Apuntes Derecho Penitenciarios

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  • CAPTULO I ANTECEDENTES.

    1.1. REFERENCIA HISTRICA SOBRE EL ORIGEN DE LAS CRCELES.

    El origen de las crceles se pierde en la noche de los tiempos, pues

    surgieron cuando el hombre tuvo necesidades de poner a buen recaudo a

    sus enemigos. Las primeras crceles fueron cuevas, tumbas, cavernas, etc.,

    lugares inhspitos a donde se enviaban desterrados a los enemigos del

    Estado. Ya en la Biblia encontramos mencionados a esos lugares. No eran

    precisamente crceles en el sentido moderno del trmino, tal como las

    conocemos en la actualidad. Eran lugares adaptados para cumplir con la

    finalidad de separar a todos aquellos que eran considerados peligrosos para

    la sociedad y el Estado.

    El origen de la palabra crcel lo encontramos en el vocablo latino

    coercendo que significa restringir, coartar; otros dicen que tiene su origen en

    la palabra carca, trmino hebreo que significa meter una cosa.

    Fue hacia el ao 640 d. C. cuando encontramos la crcel construida

    como tal, en Grecia y Roma, destinada a encerrar a los enemigos de la

    patria. En Roma se recuerda la crcel conocida con el nombre de Carcere

    Mamertino, construida por Anco Marcio y segn la leyenda, fue el lugar

    donde estuvo prisionero San Pedro. En el imperio Romano no exista el

    Ergastulum, destinado a todos los esclavos que tenan la obligacin de

    trabajar, trmino griego que significa labores forzadas. En Grecia exista una

  • crcel destinada a los jvenes que delinquan y asimismo haba el Pritanio,

    para los que atentaban contra el Estado.

    En el Medievo no se encuentran crceles, ya que en esta poca se

    conceba la pena como venganza privada.

    En la poca de la composicin feudal surge la necesidad de construir

    prisiones cuando los delincuentes no podan pagar la multa o el dinero a

    manera de composicin, por el delito cometido.

    Hacia 1300 encontramos en Francia La casa de los Conserjes, que fue

    transformada en crcel y la famosa Bastilla, lugar donde se encerraba a los

    delincuentes polticos.

    Como vemos, la tradicin de castigar a quien infringe una norma tiene

    su origen en tiempos inmemorables de la historia humana, hasta convertirse

    en componente de la cultura socio-legal, llegando ese carcter a la poca

    moderna. Por esta razn no haremos una explicacin del concepto de pena

    ms de cuanto baste a explicar el nacimiento de un sistema penitenciario

    como se entiende en la actualidad y porque adems, rebasara la finalidad

    del Derecho Penitenciario, adentrndonos en los campos de investigacin de

    otra ciencia penal conocida como Penloga.

    Abandonadas las penas corporales y la disponibilidad fsica individual,

    la reaccin social al delito ha ido lentamente racionalizando su motivo de

    ser. Ha cambiado de simple respuesta primordial o instintiva, a exigencia

    colectiva de la defensa social. As, junto a la necesidad de salvaguardar el

    orden social a todos aquellos que lo violan o lo ponen en peligro son su

    comportamiento delictuoso.

  • Es en la llamada Edad de la Razn donde nace una verdadera historia

    penitenciaria, la de los institutos o crceles para custodia permanente de

    reos.

    En Inglaterra, durante la primera mitad del siglo XVI se instaura la

    primera casa de correccin para mendigos, vagabundos y prostitutas, con el

    objeto de frustrarlos y en esa forma corregir sus vicios.

    A principios del siglo XVII y tomando como punto de partida las

    experiencias inglesas, surgen en Holanda institutos para hombres y mujeres,

    donde se inici una incipiente readaptacin social tomando como base el

    trabajo. Su caracterstica fundamental era la frrea disciplina, la frecuencia

    de los castigos corporales y la persistencia de las condiciones de

    promiscuidad.

    Una institucin ya sensible a un tratamiento menos duro y mas

    cercano a los conceptos modernos de reeducacin social la encontramos en

    Roma, donde el Papa Clemente XI cre en 1703 el Hospicio de San Miguel,

    que todava en la actualidad se encuentra el Porta Portese, de la capital

    Italiana, con objeto de acoger a los jvenes delincuentes. El tratamiento

    reservado a ellos era esencialmente educativo, con tendencia a la instruccin

    religiosa y a la enseanza de cualquier oficio que les permitiera vivir

    honestamente cuando regresaran al seno de la sociedad.

    Este instituto tuvo mrito de haber sido el primero en hacer una

    distincin entre jvenes y adultos, y haber hecho una posterior clasificacin

    entre jvenes ya condenados y jvenes de conducta irregular. Si Cesrare

    Bonnessana, Marques de Beccaria y John Howard fueron los iniciadores de

    un movimiento tendiente a humanizar los sistemas y las penas, el Papa

    Clemete XI mand grabar el siguiente pensamiento en la puerta de la

    institucin mencionada: Parum est improbos coercere poena nisi probos

  • efficias disciplina, con el cual quiso manifestar su inters como medio para

    alcanzar el fin propuesto.

    La primera ideologa moderna penitenciaria surgi en el periodo ms

    significativo de la historia humana que fue el siglo XVIII; naci en Europa,

    cuando sta era el centro del mundo. Sus persecutores fueron los filsofos

    franceses quienes, dndose cuenta de las condiciones infrahumanas

    tendiente a humanizar la naturaleza y fines de pena.

    Esta situacin hizo a Voltaire que el Cdigo Penal bajo el ancien

    regime en Francia, pareca planeado para arruinar a los ciudadanos. Las

    penas eran arbitrarias y barabaras, crueles y exageradamente severas,

    variando de ser quemados vivos a la tortura de la rueda; de la condena de

    las galeras a las diversas formas de mutilaciones; de la fugalizacion a la

    marca con fuego a la berlina; en 1721 Montesquieu en su obra Cartas

    Persas, hizo una cruel crtica de la naturaleza y eficacia de las penas; el en

    captulo XII, libro VI del Espritu de las Leyes, expone lo que consideraba

    como verdaderos principios del Derecho Penal.

    As con la flama encendida por el Iluminismo francs, surge un

    movimiento renovador en toda Europa, destacando en primer lugar Cesare

    Bonnessana, Marques de Beccaria, quien en 1764 escribe su obra inmortal

    Dei delitti i delle pene, obra de Derecho Penal.

    En 1777 surge la obra de John State of Prisons in England and Wales,

    con objeto de iluminar las conciencias y acercar la poltica criminal a

    consideraciones utilitarias y sensibles del bien social.

    De simples e improductivas tentativas de prevenir el contagio criminal

    y El deterioro de los delincuentes, se ha pasado actualmente a la

    institucionalizacin de las penas, con la bsqueda positiva de funcionales

  • mtodos de disciplina y tratamiento reeducativo en el mbito de los institutos

    y fuera de ellos1.

    En su origen histrico, los sistemas penitenciarios estaban divididos en

    crceles pblicas y privadas.

    Las pblicas fueron destinadas a los reos del pueblo, plebeyos o

    siervos y estaban ubicadas alrededor de grandes centros urbanos, con

    caractersticas especiales para los polticos, a quienes instalaban en las

    fortalezas con construcciones fuertes y extremadamente vigilados.

    Las crceles privadas estaban destinadas para los seores feudales y

    su detencin era de tipo domiciliario en sus castillos.

    En esta poca, el sistema carcelario se caracterizaba por ser de

    carcter preventivo y solo tena lugar para los reos a quienes se les haca un

    proceso jurdico.

    Para los presos condenados, el castigo se haca efectivo con trabajo

    forzado para ganarse su alimentacin o con la pena de muerte.

    Con el desarrollo cultural, la sociedad se opone a esta clase de penas,

    se humaniza el sistema de la sancin penal, desaparece el trabajo forzado y

    los castigos corporales y morales.

    Surge entonces, el Sistema Celular, que se entiende como el que se

    asignan celdas individuales a cada reo y es el que ha prevalecido a travs de

    la historia, por lo que se ha convertido en la base de los sistemas

    penitenciarios.

    1GARCA ANDRADE, Irma. Sistema Penitenciario Mexicano, retos y perspectivas.Editorial Sista. Mxico 1989. Pg. 32.34

  • Actualmente, el sistema penitenciario en nuestro pas est siendo

    severamente cuestionado, sobre todo por que no cumple el mandato que la

    propia Constitucin le ha encomendado: la readaptacin social de quienes

    han cometido algn delito.

    Aunado a lo anterior, habr que agregar que la vida en reclusin

    supone una serie de violencias agregadas que los reos deben soportar, son

    comunes los maltratos fsicos y psicolgicos, los intentos de suicidio, las

    violaciones, los homicidios y el trfico de todo tipo de bienes y de sustancias

    lcitas e ilcitas, debido a la ausencia de autoridad, por lo que muchos

    internos gozan de cuotas de poder y ejercen el control real de los centros.

    El sistema penitenciario en nuestro pas encuentra su fundamento

    legal en el artculo 18 de nuestra carta magna, ordenamiento que establece

    las bases mediante las cuales se norma la actuacin en los establecimientos

    de reclusin.

    Mediante este precepto, el Estado mexicano ha apostado todo a la

    readaptacin social de los delincuentes, cuando menos este ha sido el

    discurso que se ha presentado como nico y hegemnico en torno a la

    actuacin y poltica penitenciaria del Estado.

    La diversidad de reglamentos en unos casos y en otros la ausencia de

    ellos, aunado a una profunda discrecionalidad de las autoridades ejecutoras,

    han dado como resultado una gama de violaciones y abusos a los derechos

    de los reclusos.

    Esta situacin es la que ha prevalecido durante aos en nuestro pas,

    a pesar de que la Organizacin de las Naciones Unidas ha fijado las bases

    bajo las cuales los Estados deben ajustar sus normas para el tratamiento de

    los delincuentes.

  • Nuestro pas, en acatamiento de esas disposiciones, en 1971

    promulg la Ley de Normas Mnimas para la Readaptacin Social de

    Sentenciados, ordenamiento que constituye la base del sistema

    penitenciario.

    A partir de 1971, el discurso penitenciario se fund en la necesidad de

    readaptar a los delincuentes para su posterior reincorporacin a la vida

    productiva, para lograr ese objetivo, se cre todo un sistema estatal que

    pudiera manifestarse como respuesta a las nuevas exigencias del problema

    penitenciario; se crearon los Consejos Tcnicos Interdisciplinarios,

    encargados de dar sustento y reconocimiento al nuevo modelo de

    tratamiento penitenciario, el llamado "sistema progresivo tcnico".

    Este modelo de tratamiento de la conducta del criminal se ha

    convertido en el legitimador del discurso oficial, el cual ha logrado mantener

    la validez de la actuacin de las autoridades sobre la vida del individuo

    privado de su libertad, afectando su libertad de actuacin y decisin, so

    pretexto de ayudarlos para convertirlos en hombres de bien.

    1.2. EL DERECHO PENITENCIARIO.

    Como consecuencia de la entrada en vigor de la Ley que establece las

    Normas Mnimas sobre readaptacin social de sentenciados, en la dcada

    de los setentas, las ciencias inherentes a la ejecucin de sentencias

    (Derecho Penitenciario) y al estudio de la personalidad del delincuente

    (Criminologa) tomaron un gran auge en el medio jurdico. Lo anterior se

    manifest por la celebracin de seminarios, conferencias, cursos intensivos

    de capacitacin, congresos, etctera, en las materias citadas; pero an en la

    actualidad, despus de ms de treinta aos encontramos con una carencia

    de bibliografa que no permite el conocimiento de estas importantes materias

    indebidamente olvidadas no solo en nuestro medio sino en otros muchos.

  • Hechas las consideraciones que anteceden podemos definir al

    Derecho penitenciario como el conjunto de normas jurdicas que regulan la

    ejecucin de las penas y medidas de seguridad, o sea la relacin jurdica que

    se establece entre Estado y el interno.

    Como consecuencia de la definicin anterior, algunos autores, entre

    ellos el maestro polaco Rappaport, el tratadista espaol Cuello Caln y otros

    ms, estiman que a nuestra disciplina no debera llamrsele Derecho

    Penitenciario sino Derecho de la Ejecucin de las Penas y Medidas de

    Seguridad, el destacado jurista mexicano Jorge Ojeda Velsquez, le

    denomina Derecho de Ejecucin de Penas.

    Al respecto, debemos recordar que la escuela Positiva Italiana de

    Derecho Penal contribuy de manera importante al progreso y desarrollo del

    Derecho Penitenciario. Para la Escuela Clsica Italiana del Derecho Penal

    solamente exista el binomio: delito igual a pena, que fue alterado por la

    citada Escuela Positivista en delito, pena ms delincuente es decir, en esta

    escuela el delincuente asume un mayor relieve, se le considera el

    protagonista del drama penal, cambiando la razn y el fundamento de la

    pena, esto es, se considera al individuo como el verdadero objeto del

    Derecho Penal.

    Son diversas la fuentes de nuestra disciplina. En primer lugar

    podemos mencionar la Constitucin Poltica de los Estados Unidos

    Mexicanos, que en su Artculo 18 establece:

    Artculo 18. Slo por delito que merezca pena corporal habr lugar a

    prisin preventiva. El sitio de esta ser distinto de que destinare para la

    extincin de las penas y estarn completamente separados.

  • Los Gobiernos de la Federacin y de los Estados organizarn el

    sistema penal, en sus respectivas jurisdicciones, sobre la base del trabajo, la

    capacitacin para el mismo y la educacin como medios para la readaptacin

    social del delincuente. Las mujeres compurgaran sus penas en lugares

    separados de los destinados a los hombres para tal efecto.

    Los Gobernadores de los Estados, sujetndose a lo que establezcan

    las leyes locales respectivas, podrn celebrar con la Federacin convenios

    de carcter general, para que los reos sentenciados por delitos del orden

    comn extingan su condena en establecimientos dependientes del Ejecutivo

    Federal.

    La Federacin y los Gobiernos de los Estados establecern

    instituciones especiales para el tratamiento de menores infractores.

    Los reos de nacionalidad mexicana que se encuentren compurgando

    penas en pases extranjeros, podrn ser trasladados a la Repblica para que

    cumplan sus condenas con base en los sistemas de readaptacin social

    previstos en este artculo, y los reos de nacionalidad extranjera, sentenciados

    por delitos del orden federal en toda la Repblica, o del fuero comn en el

    Distrito Federal podrn ser trasladados al pas de su origen o residencia,

    sujetndose a los tratados internacionales que se hayan celebrado para ese

    efecto. Los gobernadores de los Estados podrn solicitar al Ejecutivo

    Federal, con apoyo en las leyes locales respectivas, la inclusin de reos solo

    podr efectuarse con su consentimiento expreso.

    Otra fuente de nuestra materia la constituyen los Cdigos de

    Procedimientos Penales, Federal y para el Distrito Federal.

  • 1.3. SISTEMAS PENITENCIARIOS.

    Los sistemas penitenciarios son todos los procedimientos ideados y

    llevados a la prctica para el tratamiento, castigo y correccin de todos

    aquellos que han violados la norma penal. Histricamente han existido cinco

    sistemas que preceden a nuestro actual sistema tcnico, a saber, numerados

    y mencionados a continuacin:

    1. Sistema Filadelfiano o Celular.- En los Estados Unidos de Amrica surge en 1777, bajo el nombre de The Philadelphia Society FOR

    Distressed Prisoners, el sistema filadelfiano o celular, que prevena en primer

    lugar, el aislamiento continuo de los detenidos que presentaban la

    peligrosidad mayor, y permitirles alcanzar el arrepentimiento en la calma

    contemplativa ms absoluta. Para aquellos presos menos difciles estaba

    prevista la ocupacin en trabajos tiles a la comunidad. Si bien es cierto que

    el fin inspirador provena de los cuqueros como consecuencia de ellos, de

    los ms humanos, en la prctica se revel la falacia de un sistema que

    constrea al aislamiento ms absoluto para llevar a la penitencia y a la

    rehabilitacin.

    2. Sistema de Auburn y Sing-Sing, Nueva York.- Como consecuencia de las crticas al sistema penitenciario anterior se intent otra

    direccin, que encontr su primera expresin en Auburn y Sing-Sing, Nueva

    York en 1823, sistema que se fundaba en este concepto: de da el trabajo se

    desempeaba en comn, bajo un estricto rigor disciplinario y el silencio ms

    absoluto: de noche regs el absoluto aislamiento en pequeos cuartos

    individuales. Si el primer sistema fallaba por la falta de asociacin y

    comprensin entre los hombres, factores naturales indispensables para el

    sano desarrollo de la personalidad humana, el segundo fallaba por exceso de

    disciplina considerada como un mal indispensable. Resta el hecho de que

    ambos sistemas representaron en concreto en intento de institucin y

  • organizacin de una casa de pena, para utilizarla como prisin para

    delincuentes sentenciados a penas detentivas.

    Se puede afirmar que en este periodo existe una ambivalencia de

    actitudes, por una parte persiste la tradicin de la venganza y el deseo de

    castigar dolorosamente a quien a pecado (concepto de la poena

    penitentialis); por parte se abre paso a un sentimiento de piedad cristiana por

    la condicin miserable en la que son abandonados los detenidos en las

    crceles. Esta actitud de piedad que todava en nuestros das encontramos

    en la opinin de las mayoras, como consecuencia de costumbres

    inveteradas o imperativos religiosos mal interpretados, se convierte en

    obstculo que impide el decidido empeo social y ser un verdadero esfuerzo

    tendiente a mejorar y reeducar al sentenciado, tarea por dems ardua, difcil

    y delicada, ms no imposible.

    3. Sistema de Reformatorios.- En este orden de ideas se debe

    recordar el sistema de reformatorios que ha representado en la experiencia

    norteamericana de Elvira una forma de disciplina especial para adolescentes

    y jvenes adultos, de los diecisis a los treinta aos, condenados con

    sentencias indeterminadas (sistema anglosajn, que consiente en un

    procedimiento de imposicin de una sancin penal en su conjunto y no la

    sola sentencia o dispositivo penal emitido por el juez), dentro de lmites

    mnimos y mximos de pena, en el cual era previsto y minuciosamente

    regulado, un tratamiento progresivo para estimular al mximo, en el joven

    interno, la capacidad de obtener, con el trabajo y el buen comportamiento, la

    libertad.

    El mtodo de las condenas reformativas no tard en extenderse a

    otros grupos de delincuentes, dando impulso a una general revisin de los

    fines educativos y de rehabilitacin.

  • 4. Sistema ingls de los Borstals.- A principios del siglo XX se esfuerza el sistema ingles los Borstals, cuya aparicin se remota al ao 1908

    a ttulo experimental, y en virtud de una ley aprobada por el Parlamento y

    cuyo sistema tiene como finalidad el tratamiento especfico de los jvenes

    delincuentes ms all de cualquier tipo de castigo.

    El movimiento de reformas comenz a precisar sus principales

    objetivos: rehabilitacin del sentenciado, individualizacin de tratamiento,

    trabajo productivo y adiestramiento profesional, programacin del periodo

    posterior a la libertad, detencin de larga duracin a los delincuentes

    habituales, etctera.

    5. Sistemas Progresivos.- El principal objeto de estos sistemas radica en beneficiar a los presos durante su estancia penitenciaria en el

    cumplimiento de sus condenas, apoyndolos con diversas etapas de estudio

    de manera gradual, esto es, paso a paso y valorando ante toda la buena

    conducta, el participar en actividades laborales y educativas, el buen

    desempeo en las mismas, lo que conlleva a ganar mayores beneficios.

    El precursor y adems quien lleva a la prctica este tipo de sistemas

    fue el coronel Manuel Montesinos, militar espaol, jefe del Presidio de

    Valencia, quien por 1835, crea un sistema que divide en tres etapas, a saber:

    *De los hierros,

    *Del trabajo,

    *De libertad intermedia.

    La primera etapa primeramente citada consista en colocar en el pie

    del reo una cadena, para que siempre recordara su condicin. La segunda

    etapa, era para iniciar al reo al trabajo organizado y en la educacin. La

    tercera, de la libertad intermedia, en la que el reo tena la posibilidad de salir

  • durante el da con la finalidad de trabajar, regresando por las noches a la

    prisin.

    En el ao de 1845 en el norte de Australia, el Capitn Maconochie,

    inicia otro sistema progresivo, es decir, medir la duracin de la pena por un

    total de trabajo y adems la buena conducta que se peda al condenado, por

    la suma del trabajo se entregaban vales y la cantidad de ellos deba estar en

    proporcin con la gravedad del delito cometido para que el condenado

    obtuviera su libertad.

    Continuando con esta caminata de sistemas progresivos, nos

    encontramos con Sir Walter Crofton, Director de las Prisiones de Irlanda,

    quien crea una etapa intermedia entre la prisin y la libertad condicional,

    condicin que daba oportunidad a los presos para trabajar en el exterior

    desarrollando trabajos agrcolas, se les daba una parte de las

    remuneraciones de su trabajo: algo sobresaliente era sin duda alguna

    comunicacin y el trato con la poblacin libre, aun cuando seguan sometidos

    a la disciplina penitenciaria.

    1.4. LA PRISIN EN MXICO.

    Refirindonos a los antecedentes de la prisin en nuestro pas

    podemos hablar de tres etapas, a saber: Prehispnica, Colonial y despus de

    consumada la Independencia hasta nuestros das, referencia que haremos

    en forma breve, remitiendo al lector interesado en lo anterior al libro del

    Doctor en Derecho Ral Carranc y Rivas, intitulado Historia del Derecho

    Penitenciario Mexicano.

    Entre los antiguos pobladores de lo que es actualmente la Repblica

    Mexicana no se conocieron sistemas penitenciarios ni crceles, ya que

  • aplicaban penas generalmente muy cruentas, tales como la esclavitud, el

    sacrificio, el empalamiento y el destierro.

    Posteriormente y con la llegada de los espaoles, se implantaron los

    tribunales de la llamada Santa Inquisicin, en donde los castigos y tormentos

    eran semejantes a los aplicados en Europa.

    Con la guerra de Independencia esta situacin no vari mucho ya que

    se sigui el mismo procedimiento con el gobierno de Porfirio Daz. La

    Constitucin de 1857 determin en su artculo 23 la creacin de un sistema

    penitenciario, en 1874 las prisiones mexicanas se encontraban bajo

    responsabilidad del ayuntamiento, que las administraba a travs de

    comisiones de inspeccin directa del Gobierno.

    Haba dos crceles, la primera para simplemente detenidos y la

    segunda para presos adultos, encausados o condenados, en la crcel se

    formaron cuatro departamentos a saber: el primero para reos encausados; el

    segundo para todos aquellos que deban ser condenados al arresto, otro ms

    para los que deban encontrase en prisin y por ltimo, el cuarto del

    parlamento, era destinado a los reos incomunicados mientras terminada de

    construir la Penitenciara, que tendra como base el rgimen celular en boga.

    Se consideraba que la separacin constante de los presos entre si y

    su comunicacin con personas capaces de moralizarlos, les quitaban todo

    contacto daino por creer que la comunicacin entre los presos formaba una

    verdadera escuela de vicios y depravaciones.

    La importancia de los derechos cuyo goce suspende la prisin, los

    intereses que ofende el hecho criminoso, mal entendido algunas veces y

    otras promovido bajo el error de la prisin, suscitan frecuentes tropiezos para

    la integridad del funcionario; la ley, celosa del los ministros de ella, los sujeto

    a sabias y aunque molestas restricciones.

  • Un director a quien un carcter irascible privase frecuentemente de su

    serenidad y obscureciese su razn, mal hablara al culpable el lenguaje de la

    ley mansa e impasible. Y as antes la ley penal fuese responsable y

    envilecen ante el inferior al superior o confundan las ideas del director, muy

    lejos de sus manos debera estar el azote que corrija el crimen y preserve la

    virtud.

    Por ello estimamos que el director de una prisin debe tener ciertas

    cualidades as como valor para llevar adelante el plan de trabajo trazado,

    soportar el peso de las prisiones a que desgraciadamente es sometido por

    personas que no entienden mucho menos comprenden la importancia de la

    actividad penitenciaria.