Areíto 19 de septiembre, 2015

8
Areíto Zona de la Cultura y de las ideas www.hoy.com.do Editor: Bavegado Diseño: Aimée Piccirillo SÁBADO 19.09.2015 DELIA BLANCO “Sumisión”, una hipótesis responsable Página 2 Pedro Ricart: EL DESNUDO COMO METÁFORA DE LA C U LT U R A Luego de residir durante casi dos décadas en San Juan, Puerto Rico, Pedro Ricart nos entrega un cuerpo de obras ante las cuales confrontamos nuevamente su capacidad para renovarse creativamente... Pá g i n a 8 Imágenes de la ciudad de SANTO DOMINGO EN SU LITERATURA Leí que María Ugarte encontró los legajos que dan cuenta del traslado de la ciudad de la ribera oriental a la parte occidental donde antes hubo un sembradío de yuca. Pá g i n a 7 Claudio relata cómo cayó CAAMAÑO EN LA MONTAÑA “A Caamaño lo llevaron a Nizaito, no lo interrogaron. Beauchamps Javier le dio un cigarrillo pero ni comida, ni agua, ni lo curaron. Volvieron y lo asesinaron. Era el 16 de febrero, 6:47 de la tarde...Pá g i n a 5 Construcción de la “fe m m e” do m i n ica n a (En los medios impresos, 1917-1937) Página 3

description

 

Transcript of Areíto 19 de septiembre, 2015

Page 1: Areíto 19 de septiembre, 2015

A re í t o Zona de laCultura y de

las ideas

w w w. h oy.co m .d oEditor: BavegadoDiseño: Aimée PiccirilloS Á BA D O 1 9.0 9.2 015

DELIA BLANCO

“S u m is i ó n”, una hipótesis responsable Página 2

Pedro Ricart: EL DESNUDOCOMO METÁFORA DE LAC U LT U R ALuego de residir durantecasi dos décadas enSan Juan, Puerto Rico,Pedro Ricart nos entregaun cuerpo de obras antelas cuales co n fro n t a m o snuevamente sucapacidad pararenovars ecreativamente... Pá g i n a 8

Imágenes de la ciudad deSANTO DOMINGO ENSU LITERATURALeí que María Ugarteencontró los legajosque dan cuenta deltraslado de laciudad de la riberaoriental a la parteoccidental dondeantes hubo unsembradío de yuca.Pá g i n a 7

Claudio relata cómo cayóCAAMAÑO EN LAM O N TA Ñ A“A Caamaño lo llevarona Nizaito, no lointerro garon.Beauchamps Javier le dioun cigarrillo pero nicomida, ni agua, ni locuraron. Volvieron y loasesinaron. Era el 16 defebrero, 6:47 de la tarde...”Pá g i n a 5

Construcción de la“fe m m e”do m i n ica n a(En los medios impresos, 1917-1937)Página 3

Page 2: Areíto 19 de septiembre, 2015

2 Sábado 19 de s eptiembrede 2 015H OY A RE Í TO

Zona

Are

itoZo

na A

reíto

François-Marie Arouet-Voltaire (Filósofo y ensayista francés)El orgullo de los mediocres consiste en hablar siempre de símismos; el orgullo de los grandes hombres es de no hablarnunca de ellos.

1911 NACIÓ EL 19 DE SEPTIEMBRE.William Golding, escritor británico,

premio Nobel en 1983. Su obra más conocida esla distopía “El señor de las moscas”._

1985 MURIÓ EL19 DE

S E PTI E M B RE . ItaloCalvino, uno de losescritores italianos másimportantes del sigloXX. Entre sus muchostítulos podemosencontrar a “El Barón

LA HISTORIA/Fuente: Portal de Bibliófilo Enmascarado

Ra m p a n t e”, premio Viareggio y una de sus máspopulares obras._

1951 NACIÓ EL 20 DE SEPTIEMBRE.Javier Marías, novelista español,

miembro de la Real Academia Española. Una desus obras más conocidas es “Tu rostro mañana”._

1866 NACIÓ EL 21 DE SEPTIEMBRE.Herbert George Wells, narrador,

periodista y ensayista británico, de grancapacidad creadora y originalidad temática. Entresus obras más populares figuran “El hombre

i nvi s i b l e”, “La isla del Dr Moreau” y “La máquinadel tiempo”._

1860 M U RI ÓEL 21

DE SEPTIEMBRE.ArthurSchop enhauer,filósofo alemánautor de la obra“El mundo comoVoluntad yRepre s entación”.

DE SEÑAL A SEÑAL

Delia Blanco

E n Francia, desde los acontecimien-tos terroristas al periódico CharlieHebdo, el añopasado 2014, mi-

den cuidadosamente sucivismo, sus políticas ex-teriores, diplomacia,frente al espectro y laamenaza que conlleva es-tas terribles acciones.Después del pánico, delacontecimiento en sí, ydel levantamiento y repu-dio a estos criminales,miles de personas seidentificaron con el PactoRepublicano, acudiendotodos los hombres y mu-jeres que defienden losvalores democráticos y lalaicidad. Se manifestaronen la Place de la Républi-que de París, más de dosmillones de personas, así como lamayoría de los jefes de Estado europeos,quienes con su presencia dieron la señal y laalarma de que el problema es “de todos”, yque la movilización debe unirnos a todos.

Hace apenas un mes la Editorial Ana-grama nos trajo traducida al castellano lanovela “Su m i s i ó n”, cuyo autor es el afama-do escritor francés Michel Houellebecq,conocido en todo el mundo y aquí en Re-pública Dominicana, ya ha sido recibida yanalizada por grupos interesados en la lec-tura, la excepcional obra que marca hitospor la temática que traba dicha obra, en laque la política y el arte coinciden, a travésde esa visión “h o u e l l e b e c q u i a n a” donde semezclan la fábula, la denuncia de una épo-ca apática e indiferente, muy oportunista,nada que no conozcamos ni que no sepractique en este siglo.

La literatura también marca una pre-sencia significativa inesperada con la no-vela de Michel Houellebecq, que salió enlibrería dos días antes del atentado a Char-lie Hebdo. En esta narrativa, se deslizan losproblemas del año 2022. Las elecciones ce-lebradas ese mismo año le da la victoria, ensegunda vuelta, al Partido de la Herman-dad Musulmana, dirigido por un políticoastuto y carismático, Mohammed Ben Ab-bes (líder de una nueva formación islamis-ta moderada). Este se sitúa en segundo lu-gar y finalmente evita la victoria del FrenteNacional, dirigido por Marine Le Pen, paralograr ganar la elección y formar gobierno,aliado a los socialistas.

La novela, indiscutiblemente surge co-mo una provocación cínica y ácida, peroeste escritor intelectual, consciente delcontexto político debilitado desde hacemás de 20 años, está lejos de ser “un ilu-

minado inconsciente” como quieren ves-tirlo sectores políticos que se saben abier-tamente señalados en dicha novela. La hi-pótesis de compartir el poder con una her-mandad musulmana resulta un dolor de

cabeza para la derecha de-mocrática y para la cla-se media. Es por el ladoblando, conciliador,que penetra Ben Abbes,y tiene una respuesta ala descomposición deEuropa en sus valores,pues ofrece una nuevasociedad manejada porel patriarcado, instituyela poligamia para loshombres, y exige quetodos los docentes seconviertan al Islam. To-do esto supone un esca-lofrío y atiza el miedo entodas las generacionesque heredaron del pen-samiento de izquierdapost Mayo de 68.

El personaje autorFrançois es agnóstico y vive

el mundocon una dinámica de rutina y de frustra-ción moviéndose en el día a día con unaida y vuelta automática de la casa a la uni-versidad, donde es catedrático. Este abu-rrido profesor observa como la rápidatransformación que sucede a la llegada delnuevo presidente al Elíseo altera la coti-diana vida francesa. El panorama de paísexhibe un cambio que ha permitido quelos judíos emigren a Israel, las mujeres defaldones largos han cambiado su indu-mentaria por pantalones y blusas, y…laSorbona es ahora una universidad islámi-ca con gran felicidad por parte de los pro-fesores conversos que han recibido au-mento en sus salarios y…tienen derecho ala poligamia.

En los tres primeros capítulos, tenemosuna ambientación del profesor universi-tario de los 80, jefe de cátedra, seducido aun estrecho mundo escolástico, entregadoa la investigación y la enseñanza. Sus mo-mentos de exaltación los vive con Myriam,alumna joven judía de 22 años, con quienlleva una relación de pura técnica y placersexual entre dos clases y el calentamientode comida rápida o recibida por “deliver y”en su microondas.

La cotidianidad descrita por Houelle-becq es decadente, salvo los momentos ex-traordinarios destacando la belleza, en eseParís que él ama, que es el París arquitec-tónico de finales del siglo XIX, justamenteun París de “la Belle Époque” y del “Art Dé-c o”. Es el París de ese siglo del naturalismo,invocado maravillosamente en el persona-je de Huysmans, su maestro, su guía lite-rario y filosófico, la mayor entrega intelec-

tual de su vida, autor venerado por Ho-uellebecq, al igual que su personaje Fran-çois, quien como el escritor es un erudito,un investigador, un íntimo conocedor delpensamiento y de la espiritualidad deHuysmans, el escritor del siglo XIX, porcierto, convertido al final de su vida a lavida mística católica, consagrando a estareligión su tesis.

La provocación en el caso de Houelle-becq, como la hipótesis expresada comodije antes al modo condicional gramatical,nos alerta del peligro intelectual que pocoa poco se va sometiendo a la indiferencia, ala pérdida lenta y paulatina de tantos siglosde lucha y contradicciones que han per-mitido construirse en Europa. No pensa-mos que haya un peligro más allá de la hi-pótesis, pero si creemos que la misma escreada por el gran intelectual Michel Ho-uellebecq, puede multiplicar indignacionesy estremecimientos que nos lleven a pensarsobre los riesgos de la “s u m i s i ó n”en su axio-ma más amplio. Permitir que la mujer acep-te la poligamia al hombre a través de su re-ligión, pero, también la sumisión religiosa alDios del hombre es un peligro. El personajefascinante del rector Rediger, así comoFrançois el protagonista señalan con res-ponsabilidad los peligros de la fascinaciónpor la transformación de Europa frente auna moderación de Ben Abbes que ofrecede cierto modo, un retorno al Imperio Ro-m a n o.

Paradójicamente, “Su m i s i ó n” llegó a laslibrerías francesas el mismo día del trágicoatentando contra Charlie Hebdo, y de unautor como Houellebecq, acusado de isla-mofobia y de dar alas a la extrema derecha,pero quien supo defenderse afirmando losiguiente: “No tomo partido, no defiendoningún régimen. Deniego toda responsabi-lidad, provocación, porque no digo cosasque considero falsas solo para poner ner-viosos a los demás”. A lo que muchos crí-ticos agregaron que más allá de la polémica,“Su m i s i ó n” es una novela de política-fic-c i ó n”, como 1984 y Un mundo feliz. Una tur-badora fábula política y moral, en que coe-xisten intuiciones poéticas, efectos cómicosy una melancolía fatalista.

Michel Houellebecq tiene la responsa-bilidad de manejarse con cinismo y conironía y humor, y provoca, ciertamenteuna eventualidad que todos y todas, hom-bres y mujeres forjados en los valores de lademocracia y de la laicidad debemos to-mar en cuenta. Esta hipótesis debe servirpara que la ciudadanía se mantenga enatención y movilizada, para salir de la iner-cia que desde hace más de 20 años vienenpracticando la izquierda, la socialdemo-cracia y la derecha liberal.

Concluyo señalando que estamos anteuna novela imprescindible y actual, en laque el realismo y la ficción se abrazan encampanadas de alertas!

“S u m i s i ó n”, unahipótesis responsable

Page 3: Areíto 19 de septiembre, 2015

A RE Í TO 3Sábado 19 de s eptiembrede 2 015 H OY

La construcción de la“fe m me” domi nic a naEN LOS MEDIOS IMPRESOS, 1917-1937

E n medio de la intervención estadouni-dense a la República Dominicana(1916-1924), la vuelta al poder de Ho-racio Vásquez y los primeros años de la

tiranía trujillista, los medios impresos locales dela época construían un imaginario inspirado enla postguerra europea alimentado e impulsadopor el naciente poderío comercial y la cultura deconsumo de La Unión.

Las revistas construyeron la identidadfragmentada de la mujer influenciada por elestilo de vida que se hilaba en París y se tejíanen Nueva York. Una mirada a la colección derevistas Letras (1917), Féminas (1923), Blan-co y Negro (1925), Bahoruco (1935), y al pe-riódico Listín Diario (1937) delatan las in-fluencias que liaban en las páginas a la evo-cadora sublimidad con la cual debían accio-nar las mujeres dominicanas en los pocosespacios públicos en los que era permitidasu presencia.

Aquellas publicaciones muestran como si-nónimo de belleza los rasgos de la herenciaeuropea (piel blanca, cabello lacio, ojos cla-ros) y reivindican un culto a la cosificación deun cuerpo etéreo, angelical, al cual se invita aexplorar con sugerentes posturas asumidaspor las señoritas y damas que por su linaje yestirpe podían ser captadas por la lente defotógrafos o pintadas por ilustradores.

LA MODA EN TIEMPO DE GUERRAUn año después de la intervención esta-

dounidense, en 1917, la revista Letras pre-sentaba el acontecer del universo femeninoa través de las secciones de modas, la lecturafemenina y la página del hogar.

Tenía una especial repercusión la publi-cidad, pues atadas a la fabricación e indus-trialización empezaban a establecerse fami-lias dominicanas que importaban produc-tos para el estilo que se pulsaba en este na-ciente mercado con las tiendas, talleres decostura y sastrerías locales.

Letras destacaba en sus portadas la ima-gen de una señorita de alta sociedad atavia-da con un marcado estilo bucólico, de co-lores pasteles. La edad de estas señoritas eraentre 13 y 17 años, para la elección de susatuendos se reunía un consejo conformadosolo por hombres.

También había espacio para mujeres quesobrepasaban los 17 años. Una página demodas de 1917 de esta publicación muestrala alusión totalmente europea que se llevabaen el peinado, el corte de pelo y la ropa. Sindudas, la ropa era una alegoría a lo que seesperaba de la buena señora: la prudencia, elsilencio, la invisibilidad de las emociones.

Las otras mujeres que aparecían lo hacíananunciando productos para el hogar, vesti-das de un ropaje de grandes dimensiones y,por supuesto, el delantal que las encajonabaen la geografía doméstica.

LAS MUJERES DE ANTAÑOLa revista semanal Blanco y Negro, entre

1925 y 1926, se destaca por portadas ilustra-das a cargo del español Tarazona, un artistaque retrotrae imaginarios de antaño, como lamujer de los mares, la sirena; o aquella quecomo la bíblica Salomé pidió la cabeza deJuan el Bautista… También, la diosa Venusexhibidora de sus atributos cosificados.

En estas páginas es cincelada una mujerliberal hilvanada desde una perspectivamasculina. Quizás una respuesta al contextode los tiempos, puesto que el movimiento demujeres alzaba la voz y propugnaba en todoel mundo por ser ciudadanas, por tener de-rechos (el movimiento de las sufragistas deAbigaíl Mejía).

En 1926 es más constante y notoria la sec-ción de modas de McCall, con la cual comen-zaba la reproducción masiva de un estilo delvestir al difundir no solo consejos, también lamanera de coser y elaborar los atuendos.

El párrafo introductorio constituía la argu-mentación del prestigio que implicaba losconsejos compartidos por el taller de ropa demanera masiva: “En los patrones McCall sereproducen aquellas modas que fueron ori-ginadas en París y que retuvieron esa elegan-cia parisiense que tanto agrada a la mujer”.

La publicidad de la revista es un puentepara convertir a la belleza en una tiranía para

las mujeres. Es notorio el rol secundario quese le asignaba a la mujer, tal es la de la má-quina de escribir y calcular Remington-Dal-ton. El atuendo de las mujeres trabajadorasdistaba al de aquellas que salían en portada,repetían los estereotipos de la prudencia.

FÉMINA Y BAHORUCOEl nombre de Dorothy Stote era buscado

todos los viernes por las lectoras de la revistaFémina, entre 1923 y 1924, por ser referenteen los temas de moda y sus consejos paralucir con los indicadores exportados de Parísy Nueva York.

Stote escribía: “El blanco nieve hace talcontraste con el cutis que acentúa tremen-damente su palidez original. Al escoger eviteel blanco, pero si quiere dedíquese por el cre-ma o el color ostra. Lo mismo para trajes quepara adornos en un traje negro, estos doscolores últimos quedan bien”.

En este párrafo resaltan dos aspectos: elcolor de la piel, el eterno afán de negar lasraíces aborígenes y africanas, y la incidenciadel traje negro de Coco Chanel, atuendo quecomenzaba utilizarse desde 1924.

Bahoruco traía los escritos de BernardShaw, que a diferencia de Stote se funda-mentaba en recontar el estilo de las familias

reales de Inglaterra, o recordaba las andan-zas de Luis XV. En una columna de abril de1923 Shaw publicó: “Los reyes de Franciaeran los que entonces imponían la moda, ytoda Europa copiaba. (…) La etiqueta de lacorte, en tiempo de Luis XV, tasaban en 6,000francos el costo de un traje de ceremonia”.

ENTRE HOLLYWOOD Y LA PUBLICIDADA siete años de comenzar la dictadura Tru-

jillista, habiendo cometido el sátrapa varios ase-sinatos, la prensa dominicana estaba extasiadaen la grandeza que exhibía el tirano y en latransmisión de nuevos códigos de moda.

Llegaban a través de las páginas del ListínDiario “Los secretos de Hollywood” (1937),página que realizaba la firma cosmética MaxFactor, bajo el eslogan Genio del Maquillaje.Esta sección diaria respondía preguntas delas damas de la época que podían enviar susinterrogantes al periódico.

La columna revelaba el interés por estafirma en “m u n d i a l i z a r” las preocupacionesfemeninas y construir, a nivel internacional,unos cánones de belleza, estilo y actitud.

También se publicaban las columnas desecretos de belleza de los considerados ico-nos femeninos: Claudette Colbert y MiriamHopkins, de manera semanal, aconsejabantanto sobre estos temas como de etiqueta yp ro t o c o l o.

Las tiradas del Listín Diario le permitíanser vector de publicidad para las mujeres en-focadas en medias, artículos y productos debelleza, alimentos y autos. Aparecen ilustra-ciones de mujeres cuyas contexturas, rasgos,piel y vestuario eran prevalentemente “im -por tados”.

COMO SIBELLESCuenta la leyenda de la escritora Gulia

Cristeva que tras ser destruida una ciudadgriega los hombres que conformaban elconsejo de reyes pintaron, idealizaron, unaciudad como habían imaginado a una mu-jer. Sus calles eran tan largas como sus ca-bellos; sus fuentes tan contorneadas comolos senos… Sus mercados tan grandes comosus ojos. Sibelles habitaba ese imaginariopatr iarcal.

En la República Dominicana, a través demedios escritos de las primeras tres décadasdel siglo XX, se idealizó una mujer a través dela moda, la belleza y el estilismo, quizás talcual como sucede en las publicaciones delsiglo XXI.

En la República Dominicana, a través de revistas y periódicos de las primeras tres décadasdel siglo XX, se idealizó una mujer a través de la moda, la belleza y el estilism o.

ELVI

RA L

ORA

Apor

te

FUENTE EXTERNA

Page 4: Areíto 19 de septiembre, 2015

4 Sábado 19 de s eptiembrede 2 015H OY A RE Í TO

Honrar la vidaNo! Permanecer y transcurrirNo es es perdurar, no es existirNi honrar la vida!Hay tantas maneras de no serTanta conciencia sin saberA dormecidaMerecer la vida, no es callar y consentirTantas injusticias repetidasEs una virtud, es dignidadY es la actitud de identidadMás difinida!Eso de durar y transcurrirNo nos da derecho a presumirPorque no es lo mismo que vivirHonrar la vida!No! Permanecer y transcurrirNo siempre quiere sugerirHonrar la vida!Hay tanta pequeña vanidadEn nuestra tonta humanidadEn c e g u e c i d aMerecer la vida es erguirse verticalMás allá del mal, de las caídasEs igual que darle a la verdadY a nuestra propia libertadLa bienvenida!Eso de durar y transcurrirNo nos da derecho a presumirPorque no es lo mismo que vivirHonrar la vida! Marlina Ross

Debemos brin-dar por habervivido. Brin-dar por cadauna de las vi-das que a tra-

vés de los años hemos po-dido vivir. Cada día es un re-galo. Cada año cumplido esuna acumulación de expe-riencias maravillosas, lascuales dependiendo de lasperspectivas existencialesque asumamos, nos con-vierten en mejores personas. Brindo por lavida y por los días que me quedan por vivir,sean muchos o pocos, estoy más que paga.Como dice la canción que popularizó la vozde Thalía:

Por esos días por venirpor este brindis para mípor regalarle a la intuición el alma míaporque los días se nos vanquiero cantar hasta el finalpor otra noche como estas, por mi vida

Por esos días por venirpor este brindis para mípor regalarle a la intuición el alma míaporque los días se nos vanquiero cantar hasta el final…

Estoy convencida de que debemos teneruna actitud diferente ante la vida. Esta mal-dita sociedad occidental quiere vendernos, através de subterfugios diversos, el mito de laeterna juventud. Envejecer se convierte enuna verdadera maldición, en una realidadque debemos ocultar. Decir los años que te-nemos es un estigma, cuando debería ser unorgullo, una bendición.

La juventud eterna, el mito imposible, fal-so y absurdo de la sociedad de consumo, haconvertido a la belleza construida en puramercancía. Muchas jóvenes no piensan encultivar sus almas, sino en fabricar sus cuer-pos, su cara y su pelo para ser muñecas fic-ticias. Las más adultas se aferran a sus añosde juventud, y luchan por el imposible. Conesta afirmación no quiero decir que al llegara los 60 me abandonaré a lo que mi cuerpoquiera, o me vestiré como la clásica ancianacon su falda larga, su moño en la nuca y za-patos mocasines cerrados. No! No! No! Creoque lo importante es que nosotras las mu-jeres sesentonas seamos bellas asumiendocon estoicismo el paso del tiempo.

Creo, como dice la letra de la canción quedio a conocer la inmensa voz de la inolvi-dable Mercedes Sosa, que necesitamos"honrar la vida", pues no solo es dejar trans-currir los días, siendo testigo del discurrir delas horas con actitud contemplativa y sin

compromiso con el futuro.Vivir es una gracia, una bendición, un re-

galo. Yo me acepto como soy. Acepto enve-jecer por el precio de vivir. Exhibir mi peloblanco, teñido por la vida, es más que unorgullo. Es mi grito sin palabras de que estoyorgullosa de mi edad, de mi experiencia acu-mulada y de mi paso por la vida. Caminar allado de mi esposo, que también tiene plataen el pelo y las arrugas se han ido adueñandode su rostro, es una bendición del cielo. Jun-tos exhibiendo nuestros años hasta el finalde nuestras existencias.

SOBRE LA VIDANo es chacota la vida,La tomarás en serio,Como lo hace la ardilla, por ejemplo,Sin esperar ayuda ni de aquí ni de allá.Tu más serio quehacer será vivirLa tomarás en serio,Pero a tal punto en serio,Que a los setenta años, por ejemplo,Plantarás olivares,No para que les queden a tus hijos,Sino porque, aunque temas a la muerte,Ya no creerás en ella,Puesto que en tu balanzaLa vida habrá pesado mucho más.Nazim Hikmet“Antología Poética”Ed. Quetzal 1984

Me doy cuenta que encinco años, cuando alcancelos 65 años de edad, segúnlas Naciones Unidas, voy aformar parte del 9.1% de lapoblación mundial, que seestima que para el 2050, al-canzará la cifra de casi 2 bi-llones de personas. No toca-remos aquí el grave proble-ma demográfico que signifi-ca. Debe ser objeto de otrase n t re g a s

Volvamos al tema esen-cial de esta reflexión. Al llegar a los 60, y dehecho lo he practicado desde hace cincoaños, es que tengo la maravillosa ventaja depermitirme muchas cosas. Mejor dicho to-davía ¡de liberarme de muchas cosas! Apren-dí a decir NO. Entendí que ya no tengo quedoblegarme a nada ni a nadie. Creo en laverdadera libertad, en el más amplio y pro-fundo sentido. Feliz de poder decir, sin ata-duras, todo lo que pienso. Y sentirme libre,me hace feliz. Es el premio maravilloso dehaber cumplido las seis décadas de existen-cia. No sé cuánto tiempo más estaré en estatierra y en este mundo. Solo sé que viviré conintensidad todos y cada uno de los días queme quedan por vivir. La pasión seguirá arro-pándome, pero con una gran diferencia. To-maré el tiempo necesario para la soledad,para seguir descubriendo la belleza de lo ni-mio, para descubrir que la banalidad es aveces un buen escape. Y, por supuesto, se-guiré junto a mi amada familia nuclear y am-pliada, y junto a mis amigos, la familia ele-gida por el corazón. Inicio este nuevo tra-yecto vital caminando con bríos y con sue-ños y esperanzas renovadas. Y me siento fe-liz, más que feliz.

Una mujer deMUCHA EDAD

(4)

‘‘ No sé cuántotiempo más

estaré en esta tierra yen este mundo. Solosé que viviré conintensidad todos ycada uno de los díasque me quedan porvivi r ”.

MU

-KIE

NAD

RIAN

ASA

NG

E n

cu e n

tro sCÁPSUL AS

G E N E A L Ó G I CAS

w w w. i d g.o rg.d o

Saviñón: Se non èvero, è ben trovato

(5 de 6)

Joan Ferrer y José Antonio González

V olviendo sobre nuestros pasos,tenemos que los hijos engendra-dos por Gregorio Saviñón y Mi-caela de Tapia fueron: 1. Bárbara

Saviñón, bautizada el 22 de diciembre de1754 y desposada el 13 de febrero de 1775con Salvador Pi y Piquer, natural de Bar-celona, hijo de don Francisco Pi y doñaEulalia Piquer, factor de la Real Compañíade Comercio de Barcelona en Santo Do-mingo, vicesecretario y notario del arzo-bispado y alcalde y procurador del cabil-do. Sus sucesores se trasladaron a Cuba.

2. José Saviñón, crismado el 8 de mayode 1756, sin prole.

3. Pedro Antonio Saviñón, nacido al-rededor del año 1757, fue marido de doñaFrancisca Arroyo y Quevedo, hija de Lau-reano de Arroyo y Catalina Antonia Ruizde Quevedo.

4. María Antonia Saviñón, bautizada a28 de junio de 1760, celebró desposorio el7 de agosto de 1780 con Miguel GerónimoMartínez de Venezia Satelices, hijo de Ma-nuel Martínez de Mendoza, natural y al-guacil mayor de Guadalajara, y Margaritade Venezia Santelices. Expiró el 13 de sep-tiembre de 1793 a poco de haber otorgadotestamento ante Martin de Mueses. Sucuerpo fue sepultado en la iglesia de lasMe rc e d e s.

5. Ana Josefa Saviñón, bautizada a 2 deenero de 1762, esposa de Leonardo Pi-chardo Cereceda, hijo de José Antonio Pi-chardo y Pichardo y Josefa Cruzado y Ca-ro. Con descendencia en Cuba.

6. Juana Manuela Saviñón, bautizada24 de mayo de 1763, contrajo matrimonioen 1782 con el capitán de ingenieros Pe-dro Roig y Lluis, natural de Porreres, Ma-llorca. La esposa llevó en dote el hatillo deCasamancebo, con 50 cabezas de ganado,y dos casas altas y bajas, cercanas al ayun-tamiento, todo por un valor de 2,500 pe-sos. Juana Manuela exhaló su último sus-piro el día 1 de julio de 1798.

7. Francisco Javier María Saviñón, quesigue, bautizado el 12 de marzo de 1765.

8. Manuel Concepción Saviñón, bau-tizado 23 de diciembre de 1767, estudiógramática en la Universidad Santo Tomásde Aquino.

9. Jacinta Saviñón, casó, el 20 de enerode 1791, con el tesorero Fernando Mau-león, natural del Puerto de Santa María.Falleció poco después, a primeros de juliode 1795.

10. María Vicenta Saviñón, nacida al-rededor del 1771, maridó con JoaquínFernández de Castro y Pérez Caro, hijo deLorenzo Fernández de Castro MeléndezBazán y doña María Belén Pérez Caro yFernández de Oviedo. Se trata de una fa-milia de solera, ampliamente estudiada.

11. María del Carmen Victoria Saviñón,bautizada el 22 de diciembre de 1772.

12. María de la Cruz Saviñón, mujer delguardiamarina Francisco Xavier Foxá yMontúfar, natural de San Sebastián, hijode Luis de Foxá y Mora y doña María An-tonia de Montúfar y Milla. La ceremonianupcial se habría llevado a cabo en la ca-tedral metropolitana el 5 de septiembrede 1792.

13. Ramón Francisco de Paula Saviñón,nacido 11 abril 1775.

14. Nicolás Saviñón, no adquirió esta-d o.

La estrategia matrimonial articuladapor los elementos de esta primera gene-ración de los miembros de la familia Sa-viñón, nacidos todos en el solar domini-cano es digna de resaltar, tomando encuenta que la mayoría optó por vincular-se, ora con sujetos peninsulares de la eliteburocrática y militar, ora con individuosde la maltrecha y contraída aristocraciacriolla, provenientes tanto de Santiagocomo de Santo Domingo.

Instituto Dominicano de Genealogía

Page 5: Areíto 19 de septiembre, 2015

A RE Í TO 5Sábado 19 de s eptiembrede 2 015 H OY

Claudio relata cómo cayóCaamaño en la montañaL a delación de un chofer y un diario

que llevaba Hamlet Hermann contra-viniendo instrucciones de Caamaño,permitieron la localización y el cono-

cimiento de pormenores de los combatien-tes de la guerrilla de Caamaño.

“Llevábamos excavados más de 25 hoyoscuando oímos una balacera, se trataba de unpelotón que vino tras nuestras huellas. Caa-maño ordenó: ‘¡No dispare nadie!’. Ante eseevento abandonamos los mulos, porque yase sabía que éramos nosotros, a Lalane lohabían herido en dos partes”.

Claudio Caamaño Grullón hace la narra-ción refiriéndose a la búsqueda de alimentossupuestamente enterrados y agrega que elconductor del concho los había visto salir deEl Cercado el 3 de febrero en la tarde, y locontó en el parque de Ocoa. El policía de laplaza lo interrogó. El día 5, cerca de las 11:00de la mañana los encontraron.

“Yo curé a Lalane con hojas pues tuve quedejar mis medicinas en el barco, se le infectóun pie pero cuando lo matan estaba casi re-c u p e ra d o”, significa.

En cuanto a los enlatados revela que elsujeto designado por AmauryGermán para esa operación “loengañó y esa fue la falla másgrande que tuvimos”.

Se vieron obligados “a entraral poblado de Las Cuevas a bus-car comida, porque nuestroobjetivo era llegar a la parte surde la cordillera Central, entrePadre las Casas y San Juan de laMa g u a n a”. Ahí no encontraronnada, agrega, porque los guar-dias se llevaron todo. “Una se-ñora había escondido un puer-quito y nos lo preparó”.

Ya los perseguían a pie y en helicópterosmiembros de las Fuerzas Armadas, el Ejér-cito, la Policía, perros de caza, aviones “di -rigidos por norteamericanos que vinieron aanalizar el área”.

Otro pequeño pueblo al que llegaron fuedesalojado y de ese salieron a la carreteraSan José de Ocoa-Constanza donde les sor-prendió la primera emboscada.

Se refiere al diario de Hamlet: “Su p i e ro ncuántos éramos, por dónde caminába-mos, nos mencionaban por los pseudóni-mos. Hamlet escribió ese diario estandoprohibido por Caamaño, nadie más lo hi-zo, después oíamos a los guardias hablan-do de nosotros”.

Relata que Hermann abandonó sus apun-

tes “en Cuesta la vaca, como a tres kilómetrosal norte de Las Cuevas, en un momento enque Caamaño determinó que dejáramos ob-jetos que no fueran imprescindibles… ”.

Al escuchar a los militares pronunciar sussobrenombres, Caamaño preguntó enfático,con la vista puesta en Hamlet, quién dejóescritos, narra Claudio. Porque “desde Cubaél vivía hablando de que había que apun-tarlo todo”. “Hamlet guardó silencio peroluego tuvo que reconocerlo y Caamaño lellamó la atención de manera tan fuerte co-mo lo hizo con el bote, advirtiéndole que sepreparara para un castigo ejemplar, que esoameritaba un Consejo de Guerra. Lalanetambién estaba muy molesto”, afirma. Loscombates impidieron cumplir ese propósi-to, declara.

Esclarece que ya los habían detectado“pero con el diario conocieron lo que ha-bíamos hecho desde el primer momento,por él, que anotaba a escondidas el día ad í a”.

Hamlet “fue un elemento problemáticodesde Cuba, donde llegó hablando de unafamosa Curva Sintótica que se inventó diz-

que para mejorar las con-diciones de los ejercicios ylos tiros… Le pusieron els i n t ó t i c o”, comenta.

Asegura que no secomportaba “como loque era, un raso, pensabaque debía ser comandan-te y era un combatientemás, Caamaño y LalaneJosé eran los jefes”.

Al hablar del triste fi-nal de Ramón EuclidesHolguín Marte, tambiénlamenta el proceder de

Ha m l e t . “Se nos murió porque lo dejamossolo para buscar alimento, el 20 de febrero.Se movió y cayó de cabeza por un arroyo, sedesnucó. Le sobé su fusil, le puse un tiro en larecámara para que si lo encontraban nopensaran que lo mataron, era también unhomenaje a él. Después volvimos a buscarlopero cuando Hamlet se entregó en Villa Al-tagracia llevó al lugar a Ramiro Matos y ellosmovieron el cadáver”.

La emboscadaSe encontraban a 13 kilómetros al sur de

Alto Bandera cuando los sorprendió unaemboscada y Caamaño ordenó que ataca-ran lateralmente para que Mario Nelson Ga-lán Durán, jefe de vanguardia “rezagado cer-

quita del fuego”, pudiera salir.Era la noche del 15 de febrero, señala.

Caamaño mandó asestar a los militares ungolpe fuerte denominado Propaganda Ar-mada. El camión donde aquellos iban se es-trelló y se incendió. “Murieron 24, de 26, seapeó uno y le tiramos con la profunda penade haber matado a un dominicano quecumplía con su deber”.

Bajo llovizna caminaron toda la noche y sedetuvieron a esperar que amaneciera y a des-cansar hasta el mediodía pero a las 10:45,cuando Claudio fue a tocar a Payero, su relevo,escuchó un disparo que lo alcanzó en el pó-mulo y en la nariz. Provino de un guardia queestaba a 12 metros de distancia “y me tiré bo-ca arriba y le disparé”. Era integrante de losCazadores de Montañas y al único que hi-rieron gravemente con granada fue a Lalane.

Precisa otros combates, tácticas, retiradashasta que llegó a un firme y escuchó a losmilitares decir “de voz en voz”:

“¡Dos muertos y Caamaño ta cogío, he-rido, ya esto se acabó!”.

Quedaron Hamlet, Galán, Payero, Hol-guín y él. Avanzaron hasta un camino vecinaly detrás de ellos pasó un vehículo. Se detuvoy los de adentro saludaron a Carlos CastilloPimentel. “En el monte, en el silencio, se oyetodo y escuché a mi primo preguntar: ‘¿Adónde me llevan?”.

Castillo Pimentel, explica, “era el jefe delos Cazadores de Montañas, los que más noscombatieron. Se fue”. Los militares a bordoquerían asesinar al prisionero pero Claudiosupo después que Castillo lo había impedidocuando se retiró donde sus jefes, quienes lohicieron preso pues la orden era matar aCa a m a ñ o.

“A Caamaño lo llevaron a Nizaito, no lointerrogaron. Beauchamps Javier le dio uncigarrillo pero ni comida, ni agua, ni lo cu-raron. Volvieron y lo asesinaron. Era el 16 defebrero, 6:47 de la tarde. La orden la llevóRamón Emilio Jiménez. Participaron, ade-más, Enrique Pérez y Pérez y Ramiro Matos”,a s e g u ra .

Holguín murió en el arroyo Los Limon-cillos. “Me senté a su lado pidiéndole que medijera qué pasó. Había recogido hojas parahacerle un té. Comencé a tirarlas y a cul-parme: si se hubiera quedado uno con él, nose cae. Lloré, nunca me he perdonado esemuerto, nos entrenamos para protegernosunos a otros”. Un mes después cayeron Ga-lán Durán y Payero Ulloa en una emboscadaen Los Mogotes. Claudio quedó solo, herido,en la montaña.

ÁNG

ELA

PEÑ

AA .

PE N

A @ .C

O M

. D O

Viaj

e po

r la

His

tori

a ‘‘ Ll o ré ,nunca me

he perdonado esemuerto…”

Claudio y Francis Caamaño en la Revolución de Abril. (Elpresidente Francisco Caamaño y el mayor Claudio…)

Eberto Lalane José. Herido gravemente con granada.

ARACELIS MENA Y NAPOLEÓN MARTE

‘‘ Era la noche del15 de febrero,

señala. Caamaño mandóasestar a los militaresun golpe fuertedenominado PropagandaArmada. El camióndonde aquellos iban seestrelló y se incendió”.

Page 6: Areíto 19 de septiembre, 2015

6 Sábado 19 de s eptiembrede 2 015H OY A RE Í TO

Personajes y callesde mi vieja ciudad

(13)

E n el año 1958 nos mudamos a la calleLas Carreras. Dejábamos atrás, entrelos muros de nuestra vieja y amadaCiudad Colonial, los recuerdos de in-

fancia y primeros años de adolescente; perono nos fuimos, la ciudad seguía siendo partede nuestro diario vivir, El Conde seguía sien-do nuestro Conde y asistíamos a nuestroamado Instituto Salomé Ureña, en la PadreBi l l i n i .

Nuestra casa en Las Carreras estaba ubi-cada entre las calles Enrique Henríquez (an-tigua La Vega) y Leonor de Ovando, en elsector conocido como Ensanche Lugo; justofrente a nosotros vivía don Joaquín Lugo, suesposa Celia, su hija Margarita, casada con elabogado Fernando Tavares, y sus dos peque-ños hijos.

Al lado norte de la casa está un edificiode cuatro plantas, ocupado entonces, elprimer piso por la familia del doctor Gui-llermo Maggiolo, famoso gineco-obstetra;el segundo por el Dr. José Joaquín Pérez,reconocido abogado; el tercero por la fa-milia de Mario Alvarez Dugan –Cu c h i t o -prestigioso periodista, y en el cuarto pisovivía Efraim Castillo, prestigioso intelec-tual y publicista. Siguiendo la cuadra haciael norte, estaba la casa de don AmancioEstrada, esposa e hijos; al lado los ReadHoepelman, en la esquina con EnriqueHenríquez, la familia formada por RafaelFélix Carías –Ítico- y Nadia Díaz, -primanuestra- y sus tres hijos, y en la otra es-quina la familia Espinal Miranda, cuyoshijos, Luisa, José Manuel y Miguel, se handistinguido como ingenieros, aquí y enPuerto Rico.

La música llenaba toda esta cuadra. Pro-venía de la casa del lado sur de la nuestra, enla esquina Leonor de Ovando, donde vivía lafamilia del reconocido músico don Luis Me-na, junto a su hija Elila Mena, una de nues-tras más grandes pianistas, y los hijos de esta,los Valdez Mena. Oscar Luis, fue otro des-tacado pianista y Francisco –Frank- es un ex-celente cirujano ortopeda. Madre e hijo seturnaban en la práctica del piano por horas yh o ra s.

En la cuadra entre Leonor de Ovando e In-dependencia, acera oeste, en la casa de la es-quina, vivían las Hermanas Dujarric y la fa-milia Rivera Pina y su hija Margarita. Más ade-lante estaba la casa de dos plantas de donEmerito Lugo, su familia ocupaba la primeraplanta. Don Emerito era presidente de laAgencias Pereyra, representantes de los acon-dicionadores de aire “A m a n a”, luego, la segun-da planta fue ocupada por los Cáffaro Durán,cuyo hijo Erasmo –Niní- aun “Por amor”, si-gue deleitándonos. En la casa del lado vivía lafamilia Ibarra Ríos. Sus hijos, Nurys, Julio, fueun prominente abogado, y Luis Eduardo,amigo entrañable, estudiante universitario,cayó abatido en diciembre de 1963 en “Lasescarpadas montañas de Quisqueya”.

La esquina Las Carreras con Avenida In-dependencia, era otro espacio lleno de mú-sica que brotaba de un piano maravilloso,tocado desde su casa por el gran pianistaManuel Rueda, quien además de músico fueescritor y dramaturgo. Frente a esta casa enla Independencia, estaban los Helados Cre-mita, y al lado, El Restaurant Lina, el másreputado de entonces.

En la acera este, en un moderno edificiode varias pisos, ocupaba el primero la Fe-rretería Mateco, frente al cementerio viejo; allado en Las Carreras, la familia Cambiaso,más adelante la familia formada por el doc-tor Manuel Sánchez y Sánchez- Don Bi- ydoña Rosa Pérez y sus seis hijos, Rosa Emilia,María Trinidad, Fernando y Manuel –médi -cos- y Juan y Frank –ingenieros. Más ade-lante vivían los Báez Ortiz y los Taulé Mañón.Yoryi, Jassen y Maxim

La calle Enrique Henríquez se inicia en laMariano Cestero, en la esquina del antiguoteatro Independencia. En su primera cua-dra, acera sur, quedaba la panadería Carbo-nel, de don Teófilo Carbonel, y al lado el“Colmado Gigante”, que para esa época loera. Al término de esta primera cuadra la ca-lle se bifurca, justo en el ángulo que formauna casa de dos plantas, donde operaban las

oficinas representantes de los famosos pro-ductos Dr. Scholl. En ese punto al sur nace lacalle Leonor de Ovando. En la primera cua-dra de esta calle vivían las familias Arias Lora,padres del famoso doctor Ney Arias Lora,pionero de la neurocirugía en el país; los Fe-rrúa Lluberes, padres de Giovanny, colum-nista y crítico, y al frente los Ferrúa Barrúos.

El auditorio del Instituto Salomé Ureña,seguía ofreciendo conciertos y funciones deteatro. Nuestro profesor Manuel Marino Mi-niño nos incentivaba a que asistiéramos,siendo esta vez más enfático, porque él di-rigiría el concierto y se presentaría ademásuna joven promesa del canto lírico. Nos en-tusiasmamos y asistimos esa noche del 14 demarzo del 1958 y escuchamos por primeravez a la que sería una de las glorias de nuestralírica, la soprano Ivonne Haza. Ese mismomes, día 21, fuimos a oír un concierto enBellas Artes a cargo de la famosa pianistaespañola Alicia De Larrocha. Recuerdo a mimadre entusiasmada hablando del maravi-lloso concierto con su amiga y vecina ElilaMe n a .

En la calle Leonor de Ovando en la cuadraentre Las Carreras y Bernardo Pichardo, vi-vían en la acera sur la numerosa familia PeñaValentín, al lado la familia Ruiz Biaggi y sustres hijas, Maritza, condiscípula y amiga desiempre, Patria y Nelly, su padre don ProsperRuiz Coén, para ese año era subsecretario deEducación y después ocupó el cargo de di-rector general de Bellas Artes. En la siguientecasa la familia Vasallo Velázquez. En la aceranorte la familia Caolo Moreta, y al lado GiselaLluberes, casada con el capitán Soto Perelló.

En aquellos años estuvieron de moda losclubes juveniles, también se acostumbrabacelebrar bailecitos en casas de familia. El 14de septiembre de 1958 tiene un significadoespecial para mí. En la casa de Diana Cam-biaso se estaba celebrando un bailecito de“despedida de las vacaciones”. En medio delbaile, los muchachos salieron a recibir a unamigo que llegaba de los Estados Unidos, setrataba del joven Héctor Juan Bosco Gue-rrero De Castro. Al entrar a la casa nos fuepresentado, no sé si fue “amor a primera vis-t a”, pero sí para siempre. Bosco fue a vivir a la

casa de su tío Sócrates Guerrero Noyer, en laEnrique Henríquez No.15. Luego de estudiosde Arquitectura en New York, inició la ca-rrera de Derecho, fue líder estudiantil y po-lítico, fundador del periódico universitario“Fra g u a”.

El acontecimiento artístico más impor-tante de ese año fue la presentación del Ba-llet de Washington que traía como bailarinesinvitados a dos de las más grandes figuras dela época, Alicia Alonso e Igor Youskevitch. Nohabiendo en la ciudad un teatro apropiadopara un evento de esta envergadura, se es-cogió al Teatro Agua Luz, en el que se montóuna gran tarima. El lugar no era el más ade-cuado, pero ninguno más hermoso. Las lu-ces y las fuentes le daban un toque mágico alespectáculo, brillando Alicia Alonso e IgorYouskevich al interpretar el Cisne negro yluego en el Adagio del segundo acto de ElLago de los Cisnes. El Ballet de Washingtonpresentó también Las Danzas Polovetzianasdel Príncipe Igor, cerrando una noche inol-v i d a b l e.

Finalizando el 1958 asistimos al Auditoriode Bellas Artes, a un concierto de la SinfónicaNacional en el que la estudiante de pianoFrida Marión Landais, alumna de la profe-sora Aida Bonnelly de Díaz, interpretó elconcierto en Mi bemol, de Mozart. La críticaalabaría su interpretación.

Aquel nuevo vecindario era maravilloso,hicimos grandes amigos que aun conserva-mos, aunque otros ya se han ido. Los jóvenestodos universitarios, se reunían en las esqui-nas, sentados en las verjas de las casas, es-pecialmente en la esquina de Las Carrerascon Leonor de Ovando, a conversar y ver pa-sar a las jóvenes, pero en aquellas reunionesse hablaba de muchas “c o s a s”.

Un sonido particular le había dado a laciudad un toque patético. Era el producidopor los carros Volkswagen, que circulabanllevando su carga inefable de temidos “ca -l i e s e s”; muchas veces se detenían junto a losgrupos de jóvenes para requerirles los tresgolpes: la cédula, la Palmita –carné del Par-tido Dominicano, de Trujillo- y el del ServicioMilitar Obligatorio; el temor se iba apode-rando de todos…

CARM

EN H

ERED

IA D

E G

UER

RERO

Apor

te

Teatro Independencia.

Ivonne Haza Julio Ibarra Rios Dr. Ney Arias Lora

Juan Bosco Guerrero y Carmen Heredia. Manuel Marino Miniño

FUENTE EXTERNA

Page 7: Areíto 19 de septiembre, 2015

A RE Í TO 7Sábado 19 de s eptiembrede 2 015 H OY

Imágenes de ciudadde Santo Domingo en su literatura

P or lo menos en su narrativa, la lite-ratura dominicana nació con voca-ción regional. Tómese “El montero”,de Bonó, o “La fantasma de Higüey”,

de Angulo Guridi, y tendrá en estos primerosgestos literarios diversos retratos de un tiem-po espacio que se distancia de la Ciudad.Aunque ella está tan presente en el relatohistórico que apenas podemos desligarla desu cuadrícula. Pedro Mir cuenta en “Tra t a d oelemental de la ciudad”, que aparece en“Tres leyendas de colores” (1968), la relaciónfurtiva de un español y una india que, al po-seer el oro, corren del Cibao hacia el Sur, se-gún debe contar fray Batolomé de las Casas.Por otra parte, leí que María Ugarte encontrólos legajos que dan cuenta del traslado de laciudad de la ribera oriental a la parte oc-cidental donde antes hubo un sembradío deyuca. Esta imagen se sobrepone en la mentea la hermosa calle de Las Damas que des-cribe Tulio María Cestero en “La sangre” o deforma central en “Ciudad ro-m á n t i c a”.

La calle de Las damas es esaque hoy recorren poetas ebriosy turistas atolondrados, es lamisma que, junto a la Torre delHomenaje, aparece en los ver-sos de Juan Pablo Duarte cuan-do buscaba registrar la perse-cución de los trinitarios que,como ocho míseros, deberíanpartir hacia extranjeras playas.La ciudad de los trinitarios na-die la ha dejado tan fresca en lamemoria que Troncoso Sán-chez en “Vida de Juan Pablo Duarte” (1976),acontecimiento que también narra RosaDuarte en “Vida del General Juan PabloDuar te”. Además narra Troncoso Sánchez laplaya de Güibia, los lances amorosos, la rosaen la chaqueta y el mote de ‘ filor ios’ les da-ban los prohaitianos a los jóvenes duartistas.Otras imágenes, no menos románticas, nosla da Bernardo Vega de los dibujos de Théo-dore Chassériau quien, a mediados del sigloXIX, trazó sobre el lienzo la belleza del puertovisto desde Sans Soucí. Más allá, al este elmercado o al norte del río Ozama, la casamajestuosa de Don Diego Colón, que en untiempo fue ruinas y establo de Ulises Heu-re a u x .

La ciudad asediada por piratas o descritaen los tiempos del gobernador Osorio porCarlos Esteban Deive, primero en “Las de-va s t a c i o n e s” y luego en “Viento negro, Bos-que del Caimán” como por las letras barro-cas de Federico Jovine Bermúdez en “Oso -

r io” y Emilia Pereyra en “El grito del tam-b o r”.

La ciudad decaída durante la restauraciónque nos narra vívidamente Angulo Guridi, esla ciudad de Santana, Alfau y un grupo degenerales que le pusieron precio a la patria. Yque solo tiene en las letras una voz femeninaalta, que integra la nación, es la ciudad de“Ru i n a s” de Salome Ureña Díaz. Es tambiénla ciudad antillana de los Hostos, Baldoriot yde Castro, quienes fundaron escuelas, logra-ron una nueva ciudadanía antillana y soña-ron con la independencia de Puerto Rico.Tengo entonces otras imágenes, las que eldoctor Heriberto Pieter nos da en sus me-morias: de la juventud capitaleña bajo lasmontoneras; la miseria en la vida de un za-patero remendón, como era el padre del mé-dico que se graduó a París, como las distintasimágenes que nos da otro médico, FranciscoMoscoso Puello, en “ Navar ijo”.

Pienso en las imágenes de la ciudad queencantaron a César Nico-lás Penson en “Cosas añe-j a s”, “Las vírgenes de Ga-l i n d o”, “Barriga verde”...En todas sus celebracio-nes como las narra EmilioRodríguez Demorizi en“Música, baile y folcloreen Santo Domingo”. Pien-so en una fiesta que leí en“La sangre” o en “Ciudadro m á n t i c a”, pienso en lascarnavales de la ciudad oen las festividades de SanAndrés. En la gente de En-

gombe y de Los Mina narradas como esaotredad que llegaba a la ciudad deseosa devender su pequeña cosecha.

No menos dejan de ser pródigas las hue-llas gráficas de Virgil Díaz, en “Lilís y Ale-jandr ito”, con ubicaciones muy precisas, ypor supuesto, las memorias de la ciudad deDamirón en “De soslayo”, imágenes vívidasde la ciudad letrada, las aventuras de los pos-tumistas, de Moreno Jimenes, quien entrabay salía en busca de las esencias telúricas de ladominicanidad.

Recuerdo la ciudad en “Ru f i n o”, de GarcíaGodoy, como la ciudad ocupada por las ín-sulas interiores; como la llegada de CesáreoGuillermo o algunos de los fusilamientos deLilís detrás de la puerta del Conde cuandoera un vertedero y la hacienda La Primaverano había sido explotada por el puertorrique-ño Pedro Lluberes para expandir la ciudadhacia el oeste en lo que será Gascue. No sinantes dejar atrás dos imágenes interesantes:

el poeta Humberto Doucoudray saliendo enun barco del muelle de Santo Domingo y unpersonaje que regresa a la ciudad desde elextranjero y su desencuentro en “Inexora -b l e” de Arturo Roque Freites.

La entrada de tropas en “Los carpinteros”de Balaguer y las descripciones de los edi-ficios coloniales en “Ciudad romántica”, delmismo autor. Interesante visión de un cibae-ño sobre la ciudad cuando otro, el santiaguésMario Fermín Cabral, proponía el cambio denombre por ciudad Trujillo. Es la ciudad queaparece en “ Los enemigos de la tierra”, deRequena, y en los cuentos de Marrero, en“Ba l s i é ”, como en “En busca de enganche”que muestra al campesino como una otre-dad, más allá, “Juan mientras la Ciudad cre-c í a”, de Carlos Federico de Pérez, quien des-cribe los estragos del huracán San Zenón.

La ciudad de los años treinta y el cuarentanarrada en las memorias de dos petroma-corisanos, Orlando de Haza y AlburquerqueZayas Bazán. La juventud de los cuarenta y elfin de la guerra, luego vienen hermosas imá-genes en los cincuenta ya construida la Ciu-dad Universitaria y unas nuevas represen-taciones de espacio de cultura moderna conel piso que le ponen los exiliados españoles ycuyas improntas encontramos en los relatosde Almoina, del vasco Jesús de Galíndez ,y lasmemorias de Hans Weiss Delgado, para ter-minar en el relato de Ramón Francisco quenos da el sentido espacial de la ciudad y co-mo se fue agrandando.

La literatura en la década del cincuenta oes muy regionalista en la colección de cuen-tos. “C i b a o”, de Hernández Franco, o en“Punto Sur” , de Lacay Polanco. También esmuy existencialista en Teté Robiou y en loscuentos de Díaz Grullón de “Un día cual-q u i e ra” y tendrá una referencialidad clásicaen “La ciudad inefable” de Franklin MiesesBurgos. Es también la ciudad de Lacay Po-lanco en “En su niebla”, con la calle El Condesus grandes tiendas que ya Mir había retra-tado en sus primeros versos. “En su niebla”Ernesto Lasalle, definitivamente enamo-rado de Mabel, es un personaje que seenclava en la ciudad, en los bares y ter-tulias donde acudían los poetas, como enLa Cafetera, con la presencia de FranklinMieses Burgos, pero es interesante la na-rrativa sobre Ciudad Nueva que variadasreferencias tendrá en la narrativa de laGuerra de Abril y en los cuentos de Renédel Risco y Bermúdez. Es la ciudad enque el poeta refiere una casa con bal-cón frente al mar y algunas fotos de Laferia de la Paz.

MIG

UEL

ÁN

GEL

RNER

ÍNL i

t e ra

t u ra

‘‘ La ciudaddecaída durante

la restauración que nosnarra vívidamenteAngulo Guridi, es laciudad de Santana, Alfauy un grupo de generalesque le pusieron precio ala patria”.

Page 8: Areíto 19 de septiembre, 2015

8 Sábado 19 de s eptiembrede 2 015H OY A RE Í TO

¡Pedro RicartEl desnudo como metáfora de la cultura!

B ajo un título de definitivamente ex-perimental: “NU beyond DE”, un de-licioso juego de palabras en inglésque el mismo artista traduce como

“más allá del desnudo”, Pedro Ricart ha pre-sentado recientemente su décima exposi-ción individual en el Museo de las Casas Rea-les. Luego de residir durante casi dos déca-das en San Juan, Puerto Rico, el reconocidoartista dominicano nos entrega un cuerpode obras ante las cuales confrontamos nue-vamente su capacidad para renovarse crea-tivamente hasta llegar a unos niveles admi-rables de frescura y libertad expresiva.

La muestra, integrada por más de 30obras, entre pinturas, dibujos y trabajos di-gitales, ha significado un excitante reencuen-tro con las obsesiones temáticas, técnicas es-tilísticas y filosóficas que nutren la prácticacreadora de Pedro Ricart durante los últimosveinticinco años. En “NU beyond DE”, ade-más de sus recapitulaciones sobre la fusiónentre cuerpo y paisaje, figuración y abstrac-ción, resulta notable su enfático interés encombinar las técnicas tradicionales, la tela, elpapel, el collage, así como los medios digi-tales y los materiales extra-pictóricos.

Entre las obras más significativas de lamuestra, destacan las tituladas “Came to restf l e s h”; “Posing between the true and lie”;“She decided and she´s still waiting”; “Ye syou know”; “In my eyes allows”; “Fashion forsome next modern burial”; “Me in the mid-dle of my thughts; “In the desert of the timethrough an hourglass of colors”; “Wa l k i n ground around and over your skin”; “Just as u p p o s i t i o n” y “The passion bleeds its ownblood color”. El impacto visual y la fascinan-te capacidad evocadora que nos deparan es-tos trabajos, resultan de una riqueza plásticareforzada por el característico virtuosismode Pedro Ricart en el manejo del dibujo, ladelirante utilización del color y la sutilezaefectiva del recurso de la pedrería.

En sus pinturas digitales de edición limi-tada, Pedro Ricart nos propone un “lir ismod i g i t a l” en el que la abstracción retocada porcomputadora resulta ciertamente cautivan-te. Tanto las obras digitales como las pin-turas sobre tela y los collages sobre papel, ensu mayoría de pequeños formatos, nos se-ducen por una factura, rigurosa en ocasio-nes, otras veces rápida y siempre impecableque por sí misma le aporta unos nivelesasombrosos de integridad y artisticidad.

Desde luego, la factura y el dibujo rápidosaparentemente inacabados son frutos de un

cálculo estilístico sumamente personal en elcaso de Pedro Ricart. Y este recurso resultacristalinamente especular en cuanto nos re-mite a la circunstancialidad; a los efímerosrituales del caos posmoderno y a la mismavelocidad de comportamiento del cuerpocomo proveedor de metáforas e imágenesque nos remiten a lo ético y lo estético: de-seo, júbilo, celebración, gracia y energéticagestualidad visual.

Desde principios de la década de los 90,Pedro Ricart define una propuesta estéticaesplendorosa y energética, caracterizada poruna síntesis formidable entre figuración deaire neoclasicista y abstracción lírica. Sinembargo, en los ejercicios creativos que in-tegran “NU beyond DE”, el cuerpo y el pai-saje característicos de su universo resultandesbordados hasta su desvelada fragmenta-ción.

Pedro Ricart deconstruye y transfigura elcuerpo como comportamiento y gestuali-dad. El cuerpo volcado hacia fuera. El cuerpofragmentado, desmitificado y mixtificado. Elcuerpo posmoderno, insospechado, fugiti-vo. El cuerpo como signo y metáfora de suspropias pulsiones. Metáfora de su gestuali-dad física y de sus vibraciones anatómicas,morfo-fisiológicas y espirituales. El cuerpodesnudo y “al desnudo” como penúltima yprofética decantación cultural de Occiden-t e.

En las obras recientes de Pedro Ricart,cuerpo y paisaje operan como signos cla-rificadores y a la vez como una provocacióna profundizar en los temas, realidades y si-tuaciones que le preocupan como artista ycomo ser humano (religión, política, familia,sexualidad, amor, dolor, fraternidad, cotidia-nidad). Así, ante los penúltimos ejercicioscreativos de Pedro Ricart, uno se siente in-vitado a pensar en una visión del cuerpo hu-mano como metáfora de lo natural, lo ar-tificial y lo cultural.

En un cuerpo cuyos órganos y atributosprincipales se vislumbran en inminente pro-ceso de “d i s o l u c i ó n”. Desde esta perspectiva,“el cuerpo sin órganos” (Gilles Deleuze y Fé-lix Guattari, 1972) opera como metáfora pro-piciadora del pensamiento sobre sí mismo.Sobre su capacidad de metamorfosis, vér-tigos y seducciones al mismo tiempo quenos mueve hacia el autocuestionamiento yhacia el intento de descifrar su inefable ré-gimen de signos y valores, tanto en el con-texto estético como en el terreno antropo-l ó g i c o.

En síntesisPedro Ricart

Pedro Ricart nace en Santo Domingo, el 11 de juniode 1960. Realizó estudios en la Escuela Nacional deBellas Artes y en la Escuela de Arte de laUniversidad APEC. En 1995, participa en el XXVIIFe stivalInternacional de laPintura de Cagnes-Sur- Mer, Francia,evento en el querepresenta a laRe p ú b l i caD o m i n i ca n a ,recibiendo MenciónEspecial del Juradoy el Premio a la Mejor Selección por país. En esemismo año, se establece en San Juan, Puerto Rico,exponiendo individualmente en Galería Viota(1997-1999), Galería Tamara (2000) y el Museo deArte Contemporáneo de Puerto Rico (2006). Entresus principales reconocimientos destacan: 1er.Premio III Concurso Estudiantil de PinturaUniversidad APEC, Santo Domingo (1974); 1er.Premio II Concurso Estudiantil de Arte Royal Bank ofCanada, Santo Domingo (1975); II Premio de DibujoXI Concurso de Arte E. León Jimenes (1985) y IIIPremio de Pintura XV Concurso de Arte E. LeónJimenes (1993). Las obras de Pedro Ricart formanparte de las colecciones del Museo de ArteContemporáneo, Puerto Rico; Centro Cultural LeónJimenes; Banco Popular Dominicano, así como deimportantes colecciones privadas de Italia, Francia,Estados Unidos, Canadá, Puerto Rico, Saint Thomasy República Dominicana.

AMAB

LE L

ÓPE

Z M

ELÉN

DEZ

A RTO

PI A 0

1 @ G

M A I

L .CO

MAr

te C

onte

mpo

ráne

o

Just a supposition. Pintura digital, 2015.

In the desert of the time through an hourglass of colors. Mixta sobre papel,2 015. Came to rest flesh. Mixta sobre papel, 2015.

Walking round around and over your skin. Mixta sobre papel, 2015.