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2016ko abenduaren 8a 6 Araba gaztea Reportaje Los jugadores del Lautada y grandes prpotagonoistas del día: Unai, Obeko, Ander, Oier, Sergio, Urko, Aiur, Aratz, Iker, Alazne, Igone, Aritz, Endika; Ander, Kelian, Javier, Izan, Unax y Maren, con sus entrenadores, Álvaro y Sonia TEXTO AITOR SANCHO FOTOGRAFÍAS MANUEL PRIETO Aunque una victoria siempre resulta estimulante, el club de waterpolo Lau- tada persigue con ahínco otros obje- tivos que, a edades tempranas y en ciertos deportes considerados mino- ritarios, suelen tener más gancho. A este respecto, prefiere favorecer un ambiente lúdico y familiar donde los chavales hagan buenas migas antes que dedicar la mayor parte de su entre- namiento a obtener trofeos para ador- nar las estanterías. “Existe la compe- titividad, pero no al mismo nivel que en el fútbol, donde algunos padres quieren ver a su hijo convertido en Messi para que les jubile”, compara Félix Ruiz, vicepresidente del único El Lautada, el único club de waterpolo de Álava, organiza una competición escolar con tres equipos donde juegan niños de entre 9 y 13 años. El objetivo de las jornadas es promocionar este deporte entre los más pequeños y asegurar su continuidad en un ambiente lúdico y familiar, por lo que el marcador queda relegado a un segundo plano Este balón me lo llevo yo... club de waterpolo que hay en Álava. Por eso, el marcador queda relegado a un segundo plano en las jornadas escolares que organiza el Lautada dentro de su competición interna anual, donde benjamines, alevines e infantiles se mezclan este año en tres equipos mixtos. Estos encuentros, lejos de fomentar rivalidades, por muy sanas que sean, buscan principalmen- te “aumentar la participación y, así, impulsar el waterpolo entre los más pequeños. Si pretendemos generar cierta adicción por este deporte, los chavales no pueden desanimarse ni aburrirse con sucesivas derrotas”. Por eso, “nos esforzamos mucho en cre- ar conjuntos equilibrados, donde los niños tienen un nivel similar, para evi- tar que un equipo dé una paliza a su contrincante”. De ahí que este torneo no cuente con la típica clasificación general. Y ni falta que hace. Porque, al final, los 40 niños que integran los tres equipos participantes se llevarán su recompensa, al margen de cual- quier resultado. Tras el último parti- do, el club “entrega a todos los juga- dores una pequeña medalla conme- morativa”. El campeonato escolar, que comen- zó a finales de octubre, consta de ocho rondas y los partidos se celebran “cada mes o mes y algo”. El sábado pasado, se midieron en la segunda tanda el Lautada Tigres y el Lautada Pumas, que empataron 2-2. Este resultado refleja la compensación que existe entre las aptitudes técnicas de los juga- dores, “lo que eleva el grado de entre- Waterpolo WATERPOLO JORNADA ESCOLAR
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2016ko abenduaren 8a6 Araba gaztea Reportaje
Los jugadores del Lautada y grandes prpotagonoistas del día: Unai, Obeko, Ander, Oier, Sergio, Urko, Aiur, Aratz, Iker, Alazne, Igone, Aritz, Endika;Ander, Kelian, Javier, Izan, Unax y Maren, con sus entrenadores, Álvaro y Sonia
TEXTO AITOR SANCHOFOTOGRAFÍAS MANUEL PRIETO
Aunque una victoria siempre resultaestimulante, el club de waterpolo Lau-tada persigue con ahínco otros obje-tivos que, a edades tempranas y enciertos deportes considerados mino-ritarios, suelen tener más gancho. Aeste respecto, prefiere favorecer unambiente lúdico y familiar donde loschavales hagan buenas migas antesque dedicar la mayor parte de su entre-namiento a obtener trofeos para ador-nar las estanterías. “Existe la compe-titividad, pero no al mismo nivel queen el fútbol, donde algunos padresquieren ver a su hijo convertido enMessi para que les jubile”, comparaFélix Ruiz, vicepresidente del único
El Lautada, el único club de waterpolo de Álava, organiza unacompetición escolar con tres equipos donde juegan niños de entre 9 y 13años. El objetivo de las jornadas es promocionar este deporte entre los
más pequeños y asegurar su continuidad en un ambiente lúdico yfamiliar, por lo que el marcador queda relegado a un segundo plano
Este balón me lo llevo yo...
club de waterpolo que hay en Álava.Por eso, el marcador queda relegadoa un segundo plano en las jornadasescolares que organiza el Lautadadentro de su competición internaanual, donde benjamines, alevines einfantiles se mezclan este año en tresequipos mixtos. Estos encuentros,lejos de fomentar rivalidades, por muysanas que sean, buscan principalmen-te “aumentar la participación y, así,impulsar el waterpolo entre los máspequeños. Si pretendemos generarcierta adicción por este deporte, loschavales no pueden desanimarse niaburrirse con sucesivas derrotas”. Poreso, “nos esforzamos mucho en cre-ar conjuntos equilibrados, donde losniños tienen un nivel similar, para evi-tar que un equipo dé una paliza a su
contrincante”. De ahí que este torneono cuente con la típica clasificacióngeneral. Y ni falta que hace. Porque,al final, los 40 niños que integran lostres equipos participantes se llevaránsu recompensa, al margen de cual-quier resultado. Tras el último parti-do, el club “entrega a todos los juga-dores una pequeña medalla conme-morativa”.
El campeonato escolar, que comen-zó a finales de octubre, consta de ochorondas y los partidos se celebran “cadames o mes y algo”. El sábado pasado,se midieron en la segunda tanda elLautada Tigres y el Lautada Pumas,que empataron 2-2. Este resultadorefleja la compensación que existeentre las aptitudes técnicas de los juga-dores, “lo que eleva el grado de entre-
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tenimiento y, por consiguiente, favo-rece la realización de esta actividad.Para que sea lo más amena posible, esimportante equilibrar los conjuntos”,insiste Ruiz. Por tanto, los niños de 9a 13 años que participan en el eventocomparten equipo en función de sunivel y no de las categorías. “Algunoscríos llevan tiempo practicando elwaterpolo, mientras que otros demayor edad acaban de iniciarse eneste deporte. Por eso, los mezclamosde cara a la competición interna”. Lospartidos se celebran normalmente enla piscina de Mendizorroza, donde seles acota una reducida zona de juegode 20 x 10 metros, “porque si no aca-barían machacados”. Al priorizar elbuen ambiente sobre la consecuciónde victorias, “los chavales hacen piñay forjan amistades duraderas mien-
tras hacen lo que les gusta. Tanto elloscomo sus padres están encantadoscon el waterpolo”. Además, esta filo-sofía ha asegurado “la continuidad enel club de los más pequeños, con quie-nes trabajamos mucho, ya que son labase del Lautada y su fuerza, junto alos cadetes y juveniles. Las nuevasincorporaciones no tardan en inte-grarse muy bien en este mundillo”.Precisamente, durante la temporadaactual se han unido al club 18 miem-bros entre benjamines, alevines einfantiles. Lo que hace un total de 95deportistas en las siete categorías delLautada (de benjamín hasta máster),que no sólo se moja por difundir estedeporte a través de las jornadas esco-lares, sino que también celebra, entreotros eventos, tres campus al año paraacercar el waterpolo a los niños.
La afición, como siempre, incondicional y sin parar de animar ni un momento.
Todos los chavales derrocharon conentración y ganas en cada jugada.
A los de la mesa no se les pasa una...
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