Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

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Perspectivas económicas latinoamericanas

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Contenido

Precio de los commodities agrícolas y evolución reciente de la Balanza de Pagos de

Argentina, Sergio Paz ................................................................................................... 2

Los caminos que se bifurcan: asimetría funcional en el sistema global de IED entre

Brasil y Argentina. Implicancias para la relación bilateral, Esteban Actis. ................... 26

Relaciones entre América del Sur y China: ¿una alternativa para una inserción

internacional autónoma? Paola Baroni & María Florencia Rubiolo .............................. 52

El ascenso del BRIC y su influencia en la política exterior de los países periféricos: el

caso argentino, Luciano Bolinaga ............................................................................... 81

Las estrategias de internacionalización de las empresas transnacionales brasileñas:

una reflexión acerca de sus impactos a nivel local en la argentina, Rubén Marx ...... 106

Los actores subnacionales de América del Sur y su proyección al Pacífico: nuevas

estrategias en la búsqueda de desarrollo, Bárbara Nioi Varg .................................... 127

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Precio de los commodities agrícolas y

evolución reciente de la Balanza de

Pagos de Argentina

Paz, Sergio

Universidad Nacional de Quilmes

3ras. Jornadas de Relaciones Internacionales

FLACSO | 25 y 26 de Octubre de 2012

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Resumen

El objetivo de este trabajo es estudiar la evolución reciente de la Balanza de Pagos de

Argentina, con énfasis en el resultado de su balance comercial, teniendo como marco

el periodo de rápida recuperación del precio de los commodities agrícolas.

La hipótesis señala que la evolución reciente de la Balanza de Pagos de Argentina

depende significativamente de la actual relación favorable de precios de los

commodities agrícolas, aún cuando se identifica una mejora en varios rubros del

intercambio comercial durante el periodo de la posconvertibilidad.

Los resultados alcanzados permiten señalar que se verifica un superávit comercial

durante la posconvertibilidad, que es influido por el cambio favorable en los términos

de intercambio. Este resultado permitió superar la restricción externa, a pesar de un

persistente déficit en la cuenta capital y financiera; pero aún hay factores que acercan

a la economía argentina a la limitación externa. En este contexto, el complejo sojero se

presenta como un desafío de magnitud por sus resultados en materia económica y

comercial.

Palabras clave: precio - commodities agrícolas - Balanza de Pagos - soja -

Argentina

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Introducción

El periodo de recuperación del precio de los commodities que se inició en el año 2002

despierta el interés en analizar las consecuencias que podría tener dicho proceso para

las economías fuertemente influenciadas por las exportaciones agrícolas como la

argentina.

El objetivo de este trabajo es estudiar la evolución reciente de la Balanza de Pagos de

Argentina, con énfasis en su balance comercial, en un cuadro de recuperación del

precio de los commodities agrícolas. La hipótesis asociada señala que la evolución

reciente de la Balanza de Pagos argentina depende de manera significativa de la

actual relación favorable de precios de los commodities agrícolas para el país, aún

cuando se observa una sensible mejora en otros aspectos del intercambio comercial

argentino.

La expansión de los transgénicos con altos precios internacionales contribuyó con el

desenvolvimiento macroeconómico y alivio a la restricción externa que sufrió

tradicionalmente el país. Así la creciente producción de transgénicos y su colocación

en los mercados externos contribuirían con el objetivo del equilibrio fiscal y externo, en

medio de un potente cambio en los términos de intercambio.

Así los efectos generados por el incremento de la producción y exportaciones de

productos básicos y derivados fueron un punto clave para los objetivos de política

económica en el periodo de la posconvertibilidad, siendo que en los últimos años los

recursos provistos tomaron especial trascendencia debido a la crisis económica

internacional, a la salida de capitales y al sostenimiento del gasto público.

El presente trabajo organiza la presentación de sus temas fundamentales analizando

primero la mejora en los términos de intercambio y el precio de los principales

commodities agrícolas que exporta el país; y luego se estudia la evolución reciente de

la Balanza de Pagos, con el afán de descubrir la contribución de los commodities

agrícolas a la superación de la restricción externa y su influencia en el patrón de

exportación durante el periodo de la posconvertibilidad.

1. Precios favorables y producción de commodities agrícolas en Argentina

En la última década los precios internacionales de los productos básicos tuvieron un

rápido incremento que reactualizó el interés académico en determinar si tenían

impacto en las economias nacionales con un patrón exportable anclado en esos

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productos, y si tenían la fuerza necesaria para colocarlos en una senda sostenida de

desarrollo económico.1

Como se observa en el gráfico 1, los términos de intercambio de Argentina mejoraron

en la última década, a la par que aumentaba sensiblemente el precio de su canasta de

productos exportables, integrada en una gran porción por alimentos y commodities

agrícolas. Los precios de los productos básicos exportados por Argentina se

incrementarían con fuerza en los últimos años, recuperándose desde el lamentable

piso que habían tocado en los años 80 y de la leve recuperación que tuvieron en los

90.

Grafico 1

Índice de Términos de intercambio, Precio de exportaciones y Precio de importaciones

para Argentina, base 1993=100 (1986-2011)

Fuente: En base a datos de INDEC

El cuadro de recuperación de los precios de los productos básicos impactaría de forma

positiva sobre los ingresos de los países productores y exportadores de dichos

productos como Argentina, pero repercutirá de forma contraria en los países

1 La evolución del precio internacional de los commodities es una preocupación persistente en la teoría

del desarrollo desde los ´50. Durante mucho tiempo se observó a la producción de recursos como un

obstáculo para el desarrollo de los países latinoamericanos, a partir de los trabajos clásicos de Prebisch y

Singer. Este sigue siendo un tema controversial en el ámbito latinoamericano. Por su lado, Carlota Pérez

(2008) sostiene que América Latina podría aprovechar la coyuntura favorable de altos precios de sus

bienes básicos para financiar el esfuerzo de desarrollar las tecnologías y el capital humano vinculado con

ellos.

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demandantes de alimentos, reactualizando las preocupaciones en materia de

seguridad alimentaria y por su presión inflacionaria.2

La relación favorable de precios para el sector agroalimentario y agroindustrial de

Argentina implicaría una buena oportunidad para financiar el salto tecnológico

necesario para cambiar de status en la división internacional del trabajo, aportando

más trabajo complejo en la producción y exportación de sus bienes. Esto será de

fundamental importancia cuando las ventajas ricardianas que disfrutan empiecen a

diluirse a medida que aumente la productividad del suelo agrícola en el mundo como

consecuencia de la difusión comercial de los avances científicos que hoy están en

gestación.3 De tal forma, el país lograría una mejor posición en la división internacional

del trabajo, y por lo tanto aún mejores términos de intercambio, si puede insertarse en

ella vendiendo bienes intensivos en trabajo complejo. Pero aún así sigue en debate la

idea de que los países no desarrollados puedan alcanzar el desarrollo con un patrón

basado en exportación de bienes primarios.4

El periodo actual de altos precios en los productos básicos estaría determinado por la

demanda de países emergentes asiáticos y, en menor medida, al nuevo uso de bienes

agrícolas para generar biocombustibles, así como a la lenta capacidad de respuesta

de la oferta, aun cuando la inversión en el sector de los productos básicos aumentó,

reflejando las expectativas de altas rentabilidades futuras. Paralelamente, los fuertes

movimientos especulativos en los mercados de futuros le dieron mayor volatilidad a los

precios de los bienes básicos, al aumentar la demanda por razones ajenas a

dinamismo productivo (Helbling, 2008).

En la última década se revela una tendencia alcista para los precios del conjunto de

las materias primas (alimentos, metales, energía, commodities agrícolas), con el precio

de los combustibles liderando el periodo de auge. Por el lado de los alimentos, los

granos y los aceites vegetales imprimieron una aguda fuerza a este aumento.

Hay diversos motivos por los cuales puede presumirse que los precios de los

alimentos y commodities agrícolas se mantendrán altos por algunos años más debido

a cambios estructurales acontecidos en las últimas dos décadas asociados en gran 2 En este contexto, se abrira un debate de alcance internacional en torno a la regulación y organización de

los mercados de commodities agrícolas con la participación de la OMC y los principales países

exportadores de dichos productos, especialmente los de origen transgénico. Ver Dabat y Paz (2009,

2010). 3 La tendencia de largo plazo de los términos de intercambio favorece a los países que son capaces de

compensar la tendencia a la caída de los precios ocasionada por el aumento de la productividad, con la

realización de trabajo crecientemente complejo a lo largo de los años (Astarita, 2010). Los aumentos en

la complejidad del trabajo se convertirían en mayor valor agregado en los productos, lo que en última

instancia se ve reflejado en las estadísticas de los términos de intercambio. 4 Para un análisis sobre los términos de intercambio, las relaciones de trabajo simple/trabajo complejo y

las condiciones de desarrollo para Argentina en el contexto actual de altos precios de los commodities

agrícolas, ver Dabat y Paz (2012).

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parte a: 1) la fuerte demanda de las grandes economías en desarrollo como China e

India; 2) la cada vez más extendida producción de biodiesel y etanol; 3) la persistencia

de la rigidez de la oferta, donde juega un papel importante las medidas comerciales

discriminatorias de los países centrales; 4), en menor medida, los mercados a futuro

de materias primas por la presión que ejercen sobre el conjunto de los bienes básicos.

1.1. Cambio estructural en la producción agrícola

La integración de los cultivos transgénicos al mercado nacional con la soja RR en

1996 produciría una gran expansión de la frontera agrícola, a la par que los precios de

los commodities vivían un periodo de auge de precios. En el gráfico 2, se observa la

señalada recuperación desde 2002 de los precios internacionales de los principales

commodities agrícolas exportados por Argentina, que expondrá una marcada

volatilidad por efecto de la crisis internacional, aunque se evidencia que nuevamente

retomó la tendencia alcista.

La recuperación del precio alento un incremento de la producción y los volúmenes

exportables de los commodities agrícolas, y especialmente la soja. El vigoroso proceso

de crecimiento de producción y exportación de commodities agrícolas, que había

iniciado a mediados de los ´90, facilitaría la rápida recuperación y el crecimiento

económico después de la crisis de 2001-2002, asentada en la expansión del producto

agrícola.

Grafico 2

Precios internacionales del maíz, trigo y soja, Cotización Golfo México, en

dólares/tonelada (1997-2011)

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Fuente: Elaboración propia en base a datos de INDEC y Ministerio de Agricultura, Ganaderia y Pesca, Republica

Argentina

Argentina vería estimulada la produccción agrícola vinculada fundamentalmente a la

expansión de algunos cultivos transgénicos. El proceso de adopción de estas nuevas

tecnologías, muchas de ellas a partir del desarrollo biotecnológico, generaron un gran

impacto en la agricultura argentina y en toda la economía del país.

La difusión del nuevo modelo de implantación con la siembra directa, se combinó con

un número acotado de eventos biotecnológicos en soja, maíz y algodón, que se

articuló con determinados biocidas en materia de insecticidas y fertilizantes, a la par

que se difundía el uso de semillas transgénicas. En este sentido, la soja fue

adquiriendo un especial protagonismo en nuevo modelo agrario construido a partir de

mediados de la década pasada.

La reducción de los costos de producción, el aumento de los precios internacionales

de los bienes básicos y el incremento de la demanda favoreció la expansión de los

cultivos transgénicos en Argentina (Bisang, 2007).

La producción de los commodities más representativos para Argentina tendrán un

inusitada expansión, dedicando gran parte de sus esfuerzos a la siembra de soja,

como se observa en el gráfico 3.

Grafico 3

Producción de maíz, trigo y soja en Argentina, en toneladas anuales (campañas 1996/97-

2010/11)

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Fuente: Elaboración propia en base a datos de INDEC y Ministerio de Agricultura, Ganaderia y Pesca, Republica

Argentina

Es importante señalar que aproximadamente un 75% de la producción de soja se

destina a la industrialización dentro del país, siendo que la mayor parte se destina a la

producción de harinas y aceites. El aceite de soja representa un 85% de la producción

nacional de aceites, que en su mayoría se destina a la exportación y a la producción

de biodiesel.5

El análisis de la producción de estos commodities señala no sólo el éxito en la difusión

de sus tecnologías asociadas a los cultivos transgénicos para impulsar una inusitada

expansión agrícola, sino también en la influencia que tendrá en la economía argentina

y en la búsqueda de una mejora de su salud externa. Para el año 2003 el modelo de

crecimiento económico de la posconvertibilidad inauguraría una política de

recuperación económica y mejora de sus cuentas externas, donde las exportaciones

de los commodities agrícolas serán un eslabón fundamental, aprovechando sus

precios internacionales favorable para el país.

2. Crecimiento y patrón de inserción internacional

La economía argentina ha tenido un desempeño notable, expuesto por buena parte de

los indicadores macroeconómicos, luego de sufrir una grave crisis económica y social

que estalló en 2001 y que en los últimos tres años del régimen de convertibilidad

5 El mayor grado de industrialización en la Argentina de los commodities agrícolas como la soja, sumado a

las ventajas que ofrece la ubicación del complejo oleaginoso en cercanía de los principales puertos de

exportación, permite alcanzar una ventaja competitiva para el país y eleva el valor de los complejos

exportadores asociados a la producción primaria de granos.

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tuvieran un profundo carácter recesivo. La recuperación se sustentó en las elevadas

tasas de crecimiento en el producto interno, el aumento del empleo, el sostenido

superávit fiscal, la reducción de la deuda pública, la buena performance en las

exportaciones y la mejora de las cuentas externas. En materia del sector externo, fue

revertido el déficit de cuenta corriente característico en la década anterior, permitiendo

alcanzar buenos resultados en el intercambio comercial con la región y el mundo, a la

par que se gestaba una importante acumulación de reservas.

Como se observa en la tabla 1, el periodo de la posconvertibilidad se caracterizó por

un fuerte aumento del producto, las exportaciones y el nivel de reservas. El producto

tuvo un extraordinario crecimiento, luego del deterioro en los últimos años del régimen

de convertibilidad. Este comportamiento estuvo impulsado por el fuerte incremento de

las exportaciones, con excepción del 2009. Mientras que las importaciones mostraron

la dinámica que ha caracterizado tradicionalmente a nuestro país, exhibiendo un fuerte

aumento en los periodos expansivos de la economía, que el actual periodo no pudo

torcer. A pesar de ello se pudo disfrutar un superávit comercial que estuvo

acompañado por un incremento sin precedentes de las reservas internacionales,

pasando de 10.476 millones de dólares en 2002 a 46.376 millones en 2011.

En el modelo de crecimiento económico de la Argentina en el periodo de la

posconvertibilidad, el superávit fiscal y externo fue presentado por el Gobierno

Nacional como requisitos y como dos de los logros más importantes. En este cuadro,

los derechos de exportación (conocidos como retenciones) impuestos a los productos

agrícolas, y principalmente a los commodities con altos precios como la soja, son clave

para el balance fiscal.6 Asimismo el ingreso de divisas al país permitió superar la

severa restricción de Balanza de Pagos, sostener el proceso de desendeudamiento,

estabilizar el mercado de divisas y controlar el tipo de cambio nominal.

Tabla 1

Tasa de variación interanual del producto, expo/importaciones y reservas de Argentina

(1994-20111)

Año PIB Exportaciones Importaciones Reservas

1994 5,8 15,3 21,1 3,0

1995 -2,8 22,5 -9,8 3,3

1996 5,5 7,6 17,5 16,4

6 Desde la instauración del esquema de retenciones en 2002, la recaudación por derechos a la

exportación presentó una tendencia sostenida y de veloz incremento. La combinación de una decisiva

política de retenciones, un tipo de cambio real alto y precios internacionales muy elevados, amplió la

participación de las retenciones en la recaudación fiscal total, situándose por encima del 10% promedio

en el periodo 2002-2011.

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1997 8,1 12,2 26,9 14,4

1998 3,9 10,6 8,4 13,1

1999 -3,4 -1,3 -11,3 3,2

2000 -0,8 2,7 -0,2 -1,8

2001 -4,4 2,7 -13,9 -34,9

2002 -10,9 3,1 -50,1 -43,1

2003 8,8 6,0 37,6 34,8

2004 9,0 8,1 40,1 39,1

2005 9,2 13,5 20,1 42,9

2006 8,5 7,3 15,4 14,1

2007 8,7 9,1 20,5 44,1

2008 6,8 1,2 14,1 0,5

2009 0,9 -6,4 -19,0 3,4

2010 9,2 14,6 34,0 8,8

2011 8,9 4,3 17,8 -11,1

Fuente: Elaboración propia en base a datos de INDEC y Banco Central de la República Argentina

El desempeño general del patrón de intercambio comercial en la última década

permitió superar la fuerte restricción externa que sufriera históricamente el país por

falta de divisas. Esto aquejaba sistemáticamente a la economía argentina,

particularmente en las fases expansivas del ciclo económico.

2. 1. La evolución reciente de la Balanza de Pagos

Como muestra el gráfico 4, la convertibilidad es un periodo con un fuerte déficit en la

cuenta corriente que será superado en la posconvertibilidad, aunque el 2011 mostró

un marcado deterioro del balance comercial, acompañado por un fuerte déficit en la

cuenta capital y financiera, que produjeron una fuerte reducción de las reservas y

desatara una serie de medidas para gestionar el comercio y la salida de divisas del

país.7

Grafico 4

Balanza de Pagos de Argentina, en millones de dólares (1992-2011)

7 Desde el último semestre de 2011, el Gobierno Nacional implementó medidas para limitar la salida de

capitales, determinando que la demanda de divisas por parte de particulares deberá estar justificada por

la compra en bienes y servicios importados (ej. paquetes turísticos en el exterior); estableciendo medidas

para el control sobre las importaciones, alentando una rápida emergencia al escenario productivo de

proveedores locales; y generando una batería de restricciones para limitar la repatriación de utilidades por

parte de las empresas extranjeras.

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Fuente: En base a datos de INDEC

El débil desempeño de la balanza comercial fruto de la apertura comercial, la

desregulación de los mercados y una moneda sobrevaluada en el régimen de

convertibilidad dictaminó un continuo déficit en la cuenta corriente, que fue cubierto por

un fuerte ingreso de capitales impulsado inicialmente por las privatizaciones y luego

por un espiral de endeudamiento externo.8

8 El régimen monetario vigente en la convertibilidad exigía un incremento de capitales suficiente para

mantener la expansión monetaria y el volumen de crédito acordes a las necesidades de la economía. Así,

en momentos de insuficiencia de capitales se desataba un mecanismo de ajuste recesivo que disminuía el

déficit de cuenta corriente, en línea con la reducción del financiamiento externo. El periodo de la

convertibilidad produciría una importante acumulación de reservas, especialmente a partir de la

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El quiebre cambiario y la rápida recuperación de la económica permitiría mejorar el

balance comercial y revertir el resultado de la cuenta corriente, también actuando

sobre el saldo de los movimientos de capital. Estos elementos sustentarían, como se

observó en la tabla 1, una fase de crecimiento de las reservas internacionales.

El resultado de la cuenta corriente hasta el quiebre cambiario es deudora de la

acumulación de saldo negativos en el intercambio de bienes y servicios, pero también

del peso que tienen los pagos de los servicios de la deuda externa, como se observa

en el gráfico 5.9 Desde 2002 se observa un importante superávit de cuenta corriente,

impulsado por el resultado de la balanza comercial, que dominará el escenario de la

posconvertibilidad. El superávit comercial está relacionado con la evolución reciente de

los precios de los productos básicos, la expansión inusitada de la producción agrícola

y un patrón de especialización basado en los recursos naturales, y en menor medida

del creciente flujo de manufacturas destinadas principalmente al mercado regional.

Por otro lado, la balanza de rentas sigue teniendo un fuerte carácter deficitario, ya no

por el peso de los pagos por los servicios de la deuda, que persisten aunque se vieron

reducidos ante el decidido proceso de desendeudamiento externo, sino porque

crecieron con intensidad la remisión de utilidades y dividendos en la

posconvertibilidad, siendo 2,75 veces respecto a la registrada en el periodo anterior.10

Grafico 5

Evolución de la Cuenta corriente, en millones de dólares (1992-2011)

colocación de deuda pública, que compensó la baja performance de los sectores exportadores, y permitió

actuar en las fases contractivas (Damill, 2000). 9 El peso de la deuda externa, junto al resultado de los intercambios de bienes y servicios que tienen

tendencia a empeorar en las fases de expansión, permiten advertir un comportamiento deficitario en

términos estructurales de la cuenta corriente durante la convertibilidad. 10

En este punto son importantes las observaciones en torno a los efectos de la década anterior sobre los

proceso de extranjerización y concentración económica, los cuales no han sido revertidos en la

postconvertibilidad, e incluso en algunos sectores se ha intensificado con fuerza. Ver Azpiazu, Manzanelli

y Schorr (2011).

Page 15: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

Fuente: En base a datos de INDEC

Como muestra en el gráfico 6, la cuenta capital y financiera tiene una evolución

signada por el fuerte proceso de privatización y desregulación, con un gran dinamismo

en los montos de inversión directa y de cartera hasta 1998. Pero las inversiones

productivas tienen un saldo que se extiende en el periodo de la posconvertibilidad, no

así con el rubro de inversiones de cartera que imprimiría un carácter fluctuante al

resultado de la cuenta capital y financiera.

Consolidada la estabilidad macroeconómica y la recuperación económica de la

posconvertibilidad se produjo un incremento de las inversiones destinadas a

incrementar la capacidad productiva del país, pero el déficit de la cuenta capital y

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financiera por obra de la salida de capitales que no pudo ser compensada por las

inversiones directas, durante gran parte este periodo.11

Grafico 6

Evolución de la Cuenta capital y financiera, en millones de dólares (1992-2011)

Fuente: Elaboración propia en base a datos de INDEC

Durante el periodo de la posconvertibilidad, se vive un fuerte incremento de las

exportaciones, como se observó en la tabla 1; proceso que se experimenta en medio

de una mejora de los términos de intercambio por obra fundamentalmente del

incremento en el precio de los principales commodities exportados por Argentina. Sin

embargo, es posible avizorar que existen algunas alarmas en materia comercial, dado

el comportamiento de las importaciones. Si bien es común que en la economía

argentina el aumento de las importaciones acompañen los periodos de crecimiento

económico, la tasa de expansión de las importaciones es muy alta en la última década,

exhibiendo un registro superior al de la convertibilidad. Incluso la relación

importaciones/PBI es también el doble en el periodo de la posconvertibilidad, lo cual

señala el profundo carácter dependiente de las importaciones que tiene la economía

argentina en la actual fase de crecimiento. Esto revela además el limitado alcance del

proceso sustitutivo de la estructura industrial argentina que se intentó gestar en la

última década.

11

El desangramiento de divisas se fue deteniendo a la par que se relajaron las medidas tomadas

inicialmente para restringir la fuerte salida de capitales, luego que se experimentara una fuerte

devaluación y se desestabilizara el sistema financiero local. En 2004, 2005 y 2007 habría superávit en

ambas cuentas, en tanto siendo que el mercado de títulos recibía la atención de los inversores. Pero

luego se experimentaría una fuerte retracción de los capitales mientras se agudizaban los problemas

vertidos por la crisis económica internacional.

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Este último punto es consistente con las visiones que señalan la ausencia de un

cambio estructural en la industria argentina en el periodo de la posconvertibilidad, a

pesar de experimentarse una expansión de la exportación de manufacturas. No hubo

un impacto en la participación de las manufacturas con mayor contenido tecnológico, y

se destaca que tanto en la convertibilidad como en la posconvertibilidad se registran

saldos comerciales negativos en el comercio de bienes de alto y mediano-alto

contenido tecnológico (Fernández Bugna y Porta, 2007; Azpiazu y Schorr, 2010).12

Los datos sobre los principales productos importados por Argentina corroboran estas

definiciones. Observándose el gráfico 7, puede señalarse que la principal debilidad de

la economía argentina respecto a su consumo de productos importados, se encuentra

en los sectores productores de bienes de capital, bienes intermedios y los productores

de piezas y accesorios de los bienes de capital. Este es un rasgo que no ha podido

corregirse en el periodo de la posconvertibilidad, aunque en la última década el

consumo de estos bienes pudo financiarse con los ingresos por las exportaciones.

Grafico 7

Productos importados por Argentina, por uso económico, en millones de dólares (1992-

2011)

Fuente: Elaboración propia en base a datos de INDEC

12

Estos autores sostienen que uno de los principales motivos de este resultado fue la carencia de una

política industrial de mediano y largo plazo, más allá del mantenimiento de un tipo de cambio alto, y que

algunas medidas puntuales que se tomaron incluso profundizaron este rasgo presente en la estructura

manufacturera argentina.

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En el periodo de la posconvertibilidad parecería manifestarse la superación de las

condiciones que imponían los recurrentes períodos de estrangulamiento externo, y sus

consecuencias recesivas para restablecer el equilibrio. Pero se pudo corroborar la

persistencia de factores que tienden a recrear esta limitante, dado el alto nivel de

concentración económica y la ausencia de grandes transformaciones productivas

(Wainer, 2011).

Ahora es momento de analizar los sectores responsables de este registro que

permitieron sortear las exigencias impuestas por el crecimiento económico, sin caer en

el estrangulamiento externo, puesto que pudieron proveer las divisas que necesitaba

la economía argentina.

2. 2. La fuerza agrícola en el conjunto exportador

Argentina es un país que posee abundantes recursos naturales, sumado al hecho que

en las últimas décadas se incorporaron importantes avances tecnológicos en la

producción agrícola, lo cual favorece un patrón exportador que refleja una alta

competitividad en productos básicos, y particularmente en los commodities agrícolas.

Actualmente se cuenta con una agricultura más tecnificada e intensiva, con la

utilización de técnicas como la siembra directa, la utilización de productos

biotecnológicos y la aplicación masiva de herbicidas y fertilizantes, que generó un

aumento notable de los rendimientos y la reducción de los costos.

Las exportaciones argentinas de los principales commodities agrícolas y sus

subproductos verifican un franco crecimiento en el periodo de la posconvertibilidad.

Salvo en 2009, sufriendo una fuerte sequía y en un desfavorable contexto

internacional signado por la caída de la demanda y los precios, el saldo exportable de

los bienes primarios muestra un buen desempeño en varios sectores. 13

En el gráfico 8, se establecen los cinco principales complejos exportadores, donde

figuran los commodities agrícolas con altos precios internacionales (oleaginosas y

cerealero), siendo que el rol central es ejercido por las oleaginosas: soja y girasol. Los

productos relacionados con los complejos de oleaginosas y cereales fueron rubros que

mostraron una creciente participación en las ventas externas, fortalecidos por la

mejora de sus precios a lo largo de la última década. También es posible verificar que

estas exportaciones muestran una fuerte ralentización cuando se experimentan los

13

El comportamiento de los productos básicos está sometido a la evolución de sus precios

internacionales y la situación climática en el país. Estos elementos explican que en 2009 se produjeran

una importante retracción en la producción y en sus exportaciones, interrumpiendo la tasa de expansión

continua de los cultivos estudiados.

Page 19: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

efectos de la crisis internacional en la caída de la demanda y de los precios básicos en

general.

El buen desempeño de las oleaginosas y los cereales es acompañado por otro

complejo relacionado como el mundo de los commodities como el petroquímico, ante

el fuerte incremento en el precio del petróleo y sus derivados en los últimos años. En

este caso nuevamente las ventas externas verifican una fuerte caída en medio de la

crisis, pero los signos de recuperación económica permitieron nuevamente buenos

precios, aunque es necesario también señalar que los saldos exportables del país

están sometidos a decisiones del Gobierno Nacional en materia energética.

A este grupo se suma la industria automotriz argentina, la cual es importante por

tratarse de un producto con un perfil tecnológico deseable para Argentina14. Es de

interés para el país ya que se trata de una actividad caracterizada por su dinamismo e

innovación tecnológica en el terreno productivo, además que posibilitaría insertarse en

redes globales de producción. Por último, se encuentra el tradicional complejo bovino

que es importante por su intensa relación con la dieta local, por su asociación directa

con la producción agrícola y por su vínculo con el histórico patrón exportable nacional.

Grafico 8

Principales complejos exportadores de Argentina, en millones de dólares (1996-2011)

14

A pesar de este buen resultado del sector automotriz, es posible señalar, siguiendo a Varela (2003),

que las terminales automotrices se convirtieron en armadoras, con una baja integración con proveedores

locales, especialmente en los componentes de mayor complejidad tecnológica.

Page 20: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

Fuente: Elaboración propia en base a datos de INDEC

El complejo oleaginoso, con un perfil fuertemente orientado al mercado externo,

abarca desde los granos hasta los productos derivados como las harinas, los aceites

crudos y refinados, los pellets y biodiesel. El importante dinamismo que tiene este

complejo está asociado a la fuerte expansión del cultivo de soja a partir de su

introducción en el país de la soja transgénica.

Respecto a los tres principales commodities agrícolas de Argentina, en el gráfico 9 se

observa el dominio casi absoluto del complejo sojero, a pesar del fuerte peso que

tienen los complejos maiceros y trigueros en el monto de exportaciones del país.

La soja va transformándose en un actor central en las ventas externas de commodities

agrícolas del país, ganando 10 puntos porcentuales en su participación en el total de

exportaciones desde la inclusión de la variedad transgénica, alcanzando un 23% en el

periodo 2003-2011. Por otro lado, las ventas externas que refleja el complejo sojero

marcan su contribución al desarrollo de las cadenas agroindustriales del país.

Grafico 9

Complejos sojero, maicero y triguero de Argentina, en millones de dólares (1992-2011)

Page 21: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

Fuente: Elaboración propia en base a datos de INDEC

Uno de los puntos centrales en el buen desempeño exportador de Argentina en el

periodo de la posconvertibilidad fueron las exportaciones MOA. Si bien, como se

señaló con anterioridad, uno de los logros de este periodo fue el incremento de las

exportaciones industriales, el peso de los productos básicos y agroindustriales es

determinante. En conjunto, las exportaciones de bienes primarios y las MOA explican

el 55,4% del valor total de las exportaciones en el periodo 2003- 2011.

Sin dudas el valor que alcanzaron las exportaciones MOA responde a la evolución de

los precios internacionales, especialmente a los del subconjunto de las oleaginosas,

donde la soja es dominante. En este sentido, la combinación de altos precios, la

disponibilidad de tecnologías, la alta producción y el bajo consumo doméstico

Page 22: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

colocaron a la Argentina en un rol central en el comercio mundial de granos, harina y

aceite de soja.15

La contribución del complejo sojero a la evolución de las exportaciones MOA es

fundamental ya que es estratégico en los rubros más dinámicos del esquema

exportador argentino como las harinas, los aceites vegetales y sus residuos. Solo el

rubro Aceites y grasas representó el 28,4% de las exportaciones MOA en el periodo de

la posconvertibilidad, mientras que el aceite de soja es responsable del 18% del total

de dichas exportaciones.

La soja permitió un incremento en los rindes y la rentabilidad, a partir de la explotación

de las economías comparativas del suelo y clima argentinos, pero también con la

inclusión de nuevas tecnologías ahorradoras de costos, asociadas al nuevo paquete

tecnológico de los cultivos transgénicos. Como señala Kosacoff (2011), es imposible

ignorar las innovaciones que incorporó la agricultura en los últimos años, que incluye

tecnologías de nivel internacional en los insumos y la maquinaria, lo cual amplió la

frontera agrícola y modificó la estructura de la industria y la organización de la

producción.

Las nuevas tecnologías agrícolas y formas radicales de organización de la producción

agrícola, se sumarían el auge de los precios de los commodities agrícolas, para

impulsar la expansión de la soja y otros cultivos de origen transgénico. La

disponibilidad de semillas transgénicas, maquinaria vinculada a la siembra directa y

biocidas y fertilizantes acordes, permitieron que se difundieran rápidamente en el agro

argentino y tendría repercusiones no sólo en la producción y en las ventas externas,

sino que tendría implicancias tecnológicas16 y económicas en el plano de la

concentración y extranjerización. Estos son elementos que deben sumarse a los

cuestionamientos tradicionales a la expansión sojera por sus efectos sobre las

explotaciones agrícolas, el empleo, la seguridad alimentaria, la polarización

tecnológica y la destrucción de economías agrarias locales.

15

La fuerte integración de la producción primaria de granos de soja con las actividades agroindustriales

con inserción internacional hacen que Argentina reciba más divisas que Brasil por las exportaciones de

sus complejos sojeros aunque su producción es menor. Si bien Brasil superó a Argentina en la producción

soja en 2008, Argentina exporta más productos agroindustriales derivados de la soja, fundamentalmente

harina y aceite, lo cual produce mayores ingresos para el país. En este punto sobre el valor de las

exportaciones colaboran también el menor consumo interno, y la cercanía de los centros productores de

soja a los puertos y las plantas de biodiesel. 16

Desde un enfoque neoschumpeteriano, la excesiva especialización productiva en el escenario agrícola

argentino alteró también la trayectoria tecnológica nacional, reorientándola hacia los cultivos transgénicos.

La trayectoria tecnológica seguida obedece hoy a la acumulación de conocimientos productivos realizada

en Argentina en las últimas cuatro décadas, incluso mucho antes que la revolución de los transgénicos se

instale mediados de los ´90, pero donde ya puede observarse una secuencia de innovaciones

incrementales emparentadas con un mismo grupo relacionado técnicamente con las nuevas tecnologías

agrícolas. Ver Dabat y Paz (2012).

Page 23: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

De la misma forma que se alertara cuando se analizaba el comportamiento general de

la industria, los productos derivados de la soja tienen una influencia central en el grado

de concentración y extranjerización del sector aceitero y de las empresas exportadoras

de granos. A pesar de su contribución al resultado de las ventas externas, su modelo

productivo y comercial impone serios problemas a la economía nacional.

Solo un pequeño grupo de empresas (Cargill, Bunge, Molinos Ríos de la Plata,

Vicentín, Aceitera General Deheza, Dreyfus, Nidera)17 controla actualmente en forma

oligopólica el negocio de los granos y la producción y exportación de aceite y su

subproducto, la harina de soja. Claramente, el grueso del mercado de la soja está

controlado por las empresas aceiteras, donde las empresas transnacionales tienen

una mayor porción. Como señala Pierri (2006), si bien la expansión de la soja se

presenta como un fenómeno nuevo por vincularse con exportaciones hacia destinos

no tradicionales de países de lejano oriente, también deben señalarse sus aspectos

comunes con el pasado del agro pampeano, en relación con su dependencia externa y

el control sobre el negocio por parte de un reducido grupo de empresas

transnacionales.18

Este punto sobre la concentración económica y la extranjerización del sistema

comercializador pone de relieve la amplia dependencia respecto a los intereses del

capital transnacional, que se suman al proceso de desnacionalización de los insumos

y las tecnologías aplicadas que fomentó la expansión sojera.19

Conclusiones

17

En los ’90 comenzó un crecimiento sostenido de estas grandes empresas en medio de políticas que

alentarían un verdadero cambio estructural no sólo en el ámbito de la producción, sino también en la

esfera de su procesamiento y comercialización externa, a partir de la privatización de las terminales

portuarias, el favorecimiento de la importación de bienes de capital, la disolución de la Junta Nacional de

Granos y varias medidas tendientes a la desregulación de los mercados; mientras la Argentina se

comenzaba a convertir en uno de los principales exportadores de los subproductos de los commodities

agrícolas más difundidos como la soja. 18

En otro trabajo, Pierri (2008) señala que las grandes empresas transnacionales indujeron y aceleraron

el fenómeno de expansión de este negocio, a partir del control de distintos aspectos del mercado,

mostrando una fuerte integración vertical, que en algunos casos como Cargill, incluye desde la provisión

de semilla y fertilizantes hasta el vínculo con las plantas aceiteras, terminales portuarias y filiales en los

principales países importadores. 19

Para analizar los efectos de la dependencia tecnológica vinculada a las empresas transnacionales que

dominan la cadena de insumos del paquete tecnológico actual, ver Paz (2012).

Page 24: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

Los términos de intercambio de Argentina mejoraron en la última década,

fundamentalmente por efecto del precio de su canasta de productos exportables.

Particularmente el precio internacional de los commodities agrícolas recuperó terreno

hasta alcanzar máximos históricos, para luego mostrar una gran volatilidad al ser

alcanzado por los efectos de la actual crisis económica internacional.

Al mismo tiempo, se verifica un impulso de las exportaciones relacionadas con los

principales commodities agrícolas, que fomentaron una mejora sensible del comercio

agrícola. Sin dudas el incremento en el precio de los principales commodities y sus

derivados ayudaron a sostener la recuperación económica y la salud externa desde

2003.

El régimen de la posconvertibilidad se destaca por ser un periodo de fuerte crecimiento

económico con superávit comercial, un hecho inusitado en la historia económica

reciente del país. Hoy este registro corre serio peligro frente al deterioro del balance

comercial y a la persistente salida de capitales, realzando el valor de las divisas

provistas por las exportaciones de commodities agrícolas, con la soja a la cabeza.

Este periodo no pudo torcer el hecho que la economía argentina aumenta el consumo

de bienes importados en las fases expansivas del ciclo. Además se evidencia la

ausencia de un cambio estructural en la industria argentina. Si bien hay un incremento

de las exportaciones manufactureras, no hubo un impacto en la participación de

aquellas con mayor contenido tecnológico.

Por otro lado, la estabilidad macroeconómica y la recuperación económica de la

posconvertibilidad impulso un resultado positivo en las inversiones productivas, pero

fue débil para contrarrestar la salida de capitales, con una fuerte remisión de

utilidades; en una economía victima de la feroz extranjerización sufrida en la década

anterior, que tampoco pudo revertir este nuevo régimen.

Argentina encontró en la soja un producto de fuerte inserción internacional, cuya

producción se destina mayormente a la industrialización. El alto grado de

industrialización, sumado a la ubicación del núcleo oleaginoso cercano a las

principales terminales portuarias y a las plantas de biodiesel, permite establecer una

ventaja competitiva para el país y elevar el valor de sus productos.

Actualmente, los principales productos del sector agroindustrial exportados por

Argentina provienen del complejo sojero. Este es el complejo exportador más

importante del país, siendo que el aceite y la harina soja representan las exportaciones

agroindustriales de mayor valor.

Pero las industrias vinculadas a la soja tienen un alto grado de concentración y

extranjerización. La particularidad de ser una actividad industrial cuya producción se

destina casi exclusivamente al exterior facilitó el ingreso de grandes empresas

Page 25: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

transnacionales, y hoy el procesamiento y la comercialización están controlados por un

grupo reducido de plantas aceiteras.

Es esperable entonces que el negocio este reglado por los intereses del capital

transnacional, desprendido de los objetivos productivos, económicos y tecnológicos de

Argentina. Esto se manifiesta en cuestiones como la remisión de utilidades, el

desarrollo tecnológico local, la localización de nuevas inversiones o la búsqueda de

nuevos mercados.

Argentina se enfrenta a un dilema serio: aumenta la producción de los cultivos

transgénicos como la soja por su importancia en las cuentas fiscales y externas, o

emprende esfuerzos para diversificar la oferta agrícola, incluso hacia productos de alto

valor agregado, lo cual significará a corto plazo lentificar el crecimiento económico del

país.

Pero ello no resulta una decisión sencilla por los recursos provistos y el alivio

producido a las restricciones de Balanza de Pagos, que en los últimos años retomaron

trascendencia debido a los efectos de la crisis económica, a la persistente fuga de

capitales y al aumento del gasto público con objetivos contracíclicos. Sabiendo

además que el ingreso de divisas permitió sostener el consumo de bienes, servicios y

energía importados, estabilizar el mercado de divisas, sostener el proceso de

desendeudamiento y controlar el tipo de cambio nominal.

En resumen: el resultado positivo en la balanza comercial durante la posconvertibilidad

es influido por el cambio en los términos de intercambio a favor de los productos

argentinos, por acción del precio de los exportables. Este estuvo dominado por los

productos básicos y agroindustriales que permitió superar la restricción externa, pero

hay factores que tienden a recrear esta limitante, por obra de la alta concentración y

extranjerización y la ausencia de cambio estructural en la economía argentina. En ese

sentido, la expansión del complejo sojero presenta efectos ambiguos y un complejo

desafío a la Argentina. Si bien es un protagonista determinante en las exportaciones

argentinas, su expansión aumenta la dependencia económica y tecnológica del país.

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Page 27: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

Los caminos que se bifurcan: asimetría

funcional en el sistema global de IED entre Brasil

y Argentina. Implicancias para la relación

bilateral.

Actis, Esteban

3ras. Jornadas de Relaciones Internacionales

FLACSO | 25 y 26 de Octubre de 2012

Page 28: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

Resumen:

Desde la redemocratización hasta nuestros días un aspecto que ha sido estudiado en

torno a la relación bilateral entre Argentina y Brasil ha sido la problemática de las

asimetrías económicas entre ambos países. Las mismas han obstaculizado muchas

veces la profundización de los vínculos bilateral como del proceso de integración

regional (MERCOSUR). El fin de la primera década del siglo XXI evidenció una -

nueva- asimetría funcional en el sistema global de Inversión Extranjera Directa (IED)

debido a la consolidación del proceso de internacionalización de capitales brasileños

motivo por el cual Brasil se ha convertido en un receptor-emisor de flujos de IED a

nivel global. Este fenómeno no sólo repercute en la dimensión económica del vínculo

sino que también tienen fuertes implicancias políticas y simbólicas para la relación

bilateral. En este sentido analizar dicha problemática representa el principal objetivo

del presente trabajo.

Palabras Claves: Relación Bilateral; Argentina; Brasil; Asimetría funcional en el

sistema global de IED.

Lic. Esteban Actis

[email protected]

Los caminos que se bifurcan: asimetría funcional en el sistema global de

IED entre Brasil y Argentina. Implicancias para la relación bilateral1.

Lic. Esteban Actis2.

1 El presente paper profundiza una línea de investigación que contiene publicaciones anteriores (Actis,

2011; 2012). Además se enmarca en un los estudios doctorales del autor y en un proyecto de

investigación (PID) titulado “La política exterior argentina: enfoques, actores y temas de agenda” radicado

en la Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la UNR cuya directora es la Dra.

Graciela Zubelzú.

2 Esteban Actis es Licenciado en Relaciones Internacionales y Doctorando en Relaciones Internacionales

por la misma casa de estudios. Además es becario del CONICET y Profesor en la cátedra “Política

Internacional Latinoamericana” de la licenciatura en RRII de la UNR.

Page 29: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

Introducción

La Argentina y Brasil transitaron durante más de cuarenta años por un mismo sendero

en torno a la inserción en el sistema global de Inversión Extranjera Directa (IED),

debido a la condición de ambas economías como receptoras de flujos de IED. Desde

mediados de los sesenta América Latina y en particular los dos grandes

sudamericanos se convirtieron en países anfitriones de empresas multinacionales -

capitales de origen norteamericano, luego europeos y japoneses- que buscaban

expandir sus negocios a la periferia capitalista. Esta situación comenzó a modificarse

debido a la internacionalización de un vasto conjunto de empresas brasileñas vía

emisión de IED. La irrupción con fuerzas de las multinacionales brasileñas a partir de

la primera década del siglo XXI provocó la bifurcación de los caminos con relación a su

principal socio regional y aliado estratégico. Mientras que Brasil se convirtió en un país

receptor-emisor de flujos de IED, la Argentina continúa siendo una economía casi

exclusivamente receptora. Esta realidad provoca la aparición de una nueva asimetría

para el vínculo bilateral, la cual hemos denominado como asimetría funcional en el

sistema global de IED.

Dicho esto, el presente trabajo se propone: en primer lugar entender el fenómeno de la

trasnacionalización productiva a partir de la noción de sistema global de IED como

herramienta metodológica como permite entenderlo desde una perspectiva más

amplia. En segundo, describir la inserción de Argentina y Brasil en el sistema,

haciendo alusión al paso de una situación de simetría a otra de asimetría. Por último,

analizar las implicancias de dicha asimetría para el vínculo bilateral entre ambos

países. Con respecto a este último punto, se sostiene que la asimetría en estudio trae

aparejadas dificultades que afectan inexorablemente una relación bilateral ponderada

y pensada como estratégica por ambos gobiernos desde 2003, que resalta una

inserción internacional conjunta de ambos países.

1. ¿Qué es el sistema global de IED? Su utilidad analítica.

La Inversión Extranjera Directa (IED)3 y la transnacionalización de las corporaciones

pueden ser estudiadas desde distintas disciplinas y con distintos objetivos analíticos.

3 De acuerdo a Krugman y Obstlfeld (2001) se entiende por Inversión Extranjera Directa (IED) a los

flujos internacionales de capitales en los que una empresa de un país crea o amplia una filial en otro país.

La característica principal de la IED, a diferencia de la mera inversión en cartera, es que no sólo implica

una transferencia de recursos sino también la adquisición del control sobre una unidad productiva.

La definición de IED, nos permite sacar algunas conclusiones. A saber: i) son las empresas

transnacionales (ET) los actores vehiculizadores de IED, ii) la IED se puede dar a través de operaciones

tipo greenfield, ya sea por la creación de una nueva actividad productiva o la ampliación de una existente,

Page 30: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

Analizarlas desde la economía nos lleva a preguntarnos los motivos y las ventajas

que impulsan a una empresa a invertir en el extranjero, la competitividad, las

características intrínsecas de las empresas, los incentivos que brinda el mercado y los

gobiernos, entre otras (Dunning,1981,2001; Rugman 1981,1986, Mathews 2006).

Este tipo de enfoque visualiza a la empresa como el actor principal y su capacidad de

internacionalización dependerá en última instancia de capacidad de competir y

adaptarse en los mercados. Estos estudios si bien necesarios para la comprensión del

fenómeno excluyen la variable política en los análisis: la importancia del Estado y de

las relaciones de poder en el sistema internacional. Motivo por el cual, adentrarse al

fenómeno desde las Relaciones Internacionales en general y desde la Economía

Política Internacional (EPI) amplía el espectro del análisis. Al interior de la EPI

académicos como Susan Strange (1992), Robert Keohane (1984), Gilpin (1987) con

sus diferentes visiones, enmarcaron los flujos de IED y el desarrollo de las

multinacionales en las transformaciones del escenario internacional, en el marco de la

interdependencia compleja y la globalización, en la puja entre el mercado y los estados

nacionales por mayores márgenes de poder y en la expansión del poderío americano.

Es desde este corrimiento del foco de análisis donde introducimos la noción de

sistema global de IED. El estudio de la IED desde una perspectiva sistémica (como

instrumento metodológico) nos permite complejizar el análisis y entender la

internacionalización del capital y transnacionalización no únicamente desde los

incentivos del mercado o como manifestación acabada del sistema capitalista sino

enraizado en la política internacional y en las relaciones de poder al interior del

sistema internacional. Sistema internacional que a pesar de la globalización sigue

siendo de carácter interestatal dado que los principales actores siguen siendo los

estados nacionales.

Destacamos la vertiente “realista” al interior de la EPI (Giplin:1987) que rechaza

tanto la tesis liberal como marxista a la hora de analizar la relación del estado con el

capital que se expande más allá de la frontera. Ambos subordinan la política a la

economía, los liberales en el sentido de explicar la expansión del capital

exclusivamente desde los incentivos/ventajas económicos desestimando el rol del

estado, contemplando a las empresas multinacionales como actores independientes

del sistema internacional, y los marxistas al ver al estado como un mero instrumento

del capital para su reproducción.

iii) dado que uno de los objetivos de IED es la adquisición del control empresarial, las fusiones &

adquisiciones (traspaso accionario) son otra forma de expresión de dichos flujos.

Page 31: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

Ahora bien, reconocer la importancia de los incentivos del mercado no implica olvidar

que el transnacionalismo solamente puede ser entendido en el contexto tradicional del

sistema estatal, donde los actores y los procesos dependen del patrón de las

relaciones interestatales, mediatizada por la dimensión del poder. Las actividades

económicas son fundamentales en la batalla por el poder entre las naciones. La obra

de Gilpin “U.S Power and International Corporations” evidenció la vinculación entre al

auge de las trasnacionales norteamericanas con la expansión norteamericana en el

plano internacional, ambos procesos no pueden explicarse de manera aislada uno del

otro.

Lo dicho nos permite sostener que los principales actores del sistema global de IED

son los estados nacionales y no las ET. La internacionalización de una empresa no

implica la desnacionalización de la misma. Toda empresa tiene una base nacional y un

anclaje territorial en un país determinado sea por su casa matriz o por la nacionalidad

de sus accionistas. Para las empresas, el estado sigue siendo el código de acceso a

lo universal incluso en un contexto globalizado es necesario ser legitimado por una

sociedad de origen si se quiere intervenir en el escenario mundial, a su vez las

empresas trasnacionales son para los estados los medios indispensable de acceso a

los procesos de formación y acumulación de riquezas y poder en el orden mundial

(Létourneau, 1997)

El sistema funciona con una diferenciación funcional, dado que hay países receptores

(inflows) de flujos y otros que además de recibir también emiten4 (outflows). La

enseñanza que nos muestra el funcionamiento del sistema, como veremos a

continuación en las diferentes olas de internacionalización, es la correlación que

existe entre el ascenso en la estructura de poder internacional – en términos waltziano

– y la emergencia como actor emisor de IED. En otras palabras las economías

periféricas y en vía de desarrollos han sido generalmente receptoras de flujos de IED y

los países centrales y desarrollados receptores/emisores. Este era el funcionamiento

del sistema hasta entrado el siglo XXI, su simplicidad radicaba en que había flujos de

tipo Norte-Sur (de países desarrollados a países en desarrollo) y flujos Norte-Norte

(entre países en desarrollo). Este momento del sistema coincide con los dos primeras

oleadas que se produjeron por la expansión de las empresas norteamericanas (en los

4 Un país puede ser considerado emisor cuando posee un vasto conjunto de empresas nacionales que

invierten en el extranjero de manera constante, y cuyos flujos de IED se mantiene por encima de los

10.000 millones de dólares al año, siguiendo la clasificación de UNCTAD (2011)

Page 32: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

años 50 y 60) y de las empresas europeas y japonesas en los años 705

(Goldstein,2007)

Dicho esquema se complejizó con la llegada del nuevo siglo. A partir del año 2000 se

observa como un conjunto de países del denominado sur, las denominadas potencias

emergentes, comienzan a internacionalizar sus economías, ya no sólo vía comercio,

sino a partir de la emisión de flujos de IED (tercera ola) debido al surgimiento de las

denominadas nuevas multinacionales “MNE Latecomers”. Aparece así nuevos flujos

de IED, a los tradicionales flujos Norte-Sur y Norte-Norte se suman flujos de tipo Sur-

Sur y Sur-Norte.

En esta transformación del sistema se produce la bifurcación de los caminos para la

Argentina y Brasil, dado que este último se transforma en un actor emisor de IED

producto de la internacionalización de sus capitales. La asimetría funcional en el

sistema global de IED de Argentina y Brasil es una acabada evidencia de un

incremento de la brecha en términos de poder entre los dos grandes de Sudamérica y,

sobre todo, un hecho que tiene fuertes implicancias para el vínculo bilateral.

1.1. El sistema global de IED durante el siglo XX. La inserción de Argentina y

Brasil: Simetría funcional y competencia por la atracción.

Las empresas trasnacionales han sido los actores que mejor han graficado la

consolidación de un nuevo tipo de relaciones en el escenario internacional. Para fines

de los años sesenta y principios de los setenta las relaciones transnacionales eran un

rasgo insoslayable del orden internacional de posguerra. Este nuevo tipo de

relaciones, sumadas a los tradicionales vínculos interestatales, complejizaron un

sistema internacional caracterizado por su creciente interdependencia (Keohane y

Nye,1977).

Como señala Gilpin (1987:249) “para los años setenta las empresas norteamericanas

comenzaron a hacer inversiones masivas en Europa Occidental, en gran medida como

respuesta a la formación del Mercado Común Europeo y a la subsiguiente erección de

un arancel externo común. La inversión directa por parte de empresas

norteamericanas que buscaban petróleo y otros recursos también se expandió por

Medio Oriente y otras partes. A posteriori las empresas europeas, japonesas y de

otros países, comenzaron a emular a los norteamericanos hasta que, hacia mediados

5 En esta segunda ola también podemos ubicar a algunos países europeos que recién en este período

alcanzan niveles de crecimiento y desarrollo, y por ende se insertan en los mercados internacionales,

siendo el caso de España el referente más importante.

Page 33: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

de los años ochenta empresas de diversas nacionalidades llegaron a todos los

rincones del globo”

En la descripción de Gilpin subyacen las denominadas primera y segunda ola de

internacionalización de las producciones nacionales. Primeros las empresas

norteamericanos, más tarde las europeas y japonesas marcaron el patrón de

funcionamiento del sistema global de IED. Para fines de los ochenta el “viejo

multinacionalismo” basada en la propiedad y el control de subsidiarias totalmente

propias dio paso a un “nuevo multinacionalismo” propio del nuevo paradigma de

producción flexible cuyas principales características son la fragmentación del proceso

de producción y las alianzas interempresariales, el comercio intrafirma, entre otras6.

La fuerte competencia para fines de los años setenta entre las trasnacionales

americanas, europeas y japonesas indicaba -junto a otros indicadores como la crisis

del petroleó, la caída de la paridad oro-dólar, el estancamiento de la economía

americana – que la supremacía en materia económica de EEUU finalizada la segunda

guerra mundial estaba llegando a su fin. Esta realidad fue la que impulsó estudios de

las RRII que pusiesen en el centro de análisis la subestimada “baja política” de

acuerdo a la escuela Realista, dominante en la disciplina. Los estudios de la EPI

mostraron que la pérdida relativa de hegemonía norteamericana debía comprenderse

en las transformaciones del sistema internacional –cuya característica principal era la

interdependencia- no tanto en el aspecto estratégico-militar sino en su dimensión

económica.

En estas transformaciones en el escenario internacional los países en desarrollo en

general y América Latina en particular se transformaron en terreno de la competencia

económica por la búsqueda de mercados y recursos por parte de las trasnacionales,

convirtiéndose así en países receptores de importantes flujos de IED. En nuestra

región tanto en el modelo sustitutivo de importaciones como en el modelo aperturista

la recepción de IED cumplió un rol central en la consideración de los hacedores de

políticas. Argentina y Brasil se transformaron para principios de la década del noventa

en importantes actores receptores -o países anfitriones- de flujos de IED. Esta

simetría funcional en el sistema global de IED coincidió con un clima de época de

adscripción -con diferentes matices- al neoliberalismo por parte de ambos países y de

6 Si bien es evidente que dicho pasaje ha dificultado la identificación de la nacionalidad de una empresa,

dando lugar a que se comenzase a utilizar el término “multinacional” antes que “transnacional”, es falaz la

idea de “capitales globales”. La identificación del flujo de IED con un país está en relación a la división

accionaria de la empresa. El consenso metodológico, palpable en los informes de la UNCTAD, radica en

adjudicar la nacionalidad si se tienen al menos el 10% de las acciones.

Page 34: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

estrategias de inserción internacional que buscaban no quedarse afuera de la

globalización imperante a través del denominado regionalismo abierto. A su vez, en el

marco de la relación bilateral, el fin de los años ochenta coincidió con un proceso de

acercamiento entre Brasil y Argentina, principalmente alrededor de temas comerciales

y económicos (Russell y Tokatlian, 2003)

La condición de países receptores de IED generó percepciones comunes en torno a

los beneficios7 de recibir flujos de IED. La transferencia de tecnología y conocimiento

técnico, la creación de empleo, el acceso a fuentes de financiación el fomento de la

competencia con los productores locales, el ingresos de divisas y su impacto positivo

en la balanza de pagos, etc. fueron todos aspectos compartidos por las

administraciones de Mello-Franco-Cardozo en Brasil y por el gobierno de Menem en la

Argentina.

Sin embargo, el rol de receptores de IED y de “países anfitriones” de empresas

trasnacionales, sumado a la valoración y percepción positiva, conllevo

inexorablemente la competencia por la atracción de IED (Tussie y Botto, 2007) a partir

de estrategias diferenciadas. De acuerdo a la clasificación de Charles Oman (2000) la

estrategia argentina se baso en una competencia vía regla siendo la brasileña vía

incentivos. En otras palabras, mientras que la Argentina intentó seducir el arribo de

empresas extranjeras a partir del tipo de cambio, de la política de privatizaciones y

desregulaciones, Brasil apostó por un conjunto de incentivos, como los fiscales.

Más allá de analizar los resultados de dichas estrategias, cuestión que excede a los

objetivos del trabajo, nos interesa remarcar que la competencia en la atracción de

flujos de IED con diversos mecanismos y política públicas muestran de manera

acabada la simetría funcional de Argentina y Brasil. Ambos países compartían el

interés de atraer IED como instrumento para consolidar el crecimiento y el desarrollo.

Otro ejemplo que muestra las preocupaciones semejantes en torno a la IED fue el

debate político en ambos países en relación a la necesidad o no de firmar mecanismos

que promocionen y protejan a las inversiones y creen un clima de “seguridad jurídica”

para las empresas. La Argentina optó por un mecanismo de firma y ratificación de

Tratados Bilaterales de Inversiones (TBI) y aceptar la jurisdicción del CIADI, órgano

del Banco Mundial. En cambio la clase política brasileña, siempre reticente a firmar

acuerdos que limiten su soberanía, no ha ratificado ningún TBI y Brasil no forma parte

7 Los efectos negativos de recibir IED si bien fueron destinados por los gobiernos de turnos, generó

debates al interior de ambas sociedades. Como señala Stiglitz (2002) el desplazamiento de los

competidores locales, la condición monopólica de las empresas, la falta de cumplimiento con las

legislaciones locales son entre otros problemas que deben afrontar los países receptores de IED.

Page 35: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

del CIADI. No obstante a ello, al interior del Mercosur se firmó en 1994 el Protocolo de

Buenos Aires -que no ha entrado en vigor- con el objetivo de generar un sistema

subregional de promoción, protección y regulación de inversiones (Fontoura Costa,

2007).

2. El sistema global de IED en el siglo XXI. La inserción de Argentina y Brasil:

asimetría funcional.

Una característica insoslayable del actual sistema internacional es su multipolaridad

en la dimensión económica. La crisis del atlántico norte y el fuerte crecimiento

económico de las denominadas potencias emergentes -the rise of the rest de acuerdo

a Fareed Zakaria- ha provocado una redistribución del poder económico en el sistema

internacional. La brecha económica entre las principales potencias económicas del

mundo -EEUU, Europa, Japón- se ha achicado dado cierta convergencia (Bresser-

Pereira,2010) de países como Brasil, India, China, Rusia entre otros. Para fines del

año 2010 la concentración del poder económico entre las naciones del denominado

norte con respecto algunos países del sur - recursos, capital, acervo tecnológico,

acceso a mercados, etc.- era menor a la existente a principios del año 2000.

El funcionamiento del sistema global de IED en el siglo XXI es un reflejo de estos

cambios a nivel sistémico (Gráfico N° 1). La irrupción con fuerza de empresas

trasnacionales de países en desarrollo es sin lugar a duda uno de los hechos más

significativo de las relaciones económicas internacionales de la pasada década. El

ranking elaborado por el Financial Time8 (FT Global 500- world’s largest companies)

muestra que en todos los sectores las multinacionales emergentes están desbancando

a las de los países de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico

(OCDE). De las 500 principales empresas 125 corresponden a países emergentes, de

las cuales treinta son empresas chinas, catorce indias y once a rusas y brasileñas

respectivamente. En el ranking del año 20009 sólo había tres empresas de Brasil, una

de India y no aparecían empresas chinas ni rusas. Asimismo, en el año 2000

figuraban 236 empresas norteamericanas, 60 japonesas y 15 italianas. Diez años más

tarde el número se redujo a 156, 35 y 8 respectivamente.

Gráfico N° 1

8 El ranking sólo incorpora a aquellas empresas que cotizan en bolsa, dado que el indicador que utiliza es

el valor de mercado, dejando afuera muchas de las empresas globales estatales. Esto dato no es menor,

dado que deja a fuera a empresas como la rusa Gazprom y las chinas Huawei y ZTE entre otras.

Disponible en http://media.ft.com/cms/33558890-98d4-11e0-bd66-00144feab49a.pdf. Consultado el

17/08/2011

9 Disponible en http://specials.ft.com/ft500/may2001/FT36H8Z8KMC.html. Consultado el 17/08/2011.

Page 36: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

Fuente: UNCTAD 2012

Las multinacionales de países emergentes exceden los sectores de materias primas o

agro-industria, se observa una importante presencia en los sectores tecnológicos.

Precisamente en esta industria llama la atención la gran cantidad de multinacionales

que se están asomando. China Mobile (puesto 16) ya supera las estadounidenses

AT&T (número 20) y Verizon y la británica Vodafone (número 30) en términos de

capitalización bursátil. La mexicana América Móvil (puesto 76) ya supera a la japonesa

NTT (106). La coreana Samsung ya es más grande que Philips, Intel o Cisco. También

vemos tecnológicas como las taiwanesas Taiwan Semiconductor Manufacturing, Hon

Hai Precision Industry y HTC, la empresa de Internet china Tencent, la multinacional

india Wipro o la sur africana de medios Naspers alzarse con fuerza en esta

clasificación mundial10.

La expansión y consolidación de empresas multinacionales de las denominadas

potencias emergentes -como los denominados BRIC - provoca irremediablemente un

cambio de status en el Sistema Global de IED, de meros receptores a

emisores/receptores (Actis,2011a). Tal como lo ilustra el Gráfico N° 2, en diez años

tales países pasaron de ser actores insignificantes en la emisión de IED (tanto en flujo

10

SANTISO, Javier, “El ranking del FT confirma la fortaleza de las multilatinas”, Portal Infolatam del 4 de

Julio de 2011. Disponible en http://www.infolatam.com/2011/07/05/el-ranking-del-ft-confirma-la-fortaleza-

de-las-multilatinas/. Consultado el 5/7/2011.

Page 37: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

como en stock) a emisores netos de IED. Si en la segunda mitad del siglo XX los flujos

de IED eran casi exclusivamente Norte-Norte y Norte-Sur, la primera década del siglo

XXI evidenció nuevos flujos de tipo Sur-Sur y Sur-Norte.

En el destino de la IED global se observa que los países desarrollados han perdido

terreno como receptores de IED. Para el año 2000 más del 70% de la IED mundial se

direccionaba hacia los países del norte (primaban los flujos Norte-Norte). Para el año

2011 esa participación se redujo a un 40% dado que los países en desarrollo

recibieron el 60% de la IED total (primacía de los flujos Norte-Sur y Sur-Sur).

El sistema global de IED pone a la luz y deja entrever las profundas transformaciones

que ha experimentado el capitalismo a partir de un corrimiento del eje productivo

mundial cada vez más al “sur”. Eje productivo que no tiene que ver con la localización

de las filiales de las empresas transnacionales, sino con las sedes donde se

encuentran las industrias más dinámicas. Desde fines de los setenta, el capitalismo

centrado en la producción dio paso a uno cuyo epicentro ha girado en torno a las

utilidades del sector financiero. En definitiva, mientras las economías de la OCDE

apostaron a las finanzas y a algunos sectores del nuevo paradigma productivo, los

países de la periferia comenzaron desarrollar modelos de desarrollo con un alto

contenido productivo.

Continuando con las estadísticas, que en última instancia nos reflejan la dimensión de

los cambios en el sistema global de IED, en 2000 el stock aculado de IED de los BRIC

era de 89 mil millones de dólares. En 2009 esa cifra pasó a ser de 955 mil millones, un

incremento del 973% (Davies,2010).

Gráfico N° 1: BRIC: Salida de IED (flujos y stock)

Fuente: UNCTAD (2010)

Page 38: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

En América Latina también se observa una importante internacionalización de la

producción a partir del surgimiento de las denominadas multilatinas (Santiso, 2008).

Sin embargo, los datos de la UNCTAD (2011) y la CEPAL (2010) muestran una

heterogeneidad en relación al proceso de internacionalización. Mientras Brasil y

México se consolidan como países emisores de IED y otras economías como la

chilena o la colombiana comienzan a internacionalizarse, la Argentina está

desacoplada de este fenómeno (Gráfico N° 211)

Los datos oficiales y de organismos multilaterales muestran una bifurcación de los

senderos entre Brasil y Argentina en relación a su participación en el sistema global de

IED y en cuanto a la internacionalización económica y productiva. Ambos países eran

receptores de IED (montos semejantes) y evidenciaban incipientes procesos de

expansión de empresas nacionales a fines del siglo XX. Para 1997 el stock de IED en

el exterior de Argentina y Brasil era semejante, en torno a las 8.600 millones de

dólares y los flujos anuales promedio de IED de las dos principales economías del

Mercosur eran entre 1.000 y 2.000 millones de dólares (Kasacoff,1999;López 1999).

Es más, entre 1992 y 1998 la Argentina aportaba alrededor del 38% de la IED emitida

por América del Sur (López y Ramos, 2009).

Gráfico N° 2: Entrada y Salida de flujos de IED, año 2010

11

La presencia de economías como Islas Vírgenes o Caimán obedece a su condición de paraísos fiscales

y no a la internacionalización de sus economías vía empresas de carácter trasnacional.

Page 39: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

Fuente: UNCTAD 2011

Esta situación se trastoca debido a la fuerte internacionalización de la economía

brasileña a partir del 2003. La expansión y dinamismo de un vasto conjunto de

empresas brasileñas provoca que Brasil sea un actor emisor/receptor en el sistema

global de IED. Datos de los economistas Luís Afonso Lima (presidente de la Sociedad

Brasileña de Estudios de Empresas Trasnacionales, SOBEET) y Octavio De Barros,

señalan que entre los años 2000 y 2003 el promedio de egresos de IED era de 700

millones de dólares al año, pasando a ser de 14.000 mil millones entre los años 2004-

2008 (Afonso Lima-De Barrios, 2009). Esta situación se profundizó en el período

2009-2011, años signados por la fuerte crisis internacional. De acuerdos a los datos

del Banco Central de Brasil12 el promedio de Inversiones brasileñas directas en dicho

interregno fue de 23.000 millones de dólares.

Gráfico N°3: Investimento Brasileiro Directo en el exterior.

12

Datos de la balanza de pagos de Brasil. Disponibles en http://www.bcb.gov.br/?SERIEBALPAG

Page 40: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

Fuente: Secretaria de Comercio Exterior de Brasil (2011)

En contraposición, a pesar del crecimiento sostenido del PBI desde 2003 y de cierta

reindustrialización de la producción, la internacionalización de la economía argentina

sigue siendo a partir del comercio exterior y no por la emisión de IED. Una serie de

factores13 han favorecido para que la Argentina no posea un importante conjunto de

empresas trasnacionales de base nacional, como si las tiene Brasil. De acuerdo al

informe “Primer Ranking de Multinacionales Argentina” (2009) elaborado por la

entonces Agencia Nacional de Desarrollo de Inversiones, existen 19 empresas que

tienen inversiones significativas, las cuales suman activos en el exterior por 19 mil

millones de dólares. El 90% de los mismos corresponde a activos de una sola

empresa, el Grupo Techint. En contraposición los activos que suman las inversiones

brasileñas directas en el exterior superaron en 2010 los 189 mil millones de dólares14.

A su vez, la Revista Valor Económico junto con SOBEET realiza desde 2009 un

ranking de empresas multinacionales brasileñas a partir de un universo de 200

empresas, todas ellas con inversiones en el exterior superiores a los 10 millones de

dólares.

13

La economía argentina ha sufrido en los últimos veinte años un marcado proceso de desnacionalización

industrial. El fin del modelo de la convertibilidad no sólo no acabó con dicho proceso sino que lo

profundizó a partir del continuo traspaso de capitales nacionales a manos de empresas extranjeras. Entre

los factores que explican dicha situación se pueden destacar las discontinuidades de un modelo de

desarrollo, la adscripción acrítica y temprana a las ideas neoliberales, la cultura rentista del empresariado

argentino, la grave crisis del 2001, la ausencia en el actual modelo de un banco nacional de desarrollo y

de políticas a favor de la internacionalización productiva

14

Datos del Banco Central de Brasil relevados en el Informe del Observatorio de Multinacionales de

América Latina. Disponibles en http://www.omal.info/www/spip.php?article4189

Page 41: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

Los datos expuestos muestran la asimetría bilateral enunciada, a la que hemos

denominado como asimetría funcional en el sistema global de IED. Roberto Bouzas y

Bernardo Kosacoff (2010) destacan cuatro asimetrías entre Brasil y Argentina en la

dimensión económica del vínculo: de tamaño, de participación en el mercado, de

patrón de especialización y regulatorias La asimetría analizada es el producto y el

corolario de la profundización de tales desfasajes entre ambos países.

Como dato importante, cabe destacar que desde el año 2000 la Argentina ha sido uno

de los principales destinos de las inversiones brasileñas, convirtiéndose en el tercer

inversor en el período 2003-2010, detrás de EEUU y España (Actis, 2011).

Cuadro N° 1: Inversiones de las principales multinacionales brasileñas, por tipo de

destino

Empresa tipo de

flujo

SUR-SUR

(país receptor de IBD)

SUR-NORTE

(país receptor de IBD)

JBS Argentina, Australia EEUU y Italia

Constructora Odebrecht Angola, Argentina, Bolivia, Chile,

Ecuador, Venezuela, Emiratos Árabes

Unidos, otros.

EEUU y Portugal

Gerdau Argentina, Colombia, Guatemala, India,

Uruguay, México, otros.

España, Canadá, EEUU.

Metalfrio México, Turquía, Rusia EEUU

Cotaminas Argentina, Brasil, México, China, India EEUU y Canadá

Ipobe Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Costa

Rica, Ecuador, Guatemala, México,

Panamá, Paraguay, Perú, Puerto Rico,

Uruguay, Venezuela

EEUU.

Andrade Gutierrez Angola, Antigua, Argelia, Argentina,

Congo, Costa Rica, Ecuador, Guinea

Ecuatorial, Libia, Mauritania, México,

Perú, República Dominicana, Venezuela.

España, Portugal

Vale Argentina, Sudáfrica, Angola, Omán,

Filipinas, Taiwán, Mongolia, Corea del

Sur, China, India, Indonesia, otros

Alemania, Canadá, EEUU, Finlandia,

Francia, Japón, Suiza, Reino Unido.

Marfrig Argentina, Chile, Uruguay EEUU, Francia, Holanda, Inglaterra,

Irlanda del Norte.

AmBev Argentina, Bolivia ,Paraguay, Nicaragua,

El Salvador, otros

Canadá

Stefanini Angola, Argentina, Chile, Colombia, India, Canadá, EEUU, España, Inglaterra,

Page 42: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

México, Panamá, Perú, Venezuela Italia, Portugal.

Sabo Argentina y China, Alemania, Austria, EEUU

Marcopolo Argentina, China, Colombia, Egipto,

India, Rusia, Sudáfrica.

Portugal

WEG Argentina, Colombia, Singapur, India,

Rusia, China, Tailandia, otros.

Alemania, Bélgica, España, EEUU,

Francia, Holanda, Italia, Japón,

Suecia, otros.

Embraer Argentina, Bolivia, Chile, Colombia,

Paraguay, Perú, Uruguay, Venezuela

EEUU.

Magnesita Argentina y China Alemania, Bélgica, Francia, EEUU.

Itautec Argentina, Colombia, Chile, Ecuador,

Venezuela, otros.

España, Portugal, EEUU.

Camargo Correa Argentina, Marruecos, Mozambique,

Perú, otros.

España y EEUU

Votorantim Argentina, China, Singapur, Colombia Bélgica, Canadá, EEUU, Inglaterra,

Suiza.

Petrobras México, Cuba, Venezuela, Colombia,

Ecuador, Perú, Bolivia, Paraguay,

Uruguay, Argentina, Chile, Turquía, Irán,

Libia, Nigeria, Angola, Tanzania, Namibia,

India, China, Singapur, Australia, Nueva

Zelanda

EEUU, Inglaterra, Portugal, Japón.

Duratex Argentina Bélgica, EEUU.

Elaboración propia en base a Revista Valor (2009;2011)

Así nuestro aliado estratégico, nuestro par en el Mercosur, con quien compartimos

intereses y valores comunes, se ha transformado en poco tiempo en un actor central

en las relaciones económicas internacionales en general, y en el sistema global de IED

en particular. Si la simetría funcional en el sistema global IED provocaba estrategias

diferenciadas pero intereses compartidos (atracción de flujos de IED) la actual

asimetría complejiza la ecuación.

3. Implicancias para la relación bilateral entre Argentina y Brasil.

En trabajos anteriores se analizaron las implicancias económicas y políticas que

produce la nueva condición de Brasil como inversor neto de IED en Argentina para la

relación bilateral (Actis, 2011) así como los cambios en las valoraciones

gubernamentales sobre dicho fenómeno (Actis, 2012). Continuando con el esfuerzo de

Page 43: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

comprender las implicancias que tiene la asimetría funcional en el sistema global de

IED para la relación bilateral entre Argentina y Brasil, en esta oportunidad,

intentaremos señalar y remarcar por qué consideramos que la asimetría en cuestión -

como cualquier otra asimetría - es un factor que tiene más efectos nocivos que

positivos para la vinculación. En otras palabras, la asimetría tiene un carácter

centrípeto y distorsivo para el afianzamiento en el actual estado del vínculo bilateral.

Esta situación obedece a que los intereses -y las percepciones- de un país receptor

con los de un país receptor/emisor de flujos de IED son divergentes, utilizando una

metáfora lúdica, si Argentina y Brasil jugaban en el mismo tablero, ahora juegan en

tableros diferentes.

Sostener esto no implica desconocer ni subestimar los efectos positivos que trae la

internacionalización de capitales brasileños para la relación bilateral. No obstante,

hasta el momento son escasos y “potenciales”.

En la dimensión económica, el principal efecto positivo para la relación bilateral -y para

el Mercosur- se enmarca en la posibilidad de avanzar en la aludida integración

productiva, entendida esta como un sistema de transacción entre firmas (mercados,

acuerdos, alianzas, subcontratación, etc.) que definen nexos entre los diferentes

segmentos o, si se quiere, entre los diferentes núcleos de generación de excedentes y

acumulación de capital. Esta definición de cadena productiva se puede ampliar

incorporando, además de la interdependencia de transacciones comerciales,

productivas y tecnológicas, otras dimensiones como las derivadas de la propiedad

común de las firmas, alianzas estratégicas entre empresas o el goce común de

políticas de fomento. (MERCOSUR,2006).

El concepto de integración productiva se asocia al de cadenas de valor. Las empresas

que están vinculadas a una misma cadena de valor deberían estar interesadas en el

funcionamiento de sus pares situadas en otras fases del proceso (hacia delante o

atrás). Sobre todo deberían percibir como beneficiosa y necesaria la cooperación, la

coordinación y, por qué no, el abordaje conjunto de una estrategia productiva y de

inserción externa competitiva

La IED cruzada entre países de la región es una de las vías más poderosas para

concretar un proceso de complementación e integración productiva en el Mercosur

(MERCOSUR,2006). En efecto, el fomento de la IDE cruzada entre los países del

Mercosur, así como la concreción de alianzas estratégicas y/o joint ventures a nivel

regional son una buena oportunidad para que la región sirva de primer plataforma para

Page 44: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

una transnacionalización posterior de las empresas de la región hacia los mercados

más dinámicos y atractivos del mundo.

En este aspecto se observa aún pocos avances. La evidencia empírica muestra un

incipiente nivel de integración productiva (tanto por Joint-venture como por cadenas

conjuntas de valor) entre Argentina y Brasil por medio de IBD. En lo concerniente a la

concreción de Joint-venture, entre 2007 y 2008, solamente cuatro15 proyectos de

inversiones brasileñas fueron destinadas a la creación de empresas conjuntas. Como

señala el informe “Complementaridade Produtiva entre Brasil e Argentina:

Oportunidades de negócios conjuntos para promover a integração” (ABDI, 2010),

existen oportunidades en diversas áreas como petroquímica, bebidas, textil, siderurgia,

minería para profundizar la integración productiva binacional. Empero, el proceso

inversor que vienen desarrollando las grandes empresas de Brasil tiende a liderar y

concentrar los distintos eslabones de las cadenas de valor. El caso emblemático es la

firma Brasileña AmBev donde tiene participación preponderante en todos los

eslabones de la cadena de cerveza, desde la producción a la comercialización.

A esta situación, debe sumarse la profundización, desde 2008, de la administración

del comercio bilateral y el recelo entre los gobiernos por prácticas proteccionistas. La

poca voluntad de Brasil de autolimitar su expansión industrial y la política de

sustitución de importaciones de argentina atentan contra la integración productiva16.

No obstante las potencialidades de la integración productiva, la esencia de la

asimetría estudiada trae consigo dificultades que afectan inexorablemente una relación

bilateral ponderada y pensada como estratégica por ambos gobiernos desde 2003,

que resalta la inserción conjunta de ambos países en el mundo.

Dicha percepción quedó plasmada en el “Consenso de Buenos Aires” firmado por

Néstor Kirchner y Lula da Silva: “…nuestras naciones deben definir su futuro en el

15

En 2007 la empresa Cyrela invirtió 30 millones de dólares para la creación, junto con la argentina Irsa,

de un joint-venture en el sector inmobiliario y de construcción. En 2009 Petrobrás firmó un acuerdo con

YPF y Pan Américan Energy para la perforación de tres cuencas en el mar argentino. En mayo de 2010 la

brasileña Eletrobras anunció la construcción junto con el gobierno Argentino, en el marco de la iniciativa

IIRSA, de una usina binacional. Por último, en diciembre de 2010, la empresa líder en la fabricación de

computadoras en Brasil (Positivo informática) decidió entrar al mercado argentino por medio de un joint-

venture con la argentina BHH. De acuerdo a los los datos suministrados por CINDE-Invest-Brasil.

Disponibles en

http://www.cindesbrasil.org/site2010/index.php?option=com_content&view=article&id=11&Itemid=16

16 Nos referimos por ejemplo al incumplimiento de Brasil de las restricciones voluntarias a las

exportaciones acordadas en el marco del Mecanismo de Adaptación Competitiva (MAC) y a la pretensión

de Argentina de “no importar ni un clavo” según palabras de la presidenta Cristina Fernández.

Page 45: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

marco de una agenda que responda a las necesidades, posibilidades y desafíos que

singularizan a nuestros países en el comienzo del siglo XXI17”.

La naturaleza de la Asimetría funcional en el sistema global de IED entre Brasil y

Argentina reside en que: la economía argentina -y su entramado productivo- no ha

podido quebrar en el modelo post convertibilidad la desnacionalización y

extranjerización (Aspiazu, Manzaneli y Schorr 2011) que acentúa su condición

periférica; la economía brasileña –y su entramado productivo- se ha internacionalizado

e insertado en la centralidad del capitalismo global. En lo que va del siglo XXI ambos

procesos no sólo que han transcurrido de forma paralela, se han retroalimentado

mutuamente.

En este punto debemos preguntarnos ¿son singulares las necesidades, posibilidades

y desafíos que atraviesan Argentina y Brasil a comienzo de la segunda década del

siglo XXI, en cuanto a su realidad productiva e inserción económica internacional?. La

asimetría funcional en el sistema global de IED nos muestran que no. A continuación

detallaremos algunos ejemplos que sustentan nuestra respuesta:

i) La explotación minera se convirtió en uno de los sectores más dinámicos y

extranjerizado de la economía argentina post convertibilidad. A su vez, la empresa

brasileña Vale se ha convertido en una de las principales minera del mundo con

inversiones en 35 países, en los que se encuentra la Argentina. Desde 2010 explota

en la ciudad de Malargüe, Mendoza, un yacimiento de potasio. El anunció de inversión

contempla unos 5.000 millones de dólares en 4 años y se espera una producción

anual que superará las cuatro millones de toneladas, siendo exportadas la mayoría de

ellas. Para tal fin, la empresa brasileña se comprometió a la construcción de 400

kilómetros de ferrocarril de carga en Neuquén y Río Negro y a la

modernización/reacondicionamiento de 500 kilómetros de la línea concesionada a

Ferrosur. A su vez también, la empresas construirá una Terminal portuaria propia en

Bahía Blanca, provincia de Buenos Aires18.

El interés de la empresa brasileña coincide con la necesidad de Brasil –al igual que

otras potencias emergentes – de obtener ciertos recursos naturales vitales para su

desarrollo. La expansión del sector de agrobusiness brasileño requiere de ciertos

fertilizantes, como los potásicos, que no se encuentran en su extenso suelo.

17

Documento disponible en http://www.resdal.org/ultimos-documentos/consenso-bsas.html

18 Información de la Secretaría de Información pública, Presidencia de la Nación Argentina, publicada el 5

de diciembre de 2011. Disponible en http://www.prensa.argentina.ar/2011/12/05/26301-vale-do-rio-doce-

adelanto-a-la-presidenta-inversiones-por--25500-millones.php

Page 46: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

Los beneficios de la millonaria inversión para Argentina y de la posible reducción del

déficit bilateral comercial con Brasil son menores en comparación con el efecto

político y simbólico que tiene este tipo de prácticas para la relación, prácticas

tradicionalmente asociadas a un vínculo de centro y periferia, y de clara dependencia y

subordinación en relación a los centros de poder. Este tipo de inversiones que hacían

capitales británicos en el siglo XIX en Argentina, en el siglo XXI las hacen capitales

brasileños.

ii) En la Argentina el debate en torno a la IED sigue estando, al igual que en la década

del noventa, enfocado en la relación costos/beneficios de atraer inversiones, en la

discusión sobre qué tipos de inversiones son las que se deben privilegiar y cuáles

desalentar, cómo evitar la fuga de capitales por la remisión de dividendos de las

subsidiarias de las trasnacionales a las casas matrices, entre otras. En Brasil, a dichas

preocupaciones se le han sumado otras que monopolizan en la actualidad el debate

sobre la IED, que se vinculan no a la condición de receptor, sino de emisor. Tanto

desde el sector privado y desde la cámaras empresariales aglutinadas en la

Confederación Nacional de Industrias (CNI,2007); desde el sector público vía la

Agencia Brasileña de Promoción de Exportaciones e Inversiones (APEX), la Agencia

Brasileña de Desarrollo Industrial (ABDI), el Ministerio de Relaciones Exteriores, el

BNDES; como desde la academia (Ramsey y Almeida,2010) se discute qué tipos de

políticas públicas19 pueden ayudar a expandir y consolidar el proceso de

internacionalización de capitales brasileños vía IED.

iii) Un aspecto que ha estado presente desde la salida Argentina de la crisis del 2001

ha sido la pugnacidad entre el Estado y los capitales extranjeros. Debido a la activa

política de firma de TBI que la Argentina tuvo en los años noventa, el Centro

Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI) se transformó

en el ámbito jurisdiccional por excelencia para la resolución de las controversias. Esta

tensión con los capitales extranjeros si bien se atenúo una vez superada la crisis, no

desapareció. La renacionalización de YPF volvió a poner en debate la necesidad o no

de denunciar los TBI, decisión que ya tomaron Bolivia y Ecuador. En ese sentido,

economistas, abogados y funcionarios locales e internacionales recomiendan

denunciar esos tratados y construir una nueva estructura jurídica en el marco de la

19

Las mismas giran en torno a la clasificación sobre políticas para la internacionalización que hace la

Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo: instrumentos o acuerdos

internacionales que protejan las inversiones en el exterior; información y asistencia técnica; incentivos

fiscales; mecanismos de seguridad para las inversiones y financiamiento.

Page 47: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

Unasur, debido a ser considerada una problemática regional20. En la Argentina se

buscan resquicios legales para restringir el alcance de los TBI y evitar cualquier

intromisión del Ciadi. Un ejemplo fue la sanción de la Ley que regula la venta de

tierras a extranjeros en donde se excluyó a las transacciones de este tipo del concepto

de “inversión”. En cambio, en Brasil la discusión sobre los TBI y las presiones al

gobierno se encuentran en la dirección opuesta. La condición de emisor neto de IED

conlleva a que en Brasil se comience a percibir la necesidad de proteger las

inversiones de las empresas multinacionales brasileñas cambiando la lógica defensiva

de los noventa por una ofensiva.

En esta dirección el abogado brasileño y asesor de Enel Brasil Participações, Pedro

Alberto Costa Braga de Oliveira, sostiene que: “Brazil has become a capital exporter,

with Brazilian multinationals doing business all over the world. Therefore, the worst

consequence of failing to sign the ICSID Convention and not ratifying BITs is that

Brazilian companies are unprotected” (Vis-Dunbar y Whitsitt, 2008). Argumentos

similares esgrime Rubens Barbosa, Presidente del Consejo de Comercio Exterior de la

FIESP, sosteniendo que: “acontecimentos recentes envolvendo empresas públicas e

privadas brasileiras na Bolívia e no Equador chamam a atenção para outro potencial

obstáculo à expansão das empresas brasileiras no exterior: a ausência de tratado de

proteção e garantia do investimento[…]o Brasil não dispõe de nenhum acordo de

proteção e garantia de investimento com os países da América do Sul, onde os riscos

para as empresas multinacionais brasileiras estão aumentando rapidamente... 21

iv) La emergencia de multinacionales brasileñas en un contexto de una fuerte base

industrial y de sectores vinculados a la exportación agrobussiness han provocado un

cambio en la base doméstica y en los intereses brasileños a la hora de negociar en

ámbitos multilaterales, más precisamente en la OMC. Con el transcurrir de la década

del 2000 se observó en Brasil un paulatino abandono de las posturas defensivas por

otras ofensivas en relación a la economía mundial (Motta Veiga y Polónia Rios, 2010)

trastocándose la tradicional percepción de amenazas a favor de las oportunidades.

Este cambio se observa principalmente en relación a productos industriales y

manufacturados (conocidos como AMNA en el marco de la OMC). Contrariamente, en

el caso argentino el proceso de industrialización iniciado en la post convertibilidad

generó la aparición de sectores sensibles que demandaban protección para su

consolidación. Como argumenta Zelicovich (2012) a lo largo de la década que llevan

20

Véase Premici, Sebastián, “Injusticia…”, Suplemento Económico Cash, Página 12, 13/5/2012.

21 Véase http://www.eagora.org.br/arquivo/protecao-de-investimentos-no-exterior/

Page 48: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

en proceso las negociaciones la posición negociadora de Argentina no fue estática

sino que se fue ajustando al contexto interno y externo (impacto de la crisis

internacional). Si bien no se ha dejado de lado los reclamos agrícolas, sí se produjo un

evidente giro de énfasis en la posición negociadora hacia los temas de AMNA,

pasándose entonces a definir el rasgo distintivo de la posición negociadora más bien

como defensivo.

Lo descripto supra nos permite entender porqué las posturas de Argentina y Brasil que

fueron coincidentes en la Ministerial de Cancún en 2003 pasaron a divergir en la

miniministerial de Ginebra en 2008 donde Brasil aceptó concesiones en los sectores

industriales rompiendo la postura negociadora conjunta del Mercosur.

Cabe recordar que las fracasadas negociaciones en Ginebra trajo un fuerte

cimbronazo en el vínculo bilateral. Este ejemplo evidencia como la asimetría funcional

en el sistema global de IED es un factor que explica, entro otros, las actuales

dificultades que tienen ambos países en la coordinación de posiciones de tipo

económicas para negociar en el plano internacional.

Conclusiones

El funcionamiento y la dinámica del sistema global de IED refleja en última instancia la

marcha de un orden internacional determinado. La aparición y consolidación de flujos

de IED de tipo Sur-Sur y Sur-Norte finalizada la primera década del presente siglo

muestran de manera acabada una redistribución del poder económico a nivel

internacional debido al surgimiento de los denominados poderes emergentes, siendo

Brasil uno de ellos.

Como hemos explicitado, la nueva condición de Brasil como emisor de flujos de IED

ha provocado la bifurcación de los caminos con respecto a la Argentina. El paso de

una situación de simetría a otra asimétrica en el sistema global de IED trae consigo

múltiples interrogantes en torno a las implicancias que tiene este reciente fenómeno

para la relación bilateral. El presente trabajo intentó, por un lado evidenciar y explicar

dicha situación, por el otro, reflexionar sobre los efectos que tiene la asimetría

funcional en el sistema global de IED para el afianzamiento el vinculo bilateral

estructurado, desde la redemocratización y más especialmente desde el 2003 en

adelante, desde la “singularidad” de necesidades, posibilidades, desafíos e intereses

con vista a la inserción internacional.

A pesar de ciertos beneficios como pueden ser una mayor interdependencia o la

potencialidad de la denominada integración productiva debido a las importantes

inversiones brasileñas en Argentina, la asimetría genera dificultades en la relación

Page 49: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

bilateral y atenta contra uno de los pilares en los cuales se ha constituido el vínculo: la

visualización de Argentina y Brasil como países que tienen intereses comunes o

“singulares” para hacer alusión al término utilizado en el “Consenso de Buenos Aires”.

La millonaria inversión de la empresa Vale para la explotación de potasio, el distinto

enfoque en cuanto a las políticas públicas de uno y otro país en torno a la IED, el

tema de la protección de inversiones en relación a los TBI y las posiciones contrarias

en torno a las negociaciones multilaterales de comercio en la OMC, son pequeños

ejemplos que muestran como la asimetría funcional impacta negativamente,

distorsionando la anhelada y manifiesta pretensión gubernamental de una inserción

internacional conjunta.

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Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales, UNR, 28 de mayo de 2012.

Page 53: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

Relaciones entre América del Sur y

China: ¿una alternativa para una

inserción internacional autónoma?

Baroni, Paola & Rubiolo, M. Florencia

Universidad Siglo XXI

3ras. Jornadas de Relaciones Internacionales

FLACSO | 25 y 26 de Octubre de 2012

Page 54: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

Resumen:

La actual crisis económica y financiera mundial favoreció un mayor acercamiento entre

las economías sudamericanas y China profundizando el salto cualitativo y cuantitativo

de la relación. Sin embargo, la creciente concentración del comercio en este gran

socio oriental ha comenzado a generar temores de una nueva relación de

dependencia reproduciendo un patrón de inserción centro-periferia.

Nuestro propósito es analizar las relaciones de América del Sur con China en el actual

siglo, focalizándonos en los cuatro principales socios comerciales sudamericanos –

Argentina, Brasil, Chiles y Perú-. El análisis es realizado a la luz de los conceptos de

inserción internacional y diversificación. Complementaremos nuestro trabajo como una

visión sobre los vínculos con el Sudeste de Asia, por su potencial para lograr una

mayor diversificación con una región con proporciones más cercanas a las

sudamericanas.

El artículo se divide en dos principales apartados, el primero que se orienta al

tratamiento de los vínculos comerciales y el segundo en el que sintetizamos las

características de las relaciones político diplomáticas.

Palabras Clave:

América del Sur – República popular China – diversificación – relaciones comerciales

Page 55: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

Introducción

América del Sur ingresó en el siglo XXI con una larga historia de dependencia de

grandes centros económicos Occidentales, que ocupaban un lugar prioritario en la

agenda externa de los Estados de la región. La búsqueda de una inserción con un

mayor nivel de autonomía que permitiera reducir esta histórica dependencia se

combinó hacia principios de los 2000 con el acercamiento de China hacia el

continente. El gigante asiático pronto comenzó a ser visto por los estadistas de la

región sudamericana como una alternativa viable de inserción internacional que

permitiría ampliar los márgenes de toma de decisiones de los países.

La actual crisis económica y financiera mundial favoreció un mayor acercamiento entre

las economías sudamericanas y China profundizando el salto cualitativo y cuantitativo

de la relación. Sin embargo, la creciente concentración del comercio en este gran

socio oriental ha comenzado a generar temores de una nueva relación de

dependencia reproduciendo un patrón de inserción centro-periferia.

Los notables y rápidos cambios acaecidos en el ámbito comercial en relación con la

RPC han concentrado la atención de estadistas y académicos. Sin embargo,

entendemos que su presencia en la región se ha extendido paulatinamente a otras

esferas como la cultural –a través de los institutos Confucio-, la militar –ejemplo de ello

fue su participación en la misión de paz de Haití, MINUSTAH, desde 2004 (Malena,

2012)-, la financiera –como la participación en el BID, donde fue aceptado como

miembro en 2008 (Ellis, 2009:3)-, entre otras.

En virtud de la centralidad que el capítulo comercial ha adquirido para las economías

sudamericanas en su vinculación con Beijing, la misma será objeto central de nuestro

trabajo. Nuestro propósito es analizar las relaciones de América del Sur con China en

el actual siglo a la luz de los conceptos de inserción internacional y diversificación.

Complementaremos nuestro análisis como una visión sobre los vínculos con el

Sudeste de Asia, por su potencial para lograr una mayor diversificación con una región

con proporciones más cercanas a las sudamericanas.

América del Sur en la agenda externa de Beijing

Resulta ineludible hacer un repaso de los principios de la política exterior China a fin

de comprender la relación de América del Sur con el gigante asiático en la última

década. Para Beijing, América Latina en general se inscribe dentro de una amplia

estrategia de inserción internacional y, al día de hoy, esta región ocupa un lugar de

Page 56: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

menor relevancia en la externa china que el Sudeste de Asia y que África (Armony,

Strauss, 2012:2).

La política exterior china hacia América Latina debe ser comprendida dentro de un

contexto más amplio de política exterior, que se conoce como Going Out strategy1. A

través de ella el gobierno de la RPC desde 2000 ha estimulado a grandes empresas

estatales o empresas respaldadas por el Estado, “a salir al mundo en búsqueda de

oportunidades de inversión” (Armony, Strauss, 2012:2). A su vez se incentiva la

creación de compañías que sean internacionalmente competitivas, con la intención de

superar la reputación de productor de manufacturas de baja gama (Yueh, 2012:9).

Los intereses de China en América Latina son, en primer lugar, la adquisición de

materias primas tanto para la alimentación como para sostener su proceso de

desarrollo industrial; en segundo lugar, la obtención de mercados para sus productos

dada la dificultad para ubicarlos en su propio mercado por cuestiones económicas y

culturales de la población2; en tercer lugar, aislar internacionalmente a Taiwán ya que

en la región se encuentra un alto porcentaje de los países que lo reconocen3; y por

último, asegurar alianzas estratégicas como parte de su posicionamiento mundial

(Ellis, 2009:9).

El acercamiento de China a América del Sur ha presentado características distintivas

respecto de América Central y del Norte. La menor competencia en términos

comerciales, la mayor complementariedad económica la menor presencia de Estados

Unidos en la parte Sur del continente, han sido variables que favorecieron una mayor

presencia del país asiático así como un crecimiento más acelerado de las

vinculaciones específicamente comerciales. De aquí en adelante concentramos

nuestra atención en analizar el acercamiento de Beijing a América del Sur, tanto de

manera conjunta como bilateral con Argentina, Brasil, Chile y Perú.

Como se inserta China en América del Sur

1 También conocida como Going Global Strategy.

2 La población tiende a ahorrar entre un 40 y un 45% de sus ingresos, como consecuencia los ingresos

que en otras sociedades irían dirigidos hacia la adquisición de bienes de consumo en China se dirigen a

la inversión (Ellis, 2009:10).

3 Actualmente reconocen a Taiwán 12 países de América Latina: Belice, República Dominicana, El

Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Saint Christopher and Nevis,

Santa Lucia, y San Vicente y las Granadinas (Eguizábal, 2012:23).

Page 57: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

Dentro de América del Sur, los países en los que concentramos nuestra atención en

este trabajo son Argentina, Brasil, Chile y Perú. Estos cuatro Estados son los

principales socios comerciales de China en la región, y los principales mercados de

origen de las exportaciones sudamericanas hacia el gigante asiático (UNComtrade,

2012)4.

Mencionamos en la introducción que uno de los mayores temores respecto del

creciente papel de China en América del Sur se concentra en la esfera comercial. La

configuración de un intercambio comercial interindustrial, donde se exportan materias

primas y productos con escaso valor agregado desde la región americana y se

importan productos con alto valor agregado amenaza con brindar mayores

desincentivos al desarrollo industrial local y favorecer la permanencia de un patrón de

intercambio desfavorable para nuestra región. Este peligro, se menciona como uno de

los tantos problemas que el arribo de China puede generar a las economías

sudamericanas.

A pesar de estas características generales respecto de la relación de la región con la

RPC, podemos identificar también numerosas implicancias comerciales disímiles para

cada país tomado individualmente. Los análisis que se realizan respecto de la

presencia comercial de China en la región tienden a tratar a la misma como un todo, y

a identificar las características comunes con una escasa profundización en las

particularidades de la relación con cada Estado.

Si nos detenemos a observar los flujos de intercambio entre la RPC y sus principales

socios en América del Sur de manera individual, notamos en primer lugar, cierta

heterogeneidad entre los países sudamericanos en su relación con China. La primera

diferencia está dada por la balanza comercial de cada país con su par asiático. En los

casos de Brasil y Chile observamos una balanza superavitaria para ambos en la mayor

parte del período de estudio. Como puede observarse al comparar los gráficos 1 y 2,

las exportaciones brasileras superaron a las importaciones procedentes de China de

2009 en adelante. Chile, por su parte, mantuvo un superávit comercial de manera

ininterrumpida entre 2007 y 2011.

Por otro lado, Argentina presenta un escenario diferente, dado que sus exportaciones

a China superaron sus importaciones procedentes de ese país sólo en 2007 y muy

4 El primer socio comercial en 2011 fue Brasil con un total de 77 mil millones de dólares entre

importaciones y exportaciones, el segundo Chile con 31 mil millones, el tercero Argentina con 17.8 mil

millones y el cuarto Perú con 13 mil millones. El quinto socio sudamericano fue Venezuela con un monto

de 4.8 mil millones de dólares. (UNComtrade, 2012)

Page 58: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

levemente. A partir de 2008 hasta 2011 las importaciones superaron a las

exportaciones argentinas hacia China, arrojando una balanza deficitaria para el país

sudamericano. En 2011 el total exportado por Argentina a la RPC fue de 6.237

millones de dólares y el total importado de ese país fue de 11.627 millones

(UNComtrade, 2012).

En el caso de Perú, el menor socio de los cuatro países incluidos en este estudio, la

balanza comercial con China presentó un movimiento fluctuante, pero con una

predominancia del superávit. Las diferencias entre los montos exportados e

importados por año fueron mínimos en comparación con los restantes socios

analizados.

En términos de participación porcentual de las exportaciones hacia China en las

ventas totales de cada uno de los cuatro países, la tabla 1 presenta los valores por

años. En la tabla 2 presentamos los datos correspondientes a la participación

porcentual de las importaciones procedentes del país asiático.

Fuente: elaboración propia con datos de UNComtrade, 2012

0,00

5.000.000,00

10.000.000,00

15.000.000,00

20.000.000,00

25.000.000,00

30.000.000,00

35.000.000,00

2007 2008 2009 2010 2011

Argentina Brasil Chile Peru

Gráfico 1: Importaciones por país desde China, 2007-2011

en miles de dólares

Page 59: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

Fuente: elaboración propia con datos de UNComtrade, 2012

Fuente: elaboración propia con datos de UNComtrade, 2012

0,00

5.000.000,00

10.000.000,00

15.000.000,00

20.000.000,00

25.000.000,00

30.000.000,00

35.000.000,00

40.000.000,00

45.000.000,00

50.000.000,00

2007 2008 2009 2010 2011

Argentina Brasil Chile Peru

Gráfico 2: Exportaciones por país a China, 2007-2011

en dólares

9,26

6,69

15,01

10,83

0,00

2,00

4,00

6,00

8,00

10,00

12,00

14,00

16,00

Argentina Brasil Chile Peru

Gráfico 3: Exportaciones por país a China, 2007

en porcentaje del total nacional

Page 60: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

Fuente: elaboración propia con datos de UNComtrade, 2012

A pesar del constante incremento de las exportaciones de los cuatro países a China

en los años del presente estudio –a excepción de los años 2008-2009 afectados por la

crisis económica mundial- observamos algunas diferencias en la participación

porcentual de las exportaciones al país asiático en el total de ventas de cada uno. En

este sentido, el contraste entre la tendencia decreciente que muestra Argentina y la

tendencia incremental en los tres restantes países sudamericanos no puede pasarse

por alto. En el primer caso, las ventas hacia China pasaron de representar una 9.2%

en 2007 a un 7.4% en 2011. Mientras en el caso de Brasil se produjo un salto del 6.7%

en 2007, a un 17.3% en 2011, el país de la región que atravesó el mayor incremento

porcentual en las ventas a China. Aunque los casos de Perú y Chile no muestran un

movimiento de la envergadura del brasilero, también observamos un incremento

sustantivo en la porción de exportaciones dirigidas a la RPC, en el caso de Chile el

mismo fue de un 7.8% -entre 2007 y 2011- y en el de Perú de un 4.5%

aproximadamente (ver tabla 1).

Tabla 1: Exportaciones a China sobre las ventas totales,

7,43

17,31

22,85

15,25

0,00

5,00

10,00

15,00

20,00

25,00

Argentina Brasil Chile Peru

Gráfico 4: Exportaciones por país a China, 2011

en porcentaje del total nacional

Page 61: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

por país, 2007-2011 - en porcentaje

Argentina Brasil Chile Perú

2007 9.26 6.69 15.01 10.83

2008 9.08 8.29 13.77 11.94

2009 6.59 13.20 23.31 15.25

2010 8.51 15.58 24.57 15.44

2011 7.43 17.31 22.85 15.25

Fuente: elaboración propia con datos de UNComtrade, 2012

Tabla 2: Importaciones desde China sobre las compras totales,

por país, 2007-2011 - en porcentaje

Argentina Brasil Chile Perú

2007 11.39 10.46 10.07 12.09

2008 12.36 11.57 13.63 13.59

2009 12.43 12.46 14.68 14.95

2010 13.54 14.15 17.59 17.13

2011 15.11 14.49 16.95 16.75

Fuente: elaboración propia con datos de UNComtrade,

2012

En línea con lo planteado en los primeros párrafos de nuestro trabajo, el mayor

protagonismo adquirido por China en las exportaciones de los países sudamericanos

repercutió en el papel desempeñado por otros destinos, más tradicionales. La RPC

comenzó a aparecer, hacia principios de 2000, como una alternativa de inserción

comercial, dada la magnitud de su mercado y la complementariedad existente entre

las economías sudamericanas y la asiática. El cambio en la participación de los socios

comerciales fue diferente en cada país aquí analizado.

En el caso de Chile, cuyo comercio externo ha mostrado una mayor orientación hacia

el Pacífico en comparación con el resto de los países analizados, la participación de

Japón y de Estados Unidos disminuyó de forma paralela al incremento de la de la RPC

en el mismo período. Mientras en 2000 el 16.5% de las exportaciones se dirigían a

Estados Unidos y el 14% a Japón, en 2011, ambos países dieron cuenta del 11% de

participación en las exportaciones cada uno. Sin dudas, la RPC se constituyó como

una alternativa a mercado tradicionales, reemplazando a Estados Unidos como

principal socio comercial en sólo una década, y superando a su predecesor en el

porcentaje de participación (China recibió el 23% de las exportaciones chilenas en

2011, mientras el máximo recibido por Estados Unidos en la última década fue de 20%

en 2002).

Page 62: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

Para Brasil, aunque la participación China en su comercio externo atravesó un cambio

vertiginoso en la última década, su participación como destino de las exportaciones no

ha superado aún el máximo alcanzado por los Estados Unidos en 2002 del 25.7%. No

obstante, la caída de la porción exportada hacia el tradicional socio norteamericano

resulta sorprendente, dado que habiendo sido el destino de más de un cuarto de las

ventas brasileras, en 2011 su participación cayó al 10.1%, mientras la de China pasó

del 3% en 2001 al 17% en 2011.

En el caso de Argentina encontramos como rasgo distintivo la permanencia de Brasil

como primer destino de las exportaciones de país entre 2000 y 2011. Se produjo, no

obstante, una reducción de su participación que en 2000 fue del 26% y en 2011 del

20%. Este porcentaje fue absorbido en parte por China, destino hacia el que se

dirigían el 3% de las ventas argentinas en 2000 y el 7.3% en 2011. Estados Unidos fue

desplazado del segundo puesto como destino de las exportaciones en 2000 al cuarto

en 2011, en paralelo a una caída del porcentaje exportado hacia ese país de un 12%

en 2000 a un 5% en 2011. Un segundo rasgo distintivo es que, a diferencia de los dos

países analizados antes, Argentina ha destinado una mayor porción de sus

exportaciones a países sudamericanos (en promedio entre 2007 y 2011 se destinó el

27% de las exportaciones del país a Brasil y Chile, mientras que en el caso de Brasil

este valor fue de aproximadamente 11%, y en el de Chile inferior al 8%5).

Por último, para Perú el primer socio comercial durante todo el período de estudio –a

excepción del año 2011- fue Estados Unidos. No obstante ello, la participación de

China en la estructura exportadora peruana atravesó un notable incremento de un

6.4% en 2000 a un 15.2% en 2011. La participación de Estados Unidos, por su parte,

se redujo de un 27.9 en 2000 a un 13.3 en 2011. Se da también una redefinición del

destino de las exportaciones, de la mano del crecimiento de China.

Es decir, en los cuatro casos comprobamos, con las particularidades de cada uno, que

China se convirtió en una alternativa como destino de exportaciones a socios

tradicionales para los países sudamericanos. Esta tendencia sin embargo no ha

redundado en una mayor diversidad de destinos de exportación, y en una reducción de

la concentración, sino más bien en la configuración de un nuevo patrón, donde las

ventas se concentran en otro punto del globo. Para Chile y Brasil en China, y para

Perú en China y Estados Unidos. Argentina aparece como una excepción con una alta

5 Considerando los países incluidos entre los diez principales destino de las exportaciones de cada uno.

Page 63: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

concentración en un socio regional –Brasil- manteniendo un patrón preexistente al

auge de China en el comercio sudamericano.

Respecto de la composición de las exportaciones observamos en los cuatro casos una

alta concentración en escasos productos de origen primario o con un bajo valor

agregado. En el caso de Argentina, en 2011 tres productos dieron cuenta del 85% de

lo vendido a China: porotos de soja (70.4%), aceite de soja (7,7%) y petróleo (6.7%).

En el de Brasil encontramos como principales exportaciones los minerales de hierro

aglomerados y no aglomerados (44.6%), porotos de soja (24.7%) y petróleo (11%).

Estos tres productos dieron cuenta del 80% de lo exportado.

En el caso de Chile puede verse una alta concentración en productos derivados del

cobre. En 2011, tres de los cuatro principales productos vendidos fueron derivados de

este elemento: cátodos (56%), mineral de cobre (19%) y ánodos (4%). Los minerales

de hierro también tuvieron una alta participación con un 5.2% de participación. Por

último, las exportaciones peruanas hacia China se compusieron, al igual que en el

caso chileno, mayoritariamente de minerales. Los principales fueron el mineral de

cobre (34.7%), el de hierro (14.5%) y el de plomo (10.5%). Una excepción en este

sentido fueron las harinas de pescado, el segundo producto exportado hacia el

mercado asiático, que dio cuenta el 14.6% de las ventas. (Uncomtrade, 2012)

La composición de las canastas exportadoras de los cuatro países analizados

muestran un alto grado de concentración en productos de origen primario y derivados,

que coincide con las prioridades de abastecimiento de recursos naturales y

energéticos que guían la política exterior China hacia diferentes regiones del

hemisferio Sur. Retomando lo planteado en los párrafos iniciales, América del Sur es

para Beijing un territorio más de donde extraer recursos necesarios para su propio

crecimiento y desarrollo. El análisis comercial hasta aquí realizado muestra que, a

pesar de que China ha logrado reemplazar en parte a los socios tradicionales de

América del Sur como destino de las exportaciones, la inserción sudamericana en este

nuevo escenario comercial ha demostrado pasividad y adaptación a las necesidades

chinas. En los próximos párrafos profundizamos en las acciones que desde la política

exterior han implementado cada uno de los países analizados. Nuestra intención es

distinguir si, a pesar del escenario comercial de mayor dependencia que hemos

presentado, se observan en el plano político diplomático iniciativas tendientes a

establecer una relación de mayor simetría.

Page 64: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

El interés de América Latina en China

En los últimos años, China se ha convertido para la mayoría de los países

Latinoamericanos en la principal fuente de crecimiento de las exportaciones. En el año

2009 –año de mayor impacto de la crisis- las exportaciones de América Latina y el

Caribe (ALyC) hacia Estados Unidos se redujeron un 26% y hacia Europa un 29%,

mientras que las destinadas a Asia cayeron solo un 4%. Dentro de este marco, las

exportaciones a China fueron la excepción y crecieron un 11% (CEPAL, 2011).

A pesar de la diferencia cultural y la distancia geográfica, China se ha convertido en

uno de los centros de interés por parte de los gobiernos latinoamericanos. Aunque las

motivaciones del acercamiento a China varían según los Estados, se pueden

identificar –según Ellis (2009:24) tres grandes causas: primero, lograr un proceso de

crecimiento económico a través de las exportaciones (export-led growth) que permita ir

hacia el desarrollo; segundo, la búsqueda de inversión extranjera directa (IED) que

ayude a dicho proceso de desarrollo, y tercero, una alternativa de inserción

internacional ante los Estados Unidos y Europa, socios tradicionales que se han ido

replegando de la región.

En el caso específico de América del Sur, la relación ha estado dominada casi

exclusivamente por el comercio6. A diferencia de la mayoría de las naciones de Centro

América y el Caribe, los países de América del Sur bajo estudio –sobre todo Argentina

y Brasil-, cuentan con sectores industriales y manufactureros desarrollados, y por lo

tanto, el ingreso de productos chinos ha generado en algunos sectores industriales,

una cierta resistencia a la expansión del comercio con China y sobre todo, a un

potencial Acuerdo de Libre Comercio (ALC). A pesar de esta situación, la relación con

China también ha generado –sobre todo para sectores industriales basados en

tecnología- oportunidades para realizar alianzas estratégicas o joint ventures y

promover la cooperación tecnológica. Ellis (2009:33) marca que uno de los obstáculos

que se observa en la relación entre la región y China es la cordillera de los Andes, ya

que la misma separa los puertos chilenos del Pacífico del resto de los países de la

región, haciendo que la logística, tiempo y costos del transporte, se encarezcan.

Respecto a la Inversión Extranjera Directa (IED) china en ALyC, es notorio que la

mayoría se concentra en paraísos fiscales como son las Islas Caimán y las Islas

Vírgenes Británicas (CEPAL, 2011). En cuanto a las inversiones de las empresas

públicas chinas, las mismas se concentran principalmente, en el sector de los recursos

naturales –sobre todo en la extracción- . Aunque el monto y alcance es aún limitado,

6 La excepción es Paraguay, único país de la región que todavía reconoce a Taiwán.

Page 65: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

en el año 2010, China se convirtió en el tercer país inversor en la región. Entre las

inversiones que se destacan están las de Sinopec –adquirió el 40% de las operaciones

de Repsol-YPF en Brasil-; las petroleras CNOOC y Sinochem que anunciaron

adquisiciones en Argentina y Brasil; Chinalco y Minmetals han invertido en minería en

Perú y Wuhan en Brasil. Huawei y ZTE han invertido en telecomunicaciones; y BYD,

Chery y Geely en el sector automotriz (CEPAL, 2011). Según la CEPAL Brasil,

Argentina y Perú son las principales plazas de dicha inversión.

Otra de las acciones de China para su posicionamiento internacional, ha sido la

cooperación económica. La misma ha estado centrada principalmente en Asia y África,

recibiendo la región latinoamericana en el bienio 2007-2008, solo un 7% del total

mundial. Brasil, México y Venezuela han sido los principales receptores, siendo el

rubro de cooperación más importante el de ejecución de proyectos (CEPAL, 2011).

A continuación, realizaremos un análisis de la relación comercial entre China y Chile,

Brasil, Argentina y Perú.

Relación Chile-China

Chile fue el primer país sudamericano en establecer relaciones diplomáticas con

China –en 1970 durante el gobierno socialista de Salvador Allende- y asumir la política

de una sola China. A pesar del derrocamiento del gobierno socialista, el gobierno

dictatorial de Pinochet no afectó las relaciones, por el contrario, el pragmatismo desde

ambos lados llevó a que la relación fuese positiva, experimentando un crecimiento de

la cooperación en los ámbitos político, económico-comercial, cultural y científico-

tecnológico. Desde 1990 todos los presidentes de Chile y China han intercambiado

visitas oficiales así como un gran número de altas autoridades de gobierno,

delegaciones parlamentarias y misiones comerciales. También fue Chile el primer país

sudamericano en apoyar su ingreso a la Organización Mundial del Comercio en 1999,

lo cual fue retribuido con la visita del presidente chino Jiang Zemin en Abril de 2001,

constituyendo la primera visita de un presidente de la RPC al país. Siguiendo con el

desarrollo de las relaciones, Chile fue también el primer país de la región en

reconocerla como economía de mercado en 2004 (Embajada de Chile en China). Un

dato importante sobre el incremento de la relación entre ambos, está en que en el

período de una década -1997 y 2006-, el comercio bilateral se expandió un 641%

(Infomativos.net, 2007).

Al poco tiempo, Chile se convirtió en el primer país de Latinoamérica en firmar un

Tratado de Libre Comercio (TLC) con la RPC en 2005, el cual entró en vigencia en

Page 66: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

Octubre de 2006. Dicho tratado consta de una negociación progresiva en tres etapas:

i) El Tratado de Libre Comercio en Bienes (TLC); ii) el Acuerdo Suplementario de

Comercio de Servicios y, iii) el Protocolo de Inversiones, estos dos últimos entraron en

vigencia en 2008. Además, se estableció un Memorando de Entendimiento en materia

de cooperación laboral y de seguridad social (Ministerio de Relaciones Exteriores de

Chile, 2011). A esto se le suma, además, que fue el primer país de América Latina en

albergar un Instituto Cultural Chino (en 1952) y el primer país de la región en realizar

un joint venture con China en 1982 (Beijing Copper Company) (Embajada de Chile en

China).

Chile es uno de los países de la región que cuenta con una de las mejores estructuras

gubernamentales, logísticas y de infraestructura para comerciar con el Asia Pacífico.

Participa en diversas organizaciones vinculadas a dicha región y a China, como el

Consejo de Cooperación Económica del Pacífico (PECC por sus siglas en inglés), el

Foro de Cooperación Económica del Asia Pacífico (APEC por sus siglas en inglés) y

el FOCALAE (Foro de Cooperación América Latina - Asia del Este). Gracias a una

política de regionalismo abierto y a una activa política comercial, Chile ha

incrementado su red de acuerdos con la región (Wilhelmy, 2010:129-130) y ha

participado en diferentes negociaciones, acuerdos y reuniones que se han realizado

no sólo con el gigante asiático, sino con los demás países de la región desde el

comienzo del siglo veintiuno. Tanto en el gobierno de la presidenta Bachelet como en

el del presidente Piñera, se han realizado visitas de Estado, al igual que diversas

misiones comerciales y reuniones entre Cancilleres y distintos funcionarios de

gobierno.

El gobierno chileno ha creado un sistema que permite la promoción de sus

exportaciones como así también apoyar a las empresas chilenas en sus transacciones

comerciales en China. Así no sólo cuenta con la Embajada en Pekín, sino que posee

oficinas en Shanghái y Hong Kong. ProChile, por su parte, tiene oficinas en cada uno

de los ministerios de China involucrados en el comercio con Chile, para así poder

asesorar a sus empresarios. Además, el Banco de Chile ha instalado oficinas, las

cuales proveen servicios a sus clientes comerciales que llevan a cabo negocios en

dicho país (Ellis, 2009).

Como Chile no posee desarrollada una industria con gran valor agregado y

tecnológico, importa gran parte de dichos productos, sobre todo bienes de consumo.

Esta situación ha creado un mercado propicio para las motocicletas, autos y camiones

chinos (EMOL., 2011). Pero no es el único sector que ha encontrado un lugar para su

desarrollo, también las empresas de telecomunicaciones chinas han puesto un pie en

Page 67: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

Chile. Tanto Huawei como ZTE se han instalado en el país transandino, con contratos

para construir redes para la empresa local Transam, entre otras acciones.

En cuanto a las inversiones chinas en Chile, en 2006, CODELCO concluyó un acuerdo

con China Minmetals por el cual el país asiático se comprometía a comprar cobre

chileno a un precio fijo, pagando por anticipado para que así la producción se

expandiera a la par de la demanda (Ellis, 2009:37). También se anunció la

construcción de una fundición de cobre en China, en asociación entre CODELCO y

Yunnan Cooper. A su vez, la empresa chilena ha utilizado a empresas chinas como

Minmetals y Sinochem para abastecerse de explosivos y otros insumos vinculados a la

minería. Pero el cobre no es el único metal, también Chile se ha convertido en el

principal proveedor de nitrato de potasio, fertilizante que se utiliza en China para el

cultivo de tabaco. La empresa chilena Sociedad Química y Minera de Chile es la

proveedora desde los ochenta y en 2008 estableció una joint venture con la empresa

china Migao para construir una planta en China para refinar el nitrato de potasio (Ellis,

2009: 38).

China también se presenta como escenario interesante para las inversiones chilenas.

De acuerdo a ProChile (2011), a diciembre de 2010, las inversiones de unas 60

empresas chilenas en China alcanzaban los 212 millones de dólares, aunque dicha

suma sólo represente el 0,4% del total de inversiones externas. Encabeza los sectores

sobre los cuales se invierte el industrial, con un monto total de 188 millones de

dólares, correspondiente al 88,7% del total; en segundo lugar está el sector servicios

con un 11% del total –principalmente en transporte marítimo- y en tercer lugar está el

sector agropecuario con una participación inferior al 0.3%.

Relación Brasil-China

En el caso de Brasil, su relación con los países de la región asiática data desde finales

del siglo diecinueve. Un elemento constante en su política exterior desde el comienzo

del siglo veinte ha sido el desarrollo económico. En este sentido, los objetivos

centrales han sido la expansión del acceso a los mercados externos, la tecnología, las

inversiones y la cooperación internacional. Siguiendo con este perfil, la construcción

de asociaciones estratégicas ha sido un elemento central de su interés nacional

(Bernal-Meza, 2006:74). A pesar de la existencia de estos conceptos en su política

exterior y de su adopción de la cooperación Sur-Sur, su relación con Asia no ha sido

central; su política exterior se dirigió hacia América Latina, África y Medio Oriente,

siendo la interacción entre ambas regiones reducida a un nivel multilateral,

Page 68: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

especialmente vinculada a la agenda de los países en desarrollo. A pesar de que

Brasil entabló relaciones diplomáticas con la RPC en 1974, el único vínculo constante

que Brasil tuvo en Asia fue la relación con Japón (Altemani de Oliveira, 1999). Luego

de la Guerra Fría, la decisión de ampliar sus opciones, sumado al dinamismo que Asia

mostraba, llevaron al incremento de las perspectivas de cooperación entre ambas

regiones, ocupando China el rol que Japón tuvo hasta dicho período (Altemani de

Oliveira, 2006:140). Esto llevó a que Brasil alcanzara el status de “socio estratégico”

por parte de China, siendo así el primer país de la región en lograrlo. A inicios del siglo

21, la relación sino-brasileña se apoya en fuertes lazos políticos, complementados con

fuertes intercambios comerciales, manifestándose este hecho la creación de un marco

institucional en 2004: el Comité de Coordinación de Alto Nivel. Desde la inauguración

de su primer mandato, el presidente Lula estableció como prioridad de su gobierno la

diversificación de los socios comerciales y el estrechamiento de las relaciones

económicas-comerciales con los países del Sur. En este contexto, Asia en general y

China en particular, fueron objeto de numerosas iniciativas. El presidente Lula realizó

visitas de Estado en 2004 y en 2009, recibiendo visitas de su contraparte china en

2004 y 2010 (Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil).

Teniendo en cuenta lo planteado, el gobierno de Brasil ha desarrollado una serie de

mecanismos permanentes de coordinación y de participación de agencias

gubernamentales para la promoción de las exportaciones y para apoyar a las distintas

empresas que quieren llevar a cabo negocios con China. Además de la embajada en

Pekín, el Ministerio de Relaciones Exteriores tiene oficinas de promoción de

exportaciones también en Shanghai y trabaja en conjunto con la Agencia Brasileña

para la Inversión y Promoción de la Exportación (APEX). También los bancos

brasileños tienen presencia en China: tanto Itaú como el Banco do Brasil, tienen

oficinas comerciales en Shanghai. Recíprocamente, el Banco Chino de Desarrollo ha

establecido una oficina en San Pablo.

En total, Brasil ha suscripto más acuerdos con China que con Estados Unidos. Desde

el 2009 hasta el 2011 se firmaron distintos tipos de convenios y acuerdos sobre

diversas temáticas, como por ejemplo: cooperación en minería y energía; petróleo,

equipamiento y financiamiento en 2009; cuarentena y condiciones sanitarias y

veterinarias de la carne bovina; requisitos fitosanitarios para la exportación de hojas de

tabaco de Brasil; sobre cooperación cultural, sobre propiedad intelectual en 2010,

entre otros. En el Plan de Acción Conjunta 2010-2014 firmado entre ambos países en

2010, se proporciona una visión integrada de las relaciones; se busca fortalecer por

medio de mecanismos de diálogo estratégico y político, una Comisión Sino-brasileña

Page 69: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

de Alto Nivel de Concertación y Cooperación; se promueve actividades y proyectos

concretos de cooperación con objetivos precisos hasta 2012 y se instituye

mecanismos de monitoreo de evaluación de los resultados (Ministerio de Relaciones

Exteriores de Brasil, 2010).

Un elemento que resalta en la relación bilateral es la cooperación en el área del etanol,

firmándose instrumentos bilaterales. Asia ocupa una posición destacada en el

desarrollo de nuevas fuentes de energía, lo que genera posibilidades de inversión por

parte de Brasil e intercambio científico-tecnológico. En mayo de 2009, Petrobras firmó

acuerdo con el Banco de Desarrollo de China y con Sinopec por medio del cual

obtiene un préstamo de 10 billones de dólares del banco chino y se compromete a un

abastecimiento de 150 mil barriles de petróleo por día en 2009 y 200 mil por día entre

2010 y 2019. El Memorando de Entendimiento sobre Petróleo, Equipamientos y

Financiamiento firmado en dicho año crea la estructura institucional para dicho

intercambio. Además de lo mencionado anteriormente, la empresa china Sinopec

participó, en asociación con Petrobras, de la construcción del gasoducto de integración

Sudeste-Nordeste (GASENE), inaugurado en 2010 (Ministerio de Relaciones

Exteriores de Brasil, 2010).

Otro aspecto que se destaca de la relación bilateral, es la cooperación en el ámbito

científico-tecnológico, expresado en el Programa Conjunto de Satélites CBERS

(China-Brazil Earth Resources Satellite). Hasta el momento se han lanzado 4 satélites

que brindan información a estaciones terrestres establecidas en Sudáfrica, Egipto e

Islas Canarias, con idea de distribuir gratuitamente las imágenes a los países

africanos. A esto, se le sumaron otras iniciativas como planes de trabajo en ciencias

agrarias, agroenergía, energías renovables, biotecnología y nanotecnología, entre

tantas otras (Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil, 2010). Respecto a las

telecomunicaciones, dos de los gigantes asiáticos están instalados en Brasil: Huawei

fue la primera en 1999 y luego se estableció ZTE. Ambas proveen de servicios de

telecomunicaciones para celulares e internet, entre otras acciones.

En cuanto a las inversiones brasileñas en China, varias empresas han participado en

grandes proyectos de infraestructura, como la construcción de la represa de las Tres

Gargantas. Esta participación refleja cierto interés de China en la tecnología que estas

firmas puedan brindarles, ya que Brasil tiene numerosas industrias desarrolladas con

tecnologías y procesos que interesan a China.

Empresas brasileñas han establecido etapas de producción y procesos en China.

Embraco, que manufactura compresores, estableció una fábrica en 1994; Gradiente,

Page 70: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

que produce electrónicos, estableció parte de su producción en 2007 y la productora

de zapatos Azaléia en 2006 (Ellis, 2009:57).

La llegada de Dilma Rousseff al gobierno brasileño no cambia la relación bilateral; a

cien días de su asunción, la presidente realizó la primera visita de Estado al gigante

asiático. En este viaje no buscó sólo reforzar las relaciones, sino marcar las asimetrías

que se presentan en la misma, que son cualitativas y no cuantitativas (en millones de

dólares). Brasil quiere que China no sólo compre tierras para cultivar su soja ni que

solo compre materias primas, sino quiere que instale fábricas y que invierta en

infraestructuras (El País, 2011, 11 de abril). La presión por parte del sector industrial

brasileño llevó en 2011 a que el gobierno estableciera un aumento temporal del 30%

del Impuesto sobre Productos Importados (IPI), sobre vehículos que no cumplieran

ciertos requisitos, apuntando principalmente a los autos chinos de bajo costo. La

preocupación por parte del empresariado brasileño y del gobierno se da ante la

constatación de que un “67% de las empresas brasileñas que compiten en el ámbito

internacional con sus homólogas chinas aseguran haber perdido cuota de mercado”, a

lo que se le suma que el 45% de las compañías brasileñas deben competir con los

productos chinos en el mercado sudamericano (El País, 2011, 8 de noviembre). Las

industrias más afectadas por esta competencia son los textiles, el calzado, la

maquinaria industrial, los medicamentos y los equipos electrónicos de comunicación.

Otro ejemplo de la asimetría en la relación puede verse en la acción de dos empresas

chinas, Haier (electrodomésticos) y Gre (electrónica), que tienen instalaciones en las

zonas francas, donde ensamblan productos con componentes chinos.

En Junio de 2012, ambos Estados firmaron un nuevo acuerdo por el cual refuerzan

sus reservas financieras acordando un intercambio de hasta 30.000 millones de

dólares como medida para contrarrestar la crisis financiera internacional e impulsar el

comercio. Este acuerdo de créditos cruzados se firmó junto con otros acuerdos, como

el firmado con la empresa brasileña Embraer, en el cual se establecen contrataciones

por parte de China de aviones, así como también se firmó un protocolo por el cual

dicha empresa desarrollará un prototipo de avión ejecutivo nuevo, instalando una

planta en China. Por su parte, las empresa de camiones Marco Polo y la empresa

china SG Automotive Group, comenzaron negociaciones para la realización de una

alianza estratégica con el objeto de fabricar vehículos en conjunto (Fox News, 2012,

21 de junio).

Relación China-Argentina

Page 71: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

La relación entre Argentina y China data de mediados del siglo 20, cuando se

establecieron relaciones diplomáticas. Sin embargo las mismas se vieron

interrumpidas tras la revolución de 1949, y normalizadas posteriormente en 1972. La

política exterior de Argentina hacia el Este de Asia tiene escasos antecedentes

históricos. Esto se debe, principalmente a que ha sido considerada una región distante

de los intereses centrales argentinos que, tradicionalmente, se concentraron en

Estados Unidos, Europa y la región latinoamericana. Hubieron contactos y visitas de

Estado en los setentas y ochenta, pero será a partir de los noventa, con la presidencia

de Carlos Saúl Menem, que las relaciones tomarán cierto impulso. Argentina, como

otros países de la región apoyó, hacia el año 2000, el ingreso de China a la OMC,

visitando el presidente De la Rúa al gigante asiático. Luego de la crisis de 2001, las

relaciones no se vieron fuertemente afectadas, continuando los vínculos económicos,

comerciales, políticos, culturales, etc. La política exterior del gobierno de Néstor

Kirchner estuvo limitada en sus acciones por las consecuencias de la crisis, siendo las

prioridades de su política exterior similar a la de los gobiernos previos: una alianza con

Brasil, profundizar las relaciones del Mercosur, al igual que con Bolivia y Chile (De la

Balze, 2010). Sin embargo, y respecto a Asia, se destacan dos hechos esenciales: en

2004 la firma de un acuerdo de “relación estratégica” y en 2007, la profundización de

dicha relación con la inclusión de la cooperación en temas de defensa y seguridad

(Malena, 2010).

La llegada de Cristina Fernández de Kirchner al poder en el 2008, no llevó a un

cambio profundo en la política exterior del país. De la Balze (2010) señala que ambos

gobiernos tuvieron una activa política exterior, sobre todo en el ámbito de la

promoción comercial. Ambos se focalizaron en continuar una política de promoción de

exportaciones, llevando a cabo viajes oficiales y numerosas misiones comerciales,

sobre todo a mercados emergentes y países no tradicionales para Argentina. La

progresiva recuperación económica interna permitió a la administración de Fernández

de Kirchner contar con una mayor flexibilidad en el plano de la política externa. Esto

se vio reflejado en la multiplicación de iniciativas implementadas desde diversas

agencias gubernamentales orientadas al ámbito exterior, teniendo China un lugar

importante.

Argentina, al igual que Brasil y Chile, ha desarrollado una infraestructura para llevar a

cabo negocios con la RPC. A nivel gubernamental, se han desarrollado comités

permanentes que tienen reuniones periódicas para tratar diversos asuntos y dar un

marco regulatorio al comercio bilateral. Argentina cuenta con la Embajada en Pekín,

consulados en Shanghái, Guangzhou y Hong Kong, y un Ministerio de Relaciones

Page 72: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

Exteriores muy activo, que trabaja en conjunto con la Fundación Exportar, de origen

público-privado, en el área de la promoción de las exportaciones e inversiones. A nivel

bancario, el estatal Banco Nación estableció una oficina en Pekín (Infolatam, 2011), a

lo que se suman oficinas representativas de instituciones financieras chinas en

Argentina, por ejemplo el Banco Industrial y Comercial de China y el Banco de

Desarrollo de China (Ellis, 2009:74).

Se realizó, en el período bajo estudio, una visita oficial de Estado por parte de

Argentina en 2010, varias misiones comerciales multisectoriales –2 en 2010 y 2 en

2011- y visitas de distintos funcionarios de ambas cancillerías y otras agencias de

gobierno (Jefatura de Gabinete de Ministros, 2010; 2011). En cuanto a los documentos

oficiales firmados, la mayoría constituyen Memorando de entendimiento sobre diversas

índoles en áreas de cooperación agrícola, cooperación en recursos forestales,

cooperación en materia minera, sobre pesca, en infraestructura, requisitos

fitosanitarios para diversos productos, entre otros (Biblioteca Digital de Tratados,

2012).

En todas las acciones emprendidas, se buscó la apertura del mercado chino a nuevos

productos, a productos con mayor valor agregado e inversiones chinas, sobre todo, en

proyectos de infraestructura y energía. En el año 2007 se acordó la compra de

material tractivo y rodante nuevo para una línea de trenes y para el subterráneo

(Jefatura de Gabinete en Ministros, 2007:148), actividad que se repitió en el 2008 y

2009. En el año 2010, Enarsa firmó un acuerdo con la empresa Sino-Hydro para la

cooperación en energía eólica e hidráulica y otro con la empresa Sinopec, para la

cooperación en materia de exploración, prospección y explotación de hidrocarburos.

Además se logró la apertura del mercado chino para la exportación de peras,

manzanas y productos lácteos, y se suscribieron los Protocolos para la exportación de

carne bovina fresca y cebada cervecera. (Jefatura de Gabinete de Ministros,

2010:108-109).

Las automotrices chinas también han ingresado al mercado argentino, entre ellas

Chery; al igual que empresas chinas de electrónica que ensamblan productos en las

zonas francas, como es Tierra del Fuego. Como en el caso de Brasil y Chile, en

Argentina también están presentes y con fuertes inversiones las empresas de

telecomunicaciones Huawei y ZTE, tanto para la telefonía fija, como para celulares y

conexiones de internet. Huawei tiene una planta en La Plata donde producen celulares

y ZTE está participando en la construcción de infraestructura para la conexión

inalámbrica de internet en el sur del país.

Page 73: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

Desde la posición argentina, también se puede observar el éxito de acceso a dicho

mercado por parte de firmas conocidas, por ejemplo Arcor (caramelos, galletitas,

chocolates, etc.), marcas de lencería y vinos (Bodegas Norton) (Ellis, 2009:68). Pero

no sólo esto, el país tiene desarrollada una serie de industrias estratégicas y sectores

tecnológicos que interesan a China, como el espacial, el nuclear y la biotecnología.

Por ejemplo, los Laboratorios Chemo, que posee tres plantas farmacéuticas en China,

realizó un acuerdo, en 2011, con Fosum -el más grande grupo farmacéutico chino-

para producir anticuerpos monoclonales en dicho país por 100 millones de dólares.

Otras empresas que han logrado acuerdos en 2011, han sido Rasic Hnos.

(exportaciones avícolas), Puelchana Patagonia (exportaciones de ostras) y numerosas

empresas nucleadas en la Cámara de la Industria del Calzado que ofrecen una

variedad de calzados de alta gama, que incluye botas para la práctica del polo y

zapatos de tango (Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto,

2011).

El crecimiento de las importaciones de productos y servicios chinos ha llevado a una

queja generalizada por parte de sectores económicos del país, lo que llevó a que el

gobierno estableciera algunas barreras al comercio para proteger la industria nacional.

La presentación ante la OMC de casos de antidumping contra China –especialmente

durante el 2009- es un ejemplo de esto (Ellis, 2009:69; CEPAL, 2011).

Por último, durante el período bajo estudio, se realizaron numerosas reuniones a

distintos niveles gubernamentales –grupos de trabajo, comisiones mixtas, consultas

políticas de alto nivel, etc.-, buscando el gobierno argentino impulsar acciones

tendientes a lograr no solo el crecimiento sino también la diversificación de las

exportaciones argentinas, buscando incorporar productos con mayor valor agregado y

contenido tecnológico (Jefatura de Gabinete de Ministros, 2007; 2008; 2009; 2010).

Relación China-Perú

Las vinculaciones entre China y Perú datan desde mediados del siglo XIX, cuando

arriban los primeros trabajadores (denominados coolies) a Perú. Según cálculos

estimados por el gobierno casi un 10% de la población peruana tiene descendencia

china. El establecimiento de las relaciones diplomáticas, sin embargo, data desde

1971, siendo el segundo país latinoamericano en reconocer a la RPC (Cámara de

Comercio Peruano-China, 2012). Como el resto de los estados sudamericanos, la

vinculación con el gigante asiático estuvo limitada hasta fines de los noventa, aunque

con ciertos puntos a destacar, como la activa política exterior del presidente Alberto

Page 74: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

Fujimori hacia China, realizando cuatro visitas de Estado en el período 1991-1995

(Ellis, 2009:148). Al igual que en el caso de Chile, APEC se convirtió en una

importante plataforma de vinculación con el gobierno chino. Esto permitió dos hitos

importantes, por un lado que Perú le concediera en 2004 el estado de economía de

mercado y segundo, la concreción de un Tratado de Libre Comercio que, firmado en

2009, entró en vigencia en Marzo de 2010 (Ministerio de Relaciones Exteriores de

Perú, 2012). Como en los otros países estudiados, también se realizaron visitas de

alto nivel –el presidente Alejandro Toledo visitó China en 2005 y Alan García en 2008-,

visitas de ambas Cancillerías y diversas misiones comerciales. Aunque el país no tiene

la experiencia de Chile en las vinculaciones con China, se puede observar un rápido

progreso en los últimos años respecto a la estructura institucional que promueva las

vinculaciones. El Ministerio de Relaciones Exteriores tiene oficinas en Shanghái y

Hong Kong, además de la embajada en Pekín. Como complemento, la promoción de

las exportaciones e inversiones se realiza a través de la agencia ProInversión como

así también de la Comisión de Promoción del Perú para la Exportación y el Turismo

(PromPerú). Como en el resto de la región, esto se complementa con una serie de

organizaciones privadas que buscan estrechar las vinculaciones entre ambos países

no sólo a través del comercio sino también a través de otros aspectos como los

culturales. Respecto a las relaciones bancarias, en 2007 el Grupo Interbank se

convirtió en la primera institución financiera de Perú en establecer una oficina en

China. En 2008, el Banco de Desarrollo de China y el Banco de la Nación de Perú

firmaron una asociación estratégica con el fin de cooperar en la facilitación del

comercio entre ambos (Ellis, 2009: 154-155).

El gobierno de Perú manifiesta que las relaciones bilaterales con el gigante asiático

están, desde los últimos 15años, definidas por distintos factores centrales. Uno de

ellos es la convergencia económica estratégica, que en el caso de Perú deriva de su

posición geográfica y de su proyección hacia un mercado subregional; y a su vez de la

historia compartida entre ambos. La convergencia también se observa en las

coincidencia de posturas en organismos internacionales y en la adhesión de Perú a la

política de “una sola China” (Ministerio de Relaciones Exteriores de Perú, 2012).

Además de estos puntos, es necesario tener en cuenta que la relación bilateral

también se enmarca en el interés chino sobre la región. Al igual que otros países

sudamericanos, los esfuerzos del empresariado peruano han estado centrados en los

productos tradicionales de exportación; áreas en la que tienen que competir con otros

proveedores, tanto asiáticos como latinoamericanos. Dada esta oferta exportable, el

interés de Perú ha estado en diversificar sus exportaciones y en desarrollar proyectos

Page 75: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

de inversión conjunta en sectores considerados estratégicos, como la agroindustria –

mangos, uvas, cítricos-; la pesca –productos procesados-; textiles; acuicultura, entre

otros (Ministerio de Relaciones Exteriores de Perú, 2012).

En cuanto a las inversiones chinas, Perú es el caso que mejor ejemplifica las

adquisiciones y la participación de las empresas chinas. Las principales reservas de

petróleo de Perú se encuentran en la zona amazónica, con dos yacimientos

controlados por la empresa argentina PlusPetrol Norte, de la cual participa –con un

45%- la empresa china ChinaNational Offshore DrillingCorporation (CNODC). Además,

la empresa china CNPC ha obtenido contratos para desarrollar yacimientos en dicha

zona (Ellis, 2009:150). En el sector minero, opera la empresa china Shougang Hierro

Perú, la cual posee y opera las minas más importantes del Departamento de Ica. Con

esta empresa, tanto el gobierno como los mineros, han tenido reiterados problemas

debido a la violación de leyes medioambientales, a la falta de inversiones y a las

condiciones laborales. En 2007, la empresa ZijinMiningGroup compró parte de la

empresa inglesa Monterrico Metals, que explota la mina de cobre de Rio Blanco. Por

su parte, y en el mismo año, la empresa AlumniniumCorporation of China (Chinalco),

compró la parte de los inversores peruanos de lo compañía minera canadiense

PeruCopper y China Minmetals junto a Jiangxi CopperCorporation compraron la firma

canadiense NorthernPeruCopper (Ellis, 2009: 150-151). El interés chino también se

observa en el sector de harinas de pescado, ya que lo utiliza para la alimentación

avícola. En 2006 China FisheryGroup compró la empresa peruana Alexandria

FishingCompany; y a lo largo de 2007 el grupo adquirió distintos activos peruanos,

como flotas de pesca, harinas de pescado y plantas de enlatado. La misma empresa

adquirió además la Pesquería Isla Balanca, la Pesquería Maru y Pesquería El Pilar,

junto a la compra de una planta de procesamiento en Chimbote (Ellis, 2009:152). De

esta forma, la estrategia es incrementar las capacidades para controlar todo el

proceso, desde la pesca, su traslado, el procesamiento, el enlatado y la exportación. Al

igual que en el resto de la región, los automóviles chinos también están presentes en

Perú, marcas como Great Wall, Hefei, Geely y FAW debutaron en el mercado peruano

en el 2006 (América Economía, 2012).

Como puede observarse de lo analizado, la posición geográfica y los recursos de Perú

lo posicionan como un socio importante y con potencialidad para explotar por parte de

ambos lados. Los gobiernos de los últimos años –sobre todo desde Alan García- han

reafirmado lo esencial del desarrollo de una relación comercial más profunda con la

RPC, siendo la puesta en marcha del TLC una confirmación de este rumbo.

Page 76: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

Sudeste de Asia, ¿alternativa de diversificación para América del Sur?

La entrada de China a la economía global, ha creado un nuevo dinamismo en la

relación entre Asia Pacífico y América Latina, pudiendo China ayudar a incrementar el

intercambio comercial entre ambas regiones (Medalla, Balboa, 2009:17). Como hemos

analizado en los apartados anteriores, China ha sido el país que visiblemente ha

concentrado, en el Este Asiático, los esfuerzos políticos y empresariales de la mayoría

de los países de la región sudamericana. Esto se ha visto impulsado por el inmenso

mercado interno de este país, su creciente demanda de insumos y productos primarios

de diversa índole, su paulatino pero constante proceso de apertura comercial –

profundizado con su ingreso a la OMC- y su interés por el acercamiento a la región

latinoamericana. Ciertamente, la concentración en este gran socio, ha actuado

indirectamente en desmedro de los vínculos de muchos de estos países con las

economías más pequeñas de la región, como las del SEA (Baroni, Rubiolo, 2012).

El Sudeste Asiático (SEA) se ha convertido en un polo de desarrollo y crecimiento

económico. Su emergencia como centro económico y financiero a nivel mundial y su

proximidad a China, la ha convertido en una alternativa para la inserción internacional

de aquellos países que buscan la diversificación debido a un escenario económico

internacional volátil.

Aunque el acercamiento a dicha región ha sido de alto impacto en la última década, el

diseño de políticas específicas hacia el Sudeste asiático todavía está en su etapa

inicial. Las relaciones bilaterales entre América del Sur y el SEA han estado centradas

en los temas comerciales casi exclusivamente. Esto se debe, principalmente, al hecho

que las interacciones del SEA con el resto del mundo han sido comercio-dependientes

(Montesano, PohOnn, 2010) y a que el interés de América Latina en el Lejano Oriente

ha estado enfocado en aspectos económicos, relegando las cuestiones políticas a un

segundo plano. La naturaleza económica de estos vínculos también responde al

objetivo de diversificación que surgió en las economías de la región latinoamericana

durante la década del noventa, vinculada a un cambio en el modelo de desarrollo.

Como en el caso de China, la estructura productiva de los países bajo estudio limita la

posibilidad de expansión y diversificación de la canasta exportadora hacia el SEA.

La crisis global de 2008 puso de manifiesto la necesidad de reducir la dependencia de

pocos socios, y en cierta forma, esto creó un escenario propicio para desarrollar y

fortalecer las relaciones comerciales con mercados no tradicionales. La crisis también

demostró el posicionamiento fuerte de China en la región, ya que a pesar de la misma,

Page 77: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

el comercio con el gigante asiático no disminuyó. De esta forma, el SEA podría

constituirse, para algunos casos, en un contrapeso parcial a la relación con la RPC.

Los países de la región tienen la oportunidad de diversificar sus vínculos comerciales

hacia las dinámicas economías emergentes del Sudeste asiático, la baja

interdependencia con estos mercados indican dicha potencialidad. Estas economías, a

diferencia de las de América del Sur, ya se encuentran vinculadas a cadenas

productivas asiáticas e internacionales, contando con una competitiva especialización

en partes y componentes para equipamientos de TICs y electrónica. Su ingreso de los

países de la región a este sector, por vía de las cadenas de valor, constituye un

desafío estratégico en el cual la construcción de vínculos con el Sudeste Asiático

podría cumplir un papel relevante (Moneta, 2012).

Yendo a la relación comercial específicamente, de los países aquí analizados

Argentina ha mostrado una mayor orientación de sus exportaciones hacia los

mercados del SEA. Consideramos que esto permite explicar en parte su menor

porcentaje destinado al mercado chino –ver gráfico 4- frente a los otros tres países de

la región. En la tabla 3 pueden observarse la evolución de la participación de los

países del SEA-67 como destino de las exportaciones de los países sudamericanos.

Tabla 3: Exportaciones de América del Sur al SEA-6,

por país, en porcentaje del total

Argentina Brasil Chile Perú

2007 3.80 2.70 1.69 0.49

2008 3.16 3.34 1.57 0.65

2009 4.80 3.30 1.47 0.80

2010 4.75 3.33 1.75 0.96

2011 5.18 3.64 1.75 1.16

Fuente: elaboración propia con datos de UNComtrade, 2012

De los datos presentados se desprende que, mientras en el caso Argentino los

mercados del SEA-6 tuvieron en 2011 un relevancia similar a la China como mercados

de destino (la RPC recibió el 7.4% de las exportaciones argentinas, mientras el SEA-6

un 5.2%), para las otras tres economías sudamericanas el SEA representa aún un

7 Indonesia, Filipinas, Malasia, Singapur, Tailandia y Vietnam.

Page 78: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

socio de escasa relevancia en el Extremo Oriente. Un fenómeno que se hace aún más

evidente si se compara la participación de esta región con la de China.

Conclusión

En el presente trabajo hemos abordado las relaciones de China con América del Sur

considerando que esta vinculación presenta rasgos distintivos respecto de la relación

del gigante asiático con el resto del continente. Con la intención de distinguir las

particularidades de estos lazos, profundizamos en el análisis de la relación comercial y

político-diplomática de la potencia asiática con los principales socios comerciales en

Sudamérica.

Tomamos también como punto de partida dos premisas: por un lado, que el

acercamiento de China hacia esta región americana debe comprenderse en una

estrategia global de inserción internacional y de procura de insumos para el

sostenimiento del desarrollo industrial de la RPC. Por otro, que para América del Sur,

China se presenta como una oportunidad de diversificar sus mercados de exportación,

como una alternativa a los socios tradicionales –que resultaron los principales

afectados por la crisis mundial de 2008- a través de la cual mejorar su inserción en el

mercado internacional y ampliar sus márgenes de autonomía disminuyendo el grado

de dependencia Occidental.

A la luz de estas afirmaciones avanzamos, en primer lugar, en el análisis de los

vínculos comerciales. En esta dimensión encontramos algunas características

comunes a los cuatro países analizados y algunos rasgos que los diferencian y que, a

nuestro entender, resultan un aporte al estudio comparativo de las vinculaciones

bilaterales con Beijing.

El denominador común en los cuatro casos es el alto porcentaje de concentración de

la canasta exportadora en productos primarios y sus derivados. Considerando que las

importaciones procedentes de China se componen de productos manufacturados,

vemos como el comercio entre la región y el país asiático tiene una base inter-

industrial, siendo el patrón el intercambio de materias primas y bienes

manufacturados. El mayor protagonismo de la RPC y la concentración de sus

demandas en bienes de nulo o escaso valor agregado, han llevado a lo que algunos

economistas denominan “reprimarización” del sector exportador (CEPAL, 2011).

El creciente papel de China como destino de las exportaciones también es un rasgo

compartido por las cuatro economías, sin embargo, existen notables diferencias en el

Page 79: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

grado de dependencia de las economías sudamericanas sobre el mercado chino como

destino de sus productos. La principal de ellas la constituye la Argentina, que a

diferencia de sus tres vecinos, destina mayor parte de sus exportaciones a un

mercado regional –Brasil- que a China.

Entendemos que el prominente rol de China en la inserción comercial de los países

sudamericanos fue consecuencia no sólo la política exterior de Beijing, sino también

de una búsqueda por parte de los países de la región de alternativas de inserción

comercial. En este sentido coincidimos con Tokatlian (2011) en que los países de

América Latina han experimentado en los últimos tiempos una política de

diversificación respecto a sus socios tradicionales como han sido Estados Unidos y la

Unión Europea. Esta política se puede enmarcar en la ideas de un mejor desarrollo

nacional acompañado de una mayor autonomía internacional, ante un sistema

internacional que viene experimentando un gradual traslado del centro de poder de

Occidente a Oriente. Esta búsqueda puede verse de manera patente en las múltiples

iniciativas implementadas por los cuatro países en el plano bilateral y multilateral

dirigidas a la región del Este asiático y particularmente a la RPC. Con algunas

diferencias en los grados de actividad, condicionada por las coyunturas internas de

cada Estado, en los cuatro casos se observa una multiplicación de acciones de

políticas exterior desde principios del actual siglo.

La diversificación, entonces, se ha presentado como una herramienta en la búsqueda

de una inserción eficiente y autónoma. Sin embargo, si analizamos la actual situación

comercial a la luz de los datos presentados en el artículo, vemos que el dilema entre

una inserción autónoma y una dependiente, no parece estar resulto, aun sumando a

China en esta ecuación. Los datos muestran que de hecho Beijing difícilmente venga a

resolver este dilema porque a pesar de que se esté dependiendo menos de socios

tradicionales, la velocidad de crecimiento de las ventas hacia el gigante asiático que

han mostrado Brasil y Chile, y un poco más atrás Perú, pueden convertirse en el

preludio de la construcción de un nuevo patrón de dependencia, esta vez sitiado en el

Pacifico.

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Page 82: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

El ascenso del BRIC y su influencia en la

política exterior de los países periféricos:

el caso argentino

Bolinaga, Luciano

Universidad Nacional de Rosario

3ras. Jornadas de Relaciones Internacionales

FLACSO | 25 y 26 de Octubre de 2012

Page 83: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

Dr. Luciano Damián Bolinaga1

Palabras claves: Ascenso – BRIC – Influencia - Argentina

Resumen:

Por medio de la aplicación del criterio de Pareto, conocido como

20/80, se estratifica a las naciones en grandes, medianas y

pequeñas potencias económicas según su participación en la

producción mundial. El análisis del segmento temporal que

discurre entre 1989 y 2011 saca a la luz un incipiente proceso de

desconcentración de la riqueza que viene de la mano del ascenso

de nuevas potencias. Precisamente, la génesis del cambio

económico mundial viene dada por el ascenso de China, Brasil,

India y Rusia como grandes potencias.

La importancia de estas economías dio sustento a un nuevo polo

de poder que se concentra en la figura del BRIC. No obstante, no

solo que existen profundas asimetrías entre sus miembros sino

que, incluso, hay una importante heterogeneidad entre ellos.

Mientras que la idea del BRIC se desprende de estudios

econométricos en 2001, la concertación política entre estás

naciones recién se concreta desde 2009. La brecha entre el “BRIC

virtual” y el “BRIC real” plantean una profunda incertidumbre

acerca del nuevo horizonte en el esquema de gobernanza mundial

que se está configurando tras la primera década del siglo XXI.

1 Doctor en Relaciones Internacionales por la Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de

la Universidad Nacional de Rosario (2011). Magister en Relaciones Internacionales por el Instituto de Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional de La Plata (2009). Licenciado en Relaciones Internacionales por la Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional de Rosario (2004). Entre 2005 y 2010 fue becario doctoral del CONICET y desde 2012 se desempeña como becario posdoctoral de dicha institución. Entre 2007 y 2008 formó parte del Research Program del National Institute for International Education Development de la República de Corea y en 2011 fue seleccionado como representante argentino en la reunión anual de ex becarios en dicho país. También ha sido becario de la Comisión Fullbright Argentina durante el año 2008. Su actividad docente se desarrolla a nivel de grado y posgrado como: Profesor consultor en el Máster Internacional en Cultura, Economía y Sociedad China del Instituto de Altos Estudios Universitarios (Barcelona) y Profesor Adjunto de Historia Política Argentina en la Universidad Abierta Interamericana (sede Rosario). Los comentarios o consultas al respecto de esta exposición puede enviarse a: [email protected].

Page 84: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

En esa coyuntura, los países periféricos enfrentan el gran desafío

de reformular sus estrategias de inserción para mejorar y fortalecer

sus vínculos con las potencias en ascenso. Al respecto, el caso

argentino demuestra como la orientación del comercio de un país

periférico se reformula cuando se produce el ascenso de nuevas

potencias (China, Brasil e India) y el descenso de otras (Inglaterra,

Francia, España y Estados Unidos). En concreto, una de las

principales razones por la que Argentina reformuló su modelo

comercial de vinculación, entre 1960 y 2011, fue la necesidad de

adecuarse a las tensiones provenientes del ambiente internacional.

Page 85: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

Idea preliminar:

El devenir del sistema interestatal manifiesta la recurrente alteración del orden

internacional tanto como la de los patrones de acumulación de riqueza de las

naciones. ¿Cuáles son los efectos tiene una alteración de la composición del directorio

de grandes poderes? ¿Qué sucede cuando se produce una relocalización de las

actividades económicas mundiales? ¿Cuál es la relación entre el cambio económico y

el cambio político en el sistema internacional? Tales interrogantes forman una parte

importante del núcleo teórico-conceptual de la ciencia política y de las relaciones

internacionales. Esto encuentra su fundamento no en la unanimidad de las respuestas

encontradas por los diversos autores -que por cierto no la hay- sino más bien, en la

permanencia en el tiempo de estas preguntas como punto de partida para intentar

comprender la evolución política del mundo.

La actual crisis financiera internacional ha acelerado el proceso de cambio

internacional que venía desarrollándose desde finales del siglo XX. Básicamente, tras

abandonar un periodo de eje bipolar el sistema internacional comenzó a atravesar una

nueva fase de reorganización como consecuencia de tres procesos mutuamente

ligados entre sí, que aún hoy no se han cerrado. El primero de ellos refiere al declive

de Occidente y la depreciación del poder norteamericano, el mundo industrializado

está envejeciendo y empobreciéndose lo que conlleva a que su posición hegemónica

para administrar el orden internacional está siendo puesta en jaque. El segundo, pone

al descubierto una relocalización del eje económico mundial hacia el Pacífico, es decir,

las principales actividades productivas del mundo están siendo transferidas a esa

región en particular. Y, finalmente, la emergencia de las potencias del BRIC (Brasil,

Rusia, India y China) y su demanda por mayor participación en la administración del

orden internacional y la economía global.

Si bien el resultado final de estos tres procesos aún es incierto, ya hay algunos

indicios de que efectivamente transitamos hacia una reformulación del directorio de

grandes poderes y, en consecuencia, hacia un nuevo esquema de gobernanza

internacional. En este nuevo capítulo en la historia de las grandes potencias se abren

nuevos desafíos y oportunidades para los países periféricos quienes deben reformular

sus políticas exteriores para fortalecer la vinculación política, económica y cultural con

los nuevos centros de poder.

La República Argentina, ha brindado tradicionalmente gran importancia a su

vinculación comercial y política con las grandes potencias económicas. “Que la

Page 86: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

complementación económica entre una potencia hegemónica y un país periférico

puede producir enormes beneficios para ambos está ilustrado por el primer tramo del

viejo vínculo entre la Argentina y el Reino Unido.” (Escudé, 2011). Por el contrario, la

competitividad de las estructuras productivas y el auge de Estados Unidos como gran

potencia, puso a la Argentina en una situación complicada y hasta de irrelevancia

internacional. A lo cual se sumó un sinfín de desacuerdos y antagonismos políticos,

diplomáticos y comerciales.

Ante un nuevo esquema internacional de poder que se precipita por la

transformación de potencias medias en grandes poderes, resulta de vital importancia

para los países periféricos diagramar e implementar estrategias de vinculación con los

países que mejoraron su posición en la estructura. La República Argentina resulta

pertinente como caso en estudio porque explica cómo un país periférico modifica su

orientación externa como respuesta a las tensiones provenientes del ambiente

internacional. Pero, por supuesto, no interesa cualquier tensión sino particularmente

aquella que remite a la reformulación del posicionamiento internacional de las

principales unidades del sistema. No parece casual entonces que a principios del

nuevo siglo Brasil y China se hayan convertido en nuestros principales socios

comerciales en el mundo. Pero mientras que el esquema de vinculación con China

reproduce la lógica del “socio inglés”, el que se mantiene con Brasil plantea un nuevo

elemento en la inserción internacional que contribuye al intercambio intra-industrial y,

en consecuencia, favorece la modernización de la estructura productiva del país. De

modo que, frente al proceso de cambio internacional al que se asiste a principios del

siglo XXI, se verifica una reorientación del comercio y de la política exterior argentina a

favor de las potencias en ascenso.

Estratificando economías: una incipiente desconcentración de la riqueza

La aplicación del criterio de Pareto, conocido como 20/80, a los datos provistos

por el informe anual del Banco Mundial permite tomar la participación de las

economías en la producción mundial como variable critica de diferenciación de

grandes, medianas y pequeñas potencias.2 Según este principio, el 20% de las

2 El «criterio de Pareto» fue utilizado por Eduardo Oviedo en sus estudios relativos a la expansión del

sistema político chino a lo largo de la última década y media. Estos estudios han sido el punto de partida

para la investigación que desarrollé en CONICET (entre 2005 y 2010) y cuyo saldo fue mi tesis doctoral,

de la cual él fuera director.

Page 87: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

unidades mensuradas debería representar el 80% de la producción mundial y si

repetimos este criterio obtenemos la distinción entre grandes y medianas potencias

económicas. Con lo cual, de la sumatoria del producto de grandes y medianas

potencias deberíamos alcanzar el 80% de la producción mundial.

Cuadro N° 1: Posición de las grandes y mediadas potencias,

según su participación en la producción mundial (1989/2011)

Grandes

Potencias

1989 1999 2005 2011

1# USA

2# Japón

3#

Alemania

4# Francia

5# Italia

6# Reino

Unido

7# Canadá

1# USA

2# Japón

3#

Alemania

4# Reino

Unido

5# Francia

6# Italia

7# China

1# USA

2# Japón

3# Alemania

4# China

5# Reino

Unido

6# Francia

7# Italia

1# USA

2# China

3# Japón

4#

Alemania

5# Francia

6# Reino

Unido

7# Brasil

8# Italia

9# India

10# Rusia

Total Grandes

Potencias 66%

Total Grandes

Potencias 68%

Total Grandes

Potencias 63%

Total Grandes

Potencias 64%

Medianas

Potencias

8# Rusia

9# Brasil

10# España

11# China

12#

8# Canadá

9# Brasil

10# España

11# Corea

8# España

9# Canadá

10# India

11# Brasil

11# Canadá

Page 88: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

Australia

13# India

14#

Holanda

12# Méjico

13# Rusia

14#

Holanda

12# Corea

13# Méjico

14# Rusia

15#

Australia

16#

Holanda

12# España

13#

Australia

14# México

15# Corea

16#

Indonesia

17# Holanda

18# Turquía

19# Suiza

20# A.

Saudita

21# Suecia

22# Polonia

Total Medianas

Potencias 14%

Total Medianas

Potencias 15%

Total Medianas

Potencias 17%

Total Medianas

Potencias 16%

Total

oligopolio

80 % 83 % 80% 80 %

Cantidad de

unidades

mensuradas

165 unidades

listadas

(20% = 33 unidades)

182 unidades

listadas

(20% = 36

unidades)

184 unidades

listadas

(20% = 37 unidades)

192 unidades

listadas

(20% = 38

unidades)

Fuente: Cuadro de elaboración propia con información del PBI mensurado a precio corriente por el Banco Mundial.

World Development Indicators, Total GDP 1989/2011.

En el año 1989, el 80% de la producción mundial debería haberse alcanzado

con las primeras 33 unidades de las 165 listadas, sin embargo, se arribó a este

Page 89: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

resultado con tan sólo las primeras 14 economías. Es decir, menos de la mitad.

Posteriormente, en el año 1999 ese 80% debería corresponder a 36 unidades (dado

que se mensuraron 182 economías) pero volvió a manifestarse en las primeras 14

naciones. En contraste, entre 2005 y 2011, el 80% del producto mundial también

estuvo por debajo del 20% pero en ambos casos se alcanzó recién con las primeras

16 y 22 unidades mensuradas, respectivamente. En pocas palabras, se registró una

variación numérica en la cantidad de grandes y medianas potencias necesarias para

alcanzar el 80% de la producción mundial.

La primera señal de cambio se manifestó entre 1989 y 2005 en tanto hubo un

recambio de las grandes potencias. Por ejemplo, en 1999 el ascenso de China fue

coetáneo con el declive de Canadá. Pero las señales más fuertes del cambio

económico mundial se desarrollaron entre 2005 y 2011 porque no sólo hubo recambio

de grandes potencias sino que también se verificó una ampliación del cupo de grandes

y medianas potencias. En efecto, en el año 2005 fueron necesarios dos países más

para completar el grupo de potencias medias que permite alcanzar el 80% de la

producción mundial. Posteriormente, en 2009, Brasil pasó a formar parte del grupo de

grandes potencias y sucedió lo mismo con India en 2010. Finalmente, durante el año

2011 Rusia también logró posicionarse como una gran potencia económica.

De modo que, el período 2005/2011 se contrapone al segmento 1989/2004 por

la cantidad de economías que conformaron el directorio de grandes poderes. ¿Qué

implicó esa variación numérica? A prima facie, todo parece indicar que se asiste a una

incipiente desconcentración del poder económico, es decir, se amplia en número de

países con mayor capacidad económica. Por un lado, en el año 2005 hubo 7 grandes

potencias y 9 potencias medias para alanzar el 80% de la producción mundial. Por el

otro, ya para el 2011 fueron necesarias 10 grandes potencias y 12 medianas para

alcanzar esa estimación. Por lo tanto, inexorablemente, el período 2005/2011 sacó a

colación la idea de un muy incipiente proceso de desconcentración del poder

económico que se constata en dos elementos: a) potencias medias se convierten en

grandes potencias (Brasil, Rusia e India) y b) la ampliación del cupo de grandes y

medianas potencias económicas (Corea del Sur, Indonesia, Holanda, Turquía, Suiza,

Arabia Saudita, Suecia y Polonia).

Recapitulemos entonces la secuencia de ascenso de China, Brasil, India y

Rusia. Mientras que en 1989 Beijing ocupaba el undécimo lugar del ranking del Banco

Mundial, para el año 1999 pasó al séptimo puesto. De acuerdo a la misma fuente, en

el año 2002 China ascendió al sexto lugar, para el 2005 logró superar al Reino Unido y

Page 90: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

a Francia escalando a la cuarta posición de la estratificación económica internacional.

Finalmente, en el año 2010, China logró ubicarse como la tercera economía más

importante del mundo. Más aún, si se incluye a Hong Kong dentro de la medición del

PBI chino en el año 2009, China ya se convertía en la segunda economía del mundo,

superando a Japón.

Por otro lado, ya entrados en la primera década del nuevo siglo aparecen otros

países que acompañan la fase de cambio internacional que supone el ascenso de

China, entre ellos se destacan particularmente: Brasil, Rusia e India. Todos ellos

lograron pasar de la taxonomía de potencia media a gran potencia económica3 y

forman el grupo conocido como BRIC que, gracias a estudios econométricos proyecta

un rol vital en la economía global de siglo XXI (Purushothaman y Wilson, 2003, ps.

4/5).

La crisis económica y financiera global ha acelerado ese proceso de cambio

internacional, el cual está verificando una transferencia del poder económico desde los

países industrializados a los que están en desarrollo (Messer, 2007). Así, la prognosis

de Goldman Sachs respecto al BRIC y, particularmente, la que refiere a China como la

principal economía en el año 2050 podría estar sucediendo mucho antes de lo

esperado. Por ejemplo, el FMI ya ha anunciado que esto podría suceder en el 2016

según sus estimaciones en el contexto de la crisis financiera. Todo esto conlleva a

reconocer que las economías de Brasil, Rusia, India y China cobraron una singular

importancia para el nuevo esquema de gobernanza mundial y se presentan como la

génesis conceptual del nuevo polo de poder que hoy conocemos como BRIC.

Del «BRIC virtual» al «BRIC real»:

La literatura específica aún es escaza pero parece ser suficiente para poner

en evidencia la existencia de dos BRIC, uno “virtual” y otro “real” (Oropeza García,

2012). Mientras que el primero se identifica con la génesis conceptual que se elaboró

desde Goldman Sach y se conecta directamente con las proyecciones econométricas

de O´Niell (2001); el segundo, cobra vida a partir del año 2009 cuando estas naciones

3 Esta secuencia está constatada en el Cuadro N° 1 pero si se considera como indicador el PBI

mensurado según la Paridad del Poder Adquisitivo, el proceso de ascenso de estas economías se

acelera. Se recomienda consultar: CALLEN, Tim, 2007, “La PPA o la regla del mercado. ¿Cuál pesa

más?”, Fondo Monetario Internacional, Finanzas & Desarrollo, Volumen 44, Número 1.

Page 91: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

deciden, efectivamente, comenzar a llevar adelante una serie de cumbres tendientes a

alcanzar una concertación política y económica.

Desde la obra compilada por Oropeza García, esta coyuntura es considerada

una anomalía en tanto la concertación política efectiva entre las naciones del BRIC

aparece a posteriori de la investigación desarrollada por una empresa financiera

privada. En este sentido, recién tiene lugar la primera cumbre de jefes de Estado en el

año 2009, en la ciudad rusa de Yekaterinburg. Durante la misma, el eje temático más

importante fue la necesidad de reformar los organismos financieros internacionales

para lograr una mayor y mejor representación de la economía real. La segunda

cumbre tuvo lugar en Brasilia, en abril 2010, y el objetivo central fue coordinar una

posición común para presentar en el G-20 y discutir la necesidad de una moneda o

“canasta de monedas” alternativa para el patrón dólar. Durante el año 2011, se celebró

en Sanya (China) la tercera cumbre a la que también asistieron los ministros de

economías y el BRIC se convirtió en el BRICS por la incorporación de Sudáfrica.

Aquí es necesario destacar que, al menos desde la lógica analítica del

criterio de Pareto, Sudáfrica no integraría las filas de las grandes potencias. De hecho,

ni siquiera podemos considerarla una potencia media ya que en 2010 y 2011 su

posición en el ranking elaborado por el Banco Mundial fue decimoctava y

decimoséptima, respectivamente. Incluso si se considera al PBI mensurado según la

Paridad de Poder Adquisitivo, durante el año 2010, Sudáfrica alcanzó la decimocuarta

posición. Asimismo, su efectiva incorporación plantea el interrogante acerca de sí el

«BRIC real» será más amplio que el «BRIC virtual». Incluso, cabe preguntarse cuáles

serían los criterios de admisión y quiénes serían los potenciales países que podrían,

en un futuro próximo, incorporarse al bloque.

Finalmente, durante el pasado mes de marzo del año en curso tuvo lugar la

cuarta cumbre del BRICS (ya con Sudáfrica incorporada), en la capital de India. En

esta oportunidad, se propuso la creación de Banco de Desarrollo del grupo, cuyo

objetivo sería brindarle mayor independencia respecto de otras entidades financieras

internacionales como ser el Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial.

Ahora bien, dada esta creciente concertación política del BRICS resulta

prudente preguntares: ¿Qué busca este nuevo “club de naciones”? Todo parece

indicar que se están configurando las condiciones necesarias en la arena internacional

para que el BRICS busque y adquiera no solo mayor responsabilidad sino también

capacidad operativa en el esquema de gobernanza mundial. En efecto, esto se ve

Page 92: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

reflejado en el lema del BRICS que nació en la pasada cumbre, celebrada en India:

Parnership for Global Stability, Security and Prosperity.

Se configura entonces un componente “global” en la estrategia que se está

diagramando desde el BRICS. Al mismo tiempo, esto pone en jaque la capacidad

hegemónica de Occidente para administrar los asuntos mundiales, la cual se vino

desarrollando durante los últimos cuatro siglos. Hoy en día, es claro que estas

naciones apuntan a ocupar centros neurálgicos en la toma de decisiones de

organismos internacionales tales al Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial.

Al mismo tiempo, también es evidente que de consolidarse el bloque buscará ampliar

su participación en otros espacios importantes, por ejemplo, el Consejo de Seguridad

de Naciones Unidas podría ampliarse para incluir a la India, Brasil y Sudáfrica.

Pero al mismo tiempo, y pesar de esa creciente concertación política,

conceptualizar al BRIC -real o virtual- como un grupo homogéneo de naciones resulta

absurdo. Por un lado, en su seno conviven sistemas políticos diferentes que oscilan

desde totalitarismos hasta democracias. Por otro lado, tres de estas naciones cuentan

con capacidad nuclear mientras que Brasil no la ha desarrollado aún, a pesar de

contar con la tecnología necesaria para hacerlo. Además, mientras que China y Rusia

son miembros permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, India y

Brasil solo aspiran a serlo. Otro factor que no debería ser dejado de lado es la tensión

entre el sistema social y el político que se verifica al interior de Rusia y China lo cual

genera problemas con el poder central e incrementa la incertidumbre acerca de

escenarios futuros, planteando hipótesis de conflicto e incluso de fragmentación

política. Además, desde el punto de vista geográfico, tres de estas naciones

comparten su pertenencia al Asia, mientras que Brasil claramente responde a una

identidad latinoamericana.

Precisamente, esas diferencias son las que introducen las asimetrías entre

los miembros del bloque. China, aun cuando se muestra como igual entre sus pares,

lleva claramente el liderazgo económico en tanto casi que triplica el PBI de Brasil, que

es el primero de los otros países del BRIC en acercársele en el ranking del Banco

Mundial en el año 2011. Esto es más claro aún en el eje militar donde esa mayor

capacidad material permite ampliar el financiamiento en materia de presupuesto

militar. Mientras que China representa el 8% del gasto mundial total de defensa y

ocupa el segundo puesto de la tabla de posiciones, Rusia un 4% y el tercer puesto;

India un 3% y el séptimo puesto y, finalmente, Brasil un 2% y la décimo posición.

Page 93: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

Las asimetrías al interior del BRIC están, son ciertas e importantes. Parte de

su origen se desprende del hecho de que la posición de un país en la estructura

internacional se correlaciona con la dinámica y maduración del ciclo político que

expresa expansión y contracción y, en consecuencia, fases de ascenso o descenso

como gran, mediana o pequeña potencia (Bolinaga, 2011a). Por cierto, no es casual

que, dentro de lógica de la «geometría variable de los “G”», sea China y no algún otro

de los países del BRIC, quien integra el G-2 con Estados Unidos. Más aún, este último

postulado explica -en mayor o menor medida- porque el Pacífico Norte mantiene su

relevancia económica y su configuración geoestratégica como epicentro de las

relaciones internacionales ya que, aun cuando los pronósticos econométricos se

confirmen y la República Popular China se posicione como la principal economía, no

debe perderse de vista que Estados Unidos continuaría siendo -ceteris paribus- la

segunda economía más importante del mundo, según las mismas proyecciones

econométricas. De ahí entonces que, autores como Kissinger (2011) estén

actualmente hablando de la conformación de una “comunidad del Pacífico” como

otrora sucediera con la “alianza transatlántica”.

Pero no todo es divergencia al interior del BRIC, hay fuertes elementos que

promueven la concertación política y que configuran al bloque como un instrumento

eficaz para la política exterior sus países. ¿Cuáles parecen ser los puntos en común

entre estas naciones más allá de los factores económicos? Todo parece indicar que,

estos países vienen a poner en jaque la hegemonía europea y norteamericana sobre

los asuntos internacionales y, en consecuencia, las pautas vigentes. 4 En esa

dirección, un objetivo compartido es que el puesto de máxima jerarquía del Fondo

Monetario Internacional ya no sea exclusivo para los ciudadanos de origen Europeo.

Ciertamente, China e India no siguieron las pautas del Consenso de Washington y a

diferencia de las naciones latinoamericanas, tuvieron una década de éxitos que se

4 Muy ligado a esta lógica, la evolución del sistema internacional verifica dos procesos reincidentes: el

«ascenso y descenso de grandes poderes» y la «relocalización del epicentro económico mundial». Ambos

procesos se presentan como condicionantes sistémicos para el comportamiento de las unidades del

sistema y nutren el proceso de cambio internacional. El epicentro del Mediterráneo verificó la primacía

veneciana y el ascenso de centros comerciales tales a Milán y Florencia. Posteriormente, su

relocalización sobre el Atlántico europeo fue consecuencia del ascenso de Portugal y España, siendo esto

confirmado luego por el auge de Holanda y Gran Bretaña, sucediéndose en el tiempo nuevos centros

comerciales como Lisboa, Castilla, Ámsterdam y Londres. En el siglo XX, la incorporación de la costa

atlántica de América del Norte reformuló el epicentro económico dejando al descubierto el ascenso de

Estados Unidos y de Nueva York como nuevo centro financiero internacional. Esto ha sido explicado

mayormente por la “teoría del ciclo de poder” abordada por Doran (1983), por los “largos ciclos de

liderazgo internacional” desarrollados por Modelski (1987) y por el “ascenso y descenso de grandes

poderes” analizado por Kennedy (1994).

Page 94: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

tradujo en un sostenido crecimiento económico que les permitió mejorar su posición

internacional.

En rigor, el viejo orden de Bretton Wood poco tiene que ver con el mundo de

hoy, donde las potencias emergentes son las que están explicando la salida de la

crisis financiera internacional desatada en 2008, tras la caída de Lehman Brothers.

Precisamente, el crecimiento económico global de la última década se explica en

mayor parte por el desempeño de las economías emergentes, que representaron el

30% de la producción mundial y el 60% del crecimiento económico global. Y, además,

no parece ser casual que sea el BRIC quien ejerce el liderazgo dentro del G-20,

organismo que se perfila como el engranaje clave para el diseño de una nueva

arquitectura financiera internacional (Carreras, 2008).

Hoy no hay duda de que el fundamento conceptual del BRIC, del virtual y del

real, no comienza y se acaba su participación en la producción mundial. Es decir,

existen otros indicadores pertinentes para valorar su relevancia internacional y que,

además, nos exigen diseñar esquemas multimodales para abordar problemáticas

desde una perspectiva multidisciplinaria. Hoy, quizás más que nunca, la configuración

de poder internacional opera sobre una multidimensionalidad de planos analíticos y, en

consecuencia, el objeto de estudio se vuelve más difícil de examinar. Por eso, resulta

valido mencionar algunos de los indicadores más importantes en el caso del BRIC:

a) la población (los cuatro países suman más del 40% de la población

mundial);

b) la capacidad nuclear;

c) la posibilidad de influir en las resoluciones del Consejo de Seguridad de

Naciones Unidas;

d) desde la dimensión espacial representan la cuarta parte del planeta;

e) La modernización implementada ha permitido sacar a una importante

parte de su población de la línea de pobreza extrema y moverla hacia

una clase social media, lo cual supone un aumento del consumo

interno.

Hoy Brasil, China, Rusia e India están atravesando ciclos de expansión y, en

consecuencia, ascendiendo en la estructura internacional como grandes potencias. La

Page 95: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

posición de cada país depende de la maduración de su ciclo político pero ante la

realidad de una concertación entre sus miembros es evidente que estamos asistiendo

a una nueva configuración de poder que implicará cambios para el esquema de

gobernanza mundial.

El ascenso del BRIC como condicionante sistémico de la política exterior de

Argentina: la presión de un nuevo modelo comercial de vinculación

Existe una relación entre la estructura productiva y la política exterior de un

país, la cual se expresa en términos de un «modelo comercial de vinculación» con el

mundo. ¿Qué producimos? ¿Qué consumimos? ¿Quiénes nos compran? ¿Quiénes

nos venden? ¿Quiénes invierten en nuestra estructura productiva? ¿Qué buscamos

obtener en el mundo y quiénes pueden contribuir a la persecución de nuestro objetivo?

Esos son solo algunos de los interrogantes más relevantes que determinan la

naturaleza de ese modelo comercial de vinculación pero que, al mismo tiempo, reflejan

la manera en que un país mira y se vincula con el resto del mundo.

Un cambio del modelo comercial de vinculación puede ocurrir ya sea por

cambios en la estructura productiva, por una nueva correlación de fuerzas en el plano

internacional o por ambos factores de forma simultánea. Los estudios históricos acerca

de la evolución de la estructura productiva argentina indican, a groso modo, tres

grandes modelos entre finales del siglo XXI y principios del siglo XXI.

Desde 1880 hasta 1930, aproximadamente, estuvo vigente el esquema

«agroexportador» cuyo eje clave fue la orientación externa hacia Europa y

principalmente hacia el “socio inglés”, bajo tres supuestos: la complementación

comercial, las ventajas comparativas y el papel europeo tanto en el sistema

internacional como en la economía mundial. La transformación de ese modelo fue

coetánea con cambios en la estructura productiva del país y una alteración de la

correlación de fuerzas en el plano internacional, el declive de Gran Bretaña y el

ascenso de Estados Unidos configuró un nuevo esquema de gobernanza internacional

y esa tensión -proveniente del ambiente- demandó una respuesta de las unidades

restantes del sistema.

La segunda etapa en la estructura productiva argentina operó bajo la lógica de

«industrialización por sustitución de importaciones» y tomó lugar en el segmento que

transcurrió entre 1930 y 1976. Durante este periodo la orientación comercial argentina

Page 96: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

comenzó a verificar algunos cambios importantes en el tipo de producción como

consecuencia del incremento de las Manufacturas de Origen Industrial, en el destino

de sus ventas y también en la procedencia de sus compras (situación que ya se venía

configurando desde la Primera Guerra Mundial cuando Estados Unidos desplaza a

Inglaterra como principal proveedor del país). La principal diferencia es que mientras

Inglaterra era complementaria de la Argentina, Estados Unidos tenía una estructura

productiva competitiva. Y si bien Europa se mantiene como eje central de la política

exterior argentina, la diplomacia comienza a buscar reposicionar ese eje hacia Estados

Unidos pero se trató de impulso sin continuidad en el tiempo y con poco éxito.

El tercer modelo que remite a la apertura, endeudamiento y auge de la

actividad «rentístico-financiera» se desarrolló entre 1976 y 2001. Dicha etapa operó

bajo los postulados clásicos del neoliberalismo económico y generó un deterioro

progresivo del sector industrial, el cual se había desarrollado progresivamente entre

1930 y 1976. Durante este período Europa pierde relevancia para la estructura

productiva del país ya que como consecuencia del proceso de integración en esa parte

del mundo, Argentina busca otros proveedores y nuevos mercados donde insertarse.

Mientras que Estados Unidos no termina de configurarse como un socio clave para el

país, quien en consecuencia no pudo sacar provecho de la fase de ascenso

norteamericano, otros centros de poder comienzan a emergen en la estructura de

poder y, en consecuencia, a demandar una respuesta del sistema político argentino,

entre ellos Brasil y China.

De esta síntesis de la evolución de la estructura productiva argentina se

evidencia la imposibilidad de diseñar e implementar políticas de Estado. Es decir, el

hilo conductor entre la estructura productiva y la política exterior del país es, o al

menos debería serlo en todo país que aspira a lograr una posición entre las grandes

potencias del mundo, el modelo de desarrollo. En este sentido, un modelo de

desarrollo remite a la formulación de un programa político y económico que se orienta

a mejorar las capacidades económicas del país y la calidad de vida de sus habitantes.

Actualmente, autores como Ferrer (2004) o Rapoport (2009) sostienen que se

estaría configurando una nueva etapa en la estructura productiva de Argentina

caracterizada por una «reindustrialización». La pregunta que nos hacemos es qué

orientación tendrá nuestra política exterior bajo esa nueva etapa y, sobre todo, en

relación a los cambios ocurrido en el esquema internacional de poder. Muy ligado a

eso, el otro gran interrogante es si la existencia de un nuevo modelo de vinculación

Page 97: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

comercial está contribuyendo a generar industrialización o si estamos ante una nueva

reprimarización de nuestra estructura productiva.

En este sentido, no puede omitirse que los procesos de modernización

desarrollados en Brasil, Rusia, India y China conllevan a una expansión de la

demanda de materias primas, las cuales tienden a coincidir la oferta exportable

argentina, en mayor o menor medida. La base histórica parece ser coherente al

respecto, es decir, las potencias económicas en ascenso buscan asegurar el acceso a

las materias primas necesarias para garantizar su modernización: “El consumo de

materias primas varía dependiendo de la «madurez económica» de los Estados”

(Renouvin y Duroselle, 2001, p. 139). Pero si el esquema de vinculación comercial de

la Argentina con el mundo se sigue comprometiendo sus recursos naturales, qué

pasara el día que se puede iniciar un proceso de modernización nacional.

En concreto, entre 1960 y 2011, el modelo comercial de vinculación de la

Argentina con el resto del mundo ha reajustado su brújula no sólo como reacción del

cambio en la correlación de fuerzas internacionales sino también por cambios en su

estructura productiva. En pocas palabras, hubo un cambio en la procedencia las

compras y en el destino de las ventas del país, que es registrado en el Cuadro N° 4.

Cuadro N° 4: Comercio argentino por regiones del mundo, en porcentaje

(1960/2011)

Exportaciones argentinas

Región 1960 1970 1980 1985 1990 1995 2000 2005 2011

África 0,50 1,05 2,73 5,03 3,36 4,27 4,07 6,08 7,55

América 24,88 30,40 33,96 35,01 42,03 56,21 61,21 52,52 49,22

Asia 4,84 8,75 8,90 16,68 15,69 15,10 13,45 19,39 21,07

(1) Europa 69,60 59,67 54,30 42,87 38,33 24,15 19,02 20,03 19,04

Oceanía 0,04 0,10 0,09 0,38 0,56 0,27 0,49 0,40 0,83

(1) Incluye a la Unión Soviética y desde 1992 a Rusia.

Importaciones argentinas

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Acorde a las estadísticas reveladas por el INDEC, mientras que en el año

1960 el continente europeo representaba el 70% de nuestras exportaciones, América

(incluyendo a Estados Unidos en esta región) el 25% y Asia un 5%

(aproximadamente); para el año 2011 estos destinos se han modificado de forma

sustancial. Es así que América pasó a representar el 50% de nuestras ventas al

mundo mientras que Asia el 21% y Europa cayó hasta alcanzar un 19%. Ya en el año

2007 las exportaciones argentinas al continente asiático superaron a las destinadas a

Europa, por primera vez en la historia de nuestro país. Esto reapareció con mayor

fuerza en el año 2010 y se mantuvo durante el 2011. Es evidente entonces que hubo

una caída estructural de las ventas argentinas a Europa, la cual resulta coetánea con

una expansión constante de nuestras ventas en el continente americano y asiático.

Al respecto, hay que considerar tres factores claves desde la reformulación

de los condicionantes sistémicos. El primero, refiere al proceso de integración europeo

que ha generado efectos perversos para nuestra inserción en el comercio mundial

(Bolinaga, 2012). El segundo factor que conllevó a reformular los condicionantes

sistémicos, refiere a los procesos de modernización desarrollados en Brasil, Rusia,

India y China. Finalmente, el tercer factor opera sobre la dimensión política y comercial

de la relación argentino-brasilera y hunde sus raíces en el proceso de integración

regional: el MERCOSUR.

La nueva configuración de poder internacional conlleva a una reformulación

del patrón de consumo mundial y al tiempo que algunos mercados se cierran para

Argentina otros comienzan a ganar peso. Así, los mercados americanos y asiáticos se

Región 1960 1970 1980 1985 1990 1995 2000 2005 2011

África 1,12 0,64 1,39 5,02 0,51 1,27 1,75 0,58 0,88

América 21,45 50,53 44,98 35,01 57,03 51,62 54,82 59,74 52,55

Asia 6,08 8,14 17,31 16,68 8,80 12,70 15,87 17,18 23,60

Europa 69,10 40,42 35,39 42,83 32,49 32,90 26,57 20,80 21,56

Oceanía 0,32 0,11 0,88 0,76 2,10 0,74 0,34 0,52 0,57

Fuente: Cuadro de elaboración propia con información provista por el Ministerio de Economía y Producción, Instituto Nacional de Estadística

y Censos:

“Comercio Exterior Argentino”, 1964, 1972, 1980, 1984/89, 1990 e “Indec Informa”, 1995.2000/12.

Page 99: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

han mostrado mucho más dinámicos y atractivos para la oferta exportable argentina

que el europeo. Pero también se reformuló la procedencia de nuestras compras en

igual período de tiempo (ver Cuadro N° 4). Es decir, mientras que Europa supo

representar en 1960 el 69% de nuestras compras al mundo, para el 2011 cayó hasta

manifestar un 22%. Aproximadamente, América paso de un 22% a un 53% y Asia de

un 6% a un 24%, en ese segmento de tiempo. De modo que, hubo una expansión de

las compras intraregionales pero también del tipo interregional, solo que a diferencia

de lo que otrora sucediera no se focalizó en Europa sino en Asia, una región que

tradicionalmente tuvo poca relevancia para nuestra política exterior.

Indiscutiblemente, las regiones americana y asiática han desplazado

progresivamente a Europa como proveedor y, al mismo tiempo, como principal destino

de nuestras exportaciones. Dentro de ese nuevo esquema de intercambio comercial,

por regiones del mundo, no debe sorprender que aparecen dos socios comerciales

que cobran un interés particular para Argentina: China y Brasil. Pero los esquemas de

intercambio con uno y otro país presentan elementos sumamente antagónicos, como

veremos a continuación. En uno y otro caso se verifica que dichos países han ganado

una importancia vital en nuestra política exterior lo que se manifiesta no solo en una

mayor densidad de la agenda externa bilateral sino también en una transferencia de

recursos humanos hacia esos países que operó por medio de la apertura de nuevos

consulados y centros de promoción comercial.

La República Popular China ha expandido su demanda interna de materias

primas y siendo que su oferta interna es insuficiente, esto favorece el abastecimiento

externo. Además, Beijing se ha convertido en una gran potencia en términos políticos y

militares lo cual demandó una respuesta del sistema político argentino. No

casualmente, Argentina buscó establecer relaciones diplomáticas con China en 1945

cuando ésta era incorporada a las Naciones Unidas -con asiento permanente en el

Consejo de Seguridad- y normalizó relaciones diplomáticas en 1972 cuando se

produjo el cambio de representación en dicho órgano. Desde entonces el intercambio

comercial bilateral y la interdependencia política-diplomática se han acrecentado, solo

que el esquema de asimetría de poder se ha invertido a favor de Beijing. Esto último

tiende a ser un factor determinante a la hora de negociar en términos bilaterales.

En efecto, para entender la relación sino-argentina, en el segmento 1989-

2011, no pueden omitirse dos factores claves: a) el incremento de representaciones

Page 100: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

consulares y centros de promoción5 y b) el apoyo argentino para el ingreso de China a

la OMC; el reconocimiento de China como economía de mercado6 y la formación de

una “asociación estratégica”. Es evidente entonces que, la República Popular China ha

ganado relevancia tanto comercial como política para la agenda externa del Palacio

San Martín y eso se explica, en gran parte, por su ascenso como gran potencia en el

sistema internacional.

Por otro lado, la alianza estratégica regional argentino-brasilera que cobró

vida en el el MERCOSUR ha contribuido a mejorar nuestra inserción en el mundo

pero, al mismo tiempo, ha profundizado la asimetría de poder a favor de Brasil. En

efecto, la vinculación con Brasil contribuyó a mejorar la autonomía nacional argentina,

pero dados los términos de la asimetría de poder entre ambos actores, también ha

generado una mayor dependencia respecto de este país, quien ha llegado a

representar en nuestros días el 30% de nuestras importaciones y el 20% de las

exportaciones, aproximadamente.

Tradicionalmente, el esquema de intercambio comercial desde las grandes

potencias ha tenido por propósito asegurar el acceso a las materias primas como ya

se ha explicado anteriormente. Por el contrario, desde los países periféricos el objetivo

es mejorar la inserción internacional por medio de su vinculación con la potencia o las

potencias centrales. De modo que hay dos criterios de asimetría: uno «político», según

el posicionamiento en la estructura (grandes, medianas y pequeñas potencias); y otro

«económico», basado en la composición de las exportaciones e importaciones (centro-

periferia).

En torno a la vinculación de Argentina con las potencias que integran el

BRIC, ambos criterios están presentes. Desde lo político, los vínculos entre Argentina

y el BRIC verifican un esquema de relacionamiento Norte-Sur. Pero desde lo

comercial, coexisten dos modelos: Norte-Sur (Rusia, India y China con Argentina) y

5 El gobierno de Fernando De la Rúa estableció el Consulado General y Centro de Promoción Argentina

en Shangai. En 2004 el presidente Néstor Kirchner inauguró la Agregaduría Agrícola en Beijing. Más aún,

la tendencia se prolonga bajo la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner quien creó el Consulado

General en Cantón, por medio del Decreto N° 2.257, con jurisdicción en las provincias de Guandong,

Fujian, Hainan y la Región Autónoma de Guangxi.

6 Dicho reconocimiento se plasma en el artículo 1 del Memorando de Entendimiento firmado entre ambas

naciones en noviembre de 2004. No obstante, esto no ocurre en los hechos. Es decir, la Comisión

Nacional de Comercio Exterior (CNCE) continúa considerando a China como “economía en transición” y,

en consecuencia, mantiene su política de antidumping. De los 81 derechos antidumping definitivos en

vigencia en junio de 2012, 37 corresponden a China. Del mismo modo, de las dos medidas provisionales

en vigencia, una corresponde a China, la otra a Estados Unidos.

Page 101: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

Sur-Sur (Argentina-Brasil). Tomando como eje a Brasil y China por ser los principales

socios comerciales del país podemos graficar esto de la siguiente manera. Durante el

año 2009 las exportaciones argentinas a Brasil se concentraron en tres grandes

grupos, según el INDEC: Manufacturas de Origen Industrial (8.945 millones de

dólares); Manufacturas de Origen Agropecuario (1.596 millones de dólares) y

Productos Primarios (1.386 millones de dólares). En contraste, entre 2003 y 2007, las

exportaciones argentinas a China se concentraron en más del 70% en la soja y sus

derivados.7

No resulta casual entonces que sectores como el automotriz y el aceite de

soja sean las áreas comerciales sensibles en la relación comercial argentino-brasilera

y argentino-china, respectivamente. Por otro lado, de esa secuencia también se

desprende que el comercio con Brasil tiende a fomentar el intercambio intraindustrial

mientras que, en el caso del comercio sino-argentino priman los productos primarios y

sus derivados. En efecto, cuando las exportaciones argentinas a China aumentan su

valor agregado, tiende a tensionarse la relación bilateral. Ejemplos de esta tendencia

son las medidas fitosanitarias sobre los granos que han implementado los chinos, el

“Aviso 73” del año 2004 o la norma BT 1535/2003 impuesta bajo la administración de

Cristina Fernández de Kirchner, entre los más relevantes.

Cuadro N° 6: Comercio de la Argentina con los países del BRIC (1960-2011)

Exportaciones argentinas al BRIC, en porcentaje

1960 1970 1980 1985 1990 1995 2000 2005 2011

Brasil 7,5 10,09 9,53 5,90 11,51 26,16 26,46 15,80 21,00

Rusia 1,76 1,97 20,12 14,43 4,03 0,42 0,40 1,67 3,06

India 0,04 0,29 0,27 1,04 0,30 0,72 1,67 1,82 1,17

China 0,09 0,18 2,34 3,70 1,94 1,35 3,34 9,70 7,72

BRIC 9,39 12,53 32,26 25,07 17,78 28,65 31,87 28,99 32,95

7

Más aún, en los años 2003 y 2007 esa tendencia alcanzó y superó el 80%; mientras que durante 2004 y

2005 la misma se ubicó en poco más del 75%. Solo en el año 2006, el porcentaje de la soja y sus

derivados estuvo debajo del 60% del total exportado a China. OVIEDO, Eduardo, 2010, Historia de las

relaciones internacionales entre Argentina y China 1945/2010, Buenos Aires: Editorial Dunken, p. 455.

Page 102: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

Resto del Mundo 90,61 87,47 67,74 74,93 82,22 71,35 68,13 71,01 67,05

Importaciones argentinas desde el BRIC, en porcentaje

1960 1970 1980 1985 1990 1995 2000 2005 2011

Brasil 5,04 10,92 9,88 16,01 17,60 20,74 25,52 35,50 29,48

Rusia 1,12 0,17 0,12 1,07 0,30 0,42 0,44 0,60 1,07

India 1,44 0,11 0,001 0,02 0,04 0,30 0,60 0,90 0,85

China 0,07 0,05 0,30 0,10 0,29 3,01 4,82 7,91 14,35

BRIC 7,67 10,53 10,30 17,02 18,23 23,87 31,38 44,91 45,75

Resto del Mundo 92,33 89,47 89,70 82,8 4078 76,13 68,62 55,09 54,25

Fuente: Cuadro de elaboración propia con información provista por el Ministerio de Economía y Producción, Instituto Nacional de Estadística y

Censos:

“Comercio Exterior Argentino”, 1964, 1972, 1980, 1984/89, 1990 e “Indec Informa”, 1995.2000/11.

El Cuadro N° 6 grafica la expansión del comercio de Argentina con el BRIC

pero también matiza la relación bilateral con cada uno de ellos lo que permite destacar

la importancia cualitativa y cuantitativa de China y Brasil como socios comerciales

claves para el país. Las exportaciones a China pasaron de 0,09% en 1960 a un 8% en

2011, aunque es necesario reconocer picos comerciales como los registrados en los

años 1962, 1974 y 1983. También es prudente destacar que durante 2011 las ventas a

China cayeron un 2% respecto del año anterior y que el superávit comercial se

acrecentó sustancialmente en dicho periodo de tiempo. Brasil, por su parte, pasó de

7% a un 21% -en igual período de tiempo- y también mantiene un importante superávit

comercial con el país.

Ambos países son los principales destinos de las exportaciones argentinas al

mundo pero también son socios claves para proveer al país de insumos para la

industria. La principal diferencia es que el 60% de nuestras exportaciones a Brasil se

concentran en MOI mientras que poco más del 70% de las que se destinan a China se

vincula al sector oleaginoso. Indudablemente, el comercio intraindustrial que existe con

Page 103: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

Brasil permite dar cuenta de que las exportaciones a este país guardan mayor valor

agregado que las que se destinan a China.8

En el caso de las importaciones argentinas, Brasil adoptó el rol de principal

proveedor del país porque pasó de un 5% en 1960 a un 30% en 2011. China también

ha logrado expandir sus ventas a la Argentina ya que, pasó de 0,07% a más del 14%,

en igual período de tiempo. Como se viene explicando en los párrafos precedentes, en

ambos casos se registran déficits comerciales estructurales para la Argentina.

En efecto, durante el año 2011 el desequilibrio comercial con Brasil alcanzó

los 4.097 millones dólares, mientras que con China llegó a 4.397 millones de dólares.

No obstante, mientras que el primero creció un 26% el segundo se incrementó un

138%, ambos respecto del año 2010. El gran desafío de la República Argentina hoy en

día es equilibrar su esquema de intercambio con sus principales socios comerciales,

que son a la vez ejes en la conformación de una nueva configuración de poder

internacional.

En términos del comercio Argentina-BRIC, es clara la expansión que se

registra en el Cuadro N° 6. Mientras que en 1960, los países del BRIC solo

representaban el 9% de nuestras exportaciones totales, para 2011 alcanzaron el 33%.

De igual forma, en 1960 manifestaban el 8% de las importaciones totales del país pero

para 2011 llegaron a representar el 46%. Por supuesto, el peso relativo del BRIC en el

esquema de intercambio comercial global de la Argentina se explica mayormente por

el socio brasileño y, en menor medida, por el socio chino. En otras palabras, Rusia e

India aún mantienen una relevancia cualitativamente menor en términos comparativos.

Conclusión:

La utilización del criterio de Pareto permitió estratificar las economías en

grandes, medias y pequeñas entre 1989 y 2011. En dicho periodo de tiempo no solo

se verificó una alteración de la posición de grandes y medianas potencias sino que

también se registró una variación numérica en la cantidad economías necesarias para

alcanzar el 80% de la producción mundial. En ese proceso, el directorio de grandes

economías fue incorporando a China en 1998, a Brasil en 2009, a India en 2010 y,

8 BERRETTONI, Daniel y POLONSKY, Mariángeles, 2011, “Evolución del comercio exterior argentino en

la última década: origen, destino y composición”, Revista del Centro de Economía Internacional,

diciembre, Número 19.

Page 104: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

finalmente, a Rusia en 2011. Se secuencia corrobora en alguna medida la prognosis

de Goldman Sach que da sustento conceptual y práctico al BRIC.

Por otro lado, se puso en evidencia que no se pueden pensar en un bloque de

naciones homogéneo. Pensar o hablar del BRIC conlleva a reconocer asimetrías entre

sus miembros, las cuales se explican en mayor o menor medida por maduración de la

fase de ascenso en la estructura por la que cada uno transita. Hay un «BRIC real» que

se contrapone en varios sentidos con el «BRIC virtual» que había nacido

conceptualmente en 2001 pero también hay puntos de convergencia entre ambos,

entre los que se destaca el objetivo de ocupar mayores puestos en los procesos

neurálgicos de toma de decisión internacional. Precisamente, ya para la última cumbre

del BRIC se comienza a perfilar con mayor claridad la idea de una “Asociación para la

Estabilidad, la Seguridad y la Prosperidad Global” que no solo fortalece la incipiente

identidad del grupo sino que también pone en evidencia la incapacidad del bloque de

naciones industrializadas para manejar crisis globales.

El caso argentino, como muestra del comportamiento de un país periférico

hacia los centros de poder, permite dar cuenta de los cambios ocurridos en el modelo

comercial de vinculación y, en consecuencia, también de su política exterior. Los

países periféricos buscan estrechar vínculos con las potencias en ascenso y cuando

las estructuras productivas son complementarias el comercio se expande. Lo

importante es que esos vínculos contribuyan al desarrollo del país periférico y así se

rompa el círculo vicioso que genera subdesarrollo y subordinación.

En efecto, las potencias del BRIC supieron integrar la periferia del sistema

internacional pero gracias a sus vínculos con las grandes potencias y un sistemático

proceso de modernización pudieron mejorar su posición internacional. De momento, el

gran desafío de Argentina es lograr establecer un vinculo comercial que fomente el

comercio intraindustrial con China, como el que efectivamente ha logrado desarrollar

con Brasil. En esto se juega la posibilidad de evitar caer en una reprimarización de su

estructura productiva y, al mismo tiempo, la de mejorar su inserción internacional.

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Page 107: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

Las estrategias de internacionalización de las

empresas transnacionales brasileñas: una

reflexión acerca de sus impactos a nivel local en

la argentina

Marx, Rubén a.

3ras. Jornadas de Relaciones Internacionales

FLACSO | 25 y 26 de Octubre de 2012

Page 108: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

Las Estrategias de Internacionalización de las Empresas Transnacionales

Brasileñas: una reflexión acerca de sus impactos a nivel local en la Argentina1

Ruben A. Marx2

RESUMEN

Las corporaciones transnacionales de origen brasileño fortalecieron sus estrategias de

internacionalización a comienzos de la década de los 90. La agenda de reformas

neoliberales adoptadas por el estado federal brasileño durante esa época facilitó en

primer lugar un proceso de consolidación de dichas corporaciones en el mercado

interno. Posteriormente, un grupo de agencias públicas e instituciones

gubernamentales brasileñas apoyaron activamente el proceso de búsqueda de nuevos

mercados a nivel regional e internacional para sus empresas transnacionales (ET)

brasileñas. Este trabajo discutirá el alineamiento y la interrelación entre la política

exterior brasileña y las estrategias de internacionalización de sus ET en el período

2000-2009. Se analizarán las corrientes de Inversión Extranjera Directa (IED)

entrantes y salientes en Brasil durante ese tiempo. Se examinará las IED brasileñas

en la Argentina, considerando algunos impactos a nivel local en la Argentina.

Clasificación JEL: F59, F60, E02, E61

1 Este paper es una versión en español del Paper “Latin American Transnational Corporations in the

Southern Cone: the analysis of Brazilian FDI in Argentina”, presentado ante el XXII Congreso Mundial de

Ciencias Politicas de la International Political Science Association (IPSA), Madrid 8-12 Julio de 2012.

2 Rubén A. Marx es profesor de Integración Económica y profesor de Economía Política Internacional en

la UNLaM y UB. Buenos Aires, Argentina.

Page 109: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

PALABRAS CLAVE: estrategias de las empresas trasnacionales brasileñas,

internacionalización, modos de entrada de la IED.

Page 110: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

Desde la Industrialización a la Globalización

Al finalizar la década del 20, la mayoría de los países de América Latina experimentaron un

deterioro en sus términos de intercambio a causa de la caída en los precios internacionales de

las materias primas (Sunkel y Paz 1970). La disminución en el volumen y en el valor del

comercio entre los países periféricos y los centrales durante la década del 30, debilitó la

posición fiscal de los países en desarrollo, a su vez enfrentados a un creciente endeudamiento

externo. La política de industrialización por sustitución de importaciones (ISI) orientada

hacia el mercado interno, sustituyó a la antigua economía exportadora de bienes

primarios. Esto también marcó el fin del modelo económico liberal tradicional sustentado en

el libre comercio, combinado con un régimen político oligárquico (Sheahan, 2003), donde

el Estado Nacional estaba dominado por los exportadores de bienes primarios y sus aliados en

un contexto de competencia política limitada. El nuevo sistema forjado en los años 30 y 40

(Collier, 1979) fue formado por una nueva coalición de empresarios nacionales y sindicatos

que representaban a los trabajadores urbanos. El Estado apoyó esta fase inicial de

industrialización basada principalmente en la producción de bienes de consumo para el

mercado local. Se introdujeron aranceles más altos y se pasó a un régimen de tipos de

cambios múltiples. Nuevas empresas de propiedad estatal también se involucraron en la

producción de las industrias básicas y de energía. El estado también proporcionó nuevas

inversiones en infraestructura. En Brasil, la transformación económica a través de la

industrialización fue liderada por el presidente Getulio Vargas (1930-1954). A fines de los

años 30, esta política también contó con el apoyo irrestricto de las nuevas corporaciones

empresariales - el Consejo Nacional de la Industria (CNI) y la Federación de Industriales

del Estado de Sao Paulo (FIESP) (Weinstein, 1996). La administración Vargas también

recibió préstamos del Ex - Im Bank de los Estados Unidos destinados a nuevos proyectos

industriales brasileños, en el marco de la Good Neighbor Policy del presidente Roosevelti .

Nuevas agencias e instituciones federales fueron formadas. El Departamento de

Administración de Servicios Públicos (DASP) creado en 1938, formó una nueva generación de

funcionarios públicos siguiendo un criterio de selección basado en los méritos profesionales de

los aspirantes. La modernización de la administración pública también introdujo

procedimientos de presupuestación y planificación. La Superintendencia de moneda y

crédito (SUMOC) se convirtió en la nueva autoridad monetaria en 1945, encargada de

regular los tipos de cambio diferenciales de manera que se priorizase la importación de

insumos y bienes de capital destinados a fortalecer el proceso de industrialización. El Banco

Page 111: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

Nacional de Desarrollo Económico (BNDE, más tarde BNDES), fundado en el año 1952

sostuvo la inversión pública en las industrias básicas e infraestructura. Petrobras, la compañía

nacional de petróleo y gas, también había sido creada en 1953.

Durante los años 50, la economía del desarrollo había ganado influencia en la

formulación de políticas a nivel mundial.ii En nuestro continente, la Comisión

Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) analizó el deterioro de los términos de

intercambio y promovió políticas de ISI y los procesos de integración económica de los países

latinoamericanos. En 1950, Raúl Prebisch (1950) había escrito "América Latina el

desarrollo y sus principales problemas". El enfoque estructuralista de la CEPAL tuvo una

influencia sustancial en políticos y empresarios brasileños. Una segunda fase de la ISI – más

centrada en la producción de bienes de capital - se llevó a cabo en Brasil durante la

presidencia de Juscelino Kubitschek (1956-1961). El desarrollismo fue la idea central de su

estrategia económica y política. El lema de su campaña electoral fue “50 años (de progreso)

en (un plazo de) 5 (años)”. Nuevas instituciones fueron creadas por entonces: el Banco

do Brasil, el Consejo de Desarrollo Económico con sus grupos de trabajo y comités ejecutivos,

así como la Superintendencia para el Desarrollo del Nordeste (SUDENE), la cual contó con el

apoyo financiero del BNDE. Estos programas y organizaciones, así como el plan de Kubitschek

para mudar la capital federal a Brasilia (NOVACAP) también gozaron de un amplio

consenso político que incluyendo a la CNI y a la FIESP (Sikkink, 1991). Las nuevas

asociaciones empresariales que representaban a sectores específicos también ganaron mayor

influencia en la época de Kubitschek: la Asociación Brasileña para el desarrollo de industrias

básicas (bienes de capital) (ABDIB), la Asociación Nacional de la Industria Automotriz

(Anfavea) y la Asociación Brasileña de Máquinas y Fabricantes de Equipos (ABIMAQ),

entre otros (Schneider, 2004). Las políticas desarrollistas mostraron también un mayor

interés en atraer la inversión extranjera directa, tanto por parte de las empresas

transnacionales (ET) privadas y de los bancos comerciales, así como aquellas provenientes de

las instituciones financieras multilaterales y de las agencias financieras gubernamentales de

los Estados Unidos y de Europa Occidental. El Plan de Metas implementado por Kubitschek

tuvo como impacto positivo, una mayor capacidad de producción en el sector energético

(generación de electricidad, producción y refinación de petróleo). También se consolidó la

industria automotriz local y se fortalecieron las industrias productoras de maquinarias y

equipos, y se impulsó la producción de acero, cemento y aluminio. Se desarrollaron

importantes proyectos para consolidar la infraestructura existente (Sikkink, 1991, página

Page 112: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

153). En ese momento, no sólo las ET estadounidenses sino también empresas

multinacionales de Europa Occidental orientaron sus inversiones a Brasil atraídas por su

potencial de mercado emergente.

Durante el largo período de la dictadura militar (1964-1985), los regímenes burocrático-

autoritarios (O'Donnell, 1973) alternaron algunas políticas selectivas de desarrollo con las

políticas económicas neoliberales en el Brasil. Los planes de estabilización implementados

bajo la supervisión del Fondo Monetario Internacional (FMI) combinaron subas de impuestos

con sucesivas devaluaciones de la moneda local y la reducción de la expansión monetaria.

Los aumentos de salarios reales fueron condicionados a la mejora en la productividad. Entre

los planes de estabilización en Brasil, Burlemanqui et al. (2007) mencionan al Plan de

Campos-Bulhoes de 1964, el Plan de Desarrollo Estratégico de Antonio Delfim Neto de

1967 y el Plan Nacional de Desarrollo de 1974. Estos años del "milagro" brasileño se

caracterizaron por la mayor expansión de la producción de bienes de capital en el sector

industrial. El estado también se siguió centrando en la inversión pública en infraestructura.

Después del shock petrolero de 1973, los petrodólares capitalizaron los bancos comerciales

estadounidenses, los que a su vez otorgaron cuantiosos créditos a los países en desarrollo

latinoamericanos. El modelo desarrollista de ISI se combinó entonces, con la promoción de

las exportaciones y los préstamos de capital extranjero (Kohli, 2004). A finales de 1981, la

recesión en Brasil coincidió con una crisis de balanza de pagos en América Latina - debido a

la baja en los precios de las exportaciones de productos básicos y por las tasas de interés

crecientes que afectó a su deuda externa acumulada a lo largo de la última década. Según

Doctor (2010, página 2) la crisis de la deuda brasileña también marcó el fin del modelo

desarrollista nacional, generándose una ruptura en el trípode formado por las empresas

estatales, las empresas de capital extranjero y las empresas nacionales de propiedad familiar.

Cuando Brasil retornó a la democracia en 1985, el país se enfrentó a menores tasas de

crecimiento, una alta tasa de inflación y una gran deuda externa acumulada. El Plan Cruzado

de 1985 y el Plan Bresser de 1986 dispusieron el congelamiento de precios y salarios. El

primero de ellos estableció controles de precios y aumentos de impuestos, mientras que en el

segundo plan también se practicaba una gradual depreciación de la moneda local de

acuerdo a la evolución de la inflación. Las tasas de interés se mantuvieron elevadas. Ambos

planes de estabilización no pudieron contener el aumento del déficit fiscal obligando a

devaluar aún más la moneda (Marx, 2009). La nueva Constitución de 1988 otorgó facultades

fiscales adicionales a los gobiernos locales y estaduales. En los años 90, Brasil también

adoptó el Consenso de Washington, pero a pesar de esto, retuvo algunas participaciones

Page 113: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

estratégicas en las principales empresas locales. También continuó apoyando el proceso de

internacionalización de las empresas brasileñas privadas, mixtas y públicas a través de

instituciones gubernamentales, bancos estatales y agencias federales. La deuda externa

brasileña fue renegociada en un contexto de liberalización del comercio. Los mercados locales

de capital se abrieron a la inversión extranjera directa. Los bancos e instituciones financieras

internacionales participaron activamente en el proceso de privatizaciones en curso. En 1994,

el Plan Real se puso en marcha para estabilizar la tasa de inflación. Una nueva moneda fue

establecida con un tipo de cambio de bandas que fluctuarían de acuerdo a las nuevas metas

de reducción de la inflación. Las altas tasas de interés promedio vigente que promovían

la entrada de capitales combinadas con un tipo de cambio fuertemente vinculado al

dólar, puso al Brasil en una posición de fragilidad. El boom de consumo y la

apreciación de la moneda fomentaron la acumulación de déficits en cuenta corriente entre

1994 y 1998. En el contexto de la crisis asiática de 1997 y la crisis rusa de 1998, la crisis de la

moneda brasileña culminó en 1999 con una nueva devaluación del Real superior al 50%.

Después de la crisis, se dejo que la moneda fluctuara libremente. Durante los primeros años

del siglo XXI se generó un superávit primario debido, en parte, a la suba de los precios de los

productos básicos de exportación impulsado por la demanda china, que compensaron

parcialmente los efectos de la apreciación de la moneda brasileña durante esta década.

Durante el período 2001-2005 se registraron una serie de devaluaciones de la moneda. A partir

del año 2006 hasta el 2011, el Real se apreció fuertemente (Nassif, Feijó y Araújo, 2011).

Sucesivas intervenciones del Banco Central Brasileño (BCB) hicieron que la paridad Real/Dólar

estadounidense se situase cercana a 2.00 a partir de Mayo del 2011. Por otra parte el Comité

de Política Monetaria brasileña (Copom) determinó bajar la tasa de interés anual de referencia

SELIC al nivel histórico más bajo del 7,5% anual en Agosto de 2012.

El Estado y las empresas transnacionales brasileñas

Durante los años 90, algunas ET brasileñas se beneficiaron con las privatizaciones de

empresas estatalesiii. Por otra parte, la liberalización del comercio y la desregulación de la

economía habían creado un entorno económico más competitivo. Junto a ello, el Real

apreciado acompañado por las altas tasas de interés internas, aceleraron el proceso de

internacionalización de las empresas brasileñas. Surgieron nuevas oportunidades de

comercio e inversión debido a la creación del Mercado Común del Sur (MERCOSUR) en 1991iv.

El auge del comercio intrazona (1991-1998) demostró ser una oportunidad para expandir las

Page 114: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

exportaciones de mediana y alta intensidad tecnológica para Brasil. Las empresas

translatinas podrían aumentar su market share en la región como parte de sus estrategias de

diversificación de riesgos y de búsqueda de recursos naturales. Las inversiones

internacionales de las ET brasileñas no solo se concentraron en las empresas productoras

de petróleo y gas, minería, acero y cemento, sino que se extendieron a las de alimentos,

bebidas y tabaco, como así también a las de servicios - telecomunicaciones, banca,

compañías aéreas y comercio minorista- (CEPAL, 2010). Las IED salientes en ingeniería

y construcción, textiles y calzado, sector automotriz y metalmecánico ganarían mayor

protagonismo en el siglo XXI.

La administración del Presidente Lula (2002-2010) puso en marcha la Política Industrial,

Tecnológica y de Comercio Exterior (PITCE), el Programa de Aceleración del Crecimiento

(PAC) y el Plan de Desarrollo de la Producción (PDP). En ellos se expresó la voluntad de

mejorar las capacidades de innovación de las empresas brasileñas y la necesidad de

asistirlas en su modernización industrial y en su inserción internacional. También se

definieron como sectores industriales prioritarios a los de software y semiconductores,

bienes de capital, industria farmacéutica, y biotecnología. El PDP enfatizó como

objetivos prioritarios el de aumentar la inversión fija y el de ampliar la inserción

internacional de las empresas grandes, medianas y microempresas brasileñas en los

mercados mundiales. La presidenta Dilma Rousseff (2011-2014) lanzó el nuevo Plan Brasil

Maior, que cubrirá su mandato y que también persigue objetivos de mejora del ambiente de

negocios, simplificación de los marcos regulatorios y fiscales y apoyo a la innovación. Durante

esta última década, las empresas transnacionales de Brasil han mejorado su rentabilidad.

El país también alcanzó el grado de inversión en el año 2008. Una amplia gama de

instituciones estatales siguieron sosteniendo el proceso de internacionalización de las

empresas brasileñas. El BNDES apoyó inversiones en el exterior de las ET, en el marco de las

políticas del PDP, a través del BNDES-PAR. Estas líneas de financiamiento favorecieron las

fusiones y adquisiciones de empresas brasileñas en el exterior. El BNDES también prestó

apoyo financiero a las exportaciones brasileñas a través de BNDES-EXIM (Da Rocha Gomes,

2011). Entre los organismos que actúan en el ámbito del Ministerio Federal de Desarrollo,

Industria y Comercio Exterior se encuentran: la Agencia Brasileña de Desarrollo Industrial

(ABDI) que coordina los programas anteriormente mencionados, en coordinación con

el Ministerio de Ciencia y Tecnología y con el BNDES. También está la Agencia de Promoción

de Exportaciones e Inversiones Brasileñas (APEX).

Page 115: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

En al año 2010, Brasil fue el mayor receptor de IED en América Latina. Al mismo tiempo, Brasil

ha consolidado su posición como el segundo mayor inversor latinoamericano en el exterior,

después de México. Entre el fin de los años 90 y los primeros años de la década de 2000, las

operaciones de fusiones y adquisiciones habían superado en número a las inversiones

Greenfield en América Latina (CEPAL 2010, páginas 16 y 41). Sin embargo, para el período

2007-2010, la IED brasileña en América del Sur, estuvo concentrada en proyectos Greenfield

(36%), comparada con las fusiones y adquisiciones (32%), las expansiones de planta (17%)

y las Joint – Ventures (10%) (Perrotta, Fulquet, Inchauspe, 2011). Los préstamos

intrafirma de las empresas brasileñas también han comenzado a jugar un papel

importante. Para el año 2010, Petrobras, Vale, Itaú, Gerdau, JBS Friboi-, el Grupo

Camargo Correa, TAM y Embraer fueron algunas de las ET más importantes de Brasil que se

destacaron por su alto nivel de ventas e inversiones en el extranjero, así como por la mano

de obra contratada fuera de Brasilv.

Cuadro 1 - Flujos de Inversión Extranjera Directa en Argentina y Brasil

Dólares a precios corrientes y tasas de cambio corrientes en millones

Economía

1992 1993 1994 1995 1996 1997

Entrada Salida Entrada Salida Entrada Salida Entrada Salida Entrada Salida Entrada Salida

Argentina 4431 1166 2793 705 3635 1013 5609 1497 6949 1601 9160 3653

Brasil 2061 137 1291 492 2150 690 4405 1096 10792 -469 18993 1116

Economía

1998 1999 2000 2001 2003 2004

Entrada Salida Entrada Salida Entrada Salida Entrada Salida Entrada Salida Entrada Salida

Argentina 7291 2325 23988 1730 10418 901 2166 161 1652 774 4125 676

Brasil 28856 2854 28578 1690 32779 2282 22457 -2258 10144 249 18146 9807

Economía

2005 2006 2007 2008 2009 2010

Entrada Salida Entrada Salida Entrada Salida Entrada Salida Entrada Salida Entrada Salida

Argentina 5265 1311 5537 2439 6473 1504 9726 1391 4017 712 6337 964

Page 116: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

Brasil 15066 2517 18822 28202 34585 7067 45058 20457 25949 (10084) 48438 11519

Fuente: UNCTAD Stat

Fuente: UNCTAD

Fuente: UNCTAD

Inversión Extranjera Directa en Argentina y Brasil

El auge de las IED en la Argentina durante la década del 90 fue impulsado por el proceso de

privatizaciones de empresas públicas en el marco de las políticas económicas neoliberales

US

Do

lla

rs

YEARS

Gráfico 1: Flujos de IED en Argentina

Inwards

Outwards

US

Do

llars

Year

Gráfico 2: Flujos de IED en Brasil

Inward

Outward

Page 117: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

imperantes. Las inversiones extranjeras se centraron principalmente en el sector de bienes

no transables (electricidad, telecomunicaciones, venta al por menor), en el sector

energético y minero y en las industrias automotriz y alimenticia. Las entradas de IED totales

acumuladas destinadas a la Argentina sumaron US$ 74,274 millones para el período 1992-

2000, en comparación con US$ 43,142 millones para el período 2003-2010. En Brasil, el total

de IED entrante representó $ 129,905 millones para el periodo 1992-2000 y US$ 216.208

millones para 2003-2010. Al final de los años 90, Argentina comenzó a caer en una fase de

recesión. Durante la década de la convertibilidad, se había acumulado un importante

déficit fiscal en el período 1994-1998 y la deuda externa total había aumentado en forma

sostenida. El peso seguía atado a un dólar estadounidense que se había apreciado frente a

las demás monedas tras la crisis asiática. El resultado de la crisis brasileña en 1999 con la

devaluación del Real, generó más déficit en la cuenta corriente de la Argentina. El enfoque

neoliberal aplicado en la Argentina durante los años 90 sobreestimó las virtudes del temprano

éxito obtenido en bajar las altas tasas de inflación y lograr una cierta estabilización de las

principales variables macroeconómicas, a costa de un notable deterioro de la competitividad

de amplias franjas de los sectores manufactureros y agroindustriales. Brasil mostró un menor

grado de penetración de ajuste neoliberal (Boschi y Gaitán, 2009) manteniendo sólidas

instituciones financieras, como el BNDES, situando a sus ET en una posición estratégica. Una

gran parte de las empresas argentinas habían acumulado una fuerte deuda y se enfrentaron a

una dramática pérdida de su valor a partir de la gran devaluación de enero de 2002. Sin

embargo, la Argentina volvió a surgir de esa crisis, atrayendo nuevos flujos de inversión

extranjera directa. Esta vez estaban más orientados al sector transable, la industria

automotriz, textiles y cuero, metales, alimentos, bebidas y tabaco.

Cuadro 2: stock de IED en compañías establecidas en Argentina por

origen

US Dolares (millones)

Años

País 2005 2006 2007 2008 2009 2010 Total

España 953 2.397 1.759 722 1.206 1.176 8.214

Estados Unidos 1.273 820 720 2.051 905 1.179 6.948

Page 118: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

Brasl 1.231 443 862 1.601 -407 1.678 5.408

Chile 609 520 490 869 273 1.290 4.050

Holanda 1.054 123 601 1.139 108 208 3.233

Fuente: Banco Central de la República

Argentina (2010)

Según el cuadro 2, la medición del stock acumulado de IED en las empresas establecidas en

Argentina de acuerdo a su origen, para el período 2005-2010, las empresas brasileñas han

ocupado la tercera posición después de España y Estados Unidos (BCRA, 2011). Durante el

período 2007-2011 se ha invertido principalmente en petróleo, gas, minería, siderurgia,

cemento, bancos y servicios financieros, alimentos y bebidas, textiles y calzado. Entre las

modalidades de la IED provenientes de Brasil en Argentina, se destacaron las fusiones y

adquisiciones con un 55%, las ampliaciones de planta con un 25% y las inversiones

Greenfield que representaron un 20%(Bianco, Moldovan y Porta, 2008, página 36). En los

últimos dos años, hubo un incremento de inversiones Greenfield debido a una mayor

participación de proyectos en minería.

Tabla 3: IED brasileñas en Argentina por

sector

(USD millones y porcentajes, 2007-2011)

Sector Total % Total

Petróleo, gas y

biocombustibles 2883,45 42,1

Minería 1208,5 17,6

Acero 724 10,5

Bancos y recursos financieros 652,6 9,5

Alimentos y bebidas 463,38 6,8

Page 119: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

Cemento 429 6,3

Textil y calzado 222,2 3,2

Otros 268 4

Total 6851 100

Fuente: elaboración propia basada en SECOM

Nota: los valores del 2010 y 2011 incluyen

anuncios de inversión en progreso

Petrobras

Esta compañía integrada de energía produce 2,1 millones de barriles de petróleo por día

(2011). El 82% de sus reservas de 12,7 millones de barriles de equivalente de petróleo se

encuentran en aguas profundas y ultra profundas (presal). El gobierno brasileño controla el

48% del paquete accionario de la compañía, reteniendo el 64% de las acciones con

derecho a voto (diciembre de 2011). En Argentina, a fines de los `90, Petrobras participó

en el Joint Venture MEGA con una participación del 34%, junto a Repsol-YPF y Dow Chemical,

para explorar, procesar y transportar gas desde Argentina hacia Brasil. En el año 2001, la

compañía había hecho un swap de activos con Repsol-YPF, por la cual obtuvo la

compañía de distribución y refinación de petróleo EG3, así como sus estaciones de servicio.

Petrobras también adquirió Pecom Energía en el año 2002 y Petrolera Santa Fe en el 2005.

Esta operación convirtió a Petrobras en la segunda mayor compañía de gas y petróleo en la

Argentina. La empresa participa adicionalmente en el transporte de petróleo y electricidad,

posee refinerías y plantas hidroeléctricas, como así como también tiene una planta de

productos petroquímicos. Petrobrás sigue llevando a cabo sus operaciones de exploración en

el sur de Argentina, y tiene la intención de explorar nuevos campos petrolíferos en la

provincia de Santa Cruz. La inversión total acumulada de Petrobras en Argentina para el

período 1998-2011 superó los US$ 3,2 mil millones (estimaciones propias en base a los

informes y Cep Secom). El BNDES ha prestado apoyo financiero para el proyecto de

transporte de gas de Petrobras. Petrobras Energía – la filial argentina – ha avanzado en

el grado de integración con las operaciones internacionales de su casa matriz. La empresa no

sólo siguió estrategias de resource seeking, market seeking y strategic asset seeking, sino que

también ha buscado objetivos de eficiencia internacional. (Dunning, 1993).

Page 120: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

Vale

Vale es una de las mayores compañías mineras del mundo. Es la mayor productora de mineral

de hierro y pellets de mineral de hierro para la fabricación de acero. Es el segundo productor

mundial de níquel. También produce fertilizantes. El gobierno brasileño todavía posee el

5,4% de sus acciones. Después de comprar las operaciones de la minera Rio Tinto en

Sudamérica en el 2009, Vale comenzó a desarrollar el proyecto de la mina de potasio Río

Colorado en la provincia de Mendoza. Para ello se prevé la construcción de ferrocarriles y

de una planta de energía termoeléctrica. La compañía espera exportar su producción a

América del Sur y África. El valor financiero estimado de las inversiones de Vale son de US$

4,1 millones (Da Rocha Gomes, 2011).

Gerdau

Es el principal productor de aceros largos en América. Esta empresa es el resultado de un

proceso de consolidación de pequeñas empresas siderúrgicas brasileñas en los años 90

(Cimetal, Usiba, Cusinor, Pratini, Acominas). En 1997 y 1998, Gerdau compró Sipsa y Sipar,

en la Argentina. Durante el período 2005-2006 adquirió más acciones de Sipar. Gerdau

también controla Siderco, que posee la mayor red de distribución de productos

siderúrgicos para Pymes y empresas agropecuarias en el país. Sin embargo, sus

principales actividades se centran en Brasil, los EE.UU., Canadá y Colombia. Las inversiones

en Argentina realizadas por Gerdau parecen haber seguido un patrón defensivo contra su

mayor rival en Brasil, la compañía Belgo-Mineira Arcelor Mittal, la que a su vez había

comprado la fábrica de acero Acindar en Argentina en 2004.

Itaú

Tras fusionarse en el año 1998, se constituyó como el banco Itaú Unibanco en Brasil,

convirtiéndose en el mayor banco de América Latina. En el mismo año, Itaú adquirió el

Banco del Buen Ayre en Argentina por US$ 276, 5 millones.

Banco do Brasil

Page 121: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

En 2010, el Banco do Brasil adquirió el 51% de Banco Patagonia por US$ 479 millones.

Ambev

Esta ET opera en 13 países de América, produciendo, distribuyendo y vendiendo bebidas

refrescantes y cerveza. En 2004, el consorcio belga Interbrew se fusionó con Ambev

formando Inbev. Sin embargo, la filial brasileña todavía controla las operaciones en América.

En Argentina, Ambev se había fusionado en el 2002 con el grupo Quinsa que producía la

cerveza Quilmes. Los activos adquiridos de Quinsa, también le permitieron a Ambev acceder a

importantes posiciones en los mercados en Uruguay, Paraguay, Bolivia y Chile. También

absorbió las operaciones de la Compañía de Cerveza Brahma que fue una de las primeras

compañías en desarrollar proyectos greenfield en la Argentina, durante los años 90. Ambev /

Inbev finalmente obtuvo el control total sobre los activos de Quinsa y también se convirtió en

el embotellador exclusivo de Pepsi en Argentina. Ambev también tuvo así acceso a los puntos

de venta de aquella marca en el país, a través de los canales directos o a través de

distribuidores exclusivos (Reuters 2012). Se estima que el stock acumulado de inversión de

AmBev alcanzó los US$ 1, 7 millones.

JBS-Friboi

La compañía es uno de los mayores procesadores de alimentos en el mundo y también

produce cuero, estaño, productos lácteos y biodiesel. El inicio del proceso de

internacionalización de JBS-Friboi comenzó con su adquisición de Swift Argentina en el año

2005 por US$ 200 millones, para lo cual obtuvo un préstamo de US$ 80 millones del BNDES.

JBS también compró cuatro frigoríficos en el país por un monto aproximado de US$ 137

millones, consolidando su posición de liderazgo en el mercado nacional. Posteriormente, la

empresa compró las operaciones de Swift & Co. en los EE.UU. y en Australia en el año 2007,

y adquirió la endeudada compañía Pilgrim´s Pride en los EEUU en el año 2009,

convirtiéndose en uno de los más grandes procesadores de carne vacuna, porcina y de

pollo del mundo. En el año 2009, JBS también se fusionó con la empresa Bertin,

expandiéndose a la producción láctea.

Grupo Camargo Correa (GCC)

Page 122: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

Esta compañía diversificada de propiedad privada abarca la producción de cemento,

actividades de ingeniería, construcción y negocios inmobiliarios, industrias textiles y de

calzado, sectores de energía y transporte y la construcción naval. Sin embargo GCC no era

el productor líder de cemento en Brasil cuando compró la empresa líder Loma Negra en

el año 2005 por US$ 1.025 millones. Opera 8 plantas de producción de cemento, 4 plantas

de hormigón, 4 centros de distribución y dos canteras. Administra el ferrocarril de carga

Ferrosur – Roca, el cual conecta las plantas con los puertos argentinos más importantes. El

GCC tiene una participación cercana al 50% del mercado total de cemento en Argentina, y

también goza de ventajas competitivas para sus exportaciones. Por otra parte, en el año

2004, GCC adquirió una participación en la textil Grafa, que posteriormente se fusionó con

el principal productor mundial de denim Tavex (de la que GCC es propietaria del 19%). En el

año 2007, GCC compró la empresa textil Alpargatas en Argentina. En cuanto a su división de

construcción, GCC participa en el proyecto del ferrocarril de la mina Río Colorado

perteneciente al Grupo Vale.

Nuevas perspectivas en América del Sur

Durante la última década, Brasil ha consolidado su papel como uno de los actores

económicos globales emergentes en el marco del respeto a la institucionalidad democrática.

Las políticas de Estado, los organismos y las instituciones financieras fueron capaces de

apoyar el proceso de internacionalización de las empresas más importantes de su país en el

contexto de un programa de desarrollo coherente.

Brasil también mantuvo políticas macroeconómicas responsables, sin descuidar los objetivos

de desarrollo a largo plazo. En el año 2011, su PBI medido en precios corrientes superó los

US$ 2,4 billones. La participación del país en el comercio de bienes y servicios sigue siendo

modesta en comparación con el notable récord chino. En el 2009, sólo el 20% de las

exportaciones de mercancías brasileñas fueron de intensidad tecnológica media-alta y sólo el

6% de intensidad tecnológica alta. Sin embargo, esta menor exposición al comercio

Page 123: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

mundial así como también el proceso de reprimarización reciente en la producción

sudamericana, podrían surgir como una ventaja en el contexto de la actual crisis económica

que comenzó afectando principalmente a las economías desarrolladas. Brasil disfrutó de una

situación privilegiada ya que no sólo se consolidó como el principal receptor de las IED en

América Latina, sino que también se posicionó como un importante inversor en el exterior.

De acuerdo con los últimos informes del World Competitiveness Report de los períodos 2010-

2011 y 2011-2012, la posición de Brasil ha ido mejorando hacia un estadío de competitividad

basada en la eficiencia. Según estos estudios, las instituciones, el entorno macroeconómico, el

desarrollo de los mercados financieros y, sobre todo, el tamaño del mercado son los activos

más fuertes del país. Más allá de mantener la estabilidad macroeconómica, hay nuevos retos

globales que las administraciones brasileñas y de América del sur deberán tener en cuenta

para hacer sustentable su crecimiento y desarrollo. Una mayor integración social que apunte

a la reducción de la pobreza y a proseguir con los programas educativos y sanitarios en marcha

será un factor clave para afianzar las capacidades de innovación tecnológica. La adopción de

prácticas relacionadas con las normas de transparencia y buen funcionamiento, por parte de

las agencias reguladoras y por todo el sector público brasileño, mejorará el ambiente de

negocios. Las negociaciones comerciales tendrán como una de sus metas agregar más

contenido local a las exportaciones del país, más allá de la búsqueda permanente de nuevos

mercados y clientes.

Aunque las empresas transnacionales brasileñas se concentraron principalmente en los

sectores basados en recursos naturales (petróleo y gas, minería, siderurgia, cemento) y

servicios (bancos, compañías aéreas, las telecomunicaciones, la construcción, el comercio

minorista), también tomaron nuevas posiciones de liderazgo en la industria alimentaria y en

el sector textil y de calzado. Diferentes corporaciones brasileñas lograron el reconocimiento

de sus marcas internacionalmente: Petrobras aplicó recursos tecnológicos para la producción

de petróleo y gas, Itaú es reconocido como una institución financiera de primer nivel,

Embraer como el líder mundial en la producción de aeronaves de transporte regional. Otras

compañías han ganado fama en los rubros de alimentos y calzado a nivel mundial. Las

corporaciones brasileñas fueron capaces de sostener dos décadas de crecimiento y expansión

en contextos macroeconómicos inestables, debido a sus procesos de internacionalización que

han contribuido a la diversificación de sus riesgos. Han participado a nivel mundial, en

proyectos greenfield y en fusiones y adquisiciones, y también tuvieron capacidad de

financiamiento para las operaciones de sus filiales en el exterior. Su participación de

mercado se incrementó notablemente en América del Sur - particularmente en los países del

Page 124: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

MERCOSUR. Sus estrategias de internacionalización también alcanzaron América del Norte,

África, Asia y Europa. La sostenibilidad de este proceso de internacionalización se ha

consolidado recientemente a la luz de las importantes ventas e inversiones realizadas fuera de

Brasil (CEPAL, 2010). Las ET brasileñas se enfrentarán a nuevos retos para lograr un mayor

upgrading en las cadenas globales de valor. Será fundamental promover la innovación y la

sofisticación de negocios, reteniendo las funciones de diseño e ingeniería en la cadena global

de valor de cada sector.

Las IED brasileñas en la Argentina tuvieron un importante impacto directo en las industrias

basadas en recursos naturales, bienes de consumo y servicios del sector en la última

década. Las nuevas filiales y las empresas asociadas en la Argentina desarrollaron su

producción, aprovechando las redes regionales e internacionales existentes. Sin embargo,

las principales motivaciones para esas IED fueron resource seeking y market seeking,

superando a los objetivos de strategic asset. Las empresas adquiridas en la Argentina, tuvieron

hasta ahora, una débil participación en las cadenas globales de valor de las ET brasileñas.

Page 125: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

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NOTAS

Page 128: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

Los actores subnacionales de América

del Sur y su proyección al Pacífico:

nuevas estrategias en la búsqueda de

desarrollo

Nioi Varg, Bárbara

Universidad Nacional de Rosario -CONICET

3ras. Jornadas de Relaciones Internacionales

FLACSO | 25 y 26 de Octubre de 2012

Page 129: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

Resumen

Movidos por el ascenso asiático, los países latinoamericanos encontraron en su

dinámica de política exterior una alternativa de "quehacer externo" diferente,

emprendida en conjunto por un grupo de actores diverso. Se trata de la creación de

bloques subregionales, cuya particularidad radica en el hecho de que quienes

componen dichos bloques son unidades subnacionales. Esto, lleva impresa la

búsqueda de una mayor y mejor inserción de dichos actores en la economía

internacional. Esta iniciativa encuentra su principal impulso externo en el crecimiento

experimentado por los países emergentes asiáticos, liderado por China.

El trabajo pretende exponer cómo, en un marco de nuevos escenarios internacionales,

surgen distintas maneras de relacionamiento entre diversos actores en el ámbito

internacional, y que se embarcan en el camino de procesos de integración, cuya

finalidad tiene que ver con alcanzar un desarrollo regional sostenible. Nos proponemos

describir de qué manera el ascenso asiático fue la fuerza que impulsó esta creación de

bloques subregionales, en este caso de actores subnacionales, llevándolos a conjugar

políticas comunes con el objetivo de intentar dar respuestas a la creciente demanda

internacional.

El trabajo será encarado desde una perspectiva analítica de las relaciones

internacionales para estudiar, fundamentalmente, el rol que cumplen los actores

subnacionales en el proyecto de crecimiento y desarrollo sostenible que propone,

como uno de los ejes primordiales, la iniciativa de Cooperación e Integración Sur - Sur.

Interesa a este respecto el caso de la Zona de Integración del Centro Oeste

Sudamericano (ZICOSUR), como un modelo de “meso-región”, y su vinculación con

China.

Palabras claves: Nuevos regionalismos, Meso-región, Actores Subnacionales,

Desarrollo, ZICOSUR, China.

Autora: Lic. Bárbara Nioi Varg - Correo electrónico: [email protected]

Page 130: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

ÍNDICE

Introducción………………………………………………………………………………… 3

Nuevos Regionalismos: el enfoque mesoregional ……………………………………. 4

Aplicación del concepto de meso-región a la Zona de Integración del Centro Oeste

Sudamericano- ZICOSUR-……………………………………………………………… 6

Integración física, integración funcional de las regiones………………………………12

CHINA-ZICOSUR: necesidad, complementariedad y crecimiento…………………. 15

Entre la cooperación y el conflicto……………………………………………………... 17

Análisis final……………………………………………………………………………… 20

Bibliografía ……………………………………………………………………………… 24

Page 131: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

Introducción

Los cambios globales que están afectando las relaciones estratégicas de las naciones

han impactado los paradigmas por los que se guiaban los principales actores

regionales. Estas transformaciones globales obligan a los países a acomodarse a

estas nuevas realidades, modificando sus patrones tradicionales de relacionamiento

internacional, así como sus relaciones económicas y políticas internacionales.

El impacto del ascenso asiático puede provocar que, en un mundo interdependiente,

los Estados entiendan que la autosuficiencia es imposible y decidan jugar el juego de

la integración a la economía mundial a través del comercio, buscando nuevos

espacios de vinculación.

Un proceso de integración puede ser utilizado como una plataforma para proyectar al

mundo a sus miembros, desde una posición de mayor firmeza, viéndose, los actores,

insertos en una red de contención y protección para amortiguar los efectos de la

economía internacional sobre la región. Esta red de contención intentará dotar de

mayor autonomía la economía regional, desvincular al comercio intrarregional,

establecer o ampliar entidades regionales de desarrollo etc.

La integración regional, tiende a una construcción regional que busca la defensa frente

al mercado global. Actualmente nos encontramos en un proceso marcado por la

necesidad de contención de efectos nocivos de la crisis y la defensa de la soberanía

regional.

En este contexto, el presente trabajo se propone como principal objetivo realizar un

análisis acerca de nuevas estrategias de inserción internacional por la que optan los

grupos de países y otros actores latinoamericanos que intentan desarrollar su

potencial competitivo a nivel externo, a través de la integración física y funcional, como

es el caso de la Zona de Integración del Centro-Oeste Sudamericano (ZICOSUR),

cuya particularidad radica en que se compone, en su mayoría, por unidades

administrativas subnacionales. Esta “meso-región” trabaja conjuntamente para obtener

una mayor y mejor participación en su relación con el Pacífico y sus países en

constante ascenso, primordialmente China. Entendemos que se trata de una relación

incipiente, con futuro, pero que a su vez presenta serias dificultades ya que oscila

permanentemente entre la cooperación y la tensión.

Page 132: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

El enfoque teórico se realizará a partir de la Teoría de los Nuevos Regionalismos.

Trabajaremos en profundidad con el enfoque mesoregional, al cual utilizaremos como

una herramienta analítica y metodológica para abordar nuestro análisis. Es nuestra

intención arribar a una conclusión que denote el porqué consideramos a la ZICOSUR

un proyecto político mesoregional, con buenas perspectivas en lo que refiere a su

relación con el país asiático, haciendo especial hincapié en el importante rol que

cumplen, dentro del proceso de integración, los actores subnacionales

latinoamericanos. Destacaremos también, la incidencia que tuvo y tiene el ascenso de

los países asiáticos como impulso para el surgimiento de estas formas de

regionalismo.

Nuevos Regionalismos: el enfoque mesoregional

El fenómeno de nuevos regionalismos surge a fines de los 80´s, principio de los 90´s

como una característica más de las transformaciones que se suscitaron a nivel global.

Esta nueva ola de regionalismos tiene relación directa con la firma del Tratado de

Maastricht en 1992, que intensificó el proceso de integración económica europeo. Este

proceso generó expectativas y temores en aquellos países que se encontraban fuera

de las fronteras de la Unión Europea (UE). Expectativas ligadas a la creencia de que

se lograría alcanzar mayores y más profundos niveles de integración de los mercados;

y temores relacionados a que dicha profundización tornaría a los mercados de la UE

más competitivos y protegidos.

La emergencia de nuevos regionalismos se asocia al fin de la Guerra Fría y la

transición hacia un sistema multipolar, hitos que marcaron lo que llamamos nuevo

escenario internacional. Y, como consecuencia de la transformación de la estructura

de gobernanza global se produce una ampliación del número de actores

internacionales en los regionalismos emergentes- Organismos Internacionales (OOII),

Organismos Regionales (OORR), unidades administrativas subancionales-,

inicialmente, dentro del marco de la Nueva Triada (EE.UU-UE-EA), y a partir de los

90´s se expande a otros países del sistema internacional. Ej. América Latina (AL).

El proceso de regionalismo responde a un programa y estrategias que pueden derivar

en el establecimiento de instituciones formales. Por su parte, regionalización denota el

proceso (empírico) que lleva a concretar patrones de cooperación, integración,

Page 133: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

complementariedad y convergencia dentro de un espacio geográfico transnacional”

(Hetnne y Söderbaum, 2000. En: Gallina, 2005:21). El fenómeno de la regionalización

puede ser visto como una parte del proceso de globalización, la transformación de la

política económica global, o una contrafuerza (dirigida por el Estado) que se enfrenta a

la globalización (como parte una estrategia más amplia de desarrollo económico).

Inclusive, puede reflejar una amalgama social (grassroots) de actividades

transfronterizas en red entre economías en desarrollo (Marchand et.al, 1999. En:

op.cit). El regionalismo puede confrontar o cooperar con el proceso de regionalización,

dependiendo de los actores involucrados en el proceso de regionalismo y sus

intereses, ya que éste, al igual que la globalización, se trata de un proyecto político

(Amoroso, 1998; Petrella, 1998. En: op.cit).

El llamado nuevo regionalismo realiza el aporte de introducir una histórica, multinivel y

multidimensional perspectiva para el estudio del regionalismo y la regionalización.

Consideran esta última como un proceso de cambios que tienen lugar

simultáneamente en tres niveles: 1°) en la estructura del sistema global como un todo;

2°) en las relaciones interregionales y 3°) al nivel de los patrones internos de la propia

región (Hetnne e Inotai, 1994. En: op.cit). Aquí nos encontramos con nuestra categoría

de análisis: el enfoque mesoregional. Específicamente la perspectiva mesoregional

construye su herramienta analítica en este tercer nivel. La necesidad de alcanzar este

nivel no significa dejar de lado los dos primeros. Los “patrones internos” de una región

no pueden ser analizados sin tener en cuenta la dinámica global de los mercados y de

los otros grupos regionales constituidos. Se trata de invertir la lógica de abajo hacia

arriba; comenzar el análisis desde la base, el análisis de la estructura socio-productiva

de una sola región, hasta la cima, el análisis de las relaciones internacionales, a

travesando por el análisis de las relaciones con otras regiones. Esto es, tener una

nueva mirada, más realista, de la integración regional, comenzando por lo que

realmente existe (en términos de comercio formal, informal; canales de cooperación y

sistemas de producción) y recién después mirar hacia los esquemas de

regionalización.

El enfoque del mesoregionalismo se construye como una tercera perspectiva de

análisis de la integración1. En este enfoque la integración política y económica no

1 Los otros dos enfoques de análisis de los procesos de Acuerdos de Integración Regional (AIR), son la

perspectiva neoliberal o interdependentista que consideran los AIR como escalones que conducirán

gradualmente a la creación de un área de libre comercio entre los países, cuyo gran objetivo consiste en

la constitución de un libre mercado global. Y, la otra perspectiva que analiza es la del nuevo regionalismo,

que se basa en la historia de conformación de la UE y considera a los AIR una forma de institución

adecuada que puede: a)ayudar a sobreponer la debilidad de algunos Estados y actuar activamente en el

Page 134: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

representan el fin per-se del proceso, sino los medios a través de los cuales se logrará

un desarrollo mutuo de los sistemas productivos locales – en su especificidad y

diversidad-. (Gallina, 2005: 21).

Aplicación del concepto de meso-región a la Zona de Integración del Centro

Oeste Sudamericano- ZICOSUR-

En América Latina observamos una creciente internacionalización2 de actores

subnacionales que acompañan el proceso de reconfiguración de las regiones. Una de

las iniciativas más representativas de dicho fenómeno es la configuración de

ZICOSUR, ejemplo de los nuevos actores y de una territorialización alternativa, que

nosotros identificamos como proyecto de “meso-región”. Con esto se busca aumentar

las salidas para la producción de sus actores participantes, incrementar lazos con el

Pacífico y diversificar los mercados.

La meso-región no es una unidad política cerrada, pero sí requiere cierta capacidad de

autonomía política para conseguir los objetivos que se proponga. Representa un

sistema de países, o partes de países, que pertenezcan a una región que ya forme

parte de un AIR definido, (como por ejemplo ZICOSUR de MERCOSUR-UNASUR), y

que tengan un “algo” en común y un “algo” que los diferencie del área fuera de esa

meso-región. No representa ni un bloque de países ni un sistema basado en acuerdos

de preferencia bilaterales. En este sentido, un grupo de países puede buscar la

autosuficiencia a través de interdependencias internas y externas, eliminando los

efectos negativos de la asimetría en la distribución de poder. Es por ello que la

creación del “anillo de solidaridad” es el objetivo clave del enfoque mesoregional. De

acuerdo con Amoroso (2001), esto contribuye a la paz, y a desarrollar una diferente

utilización y explotación de las fuentes de recursos basada en la reactivación de

patrones endógenos- políticos, económicos y sociales- de organización. Siguiendo

este enfoque, surgirán nuevas posibilidades de sostenibilidad y un restablecimiento

actual escenario político-económico internacional; b)desarrollar un marco de acción común que considere

otros factores importantes como el medio ambiente, legitimación de las reformas y la integración social

que puede cobrar importancia sólo dentro de un entorno regional (Gallina, 2005:21)

2 Entendemos el concepto internacionalización como la posibilidad de construir capacidades que le den a

un actor subnacional autonomía con respecto al Estado nacional. Concepto definido por la Dra. Mercedes

Botto en el marco de un trabajo de investigación desarrollado en FLACSO acerca del margen de acción

de provincias argentinas en el MERCOSUR.

Page 135: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

harmónico en la relación entre la cultura y los sistemas productivos, desbastada por la

globalización capitalista (Amoroso, 1999b; 2003. En: Op.cit: 23).

Un factor absolutamente infaltable para el establecimiento de una meso-región es la

creación de una identidad regional que conjugue el resto de los elementos y los haga

converger, de lo contrario sería imposible promover una visión específica de

regionalización.

Por venir de un pasado común, con pilares históricos y un territorio geográfico

compartidos, el Centro Oeste de Sudamérica constituye una macroregión de situación

geoestratégica privilegiada que facilita la integración, tomando esta, en su concepción

más amplia. Teniendo esto en cuenta, es posible anudar negocios intra y extra

regionales, entendiendo a la integración, claro, como un proceso de solidaria

complementación. Esta realidad de la región de ZICOSUR nos deja a la vista ese

elemento “común” que requiere una meso-región.

La meso-región se constituye en un espacio geográfico dado, y se divide en sucesivas

zonas ubicadas en posiciones subordinadas respecto de su centro. Son zonas

económicas vinculadas entre sí, que coexisten con otros centros y con los cuales

conforman un sistema interdependiente. Por lo tanto, las meso-regiones coexisten, y a

pesar de que haya un centro más dominante que otro, pueden convivir sin un centro

de gravedad único.

El ideal es un sistema mesoregional es un sistema policéntrico de economías

complementarias y cooperadoras entre ellas con el objetivo común de alcanzar el

mejor desarrollo y una óptima distribución de los beneficios entre los países

participantes3. La creación de la Zicosur responde la dinámica que imprimió el

empresariado del movimiento GEICOS4, que los llevó a encarar el desafío de unir los

3 En la instancia inicial de esta noción de regionalismo se realizaron críticas que aducían que se trataba

de una forma programática de integración, orientada hacia el futuro y que no consideraba las identidades

sociales. “This región is a virtual región, a political Project with some degree of potentiality and with some

appeal to those who make plans for tomorrow” (Schmid, 1990. En: Gallina, 2005: 6).

4 La idea fundacional de un acuerdo privado para la búsqueda de la integración nace en 1974,

con la primera Feria Agro Industrial del Noroeste Argentino, realizada en Salta, conocida hasta hoy en el mundo como FERINOA. En 1975, cuando se realiza en Salta el Primer Encuentro Para la Integración Fronteriza y Latinoamericana, en el marco de la segunda FERINOA; EN 1976, EN Santa Cruz de la Sierra (Bolivia) donde queda firme la decisión de construir el Grupo de Trabajo Internacional, el que se reúne nuevamente en 1977 en Antofagasta, Chile, para concluir en junio del mismo año en Asunción, Paraguay, dando lugar al nacimiento del Grupo Empresario Interregional del Centro Oeste Sudamericano (GEICOS), con la definición de sus principios y la aprobación de sus estatutos.

Page 136: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

dos océanos, venciendo las dificultades geográficas y el fuerte aislamiento que sufren

en materia política y económica. Se trata de terminar con la indiferencia de las

metrópolis y zonas centrales de los respectivos países, formando un bloque

subregional que, a través de la complementación y la cooperación, consigan su propio

desarrollo.

ZICOSUR es un foro de carácter internacional integrado por provincias de Argentina,

estados de Brasil, departamentos de Bolivia y Paraguay y regiones de Chile, y

actualmente ampliado con la incorporación de las 4 regiones del sur de Perú, Puno,

Arequipa, Moquegua y Tacna, comprendidos en el Centro Oeste Sudamericano que

han manifestado la voluntad de promover la integración regional con el fin de

propender al desarrollo sustentable de la zona.

El Acta de Campo Grande del 21 de Noviembre de 2005 es el documento que

formaliza la estructura institucional de la ZICOSUR. El Plenario concluyó allí una etapa

sustancial en el proceso de integración de gobiernos subnacionales, el área de

Capricornio, iniciado en Antofagasta en 1997, y que fue avanzando progresivamente a

través de numerosas reuniones en diferentes ciudades de la Zona de Integración del

centro Oeste Sudamericano.

Con la última ampliación5, la ZICOSUR, suma unos 170.000 a los aproximadamente 4

millones de kilómetros cuadrados actuales, y más de 3 millones de personas a los 35

millones de habitantes estimados en la región.

Esta región tiene la particularidad de que sus integrantes no son Estados Nacionales,

sino unidades administrativas subnacionales a excepción de Paraguay; son

economías de menor desarrollo dentro del esquema de las naciones a las que

pertenecen. Contribuyen a esta situación las carencias de infraestructura y una

situación de desequilibrio básico, con relación a los grandes centros de producción y

consumo. Componen el área de ZICOSUR los gobiernos subnacionales de:

5 Las acciones se cumplieron conforme al pedido del Embajador del Perú en Bolivia, ingresado en el

Plenario de Autoridades del foro de integración, realizado en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, el 23 de

setiembre de 2010.

Page 137: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

Catamarca, Chaco, Corrientes, Formosa, Jujuy, Misiones, Salta, Tucumán,

Santiago del Estero.

Mato Grosso do Sul

Alto Paraguay, Alto Paraná, Amambay, Boquerón, Caaguazú, Caazapá,

Canindeyú, Central, Concepción, Cordillera, Guairá, Itapuá, Misiones

Ñeembucú, Paraguarí, Presidente Hayes, San Pedro

Beni, Chuquisaca, Cochabamba, Oruro, Pando, Potosí, Santa Cruz, Tarija

Antofagasta, Arica, Parinacota, Atacama, Tarapacá

Puno, Arequipa, Moquegua, Tacna

El concepto de meso-regió, en relación a ZICOSUR, se construye sobre dos pilares

económicos de co-desarrollo: 1) el desarrollo y el crecimiento económico debe

alcanzar a todos los países participantes, así como también debe existir una mutua

determinación en términos de políticas y, 2) participación conjunta, tanto de actores

políticos como económicos, en el proceso de toma de decisiones (Petrella, 1998. En:

Op.cit: 23). Noción de meso-región como una porción de un territorio estatal, que

requiere un mínimo tamaño y tiene objetivos que trascienden el mero interés de un

libre mercado, o de algún sector preferencial productivo y necesita también un margen

de autonomía política para alcanzar dichos objetivos.

Page 138: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

En la meso-región se explotan los niveles similares de especialización y diferentes

niveles de capacidad tecnológica para el desarrollo conjunto de los sistemas

productivos orientados hacia una producción que tenga como objetivo satisfacer tanto

las necesidades locales como los mercados actuales y emergentes. A este respecto

ZICOSUR tiene como objetivo principal lograr la inserción de la subregión en el

contexto internacional desde el punto de vista competitivo, desarrollando el comercio

exterior con los mercados internacionales mediante la articulación de ejes de

comunicación, así como también promover la integración social y cultural, como

mecanismo para lograr el desarrollo económico-social de las regiones que la integran,

respondiendo a las razones políticas y económicas que apuntalan el desarrollo de la

perspectiva mesoregional que se basan en tres consideraciones: 1) el presente de la

innovación tecnológica y la concentración de capacidad de tecnología para el

desarrollo seguro y sostenible de sectores estratégicos que no puede obtenerse en el

marco de un Estado Westfaliano; 2) el uso de las fuentes de recursos y el medio

ambiente, por lo general, un asunto transnacional, cuya administración no puede

recaer en manos de un solo Estado y 3) en la actual transformación sufrida por el

mercado internacional, se necesita un mayor poder de negociación en los centros de

toma de decisiones, como la OMC, para resistir una estandarización global que puede

amenazar la supervivencia y resistencia de comunidades que mantienen un modo de

Page 139: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

vida basado en patrones tradicionales de sistemas productivos (Amororso y Gallina,

2002. En: op.cit: 24).

Para ello, la estrategia de la internacionalización de actores subnacionales de la

ZICOSUR, el trabajo en un bloque económico, con una oferta exportable común para

responder a las demandas de los mercados externos y el accionar del empresariado

es sin lugar a dudas un aspecto sustancial, en un trabajo de mutua comprensión y

articulación con los gobiernos del área, indispensable para concretar un proyecto de

integración sin trabas. Un verdadero proceso de integración debe sustentarse en un

entramado integral, donde participen activamente todos los actores de la sociedad de

las regiones subnacionales.

Potencial Productivo de la ZICOSUR por región6:

ARGENTINA

NOA Y NEA

Soja, arroz, maíz, algodón, ganadería, madera y productos forestales, tabaco,

caña de azúcar, te, yerba mate, cítricos, vitivinicultura, minería metálica y no

metálica, energía hidroeléctrica y turismo.

BOLIVIA Gas, petróleo, vitivinicultura, frutos tropicales, soja, caña de azúcar, minerales

metálicos y no metálicos y turismo.

BRASIL Soja, arroz, maíz, tabaco, ganadería, avicultura, industria textil, química,

metalúrgica, metalmecánica y materiales de transporte.

CHILE Minerías de cobre y no metálica, logística portuaria y servicios conexos, pesca y

turismo.

PARAGUAY Energía hidroeléctrica, madera y productos forestales, cítricos, soja y turismo.

Integración física, integración funcional de las regiones

El abordaje teórico del Nuevo Regionalismo presenta la novedosa diferenciación

6 Fuente del cuadro de potencial productivo: Página web oficial de ZICOSUR: www.zicosur.org.ar

Page 140: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

entre la integración física de regiones y la integración funcional de regiones. “En el

estudio de regiones, las dimensiones claves se deben centrar, fundamentalmente, en

la división del mundo en niveles de análisis y la distinción entre lo físico y lo funcional”

(Väyryen, 2003:27. En: Olivet, 2005: 8)

Si bien el rol de los factores geoestratégicos para una región es clave, el desarrollo

de nuevas formas de regionalismo, se basan también en la idea de la acción conjunta

como región de acuerdo a una funcionalidad. Es decir, regiones compuestas no

necesariamente por factores territoriales, estos “non territorial factors” representan la

fuerza que lleva adelante la interacción política, económica y social entre los actores

participantes. Observamos que en el área zicosureana se encuentra presente la

necesidad de profundizar sobre ambas formas de integración.

Una combinación de ambos niveles de integración se encuentra en el vínculo de los

actores subnacionales con el Estado Nación, representado por los Comités de

Frontera, actualmente denominados Comités de Integración, los cuales funcionan en

áreas de cancillería de los respectivos países limítrofes como ser: Argentina-Chile,

Argentina- Bolivia; Argentina-Paraguay. Espacios donde se debaten los temas

vinculados al área fronteriza, en sus diversas manifestaciones. Tienen competencia en

el tránsito de personas, bienes, vehículos, comunicaciones, servicios, cooperación en

seguridad, proyectos conjuntos, expresiones culturales y sociales.

La consolidación de la integración funcional de esta meso-región se presenta en el

hecho de que puedan responder como una unidad sólida a las demandas

internacionales presentes. Este tipo de integración implica un desarrollo institucional

mayor del que posee actualmente ZICOSUR. En este sentido, necesita fortalecer su

estructura político-institucional y conseguir el reconocimiento como una unidad

regional establecida. De lo contrario, nos encontraremos frente a un caso de

integración de “soft institucionalization”, una categoría que refiere a una región con

muy bajo grado de institucionalización, lo que conlleva un alto nivel de incertidumbre

acerca del futuro de ese proyecto (Rüland, 2000. En: op.cit: 23).

El caso específico del proceso de integración física subnacional en el área de

ZICOSUR requiere de resultados palpables. Uno de los puntos que reclama

decisiones urgentes que conduzca a ellos son las que deben adoptarse en torno a los

pasos fronterizos de Jama, Sico y San Francisco. Estos pasos cordilleranos son

fundamentales para reforzar el proceso de integración en el área del Eje de

Page 141: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

Capricornio, con la mira puesta en el Pacífico y los mercados del Asia. En una lógica

en la que prime el asociativismo y la cooperación, sin que prevalezca la competencia,

el Centro Oeste Sudamericano verá multiplicadas sus posibilidades de crecimiento a

través de este proceso de acortar distancias, acortar destinos, disminuir costos,

agilizar operaciones, transitar con mayor libertad en una región común.

La habilitación de los Controles Integrados de Cabecera Única debe ser un ejercicio

inmediato de políticas de Estado. Esas instalaciones servirán para albergar las

dependencias de los distintos organismos binacionales que intervienen en el control

del tráfico e bienes y personas y verificaciones fitozoosanitarias. De los tres pasos

mencionados en la frontera norte argentino-chilena, ninguno cuenta con este sistema

de controles. Pero, en el caso de Sico, la situación está mucho más lejos de hacerse

realidad, pese a que la provincia de Salta invirtió y construyó las instalaciones en el

límite fronterizo.

El grupo empresarial GEICOS y el empresariado de la región subnacional del Centro

Oeste Sudamericano y del sur de Brasil-CODESUL7- sustentan la urgencia de la

habilitación de Sico, por cuanto con las obras viales comprometidas y en marcha por

los distintos gobiernos subnacionales, se consolida finalmente la conectividad en la

subregión.

Esto hace posible sumar los esfuerzos conjuntos para aumentar el comercio exterior a

partir de la producción en la línea de la complementariedad; contar con una oferta

exportable común y tener rápido y eficiente acceso a los puertos de embarque,

disminuyendo costos de transporte y tiempo de traslado de los productos.

Actualmente el desvío para el control fronterizo que debe hacerse hasta San Pedro de

Atacama, Chile, aumenta 200 Km de distancia hasta la ciudad de Antofagasta, lo que

redunda negativamente en los costos del transporte de carga hacia los puertos

chilenos. El principal problema se centra en que dichos puertos de la región de

Antofagasta son las vías por las que se debe canalizar las exportaciones frente a la

creciente demanda de alimentos y materias primas de los países asiáticos y otros

ribereños del Océano Pacífico, que, en parte, pueden cubrir las regiones y países de la

7 “Conselho de Desenvolvimento e Integracao Sul”, integrado por los estados de: Paraná, Santa Catarina,

Matto Grosso do Sul y Rio Grande do Sul.

Page 142: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

ZICOSUR. En este marco, se observa como Chile representa el país que potencia el

encadenamiento productivo con naciones miembro de ZICOSUR y hacia el exterior.

No obstante estas dificultades, se llevaron a cabo numerosas tareas que hacen al

fortalecimiento del proceso de integración el Centro Oeste Sudamericano, por

mencionar algunas: trabajos en infraestructura concernientes a la concreción de los

corredores bioceánicos trabajo en turismo, cultura y educación, formulación de

protocolos referentes a los buenos usos de los recursos naturales compartidos, etc.

CHINA-ZICOSUR: necesidad, complementariedad y crecimiento

La emergencia china representa la locomotora externa del surgimiento de procesos

regionales, como el que venimos analizando, ya que es el principal responsable de la

redefinición de la estructura en la que se ubicarán los nuevos actores internacionales.

Si bien China no buscó hacerlo, sacudió los mecanismos de la política exterior. Esta

lógica muestra un escenario liderado por actores políticos, y observamos un creciente

protagonismo de actores subnacionales, situación no desligada al crecimiento chino,

que denotó una resignificación del territorio, y la aparición de respuestas locales a

desafíos globales. Razón a la que apuesta nuestro enfoque para la conformación de

una meso-región.

China modela hoy la organización capitalista de la economía mundial mediante la

imposición de propias reglas en sintonía con objetivos nacionales de largo plazo

consistentes con definidos objetivos nacionales que persiguen su encumbramiento

como polo de poder político y económico mundial.

El proceso de reformas económicas de China, cuya finalidad era la construcción de

una “economía socialista de mercado” iniciada por Deng, y continuada por sus

sucesores, implementó y estimuló profundas transformaciones en la situación interna y

en el posicionamiento internacional de China. En el plano interno, el incremento del

PBI promovió cambios en la estructura económica y social: proceso de

industrialización sostenido, aumento de la participación del sector de servicios en la

economía, y, a nivel poblacional se observó un aumento en la calidad de vida y poder

adquisitivo, aunque acompañado de un aumento de desempleo y brecha entre ricos y

pobres.

Page 143: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

En el plano externo, China logró una inserción notable en los flujos comerciales

internacionales. El crecimiento de su demanda favoreció a un aumento en el precio de

los commodities como el carbón, el petróleo, el acero y la soja, de las que consume el

31%, el 7,7%, el 26,9% y el 19%, respectivamente, del total mundial8 (para el año

2005, hoy esa cifra es mayor).

Para el año 2005 China ya se había convertido en un eslabón esencial en la cadena

de producción mundial de bienes intensivos en mano de obra, al tiempo que puso

énfasis en el desarrollo de industrias de alta tecnología. Asimismo, se debe tener en

absoluta consideración el accionar y la centralidad de los grupos económicos chinos

en el marco de su proceso de reforma ya que cumplen un papel fundamental en el

desarrollo de China y desempeñan una doble función: como motor de la economía

interna y como fuerza para la competencia en el mercado internacional (Oliva, 2005.

En: Cesarín y Moneta, 2005).

Perspectivas de sostenido crecimiento en el largo plazo operan sobre expectativas

relativas al aumento en los precios internacionales de commodities (petróleo,

minerales, cereales) favoreciendo proyecciones de crecimiento en economías

emergentes, entre ellas las latinoamericanas. Como locomotora económica global, y

en particular regional asiática, China abre así un “ciclo de expectativas” favorables que

impactan sobre sistemas nacionales de planificación, estrategias empresariales y

decisiones de inversión en el largo plazo.

Por otra parte, también en una perspectiva de largo plazo, la estructural dependencia

energética y alimentaria seguirán operando como determinantes para el

establecimiento de alianzas gubernamentales cooperativas, promoción de estrategias

asociativas empresarias y orientación de preferencias sobre inversión externa directa

(IED). Como consecuencia, la estrategia china de expansión en busca de fuentes de

provisión de recursos naturales estratégicos se ha de afianzar preferentemente

enfocada hacia el África y América Latina y el Caribe (ALC).

Algunos datos que nos aporta la CEPAL nos reflejan que: la IED china en AL

representa un 6% del total invertido en el mundo (U$S 43,300 millones hasta 2009) en

el sector no financiero, proporción que ha de aumentar durante la próxima década9.

Los principales objetivos de China en ALC (explícitos en el Documento oficial sobre la

9 De acuerdo a datos de la CEPAL, el 85% del total se dirige a paraísos fiscales como las Islas Caimán y

las Islas Vírgenes.

Page 144: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

Política de China hacia América latina y el Caribe, 2008) consisten en garantizar

provisión de materias primas y recursos naturales vitales para dotar de sustentabilidad

el crecimiento de largo plazo. Para tal fin, China despliega una activa diplomacia

público – privada de múltiples dimensiones mediante su participación en regímenes

hemisféricos, regionales y subregionales en ALC, amplitud negociadora de acuerdos

bilaterales que sirvan para generar oportunidades comerciales y de inversión

orientadas al acceso mediante compra directa, participación accionaria o concesiones

gubernamentales a proyectos sobre explotación de hidrocarburos, minerales,

alimentos exportables u obras de infraestructura que permitan una rápida salida e

integrar la oferta interna.

Sergio Cesarín nos plantea que, acorde con estas expectativas, políticas nacionales

sobre desarrollo industrial, fomento de la IE, inversión en ciencia y tecnología,

desarrollo de infraestructura, innovación y financiamiento suelen incorporar la “variable

China” entre sus criterios sobre asignación y elegibilidad. Distintos ejemplos son

elocuentes. Los planes sobre infraestructura de la integración (corredores bioceánicos,

redes de transporte) atienden a la futura demanda china y asiática en general.

Resultante de ello, el espacio geoeconómico latinoamericano es traccionado hacia el

“oeste” subcontinental para satisfacer la ascendente escala del comercio hacia el

Pacífico. Todo lo cual requiere de una calibrada coordinación de políticas y

construcción de consenso intrarregional que no aumente las asimetrías existentes

(Cesarín, Documento N°1, CEPES –Observatorio de Política Exterior Argentina).

Entre la cooperación y el conflicto

Para explicar el tipo de relación interregional que se da entre ZICOSUR y China, existe

la noción de una relación entre un grupo regional y un Estado individual extra-regional,

forma más confusa de interregionalismo, a la que llaman “Forma Híbrida”. (Hänggi,

2000 y Dosch, 2004. En: Olivet, 2005:10). Esta relación se encuentra en un momento

de crecimiento, desarrollo y conocimiento mutuo. ZICOSUR y China tienen intereses

comunes, complementarios y contradictorios que dan contenido a esta nueva relación.

Estos intereses están en estrecha vinculación con el modelo de crecimiento de los

países latinoamericanos, porque de acuerdo al modelo a definir, el contenido del

intercambio económico variará.

Page 145: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

Luego de lo expuesto en los apartados anteriores, queda demostrado que la subregión

de la ZICOSUR y sus gobiernos y actores subnacionales están intentando sinergizar el

potencial productivo del territorio que ocupan, en aras de poder dar respuesta

suficiente a las crecientes demandas asiáticas. Está claro que por parte de ZICOSUR,

la mira está puesta en el Pacífico. Ahora bien, puede parecernos que la ZICOSUR es

la fuente natural de abastecimiento frente a las necesidades futuras chinas y de sus

países vecinos, pero en este retrato se presentan también grandes desafíos a

enfrentar en lo que respecta a la importancia que le otorga China a la ZICOSUR como

“socio comercial” y, más importante aún, como lo planteara el Dr. Eduardo Oviedo, a la

superación de las tensiones que se presenten en lo que concierne a sectores

productivos competitivos que basen su modelo de producción en la desprimarización10

de la economía. Sumado a estas cuestiones, el autor pone de manifiesto en su escrito

otras cuestiones a tener en cuenta también, como el reconocimiento del país asiático

al bloque ZICOSUR.

La cooperación o el conflicto entre ZICOSUR y China emergerán de acuerdo al

modelo de crecimiento que adopte el Estado al que pertenece la unidad subnacional,

aunque coexistirán en el corto y mediano plazo, debido a la industrialización incipiente

de los países latinoamericanos.

En noviembre de 2008, el gobierno chino publicó el «Documento sobre Política de

China hacia América Latina y el Caribe». El formato del llamado «libro blanco» para la

región ya existía respecto a otros países, regiones y temas específicos.

El marco conceptual donde la ZICOSUR encuentra inserción para su relación con

China, aparece en el apartado IV del documento, subtitulado «Fortalecimiento de la

Cooperación Omnidireccional entre China y América Latina y el Caribe». Si bien

China, debido a su tradición realista, presta atención a las relaciones entre Estados, el

concepto de cooperación omnidireccional alberga no sólo a los vínculos interestatales

y en organismos multilaterales, sino también a actores y organizaciones

subnacionales. De la misma manera, en el año 2010 el MERCOSUR fundó en el

concepto diplomacia omnidireccional de China, su propuesta para relanzar el régimen

10

Pierre Salama (2008, p. 836) afirma que “No hay una definición científica de la primarización; sin

embargo se puede decir que una economía es primarizada si sus exportaciones de productos primarios

predominan en las totales, y que está en curso de primarización si este segmento tiende a aumentar de

manera significativa”. En sentido inverso se puede aseverar el concepto de des-primarización, cuando el

predominio de los productos primarios disminuye respecto a su participación en las exportaciones totales

respecto a periodos anteriores (Oviedo, 2011).

Page 146: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

de dialogo MERCOSUR-China, instaurado en 1997 y que se interrumpiera en su

Quinto Encuentro realizado en Beijing en el año 2001. El Plenario de Autoridades,

órgano superior de la ZICOSUR, también debe prestar atención al apartado V del

documento, titulado «Relaciones entre China y las Organizaciones Regionales

Latinoamericanas y Caribeñas». En ese apartado el gobierno chino define la política

hacia dichas organizaciones:

“El Gobierno chino aprecia el papel relevante que desempeñan las organizaciones

regionales y subregionales de América Latina y el Caribe. La salvaguardia de la paz y

la estabilidad regionales y la promoción de la unidad y el desarrollo así como la

integración de la región y las apoya a que pongan en juego su positiva influencia en

los asuntos regionales e internacionales. La parte china continuará fortaleciendo el

intercambio, la consulta y la colaboración con las organizaciones pertinentes en los

diversos terrenos.” (Republica Popular China, Documento sobre Política de China

hacia América Latina y el Caribe, Beijing, 5 de noviembre de 2008).

Este aspecto resulta relevante en la medida que China no tiene formales relaciones

con la ZICOSUR y sus informales lazos pueden, paulatinamente, ser más

institucionalizados. El primer paso a seguir sería el reconocimiento como entidad y, en

tal sentido, proponer a la cancillería china -amén que no mantenga relaciones formales

con la ZICOSUR- que incorpore a la institución como un organismo de integración

subregional en su página Web, tal como refiere a otras instituciones regionales y

subregionales con las cuales aun no mantiene relaciones formales.

La diplomacia económica china crea canales de acceso directo a las materias primas

para continuar su crecimiento económico y lograr el objetivo de modernización. Por su

parte, los países de América Latina también tienden a modernizar sus economías de

forma distinta a la del país asiático. Mientras China moderniza bajo un régimen político

totalitario; Latinoamérica lo hacen en el marco de democracias, cuya mayoría se

encuentra en etapa de instauración. Por eso, si el objetivo de la subregión es también

modernizar y alcanzar el desarrollo económico, estas economías necesitarán a futuro

más energía, minerales y alimentos. Si la ZICOSUR enajena en el presente sus

recursos naturales no renovables, está obstaculizando su futura modernización y

deberá requerir esos recursos desde otras regiones, tal como lo hace China hoy luego

de expoliar los propios. La tensión emerge, por ejemplo, cuando la política comercial

de Argentina tiende a agregar valor a sus exportaciones, industrializando la soja; al

tiempo que China desea adquirir el producto primario, Es decir, mientras las

Page 147: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

exportaciones latinoamericanas estén compuestas de productos primarios, la

complementariedad resulta viable, pero cuando los gobiernos buscan agregar valor, a

través de la industrialización, la tensión comercial asoma como principal. La

desprimarización de las exportaciones lleva insita la mayor fricción comercial con

China (Oviedo, 2011).

Las inversiones chinas en la subregión aparecen como área de cooperación. La

ZICOSUR da la bienvenida a los inversores chinos, incluso en el ámbito de los

recursos no renovables. La mayoría de las inversiones chinas están en este sector y

generan un lobby chino cada vez más influyente en las decisiones de política nacional

y subregional.

La diplomacia subnacional de la ZICOSUR es compatible con la diplomacia

omnidireccional de China y su política hacia América Latina y el Caribe. No obstante,

el reconocimiento chino y el modo de relación dependerán de la evolución futura de la

ZICOSUR.

El interés chino por la ZICOSUR parte de la necesidad de obtención las materias

primas esenciales para continuar su modernización. Y, a su vez, el factor China es

relevante para la ZICOSUR en términos de socio comercial y fuente principal de IED

para poder consolidar el proceso de integración emprendido.

Análisis final

La Teoría de los Nuevos Regionalismos surgió para intentar explicar el fenómeno de

los procesos que comenzaron a gestarse en el mundo a fines de la década del ´80 y

los 90´s, a raíz de que la clásica Teoría de la Integración Regional dejaba fuera de

estudio muchos de los comportamientos que venían suscitándose entre los países. De

esta manera, esta Teoría de los Nuevos Regionalismos o Interregionalismo y todas

sus acepciones, nos presentan un conjunto de herramientas teóricas, analíticas y

metodológicas que permite, a quienes estudiamos estos fenómenos de regionalismos,

contar con ellas para abordar el tema y determinar ante qué tipo de proyecto de

integración nos encontramos. Nos interesa en este sentido, utilizando dichas

herramientas, analizar si, efectivamente, ZICOSUR representa un modelo posible de

integración meso-regional.

Page 148: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

La teoría identifica funciones ligadas a las relaciones interregionales (interregionales,

transregionales, híbridas y mesoregionales):

Para constituirse y concretarse en un modelo de meso-región, ZICOSUR debe

cumplir, entre sus objetivos, con el desarrollo de una política que abogue por la

“creación de instituciones” (Institution-building). Esto, ligado a dos cuestiones, 1)

mientras los foros intraregionales regularizan los canales de comunicación entre sus

miembros, están contribuyendo al proceso de institucionalización de sus relaciones

en un “nuevo nivel de toma de decisiones” (policy making) en el marco de un sistema

internacional multinivel; y 2) los grupos regionales, al ser parte de un proceso

interregional, necesitan coordinar internamente, en una primera instancia, para luego

poder negociar correctamente en el exterior. De esta manera las relaciones

interregionales pueden contribuir a fortalecer el grado de institucionalidad. ZICOSUR

cuenta con una estructura institucional en proceso de consolidación, compuesta de

un Plenario de autoridades, un Comité Coordinador de Gobernadores y una

Secretaría Ejecutiva Pro-Témpore; a su vez posee Comisiones de asuntos en todas

las áreas sobre las cuales trabaja: institucionales, infraestructura; comercio exterior,

turismo; cultura, educación, deporte y medio ambiente y respectivos foros de

consulta. Cada sector institucional se reúne periódicamente en reuniones de trabajo

técnico, y en su conjunto realizan Encuentros Ordinarios y Extraordinarios, así como

también Encuentros Internacionales con otras regiones, ej. Encuentro Extraordinario

Internacional ZICOSUR-Asia Pacífico.

En las reuniones de trabajo técnico se pretende “racionalizar” los temas de agenda

(Rationalizer function): utilizar las instancias de reunión intrarregional e interregional

como un paso inicial en las discusiones de asuntos globales que serán, en una

instancia posterior, negociados en foros globales. El objetivo es formar criterios y

tomar posición a nivel regional de cuestiones sensibles a sus intereses para poder

negociar a nivel global. Esto posibilita otra de las funciones necesarias en una

estructura regional: el “establecimiento de una agenda común” (Agenda -setter): esta

función está directamente relacionada a la racionalización de los temas a negociar en

el nivel multilateral. Esta definición de agenda, previa racionalización de los temas, es

lo que las autoridades máximas de ZICOSUR pondrán en la mesa de negociación

con otras regiones.11

ZICOSUR, subraya como uno sus principales objetivos, ampliar la cantidad de

11

Ver como un ejemplo de este ejercicio de función el Acta Final del Encuentro Extraordinario

Internacional ZICOSUR- Asia Pacífico, 2008. en:

http://www.zicosur.org.ar/Nueva_ZICOSUR/espanol/index1.php?pag=actas&id_acta=17

Page 149: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

miembros y lograr que la integración exceda lo económico para alcanzar también un

carácter social y cultural que profundice la identidad local para que los pueblos se

sientan parte de una construcción colectiva. Este refiere a la función de “construcción

de identidad” (Identity-building): las relaciones interregionales contribuyen al estímulo

de la construcción de una identidad regional. Los países comienzan por adoptar una

identidad sub-regional cuando se involucran en un proceso de interacción regional

como por ejemplo los bilaterales. Esto, eventualmente, se impulsa hacia la

constitución de una identidad regional que trasciende los límites nacionales. La

identidad de la región se definirá de acuerdo a la concepción que cada participante

tiene de sí y de acuerdo a cómo se percibe al otro en dicho proceso de interacción.

Este proceso de construcción identitaria desarrolla en la región un sentido de

“actorness” que le permite ser identificable, valorada, y le otorga la posibilidad de

plantearse metas, formular políticas, tomar decisiones y ejecutarlas como una unidad

fortalecida (Rúland, 2002. En: Olivet, 2005:12). La ZICOSUR tiene la intención de

conformar dicha identidad, no obstante, esta tarea conlleva la necesidad de

compromiso por parte de quienes la componen, y, muchas veces el proceso

representa un camino a transitar lento y gradual que dependerá de los frutos que le

brinde, a cada participante, el hecho de componer el bloque subregional.

Consideramos que la consolidación de la ZICOSUR como un proyecto político de

meso-región supondría la adopción de numerosos beneficios para la región en su

conjunto, y para cada uno de sus miembros de manera particular, ya que cuenta con

muchas de las condiciones necesarias y su fortalecimiento supondría que la agenda

de temas de investigación de la que deberían disponer quienes participan del proceso

de toma de decisiones, en el marco de la perspectiva mesoregional, debería incluir:

Un completo análisis del grado de utilización de los recursos y las necesidades de la

población. Esto implica tener en consideración el potencial demográfico-productivo de las

diversas áreas geográficas de la meso-región.

Mayor énfasis en la cooperación entre empresas que se establecerían. Necesidad de un

exhaustivo estudio del stock y la calidad de los recursos tangibles e intangibles disponibles en

las empresas regionales.

Una profunda comprensión de la realidad social y de las necesidades de la población

involucrada en el proyecto.

Mayor atención respecto de las instituciones y en las carencias que presenta el sistema.

Identificación de los sectores estratégicos y de las zonas de cooperación transnacionales con

el propósito de alcanzar la autosuficiencia a través de la creación de interdependencia

nacional e internacional de sectores productivos e industrias.

Page 150: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

Análisis del modelo de comercio horizontal existente y de las áreas con potencial para

generar mayor trazabilidad económico-productiva regional, potenciar la cooperación de

industrias entre los participantes de toda la meso-región.

Así, concluimos que, a pesar de las dificultades y desafíos a los que se enfrenta este

bloque subregional, efectivamente, se está gestando un espacio real donde actores

subnacionales le dan a los procesos de integración, en este caso desde la

perspectiva de mesoregionalismo, un “uso” de plataforma para la proyección al

mundo de unidades más pequeñas de acción a través del proceso de

internacionalización. Y, observamos también, la presencia de todos los agentes

necesarios para que la gestión externa de las subunidades sea exitosa, estados

nacionales, provinciales, actores privados,

ZICOSUR, mediante sus reuniones plenarias y foros de consultas interprovinciales

intenta otorgar espacios en donde las provincias miembros, y el sector privado,

aporten su mirada desde lo local al proceso de integración regional para crecer y

fortalecer el anillo de solidaridad de la región. Sin embargo, resta un largo camino en

la obtención de delegación de responsabilidades y capacidades por parte del Estado

Nación para que el proceso sea mucho más efectivo y fructífero. La integración

logística de la región con una mayor y mejor conectividad, la estandarización de la

calidad de los productos exportables y la homologación de las normas

fitozoosanitarias, son cuestiones que en la agenda de ZICOSUR deben ocupar un

lugar singular. Se debe generar conciencia en lo que respecta a la internalización de

legislaciones federales para profundizar los niveles de integración.

Se debe tener muy presente las distancias acortadas entre la Macroregión y el

Pacífico, y estar atentos al llamado de los mercados que allí se encuentran. Conjugar

las fuerzas productivas de la ZICOSU, y exportar juntos daría una mayor respuesta a

tamaña demanda, viendo que el principal desafío del siglo XXI- en la era de la

globalización- es asumir el reto de no quedar excluidos de las oportunidades que el

sistema internacional presenta.

ZICOSUR, representa, un proyecto de integración incipiente que cobra fuerza con el

pasar de los días y promete un panorama alentador para los actores subnacionales en

el contexto internacional.

Page 151: Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales IX

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i El crédito del Ex-Im Bank otorgado en 1940 a Brasil fue destinado a la construcción de la acería de Volta

Redonda. Brasil luego participó en la Segunda Guerra Mundial en el campo de los aliados. Tropas

brasileñas combatieron en la campaña de Italia junto a las fuerzas armadas de los Estados Unidos contra

las fuerzas del eje.

ii Entre los autores que contribuyeron a la teoría del desarrollo se mencionan a Rosenstein-Rodan, Myrdal,

Myint, Lewis, Kuznets, y Hirschmann.

iii CVRD fue privatizada en el año 1997.

iv El Mercado Común del Cono Sur formó una unión aduanera en 1995 entre Argentina, Brasil, Uruguay y

Paraguay.

v De acuerdo a CEPAL (2010), 89% de las ventas de JBS Friboi y 65,5% de sus inversiones son hechas

fuera de Brasil; 64% de su fuerza de trabajo está situada en el exterior. 49% de las inversiones de Vale se

realizaron en el extranjero.

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