Araica Zepeda Papal Del Financiamiento Rural

43
PAPEL DEL FINANCIAMIENTO RURAL Y SU IMPACTO EN LA SEGURIDAD ALIMENTARIA Y NUTRICIONAL EN NICARAGUA Elaborado por: Lic. MSc. Ricardo Araica Zepeda Managua, marzo 2006.

Transcript of Araica Zepeda Papal Del Financiamiento Rural

Page 1: Araica Zepeda Papal Del Financiamiento Rural

PAPEL DEL FINANCIAMIENTO RURAL Y SU IMPACTO EN LA SEGURIDAD ALIMENTARIA Y NUTRICIONAL

EN NICARAGUA

Elaborado por:

Lic. MSc. Ricardo Araica Zepeda

Managua, marzo 2006.

Page 2: Araica Zepeda Papal Del Financiamiento Rural

Araica Zepeda, Ricardo (2006): Papel del financiamiento rural y su impacto en la SAN

2

INDICE Nº Contenidos Página I.- INTRODUCCIÓN 3 II.- EL CREDITO: ASPECTOS GENERALES 4

2.1.- Concepto e importancia del crédito 4 2.2.- El crédito rural: concepto, papel y problemática de medir su impacto 4 2.3.- Funciones del crédito rural 6 2.4.- Características del crédito rural 7 2.5.- El mercado financiero rural en América Latina 8 2.6.- Problemática general de los productores agrarios para tener acceso al

Financiamiento Rural 12 2.7.- Planteamiento del BID y BM sobre las Instituciones crediticias de A.L. 14

III.- SITUACION DEL CREDITO RURAL EN NICARAGUA 16 3.1.- El Sistema Financiero Nicaragüense desde la década de los años noventa 16

3.2.- La política monetaria de Nicaragua 20 3.2.1 Concepto e importancia de la política monetaria 20 3.2.2 El programa monetario 22 3.3.- Surgimiento de fuentes alternativas de financiamiento rural 23 3.4.- Alternativa gubernamental para financiar el Sector Agropecuario 25 IV.- ROL Y ESTRATEGIAS DE FINANCIAMIENTO RURAL EN PRO DE LA SEGURIDAD ALIMENTARIA Y NUTRICIONAL (SAN) 28 4.1.- Rol de la agricultura en la estrategia de subsistencia, seguridad alimentaria

Y vulnerabilidad 28 3.2.- Rol de las instituciones y estrategias de financiamiento rural para el crecimiento y reducción de la pobreza 31 V.- CONCLUSIONES 34 VI.- BRIBLIOGRAFIA CONSULTADA 38 VII.- ANEXOS 40 Anexo 1, Cuadro 1: Principales Normas y Regulaciones a fines de 1999 40 Anexo 1, cuadro 2: Situación económica de Nicaragua 1998-2004 41

Page 3: Araica Zepeda Papal Del Financiamiento Rural

Araica Zepeda, Ricardo (2006): Papel del financiamiento rural y su impacto en la SAN

3

I.- INTRODUCCION El propósito del presente material es servir de apoyo a los participantes del Curso de Postgrado en Pobreza y Seguridad Alimentaria y Nutricional y específicamente en la temática: “Papel del financiamiento rural y su impacto en la Seguridad Alimentaria y Nutricional (SAN)”. La pobreza no es solo una condición económica, sino también humana, esto es la carencia de bienes y servicios necesarios para la vida, como son: los alimentos adecuados, el agua, la vivienda o el vestuario. Es también, la falta de capacidades y oportunidades para cambiar estas condiciones. La supresión de la pobreza y el desarrollo humano debe ser integral; es decir, debe ser fruto del esfuerzo y la iniciativa de cada persona, de cada familia y de cada comunidad, con el apoyo solidario de la sociedad y del Estado a nivel local, regional y nacional. La Seguridad Alimentaria y Nutricional (SAN) ha sido definida por el Instituto de Nutrición de Centro América y Panamá (INCAP) como: “el estado en el cual todas las personas gozan, en forma oportuna y permanente, de acceso a los alimentos que necesitan, en cantidad y calidad, para su adecuado consumo y utilización biológica, garantizándole un estado de bienestar que coadyuve al desarrollo”. De igual manera, la SAN debería ser integrada a las estrategias nacionales e implementadas mediante la transferencia tecnológica a la producción de alimentos, mejoramiento de hábitos de consumo, fortalecimiento de acciones de salud y nutrición en el ámbito local, pero articulados mediante proyectos y programas intersectoriales, que garantice la eficiencia y eficacia en el uso de los recursos. Estudiar el financiamiento rural es abordar uno de los problemas más sentido que enfrentan los productores agrarios y la administración de una explotación rural. Sin embargo, el crédito es uno de los múltiples factores (asistencia técnica, capacitación, servicios a la producción, etc.) que interviene en el complejo proceso de incrementar la producción y productividad agraria; así mismo, sirve como un instrumento de política agraria de los gobiernos para resolver problemas socioeconómicos y políticos. Por eso, todo profesional agrario debe tener los conocimientos y habilidades que le permita seleccionar la fuente de financiamiento más adecuada, que evite realizar gastos e inversiones superfluas de recursos económicos; y además, contribuya a reducir sus costos, mejorar su ganancia, el nivel y calidad de vida. Por tanto, el presente documento lo he organizado en seis apartados: el primero, aborda la introducción; el segundo, los aspectos básicos sobre el crédito; el tercero, aborda la situación del crédito rural en Nicaragua; el cuarto, se enfatiza el rol y las estrategias de financiamiento rural en pro del la SAN; el quinto, son las conclusiones; el sexto, la bibliografía consultada; el séptimo y último, son los anexos.

Page 4: Araica Zepeda Papal Del Financiamiento Rural

Araica Zepeda, Ricardo (2006): Papel del financiamiento rural y su impacto en la SAN

4

II.- EL CREDITO: ASPECTOS BASICOS 2.1.- Concepto e importancia del crédito Según Vélez (1984), la palabra crédito es una derivación del latín CREDERE (creer, tener fe) y se basa en la confianza depositada por el acreedor (quien otorga el crédito) en la persona del deudor (quien recibe el crédito). Por tanto, el crédito es la capacidad de obtener dinero, mercancías o servicios, mediante la promesa de pago, en un plazo determinado. También, se considera el crédito como un contrato jurídico de doble sentido, sólo que en él no se trata de una cesión definitiva de los bienes, sino de una cesión remunerada de las utilidades de los mismos (Morales y Zamora, 1977). Como señala Fonseca (1997), el crédito es usado como un instrumento de política agraria (para resolver problemas socioeconómicos del sector rural) y como agente de la producción de bienes y servicios; pero su uso no se limita a la esfera de la producción, también sirve para aumentar la capacidad de compra cuando lo utiliza un cliente. El crédito da flexibilidad a la oferta y la demanda, hace más productivo al capital, acelera la producción, intercambio y consumo de productos, por tanto el crédito es un activador económico, ya que aumenta el volumen de los negocios, facilita la transferencia de dinero en la economía y sirve para elevar el nivel de manejo de los negocios. A medida que se extiende el dinero en la economía, el crédito en dinero adquiere una importancia decisiva, pues éste trasmite al crédito aquella movilidad que le es intrínseca como medio general de cambio. La importancia del crédito para la empresa capitalista se evidencia en la necesidad que el empresario tiene de anticipar a la sociedad sus costos de producción por sus propios medios (recursos propios) o por los que obtiene prestado. También, el crédito un medio importante de “acumulación” ya que incrementa el capital de los que lo poseen al remunerarles el dinero ocioso. La múltiple necesidad de utilizar el crédito hace que tome distintas formas, ante todo hay que distinguir dos formas: a. Crédito a corto plazo, para sufragar gastos repetitivos, que cabe dentro del presupuesto de

un ciclo agrícola, o ciclo de remuneración laboral (menor de un año). b. Crédito de largo plazo, que es otorgado para financiar inversiones cuyos costos sobrepasan la

capacidad de pago de un solo ciclo agrícola, o ciclo de remuneración laboral (mayor de un año).

2.2.- El crédito rural: concepto, papel y problemática de medir su impacto El crédito agropecuario es un mecanismo por medio del cual se provee a la agricultura de los recursos financieros necesarios para su realización, mejoramiento y transformación, persiguiendo incrementar la producción y productividad de los recursos humanos y materiales (Aguilar, A., 1989).

Page 5: Araica Zepeda Papal Del Financiamiento Rural

Araica Zepeda, Ricardo (2006): Papel del financiamiento rural y su impacto en la SAN

5

El crédito rural es un instrumento selectivo de desarrollo destinado a suministrar a los agricultores recursos financieros complementarios, teniendo en cuenta su situación económica y social, para el mejoramiento de la agricultura y de su nivel de vida. Es de carácter selectivo, ya que sólo tienen acceso a él los productores con capacidad actual y potencial de pago (Vélez, J., 1984). Por eso, las entidades de crédito deben ponderar con juicio la capacidad financiera de cada usuario para no contribuir a propiciar el aumento de los recursos propios del agricultor, pues con ello se generaría, además, una forma refinada de “desviación del crédito” hacia otras actividades diferentes al fin propuesto, cuando los recursos de capital disponibles para el agro son escasos, en particular en los países en desarrollo y sub-desarrollados. Además, el crédito rural se centra en la agricultura, apoya financieramente las políticas agrarias de los gobiernos y se constituye en un instrumento óptimo para absorber los avances tecnológicos. Por ejemplo, cuando los productores carecen de los recursos financieros suficientes para aumentar la ganancia; o sea, del capital, es necesario estudiar la conveniencia de solicitar y obtener créditos con entidades financieras. Los recursos que se obtienen con los créditos se utilizan para comprar insumos físicos indispensables para incrementar la producción, contratar mano de obra, pagar servicios profesionales, hacer inversiones (adquirir más terrenos, construir instalaciones, que pueden ser almacenes y casas para animales); así como, contribuir al mantenimiento del equipo y la maquinaria con los que se procesan los productos que requieren ser transformados. Sin embargo, en la decisión sobre la solicitud del crédito no sólo se estudia un criterio, sino varios en conjunto, para determinar el más conveniente, según las ventajas y desventajas que ofrece el mismo crédito. Morales y Zamora, (1977), consideran al crédito ante todo como un instrumento para el desarrollo; y por tanto, vinculan sus usos a la adopción de técnicas adecuadas a ese propósito. No obstante, los agricultores son dependientes de la tecnología creada por los países desarrollados, lo cual en general no está al alcance o no son aplicables por los pequeños agricultores de los países pobres y atrasados, por ser costosa, sofisticada y altamente especializada (ahorrativa en mano de obra). En particular, el crédito agrícola, al propiciar las facilidades para la obtención de insumos especializados, ayuda al incremento de la producción; lógicamente viene a constituir una importante contribución en la solución de los problemas de la pobreza rural. A pesar de los problemas técnicos y socioeconómicos que enfrentan los productores rurales, existen elementos para pensar que el sector agropecuario puede desarrollarse substancialmente sí existe un ambiente político y económico favorable. En particular si se programan y se llevan a la práctica políticas adecuadas para proporcionar servicios financieros y de asistencia técnica satisfactorios a las zonas rurales y, especialmente al sector de los pequeños productores (Fonseca, 1997).

Page 6: Araica Zepeda Papal Del Financiamiento Rural

Araica Zepeda, Ricardo (2006): Papel del financiamiento rural y su impacto en la SAN

6

Por ende, es muy difícil medir el impacto del crédito a nivel del productor, por tres razones principales: a. En primer lugar, empíricamente es difícil separar el impacto crediticio en la producción, el

consumo familiar y la comercialización. b. En segundo lugar, crédito es dinero; y por tanto, puede usarlo para sufragar cualquier gasto

(alimentación, salud, educación, vestuario, insumos agropecuarios, etc.); eso implica la administración de los fondos totales (incluyendo al crédito) según su uso. Esta característica se llama la fungibilidad del crédito.

c. En tercer lugar, en el caso que se disponga de datos más extensos, todavía queda el

problema de atribución. Este consiste en la tarea de aislar el impacto crediticio en el rendimiento de las fincas prestamistas, haciendo una comparación con productores no-prestamistas. Otra manera de aislar dicho impacto es determinar la diferencia entre la productividad de la finca de un prestamista antes de haber recibido un préstamo, y después.

Por otra parte, el crédito juega un importante papel en el ciclo de los negocios. El gobierno controla el crédito concedido a través del Banco Central y de Instituciones especializadas, cambiando los requisitos para la reserva de los bancos miembros, comprometiéndose en operaciones de mercado abierto o mediante redescuentos y cambiando el tipo de redescuento. 2.3.- Funciones del crédito rural Las principales funciones del crédito rural se pueden circunscribir en su papel: de capitalización de la agricultura y como un instrumento para la incorporación de avances tecnológicos. a. Capitalización de la agricultura:

• Suministra recursos complementarios de lo que dispone el agricultor para aportarlos a la ejecución del proyecto de inversión previsto.

• Tiene en cuenta la situación económica y social de los agricultores y considera el dualismo

económico, social, cultural y tecnológico que distingue a los productores marginados con capacidad futura de pago y comerciales.

• Procura el mejoramiento de la agricultura como objetivo técnico y económico mediante su

contribución a la elevación de rendimientos y de la productividad. • Busca el mejoramiento del nivel vida incrementando el empleo y el ingreso, y promoviendo

la capitalización y liquidez de los productores marginados con capacidad futura de pago como objetivo social prioritario.

Page 7: Araica Zepeda Papal Del Financiamiento Rural

Araica Zepeda, Ricardo (2006): Papel del financiamiento rural y su impacto en la SAN

7

b. Instrumento para la incorporación de avances tecnológicos:

• El crédito se articula con la asistencia técnica para incorporar avances tecnológicos a la agricultura, de modo que sea un verdadero instrumento de desarrollo económico y social.

• El crédito en especie impone la utilización de insumos tecnológicos previstos en el proyecto

de inversión y evita la desviación de recursos. • El crédito fomenta la capacitación y eleva los niveles de productividad.

2.4.- Características del crédito rural Las características del crédito rural en relación con la producción agropecuaria son las siguientes: • El financiamiento debe ajustarse a las necesidades impuestas por el proceso biológico de los

cultivos y animales. También, a los diferentes ecosistemas, tipos de suelos y recursos con que cuentan implican diferente productividad, requiriéndose diversas cantidades de financiamiento y condiciones crediticias.

• La estacionalidad del proceso y su dimensión temporal exigen tareas y aplicaciones de insumos

que se concentran en ciertos períodos, ocurriendo lo mismo en cuanto a la obtención de la producción e ingresos. Esto determina el flujo de dinero en cantidad suficiente y oportuna en ciertas épocas y con condiciones especiales para el otorgamiento del crédito y su recuperación.

• Las características de la producción requiere de los servicios de: transporte, almacenamiento,

empaque y elaboración, necesitando financiamiento no tan sólo para la actividad productiva primaria, sino también para las agroindustrias y para las actividades de la comercialización.

• La tecnología empleada en diferentes niveles y la baja productividad del sector en relación

con el resto de sectores de la economía implican grandes cantidades de financiamiento para fomentar su proceso de asimilación.

• El elevado número, pequeña dimensión, dispersión y tipos de empresas; así como los

diferentes tipos de productores, implican elevados montos de dinero, condiciones y tipos de créditos diferentes con el objeto de adaptarse a sus necesidades, requiriendo además buen número de personal calificado para su aplicación y supervisión.

• La importancia del sector como proveedor de alimentos y vestido exige continua atención a fin

de que cumpla con su papel. Además, debido a la incapacidad de generar su propio capital, se considera que temporalmente son necesarios los subsidios a través del crédito agropecuario.

Page 8: Araica Zepeda Papal Del Financiamiento Rural

Araica Zepeda, Ricardo (2006): Papel del financiamiento rural y su impacto en la SAN

8

• El riesgo e incertidumbre en la producción indica la necesidad de contar, además del financiamiento, con asistencia técnica y sistemas de garantías que aseguren su recuperación.

2.5.- El mercado financiero rural en América Latina Como señala la Asociación Latinoamericana de Instituciones Financieras de Desarrollo (ALIDE-1996), la organización de los mercados financieros rurales en América Latina demanda considerar tres elementos básicos para asegurar su permanencia y adecuada capacidad para prestar servicios de intermediación financiera esenciales para mejorar y modernizar éste sector: a. El primer elemento se refiere al mantenimiento de condiciones macroeconómicas favorables

que comprenden el control de la inflación, eliminación de las alteraciones en los tipos de cambio, liberalización del comercio exterior que afecta a los productores agrícolas, eliminación de las fluctuaciones de los precios de los productos e insumos agrícolas, adopción de políticas económicas previsibles y un clima de respeto a la ley y el orden social (Estado de derecho).

Además, cabe tener en cuenta que el otorgamiento de créditos hacia proyectos productivos viables, el cobro de estos y la movilización de depósitos dependen de los resultados favorables de las inversiones en el sector rural. Por ello, si tales beneficios tienen elevados riesgos, son nulos o resultan escasos debido a las condiciones macroeconómicas o a la falta de servicios de infraestructura económica (carreteras, puertos, bodegas, etc.), entonces será imposible garantizar el financiamiento de inversiones productivas en la economía nacional.

b. El segundo elemento se ubica en el ámbito de las políticas financieras. En este sentido, deben

prevalecer tasas de interés activas que cubran los costos de los recursos más el riesgo de los préstamos y permita a las Instituciones Financieras mantener el poder adquisitivo de su cartera de préstamos. A la vez, se debe permitir a los Bancos proporcionar suficientes incentivos, de manera que logren captar significativos recursos bajo la forma de depósitos de ahorro, certificados a plazo fijo, cuenta corriente, etc.

c. El tercer elemento está referido al estímulo de los mercados financieros rurales para

conseguir que sean competitivos, para lo cual se puede recurrir al establecimiento de nuevos Bancos u otras entidades crediticias que estén dispuestas a atender este sector, o también a la modernización de las instituciones existentes, así como la ampliación de los servicios ofrecidos a efecto de competir con las formas populares de financiación no oficial. En este campo también resulta importante la adopción de nuevos procedimientos, tecnologías y productos financieros que puedan responder a la realidad y requerimientos del productor rural.

En lo que respecta a las instituciones que financian la agricultura, éstas pueden agruparse en cinco tipos: a) Instituciones Financieras de Desarrollo (IFD); b) Bancos Comerciales; c) Cooperativas; d) Organismos no Gubernamentales; y e) Financiamiento Informal. Instituciones Financieras de Desarrollo

Page 9: Araica Zepeda Papal Del Financiamiento Rural

Araica Zepeda, Ricardo (2006): Papel del financiamiento rural y su impacto en la SAN

9

ALIDE (1996), plantea que la presencia de las Instituciones Financieras de Desarrollo (IFD) en el financiamiento al sector agrícola es muy diversa y responde a la importancia estratégica que tiene el desarrollo rural en nuestros países. Las IFD si bien están unidas por el mismo objetivo, tienen a su vez características distintas de acuerdo a su conformación legal y operativa, ALIDE menciona las siguientes: • Bancos de Fomento “puros”. • Bancos de Desarrollo con cartera comercial importante. • Bancos comerciales con cartera de fomento. • Fondos con o sin personería jurídica autónoma. Entre los bancos de fomento se pueden encontrar: • Bancos con características de cartera multisectorial (cuando destina la mayor parte de sus

préstamos a más de un sector económico o al sector de la industria manufacturera). • Banco con características de cartera especializada (de atención a un solo sector como el

agropecuario, vivienda, construcción, comercio exterior, etc.). • Banca de primer piso (atención directa al público). • Banca de segundo piso (actúan a través de otros intermediarios financieros). En las circunstancias actuales, dentro del nuevo contexto de liberalidad bajo la cual se definen las reformas financieras en América Latina, las IFD enfrentan el desafío de conciliar dos objetivos fundamentales e inherentes a su campo de atención, como son: el fomento y la rentabilidad. Según ALIDE (1996), la banca de fomento se define como: un mecanismo de transferencia oportuna y suficiente de recursos a sectores prioritarios de la economía, a tasas que cubran el costo financiero y administrativo de los recursos a plazos de mediana y larga maduración. El objetivo primordial que realizan los bancos de fomento es la promoción de proyectos e inversiones congruentes con la orientación y prioridades del desarrollo de las economías en las que actúan y que a la vez son financieramente viables. Por eso, asegurar el desarrollo del agro requiere una elevación importante de la tasa de inversión en razón de la profunda caída que se experimentó durante en las décadas anteriores, y también necesita que esta inversión se oriente con criterios racionales hacia aquellos proyectos y sectores con mayores capacidades para contribuir al progreso económico y social de cada uno de los países de la región. Precisamente, la elevación de la tasa de inversión encuentra un soporte en una Banca de Desarrollo ya reestructurada en su actuación, que está mejorando su eficiencia para movilizar recursos monetarios, complementando eficazmente las funciones de otros Intermediarios Financieros, sean éstos entidades públicas o privadas vinculadas con el agro. Dentro de este

Page 10: Araica Zepeda Papal Del Financiamiento Rural

Araica Zepeda, Ricardo (2006): Papel del financiamiento rural y su impacto en la SAN

10

proceso de cambios, resulta importante señalar la atención que están brindando los Bancos de Desarrollo a aspectos como la eficiencia y la reducción de costos en la financiación que otorgan, lo cual no sólo se advierte con el redimensionamiento de la Banca, sino también guarda relación con el mejoramiento de los sistemas de administración de cartera, de evaluación de los riesgos, de recuperaciones, de informática y comunicación para la toma de decisiones y el fortalecimiento de la gestión de estas instituciones. Los procesos de modernización y adecuación de estas entidades a las mayores exigencias de eficacia y productividad que plantea el actual contexto económico nacional e internacional constituyen una constante en los Bancos de Desarrollo Agrícola de la región. Estos procesos de modernización, en términos generales comprenden cuatro aspectos principales, a saber (ALIDE, 1996): a. El redimensionamiento de la magnitud de sus recursos totales, a través de la venta de una

parte de sus activos fijos y de las acciones que poseen en las empresas, lo cual brinda mayor disponibilidad en recursos financieros; y por tanto, de operaciones crediticias.

b. La automatización de sus procesos operativos, que tienen como propósito elevar la eficiencia;

así como, potenciar el manejo y transmisión de la información. c. La racionalización del recurso humano, que ha significado una mejor selección y disminución de

la cantidad de personal con que se cuenta. d. La descentralización de la toma de decisiones en el ámbito administrativo y de las sucursales. Es dentro de este marco que los Bancos de Desarrollo han venido ampliando y creando nuevos esquemas e instrumentos de financiamiento y promoción al desarrollo agrícola en cada uno de los respectivos ámbitos de actuación. En esta área es posible advertir los esfuerzos de la IFD para adecuar sus actividades a la demanda, con el fin de estar en capacidad de atender los requerimientos por servicios financieros que presenta el sector agrícola. Banca comercial La participación de los Bancos Comerciales en el financiamiento rural fue inducida por políticas de crédito dirigido, dispuestas por los Bancos Centrales mediante políticas de redescuento y sistemas de garantía crediticias. Asimismo, la acción de estos Bancos se ha orientado básicamente en otorgar recursos monetarios para subsanar necesidades de corto plazo de los agricultores de gran tamaño, los comerciantes locales y las agroindustrias modernas, marginando a los pequeños agricultores debido a los elevados costos operativos que implica este tipo de operaciones, los mayores riesgos involucrados y las mínimas garantías que pueden ofrecer. Cooperativas rurales

Page 11: Araica Zepeda Papal Del Financiamiento Rural

Araica Zepeda, Ricardo (2006): Papel del financiamiento rural y su impacto en la SAN

11

Por su parte, las Cooperativas Rurales generalmente han sido el medio inicial para que los agricultores tengan acceso a los servicios financieros, y su organización ha resultado favorable en la medida que actúan desde la base, entre una población que se conoce mutuamente.

Page 12: Araica Zepeda Papal Del Financiamiento Rural

Araica Zepeda, Ricardo (2006): Papel del financiamiento rural y su impacto en la SAN

12

Usualmente las cooperativas que prestan servicios financieros tienen como finalidad el ahorro y el crédito, aunque en algunos casos se han incorporado otro servicio, como los de comercialización. Las cooperativas ofrecen la posibilidad de reducir los costos de transacción de los préstamos a los pequeños agricultores y mejorar la actuación en caso de riesgos (ALIDE, 1996). Organizaciones No Gubernamentales (ONG) En la década de los años noventa han proliferado Organizaciones No Gubernamentales (ONG), que también brindan servicios financieros en zonas rurales de bajos ingresos, algunas de las cuales además de conceder préstamos, movilizan depósitos. En la mayoría de los casos dichas instituciones mantienen volúmenes pequeños de recursos, cuentan con una base de atención reducida, sus costos generales son relativamente elevados y dependen fundamentalmente de la financiación de entidades donantes o de recursos en términos blandos de corto plazo. Financiamiento Informal Además existe el Financiamiento Informal, sobre todo en los segmentos de pequeños agricultores, campesinos sin tierra, y en particular de las mujeres. Probablemente sean los amigos y parientes la fuente más habitual de este tipo de financiamiento, aunque también son frecuentes las concesiones de créditos por parte de los comerciantes vinculados a la venta de insumos y productos agrícolas; los prestamistas propiamente dichos y los arrendadores. En la mayoría de los casos no hay intereses ni garantías y las condiciones de reembolso son muy flexibles. Asimismo, los préstamos se conceden en especie, como ejemplo: semillas y fertilizantes, siendo posible efectuar la devolución también con productos. Además de estos casos, subsisten todavía los prestamistas que prestan pequeñas sumas de dinero en condiciones onerosas a los pequeños productores necesitados de recursos en forma temporal para sus labores de cultivo, compra de animales, etc. En general, el avance de las modalidades de financiamiento informal en el ámbito rural depende en mayor o menor medida de la eficiencia en la vinculación que se logre con los sistemas de créditos formales, así como de la idoneidad de las entidades financieras participantes y de sus modalidades operativas. A continuación se presenta la gráfica 1, en donde se muestran la estructura y niveles del mercado financiero rural, en donde se evidencia que existen cuatro niveles, en orden descendente: desde los organismos bancarios, los proyectos de desarrollo, el sector intermedio, hasta el sector autónomo o informal. De igual manera, al lado izquierdo se muestran las organizaciones con tendencia hacia la promoción del desarrollo; y al lado derecho, las que se rigen por criterios “estrictamente bancarios” referidos a la: rentabilidad, liquidez, productividad, etc.

Page 13: Araica Zepeda Papal Del Financiamiento Rural

Araica Zepeda, Ricardo (2006): Papel del financiamiento rural y su impacto en la SAN

13

GRÁFICA 1: ESTRUCTURA DEL MERCADO FINANCIERO RURAL

2.6.- Problemática general de los productores agrarios para tener acceso al financiamiento rural El sector rural de los países en desarrollo, por lo general, dispone de escasos recursos financieros. Se estima que no menos del 50% del capital agrario en estos países está representado por la tierra, en tanto el 50% restante lo constituyen los cultivos, los animales, las mejoras y los recursos financieros, además de operar básicamente mediante el empleo de la mano de obra. Esto tiene su origen en las características propias del atraso en la agricultura, en la que sobresalen los riesgos de las condiciones climáticas, las contingencias y las limitaciones de todo género. Para obtener el crédito rural, el campesino tiene que enfrentar el riesgo del endeudamiento, la carencia de especialización técnica y el alto costo de los préstamos.

Proyectos de Proyecto de Artesanía Crédito de la Micro-empresa Proyectos de Desarrollo Fondos de Agrícola Desarrollo

Federaciones Cooperativas y Organizaciones de Ahorro y Campesinas Crédito ONGs Cajas locales

Préstamos Préstamos Personales sin personales Intereses usureros Alcancías

Bancos comerciales

Banca de desarrollo

Cajas Nacionales

de crédito

II.- PROYECTOS DE DESARROLLO

NORMAS DE DESARROLLO

NORMAS BANCARIAS

III.- SECTOR INTERMEDIO

IV.- SECTOR AUTÓNOMO O INFORMAL

AUTONOMIA

DEPENDENCIA

I.- ORGANISMOS BANCARIOS

Page 14: Araica Zepeda Papal Del Financiamiento Rural

Araica Zepeda, Ricardo (2006): Papel del financiamiento rural y su impacto en la SAN

14

Estas características negativas de la agricultura y del crédito agrario han originado una canalización deficiente de los recursos financieros del Estado y de las entidades crediticias para este sector, por considerarse que sus rendimientos económicos son menos halagüeños que aquellos generados por otros sectores de la economía. Los factores anotados, que indican diferencias muy notables con el sistema operativo de la banca privada, entre los que se destacan la liquidez y los fines de lucro, han llevado a la necesidad de crear entidades nacionales e internacionales que se adecuen a las condiciones propias de la agricultura y sus necesidades urgentes, del crédito y del usuario de este servicio. Ello dio origen al surgimiento de los Institutos Financieros y de los Bancos de Fomento Agrario, de propiedad estatal. Por otra parte, en el medio rural se pueden detectar dos tipos de explotaciones: a) una de subsistencia, deprimida, etc.; y b) otra comercial, moderna, etc. Cada una con características de orden socioeconómico distintas que es necesario considerar para aplicar metodologías de apoyo diferentes que logren su adecuado desenvolvimiento e integración. Generalmente, la evaluación de los programas crediticios se limita a estimaciones de tipo bancario y no al seguimiento y evaluación del impacto del crédito en la producción. Además, los usuarios del crédito no participan habitualmente en la programación, asignación y administración de recursos, ni en el seguimiento y evaluación de los resultados socioeconómicos. De igual modo, son mínimos los esfuerzos de capacitación de los usuarios del crédito y se manifiestan deficiencias en la administración del crédito y corrupción de cierto personal de instituciones crediticias. La dispersión de las explotaciones agropecuarias, la concentración y deficiencia de la infraestructura de almacenamiento y acopios y la estructura y funcionamiento de los sistemas de transporte y comercialización han contribuido al desarrollo de un alto grado de intermediarismo, a través del cual los productores pierden gran parte del excedente generado y se encarecen los precios al consumidor. Uno de los principales factores negativos que estrangulan al sector rural en los países en desarrollo, cuya economía es esencialmente agrícola, es la limitación de los recursos financieros para impulsar su crecimiento y contribuir al mejoramiento en el nivel de vida de las masas campesinas. La situación se torna aun más crítica cuando es manifiesta la necesidad de elevar la productividad y el ingreso del agricultor adelantando simultáneamente transformaciones profundas en la estructura agraria, con lo que se acrecienta la urgencia de un financiamiento adecuado del sector, mediante su incorporación a los avances tecnológicos, los cuales, a la vez, determinan una mayor inversión. Las características negativas propias de la agricultura, donde predominan los riesgos y la baja productividad, desestimulan la inversión privada y se convierten en factores que hacen trasladar las pocas utilidades obtenidas en este sector hacia rubros más rentables y seguros, que ofrecen otros campos de la economía.

Page 15: Araica Zepeda Papal Del Financiamiento Rural

Araica Zepeda, Ricardo (2006): Papel del financiamiento rural y su impacto en la SAN

15

Estas circunstancias han contribuido a que el Estado adopte una política prioritaria de inversiones en el sector rural y obligue a la banca privada a otorgar créditos, estableciendo incentivos financieros atractivos, con el fin de despertar en ella interés para su participación voluntaria en el financiamiento de actividades agropecuarias. La prioridad de la política de crédito agrario consiste en emplear mejor el capital disponible dentro del sector y no siempre en canalizar recursos adicionales, teniendo en cuenta que no todas las necesidades de financiamiento tienen la misma importancia, ni tampoco todos los propósitos pueden ser atendidos. En este sentido, es imprescindible seleccionar las necesidades del campo dentro de un riguroso orden de prioridades, mediante la concentración de los recursos disponibles en programas específicos, con finalidades económicas y sociales en el tiempo y el espacio definidos, para que el impacto: de la producción-productividad-empleo-ingreso sea mayor, mediante la articulación del crédito agrario con los demás instrumentos institucionales planeados para el desarrollo, como organizaciones campesinas, reforma agraria, tecnología, comercialización, seguro, industria rural, vías de comunicación, educación, etcétera. 2.7.- Planteamientos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y del Banco Mundial (BM) sobre las Instituciones crediticias de América Latina “Entre 1950 y principios de los años noventa, las necesidades financieras de los sectores rurales de los países de América Latina y el Caribe dependían de un enfoque basado en el gobierno. La norma era diseñar grandes programas de crédito subsidiado y focalizado que se ejecutaban a través de bancos estatales especializados en el desarrollo agrícola y de entidades financieras comerciales. El objetivo era mejorar el acceso al crédito de los pequeños agricultores y así estimular el crecimiento del sector agrícola, la expansión del ingreso y la reducción de la pobreza” (BID, 2002). Sin embargo, las evaluaciones realizadas indican que los resultados no han sido los esperados, ya que no se incrementó de manera significativa el número de los clientes rurales de bajos ingresos a créditos oportunos y a términos razonables, ni se crearon intermediarios financieros viables (Ídem). Por eso, a fines de los años ochenta y comienzos de los noventa, la mayoría de los países de la región comenzaron a realizar reformas globales en sus sectores financieros, las cuales incluían la liberalización de las tasas de interés; la liquidación de algunos bancos estatales insolventes y la transformación de otros en instituciones de segundo piso; el mejoramiento de la supervisión y de las normas de prudencia; la reducción de los requisitos de encaje legal; la eliminación de programas de crédito focalizado; y la apertura de bancos extranjeros. El resultado de estos cambios ha sido una inversión más eficiente, una mayor competencia bancaria, una mayor competencia bancaria, una mayor oferta de productos y servicios financieros.

Page 16: Araica Zepeda Papal Del Financiamiento Rural

Araica Zepeda, Ricardo (2006): Papel del financiamiento rural y su impacto en la SAN

16

Sin embargo, las mejoras han beneficiado mucho más a los residentes urbanos y son necesarias más innovaciones y reformas para favorecer a los residentes rurales. Con el fin de desarrollar instituciones crediticias eficaces, que puedan atender las necesidades de los pequeños agricultores en todos los países, el Banco Mundial, establece varios requisitos: a. Las instituciones financieras locales deben procurar que se acepte su función principal, que es

la asistencia crediticia a los pequeños agricultores, facilitando así el acceso a sus servicios, en el área local.

b. El crédito debe considerarse como parte fundamental de un conjunto de servicios,

encaminados a mejorar la productividad de los pequeños empresarios agropecuarios o agricultores.

c. Las instituciones deben tener en cuenta las ventajas de proporcionar créditos en especie,

cuando la finalidad de éstos sea la compra de insumos agropecuarios. d. El crédito en general, especialmente el que se otorga en especie, debe facilitarse en el

momento oportuno. e. Las perspectivas para el reembolso de los préstamos se ven reforzadas, en gran medida, por

la responsabilidad colectiva, con respecto a las obligaciones controladas de manera individual. f. Las instituciones financieras deben comprender, sobre todo en el caso de pequeños

agricultores, que los préstamos y los reembolsos han de programarse con mucho cuidado, teniendo en cuenta los períodos de escasez y de superávit de liquidez.

g. Es preciso que las instituciones bancarias procedan con gran flexibilidad, al reajustar los

montos de los reembolsos, cuando surjan circunstancias inesperadas, como sequías y otros desastres naturales.

h. Las autoridades financieras deben tener conciencia plena de que aún queda mucho por

aprender acerca del otorgamiento de crédito a los pequeños agricultores. Un programa de préstamos para inversión en el campo debe concebirse para prestar un apoyo financiero continuo y creciente a los agricultores en proceso de modernización.

Entonces, después de haber realizado una breve revisión de los aspectos conceptuales sobre el crédito, sus funciones y características; así como, de la estructura del mercado financiero rural en América Latina, de las problemáticas y de los planteamientos de las organizaciones financieras internacionales (BID y BM), nos permite contar con un marco referencial general del contexto dentro del cual podemos proceder a estudiar nuestra realidad.

Page 17: Araica Zepeda Papal Del Financiamiento Rural

Araica Zepeda, Ricardo (2006): Papel del financiamiento rural y su impacto en la SAN

17

III.- SITUACION DEL CREDITO RURAL EN NICARAGUA 3.1.- El Sistema Financiero Nicaragüense desde la década de los años noventa En 1990, el gobierno de la Presidenta Chamorro asumió el poder, y en marzo de 1991 se lanzó un comprensivo programa de estabilización y ajuste estructural. Las políticas de estabilización produjeron una dramática contracción del gasto público y del crédito bancario, y de esta manera logro detener la hiperinflación1. Las políticas de ajuste estructural que se plantearon tenían un importante enfoque en el sector financiero, e incluyeron la creación de bancos privados, el saneamiento y reestructuración de la banca estatal, la liberalización de las tasas de interés y el establecimiento de una bolsa de valores. En septiembre de 1991 se firmaron acuerdos con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). La nueva orientación implicó un importante cambio en el papel del Banco Central de Nicaragua (BCN). A través de una reforma de su ley orgánica, aprobada en julio del 2002, en donde se estableció que la principal función del BCN es el mantenimiento de la estabilidad de la moneda nacional, y se prohibió, salvo casos muy limitados, el financiamiento del gobierno central. De igual manera, desde abril de 1991 se creó la Superintendencia de Bancos y Otras Instituciones Financieras (SBOIF), como: “la entidad responsable de autorizar y supervisar cualquier institución que quiera funcionar como banco en el país”. La supervisión se realiza con la introducción de normas prudenciales, las que son determinadas por la SBOIF, y que incluyeron requisitos de capital mínimo, la adecuación de capital en relación con los activos, y límites en la concentración de créditos. De esta manera se estableció un marco legal que permitía la creación de bancos privados. Sin embargo, se tuvo que enfrentar el problema de que la Constitución Política de Nicaragua determina que la banca debe ser estatal, según el Titulo VI, Capítulo I, Artículo 99: “Los bancos estatales y otras instituciones financieras del Estado serán instrumentos financieros de fomento, inversión y desarrollo y diversificaran sus créditos con énfasis en los pequeños y medianos productores. Le corresponde al Estado garantizar su existencia y funcionamiento de manera irrenunciable” (BITECSA, 1996). Este problema “se resolvió” adoptando una interpretación legal de dudosa validez, de que la estipulación refiere solamente a los bancos existentes cuando la Constitución fue aprobada. Por ende, el Estado nicaragüense se ha desligado de su responsabilidad constitucional. El primer banco privado fue autorizado en agosto de 1991 y para marzo de 1999, el Sistema Financiero Nacional (SFN) estaba compuesto por trece bancos privados, un banco estatal, dos financieras, cinco aseguradoras, siete almacenes y una arrendadora financiera. Todo ello representa un cambio radical con respecto a la estructura del sistema financiero del año 1990, cuando sólo operaban: tres bancos estatales (Banco Nacional de Desarrollo, Banco Nicaragüense de Industria y Comercio y el Banco de Crédito Popular). 1 La hiperinflación es un exceso de inflación, que se manifiesta como un aumento generalizado y descontrolado de los precios en un período determinado.

Page 18: Araica Zepeda Papal Del Financiamiento Rural

Araica Zepeda, Ricardo (2006): Papel del financiamiento rural y su impacto en la SAN

18

A pesar del dinamismo y crecimiento sostenido que se expresa en el surgimiento de nuevas instituciones financieras, en el incremento de los depósitos totales y de la cartera neta de los créditos, se nota también mucha vulnerabilidad ya que diez bancos han cerrado operaciones. Para el 2005 el SFN se ha reducido a ocho bancos privados, cuatro empresas financieras, cinco aseguradoras, cuatro almacenes y una arrendadora financiera. (Ver cuadro 1, adjunto).

Cuadro 1: Bancos e instituciones financieras establecidas en Nicaragua Nº Bancos e Instituciones Apertura Cierre 1. Banco Europeo de Centro América1 (BECA) 09/01/1994 13/07/1996 2. Banco del Sur2 (BANCOSUR) 02/06/1998 19/06/1999 3. Banco de la Exportación (BANEXPO) Agosto 1992 Agosto 2000 4. Banco de Crédito Popular (BCP) 14/04/1972 26/01/2000 5. Banco Nacional de Desarrollo (BANADES) 19/08/1912 26/01/2000

6. Banco Mercantil (BAMER) 20/08/1991 03/03/2000 7. Banco Intercontinental (INTERBANK) 28/08/1992 07/08/2000 8. Primer Banco Inmobiliario de Nicaragua3 (PRIBANCO) 01/02/1999 01/10/2000 9. Banco de Café (BANCAFE) 02/10/1995 17/11/2000 10. Banco Nicaragüense de Industria y Comercio (BANIC) 13/01/1953 04/08/2001 11. Banco de la Producción, S.A. (BANPRO) Nov. 1991 12. Banco de América Central, S.A. (BAC) Dic. 1991 13. Banco de Crédito Centroamericano, S.A. (BANCENTRO) 02/12/1991 14. Banco de Finanzas, S.A. (BDF) 02/06/1992 15. Banco Uno, S.A. (Banco Uno) Agosto 1992 16. Banco Caley Dagnall Sept. 1995 17. Banistmo Nicaragua, S.A. (BANISTMO) Dic. 2004 18. Banco Procredit, S.A. (PROCREDIT) 10/10/2005 19. Financiera Delta (FIDELTA) Mayo de 1996 20. Financiera Arrendadora Centroamericana (FINARCA) Enero 1997 21. Financiera Nicaragüense de Desarrollo, S.A. (FINDESA) Marzo 1999 22. Financiera Nicaragüense de Inversiones (FNI) Abril 1998 23. CONFIA4 Octubre 2000 24. Instituto Nicaragüense de Seguros y Reaseguros (INISER) Octubre 1979 25. Seguros América, S.A. Dic. 1996 26. Seguros LAFISE, S.A. Enero 1997 27. Metropolitana Cía. De Seguros, S.A. (METROPOLITANA) Dic. 1996 28. Compañía de Seguros del Pacífico, S.A. (PACIFICO) Marzo 1997 29. Almacenadota Financiera de Nicaragua, S.A. (ALFINSA) Octubre 1995 30. Almacenadota LAFISE, S.A. (LAFISE) Enero 1996 31. Almacenadota de Exportaciones (ALMEXA) Nov. 1992 32. Almacén Financiero BAC, S.A. (ALFIBAC) Agosto 2003 33. Arrendadora Financiera, LAFISE S.A. Marzo 1999 Fuente: Informe del Banco Central de Nicaragua (BCN). 1.- El BECA fue asumido por BANCENTRO. 2.- BANCOSUR surgió de la compra del Banco del Campo y después fue asumido por BANCENTRO. 3.- PRIBANCO, fue fusionado al BANPRO. 4.- INTERFIN surgió en junio de 1995 y después cambio su razón social a CONFIA.

Page 19: Araica Zepeda Papal Del Financiamiento Rural

Araica Zepeda, Ricardo (2006): Papel del financiamiento rural y su impacto en la SAN

19

Ante todas estas quiebras el Banco Central de Nicaragua emitió los Certificados Negociables de Inversión (CENI), sin ningún respaldo y sin licitación previa, con el argumento de respaldar a miles de ahorrantes que estaban amenazados de perder su dinero por éstas quiebras. Además, el informe de la liquidación de las instituciones bancarias nunca se dio a conocer y las Juntas Liquidadoras cobraron más 2.3 millones de dólares al tipo de cambio del 2001, bajo un turbio proceso de reclasificación de la cartera de dichos bancos, a favor de los bancos que adquirieron dichos activos. Para el año 1995, la banca privada captaba el 60% de los depósitos, sus préstamos se caracterizaron por su corto plazo, y por su enfoque en el sector comercial y los créditos comerciales, con una rentabilidad promedio del 40%; o sea, brinda sus servicios financieros hacia el sector terciario de la economía (comercio, hoteles, turismo, etc.), mostrándose poco interesada y escéptica para financiar al sector agropecuario, ya que los pequeños y medianos productores tienen dificultades para cumplir con los requisitos y garantías que exigen. Asimismo, sus sistemas económicos son muy frágiles, poco diversificados y con pocas posibilidades de expandir su producción, a no ser por una vía de intensificación productiva (tierra, mano de obra y tecnología). Por eso, en el sector primario de la economía este tipo de banca solo atiende al gran productor agropecuario, para reducir costos y riesgos. Frente a toda esa situación, los Organismos No Gubernamentales han desarrollado una gama de iniciativas para resolver los problemas de financiamiento y limitar el efecto de la recesión de la economía campesina. Por ejemplo, existen muchas ONGs que han administrado o entregado a organizaciones fondos de créditos revolventes. También, el Estado a través de proyectos de desarrollo rural ha impulsado programas de crédito importantes. Estas iniciativas se crearon basadas en la mayoría de los casos sobre recursos externos donados y principalmente por falta de experiencia han reproducido los esquemas de administración bancaria de un crédito subsidiado y dirigido a proyectos productivos, sin lograr alcanzar su viabilidad financiera. En los años recientes se están desarrollando iniciativas “no convencionales” para subsanar las necesidades de financiamiento de los pequeños y medianos productores. La mayoría de estas instituciones movilizan recursos provenientes de organismos de cooperación y se han constituido como elementos que dinamizan la producción y la actividad del sector, aunque este esfuerzo es muy limitado. El principal obstáculo que enfrentan para desarrollarse es la poca o nula especialización como agentes financieros, pues no se opera con criterios de rentabilidad y auto-sostenibilidad, lo cual los convierte en instituciones que duran solamente mientras los recursos externos estén presentes. Como consecuencia, los mercados financieros en las zonas rurales de Nicaragua están poco desarrollados y conformados por una gran diversidad de agentes que ofertan crédito (fragmentados). De hecho, en un mismo territorio se encuentran: prestamistas (usureros), bancos privados y organismos de desarrollo, según la composición social y económica del mismo. Además, con el retiro paulatino de la banca estatal han cobrado auge diversas experiencias sobre el crédito no convencional, tales como:

Page 20: Araica Zepeda Papal Del Financiamiento Rural

Araica Zepeda, Ricardo (2006): Papel del financiamiento rural y su impacto en la SAN

20

a. Organismos No Gubernamentales que administran Fondos de Crédito Revolventes (FCR). b. Organizaciones de carácter mutualista que brindan servicios financieros, entre las cuales

están: los Bancos Campesinos (BC) y las Cooperativas de Ahorro y Crédito (CAC). En su conjunto, el sistema contaba a finales de los años noventa con no menos de 200 pequeños FCR y 7 BC, pero que no han sido sistematizados en detalles, ni mucho menos se ha evaluado su impacto real. Es así, que en 1999 se conformó la Asociación Nicaragüense de Instituciones de Micro finanzas (ASOMIF), con Instituciones especializadas en el micro crédito que otorgan préstamos desde C$ 500.00 hasta C$ 24,000.00. La misión de ASOMIF es representar, apoyar, organizar y fortalecer la capacidad operacional de una red nacional de instituciones financieras de micro- finanzas que contribuyan de forma permanente y sostenible a la promoción y al desarrollo de los empresarios de la microempresa, pequeña y mediana empresa urbana y rural. Según Iván Gutiérrez ex-director de ASOMIF (hoy es Armando García Campos), a mediados de 1999 esta red aglutinaba a 19 instituciones especializadas en micro crédito, que sirven a más de 80,000 clientes, con un saldo de cartera de 35.1 millones de dólares en 130 oficinas y agencias en todo el país. Lo cual representa alrededor del 32% de la oferta rural de crédito no convencional y el resto está distribuido en Programas Estatales con el 53%, Fondos de Desarrollo 9% y Cooperativas 6%. Las principales instituciones de micro crédito afiliadas a la ASOMIF son: NITLAPAN, FAMA, CHISPA, ACODEP, CEPAD-PRESTANIC, CEPRODEL, FINDE, CARUNA, FINCA, FACS-FIDESA, ASODERI, FUNDESI, F. LEON 2000, F. JOSE NIEBOROWSKI, FUNDENUSE, F. 4i 2000, CESADE, CARMA y FONDEFER. Para dotar de mayor solidez al sistema financiero, durante el año 1998 el Consejo Directivo de la Superintendencia de Bancos y Otras Instituciones Financieras (SBOIF) efectúo reformas a las normas prudenciales. En la Ley General de Bancos se establecieron los niveles mínimos de adecuación de capital, capital mínimo para la apertura de bancos, límites máximos de crédito a partes relacionadas y unidades de interés. Además, la Ley permite ejercer supervisión consolidada de grupos financiero. Esto último reducirá los riesgos del contagio entre empresas relacionadas, la concentración del crédito en pocos deudores y además asegurará un nivel prudente de solvencia (Ver anexo 1, cuadro 1). En febrero de 2004, la Asamblea Nacional aprobó en lo general la Ley Especial de Asociaciones de Micro finanzas, la cual regula este sector (quedando pendiente hasta la fecha su aprobación en lo particular). El punto toral de dicha ley es la posibilidad de que estas instituciones puedan captar recursos del público. No obstante, la SBOIF se opone a la misma, en vista de que considera que la mayoría de dichas instituciones no tienen la experiencia para realizar dicha actividad.

Page 21: Araica Zepeda Papal Del Financiamiento Rural

Araica Zepeda, Ricardo (2006): Papel del financiamiento rural y su impacto en la SAN

21

En el 2005 la ASOMIF tuvo una cartera anual de préstamos de C$ 110 millones de córdobas, atendiendo a unos 240 mil clientes. Según resolución emitida por la Superintendencia de Bancos y Otras Instituciones Financieras (SIB) en 2004, las compañías aseguradoras y los Almacenes Generales de Depósitos2 (AGD) deberían incrementar su capital social mínimo. 3.2.- La política monetaria de Nicaragua 3.2.1.- Concepto e importancia de la política monetaria La política monetaria consiste en el manejo de un conjunto de instrumentos que realiza el Banco Central de Nicaragua (BCN) con el objetivo primordial de mantener la estabilidad de precios, mediante el control del dinero, los tipos de interés y las condiciones crediticias; o sea, la relación con el manejo de la oferta de medios de pago (M) o de la emisión del dinero (B). En este contexto, el rol más importante que tiene el BCN es proveer a la economía un adecuado nivel de liquidez compatible con la estabilidad de los precios. Por eso, la política monetaria modifica la cantidad, la disponibilidad y el costo del dinero (tasa de interés). El dinero es el medio de cambio o método de pago de una economía; o sea, el dinero en efectivo y las cuentas bancarias corrientes, con las que el público paga sus facturas. El BCN realizando diferentes operaciones, puede regular la cantidad de dinero de que dispone la economía. Los instrumentos más importantes de la política monetaria son las operaciones de mercado abierto, los requisitos de reservas y la tasa de descuento (política monetaria dura3 o suave). El Fondo Monetario Internacional (FMI), impone a muchos países la política monetaria para incidir en los medios de pago y en los precios internos. Existen dos formas de monetización de la economía. Las de origen externo y las de origen interno. La monetización de origen externo se origina mediante las operaciones de divisas que efectúa el Banco Central, de forma tal que mediante la compra o venta de divisas, el BCN aumenta o disminuye su liquidez. La monetización de origen interno se originan fundamentalmente mediante el crédito que otorga el BCN al sistema financiero y al sector público, mediante el uso de operaciones de mercado abierto (compra o colocación de certificados, bonos o cualquier otro

2 Los Almacenes Generales de Depósitos (AGD), son sociedades mercantiles dedicadas al depósito, la

conservación y custodia de los rubros o mercancías encomendadas. Los títulos valores que las compañías de almacenes generales de depósito expiden por la prestación del servicio son negociables y se transfieren por endoso, cesión y cualquier prestación otro título nominativo o al portador, y tienen la fuerza y el valor del reconocimiento mercantil.

3 La política monetaria es dura cuando el Banco Central de Nicaragua restringe o reduce la oferta

monetaria y eleva los tipos de interés. En cambio, la política monetaria es suave cuando el BCN aumenta la oferta monetaria con el fin de reducir los tipos de interés, elevar la demanda agregada y, de esa forma, aumentar el PIB real.

Page 22: Araica Zepeda Papal Del Financiamiento Rural

Araica Zepeda, Ricardo (2006): Papel del financiamiento rural y su impacto en la SAN

22

papel), los cuales deberán ser temporales, de los contrario se convierten en una fuente de financiamiento permanente del BCN. Por otro lado, el Banco Central Nicaragua puede influir en el proceso de creación de liquidez global de la economía mediante el manejo del encaje legal; o sea, el BCN afecta el coeficiente de liquidez bancaria y consecuentemente el comportamiento del multiplicador bancario. La política de cambio (precio de la moneda nacional en términos de unidades de moneda extranjera), se efectúa principalmente a través del alza o disminución de los tipos de interés. En los períodos en que se endurece la política monetaria (aumentan los tipos de interés), se reducen la inversión y, con ella, se reduce la inflación y el PIB. La tasa de interés nominal representa el precio de los activos financieros en el mercado. En teoría la tasa de interés nominal doméstica (nacional) debería ser igual a la tasa de interés externa más la tasa de devaluación esperada. Para el caso de Nicaragua, a los componentes tradicionales de la tasa de interés debe agregarse otro elemento, identificado como "riesgo país", por ser un país inestable. No obstante, es importante destacar que la variable relevante en la decisión de los agentes económicos en términos de inversión y ahorro es la tasa de interés real, definido como la tasa nominal menos la inflación esperada. Actualmente, se encuentra liberalizada la tasa de interés. A pesar de que la política crediticia es influir en forma determinante en el sector real de la economía, ya sea a través del otorgamiento de créditos a los bancos o al gobierno. La política crediticia así entendida, pretende tener como objetivo promover el crecimiento económico. No obstante, estos créditos pueden crear procesos inflacionarios, por lo que se debe brindar solamente para solventar problemas temporales de liquidez. En lo relativo a la cartera del crédito bruto otorgado en el período 1998-2004, por el sistema bancario a la economía nacional se evidencia que ha habido un incremento significativo del crédito hipotecario para viviendas y el comercial; por tanto, hay una clara “terciarización” del crédito bancario y un sesgo hacia los préstamos personales individuales. Además, se mantienen tasas de interés activas promedios relativamente altas (alrededor del 18% en moneda nacional y 14% en moneda extranjera). Asimismo, las tasas de interés pasivas promedios son muy bajas, alrededor del 8% en moneda nacional y 6% en moneda extranjera (lo que no contribuye al desarrollo del sector productivo agropecuario e industrial (Ver cuadro 2, adjunto y Anexo 1, cuadro 2).

Cuadro 2: Saldos de crédito del sistema bancario (millones de córdobas)

Conceptos Dic. 1998

Dic. 1999

Dic. 2000

Dic. 2001

Dic. 2002

Dic. 2003

Dic. 2004

TC (%) 2004/98

Comercial 3,916.4 5,661.4 7,944.4 2,383.9 2,910.6 3,641.4 5,322.1 35.9% Agrícola 2,223.3 3,352.2 4,086.7 1,585.3 1,935.9 2,179.0 2,307.7 3.8% Ganadero 614.1 670.8 559.3 203.7 240.8 290.3 439.7 -28.4% Industrial 1,558.5 1,691.7 1,704.3 1,142.5 1,257.8 1,704.6 1,942.9 24.7% Vivienda 202.0 568.0 753.5 805.3 1,017.1 1,497.7 2,280.7 1,029.1% Otros 1,108.9 1,516.8 2,210.8 3,490.2 3,693.8 5,103.2 5,906.4 432.6% Total 9,623.3 13,460.9 17,259.0 9,610.8 11,056.0 14,416.2 18,199.4 89.1%

Page 23: Araica Zepeda Papal Del Financiamiento Rural

Araica Zepeda, Ricardo (2006): Papel del financiamiento rural y su impacto en la SAN

23

Fuente: Informe del BCN 2003-04. Por ejemplo, si analizamos la composición de la cartera de crédito bruta durante ese mismo período (1998-2004), podemos observar en el gráfico 2 adjunto, que en promedio el 33.5% se destinó al crédito comercial, 19.1% al agrícola, 3.3% al pecuario, 12.1% al industrial, 7.3% a vivienda y el 24.7% restante a otros (incluye préstamos personales, tarjetas de crédito, etc.). Por tanto, ha existido un sesgo importante hacia el crédito dirigido al consumo e inversión en los hogares (personales, hipotecarios y tarjetas de crédito), y en menor proporción hacia la cartera productiva (Agrícola, ganadera e industrial).

Gráfica 2: Composición de la cartera crediticia en Nicaragua (1998-2004)

0

5

10

15

20

25

30

35

40

45

50

1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004

Años

%

Comercial Agrícola Ganadero Industrial Vivienda Otros

3.2.2.- El programa monetario El programa monetario en Nicaragua tuvo dos fases distintas, a lo largo del 2001. Durante el primer semestre, se llevó a cabo una política de acomodo fiscal, lo que implicó expansiones de crédito del BCN al gobierno, fuertes pérdidas de reservas internacionales y una política de colocación de títulos, con el objeto de esterilizar parcialmente las expansiones de crédito. En el segundo semestre y como resultado de la negociación de un programa interino con el FMI, se revisó el programa monetario, a partir de julio. Este acuerdo definió una política monetaria acordes con los objetivos de la inflación, balanza de pagos y disciplina fiscal; así mismo, incluyó reformas estructurales encaminadas al mejor desempeño del sistema financiero, pensiones y competitividad de los sectores energía y telecomunicaciones. Durante el año 2004 los instrumentos de política monetaria no presentaron cambios, continuándose con el uso de las operaciones de mercado abierto como principal instrumento, mientras que el porcentaje de encaje legal permaneció en 16.25 por ciento del total de obligaciones con el público.

Page 24: Araica Zepeda Papal Del Financiamiento Rural

Araica Zepeda, Ricardo (2006): Papel del financiamiento rural y su impacto en la SAN

24

Asimismo, durante el año 2005, la política monetaria se orientó a mantener la estabilidad macroeconómica y resguardar el nivel de reservas internacionales. El BCN continuó honrando sus compromisos con el Sistema Financiero Internacional (renegociación de deuda en 2003), habiéndole pagado US $ 27.6 millones a junio 2005 en concepto de Bonos Bancarios. La reducción de la deuda, además de disminuir la vulnerabilidad del BCN, ha permitido liberar recursos financieros al sector privado. 3.3.- Surgimiento de fuentes alternativas de financiamiento rural El Instituto de Investigación y Desarrollo "NITLAPAN-UCA" (1994) plantea que en Nicaragua deben analizarse dos grandes grupos de experiencias de financiamiento rural no convencional: • El primer caso, fueron las experiencias que se desarrollaron entre inicios de los años 70’s

hasta mediados de los 80’s; y otro de las que se iniciaron a partir de 1990. Se trata de organizaciones locales, cooperativas de servicios agrícolas y de ahorro y crédito, la mayoría de las cuales se desactivaron en los 80's, en función de un alto grado de intervención del Estado en la economía y del proceso hiperinflacionario.

• En el segundo caso, se refiere a las Organizaciones No Gubernamentales (ONGs) que están

intermediando recursos financieros hacia organizaciones locales de productores rurales. Ambas tipos de experiencias se han desarrollados en contextos socioeconómicos muy distintos. Las primeras, surgieron en los 70's en una economía en crecimiento e importante oferta de recursos crediticios y potencial de ahorro privado. En cambio, las experiencias más recientes, bajo modalidades de Fondos de Crédito Revolventes (FCR), han surgido en un contexto recesivo y como respuesta a la contracción de la oferta crediticia hacia las pequeñas y medianas unidades de producción rural. El sistema de financiamiento rural no convencional se conformó en dos modalidades de tipos de intermediación financiera: • Organismos No Gubernamentales que administran Fondos de Crédito Revolventes (FCR). • Organizaciones de carácter mutualista que brindan servicios, entre las cuales están los

"Bancos Campesinos"(BC), las Cooperativas de Ahorro y Crédito (CAC) y las Cooperativas multisectoriales "Tiendas Campesinas" (TC).

Los Fondos de Créditos Revolventes y los Bancos Campesinos son promovidos por Organismos No Gubernamentales; las CAC por la Federación de Cooperativas de Ahorro y Crédito (FECANIC); y las Tiendas Campesinas por la Empresa de Cooperativa de Productores Agropecuarios (ECODEPA), afiliada a la Unión de Agricultores y Ganaderos (UNAG).

Page 25: Araica Zepeda Papal Del Financiamiento Rural

Araica Zepeda, Ricardo (2006): Papel del financiamiento rural y su impacto en la SAN

25

El sistema contaba con no menos 200 pequeños FCR, 7 BC y 122 TC. En conjunto se maneja una cartera anual que supera los 6 millones de dólares y alcanza a beneficiar entre 20,000 y 30,000 pobladores rurales. Esta cobertura que en el ámbito nacional no es despreciable, asume mayor significación en algunas zonas del país donde hay una fuerte concentración de operaciones de los Organismos No Gubernamentales. Dauner, I., Gómez L., Ruiz A. (1998), a través de estudios que han realizado en base en una encuesta a 299 familias rurales de Nicaragua, evidencia que en el campo no existen mercados financieros eficientes, sino que predominan los mercados fragmentados y poco desarrollados, a pesar de la liberalización financiera implementada a partir de 1990. Las fuentes informales de financiamiento contribuyeron a aumentar el crédito en el campo y a reducir las brechas (diferencias) en las tasas de interés, que oscilaron en 1991 entre 0.5% y 20% mensual, con mantenimiento de valor, y en 1995 entre 1.96% y 6.7%. Sin embargo, a pesar de ello persisten todavía grandes diferencias. A pesar de ello persisten todavía grandes diferencias en cuanto a los servicios ofertados y existe, un alto nivel de fragmentación del mercado (Ver cuadro 3, adjunto).

Cuadro 3: Indicadores de fragmentación de los mercados financiero rurales

Tipo de oferente/Indicadores

Banco comercial

Instituciones financieras no

reguladas

Organismos de desarrollo a

Prestamistas b Comerciantes c

Clientela Finqueros y empresarios

agro-pecuarios

Campesinos Pobres y

campesinos finqueros d

Campesinos pobres y

campesinos finqueros, pocos comerciantes

Campesinos pobres y

campesinos finqueros,

pocos comerciantes

Todas las capas sociales de productores

agropecuarios y algunos

comerciantes Tasa de cobertura e 6% 18% 8% 3% 6% Tasa de interés mensual (promedio nominal dolarizado)

2.54% 3.19 (BL) 2.41% (otros) f

1.96% 6.70% 2.78%

Tasa de mora 3% - 20% 4% - 15% 5% - 60% 0% 0% - 40% Costo de administración

Alto Mediano Bajo Bajo Alto

Costo de oportunidad de los fondos

Alto Mediano Bajo nd Mediano - Alto

Colaterales Prenda o hipoteca

Prenda Nada o prenda Nada o prenda Nada, prenda o hipoteca

Fuente: Dauner (1998) y NITLAPAN, Encuesta 1996. (a) Incluye a las cooperativas de ahorro y crédito y los proyectos de desarrollo. (b) Incluye los préstamos entre amigos y familiares. (c) Incluye a empresas exportadoras de café, distribuidoras, pulperías y tiendas campesinas. (d) Los bancos locales de Nitlapán son los únicos de esta categoría que tienen clientes de todas las capas sociales y

de todos los sectores económicos del campo.

Page 26: Araica Zepeda Papal Del Financiamiento Rural

Araica Zepeda, Ricardo (2006): Papel del financiamiento rural y su impacto en la SAN

26

(e) Número de beneficiarios en la muestra / tamaño total de las muestras (299). (f) BL: Bancos locales, se contabilizaron aparte por razones estadísticas.

Page 27: Araica Zepeda Papal Del Financiamiento Rural

Araica Zepeda, Ricardo (2006): Papel del financiamiento rural y su impacto en la SAN

27

De lo antes expuesto se pueden extraer dos conclusiones. Primero, en Nicaragua la liberalización financiera no es suficiente para que el Sistema financiero se profundice en las zonas rurales. Segunda, pareciera que la liberalización es la panacea del crecimiento económico, puesto que hubo aumento del PIB primario, sin el aumento previo del crédito formal para el sector agropecuario. De hecho, las limitantes estructurales (riesgos climáticos, problemas de la propiedad, información imperfecta, etc.) provocan una división del mercado financiero en segmentos aislados entre sí y una casi ausencia del financiamiento formal. Dauner (1998) plantea: que las experiencias internacionales han demostrado que los bancos tradicionales generalmente no otorgan crédito a la población rural (ni a los micro empresarios urbanos), por las limitantes institucionales y estructurales que afectan a estos sectores. Para atender a los sectores "excluidos" de la banca comercial, se constituyen instituciones sin fines de lucro interesadas en fomentar el desarrollo económico de éstos, porque confían en su rentabilidad y en su potencial de crecimiento. Por último, a pesar de que ha habido un incremento constante en el Producto Interno Bruto (PIB) del sector primario desde 1990, el crédito formal hacia este sector no ha variado de manera significativa. De 708.3 millones de córdobas en 1991, pasó a 1,338.2 millones en 1997 (disminuyendo en términos reales de 146 millones de dólares en 1991 a 143 millones en 1997). De igual manera, en el año 2004 la cartera bruta a este sector fue de C$ 2,747.4 millones de córdobas, equivalente a 168.3 millones de dólares, lo que no representa un incremento significativo. 3.4.- Alternativa gubernamental para financiar el Sector Agropecuario El Fondo de Crédito Rural (FCR), es una instancia creada por mandato constitucional a través del Decreto de Ley No. 294, publicado en la Gaceta Diario Oficial No.12 del 30 de junio de 1998 y tiene como principal objetivo: garantizar la asistencia financiera como parte de una estrategia general que persigue el fortalecimiento de las incipientes finanzas rurales y en particular el desarrollo de los pequeños y medianos productores del campo. Jarquín (1998) plantea que: el Fondo de Crédito Rural operará con una partida especial de Gobierno de Nicaragua y una donación de la Agencia Danesa para el Desarrollo Internacional (DANIDA) que consistió en el traslado de una cartera que manejaba el extinto BANADES. La misma Ley que crea el FCR extingue la vida del BANADES, siendo ahora el FCR la institución que atenderá el crédito a los pequeños productores, a través de Instituciones Financieras de Crédito No Convencionales, actuando como banco de segundo piso. De acuerdo a su Ley Creadora, el FCR canalizaría financiamiento mediante intermediarios (organismos no gubernamentales, micro- financieras, entre otros), hacia los pequeños y medianos productores, acción que no es percibida por los mismos productores. La necesidad de constituir el FCR como un banco de segundo piso, es una manifestación de una estrategia global del Gobierno de Nicaragua, para modernizar el sector rural, para atender una gran masa de campesinos, ordenar la asistencia crediticia y coordinar la ayuda que prestan las organizaciones bilaterales para crédito rural.

Page 28: Araica Zepeda Papal Del Financiamiento Rural

Araica Zepeda, Ricardo (2006): Papel del financiamiento rural y su impacto en la SAN

28

Dentro de la citada estrategia de modernización del sector rural, el funcionamiento del FCR ha sido concebido como una estructura pequeña, ágil y muy profesional, que sea capaz de multiplicar sus esfuerzos a través de intermediarios financieros cuidadosamente escogidos para garantizar el éxito del fondo y la rotación de los recursos. El FCR para iniciar sus operaciones contó con solamente 9 funcionarios con gran experiencia en el campo financiero e institucional que se organizaron en 5 áreas fundamentales: Intermediación Financiera, Crédito, Promoción y Desarrollo Cooperativo, Gestión de Recursos y Contabilidad. El Área de Intermediación Financiera está dedicada a establecer vínculos de largo plazo con Intermediarios Financieros No convencionales de Desarrollo, apoyarles en el proceso elegibilidad para intermediar recursos del fondo y darle seguimiento al comportamiento evolutivo del desempeño de la intermediaria financiera. El Área de Crédito se especializa en el análisis de las carteras de Proyecto que las Intermediarias Financieras presenten al FCR y establece la coordinación con los organismos de asistencia técnica al Proyecto y con las instituciones que promueven la organización de los Productores. El Área de Promoción y Desarrollo Cooperativo se especializa en la promoción de los Servicios del Fondo tanto como Intermediarios Financieros potenciales como beneficiarios organizados para su incorporación a las finanzas rurales. El Área de Gestión de Recursos se encarga de la presentación de proyectos para consecución de fondos externos o internos con organismos multilaterales o bilaterales para la capitalización del FCR, o de proyectos de apoyo inter-institucional para el desarrollo del sector rural y sus organizaciones. Por mandato de la ley 294 la contabilidad del Fondo de Crédito Rural se llevará por separado de las cuentas de la Financiera Nicaragüense de Inversiones (FNI, S.A.), a la cual se encuentra adscrito el FCR y esta tarea será asumida por el área del mismo nombre. Otro elemento importante de la estrategia la constituye la concepción de crédito que maneja el FCR, que se aparta la gerencia y análisis clásico para este tipo de instituciones. El FCR considera que el crédito aisladamente no constituye la solución a los problemas del campo ni alivio de la pobreza que persiguen sus objetivos, sino que es parte fundamental de una cadena de desarrollo de los productores que junto a la capacitación, organización, asistencia técnica y mercadeo, permitirán un manejo no financiero del riesgo y garantizarán el éxito de los proyectos a financiar, lo que consecuentemente implicará una elevación del nivel de vida de los beneficiarios. Es de esta manera que se explican las coordinaciones que el FCR se encuentra realizando para la formación de una cadena de apoyo al sector rural, entre las que cuentan organizaciones estatales y privadas, tanto de asistencia técnica como de mercadeo y organización. Por eso, en los parámetros de evaluación al desempeño del FCR incluyen además de los criterios de sostenibilidad financiera, una evaluación sistemática del impacto de crédito en los beneficiarios; es decir, el

Page 29: Araica Zepeda Papal Del Financiamiento Rural

Araica Zepeda, Ricardo (2006): Papel del financiamiento rural y su impacto en la SAN

29

FCR está interesado en conocer como el crédito y resto de instrumento de política en el sector rural han producido beneficios directos a los sujetos del crédito. Operativamente el FCR no otorga crédito directo a los beneficiarios, ni líneas de crédito abierto a los Intermediarios Financieros de Desarrollo (IFD) que trabajan con recursos del fondo. Los créditos se analizan a partir de proyectos presentados por los beneficiarios o los IFD, los cuales se les dará un seguimiento apropiado para el manejo sistemático y no convencional del crédito. El FCR se encuentra empeñado en el desarrollo de garantías no convencionales que permitan el acceso al crédito de los productores organizados y asistidos técnicamente y no imponen restricciones crediticias por esa vía. Los criterios de elegibilidad de las intermediarias Financieras de Desarrollo que trabajarán con el FCR incluyen parámetros de sostenibilidad financiera, poca morosidad, pero también se evalúa la naturaleza del intermediario potencial. El FCR, procura trabajar con intermediarios que prioricen el desarrollo del sector rural, que actúen como organizaciones sin fines de lucro interesados en la promoción socioeconómica de los productores y sus familias y que tenga una manifiesta actitud concesional aún siendo sostenible. El FCR condiciona que las instituciones financieras no convencionales solo pueden aumentar como máximo un 2% la tasa de intermediación (del 16% al 18% anual sobre saldos). Esto los deja con una tasa casi imposible de mantener en las condiciones actuales de alto riesgo y diseminación de los pequeños productores que encarecen los costos operativos. Además, el crédito llegaría al productor directo a un 18%, lo que no difiere sustancialmente con la tasa de interés de la banca convencional. Por eso, las instituciones financieras no convencionales han planteado que para operar satisfactoriamente se requiere que se le intermedie a través del FCR a una tasa de seis a diez puntos, ya que la banca convencional opera con un mínimo de cuatro a seis puntos de intermediación lo que les deja en una situación muy desventajosa y poca competitiva. Orozco (1998) plantea que a nivel urbano la presencia de micro-empresas también refleja la heterogeneidad del sector privado nacional. En 1991, había entre 300 mil y 500 mil micro- empresas urbanas y rurales. Se considera que toda la actividad económica urbana o rural donde estuviera involucrada al menos 1 persona era micro-empresa. Según el Ministerio de Fomento, Industria y Comercio (MIFIC), en la actualidad existe alrededor de 192 mil micro-empresas urbanas. Estas son definidas como unidades económicas que emplean entre 3 y 5 trabajadores. Al igual que el sector rural, el caso de la micro-empresa revela la persistencia de un amplio abanico de actividades económicas en las cuales prima la lógica de subsistencia. En el caso de Nicaragua, las evidencias empíricas muestran que los alcances de la liberalización financiera deben ser relativizados. El discurso gubernamental afirma que el sector agropecuario es un pilar esencial de la reactivación, ya que en el 2004 las actividades primarias contribuyeron con aproximadamente un 28.6% al PIB, generó empleos equivalentes al 41.6% de la PEA y con el 35% de las exportaciones totales (FOB). Ver anexo 1, cuadro 2. Por último, ante las oportunidades creadas por la liberalización, la banca privada ha respondido incursionando en el mercado de títulos valores, adquiriendo moneda extranjera en los mercados de divisas y colocando recursos en instituciones financieras del exterior. Todos los indicadores revelan que la banca nicaragüense ha experimentado un vertiginoso y vigoroso crecimiento.

Page 30: Araica Zepeda Papal Del Financiamiento Rural

Araica Zepeda, Ricardo (2006): Papel del financiamiento rural y su impacto en la SAN

30

IV.- ROL Y ESTRATEGIAS DE FINANCIAMIENTO RURAL EN PRO DE LA SEGURIDAD ALIMENTARIA Y NUTRICIONAL (SAN) 4.1.- Rol de la agricultura en la estrategia de subsistencia, seguridad alimentaria y la vulnerabilidad de Nicaragua Sobre este aspecto el Informe del Banco Mundial (2003), denominado “Nicaragua Reporte de Pobreza”, plantea entre otras cosas, lo siguiente: a) Las actividades agrícolas, tanto dentro como fuera de la finca, constituyen las

estrategias de subsistencia y seguridad alimentaria entre las familias extremadamente pobres. Cuando las familias dedican trabajo a las actividades agrícolas en la finca, los niveles de consumo per-cápita son inequívocamente más bajos. Por otra parte, las familias que destinan trabajo a actividades no agrícolas, tanto asalariadas como autoempleo, tienen mayores niveles de consumo. Sin embargo, esto no quiere decir que todas las actividades agrícolas en la finca están asociadas con la pobreza. De hecho, la posesión de ganado y animales de trabajo por parte de las familias, se asocia con mayores niveles de consumo entre los pobres, sugiriendo que la acumulación de ciertos tipos de bienes en la agricultura, aumenta el bienestar. El signo negativo del porcentaje de hogares dedicados a la agricultura, implica retornos decrecientes al trabajo agrícola y sugiere que el excedente de mano de obra familiar encuentra refugio en la producción dentro de la finca. Para los pobres urbanos, los resultados son mixtos. En particular, la destinación de trabajo familiar al autoempleo no agrícola entre los urbanos pobres, se asocia con menores niveles de consumo.

b) El grupo más desamparado en Nicaragua lo constituyen las familias dependientes de

actividades dentro de la finca y como asalariados agrícolas. Las familias con pequeñas fincas son igualmente pobres como los trabajadores agrícolas asalariados sin tierras. A pesar de que el análisis econométrico no indica una clara asociación entre el tamaño de la tierra y el consumo, la combinación de estrategias trabajo-tierra usadas por las familias, para aquellos con tierras en 1998 tendieron a traducirse en un agravamiento de la pobreza, en contraste con aquellos sin tierra. Por este motivo, para los más pequeños y los más pobres la agricultura no fue un factor importante que permitiera a las familias salir de la pobreza, sino más bien se usó como una estrategia de subsistencia y seguridad alimentaria. Para los más pequeños y los más pobres, la agricultura absorbe el excedente de trabajo y contribuye a la seguridad alimentaría. El trabajo asalariado no agrícola solamente es preferible a participar en ambas actividades asalariadas tanto agrícolas como no agrícolas. Aquellos involucrados en trabajos asalariados no agrícolas solamente o ambos, vieron caer la incidencia de la pobreza dos veces más que aquellos que trabajaron solamente en labores agrícolas asalariadas.

c) Las principales restricciones para los grupos de extrema pobreza son los altos costos

de transacción, la falta de financiamiento y el bajo nivel de tecnología agrícola. Presumiblemente, muchas de las familias de extrema pobreza podrían estar involucradas en

Page 31: Araica Zepeda Papal Del Financiamiento Rural

Araica Zepeda, Ricardo (2006): Papel del financiamiento rural y su impacto en la SAN

31

una agricultura potencialmente viable, pero no tienen acceso a instituciones agrarias claves ni a infraestructura básica como caminos pavimentados, electricidad, agua por tubería, etc. El acceso a caminos pavimentados, una medida de aislamiento, es muy relevante para las familias más pobres. El acceso a las actuales formas de créditos no parece contribuir a la reducción de la pobreza. El problema principal que afecta a la producción agrícola, como lo identificaron los pobres, son la sequía, las plagas y los bajos precios. Sin embargo, los más pobres identifican la falta de caminos y las distancias a los mercados como problemas más importantes, porque ellos ven que esto se traduce en costos más altos de transacción y mayores impedimentos para comercializar excedentes de producción. Dentro de las principales restricciones para vencer la extrema pobreza señalan también los precios de los insumos y la falta de financiamiento.

d) Las actuales prácticas agrícolas entre las familias más pobres, se enfocan

principalmente a estrategias de subsistencia y seguridad alimentaría. En Nicaragua, las familias de extrema pobreza involucradas en la agricultura producen en su mayoría cultivos básicos (maíz y frijoles) principalmente para autoconsumo. La mayoría de las familias no pobres involucradas en agricultura utilizan el maíz como alimento para el ganado. Las familias que producen los tres cultivos principales (maíz, frijoles y sorgo) tienen mayores niveles de pobreza que aquellas que entran y salen de la producción de estos cultivos comerciables, crianza de ganado y actividades no agrícolas. Gran parte de los más pobres en Nicaragua producen frijoles. Como el fríjol es un cultivo de subsistencia utilizado para el autoconsumo y el principal alimento básico, el comportamiento de los precios y el rendimiento de este grano están estrechamente vinculados con los riesgos y la vulnerabilidad en los niveles de bienestar que enfrentan los más pobres.

e) La falta de capacidad para anticipar y manejar el riesgo en Nicaragua está presente

en todos los niveles. Las instituciones gubernamentales y la comunidad internacional tienden a concentrarse en los esfuerzos en la mitigación y recuperación en lugar de prever. Las prácticas culturales de las familias, especialmente entre las más pobres, tienden a incluir pocas medidas preventivas e incluso pueden fomentar prácticas que aumentan su grado de exposición.

f) El manejo de riesgos, la percepción, el valor del riesgo y la vulnerabilidad se

determinan por procesos, conductas culturales y sociales, junto con el estado de preparación de las instituciones a nivel local. Las percepciones pueden contribuir a agravar las consecuencias de impactos individuales y/o colectivos. Los riesgos y vulnerabilidad se perciben como conceptos relativos y subjetivos, y los diferentes sectores y grupos socioeconómicos les atribuyen significados diferentes. Las percepciones son de suma importancia porque determinan y condicionan la preparación de las familias para enfrentar impactos y cómo los manejan.

g) Todos los grupos socioeconómicos en Nicaragua perciben como los impactos más serios

a los riesgos económicos personales, los bajos niveles de nutrición y la falta de servicios de salud adecuados. Tanto las familias urbanas como las rurales, consideran las penurias económicas como el riesgo más alto. Los riesgos serios que se pueden traducir

Page 32: Araica Zepeda Papal Del Financiamiento Rural

Araica Zepeda, Ricardo (2006): Papel del financiamiento rural y su impacto en la SAN

32

inmediatamente en dificultades económicas son las enfermedades de miembros de la familia, especialmente del jefe de familia, los niños menores de seis años, las mujeres durante y después del embarazo, y las enfermedades asociadas con la violencia doméstica contra mujeres y niños. Otros riesgos importantes asociados con la pobreza, vienen de la desintegración social y el crimen, relacionados principalmente con el alcoholismo y el hurto.

h) Un segundo grupo de riesgos más relevante en Nicaragua está asociado con el medio

ambiente, incluyendo los desastres naturales, como también la degradación cotidiana del medio ambiente producto de la extrema pobreza (por ejemplo, aguas estancadas por falta de sistemas de alcantarillado), o la asociación de ambas (los problemas durante la temporada lluviosa). En Nicaragua, las familias en extrema pobreza tienen gran conciencia de los riesgos individuales y colectivos, pero los riesgos naturales generalmente se perciben como ocurrencias normales, y las familias tienden a tomar decisiones que aumentan su exposición al riesgo. Por ejemplo, las familias perciben las inundaciones causadas por las lluvias como ocurrencias normales, pero las inundaciones causadas por huracanes como desastres naturales. ¿Cómo los distinguen? Las pérdidas de vidas y la pérdida de infraestructura son los principales indicadores asociados con la clasificación de un desastre natural, frente a una ocurrencia normal. Las autoridades locales también tienen la tendencia de hacer las mismas distinciones que las familias de extrema pobreza. Así durante las temporadas lluviosas las familias tienden a permanecer en áreas de alto riesgo, susceptibles a las inundaciones.

i) Las sequías en Nicaragua no se perciben como catástrofes sino como eventos normales,

crónicos y recurrentes. Las sequías afectan a todos los grupos socioeconómicos, pero en distinta medida. Las sequías tienen distintos impactos dependiendo de la zona agro-ecológica y los cultivos. Por ejemplo, la sequía afecta más en el trópico seco que el húmedo. Su impacto es más severo en granos básicos como el fríjol, que en la caña de azúcar. El impacto en la ganadería depende no sólo de la altitud, sino también de la clase de forraje, uso de suelo y prácticas de pastoreo. La sequía tiene un mayor efecto en los pequeños productores de ganado, porque los pequeños criadores tienen peores tierras y prácticas agrícolas deficientes.

Las estrategias de sobre-vivencia entre los más pobres, incluyen la venta de madera como una estrategia alternativa de ingreso, lo que contribuye a la deforestación, que a su vez causa daño medioambiental. El mal manejo de riesgos alimenta un proceso de vulnerabilidades sociales acumuladas. Además la sequía en Nicaragua aún están asociada con períodos en los cuales los miembros d las familias pierden peso y ajustan su dieta a los alimentos básicos disponibles (por ejemplo, cuando el maíz es caro y escaso, las tortillas desaparecen de la dieta de los extremadamente pobres). Además, la falta de títulos de dominio de las tierras, de financiamiento, y de planes de desarrollo sustentables, unido al impacto de la crisis del café, han agravado el desempleo y la seguridad alimentaría, lo que ha contribuido a aumentar la desnutrición y la deserción escolar.

Page 33: Araica Zepeda Papal Del Financiamiento Rural

Araica Zepeda, Ricardo (2006): Papel del financiamiento rural y su impacto en la SAN

33

Buenas e innovadoras prácticas de manejo de riesgos En varias comunidades se ha observado el manejo apropiado de riesgos derivados de la crisis del café. En La Campana, Varapaz, Tuma la Dalia y Jinotega, los productores de café orgánico han podido manejar mejor la crisis, firmando acuerdos con mercados alternativos con precios de café pre-negociados (US $ 126 por quintal). El grado de capital social y organización han contribuido a mitigar el riesgo. Los productores de café socializaron el riesgo y adoptaron prácticas innovadoras de producción y de comercialización.

j) La crisis del café causó serias pérdidas a todos los productores y procesadoras de

café, grandes y pequeños. Como resultado, muchos han abandonado este cultivo. La crisis ha afectado la demanda de trabajo, ha aumentado el desempleo y se ha reducido el ingreso de los trabajadores asalariados, con la consecuente reducción del gasto y consumo, que a su vez ha afectado las actividades comerciales y servicios como el transporte.

k) La mayoría de las familias en extrema pobreza recurren a estrategias de sobre-

vivencia para manejar riesgos. La mayoría de los nicaragüenses no tienen seguro de salud o de vida, ni cualquier otro seguro de protección a sus negocios. Las estrategias familiares informales comunes incluyen la reducción del consumo y la diversificación del trabajo familiar y los bienes físicos. Al reducir el consumo, las familias en extrema pobreza se exponen a la desnutrición e incluso a períodos de hambruna. Los grupos de población expuestos a mayor riesgo son los niños, las mujeres embarazadas, las personas de edad avanzada y los minusválidos.

l) Las remesas, créditos informales y el intercambio de bienes y servicios también

constituyen estrategias informales no comerciales. Entre las transacciones comerciales, las más comunes son préstamos en especie, ofrecidos en las pulperías, a la gente en extrema pobreza para acceder a los alimentos y otros bienes básicos. La gente en extrema pobreza tienden a desestimar los costos y beneficios de la producción. Las habilidades contables son escasas, por lo que los más pobres muchas veces invierten más que la ganancia y no agregan valor a su trabajo en términos monetarios.

4.2.- Rol de las instituciones y estrategias de financiamiento rural para el crecimiento y reducción de la pobreza a) En el marco ce las reformas económicas y financieras en curso, se reafirma la necesidad de

avanzar en el diseño de políticas para el desarrollo del sector rural, tanto en el área del apoyo social como también para estimular la mayor difusión y adopción de nuevas tecnologías, fomentar las capacidades de innovación a nivel empresarial y en especial, asegurar un flujo de recursos financieros para atender las necesidades de capital de trabajo, y financiar las inversiones productivas y la comercialización de los productos agropecuarios.

Page 34: Araica Zepeda Papal Del Financiamiento Rural

Araica Zepeda, Ricardo (2006): Papel del financiamiento rural y su impacto en la SAN

34

Dentro de ese marco se está impulsando en Nicaragua el Programa Sectorial de Desarrollo Rural Productivo Sostenible (PRORURAL), que integra el accionar del MAGFOR, INTA, INAFOR e IDR, con el objetivo de lograr un incremento de la producción de bienes y servicios del sector rural productivo, para obtener mayor productividad y que sea más competitiva y ambientalmente sostenible; así como mayor participación en mercados internos y externos, en aras de generar mayores ingresos. PRORURAL es parte del Plan Nacional de Desarrollo (PND) y pretende beneficiar a los hogares rurales: a) extremadamente pobres, para que mejoren la calidad y el acceso a los alimentos y para que logren un nivel básico de ingresos; b) pobres con potencial, para que aumenten significativamente sus ingresos, mediante el financiamiento de sus negocios; y c) productores de mediana escala, transformando este segmento en un sector empresarial dinámico, articulado con las empresas vinculadas con el mercado mundial, con capacidad de competir con productos de mayor valor agregado. Dentro de este programa se han definido 7 zonas estratégicas de desarrollo: reactivación productiva agroindustrial; diversificación y consolidación productiva; seca con potencial agrícola; seca de transformación productiva; contención de la frontera agrícola; conservación de Recursos Naturales y Desarrollo Forestal; y especiales fronterizas. Además, se pretende el desarrollo de conglomerados y cadenas de producción, tales como: carne, lácteos, forestal, café, azúcar, banano, granos básicos, frutas, hortalizas, cacao, plátano y sistemas productivos forestales sostenibles. Asimismo, se han definido siete áreas de intervención para lograr mejores resultados: innovación tecnológica; sanidad agropecuaria e inocuidad agroalimentaria; desarrollo forestal sostenible; servicios de apoyo a la producción; inversiones de infraestructura; modernización y fortalecimiento institucional; y por último, políticas y estrategia agropecuaria y forestal.

b) Resulta indispensable contar con un Sistema Financiero Nacional con capacidad para responder

a los requerimientos del sector agropecuario en condiciones de montos y plazos que hagan posible el acceso al crédito y los servicios de fomento y promoción, en términos más amplios que aquéllos que plantea la liberalización financiera. Como se ha reconocido, las políticas de liberalización financiera no llegan a resolver el problema de la segmentación crediticia, que es característica en los mercados financieros latinoamericanos y que se expresa en una preferencia por parte de los Bancos Comerciales para canalizar sus recursos hacia las empresas más grandes y con mayor grado de modernidad quedando en consecuencia sin atención vastos sectores de la economía, entre ellos principalmente los productores de menor desarrollo relativo del sector agropecuario.

En tal sentido será importante lograr la consolidación del financiamiento agropecuario alrededor de cuatro objetivos fundamentales:

i) Garantizar un mayor volumen de recursos para satisfacer la demanda de crédito del

sector agropecuario, sustentada en una nueva agenda para el financiamiento del desarrollo agrícola, que trascienda los esquemas fundamentalistas basados exclusivamente en el mercado y refuerce los esquemas de complementación financiera, haciendo posible que se

Page 35: Araica Zepeda Papal Del Financiamiento Rural

Araica Zepeda, Ricardo (2006): Papel del financiamiento rural y su impacto en la SAN

35

pueda acceder directamente a nuevas fuentes de recursos y lograr así una estructura de fondos más diversificada y estable. Para ello, será importante elevar los niveles de captación de recursos del exterior en condiciones competitivas y estables, con plazos que faciliten el proceso de modernización del sector agropecuario.

ii) Elevar el acceso al crédito del sector financiero, pues tradicionalmente la Banca Comercial

se ha concentrado en atender las demandas de los sectores de mayor desarrollo relativo: comercio, industria, exportaciones primarias, quedando en consecuencia sin atención importantes sectores constituidos por productores rurales, pequeñas y medianas industrias, empresarios independientes, mujeres micro-empresarias, etc., que requieren del diseño de esquemas y modalidades de financiamiento adecuados par atender sus necesidades de capital de trabajo, promover sus inversiones productivas y favorecer la capitalización de sus unidades empresariales.

iii) Alcanzar una mayor eficiencia en la canalización de recursos financieros, para cuyo

propósito será importante reducir y eliminar todo tipo de interferencias políticas o de otro carácter, a fin de impedir que los Bancos suministren créditos y servicios que no resultan viables ni competitivos. Los Bancos deberán establecer políticas de tasas de interés que además de asegurar una gestión financiera sana, permitan una asignación eficiente de los recursos. En aquellos sectores donde los subsidios sean justificados y recomendables, se requerirá que éstos no sean asumidos por los intermediarios financieros, sino que deben emplearse mecanismos transparentes como son las transferencias directas del presupuesto nacional u otros instrumentos que no afecten la solvencia de las Instituciones Financieras de Desarrollo.

iv) Promover e impulsar la reestructuración y modernización de las Instituciones Financieras

de Desarrollo (IFD) que brindan atención al sector agropecuario, lo cual implica como ya está ocurriendo en varios casos una redefinición de su rol y su transformación y su transformación en instituciones ágiles con una gestión autónoma, sustentada en una diversificación de sus fuentes de recursos y la canalización eficiente del financiamiento en proyectos viables, conjuntamente con una vocación particular para atender a la población rural.

c) Todo plan de lucha contra pobreza debe atacar los obstáculos a los que enfrentan los pobres

para acceder a los bienes y servicios a fin de que puedan obtener mejores empleos y elevar la productividad. Una vía clave para lograrlo es a través de acciones concertadas de política social y programas de impulso al crecimiento y la competitividad; pero es preciso garantizar que sus resultados beneficien a los pobres al menos tanto como al resto de la población, desafío que presenta varías aristas. En algunos casos, los mayores beneficios se obtendrán mediante programas focalizados, como las transferencias de efectivo condicionadas con la inversión de capital humano, la urbanización de las áreas marginales o los programas de infraestructura rural. En otros, debe reformarse la provisión de servicios para garantizar que beneficie a los pobres (asegurando una calidad similar en la educación o promoviendo la expansión de los servicios financieros). Por último, es necesario monitorear y evaluar sistemáticamente los progresos de dichos programas; así como, implementar medios eficaces de divulgación y rendición social de cuentas.

Page 36: Araica Zepeda Papal Del Financiamiento Rural

Araica Zepeda, Ricardo (2006): Papel del financiamiento rural y su impacto en la SAN

36

V.- CONCLUSIONES Después de haber abordado la temática del “Papel del financiamiento rural y su impacto en la seguridad alimentaria y nutricional (SAN), podemos realizar las siguientes conclusiones: 1. Hasta el momento los mercados financieros rurales no funcionan eficientemente, porque los

riesgos de producción y de precios, la información imperfecta y los costos de transacción son problemas subyacentes dominantes.

La primera causa básica del deficiente funcionamiento de los mercados de crédito rural es la combinación de los altos niveles de riesgo en la producción, y riesgos relacionados con lo precios y técnicas de mitigación limitadas. Por ejemplo, los productores agrícolas y los pequeños empresarios que contraen una obligación financiera están sujetos a una variabilidad sistemática que podría resultar en un incumplimiento involuntario. A falta de instrumentos adecuados de mitigación de riesgos (garantías, seguros, venta de futuros, etc.), los intermediarios financieros se ven forzados a retirarse de las zonas rurales o a desarrollar mecanismos de diseño de contratos de responsabilidad mancomunada o el crédito grupal.

La segunda causa básica por la que los mercados están desarrollados es la información imperfecta o asimétrica. La adquisición y transmisión de información es costosa, a pesar de que es vital para evaluar y manejar riesgos. La buena información puede servi9r como sustituto parcial de la falta de un bien real objeto de prenda y como medio para prevenir riesgos morales. Sin embargo, en los escenarios rurales la ausencia de un historial crediticio formal, de una tradición de registros y la heterogeneidad de las condiciones de producción complican la evaluación de la capacidad de endeudamiento y las actividades de seguimiento de préstamos y seguros.

La tercera causa básica es el alto costo de transacción que deriva de las peculiaridades del escenario físico e institucional. Las zonas rurales se caracterizan por sus elevados niveles de pobreza, dispersión espacial, marcada naturaleza estacional del ingreso, marcos jurídicos débiles y falta de mecanismos adecuados para hacer cumplir los contratos, infraestructura físicas pobres y bajos niveles de escolaridad. Estos rasgos aumentan los costos de transacción tanto a los intermediarios como a los clientes.

Esta combinación de cusas explica porqué es tan baja la probabilidad de que los intermediarios formales estén presentes en los escenarios rurales y porqué están en desventaja competitiva frente a los intermediarios informales que, gracias a su proximidad geográfica y a sus relaciones sociales y económicas diversificadas, tienen ventajas en términos de información y costos de transacción. Por lo tanto, los intermediarios informales tienden a ser más activos que los formales. Por eso, los grandes productores que tienen mayores ingresos, los que cuentan con bienes objeto de prenda tradicionales y una historia crediticia son los que tienden a ser lo clientes preferidos.

Page 37: Araica Zepeda Papal Del Financiamiento Rural

Araica Zepeda, Ricardo (2006): Papel del financiamiento rural y su impacto en la SAN

37

2. La experiencia empírica viene demostrando que la liberalización financiera, no asegura necesariamente el eficiente funcionamiento de los mercados de crédito.

Por lo que se requiere, entonces, de la aplicación de políticas de "segunda opción" a fin de reducir los efectos adversos de estas segmentaciones, como por ejemplo mediante la participación de Instituciones Financieras de Desarrollo (IFD), que permitan cubrir los vacíos del mercado canalizando recursos sobre todo a pequeños productores situados en las áreas rurales, que además precisan de otros servicios complementarios al crédito, tales como capacitación, asistencia técnica, asesoría e información.

El conjunto de esquemas de financiamiento utilizados por las IFD que atienden al sector agropecuario, pueden clasificarse en tres grupos: el primero corresponde a las IFD que ofrecen atención a diversos sectores de la economía entre los que se encuentra el sector agropecuario; el segundo esquema corresponde al IFD que concentran su atención de manera especializada en el financiamiento al sector agropecuario y el tercer esquema que se caracteriza por la presencia de IFD, que en el ámbito de sus respectivos países, comparten de manera sistemática funciones y responsabilidades en la tarea de financiar el desarrollo agrícola.

3. El análisis comparativo de las experiencias institucionales comprendidas en el estudio, permite

apreciar una relación directa entre el grado de importancia que tiene el sector agropecuario en la estructura productiva y en la generación de empleo en las economías, con el grado de especialización con el que actúan las IFD.

En lo que respecta a las modalidades de financiamiento agropecuario; no obstante las especificidades que mantienen cada una de las instituciones analizadas, se observan tres grandes categorías: para capital de trabajo, inversión y la comercialización.

Los préstamos para capital de trabajo se utilizan para la adquisición de insumos y materiales, pago de mano de obra y otros servicios comprendidos dentro de los costos directos. Así mismo, algunas IFD tienen programas especiales de crédito que tienen como propósito fomentar el desarrollo de determinados cultivos y productos pecuarios, así como en función a su ubicación en zonas o polos de desarrollo.

Los créditos para inversión se destinan a la adquisición de maquinaria, equipo, instalaciones y otros bienes de capital necesarios para el desenvolvimiento de las actividades productivas agrícolas y pecuarias, así como para el financiamiento de proyectos de pre-inversión, orientados al mejoramiento de la competitividad, sostenibilidad y disminución de los riesgos por efectos climáticos y estaciónales. En este último caso, los programas de crédito se dirigen al financiamiento de actividades tales como: mejoras en las tierras, avance tecnológico, reconversión productiva y capitalización rural.

Los créditos de comercialización, se caracterizan por diferentes esquemas de financiamiento para apoyar la fase de acopio, selección, empaque, almacenamiento y distribución interna y externa de productos agropecuarios. Estos esquemas pueden otorgarse bajo la modalidad de avío o refaccionario, según su ciclo de vida.

Page 38: Araica Zepeda Papal Del Financiamiento Rural

Araica Zepeda, Ricardo (2006): Papel del financiamiento rural y su impacto en la SAN

38

Una variante de este tipo de financiamiento es el crédito prendario, cuya finalidad es facilitar al agricultor la comercialización de sus productos en la época que le resulte más conveniente.

4. De manera general, las IFD que atienden al sector agropecuario orientan sus esfuerzos hacia

los productores de menor desarrollo relativo, situación que guarda congruencia con la función de fomento que dichas instituciones cumplen.

Sin embargo, cabe destacar que en el nuevo entorno de las políticas de apertura y liberalización económica, existe una clara tendencia a favorecer a aquellos pequeños productores que poseen proyectos técnica y financieramente viables. Esta racionalidad cumple dos propósitos: efectuar una asignación eficiente de los recursos a los sectores productivos y garantizar la recuperación de los préstamos y con ello la auto-sustentabilidad y permanencia de las IFD.

Las IFD utilizan la proporción o cobertura de financiamiento, medida como el porcentaje del total del costo de proyecto susceptible de recibir crédito, como un mecanismo preferencial para impulsar el desarrollo de determinado tipo de actividades productivas, o estrato de productor.

Los plazos que contempla el financiamiento dependen del tipo de crédito y de la actividad a financiar. Las políticas de tasa de interés que aplican las IFD que atienden al sector agropecuario, reflejan en gran medida, el costo de captación de los recursos, así como aquéllos inherentes al proceso de intermediación financiera. En ese sentido, las IFD han reducido la utilización de las tasas de interés como un instrumento de fomento sectorial, que de acuerdo a la experiencia pasada de los países latinoamericanos, premiaron actividades que no resultaron competitivas, retardando incluso su reconversión hacia actividades económicamente más eficientes.

5. En cuanto a las fuentes de recursos, se hacen evidentes aquéllas de origen interno

provenientes del Banco Central, aportaciones directas de los Gobiernos, así como la captación de depósitos de ahorro, que son característicos de los Bancos de Primer Piso.

Las fuentes de origen externo provienen en su mayoría del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF), Banco Mundial (BM), Banco Latinoamericano de Exportaciones (BLADEX), y la Corporación Andina de Fomento (CAF), entre otras Instituciones Financieras Internacionales.

6. Los servicios complementarios al crédito tienen por finalidad mejorar la producción y

productividad de las explotaciones agropecuarias, por medio de la provisión de asistencia técnica, capacitación, organización de productores, fondos de garantía, entre otros, que tienen como propósito elevar la productividad y competitividad del sector agropecuario.

Page 39: Araica Zepeda Papal Del Financiamiento Rural

Araica Zepeda, Ricardo (2006): Papel del financiamiento rural y su impacto en la SAN

39

Los servicios de asistencia técnica y capacitación que las IFD tradicionalmente otorgaban de manera directa, muestran una tendencia a favorecer la participación de agentes privados en la prestación de dichos servicios, para cuyo propósito inducen la demanda voluntaria de los productores por este tipo de servicios a través de reembolsos de los costos de asistencia técnica, progresivamente menores.

En cuanto a los programas de capacitación, éstos se orientan a proporcionar conocimientos e innovaciones dirigidos al personal de las IFD, intermediarios financieros y los productores agropecuarios beneficiarios de los programas de crédito.

La organización de los productores agropecuarios bajo modalidades de empresas, agro-asociaciones y otras formas asociativas de productores, facilitan la inserción exitosa de los productores en el proceso de globalización de los mercados internacionales. En efecto, la asociación de productores permite alcanzar economías de escala en la producción y comercialización, a la vez de disminuir los costos de las entidades financieras en las operaciones crediticias de pequeño monto, e impulsar la movilización del ahorro rural.

7. En el caso particular de Nicaragua la liberalización financiera no ha sido suficiente para que

el Sistema financiero se profundice en las zonas rurales, pareciera que la liberalización es la “panacea” del crecimiento económico, puesto que hubo aumento del PIB primario, sin el incremento significativo del crédito formal para el sector agropecuario. De hecho, las limitantes estructurales (riesgos climáticos, problemas de la propiedad, información imperfecta, etc.) provocan una división del mercado financiero en segmentos aislados entre sí y una casi ausencia del financiamiento formal.

8. En lo relativo a la cartera del crédito bruto otorgado en el período 1998-2004, por el

sistema bancario a la economía nacional se evidencia que ha habido un incremento significativo del crédito hipotecario para viviendas y el comercial; por tanto, hay una clara “terciarización” del crédito bancario y un sesgo hacia los préstamos personales individuales, manteniéndose tasas de interés activas relativamente altas, que no fomentan el desarrollo.

9. Generalmente, la evaluación de los programas crediticios se limita a estimaciones de tipo

bancario y no al seguimiento y evaluación del impacto del crédito en la producción. Además, los usuarios del crédito no participan habitualmente en la programación, asignación y administración de recursos, ni en el seguimiento y evaluación de los resultados socioeconómicos. De igual modo, son mínimos los esfuerzos de capacitación de los usuarios del crédito y se manifiestan deficiencias en la administración del crédito y corrupción de cierto personal de instituciones crediticias.

10. Por último, queremos recalcar que el desarrollo no es un simple incremento en la capacidad

productiva gracias a las innovaciones tecnológicas y mejorías económicas (crecimiento del PIB, reducción de la inflación, etc.); sino que especialmente ha de experimentarse mediante la transformación de las dimensiones sociales y políticas. Por eso, el verdadero desarrollo, ha de ser entendido como el mejoramiento de la calidad de vida, como la ampliación de las oportunidades de los seres humanos sobre cómo vivir sus vidas; no se trata por tanto sólo de una mera cuestión cuantitativa, sino cualitativa.

Page 40: Araica Zepeda Papal Del Financiamiento Rural

Araica Zepeda, Ricardo (2006): Papel del financiamiento rural y su impacto en la SAN

40

VI.- BIBLIOGRAFIA CONSULTADA Aguilar Valdés, Alfredo y Colaboradores (1989): Administración agropecuaria. Cuarta edición. Editorial LIMUSA, México, D.F. Albalá Mateo Ambrocio (1998): El Sistema Bancario Nicaragüense en la década de los noventa. Revista Encuentro de la UCA. No. 45. Managua, Nicaragua.

Asociación Latinoamericana de Instituciones Financieras de Desarrollo (ALIDE, 1996): Crédito Agrícola y Banca de Desarrollo. Banco de México. México. Banco Central de Nicaragua (BCN): Informe Anual 2004. Política Monetaria, Cambiaria y Financiera. Managua, Nicaragua. Banco Interamericano de Desarrollo (BID, 2002): Estrategia de financiamiento rural. Washington, D.C. Banco Mundial (2003): Nicaragua, Reporte de Pobreza. Aumentando el bienestar y reduciendo la vulnerabilidad. Informe No. 26128-NI. Bibliografías Técnicas S.A. (BITECSA, 1996): Constitución Política de Nicaragua. Edición Actualizada. Managua, Nicaragua. Clemens, Harry y Wattel, Cor (1998): Análisis Centroamérica. Financiamiento Rural por Proyectos. Centro de Estudios para el Desarrollo Rural de la Universidad Libre de Ámsterdam (CDR-ULA), San José, Costa Rica. Dauner Isabel y Gómez L., Ruiz A. (1998): Impacto Económico del Crédito. NITLAPAN-UCA. Managua, Nicaragua. Revista Encuentro de la UCA. Dauner Isabel (1998): Liberalización Financiera y Segmentación de Mercados. NITLAPAN-UCA. Managua, Nicaragua. Doligez F. y Fournier Ives (1992): Programa Nacional de Fomento de las Iniciativas Locales de Financiamiento Rural. NITLAPAN-UCA e IRAM. Managua, Nicaragua. Gentil Dominique y Fournier Yves (1998). ¿Pueden los campesinos ser banqueros? Experiencias de Ahorro y Crédito. SIMAS. Managua, Nicaragua. Fonseca Casanova, Rodrigo José (1997): Problemática en el desarrollo de la microempresa en la categoría crédito no convencional (Programa RICREDITO), en el Municipio de Managua, en el período 1994-96. Monografía. Managua, Nicaragua.

Page 41: Araica Zepeda Papal Del Financiamiento Rural

Araica Zepeda, Ricardo (2006): Papel del financiamiento rural y su impacto en la SAN

41

Jarquín, Horacio (1998): Fondo de Crédito Rural (FCR). Base de la cadena productiva de las exportaciones agrícolas de pequeños y medianos productores. Director Ejecutivo del FCR. Revista For Export. Septiembre-octubre. Managua, Nicaragua. Pág. 13-14. Ministerio Agropecuario y Forestal (MAGFOR-2005): Revista Agricultura y Desarrollo. No. 65. Dirección General de Políticas Agropecuarias y Forestales. Managua, Nicaragua. Morales Molina, Silvio Javier y Zamora Escobar, Sergio Cairo (1977): El crédito Rural y su comportamiento en el Municipio de Nindirí (1970-74). Monografía. Managua, Nicaragua. La Prensa (2000): Micro financieras ampliarán la oferta crediticia nacional. Entrevista a Iván Gutiérrez, Director de ASOMIF. Publicada en la Sección de Negocios y Economía del jueves 13 de enero, página 4c. Managua, Nicaragua. Orozco González, David (1998): Reactivación y racionalidad de subsistencia en el sector privado nacional. Revista Encuentro. Año XXX, No. 47. UCA. Managua, Nicaragua. Pág. 81.87 SIMAS (1996): Sistemas Financieros No Convencionales. Evaluación del Impacto y Situación Legal. Managua, Nicaragua. Memoria del Tercer Seminario Nacional, realizado el 1 y 2 de Febrero. Viser Evert Jan (1990): La política de crédito subvencionado en Nicaragua (1979-1990). El impacto en el mercado financiero rural de Nueva Guinea. UNAN-sede de Managua. Managua, Nicaragua. Vélez Hernández, Jaime (1984): Crédito Rural. Tercera Edición. IICA. San José, Costa Rica. INTERNET: http:/www.iadb.org/sds/doc/RUR-104EstrategiadeFinanciamientoRural.pdf

Page 42: Araica Zepeda Papal Del Financiamiento Rural

Araica Zepeda, Ricardo (2006): Papel del financiamiento rural y su impacto en la SAN

42

VII.- ANEXOS Anexo 1, Cuadro 1: Principales Normas y Regulaciones a fines de 1999.

Indicador Norma o disposición Observaciones Capital Social Mínimo

120 millones de córdobas

Esta disposición es de aplicación inmediata para la apertura de nuevos bancos. Para los bancos existentes, estos podrán ajustarse en un período de tres años a partir del 1 de abril del año 2,000. Este monto podrá ser actualizado por el Consejo Directivo de la SBOIF, por lo menos cada dos años, en caso de variaciones cambiarías en la moneda nacional.

Adecuación de capital

10% Resultados de dividir la base de cálculo de capital entre el total de sus activos de riesgos libre de provisiones. A partir de junio del corriente, no se consideran dentro de la base de cálculo los Bonos de Fomento (BOFOS) menores a 5 años. Ciertos bancos tienen establecidos un plan gradual para el cumplimiento de esta disposición. El coeficiente puede ser incrementado por disposición del Consejo Directivo de la SBOIF.

Provisión de cartera

A: 0% B: 5% C: 20% D: 70% E:100%

Las provisiones deben aplicarse al total de créditos. La clasificación de cartera se establece de acuerdo a norma prudencial de la SBOIF.

Crédito a partes relacionadas

Limite del 15% de la base de cálculo del capital, para los créditos otorgados a cada una de sus partes relacionadas.

En el caso de existir vínculos significativos entre dos deudores relacionados con el banco, el máximo de créditos a éstos es del 25 por ciento de la base de cálculo.

El total del crédito a partes relacionadas no podrá exceder el 60% de la base de cálculo.

Concentración de Crédito

30% de la base de cálculo

En el caso de personas o grupos de interés que no es parte relacionada al banco.

Encaje legal 16.25% Calculo de acuerdo con el promedio semanal. Los bancos no podrán incurrir en desencaje por más de tres semanas en un trimestre calendario.

Fuente: Informe del Banco Central de Nicaragua 1999.

Page 43: Araica Zepeda Papal Del Financiamiento Rural

Araica Zepeda, Ricardo (2006): Papel del financiamiento rural y su impacto en la SAN

43

Anexo 1, cuadro 2: Situación económica de Nicaragua 1998-2004 Conceptos 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004

ACTIVIDAD ECONÓMICA: PIB nominal (Mill C$) 37,804.5 44,197.8 49,952.0 55,155.3 57,376.3 62,673.8 72,603.3 PIB (Mill US $) 3,573.2 3,742.7 3,938.1 4,102.4 4,026.0 4,148.8 4,555.6 PIB real (Mill. C$) 24,299.2 26,008.9 27,075.7 27,877.4 28,087.5 28,721.2 30,199.9 PIB real (%) 3.7% 7.0% 4.1% 3.0% 0.8% 2.3% 5.1% PIB Per cápita (US $) 743.9 758.3 776.5 778.2 753.7 756.8 809.7 PIB Per cápita (%) 2.8% 1.9% 2.4% 1.5% (4.4%) 0.4% 7.0% Sector primario (%) 28.3 28.4 30.3 30.3 29.1 32.4 28.6 Sector Secundario (%) 27.0 28.4 27.6 27.7 28.0 20.7 ND1

Sector Terciario (%) 44.7 43.2 42.1 42.0 42.9 46.9 ND Ahorro nacional (% del PIB) 10.3 12.8 10.1 8.5 6.3 7.4 10.3 Inversión (% del PIB) 31.0 39.6 32.9 28.2 26.1 25.6 28.8 POBLACION: Población total (Miles hbt.) 4,803.1 4,935.6 5,071.7 5,205.0 5,341.9 5,482.3 5,626.5 % de Crecimiento Población 2.8 2.8 2.8 2.6 2.6 2.6 2.6 Población de 10 años o más 3,334.7 3,435.7 3,539.7 3,653.2 3,770.2 3,890.8 3,977.7 PEA2 (Miles hbt.) 1,661.3 1,728.9 1,815.3 1,900.4 1,989.7 2,083.1 2,111.1 PEA/Población total 34.6 35.0 35.8 36.5 37.2 38.0 37.5 Tasa de ocupación (% PEA) 86.8 89.3 90.2 89.6 87.1 87.4 93.5 Tasa de desempleo (% PEA) 13.2 10.7 9.8 10.4 12.9 12.6 6.5 Tasa desempleo equivalente (%) 11.6 11.9 12.6 12.4 11.6 11.7 ND Tasa subutilización global3 (%) 24.8 22.6 22.5 22.8 24.5 24.3 ND PEA agropecuaria (%) 36.7 37.9 39.2 38.9 36.7 37.2 41.6 MONETARIA: % Tasa interés activa (US $) 18.8 15.2 15.6 16.5 11.9 11.4 10.0 % Tasa interés activa (C$) 21.9 18.3 19.7 20.2 15.7 14.4 12.5 % Tasa interés pasiva (US $) 8.8 9.0 9.8 5.4 3.5 2.8 2.6 % Tasa interés pasiva (C$) 12.4 12.3 12.5 8.1 5.0 3.5 3.3 Inflación acumulada anual 18.5 7.2 9.9 4.8 3.9 6.5 9.3 Tipo de cambio (C$ x US $) 11.1938 12.3182 13.0573 13.8408 14.6712 15.5515 16.3291 Devaluación anual (%) 12.0 10.0 6.0 6.0 6.0 6.0 5.0 Deuda Externa (Mill US $) 6,287.1 6,548.9 6,659.9 6,374.2 6,362.6 6,595.8 5,390.6 Deuda Interna (Mill US $) ND ND 308.9 665.9 1,222.9 1,425.6 1,338.9 Deuda Total (Mill US $) - - 6,968.8 7,040.1 7,585.5 8,021.4 6,729.5 Saldo de las RIN4 (Mill US $) 305.8 356.8 319.2 211.2 275.4 308.3 451.1 COMERCIO EXTERIOR: Import. (FOB Mill US $) 1,397.0 1,698.1 1,653.2 1,617.3 1,598.8 1,720.2 2,022.0 Exp. Totales (FOB Mill US $) 573.2 546.1 642.8 589.4 561.0 604.5 755.6 Déficit comercial (Mil US $) - 823.8 - 1,152.0 - 1,010.4 - 1,027.9 - 1,037.8 - 1,115.7 - 1,266.4 Export. / Import. x 100 41.0 % 32.2 % 38.9% 36.4% 35.1% 35.1% 37.4% Exp. Agrop. (FOB Mill US $) 254.0 239.6 263.3 212.0 177.8 201.7 266.4 % Exp Agrop. / Exp. Totales 44.3 43.9 41.0 36.0 32.0 33.0 35.0

Fuente: Informe del BCN (año base 1994), MAGFOR y Proyecciones de población del INEC. 1) ND = No hay datos. 2) PEA = Población Económicamente Activa; o sea, las personas en edad laboral. 3) Tasa de sub-utilización global, es igual a la tasa de desocupados más la tasa de desempleo equivalente. 4) RIN = Reservas Internacionales Netas.