apuntestema1 etnografia
-
Upload
loran-gutan -
Category
Documents
-
view
213 -
download
0
description
Transcript of apuntestema1 etnografia
1
TEMA 1. BASES EPISTEMOLÓGICAS Y METODOLÓGICAS. CONTEXTUALIZACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN ETNOGRÁFICA
Contenidos:
1. Bases Epistemológicas y Metodológicas
1.1 Paradigma positivista. La metodología cuantitativa-nomológica 1.2 Paradigma interpretativo. La metodología cualitativa-interpretativa 1.3 Paradigma crítico. La metodología dialéctica-reflexiva
Objetivos: a) Situar y contextualizar el origen de la investigación en ciencias sociales. b) Comprender el peso de la herencia positivista. c) Analizar los distintos modos de producir conocimiento en los contextos
Occidentales. Epistemología. Métodos cuantitativos vs. Métodos cualitativos.
d) Comprender que la investigación en Antropología Social no puede ser leída sin coordenadas contextuales e históricas que han ido construyendo la disciplina.
e) Analizar las principales diferencias entre la metodología cuantitativa, la metodología cualitativa y la metodología dialéctica-reflexiva.
f) Analizar si otras epistemologías son posibles.
Introducción
Para aproximarse al estudio de los métodos y técnicas de investigación
etnográfica, es necesario en primer lugar, comprender que dichos métodos y
técnicas no pueden ser comprendidos sin analizar el contexto en el cual surgen,
los condicionantes que a nivel social hacen que emerjan unos discursos frente a
otros, o unas tendencias frente a otras. Sobre todo si aceptamos que: “la ciencia
es más un proceso de producción de sentido que una supuesta práctica
encaminada a descubrir la verdad, sería absurdo mantener, como se ha hecho
durante mucho tiempo, la oposición entre ciencia e ideología, oposición que sitúa
2
a la ciencia del lado de la “verdad” y a la ideología del lado del “error” o del
“enmascaramiento” (García, Lago, Messenger, Riesco 2005:31).
Durante mucho tiempo las personas dedicadas a la investigación social han
padecido en gran medida, la hegemonía del paradigma positivista, entendido
como referente a seguir, propio de las ciencias naturales, pero que sin embargo,
debía ser utilizado desde cualquier disciplina. Hoy por hoy, podemos decir en
cierto modo, que dicha hegemonía se ha desvanecido, aunque ello no niega que
dentro de las ciencias sociales, existen defensores del positivismo como método
único y exclusivo que permite de forma rigurosa y verificable reflejar y aprehender
la realidad social. Aunque, como subrayan Hammersley y Atkinson las ciencias
naturales “ya no representan el modelo prestigioso que fueron en el pasado”
(1994:16). Sin embargo, el método cuantitativo y cualitativo han sido fuertes
competidores dentro de las ciencias sociales, reclamando lealtades y
adscripciones por parte de las investigadoras sociales, lo que ha configurado un
escenario académico fuertemente segmentado y dicotomizado, donde una vez
enunciado el posicionamiento inicial, parecía una adscripción “identitaria” que
configuraba el grupo de los “cuantitativistas” y los “cualitativistas”, con pocas
opciones de comunicación entre ambos grupos.
En gran medida la herencia positivista (paradigma positivista), sustentada en una
epistemología cartesiana, ha ido consolidando escenarios de dualismos múltiples,
que como veremos a lo largo del curso, han jugado un papel central en los modos
de investigar y consecuentemente, en las metodologías utilizadas. Sujeto-objeto,
objetividad-subjetividad, ciencia-ideología, verdad-espiritualidad, teoría-práctica,
racional-emocional, materia-cuerpo, tradición-modernidad, civilización-salvaje,
etc… Todos ellos binomios jerarquizados que han ido marcando y condicionando
los modos de producción de conocimiento. A lo largo del curso se tratará de
reflexionar en todo momento sobre los lugares desde donde se produce el
conocimiento, para qué se produce y consecuentemente por quién.
Dos paradigmas encontrados: positivista y hermenéutico
3
Generalmente para abordar la construcción del pensamiento antropológico, se
recurre a la diferenciación entre teorías científicas o históricas interpretativas. Las
primeras se sostienen en el paradigma positivista, que es el modelo de
cientificidad propio de las ciencias naturales, que se defendía debería ser copiado
por las ciencias sociales. En el paradigma positivista, se buscan leyes universales
que se verifican por medios deductivos que se obtienen por observaciones
neutrales a través de un corpus de técnicas que puedan garantizar la fiabilidad
de los datos obtenidos y la verificación de los resultados. Como señalan
Hammersley y Atkinson (2006) las teorías pueden ser confirmadas o negadas, a
través del control de las variables lo que permite demostrar o refutar ciertas
hipótesis enunciadas. Uno de los objetivos del positivismo es “invisibilizar” los
posibles sesgos y contaminaciones que la persona que investiga puede introducir
en la investigación, al ser la objetividad su principal finalidad.
El paradigma positivista, sustentado en la metodología cuantitativa-nomológica,
se basa en el análisis estadístico de los datos recogidos por medio de estudios
descriptivos y comparativos. Se asume que el conocimiento obtenido por medio de
medidas y de identificaciones objetivas es la forma más adecuada de aprehender
la realidad.
En Antropología Social, la investigación de corte positivista, ha consistido en la
contrastación y experimentación de hipótesis formuladas a priori que han sido
testadas a lo largo del trabajo de campo.
Como respuesta al paradigma positivista, emergió el paradigma hermenéutico,
que encuentra su andamiaje en la interacción simbólica y la fenomenológica1
para aproximarse a los procesos de construcción de significados del sujeto social,
que no puede ser capturado ni aprehendido por medio de explicaciones
racionalistas que operan dentro de patrones lógicos de “causa-efecto” producidos
1 “La “fenomenología” de Schtuz se basa, principalmente en la concepción de cómo las personas “creamos la realidad social” a la vez que estamos sujetos a las influencias que ejercen las estructuras sociales y culturales en su constante y cambiante devenir histórico. El centro de atención reside así en establecer cómo el ser humano construye su cotidianidad a partir de las relaciones subjetivas mediatizadas por las constricciones de las estructuras sociales y culturales ” (Sabirón 2006:138).
4
de forma mecánica y que permiten construir leyes universales que puedan explicar
el comportamiento humano.
La hermenéutica, “en lugar de explicar las relaciones causales por medio de
“hechos objetivos” y análisis estadísticos, utiliza un proceso interpretativo más
personal para “comprender la realidad” (Olabuénaga, 1996:12). La persona que
investiga no sólo observa la realidad, sino la interpreta.
Geertz, en su ya clásica obra “La descripción densa: Hacia una teoría
interpretativa de las culturas” (1973) subrayaba que el análisis de la cultura no era
“una ciencia experimental en busca de leyes sino una ciencia interpretativa en
busca de significados” (1986: 5).
El enfoque interpretativo etnográfico puede ser comprendido como: “...un proceso
que intenta describir, de manera detallada, profunda y analítica, y de interpretar las
actividades, creencias, prácticas o procesos educativos cotidianos, desde la
perspectiva de los miembros del grupo, llevándose a cabo en el medio natural
donde ocurren y buscando enmarcar los datos en un sistema cultural y social más
amplio” (Corestein:1996:8).
Según Corestein (ibid:15) algunas de las características del enfoque interpretativo
etnográfico, son:
Procura sustituir las nociones científicas de explicación, predicción y control, por las de interpretación, comprensión y significación.
Se acentúa la comprensión subjetiva del actor en un determinado
escenario.
Hay una concepción de lo social como social construido por los actores.
No establece a priori los conceptos de hipótesis de investigación, sino que las va construyendo a lo largo del estudio.
Atiende a la interacción y las negociaciones que tienen lugar en las
situaciones sociales. Otorga un papel central a las perspectivas de los miembros en la
interpretación de los procesos educativos y sociales. Intenta comprender la visión de los “otros”.
5
Enfatiza la consideración y documentación detallada de los actos cotidianos y familiares.
Los fenómenos se estudian en un estado natural. No hay control de
variables como en los experimentos de laboratorio.
Utiliza técnicas de recolección de datos de manera principal de carácter cualitativo: Observación participante, entrevistas abiertas, historias de vida, los análisis de documentos, diarios de campo, con el fin de producir una descripción detallada y profunda.
En palabras de González: “Todas las monografías etnográficas son interpretativas
y algunos antropólogos insisten en que no se puede hacer otra cosa” (González
1995:51).
El paradigma hermenéutico, rechaza la búsqueda de leyes universales y más allá
del intento de describir y explicar, las investigaciones tratan de entender e
interpretar. El paradigma hermenéutico, sustentado en la metodología cualitativa-
interpretativa, parte del supuesto básico de que el mundo social es un mundo
construido con significados y símbolos, lo que implica la búsqueda de esta
construcción y de sus significados. Se desea captar el significado de las cosas
(procesos, comportamientos, actos) más que describir los hechos sociales. Su
objetivo es la captación y reconstrucción de significado. Se reconoce la
subjetividad de la persona que investiga, y la neutralidad no se concibe como un
objetivo necesario a alcanzar.
A modo de síntesis, las diferencias entre el paradigma positivista y hermenéutico serían:
Paradigma positivista Paradigma hermenéutico
Investigación concentrada en la descripción y explicación
Investigación centrada en el entendimiento e interpretación
Estudios bien definidos, estrechos. Estudios tanto estrechos como totales (Perspectiva holística)
6
Dirigida por teorías e hipótesis expresadas explícitamente
La atención de los investigadores está menos localizada y se permite fluctuar más ampliamente.
La investigación se concentra en la generalización y abstracción
Las investigadoras se concentran en generalizaciones específicas y concretas “Teoría local” pero también en ensayos y pruebas.
Los investigadores buscan mantener una distinción entre hechos y valores objetivos.
La diferencia entre hechos y juicios de valor es menos clara. Se busca el reconocimiento de subjetividad.
Las investigadoras buscan un acercamiento consistentemente racional, verbal y lógico a su objeto de estudio.
El entendimiento previo, que no puede ser articulado en palabras o no es enteramente consciente- el entendimiento tácito juega un papel importante.
Son centrales las técnicas estadísticas y matemáticas para el procesamiento cuantitativo de los datos.
Los datos son principalmente no cuantitativos.
Las investigadoras están desconectados, mantienen una distancia entre ellos y el objeto de estudio. Es el papel de observador externo.
Los investigadores son actores que también quieren experimentar en su interior lo que están estudiando.
Distinción entre ciencia y experiencia personal.
Las investigadoras aceptan la influencia tanto de la ciencia como de la experiencia personal; utilizan su personalidad como un instrumento.
Los investigadores tratan de ser emocionalmente neutrales y establecen una clara distinción entre razón y sentimiento.
Los investigadores permiten tanto los sentimientos como la razón para gobernar sus acciones.
Las investigadoras descubren un objeto de estudio externo a sí mismos, más que “crear” su propio objeto de estudio.
Las investigadoras crean parcialmente lo que estudian, por ejemplo el significado de un proceso o un documento.
* Fuente: Olabuénga (1996:14)
7
1.2 La metodología cuantitativa-nomológica A lo largo de la historia, y en todas las ciencias sociales, hasta hace relativamente
poco tiempo, los métodos cuantitativos y cualitativos han sido métodos rivales y
serios competidores que parecían no encontrar acomodo bajo una plataforma
compartida, y donde cada método era adscrito a distintos áreas de conocimientos
y disciplinas. Estableciendo ranking de cientificidad siempre en referencia a las
ciencias naturales. Especialmente en sociología, esta rivalidad definió y
caracterizó la disciplina durante mucho tiempo y cada investigador/a tenía y/o
debía posicionarse en uno de los métodos, dejando pocos vasos comunicantes
entre ambos. Sin embargo, no son pocos las autoras que sostienen que dichos
enfrentamientos y polarizaciones han revertido negativamente sobre las ciencias
sociales, perdiéndose en muchas ocasiones, las potencialidades de cada método
según la temática de la investigación. Parafraseando a Alonso: “el enfrentamiento
entre lo cuantitativo y lo cualitativo en sociología es tan viejo como radicalmente
inútil” (Alonso 1998:35). Se entendía que en ambas perspectivas existe una
diferencia en los métodos y técnicas tanto de recogida como de análisis de los
datos. Porque en ambas perspectivas difiere la visión del mundo, el plan de
trabajo, los modos de recoger y producir la información, las formas de analizar y
almacenar la información.
Por una parte los métodos cuantitativos y por otra los cualitativos han ido
desarrollándose a lo largo del siglo XX sin prestar excesiva atención a las
posibles complementariedades ni acomodos que podrían existir entre ambos. En
la actualidad, emergen sin embargo muchos defensores de métodos compartidos,
sin sellos identitarios adscritos a campos disciplinarios propios.
Por investigación cuantitativa se entiende un estudio deductivo, verificativo,
enumerativo y objetivo. Para Alonso: “(…) tiene su grandeza y su miseria en el
mismo punto: reproduce los estados de opinión dominantes – o si se quiere más
crudamente expresado: la ideología dominante-, lo que nos sirve para conocerlos
en su nivel estático explicativo, pero nos impide observar las estructuras latentes y
8
profundas que soportan tales estados; de la misma manera que presenta una
imagen de la realidad social desconectada de las dinámicas sociales profundas
de cambio histórico totalizante. Estamos ante algo así como una fotografía
desmenuzada de la realidad social – cosa que no sólo no es poco, sino que la
mayoría de las veces es mucho y fundamental-; lo malo es que la fotografía es
forzosamente plana, estática y bidimensional mientras que la realidad es una
totalidad concreta que presenta pronunciadísimos relieves y una tendencia a la
mutación verdaderamente desconcertante” (Alonso 1998:42).
1.3 La metodología cualitativa-interpretativa
La metodología cualitativa denotaría procesos inductivos, generativos,
constructivos y subjetivos. La importancia del discurso y del significado son
centrales en las aproximaciones cualitativas porque como señala Olabuénaga: “se
busca más los significados atribuidos por los actores particulares en situaciones
concretas a los hechos más que a la realidad de estos mismos hechos” (1996: 24).
Siguiendo a Olabuénaga (ibid.), las principales características de los métodos
cualitativos serían:
• En primer lugar, el objeto de la investigación. Si una investigación pretende
captar el significado de las cosas (procesos, comportamientos, actos) más
que describir los hechos sociales, se puede decir que entra en el ámbito de
la investigación cualitativa. Su objetivo es la captación y reconstrucción de
significado.
• Si una investigación utiliza primariamente el lenguaje de los conceptos y las
metáforas más bien que el de los números y los test estadísticos, el de las
viñetas, las narraciones y las descripciones más bien que el de los
algoritmos, las tablas y las fórmulas estadísticas, entra en el ámbito de los
métodos cualitativos. Su lenguaje es básicamente conceptual y metafórico.
9
• Si prefiere recoger su información a través de la observación reposada o de
la entrevista en profundidad más bien que a través de los experimentos o
de las encuestas estructuradas y masivas, entra en el ámbito de la
metodología cualitativa. Su modo de captar la información no es
estructurado sino flexible y desestructurado.
• Si en lugar de partir de una teoría y unas hipótesis perfectamente
elaboradas y precisas prefiere partir de los datos para intentar reconstruir
un mundo cuya sistematización y teorización resulta difícil, entra en el
ámbito de la metodología cualitativa. Su procedimiento es más inductivo
que deductivo.
• Si en vez de intentar generalizar de una muestra pequeña a un colectivo
grande cualquier elemento particular de una sociedad, la investigación
pretende captar todo el contenido de experiencias y significados que se dan
en un solo caso, ésta entra en el ámbito de la metodología cualitativa. La
orientación no es particularista y generalizadora sino holística y
concretizadora. (Olabuénaga, 1996:23).
En palabras de Alonso: “ en el enfoque cualitativo, por tanto, se abordan las
diferentes formas de interacción grupal que se establecen en el espacio social
concreto, tanto desde el punto de vista de la consideración de las relaciones
derivadas de su estructura organizacional e institucional de referencia, como
desde el de la percepción de las relaciones en la vida social como conjunto de
relaciones codificadas según los canales comunicativos informales, afectivos,
asociativos y comunitarios” (Alonso 1998:50).
En este sentido podemos definir la investigación social cualitativa “como una
ecología comunicativa de lo cotidiano” (Alonso 1998:230) que pasa por sumergirse
en los modos de construcción de significado de dichos procesos
comunicativos/relacionales que vertebra el quehacer cotidiano.
10
De forma sintetizada y muy esquemática las diferencias entre ambos métodos
según Winchester, serían:
Métodos Cualitativos Métodos Cuantitativos
Datos cualitativos
Escenarios naturales
Búsqueda de conocimiento
Rechazo a la ciencia natural
Aproximaciones inductivas
Identificación de patrones culturales
Perspectiva idealista
Muestra de tamaño pequeño
Entrevistas extensas
Muestreos no-aleatorios
Datos cuantitativos
Escenarios experimentales
Identificación de comportamientos
Adopción de la ciencia
natural
Aproximaciones deductivas
Consecución de leyes científicas
Perspectiva realista
Muestra de tamaño amplio Mediciones pequeñas
Muestreo aleatorio
* Fuente: Winchester, H. ( En Olabuénaga 1996: 119) Sin embargo ambas aproximaciones, cuantitativas y cualitativas, como subraya
Alonso: “(…) encuentran sus límites, y también su complementariedad, al moverse
en esferas diferentes de una siempre inabarcable, en su conjunto, realidad social
(hechos y discursos), y al operar igualmente y desenvolverse en niveles diferentes
de la información y de la comunicación interpersonal. Complementariedad, por
otra parte, que no es más que el resultado de dar cuenta de lo que con Miguel
Beltrán venimos denominando como pluralismo cognitivo, esto es, la multiplicidad
11
de niveles en la que se construye el objeto de conocimiento propio de las ciencias
sociales (…)” (Alonso 1998:43).
1.3 La metodología dialéctica-reflexiva El paradigma crítico (metodología dialéctica-reflexiva), surge como respuesta y
reacción al paradigma positivista e interpretativo, al defender la necesidad de
pensar una ciencia social ni netamente empírica ni netamente interpretativa. Se
apuesta por introducir de forma explícita la ideología y la autorreflexión. Se otorga
centralidad al proyecto de transformación de la estructura de las relaciones
sociales y ofrecer las herramientas de participación a los sujetos implicados en las
investigaciones, estas dos, son algunos de las defensas y reivindicaciones del
paradigma crítico. Sus principios pueden sintetizarse en: Unir teoría y práctica,
entendiéndolo como conocimiento, como acción y como valores, defender un
conocimiento que facilite y permita la emancipación de las personas, y recurrir a la
autorreflexión por parte de la persona que investiga.
Referencias Alonso, Luis. (1998) La mirada cualitativa en sociología. Una aproximación interpretativa. Madrid: Fundamentos. Corestein, M. (1996). Métodos de Investigación en Educación III: La investigación Interpretativa etnográfica. MTE-ILCE-OEA. Mexico Díaz de Rada, Ángel (2006) Guía Didáctica: Etnografía y Técnicas de investigación en Antropología. Madrid: UNED García, J., Lago, J., Meseguer, P., y Riesco, A. (coords) (2005) Lo que el trabajo esconde. Materiales para un replanteamiento de los análisis sobre el trabajo. Madrid: Traficantes de Sueño. Geertz, C. (1986) La descripción densa: Hacia una teoría interpretativa de la cultura. Barcelona: Gedisa González, M. J. (1995).Metodología de la investigación social. Técnicas de recolección de datos. Alicante: Aguaclara. pp. 34- 47.
12
Hammersley, M., y Atkinson, P. (2006) Etnografía Métodos de investigación. Barcelona: Paidós. Olabuénaga, J. I (1996) Metodología de la investigación cualitativa. Bilbao: Universidad de Deusto. Sabirón, F. (2006) Métodos de investigación etnográfica en Ciencias Sociales. Zaragoza: Mira Editores.