No pueden ser testigos en los instrumentos públicos, los menores de edad no emancipados, los dementes, los ciegos, los que no tengan domicilio o residencia en el lugar, las mujeres, los que no saben firmar su nombre, los dependientes del oficial público y los dependientes de otras oficinas que estén autorizadas para firmar escrituras públicas, los parientes del oficial público dentro del cuarto grado, los comerciantes fallidos no rehabilitados, los religiosos y los que por sentencia estén privados de ser testigos en los instrumentos públicos".En cuanto a esta enumeración de personas que carecen de habilidad legal y por tanto resultan con una incapacidad de derecho para ser testigos en instrumentos públicos, debemos señalar que la doctrina civilista es unánime al reconocer que la ley 11.357 suprimió la inhabilidad de las mujeres para ser testigos en instrumento público, ya que estableció en el art. 1º "La mujer mayor de edad, cualquiera sea su estado, tiene plena capacidad civil". ( Texto ordenado por la ley 17.711)En cuanto a la consecuencia normativa de la falta de habilidad legal del testigo es ella causa de la nulidad del instrumento. Así resulta del principio del art. 986 referente a la falta de formalidades prescriptas y del propio art. 991, que establece: "El error común sobre la capacidad de los testigos incapaces que hubieren intervenido en los instrumentos públicos, pero que generalmente eran tenidos como capaces, salva la nulidad del acto", lo que quiere decir que si no mediara tal error común la incapacidad de los testigos determinará la nulidad del acto.

Consecuencia de la falta de requisitos esenciales de los instrumentos públicos en los documentos. (sanción por inobservancia de las formas legales)La ausencia en un documento escrito de los requisitos exigidos por la ley para que se configure y tenga validez como instrumento público determina distintas clases de consecuencias.Así si falta la intervención del oficial pública va de suyo que no se puede hablar de instrumento público. Se estaría en el supuesto de un documento escrito, si fuera tal, pero inexistente como instrumento público.En cambio, si el documento escrito se realizó por o con la presencia del oficial autorizante, pero incurriendo en inobservancia de los requisitos legales, las consecuencias serán, o la nulidad o la anulabilidad del instrumento público.Así, se consideran nulos los instrumentos públicos que carecen de algunos de los requisitos de eficacia jurídica que el Código Civil denomina de validez. Por ejemplo, cuando hubieren sido autorizados por un oficial público que hubiere perdido su capacidad, siempre que lo haya hecho con posterioridad a la notificación de su suspensión o destitución. Son también sancionados con pena de nulidad los instrumentos públicos cuando no se hayan llenado en ellos las formas prescriptas por las leyes (art. 986). Por ejemplo, cuando faltan las firmas de las partes o la presencia de testigos, cuando ellos fueren necesarios, o la firma de alguno de ellos. En cambio, el art. 989 preceptúa que "Son anulables los instrumentos públicos, cuando algunas de las partes que aparecen firmadas en ellos, los arguyesen de falsos en el todo, o en parte principal, o cuando tuviesen enmiendas, palabras entre lineas, borraduras o alteraciones en partes esenciales, como la fecha, nombres, cantidades, cosas, etc., no salvados al fin".

Conversión de los instrumentos públicos sin validez como tales.Según el precepto del art. 987 del Cód. Civil, "el acto emanado de un oficial público, aunque sea incompetente, o que no tuviera las formas debidas, vale como instrumento privado, si esta firmado por las partes, aunque no tengan las condiciones y formalidades requeridas para los actos extendidos bajo formas privadas".Las condiciones y formalidades para los actos extendidos bajo formas privadas a que alude el art. 987, son las relativas al doble ejemplar en los supuestos de que el instrumento refleje convenciones perfectamente bilaterales, los actos bajo firma privada no están sujetos a formas especiales y sólo son requisitos esenciales la firma de las partes en todos los casos y el doble o la pluralidad de ejemplares en el supuesto del art. 1021.

Fuerza probatoriaLa cuestión referente al valor probatorio de los instrumentos públicos, es decir, de la eficacia de ellos como medios de prueba, debe estudiarse en el derecho civil, con dos enfoques diferentes: (1) Valor probatorio del instrumento público considerado en sí mismo. La ley establece una presunción de autenticidad del instrumento público, aunque no existe un

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precepto expreso en ese sentido. Así surge de la circunstancia de que el Cód. Civil, al señalar y regular la fuerza probatoria de tales instrumentos, en los arts. 993 y ss., no exige, como en el caso de los instrumentos privados, la prueba previa de su autenticidad.Esa presunción de autenticidad, es decir, de que ha sido realmente otorgado por ante el oficial público que aparece como autorizante suscribiéndolo y que, desde luego, sólo tienen los instrumentos públicos otorgados en condiciones normales que reúnen los requisitos de validez, solamente puede ser destruida por la acción civil o criminal de falsedad.(2) Valor probatorio del contenido del instrumento público.En cuanto al contenido de los instrumentos públicos, es decir, de las enunciaciones que él contenga, hay que distinguir tres clases de ellas:

(a) Enunciaciones sobre existencia material de hechos que hiciere el oficial público como cumplidos por él mismo o acaecidos en su presencia. Respecto de estas menciones, el art. 993 del C.C. preceptúa: "El instrumento público hace plena fe hasta que sea argüido de falso, por acción civil o criminal, de la existencia material de los hechos, que el oficial público hubiese anunciado como cumplidos por el mismo, o que hayan pasado en su presencia".Así de conformidad con el precepto legal, el instrumento público, hasta que sea argüido de falsedad por acción civil o criminal, hace plena fe de la fecha, del lugar del otorgamiento, de la comparecencia de las personas que se mencionan, de la capacidad de ellas si el oficial público dijere conocerlas, y de las partes dijeron esto y aquello lo cual significa que tales aseveraciones sean expresión de la verdad. En suma, el instrumento público hace plena fe, que sólo puede ser destruida o enervada por la redargución de falsedad mediante acción civil o criminal, de las menciones hechas por el oficial que se refieren a hechos realizados por él mismo o de los cuales ha tomado en el acto que el instrumento refleja, un conocimiento personal en virtud de haberlos percibido directamente, es decir por haber caído bajo la acción de sus sentidos, y haber tomado conciencia de ellos.(b) Enunciaciones sobre hechos relatados por las partes y que constituyen las denominadas cláusulas dispositivas. Son las enunciaciones que se refieren al acto jurídico reflejado en el instrumento que constituye la forma del mismo, y aquellas que hacen referencia a hechos jurídicos ocurridos con anterioridad, por ejemplo pagos, entregas de cosa por tradición, toma de posesión, etc.Respecto a estas enunciaciones dispositivas el Cód. Civil preceptúa en el art. 994: "Los instrumentos públicos hacen plena fe, no sólo entre las partes, sino contra terceros, en cuanto el hecho de haberse ejecutado el acto, de las convenciones, disposiciones, pagos, reconocimientos, etc., contenidos en ellos".Resulta del precepto legal que, respecto de estas menciones, el instrumento público hace plena fe, pero para destruir o enervar la fuerza o valor probatorio de ellas, no se requiere ya la acción civil o criminal de falsedad, sino simplemente la prueba en contrario, o la prueba de la falsedad, no del instrumento, sino de esas enunciaciones o cláusulas dispositivas. Así, por ejemplo, en un contrato de compraventa de inmueble reflejado en instrumento público, la mención de que el acto se ha celebrado y es real y de que se han efectuado con anterioridad la entrega de la cosa y el pago del precio, hace plena fe, pero para destruir ese valor probatorio, no se requiere la redagución de falsedad del instrumento en sí, sino la prueba en contrario de tales enunciaciones, o la prueba de que las misma son falsas.El oficial público sólo puede dar fe de lo que percibe y sabe, pero de aquello de lo que solamente se informa mediante el relato de las partes. Por eso, debe limitarse al relatar cada hecho tal como verídicos o que le constan. El oficial público no puede garantizar el grado de verdad de esas menciones si no tiene sobre ellas un conocimiento personal.(c) Enunciaciones de hechos relatados por las partes que tienen relación directa con el objeto principal del acto jurídico del cual el instrumento público es la forma. Respecto de estas enunciaciones o cláusulas enunciativas directas el art. 995 del C.C. establece: "Los instrumentos públicos hacen plena fe de las enunciaciones de hechos o actos jurídicos directamente relativos al acto jurídico que forma el objeto principal, no sólo entre las partes sino también respecto a terceros".Para destruir esta fuerza probatoria del instrumento sobre estas cláusulas enunciativas directas, al igual que respecto de las dispositivas, no hace falta la redargución de falsedad del instrumento sino simplemente la de esas cláusulas, o bien de la prueba en contrario.Las cláusulas enunciativas indirectas, es decir de las manifestaciones de las partes accesorias o superfluas deben considerarse no escritas para el efecto de probar o deducir derechos que pudieran resultar de ellas. García Goyena citado por Llerena pone el siguiente ejemplo: "Pedro me vende una finca que dice haber heredado de Pablo. Si uno de los herederos parciales de éste pretende reindivicar su parte correspondiente de la finca, no podrá fundar su demanda en la sola mención que Pedro hizo en el instrumento de haberla heredado de Pablo, aunque yo fuese parte de él: la enunciación es extraña a la parte dispositiva del instrumento, y yo no tenía, entonces, interés en oponerme a ella".

(3) Personas a las que afecta o alcanza el valor probatorio de los instrumentos públicos.En cuanto a las personas a las cuales afecta el valor de plena prueba, y con el alcance que hemos señalado en el punto precedente, el C.C. establece que ellos hacen plena fe, no sólo entre las partes, sino también contra terceros.

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Cabe destacar que en cuanto al valor del instrumento público considerado en sí mismo y su presunción de autenticidad, el Código no establece expresamente que alcanza tanto las partes como a los terceros, pero la doctrina civilista de nuestro país, y la jurisprudencia, entienden que ello debe ser así, ya que, respecto del contenido, expresamente lo establecen los arts. 994 y 995. Para una correcta comprensión de cuál es el alcance del principio consagrado de que los instrumentos públicos hacen plena fe, no sólo entre las partes, sino también contra terceros, convendrá recordar que tal principio se refiere al instrumento público como medio de prueba de los hechos en él documentados y no del efecto del acto jurídico instrumentado, que se rige por otros principios.(4) Conclusiones. Hechas las precedentes observaciones, podemos sentar las siguientes conclusiones:(a) Que los instrumentos, en cuanto a la presunción de autenticidad, considerados en sí mismos, afectan

tanto a las partes como a los terceros.(b) En cuanto a la existencia material de los hechos que el oficial público enuncie como cumplidos por él o

acaecidos en su presencia, la plena fe alcanza del mismo modo a los terceros que a las partes. Ya vimos que sólo puede destruirse por la acción civil o criminal de falsedad.

(c) Con relación a las cláusulas dispositivas, los instrumentos públicos hacen plena fe tanto entre las partes como contra terceros, pero puede destruírsela por prueba en contrario, sin necesidad de redargüir de falsedad el instrumento.

(d) En cuanto a las cláusulas enunciativas directas, la situación es idéntica a la que se presenta respecto de las cláusulas dispositivas.

(e) Acerca de las cláusulas enunciativas indirectas, el instrumento público carece de plena prueba, ya que, según lo señala Llambías, sólo puede valer como principio de prueba por escrito quien hizo la enunciación indirecta o superflua.

(f) Prohibición al oficial público y testigos de un instrumento público de declarar para contradecir o alterar el contenido.

Por un principio de seguridad jurídica y para reafirmar el valor probatorio de los instrumentos públicos, el art. 992 del C.C. preceptúa: "Los testigos de un instrumento y el oficial público que lo extendió no puede contradecir, variar ni alterar el contenido de él, si no alegasen que testificaron el acto por dolo o violencia que se les hizo, en cuyo caso el instrumento no valdrá".El codificador Vélez Sársfield en la nota inserta al pie del art. 992 da las razones que fundan el precepto prohibitivo, y que son las necesidades de seguridad jurídica.

Examen especial de las escrituras publicas.Es uno de los instrumentos públicos de mayor significación en la vida jurídica. Es la forma prescripta por la ley, que constituye un elemento de tipificación o de existencia de los actos jurídicos enumerados en el art. 1184 del Cód. Civil, y es también la que corresponde a otros no mencionados en el referido precepto. La escritura "da certidumbre a los derechos, facilita su natural desenvolvimiento y los mantiene dentro de la normalidad, evitando respecto de los mismo la promoción de cuestión litigiosas, todo lo cual nos dice de su importancia en la vida de la relación jurídica".Nuestro C.C. no define las escrituras públicas, pero teniendo en cuenta que según el art. 979 son una especie del género instrumentos públicos con arreglo a la reglamentación de que ellas se hacen en el Tít. IV de la Secc.II del Libro Segundo del mismo Cód., en el que señalan los requisitos específicos o de tipificación y los que atañen a su eficacia como documento auténtico que tiene pleno decir, para dar un concepto en ellas, que son: instrumentos públicos y por lo tanto documentos escritos hechos por los escribanos públicos o sus sustitutos legales en sus libros de protocolo, con las formalidades de ley, que reflejan actos humanos, su naturaleza y la identidad de las personas que les otorgan y otras circunstancia o hechos que la reglamentación legal exige sean mencionadosComo son instrumentos públicos, todo cuanto dijimos acerca de éstos es aplicable también a las escrituras públicas, por lo cual nos remitimos a lo ya dicho en los puntos precedentes.

1) Requisitos legales de existencia y validez de las escrituras públicas.Las escrituras públicas son, como dijimos, una especie dentro del género instrumentos públicos, y por lo tanto deben llenar los requisitos establecidos en el Cód. Civil como comunes o genéricos a todos ellos, para que se configuren y como tales tengan plena validez y eficacia jurídica. Pero, además de esos requisitos comunes, las escrituras públicas requieren:a) Confección de la escritura por escribano público o sustituto legal.El primer requisito indispensable para que exista una escritura pública es que el documento escrito lo haya hecho un escribano público u otro funcionario autorizado par ejercer las mismas funciones.Es lo que resulta del art. 997 del Cód. Civil, que preceptúa: "Las escrituras públicas sólo pueden ser hechas por escribanos públicos, o por otros funcionarios autorizados para ejercer la mismas funciones".El art. 997 del C.C. sólo exige que las escrituras públicas sean hechas por escribanos públicos o funcionarios

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autorizados para ello, y como la ley 9151 derogó el art. 998 del C.C. y lo sustituyó por otro con texto diferente, en el que se suprime la exigencia del art. derogado de que las escrituras públicas sean confeccionadas por el mismos escribano (o sustituto), se ha entendido y así lo han declarado los tribunales de justicia, que son válidas las que escriban amanuenses o dactilógrafos, bastando con que las firme y rubrique el escribano.En la provincia de Corrientes, según el art. 70 de la ley 1482, con su nuevo texto introducido por la ley 2348, establece al respecto: "las escrituras públicas... podrán ser manuscritas o mecanografiadas. En el primer caso no es indispensable que el escribano la extiende de su puño y letra, pudiendo hacerlo sus empleados". "Si es mecanografiada, la máquina a utilizarse deberá ser registrada en el Colegio de Escribanos en cuanto al tipo de letras, marca y número...".En cuanto a los funcionarios autorizados para ejercer las mismas funciones que los escribanos públicos y que, por tanto, pueden hacer escrituras públicas según el art. 997, cabe mencionar a los jueces de Paz, que pueden hacerlo en los supuestos de los arts. 1223 (convenciones matrimoniales) y 3650 (testamento por acto público). Son de mencionar también las leyes 4711 y 4712, que confieren funciones propias de escribanos públicos, es decir, notariales, a los ministros, diplomáticos y cónsules de la República acreditado en países extranjeros. La Ley 1482 de la provincia de Corrientes de escribanos en ausencia de éstos.b) Asiento de la escritura en el libro de protocolo. Según el art. 998 con su nuevo texto introducido por la ley 9151, "Las escrituras públicas deben ser hechas en el libro de registros, que estará numerado, rubricado o sellado, según las leyes en rigor. Las escrituras que no estén en el protocolo no tienen valor alguno".De acuerdo con este precepto, es escrito indispensable para la configuración de una escritura pública y su eficacia jurídica como tal, que se halle confeccionada en el libro de registros del escribano que viene a ser lo mismo que el protocolo.El mismo art. 998 establece la necesidad de que el libro de registros esté numerado, rubricado o sellado según las leyes en vigor. En la Capital Federal el libro de registros, que es lo mismo que el protocolo se debe formar con pliegos de papel sellado que se denominan "sellos notariales", los que llevan una numeración propia y debe estar rubricados por el Colegio de Escribanos según el art. 56 del decr. 26.655/71 y resolución de la Dirección General Impositiva nº 146/52.En la provincia de Corrientes la ley 1482 en el Cap.I de la Secc.I del Libro Segundo, arts. 54 y ss. reglamenta todo lo relativo al protocolo y asiento en el de las escrituras públicas.c) Formalidades y requisitos especiales.El C.C. establece requisitos especiales. Así el art. 999 dispone que: "Las escrituras debe hacerse en idioma nacional. Si las partes no lo hablaren, las escritura debe hacerse en entera conformidad a una minuta firmado en su presencia traducida por el traductor público, y si no lo hubiere, por el que el juez nombrase. La minuta y su traducción deben quedar protocolizadas".El Cód. prevé y resuelve el caso de que las escrituras deban ser otorgadas por sordomudos y así establece en el art. 1000: "Si las partes fueren sordomudos o mudos que saben escribir, la escritura debe hacerse en conformidad a una minuta que den los interesados, firmada por ellos, y reconocido la firma ante el escribano que dará fe del hecho. Esta minuta debe quedar también protocolizada".Además, el art. 1001 establece que: "La escritura pública debe expresar la naturaleza del acto, su objeto, los nombres y apellidos de las personas que le otorgan, si son mayores de edad, su estado de familia, su domicilio, o vencidad, el lugar, día, mes y año en que fuesen firmadas, que puede serlo cualquier día, aunque sea domingo o feriado, o de fiesta religiosa. El escribano debe dar fe de conocer a los otorgantes, y concluida la escritura debe leerla a la partes, salvando al final de ella, de su puño y letra, lo que se haya escrito entre renglones y las testarudas que se hubiesen hecho. Si alguna de las partes no sabe firmar, debe hacerlo a su nombre otra persona que no sea de los testigos del instrumento.Las escrituras hecha así, con todas las condiciones, cláusulas, plazos, las cantidades que se entreguen en presencia del escribano, designadas en letras y no en números, debe ser firmada por los interesados y autorizada al final por el escribano. Cuando el escribano o cualquiera de las partes lo juzgue pertinente, podrá requerir la presencia y firma de dos testigos instrumentales. En este caso, aquel deberá hacer constar en el cuerpo de la escritura el nombre y residencia de los mismos".El art. 1002 prevé el caso de que "si el escribano no conociere las partes, éstas pueden justificar ante él su identidad personal con dos testigos que el escribano conozca, poniendo en la escritura sus nombres y residencia, y dando fe que los conoce". En la práctica los escribanos exige documentos de identidad, cédulas, libreta de enrolamiento, pasaporte, etc. además de los testigos que exige el art. 1002.El Código prevé también el supuesto de que los otorgantes del acto instrumentado fuesen representados por mandatarios, y así en el art. 1003 con su nuevo texto introducido por la ley 15.875, establece: "Si los otorgantes fuesen representados por mandatarios o representantes legales, el notario expresará que se han presentado los poderes y documentos habilitantes, que anexará a su protocolo. Si fuese menester la devolución de los mismos, o se tratare de poderes generales, hará constar la circunstancia y agregará copia autenticada al protocolo. En caso de que los poderes o documentos se hubieren otorgado en su oficina, o se hallaren protocolizados en su registro, expresará este antecedente, indicando el folio y año respectivo..."

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Como señala Borda, la omisión por parte del escribano de la agregación al protocolo de los documentos habilitantes sólo da lugar a sanciones disciplinarias para el escribano, no produciendo en principio la nulidad de la escritura ni del acto reflejado en ella sólo se trata de una omisión de agregación de documentos existentes, ya que al haberse suprimido en el nuevo texto del art. 1004 del C.C. introducido por la ley 15.875 tal omisión como causa de nulidad que aparecía en el anterior art. 1004 derogado, es evidente que la nulidad no está ya establecida ni expresamente ni tácitamente en la ley, por lo cual hay que aplicar el principio del art. 1037 del mismo Cod. Civil. La supresión de esa causal de nulidad se justifica, pues el remedio estaría en la redargución de falsedad en el supuesto de que los documentos habilitantes ni existieran o hubieren sido falseados por el escribano autorizante.

2) Sanciones por inobservancia de los requisitos legales al confeccionar las escrituras públicas.Fuera de los supuestos en que falta el escribano público, el asiento en el protocolo en los que no existe escritura, la sanción más grave con relación a las partes por inobservancia de requisitos o formalidades es la nulidad del instrumento. Claro está que tal sanción debe estar expresa o tácitamente establecida en la ley para que pueda ser declarada la nulidad según el principio del art. 1037 del Cód. Civil.El art. 1004 del Cód. Civil, con su nuevo texto introducido por la ley 15.875, establece varios supuestos en que las escrituras públicas son nulas cuando no tuvieren:a) la designación del tiempo y lugar en que fuesen hechas;b) el nombre de los otorgantes;c) la firma de las partes de los dos testigos del acto cuando su presencia fuese requerida.El mismo art. 1004, en el párr. 2º, señala claramente que "La inobservancia de las otras formalidades no anula las escrituras, pero los escribanos o funcionarios públicos, pueden ser penados por su omisiones con una multa que no pase de m$n 300".Pero seguidamente el art. 1005 establece otra casual de nulidad al preceptuar: "Es nula la escritura que no se halla en la página del protocolo donde según el orden cronológico debía ser hecha".Los tribunales del país han declarado además que son nulas las escrituras públicas en los siguientes casos: 1º) Cuando los papeles no están rubricados por el Colegio de Escribanos. 2º) Cuando hubiere sido otorgada fuera de la jurisdicción del escribano; ello por aplicación del art. 980

del C.C. 3º) En el supuestos de que el escribano esté suspendido, destituido o reemplazo después de la

notificación (art. 983). 4º) Cuando el escribano autorizante o sus parientes tengan interés en el acto instrumentado (art. 985). 5º) En el supuesto de testigos inhábiles (art. 990). 6º) En el supuesto del art. 989, de correcciones no salvadas.

Copias de las escrituras publicas.Según el art. 1006 del Cód. Civil "El escribano debe dar a las partes que lo pidiesen, copia autorizada de la escritura que hubiese otorgado". Estas copias, según el art. 979, inc. 1º, tienen también carácter de instrumentos públicos al igual que la escritura original asentada en el protocolo y hace plena fe como ella (art. 1010).En cuanto a las nuevas copias, el art. 1007 preceptúa: "Siempre que se pidieren otras copias por haberse perdido la primera, el escribano deberá darlas; pero si en la escritura, alguna de las partes se hubiese obligado a dar o hacer alguna cosa, la segunda copia no podrá darse sin autorización expresa del juez".El art. 1008 establece que: "Toda copia debe darse con previa citación de los que han participado en la escritura, los cuales deben comparar la exactitud de la copia con la matriz. Si se hallasen ausentes el juez puede nombrar un oficial público que se halle presente al sacarse la copia".El art. 1009 prevé el caso de variación entre la copia y la escritura matriz, estableciendo que en tal caso se estará a lo que contenga la segunda, esto es, la original asentada en el protocolo.

Protocolo.Pérdida del libro de protocolo. El art. 1011 del Cód. establece: "Si el libro de protocolo se perdiese y se solicitare por algunas de las partes que se renovase la copia que existía, o que se ponga en el registro para servir de original, el juez puede ordenarlo con citación y audiencia de los interesados, siempre que la copia no estuviese raída ni borrada en lugar sospechoso, ni en tal estado que no se pudiese leer claramente".Si las copias de escritura se han extraído de conformidad con las prescripciones de los arts. 1007 y 1008, hacen plena fe como la escritura matriz; por lo tanto, si ésta se perdiese al perderse el protocolo, la copia podía sustituirla. Si las partes alegaren que no es igual al original, no podrían probarlo sino con la misma escritura matriz y si esta se pierde no tendrían otro recurso que la redargución de falsedad de la copia por acción civil o criminal para enervar su valor probatorio.En los supuestos de pérdida del protocolo en el que estaba asentada una escritura matriz de la copia en poder de una persona a quien ella favorece, no tiene el deber de explicar la pérdida, ni tampoco está obligado a probar que la copia en su poder es igual al original perdido, porque si tal copia estaba debidamente

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autorizada, expedida de conformidad a los arts. 1007 y 1008 del Código Civil, tiene la presunción de que es igual, sin admitirse prueba en contrario.

Instrumentos privadosConceptoLos instrumentos privados son documentos firmados por las partes sin intervención de oficial publico alguno. Su característica finca en esta redacción del documento efectuada entre particulares y sin la presencia de otras personas fuera de los interesados. Como dice el art. 1012 del código; “es un acto bajo forma privada”

Formalidades requeridas: principio de libertadEstos instrumentos no están sometidos a formalidades especiales. Aquí encuentra un amplio campo de expansión el principio de libertad de forma, pues las partes no solo pueden elegir expresar su voluntad por escrito o verbalmente o por otros signos inequívocos con referencia a determinados objetivos (art. 917), sino q ya escogida la forma instrumental pueden redactar los documentos privados sin reato alguno y de la manera q estimen mas conveniente para sus intereses. Este principio de libertad de forma, ya sentado en el art. 974, esta remarcado en lo referente a esta clase de documentos por el art. 1020: “para los actos bajo firma privada no hay forma alguna especial. Las partes pueden formarlo en el idioma y con las solemnidades q juzguen mas convenientes”. De este principio derivan la siguientes consecuencias:

Los instrumentos privados pueden ser firmados cualquier día, aunq sea domingo, feriado o fiesta religiosa (art. 1015)

No es indispensable consignar el lugar de celebración ni el nombre ni domicilio de los firmantes Las cantidades pueden ser escritas indiferentemente en letras o en números La escritura puede ser impresa mecanografiada o manuscrita, salvo la firma q se admite por su

importancia, únicamente la ultima forma Las enmiendas, raspaduras o agregados no salvados, en partes no esenciales del documento, no

atentan contra su validez, si bien pueden alterar la fuerza probatoria conforme al criterio judicial No hay necesidad de transcribir los poderes habilitadores de quienes obren en carácter de

mandatarios de otros.Esta claro q aunq ninguna de las anteriores es indispensable para la validez del documento, será muy conveniente indicar la fecha, el lugar, el domicilio de las partes, salvar las entre líneas y raspaduras, y consignar las escribanía ante la cual se ha otorgado poder invocado por el firmante. Con ello se define la situación d las partes.

La firmaNoción y Exigencia El principio de libertad no es absoluto. Ya q presenta dos excepciones: 1º la firma, q constituye una exigencia indispensable en toda clase de instrumentos privados; 2º el doble ejemplar, q se exige en la instrumentación de ciertos actos determinadosSegún el art. 1012: “la firma de las partes es una condición esencial para la existencia de todo acto bajo forma privada”. La firma q como se ve es el único requisito de forma común a todos los instrumentos privados, no debe confundirse con la mera inscripción del nombre y apellido de la persona q suscribe el documento.La firma es el trazo peculiar mediante el cual el sujeto consigna habitualmente su nombre y apellido, a fin de hacer constar las manifestaciones de su voluntad. En este sentido dice el codificador en la nota de su art. 3639 q la firma es el nombre escrito de una manera particular, según el modo habitual seguido por la persona en diversos actos sometidos a esta formalidad.

La firma dada en blanco. NociónLa firma en los instrumentos privados puede ser puesta después d llenarse el documento, o en blanco para q luego se llene d acuerdo a las instrucciones del firmante. La firma en blanco es una forma d mandato q se introdujo en Francia a fines del s. XVII y q luego se generalizó en la práctica d los negocios.Presenta sus ventajas y sus inconvenientes. En cuanto a las primeras, elimina toda dificultad respecto d los poderes del mandatario, q queda habilitado para celebrar cualquier clase d acto q se le encomiende. Pero tiene también sus desventajas para el mandante, x el riesgo d tener q asumir cualquier compromiso q le endilgue el mandatario. Las firmas en blanco deben ser examinadas en su carácter d instrumentos privados y como actos jurídicos.Como instrumentos privados: Los documentos firmados en blanco en nada se diferencian d los demás instrumentos d aquella índole (art 1016).Como acto jurídico: la firma en blanco cumple la función d un mandato. Confiado el documento a la custodia o guarda del mandatario para su oportuna utilización equivale a un poder amplísimo que previera la

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realización d todos los actos posibles y facultara al representante para celebrarlos. D ahí q en ese carácter debe considerarse la situación del firmante frente al mandatario y frente a terceros.

Reglas del código civilLos instrumentos privados pueden ser firmados luego de llenarse el documento, o bien la firma puede ser puesta en el documento en blanco.Este sistema tuvo su origen en Francia a fines del siglo XVII y fue aceptado por nuestro codificador en el art. 1016, que dice: "La firma puede ser dada en blanco antes de la redacción por escrito. Después de llenado el acto por la parte a la cual se ha confiado, hace fe siendo reconocida la firma". Como acto jurídico la firma en blanco cumple la función de un mandato.En principio, el documento firmado en blanco, produce los mismos efectos que los restantes instrumentos privados siempre que el otorgante haya reconocido la firma. Nuestro Código Civil, en los arts. 1017 a 1019 contempla tres situaciones en las cuales se puede impugnar el contenido del instrumento privado:a) Cuando el documento lo hace valer la persona a quien se le entrego, el firmante puede demostrar que el contenido no coincide con lo pactado por las partes. Al respecto el art. 1017 dispone: “El signatario puede, sin embargo, oponerse al contenido del acto, probando que las declaraciones que se encuentran en él, no son las que ha tenido intención de hacer o de contratar. Esta prueba no puede ser hecha con testigos".b) Cuando un tercero de buena fe hace valer el documento ignorando que la firma ha sido puesta en blanco. El art. 1018 establece al respecto: "La nulidad de las declaraciones u obligaciones del signatario del acto que el juez decretare en virtud de las pruebas dadas, no tendrá efecto respecto de terceros que por el acto escrito hubiesen contratado de buena fe con la otra parte."c) Cuando el documento firmado en blanco es sustraído y llenado contra la voluntad del otorgante, El art. 1019 establece:"Las disposiciones de los dos artículos anteriores no se aplican al caso en que el papel que contenga la firma en blanco hubiese sido fraudulentamente sustraído a la persona a quien se hubiese confiado, y llenados por un tercero contra la voluntad de ella. La prueba de la sustracción y del abuso de la firma en blanco puede ser hecha por testigos. Las convenciones hechas con terceros por el portador del acto no pueden oponerse al signatario, aunque los terceros hubiesen procedido de buena fe".

Firma dada a ruegoSon los q aparecen suscriptos por un extraño a pedido del interesado.La opinión prevaleciente (Salvat y otros), niega a los documentos firmados a ruego todo valor legal, por carecer de la firma de la parte interesada, requisito esencial del documento según lo establece el art. 1012.En otro sentido expiden Larrena y Borda. Para imperio estos documentos valen como instrumentos privados, siempre q se pruebe la existencia del mandato verbal firmar, si bien esto no basta la sola declaración del mandatario firmante. Pero si el cato es de aquellos q no pueden ser probados por testigos (art. 1.193), el documento no vale ni como principio de prueba por escrito.Por su partes, Borda recuerda la admisión de estos documentos en el ámbito comercial (art. 208 inc. 3º del Código de comercio), y entiende q si concurren otras comprobaciones puede aceptarse el valor probatorio del documento.Llambías se adhiere a la opinión de estos autores, ya q resulta conveniente el argumento q se basa en el art. 1012, pues si allí se habla de la firma de las partes es porq como en toda otra situación, se supone una intervención personal de los interesados y no excepcional actuación por medio de un representante. Lo cierto es q el art. 1889 autoriza el otorgamiento del mandato para cualquier acto licito, por lo q no se ve q inconveniente legal puede haber en q el objeto del mandato consista en la firma a ruego. Obsérvese q el mandatario pudo haber suscripto el documento en su propio nombre aunq por cuenta del mandante, por lo q no hay inconveniente alguno en q, abreviando etapas, firme un documento q no interese a su representado a ruego de este.Cuando se pide esta autorización se confunde la validez de un documento con su fuerza probatoria. Desde q el documento firmado a ruego contiene la firma de quien tácitamente actúa como mandatario del interesado no puede dudar de la validez del documento. Otra cosa diferente es el valor probatorio del documento, q dependerá de la prueba del mandato, indispensable para q pueda computarse el contenido del instrumento a favor o en contra del mandante. Como es lógico la prueba del mandato no puede consistir en la sola declaración del mandatario.

Iniciales o signosEn caso de q los caracteres signados por el interesado no estén hechos a modo de firma, no se les podrá atribuir el mismo valor. Esto es lo q sucede con las iniciales u otros signos q se suele poner para indicar q el escrito ha sido revisado por el signante, pero no pueden invocarse contra el para imputarle el contenido como manifestación de su voluntad. Para evitar esta consecuencia el art. 1014 dispone: “ninguna persona puede ser obligada a reconocer un instrumento q este solo firmado por iniciales o signos; pero si el q hubiese firmado lo reconociera voluntariamente, las iniciales o signos valen como la verdadera firma”.

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Naturalmente este precepto se refiere a iniciales no integrantes de la firma, pues si esta consiste en iniciales o signos, será posible exigir el reconocimiento de las mismas, en calidad de firma.

PruebaEfectosEl requisito del doble ejemplarLa segunda excepción al principio de libertad consiste en la exigencia de extender tantos ejemplares como partes haya en el cato con un interés distinto. Pero este requisito no es general como el de la firma, sino relativo a cierta colase de documentos, esto es a contratos bilaterales. Así resulta del art. 1021, según el cual los actos, sin embrago q contengan las convenciones perfectamente bilaterales deben ser redactados en tantos originales como partes haya con un interés distinto. En cuanto a la razón de ser de la exigencia de este requisito, se han enunciados dos opiniones o posturas:

La pluralidad de ejemplares es necesaria para dar seguridad a las partes y mantener la igualdad entre ellas respecto de la prueba. Por el contrario la parte poseedora de la prueba podría dispones de ella , exhibirla u ocultarla de acuerdo a su conveniencia. (Planiol)

(Merlin, Mercade, Aubry y Rau) la pluralidad de ejemplares, cuando corresponde, revela q el cato ha sido concluido de manera definitiva; en cambio el otorgamiento de un solo ejemplar hace pensar q solo se trata de una propuesta, de un proyecto de acto no concluido.

Nuestro codificador se inclino por el segundo sistema, según se puede entrever en el art. 1023, cuya parte final alude a la eficacia del cato instrumentado en único ejemplar, si por otras pruebas se demuestra q el acto fue concluido de una manera definitiva. De lo q se infiere q h a faltado esas pruebas debe reputarse q el acto no ha sido concluido definitivamente.Pero como observa Salvat, esta expolición tampoco es enteramente satisfactoria, pues debe averiguarse cual es el motivo por el cual el legislador considera a estos documentos como simples proyectos, no encontrándose otro sino la desigualdad de las partes con relación a la prueba. En otras palabras, faltando el numero adecuado de ejemplares, es dable pensar q el acto no ha quedado terminado, pues de haberse ultimado el convenio ninguna de las partes habría consentido en quedara en situación desigual respecto de la prueba. Se daría así una fundamentación complementaria.

Caso de excepciónLa exigencia del doble ejemplar se aplica únicamente a los casos puntualmente bilaterales, conforme a lo dispuesto en el art. 1021 del CC. Es decir q la exigencia del doble ejemplar solo se refiere a los contratos bilaterales perfectos, a los q crean obligaciones de ambas partes, desde su mismo origen. Quedan pues, fuera del dominio de aplicación de este requisito: 1) todos los actos no contractuales; 2)los contratos unilaterales; 3)los llamados contratos bilaterales imperfectos.No obstante los contratos bilaterales perfectos, tampoco rige la exigencia si al tiempo de la redacción del documento las obligaciones asumidas por un de las partes han sido satisfechas. Así lo establece el art. 1022. “la disposición del art. Anterior puede dejarse sin aplicación, cuando una de las partes antes de la redacción del acto, o en el momento de la redacción, llenare completamente las obligaciones q el acto le impusiere”.Esto es lógico por cuanto a pesar d tratarse de contratos bilaterales, en ese supuesto, la convención estaría funcionando como unilateral, a los fines de la prueba de las obligaciones pendientes.Este principio tiene aplicación tanto en el dcho civil como comercial.

Nulidad por falta de este requisitoLa sanción q corresponde a la omisión del requisito de doble ejemplar es la nulidad del elemento defectuoso, sin q ello afecte la validez del acto jurídico instrumentado. La falta del doble ejemplar perjudica al documento q queda destituido de sus efectos propios, es decir, derogado por la ley al estado de nulo; pero sin afectar al contrato.Excepcionalmente la nulidad por falta de doble ejemplar puede provocar la nulidad del acto jurídico, si este depende para su validez de la forma instrumental. En ese caso no se ha llenado la forma del acto, pues siendo defectuoso hábil para instrumentar el cato jurídico d e q se trata, este resulta nulo por falta de forma. Mas q una consecuencia d omisión del doble ejemplar, hay ahí una aplicación normal del régimen d los actos formales y d la sanción q corresponde al incumplimiento d la forma exigida x la ley. Con relación al instrumento, en el supuesto que se examina la sanción d nulidad no está expresada en la ley. Pero nos parece q es un caso típico d nulidad implícita. Ninguna autoridad ha conceptuado válido el instrumento defectuoso.Pese a tratarse d un vicio d forma, lo cual induciría al principio d nulidad absoluta del instrumento vicioso, la ley admite su confirmación en algunas situaciones especiales:

a) el artículo 1024 perceptúa la ineficacia d un acto bilateral x estar hecho en un solo ejemplar, se cumbre x la ejecución ulterior, sea total o parcial d las convenciones q contenga; pero si la convención no hubiese sido ejecutada sino x una d las partes, sin q la

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otra hubiese concurrido o participado en la ejecución, el vicio del acto subsistirá respecto d esa parte. En este supuesto la ley admite q el vicio consiste en la falta de doble ejemplar resulte purgado x la ejecución total o parcial del acto instrumentado. Es una confirmación tácita del instrumento nulo, q representa la particularidad legal d producirse sin haber cesado el vicio q lo invalidaba, es decir, se tiene purgado el vicio aún subsistiendo este.

b) También se subsana el defecto d doble ejemplar mediante el depósito del único instrumento en manos d un tercero efectuado d común acuerdo x las partes.

c) Queda subsanado el vicio x la presentación q d él haga una d las partes respecto d esta misma parte. No podrá aceptarse q el representante de documento defectuoso pretenda aprovechar d su contenido y al propio tiempo se valiera del defecto del doble ejemplar para aducir la nulidad del instrumento.

d) La subsanación del vicio restituye al instrumento la plenitud d su valor, ya como forma del acto, ya como medio d prueba. Si se purga el vicio del instrumento, este es válido y coincidentemente lo es la cesión q entonces aparece con forma requerida.

El reconocimientoLa autenticidad d un documento se determina x la verificación d q la firma obrante en él corresponde a la persona q aparece como firmante. Según es sabido, la firma es el requisito esencial del instrumento privado, q comunica a este su fuerza y valor, así como el carácter y valor probatorio del instrumento público derivan d la actuación del oficial público. El art 1028 dice q el reconocimiento judicial d la firma es suficiente para q el cuerpo del instrumento quede tbn reconocido. La verificación d autenticidad d la firma se efectúa mediante el reconocimiento del firmante o en su defecto x la declaración judicial. Este puede ser expreso, cuando la persona manifiesta q la firma es suya; o bien puede ser tácito, cuando intimado el firmante para q se expida sobre la autenticidad d la firma, responde con el silencio. Según el art 1031 “todo aquél contra quien se presente en juicio un instrumento privado firmado x él, está obligado a declarar si la firma es o no suya”. Este es uno d los casos excepcionales en q existe la obligación legal d explicarse y en el q el silencio se interpreta como manifestación d la voluntad concordante con el acto.Pero como el reconocimiento es un acto jurídico susceptible de comprometer la situación d una persona a la q se le atribuye la firma, no puede efectuarse si ella carece d capacidad. La capacidad debe apreciarse con relación a la índole del acto instrumentado, si se trata d un instrumento en el q consta el reconocimiento d filiación, como este es un acto para el cual existe capacidad desde los 14 años, es posible requerir el reconocimiento d la firma d los menores q hayan alcanzado esa edad.La verificación d autenticidad x declaración judicial tiene lugar cuando el aparente firmante niega la firma y cuando sus sucesores ignoran si la firma es propia del causante. En ambos supuestos, tal como lo dispone el art 1033, “se ordenará el cotejo y comparación d letra. Pueden tbn admitirse otras pruebas sobre la vdd d la firma q lleva el acto”. Para esto se sigue el procedimiento d los códigos locales. Dispuesto el cotejo se señala una audiencia para q las partes se pongan d acuerdo sobre la firma indubitada q servirá para el cotejo d letra y la designación d peritos calígrafos. Si no se pusieran d acuerdo, el juez resolverá. En caso d incumplimiento d lo anterior, pueden utilizarse otros medios d prueba.En cuanto al valor probatorio del contenido d instrumento privado, es análogo al del instrumento público. Con relación a la verdad material del instrumento, este hace plena fe hasta la querella criminal d falsedad o a la acción civil d redargución, lo cual significa q para desvirtuar la eficacia probatoria del instrumento respecto d la realización d los hechos aseverados bajo la firma, será menester demostrar su falsedad, q si es aducida x alguna d las mismas partes, resulta la prueba d adulteración del documento. La sinceridad del instrumento vale hasta la prueba en contrario.

La fecha cierta. Efectos. Valor probatorio.Según el art 1034, los instrumentos privados, aún dps d reconocidos, no prueban contra terceros o contra los sucesores x título singular la verdad d la fecha expresada en ellos.El valor probatorio d los instrumentos privados solo se extiende a los terceros a partir del momento en q adquieren fecha cierta. Este precepto puramente negativo está completado x el siguiente art (1035): “aunq se haya reconocido un instrumento privado, su fecha cierta en relación a los sucesores singulares d las partes o a terceros será:1º la d su exhibición en juicio o en cualquier repartición pública, para cualquier fin si allí quedase archivada,2º la d su reconocimiento ante un escribano y los dos testigos q lo firmaren,3º la de su trascripción en cualquier registro público,4º la del fallecimiento d la parte q lo firmó o del q lo escribió o del q firmó como testigo.Se han planteado algunas cuestiones:

a) con relación al inc 2º, si el reconocimiento del documento ante escribano público está supeditado al otorgamiento d la escritura pública en q se haga constar dicho reconocimiento. La mayoría d la doctrina afirma esto, q conceptúa en un extremo peligroso una actuación notarial

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independizada d la escritura pública. X otro lado, la interpretación amplia, q no exige q se labre una escritura pública cada vez q se requiere la intervención d un escribano para dar autenticidad al acto d q se trate, es la mas acorde a la ley. Es indiscutible q la opinión apoyada x la doctrina es la q asegura mejor el interés d los terceros.

b) Con relación al inc 4º, se ha discutido si es posible admitir otros hechos personales fuera del fallecimiento d los firmantes. Salvat opina q no. En cambio, Borda acepta q pueden haber otros casos, como el del accidentado q sufre la amputación d las manos, a partir d lo cual queda establecida la fecha cierta d los documentos firmados con anterioridad. Estimamos esta doctrina como verdadera. Lo importante es el acaecimiento d algun hecho personal d los firmantes q introduzca la absoluta certeza moral d la imposibilidad d la firma ulterior.

c) X último, es necesario saber si la enumeración es limitativa o enunciativa. Lo primero ha sostenido Salvat, lo segundo Borda. Lo cierto es q la jurisprudencia ha admitido otros supuestos no incluidos en el artículo.

Cartas misivas: a quienes correspondenSon comunicaciones escritas entre dos o mas personas. Constituyen un género en el cual quedan comprendidas, especies particulares las cartas propiamente dichas. Se considera q no son cartas misivas las llamadas cartas abiertas, en las cuales el vocablo está usado solo para denominar a una pieza escrita destinada a la divulgación pública. Los mensajes telefónicos tampoco están considerados dentro d esta categoría.Son varias las cuestiones q plantea el tema:

a) a quién corresponde la propiedad d las cartas y a quien el derecho d autor: corresponde al destinatario q las hace suyas x apropiación, como respecto d cualquier otra cosa mueble, no se confunde con el derecho moral d autor q subsiste a favor del remitente,

b) Qué facultades tiene el propietario: tiene derecho a poseer la carta, disponer d ella, destruirla, y efectuar todos los respectos jurídicos d q sea legalmente susceptible.

c) Quién puede usar la carta como medio d prueba: en principio es el destinatario q puede utilizarlas como d prueba. Pero esto está limitado al secreto d confidencialidad. La carta siempre puede presentarse en juicio ya q solo hay deber d guardar reserva respecto d terceros, y si la carta quiere hacerse valer con un tercero, esto se podrá hacer únicamente con autorización del remitente.

d) Qué valor tienen en ese carácter y en cuáles requisitos deben llenar para ello las cartasValor probatorioEsto queda librado a la apreciación judicial, q puede considerarlas como prueba completa del acto o estimarlas desprovistas d fuerza probatoria. X lo demás este valor depende d las personas entre quienes se establezca la correspondencia. Si se trata d la carta dirigida x una d las partes en juicio a la contraparte, la prueba es amplia. Si se dirige a una d las partes x un tercero, la prueba es similar al testimonio. Y si la carta es dirigida x una d las partes es dirigida x una d las partes a un tercero, no sirve para mejorar la situación del remitente, pero puede esgrimirse contra él en caso d q la producción d la prueba sea visable. Esta regla legal se aplica porq en el seno d la confianza existente entre los corresponsales, el remitente puede admitir ciertos hechos perjudiciales para él, convencido d q en ningún caso saldrá del secreto d ambos y aún menos podrá la manifestación convertirse en título jurídico q un tercero quiera invocar contra él. La garantía d inviolabilidad epistolar lo protege (art 1036 CC). Los tribunales entran a examinar el valor probatorio d las cartas dirigidas a terceros cuando el remitente las reconoce espontáneamente y cuando lo hace en forma tácita, permitiendo la agregación d la carta al juicio sin hacer objeción d ello. La jurisprudencia no se ha atenido rigurosamente a los términos de la disposición legal, relacionándola con el secreto epistolar, ha concluido q el impedimento para reconocer cartas dirigidas a terceros solo rige si ellas son confidenciales y aún cuando tengan este carácter, se admite la prueba cuando la carta, si bien dirigida a un tercero, está indirectamente destinada a la contraparte x la relación existente con el tercero (x ej, abogado, escribano, corredor d la contraparte).

Protocolización de los instrumentos privados. Condiciones y Efectos.Protocolizar un instrumento es incorporarlo materialmente al protocolo, es decir, glosarlo en el lugar que le corresponda junto con la escritura que se refiere al mismo, llamada escritura de protocolización.Como se advierte, no se trata de “transcribirlo” en una escritura pública.En la escritura de protocolización, que solo se realiza para glosar el documento, no hay entonces fe de conocimiento, ni juicio de capacidad.Los documentos, sean públicos o privados, pueden ser protocolizados por voluntad de las partes, porque lo exige la ley, en cuyo caso el procedimiento está reglado por el art. 1003, segunda parte.a) Protocolización a pedido de parte.Está prevista la protocolización a pedido de parte, cuando se trata de dar fecha cierta a un instrumento privado (art. 1035, inc. 3), para lo cual se requiere también la intervención de dos testigos, y en el caso del testamento otorgado ante un juez de paz o funcionario municpal (art. 3690)

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En estos dos supuestos el instrumento protocolizado no se transforme en instrumento público, sino que el efecto de la protocolización se limita a darle fecha cierta o en el caso del testamento, seguridad formal.También puede protocolizarse el instrumento en cualquier otro caso en que se solicite al escribano. No es necesario que le peticione la parte, que otorgó el instrumento privado, sino cualquier otra persona, interesada o no.b) Supuesto en que la ley exige protocolizar.El ordenamiento se refiere a varios casos:- los instrumentos públicos hechos en el extranjero que se presenten legalizados y en los que se transfieren

derechos reales sobre inmuebles ubicados en la República (arts. 1211 y 3129)- los testamentos ológrafos y los cerrados (arts. 369)- los instrumentos privados cuando lo ordene un juez conforme lo dispone el art. 984

En los casos de protocolización exigida por ley, conforme lo disponen los arts. 984 y 1003. Este último artículo, luego de su reforma por la ley 11.846, expresa en su parte pertinente: “La protocolización de documentos exigida por ley, se hará por resolución judicial previa. El documento a protocolizarse será por resolución judicial previa. El documento a protocolizarse será entregado al escribano público que haya de realizar la diligencia, para que se lo agregue a su protocolo, mediante un acta que contenga solamente los datos necesarios para precisar la identidad del documento protocolizado. El escribano público que haya efectuado la protocolización, dará a los interesados los testimonios que se le pidieren”.c) (condiciones)Requisito del reconocimiento de firma.En este supuesto, por protocolización por disposición de la ley de instrumento privado, además de la orden judicial (art. 1003) se requiere que se haya reconocido la firma o se haya dado por reconocida, lo cual es lógico porque de lo contrario se estaría otorgando plena fuerza probatoria a un instrumento cuya autenticidad no consta.Si el instrumento privado es un testamento ológrafo, como no es posible reconocer la firma pues el causante ha fallecido, la autenticidad de la firma se verifica por testigos (arts. 3694) o por cotejo (art. 3695) de la firma que suscribe el testamento con otras indubitadas, por ejemplo, con las que el causante firmó otros instrumentos públicos.d) Efectos de la protocolización impuesta legalmente.El instrumento protocolizado por decisión judicial, además de adquirir fecha cierta, se convierte en instrumento público con sus consiguientes ventajas probatorias.En el caso de tratarse de protocolización de un instrumento privado por orden judicial (art. 984) no todas las partes del nuevo instrumento tienen el mismo valor probatorio, de suerte que los hechos pasados ante el oficial público harán plena fe, por ejemplo el reconocimiento de las firmas efectuado ante el juez y presenciado por el notario, la entrega hecha al escribano, y el lugar y fecha de protocolización), pero el cuerpo del instrumento no tendrá mayor valor probatorio que el de las cláusulas enunciativas o dispositivas, según sea el caso.

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BOLILLA XVI

Vicios de la Voluntad.Concepto.El acto voluntario requiere la concurrencia d elementos internos (discernimiento, libertad, intención) y d un elemento externo (declaración d la voluntad). El defecto en alguno d los elementos internos del acto voluntario, se denomina vicio. Se suele tbn aludir a vicios o defectos d forma d negocio jurídico, q consisten en la omisión d la forma exigida x la ley o x la voluntad d las partes.

Clasificación. Distinción entre vicios d la voluntad y de los actos jurídicos.La voluntad puede verse afectada tanto al concurrir en la formación d hechos jurídicos humanos (simples actos) cuanto en la formación d negocios jurídicos. Todo defecto q vulnere la voluntad en los hechos jurídicos humanos tbn es apto para impedir la formación perfecta d un negocio jurídico.

a) los vicios d los actos voluntarios son: el error, el dolo y la violencia. Todos ellos tienen en común constituir una anomalía d un elemento sustancial (no formal, existente al momento d la celebración u otorgamiento del acto, q produce la limitación, desvirtuación o pérdida d los efectos propios del acto. Estos vicios d la voluntad afectan a los elementos d la voluntad conforme a la doctrina clásica, es decir, la intención y la libertad.El error y dolo vician la intención; la violencia, sea física o moral, vicia la libertad; la ausencia o falta d discernimiento no se produce a consecuencia d vicio alguno, sino x circunstancias inherentes al sujeto.

b) Vicios d los negocios jurídicos: son la simulación, el fraude y la lesión. Ellos solo se presentan en los negocios jurídicos del art 944, y no en los hechos humanos voluntarios. En estos vicios o defectos, no existe merma d la voluntariedad, sino d la buena fe d su autor.

Influencia d los vicios d la voluntad en los hechos y actos jurídicos.Las consecuencias q producen los vicios d error, doo, violencia, simulación y lesión, es la anulabilidad d los actos (art 923, 954 y 1045), mientras q el fraude causa su inoponibilidad. Aclárese q la lesión autoriza tbn al reajuste del acto (art 954).

Ignorancia y Error.Conceptos.La ignorancia y el error son vicios d los actos voluntarios q afectan a la intención (art 922). Ignorancia es no conocer algo (cosa, circunstancia o régimen legal), mientras q el error consiste en creer q se lo conoce, siendo q en realidad se toma x cierto un conocimiento falso.Vélez, en la nota del art 923 “la noción exacta d una cosa puede faltarnos, ya porq no tengamos ninguna idea, o ya porq tengamos una idea falsa. En el 1º caso hay ignorancia, en el 2º, error. La apreciación jurídica d estos dos estados del alma es absolutamente la misma, y desde entonces, es indiferente emplear una u otra expresión”. Para el codificador, es irrelevante el distingo, y las consecuencias jurídicas d ambos estados son semejantes. ÁmbitoEn cuanto vicio d los actos voluntarios, el error puede afectar actos indiferentes al derecho (contrarios al derecho, como los actos ilícitos, o conformes al derecho, como los negocios jurídicos). Y a él se llega a través d fallas d conocimiento sensible (como haber visto u oído mal) o d conocimiento intelectual (haber entendido, apreciado o valorado mal, o ser incompetente). Las causas d las fallas son diversas (descuido, distracción, negligencia, falta d inteligencia, incompetencia, etc).Gaby es incompetente.Borda sostiene una postura crítica respecto d la admisión del error como vicio d los actos voluntarios, concluyendo en q ninguno d los supuestos legales encierra un caso d nulidad x error, y q la jurisprudencia nunca anula un negocio jurídico exclusivamente x la presencia d un error.

Error Común(Osorio)Aquella inexactitud, la equivocación o falsedad, ya sobre un hecho, ya sobre un derecho, aceptada como verdad por todos o por la mayor parte de la gente. En el derecho romano: error comunis facit Iusd ( el error común hace Derecho)En el CC se aclara: “el error común sobre la capacidad de los testigos incapaces que hubiesen intervenido en los instrumentos públicos, pero que generalmente eran tenidos por capaces, salva la nulidad del acto” (art 991).

ClasificaciónEl error o falso conocimiento puede versar sobre un hecho, o sobre la existencia, contenido o interpretación d una norma jurídica. En el primer supuesto, el vicio se denomina error d hecho, y en el segundo caso, error d

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derecho.

Excusabilidad e inexcusabilidad d los actos lícitos e ilícitosEl principio d la inexcusabilidad del error d derecho se originó en Roma, de donde lo tomaron Savigny y d ahí Freitas, y en nuestro CC en el art 923 el tema está suficientemente claro, donde expresa: “la ignorancia d las leyes, o el error d derecho, en ningún caso impedirán los efectos legales d los actos lícitos, ni excusará la responsabilidad x los actos ilícitos”. En forma concordante, el art 20 dispone “la ignorancia d las leyes no sirve d excusa, si la excepción no está expresamente autorizada x la ley”. Es q ningún sistema jurídico resistiría q los sujetos d derecho pretendiesen exculparse afirmando q desconocían las normas jurídicas o estaba errados en su contenido.Extensión del término leyLa voz “ley” debe comprenderse como referida a la ley tanto en sentido formal como material (cualquier norma jurídica objetiva d carácter general). Pero como solo es exigible el conocimiento d las leyes q nos rigen, no configura error d derecho el q recae sobre el derecho extranjero.Según Leiva Fernández, tampoco sería error d derecho el q se refiera a derecho argentino pero vigente en ajena jurisdicción. Rivera no comparte esta tesis, x considerar q el fundamento d la inexcusabilidad del error no radica en la presunción d conocimiento d la ley, sino en su obligatoriedad.El error d derecho se configura no solo x la ignorancia d lo q dispone el derecho objetivo, sino tbn x el equívoco sobre el alcance d una norma jurídica. El yerro q se produce sobre una norma o precepto jurídico d significado o alcance controvertido, no configura error d derecho x falta d certeza sobre la interpretación q motivó a actuar en determinado sentido.Principio General en Materia d Error d DerechoA partir del conocimiento d las leyes desde su publicación oficial (art 2) la ley se presume conocida x todos (art 20), d suerte q el error d derecho en ningún caso impedirá los efectos legales d los actos lícitos ni excusará la responsabilidad d los actos ilícitos (art 923).El fundamento d la regla no es una presunción d conocimiento d la ley, sino su obligatoriedad.La tesis tradicional, sostenida x nuestros autores, conduce a una aplicación rigurosa del principio q emana literalmente d los arts 20 y 923 (el error d derecho no puede invocarse para invalidar un acto voluntario, aunq el error fuera excusable y haya sido su causa determinante). Este es el criterio seguido x la jurisprudencia.La tesis q extiende el ámbito d invocación del error d derecho tiende a dar un mayor ámbito d acción al error d derecho, propiciando en gral su admisión como causal d nulidad, cuando ha sido la causa determinante del acto, pues la ley no lo admitiría sólo para evadirse d los efectos legales d los actos lícitos.Rivera considera q el ppio gral es el sentado x los arts 20 y 923. Pero enrolados en el causalismo sincrético (la causa final puede ser definida como la razón d ser jurídica del negocio), debemos llegar a una armonización entre los textos legales q restringen la invocación de error d derecho y la exigencia d la causa como elemento del negocio jurídico, de modo q si realmente se acredita q el negocio carece d causa o ella es falsa, el negocio se invalida, no x la invocación del error de derecho, sino x la falencia del elemento causal. Supuestos en q se admite la invocación del error d derechoEn ciertos se admite la invocación del error d derecho para invalidar actos jurídicos x ausencia d la voluntad siempre q el error sea relevante o esencial y excusable, en ciertos casos no cabe admitirlo pues está expresamente vedado x ley.

art 4007: referido a la prescripción adquisitiva expresa q la ignorancia del poseedor fundado en un error d hecho es excusable; pero no lo es la fundada en un error d derecho.

Art 2356: no debe considerarse poseedor d buena fe a quien se cree propietario en virtud d un error d derecho.

Art 784: “el q por un error d hecho o d derecho, se creyere deudor, y entregase alguna cosa o cantidad en pago, tiene derecho a repetirla del q la recibió”. Pese a q con evidencia d la ley da relevancia al error d hecho y d derecho, algunos autores han considerado q en realidad la nulidad se produce x la carencia d causa, conforme al art 792 “el pago efectuado sin causa o x una causa contraria a las buenas costumbres, como tbn el q se hubiese obtenido x medios ilícitos, puede ser repetido, haya sido o no hecho x error”. Los casos del art 784 lo son d pago x error x ausencia d causa fuente, comprendiendo el pago realizado a un tercero o x un tercero equivocadamente.

Art 3428: (posesión d herencia) “el poseedor d la herencia es d buena fe cuando x error d hecho o d derecho se cree legítimo propietario d la sucesión cuya posesión tiene”. En este caso la concurrencia d un error d derecho no constituye causa d la ineficiencia del acto ilícito, sino d la eficacia d los actos lícitos q se autorizan a los poseedores d buena fe, como la percepción d frutos. Es Borda quien concluye q parte del equívoco reside en no distinguir entre efectos positivos y negativos del error d derecho (este art sería positivo). Llambías señala q este precepto no afirma sobre el error d derecho en la formación d actos voluntarios, sino q únicamente califica a la posesión en esta hipótesis. Rivera participa d este juicio ya q en efecto, no se trata d atribuir efecto alguno a la posesión pese a haberse generado a partir d un error d derecho. Con

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error d derecho, o d hecho, o sin error por mediar mala fe, d cualquier manera la posesión, q es un hecho, se habría establecido. La ley equipara el error d derecho al d hecho para considerar q el poseedor es d buena fe.

Art 858: (transacción) “la transacción es rescindible cuando ha tenido x objeto la ejecución d un título nulo, o d reglar los efectos d derechos q no tenían otro principio q el título nulo q los había constituido, hayan o no las partes conocido la nulidad del título, o lo hayan supuesto válido x error d hecho o d derecho. En tal caso la transacción podrá ser mantenida cuando expresamente se hubiese tratado d la nulidad del título”. La referencia al error d derecho en su contexto carece d significación alguna, pues con él o sin él, se admite la rescinción d la transacción a consecuencia d la nulidad del título considerado (conf. Llambías, Borda).

El error d derecho en los actos ilícitos.Para la doctrina clásica, el error d derecho nunk servirá para eximir d culpa a la gente d un acto ilícito. Existe correspondencia entre los arts 20 y 923 con el art 34 inc 1º del CP (Aráuz, Castex, Llambías, Salvat). Estos artículos asignan trascendencia al error de derecho cuando concurre en la formación del acto desestimándolo cuando recae sobre sus consecuencias, afirman q la aplicación d la doctrina clásica lleva en materia penal a resultar disvaliosos, pues frente al mismo hecho realizado mediante error d derecho, la conducta es punible, y no lo sería así si mediase error d hecho. La doctrina penal, para soslayar la dificultad q acarrea el art 34 inc 1º, q sólo menciona el error d hecho como obstativo para comprender la criminalidad del acto o dirigir las acciones, ha elaborado el concepto d “error d derecho extrapenal”, q equipara al error d hecho, sostenida en q las leyes penales encuentran su fundamento en los conceptos provistos x el derecho no penal. Sería error d derecho penal creer q se puede vender cosa ajena como propia, x lo cual la conducta es punible; no lo sería siempre q fuese esencial y excusable el error d derecho extrapenal, consistente en creer q la calidad del cónyuge supérstite autoriza a disponer d los bienes gananciales x si mismo.Esta tesis es objetada desde 2 puntos d vista: tal distinción entre error d derecho extrapenal y error d derecho penal no está recetada en la ley, y q por limitar la solución del supuesto d ilícito penal deja sin satisfacer los casos en los q el ilícito es civil. Conforme al art 923 la doctrina interpreta q el error d derecho no excluye nunca la responsabilidad d la gente. Para los autores q pretenden encontrar un campo más amplio d acción del error, expresan q aunq la ley civil no lo diga, producido el error d hecho o d derecho, desaparece la ilicitud, al no haber culpabilidad, lo q impide q pueda haber acto ilícito punible.Rivera sostiene el criterio tradicional pues se atiene a la letra d la ley. X lo demás, la presencia del error d derecho podrá a lo sumo excluir el dolo, pero no la culpa, q se ve patentizada justamente x el desconocimiento d la norma vigente y obligatoria, q sólo se justifica en los supuestos en q expresamente la ley civil lo contempla.

Error o ignorancia d hechoError d hecho obstativoDoctrina francesa: según la magnitud o gravedad del yerro, distingue entre error obstativo o radical, esencial y accidental.Error obstativo o radicas es aquel cuya concurrencia obsta a la formación d la voluntad. Recae sobre la naturaleza del acto, sobre su objeto o sobre su causa. Según algunos autores q admiten la categoría de la inexistencia, la presencia de error obstativo, causa la inexistencia del acto (borda, llambías)Error esencial es aquel q no impide la formación del acto aunq, como la voluntad esta viciada, autoriza a quien sufrió el vivio, a peticionar su nulidad relativa. Recae sobre la identidad d las personas, y sobre las cualidades sustanciales d las cosas.Error accidental es el q recae sobre las cualidades accidentales de las cosas, las motivaciones individuales. No acarrea la nulidad del acto.Doctrina Nacional: las tres categorías d la doctrina francesa fueron subsumidas en dos por el codificador quien distinguió entre error esencial (comprensivo del error radical u obstativo y el esencial) y el error accidental.

Error esencialNuestro C.C., bajo la calificación o denominación genérica de error esencial, contempla varios supuestos de error de hecho, y sin hacer la distinción que hace la doctrina entre los que obstaculizan o excluyen la voluntad (error-obstáculo) y los que contribuyen a la formación de ella viciándola (error-vicio), considera a todos ellos como de una misma categoría y establece que "anulan el acto jurídico"Según los arts. 924 a 927 del C.C., todos los casos de error esencial que se contemplan, cualquiera sea el tipo a que correspondan, anulan el acto jurídico y, como entiende la doctrina prevalente, operan como causa de anulabilidad.No obstante ello, Abelenda cree que cuando se trate de un caso de error-osbtáculo excluyente de la voluntad, como, por ejemplo, cuando una persona queriendo firmar un instrumento que refleja un contrato celebrado

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por ella, por error, suscribe otro, se estará en presencia de un acto inexistente como acto jurídico, y será posible un planteamiento de ineficacia por tal motivo, aunque, desde luego, si la causa obstativa de la voluntad no fuera ostensible, la ineficacia jurídica del acto jurídico aparente quedaría sujeta a juzgamiento y a la prueba del error excusante.Cabe destacar que nuestro Código no da un concepto de lo que se debe entenderse por error esencial, sino que enuncia diversos supuestos que correspondan a esa categoría.

a) Error sobre la naturaleza del acto jurídico.El art. 924 del C.C. preceptúa: "El error sobre la naturaleza del acto jurídico anula todo lo contenido en él". Por ejemplo, si prometo a alguien prestarle una cosa y él entiende que se trata de una promesa de donación. En tal caso no habrá ni contrato de préstamo ni contrato de donación y yo no estaré obligado de modo alguno. En el ejemplo, cada una de las partes que concurren al acto han querido y creído celebrar un contrato diferente del que quería y creía la otra, y, por lo tanto sus voluntades no han sido coincidentes, y debe entenderse que no hubo acuerdo de ellas, esto es, consentimiento contractual, que es el requisito indispensable, estructural o de existencia de todo contrato, y que no se forma con la suma de dos voluntades, sino con la coincidencia de ellas en una misma finalidad jurídica.

b) Error sobre la persona.El art. 925 del C.C. preceptúa: "Es también error esencial, y anula el acto jurídico, el relativo a la persona con la cual se forma la relación de derecho".Este precepto del art. 925 ha suscitado el problema de fijar sus alcances con relación a dos puntos diferentes: 1) si es de aplicación general o restringida, y 2) si se refiere al error que versa sobre la identidad de la persona solamente o si cabe invocarlo también cuando recayó sobre las cualidades de ella.1) Con respecto a lo primero existen distintos criterios. Así, Llerena sostiene que al precepto debe darse aplicación a todos los casos en que haya error sobre la persona, sin que corresponda la restricción o limitación a los supuestos en que la persona con quien se trata haya debido serle indiferente al que ha padecido el error.2) Un segundo criterio sobre el alcance o extensión del principio de la nulidad del acto por error sobre la persona es el sustentado por los doctores Machado y Lafaille según los cuales el art. 925 debe interpretarse de acuerdo con la doctrina y jurisprudencia francesa sobre el art. 1110 del Cód. de Napoleón y así, para ellos, sólo cabe la anulación cuando la persona sobre la cual versa el error ha sido la causa principal y determinante de la acción, como, por ejemplo, en el matrimonio, donde la persona es esencial, o en los actos a título gratuito o en los contratos inherentes a la persona o intuitu personae.Salvat se coloca en una posesión intermedia y sostiene que el principio del art. 925 debe considerarse de carácter general, en el sentido de que es aplicable en todos los casos en que la consideración de la persona haya podido influir en la realización del acto jurídico. Sólo por excepción el principio del art. 925 deja de ser aplicable: a) cuando la ley así lo dispone expresamente, como, por ejemplo, en materia de depósito el art. 2184 preceptúa que el error sobre la identidad personal de uno de los contratantes, no invalida el contrato, y b) cuando la persona con quien se forma la relación jurídica es absolutamente indiferente, por ejemplo, en el supuesto de compra-venta de mercaderías hechas al contado. Esta posición es compartida también por Abelenda.Con relación al segundo punto, es prevalente la opinión, de que el error que anula el acto jurídico puede ser tanto el que recae sobre la identidad de la persona como el que recaiga sobre sus cualidades o ciertos elementos fundamentales que integran su personalidad.

c) Error sobre las cualidades de la cosa.El art. 926 preceptúa: "El error sobre la causa principal del acto, o sobre la cualidad de la cosa que se ha tenido en mira, vicia la manifestación de la voluntad, y deja sin efecto lo que en el acto se hubiese dispuesto".Este es también un supuesto de error de hecho esencial que en doctrina se denomina "error sobre la sustancia", pero que nuestro codificador, quizás para evitar las discuciones que se habían suscitado con respecto a tal expresión contenida en el C.C. francés, art. 1110, lo designa "error sobre la cualidad de la cosa", agregando: "que se ha tenido en mira".El error sobre "la cualidad de la cosa que se ha tenido en mira" significa en el error que versa sobre las características propias de las cosas que hacen que ella sea lo que es y que el contratante o los contratantes tenían en cuenta el pactar sobre ella. Así, por ejemplo, si una persona compra un reloj con malla, creyéndolo de oro y resulta ser de otro metal, dorado o enchapado.La cuestión del error sobre la cualidad de la cosa que se ha tenido en mira al celebrar el acto jurídico debe decidirse con criterio subjetivo. En consecuencia, el error debe versar sobre aquellas cualidades que las partes atribuyen a la cosa y que si no las tuviera, las partes, o una de ellas, no habrían concertado el negocio. Así, por ejemplo, si una persona compra un toro para llevarlo como reproductor en un campo situado en zona de garrapata creyendo que el animal está inmunizado contra la tristeza, y resulta que no lo está, habrá obrado

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con error sobre la cualidad de la cosa que se ha tenido en mira.

d) Error sobre la causa principal del acto.El error de hecho que versa estrictamente sobre la causa principal del acto, está también previsto en el art. 926 del C.C., cuyo texto dio lugar a distintas interpretaciones. Llerena, de acuerdo con la concepción clásica de "causa de las obligaciones emergentes de los contratos", entiende que el art. se refiere "al error sobre la causa que determinó a efectuar el contrato" y da como ejemplos los siguientes: "compro a Pedro un objeto de uso, porque me dice que ha perteneciendo a tal o cual persona, no siendo así". Hay en esto un error sobre la causa que me determinó a efectuar la compra. Machado, después de preguntarse: qué se entiende por causa principal de un acto, se responde: La causa es el fundamento de la obligación o del contrato; asi, la causa de deber es el haber recibido la cosa o el servicio".Según la interpretación de Machado, el art. funciona cuando la causa se hubiere manifestado expresamente y fuera determinante de la acción, y da como ejemplo el siguiente: "Compro una alhaja diciendo que lo hago porque a pertenecido a mi padre, y resulta que no es así". Habiendo expresado la causa viene a ser una condición del contrato.En la interpretación de Lafaille, "la causa principal del acto es la impulsiva", el motivo, el objeto que nos propusimos en el acto y que se ha manifestado a la otra parte.Salvat atribuye a la expresión "causa principal del acto" el significado de fuente o hecho generador, de tal modo que el error sobre la causa principal, según su interpretación, equivaldría a la que recae sobre "la fuente o título de la obligación".Abelenda sostiene que el art. 926 se refiere a "la causa principal del acto...que se ha tenido en mira al celebrarlo", y es el error que vició el elemento moral, el motivo interno que ha determinado el sujeto a realizar el acto.Es el error que versa sobre la causa especialísima tenida en cuenta por los contratantes, distintas de la causa normal o condiciones esenciales y convincentes que deben concurrir o se entienden que concurren en todo acto jurídico de la misma índole.Pero corresponde aclarar que no es cualquier motivo que haya decidido a una persona a celebrar el acto jurídico sino el que constituya "el móvil propulsor, la razón de ser o el fundamento, sin el cual el acto no se hubiese celebrado".

Excusabilidad del error de hecho en los actos lícitosEs requisito para la anulacion del acto realizado mediante error esencial, q este resulte excusable. El art. 929 dispone “el error de hecho no perjudica cuando ha habido razón para errar, pero no podra alegarse cuando la ignorancia del verdadero estado de las cosas proviene de una negligencia culpable”. El precepto se aplica a los negocios juridicos, meros actos voluntarios licitos o actos ilicitos (conf. Abelenda, Brebbia, Spota), tal como resulta de su hubicacion en el CC.-Pautas para establecer si el error es excusable: determinar si se ha incurrido en un error por mediar razon para errar remite a esclarecer cada circunstancia factica en particular. El agente debe habver catuado en forma diligente, es decir no haber incurrido en negligencia alguna. La culpa o negligencia del agente “... consiste en la omision de aquellas diligencias q exigiere la naturaleza d ela obligación y q correspondiesen a las circunstancias de las personas, del tiempo, y del lugar” (art. 512).La diligencia q debe poner en la averiguación de las caracteristicas del acto a realizar depende de las circunstancias q rodean al sujeto, como ponderamos según el art. 902: “cuanto mayor sea el deber de obar con prudencia y pleno conocimiento de las cosas, mayor sera la obligación q resulte d las consecuencias posibles de los hechos” , al igual q según los arts. 2170 y 2176. la doctrina afirma q el error al q se llega mediando culpa de una de las partes puede ser invocado si la otra parte pudo o debio advertirlo, pues en tal caso la negligencia del segundo anula la del primero; de otra manera prevaleceria la mala fe.-La excusabilidad de los actos a titulo gratuito: tratandose de un acto a titulo oneroso, el principio del art. 929 opera en plenitud, ya q asi lo requiere la seguridad juridica y la buena fe; la ponderación de la gravedad de la culpa debe efectuarse con menor rigor si es referida al celebrante u otorgante q realizan la liberalidad y en razon de su animo de beneficiar.-la excusabilidad del error en la declaracion: error en la declaracion es tanto error de expresión o de lenguaje como de pluma, en esos casos la negligencia culpable consiste en no rectificar en forma inmediata el yerro, pudiendo hacerlo.

La excusabilidad en los actos ilicitosRige lo dispuesto en el art. 930. en la practica es difícil q se excuse la responsabilidad de un hecho ilicito, en virtud de concurrir un error de hecho excusable, ya q para ser tal no debe concurrir la culpa de su parte. Si hubiese culpa o negligencia, no solo seria excusable del error sino q ademas se configuararia claramente el supuesto de responsabilidad del art.1109.-carga de la prueba de excusabilidad; por un lado Cifuentes sostiene q el error debe ser demostrado por quien lo invoca, peor una vez acreditada la existencia del error q ha afectado al impuganante del negocio

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juridico, la parte q sostiene la validez del mismo debe acreditar la inexcusabilidad del error.En cambio Brebbia y Rivera afirman q tanto la prueba del error como su excusabilidad, recaen sobre el impugnante del acto. Esta tesis se funda en q la excusabilidad constituye un elemento inescindible del error a los efectos de obtener la anulacion del negocio. Ademas, nadie mejor q el q ha sufrido el error para explicar cual fue la razon para errar. –el error comun generalizado: este es por excelencia excusable. Puede decirse q la circunstancia de q sean varios quienes han incurrido en el es la demostración cabal d ser excusable.

–el error común generalizado: este es por excelencia excusable. Puede decirse q la circunstancia de q sean varios quienes han incurrido en el es la demostración cabal d ser excusable.

Diversas clases de errorClasificación del CC: esencial y accidental El CC resumió tres categorías de error de hecho (obstativo, esencial, y accidental) en dos: error esencial y accidental.El primero es el q recae sobre la naturaleza del acto, sobre la persona, la sustancia, la causa o el objeto. Para establecer un parámetro conceptual, el codificador enumero los casos q tipifican el vicio; consecuencia de la concurrencia de cualquiera de ellos es la anulación del acto. El error accidental es el q recae sobre un elemento accesorio del acto o q aun recayendo un elemento esencial no ha sido determinante para el otorgamiento del acto. A el se refiere el art. 928: “el error q versare sobre alguna calidad accidental de la cosa, o sobre algún accesorio de ella, no invalida el acto, aunq haya sido el motivo determinante para hacerlo, a no ser q la calidad, erróneamente atribuida a la cosa, hubiese sido expresamente garantizada por la otra parte, o q el error proviniese del dolo de un parte o de un tercero, siempre q por las circunstancias del caso se demuestre q el error, el acto no se habría celebrado, o cuando la calidad de la cosa, lo accesorio de ella, o cualquiera otra circunstancia tuviesen el carácter expreso de una condición”.Como se advierte se trata del error denominado tb “indiferente” porq su concurrencia no afecta la validez del acto. casos de error accidentallos supuestos sobre la calidad o cualidad accidental de la cosa son:

- la incorrecta denominación de q las partes hayan hecho de un acto o contrato q celebraron, siempre q lo celebrado concuerde con lo querido

- cuando existe error sobre la persona, objeto del contrato o calidad accidental de la cosa si la diferencia entre lo creído y lo real es indiferente a la parte.

- Cuando hay diferencia en el nombre o apellido de la persona q se contrato, siempre q haya sido ella con quien se quería contratar aunq en definitiva se llame de otra manera

- Cuando se incurren en error similar sobre el nombre o descripción de la cosa siempre a haya sido en definitiva sobre la q se quiso contratar

- Cuando el yerro recae sobre el valor de la cosa- Cuando el error es material o de pluma, o de calculo aritmético- El q incide sobre los motivos individuales tenidos en cuanta para celebrar el acto, lo q no es lo

mismo q la causa.- La jurisprudencia considera error accidental a: *el de calculo, ya q al final de cada calculo debe

agregarse la cláusula “salve error u omisión”; *ha anulado el caso de un comerciante q facturo el precio de la mercadería por 10 cuando había vendido 10, allí el error recaía sobre un elemento esencial q es el precio; *se considero error accidental el q se cometió sobre las medidas de un terreno, teniendo en cuanta q la diferencia no superaba el 5% de diferencia.

Excepciones a la regla del art. 928Del texto mismo resulta q bajo tres circunstancias el error accidental anula el acto tornándolo nulo:

a) Calidad garantizada: el mencionado art. 928 dice q el error accidental no anula el acto, salvo q la calidad erróneamente atribuida a la cosa, hubiese sido expresamente garantizada por la otra parte. La calidad accidental garantizada deviene fundamental para las partes. Según algunos autores (Borda y Llambías) esta no es una verdadera excepción ya q no puede haber error en el caso porq no se sabia si la cosa tenia o no esa calidad es q se exigió la garantía. En cambio Brebbia, es indiferente a q haya existido garantía o no, basta con q este contenida o surja del contrato, y ello no es óbice para q la falsa representación pueda caer sobre la cualidad garantizada.

b) Dolo de la contraparte: consiste en q el error venga del dolo de la otra parte o de un tercero, siempre q por las circunstancias del caso se demuestre q sin el error, el acto no se habría celebrado. Llambías concurre q no existe tal excepción, pues si el acto se anula es por la concurrencia de otro vicio, el dolo.

c) Circunstancias q forman una condición: da lugar a la invalidez del acto cuando cualquier calidad accidental de la cosa tuviese el carácter expreso de una condición. Esto aparece como una falsa

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excepción, porq si se trata de una condición, se regirá por los arts. 527 y siguientes.Error de hecho esencial. Sus efectos. Distintos supuestos contemplados en nuestro C.C.

Nuestro C.C., bajo la calificación o denominación genérica de error esencial, contempla varios supuestos de error de hecho, y sin hacer la distinción que hace la doctrina entre los que obstaculizan o excluyen la voluntad (error-obstáculo) y los que contribuyen a la formación de ella viciándola (error-vicio), considera a todos ellos como de una misma categoría y establece que "anulan el acto jurídico"Según los arts. 924 a 927 del C.C., todos los casos de error esencial que se contemplan, cualquiera sea el tipo a que correspondan, anulan el acto jurídico y, como entiende la doctrina prevalente, operan como causa de anulabilidad.

No obstante ello, Abelenda cree que cuando se trate de un caso de error-obstáculo excluyente de la voluntad, como, por ejemplo, cuando una persona queriendo firmar un instrumento que refleja un contrato celebrado por ella, por error, suscribe otro, se estará en presencia de un acto inexistente como acto jurídico, y será posible un planteamiento de ineficacia por tal motivo, aunque, desde luego, si la causa obstativa de la voluntad no fuera ostensible, la ineficacia jurídica del acto jurídico aparente quedaría sujeta a juzgamiento y a la prueba del error excusante.

Cabe destacar que nuestro Código no da un concepto de lo que se debe entenderse por error esencial, sino que enuncia diversos supuestos que correspondan a esa categoría.a) Error sobre la naturaleza del acto jurídico.

El art. 924 del C.C. preceptúa: "El error sobre la naturaleza del acto jurídico anula todo lo contenido en él". Por ejemplo, si prometo a alguien prestarle una cosa y él entiende que se trata de una promesa de donación. En tal caso no habrá ni contrato de préstamo ni contrato de donación y yo no estaré obligado de modo alguno. En el ejemplo, cada una de las partes que concurren al acto han querido y creído celebrar un contrato diferente del que quería y creía la otra, y, por lo tanto sus voluntades no han sido coincidentes, y debe entenderse que no hubo acuerdo de ellas, esto es, consentimiento contractual, que es el requisito indispensable, estructural o de existencia de todo contrato, y que no se forma con la suma de dos voluntades, sino con la coincidencia de ellas en una misma finalidad jurídica.

b) Error sobre la persona.El art. 925 del C.C. preceptúa: "Es también error esencial, y anula el acto jurídico, el relativo a la persona con la cual se forma la relación de derecho".Este precepto del art. 925 ha suscitado el problema de fijar sus alcances con relación a dos puntos diferentes: 1) si es de aplicación general o restringida, y 2) si se refiere al error que versa sobre la identidad de la persona solamente o si cabe invocarlo también cuando recayó sobre las cualidades de ella.1) Con respecto a lo primero existen distintos criterios. Así, Llerena sostiene que al precepto debe darse aplicación a todos los casos en que haya error sobre la persona, sin que corresponda la restricción o limitación a los supuestos en que la persona con quien se trata haya debido serle indiferente al que ha padecido el error.2) Un segundo criterio sobre el alcance o extensión del principio de la nulidad del acto por error sobre la persona es el sustentado por los doctores Machado y Lafaille según los cuales el art. 925 debe interpretarse de acuerdo con la doctrina y jurisprudencia francesa sobre el art. 1110 del Cód. de Napoleón y así, para ellos, sólo cabe la anulación cuando la persona sobre la cual versa el error ha sido la causa principal y determinante de la acción, como, por ejemplo, en el matrimonio, donde la persona es esencial, o en los actos a título gratuito o en los contratos inherentes a la persona o intuitu personae.Salvat se coloca en una posesión intermedia y sostiene que el principio del art. 925 debe considerarse de carácter general, en el sentido de que es aplicable en todos los casos en que la consideración de la persona haya podido influir en la realización del acto jurídico. Sólo por excepción el principio del art. 925 deja de ser aplicable: a) cuando la ley así lo dispone expresamente, como, por ejemplo, en materia de depósito el art. 2184 preceptúa que el error sobre la identidad personal de uno de los contratantes, no invalida el contrato, y b) cuando la persona con quien se forma la relación jurídica es absolutamente indiferente, por ejemplo, en el supuesto de compra-venta de mercaderías hechas al contado. Esta posición es compartida también por Abelenda.

Con relación al segundo punto, es prevalente la opinión, de que el error que anula el acto jurídico puede ser tanto el que recae sobre la identidad de la persona como el que recaiga sobre sus cualidades o ciertos elementos fundamentales que integran su personalidad.

c) Error sobre las cualidades de la cosa.El art. 926 preceptúa: "El error sobre la causa principal del acto, o sobre la cualidad de la cosa que se ha tenido en mira, vicia la manifestación de la voluntad, y deja sin efecto lo que en el acto se hubiese dispuesto".

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Este es también un supuesto de error de hecho esencial que en doctrina se denomina "error sobre la sustancia", pero que nuestro codificador, quizás para evitar las discusiones que se habían suscitado con respecto a tal expresión contenida en el C.C. francés, art. 1110, lo designa "error sobre la cualidad de la cosa", agregando: "que se ha tenido en mira".

El error sobre "la cualidad de la cosa que se ha tenido en mira" significa en el error que versa sobre las características propias de las cosas que hacen que ella sea lo que es y que el contratante o los contratantes tenían en cuenta el pactar sobre ella. Así, por ejemplo, si una persona compra un reloj con malla, creyéndolo de oro y resulta ser de otro metal, dorado o enchapado.La cuestión del error sobre la cualidad de la cosa que se ha tenido en mira al celebrar el acto jurídico debe decidirse con criterio subjetivo. En consecuencia, el error debe versar sobre aquellas cualidades que las partes atribuyen a la cosa y que si no las tuviera, las partes, o una de ellas, no habrían concertado el negocio. Así, por ejemplo, si una persona compra un toro para llevarlo como reproductor en un campo situado en zona de garrapata creyendo que el animal está inmunizado contra la tristeza, y resulta que no lo está, habrá obrado con error sobre la cualidad de la cosa que se ha tenido en mira.d) Error sobre la causa principal del acto.El error de hecho que versa estrictamente sobre la causa principal del acto, está también previsto en el art. 926 del C.C., cuyo texto dio lugar a distintas interpretaciones.

Llerena, de acuerdo con la concepción clásica de "causa de las obligaciones emergentes de los contratos", entiende que el art. se refiere "al error sobre la causa que determinó a efectuar el contrato" y da como ejemplos los siguientes: "compro a Pedro un objeto de uso, porque me dice que ha perteneciendo a tal o cual persona, no siendo así". Hay en esto un error sobre la causa que me determinó a efectuar la compra. Machado, después de preguntarse: qué se entiende por causa principal de un acto, se responde: La causa es el fundamento de la obligación o del contrato; así, la causa de deber es el haber recibido la cosa o el servicio".

Según la interpretación de Machado, el art. funciona cuando la causa se hubiere manifestado expresamente y fuera determinante de la acción, y da como ejemplo el siguiente: "Compro una alhaja diciendo que lo hago porque a pertenecido a mi padre, y resulta que no es así". Habiendo expresado la causa viene a ser una condición del contrato.En la interpretación de Lafaille, "la causa principal del acto es la impulsiva", el motivo, el objeto que nos propusimos en el acto y que se ha manifestado a la otra parte.Salvat atribuye a la expresión "causa principal del acto" el significado de fuente o hecho generador, de tal modo que el error sobre la causa principal, según su interpretación, equivaldría a la que recae sobre "la fuente o título de la obligación".Abelenda sostiene que el art. 926 se refiere a "la causa principal del acto...que se ha tenido en mira al celebrarlo", y es el error que vició el elemento moral, el motivo interno que ha determinado el sujeto a realizar el acto.Es el error que versa sobre la causa especialísima tenida en cuenta por los contratantes, distintas de la causa normal o condiciones esenciales y convincentes que deben concurrir o se entienden que concurren en todo acto jurídico de la misma índole.Pero corresponde aclarar que no es cualquier motivo que haya decidido a una persona a celebrar el acto jurídico sino el que constituya "el móvil propulsor, la razón de ser o el fundamento, sin el cual el acto no se hubiese celebrado".

DoloLa regulación de este se encuentra en los arts. 931 a 935 del CC.AcepcionesLa palabra dolo tiene, en dcho privado, varios contenidos:

- dolo identifica al elemento intencional del delito civil; es decir, constituye el factor de atribución de la responsabilidad civil

- alude a la inejecución dolosa de la obligación, q acaece cuando el deudor no cumple, pese a encontrase en condiciones de hacerlo

- es el vicio de los actos voluntarios, conforme a las definiciones de los art. 931 y 933 del CC.

Concepto legalEste esta definido por el art. 931 del CC: “acción dolosa para conseguir la ejecución de un acto, es toda aserción de lo q es falso o disimulación de lo verdadero, cualquier artificio, astucia, o maquinación q se emplee con ese fin”La definición transcripta proviene del jurista romano Labeon y esta incluida en el Digesto, conforme se señala en la misma nota del atr. 931.

Caracteres

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El dolo como vicio de la voluntadLo característico del dolo como vicio de la voluntad, reside en el engaño q se emplea para decidir a alguien a la realización de un acto jurídico. Como lo mencionamos antes, es un concepto jurídico perfectamente conocido por los romanos y q fue incluido en el Digesto. En el mismo sentido Domat, define al dolo como “toda sorpresa, fraude, disimulo, mentira y cualquier otra maniobra para engañar a alguien”. En suma el dolo es cualquier forma de engaño q se utiliza para determinar a una persona a celebrar un acto jurídico. Este es un concepto de doctrina corriente q no puede dar lugar a equívocos. No se justifica, entonces q el codificador la haya dedicado un precepto para definirlo.

Elementos

Acción dolosa y omisión dolosaLa ley habla de la aserción de lo falso o disimulación de lo verdadero, agregando empleo de astucia, artificio o maquinación.El dolo consiste entonces, en inducir a la otra parte a error, para lo cual se ha de emplear una maniobra, q puede consistir en afirmar lo q es falso, disimular lo verdadero; o ambas cosas a la vez. Podemos concluir q el art. 931 comprende toda clase de falsedades o engaños, cualquiera sea la forma en q se presenten, expresando claramente la idea característica del dolo; q se trate de maniobras deshonestas empleadas con el propósito de inducir al error o engaño. Por eso se dice q el dolo es un error provocado. en cada uno de los casos mencionados antes, existe un elemento q se denomina acción dolosa, y tb puede existir un elemento negativo,, en el mero silencio o inacción frente a la evidencia del error en q esta incurriendo la otra parte. Esto es lo q se denomina omisión dolosa, q es reconoció en el art. 933, conforme al cual: “la omisión dolosa causa los mismos efectos q la acción dolosa, cuando el acto no se hubiera realizado sin la reticencia u ocultación dolosa”.

Circunstancia calificativa del doloSalvat decía q para comprobar si el dolo reunía las condiciones exigidas por el art. 932, en particular las dos primeras, debía tenerse en consideración la condición personal de la victima; agregando q lo q no puede mover a engaño a una persona de la gran ciudad, puede ser suficiente respecto al “rustico habitante de las campiñas”.Sin embargo el código nada dice sobre este punto, mientras q sí hace alusión expresa a la condición de la victima cuando se trata el vicio de violencia (art.938), de modo q la tesis de Salvat es discutible (Llambías). Pero la cuestión viene a perder gran parte de su importancia, al prever el código civil, desde la reforma del año 1968, el vicio de lesión (art. 954), con lo q quedan comprendidos los supuestos de explotación de la inferioridad de uno de los sujetos preexistente al acto.Prueba del dolo: En virtud de los principios referentes a la carga de la prueba de los hechos, quien invoca el dolo como causa de nulidad del acto jurídico que celebró, debe probarlo, y también debe probar que la acción u omisión dolosa reúnen las condiciones requeridas por el art. 932.Pueden emplearse todos los medios probatorios, incluso las presunciones

Dolo y fraudeAmbas figuras presuponen el engaño, pero mientas que en el fraude el daño es provocado por un acto posterior a la existencia del crédito, en el dolo el engaño es anterior y concomitante con el acto. En el fraude, el engaño es intencional y tiene por objeto defraudar a los acreedores, mientras que el dolo vicia la intención de la persona que ha sido engañada.

Dolo en los actos ilícitos. EfectosEl art. 1072 del Código Civil utiliza el concepto de dolo para definir al delito, al decir: "El acto ilícito ejecutado a sabiendas y con intención de dañar la persona o los derechos de otro, se llama en este Código delito"

Se advierte en esta definición la existencia de dos elementos: uno intelectual (ejecución a sabiendas, o sea la conciencia de la daño producido por el acto) y otro volitivo (la intención de dañar).

Se han formulado diversas teorías para determinar cuándo existe "intención de dañar". Son sintéticamente las siguientes:1) Teoría de la voluntad: para la teoría clásica la esencia del dolo está en la voluntad de realizar el acto. Esta posición no niega que en el dolo exista representación del resultado, pues para que exista voluntad previamente debe haber existido aquella; lo que ocurre es que para los voluntaristas el resultado no solo tiene que estar representado, sino que además debe estar querido.2) Teoría de la representación: para los partidarios de este criterio, el dolo aparece como el conocimiento de

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todas las circunstancias de hecho que acompañan la actuación voluntaria. Se parte de la base de que el querer es un estado interno y por lo tanto, son las circunstancias de hecho las que permiten al juez deducir si el sujeto ha querido o no el resultado. Por ejemplo: cuando un sujeto dispara con un revolver contra el pecho de otro, todo lo que sabemos es que disparó en condiciones tales que necesariamente debía prever la muerte que causó; si a pesar de ello el sujeto afirma que no tenía voluntad de matar y no existen medios externos válidos para demostrar lo contrario, el juez ha de estar lo que revela el hecho.3) Teoría del asentimiento: esta teoría pretende resumir los aspectos positivos de las dos anteriores: la simple representación del resultado, no constituye dolo; pero cuando un sujeto actúa a pesar de la representación de un resultado que prevé, es ordinariamente querido. Es decir, lo decisivo es la actitud del sujeto frente a la representación del resultado. El dolo consiste en consentir el resultado, consentimiento que se da al advertirEn realidad, las diferencias entre estas teorías no son tan profundas; si se estudian sus resultados prácticos, se advierten que son meramente conceptuales.El art. 1072 del Código Civil parece haber aceptado la teoría clásica o voluntarista; el dolo es, en los hechos ilícitos, la intención maliciosa, el deseo de perjudicar a otro. No es requisito que esta intención constituya el único objeto o el objetivo principal de la conducta. Por ejemplo: el comerciante que realiza un acto de competencia desleal no trata de perjudicar a sus competidores, sino de enriquecerse; ello no excluye que su accionar sea delictual, pues el daño causado ha sido querido como un medio. Quien quiere alcanzar un fin quiere también los medios conocidamente necesarios para ese fin.El dolo es el elemento que permite distinguir el hecho ilícito delito del cuasidelito , esta simple distinción se oscurece frente a la existencia del dolo eventual y la culpa consciente.

Invalidez. Sanciones a q da lugar el dolo: anulación e IndemnizaciónSon diferentes según reúna o no los requisitos antes examinados:

a) Cuando el dolo reúne las características indicadas en el art. 932, da lugar a dos sanciones, la nulidad y la indemnización de daños, q funcionan acumulativa o alternativamente. Por lo tanto el acto viciado es invalido, pero la sanción de nulidad solo puede ser articulada por la victima. El acto no es nulo, sino anulable. Además la victima puede reclamar los dalos y perjuicios q la realización del acto le ha provocado. Para determinar el monto de la indemnización deben computarse las erogaciones efectuadas por el demandante como consecuencia de la realización del acto invalido, las cuales habrían sido evitadas si el acto no se hubiese celebrado.

La victima puede optar por dejar subsistir el acto en la plenitud de su eficacia, y tal como se menciono con anterioridad, proseguir con las acciones; entonces el dolo principal funcionaria como dolo incidental, y si en este ultimo supuesto el damnificado no esta en condiciones de pedir el resarcimiento, puede demandarlo quien ha sido victima de un dolo principal. En cuanto a la subsistencia de la eficacia del acto no puede haber objeción alguna, ya q la nulidad es meramente relativa y el titular de la acción puede renunciar a ella. Aun en caso de q se inicien ambas acciones, es menester mantener la independencia clara de ellas, ya q nunca constituyen una sola acción, esto se debe a la distinta prescripción con q cuentan las acciones resarcitorias (anual) y las de nulidad (dos meses).

b) Si el dolo no reúne todos los caracteres señalados, no da lugar a la nulidad del acto, pero siempre el damnificado podrá recurrir a la acción resarcitoria a menos q el tb haya incurrido en dolo. Sea q l dolo no resulte grave, o q sea meramente incidental, etc., no podrá discutirse la validez del acto, si bien el damnificado podrá obtener el resarcimiento de los daños y perjuicios q sean imputables al dolo empleado. Salvat opina q si el dolo no es grave no da lugar a indemnización. No compartimos con este autor, porq los principios generales de la responsabilidad siguen funcionando y además aquí no habría razón valedera para dejar sin protección al necio q cayo en un atrampa notoria. Se comprende q no se invalide el acto cuando media responsabilidad de la propia victima, pero no se explica en cambio q quede sin reparar el daño causado por un hecho ilícito, carácter q no queda eliminado por la estolidez del damnificado.

c) Si el dolo es reciproco ninguna de las partes puede aducir la nulidad ni reclamar indemnización de los perjuicios. La conclusión se impone por razón de analogía, pues si el dolo propio impide q se pueda invocar el dolo del contrario para anular el acto, los mismos motivos de orden moral se oponen a la indemnización en esta especie, ya q habría q entrar a discutir la malicia de las partes.

Clases: principal e incidentalEs la principal distinción a realizar, pues el primero es el q reúne las condiciones necesaria para anular el acto. En cambio el segundo es insuficiente para invalidar el negocio jurídico, pero puede comprometer la responsabilidad del agente por daños y perjuicios.La diferencia entre uno y otro radica en la circunstancia del q el dolo principal es causa de la celebración del negocio, es decir q es determinante del consentimiento de la victima. En cambio el dolo incidental no es determinante del consentimiento: así lo expresa el párrafo segundo del art. 934: “es dolo incidente el q no fue causa suficiente del acto”.

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Efectos del dolo principalEste produce dos efectos principales:

- habilita a la victima para demandar la nulidad del acto viciado, por acción o por excepción; el acto afectado de dolo es anulable, por cuanto debe investigarse la existencia del vicio, la nulidad es relativa, y por ende confirmable en el negocio.

- Legitima a la victima para demandar la reparación de los daños y perjuicios sufridos, materia q se rige por las reglas ordinarias de la responsabilidad civil; la acción indemnizatoria puede acumularse a la de nulidad, o ser ejercida de manera independiente. De modo q quien ah sufrido el dolo puede optar por mantener el acto y demandar solo la reparación de los daños y perjuicios.

Dolo incidental: obviamente no debe ser determinante del consentimiento, pues ello es la característica tipificadora del dolo principal; ni ha de causar daño importante. Es necesario q no haya habido dolo por ambas partes. Para Salvat, una maniobra burda no daría lugar siquiera a la acción de daños y perjuicios; pero esta opinión ha quedado aislada, López Olaciregui apunta a q si la maniobra, aunq burda, fuera dirigida a causar un daño, q efectivamente se produjo, este debe ser necesariamente reparado. (Llambías, Cifuentes). Los únicos requisitos para la acción dolosa de este tipo son q haya existido tal dolo, y q no haya mediado dolo de ambas partes. Este dolo solo es capaz de generar a modo de consecuencia, acción de daños y perjuicios, lo mismo q si proviene de un tercero.

Directo e indirectoEl directo es el causado por una de las partes del negocio, por si o por medio de sus dependientes o representantes; el indirecto es el dolo causado por un tercero ajeno a la relación jurídica. El dolo de un tercero tb produce el efecto de anular el acto; y engendra la responsabilidad por daños y perjuicios.Dolo proveniente de un tercero: Nuestro Cód. Civil, apartándose del sistema tradicional que tiene sus orígenes en Roma, suprimió la exigencia del que el dolo provenga de una de las partes celebrantes del acto jurídico o de que esta sea cómplice del mismo, y así en el art. 935 establece: "El dolo afectará la validez de los actos entre vivos, bien sea obra de una de las partes, o bien provenga de tercera persona. Si proviene de tercera persona, regirán los arts. 941, 942 y 943".En el régimen de nuestro C.C. el acto viciado por la acción u omisión dolosa de un tercero es causa de anulabilidad del acto aunque la parte contraria a la víctima sea ajena al dolo, es decir, sea inocente. El tercero que ejerce la acción u omisión dolosa es responsable de los daños que causare la víctima, salvo el supuesto en que ésta haya obrado también con dolo. Si una de las partes es cómplice en el dolo de un tercero ejercido sobre la víctima, es solidariamente responsable por lo daños y perjuicios, debiendo entenderse que es cómplice cuando conoce la maniobra engañosa (principio, art. 942).Si la parte contraria a la víctima del dolo ignora a la acción u omisión dolosa de un tercero determinante del acto, no es responsable por los daños y perjuicios.

Positivo y negativoSe corresponden a la acción dolosa (art. 931) y a la omisión de reticencia dolosa (art. 933)

En formación y en ejecución de los contratos

Condiciones para q el dolo determine la anulación del acto jurídicoLos requisitos q debe reunir el dolo para q sea causa d anulación de un acto jurídico están indicados en el art. 932: “para q el dolo sea medio de nulidad de un acto es precisa la reunión de las circunstancias siguientes: 1º q haya sido grave; es decir apto para engañar a una persona q pone el cuidado corriente en el cuidado de sus asuntos. Si la maniobra engañosa es tan grosera q una mínima precaución al habría desbaratado, el dolo no es grave. Lo es en cambio si tiene ala suficiente entidad como para hacer caer en el a una persona medianamente precavida. 2º q haya sido la causa determinante de la acción; esto significa q debe ser un dolo principal. Se reputa tal el engaño sin el cual el acto no se hubiese realizado; se opone al dolo incidental q no es causa suficiente. Para apreciar si el dolo utilizado ha movido o no a la victima a realizar el acto, procede a atender a las circunstancias y condiciones personales de la victima. Esto se realiza a partir de lo establecido por el art. 909. 3º q haya ocasionado un daño importante; es decir, de cierta significación económica para la persona q lo sufre. Si el dolo no provoca daño alguno o si este es insignificante, no habrá lugar para una sanción tan grave como es la nulidad del acto. 4º q no haya habido dolo por ambas partes; no es reciproco porq si así lo fuera, el quejosos podría ser, a su vez el acusado por el contrario. La justicia no puede entrar a discutir acerca de las trampas q emplean los inescrupulosos, y para extirpar la vida jurídica de esas torpazas, la ley cierra la puerta del pretorio en tales situaciones.Fundamento de la nulidad

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La sanción de nulidad q recae sobre el acto viciado se funda en el falseamiento de la intención q padece la persona engañada, la cual solo ha consentido en razón de ese engaño. El dolo actúa sobre la voluntad falseando los móviles del agente q se ha determinado en vista de una finalidad ficticia q le ha hecho suponer real la maniobra empleada. Hay una adulteración de la intención del sujeto q exige liberar a este del acto cumplido. El parentesco q existe en esta situación con el error es puntualizado por todos los autores. En el error la victima se engaña a sí misma en el dolo es engañada por una voluntad ajena. Esta intervención maliciosa de un extraño explica q la ley trate mas favorablemente a la victima del dolo q a la del error, de manera tal q si la creencia errónea inducida por el dolo versa sobre alguna cualidad accidental de la cosa u otro elemento accesorio del acto se la considera suficiente para anular el acto, lo q no ocurre tratándose de simple error.Borda opina q en el supuesto del dolo la nulidad se basa en el hecho ilícito de quien comete el engaño. Pero no es así, pues sigue siendo ilícito el hecho consistente en un dolo incidental, y sin embargo el acto obrado bajo ese dolo no se anula. Como solo el dolo principal da lugar a la anulación del acto, ello demuestra q esa anulación no deriva del carácter de ilícito de los engaños practicados para obtener la celebración del acto. En verdad la acción dolosa constituye un hecho ambivalente; por una parte en cuanto falsea la intención del agente, afecta la voluntariedad del acto y da lugar al remedio de la nulidad. Por otra parte, constituye un acto ilícito y por lo tanto compromete la la responsabilidad del autor del dolo. Pero son dos virtualidades independientes, lo q explica q el dolo pueda ser insuficiente para anular el acto, pero bastante para dar derecho a indemnización del daño sufrido. Por otra parte si el fundamento de la nulidad fuera el ilícito, la nulidad tendría q ser absoluta; pero es relativa.

Violencia, fuerza e intimidaciónConcepto

- violencia física: consiste en el empleo de fuerza física irresistible en la persona q otorga el acto (art.936). tb comprende la coerción o intimidación por ofensas corporales o malo s tratamiento; y la coerción o intimidación definida x el art 937: “habrá intimidación, cuando se inspire a uno d los agentes x injustas amenazas, un temor fundado d sufrir un mal inminente y grave en su persona, libertad, honra, o bienes, o d su cónyuge, descendentes o ascendientes legítimos o ilegítimos”.

Este vicio, en cualquiera d sus formas, afecta la libertad del agente (art 936). En contra se manifiesta Borda, para quien la nulidad se funda en el hecho ilícito q entraña la violencia ejercida sobre el agente.

FuerzaSegún el art 936, habrá falta d libertad en los agentes cuando se emplease contra ellos una fuerza irresistible. Si el sujeto es reducido al estado d mero instrumento pasivo d otro x el empleo inmediato d una presión material irresistible, no puede hablarse del acto. La acción ejecutada no puede ser imputada al agente aparente sino al agente real. Cuando A reduce a B a la impotencia física, le coloca en la mano un revolver y lo constriñe materialmente a apretar el gatillo, el efecto del disparo no puede imputarse a B sino a A. Igualmente ocurre tratándose d la realización d actos jurídicos. Basta demostrar los hechos sin q sea menester la intervención d ninguna sanción legal q invalide el acto. El acto obrado bajo constreñimiento corporal q reduce al agente a la condición d mero instrumento pasivo, como decía Freitas, es un acto jurídico inexistente x falta d sujeto, q queda al margen d la teoría d las nulidades.

Fuerza irresistiblese refiere a la fuerza física irresistible ejercida por una persona contra el violentado (vis absoluta o corpori illata), que anula totalmente la voluntad porque falta la libertad en el sujeto sobre él y que no puede vencer ni resistir físicamente, en mero instrumento del autor de ella, que de este modo viene a ser, en realidad, el verdadero autor o ejecutor del acto. Así, por ejemplo, si a una persona se le da un fuerte empellón y se lo impulsa sobre el cristal de una vidriera, ese hecho no se puede imputar al violentado y menos a título de voluntario. Si alguien, con fuerza irresistible, toma la mano de un sujeto y le hace estampar su impresión digital en un instrumento en el que se consigna que lo hace porque no sabe o no puede firmar, no es el violentado quien ejecuta el acto, sino aquel que ejerce la fuerza. Lo mismo si una persona toma la mano a otra y coloca en ella un puñal y lo presiona físicamente de tal manera que lo constriñe a asestar una puñalada a alguien, ese hecho no es imputable al violentado por fuerza.En tales supuestos los actos no serán imputables ni siquiera físicamente al constreñido por la fueza irresistible, que lo convierte en mero instrumento pasivo de quien lo ejerce.Desde luego que si no es posible atribuir al violentado la autoría del acto en los supuestos de fuerza física irresistible (vis absoluta o corpori illata), tampoco, a fortiori, podra aprendérselos como voluntarios de él.

Posible colisión entre el dcho civil y el penal: ¿?

Intimidación: temor, miedo, intimidaciónIntimidación: es lo mismo q violencia moral. Según el art 937: “habrá intimidación cuando se inspire a uno

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d los agentes x injustas amenazas un temor fundado a sufrir un mal inminente y grave en su persona...”. cuando se ejerce la coerción descripta la voluntad del sujeto no desaparece, pero ella está viciada x resultar afectada fundamentalmente la libertad del agente. La voluntad coercionada es voluntad; quise constreñido pero quise. No obstante lo cual, como la voluntad se ha manifestado perturbada en su libertad, la ley acuerda al sujeto el derecho d hacer funcionar la sanción d nulidad. Para q esto ocurra, deberán estar reunidos todos los extremos d la ley:

En primer lugar, la intimidación debe responder a una amenaza injusta. La amenaza es la promesa d causar, eventualmente, un mal a alguien. Para q ella de lugar al vicio d violencia, debe estar calificada por la injusticia. El ejercicio abusivo d un derecho configura una amenaza injusta.

Debe provenir del temor fundado d sufrir un mal. No cualquier clase d temor configura el vicio d violencia, sino q tiene q ser racional y proporcionado a la amenaza empleada y a las condiciones personales d la víctima. Nuestro CC ha seguido al Código d Napoleón. Así, el art 938 establece q la intimidación no afectará a la validez d los actos, sino cuando x la condición d la persona, su carácter, habitudes o sexo, pueda juzgarse q ha debido racionalmente hacerle una fuerte impresión. Se trata d un juicio eminentemente circunstancial. Cuanto más débil fuere el carácter d la persona amenazada, más se justifica q acuda a la ley en su auxilio, admitiendo el vicio d la voluntad y con ella la nulidad del acto.

La víctima d la violencia ha d experimentar el temor d sufrir un mal inminente y grave. La inminencia alude a la ocurrencia del daño en un lapso breve, casi inmediato, q imposibilita a la víctima a recurrir a la autoridad para defenderse. La gravedad del mal se refiere a la magnitud con relación al valor q para la persona tiene el bien sobre el cual pende la amenaza. Cuanto más valga para el agente el bien amenazado, más grave será el mal q pueda sufrir la víctima, independientemente d q esta se ejerza por medios físicos o morales.

El mal amenazado puede recaer en el cuerpo del agente, en sus bienes espirituales (libertad, honra, etc) o en sus bienes patrimoniales, y no solo d sí mismo sino d su cónyuge, descendientes o ascendientes.

Temor ReverencialEs el miedo a desagradar a quienes se deben atenciones, cuidados o respeto, como el de los descendientes, el de la mujer para con el marido, o el de los subordinados para con su superior, no es causa suficiente para anular los actos, según lo establece el art. 940 de nuestro C.C.El precepto del art. 940, que tiene su fuente en el art. 1114 del Cód. Civil francés, debe entenderse que se refiere únicamente al supuesto en que sólo el temor reverencial aparezca como causa eficiente del acto, pues si además de él concurren actos de temor reverenciado, consistentes en malos tratos o amenazas injustas para forzar al subordinado, esposa o descendiente a realizar un acto jurídico, será ese acto anulable por aplicación de las reglas de la intimidación, y la situación de deber, de respeto y reverencia tendría gran significación para resolver el caso con arreglo al precepto del art. 938.

EfectosLa intimidación por injustas amenazas que inspira al agente de un acto jurídico un temor fundado de sufrir un mal grave e inminente, produce, al igual que el dolo que reúne las condiciones del art. 932 del C.C., dos importantes consecuencias:

a) Que el acto jurídico celebrado bajo un influjo sea anulable de nulidad relativa (arts. 1045 y 1049, C.C.).b) Si la intimidación por injustas amenazas que prevé el art. 937 produce un daño al intimidado que sufrió el temor, genera la responsabilidad civil del intimidante autor de las amenazas, de repararlos.

Si las amenazas no reúnen las condiciones del art. 937, Abelenda sostiene que no habrá anulación del acto jurídico, pero en cambio puede haber responsabilidad civil por los daños que hubiere causado al amenazado.

Condiciones para q procedan la anulaciónEl acto obrado es anulable cuando la violencia reúne los requisitos q la ley establece en el art 937 y procede a la aplicación d dos sanciones distintas e independientes: la nulidad del acto y la indemnización d daños.El acto obrado es anulable y d nulidad relativa ya q la invalidez puede ser esgrimida x quien padeció la violencia. El fundamento d nulidad consiste en la restricción ilegítima d la libertad del agente, y no en la ilicitud d la violencia, pues aún cuando esta no cause daño patrimonial a la víctima, la nulidad es procedente. Como sin daño causado no hay hecho ilícito civil, esto corrobora la afirmación precedente.Si la violencia causa algún daño violentado se abre a favor d este una acción d resarcimiento del perjuicio sufrido. Esta acción es independiente d la nulidad, x lo q puede deducirse sola o acumulativamente con aquella a opción del demandante. En el primer caso el interesado se desentiende d la invalidez del acto q deja subsistir en la plenitud d su eficacia pero procura la reparación d daños y perjuicios q el proceder malicioso le ha causado. En el segundo caso el interesado ataca la validez del acto y adicionalmente demanda resarcimiento d los gastos. La nulidad sólo influye sobre la acción en responsabilidad en lo q concierne al monto d la indemnización ya q diversa será la cuantía del daño según q la víctima se proponga destruir el

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acto mediante la acción q provoca el pronunciamiento d nulidad o q, renunciando a esta, procure la reparación d perjuicios. La independencia d ambas acciones se advierte x la prescripción diferente d una y otra. Si la violencia no reúne los caracteres expresados en el art 937, no es viable la nulidad pero sí la reparación del perjuicio.

Violencia de un terceroSegún el art. 941 del Cód. Civil, "La fuerza o la intimidación hacen anulable el acto (debe entenderse jurídico), aunque se haya empleado por un tercero que no intervenga en él".

Desde luego que para que el acto jurídico sea anulable de nulidad relativa, en razón de la intimidación proveniente de un tercero, es necesario que las injustas amenazas o la fuerza compulsiva reúnan las mismas condiciones que las que se exigen para las amenazas injustas de una de las partes.

Además de la anulabilidad del acto jurídico, la fuerza intimidadora proveniente de un tercero determina la posibilidad civil por los daños y perjuicios sufridos por el violentado, que será solidaria entre el tercero y la parte que se aprovecha del acto si ésta hubiese conocido la existencia de tal fuerza, o solamente del tercero si la parte que se perjudica con la nulidad ignoraba la violencia ejercida por el tercero. En efecto, el art. 942 preceptúa: "Si la fuerza hecha por un tercero fuese sabida por una de las partes, el tercero y la parte sabedora de la fuerza impuesta, son responsables solidariamente para con la parte violentada, de la indemnización de todas las pérdidas e intereses".Y el siguiente 943: "Si la fuerza hecha por un tercero, fue ignorada por la parte que se perjudica con la nulidad del acto, el tercero será el único responsable de todas la pérdidas e intereses".

Estado de necesidad o violencia objetiva. Distintas solucionesEn el mundo jurídico, necesidad significa, por un lado, indigencia, carencia y escasez; por el otro, la situación d peligro en q se requiere auxilio. Podría denominarse violencia objetiva a la coacción resultante d los acontecimientos exteriores. Se trata d saber si cuando el agente ha obrado bajo la coerción d necesidades apremiantes cuya satisfacción es impostergable. Resulta admisible la invocación d esos factores extraños al sujeto como determinantes d un vicio d la voluntad para invalidar el acto obrado. El punto ha sido examinado en orden a la responsabilidad del agente, a cuyo respecto se ha sostenido q el acto necesario no es ilícito, y x lo tanto no compromete la responsabilidad d su autor, el cual sólo estaría obligado a reparar el daño derivado del principio vigente en nuestro derecho, en la medida d su enriquecimiento. Se ha observado q esta solución no es viable sino cuando el sacrificio del bien ajeno produjese la conservación del bien propio; d ahí q se aconseje la distribución del daño x vía legal entre el causante material y aquél en cuyo interés el daño hubiera sido cometido.Antiguamente, la postura fue terminantemente negativa, es decir, si no mediaban acciones imputables a alguien dirigidas a provocar la coacción moral d la persona, no había vicio d violencia. La situación cambió en el año 1887, a raíz d un fallo dictado en la corte francesa q expresaba “cuando el consentimiento no es libre, cuando se presta bajo el imperio del temor inspirado por el mal considerable y presente, el contrato celebrado queda viciado y es anulable”. Según ella. La violencia objetiva constituye un vicio d la voluntad cuando se ha abusado del peligro exterior en q se encuentra la víctima para obtener d ella un lucro desmesurado. Se piensa q existe la presión o coacción desde el momento en q se ofrecen los servicios necesitados o cuando ante la solicitud d ellos se demuestra disposición o aptitud para prestarlos, pero se exige un precio que el obligado no acepta d buen grado y sin resistencia.Josserand enseña q así como el error es causa d nulidad d los contratos, de igual modo tratándose d la violencia no hay porqué distinguir la q es intencional d la q proviene d un estado d necesidad, ya q ella debe ser estimada x el temor q inspira, osea x un vicio q está en el consentimiento d la víctima. D ahí q corresponde en ambos casos admitir la nulidad.

La cuestión en nuestro derechoLlambías entiende q la opinión d Josserand era aplicable en nuestro derecho aún antes d la ley 17.711. Según el art 900: “los hechos q fueren ejecutados sin discernimiento, intención y libertad, no producen x sí obligación alguna”. Si las circunstancias exteriores han resultado en extremo duras y apremiantes, es dable ver en ellas un factor q ha afectado sustancialmente la libertad del agente, pero como lo establece el art 900, la víctima d violencia objetiva puede aducir falta d libertad para invalidar el acto. Para q esto sea jurídicamente adecuado, la víctima debe haber sufrido un daño importante, a causa d la celebración del acto cuya invalidez persigue. Esta última exigencia emparenta el caso con el admitido por los autores franceses, y muestra como siempre debe apuntar al lucro legítimo del cual deriva el daño d la víctima para q esta pueda aducir la violencia objetiva como vicio d la voluntad.

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Llambías entiende q en régimen del CC d Vélez era dable invocar la falta d suficiente libertad causada x acontecimientos externos como vicio d la voluntad si se reunían los requisitos del art 937.

Ley 17.711Luego d la sanción d esta ley, los actos obrados en estado d necesidad son inválidos siempre q el autor del acto en esa situación hubiese experimentado un daño importante a causa d la explotación d su estado x el otro contratante. Ello significa q x el juego del nuevo art 954 ha quedad confirmado.

Prueba de la violenciaCualquiera fuere la forma d violencia ocurrida, la prueba d ello le incumbe a la parte q la invoca como vicio d la voluntad. Para ello puede recurrirse a cualquier medio d prueba.

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BOLILLA XVII

Vicios propios d los actos jurídicos.Se denominan vicios propios de los actos jurídicos ciertas imperfecciones que estos contienen

y que constituyen defectos legales que solamente pueden concurrir en ellos. Según cuál sea el vicio, éste puede determinar: que el acto en el cual se presenta sea una mera apariencia de acto jurídico y por lo tanto absolutamente ineficaz como tal, o bien que traiga como consecuencia de nulidad, la inoponibilidad a terceros, la anulabilidad o el reajuste de los efectos propios de los mismos.

Distinción con los vicios d la voluntad

SimulaciónConcepto.Proviene d las voces latinas simuli y actio. Indica el concierto o la inteligencia d dos o mas personas para dar a una cosa la apariencia d otra.Conforme al art 955: ”la simulación tiene lugar cuando se encubre el carácter jurídico d un acto bajo la apariencia d otro, o cuando el acto contiene cláusulas q no son sinceras o fechas q no son verdaderas o cuando x el se constituyen o transmiten derechos a personas interpuestas q no son aquellas para quienes en realidad se constituyen o transmiten”.

Elementossegún Rivera:

Contradicción entre la voluntad interna y la declarada: se manifiesta un discordancia entre el elemento interno (voluntad) y el externo (declaracion de la voluntad.

Acuerdo de las partes que precede y sirve de causa de contradicción: caracteriza a la simulación que tal discordancia es querida y acordada por las partes

El animo de engañar (animus decipiendi):puede resultar o no en perjuicio de terceros o en violación de la ley .

De acuerdo con la definición que hemos dado en el punto anterior, los elementos que configuran la simulación o acto jurídico simulado son los siguientes:(1) Acuerdo de voluntades. La primera condición para que se realice un supuesto de simulación configurativa de un acto jurídico simulado, es el acuerdo de voluntades de dos o más personas para crear una apariencia de acto jurídico. No es suficiente que una de las partes celebrantes del acto o las emitan una declaración de una finalidad jurídica divergente de lo que realmente quieren, esto es, del íntimo querer, sino que es indispensable que ambas de acuerdo para emitir una declaración configurativa de un acto jurídico sólo aparente, no real, es decir, simulado. Messineo señala al respecto que la simulación del contrato no puede realizarse sin la previa disposición de un medio técnico -que preexista o coexista con el contrato simulado-: el llamado acuerdo simulatorio.A falta del acuerdo de voluntades para presentar un acto aparente, esto es, del acuerdo simulatorio, aunque ambas partes emitan una declaración disconforme con su íntimo querer, es decir acompañada de reservas mentales, no se configura un acto jurídico con doble reserva mental, como hace notar Messineo sus efectos propios de acuerdo con la declaración.Nuestro C.C. no contiene un texto expreso que exija el acuerdo simulatorio como condición para que un acto jurídico pueda considerarse simulado, pero Abelenda conforme con Cámara, la doctrina y la jurisprudencia nacional prevalente, que es indispensable tal acuerdo según el contexto de nuestra ley civil.El art. 959, al preceptuar que: "Los que hubieren simulado un acto con el fin de violar la ley o perjudicar a un tercero, que pueden ejercer acción alguna el uno contra el otro" sugiere la necesidad del acuerdo simulatorio, y lo mismo ocurre con el texto del art. 960, en cuanto preceptúa: "Si hubiere sobre la simulación un contradocumento firmado por algunas de las partes", ya que sugiere también que debe existir el acuerdo simulatorio”.(2) Emisión consciente de una declaración común de voluntades, no real. La manifestación común disconforme con el íntimo querer, debe ser intencional, es decir conscientemente hecha por los celebrantes del acto, que se han puesto de acuerdo para crear sólo una apariencia de acto jurídico, no real.El acto jurídico simulado es el resultado de un proceso deliberativo de dos o más personas que llegan al acuerdo simulatorio para fingir un acto jurídico que nada tiene de real, o que encubre el verdadero propósito de los celebrantes, y, precisamente en esto estriba su diferencia con el acto celebrado por error, que se traduce en una declaración disconforme con la voluntad real que inconsciente hace el agente.(3) Divergencia entre lo declarado en virtud del acuerdo simulatorio y el íntimo querer de las partes. En el acto jurídico simulado se emite, en virtud del acuerdo simulatorio, una declaración de voluntad que no responde al íntimo querer de las partes. Tal declaración puede ser totalmente carente de voluntad jurídica, o

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encubrir la verdadera intención de las partes. Esto da lugar a que puedan configurarse los dos tipos de simulación: la absoluta y la relativa. (4) Propósito de engañar. Otro elemento estructural de existencia o configurativo de la simulación como vicio propio de los actos jurídicos es el propósito de los celebrantes de engañar, ya sea sin causa de daños o para perjudicar o contrariar la ley, según que sea lícita.Todo acto simulado se realiza de acuerdo con el propósito de los celebrantes de crear una apariencia engañosa, que puede ser inocente, inocua, si es lícita, o perjudicial, si es ilícita.

RequisitosSon 3:

1- la declaración d la voluntad disconforme con la intención efectiva del sujeto: suscita una declaración d voluntad ostensible carente d realidad q puede recubrir una diversa voluntad efectiva o q puede en verdad ser enteramente vacía.

2- Concertada d acuerdo entre las partes del acto simulado: las partes se conciertan para constituir la apariencia resultante. Ferrara estima q la interposición d personas mediante la cual se adquiere un derecho sin aparecer el adquiriente en el acto respectivo sustituido x un testaferro, no hay en verdad simulación cuando el transmitiente ignora quién es el verdadero adquiriente. Entonces, no hay acto simulado ya q surte todos los efectos entre las partes.

3- Con el propósito d engañar a terceros: tiende a constituir una apariencia engañosa, busca provocar el engaño d los terceros, aunq sea un engaño inocente como ocurre en la simulación lícita.

Naturaleza JurídicaSe discute en doctrina tanto nacional como extranjera cuál es la naturaleza del acto jurídico simulado, habiéndose manifestado dos opiniones diferente. La primera sostiene que el acto puede ser nula, anulable o válida. La segunda afirma que es un acto inexistente como acto jurídico.

I) Los sostenedores de la primera opinión, dentro del derecho argentino, se fundan en los arts. 1044 y 1045 del C.C., el primero de los cuales califica de "nulos los actos jurídicos en que los agentes hubiesen procedido con simulación o fraude presumido por la ley"...y el segundo declara anulables los que tuvieran el vicio de la simulación (debiendo entenderse, siempre que no se trate de la presumida por la ley o la lícita) (Borda, Cifuentes, Araúz-Castex, Salvat).II) Los que sostienen el criterio de que el acto simulado es inexistente como acto jurídico, se fundan en que quienes lo celebran no quieren ni el acto jurídico que aparenta ser, esto es, el acto en sí, ni ninguno de los efectos que manifiestan querer. Falta en el acto simulado el contenido voluntario, que es indispensable para su existencia. La inexistencia acarrearía la imprescriptibilidad d la acción, el subadquiriente a título oneroso y d buena fe no estaría amparado x la regla del art 1051, q se aplicaría sólo a supuestos d adquisición causada mediatamente en el acto nulo o anulable (Llambías, Benegas, Colmo).III) Una tesis mixta, sostenida x De Ruggiero, quien opina q en la simulación absoluta el acto es inexistente, y en la simulación relativa el acto es anulable.

Abelenda se adhiere a esta segunda opinión, pues piensa que si el acto jurídico se caracteriza por el fin inmediato o propósito de los celebrantes de crear, conservar, modificar, transferir o extinguir relaciones jurídicas, como lo señala nuestro codificador en la nota al art. 899 y resulta de la definición legal del art. 944, si falta ese factor: "Falta el acto mismo en su carácter típico", y podemos afirmar que es inexistente como acto jurídico porque no se realiza el supuesto normativo del art. 944, y así ocurre con el acto jurídico simulado, en el cual las partes no tienen la intención de producir con él las consecuencias jurídica que, con fines de engaño manifiestan querer.Este criterio de considerar inexistente -el acto jurídico que aparenta ser el acto simulado- según hace notar Llambías, parece refutado "por la posibilidad de fundar en él una posterior transmisión válida que hiciera el adquirente aparente de un derecho a favor de un tercero subadquirente de buena fe" (así se desprende del art. 996, C.C.), pero como magistralmente también lo señala el mismo Llambías, en tal supuesto la validez del derecho adquirido por el tercero de buena fe proviene exclusivamente de la ley "y no del acto simulado, inepto de suyo para producir transmisión alguna".Cabe señalar que la transmisión legal se justifica plenamente en virtud del principio de la seguridad jurídica y de la buena fe (creencia), pues si bien es cierto que el acto simulado es una mera apariencia, las partes realizan una serie de actos materiales, engañosos, tales como pedidos de informes a los registros, escrituración, entrega de la cosa, etc., que determinan la justa creencia por parte de los terceros de buena fe de que el acto jurídico simulado fue serio y son precisamente esos actos materiales engañosos los que, como observa Llambías, "toma en cuenta la ley para consolidar por su propio imperio el derecho constituido a favor del tercero de buena fe". Cuando la regla moral (arts. 21 y 953, C.C.) ha sido lesionada, rige el principio que veda alegar la ineficacia del acto simulado a aquellos que la celebran para crear una apariencia engañosa y perjudicial, sean en fraude de la ley o en perjuicio de terceros.

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Clases de Simulación1) Clasificación de acuerdo a la naturaleza de la simulación: absoluta y relativa. Desde el punto de vista "de su naturaleza íntima" la simulación puede clasificarse conforme al art. 956 del C.C. en absoluta y relativa."La simulación es absoluta cuando se celebra un acto jurídico que nada tiene de real, y la relativa cuando se emplea para dar una apariencia que oculta su verdadero carácter".En la simulación absoluta las partes no quieren en realidad celebrar negocio jurídico alguno; sólo se proponen, y ese es su íntimo querer, aparentar un acto que nada tiene de real y cuyos efectos normales que con fines de engaño se manifiestan querer, en verdad no se quieren.En la simulación absoluta, como es el supuesto de la venta, fingida, que una persona en acuerdo con la otra realiza, con el sólo propósito de cambiar la composición de patrimonio y así burlar a sus acreedores, no hay un acto jurídico por falta del fin inmediato de crear, conservar o modificar relaciones jurídicas. Se trata de una apariencia carente de sustancia, es, como dice metafóricamente Ferrara, "un fantasma jurídico". Es un negocio de fantasía, ilusorio, de ficción, y por lo tanto "un acto inexistente como negocio jurídico. Las razones que pueden inducir a las personas a celebrar esos actos totalmente simulados, es decir, con simulación absoluta, pueden ser las más diversas, pero por lo general las alienta el propósito de defraudar o perjudicar, es decir, persiguen un fin ilícito.En la simulación relativa, a diferencia de la simulación absoluta, hay dos actos, el simulado y el disimulado, es decir, el ostensible, que es sólo apariencia de acto jurídico, una ficción, un engaño, una fantasía, y el oculto, que es serio y responde a la real intención de las partes. En tal supuesto de simulación relativa, la inexistencia como acto jurídico del acto simulado ostensible, no es inconveniente para que la ley atribuya eficacia y validez al acto simulado, al acto serio, si éste no lesiona intereses de terceros ni infringe la ley.En los supuestos de simulaciones relativas los actos simulados carecen de fuerza obligatoria, pero en cambio la ley atribuye plena validez al acto disimulado, esto es, al convenio oculto, pero serio, siempre, claro está, que no tenga una finalidad de fraude o daño, porque si tuvieren los celebrantes del acto simulado el propósito de encubrir o dar apariencia legal a un acto prohibido por la ley o perjudicial de la simulación ilícita, declarar la inexistencia del acto simulado como acto jurídico y al mismo tiempo la ineficacia del acto disimulado para producir los efectos jurídicos propios que realmente se propusieron los simuladores al celebrar el acuerdo oculto. Esta es la interpretación que corresponde dar a los preceptos del art. 956, y del art. 958, que establece: "Cuando en la simulación relativa se descubriese un acto serio, oculto bajo falsas apariencias, no podrá ser éste anulado desde que no haya en él la violación de una ley, ni perjuicio a tercero".

a) simulación relativa típica: el negocio ostensible tiene una naturaleza distinta del real.b) simulación relativa q afecta uno solo d los elementos, sin trastocar la naturaleza del negocio: sucede cuando en una compraventa se denuncia un precio inferior al realmente convenido, el contrato no deja d ser d compraventa ni d producir los efectos d tal comprometiendo sólo la responsabilidad d los otorgantes frente al fisco.c) simulación x interposición d personas: se presenta cuando se adquieren o transmiten derechos para personas ocultas (testaferro). Quien adquiere el derecho no es un beneficiario del mismo. La doctrina concluye q existe un negocio simulado si hay acuerdo d voluntades entre todas las partes del negocio.

2) Clasificación de la simulación de acuerdo a su finalidad: lícita e ilícita.Teniendo en cuenta el fin o móvil que induce a las partes a celebrar el acto jurídico simulado, se ha clasificado la simulación en lícita e ilícita.La simulación es lícita cuando no es reprobada por la ley, no perjudica a terceros ni tiene un fin ilícito (art. 957, C.C.), y debe entenderse que es ilícita, interpretando a contrario sensu el citado precepto del art. 957, cuando perjudica a terceros o tiene un fin ilícito.3) Actos jurídicos simulables y no simulables. Excepciones.De acuerdo con el concepto de simulación que hemos dado, requiere ella como elemento indispensable el acuerdo simulatorio de las partes y por lo tanto, sólo puede operar en el ámbito de los actos jurídicos bilaterales, siendo la regla general respecto de ellos que todos son simulables. Esta regla o principio general de que todos los actos jurídicos bilaterales son susceptibles de ser simulados, tiene sin embargo algunas pocas excepciones, las más importantes de las cuales son las siguientes:

1) El acto jurídico de celebración de matrimonio. La razón por la que se considera que no es simulable en nuestro derecho positivo es la siguiente: el matrimonio es una institución jurídica dominada por intereses de orden ético y moral, una institución de orden público regida por el sector autoritario del derecho cuyas normas imperativas exigen una convención jurídica solemnemente realizadas por las formalidades legales ante un oficial público, que intrega el acto prestando en nombre de la ley su conformidad al acuerdo de voluntades de los contrayentes y declarándolos unidos en matrimonio, siendo ella causa generadora de efectos jurídicos rígidamente establecidos, no derogables ni modificables por los particulares, ya que la familia, cédula primordial de la sociedad, se edifica sobre el matrimonio, constituye un valor social de primer orden y entraña la necesidad de atribuir al acto jurídico de celebración que reúna los requisitos legales que conciernan a su solemnidad una particular fuerza de

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estabilidad y certeza de impedir que sus efectos rígidamente establecidos puedan ser destruidos con una simple acción y declaración de simulación.2) Divorcio y separación de cuerpos. Tampoco es simulable el juicio de esta narturaleza, por las mismas razones que en el supuesto del matrimonio. Queremos decir con esto que si se entablara un juicio con esta finalidad y se llegara a la sentencia definitiva, debería ella producir los efectos propios del divorcio según la ley argentina, que no se pueden enervar con una acción de simulación o declaración de que el juicio de divorcio y separación no fue más que simulado.

3) Actos Fiduciarios:Se llama así la transmisión d un derecho para un fin económico q no exige tal transmisión. El nombre d estos negocios deriva d fiducia (fe), porq efectivamente importa un acto d confianza. Los casos mas frecuentes son la cesión d créditos con fines d mandato, el endoso para facilitar el cobro y transmisión d propiedad con objeto d garantizar un crédito. Implican siempre un exceso del medio respecto del fin perseguido, pues es evidente q en los dos casos bastaría el mandato, la prenda o la hipoteca, según se trate d un mueble o d un inmueble. Se usa un medio más fuerte para conseguir un resultado más débil. El acto va más allá del fin d las partes, supera su intención práctica, presta más consecuencias jurídicas q las q sería menester para obtener el resultado requerido. Se ha pretendido negarles el carácter d simulados, pero es evidente q no son sino una forma d simulación puesto q se oculta la naturaleza d un acto (Borda).

Acción d SimulaciónConceptoSe denomina acción de simulación aquella cuya pretensión consiste en obtener del órgano jurisdiccional competente un reconocimiento y declaración formal por sentencia, de que un acto es simulado, es decir inexistente como el acto jurídico que sólo aparenta ser, y por lo tanto ineficaz para producir los efectos que se le atribuían como propios.La acción de simulación puede corresponder a las partes del acto simulado o a terceros con interés legítimo en definir la verdadera situación patrimonial de los celebrantes del acto calificativo de simulado.

Aunque la naturaleza jurídica de la acción de simulación es siempre la misma en el caso de que la ejerzan las partes o terceros, dentro de nuestro ordenamiento jurídico positivo se advierte una regulación diferente de uno y otro caso.

1) Procedencia del ejercicio de la acción de simulación ejercida por las partes.Para determinar la procedencia del ejercicio, por las partes, de la acción tendiente a obtener la

declaración judicial de que dicho acto es simulado y por lo tanto inexistente como el negocio jurídico que aparenta, debe hacerse la distinción de los supuestos en que la simulación es lícita, de aquellos es que es ilícita.

a) Supuesto de simulación lícita.

Aunque la ley argentina no otorga a las partes del acto simulado lícitamente, la titularidad de la acción de simulación, está fuera de toda duda que la tienen, pues su derecho resulta de una interpretación a contrario sensu del precepto del art. 959 del C.C.Esta solución es la que corresponde teniendo en cuenta la naturaleza jurídica del acto simulado con simulación lícita, no perjudicial ni en fraude de la ley, pues si las partes se han puesto de acuerdo para celebrar un acto jurídico puramente aparente no reprobado por la ley, no se les puede negar el derecho a emplear los medios legales para restablecer el verdadero estado de cosas.

Cabe señalar que este principio se aplica tanto en los casos de simulación lícita absoluta como en los de simulación lícita relativa

b) Supuestos de simulación ilícita.

En los casos de simulación ilícita, la solución legal es distinta, pues la acción de simulación está vedada a las partes, que persiguen consolidar con la declaración judicial de que el acto jurídico es simulado, los beneficios que se propusieron obtener al celebrar el acto aparente perjudicial o en fraude de la ley y sólo se les concede a fin de dejar sin efecto el acto y a condición de que con ello no puedan obtener beneficio.En este sentido el art. 959, con su nuevo texto introducido por la ley 17.711, preceptúa: "Los que hubieren simulado un acto con el fin de violar las leyes o de perjudicar a un tercero, no pueden ejercer acción alguna el uno con el otro, sobre la simulación, salvo que la acción tenga por objeto dejar sin efecto el acto y las partes no puedan obtener ningún beneficio de la anulación. El propósito de los reformadores de 1968 al introducir como excepción a la regla general del art. 959 del C.C. que veda a las partes del acto simulado en fraude a la ley o en perjuicio de terceros el ejercicio de la acción de simulación, la posibilidad de ejercerla para dejar sin efecto el acto si con ello no pueden obtener ningún beneficio, ha sido el de posibilitar el arrepentimiento de éstos y la renuncia a los beneficios ilícitos que la simulación acaso les produjo.La solución legal en cuanto veda a los simuladores fraudulentos la acción de simulación, parece correcta, pues si bien es cierto se puede beneficiar al cómplice que se quedará con los bienes, que sólo en apariencia se le transmitieron, es una cuestión que la ley debe corregir, pues quien intenta violarla o perjudicar a terceros

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con simulaciones fraudulentas, no debe tener amparo legal para reparar los efectos del acto torpe y recuperar sus bienes. Con esta solución, como observa Borda, se desalienta esta forma de defraudac2) Procedencia de la acción de simulación ejercida por terceros con relación al acto jurídico simulado.La acción de simulación solamente se concede a los terceros con relación al acto jurídico simulado, si la simulación es ilícita, pues tratándose de una simulación lícita, éstos carecen de interés legítimo para impugnar el acto y, por lo tanto, de acción para perseguir una declaración judicial de inexistencia como acto jurídico del acto simulado que no los perjudica ni viola la ley.La acción de simulación para impugnar el acto simulado perjudicial o en fraude a a ley competente a los terceros con interés legítimo, por derecho propio y no por subrogación, como lo señala Llambías.Tratándose de una acción tendiente a obtener una declaración judicial de que el acto simulado, con simulación ilícita, es inexistente como acto jurídico, puede intentarse con cualquier persona que pretender fundar un derecho en el acto aparente y dado el carácter patrimonial de tal acción, es criterio prevalente en doctrina que su ejercicio corresponde a cualquier clase de acreedor.En cuanto a si la acción de simulación intentada por terceros debe ser dirigida contra todos los que aparecen como partes en el acto jurídico simulado o si es precedente deducirla y jurisprudencia se advierten criterios diferentes.

a) Según un primer criterio la acción debe deducirse contra todas las partes del acto simulado, pues su omisión determinará el rechazo de la demanda-b) Según un segundo criterio, compartido por Abelenda, la acción de simulación puede ser intentada contra una sola de las partes, pero en tal caso la sentencia que recaiga y declare que el acto es simulado con simulación ilícita, no afectará a aquellos que no fueron demandados ni oídos en el juicio.

LegitimaciónCorresponde a las partes del negocio. No tiene legitimación un deudor cedido extraño al acto, ni a quien pretende hacerlo x vía d subrogación d los derechos d las partes q intervinieron en el acto.

PruebaSi la simulación es lícita, la acción entre las partes tendientes a q se declare simulado el acto es procedente. Algo más complejo es el problema cuando la simulación es ilícita. Según el art 959, en su redacción originaria: los q hubieran simulado un acto con el fin d violar las leyes o d perjudicar a un tercero, no pueden ejercer acción alguna el uno contra el otro sobre la simulación. Esto es completamente entendible cuando la simulación tiende a consolidar el beneficio q el actor ha logrado a partir d la misma. Supongamos q una persona cubierta d deudas vende simuladamente sus bienes a un amigo y cae luego en concurso. Sus pocos bienes restantes se reparten entre los acreedores, q reciben solo una pequeña parte d sus créditos, y luego, transcurridos los plazos legales, se levanta el concurso y el deudor obtiene carta d pago. Enseguida demanda a su amigo x restitución d los bienes, a cuyo efecto hace valer el contradocumento respectivo. La ley niega la acción, pues, d lo contrario, no haría otro caso q reconocerle la vía legal para consumar el fraude a terceros. Es cierto q con esta solución se beneficia a un tercero q fue cómplice, pero entre los males hay q elegir el menor. Supongamos ahora q el simulador se ha arrepentido d su acto, q quiere recuperar el bien para entregarlo a sus acreedores, el antiguo artículo no preveía esta situación, pero la jurisprudencia y la doctrina la admitieron. La ley 17.711 ha consagrado esta solución al agregar al art 959 un párrafo q dice: “...salvo q la acción tenga x objeto dejar sin efecto el acto y las partes no puedan obtener ningún beneficio d la anulación”.

ContradocumentoEs una declaración d voluntad formulada x escrito x las partes d carácter oralmente secreto y destinada a probar q el acto ha sido simulado.Normalmente se otorga al mismo tiempo q el acto aparente, pero esto no es un requisito esencial, puesto q puede haberse otorgado antes o después del acto. Lo necesario es una simultaneidad intelectual, en otras palabras, lo q importa es q el contradocumento expresa la verdadera voluntad d las partes en el momento d otorgarse el acto aparente. Pero si la nueva declaración significa en realidad una modificación d la anterior, ya no se estaría en presencia d un contradocumento sino d un acto nuevo. El documento debe emanar d la parte a quien se opone, o d su representante; no es necesario el doble ejemplar.La importancia d este se funda en poner a disposición d los contratantes un modo cómodo d asegurarse la prueba d simulación, pero si no han tenido la precaución d firmar un contradocumento, deben sufrir las consecuencias. A veces este no se otorga por existir una confianza absoluta entre las partes. Si luego una d ellas la defrauda, su falta es más grave cuanto mayor fue la fe depositada. La ley no puede amparar esa conducta sólo porq falta el contradocumento, pero siempre q haya una prueba incontrovertible, cierta, inequívoca d la simulación, es lógico admitir la acción aún sin contradocumento. Esto está explícito en el artículo 960 del CC con arreglo d la ley 17.711.

Casos en q no es exigido

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Aparte del supuesto general d q la prueba sea inequívoca, la jurisprudencia ha admitido q no cabe exigir contradocumento en los siguientes casos:

a) cuando existe principio d prueba x escrito, debe entenderse x tal la manifestación q resulte d un testamento, una carta, un apunte, etc; aunq no esté firmado.

b) Cuando haya confesión judicial del demandado.c) Si existe imposibilidad d procurarse el contradocumento, como ocurriría en el caso d q los

contratantes sean analfabetos.d) Si aquél se ha extraviado x caso fortuito o d fuerza mayor.e) Si el contradocumento fue sustraído al interesado o fue privado d él por dolo o violencia. f) Si una d las partes ha cumplido con la prestación a q se obligó y la otra le niega la recíproca.g) Cuando la simulación ha sido en fraude d la ley. En este caso el otorgamiento es casi imposible.

Carácter d la Acción PatrimonialLa acción d simulación ejercida x los terceros reviste el carácter d una acción patrimonial. En efecto, quien demanda la simulación busca la verificación d q tales o cuales bienes subsisten en el patrimonio del deudor, pese a la apariencia contraria. Con ello se procura la reconstrucción d la prenda d los acreedores constituida x el patrimonio del deudor, a fin d hacer factible el cobro del crédito de q se trate. El carácter patrimonial d la acción justifica q ella pueda ejercerse x toda clase d acreedores, aún condicionales o d plazo.

Prescripción d la Acción d Simulación. TeoríasLa doctrina y la jurisprudencia aparecían divididas, en tanto q la mayor parte d los autores estimaba q la acción d simulación era imprescriptible; otros, y con ellos las decisiones d los tribunales, hacían aplicación del art 4030, q establece la prescripción d 2 años cuando la nulidad deriva d la falsa causa.Teoría d la ImprescriptibilidadD acuerdo a su naturaleza, el acto simulado es un acto jurídico inexistente. Se sigue d aquí q la acción d simulación debe ser imprescriptible. Ferrara enseña q lo q no existe no adquiere vida x el solo transcurso del tiempo, x cuyo motivo la acción para el reconocimiento d esa inexistencia es siempre admisible, esta acción no está sujeta a la prescripción porq no tiene existencia según la ley.Teoría d la Prescripción BienalEsta opinión no aparecía respaldada x la doctrina general, sin embargo, se sustentaba en lo dispuesto x el art 4030, para el cual :”la acción d nulidad d los actos jurídicos x... falsa causa, se prescribe x 2 años desde q... la falsa causa fuese desconocida”. Para Llambías carece d fundamento x:

1- si se trata d la simulación lícita, no vemos como pueda funcionar esta prescripción bienal. La aplicabilidad d esta conduce al absurdo d admitir para el caso una prescripción adquisitiva d 2 años q el CC no conoce, y lo dice d esta forma porq el dominio estaría perdido, y entonces sería quien tuviera el dominio el propietario resultante d la prescripción d la acción d simulación.

2- La prescripción corre desde q la falsa causa fuere conocida. Ahora bien, las partes del acto simulado conocen la verdadera situación desde el otorgamiento del mismo. Al cabo d 2 años, el mandatario oculto se habría convertido en propietario d los bienes del mandante, pese a lo dispuesto en el CC, q veda la adquisición a favor del mandatario.

3- Si el enajenante aparente no ha hecho tradición d la cosa, no se ha perfeccionado el dominio en cabeza del adquiriente, x lo q sigue siendo propietario no solo real, sino tbn aparente, el enajenante. Sin embargo, el transcurso del lapso d prescripción lo privará del ejercicio d la acción y d la facultad para hacer reconocer el verdadero estado d las cosas. Sería un propietario sin título.

Prescripción decenalAlgunas sentencias judiciales consideraban q la acción d simulación era prescriptible pero q no regía el plazo d 2 años, sino el lapso ordinario del art 4023.

Solución dada x la Ley 17.711La controversia ha sido superada x esta ley, q impuso la teoría d la prescripción bienal. En efecto, la ley agrega en el art 4030 el siguiente párrafo separado: “prescribe a los 2 años la acción para dejar sin efecto entre las partes un acto simulado, sea la simulación absoluta o relativa. El plazo se computará desde q el aparente titular del derecho hubiere intentado desconocer la simulación”. Este nuevo texto presenta los inconvenientes q ya hemos mencionado.

Consecuencias d la Declaración d SimulaciónDa lugar a dos consecuencias:

1- la declaración d simulación verifica la inexistencia del acto ostensible. D aquí se sigue la posibilidad d q los acreedores del enajenante ficticio ejecuten los bienes d su deudor, como lo verifica la sentencia, no han salido del patrimonio d este. X otra parte, esta posibilidad favorece a todos los acreedores del enajenante aparente, y no solo al q ha promovido el juicio d simulación, pues si bien aquellos no han sido partes en este juicio, se los puede considerar representados x su deudor.

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2- La simulación ilícita constituye una especie d acto ilícito q compromete la responsabilidad d los autores del acto simulado x los daños y perjuicios sufridos x terceros a consecuencia d la maniobra. Esta responsabilidad se hace efectiva especialmente cuando la declaración d inexistencia del acto simulado es infructuosa x haber sido enajenados los bienes x el propietario aparente a favor d terceros d buena fe, contra los cuales la simulación es inoponible. La responsabilidad d las partes del acto simulado es solidaria, como corresponde a la calidad d autores d un delito civil.

PruebaCuando la simulación es aducida x los terceros, estos pueden acudir a toda clase d medios d prueba. Se trata d la demostración d hechos respecto d los cuales el demandante ha permanecido ajeno, y q son perjudiciales para él. No podría pensarse en exigirle la prueba escrita d simulación puesto q siendo el demandante la víctima del delito civil q importa la simulación, es imposible pensar q los autores puedan poner en sus manos esa prueba.El medio frecuentemente utilizado x los terceros es la prueba d presunciones o de indicios suficientes como para llevar al ánimo del juzgador la convicción d q ha ocurrido la simulación. Los hechos q han sido considerados como indicios, entre otros, son:

1- la ausencia d ejecución material del contrato celebrado. Esta presunción no desvirtúa el mandato d administrar la cosa dada al vendedor x el comprador aparente.

2- El parentesco próximo, amistad íntima, existente entre las partes del acto simulado.3- La carencia d recursos del adquiriente. (es pobre)4- El pago anticipado del precio. (es rico)5- La naturaleza e importancia d los bienes enajenados. Se considera sospechosa la venta d bienes q

constituyen la fuente d recursos del vendedor, x lo cual podría estar interesado en conservarlos.6- Las circunstancias y peculiaridades del acto, como ocurre en la venta d bienes efectuada x el esposo

al iniciarse el divorcio.Si el demandante debe suministrar la prueba d simulación, fracasará en su intento; el acto aparente surtirá plenos efectos. Si la prueba fuese dudosa, el juez q no quedase persuadido d la simulación deberá rechazar la demanda.

Inoponibilidad del acto realizado con respecto a terceros de buena fe: quienes pueden invocarlaSi el adquiriente de los bienes los enajena a un tercero, se tarta de saber si es viable la acción de simulación contra este ultimo, a fin de desposeerlo del dcho adquirido por él. Semejante cuestión se plantea cuando el propietario aparente de los bienes transmitidos por el acto simulado, constituye sobre ellos una hipoteca, y luego quiere el efectivo dueño desconocer el derecho del acreedor hipotecario. Según Laurent, la acción de simulación, aún en esa hipótesis, seria procedente, y el tercero quedaría privado de su dcho, ya q su autor no lo había tenido para transmitírselo. Este autor enumera un principio según el cual nadie puede transmitir un dcho mejor q el q posee, con su lógico corolario; por tanto como el propietario aparente podía ser demandado por simulación, igualmente puede serlo el adquiriente d los bienes enajenados por él, o el acreedor hipotecario q entendió quedar garantizado por esos bienes.Esa opinión no ha prevalecido en Francia, ni en nuestro país. En efecto entre nosotros se ha aducido el art. 996 para proteger la subsistencia de los derechos adquiridos por terceros. Con arreglo a este precepto, el contradocumento privado no tendrá ningún efecto contra los sucesores a titulo singular, ni tampoco lo tendrá la escritura publica, si su contenido no esta anotado en la escritura matriz, y en la copia por la cual hubiese obrado el tercero. Esta opinión, según Llambías, es exacta. Aun cuando el art. 996, ubicado en el titulo de los “instrumentos públicos” se refiere a los documentos y no a los actos jurídicos documentados, es lo cierto q el precepto consigna una clara aplicación de principio cuya fundamentación legal se busca. Pues si no puede oponerse al tercero el contradocumento para él ignorado es exactamente por esta ignorancia. Cabe concluir q toda vez q alguien se encuentre en una situación d ignorancia invencible, no se le podrá argüir con ella para desposeerlo de dchos adquiridos, a menos q exista una disposición expresa de la ley en tal sentido (lo q en simulación no ocurre). Esta conclusión coincide con la mas elemental exigencia de seguridad jurídica, ya q si en la especie pudiera perjudicarse el tercer adquiriente de los bienes incluidos en la simulación, se habría amenazado vitalmente las transmisiones de dchos, pues nunca el adquiriente quedaría a resguardo de una simulación precedente.El beneficio de la inoponibilidad de la simulación solo puede invocarse por los terceros de buena fe. Si el sub-adquiriente de los bienes sabe q su autor carece de un dcho efectivo sobre ellos, falla la base misma q se aduce para proteger a los terceros; pues si se ampara la adquisición de estos, es por la imposibilidad de conocer el vicio del dcho transmitido. Fallando entonces el presupuesto de hacho q condiciona la aplicabilidad de aquel principio, la adquisición efectuada por el tercero de mala fe queda sin protección alguna, siendo viable iniciar contra el la acción de simulación.Tampoco alcanza el beneficio de la inoponibilidad de simulación a los adquirientes ulteriores, a titulo gratuito, de los bienes comprendidos en la primitiva simulación. ha de preferirse al propietario efectivo de

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los bienes transmitidos simuladamente, q sufre la perdida q ellos representan, antes q al adquiriente gratuito de los mismos, el cual solo deja de obtener un provecho, pero no sufre perjuicio alguno con relación a su situación precedente.

Cuestiones conexasInoponibilidad de la simulación a los acreedores del adquiriente aparente y a los *acreedores de los sucesivos sub-adquirientesSi el propietario oculto de los bienes pretende aducir la simulación para retraer la situación al estado precedente, los acreedores ya del adquiriente, ya de los sucesivos sub. adquirientes, pueden oponerse a la declaración de simulación con tal q sus créditos sean de fecha posterior a la aparente adquisición por parte del deudor. Esta disposición se explica porq los acreedores anteriores no pudieron tomar en cuenta, al computar la solvencia de su deudor, los bienes ingresados con posterioridad, y consiguientemente, no fueron engañados por la apariencia proveniente de la simulación. No se ve, entonces, q acción podrían alegar para detener la acción de simulación, desde q los bienes no han salido en realidad del patrimonio de quien no es su deudor, y ellos no han resultado engañados por la apariencia contraria.*Conflicto entre acreedores y sucesores singularesSi la discusión se plantea entre los acreedores del enajenante aparente, deseosos de hacer declarar la simulación, y los sucesores singulares del propietario aparente de los bienes, la solución favorece a estos últimos, según resulta del art. 996. pero como en el caso general antes estudiado, los sucesores del adquiriente simulado deben ser de buena fe y a titulo oneroso. *Conflictos entre acreedores de las partes si la controversia se suscita entre los acreedores del enajenante ficticio y los acreedores del aparente propietario (sea el adquiriente ficticio o un sucesor singular) la solución de torna muy compleja. En realidad pueden presentarse cuatro hipótesis:

1) ambos acreedores son anteriores a la fecha de simulación; el caso es sencillo, pues por una parte nos encontramos con las victimas de la simulación- acreedores del enajenante aparente- y por el otro con quienes no pudieron imputar en el activo de su deudor los bienes ingresados después en forma ficticia. Naturalmente el conflicto debe resolverse a favor de los primeros, ya q son aplicables las hipótesis en q el demandante no es uno de los autores de la simulación sino la victima del delito.

2) ambos acreedores son posteriores a la simulación; por una parte los acreedores del enajenante ya tomaron su patrimonio en el estado aparente en q siguió la enajenación simulada, y por la otra los acreedores del propietario aparente han computado o podido computar en el patrimonio del deudor los bienes ingresados en forma simulada. Esta creencia no puede ser defraudada.

3) acreedores del enajenante anteriores a la fecha de la simulación, y acreedores del propietario aparente posteriores a dicha fecha; el conflicto mas arduo se presenta cuando los acreedores del enajenante son anteriores a la simulación, y por lo tanto victimas del delito realizado, y a su vez los acreedores del propietario aparente son posteriores a aquella fecha. Si nos atenemos al principio reflejado por el art. 996, el resultado debe ser a favor de estos últimos, por lo Llambías opina q es la solución q conviene optar por nuestro derecho, si bien no es la mas justa.

4) hipótesis inversa a la anterior; si se suscita entre acreedores del enajenante, posteriores a la simulación, y acreedores del propietario aparente, anteriores a esa fecha, la cuestión se presenta dudosa por ausencia de motivos para decidir en un sentido o en otro. Por un lado están los acreedores del enajenante a quienes la simulación no perjudica, y por tanto podría hasta pensarse q ellos carecen de acción, por tratarse a su respecto de una simulación licita; y por el otro, los acreedores del propietario aparente, q no han podido haber fundado esperanzas en la adquisición simulada, puesto q su crédito es de facha anterior. En tal situación es razonable dejar funcionar, sin restricciones, la declaración de simulación, solución congruente con la q corresponde adoptar cuando el demandante es el enajenante ficticio.

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El fraudeConcepto

Nuestro C.C. en el Cap. II del Tít.II de la Secc. II del Libro Segundo se refiere al fraude como vicio propio de los actos jurídicos y es aprehendido como causa de revocación de ellos. Consiste como tal en la actitud ilícita del deudor que realiza actos jurídicos reales en perjuicio de sus acreedores quirografarios porque producen un cambio en la composición del contenido de su patrimonio que determina su impotencia como garantía de los créditos de aquél. El fraude así aprehendido como vicio propio de los actos jurídicos que da lugar a la acción revocatoria si se dan los requisitos del art. 962 y concordantes del Cód. Civil, consiste en un defecto conscientemente provocado por el deudor otorgante del acto perjudicial, que constituye una defección a la licitud, del querer. Así, cuando una persona deudora enajena bienes con el fin de cambiar la composición de su patrimonio y disminuir de ese modo la garantía o prenda común que él constituye para sus acreedores quirografarios, de manera que se tome o se pueda tornar impotente para cubrir las deudas, se configura el fraude como vicio de los actos jurídicos que prevé el art. 961 del C. C. como determinante de la acción revocatoria, que se reglamenta en los arts. 962 y ss. del mismo Cód.

El fraude que prevé y reglamenta nuestro C.C. en el citado Cap.II (arts. 961 a 972) es, pues, el que constituye un vicio propio de los actos jurídicos reales celebrados por los deudores en perjuicio (y fraude) de sus acreedores quirografarios; de ahí la denominación de "vicio propio de los actos jurídicos o de "fraude a los acreedores". Según resulta de la reglamentación de nuestro C.C., el fraude a nuestros acreedores quirografarios que da lugar a la acción revocatoria, lo comete el deudor mediante la celebración de actos jurídicos válidos, unilaterales o bilaterales, destinados a producir un cambio en la composición de su patrimonio perjudicial a los acreedores quirografarios.

Acción a q da lugar: Acción pauliana o revocatoria

Nuestro CC dedica un extensa regulación a al acción pauliana del art. 961 a 972. el rigen de su nombre proviene de la antigua roma y le fue otorgado por el pretor PAULO. Tb se la denomina acción revocatoria, aunq en el dcho moderno ella no tiene a la revocación de los actos del deudor, sino a la declaración de su inoponibilidad a los acreedores q la han intentado, y en medida del interés de estos.

Ello constituyo, junto con otras instituciones un conjunto de medidas destinadas a la incorporación del patrimonio del deudor falente. Estas medidas establecieron a partir de los estatutos medioevales. Un periodo anterior a la quiebra en el cual lo s actos están sometidos a sospecha y una serie de presunciones de actos fraudulentos.

Naturaleza juridica

Contrariamente a lo q muchas veces se dice, la acción revocatoria no constituye un acción de nulidad. El acto fraudulento es perfectamente valido y eficaz, tanto respecto de las partes cuanto respecto de los terceros en general. Solo frente a ciertas personas, los acreedores anteriores del enajenante de los bienes, el acto deja de ser eficaz, pudiendo tales personas prescindir de su realización, como si ello no hubiera ocurrido.

Este desdoblamiento del acto jurídico q mantiene su validez y eficacia, salvo respecto de las personas autorizadas para impugnarlo, se reconoce en doctrina con el termino de “inoponibilidad”, diciéndose q el acto fraudulento no es invalido sino inoponible a los acreedores del enajenante.

Caracteres

Vélez Sársfield, en la nota al art. 961, señala el carácter personal de la acción revocatoria.Es subsidiaria, ya que sólo procede en el supuesto de que el patrimonio del deudor no haya suficientes bienes como valores positivos para encubrir el importe de los créditos comunes cuyo pago se exige mediante otra acción.

Y es relativamente rescisoria o de rescisión restringida, porque no tiene finalidad obtener una sentencia judicial que invalida totalmente el acto jurídico fraudulento y perjudicial, sino tan sólo que ese acto, aunque válidos para las partes, sea inoponible a los acreedores quirografarios que la ejercieron y, por lo tanto, que el bien patrimonial transferido o comprometido por el acto siga constituyendo un valor positivo de garantía que asegure el cobro de sus créditos.

La revocación se refiere a la parte necesaria para cubrir los créditos de los acreedores que la hubiesen pedido al ejercer la acción revocatoria (art. 965, C.C.), de manera que si fuera posible la rescisión parcial

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del acto jurídico como en el supuesto de donación de cantidades de cosas o sumas de dinero, se referiría exclusivamente a la porción necesaria para pagar el o los créditos que motivaron el juicio, y si se tratara de un acto por el cual se enajenó una cosa no divisible, y revocado el acto, ejecutando el bien y pagados los créditos, quedara algún saldo el precio, éste pertenecería al adquirente en virtud del acto fraudulento, como hace notar Borda.

Condiciones para el ejercicio de la accion revocatoria

Texto legal: el rat. 962 dispone: “para ejercer esta acción es preciso: 1º q el deudor se halle en estado de insolvencia. Este estado se presume desde q se encuentra fallido; 2º q el perjuicio de los acreedores resulte del acto mismo del deudor, o q antes ya se hallase insolvente; 3º q el crédito, en virtud del cual se intenta acción, sea de una fecha anterior al acto del deudor.”

si el negocio es de titulo oneroso “es preciso para la revocación..., q el deudor haya querido por ese medio defraudar a sus acreedores, y q el tercero con el cual ha contratado, haya sido cómplice en el fraude (art.968)

si el negocio es gratuito, “puede ser revocado... aun cuando aquel al q sus bienes hubiese pasado, ignorase la insolvencia del deudor (art. 967)

requisitos generales y especiales

En cuanto a las condicionres o requisitos para la procedencia de la acción revocatoria, debe hacerse la distinción de: los generales y los especiales para el supuesto de actos jurídicos a título oneroso, que estudiaremos separadamente en los puntos siguientes.

a) Requisitos generales.Según el art. 962 del Cód. Civil, para ejecer esta acción es preciso:"Que el deudor se halle en estado de insolvencia", es decir el estado de desequilobrio entre el activo y el pasivo del contenido del patrimonio del deudor en razón de que los valores negativos (deudas) superan a los positivos (derechos). Esta exigencia se justifica plenamente, pues si el deudor fuera solvente a pesar de los actos quirografarios que encuentran en el patrimonio del deudor la garantía o seguridad para el cobro de sus créditos.El art. 962, inc. 1º, establece que el estado de insolvencia "se presume desde que se encuentra fallido". Esta situación de insolvencia del deudor debe ser acreditada por quienes ejercen la acción revocatoria salvo el supuesto de falencia.En el segundo lugar, el art. 962, inc. 2º, requiere: "Que el perjuicio de los acreedores resulte del acto mismo del deudor, o que antes ya se hallase insolvente".Esta exigencia legal significa la necesidad de acreditar que el acto jurídico fraudulento del deudor lo es porque provoca o agrava el estado de insolvencia.Por último: "Que el crédito en virtud del cual se intenta acción de una fecha anterior al acto del deudor". Esta exigencia se justifica plenamente, pues no se podría hablar de fraude en el supuesto de que los acreedores hubieren adquiridos sus derechos con posterioridad a los actos de enajenación de bienes de su deudor, pues al tiempo en que se constituyeron en acreedores tales bienes formaban parte del activo patrimonial del deudor y, como apunta Borda, "mal podría sostenerse que el acto fue encaminado a perjudicarlos". Sin embargo, este requisito del inc. 3º del art. 962 no es exigible en el supuesto del art. 963, según el cual: "Exceptúanse de la condición 3º del art. anterior las enajenaciones hechas por el que a cometido un crimen, aunque consumadas antes del delito, si fuesen ejecutadas para salvar la responsabilidad del acto, las cuales pueden ser revocadas por los que tengan derecho a ser indemnizados de los daños y perjuicios que les irrogue el crimen".

La doctrina moderna entiende, con buen criterio, que el art. 963 del C.C. debe interpretarse como un mero ejemplo de situaciones semejantes en que una persona intente defraudar mediante actos jurídicos de enajenación de bienes a sus futuros acreedores. Así, Llambías cita el caso, muy corriente, de enajenaciones de un marido separado de hecho, próximo a divorciarse, para eludir responsabilidad consiguiente a la obligación alimentaría.

b) Requisitos especiales.Además de los requisitos generales para la procedencia de la acción revocatoria a los que nos hemos referido en el punto anterior, cuando se trata de los actos jurídicos a título oneroso, nuestro C.C. exige: "Que el deudor haya querido por ese medio defraudar a sus acreedores y que el tercero por el cual ha contratado haya sido cómplice en el fraude" (art. 968).El ánimo que se requiere de defraudar para la procedencia de la acción revocatoria o intención de crear o agravar con el acto jurídico que realiza su insolvencia patrimonial. Ese propósito de defraudar a sus acreedores se presume en el deudor por su estado de insolvencia en el momento de realizar el acto oneroso perjudicial. Y la complicidad del tercero, según lo prescribe el art. 969 del Cód. Civil, "se presume también

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si en real momento de tratar con el deudor conocía su estado de insolvencia".Ambos requisitos son necesarios para la procedencia de la acción revocatoria como lo dispone el art. 968 del C.C. Para que el tercero se lo considere cómplice en el fraude, no es necesario demostrar que medió un acuerdo entre él y el deudor para defraudar a los acreedores del segundo, pues según el citado art. 969 basta con que el tercero haya tenido conocimiento del estado de insolvencia, con lo cual se supone que también conocía la intención fraudulenta del deudor.

Ejercicio de la acción contra sub adquirientesEl art.970 señala q para q proceda la acción es necesario, ante todo q proceda contra el

primer adquiriente; si al segunda transmisión fuera a titulo gratuito, bastaría aquel requisito para q procediese la revocación; si fuera a titulo oneroso, será necesario además, q el sub adquiriente sea cómplice en el fraude. Para la procedencia de la acción revocatoria contra un subadquirente de un derecho. esto es, contra la persona que adquirió del tercero que contrató con el deudor fraudulento, es indispensable en primer lugar que tal acción proceda contra el primer adquirente y si así ocurre, ello será suficiente para la revocación de la segunda adquisición si lo fue a título gratuito. Si se tratara de un subadquirente a título oneroso sería necesario además que éste fuera cómplice en el fraude (art. 970, C.C.). Ello significa que se deben aplicar en el supuesto de que la acción sea dirigida contra un subadquirente las mismas reglas que, respecto del tercero primer adquirente, establecen los arts. 962, 967 y concordantes del C.C.

Titulares del acto jurídico y la acción revocatoriaAunque el art. 961 del C.C. señala a los acreedores quirografarios del deudor fraudulento como titulares de la acción revocatoria, la moderna doctrina civilista argentina entiende que corresponde asimilar a ellos y considerar también "legitimados activos" de ella a "todo sujeto jurídico perjudicado por un acto que impugna de fraudulento". Así, se sostiene que debe otorgarse la acción revocatoria a los acreedores privilegiados y hasta a los hipotecarios, a la mujer contra los actos de su marido y al marido contra los actos administrativos de su mujer.Cabe señalar que hay también quienes interpretando a contrario sensu el precepto del art. 961 han sostenido que sólo a los acreedores quirografarios se les otorga la acción revocatoria.SON legitimados activos a todos los perjudicados por un acto jurídico que impugnan de fraudulento.

Sujeto pasivoSi el acto impugnado es bilateral la acción ha de intentarse contra ambas partes del negocio jurídico, por lo se constituye litisconsorci pasivo necesario.

Actos q pueden ser atacados por vía de esta acciónEn principio, todos los actos q significan un perjuicio para los acreedores, pueden ser revocados, si es q quepa formular ninguna distinción entre aquellos q producen un empobrecimiento del deudor y los q impiden un enriquecimiento (art. 964 CC).En el dcho romano, en cambio, solo se admitía la revocaron de los actos q hubieran empobrecido al deudor, criterio ya superado en las legislaciones modernas. Lo q tiene verdadera relevancia jurídica es el perjuicio de los acreedores, la distinción entre actos q han ocasionado un empobrecimiento o evitado un enriquecimiento muchas veces útil y difícil de formular, no tiene en verdad importancia.

Actos inatacablesLa acción revocatoria constituye un recurso abierto a favor de los acreedores, a fin de q estos no sean perjudicados por las bajas patrimoniales del deudor. Por consiguiente no son objetables, los actos del deudor de carácter extrapatrimonial (reconocimiento de hijos, acciones de estado, etc.)Pero aun los actos de carácter patrimonial quedan fuera de la orbita de esta acción, cuando por su naturaleza la realización de ellos queda librada al criterio del deudor (renuncia a dchos personalísimos, requerimiento de la revocación de una donación por ingratitud del donatario)A este respecto se ha distinguido entre los actos de empobrecimiento del deudor y los de no enriquecimiento. Mientras los primeros son impugnables entre los acreedores, los segundos no lo son.

Prueba de las condiciones de la acción revocatoria

Consecuencias de la admisión de la acciónEl acto pasible de la acción revocatoria, aunq en si mismo valido y eficaz, es inoponible a los acreedores perjudicados, los cales pueden comportarse como si tal acto no se hubiese efectuado. De ahí siguen diversas consecuencias, una vez admitida la acción revocatoria:

a) los acreedores a quienes favorece la revocación, pueden ejecutar los bienes enajenados por el deudor, a fin de obtener con el producido de ellos la satisfacción de su crédito. Si quedase algún

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saldo después de cubierto el crédito, pertenecerá al adquiriente de los bienes q los ha obtenido mediante un acto valido.

b) De la revocación solo aprovecha el acreedor demandante, y no los otros acreedores, aunq hubieran estado en condiciones de promover la demanda respectiva. Así resulta de lo dispuesto en el art. 965, según el cual: la revocación de los actos del deudor será solo pronunciada en el interés de los acreedores q la hubiesen pedido, y hasta el importe de sus créditos. La solución se justifica por cuanto la acción revocatoria constituye un mero incidente en la ejecución promovida por el acreedor q hace valer una inoponibilidad a favor suyo. Lógicamente, la revocación no podía favorecer a los acreedores q no habían ejecutado sus créditos.

c) Todavía del carácter señalado surge el dcho del dueño actual d los bienes, para detener la acción d los acreedores, satisfaciendo el crédito d los q se hubiesne presentado o dando fianzas suficientes sobre el pago integro d sus créditos, si los bienes del deudor no alcanzaren a satisfacerlos (art. 966). Esta disposición reconoce la propietario actual d los bienes a q se refiere la acción revocatoria dos dchos alternativos . en primer lugar puede desinteresar al acreedor demandante, en cuyo caso se da una d las especies del pago con subrogación (conf. Art. 768 inc. 3), pago q no podría el acreedor objetar (conf. Art. 129), y q hasta podía ser efectuado por vias de consignación judicial contra la voluntad conjunta del acreedor y el deudor. En segundo término puede asegurar satisfactoriamente al acreedor demandante el pago del crédito. Si no hay acuerdo sobre la garantía ofrecida, corresponderá al juez decidir.

d) Puede ocurrir q la acción revocatoria, aunque viable contra los primeros adquirientes d los bienes enajenados, ya no lo sea contra el propietario actual. En previsión d esa hipótesis, la ley responsabiliza a los adquiriente d mala fe por los daños y perjuicios q sufre el acreedor, en razón d haberse prestado aquellos a una maniobra delictuosa. Sin duda, esa responsabilidad admitida por el art. 972 deriva d un delito civil a cuya realización ha concurrido indispensablemente el adquiriente d los bienes sustraídos maliciosamente a la acción del acreedor. La responsabilidad mencionada sólo alcanza a los adquirientes d mala fe d las cosas enajenadas en fraude d los acreedores, peor no a los adquirientes gratuitos d buena fe, pese a q contra estos la acción revocatoria es admisible.

e) En las relaciones entre el deudor y el adquiriente el acto impugnado es enteramente eficaz. Por tanto, el adquiriente despojado del inmueble por efecto d la ejecución llevada adelante por el acreedor q ejerce la acción revocatoria, puede reclamar contra su autor el importe realizado para satisfacer el crédito d aquel. Llambías no cree q el fundamento d esta obligación sea la garantía d evicción, pues ella no procede cuando el adquiriente conoce el riesgo q amenaza el dcho q adquiere, o no funciona los actos gratuitos. Para llambías se trata del dcho al reembolso q tiene aquel q ha pagado una deuda ajena, pues la solución no puede diferir del caso en q el adquiriente desinteresa ala acreedor para conservar el bien adquirido. D cualquier modo se trata d una discusión puramente teórica, ya q la insolvencia del deudor hace ilusoria la posibilidad de q el adquiriente pueda tener el reintegro d lo pagado al acreedor.

EfectosPPio gral: la acción revocatoria no persigue la anulación del negocio jurídico actuado por el deudor, sino exclusivamente la acción d ser inoponible al acreedor o acreedores q han ejercido la acción. El mismo efecto persigue la acción d declaración de ineficacia d dcho concursal.De acuerdo con ello, la admisión de la acción beneficia solo a los acreedores q la han intentado, y en la medida d sus créditos (art. 965) De allí q podrán hacer enajenar forzadamente el bien o bienes comprendidos en la acción, para hacer efectivas su acreencias, y si hubiere algún saldo pertenecerá al tercero q ha contratado con el deudor, ya q entre ellos el cato sigue siendo válido y eficaz (Rivera)El acto jurídico otorgado por el deudor en perjuicio y fraude de sus acreedores quirografarios o de las personas asimiladas a elloa al ser revocados por sentencia judicial, pierde su eficacia como tal, pero sólo viene a ser inoponible frente a los que ejercieron la acción revocatoria para querer el acto, ya que es él perfectamente eficaz y válido con relación a las partes y a los terceros en general.De este principio se siguen los efectos que señalamos seguidamente: Entre el que intentó la acción y el tercero adquirente de un derecho en virtud del acto fraudulento, hay que considerar varios supuestos:a) Adquirente a título de buena fe.El efecto de la revocación en este caso se limita a la obligación del adquirente de devolver el bien. Si se trata de una cosa, no debe devolver los frutos (art. 2423) y no responde por la destrucción o deterioro de ella (art. 2431) y tendrá derecho a que se le reintegren los gastos necesarios o útiles que hubiese realizado en provecho de la cosa (art. 2427, C.C.).b) Terceros de mala fe.El tercero de mala fe, es decir, que sea cómplice del fraude, ya sea que haya adquirido un derecho a título oneroso o gratuito sobre una cosa, está obligado a devolverla con todos los frutos como poseedor de mala fe, según el art. 971 del CC, y si la hubiere enajenado a un adquirente de buena fe o si la cosa se pierde, deberá indemnizar a los acreedores (accionantes) por los daños y perjuicios sufridos. (art. 972).

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c) Relaciones entre el deudor fraudulento y el tercero.Entre el deudor y el tercero adquirente el acto jurídico es válido y en consecuencia si una vez cobrados los accionantes quedara un saldo, éste pertenece al adquirente. El tercero perjudicado con la revocación puede reclamar la indemnización correspondiente al deudor fraudulento, si el derecho de que fue despojado lo había adquirido a título oneroso. Si se trata de un adquirente a título gratuito, con la doctrina prevalente en nuestro país, que frente al precepto del art. 2090, que exime de la responsabilidad por evicción al donante, no corresponde la indemnización de daños y perjuicios en caso de revocación de la liberalidad.Efectos de la revocación entre los acreedores entre si.Según el precepto del art. 965, la revocación sólo favorece a los acreedores que hubiesen intentado la acción revocatoria, no a los demás.

PrescripciónEl art. 4033 dispone: “la acción d los acreedores para pedir la revocación d los actos celebrados por el deudor, en prejuicio o fraude d sus dchos, se prescribe por un año, contando desde el día en q el acto tuvo lugar, o desde q los acreedores tuvieron noticia del hecho”.Argañaráz sostiene q la primera hipótesis casi no tiene ámbito d aplicación, es muy improbable q el acreedor haya conocido el acto desde el primer día d su celebración. Al demandado q se ampara en la prescripción le incumbiría la contra prueba d q el accionante conocía el hecho con anterioridad de la prescripción, aceptando q esa prueba puede consistir en la notoriedad del acto.Sin embargo la jurisprudencia se ha inclinado por sostener q el plazo d prescripción se computa desde el día en q se realizó el acto impugnado; si el acreedor pretende q lo conoció con posterioridad le incumbe la carga d la prueba.

Comparación con las acciones de simulación y subrogaciónSimulaciónEn alguna época de la evolución de las acciones integrativas del patrimonio, pudo no haber sido clara la distinción entre ambas acciones, hoy la jurisprudencia, la legislación y la doctrina las han perfilado con absoluta claridad e independencia, y se señala q:

- la acción de simulación pretende anular un acto ostensible, simulado para q éste no produzca sus efectos, y sí lo haga el acto real, si lo hay, o no haya efecto alguno si se trata de simulación absoluta. La acción revocatoria se dirige siempre contra un acto real, pero perjudicial.

- La acción d simulación persigue la nulidad d un negocio jurídico. La acción revocatoria pretende la declaración d inoponibilidad.

- La acción d simulación, al anular un negocio, beneficia x igual a todos los acreedores. La revocatoria beneficia solo a los acreedores q la han intentado, y en la medida d sus créditos (salvo, q se ejerza la acción revocatoria en la quiebra, q beneficia a todos los acreedores).

- No son recaudos d la acción d simulación q el crédito d quien la intenta sea d fecha anterior al acto, ni q el acto haya provocado o agravado la insolvencia.

- Los plazos d prescripción son distintos.Pero, como muchas veces los acreedores pueden no saber si el acto es real y fraudulento, o simulado, ambas acciones pueden ejercerse acumuladamente. Lo mismo, en el supuesto d quiebra del deudor.SubrogaciónLa acción subrogatoria y revocatoria tienen entre sí un lejano parentesco.En efecto, ambas acciones tienen carácter patrimonial, pues tienden a concretar la efectividad del patrimonio del deudor como garantía del cobro d sus créditos x parte d los acreedores:La acción subrogatoria, procurando el ingreso d bienes al patrimonio del deudor, q la incuria de este podría dejar perder, y la acción revocatoria, restituyendo a dicho patrimonio (solo d un modo ficticio y en relación exclusivamente al acreedor demandante) los bienes extraídos x el deudor en fraude o perjuicio d sus acreedores.A ese rasgo semejante se une tbn un criterio parecido d situaciones: ambas acciones son remedios heroicos q se dan ante la insolvencia del deudor, o para prevenirla. En efecto, sin esa insolvencia, la acción revocatoria no es procedente, y en cuanto a la acción subrogatoria, si bien tal insolvencia no es un requisito d viabilidad, tiene relación con ella, x rechazársela cuando se demuestra la solvencia del deudor. Es claro q si el acreedor encuentra en el patrimonio del deudor bienes suficientes para hacer efectivo su crédito, resulta abusiva su injerencia en el manejo d los asuntos d éste último.Salvo en los aspectos aludidos, la desemejanza d ambas acciones es completa.La acción revocatoria corresponde a un derecho d impugnación q los acreedores ejercen a nombre propio. La subrogatoria es articulada a nombre del deudor inactivo. La acción revocatoria aprovecha sólo al acreedor demandante, en tanto q el beneficio resultante del ejercicio d la acción subrogatoria, aprovecha a todos los acreedores como si el ingreso d los bienes respectivos hubiese sido concretado x el propio deudor.Correspondiendo la acción revocatoria a un derecho d impugnación perteneciente a ciertos acreedores, en

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correlación con ese derecho, la acción tiene su régimen propio, requisitos peculiares d admisión, lapso d prescripción especial, etc. Nada d esto pasa tratándose d la acción subrogatoria, q sólo tiene una existencia nominal.

Posibilidad De Acumular Ambas Acciones.La acción de simulación tiende a demostrar que un acto no es real, la revocatoria presupone un acto real, pero que perjudica a los acreedores accionantes. Consecuentemente sería contradictorio demandar simultáneamente por simulación y a través de la acción revocatoria, pues significaría sostener que un acto no es real y es real.Por ello se admite solamente que la acción se plantee en forma subsidiaria: se demanda por simulación del acto (afirmando que no es real, por simulado, con lo cual se ahorran los requisitos de los arts. 962 y 968) y en subsidio se sostiene que, de ser real el acto del caso, sería fraudulento. De esta manera sin caer en contradicciones lógicas, pueden articularse ambas acciones en un mismo juicio en resguardo siempre del patrimonio del deudor como prenda común de los acreedores.

LesiónConcepto. Metodología (?)Tarararatannn uno dos ultraviolento!Lesión es el daño en un contrato a título oneroso q deriva del hecho d no recibir el equivalente d lo q se da (Giorgi, Morixe). Conforme al art 954, la lesión queda configurada cuando una d las partes, explotando la necesidad, ligereza o inexperiencia d la otra, obtuviere x medio d un acto jurídico, una ventaja patrimonial evidentemente desproporcionada y sin justificaciones.Nuestra ley se ha apartado del antecedente francés, q para la compraventa establece una proporción fija, excedida la cual hay lesión, para adherir al criterio d las legislaciones modernas, q han preferido sentar normas flexibles, y tener principalmente en cuenta el aprovechamiento d la debilidad o inferioridad del otro contratante (CC Alemán, Suizo, Tano, Polaco, Chino, Mexicano). Este fue tbn el criterio aprobado x el 3º Congreso Nacional d Derecho Civil.Nuestra ley exige dos condiciones:

a) q medie un aprovechamiento d la necesidad, la ligereza o inexperiencia d la otra parte. Esta enumeración es simplemente indicativa. Lo substancial es el aprovechamiento d la situación d inferioridad en q se encuentra la otra parte. X lo tanto, tbn debe incluirse el aprovechamiento d la debilidad mental, la toxicomanía, la ebriedad consuetudinaria, la prodigalidad. En estos casos habrá q admitir q x lo menos se habrá obrado con ligereza o inexperiencia;

b) q se haya obtenido del contrato una ventaja patrimonial evidentemente desproporcionada y sin justificación. La norma es flexible y deja librada la apreciación judicial cuando la ventaja debe considerarse evidentemente desproporcionada. Para apreciar si ha mediado desproporción notable, los cálculos deberán hacerse según valores al tiempo del acto y la desproporción debe subsistir en el momento d la demanda (art 954). La disposición es justa. El transcurso del tiempo desajusta muchas veces los valores relativos, pero ello no le resta justicia a la transacción q apreciada en el momento en q se la hizo fue equitativa.

Lesión Objetiva y SubjetivaLlamamos lesión objetiva al vicio del acto jurídico q se expresa a través d la mera inequivalencia entre lo q se da y lo q se recibe. Esta noción q nace en Roma y llega al Código d Napoleón, ve configurada la lesión ante la verificación d la falta d proporcionalidad entre las prestaciones. Dentro d esta teoría, algunas legislaciones consideraron procedente la nulidad x causa d lesión ante la sola falta d equivalencia, mientras q otras requieren q esa desigualdad supere ciertos grados, “más d la mitad del justo precio”.La Lesión Objetiva se vio superada x la aparición d fórmulas q incorporaron a la mera desproporción, elementos subjetivos, a través del estado d inferioridad d la víctima del acto lesivo y del aprovechamiento d ese estado x el sujeto beneficiario del acto viciado. Así podemos conceptualizar a la lesión objetiva-subjetiva, como el defecto del acto jurídico consistente en una desproporción injustificada d las prestaciones, originada en el aprovechamiento x una d las partes del estado d inferioridad d la otra.

Análisis del art 954 CCLos primeros comentaristas del C.C. coincidían con Vélez en la opinión de que la lesión, como causa de anulación, estaba bien suprimida.Sólo el año 1916 se formuló en el Congreso de Ciencias Jurídicas y Sociales celebrado en Tucumán, una declaración de que era necesario incorporar al Código Civil una fórmula similar a la del art. 138 del C.C. alemán.Juan Antonio Bibiloni, en el anteproyecto del Código. Civil, decidió no modificar el Código. de Vélez en materia de lesión, pues consideraba suficiente el precepto del art. 953, que sanciona con pena de nulidad

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(absoluta) los actos jurídicos contrarios a moral y a las buenas costumbres para reprimir supuestos de actos lesivos como previstos en el art. 138 del Código Civil alemán.Sin embargo, la Comisión Reformadora del Código Civil, al elaborar el proyecto del año 1936, se aparta de Bibiloni, ya que introdujo el art. 156, con el siguiente texto: "Se juzgará especialmente contrario a las buenas costumbres, el acto jurídico por el cual alguien explotando la necesidad, la ligereza o inexperiencias ajenas, se hiciere prometer u otorgar para sí o para un tercero, a cambio de una prestación, ventajas de orden patrimonial evidentemente desproporcionados".El proyecto de reforma al C.C. argentino elaborado el 1954 por la comisión designada por el Instituto Nacional de Estudios Jurídicos del Ministerio de Justicia de la Nación, presidida por el jurista doctor Joaquín Llambías, con respecto al instituto de la lesión incorpora en los arts. 159 y 160 las siguientes normas: "Si mediare desproporción evidente entre la prestación de una de las partes y la contraprestación correspondiente, el acto podrá anularse, cuando la lesión hubiese sido determinada por la explotación de la desgracia, ligereza o inexperiencia del lesionado (art. 159), y que: "La impugnación del acto viciado por la lesión, sólo competirá al lesionado. La parte que hubiere aprovechado la lesión, podrá mantener la eficacia del acto, suplementando su propia prestación en la medida suficiente para equilibrar la contraprestación correspondiente (art. 160)".Como puede apreciarse en la regulación de la lesión como vicio de los actos jurídicos que puede determinar la anulación de ellos, se combina el elemento subjetivo de la desproporción de las prestaciones y el objetivo, aprovechamiento del estado de necesidad, ligereza o inexperiencia del lesionado por parte del que obtiene la ventaja patrimonial.El Tercer Congreso Nacional de Derecho Civil reunido en Córdoba el año 1961 por unanimidad de sus miembros aprobó el despacho de la Comisión nombrada para dictaminar sobre el tema 12: "La lesión como causa de impugnación del contrato" que propuso la siguiente recomendación: "Podrá demandarse la nulidad o modificación de todo acto jurídico bilateral oneroso, en el cual alguien, aprovechando la necesidad, penuria e inexperiencia extremas de otro, se hiciese prometer u otorgar, para sí o para un tercero, ventajas patrimoniales, en evidente desproporción a su prestación". "La lesión deberá subsistir en el momento de deducirse la acción cuyo plazo de caducidad será de un año, contando desde la fecha en que deba cumplirse la prestación a cargo del lesionado". "La parte contra la cual se pida la nulidad, podrá evitarla si ofrece modificar el acto de modo tal que el juez considere equitativo, por haber desaparecido la notoria desproporción entre las prestaciones".Por fin, en el año 1968 la ley 17.711, respondiendo a las reclamaciones de la doctrina civilista argentina, introduce en nuestro Cód. Civil el instituto de la lesión, pero con las modernas características que lo conciben cono una ventaja patrimonial desproporcionada y sin justificación obtenida mediante el aprovechamiento de su estado de necesidad o de la ligereza o inexperiencia del lesionado. Es decir que se combina en la nueva forma de la ley 17.711 (art. 954) elementos subjetivos y objetivos para la configuración de la lesión como vicio del acto jurídico contractual que puede determinar sin anulación o reajuste.El nuevo texto del art. 954, en la parte referente al instituto de la lesión, es el siguiente: "También podrá demandarse la nulidad o la modificación de los actos jurídicos cuando una de las partes explotando la necesidad, ligereza o inexperiencia de la otra, obtuviera por medio de ellos una ventaja patrimonial evidentemente desproporcionado y sin justificación".

Se presume, salvo prueba en contrario, que existe dicha explotación en caso de notable desproporción de las prestaciones. Los cálculos deberán hacerse según los valores en el tiempo del acto, y la desproporción deberá subsistir en el momento de la demanda. Sólo el lesionado o sus herederos podrán ejercer la acción cuya prescripción se operará a los 5 años.

El accionante tiene opción para demandar la nulidad o el reajuste equitativo del convenio, pero la primera de estas acciones se transformará en acción de reajuste si éste fuere ofrecido por el demandado al contestar la demanda. Los reformadores de 1968, al elaborar el nuevo art. 954, se inspiraron en la doctrina tradicional que considera la lesión como un atentado a la justicia conmutativa que afecta a la validez del acto jurídico en la medida en que se quebrante, pero que no impide la subsistencia, mediante un reajuste de las prestaciones. Abelenda sostiene que la prestación legal al particular lesionado por el acto jurídico patrimonial resulta suficiente con el remedio escogido por los reformadores de 1968, esto es, la nulidad relativa del acto lesivo o el reajuste, pues si bien el aprovechamiento de la necesidad , ligereza o inexperiencia ajena para obtener una ventaja patrimonial injustificada, repugnada a la moral y las buenas costumbres, no es -como señala Llambías- más ofensivo que el dolo o la violencia, que desde antaño han funcionado perfectamente como causa de anulabilidad, o la nulidad relativa, de los actos jurídicos otorgados bajo su influjo.

Prueba d ExplotaciónUna d las cuestiones más debatidas en la doctrina y jurisprudencia es si se debe o no probar el aprovechamiento d la inferioridad d la otra parte.La cuestión ha sido bien resuelta x el art 954: se presume, salvo prueba en contrario, q existe tal explotación en caso d notable desproporción d las contraprestaciones. Borda dice q es la buena solución. Si además d la prueba d la desproporción d las contraprestaciones se exigiera la prueba d q medió propósito d aprovecharse

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d la inferioridad d la otra parte, se esterilizaría en gran medida la institución, pues esa prueba es muy difícil y a veces imposible d producir. Además, es inútil. Cuando hay gran desproporción entre las contraprestaciones recíprocas, esta no puede tener otro origen q el aprovechamiento d la situación d inferioridad d una d las partes, al menos q se trate d una liberalidad. Las mismas cláusulas del contrato están demostrándolo.X ello, la ley presume el aprovechamiento siempre q la desproporción sea notable. Pero admite prueba en contrario. Es la parte demandada x lesión la q diferencia entre las contraprestaciones tuvo una causa legítima, como podría ser el ánimo d hacer una liberalidad o el pago del valor efectivo d una cosa, q a veces puede ser muy importante.

Contratos a los q puede aplicarseSolamente los contratos onerosos pueden estar viciados x lesión, puesto q en los gratuitos las obligaciones pesan sobre una sola d las partes y, x lo tanto, mal puede hablarse d desigualdad d prestaciones. En este caso, el contrato no reposa en la idea d equidad y equivalencia, sino en el propósito d hacer una liberalidad. Tampoco los contratos aleatorios pueden entrañar lesión, por mas q las obligaciones a cargo d una d las partes resulten, en definitiva, considerablemente más gravosas q la d la otra, xq ello es propio d la naturaleza d estos contratos, en los q hechos q escapan a la voluntad d las partes, aunq previstos, pueden favorecer notablemente a una d ellas. Sin embargo, no debe darse a esta regla un valor absoluto. A veces, los mismos contratos aleatorios son celebrados en condiciones tan contrarias a toda equidad, q los tribunales han resuelto anularlos x lesión.

EfectosLa víctima d la lesión tiene 2 acciones a su elección: la d nulidad y la d reajuste del contrato para reestablecer la equidad d las contraprestaciones. Más aún, el demandado x nulidad puede convertir el juicio en uno d reajuste, si lo ofreciera al contestar la demanda (art 954 in fine).El efecto normal d la acción derivada d una lesión es el reajuste, xq lo q en definitiva se sostiene es q se recibió menos d lo q se dio; en consecuencia, la justicia se satisface con reestablecer la equidad d las contraprestaciones. Ello explica esta solución, aparentemente anómala, d reconocer al demandado el derecho d cambiar los términos en q se ha planteado la litis.

Titulares de la acción de nulidad o reajuste por lesión.

Según el art. 954 la titularidad de la acción la tiene sólo el lesionado o sus herederos.Va de suyo que, como lo señala Borda, la limitación del art. 954 "no excluye que la acción la intenten los representantes legales del lesionado o de los herederos de éste, si se trata de incapaces (de hecho)".La acción a que da lugar el contrato lesivo no puede ser intentadas por los acreedores del lesionado en ejercicio de la acción subrogatoria u oblicua, según criterio prevalente de nuestros tribunales de justicia. Abelenda afirma que la solución propuesta por Borda resuelve el problema. Es ésta: "Si están dadas las condiciones de la acción pauliana, pueden los acreedores pretender se deje sin efecto un acto del deudor que lo perjudica, pero bien entendido -dice- que se tratará de la acción pauliana (revocatoria) y no de la fundada en la lesión". Creemos, continua, que esta solución es correcta, pues, siendo el interés jurídicamente protegido la medida de la acción, no procederían las derivadas de la lesión si el acto lesivo no afectara a la seguridad o garantía de los créditos de los acreedores, pues en tal supuesto no habría interés legítimo.

PrescripciónLa acción nacida d la lesión prescribe a los 5 años d otorgado el acto (art 954). Adviértase q mientras en los restantes vicios d los actos jurídicos el plazo d prescripción es d 2 años (art 4030), en este la ley lo ha extendido considerablemente. Esta solución se funda en q los estados d dependencia psíquica d una persona respecto d otra, o, en gral, las causas q movieron a aceptar condiciones injustas, suelen prolongarse durante años. Es x ello q la reforma juzgó prudente establecer un plazo q, sin ser excesivamente dilatado, no sea tampoco tan breve como para dejar desprotegidos a quienes necesitan amparo.

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BOLILLA XVIII

Ineficacia d los negocios jurídicosSanciones de los actos prohibidos x las leyesSanción en gral. Concepto: es el proceder impuesto por la autoridad pública al autor d una infracción a un determinado deber jurídico.Según García Maníes es la consecuencia jurídica q el incumplimiento de un deber produce con el obligado.Los actos contrarios alas leyes originan dos tipos de sanciones

a- las q procuran restablecer el estado d las cosas alteradas por el hecho ilícito:- la nulidad: para borrar los efectos del acto contrario a la ley- la acción d daños y perjuicios: es la reparación d los perjuicios sufridos

b- los q imponen un castigo o pena al autor del hecho, estas tienen carácter represivo:- civiles: por ej. el padre q abandona a su hijo, pierde la patria potestad- penales: prisión, multa, inhabilitación

Clasificación:ResarcitoriasConsiste en imponer al infractor la realización d un hecho similar al objeto del deber jurídico incumplido, más la restitución de la persona y la cosa al etado anterior.RepresivasEstas imponen al infractor de un deber jurídico, la realización de un hecho d naturaleza diferente al objeto del deber jurídico incumplido. (padre q abandona a su hijo es sancionado con la pérdida de la patria potestad)

Sanciones CivilesResarcitorias identidad: Patrimoniales acciones personales de ejecución    Acciones patrimoniales: indirecta, reinvindicatoria,de simulación     Destrucción o demolición    Acciones relaes: reinvidincatoria, confesoria, negatoria    Accioens posesorias    Legítima defensa

 patrimonialeso extra patrimoniales nulidad: privación d acciones, retsitución d lo entregado

  Extrapatrimoniales restitución d la esposa al hoga    restitución d los hijos al hogar  Patrimoniales Cumplimiento por otro    indemnización por incumplimientod contrato: por acto ilícito    restitución del enriqueicmiento sin causa  Extrapatrimoniales AlimentosRepresivas Extrapatrimoniales reclusión del hijo por elpadre    pérdida de la patria potestad    divorcio  Patrimoniales pérdida de la vocación hereditaria por indignidad    revocación d donación por indignidad    revocación de donaciones y legados por incumplimiento del cargo    Nemo auditur:    pago     dolo recíproco    nulidad absoluta    solidaridad entre codelincuentes    sociedad y juego    Daño moral

Ineficacia d los actos para producir los efectos propios d los actos jurídicos en el CC argentinoConsideraciones generales sobre el régimen legal del CCEn sentido jurídico, la ineficacia es privación o disminución d los efectos propios del negocio jurídico, vale decir, d los efectos q las partes persiguen d manera inmediata al otorgarlo. Con este alcance, la ineficacia jurídica no impide q el acto produzca otros efectos (que actúan x vía supletoria) dispuestos x la ley, aunq no deseados x la parte. Así, en materia d nulidades, el art 1056 dispone: Los actos anulados, aunque no produzcan los efectos de actos jurídicos, producen sin embargo, los efectos de los actos ilícitos, o de los hechos en general, cuyas consecuencias deben ser reparadas. La ineficacia es pues un concepto jurídico amplio q abarca diversas situaciones en q los actos carecen d valor, fuerza o eficacia para lograr sus efectos propios.

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-TiposLa ineficacia d los actos jurídicos puede tener orígenes variados. Se puede distinguir aquellas causales q provienen d vicios existentes en el momento mismo d la formación del negocio jurídico y q atañen a su estructura, es decir q se localizan dentro del mismo, y x el otro lado se encuentran aquellos casos d ineficacia q adquieren relevancia con posterioridad a la celebración del acto, y en virtud d causas q se hallan fuera d su estructura. Se habla en ese sentido d ineficacia estructural o intrínseca o inicial, y d ineficacia funcional o extrínseca o sobrevenida.La ineficacia en sentido amplia comprende todos los supuestos en los cuales el acto queda privado d sus efectos típicos, sea x una causa estructural o funcional. Así, ineficaz es el acto fulminado x la nulidad, lo mismo q x el rescindido o el resuelto x el incumplimiento d una d las partes. En otra perspectiva más estricta o limitada, comprende los casos solo d negocios jurídicos válidos q, x causas no originarias o estructurales, sino x obstáculos extrínsecos no producen los efectos perseguidos x su realización.

Clasificación d las Nulidades

Fundamento d la Clasificación Categorías d la Clasificación

I. Según la Actuación Patente o Latente d la Causa d Invalidez.

1. Nulidad Manifiesta2. Nulidad no manifiesta o dependiente del juzgamiento.

II. Según la Índole Rígida o Fluida d la Causa d Invalidez.

1. Actos Nulos (nulidades d derecho)2. Actos Anulables (nulidades dependientes d la apreciación judicial).

III. Según el Rigor d la Sanción d Invalidez1. Nulidad Absoluta2. Nulidad Relativa

IV. Según la Extensión d la Sanción d Invalidez.1. Nulidad Total2. Nulidad Parcial

V. Según el Carácter Expreso o Tácito d la Sanción d Invalidez

1. Nulidad Expresa2. Nulidad Virtual

Nulidad Absoluta y RelativaEn lo dispuesto x los arts 1048 y 1049 se desprende el siguiente concepto fundamental: la nulidad absoluta obedece a una razón d orden público, d interés social; d ahí q pueda pedirla cualquiera y q inclusive el juez pueda y deba declararla d oficio si apareciere manifiesta aunq nadie la hubiere pedido. D ahí tbn q los actos viciados d tal nulidad no puedan confirmarse, puesto q no se trata ya d amparar el interés d las partes intervinientes sino el social. X el contrario, la nulidad relativa se establece exclusivamente en interés d las partes intervinientes, únicas q pueden pedirlas.

a) Fundamento: la distinción se funda en q la razón d ser d ambas es distintas. La nulidad absoluta se distingue d la relativa x el mayor rigor d la sanción legal d invalidez, calidad q a su turno depende d q el acto afectado entre o no en conflicto con el orden público o las buenas costumbres. El acto contrario al orden público adolece d nulidad absoluta, es decir, sufre todo el peso d la sanción legal. En cambio, el acto nulo o anulable q no afecta al orden público ni a las buenas costumbres, solo es pasible d una nulidad relativa establecida para la protección d un interés particular. Lógicamente, la imperfección del acto podrá subsanarse si en interesado, osea la persona en cuyo favor se ha establecido la sanción d nulidad, confirma el acto viciado, o si se prescribe la acción pertinente.

b) Quiénes pueden pedirla: la nulidad absoluta puede ser pedida x cualquier interesado, x el ministerio público en salvaguardia d la moral o la ley, e inclusive puede y debe ser declarada x el juez aún sin petición d partes cuando aparece manifiesta en el acto. La nulidad relativa no puede ser declarada x el juez sino a pedido d aquéllos en cuyo beneficio la hubiera establecido la ley. En cuanto a la declaración d oficio d la nulidad absoluta, la ley dice q sólo procede en el caso d q aparezca manifiesta en el acto, es decir cuando se trate d un acto nulo. Con ello se quiere impedir q el juez abuse d sus poderes haciendo pesquisas en los asuntos privados d los hombres, so pretexto d la existencia eventual d una nulidad absoluta, y sin q medie pedido d la parte interesada. El ministerio público no puede pedir la nulidad relativa en tanto actúe en su carácter d agente fiscal, pero el asesor d menores, en su calidad d representante promiscuo d incapaces si puede pedirlo. X eso el art 1048 niega esta facultad al ministerio público en el sólo interés d la ley. El art 1047 expresa q la nulidad absoluta puede pedirse x la parte q tiene interés en hacerlo, regla q se funda en el principio d q nadie puede alegar su propia torpeza.

c) Confirmación: el acto q adolece d nulidad absoluta no es susceptible d confirmación. En cambio, el q esté viciado únicamente x nulidad relativa es confirmable. Esta solución se explica plenamente: no cabe concebir q las partes puedan convalidar un acto cuando es la misma sociedad la q está interesada en su validez; pero si se ha establecido sólo en interés d las partes, y no estas, no obstante

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el vicio y su derecho a reclamar la nulidad, prefieren mantener la vigencia del acto, no hay inconveniente en q así lo hagan.

d) Prescripción: la acción derivada d nulidad absoluta no es prescriptible; esta solución surge d la inconfirmabilidad d la acción, pues d aceptarse la prescripción, se podría llegar x esa vía a la confirmación tácita. Lo q es contrario a los intereses públicos no puede subsanarse x el transcurso del tiempo. X el contrario, la acción nacida d una nulidad relativa prescribe x regla gral a los 10 años.

Actos Viciados d Nulidad Absoluta y Relativa

NULIDAD ABSOLUTA NULIDAD RELATIVAACTOS NULOS ACTOS

ANULABLESACTOS NULOS ACTOS ANULABLES

Fraude o simulación presumida por ley.

Falta de discernimiento: actos realizados por el demente antes de la declaración de interdicción.

Actos realizados por incapaces de hecho, sean estos absolutos o relativos.

Actos realizados con incapacidad de derecho oculta y cuando la nulidad se establece para proteger intereses de los particulares.

Actos con objeto ilícito, inmoral o contrario a las buenas costumbres.

Objeto ilícito oculto. Actos realizados por los representantes necesarios de los incapaces de hecho sin la debida autorización.

Actos con vicio de lesión (art. 954).

Falta de la forma o solemnidad impuesta por la ley.

Anulabilidad del instrumento exigida por la ley.

Actos realizados con incapacidad de derecho ostensible, cuando la nulidad se ha establecido para proteger los intereses particulares.

Actos realizados con vicio de error, dolo, violencia o vicio de simulación presumido por la ley.

Otras ClasificacionesNulidades Manifiestas Y No Manifiestas.La nulidad es manifiesta o no manifiesta según que el vicio del acto sea apreciable fácilmente o dependa de una investigación, respectivamente. El art. 1038 del C. C. dispone que “la nulidad de un acto es manifiesta cuando la ley expresamente lo ha declarado nulo”. Actos tales se reputan nulos aunque su nulidad no haya sido juzgada, por ejemplo los actos celebrados por los insanos declarados están afectados de nulidad manifiesta; en cambio, en los casos de vicios de la voluntad, la nulidad no es manifiesta.

Actos Nulos Y Actos Anulables.Los primeros son aquellos respecto de los cuales la nulidad es declarada por la ley, sin intervención de órgano alguno (casos en que la imperfección del acto es determinada y existe en igual dosis en todos los actos de la misma especie). Por ejemplo: actos jurídicos celebrados por insanos declarados tales en juicio.Los segundos, por el contrario, son aquellos respecto de los cuales la declaración de nulidad depende de la apreciación judicial (casos en que la imperfección es variable en los actos de la misma especie). Son los casos de vicios del consentimiento, donde el perjudicado por el vicio debe probar su existencia.

Nulidad Parcial o TotalSe refiere a la extensión d la sanción d nulidad respecto del contenido del acto. El art 1039 dispone q la nulidad parcial d una disposición en el acto, no perjudica a las otras disposiciones válidas, siempre q sean separables. Para q pueda funcionar la nulidad parcial se requiere q el contenido del acto sea susceptible d división, sin q se destruya la esencia del conjunto. Es una traslación del concepto sobre divisibilidad d las cosas. La aplicabilidad d este precepto supone la existencia d actos jurídicos complejos, cada uno d los cuales tiene objeto y agentes propios, el problema es establecer en q grado la nulidad d uno d los factores puede comportar la nulidad del conjunto.Esta clasificación ofrece interés en la materia testamentaria, en la cual la nulidad d un legado, o d la institución d herederos, deja en principio subsistentes las disposiciones exentas d vicios.En el caso d los contratos, sus cláusulas constituyen un conjunto. Lo q se ha querido no es tal parte aislada, y tal otra tbn aislada. Se ha querido todo, tal como fue ajustado. Las cláusulas son los elementos, la condición del acto.

Nulidades Expresas y Virtuales

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El art 1037 establece: los jueces no pueden declarar otras nulidades d los actos jurídicos q aquellas q en este código se establezcan. No es necesario q la palabra nulidad esté expresada en la ley; basta q d sus disposiciones no pueda resultar otra consecuencia q la invalidez. Lo q el legislador ha querido evitar con este artículo, es q los jueces puedan fundarse en cualquier omisión o transgresión legal, para dictar una medida tan grave como es la anulación d un acto; sólo q esta sanción surja claramente d la norma, sea expresa o implícitamente, puede el juez decretarla.

La Sanción d NulidadConceptoLa nulidad, según la concepción clásica, es una sanción legal q priva d sus efectos propios a un acto jurídico, en virtud d una causa existente en el momento d la celebración.D esta definición surgen los caracteres q distinguen a la nulidad d otras instituciones jurídicas q establecen caducidad d derechos y efectos:

es una sanción legal, encuentra su fuente en la fuerza imperativa d la ley. El origen legal d esta sanción plantea la cuestión d nulidades implícitas, se trata d saber si dicha sanción debe estar consignada explícitamente en la ley o si puede estar contenida en un modo tácito.

La nulidad importa el aniquilamiento d los efectos propios del acto jurídico, es decir, d aquellos q las partes quisieron constituir. Excepcionalmente la ley detiene el efecto destructivo d la nulidad, como ocurre frente a los terceros d buena fe, q han adquirido derechos a título oneroso cimentados en los actos anulables, o tbn frente al incapaz d hecho q ha recibido algo en virtud del acto nulo viciado x la incapacidad, a quien autoriza no restituir los bienes recibidos.

Actúa en razón d una causa originaria, es decir, existente en e origen del acto. La nulidad corresponde a un modo d ser vicioso del acto. Es éste carácter el q tbn concurre para distinguir a esa sanción d otras causales d ineficacia, q obran en razón d causas sobrevivientes.

Con relación al concepto de nulidad la doctrina nacional  se enrolo en dos corrientes doctrinarias.La  mayoritaria  (Borda, Llambías,  Lafaille,  entre  otros) considera  que es una sanción legal. Así Borda la define como la sanción legal que priva de sus efectos normales a un acto jurídico en virtud de una causa originaria, es decir existente en el momento de su celebración.La otra corriente, entre cuyos sostenedores fueron  Cardini, Blanc, Gerosa, considera que es un remedio jurídico. Nieto  Blanc define  a la nulidad diciendo que es un remedio jurídico, con  un procedimiento tecnico-legal para salvar las  imperfecciones  del acto jurídico o hacerlas operar en materia limitada, resguardando determinados intereses.Para Salvat y López Olaciregui la nulidad es "una  situación de  ineficacia, consistente en una frustración erga omnes  a  que queda reducido un acto jurídico, en virtud de defectos de otorgamiento y mediante un proceso de impugnación y declaración privada o judicial."

Análisis y Extensión del TemaComparación d Nulidad con otras Sanciones Civiles (Indemnizaciones y Caducidades)Entre la nulidad y la indemnización existe la afinidad d constituir remedios jurídicos tendientes al reestablecimiento del status quo ante: la nulidad destituye a un acto jurídico d sus efectos y consiguientemente vuelve a la situación jurídica, al estado precedente a ese acto; la indemnización subsana el daño a expensas del deudor d ella. Difieren en cuanto a los medios empleados: en la nulidad juega un tratamiento lógico d supresión d consecuencias imputadas al acto inválido q se había obrado; en la indemnización, funciona una recomposición material del quebranto patrimonial sufrido x el damnificado. Entre la nulidad y la caducidad se suscita la afinidad consistente en la supresión d los efectos inherentes a cierto derecho. Pero en la nulidad, esta proviene d una causa contemporánea a la adquisición del derecho. En cambio, la caducidad se produce x una causa sobreviviente a la adquisición del derecho y funciona sólo a partir d este último momento.Nulidad e Inexistencia d los Actos JurídicosSon dos categorías conceptuales q no tienen parentesco entre sí. La nulidad es una sanción o calificación d la ley q recae sobre un acto jurídico efectivo, para privarlo d sus efectos propios o para significar la carencia d estos.La inexistencia d los actos jurídicos esa una noción primordial del razonamiento y d la lógica, según la feliz expresión d Moyano, q corresponde a ciertos hechos materiales a los cuales falta un elemento esencial para ser un acto jurídico, sea el sujeto, el objeto o la forma, entendida esta última como la manifestación d la voluntad del sujeto respecto del objeto.Nulidad e InoponibilidadLa inoponibilidad configura una calidad d los actos jurídicos q la ciencia jurídica no se había detenido a sistematizar hasta hace poco. Mientras el acto inválido, sujeto a una sanción d nulidad, carece d efectos respecto d las partes, si bien accidentalmente puede derivar efectos a favor d terceros, lo contrario ocurre con el acto inoponible, q siendo válido entre las partes, no produce efectos respecto d determinadas personas ajenas a él, las q pueden comportarse como si el acto no existiese.

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Nulidad y Esterilidad d los ActosAmbas categorías se asemejan x la carencia d efectos, pero se distinguen x la razón d esa ineficacia. Los actos inválidos son tales x una imposición d la ley q los sanciona. En cambio, los actos estériles son ineficaces x una imposición d las circunstancias.

MetodologíaEl codificador trata la nulidad en los títulos VI y VII del Libro II, Sección 2º del CC. En el VI, se refiere d la nulidad d los actos jurídicos (art 1037 y 1058 bis), y en el VII, d la conformidad d los actos nulos y anulables (art 1059 y 165).La doctrina admite q ambos títulos no son suficientemente claros y a veces hasta se contradicen, esto se debe a la multiplicidad d fines q tuvo el codificador.

FuentesVelez Sársfield se valió d las siguientes fuentes:

1) el Esboço d Freitas.2) en la nota del título VII siguió a Savigny, en el uso del vocablo anulable, y a Freitas en la

denominación d nulidad manifiesta.3) Código d Chile, d la nulidad d la rescinción (dejar sin efecto)4) Código Civil Español.5) En su propio pensamiento lógico jurídico, ley d causalidad jurídica, q consiste en el deber ser entre

los supuestos normativos y la consecuencia jurídica.Se deduce q nuestro Codificador tomó como fuente a Freitas y a Chile para el sistema clasificatorio, y d la Doctrina Francesa para las consecuencias q d ellas derivan.

Nulidades ImplícitasSegún el art 1037 del CC, se plantea la llamada cuestión d nulidades implícitas: se trata d saber si la sanción d nulidad debe estar formalmente expresada en el texto, o si es posible q el intérprete descubra una incompatibilidad entre la norma y la eficacia d cierto acto jurídico, d manera q queda excluida tácitamente la validez d este sin una explícita determinación.

a) según la opinión d Salvat + otros, nuestro ordenamiento jurídico no rechaza las nulidades virtuales, d manera q la sanción d nulidad resulta establecida expresa o implícitamente x el CC. En este sentido, se argumenta q el art 1037 no exige q la sanción d nulidad esté consagrada en términos sacramentales y expresos. Se invoca tbn el art 18 del CC q determinaría una nulidad implícita correspondiente a cada prohibición legal, y cita como ejemplo d nulidad implícita el documento privado carente d firma. Neppi aduce q no se trata d una materia excepcional, x lo q subsiste la posibilidad d declarar en los casos concretos cualquiera d las diversas especies d nulidad previstas x la ley, aunq no fueren establecidas en forma explícita.

b) Según la opinión d Machado y Moyano, en nuestro derecho no hay nulidades implícitas. Recuerdan q la fuente del art 1037 es el Esboço d Freitas, cuyo régimen exigía la sanción expresa d nulidad. Estiman q la admisión d las nulidades implícitas dejaría en manos d los jueces el poder d trastornar la legislación civil.

c) Llambías se adhiere a la primera opinión debido a q:a. Consideración d orden textual. La comprensión del art citado muestra la desaparición del

adverbio “expresamente” d nuestro texto. Esta eliminación es fuertemente sugestiva, x lo q no vale mantener la misma inteligencia para ambas disposiciones, a menos q se piense q el vocablo ni quita ni pone. En cuanto a la obviedad d q las nulidades implícitas no se establecen, se trata sólo d una afirmación q no alude a la comprensión d los respetables maestros mencionados.

b. Consideración d Orden Axiológico. El temor al trastorno d la legislación no resulta justificado x la experiencia judiciaria universal. Los jueces siempre han desentrañado del ordenamiento jurídico causas no explícitas d nulidad, y a ese hecho no ha seguido cataclismo alguno.

c. Consideración d Orden Lógico. La cuestión debe ser levantada del examen del art 1037, en el q unos ven lo q otros niegan. Con suma razón ha dicho Moyano q no pone mayor entusiasmo en el sistema gramatical d interpretación legal, q tiene algo d arcaico y d vacío. Pero x esto mismo no es necesario exigir la sanción d nulidad, cuando se encaran actos incompatibles con el ordenamiento jurídico rectamente interpretado, a punto tal q esos actos deban considerarse excluidos del amparo legal.

La Acción d Nulidad

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La nulidad es una sanción legal q priva a un acto jurídico d sus efectos propios o normales, x adolecer d defectos originarios orgánicos y esenciales, a través d un proceso d impugnación y declaración (conforme Borda y LLambías)-Caracteres

La nulidad es una sanción: la doctrina mayoritaria considera q la nulidad tiene naturaleza d sanción. Se ha dicho q esta sanción o pena consiste en la privación d los efectos propios del acto jurídico defectuoso (Borda). La ley sanciona a quien a sabiendas provocó la nulidad del acto, imponiéndole la obligación d reparar los daños, la devolución d lo recibido con motivo del acto, y negándole los derechos q tenía x causa del mismo, pero primordialmente la nulidad declarada significa esterilidad o ineficacia del negocio, privación d sus efectos propios. La nulidad no es en sí misma la sanción íntegra, sino el paso previo para poder aplicarla. Tanto puede ser una sanción resarcitoria (en cuanto el efecto es la restitución d todo lo dado x el negocio anulado), y represiva (a veces obsta al ejercicio d acciones, como en la simulación ilícita).

D carácter legal: la sanción d nulidad sólo puede ser establecida x la ley, no puede ser creación d los magistrados judiciales o d la voluntad d las partes del actos. Esto permite distinguirlas d otros supuestos d ineficacia, como la revocación y resinción, q nace d la voluntad d las partes.

Es calificación del negocio jurídico: la nulidad es un concepto exclusivamente referida a los negocios jurídicos, q son aquellos q producen efectos propios queridos x las partes. No hay pues nulidad d los actos ilícitos ni d los hechos jurídicos ni d los simples actos voluntarios.

Aniquilación d los efectos propios del acto: la nulidad priva al acto jurídico d sus efectos propios o normales. Pero ello no impide q el acto produzca otros efectos no queridos, como ocurre en los supuestos del art 1056. bajo este aspecto, el acto no está funcionando como acto jurídico sino como ilícito. Cabe señalar, q excepcionalmente la ley detiene el efecto destructivo como ocurre frente a los terceros d buena fe q han adquirido a título oneroso derechos sobre un inmueble, en virtud d un acto nulo o anulable (art 1051), en los casos d demencia notoria (art 493 in fine).

La nulidad es una ineficacia determinada x defectos del negocio: 1) esos efectos consisten en la falla d algún requisito q conforme a la ley debe estar presente en el acto al celebrarse. 2) para produce la nulidad y no otro supuesto d ineficacia, estos defectos deben cumplir tres requisitos: ser originarios o constitutivos (q existan con anterioridad o contemporáneamente al momento d otorgarse el negocio); ser orgánico o intrínseco (q están ubicados dentro del negocio mismo); ser esenciales (x su gravedad, ya q representan la falla d requisitos indispensables).

A través d un proceso d impugnación y declaración: para pasar del acto defectuoso al acto ineficaz, hay un proceso q va del defecto a la impugnación y d la impugnación a la declaración q da estado a la nulidad. Dicha declaración, según López Olaziregui, puede ser privada o judicial. Es decir q, o se ponen d acuerdo en dejar sin efecto el acto, o se someten a la justicia. Esta impugnación judicial es necesaria sea el acto nulo o anulable, porq el hecho q, conforme al artículo 1038, los actos nulos se reputan tales aunq su nulidad no haya sido juzgada, no significa q la nulidad no deba ser invocada. X la impugnación se llega a la declaración judicial q da estado a la nulidad.

Efectos retroactivos d la sentencia d nulidadEntre las partes, la confirmación tiene efectos retroactivos al día d la celebración del acto originario, si fuera entre vivos (art 1056). Esta retroactividad es d la esencia d la confirmación, q no es sino la renuncia a ejercer la acción d la nulidad y el reconocimiento d la plena validez del acto originario.Agrega el mencionado artículo q, en casos d actos d última voluntad, la confirmación tiene efectos retroactivos al día del fallecimiento del causante. Se trata d un evidente error, puesto q, lejos d haber retroactividad, hay postergación d los efectos d la confirmación hasta el momento d la muerte del causante, lo q es propio d todos los actos d última voluntad.Pero la retroactividad no perjudica a terceros. Por consiguiente, si se hubieran transmitido derechos a sucesores singulares antes d la confirmación, esos actos quedan firmes.

Efectos d la nulidad respecto d las partes-Principio generalEstá sentado en el art 1050 del CC: la nulidad pronunciada x los jueces vuelve las cosas al mismo o igual estado en el q se hallaban antes del acto anulado. La solución es perfectamente lógica, puesto q anular implica tenerlo x no ocurrido. Es necesario distinguir dos hipótesis:

a) q el pacto no haya sido ejecutado; en tal caso declarada la nulidad, no es posible exigir el cumplimiento d las obligaciones q d el derivan, más aún si la nulidad aún no ha sido declarada, puede ser opuesta x via d la excepción x el interesado, sin q quepa formular a este respecto ninguna distinción entre actos nulos y anulables (Art 1058 bis CC).

b) Q el acto haya sido parcial o totalmente ejecutado; esta es la hipótesis q da lugar a mayores dificultades.

-Obligación d Restituir

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La anulación obliga a las partes a restituirse mutuamente lo q han recibido en virtud del acto anulado. Esta regla, sentada en el art 1052, es una simple aplicación del art 1050.Adviértase q la obligación d restituir no proviene d la nulidad, sino del título q puede invocar cada parte sobre la cosa entregada; el fundamento d la restitución es la sustancia del derecho preexistente al acto nulo, q este ha dejado inalterado. -FrutosPuede ocurrir q, como consecuencia d un acto nulo, las partes hayan entregado cosas productoras d frutos. En los arts 1053 y 1054, el CC ha previsto dos hipótesis distintas:

a) si el acto fuera bilateral y las obligaciones correlativas consistiesen ambas en sumas d dinero o en cosas productoras d frutos, no habrá lugar a la restitución respectiva d intereses o frutos, sino desde el día d la demanda d nulidad. Los intereses y los frutos percibidos hasta esta época se compensan entre sí. (art 1053). Es obvio q la compensación d esta norma solo se opera en el caso d q ambos contratantes sean d buena o mala fe; pero si uno d ellos fuera d buena y otro d mala fe, no cabría compensación alguna, porq ello importaría premiar al comerciante deshonesto. En el caso d q ambas partes sean d buena fe o mala fe, la compensación dispuesta tiene la ventaja práctica d evitar una doble liquidación d frutos, con todas las dificultades q ello suele presentar.

b) Si d dos objetos q forman la materia d un acto bilateral, uno d ellos consiste en una suma d dinero o en una cosa productiva d frutos, la restitución d los intereses o d los frutos debe hacerse desde el día en q la suma d dinero fue pagada, o fue entregada la cosa productiva d frutos. (Art 1054 CC). Esta solución tbn es objetable, sin formular ninguna distinción, se obliga al poseedor d buena fe a restituir los frutos desde el momento d la entrega d la cosa, como si fuera d mala fe. La injusticia d tal disposición es evidente. Tbn en este caso se impone la reforma q remite a la solución del caso a los ppios grales en materia d adquisición d frutos.

-ProductosEl CC nada dice respecto d ellos en el título d nulidades, en consecuencia, debe aplicarse la regla del art 2444, según la cual: tanto el poseedor d mala fe como el d buena fue deben restituir los productos q hubieran obtenido d la cosa q no entren en la clase d frutos propiamente dichos. En este último caso, se aplican las reglas relativas a los frutos. -Daños y PerjuiciosAdemás del deber d restituir, el art 1056 establece la obligación d indemnizar. No se trata en este caso d un efecto propio d la nulidad, puede ocurrir incluso q haya nulidad sin indemnización, porq el fundamento d esta es la culpa o el dolo. Si la nulidad del acto se funda en un defecto d forma, y el responsable d ello es el escribano, ¿cuál d las partes indemniza a la otra?. Pero si una d ellas es culpable d la nulidad, comete un hecho ilícito q, como tal, debe ser reparado d acuerdo a los ppios grales d esta materia.

Efectos d la nulidad respecto d Terceros-Actos Nulos y AnulablesEl art 1051 CC disponía: q todos los derechos reales y personales transmitidos a terceros sobre un inmueble x una persona q ha llegado a ser propietaria en virtud d un acto anulado, quedan sin ningún valor y pueden ser reclamados directamente del poseedor actual. El texto del art 1051 era claro y ninguna duda podía caber d q x lo menos era aplicable a los actos nulos. Pero según una opinión, podía considerarse predominante, el art 1051 no era aplicable a los actos anulables, si el tercer subadquiriente lo era d buena fe y a título gratuito. Hay q reconocer q esta distinción entre actos nulos y anulables era bastante forzada, pero atenuaba los efectos d una disposición legal injusta.La ley 17.711 añade un párrafo: salvo los derechos d los terceros adquirientes d buena fe a título oneroso, sea el acto nulo o anulable. La salvedad final es tan extensa e importante q en verdad invierte la regla. Hoy los subadquirientes a título oneroso y d buena fe están cubiertos contra toda sorpresa q pueda derivarse d la nulidad d cualquiera d los actos d transmisión q constituyen el antecedente a su título. Ellos pueden rechazar cualquier acción d reivindicación.La ley dispone q este régimen se aplica tanto a los actos nulos como a los anulables; pero no a los inexistentes.Si el tercer subadquiriente ha sido d mala fe (si conocía la causa d nulidad) o si la adquisición del derecho ha sido x título gratuito, la ley no lo ampara, y la nulidad del acto anterior deja sin efecto los derechos adquiridos sobre el inmueble, conforme la 1º parte del art 1051. Supuesto q la acción d nulidad fuera procedente, la parte interesada puede reclamar del tercero bien la restitución d la cosa, bien la indemnización del daño provocado x el acto nulo, siempre q no exceda el valor d aquella. Esta opción solo cabe si la nulidad es relativa, pues siendo absoluta, no es posible admitir la sustitución del efecto normal d la nulidad, pues ello importaría mantener en pie un acto cuya invalidez está interesado el orden público. Si se probara la mala fe del tercero, estaría obligado no solo a restituir sino tbn a pagar los daños y perjuicios resultantes del acto.

Inexistencia d los Actos Jurídicos

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Derecho Civil 1

Teoría del acto inexistenteHa tenido su origen en la doctrina francesa del siglo pasado. nació d una observación simple: hay situaciones q solo tienen la apariencia d un acto jurídico, no parece posible, por consiguiente, hablar d acto nulo, porq, en verdad, no existe ningún acto. La nulidad supone un substractum real, un algo q declarar inválido; pero lo q no existe no puede anularse. El acto inexistente no forma parte d la teoría d las nulidades.Distinguir entre actos inexistentes y nulos no siempre es tarea sencilla; la jurisprudencia francesa es confusa y contradictoria; a veces, el concepto d actos inexistentes se ha ampliado a supuestos en los q es evidentemente inaplicable y pensamos q a ellos se deben principalmente las críticas q la teoría ha suscitado en aquél país.Borda cree q sólo puede hablarse d actos inexistentes en ciertos supuestos extremos:

a) si falta el acuerdo d voluntades o si hay disentimiento entre las partes; se puede dar como error sobre el objeto, error sobre la naturaleza del acto, etc;

b) si el objeto d la obligación es una cosa no susceptible d existir, o hechos materialmente imposibles;c) la falta d la forma exclusivamente ordenada x la ley no basta para considerar inexistente el acto; el

propio CC establece q son obligaciones naturales las q proceden d actos jurídicos a los q faltan las solemnidades q la ley exige para q produzcan efectos civiles. Sin embargo, en algunos casos la formalidad legal consiste en la intervención d un oficial público, q no se limita a dar fe d lo q ocurrió ante él, sino q integra con su actuación el acto jurídico celebrado x las partes. La omisión d la formalidad legal supone la inexistencia del acto.

Antecedentes-Derecho Francés: el acto inexistente es el q carece d un elemento esencial, las partes no han tratado d obligarse faltando a la voluntad jurídica, o bien sus voluntades no han coincidido, mediando error respecto a la identidad del objeto o la naturaleza del acto; o tbn uno d los interesados no ha manifestado su voluntad o el contrato no tiene objeto. El acto inexistente se opone al acto nulo, el cual está desprovisto d todos los elementos constitutivos, pero tropieza con un obstáculo decisivo. El acto existe pero uno d sus elementos vitales está afectado x un vicio q puede determinar su destrucción.-Derecho Italiano: el Código Italiano no acepta la categoría d actos inexistentes, como receptoría del silencio d la ley al respecto. Esto no es d extrañar si, como Borda piensa, la d actos inexistentes es una categoría conceptual, ajena al sistema legal d sanciones. X lo demás, algunos autores admiten la categoría d actos inexistentes independientemente d la d actos inválidos, nulos o anulables.

FundamentosEn el derecho argentino, salvo en la ley 2393 (matrimonio), no se acogió la denominada “inexistencia del acto jurídico”. La doctrina ha debatido la aceptación o rechazo d esta categoría.-Tesis q la aceptan: (Borda, Cifuentes, Llambías) sostiene q el acto nulo es un acto jurídico viciado (x motivos q dan lugar a la privación d sus efectos propios). En cambio, el acto inexiste no llega a configurar un acto jurídico, aunq aparente serlo, por ausencia d algún elemento esencial referente al sujeto, al objeto o a la forma.Para q funcione la nulidad, previamente debe configurarse el supuesto d hecho del negocio, a través d los presupuestos d existencia. Mal puede hablarse d la validez o invalidez d un negocio inexistente. D esta forma, se le adjudicarían al acto jurídico dos formas d existencia, una material y otra jurídica.Estos juristas consideran q las características esenciales d la inexistencia son:- Puede ser declarada d oficio x el juez, pues se trata d una situación d hecho q solo debe ser probada.- Puede ser alegada x cualquiera q tenga interés en establecerla y en cualquier estado del proceso, con tal q

sea manifiesta y resulte d la prueba producida.- El ministerio público no puede invocar la inexistencia del acto material.- Los efectos del acto inexistente se rigen x normas generales aplicables conforme al caso pero nunca les

son aplicables los arts 1050 y subsiguientes, q regulan los efectos propios d la nulidad d los actos jurídicos.

- Los actos inexistentes no pueden ser confirmados- El matrimonio inexistente no produce efectos, aún cuando las partes tuviesen buena fe (art 14 ley 2393)-Tesis q la niegan: (Salvat, Spota, Aráuz Castex, Rivera) la opinión negativa se funda en:- la no aceptación del criterio d adjudicar dos formas d existencia al acto, una material y otra jurídica, pues

se ajusta o no a los requisitos q la ley impone para considerarla como negocio jurídico. - la falta d consagración legal d la inexistencia.- la existencia d nulidades virtuales (art 18) hace inútil la tesis d inexistencia q se ha desarrollado en

Francia en razón d la vigencia del principio d q sólo hay nulidades expresas.- Los caracteres y efectos q se atribuyen al acto inexistente están suficientemente captados en la

regulación d la nulidad absoluta.- La inexistencia matrimonial tiene su ámbito limitado y no puede expandirse al derecho patrimonial.

Posición d la Cátedra

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Diferencias Nulidades InexistenciaEn cuanto a la oportunidad

En cualquier estado, aún antes d la sentencia.

Aún después de trabada la litis, si resulta acreditada en el período probatorio.

Derecho de alegar Todos los q tienen interés, salvo el q conocía el vicio.

Por cualquier interesado, quien tenga interés jurídico para invocar la inexistencia.

Participación del Ministerio Público

Si está en riesgo el orden público, la moral o la ley (art 1047)

NO

Facultades del Juez Su acción o excepción (art 1058)

Puede ser verificada x el juez q no declara, solo reconoce y comprueba xq es anterior.

Prescripción Absoluta: NORelativa: 10 años

Imprescriptible xq el tiempo no convalida el acto inexistente.

Diferencias con la nulidad en cuanto oportunidad. Derecho a Alegar. Participación del Ministerio Público. Facultades del Juez.La nulidad es una sanción d la ley cuyo régimen esta dado x la misma fuente jurídica q la establece y q determina cuales consecuencias se han d seguir en tal supuesto y en tal otro. Nada d ello corresponde si el acto material obrado es un acto jurídico inexistente, pues entonces los efectos subsiguientes no son dictados x el sistema legal d sanciones q no se ocupa d la nada jurídica: la situación material resultante debe quedar regida x las disposiciones q a ellas sean aplicables (obligación d dar, posesión, percepción d frutos y productos, plantación, edificación, especificación, empleo útil, enriquecimiento sin causa, etc), con absoluta independencia de la apariencia del acto jurídico q le ha sido concomitante o le ha servido d accidental antecedente, x cierto tbn, del sistema legal d sanciones previsto para los actos jurídicos efectivos y reales.Es posible señalar el funcionamiento d una y otras categorías las siguientes diferencias:

1- en cuanto a las facultades del juez. La inexistencia del acto jurídico puede ser verificada sin necesidad d q ese punto haya sido incluido en la litis formada x la demanda y su contestación. Constituye una cuestión d hecho susceptible d acreditarse en el período d prueba. Ante la comprobación d la inexistencia del acto jurídico q aparecía como real, el juez sacará las consecuencias racionales pertinentes a los fines d la admisión o rechazo d la acción entablada. En cambio, el acto nulo requiere q sobre él recaiga el pronunciamiento judicial, q la cuestión d nulidad haya sido articulada x las partes mediante acción o excepción. X último, el acto anulable no puede ser anulado d oficio en ningún caso, ni aún cuando fuese d nulidad absoluta.

2- En cuanto a la oportunidad procesal d la articulación. La inexistencia del acto puede ser invocada aún después d trabada la litis, si resulta acreditada en el período d prueba. Pero no podrá ser aducida en caso contrario. En cambio, la nulidad absoluta puede ser alegada en cualquier estado del juicio, antes d la citación para sentencia. La nulidad relativa ha d ser alegada en la demanda o la contestación.

3- En cuanto al derecho d alegar la inexistencia o la nulidad. El acto inexistente puede ser alegado como tal x cualquier interesado en la inexistencia, aún x el q lo ha ejecutado sabiendo o debiendo saber el impedimento q obstaba al nacimiento del acto. En cambio, la nulidad absoluta puede alegarse x todos los q tengan interés en hacerlo, excepto el q ha ejecutado el acto. La nulidad relativa solo puede alegarse x aquel en cuyo beneficio se ha establecido la invalidez.

4- En cuanto a la intervención del ministerio fiscal. La inexistencia del acto no puede ser invocada x este, q carece d interés en q sea o no tomada x una realidad una pura apariencia q afecta el patrimonio d particulares. En cambio, la nulidad absoluta puede ser alegada x el ministerio fiscal en el interés d la moral o d la ley.

5- En cuanto a los efectos del acto entre las partes. Los efectos del acto anulable se rigen x lo dispuesto en el art 1050 del CC y sucesivos. Algunos importan acordar al acto anulable un cierto efecto en cuanto a las partes vienen a quedar en una situación distinta a la q se hubiese presentado si el acto no se hubiese cumplido. En cambio, el acto inexistente no es regido x los mismos artículos, sino q d suyo no produce ningún efecto. La situación resultante debe ser considerada con entera abstracción del acto inexistente q le ha servido d antecedente accidental, y debe regirse x los ppios legales q corresponden a esa situación x si misma.

6- En cuanto a los efectos del acto respecto d terceros. El enajenante d una cosa x un acto inexistente puede recobrarla siempre del tercer adquiriente, salvo q este sea d buena fe y se trate d una cosa mueble. En cambio el enajenante d una cosa inmueble x el acto anulable no puede recobrarla del tercer adquiriente d buena fe q hubiere habido la cosa antes d la sentencia d anulación.

7- En cuanto a los efectos d matrimonio. El matrimonio inexistente no produce efectos civiles, aún cuando las partes tuviesen buena fe. La unión subsiguiente d los interesados sería concubinato, y los

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hijos se considerarían extramatrimoniales. En cambio, el matrimonio nulo, aún d nulidad absoluta, si al menos uno d los cónyuges es d buena fe, es conceptuado para este matrimonio putativo y los hijos habidos en la unión son legítimos. En cualquier caso d nulidad d matrimonio, los derechos d los terceros d buena fe no son afectados.

Prescripcióna) d la acción d nulidad relativa : -regla general: art 4023: “Toda acción personal por deuda exigible se

prescribe por diez años, salvo disposición especial. Igual plazo regirá para interponer la acción de nulidad, trátese de actos nulos o anulables, si no estuviere previsto un plazo menor”.-Actos anulables x vicios: art 4030: “Se prescribe por cuatro años, la acción de los herederos para pedir la reducción de la porción asignada a uno de los partícipes, cuando éste, por la partición hecha por los padres, hubiese recibido un excedente de la cantidad de que la ley permite disponer al ascendiente”-Actos nulos x incapacidad del sujeto: art 4031: “Se prescribe también por dos años, la acción de nulidad de las obligaciones contraídas por mujeres casadas sin la autorización competente; la de los menores de edad y los que están bajo curatela. El tiempo de la prescripción comienza a correr, en las primeras, desde el día de la disolución del matrimonio, y en los segundos, desde el día en que llegaron a la mayor edad o salieron de la curatela”.-Acción d nulidad x lesión: el art 954 establece q la prescripción d la acción d nulidad es d 5 años computados desde la fecha d celebración del negocio atacado d lesivo.

b) prescripción d la excepción d nulidad relativa: la nulidad puede invocarse x via d acción o d excepción (art 1058 bis). Algunos autores consideran q la excepción d nulidad prescribe en el mismo término q la acción (Borda). Pero una gran mayoría considera q la excepción d nulidad es imprescriptible (Llambías y otros); la solución contraria importaría exigir al legitimado para demandar la nulidad, el ejercicio d una acción d nulidad, aún cuando la otra parte no hubiere pretendido la ejecución del acto.

c) Imprescriptibilidad d la acción d nulidad absoluta: dado q la nulidad absoluta se funda en la existencia d un vicio q compromete al interés general, la acción para declararla es imprescriptible, y en ello coincide prácticamente la totalidad d la doctrina nacional y así ha sido admitido x la jurisprudencia.

Conversión de actos nulos y anulablesConceptoAnálisisPrincipios: arts. 18, 1185, 1056 y concordantes del CC

Actos jurídicos inoponiblesConcepto La inoponibilidad como concepto, e suna elaboración d la doctrina y no una construcción legislativa.Con ese alcance rivera entiende q la inoponibilidad es un supuesto d ineficacia establecido x la ley, q priva a un negocio válido y eficaz entre las partes, d sus efectos respecto de determinados terceros a quienes la ley dirige su protección, permitiéndoles ignorar al existencia del negocio e impedimento a las partes del mismo ejercitar pretenciones jurídicas dirigidas contra un tercero (Aráuz Castex, llambías)

Elementos (apunte bizarro)- de existencia: minimun d capacidad negocial, licitud, capacidad jurídica, voluntad, aunq

fuera viciada, forma, objeto y representación- de eficacia jurídica: respecto d las leyes imperativas y a losppios de orden público,

conforme a la regla moral del art. 953, q irriga y colorea todo el acto jurídico- de plena validez: capacidad negocial plena, voluntad sana y ausencia del vicio d fraude.

FundamentoRadica en la protección de determinados terceros, denominados terceros interesados y en consecuencia en la satisfacción d un verdadero interés gral.: la certeza, y seguridad jurídicas de las transacciones entre los particulares.Pueden pues encontrarse básicamente dos tipos d casos: aquellos en los cuales la ley exige cierta publicidad para q los negocios adquieran eficacia frente a terceros: como los actos d enajenación o constitución d dchos reales sobre inmuebles (art. 2025). Y otros en los q la ley priva de eficacia frente a terceros a actos otorgados en su perjuicio (fraude a los acreedores)

EjemplosAlgunos d los supuesto de actos jurídicos inoponibles contenidos en el CC y leyes complementarias son:

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1. negocios fraudulentos: el acto fraudulento, q es inoponible al acreedor q triunfó en la acción pauliana (art. 965). De modo q el acto fraudulento es inoponible solo frente al acreedor accionante, manteniendo su normal oponibilidad con respecto a los demás acreedores terceros interesados, mientras no articulen la acción pauliana y la misma sea estimada por sentencia firme. El efecto d la acción pauliana no es, pues, restituir el bien enajenado fraudulentamente al patrimonio del deudor. Es por ello q el vicio d fraude no produce la nulidad del acto jurídico q lo padece, como sostiene laguna doctrina, o como pareciera desprenderse la imprecisa terminología empleada en el CC, calificándolo d anulable en el art. 1045.

2. constitución o transmisión de dchos reales sobre inmuebles: la adquisición de dchos reales sobre inmuebles, son inoponibles mientras no tengan emplazamiento registral (art.2505; art. 2 ley 17.801)

3. Instrumentos privados: el instrumento privado q carece de fecha cierta es inoponible a los terceros y sucesores singulares (art. 1034 y 1035)

4. confirmación: el efecto retroactivo de la nulidad relativa confirmada, no pude invocarse respecto a terceros con dchos adquiridos antes d la confirmación (art. 1067)

5. hipoteca: la hipoteca no registrada, es inoponible a terceros, pero vale para las partes, el escribano y testigos del acto (art. 3135)

6. cesión d crédito: la cesión d crédito no notificada al deudor o no aceptada por este (art. 1459).7. venta de cosa ajena: la venta d cosa ajena es inoponible al propietario q no participo en el negocio,

sin prejucio d algunos casos de excepción.

Q terceros pueden hacerla valerModos de hacer valer la nulidad

Prescripción (art. 4023 y 4030) reformados por la ley 17.711(ver más arriba)

Sanción de resarcimiento de daños y perjuiciosSanción independiente de la nulidad del acto jurídico. Finalidad de esta sanciónSe suele mencionar el resarcimiento d los daños y perjuicios como una sanción complementaria d la de nulidad. En realidad no existe tal.Se trata de sanciones diferentes q tiene finalidades distintas y q dan lugares a acciones judiciales d régimen diverso. Según el art. 1056:” Los actos anulados, aunque no produzcan los efectos de actos jurídicos, producen sin embargo, los efectos de los actos ilícitos, o de los hechos en general, cuyas consecuencias deben ser reparadas”. Significa q independientemente d la sanción d nulidad q recae sobre un acto invalido, los damnificados q sufren perjuicios por la realización d ese acto, tiene acción para demandar la reparación del daño. No cabe duda el acto invalido es un acto impedido pro la ley y sancionado por esta. Pero eso solo no es suficiente, requiriéndose para la viabilidad de una acción en responsabilidad q exista un daño causado por la realización del acto inválido y q este daño sea imputable al demandado en razón d dolo o culpa.El mismo hecho puede dar lugar a ambas sanciones, la de nulidad y la resarcitoria d daños y perjuicios, ninguna vinculación existe entre estas, ni entre las respectivas acciones.La acción de resarcimiento puede tener un carácter sustitutivo d la nulidad o bien complementario d esta. Lo primero ocurre cuando el titular d la acción de nulidad prefiere dejar d lado esta sanción manteniendo la eficacia del acto inválido. Para q esta opción sea posible, la nulidad debe ser meramente relativa, ya q estando la nulidad absoluta instituida en salvaguarda de un interés público, no puede estar en manso de los particulares la elección d imponer o no esa sanción.El carácter complementario d la sanción resarcitoria d daños e intereses aparece cuando ella se acumula a la acción d nulidad buscando reparar los perjuicios sufridos en virtud del otorgamiento del acto inválido, y q aún la verificación d la nulidad, con el aniquilamiento d los efectos producidos dejan descubierto. No acompañan automáticamente a la acción d nulidad, y sigue sujeta a los ppios q gobiernan su procedencia, a saber: existencia d daño, imputabilidad de culpa o dolo del agente, La acción resarcitoria puede revestir el carácter de sucedáneo de la nulidad cuando esta es ilusoria. Acá no hay opción posible entre una y otra acción. En tal caso la sentencia d anulación no podrá aponerse al subadquiriente d buena fe, d modo q, perdido definitivamente el inmueble para al primitivo propietario no quedaría este sino recurrir al sucedáneo d la reparación de los perjuicios recibidos. A lo q expresa el art. 1057: “En los casos en que no fuese posible demandar contra terceros los efectos de la nulidad de los actos, o de tenerlos demandados, corresponde siempre el derecho a demandar las indemnizaciones de todas las pérdidas e intereses”.

Comparación con la sanción de nulidad

Confirmación de actos nulos y anulables

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ConceptoEs una acto jurídico mediante el cual se expurga a otro acto jurídico inválido del vicio delñ q adolecía, y en razón del cual era pasible d nulidad.Esto resulta d lo dispuesto pro el art. 1059 “La confirmación es el acto jurídico por el cual una persona hace desaparecer los vicios de otro acto que se halla sujeto a una acción de nulidad”

FuentesPrincipios en juegoCaracterización y naturalezaLa confirmación es un negocio jurídico unilateral, así surgen del art. 1064:” La confirmación, sea expresa o tácita, no exige el concurso de la parte a cuyo favor se hace”.De ello siguen dos efectos importantes:

- una vez expresada la voluntad de confirmar, ellas es irrevocable; o al menos no puede ser revocada por razón de la falta de consentimiento de la otra parte.

- Es la confirmación expresa otorgada en instrumento privado, no requiere doble ejemplar.

Diferencias con otras figuras jurídicasConviene distinguir la confirmación, d otros actos jurídicos con los cuales presenta alguna analogía, tales como la ratificación, el reconocimiento y novación:

a- se diferencia d la ratificación, en cuanto esta importa la aceptación d lo manifestado por otro a nombre nuestro sin autorización para ello, con lo cual no se abre opinión acerca d la validez d la manifestación. En cambio la confirmación se refiere a una manifestación antecedente propia o hecha por representante autorizado, de la q se desea expurgar los vicios existentes en ella.

b- Se distingue del reconocimiento pro cuanto este consiste en la misión d la exactitud de ciertos hechos sin entrar en la consideración d su valor. Toda confirmación implica un reconocimiento, pero a la inversa no todo reconocimiento supone una confirmación.

c- La novación extingue una obligación precedente mediante la formación d una nueva, en tanto q la confirmación no hace nacer una confirmación nueva, sino q refiriéndose a la ya existente la sanea d los vicios q la invalidaban.

RequisitosPara q la confirmación produzca su efecto sanante no basta q ella revista las condiciones d forma adecuadas, sino q es indispensable la concurrencia d los requisitos d fondo señalados por la ley. A este respecto dice el art. 1060: “Los actos nulos o anulables no pueden ser confirmados por las partes que tengan derecho a demandar o alegar la nulidad, antes de haber cesado la incapacidad o vicio de que ella provenía, y no concurriendo ninguna otra que pueda producir la nulidad del acto de confirmación”.La disposición muestra dos requisitos sustanciales: a) q haya desaparecido la causa d la invalidez primitiva, b) q no concurran la misma confirmación una nueva causa d invalidez, pues ella quedaría destituida de su efecto propio consistente en la sanción del acto inválido primitivo.

Confirmación expresa. RequisitoEs la q se realiza por escrito, se constituye en un acto formal, con lso requisitos exigidos por el art. 1061: “La confirmación puede ser expresa o tácita. El instrumento de confirmación expresa, debe contener, bajo pena de nulidad: 1 - La sustancia del acto que se quiere confirmar; 2 - El vicio de que adolecía; y 3 - La manifestación de la intención de repararlo”.De aquí se sigue q la forma necesaria d la confirmación expresa es la escrita con las indicaciones señaladas, todo ellos bajo pena d nulidad. Si el acto al q se refiere la confirmación es de aquellos q deben celebrase bajo una forma instrumental determinada, entonces la confirmación para ser válida debe revestirse d la mima forma q corresponde al acto confirmado. Tal como lo establece el art. 1062: “La forma del instrumento de confirmación debe ser la misma y con las mismas solemnidades que estén exclusivamente establecidas para el acto que se confirma”.En cuanto a la sanción aplicable por la omisión d la forma, se ha entendido q es la nulidad del instrumento. Existe una distinción según q el acto q se quiera confirmar sea o no formal. En el primer caso en q la confirmación debe ajustarse a la misma forma q corresponda al acto q se desea confirmar (art. 1062 y 1184 inc. 10), la omisión d la forma importa la nulidad de la confirmación, d acuerdo con lo dispuesto en el art. 1044 cláusula 3ra. Si en cambio el acto q se confirma no es formal, tampoco lo es la respectiva confirmación, pudiendo esta acreditarse x cualquier medio de prueba.

Confirmación tacitaSegún el art. 1063: “La confirmación tácita es la que resulta de la ejecución voluntaria, total o parcial, del acto sujeto a una acción de nulidad”.

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Dos observaciones caben al respecto: en primer lugar para q el efecto convalidatorio se produzca es menester q la ejecución del acto inválido sea voluntaria, si la ejecución es forzada mediante un procedimiento judicial no obtiene ese resultado.En segundo lugar el art. indica la forma típica de confirmación tácita peor no excluye otras q permitan inducir asertivamente la intención d confirmar el acto inválido.La confirmación tácita solo es eficaz cuando el acto q se confirma no s formal pues la parte interesada puede elegir la forma q le parece más adecuada. Siendo formal el acto confirmable, la confirmación debe atenerse a la misma forma d dicho acto, por lo q la confirmación tácita acrece en ese caso de función convalidatoria.

Efectos q producen entre las partes y para los tercerosLa cuestión d la fecha a partir d la cual produce su efecto sanante la confirmación, s presenta diversamente según se considere la situación d las partes del acto inválido o d los terceros.

a- con relación a las partes del acto inválido la confirmación remonta sus efectos expurgatorios del vicio causante d la nulidad, a la fecha d celebración d dicho acto. Expresa el art. 1065 “La confirmación tiene efecto retroactivo al día en que tuvo lugar el acto entre vivos, o al día del fallecimiento del disponente en los actos de última voluntad.”. Se explica por cuanto la confirmación se identifica con el acto inválido precedente. Su efecto consiste en expurgar a este acto del vicio q lo invalidaba, por lo q necesariamente debía proyectar su influencia sobre todo el lapso transcurrido desde q dicho acto pudo ser eficaz. El precepto fija los dos momentos de esa posible eficacia. Tratándose e actos entre vivos, la retroacción d la confirmación remonta ala fecha de celebración, a partir de entonces comienza la existencia de tales actos (art. 951). La confirmación q se refiere a disposiciones d ultima voluntad ella opera a partir del fallecimiento del disponente

b- respecto de los terceros a quienes puede afectar la confirmación, previniendo el art. 1056 cláusula final. “Este efecto retroactivo no perjudicará los derechos de terceros”. Ello significa q si en el intervalo transcurrido entre la celebración del acto inválido y la confirmación se ha constituido un dcho a favor d un tercero; la confirmación ulterior d este cato no obstante su natural efecto retroactivo entre las partes no afecta para nada la situación del tercero.

Cabe destacar q la situación d los sucesores universales d las partes y d los acreedores quirografarios d estas queda regida por los ppios generales

Interpretación de la buena fe (art. 1051)Art. 1051 “Todos los derechos reales o personales transmitidos a terceros sobre un inmueble por una persona que ha llegado a ser propietario en virtud del acto anulado, quedan sin ningún valor y pueden ser reclamados directamente del poseedor actual; salvo los derechos de los terceros adquirentes de buena fe a título oneroso, sea el acto nulo o anulable”.El texto del art. 1051 se refiere al adquiriente de buena fe. Es obvio q se refiere a la buena fe creencia, es decir aquella q se predica de quien se persuade de la legitimidad de su titulo.Ahora bien: tratándose de la adquisición de dchos reales sobre inmuebles, la doctrina debate acerca de cuales deben ser las diligencias q emplee el subadquiriente para persuadirse de la bondad de su titulo.Así, un sector de la doctrina considera q basta la denominada buena fe registral, q existe toda vez q el subadquiriente reciba el dchos real de quien aparezca, como legitimado para transmitirlo según las constancias del registro de la propiedad del inmueble.En contra de esta opinión se alza la mayoría de la doctrina nacional, la q pondera q el art. 4º de la ley 17.801 (ley nacional registral). Establece de manera expresa q la inscripción no convalida el titulo nulo, ni subsana los efectos de q adoleciera según las leyes. (cifuentes).Esta solución ha sido expresamente consagrada en numerosas jornadas científicas, merece destacarse las 5tas jornadas nacionales de dcho civil, conforme a la cual “el agregado del art. 1051 in fine del CC no implica consagrar el principio de la buen fe registral”.De allí q se exija como recaudo de buena fe q el subadquiriente haya hecho el estudio de títulos.

Supuestos de sustitución de personas1- es responsabilidad del escribano q esto no ocurra, al dar fe q conoce a las apartes (art.1001) para

evitar delitos en el otorgamiento de las escrituras publicas2- en la responsabilidad extracontractual, q por vía de reflejo le tocaría al escribano por equipararse al

funcionario publico3- cuando hay falsedad de documento no habría inexistencia, p0ues reputa q no ocurrió o no fue

celebrado4- cuando no habría titulo q emane del verdadero propietario no es aplicable el art. 1051.

Proyecto d unificación de la legislación civil y comercialLa cámara de diputados, encomienda le ante proyecto de “ley de unificación legislativa civil y comercial” a una comisión, en la cual se han tratado los diversos debates doctrinaria, clasificando desde distintas ópticas

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1- del nivel de la legalidad constitucional2- del modo presentado de su tratamiento3- de la conveniencia de los cambios propuestos4- de la índole no explicita de sus verdaderos alcances

se ha dicho q el proyecto o ha tenido vocación modernista, sino q aspira a ser moderno de una u otra manera, el mentado proyecto se engarza en la mente de la doctrina q sale a la palestra para analizar todos y cada uno de los institutos q la misma contempla.Cabe señalar q dicho proyecto no es originario de esta comisión, sino q corresponde tanto a la doctrina, como a los congresos, conferencias, jornadas nacionales e internacionales realizadas.Se comenzó reclamando esta unificación hasta 1986 en q se realización en Bs As de las obligaciones, lo cual hace impacto en el art. 1037 produciendo la inquietud de analizarlo: “Los jueces no pueden declarar otras nulidades de los actos jurídicos que las que en este Código se establecen”. Se conserva la idea de las nulidades expresas e implícitas al no dejar dudas de q basta q esa sanción resulte de la ley. Además la norma proyectada sienta el principio de la conservación, dando una directiva al juez de presunción de validez y las facultades para q procure q los negocio tengan eficacia.Al art. 1037 se agrega: “deben presumir la validez del acto y en su caso procurar la eficacia”.Roitman expresa q el proyectado art. 1037 alienta a la conservación del acto y en su caso, la conversión del acto invalido en otro eficaz. El proyecto tuvo sanción en la cámara de diputados pero no tuvo sanción legislativa.

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