Arguedas: el mito del eterno retorno en La agonía de Rasuñiti

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Arguedas: el mito del eterno retorno en La agona de Rasu-iti Germn Atoche Intili

Introduccin En el presente trabajo analizaremos La agona de Rasu-iti, cuento del literato, antroplogo y etnlogo Jos Mara Arguedas Altamirano, escrito el 3 de octubre de 1961, editado un ao despus1. Cumple as medio siglo de publicacin en 2012. El autor peruano presenta una paradoja, nos permite entender la forma en que Pedro Huancayre, el dansak Rasu-iti2, ve la vida a travs de sus horas finales. Antes de continuar explorando esa idea, debemos revisar algunos conceptos previos. Otros miradas Paoli (Millones, 1987) afirma que la msica y el baile son uno de los ejes sobre la prosa arguediana y lvarez Gonzlez (2007) que la danza de tijeras es una de las referencias e incorporaciones de formas culturales quechuas que pueblan su obra. En ese sentido refiere que crticos como Martn Lienhard y Antonio Cornejo Polar observan que este baile se encuentra presente en obras de Arguedas como Yawar Fiesta, Los ros profundos, La agona de Rasu-iti o El zorro de arriba y el zorro de abajo. Es importante puntualizar que Arguedas tena un inters especial en la danza y el danzante de tijeras. Recordemos su pedido en una carta-testamento que en su sepelio el violinista Mximo Damin interpretara La agona, uno de los pasos de la danza (lvarez Gonzlez, 2007). Posteriormente solicit que no se hiciera caso a este requerimiento (Arguedas, 1983), sin embargo sostiene Mario Vargas Llosa:el violinista Mximo Damin Huamani, de San Diego de Ishua, Lucanas, y los msicos Jaime Guardia, Alejandro Vivanco y los hermanos Chiara acompaaron el cortejo fnebre tocando, con arpas, quenas y charangos, la Agona de la Danza de las tijeras,1

Por Ediciones Camino del hombre. Para el presente ensayo utilizaremos el primer tomo de sus Obras

completas (Arguedas, 1983). A menos que se indique lo contrario, las citas sern tomadas del mismo.2

Danzak significa bailarn en quechua y Rasu-iti que aplasta la nieve.

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mientras dos de esos danzantes indios, que haban fascinado a Arguedas desde nio, iban bailando junto al atad vestidos con sus multicolores trajes de plumas y espejos (Brando, 2004, sin pgina).

La predileccin por esta danza se debera a que la contempl de nio mientras conviva con los indgenas en varios pueblos de la sierra central del Per. Sus observaciones seran la nica descripcin autorizada del baile en el contexto rural (Zevallos-Aguilar, 1999). Respecto al cuento en s, Gonzalo Valdivia Dvila (2008) estima que Rasu-iti mantiene la tranquilidad sabiendo que logr conservar su identidad, asegurando la continuidad de la cultura andina y que Arguedas narra la resistencia de sta a desaparecer, simbolizada en la danza de tijeras, que une elementos mgicos y tradicionales. Ubicacin Rasu-iti viva en un casero de no ms de veinte familias (206), en el tercer prrafo leemos: Estoy oyendo la cascada de Sao (201). Lo que lleva a situar la accin en el distrito de San Pedro de Sao, creado en 1936, en la provincia de Huancayo, departamento de Junn. Sao viene del quechua Sau, tierra cocida (Tauro del Pino, 2001, a: 2422). Danza de tijeras Danza de Ayacucho, Apurmac y Huancavelica, junto a la huaconada de Mito, realizada en Junn, fueron declaradas, en noviembre de 2010, Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco, la Organizacin de las Naciones Unidas para la Educacin, la Ciencia y la Cultura (El Comercio, 2010). Arguedas la nombr as por su caracterstica principal y es que los bailarines las hacen cantar, movindolas con su mano derecha3. El protagonista de la historia debe seguir todo un ritual para practicarla, vistindose con el traje tpico que es descrito en detalle:3

Arturo Jimnez Borja menciona: Cada tijera lleva grabada una inicial del nombre que se le tiene escogido. Se considera que una tijera es hembra y la otra macho[...] cada tijera tiene voz distinta. La hoja macho, grave, y la hoja hembra alta y clara[...] Para taerlas es necesario calzar la mano derecha con un guante de lana blanca. Estas tijeras no se prestan ni se venden; acompaan a su dueo hasta la muerte (Tauro del Pino, 2001, b: 2556-2257).

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Se levant y pudo llegar hasta la petaca de cuero en que guardaba su traje de dansak y sus tijeras de acero. Se puso el guante en la mano derecha y empez a tocar las tijeras[...] Se estaba poniendo la chaqueta ornada de espejos[...] Se puso el pantaln de terciopelo[...] Se calz las zapatillas. Se puso el tapabala y la montera. El tapabala estaba adornado con hilos de oro. Sobre las inmensas faldas de la montera, entre cintas labradas, brillaban espejos en forma de estrella. Hacia atrs, sobre la espalda del bailarn, caa desde el sombrero una rama de cintas de varios colores[...] Estaba ya vestido con todas sus insignias! Un pauelo blanco le cubra parte de la frente. La seda azul de su chaqueta, los espejos, la tela roja del pantaln, ardan bajo el angosto rayo de sol que fulguraba en la sombra del tugurio que era la casa del indio Pedro Huancayre, el gran dansak Rasu-iti, cuya presencia se esperaba, casi se tema, y era luz de las fiestas de centenares de pueblos[...] Ya tena el pauelo rojo en la mano izquierda. Su rostro enmarcado por el pauelo blanco, casi salido del cuerpo, resaltaba, porque todo el traje de color y luces y la gran montera lo rodeaban, se diluan para alumbrarlo; su rostro cetrino, no plido, cetrino duro, casi no tena expresin. Slo sus ojos aparecan hundidos como en un mundo, entre los colores del traje y la rigidez de los msculos (203-205).

l se mueve al ritmo del arpista Lurucha y del violinista don Pascual. El primero de ellos comanda el do, dictando las fases del baile. Inicia con el jaykuy, entrada, cambiando a los siguientes pasos: sisi nina, fuego hormiga; tono waqtay, la lucha; yawar mayu, ro de sangre; el illapa vivn, el borde del rayo; lucero kanchi, alumbrar de la estrella y del wallpa wakay, canto del gallo. La antroploga Lucy Nez Rebaza y el profesor Antonio Salvador Villegas Falcn aseveran que cuenta con un origen prehispnico en las fiestas de cosecha y labranza. Otra idea es que sus predecesores son los Tusuq, Lavias, considerados sacerdotes, adivinos, brujos y curanderos, muy respetados por el pueblo hasta la llegada de los espaoles, quienes los persiguieron por resistirse a abandonar sus tradiciones ancestrales. Se les consider como Supaypa Wawan, Hijo del diablo, hasta que fueron integrados a esta sociedad condicionados a danzar en honor al Dios occidental (Ribera Godoy, 2009). Mitologa Los danzantes no son hombres desamparados, se considera que gozan con el amparo de los dioses. En el caso del personaje principal es guiado por el Wamani, Dios montaa

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que se presenta en figura de condor (204); era hijo de un Wamani grande, de una montaa con nieve eterna. l, a esa hora, le haba enviado ya su espritu: un cndor gris cuya espalda blanca estaba vibrando (206). Como manifiesta su esposa: Las tijeras no son manejadas por los dedos de tu padre. El Wamani las hace chocar. Tu padre slo est obedeciendo (205). Ella tambin explica a su hija:Son hojas de acero sueltas. Las engarza el dansak por los ojos, en sus dedos y las hace chocar. Cada bailarn puede producir en sus manos con ese instrumento una msica leve, como de agua pequea, hasta fuego: depende del ritmo, de la orquesta y del espritu que protege al dansak. Bailan solos o en competencia. Las proezas que realizan y el hervor de su sangre durante las figuras de la danza dependen de quin est asentado en su cabeza y su corazn, mientras l baila o levanta y lanza barretas con los dientes, se atraviesa las carnes con leznas o camina en el aire por una cuerda tendida desde la cima de un rbol a la torre del pueblo (205).

Y ms adelante el mismo Pedro contina:El genio de un dansak depende de quin vive en l: el espritu de una montaa (Wamani); de un precipicio cuyo silencio es transparente; de una cueva de la que salen toros de oro y condenados en andas de fuego? O la cascada de un ro que se precipita de todo lo alto de una cordillera; o quizs slo un pjaro, o un insecto volador que conoce el sentido de abismos, rboles, hormigas y el secreto de lo nocturno; alguno de esos pjaros malditos o extraos, el hakakllo, el chusek, o el San Jorge, negro insecto de alas rojas que devora tarntulas (206).

Concepcin de la muerte El ttulo de la historia nos habla de una agona que precede a la muerte de Pedro. No lo toma por sorpresa, la presiente y no decide pasar sus ltimos momentos tranquilo, en casa, acompaado por su familia sino que ordena avisen a los msicos y a su discpulo Atok sayku4, quienes llegan seguidos por alguna gente del pueblo. El protagonista morir

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Que cansa al zorro en quechua.

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como vivi, danzando: Tardar an la chiririnka5 que viene un poco antes de la muerte.Cuando llegue aqu no vamos a orla aunque zumbe con toda su fuerza, porque voy a estar bailando (204).

El baile tiene una funcin social, continuar con un legado, inculcarlo a las generaciones ms jvenes. Este camino es trazado por l mismo y heredado por Atok sayku, se da la idea de un pasado, presente y futuro o si se quiere, de una continuacin de los abuelos a los padres y de estos a los hijos. Por eso es importante que todos observen el ritual de despedida y que Rasu-iti cuente con un discpulo quien solo se convierte en un danzante completo cuando fallece su maestro. Puede morir el cuerpo de un hombre pero no las tradiciones de la cultura andina. Este con todo su conocimiento reencarna6 en su pupilo:El Wamani aqu! En mi cabeza! En mi pecho, aleteando! dijo el nuevo dansak[...] Era l, el padre Rasu-iti, renacido, con tendones de bestia tierna y el fuego del Wamani, su corriente de siglos aleteando[...] Enterraremos maana al oscurecer al padre Rasu-iti. No muerto. Ajajayllas! exclam la hija menor. No muerto. l mismo! Bailando! (209).

Esto presenta una diferencia con la cultura occidental, en la que existe un profundo temor o tanatofobia a esta condicin, influenciada por la ideologa judeo-cristiana (Gispert en Atoche Intili, 2010) y ligada al rechazo hacia la vejez, lo que nos lleva a juzgarla como una de los mayores tabes.5

Mosca azul en quechua. Podemos leer en un mito de la civilizacin Wanka (Villanes Cairo, 2006): Has visto cmo las moscas azules se meten en la carne, que hace unos das apenas hemos tenido que secar? Mira, ponen sus huevos, huele mal y se pudre! La mosca azul es nuestra enemiga desde siempre[...] Se disputa con los buitres el privilegio de darse un banquete con la carne descompuesta[...] Anuncia la muerte. Trae desgracias, enfermedades y pestes. Se alimenta de muertos (140).

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En el cuento el renacimiento es atestiguado con beneplcito por el Wamani, a diferencia del Dios

occidental, quien segn una leyenda castig a Can por matar a su hermano Abel, marcndolo para que no pudiera morir; su hijo Jess habra hecho lo propio con el Judo errante, condenndolos a la vida.

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Lo rural andino enfrentado a lo urbano criollo Cabe resaltar que lo occidental fue asimilado por lo criollo, ubicado preferentemente en las zonas costeras urbanas del pas, contraponindose con lo rural andino. Arguedas vio su vida dividida entre estos dos mbitos, hecho que lo afect a nivel personal y al momento de escribir su obra. Encontramos una clara alusin sobre el contraste en el siguiente dilogo entre Huancayre y su hija mayor:Oye el galope del caballo del patrn? S, oye contest el bailarn[] S, oye! Tambin lo que las patas de ese caballo han matado. La porquera que ha salpicado sobre ti. Oye tambin el crecimiento de nuestro dios que va a tragar los ojos de ese caballo. Del patrn no Sin el caballo l es slo excremento de borrego!

La figura del caballo es emblemtica de la llegada de los espaoles a estas tierras 7. Los indios residentes en el futuro Per sufrieron tras su llegada una serie de vejaciones que les llevaron a cambiar su modo de vida. Aunque se demolieron sus templos y se construy iglesias sobre las bases de las mismas, no pudieron destruir sus creencias religiosas, sufriendo estas un sincretismo entre lo extranjero y lo autctono. Esto llevara a que tengan una visin esquizofrnica, con dos cabezas opuestas. Pedro expresa la idea que la posicin andina, simbolizada por sus creencias, vencer en esta pugna inconsciente. Una contradiccin8 pues el personaje es nombrado como su lugar de origen, San Pedro de Sao, en honor a su patrn, el apstol San Pedro, piedra angular de la religin catlica. Adaptaciones La agona de Rasu-iti ha sido adaptado al cine y a las tablas. En 1974 Manuel Chambi intent llevarla al cine en un frustrado proyecto9 (Portales, 2011). Once aos despus, inspir un cortometraje del CETUC, Centro de Teleducacin de la Pontificia Universidad7

Este caballo fue el antepasado del actual Caballo peruano de paso, famoso por su forma de andar. Se

encuentra protegido por el Decreto Ley nmero 25,919 del 28 de noviembre de 1992 y declarado Patrimonio cultural de la Nacin (Wikipedia, 2012).8

Brando (2004) reflexiona que la danza con tijeras es producto de la aculturacin y de la resistencia, de

la violencia y de la parodia carnavalizadora que busca invertir los trminos del sometimiento. La trama narrativa, escrita en espaol, se quechuiza con los ritmos musicales y los movimientos de la danza (sin pgina).

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Catlica del Per, bajo la direccin de Augusto Tamayo y la supervisin de Josafat Roel Pineda, amigo y colaborador de Arguedas. Luis lvarez protagoniz a Rasu-iti y Delfina Paredes a su esposa (Gutirrez Cuadros, 2009). El grupo de teatro Waytay cre, en el ao 2000 una pieza homnima presentada dentro y fuera del pas (Marav, sin fecha). Finalmente, Danzak, corto de Gabriela Yepes, se exhibi en el prestigioso festival de Cannes en 2008 y gan diversos premios nacionales e internacionales (Portales, 2011). Conclusiones Existe un gran temor a la muerte en la cultura occidental. En cambio en la cultura andina, representada en este cuento, la muerte es una situacin natural y necesaria para el renacimiento10. El joven Atok sayku no es un dansak completo hasta que fallece su maestro y toma su lugar. De la misma forma que el danzante contina viviendo a travs de su discpulo, este texto renace en las distintas lecturas y adaptaciones que se realizan. Arguedas est vivo, sino en cuerpo s a travs de sus ideas y su obra, que se estudia y debate en los diversos congresos, revistas y eventos que se le dedic el pasado 2011 al cumplirse el primer centenario de su nacimiento. Referencias lvarez Gonzlez, Yaneth (2007). La danza de tijeras en El Sexto, de Jos Mara Arguedas. Contribuciones desde Coaetepec, enero-junio, nmero 12. Universidad Autnoma del Estado de Mxico.

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Jorge Vignati, encargado de fotografa de la grabacin, pidi prestado un rollo de pelcula de diez

minutos a Chambi, realizando una cinta sobre los conjuntos de danzak de Puquio, en el que Fausto Espinoza estuvo encargado del sonido y Ricardo Valderrama de la asistencia de direccin (Portales, 2011).10

En la cultura occidental quienes persiguen la inmortalidad lo hacen con un fin egosta, no dejar de

existir como individuos. As figuras literarias como Drcula o Frankenstein, son rechazadas porque atentan contra la naturaleza. Al contrario que en la andina, donde el propsito es comunitario, que se preserven sus creencias y es aceptado por todos. Para una mayor exploracin del tema puede leerse la ponencia El problema de la inmortalidad (Atoche Intili, 2010).

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Arguedas, Jos Mara (1983). La agona de Rasu-iti. Obras completas, tomo I. Lima: Editorial Horizonte. (1988). El zorro de arriba y el zorro de abajo. Lima: Editorial Horizonte. Atoche Intili, Germn (2010). El problema de la inmortalidad. Ponencia presentada en el Coloquio Internacional Lo fantstico diverso, Centro de Estudios Literarios Antonio Cornejo Polar, 22 de octubre 2010. Brando, Oscar (2004). Escribir contra la muerte. Letras Uruguay. Consultado el 15 de abril 2012 en http://letras-uruguay.espaciolatino.com/aaa/arguedas/bio.htm El Comercio (2010). La danza de tijeras fue declarada Patrimonio Inmaterial de la Unesco. Diaro El Comercio. Consultado el 29 de enero 2011 en http://elcomercio.pe/peru/669845/noticia-danza-tijeras-fue-declarada-patrimonioinmaterial-unesco Gutirrez Cuadros, Guillermo Andrs (2009). CUENTO: LA AGONA DE RASU-ITI. Arte de la palabra. Consultado el 29 de enero 2011 en http://artedelapalabra.wordpress.com/2009/08/07/cuento-la-agonia-de-rasu-niti/ Marav, Javier (sin fecha). Creaciones. Wayaty centro cultural. Consultado el 30 de enero 2011 en http://www.waytay.com/creaciones.htm Millones, Luis (1987). Para leer a Arguedas: a propsito del libro Cultura popular y forma novelesca de Martn Lienhard. Indiana, nmero 11. Portales, Rodrigo (2011). Jos Mara Arguedas en el cine. Cinencuentro. Consultado el 29 de enero 2011 en http://www.cinencuentro.com/2011/01/21/jose-maria-arguedas-cine/ Tauro del Pino, Alberto (2001, a). Sao. Enciclopedia ilustrada del Per, tomo 15. Lima: Peisa. (2001, b). Tijeras. Enciclopedia ilustrada del Per, tomo 16. Lima: Peisa. Valdivia Dvila, Gonzalo (2008). Muerte ceremonial en La agona de Rasu-iti de Jos Mara Arguedas Libros gratis. Consultado el 14 de abril 2012 en

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http://www.librosgratis.org/muerte-ceremonial-en-la-agonia-de-rasu-niti-de-jose-mariaarguedas.html Villanes Cairo, Carlos (2006). La mosca azul y el pastor que descubri la sal. Los dioses titulares de los Wankas (Mitos y leyendas peruanos). Lima: Editorial San Marcos. Wikipedia (2012). Caballo peruano de paso. Wikipedia, la enciclopedia libre. Consultado el 13 de abril 2012 en http://es.wikipedia.org/wiki/Caballo_peruano_de_paso Zevallos-Aguilar, Juan (1999). La representacin de La danza de tijeras de Jos Mara Arguedas. Contribucin a la formacin de la cultura andina. 1. Ciberayllu. Consultado el 16 de abril 2012 en http://www.andes.missouri.edu/andes/Especiales/JZADanzaks/JZA_Danzaks1.html

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